Tumgik
#manos secas
bodyboxspain · 11 months
Text
Tumblr media
¡Cuida tus manos con la crema reparadora de Clenosan! 🙌🏽
Su fórmula con un 2% de urea, glicerina, hamamelis y centella asiática te ayudará a restaurar la suavidad y la hidratación de tu piel en un instante ❤️‍🩹
Creada especialmente para cuidar de las manos secas, castigadas, agrietadas o enrojecidas.
Pruébala con tu Bodybox #OctubreRosa🎀
0 notes
spidersinmysoup · 1 year
Text
Shout out a mi cuñado que se arremangó las mangas cortas para lavar los platos ✊🙂
0 notes
miskhalie · 7 months
Text
Una noche más-Matías Recalt x Reader.
Pairing: Matías Recalt Advertencias: smut, sexo sin protección, rollo de una noche.
Era una de esas noches en las que Matías te llamaba, te decía que no podía soportar ni un minuto más a su novia y que se moría por verte. Ya no era la primera vez que ocurría, en esta semana. Sabías lo que eso quería decir: Quería otra noche contigo.
¿Qué era más duro si saber que nunca seria tuyo o saber que siempre le dirías que si? No lo sabías, pero esta noche no pareció afectarte. Llevabas unos días cansada, con ganas de desahogarte del trabajo y de los mundanos obstáculos de cada día. Además también ibas un poco cachonda debido a que Matías te tentaba cada día al enviarte un mensaje de lo bien que se lo pasaba contigo.
Sabías que Matías estaba en una relación abierta y que no había problema en ello, pero siempre te acababas compungiendo por ello. Pero, ¿y si esta noche te dejabas llevar y disfrutabas del sexo casual que te ofrecía ser la nueva enamorada del actor?
Decidiste ponerte un conjunto sexy, con seda y encaje que hacía que tu cuerpo pareciera más delicado de lo normal. Te aplicaste una crema que hacía que tu piel fuera terciopelo al tacto y, finalmente, te despeinaste un poco así como a él le gustaba. Pero para parecer menos interesada, como la diosa inalcanzable que eras, sobre la lencería te colocaste una camiseta que había dejado la noche anterior. Como si solo estuvieses de chill.
Oíste un coche, las luces del coche estaban apagadas aun siendo de noche. No vivías cerca, pero tenías ese código para reconoceros. Así pues, aparcaba y salía del coche a un paso calmado, sin preocupación. Había estado antes aquí. Ya te había visto desnuda y no era nada fuera de lo usual. O eso creía él.
Tenía una llave para emergencias, y si hubiera sabido que le esperaba lo hubiera considerado una emergencia. Lo esperaste en la cama, para aportarle misterio.
- ¿Nena, adonde estás? - preguntó una vez dentro de la casa.
- Sigue mi voz. - lo retaste.
Matías sonrió. ¿Qué estaba ocurriendo esa noche?
Se quitó la chaqueta y la dejo sobre el sofá. Por el camino cayeron sus zapatos, sus calcetines y una sudadera que llevaba encima de una camiseta ancha. Giró por el pasillo y te vio recostada sobre la cama con ese conjunto que nunca te había visto y te quedaba tan bien. Al verte, se lamio los labios como un lobo hambriento. Te iba a comer entera.
- ¿A que se debe tanto erotismo? - se sentó en la cama mientras te levantabas a masajearle la espalda de forma seductora.
- ¿Y porque no hacerlo? - le susurraste al oído. Un escalofrío recorrió la espalda del chico. Se le escapo un suspiro y se volvió a lamer los labios. De repente, tenía la boca seca. Se sentía como si fuera su primera vez de nuevo.
Te acercaste a su lado y tus pechos se movieron ligeramente, apretándose un poco debido a tu brazo. No eras tan inocente, sabias perfectamente que estabas haciendo. Tu cabello caía como una cascada sobre tu pecho y tu espalda. Matías se volvía loco con solo mirar tu cuello desnudo, tu clavícula marcada y tus pechos redondos y suaves.
- Puedes tocar si quieres. - le ofreciste un vista aún más tentadora de tus pechos, inclinándote hacia él. Definitivamente su novia no lo recibía así para tener relaciones.
Alzó la mano hacia tu pecho, pero antes de colisionar piel con piel, unió vuestros labios en un beso suave y lento que iba siendo cada vez más explicito. Masajeaba tus pechos sobre el sostén, no obstante, gruño frustrado y metió la mano por debajo. Te derretías con su tacto pero no podía ser, hoy te tocaba seducirlo, no al revés.
Lo tumbaste y te quistaste el sostén para colocarte sobre él. El contacto de piel con piel hizo que tus pezones se volvieran duros y Matías lo notara. Apuró los besos como si fuera un hombre hambriento, de ti, y cada vez eran más húmedos, más apasionados y más sucios. Tu boca no era lo único húmedo en el momento, lo que hacía él te encantaba, pero no era el momento de que te sedujera, sino que tu lo hicieras por él.
No dudaste al quitarle los boxers, y empezar a darle un ritmo continuo a su verga. Matías abrió los ojos sorprendido por tu iniciativa. Pero se sorprendió aun más cuando incorporaste tu boca al trabajo.
Bajo de ti, él temblaba, se escurría, se contorsionaba. No podía aguantar tanta fuente de placer, y más cuando no lo había conocido de ti. Rápidamente, sus dedos se colaron por dentro tus bragas y con solo rozarte, suspiraste entrecortadamente. Mojó sus puntas en tu agujero y cubrió la zona con tus jugos. Masajeaba la zona al mismo ritmo que tu le dabas. Él no podia aguantar el ritmo y tú tampoco.
Pronto la ropa sobrante se fue, por lo que solo os queréis tocar y frotar el uno con el otro.
- Nena, dejame entrar o me voy a correr como un gil. - jadeó viendote demasiado profundo en la pasión del momento.
Se acomodó dentro de ti y embistió suavemente para que te adaptaras. Pero tu ya estabas con los ojos en blanco, agarrandote a su espalda con tus uñas. Tus gemidos eran intensos y Matías no podía resistir los suyos al oírte. Era más vocal que otras veces.
- Más, Matías, más. - estabas fuera de si, su pene rozaba el punto mas sensible dentro de ti.
Matías empujó más, casi sin poder controlar su lujuria o la situación. Dejó escapar un gruñido fuerte y le temblaron los brazos que lo apoyaban sobre ti. No podía aguantar más. Tu lo apretaste, llegaste a tu climax con un gemido obsceno y temblor en las piernas. Él no se contuvo más. Gritó tu nombre y se vino.
Se cayó sobre ti y lo abrazaste con brazos y piernas. Jadeaba como si hubiera hecho un triatlón.
- Matías - lo llamaste.
- Decime, linda. - suspiró sonriendo.
- Te amo.
- Yo también te amo. - te acarició el pelo hasta que te dormiste.
Por primera vez, Matías consideró quedarse a dormir y así lo hizo.
139 notes · View notes
cherryblogss · 2 months
Text
Tumblr media
ai eu amo esse mano também! rs ele me dá um tesão por parecer tão gentil🫂
Queria mt que tivesse mais coisa com ele aqui! Amo todos os cenários dele como melhor amigo afeminado que te come em segredo💦💦💦🫶🫶🫶🫶
n revisado!
Agora vms para o romance/smut com um gay🩷
"O que você acha desse? Melhor que o azul?" Pergunta saindo do banheiro e logo dando uma voltinha para mostrar o vestidinho preto colado para seu melhor amigo Fran.
Francisco apoia o queixo na mão, analisando cada partezinha da sua figura atraente. Vocês já estavam fazendo isso há uma hora e ele não cansava de te ver brincando de modelo. Finge pensar por um tempo, logo em seguida balançando a cabeça.
"Hmmm... Acho que você tem que me deixar ver de perto, gatita." Diz te chamando com os dedos.
Você se aproxima do lorinho que toca sua cintura, acariciando tecido e apertando suas curvas, ajustando mais vestido a sua silhueta.
"O que foi? Achou esse fubango também?" Revira os impaciente com a demora dele para te ajudar a escolher vestido ideal para um encontro.
Todo dia de compras terminava assim, ele te fazendo mostrar tudo o que comprou e arrumando o seu cabelo da maneira maia cabulosa possível, dizendo que tinha visto um penteado no tiktok que valorizava o formato do seu rosto. Hoje ele não fez tanta graça e só colocou umas presilhas no seu cabelo, elogiando a hidratação que ele mesmo fez.
Francisco sobe as mãos grandes até chegar nos seus seios apertando a carne macia, te fazendo arfar surpresa e dar um tapinha nas mãos abusadas.
"Francisco Romero!" Briga com o argentino, que morde os lábios para não rir. Você tenta se afastar, mas Fran volta agarrar sua cintura, te envolvendo nos braços pálidos e pressionando o rosto na sua barriga.
"Ay, cariño, no lo sé! Acho que esse cara não merece tudo isso não." Diz com a voz abafada contra o seu corpo.
"Mas, Fran, se eu não sair com ele vou morrer na seca." Justifica passando os dedos pelos cachos loirinhos. UItimamente, ele anda tão ciumento e birrento, quase toda vez que vocês saem, não deixa ninguém se aproximar de ti com várias desculpas esfarrapadas.
"Se for por isso, eu te deixo alimentadinha de pica." Fala deixando beijinhos onde alcançava descendo as mãos para acariciar sua bunda.
Também tinha isso. De vez em quando vocês trasavam para aliviar a tensão ou porque estavam entediados.Várias vezes o dia de compras terminava com ele te pedindo para sentar na cara dele. Só que nos últimos meses, você tem tentado evitar engajar em algo sexual com ele, sentia seus sentimentos ficando fortes demais para relações causais e amizade.
"Dale, eu te deixo relaxadinha 'pra mais tarde." Diz te puxando para o colo dele. Você senta nas pernas compridas, molhinha e com um biquinho.
Francisco empurra seus quadris contra os dele, aproximando os lábios finos para distribuir selinhos pelos seu rosto. Você se esfregava de volta nele, fazendo o vestido curto subir mais ainda até expor a sua calcinha úmida.
Finalmente, ele encurta a distância entre suas bocas, te beijando do jeitinho gostoso de sempre. Fran massageava seus lábios com uma calma erótica, chupava levemente seu lábio inferior e para depois enfiar a língua, soltando sonzinhos molhados.
Ele vira vocês na cama, apoiando os braços ao lado da sua cabeça, te beijando enquanto pressiona a ereção presa na calça de moletom na sua intimidade coberta.
Fran abre mais suas pernas e ondula a virilha na sua, sua calcinha já grudava na sua fendinha lubrificada e tranferiar a umidade para o pano fino da calça dele. Gemendo contra a sua boca, o argentino desce os dedos longos pelo seu corpo até chegar no meio das suas coxas e afasta a calcinha para o lado.
"Molhadinha 'pra mim, bebita? Ou é 'pro outro?" Ele pergunta mordiscando seu pescoço e esfregando os dedos no seu clitóris, te fazendo soltar um miado dengoso.
"É 'pra você, Fran. Tava com saudade." Fala manhosa subindo a camisa pelas costas largas e arranhando a pele clara.
Sorrindo, Francisco penetra sua entradinha molhada com dois dedos, suas paredes imediatamente agarram os dígitos dele, apertando e lubrificando a mão do argentino, que se afasta um pouco para observar sua bucetinha engolindo os dedos compridos.
"Tão gulosinha... Nem parece que a dona diz que não me quer mais." Te provoca enquanto curva os dedos e abaixa a parte da frente do seu vestido para abocanhar um dos seios.
Você dá um chute fraco nas coxas dele, depois retira a camisa e revela o abdômen torneado do mais alto. O argentino volta a atacar seus peitos, sugando o máximo que conseguia para dentro da boca passando a língua pelos biquinhos e mordiscando.
Francisco continua a socar os dedos mais rápido e leva o polegar ao seu grelinho, você arqueia as costas, gemendo quando o orgasmo te atinge de repente. O loiro retira os dedos da sua entrada com um sonzinho molhado.
"Agora eu vou matar a tua sede de pau, gordis." Diz depois de chupar os dedos encharcados com o seu melzinho.
Ele retira o resto da roupa, logo me seguida volta a ficar em por cima de ti e empurra seus joelhos em direção aos seus peitos, te Instruindo a segurar as pernas no lugar que ele deixou.
Você enrosca a mão nos fios claros, encurtando a distância e beijando a boquinha rosa no momento que ele enfia a cabecinha na sua buceta. Quando o argentino mete tudo, te penetra devagarinho aproveitando a sensação quente e macia do seu interior, logo acelerando as estocadas e passando as mãos por todo o seu corpo.
Você suspirava pesado e Francisco gemia nos seus lábios, estocando profundamente, atingindo seu ponto sensível com o membro grosso. A cama rangia com a movimentação de vocês, seus peitos saltam com a força que ele impulsionava os quadris.
"Vou gozar dentro dessa bucetinha gostosa, gatita." Fran grunhe se pondo de joelhos e colocando suas pernas ao redor da cintura esguia. Os pelos loirinhos da virilha dele estimulam seu pontinho inchado, te fazendo pulsar, gozando junto com ele que joga jatos de porra quente no seu buraquinho.
Depois de um tempo, Fran estava deitado em cima de ti enquanto você penteava os fios douradinhos.
"Sai comigo, amorcito?" Pergunta tímido, esfregando o rosto no seu peito.
"Claro que sim, chiquinho." Fala rindo e dando um aperto na bunda dele.
63 notes · View notes
kamil-l · 21 days
Text
Siento que algo dentro de mí se muere, como cuando tocas una flor seca y se desborona en tus manos.
Siento que mi alma se está marchitando..
37 notes · View notes
fodanse-gringos · 5 months
Text
Sale de la ducha un poco antes de lo que espera que Maki pase a recogerla. Es un día inusualmente caliente, así que se ha duchado con agua fría para intentar refrescarse un poco. Se seca con la toalla y se viste. Lleva su top rosa, como de costumbre, pero con un pantalón corto. Se pasa las manos por las piernas, para asegurarse de que va bien depilada antes de salir del baño.
Espera a @highlandsailor sentada en una de las sillas de jardín que Alex tiene puestas en la entrada.
85 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 14 days
Note
enzo + safeword
+18!
Siempre llorás, repite la voz en tu cabeza en busca de una explicación lógica para las sábanas humedecidas bajo tu rostro. Recordás tus peores castigos y tus mejores orgasmos, todos de la mano de Enzo, todos acompañados por tus lágrimas.
Y esto es diferente, muy diferente.
-Enzo- intentás llamar su atención entre gemidos y sollozos. Siempre practican, incluso antes de las escenas más leves, para tener en mente las diferentes palabras clave, pero ahora no podés recordar ninguna-. Basta, no...
Continúa con sus estocadas, increíblemente profundas y deliciosas, mientras observa el hipnótico rebote de tu cuerpo cada vez que sus caderas golpean tus muslos. El constante roce de su miembro con tus paredes calientes y estrechas es exquisito, así como la sensación de sus dedos llenando tu otra entrada.
Y también es mucho. Es mucho.
Una sensación de vértigo te hace temblar e intentás no perder el equilibrio cuando volteás para mirar a Enzo. Tus rodillas duelen por permanecer tanto tiempo en una misma posición y sentís terror de tan sólo pensar en hacer un mal movimiento y caer, estando peligrosamente cerca del borde del colchón, pero...
-Enzo- repetís débilmente. Sus ojos oscuros adquieren ese algo particular cuando su mente procesa tu mirada vidriosa. Golpeás el colchón tres veces-. Rojo.
En una fracción de segundo abandona tu interior.
-¿Qué pasó?- pregunta con voz temblorosa. Te observa desplomarte sobre el colchón, preocupado por tu respiración irregular producto del llanto, pero le toma otro segundo reaccionar-. Arriba, arriba. Sentate.
No te movés.
Desliza un brazo bajo tu cuerpo para obligarte a reincorporarte. Acaricia tus brazos y tu espalda con fuerza para lograr mantenerte presente, esforzándose por hacer que conectes con tus sentidos en lugar de seguir el camino distante que ve en tu mirada.
-Hey- toma tu mejilla. Cuando lo mirás tus ojos vuelven a derramar infinidad de lágrimas-. Respirá conmigo.
Incontables minutos y respiraciones se van mientras intenta recuperarte. Comenzás a llorar nuevamente cada vez que logra que te calmes, intentás esconderte y tiene que batallar para alejar tus manos de tu rostro, consciente de las marcas que tus uñas dejan en tu frente, pero lo más difícil es lograr que dejes de disculparte.
-No pasa nada- insiste mientras el agua caliente corre por tu cuerpo, el vapor llenando el baño y empañando el espejo. Funciona mejor que sus otras técnicas, reconoce-. Vos ya sabés que cuando uno necesita parar, paramos y listo. No tenés que pedirme perdón.
-Me dolían las rodillas- explicás más tarde, mientras seca tu cabello. Él sabe que hay algo más-. Y me molestaban las sábanas mojadas.
Besa tu frente.
-Ahora las cambio.
-¿Mis rodillas?
-Ya te sentís mejor, ¿no?- pregunta-. Porque para hacer ese chiste tan malo...
Intenta no reír cuando ve tu expresión de indignación en el espejo, pero no puede ocultar la sonrisa de alivio que tira de sus labios.
49 notes · View notes
ghiacomo · 9 months
Text
Truquirijillos economicos (pq los van q necesitar) que me sirvieron a mi, para mis compatriotas. Talvez algunos sean obviedades pero a mi me ayudaron un montón.
Ropa
-necesitan ropa barata? Fijense en lugares de usados, segunda seleccion O LITERAL EN COTO. Si son de Capital o de cerca, vayan a barracas q está lleno de outlets/2da seleccion/b de zapatillas que por una fallita estetica que casi no la notás te salen baratas. El de topper lo amo.
-en cuanto a lugares de usados, los de barrio no están nada mal. Vayan viendo que encuentran por sus barrios y fijense que hay en esos locales.
-aprendan a emparchar ropa. Hago tutorial si quieren no hay drama. Asi les rinde mucho más.
Comida (no hay nada aca sobre carne pq soy vegetariano y de eso ni idea)
-si dejan la parte de las raices de los puerros o cebollas de verdeo en agua, les crecen de nuevo las hojas con el tiempo.
-fijense cuentas en ig como @ plantyou , ailutokman o paulina cocina, que tienen series enteras de como usar las sobras de la comida.
-el arroz en kg en supermercados asiaticos es más barato. Tambien hay mucho producto congelado barato por esos lugares.
-las bolsas legumbres secas son un golazo y rinden más que las cocinadas en lata o caja. Obvio si, más tiempo de preparacion.
-Las gaseosas de marcas más pequeñas son más baratas, si el super en el que estás tiene marca propia, es lo más probable que sea barata.
Libros
-compren libros en lugares de segunda mano. En capital hay unos cuantos buenos en calle corrientes. Prestense libros entre amigos. Lean PDF.
-hay audiolibros GRATIS en youtube. Son un golazo, uno de animal farm me salvó un oral de inglés.
-BIBLIOTECAS. VAYAN A LAS BIBLIOTECAS. LEAN AHÍ. ES GRATIS.
-Vendan sus libros antiguos de la escuela a alumnos que lo necesiten, asi se hacen un mango y sacan a alguno de un problema.
82 notes · View notes
caostalgia · 2 years
Text
París.
Imagínate que lo logramos, que lo cumplimos.
Vamos de la mano por tus calles favoritas, descubro la ciudad del amor a través de tus ojos y me enamoro. No de las calles ni de la Tour Eifel, me enamoro de tu risa y tus gestos, de tu caminar y tu pensar. Me enamoro de ti mil veces en esas calles que nos observan. Y lo hago sabiendo que mi tren solo tardará unos días en llevarme a casa de nuevo, lo hago sabiendo que no habrá nunca un París tan bonito como el de tus ojos. Me enamoro de ti aún con el riesgo de no poder hacerlo de nuevo.
Nos pasamos las horas enredados en unas sábanas de un estudio perdido a las afueras de la ciudad, uno que puedo pagar y que tiene encanto. Cuento tus lunares mientras me hablas de mil cosas por hacer y de mil sitios que visitar. Te beso para no llorar por saber que nunca habrá tiempo suficiente de descubrir París juntos y tú me sigues el juego. Lo haces sin saber que mi corazón acaba de perder otro pedazo.
Por las mañanas me despiertas con un croissant de esos que me gustan y con un café cargado, porque apenas pego ojo contigo a mi lado. Yo te insto a salir a la terraza y disfrutar de la primera brisa matutina, mientras me fumo un cigarro y pienso en lo que te voy a echar de menos.
Los mediodías me dejas sorprenderte cocinandote mis mejores platos, aunque sea mediocre en la cocina. Nos bebemos unas copas de vino mientras charlamos de los planes de la tarde y, aunque sé que va a doler irme, dejo que la felicidad, de tenerte, me invada.
Las tardes son tan tuyas que a veces siento que solo sueño, que lo hago sin remedio. Siento que si cierro los ojos unos segundos al abrirlos volveré a una realidad sin ti. Pero cuando los abro sigues ahí, con tu sonrisa eterna diciéndome que es preciosa, la ciudad, aunque solo me mires a mi. Yo te digo que eres un romántico y me miras fatal. Sonrío tanto que duele.
Las noches son de los dos, llenas de locura y sin sentidos. Llenas de amor. Ponemos ese candado en el puente, aunque ya no se pueda hacer. Luego corremos por si llega la policia, aunque tenemos un plan B si nos pillan. No dejo de reír mientras corremos por esas calles tan bonitas que tienen escrito tu nombre en todas sus fachadas. Llegamos a un bar cualquiera y me lo paso mejor que en toda mi vida. Solo porque tú estás ahí, riéndote de algo que te cuento y de lo mal que bailo. Porque lo hago fatal y, aún así, sigo bailando. Todas la noches cambio la canción que me gusta para nosotros, porque soy así. Porque no hay una que sea lo suficientemente buena para definirnos, para escucharla y sentirte en cada nota.
El último día te pido que me acompañes a la estación, porque irme supone demasiadas cosas. Cuando veo que mi viaje se termina lloro, de forma silenciosa porque mi corazón se rompe sin hacer ruido, y tú secas esas estúpidas lágrimas que no dejan de caer. Te abrazo tan fuerte que siento que te voy a romper algo, seguramente lo hago. También te beso, despacio y con todo el amor que tengo, para que me recuerdes así. Inestable pero llena de cosas bonitas, llena de ti y tu sonrisa. También lo hago para recordarte así, calmado y etéreo. Tuyo.
El tren llega y cojo la maleta, te doy un último beso y te digo que nos volveremos a cruzar, aunque lo más probable es que no lo hagamos. También te digo que te quiero y que te cuides, que encuentres a alguien que no se parezca a mi en París, que por favor no se asimile en nada a mi. Y me voy, me subo a ese jodido tren sin alcanzar a escucharte, porque si lo hago me quedaré y no puedo, no debo.
El viaje es tan largo que siento que me voy a dormir en cualquier momento, pero no lo hago. Me paso el viaje escuchando todas esas canciones y viendo nuestras fotos. También me río de vez en cuando, recordando todas esas locuras y sin sentidos que nos hacían tan nosotros. Y lloro, mucho. Porque París es bonito sin ti, pero contigo es precioso, único. También lo hago porque se que te enamorarás de alguien que valga la pena, que te lo pueda ofrecer todo sin pestañear, sin dudar. Y sonrío porque sé que, a diferencia de mi, serás feliz con otra persona.
Katastrophal
381 notes · View notes
kamas-corner · 1 month
Text
Tumblr media
"No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofes y hambrienta. Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes. Quiero minar la tierra hasta encontrarte…".
-Miguel Hernández | Elegía (fragm)
20 notes · View notes
wosohavemyheart · 9 months
Text
Miedo en Navidad
Tumblr media
Bajo muy despacio las sábanas de fútbol que me regalo la tía Mapi, mi cara se siente fría cuando la destapó del todo al ver que ya no hay nadie en mi cuarto, Papá Noel ya se ha ido.
La habitación está oscura y eso solo hace que mis ganas de llorar sean más grandes.
-Mami, mami- Llamo con la esperanza de que aparezca mi superhéroe pero no es así y acabo llorando.
Siempre suelo tener una lamparita que hace una galaxia en la pared ya que me encanta el cielo pero se ve que se han olvidado hoy.
Decido levantarme aún llorando y acercarme a la puerta entre abierta de mi habitación, mami siempre me deja un poquito abierto.
Me asomo con cuidado para ver el pasillo y no veo nada que me haga tener más miedo pero aún así voy corriendo sin hacer ruido los pocos metros que me separan hacia la habitación de mami.
Abro y cierro la puerta con toda la rapidez y cuidado que puedo con mis cuatro años.
Una vez dentro y ver a Olga y a mami en la cama hace que me sienta un poco más segura pero sigo sollozando.
Mami y Olga están durmiendo así que rodeo la cama dispuesta a despertar a mi mami.
-Mami- Sollozo tocándole la cara con un dedo.
Parece ser que hoy mami tiene mucho sueño así que vuelvo a intentarlo.
-Mami- Está vez le sacudo el hombro con una mano con toda la fuerza que tengo.
Ahora si que abre los ojos, sobresaltada, pero cuando se me escapa un sollozo su mirada vuela a mi y su cara se suaviza.
-¿Qué le ha pasado a mi princesa?- No tiene ni que ofrecerme los brazos cuando ya estoy encima suya.
-Miedo- Susurro en el cuello de mami.
Escuchar su corazón y su voz, respirar su olor y sentir sus fuertes brazos apretandome con fuerza contra ella hace que me calme.
Ella es mi refugio y mi superhéroe.
-¿Podemos saber que ha hecho que tengas miedo, bebé?- Pregunta Olga suavemente apoyando su mano en mi espalda trazando círculos.
Parece que el ruido y el movimiento en la cama la han despertado.
-Papá Noel estaba mucho tiempo mirándome y yo me escondía debajo de las sábanas pero no se iba- Sollozo- Y no estaban mis estrellas encendidas.
Mami me da besos en la frente con el fin de calmarme.
-Lo siento, bebé, no volveré a olvidarme de encender tus estrellas- Dice Olga con culpa.
-Papá Noel ya se a ido, princesa- Dice ahora mami- Ha sido tu imaginación porque yo misma he visto como dejaba los regalos y se iba a casa de otro niño.
-¿Seguro, mami? - Levanto la cabeza para mirarla y con una fuerte mano suya me quita las lágrimas secas que me quedaban.
-Te lo prometo, princesa- Me besa la mejilla.
Miro a Olga tratando de que ella también me lo confirme y es lo que hace con una suave sonrisa.
-Vale- Vuelvo a mirar a mami.
-¿Porqué no nos volvemos a dormir, princesa? Y así se pasa el tiempo más rápido para abrir los regalos
-Aqui- frunzo el ceño.
-No quieres volver a tu cama de niña grande?- Pregunta y niego con la cabeza.
-Contigo y Olga- Demando.
Las tias siempre le dicen a mami que tengo el carácter de ella y que pongo la misma cara que ella cuando está decidida a que algo salga como ella quiere
Mami mira un segundo a Olga y yo también mirándola con la ceja arquedada y esta asiente dándome una sonrisa amorosa.
Era la niña de mami y no era la primera vez que dormía con ella y también con Olga desde que esta ella en nuestras vidas y tampoco iba a ser la última.
Mami es muy cómoda y Olga me da unas caricias en la espalda muy tranquilizantes
Me acomodo encima de mami como siempre hago y me da suaves besos en la sien, Olga empieza a acariciar mi pequeña espalda
Y así, en algún momento me quedé dormida encima de mi superhéroe.
138 notes · View notes
danielac1world · 1 month
Text
No habita en mí ni el otoño,
ni el ruido de las hojas secas,
en mis ojos no encontrarás
las pisadas de tu pasado confuso,
y no sabrás lo que pienso,
con tan solo rozar mi piel.
No seré objeto de tu devoción,
y me arrodillaré a tus pies,
las veces
que no sean necesarias;
nunca seré suficiente,
ni para ti,
ni para mí mismo,
me iré de viaje por el viento
más de mil veces,
más de mil años,
y nunca sabrás mi verdadero nombre,
porque jamás seré capaz,
de sostener la desnudez con la mirada.
Algún día,
cuando el sol se oculte,
me dirás "te extraño",
pero yo me extrañaré más,
entonces,
ahora o nunca,
sabrás
que estoy terriblemente perdido,
que mi piel no es suave
como la luna,
que mi boca no es dulce
como la fruta en primavera,
que mi carne,
sí queda,
es solo una inspiración
al exilio del aire;
y entonces,
pregunto,
¿serás capaz
de poner tus ojos por los míos?,
¿te atreverás a decirme "te amo"
cuando quede un suspiro?,
¿sostendrás mi mano?,
¿sostendrás mi cuerpo?,
¿beberás mi sangre?,
¿pintarás mi reflejo?,
¿o estarás esperando detrás mío,
que mi sombra susurre a tu oído,
el primer ápice
de mi última muerte?.
-danielac1world ~Adiós entonces, amor de olvido~
18 notes · View notes
rinconliterario · 1 year
Quote
Después de haber amado tanto todo y de haberlo tenido y de saberlo, después de haber andado lentamente con los ojos cerrados, o corriendo, y de haber dicho cosas inefables o deshechas y turbias, o amarillas, de haber sido de todos y de nadie, qué en la luz con las manos heridas. Después del ala tensa y el descenso, del sueño en re y el despertar dolido, de la rosa de plata y la hoja seca, de las voces azules y del grito, con los ojos espléndidos quebrados y las horas repletas ya vacías y los pobres pies mudos desgarrados, qué en la luz con las manos heridas.
“Poesía completa” Idea Vilariño,  2002.
153 notes · View notes
erizumon · 28 days
Text
Divorcio
Miraste los papeles en la mesa y una ligera mueca de desagrado salió de tus labios, levantaste la mirada hacia el que alguna vez (aún) consideraste el amor de tu vida. Su mirada era impasible, fría y distante.  
Era la clase de miradas que le viste hacer cuando se trataba de su trabajo, no le gustaba que lo interrumpieran, así que solías quedarte en silencio mirando con detenimiento cada uno de sus gestos.  
Antes amabas esa mirada.  
Ahora te lastima.  
Sientes el hueco en tu estómago mientras tu garganta se cierra, cortándote la respiración, así que buscas el vaso de agua que estaba a tu costado, dejándolo caer torpemente sobre la superficie, arruinando los documentos que ansiabas desaparecieran en ese mismo instante.  
Cómo si el agua pudiera borrar y desaparecer la pesadilla que estaba pasando en este momento.  
Él dejándote.  
Él abandonándote.  
Perry el Ornitorrinco, tu Perry, decidiendo finalmente que ya había sido suficiente de tu presencia en su vida.  
Miras el fantasma del hombre que amaste levantarse de su asiento, para sólo acercarse y comenzar a limpiarte con su pañuelo mientras te daba esa sonrisa suave y gentil que en algún punto te negaste a creer que fuera real.  
Te arrepientes de eso ahora.  
Pero nada eso está pasando, porque su fantasma es eso, un fantasma de un recuerdo que ya no está. De un hombre que antes te amaba y nunca dudó ningún momento en demostrártelo.  
Él no se movió, ni siquiera parecía interesado en tus pantalones manchados de agua, más suspiró resignadamente al ver los papeles arruinados. Entonces levantó el maletín que tercamente ignoraste que existía y volvió a sacar otra carpeta, no necesitabas ver lo que había adentro para saber lo que habría.  
El agua no se llevó sus problemas.  
Y Perry no era la clase de persona que permitiría que eso lo detuviera.
—No tenemos que hacer esto —rogaste, patéticamente rogaste... Cómo si no lo hubieras hecho antes.  
Él te da una mirada poco impresionada, limpiando el agua con un pañuelo que llevaba consigo, dejando descansar la carpeta en otra orilla seca de la mesa, una vez todo limpio, volvió a deslizar la carpeta delante tuyo, la clara respuesta de que no estaba dispuesto a retroceder en su decisión.  
Otro clavo a tu maltrecho corazón.  
—Arreglaré lo que quieras.  
Silencio.  
—Te daré lo que quieras.  
Silencio.  
—Haré lo que sea para que no me dejes.  
Te quebraste ahí, tu voz se va y tu respiración se hace más pesada, sintiendo el zumbido en tus oídos y los latidos en tu corazón pidiendo clemencia a este dolor, rogaste porque este no fuera el fin de tu vida, porque sabías que no podrías soportarlo una vez más.  
Apenas sobreviviste cuando Charlene lo hizo, sabes que no podrás resistirlo, que, si se va, tu corazón se irá con él.  
—Déjame darte un motivo para quedarte.  
Finalmente, después de que te dejara hablar y ser todo lo patético que podrías llegar a ser en esta situación decide que es hora de abrir la boca y lo único que vez es la exasperación en su rostro, está harto.
Está harto de ti.  
—Ya no te amo Heinz.  
Y una parte de tu alma se muere en ese momento.  
—Ya no hay nada que arreglar, así que, por favor, no lo hagas más difícil para mí... O para ti.  
—No puedes pedirme esto, no puedes esperar que simplemente acepte esto, ¿qué fue lo que hice mal? ¿hablar demasiado? ¿ser demasiado afectuoso cuando me pedías espacio? ¿Ser infantil? ¿¡Que fue lo que hizo que te alejaras de mí...!? —gritaste, levantándote de un golpe, apenas manteniéndote de pie, usando tus manos para no caerte mientras se apoyaban en la mesa.  
Miras su rostro que decide no verte a los ojos, eso es raro, él nunca desviaría la mirada de ti, porque a falta de voz, siempre usaría la mirada para expresar todo lo que las señas no podrían hacer.  
Espera... ¿Voz?  
—No hiciste nada...  
Un segundo, él está hablando, él no habla. No puede... Sus cuerdas--... 
—Sólo ser tú.  
Despiertas.  
Miras el techo purpura de tu habitación, sientes tu cuerpo en una parálisis que te impide moverte, el dolor en tu corazón se hace más grande y apenas salen unos sonidos irregulares de tus labios.  
Entonces comienzas a respirar, lento, despacio, hasta que tu cuello y torso parecen relajarse un poco, miras a tu derecha, en el reloj marcaban las 4:00 A.M. 
Ahora tu izquierda.  
Y ahí estaba él.  
Heinz.  
Tu Heinz, plácidamente dormido, aferrado a ti como pulpo, entonces entiendes que tu parálisis no es una parálisis, sino tu cuerpo siendo apresado por el cuerpo de tu marido, el que dormía pacíficamente.  
Heinz.  
Heinz.  
Heinz...  
Abriste la boca, trataste de decir algo, pero no pudiste, no había nada que soltar.  
Te llevaste una mano a la garganta y al parecer, ese fue suficiente movimiento para despertar a tu bello durmiente, el cual pese a no abrir los ojos y estar más alejado de la conciencia, comienza a darte besos en tu cabeza, mejillas, parpados.  
Te aprieta más contra sí.  
Y tú sonríes.  
Estas donde quieres estar. Donde debes estar, con él, a su lado, en esta cama e incómoda posición que te quita el aire y el espacio propio, ahora llevando tu mano a su mejilla, la cual provoca que él haga unos pequeños gruñidos y murmure un par de cosas en alemán.
Si estuviera más consciente, sabes que podrías entenderlo, pero en vez de eso, sólo es apenas unos cuantos balbuceos imposibles de identificar, pero al menos sabes que es alemán.  
—Schatz...  
Ah... Esa palabra.  
Abrazas más ese cuerpo que amas, aquel del que nunca querrías separarte, cuando cierras los ojos la mirada fría de ese Perry llega hasta el fondo de tus entrañas y frunces el ceño.  
Porque si de tu vida dependiera... Nunca mirarías a Heinz así.  
Pero sobre todo... Nunca le harías sentir que él es el problema y mucho menos lo dejarías ir.  
Amas todo de él, es la razón por la que estas aquí.  
Él es tu motivo para seguir.  
Y no vas a permitir que nadie te lo quite... Nunca.
17 notes · View notes
esuemmanuel · 9 months
Text
Y decirle que mi alma es de su boca, de sus ojos tristes, de sus manos frías, de su andar lento y su agitado palpitar… Y decirle que me llena… que me colma… que me rescata y me libera de lo que me esclaviza y me atormenta… Y decirle que, sin ella, el mar se evapora… el cielo se seca… el desierto se transforma en un reloj de cristal que no da la hora ni al tiempo tensa… Y decirle, justamente, en la boca que sin su respiración el alma se me vuelve una roca.
And tell her that my soul is from her mouth, of her sad eyes, of her cold hands, of her slow walk and her agitated palpitation…
And tell her that she fills me… that rescues me and frees me from what enslaves and torments me…
And tell her that, without her, the sea evaporates… the sky dries up… the desert transforms into a crystal clock that does not tell the hours nor does it tighten time…
And to tell her, justly, in the mouth that without her breath my soul turns into a rock.
Tumblr media
Photo by Toa Heftiba on Unsplash
49 notes · View notes
softaikiria · 5 months
Text
Querido nadie:
Hoy quise poner en palabras lo que siento por vos, me senté largo rato frente la mesa del comedor, luego me moví frente al ventanal por donde entra el viento frío despabilador y luego sobre la cama. Suspiré, no hay nada. Mi madre me miró a los ojos y musito un pequeño “pasará mil veces” entonces hice un pequeño puchero de niña y lloré luego de suspirar pesadamente. No me quiere, y las lágrimas inundaron mi cara demacrada, no me quiere. Abracé a mi madre y temblé por sentirme insuficiente, usada, poco querida y comparándome mil veces con aquella chica ¿qué tiene ella que yo no?
Siempre que te veo el resto de la semana deliro entre el pensamiento ansioso de un probable “fue la última vez”: el último beso, el último abrazo. Colgada a tu cuello, te digo que quiero probar tus labios mil veces, nunca me sacio, es la verdad. Podría estar prendida de tu boca toda la vida. De tu nariz tocando la mía, de decirte que me muero por tus abrazos, que necesito que te quedes a mi lado, que me tomes un poco más de las manos. Que me digas que soy hermosa, que acaricies mi cara con tu mano áspera. Podría haberte dicho la última vez que quiero que me uses de perfume cada mañana mientras fumes tu primer cigarrillo, que me tomes como al primer rayo de sol que se cuela entre la persiana. Podría decirte que muero porque me sientas alrededor tuyo todo el día como el viento.
Creí que podía confiar en vos, pero mirándome a los ojos con timidez confesaste no poder amar ¡qué absurdo! Todo el mundo ama alguna vez. Entonces pensé en la estúpida osadía de las mujeres de creer “puedo cambiarlo”. Un día sin más empezaste a ignorarme. Sufriré tus penas en los brazos de otro hombre cuando mi imagen sea la de una mujer a punto de salir de la melancolía. No, esa imagen se me ha sido otorgada desde el primer día.—A veces pienso en si podré ser amada alguna vez, en sí alguien podría pensar que sin mí se acaba la vida. Yo, ahora mismo en la tarde del otoño, siento poder llegar a morir de tanto extrañarte. En tus brazos me sentí querida por primera vez, al menos por un segundo, pero la realidad más triste de mi vida es que jamás he sido realmente bien tratada por un hombre. No han sabido amarme, solo me han deseado de a ratos. Me pregunto si podrías tener la implícita desdicha de quererme un poquito un día entero y no poseer mi cuerpo en mitad de la noche. ¿Necesito entregarte mi intimidad para que puedas atesorarme y quedarte a mi lado? Deseosa de romper en llanto y extirparme el corazón, un grito atorado, lágrimas sin salir que un ahogo provocan a mi débil corazón. Quiéreme, digo en un susurro, ¿podrías quererme un rato, por favor? No sé quién ocupa tus pensamientos ahora mismo, pero, esa persona, amor, ¿ha notado el lunar en tu pupila? Las diminutas estrellas en tus orejas, tu manera extraña de actuar al excitarte. No me importa si me llevas a un rincón o si me tocas sin pudor ante los ojos de cristo, contigo me siento otra, una parte de mi hecha mujer.
Sí, he dicho varias veces que puedo sola y no me interesa tu desinterés, pero la realidad es que todos los días espero por un llamado tuyo a mi puerta repleta de ilusiones. Qué sentido tiene seguir engañándome a mí misma, basta con verme a los ojos y notar que es una total mentira. Dije que no me importa, entonces empecé a refugiarme en nadie y contar mis penas en forma de prosa. Hoy vos sos partes de mis letras desparramadas como las hojas que caen hoy fuera, secas, con colores cálidos y quemados como tu cabello. Maldito sea el destino que no puede unirnos. Sufrí tantas veces un corazón roto que empecé a creer que sentir tanto todo era más bien una carga antes que algo hermoso, pero ahora, ahora comprendo que prefiero la pesadez que habita en mi alma ahora antes que tenerlo completamente entumecido, casi muerto, sin sentido.
29 notes · View notes