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#Corredor Verde
12endigital · 10 months
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La Diputación lleva a Bruselas el proyecto del Corredor Verde del Río Monnegre
Una delegación integrada por la Diputación de Alicante, la Generalitat Valenciana y distintos ayuntamientos de la comarca de L’Alacantí, entre ellos el de Mutxamel, se ha desplazado a Bruselas para participar estos días en una reunión del proyecto NBS4Local Interreg, centrado en desarrollar políticas locales de aplicación de soluciones basadas en la naturaleza para la mejor gestión de los…
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Acción Biodiversidad: proteger al yaguareté de su extinción
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Greenpeace contribuye a difundir los más recientes estudios científicos realizados en el país ,en relación a la conservación del yaguareté. Un felino asombroso, cuya existencia en el largo plazo, a pesar de los grandes esfuerzos realizados, aún no está garantizada. 
El yaguareté o pantera onca constituye una de las especies de felinos más fascinantes que habitan en el mundo. Desde hace décadas, por múltiples causas, se encuentran en peligro de extinción y la lucha por su conservación ha sido motivo de la elaboración de leyes y estrategias concretas para su conservación en varios países, entre ellos, Argentina.
Los científicos han estudiado que la preservación del yaguareté implica la conservación de la rica biodiversidad de las áreas en las que este ejemplar habita en la actualidad. Se cree que, a pesar de que su conservación está impulsada por una ley nacional en la Argentina, los yaguaretés que aún subsisten en América del Sur, se encuentran en estado de permanente amenaza.
Entre las áreas más afectadas ,se encuentran las zonas selváticas de Misiones y las áreas linderas con Brasil. Aquí hoy, se ubican las poblaciones más numerosas de yaguaretés y es dónde por la inaccesibilidad que plantea la frontera selvática tienen más chances de sobrevivir en el largo plazo.
Conservar el yaguareté es conservar su hábitat natural.
La presencia del yaguareté en la Selva Paranaense ( Bosque Atlántico del Alto Paraná ) está asociada fundamentalmente con los hábitats naturales conformados por los grandes fragmentos de bosque nativo y las áreas protegidas del NE argentino. Un vasto ‘Corredor Verde’ en el norte del país que constituye una zona adecuada para la vida de una población de yaguaretés. En esta región, el área circundante al hábitat del yaguareté, no es propicia para el desarrollo de la agricultura ni de la pastura para el ganado. Por ello, se presenta tranquila y libre del principal depredador del yaguareté: el hombre .
Este ‘Corredor Verde’ , compuesto por una extensión de alrededor de 9.000 km 2 , en la actualidad, se está viendo seriamente afectado por una fragmentación del territorio. En esta división, la población de yaguaretés se cree , quedará separada en dos o tres comunidades más pequeñas si esta iniciativa sigue su curso tal cual se ha planteado hasta hoy.
En esta zona concurren unas dinámicas propicias de fuentes alimenticias y sumideros, que posibilitan un crecimiento poblacional muy alentador (Parque Nacional Iguazú de Argentina y sus alrededores), y también ,se encuentra cercana otra área de extensión mucho mayor, en la que es visible un crecimiento de orden negativo. Esta zona, que presenta buenas condiciones de hábitat a nivel de paisaje y frondosa selva, está fuertemente amenazada por la acción del hombre. El yaguareté sin embargo, ajeno a este peligro, migra hacia allí con fluído curso atraído por la selva y sus presas.
Hacia un estudio en profundidad de los hábitats naturales del yaguareté 
El primer estudio científico realizado en base al uso del hábitat (Corredor Verde) y a la dieta de los yaguaretés , fue realizado por un investigador de nombre Crawshaw (1995) en los Parques Nacionales do Iguaçu (Brasil) e Iguazú (Argentina). Dentro de las conclusiones de su informe ,Crawshaw calculó que la densidad poblacional de los yaguaretés promediaba los 3,7 yaguaretés adultos cada 100 km2. En base a esta conclusión, se realizó una estimación de la viabilidad poblacional de los jaguares del ‘Corredor Verde’, en dónde se pudo establecer que , en el largo plazo, las poblaciones que lo habitan en la actualidad, tienen grandes chances de supervivencia. 
Pero, según otros científicos, algunos de los parámetros empleados por Crawshaw en su análisis, fueron poco científicos y muy optimistas. Investigaciones de años posteriores hechas con ‘cámaras trampa’ en varios trayectos del ‘Corredor Verde’ de Misiones (entre 2003 y 2006) mostraron datos muy diferentes y desalentadores. Los valores de la densidad poblacional del yaguareté en esta área mostraron índices de densidad de entre 0,2 y 1,74 individuos adultos cada 100 km2 .
Estos nuevos datos pusieron en evidencia que el Plan Nacional de Conservación del Monumento Natural Yaguareté estaba fracasando. Los números de la población mostraron un sensible declive entre 1995 y 2002 , y en el año 2006, la población se estimaba entre 25 y 53 individuos. Gracias a medidas tomadas a tiempo, evaluaciones poblacionales posteriores( 2008 y 2014) dejaron ver un leve aumento, llevando en la actualidad a un cálculo estimado de entre 51 y 85 individuos.
Algunas conclusiones posibles 
Este último estudio pudo establecer algunas conclusiones que resultaron acertadas. Por ejemplo, identificó a la caza como la amenaza número 1 para el yaguareté en la actualidad. Se pudo conocer que en la zona del ‘Corredor Verde’ el yaguareté es eliminado producto de una respuesta de defensa frente a su acción depredadora del ganado. Luego, también se dan los casos en que muere producto de la caza deportiva, de esparcimiento o por temor a su merodeo cerca de las zonas de viviendas.
Las distintas causas de mortalidad fueron variando a lo largo de los períodos observados. Por ejemplo, entre 1995 y 2002, en su mayoría, los yaguaretés resultaron muertos por humanos, producto de situaciones de amenaza con el ganado doméstico.Entre los años 2003 y 2009 la mayor parte de los animales fueron muertos por cazadores que buscaban activamente a otros animales como presa y en esa acción fueron interceptados por error los yaguaretés. 
En la actualidad, los investigadores deben sumar mayores y más acertados métodos de investigación y estudio, pero ocurre que los yaguaretés , habitan en zonas selváticas de difícil acceso, con lo cual, sólo es posible su estudio cuando se aproximan a rangos más cercanos a áreas en dónde la gestión humana ya ha intervenido y de la cual, es más factible que el yaguareté huya intuyendo su presencia hostil.
Originally published at http://accionbiodiversidadblog.com/ April 04, 2023.
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elchaqueno · 1 year
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Corredores verdes, el camino para contrarrestar el calentamiento global
La expansión urbana y el aumento de la población en Bolivia trajo altos niveles de contaminación, degradación del medio ambiente y el cambio climático como consecuencia. La aparición de corredores verdes para contrarrestar el calor es una tendencia que se viene imponiendo en ciudades de Latinoamérica. En La Paz se puede pensar en este tipo de intervenciones para mejorar la calidad de vida de la…
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yo-sostenible · 2 years
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El corredor verde 'BarMar' no responde a las necesidades de la ciudadanía para hacer frente a la crisis energética
El corredor verde ‘BarMar’ no responde a las necesidades de la ciudadanía para hacer frente a la crisis energética
Organizaciones ecologistas y sociales cuestionan la necesidad del corredor verde BarMar anunciado por los gobiernos francés, español y portugués. Esta propuesta de infraestructura no responde a las necesidades de la ciudadanía para hacer frente a la crisis energética y aleja una transición energética justa. La inconsistencia técnica del proyecto visibiliza una apuesta promovida por el sector…
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novedadesmadrid · 2 years
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Francia, Portugal y España acuerdan el "corredor de energía verde" Med
Francia, Portugal y España acuerdan el “corredor de energía verde” Med
Los líderes de Francia, Portugal y España dijeron el jueves que acordaron reemplazar una conexión de gasoducto propuesta entre la Península Ibérica y Francia con un “corredor de energía verde” submarino que eventualmente transportaría hidrógeno. El primer ministro español, Pedro Sánchez, dijo que el plan es conectar la península ibérica con Francia y el mercado energético europeo por medio de un…
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jujuygrafico · 2 years
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Norte Grande busca la concreción del Corredor Bioceánico
#Política | #NorteGrande busca la concreción del #CorredorBioceánico
El Gobernador de la Provincia de Jujuy, Gerardo Morales, participó del 14° encuentro de gobernadores del Norte Grande, en Santiago del Estero. En la ocasión, se diagramó una agenda de pedidos a Nación sobre estrategias de financiamiento para el Corredor Bioceánico con Banco Mundial, BID, FMI, como así también subsidios al transporte, energía renovable y segmentación tarifaria.La reunión, que…
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tecontos · 2 months
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Ferias gostosa fodendo e sendo gozada (Julho-2024)
By; Andrea
Me chamo Andrea e o que vou contar aqui aconteceu comigo nesse mês de Julho (férias). Eu tenho 19 anos, cabelos castanhos claros um pouco acima dos ombros, pele clara, olhos verdes, 1,55 de altura e uns 45 kg.
Moro em Santa Catarina, numa das praias de Jaguaruna. Nossa família não tem muito dinheiro então, eu e minha irmã mais nova ajudamos trabalhando nas casas de veranistas como empregadas. Mas tem uma casa em especial que eu adoro trabalhar porque o pessoal lá é muito legal. O dono da casa é nativo lá, mas morava e trabalhava a vida inteira no Rio Grande do Sul e só vinha para a casa da praia nas férias e em alguns feriados. Na maior parte do tempo, a casa fica com o primo do dono e sua esposa. Como eles não tinham onde morar, o dono da casa permitiu que eles morassem lá em troca de deixar a casa sempre protegida e sempre pronta para receber ele a qualquer momento, como se fossem caseiros.
Mas quem vinha lá com mais frequência era o filho do dono da casa. E ele era muito gato. Era alto, acho que 1,80 mais ou menos, magro, tinha olhos verdes e era sempre tão querido, me tratava com respeito mas nunca demonstrou qualquer intensão. Na verdade ele chegava, pegava a prancha e ia pro mar, voltava, comia e saia com os amigos. Volta a e ia dormir. E era sempre assim. Mas eu era caidinha por ele! Era só ele pedir e eu pularia no colo dele na hora. E por isso, sempre que ele entrava em casa, ou sentava pra ver tv, ou ouvir música, eu ficava olhando pra ele, quase encarando mesmo. As vezes ele olhava também, mas era só isso.
Então, nesse mês de julho ele veio para praia. Chegou na sexta, dia 11, ainda de manhã, lembro bem, estava chovendo e mesmo assim, ele chegou, trocou de roupa, pegou a prancha e foi surfar. Estava meio frio naquele dia então, logo ele voltou. Quando chegou eu estava decidida a mostrar pra ele que eu estava afim. Ele estava sozinho, sem os amigos, e sem namorada. Ele era meu!
Antes de entrar em casa ele tirou a roupa de borracha, e a camiseta de laicra e ficou só de sunga e eu fiquei na porta escorada só olhando. Quando ele entrou em casa perguntei como estava o mar e ele respondeu:
- Horrível! Gelado! Fiquei lá uma hora e peguei uma onda só. Preciso de um banho pra me esquentar!
E foi para o banheiro maior da casa.
No meio do banho ele abriu a porta e pediu que eu levasse a toalha que ele tinha esquecido. Eu levei e tentei olhar, mas só consegui ver um pouco dele peladinho. Tive vontade de empurrar a porta e entrar no banheiro a força. Mas não podia, afinal não estávamos sozinhos na casa… o casal de caseiros estava sempre lá: ela trabalhava em casa como costureira e ele não trabalhava.
Então ele finalmente saiu do banheiro, só de toalha… lembro como se fosse hoje, tive vontade de me ajoelhar na frente dele, arrancar aquela toalha e cair de boca naquele pau que eu ainda não tinha visto.
Ele passou por mim no corredor estreito e eu ocupei o corredor o suficiente pra ele passar se esfregando em mim e perguntei:
- Tava bom o banho?
E ele: - Sim! Ótimo! E sorriu e piscou pra mim.
Então foi para a suíte do pai dele onde ele ficava quando o pai não estava lá, encostou a porta e eu pulei lá para espiar, e sim, ela já estava peladinho! Deu pra ver a bunda dele e quando se virou, olhou bem onde eu estava. Disfarcei, saí e não pude ver ele de frente.
Ele saiu do quarto de calça de abrigo e camiseta. Acho que estava sem cueca. Logo servi o almoço, almoçamos todos, os caseiros como de costume foram dormir, ele foi assistir tv e eu fui lavar a louça, sempre olhando pra ele.
Depois ele saiu pra dar uma volta, para olhar o mar. Quando voltou, trocou de roupa e foi surfar. Voltou depois de uma hora, e repetimos o ritual do banho da manhã. O resto da tarde ele e o caseiro passaram jogando conversa fora. Tomamos, café, jantamos depois de um tempo os caseiros foram dormir e eu fiquei lavando a louça enquanto ele sentou no sofá para assistir tv.
A tv ficava no lado direito do sofá e para poder assistir tínhamos que sentar de lado. Então quando terminei de lavar a louça tomei um banho e quando voltei a cozinha estava escura, iluminada apenas pela luz da tv. Sentei no sofá atrás dele, de lado, quase enconxando ele. Ele viu que eu estava ali. Me olhou e disse:
- Pensei que tinha perdido minha parceira de tv.
E eu respondi na hora: - de jeito nenhum!
Depois de um tempo, ele veio mais para trás e se encostou em mim e eu aproveitei e me encostei mais ainda nele. Meus seios bem colados as costas dele e minha coxa nas coxas dele. Ele olhou para trás, bem nos meus olhos e eu nós dele. Meu coração disparou. Senti meu corpo inteiro tremendo. Ele continuou me olhando nos olhos e se aproximando e eu avancei e beijei ele.
Nos agarramos no sofá e nos beijamos como dois desesperados. Quando percebi ele já estava com uma mão por baixo da minha camiseta apalpando meus seios. Então arranquei a camiseta. Ele olhou e começou a beijar e chupar meus peitos. Eu já estava viajando longe, então tirei a camiseta dele, ele se sentou no sofá e tirou a calça e sim, ele estava sem cueca e sim o pau dele estava duro e era lindo e grande e quando ele terminou de tirar a calça eu já estava chupando aquela rola deliciosa. Então ele murmurou:
- Vai devagar! Senão não sei quanto tempo vou aguentar essa boquinha.
Por mim ele podia gozar onde quisesse. Eu era a putinha dele, totalmente entregue e submissa e só queria que ele soubesse disso! Então ele me tirou do pau dele, me deitou no sofá, tirou minha calça e minha calcinha de uma vez só. Jogou tudo longe, abriu minhas pernas e começou a beijar meu pé direito, e foi descendo, beijando minha canela, minha coxa até chegar na minha bucetinha que a essa altura estava ensopada e fez aquilo ninguém antes nem meu namorado fez em dois anos de namoro: beijou e lambeu meu clitóris como eles faziam nos filmes pornôs que já tinha visto. Eu quase delirei! Nunca tinha sentido aquilo! Ele sabia muito bem o que estava fazendo. Eu mau conseguia respirar! Era muito intenso. Tinha vontade de gritar mas isso acordaria os caseiros. Estava quase ficando louca e implorei pra chupar o pau dele novamente. Então ele disse:
- Se eu colocar meu pau nessa boquinha linda, vou gozar na hora!
E eu respondi: - Então vem! Vem gozar na minha boquinha.
Eu fiquei deitada e ele veio por cima de mim de joelhos, encostou a cabeça do pau na minha boca. Era tão gostoso! Levantei a cabeça e comecei a chupar aquela rola molhada. E logo senti o primeiro jato de porra na minha boca. Ele tirou o pau pra fora e continuou esporrando no meu rosto. Nunca tinha sentido tanto tesão na vida! Queria que ele não parasse mais de gozar. Quando parou, ele enfiou o pau ainda duro na minha boca e eu comecei a chupar e lamber bem devagar. Depois ele saiu de cima de mim e pediu desculpas por ter sido tão rápido e disse que iria compensar na próxima.
Eu disse pra não se desculpar principalmente porque haveria a próxima e que a noite só estava começando. Além do mais, sempre tive vontade de ter um homem gozando no meu rosto, como nos filmes, mas nem meu namorado nem nenhum outro cara com quem eu já tinha transado jamais teria essa chance pois até o momento nunca tinham despertado em mim o tesão que ele despertou.
Então levantei, fui até o banheiro da suite e quando me vi no espelho com o rosto e os cabelos ainda cobertos de porra me senti como uma atriz porno dos filmes que eu via. Ele chegou por trás de mim e disse:
- Tu já é linda, mas com essa porra toda no rosto, fica mais linda ainda.
Então ele me colocou de joelhos, e começou a passar o pau no meu rosto recolhendo e empurrando um pouco de porra pra minha boca e disse:
- Engole a minha porra?
E eu como uma boa putinha que era naquele momento, não respondi nada, apenas engoli tudo!
Ele me levantou, me beijou e disse: - toma um banho que eu vou te esperar na cama. Vou te compensar. Vou te comer a noite toda! Quer?
Eu respondi: - Claro que quero.
Tomei uma ducha pra tirar a porra do cabelo e pulei na cama em cima dele. Nos beijamos um pouco, ele me deitou na cama e abriu minhas pernas e começou a me chupar. Me chupou por um bom tempo até que pela primeira vez na minha vida eu gozei!
Depois disso ele veio por cima de mim e enfiou aquele caralho gostoso na minha bucetinha e começou a me foder com com força. Era tudo tão gostoso e agradável que eu já não estava mais controlado nada e logo gozei novamente. Assim que gozei ele me colocou de quatro e me comeu forte e gostoso enquanto falava:
- Toma minha putinha! Vou te comer toda hoje.
E eu respondia: - Isso! Me come! Me come forte. Não para! Fode a tua putinha! Fode toda!
Ele: Ah é? Quer que eu te foda toda? Toda mesmo? Até esse cuzinho rosinha? Quer que eu coma esse cuzinho?
E eu já louca: - Isso!!! Come meu cuzinho! Goza no meu rosto! Faz o que quiser com a tua putinha!
Então ele tirou o pau na minha bucetinha, deu um cuspida no meu cuzinho, se abaixou, e lambeu ele um pouco, depois se levantou e começou a enfiar aquele caralho gostoso e quente no meu cuzinho apertado bem devagar. Era muito gostoso. Depois ele começou o foder devagar pra não machucar. Cuspiu mais uma vez e continuou fodendo minha bundinha um pouco mais rápido. Então pedi pra foder mais forte e mais rápido e ele nem pensou começou a foder com força. Eu estava louca de tanto tesão. Então ele saiu, deitou ao meu lado e disse:
- Vem em cima! Senta o cuzinho no meu pau!
Sentei naquela rola de frente para ele e comecei a pular, me inclinando para trás, e fodendo cada vez mais rápido enquanto ele massageava meu clitóris. Aquilo estava tão delicioso que gozei! Gozei com um pau no meu cuzinho!
Então sai de cima e caí de boca! Agora, mais do que antes eu queria leite de macho! Chupei aquela vara e quando ele estava quase gozando, se levantou enquanto eu me deitava totalmente submissa. Ele se posicionou de joelhos do meu lado, apontou o pau para o meu rosto, disse pra eu abrir a boca e começou a jorrar toda a porra que eu precisava pra me sentir completa.
Quando parou de gozar, deixou aquele caralho latejando bem pertinho da minha boca. Eu comecei a chupar e lamber ele e novamente ele esfregou o pau no meu rostinho recolhendo a porra e levando para minha boquinha sedenta. Eu nem precisei que ele mandasse. Engoli tudo novamente. Estava começando a gostar mesmo do gosto é do cheiro de porra quente.
Depois de um tempo, me lavei novamente, voltei pra cama e depois de descansar transamos mais uma vez e depois dormimos.
No dia seguinte eu estava satisfeita. Depois do almoço, Quando os caseiros foram dormir, eu estava lavando a louça e ele estava no sofá, assistindo tv enquanto eu me virei pra olhar pra ele como de costume, ele estava sem calça e de pau duro no sofá! Fiquei olhando aquela vara deliciosa que tinha me fodido toda na noite passada e minha bucetinha já começou a babar. Ele se levantou, veio na minha direção, me pegou, me mandou ficar de joelhos. Nem tive tempo de secar as mãos. Me ajoelhei e ele enfiou aquele caralho duro e melado na minha boca e começou a foder como se estivesse fodendo o meu cuzinho. Então ele perguntou:
- Quer leitinho na boquinha? Nessa boquinha linda? Quer?
Com aquela tora fodendo minha boca e com as bolas dele batendo no meu queixo, sinalizei que sim! Mas por dentro eu gritava:
- Sim! Sim! Fode minha boquinha e enche ela de porra quente!!!
Não demorou muito e os primeiros jatos de porra começaram a encher a minha boca. Ele tirou da minha boca e alguns jatos ainda caíram na minha testa e bochecha. Abri a boca e mostrei pra ele que estava cheia de leite. Então fechei e engoli tudinho!
Ele me colocou de pé, me pegou no colo e disse:
- Quer que eu te compense?
Eu disse que sim e fomos para o quarto. Deu pra dar umas duas antes que os caseiros acordassem.
E isso se repetiu Duran todos os 20 dias que ele ficou aqui de férias, fui a sua putinha, levei na buceta, no cuzinho e levei gozada no rosto, na boquinha, nos peitos... acho que no corpo todo.
Foi a melhor férias que tive e acho que ele também...
Enviado ao Te Contos por Andrea
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froghazz · 2 years
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Be good, feed me, leak for me. 🎨
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Avisos: Breeding Kink, impact kink e spit kink levíssimo, lactation kink.
Dinâmica: Alfa x Ômega.
Eles são completamente doidos mas é tudo por causa da classe, não achem os dois emocionados eu imploro!!!
Obrigada aos anjinhos que me mandaram os plots que eu juntei pra fazer essa aqui. 🫶🏻
Boa leitura. 💛
🎨
Louis estava fodido. Hoje era o primeiro dia que ele estava na faculdade após longas duas semanas faltando quase todo dia. Veja bem, ele não é irresponsável nem nada assim, ele apenas teve que cuidar dos irmãos enquanto sua mãe viajava à trabalho. Os gêmeos pegaram uma gripe muito forte e por isso, não puderam frequentar à escola nesse período. Apesar de ser bolsista, Louis tinha notas impecáveis e fazia obras tão fantásticas que era um dos alunos exemplo da instituição, participando sempre de aulas extracurriculares e expondo seus trabalhos em nome da Faculdade de Artes de Doncaster. Chegou praticamente agora na sala de aula, logo sendo chamado pelo professor e ele não tinha dúvidas sobre o enorme puxão de orelha que receberia.
- Tomlinson, eu compreendo. Mas você vai ter que ir até o reitor, existem coisas que não estão ao meu alcance. Você é um dos nossos melhores artistas mas ainda assim, é necessário que compreenda suas responsabilidades. Por favor, fale com o reitor e logo após retorne para minha aula. – o professor franziu os lábios, claramente chateado por toda a situação.
- Tudo bem, eu entendo. – Louis suspirou, agarrando sua bolsa novamente e saindo da sala. Ele atravessou o corredor, subindo as escadas em direção à diretoria, estalando o pescoço antes de bater à porta. Se distraiu olhando a placa dourada na porta: “Mrs. Styles.” Ela dizia, tão prepotente quanto toda a academia de artes era.
- Entre. – A voz de Styles soou do outro lado da porta, despertando Louis do transe. Ele girou a maçaneta, entrando na sala e fechando a porta atrás de si. – Bom dia, Tomlinson. Fico feliz em vê-lo por aqui. Por favor, sente-se. – Harry apontou a poltrona do lado oposto da mesa à qual estava sentado, ajeitando seu paletó perfeitamente alinhado.
- Bom dia, senhor Styles. – Louis sorriu fraco, sentando-se. – Bom, me disseram que o senhor gostaria de falar comigo. – ele introduziu o assunto, deixando sua bolsa ao lado de sua poltrona, ao chão.
- Sim, você está correto. Imagino que saiba que minha motivação é seu repentino sumiço, duas semanas, Tomlinson. O que aconteceu? – Styles ajeitou um cacho atrás da orelha que havia se soltado do coque.
- Meus irmãos ficaram doentes, pegaram uma gripe muito forte. Minha mãe teve que viajar à trabalho, e minha outra irmã faz faculdade em outra cidade, então não havia ninguém pra cuidar deles além de mim. – Louis tentou disfarçar seu nervosismo pela presença de Harry, descontando a inquietação em mexer na barra de sua blusa.
- Eu entendo. – Harry suspirou, pegando Louis de surpresa pela reação. – Eu também já estive na faculdade e também era bolsista, é terrível quando temos imprevistos e não conseguimos cumprir com as nossas atividades. Eu sinto muito por isso, mas não consigo te salvar disso sem algum argumento muito bom pra dar na reunião com os outros reitores. – Ele explicou.
- Desculpe, acho que não entendi. – Louis franziu o cenho.
- Preciso de alguma novidade artística sua, Tomlinson. Algo que eu leve até eles e apresente como um desperdício imenso caso queiram cancelar sua bolsa. Você tem algo pra mim? – ele perguntou, tirando Louis no eixo por alguns segundos.
- Eu... Eu comecei a treinar realismo por observação , em pessoas. Não mais em objetos inanimados. – Ele sorriu ladino, sentindo suas inseguranças em suas habilidades o inundarem. – Mas é só um começo, sabe? Ainda não é apresentável. – Louis olhou nos olhos de Styles pela primeira vez desde que se sentou, sendo puxado para a infinidade verde que eram os olhos do ômega.
- Quero que tente. – Harry desviou o olhar, ajeitando seus anéis em suas mãos antes de retomar o contato visual. – Me desenhe. – propôs.
- Isso é demais, senhor Styles. Eu ainda não sou bom. – ele negou.
- Por favor, Tomlinson. Preciso que me ajude à te ajudar. – respirou fundo, sentindo o cheiro de nervosismo do alfa em sua sala. – Comecemos assim, me chame de Harry. Não sou seu reitor malvado e rígido, sou apenas seu modelo legal e que adoraria ajudar você à permanecer nessa faculdade. – ele sorriu pequeno.
- Ok. – Louis secou as mãos suadas na calça, olhando ao redor. – Pode se sentar no sofá, Harry? Ele é na frente da janela e eu gosto de desenhar contra à luz. – tentou sorrir descontraído, pegando seu sketchbook, um lápis e uma borracha da sua bolsa. Harry acenou positivamente, se levantando da cadeira e indo até o sofá.
- Tem alguma preferência? – Harry perguntou com as penas cruzadas, as mãos apoiadas no joelho.
- Pode tirar o paletó? Foi mal, mas eu odeio desenhar roupa. – Louis sorriu mais tranquilo, indo até o outro sofá de frente com o de Harry e sentando-se ali.
- Claro. – Harry tirou o paletó, deixando ao seu lado no sofá. – E a pose? – ele falou afrouxando a gravata.
- Escolhe você. – Louis disse, olhando Harry fixamente. – Só faça algo que faria, não algo robotizado. Me entende? – ele disse em tom de confusão, genuinamente em dúvida se conseguiu se expressar direito. Harry sorriu, jogando o corpo pro lado. Ele deitou de lado no sofá, uma mão abaixo da cabeça e a outra em seu quadril.
- Me pinte como uma de suas garotas francesas, Jack. – disse rindo, os dentes de coelho aparecendo. O cheiro de Louis não era mais tão nervoso assim. Observou ele rindo de si, deixando sua cabeça tombar no encosto, pronto pra mudar de posição.
- Não! – Louis quase falou alto demais. – Eu gostei, mesmo. – o sorriso dele era imenso. – Foi algo espontâneo, sua personalidade. Eu gostei. – sorriu ladino.
- Vai usar isso pra tirar sarro de mim com seus amigos depois, mas eu aceito esse fardo. – ele riu, voltando a repousar sua cabeça sob a mão.
- Não vou, prometo. – Louis riu, começando a esboçar o esqueleto. Ele começou pelo sofá, se atentando apenas como o estofado afundava com o peso de Harry, só para ter noção das dimensões. Percebeu que ele tinha os olhos perdidos pela sala, como se estivesse desconfortável com o silêncio. – Pode conversar comigo, se quiser. – sorriu pequeno, fazendo as linhas mais precisas, olhando fixamente para as coxas grossas que eram apertadas pela calça social.
- Porque decidiu fazer artes, Louis? – perguntou agora observando a feição do alfa, percebendo como era um garoto bonito.
- Além de amar, acho que porquê eu acredito que seja a forma de arte mais intensa. Por exemplo, quando você ouve uma música, ela tem a capacidade de transmitir o sentimento posto ali mas ainda assim você acaba se prendendo as letras que você mais se identifica, as que falam sobre os momentos que você experenciou, ao contrário das pinturas, por exemplo. Se há uma pintura de uma casa de madeira no meio da floresta, você provavelmente vai imaginar se aquilo foi observado e replicado ou se é um fragmento de um sonho do artista. Você vai se deixar pensar em como seria morar ali, qual é o sentimento, se quando chove há aquele cheiro intenso de terra molhada, se você faria um café ou um chá, se iria sentar em frente à janela ou na varanda. Vai se perguntar se aquilo conseguiria te completar, se a madeira dos pilares de sustentação ficariam úmidos e gelados. Você viaja, sua imaginação faz você questionar sua existência, sua vida, suas escolhas. – Louis falava baixo, fazendo Harry olhar para sua boca sem ao menos piscar, concentrado e hipnotizado no outro.
- E o realismo? Porque se encantou? – Harry disse baixo também, como se tivesse medo de que sua voz quebrasse o encanto do momento.
- Eu sei que o realismo é estimado demais por conta da dificuldade que é fazê-lo. Entendo quem acha a arte mais incrível e também a mais desinteressante, mas pra mim, a magia do realismo não é sua perfeição ou a habilidade necessária. Quando eu te mostrar, você vai conseguir ver como eu vejo você. No espelho, muito provavelmente, haverão detalhes que você vai considerar imperfeições ou traços seus que particularmente não admira. Pela minha visão, é possível perceber como eu te olho, quais são seus detalhes mais fortes, quais coisas em você me chamaram tanto a atenção que eu tive que reproduzir no desenho, te dando a oportunidade de entender quais são os seus detalhes que mais me atraem. – Louis olhou fixamente para seu rosto, dando atenção à cada marca de expressão.
- E quais são os meus detalhes que mais te atraem? – A respiração de Harry estava desregulada, engolindo em seco sob o olhar intenso de Louis.
- Praticamente todos, pra ser sincero. Sua mandíbula é desenhada, como uma escultura. Sua boca também, o contorno é marcado e específico, assim como seus dentes da frente são maiores, o que faz seu sorriso ser extremamente atraente. Me desculpe se eu disse demais. – Louis ainda percorria cada detalhe do rosto do ômega com atenção, sentindo seu lobo se agitar dentro de si. Não o culpe, ele ainda tinha seus instintos.
- Mais alguma coisa? – Harry engoliu em seco, tendo que umedecer os lábios, onde Louis rapidamente grudou seu olhar.
- Seus olhos. O formato deles é particular e o verde intenso, se eu fosse colorir teria que misturar inúmeros tons até se aproximar do real e acredito que mesmo assim não seria possível. Eles são muito, muito bonitos, suas sobrancelhas são cheias também, fazem uma bela moldura para eles e condenam sempre seus sentimentos. – Louis sorriu fraco, se ajeitando na cadeira.
- Obrigado, Louis. – acompanhou o sorriso, sentindo seu estômago gelado. – Você tem um olhar muito bonito sob as coisas. – ele aproveitou que o alfa havia retornado a atenção ao desenho, deixando seus olhos passearem por todo corpo dele, tendo que ignorar seu ômega interior implorando para se submeter.
- Eu sou um homem de muitos clichês. – Louis riu fraco, sentindo que o cheiro de Harry havia se tornado mais presente, deixando a sala mais doce, sentia-se em uma padaria pela manhã, onde os bolos mais cheirosos acabam de sair dos fornos. – Sou romântico, cavalheiro, solícito, emocionado, como meus amigos dizem. – ele riu, se sentindo agitado com o cheiro desejoso de Harry. – Acredito que há beleza em tudo, que até mesmo nos lugares mais sombrios e solitários sempre haverá um feixe de luz solar, um lampejo de esperança e a promessa de um bom futuro. Acredito na mudança, na possibilidade de haver mais pessoas boas, situações boas e caminhos bons. Acredito que devo muito disso à minha criação. – Louis esboçou o coque bagunçado dele, atentando-se aos fios rebeldes.
- Um tanto quanto narcisista, também. – Harry brincou, tentando disfarçar o quão afetado pelo alfa ele se encontrava. Louis tinha um cheiro forte, exatamente como havia descrito sobre a pintura, era como carvalho e terra molhada, um cheiro de casa tranquila, para Harry. Mesmo que ele não soubesse exatamente o que isso significava.
- Apenas sou um apreciador constante de eu mesmo. – Louis não conseguiu rir, tendo que cruzar as pernas por sentir seu cacete pulsar devido ao cheiro. Ele sentiu seu lobo tomar mais espaço dentro de si, se culpando quando passou segundos inteiros olhando para a pele desnuda do pescoço de seu reitor e se perdendo nos pensamentos de marcá-lo. É seu instinto primitivo e não há nada que Louis possa fazer além de se permitir imaginar. – Tire a gravata e abra os primeiros botões. – mandou com firmeza. – Por favor. – ele limpou a garganta, tentando minimizar sua imponência no comando.
Harry levou as mãos já trêmulas até a gravata, afrouxando até que fosse possível passar por sua cabeça. Ele o fez, deixando-a no chão e abrindo os quatro primeiros botões, deixando que Louis percebesse suas tatuagens de pássaro abaixo da clavícula e o início de seus peitos cheios.
- Você tem mais tatuagens? – Louis tentou mudar o assunto mas sendo incapaz de desviar o olhar, deixando-se observar como os peitos do ômega eram durinhos e seus mamilos apontavam pelo tecido fino da camisa.
- Muitas. – Harry respondeu baixinho, sentindo sua lubrificação natural escorrer pelo meio da bunda redonda.
- Eu também tenho, é uma das formas de arte mais bonitas, na minha opinião. – Louis observou mais uma vez as tatuagens, desviando rapidamente para os mamilos quando o tecido começou a escurecer, mostrando que estava molhado contra os bicos. – Harry. – chamou autoritário, atraindo a atenção pata seus olhos, deixando que Harry percebesse suas pupilas dilatadas. – Seus peitos. – avisou, sentindo seu instinto mais primitivo tentando ganhar espaço, a vontade inigualável de ir até Harry e fodê-lo com força.
- Oh meu deus! – Harry choramingou, sentando-se rapidamente e cobrindo as manchas com os braços. – Me desculpe Louis, me desculpe. – seus olhos encheram d’água, se sentindo envergonhado demais.
- Não tem problema, Harry. Você está grávido? Tem um alfa? – Louis abandonou suas cordialidades, sendo invasivo e não se importando nem um pouco com o fato.
- Não. – Harry sussurrou.
- Não precisa mentir pra mim. – Louis sentiu seu pau pulsar forte, tendo que ser discreto ao apertar por cima da calça.
- Não estou mentindo. – Harry choramingou. – Eu... Meus peitos eles...
- Me conte, Harry. – Louis observava as lágrimas do ômega.
- Eu vazo quando fico excitado. – disse de uma vez só. – Pode ir embora, por favor. Me desculpe. – sua cabeça permanecia baixa.
- Eu posso te ajudar com isso, Harry. Me deixa te ajudar. – Louis pediu, deixando o tesão tomar conta de si.
- Como assim? – Harry engoliu em seco, olhando para Louis ainda com a cabeça baixa.
- Deixa eu mamar seus peitinhos, ômega. Prometo que o farei e não direi à ninguém. – Louis deixou o caderno na mesa de centro, abrindo as pernas e encostando as costas no encosto do sofá, dando batidinhas em suas coxas. – Venha aqui. – pediu.
- Promete que não vai contar pra ninguém? – Harry perguntou manhoso.
- Prometo, ômega. Venha, seja bom pra mim. – Ele incentivou, vendo Harry se levantar devagar e ir até ele, ficando em pé entre suas pernas abertas.
Louis tocou suas coxas, puxando para si, fazendo o ômega sentar em seu colo, uma perna para cada lado de seu quadril. Ele segurou a cintura de Harry com as duas mãos, apertando com delicadeza. – Abra sua camisa, mostre seus peitos pra mim. – mandou olhando em seus olhos. Harry o obedeceu, abrindo a camisa até o umbigo, abaixando lentamente põe seus ombros, deixando os peitos bem perto do rosto do alfa. – Eu vou te mamar e deixar seus peitos vazios, ômega. – suas mãos deslizaram para cima, apertando os peitos, vendo o leite vazar entre seus dedos. Ele levou a boca até os mesmos, lambendo devagar um dos mamilos. Harry gemeu manhoso, movendo o quadril, raspando sua bunda cada vez mais molhada na pelve do alfa. Louis fechou sua boca no mamilo, sugando e sentindo o gosto açucarado do leite do ômega. Harry gemeu, segurando a cabeça do alfa com carinho, acariciando seu couro cabeludo enquanto dele mamava seu leite. Louis estava insano, seu pau doía de tão duro, o cheiro de Harry era entorpecente e seu lobo implorava para foder seu corpo.
- Você gostou do meu leite, alfa? – Harry perguntou choroso, gemendo baixinho, necessitado de aprovação.
- É uma delícia, ômega. Eu poderia me alimentar todos os dias nos seus peitos. – afirmou, dando atenção ao outro peito que estava negligenciado até agora. – Rebola em mim, Harry. Você quer isso, não quer? Seu gosto tá me deixando maluco, bebê. – Louis mordeu o mamilo com cuidado, fazendo Harry gemer mais alto e assentir vezes demais, encaixando a bunda bem acima do cacete de Louis antes de começar a rebolar.
- Seu pau parece tão grande. – Harry deslizou as mãos pelo corpo do alfa, apreciando seus músculos.
- Pede, ômega. Pede e eu vou te dar, você está sendo tão generoso comigo, me deixando tomar todo seu leite, sendo tão bom em me servir. É só me pedir e eu vou te dar, sim? – Louis lambeu toda a carne dos peitos, deslizando suas mãos por eles, espalhando o leite e retornando a mamar, inebriado pelo sabor delicioso do mesmo.
- Você pode me dar seu nó, alfa? Por favor, eu preciso tanto, meu rabinho tá doendo, muito vazio. – ele pediu deixando suas lágrimas saírem.
- Claro que sim, ômega. Levanta pro seu alfa tirar sua roupa, sim? – Louis mandou, vendo Harry se por de pé com dificuldade. Ele terminou de abrir sua camiseta, tirando do copo do ômega e a deixando ao seu lado no sofá. Observou as tatuagens pelos braços dele e a mariposa no estômago, tão, tão bonito. Abriu o botão da calça e a braguilha, abaixando lentamente por suas pernas. Harry tirou os sapatos com os próprios pés, deixando Louis tirar totalmente sua calça. – Que surpresa deliciosa, bebê. – Louis elogiou a calcinha boxer verde clarinha de algodão que ele usava. – Lindo, lindo. – beijou seu pau duro contra a mesma, abaixando ela com delicadeza por suas pernas. Observando o quão molhada a mesma de encontrava. Segurou o cacete de Harry, lambendo a glande. – Seu pau é enorme para um ômega, querido. Delicioso pra mim. – elogiou, sugando a glande pra dentro da boca, descendo pelo comprimento e levando até a garganta, mamando o pau dele igual fez nos peitos. Ele apertou a bunda de Harry entre os dedos, abrindo ela com as duas mãos, passando o dedo médio por entre as bandas, sentindo como ômega pingava lubrificação para si. Tirou o pau dele da boca, girando seus quadris e o deixando de costas. Abriu a bunda, olhando o cuzinho piscando, brilhando de tão melado. Se aproximou, sua respiração quente ali fazendo o ômega se arrepiar dos pés à cabeça. Ele lambeu, tomando sua lubrificação doce, sentindo o gosto frutado, como um bolo de creme branco e morangos. Gemeu contra, segurando com força a cintura do ômega e metendo a língua pra dentro do cuzinho, o lambendo esfomeado, o comendo com a língua. Harry segurava firme em seus cabelos e rebolava contra seu rosto, as pernas trêmulas e gemendo baixo.
- Alfa, por favor. – gemeu, levando os dedos até o cuzinho, ameaçando penetrar. – Não, não, não! – ele contraiu o buraquinho. – Posso ter só seu pau? Por favor alfa, me abre com ele. – choramingou.
- Como quiser, bebê. Você vai aguentar meu cacete no seu rabinho, hm? Sem preparação? – Louis deu um tapa fraco na bunda dele, o ouvindo gemer e seu corpo pular.
- Sim, prometo. – Assentiu, sentindo Louis o virar de frente para si de novo. Observou como seu rosto estava molhado, a barba brilhando numa mistura de leite e lubrificação. – Você tem proteção? – perguntou baixo.
- Tsc, Tsc, Tsc. – Louis negou com a cabeça, começando a abrir seu cinto. – Você não quer meus filhotes dentro de você, Harry? Que desrespeito, ômega. – repreendeu. – Eu quero encher você com meus filhotes. Que atitude feia a sua, rejeitando um alfa que foi tão bom com você esse tempo todo. – Louis abriu a braguilha, puxando o pau de dentro da cueca, punhetando lento enquanto olhava nos olhos do ômega.
- Você é tão grande, meu deus. – o ômega gemeu. – Me enche com seus filhotinhos, alfa. – falou choroso, os olhos fixos no pau dele pingando pré gozo. – Me desculpa por falar da camisinha, eu não queria mas achei que você sim, eu... – ele esfregou o rosto, confuso demais com todos os sentimentos que Louis lhe causava. - Pode colocar filhotinhos aqui, Lou. Por favor. – ele parecia desesperado por algo, acariciou a própria barriga, subindo até os próprios peitos, gemendo aliviado quando o leite saiu e deslizou por seu abdômen.
- Eu te desculpo, ômega, mas só dessa vez. Venha, vou deixar você brincar com meu cacete enquanto eu te mamo mais. – ele puxou Harry, o fazendo se sentar em seu colo novamente. Segurou firme e possessivo em sua bunda, passando a cabeça inchada do cacete no cuzinho do ômega, o provocando.
- Por favor, alfa. – Harry rebolou, os olhos pidões nos possessivos de Louis.
- Senta. – mandou, segurando seu pau com firmeza, sentindo Harry sentar lentamente, engolindo tudo com facilidade mesmo que seu aperto fosse doloroso. – Parece que nunca foi fodido na vida de tão apertado. – Louis gemeu, jogando a cabeça pra trás quando Harry soltou todo o peso em si, engolindo cada milímetro do pau grosso.
- Obrigada, alfa. – agradeceu. – Obrigada. – gemeu levando as mãos até abaixo da camiseta do mesmo, sentindo os músculos do abdômen, sendo incapaz de não puxar a camiseta pra cima e a jogar de lado, olhando e apreciando o tronco delicioso de Louis.
- Que rabinho gostoso, bebê. Se esticou tanto e tão bem pra me receber, um ômega tão bom e prestativo. Está sendo tão útil pro seu alfa, querido. Você merece até um beijo, você quer? – Louis segurou os peitos de novo, tão cheios que não parecia que tinha mamado tanto. – Lindo, cheio de leite pra mim de novo.
- Por favor. – Gemeu. – Quero tudo que você quiser me dar, alfa. – ele se aproximou, abraçando o pescoço de Louis.
Louis por sua vez mamou o peitinho, mantendo uma quantidade ali, segurando as bochechas de Harry com força e o obrigando a abrir a boca, encostando os lábios no dele e cuspindo seu próprio leite nela. Harry recebeu de bom grado, engolindo tudinho antes de esfregar seus lábios nos de Louis, que invadiu eles com a língua, o beijando com cuidado e sentindo Harry amolecer em seu carinho. Louis deslizou a mão pela bunda do ômega, sentindo com o dedo médio a borda toda esticada em seu pau, deslizando seu dedo com facilidade ali.
- Você está vazando tanto no meu pau, amor. – disse com os lábios ainda nos de Harry.
- Posso rebolar pra você, alfa? Você deixa? – Harry se contraiu no pau dele, fazendo carinho em sua nuca.
- Pode, bebê. Faça o que quiser, estou aqui pra ajudar você, sim? – Louis beijou seu pescoço, não tardando em voltar a sugar os peitos de Harry.
O fato era que Louis estava ficando louco com tudo isso, o gosto do leite de Harry era absurdamente bom, seu pau latejava e seu baixo ventre contraia desde a primeira vez que sentiu o gosto. Louis sonhava em ficar Harry desde a primeira vez que pôs os olhos no mais velho, no primeiro dia de aula. Em contra partida, sempre se manteve o mais longe possível do mesmo, sabendo que aquele desejo tão presente em si não iria e nem poderia se realizar. Por muito tempo se relacionou com outras pessoas e nunca tinha sentido tal atração por elas. Era desumano demais, a beleza e a presença de Harry causavam sentimentos nele que eram de sentir vergonha. Um homem mais velho, o qual imaginava anteriormente ser comprometido, com um relacionamento profissional estabelecido entre eles. Sua mãe provavelmente odiaria o fato apesar de que ele tinha uma forte crença de que isso mudaria quando ela conseguisse enxergar em Harry o que ele enxergava. Descobrir que seu temido reitor havia se excitado por ouvi-lo, que se submeteu tão fácil à si, que rebolava desesperado em seu pau já era muito para aguentar, mas que seus peitos vazaram leite quando ele estava com tesão? Aquilo era insano. Harry era um ômega perfeito para si e era exatamente por isso que estava se controlando tanto ali, impedindo que seu lobo tomasse conta e sua visão ficasse turva o fazendo empurrar seu pau bem fundo dentro dele, que marcasse todo o corpo dele com seus dentes, que o fizesse chorar e implorar por mais e mais filhotes dentro de si. Harry jogava o quadril para frente e para trás, a cabeça tombada pra trás enquanto seus peitos eram sugados e apertados com tanto desejo pelo outro, causando um alívio imenso e uma sensação sufocante para um ômega, aquela pontada insistente de que estava sendo bom, que estava alimentando o alfa, que estava o dando prazer o deixando entrar dentro de si e tomar tua sanidade. Seu corpo suava e tremia, seu baixo ventre doendo de tanta vontade de gozar litros em cima de Louis, sentindo os mamilos latejarem de tanto serem maltratados pelos dentes dele. – Louis... – ele chamou manhoso.
- Oi, ômega. – Louis respondeu, subindo seus beijos até o pescoço dele, lambendo e sugando sua jugular, sentindo sua pulsação contra a boca.
- Eu quero gozar. – ele sussurrou, rebolando e girando os quadris, fazendo a glande maltratar sua próstata.
- Está tão desesperado assim? Eu nem fiz nada com você ainda, Harry. – Ele sorriu contra seu pescoço, puxando a carne entre os dentes e o fazendo gemer alto, tremendo acima de si.
- Louis, porra! – Harry expôs mais o pescoço, deixando que ele o marcasse com um chupão.
- Você não fez nada por mim ainda, Harry. Você não é um bom ômega? – Louis provocou, dedilhando a coluna dele e o deixando arrepiado da cabeça aos pés. Ele segurou firme na carne macia da bunda dele com força, subindo e descendo o quadril de Harry, estocando lento contra seu buraco. Harry cravou as unhas em seus ombros, sua boca aberta em um gemido mudo. – Você só buscou o seu prazer até agora, não é? – perguntou, vendo Harry assentir.
- Me desculpa. Eu vou ser bom pra você, eu posso ser bom. – Harry choramingou olhando nos olhos de Louis, subindo e descendo em seu colo, fazendo um aperto tão grande em Louis e uma sensação tão boa de preenchimento que os dois gemeram em uníssono. Harry continuou, os olhos ainda grudados nos de Louis enquanto subia e descia, indo cada vez mais forte. O alfa puxou Harry pela nuca, grudando seus lábios, beijando-o com dominância. Harry não discutiu, entregando toda sua submissão de bandeja enquanto sentava, sentindo seu orgasmo explodindo, gozando entre os corpos colados dos dois. Louis afastou o rosto de Harry pelos cabelos da nuca, os quais segurava com possessividade. Com a outra mão, espalmou um tapa ardido na bunda dele.
- O que vamos fazer com isso, Harry? Hm? – questionou, batendo mais uma vez em sua bunda e vendo o ômega revirar os olhos. – Gosta de apanhar, ômega? – Louis riu excitado, dando mais tapas na bunda dele enquanto o mesmo assentia freneticamente. – O que vamos fazer com isso, Harry? Eu quero que me responda. – Louis olhou diretamente nos olhos fechados dele, esperando ele abri-los e conectar aos seus.
- Ainda quero seu nó, Louis, quero você enchendo minha barriga de filhotes. Você quer isso também, não quer? Diz que quer meus filhotinhos Lou. – Harry se remexia manhoso, as mãos percorrendo todo o tronco do alfa.
- É claro que eu quero, amor. Vai ficar tão lindo com eles na barriga, ômega. – Louis sentiu seu lobo tomar posse de si por completo, suas pupilas dilatadas. Ele segurou Harry pelas coxas e o deitou de costas no sofá, ficando entre suas pernas. – Deixa as pernas bem abertas pra mim, bebê. – disse sussurrado em seu ouvido, fazendo Harry revirar os olhos e obedecer. Ele se levantou e abaixou suas calças, deixando as mãos espertas de Harry abaixarem sua cueca com pressa, olhando todo o corpo delicioso de Harry deitado no sofá, as pernas ainda arreganhadas esperando por seu nó. Harry tinha os olhos brilhantes presos no tronco do outro, sentindo seu pau pulsar semi ereto e seu cuzinho soltar tanta lubrificação que escorreu pro estofado, melando todo o couro. Harry estava hipnotizado pelo alfa e sabia que isso era uma das piores coisas que poderiam acontecer consigo, ele era seu aluno, ele deveria estar levando  uma bronca por faltar e não fodendo o reitor, mas, Harry não era capaz de evitar. Ele já havia sido de outros homens, já havia se submetido durante seus heats e havia curtido tudo em geral, porém nunca tão intenso quanto Louis. Nunca gozando tão rápido assim, com movimentos lentos, com calma, com carinho. Nunca sentindo que o outro o desejava tanto, nunca com um alfa implorando pra engravida-lo, coisa que o deixava mais e mais molhado à cada segundo. Harry nunca tinha se interessado por Louis apesar de sempre ter reconhecido que o mesmo era o alfa mais bonito do lugar, o pensamento do outro ser mais novo e estar sob seus cuidados sempre o privou de seus pensamentos. Mas agora, sentia até mesmo uma ponta de arrependimento de seu lobo por nunca ter tomado ciência da submissão intrínseca que sempre teve pelo outro. Agora, o olhando de baixo com seu corpo nu, se deu conta de como seu tratamento com o outro havia sido passivo. Se fosse outro aluno, ele provavelmente teria discursado por minutos sobre responsabilidades e prioridades, sobre esforços e circunstâncias. Louis acariciou os cabelos de Harry que já haviam soltado do coque, olhando com curiosidade a expressão ilegível do ômega. Harry sentiu seu estômago se agitar quando sem ao menos pensar desceu do sofá, ajoelhando no chão à frente de Louis, sentou sob suas panturrilhas e olhando nos olhos azuis intensos e escuros, abriu sua boca e expôs sua língua.
- O que você quer, cachorrinho? – Louis perguntou sorrindo ladino, fazendo carinho em seu queixo.
- Ser bom. – Harry sussurrou, inclinando sua cabeça para ter mais do carinho sutil, esfregando sua bochecha contra a palma da mão dele. – Usa a minha boca, Louis. – ele engoliu em seco, vendo a glande brilhando e expelindo pré gozo.
- Quer meu pau na sua boquinha, bebê? É isso? – Louis perguntou mesmo sabendo que era exatamente isso, arrancando um assentir submisso do outro, os olhos verdes tomados pelas pupilas dilatadas. – Abre a boca. – mandou, ouvindo Harry gemer e obedecer. Ele segurou a base do pau, esfregando a cabecinha em sua língua. Harry gemeu e abocanhou a glande, sugando de leve, sentindo o gosto forte e cítrico do alfa. A tirou da boca e passou a lamber todo o comprimento, deixando-o todo babado antes de voltar pra cabecinha, engolindo ela e a levando cada vez mais fundo. Ele ia e voltava devagar, até conseguir que sua garganta relaxasse o suficiente para receber o quanto precisasse do cacete, até que seu nariz ficasse pressionado contra os pelinhos da pelve de Louis. Ele, por sua vez, ajeitou os cabelos de Harry em um rabo de cavalo, segurando com possessividade antes de pressionar mais o rosto de Harry contra seu pau. Retirou da boca dele, esfregando-o contra todo o rostinho choroso, o molhando todo com sua baba e o pré gozo que escorria em abundância. Harry gemeu alto com a ação, segurando nos quadris de Louis e subindo com as unhas até o abdômen, apreciando sua barriga pecaminosa.
- Eu sei o que você quer. – ele afirmou. – Faça, meu alfa. Eu aguento. – incentivou, colocando a glande de volta na boca, esperando Louis o fazer.
- Que cachorrinho bom que eu arrumei. – Louis sorriu malicioso, empurrando seu pau até a garganta dele e voltando, repetindo o processo com lentidão, grunhindo com o aperto sufocante da garganta dele em sua glande inchada. -  Eu vou foder sua garganta, Harry. É isso que você quer? – perguntou com a voz rouca, apertando mais os cabelos de Harry e fazendo o couro cabeludo dele queimar. Ele gemeu contra o cacete, revirando os olhos por trás das pálpebras. Assentiu ainda com ele fundo em sua garganta, respirando fundo e se preparando. – Caralho ômega, eu vou acabar com você. – ele usou a mão livre pra dar um tapinha fraco em sua bochecha, fazendo Harry esfregar sua bunda em seus calcanhares. Louis grunhiu excitado, arremetendo o quadril para frente e para trás, aumentando a velocidade das estocadas aos poucos. Harry gemia fora de órbita, os olhos revirando enquanto Louis tinha a cabeça jogada pra trás, gemendo rouco enquanto socava o pau direto na garganta do ômega. Ele aguentava tudo de bom grado, sentindo seus lábios dormentes e a garganta ardendo, se aproveitando de toda a dor e agonia do momento, transformando seu desespero em pura luxúria, tendo que apertar seus peitos e deixar o leite sair, manchando o carpete bege, fazendo uma mancha enorme nele de leite e lubrificação que à essa altura já pingava abundante de sua entradinha que piscava. Louis segurou mais forte em seus cabelos e passou a empurrar sua cabeça contra seus movimentos, pouco se importando se doía ou se era demais, gemendo prazeroso com os barulhos de engasgo que o ômega fazia. Harry sentiu seu baixo ventre retorcer com tamanha brutalidade, sendo fisicamente incapaz de segurar o orgasmo forte que lhe atingiu, gozando por todo carpete, chamando a atenção de Louis pelos jatos que atingiram seus pés. Louis puxou a cabeça de Harry para trás, apreciando sua imagem. Os cabelos bagunçados, os olhos vermelhos cheios de lágrimas, as bochechas úmidas, os lábios vermelhos e inchadinhos, o pescoço suado e corado, os peitos cheios, o leite que deixou todo seu corpinho molhado e por mim toda a bagunça molhada que havia abaixo de si. Leite, lubrificação e porra numa grande poça no carpete, fazendo Louis espalmar um tapa dolorido contra sua bochecha. – Que bagunça, bebê. – ele se abaixou, ficando de frente com o rosto de Harry. – Gozou forte assim só por ter a boca fodida? – ele sorriu, passando o dedão em seus lábios, olhando no fundo dos olhos verdes.
- Sim. – Harry disse envergonhado. – Me desculpa. – ele abaixou o olhar.
- Olhe pra mim, ômega. – Louis usou sua voz de alfa  chamando a atenção imediata de Harry que se apavorou.
- Nunca me peça desculpas por ter gozado. Nunca. – repreendeu. – Eu quero tirar tantos orgasmos de você ao ponto de você ficar tremendo e babando nos meus lençóis. Quero foder seu corpo até você ficar tonto de tanto se esforçar pra me aguentar fodendo seu rabo repetidas vezes. – Louis falou sério, segurando no pescoço de Harry e puxando seu lábio inferior com os dentes, o fazendo tremer. – Nunca se desculpe por ser bom pra mim. – ditou.
- Me desculpa. Não vai acontecer de novo. – sussurrou.
- Bom garoto. Agora eu vou te dar meu nó, te encher todinho com meus filhotes, sim? – fez carinho em sua bochecha úmida.
- Não sei se eu aguento. – admitiu envergonhado.
- Não seja idiota, cachorrinho. Seus peitos estão pingando e sua bunda tão encharcada que sua lubrificação está literalmente escorrendo até o chão. Seu corpo implora pelo meu nó e pelo meu leite. Seu cuzinho está tão necessitado do meu cacete que está piscando. Seu cérebro pode achar que não, mas seu corpo te entrega. – ele disse bravo. – Cale a boca e deite no sofá, sua única escolha aqui é se vai abrir suas pernas pra mim de frente ou de bruços. – Louis cuspiu em seu rosto, o beijando possessivo logo após. Harry gemeu alto com tudo aquilo, subindo no sofá e deitando de bruços, empinando a bunda.
- Fode meu rabinho assim. – ele falou com a respiração engatada. – Faz sem carinho, me mostra seu lobo. – pediu manhoso.
Louis grunhiu se colocando entre as pernas de Harry, enfiando seu cacete em seu cuzinho, puxando seus cabelos pra trás e sussurrando em seu ouvido. – Se quiser meu lobo, vai ter que achar uma palavra de segurança. Quando eu me liberto, Harry, eu não sou nada gentil, muito menos paro se você implorar. Preciso de uma palavra que me faça retomar o controle nessas situações. É o que você realmente quer? – ele empurrou seu pau até a base, fazendo o rabinho se alargar todo. Ele esperou alguns segundos, constatando que Harry não queria aquilo verdadeiramente. – Foi o que eu imaginei. – ele estocou devagar, sentindo-o contrair em seu pau.
- Luxúria. – disse manhoso.
- O que? – Louis gemeu em seu ouvido, o fodendo devagarinho.
- Minha palavra. Luxúria. – disse afetado. – Agora acaba comigo. Me fode até eu chorar. – pediu rebolando a bunda.
Louis foi inundado por um misto de sentimentos. Primeiro porque Harry foi um dos únicos que realmente quis seu lobo e, segundo, porque todos que o aceitavam sumiam no dia seguinte. O lobo de Louis é agressivo e completamente primitivo, ele machucava e não se importava nem um pouco de fazê-lo se isso lhe proporcionasse um bom orgasmo. Louis estremeceu, mordendo o ombro de Harry e enrolando sua mão em seu cabelo, o usando como uma espécie de alça. – De for demais, me impeça. Não tente aguentar tudo, eu entendo que sou demais Harry. Não tente ser bom, se quiser me parar, me pare. Entendeu? – ele usou a voz de alfa, vendo Harry revirar os olhos e pulsar forte em si. – Me responde.
- Entendi, meu alfa. – disse aéreo, seu corpo tremendo com a voz de Louis em seu ouvido.
Louis lambeu seu pescoço, sentindo a jugular de Harry tremer sob o raspar de seus dentes ali. Voltou até seu ombro e mordeu fraco, dando a primeira estocada forte, fazendo Harry gemer alto e se empinar mais. – Cuidado, não quero ninguém interrompendo a gente. Não seja tão escandaloso. – Louis disse rouco, passando a estocar com força contra o rabinho sensível de Harry. Ele puxou a cabeça de Harry para trás e virou, deixando seu rostinho virado para si, rosnando em seu ouvido enquanto o fodia firme. Sua outra mão foi até o quadril ele, apertando forte e o mantendo empinado, enquanto seus quadris arremetiam com força. Seus olhos não se fechavam, ele olhava fixamente para as lágrimas que Harry soltava, ficando cada vez mais excitado com o desespero que ele emanava. – Um ômega tão perfeito que eu te marcaria como minha puta particular. Que buraco bom, cachorrinho. Um puta buraco bom de foder. – Louis dizia rouco em seu ouvido  soando extremamente possessivo, dando a Harry a certeza de que não era seu alfa delicado que estava ali e sim seu lado mais primitivo, o qual fode e reivindica tudo que quer, como quiser, independente do que seja.
O que Louis jamais esperaria é que Harry seria a última pessoa à temer esse seu lado e o primeiro à implorar para tê-lo novamente. Ser um ômega submisso normalmente o faz ter um tratamento bom e gentil, totalmente o contrário do que fantasia em sua cabeça toda vez que enfia seus dedos em seu rabinho à noite. O lobo do ômega exige dor, exige brutalidade, implora por servir da maneira mais selvagem possível, sendo fodido e subjugado sem limitações, sentindo que é única e exclusivamente utilizado pra aliviar o alfa e procriar. Era burro e nojento, como muitos que já o foderam lhe disseram e por isso sentir Louis alargando seu rabo com força, socando sua próstata sem dó, o fazia chorar por tamanho prazer que não era capaz de ser aliviado somente através dos gemidos que não paravam de escapar. Ele levou suas mãos pra trás, segurando as bochechas da bunda farta e avermelhada pelo impacto da pelve de Louis, a abrindo, deixando que Louis fosse mais fundo em si. O alfa rosnou deitando seu peito nas costas dele, segurando em sua cintura com força com as mãos, mordendo seu ombro com suas presas, perfurando a pele. Suas unhas rasgaram a pele da cintura de Harry, fazendo o outro chorar soluçando por todas aquelas sensações. Aquela dor, tão excitante para si, seu corpo implorava por mais daquilo. Seus mamilos durinhos friccionando com força no estofado já que o peso de Louis o apertava contra ele, seus dentes tão fundo que sangrava, assim como as unhas enterradas em sua carne fazendo aquilo arder como o inferno. E seu cuzinho, ardendo por tamanha sensibilidade, por tanto impacto que o quadril de Louis proporcionava.
- Alfa. – Harry gemeu, ouvindo Louis rosnar e sentindo-o afundar mais seus dentes em si. – Você me fode tão bem. Tão, tão bom pro seu ômega. – choramingou revirando os olhos, sentindo seu lobo tomar totalmente conta de si. – Goza em mim, sim? Me dá o seu nó, me dá seus filhotes. – ele revirou os olhos.
- Vira. – Louis mandou, se afastando sentando sob suas panturrilhas e olhando o cuzinho todo aberto e inchadinho, piscando para si. Rosnou irritado com a demora, segurando as pernas de Harry e o girando no sofá. Puxou as pernas em volta do seu quadril, movendo-o como queria. Ele se apoiou com uma mão ao lado da cabeça do ômega, penetrando ele de novo e se abaixando, o beijou e voltou a foder rápido, perseguindo seu orgasmo à todo custo. Harry gemia em sua boca e arranhava suas costas, deixando faixas de sangue por onde suas unhas alcançavam. – Meu. – Louis rosnou em seus lábios, o mordendo forte, arrancando um filete de sangue.
 
- Meu alfa. – Harry revirou os olhos, sentindo Louis tão fundo que perdia seus sentidos. – Tão bom que dá vontade de ter sua marca. – gemeu.
- Ômega. – Louis repreendeu, afundando seu rosto no pescoço dele, lambendo, lutando contra a vontade de morder. Suas presas apontaram e ele as raspou em sua jugular, fazendo Harry gozar mais uma vez, tão forte que sua visão escureceu. Mesmo assim, não parou de meter em si, ouvindo o ômega chorar e bater em seus braços. Ele rosnou mordendo o pescoço de leve, arranhando a pele com os dentes. Seu baixo ventre contraiu, ele sugou a pele fervente, sentindo o sangue correr rápido na jugular, arriscando pressionar as presas de leve, gozando forte dentro de Harry e o prendendo em seu nó, inchando em seu interior e o fazendo grunhir de dor, seu corpo tendo espasmos fortes. Rosnou soltando a pele e cravando os dentes em seu outro ombro, depositando ali o que deveria estar em seu pescoço. Lambeu e sugou a pele, começando a retomar a consciência aos poucos. – Está cheio dos meus filhotes. – ele rosnou em seu ouvido, o fazendo revirar os olhos de novo.
- Sim alfa, você encheu minha barriga. – Harry disse aéreo. Louis de afastou minimamente, olhando todo o sangue, nos ombros, no pescoço quase mordido, na boca mordida, na cintura, completamente fodido e machucado.  
- Gostoso pra caralho, bebê. – ele apertou seus peitos, deixando o leite escorrer pro sofá, o aliviando. - Porque não me pediu pra parar? – perguntou admirando o estrago que seus dentes fizeram. Harry abriu os olhos, encarando os de Louis.
- Eu disse que aguentava. – disse, a garganta seca. – Eu quis tudo. Ainda quero, bem pior. – suas pupilas ainda estavam dilatadas.
- Você quer mais do que ficar todo marcado, cortado e ensanguentado? – Louis perguntou, impressionado e fascinado.
- Quero. – Harry assentiu, fazendo carinho em sua própria barriga, algo que não passou despercebido por Louis.
- Me diz como que eu vou foder outra pessoa depois disso, Harry? Como caralhos eu vou me desprender do seu laço? – disse sério.
- Você não vai. – o ômega fechou o semblante. – Você é meu, Tomlinson. – rosnou.
- E quanto à faculdade? O que vão pensar? Eu vou perder minha bolsa ou você o seu cargo? – Louis questionou ainda sério, tentando ignorar que Harry rosnou para si.
- Eu sou um ômega, Louis. Mas eu sou o poder nessa merda. Não me subestime. – suspirou raivoso. – Você é meu, Louis. Isso não é discutível. – disse por fim, rosnando mais uma vez, sem quebrar o contato visual. Louis segurou seu rosto com brutalidade, quase juntando seus lábios.
- Não rosna pra mim, porra. – o ômega gemeu com a dor do aperto e Louis invadiu sua boca com a língua  o beijando esfomeado. - Você merece ser a porra de um quadro, Harry. Não vou desenhar você, eu vou pintar. Cada milímetro de seu corpo. É isso que eu vou fazer. – sussurrou contra seus lábios. O ouvindo gemer. – A porra de uma obra de arte, é isso que você é. – ele mordeu sua bochecha de leve.
- Meu. – Harry cravou as unhas em sua nuca, o fazendo grunhir.
- Seu. Mimado do caralho. – Louis sorriu ladino, lambendo seu pescoço.
- Cala a boca. – Harry retribuiu, um sorriso ladino nos lábios.
E por mais que essa fosse uma promessa verdadeira, Louis não poderia perder a oportunidade de transformar a vida de Harry num inferno. Lhe faria ferver em ciúmes e o foderia na sala de aula, o faria surtar e rosnar para si só para bater em sua bunda como castigo. Ele faria de tudo para Harry implorar para ter seus dentes cravados no pescoço branquinho.
- Eu preciso voltar pra sala, ômega. – Louis respirou fundo, inalando o cheiro doce dele.
- Eu sei. – disse a contra-gosto. – Mas acho que você deveria terminar de me desenhar. Eu realmente preciso daquilo. – Harry riu baixinho.
- Se a gente tentar você vai me dar todo seu leite de novo, eu vou de foder de novo e o ciclo não vai acabar nunca. – Louis riu, mordendo o maxilar de Harry.
- Prometo ficar quieto, deixar você terminar o desenho e só então pedir pra você me foder de novo. – sorriu segurando em seu rosto, dando-lhe um selar breve.
- Ok. – Louis sorriu imenso, roubando um beijo de Harry antes de levantar. – Eu realmente machuquei você, né? – olhou para todas as feridas e o sangue seco nelas.
- E eu amei. – Harry disse, subindo sua calcinha por suas pernas. – Quero que me machuque mais vezes. – mordeu o lábio inferior, começando a colocar a camisa de volta no corpo.
- É? – Louis sentiu seu peito esquentar por um breve momento. – Achei que era um ômega sensível. – ele subiu as calças pelas pernas, fechando devidamente e fazendo o mesmo com o cinto.
- Sou o oposto. – estalou a língua no céu da boca. – Você realmente acha que bonito do jeito que eu sou, eu estaria solteiro com trinta e cinco anos? – Harry riu bem humorado, continuando a se vestir. – Eu sou o pavor dos alfas, Louis. Nunca chegam nem mesmo num limite que me faça gozar. – Harry sentou no sofá, colando os sapatos.
- Porque você é masoquista, bebê. – Louis riu, puxando ele pela cintura quando ele se levantou. – Que bom que ninguém te fez gozar como eu. – sorriu convencido, puxando o lábio inferior de Harry entre os dentes. – Também nunca aguentaram meu lobo completamente. Você foi o primeiro. – Admitiu.
- Eles são fracos. – Harry riu, beijando Louis mais uma vez. – Agora só falta ver se você não tem um caráter duvidoso e aí sim poderemos nos casar. – brincou  tirando uma gargalhada sincera dele.
- Quero eu ver se você não é um velho ranzinza. – provocou, apertando Harry contra si.
- Velho é seu cu, garoto. – Harry brigou, rindo junto com Louis.
- Eu tenho vinte anos e você trinta e cinco, vai dizer que você é o novinho da relação? – provocou mais sentindo Harry estapear seu braço.
- Louis eu mesmo vou cancelar sua bolsa! – Harry brigou, fazendo bico, dando seu máximo para não cair em gargalhada novamente.
- Oh gracinha, para. – Louis beijou sua bochecha. – Meu denguinho tá bravo comigo, é? Bicudinho mais lindo. – Louis distribuiu beijinhos por todo o rosto dele, descendo até o pescoço. – Você é igual vinho amor, só melhora com o tempo. Tenho certeza que vai ser gostoso até quando não tiver dentes pra chupar meu pau. – Louis riu, tirando a pose de Harry que riu até a barriga doer.
- Caralho você é muito idiota. – Harry abraçou o pescoço de Louis, que prontamente o beijou.
- Agora senta lá meu ômega, vai rapidinho pra eu poder acabar o desenho logo e foder você todo de novo. – Sussurrou em ouvido, apertando sua bunda.
- Você tem compromisso hoje depois daqui? – Harry perguntou manhoso.
- Não. Porque, bebê? – Louis respondeu, subindo a mão até sua cintura.
- A gente vai jantar e você vai pra minha casa, então. – disse como ordem, sem ao menos questionar.
- Você vai pelo menos pagar um jantar antes de me usar né, pelo menos isso. – Louis fez piada.
- Quero te mostrar como foder comigo enquanto eu posso gemer alto seu nome é muito melhor. – Harry mordeu o lábio inferior, olhando Louis com expectativa.
- A gente pode pular o jantar também. – sugeriu rindo. – Eu vou amar foder você mais uma vez, ômega. – disse sorrindo ladino, apertando a cintura dele entre os dedos. – Só não pede pra eu te marcar de novo... É demais pra mim.
- Talvez eu faça, só pra ver o que acontece. – Harry sorriu sapeca.
- Acontece você acordando com a minha marca. – Louis riu.
- E se eu quiser?
- A marca de alguém com quem você fodeu pela primeira vez hoje? Acho que você é maluco. – respondeu bem humorado, mas seu baixo ventre contraiu com a ideia de tomá-lo como seu.
- Você não quer que eu seja seu? – Harry arqueou uma sobrancelha.
- Você já é meu, Harry. – ele viu os olhos dele brilharem. – Não é? Todo meu. – disse mais uma vez, vendo o sorriso de Harry começar a se formar. – A marca é seria e eu só farei depois que minha mãe te conhecer. Até lá a gente se conhece e eu marco seu corpo todo toda vez que te foder. – disse, mordendo seu queixo. – Parece bom pra você?
- Ótimo, alfa. – Harry assentiu, hipnotizado pela dominância de Louis.
- Então sente pra eu te desenhar, bebê. Vou te foder contra a porta antes de voltar pra sala. – sorriu ladino, dando um tapa na bunda de Harry antes de ir até o sofá melado dos seus fluidos corporais, rindo com a bagunça que fizeram. Se sentou onde ainda estava limpo e pegou o sketchbook, vendo Harry ir aéreo até o sofá, voltando pra posição que nunca deveria ter abandonado. – Vai ser difícil pra caralho me concentrar com esse seu cheiro. – sorriu ladino, vendo Harry esfregar uma coxa na outra. – Mas já, cachorrinho? – Louis riu, olhando-o todo desesperadinho no sofá.
- Louis... – Harry chamou, o baixo ventre borbulhando de novo.
Louis riu nasalado, levantando e guardando seu material em sua bolsa, andando e parando do lado da porta de entrada da sala – Vem aqui. – mandou, esperando Harry ir, parando na sua frente, brincando com os anéis em suas mãos. Ele levou as mãos até sua calça e abriu de novo. – Coloca as mãos na porta e fica quietinho pra mim, sim? – pediu.
- Louis, todo mundo pode ouvir. – disse receoso.
- Por isso eu mandei ficar quieto. – ele sorriu ladino. – Faz o que eu mandei e empina seu rabo pra mim. – viu Harry umedecer seus lábios, fazendo o que ele mandou, abrindo bem as pernas. Louis segurou os lados da calça dele a baixou até as coxas junto com a calcinha, abrindo seu cinto e calça, puxando seu pau já duro pra fora. Ele passou os dedos no meio da bunda de Harry, sentindo ele pingando de novo para si. – Tá encharcado pra mim de novo, bebê. – Sussurrou em sua orelha, segurando seu pau e forçando pra dentro do cuzinho de novo, segurando firme em seu quadril. Harry gemeu alto e Louis grunhiu, levando sua mão livre pra boca de Harry e a tapando, começando a se mover com força. Ele estocava com rapidez, sentindo Harry gemer contra sua mão. Com a outra ele se apoiou na porta, conseguindo equilíbrio pra manter o ritmo bruto que estabeleceu. – Você não sabe o quanto eu imaginei te foder contra essa porta, Harry. – segredou. Harry jogou sua cabeça pra trás e apoiou no ombro de Louis, que de imediato sugou a pele ferida pra dentro da boca, sentindo gosto metálico de sangue. Harry passou a empurrar sua bunda contra as estocadas rudes, revirando os olhos por baixo das pálpebras. – Você é meu cachorrinho, ômega. Me obedece, se esfrega em mim implorando por atenção, não é? – ele falava baixinho enquanto Harry assentia freneticamente. – vai gozar nas calças de novo? Só com meu cacete fodendo seu rabo? – grunhiu raspando os dentes na carne machucada do pescoço dele, o fazendo revirar os olhos e gozar forte com a dor intensa. Louis meteu mais forte segurando o quadril de Harry com força, gozando forte e o atando em seu nó. O ômega levou a mão pra barriga de novo, sorrindo aéreo.
- De novo. – falou manhoso. – Colocou mais filhotes aqui.
- Vou te encher de filhotes a noite toda, bebê. – Louis beijou seu pescoço, puxando o pau pra fora quando o nó desatou. Observou o cuzinho contraindo, a porra deslizando em suas coxas, a bunda num vermelho vivo de tanto se machucada pelo cinto que pendia em seu quadril. Ele puxou a calcinha e a calça dele pra cima, fechando, fazendo o mesmo consigo. Girou Harry pela cintura, beijando sua boca e o fazendo amolecer em seus braços de novo. – Não quero que ninguém entre aqui, seu cheiro está em toda parte. – ele disse sério. – E eu não gosto que sintam ou vejam o que é meu, ômega. Você entendeu? – ele viu Harry assentir devagar. – Ótimo, bebê. – ele se afastou, pegando sua bolsa e pendurando no ombro. – Eu termino o desenho na aula e te entrego à noite. – selou seus lábios.
- Como vai fazer se eu não estarei lá pra você me ver? – Harry questionou com um bico.
- Eu sou incapaz de esquecer qualquer traço seu, Harry. Decorei cada um deles. – Louis puxou o bico dele entre os dentes, dando um beijo amoroso antes de sair da sala, deixando um Harry aéreo e sorridente para trás.
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writing-ls · 1 year
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Mommy's baby
louis: 18
harriet: 35
......
As bochechas rosadas estavam contra o seio macio, os lábios rosinha formavam um bico pequeno. Ela acariciava a bochecha, seguindo até o cabelo castanho macio, os olhos verdes olhando sonolentos para a televisão. Os dois estavam agarradinhos no sofá, como todas as vezes que Louis ficava muito frustrado e a sua madrasta, Harriet, oferecia seu colinho para o enteado.
Louis era o filho que ela sempre sonhou. Ele era disposto, tão dedicado e obediente. Com aqueles olhos azuis brilhantes atentos a cada mínima coisa, e uma língua afiada que, muitas vezes, deixava a mulher sem paciência (na mesma mão que encantada, Harriet mal podia acreditar na ousadia que ele respondia as coisas). Louis já era crescido, mas ainda era o seu garotinho. Ela não se importava em, alguns dias, ajudar ele a tomar banho. Ficar abraçados juntos até que ele pegasse no sono. Ela adorava mesmo cuidar dele.
As exceções, quando o seu marido estava em mais uma viagem, era tirar a blusa e o sutiã, deixar que Louis colocasse a cabeça em seus seios para pegar no sono. E nessa tarde, que Louis chegou em casa tão estressado, foi exatamente o que eles fizeram após um banho quente. Ele cochilava nos seios da mulher, enquanto assistia a sua novela não demorou a acontecer o mesmo com ela.
Harriet caiu no sono. Daqueles leve como uma pena, então ela sentiu quando uma cavidade quentinha, úmida, cobriu seu mamilo sensível. Ela suspirou profundamente, ainda adormecida, quando sentiu o mamilo sendo sugado com vontade. O corpo dela arrepiou, e a mulher acordou com o seu próprio choramingo desesperado. “Ah. Lou!” Ela gemeu, vendo o menino mamando no seio dela. Harriet abraçou ele contra o seu corpo com mais força, “Hmmm.” Soltou quando os dentes dele se arrastaram na pele sensível. Ela desejou tanto ter leite naquele instante, queria poder ser capaz de alimentar o seu garotinho, queria que o leite quente e docinho enchesse a boca dele a cada sugada desesperada. Harriet fungou, desapontada, e fez carinho no rosto de Louis. Deixou que ele pegasse outro seio quando terminou com um, e eles ficaram assim até pegar no sono.
Então, isso passou a ser uma coisa. Louis ficou ainda mais mimado, e às vezes ficava óbvio que ele estava forçando carinha de choro apenas para poder usar as tetas da mamãe. Harriet fingia não notar, porque ela amava cuidar dele. Ela enchia o rosto dele de beijinhos, o levava para o banheiro e tirava as roupas dele, depois as suas, colocava Louis debaixo d'água e pegava a esponja de estrela e seu sabonete de morango. Enquanto cantava, ia ensaboando a pele levemente dourada, e já no banho mesmo Louis colocava o mamilo dentro da boca. Mas era só após o banho, quando já estavam limpos e sequinhos, que ele gruda com tudo, mamando na mamãe até adormecer.
A complicação dava as caras apenas quando o pai de Louis estava em casa, e ele tinha que dividir a sua mamãe. Ter que ver Harriet cuidando de outro homem, beijando ele nos lábios, e ele ter que ficar na sua cama pequena e fria sozinho enquanto ela estava em outro quarto, tendo seu corpo macio e quentinho abraçado por um homem, deixava o garoto fora de si. Algumas vezes, no meio da madrugada, Harriet conseguia escapar, encontrando seu garotinho sentado no chão do corredor esperando por ela. Mas não era sempre que isso acontecia, e Louis tinha que voltar para o quarto com a sensação de ser traído em seu coração.
A raiva foi ganhando força, cada vez mais. E em um dos finais de semana que o seu pai estava em casa, pouco após o jantar, enquanto assistia um pouco de televisão, Louis escutou um som estranho vindo da cozinha. Ele coçou os olhos, sonolento, e com os pés cobertos por meia deslizando pelo chão, ele foi até a cozinha. Seus olhinhos arregalaram, ele não podia acreditar no que estava vendo. A sua mãe estava sentada na mesa de jantar, nua, com as pernas abertas e os seios pesados, que o garotinho tanto amava, subindo e descendo por causa da respiração pesada. E o seu pai estava entre as pernas dela, mamando da mesma forma que ele gostava, mas ao invés de ser no seio era na sua boceta. Louis levou a mão na sua virilha, sentindo ela dolorida de uma forma familiar, ele pressionou os dedinhos contra a ponta do seu pau e prendeu a respiração. Tinha uma breve noção que não deveria estar vendo isso, mas não conseguia se mover.
Então os olhos dela encontraram ele ali, e no mesmo instante algo esguichou da boceta dela enquanto ela gemia mais alto. A sua mão segurando o homem pelo cabelo meio grisalho, esfregando o rosto dele contra a sua boceta.
Louis saiu de lá no mesmo silêncio que apareceu, subiu as escadas para o seu quarto rapidamente, a respiração pesada e seu coraçãozinho batendo forte. Quando entrou no seu quarto, e olhou para a sua calça de pijamas, tinha uma mancha grande e molhada.
Ele foi rápido em trocar as suas roupas e se esconder debaixo das cobertas, mas é óbvio que não conseguia dormir. A mera lembrança do que havia acabado de presenciar, fazia aquele formigamento na sua virilha ir voltando. Na medida que a raiva do seu pai ficava ainda maior. O garoto ficou inquieto, às vezes esfregava a mão contra a sua virilha, tentando aliviar, e às vezes chupava o dedo tentando imaginar ser o mamilo durinho da mamãe.
Quando não aguentou mais, Louis foi até o quarto dos seus pais. Ele caminhou na ponta dos pés, abriu a porta devagarinho e depois fechou ela atrás de si. O ambiente estava escuro, mas dava para ver Harriet deitada de conchinha com o seu pai. Louis subiu na cama com delicadeza, se pressionando contra ela para conseguir caber na cama.
No mesmo instante o braço dela puxou ele para mais perto. “Estava te esperando, baby.” Harriet sussurrou, beijando a bochecha dele. “Meu garotinho travesso, o que eu disse sobre bisbilhotar? Hum?”
Louis segurou nos peitos dela, apertando de forma possessiva. “Eu quero fazer o que ele fez.” Lembrando de quando um líquido dela espirrou no rosto do seu pai, ele adicionou “Eu quero o seu leite do jeitinho que ele teve, mamãe” ele foi descendo, apoiando os lábios entre os seios dela, depois na barriga que tinha uma leve protuberância. “Eu quero agora.” Louis foi sumindo entre as cobertas, não deixando que as mãos de Harriet puxasse ele pra cima de novo. Os olhos dele encheram de lágrimas quando ela apertou o seu cabelo, tentando afastar ele sem fazer barulho, mas o garotinho estava determinado a conseguir o que queria.
Louis sabia que tinha que ser cuidadoso para não acordar o seu pai, que estava com o corpo grudado nela. Então ele foi devagar, afastando as duas coxas gordinhas, e ficou surpreso quando a mãe não resistiu, e meio sem saber o que fazer, pressionou a boca contra a boceta dela.
O ar estava um pouco debaixo do cobertor, mas ele respirou fundo e tentou imitar o que viu. Foi esfregando os lábios contra a pele molhada e macia, ele fez isso até encontrar um carocinho, que no segundo que o seu lábio encostou a sua mãe reagiu. Louis começou a chupar devagar, incerto, primeiro esfregava a língua e depois sugava entre os lábios, sentindo que ia ficando cada vez mais molhado e quente. Foi quando tentou usar os seus dedos, para abrir mais a conchinha da mamãe, que ele notou algo nela. No buraco pouco abaixo, no cuzinho dela havia algo grande, que a ponta dos dedos dele tocou curioso, ele foi seguindo até encontrar bolas pesadas, com pelos, e Louis soltou rapidamente quando se deu conta de que era o seu pai.
Ele não sentiu nada além de uma raiva que doía. Até quando estava dormindo aquele homem tomaria o que era seu? Louis sentia o seu corpo ferver. Ele subiu um pouco mais para cima, seu rosto todo melado com o melzinho da mamãe enquanto ele colocava o seu pau pra fora. Louis teve um pouco de dificuldade para encaixar a cabeça do seu cacete na entradinha da boceta, Harriet continuava sussurrando não, desesperada, e as unhas longas dela arranhando a lateral dele enquanto tentava afastar o garoto, mas nada o impediu. O menino mordeu o lábio com força enquanto ia entrando na bocetinha estreita.
“Mamãe!” Ele gemeu, assustado com a pressão criada no seu cacete.
Harriet revirou os olhos, ficando molinha de prazer. O seu marido sempre foi grosso demais, e agora estava mantendo seu cuzinho cheio. Então o seu enteado meteu na sua bocetinha, e ela não tinha ideia que alguém de 18 anos poderia ter um cacete tão grande. Ela estava tão tão cheia.
Ainda adormecido, o homem mais velho voltou a socar devagarinho contra ela, ele apenas empurrava e roçava seu cacete dentro do cuzinho dela, gemendo contra os fios encaracolados. Louis deve ter notado a movimentação, porque ele começou a fazer a mesma coisa, porém com puro ódio e competição. Quanto mais forte ele fodia na boceta da mamãe, com mais força ela era empurrada no pau do seu marido.
“Você é minha! Minha!” O seu vigor era impressionante, Harriet queria implorar para que ele desse um tempo mas não conseguiu, estava tão cheia e dolorida que a sua única reação era gemer feito uma cadelinha.
Ela notou que o seu marido acordou pela força que ela estava sendo fodida, Harriet havia se tornada nada além de um brinquedinho, uma peça de competição, que um lado socava desesperado e inexperiente, cheio de raiva, e o outro era com persistência e desprezo.
“Então era isso que fazia enquanto eu estava trabalhando?” A voz grossa do homem despertou os dois, Louis que congelou de medo no mesmo instante, e Harriet que estava tendo seu cabelo puxado com força. “Deixava meu filho foder a sua boceta frouxa?” Ele tampou a boca de Harriet, sentindo as lágrimas quentes que molhavam a bochecha macia, e olhou para Louis “Eu mandei você parar, garoto?”
“Papai…” Louis choramingou, a sua raiva sendo substituída por um garoto manhoso de novo. “E-eu preciso me aliviar, por favor”
O mais velho riu, desacreditado que o seu filho poderia ser tão inocente. Sempre desconfiou de Louis. Mas fazia sentido que o garoto fosse assim, uma vez que estudou em casa a vida toda, e nunca saia sozinho sem os seus pais. A sua mão forte abriu mais a coxa de Harriet, deixando a boceta dela bem aberta para o seu filho.
“A sua mamãe é toda sua, garoto” Ele disse com malícia, vendo seu filho tremer enquanto enchia a xota da sua esposa de porra. “Gostou da bocetinha dela?”
“É tão apertadinha e quente” Louis disse fraco, era a sua primeira vez gozando em alguém e ele estava exausto. Porém, o seu pai não deixou.
O homem ainda socava no cuzinho dela quando disse “Vocês querem agir como vadias pelas minhas costas, então vou tratar vocês como vadias” Ele praticamente rosnou, empurrando Harriet feito uma boneca e enfiando seu cacete ao lado do de Louis. A diferença de grossura fez o homem gemer, segurando o seu filho para que ele não se afastasse. As bandas do bumbum de Harriet balançavam pelo quanto ela tremia, e Louis chorava pela sensibilidade no seu pau.
A mão dele era grande no bumbum do garoto, ele apertava a pele carnuda e empurrava seu filho contra a boceta que os dois fodiam. “Se você não comer ela direto” O homem avisou sem ar “Eu vou foder essa sua bunda até você desmaiar, Louis.” Ele avisou o garoto, que voltou a se mover no mesmo instante. O cacete deles roçava um no outro, lutando por espaço dentro da bocetinha de Harriet. Os peitos dela pulavam com a força que ela era usada, o rosto todo vermelho de choro e a boca aberta saindo gemidos alto, implorando pra ficar cheinha de porra.
Louis sentiu quando o seu pai gozou, o homem saiu de dentro de Harriet e o garoto sentia a porra quente e grossa escorrendo ao redor do seu cacete, deixando sua mamãe mais encharcada, sendo o suficiente para molhar até as suas bolas. O espaço antes pequeno agora estava mais frouxo ao seu redor, e Harriet pareceu gostar mais assim. Ele segurava nas coxas dela e socava com força, implorando pela mamãe enquanto perseguia o seu orgasmo.
Ela esguichou ao redor dele, apertando ainda mais enquanto seu líquido espirrava na virilha do garoto. O corpo de Harriet ficou molinho, tremendo com o impacto. E Louis socou mais um pouquinho antes de encher a mamãe com a sua porra, mais uma vez. Ele praticamente caiu em cima dela, o rosto entre os seios úmidos de suor e o pau ainda meio duro dentro da xotinha.
***
uma bem curtinha mesmo pq não sei se alguém vai gostar 😆 talvez eu faça uma parte 2!
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louddydisturb · 1 year
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Evil, ornery, scandalous and evil, most definitely
Harry, uma agente viuva negra. Foi enviada para a "missão tomlinson", missão comandada por zayn malik há mais de 2 anos onde o principal objetivo era exterminar o lider da maior facção do reino unido, louis tomlinson e ex namorado de harry antes dela as informações dele para o black widow project
Louis, 28
Harry, 26
Tw: violencia, knife play, blood kink, h!inter
Ultima one shot por um tempinho pq minhas aulas voltam segunda e eu vou me foder estudando mas volto em setembro ainda pq tenho umas q só falta finalizar
Ainda aceito ideias
Boa leitura!!
"Precisamos que faça um trabalho hoje a noite" zayn, chefe de harry, fala assim que a cacheada entra na sala ampla
"Eu ia na operação stones hoje" styles fala brincando com a arma em seus dedos
"Não vai mais, coloquei lauren no seu lugar" zayn tira alguns papeis de uma gaveta "sente-se por favor" harry acomoda a glock no suporte em sua coxa e senta na cadeira em frente a mesa do homem onde ela pode ler perfeitamente o nome da operação
Operacão tomlinson
"Ah não" ela bufa "não quero ir passar recado"
"Não irá passar recado, vamos por um fim nessa operação" os papeis são colocados na frente de harry que folheia um por um "hoje louis tomlinson chegará por volta das 11:00 da noite de uma de suas boates na parte boêmia de londres, você tem 1 hora para entrar no apartamento sem deixar rastros e fazer uma surpresinha para nosso amigo de longa data" zayn entrega outro papel, era a planta do prédio "confio em você, styles."
✨️
"Agente 1, na escuta?" Harry escuta um dos reforços falar no ponto em seu ouvido
"Na escuta" harry se abaixa no peitoral do terraço do prédio de tomlinson "reforço 1 e 2, fiquem preparados" ela diz terminando de prender a especie de corda que ela usar para descer até a janela do 25° andar, apenas 2 andares abaixo de onde ela estava "descendo para o alvo"
A cacheada pula do parapeito do predio, ficando presa pelo suporte em sua cintura
Ela desceu devagar fazendo o minimo de barulho possivel e então chegou na janela grande que dava a visão do apartamento completamente escuro de louis
Ela tirou uma especie de chave universal de seu cinto, não demorando mais que 5 minutos para estar caminhando pelo apartamento
Era um bom local, decoração moderna, organizado e limpo -- não por muito tempo --
"Agente 1, carro do alvo localizado, está entrando no estacionamento do predio"
"Tudo em posição" ela senta confortavelmente na cama king size do quarto grande, a adaga rodando em seus dedos
Seus olhos verdes caem no relogio analogico na parede
22:59:50
As luzes do corredor acendem e passos podem ser ouvidos
22:59:55
Harry escuta barulho do molho de chaves e então a porta principal é aberta
22:59:57
A porta é fechada e o barulho das botas ficam mais altos pelo apartamento
22:59:59
A luz do quarto onde estava é ligada
23:00:00
"Boa noite, senhor tomlinson" ela profere devagar, a ponta dos dedos delicados escostavam na ponta brilhante da adaga
"Oque malik tem de tão importante para me agraciar com a visita de uma de suas viuvas negras?" O tomlinson tateava uma parte falsa da parede
"Procurando isso?" Ela tira a pistola de sua cintura "uma otima arma, estavel e com otima precisão. Treinei com uma dessas" os olhos azuis gelidos a encaram
Harry levanta caminhando como um animal espreitando sua presa
"Pode dar o recado já" louis se escora da batente da porta ao que harry se aproxima mais 
"Já que insiste" em um movimento ela puxa o braço de louis, o jogando contra o chão e o imobilizando ali "vamos ver... louis william tomlinson, 28 anos, nascido em doncaster e se mudou para a casa do tio em londres aos 8 anos, esse que era um traficante famosinho na região e que te batia constantemente, com sede de vingança o louisinho de 16 anos começou a se meter em briguinhas de gangues de bairro e com 18 começou a criar seu propio imperio de drogas e prostituição" ele faz uma pausa, destravando a arma e pressionando o cano contra a cabeça de louis "que historia comovente, tommo. Eram assim que te chamavam, certo?"
"Fez o dever de casa, lindinha" ele vira a cabeça encarando a cacheada por cima do ombro "onde quer chegar? Você enrola muito" ele força seu corpo para o lado imobilizando harry embaixo de si, um tiro sendo disparado e quebrando o vidro da janela grande "parece que o jogo virou, agente styles"
''Agente 1, precisa de reforços?" Soa pelo ponto de comunicação
Harry puxa a cabeça de louis contra o chão, antes de se esgueirar dos braços fortes e levantar empunhando a arma
"Não" ela aperta o botão em sua cintura "bons movimentos, tommo. Me impressionou"
"Treinei com os melhores, lindinha. Se quiser posso te treinar tambem" ele levanta limpando o sangue que escorria de seu labio
"Francamente nós dois sabemos que sou melhor que você" louis é mais rapido em puxar a garota pela cintura a jogando na cama e tirando a arma, que era a sua, da mão dela
Ela estava com o peito contra a cama, uma de suas mãos estava presa firme em sua costas pelas mão de louis
"Sou mais agil"
"Não seja tão convencido, tommo" ela tira a adaga do suporte com a mão livre e faz um corte no braço esquerdo de tomlinson, rasgando a camisa termica que o outro usava
Ela aproveita a baixa guarda do outro para subir em suas costas e pressionar a adaga contra sua garganta
"Vou ser bem clara" ela puxa os fios castanhos e faz um arranhão no pescoço lisinho, sem cortar nada "entrega o chip"
"Amo quando puxam meu cabelo na cama, amor" ele sorri cafajeste, irritando harry "não tenho nenhum chip"
"Claro que tem, o localizador diz que está aqui" a adaga volta para o pescoço de louis "o chip" ela fala pausadamente aproximando seu rosto da cabeça de louis
"Você é agressiva, amor" harry bufa apertando o corte no braço de louis, sangue manchando o lençol branquinho "ai, ta bom, ta bom, preciso que me solte"
Harry sai de cima dele, uma mão empunhando a adaga e a outra na sua arma no suporte "vou mandar a conta da lavanderia para o fodido do malik" ele resmunga caminhando para o guarda roupa com harry em seu encalço
"Nem vai ser preciso" ela diz baixo com um sorriso de lado
"Aqui pega essa merda" quando harry avança pegar o chip louis a puxa colocando uma arma em sua cabeça "falhou no dever de casa, styles" ele aperta o braço em um mata leão "saberia que eu não entrego facil" ela tenta o esfaquear mas seu corpo é posto contra o armario, impedindo o contato da faca com o braço de louis e limitando os seus movimentos
Harry sentia o ar começar a fazer falta e sua cabeça latejar, ela solta a adaga se amolecendo no aperto de louis
"Fodida" ele solta o corpo de harry caminhando para longe
Harry resmunga baixinho antes de se levantar e derrubar o mais velho com uma tesoura de perna em volta do pescoço, fazendo-o gemer dolorido com queda
"Se fosse mais inteligente saberia que com a força que aplicou um mata-leão não mataria em 5 segundos" ela aperta as pernas em volta do pescoço de louis "fala aonde está o chip ou eu quebro teu pescoço e eu mesma acho"
"N-não s-ei" as mãos tatuadas apertam as coxas de harry tentando sair do aperto
"Não se faça de tonto, tomlinson. Mas saiba que vai ser otimo para o meu trabalho entregar na bandeja a cabeça do traficante mais procurado da inglaterra"
"Por ser você eu ate deixo" ele aperta um ponto na cintura de harry, fazendo-a afroxar o aperto e então louis pode se virar prendendo ambas mãos de harry em cima de sua cabeça "sabe, styles. Costumavamos formar uma otima dupla" ele aperta as bochechas gordinhas "até você me trair e me apunhalar pelas costas" ele desce a mão para as coxas apertadas no macacão "mas eu ainda sei seus pontos fracos, amor. Sei como te fazer ceder" ele aperta o local "malik é mesmo tão burro no nivel de te mandar para me matar?" Os labios fininhos beijam o pescoço alvo de harry
"Supera, tomlinson. já se passaram 3 anos ou continua chorando como um bebê chorão?" ela se debate no aperto de louis tentando se livrar das mãos fortes
"Você não sabe o quanto me excita ver oque você se tornou" ele mordisca a mandíbula da cacheada "você seria minha bonnie perfeita, amor"
"Me solta, tomlinson. Não irá quer um corte no outro braço tambem"
"Não negue, harry. Nos dois sabemos que não superou tambem" ele se encaixa no meio das coxas grossas, aproximando seu rosto do de harry
Os olhos verdes se fecharam, suspirando fundo. O perfume de louis a envolvia por completo
Louis solta as mãos de harry e se senta no meio de suas pernas, a garota se apoia em seus antebraços observando o outro ainda extasiada
"Eu já superei há muito tempo, encontrei outros que fodem melhor em menos de 1 mês"
"Ah sim?" Ele acaricia a panturilha dela por cima do tecido grosso "então só mais uma foda não vai fazer diferença?"
"Não vai ter "só mais uma foda" " ela faz as aspas com os dedos
"Não?" Louis engatinha ficando por cima de harry novamente
"Não" ela prendeu as coxas na cintura de louis e o virou, fazendo-o bater as costas no chão "não gosto de ficar por baixo, tomlinson" ela sente o volume nas calças jeans de louis embaixo de si
"Ah não gosta?" Ele levanta ainda com harry em seu colo e senta na cama "você gostava bastante quando estava comigo, ainda mais quando estava apanhando amarrada nessa cama" Harry passa os braços pelos ombros largos de louis e usa de apoio para rebolar contra a ereção embaixo de si "nada profisional de sua parte, styles"
"Voce quem começou" louis puxa o pequeno ziper do macacão de harry para baixo, liberando os peitos cheios da garota
"Ainda melhor do que eu lembrava" os labios fininhos beijam a pele exposta, fazendo-a se arrepiar "você continua tão sensivel quanto era três anos atrás, tem certeza que fodeu com alguem em todo esse tempo, harry?"
"Pode ter certeza que foram mais do que as putinhas que você usou de tapa buraco" ela puxa a camisa termica de louis para fora, as unhas passeando pelo peito desnudo
"Sempre achei que você ficava gostosa nesse uniforme, pena que vamos ter de tira-lo" ele empurra a parte de cima do macacão, deixando a aranha no braço direito a mostra
Louis beija e chupa o torso imaculado de harry, ouvindo-a gemer baixinho em seu colo
Ele estapeou a bunda redodinha antes de a jogar na cama e descer seu beijos até o fim da barriga de harry
"Confeso que prefiro te ver assim" as botas de harry vão para o chão, as adagas caindo e fazendo um barulho metalico no chão "na minha cama e a minha mercê" o macacão é retirado por ultimo, deixando-a apenas com a calcinha de renda molhada "não está sozinha styles?" Ele puxa o fio do ponto de comunicação que estava grudado com o macacão "não vai precisar mais disso" louis fala antes de se abaixar no meio das coxas de harry, ela podia sentir a respiração dele em sua pele
"Louis..." ela leva as mãos para os fios de louis, tentando o empurrar contra sua intimidade
"Continua apressada" ele se afasta para se deitar com a cabeça a apoiada nos traveseiros, harry entendeu aonde ele queria chegar
A cacheada engatinhou ate o peito de louis, virando de costas e ficando de quatro por cima dele
"Caralho" ele xinga baixinho antes de afastar a calcinha de harry e a puxar, sua lingua passeando por toda a buceta, iniciando uma sucção esfomeada
Harry rebolava contra a lingua de louis, gemendo manhosinha enquanto punhetava o pau duro por cima da calça
"Oh lou..." o moreno estava praticamente sufocado e sentindo seu pau pulsar no aperto da cueca
Ele tira harry de seu colo e termina de tirar a calça jeans e a cueca, suspirando aliviado antes de harry voltar para seu colo praticamente atacando seu pescoço
"Me fode, lou" ela fala baixinho entre as mordidas e chupões no pescoço do mais velho
"Se quer faça você mesma" o de olhos azuis aperta a bunda redonda e puxa os lados da calcinha delicada fazendo o tecido se partir "você disse que arrumou outros que te fodiam melhor, então eu talvez não saiba como você realmente gosta"
O resto do que era a calcinha de renda vai para o chão ao que harry levanta um pouco para encaixar o pau grosso em si, descendo com dificuldade considerando que eles estavam fodendo praticamente no seco
Os dois gemeram unisono, louis apertando a cinturinha fina
"Quica amor, você disse que gosta de ficar por cima" ele se apoia nos antebraços, jogando a cabeça para trás ao que harry rebola lentamente em seu pau
Harry esconde o rosto no pescoço de louis choramingando e apertando os ombros do mesmo
"Oque foi, nenem? Não está gostando? Você quem disse tudo, eu só estou fazendo oque você falou" as mãos fortes passeiam pelas curvas do corpinho em seu colo "diz oque você quer"
"Quero que me foda, só como você faz, lou." Ela quica mais urgente se sentindo a beira de um orgasmo "forte e fundo"
De repente as costas de harry voltam para a cama e louis se encaixa no meio das coxas começando a investir contra a garota, os musculos dos braços tatuados ficando aparentes ao que ele apertava e puxava as coxas gordinhas contra si
"Louis... porra" ela arranhava as costas largas buscando algum apoio ali
Ele grunhe sentindo a buceta apertar seu pau em um orgasmo longo, a cacheada arqueando as costas e gemendo abaixo de si
"Não para..." harry aperta os musculos fortes fazendo sangue escorrer pelo corte aberto ali, louis geme gozando em tiras grossas
Ele deita nos peitos cheios de harry tentando regular sua respiração e brincando com o mamilo durinho antes de o colocar na boca
Harry gemeu e apertou seus fios castanhos ainda sentindo o falo pulsar em si
"Você é uma traira, harry. Traiu minha confiança e agora está traindo a confiança de zayn. Tudo isso porque é uma puta por pica" ele sai de cima de harry apenas para a virar na cama, deixando-a de quatro e com a bunda colada em sua pelves "só uma puta, mas a minha puta" a mão de louis acerta em cheio a bunda branquinha deixando a marca exata ali "agora é a minha hora de mandar um recadinho para, zayn" ele penetra harry novamente, em  estocadas agressiva, os gemidos gritados ecoando por todo o quarto
Harry estava tão imersa no prazer que sequer percebeu louis ativando o microfone do seu ponto de comunicação que estava na cama
"Você é a puta do lou, hazza?" Ele apertava e estapeavas a bandas já vermelha
"Do lou...só do lou" louis sorri puxando os cachos, colando seu peito nas costas de harry
"Que putinha, amor. Estragando uma missão porque não consegue se controlar" harry geme ainda mais alto sentindo louis estimular seu clitoris e morder seu ombro "você vai trair o malik tambem?"
"Uhum" lagrimas se acumulavam no canto dos olhos verdes
"Sim?" O torso da cacheada volta para a cama "então vamos dar um ultimo recadinho para o filho da puta" ele pega a adaga de harry na cama, traçando a ponta fina pela pele macia de harry, ela geme mais alto sentindo a ardencia do corte
Louis traça um "LT" na bunda vermelha de harry, sangue escorrendo e sujando as mãos do mesmo, que voltava a foder harry, agora ainda mais agressivo e certeiro
Harry já nem sabia oque fazer, ela se sentia como se estivesse sendo estimulada em todos os pontos possiveis
Ela tentou escapar, gritar, espenear mas seu cerebro parecia que tinha desligado
Ela apenas esquichou contra a pelves de louis, choramingando no traveseiro e sentindo seu corpo tremer
Louis gozou quase que instantaneamente apenas e ver o estado de deixou sua garota
Ele desligou o microfone e acariciou as costas lisinhas de harry
"Shh... hazza, eu estou aqui" a cacheada choramingava baixinho colocando as mãos entre as pernas, sentindo a porra vazar devagarinho ali
Louis levantou pegando uma caixinha de primeiros socorros, tirando gaze e soro dali para poder limpar o corte que ja tinha parado de sangrar, ele passou uma pomada cicatrizante e então passou um paninho com agua morna com calma por toda a cacheada
Ele sabia o quão sensivel harry ficava depois de uma foda
"Deixa eu limpar" ele aponta sonolenta para o corte de louis
"Não precisa, eu limpo" ele pega uma camisa sua do armario e veste na garota, que agora estava sentada na cama, chiando baixinho com a dor no corte
"Eu que fiz, eu limpo" ela tira outra gaze e molha no soro, limpando todo o sangue seco que tinha escorrido pelo braço e o ferimento, perdendo um pouco da concentração nas tatuagens que pintavam todo o braço forte antes de envolver com um curativo
"Vem, vamos dormir no outro quarto, não to afim de trocar os lençois agora" louis diz puxando harry para o seu colo, que ri
"Você não mudou nada, né?" Ela deita no peito de louis ao que ele se joga na cama do outro quarto
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marrziy · 8 months
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Brahms Heelshire x Male Reader
"Os bonequinhos de Brahms"
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• Filme: Boneco do Mal (2016)
• Gêneros: terror/dark
• Sinopse: finalmente, você descobre onde sua irmã está enfurnada depois de sumir e não dizer para onde foi. Sem ter noção do que lhe aguarda, ao pisar naquele chão profano, você assina um contrato inquebrável com o destino, ignorando as letras miúdas que detalham com exatidão as horas, dias e semanas infernais que vêm junto da estadia.
• Avisos: descrição de violência, sequestro e toque indesejado.
• Palavras: 1.6k
3° pessoa - presente/passado
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De longe, era possível avistar a fumaça saindo de uma das várias chaminés no telhado vermelho, quase invisível no céu cinzento e de percepção nula quando diluída entre os pinheiros altos. O vislumbre da grande residência, mesmo que limitado, convidava a dar meia volta. Se não fosse a preocupação que guiava seus passos no pedregulho, você já teria redirecionado os calcanhares.
Você parou diante da arquitetura antiga. Seu tênis esmagava a grama verde e a presença arrepiante da mansão fazia o mesmo com você, tornando-o pequeno naquele cenário, onde você não passava de uma vítima da magnitude.
Seu corpo estava agasalhado, imune ao frio, diferente do seu rosto, nu e vulnerável, presa do vento fantasmagórico, que sem razão lógica, era mais cruel naquela região estranha.
Com o passar dos segundos reflexivos, você caminhou lentamente em direção à entrada, e conforme se aproximava da madeira cinzenta, ouvia a algazarra que se estendia de dentro para fora, ecoando da mansão.
A gritaria aumentava à medida que seu andar se transformava em correria.
Chamando por Greta, você atravessou a varanda. Mesmo com a perna tremendo, desesperado para fugir daquela redoma anormal, você pisou na madeira interna, atravessando a porta com o direito antes do esquerdo.
Tremendo como nunca antes, você acompanhou o barulho, arrastando os pés no corredor mal iluminado, chamando pela irmã com a voz morta.
Um bolo inchava na garganta e a confusão mental por não saber onde estava e não ter noção do que ocorria no desconhecido, te tirava o ar.
Lhe restou ofegar.
Não tinha porta no cômodo, não houve uma pausa antes da imagem envenenar seus sentidos.
Era uma sala de jantar. Um buraco enorme na parede destruía a boa organização ao redor, cacos de vidro bagunçavam o chão e no centro, um crime sujava o carpete.
Um homem engasgava com o próprio sangue enquanto outro, de face mascarada, afundava o que restou da face de um boneco na carne vulnerável. A cerâmica rasgava o pescoço da vítima, desunindo a pele e as veias. O sangue esguichava do corpo morto, que você reconheceu ser de Cole, ex da sua irmã.
E lá estava ela, no canto da sala. Ambos compartilham do mesmo pavor, aquele que gela a espinha e mareja os olhos. — Corra! — gritou Greta no instante em que suas pupilas se cruzaram.
Essa foi a última coisa que você ouviu antes de despertar.
Saber que são lembranças, e não um pesadelo qualquer, lhe gera um misto de repulsa, lástima e pânico, que se propaga do cérebro medroso para o coração ansioso e termina na pele trêmula.
Uma terrível dor de cabeça assola seus nervos, mas isso, nem seu corpo dormente, te impede de agir. Você tem os últimos acontecimentos reprisados e seu instinto clama por fuga.
Não há tempo a perder...
Entretanto, seu destino já foi selado, reescrevê-lo requer mais do que vontade.
Ao tentar dar o primeiro passo, que seria levantar daquela cama, uma pressão nos pulsos informa que seu limite de liberdade é a borda do colchão gasto.
Uma corda de fiapos rebeldes te une à cabeceira, tão apertada que a pele ao redor está vermelha. Os fios são muito finos e incomodam quando você se movimenta. Ela é curta e não te possibilita ficar de pé.
— Merda! — o resmungo vem junto da dor. Seu pulso arde após uma tentativa idiota de usar a força bruta como última alternativa.
Estar cativo permite que você observe e sinta os arredores e a si mesmo.
Algo úmido escorre da sua testa. Você leva o dedo e ele volta vermelho. A dor de cabeça está explicada...
Você lembra que acertou o cara da máscara com o atiçador da lareira. A ponta do ferro perfurou as costas dele, mas ao cair, ele agarrou o seu tornozelo e puxou. A sua cabeça colidiu com algum móvel, você apagou e acordou aqui.
O lugar parece uma zona bombardeada, mas é um quartinho. O cheiro de mofo irrita o nariz. Uma lâmpada ligada no teto baixo, quase inútil de tão fraca, ilumina parte daquele ambiente asqueroso. Seu olhar vagueia de um canto ao outro, captando paredes frágeis, móveis em estado crítico e uma bagunça que mataria qualquer perfeccionista. O outro lado do quarto permanece uma incógnita, já que você não completa o giro. Seu pescoço trava no meio do caminho quando uma presença é sentida.
Está no canto da parede, coberta pelo breu da extremidade...
A sua visão periférica embaça o corpo que te encara. Tudo nele está escondido na escuridão, exceto a máscara, que rebate a luz da lâmpada e cintila todo o horror moldado na face de cerâmica.
A quietude é cruel e parece durar uma eternidade.
Suor frio escorre da sua testa. Os músculos estão tensos, os punhos cerrados e as unhas machucam as palmas das mãos. Os olhos acumulam lágrimas, sem piscar por longos segundos, focados em um ponto qualquer na parede, paralisados diante da última imagem vista antes do chão desabar.
Você deseja perder a visão do olho direito, apenas para não ter aquele rosto pálido te assombrando.
Em pouco tempo, o barulho da sua respiração é o único som dentro das paredes. O ar que enche os pulmões parece insuficiente e a saliva atola na garganta.
Você queria que fosse um fantasma, mas é pior.
A presença é viva, é gente e não é boa.
O homem se aproxima da cama, e o único passo que ele dá faz você pular o mais distante possível. — Para! Fica longe! — você grita com a voz falha. A cama range devido aos seus movimentos, e você acaba com as costas apoiadas na cabeceira. Suas pernas estão unidas à frente do corpo, e você abraça os joelhos, desejando sumir conforme se encolhe.
Seu grito o assusta, e por três ou quatro segundos, ele obedece, permanecendo imóvel antes de voltar a andar em sua direção.
Você aperta as pálpebras no instante em que a aparência intimidadora do estranho fica nítida e quase grita quando sente movimentos no colchão.
Ele está tão perto...
Você o viu transformar o pescoço de um cara em patê, sem contar a máscara bizarra e o físico intimidador. Toda a razão está ao seu lado quando você leva as mãos para frente do rosto, se protegendo de algo que não vem.
A voz infantil soa e te conduz a espiar — Você tá machucado... deixa Brahms te ajudar! — a voz dele é mansa, mas não acalma, só adiciona mais à lista de esquisitices do dia.
Você até olha para os lados, procurando por uma criança antes de ter certeza que a voz vem do corpulento sentado na beira do colchão.
— Cadê a minha irmã? Cadê a Greta? — o medo de perder quem você veio buscar transforma seu coração em uma uva, passível de ser esmagado em questão de segundos por uma frase.
— Minha Greta tá dormindo em outro quarto. — Brahms umedece um tecido e prepara uma gaze.
Mesmo torcendo o nariz com a forma que a frase veio, saber que sua irmã está bem te alivia. — Quem é você? Por que tá fazendo isso?
Brahms não responde. Ele se curva em sua direção com o pano molhado em mãos. Sentindo-se acuado e propenso a rejeitar tudo o que vem dele, você afasta a mão de Brahms com um tapa. Seus movimentos estão limitados, o contato é mínimo, mas o mascarado estremece com o toque, denunciando seu repúdio à imprevisibilidade.
Ele não aceita negação e insiste, investindo novamente na aproximação. Dessa vez, você reage com um chute, atingindo o peitoral duro do homem maior. — Quem é você? Que lugar é esse? O que você quer? — não saber de nada é sufocante. Sua cabeça já não dói devido ao corte, mas sim por estar vazia de substância e cheia de suposições. — Me responde, caralho!
O medo aos poucos se torna coadjuvante da angústia, mas antes de se concretizar, você sente um último calafrio com os olhos do diabo te fitando através dos buracos na cerâmica.
— Eu falei pra me deixar te ajudar! — o tom é outro, já não se ouve mais os resquícios doces na voz de Brahms.
Quando ele rasteja até você, sua primeira reação é se encolher, mas no momento em que ele agarra o seu tornozelo, sirenes ecoam em seu interior. — Me solta! Não toca em mim! — você se debate no colchão, principalmente usando as pernas como mecanismo de defesa, mas aos poucos você se vê mais e mais rendido.
Brahms se enfia entre as suas pernas, afastando-as para os lados. Ele pressiona o corpo contra o seu, obrigando-o a ficar quieto. Você até tenta desviar a cabeça, mas a mão pesada de Brahms rodeia o seu pescoço, mantendo seu rosto imóvel enquanto ele limpa o sangue da sua testa. O pano está meio seco, então o Heelshire umedece o tecido com as lágrimas que vazam dos seus olhos.
O toque no seu ferimento é suave, ao contrário do aperto forte no seu pescoço e da pressão intensa do corpo grande de Brahms sobre o seu.
— Greta é a namorada de Brahms, mas Brahms também quer um namorado... por isso você tá aqui. Essa é a sua casa agora.
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tommodeladinho · 1 year
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E se eu postar algo nesse estilo aqui: mamãe Harry mimando seu filho único no primeiro hurt dele e fazendo de tudo para que ele se sinta melhor até mesmo dar sua bocetinha 🥺🤏
Ta ai um início de plot:
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Não, o problema não era Harry, ele amava passar tempo livre com sua mamãe tagarela indecisa andando de um lado para o outro no supermercado, voltando de 3 em 3s para lhe perguntar algo.
A questão da coisa era que também, da mesma forma que ele, todos os outros homens do estabelecimento se mostravam bem interessados no que ela fazia não deixando de acompanhar o andar da mais velha entre os corredores.
Ao invés de ser um tempo de descontração, Louis estava irritado, mais que o comum, nem ele estava se entendendo muito bem nos últimos meses. Sua mãe suspeitava que o garoto estava perto do seu primeiro hurt ou cio, apesar dele ter completado 18 anos no mês anterior e de já estar atrasado para sua primeira vez ela estava convicta que estava perto.
Já Louis não acreditava muito nessa opção, ele havia aceitado que era um beta e que nunca se descobriria um omega ou alfa igual sua mãe e seu pai, e apesar de falar que tudo bem ele queria pular de uma ponte sempre que lembrava desse detalhe. Seus pais o haviam aceitado muito bem, o progenitor não ligou, como sempre, nunca se importando com nada além do trabalho dos sonhos e sua mulher gostosa para esquentar sua cama e aquecer seu pau sempre que e estava em casa por alguns dias no mês. Já Harry não aceitava, não por ser contrária aos betas ou algo do tipo, mas por alegar que seu instinto materno estava apitando e que ela conseguia sentir pelo cheiro do seu bebê que ele era sim um alfa e que mais cedo ou mais tarde ele ia descobrir. Por isso, ela andava o mimando mais que o normal nos últimos tempos e passando pano para qualquer ato que ele estivesse cometendo por mais idiota que fosse.
— Bebê, desfaça essa carinha irritada e venha me ajudar empurrando esse carrinho pesado — a de olhos verdes sorriu fazendo carinho na face do outro, suavizando com os dedos as ruguinhas emburradas que aparecia no mais novo.
Louis agarrou com as duas mãos a cintura do outro puxando forma possessiva a cintura alheia fazendo seus corpos se esbarrarem, sem muita conversa se aconchegou no cangote da cacheada inspirando forte o aroma adocicado na parte sensível dela buscando se acalmar o mais rápido possível. Harry soltou um gritinho dengoso o abraçando em seguida enquanto lhe agarrava com força, além de saber que ele precisava, amava quando ele fazia isso a fazendo se sentir um pedacinho de nada totalmente maleável ao seu bem querer.
A relação dos dois era bem próxima, íntima e linda de se observar.
Como, John, marido da mulher era juíz federal, ele passou a vida afastado dos dois, sempre muito ocupado com o trabalho e as viagens até a capital do país para resolver os problemas de sempre, voltando alguns dias dos mês para ficar em família e mimar a esposa e tentar ter algum tempo de qualidade em família.
Com Harry até dava certo, a mulher amava mimar o marido, cuidar dele lhe paparicando quando tava em casada fazendo tudo que ele queria, como dona de casa uma parte do tempo e como putinha sedenta de foda na outra. Harry amava dar sua bocetinha para o marido, amava se produzir toda ficando cheirosinho pra ser usado do jeitinho que ele quisesse e na hora que bem entendesse. Ela tinha uma boa relação com o esposo. Amava sua vida. Tinha tudo que queria, o cartão ilimitado do marido lhe permitia viver o mês inteiro usufruindo do jeito que bem entendia, e quando John não estava em casa ela usava o resto do tempo para mimar 24h do dia seu filhinho dengoso. Ela considerava sua vida perfeita, com seus homens favoritos inseridos todo tempo na sua vida e isso bastava.
O problema estava em Louis, no início deu certo, eles eram a família perfeita até o mais novo começar se irritar com a forma que o pai levava a vida. Sem tempo para cuidar da sua mãe da forma que ela realmente merecia ou com tempo para realmente saber como funcionava suas vidas, então ele parou de fingir se importar com o outro também. Ambos fingiam viver em harmonia sempre que estavam na frente de Harry para não ver o garoto tristinho, o cacheado ficava depressivo sempre que sentia que os dois poderiam se desentender e como os dois homens se importavam - do seu jeito mas se importavam - com o de olhos verdes, eles atuavam que nada estava errado. Contudo, era só Harry virar de costas que Louis arremessava farpas no pai e o outro revirava os olhos ignorando o Tomlinson mais novo por achar que ele ainda nao entendia muito bem da vida com essa pouca idade.
— Mamãe, podemos ir embora? Eu não aguento mais esses homens tarados te olhando como se quisessem te comer aqui mesmo na minha frente sem remorso algum. Isso tá me irritando, então antes que eu faça merda, podemos ir? — esbravejou bem mais calmo pelo cafuné que recebia e pelo cheiro de morango que sentia no pescoço imaculado do outro.
— Você é tão cheiroso bebê, eu poderia passar o dia todo sentindo seu cheiro enquanto te mantenho no meu colinho protegendo do mundo.
— Por favor, sim, faça isso!
— Não, não amor. Nós vamos terminar de fazer as minhas compras e aí sim vamos para casa, e só se você se comportar bem a mamãe vai ficar de bobeira deitada com você enquanto te cuida do jeitinho que você gosta.
Louis bufou, mas obedeceu.
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Problemáticas y amenazas indirectas: biodiversidad y yaguareté
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La problemática nacional que tiene como protagonista al yaguareté, es parte de una situación compleja que afecta a toda la biodiversidad de la región Noreste de Argentina. Entre las problemáticas indirectas que no cooperan con su conservación se ubican la escasa o las múltiples fallas en la planificación territorial integral y la coordinación de políticas interinstitucionales en cada zona implicada.
En relación a las políticas existentes para la conservación del yaguareté y de la biodiversidad del corredor selvático del Chaco-Misionero, existe una falta planificación y un escaso manejo que apunte a una integración de las acciones para su implementación efectiva. 
Esta situación de nula o muy escasa articulación de políticas y por ello de capacidad de gestión, se vincula muy estrechamente e imposibilita la toma de decisiones adecuadas, correctas en el territorio en tiempo y forma. Por ello, esta situación acarrea un ineficiente uso de los recursos disponibles y pocas posibilidades de crecimiento y mejora en la formación de los equipos técnicos de las autoridades encargadas de la aplicación de los procedimientos. 
Esta problemática de falta de coordinación de acciones en relación a la conservación del yaguareté , es transversal a todas las otras problemáticas en torno a la preservación de la biodiversidad. Todos los abordajes deberían realizarse tomando como base un trabajo aunado y coordinado vinculando todas las fases que componen el Plan Nacional de Conservación del Yaguareté 
Cómo se distribuyen la población del yaguareté en el Corredor Verde Misionero
La presencia actual del yaguareté en la Selva Paranaense (o Bosque Atlántico del Alto Paraná) está ligada fundamentalmente a la conservación de los hábitats naturales conformados por los grandes fragmentos de bosque nativo y las áreas protegidas del NE de la Argentina. Esta zona conforma un vasto ‘Corredor Verde’ que configura un área adecuada para el desarrollo normal de las población de yaguaretés. En esta región, las áreas que circundan los hábitats del yaguareté, no son propicias para el desarrollo de la agricultura ni de la pasturas para el ganado. Por ello, son espacios que brindan una relativa tranquilidad ya que mantiene lejos al principal depredador del yaguareté que es el hombre. 
Esta zona conocida como el ‘Corredor Verde’ misionero , está compuesta por una extensión de casi 9.000 km 2 . En la actualidad, este territorio está siendo fragmentado por malos manejos políticos. En la división que se está produciendo la población de yaguaretés se cree, podría quedar separada en dos o tres comunidades más reducidas si esta iniciativa sigue en el camino planteado hasta el momento.
En área es una zona muy rica en fuentes alimenticias y en sumideros que posibilitan un crecimiento poblacional de yaguaretés muy esperanzador (Parque Nacional Iguazú de Argentina y sus alrededores), y también ,es un área que se encuentra cercana otra zona de extensión más grande aún, en la que es notorio un crecimiento negativo. Esta área que es propicia para el desarrollo de la vida del yaguareté por su frondosa selva, hoy, está seriamente amenazada por el avance del hombre en el territorio. El yaguareté , ajeno a esta circunstancia de peligro, migra hacia allí atraído por la selva y sus posibles presas.
El frágil contexto legal que buscar proteger al yaguareté 
Esta situación de fragilidad normativa que envuelve al yaguareté ocurre por la escasa reglamentación y aplicación de las normas vigentes dentro del territorio. Las normativas que protegen la especie existen en todas las jurisdicciones que abarca el Corredor Verde misionero,pero sucede que la reglamentación para la aplicación de las normativas es imprecisa, poco clara en su alcance y delimitación.
Paralelo a esta situación , ocurre que son escasos recursos humanos y financieros que se destinan al control y la fiscalización, que resultan en una dificultosa aplicación de las leyes vigentes. La debilidad institucional se muestra en la zona del Corredor Verde misionero con mucha claridad y lábil para el control eficaz de las actividades ilegales como la caza de la especie.
La situación de los organismos de control desplegados en la mayoría de las dependencias departamentales presenta la misma característica de fragilidad.Están desprovistos de la adecuada infraestructura, equipamiento, dotación de personal y presupuesto financiero para actuar a la altura de las circunstancias que se presentan. Por este motivo, la frecuente inacción en el terreno, asociado a falta medidas adecuadas de prevención, instauran la percepción de “no consecuencias ante un ilícito” ahondando aún más el problema. También, ello pone en evidencia la necesidad de realizar capacitaciones constantes y específicas relativas a temas técnicos y de trabajo de campo para todos los agentes de control de todas las instituciones involucradas en temas de seguridad ambiental.
El escaso conocimiento de la real problemática por parte de todo el personal involucrado en la conservación de la especie, sobre todo en lo relativo a temas judiciales, hace que muchas veces se haga la vista gorda ante situaciones de irregularidad legal. Por este motivo, pocas de las denuncias que son radicadas en los juzgados prosperan o tienen seguimiento por parte de las autoridades. Situación que hace muy vulnerable el marco normativo que debería crear una red legal de contención para salvaguardar la fauna autóctona y al yaguareté como especie.
Originally published at http://accionbiodiversidadblog.com/ April 18, 2023.
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NotaAutora: Trouxe a parte 2 do Concept 22 do espero que gostem 💗
Aviso: Melhores amigos, clichê, fratboy Harry.
🌹Masterlist🌹 (os pedidos estão abertos, faça o seu)
Parte 1 aqui
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Harry Concept #24
Você estava inquieta desde o incidente no quarto de Harry. As coisas estavam estranhas entre vocês, e ambos tentaram agir como se nada tivesse acontecido, o que acabou sendo a pior das decisões. A amizade, que sempre foi cheia de brincadeiras, se transformou em duas pessoas tentando desesperadamente parecer amigas.
No sábado à tarde, que era o dia em que você sempre passava na casa de Harry, se viu em um dilema. Como poderia ir lá? Como poderia voltar àquele quarto? Era demais. Então, deu a desculpa mais esfarrapada possível e decidiu ir à biblioteca para estudar. Precisava de um lugar tranquilo onde pudesse organizar seus pensamentos e, talvez, se distrair com os livros. No entanto, mesmo cercada por pilhas de textos e cadernos abertos, sua mente vagava constantemente para Harry.
Não havia como negar seus sentimentos por ele. Cada vez que se lembrava do beijo, dos olhos verdes dele fixados nos seus, seu coração batia mais forte. Mas aquela frase, aquela maldita frase, ecoava como um loop em sua cabeça: "E só foi um beijo, né?".
Como aquilo poderia ser só um beijo? Será que ele realmente não sentia nada?
Quando já estava prestes a chorar em público, o telefone vibrou, interrompendo seus pensamentos. Você pegou o celular, e seu coração acelerou ao ver que era uma mensagem de Harry.
Harry: Ei, vamos ao baile juntos, certo? Como prometido.
Um sorriso surgiu em seus lábios. Talvez essa fosse a tentativa de Harry de consertar as coisas.
Você encarou a tela por alguns minutos, seu dedo pairando sobre o teclado. O que deveria responder? No fundo, sabia que queria ir com ele, mas não queria que fosse por obrigação ou por uma promessa feita antes de tudo se complicar.
S/n: Claro, como sempre.
Após enviar a mensagem, largou o celular sobre a mesa, sentindo um enorme alívio. Talvez ele também sentisse o mesmo. Afinal, Harry ainda queria ir com você, não é? Mas no fundo, uma dúvida persistente se alojava em sua mente: O que de fato você realmente significava para ele?
No dia seguinte, quando Harry a encontrou no corredor da escola, ele sorriu, mas havia algo diferente. Parecia nervoso, algo que não estava acostumada a ver nele. Geralmente, Harry era confiante, despreocupado. Mas naquele momento, havia uma hesitação em seu olhar que a deixou ansiosa.
— S/n, posso te perguntar uma coisa? —Você assentiu, sentindo o coração apertar.— Você se importa se eu levar a Lana ao baile? Ela meio que me pediu...
Foi como se o mundo tivesse parado por um instante. Você queria gritar, perguntar por que ele estava quebrando a promessa que fez, mas as palavras ficaram presas na garganta. Tudo o que conseguiu fazer foi sorrir.
Mas você não sabia ainda, que por dentro, Harry se amaldiçoava, ele estava atormentado por uma confusão que não conseguia dissipar. O beijo também significou algo, mas o medo tomou conta dele logo em seguida. Medo de que as coisas mudassem, medo de perder sua amizade.Então, quando Lana insinuou querer ir ao baile com ele, Harry viu uma saída fácil, uma maneira de fingir que nada tinha mudado, de se esconder dos sentimentos que cresciam dentro dele.
— Por que eu ligaria? Claro, leve quem você quiser.
Mas agora, ao olhar para você, ver seus olhos brilhando com as lágrimas que forçava a não deixar cair, Harry sabia que havia cometido um erro. Um erro que poderia custar mais do que ele estava preparado para perder.
— Eu preciso ir,Harry, tenho aula de química agora.
— Nos vemos mais tarde?
— Hoje não posso, mas eu mando mensagem.
— Tudo bem.— Ele sorriu de lado, a vendo ir embora.
Na noite do baile, você decidiu não ir. Não tinha energia para fingir um sorriso, para fingir que estava tudo bem. Se sentiu patética por estar esperando que Harry a escolhesse. Era como se, de alguma forma, tivesse esperado que o beijo fosse um sinal de algo maior. Mas depois dele ter convidado a Lana, foi a resposta de que havia se enganado completamente.
Sentada no sofá de casa, abraçada a uma almofada, assistia a um filme que não conseguia acompanhar, porque sua mente só imaginava Harry e Lana dançando juntos, ficando juntos, ele a beijando. Não conseguia evitar se perguntar: "Será que ele pensa em mim, pelo menos um pouco?"
Harry não conseguia tirá-la da cabeça. Estava dançando com Lana, mas sua mente estava longe. Cada sorriso que ela dava, cada piada que ela fazia, parecia errado. Não era o mesmo que estar com você.
— Eu estou surpresa que você tenha me convidado, Harry. Achei que fosse levar S/n.
—Me desculpe, Lana, eu preciso ir.
—O quê? Harry, você não pode me deixar aqui!
— Me desculpa mesmo.— Ele saiu apressado do ginásio.
Harry percebeu naquele instante que tinha cometido um erro. Um grande erro. Ele saiu apressado do ginásio. Não podia acreditar que havia colocado tudo a perder por algo tão superficial. Você era a pessoa que sempre esteve ao seu lado, a pessoa que o conhecia melhor do que qualquer um. E agora ele estragou tudo.
Ele precisava consertar isso.
Você estava no sofá, abraçada a uma almofada, quando ouviu uma batida frenética na porta dos fundos. Sem animação nenhuma, caminhou até lá e, para sua surpresa, viu Harry ali, ofegante e com um olhar desesperado.
— O que faz aqui?
— S/n, eu sou um idiota.
— Vá embora, volte para o baile idiota e Lana.— Você ia fechar a porta, mas ele segurou.
— Por favor, me deixe falar.
— E por que eu deveria?
— Porque eu sei que você sente algo por mim. Então, só me dê cinco minutos, e eu prometo que sumo daqui se for o que você deseja.
— Cinco Minutos.
—Eu... eu não sei o que estava pensando. Desde aquele dia no meu quarto, fiquei confuso, com medo. Eu sabia que algo tinha mudado, mas não queria admitir que... que talvez eu tenha começado a sentir algo por você. — As palavras dele saíam atropeladas, como se ele estivesse tentando colocar tudo para fora antes que você o interrompesse novamente. — Eu só sei que, quando vi você fingindo que não se importava, percebi o quanto eu te machuquei, e isso me matou por dentro. Eu não quero perder você, S/n. Eu não quero perder a única pessoa que sempre esteve ao meu lado.
Você sentiu seu coração derreter com cada palavra dele.
—Harry...
— Não diga nada agora. Eu sei que prometi te levar ao baile... e eu quebrei essa promessa. Mas não quero que isso termine assim, de jeito nenhum. Eu quero te levar ao baile agora, S/n. Aqui, no seu quintal, só nós dois. Podemos ter nosso próprio baile?
Você sentiu as lágrimas escorrerem pelo rosto, mas desta vez, eram de felicidade. Sem dizer uma palavra, assentiu, e Harry sorriu, aliviado.
Ele pegou o telefone, colocou uma música lenta e estendeu a mão, você deixou ser puxada para os braços dele. Vocês começaram a dançar devagar, sob o céu estrelado, sentindo o calor um do outro. O mundo ao redor desapareceu, e por um momento, era só vocês dois.
Quando a música chegou ao fim, Harry parou de dançar e olhou profundamente nos seus olhos.
— Me perdoe...
— Eu perdoo seu idiota.
Ele sorriu se inclinando para frente, colando os lábios nos seus, desta vez com toda a emoção que estava guardada dentro dele. Vocês ficaram ali, curtindo o beijo, sabendo que, finalmente, estavam exatamente onde deveriam estar.
Muito obrigado pela leitura! Se você gostou, por favor, considere deixar algum feedback, opinião, sugestão, idea AQUI isso significa muito para mim.💕
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somaisumsemideus · 1 month
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Pesadelos e devaneios: o início
03:17 da manhã
Noites diferentes, mesmo pesadelo. Uma forte dor me aflige o peito e acomete por inteiro, me consome... Em cada fibra dos meus músculos, cada veia e artéria do meu corpo, penetrando-me a pele tal como um tecido absorve a água. tantas vozes. Tantas pessoas a minha volta gritando, berrando, com tanta raiva e fervor nas palavras que não consigo entender uma única sílaba... Tantas vozes de uma só vez, ao meu redor. As faces cravejadas de muito ódio e rancor. Sou, novamente, a criança que costumava ser, mas em meu corpo de trinta anos de idade agachado em meio a multidão com as mãos sobre os ouvidos. Tantas vozes. A claridade começa a piscar num tom de vermelho sangue e as pessoas mudam suas formas humanas para cadavéricas, e em meio a elas ela me vê.
Aperto os olhos, os comprimo fechando-os em seu máximo "saia daqui. Saia, por favor", eu resmungo sem querer sobressair-me das vozes que me rodeia. O cenário muda. Me vejo em pé, defronte um campo a perder-se no horizonte tão verde, tão vívido, mas tanta beleza não dura. Uma explosão, tão longínqua, leva tudo à terra árida salpicada com fogo e destruição a toda volta. No céu olhos amarelos se abrem junto de um sorriso aterrador. Corro para o lado contrário, corro para uma luz em um corredor que parece não querer terminar. O corredor se alonga cada vez mais e meus passos desaceleram contra minha vontade.
O lençol e a roupa de cama estão empapados de suor assim como eu por inteiro. Os finos fios cacheados estão colados em minha testa, cuja face é de dor e medo. Eu bufo de cima da minha cama. A janela aberta deixa uma suave brisa fria preencher todo o quarto enquanto as cortinas venezianas batem e chacoalham em movimentos arrítmicos com um barulho das janelas se chocando com seus batentes. As vozes ainda me atormentam. "Faça elas pararem", sussurro em um estado entre o sono e o despertar.
Os corredores tornam-se ainda mais longos e com curvas sinuosas, portas vem e vão, bifurcações, curvas para a direita, curvas para a esquerda, escadas que sobem e descem. Já cansado eu desito de correr e encontrar uma saída. - Mas eu estava dormindo. - Digo à mim mesmo. Estava? Estava.... Estava? Tava... Es... Estava? - ME DEIXA EM PAZ. - Eu vocifero para o alto rodando no próprio lugar a procura dos olhos e sorriso malígnos. O silêncio é tomado por uma risada estrondosa e tão aterrorizante que minhas pernas tremem. - Eu preciso sair daqui. - Crianças riem a minha volta, muitas delas. Risadas de desdém, de desgosto como se estivessem se deleitando pelo que vêem. Meu corpo inteiro arrepia. Obrigada, ela diz, com a voz diferente e macabra e elas começam a rir de novo. Obrigada, ela sussurra. Um sussurro que ecoa por todos os lados.
As lágrimas irrompem. Meus olhos, vermelhos e marejados, derramam o líquido salgado que escorre pelas maçãs do meu rosto. - Não... Você nunca vai ter o controle. - Eu falei. Não? Não... ão... Não? Ela sussurra de volta com seus ecos e logo vem o silêncio. EU JÁ O TENHO, ela grita a plenos pulmões levando minha mente ao limite, então me vejo preso, novamente, dentro de uma caixa que diminuía cada vez mais de tamanho. Preso pelos filhos de Ares, meu maior pesadelo na infância. A visão, o único sinal que eu tinha para saber que não era real, que era um sonho, me é tirada e o desespero arromba a porta que o mantinha do lado de fora.
Ele desperta. O lençol e a roupa de cama estão empapados de suor assim como ele por inteiro. Os finos fios cacheados que estão colados em sua testa são afastados pela mão de dedos esgios. Ele bufa de cima da cama. A janela aberta deixa uma suave brisa fria preencher todo o quarto, esta que parece levá-lo até o batente e se curvar sobre o espaço vazio e apoiar a cabeça nas mãos. As vozes o deixaram. As vozes não mais o atomentam.
Bônus para leitura
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heycalaboz · 2 years
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NEDDLE LOU! 
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Avisos: Contém dinâmica d/s, needle play, ltops, h sendo humilhado, enfim minha conta caiu do wtpp e resolvi postar aqui com algumas alterações! Aproveitem e logo vem outras aí, me mandem asks com pedidos e etc (e eu amo h!inter, então tá nos meus planos várias mas essa é m/m)
🍃💞
Harry estava sentado em uma pequena e arejada sala de espera, as paredes brancas davam um ar requintado ao lugar e o quadro em sua frente parecia falar com ele. Isso ou seus níveis de estresse já estavam tão altos que ele agora achava que objetos pudessem conversar sem emitir um único som. A segunda hipótese era sempre a mais provável visto que seu chefe vinha lhe sobrecarregando de uma maneira absurda com trabalho, seu último namorado o tinha traído com um de seus melhores amigos e sua mãe provavelmente o achava um inútil por não ter terminado a faculdade ainda.
Então ele sabia que Gemma estava mais que certa. Ele precisava relaxar logo ou ia acabar tendo um infarto antes dos trinta. Trabalhos para faculdade e limpar seu apartamento duas vezes por semana não eram maneiras muito boas de se desligar da tensão. Eram péssimas na realidade.
⁃ Harry Styles? - Ergueu os olhos procurando por quem o havia chamado. Uma garota loira, com saltos e maquiagem impecáveis segurando uma prancheta na mão o esperava em pé na entrada para o corredor. Por alguns segundos ele invejou a maneira como a pele dela parecia perfeita e sem nenhuma ruga ou marca de preocupação. Deveria ser ótimo trabalhar em um lugar onde seu chefe não berrasse em sua cabeça o dia todo, dando mais trabalho e relatórios com metas a serem cumpridas a cada hora - O Sr.Tomlinson o aguarda.
Sacudiu a cabeça em sinal de afirmação saindo de seus devaneios e levantou, seguindo o projeto de Barbie até parar em frente a uma porta cinza polida. A secretaria, a abriu e indicou com a cabeça esperando ele entrar, e assim que o fez, ela fechou e o deixou sozinho naquele consultório.
Lá dentro, as paredes eram ainda mais brancas do que do lado de fora. Uma mesa de madeira escura e brilhante estava num canto com um computador em cima e no outro lado, uma espécie de maca com lençóis azuis claro impecáveis estava disposta. Havia também um armário com porta de vidro onde se viam agulhas de diferentes tamanhos, toalhas brancas e alguns tubos de pomada e álcool.
Tudo lá demonstrava ordem. Era ridículo, a porra do médico deveria ser um senhor velho neurótico por branco e organização. Até mesmo o tic-tac que o relógio na parede fazia parecia organizado.
Ele sentou na cadeira que estava em frente a mesa e revirou os olhos. Aquilo provavelmente nunca iria funcionar e o máximo que aconteceria seria ele sair de lá se xingando por ter aceito perder uma hora de trabalho onde poderia estar sendo produtivo pra um velho gagá enfiar agulhas em seu corpo.
Ele iria matar Gemma por ter concordado com isso. Ele queria se matar por pensar que cada minuto que passava esperando o tal acumputurista era tempo de trabalho jogado fora.
•••••••••••••
A porta da sala se abriu, fazendo Harry virar de abrupto e bloquear o celular; a cadeira arrastando no chão com um barulho estridente conforme ele se virava meio destrambelhado para olhar quem finalmente havia decidido dar as caras.
No momento em que seus olhos focalizaram a imagem do ser à sua frente, ele quase engasgou. O cara o encarando com uma prancheta na mão parecia ser um deus grego saído de uma história de Afrodite. O velhinho que ele tinha imaginado tinha ficado só na mente por que o homem na sua frente estava num nível totalmente diferente de beleza.
Ele era baixo, com estatura mediana, mas tinha uma presença tão forte e olhos que pareciam despir Harry conforme o encaravam. A única coisa que o cacheado conseguiu fazer foi abaixar a cabeça e corar porque, porra, o que era aquilo.
⁃ Boa tarde, Harry. - Louis andou até a cadeira do outro lado da mesa enquanto assistia o de olhos verdes respirar fundo e o olhar timidamente - Eu sou o Dr.Tomlinson, o cara que falou com sua irmã. Ela me disse que você anda meio tenso. O que acontece, exatamente?
⁃ Bem... eu tenho me sentido sobrecarregado sabe? São tantas coisas pra tomar conta que eu acabo me estressando e perdendo o controle de tudo. Isso me faz ficar frustrado e eu desconto toda essa pressão e tensão em cima do meu corpo. Parece que tudo está dolorido, tenso e que meus músculos nunca tem um alívio.
O cacheado viu Louis apenas o observar por um longo momento antes de concordar com a cabeça e anotar algo. Achou a atitude estranha, mas agradeceu por ter retomado o controle de seu corpo e conseguir olhar nos olhos azul escuro do outro sem parecer uma garotinha adolescente prestes a colapsar quando fala com seu crush pela primeira vez.
⁃ Você tem medo de agulhas, Harry? - O acupunturista perguntou, vendo o outro negar com a cabeça antes de franzir o cenho em dúvida para o médico - Eu acredito que uma sessão com elas seja a melhor forma de aliviar essa tensão que você anda sentindo. Podemos colocar pequenas sementes de flores relaxantes sobre os furos depois.
Louis indicou com as mãos como se explicasse algo extremamente minucioso conforme um sorriso ladino aparecia na sua boca.
- Numa forma mais simples de se explicar, a acupuntura funciona com "espetadas" de agulhas sobre pontos específicos em todo o nosso corpo. Esses pontos onde eu vou inserir as agulhas em você normalmente são pontos de tensão e estão relacionados a medicina exterior e interior do corpo. Por isso você talvez sinta um pouco de dor na hora, mas nada que depois não te faça relaxar e sair daqui leve como uma pluma. Alguma dúvida?
- Não - Respondeu enquanto digeria as informações que haviam acabado de sair daqueles lábios vermelhos. Lábios que estavam prendendo muito mais sua atenção do que qualquer explicação que o dono deles estivesse dando sobre Harry tirar a roupa - Toda a minha roupa?
Corou novamente escutando a risadinha que Louis deu enquanto o analisava. Ele já se sentia nu na frente dele apenas com aquela encarada.
⁃ Não, Harry. Eu disse para tirar a camisa e a calça e mostrei o lugar onde você poderia deixar a roupa.
As mãos de Louis indicaram o lugar onde ele poderia se despir e Harry assentiu, andando até lá e tentando focar em algo que não fosse a voz daquele cara ao seu lado, seus olhos, sua beleza ou até mesmo o cheiro másculo e gostoso que tinha sentido enquanto passava por ele.
Ele não sabia se era a tensão no corpo que estava fazendo isso ou apenas seu cérebro estressado mas ele daria tudo pra passar a língua em toda barba daquele cara e afundar os dentes nele.
Talvez ele devesse ter procurado alguém pra foder pra aliviar o tesão e estresse. Certamente daria um melhor resultado do que ficar duro pelo médico que ele nunca havia visto na vida e que estava prestes a passar uma hora tocando e encarando seu corpo.
•••••••••••••••••••••••••••••
-Hm... O que eu faço agora?
Perguntou com os braços ao lado do corpo, sentindo Louis o analisar. O canto de sua boca repuxou em vontade de soltar um pequeno sorrisinho ao ver que atingia o médico tanto quanto se sentia atingido. Por que ele podia estar fodido pra caralho se sentindo endurecer pelo cara que havia acabado de conhecer, mas se ele fosse realmente passar por isso não existia porque não agir como uma putinha e provocar Louis para sofrer junto com ele.
Virou-se de costas para ter certeza que o médico veria sua bunda colada na cueca e fingiu ter se lembrado de guardar a pulseira que estava em seu pulso.
Escutou um pigarro e a voz rouca dizer:
⁃ Deite-se de bruços na maca.
Assim que o fez, sentiu a presença de Louis em pé ao seu lado e seu corpo arrepiou. Mas ele apenas suspirou e manteve o foco em relaxar o máximo que conseguisse. Se o médico tomasse alguma iniciativa ele estaria mais que disposto a mostrar o quanto era recíproco mas por agora ia aproveitar a sessão que estava pagando e tentar relaxar. Apreciou a música calma e tranquila que começou a tocar ao fundo e fechou os olhos.
Tudo estava bem. Até sentir um tecido molhado e gélido escorregar de sua nunca até o final de sua lombar, o cheiro de álcool preencher o ambiente e ele suspirar sentindo sua pele arrepiar com a mudança de temperatura.
Louis apenas observou a pele do garoto deitado a sua frente formar os arrepios e continuou tentando manter o máximo de profissionalismo possível.
⁃ Eu vou colocar as agulhas e se você se sentir desconfortável ou qualquer coisa, me diga.
O ser exuberante na maca apenas assentiu, respondendo um baixo "sim, senhor" que fez com que Louis quase perdesse a sanidade ali.
Aquela ia ser uma das horas mais longas da vida do médico.
O pano molhado correu pelos ombros de Harry uma última vez antes dele sentir a presença de Louis se afastar e um barulho de metal batendo em algo preencher sua audição. Arqueou a sobrancelha imaginando ser uma daquelas bandejas cheias de agulhas que tinha visto no armário e relaxou tentando aproveitar.
Pensando que o máximo que iria sentir era a dor de um furinho sendo feito.
Só que nada. Nada do que Harry tivesse vivido até agora tinha preparado ele pra sensação que passou por seu corpo assim que a primeira agulha foi enfiada no final de suas costas.
Um misto de dor que fez cada músculo seu relaxar ao mesmo tempo em que seu pau pulsou e um grunhido alto escapou de sua garganta.
As mãos de Louis voaram para longe da sua pele e ele foi capaz de ouvir a respiração do médico pesar. Mas ele não conseguia obrigar seu corpo a sair daquele estado entorpecido e sua mente da nebulosidade onde se encontravam.
⁃ Você está bem?
⁃ Sim... só continua... por favor. É muito mais intenso e relaxante do que eu pensei que fosse. Parece que você está mexendo no meu cérebro e não em um só ponto aleatório na minhas costas.
Sua voz estava quebrada. E os dedos de Louis roçando em suas costelas lentamente não ajudava. Sua mente adorando os toques e a atenção que recebia.
Agradeceu aos céus por estar de bruços e poder forçar seu pau contra o estofado da maca. Aquilo era torturante porque sabia que não poderia fazer movimentos nenhum com a cintura por conta das agulhas e do médico atrás de si mas era tentador demais ver até onde seu corpo ia aguentar.
A próxima agulha a entrar em si foi perto da outra e mais abaixo e causou a mesma reação em seu corpo.
Seus lábios estavam sendo maltratados a tempos pela força que eram mordidos e agora parecia que Louis roçava as mãos nele de forma proposital. Como se soubesse que todos os seus toques estavam desgraçando o corpo e a consciência de Harry. E o levando até um lugar de prazer, dor e tesão desconhecidos.
A noção de tempo do cacheado se perdeu entre as agulhas enfiadas em suas costas, mas ele sabia que tinha ficado sendo torturado pelas mãos do doutor tempo o suficiente para ter sua ereção pingando grudada na cueca. Sua respiração estava entrecortada devido o esforço para evitar se roçar no lençol macio da maca. E o seu cérebro repetia o mantra mental de não se arquear para Louis como uma cadela no cio desesperada por toque. Sua cueca deveria ter uma bela marca molhada já.
Só se deu conta que as agulhas de suas costas tinham sido retiradas quando sentiu pequenos esparadrapos sendo colados nos machucados. As mãos de Louis se afastaram, assim como ele.
⁃ Vire-se, Harry.
Seu sangue gelou por alguns segundos. A ereção que ele tinha no meio das pernas não ia sumir de uma hora pra outra. Ela doía e incomodava por se sentir tão desejoso, mas como ele poderia virar com a cueca molhada daquele jeito? Ele queria pra caralho provocar aquele ser gostoso que estava ao seu lado e ser fodido ao ponto de sentir seu cuzinho ardendo pelos próximos dias.
⁃ Harry?
Poderia ser coisa da sua cabeça, mas a voz do médico parecia mais pesada e rouca. E ele não parecia com paciência para esperar sua vergonha sumir. Então virou-se lentamente sentindo as bochechas pegando fogo e engolindo em seco por ver o olhar duro que Louis lhe lançava.
- Hm... me desculpe - Abaixou o olhar enquanto escutava o médico suspirar. Ele sabia que o de olhos azuis o queria só pela fome e dureza que estavam em sua expressão.
- Tudo bem - Louis continuou enrolando os paninhos com álcool para desinfetar a pele de Harry e o ignorando completamente.- Às vezes nosso corpo procura se aliviar de outras maneiras pelo estresse, o seu parece ser bem peculiar quanto a dor.
Então ele ia jogar com Harry. Fingir que não estava vendo o que estava acontecendo entre eles e seguir as coisas normalmente. O cacheado mordeu o interior de suas bochechas e falou com a cara mais inocente possível.
- E você costuma sempre aliviar os seus pacientes? - mordeu a língua e fez uma cara de falso choque como se não tivesse planejado dizer aquilo. Continuou com o teatro falando na voz mais cínica e expressão inocente que conseguiu fazer - Eu não quis dizer assim... quer dizer, é no sentido de relaxar, mas profissionalmente, sabe?
Tomlinson arqueou a sobrancelha e o olhou atravessado. Ele sabia muito bem o que o garoto deitado a sua frente estava fazendo e às próximas palavra que deixaram sua boca iam mudar o jeito que as coisas estavam ali.
- Eu costumo relaxar meus pacientes muito bem, mas sabe no que eu sou ainda melhor? Em dar o que uma cadela desesperada que nem você quer. Então como eu sou um cara muito legal nós podemos continuar a sessão normalmente e eu vou fingir que você não insultou meu profissionalismo. Ou como eu imagino, eu posso te por pra engasgar no meu pau enquanto faço você pagar por ficar fazendo esse joguinho de merda quando passou a última hora se esfregando desesperado nos meus lençóis como uma puta enquanto eu colocava agulhas nas suas costas e você aproveitava como se eu nem estivesse aqui?
Demorou alguns segundos para que o cacheado de olhos verdes fosse capaz de falar. Ele achava que tinha sido sútil quanto a roçar seu pau melado enquanto Louis o torturava mas aparentemente o outro tinha notado.
Ele riu levemente debochado com isso, vendo Louis cruzar os braços e o surtar com o olhar.
- Eu quero foder, mas pra alguém que fala que é tão bom em saciar uma vadiazinha que nem eu você até que está demorando. Se me viu se esfregando e sabe que eu quero aguentar o seu pau no fundo da minha garganta até estar sufocando... e mais tudo o que puder me dar. O que aparentemente não é muito já que na última hora eu tive mal me aliviar sozinho.
Viu os olhos azuis escurecerem sobre si e a voz de Louis abaixar algumas oitavas.
- Sabe, Harry... - Fechou os olhos quando Tomlinson começou a abaixar até estar com a boca no pé de seu ouvido, causando arrepios pela respiração quente que batia em sua pele. O cheiro dele inebriando o cacheado a ponto de uma pequena lamúria sair de sua boca - Você não tem vergonha de ficar duro desse jeito por ter agulhas sendo enfiadas em você? Ao invés de escolher relaxar, seu corpo está tão desesperado por um pau que ele sentiu prazer nisso? Prazer por sentir dor com algo entrando em você? Eu tenho certeza que seu cuzinho está implorando por atenção e que só de ouvir isso você se sente vazio - Tomlinson enroscou os dedos pelos cabelos cacheados do outro e puxou sua cabeça para trás, expondo seu pescoço - Ficar duro na frente de uma cara que você nem conhece. Eu tenho uma bela de uma puta no meu consultório hoje que vai deixar eu fazer o que eu quiser com ela porque ela é desesperada por atenção? Porque ninguém come ela direito? Pobre cadelinha, sendo tão vadia assim e não foi capaz de arrumar outra pessoa pra foder que teve que parar no meu consultório. Burrinha porque acha que pode me provocar com meia dúzia de palavras quando não consegue nem agir que nem gente na minha presença.
Harry gemeu. Gemeu e abriu os olhos encarando a imensidão azul que parecia enxergar sua alma. Seu corpo tremelicava e sua boca estava seca de vontade de sentir os lábios de Louis. Ele avançou pra cima do outro, mas foi puxado para trás pelo aperto em seu cabelo. Enquanto um tapa acertou sua cara.
Sua boca soltou um grito pelo ardor e seu pau se contorceu tão forte que ele ficou com medo de gozar ali. Uma lágrima deixou seu rosto do lado onde a mão de Louis havia atingido e desceu solitária pela bochecha do mesmo.
⁃ Responda o que eu te pergunto, anjo.
⁃ Sim... eu sou seu. Eu sou uma puta desesperada por atenção. Eu sou desesperado por pau e pra você fazer o que quiser comigo porque ninguém me come direito.
Murmurou com a respiração entrecortada mais gemendo do que falando. Fazia tanto tempo que não sentia tesão desse jeito. Louis mal tinha lhe tocado e ele já se sentia acabado a ponto de gozar e chorar.
Ele estava tão fodido e nem tinha levado um pau ainda.
Louis finalmente juntou seus lábios em um beijo selvagem. A língua do mais velho rodou em sua boca possessivamente, fazendo com que saliva escorresse pelos cantos e grunhidos de prazer encapassem de sua garganta. Suas mãos foram juntadas ao lado de seu corpo para o impedir de se mover e ele arfou, tentando respirar quando seu lábio inferior foi mordido com força. Pode sentir o leve gosto metálico de sangue e se arqueou ainda mais desesperado por contato.
⁃ Eu vou te amarrar. Vou enfiar as agulhas em cada lugar que eu achar que você mereça. E no final eu vou bater na sua bunda até te deixar sem sentar. Se você aguentar tudo isso e ainda quiser foder, o meu pau é seu e você será muito bem usado pra ser meu depósito de porra.
Harry concordou freneticamente com a cabeça. As mãos de Louis ao redor de seu pulso eram tão pesadas e gostosas. Faziam seus dedos do pé se revirarem só de imaginar as palmas do outro na sua pele. Como ele queria ser um bom garoto e aguentar quieto tudo aquilo que Louis estava lhe prometendo. Mas ele era ganancioso. Umedeceu os lábios e olhou para o maior.
⁃ Você... poderia socar seu pau fundo na minha garganta por favor. Eu vou gostar tanto.
Sugeriu mordendo o interior das bochechas e sentiu o olhar severo de Louis em si. Quase gemeu só com aquilo.
⁃ É claro que vai gostar - Louis respondeu, com um sorrisinho ladino e insinuante.- Como se não bastasse amar humilhação e a dor, ter um pau na boca deve te excitar mais ainda porque você sabe que é a única coisa que faz direito. Mas se você engasgar eu vou parar e te largar assim.
Concordou mais uma vez, vendo Louis se afastar. Ele retornou com o vidro de uma pomada em uma das mãos e uma espécie de tira daquelas que são usadas para amarrar roupão na outra.
⁃ Deita mais pra baixo puta.
•••••••••••
As mãos amarradas na maca, o pau agora livre encostado no próprio estômago, a falta de movimento e a ansiedade faziam o estômago de Harry borbulhar e seu membro liberar pré gozo, louco por atenção. Louis estava parado ao lado dele ainda completamente vestido e imponente, olhando para seu corpo como se Harry fosse sua preza preferida e ele um caçador sanguinário.
⁃ Eu quero uma palavra de segurança.
    - Azul
⁃ Espero que você saiba que se gritar qualquer outra coisa além disso, eu não vou parar. Você pode espernear e me implorar chorando. Eu não me importo eu só vou deixar seu corpo ter descanso se ouvir isso.
O de olhos verdes manteve-se quieto e apenas assentiu, apreciando a vista que tinha do outro tirando a roupa. Levantou a cabeça o quanto seus movimentos permitiam, mas logo desistiu esperando o que quer que Louis quisesse dar a ele de bom grado. Ele queria tanto ver o pau grosso do mais velho e seu corpo, as tatuagens que estavam escondidas pela camisa social que ele usava debaixo do jaleco.
Ele ia morrer de tanto querer poder olhar para Louis para cobiçá-lo
⁃ Feche os olhos, se você os abrir eu paro tudo agora. Vamos ver o quão sensíveis seus mamilos ficam com agulhas neles.
Harry fechou os olhos sentindo um arrepio de pavor e excitação percorrem seu corpo, fez força sobre a tira que amarrava suas mãos por baixo da maca e o deixava exposto, mas nada adiantou. Escutou Louis rir e ficou imóvel.
- Pare de ser patético, você não vai conseguir sair daí se contorcendo cadela burra.
Ele estava tão ansioso por tudo que mal podia se controlar e ficar quieto e ouvir aquilo só o fez choramingar.
⁃ Oh, porra.
Jogou a cabeça para trás e gritou. Seus dois mamilos estavam sendo torcidos entre os dedos de Tomlinson e enviavam ondas de dor mescladas com prazer por todo seu corpo. Aquilo havia sido tão inesperado. Louis estava em um momento rindo dele e no outro o tocando. Seu cérebro estava perdido e ele só conseguia focar na sensação de prazer e desespero crescente dentro de seu corpo.
⁃ Deus. Caralho. Louis.
Ele estava todo sensível quando as mãos se afastaram de si e achou que fosse ter algum descanso. Sua respiração engatou quando tudo ficou quieto.
A vontade de abrir os olhos e ver o que Louis estava fazendo o corroía mas ele queria ser bom. Ele queria que Louis tivesse orgulho de como ele era uma boa vadiazinha. Então usando todo seu auto controle ele se manteve quieto e agradeceu quando sentiu seu corpo se acalmar um pouco e o cérebro conseguir raciocinar.
Tudo estava quieto. Até que sentiu o toque das mãos de Louis em si.
O desespero fechou sua garganta quando o que sentiu foi uma agulha o perfurando seu peito sensível. A ponta do metal gelado em contato com o bico de seu peito quente e inchado o fez jogar a cabeça pra trás e gritar enquanto lágrimas escorriam livremente por seu corpo. As mãos forçando desesperadas às amarras.
Aquilo era muito. Tão forte e angustiante. Mas era tão bom. Tão dolorido, mas tão bom.
A dor parecia sair de seu mamilo e irradiar por resto do corpo da mesma forma em que as ondas de prazer que vinham em seguida faziam.
Ele gritou. Gritou a plenos pulmões. Ele não teve tempo pra se recuperar da primeira agulha porque de repente havia uma, duas, três, quatro agulhas enfiadas em seu mamilo como se elas fossem para por um piercing. Só que o piercing nunca veio. Ele abriu os olhos e viu seu mamilo inchado e com pequenas gotas de sangue.
O seu olhar travou com o azul e o que viu foi o polegar de Louis esfregando a ponta. Passando por cima das agulhas de uma maneira extremamente leve e apertando. Se aquilo acontecesse sem as agulhas ele provavelmente mal sentiria. Mas trazendo uma dor descomunal e um prazer que ele achou que nunca pudesse sentir o dedo de Louis fez mais pressão ali e ele achou que fosse desmaiar.
- Não consegue seguir uma ordem e ficar de olhos fechados amor?
As lágrimas em seu rosto escorriam de forma descontrolada, a dor nublava seus pensamentos e o prazer era tanto que seu baixo ventre tremia em busca de qualquer contato. Ele fechou os olhos novamente de forma obediente.
A mão livre de Tomlinson estava viajando lentamente por sua virilha e ele queria qualquer coisa que tirasse dele o orgasmo que já estava desesperado pra ter.
⁃ Tão desesperado. Eu nem comecei a te tocar direito. Tremendo para gozar só por ter meus dedos passeando perto do seu pau.
Arqueou as costas em direção à mão de Louis, que agora traçava um caminho lento por todo o seu baixo ventre. As agulhas em seus mamilos fisgaram e ele gemeu, cravando as unhas na palma da mão.
Tomlinson sorriu.
⁃ Isso é muito para a princesa?
- Não
Harry respondeu sorrindo. As lágrimas manchavam seu rosto e traçavam um caminho por suas bochechas, mas ele sorria mesmo assim. Os olhos fechados novamente. A dor descomunal que fazia seu mamilo formigar também causava um prazer quase imensurável.
⁃ Senhor... me deixe abrir os olhos. Por favor... eu estou sendo bom. Eu quero te ver.
Tomlinson olhou para a obra de arte jogada na maca à sua frente e sorriu para a beleza daquele momento, seu pau tão duro quanto era possível o incomodava na cueca, mas ele ainda tinha muito prazer pra dar ao garoto deitado ali.
⁃ Você pode abrir, se quiser. Eu sei que a cadelinha ansiosa quer ver tudo o que está acontecendo.
Harry sorriu mais ainda e os abriu por alguns segundo antes de fechá-los com tudo ao sentir os dedos de Louis tirando as agulhas de seu peito, pressionando os lugares sensíveis onde elas estavam. Ele gemeu e tremelicou dos pés a cabeça. Ele ia vir.
⁃ Eu...
Seu baixo ventre tremeu.
⁃ Eu vou gozar... eu...
Ele sentia seu orgasmo tão próximo, seu baixo ventre tremia e seu corpo todo parecia ansiar tanto por aquilo. Ele quis espernear quando as mãos de Louis pararam de aperta-lo de abrupto. Ele quis gritar e xingar o médico. Seu corpo estava tão perto, seus olhos se reviravam e agora ele não tinha nada que o ajudasse.
⁃ Você quer gozar? Então me mostra como você é um bom garoto que gosta de receber dor. Goze sem eu tocar em você recebendo dor porque isso te da prazer suficiente esporrar.
Harry mal teve tempo de abrir os olhos para ver o que ia acontecer quando sentiu um líquido ser despejado sobre os pequenos furos das agulhas em seu mamilo. No primeiro momento, o choque térmico o fez arquear e gemer e dois segundos depois, seu orgasmo explodiu forte após o álcool fazer os pequenos machucados arderem. Seu pau liberando jatos de porra que batiam em seu peito e estômago, sua boca aberta sem forças para fazer qualquer coisa que não fosse gemer para expressar o quão avassalador aquilo tinha sido. O peito ardendo forte com o álcool em cima dele e Louis tocando levemente em seu pau sensível.
Seu corpo tinha ido para um plano distante e ele sentia às mãos do outro brincando com a porra em sua barriga como num sonho. Era aquilo que o mantinha acordado nessa realidade.
Voltar pra realidade fez ele perceber o quanto o próprio corpo ainda estava desesperado e necessitado. Se ele não tivesse um pau dentro de si o comendo com força em dois minutos ele sabia que iria morrer.
⁃ Me fode. Por favor. Você pode me bater enquanto me fode. Por favor, Louis. Por favor.
Implorou, desesperado. As mãos formigavam e sua entrada pulsava. Ele não aguentaria mais um orgasmo sem estar sendo fodido. Ele precisava do corpo de Louis perto. As lágrimas escorriam novamente por seu rosto, dessa vez em vontade de estar preenchido.
⁃ Você não vai gozar outra vez até que eu queira.
- Sim, eu não vou. Eu fui bom até agora não fui? Eu posso aguentar isso, eu só quero você dentro de mim.
Suas mãos foram soltas e quando ele viu o menor se afastar quase chorou, achando que ia ser deixado ali ou torturado mais mas se acalmou vendo Louis ir até o pé da mesa onde suas pernas pendiam para fora. Uma agulha que estava entre os dedos de Louis deslizou por seu ventre, até chegar próximo de seu pau, fechou os olhos e quase pediu para parar tudo aquilo quando viu Louis se ajoelhar e a agulha roçar pela cabeça inchada e vermelha de seu pau.
- De bruços.
Ele se virou com dificuldade, chiando ao sentir seus mamilos sensíveis rasparem no lençol mas ignorou isso quando sentiu o toque em sua pele.
As bandas de sua bunda foram abertas e ele sentiu a respiração de Louis lá. Sua entrada se contraiu em expectativa e um gemido rasgou seu peito ao sentir a língua dele lá a rodeando, beijando e fazendo sons de sucções obscenos.
Parecia que todas as suas terminações nervosas tinham ido parar naquele anel de músculos. A boca de Louis o deixando melado, com a saliva escorrendo para suas bolas era perfeita.
Sentiu sua entrada fisgar quando a língua experiente e penetrou e gritou em prazer.
Louis se afastou e ele choramingou.
- Eu vou meter meu pau tão fundo nesse cuzinho guloso, eu quero que você saia daqui se sentindo como se eu estivesse dentro de você ainda.
Harry se sentia tão cansado até para gemer, mas não pode impedir de se empurrar mais para baixo ao sentir que Louis começou o foder com um dedo. Era tão quente e tão fodidamente bom ser tratado daquele jeito. Estar à mercê de alguém que o estava satisfazendo como ninguém nunca tinha feito antes era maravilhoso.
Ele sabia que gostava de dor e ser subjugado mas seus parceiros pareciam ter medo de o machucar, lhe tratando como uma boneca prestes a quebrar quando ele pedia pra ser maltratado na cama. Nunca era suficiente e ele sempre terminava insatisfeito mas com o médico era diferente.
Ele sabia como Harry queria ser tratado e não tinha medo de o tratar assim.
⁃ Louis
Sua voz saiu fraca ao passo que sentiu a língua se afastar enquanto outro dedo se juntava ao primeiro naquela bagunça molhada o invadindo. O abrindo. Ele não ia aguentar ser preparado.
⁃ Você não precisa me preparar mais.
⁃ Você é tão desesperado . Mal terminou de ter um orgasmo e já está quase gozando nos meus dedos outra vez. Mas eu tenho que concordar que prefiro te ver gozando no meu pau agora. E é claro que eu não preciso te preparar mais, afinal a vadia deve levar tanto pau que já é uma puta aberta naturalmente.
Os dedos foram tirados de sua entrada e ele suspirou em alívio. Viu com os cantos dos olhos Louis apertar o tubo de pomada em sua mão e o espalhar pelo seu pau. Era uma espécie de lubrificante.
⁃ Você vai ter o meu pau, mas não vai vir antes de eu deixar, porque se fizer isso, você não goza. Eu te largo aqui chorando desesperado e te amarro outra vez.
Harry concordou com a cabeça, abrindo mais as pernas ao que sentia lubrificante ser espalhado por sua entrada. Louis posicionou a glande e o provocou até que ele estivesse implorando novamente.
Tomlinson parou de enrolar e empurrou de uma vez em seu canal, fazendo com que o corpo de Harry tremesse como o inferno pois ardia para caralho.
O cacheado sorriu com a ação sentindo lágrimas e sua saliva pingarem de si. Era exatamente aquilo que ele queria e seus gemidos altos e desesperados denunciavam isso.
Os movimentos começaram lentos e ainda ter seus mamilos inchados e abusados raspando no tecido da maca era bem desconfortável, mas o pau do médico dentro de si surrando a sua próstata lentamente valia a pena.
Aquilo era uma tortura, ele precisava de mais velocidade e brutalidade. Não tinha psicológico nem forças para aguentar mais prazer negado. Precisava que Louis fosse bruto com ele. Ou começaria chorar novamente.
⁃ Louis... mais forte. Por favor.
O de olhos azuis sorria para ele, como se soubesse exatamente do que ele precisava e deixasse claro que não ia dar. Harry grunhiu.
Louis era um maldito que sabia exatamente o quanto o estava o torturando.
Então, quando as lágrimas se acumularam por seu rosto novamente e seu baixo ventre contraiu, ele voltou a chorar os movimentos lentos e contínuos pararam. Louis o virou de frente na maca e o puxou para perto, dando um beijo carinhoso.
A língua dele lambeu com delicadeza e abusou de toda sua boca de uma maneira quase apaixonada. Isso só fez o desespero do de cachos aumentar.
⁃ O que você quer, Harry?
⁃ Que você me foda com força.
- Uma cadelinha tão boa pra mim.
O garoto implorou. E Louis finalmente se mexeu; sorrindo e o beijando novamente. Começando um ritmo brutal e selvagem. Exatamente da maneira que Harry queria.
Forte e firme.
Fazendo o cacheado sorrir entre os gemidos e se arquear embaixo de Louis, que gemia de volta, vendo o quão entregue o garoto estava.
⁃ Me bate... me surra. Eu quero sentir sua mão acabando comigo. Eu imploro.
Tomlinson realmente não acreditou que mesmo com Harry estando acabado, sua voz mal saindo de tão fodida que sua garganta estava pelos gritos e choro ele ainda quisesse mais. O quão insaciável seu garoto era.
Sentiu seu orgasmo se aproximar e se deitou por cima dele na maca.
⁃ Porra. Eu vou te surrar mas você só vai gozar depois de mim quando eu deixar.
Ordenou antes de fechar uma das palmas ao redor da garganta de Harry regulando sua respiração e descer um tapa ardido sobre sua cara.
O ardido em sua bochecha não foi nada comparado a tentar buscar o ar e não conseguir. Quando mais um tapa explodiu em seu rosto, seu corpo tremelicou e ele sentiu Louis vir dentro dele. Ele não soube como foi capaz de segurar o próprio orgasmo mas assim que Louis soltou sua garganta ele gritou de uma forma tão desesperada que precisava gozar que quase fez o de olhos azuis vir novamente.
- Você aguentou até aqui meu amor. Tenho certeza que pode ser um bom garoto pra mim e se segurar só mais uns segundinhos.
Louis disse enquanto acariciava as bochechas vermelhas e regadas por lágrimas de Harry, tirou seu pau de dentro do garoto e gemeu ao ver sua porra escorrendo da entrada fodida e vermelha dele.
Abaixou a cabeça e coletou com a língua seu próprio gozo que estava pra fora sentindo Harry se afastar do toque por que estava sensível demais.
- Por favor Lou... eu não consigo. Eu não aguento. Eu quero ser bom mas eu não consigo mais.
O de olhos verdes suplicou enquanto todo corpo tremia e ele chorava.
- Você pode gozar - ele disse rente a entrada de Harry, a língua voltando a sugar a própria porra de dentro de seu garoto enquanto o mesmo se contorcia e gozava, gritando com a sensibilidade exagerada que seu corpo tinha agora e como Louis o chupava.
Seu orgasmo veio tão forte que ele nem mesmo notou quando Louis parou de chupar sua entrada super estimulada e ficou ao lado dele, fazendo carinho em seus cachos e deixando leve beijinhos em sua boca.
Ele estava tão distante que teve que fazer um esforço sobrenatural para abrir os olhos e ver que Louis estava falando com ele. O de olhos azuis dizia algo num tom extremamente terno sobre Harry estar com ele ali.
Levou cerca de alguns segundos para conseguir voltar a raciocinar e quando ele entendeu que Louis estava perguntando se ele estava bem e lhe dizendo o quão incrível ele havia sido ele sorriu.
- Harry? Anjo? - a voz daquele ser maravilhoso lhe chamou - Fale comigo princesa. Você está bem?
- Sim - sua voz saiu arranhada e ele abriu os olhos encarando Louis que ainda acariciava sua bochecha - Eu estou exausto... mas eu não chupei seu pau - disse com um biquinho fofo e a voz totalmente quebrada.
Louis sorrio e o assegurou que ele deixaria depois.
- Descanse um pouco, eu vou te limpar e pegar algo para você comer.
Harry sorriu ao passo que Louis deixou um selinho em seus lábios.
- Eu definitivamente vou marcar mais consultas com você.
- E eu vou cuidar de você do melhor jeito possível em todas babe.
Ouvindo aquilo Harry deixou a exaustão tomar conta do seu corpo enquanto sentia a mão de Louis em seus cachos. Ele nunca havia se sentindo tão satisfeito e pleno, aquilo definitivamente tinha sido a melhor coisa que havia acontecido em anos com ele.
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Parecia que ele havia dormido por séculos e não apenas por meia hora quando Louis o acordou. Em suas mãos, um copo de água e uma toalha. Ele tinha o limpado e o coberto com uma espécie de lençol fininho.
Harry sorrio e aceitou aquela atenção em silêncio, se sentindo tranquilo e adorável. Ainda sentia seu corpo exausto, mas a faculdade, o trabalhos e as outras coisas pareciam muito distantes para se importar agora. Sua pequena bolha com o ser de olhos azuis que olhava pra ele como se fosse capaz de lhe dar todo o carinho do mundo era o que importava.
- Harry?
- Sim?
- Será que eu ganho pelo menos a honra de um jantar nesse final de semana? Eu até deixo você me mamar antes de ir embora dependendo da resposta
Harry sorriu pra ele ligeiro acenando com a cabeça e se perguntando se estava mais ansioso pelo pau de Tomlinson em sua boca ou por sair no fim de semana com o mesmo.
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