Es raro pensarte
desde un lugar en el que ya no existimos:
este que ocupa mi mente,
aquel desocupado en mi corazón.
Es extraño recrearte cada día
en medio de estas cuatro paredes
que nunca llegaron a conocerte.
Porque a veces, si te soy sincero,
quisiera agarrar de nuevo todo el viento,
todo el ruido,
todas las letras y los poemas
los libros mis lágrimas
mis ganas de volver a ti una y otra vez
esta ciudad
y lanzártelos y hacer un puente
y hablar de nuestros miedos,
encendernos las estrellas,
saber por qué me dejaste a mitad de la avenida,
por qué razón abriste los ojos,
por cuánto tiempo vas a seguir
sin mirarme.
No, en este lugar ya no existimos,
pero en mi mente
llega a veces un destello de aquel sitio,
esa canción con la que bailamos por primera vez
y recuerdo el color de marzo
y se me quita el frío,
me doy de bruces contra ese abrigo
que ya no existe tampoco
pero con el que me sentía seguro
cada noche a mitad de los sueños
y vuelvo a imaginarme contigo.
Sí,
ya ves, estoy aquí en medio de la nada
con arena en las manos,
un desierto en la boca
y un montón de espejos rotos con recuerdos
en el pecho.
Ojalá alguna vez
hayas llegado a quererme de verdad:
las heridas en el pecho han sanado
pero todas llevan tu nombre
y eso es lo único que me queda.
why fight amongst each other about reclaiming slurs or not when we can fight the common enemy: the "cool" straight girl calling us trolos/maricones on twitter to be "edgy"
no había notado el corte en la pierna hasta que el opuesto le llama la atención. comprende entonces que el hilo de sangre era lo que le molestaba y no un posible cabello. “uno de esos estúpidos nos atacó a kaito y a mi” le cuenta. con hastío, saca un pañuelo de tela negro de su bolsillo y limpia el área de manera ascendente, la herida ya estaba casi cerrada. “¿y a ti? ¿no te han llevado aún?” consulta reconociendo que el opuesto pertenecía a los clanes devotos al príncipe y aquello podría ser tomado como traición misma a la revolución que intentaban instalar los anarquistas.