#la de: 'Ese fue un gran primer beso'

[cherry-holmes]

LA VIDA FAMILIAR DE JAVI (Javier Peña x Lectora/Reader)

English description below!

Pareja: Javier Peña x Lectora femenina (f!reader) No uso de y/n

Resumen: La vida junto a Javi tiene sus altas y sus bajas. Amas cada momento que compartes con él, aunque al salir a trabajar cada mañana, te preguntas si será la última vez que lo verás con vida.

Advertencias: Angustia. Menciones de violencia típica de la serie. Descripciones de heridas, sangre y suturas. Descripciones de maternidad, amamantar y cuidado de bebés.

# de palabras: 2967

N/A: Hola! Este es la primera historia que publico en Tumblr. Es sencilla, pero pronto traeré más contenido. Sé que la comunidad hispanohablante es pequeña en esta plataforma, pero espero encontrar apoyo! Jajaja Una disculpa si tiene errores, no está revisado aún🥺 lo actualizaré una vez que haga proofreading!

English isn’t my first language, although I’m a linguistic and translator student hahaha so I’m going to post my stories in English too, when I get more confident!

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En tan solo cuatro semanas, mi vida había experimentado el cambio más maravilloso. Mi mundo se había transformado en pañales, amamantar, conjuntos diminutos de ropa y ese dulce olor a bebé que me brindaba calma en las interminables noches sin dormir. Dar a luz a mi primer hijo me había enseñado un tipo de amor tan intenso y único, diferente a cualquier otro que hubiera experimentado. Mi pequeño bebé, mi niño y el amor de mi vida: Javier Samuel Peña. O simplemente Sam, para evitar confusiones con su padre.

El embarazo no había sido algo planeado... Bueno, al menos no exactamente de la manera en que sucedió. Javi y yo nos casamos en el consulado americano un lunes por la mañana. No hubo una gran fiesta con nuestros seres queridos, ni un hermoso vestido blanco ni docenas de flores decorando los pasillos de una iglesia. Simplemente, Javi avisó en su trabajo que no iría ese día, los Murphy fueron nuestros testigos e invitados únicos, y nuestra luna de miel duró una noche en nuestro departamento.

La boda se aceleró debido a la preocupación de Javier de que, si algo le pasaba en el trabajo, yo no quedara desamparada y tuviera los mismos derechos que su padre para acceder a beneficios legales y su seguro de vida. Aunque me rompía el corazón que Javi pensara de esa manera tan fría acerca de su propia vida, yo era la novia más feliz. Javier y yo nos amábamos y teníamos una relación estable, llena de amor y respeto. No había otra persona en el mundo con la que quisiera estar en una oficina gubernamental, mirándonos a los ojos y jurándonos amor eterno.

Nuestro plan original era regresar a Texas, al rancho de su padre, después de derrotar al cartel de Medellín. Allí planearíamos rápidamente la boda en la iglesia y la fiesta. Luego vendrían los hijos. Todo debería haber sucedido cuando estuviéramos seguros, en paz y establecidos. Sin embargo, apenas tres meses después de nuestra boda improvisada, las náuseas matutinas comenzaron a aparecer y fue cuando Javi insistió en llevarme al hospital después de que casi me desmayara mientras hacíamos las compras en el supermercado, que nos enteramos de que seríamos padres. Atribuimos el incidente a un preservativo roto del que no nos dimos cuenta en el momento. La primera semana fue complicada, ambos estábamos estresados y en shock por la noticia. Una mañana, discutimos por algo tan insignificante que ni siquiera recuerdo qué era, y Javi se marchó al trabajo sin despedirse. Yo me quedé llorando en casa, preocupada por todo lo que implicaba tener un bebé y muy sensible debido a las hormonas en mi sistema. Sin embargo, esa noche Javi regresó a casa con un hermoso ramo de flores y un bote de mi helado favorito.

—Todo estará bien, preciosa —me prometió entre besos, después de que hubiéramos asumido nuestra nueva vida y aceptado que las cosas no siempre salen como las planeamos.

—Tengo miedo, Javi —mi confesión abarcaba muchos aspectos: la maternidad, los riesgos del trabajo de Javi, el dinero, vivir bajo un techo que ni siquiera era nuestro, lejos de nuestras tierras natales, los cambios que sufriría mi cuerpo...

Pero en el momento en que Javi me miró a los ojos, pude olvidarme por un instante de todo lo negativo y centrarme en la bendición que era este bebé. Y, Dios, deseaba con todas mis fuerzas que nuestro pequeño o pequeña tuviera sus cálidos ojos.

Y así fue. Sam llegó al mundo con un fuerte llanto, con los mismos grandes ojos café oscuro de su padre, que curioseaban el mundo y buscaban consuelo en nosotros. No podía dejar de mirarlo, maravillada por la capacidad de mi cuerpo para crear un ser humano que fuera una copia exacta del hombre que amaba. Javi era un padre siempre presente, que asumía su rol al cien por ciento. Cambiaba pañales, lo bañábamos juntos, se encargaba de cuidarlo para que yo pudiera dormir y mientras yo lo amamantaba, él se ocupaba de algunas tareas domésticas.

Por supuesto, no todos los días eran perfectos, sobre todo porque pasaba la mayor parte del día sola en casa mientras Javier, mi esposo, arriesgaba su vida en las calles de Colombia, luchando por hacer de este mundo un lugar mejor para nosotros. Últimamente no podía evitar llorar cada vez que lo veía salir por la puerta por la mañana, preguntándome si sería la última vez que lo vería, que sentiría sus labios sobre los míos y le daría un beso en la frente a nuestro hijo. Nunca dejaba que me viera llorar, así que esperaba a que su camioneta saliera de la cochera antes de permitirme soltar una lágrima. Javi ya tenía suficiente preocupándose por nosotros al vivir con nuestro recién nacido en un país sumido en la inseguridad y con el estrés diario de las interminables horas esperando lograr un avance en el caso de Escobar.

Cuándo Sam nació, me permití encerrarme en una burbuja en la que sólo éramos nosotros tres. A Javier se le concedieron dos semanas de licencia de paternidad, por lo que pasamos quince días encerrados en casa, acurrucados en la cama, descubriendo el mundo de los bebés y comenzando nuestra pequeña familia de tres.

Sin embargo, Javier, un hombre acostumbrado a la adrenalina y tan comprometido con su profesión, regresó pronto a trabajar y fue ahí cuando la realidad me golpeó. Él podría despertar un día, cambiarle el pañal a Sam, desayunar conmigo e irse a trabajar, y esa sería la última vez que lo vería con vida.

Era difícil para mi estar en el silencio de la casa, ver a nuestro bebé dormir o tratar de comer algo, cuándo vivía con la paranoica idea de que un día Steve tocaría a la puerta para darme la peor noticia. No podía imaginar una vida sin Javier Peña, una vida sin que mi hijo tuviera a su padre para aconsejarlo y jugar con él. 

Hoy era uno de esos días en los que sentía un gran peso en el pecho. Me sentía muy sensible, lloraba con lágrimas silenciosas mientras miraba a Sam comer de mi pecho. Apenas había comido un par de bocados, mirando el reloj esperando la hora en la que Javi cruzara la puerta.

Cuando empezaba a oscurecer y la lluvia caía intensamente, el sonido de los relámpagos a lo lejos logró calmar mi mente. Decidí ir a la habitación y acostarme junto a Sam, con la esperanza de lograr conciliar un breve momento de sueño al mismo tiempo que el lo hacía.

•••

—Shit...

Escuché a Javi sisear después de que el estruendoso sonido de un vaso de vidrio estrellandose en el suelo me despertó abruptamente. Con el corazón acelerado por el susto, miré a Sam para comprobar que no se hubiera despertado. Mi pequeño se quejó un poco, pero lo calmé con una suave canción y se quedó dormido nuevamente. Lo acomodé en su cuna junto a la cama y salí a recibir a Javi.

El reloj de la cocina marcaba la una de la madrugada. Lo que significaba que yo había dormido cinco horas, y Javi había llegado tres horas más tarde de lo habitual. Bueno, no es como si él llegando tarde fuera algo raro. Se suponía que su hora de salida de la oficina era a las 10 de la noche, pero si se presentaba la oportunidad de una redada de emergencia o el papeleo de un reporte se volvía tedioso, Javier podía llegar a casa incluso hasta la mañana siguiente, sólo para bañarse, apenas dormir una hora o dos y regresar nuevamente a la DEA.

—¿Javi? — le llamé cuándo lo vi de espaldas y fue entonces cuándo me percaté que algo no andaba bien...

Javi intentaba doblarse sobre si mismo para recoger los pedazos de vidrio esparcidos por el suelo, pero con cada movimiento su rostro se contorcionaba en muecas de dolor mientras se sujetaba un costado de su torso. Un golpe de angustia me pegó en el estómago, impulsándome por instinto hacía él para socorrerlo.

Javi intentó alejarme de los vidrios para evitar que me cortara, pero nada podía evitar que lo alcanzara.

—¿Que te pasó? — inquirí al tiempo que trataba de hacerlo quitarse la mano del costado, pero me lo estaba poniendo difícil — ¿Que pasó? — repetí.

—Nada, amor, don't you worry — me aseguró, pero su tono de voz cansado y con un toque adolorido me decía todo lo contrario.

—Javier, por favor quita la mano — pedí en un tono más serio y después de escucharlo gruñir con inconformidad, me dejó mirar bajo su camisa.

Llevaba una venda amarrada en la cintura y en un punto de su costado las gasas habían adquirido el tono escarlata de la sangre. El peso de mi propia alma cayó en mi estómago, impactada por la imagen. Mis ojos ardían con lágrimas que se negaban a caer, pero un jadeo de sorpresa escapó de mis labios. Mis manos temblaban mientras intentaba procesar lo que estaba viendo y buscaba encontrar la voz para preguntarle de la manera más calmada posible qué había sucedido. Sin embargo, no lograba articular palabras y las lágrimas finalmente comenzaron a rodar por mis mejillas.

En ese momento, Javier tomó mis manos con la delicadeza y firmeza que solo él sabe transmitir.

—Hey, no pasa nada. Estoy bien — me aseguró, pero las voces angustiadas en mi cabeza no dejaban de murmurar: "Tenías razón al preocuparte por él, este trabajo acabará con su vida", mientras que otra voz me decía: "Deja de llorar, tiene suficiente estrés en el trabajo como para llegar a casa con su esposa hormonal". Pero, simplemente, no podía contenerme.

—Amor, vamos a la habitación — susurró en tono suave, tratando de transmitir calma y minimizar la situación. Pero sus movimientos lentos y cuidados revelaban el dolor que le causaba su herida. No pudo ocultar la mueca de dolor al sentarse en la cama, dejando en claro cuánto le dolía cada movimiento.

Mi corazón se encogió al verlo así. Le pedí que se quitara la camisa para poder cambiarle las vendas. Mis emociones se mezclaban: preocupación, miedo y una sensación abrumadora de querer protegerlo de todo y de todos. Quería meterlo a él y a Sam en una cajita a prueba de todo lo malo en este mundo y conservarlos ahí para siempre. Pero sabía que eso era imposible.

Me dirigí al baño y tomé la caja de primeros auxilios, buscando todo lo necesario para tratar su herida.

Al regresar a la habitación, lo encontré sin camisa, sentado en la cama, con su mirada fija en nuestro bebé, que dormía plácidamente. La escena contrastaba la ternura del sueño de Sammy con la realidad del dolor físico y el estrés que Javi estaba soportando. Podía verlo en sus ojos: esa inocencia perdida tras años de trabajar en un rubro lleno de violencia, sangre y armas. El peso de querer cambiar el mundo para que sea mejor y tener que enfrentarte a los demonios que lo acechan cara a cara.

—Es tan pequeñito — murmuró Javi con una sonrisa tierna en su rostro, mientras extendía su brazo con cuidado hacia la cuna. Sus dedos acariciaron suavemente la mejilla de su hijo, como si quisiera grabar ese momento en su memoria para siempre. La imagen me hizo sentir una oleada de ternura y amor indescriptibles — Es el sueño hecho realidad: nuestro bebé, que lleva parte de ti y parte de mí. Es idéntico a ti...

Si estuviéramos en cualquier otro momento, donde Javier no estuviera herido y sangrando, habría compartido con él lo maravilloso que era ver a Sam, un ser tan pequeño y perfecto, que parecía ser una réplica exacta de su padre. Le habría asegurado que amaba cada rasgo que heredaba de él y que estaría dispuesta a tener mil hijos más, solo para ver esos mismos ojos, ese mismo cabello y esa misma sonrisa que tanta paz me transmite. Pero en ese instante, cuando noté un destello de dolor en su rostro, mi corazón se contrajo con preocupación.

Me acerqué a él, posicionándome entre sus piernas, y comencé a deshacer las vendas que abrazaban su torso. Cuando llegué a la herida, Javi siseo de dolor al sentir como la sangre seca se despegaba de la gasa y estiraba la zona afectada. Aunque no era una herida grave, su apariencia era inquietante. Eran apenas cuatro puntos de sutura, pero la carne estaba inflamada y enrojecida, evidenciando la irritación y sensibilidad en la zona. Olía a sangre y antisépticos. Cada movimiento de Javi parecía provocarle una punzada de dolor, lo cual quedaba reflejado en su rostro a través de una expresión tensa y un ligero fruncimiento en las cejas.

Con un algodón humedecido con antiséptico, comencé a limpiar la zona de alrededor. Cada movimiento era suave y ligero, pero pude notar la mandíbula tensa de Javi cada vez que presionaba la zona.

—¿Vas a decirme qué pasó? — era pregunta, pero debido a mi voz tensa y baja, sonaba más como una orden.

Javier estuvo callado un par de minutos, cuándo por fin habló:

—Murphy y yo fui a checar una casa de seguridad — comenzó, mientras yo buscaba en el botiquín algo que pudiera reducirle la inflamación de su piel lastimada —. Nos separamos y fue ahí cuándo detecte a uno de los perros de Escobar. Fui tras él y el hijo de pe… — se tentó a decir, sin embargo le hice una indicación con la cabeza hacía Sam — Y el tipo me sorprendió de la nada con una navaja. Apenas la esquivé, pudo haber sido peor.

—¿Eso se supone que debería tranquilizarme? — respondí con una risa carente de gracia, los ojos aún ardiéndome con lágrimas que no quería soltar — ¿Te llevaron a una clínica? — inquirí y él asintió — ¿Y porqué no me llamaste, Javier? — le reclamé con la voz cargada de emociones que apenas podía contener.

—No quería asustarte — se excusó.

—Soy tu esposa, Javier Peña. Cualquier cosa que te pase debería saberla. Que tal que… — me detengo en seco, incapaz de concluir la oración. El mero hecho de pensarlo hace que se me revuelva el estómago — Si algo te pasara, Javi, yo… no sé que haría. Seguro me volvería loca.

Finalmente me quiebro. Las lágrimas salen sin que pueda detenerlas. Días de aguantarme decirle como me siento salen a través de mis ojos y me siento la peor por poner más carga sobre sus hombros. Claramente Javier no quiere morir en su trabajo, no quiere dejarnos solos a ninguno de los dos. Es obvio que cada día sale de casa sabiendo que podría ser la última vez que nos ve. Soy consciente que él mejor que nadie sabe que vive en una ruleta rusa diaria y yo no aporto nada poniéndome a llorar por un miedo evidente.

—Cariño, ven aquí — sus manos tomaron las mías y me levantaron para sentarme en su pierna con delicadeza.

—Te vas a lastimar… — protesté, pero me calló con un tierno shhh.

—No pasa nada — aseguró —. No voy a irme a ningún lado, mi vida. Mira, pásame mi billetera — pidió, ya que él no podía estirarse demasiado. La alcancé y mientras se la entregaba, me volvió a colocar en su pierna. Yo hacía el esfuerzo por no recargar todo mi peso en él. De su billetera sacó una pequeña foto, tomada hacía apenas tres semanas. Éramos nosotros tres: yo estaba en la cama del hospital, con mi cabeza en el hombro de Javi, quién sentado a mi lado llevaba a un pequeñísimo Sam dormido en sus brazos — Cada vez que salgo a la calle, tu y Sam son mi trébol de la buena suerte.

—Vaya suerte que te damos — respondí, un poco a juego. Y ambos soltamos una risita, aunque yo seguía en lágrimas.

—Una cosa es suerte y otra cosa es que yo sea imbécil — bromeó y otra risa me abordó.

Mi mano acarició su mejilla, acción que pareció relajar a Javi completamente, como si el dolor hubiera desaparecido con mi toque. Cerró sus ojos, recargando su cabeza en mi mano, para después besar el dorso. Me incliné para depositar un beso casto en sus labios mullidos y suaves.

—Yo sé que haces todo lo posible por volver a casa a diario, amor. Perdóname por ponerme a llorar, las hormonas últimamente me tienen demasiado sensible.

—No tienes nada por que disculparte — aseguró, depositando otro beso en mis labios, después en mi nariz, mi mejilla y finalmente nuevamente en los labios.

Nuestra pequeña sesión de besos tiernos terminó en el momento en que Sam comenzó a quejarse. Ambos conocíamos a la perfección aquel tipo de llanto y sabíamos que significaba.

—Te llaman, mami — dijo Javi, dándome un beso más en la mejilla antes de dejarme ir.

—Ya, bebé, está bien — murmuré a mi hijo mientras lo sacaba de su cuna y me acomodaba con él en la cama para darle pecho. Sam se acomodó rápidamente y comenzó a comer.

Los ojos de Javi se iluminaron con ternura y orgullo ante la imagen de su esposa alimentando a su hijo. Para él éramos su inspiración y su motivación. Después de años, por fin tiene un lugar al que puede llamar hogar y llegar cada vez que vuelve del trabajo.

Javi se pone de pie para besar la cabeza de Sam, después mi frente y se dirige al baño para tomar una ducha. Al regresar, Sam ya se ha quedado dormido nuevamente, por lo que le ayudo a mi esposo a secarse y ponerse una venda nueva sobre la herida y acomodarse en la cama.

Él se queda dormido antes que yo. Aprovecho los minutos para admirar su rostro sereno y hermoso, todo mío. El dolor de la preocupación constante por él aun me pesa en el pecho, pero trato de calmarme y volver a dormir. Mañana será otro día.

[anishfics]

REPARTIDOR

Stiles se había comprado unas camisetas en línea, estás habían llegado por lo que en ese momento se las estaba probando. Cómo la mayoría del tiempo se la pasaba en boxers, cuando el repartidor llegó, lo recibió de esta forma.

—Ten tu... —quedo embobado—. Tu paquete.

Le entregó el paquete, junto con el papel que tenía que firmar para confirmar la entrega del pedido.

—Gracias —tomo ambas cosas y se dispuso a firmar.

—Disfrute de su pedido.

Cuando ya estaba por irse una mano lo agarro de su brazo.

—No tengo a quien desfilarle lo que me compre para que me diga que tal me queda —vio el nombre en la camisa del repartidor—. ¿Te gustaría ayudarme, Derek?

El solo escuchar su nombre salir de esos labios, rosas y carnosos, hicieron que una parte suya despertara un poco.

Como daba respuesta a aquella pregunta, Stiles no dudo en meterlo en su departamento y sentarlo en uno de sus sofás individuales. Quitándole las cosas y dejándolas en la mesa que estaba en la sala.

Abrió la caja y comenzó a desfilarle de una en una las camisetas que había comprado y para suerte de Derek justo detrás de Stiles había un espejo ubicado en la posición correcta, dándole la visión al redondo trasero de Stiles.

Con una gran sonrisa en su rostro por su cometido, Stiles se fue quitando de forma sensual aquella prenda y buscando otra en la caja, poniéndole prácticamente su rentaguardia en toda la cara a Derek.

—¿Te gusta esta? —le preguntó mostrándole una que era un body de tirantes.

A Derek se le olvidó como respirar al ver que Stiles se quitaba la única prenda que ocultaba su desnudes.

Stiles había logrado sentarse sobre las gruesas piernas de Derek. Pasando sus manos en el fuerte pecho de este y sintiendo como el corazón latía de forma rápida.

Mordiendo su labio abrió los tres primeros botones de aquella camisa y recorrió los pectorales peludos. Tan solo hacer aquello le saco un jadeo a Derek, nadie le había tocado de esa forma.

Podía sentir las manos de Stiles amasarle a su completo antojó, y él no podía quejarse o detenerlo, estaba disfrutando completamente la atención que Stiles le daba.

Termino por abrir toda la camisa y quitársela sin alguna resistencia de parte de Derek, este nada más lo veía embobado, pero sus ojos, aquellos ojos verdes lo único que demostraban era la lujuria que tanto había estado soñando desde su primer encuentro.

FLASHBACK.

Stiles veía una película para adultos en la sala. No vivía con nadie, así que podía ver lo que se le antojara sin tener que quitar y poner otra cosa, en eso escuchó el timbre ser tocado, colocando pause fue por el pasillo directo a la puerta.

Nada más abrir la imagen de un moreno barbudo, con un fuerte pecho, unos troncos como brazos, unos pantalones que se veían de lo más ajustado por las gruesas piernas del hombre y si detallaba bien, una buena herramienta.

—Paquete para el Sr. Stilinski —hablo mirando el papel sobre la caja.

Stiles ni siquiera había escuchado una sola palabra de lo dicho por quien tenía enfrente. Si el vídeo que estaba viendo lo tenía caliente, nada más ver a este hombre le tenía derritiéndose y sintiendo su agujero abrirse para recibirlo con todo el gustó.

—Disculpe, señor —movio su mano libre cerca de su rostro—. ¿Se encuentra bien? Se ve un poco rojo.

—Oh sí, perdón —no pudo evitar sonreír—. Es que estaba cocinando y calor de la cocina me pone así.

Siguió viendo viendo de forma menos interesada y noto en el gafete impreso en la camisa de este el nombre Derek.

—“Con que así te llamas, Derek” —susurro para sí mismo.

FINAL FLASHBACK.

Ahora los dos estaban compartiendo un apasionado beso, tanto así que un poco de saliva salía de las comisuras de sus labios.

Era extremadamente caliente, Derek se dejó llevar por la boca de Stiles, se lo estaban devorando. Tenía sus manos puestas en la cadera de Stiles, pero él se las agarro y las coloco sobre sus nalgas, su miembro reaccionó ante la acción.

Stiles podía sentir la potente herramienta de Derek frotarse contra su trasero y un gemido broto de lo más profundo de su ser. Se sentía muy cachondo y eso ninguno de sus amantes lo había conseguido.

No sé lo pensó tan siquiera y agarrando la nuca de Derek, lo pego a su pecho, directo a uno de sus pezones. Unos segundos y luego la boca de Derek había atrapado el pezón en su boca, eso era sin duda la gloria.

Parte II

Parte III

Parte IV

Parte V

Parte VI

Parte VII

Parte VIII

[94marbel]

Me cuesta imaginar, y a veces hasta exactamente pensar con lógica sobre lo que él fue.

¿Qué fue él precisamente para mí?

Un primer beso,

Y a raiz de eso, un enamoramiento por el tacto en el proceso, (aclaro; yo le habré gustado seguro y mucho, porque se notó).

Debo reconocer que, yo actuaba con rigidez y en mis pareceres ponía límites, pero usó en mí una gran coacción, me manipuló,

Cuando eres de poca autoestima y por primera vez en tooda tu vida viste que ese alguien que te gusta en lo físico que también vos le gustas, te doblegás a eso.

A veces dudo en estar arrepentida de eso...

En otras no, he aprendido una lección.

Esta es una reflexión, no algo inspirado... Y quisiera hablar de él...

¿Por qué me dejé guiar por las típicas palabras que todo hombre utiliza cuando quiere conquistar a una chica? ¿Cuando solo quiere llevarla a la cama? ¿Cuando simplemente no quiere nada serio con ella sino simplemente disfrutar del gusto de su tacto?

No entiendo a los hombres. Y son los más sencillos del mundo... No generalizo, sé que existen aquellos que no hacen esta técnica al cual hoy llaman el «love bombing», simplemente para saber ya que... Existen esos caballeros, que buscan de veras un real y bonito amor, pero no de esa manera... y que son contados con los dedos, por su puesto, (vaya una a toparse con uno de esos, y los hay, estoy segura).

Como yo era una inexperta en el tema, bueno, fui aprobando todo eso, pero no veía más allá, solo veía su insistencia y que me puso en un put* pedestal, simplemente me infló en un globo de que era su mundo y no sé qué cuentos más, una fantasía. Qué ilusa fui. En fin, ya me acuerdo y no quiero hablar más.

Cuando me hizo el ghosteo, comprendí que solo he sido usada, me sentí sucia, me sentí mal. Sufrí como si hubiera sido bañada en aceite hirviendo. Pero más por dentro que por fuera, fue horroroso. Escribía y escribía en un block de notas, toodos los días, fue algo así como mi gran terapia, y escribía de él por su puesto.

Y yo le mencionaba que cuando «fuéramos novios y que esto y aquello», de verdad quiero volver a ese momento y mandarme un trompazo en mi boca, romperla de verdad, no pude haber sido más tonta, mentecata y boba. Pero así es cuando una cae en los enredos del enamoramiento. Mi inocencia se vio afectada en lo más profundo de su propio ser.

Y la telaraña me arrastró y me puso en medio de la red, para que una gigante araña peluda infestara mis pensamientos a los más mórbidos, turbios y feos del universo.

Y bueno, hubo mucha gente que me ayudó... De esto él no sabe. Pero un día se lo diré. Tiene un cerebro pequeño, no lo entenderá, pero el tiempo le dirá que en sus manos tuvo un tesoro y solo me embadurnó con mierd*, y me tiró. Pero qué buen momento, alguien muucho mejor me llevará. Estoy muy muy asegurada de eso.

[belvedia02]

Chicken Soup

Enid le contaba una anécdota que le había sucedido a Yoko durante sus primeros meses en Nevermore en su primer año, cuando esperaba una respuesta, ya se de forma crítica hacia su amiga o solo una leve afirmación con la cabeza, vio algo que siempre le daba regocijo en su corazón.

Wednesday se quedó dormida y no estaba en su acostumbrada postura, con sus brazos cruzados sobre su pecho, si no que solo tenía su cabeza hacia un lado cuando todavía permanecía levemente sentada en su cama.

Esto es una oportunidad entre mil— Enid pensó mientras agarraba su teléfono y le tomaba un par de fotografías. —Será mi mayor tesoro— Susurró mientras se acercaba y le daba un beso ligero en la frente.

Si mi lobo le hizo esa muestra de afecto, debo también mostrarle cómo me siento— Reflexionó mientras permanecía un pequeño momento más al lado de Wednesday.

Cerró con suavidad la puerta, Enid bajó hasta la cocina, ya eran cerca de las 16 horas, le había dado hambre.  No se encontró con nadie allí, así que fue a revisar la nevera para buscar algo o quizás le habían dejado su porción del almuerzo.

—Enid, querida— Ella cerró la puerta de la nevera fuertemente, se había asustado por escuchar sin mayor aviso la voz de la mamá de su amiga.

—Sra. Addams— Le dijo mientras se agarraba su playera cerca del corazón.

—¿Cuántas veces más tengo que repetirte qué puedes llamarme Morticia? — Desde su primer día en la mansión, los padres de Wednesday le habían otorgado su permiso para llamarlos por sus nombres, nada formal, pues los dos estaba segurísimos que ambas adolescentes tenían sentimientos hacia el otro, así que era solo esperar que Enid se convirtiera parte de la familia.  

—Morticia— Dijo con timidez.

—¿Sí? — Respondió simplemente.

—Estaba buscando algo para almorzar, no quise ser intrusa.

—Recuerda que eres nuestra invitada y puedes hacer lo que estimes conveniente en esta casa, es por eso que Wednesday te dio el recorrido el segundo día.

Enid recordaba perfectamente ese día, nunca se imaginó que tan amplia era aquella casa. Sin la guía de su amiga, de seguro se hubiera perdido, sin embargo, nunca se había aventurado ir sola hasta el sótano.

— Y lo agradezco, no me pierdo para llegar hasta el salón de música— Ahora Enid había olvidado que tendría que suspender su práctica, Wednesday no estaba en condiciones de enseñarle.

Morticia observaba que el semblante de Enid iba cambiando a medida que sus pensamientos lo hacían, es lo que supuso. Interesante— Pensó Morticia sin decir nada más.

—Creo que Gómez dejó algo para ti en el horno, querida— Enid fue a ver que era y encontró un gran filete, acompañados de verdura.

—Gracias— Dijo mientras le sonreía.

—Disfruta tu almuerzo, volveré en un rato más — Salió tan silenciosa como había ingresado a la cocina.

Enid comió rápidamente, no quería dejar tanto tiempo sola a su amiga, no cuando le había prometido que la cuidaría.

Estaba terminando de guardar el vaso en la despensa cuando volvió a aparecer Morticia.

—Espero que haya sido de tu agrado— Se sentó en su puesto habitual en la mesa.

—Lo fue, nunca había comido la carne de cerdo tan deliciosa— Admitió que por lo general, después de la Luna llena siempre su apetito era más excesivo.

— Me alegro, ahora supongo que volverás con Wednesday— Dedujo por la rapidez en la que Enid había comido.

—Sí, le dije que la cuidaría y eso es lo que haré hasta que mejore— Dijo convincentemente.

—Mañana ya se debería sentir mejor— Morticia recordaba las extrañas ocasiones en que su hija se había enfermado y nunca le afectaba más de 3 días los síntomas, tenía una recuperación excepcional.

—Bueno, entonces iré a su habitación— Si se recuperara mañana, Enid tendría algunas horas más para contemplarla de forma tan vulnerable

—Espera, quizás puedas ayudarme a prepararle el almuerzo — Morticia quería enseñarle lo que comúnmente se alimenta en estas ocasiones.

—¡Oh! Lo había olvidado, asumí que estaría durmiendo toda la tarde, hasta la hora de la cena — Aunque lo dudaba, Wednesday parecía tener insomnio.

—Wednesday duerme algunas horas y no tiene la costumbre de dormir siesta, así que debería despertar pronto. — Morticia se puso de pie para buscar los ingredientes necesarios para la preparación del almuerzo de su hija.

Enid observó como Morticia elegía algunos frascos, un trozo de carne, si tenía que adivinar y solo una olla.

—Querida, ven, ayúdame — Enid estuvo rápidamente al lado de Morticia— Prepararemos una sopa de pollo.

—Genial, lo he cocinado alguna vez— Enid pensó que sería algo más complicado.

—Quizás lo sea, pero le agregamos algunos condimentos que no lo haría la mayoría— Enid observó un frasco en particular.

—¿Se refiere a ese? — Enid seguía mirando el frasco que tenía una etiqueta peculiar.

—Exacto, espero que recuerdes bien las medidas de cada uno— Enid no se atrevió a preguntar, quizás Morticia pensaba que sería amiga de su hija por toda su vida.  O quizás… — Enid se sonrojó ligeramente al pensar que podría vivir con Wednesday teniendo una relación más íntima.

Estuvieron cooperando para la preparación del almuerzo de forma tan natural, que Enid se sintió mejor de las veces que su madre la había enseñado a cocinar, eso había sido casi una tortura. Enid sacudió su cabeza, no quería pensar en su madre cuando se sentía tan a gusto con Morticia.

Transcurrieron aproximadamente 50 minutos y la sopa de pollo estaba lista, Enid solo tenía que preparar la bandeja y llevarla con cuidado.

—Gracias querida por la ayuda — Morticia se había ofrecido a limpiar la cocina, aunque la verdad le pediría a Lurch que lo hiciera, no quería arruinar sus uñas.

—Gracias a ti Morticia, ahora sé otro detalle de lo que le gusta a Wends— Enid agarró la bandeja y fue rápidamente, pero con cuidado hasta la habitación de su amiga.

Sin hacer el menor ruido entró, viendo a una Wednesday disgustada.

—¿Dónde estabas Enid?, ¿no dijiste qué me cuidarías? — Lo dijo con los brazos cruzados y con un tono de voz más serio de lo que siempre había utilizado cuando hablaba con ella. A Enid le pareció extraño, sin embargo, también se sintió bien, pues eso demostraba que la había extrañado y que sin lugar a dudas ella era importante para Wednesday.

— Fui a almorzar y… — Le acercó la bandeja —Te traje esto. — Enid se agarró sus manos por detrás de la espalda, esperando la reacción de Wednesday.

— Gracias— Su expresión cambió completamente al ver lo que contenía el plato. Viendo a Enid que la miraba expectante, le dio el primer sorbo a la sopa.

—¡Exquisito! — Exclamó al saber que la preparación era tal como le gusta.

Enid se sentó a los pies de la cama, sin conversar con su amiga, no quería interrumpirla durante su almuerzo.

Wednesday se sirvió todo el contenido, admitió que sentía hambre cuando se despertó y no ver a Enid le produjo una extraña sensación de abandono, lo que sumado a su hambre, su humor se volvió completamente sombrío.

—Supongo que te gustó— Enid agarró la bandeja para dejarla encima del escritorio, ya tendría tiempo de bajar hasta la cocina.

—Lo admito, es la preparación que hace la abuela o mi madre cuando me enfermo. Supongo que mi madre te llamó para que la trajeras.

—Algo así, digamos que la ayudé— Wednesday arqueó su ceja derecha.  

—¿Viste los ingredientes? — Wednesday sabía que tanto su abuela y su madre eran recelosas con la receta.

—Sí, ¿por qué?

—Por nada— Wednesday le preguntaría directamente a su madre porque le había enseñado la receta a Enid.

— Por cierto, no cuestionaré algunos ingredientes, pero supongo que son difíciles de conseguir.

—Si te refieres al cianuro, pues no lo son para nosotros, nuestra familia es muy extensa, así que siempre hay alguien que tiene y viene a dejarnos cuando lo necesitamos— Dijo con simpleza como si ese ingrediente fuera extremadamente fácil de obtener.

@choicesprompts

[cocodrilastronauta]

Carta al “amor de mi vida” un día yo juré que serías tú… y al otro tuve que arrancarte de mi pecho 💔

Estaba pensando que quizá en uno de nuestros tantos Universos paralelos tú y yo sí supimos reparar lo que se nos rompió, qué tal vez allá, en algún otro, ni siquiera se nos ha quebrado nada y qué más allá, lejos lejos, en el último de esos universos, tenemos dos hijos, una casa con jardín, un perro grande que nos cuida y una más pequeña que está loca…

El día que apareciste en mi vida, llegaste rompiendo todos los vidrios, trajiste música, carcajadas, aquello era una fiesta, una gran fiesta. La alegría llenó mi casa, el amor mi corazón y tus besos invadieron mi cerebro y cada rincón de mi piel. Luego vinieron los momentos memorables, los cigarros de madrugada, las risas, las visitas, las canciones, las confesiones, el buen sexo, la vida. Gracias por eso, realmente me hiciste sentir amada.

Pero pronto vino esa hecatombe que acabó conmigo de una y de muchas formas, una cosa y luego la otra, a veces lento y otras rapidísimo, sin poder remediar nada, sin realmente lograr sanar nada… y entonces entré en una especie de bucle temporal que según Google (y las películas que he visto) es algo cíclico, se repite hasta que la condición se cumple… ¡y se cumplió! Un día como la probabilidad lo estimaba, todo se me rompió en las manos y al mismo tiempo, se bajó el interruptor y no hallé el modo de volverlo a encender.

Ese fatídico día entendí que efectivamente “hay un tipo de tristeza que no te hace llorar. Es como una pena que te vacía por dentro y te deja pensando en todo y en nada a la vez, como si ya no fueras tú, cómo si te hubieran quitado una parte de ti”. *Momento de crisis mientras escribo* Ahora quiero llorar hasta cansarme, hasta secarme para ver si el amor que siento se seca también y solo sea polvo lo que quede de ti. Y cuando pienso en mamá que casi tenía mi misma edad, en cómo tuvo que arrancarse al hombre de su vida, empiezo a comprender que seguramente se debió haber arrancado también el corazón. *Fin de la crisis*

Esta carta me ha tomado días, lágrimas, enojos, alegrías… por ahora solo lanzaré la moneda esperando caiga del lado que ambos queremos. Y en la balanza coloco nuestra vida juntos, sin duda lo bueno pesa más, hay magia en todo lo vivido, hay risas, hay música, hay momentos determinantes, tres personajes con la mezcla de nuestras personalidades. Hay muchas primeras veces de muchas cosas para los dos. Hay vida.

Solo me resta agradecer por todo, por las lecciones, por tomar mi mano durante todos estos años, por cada besito en los huecos junto a mis ojos, por burlarte de mis pomulitos, por imitarme a la perfección y saber exactamente qué voy a decir… espero que siempre hayas sentido que mi amor fue solo para ti, desmedido y profundo y que estaba segura que eras tú, que siempre serías tú. Ofrecerte disculpas por lo que me corresponde también es imprescindible ahora.

No está de más confesarte que estoy asustada, que a veces el miedo no me permite respirar correctamente, que no estoy segura si esto es un error, sí voy a lograr ver el sol cuando ya no estés aquí, ya sabes que se me da mucho eso de no sentirme tan capaz. Y lo único en que tengo puesta mi fe en estos días, es en que al menos por ahora, es la mejor opción, “necesitamos recordar que éramos buenos.”

En la estrella que guió nuestro amor dejo guardado el deseo más profundo, ese de lograr todo lo que hemos soñado desde chiquititos, hacerlo realidad implica sacrificios, pero nunca tan grandes como aquel de no encontrar la paz.

Ve, lógralo prométemelo… yo me encargo del resto.

Ahora, en el bucle en el que siempre me encontraré, se repiten los “te amo”, puedes ver a Aloha y Peach, existe nuestro primer beso, se llena de carcajadas y de música de fondo suena: “Cuando todo estaba bien…”

Cocodrilo Astronauta 👩🏻‍🚀🚀💕

[jakelovs]

heeseung ! once in a lifetime

Las pestañas del pelinegro revolotearon débilmente, sus ojos se ciñeron así mismos tratando de acostumbrarse a los pequeños rayitos de sol que se colaban por su ventana y pegaban directamente a su rostro. Gruño con molestia, sin duda alguna tendría que comprar unas cortinas mejores.

Soltó un bostezo y giró levemente su cuerpo en su cama, frunció con confusión sus cejas al sentir como el movimiento de su cuerpo se vio limitado por algo, sin embargo este gesto se relajó al recordar que era aquello que lo limitaba. Con gran cuidado terminó de girar por completo y sonrió instantáneamente con ternura al tener a la vista el rostro adormilado de la chica que hacía latir su corazón con locura, la cual aún se encontraba en un profundo sueño.

Los lindos ojitos del chico miraron el rostro de la contraria con amor, analizó con adoración cada una de las facciones que la chica tenía en ese momento y se quedó perdido ante la belleza que está portaba aun estando dormida: sus ojos cerrados, como una de sus lindas mejillitas se hacía pomposa por el contacto que tenía con la almohada, su boca ligeramente abierta y el hilito de baba que salía por esta misma.

Con gran delicadeza acarició el rostro de la contaría y soltó un suspiro de enamorado. Heeseung nunca imagino poder tener la dicha de estar al lado de la mujer de sus sueños y menos poder dormir al lado de ella. A sus 2o casi 21 años, Heeseung estaba más que seguro que ya había encontrado aquella persona con la cual estaba dispuesto a pasar el resto de su vida, aquella persona que se había ganado el título de "el amor de su vida", por primera vez estaba más que seguro que había encontrado el amor verdadero, aquel amor con el que había soñado.

— Te amo. — dijo Hee de forma baja mientras con su pulgar delineaba delicadamente el rostro de la chica.

Los párpados de la chica se comenzaron a abrir gradualmente dejándole ver a Heeseung los bellos ojos de su amada. La chica dio una pequeña sonrisita haciendo que el corazón de Hee se apachurrara de amor, con voz somnolienta la dama exclamó — Yo también te amo.

Todo era tan perfecto, tan perfecto que parecía un sueño.

Y entonces, cuando Heeseung se acercó para dejar un beso en la frente de su chica, todo se desvaneció.

Los ojos exaltados de Heeseung se toparon con el techo de su habitación, una ligera capa de sudor lo arropaba por completo, con su mano comenzó a tocar a un lado suyo esperando que esta vez su amada si se encontrara ahí junto a él, pero toda aquella pizca de esperanza se fue por la borda al darse cuenta que únicamente estaba él, como desde hace 3 meses.

Hace tres meses el amor de su vida se había ido de su lado, hace tres meses Heeseung había dejado ir a su primer y último amor para que esta fuera feliz con su verdadero amor.

Hace tres meses aquel doloroso y punzante recuerdo lo perseguía por las noches, robándole todo tipo de felicidad y recordándole que al menos una vez en la vida fue feliz.

[maryfortune]

Especial San Valentín

Buenas a todos, hacia mucho que no escribía nada, y no va ser un gran escrito pero quería de todos mis husbandos subir este.

Además de poder celebrar el que se subiera la demo de RedPhone.

***

Hoy me encontraba muy emocionada. Ya que era el día que siempre había considerado el mas tonto del año.

El fatídico San Valentín. Una de las fechas mas comerciales, al lado de Navidad. Puede que el haber pasado casi siempre San Valentín sola o con el imbécil, que lo consideraba estúpido no ayudaba a apreciarla.

Pero era el primer día de los enamorados con Cato, y puede que deseara sorprenderle con algo especial.

Él siempre tenia el don para tener detalles conmigo. Pero era complicado hacerlo a la inversa, sin que se notara cierta intención.

Y tenia un plan, que iba a iniciar nada mas, Cato se levantara del sofá. Aparecí por el pasillo, en mi mejor intento de sigilo para plaquearle por sorpresa.

Aun así la sorpresa me la lleve yo, cuando de repente me vi atrapada al vuelo sostenía de las axilas con confusión. Cato sonrió divertido.

-Buenas tardes dulzura.-Dice mi novio dándome un beso en la frente. Me baja pero me abraza mientras me susurra en el oído:

-Pero que mala intentando atacarme a traición. Un consejo, la próxima vez quítate los pendientes tintinean cuando te mueves.

Termina con una mordida juguetona en la oreja, mientras se ríe. Seguramente porque el calor de mis mejillas me había expuesto. Carraspeo antes de ponerme mas en evidencia.

-Detalles, detalles. Mi intento de secuestro sorpresa fracaso, pero tengo fe en el plan B.

Capte la curiosidad del hombre que me miraba buscando intentar saber que rondaba por mi mente.

-Interesante, y lo compartirás?

-No, pero me acompañaras teniendo fe en el proceso.

Nos arreglamos para subir al coche de Cato. Mientras me miraba intrigado todo el viaje, teniendo que seguir mis indicaciones sin saber el destino.

Tras una hora de coche viendo, que se hacia tarde nos quedamos los dos en silencio. Era un simple claro de una zona boscosa, que alguna vez habíamos ido para alguna cita de picnic. Yo estaba muy sonriente pero Cato aun con su expresión tranquila percibí una clara confusión. El fue a salir pero le detuve.

-Un momento, espera aquí, mientras acomoda esto.

Le doy unas bolsas llenas de cosas de picoteo, estilo papas, diferentes golosinas.

-Pero Fort...

Sali del coche, y empecé a sacar el portátil, un proyector de tamaño medio que deje junto al portátil sobre el capo del coche. Puse una cortina blanca que tenia perdida por la casa atada a unos palos frente al coche. Subí al coche mientras Cato estaba en silencio.

-¿Te gusta?

-...-No vi respuesta de el suspirando antes de intentar explicarme ya que su silencio me ponía algo nerviosa.

-...Em bueno ya sabes que es hoy...y quería hacerte algo especial...pero es difícil. Porque tenemos ese juego tan divertido de nunca responder a mis preguntas. Pero tu siempre tienes detalles preciosos conmigo...sinceramente me sabe algo mal. Por eso cuando dijiste lo del autocine...bueno busque pero....todos están obsoletos y ruinosos. He tenido que mover cielo y mar porque, mierda era lo único que me has pedido...quería poder cumplirte al menos un deseo. Se que es algo cutre pero...

Soy interrumpida al sentirme arrastrada hasta los brazos de Cato.

Quedando sentada en su regazo. Sentí los labios del peli morado sobre los míos de forma intensa. Si ese toque ya me había derretido. Continuo con unos brazos aferrándose a mi.

Como si fuera a desaparecer. Me alarme al sentir humedad en mis mejillas que asumí como lagrimas.

Nos separamos mínimamente por el beso y ver su mirada afectuosa sobre mi, me provoco una calidez difícil de describir. Notaba su mano acariciar mi mejilla. Olvidando que quería decir.

-...a veces no se si ...-Cato intentaba explicarse pero negó.-me gusta...nunca nadie había hecho algo tan...eres demasiado dulce...

Le doy una sonrisa emocionada ya que no esperaba conmoverle tanto. Pero fue escuchar lo ultimo y algo hizo clic en mi mente. Cayendo mi sonrisa.

-...me lo deje, lo mas importante...soy un desastre.

Decía con clara decepción hacia mi persona. Suspire antes de responder.

-Tu chocolate...he intentado cocinar y fue un fracaso al nivel de que Matías me tiene prohibido crear mas aberraciones que insulten la cocina. Tuve que comprarlo...y voy y me lo dejo. No me dejo la cabeza porque va pegada al cuello.

Cato lo intento pero termino riéndose. Mientras me tenia contra el.

-No te mortifiques tanto, ahora mismo todo lo que necesito lo tengo aquí. Así que ponte cómoda, pongamos la pelicula y no te preocupes si necesito un dulce solo tengo que morderte a ti.

Me rio ante la broma y disfruto de la cita relajada.

-Feliz San Valentín Catito.

Y hasta aquí el escrito, espero que como mínimo el detalle haya entretenido. Mi deber me llama, espero que disfrutéis el día y muchos dulces para todos.

[bienvenidoamicabez4]

Contigo aprendi que no hay que subestimar los sentimientos de los niños … cuando me demostrabas lo mucho que me querías pensaba que eras un simple niño de 10 años que me daría igual el día en el que quisiera a otra niña pero ahora que ya han pasado un poco más de seis años y no te tengo a mi lado me duele el corazón con solo recordar aquella época ,te rechacé muchas veces aún sabiendo que yo también te quería como a nadie pero seguía firme en mi posición por ser solo niños , se que hubo más factores y que no puedo darme tantos golpes de pecho por qué a tan corta edad yo ya había pasado por mucho y tenía miedo ,miedo de perderte ,miedo de sentir , miedo de que no funcionara y sobretodo miedo de no ser la persona elegida para ti , muchas veces pensé en intentarlo pero tenía un gran tormento en mi interior por la historia de mis papás , por el abandono de mi mamá , por la brutalidad de mi papá , por lo usada que me sentía al haber sido tocada por varios hombres sabía que no estaba lista para ser algo más que una amiga por lo que algunas veces te podía llegar a confundir con mis acciones a pesar que mis palabras aseguraran lo contrario.

Pase muchos momentos a tu lado , fuiste mis primeras salidas al parque ,mi primera puerta al mundo , mis primeras peleas sentimentales jajaja fuiste mi primer amigo y al crecer mi primer amor.

Cuando intente salir con alguien no podía ir a algún lugar sin pensar en ti por qué todo lo que conocía ya tenía tu nombre , no entendía el por qué hasta que acepté que siempre te ame así que decidí dejar de intentar algo que sabía que no sería genuino ,verte crecer fue lindo pero ver tu cambio de hábitos no tanto , todo es necesario lo sé pero me preocupa el mal que te puede hacer salir tanto a fiestas donde el único fin es tomar y drogarte … no se hasta donde has llegado pero me rehuso a ver tu fin.

Cuando supe que había llegado veronica me asuste pero aunque me costó lo acepté pues bien o mal yo lo busqué ; el día que me contaste todo se me derrumbó pero me alivio saber que ya no era yo el dolor que venía de tu corazón ,a pesar de todo quería verte feliz y aunque sabia del dolor que te causaba que ella no te fuera fiel también sabia de la alegría que te traía verla así que te apoyé sin tartamudear .Para aquella época pasamos mucho tiempo juntos y un día me diste un beso … quede atónita pues salieron a la luz aquellos sentimientos que había aprendido a silenciar , no sabia que hacer ,o si decirte lo mucho que quería estar a tu lado pero me dijiste que solo fue un tonto desliz y que no debía decirle a nadie … eso me entristeció , no pude hablar mucho después de ese suceso pues había mucho silencio en mi corazón aún así seguiré recalcando lo insignificante que había sido ese instante al final de ese día hablamos y te dije que tuvieras cuidado al regresar a tu casa a lo que me respondiste que no malinterpretara las cosas y eso me termino de romper , solo me quedaba seguir adelante ocultando mis sentimientos pero empezaron a hacer ruido así que le conté a mi mejor amiga quien por cosas del destino era muy amiga de Verónica , las cosas se complicaron pues las noticias de este tipo no demoran en circular , me sentí mal por traicionarte pero me dio felicidad saber que eso no había sido tan importante como para terminar nuestro lazo pasó el tiempo y al final lo tuyo con ella no funcionó y después llegó tu tercer gran amor.

Con ella si que dolió , te ayude y aconseje ,incluso hice el regalo para su primer mes jajaja ,justo para ese día te confesé lo que pensaba aquella vez que pasó el beso aquel , ese día fue mi segundo terremoto pues lo que me dijiste que había sido insignificante y tonto fue solo un escudo para evitar mi enojo ,creíste que me había disgustado y los dos quedamos con mucho que decir pero no había tiempo y tampoco era el momento pues ya estabas viviendo un sueño que ninguno quería dañar, pero después de ese encuentro cada vez que estábamos juntos amor era más intenso hasta que un día no pude más y te dije todo ,te di las cartas que te había escrito sin pensar en que algún día la iba a usar ,tú me dijiste “cosechaste lo que sembraste y lo que sembraste fue amistad ” nada más cierto que eso , por el contrario tú en mi habías sembrado “amor ” después de eso seguimos hablando , ese día estaba confundida pues aún me tratabas con mucho cariño me abrazabas y dormiste en mi pecho … puede que tú lo vieras como una amistad pero tú más que nadie debía entender que para mi significaría más que eso, no pude dejar de pensar en que hacer y mi veredicto final fue alejarme de algo que me estaba haciendo mal ,te molesto mi cambio de actuar pero ya no podía permitirme estar tan mal un día hablé con Daniel y me pregunto por ti ,el ya sabía lo mucho que te quería así que no le sorprendió cuando lo confirme también le dije que había decidido alejarme por que no quería hacer algo de lo que me pudiera arrepentir y tampoco quería interferir en tu relación pues Laura parecía ser una muy buena niña al pasar de una semana fue el último terremoto , fue uno que no esperaba y más por que no sabía que había pasado pero cambiaste completamente , me tratabas mal y cuando te referías a mi eran con groserías no entendía que pasaba pero no le preste atención pues pensaba que era un mal entendido y que luego se arreglaría pero tuvo que pasar un mes o poco más de un mes para saber el origen de ese odio , al parecer te dijeron que yo dije que teníamos cuento e inmediatamente supe de quién había salido , también sabía que era mentira pero mis ganas de arreglarlo ya no estaban ,o bueno , ya no están … en todo el tiempo que tu y tus amigos me trataron mal no sabes cuanto llore , cuantas veces me mataba la cabeza para entender que fue lo que pasó y todas las veces que tenía que concentrarme para no llorar por tus comentarios.

Te amo y no fue algo que nació en mi adolescencia, mi amor siempre ha sido el mismo , el mismo con el que cultive una amistad y el mismo con el que me empezaste a gustar pero tú amor venía ligado con el gusto que tuviste en tu infancia o eso es lo que me hiciste entender; cuando éramos niños te veía y me transmitías ternura ,paz y pureza pero ahora me doy cuenta que eres duro y necio con tus palabras ,eres cruel y no lo digo solo por lo que pasó esta vez si no por qué un día entendí que el amor no se trata de ignorar a toda costa el dolor que me has causado … antes de esto te habías burlado de mis problemas ,te burlaste cuando ari anunció que había tenido un accidente donde había terminado en un hospital, te seguías burlando de cuando terminé internada en la paz por problemas emocionales de mi pasado ,te burlabas cuando caí tan bajo con Laura y te seguiste burlando a pesar de que casi me suicido por lo pasado ,pero eso no me importaba con tal de estar a tu lado … Durante este tiempo sin ti aprendí a dejarte ir ,aprendí a aceptar que ya no pensabas en mi como yo en ti ,aprendí que aunque por mucho tiempo me odie por decirte “no” al final fue una buena decisión por qué al crecer nuestros caminos se partirían en dos.

Hoy escribo nuestra pequeña historia y no para lamentarme por el pasado si no para poder mirarlo y recordar el por qué te quise tanto también supe que hace mucho ya no eras mi amado arnold…

[thewildfl0wer]

¿Qué fue lo que pensó cuando beso a Manwol durante el primer eclipse Solar, señor Haemosu? Y ¿Por qué le gusta molestar a la señora Manwol?

—Ese eclipse fue un alivio para un gran tormento de no tenerla a mi lado. En ese entonces, Wolie había logrado tenerme algo confianza. Me dificultaba tener interacción con ella, por el evidente paso de día y noche— Como olvidaría al evento tan importante como ese.—Los labios de Wolie...son deliciosamente fríos, como una fruta congelada derritiéndose en la boca de un hombre hambriento. Ese primer eclipse, fue la primera declaración de que éramos amantes eternos, porque la diosa de la luna es la única mujer que querré hasta el fin de los tiempos...Y esta en mi derecho a sacarla de quicio.—

|@waideweik|

[ghqstfqce]

Hola buenas, ojala estes bien y allas comido algo.

Vengo a pedir un fanfic de Dwight el de Dead by Daylight con un s/o siendo un soft dom y que Dwight le tenga mucho cariño a su s/o. Quiero incluir unos hcs que tengo en mente como: (todos los hcs son de Dwight)

El esta muy hambriento de tacto (touch starve).

Se sonroja muy rapido y se pone muy rojo.

Es pone algo nervioso con mucho tacto.

Es muy facil de dominar.

Se derrite con elogios.

Tiembla un poco a veces de los nervios y tambien cuando esta avergonzado.

Me gustaria que fuera smut y soft con algo de trama en el fanfic. No importa que locacion sea solo que el y su s/o esten en el reyno de la entidad. Los pronombres del s/o serian elle y tiene anatomia feminina.

Gracias!

𝘼𝙧𝙧𝙤𝙙𝙞𝙡𝙡𝙖𝙩𝙚 𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙢𝙞 (𝙘𝙤𝙣𝙛𝙞𝙚𝙨𝙖𝙢𝙚 𝙩𝙪 𝙖𝙢𝙤𝙧) || 𝘿𝙬𝙞𝙜𝙝𝙩 𝙁𝙖𝙞𝙧𝙛𝙞𝙚𝙡𝙙 𝙭 𝘼𝙁𝘼𝘽 ! 𝙍𝙚𝙖𝙙𝙚𝙧 || 𝙉𝙎𝙁𝙒

TW || Sexo sin protección, usen condon en la vida real. Sexo oral. P en v. Algo de consentimiento dudoso, pero realmente los dos están de acuerdo. Ligeros, muy ligeros toques de dom/sub, con sub! Dwight y dom! Reader. Reader usa pronombres ellx/they, pero su anatomía es femenina. No beta reader. Mi poca gracia al escribir obscenidad.

WA || 2.3k

Nota de Autor || Esto tardo dos meses en salir y me disculpo tanto, estaba en el peor momento del semestre. Si se ve algo raro al inicio es porque totalmente olvide que pediste que fuera en el reino de la Entidad, así que lo edite para tratar de cumplir bien con el pedido. Espero sea de tu agrado:). Y si, volví a mi primer nombre de usuario, lol.

Sabías lo sencillo que era molestar a Dwight, recuerdas con facilidad su primer encuentro, como un simple hola de tu parte lo había puesto nervioso y casi listo para huir.

En ese momento no fue difícil de saber porque su actitud, deberías ser demasiado distraídx para no notar el ambiente hostil en el que se encontraban, como cada uno de los supervivientes lo veían como su guía para problemáticas extrañas en el reino de la Entidad y a pesar de la carga o tal vez por la carga que tenía encima, decidiste quedarte a su lado.

No era tu plan acercarte para saltar sobre sus huesos y convertirte en el centro de su universo, pero con Dwight siendo el chico dulce que era, no fue difícil caer enamoradx de él. Inicio como simples conversaciones de compañeros, te acercarías a él después de cada juicio para saludarlo cada vez, preguntar cómo era su día o lo que fuera en este lugar y quizás dejarle algo que lograste tomar del juicio anterior.

Ver ese sonrojo en su rostro, los pequeños ojos de corazón en su mirada y el aumento de su tartamudeo al acercarte solo te incitaba a buscar más. Así que no dudaste en arrastrarlo en tus horas libres, ya sea que le llevaras la comida que pedirías a la Entidad por tu gran trabajo o lo invitaras al pequeño lugar que encontraste entre el campamento y el territorio asesino. Algo dentro de ti se agitaba cada que lo veías derretirse en la comodidad y cariño hacia ti cada encuentro.

Fuiste valiente por los dos. Te sentarías a su lado en la fogata, tomarías su mano al momento de ir de encontrarse en juicios, le darías pequeños besos en la mejilla después de cada juicio finalizado con éxito, lo abrazarías de despedida antes de volver al trabajo y dejarías pequeñas caricias sobre su cabeza cada que “por casualidad” pasaras junto a él en la fogata.

Y cuando te sintieras más atrevidx lo sujetarias de su brazo para abrazarlo entre tus pechos, le harías opinar como este nuevo atuendo de parte de la Entidad se veía en ti o “mis pechos se ven muy vulgares en esta blusa” solo para ver esa expresión de necesidad en él y su rostro tornándose de un rojo oscuro.

Aun así, sabías que él no haría ningún movimiento, demasiado nervioso o asustado de arruinar lo que con tanto esfuerzo habían construido, sabías que en alguna parte de su mente se aseguraba que estabas siendo amable y demasiado inocente, así que saltaste y lo invitaste a salir. No hay excusas de preguntar sobre una nueva estrategia, no es solo un momento en el que te sentías solx y él era el único a la vista, y no estabas siendo inocente, querías salir con él.

Fue casi divertido ver la emoción de aceptar intercalado entre intentar fingir que no estaba completamente desesperado por salir contigo. Te necesitaba, no solo porque Dwight te quería y adoraba, necesitaba que lo guiarás y comandaras después de ser él quien tuviera que ordenar durante tanto tiempo, que le hicieras sentir la seguridad sin esperar nada a cambio y la valentía para avanzar a algo más que caricias y miradas robadas.

La cita fue en Haddonfield, aunque en ti existía una vena de exhibicionismo y podrías haberlo llevado, junto lo que conseguiste mediante La Entidad, a algún claro en el bosque, querías darle la seguridad y comodidad a Dwight, no solo ibas a jugar con él, querías cuidar de él y que viera en ti un lugar seguro para ser y hacer lo que quisiera. Así que tuviste que enfrentarte a un Michael Myers gruñón que se rindió después de tanto rogar y mostrarle que no importaba cuánto te amenazara no te rendirías, todo sea por ver feliz a Dwight.

Y lo estabas logrando, desde que llegó se veía tan emocionado, aunque sabía que no era tu casa, se sentía como si le permitieras entrar en un espacio tan privado como tu casa y su mirada no podía despegarse de tu persona, lo bien que te veías en ese conjunto que resaltaba tus mejores atributos. Y aunque deseabas ignorar todo y saltar sobre él, jugarías bien.

La cita fue como se esperaba, estaba tan necesitado para ayudar e impresionarte. Ofrecerse a poner la mesa, servir las bebidas, felicitar tu comida(no tuya realmente, pero todo sea por el bien de fingir) desde el primer bocado y no dejar de centrar todo en ti dándote una mirada llena de adoración en cada acto de servicio, eran tan lindo y maleable, sería tuyo.

No sabes si fue el vino barato, que ese ente logro conseguir, en ustedes que te dio el aliento para hacer un movimiento, pero en un momento estaban los dos sentados uno al lado del otro platicando entre susurros sobre el trabajo y al siguiente te movías de tu asiento para sentarte a horcajadas sobre su regazo, restregando tu coño vestido sobre su pene casi erecto de la forma correcta para animarlo y crear placer con la fricción.

— Tan lindo, mi dulce, dulce Dwight. ¿Serás mi dulce chico? .- Deberías ser amable, era suficiente con haber saltado sobre él y ahora burlarte, pero pensaste que podías darte algo de holgura, si la mirada extasiada en su rostro era algo por el que pasar él no tenía ningún problema. — ¿Dwight?

— S-Si.- Si antes creías que el sonrojo en su rostro cada que lo tocabas era algo, el rubor que empezaba a cubrir su cara en este momento le hacía competencia, haciéndote preguntar como aún podía excitarse con tanta sangre yendo a sus mejillas y cuello.

— ¿Sí qué, cariño? Usa tus palabras para mi.- Y aun así, sabías que podías empujar un poco más.

— ¡S-Sí seré tu dulce chico, señorx!.- Una pequeña risa salió entre los pequeños gemidos producidos por el encuentro de su miembro ya erecto contra tu clítoris vestido.

Sabías que debías preguntar, pero podrías disculparte más adelante. Te levantaste de donde te encontrabas a pesar del pequeño quejido de su parte por la separación y con una sonrisa en tu rostro lo tomaste de la mano y lo guiaste a tu habitación. Con pasos tropezantes y besos descuidados entre los dos

Desvestirse mutuamente no fue difícil, convencer a Dwight con halagos y palabras amorosas parecía hacer un excelente trabajo y ordenarle que fuera quien te desvistiera parecía animarlo mucho más. La vista ante ti era maravillosa, no podrías decir que Dwight era musculoso, pero su complextura delgada y el llamativo tamaño de su pene, que no concordaba con la imagen nerviosa del chico era un sueño en vida. Querías arrodillarte y tragarlo hasta ahogarte, pero eso podría esperar.

Mientras tanto, la mirada maravillada con la que recorría tu cuerpo y se detenía sobre tus pechos y tu coño te hacía sentir con más fuerza el calor formándose en tu estómago, sus manos errantes apretando cada uno de tus pechos, sacando suaves gemidos de ti al jugar con tus pezones puntiagudos y como seguía su recorrido apretando parches de piel en tu estómago, caderas y volviendo hacia tu cuello para vacilantemente acercarte para besarte suavemente. La sensación de sus manos sobre ti era exquisita, pero concentrandote en el presente, no dudaste en arrullar abiertamente por la reverencia con la que tocaba cada parte de ti y la delicadeza con la que te recosto sobre tu cama era adorable, pero aun así…

— Cariño…

La rapidez con la que se centró en ti era emocionante, su mirada llena de deseo y un gesto que indicaba que estaba listo para escuchar cada cosa que le dijeras y posiblemente hacer lo que le pidieras, te hacía sentir tan plenx y en control. Sabías que Dwight sería fácil de dominar y aun así creías que habría un poco de duda al avanzar, pero no esperabas que respondiera a ti de forma tan rápida.

— ¿Por qué no llevas esas dulces manos a otro lado?

— ¿Q-Qué lado?

En vez de una respuesta verbal, no dudaste en acomodarte un poco más arriba y sentadx ante él para poder abrir tus piernas, acomodandolo entre ellas y con apoyo de tu mano, darle una vista directa a tu coño completamente húmedo de pensar en él. No sabías si sus ojos podrían abrirse más ante el asombro, pero estaba haciendo maravillas para tu ego y tu excitación.

— ¿Ves esto?.- Preguntas pasando tentativamente tus dedos por tus pliegues, jugando con tu clítoris provocándote y abriendo tu coño para darle una vista perfecta a tu abertura. — Esto es por ti y quiero que te encargues de ello, ¿podrías?

— Si, señorx.

No pasaste por alto que el tartamudeo ya no se encontraba y aunque te encantaría burlarte un poco de ello, no te dio el tiempo suficiente antes de sentir su boca sobre ti. Era demasiado bueno, no es que creyeras que fuera malo, pero la forma en la que te comía era maravillosa.

Y no dudaste en hacérselo saber al no ocultar los ruidos que salían de ti, tus gemidos iban en aumento con cada lamida sobre tus pliegues, la impetu con la que su lengua lamia de cada parte disponible de tu coño y el cómo se detendría a chupar tu pequeño botón con fuerza.

Tan cocentradx que no notaste su mano errantes hasta que introdujo dos de sus dedos en ti, estabas tan humedx que se introdujeron con facilidad y aun así un largo gemido salio de ti ante la intrusión y la facilidad con la que dio con ese punto en ti, Animado por tus sonidos siguió con sus movimientos, dejando que sus dedos entraran y salieran de ti, abriéndose en forma de tijera dentro tuyo, golpeando con la fuerza perfecta tu punto g.

— C-Cariño, Dios, ¡Dwight!…

Un poco desconcertado pero obediente, se separó lo suficiente para verte a los ojos directamente. La vista ante ti era mucho más que excitante haciéndote apretar tus paredes vaginales ante la nada. El siempre nervioso y manso Dwight se veía tan libertino y todo era causa tuya. Sus lentes se encontraban torcidos, la mitad de su rostro se encontraba manchada por tus jugos, su cabello despeinado por tus manos errantes y sus ojos completamente oscuros por la lujuria, todo gracias a ti.

— Te necesito en mi.

— ¿En ti?

— Si, dulce chico, te necesito dentro de mi.

Y como esperabas, la mirada perdida y mortificada en su rostro no se hizo esperar. Sin burlas, pero con una pequeña sonrisa en tu rostro no dudaste en arrastrarlo a tu lado y poniendo algo de presión sobre su pecho para empujarlo, lo hiciste recostarse boca arriba. La mirada llena de adoración en su rostro, su respiración dificultosa y su pene erecto por ti no le hacía justicia a tus fantasías más salvajes.

— ¿Permite que tu señorx se encargue, si?

Con su pequeño asentimiento no dudaste en posicionarse sobre él. Sentadx justo por encima de su miembro, no dudaste en bajar para colocar su pene entre tus pliegues para balancearte de adelante y así atrás con suavidad. No ocupaban más preparación o juegos previos, pero te encantaba verlo convertirse en masilla debajo tuyo, su rostro contorsionado por el placer y tratando de acallar sus gemidos.

— Puedes hacer los sonidos que quieras, dulce, deja que tu señorx te escuche.

Casi podrías imaginar el puchero en su rostro al momento de negar con la cabeza y con una pequeña risita tomaste su miembro en una de tus manos y lo guiaste directamente a tu entrada. Siendo cuidadosx fuiste bajando y bajando hasta tocar fondo con el sonido de tus gemidos y por fin de los suyos.

— No era tan difícil, ¿verdad?

Listo para responder, no dudaste en interrumpirlo al empezar a moverte. Al principio te movimientos de adelante hacia atrás, queriendo disfrutar la sensación de él dentro de ti llenándote perfectamente y tocando los lugares correctos. Permitiéndole también disfrutar de la sensación de tus paredes abrazando su pene, como la presión en tu interior iba en aumento con cada movimiento, y la sensación de su pene bien podría quedar marcado en ti.

Y aún así con el placer nublando el juicio de ambos, cuidadosamente empezaste a saltar arriba y abajo sobre su miembro, permitiéndole entrar y salir de ti, a veces solo dejando la punta dentro tuyo antes de bajar todo el camino hasta la base golpeando tu cuello uterino. Conforme sus gemidos y gruñidos aumentaban, lo hacía la velocidad de tus saltos y a la par que él empujaba para que sus embestidas se encontrarán con tus movimientos.

En el momento que sentiste la punta roma de su miembro golpear nuevamente en ese punto no dudaste en inclinarte para acercar tu rostro al suyo para golpear tus labios sobre los de él. El beso no fue amoroso ni cuidadoso, fue tan sucio como los actos que estaban realizando, lleno de dientes, saliva y lengua.

Podías sentir las pequeñas palpitaciones de su miembro dentro de ti a la par que tus paredes se apretaban a su alrededor anunciando el orgasmo de ambos. Separando sus labios, volviste a erguirte sobre él para recargar tus manos sobre su pecho para poder mantenerte derechx en tu posición.

— Vamos, dulce chico, hagámoslo juntos, si?

Quizás era vergüenza por cómo podría salir su voz o si era demasiado sensible, pero solo lo viste asentir repetidamente hasta sentir como el arrebatamiento de su orgasmo. El placer abrazando todo tu cuerpo y su semen pintando tu interior de blanco se sentía como el cielo, quisieras nunca dejar de sentirlo.

No sabías cuánto tiempo estuvieron en ese estado, pero de un momento a otro los dos estaban acostados con sus cabezas sobre tus almohadas. Dwight encima tuyo y abrazado a ti con fuerza, sabías lo que necesitaba, la seguridad y el cuidado después de algo así. No dudaste en dárselo correspondiendo su abrazo con la misma fuerza y cariño, pasando tus manos con suavidad por su cuerpo para poder relajar sus extremidades.

— Lo hiciste tan bien, dulce chico, tan bueno para mi.

— Solo para ti, señorx.

Sabías que tendrían que hablar después de esto, pero no había duda en ti que no lo dejarías ir, como él parecía listo para estar dedicado completamente a ti.

[xjulixred45x]

Primeros besos con Lucifer

Pedido: Hola, me disculpo si solicito mucho. ¡Me encanta tu escritura! ¿Está bien si pudiera solicitarle al exorcista azul Lucifer que bese primero los cánones de la cabeza con una lectora? ¡Por favor y gracias!

Género: Headcanons

Lector: femenino

Advertencias: ninguna, Fluff.

puedo ver que fuiste tú quien dio el primer beso, y si bien fue relativamente importante, no causó una gran impresión en Lucifer hasta más adelante en la relación, cuando estaba descubriendo ciertas formas de PDA.

En general, muchas formas de afecto físico fueron iniciadas por usted.

Ya lo mencioné en el alfabeto Fluff de Lucifer, realmente no tiene experiencia más allá de lo básico de una relación, pero lo BÁSICO MUY BÁSICO.

Gran parte de su experiencia de una relación REAL la adquirió contigo.

Entonces al principio es muy rígido en casi todas las actividades que le propongas como pareja.

ya sea por sus propias limitaciones físicas, su falta de experiencia o su propia personalidad estoica. a veces los tres juntos.

Su lenguaje de amor favorito suelen ser los regalos o el contacto físico, por lo que no es raro esperar que quiera intentar besar en algún momento.

y como dije anteriormente, al principio estaba tan quieto como una estatua.

literal. Él no se movió.

Tú eras quien tenía la iniciativa casi todo el tiempo, y cuando no la tenías simplemente te decía que le dieras un beso y tú se lo dabas.

¿Fue bastante surrealista para los Illuminati ver a su líder tan, bueno, estático? ¿Estupefacto? ¿Azotado?

aunque eventualmente cuando Lucifer comienza a acostumbrarse y aprender por su cuenta en base a tus acciones, él mismo es quien inicia los besos.

Y, de nuevo, ¡qué espectáculo!

Las primeras veces que empezó, le agarró la cara y le dio un beso. y casi de inmediato me preguntó si estaba bien, todo con su voz monótona.

(Si te ríes de esto, no entenderá una mierda, pero no creo que se ofenda)

Al final se queda así, cuando te besa todavía te sostiene la cara, pero es más un beso suave que un beso.

Siempre son gentiles.

No creo que a Lucifer le gusten los besos más agresivos, simplemente no le llaman la atención.

(También puede ser que generalmente tenga un aura de gentileza en su pareja, por lo que la refleja en diversas acciones, entre ellas los besos).

Prefiere tomarse su tiempo cuando ambos se besan, gracias a esto gran parte de este tipo de muestras de cariño son privadas.

Aunque todo el mundo sabe que si besas a Lucifer en público, nadie puede hacer NADA al respecto, NADIE, ni siquiera él.

en general besos tiernos y suaves :3

[svdness-b0y]

Destino, 5102, 2016

No sé exactamente como empezar a escribir -cómo se hacía-, como me vuelvo a encontrar entre mis palabras... Solo escribo de recuerdos, de lo mal que me siento cada vez que revivo lo negativo de mis emociones; de ahí es de donde salís, de esos lugares que ya visito bastante poco pero por casualidades del destino siempre vuelvo a tropezarme con ellos. Yo no comprendo como esta semana se ha juntado tu recuerdo por mi cabeza... tanto es así, que no paro de ver fotos por las redes tuyas en las que estás visitando el sitio que nos vio amarnos con otra persona... solo veo ahí, que hace unos años estuvimos nosotros dos ahí, delante de ese gran teatro o de esa glorieta, abrazados, riéndonos, descubriéndonos... no sabes la de veces que he soñado, he vuelto a recordar, ha revivir esos momentos... y ahora te veo a ti, mejor que antes, dándole un golpe al destino, es como un mensaje en silencio -dirigido hacia mí-, en el que me dices con susurros que ya no recuerdas lo que fuimos allí, que has pasado página y que estás mejor sin mi recuerdo por tu cabeza... y por ególatra, me urge la idea a la cabeza, ¿le has contado a él que ahí estuvimos tú y yo?

Es así de difícil, por otra mera casualidad del destino, recuperar fotos perdidas y volver a leer el crudo destino que tuvo nuestro encuentro... tan triste como tu padre diciéndome que me quería como un hijo, hoy eso son palabras de alguien que no está aquí pero golpean en mi corazón. Para más duelo con el destino, hoy fue el cumpleaños de tu madre, la cual me corresponde siempre con un enorme abrazo y mil besos... y a mí lamentablemente, solo me sale verme en el reflejo y pensar, he cambiado demasiado, he aguantado demasiado, he intentado apartar mi vista cuando quería mirar, he intentado ser mil personas que nunca quise ser y aquí estoy enfrente de donde siempre vengo a redimirme, afirmando con los puños cerrados que sí, ya no volveríamos a ser los de antes. 

Y sigo indagando en los recuerdos y veo las primeras fotos -sí, las tuyas-. Aquellas que me hacías con tu delicada sonrisa -sí, tu que solo sabes de este sitio-. Veo que éramos unos niños y me vuelve a solapar la nostalgia de aquellos momentos -sí, tu que eres la única que me lees-. Ojalá volver por un día a aquellos tiempos en los que no nos conocíamos, ¿verdad? -sí, tu que no sé cuando leerás esto, gracias-.

Por último, veo como cambiaron las cosas y que lo que siempre me importó de verdad, el hogar donde crecí de pequeño -ya no te sientas en el sofá y te sigo queriendo como el primer día-, el espejo de mi ascensor por el que han pasado tanto amigos -ya no volvemos como antes-, los recuerdos de las noches de verano y el frío de las palabras de invierno, ahora llevo tatuada hasta la piel y justo llevo todo lo narrado tatuado en unos meros símbolos y ya estoy cansado de explicar su significado... la próxima vez mandaré este texto en vez de decir que es una etapa, y simplemente cerraré con que sí, he cambiado.

[paraisooos]

𝖽𝖺nz𝖺 𝖽𝖾 (𝗂𝗆)𝗉𝗈𝗌𝗂𝖻𝗅𝖾𝗌 𝖾𝗇𝖺𝗆𝗈𝗋𝖺𝖽𝗈𝗌.

| 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗩.

"somos aquello que en la vida no se pudo, somos arte, somos uno"

Se trataba de el baile de graduación de la escuela secundaria, junto a éste, un par de amantes completamente enamorados. El lugar estaba completamente adornado e iluminado, era realmente precioso estar allí. Se alcanzaba a observar muchas parejas felices bailando un lento vals. Pero ahí estaban ellos, avergonzados, mirándose mutuamente de reojo, el sentimiento de amor entre ellos era mutuo, pero no eran más que mejores amigos llenos de miedo a el rechazo. ¿Podría alguno dar el primer paso? ¿O iban a quedarse callados a todo momento? ¿No se sentía mal reprimir los sentimientos? Si tanto se amaban.. entonces, ¿porqué era tan desconfiado e inseguro el declararlo? Pero, quizás.. alguno podría dar el primer paso, darlo así sin más, repentinamente

«¿bailas?» estas palabras fueron dirigidas de Jungkook hacia su menor, Taehyung. El castaño rió en voz baja tras aquella propuesta, pues se la había tomado como una broma, pero al notar la seriedad de el asunto, asintió con algo de vergüenza la propuesta de su mayor.

Jungkook se levantó de el asiento, ofreciéndole la mano propia a su contrario, así invitándolo a hacer lo mismo para comenzar a bailar su pieza. El menor se puso de pie poco a poco y un pequeño rubor se dejó ver en sus mejillas, sin darse cuenta, el mayor ya tenía sus manos en la cintura propia, comenzando con la pacífica danza. Un paso atrás, luego uno adelante, a un lado y al otro y, de repente, todo fluía como si hubieran bailado unas mil veces más antes de eso. Los dos atesoraban eternamente el momento, Jungkook le dedicó una sonrisa a su contrario, porque éste lo dejaba embobado y no podía hacer más que sonreír.

— eres una maravilla nunca vista, eres inigualable y me traes realmente más enamorado cada día que pasa. Realmente, desde el primer momento me atraiste, tu precioso cabello castaño brillando bajo la radiante luz de el sol, tus ojitos luminosos como si de una estrella se tratara, tu cuadrada sonrisa tan encantadora y, simplemente.. todo tú, Taehyung, todo tú me encantas.

El castaño se quedó atónito tras las palabras dichas por su contrario, sus mejillas se ruborizaron aún más de lo que ya lo estaban y su sonrisa se extendió de par en par. Por un momento se quedó callado, pensando y analizando un poco las cosas, pero al tiempo la danza continuaba, todo era tranquilo y lento.

— Oh, querido Jungkook, el bombillo de mi camino. — soltó un gran suspiro, dejando salir toda la cobardía y atreviéndose a todo — que me traes aún más enamorado, tu dulzura y tu encanto me pierden en un laberinto lleno de puro cariño, a cada momento pienso en lo tan bonito que eres, en lo magnífica que es tu persona y lo preciosa que es tu apariencia, yo ..-

Y, de repente, el mayor interrumpió sus palabras en un beso lento y profundo, fue correspondido, claramente. Sus labios se movían al compás, dándose todo el tiempo de el mundo para recorrer cada centímetro de la boca impropia. Todo era realmente dulce y mágico, el tacto de sus labios se disfrutaba y conmemoraba infinitamente. El beso terminó y la danza se detuvo, pero, hubo un muy pequeño susurro por parte de Jungkook antes de acabar con todo.

— Te amo, Kim Taehyung.

[paojustwrites]

Estimado primer y último amor:

Desde el momento en que apareciste en mi vida, me hiciste sentir la chica mas afortunada y feliz; provocaste una ola de efectos extraños en mi interior, si eso es el amor, lo podría describir como un virus extraño, no sabemos en qué momento va a entrar por nuestros ojos para luego viajar por todo el torrente sanguíneo, provocándonos una corriente eléctrica por la medula, hasta acomodarse en nuestro corazón, nuestra mente, nuestro estómago y nuestros ojos. Entonces, es cuando llegaste tú, a provocarme esa ola de efectos extraños.

Recorde nuestra primera conversación, ese primer mensaje que hizo que mi corazón diera una fuerte punzada,ni siquiera podría describir como fue el primer día que pasamos juntos, fue cuando entendí porque el amor es representado con un corazon, es porque recibe todas esas sensaciones que provocaste desde el primer abrazo, la primera foto, el primer beso., pues en ocasiones, sentía como si el corazón se detenía casi por completo, sentía como la adrenalina recorría todo mi cuerpo y risas nerviosas salían de vez en cuando, en especial cuando te tenía a escasos centímetros de mí, por desgracia, sentí lo mismo el día en el que envié el mensaje en el que confesaba cuanto te queria, fue el mismo día en que me negaste tu cariño, y sin darme cuenta, mi corazón se hundió en tus ojos negros, sabiendo que hundirse en esa mirada implicaba ahogarse en su oscuridad. Implicaba muchas lágrimas tener que soltar. Quise olvidar esos ojos profundos y buscar nuevos colores, otros que me iluminaran, no que me asfixiaran. Llegaron unos hermosos ojos verdes, unos que, si me miraban, pero su luz era tanta que me encandilaba. Encontré unos ojos marrones, así como el chocolate, a veces dulces y otras amargo, pero no me miraban, y aun así no sentía lo mismo que con tus ojos negros. Unos ojos azules aparecieron, eran perfectos, pues me daba la luz necesaria pero no encandilaban, y me brindaban una sombra necesaria, eran azules como el océano, y aunque estaba dispuesta a saltar, olvidaba mi miedo al mar.

Actualmente, me encuentro en una etapa en la que no estoy lo suficientemente enamorada para escribirte una carta de cómo es que ese virus afecta en mi mente y corazón, pero tampoco estoy lo suficientemente rota para hablar de cómo es que mi cuerpo reacciona ante ser un agente patógeno, solo te escribo como es que llegaste a contagiarme de ese virus y que casi logra matarme, de cómo fuiste el culpable de acercarte a mi sabiendo de mis bajas defensas. Estoy en un momento de mi vida, en el cual mi cuerpo ha creado una gran cantidad de anticuerpos que combaten cualquier síntoma que presente el estar enamorada, pues la última vez mi corazón no pudo con tanto y se rompió casi por completo, mi sangre se contamino con tanto rencor, por mi cerebro pasaban pensamientos de auto insuficiencia, vomite todas las mariposas que el amor me provocaba, y el brillo de mis ojos se apagó. Quizá no mentías al decir que te gustaba como brillaban, pues te llevaste el brillo no solo de mis ojos, sino de mi sonrisa, mi cabello y la lucecita de esperanza de que regresaras a decirme que mis sentimientos eran correspondidos.

Sin embargo, me di cuenta que el amor no era un agente patógeno, no siempre se presentaba como algo malo y que buscaba matarme por dentro. Supe que el amor también podía darme defensas cuando mis padres estuvieron abrazándome toda la noche mientras lloraba, cuando mi mejor amiga secaba mis lágrimas sin saber cómo podían parar, cuando mi hermana me hablo de lo perfecta que era y que nadie lo podría cambiar, y sobre todo cuando por fin me di mi lugar, porque no había nada más especial que el cariño que yo misma me podía dar.

Después de todo, somos humanos y reaccionamos de diferentes maneras ante tal virus, y espero que el día que te toque contagiarte sientas lo mismo que yo, con la diferencia de no ser casi destruido.

Deseo que te enamores, que tengas cada uno de los síntomas que presente yo, que experimentes esas punzadas en tu corazón, que una corriente eléctrica recorra toda tu medula, que encuentres algo en ella que deje huella en tu mente, que tu estomago no solo sienta mariposas, si no grandes dragones que hagan arder tu estomago de nervios, y que el brillo de tus ojos y sonrisa sea lo que refleje todo lo que sientes por dentro.

Hasta la otra vida, mi primer y último amor.

Sin rencores y con un bonito recuerdo de ti: Paola Mendoza

[nereapanicello]

Nunca me ha gustado el fútbol... por personas como Rubiales (pt. 2)

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Elegir las palabras que puedan describir todas las sensaciones que han recorrido mi cuerpo al escuchar las palabras que Luis Rubiales, (el que esperamos que por poco tiempo) presidente de la Real Federación Española de Fútbol, pronunció el mediodía del viernes es complicado. 

El primer sentimiento fue de incredibilidad. Lo que parecía ser una señal de que avanzábamos, de que la sociedad empezaba a ser consciente de que hay límites que ningún hombre puede traspasar, se convirtió en un despliegue de virilidad. En un ‘a ver quién la tiene más grande’. En una reproducción de, para aquellos que han visto ‘Barbie’, Ryan Gosling ejerciendo de Ken mientras se rasca las pelotas en su Mojo Dojo Casa House. ¿Esto es real? Me preguntaba. Sí, sí que lo era. El beso no consentido, confirmado ya por la misma Jenni Hermoso, que podría haberse convertido en una lección y muestra por parte del fútbol masculino de que no es todo eso que expresaba en mi artículo anterior, se ha quedado en una ratificación de que cumple cada una de las palabras. El fútbol masculino es machista. No hay opción a duda y odio tener razón en este momento.

Así que, acto seguido, la rabia y la ira han hecho arder cada mililitro de sangre que corre por mis venas. Deberíamos estar acostumbradas, ¿no? No es la primera vez, y desgraciadamente no será la última que nos invada esta sensación. Pero en estos momentos es mejor respirar. Inspirar y espirar para coger fuerzas y decir basta ante comportamientos realizados y palabras tan graves como las que ha pronunciado el señor Rubiales. Las enumero.

1. Enfocar la dirección de sus disculpas en el soez gesto que realizó en el palco del estadio de Sidney y no en el beso NO consentido hacia Jenni Hermoso.

Señor Rubiales, este gesto solo denota que usted es un machista de manual, la verdadera lacra social con la que tanto se le llena la boca de mierda al hablar de las feministas. Y le voy a explicar el porqué. Usted, dejándose llevar por la euforia y el poder que tiene como jefe hacia Hermoso, le plantó un beso que no está justificado en ninguno de los casos. Ni el abrazo de Jenni ni su alzamiento ni lo que le pudo decir a no ser que hubiese sí: ‘Rubiales, bésame’ justifican que usted ‘metiese boca’. Es más, siguiendo el reglamento de la propia Real Federación de Fútbol que usted preside, ha actuado mal. Ha ido contra sus propias leyes. Ha tenido una oportunidad para agachar la cabeza, reconocer lo sucedido y dar a las Campeonas del Mundo el reconocimiento que se merecían. Pero ha preferido sacarse sus partes, esas que le encanta tocarse (porque, claro, usted tiene muchos cojones) y gritar a los cuatro vientos que es el más macho de todos. Aunque lo que quizá no sepa es que lo único que ha demostrado es que NO está a la altura de su puesto: ser el representante del fútbol en España. ¿Así es, entonces, el fútbol? ¿Cómo usted? Me cuesta creer que todo el mundo que disfruta de este deporte esté de acuerdo con usted. Así que vamos a aplicar la realidad del resto de los mortales. Si haces mal tu trabajo, te echan. Por supuesto, usted ha hecho mal su trabajo. En la final del Mundial de Sidney 2023 estaba trabajando mientras se tocaba los genitales y besaba a Jenni Hermoso. Incluso me atrevo a decir que no tiene las capacidades suficientes para representar al fútbol en España, ya que este ejercicio representa a una gran parte de la población y ese sector de la sociedad no es como usted. Deje de agarrarse al asiento, que está haciendo el ridículo.

2. Mentir sobre lo sucedido en la entrega de premios en la final del Mundial y culpabilizar a Jenni Hermoso de lo ocurrido, minimizando así lo ocurrido.

Después de poner más ímpetu en justificar su tocada de bolas y no en el beso no consentido hacia Jenni Hermoso (solo pidió perdón una vez), es importante contextualizar lo que dijo respecto al tema porque es cultura de la violación. La cultura de la violación es un concepto que trata de normalizar, aceptar e incluso justificar ciertos comportamientos y actitudes, normalmente ejercidos por hombres hacia mujeres, relacionados con la violencia sexual. Es decir, eso que escuchamos de ‘‘iba provocando con esa falda’’ o ‘‘me estuvo calentando toda la noche, no me podía dejar así’’. Más ejemplos: ‘‘No fue un beso, fue un pico. No pasa nada porque no había intención sexual. Fue consentido. Fue ella quien me acercó a su cuerpo’’. Estos últimos fueron pronunciados por Rubiales, ¿veis las similitudes? Porque encima, este señor ha mentido frente toda España. Según él, le preguntó ‘‘¿Un piquito?’’ y Jenni dijo: ‘’Vale’’, situación que ha desmentido completamente la campeona de fútbol.

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Es más, parece que todavía no le ha quedado claro que el problema del no consentimiento no solo está cuando hay atracción sexual. Está cuando tienes una posición de poder sobre la víctima. Rubiales es el presidente de la Federación de Fútbol. Jenni Hermoso es jugadora de la Selección Femenina de Fútbol. Y aunque Jenni haya podido ‘tardar’ en hablar, está en todo su derecho y no debe ser juzgado. ¿Sois conscientes de todas las preguntas que te haces cuando sufres una situación así? Preguntas como ¿he hecho algo mal? ¿he dado pie a ello? ¿tengo yo la culpa? Y encima contando la emoción que ese momento corría por su cuerpo: es la puta campeona del mundo de fútbol.

3. Posicionarse como la víctima

¿De qué? Aún estoy intentando saberlo. Ha tachado a medios de comunicación, políticos y ‘feministas falsas’ de hacer una caza de brujas contra él. De ser nosotras —ya que particularmente en mi caso, soy periodista, estoy metida en política y abiertamente feminista— de no hacer bien nuestro trabajo, de ser menos listas que él y de no tener ni idea de nada. Vamos lo que se llama la ‘supremacía del hombre blanco hetero con los bolsillos llenos de billetes’. Otra demostración de que es dueño de su Mojo Dojo Casa House.

4. Hacer alarde de su poder otorgando un contrato a dedo de ‘medio millón de euros al año’ 

Y es que justo cuando creíamos que el señor Rubiales iba a parar de intentar impresionándonos con su miembro (o falta de vergüenza), se pone a repartir puestos y subidas de sueldo en directo. ¡Algo que se pagará en parte con dinero público! ¿Esto no roza la corrupción? Pregunto. Porque sí, nombró directiva deportiva a Montse Tomé, la segunda entrenadora, pero por encima puso otra vez al mismísimo Jorge Vilda, entrenador de la Selección Femenina, con un contrato de medio millón de euros al año. ¿Nos sorprende? No mucho. Minutos antes estaba aplaudiendo a su jefe mientras repartía responsabilidades entre él y Jenni Hermoso porque le alzó en brazos y acercó su cuerpo contra él.

Lo gravísimo que es esto solo puedo explicarlo mandando un mensaje a esas niñas y mujeres que juegan o quieren jugar al fútbol y ahora se piensan que el campo no va a ser un lugar seguro. Os entiendo. Puede que el directivo de tu equipo te plante un beso en mitad de una celebración y tu propio entrenador no te proteja, sino que encima aplauda a tu agresor y te fuerce a decir que no tuvo importancia. Pero no todos los entrenadores son así. No todos los hombres en el fútbol son así. No todos los hombres son así.

Aunque parezca que hemos vuelto al minuto cero de partido tras avanzar y demostrar que eso del fútbol femenino no era cosa de falta de talento, sino de oportunidades, no es así. La realidad es que todavía estamos acabando la primera mitad, no os voy a engañar, pero no os desaniméis y seguir jugando hasta el pitido final. Recibiréis muchas faltas, incluso tarjetas rojas por parte de jugadores con el nombre Rubiales en la espalda, pero jamás volveréis al punto de partida. Ya no hay marcha atrás. El tiempo está corriendo y solo hay dos opciones: ir tras el balón o quedarse mirando como avanza por el campo. Ser Campeonas del Mundo como la Selección Nacional Femenina o quedaros en la grada llamando ‘puto negro’ o ‘maricón’ a los demás. 

Así que, echados balones fuera (otra vez), solo me queda volver a dar las gracias y la enhorabuena a la Selección Femenina Española de Fútbol. Vosotras sois las verdaderas protagonistas y propulsoras de todo esto. Al igual, mandarle mucho ánimo, apoyo y fuerzas a Jenni Hermoso. No estás sola, aunque algunos te hagan sentir así. Y una última dedicatoria para Rubiales, redactada además en su idioma de cromañón: a la puta calle ya.

*Os recomiendo encarecidamente ver este post de Juventudes Socialistas Madrid, donde analizan el discurso de Rubiales*

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[tyongf97]

I like me better || Ten Lee «One Shot»

Pareja: Ten Lee x lector/a

Temas: Angustia, comedia, tensión sexual, fuckboy, enemies to lovers, besos, amantes, odio, rencor, viajes de trabajo.

Advertencias: consumo de alcohol, angustia, si bien hay tensión sexual o se puede mencionar, no hay contenido explícito en la historia. Narración en primera persona.

Resumen: Ten y tú habían tomado la decisión de tener una relación abierta y no meter sus sentimientos en el medio. Hasta que un día, ambos fueron invitados a una fiesta y lo viste besándose con una chica, te llegó a molestar tanto que ahí te diste cuenta que tus sentimientos estaban involucrados en el medio, e intentaste alejarte de él.

La semana siguiente a ese acontecimiento, tu jefe te invita a trabajar con él y todo el equipo en la oficina central en Nueva York durante una semana y para tu gran sorpresa... te encuentras a Ten allí.

Nota: Hola! les traigo mi primer one shot en esta plataforma, espero que sea de su agrado y puedan disfrutarlo! Se que no hay muchos fics en español acá, por lo que daré todo mi esfuerzo por crecer en este medio. Esta historia esta dedicada para una gran amiga mía a la cual quiero muchisimo! así que con mucha más intención estoy por escribiendo por aca! Estaría muy agradecida de recibir su feedback al respecto de la historia! que tengan un hermoso día!

Cerca de finalizar el mes de agosto, recibí la oferta de mi jefe para trabajar junto a él y todo el equipo en Nueva York; claramente no dudé en aceptar la oferta. Tenía tiempo de no salir de Corea del sur y sentí que era el momento indicado para hacerlo, además no podía desperdiciar esta gran oportunidad de ir a una de mis ciudades favoritas en este mundo.

Mi amiga y compañera de departamento Airi se iba a ser cargo de las cosas aquí en Seúl mientras que yo me iba de viaje, además... no iba a quedarse sola del todo, ya que iba a estar acompañada por su novio Taeyong.

— ¿Piensas avisarle? — preguntó mi amiga con curiosidad.

— ¿A Ten? Ni loca — solté una leve risa — No voy a permitir que nada ni nadie me arruine ese viaje, mucho menos él. 

— Quien diría que se iban a llevar tan mal después de todo — soltó Airi mientras se sentaba en el sillón.

— No es eso… ya sabes que no funcionó lo nuestro y la verdad no tengo ganas de perder más el tiempo ni de llorar por alguien como él. 

Ten y yo habíamos intentado iniciar una relación varias veces, pero había sido bastante difícil. Al principio ninguno de los dos quería algo serio, por lo que solo nos comportábamos como amigos con beneficios; todo parecía marchar bien, ninguno de los dos metía sus emociones de por medio, además cada quien hacía lo que quería con su vida. Hasta que un día nos invitaron a una fiesta a mi amiga y a mí en la que todo el grupo de chicos estaría asistiendo. 

En ese momento, todos disfrutábamos de la fiesta. Comida, música y sobre todo, el alcohol reinaba por todo el lugar y era algo a lo que a todos nos interesaba en ese momento... disfrutar del momento.

Luego de terminar la canción con la cual estaba bailando con Airi, deje que ella se vaya junto con Taeyong para que los tórtolos estuvieran juntos el resto de la noche, mientras que yo decidí ir a buscar a Ten... por lo que claramente fue una gran mala idea, ya que cuando lo encontré, lo ví intercambiando saliva muy apasionadamente con otra mujer que no era yo.

Creo que si no hubiera sido por los efectos del alcohol, mi reacción en esos momentos hubiese sido otra... pero ahí mismo, me di cuenta que mis sentimientos por Ten eran mucho más reales y el ver aquella escena no me había gustado. Decidí salir de ahí y corrí hacia la puerta del lugar, no quise preocupar a mis amigos, por lo que tomé el primer taxi que vi al pasar por la calle.

«¿Por qué tuvo que ocurrir eso allí y de esa forma?» pensé con remordimiento. «Mejor dicho, ¿por qué tuve que darme cuenta de mis sentimientos en ese momento?»

Solté un suspiro pesado y noté que mi amiga se quedó observándome por un largo rato… ella sabía muy bien lo que sentía realmente y lo que decía de boca para afuera era solamente para autoconvencerme de que ya debía superar eso, pero en mi interior, era bastante difícil. 

—Bueno, creo que no me olvido nada — dije mientras repasaba la lista de las cosas que llevaría en mi maleta. 

—Pedí comida, no tardará en venir — mencionó Airi con una leve sonrisa — Taeyong nos acompañará al aeropuerto.

—Ustedes no pueden despegarse ni un solo día ¿verdad? — reí levemente después de escucharla. Airi y Taeyong hacían una pareja muy linda, aunque a veces deseaba que mi amiga me preste más atención a mi que a él en ciertas ocasiones... pero me ponía contenta verlos ser felices juntos. Inmediatamente, noté que esta iba a quejarse en su defensa y para evitarlo hice una pregunta rápida — ¿Cuándo venderá? 

—Después de cenar — asentí para después terminar de ordenar mis cosas.

El tiempo pasó y ya los tres nos estábamos subiendo al auto del pelirrubio para poder irnos al aeropuerto. 

Al llegar, presenté los papeles correspondientes y mi boleto para abordar el avión en unos minutos. Salude a mis amigos y me dirigí a la salida correspondiente que indicaban en la pantalla con mi número de vuelo. 

Después de catorce horas de vuelo, llegué a mi destino. Algunos empleados de la empresa estaban esperándome en el aeropuerto para poder llevarme al hotel correspondiente en donde me alojaría toda esa semana. 

Los días fueron transcurriendo y todo iba genial, me sentía tan cómoda y feliz en Nueva York, podía sentir que realmente pertenecía a este lugar y que podría quedarme aquí para siempre ya que realmente disfrutaba mucho esta ciudad. Ya estando a mitad de semana, le envíe un mensaje a Airi preguntándole cómo estaba y cómo iba todo por allí. Le conté de la cena que había tenido con mi jefe y unos clientes muy importantes para la empresa, mi amiga no tardó en felicitarme por como me estaba yendo en los Estados Unidos y que intente aprovechar de la ciudad un poco.

—Lo intentaré... pero sabes que vivo trabajando — le recordé.

—Por lo menos sal a festejar el buen negocio de ayer — rió levemente.

—Tienes razón, iré a divertirme a un buen bar de por aquí —reí con ella y esta se mostró de acuerdo con mi idea.

—Bien, pero ten cuidado y no vayas borracha por la calle.

—Sí mamá — mencioné divertida para después despedirme de mi amiga y poner en marcha mi noche.

Hablé con mis compañeros de trabajo y les mencioné de la idea a la cual no se negaron. Nos preparamos todos y nos encontramos en la entrada del hotel para poder ir todos juntos al bar. Ya acostumbrada a la zona, les propuse de ir a "Terra Blues" donde no solo era un bar, sino también una discoteca en donde podríamos bailar un rato.

Al llegar al lugar, nos dirigimos a la barra para pedir nuestros primeros tragos de la noche. Mientras iba pasando el tiempo, el lugar se iba llenando de a poco hasta llegar a la totalidad de personas permitidas en el lugar. Decidí mantenerme en la barra mientras disfrutaba ver a mis compañeros de trabajo hacer el ridículo gracias a los efectos del alcohol, aunque yo no me quedaba atrás la verdad... y claramente me unía a la diversión.

Me sentía mareada y cansada, por lo que me senté en una de las banquetas y el barista me entrega un vaso lleno de cerveza sin haberla pedido con anterioridad.

—Una Stout lista — mencionó

—Debe ser una confusión, yo no pedí esto — dije intentando estar lo más lúcida posible. En ningún momento había mencionado la cerveza en esta noche y mucho menos una de mis favoritas... ¿cómo era posible?

—El chico de allí te lo envía — mencionó el hombre mientras apuntaba con su mano libre en dirección a la persona que me regaló el trago.

Mis ojos siguieron el recorrido del dedo del barista hasta cruzar mi mirada con aquella persona. Inmediatamente sentí como todo se detenía a mi alrededor, mientras que por mi cuerpo recorría un gran escalofríos al verlo... «De todas las ciudades que habían en este mundo y sobre todo, de todos los bares que había en esta ciudad cómo mierda puede pasar que Ten esté parado en el mismo lugar que yo en estos momentos»

Solté aquel vaso y mi instinto de salir afuera para escapar de ahí no tardaron, me escabullí entre las personas hasta llegar a la puerta y salí del bar con un muy mal gusto en la boca y queriendo maldecir este día con todas mis fuerzas.

«¿Por qué tenía que aparecer en un momento tan feliz para mi?»

Comencé a caminar en dirección al hotel, pero sentí como una mano tomaba mi brazo lo que provocó que me detuviera. Sabía que era él... lo sabía por ese tacto delicado de su piel con la mía y que lamentablemente aún recordaba, no quería voltearme, no quería verlo... no iba a permitirle que me arruine otro día más, pero mi corazón le hizo oídos sordos a mi cerebro y volteé. Él estaba ahí, parado con el semblante un poco serio... pero sin quitar esa característica tan dulce de él.

—¿Qué quieres? — pregunté con frialdad.

—Hola...¿no? —dice con una leve sonrisa — No volé catorce horas para un saludo así de seco.

—¿Y quien te hizo creer que yo querría verte? — volví a cuestionar.

Le dolía mis palabras... y a mi también.

—T/n... —lo interrumpí.

—No quiero saber nada de tí, Ten — sonreí ladina — Ya lo entendí todo en esa fiesta... no tienes porque darme explicaciones — El alcohol me hacía hablar y demasiado — Tampoco estoy en condiciones para tener una charla con...— Antes de que pudiera decir algo más, el pelinegro me acercó a él con brusquedad hasta que nuestros cuerpos quedaron pegados.

—Fui un tonto por no correr por tí aquél día, y no volveré a cometer el mismo error — espetó con la voz algo entrecortada demostrando tristeza en él.

—No quieras endulzar las cosas ahora... —mi posición en rechazarlo se mantenía firme, pero mi cuerpo no quería separarse de él.

—Volé hasta aquí por ti... — confesó nuevamente — quería verte desde aquel día, pero me sentía como un idiota. Cuando me enteré lo de la fiesta me sentí culpable y entendí que realmente la cagué por no hacer las cosas correctas desde un principio.

—¿De que estas hablando? — dije confundida — Solo eramos amigos con beneficios nada más, yo la cagué en meter mis sentimientos en medio y... — Nuevamente me interrumpió, pero esta vez uniendo sus labios con los míos en un suave beso, el cual me había dejado bastante atónita en el momento. Pero, no tarde mucho en reaccionar y comencé a mover mis labios a compás de los suyos.

No iba a mentir, lo extrañaba... extrañaba sus besos, sus caricias, nuestros momentos juntos y este beso estaba recobrando vida todos aquellos recuerdos que intentaba borrar tanto de mi mente como de mi corazón.

Ambos nos separamos para recobrar un poco de aire y pude notar como el pelinegro no apartaba la vista de mis ojos, logrando tener una vista bastante penetrante en mi.

—Te amo, T/n...— soltó sin filtro alguno. Mi corazón casi se escapó de mi pecho al escuchar esas palabras salir de su boca. —Te amo y no pienso dejarte ir esta vez.

—Apestas a alcohol... ¿por qué no me lo dices estando mejor mañana? —solté con una leve risa.

—Los borrachos decimos la verdad — excusó haciendo un leve puchero con sus labios. Negué divertida con la cabeza ante lo que estaba viendo

—También te amo, Ten —logré decir. Afectada por el alcohol o no, era lo que realmente sentía por este chico.

—¿Quieres dar una vuelta antes de regresar al hotel? Por lo menos para despejar un poco —asentí de acuerdo.

«Estando enamorados y ebrios en medio de la ciudad de Nueva York»

Esto era algo que sinceramente no estaba en mi planes, pero sin dudas fue el mejor imprevisto que pude vivir en esta ciudad.

Después de aquella noche, terminé mi semana y regresé con Ten a Corea del Sur para empezar nuestra relación propiamente dicha y disfrutar del otro como correspondía realmente... siendo la pareja que realmente queríamos ser desde un principio.

Sin duda alguna... me sentía mucho mejor cuando estaba a su lado.

Fin