lasendadelcapitan
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La Senda del Capitán
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''ᴬʰᵒʸ˒ ˢᵉᵃ ᵈᵒᵍˢᵎ'' {22-year-old, bi, he/him}. Some future English's teacher who loves stuff like Disney, Star Wars, Marvel, Nintendo, and more!
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lasendadelcapitan · 3 years ago
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T-They look so great 🥺 Look at my man with his crew... gee, I sure wanna have new "Peter Pan" content from Disney
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Tinker Bell (Early Version) - Concept Art
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lasendadelcapitan · 3 years ago
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These analysis? Gee, I got teary upon reading both, but more with Hook's, please, give these texts a shot cuz wow... it makes ya watch the story with other eyes, I really wanna protect Hook and hold him to tell him that everything is going to be all right... I know he'd probably shoo me away, but wow... I'm clapping for the two of you! Bravo! 👏🏻👏🏻👏🏻 I surely will share this with friends!
I don’t have the words to properly articulate why I’m so fascinated with the concept of Peter Pan but like. Imagine you’re frozen at roughly age 11-14 for centuries on end and your brain chemicals are all over the place cause you’re a developing preteen but they just never settle down. You never finish developing, it’s just a constant state that has become part of your personality. You’re in puberty limbo. You’ve got growing pains but you never get any taller. You must have been mid-growth spurt before you came here and now the thrumming in your legs never stops. You’ve learned to ignore it. You want something so badly but you can’t put your finger on what. You won’t allow yourself to put your finger on anything. You love your life, you love your world, you love yourself, it’s all so much more wonderful than that of any other child. You know Neverland like the back of your hand. You’ve been staring at the back of your hand for longer than any normal person has been alive and you’re bored to death of the sight of it. You collect other children like stray pets and delight in their company. You get to be their guiding hand to a world of wonder in which you know everything. You’re adored by them. But then they go home. Or they grow up. Or they die. And you’re alone again. But you’ve got Tinkerbell and she means more to you than anyone else in the world. But you get frustrated because she doesn’t always understand. You can’t explain what she doesn’t understand because you don’t know either. But you’re happy. You have Captain Hook to play with. He’s the ambassador of everything you loathe. You’re going to kill him one day but you’re procrastinating. You don’t like to think about it but you wish you came here when you were younger. 8 would have been a lovely age to be Peter Pan. You float in the twilight stage between boy and man. Your mind has been set askew just enough in the wrong direction that if you dwell on it too long, you’re dangerously close to thinking like a grown-up. You already do sometimes if you don’t check yourself. You have a lot of emotions you don’t understand, which is a good thing, as it would be more trouble than it’s worth to understand them. It’s trouble to even have them in the first place so you squish them way way waaaaay down and then promptly forget about them. Hook tells you he feels sorry for you as you’ll never be anything more than an immature child and it pleases you to hear the words. It makes you feel like yourself. It makes you feel something else as well but you can’t define the feeling so down it goes with the rest of them. You forget about it. You forget some more. Then you remember. Then forget. You don’t have a very good memory. This is a good thing. Except that sometimes when you’re tired, you start to think that it isn’t. You fall asleep so you don’t have to think about it. You want, you want, you want. And even if you’re fearless, you’re terrified of what you want. You’re Peter Pan and your life is wonderful.
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lasendadelcapitan · 3 years ago
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I am glad to have helped with this, hehehe!
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Well, I am eating my words from a few days ago! First look at Alexander Molony and Jude Law as Peter and Hook in the upcoming Disney live-action remake.
Thank you so much @lasendadelcapitan for linking me to the original Twitter post.
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lasendadelcapitan · 3 years ago
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Capítulo 5 de “Life Is a Dream For The Dead”, la novela.
Capítulo 5
El gran dictador y el paseo por el tren
Habían pasado un par de minutos desde el repentino apagón que fue causado por el poder del anillo, Josemi y los demás habían dejado de discutir tras ver cómo estaban a oscuras y, al cabo de un rato, las luces de varias farolas y varias casas volvieron a encenderse, lo cual reveló a los héroes que la barrera que cercaba la "CaJu" había desaparecido y que el Anillo de Sorba había volado de vuelta al bolsillo del pantalón de Josemi, aunque los amigos de Josemi se sorprendieron cuando vieron que la barrera ya no estaba.
—… ¿De acuerdo? Eso ha sido muy raro, no me esperaba que iba a haber un apagón —declaró el castaño mientras miraba a la entrada del lugar tras lo ocurrido y luego se giró para mirar a Fran, quien estaba asombrado por lo que había pasado—. ¿Te ha quedado claro que era una barrera de verdad y no un cosplay como tú decías?
—Vale, vale, ahora sí me lo creo, supongo que habré dicho eso porque tengo sueño, pero tampoco me hagas mucho caso —comentó riéndose mientras negaba con la cabeza—. Bueno, ¿cuál es el siguiente lugar que nos toca visitar?
Entonces, Josemi sacó el mapa que Regadera le dio y se puso a buscar dónde tenían que ir ahora.
—Aquí lo pone, el siguiente sitio se llama… —empezó a decir el joven y se calló de forma repentina, pues no daba crédito a lo que estaban viendo sus ojos en aquel instante—. ¿"Mundo Tumba de Hitler"? —dijo con perplejidad al leer el nombre, pues aquello le pareció muy raro.
—¿Qué cojones? ¿"Mundo Tumba de Hitler"? Ni que esto fuese una parodia rara de los videojuegos de Normal Mariano —preguntó Jesús extrañado tras oír el nombre del próximo paraje que tenían que visitar.
—Os juro que no estoy de broma, eso pone aquí, mirad… —alegó el muchacho mientras enseñaba el mapa a sus amigos, quienes quedaron asombrados por ver que su amigo no estaba mintiendo.
—Pero, ¿cómo cojones va a estar en una tumba? —inquirió un curioso David, pues él y los demás eran lo suficientemente inteligentes como para saber que en las clases de Historia no decían eso, sino otra cosa.
—¿Tiene siquiera tumba? —preguntó Gustavo, pues, al igual que los demás, sabía que Hitler se suicidó.
—Yo que sé, volvamos a Fátima y planeemos algo en la plaza —dijo Josemi mientras caminaban de vuelta al barrio en cuestión.
Tras un paseo de casi media hora, el grupo llegó a la Plaza Amanecer de Fátima y se sentó en un banco para idear la estratagema de cómo iban a asaltar el lugar llamado Mundo Tumba de Hitler, no sin antes tener una pequeña charla sobre qué iban a contar a sus respectivas familias, mas los cuatro amigos de Josemi no sabían que él ya había resuelto aquel asunto.
—Oye, Josemi, ¿qué le vas a decir a tu madre? Porque nuestros padres no saben nada de este viaje… —preguntó Fran al mayor del grupo.
—Bueno, le dejé una nota donde le dije que habías ganado un concurso de una agencia de viajes y que nos íbamos a dar la vuelta al mundo, o sea, no creo que le vaya a extrañar, sobre todo si tenemos en cuenta que sabe lo mucho que nos estamos viendo últimamente —comentó Josemi encogiéndose de hombros mientras señalaba a Fran con el dedo.
—Entonces, ¿sigue en pie que te acompañemos? —preguntó Jesús con un suspiro.
—¡Pues claro que sigue en pie! Sí, es cierto que nos enfrentaremos a varios peligros y que podremos morir, pero si trabajamos juntos, estoy convencido de que acabaremos con esos bichos para que no vuelvan a pisar la Tierra —declaró Josemi alzando el puño con determinación.
—Vale, ¿y cómo llegamos al sitio ese llamado "Mundo Tumba de Hitler"? O sea, ninguno de aquí tiene carné de conducir y no hay ningún autobús disponible a estas horas, falta una hora para las 12 a. m. —cuestionó Gustavo con preocupación mientras miraba la hora en su móvil.
—Bueno, bueno, mantened la calma, ya descubriremos el modo —dijo Fran tratando de apaciguar a sus amigos y se giró al castaño de la cadenita de oro—. Oye, Josemi, aprovechando que has dicho a tu madre que he ganado supuestamente ese concurso de una agencia de viajes, que sepas que me tienes que llevar a un sitio que he visto en el mapa, ya que parece ser que hay un parque de atracciones bastante especial y estoy seguro de que querré comprarme souvenirs de allí con el dinero que estoy ganando con esto de ser mytuber —explicó el joven de la camiseta de Coma.
—¡Y yo he visto que hay un sitio llamado "Mundo Loli Town", tenemos que ir a ese lugar también, por favor! —dijo David con emoción al imaginarse cómo era aquel lugar—. O sea, si lo visitamos, te mejoraré los skates mucho más rápido por la inspiración que tendré —añadió el moreno con una risita.
—Espera un momento… —comenzó a decir Gustavo, pues se había dado cuenta de algo—. Fran, ¿no habías dicho antes que no tenías dinero para pagar las pizzas? ¿Cómo vas a pagar los souvenirs si se supone que no tienes dinero? —le reprochó al moreno de la camiseta verde turquesa oscura.
—Sí, es que… bueno… es que se me habrá caído el monedero por ahí y por eso no he podido pagarlas… sí, por eso… —declaró Fran tratando de excusarse mientras se reía con nerviosismo.
—¡Eres un sinvergüenza! ¡¿Nos has hecho pagarte las pizzas a pesar de que tenías el dinero contigo?! —espetó Jesús con enfado.
—Oh, vamos, tampoco es para tanto, tíos, ya os compensaré, lo prometo —respondió Fran tratando de restar importancia a la discusión.
—Eh, eh, eh, relajaos, que os veo muy alterados, esperaremos a que amanezca o vayamos ahora a la parada de autobús, ¿quién sabe? Lo mismo aparece uno —dijo Josemi mientras se levantaba y los demás le siguieron.
—Lo dudo mucho, pero por probar suerte, vayamos allí —comentó David encogiéndose de hombros.
Entonces, tras llegar a la parada, los cinco jóvenes se pusieron a esperar en silencio y estuvieron en el lugar durante unos minutos, pero tras ver que no venía ningún autobús, cada uno empezó a quejarse de la obstinación de Josemi por su aparente creencia de que el vehículo en cuestión aparecería.
—Tranquilos, estoy seguro de que vendrá, os lo prometo, tal vez le falte un rato —comentó el mayor de la pandilla.
—¡¿UN RATO?! ¡LLEVAMOS CASI 10 MINUTOS ESPERANDO Y NO HA APARECIDO NADA, NI UN COCHE SIQUIERA! —chilló Jesús con rabia.
De repente, se escuchó un motor a lo lejos y los cinco adolescentes vieron que, misteriosamente, apareció un autobús de color blanco.
—Imposible… —dijeron cada uno de los miembros de la pandilla con incredulidad, excepto Josemi, quien sonrió al ver el vehículo.
—¿Lo veis? ¡Tenía razón, subamos ahora! —dijo Josemi a sus amigos con entusiasmo mientras el autobús se paraba ante ellos.
Entonces, las puertas del vehículo se abrieron, revelando que no había nadie más que el conductor, el cual era un hombre mayor que miró a los jóvenes con una sonrisa y les dijo lo siguiente:
—¿A dónde quieren ir los señoritos? —preguntó el hombre mientras los jóvenes subían al vehículo—. Esperad, dejadme averiguarlo… —dijo el hombre antes de que Josemi y los demás pudiesen hablar—. ¿Os dirigís al lugar conocido como "Mundo Tumba de Hitler", verdad?
—Ja! —respondió Josemi con un marcado acento alemán mientras asentía.
—¡Muy bien, les recomiendo que tomen asiento y se duerman un poco, será un viaje algo largo, preparaos! —declaró el hombre mientras nuestros protagonistas buscaban sus asientos.
Entonces, los jóvenes se sentaron en sus respectivos asientos e hicieron caso de lo que el conductor les dijo, pues se durmieron un poco para descansar por el día tan ajetreado que habían tenido y cuando el autobús empezó a circular por la carretera, éste se desvaneció por arte de magia y, en cuestión de segundos, apareció frente a un antiguo búnker de la Segunda Guerra Mundial, el cual estaba cercado por una barrera idéntica a la que cercaba el Gran Capitán y la "CaJu", la cual también tenía una cerradura, y se encontraba custodiado por alguien que parecía ser un guardia de seguridad; sin embargo, al llegar al lugar, los jóvenes se despertaron por la radiante luz que la barrera emitía.
—What the fuck? —fue lo primero que dijo Josemi al ver que habían llegado al lugar en escasos segundos—. ¿Qué tipo de autobús se coge en Córdoba para que te deje en Auschwitz y para que se llegue en menos de un minuto? —preguntó mientras veía el búnker que estaba localizado en el complejo.
—Uno mágico, sin duda… —respondió el conductor riéndose mientras Josemi y los demás se bajaban del autobús—. Y ahora, si me disculpan, me debo marchar… ¡adiós y buena suerte con su travesía! —recalcó el hombre mientras tanto él como el autobús desaparecían mágicamente del lugar.
Entonces, los cinco chicos vieron que se habían quedado solos, no sabían qué hacer hasta que vieron al hombre que parecía ser un vigilante de seguridad.
—Oye, ¿y si preguntamos a ese tío? Tiene una barrera detrás de él, tal vez pueda ayudarnos a abrirla —sugirió Josemi señalando al aparente guardia de seguridad desde lejos y el resto asintió.
Tras señalar al guardia, Josemi marchó hacia él y le saludó, pues tenía la esperanza de obtener información sobre la barrera.
—¡Buenas! ¿Qué tal? Mis amigos y yo nos preguntábamos si podía ayudarnos a abrir la barrera que tiene detrás —dijo Josemi al guardia.
—¿Qué barrera? No sé de qué habláis y aquí no se puede entrar —le respondió el guardia mientras éste señalaba con la mano hacia el búnker, pero sin darse la vuelta.
—¿No la ha visto? Hay una detrás de usted —comentó Josemi extrañado por la reacción del hombre.
—No sé, no me fío de vuestra palabra, ya que me pagan por estar aquí y para evitar que la gente entre aquí, no para darme la vuelta y hacer caso a extraños, sobre todo a mocosos como vosotros —explicó el hombre mientras cruzaba los brazos.
—Venga, por favor, tan solo tiene que girar un poco la cabeza —imploró Josemi con clemencia al guardia.
—¡Que no me voy a dar la vuelta, coño! —respondió con agresividad el vigilante.
Entonces, un pensamiento invadió la mente de Josemi y éste le hizo la siguiente pregunta al adulto:
—Espera un momento, ¿cómo es que hablas español? Se supone que estamos en Alemania, ¿no deberías hablar alemán? —preguntó Josemi con un tono acusador y digno de un abogado mientras ladeaba la cabeza.
—Ehm… soy español, lo que pasa es que me mudé a Alemania porque… bueno, ya sabes, dan mejores contratos que en España —le dijo el guardia con cierto nerviosismo.
—… ¿De acuerdo? —respondió Josemi extrañado por el comportamiento del guardia—. Bueno, al menos muévase un poco, por favor —le pidió amablemente al vigilante.
—¡Que no, pesado, y no vuelvas a repetírmelo! —replicó el hombre con un grito de lo más extraño.
—Venga, gire la cabeza un poco… —dijo Josemi volviendo a insistirle al mayor.
—¡A tomar por culo, aquí se corta la conversación! —volvió a gritar el hombre con el mismo grito de antes, pero siendo esta vez algo más fuerte que la anterior.
Entonces, de repente, el guardia adoptó una extraña pose y empezó a gritar, lo cual asustó a tanto Josemi como a los demás, quienes vieron cómo el cuerpo del guardia cambiaba de forma y se reveló que era un Astetrum Aliformon encubierto; sin embargo, el hecho de que el "guardia" revelase su verdadera forma no detuvo a Josemi y sus amigos, al contrario, aquello hizo que se prepararan para otra pelea.
—¡Os vais a enterar, no conseguiréis el anillo que hay dentro del búnker ni abriréis esta barrera! ¡Peleemos! —incitó el monstruo mientras se ponía en una posición de lucha.
Entonces, en ese momento, dio comienzo otra pelea entre el temido Astetrum y Josemi, quien seguía acompañado de sus amigos, pero nadie estaba viendo qué ocurría, tan solo los respectivos contrincantes, mas nuestros protagonistas arremetieron contra el monstruo, Josemi empezó a atacar con su skate como si éste fuese una vara, Gustavo sacó la pistola y disparó al Astetrum, aunque tan solo le alcanzaron un par de balas, pero éstas le hicieron muy poco daño, luego le siguió David, quien cogió el arco y las flechas, las cuales disparó hacia el monstruo, pero éste sintió cómo le alcanzaron un par de flechas y las acabó rompiendo, después vino Jesús, quien lanzó un hechizo de fuego contra el enemigo y éste empezó a recibir algo más de daño por las repentinas quemaduras, pero arremetió contra los héroes y les golpeó a todos con uno de sus "brazos", aunque Fran cogió rápidamente su hacha y cortó uno de éstos, lo cual ocasionó que la bestia gritara de dolor, pero la pelea siguió repitiéndose del mismo modo durante un par de minutos, aunque había que mencionar que hubo momentos en los que el monstruo regeneraba sus "brazos" cortados, e incluso hubo un momento donde nuestros héroes estuvieron a punto de morir, pero gracias a una rápida intervención de Jesús, los cinco jóvenes fueron curados por completo y Josemi, usando sus poderes, placó al monstruo, acabando así con su vida, dando pie a que los héroes vieran cómo su cuerpo explotaba mientras dejaba escapar una brillante luz blanca, la cual casi cegó a nuestros héroes, quienes se cubrieron los ojos y escucharon cómo cayó una llave al suelo, además de una cantidad generosa de dinero que aquel Astetrum robó posiblemente al guardia anterior, por no decir que nuestros héroes volvieron a sentirse más fuertes una vez más tras aquel combate.
—¡Josemi, mira, se le ha caído una llave, posiblemente sea la de la barrera! —dijeron los cuatro jóvenes a la vez mientras señalaban al objeto en cuestión.
—Sí, sí, ya la veo, tranquilos… —declaró Josemi y cogió el objeto en cuestión, pero la llave se elevó en el aire y abrió la cerradura tras meterse en el agujero de ésta, lo cual hizo que se desvaneciera el cerrojo y que desapareciera la barrera, aunque antes de que ésta desapareciese, volvió a apagarse y a haber el mismo destello de luz blanca y cegadora que molestó anteriormente a Josemi y a sus amigos, así que nuestros jóvenes héroes se cubrieron los ojos para evitar tal molestia, por no decir que también volvieron a escuchar aquel ruido que harían unos cristales tras romperse en miles de pedazos, así que ya no había nada que pudiera cortarles el paso al interior del búnker, cuya puerta se abrió misteriosamente, por no decir que aquella nueva llave voló directamente al bolsillo de Josemi, donde se encogió de tamaño para poder quedarse completamente guardada en su pantalón—. Anda, vayamos dentro del búnker, a ver qué nos espera dentro —declaró Josemi mientras el resto le seguían.
Entonces, los héroes se adentraron en el edificio y comenzaron a andar con sigilo por el lugar, era un auténtico búnker de la Segunda Guerra Mundial, en el cual había armas antiguas, uniformes militares, mapas y objetos de lo más variopintos.
—Hey, creo que hay alguien aquí… —dijo Josemi a los demás en voz baja, pues escuchó una voz desconocida dentro del lugar aparte de la suya.
Sin embargo, mientras caminaban por el búnker, los héroes vieron un cartel que indicaba que no se podía pasar por motivos personales, pero ellos apartaron el cartel y se adentraron más a fondo y vieron algo que les sorprendió, pues vieron a un hombre escribiendo algo en un papel mientras hablaba por teléfono, el cual tenía un pequeño bigote negro y vestía una especie de uniforme militar, cuyo brazo tenía un brazalete rojo con una especie de "cruz" extraña que estaba estampada, pues se trataba de una esvástica.
—¿Ese no es…? —empezó a preguntar Fran, pero fue interrumpido por Josemi.
—Shhh, calla, que nos va a pillar… —le siseó el mayor al de la camiseta de Coma.
Entonces, poco después, nuestros héroes oyeron lo que aquel hombre decía por teléfono.
—Sí… —empezó a decir el hombre mientras escribía y se calló unos segundos para oír lo que la otra persona tenía que decirle por teléfono—. Sí, Peter, cosas nazis… —alegó el hombre con un suspiro exasperante mientras la otra persona volvía a responderle—. Sí, cosas muy nazis, Peter… —volvió a callarse y respondió al cabo de un par de segundos—. Sí, cosas nazísimas… —de nuevo, se calló y, entonces, empezó a gritar con ira en alemán por una pregunta inoportuna que se le había hecho, por no decir que también tiró el papel y el lápiz que estaba usando—. NEIN, NEIN, NEIN, NEIN, NEIN, NEIN!
—¡¿Qué coño?! —preguntó Josemi en voz alta tras oír la conversación y casi riéndose, sin darse cuenta de que les habían pillado.
—¡¿QUIÉN ANDA AHÍ?! —espetó el hombre con una furia absoluta.
Entonces, Josemi y los demás se acercaron a aquel hombre que estaba gritando.
—Anda, Hitler, no sabía que podías hablar español, pero ¿por qué gritabas "NEIN"? —preguntó el muchacho al dictador mientras se reía.
—Porque así contesto al teléfono cuando me enfado —respondió el hombre con completa seriedad—. ¿Algún problema?
—Ehm, no, pero ¿no se supone que habías muerto? —preguntó Josemi con un tono extrañado.
—Eso es lo que creísteis todo el mundo —le respondió Hitler—. Tan solo tuve que pegarle un tiro a mi hermano gemelo oculto, luego puse la pistola a su lado e hice que se dijera que me había suicidado, después hui y le robé la cámara frigorífica a Wally Diznee*, por lo que me preparé para mi regreso en el siglo XXI, aunque hace unos años me tuve que volver a congelar tras la pelea que tuve contra un mocoso de 16 años, ¡estoy seguro de que todo el mundo me temerá, mua, ja, ja, ja, ja! —explicó el dictador con una risa malvada.
* El personaje de "Wally Diznee" es una clara parodia de "Walt Disney".
—Uy, sí, seguro, pues no veas cómo está Internet contigo —replicó Josemi con una risa por la ingenuidad del dictador.
—¿"Internet"? —preguntó Hitler enarcando una ceja.
—Sí, mira —dijo Josemi acercándose a él mientras encendía el móvil para enseñarle una serie de fotos—. Aquí hay una foto tuya, editada con Photoshop, donde apareces con una cuchilla de afeitar rota —comentó enseñándole la foto en cuestión, lo cual hizo gruñir levemente a Hitler—, en esta otra sales dándole un abrazo a un gatito —dijo enseñando la imagen y Hitler volvió a gruñir, aunque esta vez fue un gruñido algo más fuerte—. Anda, en esta salís Ronald Trumper* y tú haciendo… —empezó a decir mientras cambiaba de foto, pero Hitler le gritó antes de que pudiera terminar lo que iba a decir.
* El personaje de "Ronald Trumper" es una clara parodia del expresidente norteamericano "Donald Trump".
—¡Nein, no me cambies de tema, que me estás tocando die Eier*! ¡¿Qué estáis haciendo vosotros aquí?! —espetó el moreno del bigote mientras se levantaba y tiraba la mesa que tenía frente a él.
* Los artículos determinados "la/el/los" se traducen en alemán como "die", los cuales se usan para los casos tanto nominativo como acusativo y para tanto la forma singular como la plural, mientras que "Eier" se traduce en español como "huevos" o "cojones", cuya forma singular es "Ei", o sea, "huevo" o "cojón", por lo que se deduce que decir "die Eier" es la forma alemana de decir "los huevos" o "los cojones".
Ante el grito inesperado del dictador, los amigos de Josemi se echaron a temblar un poco por temor mientras el mayor del grupo pensaba en qué decirle a Hitler.
A ver, la primera opción que se me ocurre es preguntarle si ha visto Kung Fury, pero no creo que haya visto la película porque ni siquiera sabía qué era Internet, la segunda posibilidad podría ser decirle que, a diferencia de él, no estoy haciendo cosas nazis, aunque la tercera podría ser decirle: "¡Alto, tirano, hemos venido a estropear tus planes!"… nah, ¿qué soy? ¿Un personaje de un videojuego o de una novela como para decir semejante cliché? Piensa Josemi, piensa: —se quedó callado por unos segundos mientras Hitler farfullaba algo entre dientes—. ¡Ya está, le diré la cuarta opción que se me acaba de ocurrir, le preguntaré amablemente si nos puede dar el anillo a los chicos y a mí, soy un genio! —dijo Josemi en sus pensamientos y luego carraspeó para hablarle a Hitler, quien estaba casi impaciente ya—. Oye, Hitler, ¿no nos podrías dar el Anillo de Sorba, "porfa"? —imploró Josemi poniendo ojos de cachorrito.
—¡¿Qué?! ¡¿Cómo sabéis vosotros lo del anillo?! Mejor dicho, ¡¿cómo sabéis que lo tengo yo, eh?! —espetó el bigotudo con curiosidad.
—Pues mira, por la lógica de que aparece tu nombre en el mapa que hemos visto para venir hasta aquí y porque el "guardia" que tenías "contratado" nos había dicho que el anillo estaba dentro, así que era obvio que lo tuvieses tú —le explicó Fran.
—Será idiotisch… —dijo Hitler mientras farfullaba algo más sobre el vigilante que resultó ser un Astetrum Aliformon—. ¡Agh, ya me habéis hartado, niñatos, peleemos, preparaos para sufrir la ira del Onkel* Adolf! —comentó adoptando una posición de lucha—. ¿Queréis el Anillo de Sorba, no? ¡Pues venid a por él, ya bastante tengo con la factura del gas como para que cinco mocosos intenten darme una paliza!
* La palabra alemana "Onkel" se traduce como "tío" o "tito", o sea, el hermano de la madre o el padre de una persona; sin embargo, aunque no tenga nada que ver y su traducción al alemán no sea "Onkel", la palabra "tío" se dice en España también para referirse a una persona cualquiera, o como una forma de llamar a un amigo, pero también pueden decirse palabras como "colega", "cuate", "guacho", "güey", "individuo", "tipo", "sujeto" o "viejo", pero éstas dependen de la zona del país de habla hispana.
Entonces, en ese instante, comenzó una pelea entre el despiadado Hitler contra tanto Josemi como sus amigos; sin embargo, una vez más, nadie estaba viendo qué ocurría en la pelea, pues tan solo los respectivos rivales sabían qué pasaba, por no mencionar que estaban encerrados en el búnker con el dictador, pero eso no impidió que nuestros protagonistas arremetieran contra él, así que Josemi sacó su skate para montarse en él y se puso a saltarle encima al dictador para hacerle más daño tras caer sobre su cuerpo, Gustavo volvió a sacar la pistola y disparó al dictador, pero este último supo esquivar las balas, luego le siguió David, quien volvió a coger el arco y las flechas, las cuales disparó hacia el hombre del bigote, pero solamente le alcanzó una flecha que se clavó en una esquina del uniforme y Hitler la arrancó de su ropa, después le tocaba a Jesús, quien lanzó un hechizo de fuego contra el dictador y éste lo esquivó para lanzar un extraño gas por sus manos, el cual aturdió gravemente a todo el grupo, sobre todo a Josemi y Jesús, ya que sus rostros cambiaron drásticamente para tener el del humorista español conocido como David Broncano; no obstante, Gustavo, David y Fran dejaron de toser tras cubrir sus narices para evitar respirar el gas y se dieron cuenta de que las caras de sus otros dos amigos habían cambiado.
—¡¿Qué narices les has hecho?! —espetaron los tres jóvenes mientras encaraban al dictador, quien se estaba riendo de ellos.
—¡Mua, ja, ja, ja, ja, habéis sido testigos de mi magia de Gas Sarín! ¡Gracias a ella, podré dejar a mis enemigos en Estado Jíbiri*! —explicó el malhechor mientras tanto Jesús como Josemi vagaban por el búnker diciendo "jíbiri" varias veces como si fuesen gallinas.
* La palabra "jíbiri" es una expresión inventada y dicha por el humorista español David Broncano, la expresión en sí no tiene significado alguno, simplemente es, como hemos dicho, una palabra original, aunque el propio Broncano dice que se utiliza cuando alguien está planeando algo o conspirando sobre una persona o cosa.
—¡Serás cerdo, vas a pagar por ello! —gritaron Gustavo y los demás con rabia mientras miraban a sus amigos transformados.
—¡Ja, ja, ja, ja, pobres ingenuos! ¡Hay algo más que debéis saber y es que existe una posibilidad de que aquella persona que sea rociada con Gas Sarín podrá atacar a su oponente o incluso llegará a atacar tanto a sus acompañantes como a sí misma! —volvió a explicar Hitler con una carcajada mientras lanzaba un hechizo que hizo que cayeran llamaradas de fuego del techo sobre los cinco héroes, Josemi, Fran y Jesús tuvieron suerte de esquivarlo, pero Gustavo y David vieron cómo sus ropas se habían ennegrecido un poco.
Y, justo en ese momento, Josemi empezó a atacar a sus amigos, a quienes les dio golpes con el skate.
—¡Ay, Josemi, somos tus amigos, ay, para de hacernos daño, sabemos que tú no eres así! —le gritaron Fran y David al recibir daño mientras Gustavo esquivaba a Jesús, quien estaba intentando lanzarle hechizos de magia mientras repetía la palabra "jíbiri".
—¡Esperad, tengo una idea! —exclamó Gustavo dirigiéndose hacia Josemi para abrirle la mochila por detrás.
Entonces, Gustavo invocó dos Bocapizzas Argentinos y se los dio a tanto Josemi como Jesús, quienes volvieron a la normalidad y los tres les explicaron qué había pasado mientras esquivaban los ataques de Hitler, luego Fran cogió el mango del hacha y le golpeó al dictador en la cabeza, pero la pelea siguió repitiéndose del mismo modo durante unos cuatro minutos, exceptuando el hecho de que Gustavo y David fueron rociados con Gas Sarín, aunque recibieron rápidamente otros dos Bocapizzas Argentinos por parte de Josemi para que no atacasen a nadie, e incluso hubo de nuevo un momento donde los héroes volvieron a estar a punto de morir, pero gracias a otra rápida intervención de Jesús, los cinco jóvenes fueron curados por completo.
Finalmente, Josemi asestó un par de ganchos y placajes a Hitler, los cuales lo dejaron medio moribundo, dando así lugar a que la pelea se terminase y a que el dictador se desmayara y que se le cayera tanto el segundo Anillo de Sorba como una cantidad generosa de dinero, así que el anillo fue cogido rápidamente por Josemi para ponerlo en el bolsillo de su pantalón mientras sus amigos agarraban el dinero para meterlo en la mochila mágica, también había algo que parecía un bigote postizo y una pistola de juguete que estaba tuneada para que pareciese un arma real, además de que notaron otra vez que sus cuerpos estaban volviéndose más fuertes y resistentes, por no mencionar que sus varas, menos la de Fran, brillaron porque habían aprendido la magia de Gas Sarín, e incluso Josemi aprendió un nuevo truco con el skate, ya que tan solo sabía girar y saltar con él, pues se acordó de los vídeos que veía de Tony Hawk, aquel skater profesional, dicho truco recibía el nombre de "Ollie", el cual haría Josemi con éxito si presionaba hacia abajo con su pie posterior para levantar la tabla en el aire, e inmediatamente deslizaba su pie delantero hacia el morro de la tabla, con el fin de nivelarla y controlar su subida, lo cual le permitiría saltar una gran altura si se agachaba un poco.
—¡Hurra, hemos ganado! —vitorearon los chicos al ver a Hitler tirado en el suelo.
De repente, los cinco vieron cómo apareció misteriosamente un skate, el cual se había caído de una estantería y cayó en manos de Josemi, quien lo cogió con entusiasmo.
—¡Toma ya, un nuevo skate! —exclamó el joven de pelo castaño y se giró para mirar a David—. Oye, tío, ya que dijiste que ibas a "mejorar" los skates que consiguiera… ¿me mejoras este, "porfa"? —imploró con ojos de cachorrito al moreno mientras le ofrecía el objeto en cuestión.
—Bueno, vale, pero que no se te olvide que tenemos que ir al sitio ese que se llama Loli Town para que tenga mayor inspiración… —dijo cogiendo el objeto que Josemi le había dado, pero algo le dejó perplejo, pues vio una esvástica en él—. ¿Un skate nazi? —preguntó al ver la extraña "cruz".
—Hey, a mí no me eches la culpa, lo he cogido porque se ha caído de esa estantería de atrás, ¿quién sabe? Puede ser que a Hitler le gustara usarlo en sus ratos libres y lo tenía guardado para pasar el rato en el búnker mientras estaba solo —explicó Josemi y encogió los hombros—. Bueno, ¿me lo mejoras o qué?
—Sí, sí, tranquilo, dame un minuto —comentó David mientras sacaba unos utensilios para dibujar y pintó una versión de Hitler como una mujer, pero no una mujer cualquiera, no, sino una versión loli que miraba con determinación a la esvástica, entonces le devolvió el skate a Josemi—. Ahí tienes, yo la llamo "Adolphine Titler" —declaró orgulloso de su resultado.
—Te has lucido, tío —dijo Josemi riéndose mientras guardaba su nuevo skate en la mochila—. Anda, vayámonos de aquí, este sitio me incomoda un poco —alegó el muchacho mientras él y los demás salían del búnker.
Entonces, una vez fuera del búnker, Fran le preguntó algo a Josemi, quien cogió su mochila para invocar el mapa, ya que quería ver cuál era su siguiente destino.
—Oye, tío, ¿dónde nos toca ir ahora? Me muero de sueño —dijo el moreno de la camiseta de Coma con un suspiro.
—Pues, según el mapa, nos toca ir a un sitio llamado "Mundo Carrefour Express" —declaró Josemi mientras echaba un vistazo al objeto en cuestión tras sacarlo de la mochila.
—¿El centro comercial? Por cierto, ¿a qué coño viene eso de poner "Mundo" antes de los nombres de los sitios? Jesús tiene razón con lo de que esto parece como una parodia rara de los juegos de Normal Mariano —preguntó Gustavo extrañado y enarcando una ceja.
—Respecto a tu primera pregunta, déjame decirte que no, pues parece ser que hay un tren que lleva al centro comercial y lo han modificado también para que transporte tanto mercancías por secciones como a pasajeros y, respecto a tu segunda pregunta, no tengo ni idea de porqué aparecen los nombres así en el mapa; en fin, vayamos para allá —les explicó Josemi mientras guardaba el mapa en la mochila, el cual desapareció tras meterlo dentro.
—¿Y cómo lo hacemos? Ni siquiera tenemos vehículo para viajar, estamos igual que antes de que apareciera aquel autobús —le reprochó Jesús al mayor del grupo.
—Pues… —empezó a responder Josemi, pero fue interrumpido por el ruido de un motor.
De repente, apareció el mismo autobús blanco de la vez anterior, cuyas puertas se abrieron y revelaron una vez más que no había nadie más que el conductor, quien se alegró de ver a nuestros protagonistas.
—¡Hey, me alegra verles, muchachos! ¿Quieren que les lleve a alguna parte? ¿Tal vez vais al Mundo Carrefour Express, no? —preguntó el curioso hombre mientras Josemi y los demás subían, quienes asintieron ante la exactitud del conductor.
—En efecto, vamos allí, pero ¿cómo es que sabes a dónde vamos o apareces en el momento oportuno? O sea, tan solo ha pasado dos veces, esta y la anterior, pero ¿no es algo raro que sepas precisamente los sitios a los que vamos? —le preguntó Josemi con una ceja enarcada.
—Bueno, podéis considerarme como un conductor mágico que os llevará de un sitio a otro en cuestión de segundos y con su increíble autobús —explicó el hombre mientras se reía.
—Ajá, supongo que eso tiene sentido… —fue la respuesta de Josemi, quien se rio también.
—Claro que lo tiene, así que marchémonos ahora para que lleguéis pronto, tomad asiento —dijo el conductor con una jovial sonrisa.
Entonces, los cinco muchachos volvieron a sentarse en sus asientos y aquella vez vieron cómo el autobús circulaba por la carretera y cómo desapareció de ésta en cinco segundos, luego aparecieron ante la parada de la estación del Mundo Carrefour Express, por lo que se bajaron del autobús y se despidieron del conductor, quien les dio su número de teléfono por si necesitaban algo de él.
—¡Adiós, ya le llamaremos cuando nos haga falta! —dijeron los cinco al unísono mientras el autobús desaparecía.
Al adentrarse en la estación, los cinco muchachos empezaron a escuchar una música ominosa que se reproducía por los altavoces de la estación ¡era la música que sonaba en el programa llamado Bricomanía*! En ese momento, los chicos sonrieron al entrar y vieron a un hombre reparando una máquina que parecía un detector de metales, así que decidieron acercarse a él para preguntarle algo mientras veían un tren a lo lejos.
* El programa Bricomanía fue un programa de televisión español que, como su nombre indicaba, estaba dedicado al bricolaje y la jardinería.
—¡Buenas, señor! Mis amigos y yo queremos subirnos al tren, ¿podría dejarnos pasar? —le preguntó Josemi con amabilidad al mecánico, el cual era un hombre de mediana edad con poco pelo, barba y que vestía un mono de trabajo azul.
—Lo siento, chaval, pero debo reparar el detector de metales y, por lo menos, tardaré una media hora, ya que parece ser que alguien o algo rompió la máquina, así que a esperar —explicó el hombre mientras toqueteaba una serie de cables.
—¡¿Media hora?! —preguntó Josemi gritando por la revelación—. ¡Pero es que tenemos prisa!
—Ya, pues no es problema mío, así que os tenéis que aguantar —dijo el mecánico mientras Josemi dejaba escapar un suspiro.
Entonces, los cinco chicos estuvieron de pie esperando a que el hombre terminase su trabajo, pero un minuto después, la máquina se arregló misteriosamente.
—¡Coño, qué rápido, al final he tardado menos! —comentó el hombre mayor con una risa—. Venga, pasad para que os podáis montar.
—Ufff, menos mal, si esto fuera un videojuego y hubiera tenido que aguantar media hora de verdad, habría cerrado el juego y todo —alegó Josemi riéndose mientras sus amigos se daban una palmada en la cara por el comentario que había hecho—. Bueno, subamos al tren y recuperemos tanto la llave como el Anillo de Sorba.
Sin embargo, en cuanto Josemi pasó por el detector de metales, se escuchó un pitido ensordecedor que sorprendió a todos los presentes y la máquina hizo que se iluminara una pequeña luz roja que había encima.
—¡Oye! ¿No llevarás algo de metal en esa mochila, verdad? —preguntó el mecánico con una mirada seria.
—Yo… eh… —empezó a responder Josemi con un titubeo, pensando en las cosas que habían conseguido los demás y él hasta aquel momento, pero fue interrumpido por el mayor.
—¡Dame la mochila, anda! —ordenó el adulto y Josemi se la dio sin decir nada, lo cual supuso que el mayor se diera cuenta de que la mochila pesaba bastante, así que nuestro protagonista vio cómo el hombre sacaba la mayoría de las cosas que habían conseguido sus amigos y él, pero el mayor de la pandilla se sorprendió al ver que los objetos se habían materializado dentro de la mochila tras pensar en ellos y también porque vio que, a pesar de tener muchísimas cosas conseguidas, allí cabía todo perfectamente—. ¿Un skate con un dibujo de una loli vestida como un nazi? ¿Otro skate con el dibujo de una loli? ¿Armas de fuego y armas blancas? ¿Puede alguien explicarme qué hacéis con estas cosas? —preguntó extrañado al ver lo que había pintado en la tabla y los objetos.
—Es una larga historia… —respondió Josemi agachando la cabeza con vergüenza.
—Ajá, ya, claro… —dijo el hombre con un tono que reflejaba vacilación—. Anda, tomad la mochila, os he quitado todo lo que sea de metal, así que creo que os quedarán cosas normales, ya recuperaréis luego las demás, pero primero tendréis que subir por la parte que dice "Vagones al Vapor"*, así que daos prisa si queréis recuperar vuestras otras cosas —comentó el mayor mientras le devolvía la mochila al joven del pelo castaño, pues sólo les había dejado el dinero, las varas y los bocapizzas, los cuales se teletransportaron automáticamente a aquella cuarta dimensión tras ser agarrada por Josemi de nuevo, quien tuvo el presentimiento de que la mochila se sentía como mucho más ligera ahora, a pesar de que sabía que los objetos estaban almacenados en dicha ubicación espacial, aunque se sorprendió porque notó que aquel detector no había identificado el primer Anillo de Sorba ni el segundo, al igual que tampoco había detectado ninguna de las dos llaves que habían conseguido hasta ese momento.
* El nombre de "Vagones al Vapor" es una referencia a los famosos "jamones al vapor", "hamburguejas al vapor" en el doblaje latinoamericano o "steamed hams" en el doblaje inglés, que hizo el Director Skinner en un episodio de Los Simpson.
—Sí, señor… —respondió Josemi con resignación mientras se ponía la mochila de nuevo.
Entonces, los jóvenes caminaron hacia el tren, pero vieron que estaba cercado por tres barreras idénticas a las que habían visto antes.
—Agh, mierda, tendremos que rodear el tren si queremos subir por donde nos ha dicho el mecánico, vayamos por allí —dijo señalando en una dirección en la que las barreras no cercaban el tren, pues éstas andaban rodeando tres cuartas partes del vehículo.
Y así lo hicieron, los jóvenes abordaron el vehículo, el cual tenía el emblema de la compañía de Carrefour en ambos lados, y miraron a su alrededor, pues vieron que el tren tenía varios asientos y un cartel que indicaba que había unos cuantos vagones dedicados a distintas distribuciones de productos, pues efectivamente era como el famoso centro comercial, pero adaptado al interior de un tren, los jóvenes entraron por la parte que daba a la puerta que tenía escrito "Vagones al Vapor" con letras mayúsculas, la cual era la zona dedicada a la comida, sobre todo a la fruta, verdura y carne; sin embargo, al subirse al vehículo, una cuarta barrera apareció misteriosamente, en la cual se materializó una cerradura, y todo el tren se quedó cercado por las barreras, lo cual impidió que el vehículo se pudiese mover y que quedase como si estuviese vallado por un rectángulo.
—¿Sabéis una cosa? Si esto fuera un videojuego, sería el momento ideal para joder a la persona que lo esté jugando y que yo le dijese algo como: "Ah, se me olvidaba, hasta que no te pases este lugar, no podrás volver a Córdoba", ¿a que es gracioso? —preguntó Josemi a sus amigos, quienes se limitaron a negar con la cabeza tras suspirar con exasperación por el comentario de Josemi, ya que no entendían el porqué decía esas cosas tan absurdas—. Bueno, voy a dejar de hacer comentarios tontos o evitar romper la cuarta pared, vayamos a por el tercer Anillo de Sorba —añadió con determinación.
Entonces, los cinco protagonistas caminaron por el vagón hasta que cruzaron al siguiente vagón, el cual también estaba dedicado a la comida, pero era dedicado principalmente a la parte de dulces, repostería y bollería, aunque antes de llegar a la puerta, vieron cómo un chico les bloqueaba el paso, pero no era un chico cualquiera, sino un compañero de instituto que les hacía la vida imposible a Josemi y a sus amigos, ¿su nombre? Juan Telera*, un joven de 13 años, con el cabello corto, oscuro y rizado, el cual tenía la misma altura que nuestro protagonista y una complexión bastante robusta, incluso más que la del propio Jesús, quien llevaba una camiseta negra de manga corta con el emblema de la serie Juego de Sillas*, unos pantalones de chándal cortos de color azul oscuro y unas zapatillas deportivas grises; sin embargo, respecto a su personalidad, se podía decir que simplemente era tanto un matón como alguien que le gustaba reírse de aquellas personas que le caían mal y que le daba igual que se metieran con su físico porque sabía que respondería con algo peor para intentar hundir la moral a la otra persona.
* El nombre del personaje "Juan Telera" está inspirado en el nombre de un alumno real del IES Gran Capitán, el cual era igual, tanto en físico como personalidad, que su contraparte ficticia, pero el nombre del alumno real fue cambiado por el de "Juan Telera" dentro de la novela y la saga de videojuegos por motivos de copyright y por razones personales.
* El nombre de "Juego de Sillas" es una parodia de tanto el famoso juego de la silla, donde la gente tiene que "pelear" por sentarse cuando se para la música que suena mientras caminan alrededor de varias sillas, y la popular serie de Juego de Tronos, lo cual es gracioso, pues un trono es también un tipo de silla.
—¡Hostia, un Snurl-axe* bloquea nuestro camino! ¿Qué podemos hacer? —dijo Josemi mientras se giraba para mirar a sus amigos, quienes se rieron por el comentario.
* El nombre de "Snurl-axe" es una clara parodia del Pokémon conocido como "Snorlax".
—¿Eh? —fue lo primero que preguntó Juan Telera y, al girarse, vio a Josemi y a los demás—. ¿Qué coño hacéis vosotros aquí?
Entonces, sin hacer caso a su pregunta, Josemi le dijo lo siguiente a Juan Telera:
—Oye, tú no habrás visto fenómenos extraños por aquí, ¿no? —preguntó refiriéndose a los Astetrum Aliformon.
—Sí, vuestra puta cara —respondió con sorna y riéndose.
—Venga, ahora en serio… —comentó Josemi rodando los ojos en blanco por la réplica ajena.
—Joder, no puedo ni hacer las compras de mantecados* tranquilo sin toparme con vosotros cinco —les dijo con exasperación y cruzando los brazos.
* El mantecado es un dulce típico de la repostería española, caracterizado por ser amasado con manteca de cerdo y consumido en cualquier época del año, especialmente en Navidad, cuyo origen es andaluz, algunas personas dicen que viene de Estepa, municipio de la provincia de Sevilla, y otras que viene de Antequera, municipio de la provincia de Málaga.
—Si ni siquiera estamos en España y ni siquiera es Navidad… —declaró David con una risa nerviosa.
—Joder, ya me habéis tocado los cojones, ¿buscáis pelea? ¡Pues tomad pelea! —espetó Juan poniéndose en posición de lucha.
En ese momento, dio comienzo una nueva pelea, nadie estaba viendo qué pasaba, muy a pesar de Josemi y el resto, pues ellos no querían pelear contra Juan, pero esta fue una pelea mucho más corta que las anteriores, pues perfectamente se podía resumir en que Juan intentaba, con todas sus ganas, pegar a Josemi y a los demás, pero éstos esquivaban todos sus golpes y de vez en cuando le decían cosas como que no querían pelear contra él, pero Juan les decía que eso le daba igual y les insultaba, lo cual acabó incitando a los demás a que le pegaran; sin embargo, un rato después de que empezara la pelea, Juan se apartó de nuestros protagonistas tan rápido como pudo, no sin antes decirle lo siguiente a Josemi y los demás:
—¡Agh, cabrones, ya volveremos a vernos, ya veréis! —espetó mientras se marchaba.
—¡Te jodes, eso te pasa por meterte con nosotros! —comentó Josemi hinchando el pecho con superioridad y se giró para mirar a sus amigos—. Vale, supongo que tendremos que entrar al siguiente vagón, a ver si descubrimos algo del tercer anillo y la tercera llave —comentó mientras él y los demás se dirigían a la puerta.
Entonces, al cruzar por la puerta, los cinco jóvenes llegaron a la zona dedicada a la ropa y moda, donde vieron cómo una mujer con una bolsa estaba gritando porque estaba siendo rodeada por tres individuos peculiares.
—¡AAAAAAAAAAAAH, QUE ALGUIEN ME AYUDE, ESTOS BICHOS RAROS ME ESTÁN ACOSANDO, TAN SOLO QUERÍA COMPRAR MIS MANTECADOS TRANQUILA! —gritó la mujer despavorida.
—¡¿Cómo?! —dijo Josemi con incredulidad, era hora de poner las cartas sobre la mesa—. ¡Eh, capullos, venid aquí y nos partimos las caras! —le gritó Josemi a los tipos que rodeaban a la mujer y éstos se apartaron de ella mientras dejaban escapar un rugido extraño—. Uy, vosotros no sois personas, ¡sois Astetrum, pues a derrotaros que vamos! —declaró el muchacho—. Señorita, le sugiero que se esconda, mis amigos y yo nos encargaremos de estos malditos —le comentó mirando a la dama y ésta hizo caso de su advertencia—. Por cierto… —empezó a hablar y la mujer le miró—. Creo que lo de sus mantecados va a ser imposible, hemos visto a un tipo que había comprado todos los que quedaban, pero ahora póngase a salvo, por favor —le advirtió Josemi y la señora volvió a esconderse tras agachar la cabeza con pena por lo de los mantecados—. Bueno, chicos, a pelear otra vez… —le dijo a sus amigos mientras éstos y él se ponían en posición de lucha, lo cual hizo que los Astetrum abandonaran sus formas "humanas" y volvieran a sus formas originales, aunque aquellos Astetrum medían 2,5 m de altura (o 2.5 m), pues de ser más altos, no cabrían en el vagón del tren.
Entonces, en ese instante, comenzó una pelea entre los tres Astetrum Aliformon contra tanto Josemi como sus amigos.
—¡Su puta madre, estos Astetrum tienen pinta de ser más fuertes que los que hemos enfrentado anteriormente, si nuestras vidas fueran como un videojuego, estoy seguro de que los creadores pondrían que tendrían más de 3000 puntos de vida! —declaró Josemi sorprendido al ver cómo los Astetrum se preparaban para correr hacia ellos.
Sin embargo, esta vez había alguien que sí estaba viendo qué ocurría durante la pelea, pues los respectivos rivales estaban siendo observados por la mujer que se escondía detrás de un maniquí, pero eso no impidió que nuestros protagonistas arremetieran contra los monstruos, Josemi invocó las varas que tenían tras gritar el nombre de los objetos y arrojó un poco de Gas Sarín contra sus rivales, le siguió Gustavo con un hechizo de fuego contra los monstruos, pero éstos últimos no recibieron casi ningún daño, luego actuó David, quien lanzó otro hechizo de fuego como su amigo Gustavo, pero las llamas volvieron a no hacer casi nada a los monstruos, después le tocó a Jesús, quien miró a su grupo y les dijo lo siguiente:
—¡¿No os dais cuenta de que el fuego no les hace nada o qué?! ¡Josemi, invoca el Bocapizza Vegetal de Atún, recuerdo que Marcela nos dijo que aprenderíamos hechizos relacionados con el agua, tal vez les hagamos más daño! —espetó el joven mientras Josemi le miraba.
—¡Hostia, es verdad! —comentó mientras se alejaba para invocar cuatro bocapizzas del tipo que Jesús dijo—. ¡Pilladlos! —dijo mientras arrojaba tres de ellos a Gustavo, Jesús y David, quienes se lo comieron de un bocado, al igual que él, y sintieron repentinamente cómo sus cuerpos asimilaron la nueva magia aprendida, además de ver cómo sus varas brillaron otra vez por haber desbloqueado los nuevos hechizos de índole acuática.
Entonces, los Astetrum aprovecharon para atacarles y les hicieron bastante daño a todos menos a Fran, quien se limitó a darle garrotazos a los Astetrum con su vara, aunque él, sin duda alguna, hacía menos daño que los demás porque no podía usar la magia.
—¡Venga, atacadles, yo solo no puedo contra estos bichos! —gritó Fran mientras miraba a sus amigos y oía cómo los monstruos rugían.
Y, justo en ese momento, Josemi lanzó un hechizo de agua, el cual consistió en invocar una enorme bola de agua que cayó sobre uno de los Astetrum, luego le siguió Gustavo, quien hizo lo mismo que Josemi, pero contra otro Astetrum, después llegó David e hizo lo mismo que sus dos amigos con el tercer Astetrum que había y Jesús lanzó un hechizo de cura sobre el grupo, pues habían recibido un daño considerable durante el combate.
—¡Ajá, así que Jesús tenía razón, el agua les hace daño, pues vamos a ducharlos! —gritó Josemi con euforia mientras él y los demás veían cómo los enemigos recibían más daño tras mojarse.
—¡Sí, vamos! —exclamaron Gustavo y los demás, menos Fran.
Finalmente, tras un buen rato de pelea, los amigos de Josemi, menos Fran, estuvieron lanzando hechizos de agua y tomando bocapizzas de 4 Quesos para tanto curar sus heridas como recuperar fuerzas, mientras que Fran se dispuso a dar tanto puñetazos como patadas a los Astetrum y Josemi asestó un par de ganchos y placajes a los Astetrum, como los que llegó a asestarle a Hitler, los cuales los dejaron medio moribundos, dando así lugar a que la pelea se terminase tras un largo rato y a que uno de los Astetrum dejara caer la tercera llave que servía tanto para dar acceso a la zona del maquinista como para abrir las barreras, además de soltar una cantidad generosa de dinero que robaron a la mujer que estaban rodeando y a antiguos pasajeros, el cual fue cogido por Josemi y los demás, quienes vieron cómo la mujer salió del vagón a toda velocidad para evitar a los Astetrum, quienes estaban agonizantes en el suelo, y oyeron cómo les dieron las gracias por salvarla.
—¡Hurra, otra pelea ganada! —vitorearon los chicos al ver a los Astetrum tirados en el suelo y volvieron a sentir que sus cuerpos estaban poniéndose más y más fuertes, pero no dijeron nada relacionado con aquel tema.
Sin embargo, antes de irse, Josemi vio la llave que había en el suelo y algo le preocupó.
—Uy, si estos bichos tenían la llave de la barrera, ¿quién tendrá el anillo? —preguntó el mayor con curiosidad tras guardar la llave en el bolsillo de su pantalón, la cual encogió para poder entrar como las dos llaves anteriores.
De repente, uno de los cuerpos de los tres Astetrum explotó con una luz blanca y cegadora que hizo que el tren se sacudiera, lo cual llevó a Josemi a decir lo siguiente:
—¡Azopotamadre, hemos de salir raudos y veloces de aquí! —comentó saliendo tan rápido como pudo del vagón junto con sus amigos.
Entonces, tras asomarse al andén del tren, Josemi sacó tanto la nueva llave como el segundo Anillo de Sorba que sus amigos y él habían conseguido, por lo que la llave se elevó en el aire para meterse en el agujero de la cerradura y el cerrojo desapareció, mientras que el anillo apagó la luz de las barreras con su inmenso poder, lo cual hizo que las barreras acabaran desapareciendo por partes mientras se oía aquel ruido similar al de los cristales rompiéndose en mil pedazos, aunque antes emitieron aquellos singulares destellos de luz blanca que eran tan molestos para la vista, así que los cinco adolescentes se taparon sus ojos y bajaron del tren para subir al andén de la estación y una nueva explosión, posiblemente causada por el estallido del cuerpo de uno de los otros dos Astetrum que quedaban, sacudió el tren.
—Vale, entremos de nuevo, hay que recuperar el tercer anillo… —dijo Josemi mientras los demás subían al tren de nuevo, el cual volvió a sacudirse por la explosión del tercer y último Astetrum que quedaba—. Joder con las explosiones, esto parece ya una película dirigida por Michael Bay… —comentó suspirando—. Anda, inspeccionemos el resto de vagones, ya no creo que vaya a haber ninguna explosión más.
Entonces, tras entrar, los jóvenes pasaron por la zona de tanto la comida, la repostería como la moda y no se toparon con ningún Astetrum, pero aquello cambió en cuanto se adentraron en la zona dedicada a los libros, pues los jóvenes andaban caminando y tres Astetrum cayeron del techo del vagón y se enzarzaron en una increíble pelea, la cual ganaron nuestros protagonistas a regañadientes, pues fue casi tan intensa como la anterior, aunque ahora sabían que el agua les hacía más daño y cogieron el dinero que los Astetrum habían robado a anteriores pasajeros que habían huido antes de la llegada de nuestros héroes, además de sentirse más fuertes tras el combate, luego se adentraron en la zona dedicada a la informática y pelearon contra otros tres Astetrum, los cuales casi les mataron, aunque hubo un punto donde tanto Gustavo como David murieron trágicamente y Jesús tuvo que usar rápidamente un hechizo de resurrección para hacer que sus amigos volvieran a la vida, lo cual le consumió gran parte de tanto su magia como su energía y luego se tomó un Bocapizza de Pollo para recuperar parte de ambas, Gustavo y David preguntaron qué había pasado tras "despertarse" y Josemi les dijo que se habían desmayado un buen rato, por tal de no sorprenderles con lo de que habían sido resucitados por Jesús, luego pasaron por la parte de deportes y derrotaron rápidamente a los Astetrum a base de hechizos de agua y los placajes que hacía Josemi, por no mencionar que todos, menos Fran, aprendieron a usar el hechizo denominado "Hielo", con el cual pudieron congelar a parte de los Astetrum y lo aprovecharon para vencerlos más fácilmente; sin embargo, había una cosa que había que mencionar y es que cuando los cinco muchachos derrotaban a los Astetrum, los cuerpos de éstos se quedaban en el suelo y no explotaban como los anteriores, sino que desaparecían con una pequeña luz blanca mientras soltaban un pequeño grito agonizante.
—Joder, sí que cansa el paseo por el tren, aunque al menos nos estamos poniendo bastante fuertes por los combates y andamos consiguiendo mucho dinero… —suspiró Josemi mientras los demás se sentaban en unos asientos—. Bueno, menos mal que nos queda revisar la zona del maquinista, tal vez podamos pedirle que nos dé el anillo porque lo tengan secuestrado o algo, así que de momento no hay ningún Astetrum más, venga, vamos dentro… —comentó mientras sus compañeros de aventura suspiraban con pesar, pues empezaban a cansarse de matar a tantos Astetrum.
Entonces, al entrar en la sala del maquinista, nuestros jóvenes héroes se dieron cuenta de que la habitación estaba completamente vacía.
—¿Eh? Aquí no hay nadie, qué raro… —comentó Gustavo al observar el lugar.
—Oh, ¿tú también te has dado cuenta, Capitán Obvio? —dijo Josemi con tono sarcástico—. En fin, supongo que el anillo estará guardado por aquí, busquémoslo.
—Yo creo que eso no va a ser posible… —declaró una voz seria desde lejos.
De repente, los cinco muchachos se dieron la vuelta y vieron a alguien aparecer por detrás de ellos, ¡era Juan Telera, había vuelto para vengarse!
—Os dije que me vengaría y aquí estoy, ¡es la hora de partiros vuestra asquerosa cara! —espetó Juan con un tono que denotaba rechazo.
—¡Tú tienes el anillo! —bramaron Josemi y los demás con sorpresa.
—Oh, y pronto tendré todos los mantecados del mundo, me he unido a la causa de esos bichos que habéis estado derrotando porque me han prometido que me los darán cuando acabe con vosotros, por no mencionar que me han dado una serie de poderes que veréis ahora y será lo último que veréis antes de morir —sentenció Juan Telera con una sonrisa siniestra—. Pero esta vez, lo que le pienso hacer a vuestros tercos y molestos cuerpecitos, voy a disfrutarlo. Muchísimo —exclamó poniéndose en posición de pelea.
—Si quieres pelea, ¡pues pelea tendrás! —declaró Josemi mientras los demás preparaban sus varas.
—Ya veremos quién sobrevive… —dijo Juan Telera con sorna y risueño.
Entonces, una nueva pelea dio comienzo y, antes de que pudieran atacar a Juan Telera, nuestros héroes vieron cómo éste se puso en una extraña pose y gritó lo siguiente:
—¡Ataque División en Cuatro! —gritó y, de repente, aparecieron 3 copias idénticas de Juan Telera, quienes rieron con malicia.
—Hostia, ¿eso lo podemos hacer nosotros? —preguntó David a Josemi.
—Eh… creo que no, pero bueno, no será para tanto, ¡acabemos con ellos! —argumentó Josemi mientras empezaba a atacar a una de las copias de Juan Telera.
—¿No querrás decir "con él"? O sea, tan solo hay uno que sea el de verdad y el resto son copias, así que… —dijo Gustavo, pero fue interrumpido por Josemi.
—¡Deja de cuestionarte la lógica de esto, coño, ya bastante tenemos con que tengamos que combatir contra unos bichos que vienen de otro planeta! —espetó el mayor de los presentes.
—Pero, ¡¿cuál es el de verdad?! —gritó Jesús con preocupación.
—¡No lo sé, seguid atacando hasta que lo descubramos! —comentó Josemi mientras luchaban.
En ese momento, los cinco jóvenes corrieron hacia los cuatro Juanes para pegarles, pero no fue fácil, ya que cuando creyeron que habían logrado dar con el de verdad, Juan y sus copias dieron vueltas en círculos para intentar marearlos; sin embargo, los Juanes no fueron lo suficientemente rápidos como para darse cuenta de que Josemi y los demás se las habían apañado para descubrir al Juan real mientras giraban alrededor de ellos y lo bombardearon con hechizos de fuego, menos Fran, ya que él andaba pegando a las diferentes copias.
Entonces, Juan Telera y sus copias empezaron a arrojar llamas de fuego por sus manos como su próximo ataque hacia nuestros protagonistas, pues cada Juan estaba apuntando a un miembro del grupo al azar, aunque luego se vio que cada Juan arrojó magia de Gas Sarín a la vez, pero nuestros héroes la esquivaron, menos David, quien no pudo evitarla a tiempo y se quedó en Estado Jíbiri, lo cual le cambió su cara por la de David Broncano.
Tras ver lo que había pasado, Jesús arrojó rápidamente un Bocapizza Argentino hacia David para curarlo, pero Juan usó esa distracción para arrojarles otra llamarada con las manos, la cual esquivaron a tiempo.
—Mmmm… —musitó David frotándose la cabeza y miró a las copias de Juan Telera—. ¡A ver si os gusta esto! —alegó mientras invocaba una gran bola de agua para golpear a todo el grupo rival, lo cual acabó con las copias de Juan e hizo que tan solo quedara el real.
—¡Vamos! —animó Josemi mientras arrojó Gas Sarín sobre Juan, quien se quedó en Estado Jíbiri y empezó a pegarse a sí mismo, lo cual hizo que nuestros aventureros se rieran.
Entonces, tras pasar un rato pegándose a sí mismo, Juan volvió a la normalidad, lo cual hizo que nuestros héroes descubrieran que el Estado Jíbiri podía dejar de tener efecto a veces tras el paso de unos cuantos segundos, y el muchacho de cabello rizado repitió lo que dijo cuando empezó la pelea para hacer reaparecer a sus copias y éstas se pusieron a dar vueltas en círculos alrededor de Josemi y los demás, pero nuestros héroes se dieron cuenta de que aquellas copias aparentaban ser mucho más débiles que las anteriores, ya que parecían estar un poco cansadas como el Juan de verdad, y las derrotaron rápidamente, dejando solo al auténtico Juan de nuevo, por no mencionar que aquellas nuevas copias, al igual que sus predecesoras, desaparecieron con una pequeña nube de humo; sin embargo, Juan Telera aún no había terminado y comenzó a arremeter a gran velocidad contra los héroes, lo cual fue un poco difícil para ellos porque no sabían a quién atacaría primero, pero aquello derivó en que Juan se cansara casi por completo, mientras que Josemi y los demás, aunque estaban un poco dañados por los ataques que habían recibido durante la pelea, todavía estaban dispuestos a luchar.
—¡Acabemos con esto! —exclamó Josemi mientras se preparaba para hacerle unos cuantos placajes a Juan, los cuales resultaron críticos, pero la oportunidad fue aprovechada por tanto Gustavo, Jesús y David para lanzar hechizos de fuego sobre el cuerpo de Juan porque ya estaba a punto de ser derrotado y así lo hicieron, en cuanto cayó el fuego sobre Juan, éste fue derrotado por el impacto de las bolas de fuego y empezó a ver cómo su ropa se quemaba poco a poco, lo cual le hizo gritar de terror, pero Josemi lanzó un hechizo de agua para evitar que su cuerpo se quemara del todo.
Entonces, Juan Telera se cayó de espaldas y dejó caer el tercer Anillo de Sorba, el cual lo tenía guardado en un bolsillo de su pantalón, un hecho que supuso que se abriera una pequeña compuerta de la sala del maquinista, de la cual salió un skate algo sucio que tenía el dibujo de un tren con el logo de Carrefour, pero también ocurrió que a Juan se le cayó una generosa cantidad de dinero que le había sobrado tras comprar los mantecados, el cual fue guardado rápidamente por nuestros héroes en la mochila mágica que Josemi llevaba.
—¡Por fin, ya era hora, hemos ganado! —vitorearon los jóvenes entre risas.
—¡Ostras, un nuevo skate, me lo llevo! —gritó Josemi y lo cogió, el cual estaba lleno de grasa y tenía marcas de manteca, posiblemente causadas porque Juan podría haber estado usándolo mientras comía mantecados—. Uy, está un pelín engrasado… —dijo con un poco de asco.
Tras la pelea, los jóvenes se bajaron del tren y volvieron a la estación, donde todavía estaba sonando la música de Bricomanía y seguía el mecánico, quien le dijo lo siguiente a nuestros protagonistas:
—Anda, ya habéis vuelto ¿habéis conseguido lo que buscabais? —dijo el hombre mientras veía el skate que Josemi tenía—. ¿No os había dicho que nada de usar skates? ¿De dónde habéis sacado ese?
—Primero que nada, danos las cosas que nos quitaste —pidió Josemi extendiendo la mano mientras el mecánico les daba sus cosas, las cuales fueron guardadas en la mochila rápidamente y éstas se teletransportaron al interior de aquella cuarta dimensión tras hacer contacto con el fondo de la mochila, un hecho que Josemi notara que ésta volvía a estar llena con todo, a pesar de que no se viera el contenido en su interior—. Segundo, ese skate se lo hemos quitado a un imbécil que nos había intentado dar una paliza por haberle impedido comprarse unos mantecados y tercero, sí, hemos logrado conseguir lo que estábamos buscando —explicó Josemi al mecánico, quien escuchó con atención lo que el joven le había contado.
—Entiendo, bueno, os tenéis que marchar porque tengo que cerrar la estación por hoy, ya que otro mecánico la abrirá de nuevo en unas horas, ¡así que, chao! —comentó el adulto mientras los jóvenes se despedían.
Sin embargo, antes de marcharse, Josemi se giró para mirar al mayor y le dijo lo siguiente:
—Espere, ¿cómo que "otro mecánico la abrirá de nuevo en unas horas"? ¿Cuánta gente trabaja aquí? ¿Y cuánto rato hemos estado ahí dentro? —preguntó el muchacho extrañado mientras señalaba al tren.
—Oh, es que en nuestra empresa hay muchos trabajos repetidos para cubrir los distintos turnos de la jornada, yo me encargo del turno de noche, menos mal que me tomo un café siempre para mantenerme despierto, así que mi turno ha durado hasta que habéis acabado vosotros con lo vuestro y, respecto a tu segunda pregunta… —se calló un segundo para meter la mano en su pantalón y la sacó para mirar la hora en su teléfono móvil—. Según mi teléfono, ahora son las 08:15 a. m., así que, si yo fuera vosotros, creo que deberíais estar en clase —comentó el mayor con algo de seriedad.
—Eh, eh, eh, espera… —empezó a decir Josemi tras asimilar la información—. ¡¿Hemos estado casi 8 horas ahí dentro y no nos has dicho nada?! —exclamó sorprendido tras hacer la cuenta de horas que habían pasado desde que llegaron a la estación y emprendieron la travesía por el tren.
—No, "casi" no, las habéis estado y tampoco tenía necesidad de informaros de eso, yo sólo hacía mi trabajo —respondió el adulto riéndose y encogiendo los hombros.
—¡¿Pero cómo?! —inquirió el muchacho con sorpresa.
—Yo que sé, dicen que el tiempo pasa más rápido cuando haces algo que te divierte —razonó el mayor y cruzando los brazos.
—Vale, supongo que eso tiene sentido… —dijo el castaño riéndose y dirigiéndose hacia la puerta del lugar—. Bueno, ¡chao! —comentó despidiéndose otra vez del hombre mientras agarraba el pomo de la puerta.
Entonces, Josemi y los demás salieron de la estación, vieron que era de día porque el sol había salido hace relativamente poco y por las palabras del mecánico, con lo cual dedujeron que aquello confirmaba que habían pasado, efectivamente, toda la noche y toda la madrugada tanto enfrentándose a Hitler como viajando por el tren, a pesar de que no lo supiesen porque estaban dentro de la estación y no podían ver ninguna luz exterior que confirmase si era de noche o de día ni ningún reloj que confirmase el paso de las horas, pues la última vez que escucharon la hora fue cuando Gustavo la dijo tras mirarla en su móvil y eran las 23:00/11:00 p. m., luego esperaron sentados en el suelo durante un momento en la calle en silencio hasta que el mayor del grupo se acordó de que tenían el número del conductor de aquel autobús, así que sacó su teléfono móvil para llamarlo y éste apareció de repente, cuyas puertas volvieron a abrirse y seguía sin haber nadie, tan solo el conductor, quien saludó a los jóvenes.
—¡Chicos, me alegra veros! ¿Cuál es su siguiente destino? —preguntó con entusiasmo el hombre.
—Pues, espere a que lo vea y se lo digo… —respondió Josemi invocando el mapa que Regadera le dio y vio un dibujo del siguiente destino, el cual parecía como una especie de ciudad, pero con una gran "V-" sobre lo que parecía ser un rascacielos—. Aquí pone… ¿"Mundo Vrutal City"? ¿Sabe dónde está eso? —preguntó ladeando la cabeza.
—Uy, sí, sí que lo sé, pero necesitaréis un bonobús especial para ello, ya que no será un viaje corriente, no, este será uno único y muy especial —declaró el conductor mientras asentía—. Venga, subid, os llevaré a casa antes para que busquéis a aquel que se apellida Regadera, estoy seguro de que él guardará su bonobús de cuando fue allí.
—¿Cómo sabes tú eso y cómo es que conoces a Regadera? —preguntó Josemi sorprendido al oír aquella declaración.
—Bueno, pues porque yo le llevé en su día también por los diversos lugares que acecharon aquellos monstruos, puede que él no me recuerde, pero bueno, es que han pasado 20 años desde aquello —replicó el mayor mientras negaba con la cabeza.
—Joder, el mundo es un pañuelo… —alegó Josemi mientras se reía y subía al autobús con sus amigos.
Entonces, el vehículo cerró sus puertas y se puso a circular por la carretera más cercana hasta que desapareció tras pasar cinco segundos y apareció en la parada de autobuses que había cerca del instituto, donde nuestros héroes y el conductor notaron que ya había comenzado otra jornada escolar, pues escucharon el clásico escándalo que los estudiantes causaban antes de que el profesor o la profesora empezara a dar clase; sin embargo, en cuanto Josemi y los demás se bajaron del autobús, éstos oyeron cómo el conductor les dijo lo siguiente:
—Me quedaré aquí hasta que lleguéis con el bonobús, así no tendréis que llamarme luego, ¿vale? —explicó el mayor mientras aparcaba el autobús en una esquina para no impedir el paso de los coches.
—¡De acuerdo, gracias! —comentó Josemi y se giró para mirar a sus amigos—. Bien, chicos, a buscar a Regadera…
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Nota del autor: Bueno, aquí tenéis el quinto capítulo, espero que os guste, se agradece feedback como siempre os digo, os recuerdo que la podéis encontrar en Wattpad, os vuelvo a compartir el link de mi perfil: https://www.wattpad.com/user/LaSendaDelCapitan.
P. D.: Os aviso ya que el Capítulo 6 me está costando escribirlo porque estoy teniendo un pequeño writer block, pero en cuanto tenga las partes que no sé cómo escribir, tendréis la primera parte del Capítulo 6… sí, tengo la intención de dividir en dos partes el capítulo porque si no lo hago, quedaría extremadamente largo; sin embargo, dejadme deciros que hasta que no acabe de escribir el capítulo, no podré subir más, como es obvio.
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lasendadelcapitan · 3 years ago
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Capítulo 4 de “Life Is a Dream For The Dead”, la novela.
Capítulo 4
Preparándose para la aventura
Al día siguiente, la madre de Josemi volvió a despertar con gritos a su hijo, pues había vuelto a despertarse a la misma hora que los dos días anteriores, pero antes de que pudiera terminar de gritar, Josemi respondió a su madre tras levantarse de la cama:
—Ya voy, joder… —comentó exasperado por oír lo mismo de casi cada mañana—. Madre mía, siempre está diciéndome lo mismo, menudo cliché… —dijo suspirando mientras se vestía.
Una vez ya vestido, Josemi cogió la mochila y el skate, el cual enganchó a la mochila, y salió de su cuarto para ir a la cocina, donde cogió el desayuno que su madre le había preparado para el instituto, el cual estaba metido en una bolsa, y bajó a la calle tras despedirse de su madre, no sin antes dejarle una nota, en la cual diría que se iba a ir de viaje con sus amigos porque Fran había ganado un concurso de una agencia de viajes, aunque esa nota serviría realmente como la tapadera ideal para no decirle que se iban a ir a "salvar el mundo", o eso sería lo que se creerían sus amigos, pues Josemi sólo quería salvar al perro, ya que le daba igual lo que le pasara al mundo.
Muy bien, a salvar al perro, se van a enterar esos Astetrum Aliformon de lo que los chicos y yo somos capaces… —pensó Josemi mientras montaba en el skate tras salir a la calle.
Al bajar a la calle, Josemi vio a un montón de canis y compañeros del instituto por la zona, pero también vio a sus amigos reunidos en el pasaje que llevaba al instituto, quienes estaban completamente quietos, sin sus mochilas, y mirando a la puerta del bloque de apartamentos de Josemi, en el cual vivía David también.
—¡Hey, chicos! —dijo Josemi con su icónico saludo mientras miraba a sus amigos, quienes le saludaron de vuelta—. ¿Qué hacéis aquí? ¿Y vuestras mochilas? ¿No deberíais estar ya dentro de clase? Aunque ya veo que la barrera de ayer ha desaparecido, me pregunto qué habrá pasado —comentó algo sorprendido cuando vio a tantos compañeros del instituto fuera del edificio, aunque mintió ligeramente a su grupo cuando miró al instituto tras "observar" que la barrera ya no estaba.
—Antes de responderte a la pregunta sobre las mochilas, déjame preguntarte algo: ¿no te has enterado de la tragedia que ocurrió anoche en el instituto? —le preguntó Gustavo a Josemi y éste negó con la cabeza, aunque realmente sabía de lo que estaba hablando—. Esta mañana, mientras estábamos en clase, Regadera nos ha llamado a todo el mundo para decirnos que ayer se encontró con "La Leona" y que ésta logró abrir la barrera del instituto anoche, así que Regadera decidió seguirla, ambos entraron dentro para ver qué causó las apariciones de tanto la extraña criatura que nos echó del instituto como la de aquella barrera, pero no descubrieron nada y, por lo visto, "La Leona" fue asesinada por aquella bestia, pero Regadera logró acabar con esa alimaña, así que todos los profesores se han reunido hoy en la sala de profesores para rendirle un homenaje o algo parecido, mientras que a los alumnos nos han dado el día libre para hacer lo que queramos en el instituto o donde sea, aunque Regadera nos ha dicho que no iba a poder ir al evento porque no tenía fuerzas ni ánimos para ir, así que estábamos esperándote ahora por si querías que hiciéramos algo juntos, aunque respecto a tu pregunta sobre las mochilas, bueno, hemos entrado a clase, hemos recuperado nuestras mochilas, después hemos ido a Secretaría para llamar a nuestros padres y les hemos contado lo que Regadera nos había dicho, luego les hemos dicho a los conserjes que nos guardaran las mochilas porque no íbamos a estar en el edificio y hemos venido hasta aquí para esperarte… —le explicó el pelirrojo al mayor del grupo mientras los demás miraban a nuestro protagonista.
—Sí, respecto a eso… —Josemi carraspeó y se aclaró la garganta para hablar—. Dejadme deciros que Regadera os ha mentido completamente, veréis, ¿os acordáis todos de la criatura que nos echó del instituto ayer, verdad? —preguntó y sus amigos asintieron—. Vale, pues cuando os fuisteis todos, yo decidí quedarme porque tenía un asunto que resolver en el instituto, el cual no tenía importancia, pero resulta que decidí pelear contra la alimaña esa, así que ésta me dio una gran paliza hasta que me desmayé, luego me desperté misteriosamente en mi casa, con mis heridas completamente curadas, y fui a la parada del autobús, donde me encontré con David porque tenía que ir al centro de la ciudad para una cosa, aunque antes quisiera deciros que la voz de aquella alimaña me sonaba mucho; en fin, los dos fuimos a Cañero porque oí a la criatura esa hablar de que iba a darle la llave de la barrera a unos compañeros que tenía allí, así que tanto David como yo buscamos por el lugar y no vimos a nadie, pero entonces aparecieron tres bichos, de los cuales había uno que llevaba tanto un skate como un colgante que tenía una llave, así que dedujimos que eran los compañeros de aquella bestia, los cuales nos revelaron que ésta se llamaba "Nemrac" y que era una teniente, por lo que intentamos enfrentarnos a ellos mientras usábamos unas ramas como armas, pero nos dieron una paliza, luego David me sugirió que le quitara el skate al tipo que parecía el líder de esos tres porque lo había dejado caer al suelo, así que volvimos a pelear cuando le quité el skate al líder, el cual tengo aquí detrás… —dijo enseñando el objeto en cuestión—. Sin embargo, tras la pelea, la cual acabamos ganando, cogí la llave que tenía el líder de aquel extraño trío, le recordé a David lo de que tenía que irse al centro, así que se fue corriendo, yo esperé al autobús y fui a casa, donde esperé a que se hiciera de noche, le dije a mi madre que había quedado con vosotros para ir a cenar, aunque no fuera así, por lo que fui al instituto para ver si podía lograr abrir la barrera y me encontré con el camello del instituto, quien al parecer me reveló que no podía envejecer por motivos misteriosos, y me contó que, hace 20 años, Regadera expulsó de la Tierra a esos monstruos, los cuales se llaman "Astetrum Aliformon", así que cuando saqué la llave, ésta abrió la cerradura, intenté decirle al camello que me acompañara, pero vi que me había quedado solo, así que entré al instituto, inspeccioné el lugar, pero estaba todo a oscuras, así que seguí inspeccionando hasta que oí una conversación que venía de la sala de profesores, por lo que fui allí y, desde una esquina, vi a Regadera discutiendo con "La Leona", interferí en la conversación, me preguntaron si era una especie de nuevo Elegido por haber abierto la barrera, además de enterarme de otras cosas, ya que Regadera lo fue hace 20 años, tal y como os he dicho, y descubrí que, aunque ya lo sospechaba un poco desde que oí su voz, "La Leona" era la alimaña esa que intenté derrotar por la mañana, la teniente Nemrac, pero gracias al uso del skate, logré darle una paliza y tanto Regadera como yo vimos cómo su cuerpo explotó, luego Regadera me contó brevemente la historia de cuando él salvó al mundo, me dio un mapa de los sitios que debía visitar, el cual se lo quitó a Nemrac, y me habló de unos objetos llamados "Anillos de Sorba" y, al parecer, hay 10 para conseguir, con los cuales podremos acabar con los Astetrum, aunque ya tengo uno de ellos, por no decir que también habrá que conseguir una serie de llaves para abrir las barreras que pusieron los Astetrum por los lugares que aparecen en el mapa que me dio, luego Regadera me dijo que debía irme a salvar el mundo cuanto antes, pero le dije que sería hoy cuando lo haría porque ayer estaba súper cansado, por no decir que Regadera no ha querido ir hoy realmente a lo del homenaje porque no tendría sentido que llorase por la pérdida de una antigua rival que casi acabó con él; en fin, se resume en que fui yo quien abrió la barrera, en que fui yo quien acabó con "La Leona" porque ésta era la criatura que nos amenazó por la mañana y en que Regadera no ha asistirá hoy a lo del evento dedicado a "La Leona" porque ésta era en realidad una antigua enemiga suya, pero eh, me alegro por lo que me has dicho de las mochilas, así que ahora os haré una propuesta: ¿os apetece que nos vayamos los cinco a vivir una aventura única e inigualable que será digna de contar en un videojuego o en una novela, además de salvar al mundo de las garras de los Astetrum Aliformon? —preguntó Josemi ilusionado a sus amigos tras coger un poco de aire por lo tanto que había hablado, pero éstos fingieron roncar por la historia tan larga que su amigo les acababa de contar—. ¡Oye, un poco de respeto, que esto es completamente serio y el mundo corre peligro! —exclamó el muchacho, aunque a él sólo le preocupaba recuperar a aquel perro que conoció cuando salió por la noche del instituto porque le habían castigado.
Entonces, tras dejar de fingir que roncaban, los cuatro jóvenes empezaron a reírse, ante lo cual Josemi vio cómo David se acercaba a él porque iba a decirle algo a Gustavo, Fran y Jesús, quienes no acabaron de creerse la historia de su amigo, ya que le dijeron cosas como que aquello sonaba como si fuese sacado de un videojuego o que era imposible que Regadera fuese un héroe, e incluso discutieron sobre la veracidad de la parte relacionada con que "La Leona" fuera realmente un monstruo espacial que podía cambiar de forma o que fuese Josemi quien logró abrir la barrera.
—Chicos, chicos, yo estuve con Josemi, sé que dice la verdad, puede que lo de la barrera y lo de "La Leona" sea mentira, pero lo demás es cierto —les explicó a los demás y éstos asintieron porque tomaron más en cuenta la palabra del moreno con el lunar.
—¡Que es verdad, os lo juro, jo! —espetó Josemi mientras cruzaba los brazos.
Luego, David recordó algo y miró al skate de Josemi, a quien le dijo lo siguiente:
—¡Hostia, se me había olvidado una cosa! Josemi, dame tu skate, "porfa" —le imploró al castaño mientras ponía morritos.
—¿Para qué? —preguntó extrañado mientras enarcaba una ceja.
—Dámelo y verás, te tengo preparada una sorpresa —dijo riéndose con picardía.
—Bueno, vale, ten, pero no me lo vayas a romper o hacerle algo peor… —comentó mientras le daba el objeto en cuestión y David cogió unos materiales para dibujar.
De repente, en cuestión de segundos, David pintó una loli en la parte inferior del skate, la cual estaba sujetando un rotulador con la mano y parecía estar tachando el "But" de la inscripción del objeto, después le devolvió el vehículo a Josemi.
—¿Le has pintado una loli a mi skate? —preguntó mirando al dibujo que su amigo había hecho.
—Je, je, je, je, sí, ¿te gusta? Ahora, cada vez que consigas un skate, le pintaré una loli para que sea más fuerte y resistente, aunque serán más difíciles de conseguir conforme avance nuestro viaje —explicó el muchacho.
—¿"Más fuerte y resistente"? David, tío, creo que eso no va así… —dijo riéndose mientras miraba a la tienda donde trabajaba una nueva vendedora—. Oye, ¿y si vamos a la tienda a comprarle algo a la nueva dependienta? Tal vez podamos comprar cosas para la aventura, ya sabéis, tipo armas y provisiones.
Entonces, el resto del grupo asintió y fueron al local, abrieron la puerta, pero parecía que no había nadie:
—¿Hola? ¿Hay alguien aquí? —preguntó Josemi y, al ver que nadie respondía, se giró hacia sus amigos—. Qué raro, parece que no hay nadie aquí, pues llevémonos las cosas de comer y ya le pagaremos al volver, total, fijo que conseguimos recompensas durante la aventura.
Sin embargo, de repente, una nube de humo apareció por detrás del grupo, luego se escuchó un grito femenino y tras la disipación del humo, apareció una mujer tras la barra del local, la cual se parecía físicamente a Sofía Vergara, con las diferencias de que no tenía maquillaje como la actriz, su cabello era de color rubio y su cadera no era tan prominente como la de la actriz, al igual que sus pechos.
—¡Coño, qué susto! —gritó Josemi al ver a la dependienta tras oír su grito.
—Saludos, jóvenes viajeros, soy Marcela, vuestra nueva dependienta de confianza ¿qué es lo que deseáis? ¿Conocimiento, armas o provisiones? —preguntó la mujer con una voz mística y con acento colombiano.
—Pues, a ver, nos vamos a salvar el mundo, así que nos vendrían bien tener un poco de todo, sobre todo unas cuantas armas y algunas provisiones, por no decir que estaría genial tener una mochila más grande para guardar todo lo que consigamos, pero somos menores de edad, así que tendríamos que conseguir una licencia de armas, por lo que la pregunta es: ¿dónde conseguimos una? —le comentó Josemi a Marcela.
—Oh, sabias elecciones, mas no os preocupéis, pues tengo la mochila definitiva para vuestro viaje y en lo que concierne a vuestro problema de la licencia de armas, tranquilos, luego os echaré una mano con ello, esperad aquí… —dijo la mujer mientras se metía en el almacén y hablando con su acento colombiano, pues había dejado de hacer la voz mística para hablar con su voz normal.
Al cabo de un rato, casi dos minutos, la mujer salió del almacén con una mochila casi idéntica a la de Josemi, salvo que la que Marcela tenía estaba completamente vacía y parecía tener tanto un aspecto mucho más viejo como estar un poco recosida, lo cual hizo que nuestro protagonista le mirase con una cara seria por ver que le andaba ofreciendo una mochila casi idéntica a la suya.
—Señora, no somos gilipollas, esa mochila es casi igualita a la que yo tengo, la única diferencia es que es un poco más vieja y que está recosida para que no aparente el haber estado rota desde hace años —refunfuñó Josemi mientras enarcaba una ceja.
—¡Sí, eso es verdad, vaya timo! —espetaron los demás miembros cruzándose de brazos.
—¿Eso creéis? Vaya, suelta tu mochila aquí, Josemi, te la guardaré aquí durante vuestro viaje, pero antes dame todo el dinero que has conseguido desde tu pelea contra Jesús Toranzo hasta tu pelea de anoche contra la teniente Nemrac, incluido también el que cogió tu amigo David tras la pelea contra los Astetrum Aliformon de Cañero, quiero enseñaros algo… —dijo la colombiana mientras miraba a dos de los jóvenes héroes, quienes habían quedado sorprendidos, así que Marcela aprovechó para dar un toquecito especial a tanto Josemi como a David en el hombro tras decir sus nombres, lo cual hizo que ambos chicos notaran cómo una extraña sensación se estaba extendiendo por todo el interior de sus cuerpos, pero decidieron no decir nada sobre eso porque pensaron que se habían mareado simplemente o que tenían hambre.
—¡¿Cómo sabes tú que hicimos todo eso y también nuestros nombres?! —exclamaron tanto Josemi como David con asombro, pues no se esperaban lo que acababa de pasar.
—La respuesta es sencilla, pues resulta que yo puedo verlo, saberlo y oírlo todo, por no decir que los rumores se propagan muy rápido, al igual que también sé que vuestros otros amigos se llaman Gustavo, Jesús y Fran —respondió la mujer con una risita mientras señalaba a los otros tres miembros del grupo, quienes estaban perplejos, por lo que aprovechó para darles también un toquecito especial en el hombro tras decir sus nombres, tal y como acababa de hacer con Josemi y David, aunque aquel toquecito hizo que los otros tres chicos también notaran cómo una extraña sensación se estaba extendiendo por todo el interior de sus cuerpos, pero también decidieron no decir nada sobre el asunto porque pensaron que se habían mareado simplemente o que tenían hambre, tal y como lo que les había pasado a sus amigos.
—En ese caso, ¿me estás contando que nos puedes decir si acabaremos con los Astetrum Aliformon? —preguntó Josemi ilusionado, pues así sabría si lograrían rescatar al perro de aquellos malvados monstruos.
—No, lo siento, no puedo revelaros nada de vuestro futuro, ya que no pasará si os lo digo, ahora dadme el dinero que os he pedido —comentó Marcela mientras cruzaba los brazos.
Entonces, Josemi y David metieron sus manos en sus bolsillos para darle el dinero a la misteriosa mujer y ésta se dispuso a introducirlo en la mochila nueva, pero antes de hacerlo, ésta le dijo a los protagonistas que se acercaran y así lo hicieron, así que vieron cómo el dinero desapareció al hacer contacto con la mochila, lo cual dejó perplejos a los jóvenes.
—¡Eso es un truco, seguro que hay un bolsillo oculto o algo! —espetó Jesús con incredulidad absoluta mientras los demás miraban la mochila.
—Ja, ja, ja, ja, ja, ja, estás equivocado, mi joven muchacho, pues os encontráis ante una auténtica mochila mágica, así que, como podéis ver, el contenido no se almacenará aquí, sino en una cuarta dimensión, en la cual podréis guardar suministros y objetos infinitos, entre otras cosas, recuerdo que me la entregó un joven héroe hace más de 14 años y medio tras hacer una cosa horrible, aunque la usó antes para un viaje que emprendió por el mundo, así que yo me encargué de que su mochila fuera mágica porque antes era una mochila común que usaba para el instituto, también recuerdo que las siglas del nombre de aquel joven eran "J. B. R. R.", me pregunto qué habrá sido de él, pues no le he vuelto a ver desde que me entregó la mochila, lo cual ocurrió durante una fría noche de enero del año 1999; en fin, cuando queráis sacar algo, bastará con decir su nombre y aparecerá ante vosotros, mirad… —le explicó a los muchachos y éstos se acercaron—. ¡"Dinero conseguido por Josemi y David", venid a mí, yo os invoco! —exclamó e instantáneamente aparecieron las monedas y billetes dentro de la mochila.
En ese instante, los jóvenes dejaron escapar un silbido de asombro ante lo genial que era aquella mochila, por lo que ahora todos sí que daban crédito a lo que sus ojos veían, y vieron cómo el dinero desaparecía de nuevo tras ver cómo Marcela lo cogía para guardarlo inmediatamente después, lo cual hizo que éste se teletransportara a aquella cuarta dimensión que la mujer decía.
—Sí, eso está muy bien, pero ¿cuánto nos va a costar la mochila? O sea, no tenemos casi ningún dinero para pagarla, seguro que cuesta muchísimo por el hecho de ser mágica… —alegó Josemi con un suspiro que reflejaba exasperación—. Además, también tenemos que asegurarnos de comprar las primeras armas y las primeras provisiones para estar preparados para los peligros de la aventura, por no decir que… —añadió el castaño y se calló repentinamente porque se acordó de la historia que Marcela les acaba de contar, la cual hizo que pensara instantáneamente en alguien que ya habíamos conocido—. Un momento, ¿has dicho que las siglas del nombre de aquel joven eran "J. B. R. R.", no? —le preguntó nuestro protagonista a la colombiana para verificar lo que habían oído tanto sus amigos como él y ésta asintió—. ¿No será que aquel joven se llamaba "José Bautista Regadera Ruano", verdad? —le comentó risueño a la mujer y ésta asintió de nuevo, salvo que ahora fue con una mezcla de entusiasmo y sorpresa porque se acordó completamente de aquel muchacho que mencionó Josemi, lo cual impresionó a los amigos de nuestro protagonista porque acabaron viendo que era verdad que Regadera fue un héroe—. Joder, el mundo es un pañuelo… —dijo el castaño tras soltar una pequeña risita por la revelación.
—¿Por qué dices eso? ¿Le conocéis acaso tus amigos y tú? —preguntó la colombiana con una risita y cruzando los brazos.
Entonces, en ese momento, Josemi fue a responder, pero no pudo porque Gustavo no le dejó hablar, ya que este último le diría lo siguiente a la mujer:
—Bueno, le conocemos porque es nuestro actual "profe" de Lengua Castellana y Literatura, así que cuando Josemi nos dijo que Regadera le comentó que fue un héroe en el pasado, no le creímos porque pensábamos que estaba de broma, pero ahora vemos que estábamos equivocados por no haberle creído… —le contestó el pelirrojo a Marcela y tanto él como los demás amigos de nuestro protagonista se giraron para mirar al castaño mientras agachaban la cabeza, tal y como si estuvieran pidiendo perdón por su comportamiento, así que Josemi asintió con la cabeza para aceptar sus disculpas.
—¡Oh, eso es fantástico, espero que se acuerde de mí! —exclamó la mujer con alegría, dando un pequeño bailecito de felicidad, pero se tuvo que detener para responder a la otra cosa que Josemi le había dicho antes de contarle lo de Regadera—. Oh, cierto, la mochila os saldrá gratis, será un regalo por ser mis primeros clientes, pero las armas y las provisiones sí que os costarán dinero, pero eh, dejad que os eche una mano por ser vuestra primera vez, estoy segura de que iréis consiguiendo dinero durante el viaje, así que sacad vuestros monederos ahora, os voy a dar una "paga extra" como una demostración de mi afecto… —dijo acercándose a cada uno con una risita y tocó los monederos de cada uno tras sacarlos, los cuales se llenaron de billetes rápidamente y el rostro de cada uno de los jóvenes se iluminó como el de un niño pequeño en la mañana de Navidad, así que le dieron las gracias a la misteriosa mujer, quien asintió por la formalidad de todos—. Entre los cinco tendréis más de 100.000 euros, así que cada uno tendrá un poco más de 20.000 euros, pero os haré un descuento del 20 % en las armas y provisiones por ser la primera vez que compréis aquí, ahora iré a preparar vuestras licencias para armas… —dijo sacando una cámara de fotos y acercándose a una impresora que había en el local—. Id pasando de uno en uno, os tengo que echar las fotos para que pueda ponerlas en vuestras identificaciones —comentó a los jóvenes y éstos estuvieron pensando en quién debía ser el primero en posar para la foto.
—¡Hey, me pido ser el primero! —dijo Fran dando un empujón a sus amigos y posó para la foto, la cual imprimió Marcela y la puso en la licencia, en la cual añadió una pequeña descripción sobre él: "Fran tiene mucha potencia de ataque y defensa, aunque no sabe usar la magia, pero sí puede agarrar objetos y a personas, además de poder lanzarlos por los aires" y tras ver su licencia, Fran hizo un puchero de queja mientras guardaba la licencia en su monedero—. ¡Oye, no es justo! ¿Por qué dices eso de que yo no sé usar la magia? —preguntó a la mujer, quien sonrió y vio cómo Fran se quedó callado durante unos segundos porque se había dado cuenta de algo—. Espera, si yo no puedo usar la magia, pero tengo una habilidad que los demás no tienen, o eso creo, tal y como es el caso de que puedo agarrar tanto a objetos como a personas y poder lanzarlos por los aires… ¿eso quiere decir que cada uno tendríamos habilidades especiales como los protagonistas de un juego de rol? ¿Cómo es eso posible? —le reprochó a Marcela, quien se rio.
—Bueno, pues porque se podría decir que podéis considerarme como alguien que os ha potenciado talentos ocultos que no sabíais que teníais, pero que siempre han estado dentro de vosotros —alegó riéndose—. Bien, ¿quién es el siguiente? —preguntó mirando a Josemi, Gustavo, David y Jesús.
—Venga, voy yo… —respondió Jesús con exasperación mientras se sentaba y le echaban la foto, luego cogió su licencia, en la cual ponía algo sobre él: "Jesús no tiene mucha potencia de ataque, pero sí tiene mucha defensa y domina las artes mágicas, sobre todo las relacionadas con el fuego y la curación"—. Guay, supongo… —respondió el joven con desinterés tras guardar la licencia en su monedero.
Después se sentó David, quien guiñó el ojo a la cámara y puso una pose de chulería, Marcela sacó la foto y la puso en la licencia, donde escribió lo siguiente: "David tiene una potencia física y defensa media, aunque sabe defenderse con la magia, sobre todo con los hechizos relacionados con el fuego, vamos, es el acompañante promedio", así que el más joven del grupo cogió su licencia y se la guardó en el monedero también.
Sin embargo, en cuanto David se apartó, Gustavo se sentó en la silla, quien miró risueño al objetivo, además de ver a Marcela echando la foto y ésta escribió la descripción del joven pelirrojo: "Gustavo tiene mucha defensa, sabe usar todas las clases de magia y es el mejor con las armas de fuego, aunque es muy débil ante la magia de los enemigos, lo cual es irónico", así que el joven de la sudadera azul claro cogió su licencia y se la guardó en su monedero como los demás.
Entonces, poco después de que se alejara Gustavo, Josemi se sentó en la silla porque era el último que quedaba, quien posó cruzando los brazos y guiñando el ojo, así que Marcela acabó escribiendo la última de las licencias, en la cual puso: "Josemi es el que menos habilidad tiene con la magia, pero sabe dar buenos puñetazos y grandes patadas, por no mencionar que aprenderá a hacer grandes trucos con el skate y aprenderá diferentes formas de tanto placar como atacar a sus enemigos", luego el joven castaño cogió su licencia y Marcela los miró, pues les dijo lo siguiente:
—Muy bien, chicos, ahora podréis comprar provisiones y armas, mirad lo que os ofrezco y decidme si os gusta algo —comentó la dependienta con una sonrisa.
Entonces, los cinco muchachos vieron la comida, que eran bocapizzas, y el armamento que ofrecía la misteriosa señora, los cuales aparecían en una lista, la cual incluía los siguientes productos: "Espada Cutre, Pistola Parabellum de 9 mm, Arco y Flechas, Varita Mágica, Hacha, Bocapizza 4 Quesos, Bocapizza de Pollo, Bocapizza Vegetal de Atún y Bocapizza Argentino", ante lo cual empezaron a decir qué iban a querer cada uno.
—Yo, de momento, me doy por satisfecho con el skate, diría la espada cutre por quedar guay, pero parece estar hecha de cartón y haría más daño a los malos si les arañase con mis propias manos, ¿qué queréis vosotros? —preguntó Josemi mientras miraba a los demás.
—¡Yo quiero la pistola! —exclamó Gustavo con ilusión.
—¡Excelente decisión, menos mal que tenéis ahora la licencia, ya que en otras tiendas de la ciudad no os habrían vendido armas como yo, aunque ahora sí lo harán porque tenéis las licencias! —alegó Marcela riéndose.
—Yo diría el arco, no sé, por parecerme un poco a Kinl, el protagonista de los juegos de The Myth of Shey, mmmm… venga, vale, cogeré el arco —comentó David mientras sacaba el dinero para pagarlo.
—Yo quiero la varita mágica, así podré meterle garrotazos a los malos en la cabeza o a vosotros para mandaros a la horny jail* cuando digáis algo con intenciones pervertidas —dijo Jesús casi riéndose.
* La "horny jail", para aquellas personas que no sepan hablar inglés, es el nombre que recibe un meme (o sea, un tipo de texto, imagen o vídeo que normalmente se envía y comparte por Internet, el cual se suele modificar para que sea divertido) sobre una cárcel/prisión ficticia, a la cual se puede "mandar" gente si otro individuo ve que la persona ha hablado mucho sobre cosas sexuales o que ha tenido pensamientos eróticos y/o sexuales, el nombre en español del meme sería traducido como "cárcel para gente que está cachonda/caliente", pero la traducción literal sería algo como "cárcel cachonda/caliente", aunque "cachonda" se usa también en España para referirse a una persona que es divertida.
—¡Bien pensado, así podrás canalizar la magia mejor al usarla! —le sugirió Marcela.
—¡Ah, en ese caso, danos una varita de esas a todos, menos a Fran, ya que él no puede usar la magia! —dijo David mientras se acercaba a la barra y Marcela le dio una varita a cada uno, menos a Fran, la cual era exactamente igual a la que Jesús cogió.
—Oye, Marcela ¿y si queremos golpear a los enemigos con la varita sin lanzar hechizos? —le preguntó Josemi a la dependienta tras coger la varita.
—Pues no tiene mucha complicación, es tan sencillo como que les pegáis con la varita sin decir el nombre del hechizo que normalmente lanzaríais —le explicó la colombiana con una sonrisa.
—Entiendo… —respondió el castaño y miró al moreno de la camiseta de Coma—. Venga, Fran, que aún no has comprado nada y eres el último que queda.
—Bueno, supongo que tendré que coger el hacha… —comentó el joven encogiéndose de hombros mientras pagaba por el arma en cuestión.
Tras coger el dinero para el hacha, Marcela miró con pena a Fran y sacó una cosa que había colgada en la pared para él:
—Toma, anda, una varita sin encantar para que puedas dar garrotazos a los enemigos que os encontréis, así tendréis todos una varita —alegó la mujer mientras asentía con la cabeza.
—¡Olé, muchas gracias! —exclamó el muchacho tras coger la varita.
Entonces, los cinco jóvenes miraron a la zona de los bocapizzas y empezaron a ver cuáles comprar, no sin antes preguntar si tenían propiedades mágicas o curativas, ante lo cual asintió Marcela y empezó a explicar:
—A ver, primero tenemos el de 4 Quesos, el cual os curará un poco las heridas por si recibís daño, luego está el de Pollo, con el cual podréis recuperar parte de vuestra magia y parte del poder de los "placas" de Josemi, le sigue el de Vegetal de Atún, con el que desbloquearéis hechizos relacionados con el agua y por último, pero no menos importante, el de sabor Argentino, con el que se os curará cualquier problema tras comerlo, ya sea envenamiento, ceguera, etc., incluso hay leyendas de que puede devolver a la vida a quien lo come —explicó la mujer a los jóvenes, quienes estaban asombrados por lo último.
—Josemi… —empezaron a decir todos los muchachos a la vez—. ¿Y si compras varios de sabor Argentino, unos 10 de sabor Vegetal de Atún y cuatro de sabor Pollo? Como comienzo está bien, ¿no? —sugirieron los cuatro amigos.
—Pues sí, buena idea, hora de pagar —dijo sacando el monedero y pagó los bocapizzas, los cuales metió en la mochila mágica y éstos desaparecieron—. Oye, Marcela, ¿no se enfriarán? —preguntó con una ceja enarcada mientras miraba a la mujer.
—No, no te preocupes, conservarán su calor estando en la cuarta dimensión —respondió la colombiana con cierta seriedad.
—Vale, supongo que eso tiene sentido… —dijo Josemi riéndose mientras se dirigía a la puerta del local—. Bueno, nosotros nos vamos ya, ¡gracias por toda la ayuda que nos has dado, incluso por la de despertar nuestros dones ocultos, ya volveremos para contarte cómo nos fue la aventura y también intentaremos decirle a Regadera que todavía te acuerdas de él, adiós! —se despidió el joven mientras sus amigos le seguían por detrás, quienes se despidieron de Marcela también mientras Josemi se metía en sus propios pensamientos—. No te preocupes, perrete, te rescataremos pronto y volverás a casita… —pensó Josemi, pero en cuanto volvió a la realidad, vio que tres canis les estaban esperando fuera del local, los cuales eran parte de los "peloescoba" que iban con Jesús Toranzo a menudo.
—Vaya, vaya, mirad quién está aquí, si es el líder del grupito de frikis que le pegó a Jesús hace dos días —comentó uno de ellos y luego se fijó en las armas que tenían—. Vaya, ¿y esas armas? ¿Son para alguna convención de esas para payasos como vosotros? —preguntó uno de ellos con burla mientras sus dos compañeros se reían, lo cual enfureció a Josemi y éste respondió con rabia a aquel trío.
—¡Vaya, pero si son los amigos "peloescoba" de Jesús Toranzo! ¿Por qué no venís a daros de hostias con nosotros y comprobáis lo buenas que son estas armas? —incitó Josemi mientras sus amigos y él se ponían en posición de lucha.
Entonces, una pelea contra los canis dio comienzo, la cual estaba siendo vista por algunos compañeros de la clase de Josemi y otros canis observaban cómo tanto Josemi como sus amigos peleaban contra los "peloescoba", pero durante la pelea, los cinco amigos arremetieron contra aquellos tres chicos problemáticos, Josemi usó su skate como una vara y vio que hacía más daño que la última vez que lo usó, lo cual parecía confirmar que David tenía razón con lo de que era más fuerte y resistente por tener el dibujo de la loli, Gustavo usó la pistola y las balas atravesaron las camisetas de los canis en cuestión, David usó el arco y las flechas se les quedaron clavadas en la ropa, pero los canis les atacaron para dañarles, así que Jesús alzó su varita y lanzó un hechizo de curación para todos, mientras que Fran golpeó con el mango del hacha a los canis y tras unos tres o cinco minutos de pelea, los canis se desmayaron y se les cayó el dinero que tenían, el cual fue cogido rápidamente por los héroes para añadirlo a su nueva y creciente fortuna, por lo que lo metieron en sus monederos y se sintieron bastante más fuertes por dentro; sin embargo, poco después, al ver a los canis tirados en el suelo, Josemi tuvo una idea y aprovechó para decirle a sus amigos lo siguiente:
—Oye, ¿y si vamos al instituto? Tal vez nos den dinero si hacemos recados de compañeros o ayudamos en cosas, e incluso podemos incluso ir al gimnasio para entrenar antes de empezar la aventura ¿os parece bien? —comentó a sus amigos, quienes asintieron ante la propuesta.
Al llegar al instituto, Josemi y sus amigos caminaron por el lugar, donde vieron que les esperaban un pollo de color rojo intenso y una especie de equino raro de color ocre en la entrada, así que Josemi miró al pollo y le dijo lo siguiente al que era un equino raro:
—What the fuck? ¿Sois "furros"? —le dijo a los animales, pues pensaba que eran personas disfrazadas.
—¿Qué? ¡No, yo soy Frigoberto y este de aquí es mi colega, el Pollo Carmesí, "Polli" para los amigos!* —alegó el equino presentándose mientras el pollo se limitaba a levantar la mano como saludo.
* Los personajes de Frigoberto y el Pollo "Polli" Carmesí son creaciones reales de David, o sea, son OCs (Original Characters, "personajes originales" en español) suyos.
—Ajá, entiendo, bueno… adiós, supongo… —comentó Josemi alejándose lo más rápidamente posible.
Tras hablar con aquel extraño equino, Josemi y sus amigos fueron al patio del instituto, donde vieron cómo una compañera se acercaba hacia ellos, la cual tenía el cabello de color oscuro, largo y alisado, quien respondía al nombre de Laura Santos.
—¡Hey, chicos! —saludó la chica con una sonrisa tras ver a nuestros protagonistas.
—¡Anda, hola! ¿Qué tal, Laura? —saludó Josemi mientras se cruzaba de brazos.
—Bien, bien, gracias por preguntar. Oye, ¿podríais hacerme tú y tus amigos un favor? —preguntó la muchacha mirando al grupo.
—¿Qué es lo que quieres que hagamos por ti? —le dijo Josemi mientras enarcaba una ceja.
—Bueno, me preguntaba si podíais comprarme el bocadillo en la cafetería, es la 5ª vez que voy esta semana y no quiero cabrear al dependiente, je, je, je, je —dijo la chica mientras se rascaba la nuca.
—¡Claro, no hay problema! ¿Es 1 euro y 40 céntimos, no? —preguntó Josemi para confirmar el precio del encargo.
—Bueno, en realidad son 5 euros ahora, ya sabes, por la crisis y todo eso… —respondió la chica con una risa.
—Madre mía, cómo suben los precios… —alegó Josemi riéndose y cogiendo el dinero que le dio Laura—. Venga, chicos, a entrar en la cafetería —le dijo a su grupo de amigos.
Entonces, en cuanto fueron a irse del patio para cruzar por la puerta que habitualmente llevaba a la cafetería, Fran detuvo a Josemi para que no salieran.
—Josemi, te recuerdo que debemos entrar por la otra puerta, la de siempre sigue sin funcionar —le comentó el moreno al castaño.
—¿Aún no la han arreglado? Joder, aún recuerdo cuando se podía entrar por ella, pero no, tuvieron que llegar esos dos cafres y explotar una bombona de gas en el instituto*, qué poca vergüenza —respondió con resignación.
* La historia de que la puerta principal de la cafetería explotase por culpa de dos chicos que hicieron estallar una bombona de gas es una referencia a una escena vista en la serie de Perros Verdes, la cual fue dirigida por el hermano mayor de David, pero tanto en la novela como en el juego, el evento es contado como si fuese una anécdota de algo real que pasó y no por la historia de la serie.
Entonces, volvieron a salir al patio y cruzaron por la otra puerta que llevaba a la cafetería, en la cual había varios alumnos haciendo cola y otros sentados en los sillones del lugar, pero una vez llegado su turno, Josemi compró el bocadillo y le dio los 5 euros al hombre que trabajaba detrás de la barra; no obstante, poco después, Josemi y sus amigos salieron de la cafeter��a y buscaron a Laura, quien les dio las gracias por comprarle el bocadillo y "recompensó" a Josemi con un pequeño beso en la mejilla, lo cual ruborizó brevemente a nuestro protagonista.
Mientras caminaban por el patio, Josemi y sus amigos vieron un gran agujero abierto en el suelo, del cual provenían varios chillidos y tras entrar, los cinco muchachos descubrieron que era una cueva y que había varios murciélagos enormes, a los cuales se enfrentaron y derrotaron, pero en cuanto los vencieron, la cueva empezó a venirse abajo y los protagonistas corrieron para salir a tiempo, cosa que lograron y vieron cómo la entrada se cerraba misteriosamente.
—What the fuck? Eso ha sido muy raro… —comentó Josemi mientras él y los demás jadeaban tras haber salido.
—Y muy conveniente ¿no crees? —preguntó David casi riéndose.
—¿Eh? ¿De qué hablas? —cuestionó Josemi mientras ladeaba la cabeza.
—Pues, a ver, ¿recuerdas la loli que me viste dibujar el otro día? —le preguntó David de nuevo y Josemi asintió—. Vale, ¿no te parece raro que la dibujase señalando concretamente a la izquierda? Lo mismo, ojo, sirvió como un presagio extraño para indicar que debíamos ir a esa cueva que acabamos de ver —explicó el moreno con una risita.
—¿Y por qué ibas a hacer algo así? —preguntaron Josemi y Gustavo con incredulidad.
—No sé, supongo que mi cerebro tuvo una visión de que esto mismo iba a ocurrir, así que me mandaría la acción de dibujarla para que nos sirviese de guía o tuve un déjà vu de esos, no sé, lo mismo es mi imaginación —replicó David encogiéndose de hombros.
—Anda, anda, cállate porque estás metiendo unas movidas existenciales para despistar… —le reprochó Fran al joven del lunar—. ¿Qué toca ahora, Josemi? —preguntó mirando al mayor de los cinco amigos.
—Pues, a ver, creo que podríamos… —empezó a hablar y fue interrumpido por otro compañero del instituto, el cual venía por detrás de ellos.
—¡Hey, Josemi, me alegra verte! —saludó el compañero con entusiasmo.
—¿Eh? ¿Te conozco? —preguntó el castaño ladeando la cabeza.
—No, lo que pasa es que te has hecho famoso, tío, dicen por ahí que fuiste tú quien mató a la criatura que nos echó ayer del instituto y que el aspecto de esa alimaña era el aspecto real de nada más y nada menos que "La Leona" porque era una alienígena capaz de cambiar de forma, qué fuerte, pero nos has librado de su yugo de la opresión, así que gracias —dijo riendo mientras Josemi miraba a sus amigos, quienes silbaron con disimulo—. Bueno, a lo que venía, ¿te importaría recuperar unos apuntes míos de Lengua? Hay un payaso que me los ha quitado, está en el gimnasio, así que ¿podríais tú y tus amigos quitarle los apuntes y devolvérmelos, por favor? —le imploró el muchacho.
—¡¿Cómo?! ¡Se va a enterar ese cabrón, allá vamos! —espetó Josemi mientras él y el resto corrieron hacia el gimnasio para encararse con aquel tipo que robó los apuntes.
Entonces, al llegar al gimnasio, Josemi y los demás inspeccionaron el lugar, el cual era el típico que verías en un colegio americano, pues tenía una cuerda para trepar, unas espalderas, unas colchonetas y un rocódromo para hacer pruebas de escalada, además de una habitación para coger cosas como balones de fútbol, baloncesto, zancos, raquetas, etc., además de una mesa y silla para que los profesores de Educación Física evaluasen a los alumnos, por no mencionar que cerca de las espalderas había una grieta en el suelo que se abrió porque un compañero se cayó de culo mientras usaba los zancos, pero al fondo del gimnasio, Josemi y sus amigos vieron al muchacho que tenía los apuntes de Lengua en la mano.
—¡Hey, idiota, danos los apuntes que has robado! —le señaló Josemi con un dedo acusador al aparente abusón mientras gritaba desde lejos.
—¿Eh? ¡¿De qué hablas tú, payaso?! ¡Te reviento! —replicó el joven dejando los apuntes sobre las colchonetas.
—¿Ah, sí? ¡Pues te voy a dejar la cara versada y te vas a ver metido en un buen "poema"*, prepárate! —alegó poniéndose en posición de lucha tras acercarse al muchacho.
* La frase de "Te vas a ver metido en un buen 'poema'" es un intento de juego de palabras que hace una especie de similitud entre las palabras "poema" y "problema", por no decir que lo de "Te voy a dejar la cara versada" es otro juego de palabras, ya que "versada" se usa para una persona que es buena en algo, pero sabiendo que hay una referencia a la asignatura de Lengua Castellana y Literatura por los apuntes robados, pues se puede interpretar "versada" como referencia a los versos de un poema.
Entonces, otra pelea dio comienzo entre Josemi y sus amigos contra el ladrón de los apuntes, la pelea no duró mucho debido al poder de la magia de los héroes y la eficacia de sus armas, así que tras obtener la victoria, el grupo de héroes vio cómo se desmayó el ladrón, el cual dejó caer un poco del dinero que tenía y éste fue tomado por nuestros héroes, quienes volvieron a sentirse un poco más fuertes que la última vez tras guardarlo en sus monederos, pues notaban como si sus cuerpos estuviesen potenciándose por dentro, aunque seguían estando iguales por fuera; sin embargo, poco después, al salir al patio, Josemi y los demás le devolvieron los apuntes al joven que les encomendó aquella misión, pero éste empezó a reírse.
—¿Qué pasa? ¿Qué es tan gracioso? —preguntó Josemi extrañado mientras enarcaba una ceja.
—Vaya, no sabía que eráis tan idiotas, ¡estos apuntes no son míos y se los habéis quitado a ese pobre imbécil! —respondió riéndose más fuerte.
—¡¿QUÉ?! ¡¿LE HEMOS DADO UNA PALIZA INOCENTE A ALGUIEN QUE TOMÁBAMOS POR UN ABUSÓN PARA RECUPERAR UNOS APUNTES QUE CREÍAMOS QUE ERAN TUYOS Y ERA MENTIRA?! ¡SERÁS CABRÓN! —chillaron los cinco con pura rabia y abalanzándose contra él.
—Hey, no os pongáis así, que no es para tanto… —replicó el contrario mientras se encogía de hombros.
—¡Dame esos apuntes ya o te enteras de lo que somos capaces! —le dijo Josemi enfadado mientras le quitaba los apuntes de la mano.
Entonces, los cinco protagonistas volvieron al gimnasio, donde vieron cómo el joven que tenía los apuntes se levantaba tras haberse desmayado, quien miró con rencor a nuestros héroes.
—¿Otra vez vosotros? ¿Qué hacéis aquí? —preguntó cruzando los brazos y suspirando.
—Bueno, nos hemos enterado de que los apuntes no se los habías robado, sino que eran tuyos, así que toma… —dijo Josemi suspirando y agachando la cabeza con pena—. Lo siento por la paliza, tío…
—¿Que son míos? Qué va, si se los robé a unos críos de 1º de la ESO*, pero eh, gracias, ¡chao, pescao'! —dijo riéndose y marchándose del gimnasio, dejando perplejos a nuestros héroes, quienes no dijeron nada durante unos segundos.
* La ESO, en España, son las siglas de Educación Secundaria Obligatoria y es la época perteneciente al instituto, son cuatro años y luego hay otros dos años más de educación secundaria no obligatoria que son conocidos como Bachillerato y son dos años que sirven para prepararse para la entrada a la universidad, a la cual se accede tras hacer un conjunto de pruebas que se llama Selectividad, pues dependiendo de la nota, se selecciona quiénes entran y quiénes no.
Sin embargo, al cabo de un rato, Jesús habló para romper el silencio que había en el lugar.
—… Somos extremadamente gilipollas, anda, volvamos al interior del instituto, lo mismo tenemos un último recado por atender —suspiró el moreno del polo azul con exasperación.
—Pues sí, luego vendremos a entrenar un poco al gimnasio para prepararnos para la aventura, no conviene que estemos en baja forma —replicó Josemi mientras se marchaban del lugar.
Al cabo de dos minutos, Josemi y los demás volvieron al interior del edificio, en el cual vieron cómo se les acercaba un compañero de clase.
—Hey, Josemi! What's up, friend? (Traducción: "¡Hey, Josemi! ¿Qué tal, amigo?") —saludó el compañero en inglés.
—Hey, ¿por qué me hablas en inglés? —preguntó el castaño algo extrañado.
—Well, because I'm preparing myself for the Speaking test that I have tomorrow (Traducción: "Bueno, porque me estoy preparando para el examen de Speaking que tengo mañana") —le respondió el compañero en el idioma mencionado antes por Josemi.
—Ajá, eso tiene sense… —respondió Josemi sumándose a lo de hablar en inglés, aunque fuese poco—. ¿What do you quieres? —preguntó hablando una especie de mezcla de español e inglés.
—Oh, well, the thing is that some teachers took my phone, and I wanted to recover it, so I'm asking you: would you recover it for me, please? (Traducción: "Oh, bueno, es que unos profesores me han quitado mi teléfono y quería recuperarlo, así que os pregunto: ¿podríais recuperarlo por mí, 'porfa'?") —le imploró al castaño.
—Claro, pero ¿cómo lo recuperamos? En la sala de profesores habrán muchos reunidos por lo del homenaje a "La Leona", así que… —fue lo que le respondió el joven, tratando de no revelarle a aquel compañero que "La Leona" era realmente un monstruo que podía cambiar de forma.
—Don't worry, you'll know how to pick it up before they catch you, I have a song from a TV show's scene set as the ringtone, just wait for it to ring, since I told someone from the playground to call me in a bit (Traducción: "No os preocupéis, sabréis cómo cogerlo antes de que os atrapen, tengo una canción de una escena de una serie de televisión puesta como el tono de llamada, tan solo solo esperad a que suene, ya que le dije a alguien del patio que me llamase dentro de un momento") —le comentó el muchacho a Josemi.
Entonces, los jóvenes se quedaron en silencio hasta que empezó a sonar el tono de llamada del teléfono a todo volumen, el cual era el vídeo de una escena famosa de la serie de CrazyTown, en la cual se oía al villano hablando con alguien.
—Are you, uh, a real villain? (Traducción: "¿Sois villanos de verdad?") —preguntó el malhechor llamado Robbie.
—Well, uh, technically… nah (Traducción: "Bueno… Técnicamente… No") —respondió el contrario, quien se llamaba Bobby.
—Have you ever caught a good guy, like, uh, like a real superhero? (Traducción: "¿Alguna vez habéis cazado a uno de los buenos? ¿Un superhéroe?") —le volvió a preguntar el malvado Robbie.
—Nah (Traducción: "No") —le dijo Bobby mientras negaba con la cabeza.
—Have you ever tried a disguise? (Traducción: "¿Os habéis disfrazado alguna vez?") —inquirió Robbie con curiosidad.
—Nah, nah… (Traducción: "Nah, no…") —respondió Bobby por tercera vez, lo cual molestó al villano.
—Alright! I can see that I will have to teach you how to be villains! (Traducción: "Está bien. Ya veo que tendré que enseñaros a ser villanos") —espetó Robbie con hartazgo.
Tras la conversación entre ambos personajes, empezó a sonar un saxofón tocado por Robbie a todo volumen, el cual era la señal ideal para que Josemi y los demás entrasen a la sala de profesores para recuperar el móvil mientras sonaba la canción, cuyo nombre en inglés era We Are Not Number One, "No somos lo mejor" en español; sin embargo, al llegar a la puerta de la sala de profesores, Josemi y los demás vieron cómo la sala estaba llena de muchísimos profesores del centro, un hecho que les sorprendió, y observaron cómo el móvil estaba al fondo de toda la sala, por lo que tenían que abrirse paso entre los profesores para recuperarlo, pero éstos les empujaban y les decían cosas como que se fueran, así que aparecían de nuevo en la puerta por los empujones y tras una serie de intentos, Josemi y los demás consiguieron recuperar el móvil cuando acabó la canción, así que se lo dieron al compañero, quien le dijo lo siguiente al mayor de los cinco héroes:
—Thank you very much, Peacemaker! (Traducción: "¡Muchas gracias, Pacificador!") —dijo haciendo referencia al nombre de una canción de la banda llamada Green Day y se fue del lugar.
Tras la marcha del compañero que hablaba en inglés, Josemi y sus amigos jadearon porque sintieron que no tenían fuerzas apenas ya por el día lleno de peleas y encargos que habían pasado juntos, además de la potenciación de sus dones ocultos, así que decidieron ir al gimnasio, donde entrenaron un rato para ponerse un poco más fuertes, cosa que lograron tras pelear contra varios canis que les desafiaban, a los cuales derrotaban e hicieron que se desmayaran con sus hechizos mágicos o con los recién descubiertos "placas" que Josemi hacía, por lo que aprovecharon que nadie les miraba para quitarles el dinero y lo añadían a la fortuna de su gran aventura, ya que así podrían comprar tanto más armas como más provisiones en las próximas tiendas a las que fueran y tras salir del instituto, vieron que estaba atardeciendo, pues habían pasado casi todo el día cumpliendo recados y haciendo misiones o peleando contra los canis que intentaban pegarles.
—Dios, tanta pelea y tanto recado han hecho que me sienta muy cansado ¿y si vamos a la pizzería del centro para comer y pillar fuerzas antes de empezar el viaje? —le preguntó Josemi a sus amigos, los cuales asintieron—. Vale, iremos andando, así llegaremos con más hambre.
Entonces, estuvieron andando durante casi una hora y llegaron al centro, donde entraron a la pizzería, la cual tenía el nombre de "Pizzería Vrutalera", cuyo nombre estaba escrito en un letrero con letras blancas y luminosas que había en la entrada del edificio, salvo la "V-", pues era color rojo brillante y había una porción de pizza falsa detrás de la "V-" para que pareciese como si ésta encajase detrás de dicha letra, ya que aquel era el logo de la compañía.
—Anda, ¿"Pizzería Vrutalera"? ¿Le habrán cambiado el nombre para que haga referencia a la página web de Vrutal*? —preguntó Gustavo con asombro mientras miraba el letrero.
* La página web de "Vrutal", o "VRUTAL", es un sitio de habla hispana que hay en Internet, en el cual se habla de noticias sobre videojuegos y medios de entretenimiento.
—Ni idea, pero yo me muero de hambre, así que entremos… —alegó Josemi empujando la puerta mientras se adentraban en el lugar, en el cual había mucha gente reunida.
Al entrar, los héroes se sentaron en una mesa y empezaron a pedir pizzas para recuperar energías, por no decir que hablaron de sus cosas y de sus experiencias del día que habían pasado juntos, pero vieron que había un cartel que decía que el ir al restaurante para simplemente ir para hablar y no comer estaba sancionado, pero la primera vez estaba permitida y era gratis, así que al acabar de comer, Josemi sacó el mapa que Regadera le dio para buscar pistas del próximo destino.
—Muy bien, según este mapa, tendremos que ir a la Casa de la Juventud, ya que hay una barrera que podríamos abrir con el primer anillo, así que iremos allí… —explicó Josemi, pero fue interrumpido por Jesús, pues iba a decir algo.
—Ejem… —se quedó callado durante unos segundos y luego habló—. ¡Magister es gay! —gritó en un tono medianamente alto, lo cual hizo que Fran le mirase con el ceño fruncido—. Vale, vale, perdón, lo que quería decir es que queda mejor decir "CaJu", suena más guay —añadió con un tono que era una mezcla de presumido y sabelotodo.
—¿Y para eso me interrumpes? —preguntó Josemi con una ceja enarcada.
—Sí —fue la respuesta tajante y simple del muchacho con el polo azul.
—En fin, vayamos para allá —dijo Josemi tras guardar el mapa en sus bolsillos.
Entonces, al salir de la pizzería, los cinco dieron un largo paseo desde el centro hasta llegar a la "CaJu", la cual estaba efectivamente cercada por una barrera, la cual tenía una cerradura también, tal y como la que cercaba el instituto el día anterior y los muchachos se quedaron asombrados por ver tanto la barrera como la cerradura, menos Fran, pues él pensaba que era la barrera otra cosa, posiblemente por el cansancio que tenía.
—No sé, tíos, eso es un cosplay —comentó el moreno de la camiseta de Coma tras soltar un bostezo.
—¿Qué dices?, ¿de qué cojones va a ser cosplay eso? —preguntó Josemi mirando a su amigo con incredulidad.
—Pues de barrera y uno muy bien hecho —fue la réplica altanera de Fran.
Sin embargo, tras las bobas declaraciones de su amigo, Josemi empezó a discutir con Fran por los comentarios que acababa de decir, lo cual hizo que los cinco jóvenes discutieran entre sí, pero tras un rato de conversación, ninguno de los presentes se dio cuenta de cómo salieron tanto la llave, la cual usó Josemi para abrir la barrera del instituto, como el Anillo de Sorba del bolsillo del pantalón de nuestro protagonista y ambos objetos se elevaron en el aire, por lo que la llave hizo que la cerradura desapareciese tras meterse en el agujero de ésta, luego volvió volando al bolsillo de Josemi, después se apagó completamente la luz de la barrera por el inmenso poder del Anillo de Sorba, lo cual desencadenó en que hubiese el mismo destello de luz banca y cegadora que molestó a Josemi cuando abrió la barrera del instituto, aunque ahora molestó a sus amigos porque no se esperaban aquel destello, también había que destacar que varias farolas y casas se llegaron a apagar durante unos minutos por la gran cantidad de energía repentina, dejando así gran parte de la zona en completa oscuridad, no se veía nada de nada, e incluso se escuchó tanto a un gato maullar como aquel ruido similar al de unos cristales rompiéndose en mil pedazos ¿qué había pasado?
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Nota del autor: Bueno, aquí tenéis el cuarto capítulo, espero que os guste, se agradece feedback como siempre os digo, os recuerdo que la podéis encontrar en Wattpad, os vuelvo a compartir el link de mi perfil: https://www.wattpad.com/user/LaSendaDelCapitan.
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lasendadelcapitan · 3 years ago
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Capítulo 3 de “Life Is a Dream For The Dead”, la novela.
Capítulo 3
Infiltración y revelación
Acababan de dar las 09:30 p. m./21:30, aquello suponía que había llegado el momento en que Josemi se escabulliría de casa para "irse a cenar con sus amigos", tal y como le había dicho a su madre, pero no era así, pues planeaba entrar al instituto para recuperar al perro que conoció el día anterior, así que Josemi salió por la puerta de su dormitorio y se despidió de su madre, quien le dijo lo siguiente:
—¡Recuerda, nada de llegar tarde! —le espetó a su hijo mientras éste se dirigía a la puerta de la casa, pero antes de que la abriese, la mujer volvió a hablarle—. Oye, ¿por qué te llevas el skate?
—Oh, bueno, es que les voy a enseñar unos trucos que he aprendido a los chicos y no te preocupes, mamá, creo que iremos a tomar unos bocapizzas* o algo barato, ya que parece ser que Fran vuelve a estar con problemas de dinero —le dijo con un tono inocente, a pesar de que le estaba mintiendo—. ¡Hasta luego! —dijo mientras cerraba la puerta y empezó a bajar las escaleras con rapidez—. Bien, ahora a buscar al perro… —dijo en sus pensamientos.
* El nombre de la comida "bocapizza" es otro nombre para el alimento que se conoce como los panini o pan pizza, ya que es como una especie de bocadillo/sándwich, normalmente hecho con la parte inferior o mitad de una baguette, pero con una serie de toppings similares a los de una pizza.
Entonces, tras abrir la puerta del bloque de apartamentos, Josemi se dirigió hacia la puerta del instituto, la cual estaba cercada por la misteriosa barrera que había aparecido por la mañana y nuestro protagonista volvió a fijarse en la cerradura que había y justo cuando iba a sacar la llave, apareció alguien, ¡era el camello del instituto! ¿Qué podría querer de Josemi ahora? Aunque, bueno, siendo la hora que era, era obvio el qué podría querer.
—Hey, ¿qué haces aquí? No te había visto esta mañana… —dijo Josemi al muchacho de piel más o menos oscura.
—No me jodas que ha vuelto a pasar esto… —comentó el camello al quedarse embelesado con la barrera.
—¿Disculpa? ¿Qué quieres decir? —preguntó Josemi ladeando la cabeza, otra vez que le dejaban desconcertado.
—Hace 20 años pasó esto mismo, aparecieron unas barreras por distintas partes de la Tierra, pero menos mal que un tal Regadera venció a los bichos que las pusieron, los Astetrum Aliformon, y consiguió expulsarles de nuestro planeta, o eso se creía, ya veo que ahora me equivocaba, joder, no puedo creerme que hayan vuelto… —explicó el chico mientras cruzaba los brazos y negaba con la cabeza.
—¿Regadera, dices? Anda, así se apellida mi "profe" de Lengua Castellana y Literatura, lo mismo sería algún pariente de él, no sé… —comentó mirando al camello—. En fin, estoy aquí porque creo que mi perro está dentro del instituto, ¿crees que podrías echarme una mano y ayudarme a abrir la barrera? —preguntó hasta que se dio cuenta de una cosa—. Aguarda un momento, dices que esto pasó también hace 20 años ¿cuántos años tienes? Si se supone que tenemos la misma edad… —alegó extrañado ante la previa declaración del contrario.
—Tío, soy un personaje súper secundario de esta novela y un personaje no jugable en el videojuego que adapta dicha historia, no puedo envejecer por razones misteriosas que no puedo revelarte, considéralo como una ruptura de la cuarta pared, pero con más estilo… —le explicó riéndose mientras encogía los hombros—. En fin, yo sólo sé abrir un porro y liarlo, pero si quieres un consejo, te adelanto que, si ha pasado igual que hace 20 años, deberás recuperar una serie de llaves para ir abriendo las distintas barreras y había otra cosa más, pero no recuerdo el qué… —le comentó llevándose la mano a la barbilla, tratando de recordar qué era la otra cosa—. No, no me viene a la cabeza, pero podrías ir a Cañero, recuerdo que la primera llave estuvo allí también hace 20 años, aunque… —le empezó a sugerir a Josemi, pero éste le interrumpió.
—Espera, espera, ¿ir a Cañero? Creo que no hará falta —dijo metiendo las manos en el bolsillo de su pantalón y sacó la llave.
—¡Toma ya, de puta madre, ya la tienes! Bueno, ahora deberás meterla en la cerradura, digo yo —dijo riéndose mientras miraba la llave.
—Justo como dijo mi ex… —alegó riéndose también y justo cuando iba a sacar la llave, ésta salió de su bolsillo para elevarse en el aire, luego se introdujo en el agujero de la cerradura, haciendo que el cerrojo se desvaneciera como por arte de magia y que la luz de la barrera se apagase tanto misteriosamente como por completo, lo cual hizo que después se produjera un pequeño destello de luz blanca que casi cegó a Josemi y al camello por su fuerte intensidad—. Joder, cómo brilla esto… —dijo cubriéndose los ojos.
Entonces, unos pocos segundos después, la barrera desapareció, aunque antes de que ésta desapareciese, se escuchó un sonido similar al de unos cristales rompiéndose en mil pedazos, pero Josemi no le prestó mucha importancia al ruido porque pensó que se había roto alguna ventana cercana, aunque se sorprendió cuando vio que el instituto había vuelto a su vieja gloria, bueno, volvió a ser como era antes de aparecer tanto la barrera como la cerradura, por lo que no había cambiado mucho, aunque ambos muchachos no se dieron cuenta de que la llave había volado de vuelta al bolsillo de Josemi.
—¡Genial, gracias, ahora podrías acompañarme! —dijo Josemi mientras se giraba para mirar al camello tras dejar de taparse los ojos, pero ya no estaba—. ¿Eh? ¿Dónde se ha metido? —miró a su alrededor y vio que estaba solo, así que se encogió de brazos—. Bueno, pues tendré que ir yo solo… —comentó agarrando el tirador de la puerta central y se dio cuenta de algo—: Anda, si está abierta, a ver si encuentro al perro cuando entre…
Tras abrir la puerta central, Josemi caminó un poco hasta que se adentró en el instituto, lo cual le sorprendió porque observó que la puerta principal también estaba abierta y vio que el lugar estaba completamente a oscuras cuando entró, aunque se puso a explorar el lugar para ver si encontraba al perro, así que encendió la linterna de su teléfono móvil, pero acabó escuchando algo a lo lejos, pues le pareció oír una conversación entre dos personas.
—Uy, se oye algo en la sala de profesores… —comentó mientras caminaba hacia el lugar en cuestión y apagó la linterna del teléfono móvil.
Al llegar allí, Josemi observó desde una esquina cómo su profesor de Lengua Castellana y Literatura, cuyo nombre completo era "José Bautista Regadera Ruano", el cual era un hombre de altura media con gafas y calvo, estaba discutiendo con la profesora de Francés, la cual era también la jefa de estudios, quien respondía al nombre de "Carmen Domingo del Bosque", aunque la gente del instituto solía referirse a ella con el apodo de "La Leona"* por sus gritos, ya que éstos parecían los rugidos de dicho animal, por no decir que era una mujer de gran altura con el cabello largo, moreno y rizado, cuya complexión le hacía parecer casi tan alta como un armario… un momento, ¿una profesora cuyos gritos parecían los rugidos de una leona? Oh, oh…
* La profesora apodada como "La Leona" está basada en otra profesora real del IES Gran Capitán, la cual tenía también el mismo nombre que su contraparte ficticia, o sea, "Carmen Domingo del Bosque", a la que apodaban también como "La Leona" por la misma explicación que hemos dado.
—Venga ya, ¿no ves que esos bichos están por toda la ciudad? —le preguntó Regadera a "La Leona" con un tono que indicaba que estaba haciéndose el tonto para sacarle información.
—¿Y qué quieres que le haga? ¡Yo no sé nada, llama a la policía! —le comentó "Carmen" haciéndose la inocente.
—¡No me vengas con gilipolleces, escoria alienígena, sé quién eres en realidad! ¡¿Te crees que no me di cuenta de cómo tus rugidos infernales te delataron cuando los oí tanto al "conocerte" tras empezar a trabajar aquí como esta mañana tras quedarme atrapado dentro del instituto?! ¡Eres esa asquerosa Astetrum Aliformon a la que me enfrenté hace 20 años, la teniente Nemrac! No sé cómo se me ocurrió perdonarte la vida ni tampoco sé el porqué se la perdoné también a los compañeros que te acompañaban durante nuestra pelea, pues podría haberos matado cuando tuve la oportunidad, aunque debo decirte que empecé a sospechar poco después de que me "dedicaras" aquel singular rugido tras presentarme cuando empecé a trabajar aquí, tal y como he dicho antes, por no decir que estoy completamente seguro de que tus compañeros han vuelto otra vez para intentar conquistar el mundo de nuevo, ¡pero eso no pasará! —alegó Regadera con un tono acusador.
—Sí, venga, no sé de qué hablas, por no decir que estoy segura de que esos bichos se irán por su cuenta, dales tiempo y lo harán —comentó haciéndose la loca y evitando las acusaciones de Regadera.
Entonces, Josemi se adentró en la sala de profesores, pues tenía algo que decir.
—Si me permiten interrumpir, esos bichos se llaman "Astetrum Aliformon" o eso recuerdo haber oído, ¿no es cierto? —objetó el muchacho, sin saber qué aquello iba a desencadenar en algo medianamente malo—. Bueno, también lo sé porque si retrocedéis unas cuantas páginas hacia atrás de la novela, descubriréis que se llaman así, ah, y porque lo pone en los archivos del videojuego en el que se basa esta novela.
—Shhh… ¡respira solamente! —le ordenó Regadera tras ver al joven.
—¡¿QUÉ?! ¡¿OTRA VEZ TÚ?! ¡¿CÓMO DEMONIOS HAS LOGRADO ENTRAR AQUÍ Y CÓMO HAS ABIERTO LA BARRERA?! ¡SE SUPONÍA QUE LA LLAVE SE LA DI A UNOS COMPAÑEROS MÍOS QUE ESTABAN CUSTODIÁNDOLA EN EL BARRIO DE CAÑERO Y DUDO MUCHO QUE HAYAS PODIDO ACABAR CON ELLOS, A MENOS QUE LE QUITARAS EL SKATE QUE TENÍA UNO DE ELLOS Y LO USARAS PARA DERROTARLES! —espetó "Carmen" con un feroz rugido mientras se giraba para mirar a nuestro protagonista, sin darse cuenta de que había revelado su verdadera identidad, la cual había sido mencionada por tanto los Astetrum que había en el barrio que dijo como por Regadera.
—A ver, puedo explicarlo… —empezó a decir, pero le interrumpieron.
—¡¿Eres el nuevo Elegido?! —gritaron tanto Nemrac como Regadera a la vez.
—¿"Nuevo Elegido"? Eh, eh, eh, parad el carro, yo sólo he venido aquí para… —les preguntó Josemi y empezó a hablar de nuevo, pero volvieron a interrumpirle.
—¡AGH, YA ME HABÉIS HARTADO! ¡PREPARAOS PARA MORIR PORQUE ME ASEGURARÉ DE QUE NO VOLVÁIS A DETENER A NADIE MÁS DE LOS NUESTROS NI DE QUE VOLVÁIS A ABRIR MÁS CERRADURAS CON NINGUNA DE LAS LLAVES QUE HAY, ENTRE OTRAS COSAS MÁS! —gritó la cruel teniente con rabia.
Entonces, de repente, la teniente Nemrac dejó escapar un fuerte rugido que hacía honor al apodo que le puso la gente del instituto mientras fingía ser una humana, "La Leona", y adoptó su verdadera forma.
—¡Ajá, ya decía que me sonaba tu voz esta mañana, fuiste tú quien espantó a todo el mundo! —le señaló Josemi con un dedo acusador, pues sus sospechas se habían confirmado—. Un momento, eso explica el porqué no te vi a ti tampoco esta mañana, te habías quedado atrapado dentro del instituto… —comentó girándose para mirar a Regadera.
—¡BASTA DE CHÁCHARA, VAMOS A PELEAR, YA QUE SI PUDE VENCERTE LA OTRA VEZ, AHORA SERÁ MUCHO MÁS SENCILLO! —gritó Nemrac poniéndose en posición de lucha.
—Oh, sí, me voy a divertir viéndote intentar zurrarme, mi fuerza se ha duplicado desde la última vez que nos vimos… —comentó poniéndose también en posición de lucha mientras miraba a su profesor, quien estaba escondido detrás de una esquina para no recibir daño—. Regadera, será mejor que sigas escondido, ya me encargaré yo de luchar contra esta alimaña…
—Bien. Si el orgullo es doble, doble es la caída… —comentó la despiadada teniente con arrogancia.
Entonces, volvió a haber otra pelea, pero esta vez sí había alguien para ver qué estaba ocurriendo, Regadera, quien estaba viendo cómo Josemi sacaba el skate para pelear contra la teniente Nemrac, por lo que nuestro joven protagonista se montó rápidamente en el skate y arremetió contra la criatura, a quien ahora sí lograba hacer daño, no como la primera vez, pues la bestia se teletransportaba cada vez que Josemi intentaba pegarle o ni se inmutaba cuando Josemi lograba asestarle algún golpe, ambos rivales estuvieron peleando durante un buen rato, pero aquello no significaba que Josemi no recibiera daño, pues la criatura sabía atacarle también, aunque ahora no le hacía tanto daño como la primera vez que pelearon y había veces donde Josemi lograba esquivar los ataques o usaba el skate como una vara para pegarle en el cuerpo a la que antaño consideraba como una profesora más del centro, pero no, ahora estaba luchando contra una temida Astetrum Aliformon, una cruel invasora del espacio.
Finalmente, tras los 10 minutos que duró la ardua pelea, Josemi logró obtener la victoria, por no mencionar que vio cómo el cuerpo de Nemrac explotó, quien gritó antes de estallar, y se le cayó tanto un extraño anillo como un mapa que tenía guardados, además de una cantidad de dinero bastante generosa que había robado posiblemente de otros profesores o de los fondos económicos del instituto, el cual Josemi cogió rápidamente para meterlo en sus bolsillos y sintió de nuevo que su cuerpo estaba poniéndose más fuerte y resistente, pero no dijo nada ante tal suceso… un momento, ¿una Astetrum Aliformon y extraños anillos? Oh, oh…
—¡NOOOOOO, MIS COMPAÑEROS RECORDARÁN MI MUERTE Y ACABARÁN CON VOSOTROS CUANDO SE ENTEREN DE ELLO, OS LO ASEGURO, AAAGGGHHH! —exclamó Nemrac agonizante antes de explotar con una luz blanca y cegadora que iluminó toda la sala durante unos segundos.
Entonces, tras haber presenciado cómo la pelea acabó, Regadera salió de la esquina en la que se escondía, miró con asombro al anillo como si fuese algo que ya había visto hace mucho tiempo, así que cogió tanto el anillo como el mapa para guardárselos y caminó hacia Josemi, a quien le dijo lo siguiente:
—Vaya, has acabado con ella… entonces, sí que eres el nuevo Elegido —le comentó asombrado a nuestro protagonista mientras sacaba el anillo que había cogido—. Toma, te hago entrega de uno de los 10 Anillos de Sorba —alegó dándole el objeto a Josemi—. Son parte de unas reliquias tan antiguas como el tiempo y con ellos, al igual que yo hace 20 años, podrás salvar al mundo y expulsar a los Astetrum Aliformon de la Tierra, así que, joven Josemi, ahora depende de ti que nuestro planeta esté a salvo de esos monstruos… —declaró risueño al joven y recordó otras dos cosas más—. ¡Ah, claro! ¡Ten el mapa con los lugares que deberás visitar, deduzco que son los lugares que los Astetrum habrán conquistado ahora, ya que parece ser que aparecen nuevos sitios que yo no visité o que no recuerdo con claridad, me pensaba que sería un mapa antiguo, pero ya veo que me he equivocado, por no decir que también deberás conseguir una serie de llaves para abrir las barreras que los Astetrum pusieron por los lugares que aparecen en el mapa! —comentó volviendo a meter la mano en sus bolsillos y le entregó dicho objeto que había cogido también.
—¡Eeeeeeeeeh, para, loco! ¿Quién ha dicho que yo quiera irme a salvar al mundo? Si eso, lo hago para salvar a mi perro, aunque lo conociese ayer, literalmente… —reveló y soltó un suspiro que indicaba que estaba exasperado—. Por cierto, ¿no habrás visto uno por aquí, verdad? —le preguntó el muchacho al adulto.
—No, ¿no habrás traído un perro al instituto, verdad? Eso es motivo de parte —alegó el profesor manteniendo un tono de serenidad, en vez de gritarle.
—¡No, no, no, no, no, no, no, no, era coña! —espetó zarandeando los brazos y negando con la cabeza como si la vida le fuese en ello, tal y como hizo con su madre por la mañana, luego pensó el qué pudo haberle pasado al pobre animal—. Seguro que esos malditos bichos se lo habrán llevado… —dijo en sus pensamientos mientras suspiraba para sí mismo, aunque le vino una idea a la cabeza—. Bueno, vale, buscaré los demás anillos, pero tú te vienes conmigo.
—Lo siento, hijo, pero yo ya estoy muy viejo para estas cosas y debo seguir trabajando como profesor por la crisis… —le explicó con pena a Josemi.
—Oh, bueno, supongo que me iré a casa, ya que hoy no salvaré el mundo, ¡pero mañana sí que lo haré! —dijo riéndose con orgullo.
—Pues date prisa, Josemi, el tiempo es oro… —alegó el profesor con una sonrisa.
—Sí, sí, lo que tú digas… —le dijo al adulto mientras salía de la sala de profesores—. Mañana me pondré a ello, pero primero deberé dormir y todo eso para tener energías.
Entonces, Josemi salió del instituto y vio que eran casi las 10:30 p. m./22:30, así que fue a casa, donde estaba su madre viendo la tele en el salón.
—Anda, ¿tan pronto has vuelto? Qué raro por tu parte… —comentó la mujer ladeando la cabeza al ver a su hijo entrar por la puerta.
—Sí, bueno, es que se tenían que ir temprano porque decían de madrugar mañana para que diésemos un paseo antes de clase o algo así, pero a mí me daba pereza —le respondió Josemi riéndose—. Bueno, estoy cansado, así que me voy a dormir ya, ¡buenas noches! —dijo acercándose a su madre y le plantó un beso en la mejilla.
—¿Ya? Si no es ni media noche, ¿te ha pasado algo con los chicos o qué? —le preguntó con preocupación.
—¿Eh? Oh, no ha pasado nada, no… —le respondió mientras bostezaba y se desperezaba—. Es que ha sido un día movidito… —dijo riéndose con cierto nerviosismo.
—Ya, claro, bueno… que descanses y hasta mañana… —respondió la mujer con poca convicción.
Entonces, Josemi se quitó las zapatillas deportivas, dejó el skate cerca de la cama y se tumbó en ésta, dispuesto a dormir y recapacitar sobre el día que había tenido.
Caray, menudo día he tenido, digno de un videojuego, al final va a tener razón David con lo de que parecía todo como sacado de un videojuego o de una novela como las que escribe Gustavo; en fin, mañana les contaré a los chicos lo que ha pasado y trataré de convencerles de ir los cinco a salvar el mundo, aunque eso será lo que ellos creerán, ya que a mí sólo me importa que el perro esté bien, je, je, je, je… —pensó Josemi y, al cerrar los ojos, se quedó durmiendo hasta la mañana siguiente, esperando con ganas a que pasaran las horas para emprender la gran búsqueda de su perro.
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Nota del autor: Bueno, aquí tenéis el tercer capítulo, espero que os guste, se agradece feedback como siempre os digo, os recuerdo que la podéis encontrar en Wattpad, os vuelvo a compartir el link de mi perfil: https://www.wattpad.com/user/LaSendaDelCapitan.
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lasendadelcapitan · 3 years ago
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Capítulo 2 de “Life Is a Dream For The Dead”, la novela.
Capítulo 2
Perro a la fuga y una aparición inesperada
A la mañana siguiente, Josemi volvió a ser despertado por los gritos de su madre, quien le dijo lo mismo que le solía decir casi todos los días, pues volvió a despertarse a la misma hora que el día anterior:
—¡NIÑOOOO, LEVÁNTATE YA, QUE VAS A LLEGAR TARDE AL PUTO INSTITUTO! —chilló la mujer desde la cocina.
Sin embargo, Josemi se despertó esta vez a la primera, sin necesidad de que su madre le chillara más, pero en cuanto abrió los ojos, se llevó una desagradable sorpresa.
—Buenos días, amigui-- —dijo bostezando mientras miraba a la cama donde estaba el perro, pero su bostezo se vio cortado cuando se dio cuenta de que el animal ya no estaba allí—. ¡¿Eh?!, ¡¿dónde está el perro?! —preguntó alarmado mientras buscaba por su cuarto y se vestía, por no decir que se le olvidó pararse a lavarse los dientes.
Rápido como el viento, Josemi fue a la cocina, donde su madre estaba haciendo el almuerzo para cuando volviese de clase, a quien le hizo una pregunta.
—Mamá, así por casualidad de la vida, ¿no habrás visto un perro por casa, no? —comentó rascándose la nuca con cierto nerviosismo.
—Sí, lo tengo delante —dijo la mujer dejando de cocinar por un momento para mirar a su hijo.
—No, en serio —respondió Josemi suspirando.
—No, hijo, ¿cómo va a haber un perro en la casa? —preguntó la madre y, varios segundos después, se dio cuenta de lo que podría estar tramando su hijo—. ¡¿NO HABRÁS TRAÍDO UNO?!
Aquel grito le pilló por sorpresa a Josemi, a quien se le aceleró el ritmo cardíaco y respondió lo siguiente con sumo estrés:
—¡No, no, no, no, no, no, no, no, para nada, illa! —espetó zarandeando los brazos y negando con la cabeza como si le fuera la vida en ello.
—No, si has salido como tu padre… —suspiró la mujer mientras volvía a cocinar.
Entonces, Josemi salió con la mochila por la puerta, bajó los escalones a toda prisa y salió en busca del perro mientras se dirigía al instituto.
Oh, mierda… seguro que se ha colado en el instituto o ha pasado algo peor, joder, qué mal dueño soy… —pensó Josemi mientras fruncía el ceño.
Sin embargo, en cuanto pasó por el pasaje que llevaba al instituto, Josemi se detuvo en seco porque vio que casi todos los profesores, alumnos, los cuales no llevaban sus mochilas, conserjes y empleados del centro educativo estaban fuera del edificio, pues había una brillante barrera verde turquesa que cercaba el lugar, así que Josemi buscó a sus amigos para ver si ellos sabían qué había pasado, tal vez incluso hayan visto al perro.
—¡Hey, chicos! ¿Y vuestras mochilas? —volvió a saludar Josemi con su carismática voz al grupo, el cual miraba con asombro a la barrera.
—¡Anda! ¡Hey, Josemi! Menos mal que has llegado tarde —dijeron cada uno de los integrantes de la pandilla a la vez, menos Fran.
—Ya veo el porqué lo decís… —alegó Josemi mirando a la barrera también—. ¿Alguno de vosotros me podría explicar qué diantres ha pasado aquí y la razón por la que no lleváis las mochilas? —alegó Josemi con un tono curioso hasta que recordó lo del perro—. ¡Ah, es verdad! ¿Alguno habéis visto a…? —comenzó a preguntar, pero se vio interrumpido por Gustavo, quien le respondió a la primera cuestión que había hecho.
—Pues, mira, habíamos entrado en clase tan tranquilos y, de repente, había empezado a sonar la alarma de incendios, pensábamos que sería uno de esos simulacros que solíamos hacer, por lo que hemos dejado las mochilas dentro del edificio y, al salir, hemos visto cómo todo el instituto quedaba cercado por la barrera esta, así que hemos salido todo el mundo para evitar quedarnos encerrados, espero que no se haya quedado nadie dentro, pero imagino que llamarán a los bomberos o a alguien —le explicó Gustavo a Josemi mientras éste veía cómo algunos profesores y estudiantes estaban preocupados por lo que pudiera pasar, por no mencionar que escuchó cómo algunos canis se alegraban de que el sitio estuviese cerrado—. Bueno, ¿qué estabas preguntando después? Perdón por interrumpirte, tío… —comentó refiriéndose a la segunda pregunta de Josemi mientras se rascaba la parte trasera de la cabeza.
—¿Eh? —fue lo único que Josemi preguntó ante la cuestión que había hecho Gustavo—. ¡Oh, nada, nada, no es nada relevante! —dijo restándole importancia al asunto—. Vale, tendré que entrar dentro como y cuando pueda, el perro podría haberse quedado atrapado ahí dentro, espero que esté bien… —pensó con preocupación—. Bueno, ¿y el resto qué pensáis de que el instituto esté cerrado ahora? —dijo cruzando los brazos mientras miraba a David, Fran y Jesús.
—Por mí estupendo, ahora podré seguir dibujando más periquitos y lolis —respondió el moreno del lunar con el gesto del pulgar hacia arriba.
Acto seguido, Fran, quien estaba embobado con la barrera, sacó su móvil para empezar a grabarse, pues tenía la intención de hacer un vlog sobre lo ocurrido para que la gente viese qué pasaba.
—Uy, esto tengo que grabarlo yo… —dijo Fran, sin mirar a Josemi siquiera, mientras se enfocaba a sí mismo—. Hi, diverpeople! Aquí Magister en un nuevo vídeo para mi canal, LOL —comentó el joven y futuro mytuber mientras se enfocaba tanto a sí mismo como a la barrera turquesa—. What the fuck? Gente, ha aparecido esta extraña barrera en el instituto y nos han dicho de irnos ¿qué creéis que podrá ser? ¿Será para alguna película nueva de Marble o algo? —comenzó a decir mientras enfocaba a Jesús, todavía no había visto que Josemi estaba allí con ellos—. Jesús, ¿tú qué opinas al respecto?
—… —el joven permaneció en silencio durante unos cuantos segundos, unos cinco, más o menos, pero luego gritó algo que solía decir para fastidiar los vídeos de Fran—. ¡Magister es gay! —espetó con todas sus ganas, hasta el punto de que les miraron sus compañeros y los profesores.
—Luego corto esto… —dijo Fran negando con la cabeza mientras se reía, pero entonces vio a Josemi—. ¡Hey, tío! Perdona que no te haya visto, ya sabes, la barrera esta me ha dejado loco. Bueno, ¿qué tal estás? Me dijeron que te habían castigado y saliste ayer por la noche, vaya putada… —comentó a su amigo tras saludarle.
—¿Sólo la barrera te ha dejado loco, eh? —le preguntó riéndose mientras cruzaba los brazos—. Bien, bien, lo de que me castiguen no es nada nuevo para mí, o sea, estoy… —añadió el muchacho, pero de repente, se calló porque fue interrumpido por alguien, ya que una gigantesca criatura apareció tras la barrera, la cual parecía medir unos 3 o 4 m de altura, su apariencia parecía la de un híbrido de robot, animal y alienígena, era como una aberración antinatural.
—¡¿Qué cojones es esa cosa?! —gritaron todos los presentes menos Fran, quien estaba grabando a aquella enorme criatura, y Josemi.
—¿Estáis tontos o qué os pasa? Esa cosa de ahí es seguro de una nueva película de Marble, habrán usado el patio como set de rodaje y una maqueta a radio control para esa criatura, no tenéis imaginación alguna —respondió Fran mientras los demás gritaban aterrorizados.
—¡LARGO DE AQUÍ, TERRÍCOLAS DE PACOTILLA U OS MATARÉ! —espetó amenazante la criatura con el rugido digno de una leona—. ¡SE SUSPENDEN LAS CLASES DE MANERA INDEFINIDA, QUE TODO EL MUNDO SE MARCHE A SU CASA O HABRÁN CONSECUENCIAS QUE NO OS GUSTARÁN NADA! —chilló la bestia de aspecto singular.
Qué raro, su voz me suena mucho… nah, serán imaginaciones mías… —pensó Josemi mientras miraba a la bestia.
De repente, todos los presentes, menos Josemi, huyeron del lugar tan rápido como pudieron, e incluso nuestro protagonista escuchó gritos de júbilo por parte de los canis, quienes estaban más alegres por lo de que las clases se hubiesen suspendido y cuando la criatura estuvo a punto de irse, ésta vio cómo Josemi se había quedado en el lugar.
—¡¿EH?! ¡¿TÚ NO TE VAS O QUÉ PASA CONTIGO?! —vociferó la alimaña con fuerza.
—Siempre he sido de sangre fría, no temo a nada, por no decir que tengo que entrar porque ayer me dejé mis apuntes en clase… —le respondió el joven encogiendo los hombros—. Mentira, los llevo en la mochila, pero deberé entrar si quiero recuperar a ese perro… —pensó mientras miraba a aquella abominación.
—¡¿QUE NO TEMES A NADA?! ¡VAYA, QUÉ VALIENTE ERES, PUES PONGAMOS A PRUEBA TU FUERZA! —comentó y, de repente, se teletransportó a donde estaba Josemi, o sea, fuera de la barrera.
—Será todo un placer —respondió el muchacho sonriendo mientras se ponía en posición de lucha.
Entonces, la pelea dio comienzo, nadie estaba viendo qué pasaba, pues sólo los respectivos rivales eran los únicos que sabían lo que pasaba, así que Josemi arremetió rápidamente con sus puños y piernas contra la criatura, pero fracasaba en el intento porque la bestia sabía esquivarle en cada momento preciso, por no mencionar que cada vez que Josemi intentaba darle un puñetazo o patada, la criatura se teletransportaba en la dirección contraria a donde nuestro protagonista le pegase, aunque cuando conseguía asestarle un golpe, la criatura ni se inmutaba ni sufría daño alguno.
Sin embargo, tras un par de minutos de pelea y siendo esquivado constantemente por aquella aberración, Josemi fue derrotado por aquella monstruo, quien le había dejado el cuerpo lleno de moratones por los golpes que le había dado, los cuales fueron dos, pero muy efectivos, ya que se había pasado el 99 % de la pelea esquivando a Josemi, quien estaba tirado en el suelo y medio moribundo.
—¡JA, JA, JA, JA, JA, JA! ¡¿DE VERAS CREÍAS QUE PODÍAS CONMIGO?! ¡POBRE INÚTIL! ¡¿CÓMO SE TE OCURRE ENFRENTARTE A ALGUIEN DE LOS ASTETRUM ALIFORMON SIN ARMAS?! ¡JA, JA, JA, JA, JA, JA! —rio la criatura a carcajada limpia.
—Ay, he amochado* bastante… —le comentó Josemi herido y se desmayó.
* La palabra "amochado" es la forma verbal en pasado del verbo "amochar", el cual proviene del verbo "mochar" y éste significa tanto "cortar" como "dar golpes con la mocha", aunque hay que mencionar que la palabra "mocha" es un sinónimo de "cabeza" en España y que el verbo "mochar" se dice en algunos lugares de España también, pero "amochar" se usa como una expresión inventada y dicha por el humorista español David Broncano, la cual suele decirse para cuando alguien o algo ha muerto, aunque en esta novela se usará para referirse al acto de desmayarse, pero hay que mencionar que hay gente que piensa que "amochar" puede ser sinónimo de "morir" o como el paso previo a morir, ya que podría interpretarse como "darse un golpe fuerte en la cabeza".
—¡Y AHORA, PARA NO LEVANTAR SOSPECHAS, TE LLEVARÉ A TU CASA Y LE DARÉ LA LLAVE DE LA BARRERA A UNOS COMPAÑEROS QUE ESTÁN ESPERÁNDOME EN EL SKATEPARK DEL BARRIO DE CAÑERO, ASÍ NADIE ENCONTRARÁ LA LLAVE! —comentó la monstruo mientras invocaba algo y curaba a Josemi.
De repente, apareció un portal, el cual teletransportó a Josemi, cuyas heridas ya habían sido curadas, a su casa, donde se despertó tumbado en su cama.
—Ay, eso ha dolido bastante… —dijo frotándose la cabeza tras recuperar la conciencia—. Uy, ¿y mis heridas? —preguntó mirándose el cuerpo, el cual no tenía ningún rasguño—. ¿Y cómo he vuelto a casa? —volvió a preguntar mientras miraba alrededor de su cuarto—. Bah, da igual, ¡no puedo rendirme, ese perro ha podido entrar al instituto y seguro que estará en apuros! —gritó lleno de determinación.
Entonces, Josemi salió de su cuarto sin la mochila, pasó por la cocina, pero fue interrumpido por su madre.
—¿Se puede saber qué haces aquí? ¿No se supone que te habías ido al instituto? —preguntó la mujer con un tono acusador.
—Verás, mamá, es que… —empezó a explicar Josemi, pero fue interrumpido de nuevo.
—Ni "es que" ni nada, vete ya al instituto, niño —reprochó la madre.
Sin decirle nada de vuelta a la mujer que le crio desde que nació, Josemi salió por la puerta para bajar a la calle y buscar pistas sobre aquella misteriosa criatura que le había vencido.
—Bueno, supongo que iré a la parada de autobús, lo mismo puedo averiguar algo si voy allí o al centro de la ciudad, aunque esa criatura dijo algo de Cañero, podría ir allí… —se dijo el joven a sí mismo mientras caminaba, pasando de largo por el instituto, el cual seguía cercado por aquella barrera tan extraña, pero ahora tenía una extraña cerradura colocada en la puerta central del edificio, la cual vio Josemi de lejos.
Al llegar a la parada, Josemi vio a alguien esperando en la parada, ¡era David! ¿Qué estaba haciendo allí?
—¡Hey, tío! —saludó Josemi al moreno—. ¿Qué estás haciendo aquí?
—Oh, pues me marcho a echar una matrícula… —respondió con pena al chico.
—¿"Una matrícula"? ¿Dónde? —le preguntó con preocupación a David.
—Me cambio de instituto, voy a uno del centro… —fue la respuesta del moreno.
—¡¿Qué?! ¡No! ¿Por qué? —reaccionó alarmado ante la declaración.
—Bueno, porque allí podré estudiar Arte, cosa que aquí no puedo, o sea, por lo de que se hayan suspendido las clases… —dijo con un suspiro.
—P-pero, ¿s-sólo por eso? —titubeó el castaño con lástima.
—Bueno, también porque venden los gofres muy baratos, a 1 euro —dijo riéndose con sinceridad.
—¿En serio? —preguntó Josemi empezando a reírse.
—"Síp" —fue la respuesta tajante y sincera del joven—. Bueno, ¿y tú qué haces aquí? —cuestionó ladeando la cabeza un poco.
—Oh, ¿yo? Bueno, espérate a que llegue el autobús y te cuento cuando subamos, sólo te diré que debemos ir a Cañero ahora —respondió el chico mientras miraba a su amigo.
—Ah, pues genial, ya que le quedan cuatro minutos para que llegue a la parada —respondió David riéndose mientras ambos se sentaban en el banco que había en la parada, en el cual se quedaron en silencio hasta que llegara el autobús.
Sin embargo, de vez en cuando, los dos jóvenes iban diciéndose cosas aleatorias mientras esperaban a la llegada del vehículo.
—Oye, ¿no crees que esto de esperar cuatro minutos es un poco relleno de la novela para que tenga tanto más páginas como para que el capítulo sea un poco más largo o también para alargar el videojuego que adapta esta historia? —preguntó Josemi mirando a David.
—¿De qué estás hablando? —preguntó extrañado por lo que acababa de decir Josemi.
—Yo que sé, ayer en la cafetería me pasó algo parecido, un compañero de clase me dijo que no tenía ni mucha acción ni mucho diálogo por ser tanto un personaje extra de una novela como de un videojuego que es adaptado supuestamente por esa novela que me dijo y yo me pregunto: "¿Somos personajes de ficción? ¿Estamos atrapados en una realidad alternativa? ¿Somos parte de un producto de entretenimiento?" No sé, tío, esto es muy raro… —alegó Josemi con un tono filosófico.
—Yo creo que te han pasado factura los porros que te liabas antes de conocernos, si esto fuese una novela o un videojuego, fijo que serían muy surrealistas —rio David por las ocurrencias de Josemi.
—Tío, pues yo le estoy dando vueltas desde entonces, es que es raro que dijera eso ¿qué va a ser lo próximo que nos pase? O sea, ¿dependemos de la mente de un autor aburrido que no sabía qué hacer? —siguió preguntando Josemi.
—Anda, anda, relájate un poco y espérate a que llegue el bus, ya me contarás qué te ha pasado para dejarte así —sugirió David mientras miraba a la carretera.
—Pues sí, supongo… —respondió Josemi mientras miraba también a la carretera.
Finalmente, tras 4 largos minutos de espera que parecieron interminables, los dos muchachos vieron cómo llegó el bus.
—¡Hey, ya está aquí, subamos! —exclamó Josemi mientras sacaba su monedero para pagarle 1 euro y 50 céntimos al conductor, luego se montó en un asiento y vio cómo David se sentó a su lado tras pagarle el mismo dinero al conductor.
Entonces, una vez sentados, David le preguntó a Josemi sobre lo que éste le iba a contar.
—A ver, ¿te acuerdas de la criatura de hace una hora que nos había echado del instituto, verdad? —preguntó Josemi y David asintió—. Bien, pues resulta que me quedé para ver si podía resolver un asunto, ya que… ehm… —Josemi se quedó callado unos segundos y mintió sobre el porqué se había quedado—. Bueno, porque me había dejado unos apuntes del otro día, así que decidí pelear contra ella, me dio una paliza, le oí decir algo de que iba a darle una llave a alguien en Cañero antes de que me desmayase, aparecí misteriosamente en mi casa, desperté en mi cama y vi que mis heridas se habían curado, decidí ir a la parada del autobús para ir a Cañero, me he topado contigo y, bueno, aquí estamos, contándote lo que me ha pasado.
De repente, David empezó a reírse un poco, lo cual molestó a Josemi un poco.
—¡Oye, no tiene gracia! —gritó el muchacho de pelo castaño.
—Es que, tío, parece como algo de un videojuego por cómo lo has contado… —dijo David entre risas.
—Agh, a veces me pregunto por qué os cuento estas cosas y no me creéis —le bufó Josemi mientras cruzaba los brazos.
—Pues porque tienes muy buena imaginación y puedes habértelo inventado —alegó David mientras se quedaban en silencio.
Entonces, tras 15 minutos de viaje en autobús, el vehículo llegó a su destino, Cañero, Josemi bajó tranquilamente para inspeccionar el lugar, el cual estaba completamente vacío, o eso parecía, sólo estaban él, quien bajó gritando, y David, quien bajó de una forma bastante peculiar, pero original.
—¡EEEEEEEEEHHHH… PUES YA HEMOS LLEGAO'!* —gritó Josemi mientras bajaba del transporte público.
* El grito de "¡EEEEEEEEEHHHH… PUES YA HEMOS LLEGAO'!" es una referencia al popular saludo del youtuber español conocido como 8cho, quien empezaba sus vídeos diciendo lo mismo, aunque en vez de decir "hemos", 8cho decía "he".
—¡EEEEEESTAS SON LAS 8 MANERAS MÁS EXTRAÑAS DE SALIR DEL AUTOBÚS, PARTE 1842!* —dijo David bajando del vehículo mientras daba una voltereta en el aire.
* La frase de "EEEEEESTAS SON…" es una referencia a la frase que sonaba al principio de los vídeos de tops y curiosidades que hacía el youtuber español conocido como Tri-line, el hermano pequeño de 8cho, aunque también decía "EEEEEESTOS SON…"; sin embargo, ha de mencionarse que el número "1842" es una referencia al profesor de Lengua Castellana y Literatura, Regadera, quien decía ese número para cuando le preguntaban por la cantidad de algo, sobre todo para cuando le preguntaban cuántos ejercicios había mandado o iba a mandar, aunque la razón del porqué Regadera decía ese número no se conoce, pero sus alumnos teorizaban que se debía al posible número de versos que tenía su poema favorito o también porque creían que el "1842" era el año en el que se publicó aquel poema favorito.
—Madre mía, aquí no hay nadie… —le empezó a decir David a su amigo tras ver cómo estaba de desolado el lugar—. Pero nadie, nadie, esto está completamente vacío… —siguió diciendo mientras inspeccionaba el sitio con Josemi—. Pero esto está vacío, en plan vacío, vacío… —continuó diciendo mientras terminaba de mirar por el lugar—. Pero vacío, vacío del tipo vacío, vacío, vamos, que no hay nadie… —terminó de decir y Josemi estuvo a punto de echar humo por la cabeza por la verborrea innecesaria de David.
—¡CÁLLATE, COÑO! —vociferó con fuerza y suspiró, tratando de serenarse mientras miraba por donde David había mirado—. Es verdad, ¿por qué no habrá nadie aquí?
De repente, mientras marchaban hacia el skatepark, aparecieron tres individuos, cuyos aspectos parecían híbridos de robots, animales y alienígenas, pero uno de ellos llevaba un skate y un colgante que tenía una llave.
—¡Ostras, bichejos! —gritó David asustado mientras señalaba a los monstruos.
—¡Hey, muchachos! ¿No es ese crío del que nos había hablado la teniente Nemrac? —preguntó el que tenía el skate y la llave, quien parecía ser el líder de aquel trío.
—¡Anda, es verdad! ¡Vamos a darles caña! —respondieron los otros dos al unísono.
Entonces, preso del miedo, Josemi miró a David porque no sabía qué hacer.
—¡¿Qué hacemos?! ¡No podemos contra ellos, son tres contra dos! —le dijo al moreno, quien tenía una especie de plan.
—¡No te preocupes, cojamos un par de varas que hay tiradas por el suelo y peguémosles con ellas! —exclamó el joven mientras se agachaba para coger una vara.
—¿En serio? —preguntó a su amigo y éste asintió—. Bueno, supongo que no nos queda otra opción… —suspiró Josemi y tras agacharse, cogió una vara para defenderse de aquellos seres.
Entonces, otra pelea dio comienzo, nadie estaba viendo qué pasaba, pues sólo los respectivos rivales eran los únicos que sabían lo que pasaba. Rápidos como un rayo, Josemi y David arremetían con sus varas contra las criaturas, pero fracasaban en el intento porque las bestias sabían esquivar sus golpes en casi cada momento preciso, por no mencionar que cada vez que Josemi y David intentaban darles un golpe con las varas, los seres ni se inmutaban ni sufrían mucho daño, por no decir que el líder usaba su skate para hacer trucos contra ellos y caer sobre sus cuerpos.
Sin embargo, tras unos minutos de pelea y siendo esquivados casi todo el rato por aquellos seres, Josemi y David cayeron al suelo por cansancio, lo cual le provocó una jocosa carcajada a los monstruos.
—¡JA, JA, JA, JA, JA, JA! ¡¿DE VERAS CREÍAIS QUE PODÍAIS CON NOSOTROS?! ¡POBRES NECIOS, NADIE PODRÁ DETENER A LOS ASTETRUM ALIFORMON DE NUEVO! —rieron las criaturas a carcajada limpia.
¿"Astetrum Aliformon"? Un momento, ese nombre me suena de algo… —pensó Josemi y, entonces, una imagen de la bestia que enfrentó antes apareció en su mente—. Hostia, estoy seguro de que son invasores del espacio, aunque sigo pensando también que la tipa que dicen que es su teniente me suena mucho por la voz, por no decir que su nombre parece haberme dado una pista importante sobre su identidad; en fin, deberé llegar al fondo de esto si quiero conseguir al perro de vuelta…
—¡Qué contenta va a ponerse la teniente Nemrac! —exclamó el líder que llevaba el skate mientras se reía y dejó caer el objeto en el suelo.
—Hey, Josemi, mira… —susurró David a nuestro protagonista—. Se le ha caído el skate, podrías probar a quitárselo y ver si le haces más daño con ello… —le sugirió a su amigo.
—Buena idea… —susurró Josemi de vuelta y, de repente, nuestro protagonista se puso en pie para quitarle el skate al Astetrum Aliformon.
Entonces, el líder de aquel trío vio que Josemi le había arrebatado el skate y dejó de reír.
—¡¿EH?! ¡¿QUÉ TE CREES QUE HACES CON MI SKATE, MOCOSO?! —comentó el monstruo al ver a Josemi montándose sobre el objeto en cuestión.
Sin embargo, Josemi sonrió y se limitó a pensar en algo que pudiese responder al monstruo, tratando de buscar una solución como la que empleó cuando se encaró con Martín y Jesús Toranzo.
A ver qué le digo al bicho feo este, veamos, si con Martín funcionó lo de la barriguita y con Jesús Toranzo medio funcionó lo de sus ojos, a este podría decirle lo bonito que es su cuerpo de bicho raro, nah… ¿Qué podría decirle? Piensa Josemi, piensa: —entonces, empezó a pensar en qué decirle al Astetrum Aliformon—. Opción número 1: "¿Este es tu skate? Pensaba que lo habías encontrado por ahí", la opción número 2 podría ser decirle: "El aliento de mi gato huele a comida de gato"… nah, tampoco, no creo que le gusten Los Feldman y no entendería la referencia, también está la opción número 3, que es la de decirle: "Yo te haré una pregunta mejor: ¡¿Dónde están mis fotos de Arachnid-Guy?!"… meh, tampoco entendería la referencia, creo… y la opción número 4 sería decirle lo siguiente: "¡Tu skate ha hecho una elección y ahora está conmigo!"… bueno, esta suena mucho mejor, así que… —pensó Josemi mientras rio para sus adentros tras lo último que planeó—. A ver, es que si le digo la cuarta opción, podría venir a darme una paliza, aunque… —siguió pensando hasta que supo cuál opción escoger mientras que el Astetrum Aliformon estaba empezando a impacientarse por el rato que le estaba llevando a Josemi para contestarle—. ¡Ya está, le diré la cuarta opción! Puede que David tenga razón y le haga más daño que con la vara, así que es hora de zurrarle a estos necios… —dijo Josemi en sus pensamientos mientras hinchaba el pecho de valor y se encaró con el Astetrum Aliformon mientras David se levantaba también para pelear con una vara más resistente.
—¡Tu skate ha hecho una elección y ahora está conmigo! —comentó Josemi mientras señalaba al cabecilla del trío.
—¡Maldito crío, prepárate para sufrir nuestra ira! —declaró el extraño individuo.
Entonces, otra pelea dio comienzo contra aquellos monstruos, nadie seguía sin ver qué pasaba, pues sólo los respectivos rivales seguían siendo los únicos que sabían lo que pasaba, pero Josemi y David arremetieron rápidamente con el skate y la vara, respectivamente, contra las criaturas, pero ahora hacían más daño porque Josemi estaba usando el skate de aquel monstruo y David empuñaba la vara que había agarrado del suelo, aunque eso no evitaba que los Astetrum supieran cómo esquivar sus golpes, y éstos ahora sufrían mayor daño porque Josemi usaba el skate para montarse sobre él y saltar sobre sus cuerpos o para pegarles con el skate como si éste fuese una vara, por no mencionar que la nueva vara de David les dañaba más que antes a los monstruos por ser más resistente y grande.
Finalmente, tras unos minutos de pelea, Josemi y David lograron obtener la victoria, por no mencionar que vieron cómo los cuerpos de aquellos Astetrum Aliformon explotaron con una luz tanto blanca como cegadora y observaron cómo una llave dorada cayó en el lugar donde estaba el cabecilla de aquel trío, además de ver cómo se les cayó una generosa cantidad de dinero, el cual era probablemente de algún o algunos habitantes de Cañero y fue robado por aquellos Astetrum, pero tanto Josemi como David aprovecharon para guardarse el dinero en sus bolsillos, e incluso sintieron que sus cuerpos estaban un poco más fuertes que antes, pero no dijeron nada ante esto último.
—Oye, Josemi… —empezó a decir David tras guardarse el dinero.
—¿Sí? —preguntó el muchacho—. ¿Qué pasa?
—Mira lo que tiene escrito el skate… —dijo señalando a la parte inferior del objeto.
—"Life Is But a Dream For The Dead"*, menuda frase tan emo… —alegó Josemi riéndose tras mirar la inscripción—. Espérate, creo que la voy a mejorar… —entonces, sacó un rotulador que guardaba en el bolsillo y tachó el "But"—. Ahora sí, ahora tiene el estilo Josemi, mucho mejor.
* La frase de "Life Is But a Dream For The Dead" es una frase que se traduciría al español como "La vida no es más que/otra cosa que un sueño para los muertos" y fue dicha por Gerard Way, el vocalista de la banda My Chemical Romance, durante la canción de You Know What They Do to Guys Like Us in Prison, la cual se traduciría al español como Ya sabes lo que le hacen a los tipos como nosotros en prisión.
—Sí, pero ahora sin el "But" suena como un nombre guapo para la primera entrega de una saga de videojuegos, a lo mejor hago una con Gustavo en el RPG Maker MV y llamamos así tanto a la franquicia como al primer juego, aunque seguro que nos quedaría muy cutre por no saber cómo programar y, años más tarde, haríamos un remake con el Unity, por no decir que conociendo a Gustavo, seguro que él escribiría una novelización del primer juego —explicó el moreno riéndose también.
—Ja, ja, ja, ja, buena idea, ponedme de "prota" —dijo guiñándole el ojo a su amigo.
—Y luego la secuela: "Life Is a Dream For The Dead: Creatures of Darkness"… —alegó pensando las posibles ideas en voz alta.
—Bueno, bueno, dejemos de romper la cuarta pared, anda… —comentó negando con la cabeza mientras reía.
Entonces, los dos volvieron a mirar la llave que había en el suelo.
—¿Y esa llave? ¿Para qué servirá? —dijo David mientras Josemi se acercaba a ella.
—Creo que sé para qué es… —respondió el castaño sonriendo con pillería, cogió la llave y recordó algo tras guardarla en el bolsillo de su pantalón—. Oye, ¿tú no te ibas a ir al centro para echar una matrícula en otro instituto?
—¡Ahí va, es verdad, me voy! —gritó David con preocupación.
Entonces, Josemi vio cómo su amigo salió corriendo a toda velocidad.
—Bueno, supongo que iré a casa ahora… —dijo encogiéndose de brazos tras haberse quedado solo—. Mmmm, bueno, a esperar al autobús.
Entonces, nuestro protagonista fue a la parada para esperar a que llegase el vehículo y, al subir, estuvo esperando los 15 minutos que tardó en llegar hasta casa y, una vez dentro de su casa, Josemi le dijo a su madre que había estado tanto estudiando como comiendo con sus amigos y que había llegado tarde por eso, lo cual extrañó un poco a la mujer, pero ésta le preguntó a su hijo por el skate que traía y le dijo que se lo habían encontrado por ahí, ante lo cual su madre le dijo lo siguiente:
—Ains, menudas aventuras vivís, anda, vete a tu cuarto mientras hago la cena… —suspiró la mujer.
—Respecto a eso, mamá, ehm… —se quedó callado unos segundos de nuevo para mentirle—. Bueno, hemos quedado también para ir a cenar…
—Oh, bueno, disfrutad y no llegues tarde a casa —dijo su madre con sorpresa—. Aunque, a veces pienso que me engañas, como con lo del perro esta mañana… —alegó con un suspiro y negando con la cabeza.
—Anda, anda, te juro que digo la verdad… —respondió Josemi haciendo un ademán con la mano para restarle importancia a la situación.
Tras la conversación con su madre, Josemi se encerró en su cuarto y miró por la ventana al instituto.
—Bien, esta noche intentaré abrir la barrera, me colaré en el instituto y recuperaré al perro… —comentó tras sentarse en la cama.
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Nota del autor: Bueno, aquí tenéis el segundo capítulo, espero que os guste, se agradece feedback como siempre os digo, os recuerdo que la podéis encontrar en Wattpad, os vuelvo a compartir el link de mi perfil: https://www.wattpad.com/user/LaSendaDelCapitan.
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lasendadelcapitan · 3 years ago
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Capítulo 1 de “Life Is a Dream For The Dead”, la novela.
Capítulo 1
Un día de clase de lo más común
Acababan de dar las 11:15 a. m., aquello suponía que la campana del instituto estaba sonando y era la hora del recreo, así que Josemi salió de clase rápidamente para empezar a bajar las escaleras de la primera planta del lugar junto a tanto los otros compañeros como los profesores del centro y, una vez más, Josemi musitó para sí mismo mientras iba comiéndose su desayuno, un sándwich de jamón y queso con un batido de chocolate, aunque había que mencionar que la mochila no la llevaba puesta porque la había dejado en clase, tal y como habían hecho otros alumnos.
Puf, vaya chapa ha dado el profesor de Historia, menos mal que sus chistes y comentarios hacen gracia; en fin, buscaré a Gustavo, David, Fran* y Jesús… —comentó el joven en sus pensamientos mientras dejaba escapar un pequeño suspiro por sus labios.
* El nombre "Fran", para aquellas personas que no lo sepan, es el diminutivo, o la forma reducida y/o cariñosa, del nombre "Francisco", otra forma bastante común es "Paco", pero también se dice "Pancho", "Curro", "Frasco", "Frasquito", "Chico", "Quico", etc., también se usa, aunque con poca frecuencia, para la versión femenina, o sea, "Francisca", aunque para "Francisca" se utiliza más el apodo de "Paqui".
Entonces, Josemi abrió la puerta mientras los demás compañeros y profesores empujaban para poder salir y cuando ya estaban fuera, el joven bajó los escalones del porche del instituto, donde habían bancos y mesas azules, en una esquina podíamos ver una fuente y la puerta que conducía a la cafetería; sin embargo, Josemi echó el batido y el envoltorio del sándwich a la papelera cuando terminó de tomárselos, por lo que se puso a buscar a sus amigos entre el tumulto que había en el patio, donde había gente paseando, gente jugando al fútbol o al baloncesto, profesores estando de guardia, etc., parecía un patio de instituto común con sus respectivas pistas para hacer ejercicio y jugar al fútbol o al baloncesto, tal y como habíamos dicho, también tenía un gimnasio, un aparcamiento para los profesores y poco más, o sea, todo parecía muy corriente, así que tras unos minutos de búsqueda, Josemi vio a su pandilla al fondo del patio, cerca de unas vallas, pero notó que estaban 3 de los 4 chicos que había mencionado, así que veamos cómo y quiénes eran cada uno de estos chicos:
Gustavo: Un chico de 12 años, de complexión media y que medía 1,68 m de altura (o 1.68 m), tenía los ojos castaños y su cabello era casi del mismo color que sus ojos, pero éste tenía bastantes matices rojizos que reflejaban su tono pelirrojo natural y con un flequillo que le hacía parecerse levemente al cantante Justin Bieber, aunque hay que aclarar que no tenía el cabello teñido de color castaño, lo que pasaba era que el pelo se le oscureció un poco porque apenas salía de su casa, ya que estaba solo casi todos los fines de semana porque no tenía amigos para salir y jugar, pues sólo salía con sus padres y con su familia, aunque la cosa cambió cuando conoció a Josemi y a los demás, pero ha de decirse que tanto el sol como cualquier luz hacían que se reflejara su tono pelirrojo cuando él estaba bajo ellos, por no decir que casi siempre intentaba camuflar su flequillo para que no le comparasen con el cantante que se mencionó antes, pues a veces trataba de echarse un poco de gomina o cera en el pelo y se intentaba peinar el flequillo de punta hacia arriba, tal y como hacía su amigo Josemi, pero Gustavo fracasaba casi siempre al hacerlo y también tenía un poco de acné, el cual le estaba haciendo un poco la vida imposible, pues la mayoría de la gente se reía de él por eso. Normalmente tenía una pequeña barba de tres días y llevaba puestas unas gafas rojas, casi siempre se vestía con una sudadera azul claro, unos pantalones vaqueros negros y unas zapatillas deportivas negras con cordones blancos, las cuales eran idénticas a las que tenía su amigo Josemi. ¿Qué podíamos decir de este muchacho? Bueno, era un chico divertido, al cual le gustaba estar con tanto su familia como sus amigos y era algo tímido, pero debía decirse que, cuando había que armarse de valor, era capaz de plantar cara a lo que sea (dependiendo del caso), también era importante destacar que le encantaban tanto los videojuegos de Funtendo, aunque adoraba principalmente los de la franquicia de Normal Mariano, como las películas de Diznee, Space Wars y Marble, por no decir que soñaba con ser profesor de Inglés en un futuro, aunque también le gustaría tener un trabajo secundario que estuviese relacionado con la actuación o el doblaje, y ha de mencionarse que sus mayores temores eran la soledad, la muerte y los reptiles, ya que le asustaba la idea de pensar que algún día se podía quedar completamente solo, que algún día no iba a poder volver a despertarse más y porque casi tuvo un desagradable accidente con un cocodrilo durante una excursión al zoológico con el colegio por culpa de un antiguo compañero de clase, respectivamente.
David: Un chico de 12 años, de complexión delgada y que medía 1,58 m de altura (o 1.58 m), tenía los ojos castaños y su cabello era tanto oscuro como algo corto, con un peinado relativamente similar al conocido como "corte de tazón", por no decir que también tenía un pequeño lunar en su rostro. Normalmente llevaba unas gafas negras y rojas, casi siempre se vestía con una sudadera roja del famoso mytuber conocido como ElRubius, la cual fue personalizada por su hermano mayor, donde aparecía un dibujo de ElRubius con la frase de "¡Muy buenas, criaturitas del Señor!", el icónico saludo del mytuber, también llevaba unos pantalones vaqueros negros y unas zapatillas deportivas negras que eran idénticas a las de sus amigos Gustavo y Josemi. ¿Qué podíamos decir de él? Bueno, era un muchacho bastante tímido, pero muy educado y respetuoso, solía jugar bastante al Mainkraft, le encantaba pasar tiempo con su mascota Ariel, a quien apodaban David, sus familiares y sus amigos como "Ari", dando pie a que se le llamase casi siempre con dicho apodo, la cual era una simpática perrita que fue el resultado del cruce entre dos razas: el bichón maltés y el West Highland white terrier, "terrier blanco de West Highland" en español, aunque había que decirse que éstos eran apodados por sus admiradores como "Westie" en singular y "Westies" en plural, le apasionaba dibujar y lo que más le gustaba dibujar eran los periquitos y las lolis, los primeros se debían a las mascotas que tuvo cuando era niño y las otras porque tenía un aparente afán por este tipo de chicas del mundo del anime, pero él decía que no era por eso, sino porque la palabra en sí le hacía gracia, también le gustaban las películas de Marble y sus cómics, su superhéroe favorito es Arachnid-Guy, le encantaban los videojuegos de la franquicia de The Myth of Shey y el de Gravity Racing, también adoraba la trilogía de Viajando al Futuro, la cual era su saga cinematográfica favorita de todos los tiempos, por no decir que su meta en la vida era posiblemente la más difícil del grupo, pues tenía varios planes para su futuro, ya que no sabía si quería ser ingeniero, arquitecto o dibujante, aunque ha de mencionarse también que su mayor temor era el mar, pues tenía miedo de ahogarse algún día o de que le pasara algo malo.
Jesús: Un chico de 13 años, de complexión algo robusta y que medía 1,70 m de altura (o 1.70 m), tenía los ojos castaños y su cabello era tanto oscuro como peinado con un flequillo bastante similar al de Gustavo. Normalmente llevaba unas gafas azules, un polo azul celeste, unos pantalones vaqueros negros y unas zapatillas deportivas grises. ¿Qué podíamos decir de este muchacho? Bueno, él era el chico más serio del grupo, por lo que solía tener dificultades para hacer amistades, pero sus amigos y familiares le motivaban a superar aquel pequeño problema, también debía decirse que le encantaban los videojuegos de Porkyman y le apasionaba el mundo del anime, por no mencionar que, al igual que su amigo Gustavo, Jesús también soñaba con ser profesor de Inglés, aunque había que decirse que su mayor temor eran las arañas.
¿Y el cuarto chico que mencionó? Bueno, suponemos que estará por ahí, pronto sabremos cómo es él, pero mientras tanto, descubramos qué se traían entre manos los chicos y qué planeaban.
—¡Hey, chicos! —dijo Josemi con su carismática voz al grupo, el cual parecía estar algo bajo de ánimos o preocupados y tras ver que uno de los miembros de su pandilla faltaba, Josemi se dignó a preguntar algo—: ¿Y Fran?
—Estábamos jugando y, sin querer, le ha pegado con un palo a Jesús, quien se ha enfadado y lo ha echado —respondió Gustavo con un tono preocupado.
—¿Y ya está? ¿No vais a hacer nada? —preguntó Josemi a sus amigos mientras fruncía el ceño.
—Yo es que estaba mirando esta canasta porque, bueno, me parecía que tenía la forma de… eh… bueno, una lámpara… —dijo Gustavo riendo algo nervioso tratando de excusarse mientras señalaba una canasta de baloncesto.
Entonces, Josemi se limitó a darse una leve palmada en la cara mientras miraba a sus amigos.
—¿Y tú, David? ¿Vas a hacer algo al menos? —dijo mirando al suelo, donde estaba el moreno dibujando.
—A mí es que me has pillado dibujando una loli, mira —comentó mientras le enseñaba la página de un cuaderno en el que tenía un dibujo de una de las protagonistas del manga de Lady Kobeyshi's Reptilian Servant*, quien estaba señalando curiosamente a la izquierda.
Tumblr media
* El nombre de "Lady Kobeyshi's Reptilian Servant" es una clara parodia del manga de "Miss Kobayashi's Dragon Maid", el cual empezó en 2013 y tuvo su adaptación anime que empezó en 2017.
—Ja, ja, ja, ja, ja, buen trabajo, genio —argumentó Josemi haciendo el gesto del pulgar hacia arriba tras guiñarle el ojo, luego miró a Jesús, quien estaba furioso—. ¿Y tú, Jesús?
—¡Déjame en paz! ¡Aparte de pegarme con el palito de los cojones, aún no me ha devuelto el juego de Porkyman que le presté! —espetó con la rabia digna de un niño pequeño mientras Gustavo y David suspiraban, quienes se llevaron la mano a la cara por el enfado que tenía su amigo.
—¿Pero aún seguís con eso? Si se lo dejaste hace medio año; en fin, yo traeré a Fran y haréis las paces. ¿Ha quedado claro? —dijo Josemi en un tono serio, pues se preocupaba por el bienestar de su pandilla.
Mientras nuestro protagonista se daba la vuelta para buscar a Fran, apareció un cani llamado Jesús Toranzo, quien se acercó a Josemi y sus amigos para reírse de ellos, el cual era un muchacho que tenía la misma edad y altura que su tocayo, tenía los ojos tan grandes como dos huevos, el cabello de color castaño claro y tenía el famoso peinado de los "peloescoba", además de añadir que llevaba casi siempre una sudadera del Real Madrid para demostrar lo fanático que era del fútbol, unos pantalones de chándal y unas zapatillas deportivas de Adeedas*.
* El nombre de "Adeedas" es una clara parodia de la compañía "Adidas".
—Joder, ya está aquí el pesado de turno… —dijo Josemi rodando los ojos en blanco ante la presencia de aquel chico tan molesto.
—Vaya, pero si es el grupito friki. ¿Qué pasa, pasmaos'? ¿Hablando del Mainkraft? —dijo mientras se reía de Josemi y los demás.
Entonces, Josemi suspiró y se limitó a pensar en algo que pudiese responder al cani, tratando de buscar una solución como la que empleó cuando se encaró con Martín, el conserje, antes de entrar al instituto.
Siempre está igual con la misma bromita… a ver qué le digo al Carahuevo este, veamos, si con Martín funcionó lo de su barriga, a este podría decirle lo bonito que es su pelo, nah… ¿Qué podría decirle? Piensa Josemi, piensa: —entonces, empezó a pensar en qué decirle a Jesús Toranzo, quien seguía riéndose de él y su pandilla—. Opción número 1: "¡No, estamos hablando de tu madre!"… bueno, podría funcionar, pero podría meterme en un lío… aunque echo de menos un poco de pelea contra este payaso, la opción número 2 podría ser decirle: "Pues sí, han metido un bloque nuevo en la nueva actualización"… nah, tampoco, eso sonaría como algo que David diría y no es plan de meter al resto en problemas, por no decir que nos tacharía de frikis, otra vez, también está la opción número 3, que es la de decirle: "No, del Earthria"… meh, no creo que tenga efecto porque lo mismo se piensa que es alguna asignatura o algo por lo tonto que es… y la opción número 4 sería decirle la siguiente burla: "No, tonto, estábamos hablando de tus ojazos"… bueno, podría tomárselo como un doble sentido y saber que critico los ojos de huevo que tiene… —pensó Josemi mientras rio para sus adentros tras lo último que planeó—. A ver, es que si le digo la primera opción o la cuarta, podría venir a darme una paliza, aunque, bueno… —siguió pensando hasta que supo cuál opción escoger mientras que Jesús Toranzo estaba empezando a enfadarse por el rato que le estaba llevando a Josemi para contestarle—. ¡Ya está, le diré la cuarta opción! Que se joda, se lo tiene ganado por la vez que casi me tira por las escaleras, se va a enterar de lo que es bueno… —musitó Josemi mientras hinchaba el pecho de valor y se encaró con Jesús Toranzo mientras los amigos de nuestro protagonista observaban la situación.
Antes de iniciar lo que podría ser una posible pelea, Josemi miró a todos lados sin que Jesús le viese, quería comprobar que no le pudiese ver ningún profesor, con el fin de evitar que los llevaran a ambos a Jefatura de Estudios o al despacho del director, por lo que nuestro joven y arduo protagonista se aclaró la garganta para hablar.
—No, tonto, estábamos hablando de tus ojazos… —respondió sonriendo con pillería, pues esperaba que el cani se sintiera ofendido por su comentario.
—Vaya panda de frikis, puf… —dijo el contrario sin darle importancia al comentario de Josemi, pues no había entendido el doble sentido.
—¡Tu puta madre! ¡¿Cómo que "frikis"?! ¡Vas a ver lo que vale un peine! —gritó Josemi mientras se preparaba para darle una paliza.
Entonces, se desencadenó una pelea, nadie estaba viendo qué pasaba, pues sólo los respectivos contrincantes y los amigos de Josemi eran los únicos que sabían lo que pasaba, aunque había que decir que Jesús Toranzo intentaba por todos los medios pegar y patear a Josemi, pero fracasaba en el intento porque el joven sabía esquivarle todos sus movimientos y cada vez que podía, Josemi aprovechaba para darle un puñetazo en la cara o el pecho.
Tras casi unos 5 minutos de pelea y siendo animado por su equipo en silencio para no ser pillados, Josemi obtuvo la victoria y Jesús Toranzo estaba tirado en el suelo, pero justo en ese momento, David sacó un pequeño peine de plástico negro y se acercó a ambos muchachos.
—Pues a mí me costó 20 céntimos, nunca lo uso igualmente —dijo sin venir a cuento mientras soltaba una tierna e infantil risilla, interpretando literalmente las palabras que Josemi dijo antes de luchar contra el cani.
—¡¿Cuántas veces tengo que decirte de no tomarte las cosas al pie de la letra?! —gritó Gustavo en un tono molesto mientras David se frotaba la cabeza mirando al suelo con la lengua sacada, como un intento de gesto de disculpa por su comentario.
—¡Vale, vale, no os haré nada ahora! —dijo Jesús Toranzo mientras se levantaba, tosiendo un poco de sangre y con un ojo morado, sin darse cuenta de que se le había caído un billete de 5 euros del bolsillo del pantalón—. ¡Joder, cómo me duele el cuerpo! ¡Agh, hijo de puta, ya nos veremos otra vez! —comentó gritando mientras se alejaba del grupo.
Ante la marcha de Jesús Toranzo, Josemi suspiró con exasperación mientras cogía el dinero del cani para guardárselo en su propio pantalón y volvió a mirar a sus amigos, pues les tenía que decir lo siguiente:
—Bueno, ya traeré yo a Fran, estará en la cafetería como de costumbre —comentó Josemi mientras reía por la actitud que tenía su amigo, pues casi todos los días intentaba grabar un vlog allí para intentar conocer a más gente, tal y como si fuese el representante del típico periódico de instituto o presidente del Consejo de Estudiantes, pero entonces, Josemi decidió intentar llevarse consigo a sus amigos—. ¿Qué? ¿Venís conmigo a buscar a Fran o qué?
—Pero es que se está tan a gustito aquí… —respondieron Gustavo y David mientras se sentaban en el suelo.
—Menudo par de vagos estáis hechos… —negó Josemi riéndose mientras levantaba la cabeza tras ver cómo sus amigos se sentaban y miró a Jesús para hablar con él—. ¿Y tú te vienes, Jesús?
—¡Ni hablar, yo de aquí no me muevo hasta que Fran me devuelva el Porkyman! —exclamó cruzándose de brazos y poniendo morritos de queja.
Entonces, Josemi rio de nuevo, pero esta vez fue por el gesto que Jesús hizo.
—Vale, vale, ya me encargo yo, nos vemos luego a la salida —comentó el mayor del grupo mientras se marchaba a la cafetería.
Tras entrar en la cafetería, a Josemi le costó moverse porque había demasiada gente en ella, por lo que encontrar a Fran fue algo difícil para él, así que mientras intentaba avanzar, oía conversaciones de distintos compañeros que hablaban de cosas diversas como una chica hablando con una amiga sobre un compañero de clase: "Sí, tía, he visto entrar a 'El Voltios'* en el despacho de la jefa de estudios, no sé… es raro, nunca le han puesto un parte", un grupo de chicos hablando de la competición de fútbol que se celebró el día anterior: "Pues sí, tío, el partido de anoche estuvo genial: 0-8", otros chicos hablando sobre una cosa que ocurrió durante un viaje de fin de curso que se hizo en junio del año anterior: "Como lo oyes, en aquella excursión a Pirineos del año pasado, el profesor se partió una pierna"*, un chico hablando con otro sobre una desgracia que casi sale mal: "Antes, en mi clase, un tío ha intentado saltar por la ventana, no veas la que se ha liado, menos mal que hemos evitado que saltara"*; sin embargo, Josemi intentaba abrirse paso entre todo el tumulto, pero le costaba, aunque acabó viendo vio una posible ruta por la que poder pasar, pero fue bloqueado por dos chicos que estaban charlando sobre un profesor:
* El personaje conocido como "El Voltios" está basado en un alumno real del IES Gran Capitán, Antonio Martínez, quien se ganó el apodo de "El Voltios" porque cuando sus compañeros pusieron sus manos en un voltímetro, el aparato indicaba que cada uno tenía como 0,5 voltios (o 0.5), algunos tenían 1 voltio y otros 1,2 (o 1.2) como mucho, pero cuando Antonio puso la mano, el aparato detectó erróneamente que tenía 96 voltios, ante lo cual pasó que sus compañeros de clase le empezasen a decir "El Voltios".
* El suceso del profesor que se partió una pierna, durante la mencionada excursión a Pirineos, está basado en un hecho real que le pasó a uno de los profesores que participó en el viaje a dicho lugar.
* El hecho del chico que intentó saltar por la ventana está basado en otro hecho real, en el cual hubo un alumno que casi se tiró por la ventana por tener depresión, pero sus compañeros lograron impedir que saltara.
—Según dicen, el profesor de Lengua Castellana y Literatura está como una regadera*… —dijo el chico mientras ladeaba la cabeza.
* El chiste de que el profesor de Lengua Castellana y Literatura esté como una regadera se debe a un juego de palabras que hacía dicho profesor del IES Gran Capitán, ya que su apellido era "Regadera" y la expresión española de "estar como una regadera" es una forma coloquial de decir "estar loco".
—A mí me parece majo… —respondió el otro mientras se encogía de hombros.
Entonces, un compañero entró gritando a la cafetería, llamando la atención de todos los presentes:
—¡ILLO, POLLIIIIIII!* —exclamó tras entrar por la puerta, lo cual hizo que todo el mundo le mirase algo raro y, justo después, volvieran a sus temas respectivos de conversación, un hecho que hizo que el joven se sintiera molesto porque intentaba tener un pequeño momento de fama y gloria, pero fue completamente en vano—. Jo… —dijo al ver que nadie le dijo nada y se marchó de la cafetería sin decir nada más.
* El grito del compañero que dice "¡ILLO, POLLIIIIIII!" está basado en un intento de grito de guerra que hizo otro alumno real del IES Gran Capitán mientras se tiraba por una rampa durante la ya mencionada excursión a Pirineos, quien acabó rompiéndose el brazo tras tirarse, pero su grito quedó inmortalizado como uno de guerra para situaciones épicas.
Cuando Josemi retomó su camino, un compañero le frenó y le agarró por la camiseta de tirantes, estando algo alertado:
—¡Tío, tío! ¡Ya es el 5.º parte que me ponen esta semana y estamos a lunes! —dijo zarandeando a Josemi, quien se mareó un poco.
Sin embargo, nuestro protagonista suspiró y no dijo nada ante ello, simplemente se limitó a ponerse bien su camiseta de tirantes y siguió con su camino, ahora estaba cerca de la barra donde se pedía los bocadillos y dulces, donde escuchó una conversación entre dos muchachos:
—Ayer me pasé el Gravity Racing, casi me da un infarto al final, qué mal lo pasé… —le dijo a su compañero de la fila.
—Pues… yo a la protagonista le daba… —dijo riendo con un poco de pillería.
—Yo también… —se permitió el lujo de añadir Josemi sin haber tenido lugar el que se uniera a la conversación, como si acabara de acoplarse con ellos.
—Seh… —dijo el muchacho que empezó la conversación.
Tras 5 segundos repitiendo lo mismo sin parar entre ambos, el que dijo aquel comentario sobre la protagonista de aquel juego, optó por decir algo diferente:
—Y mucho… —añadió con picardía mientras Josemi se reía y se apartaba de aquellos dos.
Una vez alejado de ellos, Josemi se topó con un compañero que estaba a punto de comprarse un bocadillo, lo cual hizo que nuestro protagonista pensara que quizás aquel chico podría haber visto a Fran.
—¡Hey, tío! ¿Has visto a Fr--? —le comenzó a preguntar, pero no le dio tiempo porque su compañero le había callado para hablar.
—No me molestes, estoy comprando el bocata —dijo con un tono cortante e impasible.
—Pero si no has pedido nada todavía y estás aquí quieto… —comentó algo extrañado.
—Eh… es que no tengo mucho diálogo ni mucha acción porque soy un personaje extra tanto de la novela como del videojuego que adapta esta historia… —dijo riendo algo nervioso.
—¿"Novela"? ¿"Videojuego"? ¿De qué estás hablando? —inquirió Josemi con cierta curiosidad.
—Uy, no se me permite hablar de eso, tú no has oído nada… bueno, más bien leído… eeeh… ¡Vivan las lolis! —gritó mientras nuestro protagonista se alejaba con cuidado de él, aquello le había dado algo de miedo.
Cuando Josemi se giró, éste se topó con un profesor de guardia que estaba tomando su café mañanero:
—¿Otra vez has llegado tarde por la mañana? Para qué mentirte, yo también… —dijo el hombre mientras daba un sorbo a la bebida.
Sin embargo, tras pasar tanto rato evitando a la gente, a Josemi le entró un poco de hambre, a pesar de que ya había desayunado antes, así que se acercó al hombre que vendía cosas en la cafetería:
—¡Hola! ¿Tiene chicles? —preguntó el joven con amabilidad.
—Lo siento, chico, los ha comprado todos un tal David —negó el hombre mientras Josemi se alejaba del mostrador.
Maldita sea, mira que le tengo dicho que no haga en la vida real las mismas cosas que hace en los Steal a Car & Shoot. Un día de estos se mata con un coche, seguro… —pensó Josemi sobre su amigo que tenía el lunar en la cara.
Poco después, tras intentar acercarse a los sillones y mesas donde varios profesores y alumnos se sentaban para desayunar, un tipo al que no había visto antes se apareció ante Josemi, era el camello* del instituto: un chico que tenía la piel más o menos oscura, los ojos marrones, el pelo corto y moreno, el cual llevaba una amplia gabardina donde escondía la mercancía y tras unos segundos en silencio algo incómodos, el individuo intentó hablar con Josemi:
* En España, "camello" es el nombre que recibe tanto el animal del desierto como la persona que se dedica a vender drogas, o sea, un narcotraficante.
—¡Hey! ¿Quieres droga? —dijo en un susurro para que nadie les oyese porque podrían meterse en un buen problema mientras enseñaba un poco del contenido que tenía en uno de los bolsillos de su gabardina.
Sin embargo, aquello pilló por sorpresa a Josemi, quien se quedó sorprendido y algo asustado por la aparición repentina de aquel chico que no había visto antes.
—Eeeeh… no, gracias —respondió alejándose lo más rápido posible.
—Pues más para mí… —dijo marchándose rápidamente de la sala y sin ser visto.
¿Qué le pasa hoy a todo el mundo? Están más raros que de costumbre, y decir eso ya es pasarse… —se preguntó Josemi mientras logró ver los sillones, en uno de ellos estaba Fran, con un pequeño trípode que sujetaba su móvil como cámara, lo cual hizo que nuestro protagonista riera para sí—. Vaya, así que estaba en lo cierto…
Ahora, démosle una presentación merecida a Fran por ser el último en aparecer del grupo:
Fran: Un chico de 14 años, de complexión delgada y que medía 1,72 m de altura (o 1.72 m), tenía los ojos castaños y su cabello era tanto oscuro como algo corto, con un peinado relativamente similar al de tanto Gustavo como Jesús, salvo que Fran lo llevaba colocado a un lado y con algunos mechones estando peinados hacia arriba. Normalmente llevaba unas gafas que tenían el marco superior de color azul oscuro y el inferior de tono transparente, además de una camiseta de manga corta que era de color verde turquesa oscuro, en la cual ponía "Coma"*, donde se veía el dibujo de un puma estando tumbado sobre una cama de hospital y con equipamiento médico, pues era para reflejar que se encontraba en dicho estado, también vestía unos pantalones vaqueros que eran de color azul denim y unas zapatillas deportivas que eran casi completamente negras, ya que tenían el empeine, el talón y la suela de color azul marino, aunque también tenían unas líneas que eran de color blanco. ¿Qué podíamos decir de él? Bueno, era un muchacho bastante extrovertido, por lo que su facilidad para hacer amigos era impresionante, por no decir que le encantaba jugar a los videojuegos de Duty Calls y a los de Steal a Car & Shoot; no obstante, había que mencionar que era un muchacho algo inquieto, por lo que necesitaba estar haciendo algo continuamente, porque, si no, se aburría y su meta en la vida también era posiblemente una de las más difíciles del grupo, pues tenía varios planes para su futuro, aunque decía que tenía la intención de convertirse en un gran mytuber y su mayor temor era la oscuridad.
* El nombre de "Coma" es una clara parodia de la compañía "Puma".
—Oye, tío, creo que deberías pedirle perdón a Jesús —dijo el joven a Fran, quien le miró serio por haberle interrumpido la grabación.
—Puf, ya me has jodido la escena; en fin, le diré a David que luego lo edite cuando recorte esta parte… —comentó el moreno mirando al castaño mientras arqueaba una ceja y le dedicaba una pequeña mueca de desagradado, luego cambió de expresión para responderle a lo que le había dicho sobre Jesús—: Aunque le pida perdón, me va a mandar a la mierda…
—Intenta regalándole unas flores —rio Josemi mientras trataba de encontrar una forma de poder juntar a sus amigos de nuevo sin que hubiera alguna discusión.
—Muy gracioso… —respondió sarcástico mientras negaba con la cabeza—: Quizás si le devuelvo el Porkyman… —dijo encogiendo los brazos.
—¿Lo tienes aquí? —dijo Josemi sorprendido, pues aquello no lo esperaba.
—Lo tenía en mi mochila todo este tiempo desde que me lo prestó, pero es que me hacía gracia verlo enfadado, por eso no se lo había devuelto aún —le dijo riéndose mientras negaba con la cabeza.
—Anda, ve a devolvérselo… —expresó Josemi riéndose también mientras se daba una leve palmada en la cara por la revelación de su amigo.
En ese momento, la campana sonó de nuevo, pues acababan de dar las 11:40 a. m., lo cual significaba que el recreo había terminado y era hora de volver a clase.
—Bueno, tengo que irme ya, nos vemos luego a la salida con los demás —dijo Josemi mientras salía de la cafetería para marcharse a clase.
Entonces, pasaron las horas y las horas, y la jornada acabó, aunque para Josemi tuvieron que pasar más horas porque lo habían castigado, así que salió del instituto cuando era de noche.
—Mierda, ya se ha hecho de noche y todo… —suspiró Josemi con pesar—. A lo mejor hubiese salido de clase antes si no me hubiesen castigado —dijo negando con la cabeza, pero empezó a reírse—. Y a lo mejor no me habrían castigado si no hubiera metido esa caseta para pájaros en clase, por no mencionar el hecho de que la llené de alpiste… —comentó riéndose—. En fin, iré a casa.
Entonces, mientras Josemi se dirigía a su casa, vio cómo un simpático y pequeño rottweiler parecía estar esperándole en el pasaje que daba a la esquina de su bloque de apartamentos.
—¡Uy, qué perrito tan mono! —espetó Josemi al ver al animal.
—"¡Guau!" —fue la respuesta del can, quien ladeó la cabeza como para decirle a Josemi si se lo podía llevar.
—No, lo siento, pero no puedo llevarte, amigo… —respondió Josemi con pena.
Entonces, el perro salió corriendo por lo que Josemi le había dicho, pero nuestro protagonista suspiró por haber abandonado al pobre animal, así que caminó hasta la puerta del bloque de apartamentos, donde se encontró al perro esperándole.
—¡¿Otra vez tú?! —preguntó sorprendido porque pensaba que había huido.
—"¡Guau!" —ladró el animal, intentando convencer a Josemi de nuevo para que se lo llevara.
—Ains, está bien, puedes venirte conmigo, pero que no se entere mi madre, ¿eh? —comentó abriendo su mochila para que el perro se metiera dentro, el cual asintió y se metió dentro.
Tras entrar por la puerta, Josemi subió por los escalones hasta que llegó a su casa, donde vio que las luces estaban apagadas, por lo que dedujo que su madre estaba durmiendo, aunque era relativamente temprano, así que nuestro protagonista se dirigió a su habitación, donde sacó al perro de la mochila, a quien le siseó para que no hiciese ningún ruido y éste asintió, por lo que Josemi se quitó sus deportivas y miró tanto al perro como a la cama, pues tenía sueño, así que improvisó una pequeña cama para el perro con varios cojines y él se tumbó para dormirse hasta que llegara la mañana siguiente.
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Nota del autor: Bueno, aquí tenéis el primer capítulo de la historia, espero que os guste, se agradece feedback, os recuerdo que la podéis encontrar en Wattpad, os comparto el link de mi perfil: https://www.wattpad.com/user/LaSendaDelCapitan.
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lasendadelcapitan · 3 years ago
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Prólogo de “Life Is a Dream For The Dead”, la novela.
Nota del autor: ¡Saludos, lobxs de mar! ¿Qué tal estáis? Espero que estéis genial, pues aquí os presento... ¡la épica novela basada en la primera entrega de la saga de videojuegos que mi amigo David y yo creamos! ¡Espero que la disfrutéis, por lo que os invito a conocer las aventuras de Josemi y sus amigos, entre los cuales estamos David y yo, contra los temidos y peligrosos Astetrum Aliformon, unos despiadados monstruos invasores que procedían de otro planeta y que podían cambiar de forma, los cuales pretendían conquistar la Tierra para imponer su mandato dictatorial, aunque ha de decirse que también pretendían ocupar otros lugares del universo para promover aquel orden!
¡Venid y sed testigos de la aventura que emprenderá Josemi para salvar a su perro (sí, esto va en serio) mientras cuenta con la ayuda de tanto los 10 Anillos de Sorba, unos misteriosos objetos que le ayudarán a abrir unas barreras que pusieron los Astetrum en algunos lugares del mundo, como con la de sus compañeros Gustavo (yo), David, Fran y Jesús, aunque ha de decirse que también deberá coseguir una serie de llaves para abrir algunas de las barreras que pusieron los malvados monstruos, pues los anillos no bastarán únicamente, aunque éstos sean más necesarios e importantes que las llaves!
ADVERTENCIA: Algunos nombres de personajes, ciudades, videojuegos, películas, etc., han sido modificados para evitar demandas de copyright, en el caso de salir un nombre real de algo, los créditos serán dados a las personas y/o compañías a las que pertenecen.
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Prólogo
Lo que aquí se cuenta ya ha sucedido antes y volverá a suceder. El universo es uno de los mayores enigmas que existen, pues el ser humano ha tratado de descubrir cómo empezó y cómo acabará desde hace muchísimo tiempo, por no decir que son muchas las preguntas que acechan a nuestra mente sobre este tema; sin embargo, hoy en día, tenemos constancia de una guerra casi tan antigua como el tiempo, ya que existía un conflicto entre dos bandos: los humanos y los Astetrum Aliformon*, los cuales eran unos peligrosos monstruos que procedían de otro planeta, quienes pretendían conquistar la Tierra, con el fin de imponer su mandato dictatorial, aunque ha de decirse que también pretendían ocupar otros lugares del universo para promover aquel orden.
* El nombre de "Astetrum Aliformon" es un compuesto inventado de palabras en latín y griego, "Astetrum" es una mezcla de "divertido" ("αστείος"/"asteíos" en griego) y "monstruo" ("monstrum" en latín), mientras que "Aliformon" viene de las palabras "alienus", "transformo/transformare" y "monstrum", las cuales son las traducciones al latín de "alienígena/extranjero/extraterrestre", "transformar" y "monstruo", respectivamente.
No obstante, la última constancia de aquella gran guerra se tenía desde hace 20 años, pues fue cuando un joven muchacho se enfrentó a estos malvados seres que podían cambiar de forma, a quienes derrotó mientras usaba el poder de los Anillos de Sorba*, unos objetos poderosos y místicos que tuvo que conseguir tanto para vencer a los Astetrum Aliformon como para abrir unas barreras que éstos pusieron en varios lugares de la Tierra, aunque ha de mencionarse que aquel joven también tuvo que conseguir una serie de llaves para abrir otra serie de barreras que aquellos monstruos habían puesto por la Tierra, ya que los anillos no bastaban únicamente para abrirlas, por no decir que éstos eran parte de una serie de objetos conocidos como los "Yisus Lawyers", los cuales eran unas reliquias tan antiguas como el tiempo.
* Los objetos conocidos como "Anillos de Sorba" contienen el subtítulo "de Sorba", el cual es un juego de palabras de la expresión española conocida como "de sobra", la cual significa "tener (algo) de más".
Sin embargo, aquel joven logró vencer a aquellos horribles engendros y los expulsó de la Tierra, por no decir que les hizo jurar que no volverían a nuestro planeta para entablar otra guerra… y así lo hicieron, pues durante los próximos años, nuestro mundo no conoció nada más que paz y prosperidad, pero en Nibiru, el hogar de los Astetrum Aliformon, se encontraba Vortrom, el líder supremo de estas desdichadas criaturas, quien le volvió a contar a su pueblo la historia de su especie y el cómo llevaban peleando contra los humanos durante más de 1000 generaciones, lo cual incitó al joven hijo de la antigua "mano" derecha de Vortrom a decir que se uniría a invasión que harían a la Tierra en un futuro, pues trataría de vengar tanto a su padre, quien murió a manos del joven humano que consiguió los Anillos de Sorba, como a su especie, pues tenía la intención de erradicar a los humanos y la de destruir nuestro querido planeta, aunque ha de mencionarse que había gente de la Tierra que no sabía que unos pocos Astetrum Aliformon se habían quedado en nuestro planeta para hacerse pasar tanto por otros humanos como otros seres vivos.
Y ahora vayamos al presente, nuestra historia comenzaba el día 14 de octubre del año 2013, la humanidad, para aquel entonces, ya llevaba varios años pensando que las aventuras que vivió aquel joven que salvó a la Tierra no eran más que una vieja leyenda urbana, aunque aún quedaba gente que creía en él, pero ahora os diré el lugar en el que empezaba este relato, pues nos encontrábamos en España, concretamente en la ciudad andaluza de Córdoba y en el carismático barrio de Fátima, un lugar de extrarradio con varias casas, muchos apartamentos, tiendas, kioscos, algún que otro colegio y varios institutos, aunque hablando de institutos, destaquemos uno que estaba detrás de uno de los muchos bloques de apartamentos que había cerca del lugar conocido como la "Plaza Amanecer de Fátima", ya que dicho centro educativo estaba lleno de gente bastante peculiar y muy especial.
Mientras tanto, fijémonos en una de las casas que había en uno de los apartamentos que estaba cerca de aquel instituto que decíamos, el cual era conocido como el "IES Gran Capitán"*, así que entremos y veamos qué había dentro de aquella humilde morada, la cual parecía una casa bastante común por dentro y la típica que se vería en una serie española o americana, por no decir que notaríamos que habría también varias fotografías colgadas de una madre con su hijo y varios cuadros, entre otras cosas.
* El instituto conocido como el "IES Gran Capitán" se llama así por un famoso general y estadista español, "Gonzalo Fernández de Córdoba y Enríquez de Aguilar", que fue el primer duque de Santángelo y quien dirigió exitosas campañas militares durante la conquista de Granada, otra ciudad andaluza de España, y las guerras italianas, y fue gracias a sus victorias militares y gran popularidad lo que le dieron el apodo de "El Gran Capitán"; por cierto, las siglas españolas de "IES" significan "Instituto de Enseñanza Secundaria".
Eran las 08:00 de la mañana, el sol aún no había salido, aunque se empezaba a oír el alegre canto de los jilgueros, todo parecía estar en calma hasta que…
—¡NIÑOOOO, LEVÁNTATE YA, QUE VAS A LLEGAR TARDE AL PUTO INSTITUTO! —gritó una voz femenina que parecía venir de la cocina y tras una leve pausa, se oyeron más gritos—: ¡JOSEMIIIIIIII*, VÍSTETE, PUTO VAGO Y VETE YA!
* El nombre "Josemi", para aquellas personas que no lo sepan, es el diminutivo, o la forma reducida, del nombre "José Miguel".
Los gritos de la mujer, la cual se trataba de nada más y nada menos que de la madre que habíamos visto en las fotografías de la casa, continuaron por un buen rato mientras nos adentrábamos en la habitación del muchacho al que estaba llamando, el cual era el hijo que aparecía también en dichas fotografías, así que os lo describiré ahora un poco para que sepáis cómo era: Josemi era un joven de 14 años, el cual llevaba unos pendientes de aro de color dorado, tenía los ojos castaños y su cabello era corto, además de tenerlo tanto del color de sus ojos como peinado en cresta, tal y como si fuese una especie de gallo de corral, aunque no era una cresta realmente porque se lo peinaba de punta hacia arriba, pues solía usar gomina o cera para que le fuera más fácil peinárselo, tenía una complexión que era medianamente atlética para su edad y medía 1,72 m de altura (o 1.72 m), también había que señalar era bastante astuto en lo que concernía a personalidad, pero solía tener un lado bondadoso con la gente y era un chulo hasta en la manera de vestir, pues siempre se vestía con una camiseta de tirantes gris, una cadenita de oro que tenía el símbolo del dólar, unos pantalones vaqueros azules y unas zapatillas deportivas negras con tanto los cordones como las suelas de color blanco, aunque ahora estaba tumbado en su cama, con las sábanas por el suelo y durmiendo con su ropa interior.
Entonces, los gritos de su madre volvieron a resonar por toda la casa, pues la mujer estaba haciendo todo lo posible para que su hijo se despertara:
—¡POR TU CULPA, MAGDALENA CADUCÓ!* —gritó y gritó, hasta que entró al cuarto de Josemi, a quien le dijo—: ¡MIRA, YA ME HAS TOCADO LAS NARICES! ¡DESPIÉRTATE YA DE UNA VEZ O TE ECHO DE CASA, NIÑATO! —exclamó la mujer y dio un portazo mientras se dirigía de vuelta a la cocina.
* La frase de "¡POR TU CULPA, MAGDALENA CADUCÓ!" está basada en una frase que le dijo un chico a uno de los protagonistas sobre una antigua profesora del IES Gran Capitán, el instituto al que van los protagonistas de tanto esta novela y el videojuego que adapta como al que iba el autor de la novela y sus amigos, con quienes protagonizan también la historia y el juego, dicha profesora se llamaba "Magdalena" y la frase se dijo como un intento de juego de palabras que se puede interpretar como que ha caducado el alimento conocido como magdalena o que la persona llamada "Magdalena" ha muerto, pues cuando alguien ha fallecido, a veces se dice que esa persona ha caducado, pero se dijo porque, como la profesora se había jubilado, algunos alumnos decían de un modo poco gracioso que la profesora había muerto o "caducado".
Rápido como un rayo, Josemi se levantó algo exaltado y mareado, pues los gritos de su madre y el fuerte portazo le habían dejado algo aturdido.
—¡Está bien, ya voy! Ojú, tío, vaya bronca… —dijo con cansancio mientras se dirigía al cuarto de baño y allí se puso sus auriculares, estaba escuchando la canción de Come and Get Your Love mientras se lavaba los dientes al ritmo de la música y andaba usando el cepillo como un micrófono—. ¡Guapo! —comentó mirándose a sí mismo desde lejos en el espejo que había en su cuarto tras lavarse los dientes.
Cuando Josemi acabó de cepillarse los dientes, éste volvió a su cuarto para coger la ropa que estaba en los cajones y así poder vestirse.
—¡Uy, los boxers marcapaquetes, me los pondré con la ropa de siempre y mi cadenita de oro para impresionar a esa chica que me gusta! Estoy seguro de que le encantará el cómo me quedan —argumentó refiriéndose a la ropa interior mientras miraba en los diversos cajones y armarios.
Una vez ya vestido -con su ropa habitual, los boxers marcapaquetes y la cadenita de oro, por supuesto-, Josemi se colocó su mochila, la cual estaba algo estropeada por los varios años que había repetido y metió los libros de las clases que le tocaban el día de hoy.
Sin embargo, antes de marcharse de su cuarto, el joven miró tanto hacia su escritorio como a su cama con añoranza.
—Je, je, je, en esta mesa recuerdo que me hice mis primeros porros* y en esta cama… buah… aquí me he traído a un montón de nenas y siempre ha surgido magia de la buena. Qué fucker estás hecho, Josemi —se dijo a sí mismo con chulería mientras salía de su habitación.
* En España, un "porro" es el nombre que recibe un cigarro, o cigarrillo, de marihuana o hachís.
De repente, la voz de su madre resonó por toda la casa, pues gritó lo siguiente:
—¡A VER SI ME SACAS DE POBRE, NIÑATO! ¡YA BASTANTE TUVIMOS CON QUE TU PADRE SE FUESE A COMPRAR TABACO ANTES DE QUE NACIERAS Y QUE TODAVÍA NO HAYA VUELTO A CASA! —dijo mientras Josemi salía por la puerta, a la cual dio una patada mientras escuchaba otra canción diferente en su MyPhone 5s: All Star, la cual pertenecía a la banda de Smash Mouth.
—Sí, sí, lo que tú digas… —musitó para sí mismo mientras salía por la puerta de la casa—. Veamos qué nos depara el día de hoy.
Tras bajar las escaleras del apartamento y salir por la puerta principal, Josemio vio que estaba saliendo el sol, caminó por el pasaje que llevaba al instituto, giró a la izquierda y se quedó mirando al frente porque había visto algo desde lejos que llamó su atención, aunque dejó de escuchar la música que estaba oyendo y se quitó los auriculares para guardarlos en el bolsillo de su pantalón:
—¡Anda! ¿Hay una dependienta nueva en la tienda de enfrente del instituto? ¿Venderá lo mismo que el tío anterior o mejores cosas? Bueno, se lo diré a los chicos, quizás podamos ver luego qué hay allí —comentó mientras veía cómo una mujer de apariencia colombiana entraba y salía de la tienda que había delante del centro educativo, quien andaba metiendo varias cajas en su local.
Sin embargo, mientras caminaba hacia el instituto, Josemi vio cómo se acercaban varios chicos que solían meterse con él y su pandilla, entre los cuales había algunos que llevaban el pelo teñido y otros tenían un peculiar peinado, el cual fue denominado "peloescoba" por Josemi y sus amigos, ya que aquellos chicos tenían los laterales de sus cabezas rapados y la parte superior era como el cepillo de una escoba, lo cual desembocó en una broma por parte de Josemi que decía que aquellos chicos eran como parte de alguna secta, también vio que unos pocos llevaban gorras con la visera hacia atrás y que estaban entrando por la puerta trasera del recinto.
Oh, mierda, son esos canis* que se meten con nosotros… he de planear algún modo de evitarlos… —pensó Josemi mientras intentaba no toparse con ellos—. ¡Ya está, iré por la puerta central!
* En España, un "cani" es un tipo de persona que normalmente viene de la ciudad y que, durante la década de 1990 y 2000, supuso una gran revolución que dio origen a una subcultura alternativa; los canis se caracterizan por actuar de forma indiferente, suelen tener muy baja educación y cultura, actúan con una gran agresividad y suelen cometer delitos o provocar enfrentamientos, por no decir que normalmente van vestidos con pantalones para hacer deporte, gorras y accesorios de oro; no obstante, hay que mencionar que existe una variante femenina para este tipo de personas y son conocidas como las "chonis", "choni" en singular, quienes suelen ser mujeres jóvenes con un sentido estético que se caracteriza por ser bastante vulgar. Los canis reciben otros nombres como "poligoneros", aunque en otros países de habla hispana se les llaman de otras maneras, en México se les llama "cholos", en Argentina son "villeros" y en Chile son "flaites", por citar algunos ejemplos.
Raudo y veloz, Josemi se apresuró a entrar al edificio, el IES Gran Capitán; sin embargo, se topó con Martín en la puerta central, uno de los conserjes del lugar, quien solía estar enfadado debido al mal comportamiento de los alumnos del centro y casi siempre hablaba de lo ansioso que estaba de que llegara el día en que se jubilase, aunque hablemos un poco de Martín, de quien había que destacar su voz grave de camionero viejo que hacía que su presencia fuera notable desde casi cualquier distancia, por no mencionar que también poseía una característica y prominente barriga, pero para desgracia de Josemi, el hombre le frenó, dirigiéndose a él con su singular voz y le dijo lo siguiente:
—¡Oye niño, llegas tarde, tú no entras! —dijo refunfuñando mientras hinchaba su tripa.
Entonces, Josemi rodó los ojos en blanco, dejando escapar un suspiro por su boca y se limitó a pensar en algo que pudiese responder al hombre para poder entrar en el instituto.
Mierda, se me ha complicado el plan de entrada, a ver qué le puedo decir al Barriguitas este para que me deje pasar, veamos, tengo unas pocas ideas en mente —entonces, empezó a pensar en qué decirle a Martín para poder entrar en el instituto—. Opción número 1, decirle: "El tiempo es relativo, tú has llegado temprano"... nah, no creo que valga la pena, la opción número 2 podría ser responderle: "¿Sabes quién no entra? ¡Tu madre!"... ni de coña, sería capaz de soltarme una hostia por eso y me diría que me largase, aunque la opción número 3 puede que me funcione, le podría decir lo que le dijo aquel tipo hace un año: "Venga gordi, déjame entrar, tú que eres tan guapo con esa barriguita cervecera que tienes tan mona"... —pensó Josemi mientras imaginaba las distintas opciones que podría decirle a Martín—. A ver, es que si me dice que me marche, podría irme a la parte que está a la derecha de la entrada principal y colarme si salto la valla, pero me podrían poner un parte como al tipo ese de la semana pasada, aunque... —siguió pensando hasta que supo cuál opción escoger—. ¡Ya lo sé, le diré la tercera opción! Conociéndole, seguro que se sonroja y todo, una vez más, Josemi, te has lucido —rio para sus adentros mientras tosía para aclararse la garganta.
Mientras Josemi tosía, Martín le miró algo extrañado y frunció el ceño, pues le estaba preocupando que el chico estuviese callado durante un buen rato; no obstante, Josemi respondió con un tono que reflejaba algo de ternura y cariño por el conserje:
—Venga gordi, déjame entrar, tú que eres tan guapo con esa barriguita cervecera que tienes tan mona —le respondió mientras Martín le miraba algo sonrojado y rio.
—Anda, si es que eres un solazo, entra ya —añadió el conserje mientras abría la puerta central para Josemi, quien se estaba riendo con levedad por su éxito.
Entonces, Josemi volvió a sus pensamientos a la par que cruzaba por la puerta central del instituto:
¡Genial, lo he logrado! Todo ha salido a pedir de Josemi, bien, entremos ahora por la puerta principal y a ver qué pasa hoy en clase —pensó el muchacho mientras caminaba al lado de Martín, quien caminó al lado de nuestro protagonista tras abrirle la puerta central, así que Josemi le dedicó una pequeña sonrisa al mayor por el gesto de amabilidad tras entrar dentro del instituto, ya que Martín le abrió también la puerta que daba al interior del centro educativo.
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Nota del autor: Bueno, aquí tenéis el prólogo, espero que os guste, se agradece feedback, también la podéis encontrar en Wattpad, os comparto el link de mi perfil: https://www.wattpad.com/user/LaSendaDelCapitan.
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