사랑 (sarang) (n.) love; lit. "I wish to be with you until death" ✣
Don't wanna be here? Send us removal request.
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I don’t have anything to say for myself
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Three y e a r s yall
❗️please don’t repost without proper credit and permission ❗️
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It’s been a while but!!!! Have a short happy fluffy Victuuri kiss everyone, happy 2k18!!!
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ㅡ soft boy.
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mika i guess
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mikayuu as youtubers au!
#mikayuu#yuumika#mika x yuu#mikaela hyakuya#yuuichirou hyakuya#yuu#mika#owari no seraph#ons#seraph of the end#sote#ons spoilers#ons au#ons manga
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ㅡ The smile that you gave me

even when you felt like dying.
#mikayuu#yuumika#mika x yuu#mikaela hyakuya#yuuichirou hyakuya#mika#yuu#mikaela shindo#yuuichiro amane#owari no seraph#ons#ons manga#ons spoilers#ons ch 90 spoilers#ons ch 90#ons chapter 90#mikayuu canon#seraph of the end#sote
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ㅡ please don't leave and take my hand
canon mikayuu gave my a reason to live again.
#mikayuu#yuumika#mika x yuu#mikaela hyakuya#mika#yuuichirou hyakuya#yuu#yuuichiro amane#mikaela shindo#owari no seraph#seraph of the end#ons#mikayuu amv#mikayuu edit#ons manga#ons 90#ons spoilers
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❝ Heaven is a place on earth with you,

they say that the world was built for two.

Only worth living if somebody is loving you,

baby now you do. ❞
#mikayuu#yuumika#mikaela hyakuya#yuuichirou hyakuya#mika x yuu#mika#yuu#yuuichiro amane#mikaela shindo#owari no seraph#ons#seraph of the end#sote#ons manga#ons edit#mikayuu edit
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Feliz cumpleaños, Mika
[ MIKAYUU ONE-SHOT AU ]
Tenues rayos de luz entrando por su ventana, el abrumador silencio interrumpido por su alarma fue el fin del sueño para la única alma presente en la habitación. Mierda, mierda, mierda, ¿Qué hora era? ¿Había funcionado su alarma? No pudo saberlo hasta que logró apagarla y ver el tiempo en la pantalla de su celular: 09:45. Bien. Por un momento pensó que nuevamente se levantaría más tarde de lo acordado y repetiría el error del año pasado.
El azabache se tomó sus minutos para incorporarse y acostumbrar sus ojos a la luz de la mañana, melancólica. Su habitación estaba fría pese a la época del año, al parecer había dejado la ventana abierta una vez más. Aquella sensación térmica le impedía en cierto modo levantarse de su cama. Pero no, tenía que hacerlo. Al fin y al cabo hoy no era cualquier fecha; era el cumpleaños de su novio, y al igual que todos los años, no le podía fallar con su regalo. “Hazlo por él” se repitió una vez más.
Una vez bañado y bien vestido, salió de su casa con rumbo a la florería. Había planeado el regalo unos días antes: un ramo de claveles azules y otro de rosas blancas, según Yuuichiro la mejor combinación de flores para aquella ocasión. Siempre le había encantado la idea de regalarle flores a su pareja, el rubio las adoraba y desde antes que empezara su relación le dejaba indirectas respecto a su gusto por ellas. Nunca olvidaría aquel día después de su primera cita que pasaron por fuera de una florería y Mikaela no dudó un instante en empezar a hablarle respecto a las distintas flores que habían en la vitrina. Sí, ese era el nombre del amor de su vida: Mikaela Hyakuya, su amigo de la infancia que una vez llegada la pubertad pasó a ser algo mucho más que amigo, distintas emociones surgieron en ambos y resultó que sentían lo mismo. Eran almas gemelas destinadas a estar juntas, y Yuuichiro sentía que no podía explicar con palabras lo mucho que lo amaba, al mismo tiempo que nunca entendería la suerte de haberlo conocido. “Es mucho para mi” se repetía todos los días.
Le gustaba recordar aquellos tiempos cuando su historia de amor recién comenzaba, remontarse a una tarde de primavera hace unos cuantos años atrás cuando decidió confesarse ante su mejor amigo y repetirla en su cabeza la mayor cantidad de veces posibles. Sí, dentro de él viviría por siempre su versión de adolescente enamorado. Y es que, ¿Cuál era el sentido de la vida si no se sentía hasta morir?
La jornada de clase había acabado al fin, y como les era habitual, Yuu y Mika caminaban juntos hasta sus casas: vivían en el mismo barrio y disfrutaban la compañía del otro, aunque para el resto de sus compañeros siempre era motivo de sospecha la cercanía de los chicos, estos no eran más que amigos. Ambos sabían que existían rumores respecto a su relación, pero la verdad poco y nada les importaba, porque eran falsos.
O de eso se intentaban convencer los dos adolescentes, que en realidad no hacía mucho tiempo habían empezado a dudar de su sexualidad. Yuu estaba casi seguro de que lo que sentía hacia Mikaela era más que amistad, había algo en la forma que el rubio lo trataba, en la forma que lo cuidaba y protegía. No era normal lo mucho que disfrutaba el contacto físico con él, cada vez que lo abrazaba deseaba que aquel contacto nunca llegara a fin. ¿Cuándo se había empezado a sentir de esta manera? No tenía ni idea. Pero la pregunta más importante era ¿Mikaela se sentirá de la misma manera? No tenía como saberlo, siempre habían sido cercanos y el contacto físico que mantenían pese a ser íntimo y sospechoso para el resto, entre los dos era algo rutinario, no podía sacar conclusiones de ello.
Pero se había decidido, iban ambos caminando a la orilla del río con el sol a sus espaldas bajo los colores del atardecer, cuando Yuu detuvo el paso. Lo iba a hacer, estaba totalmente dispuesto a sacar el tema porque no podía más con la duda, y no es como si fuera la primera vez que tomaría un riesgo, confiaba en Mika y que si no le correspondía, seguirían siendo amigos.
- Yuu, ¿pasa algo? Se va a hacer tarde- al notar que su amigo se había detenido, el rubio se dio vuelta y preguntó. Tenía la sospecha de lo que estaba por suceder y su corazón empezó a latir con fuerza, sin demostrarlo.
- Mika, yo – hizo pausa para mirarlo a los ojos- creo que me gustas.
- ¿Creo?
- No, en realidad, no es un creo. Estoy seguro, me gustas.
Los ojos verdes de Yuu estaban clavados en los zafiros del rubio, ambos ruborizados sumergidos en su propio mundo. El pelinegro con el corazón a mil sin asumir lo que había hecho, y Mikaela en cierto grado de shock, no sentía sus piernas. ¿Era un sueño? No, definitivamente no lo era. Estaba pasando.
El rubio fue el encargado de acortar la distancia entre ambos, Yuu estaba paralizado. “Más te vale que estés hablando en serio” fue su respuesta antes de juntar los labios de ambos. Un beso de adolescentes inexpertos, que no sabían lo que hacían ni en lo que se metían. Un beso que inició una de las historias de amor más locas jamás contadas y caóticamente hermosas. Un beso al atardecer cual cliché digno de telenovela. Ese es un recuerdo que ambos atesorarían hasta el fin de sus días.
Desde aquella tarde, nunca más se volvieron a separar. Crecieron juntos, vivieron diferentes experiencias por primera vez juntos, unieron sus cuerpos en uno y pecaron en todos los niveles distintos como si el mañana fuera el misterio más grande por resolver. Construyeron la adolescencia que les vendieron de pequeños y pese a las peleas, el lugar de uno era al lado del otro. Yuu sentía que le debía su vida a Mikaela y viceversa; eran la razón de vivir del otro.
Otro recuerdo que a Yuu le gustaba traer de vuelta a su mente era la primera vez que se dijeron te amo, en una noche de pecado cuando vivían en la edad que todos dicen no se puede amar porque se es muy joven. Para ambos eso era una mentira. Un evento también importante de rememorar vendría siendo la primera vez que viajaron juntos una vez cumplieron la mayoría de edad, se fueron por una semana al campo donde no existía nadie más que ellos dos y prometieron que envejecerían juntos para poder criar animales al lado de un lago y vivir en paz sus últimos años. Se podría decir que sus pasatiempos favoritos era hacer planes a futuro para luego desvelarse pensando en lo incierta que era la existencia humana una vez la luna se iba y volvía a aparecer el sol. Ambos se encargaron de hacer al otro disfrutar hasta la última gota de esos años.
Por eso a Yuu le gustaba esforzarse en los regalos de cumpleaños de Mika, pese a que nunca lograría agradecerle con objetos, ni flores, ni chocolates todo lo que había hecho por él.
Una vez compradas las flores, su siguiente parada fue la paquetería. Anoche se había desvelado cocinando galletas de chocolate blanco: las favoritas de su novio. Su mejor amiga, Shinoa, se había reído de él la primera vez que le cocinó galletas y se le quemaron, nunca se le olvidará cuando le gritó que debió haberlas comprado en vez de hacerlas y arriesgarse a quemar la cocina. “Al final igual las aprendí a hacer y a él le gustan” pensó para sí mismo. Aunque es verdad, la primera vez que cocinó galletas después de escuchar que al rubio le gustaban, fue un verdadero desastre y casi quema la cocina, pero no se rindió e intentó la receta las veces suficientes hasta que logró hacer galletas decentes.
- Yuu, están deliciosas.- dijo Mikaela, con una expresión de felicidad que hacía pensar que aquellas galletas recién horneadas eran lo más exquisito que había comido en su vida. Para Yuuichiro, fue la mejor recompensa tras muchos intentos fallidos.
Después de ese día, los dos pasaban tardes completas cocinando postres, chocolates, pasteles y todo tipo de recetas que veían en internet. Era otro de sus pasatiempos favoritos como pareja.
Una vez en la paquetería, no tardó mucho en divisar a Yoichi en la caja. Su ex compañero de colegio trabajaba a medio tiempo en aquel local para pagarse los estudios en la universidad, y Yuu aprovechaba la relación que tenían para obtener descuentos.
- Oi, Yuu. Hace tiempo que no te veía por acá, ¿vienes por la caja blanca que me pediste el otro día?
- Si, ¿la tienes? Hice estas galletas de regalo y quiero entregarlas de una manera presentable.- sonrió.
No le tomó mucho tiempo a Yoichi en reconocer el día, le devolvió la sonrisa a Yuu y se fue tras los estantes a buscar el pedido. Si había algo que el castaño admiraba en su amigo era el esfuerzo y amor que le tenía a Mikaela.
- Asumo que vas a ver a Mika, ¿cierto?- de todos modos, hizo la pregunta sabiendo la respuesta.
- Sí, es un poco obvio si recuerdas la fecha – rio – gracias Yoichi, a la vuelta te paso a ver para contarte que tal todo.
Se despidieron y el ojiverde continuó con su camino, dejando a un Yoichi preocupado tras el mostrador. “¿De dónde saca aquella fuerza?” se preguntaba.
Llegar a donde Mika se le hacía un poco complicado, la verdad. Tenía que tomar dos buses para poder verlo, ya que hace un tiempo que no vivían en el mismo barrio, pero nada de eso importaba.
Yuu sin duda llamaba la atención de los demás peatones que lo veían pasar: ver a alguien tan bien vestido, con flores y una caja de lo que parecía un regalo importante a esas horas de la mañana no era tan común al parecer. Tampoco es como que al azabache le importara mucho llamar la atención, él caminaba concentrado, con una sola persona en su cabeza: Mikaela.
El tramo en los buses se le hizo absolutamente corto, y una vez abajo no era mucho lo que tenía que caminar. Sólo un par de cuadras y ya estaba en la reja, saludó a las personas de la entrada y emprendió la búsqueda en ese laberinto que tanto odiaba. Hizo caso omiso al resto de personas que se cruzaba en su camino, todas con emociones diferentes dibujadas en sus caras. Y una vez llego al final de aquel pasillo su concentración se desmoronó una vez más.
- Feliz cumpleaños, Mika.- fue lo único que pudo decir antes de quebrarse y romper en llanto. Todos los años era lo mismo. Nunca se iba a acostumbrar a aquella piedra.
Odiaba cada vez que llegaba al final de ese camino de tierra y veía la lápida con el nombre de su amante grabada en grande. Odiaba el color de la piedra, odiaba el ambiente que tenía todo el lugar. Nunca iba a ser suficiente el tiempo para asumir que esa era la única forma de verlo.
De rodillas ante la tumba, lloraba como un niño que ha perdido a sus padres y no sabe qué hacer. Sólo, triste y desconsolado. “No puedo dejar que Mika me vea así” pensó, y se limpió las lágrimas para incorporarse una vez más.
Le dejó las flores nuevas sobre la piedra blanca, limpió las antiguas ya marchitas y una vez logró controlar su respiración, empezó con su discurso.
- No sabes cuánto me haces falta, cariño.- no sabía cómo mierda empezar, ningún año había sabido y probablemente nunca lo sabría.- Hice de tus galletas favoritas, de esas que tanto te gustaba cocinar, ¿y sabes qué? Casi se me olvidan, pero aquí están, y no se me quemaron, eh, así que no tienes excusa para no probarlas.- rio al mismo tiempo que otra lágrima caía por su mejilla izquierda- Espero que estés bien, todos esperamos lo mismo. ¿Sabías que el otro día me encontré con Shinoa y Mitsuba? Están planeando empezar una familia, nunca me lo imagine de ellas la verdad.- volvió a sentir aquel nudo en la garganta ante el pensamiento de cómo sería si ellos dos hubiesen formado una familia.- Estoy seguro que Mitsu será una gran mamá, dijo que le gustaría haberte tenido a ti como padrino de su futura criatura. La verdad a mí también me habría gustado que ambos fuéramos los tíos, ¿te imaginas a nosotros con niños? ¡Serían los chicos más consentidos del planeta!- con cada palabra se agudizaba más el llanto del azabache, pero estaba enfocado a decirle todo lo que sentía.- Kimizuki también te extraña. Aunque no te lo imagines, quería venir a verte pero tuvo que viajar por estudios, así que te manda saludos a través de mi, ¡Soy todo un mensajero, Mika!
Hizo una pausa, sentía la garganta seca y sus ojos ardían. Sus palabras eran una mezcla de risas rotas y llanto. Había intentado convencerse a sí mismo de que este año no lloraría, pero le fue imposible. Cada vez que se le aclaraba la vista y veía ese “Mikaela Hyakuya. 01.05.2004 – 01.05.2025” grabado en piedra sentía como su corazón se volvía a romper.
- ¿Sabes la verdad de todo, Mika? Estoy hecho mierda. No sé de dónde sacar la motivación para levantarme cada día de la cama, no sé si algún día podré superar esto ni tampoco sé si quiero hacerlo. Yo creo que estarías realmente decepcionado de lo débil que parezco en estos momentos. Perdón por no poder mostrarte una sonrisa, pero por más que lo intente no será una real. Perdón por no cumplir nuestra promesa de seguir adelante, perdón por ser tan egoísta y no poder superarte, pero no te imaginas lo mucho que me haces falta.
Y ahí estaba otra vez, de rodillas ante la tumba imponente, sus rodillas dolían y las pequeñas rocas del suelo se le enterraban en las piernas, pero ese dolor físico no era siquiera comparable a lo mucho que le pesaba el corazón. La vida dolía siempre, todos los días hace cinco años que se le hacía difícil respirar, pero el primero de mayo aumentaba su peso al triple.
- Te extraño muchísimo, Mika. Más de lo que cualquier persona ha extrañado a otra en la historia de la humanidad. Daría lo que fuese por volver a ver tus ojos brillar una vez más, por verte sonreír una vez más. Por abrazarte, por tocarte una vez más y poder despedirme. Hace cinco años que te fuiste y hace cinco años que soy la mitad de lo que alguna vez fui. Te llevaste toda la felicidad de mi interior pero no te preocupes, que intentaré dar lo mejor de mí hasta que podamos encontrarnos nuevamente en donde sea que estés. Espero algún día volverme alguien de quien estarías orgulloso.- sus palabras eran apenas entendibles entre los sollozos, pero no le importaba.- perdón por hacer esto una charla sobre mí, pero tenía que contártelo, al final eres el único que entiende.
Se paró una vez más, limpió su rostro por como quinta vez en tan solo diez minutos para devolver la mirada a la lápida. Tenía que ser fuerte para poder despedirse.
- Feliz cumpleaños otra vez, cariño. Ojalá te gusten las galletas porque mira que me esforcé, eh – era estúpido el esfuerzo, su voz se volvía a quebrar – te amo mucho, estúpido. No sabes cuánto te amo.
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savior || mikayuu
I did this edit a couple of days ago and it kinda hits different now that i look at it after the ons90 raws. Anyways, mikayuu is canon my dudes 💘
#mikayuu#yuumika#mikaela hyakuya#yuuichirou hyakuya#mika#yuu#owari no seraph#ons#ons manga#ons ch 90#ons ch 90 spoilers#mikayuu canon#seraph of the end#mikayuu edit#ons90
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❝ Baby this love, i'll never let it die.

Can't be touched by no one, i'd like to see them try.

I'm gonna make this last forever don't tell me is impossible,

'cause i'll love you for the infinity. ❞
#mikayuu#yuumika#mikaela hyakuya#yuuichirou hyakuya#mika#yuu#mikayuu canon#owari no seraph#seraph of the end#ons#ons manga#ons90#ons spoilers#lgbt
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FINALLY MIKAELA SMILING HOLY SHT I LOVE HIM SO MUCH
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