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Round 1
Info post La muerte de Artemio Cruz
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#La muerte de Artemio Cruz#La vorágine#latam classic lit polls#literature#literatura#classic lit#bracket#classic lit bracket#classic literature#round 1
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José Eustasio Rivera y La vorágine: La selva como símbolo y condena
#análisis literario.#explotación cauchera#José Eustasio Rivera#La Vorágine#literatura latinoamericana#literatura universal#narrativa poética#novela clásica#novela de aventuras#obra maestra#realismo crítico#selva amazónica
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La “doctoritis” colombiana, de La vorágine a Diomedes Díaz
Historia de Farouk Caballero, 1/12/24
Este 2024 la novela magistral de José Eustasio Rivera cumplió su primer siglo de vida. Son muchos los temas históricos y relevantes que se desarrollan en su trama. Aquí va uno sobre esa costumbre tan colombiana de llamar “doctores” a los ejemplos malos del pueblo.
La vorágine (1924) tiene la mejor frase gancho de la narrativa colombiana: “Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia”. Desde el inicio entramos a una obra maestra de las letras latinoamericanas. Ningún lector se resiste a esas palabras de arranque. Además, su denuncia sobre el genocidio contra los indígenas hace que los números oficiales, que históricamente siempre se cotizan a la baja, hablen de 6.000 indígenas masacrados para producir caucho.
(...)
“Doctoritis” made in Colombia
Ya en su relato, José Eustasio Rivera dejó huella de lo que significaba ser “doctor”. Al presentar al juez José Isabel Rincón Hernández, se lee “del tal yo sabía que de peoncejo de carretera ascendió a músico de banda municipal y luego a juez de Circuito de Casanare, donde sus abusos lo hacían célebre”. En los territorios, un representante del Estado se hace celebridad doctoral debido a sus abusos.
(...)
Por ejemplo, hay doctores por religión, temperatura o sangre. Si usted es pastor de iglesia y se hace alcalde, como en Bucaramanga, le empiezan a decir doctor. Si usted usa gorra para menguar el sol de la Alcaldía de Barranquilla por tercera vez, usted es doctor. Y si usted es hijo de Luis Carlos Galán, usted es doctor. Cordial saludo para Bogotá. Los doctores, entonces, son nefastos. No son doctores por quemarse sus cabezas y cursar doctorados, son doctores porque seguimos en esa tradición colonial de arrodillarnos y ensalzar a quienes representan el Estado.
Esta situación la conocía muy bien el poeta campesino nacido el 26 de mayo de 1957 en La Junta. Fue apodado El Cacique y bautizado Diomedes Díaz Maestre. Diomedes escribió de puño y letra que “en la vida hay cosas del alma, que valen mucho más que el dinero”. Esa, esa es una enorme enseñanza que aquellos doctores no comprenden. El hijo de Mamá Vila y Rafael María Díaz le compuso en poesía vallenata, a su propio hijo, esta máxima: “Por eso Rafael Santo’ yo quiero, dejarte dicho en esta canción, que si te inspira ser zapatero, solo quiero que seas el mejor, porque de nada sirve el doctor, si es el ejemplo malo del pueblo”. La canción se tituló con la sencillez propia de la sabiduría popular: “Mi muchacho”. Fue grabada en el álbum El Mundo de 1984 con caja, guacharaca y el acordeón de filigrana de Nicolás Elías “Colacho” Mendoza.
...
En el cumpleaños cien de La vorágine, entonces, la “doctoritis” no solo no ha desaparecido, sino que tiene otras cepas mortales. Hoy pululan los doctores ligados al Estado y gobiernos de turno. Y ahora también, los doctores que cursan doctorados exprés y cuyas vocaciones van del lado del dinero, todo lo contrario a lo que señalan los versos del Cacique y más bien en sintonía con lo que describió José Eustasio Rivera en su novela inmortal. En fin, aquí entre doctores, ni leemos nuestra literatura ni escuchamos nuestra poesía vallenata. Estamos jodidos.
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“La Vorágine”, José Eustasio Rivera. 100 años de una novela clásica.
En un cuaderno de contabilidad reposa el manuscrito original de una de las obras fundacionales de la literatura colombiana, editada en 1924. En una de las páginas se lee, este cuaderno viajó conmigo por todos los ríos de Colombia durante el año 1923. Sus páginas fueron escritas en las popas de las canoas y las piedras que le sirvieron de cabecera, sobre los cajones y rollos de cable; entre las plagas y los calores. "Terminé la novela Neiva el 21 de abril de 1924".
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Llevo años siendo caos, llevo años siendo tormenta. Llevo años buscando tranquilidad, la misma que se me escapa y nunca puedo tener.
Quizás mi condena es pasar una vida llena de vorágines y naufragar en el frío océano congelándose así mi corazón.
Harvester of Sorrow.
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En las relaciones amorosas actuales se ha validado la desidia. Frente al pretérito valor de la bondad, muy dada en la ficción, las parejas contemporáneas están hechas de grandes dosis de pasotismo y desinterés. A menudo nos agobiamos cuando recibimos paz, seguridad y cariño 'en exceso', mientras que nos encaprichamos fácilmente de quien nos imbuye en una vorágine de atractiva incertidumbre. Quizá, parafraseando a Camus, la desdicha de nuestra generación es que no sabemos amar, aunque nos defendamos argumentando que amamos como nos da la gana. O quizá es que nuestra sociedad, individualista, es poco dada al compromiso. La realidad es que hemos confundido el amor, por más libres que seamos, con la aventura. Por eso nuestras relaciones duran menos. Por eso el desamor es el plato que más se repite en nuestro menú.
Alejandro Mairena
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igual no ha pasado nada, me saluda coqueto no más
yo soy muy tímida y casi no lo saludo por eso, porque él me intimida
me regaló unas frutillas la otra vez (trabaja en la verdulería, al lado de mi trabajo) - contexto: nadie de ahí (incluído él) me registraba hasta que fui vestida de vaca para halloween, me regaló las frutillas en parte por eso
y me saluda mientras sonríe sexy, así: "hola cómo está? qué tal su día? como va el trabajo?" (en broma porque sabe que me cuesta una banda saludar)
ya hay un poquito de confianza pero todavía no me animo a saludarlo primero cuando lo veo
sé que va a empezar a pensar que es por antipatía y no por timidez (aunque en realidad es más porque me empezó a gustar un poco), pero voy a revertirlo
aunque no sé cómo... las opciones que se me ocurren sólo funcionarían en mi mundo influenciado por muchas comedias románticas, un mundo donde todos son "extras" como yo y les gusta lo peliculero. pero es muy distinto en la vida real
sugerencias?
parece que me está empezando a gustar alguien, deseenme suerte, la voy a necesitar
#me hace falta un mario calderón que elabore un plan que eventualmente me lleve a estar con él#en medio de una vorágine de drama y apasionado amor#también me hace falta una mariana valdez que me diga si tiene futuro siquiera#consejos#amor#storytime#ysblf
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Demasiado,
demasiado sensible,
demasiado sentimental,
demasiado romántica,
demasiado, demasiado, demasiado.
Maldigo la palabra que me condena,
que me ha hecho creer que este mundo es para
unos pocos,
para los que se mueven con sigilo,
los que pisan con cuidado,
sin ser oídos.
Nunca supe medir mis pasos,
tampoco mi sensibilidad,
ni mi sentimentalismo,
ni mi amor.
Mis lágrimas desbordan ríos sin cauce,
mis sentimientos arrasan con furia.
Cuando amo, no hay grises,
no sé de corazones tibios,
soy una hoguera,
incendio,
devoción.
Cuando amo, me arrodillo.
Ofrenda,
entrego mi alma sin reservas.
Mi don, mi maldición.
Demasiado para quien no sabe amar, quizás.
Demasiado para quien se entrega a la mitad.
Demasiado para quien no puede sostener el peso de mi mundo sobre sus hombros.
Demasiado el vacío del amor cotidiano.
No pidas mesura a quien es vorágine.
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Foro de rol heterosexual +18.
Lo prometido es deuda, pecadores.
Cuando el último aliento se escapa de tus labios y ves tu propia vida desfilar, una última palabra llegará a tu mente: perdón. Disculpas hacia todos los que hiciste daño, a quienes no ayudaste, a todo lo malo que hiciste en vida. Porque, da igual la religión, casi todas coinciden en algo: o tu alma descansará en paz y eterna felicidad, o sufrirás por tus pecados hasta el fin de los tiempos. Nadie sensato querría lo segundo, ¿verdad? Pues siento desilusionarte. Dios, o los dioses, si eras politeísta, nos han abandonado. Nosotros, su maravillosa creación, le decepcionamos hasta el punto en que hace mucho decidió centrarse en otros proyectos, cerrando las puertas al Cielo para cualquier alma humana. El único lugar que queda para nosotros es el Infierno, la vorágine de la infracción y la miseria. O así lo solían pintar. Pero no te preocupes, ha cambiado mucho. Al principio era rústico, soez, pero a medida que distintas civilizaciones llegaron, se convirtió en un lugar variopinto y colorido. Hoy en día es una macrociudad compuesta de distritos, tan grandes como una ciudad normal. Cada uno representando los continentes del mundo.
Por cierto, aquí has tenido que comenzar desde cero. Volviste a nacer en la ciudad del pecado. Tardes más o menos en aceptarlo, este es tu nuevo hogar: lo que hagas con tu vida a partir de ahora solo depende de ti. ¿Fuiste un asesino/a en vida y ahora quieres redimirte? Adelante. ¿O quizás te portaste bien siempre, pero ahora que sabes la verdad vas a volverte el mayor cabrón/a de la historia? Es otra opción.
Tú decides.
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¿Que nos espera a nosotros los adolescentes deprimidos de Tumblr en esta vorágine de instantes decisivos llamada vida?
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"La Vorágine: Un Siglo de Controversia y Censura en la Amazonía"

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#crítica social#Censura literaria#literatura colombiana#La Vorágine#José Eustasio Rivera#explotación en la Amazonía#fiebre del caucho#diversidad cultural colombiana#relaciones sexuales en literatura#corrupción y injusticia#violencia gráfica#defensores y detractores de La Vorágine.
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Bajo el manto de la oscuridad, nuestros cuerpos se encuentran en un frenesí de deseo incontrolable. Cada caricia es un susurro prohibido que enciende la llama de la pasión en lo más profundo de nuestra piel. Tus manos expertas exploran cada centímetro de mi ser, despertando sensaciones que me hacen gemir de placer. Nuestros labios se buscan con ansias voraces, devorándose con una lujuria desenfrenada que nos consume por completo. El calor de nuestros cuerpos se funde en una danza sensual y salvaje, donde el deseo nos guía hacia un abismo de placer sin límites. Cada suspiro, cada gemido, es una melodía erótica que nos embriaga y nos sumerge en un éxtasis indescriptible. En la penumbra de la habitación, somos dos amantes entregados al pecado del amor carnal, explorando los límites de nuestra lujuria y dejándonos llevar por la corriente ardiente que nos arrastra hacia un placer indomable. Nuestros cuerpos se convierten en uno solo, fundiéndose en un vaivén frenético de pasión y desenfreno que nos transporta a un universo paralelo donde solo existimos tú y yo, perdidos en el éxtasis del momento. Así, en esta noche de pasión desenfrenada, prometemos seguir explorando los rincones más oscuros y sensuales de nuestro ser, entregándonos sin reservas al fuego que arde entre nosotros y consumiéndonos en una vorágine de placer incontrolable. Juntos somos cómplices en este juego erótico y seductor, donde el amor se entrelaza con la lujuria para darnos un éxtasis único e inolvidable.

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Caricias que se dan con todo el cuerpo y
con todas las intenciones...
Caricias que se sienten en lo más profundo pero a la vez erizan la superficie de las pieles que habitamos...
Caricias que no siguen un patrón,
sólo se dan con pasión y de forma altruista...
Caricias que empiezan con un cruce de miradas pero, no sabes cuándo y de qué forma acabarán...
Caricias que siembran ganas por todos mis poros y provocan húmedos deseos en tí y, por supuesto, en mí...
Caricias que se van volviendo más intensas,
más perversas,
más sofisticadas con el transcurrir de los minutos...
Caricias que moldean mi carne temblorosa,
que amasan mi fálica personalidad con un único fin...
Caricias que generan jadeos y humedades,
que crean perversiones que urgen realizar entre tú y yo...
Unas simples e inocentes caricias que acaban generando una vorágine de sensaciones y perversiones,
de emociones y orgasmos...
No dejes de acariciarme nunca...
©Navegandoportumente ✍️
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Tú sabes dónde estoy.
Cumplo mis promesas y permanezco esperando que pase algo... Lo que sea que suceda.
Para bien o mal, no hay más que dos bifurcaciones; te quedas/te vas me quedo/me voy. No llevo prisa. No me incomodo, tampoco pierdo el balance.
Aguardo.
Prefiero descansar de la vorágine, que la calma me abrace mientras me dejo mimar.
No es cuestión de tiempo, amor. Es sólo el reposo indispensable para que la energía se restablezca o el deseo de volar me inquiete. Las heridas no se curan mágicamente. Dame tiempo. Estaré bien... Lo sé.
-Cinthyacabalga
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