#robert silla

[365filmsbyauroranocte]

Simple Men (Hal Hartley, 1992)

[strathshepard]

Simple Men (Hal Hartley, 1992)

[onenakedfarmer]

Currently Watching [Hal Hartley Retrospective]

SIMPLE MEN Hal Hartley USA, 1992

[perfettamentechic]

16 aprile … ricordiamo …

16 aprile … ricordiamo … #semprevivineiricordi #nomidaricordare #personaggiimportanti #perfettamentechic

2022: Gloria Sevilla, attrice filippina. Il primo marito fu l’attore Mat Ranillo Jr., vedova sposò l’attore e regista Amado Cortez. Era madre delle attrici Suzette Ranillo e Lilibeth Ranillo, dell’attore Mat Ranillo III e del cantante-compositore Dandin Ranillo. (n.1932) 2021: Felix Silla, Felix Anthony Silla, nato Felice Antonio Silla, attore, stuntman e circense italiano naturalizzato…

[jartita-me-teneis]

EL ASE SINO MÁS T3MIBLE DEL MUNDO: LLEVA 40 AÑOS ENCERRADO EN UNA JAULA BAJO TIERRA

El personaje de Hannibal Lecter, de la película “El Silencio de los

corderos”, existe en la vida real. Se llama Robert Maudsley, un inglés que cometió atroc3s crí menes

Todo aquel que vio “El silencio de los corderos” y recuerda al personaje principal, Hannibal Lecter, puede empezar a temblar.

Es que ese personaje existe en la vida real. Se llama Robert Maudsley y en él se inspiraron para crear ese asesino despiadado en la pantalla grande.

Es tanta su peligrosi dad que las autoridades inglesas crearon una celda especial para él: una jaula de cristal, similar a la de Hannibal Lecter en la película. Tiene apenas 5,5 metros de largo y 4,5 medio de ancho. Con enormes ventanas a pruebas de ba las donde es vigilado 23 horas al día por guardias arma dos.

La hora restante sale a un patio para hacer ejercicio, acompañado por 6 guardias armados y sin otro preso en el lugar.

¿Cómo es esta prisión acorazada? Solo hay una mesa y una silla fabricadas de cartón comprimido y el inodoro y un lavabo fijados herméticamente al suelo.

La cama de Maudsley es de hormigón y la puerta está hecha de acero sólido. La jaula está rodeada de gruesos paneles acrílicos transparentes y solo tiene una pequeña abertura por donde los guardias le pasan la comida.

Infancia trágica, dro gas y pros titución

¿Qué hizo este feroz crimi nal para ser el as esino más custodiado del planeta?

Maudsley nació en Toxteth, un pueblo cercano a Liverpool en junio de 1953. Sus padres lo abandonaron al nacer y terminó en un orfanato católico de Merseyside junto a tres de sus 11 hermanos. Pero a los 8 años sus padres, para cobrar los seguros de mantenimiento de sus hijos, los llevaron a su casa. Un infierno.

Madre adicta a la co caína y padre al co hólico. Que fue su mayor tormento. El hombre abu saba del niño y lo sometía a brutales pali zas. Al punto de terminar encerrándolo en una habitación.

Ya grande declararía: “lo que más recuerdo de esos momentos eran las pa lizas. Una vez estuve encerrado en mi habitación por seis meses. Mi padre sólo abría la puerta para golpearme y v iola rme. Creo que lo hacía entre cuatro y seis veces por día. Una vez rompió un rifle de aire comprimido en mi espalda”.

A los 16 años fue llevado a un centro de menores. Había crecido y su padre temía que lo matara después de tantas torturas que le había infligido. Allí, el futuro criminal se hizo adicto la cocaína y la marihuana. Y para poder lograr la droga se dedicó a la prostitución.

Tres veces intentó sui cidarse y les decía a los psicólogos que lo atendieron que oía voces con un único mensaje: “tenés que m atar a tus padres”. Sus padres se salvaron. Otros no.

Sus crím enes​

A los 21 años arregló con un pe dó filo, John Farrel, para tener relaciones sezuales. Cuando este le mostró fotos de niños a los que había abu sado, Maudsley se transformó. Se cansó de golp earlo y terminó estrang ulándolo. Lo atraparon.

Fue condenado a cadena perpetua por el ases inato y las pericias psicológicas fueron unánimes: “nunca debe ser liberado. Si lo hacen mat ará una y otra vez”.

Maudsley fue declarado no apto para ser juzgado debido a una presunta psi cosis en el momento del as esinato y terminó en el hospital psiquiátrico de alta seguridad de Broadmoor.

Un par de años en ese lugar hizo que sus problemas psíquicos se acentuaran. En 1977, acompañado de otro recluso, encerraron en su celda a David Cheeseman, que estaba condenado por ped ofilia.

Durante nueve horas lo tort uraron con los métodos más atroces. Era su segundo ases inato y ya no podían tenerlo allí. Debía ser trasladado a un lugar más seguro.

Ese lugar era Wakefield, llamado la “mansión monstruosa” porque todos sus detenidos eran los ases inos más peligrosos de Inglaterra.

Pero ya nadie podía con Wakefield. Era 1978 y su primera víctima en el lugar fue Salney Darwood, que estaba allí condenado por tor turar a su mujer.

Wakefield lo llevó a su celda, le des trozó la cara a g olpes y luego lo acuchil ló unas 90 veces. Fue a buscar a otros presos para invitarlos a su celda y todos se negaban, hasta que encontró a Bill Roberts, encarcelado por vi olar a una niña de 7 años.

Maudsley lo ases inó clav ándole una cuchara en la oreja. Le abrió la tapa craneal y se co mió parte del cerebro. Desde ese momento pasó a ser “Hannibal, el ca níbal”. Con pasmosa tranquilidad se acercó a un guardia y le dijo: “esta noche habrá dos menos en la cena”.

Con cuatro ases inatos a cuestas y sed de más sangre, las autoridades empezaron a construir la jaula donde lo encerrarían. Y allí entró en 1983.

Es el británico que más tiempo ha estado en aislamiento en la historia del Reino Unido y en ese tiempo mostró sus pasiones: la música clásica, la lectura, el arte y la poesía. Todo copiado para el Hannibal Lecter de la película. Y copiaron algo más: tiene un coeficiente intelectual muy superior a la media.

Extraído de Analizando la Conducta Criminal.

[laestoica]

Mis chocoaventuras TDAH

No tengo idea de dónde salió esta foto, por ahí en Internet, pero me gustó para ilustrar esta bonita anécdota.

Me desperté a las 5:00, a esa hora me tenía que levantar, pero tenía mucho sueño porque me desvelé viendo una peli medio chafa en TV UNAM, no sé por qué sigo viendo esos ciclos de la filmoteca, salía Robert de Niro, y dije bueno, quizás no esté tan mal, pero sí lo estaba, súper pretenciosa, desbordaba clichés y senos expuestos a la menor provocación, senos por todas partes, sexo locochón bañado de sangre, jaja, ya me desvié del tema; el punto es que me dormí tarde y no me podía levantar, pero era el primer día de clases y aunque me daban ganas de decir mejor me vuelvo autodidacta o empiezo a partir de mañana, a las 6:00 me eché mi modafinilo y logré alistarme para ir a la escuela.

Desde ayer tenía un poco de ansiedad porque cambiaron el sistema de estudiantes y por ningún lado encontré en qué salón me tocaba, si llegas tarde ya no alcanzas lugar y eso sería suficiente para mi débil voluntad, seguro terminaría dejando la materia con tal de no tener que ir por una banca a otro salón y pasar entre las personas con el riesgo de pegarle a cualquiera con las patas de la silla, porque si algo soy es torpe, o tener que sentarme en algún lugar raro, o sea, la ansiedad se apoderaría de mí por el simple hecho de pensar en que todos me voltearían a ver si llego tarde, total que quería salir de casa con tiempo para ver qué onda con el salón pero obvio se me hizo tarde.

Ya en el metro me toca hacer dos transbordos, veía el mar de gente y pensaba ¿por qué sigo estudiando? No puedo, ya estoy muy vieja para andar transbordando, haciendo tareas y exposiciones, ya no puedo... Pero durante el camino iba escuchando música y me fui animando hasta que logré llegar a la escuela y con 15 minutos de anticipación, perfecto. Entré muy contenta, saludé a los policías y de pronto veo que en el patio no hay nadie. Nadie. Todos los salones cerrados. ¿Qué pasa? Reviso el calendario otra vez, las clases comienzan el 29. Ja!

Llegué una semana antes.

[kamas-corner]

— ¿Por qué lees tanto? Tyrion alzó la vista al oír aquella voz. Jon nieve estaba a poca distancia de él y lo miraba con curiosidad. Cerró el libro, dejando dentro el dedo para marcar la pagina. — Mírame bien y dime qué ves. — ¿Es un truco o qué? —El chico le lanzo una mirada desconfiada—. Te veo a ti, Tyrion Lannister. — Para ser un bastardo, estás muy bien educado, Nieve —dijo Tyrion con un suspiro—. Lo que ves es un enano. ¿Qué edad tienes? ¿Doce años? — Catorce —dijo el chico. — Catorce, y eres más alto de lo que yo seré en la vida. Tengo las piernas cortas y torcidas, y me cuesta caminar. Necesito una silla de montar especial para no caerme del caballo. Por cierto, la diseñé yo mismo, ya que hablamos del tema. Tenía que elegir entre eso o ir en poni. Tengo fuerza en los brazos, pero también son cortos. Nunca seré una buena espada. Si hubiera nacido en una familia de campesinos, seguramente me habrían abandonado a la intemperie para que muriera, o me habrían vendido como monstruo de feria. Pero soy un Lannister de Roca Casterly, y eso que se perdieron las ferias. Se esperan cosas de mí. Mi padre fue Mano del Rey veinte años. Después resulta que mi hermano mató a ese mismo rey, ironías de la vida. Mi hermana se casó con el nuevo rey, y ese odioso sobrino que tengo será rey tras su muerte. Debo hacer algo por el honor de mi casa, ¿no te parece? Pero ¿qué? Puede que tenga las piernas cortas en relación con el cuerpo, pero la cabeza la tengo demasiado grande, aunque yo prefiero pensar que es del tamaño adecuado para mi mente. Tengo una idea bastante precisa de cuáles son mis puntos fuertes y mis puntos débiles. Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros. igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —Tyrion dio un golpecito a la tapa de cuero del libro—. Por eso leo tanto, Jon Nieve.

Juego de Tronos (Canción de Hielo y Fuego #1), George R. R. Martin

[cinemaslife]

#65 Latidos en la oscuridad (Bad Samaritan - 2018)

Sean Falco (Robert Sheehan) y Derek Sandoval (Carlito Olivero) son dos aparca coches del restaurante Nino's que aprovechan la llegada de comensales para poner el navegador hasta sus casas y robarles pequeños objetos de gran valor. Una noche entran en casa de Cale Erendreich (David Tennant) un tipo bastante prepotente y estúpido, que ha quedado para cenar con un grupo de personas. Mientras, Sean busca objetos que robar por toda la casa. Encuentra una habitación con una cerradura especial y deciden entrar.

En esa habitación encuentra a una chica atada y amordazada con cadenas a una silla, tiene claros signos de haber sido golpeada, y parece estar aterrorizada. Justo cuando intenta liberarla, el hombre se levanta de la mesa para irse. Encuentra herramientas en el sótano y va a liberarla, pero antes entra en una pequeña habitación donde tiene todo lo necesario para deshacerse de un cadáver, desmembrarlo y hacerlo desaparecer. Cale tiene cámaras de seguridad y activa la de la habitación donde se encuentra la chica Katie (Kerry Condon), Sean se asusta y vuelve al restaurante para devolver el coche a su dueño.

Sean llama a emergencias para que vayan a rescatarla y decide vigilar en la casa hasta que lleguen, mientras Cale vuelve a casa y sospecha que alguien ha estado allí. Cuando la policía llega, Cale está acompañado de otra mujer de la que se supone que están en bata después de haber mantenido relaciones y que, quizás, por esto les han llamado.

Cale sale de nuevo de la casa y Sean y Derek intentan colarse por una ventana abierta, mientras el criminal llama a la policía sabiendo que los chicos entrarán y así pillarles, en la habitación donde estaba la chica ahora es una habitación convencional, pero para cuando quieren escapar ya ha llegado la policía. Cale lleva a la chica en el coche, en la parte trasera.

Cale se lleva a la chica a una cabaña en el bosque, donde le confiesa que ese lugar es muy especial para él, se trata de una cabaña de madera robotizada. Donde tiene aparatos de tortura y nadie la oirá gritar. Él le confiesa que la está domando, y ella se encuentra ganando ritmo y rutina (como los caballos de competición), dentro de la cabaña hay una celda, pero antes de que entre en ella le dice que se duche de forma metódica, ahí se descubre su cuerpo magullado y deteriorado por las torturas. Katie encuentra en las paredes de su celda días marcados y la palabra "help". Por lo que sabe que ha habido otras chicas antes que ella.

La policía va a verificar a casa de Erendreich lo dicho por Sean, pero ni encuentra la habitación con la chica, y en la habitación pequeña blanca ya no hay nada. Por lo que el secuestrador decide poner un dispositivo de rastreo en el coche de Sean para conseguir que deje de molestarle. Le pregunta a la chica por él y ella le confiesa que sí, que fue el que se coló en la casa.

La mente de la chica está tan rota que es ella quien se pone el collar y se encierra en la celda, a la vez, Cale le roba las contraseñas a Sean y le jode su relación con su novia Riley Seabrook (Jacqueline Byers), publicando una fotografía erótica de ella en todas las redes sociales, que Sean guardaba. A la vez que empieza a amenazar a Sean por teléfono.

Sean hace que despidan al padrastro de Sean, a su madre y le den una paliza a su novia. Todos los que tiene una relación directa con él están en peligro de una forma o de otra. Pese a todo lo que le está puteando, no es suficiente para Cale y está furioso.

"Del caos procede el orden, yo defino el caos, yo genero el orden. Ni tú ni nadie, entendido? Yo soy quien decide" Eso le dice Caleb apuntando con su arma a la chica después de una pesadilla.

Cale mata a Derek y Sean lo pilla con la guardia baja y le hace una foto mientras lo mata y se lo manda a la agente Fuller del FBI, pero nada resulta. Sean vuelve a colarse en casa de Cale buscando respuestas y descubre la dirección de la cabaña en el bosque en el GPS del Maserati de Cale, le hace una foto a la dirección e intenta dejar todo como estaba, pero la domótica de la casa le traiciona activando una bomba escondida en el horno. Por lo que tiene que huir metiéndose en el coche y saliendo por la puerta del garaje con él.

Cale va a huir del Estado y lo tiene preparado, es un profesional ocultando sus huellas: secuestra chicas, las tortura y sale victorioso de sus muertes. Mientras esto sucede y Cale se prepara, Sean llega con el Maserati a la cabaña en el bosque.

La historia de Cale Erendreich es fácil: era un niño rico que su padre tenía caballos de competición, tenía una domadora con él para enseñarle, pero un día maltratando un caballo ella le amenazó y él con 14 años mató a la chica de 20 y su padre le cubrió las espaldas para que se librara.

Mientras cuentan esta historia, Cale le abre la cabeza, con una pala a Sean.

El FBI llega a la cabaña en el bosque gracias a las indicaciones de Sean, pero Cale dispara a la chica dejándola caer en una zanja que va a llenar con sosa cáustica. En la fosa la chica encuentra cientos de cadáveres de mujeres que estuvieron en su circunstancia antes que ella. Sale mientras Cale le da un discurso acerca de lo malo y lo rico que es a Sean y le da con una pala en la cabeza, pero empieza a perseguirlos por el bosque con una pistola.

Sean y Cale se lían a puñetazos y el protagonista le da con el mango de un hacha.

El FBI los encuentra al oír los tiros y entran en la cabaña donde descubren los crímenes de Cale Erendreich, así como que Katie y Sean le han dejado atado a una silla tal y como él la tenía en su casa.

"¿Has oído alguna vez la historia del asesino serial Robert Hansen? Existe una película de John Cusack y Nicolas Cage que trata de ese señor que era un auténtico capullo que: secuestraba, violaba y daba caza a chicas y mujeres en los 70 y 80, la película se llama Caza al asesino o The Frozen Ground. Esta película es la versión moderna de ese film, con un personaje que tiene que hacer de salvador, un sinvergüenza, que encuentra la forma de resarcirse."

[whatandwhy]

Casos reales 4 – Ted Bundy

Dado a que he vuelto a ver hace poco la famosa película de Netflix Extremadamente cruel, malvado y perverso, os traigo la explicación del caso de Ted Bundy.

(Modo resumen)

Ted Bundy (Asesino en serie)

Nombre completo: Theodore Robert Bundy

Apodos:

Nacimiento: 24 de noviembre de 1946 (Burlington, Vermont, EEUU)

Fallecimiento: 24 de enero de 1989 (Bradford, Florida, EEUU)

Condena: Pena de muerte

Causa de la muerte: Ejecución en la silla eléctrica

Cargos criminales: 30 homicidios, secuestro agravado, intento de asesinato, allanamiento de morada, agresión sexual

15 años de prisión con posibilidad de libertad condicional.

Lugar de los hechos: 7 estados de EEUU

Años de los hechos: 1974-1978

Número de víctimas: 30 confesadas (se desconoce el número real de víctimas).

Sexo de las víctimas: mujeres

Edad de las víctimas: jóvenes (usualmente morenas)

Tipo de motivación: motivación sexual de tipo directo-sádico (según mi criterio).

Modus Operandi: estrangulamiento, descuartizamiento, violación, necrofilia.

Trastornos: maníaco-depresivo, psicópata.

Recomendaciones de series, películas y documentales:

Series:

Ted Bundy, asesino en serie. RTVE

Películas:

Un extraño a mi lado.

Extremadamente cruel, malvado y perverso.

No Man os Good.

Ted Bundy: American Boogeyman

Documentales:

Conversaciones con asesinos: Las cintas de Ted Bundy. Netflix

Ted Bundy: enamorada de un asesino. Amazon Prime

[byneddiedingo]

Aubrey Plaza in Ned Rifle (Hal Hartley, 2014)

Cast: Liam Aiken, Aubrey Plaza, Parker Posey, James Urbaniak, Thomas Jay Ryan, Martin Donovan, Karen Sillas, Robert John Burke. Melissa Bithorn, Gia Crovatin, Bill Sage, Lloyd Kaufman. Screenplay: Hal Hartley. Cinematography: Vladimir Subotic. Production design: Richard Sylvarnes. Film editing: Kyle Gilman. Music: Hal Hartley. 

And so ends the saga of Henry Fool that began in his eponymous film in 1997. Henry (Thomas Jay Ryan) is known as usual mainly through his effect on others, primarily the Grim family but also -- in Fay Grim (2006) -- the international espionage community. He has sent two of the Grims, Fay (Parker Posey) and Simon (James Urbaniak), to prison because of their association with him. And now a third, his son, Ned (Liam Aiken), who has taken the surname Rifle, bears a grudge because of what happened to his mother, Fay, and his uncle Simon. He has reached the age of 18, having gone to live with a devoutly Christian family -- the Rev. Daniel Gardner (Martin Gardner) and his wife,  Alice (Karen Sillas) -- since his mother was sentenced to life in prison as a terrorist. (Yes, to understand that you have to watch Fay Grim.) For those who have watched his films, it seems like the gang of Hartley regulars is all here. But there's a newcomer: Aubrey Plaza, who plays Susan Weber, a young woman who seems to be obsessed with the Grims. She's a graduate student at Columbia who's helping Fay write her memoirs, and she did a thesis (which was rejected) on Simon's Nobel Prize-winning poetry. But what she really wants to do is track down Henry -- she has her reasons, which we will learn. Susan crosses paths with Ned when he goes to see his uncle, also trying to find Henry, whom he wants to kill, despite the earnest Christian faith that he has adopted. The rest is a working out of motifs drawn from previous Hartley films, and not just the first two in the trilogy. There's also an echo of Hartley's short film The Book of Life (1998) in which Donovan played Jesus and Ryan played the devil: In Ned Rifle Henry is under psychiatric care because he is pretending that he believes he's the devil. But I think Henry Fool is really a variation on Jay Gatsby, F. Scott Fitzgerald's self-made man who isn't what he seems and eventually meets his end because of the charismatic spell he casts on other people. Plaza is terrific and the rest of the cast is in great form. 

[lancezimmermann]

Cumpleaños.

No vino nadie a la fiesta de mi séptimo cumpleaños. Había una mesa llena de flanes de gelatina y de chucherías, con un sombrero de fiesta en cada sitio, y una tarta de cumpleaños con siete velas en el centro de la mesa. La tarta tenía un dibujo en forma de libro. Mudd (como yo llamaba a mi madre), que se había encargado de organizar la fiesta, me contó que la pastelera le había dicho que era la primera vez que dibujaba un libro en una tarta de cumpleaños, y que normalmente los niños preferían una nave espacial o un balón de fútbol. Aquel había sido su primer libro.

Cuando resultó evidente que no iba a venir nadie, mi madre encendió las velas de la tarta y yo las apagué. Comí un trozo de tarta, y ella comió otro. Mudd había preparado varios juegos para la fiesta que según había leído en una revista en la peluquería de los Hoffman (también judíos), serían perfectos para una perfecta fiesta de cumpleaños. Pero, como allí no había nadie a excepción de ella y yo no pudimos jugar, y yo mismo desenvolví el premio que tenía reservado para el que ganara el juego de la patata caliente, un cromo de Wade Boggs de los Yankees. Estaba triste porque nadie había venido a mi fiesta, pero al mismo tiempo me alegraba de poder quedarme con el cromo. Después desenvolví mi último regalo de cumpleaños que mi madre había comprado en secreto (supe años más tarde) en una librería de Paterson: La isla del tesoro del escocés Robert Louis Stevenson. La organización del cumpleaños (tarta, cromo y libro incluídos) le había costado en total treinta dólares. Cuando mi padre se enteró, castigó a mi madre y no volvimos a celebrar mi cumpleaños.

Me tumbé en la cama y me enfrasqué en las historias. Me encantaba leer. Me sentía más seguro en compañía de un libro que de las personas. Primero pensaron que no hablaba porque no podía. Y después se dieron cuenta de que era tartamudo (en ocasiones lo sigo siendo, cosa que nunca ha parecido avergonzar a mi mujer), así que me llevaron a un logopeda (el Dr. Levi, también judío) para que me enseñase a pronunciar palabras como "preocuparse" u "homogéneo". Me resultaba tan vergonzoso no poder hablar como lo harían los personajes de Robert Louis Stevenson que opté por no hacerlo y mi padre, de nuevo, castigó a mi madre por hacerles perder dinero con un especialista. No volví al logopeda.

El libro era fascinante y fue una buena compañía para alguien cuya fiesta de cumpleaños había consistido en una mesa llena de pastas glaseadas, pudin de almendra, una tarta con siete velas y quince sillas plegables vacías. No recuerdo haberle preguntado nunca a ninguno de mis compañeros de clase por qué no había venido a mi fiesta. No me hacía falta preguntar. Después de todo, ni siquiera eran mis amigos. Solo eran mis compañeros de clase.

Tardaba en hacer amigos, cuando los hacía. Mudd me decía que debía "ser yo mismo" y me daba de vez en cuando algunos consejos que a su vez, su madre le había dado cuando ella era pequeña. Me decía que "era bueno, y válido", y que tenía unos "ojos deslumbrantes". Yo no sabía pronunciar deslumbrantes. Tampoco entendía por qué mi madre me vestía con corbata si nadie llevaba corbata. "Los de nuestro pueblo somos elegantes". No entendía a qué se refería con "pueblo", si Paterson era una ciudad. Teníamos muchas celebridades: Rubin "El huracán" Carter, Larry Doby o el poeta Allen Gingsberg, William Carlos Williams (otro poeta). Se refería a que éramos judíos, y sus palabras, como su cumpleaños compuesto por una tarta, un libro y quince sillas plegables, eran una forma amable de protegerme de la horrible y trágica realidad: estábamos solos.

No fui un niño feliz, aunque en ocasiones estaba contento. Vivía en los libros más que en cualquier otra parte. A menudo mi mujer me pregunta "¿y te sentiste contento?" cuando algo de especial relevancia ocurre en mi día a día, y yo no puedo evitar encogerme de hombros. Hemos llegado a la conclusión de que me siento "neutral". No creo que sea incapaz de alegrarme. Sin embargo, cuando estoy contento aún tartamudeo y creo que en el fondo me preocupa que me vean "siendo yo mismo", con unos ojos que no puedo describir por no saber pronunciar. Me pregunto qué sintió mi madre no volviendo a buscar nunca "quince ideas para un perfecto cumpleaños" y no comprándome nunca más un libro y un cromo. No era tartamuda, pero creo que simplemente, dejó de "ser ella misma". Y prefirió vivir la realidad de estar solos de una forma más austera. Sin corbatas. Ni cumpleaños.

Referencias: El océano al final del camino, Neil Gaiman (2013).

[serialkiller63]

Hablemos de uno de los mas conocidos Theodore Robert Conwell o mejor conocido como Ted Bundy.

Nació el 24 de Noviembre de 194, Burlington, Vermon, Estados Unidos (Murió el 24 de Enero de 1986, Prisión Estatal de Florida, Estados Unidos)

Ted Bundy fue autor de 30 asesinatos durante un periodo de 4 años, aunque la cifra de muerte podría ser de mas se cree que es responsable de 40 desapariciones sin resolver todas sus víctimas (al menos las que confeso) fueron mujeres jóvenes de entre 12 y 22 años muchas de ellas universitarias, las embaucaba haciéndose pasar por discapacitado o por alguna persona con superioridad social como por ejemplo un político una ves las asesinaba abusaba de ellas y las desmembraba (lo cual lo conbierte en uno de los asesinatos os mas macabros del siglo 20), de algunas de sus víctimas llego a guardar recuerdos como por ejemplo sus cabezas.

Durante sus primeros años de formación tubo una vida relativamente normal, fue estudiante y se licencio en psicología y derecho, estudios que le motivaron a que cuando fue detenido por sus crímenes decidió auto defenderse y con su carisma también jugando a su parte consiguió retrasar varias veces su ejecución pero la justicia acabo siendo dura con el siendo ejecutado en la silla eléctrica e 24 de enero 1989 con 42 años de edad.

Datos curiosos:

Ted Bundy salvo a un niño de 4 años de edad de ahogarse por lo cual recibió un condecorado de la policía.

Realizaba labores comunitarios (hasta llego a ser voluntario en una línea telefónica que ayuda a a mujeres que habían sido agredidas).

Cuando fue condenado muchas mujeres empezaron a mandarle cartas de amor ya que les parecía muy apuesto.

Creció en una familia disfuncional.

Ted Bundy se sometió a una evaluación psicológica en la prisión estatal de Utah. Como había tomado clases de psicología en la universidad, Bundy sabia exactamente como responder a todas las preguntas para manipular los resultados y hacerlo parecer una persona normal.

Ted Bundy tiene una hija ( Rose Bundy)

¿Que les pareció este asesino en serie?

[prensabolivariana]

Por Robert Bridge* El extraño comportamiento del anciano presidente estadounidense el Día D rápidamente dio lugar a especulaciones, algunas crudas, otras brutalmente honestas. Según todas las apariencias, parecía que la Madre Naturaleza vino a buscar al líder estadounidense precisamente en el peor momento. Durante una ceremonia conmemorativa del 80 aniversario del Día D en Francia, Joe Biden, de 81 años, de repente parecía muy decidido a tomar asiento, y ni siquiera su cariñosa esposa, la Dra. Jill, iba a detener la sentadilla. En busca desesperada de una silla, un trono o –como algunos han especulado crudamente– un orinal portátil, Biden ha vuelto a convertir a Estados Unidos en el hazmerreír del mundo entero. Continue reading ‘Poop-gate’: ¿La confusión del Día D de Biden es digna de todo el revuelo?

[docrotten]

DON’T BE AFRAID OF THE DARK (1973) – Episode 215 – Decades Of Horror 1970s

“When will they come? When will they come? When will they come and set us free?” Who are “they?” Who are “us?” Free from what? Sheez, so many questions. Join your faithful Grue Crew – Doc Rotten, Bill Mulligan, Chad Hunt, and Jeff Mohr – as they visit the Farnham household for answers in Don’t Be Afraid of the Dark (1973).

Decades of Horror 1970s Episode 215 – Don’t Be Afraid of the Dark (1973)

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Decades of Horror 1970s is partnering with the WICKED HORROR TV CHANNEL (https://wickedhorrortv.com/) which now includes video episodes of the podcast and is available on Roku, AppleTV, Amazon FireTV, AndroidTV, and its online website across all OTT platforms, as well as mobile, tablet, and desktop.

A young couple inherits an old mansion inhabited by small demon-like creatures determined to make the wife one of their own.

  Directed by: John Newland

Writer: Nigel McKeand

Music by: Billy Goldenberg

Cinematography by: Andrew Jackson (director of photography)

Makeup Department: Michael Hancock (makeup artist) (as Mike Hancock); Robert Sidell (makeup artist); Bruce Jossen (hair stylist) (as Jossen);

Selected Cast:

Kim Darby as Sally Farnham

Jim Hutton as Alex Farnham

Barbara Anderson as Joan Kahn

William Demarest as Mr. Harris

Pedro Armendáriz Jr. as Francisco Perez (as Pedro Armendariz Jr.)

Lesley Woods as Ethyl

Robert Cleaves as Doctor

Sterling Swanson as Policeman

Joel Lawrence as George Kahn (as J.H. Lawrence)

William Sylvester as Tom Henderson

Don Mallon as Bob

Celia Milius as Anne (as Celia Kaye)

Elizabeth St. Clair as Party Guest

Monika Henreid as Party Guest (as Monica Henreid)

Robert Priest as Party Guest

Ted Swanson as Bartender

Felix Silla as Creature

Tamara De Treaux as Creature (as Tamara DeTreaux)

Patty Maloney as Creature

Nigel McKeand as Demon (voice) (uncredited)

Ah, the “movie-of-the-week” in the Seventies in the States, when the family gathered around the boob tube deciding which network to watch. On occasion, the decision was to catch a scary movie, perhaps, such as this episode’s topic, Don’t Be Afraid of the Dark (1973). The film is littered with small, creepy, whispering “demons” out to get Sally (Kim Darby). Will they succeed in claiming Sally as one of their own? All the while, her husband (Jim Hutton) and their handyman (William Demarest) argue on the phone and her friend (Barbara Anderson) gets locked out of the house. How does this TV quickie hold up? Trust that the grue Crew has an opinion.

At the time of this writing, Don’t Be Afraid of the Dark is available to stream from archivedotorg and PPV from Google Play and YouTube, and on physical media in Blu-ray format from Warner Archives.

Gruesome Magazine’s Decades of Horror 1970s is part of the Decades of Horror two-week rotation with The Classic Era and the 1980s. In two weeks, the next episode, chosen by Chad, will be The Alien Factor (1978), a science fiction, horror film shot on a micro-budget with some ringers hiding in the credits for the film’s special effects. 

We want to hear from you – the coolest, grooviest fans: comment on the site or email the Decades of Horror 1970s podcast hosts at feedback@gruesomemagazine.com. 

Check out this episode!

[logscroll]

Nullius in verba

Latin for "no one's words" or "take nobody's word for it" or “on the word of no one” or “take no one’s word” or “no hay palabras finales”

Is the motto of the Royal Society. John Evelyn and other fellows of the Royal Society chose the motto soon after the Society's founding in 1660.

The Royal Society website says that the motto is an expression of the determination of Fellows to withstand the domination of authority and to verify all statements by an appeal to facts determined by experiment.

Represents what science is about. Show us the verifiable data you have, & the process you used to link that data together to form your conclusion. Otherwise, your conclusion is not scientific.

The phrase comes from Horace's Epistle to his benefactor Maecenas, where he claims not to be devoted to any particular sect but is rather an eclectic by nature. The motto was extracted from the first of two hexameters:

La sentencia procede de una de las Epístolas de Horacio, donde este se compara con un gladiador que, ya retirado, se halla al fin libre del yugo de la esclavitud. En el texto de Horacio, las palabras van intercaladas en el primero de dos versos hexámetros:

Nullius addictus iurare in verba magistri, – quo me cumque rapit tempestas, deferor hospes.

("No one is addicted to swearing by the words of the teacher, – to which whenever the storm takes me, I am carried away as a guest."

/«No me vi obligado a jurar por las palabras de maestro alguno, / me dejo llevar como huésped de paso a donde me arrebata la tempestad.»)

The very first ‘learned society’ meeting on 28 November 1660 followed a lecture at Gresham College by Christopher Wren. Joined by other leading polymaths including Robert Boyle and John Wilkins, the group soon received royal approval, and from 1663 it would be known as 'The Royal Society of London for Improving Natural Knowledge'.

Through our policy work, journals, scientific meetings, events, worldwide partnerships and grants and awards, the Royal Society works to support excellence in science, building a home and future for science in the UK.

*

El conocimiento no es un puerto sino una navegación estamos siempre sentados en la punta de la silla buscando nuevos paradigmas.

No hay palabras finales

Estamos en ebullición permanentemente en distintos debates

Hablando de navegación, y expedición

[kingblueyellowbird]

Get Thee Behind Me, Assbutts (Traducción)

Capítulo 8: Sober

Historia de @ladyknightskye

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Ellen estaba lavando platos cuando escuchó un golpe en la puerta. Por el momento, vivía felizmente con Bobby. El hombre en cuestión estaba sentado en su escritorio, repasando la historia de un cazador perplejo sobre una serie de asesinatos en Iowa, y el golpe lo hizo mirar fijamente a la puerta principal.

—Bueno, no estoy esperando a nadie.

Ellen asintió y se dirigió a la puerta. Apartó la cortina y frunció el ceño. La abrió y se quedó mirando al arcángel rubio que había al otro lado.

—¿Lucifer? Creí que te habías ido con los chicos. 

—¿Puedo pasar? —preguntó suavemente.

Eso era lo que pasaba con Lucifer, pensó Ellen. No era lo que cabría esperar del Diablo. Diablos, de los tres chicos ángeles, Castiel era el que más se parecía al Diablo con su pelo oscuro y desordenado y sus bonitos ojos azules, mientras que Gabriel era el que más se parecía al Diablo con su actitud. Lucifer parecía tan educado y modesto que a veces resultaba difícil recordar que ese tipo era la razón por la que existían los demonios.

—Claro, entra cariño —dijo ella.

Lucifer entró y miró a su alrededor. 

—Ven y siéntate.

Bobby entró en la silla de ruedas. 

—No esperaba que vinieras solo.

—Yo… Necesito un consejo.

Las cejas de Ellen se elevaron. 

—¿Oh? ¿Un consejo sobre qué?

Lucifer parpadeó y miró al suelo. Permaneció tanto tiempo en silencio que Bobby estuvo tentado de salir de la habitación. Como mínimo, probablemente necesitaba un poco de whisky que le ayudara a enfrentarse a lo que Lucifer estuviera a punto de echarles encima. Justo cuando estaba a punto de darse la vuelta, Ellen se aclaró la garganta.

—¿Qué tal si te sientas y tomamos un café?

Lucifer asintió y Bobby se acercó a la mesa. 

—Muy bien chico, ¿Qué es lo que tiene tus bragas torcidas?

Eso le valió al viejo cazador una serie de rápidos parpadeos. 

—Me gustas.

Ellen resopló mientras Bobby arqueaba una ceja. 

—Bien. Siempre quise la aprobación de Satanás.

Esto pareció romper la aparente timidez de Lucifer. 

—Cuando Gabriel vino a mí, acordé una tregua. Dejaría de guiar activamente el apocalipsis, y Gabriel tendría carta blanca para convencerme de que perdonara a la humanidad. Lo admito, entré en el acuerdo con intenciones menos que honorables. No trabajaría activamente para promover mis objetivos, pero si Sam llegara a confiar en mí...

Bobby abrió la boca para criticar al ángel, pero Ellen negó con la cabeza mientras dejaba dos tazas de café frente a ellos. 

—¿Qué cambió, cariño?

La mirada escéptica de Bobby se volvió hacia ella. Ellen lo ignoró a favor de prestar atención al ángel. 

—Castiel. Él… nos extrañaba. Él piensa que tengo razón. Él es… él es mi hermano pequeño. Si continúo en el curso que me propuse, lo lastimaría. Lastimaría a Gabriel. Estaría matando a Dean y casi haciéndole lo mismo a Sam.

—Finalmente sacaste la cabeza de tu culo —murmuró Bobby. Ellen le envió una mirada sucia.

—Sí —Estuvo de acuerdo Lucifer—. Sigo creyendo que la humanidad en general es una desgraciada plaga para el mundo… 

—Ya sabes que no estoy en desacuerdo —murmuró Bobby.

—¡Robert Steven Singer! —Ellen siseó.

— -pero, me gustan ustedes dos —continuó Lucifer, atrayendo sus miradas hacia él—. Me gusta Dean. Él… él me recuerda a mí mismo. Me recuerda un poco a Michael. Yo… Lo extraño. —Miró a Ellen—. Y me gusta Jo. Ella . . . Ella me besó en la frente. Se rió conmigo de Sam. 

—¿Y qué hay de él? —Ellen presionó suavemente.

El arcángel también tomó un sorbo del café, saboreando el ligero dulzor de la crema que ella le había agregado. 

—Recordaste cómo lo tomó.

—Sí —dijo Ellen con una sonrisa—, conozco todas las bebidas de mis clientes habituales.

Lucifer la miró, sus penetrantes ojos azules llenos de asombro. 

—Hace una semana, con mucho gusto te habría roto el cuello.

—Y hace una semana todavía eras un niño pequeño perdido —respondió Ellen—. He visto muchos de ellos. cazadores… ¿los hombres? —Ella sacudió su cabeza—. Muchos de ellos perdieron a alguien joven y empiezan la vida cuando apenas acaban el instituto. Siempre me doy cuenta porque tienen esa mirada que a veces tienes. Tu padre hizo mal dejándote en una jaula. Ahora, ¿hiciste bien creando demonios y haciendo un berrinche? No. Y tienes que hacerte cargo de la gente a la que has hecho daño, pero encerrarte o matarte no solucionará nada. ¿Y tú estando aquí? ¿Ayudando a Sam y Dean y negándote a ser el monstruo que tu familia intenta convertirte? Eso hará más por el mundo que matarte.

Bobby frunció el ceño. 

—Ella no está equivocada, hijo. No podemos traer de vuelta a las personas que has matado, pero podemos asegurarnos de que nadie más salga herido.

Lucifer negó con la cabeza. 

—¿Podrías por favor no decirle a nadie sobre esto? Yo... Sam acaba de comenzar a permitirme hablar con él civilizadamente y no quiero perder eso.

Ellen y Bobby compartieron una mirada. 

—Los secretos siempre salen a la luz, chico.

—Lo sé —dijo Lucifer—, y planeo admitirles lo que contemplé. Solo que no ahora.

Bobby suspiró y puso los ojos en blanco. 

—No diré nada, pero será mejor que lo reconozcas pronto. Sam tiene mal genio con él.

Lucifer asintió. Ellen se puso de pie y miró el reloj en la pared de la cocina. 

—Aquí, cariño, ¿has comido?

—Yo no-

Ella sacudió su cabeza. 

—¡No, escucha, chico ángel! Esa era una pregunta de sí o no.

Lucifer miró a Bobby, que acababa de tomar un sorbo de café.

—No. No he comido.

—Está bien. Te estoy preparando el almuerzo y luego puedes regresar con los chicos. Estoy seguro de que se preguntarán adónde te has metido.

—Estoy orgullosa de ti, Bobby.

—¿Por qué?

—Porque te las arreglaste para tener toda esa conversación sin lloriquear por un trago o quejarte por compartir tus sentimientos.

Bobby resopló desde donde estaba en su escritorio. Lucifer todavía estaba terminando su hamburguesa que Ellen había insistido en hacer para el almuerzo. Miró entre los dos y sonrió un poco. Había decidido que Ellen era una Eiswein, dulce pero aguda. Sus palabras podían cortar como un cuchillo o brindar un bálsamo al alma.

Bobby negó con la cabeza. 

—Probablemente hubiera sido mejor si hubiera tomado una copa —murmuró.

—¡Escuché eso!

Lucifer terminó su comida y obedientemente llevó el plato al fregadero. 

—Gracias.

Ellen le sonrió. 

—Sabes que te estoy dando una gran oportunidad aquí, ¿verdad?

Él asintió, consciente de que la cazadora le estaba otorgando mucho crédito por su confianza. No tenía forma de saber si él no volvería a sus viejas costumbres egoístas. Pero Gabriel había salido de su escondite y Castiel se había rebelado. Lucifer podría intentar vivir en paz con la humanidad incluso si nunca se inclinara ante ellos como Dios había querido. Luego miró a Bobby. Caminó hacia el hombre mayor. Sabía que no significaría mucho para ellos, pero estaba decidido a devolverles al menos un poco.

—¿Sí? —Bobby preguntó, levantando la vista de su libro.

Lucifer no respondió, solo puso una mano en la espalda baja de Bobby. Encontró la herida fácilmente. Una columna vertebral mellada. No es difícil de arreglar. Bobby gritó, haciendo que Ellen se tensara. Lucifer lo soltó tan pronto como terminó, y volvió al sórdido motel que había dejado no hace mucho. Los otros estaban holgazaneando alrededor del Impala. 

—Ahí estás —dijo Dean—, estábamos preocupados.

Lucifer asintió. 

—Mis disculpas. Yo-

Fue interrumpido por el timbre del teléfono de Sam. El joven lo comprobó. 

—Espera, es Bobby.

Lucifer de repente se sintió nervioso, y en el chat grupal de ángeles, Gabriel se acercó tentativamente. No usó palabras, solo emociones.

—¡Vaya, vaya, disminuya la velocidad! ¿Lucifer hizo qué? —Sam dijo con los ojos muy abiertos.

Dean se tensó, y Castiel y Gabriel lo miraron con recelo. Apretó los dientes, deseando que Ellen y Bobby no los hubieran contactado.

—¿En realidad? ¿Está caminando? ¿Cómo si nunca hubiera pasado nada? —Sam se volvió hacia Lucifer y el teléfono se alejó de su cara— ¿Curaste a Bobby?

De repente, todas las expresiones se volvieron atónitas. 

—Bueno, sí. Eso... Eso parecía lo correcto.

La voz de Bobby saltó con fuerza desde el altavoz. 

—¡Lucifer! ¡Ponlo al teléfono!

Sam obedeció. Lucifer dijo suavemente: 

—¿Sí?

—Trae tu culo pálido de vuelta aquí en este instante.

Lucifer le devolvió a Sam su teléfono e hizo lo que le pedía. Por un momento contempló no escuchar a Bobby, pero una parte de él tenía curiosidad por saber qué le haría el humano. Tan pronto como apareció fuera de la puerta, se abrió de golpe. Bobby lo miraba como si Lucifer hubiera matado a su perro. 

—¡Ven aquí, idiota!

Nuevamente, Lucifer obedeció por curiosidad y se encontró envuelto en un fuerte abrazo. 

—Gracias —susurró Bobby.

Decir que Lucifer realmente no esperaba esto era quedarse corto. Por un largo momento se congeló, aunque Bobby no dejó ir su rigidez. 

—Fue mi culpa. Necesitaba arreglarlo.

—Aún así —murmuró Bobby—, aún así.

Lucifer finalmente le devolvió el abrazo.

Esta es una traducción autorizada. Recuerden apoyar la historia original.

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