Tumgik
#luz fana
jasdiary · 1 year
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jas stop it. STOP IT. WATATSUMI ISNT EVEN FINISHED.
anyways! this is Luz “Lucy” Fana and she’s twsted from Iridessa 🫶🏻
Just a fun lil concept for her!
u guys probably won’t see her for a while until i finish with Watatsumi and take a break 💔
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impydragon · 4 months
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Print for an event I went on January! The Owl House fanart. I loved the show a lot, the finale was amazing!
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natfoe · 4 years
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Hugs
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deborarte · 4 years
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Nunca fui muy fana de Naya en particular ni tampoco de Santana, a decir verdad. Las que me leyeron durante años bien lo sabrán. Mi atención en #glee siempre estuvo situada en otra parte, aunque por supuesto la pareja de porristas siempre tuvo su lugar en Deborarte. Sin embargo, era innegable, ya desde este primer momento en que aun no sabíamos que estas tres porristas se convertirían en #theunholytrinity, la luz de esta actriz de origen latino que empezó así, por detrás, y casi sin líneas, y que se abrió camino con talento y carisma llegando a convertirse en uno de los personajes más queridos de esta serie musical que durante muchos años nos mantuvo cautivas. La Santana Lopez de Naya Rivera tuvo algunas de las mejores líneas del show, se inventó una de las storylines más comentadas y se metió en el bolsillo a todos los pastelitos. Nos hizo reír y llorar, y encima se llevó a la cama a Dianna... ¿Qué más agregar sin largarse a llorar? Chapeau, Santana! Buen viaje, Naya, ¡gracias! . ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ #naya #nayarivera #santanalopez #santana #brittana #gaysharks #diannaagron #hemo #heathermorris https://www.instagram.com/p/CCoeoOpAtb7/?igshid=o90efftuugco
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marcopolorules · 5 years
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Mi propia profecía es mi memoria⠀ Vuelvo a la habitación donde estoy solo⠀ cada noche, almacén de los días⠀ caídos ya en su espejo irreparable.⠀ Allí, entre testimonios maniatados,⠀ yace inmóvil mi vida, sus tributos⠀ de tornadizo empeño.⠀ La madera,⠀ el temblor de la lámpara, el cristal⠀ visionario, los frágiles⠀ oficios de los muebles, guardan⠀ entre sus rudimentos el continuo⠀ reflujo de los años, la espesura⠀ carnal de la memoria, toda⠀ la confluencia simultánea⠀ de olvidos y deseos que me asedian.⠀ ⠀ Mundo recuperable, lo vivido⠀ se congrega impregnando las paredes⠀ donde de nuevo nace lo caduco.⠀ Reconstruidas ráfagas de historia⠀ juntan los desperfectos del amor.⠀ (Oh habitación a oscuras, súbitamente diáfana⠀ bajo el fanal del tiempo imprecatorio).⠀ Suenan rastros de luz por dentro⠀ de la noche. Estoy solo y mis manos⠀ ya denegadas, ya ofrecidas,⠀ tocan papeles (este amor, aquel⠀ sueño), olvidadas siluetas, vaticinios⠀ frustrados.⠀ Allí mi vida a golpes⠀ la memoria me horada cada día.⠀ Imagen ya de mi exterminio,⠀ se realiza de nuevo cuanto ha muerto.⠀ Mi propia profecía es mi memoria:⠀ mi esperanza de ser lo que ya he sido.⠀ ⠀ José Manuel Caballero Bonald⠀ & Julio Larraz @juliolarrazstudio (artist)⠀ ⠀ #art #portrait #portraitart #portraiture #portraitpainting #oilpaint #oilpainting #oiloncanvas #painting #contemporary #contemporaryart #contemporaryartist #contemporarypainting #newcontemporary #modernart #modernpainting #artgallery #contemporaryartgallery #visualart #visualartist #figurative #figurativeart #figurativepainting #artcollector #undergroundart #artgram #artdaily #instaart #vagabondwho #marcopolorules https://www.instagram.com/p/Br4tWX5jhjM/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=11291bvgqml7r
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marxisthayduke · 5 years
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día con tomi, adjunto serie de fotos.
1 - pasillo con atrapasueños y perra, calle Blamey Lafore. un zaguán de los ochentas, me gustó darme cuenta de que tomi, quien creo que tiene una vida muy poética y a quien le pregunté alguna vez si creía tener una vida poética y me dijo que no, que le gustaría tener más plata, me gustó darme cuenta de que vivió, desde que lo conozco, hace siete años ya, en una casa con zaguán, con lo que me gustan a mi los zaguanes y es lo poco bueno que le queda a guemes soho, por donde anduvimos en bicicleta con el tomi ayer a la tarde, trayecto que terminamos desencontrándonos en la puerta de su casa, en ese pasillo, y digo desencontrándonos porque yo estuve diez minutos esperándolo en la puerta, él dio vueltas en el centro buscándome, me esperó en la puerta de mi departamento pensando en que habíamos acordado eso, me atendió preocupado cuando lo llamé para avisarle que lo estaba esperando en la puerta, que me había hecho amiga de su perra.
2 - perra, cuerpo entero con gesto. Lo primero que le pregunté a la perra cuando me di cuenta de que iba a tener que esperar bastante y después de haber llamado varias veces a la puerta era si vivía en ese pasillo o si dormía adentro. miré el pasillo, a la izquierda la pared tiene apenas un metro y medio una reja flaca tapa a medias el patio de la casa de al lado, con la ropa tendida. hay un atrapasueños, y hay una canilla de bronce colgando alto en la pared derecha, increíblemente práctica, hermosamente esbelta. no quise insistir mucho en tocar la puerta porque el padrastro de tomi es policía y, creo, un poco violento, y pensé que si veía a un morocho desconocido y visiblemente drogado con porro o con fana no dudaría en bajarme de un tiro, precaución nueva ante el hecho de que hoy se vale menos que lo que guarda la gente adentro de su casa, o de lo que guarda un policía, al menos.
3 - colección de guitarras de tomi. Tomi tiene una pieza grande que comparte con su hermana, la mitad del lugar es blanca y rosa y la suya toda con colores oscuros, recién me doy cuenta. la parte de tomi me gusta: es la más alejada de la puerta, tiene una mesita de luz con un montón de papeles encima, un bolso en el piso, un amplificador; un armario grande, y las tres guitarras colgadas en la pared, como en un museo o un cuartel de guerra. me acuerdo de alguna vez que vi a tomi tocar la guitarra, y las veo ahora en reposo: de estos tonos futuros polvos, hurto en un pensamiento.
4 - BlackBox logo, témpera sobre tela, aprox 45cmx45cm, 2015. Arriba de la guitarra central está apoyado este cuadrito, que pintó tomi hace unos años y que pensó para la tapa del disco de su banda del momento. no sé si es malo o bueno, me imagino a tomi defendiéndolo como una tapa onda pink floyd cubista. 
5- desde que la etnografía cambió radicalmente la forma en la que interpreto mis propias prácticas culturales pienso que mi zona, comprendida por unos cuatro barrios de zona sur, la gente del barrio, mi grupo de amigos, lo que compartíamos, lo que todos hacíamos inmersos sin saberlos en la inercia barrial y familiar, a su vez en la inercia económica, a su vez en la inercia mediática, regurgitando el cambio de paradigma político y reconfigurando sui generis nuestros gustos y consumos sociales y socializables y que de hecho sostuvieron buena parte de los lazos de amistad con mis amigos -pienso en el vicio, fundamentalmente- son los causantes de que, en un momento de ayer a la tarde, cuando habíamos vuelto de la casa de tomi a mi departamento, tomi quisiera mostrarme su computadora y no sólo su computadora en cuanto actualizada máquina de alienación profunda y masiva, en cuanto generación octava de procesador, en cuanto fondo de pantalla con un dibujo de anime que le gusta, en cuanto pagada tres cuartos por él un cuarto por su abuela, sino también en cuanto soporte de otra simbología específica que es la de los stickers, entonces tomi me mostró orgulloso su sticker con el billete de dos pesos, también un intento de recuperarlo tras la devaluación macrista, y yo pensé el capitán beto, y lo dije, y tomi dijo ¡sí, el capitán beto, mitre!, y después, haciendo la tarta, un poco porque después de haberme mostrado el sticker del astronauta depreciado yo comenté cosas sobre lo mal que estamos y tomi fue acordándose lentamente de que afuera, en la calle, en la calle donde hace una semana vi una chica trabajando en la esquina un martes a las once de la noche, la calle donde los del kiosko empezaron a apagar la heladera, donde robaron dos ruedas de auxilio en 72hs o donde ocuparon una casa y desalojaron otra más abajo, y mientras hacíamos la tarta, entonces, pudimos hablar y acordar que tanto su abuela como la mía habían podido jubilarse de amas de casa, o que habíamos compartido escuela con chicos que eran los primeros egresados del secundario de la familia, o que difícilmente la gente que él creía conocer tenía hijos para vivir de planes porque ni con siete planes, como la chica que tomi conocía y de la que se quejaba, se puede sostener a siete hijos, y encima haberlos amado en la panza y amarlos después y encima sentirse realizada y dedicarse tiempo para ella y hacer de la casa un espacio energécticamente limpio y tratar de comer menos harinas y actividad física tres veces a la semana,  comprarle los botines a los nenes, ayudarlos con la tarea, querer coger siempre, querer amamantar siempre, querer ir siempre a comprar a un negocio con tres chicos y ser una madre amable y atenta, y tomi se dio cuenta de que estábamos hablando de una chica que él creía conocer y que en algunas cosas le hizo acordar a su mamá, que había dejado un curso de peluquería cuando quedó embarazada de él, que hoy me quiso regalar un cajón con platos hondos porque cuando yo le conté, riéndome, que me había separado y quedado sin nada en el departamento, lo que es una absoluta exageración, ella se apiadó de mí, como madre que reflejó en mí un poco a su hijo, y salió corriendo a buscar los platos que agradecí pero no acepté, muchas gracias, en el camino de vuelta sentí que me estaba desangrando por el culo y tuve que entrar al baño de una lomitería a limpiarme y pedir que llamaran a un médico, pero no tenía nada, nada más que miedo.
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paulaalbertiblog · 7 years
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Albert King - King Albert
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Sé que Cachu es fana de Albert King, por lo que postea en su Facebook y porque varias veces nos enganchamos hablando de m��sica. Sabe que trabajé con él cuando vino a tocar a Buenos Aires en 1992 porque lo conté varias veces. El sábado en la boletería de Teatro Vorterix nos entusiasmamos haciendo un ranking de sus mejores discos. En mi lista estaban I Wanna Get Funky, Albert King - King Albert, todos los del sello Stax y uno en particular que se llama New Orleans Heat, porque se puede apreciar su veta más funky y salvaje y además porque fue uno de los primeros LP que compré en Showco, una casa de importados que quedaba en Cabildo y Echeverría. Cuando dobló el colectivo por la esquina de Federico Lacroze trataba de sintonizar YouTube en mi celular. Por suerte conseguí asiento y entonces comencé a buscar los temas de Albert que más me gustaban. Descarté el terrible In Session que grabó junto a su fan número uno Stevie Ray Vaughan, porque no iba a aguantar el 4G de mi plan y además porque dura hora y media. Después de elegir entre tantos, encontré el indicado para cubrir el recorrido Colegiales – San Isidro y le di play.
En 1991 la manager de Durazno de Gala se llamaba Irene Sadak. Una mujer de cuarenta años, rubia, dentadura prominente. Se había asociado a Roberto el dueño de Oliverio Jazz & Blues, un sótano que quedaba en Paraná y Corrientes al que íbamos porque tocaban bandas nacionales y porque había zapadas larguísimas que duraban hasta la madrugada y eso nos divertía mucho. Una noche estábamos con Dafne, mi amiga y en ese momento mujer de Botafogo, en una de las mesas del bar, tomando cerveza, comiendo maníes de cáscara. En un momento Irene le comentó a Botafogo que pensaban traer a Albert King en mayo, los escuché perfectamente. Era la época del resurgimiento del blues. Unos meses antes BB King explotaba el Luna Park con un cartel de Sold Out. Nosotras habíamos estado ahí, en los camarines como invitadas. Y fue todo un acontecimiento. Aunque me gustaba BB King, para mí los grosos eran Albert y Freddie, muerto de una úlcera en 1976. -Haceme un favor. Andá y como quien no quiere la cosa averigua si es verdad que traen a Albert King. Dafne se paró enseguida. Encaró a Irene que estaba cerca, conversando, haciendo cuentas con una calculadora enorme. 
-Ustedes traen a Albert King? Me di cuenta que era verdad porque se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja mientras se acercaba a la mesita inundada de cerveza, cáscaras de maníes y tres paquetes de puchos de distinta marca. A los dieciséis años soñaba con verlo y se lo pedía a Dios todas las noches. Miré a Dafne a los ojos y le dije seriamente: -Nosotras tenemos que estar ahí.
-Le pido entradas a Irene? -No, no entendés lo que te quiero decir. Nosotras tenemos que estar ahí en los camarines. -Y cómo vamos a hacer? -Decile que le hacemos el catering. A Dafne la idea le pareció genial. Entonces fundamos nuestra pequeña empresa: “Blues Lunch”. Cuando recibimos el fax con las exigencias de los músicos, no nos costó demasiado organizarnos porque trabajábamos duro. Invertimos plata en vajilla, copas, manteles. Nuestro servicio iba a ser personalizado. Pensamos en algo que nos diferenciara del resto - nada de plástico, nada artificial - y comprendimos que a los músicos les encanta estar “como en casa”. Entonces arrasamos los domicilios de nuestras familias y amigos. Nos llevábamos lámparas, alfombras, todo lo que diera ambiente.
Llegué temprano a la casa de Dafne el primer día de show. Las nenas dormían en el piso de arriba. Había cáscaras de frutas desparramas en la mesada de la cocina. Andrés, el hijo más grande que en ese momento tenía trece años y ya tocaba la batería, guardaba en su mochila una carpeta enorme. Me pidió que lo acompañara a la escuela y salimos en el Ford Falcon amarillo que Dafne manejaba a toda velocidad. Cuando llegamos a la ORT eran como las ocho de la mañana. Andrés nos saludó levantando su regla T, se perdió entre una multitud de adolescentes vestidos con jeans y zapatillas.
Paramos en un supermercado a comprar algunas cosas que hacían falta. Ya teníamos todo lo demás ordenado en el baúl. Cuando llegamos al Gran Rex estaban bajando los equipos. La avenida Corrientes lucía pálida ese viernes. No había estado muchas veces a esa hora por ahí y me sentí como una nena a la que llevan por primera vez al centro. Mientras miraba el horizonte asfixiado de edificios, bares y a los autos y colectivos que avanzaban juntos, vislumbré a Buenos Aires como una ciudad imponente. Levanté la vista hacia la marquesina del teatro. Un cartel enorme anunciaba que estaba “El Mejor Blues del Mundo” Albert King & Taj Mahal: 8, 9, y 10 de Mayo. Sentí miedo y alegría al mismo tiempo, un poco de angustia me encapsuló la garganta. Tardé unos segundos en darme cuenta que era una privilegiada y entré envalentonada con la credencial colgada sobre el pecho como una medalla de honor. El ordenanza nos mostró los camarines. El de Albert era el principal. Un espejo con bombitas de luces alrededor del marco colgaba de la pared. Olía a humedad y no había ventanas para abrir. Entonces pasamos Pinolux y comenzamos a transformar ese sucucho en un living, un lugar acogedor donde pasar los días de gira. Ubicamos a un costado la lámpara de pie Art Decó, la alfombra a los pies del sillón de cuero verde, el jarrón azul con flores blancas. Las tollas y toallones acomodados en el placard empotrado, las gaseosas y cervezas Budweiser en la heladera. Armamos platos de fiambres y frutas. Prendimos velitas con aroma a vainilla.
La gente de producción y los plomos estaban encantados con la ambientación. Es que nosotras éramos buenas amas de casa y además amantes de la música. Dimos los últimos retoques durante la tarde y nos vestimos en los camarines de arriba que eran incómodos. Cerca estaban los amigos de Memphis La Blusera, la banda nacional que abría los shows.
Los músicos de Albert y Taj Mahal fumaron porro nacional en la prueba de sonido. Eran unos negros muy capos. Tocaron como si nada un tema funky y se nos puso la piel de gallina. Mientras nosotras servíamos café, Coca Cola “regular” o le preparábamos esos típicos sándwiches norteamericanos de atún, ellos se reían a los gritos. Había conocido a Albert y a Taj en la conferencia de prensa organizada el día anterior por Fernando Basabru, un periodista de la revista Expreso Imaginario con el que inmediatamente pegué onda, pero igual estaba muy nerviosa. La gente comenzó a llenar el teatro. Es un ritual que eriza la piel. Los acomodadores entregaban el programa y nos dimos cuenta que figurábamos en los créditos. Las butacas eran de terciopelo, igual que los cortinados. Parecía el Titanic, madera lustrada desde planta baja hasta las dos bandejas de arriba. En nuestras credenciales figuraba el texto ALL ACCES, así que podíamos ir a cualquier parte. Recorrimos el Gran Rex como si estuviéramos buscando un fantasma. 
Estaba todo preparado a las siete de la tarde. Las luces encendidas de los equipos titilaban como manchas difusas sobre el escenario. De pronto nos vinieron a buscar para decirnos que estaba llegando Albert. Nos paramos al costado del camarín. Me temblaban las piernas. Casi me desmayo cuando lo divisé entre la comitiva con su gorra de béisbol y un traje claro. Era muy alto, medía más de metro noventa. Después de unos minutos nos hicieron pasar. Encaró Dafne porque ella hablaba inglés perfectamente. Estaba muy elegante, sentado en el sillón verde de cuero. Tenía los pies apoyados en el butacón. Levantó la vista y su manager, una mujer blanca y rubia, que había sido la esposa de un mafioso de Las Vegas, una especie de Sally Conforte del blues, nos presentó y él sonrió amablemente. Mordía con el premolar de oro su pipa azul de lunares rojos. Lo envolvía un halo de humo y luz opaca. Sentí un sacudón en el cuerpo. Tuve miedo de desmayarme y apreté con fuerza mis muslos para contener la emoción. Cuando adelantó su mano para saludarme yo estaba volando. Un apretón sincero me devolvió al camarín, a ese sector del teatro. Minutos después salió con su guitarra Flying V color fuxia colgada al hombro. El cuello de la camisa sobresalía la solapa de su traje a rayas. El teatro se vino abajo con los primeros acordes de Born Under A Bad Sign.
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planetadeloszombies · 11 years
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PLANETA DE LOS ZOMBIES [snippet]
1
-Son las nueve de la noche en Buenos Aires y estamos acá junto a ustedes para brindarles la mejor y más completa cobertura de este grandioso mundial que estamos viviendo juntos, a través de la pantalla de Saranga Y Competencias. ¿Cómo se imagina usted esta final, Niembro?
-Antes que nada buenas noches Mariano, ambos equipos llegaron a la final lo que demuestra que son los mejores, ¿no? Porque a la final llegan los mejores y tanto Brasil como Argentina merecen estar en el podio no solo por las brillantes actuaciones que han tenido en este certamen sino por la trayectoria que ambos países tienen en este deporte que, podemos decir, ya es ícono de las naciones que, digamos,  hoy se enfrentan en este campo verde, muy verde, muy lindo la verdad, muy bien cuidado muy prolijo. Hay que reconocer lo bueno cuando uno lo ve en un vecino, eh, y hay que decirlo: tenemos mucho que aprender, tenemos mucho que aprender de nuestros vecinos brasileros que han hecho de este mundial uno muy bien organizado, muy detallado, impecable la organización, realmente para destacar el  trabajo que han hecho nuestros vecinos brasileros.
-Realmente muy lindo todo, muy lindo el pasto como bien decís. Nos espera una final impactante entre estos dos equipos de excelent��simo nivel que se enfrentarán en breves, brevísimos instantes…
Desde el sillón, Carlos masticaba una papafrita cuando se dio vuelta buscando al gordo que estaba en la cocina.
-¡Che, gordo! ¡dale que ya arranca! ¡Traé la picada que te vas a perder el himno!
-Traaaaanqui papaaa, andá prendiendo un churrito que en cualquier momento despega la nave del placer culinario.
-Qué lindo sos, gordo, el cocinero de mi vida ¡Pero igual vení que está por empezar!
-¡Ahí voy, ahí voyyyyy! ¡Servime un vasito de birra y andá abriéndole paso a la Nave Nodriza del Sabor que ya saleee!
El gordo siempre andaba bien combinado. Vestía su pilcha de entre casa cada vez que practicaba su arte. Decía que la comida sabía mejor cuando quien la preparaba estaba en armonía, y que para eso nada mejor que la ropa de entre casa. Tenía puesto su buzo norteño que se compró alguna vez que viajó a Jujuy a ver a Racing, unas altas llantas que llevaba a todos lados porque decía que le daban buen apoyo y una gorrita que era como hubiera sido la boina del Che si hubiese sido gorra. Es decir como la Fidel. Siempre le gustó la ropa deportiva, muy fana de la Acadé y el fútbol. Era de los que seguían el torneo como si de eso dependiera su vida. En el barrio era el encargado del prode; un tipo responsable, metódico. De vez en cuando se mandaba sus mocos, pero siempre con estilo. Pasa que siempre fue el gordo; y siempre estuvo todo bien con el gordo porque es el gordo, de esos buenos tipos que por sobre todas las cosas son eso: buenos tipos.
Entonces el gordo se dio vuelta y de ahí en más todo pasó en cámara lenta. El giro, la tabla de picada sumida en un delicioso degradé de amarillos quesos y rojizos fiambres flotando lentamente hacia el sillón y la tele. El buzo norteño, la barba de tres días y esa sonrisa de quien acaba de desplegar su magia sobre leche, carne y noble madera como si fuese una especie de Jesús. “Abran paso a la Nave Nodriza del Sabor”, dijo, y la baba de Carlos y Miguel formaron hilos que eran sogas liberadas de sus bocas, que eran helicópteros yankis sobrevolando Viet-Nam y todo se volvió un enchastre de baba en el piso ya sucio de la fiesta de anoche.
Todos querían al gordo.
2
Mientras tanto en la Casa Blanca…
..Sí mi amor, termino de autorizar estas escuchas y lo saco a Bobby a dar una vuelta. Sí querida, ya termino con esto y lo saco. Sí mi amor, me fijo que haga caca también.
-Disculpe, señor presidente…
-Ahora no, General, estoy al teléfono con mi mujer.
-Permítame insistir, señor presidente, pero la seguridad nacional está en juego y necesitamos que convoque una reunión de gabinete ya mismo.
-¿Pero usted no me escucha cuando hablo? Le dije que estoy hablando con mi mujer, y si no saco al perro me va a cagar toda la cocina ¿y después quién va a juntar los teresos? ¿Usted?
-Señor presidente, si el futuro de nuestra Nación depende de que levante un par de soretes, cuando su perro haga sus necesidades me avisa y voy y le junto la caca, señor presidente.
-Bien. A los batitubos.
Salieron de la oficina presidencial y se dirigieron por los pasillos del tercer piso de la Casa Blanca hasta llegar al ascensor. Apretaron el subsuelo y las puertas metálicas se abrieron y cerraron al instante. A pesar de lo rápido que se iba, el movimiento del ascensor era casi imperceptible. Las paredes tenían espejos con marcos de madera bañados en oro y una alfombra roja que transformaban a cualquiera que entrara en James Bond. De fondo sonaba una Quando, Quando, Quando, y por un momento todo pareció ocurrir en un crucero del caribe de esos que tienen casino y lujosos ascensores. Segundos más tarde las puertas se abrieron en el piso -13. Allí estaba la parada del tren subterráneo que comunicaba los nodos clave del imperio yanki. “Piso-menos-pii”, dijo el ascensor, que era mujer y que tampoco estaba a salvo de la censura. Las puertas se abrieron y ambos corrieron hasta el tren tren bala que los llevaría directo al Pentágono luego de unos breves comerciales.
El tren presidencial avanzaba velozmente alargando todo lo que se veía por la ventana. Luces intermitentes iluminaban el túnel sideral. Para los terrícolas como nosotros, muy abajo es parecido a muy arriba: oscuro, frío, desconocido y repetitivo. El túnel se sucedía a sí mismo y el ruido fum fum fum de los módulos de concreto que pasaban uno después de otro por la ventana todos iguales y grises y casi que no se veían pero se sentía el fum fum fum en la oreja que te envolvía, y ese era el ruido de la velocidad, y era sorprendente cuán fácilmente toda esa locura podía pasar desapercibida.
En la mesa había una taza de café que nunca se movió.
3
La reunión se llevó a cabo en el Salón de la Guerra, así le llamaban al cuarto donde se trataban aquellos temas que comprometían la Seguridad Nacional, aunque ahí todos sabían que se trataba de preservar el orden social tal y como se conocía y, con el poder de meter bomba donde pinte con un par de apretones de manos, poco tenía que ver con el concepto de seguridad. El cuarto era enorme y lleno de nada. Paredes y un techo y un piso que encerraban un vacío casi metafórico. No había nada excepto por una pantalla gigante y una mesa igualmente gigante y redonda donde se sentaban los altos cargos del gobierno. La pantalla, también gigante, era cóncava y HD, con tecnología LED y TOUCHSCREEN y la que se viene también. La luz la daba un círculo de tubos bajo consumo de luz blanca que iluminaban la mesa y las caras, pero no detrás. El resto era oscuridad y así tenía que ser; porque la frula se cortaba ahí, no en otra parte.
Entraron y la tensión estallaba en silencio. El primero en hablar fue un hombre con un guardapolvo blanco que decía “NASA” en el pecho, pero la leyenda no alcanzaba a leerse por culpa del cartelito que le daban a los visitantes en la entrada.
-Señor presidente, tenemos un problema con uno de nuestros satélites espía, el KPx37. Según las últimas lecturas de radar, el satélite ha sufrido un impacto de chatarra estelar y se ha desviado de su órbita original. -En el fondo se podía ver la pantalla sobrevolando una maqueta satelital de alguna parte del mundo. -Según Google Maps, se espera que impacte en las coordenadas -34.569341,-58.497246 en los próximos minutos, por lo que debemos actuar con urgencia si queremos evitar la colisión. -Dijo el joven de guardapolvo, tratando inútilmente de mantener la calma.
-¿A qué se refiere con chatarra estelar?
-Basura, señor presidente, del espacio.
-Mhm… y, exactamente, ¿qué quiere decir con actuar urgentemente?
-Ahora mismo, señor. No debemos perder ni un segundo más! Si usted me da el ok, entonces ya mismo…
-Momentito, momentito… ¿usted me dice que hay basura en el espacio? -interrumpió el presidente, genuinamente preocupado por la situación ambiental.
-Sí señor presidente
-¿Y por qué hay basura en el espacio?
-Porque nosotros la tiramos, señor presidente.
-¿Y me quiere decir por qué tiramos basura al espacio?
-Porque es más barato que tirársela a los chinos, señor presidente.
-Aaahhh… estos chinos y su estúpido kung fu, -reflexionó -… ¿Y cuánto tiempo dice que falta para que choque este satélite que me cuenta?
-Cinco minutos, señor.
-¿Y qué sugiere para evitar el impacto, señor… -achinó los ojos para alcanzar a leer el cartelito que llevaba colgando del guardapolvo -… ¿Visitante?
-El tiempo es escaso, pero de actuar en este instante existe una posibilidad. Podemos utilizar el Rayo de la Muerte.
El Rayo era un arma de última tecnología, capaz de concentrar una inmensa cantidad de energía en un punto muy lejano, produciendo algo así como como un rayo eléctrico, y que había sido desarrollada en secreto por el gobierno yanki durante la guerra fría, luego de robarle el invento a un serbio de muy buenas ideas y de apellido Tesla. El plan consistía en impactar el satélite y hacerlo volar en pedazos para evitar que colisione contra la Tierra y ponga en peligro la seguridad del imperio. Nadie quiere que se le caiga un satélite espía, pero, antes de que caiga en un país ajeno, mejor hacerlo mierda en el espacio.
-La única consecuencia negativa -continuó el científico -es que se interrumpirá el servicio de telecomunicaciones por unos minutos, una consecuencia anecdótica si consideramos la masiva filtración de información que tendremos que afrontar de ocurrir el impacto.
El presidente puso cara de serio y se llevó la mano a la barbilla en un gesto de reflexión.
- ¿Y por cuánto tiempo estaremos sin tele?
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latikobe · 7 years
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Zoé Valdés: “Mi generación es un producto del odio”
Zoé Valdés (quien.net)
MIAMI, Estados Unidos.- La escritora cubana radicada en Francia, Zoé Valdés, afirmó en Miami (EE.UU.) que los exiliados como ella no han podido “lavar” el odio, algo de lo que sí han sido capaces personas que estuvieron hasta 20 años en las cárceles castristas.
“Duele decirlo. No es nada positivo. Es una dicotomía porque al mismo tiempo en que es sano, no es positivo. El odio que tengo es producto de la enseñanza que me tocó en las escuelas de Cuba, hubiera o no querido, porque mi madre, mi abuela y mi tía trataron de que no me perforara esa enseñanza”, dijo Valdés durante una entrevista con Efe.
La creadora de exitosas novelas como “La nada cotidiana” (1995) o “Te di la vida entera”, finalista del Premio Planeta en 1996, viajó desde París, donde vive hace 27 años, para guiar en Miami una charla sobre la actualidad de Venezuela.
“Lo primero que nos enseñaron fue a odiar al capitalismo, al imperialismo, a los americanos; todo era odio. Mi generación es un producto de eso”, sostuvo la autora y recordó cómo hubo un tiempo en el que se aisló dentro de su propio país.
“Puse doble cerrojo, rejas. Odiaba a la presidenta del Comité (de Defensa de la Revolución, organización política creada al principio del proyecto castrista para vigilar a las personas); odiaba todo y esto lo cuento en ‘La nada cotidiana'”, recapitula la cubana.
Al mismo tiempo, entiende que personas que estuvieron 20 años en la cárcel por razones políticas manifiesten que no sienten odio, como es el caso de los “plantados” Ángel de Fana y Ernesto Díaz Rodríguez, que hoy viven en Miami y estuvieron a su lado durante el conversatorio.
Por “plantados” se identifica en Cuba a los presos políticos que se niegan a acatar las órdenes de sus carceleros y a llevar el uniforme reglamentario.
“Los entiendo porque ellos se estaban sacrificando en la prisión, y ese sacrificio les lavaba el odio, pero nosotros que salimos al exilio no pudimos lavarlo”, dice la reconocida artista.
A una pregunta de qué espera ahora de Venezuela, Valdés expresa que “la gente seguirá saliendo a las calles a dar la vida, sobre todo los jóvenes, porque aquel es un pueblo muy valiente, de mucho impulso y uno de los primeros en declararse libre de la esclavitud, un pueblo que lideró durante siglos los movimientos libertarios en América Latina, con Bolívar a la cabeza”.
Valdés, que dice trabajar al mismo tiempo en varios proyectos literarios “para descansar de un tema cuando está muy cargado”, fue quien ideó la charla de Miami.
Aquí recibió el apoyo de las agrupaciones del exilio cubano Patria de Martí, Plantados hasta la Libertad y la Democracia, y Alpha 66, además de amplia presencia de venezolanos residentes en la ciudad del sur de la Florida.
“Había que preparar algo para que estuvieran escritores, presos políticos, gente que ha sufrido en carne propia la persecución, las torturas y la prisión y que esas voces se encontraran”.
“Organizamos este conversatorio para que se recuerde que todo lo que está pasando en Venezuela ha sucedido en Cuba. Queríamos recordar el enfrentamiento que hubo en el Escambray (un episodio de lucha armada entre gobierno y opositores a la entonces naciente revolución cubana, que el castrismo denominó “lucha contra bandidos”)”, subrayó.
“El tiempo ha pasado y el pueblo cubano se robotizó. Hoy es un pueblo sin alma. Una de las cosas que hace el totalitarismo y el comunismo es extraer el alma de los ciudadanos”, amplía la prolífica narradora y también activista por los derechos humanos.
“Cuando lo único que te interesa es la sobrevivencia, o sea, comer lo que te toca por la libreta (cartilla de racionamiento), y no sientes deseos de leer un libro o de ir a un museo porque el día a día es un infierno, todo eso es un indicador de que el ciudadano no tiene alma”, asegura la escritora que en 1995 solicitó asilo en Francia y quien en estos días ha escrito en las redes sociales: “Venezuela, tu dolor me hace tu hija”.
Valdés, que dice no pertenecer a partido político alguno y sentirse completamente libre, adelantó a Efe que tras sus más recientes libros de narrativa (“La Habana, mon amour”, de 2015, y “La noche al revés”, publicado en 2016, ambos con la editorial Stella Maris) saldrán dos novelas, una erótica y otra histórica.
La novela erótica “La salvaje inocencia” está originalmente escrita en español, pero verá la luz primero en una traducción al francés y saldrá en 2018 por el sello Flammarion-Arthaud.
En la otra llevaba trabajando 25 años y versa sobre personalidades de la historia de Cuba “que han sido borradas”.
“Tiene título, pero mi agente me ha dicho que no puedo darlo todavía porque no hemos conseguido editorial”, declara la autora.
“Es una novela histórica inspirada en Batista. No es una biografía”, dice sobre Fulgencio Batista Zaldívar, gobernante cubano con dos mandatos, uno electo que cumplió entre 1940 y 1944, y otro de facto, entre 1952 y 1959.
“Se van a aclarar muchas cosas que fui encontrando en libros escritos por él mismo, así como en otros que se publicaron en los años 40 y 50 por personas que han sido borradas de la historia de Cuba”, finaliza Valdés.
(Jorge Ignacio Pérez/EFE)
Zoé Valdés: “Mi generación es un producto del odio”
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martafelipe · 7 years
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Doçura da Hora 🕰
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Simplesmente adoro ler poesias. O silêncio impera em meu reino! 👑 Simplesmente adoro ler poesias. O silêncio impera em meu reino! 👑 Doçura da hora décima oitava Doçura de luz que se fana… Silêncio: Chega a hora décima nona. 🕰 Adoro ler Drummond.💕
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