Tumgik
#igual; pueden ser la persona que quiere vomitar o no
evynvrz · 2 years
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*                                  dîner croisière sur la seine
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             ‘  disculpe,  si quiere vomitar,  es mejor que lo haga en el baño.  o al menos dentro de la bolsa  ’  por mas que intenta ser amable,  no puede evitar sonar un poco molesta.  nadie la preparó para estar limpiando vómitos,  ni porque le estuvieran pagando.  ‘  ¿gusta una pastilla?  ’
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nontimesversion · 6 months
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cuál es la excusa perfecta para no comer?
Tips para no ser una cerda
1.- Ahora que voy a ingresar a un concurso de mate, me tengo que quedar en la tarde y mi familia me da dinero para comer cerca del colegio pero yo la guardo para ahorrar y pues ya no me obligan comer. 2.- Si hay talleres en la tarde en tu colegio inscribete (opcional que sea altetismo) en uno de ellos y asi te evitas el almuerzo. 3.- Se la primera en comer yo siempre sirvo mi comida y abajo dejo el plato de mi perro asi que cuando nadie ve le doy toda mi comida a mi perro. 4.-Para desayunar y eres escolar despiertate mas tarde asi no tendras tiempo para desayunar. 5.-Siempre di que te encanta comer asi nadie sospechara de ti. 6.-Si te invitan para comer o algo puedes decirle que hay muchas otras actividades que hacer, con un amigo siempre vamos a correr. 7.- Di que tienes un granito en tu boca o en tu cara asi evitaras comer y asismo evitas que te den comida chatarra. 8.-Si te llaman para cenar di que ya haz comido mucho y te sientes super llena asi nadie se dara cuenta. 9.-Para evitar hambre siempre mastico algo, despues lo escupo y rapidamente me cepillo los dientes. 10.-Consume hielo si vomitar asi evitas la inflamacion en la garganta. 11.-Evita el cafe eso te da mas ansiedad para comer, una opcion para remplazarlo seria el te o el agua con pepino. 12.-Di que no te gusta algo o eres alergica. 13.-Cuando tienes hambre siempre toma agua o hielo eso calma tu ansiedad. 14.-Juega videojuegos con personas, personalmente juego roblox, free fire y fornite ya que hace que te concentres en el juego y dejas de pensar en comer. 15.-Otra excusa es que primero me voy a bañar cuando mi familia esta almorzando y yo soy la ultima en servirme la comida asi que lo mas logico que hago en darle comida esa comida a mi perro ( mi perro es mi pro ana) 16.-Si no tienes energia come un dulce(con pongas calorias) o toma suero eso hace que te repongas. 17.-Si eres nueva empieza de poco a poco, consume 900cal en tu primer dia despues en tu sngudo dia 750cal. en el tercer dia 550cal y en tu cuarto dia 350cal y en el quinto 150cal, asi hasta tener que dejar consumir alimentos ( en este momento estoy en mi segundo dia de ayuno aun asi me siento bien y he bajado 5 kilos y eso es increible si se lo proponen pueden lograrlo) 18.- Para las mia espera 20 minutos para expulsar tus alimentos antes de comer toma agua, no durante y no despues sino antes. 19.-Si estas empenzando en lo de calorias para quemarlo haz dos horas de ejercicio pero si estas en tu ayuno intermitente haz 30 minutos, te recomiendo que sea pilates. 20.-Siempre entra a tumblr o pinterest para ver inspiracion o quieres seguir siendo una cerda. 21.-Siempre en las tardes ponte a estudiar o a leer eso evita que pienses en comer. 22.- Distraete o vee videos de personas obesas ¿Asi quieres terminar? 23.- Hablar con personas que quieren ser unas princesas como tu, ellas te daran tips o cosas que no deberias hacer, si quieren pueden hablar conmigo.
24.- Proponte metas semanales y mensuales mi meta semanal es pesar 54 y mi meta mensual es 49
25.- Igual con los ejercicio te recomiendo que hagas cardio de 10 minutos no mas ya que te pondrias desmayar y alarmaras a la gente ( si me ha pasado) obviamente la idea esque la gente no note que no estas comiendo sino que vea que te estas viendo mas delgada y mas linda.
26.- Vee al Mall y llevale comida tu familia y dices que no quieres por haz comido alla.
27.- No rechazes comida regularmente solo aceptale y cuando nadie se de cuenta botalo.
28.-Cuando sea un cumpleaños de un amigo y te invitan para comer diles que antes de eso fuistes a comer o simplemente no vayas al cumpleaños.
29.-Cuando tienes hambre duerme en la tarde asi dejas de pensar en eso. 30.- Despues del colegio llega a tu casa y duerme asi no podras comer.
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tatatattaa · 2 months
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ana y mia (amigas o enemigas)
La anorexia o bulimia , es algo no tan hablado ,en sociedad , ya que piesan que solo es problema que se basa en la adolencia o juventud ,devido a los "comentario" que tus familiares o amigas que hacen de tu cuerpo , al decir esos "comentarios" generan una molestia hacia la persona .Primero la persona entra al mundo de "la dieta sana" que aveces se basa en restringirse , carbodriatos o harinas , comen mas vegetales o reducen sus porciones , y acceden a las rutinas de ejercios que lo realizan usualmente despues del almuerzo , realisan ejercios que se basan , en cardio o ejercios que "bajan de peso o queman calorias" . Luego si eso avansa o tienen la precion de que algun familiar nota que no ingiere o reduce su porciones ,le obliga a comer ,generando , los atrocones ,debido , a que tienen la precion de comer frente a algun familiar , y despues de eso el o ella sienten que rompieron con "una dieta sana" , y comen y comen hasta sentirse culpables y sienten la necesidad de vomitar todo y sentirse basios y eso genera un bucle ,sin fin , que hace que en su cuerpo mismo se sienta debil o con la consecuencias propias ,Una persona con Ana o Mia , no llega sola a ese punto , los supuestos "comentarios" generan eso o algun problema que tuvieron , Ellos o ellas no lo hacen por que quieran lastimar a un ser querido ,lo hacen por que quieren estar bien con ellos o ellas mismas , no es una enfermedad , es un problema mental , no lo hacen por que quieren ser el centro de atencio , lo hacen por que aveces suelen sentirse vacios o vacias , y el impulso de eso genera atracones , ayunos o aumento excecivo de ejercios , su momento mas critico es cuando se dan cuenta el daño que no solo se hacen a ellos mismos si no a sus familiares , en cuestion , la persona que sufre este tipo de transtorno , nose da cuenta de como se ve fisicamente , pero si se da cuenta el daño que hace a los demas sintiendose sola o solo ,Yo creo que no hay una salida para esto SI TU NO QUIERES, si no te das cuenta de las consecuescias que causa todo ,eso la persona aveces si quiere salir de eso pero el impulso de la "PERFECCION" genera que no , o el comparse con alguna persona que ve genera eso , o los comentarios confunsos que general hacia la persona, Una persona con eso no tiene la culpa , ay que ellas o ellos no buscan comentarios de ese estilo solo queremos el apoyo necesario ante ello , no que los veas como si tuvieran una enfermedad malosa , si no comentarios positivos , estar ahi con ellos o ellas , y sobre todo no recalcarle el transtorno que tiene ya que eso genera una molestia , sobre todo para salir eso , es general el amor propio y las cosas que tiene al rededor , es dificil salir de eso lose, pero yo creo que en algun momento la persona que sufre eso tuvo su momento mas cuerdo y dijo cuando comezo todo eso que le hiba ser daño , la persona que sufre eso suele darse cuenta que lo que hace esta mal pero igual lo hace por que se siente bien haciendolo(vomitando o restringiendose alimento ).Salir de eso es dificil ya que pueden haber atracones o restringion de aliementos ,pero somos mas fuerte y recordemos que nuestro yo de lo mas profundo nunca tuvo pabor ala comida la comida no es mala si no el control que no podemos tener no hace daño , nuestro yo de chiquitas no tenia miedo a ellos solo disfrutaba de uan rica comida.
La conclucion es que yo nunca pude salir de eso , pero yo quiero salir ya que como dije tenemos un momento que aveces queremos pedir ayuda pero no podemos , no queremos seguir asi seguir el bucle que canza.
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krigardrottning · 3 years
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Alma Ajena
La mayoría de las historias que resultan en finales felices no pueden garantizar que su final realmente fue feliz, la historia de parejas capaces de afrontar mil cosas, de esas que te llenan de lágrimas en el cine y hacen que olvides la realidad se ha convertido en el statu quo de lo que esperamos de una vida, de un final feliz que al final nos demuestra tristemente que no existen finales felices, que si el final ocurre es porque todo empieza y termina y cuando algo termina es como si tu alma o al menos un pedazo de la misma se estancara, se arraigara a ese momento, a los recuerdos, al repetir incesante en la mente de mil sucesos como si el repetirlos permitiera cambiarlos, al final simplemente quedas sólo tú, tus momentos, tus recuerdos, los dolores, las cicatrices que en tu alma no le muestras a nadie, esos que tras años de terapia no has logrado afrontar. 
Muchas veces me pregunté cómo terminé en este lugar, cómo algo tan insignificante como un mensaje puede cambiar el rumbo entero de tu vida, puede cambiar tu piel, tu juventud, tus esperanzas e ilusiones, es como si una sola decisión cambiara todo, quizás por ese devenir de una vida entera en la búsqueda de un amor soñado, de esos en los que te sumerges hasta olvidar tu nombre, de esos en los que escribías creyendo que tu vida realmente podía cambiar por el beso de tu verdadero amor, al final ese amor se vuelve un amargo sentimiento, una sensación inesperada, esa en la que redactas con poca cordura la muerte de un alma, porque al final hay amores tan arrasadores que cuando terminan no queda nada, todo está a su alrededor quemado. Si, quizás por las llamas de una pasión desbordante, de una vida que se consumió en el intenso fuego de un ritmo avasallante pero… ¿Dónde estás tú? ¿Qué queda de ti? 
Recuerdo con claridad la sensación de vacío, recuerdo mi cuerpo en el suelo del frío baño mientras tosía sin parar queriendo vomitar todo lo que había logrado introducir en mi cuerpo esa cruel mañana en la que mi vida cambió, recuerdo haber querido terminar con todo. Me recuerdo a mí, rendida, pero también veo con claridad el momento en el que otra alma tomó el lugar en mi cuerpo, esa misma que tuvo el valor para renunciar a volver a llorar, esa que se levantó y continuó con una vida que le pesaba, esa que llenó de capas de maquillaje el dolor, esa que nunca volvió a permitirse llorar más de una vez al año en aquel lugar donde su muerte espiritual le dio una vida, una vida en la que ya yo no existía, una vida en la que sigo buscando como volverme a encontrar. 
La mujer que tomó ese lugar es una mujer a la que ni siquiera con el tiempo que ha pasado, ni con los años viéndola habitar bajo la piel que un día me perteneció he logrado descifrar, fue la mujer que me hizo convertir el dolor en algo pasajero, que me dijo que nada valía tanto la pena, pero sobretodo es una mujer que no me ha permitido volver a prender esa llama, una mujer que me convirtió en la frívola amante de momentos pasajeros, en la coqueta irremediable que en cuanto siente que alguien la quiere se bloquea y llena de irreverencia y amargura aquellos sentimientos, una mujer independiente pero a la vez fría. 
Amar es una tarea tan difícil… desearía que el tiempo la hubiera simplificado, la hubiera convertido en algo más amable, para que quizás así la frialdad que habita en mi piel se permitiera volver a sentir, volver a creer, volver a hacer las cosas con el alma. 
Hay un corazón bajo mi carne, un corazón que late con sensaciones huecas, con un compás demasiado parsimonioso, como si nada le exaltará realmente, como si tan solo existiera bajo la superficie de la frivolidad en la que aquella mujer nos sumió, como si él me entendiera, pero no me habla. Se mantiene rezagado y silencioso, en las noches me sumo en la oscuridad que otorgan los días para acercarme despacio y oírlo latir, y lo oigo, con un ritmo irregular, tan pero tan lento que por momentos no comprendo si estoy viva o muerta, que no entiendo si al final el corazón se cansó de los designios de ella y nos abandonó finalmente.  Pero luego lo oigo y veo que estamos sumidos en un sueño, en un maldito sueño en el que él existe y está junto a nosotros, una vez más late con fuerza, late con ritmo, late a máxima capacidad intentando llamarlo, late y late por él. 
Ahí mi alma cae de rodillas, ¿Qué ruego? ¿Por volver a verle? ¿Por un segundo a su lado que quemará todo lo que dé a pocos en ese campo marchito en el que habito he empezado a reparar?  No, ahí es donde siento que ella debe tomar el mando, el rumbo de un alma rota, un alma que pagará con dolor ese sueño, esa sensación que me acompañara por días, al final uno se queda pensando si esa sensación vale realmente la pena, verlo, amarlo y tenerlo en mi, aunque sea en un sueño, un sueño en el que no me pertenece, un sueño en el que sé que él no será capaz de entender el dolor que ese simple sueño me produce.  
Pero me gusta sentirme ahí, me gusta conservar el calor de su cuerpo, de su sonrisa como la vez primera, de ese recuerdo que dé a pocos se hace mas y mas lejano, que pienso que un día cambiará la mente, cambiará y trastornara su rostro, su olor y su voz, claro que un día cambiará, ¿acaso será que ya cambió? No hay forma de saberlo, hace mucho que no le veo, solo recuerdos y momentos que ya no puedo ni siquiera saber si mi mente por el dolor modificó, no sé si lo que recuerdo ya no es él, no sé si lo que mi mente ha fabricado es un placebo para que en el dolor sepa que si fue real y si existió, pero quizás ya no es él. 
¿Cuántas veces puedes volver a amar a una persona? ¿Cuántas veces puedes convencer al alma de entregarse realmente?  Con el paso de los años siento que cada intento fue una condena al sentimiento. Una carta escrita con un receptor extraño, una carta tirada al vacío para volver a intentar algo que sabes que quizás volverá a condenarte. ¿Es el amor una condena? O la condena se centra  en ese lazo invisible con el cual deseas explicar porque lo intentas una y otra vez deseando un final diferente. 
Al final a quién ves con los ojos de un amor que ya quizás no exista, es quien puede responder las preguntas a las que atas la desgracia de no sentir, ¿Pero no era eso lo que querías? No querías un inicio y un final épico ¿Qué pasa con eso? ¿No fue suficientemente épico? ¿No es eso lo que redactaste una y otra vez? ¿No es acaso la muerte el único sentimiento que te hace sentir que todo acabó, que un final realmente llegó a su lugar? Tuviste una muerte, una muerte épica de una mujer que ya no existe y que no encuentra la manera de escapar, al final tú felices por siempre te condena, te convierte en una espectadora de lo que ya no sabes cómo vivir. 
Es por esa muerte que busca en otra vida a otra alma, que no te hallas, que no te encuentras, que te pierdes. Porque si existes y estás, pero moriste y solo ese corazón que sigue latiendo por un amor épico es capaz de evitar que te ates a alguien más, que te grita que vuelvas a intentarlo una vez más, quizás simplemente fue precipitado escribir el final feliz de una muerte que describe con claridad cómo te sientes por dentro. 
Quieres escribir y vivir una vida que no te animas a vivir, que no te atreves a elegir, una vida nueva en la que esperas sentir la mitad de lo que sentiste en tu vida pasada, en tus muertes anteriores, una vida en la que sigues mirando con amor a una persona que no te elige y no se decide, que simplemente tiene que llegar al límite para volver a tus brazos. ¿Cuántos nombres necesitas?  ¿Cuántas personalidades requieres para describir un amor que ya no está? Para reconocer que la pérdida puede ser ganancia y continuar. Pero no, al final tú y tus escritos siempre se concentran en un solo lugar, tú y tus descripciones, tú y un alma y que no sana, que no entiende, que no se arriesga a gritar y reclamar, un alma que no sabe cuántas veces puede saltar al vacío de una condena, ¿es que acaso quieres ver otra muerte?  
Mi alma está fragmentada, el dolor retorna de a pocos y vuelvo así a una vida que es mía pero no reconozco como mía, una vida en la que me juré no volver a posar la mirada, un dolor que enterré mientras veía cómo en mis entrañas desvanecia  lo único vivo que restaba de ella, un secreto que solo a mi perteneció, un dolor que nadie puede llegar a entender, la sangre limpia, pero también condena. 
Los lazos que me atan a él son invisibles, son lazos de mis muertes pasadas, de mis amores incomparables, del olvido de un alma que no consigue dejar de luchar, un alma que no comprende intenciones y que intenta cambiar, que no concibe la aparición como un todo, ni maldición ni bendición, quizás simplemente condena. La condena de volver a sentirse como un día decidió no volver a sentir. 
Mirar los ojos de una persona siempre fue la solución, los ojos ventanas de un alma conocida, más ¿qué pasa si ya no estás segura de a quien un día conociste? ¿Qué pasa si ya no sientes que su alma sea la de quien un día creíste? Un día juré poder ver a través de esos ojos, un día sentí que eran incapaces de todo daño, de todo dolor, de todo engaño y al otro lloraba las mentiras que siempre conocí, un día me entregue a una vida que no era mía simplemente por la falacia de un amor intocable, inquebrantable, incluso imparable. Al final siempre todo acaba igual, con un final, una muerte y un alma que ya no está. 
Esa alma que se rezaga bajo el latir de un corazón torpe para elegir, de un corazón que descubrió mil cosas que a nadie compartió pero que intentó de forma incansable volver a sentir esa emoción, un corazón que vio cómo el cuerpo besaba mis labios, que vio el amor en otra gente y aun así no encontró cómo acoplarse. Un corazón que de manera irremediable empezó a romper otros corazones, que encontró como llegar a mil almas, pero no encontró una capaz de descifrarlo. 
Nunca podremos decir que solo el corazón es culpable por su elección, quizás también podemos decir que la razón a pesar de su entrenamiento ha resultado torpe, torpe para reconocer mentiras, torpe para entender palabras y para obligar al corazón a tornarse frío, torpe para no volver a caer, para comprender que el amor no puede encontrarse dos veces en un mismo lugar, que ni aunque conozcas dos veces a una persona podrás conocer realmente a esa misma persona. 
Las almas se configuran de manera compleja, cambian, se tornan de colores tan confusos que nunca podremos definir que las convirtió en lo que vemos, las almas cuentan historias, las almas aman, las almas se compaginas, se relacionan, se enlazan a otras almas, nos preguntamos si al final las confusas declaraciones de amor que entrometen al alma reconocen que el alma es ciega cuando ama, reconocen su incapacidad para redactar cartas, para convencer una vez más a todos de continuar en un rumbo diferente. 
Es quizás esa alma incapaz de decirle a todo lo que compromete a una persona que no es real lo que nos compromete, que quizás son conexiones que en otro momento parecieron racionales y hoy solo llenaran de desgracia todo. Volver a amar a una persona, por más que parezca la misma persona nunca será fácil, ya nunca sabrás si serás capaz de gritarle a Teseo que regrese, que clavé en ti sus raíces, que no le temes ni a Zeus, Ni a Poseidón, que las iras del universo resultan insignificantes junto a ti porque la ira de perder de nuevo al amor te convirtió en irrompible. 
Cuántos nombres, cuántos amores necesitas para convertirte en la carne de Avellaneda llamando a Martin Santomé, replicando mil veces que solo su vida hace que tu muerte este en vida, que solo necesitas su mano y su voz llamándote para hacer de tu nombre la prueba más grande de amor. Cuántas veces necesitas convertirte en Geisha por amor, solo para estar un solo segundo junto al Presidente, cuantas veces tienes que cambiar tu nombre y mutar, ya no eres más tú Chiyo Sakamoto la niña que soñó una vida entera en pos de un segundo, ahora estas tu Sayuri Nitta, la mujer capaz de entender lo que pesa la condena del amor. 
Y qué me dices de ti Catherine Earnshaw, ¿dónde estás ahora? Acaso condenas a Heathcliff desde los sueños por codicia, por cobardía, porque no puedes simplemente irte lejos con Linton, porque no aceptas el amor desinteresado de alguien que le puede venir bien a tu corazón, pero no, tu quieres a Heathcliff, tu quieres una historia en la que sus almas estén condenadas a llamarse mientras enloquecen a sus pobres miserables existencias, pero tranquilo Heathcliff, soy plenamente consciente que estas con Isabela Linton, que deberías dejarla en paz y dejarme en paz para que todos dejemos este círculo. ¿Qué puede decir Catherine? ¿Acaso no creo en ti una cantidad de cualidades? ¿Acaso no te tortura, acaso sabes donde estas?
 
Pero más bien deberíamos hablar de la Joven Jane Eyre, ¿es que acaso serás capaz de enamorarme una vez más y llenarme de cosas bellas para arrebatarlas sin remedio? No Rochester, debería yo ser más tranquila y dejar de llenarte de halagos, debería simplemente quedarme con la imagen de un Gytrash incapaz de amar y sentir, debería yo quedarme allí y no amarle, debería simplemente cuidar en silencio que todo marche bien y dejarlo, para no encontrarme con el dolor de ver que mientras sus promesas de amor me llenan de vida, su vida está unida al final a la de Bertha Mason, ella su mujer una mujer que podrá ser descrita como ángel o mounstro pero que por elección usted eligió y en mi torpeza tal vez solo debería reposar mi vida junto a la de St. John, que aunque no me emocione me promete la tranquilidad y paz de una vida reposada. 
Y así podría continuar, llenando de nombres nuestras vidas, nuestros rostros para recitar que el amor que sentí por él resultaba tan avasallante que no recuerdo dónde quedó mi alma, que si vivo lo hago porque Dios existe y me lleno de razones para continuar, pero que al final cuando él aparece mi alma entera tiembla y quiere volverlo a intentar mientras en mi cuerpo toma forma la mujer fría en la que me convertí sin remedio, esa que me dio la capacidad de continuar pero que no comprende cómo entre el alma, el corazón y la razón se decide y desea volver a intentar caer de manera tal que no sabremos si podremos volver a vivir. 
El amor en carne de personajes literarios deja espacio a una Érica que encuentra aun a su Martín amante, pero nunca sabrá si cualquiera que sea el nombre que mi alma tomé lo encontrará a él de la misma manera o simplemente una vez más se arriesga a morir, fruto de una historia en la que quizás solo Érica y Martin triunfaron. 
Krigardrottning
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belitadoll · 3 years
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hello
feelings ₓ 。 𐐪₍ᐢ. ̫ .⑅ᐢ₎𐑂↝
No quería llamar la atención, tampoco quería hacer sufrir a mi familia, pero eso es todo lo que hice, no sirvo para poner atención ni mucho menos para saber aprovechar mi “inteligencia”, estoy demasiado confundida, ni siquiera puedo redactar esto bien“qué decepción” “no me maltrates” “ponte en mis zapatos” “que injusta” “estas completamente bien” yo no creo estar bien del todo, tal vez el psicólogo no me trato lo suficientemente profundo como para diagnosticarme algo, se que no estoy del todo bien pero tampoco quiero autodiagnosticiarme porque no soy profesional, me siento ansiosa muy frecuentemente y tambien triste, empece a controlar mis impulsos de cortarme porque veía que mis papás pagaban mucho por esa compañia psicologica, tuve la suficiente fuerza de voluntad como para dejar de hacerlo y para decir que estoy bien, seguía deprimida, segui odiando mi cuerpo aunque otras veces me sentía empoderada, como narcisista, pero era pasajero porque al poco tiempo volvia a odiarme, me odio, no se porque pagaban tratamientos psicologicos para una persona que no vale la pena, que no sirve, solo da descepciones, no es por mi anterior colegio, se que no es culpa de las otras personas, lo que siempre hice en vida fue culpar a la gente, se que es mi culpa, los monstruos adentro de mi cabeza me atormentan con esto todos los días, hay todo un desastre de sentimientos adentro de este caparazon feo que es mi cuerpo, si siento felicidad por tiempos limitados cuando hago algo que me distrae, las tareas no me distraen en un buen sentido y me dan mas estres, no sirvo, soy injusta, solo doy desepciones, averguenzo a mis papas, no puedo expresarme porque estaria haciendome la victima y tratando de voltear las cosas a mi favor, me estaria haciendo la sufrida, soy incapaz de hablar, no puedo, no puedo, tengo miedo, quiero ser una niña otra vez, no quiero crecer, no quiero seguir creciendo, todo el tiempo estube triste y ansiosa pero distraida, quiero ser una bebe, no quiero llegar a los 16 años, estoy confundida, no quiero estudiar, no quiero, soy mala y manipulo a la gente, no merezco nada, ni siquiera amor o alguien que me escuche porque voy a terminar cansando a esa persona, no me gusta salir, me da miedo, me estresa, prefiero estar aislada de todos aunque al mismo me gustaria salir con algun amigo, es irónico, no tengo amigos, al menos no cerca, tampoco tengo las habilidades sociales como para agradarle a alguien, siento que quiero vomitar mis tripas, siento que quiero hacerme daño, siento que lo merezco, solo eso porque soy mala, porque los profesores no tienen nada bueno que decir de mi, soy mala con mi familia, los decepciono, no soy una excelente estudiante como lo era mi mama, todo lo contrario, al mismo tiempo no creo que sea justo que encuentre tanta gente de mierda en mi vida que solo me lastima, son demasiados hipócritas, entre más amigos tengas, hay más posibilidades de que te dañen, no quiero amigos pero sí quiero, las palabras de mi familia son lanzas con veneno en la punta aunque solo dicen verdades, me gusta dormir, cuando duermo es como si le pusiera una pausa a mi vida, mi vida pasa de una manera muy lenta, es como una tortura muy larga, no me gusta, ¿que va a ser de mi? no se, no se, no se, no quiero nada, solo coleccionar cosas que me gustan, es lo único que me motiva, pero no lo suficiente como para seguir viva por eso, soy egoísta, soy una escoria, no me gusta que mi mamá sufra por mi porque ella es fuerte y luchadora, igual que mi papa, por otro lado yo soy alguien bastante débil, muy ingenua, muy injusta, solo pienso en mi y quiero hacerme la víctima, crecer es horrible, mi papa dijo que eran los mejores años de la vida, no es cierto, no es cierto, no quiero salir, no quiero amigos, no se lo que quiero, realmente nada, siento que pierdo el interés en las cosas que me gustan, ya no disfruto jugar videojuegos, de hecho siento que pierdo mis habilidades jugando, siento que mi cerebro va a explotar, quiero vivir en un anime, si quiero que me internen, que me internen en el hospital psiquiátrico entonces conoceré personas como yo, tal vez me entiendan,y tal vez sus vidas sean más duras, violaciones, padres borrachos, situaciones que de verdad sean motivo para sentirse como yo, tal vez interactuando con ellos “se me quite la pendejada”, yo lo tengo todo. no miento, no miento, soy una manipuladora? no me siento segura al hablar, es feo, las palabras hieren, hieren, soy un payaso? mis sentimientos  no importan, aunque no 
merezco que les den importancia, me siento vacía pero con cosas feas, hojas secas, gusanos, suciedad, polvo, como un cadáver, es como si fuera una muñeca vieja, pero no linda, es como que me rompo muy fácil aunque me pueden reparar con pegamento pero me agrieto y un tiempo después me vuelvo a derrumbar, tengo relleno que se filtra por mis costuras, no se exactamente que sea, no quiero hablar, me da miedo hablar, no seré tomada en serio, seré una manipuladora, no me puedo controlar, me arranco el cabello, es feo, es feo, no quiero estudiar, estoy totalmente sana mentalmente, no se, tengo demonios que devoran mis neuronas, no quiero sufrir, ser dañada, lo merezco? no se porque me da miedo si quiero hacerlo, no quiero decepcionar más a mis papas, es lo unico que lograria si me mato, pero tampoco quiero permanecer viva, odio esto, odio esto, ella dice que ya no quiere ser mi mama, ya no soy su hija, la decepciono, doy pena, doy lastima, me hago la sufrida, estoy completamente bien, soy injusta, me preocupo menos por mi hijiene y ya no disfruto jugar mis juegos, mi corazon late muy fuerte, es una bestia, no se detiene, quiero que se detenga y me deje de molestar, mis ojos me pesan, tienen quemaduras por llorar, estoy bien, estoy sana, soy completamente normal, soy una rara, quiero llamar la atención, quiero sangre y tripas, quiero una muñeca nueva, quiero ropa nueva, quiero cortarme pero no puedo, no se puede, esta mal, soy mala por hacerlo porque hago sufrir a otros a quienes supuestamente les importo, en 5 dias cumplo 15 pero no quiero, quiero quedarme con 14 por siempre, el tiempo pasa muy rapido y no lo aprovecho, no hago nada, estoy desperdiciando “los mejores años de mi vida” que para mi han sido los peores, soy mala por expresarlo porque hacen todo por mi y para que este bien, soy yo el problema, siento que no funciono, pero no es asi, yo estoy bien, me pegas, me abrazas, soy una decepcion, me amas, me estas volviendo loca, no meresco ser bonita, no meresco nada, no meresco vivir pero aun asi lloras y te mueres si yo dejo de vivir, te sientes orgullos porque soy una niña buena pero me va mal, no meresco nada, la pereza me consume, se supone que es mi unico problema, no lo se, estoy dañada, mis amigos son mas importantes para mi, ¿pero cuales? yo nunca salgo, han dejado de hablarme, casi inexistentes veces que juego o hablo con alguno es porque me invitan, y no pasa seguido, no puedo rechazarlo porque si no no tendré recuerdos, no lo rechazo porque son muy pocas las veces que me toman en cuenta para algo, pero se burlan  de mí, parezco un vampiro, odio a liliana, es una zorra, elena igual, las odio a todas, if they don’t invite you, don’t ask to go, my life is crap, but it’s perfect, i’m privileged, no one cares, they don’t trust me, i don’t trust them, i’m a shit daughter, a shit sister, a shit human, but i’m perfect, i stole a baby doll from the store, but i also stole my sister’s honesty, she is my 
accomplice, i’m afraid, i want to be in the backrooms, i’m just a teenager, stop yelling at me, ok, i deserve this, but why? I'm sick, I'm an attention seeker.
i love being alone, but i hate feeling alone, i’m ugly, i’m looking like a slut, i’m dirty, i want my life reduced to my cyber life, my dolls won’t hurt me, i’m really that hard to love? it hurts
but boys loves me, they treat me as an anime waifu, i want to be an anime girl, they say i’m perfect, i’m happy, but i suck, i’m such a vampire, they said i’m ugly, i want to be adored, i only look nice with my eyeliner on, i love eyeliner, girls hates me, they know they can't be perfect as me, i’m superior, but i hate me, i’m gross, i wish i was a doll, porcelain skin, however i would end broken, i want to be a child again, i enjoyed it
i’m a waifu, a pretty girl, the girl you die for, they want me but they can’t have me,i’m no one’s i’m a hope. they tell me i’m a god but without their love i’m nothing
my sister is a baby and she’s better than me, everyone is better than me, her words hurts. i don’t deserve nothing
pain
agony
happiness
empty
ugly
beautifull
untouchable
loneliness
depression
anxiety
narcissism
perfection
humble
cute
me
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Carta a mi ex - Pt. 2 Todo lo que nunca te diré.
La verdad es que esta parte viene desde el enojo. No te la quiero aventar porque no te lo mereces. Lo consideré mucho tiempo, el si decirte esto o no, pero luego pensé “¿con qué propósito lo haría?”. Porque si de liberarme se trata lo puedo hacer aquí, o con alguien más, escribirlo en una hoja y mandarla a volar, gritarlo al viento o en la almohada, llorarlo. Si te lo llegara a decir sería en un arrebato de enojo tal vez buscando que me pidas perdón, que te des cuenta en qué te equivocaste y que regreses arrepentido. Pero la realidad es que no quiero eso, no busco que me pidas perdón, pero sí necesito sacarlo, porque si no lo hago aquí y ahora puede que lo haga después contigo y no es justo para ninguno de los dos, así que aquí está.
Me rompiste el corazón. Me rompiste el corazón de un momento a otro y en muchos pedacitos. En verdad que no tengo las palabras suficientes para expresar como literalmente sentí que el corazón me explotó y que mis adentros se llenaron de los pedazos de mi corazón, de como hasta el humo de esa explosión llenó mis pulmones y no me dejaba respirar, de como me dolía el pecho y me lo agarraba y presionaba como si así fuera a lograr mantener todo junto. Me rompiste el corazón y lo único que salió de tu boca fue “wow, no pensé que fuera a decir esto, “me dieron ganas de vomitar”. Me rompiste el corazón porque al parecer fue demasiado fácil para ti tomar esa decisión.
Me dijiste “Hasta me parece injusto que te sientas así y ya me siento culpable”. ¿¡INJUSTO!? ¿En verdad te parece injusto? Parece que mi pecado es sentir demasiado. Sí, todo lo siento muy intenso, para bien la felicidad, pero para mal la tristeza. Y aún con toda esa intensidad que puede que a veces me afecte de más es algo que AMO de mí. ¿Te parece injusto porque ya te hice sentir mal? Deberías de haberlo pensado antes de hablar tantas cosas y tomar tantas decisiones que me iban a afectar. Hay algo, nene, que se llama RESPONSABILIDAD AFECTIVA, una cosa es que tú vayas y hagas de tu vida lo que quieras, y tienes TOTAL libertad de escoger con quién estar y si quieres estar con alguien Y ESTA BIEN. Pero tienes que saber que tus acciones tienen consecuencias, y que si bien cada quien es responsable de su felicidad y de sus emociones pues hay que saber cómo estar con y para el otro. ¿Sabes qué es injusto? Que no te hagas responsable de nada. Claro, bien me lo dijiste en un principio, no querías ponerle etiquetas porque no eran necesarias si nosotros sabíamos el amor que nos tenemos, que las expectativas son nuestros egos hablando, que muchos dolores son por poner a la otra persona en un pedestal y eso es un trabajo personal. ¿Y sabes qué? Tienes toda la razón. Pero cuando me dijiste todo eso jamás pensé que le fueras a dar tan POCA importancia a mis sentimientos, y al compromiso. Jamás te pedí una etiqueta, jamás te cargué mis expectativas y cuando lo hice pedí perdón y trabajé en ello, jamás te puse en un pedestal que tú mismo no hubieras creado para ti. Pero nunca aceptaste que tus acciones tenían consecuencias, tanto así que para ti todo era mi trabajo personal, era MI culpa si me dolía, era MI culpa si tenía expectativas, era MI culpa si me sentía mal con tus palabras. ¿Y lo peor de todo? Me la creí.
Es curioso, cuando me mandaste aquel artículo de Zygmunt Bauman sobre el “Amor Líquido” pensé que me lo mandabas para criticar como las relaciones humanas se basaban en todo menos un verdadero amor y libertad. Ahora que lo pienso en restrospectiva, creo que era tu subconsciente avisándome y advirtiéndome que esto iba a pasar.
Nunca entendí qué era tan difícil. Cuando me dijiste que no quería la etiqueta de “novios” se me hizo extraño, pero lo acepté porque pensé “la verdad me da igual, no me afecta en nada si nos llamamos así o no”. Y me dio igual. En verdad que sí. Pero así como yo estaba dispuesta a ceder esa etiqueta, tú NUNCA estuviste dispuesto a ceder nada. Para empezar JAMÁS te pedí que fueras alguien que no eras, o que actuaras de una manera que fuera en contra de tu “esencia” (com tú tantas veces lo señalaste). Pero tantas veces me hiciste dudar de el PORQUÉ me gustaba que me dijeras te amo, o PORQUÉ quería un poco más de atenciones. Yo estaba dispuesta a ceder la etiqueta, pero no estaba dispuesta a aceptar menos demostraciones de afecto de las que esperas. Al final, no tiene nada de malo pedir ciertas cosas, sobretodo si yo también las estoy dando.
Tenías el compromiso verbal conmigo, sí, teníamos “el acuerdo” (porque PARA NADA le podíamos llamar una RELACIÓN), pero te falto el compromiso hacia otras cosas. Perdí la línea entre respetar tu esencia individualista y “libre” pero dejé de pedir lo que creo que me merecía, y eso tampoco es justo.
“Luciana Peker habla de la cooperación, pero no como una idea de cárcel y de clausura, sino en la idea de pensar en el otro; mirar a las otredades y practicar esta ética del cuidado. Cuidar al otre y a ti también. Ser libre, pero no individualista.”
Dijiste que la cotidianidad era lo que más te pesaba, que no podías tener interés genuino en las cosas irrelevantes del otro. Lo peor de todo es que para mí la “cotidianidad” que tanto odiabas era lo que más me hacía sentirme como en casa.  A mí genuinamente me interesaba saber cómo estabas y cómo había estado tu día. Y era un interés real, y no entiendo porqué era tan difícil y contradictorio para ti.
Ya para acabar, porque creo que no hay mucho más que decir, es que yo lo sabía, tal vez no exactamente cuándo o cómo iba a pasar, pero sabía que eras demasiado individualista y egoísta para tener una relación, al menos el tipo de relación que yo quería. Con cada plática me daba cuenta tu falta de empatía, sabía que no ibas a cambiar, y aún así tomé la decisión consciente de estar y continuar contigo y por eso mismo no te lo reprocho, pero eso no fue tu culpa, ni tampoco mía. Decidí darme esa oportunidad, la disfruté, se sintió bonito, pero ya se acabó.
Al final del día con cada experiencia y cada persona que llega a tu vida aprendes algo. Aprendí realmente cómo se debería de sentir un amor libre, pero también aprendí a ser justa no sólo con los demás pero conmigo misma también, a no minimizar mis emociones porque pueden ser “demasiado”, y a pedir lo que quiero sin sentirme culpable.
Así que gracias, pero ya no gracias.
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La ansiedad.
Muchos tienen una imagen errónea de este trastorno. Algunos tienen esta imagen como algo bueno, sentirse ansiosa por hacer algo nuevo y entusiasmarse. Otros, quizá se les presenta como algo que no pueden controlar, y lo satisfacen con una adicción. Otras la sienten cuando algo va a pasar próximamente y presentan un profundo estrés o miedo, por un motivo específico.
Todos tienen distintas explicaciones para definir la ansiedad; pero yo, persona que no se atreve a dar la cara en estos momentos, no puedo hacerlo. Es así de simple.
Para mí, la ansiedad es mucho más que eso. La ansiedad es no dormir en toda la noche. Es tener taquicardia sin aviso alguno. Es tener un nudo y tensión en el pecho sin saber por qué. Es no dejar de pensar en todas las cosas que podrían pasar. Es un dolor eterno de abdomen. Es ser sensible y quebrarse como porcelana gracias a la más mínima y absurda cosa que pase. Es abusar de pastillas y relajantes musculares todo el tiempo para poder dormir bien sin tensiones, sin dolores de espalda, sin bruxismo. Es ducharse a las 3 de la mañana. Es estar angustiada todo el tiempo esperando un mensaje. Es estar esperando todo el tiempo la hora que papá sale del trabajo para poder distraerme del infierno imaginario que a veces estoy viviendo.
Es estresarse por cosas que pueden o no ser reales. Es llanto puro y verdadero. Es tener dificultades para respirar. Es tener pánico social. Es no poder levantarte de la cama. Es llegar tarde al colegio o no poder ir porque te sientes mal y tu cuerpo no se atreve a levantarse. Es sentir estrés todo el tiempo al caminar entre gente. Es explotar y tratar mal a tu alrededor, darte cuenta demasiado tarde, arrepentirte y querer desaparecer, pero al mismo tiempo es tener miedo y terror a la muerte. Es una sensación constante de nauseas y mareos. Es un "¿y si...?". La ansiedad es una gran cantidad de "lo que está mal" y "no sé".
Salir al patio en la madrugada, sólo querer correr y hacer muchas cosas que en el día no te dan ganas de hacerlas. Es algo que, aunque toda mi vida esté resuelta, sigue ahí, fastidiándome, pidiéndome que me prepare para algo que va a ocurrir y que esté alerta.
Esto es peor para un artista; ves tantos niños virtuosos, que mueres por ser como ellos y querer trabajar en serio con tu pasión; pero la creatividad no te ayuda en nada, te quedas en blanco y no quieres hacerlo.
Tienes planes para salir de tu rutina y zona de confort, pero al final nunca las realizas porque sabes que de todos modos no va a poder funcionar por la poca motivación que tienes.
¿Piensas que la ansiedad sólo es no parar de comer en exceso por no tener otras cosas que hacer? Te equivocas; la ansiedad también es dejar de comer por varias horas por el miedo a no ser delgada, al miedo de que te caiga mal al estómago y enfermarte. Tienes tantas cosas que pensar y tu mente está tan ocupada, que se te quita el hambre y no hay tiempo para comer.
La ansiedad es crear cosas nuevas y entusiasmarte cuando al fin tienes creatividad de una vez por todas, pero al fin y al cabo no te gusta tu creación y la botas a la basura.
Es creer que todo el tiempo se están burlando de ti cuando no lo hacen. Es creer que en realidad nadie está contigo y, aunque tienes muchos amigos para pasarla bien, ninguno de ellos está para prestarte tu hombro sin preguntarte nada y sólo dejar que llores sin parar, sin juzgarte. Es sentir vergüenza después de cada crísis de pánico que sufres y pedir disculpas muy apenada a la gente afectada. Es querer que la tierra te trague cuando alguien te ve llorar o cuando estás mal y sentir más ansiedad aún por preguntarte "¿y si ahora doy una mala impresión?"
Es miedo constante a no agradarle a otra persona y pensar el cómo puedo satisfacerle, pero cuando no encuentro respuestas buenas del otro indivíduo sólo me ahogo 3 km bajo nivel del mar.
Es querer correr al baño a vomitar y llorar sin parar sin que nadie te vea en tu momento más oscuro del día. No quieres que nadie te hable, te pregunte estupideces y quieres estar en paz; pero al mismo tiempo, en el fondo de tu corazón sí quieres a alguien que te entienda, y que esté al lado tuyo animándote. Esto es lo malo de vivir lejos de todos.
No voy a mentir; es lo peor que me ha podido pasar en toda mi vida. Si pudiera calmarme y ser feliz sin tener esta preocupación constante, juro que lo haría. Pero al mismo tiempo, todo está en mis manos.
La ansiedad que me invade es crónica y no tiene muchas soluciones; pero aún así, tengo esperanzas de que todo va a estar bien.
Tú eres humano; sientes igual que yo, más que yo o menos que yo. Pero sientes. Respiras. Te emocionas. Lloras. Ríes. Tienes un cuerpo. Puedes respirar, por muy difícil que sea a veces. Puedes hacerlo. Juntos, por más complicado sea nuestro trastorno de ansiedad, podemos superarlo. Es un debate mental horrible con tus demonios internos, pero muy al fondo, tu "yo" interno quiere que estés bien.
Eres inteligente. Eres fuerte. Nada es tu culpa. Puedes matar a todos esos demonios.
Sí, puedes hacerlo.
~🌪
#ansiedad #ansiedadcronica #depresion #frases #escritos
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blackarrow285 · 5 years
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Esta vez va sin titulo, no es una caracteriatica ni tampoco una parte de mi, es simplemente vomitar como me siento...
Alguna que otra vez escribi aca mismo que de chico me sentia incomprendido, raro, solo... Y esa sensacion despues de tantos años regreso, hoy en dia me siento igual que cuando era niño, me siento raro en esta sociedad en la que vivo y que tanto tiempo dedique en estudiar y tratar de entender como se comporta. Y la entendi, pero me senti demasiado asqueado por todo lo que encontre, por la gente tan vacia por dentro y tan falta de alma, gente que quiere demostrar algo que no es, gente egoista, que solo se preocupa por su bienestar, que jamas tienden una mano sin antes pensar si pueden sacar un beneficio de eso... y me aisle, empeze a correrme del mundo, de esa gente, de quien no movia un pelo por mi cuando yo siempre me movi por ellos, comenze a pensar "¿que tanto sirve una relacion con alguien si solo una de las partes parece querer mantenerla?" Hoy en dia me encuentro bastante solo, o poco rodeado si se le quiere llamar de otra manera, porque me sigo sorprendiendo de hasta quien no me queria sorprender, y ya no me basta el "es asi, ya conozco a esa persona y se que no es que no le importe, solo que es distraida", no, no quiero gente asi en mi vida, antes talvez las mantuviese porque "bueno, de ultima, cuando estamos juntos la paso bien", pero no, hoy no quiero eso, y aunque cada dia me encuentre mas solo me voy a seguir alejando de gente asi, de gente sin valores, egoista, gente que no te entiende ni quiere hacerlo.
Por otra parte, en los ultimos tiempos estoy trabajando mucho mas mi parte artistica, escribiendo, nutriendome de mas musica, nueva, distinta, tratando de como simple hobby contar las cosas que me pasan en el dia a dia de forma mas divertida, como crear mini historias de todo, para divertirme yo y el que me escucha basicamente, y sobre todo estoy trabajando el no solo escribir lo que me pasa, sino que tambien poder decirlo, con palabras y como salga (hablar de mi en persona claramente no es uno de mis fuertes), y en todas estas cosas siempre me encontre con gente levantando la ceja al escucharme o leerme, como si en parte les gustara o les llamase la atencion lo que quiero contar, pero a su vez no pueden entenderme, no logran proyectar lo que les cuento, los sentimientos que trato de explicarles. Porque si, ultimamente estoy tratando de abrirme a sentir cosas, estoy volviendo a emocionarme, con cosas aveces muy basicas, pero tratando de romper esa coraza, en dos ocasciones mis ojos se llenaron de lagrimas, y dos ocasciones bien distintas, mirando una pelicula sobre "la paternidad" llamemosle de una manera, y charlando con mi hija sobre un tema delicado y escuchando sus respuestas, pero supongo que por mas que me emocione, todavia falta mucho trabajo por hacer porque aun no eh podido llorar, y creo que es algo que necesito, ultimamente la angustia me queda atragantada como queriendo salir, pero cuando parece que lo va a hacer mi cerebro automaricamente baja la llave y todo se vuelve a encausar...
Para terminar, y creo que va a ser de las cosas mas dificiles de reconocer, extraño la compañia o la vida en pareja... si alguien lee lo que escribo en algun momento hable de que no tengo recuerdos bonitos con la madre de mi hija, pero por raro que se escuche hace un tiempo como si fuese un torbellino, todos esos recuerdos aparecieron de golpe en mi cabeza, como para recordarme que en algun momento supe ser feliz, y disfrutar de alguien, y sobre todo disfrutar con alguien, y que alguien lo hiciera de mi. Y no, no crean que quiero volver con ella, nada mas alejado de la realidad, pero si creo que algo adentro mio quiere volverse a sentir asi, y por otra parte se choca con la realidad que hoy en dia eso es algo muy lejano como es mi vida y como me manejo o me presento para con el resto del mundo, pero aun asi en dias como hoy, que la angustia predomina entre mis emociones y esa personalidad derrotista aparece y sobresale a todas las demas, no vendria nada mal un poco de amor sincero y desinteresado, alguien que me agarre por la noche y me diga "tranquilo, vamos a salir de esta juntos"
Pero bueno, como todo lo mio, probablemente mañana me levante y lea esto pensando que soy un idiota por escribir dejandome llevar por un mal dia, o una seguidilla de ellos, pero como me prometi jamas borrar ningun post de los que escriba porque tanto los deprimentes como los felices son parte de mi y mi evolucion como persona.
Sin mas nada que decir, buenas noches
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bbluesolera · 3 years
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Coyo vale éste día no me trajo ningún efecto positivo, no me extrañaría si mañana me despierto con una llamada de mi jefe diciéndome que bueno nohely muchas gracias por todo pero hasta hoy trabajas con nosotros.
Antes que nada debo decir que me levanté con el pies izquierdo. Ésta mañana no me levantó la alarma para ir a trabajar si no el dolor de cabeza, coño vale iba tan bien con los dolores de cabeza porque desde que empecé a usar lentes solo me habían dado dos veces y ayer como fué mi día libre estube todo el día en la casa y no los usé así que creo que debe ser por eso. Entonces no tenía ganas de levantarme, me estaba muriendo de sueño pero tenía mucho dolor de cabeza así que que más, hay que trabaja para ganarse el pan de cada día y sobrevivir en Venezuela amigos lindos.
Se me hizo tarde, debí salir a las 8.10am que sin embargo es un poco tarde para poder llegar y que me dé tiempo de limpiar la tienda antes de abrir, pero eran las 8.30 AM y yo todavía seguía en la casa, estaba muy estresada porque estaba pasada de hora pero me relajé un poco al recordar que las llaves las tenía mi compañero así que bueno el podía llegar y abrir sin ningún peo, porque de haberlas tenido yo hubiese parido para poder llevar a tiempo y que no nos multen.
Eran como las 8.40am y solo me faltaba meter mi almuerzo en el bolso pero cuando abro la nevera veo que no está, coño vale el almuercito que yo me había preparado ayer y que me había quedado rico se lo comieron y me dejaron sin comidita hoy vale, espero que quien sea que se haya comido mi almuerzo haya disfrutado el arroz con pollo que hice. Finalmente salí ya a las 9am, no tenía desayuno así que antes de ir a la parada del bus pasé por un puesto donde venden empanadas y esas vainas, tenía mucha gente por delante pero ya que coño o sea ya está a ahí y ya iba a llevar tarde igual, se me colaron dos tipas pero no les podia decir nada porque eran policías y andaban en combo, si hay algo que odio es a la gente aprovechándose por el uniforme que cargan como si les diera más poder y poder sobrepasar por los demás, igual si les decía algo lo mínimo que podían hacer es echarse a reír.
Salí de ahí rumbo a la parada (conste que la distancia entre mi casa a la parada no es una cuadra, tampoco es que es son dos cuadras llaneras pero si caminas alguito) llegué y esperé. A los 10 minutos, un señor que ya estaba allí me dice: " ay dios mío, pero no sé que estarán haciendo los buses que llevo más de hora y media esperando..." Y yo MArdita sea esos buses no están trabajando. Le dije al señor que gracias por decirme y luego me fui casi que corriendo a la parada de otro bus que queda al otro extremo que ahí si puedo decir que la distancia entre una y otra es de una cuadra llanera.
A mitad del camino me dije nohely, te vai a montar en un bus de guajiros en el cual siempre hay choros atracando, estáis segura de que te quieres llevar el teléfono corriendo el riesgo de que te peguen un quieto?. Lo pensé y preferí desviarme, dejar el teléfono en la casa y volver a salir, que malayo polo tan arrecho me eché, pero prefiero hacer eso y estar segura que agarrar un susto.
El bus de guajiros que agarré para llegar al trabajo se llama el brillante, (que es el antiguo 4 bocas).es una línea de buses muy famositas en maracaibo por lo peligrosas que son, son esos buses de los largos que son las 6 de la mañana y tienen vallenato corroncho al máximo volúmen, te montas y delante tienes a un guajiro todo borracho que ni siquiera sabe dónde está y por detrás tienes a otro pegándote un cuchillo para que le des el teléfono y todas tus pertenencias. No es que estoy siendo despectiva con la raza guajira, solo que es así pues.
Finalmente llegue al trabajo y pareciera que me hubiese bañado en la lluvia con lo sudada que estaba, me sentía muy asqueada por todo lo que había recorrido a tan cortas horas de la mañana pero que más iba a hacer, me calmé y empecé a trabajar. Conseguir como almorzar fue una odisea porque no tenía bolívares y por casualidades de la vida nadie de mis compañeros tenían bolívares para poder cambiar unos dólares y así comprarme almuerzo, le robé dinero a mi hermana y me compré una pizza, esa mierda me dio ganas de vomitar así que se la terminé dando a mi compañero.
Para cerrar con broche de oro, salí de la tienda a hacer algo y recibo una llamada del teléfono corporativo, era mi compañero diciéndome que fuera a la tienda porque un cliente estaba muy arrecho. Yo llego y pregunto que que sucede. Era un cliente que por más estúpido que fuera, estaba molesta porque fue a buscar una factura de un equipo que compró hace dos marditos meses pero evidentemente no estaba hecha y no se podía hacer.
Que pasa, en Venezuela la cuarentena está dividida por semanas radicales y flexibles, en las radicales solo pueden trabajar los rubros autorizados, es decir farmacias y supermercados y en las flexibles pueden trabajar todos. Como nosotros estábamos trabajando en semanas radicales bajo cuerda, evidentemente no podemos facturar porque se supone que estamos cerrados, como el cliente compró el equipo en semana radical nosotros no podíamos darle factura, nosotros quedamos en darle la factura en semana flexible, así que ella quedó en pasar a retirarla pero nunca fué así que por lo tanto no la hice. El cliente fue hoy apenas a retirar la factura con la fecha de la compra es decir hace dos meses pero evidentemente no se podía porque fue hace 2 mucho tiempo y ya los cierres contables de esos meses se hicieron, es decir no se podía hacer nada ahí. Le explicamos al cliente que si él quería una factura nosotros se la podíamos hacer con fecha de hoy, pero ella no quería. Me dijo que o me la hacen, o no se que vamos a hacer, nos llamó ineficientes, me llamó mentirosa, que no iba a perder su trabajo por ineficiencia y mal trabajo de nosotros, que la van a ver cómo ladrona por no llevar la factura de un equipo que compró con dinero de su empresa,que MArdita. Me amenazó con llamar a Aguilar y tomar cartas en el asunto
Mi jefe es un chino que es el dueño mayoritario, pero si ese tipo tiene poder no te podeis imaginar el poder del otro hombre, ese tipo es como Thanos, destruye con un chasquido, muchas veces he escuchado que apenas no le gusta algo lo saca sin más o al ver el primer error que note en las personas, y apenas le cuenten que por "mi ineficiencia" pueden botar del trabajo a la esposa de uno de sus amigos bueno cachua quedé
Ay pero bueno x amigos, tengo dolor de cabeza y ya son las 10, quiero mimir y despertarme a los tres días
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habilidades2021 · 3 years
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La Universidad es una Mierda
En estos tiempos que corren en los que la palabra emprender está en boca de todos, por ello, la universidad se ha establecido como uno de los grandes motores del “emprendimiento” no solo es Perú, si no en toda latinoamerica . A través de todo tipo de cursos, concursos y conferencias, inclusive licenciaturas, parece que las universidades están intentando que cada vez sean más los estudiantes que nada más graduarse monten su propia empresa.
Lamentablemente, los resultados que han se ah tenido hasta el momento estas iniciativas dejan mucho que desear. La dura realidad es que la mayoría de estudiantes que terminan la carrera –incluso esos que ganan los concursos de innovación y jóvenes empresarios– no montan ninguna empresa sino que se ponen a buscar trabajo y, salvo en contadas ocasiones, van directos a las listas del paro o encuentran un empleo de mileurista (los más «afortunados»).
A muchos les lleva mas de un año, dos, tres, hasta diez años intentar sacar adelante pequeños negocios, por eso, se le hace  mucha gracia que desde la universidad se promueva tanto el emprendimiento. Lo veo como una gran contradicción porque en mi experiencia lo que realmente hace bien la universidad es justo lo contrario: matar el poco espíritu emprendedor que te queda tras tu paso por el instituto y prepararte para ser un obediente empleado. desde tu punto de vista, es totalmente cierto lo quieras creer o no.
Aquí les voy a redactar cinco maneras de que la universidad es MIERDA.
1. Te enseñan investigadores, no emprendedores.
Existe una grandísima desconexión entre la universidad y el mundo real. Pese a que muchos de los profesores son grandísimos profesionales, su falta de experiencia en empresas hace que acaben enseñando conceptos demasiado teóricos o desfasados, olvidando que el objetivo prioritario de los estudiantes es el adquirir habilidades valiosas que te permitan ganarte la vida.
No sé a ti,pero a mi me tocaron profesores que odian enseñar, y estan ahi solo por un sueldo misero, son profesionales mediocres que no llegaron a lograr sus metas y entonces te viene hablar a ti de emprender, liderazgo entre muchas cosas, sin embargo, en la práctica no son nada, simplemente unos charlatanes que odian ser docentes. Es la realidad.
Si el objetivo de la universidad es preparar a los estudiantes para el mundo laboral, ¿por qué la gran mayoría de los profesores no han dirigido o trabajado en una empresa en los últimos años?.
Lo siento mucho, pero por muchas vueltas que le doy no le veo la lógica.
2. Te hacen creer que tienes que conocer todos los detalles antes de poder empezar algo.
Hace poco, un amigo de me contaba que un loquillo (jovencillo) de su pueblo que no fue a la universidad –y, en palabras suyas, tampoco destacaba por su inteligencia– montó una página de concursos por Internet en la que los participantes tenían que mandar mensajitos de móvil para poder optar a ganar ciertos regalos. El diseño de la web era malísimo, pero al parecer el tipo se forró y ahora vive en una mansión y recorre el pueblo en su deportivo. Pero la historia no acaba ahí. No contento con su éxito inicial, el mismo individuo recientemente montó una red Wi-Max que da cobertura a otro pueblo y ahora le cobra a los vecinos una cuota menor que la de una ADSL por poder utilizarla. Otro exitazo.
el 95% de la población cree en el sistema educativo, lo normal es que estudies desde cuna o jardin hasta la universidad mas de 10 años de tu vida en aulas sentados que lo unico que te has llevado es que acaben con tus sueños, esos sueño que lo era todo para ti cuando eras muy pequeño.  Hoy en día estamos en el 2021  el año de la era digital puedo decir con solides y autoridad, No es necesario un título para saber sobre algo. No es necesario un profesor e ir a clase para aprender algo nuevo. No es necesario ser un súper-experto sobre un tema para empezar a ganar dinero con él.
La universidad enseña disciplina, pero acaba con la iniciativa. Por eso, la universidad es una mierda.
3. Te acostumbran a necesitar a alguien que juzgue tu trabajo y tome decisiones por ti
En la universidad son los profesores de cada asignatura los que juzgan tu trabajo. Aunque en teoría existe un criterio de evaluación objetivo, este incluye frases muy genéricas que dan cabida a diferentes interpretaciones por lo que en la práctica la última palabra la tiene siempre el profesor.
Es decir, puedes hacer un examen o entregar un trabajo estupendo y como no es «lo que quiere el profesor» te llevas un suspenso a casa. Al final, a base de palos acabas aprendiendo que la mejor estrategia para tener éxito en la universidad es averiguar qué es lo que quiere el profesor y dárselo, independientemente de que tú lo consideres mejor o peor.
Lee esto, cuando creas tu propio negocio te das cuenta de que cada día tienes que tomar decenas de decisiones y que ni existe un criterio de evaluación ni nadie para decirte qué está bien y qué está mal. Tu eres el único juez (y a larga el mercado), y si te equivocas está en juego tu tiempo, tu dinero y tu reputación.
No hace falta que te diga que el cambio de una a otra situación es BRUTAL. La mayoría de personas se asustan sólo de pensarlo y huyen despavoridas en busca de un contrato indefinido y un jefe que les diga cada día lo que tienen que hacer.
4. Te lo dan todo demasiado “mascadito”»
El único inconveniente de ponerlo todo tan fácil es que cuando acabas la carrera y quieres aprender algo nuevo te das cuenta de que ya no hay ni apuntes ni profesor, sino un problema que necesitas solucionar y un montón de información sobre el tema. Eres TÚ el que tienes que buscar entre ese mar de datos hasta encontrar lo que buscas y luego ser capaz de aplicarlo a tu caso concreto.
Pocos profesores te enseñan a ser capaz de resolver un problema por ti mismo, y en general se limitan a decirte exactamente lo que tienes que estudiar para poder hacer el tipo de ejercicios que van a entrar en el examen. O aun peor: te hacen memorizar varios temas sin importarles que de verdad los entiendas y hayas aprendido algo útil. Recuerdo que una vez en clase un profesor nos dijo «esto no vale para nada y está en Internet, pero tenéis que memorizarlo porque es lo que hay.» Me entraron ganas de vomitar y ese día empecé a pensar que la universidad no es para mí ni para cualquiera con mi mentalidad.
5. Te enseñan sólo de lo tuyo, es más algo que ni ellos mismos saben si funcionará.
Hacer un negocio es complicado porque además de ser capaz de ofrecer un producto o un servicio por los que otros estén dispuestos a pagar, tienes que tener un nivel mínimo en otras habilidades: marketing, ventas, comunicación, contabilidad… Si fallas en alguna esas áreas el edificio se derrumba. Por eso, la mayoría de startups que están compuestas por un equipo. Si vas a ir a la universidad busca un buén equipo. Si no lo haces lo encontrarás en el camino.
Sé que la universidad no es para todos y que es difícil pedir que se expliquen 100 disciplinas distintas en cada una de ellas, pero no sería tan difícil incorporar algunas asignaturas optativas para dar la posibilidad al alumno si él quiere aprender sobre el tema. Y es que los conocimientos de negocios y marketing son igual de válidos para un ingeniero y para un estudiante de filología inglesa.
Creo que los estudiantes de cualquier carrera se beneficiarían de tener unos conocimientos mínimos sobre negocios y emprendimiento. Tanto si después de graduarse deciden crear una empresa como si no, al menos tendrían unas herramientas para entender mejor cómo funciona el mundo a su alrededor y para montárselo por su cuenta si fuese necesario.
Conclusiones
La universidad hoy en día es una institución obsoleta (desde el punto de vista laboral, no investigador). En su momento cumplía a la perfección su función de producir empleados obedientes, que es lo que requería el mercado después de la Revolución Industrial, pero ahora eso ya no es suficiente. En la economía de la globalización e Internet lo que se necesitan son jóvenes capaces de pensar por sí mismos, de crear algo útil y compartirlo, de generar sus propios puestos de trabajo. Puedes llamarlos emprendedores.
Esto tiene que CAMBIAR.
Eliminar el politiqueo actual. Propongo imitar el sistema americano, en el que los profesores no pueden hacer un doctorado en la misma universidad en la que estudiaron ni pueden trabajar en la misma universidad en la que se doctoraron.
Potenciar el aprender por encima del sacar buena o mala nota. ¿Sería posible una universidad en la que no hubiese exámenes, donde el objetivo de la carrera fuese únicamente adquirir conocimientos y producir activos (artículos, trabajos, planos, software, etc.)? A la hora de contratarte las empresas no te valorarían por tu expediente, que no existiría, sino por lo que hayas producido a lo largo de la carrera y lo que seas capaz de aportar.
Potenciar el pensamiento crítico y la creatividad. Menos memorización y más aplicación de lo aprendido. No sólo enseñar conocimientos, sino también enseñar a aprender y a resolver problemas.
Poner a los estudiantes en contacto con el mundo laboral desde el primer día. Darle una orientación más práctica a las asignaturas, dejando siempre clara la utilidad de los conocimientos impartidos. Si no me va a servir para algo útil no debería estar obligado a aprenderlo. Contratar profesores con experiencia en empresas que enseñen
Obviamente esto es sólo un esbozo, pero esa es la dirección en la que pienso que debería ir la universidad si queremos que de verdad sirva para crear emprendedores.
Y tú........ RESPONDE ESTAS PREGUNTAS EN SILENCIO UNA A LA VEZ....
 ¿cómo mejorarías la universidad actual?
Si has estudiado y luego has intentado crear una empresa, ¿qué dificultades te has encontrado en el camino?
¿Qué te hubiese gustado saber?.
para finalizar mi amarga relfexion sobre la universidad es una mierda te dejo aquí  un seminario para que puedas capacitarte y encontrar una carrera que conecte contigo en el 2021. Aqui...
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idolish7-es · 7 years
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3.5.5: La voluntad de luchar
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Yamato: …Siento que voy a vomitar... Nagi: OH… ¿Te gustaría salir un segundo y tomarte un respiro? Sougo: ¿Estás bien, Yamato-san? Riku: Exponer el Chiba Salon… Te negaste a grabar la confesión de Yamato ¿cierto? Momo: En realidad, no. Yamato: ¡¿Qu--?! Momo: ¡No grabé nada, lo juro! ¡Absolutamente nada! ¡Pueden revisarme todo el cuerpo! ¡¿Me desnudo?! ¡Pero no estoy usando mi ropa interior de la suerte! Yuki: Cálmate. Momo solo pretendió aceptar para descubrir quienes son los demás detrás del plan. Momo: Síp, síp. El papá de Gaku me ayudó también. Gaku: ¿Mi viejo? Momo: Sí. Hay una gran actriz con la que no tengo ningún tipo de conexiones, así que él actuará como intermediario por mí. Algo así. Tu papá también enloqueció al oírlo. Mitsuki: ¿Qué planeas hacer luego de que él medie eso? Momo: Persuadirlos, incluso si eso significa que deba guiñarles el ojo o humillarme. Yuki le prometió a Yamato que los protegeríamos de los escándalos, después de todo. Yamato: ¿…Por qué irías tan lejos por mí? Yuki: Oh, para matar tiempo. Momo: ¡Es un hobby mío! No te preocupes. Yuki: Sin embargo, hay personas que no serán influenciadas tan fácil. Muchos han discutido con Shizuo-san en el pasado, pero aún guardan fuerte rencor. Yuki: Le pregunté si podía disculparse con esas personas para apaciguar su ira, pero me regañó. Dijo que ya no era bienvenido en su casa, y que no volviera nunca jamás. Ryuunosuke: Espera, ¿estás hablando de Chiba-san? ¿Le pediste a Chiba-san que se disculpara? Yuki: Sep. Ryuunosuke: Es terrorífico solo imaginarlo... Yuki: Fue bastante terrorífico, sí. Fue terco, de la cabeza a los pies. Ni me daría la hora ahora. Pero... Yuki: Creo que Shizuo-san escucharía si se lo pidiera Yamato-kun. Yamato: … Yuki: Intenta llamarlo. Yamato: ¿…Ahora? Yuki: Sí. Yamato: …No puedo. De ninguna forma podría pedirle... Yuki: Estoy seguro de que quiere hacer mucho más por su hijo. Más que solo enviarle flores. Yamato: …Pero– Tenn: Llámalo. Yamato: Kujou… Tenn: Se pondrá en acción si es por ti. Tenn: Estoy seguro de que quiere volver a ser una familia, muy por dentro. Nunca podría ignorar a su propio hijo cuando está en un predicamento, por su responsabilidad como padre. Tenn: Agachará la cabeza y se disculpará si eso significa protegerte. No hay duda. Riku: Tenn-nii… Nagi: Precisamente. Cuando vine a este país, aprendí que "Yamato" era una palabra que una vez significó "Japón". Nagi: Ese es el nombre que Chiba Shizuo le otorgó a su hijo, nacido en sus últimos años de su vida. Chiba Shizuo, el rostro de la industria actoral de Japón. Nagi: Te ama– Eres su orgullo y alegría. Yamato: … Yamato: ¿…Pero qué debería decirle? Yuki: ¿No es fácil? Solo dile "Esto es todo tu culpa" Yuki: La pérdida de tu infancia, el hombre que admirabas cuando estabas en primaria... El dolor y la tristeza que has sentido hasta ahora... Golpealo con todas tus fuerzas. Con todo eso. Yamato: … Yamato: …Entendido. Mitsuki: Oye… ¿Estás bien? Tus manos están temblando... Yamato: Estoy muriendo de miedo, pero me esforzaré. No huiré. Voy a enfrentarlo de frente. Yamato: Así no me odiaré más, no estaré más avergonzado de mí mismo... Yamato: Esa cosa de "Darlo todo" Sí, voy a hacerlo. Mitsuki: Jaja… ¡Sí! ¡Todo estará bien! Mitsuki: ¡No importa qué pase, estaremos a tu lado!
Tsumugi: …Así que Chiba-san escuchó tu pedido, Yamato-san. Yamato: …Sí, lo hizo. No sé si los demás aceptaron sus disculpas, pero... Yamato: Resulta que él es igual a mí. Quería ser amado, pero no se esfuerza para eso. Estaba esperando que un alma amable simpatizara con él y lo descubriera. Yamato: Terminó haciendo muchos enemigos por la forma en que vivía... Pero dijo que se esforzaría para que lo perdonen. Tsumugi: Ya veo… Tsumugi: Disculpa que no pude hacer nada por ti cuando estabas pasando por tiempos tan difíciles, Yamato-san... Yamato: ¿Qué estás diciendo? Las cosas están fuera de control en la oficina, ¿no? Todo eso fue por tu bien también. Yamato: Jaja... Incluso cuando estaba preocupándome por mi padre, a veces un pensamiento se escurría "Diablos, nuestra mánager es una mujer aterradora" Tsumugi: ¿Eh…? ¿Por qué? Yamato: Por “IDOLiSH7.” El nombre que nos diste con la seguridad de que nadie se iría. Yamato: Tal vez habría sido más irresponsable y habría renunciado mucho antes si no fuera por ese nombre. Yamato: …Es un nombre que nos vincula a los siete. A veces esa confianza es algo muy pesado para soportar, pero ahora es mi orgullo y alegría. Tsumugi: Me alegra... Se me ocurrió luego de ver que los nombres de todos tenían números. Tsumugi: Es como si fuera el destino. Yamato: Onii-san también cree eso. Al principio parecíamos siete personas desorganizadas, pero ahora somos siete irremplazables compañeros. Yamato: …No dejaré que IDOLiSH7 se acabe.
Mitsuki: ¡Bien! ¡Voy a cocinarles un festín esta noche! Nagi・Tamaki・Riku: ¡Yay! Sougo: Iori-kun, ¿disfrutaste pasar tiempo con tu hermano? Iori: Supongo... Aunque nos obligaron a hacer cosplay. Tamaki: ¡¿Es cierto que Yukirin tiene almohadones del tamaño de su oreja?! (1) Yamato: No, no. Era una broma. Riku: ¡Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que comemos juntos! ¡Estoy muy, muy feliz! Yamato: Tienes razón... Mitsuki: ¡Mañana tenemos un concierto! ¡Coman mucho para tener energía! Riku: ¡Sí! IDOLiSH7: ¡Buen provecho!
Riku: ¡Buenas noches! ¡Somos IDOLiSH7! ¡Pasó mucho tiempo desde la última vez que comimos los siete juntos, pero anoche pudimos! ¡Fue super divertido! Audiencia: ¡Kyaaaaa……! Mitsuki: ¡Jajaja! ¡Vamos, eso no es algo que necesites reportar durante el segmento de MC! Yamato: Ese arroz hijiki dio en el blanco. Será mejor que lo hagas una vez más algún día, Mitsu. Mitsuki: Seguro pero ¿realmente es algo que quieras pedir durante un concierto? Yamato: Perdí la oportunidad de decirlo ayer. Onii-san tiende a hacer eso, ya ves. Audiencia: ¡Jajajajaja! Yamato: Es mejor no callarse. No hay necesidad de ser moderado. (2) Mitsuki: ¡Jajaja! Oh, qué voy a hacer contigo... ¡Ya lo sé, tonto! ¡Será mejor que comas mucho y llenes esa barriga completamente! Audiencia: ¡Jajajajaja! Yamato: Jaja... Audiencia: ¡Realmente siento las vibras de IDOLiSH7 hoy! Audiencia: ¡Todos son tan dulces entre sí! ¡Deben haber tenido una comida fabulosa! Sougo: Me recordaron una vez más qué tan valiosas y magníficas son las existencias de Yamato-san y Mitsuki-san. Mitsuki: Jejeje... Yamato: Jaja... Ya, detente. Audiencia: ¡Kyaaaaa! Sougo: Cuando estaba solo, era muy... Tamaki: ¡Para nada! La comida estaba picante, pero me alegra que estuvieras ahí, Sou-chan. Audiencia: ¡Kyaaaaa! Riku: Iori y los demás parecían estar bien, ¡Pero Nagi y yo nos sentíamos solos! Iori: Bueno... Yo también me sentí solo... De cierta forma... Audiencia: ¡Kyaaaaa! Audiencia: ¡Esperen, ¿por qué?! ¡¿Pasó algo?! ¡¿Por qué todos están tan sensibles?! Audiencia: ¡¿Todo por ese arroz hijiki?! ¡Wow, el arroz hijiki es una fuerza con la que no contábamos! Nagi: ¡Los amo a todos más que a nada! Yamato y Mitsuki deberían cantar la canción de MEZZO" para disculparse, por mi bien. Audiencia: ¡Kyaaaaa! Yamato: ¿La canción para disculparse? ¿Hablas de "miss you..."? Mitsuki: ¡Claro que no vamos a cantar! ¡¿Qué clase de juego de castigos es este?! Audiencia: ¡Kyaaaaa...! Sougo: Um, no es una canción para disculparse. Tamaki: ¡¡No llamen juego de castigos a nuestra canción!! Audiencia: ¡¡Jajajajaja!! Audiencia: ¡Son tan buenos amigos! ¡¡Estoy tan feliz!! ¡¡Me alegra haber venido hoy...!! Audiencia: ¡Esto es lo mejor! ¡Amo ver a todo IDOLiSH7 siendo tan amigables...! ¡Los amo a todos...! Audiencia: ¡Espero que sigan siendo amigos por siempre...!
Director: ¡Espléndido, Nikaidou-kun! Justo como lo había visualizado... No, ¡es mejor de lo que podría haber imaginado! Yamato: Muchas gracias. Director: Estoy tentado a decir "como se esperaba de Shizuo-san" pero tú tienes un tipo de atractivo diferente, Nikaidou-kun. Director: Los personajes y la cosmovisión de esta película se volvieron cien, sino mil veces más fascinantes. Profundamente fascinantes. Y es todo gracias a ti. No dejaste que terminara como un villano cliché. Director: La película está establecida para salir a fin de año, pero espero que estés emocionado por ver el producto final. Yamato: Me está elogiando demasiado, Director... Esas palabras se desperdician con alguien como yo. Aunque sí espero con ansias la película terminada. Minami: Escuché que terminaste de filmar hoy, Nikaidou-san. Minami: Espero que tu éxito en esta película sea suficiente para cubrir cualquier chisme que pueda surgir. Yamato: ¿Sabes? Lo único que estaba ocultando era la razón por la que me uní a IDOLiSH7, porque habría lastimado a mis amigos. Eso es todo. Yamato: No hay nada más de lo que me avergüence. Minami: ... Yamato: Adelante, puedes mirarme así todo lo que quieras. Mírame de arriba a abajo, de pies a cabeza. Bien, ¿Alguna pregunta? Suéltalo. Voy a reírme descaradamente en lugar de lanzar palabras vulgares. Yamato: Después de todo, Onii-san tiene un corazón malvado.
Ryou: ...Asamiya Tomoe-san se ha retirado del plan. Muchos otros también huyeron, atraídos por algo más. Ryou: Así que, ¿no vas a comer? Es noche de filete miñón. Yuki: Perdón, pero no como carne. Ryou: Oye, no es bueno ser quisquilloso. Hablando de eso, invité a Momo. Yuki: ¿No estás satisfecho conmigo? Ryou: Oh, ¡qué impensable! Estoy encantado de verte, Yuki. Siempre quise tomarme mi tiempo y hablar contigo. Ryou: Si recuerdo bien, odias los objetos afilados, ¿correcto? ¡Mira eso, hay muchos así en mi habitación! ¿Qué te parece si te ayudo a superar tu trauma? Yuki: ... Ryou: Bromeaba. Momo me mataría. ¡Oh! Eso me recuerda. Te encontraste en privado con Asamiya Tomoe, ¿no? Ryou: ¿Creíste que serías más hábil que yo? Bueno, te equivocas. Chiba Shizuo falló en su intento de persuadir a todos. Ryou: Aún hay muchas personas ansiosas por exponer el Chiba Salon. Mientras tengan el apoyo de Tsukumo, entonces están más que dispuestos a... ... Ryou: Necesito contestar. Disculpa Yuki: Adelante. Ryou: ¡¿–Chiba Shizuo se jubila?! ¡¿Qué clase de tontería es esa...?! ¡¿La conferencia de prensa ya empezó?! Ryou: Entendido... Te contactaré luego. Yuki: ¿Oh? ¿Shizuo-san se jubila? Ryou: … Ryou: Ahora sí que lo hizo. Exponer a un actor activo ciertamente sería la charla de la ciudad, pero nadie se atrevería a decir algo sobre un actor retirado. Es igual a como la gente que habla mal de los muertos son despreciados. Ryou: Se sacrificó a sí mismo y se jubiló para que su adorable hijo no se quemara. ¡Ese es el tan amado Chiba Shizuo! ¡Bravo! Yuki: … Ryou: ¿Esto fue obra tuya? Yuki: Es un secreto. Ryou: Jajaja... Esto no me plantea un problema en lo absoluto. Ninguno. Aunque la velocidad con la que lograré dominar ha caído, eso no cambia el hecho de que Hoshikage está volviéndose más débil. Ryou: Después de todo, Chiba Shizuo era con quien Hoshikage se ganaba el pan, pero ahora se retira. Es como si hubieran intercambiado un veneno de acción rápida por uno de acción más lenta. Ryou: …Pero, ¿Sabes qué, Yuki? ¡Ahora estoy muy, muy enojado! Yuki: ¿Por qué no intentas hacer algún juego de ingenio? Tal vez sea para mejor, ya que puede que te de un ataque de ira y sufras una muerte agonizante. Ryou: Oh, vaya... ¡Nunca pensé que sería odiado por una estrella! ¡Qué sorpresa! Yuki: He estado enojado por mucho más tiempo que tú. Te odié desde el mismísimo inicio. ¿Puedo irme a casa ya? Ryou: Por supuesto que puedes. Ven de nuevo en algún otro momento, Yuki. Tengo una extraordinaria sorpresa esperándote. Yuki: ¿…Sorpresa? Ryou: Es un secreto. Espéralo con ansias.
Haruka: … Minami: El cielo está claro esta noche. La forma en la que las estrellas están alineadas presagia caos en todo el mundo. Touma: ¿No están hablando de nosotros entonces? ¿Dónde está Torao? Minami: Tal vez llega tarde por una cita. Torao: Hey. Perdón por la demora. Touma: Nada de 'hey’. ¿Puedes al menos intentar llegar a tiempo? Minami: ¿Quién fue tu cita hoy? Torao: Una cantante solitaria y sin dormir. Minami, ¿cómo va la canción? Minami: Casi está completa. Él y yo hemos estado trabajando juntos, desde que estaba en Northmare. Touma: Bueno, quiero cantarla pronto. ¿Tú qué piensas, Haru? Touma: ¿Eh…? ¿Qué estás mirando? Haruka: A todos los idiotas que inundan esta ciudad. Haruka: Volveremos basura lo que ahora ven como gemas Haruka: Kujou Tenn… Voy a sacarte del escenario.
Continuará...
-Todos los créditos a la traducción en inglés-
(1) Referencia al capítulo 2.2.1.
(2) Otra vez, referencia a la “moderación”. Ay, mis YamaMitsus
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mistersacatripas · 7 years
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El viaje de la serpiente
Suenan Los Huracanes del Norte a todo lo que da en el autobús que va entrando por la boca de Coacalco. “Por tu culpa, nomás por tu culpa...” y el conductor se para a platicar 15 minutos con su compa en una casa duplex con un puesto de copias piratas de las películas más candentes del momento. Voy tarde, como siempre; la ansiedad engulle mi cuerpo y se apodera de mi pierna para moverla impacientemente, estoy nervioso por el viaje de Ayahuasca que estoy por experimentar.
El autobús no llega hasta la calle 14, me bajo y subo un camino empedrado muy pinche empinado. Ya me esperan Mexi y Charly, los vatos que me recomendó mi socio (el de las terapias psicológicas con ácido). El recinto cuenta con tres pisos, nos espera una terraza en forma de octágono en el primer nivel del lugar.
Un techo octagonal sostenido por pilares cubre a todos los presentes en la terraza, de los cuales yo era el único que no estaba instalado con su sleeping alededor de una ofrenda puesta al centro. Me instalo y pongo una bolsa en la cubeta que nos pidieron los organizadores de la ceremonia por si tenemos que vomitar en el proceso (cosa común en este ritual, por lo que veo). Comienza la plática y la explicación de lo que vamos a vivir dentro de pocos momentos, los que ya han tenido la experiencia se impacientan un poco pero los primerizos estamos atentos a cada palabra.
“La Medicina” es amarga y puede tardar desde 10 minutos hasta hora y media en hacer efecto, depende si hiciste la dieta vegana de una semana o no. “La Medicina” no es culera, te avisa si quieres cagar, orinar o vomitar; si alguien se vomita o se caga es porque eso les dio gusto.  Cada quien es su chamán, todos son su propia medicina; no hay alguien que pueda guiarte más que la parte parte más sabia de ti. 
Acaba la explicación, los músicos que llevan un gong, instrumentos de viento y tambores repasan el tipo de notas y ambientes que pueden tocar con Charly; empieza la ceremonia con el ritual del Rapé. Cada asistente pasa individualmente a que le soplen una combinación que incluye tabaco y plantas medicinales por la nariz con un tubo de 90 grados hecho de madera. Nos apendejamos un poquito y la esposa de Mexi nos pasa humo de copal con un sahumador, lo cual se siente genial con el pinche frío que hace. 
Sigue la toma de “La Medicina”, si a alguien no le hace la primera toma puede solicitar otra y así sucesivamente (siempre y cuando haya hecho la dieta). Te pueden tocar viajes diferentes: ver deidades, ver tu muerte, ver tu vida como película, hablar con extraterrestres, tener visiones, escuchar la perfección...  lo importante es que hay quienes están al pendiente de ti al momento de viajarte. Pasamos todos individualmente a la primer toma, pasan 10 minutos y ya hay mujeres jadeando y riendo, hombres sonriendo bailando sentados; un par de hermanas a mi lado permanecen sobrias AF, al igual que yo.
Un verdadero carnaval de placer está ocurriendo a mi alrededor, ha pasado una hora y Charly pregunta si hay personas que no estén sintiendo el efecto de “La Medicina”; las hermanas y yo levantamos la mano. Nos piden esperar media hora más, yo me cago de frío en posición de loto (con los ojos cerrados en todo momento, meditando). Pasa media hora y nos invitan a tomar la segunda toma, yo soy el primero en pasar al frente. “¿Estás puesto?”, niego con mi cabeza, “¿Hiciste la dieta?”, respondo que me chingué un taco de pechuga asada y que fumé leve mota, unas papas con sal del metro y que también me rifé una chela o dos...
“No debe ser problema”, a continuación recibo la segunda toma; una toma amarga que recibo antes de volver a mi lugar. En mi silencio, comienzo a pensar que tal vez no fue una buena idea; tal vez no me va a pegar, mejor me resigno y me acuesto... No sé si estoy acostado pero estoy viendo chispas y cabello rojizo volando en un paisaje tan brillante que no alcanzo a ver bien dónde estoy... un comienzo potente.
Me encuentro en un show de mi banda, nos abrazamos y nos besamos al ritmo de una banda underground de Azcapo; dejaste a tu novio para estar conmigo esa noche y yo muy pendejo te pedí que fuéramos a coger al baño o a cualquier lugar. Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos cerrados y percibo que estoy en posición de loto y que en ningún momento me acosté.  Una oportunidad que se fue a la chingada, como varias, como la que materializaba en una gran sonrisa frente a mí.
Por un momento cobra sentido el haberte conocido en Facebook, años después en la fila del check-in del aeropuerto, rato depués en el avión, luego en la taquilla de un concierto en Tijuana y al final del mismo día en el concierto donde no habían menos de 500 personas (frente a frente, justo donde mandé a la verga mis deseos más intensos, donde dejé que mi mente tomara control para callar mis sentimientos de la manera más brutal). Siento la temperatura bajar y las lágrimas no dejan de salir de mis ojos de regalo; se prende un fuego, lo siento y lo veo sin abrir los párpados, el calor me trae una historia donde no la cagué contigo.
Estamos con mi familia, en una comida, pasándola increíble. Nos amamos, cogemos delicioso, nos reímos; puedo ver nuestra energía uniéndose. Nace una vida a partir de la unión y un sentimiento que se transforma en voz me dice que esa vida traerá revolución. Veo la cubeta, “La Medicina” me avisa que voy a vomitar por segunda vez.
Estoy de pie, siento que la tierra se convierte en arena movediza pero me mantengo estoico, tomándome a mí mismo de las manos. El shock de lo que vi es grande pero no puedo abrir los ojos, salgo del octágono y alzo la cara para que por fin pueda ver... las estrellas. “Hay un colibrí en tu corazón”, escucho sonidos y voces que vienen de todos los ángulos, los músicos tocan de nuevo.
El frío aumenta pero mis pies desnudos en el pasto sienten que su conexión con la tierra los calientan. La luna está sonriendo y hay dos planetas brillando especialmente en cada lado de su sonrisa. Veo un flamingo radioactivo con lentes oscuros, es mi hijo, es la onda, está bien.
El frío aumenta y vuelvo a mi lugar para enredarme entre la cobija que llevo. Me convierto en un tigre que vaga solitario en la helada cima de una montaña, siguen brotando las lágrimas, se acerca Charly a mi cuerpo tirado en el piso temblando de frío y llorando para saber si está bien. Mi cuerpo alza su pulgar y sonríe con los ojos cerrados.
Estoy solo en la cima, sobreviviendo, solo caminando en un bosque nevado donde la temperatura ya no es un pedo; veo cómo me ven los demás, veo una cascada de publicaciones en redes, mensajes, pláticas y referencias sobre mí (me siento especial, gracias). Se alza otra montaña frente a mis ojos y en esa montaña vive una tigresa que se parece mucho a mí...
Emprendo mi camino hacia la otra montaña con mis cuatro patas, sigiloso, yendo al baño a cagar aguado de vez en vez. Voy entre los árboles y escucho “Ahí va, serpenteando, serpenteando, es la Coatlicue, es la muerte”, comienzo a ver escamas escurriendo entre las hojas. La serpiente se desliza a toda velocidad hacia mí, una bota gigante le pisa la cabeza, volteo a ver de dónde viene esa bota gigante: soy yo vestido de mariachi...
“Sigue llorando”, escucho y me doy cuenta de que sigo parado. Comienzan a salir hilos de la nada, mostrándome mi lazos familiares y algunos temas pendientes... Veo el daño que hacemos, la mierda que es nuestra ambición, lo efímeros que somos, lo pendejo de nuestra humildad, los aprovechados, la gente culera por vocación, lo que van con los ojos cerrados corriendo pensando que están en una carrera...
Soy expulsado al espacio, veo la tierra a la distancia y escucho el magnetismo de los objetos espaciales. Siento una presencia y pregunto “¿Quiénes son?” pero no recibo respuesta. Escucho la campana de una iglesia, al menos 7 tonos distintos sonando en distintos lugares por campanada. 
Veo un encapuchado pasar sobre mí, estoy acostado. Puedo ver mejor, casi todos están dormidos y un par están llevando leña al Temazcal del tercer nivel del lugar. Un cielo estrellado abre la toma, baja la cámara hasta llegar a tres sujetos calentándose frente al horno de un Temazcal...
Mexi colocó un ventilador frente al horno para mantener el fuego, estaba inseguro de lograr que se mantuviera prendida la brasa por el frío; me preguntó algo que contesté de la manera más estúpida seguramente porque no recuerdo qué preguntó pero recuerdo que contesté en automático. Las chispas de la brasa volaban mientras Mexi nos dejó a dos desconocidos a vigilar el ventilador...
Me acosté y emprendí el viaje a un sótano muy profundo. Abrí la puerta y vi esqueletos, de considerable dimensión, de dinosaurios. En ese momento comprendí que estaba metido en mi mente. 
Ahora vuelvo a escuchar al sentimiento, “Sigue a tu corazón”. Recuerdo lo que es sentir, me duermo exhausto, despierto para compartir lo vivido en un Temazcal con los presentes, mota, baño de agua fría, calor de rocas, fuego de abuela, visiones y reflexiones. Empaco y nos vamos a una pulquería del pueblo.
Quesadillas y pulque, todo delicioso, especialmente cuando un compañero me dice que vio a un Xoloescuintle parado a mi lado en algún punto de la velada. Todo es de todos, nosotros somos nuestra medicina. Que la mente no calle tu corazón.
- Sr. Sacatripas
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amaury-sanchez · 7 years
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Una sombra
¿De verdad quieres que te cuente todo esto?
         No sabría ni por dónde empezar…
  Wanda y yo teníamos todo planeado. Bueno, ella… No. Por ahí no… Quizá de más atrás.
         Fue ella quien me consiguió la cita con Billy, eso sí. Él me envió un mensaje con una ubicación y la orden de que me presentara ahí después de las cinco. Ni siquiera había terminado de acercarme a él cuando me pidió que le diera el dinero. Pude ver mi reflejo deforme en el cristal de sus gafas de aviador igual que un perro que se acerca a rogar por comida. Casi no había dormido. Hubiera querido explicarle las razones de mi aspecto, pedirle que no se dejara llevar por la primera impresión, contarle que anoche no había dormido hasta terminar un velero en miniatura bautizado como Libertad III. Él tomó mi dinero, sonrió y se dio la vuelta para perderse en el interior del edificio a sus espaldas. Recorrí la calle hasta donde me alcanzó la vista. Llegué a contar tres hombres que lo custodiaban desde lejos, escondidos, atentos a todo como un sensor de movimiento. Sólo uno de ellos tenía la mirada perdida en el polvo que acumulaban sus zapatos. Seguramente sabes que me gusta hacerme preguntas, así que me dediqué a pensar en las posibilidades de lo que estuviera pasando por su cabeza, y eso hacía cuando por menos de medio segundo, el tiempo que tarda una mosca en agitar sus alas, el hombre volteó y me miró directo a los ojos. Bajé la cabeza como si fuera posible esconderla entre mis hombros, igual a una tortuga... ¿Alguna vez has creído ver una sombra por el rabo del ojo y piensas, y estás seguro, de que ahí hubo alguien pero al girarte te das cuenta de que no, de que nunca existió nadie? Quise convertirme en esa sombra, perderme con el poco viento que soplaba. Toda mi transpiración había decidido acumularse en mis manos y con todo ese sudor busqué mi cubo en la bolsa derecha del pantalón. Quizá no lo sepas, quizá no, pero puede faltarme todo excepto mi cubo y una mochila. El cubo tiene seis opciones para curarme de todo mal, cada una en una de sus caras. Mira. Esta es mi favorita. Como el número cinco en un dado, ¿ves? Al presionar estos botones mis nervios se calman, la incertidumbre se va, el miedo se esconde en algún lugar. Sí. Luego de un rato Billy salió del edificio. Si un día quisieras llegar hasta él, necesitarías principalmente de dos cosas: una, suficiente valor; y dos, un celular con el cien de batería. Quizá tres si tomamos en cuenta el estómago de piedra para no vomitar. Sólo existía una razón por la cual podía atreverme a entrar en un agujero como ése y era para encontrarme con Billy. Le apodaban “El Raso”. La historia que Wanda me contó fue que años atrás había sido soldado… ¿o policía? De cualquier forma hacía honor a su nombre con esas botas brillantes, como nada en esa colonia, una gabardina verde militar y un corte de cabello que parecía hecho con regla y escuadra. Sin decir palabra me entregó una bolsa de papel e hizo una seña a sus guardias y volvió a recargarse en el marco de la puerta del edificio… No podía regresar por el mismo camino por donde había llegado, eso significaría cruzarme con el hombre que miraba sus zapatos, volver a verlo, incluso saludarlo, y no. Así que tomé la dirección contraria y caminé hasta encontrar un autobús. Escogí un asiento justo al centro del camión; no podía ser de otra manera; no atrás y tampoco al frente. ¿Sabías que si un autobús recibe un impacto frontal, los pasajeros del frente tienen el 80% de posibilidades de morir o quedar limitados a causa de una lesión vertebral irreversible? Atrás es peor: los ejes mecánicos pueden incendiarse y no, no puedo imaginar a mamá junto a tres bomberos despegando mi cuerpo adherido al asiento, tratando de identificar mi cadáver a través de dentadura. En realidad no puedo imaginar mi muerte, de ninguna manera, porque yo vine al mundo a hacer algo, a ser alguien… Y bueno, además de la garantía de salvarme la vida, un asiento en medio me ofrece una vista completa del recorrido para no perderme. El lugar adecuado para pensar en los riesgos que tomé sin darme cuenta al confiarle mi dinero a ese hombre que bien pudo hacerse pasar por El Raso; quizá aquel hombre de gafas ni siquiera era Billy, sino un simple encargado de concretar las ventas. ¿Por qué había sonreído? Pensé en cuántas garrapatas había ganado en ese paseo. ¿El Raso habría notado que era mi primera vez? ¿Cuántos baños tendría que tomar, cuánto jabón debería usar para arrancar el olor de orines impregnado en mi ropa?… El paisaje era el mismo en cada parada que hacía el autobús, como una lámpara de sombras que gira y se repite cada determinado tiempo. Mi cuerpo se adormeció y mis párpados se fueron cerrando como en un truco de hipnosis sin poder mantenerme despierto. Después soñé lo que siempre sueño.
  Cuando abrí los ojos estaba a punto de anochecer. Por la ventana todo seguía igual que antes de quedarme dormido, como si las llantas del autobús se hubieran quedado atrapadas en el asfalto o mi sueño hubiera durado solo un parpadeo. Hice mi parada y bajé. Si el chofer no hubiera tenido arrugado el cuello de su camisa, o la uña de su dedo meñique más larga que las demás, hubiera tenido la confianza suficiente para preguntarle en dónde estábamos y cómo podía regresar a casa. No tenía forma de averiguar en dónde estaba. Mi celular había gastado hasta la última gota de batería dándome indicaciones para llegar hasta Billy. Pensé que sólo tenía dos opciones: esperar que llegara la noche y con eso cederle mis ojos a los indigentes, o caminar, y en el mejor de los casos esconderme hasta que se hiciera de día otra vez, y seguir caminando. Tendría que llegar algún día. Mamá ya me había advertido sobre lugares como ésos, abandonados por gente normal como nosotros y habitados por infrahumanos ignorantes, depósitos de enfermedades mortíferas. Hasta entonces pensé en mi salud. No llevaba ni un solo cubrebocas. En mi mochila (que sirve para eso) solo cargaba con la bolsa que me había dado Billy. Quizá ya no tendría caso regresar a casa después de tanta exposición a la suciedad; solamente regresaría a causarle molestias a mamá, obligarla a darme cuidados y masajes, y tener que soportar a la gente llorando a mi alrededor después de una batalla perdida. ¿Cuántas personas habría culpado por abandonarme al azar en esa horrible colonia? Hoy sigo pensando que salir de ahí se trató de un milagro. Conozco las consecuencias y los riesgos de entrar a un barrio como ése. Aprendí eso y el número de teléfono de mamá incluso antes de aprender a atarme las agujetas. Y pude marcar de memoria ese número desde la caseta que encontré cuadras adelante; pude haberme largado de ahí si las ratas se alimentaran de extremidades de vagos y no de cables de teléfono. Además le harían un favor al mundo… En ese momento creí estar perdido. No sé por qué los minutos parecen hacerse más rápidos al final del día. En poco tiempo aceptaba un destino que creí inevitable. Me convertiría en uno más –quizá en el rey- de los apestados. Pero apareció Dolores. Como Dios frente a Moisés en una zarza en llamas. Yo estaba tan perdido en la asimilación de mi destino que no la noté antes ni ella a mí. La pobre parecía descargar toda su poca fuerza en un intento inútil por abrir la puerta de su casa. Pensé que podía ser irreal, como esos náufragos que creen ver cosas que no son. Al final decidí ayudarla y entramos. La noche ya casi había caído por completo y adentro ningún foco funcionaba. Apenas logré verla sentarse en el único sillón de la casa, muy despacio, como si intentara no arrugar la tela del sillón o romperse las vértebras. Había un teléfono en un rincón, un ventilador empolvado en el techo, papeles regados sobre una alfombra que creo era roja. Dolores padecía una enfermedad de la cual pedía disculpas cada que lo recordaba. Decía: «Si gustas puedes servirte café. Todo está en la cocina. Yo ya no puedo ni limpiarme la nariz por mi cuenta». Y eso dijo antes de quedarse dormida sobre el sillón. Incluso en sueños sus manos seguían temblando, como si estuvieran en medio de un sueño propio y éste fuera una pesadilla. Mi cubo debía estar contaminado de tantas veces que lo usé aquel día, pero funcionaba, además mi verdadera preocupación era comunicarme con mamá a como diera lugar, así que levanté la bocina, apreté los botones de mi cubo y luego los del número de mamá. Rogué porque sonara y cuando lo hizo sólo alcancé a escuchar el timbre una única vez. En la voz de mamá, que contestó preguntando mi nombre, se escuchaba una advertencia de romper a llorar o tal vez, y con más seguridad, un rastro de haber llorado durante horas. La pude imaginar sentada a un lado del teléfono desde las cuatro de la tarde, esperando a que alguien llamara para informarle mi paradero. Tú sabes que si pasa un minuto después de las cuatro a mamá el mundo le parece pequeño y planea búsquedas masivas en las calles, en la cárcel, en la morgue, aunque nadie quiera buscar; prepara funerales y entierros, aunque quizá nadie pretenda asistir; se imagina su vida sola, aunque eso… bueno. Al filo de un ataque de pánico comenzó a cuestionarme por qué había apagado el celular, que en dónde estaba. Sabía hacia dónde iba esa conversación: mamá me recordaría los escenarios posibles en los que me pude haber involucrado: asesinato, atropello, desmayo, desollado… Y tendría que escucharla hasta que su alma descansara. Yo era su cubo en la bolsa derecha del pantalón. La interrumpí antes de que terminara la historia del joven que hornearon vivo en una pastelería y dije: «Necesito que vengas por mí». Pero no sabía a dónde, así que dejé la bocina a un lado y busqué entre el montón de papeles tirados en donde encontré un recibo de luz vencido. Quizá la pobre vieja Dolores nunca sabría que estaba condenada a vivir en la oscuridad. O quizá era la única que habitaba ese vecindario y con justa razón se abandonaba a la muerte. Los gritos de mamá eran tan fuertes que podía escuchar cómo mi nombre sacudía la bocina y hacía vibrar la casa. Le repetí cuidadosamente tres veces la dirección del recibo de luz, letra por letra, hasta que mamá estuvo segura de tenerla bien anotada. Luego me pidió cinco veces que no me moviera de donde estaba, que llegaría por mí lo más pronto posible. Y no me moví.
         La casa de Dolores despedía un olor que sólo guardan las cosas húmedas y olvidadas. Lo que Billy me había entregado eran tres huevos de tortuga que el calor podía echar a perder. Era cuestión lógica que una vez podridos los huevos no tendrían el mismo efecto, ¿no crees?... Mi mochila había guardado todo su aroma: un olor a tierra y sal que me trajo recuerdos del mar. En realidad no tengo recuerdos exactos de haber ido alguna vez al mar, pero ese olor sacudió algo en mi cabeza. El sol poniéndose en el horizonte, pintando el cielo con toda una paleta de colores naranjas; algunas aves, oscuras por la sombra del ocaso, atravesando de extremo a extremo la playa; mis pies enterrándose en la arena cada que una ola rompía cerca de mí… ¿O había visto todo eso en una película?... En fin. El cascarón de los huevos era fácil de abrir, como si estuvieran hechos de un plástico muy fino. Los dos primeros los bebí enteros; del último sólo desperdicié una gota que quedó perdida entre tanta mugre en la alfombra de Dolores.
  En la casa todo era silencio hasta que el traqueteo del VW de mamá lo interrumpió. En realidad había pasado muy poco tiempo y en ese tiempo que estuve esperando no pensé en nada. Sólo esperé, como ella dijo. Mamá manejaba con una mano y con la otra se cubría la nariz mientras miraba con terror a través del parabrisas. De vez en cuando soltaba algún reproche como «Mira a qué lugar viniste a meterte», «¿No piensas en tu pobre madre?», «¿No piensas en ti?» Tenía la cara inflamada, la nariz roja... Después se calmó. Se secó las lágrimas y dijo que había preparado algo especial para comer, que seguramente ya estaría frío para cuando llegáramos pero que podía calentarlo un poco para que cenáramos juntos. Mamá acostumbra preparar alguno de mis platillos favoritos cada dos o tres días, seguro la has visto. A veces intenta sorprenderme con algo nuevo y yo tengo la opción de amarlo u odiarlo. En el primero de los casos, el platillo pasará a la lista de comidas que se repetirán alguno de esos días de comida especial, sin temor a equivocaciones; en el segundo de los casos, mamá lo desecha sin pensarlo dos veces y se esconde por un par de horas en su recámara. ¿La has visto llorar? ¿La has visto ponerse una almohada en la cara para aislar el llanto? Después de ese tiempo en su recámara regresa a pedirme disculpas, prometiendo que mañana nada de eso se repetirá. Yo no contesté cuando dijo que había preparado algo especial. Con seguridad lo atribuyó a que podía sentirme culpable por haberla hecho pasar todo un día al borde de la locura, porque me dijo que no me preocupara: «Estás bien» me dijo «y eso es lo importante. Y sabes que si tú estás bien yo estoy bien». Todo el camino fui pensando cómo rechazar su oferta, quizá diciendo algo rotundo como No tengo hambre, o Estoy cansado, pero mamá ya había sufrido bastante. Al final, cuando llegamos, dije que gracias, que no tenía hambre, y pude dejarlo así y largarme, pero un sentimiento extraño me empujó a continuar y decir que me quedaría con ella a ver la televisión el resto de la noche. Y el resto de la noche sólo fueron unos minutos, quizá media hora; supongo que después de tanto llorar el cansancio por fin venció sus párpados y quedó tendida en el sofá. Antes de irme de ahí la miré por última vez. Sentir lástima por una mujer como Dolores era algo que puedo comprender, pero si sentía algo parecido hacia mamá, ¿en qué clase de hijo me convertiría? La cuestión es que no puedo pensar así de la mujer que me dio la vida y que además se quedó cuando papá no lo hizo, ¿verdad?... Una luz azul que salía del televisor iluminó sus piernas de elefante, marcadas con venas como arañas por todos lados que sólo con verlas sentí dolor. Busqué el cubo en mi bolsa. Mamá dormía con los ojos entreabiertos, como si incluso dormida vigilara mis pasos; vestía la misma falda amarilla manchada de aceite de cocina; la posición en la que había quedado provocaba que su boca se abriera un poco, casi nada, lo suficiente para ver el movimiento de su dentadura postiza al mismo tiempo que su respiración. El cubo no estaba funcionando y una infinidad de luces azules y blancas aparecieron en mis ojos al parpadear. Y antes de vomitar (o de quedarme ciego, uno nunca sabe) me fui.
  Lo que sigue tú debes saberlo muy bien. Aquí adentro, una vez que se cierra la puerta, mamá y el resto del mundo allá afuera deja de existir. El olor a plastilina y madera sellan herméticamente todos los huecos hacia el exterior. Antes de que llegaras, la luz se filtraba a través de esa ventana, o en su caso a través de un hueco en la pared que estaba por allá y que daba hacia el cuarto de mamá… desde ahí me observó hasta que cumplí 23. Hoy ya no. Ya no. A veces pienso que alguien espía tras el cristal de mi ventana e intenta robarme algo así que prefiero mantenerme lejos, crear una barrera a partir de esa ventana que para mí no existe y se esconde tras una capa de periódicos y pintura negra… Mamá puede tener una muerte tan ruidosa como las turbinas de un avión y nadie se enteraría, ni siquiera yo, hasta el día siguiente. Ella lo sabe. Sabe que primero son mis figuras, mis veleros. Primero soy yo… Aquella noche luego de dejarla dormida frente al televisor encendido, me encerré para afinar los últimos detalles en el elenco que tenía preparado para una obra de teatro escrita por mí… ¿Puedo confiar en ti?... Mejor no. Esa noche debía terminar el rostro del héroe de mi historia. Sus prendas estaban listas, también sus pies, sus manos, incluso su cabello; sólo su rostro conservaba el color gris de la plastilina. Por más que escarbé en la casi infinita cantidad de combinaciones posibles, no encontré la adecuada para mi personaje. Sabía quién quería que fuera y su papel en el mundo que yo había creado para él, pero de su rostro no tenía nada. Lo sostuve un rato, con el pincel en la otra mano y decidí que eso podía esperar. Mientras, repasaría el argumento. Puedo sentirme libre de contártelo porque dejó de ser importante para mí desde hace tiempo. Él se llamaba Alfredo. Era un hombre maduro de treinta y seis años que, a pesar de su condición económica más que estable, gustaba de viajar en autobús todos los días. Esto le permitía leer en los trayectos y, además, hacer gala de uno de sus tantos gestos de sencillez. Un auto se empolvaba y se hacía viejo en su cochera. La suerte le sonreía poniéndole en su camino carteras perdidas que, sin dudarlo, devolvía al respectivo dueño. A su corta edad había conocido más de un país en cada continente, y en cada uno de estos lugares conoció mujeres que ni una sola vez se negaron a platicar con él. El transporte público no era excepción: había mujeres que no podían resistirse a preguntarle la hora aunque el autobús la mostrara en un monitor cada dos minutos; hacían comentarios sobre el libro que Alfredo leía en ese momento e incluso ofrecían su compañía en el camino de vuelta a casa; ahí lo escuchaban hablar sobre cualquiera de los miles temas de conversación en los que era experto. Y después, en la mayoría de casos, sucedía lo inevitable. Tú sabes. Había una escena en donde una de las mujeres que viajaban en el autobús era atraída por el bulto que se formaba en la entrepierna de Alfredo. Sin duda era mucho más grande que la del resto de hombres que ella había conocido. Alfredo sabía que eso, y no su dinero, ni sus conocimientos, ni sus viajes, ni su reloj, eso era su verdadero encanto, un anzuelo con el que podía pescar como con la mejor de las carnadas… Pero a él le seguía faltando un rostro. Supe que no podía continuar al ver su cara vacía. Estaba cansado. Yo, no Alfredo. Había sido un día muy largo, como si alguien hubiera hecho la broma de agregarle horas al reloj. Además tenía que ver a Wanda al siguiente día. Debía descansar aunque fuera un poco… Esa noche soñé lo que siempre sueño.
  No sé si Wanda haya sido su verdadero nombre. Era una mujer valiosa, al menos para mis intereses. Dar con ella no fue fácil. Al principio tuve que lidiar con el miedo y el asco que me producía acercarme a la calle en donde trabajaba. Wanda era la única que no apestaba a ningún perfume y la única que me ofrecía un precio razonable. Este precio sacrificaba la belleza, la edad, el carisma, la limpieza, y al mismo tiempo abría todo un mundo de posibilidades. Por desgracia muchas veces me recordaba a mamá: tenían casi la misma edad, sus dientes eran igual de amarillos que sus ojos y sus uñas; pintarse los labios había dejado de ser importante y el esfuerzo mínimo por hacerlo resultaba en una figura irregular que parecía todo menos una boca pintada, como si a un niño le encomendaran la tarea de colorear los labios de Wanda sin salirse de la línea. Pero al final nada de eso era un problema. Su olor corporal se solucionaba con un baño y una colonia que yo elegía; la peste de su boca con una limpieza exhaustiva que yo ordenaba, verificaba y conservaba con pastillas de menta… Claro que todo eso generaba un costo extra, pero entonces el dinero que mamá me daba era suficiente para solventar esos gastos.
         Habíamos soñado con ganarnos la lotería y viajar muy lejos…
         Quisiera dormir al menos por una noche bajo un techo en donde no se escuche más que mi respiración; el techo que sea, cualquier lugar: podría meter la cabeza en un charco de agua sucia pero que me perteneciera, y sería feliz. Una noche soñé que por fin sucedía. Sin equipaje, sin nada a lo cual sentirme amarrado, salía corriendo hacia el aeropuerto y abordaba el próximo vuelo, sin importar hacia dónde fuera. Vinieron a mi cabeza imágenes de mi infancia en donde volábamos hacia un lugar desconocido; desde mi ventana las cosas allá abajo parecían diminutas y mi corazón se sintió superior a todos. Las nubes como de algodón se partían a la mitad cortadas por el ala derecha del avión, como un cuchillo caliente rebanando mantequilla. ¿O vi todo eso en una película? En fin.
         Tuve que perder una hora antes de verme con Wanda. Habíamos quedado a las doce y una hora antes me escribió diciendo que tendría tiempo hasta la una. Caminé al parque. No se me ocurrió otro lugar. Si regresaba a casa cabía la posibilidad de que mamá ya no me dejara salir otra vez. Ya no recuerdo qué pretexto inventé para escaparme luego de lo del día anterior. Mientras me adapté a ese desajuste, odié a Wanda. Es que ella no se imaginaba que en la calle me expongo a que algún degenerado me quiera secuestrar. Hacía meses (quizá años) que no me sentaba ahí por esa razón. El hombre que espiaba a través de la ventaba de mi cuarto podía haberse cansado de esperar y de una vez por todas actuar. Y mientras ese enfermo me observaba desde lejos, escondido entre los árboles, tuve que esperar. Pero al menos contaba con mi cubo. Y a estas alturas ya lo sabes: puede faltarme todo excepto mi cubo. Si esa tarde por cualquier motivo lo hubiera olvidado en otro pantalón, o lo hubiera perdido, tal vez no estaría aquí.
         El parque era una jaula de olores y ruidos insoportables. Debía ser sábado porque había niños corriendo por todas partes y sus padres corrían detrás de ellos. Había tanta gente. Por alguna razón pensé en el rostro vacío de Alfredo. Había tantas personas frente a mí y noté que casi todas eran distintas. Tomé las cejas de un padre cansado de perseguir a su hijo, la boca de un asoleado vendedor de paletas, la nariz de un hombre que lustraba los zapatos de otro… y de tantas casi infinitas combinaciones ninguna me convenció. Noté que algunos rasgos se repetían, como si Dios tuviera a la mano cierto número limitado de facciones para crear un número casi ilimitado de combinaciones durante toda la existencia humana. De alguna manera todos somos lo mismo. Entonces quise buscar algún detalle, por mínimo que fuera, que me hiciera parecido a alguien, pero no lo hice. Tuve miedo de que alguien me mirara. ¿Qué hubiera pasado si alguien estuviera haciendo lo mismo que yo y nuestras miradas se cruzaran?, ¿qué pensaría él de mí?... Así que mejor bajé la cabeza. En el piso podía encontrarme con algo muy interesante… Quién sabe, un billete, un trébol de cuatro hojas, un gusano de dos cabezas. No apareció nada, pero el tiempo pasó rápido. Wanda llamó antes de la una. Dijo que estaba desocupada y que podía verla enseguida. El parque no queda muy lejos de su cuarto así que no tardé mucho en llegar. Espero que nadie me haya visto aquel día.
  ¿Tiene algún sentido que te siga contando todo esto? De cualquier manera lo vas a olvidar. Todo termina por olvidarse.
  El cuarto de Wanda es una ratonera de tres por tres en el cual ni un solo olor puede pasar desapercibido. Un hombre acababa de salir cuando yo llegué, era incuestionable. Antes de cualquier cosa le ordené que se bañara, y en lo que ella terminaba, yo abriría las ventanas, purificaría el aire y cambiaría las sábanas. Todo esto lo más rápido posible. El tiempo es crucial cuando pagas por él. Es lógico, ¿no? Para cuando Wanda salió del baño yo ya había terminado. No acostumbrábamos hablar; nuestra relación era de negocios y nada más. Una relación cliente-vendedor estricta. Pero ese día sí teníamos de qué hablar. Ella tenía todo planeado desde antes. El primer paso era verificar si Billy aún seguía en el negocio, así que su pregunta nos llevó al grano: «¿Pudiste encontrar a Billy?». Le contesté que sí, que lo había encontrado pero que pude haber muerto, que había sido difícil decidir entre cuidarme de las ratas, de los vagabundos o de los matones de Billy. Contestó que era un exagerado y no supe qué responder. Me quedé atascado pero por dentro sentí que todo se movía con una velocidad que me ponía nervioso. A Wanda se le ocurrió preguntar si podía encender un cigarro. Si abría la boca sería incapaz de articular una oración, quedaría como tartamudo además de imbécil. Giró la rueda de su encendedor sin conseguir fuego, sólo chispas. ¿Cómo se había atrevido a preguntar tal estupidez? Giró la rueda de nuevo y con ese sonido logré destrabar mi cuerpo. Sólo entonces logré articular un rotundo y pesado «No» y arranqué el cigarro de su boca, dejándola como a un niño que se queda sin dulces. El plan era dejar a Billy sin mercancía y venderla por nuestra propia cuenta. Wanda lo había conocido quién sabe cómo y se hicieron socios; él estuvo perdidamente enamorado de ella, según Wanda. Ella se encargaba de concretar ventas y de ampliar el mercado. Billy se las arreglaba para cumplir a tiempo los caprichos exóticos de su clientela: crías de orangután, monos araña, armadillos… La ciudad los conocía y respetaba. Después no sé qué pasó. De repente el negocio dejó de funcionar y Wanda se hizo puta, o algo parecido me contó. Pero conocía el negocio casi igual que Billy, lo que nos ponía en ventaja. Luego de secuestrar el cargamento, lo venderíamos a los pocos contactos vivos que aún conocían a Wanda y la consideraban, igual que a los productos de Billy, una especie en peligro de extinción. Wanda conocía hora, lugar y puntos estratégicos en donde podríamos dar el golpe. Con su experiencia y mi cerebro formaríamos una sociedad 50-50, nos hincharíamos de dinero y nos largaríamos a donde fuera.
         Pero por lo que en realidad le pagaba a Wanda era para otra cosa. Luego de que limpié su cuarto y ella estuvo limpia también, le entregué una cinta métrica que llevaba en mi mochila. Limpia también. Me recosté en la cama con el pantalón hasta los tobillos y las piernas abiertas. «¿Y bien?» le pregunté para que se diera prisa. A pesar de que ella usaba guantes de látex y todo estaba desinfectado, cabía una mínima posibilidad de que contrajera algún virus y la piel se me cayera como a una zanahoria hervida. Así que insistí: «¿Y bien?». Ella dudó en contestar, pero la presioné. Supongo que la presioné más de lo necesario y dijo que no había crecido. Le dije que seguramente lo había medido mal, que volviera a medirlo. Y, como supuse, sus medidas habían sido erróneas. La hice medirlo de nuevo para comprobar y, en efecto, se había equivocado. Casi siempre pasaba y tenía que obligarla a corroborar las veces que fueran necesarias. Aun así el resultado era decepcionante. Llevaba un registro fechado en donde estrictamente alojaba cada una de las ingestas y sus resultados. Ponía por ejemplo: «Fecha tal. Comí tres huevos de tortuga presumiblemente frescos. La temperatura al momento de ingerirlos era de aproximadamente tal y pasaron tantas horas para la medición correspondiente. Los resultados fueron los siguientes». Así tenía un control de qué alimentos eran más o menos efectivos. En fin, esa era la tarea de Wanda y por lo cual le pagaba. Pero yo quería irme de ahí… No de su cuarto sino de aquí, y no por unas cuantas horas como cuando lograba escaparme de mamá, sino todo lo que me quedara de vida, y pensé que lo lograríamos más fácil si medíamos los movimientos de Billy y sus matones desde más cerca, como la casa de Dolores. Así que le conté lo que había pasado: había una anciana que no tardaba en morirse; no habría que hacer más que limpiar y escondernos ahí hasta cuando fuera necesario; era una posición estratégica… No tuve que insistir más. Wanda dijo que era perfecto.
  Ya no recuerdo cómo le hicimos creer a Dolores que habíamos vivido con ella desde siempre. Lo que sí recuerdo es que mamá lloró desolada cuando le dije que me iba y esta vez quizá para siempre. Nunca pensé que en una mujer tan pequeña y cansada cabrían tantas lágrimas. ¿Qué habría sido de ella durante ese tiempo en que no estuve? ¿Esperó tras la puerta como un cachorro espera el regreso de su dueño? ¿La viste?... Antes de irme tomé prestados los billetes que quedaban en su monedero. Digo que los tomé prestados porque creí que pronto los devolvería con lo que sobrara de mis ganancias; ya se me ocurriría una forma para hacérselos llegar. El primer día gastamos la tarde entera limpiando la casa, cada rincón que pudiera ser riesgo de enfermedad; sellamos puertas; pintamos de negro las ventanas; desinfectamos lámparas, paredes, mesas, cerrojos, el teléfono, el sillón, y habría desinfectado a Dolores si hubiera tenido más dinero para convencer a Wanda. Sí… para mi sorpresa (y supongo que la tuya también) la anciana seguía viva. Pero era lo de menos. Era como si Wanda y yo hubiéramos formado un hogar y tuviéramos por mascota a un ratón ciego y silencioso. Sólo quedaba limpiar la alfombra cuando Wanda decidió salir a recorrer las calles de la colonia. Decía que era importante reconocer el terreno antes de actuar. Yo pensé que la verdad era que esas calles le recordaban la gloria antes de ser puta y que quizá lo mejor sería esperar a que volviera, pero eso implicaba exponerme al peligro durante todo el tiempo que tardara. El aroma a desinfectante había borrado el olor a olvidado; ahora la casa sudaba un olor estéril que me daba cierta tranquilidad, pero no la suficiente. Jugué varios minutos con mi cubo. Quizá sólo fue un minuto pero lo sentí eterno. Era inútil quedarme ahí sin hacer nada. Había empezado a temblar. ¿Y si Dolores me había contagiado su horrible enfermedad? ¿Qué sería de mí?
         Sólo la luz amarilla del alumbrado público se filtraba por los huecos sin pintura negra del ventanal de la sala. Ni una sola mota de polvo bailando en el aire. Entonces lo decidí. Contuve la respiración. Tomé mis guantes blancos. Enrollé la alfombra. La arrastré hasta la puerta. Abrí la puerta. Seguí arrastrando hasta la banqueta de enfrente. La dejé caer. Tiré los guantes. Crucé la calle. Cerré la puerta con los codos. Entonces respiré. Sólo entonces estuve a salvo. Wanda regresó algunas horas después con buenas noticias. Habló sobre un plan más elaborado, sobre distraer a los matones de Billy, de una fecha y una hora en específico, creo que a las seis. Luego de repetirme todo el plan con un entusiasmo que nunca había visto en Wanda, se fue a dormir. Las paredes de la casa parecían construidas con un material tan blando como el cartón y cualquier sonido atravesaba de una recámara a otra. La escuché rezar y dar las gracias, lo demás fueron susurros. Yo me acosté a dormir pero no pude. Pasaban muchas cosas por mi cabeza y entre ellas estaba mamá. Así pasaron esos tres días: no pude descansar, los ojos me ardían y la cabeza me pesaba. Al tercer día aún no dábamos el golpe y yo había olvidado la fecha que Wanda me había repetido tres veces; podía suceder mañana o dentro de seis años. En ese tercer día yo ya no podía más. No extrañaba a mamá, estaba seguro, no te confundas, pero sí a sus comidas sorpresa. Además había dejado incompleto a Alfredo. Y la gota que derramó el vaso fue el jabón. El jabón que Wanda utilizaba era diferente al que mamá acostumbraba usar, y el cuello de mis playeras ahora picaba como si en lugar de algodón estuviera tejida de espinas. Estaba cansado y mi cubo ya no solucionaba nada, era demasiado para él. Para mí. Quise reclamarle a Wanda, recordarle cuál era su lugar, y lo hice, pero ella estaba tan feliz que ni siquiera me puso atención. Volvió a lavarlas y luego las dobló casi matemáticamente. Esa casa algo tendría porque mientras estuve ahí casi nunca dejaba de temblar… aún más si me sentía ignorado. Quería gritarle a Wanda: «¡Por favor, ayúdame! Yo ya no puedo ni limpiarme la nariz por mi cuenta», pero otra vez no podía moverme.
         No, no es cierto…
         Entonces entró de nuevo a mi recámara con el pretexto de guardar mis playeras en un cajón después de haberlas planchado. Se sentó junto a mí, a un lado de la cama, y me recordó que mañana era el día. Con una sonrisa enorme (una sonrisa que por cierto estaba perfectamente pintada de rojo) me dijo que yo ya sabía qué hacer, que esperaba mi señal y ella actuaría de inmediato. ¿Pero qué señal? Yo había olvidado todo. Aún no podía moverme y me quedé ahí sentado cuando ella se fue, cuando ella rezó, cuando la escuché roncar, cuando todo estuvo en absoluto silencio incluso en mi cabeza. Estaba tan cansado. Sólo esa noche soñé algo distinto.
         Estaba de pie, desnudo, en medio de cuatro paredes de espejos. Durante quizá dos minutos que sentí como eternidades estuve obligado a mirarme, sin poder desviar la mirada hacia algún rincón en que no se reflejara alguna parte de mí; mis párpados rígidos me prohibían refugiarme de mi desnudez en la oscuridad. Procuraba concentrarme en mis talones, en mis codos, mis rodillas… cualquier parte que aislada no me perteneciera, cualquier parte excepto mis ojos. Aquel que se reflejaba en los espejos parecía tener vida propia y no quitarme la mirada de encima como obligándome a mirarlo. Quería evaporarme, explotar, desaparecer. Pero sólo desparecieron las paredes y quedé al centro de un vacío negro e interminable. Una mujer se acercó caminando desde el que parecía ser el horizonte y se detuvo a un par de pasos de mí, clavando sus ojos en los míos que escondí sumiendo la cabeza; detrás de ella apareció otra mujer, y tras ésta, se formó una más, y luego más, y más. En un minuto tuve frente a mí una fila interminable de mujeres que me miraban los pies. Vi mis uñas largas y quise encoger mis dedos, esconderlos debajo de mis plantas, pero ya la risa de las mujeres sonaba cada vez más fuerte en coro, y después la carcajada, y después, aunque ellas habían parado de reír, aún en mis oídos. La primera mujer de la fila se acercó todavía más y se arrodilló sin dejar de mirarme. Sabía que me miraba directo a los ojos pero no me atreví a devolverle la mirada, en cambio vi mi entrepierna como un gusano muerto, sin palpitación. Las mujeres habían formado círculos alrededor mío, hincadas; ya no miraban mis ojos, miraban el músculo muerto bajo mi ombligo. Y reían.
  Desperté con el cuerpo pegajoso por el sudor.
         No estaba seguro si todo lo que había dicho ayer de verdad lo había dicho o si sólo lo había pensado. Todo seguía en silencio. No sabía qué hora era; tenía mi teléfono pero en realidad no quería saber la hora. Wanda ya no estaba. En su recámara sólo encontré una maleta con toda su ropa y pinturas y labiales. Dolores seguía dormida, o quizá ahora sí estaba muerta. No lo comprobé. Me quedé sentado en la orilla de mi cama sin pensar, sin hablar… puedo estar seguro de que ni siquiera parpadeé, como si hubiera podido apagar mi cuerpo con un interruptor imaginario. Sólo hubo silencio y no me gustaba. Los botones de mi cubo en mi pantalón hacían un pequeño sonido, casi ninguno. Después de un rato dejé de jugar. Estaba solo. No me moví. Pasaron horas. Y creo que entonces escuché por primera vez tu voz. O quizá ya la había escuchado antes pero nunca te presté atención, asumiendo que no era a mí a quien hablaban o que eran los restos de una pesadilla. No sé. Ya no recuerdo qué me dijiste… ¿Tú lo recuerdas?
  Habría ido a buscar a Wanda. Al fin y al cabo la colonia no era muy grande. Pero al intentar salir noté que la puerta tenía un casi imperceptible defecto: al abrirse, en un determinado punto de su recorrido, en un lugar específico de ese medio círculo que dibujan las puertas al abrirse o cerrarse, ésta topaba con algo, como si las bisagras tuvieran en ese punto un obstáculo, siempre en ese mismo lugar. Abrí y cerré para comprobarlo. Abrí y cerré tantas veces como creí necesarias. Abrí y cerré hasta que la oscuridad se hizo completa y no existía más que el silencio de la noche y el sonido de la puerta al trabarse y destrabarse en ese mismo punto siempre. Wanda no volvió. Estaba solo entre esas cuatro paredes y ese pequeño espacio que representaba mi libertad de pronto se hizo tan pequeño que el aire no alcanzó para llenar mis pulmones.
  En el camino de regreso le conté a mamá una versión en la que había salido a caminar y por un paso mal dado me lastimé la rodilla. No podía valerme por mí mismo así que caminé cojeando hasta encontrar un lugar en donde comunicarme con ella, pues había perdido mi celular. Ya en la casa, con el rostro casi desfigurado por el llanto continuo de tres días, mamá me obligó a prometerle (pero esta vez de verdad) que nunca más volvería a irme. Sé que agradeció con toda su alma mi regreso. Esa noche volvimos a ocupar la misma cama. Había prometido por mi alma, por la suya, que no volvería a irme… Pero quién no promete en una situación así.
         —¿La puerta no tenía ningún obstáculo?
         —No.
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li-liflordeliss · 6 years
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Perdida
Ojalá la vida fuese mucho menos complicada, Y las personas nunca diesen la espalda a nadie por nada. Ojalá que todo el mundo se vistiese de empatía, Y aprendiesen a entender los problemas del día a día. Y ojalá nadie en la tierra se sintiese solo y triste, Ojalá que nadie se pregunte: “por qué te fuiste”. Ojalá que el ojalá, tan solo fuese una palabra más, Y así entendamos lo que se esconde detrás… Recuerda que en tu vida nadie va a entrar sin motivo. Recuerda que los que entran, te dan su felicidad. Recuerda que hay quien sí que quiere estar siempre contigo, Y a pesar de tus defectos, nunca te van a faltar. Recuerda que tú eliges a la gente que se queda. Al igual que tú decides a quienes dejar marchar. Pero también recuerda que si te haces responsable de una vida, Has de saber que no hay que abandonar. Porque tú no eres consciente de lo que eres a sus ojos. No eres consciente del dolor cuando estás lejos. Nunca entenderás lo que le ayuda tu presencia. Y tampoco entenderás lo que le duele ver tu ausencia. Nunca entenderás las cosas que no quieres ver. Como que te necesita incluso hasta para beber. ¿Recuerdas cuando le abrazaste por última vez? ¿O cuántas veces lo has dejado todo por jugar con él? Es mucho más fácil hacerte caso a ti solo, Y hacer caso omiso al que es sumiso, y es así con todo. Y con todo lo que has vivido, ¿decides gritarle? ¿Pagar con él tus mierdas cuando intenta apoyarte? Es lamentable ver que tú no tienes precio, Y para ti él si lo tiene, en tu mirada de desprecio. Mírale la cara cuando llegas del trabajo, Eres como un héroe enorme, visto desde abajo. Eres un icono, un modelo, un referente, La persona que destaca por encima de la gente. La persona que idolatra, la persona a la que admira, La figura paternal más grande que ha visto en su vida. Pero tú estás olvidando darle cariño y afecto, Le dices que es una carga, pero tiene sentimientos... Y el pequeño aún te adora, y te juro que no lo entiendo. ¿Cómo puedes querer a un humano que no sabe serlo? Tranquilo, pequeñín. Tú no has hecho nada malo. No eres carga para nadie, palabra. Eres un regalo. Te prometo que lamento cada grito que recibes, Pese a no tener la culpa de que todo esté en declive. Sé que no se vive bien cuando te sientes vacío, Y tu cabeza le recuerda al corazón que tienes frío. Pero sé que existe alguien ahí afuera con fe dentro, Que podría darte lo que no tienes desde hace tiempo. Te prometo que otra gente puede darte lo que buscas, El cariño y los abrazos que hacen falta si te asustas. La paciencia y comprensión que necesitas y mereces. Las palmadas en la espalda con orgullo cuando creces. No mereces estar solo, descuidado, ni asustado. Mereces una familia que te quiera ver al lado. Y que no te falte nada. Así que pide lo que quieras. Porque tú ya te has ganado el cielo viviendo en la tierra. Una tierra que está llena de traidores y cobardes. De mentiras y de engaños con apariencia de padres. Que no entienden que el obrar tan mal, a ti también te afecta. Que no entienden que el olvido, no es la decisión correcta. El tiempo pasa, pero hoy corre en tu contra. Porque a veces quien no quiere el mal en nadie, se lo encuentra. No tienes la culpa de haber nacido tan noble. Y no pensar ni en devolver el daño por partida doble. ¿Y a ti? a ti que voy a decirte... Si mirándole a los ojos, aun así pudiste irte. Disfruta de tu nueva vida, en la que no está él. Y recuerda que jamás, encontrarás a alguien tan fiel. Que además, no puede hablar para recriminarte nada. Jamás podrá contarte cuál es su espina clavada. Él no puede hablar para decirte que mañana, Le habrás abandonado, pero aun así te ama.
Dante- Amor incondicional
Si, estoy perdida. Si, acepto que estoy tirando mi vida por la ventana. Si, se que te duele pero ¿Por qué te duele?... Por primera vez en años, soy yo la que decide tirar todo por la borda, soy yo la que decide perderse en un mar de dudas, desencuentros, dolor y tristeza. Sé que les preocupa que cometa los mismos errores que ustedes pero es una decisión que yo estoy tomando.
Llega un momento en la vida de todo hombre en el que uno decide navegar y perderse en barcos que terminan estrellándose contra la nada misma, para poder empezar de cero, para empezar y resurgir de la nada misma. 
Es verdad, puede que no sea lo mas inteligente, puede incluso que sea una catástrofe pero... ¿qué más da?. Vuelvo a repetir, sé que los lastimo pero ¿alguna vez se preguntaron ustedes cuantas veces me lastimaron a mi con las decisiones que tomaron?. Las cuales fueron pensadas e ideadas cuando eran pendejos que creían que se podían llevar el mundo por delante, que es el único consuelo que me queda. El saber que yo, por lo menos o por lo mucho, no cargo con la responsabilidad de educar, guiar y cuidar a una vida, además de la mía propia.
Si, tengo miedo de no saber que hacer con mi vida. Si, se que estoy estancada en un punto muerto. Si, eso a veces no me deja dormir por las noches pero, ya he estado perdida otras veces.
Las veces que me he tenido que hacer cargo de mis hermanos sin saber como, las veces que he tenido que bajarle la fiebre a un bebe, cambiar un pañal, hacer una mamadera, cocinar al mediodía, hacer la merienda y la cena. Las veces que he tenido que hacer disfraces, aprender un poco mas yo para ayudar en tareas, las veces que he ido a reuniones de padres, actos o entregas de boletín.
Las veces que he tenido que actuar como madre, y no solo para los chicos, también para los adultos. Ser niñera de una nena de 4 años, y otra de 8, bañarlas, darles de comer, hacer la tarea, y acostarlas a dormir... pero las veces que mas me han destruido fueron cuando tenia que hacer de niñera con vos acostada en una cama, envuelta en llanto porque no te bancabas mas el trabajo. Las veces que he tenido que hacer de niñera con vos sentada en una mesa completamente borracha, solamente insultándome porque no podía hacer parar de llorar a la nena porque, claramente, quería estar en tus brazos y no en los míos. La veces que he hecho de niñera con la cara ardida por un golpe por no poder hacer bien mi trabajo cuidando a los chicos. Las veces que te he hecho vomitar y te he ayudado a bañar, para que puedas dormir antes de trabajar en el turno noche. Las veces que he lavado la ropa y la casa para que venga él del trabajo y fingir que lo habías hecho vos, para que venga otra persona y le cuente la verdad. Las veces que he venido de ed. física para encontrarte tirada con una borrachera infernal, y me dedique a tirar todo el vino por la bacha de la cocina a sabiendas de que el castigo iba a ser, cuanto menos, doloroso y tardaría en curar. Las veces que me he tenido que sentar frente a mi padre y decirle: “necesita ayuda, no puede seguir así, los chicos no la pueden ver así”, y pasaba una semana en la que no tomabas, y volvías a ser una madre, mi madre, para después volver a recaer y convertirte en ese monstruo que he llegado a odiar. Las veces que pensé que te me morías porque no te podía despertar y la desesperación crecía porque estaba sola, porque sabia que llegabas tarde y te podían echar, porque me culpaba y sabia que no podía hacer nada, porque la vida se me escapaba, porque era una nena jugando a ser un adulto, porque era tu hija, porque no sabia como cuidarte, porque no sabia como ayudarte.... porque tenia miedo.
Entonces si, ahí me perdí por primera vez, ahí me lastime yo, por primera vez.
Me corte, me corte mucho, durante años.... 
Llore noches enteras hasta dormirme, me fui haciendo mas fría, me fui cortando mas profundo, fui aprendiendo a fumar, ¿y por qué no? a tomar, sin comer, sin dormir. Caí en depresión. Una depresión atípica, según mi doctora, la cual me generaba insomnio y mucho apetito... lo cual combinaba con sentirme bien solamente cuando iba al colegio.
TE CUIDE. LOS CUIDE Y COMO PUDE ME RESCATE... hoy ya no me quiero cuidar, no me quiero rescatar. Lucho todos los días por no cortarme porque, y se me rompe el alma al decirlo, volviste a recaer... y yo ya no tengo la misma fuerza, ni las mismas ganas para levantarte y levantarme. 
Me hundo, siento que me ahogo... ya simplemente, no puedo. No otra vez.
Ahora te sentas al lado de él, y me piden que les diga que me pasa, porque tengo el corazón tan dolido, con tanto odio y bronca.... ¿Sera por que siempre lo ofrecí por delante de todo?
Tengo una amiga que me dice: “no podes dar tu corazón, hay un cuerpo antes... es lo ultimo que se entrega, si se entrega...”.... yo ponía el cuerpo, quedaba destrozado, con moretones y marcas, pero a pesar de eso, me levantaba y ponía el corazón, porque había que seguir luchando, porque me podían destruir a mi, pero detrás de mi cuerpo y mi corazón estaban ellos, mis hermanos, mis primeros hijos, a los que voy a amar toda la vida... a los que no podía ver rotos... Eran ellos o yo, y yo nunca importe mucho.  El mal, la tristeza y la destrucción no podían llegar a ellos, no así, no directamente... yo podía contra los golpes, podía contra los insultos y los maltratos... era mi deber, soy la hermana mayor.
Si, entregue el corazón, pero lo hice por ellos... pero hoy ya no puedo, ya no hay un corazón. Solamente un cuerpo vació. Lo que ven es lo que hay. 
Hay algo que late y se que es así, porque a veces llora, y duele... pero ya no tengo esa fortaleza, murió la nena que veía al mundo como un libro de cuentos.
Y esa si es su completa y absoluta responsabilidad, su culpa y su cruz, porque ustedes se encargaron de matar todo lo bueno que había en mi... el amor, el cariño, el cuidado y el respeto.
Cuando me despierte, cuando encuentre mi norte, cuando salga adelante, se van a sorprender, porque voy a resurgir, voy a volver... y no me van a reconocer... y, a pesar de todo, los voy a mar pero, nunca se los voy a volver a decir... NUNCA MÁS... mi silencio va a ser su peor castigo. 
Espero que les sea cómodo, el silencio y la oscuridad se convierten en grandes aliados a la hora de ahogar las penas, les hablo por experiencia.
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dear-selene-blog · 6 years
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Existe un mundo en donde las personas temen amar. No por miedo a una relación fracasada o por verse débiles al hacerlo, sino por una extraña enfermedad que comenzó a surgir repentinamente. Muchos ignoraron dicha cosa e igual se aventuran a sumergirse en las mieles del amor, algunos incluso cayendo por accidente. Lo cierto es que ni el ser humano ni los más terribles demonios podían dominar a su corazón, deseando estar junto a la persona que robó su cordura hasta saciar su obsesión.
El proceso es simple. Ambos seres se sumergen en el mismo sentimiento al ser algo mutuo: se abrazan, besan y a veces hasta unen sus cuerpos para formar uno nuevo, como si se tratara de una fusión. El tiempo pasaría y su amor mejoría hasta convertirse en el más delicioso vino. Con solo mirarse a los ojos podrían comunicarse. Muchos escritos los llamarían almas gemelas o destinados, seres que llegan a un estado de plenitud y a estar completos... y es ahí en donde la enfermedad ataca de verdad, reventando en metástasis.
Los recuerdos comenzarían a desvanecerse como cenizas en el viento, tanto en la pareja como en las personas relacionadas a ella. El tiempo parecería haberse retorcido, no tendría lógica, llevándose con él pertenencias, hechos e incluso a otras personas... siendo la principal el ser amado. Lo único que quedaría en el corazón del afectado es un profundo dolor y vacío, la más pura sensación de haber perdido lo más importante en su vida.
Una herida en su pecho sería lo único físico que le quedaría como remanente y prueba de sufrir la enfermedad, a veces siendo algo tan grave que lo mataría al poco tiempo. Lágrimas, depresión, intentos de suicidio, insolación, homicidio, ira, melancolía, náuseas, locura; las consecuencias de esta terrible enfermedad siempre dependerían de la fortaleza del afectado y solo el tiempo dirá cuándo y cuánto podrá cicatrizar, ya que la herida mental y física podría continuar abriéndose durante años o siglos.
Fue un poderoso demonio el primero en solicitar que esta enfermedad fuera investigada a profundidad apenas comenzó a percibir los síntomas. Su cuerpo y mente comenzaban a debilitarse con el pasar de los días, odiando aquel sentimiento de amnesia en creces, estaba comenzando a desesperarse. Varios de sus sirvientes parecían haber caído también en aquel espiral, siendo el menor de estos el primero en intentar suicidarse a los pocos meses. 
El siguiente en caer ante las consecuencias fue el mayor de sus hijos, lo había llevado a la locura. Su madre le había rogado de rodillas que hiciera algo para curarlo, que lo liberara de ese dolor lo más pronto posible, aunque en sus ojos veía que también ella había sido fuertemente contaminada. No recordaba quién era el padre de su segundo hijo, el pequeño parecía haberse quedado sin alma, pero su mayor preocupación era que el mayor realmente muriera y terminara desapareciendo. Ahí lo encontró en su habitación, tapando sus oídos y murmurando en su lengua madre cosas inentendibles. Había dejado a un lado su apariencia humana y había tomado su forma original. Estaba empapado de su propia sangre, se notaba que había intentado matarse considerables veces como el patético y débil ser que sabía que era... pero esta vez, a diferencia de muchas veces, aquel lado paterno suyo no pudo estar más conmovido en su vida. Su hijo lo necesitaba más que nunca.
El pobre lloraba tanto y cuando lo vio acercarse gritó y mostró más de su actitud rota y confundida, preguntándole por alguien cuyo nombre ni siquiera él mismo recordaba. Con toda razón su madre se había preocupado de esa manera, y fue por ello que no tuvo otra opción más que aliviar su dolor y someterlo a un profundo sueño. Prefería  mantenerlo a salvo de sí mismo hasta encontrar una cura, y aunque se desmoronara en llanto al entregárselo, su madre también aceptó la decisión.
Las noticias del sirviente a quien le había asignado la misión de investigar más llegaron al poco tiempo y no eran nada alentadoras. Una de las bandas rivales compuesta por judíos había colisionado y perdido misteriosamente a parte de sus integrantes, el resto, incluyendo su líder, estaban dejando un rastro de sangre y homicidios mayor al que se había registrado en los últimos siglos. Parecía que su melancolía podía ser saciada solo por sangre inocente y sufrimiento ajeno. Lo mismo parecía haber ocurrido con el líder de la mafia japonesa, cuya actitud había cambiado hasta parecer un ser sin corazón ni compasión. 
Algunos demonios al servicio de sus conocidos también habían tenido que ser neutralizados y aislados debido a su poca resistencia ante la enfermedad: Un asesino serial coreano había intentado asesinar a sus compañeros, otro de origen estadounidense, que se había quedado sin maestro, se había quitado incontables veces los ojos y dañado sus oídos para evitar escuchar o ver la realidad en la que se encontraba, un buitre maltrecho que casi muere de hambre por la desaparición de su familiar, dos hermanos se encontraban ahora perdidos...
Parecía que todos tenían un mismo patrón: Alguien, posiblemente un amante, novia, esposa, hijo o su pilar habían desaparecido de sus memorias y vidas. Sabía muy bien como se sentía, y la herida en su pecho se lo recordaba cada día: Había perdido al amor de su vida, su destinado. La explicación de su sirviente era la posible colisión de sus dimensiones, en la cual cada participante ahora se encontraba en una diferente y apartada del otro ¿Estarían sufriendo lo mismo que ellos? ¿O simplemente los habían olvidado y reemplazado con alguien más? Aquella idea le perseguía cada noche, no podía conciliar el sueño. Ni las largas pláticas sobre el tema, ni los libros, el trabajo, alcohol o el sexo podían aliviar el dolor en su pecho. Su yo del pasado estaría riéndose de él por haber sucumbido de tal manera ante alguien que no existía y a quien lloraba como si hubiera fallecido, y es que esto era peor a cuando descubrió que su esposa había muerto años atrás.
Dejó de ir a su trabajo y puso a cargo a alguien más, prefería encerrarse en su habitación y dormir ahí a oscuras durante días y días. Sabía que sus sirvientes estaban profundamente preocupados y que ellos mismos también sufrían por haberse contagiado, pero en esos momentos no era su Sire, no como antes... Ya no era el hombre fuerte y valiente que se había atrevido a desafiar a dios, aquel que durante años disfrutó de demonios y humanos para estar a sus anchas y probar distintos placeres con descaro, el hombre que logró crear un imperio con sus negocios y vivía tan libremente.
No, ya no era él desde que le olvidó... ¿o desde que los olvidó...? Sentía que no solo había perdido a una persona, sino a alguien que también le había dado orgullo. 
Sus lágrimas mancharon una vez más su rostro y lo tapó con sus manos, sentado en uno de los bordes del sofá. La sangre de la herida había aumentado exponencialmente, pero simplemente no terminaba por morir aunque hubiese llegado al estado de desearlo. Si... prefería aquello en lo que jamás había pensado y que varias veces mencionó que solo era para débiles de alma, pero él había perdido la suya ¿Era este el verdadero castigo de su padre por haberse atrevido a negarlo? Un sollozo salió de sus labios y esta vez llevó una de sus manos a su herida, clavando sus garras en esta.
- ¿Tiene nombre esta enfermedad?
- No, mi Sire. Esperaba que usted la escogiera. Fue usted quien me pidió investigarla, después de todo.
- Oh...
- ¿No tiene algo en mente? Generalmente se le pone algo de origen latín, o la combinación de dos palabras... Incluso el nombre de su patrocinador o quien lo descubrió.
Profirió un quejido ante el incremento del dolor que provocaba que rasgara la carne enrojecida, entrecerrando sus ojos y dejando que su forma original saliera a flote por la pérdida de control en sí mismo.
- Hay... hay algo que ha estado flotando en mi mente y siento que está relacionado a mi... mi "pérdida". No he dejado de anotarla en mis documentos desde entonces...
- Podría servir ¿quiere que lo use para identificarlo?
- Si, por algo lo menciono... Y realmente preferiría no olvidarlo.
- Entonces ¿cuál será su nombre?
La respiración irregular hacía que produjera un notable vaho, sintiendo que la habitación disminuía su temperatura drásticamente. Sus lágrimas, antes transparentes, habían comenzado a adquirir un color negro, desbordándose como el alquitrán en todos lados. Había introducido sus dedos en la herida mientras su memoria vagaba en recuerdos nublosos. No podía recordar su rostro, su voz era solo estática, algo inoloro y sin textura, la pérdida de aquellas sensaciones lo estaba volviendo loco. Más cerca de su corazón, lo único que había conservado como regalo de su padre aunque este no fuera tan cálido como el de un ser humano.
- Carmelle.
Arrancó aquella parte palpitante de su cuerpo de un fuerte tirón, viéndolo con ojos tan abiertos como perturbadores. Sentía que el resto de su cuerpo se contaminaba rápidamente de algo que había estado evitando que lo consumiera desde que bajó a la tierra. Había destruído sus alas y su halo en medio de un inmenso dolor, pero esto no se le comparaba. Se sentía asfixiado y deseaba vomitar, había colocado el resto de sus virtudes y poderes otorgados por dios en aquel simple órgano. Sin más lo encendió en llamas y lo arrojó a un lado antes de terminar de desplomarse sobre un charco de sangre y alquitrán. Estaba exhausto y su cabeza daba vueltas... ya nada importaba, nada tenía sentido... Lo único a lo que se aferraba como un pequeño niño era a ese extraño nombre: Carmelle, el nombre de una enfermedad crónica que llevó a la locura.
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carlakaur9 · 7 years
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Pequeñas victorias y máxima vulnerabilidad
Cuando la mente está herida, el corazón lo siente. Es como una cárcel de la cual quieres escapar, con la mejor de las intenciones...pero no es suficiente. Es como cuando un adicto se decide a dejar la droga. Sí, estoy hablando de conductas auto destructivas que se forman en el ser por algún motivo, creencia o vivencia. Debo decir que en mi caso, no soy adicta ni al alcohol ni a las drogas, pero sufrí de un patrón igual de complicado: un desorden alimenticio. Sí, llevo con el fantasma de la bulimia y la alimentación emocional por una década. Me acuerdo cuando empezaba a escuchar que algunas de mis amigas se purgaban. Yo no entendía, yo ni siquiera me preocupaba por cómo lucía, quizá debí, quizá no, simplemente era muy inocente y no me ponía al día con quien se supone que una debía ser como mujer en mi adolescencia. Recién empecé a usar un poco de maquillaje a mis 20 años. Era una chica super sana y sin rumbo, super sana y sin guía. Entonces caí. Caí en esa trampa autodestructiva de la no aceptación de una misma. Caí en el desear lucir diferente y creer que no merecía ser amada si no tenía un 90 60 90 de medidas. Empezaba a tener sentido aquellas voces, ese bullying del “gorda” y “fea”. Las personas no saben cómo las palabras pueden herir...pero tristemente me convertí en mi propia enemiga al hacerme daño yo también. Al comerme mis emociones y protegerme de los demás con kilos demás. No solo eso, sufrí de un poco de depresión porque mi piel, debido a cambios hormonales, estaba pasando por algo muy feo, una condición de la piel que puede derrumbar tu autoestima en un dos por tres. Tengo marcas en mi piel, poros grandes, espinillas, mi piel está curándose pero nunca será la misma y tengo que hacer las pases con eso. También estoy haciendo las pases con mi cuerpo. No necesito ser talla S para ser feliz o merecer ser amada. Sin embargo, a veces creo que los kilitos de más que me hacen sentir incómoda o tímida son una excusa, una protección...un miedo a la conexión e intimidad. Todo está unido, atado, todo se relaciona. Pero ya fue suficiente. Quiero amarme más, dejar los comportamientos auto destructivos, dañarme más solo porque me dañaron. Merezco ser feliz aquí y en el ahora. Esta publicación se llama pequeñas victorias porque debo confesar (por allí el tema de vulnerabilidad) que esta semana estuve bastante ansiosa, también salí con un chico que se iba pronto, me puse tímida, insegura, pero en fin, el punto es que desde el domingo estuve metiéndome “atracones”, comiendo de manera emocional e innecesaria, siempre quedándome con una sensación de vacío y malestar porque ni comida sana era. Otra parte de mí, pedía comer sano y moverme. Ha sido como un debate pequeño. Ayer igual, comí de manera innecesaria y purgué, y me sentí mal. Hoy amanecí más positiva, hasta me preparé algo sano, y en la tarde/noche de nuevo...esa sensación de soledad, miedo o qué se yo...me hizo ir a comprarme un pringles de 130 gr y cigarros. (pero si no fumo!?) de nuevo, comportamientos auto destructivos. Me devoré los pringles en 10 minutos, mientras caminaba de regreso a casa. Les digo, se siente como una cárcel combatir esos pensamientos y ganas de purgar. Sobretodo cuando estuve libre de eso por casi un año (nunca fui bulimica de manera diaria, por temporadas, en el peor de los casos me duró dos meses  a un ritmo de 3 por semana) pero bueno, decidí no hacerlo, preferí quedarme con esas calorías dentro de mi cuerpo a seguir dañándolo...porque, les dije? el año pasado me detectaron gastritis y durante casi dos meses comía mejor y más sano para protegerme pero después recaí. No seré adicta al alcohol y drogas pero como les dije esto es igual de grave. Esto es pura vulnerabilidad. Es una lucha interna de merecimiento. Pero...¿porqué castigarme? por qué hacerme daño si se supone que me debo amar y querer como nadie porque es mi propio cuerpo y mi propia vida? ¿por qué el autosaboteo? son tantas las preguntas pero hoy siento que di un gran paso al no hacer lo más fácil: vomitar. Y es que vomitar da una sensación de control falso. Es un “te engaño”, comeré todo de golpe, bastante porque sé que luego no estará en mi cuerpo...pero todo tiene consecuencias y yo me prometí que este año sería más honesta conmigo mismo y salir de la zona de comfort me está costando pero no me rindo. Estoy a un paso de marzo, a un paso de mis 29 años, ha sido una década fuerte pero apuesto por una década mejor de ahora en adelante. Quiero darme amor y protección, cuidar de mi para poder cuidar de otros. Abrirme a más, sanar, mejorar y estar más saludable de la manera correcta, sin dudar de que, a pesar de tener unos kilos de más, merezco ser amada y feliz. Además, no estoy tan “mal”, me gusto. Es en la sociedad y cuando salen los comerciales que uno se siente insegura. Es algo muy duro, muy fuerte, me ha costado muchas lágrimas, me ha costado conexiones reales y más intimidad, pero estoy dispuesta a pasar por toda esta nube negra para poder volver a transformarme, como cuando a los 18 dejé de ser la emo del colegio. Ahora, se viene una etapa nueva que require una versión distinta a la que he venido trayendo por un poco más de una década, quizá casi dos, si contamos mi adolescencia desde los 11 años. Se aprenden tantas cosas pero a su vez, uno comete los mismos errores, toca fondo y sigue adelante. Estoy abierta a una sanación y curación y deseo de todo corazón amarme más. Me necesito sana para todas las maravillas que la vida me tiene preparada. Yo creo mi destino, yo puedo, yo quiero, yo voy. Quiero enfocarme en todo lo que sí tengo y no perder más tiempo. Hay muchas personas que se encuentran pasando por peores cosas y uno aquí tonteando, no apreciando, pero empezaré a aceptar mi dolor, es válido, lo acepto para poder transmutarlo. Sé que no será fácil, pero todo esto tiene un propósito y solo me hará más grande. Quiero dejar de ser la víctima, de vivir del pasado, de quedarme en el “es que mamá me juzgó, es que papá no me dio amor, es que le tengo miedo al compromiso, es que no quiero entregarme, es que doy mucho” y toda la nota. Ya basta. Fue suficiente. Quiero transmutar esta energía de comodidad, de todo lo que he conocido en más de una década por un nuevo sentir y una nueva realidad. Sé que no estoy sola, hay tantas chicas sintiéndose como yo. Somos seres únicos, con experiencias únicas pero coincidimos como seres humanos y tenemos emociones y sentimientos parecidos. Somos uno. Sé que mi sanación será la sanación de mi realidad y deseo de corazón que todos podamos trascender estas limitaciones y ganarle a la escuela de la vida, pasar la prueba y dejarnos ser felices, dejarnos amar, recibir y dar, con mucho amor..pero empezando por una misma, como debe ser.
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