#alforfón

[ochoislas]

NOCHE EN LA ALDEA

Cana yerba escarchada, bichos anhelosos; no cruza nadie al sur ni al norte de la aldea. Salgo solo al portal a mirar los sembrados: las flores de alforfón como nieve a la luna.

Bai Juyi

di-versión©ochoislas

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村夜

霜草蒼蒼蟲切切　村南村北行人絕 獨出前門望野田　月明蕎麥花如雪

白居易

[pandainthecar]

名物だと言われたので

普段食べない麺類を食す

20230716

[jgmail]

Alforfón. Extrema derecha y ecología

Por Stéphane François

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera

¿Cuáles son las raíces de las reivindicaciones ecologistas de extrema derecha? En Francia, estas combinan elementos anticapitalistas con la tradición libertaria y el neopreparacionismo. Detrás de la defensa de la vida y la protección de la naturaleza se esconde sobre todo una ecología de las poblaciones.

Mientras que el Frente Nacional/Agrupación Nacional apenas si se interesa por la ecología por cuestiones electorales, sin tomar ninguna medida concreta cuando llega al poder, en los últimos años diversas personas y organizaciones han desarrollado un discurso ecologista en la extrema derecha al tiempo que rechazan la etiqueta de “verde” (ecolo) por considerarla descalificadora. Este discurso no es nuevo en Francia; tiene raíces bastante profundas. Se inspira en un romanticismo político que alaba la naturaleza indómita y comparte con el ecologismo de “izquierda” una cierta voluntad de decrecimiento. Pero también retoma muchos de los temas que han estructurado el pensamiento conservador (rechazo de la tecnología, identidad orgánica, etc.). Además, contrariamente a lo que se cree, la formalización del pensamiento ecologista de extrema derecha en Francia se remonta menos a Barrès o Pétain que a la Nueva Derecha y, a través de esta, a los antiguos miembros de las SS francesas. Rastrear la genealogía de este pensamiento y recordar la trayectoria de quienes contribuyeron a darle sus contornos teóricos arroja una cruda luz histórica sobre ciertas algunas de sus manifestaciones contemporáneas.

De las antiguas SS a la Nueva Derecha

La primera vez que la extrema derecha francesa se preocupó por la ecología se remonta a la década de 1950. Estas últimas se diferenciaban del ruralismo, el cual definía el campo como un lugar donde se conservaba el modo de vida familiar y moral tradicional, encarnado a su pesar por escritores ruralistas como Henri Pourrat y Charles-Ferdinand Ramuz, y defendido por el régimen de Vichy. El ruralismo, que no busca preservar la biodiversidad, difícilmente puede calificarse de “ecológico”, a diferencia del discurso de Henry Coston (1910-2001), antiguo militante de extrema derecha y antisemita que mantenía vínculos personales con los pioneros franceses de la agricultura biológica, en particular con el equipo de La Vie claire. En 1995, Coston escribió un panfleto titulado Non! l'écologie n'est pas de gauche (No, la ecología no es de izquierdas).

Esta ecología, basada en la identidad (en el sentido ideológico del término), no empezó a teorizarse realmente hasta la década de 1970. El antiguo oficial de las SS francesas Maurice Martin (1920-2002), autodidacta que utilizó varios seudónimos – Robert Dun es el más conocido, pero también usó el de Régis Soubeyran y Fernand Chabriat –, promovió una forma de ecología radical de derechas, de corte decrecentista, desde principios de 1970, en particular en una revista llamada L'Or vert. Influido por su experiencia en las SS, publicó numerosos artículos en los que ensalzaba el arraigo, el racismo, el antimaterialismo y el neopaganismo. En este sentido, se le puede considerar como uno de los precursores de la ecología identitaria y, sobre todo, como un puente que transmitió las ideas entre distintas generaciones: antiguos nazis, los activistas de la década de 1970 y 1980 como Pierre Vial y las generaciones del año 2000 que publicaron sus textos y artículos, en particular con Éditions du Crève-Tabous.

En el momento de su muerte, el neoderechista y teórico identitario Pierre Vial le rindió homenaje en Terre & Peuple, con un artículo titulado “En mémoire/Mon camarade Robert Dun” ("En memoria/Mi camarada Robert Dun"). Dun fue, en efecto, un compañero de viaje de la Nueva Derecha. Al igual que otros antiguos miembros de las SS (Henri Fenet, Yves Jeanne, Pierre Bousquet, Robert Blanc), participó en publicaciones y/o actividades de la Nueva Derecha hasta mediados de 1980. Dun también transmitió a algunos de los neoderechistas un neopaganismo “nietzscheano” con tintes ecologistas. En efecto, el pensamiento de Nietzsche fue recuperado, tras haber sido tergiversado, a partir de 1970 por una franja de la extrema derecha, en particular los neopaganos, que lo tomaron como una importante referencia doctrinal. En 1983 Dun publicó una traducción de Así habló Zaratustra en la editorial Livre-club du Labyrinthe (una editorial de la Nueva Derecha). Sin embargo, Dun influyó sobre todo en la franja más völkisch – término difícil de traducir que combina las ideas de pueblo, nación y comunidad en un sentido racial – de la Nueva Derecha, en particular en el movimiento Terre et Peuple de Pierre Vial, Jean Haudry y Jean Mabire.

Sin embargo, la Nueva Derecha no siempre ha profesado el mismo interés por la ecología, ya que durante un tiempo alabó la tecnología y el carácter prometeico de la civilización europea. En 1970 Alain de Benoist rechazó el catastrofismo ecológico, al tiempo que reconocía la degradación real del medio ambiente desde principios del siglo XX y la responsabilidad de la sociedad de mercado en ese proceso. En aquella época, consideraba que el pensamiento ecologista era consecuencia de un complejo de culpabilidad derivado del cristianismo. La Nueva Derecha de 1970 estaba muy influida por el positivismo y la idea de que la naturaleza era propiedad del hombre. El hombre puede y debe hacerla fructificar y aprovecharla al máximo, antropoformizándola, pero respetando una cierta base que nos preserve de cualquier tentación prometeica.

Alain de Benoist, que miraba con desdén a los precursores de la ecología, antes de retomar sus ideas más antitecnológicas veinte años más tarde, convirtió a la Nueva Derecha en la principal organización que conceptualizó una ecología de extrema derecha. Además, Alain de Benoist es el principal intelectual de la derecha radical francesa y quien más ha expandido su influencia, ya que sus textos fueron leídos, comentados y traducidos tanto en Europa (principalmente en Alemania, Italia y Rusia) como en Estados Unidos. En los últimos treinta años, la Nueva Derecha ha contribuido a difundir y adoptar fuertes puntos de vista ecologicos y decrecentistas en otros movimientos de extrema derecha.

Alain de Benoist cambió sus antiguas posiciones cuando asumió las ideas de la filosofía antimoderna, antiilustrada y “arraigada” difundidas por Martin Heidegger, como medio para combatir la emergente globalización y, a su vez, teorizar la cuestión de la identidad. Esta forma de ecologismo, a la vez antimoderno y antioccidental, sirvió de modelo a otros militantes del mismo movimiento político, en particular a la corriente identitaria, que contribuyó a teorizar gran parte del problema. Podemos definir esta ideología como la necesidad de que los grupos etnoculturales preserven sus particularidades culturales, religiosas y raciales del mestizaje y la no diferenciación: es el derecho a la “identidad”. Los grupos “identitarios” también quieren que Europa se reorganice según criterios étnicos, regionalistas, federalistas y neopaganos. Este etnopluralismo rechaza el nacionalismo.

A mediados de 1980 el corpus teórico neoderechista incluía a Nietzsche entre sus referentes intelectuales de primer orden, siendo este autor una de las principales influencias de la “revolución conservadora” alemana: los textos de este movimiento intelectual y político fueron redescubiertos y releídos, en particular los de Martin Heidegger. Influidos por el vitalismo nietzscheano, los principales teóricos de esta corriente intelectual de la extrema derecha alemana de la década de 1920 desarrollaron un discurso que rechazaba el mundo moderno e industrial que estaba naciendo en su época. Se oponían a la urbanización e industrialización de Alemania, alegando que los alemanes corrían el peligro de sufrir una forma de decadencia espiritual y, en cambio, proponían una doctrina de “liberación de los pueblos” y una forma de regionalismo. Este movimiento estaba muy poco influido por el cristianismo. Los partidarios de la ideología völkisch desarrollaron una concepción etnicista y arraigada de la ecología. Pensemos, por ejemplo, en Willibald Hentschel (1858-1947), partidario de la idea de que la degeneración de la civilización alemana sólo podría superarse mediante el retorno a una vida sana, lejos de las ciudades, y la eugenesia. Hoy es considerado entre sus herederos contemporáneos como uno de los más radicales de la extrema derecha.

Esta Nueva Derecha, renovando sus referencias y movilizando a intelectuales de izquierda (Robert Jaulin, Serge Latouche, Alain Caillé, etc.), algunos de los cuales aceptan debatir con ella (Jaulin o Latouche, por ejemplo), mientras que otros se niegan a hacerlo para evitar ser manipulados y asociados con ellos (Caillé), ha liberado poco a poco, a partir de la década 1970, al movimiento identitario de los restos del nazismo.

El Frente Nacional descubre la ecología

Las ideas ecologistas de la Nueva Derecha han sido retomadas por otros movimientos de extrema derecha, siendo el más destacado el Frente Nacional (FN), que se convirtió en la Agrupación Nacional en marzo de 2018. La ecología apareció en los programas del FN a principios de la década de 1990, en una versión identitaria, bajo el impulso de Bruno Mégret, que también procedía de la Nueva Derecha. Para Mégret se trataba de dar una nueva orientación al FN, mostrando que se preocupaba por preservar el medio ambiente. Esto quedó patente en el congreso de Niza del 31 de marzo y el 1 de abril de 1990, donde se dio una nueva identidad a la ecología, ya que para los dirigentes del FN, ser ecologista significaba querer preservar el medio ambiente necesario para la supervivencia y el desarrollo de las especies vivas endémicas. Desde este punto de vista, los “verdaderos” ecologistas son los que tienen en cuenta la inmigración como factor determinante del desequilibrio cultural y/o étnico. Tras la escisión megretista, la cuestión quedó relegada a un segundo plano. El FN ha recorrido un largo camino en estas cuestiones. En 2010, Jean-Marie Le Pen aún consideraba a la ecología como un pasatiempo de “bobo” (burgueses bohemios, ndtr.), ya que él se identificaba con la tradición del liberalismo económico e incluso con el ultraliberalismo. En las jornadas del FN en el verano del 2011, su hija Marine, nueva presidenta del Frente, se centró en varios temas clásicos de la extrema derecha islamófoba: la llegada masiva de una población no europea que no puede ser asimilada por su gran número y cuya cultura es demasiado diferente de la de los europeos, lo que hace imposible cualquier intento de integración.

El interés del Frente Nacional por la ecología es, por lo tanto, muy reciente: su programa presidencial del 2012 guardaba prácticamente silencio sobre esta cuestión, a diferencia de otras tendencias de extrema derecha que se interesan por la ecología desde finales de 1980, como los nacionalistas-revolucionarios y los neoderechistas. En este programa, el FN sólo defendía una forma de protección de la flora y la fauna, así como del campo. Por último, el FN se mostraba escéptico ante las energías renovables.

Las últimas posiciones del FN, a pesar de ser consideradas ecologistas por sus miembros, van en contra de los ecologistas que rechazan la explotación del gas de esquisto. En el caso del FN, nos encontramos más en un contexto de “ecología superficial” (simple gestión de los recursos naturales) que de la “ecología profunda” (que busca un cambio civilizatorio): se trata más bien de una forma de desarrollo sostenible y sin voluntad de ruptura con la civilización. Esta concepción de la ecología desarrollada por el Frente Nacional es considerada un callejón sin salida por los ecologistas de extrema derecha, porque no rompe con el modelo productivista nacido de la Ilustración. Además, la idea de una “ecología patriótica” puede parecer extraña y bastante incoherente desde el punto de vista doctrinal, ya que la ecología es más bien girondina, defendiendo y promoviendo los particularismos regionales y culturales. Por último, resulta paradójico que el FN defienda tanto la ecología como a los “Bonnets rouges” bretones, que se movilizaron en Bretaña en 2013 contra el proyecto de ecotasa de las autopistas, pero que también defendían una agricultura orientada a la producción.

El discurso identitario detrás del ecologismo

La ecología de extrema derecha tiene varios temas. Uno de los más importantes, conceptualizado en gran medida por la Nueva Derecha, es la idea de las poblaciones como grupos étnicos esencializados que comparten un territorio, un tema retomado ahora por la Agrupación Nacional, tras ser introducido por Hervé Juvin durante la campaña para las elecciones europeas de la primavera de 2019. Juvin, elegido eurodiputado en la lista del partido, es conocido desde principios de la década de 2010 por sus posiciones sobre ecología, identidad y localismo.

En este sentido, el ecologismo de extrema derecha implica una gestión esencialista de las poblaciones, regida por la mixofobia, es decir, un rechazo a la mezcla (física o cultural). El objetivo es preservar la cultura y la diversidad humanas, es decir, preservar las identidades específicas. Así pues, la ecología no consiste únicamente en proteger las especies animales, sino también en preservar la diversidad de los pueblos... Este miedo a la mezcla es consustancial al diferencialismo preconizado por ellos. A partir de la segunda mitad de 1970 el racismo fue reemplazado por el etnodiferencialismo radical, reinterpretado aquí a la vez como relativismo radical y mixofobia. Los grupos de extrema derecha pasaron de promover agresivamente a la “raza blanca” y su cultura, como lo hacían en la década de 1960, para adoptar una postura defensiva en la década siguiente, en nombre de la diferencia y del riesgo de etnocidio de la “raza blanca”, es decir, una especie de genocidio étnico, mediante el mestizaje y la uniformización de las prácticas culturales.

Este etnodiferencialismo se opone al asimilacionismo. Puede definirse a la vez como un derecho a la diferencia y, por lo tanto, un derecho a defender las identidades y las culturas de los pueblos, incluidos los inmigrantes en suelo europeo, y como una manifestación de arraigo en un territorio. Al defender la diversidad cultural y la diferencia, estos grupos de extrema derecha se oponen también a la uniformidad occidental, es decir, explícitamente al universalismo occidental y al modelo estadounidense de desarrollo. Según este punto de vista, la ideología universalista de los derechos humanos no es más que un factor de aculturación y dominación en el que Occidente se erige en juez moral de la humanidad.

Este etnodiferencialismo también puede evolucionar hacia un sistema segregacionista, en el que cualquier mezcla o incluso el simple contacto conducen a una pérdida de la diferencia o incluso hacia una política antiinmigración en la que los inmigrantes no europeos tienen que volver “a casa” para encontrar “sus raíces” o, incluso, para los más racistas de estos etnodiferencialistas, su “entorno natural”. Este etnodiferencialismo se basa también en la idea de que existen razas humanas con orígenes distintos: estos grupos defienden la tesis de la poligénesis. De hecho, la extrema derecha defiende la existencia de diferentes especies humanas, origen a su vez de diferentes culturas.

La ecología, desde este punto de vista, consistiría en preservar esta diversidad manteniendo las “razas” en su medio natural, como a los animales... Esta ecología de las poblaciones postula la incompatibilidad de diferentes culturas. Por lo tanto, la ecología de extrema derecha no es sólo una defensa de la naturaleza. Es también una ecología de las poblaciones (en el sentido de la disciplina académica – la demecología – que estudia el impacto de las poblaciones en el medio ambiente) con una base fundamentalmente diferencialista y antimodernista, término que debe entenderse en el sentido de un rechazo de la Ilustración en su conjunto y de los valores filosóficos y políticos que de ella se derivan. Detrás de la defensa de la ecología, estos militantes sienten nostalgia de un mundo cerrado, tradicional y respetuoso de las particularidades regionales y culturales. Esta visión del mundo postula un retorno a un estado primordial, orgánico, en el que el hombre habría vivido en armonía con la naturaleza en una sociedad tradicional.

Rechazo del liberalismo y las sociedades abiertas

El segundo gran tema de la mayoría de los ecologistas de extrema derecha es el rechazo de la sociedad liberal, del progresismo y del capitalismo. Alain de Benoist, además de otros autores, está convencido de que la sociedad occidental está a punto de colapsar y desde principios de la década de 2010 su pensamiento se mezcla con el preparacionismo, o más bien con un neo-preparacionismo, que integra el decrecimiento y la ecología y se centra más en la independencia del sistema económico.

Aquí encontramos el rechazo de la Ilustración, como sistema filosófico que engendró el liberalismo (económico, político, filosófico) y como origen del racionalismo contemporáneo. Este doble rechazo se manifiesta en el ataque tanto del progreso técnico como social. La crítica de la Ilustración es abordada desde dos ángulos: en primer lugar desde el ángulo de la tecnofobia, vista como resistencia a la tecnología, y en segundo lugar desde el ángulo de la antimodernidad. Según estos teóricos, el tecnicismo y los descubrimientos científicos han aislado al hombre de los beneficios de la naturaleza. Esto es particularmente cierto en el caso de la ruptura provocada en el siglo XVII por el cartesianismo, que desacralizó la naturaleza y transformó al animal en una especie de máquina viviente, sin sentimiento, espíritu ni inteligencia. El hombre del siglo XVII habría entrado entonces en una era tecnocrática, en la que aún vivimos. Ciertamente, esta crítica no es exclusiva de la extrema derecha, que también impugna a este proceso de ser el origen del desencanto del mundo y el fin de las sociedades tradicionales.

Por último, rechaza la concepción progresista de lo ilimitado. En este sentido, la utilización de la ecología por la extrema derecha le permite rechazar la “ideología del progreso”, sin retomar las viejas antífonas contrarrevolucionarias. Este discurso es una de las consecuencias que ha tenido el pensamiento de Heidegger, antimoderno y sobre todo muy crítico con el progreso y la tecnología, en la extrema derecha...

En estos discursos, la comunidad se convierte en una de las formas posibles de superar una modernidad moribunda. El comunitarismo permitiría tambi��n frenar la disolución del vínculo social, característica, según los teóricos comunitaristas, de nuestra época individualista. Paradójicamente, los teóricos de extrema derecha, a menudo violentamente antiamericanos, se inspiran principalmente en autores norteamericanos como Sandel, Walzer y Taylor. Pero esta paradoja es sólo aparente: la derecha radical francesa nunca ha dejado de leer la producción intelectual estadounidense, tanto dentro de su propio movimiento (los supremacistas blancos o la alt-right) como fuera de él.

Este tipo de pensamiento se deriva de un rechazo del individualismo, muy presente en la extrema derecha antiamericana: el individualismo es visto como la caracterización de un sujeto desvinculado, independiente de sus semejantes, que se supone encuentra en sí mismo sus razones esenciales de ser. Este tipo de pensamiento puede considerarse una respuesta filosófica a los males que supuestamente aquejan a las sociedades occidentales modernas, en particular el individualismo. Sus teóricos han observado que los valores fundacionales de nuestras sociedades (ciudadanía, solidaridad, valor cívico) ya no se respetan ni se comparten. En su opinión, el pensamiento comunitario ofrece a quienes lo desean una forma de no desvincularse de sus raíces, de mantener vivas sus estructuras de vida colectiva y de no tener que avergonzarse por mostrar respeto a la necesaria ley común de quienes tienen una misma cultura.

En algunos casos, la noción de comunidad equivale a rehabilitar las patrias carnales y concretas tan queridas por los medios aquí estudiados, en la tradición del organicismo de Maurice Barrès, el teórico de “La Tierra y los Muertos”, o en la de Charles Maurras, que oponía el “país real” al “país legal”. Esta noción de comunidad se refiere también a prácticas sociales supuestamente desaparecidas: reciprocidad, ayuda mutua, solidaridad, valores compartidos, etc. Desde este punto de vista, el mito de la comunidad y el retorno a la naturaleza asociado a él permiten conceptualizar nuevos modelos de sociedad. Este mito conlleva un fuerte desafío a la realidad. Da sentido a las decepciones y frustraciones, permite desarrollar proyectos de regeneración del orden social y, por último, alimenta la expectativa de una convulsión radical y el advenimiento de un “hombre nuevo”.

En conjunto, los grupos de derecha radical promueven hoy un retorno a la ruralidad, a un modo de vida frugal, casi autárquico, respetuoso de la naturaleza en un mundo de comunidades anticapitalistas y arraigadas, modeladas a partir de las sociedades preestatales.

Ecología irracional

Esta evolución ha llevado a redescubrir a un pionero de la ecología de extrema derecha: Richard Walther Darré (1895-1953), agrónomo, general de las SS, teórico nordista y seguidor de la agricultura biodinámica, una forma mística de agricultura orgánica teorizada en los años veinte por Rudolf Steiner. Aunque no fue un destacado nazi, influyó en las SS, sobre todo en lo relativo a la agricultura ecológica. Darré fue discípulo de Rudolf Steiner, fundador de la Sociedad Antroposófica (al igual que otros nazis como Rudolf Hess, Robert Ley, Alfred Rosenberg y Wilhelm Frick). Sin embargo, aunque la Sociedad Antroposófica ha sido acusada en varias ocasiones de ser un movimiento racista, no es de extrema derecha. También es criticada regularmente como un fenómeno sectario, sus prácticas irracionales, en particular su rechazo a la vacunación, son puestas de relieve en los informes de la Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias (Miviludes). Además, no todos los adeptos a la biodinámica son de extrema derecha.

Los ecologistas de extrema derecha han desarrollado un discurso teñido de religiosidad e irracionalismo. Pretenden compensar la “salida de la religión” debida, en gran parte, al advenimiento del odiado mundo moderno y el racionalismo seco actual al adoptar la idea de Heidegger de que la técnica moderna es la culminación de la metafísica. En su opinión, el dominio de la técnica se consigue a costa de la dimensión teológica de la metafísica, que se descarta de plano, aunque es cierto que sigue habiendo planteamientos metafísicos que se centran en Dios. Los círculos aquí analizados quieren “reencantar” la sociedad renovando el pacto ancestral entre el hombre, lo sagrado y el mundo, con vistas a la identidad y la ecología. Tienen un evidente origen heideggeriano, sobre todo en su crítica a la comprensión fáustica del mundo y a su visión decadente de la historia, aunque este filósofo alemán nunca quiso volver a una edad de oro.

Para los militantes de extrema derecha, los orígenes de esta “apresamiento del mundo” se encuentran no sólo en la autonomía de la técnica, que escapa al control humano, sino también en el advenimiento de la modernidad, nacida de la racionalización del mundo, y en la globalización y sus flujos demográficos. Para salvar a la humanidad y a la Tierra, hay que dar la espalda a las sociedades tecnocráticas y productivistas nacidas de la Ilustración y que sean encarnado en nuestras sociedades occidentales actuales o arriesgarse a la extinción. Por último, necesitamos volver a las sociedades tradicionales del pasado. Para los militantes de extrema derecha, las sociedades deben estructurarse de forma homogénea y segura, regidas por el principio del organicismo. Su utopía es la de una “sociedad cerrada”, concebida para permitir el renacimiento de la comunidad-identidad, entendida como etnocomunidad.

Según los teóricos de extrema derecha – en particular Guillaume Faye (1949-2019) –, la filosofía de Martin Heidegger permitiría superar el cristianismo, pero también la posibilidad de volver a una forma de paganismo ecológico y postcristiano, volviendo a las religiones paganas de la Antigüedad. De hecho, Heidegger inventó una forma original de neopaganismo basado en los filósofos presocráticos y eliminando toda referencia judaica o romanizada, lo cual encaja con las construcciones teóricas de la Nueva Derecha, fundamentalmente anticristianas. Desde los inicios de la Nueva Derecha, los términos “tradición” e “indoeuropeo” remiten explícitamente a una rehabilitación del paganismo y, a veces, a prácticas paganas. Estos militantes señalan, con versículos que los respaldan, que en el mundo de la Biblia el sometimiento de la naturaleza profanada es un deber que forma parte del plan divino. En su opinión, los pueblos de Europa han conservado una visión monista de la ecología. En consecuencia, el giro ecológico se vio refrendado por una postura doctrinal antiquísima. En la década de 1980, el paganismo se convirtió en uno de los principales referentes de la extrema derecha más radical. Desde entonces, importantes miembros de la extrema derecha han reivindicado o reivindican esta forma de espiritualidad.

¿Y la extrema derecha católica?

Aunque los vínculos entre ecología y cristianismo vienen de lejos – piénsese, por ejemplo, en Bernard Charbonneau –, la extrema derecha cristiana, y en particular la católica, no se ha distinguido por promover un discurso ecológico. Esto cambió en 2015 tras la promulgación de la bula papal Laudato Si, en la que el Papa Francisco insistió en la necesidad de una ecología que calificó de “integral”.

Los católicos tradicionalistas desarrollaron entonces una forma de ecología que condenaba la “tecnociencia” en nombre de una “naturaleza humana” que sería invariable y eterna, porque derivaría de la creación divina, lo que justificaría su concepción organicista de la sociedad. Incluso han entablado debates con la corriente neopagana, con puntos de convergencia relativos a los problemas de la bioética, las cuestiones de género y el decrecimiento.

Para estos católicos, se trata de combinar las cuestiones sociales, políticas y bioéticas con las del medio ambiente, porque consideran que el mundo vivo en su conjunto está en interacción permanente y las cuestiones sociales resuenan con la degradación del medio natural y la mercantilización de los cuerpos. Las técnicas de reproducción artificial serían una respuesta a las cuestiones planteadas por la modificación genética de las semillas. La ecología que reclaman es, por lo tanto, “integral”, como desea el papa Francisco, un papa que no goza del favor de la extrema derecha. Combina consideraciones vinculadas a la fe (rechazo de la cosificación de los embriones, de la eutanasia, de la indiferenciación sexual, del comercio de vientres, etc.) con otras de carácter ecológico, como la defensa de la biodiversidad, el decrecimiento, el antiproductivismo, el antitecnicismo, etc. También añaden consideraciones propias de la extrema derecha, como el rechazo a la inmigración.

Aunque estas convergencias no son recientes, se han visto facilitadas por el hecho de que un cierto número de valores defendidos por los ecologistas, en general, se sitúan – objetivamente – en el espectro conservador. El ecologismo de extrema derecha que aquí nos interesa defiende una dimensión espiritual, valores contrarrevolucionarios y un radicalismo antimoderno y antihumanista. Pero es cierto que figuras tradicionalistas, como el abad maurrasiano Guillaume de Tanouärn, de la Fraternidad San Pio X, llevan tiempo discutiendo con neopaganos, o al menos con personas poco interesadas en el cristianismo, mientras que el Bloc identitaire y la Génération identitaire, recientemente disuelta, se han acercado a los católicos desde las “manifestaciones para todos” y algunos de sus militantes se han convertido a la fe católica o han vuelto a ella.

Con este tipo de discurso ecologista, la extrema derecha más radical, que – no lo olvidemos – tiene aspectos revolucionarios, está desarrollando un discurso con una base y un contenido abiertamente reaccionarios. A partir de nuestro análisis, podemos definir una serie de invariantes: se trata de una ecología identitaria, pagana (o al menos hostil al cristianismo y a las religiones monoteístas), que rechaza la tecnología y la herencia de la Ilustración, y que a principios de la década de 2010 tiene una inclinación preparacionista. Detrás de la retórica ecologista, hay un claro deseo de volver a un mundo cerrado y arraigado que rechaza la modernidad. En ese sentido, es un discurso contrarrevolucionario, pero que está siendo recibido con indulgencia dentro de los movimientos ecologistas y decrecionistas. El grupo neoludita Pièces et Main d'oeuvres, punto de referencia tanto para la extrema izquierda antimoderna como para la Nueva Derecha (Alain de Benoist, la revista Krisis) lo utiliza como base para una crítica argumental de la tecnología y la modernidad.

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La Pastelería saludable ¿Qué es?

Primero que todo ¿Qué entendemos como pastelería saludable?

¿Pastelería sin calorías? ¿Pastelería que no engorda? ¿Pastelería que hace bien a la salud?

La pastelería saludable es una forma de hacer los postres con los ingredientes más naturales posibles y sin productos procesados.

Pero ojo! que sea saludable no significa que no vaya a engordar o que no aporte calorías a tu ingesta diaria, debido a que todo consumo en exceso es malo, aunque sea un alimento saludable, pero a diferencia de la pastelería regular los ingredientes en su forma natural contiene minerales, fibra, antioxidantes, fibra, etc; cosa que con el azúcar refinada/blanca no ocurre ya que las fábricas le han quitado todo lo que refiere a minerales y demases pertenecientes a la plata de donde extraen este producto.

¿Cómo reemplazar ingredientes tradicionales?

El azúcar actualmente es bastante común de reemplazar con stevia, debido a que es uno de los endulzantes más asequibles en términos comerciales, aunque pueden utilizarse otras azúcares como lo son: el azúcar de agave, de coco, de abedul, o edulcorantes naturales como variadas nectarinas, mieles y  frutas por si solas con su edulcorante propio.

Las grasas como la mantequilla, la manteca, la margarina entre otras, pueden ser reemplazadas por mantequillas clarificadas, aceite de coco, manteca de cacao, aceite de oliva, manteca de aceite de coco y aceite de girasol.

Las harinas son el problema principal, ya que la harina de trigo apenas contiene nutrientes, pero en sí el trigo no es malo, sino que los productos procesados industrialmente modifican tanto el producto convirtiéndolo en algo casi sin beneficios a la salud en comparación de su ingrediente al natural. Puede ser reemplazada por variedad de harinas tales como: avena, bulgur, cebada, centeno, espelta, escanda, farro, kamut y triticale (cabe mencionar que no estamos haciendo énfasis en otras enfermedades como la celiaquía ya que la mayor parte de las harinas recientemente nombradas contienen gluten). si queremos reemplazar la harina de trigo debido a su gluten nos sirven las siguientes harinas: trigo sarraceno o alforfón, amaranto, arroz, quinoa, mijo, garbanzos, guisantes, lentejas, habas, almidón de papa, maíz, teff, sorgo, almendra, coco, castañas, yuca y plátano macho. En el caso de la avena por celiaquía se debe consultar médicamente, ya que esta no presenta gluten pero si avenina la cual es una proteína de estructura similar al gluten.

Leche y derivados: para reemplazar la leche de vaca en sí pueden consumirse bebidas vegetales (leche de arroz de almendra, de coco, etc) en el caso de la crema de leche puede utilizarse crema de coco, anacardos, macadamia, en el caso de los yogures se pueden preparar mezclando el yogur con probióticos junto la bebida vegetal correspondiente  y en el caso de los quesos tofu. 

[mycrazyramblings]

Micro-Cuentos de Hadas 25: Alí Baba y los Cuarenta Ladrones

by @ulmo80​

INT. CUEVA DE LOS CUARENTA LADRONES – DÍA

Nos encontramos dentro de una cueva, repleta hasta el techo de tesoros: oro, plata, tapices, piedras preciosas. KASÍN (40), el hermano codicioso de ALÍ BABA (38), se dirige a la entrada del recinto para buscar las mulas que cargarán los sacos que ha llenado de monedas de oro. Se para frente a la puerta.

KASÍN ¡Ábrete, cebada!

No sucede nada.

KASÍN (cont.) ¡Ábrete, haba!

Mismo resultado.

KASÍN (cont.) ¡Ábrete, avena! ¡Ábrete, centeno!

No hay ningún cambio en la superficie de la pared.

KASÍN (cont.) (empieza a desesperarse) ¡Ábrete, mijo! ¡Ábrete, alforfón!

La entrada permanece cerrada.

KASÍN (cont.) (aumenta el tono de su voz) ¡Ábrete, trigo! ¡Ábrete, arroz!

La entrada continúa cerrada.

KASÍN (cont.) (grita) ¡Maldita sea mi corta memoria!

KASÍN corre hacia el interior de la cueva en busca de otra salida.

NARRADOR (OFF) Para evitar fallas en su memoria durante situaciones estresantes, tome infusión de Gingko Biloba

Se escucha una voz desde el exterior de la cueva.

CAPITÁN DE LOS CUARENTA LADRONES (55) ¡Ábrete, sésamo!

Las puertas se abren y entra el CAPITÁN DE LOS CUARENTA LADRONES acompañado de los restantes TREINTA Y NUEVE LADRONES, espadas en mano.

NARRADOR (OFF) Publicidad auspiciada por la Fundación Sherezade.

Nota:  Mientras buscaba medicamentos que ayudaran a mejorar la memoria, encontré uno específico para situaciones estresantes, que tenía Gingko Biloba como uno de sus ingredientes activos, perfecto para esta historia.

Puedes leer más en AO3: https://archiveofourown.org/works/14904582

[dissidentaspid]

-¿Se acuerda de Wittgenstein? -me ha preguntado, tras un prolongado silencio. Yo estaba contemplando el cielo azul del mes de agosto sobre el cementerio de Montparnasse. Sí, habría podido, esforzándome un poco, acordarme de Wittgenstein, de nuestras conversaciones al respecto. Pero estaba agotado, no tenía ganas de acordarme de Wittgenstein, de hacer ese esfuerzo. Yo pensaba en César Vallejo. Siempre he tenido suerte con los poetas. Quiero decir: mis encuentros con sus obras siempre han sido oportunos. Siempre me he topado, en el momento oportuno, con la obra poética que podía ayudarme a vivir, a hacerme progresar en la agudeza de mi conciencia del mundo. Así me sucedió con César Vallejo. Y también, más adelante, con René Char y con Paul Celan. En 1942 lo que descubrí fue la poesía de César Vallejo. No había sido agradable ese aquel año. Me había visto obligado a abandonar el curso preparatorio de la École Normale en el liceo Henri-IV, para ganarme la vida. La supervivencia, más bien: algo con lo que subsistir con estrecheces. Apenas lo conseguía dando clases de español a alumnos de todas las edades, de latín a jóvenes calamidades hijos de buenas familias, que a veces resultaban odiosos. Sólo comía caliente una vez cada dos días, más o menos. A menudo, me alimentaba de bolitas de alforfón que compraba sin cartilla de racionamiento en una panadería que existía entonces en el Boulevard Saint-Michel, donde convergen las Rue Racine y la Rue de la École-de-Médecine. Pero había descubierto la poesía de César Vallejo. Me gusta la vida enormemente pero, desde luego, con mi muerte querida y mi café y viendo los castaños frondosos de París… Claude-Edmonde Magny acababa de invocar a Wittgenstein, me guardé para mí el poema de César Vallejo que me había vuelto a la memoria. No se lo traduje.

La escritura o la vida, Jorge Semprún.

[eurowon]

Me ha gustado lo de desayunar memil guksu (메밀 국수, fideos de alforfón que se sirven con caldo frío). (at Dormy Inn Premium Seoul Garosugil) https://www.instagram.com/p/B1-Dy2gC9bi/?igshid=hxe76vfl75t3

[ochoislas]

ALBA

La campana escarchada da la quinta guarda; aún no se muestran los tonos del alba. Detrás de mi casa en lo alto del árbol dos o tres cuervos en vela crascitan.

TERREMOTO

Lo firme, se mueve; lo duro se ablanda. La tierra hace olas, mi choza una balsa. Ocasión de pavor y de regocijo también. Sin viento, las esquilillas retiñen sin parar.

ALDEA RIBEREÑA

La aldea de la ribera demudada junto a los rabiones. El arenal un enrejado de signos arcanos: huellas de aves. Un pescador cano solitario, empuñando su caña. Colleras de patos contrastando las quebradas ondas; chatas chalanas que bornean con la brisa. Una enjuta vaca, testuz gacha, con su becerro. Allá los juncales y carrizosos senos, sobre los chamizos, despunta el sol redondo. Craso humo sube de los hogares.

DEL NATURAL

Telaraña desgarrada, un colgajo pendiente... enredado en su cadejo un pétalo volandero. Todo el día baila y voltea, sin parar quieto... sin que corra una gota de viento en el jardín.

PASEO POR EL CAMPO UN DÍA DE OTOÑO

Aguas someras, arena blanda, un sendero sinuoso; taque de un telar, murmullo de soto... gente que allí mora. Allá las arrumadas nubes de amarillo, crestas blancas: plantas de arroz granando, atajadas de alforfón florido.

Kokan Shiren

[ncarrero144]

Alimentación en la Edad Media

El área de estudio conocida como la gastronomía permite observar varios componentes socioculturales dentro de cualquier región, etnia, comunidad, o clase social, todo esto lo logra hacer partiendo desde la comida como eje central de su estudio. Gracias a la riqueza de información que existe sobre los alimentos, los cuáles han sido un elemento fundamental a lo largo de la historia de cualquier ser vivo, me propondré en este texto investigar sobre los hábitos alimenticios en la baja edad media[1], los cuáles pueden llegar a reflejar la baja calidad de vida por la que tuvo que pasar la mayoría de la población mundial en comparación con la nobleza la cual podía disponer de gran variedad de alimentos en comparación de sus subalternos.

La edad media llega a ser un periodo característico de una gran cantidad de choques culturales, lo cual vuelve complicado la forma en la que muchos historiadores hacen generalizaciones en sus conclusiones de una obra. Esto se debe a que gracias a las constantes invasiones entre pueblos tanto occidentales como orientales, las tradiciones y hábitos iban cambiando conforme a estos movimientos. Sin embargo, hay ciertos aspectos que sí pueden sintetizarse sin armar gran conflicto en la objetividad de las afirmaciones que se hacen, como por ejemplo la alimentación en la vida cotidiana bajomedieval. Esto se debe a que a pesar de los constantes choques culturales que ocurrian, la producción de alimentos era limitada al igual que la variedad de estos, volviendo a las hambrunas algo característico de la cotidianidad, en donde la hostilidad y el paisaje solían ser tenebrosos y llenos de dolor[2].

Ahora, cada región y civilización llegó a aportar importantes aspectos culinarios a la cocina medieval, como por ejemplo la repostería (quesos y rellenos) en la civilización bizantina, o el arroz, la caña de azúcar, la granada y la berenjena en Al-Ándalus. Por otro lado, cuando se intenta estudiar aspectos de la época medieval, como la alimentación, hay que tener cuidado de no caer en subjetividades y silencios que se pueden encontrar en algunas de las fuentes más obvias sobre este periodo, como por ejemplo la literatura gastronómica con obras como “The forme of Cury” escrito por el cocinero de Ricardo II de Inglaterra, o “Daz Buch von guter Spise” obra anónima alemana. Dentro de esta literatura también se pueden encontrar las supuestas recetas extraídas de las notas de Leonardo Da Vinci y agrupadas en el “Codex Romanoff”. Se habla de silencios porque las personas de las que se recogieron las recetas en las obras ya mencionadas anteriormente, solían ocupar posiciones privilegiadas (clero, nobleza, burguesía) dentro de la sociedad medieval, por lo que acudir sólo a recetarios para intentar hablar de la alimentación en la baja edad media puede dejar por fuera aspectos dietéticos de la gente del común medieval, las cuales llegaron a ser las víctimas de las trágicas hambrunas, debido a la falta de alimentos, precios y demás[3]. Cabe resaltar que estas clases subordinadas representaban la mayoría de la población medieval.

[4]

Aparte de la literatura culinaria ya mencionada, también se puede llegar a extraer información de literatura narrativa, o de crónicas, pinturas o fuentes oficiales. Por lo que se puede sacar la conclusión de que a la hora de abordar una investigación sobre una época en donde las fuentes son pocas, es necesario intentar abarcar todos los puntos de vista posibles sobre esta temática.

Ahora, se puede empezar hablando de uno de los productos más famosos y conocidos en la era medieval, el pan. Este alimento jugó un papel importante en la dieta de todos los habitantes medievales, esto se logra observar incluso en la religión cristiana, en donde el pan es mencionado varias veces en importantes libros sagrados como la biblia, e incluso en oraciones: “Danos hoy nuestro pan de cada día”, haciendo referencia no sólo a la importancia de mantener nutrida al alma, sino también al cuerpo que la sostiene[5]. Es importante resaltar que, para la época, el pan se hacía con una gran variedad de cereales, como por ejemplo el trigo, centeno, cebada, alforfón, mijo o avena[6]. De todos los cereales de los que se podía producir el pan, el trigo hacía parte de las harinas más refinadas, con este se fabricaba el pan blanco que hoy en día conocemos. Este pan blanco era usualmente consumido solo por las personas de las altas clases sociales, mientras que el pan negro y viejo se usaba como recipiente en donde se servía la comida, o también podía ser usado en las sopas[7]. La gente que no podía ni siquiera comprar pan de los otros cereales como el centeno o la avena, solían moler sus propios granos y la mezclaban con frijoles o castañas[8].

Es importante resaltar que la dieta de cada región dependía más que todo por los productos locales que estuvieran al alcance de la población, por ejemplo, en Andalucía se consume más cereales, frutos y vegetales, en cambio en el noreste europeo se solía producir y consumir productos lácteos como la leche y el queso, otro gran alimento era el pescado gracias a la cercanía al mar[9].

Hanns Buel. Panadero de pan de jengibre. 1520

Otro gran elemento alimenticio que ha sido parte de la dieta del hombre durante toda su historia son las carnes, rojas y blancas. Claro ésta, que las carnes no eran usualmente consumidas por las clases más pobres, aunque cuando lo hacían debían supeditarse al consumo de carnes saladas o secas. Los alimentos frescos eran característicos de las clases altas, y cuando las carnes empezaban el proceso de putrefacción se solían preparar salsas que “disfrazarán” los malos olores de las carnes en descomposición. La carne llegó a ser de los alimentos más consumidos por las clases altas, casi a diario se consumía carne y pescado[10].

Las carnes eran adquiridas por medio de la caza o domesticación de animales en los corrales. Por un lado, la caza solía ser una práctica reservada solo para los nobles, los cuales prohibían a otros la práctica de la caza, aumentando el estatus social de ésta. Se consumían todo tipo de aves como la codorniz, perdiz, y patos, al igual que las gallinas, los ciervos, cerdos, reses, e incluso pavos reales, alimento preferido por la monarquía[11]. Los restos de los animales que se consumían (hígados, orejas, sangre...) eran consumidos por las clases bajas de otras formas, por ejemplo, en España se volvió común el consumo de embutidos como las salchichas y la morcilla, preparada con sangre e intestinos[12]. Una práctica que aún se conserva hasta el día de hoy es el asado, menú acuñado por los franceses más adinerados de la baja edad media. Estos organizaban asados compuestos por carnes en salsa y frutas frescas (usualmente ácidas). Después procedían a comer los entremés, los cuáles hoy en día son conocidos como los platos azucarados y salados, finalmente se servían los postres, entre los cuáles se podían encontrar quesos y preparaciones frutales[13].

La carne de res o de vaca no era tan consumida como la de cerdo, gallina o pescado. Esto se debe principalmente a que el ganado era usado principalmente en las zonas rurales para el trabajo forzoso. Por ejemplo, los bueyes eran usados en su mayoría como animales de tiro o de carga. En cambio, el cerdo al no tener ningún otro usó llegó a ser la carne más consumida y más asequible para las clases altas y en algunas ocasiones la clase media, gracias a que este animal podía encontrarse en casi cualquier ciudad alimentándose de las basuras y residuos orgánicos. Claro está que el consumo de carne de cerdo al ser prohibida por regiones como el islam y el judaísmo, no era consumida en grandes cantidades en las regiones donde se practican estas creencias.

Tapiz de Bayeux. 1082-1096. Se puede observar un banquete tras el desembarco de Guillermo el Conquistador en Pevensey.

Por otro lado, el cordero llegó a ser una gran fuente tanto de carne como de leche y lana, a diferencia de las vacas. Con la carne de este animal se solía preparar estofados, carne asada, o cocida. La carne preferida era la del cordero que ya tenía entre 3 a 5 años de edad, esta carne se consumía principalmente en el sur europeo árabe y en la comida inglesa de la baja edad media. Uno de los platos más famosos preparados con este tipo de carne fue la pierna de cordero rostizada con ajo[14]. En añadidura, se llegó a creer que la carne de cordero era de difícil digestión, por eso se consumían corderos “adultos”. A diferencia del cordero, la carne de oveja menor a un año era recomendada por ser tierna y húmeda, especial para personas enfermas con estómagos “débiles”, cabe resaltar que las ovejas blancas eran las menos apetecidas a diferencia que las de otros colores[15].

Ahora, cuando la religión prohibía el consumo de carnes rojas, o en los días de ayuno, se consumía el pescado. Cabe resaltar que para la época existía gran variedad de tipos de pescados, tanto de agua dulce como de agua salada[16]. Dentro de los de agua dulce se encontraban: el robalo, albur, anguila, lamprea, boga, barbo, trucha y camarón. Dentro de los pescados de mar se encontraban: corvina, atún, lenguado, palometa, urta, sardina, salmón, pez rubio, pulpo, raya, ballena, langostino, cangrejo, almejas, ostras, jaibas, entre otros[17]. Las formas de preparación de los pescados variaban según la cercanía a las zonas de pesca, entre más lejos, los pescados solían ser salados o servidos en salsa. También se podía hacer frito, hervido, horneado, asado o incluso se servía dentro de pasteles y en gelatina[18]. El pescado frescoera consumido siempre en las zonas costeras por la clase alta, la cual lo acompañaba con especias como la pimienta o el azafrán, un gusto que pocos podían darse.

Livre des Simples Médecines. Castor con cola de pescado. 1480.

Para las civilizaciones que no tenían costas y pocos lagos para pescar, el pescado solía ser más caro que incluso otras carnes rojas, esto se debe principalmente a que si el pescado debía ser transportado largas distancias, entonces se debía disponer de técnicas de conservación que no dejarán que el pescado se pudriera, pero más que evitar esto, se le daba prioridad a esconder los malos olores que con el tiempo esté iba adquiriendo. En cuanto a los factores medicinales del pescado, este era conocido por ser de difícil digestión, por generar humores flemáticos y por causar sed[19]. Los pescados que se querían guardar por un tiempo debían ser preservados en sal o secados, también se recomendaba hervirlos en vino para evitar enfermedades.

Tacuinum Sanitatis. Siglo XIV. Pesca de Lamprea[20]

Otro de los productos más usuales de la civilización bajomedieval, son los lácteos, leche, queso, y la mantequilla. La leche era difícil de mantener en buen estado, por lo que para prevenir que se echara a perder la convierten en queso o mantequilla, ya que aún no existía la refrigeración ni la pasteurización. Sin embargo, la leche fresca si era consumida por los enfermos, ancianos y niños recién nacidos. La leche que se les suministraba provenía de vacas, corderos, y ovejas. Cabe resaltar que las clases altas no consumían leche animal, preferiblemente producían y usaban la leche de almendras para cocinar otros alimentos[21]. Por otro lado, los huevos llegaron a ser un alimento muy versátil, al igual que él pollo y el cerdo. El uso del huevo como plato principal predominó en la región italiana[22], en donde existían demasiadas maneras de cocinarlo, junto con especias como la pimienta. Incluso en algunas recetas se hace mención del uso de la remolacha verde en los huevos para poder así darles color. Este factor llegó a ser muy importante para las sociedades árabes, en dónde se acostumbraron a usar gran variedad de elementos para darle color a sus platos. Este alimento pudo haber sido una buena forma de conseguir las proteínas y grasas necesarias para las personas de las clases bajas.

Ahora, abarcar a profundidad la historia de los alimentos principales de la civilización bajomedieval resulta muy extenso, ya que como se puede observar en este texto cada alimento tiene una gran cantidad de aspectos tanto sociales, como geográficos, culturales y económicos. Por ejemplo, con base en este texto se puede concluir que la dieta medieval siempre estaba sujeta a constantes cambios, ya que la mayoría de los alimentos cultivados, criados, y cazados dependen en gran parte de los cambios estacionales. Estos cambios en la dieta se ven reflejados cuando se observa que el aspecto más característico de la civilización bajomedieval fue el aumento en el consumo y dependencia de los cereales en las clases bajas, y la disminución del consumo de carnes y otras proteínas. Cabe resaltar que el estudio de la alimentación y dieta de una sociedad son formas diferentes de aproximarse a diferentes estudios históricos, ya que permiten ver tanto aspectos comerciales (económicos), sociales (tradiciones, costumbres), religiosos (Ej: relación judaísmo con el cerdo como alimento) y políticos (clases sociales, jerarquía). Por lo que considero que el historiador al hacer un estudio de la edad media, al ser una época con tan pocas fuentes primarias escritas, debe acudir a herramientas de estudio como la alimentación para poder tener una visión más completa y un poco más objetiva.

Herramientas digitales:

Cerveza: https://view.genial.ly/5cafce5c6e08c20f4e0b720f/imagen-interactiva

Vino: https://view.genial.ly/5cafd2105400140f8461dfbe/imagen-interactiva

[1]Principalmente me enfocare en los alimentos más consumidos por los nobles, clero y en algunas ocasiones las clases bajas.

[2]Almodóvar, Miguel A. “La cocina del Cid. Historia de los yantares y banquetes de los caballeros medievales”. Ediciones Nowtilus, S.L. (2007). Pág. 13

[3]Weiss, Melitta. “Food in Medieval Times”. Greenwood press. 2004. Pág. XVII

[4]Tomado de: file:///var/folders/l4/x9m24qy5571cqg3fmpqzp_r80000gn/T/com.apple.Safari/WebKitDropDestination-vBzQRaEw/Captura%20de%20Pantalla%202019-04-10%20a%20la(s)%2012.48.59%20p.%20m..png

[5]Almodóvar, Miguel A. “La cocina del Cid. Historia de los yantares y banquetes de los caballeros medievales”. Ediciones Nowtilus, S.L. (2007). Pág. 11

[6]Dhondt, Jan. “La alta Edad Media”. Cap. 5. Pág. 91

[7]Tormo, Jose R. “Historia de la alimentación, La gastronomía en la Edad Media”

[8]Weiss, Melitta. “Food in Medieval Times”. Greenwood press. 2004. Pág. 3

[9]Giménez, José M. “La gastronomía europea en la baja edad media: las crisis alimentarias”. Publicación digital de Historia y Ciencias Sociales. Nº 217. 15 de agosto de 2011. Pág. 4

[10]Weiss, Melitta. “Food in Medieval Times”. Greenwood press. 2004. pp 30-45.

[11]Giménez, José M. “La gastronomía europea en la baja edad media: las crisis alimentarias”. Publicación digital de Historia y Ciencias Sociales. Nº 217. 15 de agosto de 2011. pp. 4-5.

[12]Weiss, Melitta. “Food in Medieval Times”. Greenwood press. 2004. pp 121-123

[13] Giménez, José M. “La gastronomía europea en la baja edad media: las crisis alimentarias”. Publicación digital de Historia y Ciencias Sociales. Nº 217. 15 de agosto de 2011. Pág. 5

[14]Weiss, Melitta. “Food in Medieval Times”. Greenwood press. 2004. pp 31-33

[15]Ibídem.

[16]Es interesante observar como para la civilización bajomedieval, el castro llegó a ser considerado como un pescado, ya que este roedor suele pasar la mayoría de su tiempo en el agua.

[17]Azcoytia, Carlos. “La historia de la alimentación en la Baja Edad Media en Sevilla” Capítulo I. 13 de noviembre de 2014. Disponible en:https://www.historiacocina.com/es/alimentacion-en-sevilla

[18]Weiss, Melitta. “Food in Medieval Times”. Greenwood press. 2004. pp 39-40

[19]Ibídem.

[20]La lamprea era considerada un manjar para la clase alta, la cual la consumía en los días en los que no era permitido el consumo de carnes rojas. Algunas personas también las guardaban en estanques como mascotas. Servían de reemplazo para los platos con anguila, ésta debía ser preparada con sal y pimienta para que no provocara enfermedades. Weiss, Melitta. “Food in Medieval Times”. Greenwood press. 2004. Pág. 44

[21]Pegge, Samuel. “The Forme of Cury”. junio 13 de 2003. Disponible en: http://www.gutenberg.org/cache/epub/8102/pg8102-images.html

[22]En lugares como Francia, el huevo llegó a ser un ingrediente secundario en sus platos principales.

[jgmail]

EL DON DE LA PLAGA (FILOSOFÍA PANDÉMICA Y EXISTENCIAL)

Por Alexander Dugin

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera

 En una epidemia tiene lugar un proceso existencial muy profundo. El Dasein se caracteriza por el ser-para-la-muerte. Cuando existe sin autenticidad, lo olvida con cuidado, de ahí la absolutización del status quo en el filisteo Lebenswelt (mundo de la vida). El globalismo y el liberalismo explotan esto (como lo hacen, por tanto, otras ideologías de la Nueva Era), obligando a las personas a existir de manera inapropiada. Así constituyen el das Man.

 Cuando llega una pandemia (peste, epidemia, emergencia), das Man se derrumba, ya que deja de ser regulado, depurado, familiar. El abismo se abre cerca. Entonces el Dasein vuelve a sí mismo. Al hombre le gustaría refugiarse en el das Man, pero no puede. Por lo tanto, la naturaleza de la existencia se revela como ser-para-la-muerte. El Das Man solo le queda una cosa: correr precipitadamente: por trigo sarraceno (alforfón), cereales, harina, una máscara, papel, en busca de una zona segura, de los mensajeros de Kommunarki (1), los médicos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Esto es miedo (Furcht). Solo el horror es más fuerte que él. El horror es cuando el Dasein se vuelve para enfrentar la muerte. Este es el comienzo de la filosofía.

 Ya ahora está claro que la pandemia arrasó con el liberalismo (la globalización). El Das Man es dispersado, en su lugar salen realidades más rígidas. Quedan algunas risas más, pero no queda mucho tiempo. Algo verdaderamente siniestro y peligroso aparece en el horizonte: el amanecer del ser (que había sido olvidado). El ejemplo de Occidente, que ha caído muy profundamente en la pandemia y una emergencia más grave que nosotros, muestra la rapidez con la que las quimeras liberales desaparecen, incluso donde estaban más enraizadas. Macron lanzó sus tropas e instauro la dictadura. Todos los países Schengen están cerrados. Boris Johnson advirtió a los británicos sobre la inminente extinción. Trump declaró el estado de emergencia y prohibió todos los vuelos internacionales. Israel recurrió al Muro de las Lamentaciones. Y ahora no hay más mundo. Hay pueblos y sociedades confrontados con la muerte. El Dasein en su forma más pura. Varios Daseins, respondiendo de manera diferente a un desafío común.

 Pensé que la resistencia liberal sería mucho más terca. Parece que se rindieron sin luchar. El sistema capitalista mundial colapsó de la noche a la mañana. Todavía no hemos entendido esto. Pero pronto lo entenderemos. Y esto significa que el mundo de la globalización liberal se ha derrumbado: el mundo de los oficinistas y blogueros de belleza, personas transgénero y activistas climáticos, activistas de derechos humanos y hipsters, migrantes y feministas. Nuevos actores salen a la luz y la reflexión del Dasein está dentro de ellos.

 En este momento está claro lo que Heidegger tenía en mente y, en particular, sus lectores e intérpretes franceses: La Plaga de Camus o Sartre. Un hombre frente a la muerte está solo y sin esperanza. La forma en que enfrenta la muerte, cómo la ve y cómo descifra su punto de vista (al mismo tiempo) y depende de cómo será la sociedad, el Estado y la ideología después de la plaga. Todas las demás relaciones y estructuras se construyen sobre la base de la relación del hombre y la muerte. Esta es precisamente la base, y el resto es un complemento. Esto es obvio en la guerra, pero su claridad (extremadamente cristalina para Nietzsche o E. Jünger) puede estar sombreada por ideales patrióticos abstractos o las órdenes seguidas de manera mecánica.

 Entre el hombre y la muerte está la Patria, el deber y la disciplina. Y en una situación epidémica, nada se interpone entre ellos. Se encuentran directamente. En esto está la dimensión profunda - divina - de la plaga.

 En la óptica ortodoxa, el horizonte del Apocalipsis debería agregarse a todo esto. Las úlceras brotan de las ampollas de un ángel cuando la humanidad está menos dispuesta a mirar al cielo. Los ríos negros y las murallas de carne podrida y reventado nos recuerdan la perdida de la verticalidad. Es dura la pedagogía de los últimos tiempos. Nadie lo entendió, todos esperaban que de alguna manera todo pasara, se reían, y querían un nuevo final... Y un nuevo sello. El Das Man es un simulacro, un ídolo. Ahora se está cayendo. Obviamente, tan pronto como la humanidad pueda hacer frente (si puede hacerlo), intentará construir uno nuevo. Y entonces llegará el momento de la próxima impresión. Y una nueva úlcera.

 Una pandemia es principalmente un fenómeno filosófico. El objetivo más elevado no es la supervivencia, sino la comprensión y el cambio, un cambio de orientación metafísica profunda. Cambio de régimen filosófico y existencial. Este es el don filosófico de la plaga.

 Notas del traductor:

 1. Hospital importante de Moscú donde se trata a los enfermos del coronavirus.

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Instant cup of buckwheat tea❤️❤️❤️ We make instant buckwheat tea, convenient for carry out or meeting situations. Buckwheat tea is great alternative to other usual teas, it is gluten-free and caffeine free. Be free to have it any time😍 • • • #huantai #htbuckwheat #buckwheat #buckwheattea #tea #teacup #instanttea #teabag #lovetea #tealife #tealifestyle #teainstagram #sobatea #organic #caffeinefree #glutenfree #そば茶 #메밀차 #Trigomourisco #alforfón #гречанийчай #urkraine https://www.instagram.com/p/CTEsFQ6np7L/?utm_medium=tumblr

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Buckwheat (Fagopyrum esculentum),

also known as common buckwheat, Japanese buckwheat and silverhull buckwheat,  Alforfón, Blé Noir, Buchweizen, Fagopyrum sagittatum,  Fagopyrum vulgare, Grano Turco, Sarrasin Commun, Silverhull Buckwheat, Trigo Sarraceno

“is a plant cultivated for its grain-like seeds and as a cover crop. A related and more bitter species, Fagopyrum tataricum, a domesticated food plant common in Asia, but not as common in Europe or North America, is also referred to as buckwheat.

Despite the name, buckwheat is not related to wheat, as it is not a grass. Instead, buckwheat is related to sorrel, knotweed, and rhubarb. Because its seeds are rich in complex carbohydrates, it is referred to as a pseudocereal.

The name "buckwheat" or "beech wheat" comes from its triangular seeds, which resemble the much larger seeds of the beech nut from the beech tree, and the fact that it is used like wheat. The word may be a translation of Middle Dutch boecweite: boec (Modern Dutch beuk), "beech" (see PIE *bhago-) and weite (Mod. Dut. weit), wheat, or may be a native formation on the same model as the Dutch word.

Common buckwheat was domesticated and first cultivated in inland Southeast Asia, possibly around 6000 BCE, and from there spread to Central Asia and Tibet, and then to the Middle East and Europe. Domestication most likely took place in the western Yunnan region of China. Buckwheat is documented in Europe in Finland by at least 5300 BCE as a first sign of agriculture, and in the Balkans by circa4000 BCE in the Middle Neolithic. Russian-speakers call buckwheat гречка (grechka) meaning "of Greece", due to its introduction in the seventh century by the Byzantine Greeks.

  Historically, the Russian Empire was the world leader in buckwheat production. In 1970, the Soviet Union grew an estimated 4.5 million acres (1,800,000 ha) of buckwheat. As of 2016, it remains a key cereal.

In the northeastern United States, buckwheat was a common crop in the 18th and 19th centuries. Cultivation declined sharply in the 20th century due to the use of nitrogen fertilizer, to which maize and wheat respond strongly.

Buckwheat noodles have been eaten by people from Tibet and northern China for centuries, as wheat cannot be grown in the mountain regions. Buckwheat groats are commonly used in western Asia and eastern Europe.

(Hmong woman with child in buckwheat field)

Buckwheat contains fluorescent phototoxic fagopyrins. Seeds, flour, and teas are generally safe when consumed in normal amounts, but may cause fagopyrism in people with diets based on high consumption of buckwheat sprouts

Crude protein is 18%, with biological values above 90%”

Hc= Human cell line Hs=Human study

Its gluten- free  

Potent antioxidant, decreases DNA damage (excerpt from research:” The obtained results show high antigenotoxic activity of buckwheat  “)   *see research link  24083484 Hc , 26047265/

Contains albumin, a water soluble protein and very important for a good blood “volume” *see research link 10564000

High in amino acids Methionine (9.2%)  and Lysine (5.6%) Glutamic acid, Arginine,  Asparaginic acid , Glycine  and minerals (K, Mg, Na, Zn, Ca, Mn, etc.   *see also research link  10564000, PMC4849043/

Anti-allergy  but at the same also an allergen to some people *see research link 12538043

Might improve  chronic venous insufficiency (CVI) , leg oedema symptoms  *see research link 8858269

Reduces negative effects of a high fat diet, improves vascular health *see research link 23725506

The protein solubility of buckwheat protein product is greater than soy protein *see research link   11902967

Prevents high blood pressure and  lowers high cholesterol levels (excerpt from research:” there was a reduction of total serum cholesterol (p < 0.001) and HDL-cholesterol (p < 0.001) during the study period    “) *see research link 17645626, 21931228 Hs

Improves lung capacity *see also research link 21931228

Increased nutrition content when sprouted  *see research link  26047265/

High in rutin, a potent antioxidant, rutin prevents clumping of blood cells and inhibits inflammation * see research link PMC4849043/

Reduces  Non Celiac Gluten Sensitivity  symptoms  (Excerpt from research: ”  During the intervention period with buckwheat products, patients experienced a signifi-cant decrease in the severity of abdominal pain and bloating “)   *see research link  28582812 Hs 2017

Buckwheat flour  can be the alternative for Celiac disease patients , individually it can always differ (excerpt from research:” The results of the immunological assays showed that the buckwheat flour does not present toxic prolamines to celiac disease patients. “) *see research link  7855091 Hs

Research and tips on Buckwheat:

https://www.webmd.com/vitamins/ai/ingredientmono-15/buckwheat

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25363871

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10564000

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12538043

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http://rainbowinmykitchen.com/buckwheat-chocolate-pudding[=72

[vegabreu]

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