Tumgik
#se apagó
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Me alejé y nadie me buscó.
Yo igual que tú, también lloré y maldecí, caí y me levanté, confié y me fallaron.
Me alejé y nadie me buscó.
Yo igual que tú, dejé de creer en las personas, en el amor y las promesas.
Dejé de soñar y se me apagó la sonrisa.
Yo igual que tú, he sentido la soledad a flor de piel y el frío vacío por dentro que eriza el alma.
Tú igual que yo, también puedes perdonar y volver a volar en otros horizontes, en otros cielos.
Florecer en la próxima primavera, con otro color y en otro jardín.
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ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
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quemirabobo · 7 months
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Se está prendiendo fuego una fábrica en la cuadra de mi casa🫠
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chintil · 8 months
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se me perdió el cargador del celular
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sexcaliburs · 9 months
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Eu creo que se me rompió el teléfono :(
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gabriellaleo · 1 year
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astelar · 2 years
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not me a las tres de la madrugada leyendo a alejandra pizarnik mientras escucho the smiths :)
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El atardecer
Aquel día, me encontré con un atardecer, el sol poniéndose en el horizonte, el cielo pintándose de colores, y entonces me acordé de ti, supe que eras tú quien me lo enviaba, diciéndome que estabas bien, allá arriba.
Me arrepiento, me arrepiento de no haber pasado más tiempo contigo cuando pude hacerlo; de no haberte abrazado más, de no darte la atención que querías, de no mostrarte lo que realmente sentía y sigo sintiendo por ti, un amor que es más grande que el universo entero.
La vida te puede sorprender tan duro con inesperados momentos que llegan en tan solo segundos, esos pequeños minutos, duelen para siempre, te vi morir en mis brazos, respirando tus últimas bocanadas de aire, desesperada traté de salvarte, pero no pude, era tarde, me invadió la tristeza enorme que todavía me sigue visitando con tus recuerdos.
Ya no te vería más, ya no me sonreirías, se apagó tu voz, dejarías de estar a lado mío, ya no respirabas, me dejaste.
Me duele no tenerte más, no verte, sentir tu ausencia y ese vacío en mi alma, ni siquiera me despedí de ti, y te vi ahí sufriendo, aferrándote a la vida, esos ojitos con los que me mirabas, ya estaban cerrados, esa sonrisa había desaparecido de tu linda carita, y yo lo único que quería era irme contigo, empezar de nuevo, darte el amor que tal vez me faltó demostrarte, tengo tanto miedo de perder a los que me quedan.
Y esa tarde, la tarde en la que te fuiste para jamás regresar, hubo un cielo rojo, quizá estabas diciéndome que brillabas, ahora allí, como lo hiciste en la tierra, y ahora cada vez que los miro, te recuerdo a ti, al igual que una puesta de sol, tan fugaz, tan hermoso, queriendo que seas eterno.
-Loquesemeocurraescribo
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solxs · 7 months
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Te esperé hasta que mi corazón se apagó.
Alexander Alay.
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a--z--u--l · 8 months
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Poco a poco se apagó la ilusión de tenerte.
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soyvagabundo · 1 year
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Me enamoré,
Realmente me enamoré.
Ahora me pesa,
Me duele,
Me mata.
No siento anhelo por otra piel,
U otros besos,
Que no sean los suyos.
Aunque hayan más personas con quien llenar el vacío,
No está el deseo,
Todo se apagó...
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analisword · 2 months
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
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Capítulo 1: https://www.tumblr.com/analisword/742694471701037056/high-infidelity-enzo-vogrinc-x-fem-reader?source=share
Capítulo 2: https://www.tumblr.com/analisword/742809931904925697/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 3: https://www.tumblr.com/analisword/742966287515402240/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
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Capítulo 4:
Alana no sabía qué esperar del departamento de Enzo, cuando ingresó se encontró con un pequeño lugar completamente limpio, con cuadros de pintura al óleo, muebles bastante originales, una estantería repleta de libros, lámparas que emitían luz cálida y un delicioso olor a lavanda. 
—Wow—exclamó Alana entrando al lugar—. Para llevar un par de meses viviendo acá, definitivamente luce como un hogar—exclamó inspeccionando el departamento mientras se quitaba la chaqueta de Enzo de los hombros y se la entregaba. 
—Sí—tomó la chaqueta—. Cuando pasas tanto tiempo fuera de casa, querés que cualquier parte del mundo se convierta en tu hogar—dijo, Alana sonrió al escucharlo y no pudo evitar pensar que su departamento con Sebastián no se sentía como un hogar en lo absoluto. 
Su hogar estaba a miles de kilómetros de ahí, en su habitación con su viejo escritorio y notas olvidadas,  no el estudio de Sebastián con olor a cigarro y repleto de manuscritos. 
¿Era por la pelea, o hace mucho Sebastián había dejado de sentirse como su hogar?
—Ehh, ¿te gusta el té?—preguntó Enzo al notar que ella había bajado la mirada con tono pensativo. 
—Sí, té suena bien—respondió ella, Enzo dobló la chaqueta y la dejó en el sillón. 
—Sentite en casa en lo que lo preparo—dijo, Alana asintió y caminó tímidamente hacia el mismo sillón en el que él había dejado la chaqueta, visualizó un poco más el lugar, se preguntaba si Enzo guardaba su Oscar ahí o lo tenía en Uruguay, algo le dijo que la segunda opción era la correcta. 
Alana sacó su celular, ya eran pasadas las 11 de la noche y tenía un montón de llamadas perdidas de Sebastián, ella había dejado su celular en silencio una vez que Enzo la encontró en el parque, pero durante todo el camino al edificio lo sintió vibrando en su bolsillo.
‘’Estoy bien’’ tecleó rápidamente en un mensaje y se lo envió, no tenía intención de conversar con él, tampoco quería regresar al departamento pronto, pero tampoco quería que Sebastián fuera a la estación de policías a buscarla, Alana nunca salía sola, mucho menos en Sevilla. 
Inmediatamente Sebastián recibió el mensaje volvió a llamarla, ella apagó el celular y miró a Enzo salir de la cocina con una bandeja con al menos 5 tazas. 
—¿Esperamos a alguien más?—preguntó ella riendo girando su cabeza a los lados, como buscando gente. 
—No sabía cuál té es tu favorito—respondió él con obviedad dejando la bandeja de plata delicadamente sobre la mesa. 
—Pudiste preguntar.
—Bueno, demasiado tarde, ya preparé unos 2 litros de té aquí. 
—Más vale que los terminemos entonces—dijo ella agarrando la primera taza que vio, la acercó a su cara en donde el olor a menta invadió sus fosas nasales, lo sopló y le dio un leve trago. 
—¿Rico?—preguntó él tomando otra taza.
—Mucho—respondió Alana, en realidad no tenía nada de espectacular, sabía a cualquier otro té de supermercado, pero absolutamente no se lo diría cuando el chico había sido tan amable de recogerla en medio de la nada y traerla hasta acá—. ¿Cómo estuvo la filmación?—preguntó ella volviendo a dejar la taza sobre la mesa y agarrando otra, Enzo rió al observarla,  pero ella procedió a beber el otro té, el cual ahora tenía sabor a manzanilla. 
—Agotadora—resopló—. No puedo decir mucho al respecto—dijo con tono burlón. 
—Sí—Alana rodó los ojos—. Porque tengo un micrófono metido en el culo y le spoilearé a todo el mundo la película—dijo ella, Enzo comenzó a ahogarse con el té. 
—Sos otro caso—dijo él negando con la cabeza. 
—¿Lo dices por lo del parque o por lo del micro?
—Ambas, duh—dijo. 
Alana sonrió y bajó la mirada a su taza, había olvidado lo agradable que era no estar dentro de sus propias cuatro paredes y poder interactuar con alguien más que no fuera Sebastián o su agente. 
—Para ser honesto, no creí que fueses a mandarme mensaje, cuanto menos llamarme—informó Enzo procediendo a tomar otra taza. 
—Sí, yo tampoco—admitió, Enzo  levantó ambas cejas al escuchar la confesión—. Nunca he sido muy buena conociendo a gente famosa. 
—Vos también sos famosa, ¿sabes?—dijo él riendo. 
—Es diferente—replicó. 
—¿Cómo es diferente?
—Ganaste un Oscar—le recordó, Enzo levantó los hombros y protuyó el labio inferior, como si le hubiera dicho que había ganado un cupón para helados gratis. 
—De seguro también habrás ganado un premio por arco de sangre. 
—De hecho sí—dijo—. El de mi editorial. 
—¿Qué te dije? Sos igual de famosa. 
—Bueno, era la única escritora en la editorial, no había a quién más dárselo—dijo ella con tono de obviedad, Enzo soltó una carcajada. 
—¿Por qué harían una entrega de premios si sólo eras vos?
—No sé, pregúntaselo a mi jefe. 
—¿Sigues siendo la única fichada en la editorial?—preguntó él acercándose más, se encontraba en el sillón de al lado, ni muy lejos ni muy cerca, simplemente en el lugar adecuado y cómodo. 
—No—suspiró—. Mi novio…Sebastián también está fichado como escritor—dijo bajando la voz, Enzo la miró detalladamente, era un chico inteligente y no era ciencia espacial darse cuenta que claramente el cambio de ánimo de Alana era producto de su novio. 
—¿Fue él la razón por la que te dormiste en el parque? Si se puede saber, claro. 
—Sí—admitió y le dio un sorbo al té de manzanilla—. Tuvimos una pelea muy fuerte hoy, nunca habíamos peleado de esa manera y prácticamente huí del lugar, no sabía a dónde ir ni a quién llamar. 
—Gracias por tener la confianza de llamarme a mí—dijo él mirándola fijamente, Alana sonrió, entendiendo rápidamente que había tomado la decisión correcta de hacerlo. 
—Corrí a la primera persona latina que vi—citó ella, Enzo le había dicho algo similar la primera vez que se vieron. 
—Ahora me entendés—dijo él. 
—Yo leí tu reseña—soltó después de varios segundos de silencio—. Conecté mucho con lo que escribiste…de alguna manera me hiciste sentir escuchada, tal vez por eso sentí la confianza de llamarte. 
—Dios, ahora me siento avergonzado de que hayas leído algo así—dijo él llevando la cara a las manos. 
—¡Fuiste tú él que mencionó lo de la reseña!—rió—. Pero en serio, muchas gracias, aprecio muchísimo lo que escribiste. 
—Te admiro mucho—dijo—. Desde el primer libro lo hago, Alana. 
—Yo también te admiro mucho, Enzo—respondió ella. 
—¿Querés hablar de lo que pasó con…?
—Sebastián—terminó la pregunta, Enzo asintió—. Bueno, justamente inició contigo—dijo rascándose el cuero cabelludo. 
—¿Leyó la reseña, no es así? Sabía que escribir lo de que habías besado mi alma había sido demasiado, pero en mi defensa, no tenía idea de cómo lucías cuando leí el segundo libro, miré la contraportada hasta que compré el tercero—dijo rápidamente—. Claro que creo que sos una mujer muy bella, pero lo que pienso de ti como escritora no tiene nada que ver con tu cara. 
—No fue por lo de la reseña—dijo Alana con las mejillas calientes por lo que Enzo acababa de decirle—. De hecho él ni siquiera sabía que habías hecho tal cosa, fue por lo de la entrevista que di. 
—¿La de zoom?—preguntó él, Alana asintió. 
—No le agradó las cosas que dije sobre ti—mencionó, Enzo abrió y cerró la boca bruscamente, claramente sin saber qué decir—. Pero esa no es la raíz del problema, supongo que sólo fue la gota que derramó el vaso. 
—¿Entonces cuál fue la raíz?
—Dice que se siente invisible a mi lado, nos conocimos porque él fue mi editor, creo que esto ya te lo había mencionado. 
—Sí, sólo editó el primer tomo. 
—Sí, bueno de ahí en adelante él dejó de leer la saga y se dedicó a editar para otros escritores, por eso nos mudamos acá.
—Y actualmente está escribiendo su primer libro—continuó él, Alana podría sorprenderse de que el chico recordara los detalles de su primera conversación, pero no lo hizo, Enzo lucía como la clase de persona que aprendía todo sobre ti, sus pupilas registraban cada movimiento como la mejor cámara fotográfica, cuando Enzo ponía atención sobre ti, no había nada que lo sacara del transe. 
Alana asintió. 
—Él dejó de editar para mí precisamente porque iniciamos nuestra relación y no quería mezclar el trabajo con la relación, sin embargo, desde que comenzó su libro lo he estado ayudando constantemente, no tanto como su editora, porque el manuscrito ni siquiera está completo, simplemente porque…
—Porque sos su novia, son la clase de cosas que las parejas hacen, apoyarse el uno al otro, cuanto más cuando es algo de lo que sabes. Sin embargo, él dejó de leer tu saga apenas dejó de ser tu editor—dijo Enzo atando todos los cabos sueltos.
—Y entiendo en parte las cosas que dijo, pero…fue tan cruel, yo no pedí fama, yo sólo quería que alguien me leyera, pero no voy a sentarme a fingir que no estoy agradecida por las cosas que he logrado, me quemé las pestañas para estar acá, yo escribí los otros libros y…
—Alana, escribiste la saga completa—dijo él aumentando un poco más la voz—. No sé muy bien cómo funciona el mundo de la escritura, pero por algo los autores están en la portada de los libros, por algo sos conocida como  Alana Lomelí, no sé qué tanto haya participado, pero vos creaste ese mundo en tu mente, y lamento que pienses que el crédito no es tuyo. 
—Y ahora él piensa que hablé de ti sólo porque quiero más fama justo ahora que él está escribiendo su libro—dijo, incluso en voz alta sonaba más absurdo, Enzo la miró incrédulo. 
—Eh, a ver, yo fui el que se acercó a ti, yo fui el que te pedí tu número, yo te di el mío y más importante, he sido fan tuyo desde hace años, sos mi escritora favorita—dijo él enumerando con sus largos dedos. 
—¡Y tú eres mi actor favorito! ¡Y él lo sabe! Por supuesto que te quisiera a ti en una película de mi libro, pero todo es una estupidez, ni siquiera habrá una película sobre mi libro. 
—Y que sepas que ahora con más razón si alguna vez llega a haberla, haré lo posible por tener ese papel—sonó casi como una amenaza. 
—Enzo, yo jamás quisiera aprovecharme de tu fama, también por eso al final no quise ir al café, no quiero generar más rumores y meterte en problemas. 
—Alana, hace mucho dejó de interesarme lo que la gente dice sobre mí, Dios, no sabés lo que le llovió a mi ex cuando todo este asunto de la fama llegó. 
—Que sepas que la voy a poner a ella como la protagonista si hacen la película—bromeó. 
—Sos despiadada—dijo él—. Pero ella aceptaría, también le gusta mucho lo que escribes, de hecho ella me recomendó el primer libro apenas salió—informó, Alana sintió calidez en su pecho, a veces olvidaba que la gente que la leía eran personas reales, personas que incluso ella ya admiraba. 
—Jamás se me pasó por la mente que alguna vez me leerías—dijo ella negando con la cabeza, Enzo podría repetirlo cientos de veces, podría recitarle  la saga entera de memoria y ella seguiría sin creerlo. 
—Se te ilumina la cara cada que hablas sobre tus libros o escribir—mencionó, Alana apretó los labios—. Extrañas escribir, querés hacerlo—dijo él admitiendo en voz alta lo que Alana no había hecho. 
—Sí, sí lo extraño. 
—¿Por qué no lo haces, entonces? Sé que estás de vacaciones, ¿pero cómo funciona eso cuando sos escritor? ¿Simplemente te prohibes hacer lo que más te gusta? ¿No seguís tus ideas?
—Simplemente no tengo un contrato en este momento que me digan cuándo debo de realizar un nuevo libro, técnicamente podría seguir escribiendo, pero no me veo forzada a terminarlo o publicarlo hasta que yo quiera, cuando firmé contrato con mi editorial durante el primer libro de arco de sangre, básicamente me dieron máximo un año para cada uno de los próximos libros—Enzo resopló sorprendido al escucharla, ni ella sabía cómo había logrado terminar la saga entera en 4 años, menos en realidad, quitando el tiempo de edición—. Pero…leer lo que  hace Sebastián ha sido tan agotador y no lleva ni la mitad del libro, además es un género muy distinto al mío, es simplemente demasiado. 
—¿No podes simplemente decirle que ya no queres hacerlo más? Digo, él te lo dijo en el primer libro, básicamente estás haciendo lo mismo por él pero sin sueldo.
Alana rió tristemente, Enzo tenía razón, aún tenía dinero suficiente porque sus libros se seguían vendiendo, pero ciertamente si fuera una editora oficial o si estuviera escribiendo algo, sus ingresos serían mayores. 
—Es mi novio—fue lo único que se le ocurrió decir, Enzo apretó los labios. 
—¿Vale la pena sacrificar lo que más amas?
—No—dijo seriamente, los ideales de Alana le dictaban que jamás sacrificaría su mayor pasión por un hombre, sin embargo, eso era precisamente lo que estaba haciendo—. ¿Y si estoy estancada? ¿Y si no vuelvo a escribir algo bueno?
—No lo sabrás hasta que no lo intentes—dijo él—. Además, es obvio que será bueno, sos brillante, Alana, la gente no te lee por qué editorial estás o qué editor o por Sebastián o cómo luces, lo hacen porque les gusta lo que haces, casi tanto como a ti o incluso más. 
Alana tuvo que parpadear varias veces para evitar soltar lágrimas, no se atrevería a llorar frente a Enzo, pero era imposible no sentirse tan conmovida por esas palabras de afirmación justo cuando ella estaba en plena crisis existencial. 
—No me siento cómoda escribiendo en mi departamento—admitió. 
—No te sentís cómoda porque sabes que eso haría sentir inseguro a Sebastián—recalcó Enzo—. Porque sabes que será mejor. 
Alana se mordió el interior de su mejilla, Enzo decía la verdad que ella no se atrevía a gesticular o incluso pensar. 
—Alana, no podés dejar que te siga robando tu brillo. 
—Él creyó en mí cuando nadie lo hizo. 
—¿Pero lo sigue haciendo ahora?—preguntó, enseguida las imágenes de Sebastián gritándole tantas cosas hirientes regresaron a su mente. 
—Escucha, no me voy a sentar acá a decirte cómo sentirte o que rompas con él, vale, es verdad que te leo desde hace años, pero conociéndote en persona apenas llevo dos semanas,  y sé que él te conoce de mucho. Si algo sé de ti es que sos una mujer inteligente, tenés una mente brillante y estoy seguro que si decidiste seguirlo hasta acá fue por algo, pero no me parece justo que él te quite lo que más adoras por tener miedo de eso, las relaciones no se tratan de eso, al contrario, debería sentirse feliz por ti, uno debe buscar a alguien que lo sobrepase como persona, ¿si no cuál es el punto de estar con una persona que no te hará crecer?
—Quiero escribir—fue lo único que dijo. 
—Pues hacélo—la animó—. Te presto mi depa. 
—¿Qué?
—Apenas y paso tiempo acá, imagino que ocupas un lugar tranquilo y no podés simplemente ir a la cafetería más concurrida de España a escribir el próximo best seller—guiñó el ojo, Alana sorbió por la nariz y su rostro rompió en una sonrisa—. No estoy aquí todo el día porque me la vivo filmando, tengo un escritorio en mi habitación pero puedo moverlo a donde más te plazca. 
—No quiero causarte molestías. 
—¿Vos estás jodiéndome? Sería un privilegio para mí. 
—De acuerdo, lo haré—dijo ella feliz. 
—Con una condición—dijo él levantando un dedo. 
—Sí, claro—accedió rápidamente. 
Enzo desapareció de la sala y segundos más tarde regresó del pasillo que parecía dar a su habitación con los cuatro tomos de arco de sangre en sus manos. 
—Tenés que firmarme esto. Con dedicatoria y toda la cosa. 
Alana tomó el marcador que Enzo le pasó, nunca se había sentido tan entusiasmada por dar un autógrafo. 
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Yo igual que tú,
también lloré y maldije,
caí y me levanté,
confié y me fallaron.
Me alejé y nadie me buscó.
Yo igual que tú,
dejé de creer en las personas,
en el amor y las promesas.
Dejé de soñar y se me apagó la sonrisa.
Yo igual que tú,
he sentido la soledad a flor de piel
y el frío vacío por dentro que eriza el alma.
Tú igual que yo,
también puedes perdonar
y volver a volar en otros horizontes,
en otros cielos.
Florecer en la próxima primavera,
con otro color y en otros brazos.
Pura maldad ❄️
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caostalgia · 11 hours
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Cuando menos lo piensas, el azul del cielo recupera relevancia, aprendiste a disfrutar de las actividades diarias otra vez, esperas con tranquilidad la llegada de la noche sin temor al ruido de tu cabeza, y entiendes que la luz que necesitabas era tu propia luz, esa misma que nunca se apagó, sólo que tenías una venda en tus ojos.
Lela
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manvlqa · 12 days
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¿Perdón? No lo sé - Egoísmo
Convergí en todo esto, me encumbré en sentimientos, dándome de todo esto; me alejé, no supe qué hacer. Esta vez no pido perdón al cielo, esta vez seré egoísta conmigo, porque lo que en mí tanto emerge no está bien. Si en futuros divergentes que en mi determinismo quizá componga me arrepiente, creo que tonto seré, porque no tendría sentido arrepentimiento alguno, porque soy consciente de que esto es lo mejor para todo sentimiento; sentimiento exiguo que lamentablemente me mantiene en subalterno por el significativo enaltecimiento que se da de manera gradual al notar a esta persona que me genera todo esto. Pensamientos que estancia tanto, pensamientos que solo me llevan a conclusiones que no quiero ni pensar, que solo quiero creer en imaginaciones mías, que harto de siempre converger en lo mismo; tengo miedo de volver a casa. Imaginaciones mías que no tienen ni sentido, celos inescrupulosos que se desatan mis atavismos que no puedo ni controlar. En medio de esto, todo en mí emerge, las ganas tan furiosas y tan odiosas en mí, que solo culpo a mi alma mía, por ser tan estúpida ante brillos inocuos, ante miradas falsas, ante palabras bonitas. En la añoranza provocada, solo doy a entender qué idealista soy, que romántico soy, que no sé quién soy, solo de la belleza quiero, pero la belleza que quiero lamentablemente inocua es, que no merece sangres del corazón, que no merece que renazca en mí brillos que esa misma persona la apagó. Siento de la existencia, siento de los recuerdos compartidos, que lamentablemente todo ello terminó siendo parte del pasado del tiempo, parte del recuerdo del alma. Egoísta es lo que soy, pero no es así, solo no quiero volver a caer en la misma trampa, no quiero seguir perseverando en el error.
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unicornio12am · 5 months
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Lloré desconsolado, porque hablé de mis traumas, mis inseguridades, hablé de como rompieron mi corazón, y prometiste ser diferente, juraste cuidarte este pequeño corazón, pero al final, fuiste como esas personas, rompiendo mi corazón sin la más mínima compasión, y cariño mío, desde ese día todo aquí dentro se apagó, ese cálido corazón se enfrió, se congeló, murió. 地狱                           
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nostalgica-poesia · 2 months
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Nuestro tiempo ha sido un dulce sueño. Nuestro amor fue una escarlata poesía entre algodones y terciopelo, con un punto final, un último verso. Nuestro último beso selló lo que fue el cuento, el canto; la luna se cerró por fin, y la estrella que marcaba quienes fuimos, se apagó súbitamente. Todas las flores marchitaron, y entonces tomamos nuestra maleta, para decir adiós y continuar buscando, buscando de nuevo encontrarnos.
— Vz Abraham
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