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Final C (Tyler x lectora)
Masterlist de mi autoría
Tercer final del shot Demasiado tarde
Nota: bueno, ya entendí que escribir de Navarro no es nada popular. Vamos a ver si a Tyler le va mejor xd.
Sinopsis: solo después de la escena del comedor, Tyler comenzó a fijarse más en la amiga de su hermana. Se conocían de vista, un simple saludo... Le parecía una buena persona. Pero cuando entendió porqué su hermana la apreciaba tanto, y porqué Bjorn insistía tanto en volver con ella, él mismo era quien buscaba tenerla cerca.
—¿Tyler?—El joven chatarrero levantó la mirada, espabilando un poco por el llamado.
Como cada día después del trabajo, Tyler tomaba el autobús para volver a casa. El pequeño transporte era una porquería, y sumado al clima húmedo y algo caluroso de Jackson a veces, era algo similar a una tortura.
Pero seguía siendo mejor que caminar por horas.
Y ahora ahí estaba, apretado entre tantas personas que si se desmayara, la misma presión entre cuerpos lo mantendría de pie. Y entre todo ese mundo de gente, la carita de ____ se asomaba con dificultad por encima de algunos brazos transpirados.
—Oh, hola ____. No sabía que tomabas el bus.—Tyler sonrió al verla escurrirse entre la gente hasta llegar a su lado, aferrándose a la barandilla con desesperación al sentir que el autobús frenaba de prepo.
—No, no tomo el autobús. Solo es temporal hasta que encuentre refacciones para mi bicicleta... Pero creo que es preferible caminar.—lo vio reír bajito—. ¿Qué tal tu día?—
—Más horrible que ayer pero seguramente mejor que mañana... Al menos hoy no me lastimé con nada.—
—¡Oh! Me dijeron que encontraron una nueva área con muchas menas de hierro... ¿Las pudiste ver?—
El resto del viaje, Tyler mantuvo una entretenida conversación con la mujer, y fue tan agradable que no asimiló para nada lo extensa que fue. Solo lo vio cuando reconoció su sector.
—Te diré algo... Cuando arregle la bici, pasaré a buscarte por las minas. Asi venimos juntos sin estar rodeados de tipos sudados ¿Te parece?—____ se paró en la salida del bus, sonriéndole una última vez—. Nos vemos, Ty. Dale mis saludos a Kay, la espero mañana para tomar el té.—
Tyler asintió con una leve sonrisa, viendo como la chica bajaba del autobús y se perdía por el mundo de gente en la calle.
Le pareció simpática. Linda.
Los días pasaron y el par se fue haciendo más y más cercano. Se hicieron amigos. Buenos amigos.
Pero Tyler no tardó en sentir algo más.
—... ¿Te gusta ____? ¿Eso intentas decirme?—
Kay miraba a su hermano sin terminar de entender qué quería transmitirle con comentarios sueltos y desordenados. Desde que se sentaron en el comedor que la estaba atormentando con sus tonterías.
—No, bueno. No me gusta como tal. Pero me parece simpática, y bonita.—gesticuló nervioso, sin despegar la mirada de la sopa que estaba tomando—. Y quería que tú, bueno, le preguntes qué opina de, bueno, de mi.—
—Entonces sí te gusta.—
—Te dije que no es eso.—Kay enarcó una ceja, mirando como su hermano le esquivaba la mirada.
—... Pues ahí viene.—al ver como Tyler se giraba enseguida, la chica no tardó en reír—. ¡Mírate, sí te gusta!—
—No lo digas tan alto, alguien podría escuchar.—
—¿A quién le importaría? A Bjorn tal vez, porque intentas robarle a su novia.—
—No es su novia, ya no más.—Tyler frunció el ceño pensativo, pues la presencia de Bjorn en la ecuación era algo que venía ignorando.
—Aún así, sabes lo mucho que quiere volver con ella... Y ambos lo conocemos, pondrá el grito en el cielo cuando se entere de que te gusta ____.—
—... No tiene porqué saberlo.—
Ese viernes, el autobús venía extrañamente vacío. Según el chofer, era porque la empresa estaba reubicando empleados, y la mayoría fue a las minas de carbón. Sea cual sea la explicación, al par de jovenes no le importó mucho. Ahora podían viajar sentados.
—¿Cómo vas con tu bicicleta?—Tyler miró a la chica a su lado, quien bostezaba apenas.
—El imbécil de tu primo rompió la única cosa imposible de conseguir... Asi que temo no poder arreglarla.—recostó la cabeza en el hombro de Tyler—. Tendré que comprar una nueva.—
—... ¿Él ha vuelto a buscarte?—el chico se tensó al sentir como ella se acomodaba mejor a su lado, suspirando cansada.
—Tanto que ya es molesto... la palabra "no" para Bjorn no existe.—cerró los ojos—. Por eso tuve que pedir el cambio de sector. Trabajar en las oficinas me facilita esas cosas.—
—Supongo que todo terminó entonces...—ella asintió contra su hombro—. Bueno, lo importante es que tú estés bien. Tranquila.—
—Lo estoy ahora...—
Tyler sonrió, sin decir nada más.
—Bueno, sí. Me gusta ____.—
Kay volteó hacia su hermano, quien acababa de llegar a la casa.
—Saluda al menos ¿No?—
—¿Qué tan miserable es enamorarme de la ex de un familiar?—
—Miserable no, "complicado" creo que es más acertado... Pero si a ella le gustas, y a ti te gusta ella, no creo que importe nada más.—Tyler dejó su mochila junto a la entrada, desplomándose en el sofá—. ¿Quieres que le pregunte a ____ qué opina de ti?—
—Vengo pidiéndote eso hace mil ciclos.—Kay rió apenas, sentándose a su lado.
—... Hueles a su perfume.—Tyler sonrió.
—Ella se quedó dormida en el bus, a mi lado.—palmeó su hombro—. Aquí se apoyó, no volveré a lavar esta chaqueta.—Kay pellizcó su mejilla, sacándole un quejido.
—Tan enamorado... Y de mi amiga. Debería acusarte de traición.—se levantó, saliendo del lugar.
—¡Pregúntale por mi! ¡Lo prometiste!—
____ recibió a Kay y Navarro en su casa cierta tarde, y mientras Navarro intentaba por millonésima vez arreglar la bicicleta, las demás horneaban unas galletitas.
—Hoy hablé con unos compañeros de la oficina, veré la posibilidad de que te transfieran a las huertas con Rain. Asi estarás más tranquila.—Kay miró a su amiga—. Ty me dijo que el polvo de las minas te empezó a causar problemas, así que es mejor prevenir.—
—¿"Ty"? No sabía que tenían la confianza para que le pongas apodos.—Kay le sonrió con burla, notando como el rostro de ____ se sonrojaba apenas.
—Somos amigos, tampoco es tan raro.—sacó una bandeja del horno.
—... ¿Solo eso?—____ no contestó—. A mi me da la sensación de que se traen algo más...—
—Para nada, no.—dejó las galletitas sobre la barra de la cocina.
—¿No te parece Tyler un buen chico?—
—Yo no dije eso.—
—... Es que, y tal me equivoque con esto, creo que a Tyler le gustas un poquito... Un poquito mucho.—____ la miró enseguida, sin poder creer lo que le decía—. Y por tu cara, deduzco que te gusta también.—
____ se sentó frente a Kay, quien preparaba las tres tazas de té.
—... No esta bien. No quiero que tenga ideas equivocadas.—
—¿Equivocada?—Kay notó entonces lo dubitativa que estaba su amiga.
—... Bjorn vino a casa.—tomó una de las galletitas—. Hace mucho no venía a molestar, pero justo ayer vio que Tyler viajó conmigo y se acercó a lloriquear... Dijo que meterme con su primo para darle celos era patético y toda esa tontería.—miró a su amiga—. Tyler me agrada de verdad, no es ningún truco raro. Bjorn no tiene nada que ver con nuestra amistad.—
—Ya lo sé, no necesitas aclarar nada. Y mi hermano tampoco cree que seas mala... De verdad, ____. Le gustas MUCHO.—le sonrió divertida—. Habla tooodo el tiempo de ti, asi que por favor dale una oportunidad antes de que me vuelva loca.—
____ sonrió, revolviendo su té distraída.
El día siguiente, el viaje en el bus fue extraño.
Tyler sabía de los sentimientos de la chica gracias a su hermana, quien a su vez ya le habia dicho a ____ sobre su hermano. Sabía que se gustaban, pero hacer algo al respecto... Era otro tema aparte.
—Tyler...—
—¿Si? Dime.—la miró enseguida, ansioso.
—Mañana tengo el día libre... ¿Quieres... Hacer algo?—____ sonrió apenada—. Pensaba en preparar algo para comer, y también podríamos ir al centro asi me ayudas a elegir una nueva bicicleta. Pasaremos la tarde juntos.—
—¡Si! Claro. Suena divertido.—sonrió emocionado, solo para recordar que no podía—. Mañana me tocan horas extra en el trabajo...—
—Ah, no te preocupes por eso. Puedo cambiarlo en la oficina... ¿Te parece bien?—
—Es una cita entonces... ¡No! Bueno, una salida.—
____ rió bajito, recostando la cabeza en su hombro.
—Una cita... Suena bien.—
Tyler se relajó, recostando apenas su mejilla sobre la cabeza de la mujer. Sintió su perfume, y no pudo evitar sonreír.
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LA VIDA FAMILIAR DE JAVI (Javier Peña x Lectora/Reader)
English description below!
Pareja: Javier Peña x Lectora femenina (f!reader) No uso de y/n
Resumen: La vida junto a Javi tiene sus altas y sus bajas. Amas cada momento que compartes con él, aunque al salir a trabajar cada mañana, te preguntas si será la última vez que lo verás con vida.
Advertencias: Angustia. Menciones de violencia típica de la serie. Descripciones de heridas, sangre y suturas. Descripciones de maternidad, amamantar y cuidado de bebés.
# de palabras: 2967
N/A: Hola! Este es la primera historia que publico en Tumblr. Es sencilla, pero pronto traeré más contenido. Sé que la comunidad hispanohablante es pequeña en esta plataforma, pero espero encontrar apoyo! Jajaja Una disculpa si tiene errores, no está revisado aún🥺 lo actualizaré una vez que haga proofreading!
English isn’t my first language, although I’m a linguistic and translator student hahaha so I’m going to post my stories in English too, when I get more confident!
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En tan solo cuatro semanas, mi vida había experimentado el cambio más maravilloso. Mi mundo se había transformado en pañales, amamantar, conjuntos diminutos de ropa y ese dulce olor a bebé que me brindaba calma en las interminables noches sin dormir. Dar a luz a mi primer hijo me había enseñado un tipo de amor tan intenso y único, diferente a cualquier otro que hubiera experimentado. Mi pequeño bebé, mi niño y el amor de mi vida: Javier Samuel Peña. O simplemente Sam, para evitar confusiones con su padre.
El embarazo no había sido algo planeado... Bueno, al menos no exactamente de la manera en que sucedió. Javi y yo nos casamos en el consulado americano un lunes por la mañana. No hubo una gran fiesta con nuestros seres queridos, ni un hermoso vestido blanco ni docenas de flores decorando los pasillos de una iglesia. Simplemente, Javi avisó en su trabajo que no iría ese día, los Murphy fueron nuestros testigos e invitados únicos, y nuestra luna de miel duró una noche en nuestro departamento.
La boda se aceleró debido a la preocupación de Javier de que, si algo le pasaba en el trabajo, yo no quedara desamparada y tuviera los mismos derechos que su padre para acceder a beneficios legales y su seguro de vida. Aunque me rompía el corazón que Javi pensara de esa manera tan fría acerca de su propia vida, yo era la novia más feliz. Javier y yo nos amábamos y teníamos una relación estable, llena de amor y respeto. No había otra persona en el mundo con la que quisiera estar en una oficina gubernamental, mirándonos a los ojos y jurándonos amor eterno.
Nuestro plan original era regresar a Texas, al rancho de su padre, después de derrotar al cartel de Medellín. Allí planearíamos rápidamente la boda en la iglesia y la fiesta. Luego vendrían los hijos. Todo debería haber sucedido cuando estuviéramos seguros, en paz y establecidos. Sin embargo, apenas tres meses después de nuestra boda improvisada, las náuseas matutinas comenzaron a aparecer y fue cuando Javi insistió en llevarme al hospital después de que casi me desmayara mientras hacíamos las compras en el supermercado, que nos enteramos de que seríamos padres. Atribuimos el incidente a un preservativo roto del que no nos dimos cuenta en el momento. La primera semana fue complicada, ambos estábamos estresados y en shock por la noticia. Una mañana, discutimos por algo tan insignificante que ni siquiera recuerdo qué era, y Javi se marchó al trabajo sin despedirse. Yo me quedé llorando en casa, preocupada por todo lo que implicaba tener un bebé y muy sensible debido a las hormonas en mi sistema. Sin embargo, esa noche Javi regresó a casa con un hermoso ramo de flores y un bote de mi helado favorito.
—Todo estará bien, preciosa —me prometió entre besos, después de que hubiéramos asumido nuestra nueva vida y aceptado que las cosas no siempre salen como las planeamos.
—Tengo miedo, Javi —mi confesión abarcaba muchos aspectos: la maternidad, los riesgos del trabajo de Javi, el dinero, vivir bajo un techo que ni siquiera era nuestro, lejos de nuestras tierras natales, los cambios que sufriría mi cuerpo...
Pero en el momento en que Javi me miró a los ojos, pude olvidarme por un instante de todo lo negativo y centrarme en la bendición que era este bebé. Y, Dios, deseaba con todas mis fuerzas que nuestro pequeño o pequeña tuviera sus cálidos ojos.
Y así fue. Sam llegó al mundo con un fuerte llanto, con los mismos grandes ojos café oscuro de su padre, que curioseaban el mundo y buscaban consuelo en nosotros. No podía dejar de mirarlo, maravillada por la capacidad de mi cuerpo para crear un ser humano que fuera una copia exacta del hombre que amaba. Javi era un padre siempre presente, que asumía su rol al cien por ciento. Cambiaba pañales, lo bañábamos juntos, se encargaba de cuidarlo para que yo pudiera dormir y mientras yo lo amamantaba, él se ocupaba de algunas tareas domésticas.
Por supuesto, no todos los días eran perfectos, sobre todo porque pasaba la mayor parte del día sola en casa mientras Javier, mi esposo, arriesgaba su vida en las calles de Colombia, luchando por hacer de este mundo un lugar mejor para nosotros. Últimamente no podía evitar llorar cada vez que lo veía salir por la puerta por la mañana, preguntándome si sería la última vez que lo vería, que sentiría sus labios sobre los míos y le daría un beso en la frente a nuestro hijo. Nunca dejaba que me viera llorar, así que esperaba a que su camioneta saliera de la cochera antes de permitirme soltar una lágrima. Javi ya tenía suficiente preocupándose por nosotros al vivir con nuestro recién nacido en un país sumido en la inseguridad y con el estrés diario de las interminables horas esperando lograr un avance en el caso de Escobar.
Cuándo Sam nació, me permití encerrarme en una burbuja en la que sólo éramos nosotros tres. A Javier se le concedieron dos semanas de licencia de paternidad, por lo que pasamos quince días encerrados en casa, acurrucados en la cama, descubriendo el mundo de los bebés y comenzando nuestra pequeña familia de tres.
Sin embargo, Javier, un hombre acostumbrado a la adrenalina y tan comprometido con su profesión, regresó pronto a trabajar y fue ahí cuando la realidad me golpeó. Él podría despertar un día, cambiarle el pañal a Sam, desayunar conmigo e irse a trabajar, y esa sería la última vez que lo vería con vida.
Era difícil para mi estar en el silencio de la casa, ver a nuestro bebé dormir o tratar de comer algo, cuándo vivía con la paranoica idea de que un día Steve tocaría a la puerta para darme la peor noticia. No podía imaginar una vida sin Javier Peña, una vida sin que mi hijo tuviera a su padre para aconsejarlo y jugar con él.
Hoy era uno de esos días en los que sentía un gran peso en el pecho. Me sentía muy sensible, lloraba con lágrimas silenciosas mientras miraba a Sam comer de mi pecho. Apenas había comido un par de bocados, mirando el reloj esperando la hora en la que Javi cruzara la puerta.
Cuando empezaba a oscurecer y la lluvia caía intensamente, el sonido de los relámpagos a lo lejos logró calmar mi mente. Decidí ir a la habitación y acostarme junto a Sam, con la esperanza de lograr conciliar un breve momento de sueño al mismo tiempo que el lo hacía.
•••
—Shit...
Escuché a Javi sisear después de que el estruendoso sonido de un vaso de vidrio estrellandose en el suelo me despertó abruptamente. Con el corazón acelerado por el susto, miré a Sam para comprobar que no se hubiera despertado. Mi pequeño se quejó un poco, pero lo calmé con una suave canción y se quedó dormido nuevamente. Lo acomodé en su cuna junto a la cama y salí a recibir a Javi.
El reloj de la cocina marcaba la una de la madrugada. Lo que significaba que yo había dormido cinco horas, y Javi había llegado tres horas más tarde de lo habitual. Bueno, no es como si él llegando tarde fuera algo raro. Se suponía que su hora de salida de la oficina era a las 10 de la noche, pero si se presentaba la oportunidad de una redada de emergencia o el papeleo de un reporte se volvía tedioso, Javier podía llegar a casa incluso hasta la mañana siguiente, sólo para bañarse, apenas dormir una hora o dos y regresar nuevamente a la DEA.
—¿Javi? — le llamé cuándo lo vi de espaldas y fue entonces cuándo me percaté que algo no andaba bien...
Javi intentaba doblarse sobre si mismo para recoger los pedazos de vidrio esparcidos por el suelo, pero con cada movimiento su rostro se contorcionaba en muecas de dolor mientras se sujetaba un costado de su torso. Un golpe de angustia me pegó en el estómago, impulsándome por instinto hacía él para socorrerlo.
Javi intentó alejarme de los vidrios para evitar que me cortara, pero nada podía evitar que lo alcanzara.
—¿Que te pasó? — inquirí al tiempo que trataba de hacerlo quitarse la mano del costado, pero me lo estaba poniendo difícil — ¿Que pasó? — repetí.
—Nada, amor, don't you worry — me aseguró, pero su tono de voz cansado y con un toque adolorido me decía todo lo contrario.
—Javier, por favor quita la mano — pedí en un tono más serio y después de escucharlo gruñir con inconformidad, me dejó mirar bajo su camisa.
Llevaba una venda amarrada en la cintura y en un punto de su costado las gasas habían adquirido el tono escarlata de la sangre. El peso de mi propia alma cayó en mi estómago, impactada por la imagen. Mis ojos ardían con lágrimas que se negaban a caer, pero un jadeo de sorpresa escapó de mis labios. Mis manos temblaban mientras intentaba procesar lo que estaba viendo y buscaba encontrar la voz para preguntarle de la manera más calmada posible qué había sucedido. Sin embargo, no lograba articular palabras y las lágrimas finalmente comenzaron a rodar por mis mejillas.
En ese momento, Javier tomó mis manos con la delicadeza y firmeza que solo él sabe transmitir.
—Hey, no pasa nada. Estoy bien — me aseguró, pero las voces angustiadas en mi cabeza no dejaban de murmurar: "Tenías razón al preocuparte por él, este trabajo acabará con su vida", mientras que otra voz me decía: "Deja de llorar, tiene suficiente estrés en el trabajo como para llegar a casa con su esposa hormonal". Pero, simplemente, no podía contenerme.
—Amor, vamos a la habitación — susurró en tono suave, tratando de transmitir calma y minimizar la situación. Pero sus movimientos lentos y cuidados revelaban el dolor que le causaba su herida. No pudo ocultar la mueca de dolor al sentarse en la cama, dejando en claro cuánto le dolía cada movimiento.
Mi corazón se encogió al verlo así. Le pedí que se quitara la camisa para poder cambiarle las vendas. Mis emociones se mezclaban: preocupación, miedo y una sensación abrumadora de querer protegerlo de todo y de todos. Quería meterlo a él y a Sam en una cajita a prueba de todo lo malo en este mundo y conservarlos ahí para siempre. Pero sabía que eso era imposible.
Me dirigí al baño y tomé la caja de primeros auxilios, buscando todo lo necesario para tratar su herida.
Al regresar a la habitación, lo encontré sin camisa, sentado en la cama, con su mirada fija en nuestro bebé, que dormía plácidamente. La escena contrastaba la ternura del sueño de Sammy con la realidad del dolor físico y el estrés que Javi estaba soportando. Podía verlo en sus ojos: esa inocencia perdida tras años de trabajar en un rubro lleno de violencia, sangre y armas. El peso de querer cambiar el mundo para que sea mejor y tener que enfrentarte a los demonios que lo acechan cara a cara.
—Es tan pequeñito — murmuró Javi con una sonrisa tierna en su rostro, mientras extendía su brazo con cuidado hacia la cuna. Sus dedos acariciaron suavemente la mejilla de su hijo, como si quisiera grabar ese momento en su memoria para siempre. La imagen me hizo sentir una oleada de ternura y amor indescriptibles — Es el sueño hecho realidad: nuestro bebé, que lleva parte de ti y parte de mí. Es idéntico a ti...
Si estuviéramos en cualquier otro momento, donde Javier no estuviera herido y sangrando, habría compartido con él lo maravilloso que era ver a Sam, un ser tan pequeño y perfecto, que parecía ser una réplica exacta de su padre. Le habría asegurado que amaba cada rasgo que heredaba de él y que estaría dispuesta a tener mil hijos más, solo para ver esos mismos ojos, ese mismo cabello y esa misma sonrisa que tanta paz me transmite. Pero en ese instante, cuando noté un destello de dolor en su rostro, mi corazón se contrajo con preocupación.
Me acerqué a él, posicionándome entre sus piernas, y comencé a deshacer las vendas que abrazaban su torso. Cuando llegué a la herida, Javi siseo de dolor al sentir como la sangre seca se despegaba de la gasa y estiraba la zona afectada. Aunque no era una herida grave, su apariencia era inquietante. Eran apenas cuatro puntos de sutura, pero la carne estaba inflamada y enrojecida, evidenciando la irritación y sensibilidad en la zona. Olía a sangre y antisépticos. Cada movimiento de Javi parecía provocarle una punzada de dolor, lo cual quedaba reflejado en su rostro a través de una expresión tensa y un ligero fruncimiento en las cejas.
Con un algodón humedecido con antiséptico, comencé a limpiar la zona de alrededor. Cada movimiento era suave y ligero, pero pude notar la mandíbula tensa de Javi cada vez que presionaba la zona.
—¿Vas a decirme qué pasó? — era pregunta, pero debido a mi voz tensa y baja, sonaba más como una orden.
Javier estuvo callado un par de minutos, cuándo por fin habló:
—Murphy y yo fui a checar una casa de seguridad — comenzó, mientras yo buscaba en el botiquín algo que pudiera reducirle la inflamación de su piel lastimada —. Nos separamos y fue ahí cuándo detecte a uno de los perros de Escobar. Fui tras él y el hijo de pe… — se tentó a decir, sin embargo le hice una indicación con la cabeza hacía Sam — Y el tipo me sorprendió de la nada con una navaja. Apenas la esquivé, pudo haber sido peor.
—¿Eso se supone que debería tranquilizarme? — respondí con una risa carente de gracia, los ojos aún ardiéndome con lágrimas que no quería soltar — ¿Te llevaron a una clínica? — inquirí y él asintió — ¿Y porqué no me llamaste, Javier? — le reclamé con la voz cargada de emociones que apenas podía contener.
—No quería asustarte — se excusó.
—Soy tu esposa, Javier Peña. Cualquier cosa que te pase debería saberla. Que tal que… — me detengo en seco, incapaz de concluir la oración. El mero hecho de pensarlo hace que se me revuelva el estómago — Si algo te pasara, Javi, yo… no sé que haría. Seguro me volvería loca.
Finalmente me quiebro. Las lágrimas salen sin que pueda detenerlas. Días de aguantarme decirle como me siento salen a través de mis ojos y me siento la peor por poner más carga sobre sus hombros. Claramente Javier no quiere morir en su trabajo, no quiere dejarnos solos a ninguno de los dos. Es obvio que cada día sale de casa sabiendo que podría ser la última vez que nos ve. Soy consciente que él mejor que nadie sabe que vive en una ruleta rusa diaria y yo no aporto nada poniéndome a llorar por un miedo evidente.
—Cariño, ven aquí — sus manos tomaron las mías y me levantaron para sentarme en su pierna con delicadeza.
—Te vas a lastimar… — protesté, pero me calló con un tierno shhh.
—No pasa nada — aseguró —. No voy a irme a ningún lado, mi vida. Mira, pásame mi billetera — pidió, ya que él no podía estirarse demasiado. La alcancé y mientras se la entregaba, me volvió a colocar en su pierna. Yo hacía el esfuerzo por no recargar todo mi peso en él. De su billetera sacó una pequeña foto, tomada hacía apenas tres semanas. Éramos nosotros tres: yo estaba en la cama del hospital, con mi cabeza en el hombro de Javi, quién sentado a mi lado llevaba a un pequeñísimo Sam dormido en sus brazos — Cada vez que salgo a la calle, tu y Sam son mi trébol de la buena suerte.
—Vaya suerte que te damos — respondí, un poco a juego. Y ambos soltamos una risita, aunque yo seguía en lágrimas.
—Una cosa es suerte y otra cosa es que yo sea imbécil — bromeó y otra risa me abordó.
Mi mano acarició su mejilla, acción que pareció relajar a Javi completamente, como si el dolor hubiera desaparecido con mi toque. Cerró sus ojos, recargando su cabeza en mi mano, para después besar el dorso. Me incliné para depositar un beso casto en sus labios mullidos y suaves.
—Yo sé que haces todo lo posible por volver a casa a diario, amor. Perdóname por ponerme a llorar, las hormonas últimamente me tienen demasiado sensible.
—No tienes nada por que disculparte — aseguró, depositando otro beso en mis labios, después en mi nariz, mi mejilla y finalmente nuevamente en los labios.
Nuestra pequeña sesión de besos tiernos terminó en el momento en que Sam comenzó a quejarse. Ambos conocíamos a la perfección aquel tipo de llanto y sabíamos que significaba.
—Te llaman, mami — dijo Javi, dándome un beso más en la mejilla antes de dejarme ir.
—Ya, bebé, está bien — murmuré a mi hijo mientras lo sacaba de su cuna y me acomodaba con él en la cama para darle pecho. Sam se acomodó rápidamente y comenzó a comer.
Los ojos de Javi se iluminaron con ternura y orgullo ante la imagen de su esposa alimentando a su hijo. Para él éramos su inspiración y su motivación. Después de años, por fin tiene un lugar al que puede llamar hogar y llegar cada vez que vuelve del trabajo.
Javi se pone de pie para besar la cabeza de Sam, después mi frente y se dirige al baño para tomar una ducha. Al regresar, Sam ya se ha quedado dormido nuevamente, por lo que le ayudo a mi esposo a secarse y ponerse una venda nueva sobre la herida y acomodarse en la cama.
Él se queda dormido antes que yo. Aprovecho los minutos para admirar su rostro sereno y hermoso, todo mío. El dolor de la preocupación constante por él aun me pesa en el pecho, pero trato de calmarme y volver a dormir. Mañana será otro día.
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Día dos:
Volví a desepcionar a mi Diosa Ana...
Hoy en la escuela tuve un ataque de ansiedad y me espeso a bajar la presión, entonces una amiga me ofreció galletas dulces para que no me desmayara... y yo acepté.
Hice desde ayer 14 horas de ayuno... que patetico.
Hoy tengo planeado hacer un ayuno de 24 horas, almorcé bastante bien... BASTANTE. Así que no creo que sienta hambre hasta mañana (y si con todo lo que morfe) de todas formas iré actualizando ♡
Cabe aclarar que voy a cumplir un castigo por haber comido y que en total consumí 500 calorías (planeo quemar una gran parte)
Actualización: no cené, lo cual es bueno, llevaba muchos días cenando. Estuve todo el día tomando café frío, literal, no hice nada más en el día que hacer café, servirlo en un vaso con muchos hielos y tomármelo
Pero bueno, espero poder completar mis 24 horas de ayuno, debería almorzar a las 15 horas. El viernes voy a cenar bastante, y el sábado voy a comer todo el día, eso no lo voy a sacrificar, los únicos días que me reúno con toda mi familia.
#ana y mia#no quiero comer#no quiero ser gorda#quiero ser flaca#tw ana bløg#princesa ana#estoy gorda#tc4#4n0rexic#4nor3xia#4norexla
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Por favor, solo ámame
Parte 4
Tu estadía con Bela era de lo más pacífico. Ella era muy gentil contigo, estaba atenta a tus necesidades, te recordaba sobre tus medicamentos y si tratabas de esforzarte más de lo que debías te miraba de una manera que te hacía sentir escalofríos en tu espalda transformándote en un cachorrito obediente.
La rumana era sin duda la chica de tus sueños, adorable, habilidosa, inteligente, gentil, hermosa y capaz de mantenerte inmóvil con una mano.
Perfecta.
Los días que pasaban juntas eran cada vez más domésticos, la facilidad con la que convivían y congeniaban te llenaba de alegría, a pesar de tus temores siempre deseaste tener una relación así. Cada segundo que transcurría te enamorabas más de ella. Estabas seguras qué para cuándo terminará el mes Bela Dimitrescu sería la dueña indiscutible de tu corazón.
Sin embargo no todo era de color rosa, la rubia estaba rodeada de un aura de culpa y lamento que le acompañaba en cada paso que daba, comúnmente más fuerte cuando hablaban sobre eventos de tu memoria perdida sin embargo había momentos cuando le tocabas o hablabas con afecto que su espalda se doblaba y sus ojos se llenaban de lágrimas apenas contenidas, cuando eso ocurría ella se alejaba y se encerraba en la habitación de invitados donde ella dormía temerosa de dañarte en medio de sus sueños, detrás de la puerta podías escuchar los sollozos, no sabía que te causaba más dolor si el rechazo o que tu amada se creía culpable de tu estado.
En esos momentos buscabas una silla para sentarte afuera de cuarto, contándole historias de infancia y adolescencia hasta que decidiera salir o cayeras dormida.
¿Por qué tu querida se castigaba así?
No negarías que estabas interesada en conocer los eventos que habían ocurrido en estos dos años pues había momentos donde el pasar por el póster una película, el escuchar una canción, cosas de lo más cotidianas te hacían sentir una inesperada emoción ya sea tristeza, alegría o ira.
(No podías tomar u oler el café el día que pasaron por una cafetería mientras compraban te pusiste a llorar sin control sentías que alguien estaba aplastando tu corazón y cabeza con una tremenda violencia que provocó que te desmayaras Bela te tuvo que cargar de vuelta al carro, estuviste dos días con una migraña horrible desde entonces has evitado todo lo relacionado con el café.)
El pensar en todo lo que perdiste de estos dos años te llenaba de pesar sin embargo no deseabas ahogarte en pena, tal vez jamás los recuperarás y eso está bien mientras sigas con vida puedes crear nuevas y mejores memorias.
Tenías a tu leal esposa a tu lado, el pasado no tenía importancia cuando ella estaba e tu futuro.
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"El vuelo tomara tres horas aproximadamente, nos veremos pronto"
Daniela, Angie y Donna venían en camino, ¿Que debería hacer? ¿Qué les iba a decir?
[Qué eres una perra egoísta tan obsesionada con la pareja de tu hermana que a la primera oportunidad le manipulaste para que se quedara contigo]
Daniela y Angie fueron las que estuvieron contigo después de que Cassandra se fuera, las que vivieron a través de tus pesadillas, llantos y lamentos. Cuando te ofreció viajar por el mundo, ellas fueron las que te motivaron a hacerlo viendo como a pesar de sus esfuerzos habías bajado de peso y tus ojeras no habían desaparecido.
Ahora dos meses desde que empezaron a viajar juntas y un mes desde tu accidente tu apariencia era mejor. Bela hacia todo para cuidarte y tu no refutabas o negabas su ayuda en su lugar le aceptabas con una sonrisa en tus labios. Estabas finalmente mejorando.
Ellas lo entenderían, ��verdad?
[Angie quebrará una botella en tu cabeza y Daniela te dará la paliza de tu vida. Así que diles, risas no faltaran]
Ellas lo tienen que entender. Era por tu bien.
[Mentira]
Solo quería lo mejor para ti.
[¿Y lo mejor eres tú?]
Cállate.
[No pudiste proteger a Daniela, traicionaste a Cassandra y porque dejaste a MC sola fue que tuvo su accidente]
Cállate.
[Eres una inútil]
Cállate.
[Egoísta]
Cállate.
[Vives tu vida de ensueño a costa de la felicidad de Cassandra mientras le mientes a Daniela]
Cállate
[La manzana no cae lejos del árbol, mami estaría orgullosa de ti]
No soy igual a ella.
[Sabes lo que dicen, empieza presidenta del consejo termina directora del colegio]
NO SOY COMO ELLA. NO LO SOY. NO LO SOY.
"Está bien cariño estoy aquí"
¿Cuándo habías llegado?
Tu brazo bueno acariciaba su cabello mientras apoyabas tu cabeza sobre la suya ocultando su rostro en tu pecho la diferencia de altura disminuida con ella sentada en la cama y tú de pie.
"No llores mi niña hermosa, todo estará bien"
¿Cuándo había empezado a llorar?
No merecía esto, no te merecía, debería decirte la verdad, debería acabar con esto ahora.
"No estás sola, querida mía"
Alejaste su rostro de tu pecho y besaste sus mejillas secando su lagrimas con tus labios, le sonreíste con amor en tus ojos antes de besar su frente tiernamente.
[Déjale ir]
Te abrazo con delicadeza. Seguiste pasando tu mano por su cabello.
"Mi hermana Daniela, Angie y mi tía Donna vienen en camino... "
[Dile la verdad]
"No saben de nosotros"
Te reíste sin malicia "¿Eso era lo que te preocupaba?, no tenemos que decirles aun, Bela. Es solo una visita."
Si, no tenía que decirles aún.
[¡NO!]
Después de que te recuperarás ella les diría. Después de que vieran como habías mejorado con ella a tu lado, lo entenderían.
[¡Lo vas arruinar todo!]
Si, lo comprenderían.
Tienen que hacerlo.
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Hanahaki 🥀
El amor se puede describir de tantas maneras, que abarcan desde la pasión ardiente de dos almas en llamas, hasta la serena tranquilidad de dos personas que se complementan perfectamente.
El amor puede ser visto como un impulso poderoso que nos hace actuar de formas inesperadas, o como un sentimiento profundo y duradero que crece con el tiempo. Para algunos, es una conexión espiritual que trasciende lo terrenal, mientras que para otros es una emoción única que nos hace sentir vivos y plenos. En definitiva, el amor se manifiesta de innumerables maneras, todas igualmente válidas y hermosas en su propia diversidad.
Pero ¿y si te dijera que el destino puede ser manipulado?
A veces las fuerzas que nos rodean son más maleables de lo que creemos.
¿Estás dispuesto a desafiar lo que se considera inevitable? ¿O preferirás resignarte a un amor no correspondido y seguir el camino marcado por otros?
La joven caminaba cada día por los pasillos del set de grabaciones donde trabajaba, solía ser bastante tímida y silenciosa detrás de cámaras. Su vida se basaba en ir de la casa a su trabajo y del trabajo regresar a su casa (o hotel, según el lugar donde estaría rodando)
Ser la hija de un reconocido actor tenía su costoso precio, desde polémicas de las cuales ni ella estaba enterada hasta romances con personas que a penas había visto una vez en su vida.
Solamente ella sabía lo que sentía, y cada segundo que pasaba era más doloroso, ver como aquella persona con la que tan ilusionada estaba se iba con su ligue del momento. Nunca se atrevió a declarar sus sentimientos, sabía que sería una pérdida de tiempo, además de que él le llevaba muchos años de diferencia y simplemente la veía como su pequeña amiga.
El dolor en su pecho era tan intenso que llegaba a distraerse en escenas y apretaba sus vestidos en el centro de su torso. Algunos la miraban preocupada, incluso llegaban a pedir asistencia para realizarle controles dentro del estudio.
Un día, estando en su camarín dándose los últimos retoques, vió una línea de sangre deslizándose por su comisura, rápidamente se volteó para salir corriendo a pedir ayuda y terminó tumbada de rodillas en el suelo, sintiendo como su estómago se contraía y comenzaba a vomitar.
Ya de por sí esa sensación la ponía bastante nerviosa, el no poder respirar y que la cabeza le diera vueltas sin parar, pero el ver pétalos derramados en el suelo hizo que entrara en un estado de confusión y que se desmayara al instante.
Sus ojos trataban de abrirse con algo de pesadez por la luz del reflector que tenía enfocando a su rostro, su vista nublada dejaba ver una silueta borrosa a un costado de ella, y oía a lo lejos una voz que le hablaba con desesperación. Cuando todo estuvo más claro, sonrío viendo que él estaba a su lado, pidiendo a gritos que despertara y que no lo dejara sólo.
Los médicos no tenían muchas esperanzas de que la operación saliera bien, ¿Cómo es que había llegado una planta hasta su pulmón? ¿Que iba a pasar sí se la quitaban?
Charlotte tomó las manos del chico con la poca fuerza que le quedaba, sollozaba con una sonrisa en el rostro y miraba los ojos de su compañero.
ㅡ Te he amado desde hace mucho tiempo y nunca me había animado a confesartelo.ㅡ
Él la miró confundido, se dedicaba a acariciarle el cabello y ladear la cabeza de un lado a otro.
ㅡ También te amo, pero no de esa manera. Siempre te veré como la niña pequeña que venía al trabajo tomada de la mano de su padre, no pierdas tu tiempo amando a un tipo como yo, preciosa.ㅡ
El sollozo de la morena se había convertido en un llanto silencioso, el dolor más y más intenso hasta el punto de que ya no la dejaba respirar y comenzaba a abrir su boca para tratar de conseguir al menos un poco de aire, pero ésto le fue inútil.
Soltó las manos del chico para agarrarse el pecho una última vez, mientras éste corría desesperado en busca de ayuda, la joven sentía como la presión iba afectando su cabeza; primero en la nuca, luego la sangre saliendo por su nariz y, por último, un zumbido en sus oídos, los cuales iban tapándose hasta que la joven dejó de sentir todo tipo de dolor.
¿Morir sin ser correspondido? ¿O que me extirparan la planta del pecho y no volver a amar?
Al final, suponía que era lo mismo. Morir o vivir siendo una persona sin amor, sin sentimientos: Estar muerta en vida.
Palabras: 776
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Olvido Crítico
Serie: Wednesday Tv 2022
Pareja: Wednesday Addams & Enid Sinclair
Palabras: 1453
Desafío diario para el mes de febrero
—Vamos Wends — Enid estaba cerca de la cama de su compañera de habitación.
—Enid, este es un hechizo extremadamente preciso, hay que seguir las instrucciones tal como salen explicadas en el libro de mi madre. — Wednesday volvió a mirar la lista de ingredientes y las palabras para recitar el hechizo.
— No es la primera vez que te ayudo, déjame demostrarte que soy capaz de realizar los rituales — Enid se sentó en la cama muy cerca de Wednesday.
La miró sin girar demasiado su cabeza hacia la derecha. — Solo con una condición.
Enid sin ni quiera preguntar cuál es la condición, respondió rápidamente — Sí, lo que quieras
—Después no te puedes arrepentir — Wednesday sonrió maliciosamente.
—No lo haré — Se giró para mirar a Wednesday directamente a sus ojos.
—Bien, te lo diré — Wednesday acercó sus labios a la oreja derecha de Enid, diciéndole su condición. Después de escucharla, Enid se sonrojó furiosamente. Wednesday al ver la reacción que esperaba también sonrió dejando ver sus hoyuelos.
— Es... ¿estás segura? — Enid estaba nerviosa todavía y quizás solo se imaginó aquella petición tan audaz de Wednesday.
—Absolutamente…
—Creo que debemos sellar el trato — Enid se acercó y besó dulcemente a Wednesday en sus labios. Su condición de compañeras de habitación a amigas, transcurrió rápidamente, por eso a nadie le sorprendió cuando su relación evolucionó al estatus de amantes.
Wednesday volvió a leer el libro, le indicó cuál sería la labor de Enid durante el hechizo. Enid la escuchó detenidamente, a pesar del nerviosismo que todavía sentía.
— ¿Estás preparada? — Wednesday estaba sentada en medio de un círculo que dibujó con una tiza blanca, con varios símbolos que Enid olvidó el significado de la mayoría de ellos. Las velas estaban encendidas, solo tendría que ayudar a recitar el encantamiento.
Enid asintió levemente con la cabeza y Wednesday recitó la primera frase, sin embargo, cuando fue el turno de Enid, en vez de recitar la frase, ella gritó —¡Aléjate! — La asustó una araña que estaba en su pierna derecha. Esto provocó que de inmediato las velas se apagaran y que Wednesday se desmayara.
Enid gritó el nombre de su novia y fue de inmediato a saber de su estado, se desmayó. Levantándola del suelo y llevándola en sus brazos, salió de la habitación hasta la enfermería. La apresurada explicación que dio en un inicio tuvo que repetirla. La enfermera le dijo que tendría que quedarse esa noche en observación y Enid la acompañaría hasta que despertara.
La noche transcurrió lentamente y Enid estuvo al lado de Wednesday en todo momento, sin dormir. Unos pocos minutos después del alba, Enid escuchó unos quejidos.
— Wends…— Enid se apresuró a abrazarla, sin embargo, no recibió la respuesta acostumbrada de su novia.
—¿Quién te dio el derecho de tener tal demostración de cercanía? — Wednesday buscó frenéticamente uno de sus cuchillos que siempre portaba.
Enid se quedó sin palabras, por suerte la enfermera apareció. Le hizo unas breves preguntas a las cuales respondió correctamente a excepción de la última.
— ¡No sé quién es ella! — Respondió mientras fruncía el ceño.
Enid aguantó las lágrimas, hasta que la enfermera le insistió en que tenía que volver a su habitación para ir a sus clases de ese día miércoles. Dio una última mirada a su novia y salió de la habitación. Limpiando con el dorso de su mano las lágrimas, Enid llegó a su cuarto, y se lanzó directamente a su cama y lloró angustiosamente. Después de unos minutos logró calmarse. Preparó lo necesario para bañarse y hacer su rutina de la semana, esta vez sin los acostumbrados besos de los buenos días.
Durante ese día no vio a su novia, entre las clases y sus talleres volvió a su habitación. Sin encender la luz y pensando que estaba sola, se dejó caer de espaldas en su cama y suspiró fuertemente.
—¿Qué estás haciendo en mi habitación? — La voz de Wednesday estaba cubierta de una evidente molestia, un tono de su voz que Enid no creyó jamás volver a oír.
—También es mi habitación— Enid encendió la lámpara de su escritorio.
—Eso explicaría porque ese lado está inundado de vomitivos colores. — Enid solo deseaba que todo fuera una horrible pesadilla y que se despertaría con el beso de su novia.
—Sí Wends, son los colores los que me gustan — Enid quería agregar que eso incluía a los blancos y negros que siempre vestía su novia.
—Soy Wednesday, creo que eres estúpida para no saber pronunciar correctamente mi nombre — Enid cerró sus ojos e inspiró fuertemente, no quería discutir con ella, no hasta que supiera qué pasó realmente anoche.
— No soy estúpida, solo somos compañeras de habitación y tenemos la suficiente confianza para que yo pueda llamarte así. — Enid se acercó a la mitad de la habitación, los rastros de la cinta negra eran inexistentes.
—No te creo, porque no recuerdo quién eres. — Wednesday estuvo ese día en la enfermería hasta la hora de almuerzo. Después insistió en asistir a sus clases de la tarde, donde reconoció a cada uno de sus compañeros, aunque su humor era el mismo que esos primeros días en Nevermore.
— Soy Enid Sinclair — Deseaba agregar que han sido compañeras de cuarto por dos años, amigas desde hace 21 meses y novias desde hace un año y medio.
— Sinclair... — Wednesday no reconoció en voz alta que se le hacía demasiado familiar su nombre y que le producía una agradable sensación en su pecho. Negando con la cabeza tal sentimiento. Dejó la conversación y se acostó. Enid repitió la acción, ya tendría tiempo de buscar las soluciones a este problema de amnesia de su novia, lo que deseaba que fuera temporal.
Ese fin de semana, Enid le explicó el hechizo que intentaron realizar el martes en la noche, omitiendo la condición que le dijo Wednesday. Escuchó con atención y todavía sin recordar a Enid, llamó a su madre. Enid volvió a explicar nuevamente su fallida realización del hechizo.
—Enid, querida, no sé porque intentaron ese encantamiento, se necesita toda la concentración posible y al gritar esa palabra, interviniste en la correcta ejecución. Lo siento tanto, no creo que haya nada para remediar la amnesia selectiva de Wednesday y sabes que el amor es un sentimiento que no se puede imponer a nadie. — Enid solo asintió y sus deseos de llorar una vez más se hicieron presente. Wednesday miró con extrañeza a Enid mientras su madre mencionó la palabra amor.
Enid se acostó en su cama, perdió todas las esperanzas de que su amor volviera. Enid se sentó rápidamente — A menos que… — Susurró, sino podía hacer que la recordara, solo tendría que volver a enamorarla. Con ese pensamiento tan positivo, Enid se durmió.
Enid hizo un montón de planes con Wednesday. Su estrategia era simple, acercarse a ella hasta que fueran amigas y después convertirse en su novia, sin embargo, nada de eso ocurrió mientras estaban en su último año, solo fueron compañeras de habitación.
Wednesday se alejó por completo de ella, escogieron diferentes universidades en diferentes estados. Enid mantuvo la esperanza, pero su comunicación a través de breves mensajes disminuyó hasta extinguirse.
Enid no volvió a enamorarse y Wednesday solo se dedicaba a escribir sus novelas de terror y misterio, hasta que un día leyó una noticia que la impactó y sufrió un terrible dolor de cabeza.
La página policial del periódico tenía la foto de Enid Sinclair y los detalles de su trágica muerte.
—Imposible… — Wednesday se desmayó y cayó al piso en su oficina.
Se despertó tiempo después cuando su madre acariciaba su frente.
—Madre… — Su presencia la alarmó.
—Tranquila, todos estamos bien, solo quería saber cómo estás.
Wednesday quería decir que bien, pero recordó la noticia. — Enid, ella… — Wednesday que rara vez lloraba, esta vez lo hizo sin importarle la presencia de su madre.
—Querida hija… veo que al fin la recordaste — Morticia la abrazó hasta que se calmó.
—Yo, no sé cómo pude olvidar el amor que sentía por ella, solo se quedó en un sentimiento de alguien que compartía habitación cuando estábamos en Nevermore.
— ¿Recuerdas el día que deseaste realizar ese hechizo con ella? — Morticia seguía acariciando la espalda de su hija. Wednesday permaneció en silencio, hasta que las lágrimas volvieron a brotar con más fuerza.
—Veo que al fin se deshizo esa maldición que la propia Enid creó. —Morticia dijo con suma tristeza.
—Nunca pensé que por culpa de una sola palabra fuera lo suficientemente poderosa para olvidarme del amor que siento por ella, yo... — Wednesday también recordó la condición que le susurró al oído, le prometió que al fin estaba preparada para tener su primera vez juntas, a pesar de llevar tanto tiempo de novias y el llanto volvió a brotar, esta vez los gritos de angustia no cesaron.
xXx
Día 4: Amnesia
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Hola <3
Soy nueva en esto de escribir obscenidades
Si tienen recomendaciones o una idea que quieran que escriba pueden decirme con todo gusto :D
aquí les dejo la primera parte de este fanfic :3
ADVERTENCIAS: dacrifilia, F!Reader, obsesión, secuestro, temas yandere, relaciones con consentimiento forzado, Miguel violento!, Temas fuertes
Si no te gusta esto por favor no leer!
━━━━━━━※━━━━━━━
Hagamos esto una última vez.
Mi nombre es lumin Alejandra Hernández, fui mordida por una araña radioactiva que hizo que me desmayara por mi fobia a las mismas, y desde hace casi 5 años soy la única e inigualable spiderwoman.
Para darles un resumen de mi vida, soy de México, tuve que migrar a USA para ganar más dinero por las necesidades familiares, me mordió una araña, siendo está de mis peores pesadillas, cuando obtuve mis poderes le patee el culo a un ladrón y una abuela me dió 20 dólares por eso…así que…decidí usarlos para el bien.
Me alié con los vengadores para combatir toda clase de villanos, uno más raro que el anterior…me patearon el culo muchas…muchas veces, pero es parte de el trabajo, tengo que levantarme, si no…todo se puede ir al carajo.
Trabajo para un inversor francés en una empresa de autos, ganó bien pero es muy pesado trabajar después de una pelea, más cuando me quedo despierta hasta las 4 de la mañana haciendo su estúpido papeleo mientras el se pone hasta el culo con alcohol y come cosas de ricos, es desgastante el echo que nadie reconoce mi trabajo en todos lados, incluso cuando soy spiderwoman nadie puede reconocer el trabajo, todo se lo lleva alguien más…mi vida se pone más difícil cada vez más, he pensado tirar la toalla varias veces…pero si lo hago, mi familia no podrá pagar los tratamientos para mi abuela y me echarán la culpa por su muerte…
Pero no sabía que la vida se podía poner peor…
Buenos días jefe, le entregó los informes del día de hoy…venía a pedir unos días libres para visitar a mi familia…mi abuela se puso delicada y-
No le importa lumin, no te puedo pagar si no haces nada, te necesito aquí más que nunca, que van a pensar de mi empresa si dejo que los empleados hagan lo que quieran, no te puedes ir
Haaa ... .si jefe…
Y necesito los papeles de los inversores para más tardar las 5, luego voy a ir a comer con mi esposa, quédate hasta que termines todo, mexicanos…creen que todo es fácil.. ja
Sí jefe…
Saliste de la sala sintiendo que el mundo se te veía abajo, tendrías que decirle a tu familia que no podrías estar ahí para tu abuela…otra vez…
Ese día en la oficina viste como tus compañeros salían uno a uno, mientras tú aún tenías una pila de papeles gigante a tu lado…se hicieron las 12 AM ... .luego las 3 ... .y cuando por fin acabaste eran las 4:30 AM… entregaste todo a tempo, los pies te dolían por los incómodos tacones que tenías que usar, tu muñeca estaba entumecida por usar la pluma, los dedos se acalambraron por usar el teclado.
Saliendo de la empresa viste una luz roja y amarilla a la distancia…tu mente estaba en modo ahorro de energía para este momento, así que pensaste que solo era un villano idiota haciendo escándalo con una arma robada…como todos los días.
Tomaste el dispositivo de tu traje, con solo dos toques todo tu traje se construyó en tu cuerpo, cortesía de Tony Stark. Así que con todo y dolor de espalda te balanceas para llegar al lugar del escándalo.
En cuanto llegas tus sentidos te advierten de una bomba que explota justo antes que pueda tocarte, pero cuando explota una onomatopeya de "BOM" cubre tu vista…era esto una mala broma?, No tienes tiempo de pensar antes que un enemigo sacado de una caricatura para niños te lance más bombas, todas hacen lo mismo que la anterior. Tu cabeza está confundida por el villano enfrente de tí, nunca habías visto algo así antes, ves como el villano se está pixeleando, cosa que le duele.
¡Oye amigo! ¿De qué caricatura para niños saliste?
¡Déjame en paz! No sé qué rayos estoy haciendo aquí, haaa-
Parecía asustado por su entorno, como si no supiera dónde está, antes que puedas detenerlo con tu telaraña ves como un hombre grande se abalanza al enemigo violentamente, lo inmoviliza rápidamente en el piso pero este se deshace de el grandulón rápidamente.
Oye niño, no quiero que alguien haga mi trabajo, es cosa te va a matar sal de aquí
Dicen a él hombre que parece tener un traje parecido al tuyo de alguna manera extraña, con tus telarañas tejes una red Lo suficientemente grande para mantener al villano a raya, lo envuelves con la misma haciendo un capullo capaz de inmovilizarlo.
Yo pude haber hecho eso…
Pues querido, ¿por qué no lo hiciste desde un inicio?
El misterioso hombre te ve con lo que parece ser furia en su máscara.
No necesito ayuda
Se dice gracias malagradecido
Eso último lo dices en español, lo cual sorprende al corpulento hombre.
Yo no agradezco a nadie
Ho, ¿así que hablas español ha? Que malos modales tienes entonces, como se nota que no vienes de una familia mexicana…
Que curioso justo vengo de una mamá mexicana…maldita mocosa
Pues si fuera tu madre te enseñaría a respetar a la gente que te echa un mano, pero antes que nada
Lo atrapas en una telaraña con un grado bajo de ácido (tu habilidad única como spiderman) para acercarlo a tu cara.
Quien eres?, ¿qué haces en este lugar? ¿Vienes a robarme mis méritos? No te preocupes los vengadores ya lo hacen
Deberías respetar a tus mayores mocosa, gracias a mi toda tu realidad sigue existiendo.
Ho genial, eres uno de los aprendices de dr strange? No quiero nada que tenga que ver con viajes astrales y mierdas así, ya tengo suficiente con mi maldita vida de mierda…
El hombre te mira de reojo mientras recoge al villano de tus redes, las examina y te pregunta.
Tus telarañas son orgánicas?
Si…es parte de tener los poderes de una araña…solo que si como mal se vuelven molestas…por qué preguntas?
No cualquier spiderman tiene esa habilidad
He- no cualquiera? Entonces tengo muchos impostores?...genial…
No…son gente como tú…y como yo…
Miras al hombre confundida, como el? A caso el también es como tu
Explícate
Existen muchos como nosotros…personas mordidas por arañas…con poderes…pero todos son diferentes…tienen habilidades de todo tipo…sufren…como tú y yo…
Toda la vida habías pensado que estabas sola, la única persona que tendría la vida hecha mierda, todo parecía tan personal…como si algo quisiera que todo se fuera al caño…pero el escuchar eso…te dió una luz de esperanza…
Llévame…llévame ahí por favor
El hombre te miro por un momento, parecías como una golondrina pidiendo ayuda…por alguna razón no pudo negarse
Toma esto y sígueme
Te dió un brazalete que se ajusto a tu muñeca, se abrió un portal de colores brillantes delante de ti, el hombre te hizo una seña y entró antes que tú, aún con la preocupación de lo que pudiera pasar entraste con el…lo que viste fue…hermoso
Toda esa gente con trajes parecidos al tuyo, paseando de aquí a allá, todos son diferentes.
Bienvenida a la sociedad de spiderman…
En cuanto notaron tu presencia todos se acercaron para conocerte, todos eran amables contigo, te preguntaban por tus poderes, tu nombre y muchas cosas más…
Por alguna razón…esto parecía estar en casa…
O eso parecía al principio
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A little Work in Process 😗🖋️✍️
Geez~ Carol will faint from fright if Gabriel continues scaring her away.
Ayy~ Carol se desmayara de un susto si Gabriel continúa sacándole esos sustos
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joan lindsey, picnic en hanging rock
“la maleza, las flores y las hojas brillaban y palpitaban bajo la luz que se derramaba sobre ellas, y las sombras de las nubes se quebraban en doradas motas que parecían danzar sobre la charca en que los escarabajos de agua flotaban casi sin rozar la superficie para luego hundirse en ella como flechas. entre las rocas y la hierba diligentes hormigas cruzaban minúsculos saharas de arena seca, y selvas de indómita vegetación, en su interminable tarea de recogida y almacenamiento de alimentos. porque allí, esparcidas entre gigantescas formas humanas, podían encontrar migas caídas del cielo, semillas de alcaravea, pizcas de gengibre confitado... es decir, un botín extraño, exótico, pero evidentemente comestible”
“simplemente era incapaz de explicarle a la señorita mccraw el descubirmiento que acababa de hacer: miranda era un ángel. un ángel de botticelli, de los uffizi... en una tarde de verano como aquella era imposible explicar o, incluso, pensar con claridad en las cosas que realmente merecían la pena. el amor, por ejmplo, cuando tan solo unos minutos antes la mera imagen de la mano de louis girando con destreza la llave del pequeño reloj de s´vres había estado a punto de hacer que se desmayara. se tumbó de nuevo sobre la cálida hierba perfumada para contemplar cómo las sombras de las ramas que se inclinaban sobre ella se alejaban de la cesta en que guardaban la leche y la limonada. la cesta pronto se vería expuesta a la cegadora luz del sol, y ella misma tendría que levantarse y ponerla en un lugar protegido a la sombra”
“el impacto que sufrieron al ver aquellos elevados picos suspendidos sobre sus cabezas hizo que cayeran en un silencio tan profundamente impregnado de aquella poderosa presencia que incluso edith se quedó sin habla. el espléndido espectáculo quedaba brillantemente iluminado para que las cuatro niñas pudieran llevar a cabo una inspección detallada, como si se hubiera celebrado un acuerdo especial entre el firmamento y la directora del colegio appleyard. en la abrupta cara sur, el juego de luces doradas y sombras de un oscuro violeta dejaba adivinar la intrincada construcción que se alzaba a base de largas losas verticales: algunas suaves como lápidas gigantes, otras acanaladas y estriadas gracias a la prehistórica labor arquitectónica del viento y el agua, el hielo y el fuego. enormes rocas, originariamente arrojadas al rojo vivo desde las entrañas de una tierra en ebullición, descansaban ahora, frías y redondeadas, a la sombra del bosque. el ojo humano era lamentablemente incapaz de abarcar tan monumentales configuraciones de la naturaleza. de todas las maravillas que se desplegaban ante ellas en hanging rock, ¿qué cantidad quedaría retenida en su retina y cuántos detalles se perderían para siempre? ¿cuánto podían ver realmente aquellos estáticos cuatro pares de ojos, y cuánto podían atesorar del prodigio que estaban contemplando? ¿advertiría marion quade cómo los salientes horizontales se entrecruzaban con los verticales del dibujo principal, cuya formación geológica debían memorizar para la redacción del lunes? ¿era edith consciente de los cientos de frágiles flores en forma de estrella que yacían aplastadas bajo sus botas de excursionista, mientras irma captaba el destello escarlata del ala de un loro, e imaginaba que se trataba de una llama ardiendo entre las hojas? y miranda, cuyos pies parecían decidir por sí mismos el camino a través de los helechos mientras elevaba la cabeza hacia los brillantes picos, ¿había comenzado ya a sentirse algo más que una mera espectadora boquiabierta en el transcurso de una pantomima navideña? comenzaron a avanzar en silencio hacia las laderas más bajas, en fila india, cada una encerrada en su mundo particular de percepciones propias, sin advertir las presiones y tensiones que se producían en la masa fundida que mantenía a la roca anclada a la tierra gimiente; ni sus crujidos y agitaciones; ni el movimiento de los erráticos vientos y corrientes que solo conocían los pequeños y prudentes murciélagos que colgaban boca abajo en el interior de sus húmedas cuevas. ninguna vio ni escuchó cómo se arrastraba la serpiente con sus giros cobrizos entre las piedras que se alzaban ante ellas. ni la huida despavorida de arañas, gusanos y cochinillas, que emprendían el éxodo desde las hojas y los pedazos de corteza podrida. no había caminos previamente trazados en esa parte de la roca. o, si alguna vez existió algún tipo de sendero, había quedado borrado mucho tiempo atrás. ningún ser vivo, a excepción de algún conejo aislado o un ualabí, se atrevía a traspasar los límites de aquel árido seno”
“marion fue la primera en romper la trama de silencio. —esos picos... deben de tener por lo menos un millón de años — un millón de años... ¡oh, qué horror! —exclamó edith—. ¡miranda! ¿has oído eso? a los catorce años, pensar en una antigüedad de millones puede resultar casi indecente”
“se encontraban en una plataforma casi circular, aisladas en un mar de rocas y cantos rodados entre los que surgían, solitarios, unos cuantos árboles jóvenes muy erguidos. irma descubrió de inmediato una especie de ojo de buey en una de las rocas, y se aplicó a contemplar con fascinación absorta la zona de picnic que quedaba a sus pies. la lejana y animada escena que se desarrollaba allá abajo, entre los árboles, se mostraba con una claridad estereoscópica ante sus ojos, como si tuviera un catalejo de gran alcance que lo hiciera todo más grande: el coche, con el señor hussey moviéndose entre los caballos; el humo que ascendía desde la pequeña fogata; las chicas yendo y viniendo con sus ligeros vestidos; y la sombrilla de mademoiselle, abierta como una flor azul pálido justo al lado de la charca”
“a la desvaída luz del crepúsculo, todos los detalles cobraban importancia y aparecían perfectamente definidos e individualizados. vio un enorme y alborotado nido incrustado en un árbol raquítico, entre dos ramas con forma de tenedor. un pico incansable e incansables garras se habían encargado de entrelazar y entretejer laboriosamente cada ramita y cada pluma. todo puede resultar hermoso y acabado. tan solo hay que contemplar als cosas con la claridad suficiente. el nido enmarañado, la muselina desgarrada de las faldas de marion, que adoptaba ondulaciones semejantes a las de la concha de un nautilo; los rizos de irma, que le enmarcaban la cara en forma de exquisitas y gruesas espirales; e incluso edith, que dormía ruborizada e infantilmente vulnerable”
“en el exterior, en el alegre y verde jardín que quedaba más allá de la ventana del aula, el arriate de dalias resplandecía como si estuviera ardiendo bajo el tardío sol del atardecer”
“el sol se había puesto detrás de la torre del colegio, en una hoguera de inmoderados rosas y naranjas”
“por fin, el sol comenzó a hundirse tras el lecho de incendiadas dalias. las hortensias brillaban como zafiros a la luz del crepúsculo. las estatuas de la escalera proyectaban sus antorchas hacia la cálida noche azul”
“justo ante ellos, sobre la cara de hanging rock que quedaba iluminada por el sol, las ramas del bosque arrojaban retazos de sombra que avanzaban tenuemente. «como un encaje de color azul», pensó mademoiselle, y se preguntó cómo algo tan hermoso podía servir de instrumento del mal”
“el lago era profundo y oscuro, de aguas heladas a pesar del bochornoso calor del verano, y uno de los extremos estaba atestado de plantas que recibían y parecían atesorar sobre sus cremosos cálices los rayos del sol vespertino. en una zona de nenúfares había un único cisne blanco que se mantenía sobre sus patas de coral, y que de vez en cuando producía una lluvia de ondas concéntricas sobre toda la superficie del lago. en el lado opuesto, los bancos de helechos arborescentes y de hortensias azules se mezclaban con la vegetación propia de los bosques"
“las pantallas de seda de las lámparas de la señora fitzhubert lograban que el salón fuera iluminándose con un halagüeño resplandor rosado. en la parte oculta de hanging rock, en cambio, las sombras violáceas trazaban los mismos perfiles de hacía millones de años, a lo largo de otras tantas noches de verano”
“las persianas estaban bajas en la habitación de irma con el fin de preservarla del calor del día. acababa de abrir la ventana y estaba a punto de sentarse para leer la carta de mike, cuando un rayo zigzagueó sobre el cristal. el olmo silvestre apareció bajo el fogonazo de luz azul sin que se agitara una sola de sus hojas, pero, de pronto, un fuerte viento extrañamente cálido surgió de la nada, y el olmo comenzó a oscilar. las cortinas se hincharon en el interior de la habitación y en la distancia retumbaron los truenos. entonces se desató la tormenta"
“seguramente sea muy beneficioso para nuestro equilibrio emocional que tales seísmo en la trayectoria personal de cada uno se presenten bajo la apariencia inofensiva de las decisiones que hemos de tomar todos los días, como cuando elegimos si queremos un huevo cocido o escalfado en el desayuno”
“se quedó mirando las pesadas cortinas que ocultaban el suave crepúsculo que caía sobre el jardín, y pensó en las pocas cosas que no terminaban emborronándose en la vida, que permanecían firmemente perfiladas. una podía organizar, dirigir, planificar cada hora con antelación, y aun así la confusión persistía”
“bajo aquella débil luz, la gran habitación doble parecía encontrarse en perfecto orden. limpia y coqueta, olía ligeramente a lavanda. todas las persianas estaban bajadas hasta la misma altura, con lo que dejaban ver rectángulos idénticos de un cielo iluminado por la luna, en el que se recortaban las oscuras copas de los árboles. las dos camas, cada una de ellas con su edredón de seda de color rosa bien doblado, estaban inmaculadas. en el tocador, flanqueado por dos jarrones altos de color rosa y oro, seguía el alfiletero con forma de corazón en el que había encontrado la nota que destruyó de inmediato”
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TV 44
Los espeluznantes esqueletos daban miedo, por lo que Selia no quería acercarse. Desde una perspectiva de diseño, el piso superior era donde se debía colocar la caja del Mar Azul. El lugar estaba lleno de extrañas constelaciones doradas del tamaño de un puño. Considerando el enorme precio del oro, era verdaderamente una montaña de tesoros. ¿Cuánto dinero valdría este lugar? Probablemente fue suficiente para comprar el palacio imperial. En la historia original, los Grandes Duques de Berg eran los más ricos de la aristocracia imperial, y parecía que era cierto. Selia, en cuclillas frente a la colina de oro, extendió la mano. Mientras pasaba su mano por el oro que dañaría la temperatura de las personas normales, de repente algo agarró sus dedos. Era algo extraño con una sombra de tono negro y sin una forma original discernible. A primera vista, parecía una faja que podría usar un bebé. Era como si todos los Magos que se suponía que estaban en esta habitación estuvieran unidos, solo que esta cosa era particularmente negra. Fue el momento en que parpadeó dos veces. “¿…?” Un punto parecido a una estrella apareció sobre la sombra del demonio de tono negro. Los magos comenzaron a desvanecerse instantáneamente. Fue extraño. Estaba segura de que se necesitarían cientos de años para limpiar esta cosa con su poder. Mientras reflexionaba sobre esto, el poder divino estalló con fuerza en un instante. Sus pies se tambalearon y su visión colapsó. “¡Selia!” El rostro de Lesche fue lo último que llamó su atención antes de que Selia se desmayara. '¿Dónde estoy?' Cuando Selia volvió a sus sentidos, lo primero que apareció en su visión fue el techo desconocido que vio por primera vez en su vida. Era el techo de un dormitorio muy alto y elegante con un dosel largo y estrecho. Volvió ligeramente la cabeza y miró hacia un lado. Afortunadamente, había dos figuras familiares paradas en este espacio desconocido. Eran Susan y Abigail. '¿Eh?' '¿Esta no es la mansión verde? ¿Regresé a la mansión Berg? Los dos estaban hablando de algo serio. En el momento en que Selia abrió la boca, Abigail giró la cabeza y la miró. Sus ojos se abrieron de par en par. Ahora Abigail, que parecía estar mostrando algunas sensaciones muy animales... "¡Mi señora!" Abigail se movió en un instante y abrazó con fuerza a Selia mientras yacía en la cama. Abigail le susurró al oído. "Si no te hubieras despertado, habría ido a esa maldita mansión y lo habría destruido todo". Selia casi se echa a reír. En el momento en que escuchó las palabras de Abigail, lo supo. Esta tenía que ser la mansión Berg. "Bibi". Cuando abrió la boca, salió una voz ronca. Abigail rápidamente le dio un poco de agua tibia de la mesa auxiliar. Pareció reanimarla un poco. "¿Debo ir y aplastarlo?" “No, necesitas calmarte. Y no hables así afuera, Bibi. Era un lugar importante. “Por supuesto, mi señora”. "Bien." Tal vez fue porque había pasado por mucho en la mansión verde, Selia se alegró de ver el rostro de Abigail a pesar de que no estuvo fuera por mucho tiempo. Ella frunció el ceño mientras tomaba la mano de Abigail. "¿Por qué me siento tan lento?" "Bueno, han pasado tres días desde que te desmayaste". "¿Tres días?" Selia no podía creer lo que oía. Estaba a punto de levantarse cuando Abigail dijo: "No lo creo". No fue fácil levantarse porque sus extremidades estaban completamente desgastadas y no tenía mucha fuerza. "¿Necesitas que te ayude a sentarte?" "No. Estoy bien, Bibi. Simplemente me acostaré”. Selia se rindió y miró al techo. "¿Puedo echar un vistazo, mi señora?" Mientras tanto, Susan preguntó y se acercó. Abigail miró a Selia, y cuando Selia asintió, rápidamente se retiró. Susan reprimió una risa mientras miraba a Abigail, quien se dirigió a la puerta con las manos cruzadas detrás de la espalda como un caballero comandante. "Le tienes mucho cariño a la señorita, ¿no?" Fue cuando. Golpear. Golpear. Un golpe inminente sonó en sus oídos. Tan pronto como Abigail abrió la puerta, entró una persona inesperada. Estaba vestido leal y pulcramente como un mayordomo de una gran familia noble. "¿Ben?" “¡Señora Selia!” Seria sólo parpadeó mientras yacía en la cama. Ben rápidamente sacó un pañuelo y se secó los ojos. Pero para él también ha pasado un tiempo. De repente, Ben y Susan se arrodillaron en el frío suelo de mármol. "Lady Selia". "¿Qué estás haciendo?" Selia miró fijamente a Susan y Ben, que estaban arrodillados con caras tristes. “Nosotros, Martha y Joanna, nunca olvidaremos su amabilidad al salvar nuestra mansión Laurel”. Esas palabras sólo podían significar una cosa. Selia preguntó con cautela. “No me digas la sombra…” "Desapareció." "Completamente." '¿Los mohos desaparecieron? ¿Lina ni siquiera estaba allí? Selia parpadeó sorprendida y Ben y Susan dijeron con voz fuerte. “Le serviremos lo mejor que podamos. Mi señora." Mientras tanto, en la mansión Laurel. “¿Cómo podría pintar la mansión en un invierno tan frío?” Hans, el pintor que fue invitado urgentemente desde la capital, quedó desconcertado por el exigente trabajo que duró varias horas. Y, sin embargo, sus manos se movían con diligencia. Hace sólo unos días, Hans fue invitado a la mansión de Laurel, donde no había nadie más. Su gente fue invitada, pero algunos de los mejores pintores. Hans llegó a la residencia con alegría. Le dijeron que dibujara la mansión Laurel, y fue en pleno invierno. Por supuesto, era un edificio hermoso, tal como sugerían los rumores en los círculos sociales. No, en realidad era la primera vez en su vida que veía esta hermosa mansión con mármoles verdes... El mármol de alta calidad era raro. No había nada que la gente pudiera hacer al respecto porque el sitio de producción de mármol más grande del Imperio estaba ubicado en la tierra contaminada; La gente ya no podía vivir allí debido a que estaba cubierto de mohos. Como resultado, el precio del mármol con hermosos colores y diseños se disparó. Los aristócratas emergentes sólo decoraban las paredes de los dormitorios con mármol. El más preciado seguía siendo el mármol rosa, como las rosas. El mármol verde, como las hojas de verano, era igualmente precioso. Con la sensibilidad de un artista, era natural sumergirse en esta mansión verde… El factor principal que hizo que los dedos del pintor Hans se movieran rápidamente estaba cerca. Las dos mujeres de mediana edad que hacían guardia no eran los caballeros gentiles y ociosos que custodiaban las mansiones palaciegas de las tierras nobles. Una atmósfera cruda, parecida a la de un cazador, fluía de ellos. Le recordó a la Guardia Real del Emperador que tuvo la suerte de ver un día. Entre ellos, la mujer de mediana edad con cabello castaño rojizo, exudaba un extraño vigor que ni siquiera los aristócratas de alto rango de la corte imperial podían tratar descuidadamente. Ella abrió la boca. “¿No me digas que acabas de dejar de dibujar?” "¡Ja ja! Eso no puede ser correcto, ¿verdad? Hans hizo una buena pincelada. Mezclando diferentes colores de la preciosa pintura verde, creó un tono que era exactamente igual al color base de las paredes exteriores de la mansión verde. Finalmente, la mirada apremiante que lo visitaba cada diez minutos se calmó un poco. Hans quería llorar, pero no podía. Estaba afuera temblando y pintando, pero sabía que cuanto más se demorara, más probabilidades habría de que se congelara y muriera. “Um, hmph. ¿Señoras? ¿Cómo te gustaría que pintara el jardín? Lo único hermoso era la arquitectura, la mansión verde. El jardín estaba desolado y lúgubre. No era nada apropiado para una mansión tan hermosa, pero Hans, como pintor bajo el patrocinio de la nobleza, fingiría ser ignorante. "Parece que nadie se ocupó de ello durante mucho tiempo". A Hans no le costó nada embellecer y pintar el jardín. Ante su pregunta, Joanna miró fijamente a Martha. "¿Qué debemos hacer?" "Es mejor pintarlo como está, ¿verdad?" "Bien. Es para la señorita”. Martha asintió y dijo: “Por favor, píntalo como está. Sigue siendo un lugar hermoso”. "Si señora." "Eres bueno mezclando colores". Hans sonrió ante los elogios de Martha. “Es un color en el que me he esforzado mucho en investigar y desarrollar. Me inspiré en el cabello de la hija del Marqués de Kellyden”. “¿Kellyden?” Martha y Joanna se miraron. Ya habían oído de Lenon que el apellido de su preciosa Gran Duquesa era Kellyden. Era un nombre que memorizaron en sus mentes. ¿Hans se inspiró al ver su cabello verde? Las palabras de Hans eran ciertas. La escandalosa boda entre Lady Seria Stern y el Gran Duque Lesche Berg ya había afectado duramente a los círculos sociales imperiales. Este pintor, patrocinado por nobles adinerados, también lo sabía. Hans pensó que era orden de Selia que lo convocaran al Gran Ducado de Berg. Así que, naturalmente, pensó en pintar el retrato de Selia, pero de repente le pidieron que pintara la mansión... Martha, que estaba lejos del pintor, miró a Joanna y preguntó: “¿Quién invitó al pintor?” "Lenon." La mansión donde la terrible sombra que los amenazaba de muerte había desaparecido por completo. Cuando dijo que quería que pintaran esta hermosa mansión verde y se la enviaran a la Joven Dama, Lenon invitó al pintor de la capital imperial como un rayo. “Parece que Lenon vio una vez el cabello de Lady Selia y pensó en una mansión verde. Debe ser por eso que trajo a ese pintor”. Estaba buscando un pintor para pintar el retrato de Lady Selia. De hecho, el asistente principal no era para todos. "Él es el asistente principal, pero es simplemente un chico lindo". "Va a pasar un momento difícil debido a la decisión de Susan de venir a la mansión Berg..." Quienes conocían a Lenon sabían que le tenía miedo a Susan. "Ben ya está en la mansión si a la Dama no le gusta..." "Ben y Susan dijeron que harían lo mejor que pudieran, así que tenemos que creerles". "Por supuesto. Tenemos que creerles. Martha fue al comedor y preparó un poco de té. No era el té de artemisa que había estado harta y cansada de beber. La razón por la que el edificio ecológico estaba empapelado con artemisa era simple. Era fácil de encontrar cerca de esta mansión verde donde era difícil entrar y salir de todo, y también porque se decía que la artemisa ahuyentaba a los espíritus malignos. Era una cuerda delgada para Martha, que quería deshacerse de la misteriosa sombra que se multiplicaba rápidamente. Pero no fue una planta la que lo expulsó, sino una persona con marcas en forma de estrella. Después de que se eliminó la sombra, la mansión se volvió más hermosa que nunca. Por supuesto, todo lo demás fue un poco incómodo, pero ahora tienen a su duquesa, ella podría arreglar eso más tarde a su gusto. Martha y Joanna bebieron su té tranquilamente. ANTERIOR Read the full article
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ffggggghhhff
Me pregunto cuánto tiempo irá a pasar hasta que recuerde con nostalgia estar un día lluvioso en la oficina, con 23 años y sin nada para hacer.
Los momentos chicos, íntimos, efímeros, me preocupan a veces. Nunca sé cuándo se pueden crear, aparecen de un momento a otro y luego vuelven en forma de recuerdos breves que dejan una sensación nostálgica tan pesada…
Extraño estar enfermo en épocas del secundario, hacerme nebulizaciones jugando stardew valley sin tener una preocupación en el mundo.
A veces, extraño la cuarentena, y cómo me daba una excusa para no preocuparme por nada más allá del día más inmediato. Las noches completamente desocupadas, viendo cualquier boludez en internet hasta que me desmayara del sueño y luego empezar al otro día, pensando que cuando todo terminara, podría empezar de cero una nueva vida.
Momentos. Ver rotten mango por primera vez. Viajar al departamento por primera vez escuchando kaidan (¿por qué habrán dejado de hacerlo?), los mediodías que se volvían noches oscuras mientras llovía cuando yo era chico y me quedaba toda la tarde leyendo conspiraciones y creepypastas, con mi abuela viendo la televisión en la habitación contigua.
Momentos, momentos. ¿Se estarán generando ahora? Escribiendo esto en el baño de la oficina, al que vengo tan seguido cómo un escape del ambiente social y laboral que tiende a agobiarme durante la mañana. Ya hasta le tengo cariño al baño, las luces frías, los azulejos blancos, los espejos rotos…
Hoy llovió demasiado cómo para traer mi cuaderno. Tengo miedo de que mi computadora esté flotando ahora mismo en algún lugar del departamento. Quiero dormir, mil horas, quiero despertarme en un día distinto, en un momento distinto, quiero estar en otro lado, al menos un ratito.
Entró gente al baño.
094012032024.
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Martha (II Parte) [1/2]
Martha se dirige de vuelta al trabajo. A ella no le cayó mal la comida. En los ascensores se consigue a Vanesa, su mejor amiga y confidente. Con solo mirarse ya sabían que algo no andaba muy bien. Vanesa es una muchacha muy bonita y a pesar de ello no tiene novio. Los tipos que la persiguen no la persigue a ella, sino a lo que lleva entre las piernas. Ella decidió que antes de ser la presa de un carroñero casado; o de un infeliz como David, prefiere quedarse sola. Martha no sabe por qué cada vez está cerca de Vanesa siente esa sensación de mariposas en el vientre. "Debe ser que la quiero demasiado, es mi mejor amiga".- se repite una y otra vez. Lo que Martha no ha terminado de comprender es por qué sus orgasmos son tan fuertes cuando tiene sexo imaginando los blancos y hermosos pechos de Vanesa y sus rosados pezones. No hay tiempo para angustias, "solo debe ser una da esas etapas...". Ya en su oficina, Martha se ocupa de sus pendientes. Hoy tiene que salir temprano para su encuentro con David. La voz de Sebastián la trae a la realidad .-"Hola Martha, aquí tienes unos chocolates para endulzarte el día". Martha no lo podía creer, era la primera vez que Sebastián la miraba directo a los ojos. También era la primera sonrisa que le dibujaban a Martha ese día. Un "Gracias" y un gran abrazo fueron suficientes para que Sebastián casi se desmayara. "Por qué avid no puede ser así....".- fue el pensamiento que fulminó su amplia sonrisa. La tarde le transcurre con tranquilidad. Como siempre su jefa no permanece en la oficina mas de las dos de la tarde. Es un alivio para la pobre Martha. De pronto suena su celular, es David. Martha.- Hola bebé que tal tu tarde? David.- Bien... ...aunque con mucho trabajo.- le dice en tono distraído mientras termina la mano de solitario que juega en la computadora... Martha.- A que hora me puedes pasar buscando? David.- A eso de la seis, recuerda que hoy cumple años mi jefe y le vamos a picar una torta aquí en el trabajo. Martha.- Ok bebé. Te espero a la seis. Te importa que invite a Vanesa? David.- Ok, está bien invítala... Martha.- Gracias bebé. Chao. Te amo. David.- Lo sé. Chao.
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Spider-verse: ATLAS | Chapter 1
Summary:
Bueno, vamos a ver. ¿Cómo era la vaina? Mi nombre es Oriana Ochoa. Fui mordida por una araña radioactiva tan grande como un maldito perro y desde hace unos quince minutos, creo, y como repercusión del peor chiste jamás contado en la historia de los chistes, esta aracnofóbica empedernida es la Spider-Woman de este lado de Colombia. Y todo parece indicar que… no soy la única.
Well, let's see. My name is Oriana Ochoa. I was bitten by a radioactive spider as big as a damn dog and for about fifteen minutes, I think, and as a repercussion of the worst joke ever in the history of jokes, this die-hard arachnophobe is the new Colombian Spider-Woman... and it seems that I'm not the only one.
Notes:
This... thing will be written in a veeeery cringe Spanglish and I apologize beforehand. This happens a little earlier before ATSV. All rights and wrongs reserved.
Thank you for reading!
Word Count: 1,826
You can read it in AO3 too!
I
La aguja en el pajar
Tú me tienes que estar jodiendo, la madre que sí. O sea, de los casi tres mil kilómetros cuadrados que tiene el distrito turístico, cultural e histórico de Santa Marta, de los ciento cuarenta y ocho metros cuadrados de este apartamento, tú decides aparecerte aquí, a escasos centímetros de mi pierna derecha. Y de todos los animales habidos y por haber, tenías que ser…
Una.
Maldita.
Araña.
El salto que di del escritorio a la pared fue olímpico. Solo la gracia de Dios impidió que vomitara el corazón delante de aquellos cuatrocientos cuarenta y cuatro ojos. Era tan grande como la madre Rusia, y tan peluda como un maldito perro. Con todo y eso, la pobre, quieta como una tumba, parecía igual o más asustada que yo. Estoy de tu lado, le dije. Estoy de tu lado, malparida. Después de todo, eres una araña. Un alma bendita que nos hace la vida más llevadera eliminando toda clase de alimañas. En un mundo ideal yo me daría besos de lengua y hasta me casaría con cualquier cosa que mate polillas, la verdad. Y tampoco me estaba haciendo nada… fuera del evidente trauma que su sola existencia representaba en mí, pues. Así que… sí, esta pobre estúpida decidió ser la mejor persona. Y fue nada más y nada menos que el primer error en una serie de errores.
Después de lo que pareció una eternidad y hasta donde el pulso de maraquero con Párkinson me lo permitió, logré dar un paso hacia el escritorio, agarré un vaso de plástico y atrapé a la condenada. Contra todo pronóstico, sobreviví a la otra eternidad que me tomó depositarla sobre el alféizar de la ventana. Y pues nada. A partir de ahí todo pasó como un estornudo: rápido y doloroso. Ni siquiera alcancé a sentirme orgullosa por mi buena acción porque, antes de que me diera cuenta, la pequeña careverga peluda garrapateó de vuelta hacia mí y clavó los colmillos en mi mano izquierda. El grito que solté debió escucharse en toda la ciudad. Mi mamá y mi hermana llegaron a mi cuarto, y mi hermano llegó más atrás, justo a tiempo para evitar que me cayera al suelo. Cuando recuperé el conocimiento estaba en una camilla de hospital, con la mano tan hinchada como un guante de boxeo.
Y aquí es donde estoy ahora.
La araña no era venenosa, pero el solo susto me ha tenido en observación médica desde ayer. Al parecer el hecho de que me desmayara por primera vez en mi vida fue suficiente para que mi familia tomara en serio mi aracnofobia. Eso y las casi treinta y dos largas horas infestadas de pesadillas súper vívidas de patas largas y peludas. Una enfermera tuvo que quedarse conmigo anoche porque me la pasaba gritando, y solo pude volver a dormir a punta de quetiapina. Ugh. Maldita sea. Maldita suerte, vida hijueputa. Mírame esa mano, por Dios Santo. Parece un maldito durazno con varicela. Qué será más rojo, ¿la marca de la araña o el último rastro de mi padre sobre el pavimento? Espera, ¿por qué he pensado en eso? Papi. La muerte. Su muerte. Yo sobre su ataúd. Mi propia muerte. La maldita araña. Uy, no. Aquí fue. Me voy a morir. Me voy a morir, marica. ¿Qué es esta zozobra tan hijueputa? No, no, no. Ugh, ¿qué hago? ¿Quéhago-quéhago-quéhago? Ah, sí, sí, mi mamá trajo unos libros. Sí, tal vez lo que necesito es leer un poco. Bueno, vamos a ver. Uh, Frankenstein. Este me gusta. Siempre he querido crear mi propio científico loco. ¿Se imaginan morir y que cojan tu muslo con el tatuaje de atrapasueños para crear un monstruo? ¿En verdad alguien se tomaría el tiempo de sacar mi cadáver de su tumba? Qué parte de mí tomarían primero, ¿mis manos? ¿Mi cuello? ¿Mis pestañas? ¿El dedo meñique del pie izquierdo que se me tuerce ligeramente hacia la derecha? ¿Mis brazos? Estas líneas, en las articulaciones… Dios mío, ¿qué son estas cosas? No, no, no , no los estires tanto, se pueden descoser. ¿Y si ya soy el monstruo de Frankenstein? Tal vez hicieron y deshicieron conmigo y esta tormenta de pensamientos son la sumatoria de todas y cada una de las ochocientas ochenta y ocho almas que residen en mí. Déjame en paz, brazo. Cállate, vientre, y cállate sobre todo tú, coño. Cállense. Cállense. Cállense. Cállense todos. O desármenme. ¡Estira esos brazos! ¡Que se descosan esos hijueputas! Dios mío bendito. ¿Por qué de pronto tengo la mente tan escandalosa? Ugh, ojalá se me desprenda la cabeza. Oh. Oh, no. ¿Qué carajos? El libro. El libro está pegado a mi mano. Por qué no se despegaAAAAAH, AY, ayayay, mi cabeza, micabezamicabeza, carajooo, cómo dueleeee- y por alguna razón que escapa de mi entendimiento ahora estoy pegada a más papeles, a la mesita con los platos del almuerzo, al ventilador, al techAAAH-
¡AGÁCHATE! ¡AGÁCHATE! ¡AGÁCHATE-!
Algo ha entrado al cuarto. ¿Una rata? ¿Un gato? Ay, no, no otra araña, por el amor de Dios… Esperen. No. ¿Es un niño? Bueno, es… pequeño. Y se distorsiona. En verdad no sé cómo describirlo. Cada parte de su cuerpo es imprecisa; se transforma por momentos en estática con unos ojos disparejos y heterocromáticos, abiertos como platos. De hecho es como si pertenecieran a dos, tres, hasta cuatro personas distintas. Parpadean como si tuviesen… no sé, ¿interferencia? Y de pronto parece como cuando el televisor se queda sin señal y te lanza un zumbido tras una celda de barras de colores. Sí, y ahora palpita de manera acelerada, y al mismo tiempo es como si estuviera derritiéndose. Y entonces toda la habitación parece conjugarse con él, con él y su distorsión, AHHH, ayayay, no, no, no otra vEEEH-
¡Peligro! ¡PELIGRO! ¡PELIGRO!
Hay algo más en la ventana. Alguien. Es… ¿cómo explicarlo? Imponente. Tiene unos hombros y unos brazos que podrían muy bien cobijar ese pedazo de cielo. Unos destellos colorados fulminan lo que parece ser su cara. ¿Me está mirando? ¿Qué es eso en su pecho? ¿Una araña o una calavera? Ay, bendito. Ahora sí fue. Me les fui, ahora sí es verdad. Me morí y vino la Parca por mí. Dios mío, ¿y si es un ángel? ¿En qué parte de la Biblia dice que los ángeles son tan grandes como edificios de cinco pisos? Ah, maldita migraña hijue-
"Hey. Hand it over".
¿Y en qué parte de la Biblia dice que hablan inglés?
¡ENEMIGO! ¡ENEMIGO! ¡ENEMIGO!
Okay, okay, ¡ya entendí! Pero… ugh, ¿en qué estoy pensando? De ninguna manera puedo proteger a este pequeño de… ¡esa mole! ¡Un solo dedo suyo podría partirme la clavícula como galleta de soda! Ay, no, nononono, me está sangrando la mordida de la araña…
"What, what is it? Are you hurt?"
¡Peligro! ¡PELIGRO! ¿QUÉ HACES? ¡MUÉVETE! ¡HUYE!
¡ÁBRETE DE ESA MOND-!
"Please, don't kill me!"
¿QUÉ CARAJOS? HUYE. ¡YA!
"W-what? I am not going to-"
"Am I already dead?"
PERO QUÉ-
"No, of course not! Why would you say that?"
Estoy de acuerdo con el desconocido: POR QUÉ-
"Because I am witnessing angels from heaven and everything".
POR MÍ ESTÁS MUERTA. SÚPER MUERTA, MUJER. DESCANSA EN PAZ.
"Oh, smooth. Can we keep her?"
"Chingada madre".
La migraña cede un poco ante lo que parece ser su ceño fruncido. VIRGEN DEL AGARRADERO, pero, ¿qué es eso? ¿Un hada? Más importante aún: ¿ese cristiano acaba de putear en español?
"LYLA".
Las hadas también hablan un perfecto inglés al parecer: "Right, right, riiight. I, uh- I have eyes on the anomaly".
En lo que respecta a la pequeña figura acurrucada en mi pecho, me está mirando. Con todos y cada uno de sus mil quinientos ojos disparejos y derretidos, quiero decir.
"Wait, i-it's not a thing. They… T-They are… scared".
"It-", intenta decir el enmascarado. Luego suspira: "They don't belong here".
"W-what does that mean?"
"It means: they're dangerous".
Las líneas de su rostro resplandecen con esa última palabra en especial.
¡PELIGRO!
"I won't say it again, kid: Hand. Them. Over".
¡Peligro! ¡PELIGRO! ¡DETRÁS DE TI!
La mente clava sus garras, pero mi cuerpo no alcanza a reaccionar. Antes de que me diera cuenta, un brazo robótico del tamaño de la cordillera de los Andes me ha atrapado con una llave.
Una voz femenina y ronca grita: "Got'em, boss!"
Y el enmascarado parece contrariado: "Wait! Don't-"
No sé cómo describir lo que está pasando ahora. Una serie de polígonos ruidosos bañados en lo que parecen ser las luces más extravagantes y filosas que he visto en la vida taladran mis ojos. Destellos amarillos, rojos, violetas, azules, turquesa, ¿terracota con vivos en granate tal vez? Ah y otra vez azules y otra vez amarillos. Solo al estirar el brazo me doy cuenta que yo, la dueña del gigantesco brazo robótico y la figura distorsionada, ahora más aferrada a mí que nunca, estamos… cayendo. De espaldas. A través de un agujero de gusano.
Cuando abro los ojos veo que el enmascarado va cayendo también, aunque hacia adelante, con el brazo igualmente estirado hacia mí. Y entonces atravieso lo que solo puedo describir como un mal viaje de LSD mezclado con chirrinchi adulterado. Porque lo veo todo. Huelo los colores. Saboreo la aspereza del mármol. Y lo siento todo: el palpitar de uno, dos, tres, muchos corazones, el llanto de un niño, la sonrisa del arcoiris, el siseo de la serpiente, la sacudida de las alas de una paloma, eco de estática, gritos de langostas, la brisa del mar, el ruido del silencio. Ugh, tengo ganas de vomitar…
UuuUuugh-
Y así como empieza, termina. Me encuentro a mí misma tirada en el suelo, en posición fetal y con el pequeño todavía acurrucado en mi pecho. La dueña del brazo robótico sacude la cabeza y se queja. Amortiguó nuestra caída.
¡HEY! ¡HEY! ¡PELIGRO! ¡LEVÁNTATE, LEVÁNTATE, LEVÁNTATE!
Como puedo me incorporo, sin soltar al pequeño. No necesitaba de la confirmación del último disparo mental que aterrizó en mi sien para saber que ya no estábamos en el Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche.
"Look! They're back from Earth 814", dice una voz femenina.
"Took them long enough", dice otra.
Un montón de personas enmascaradas me rodean, sin acercarse mucho. Una es una mujer que se ha quitado lo que parece ser una pesada armadura azul y otro es un hombre vestido de rojo que parece que estuviese entintado con meticuloso detalle.
"There it is! Wait, were there…?"
"I don't know, boss said it was just one", dice un hombre con… Cristo atado, ¡¿esos son patas de araña?!
"Hey, hey! Let her breathe!"
Esto lo dice la figura que tengo más cerca. Viste un traje rojo también, pero tiene un abrigo rosa encima. Ugh, maldita sea, esta hijueputa migraña me va a-
"Wait a minute".
Los demás se miran primero entre ellos y luego a mí. Un momento. ¿Por qué parece que todos estamos… vibrando? ¿Por qué de pronto se siente como si estuviésemos latiendo con un solo corazón?
"You're like us".
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El Planeta de los Vikingos
En muchos años más, en el futuro lejano, un valiente astronauta chileno llamado Diego Rodríguez fue seleccionado para participar en una misión espacial revolucionaria. Su objetivo era explorar un sistema estelar recién descubierto y realizar investigaciones científicas en los planetas cercanos. Diego, recuerda bien su vida en Santiago de Chile, siendo un chico dedicado a los estudios, impopular entre las chicas, no muy bueno para los deportes pero si para la física y los talleres de debate que se organizaban en la escuela, en la universidad se dedico a estudiar y sacar buenas calificaciones hasta que un día postulo a una beca para ser astronauta de la Agencia Espacial Europea, postulo a la selección para la misión espacial que ahora ira emprender, fue una prueba difícil incluso para el mejor de los astronautas, pero con la motivación del Jefe Jefferson, exastronauta norteamericano y Jefe de Misión, logro donde y poco nadie lo han logrado, la misión de exploración, ahora esta lleno de emoción y determinación, poniendo el traje espacial con ayuda de técnicos, los nervios lo embargaba a medida que caminaba a la cabina de la nave espacial, llegado la hora del lanzamiento partió en su nave espacial hacia lo desconocido, los nervios se convirtieron en una sensación de liberación.
Después de completar orbitas en torno a la tierra y salir del sistema solar, le seguía un largo viaje interestelar, en un momento Diego detecto que la telemetría se perdía al entrar a un agujero de gusano, algo que la misión no tenia previsto en su viaje, el Jefe Jefferson se puso nervioso al notar que la telemetría se perdió, sabe que significaba, no había contacto. En el turbulento viaje de la nave, Diego pierde el conocimiento, nunca se dio cuenta que salio de agujero de gusano, las computadora de la nave lo ubicaban a ciento de años luz del sistema sola, había llegado a un planeta en el sistema estelar, su turbulento viaje termina con su nave estrellada en ese extraño planeta, al día siguiente despierta y se da cuenta donde esta, camina aturdido explorando, buscando ayuda. Pero, para su sorpresa, el planeta estaba habitado, vio unos asentamientos similares al de los vikingos, pero la evidencia de que estaba habitado por una civilización que parecía haber sido transportada directamente de la era vikinga de la Tierra, El paisaje estaba lleno de colinas verdes, fiordos majestuosos y aldeas construidas con robustas casas de madera, la conclusión de esta afirmación vino cuando un grupo de Vikingos se encontró con Diego, con la mente aturdida, cansada de caminar varios kilómetros y agotado hizo que se desmayara.
Horas después se recupero, estaba en la casa de la familia de Jolnir, el vikingo que lo rescato, la sorpresa que se dio fue mas grande que el desmayo, Jolnir hablaba español, el guerrero le explico que la educación de los habitantes de esta tierra era sencilla, pero comprendía el aprendizaje de diversos idiomas, incluyendo idiomas que se asemejan al español
Una vez recuperado, Diego decidió explorar y establecer contacto con los habitantes locales, para no seguir ser tomado como un extraño, lo invitaron a cazar jabalíes salvajes. Aun seguían habiendo vikingos lo miraban con curiosidad y asombro. Aunque al principio había se dio cuenta que no todos hablaban español como Jolnir, paso algunas semanas y Diego logró comunicarse con quienes no dominaban su idioma usando tecnología avanzada de traducción.
Pronto, Diego descubrió que los vikingos del planeta eran una sociedad pacífica y sabia, con un profundo conocimiento de la naturaleza y la ciencia. Fueron maestros en la construcción de naves espaciales impulsadas por energía renovable y habían explorado otros sistemas estelares mucho antes que la humanidad en la Tierra, habían pasado por un proceso social en el mundo donde provenían similar a la Tierra hasta que optaron por una filosofía neotracendentalista, aspirando a volver a un modo de vida mas sencillo y buscando otro mundo para practicar su filosofía.
Impresionado por su cultura y conocimientos, Diego comenzó a intercambiar ideas y tecnología con los vikingos. Juntos, desarrollaron una colaboración para expandir el conocimiento científico y explorar el vasto universo, esto ultimo no fue posible, ya que eran gente sencilla, al final Diego opto por disfrutar de una vida sencilla, hasta que un joven llego al asentamiento y aviso que Carl(1) Vosstag declaro la guerra al saber que una nave extraña se estrello con un visitante, Diego pensó, si era la causa de la guerra era mejor que él se rindiera a Carl Vosstag, Jolnir lo discutió y dijo que no era así, y que al día siguiente iba a parlamentar con Carl Vosstag. Al día siguiente, en una planificie, Jolnir reúne a un grupo de guerreros con lo que se reúne con Carl Vosstag y sus guerreros, Diego al ver conversar, le cuenta convencerse de que eran guerreros los que hablaban entre ellos y no unos vikingos, parecían razonables, finalmente Carl Vosstag fue convencido de que la nave estaba perdida en la planicie y de que la tecnología que usa Diego no era amenaza para su forma de vida, los guerreros se retiran tranquilamente de la planicie, de la misma manera que habían llegado.
Diego con el paso de los años se convirtió en un amigo cercano de los vikingos y, trabajaron juntos para construir unos asentamientos en otros lugares del planeta.
La historia del astronauta chileno que se estrello en el planeta lleno de vikingos se convirtió en una interesante que llego a la Reina Freiya en la Gran Ciudad de Gothya, una ciudad creada por estos vikingo para comerciar, la Reina Freiya ordeno a uno de sus guerreros traer a Diego, ante esta solicitud de audiencia real, Jolnir decidió acompañar a su amigo, cuando diego llego a la ciudad de Gothya, Diego esperaba que fueran algunas chozas juntas rodeadas por un muro, pero la sorpresa fue encontrarse con edificios grandes y monumentos a los dioses nórdicos con figuras sobrerelieves y escrituras rúnicas, mas sorpresivo fue llegar al palacio un palacio de piedra lisa, lleno estandarte y símbolos propios de la cultura de los vikingos, al aparecer la Reina Freiya el guerrero que los fue a buscar y Jolnir se arrodillan, el astronauta chileno se da cuenta lentamente de lo sucedido y el también se arrodilla, la Reina le pide sobriamente a Diego que se levante y le pide que le cuente acerca de su mundo lleno de tecnología y naves espaciales, tranquilamente la reina escucha la historia de Diego y de cómo él se adapto a la cultura de este mundo, pero lo que llego asombrar es que Diego compartió la conclusión de que en el planeta de los vikingos, encontró su lugar y la paz. La Reina nombro a Diego, Jarr(2) con el fin de ser llamado a servir a la Reina si ella lo requería, después de horas de conversación con la Reina Freiya, salieron palacio, contentos y satisfechos.
Los años siguieron pasando, ya no había mucha diferencia entre Diego y alguno de los vikingos de este mundo, Diego vivía en el asentamiento que estaba construyendo, tenia esposa e hijos, un día uno de sus aparatos del traje estaba sonando, era el censor de la nave que detectaba la presencial en orbita del planeta de una sonda que provenía de la Tierra, con la misión de buscarlo y rescatarlo, temía que el rescate lo arrebataría de la vida tranquila y sencilla que estaba viviendo, le dijo a su esposa que tenia que hacer un viaje encontrar su nave y desactivar el censor para evitar que lo rescataran, viajo por varios días por el páramo hasta encontrar un el pedazo gigantesco de metal enterrado en la tierra, parecía un extraño monumento, no había dudas de que estaba cerca de los resto de la nave, pocos días después encontró la nave, estaba desarmada y hecha pedazos, pero la computadora con el censor que daba señales a la sonda que estaba orbita estaba intacta, Diego miro con atención al censor, sabia que dejarlo asi significaba una amenaza a la nueva vida que tenia en estos momentos, agarro una piedra grande y destrozo el sensor y con una hacha que llevaba hizo pedazos a la computadora, convirtiendo los restos de tecnología en chatarra, con ello suspiro de tranquilidad, sabiendo que con ello aseguro una vida pacifica y el desarrollo normal del resto del planeta. Mientras la sonda en orbita quedo en silencio, en la tierra, en el centro de misiones espaciales, el Jefe Jefferson que envío a la sonda para encontrar a Diego, quedo atónito como el resto de los técnicos del centro espacial, el Jefe Jefferson se retiro del centro de misiones espaciales recordando una conversación que tuvo con Diego cuando este se preparaba para la misión que lo llevo al planeta de los vikingos, donde Diego le contó que el se sentía fuera de lugar en Chile y que esperaba que la misión le diera no tan solo reconocimiento, sino un lugar, pero en esta reflexión, el Jefe Jefferson se dio cuenta que en donde estuviera Diego encontró su lugar.
Diego regresa al asentamiento con su esposa y sus hijos, la abraza calidamente mientras el sol de este planeta se escondía, terminando un día, en una vida sencilla en un mundo lejano.
(1)n Carl es una especie de noble guerrero dentro de la sociedad nórdica que tenia funciones de gobernado.
(2) un Jarr es una especie de noble guerrero dentro de la sociedad nórdica que tenia funciones de gobernador.
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-Nos sostiene de la mano- 22 de febrero de 2020 Lee por favor: Isaías 41:8-13 el evangelio en un año: Marcos 4:1-20 --… yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia (v. 10).-- La niñita que andaba por la escalera un domingo en la iglesia era bonita, valiente e independiente. Aunque parecía tener apenas dos años, fue bajando los escalones uno por uno hasta el nivel más bajo. Su misión era bajar la escalera, y lo logró. Me sonreí mientras pensaba en la osada independencia de esta valerosa pequeña. La niña no tenía miedo porque sabía que su madre la vigilaba siempre y que extendía su mano para ayudarla. Esto describe perfectamente la disposición del Señor a ayudar a sus hijos mientras estos se abren camino entre las diversas incertidumbres de la vida. El pasaje bíblico de hoy se refiere a dos manos. Después de advertirle a su pueblo que no temiera ni desmayara, el Señor le dijo: «te sustentaré con la diestra de mi justicia» (Isaías 41:10). Muchos hijos ansiosos y atemorizados han sido estabilizados con la fortaleza de un padre. Aquí se observa el poder de Dios. En la segunda referencia, el Señor vuelve a actuar para transmitir seguridad a los suyos: «Porque yo el Señor soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha» (v. 13). Aunque la vida ha cambiado con el tiempo, el Señor no lo ha hecho. No debemos desesperarnos (v. 10) porque Él todavía promete sostenernos, diciendo: «No temas» (vv. 10, 13). — Arthur Jackson en este relato -si observamos- hay dos referencias (en la primera cuartilla que llaman especialmente la atención, uno es donde dice que "la niña no tenia miedo" y explica el motivo y la segunda es donde dice "la disposición del Señor a ayudar a sus hijos", aquí el parentesco tiene un gran significado porque mientras que todos estamos estamos dispuestos a ayudar a nuestra familia primero nunca pensamos en los demás o en quienes acompañan a nuestros familiares...asi es Dios que se preocupa por su creación y les da lo necesario en forma de bendiciones para llamar su atención y cautivarlos pero se preocupa aun mas por aquellos a quienes les a llamado hijos (Juan 1:12) porque https://www.instagram.com/p/Co9sUiMO-XC/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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