Tumgik
#la passio
dueminuti · 5 months
Text
FLORIDIA. LA“PASSIO” DI LANGLOIS, RECITATA DA SEBASTIANO LO MONACO, RACCONTA L'ATTUALE, IL VERO.
Non è una semplice replica: ormai i due artisti s’intendono senza neppure guardarsi. La novità della “Passio” – testo innovativo e crudo del prete cileno, capace di stravolgere le coscienze a ogni rilettura – è data dall’azione musicale dei ragazzi delle scuole. In questo caso la “De Amicis, diretta dal preside Agnellino. I colori che ne emergono, con la presenza degli archi, stavolta sono più…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
kajmasterclass · 4 months
Text
youtube
0 notes
turangalila · 3 months
Text
youtube
Tomás Luis de Victoria (1548–1611)
Passio secundum Matthaeum. [Officium Hebdomadæ Sanctæ (No.2) (1585 - Roma: Alessandro Gardano (Dominico Basa))]
Tomas Luis de Victoria. Officium Hebdomadae Sanctae (Roma 1585). La Colombina – Schola Antiqua. (2005 Glossa – GCD 922002 )
15 notes · View notes
mybeingthere · 8 months
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Jean-Michel Meurice (French, 1938 – 2022).
A student at the École des Beaux-Arts in Tournai, his youth was marked by a dual passion for painting and cinema. In 1960, while serving in the army in Algeria, he produced one of his first works that brought his two passions together: a three-hundred-metre-long painted film whose motif is composed solely of the repetitive traces of fingers and brushes; projected onto a screen, it is transformed into a moving painting lasting ten minutes. Since then he has pursued a dual career as a painter and film-maker.
In 1963 he made his first trip to the United States, where he discovered painting that was free of codes, the abstraction of Ad Reinhardt and the dripping and all-over processes that had made Pollock famous.
He painted repetitive shapes (stripes or dots) on large formats, using spray cans or sponges. The traditional canvas was often replaced by plastic sheeting or other unusual supports. In 1966 he exhibited at Jean Fournier’s in Paris with Hantaï, Degottex, Buraglio, Parmentier and Rouan, and was one of the co-founders of the Support/Surface movement.
Alongside his work as a painter, he has been involved in a number of audiovisual projects since 1960. He began his work as a film-maker with a series of portraits of artists (Bram Van Velde, Sonia Delaunay, Alberto Burri, etc.), making 13 short films on art. His documentary films, which have already won 7 d’Or awards, were awarded the Grand Prix National de la Création Audiovisuelle in 1992 and the Grand Prix de la SCAM in 2010.
Alongside his work as a painter, he has been involved in a number of audiovisual projects since 1960. He began his work as a film-maker with a series of portraits of artists (Bram Van Velde, Sonia Delaunay, Alberto Burri, etc.), making 13 short films on art. His documentary films, which have already won 7 d’Or awards, were awarded the Grand Prix National de la Création Audiovisuelle in 1992 and the Grand Prix de la SCAM in 2010.
21 notes · View notes
princessofmistake · 4 months
Text
Tutte le lingue che derivano dal latino formano la parola compassione col prefisso “com-” e la radice passio che significa originariamente “sofferenza”. In altre lingue, ad esempio in ceco, in polacco, in tedesco, in svedese, questa parola viene tradotta con un sostantivo composto da un prefisso con lo stesso significato seguito dalla parola “sentimento” (in ceco: soucit; in polacco: wspóƒ-czucie; in tedesco: Mit-gefühl; in svedese: med-känsla). Nelle lingue derivate dal latino, la parola compassione significa: non possiamo guardare con indifferenza le sofferenze altrui; oppure: partecipiamo al dolore di chi soffre. Un'altra parola dal significato quasi identico, pietà (inglese pity, francese pitié, ecc.) suggerisce persino una sorta di indulgenza verso colui che soffre. Aver pietà di una donna significa che siamo superiori a quella donna, che ci chiniamo, ci abbassiamo al suo livello. È per questo che la parola compassione generalmente ispira diffidenza; designa un sentimento ritenuto mediocre, di second'ordine, che non ha molto a che vedere con l'amore. Amare qualcuno per compassione significa non amarlo veramente. Nelle lingue che formano la parola compassione non dalla radice “sofferenza” ( passio) bensì dal sostantivo “sentimento”, la parola viene usata con un significato quasi identico, ma non si può dire che indichi un sentimento cattivo o mediocre. La forza nascosta della sua etimologia bagna la parola di una luce diversa e le dà un senso più ampio: avere compassione (co-sentimento) significa vivere insieme a qualcuno la sua disgrazia, ma anche provare insieme a lui qualsiasi altro sentimento; gioia, angoscia, felicità, dolore. Questa compassione (nel senso di soucit, wspòtczucie, Mitgefühl, medkänsla) designa quindi la capacità massima di immaginazione affettiva, l'arte della telepatia delle emozioni. Nella gerarchia dei sentimento è il sentimento supremo.
7 notes · View notes
julian-azkhargen · 5 months
Text
Una cita en Passio
Es una radiante mañana en Passio, y a Lucilla le espera una emocionante cita con Emmet, el Jefe Metro del Metro Batalla de la región de Unova, al cual le insistió mucho debido a la apretada agenda del hombre de sonrisa radiante.
Exactamente son las diez y cuarenta y dos de la mañana, y Emmet no deja de mirar el reloj con preocupación, pero sin dejar de sonreír con paciencia e ilusión. ¡Por fin tendría una cita con Lucilla! Él lo ha querido desde hace mucho tiempo, pero como en Passio ha estado ejerciendo de mayordomo la mayor parte del tiempo, no ha podido juntarse con ella tanto como quisiera. Sin embargo, gracias a la insistencia de la chica que por fin pueden reunirse. A pesar de todo, ella debió haber llegado hace más de media hora, pero Emmet no desespera por mucho que no pueda despegar su mirada del reloj. Su Escavalier, a su lado, lucía igual de ilusionado.
“¡Emmeeeet, perdóoooon!” grita Lucilla a unos cuantos metros mientras trota hacia él.
Al joven bien vestido se le iluminan los ojos al verla y no puede evitar sonreír ampliamente mientras dice el nombre de la muchacha. Tras una breve pausa, la mira de arriba a abajo un par de veces y se ruboriza suavemente.
“Creo que ‘Señorita Lucilla’ suena bien para ti hoy,” dice Emmet con total franqueza. La entrenadora está vistiendo un elegante vestido rojo y negro, el cual hace juego con el del Oricorio de fuego que la acompaña.
La joven sonríe con confianza y le posa elegantemente mientras ondea su vestido, preguntándole si le gusta, a lo que hombre de permanente sonrisa le responde que le encanta, ya que le hace ver más preciosa de lo que ya es. La chica le dice agradecida que el hecho de que él también vaya elegante le hace ver más atractivo aún, puesto que ese traje de mayordomo le sienta de maravilla; pero para sus adentros piensa que le queda incluso mejor que su habitual uniforme de Jefe Metro.
Emmet ríe un poco nervioso y le confiesa que, aunque está complacido por ir a juego con su compañero pokémon, aún no se acostumbra del todo a su elegante traje, y que incluso se le cae el monóculo constantemente, pero que aun así le gusta mucho vestir de esa manera y que está encantado de que a ella también.
Lucilla le dice con una suave sonrisa burlona que ya se acostumbrará, a lo que Emmet asiente para luego preguntarle con una sonrisa curiosa del por qué se retrasó tanto, a lo que la elegante joven le responde muy orgullosa que se le fue la hora bañando a sus queridos pokémon, cosa que ella ama hacer.
El Oricorio que acompaña a Lucilla, se pone muy feliz ante esta declaración, provocando que su entrenadora sonría muy complacida, ya que era impensable que tanto ella misma como sus pokémon asistieran a una cita elegante sin estar previamente bañados y acicalados como corresponde. Emmet sonríe cálidamente y le asegura a Oricorio que también está muy guapo hoy, provocando que el pequeño pájaro rojizo grazne de felicidad y dé pequeños giros aéreos de la emoción. Lucilla le hace un cumplido similar al Escavalier de Emmet, y tras darle unas palmaditas en la cabeza al pokémon de tipo bicho, sonríe con mucha energía y asegura que está lista para afrontar los desafíos que le esperan durante la cita, por lo que le pregunta a su acompañante sobre el itinerario, a lo que él, como respuesta, saca un papel de su bolsillo y lo lee.
“Aquí dice que lo primero es dar un paseo por algunas tiendas y tener un par de combates pokémon antes de ir a almorzar,” le aconseja.
La chica, con una sonrisa juguetona, golpea con los dedos suavemente el costado del amigable hombre de cabello gris, diciéndole que sabe muy bien como complacerla; y acto seguido, imita su reconocida pose de Jefe Metro para decir bastante alto: ‘¡Todos a bordo!’, como si quisiera imitar al gemelo mayor de Emmet, Ingo, el cual también ha estado muy ocupado con sus labores de mayordomo últimamente. Emmet ríe ante esto y también hace su famosa postura para, a continuación, decir con su habitual y radiante sonrisa:
“¡Todos a bordo!”.
La primera parada en las numerosas tiendas de Passio es en una de accesorios para pokémon. Si bien ambos no son de los que hacen que sus equipos participen en concursos pokémon, es divertido imaginar cómo se verían sus compañeros con todo tipo de accesorios extravagantes al momento de combatir entre ellos. Emmet admite que le costaría imaginarse a sus pokémon usando decoraciones y que prefería ser él mismo quien los use, para que no les estorbaran durante la batalla, a lo que Lucilla le responde que hay una manera de hacer eso realidad en cierta medida, y es que le ordenara a Azuro, su Zoroark, que se transformara en él para luego ponerle accesorios y así ver cuales le quedaría mejor.
“A fin de cuentas, a Azuro le gustaría participar en algún curso a futuro, sin dejar que su naturaleza tímida y tipo siniestro le hagan hacer marcha atrás,” le comenta la joven.
Emmet sonríe un poco nervioso y se encoge de hombros, pensando que tal vez había hablado demasiado. “Admito que sería divertido de hacer, siempre y cuando a Azuro le parezca bien, y que no te importe ser la siguiente sujeto de pruebas para practicar con él.”
Ella ríe diciendo que estaría dispuesta a todo con tal de verlo a él con accesorios para pokémon.
Tras otra pequeña charla de unos pocos minutos, caminan hacia otra tienda, esta vez a una de maquetas de trenes, provocando que Emmet quede petrificado en la entrada con una inmensa sonrisa en el rostro. Lucilla le sonríe con dulzura mientras le dice que entre, pero el hombre responde que este día es para ella, por lo que debe acatar sus gustos y no los suyos propios, sugiriendo que sería mejor ir a una tienda que vaya más acorde con ella. Sin embargo, la hermosa muchacha quiere que ambos disfruten de la cita yendo a sitios que les gusten a los dos. Además, ella admite que también tiene mucha curiosidad por ver esas maquetas, alentando así al Jefe Metro; con lo cual, él sin ocultar su felicidad, entra entusiasmado.
Una vez dentro, los ojos del joven se enfocan en una maqueta tras otra, analizándolas instantáneamente como si fueran de verdad, cosa que no sorprende a Lucilla debido a que sabe perfectamente lo mucho que le gustan los trenes, tanto a él como a su gemelo mayor, al trabajar ambos con trenes día a día en el Metro batalla. El entusiasmo de Emmet se vuelve tan abrumador que no puede contener sus pensamientos y comienza a hablar como un fanático sobre cada modelo que hay en la tienda, compartiendo sus conocimientos y gustos con Escavalier y su chica, la cual, aunque no entiende nada de los tecnicismos y la razón por la que algunos trenes son mejores que otros, escucha atentamente con una encantadora sonrisa, al amar profundamente el poder oírle hablar de que algo que le fascina a su querido Jefe Metro.
Tras varios minutos de comentar todas y cada una de las maquetas en la tienda, ambos salen para tomar aire nuevamente. Lucilla le sugiere a Emmet que la próxima vez que visiten una tienda así, deberían invitar a Ingo también, puesto que ama tanto los trenes como el propio Emmet, o incluso más, a lo que el gemelo menor asiente con su típica gran sonrisa mientras trata de recomponerse para volver a verse lo más profesional posible de nuevo.
Tras dar unos pocos pasos, se encuentran con una pequeña tienda de cachivaches con forma de pokémon, provocando que la joven abra los ojos con cierta sorpresa y se disponga a entrar con mucho interés, a lo que el elegante mayordomo sonríe con curiosidad y entra justo después de ella. Apenas entran, ven que los escaparates están a punto de estallar de tantos diversos productos que albergan: vasos, tazas, lápices, cuadernos, libretas, botellas, gorras, mochilas, audífonos, marcapáginas, pulseras, sudaderas, camisas, calcetines, relojes, llaveros, y un sinfín de artículos más. Los ojos de ambos se maravillan ante tantas cosas, las cuales sorprendentemente caben en el reducido espacio del local por mucho que pareciera que ya no cabe ni un alfiler.
Lucilla camina despacio hacia un llavero de Togekiss y lo agarra suavemente para acariciarlo como si estuviera hecho de cristal. Oricorio emite un pequeño sonido de tristeza mientras agacha la mirada, mientras que Emmet sonríe con tristeza al presenciar esto, ya que sabe perfectamente por qué su cita reaccionó así.
Lucilla estaba pensando en su antigua compañera, su Togekiss de cuando era niña y cuyo fallecimiento aún le causaba pena y dolor. Tal traumático hecho, provocó que dejara de participar en los combates pokémon durante mucho tiempo, y si bien actualmente ella ya había vuelto a batallar con la pasión y fuerza de antaño, el dolor por haber perdido a su compañera a veces se manifestaba en momentos como este.
Emmet, preocupado, se le acerca cautelosamente y le sonríe con empatía. “Lucilla, ¿estás bien?”
La joven asiente con lentitud, pero sus manos comienzan a temblar un poco. Emmet saca un pañuelo inmaculado de su bolsillo y se lo ofrece.
Lucilla lo rechaza cortésmente y le sonríe tratando de recomponerse. “Gracias, pero estoy bien; es sólo que me vinieron muchos recuerdos a la mente, de los hermosos.”
El mayordomo sonríe aliviado mientras guarda el pañuelo, y le habla con calidez y empatía para tranquilizarla a pesar de todo, mientras que Lucilla, sintiéndose incluso mimada, le dice que le encantaría poder llevarse el llavero, a lo que Emmet le responde con cierta emoción que podría comprárselo sin ningún problema, principalmente al ambos haberse puesto de acuerdo de antemano que él pagaría por ella en la cita de hoy. Lucilla le sonríe con cariño mientras se lo agradece de corazón, y acto seguido, Emmet lleva el llavero donde el cajero y lo compra para entregárselo a su cita, la cual ama más de lo que le gusta admitir. La joven, encantada, lo guarda mientras Oricorio parece conmovido por esto.
Ambos salen de la abarrotada tienda unos minutos después y se disponen a entrar a unas cuantas más para pasar el rato antes de ir a por combates.
Tras haber visitado una buena cantidad de tiendas, Emmet le pregunta a Lucilla si ya está lista para que vayan a buscar entrenadores a quienes retar, a lo que la entusiasta chica responde con mucha energía que tiene ganas de sobra de combatir de una vez. Antes de que tuvieran tiempo de buscar un contrincante, se les acerca una cara conocida; se trata de Hilarino, un joven adulto fanfarrón cuyo único deseo actualmente es superar a Lucilla, su rival. El joven, al verla, le expresa con mucho entusiasmo que lleva bastante tiempo buscándola para retarla a una batalla pokémon, y que no aceptará un ‘no’ por respuesta en este momento.
La muchacha, un poco sorprendida, le responde: “Oh, vale, pero estamos en Passio, ¿recuerdas? Los combates son generalmente de tres contra tres.” Mira a Oricorio, a Escavalier y finalmente Emmet, y sonríe con confianza. “Aunque supongo que por esta vez podemos hacer un dos contra dos si encuentras quien te acompañe. ¿Qué me dices?”
Antes de que Hilarino responda, aparece otra cara conocida; es Umbra, la hermana menor de Lucilla.
“Vaya, menuda sorpresa encontrarte aquí, aunque debo admitir que tenía cierto presentimiento de que te vería de alguna manera hoy,” le dice. Su Frostmoth la acompaña también. “¿Estás buscando oponentes, ¿verdad? Dame la oportunidad de pelear contra ti para que veas cuánto he mejorado.”
Hilarino se emociona muchísimo ante esto “¡Ahora no tienes excusa alguna para no aceptar un combate pokémon de dos contra dos!”
Emmet sonríe muy seguro de sí mismo y les dice a sus contrincantes que dará todo de sí, pero que, sin importar el resultado, espera que todos se diviertan. Lucilla le responde con cierto sarcasmo que sí, que ojalá lo pasen bien, pero que evidentemente es mucho más divertido cuando uno gana. Al escucharla, Emmet responde con una frase muy típica suya:
“Yo soy Emmet, y lo que más me gusta de todo es ganar.”
Su Escavalier gruñe como si quisiera enfatizar las palabras de su entrenador, mostrando fieramente su predisposición para combatir. Emmet le sonríe con la misma impaciencia por empezar, y luego le pregunta tanto a su compañera como a sus contendientes si están listos, a lo que responden que sí, pero Lucilla agrega antes de comenzar mientras le sonríe con confianza y orgullo:
“Ah, por cierto…, a mí también me gusta ganar más que nada.”
Como una señal, ante esta declaración, todos sacan sus pokémon para combatir, donde Emmet y Lucilla pelearían, tal vez de no la manera más sincronizada pero sí con desbordante pasión y amor por los combates pokémon.
La batalla no dura demasiado y la pareja sale victoriosa con una cierta ventaja, por lo que Hilarino se frustra al no haber podido ganar nuevamente, pero le jura a Lucilla que seguirá entrenando arduamente para demostrar que puede ganar con su querido Metapod. Umbra, por su parte, si bien un poco decepcionada de sí misma, se alegra de haber podido dar todo de sí en el combate y felicita a su hermana por tan buen desempeño junto a su cita, mientras hace que su Frostmoth vuelva a su Poké Ball. Lucilla le responde que con un poco más de entrenamiento le pondrá las cosas difíciles a futuro, y la alienta a no desanimarse por esta derrota ya que Oricorio tenía ventaja de tipo contra su Frostmoth.
Hilarino, por su parte, se va a entrenar en el bosque de Passio mientras que Umbra se despide de ambos y continúa con lo suyo.
Emmet felicita a Lucilla por la entretenida y apasionante batalla que acaban de tener, y le dice que deberían continuar con los combates por un rato para que aprovechen el calor del momento. La joven responde que un solo combate no la dejaría satisfecha de momento, por lo que deberían buscar un tercer miembro para combatir antes de ir a almorzar. Así que, tras un rato de búsqueda, ambos se encuentran con Brock, amigo de la infancia de Lucilla, el cual, para sorpresa de nadie, estaba intentando ligar con una apuesta entrenadora.
Los combates del trío son de lo más emocionantes y logran hacerse con la victoria en todos los encuentros, y hubieran seguido peleando el día entero de no ser por cierta interrupción de Emmet.
“Lucilla, deberíamos irnos ya a almorzar, reservé una mesa en un buen restaurante y no quisiera que nos retrasáramos; podemos seguir combatiendo después si así lo quieres, aún tenemos el resto del día.”
Lucilla se sorprende ante esto y le pregunta si realmente tienen que partir ahora mismo, ya que tenía ganas de surcar los cielos con él en Merlina, su Corviknight, antes de almorzar, aprovechando el estupendo clima que hacía. Emmet, notoriamente incómodo, le sonríe diciendo que, a pesar de que sería mejor ir lo antes posible, podría satisfacerla permitiéndole volar diez minutos junto a ella, pero que, por favor, no fuera a gran altura. Sin perder un instante, Lucilla saca a Merlina de su pokébola, la cual se muestra tan noble como lo es su personalidad. La chica se sitúa sobre ella en un parpadeo y anima al incómodo galán a su lado a subirse, pero éste, casi tembloroso, sonríe forzadamente mientras trata de juntar valor para montarse. Lucilla le ayuda a subirse y él se aferra a ella intentando no ser demasiado invasivo, provocando que la entrenadora riera afirmando que aún están en tierra, y que le parece de lo más divertido que se ponga así. Ante esta declaración, Emmet se avergüenza y entierra levemente su cara en la espalda de su cita mientras se disculpa.
Acto seguido, Lucilla le da la orden a su compañero volador para que se eleven en el aire, causando una reacción de terror instantáneo en su cita, pero tratando de armarse de valor para despegarse de ella para así disfrutar el paisaje.
“¡Menudas vistas desde aquí, Emmet! ¡Enfrenta tu miedo y mira a tu alrededor!” le grita entusiasmada Lucilla, quien está sonriendo ampliamente mientras goza de la brisa que peina su cabello. Incluso Oricorio parece estar disfrutando del momento tanto como su entrenadora, quien, a pesar de poder volar, está bien sujeta a ella junto a Escavalier.
“Yo soy Emmet..., ¡Y debo enfrentar mis miedos!” se dice el mayordomo a sí mismo mientras trata con todas sus fuerzas de desenterrar su cara de la espalda de su compañera y abrir los ojos.
Tras unos segundos de alejar su rostro lentamente de Lucilla, se recompone y abre los ojos lo máximo que puede, pero el terror se apodera de él y se agarra con más fuerza todavía a ella, temblando como gelatina y exclamando lo alto que están volando. Lucilla carcajea ante esta declaración y le dice que en realidad no está tan alto, que es una exageración, y que no debería preocuparse por eso, sino en concentrarse en el exuberante paisaje de Passio. Pero aun así le pregunta si está bien, al saber de antemano el terror que su amigo le tiene a las alturas.
Emmet se tranquiliza instantáneamente afirmando que está bien a pesar de todo, al darse cuenta de la belleza de la isla artificial vista desde arriba, la cual nunca habría podido imaginar ni en sus sueños más locos.
“Wow..., qué increíble vista... ¡Es maravilloso!” exclama el joven sonriendo como un niño pequeño al que le llevaron al parque de atracciones que siempre quiso ir.
“¡Por supuesto! ¿Por qué crees que me gusta tanto volar si no? Estas vistas no se consiguen viajando en trenes, ¿sabes?” le responde Lucilla en cierto tono burlón.
“Uh, qué problema, ya no sé si decir que este paisaje es tan hermoso como tú... o si tú eres tan hermosa como este paisaje...” titubea el mayordomo con un sonrojo tan fuerte como las partes rojas del vestido de Lucilla.
La chica ríe agradecida ante semejante cumplido, y le afirma que piensa lo mismo de él y su elegante traje de mayordomo, avivando un mayor rubor en él, que lo obliga a enterrar su cabeza nuevamente en la espalda de su cita, pero esta vez haciendo un gran esfuerzo de mantener los ojos abiertos mientras mantiene su rostro girado hacia la derecha para no perderse de mucho.
Al cabo de unos pocos minutos, ambos vuelven a tierra y se dirigen al restaurante prometido, el cual es incluso más elegante de lo que Lucilla se había imaginado. Los dos se sientan frente a frente en la mesa designada, la cual está un poco alejada de las demás, para así tener mayor privacidad. La pareja comienza a ver el menú mientras charlan sobre la experiencia aérea que acaban de tener, donde Emmet afirma que, a pesar de haber tenido mucho miedo y que sigue prefiriendo la seguridad que ofrece la tierra firme, igual lo disfrutó. También pensó para sí mismo que no le importaría repetir si Lucilla le insistía en volar de nuevo, ya que él jamás trataría de otra cosa que no fuera satisfacerla, no sólo como el mayordomo que es mientras dure su estancia en Passio, sino que también por lo muy enamorado que está.
Lucilla mira el menú durante un buen rato tratando de decidirse; ¿sería buena idea pedir una sopa tibia de calabaza a pesar de tener la oportunidad de comer cosas más exóticas? Será su comida favorita, pero no sabe si decantarse por eso o arriesgarse a probar algo nuevo. Emmet le sonríe un tanto divertido al ver a su compañera tan confusa sobre qué ordenar, a lo que le responde que no debería hacerse problemas y que pida todo lo que ella quiera, ¡que nada le haría más feliz que complacerla tanto a ella como a su paladar! Sabiendo muy bien que es posible enamorar a alguien a través del estómago, Emmet está más que dispuesto a gastar todo lo necesario con tal de conseguirlo. Además, él, muy profesional como mayordomo, se dio el trabajo de estudiar cada comida del restaurante para así poder orientar mejor a su compañera durante la comida en la cita.
Lucilla, tras pensarlo bastante, decide que sí pedirá su amada sopa tibia de calabaza, pero que, debido a lo abundante del menú, no sabe qué más elegir.
“¡Es que todo parece tan delicioso! No hay estómago al que le quepa tanta comida, así que es difícil elegir entre tantas opciones.”
Su cita sonríe con mucha confianza y le hace unas cuantas recomendaciones, a lo cual ella acepta sin siquiera pensarlo, al saber que le gustará cualquier cosa que él le recomiende, por lo que piden su comida al amable y elegante camarero más cercano y se dedican a charlar de cosas mundanas mientras esperan sus platos.
El tiempo pasa volando mientras comen y conversan; todo es muy agradable, desde la comida hasta el ambiente y, claro está, la compañía del uno con el otro, lo cual, por encima de todo, es lo mejor del momento.
Tras haber terminado el postre, que sin duda alguna fue arroz con leche por parte de Lucilla, su favorito; se levantan para pasear por Passio para así bajar la comida y, por qué no, para tener más combates pokémon. Nunca se tienen suficientes en un día, sobre todo para dos amantes de las batallas como lo son ellos dos, así que durante el resto del día se dedicaron a luchar todo lo que pudieron hasta que estaba por darse la puesta de sol, donde Emmet le pidió a su chica que por favor la acompañara a un sitio muy especial.
“¿Cuál será el último destino del día de hoy?” le pregunta Lucilla, un poco confundida.
Él, visiblemente nervioso, no le responde con claridad. “Vamos a... un lugar encantador que sólo podemos ver nosotros,” le dice con algo de nerviosismo.
Lucilla, como la joven algo despistada que es, no se da cuenta que su elegante mayordomo le tiene preparada una sorpresa muy especial, algo que él pretende aprovechar, ya que así será mucho más grata dicha sorpresa. Emmet, un poco nervioso y ruborizado, le ofrece el brazo a su amada, quien acepta muy gustosa y orgullosa; ¿cómo no iba a estarlo? ¡Si su cita ha sido Emmet, el Jefe Metro!, el cual para ella es más atractivo que su gemelo mayor, Ingo, probablemente debido a su radiante sonrisa, tan hermosa y brillante que sería capaz de iluminar la habitación más oscura y de curar la más terrible de las enfermedades. Motivos de sobra hay para estar de lo más satisfecha ante la posibilidad de tener una cita con semejante hombre, sin duda.
Tras caminar un rato por un sendero que lleva al bosque, se encuentran con un claro bañado por las primeras luces del ocaso, que le da un toque mágico y onírico. En el centro del claro se encuentra una mesa decorada lo más elegante y refinada posible, junto con tazas y cubiertos a juego. Lucilla se maravilla ante esto y no puede evitar sonreírle un poco ruborizada a su cita, diciéndole que jamás se esperaría algo así de hermoso, y que lo felicitaba por semejante trabajo bien cuidado. Emmet, visiblemente nervioso, le sonríe un poco avergonzado y admite que no fue él quien preparó esto, sino que su hermano, y que de hecho fue él quien sugirió esta sorpresa para merendar al anochecer, ya que Ingo quería que esta ansiada cita tuviera un final memorable. Lucilla ríe cálidamente ante esto y no puede evitar decir que definitivamente es algo que Ingo haría, sobre todo por su querido gemelo.
Emmet, un poco más tranquilo, le dice que tiene todo tipo de cosas preparadas listas para ser servidas, excepto el té, evidentemente, por lo que le pregunta de qué tipo desea beber. La joven no se lo piensa mucho y le dice lo que quiere, así que el Jefe Metro, antes de comenzar a prepararlo, la sienta muy educadamente frente a la inmaculada y elegante mesa. Oricorio y Escavalier se ponen a deambular alrededor de ellos y mirando a su alrededor, pareciendo maravillados ante el mágico claro. El mayordomo, mientras, prepara el té, y a continuación sirve una generosa cantidad de postres variados para que su chica elija los que quiera, y para sus pokémon también, por supuesto.
Cuando el té está listo para ser bebido, Emmet se lo sirve a la joven con el mayor profesionalismo posible, recibiendo un cumplido muy sincero de ella, y animándolo a continuar con ese camino, ya que se le da tan bien como ser un Jefe Metro, por mucho que lo de ser mayordomo sea algo bastante reciente en realidad.
El elegante hombre le sonríe agradecido y le cuenta entusiasmado lo mucho que ama ser mayordomo en su estancia en Passio, y que, el día que deje de ser un Jefe Metro —si es que llega a suceder—, se dedicará plenamente a ser mayordomo, más precisamente su mayordomo personal, ya que, sin duda, a quien más disfruta servir es a ella. Lucilla ante esto, duda internamente acerca de qué es más dulce, si el pastel que se está comiendo o si las palabras de Emmet, provocándole un tierno sonrojo. Un largo suspiro de ella pilla desprevenido al mayordomo, poniéndolo nervioso y preguntándole si dijo algo que la incomodara. La elegante joven le niega con una sonrisa y le dice que el pastel está realmente delicioso, pero que le gustaría que él se uniera también; sin embargo, Emmet le responde que no puede comer con ella al estar sirviéndole, y que todo lo que hay disponible para comer es sólo para ella; pero, ¿quién en su sano juicio podría comer tantos dulces? Si bien la idea fue de Ingo, Emmet le pidió que trajera la mayor cantidad de dulces que pudiera, ya que siempre es mejor que algo sobre a que falte, aunque esto significara tener suficiente cantidad como para alimentar a un Snorlax, lo cual son palabras mayores. Lucilla, con picardía, le dice que, como el mayordomo que es él, debe acatar las órdenes de a quien sirve, y le ordena estrictamente que coma y beba el té con ella, o de lo contrario lo castigará con cosquillas, cosa que ama hacer para molestarlo. Emmet, un poco rendido, accede y se sirve un poco de té junto a un apetecible y típico pastel de vainilla con fresas, para comer estando sentado frente a ella.
“Esto ha sido increíble, Emmet, jamás olvidaré este día,” le dice Lucilla mientras le sonríe agradecida justo antes de darle un bocado a su pastel.
“Ni lo menciones, es lo menos que podía hacer para compensar el haberte hecho esperar tanto; llevabas semanas insistiendo en tener una cita,” le responde su compañero con una gran sonrisa.
“¿El itinerario lo hiciste tú o te ayudó Ingo?” pregunta la chica.
“Lo hice yo, aunque lo de volar en Merlina no estaba planeado.” La sonrisa del mayordomo se tuerce un poco al recordar la experiencia de horas anteriores.
“Sí, sí, mucho miedo al principio, pero admite que lo pasaste bien a pesar de todo, ¿verdad?” le sonríe burlonamente la joven.
“Uhmmm..., supongo que sí, ya que el clima ha sido estupendo y Passio ya de por sí es una isla hermosa, así que era evidente que verla desde arriba no iba a ser menos,” le responde Emmet un poco nervioso.
“¿Sería demasiado pedir que nos montáramos de nuevo en un ratito más? Me encantaría surcar el cielo nocturno de Passio contigo,” le coquetea sutilmente Lucilla.
“Uh, yo...” El mayordomo mira el pastel que se está comiendo y luego levanta la mirada hacia su cita, incómodo. “No creo que sea buena idea hacerlo justo después de comer tanto, podríamos marearnos...”
“No te preocupes por eso, iremos despacio. ¿Podrías hacer ese pequeño sacrificio por mí?” le pregunta Lucilla mientras le sonríe y mira con fingida inocencia.
“En ese caso, no habría ningún problema, me ha encantado volar contigo, y a pesar del miedo quisiera repetir la experiencia… pero cuando me haya recuperado” le responde mientras le sonríe con total sinceridad.
“¡¿En serio?! ¡Gracias!” le agradece ella con una sonrisa emocionada, acabando su pastel con un último bocado.
“Emm..., y... Lucilla, quisiera saber si...” titubea Emmet, pero en ese momento se le cae el monóculo por décima vez en el día. “¡Ah!”
“¿Es tan difícil de llevar?” le pregunta Lucilla con una sonrisa juguetona y bromista. “Si fueras cualquier otra persona, te habría dicho que te lo quitaras para evitar molestias; pero se te ve tan lindo a ti que no quiero que lo guardes, y es aún más lindo es cuando se te cae, je, je.”
“Ya me acostumbraré a llevarlo, te lo prometo,” responde el mayordomo riéndose de sí mismo. De un salto y haciendo gala de su rapidez innata, Escavalier baja de la mesa al suelo para recogerlo y se lo entrega. “¡Gracias, Escavalier!” le agradece Emmet mientras se lo ajusta. El pokémon bicho parece muy contento por ese agradecimiento y emite un adorable sonido de satisfacción.
Pasan los minutos y ambos continúan charlando mientras son bañados por los últimos cálidos rayos del sol. Aún quedan unos resquicios de luz cuando están terminando de comer, por lo que Lucilla se incorpora y camina un poco hacia la dirección de la puesta del sol, observándola con imperturbable tranquilidad. El mayordomo se levanta también y se coloca a su lado, casi pegado, para mirar también el ocaso. La chica, ante esto, se le apega mimosamente, apoyando parte de su peso en él. Emmet, ruborizado y nervioso, decide agarrarla sutilmente de la cintura, provocando una leve risita de ésta, a lo que él reacciona con aún más sonrojo y nerviosismo. La joven sonríe suavemente mientras le dice cuánto le gusta molestarlo de esta manera, ya que ama su modo de sonrojarse, haciéndole ver más lindo y adorable de lo que ya es naturalmente, pero Emmet le responde que, aunque ella piense eso, él afirma con toda seguridad que ella es aún más linda y adorable de lo que él nunca será, dando por resultado que sea Lucilla quien se ruborice esta vez, respondiéndole con unas gracias sinceras. Emmet suspira un poco aliviado ante la situación, y cuando pensó que podría relajarse más y disfrutar el momento, su cita le da un cálido y amoroso beso en la mejilla, provocando el mayor sonrojo de la historia en este Jefe Metro. Lucilla ríe con ganas ante esta expresión durante unos segundos, para luego mirarlo con infinito cariño y ternura.
“El mejor mayordomo merece el mejor premio. ¿O tal vez prefieras otra cosa?” le pregunta Lucilla.
Emmet niega rápidamente mientras trata de recomponerse, llevándose la mano izquierda hacia la mejilla recientemente besada por ella. “La única recompensa que quiero es que seas feliz,” le dice. “Pero ese beso fue la mejor recompensa que he recibido nunca,” admite finalmente, nervioso.
Antes de que Lucilla pueda articular palabra, Oricorio se sube rápidamente a los hombros de su entrenadora y le pide un beso, casi como si se hubiera puesto celoso. La orgullosa joven ríe divertida ante la situación y le da un amistoso beso en la frente a su compañero, quien queda de lo más satisfecho con eso. Emmet duda de si regresarle el beso o no, ya que, aunque ganas no le falten de eso y mucho más, no quiere comprometer la amistad que tienen. Los pensamientos del mayordomo son interrumpidos por un abrazo que le da su chica, y le dice que quiere que él la abrace también. Emmet titubea un momento debido al repentino momento íntimo, y antes de que pudiera moverse, Lucilla añade, entre risas, que es una orden, por lo que él no puede negarse. Un poco nervioso, él accede a la petición y la abraza con sumo cuidado justo antes de que el último rayo del ocaso se pierda en el horizonte. Ambos quedan en silencio unos momentos, y Emmet, aunque un poco indeciso, se atreve a acariciar tímidamente el cabello de Lucilla, quien reacciona con una sonrisa satisfecha.
“¿Sabes? Deberías tomar la iniciativa un poco más a menudo,” susurra Lucilla un poco coqueta.
Emmet se paraliza en el acto con una rígida sonrisa, y se pone a pensar en mil maneras de responder ante eso, pero termina viéndose igual que un Slowpoke que acaba de sufrir amnesia. Ella se vuelve a mirarlo.
“¿Podrías quitarte los guantes un momento? Por favor,” le pide amablemente. “Quiero sentir tu piel, aunque sea un poco.”
El joven de cabello gris sacude un poco el rostro en señal de haber espabilado y, aunque tembloroso, se saca ambos guantes.
“¿Qué debería hacer ahora?”
La chica lo mira a los ojos con una encantadora sonrisa y le pide amistosamente que le acaricie el rostro con suavidad, mimándola. El mayordomo sonríe nervioso y agradecido a la vez con un evidente rubor, y, con sus manos, ya no tan temblorosas, decide acariciarle las mejillas como si fuera el ser más delicado del mundo, pareciendo temer que se pudiera quebrar en cualquier instante como el cristal más fino. Lucilla agradece ese encantador toque y le sonríe con gran cariño mientras cierra los ojos disfrutando el momento, haciendo que Emmet se enternezca hasta puntos insospechados y tenga el incontenible impulso de querer besarla. Así que, en vez de contenerse como lo haría siempre, decide acceder ante la tentación y le clava un sutil y cálido beso en la frente, casi en señal de protección, pero que está cargado de amor hacia ella.
El tiempo parece detenerse durante los breves segundos que dura el beso, incluso Escavalier y Oricorio se les quedan mirando como si esperaran a que algo más sucediera, pero cuando Emmet rompe el beso, se le ve más colorado que un Throh y se queda estático, casi como si estuviera esperando a una inminente reprimenda. Lejos de eso, Lucilla está increíblemente satisfecha de haber recibido un tierno beso en la frente de parte de su querido Jefe Metro —aunque, interiormente, ligeramente decepcionada de que no haya sido en sus labios—, por lo que no puede evitar sonreír divertida y agradecida a la par, devolviéndoselo de un salto, lo cual toma a Emmet por sorpresa durante un instante.
“¡Ese es mi mayordomo Emmet! ¡Así me gusta! ¡Con ese tipo de iniciativa!” le felicita la joven con leve tono de burla.
“Yo soy Emmet, y quiero hacer que todos sonrían y se diviertan,” se responde a sí mismo el joven de sonrisa imperturbable con bastante orgullo y satisfacción, tratando de no mostrarse nervioso y ruborizado debido al beso recibido, mientras vuelve a colocarse los guantes.
Lucilla le comenta que, aunque le encanten los resultados de su esfuerzo para ser el mejor mayordomo y sea lo más profesional posible; aun así, le gusta que se salga del papel de vez en cuando, que no tiene que ser tan rígido con ella, ya que son cercanos y no les falta confianza mutua. Él le responde que seguirá tratando de mejorar en todos los aspectos posibles para que sus experiencias sean de lo más gratificantes.
Ahora que el sol se ocultó y las primeras luces de Passio se han estado encendiendo, Lucilla le dice a Emmet que se prepare para otro viaje sobre Merlina, pero asegurándole que volarán lento y a baja altura para que no se asuste. El Jefe Metro se prepara mentalmente, inspirando y suspirando lenta y profundamente mientras llena su cabeza de imágenes tranquilas para serenarse. Tras estar unos segundos así, le sonríe con cierta impaciencia y nerviosismo diciéndole que ya está listo —o más o menos—, para disfrutar del nocturno paisaje de la isla artificial. Sabe que un miedo no es tan fácil de controlar, pero no le faltan ganas de intentarlo. Al oír esto, Lucilla vuelve a sacar a su orgullosa Corviknight y, esta vez, Emmet le ayuda a subirse, para así poder mostrarse más confiado y profesional que antes del almuerzo, lo cual la muchacha agradece con grata sorpresa.
Apenas el mayordomo monta sobre Merlina, intenta con todas sus fuerzas no temblar, pero que de todas formas sus nervios lo traicionan y se evidencia lo asustado que está por mucho que trate de ocultarlo. Lucilla le observa y le sugiere que no tiene por qué esforzarse tanto y que pueden dirigirse hacia su destino andando, a lo que Emmet se niega empeñándose en intentarlo. Ante esto, la joven le dice que entonces solo le queda felicitarlo, no solo por su valor sino por haberse puesto delante en esta ocasión, ya que así es ella quien puede abrazarlo desde atrás esta vez, lo cual hace inmediatamente bastante a gusto. Emmet traga saliva nervioso y sonrojado, pero agradecido consigo mismo por haberse armado de valor de ser él quien vaya adelante, ya que precisamente buscaba que fuera su cita quien lo abrazara por la espalda y no al revés.
Antes de que el tren de pensamiento de Emmet llegara a su destino, Lucilla le da la orden a Merlina para que se eleven unos cuantos metros en el cielo, provocando un repentino grito del Jefe Metro.
“¡Ja, ja, ja, ja! ¡Perdón, perdón! Pensé que ya estabas preparado,” ríe Lucilla arrepentida del inesperado y rápido despegue.
Emmet, temblando más que un Ditto ebrio, gira su cabeza lentamente con una sonrisa torcida y le asegura que está mejor de lo que parece, sólo para no preocuparla, pero que es evidente que este susto lo recordará por mucho tiempo. La joven intenta tranquilizarlo acariciando su brazo, casi masajeándolo, para demostrarle que estará bien. El joven de cabello gris se relaja de a poco gracias a esto, da un gran suspiro, y le dice que, aunque sigue con miedo, realmente quiere disfrutar de la vista aérea nocturna de Passio y, por ende, le pide que le dé la orden a su Corviknight para que comience a reanudar su marcha. Lucilla, sorprendida y satisfecha ante la iniciativa nuevamente, le pide a Merlina que prosiga suavemente, quien obedece sin perder un segundo, dando comienzo así a un agradable viaje por el precioso cielo de la exuberante Passio.
Tras unos buenos minutos de agradable vuelo, la parejita baja a tierra, y Emmet, nervioso como era de esperar, casi cae al suelo debido al temblor de sus piernas, suspirando de alivio al volver a pisar tierra nuevamente. Lucilla, preocupada, le ayuda a no desmayarse ahí mismo, sujetándolo con firmeza y hablándole con calidez y serenidad, lo cual agradece su mayordomo y le sonríe enternecido.
Tras recomponerse, le pregunta si quiere que vayan a algún lugar más antes de acabar su itinerario. Tal declaración pilla por sorpresa a la entrenadora, ya que pensó que la merienda en el claro era la última parada prevista, pero su cita le dice que aún pueden disponer de un poco más de tiempo antes de llegar a su destino, así que le pregunta si antes quisiera ir a cenar a algún lado, donde ella quiera, si es que ha quedado con hambre.
Lucilla lo piensa unos momentos, y le responde con entusiasmo que, cuando pasearon esta mañana, notó un pequeño y humilde puesto de comida ambulante que le llamó la atención, por lo que, aunque el lugar sea poco glamuroso para el tipo de vestimenta que llevan ahora, le encantaría poder comer ahí. Emmet, con una sonrisa emocionada, le asegura que no tiene estrictamente que ser un sitio elegante, que estará encantado ir a donde sea que ella le diga, ya que desea complacerla como el buen mayordomo que es.
Así que comienzan a caminar tranquilamente hacia dicho puesto, donde el mayordomo caballerosamente le ofreció su brazo nuevamente a la elegante entrenadora, la cual aceptó gustosa otra vez y le volvió a felicitar por su iniciativa, resultando en una agradecida y algo nerviosa risilla de él.
Cuando llegan al sitio, ven que el puesto está vacío y que es atendido por un señor mayor. La comida huele increíble y hay buena variedad de cosas a pesar de ser un puesto pequeño y humilde. Ambos se sientan y comienzan a debatir sobre qué deberían elegir, mientras el anciano, sorprendido, les comenta muy sinceramente sobre lo hermosos y elegantes que son los trajes que llevan puestos.
La velada se hace muy amena entre los tres charlando, donde el señor comenta que él también fue entrenador en sus años mozos, y que, si bien no tiene un Oricorio o un Escavalier como compañero al que lleva a todos lados, sí que tiene un simpático Nincada, pero que no le acompaña esta vez debido a que prefirió quedarse en casa, pero que espera impaciente su regreso. Oricorio queda algo sorprendido al oír esto e intercambia unas miradas Escavalier y luego con su entrenadora, que parece no entenderlo bien en ese momento, a lo que Emmet le explica que cree que Oricorio no puede imaginarse un sólo día sin estar pegada a ella, razón por la que el pokémon se sorprendió al oír la declaración del entrenador de Nincada. Lucilla se enternece y acaricia a su adorable pokémon pájaro, quien emite un evidente sonido de satisfacción para luego continuar comiendo junto a Escavalier.
Cuando terminan de comer, Emmet le dice un poco nervioso que la acompañará a su habitación en Passio, a lo que le Lucilla le pregunta en broma si quiere quedarse a dormir. Tal declaración provoca que el rostro del Jefe Metro se vuelva al rojo vivo y que niegue rápidamente, argumentando que no sólo sería incorrecto y poco profesional hacer eso, sino que además debe trabajar mañana, no pudiéndose dar el lujo de levantarse tarde. Ésta ríe bastante divertida por la respuesta de su cita, y le dice que, a pesar de que estaba bromeando, entiende la situación, pero que tampoco quisiera separarse de él todavía al haberlo pasado tan increíble el día de hoy.
“¡No sabes cuánto me alegra saberlo! ¡Me encanta hacer sonreír a los demás y que disfruten! ¡Pero más me gusta hacerte sonreír a ti, Lucilla! Estoy tan conmovido~~,” expresa el mayordomo en un momento de dicha.
La joven ríe enternecida por esto y le agradece nuevamente la maravillosa cita que han tenido. Emmet, para no retrasar la situación, le ofrece el brazo a la chica para encaminarla hacia su dormitorio mientras observan las animosas luces nocturnas de Passio y charlan de cosas mundanas.
Cuando llegan a la puerta del dormitorio de la joven, Emmet se quita el sombrero y le hace una reverencia, agradeciéndole su paciencia para concretar esta cita, y por haberle dado la oportunidad no solo de estrechar sus lazos con ella todavía más, sino también de haber tenido la posibilidad de pasar un agradable día a su lado.
La elegante muchacha le pide que por favor no la haga esperar tanto para una próxima cita, que no quisiera esperar semanas insistiendo nuevamente.
“Haré todo lo posible para hacer otro hueco dentro de poco en mi apretada agenda,” el hombre le responde, incorporándose mientras se vuelve a poner el sombrero. “Mantente atenta al porygófono por si hay novedades,” le pide.
“Si acaso no nos vamos a llamar en mucho tiempo, siempre podemos recurrir a comunicarnos vía mensajes mientras tanto,” le sugiere en broma Lucilla.
“Debido a mi trabajo, a veces no puedo revisar todos mis mensajes, pero me esforzaré por responder al menos uno por día. E incluso, si llego a tener unos minutos, te llamaré,” le responde el mayordomo con una serena sonrisa. Para sus adentros, Emmet piensa que prefiere hacer esto antes que escribirle, ya que ama escuchar su voz, pero es algo que no se atreve a decirle por el momento; al menos, no a corto plazo.
Lucilla sonríe aceptando esas condiciones, y le dice que le mandará mensajes todos los días y que esperará con ansias que los responda, deseando que en uno de ellos o en una llamada, le diga que tiene sitio para otra cita. Emmet asiente entusiasmado y trata de despedirse de ella tratando de abrazarla, pero luego dudando en el último momento.
La chica lo nota y se le apega a él, riñéndolo un poco por haber titubeado, mientras que Emmet, tragándose su disculpa, decide finalmente devolverle el abrazo, acariciándole luego suavemente la cabeza mientras le desea las buenas noches, con la voz más cálida jamás pronunciada por él.
Conmovida por este gesto, y sin poder contenerse ya más, Lucilla cede a su impulso de darle un beso en la mejilla, cosa que hace tan rápido que Emmet apenas tiene tiempo para reaccionar, ruborizándose intensamente cuando cae en la cuenta de lo que acaba de suceder, y viendo entonces que la joven le hace un gesto con los dedos para darle a entender que ella también quiere un beso en la mejilla. El Jefe Metro traga saliva con nerviosismo y sonrojo, pero se atreve a besarla sin temblar ni tener dudas al respecto. Agradecida infinitamente por ello, Lucilla y le desea las buenas noches también, regalándole la más hermosa de las sonrisas justo antes de entrar en su dormitorio y cerrar la puerta, dando por resultado que el mayordomo se derrita para sus adentros y no pueda evitar suspirar enamorado, agradecido por el mejor día de su vida.
5 notes · View notes
csalazargt · 3 months
Photo
Tumblr media
(vía Descubre el significado de la Semana Santa: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús)
Estamos en Semana Santa. Se llama así porque se trata de la semana antes de la muerte de Cristo. Es la última semana de Cuaresma y precede al Domingo de Pascua.
Frank Colquhoun en el Diccionario de Teología comenta que es a la vez la más grande y antigua de las fiestas de la iglesia cristiana, habiéndose observado desde un comienzo. La importancia de la celebración deriva de la centralidad de la resurrección en la fe y predicación de la iglesia.
Veamos qué aconteció y la importancia de los hechos históricos de esta semana: la pasión de Cristo. La palabra pasión viene del latin “passio” que significa sufrir. De aquí vienen palabras como paciente. Por eso, cuando hablamos de la pasión de Cristo nos referimos a la tortura, crucifixión, y muerte de Cristo. Como creyentes recordamos con solemnidad la muerte y resurrección de Cristo. Aunque no tenemos mandamiento de recordar esa semana, es una oportunidad para reflexionar en la muerte y resurrección de Cristo.
2 notes · View notes
Text
In altre lingue, ad esempio in ceco, in polacco, in tedesco, in svedese, questa parola viene tradotta con un sostantivo composto da un prefisso con lo stesso significato seguito dalla parola “sentimento” (in ceco: soucit; in polacco: wspol-czucie; in tedesco: Mit-gefuhl; in svedese: med-kansla). Nelle lingue derivate dal latino, la parola compassione significa: non possiamo guardare con indifferenza le sofferenze altrui; oppure: partecipiamo al dolore di chi soffre. Un’altra parola dal significato quasi identico, pietà (in inglese pity, francese pitiè, ecc) suggerisce persino una sorta di indulgenza verso colui che soffre. Aver pietà di una donna significa che siamo superiori a quella donna, che ci chiniamo, ci abbassiamo al suo livello. E’ per questo che la parola compassione generalmente ispira diffidenza; designa un sentimento ritenuto mediocre, di second’ordine, che che non ha molto a che vedere con l’amore. Amare qualcuno per compassione significa non amarlo veramente. Nelle lingue che formano la parola compassione non dalla radice “sofferenza” (passio) bensì dal sostantivo “sentimento”, la parola viene usata con un significato quasi identico, ma non si può dire che indichi un sentimento cattivo o mediocre. La forza nascosta della sua etimologia bagna la parola di una luce diversa e le dà un senso più ampio: avere compassione (co-sentimento) significa vivere insieme a lui qualsiasi altro sentimento: gioia, angoscia, felicità, dolore. Questa compassione (nel senso di soucit, wspòlczucie, Mit-gefuhl, medkansla) designa quindi la capacità massima di immaginazione affettiva, l’arte della telepatia delle emozioni. Nella gerarchia dei sentimenti è il sentimento supremo.
Milan Kundera, da L'insostenibile leggerezza dell'essere - traduzione di Giuseppe Dierna
2 notes · View notes
diceriadelluntore · 1 year
Text
Innamorati
Una festa è un periodo di tempo dedicato a celebrazioni particolari, a riti e a liturgie ben distinti dalla vita e dal lavoro quotidiani. Le feste scandiscono sia il ciclo dell'anno sia la vita individuale, nel cui ambito rappresentano a volte riti di passaggio da uno status a un altro. È anche l’occasione per rendere santo un giorno particolare, cioè secondo l’accezione etimologica (dal latino sanctus, participio passato di sancīre, sancire una patto), dargli una inviolabilità in quanto protetto da una sanzione: gli ambasciatori, i tribuni della plebe, le mura, le porte; quindi, in genere, tutto ciò che, consacrato da una legge morale o religiosa, è per ciò stesso inviolabile, o ciò che, per comune consenso degli uomini, è religiosamente venerato o è considerato degno di venerazione (Santo, Enciclopedia Treccani).
Oggi è un giorno che la chiesa Santifica ad un santo, San Valentino da Terni. Comunemente, è considerato “patrono degli innamorati”. Secondo una leggenda, infatti, battezzò un giovane romano pagano, Sabino, per sposare la sua amata cristiana, Serapia, nei momenti appena precedenti la morte di lei, improvvisamente ammalatasi di tifo. Secondo la leggenda, la benedizione di Valentino, dette un sonno ristoratore e beato alla coppia, che così potette vivere insieme nell’eternità. 
Da un punto di vista più storico, la testimonianza più antica su San Valentino è contenuta nel Martirologio geronimiano scritto nel V secolo, che riporta la memoria del 14 febbraio presso la comunità cristiana di Terni; un secolo dopo la primissima citazione di Valentino del Martirologio, nella Passione di Maris, Marta, Audiface e Abacuc viene raccontata la storia di un prete di Roma che guarisce dalla cecità la figlia del principe Asterio e battezza lei, il padre e tutti i membri della famiglia, trovando la morte il 14 febbraio sulla via Flaminia, durante l’impero di Claudio II, e cioè tra il 268 e il 270. Il martire viene sepolto in quella che diventerà poi la Catacomba di San Valentino, al secondo miglio della Flaminia, sulla quale verranno edificati anche una chiesa e un monastero. La ossa del santo, tuttavia, verranno traslate nel IX secolo nella basilica di Santa Prassede. Il testo più importante riguardo alla vita di san Valentino arriva invece intorno al 725 ed è la Passio Sancti Valentini, che racconta la storia dell’oratore Cratone, il cui figlio soffre di una gravissima malattia alle ossa; un amico gli consiglia di rivolgersi a Valentino, cittadino e vescovo di Terni, che guarisce il ragazzo e converte al cristianesimo Cratone e tutti i suoi allievi, tra i quali figura anche il figlio del prefetto Furio Placido, che fa decapitare il vescovo il 14 febbraio al 68° miglio della via Flaminia. Il corpo viene recuperato da tre discepoli e sepolto in un cimitero fuori le mura di Terni, dove sorgerà poco dopo la basilica a lui intitolata. Dal racconto, tuttavia, è assente sia la data del martirio, sia qualunque riferimento che possa aiutare a collocarla. Per convenzione, si festeggia il giorno di San Valentino, il 14 Febbraio, data in cui si sa che fu martirizzato per decapitazione, anche la festa degli innamorati: tutte e due le cose sono non del tutto certe, ma la seconda lo è di più della prima.
Infatti il binomio San Valentino - Innamorati risale a tempi molto più recenti, cioè al XIV secolo, quando Geoffrey Chaucer, il grande scrittore e drammaturgo inglese, associò il giorno del santo a quello in cui gli uccelli formano le coppie. Ma c’è una distinzione: Chaucer individua il 2 Maggio, giorno di San Valentino patrono di Genova, il primo vescovo dell'arcidiocesi di Genova, carica che mantenne dal 312 alla morte nel 325, ma il culto è relegato solo all’area genovese. Nel 1391 John Clanwowe anticipa la festa degli innamorati al 14 febbraio. La fusione delle date nasce dal fatto che il San Valentino di Terni è molto più importante e venerato di quello di Genova proprio grazie alla sua celebrità.
In verità, tutto nasce da una sovrapposizione di date e di santi: nel 496, papa Gelasio I, 49° Vescovo di Roma, abolì i Lupercalia Romani, dei riti che si tenevano dal 13 al 15 Febbraio, in onore del dio Fauno nella sua accezione di Luperco (in latino Lupercus), protettore del bestiame ovino e caprino dall'attacco dei lupi. Tuttavia non sostituì nessun altra ricorrenza, se non quella storia del martirio di Valentino da Terni, che non aveva nessun legame con gli innamorati.
Ma è altrettanto vero che la fama della prima leggenda si sviluppò moltissimo nel centro e nel Nord Europa, tanto che esistono decine di reliquie del Santo sparse in Italia, Francia, Austria, Germania, Polonia e persino Dublino. Tanto è vero che Ofelia nell’Amleto (1602) dice:
Dimani è il giorno di San Valentino, e fino dal primo lume dell’alba io mi posi alla finestra per divenire la sua fidanzata. Allora egli sorse e indossò i panni e apri la porta della sua stanza e fece entrare la vergine, che tale non si dipartì più dl là.
W. Shakespeare, Amleto, Atto IV, Scena V 
15 notes · View notes
artisticvillain · 1 year
Note
De nuevo yo aquí de preguntona, buenas noches
En caso de familia...los chicos serian buenos padres?
Y si es así como actuarían con MC estando embarazada ?
Esta acaso el juego inspirado en parte en la película "PIRATAS DEL CARIBE " Donde aparece Jenny Depp ? XD me encanta toda su saga de películas
Pregunta para el autor
Como prefieres al MC hombre o mujer ?
En que app haces tus dibujos?te quedan preciosos 💖
Les gustaria que MC cocinara para ellos ?
( historia alternativa)Que pasaría si vieran a MC estando sonambulo y lo vieran ir directamente a la orilla del barco para tirarse al mar debido a ello ? XD me deje llevar por la película animada de Anastacia
Good evening to you too, although it's morning for me right now :)
(I'm using an AI to translate the questions, correct me if the translation's wrong.)
If they had a family, would the guys be good fathers? And if so, how would they act towards MC when she's pregnant?
Dia would stay by MC's side 24/7 when MC is pregnant. He would be morepanicked than MC in any situation and would do everything Mc asks for. Even the things MC doesn't ask for, Dia would be there to make MC's and their baby's life easier. Once the baby is born Dia would still act the same towards you but good luck trying to take the baby from him. He will cling to the baby like there's no tomorrow. So yeah, Dia would be a great father. He'd sacrifice everything for MC and their baby. And he is probably the best dad compared to the other 3. (Once the baby grows up, Dia and his kid would basically become best friends!)
Yoru would also take care of MC when MC is pregnant but he wouldn't be as enthusiastic about it as Dia. Not that he doesn't like kids, but because MC is having a hard time. However, once the baby is born he would make sure to look after the baby and take care of the baby. Again this isn't because he cares much about the baby, he just wants MC to be less "bothered" by the baby's problems. He wouldn't neglect his child or anything but I still wouldn't make a family with him if I were you. His behaviour towards the child might change when the child grows up but that doesn't justifies anything >:(
Riley would have fun taking care of you throughout MC's pregnancy. He would make sure not to overwhelm MC tho. So a safe distance is his go-to technique. I just know he would cry at the day MC gives birth. :) And since Riley is a free spirited guy, he would want his family to be the same way. He'd get really excited about the thought of going on adventures with his family and get even closer with them. So yes he'd also be a great father.
Leon would really love to start a family with MC. And he loves the idea of having a baby with MC. He'd do everything to take proper care of MC throughout MC's pregnancy. He'd also take care of the baby once the baby is born -but not as much as he does to MC- He is a good father too, just not as much as Dia.
Is the game partly inspired by the movie "PIRATES OF THE CARIBBEAN" where Jenny Depp appears?
This might surprise you, but I've actually never watched any of the Pirates of The Caribbean movies. I like Jack Sparrow tho. (even though I don't have the slightest idea about the character itself lol) Sooo no it's not inspired by it :)
Do you prefer MC to be a man or a woman?
As a person who doesn't care about gender -like in general- I can't really say I'd prefer if the MC is a woman or a man. I've never imagined the MC as a woman or a man and when I try, it doesn't feel right. Sorry :')
What app do you use to make your drawings?
Thank you, I'm so happy that you find them beautiful. I use Clip Studio Paint for all my drawings.
Would they like MC to cook for them?
Who wouldn't enjoy the cooking of a loved one! (Unless they are terrible at it. Just kidding, it's the thought that counts.)
However, rather than letting you cook by yourself, Yoru would offer his help. He thinks it's such a nice moment to cook with the one he loves the most and be able to share something he's passionate about.
Leon can cook but he obviously is not the best. So he would very much like if MC were to cook something just for him.
Riley can't cook so he'd really appreciate that MC thought of him and cook for him. Riley will then proceed to cook something for MC, only for it to be a fail :D
Dia would love it too. In fact, he would hug MC from the waist when MC is cooking, and give MC some kisses along the way.
(Alternate story) What would happen if they saw MC sleepwalking and going straight to the edge of the ship to jump into the sea because of it?
Funny thing, I used to sleepwalk when I was a kid. Anyways, I don't know if the whole "don't wake the person who's sleepwalking up, it's dangerous" things is true, but our boys don't care about that at all in this situation.
They wouldn't hesitate to pull MC immediately, but if they were to be far away from MC, they would just shout MC's name really loudly so MC can wake up. That way they can gain more seconds to go up to MC and hold MC. Whoever found MC would take MC to their room and stay by MC's side till morning.
Thank you for your questions! Hope you'll have a great day :)
9 notes · View notes
semiopolitica · 8 months
Text
Democracia: destino e desejo
Tumblr media
    A diferença entre pré-Modernidade e Modernidade é aquela entre destino e desejo. Para as sociedades pré-modernas, o destino, transcendentemente posto, está traçado e temos que segui-lo. Para as sociedades modernas, é o desejo imanente que guia nosso caminho. 
    Por isso Spinoza é o filósofo por excelência da entrada na Modernidade, pois é ele que faz a passagem da transcendência à imanência. Essa imanência é divina e somos todos emanações infinitas de Sua infinita magnitude. Neste aspecto, o filósofo português-holandês, que escreveu um Tratado Teológico-Político, é o verdadeiro principiador da democracia moderna. Esta seria o regime imanente do desejo, o que significa que preferimos sempre governar a nós mesmos (seguir o desejo) do que sermos governados (seguir  o destino). 
    A imanência do desejo em Spinoza é modulada por dois afetos principais: paixão (passio) e conatus. A primeira é alegre quando aumenta o desejo e triste quando o diminui. Conatus, por sua vez, diz que todo Ser quer prosseguir. Por isso, conatus é a própria vigência da imanência: antes de seguir a algo, o Ser deseja prosseguir sem alvo a seguir. Seguir por seguir. 
    Se Spinoza permite passar da transcendência à imanência e com isso justificar a democracia através de uma teologia imanente, mesmo assim ele não consegue responder a uma pergunta básica: e se ser governado for melhor do que governar? Hobbes havia fundado sua teoria do Estado (Leviathan) no afeto do medo: por medo entregamos a soberania de nosso desejo ao Estado. Spinoza responde justamente a essa teoria hobbesiana, pois considera que é melhor a democracia, já que neste regime podemos somar os esforços pelo lado do prazer (paixão alegre) e reduzir os danos (paixão triste). A teoria política de Spinoza é aditiva: dois cooperando é sempre melhor do que apenas um solitário. É melhor juntar os esforços, pois assim cresce o conatus. A democracia é "naturalmente" melhor, e natureza é Deus. É uma explicação ainda teológica, mas imanente. 
    Mas por quê muitos preferem ser governados? Já havia surgido, desde o século anterior, por La Boétie, o tema da "servidão voluntária". Hobbes deu sua versão dessa servidão, mas em Baruch perdemos esta justificativa. Para, portanto, darmos um passo realmente para dentro da Modernidade, é preciso esperar Hegel. Com o filósofo alemão, a teoria da imanência e do desejo sofre um corte, uma ferida. Como todos sabem, o nome desse corte-ferida é "Espírito" (Geist). 
     Hegel diz que "O Sujeito é a Substância" e não mais Deus. Na ambiguidade da palavra "sujeito", que é tanto aquele que sujeita, quanto aquele que é sujeitado, mora a passagem decisiva para os tempos modernos. Essa ambiguidade deriva da contradição aberta pelo Espírito: aquele que não sendo, é. Pelo Espírito a Substância ganha subjetividade e reflexão, pois pode pensar a si mesma, ao negar-se. E com isso pode governar e ser governada. 
    É assim que Hegel funda sua dialética do Senhor e do Escravo. O primeiro não tem medo e pode governar. O segundo tem medo e é governado. E é assim também que a psicanálise pode complexificar a teoria do desejo, entendendo o jogo pulsional sadomasoquista. Há também gozo quando se é governado (possuído). O mais importante é que o desejo deixa de ser meramente aditivo, para se tornar divisível (e multiplicável). 
    A dialética do Senhor e do Escravo define portanto uma relação de co-dependência: o Senhor não poderia existir sem o escravo; o Escravo só é escravo diante de um senhor. É uma relação assimétrica que chamamos de "Poder". O Poder é a assimetria da relação entre A e B: AB é diferente de BA; a ordem dos fatores altera o sentido. A partir dessa dialética, Hegel consegue obter uma teoria de Estado que prescinde de justificativa teológica, mas que também não é imanente como em Spinoza. Ou mais precisamente: não é "horizontalista" como em Baruch. As relações não estão no mesmo "plano de imanência" para falar como Deleuze (que abertamente é um spinozista contra Hegel). 
    Por outro lado, Marx queria virar Hegel de "ponta-cabeça". Isso faria os Escravos governarem, o que geraria o paradoxo dos escravos virarem Senhores, e os Senhores escravos. Por causa disso, muitos marxistas, a começar por Toni Negri, acreditam que a teoria comunista de Marx é um retorno à imanência horizontal de Spinoza: não haverá mais senhores nem escravos, apenas formas aditivas (cooperativas) de autogoverno da "Multidão". O problema dessa leitura é que a sociedade comunista seria uma sociedade sem Poder, pois o Poder é a assimetria das relações.
    Ou ainda em termos mais drásticos: seria uma sociedade sem desejo. Pois o desejo a partir de Hegel deve se fundar não numa adição positiva entre duas paixões, mas numa negação divisiva: contradição. Em outras palavras, deve gozar por governar e ser governado. Kant havia proposto a ideia de uma lei de governo que poderia ser aceita por ser autoimposta: a lei que obedecemos é a lei que nós mesmos nos impomos. Ou ainda, colocando em termos propriamente modernos: o destino que seguimos é aquele que desejamos. O destino foi proposto por nosso próprio desejo. O problema é que em Kant chegamos a uma aporia: se o destino é ruim, trágico, catastrófico, é porque assim o desejamos. Se a democracia é injusta, é porque secretamente quisemo-la assim. E toda sorte de injustiça ficará justificada nesta aporia. 
    Assim, a solução não é nem a visão ingênua de Spinoza da "infinita imanência", nem as antinomias aporéticas de Kant, que geram círculos viciosos. Mas tampouco é também a visão hegeliana que credita ao Estado a superação (aufhebung) dos problemas imanentes da democracia e dos choques entre o positivo do governo e o negativo dos governados. E finalmente não é a visão comunista de uma sociedade sem Poder (sem governantes e sem governados).  
      Podemos sugerir como conclusão (e solução) uma ideia a partir da obra do sociólogo Niklas Luhmann (que leu Marx). A democracia não é um regime que rejeita o Poder, mas o coloca como meio de governo cindido. O Poder não é o fim para os meios, mas o meio para os fins. Na democracia o governo tem o Poder, mas este Poder é a expressão de um meio (político) cindido, dividido. Isso significa que a democracia é o reino de pelo menos dois paradoxos: a impotência dos poderosos e o poder dos sem-poder. A democracia é a própria expressão desses paradoxos, que não podem ser "superados" pelo Estado, mas desdobrados pela História. Esses paradoxos têm nome e já sabemos quais são: a impotência dos poderosos é destino; a potência dos sem-poder é desejo. 
1 note · View note
dueminuti · 3 months
Text
FLORIDIA: LA “Passio” LANGLOIS “UN TESTO DURO, INTENSO VERO”
disse il compianto Sebastiano Lo Monaco, durante l’indimenticabile “Bella Passione” portata in scena nel 2017 Sulle note di Antonio Granata, riecheggia ancora, una serata memorabile ricreata dallo scritto del misticoLanglois, il prete che non si spaventava di una penna. “Rompi il tuo silenzio, dimmi chi sei”. L’incipit della possente voce di Sebastiano scuote ancora le…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
chez-mimich · 1 year
Text
LO SCORSO ANNO È ANDATA COSÌ…
Secondo il credo di François Truffaut, “Tre film al giorno, tre libri alla settimana, dei dischi di grande musica faranno la mia felicità fino alla fine dei miei giorni”, e come dargli torto? Tenendo conto che però i ritmi di Truffaut sono certamente inarrivabili, ne condivido di certo la filosofia. Quest’anno è andata così, però ho la pessima abitudine di non annotare i dischi che ascolto, ecco un buon proposito per il 2023.
ANNO 2022
"Tullio Pericoli: Frammenti", Palazzo Reale Milano, 02.01.22
“Il Mito di Venezia da Hayez alla Biennale” Castello di Novara, 09.01.22
“Tania Bruguera, la verità anche a scapito del mondo” Pac Milano, 15.01.22
“Ciò che si trova solo in Baudelaire” di Roberto Calasso, 12.01.22
“François Berthoud, Hyperillustrations”, Fondazione Sozzani, 22.01.22
“Annientare” di Miche Houellebecq, 23.01.22
"Ennio" di Giuseppe Tornatore, 02.02.22
“Grand Tour, sogno d’Italia da Venezia a Pompei”, Gallerie d’Italia Milano, 04.02.22
“Irreversible Entanglements”, Spazio Nova, Novara Jazz, 06.02.22
"Il capo perfetto" di Fernando Leo de Aranoa, 19.02.22
"Gabriele Boggio Ferraris Quartet" Taste of jazz, 24.02.22
"Chris Pitsiokos & Mulhouse Ensemble", Spazio Nova, 26.02.22
"Gabriele Boggio Ferraris Quartet". Opificio, 25.02.22
"A-Septic W/Vladimir Tarasov". Spazio Nova, 07.03.22
"Belfast" di Kenneth Branagh, 09.03.22
"Flee" di Jonas Poher Rasmussen, 13.03.22
“Chris Pitsiokos and Mulohouse Ensemble”, spazio Nova, 15.03.22
“Limes: la Russia cambia il mondo”, 20.03.22
Francesco Chiapperini: “On the Bare Rocks and Glaciers”, Taste of Jazz Opificio, 28.03.22
“Barry’s Trio”, spazio Nova, 03.04.22
“I Defunti” di Manu Larcenet e Daniel Casanave, 03.04.22
Gustave Flaubert: "Due racconti giovanili" a cura di Chiara Pasetti
Steve Mc.Queen: "Sunshine State", Pirelli Hangar Bicocca, 10.04.22
"Kris Ruhs: Heroes" Fondazione Sozzani, 16.04.22
"Steve Harries. Octopus" Fondazione Sozzani, 16.04.22
Anicka Yi: "Metaspore" Pirelli Hangar Bicocca, 19.04.22
"Bruce Weber wearing Kris Rhus Jewelry" Fondazione Sozzani, 16.04.22
"Tra due mondi" di Emmanuel Carrère, 16.04.22
"Concerto Passio 2022" Cappella Musicale del Duomo di Novara, 23.04.22
"Finale a sorpresa" di Mariano Cohn e Gastòn Duprat, 24.04.22
Elmgreen & Dragset: "Useless Bodies?", Fondazione Prada, 10.05.22
Haruki Murakami: "Gli assalti alle panetterie", 12.05.22
“Nostalgia” di Mario Martone, 29.05.22
“C’era una volta la DDR” di Anna Funder, 10.05.22
“Jazz Notes” di Giuseppe Cardoni, Opificio Novara Jazz 02.06.22
Daniele Cavallanti: “World of Music” di Daniele Cavallanrti Opificio Novara Jazz 02.06.22
“Stilnòva
Lisen Rylander Löve & Mirko Pedrotti + Biennoise, Nòva, 03.06.22
Lisen Rylander Löve “solo”, Mulino Vecchio di Bellinzago, 04.06.22
“Trio Korr”, Doneda, Grossi, Monico, Mezzomerico, 04.06.22
“Mynd”, Museo civico di Oleggio, 04.06.22
“We3” Barriera Albertina, 07.06.22
“Collocutor”: Church of Sound, Basilica di San Gaudenzio, 07.06.22
Tor Yttredal & Roberto Bonati, Museo Faraggiana, 08.06.22
Banda Filarmonica Oleggio e Roberto Mandarini, Broletto, 08.06.22
Shingai, Broletto, 09.06.22
Simone Alessandrini, “Storytellers” Mura rimane, 10.06.22
“L.U.M.E.” Lisbon Underground Musci Ensemble, Broletto, 10.06.22
Peter Evans “solo”, Basilica di San Gaudenzio 11.06.22
Alberto Braida “solo”, Casa Bossi, 11.06.22
Tom Arthurs & Giovanna Pessi, Giardino Palazzo Natta, 11.06.22
“ACRE” con Ermanno Baron e Peter Evans
Theon Cross, “Soundsystem Setup”, Broletto, 11.06.22
Kit Downes “solo”, Chiesa di San Giovanni Decollato, 12.06.22
“Erios Junior Orchestra”, Broletto, 12.06.22
Bruno Chevillon “solo”, Galleria Giannoni, 12.06.22
“Archipelagos” con Francesca Remigi, Parco dei Bambini, 12.06.22
“She’s Analog” Chiostro della Caninica, 12.06.22
“Orchestre Tout Puissant Marcel Duchamp”, Broletto, 12.06.22
“Artivismo” di Vincenzo Trione, 13.06.22
“Sotto gli occhi dell’Agnello” di Roberto Calasso, 20.06.22
“Album D’Annunzio” a cura di Annamaria Andreoli, 30.6.22
“Paris s’il vous plaît” di Eleonora Marangoni, 08.07.22
“Il costume femminile” di Georges Vigarello, 13.07.22
“Zero Gravity” di Woody Allen, 16.07.22
“La figlia unica” di Abraham B. Yehoshua, 19.07.22
“Non date a Cesare quel che è di Dio” di Claudio Balzaretti, 01.08.22
“Di notte, davanti alla parete con l’ombra degli alberi” di Peter Handke, 10.08.22
“Chris Ware” Centre Pompidou, 20.08.22
“Tatiana Trouvé, le grand atlas de la désorientation” Centre Pompidou 20.08.22
“Le reste est ombre: Pedro Costa, Rui Chafes, Paulo Nozolino” Centre Pompidou, 20.08.22
“Shirely Jaffesi, un américaine à Paris”. Centre Pompidou, 20.08.22
“Simon Hantaï: l’exposition du Centanaire”, Fondation Vuitton, 21.08.22
“La Couleurs en fugue”, Fondation Vuitton, 21.08.22
“Un seconde d’etérnité” Bourse de Commerce Paris, 21.08.22
“Allemagne/Anée 1920/Auguste Sander”, Centre Pompidou, 22.08.22
“Mirdidingkinghati Sally Gabory” Fondation Cartier Paris, 23.08.22
“Jean Painlevé: les pieds dans l’eau”, Jeu de Paume Paris, 23.08.22
“Les mondes Surrealiste de Elsa Schiaparelli” Musée des Arts Decoratifs Paris, 24.08.22
"Maison Dior", Parigi, 25.08.22
"Non date a Cesare quel che è di Dio" di Claudio Balzaretti, 31.08.22
"I miei giorni alla libreria Morisaki" di Satoshi Yagisawa, 05.09.22
"Il signore delle formiche" di Gianni Amelio, 11.09.22
"Un occidente prigioniero" di Milano Kundera, 20.09.22
"Chris Ware: la bande dessinée réinventée", 22.09.22
"Maigret" di Patrice Leconte, 23.09.22
"Remix the Cinema" Nu Arts and Community, 28.09.22
"Arsenal Ensmble: Nosferatu" Nu Arts and Community, 28.09.22
Gli instabili vaganti: "Lokdown Memory", Broletto Arts and Community, 29.09.22
"Elisabetta Consonni: Il secondo paradosso di Zenone", 29.09.22
"Sofia Donato, piano solo" Giardino Faraggiana Nu Arts and Community, 30.09.22
"Dove è più profondo"" Chiesa di Sant'Agostino, Nu Arts and Communite, 30.09.22
Ghenadie Rodani fisarmonica solo, canonica, Nu Arts and Community, 01.10.22
"As I was moving ahead occasionally I saw brief glimpses of beauty" di Jonas Mekas, Nu Arts and Community, 02.10.22
Joan Thiele, Nova, Arts and Community, 01.10.22
"Omar Soulyman" Nu Arts and community, 28.09.22
Ivan Ronda, organo. Festival di musica sacra. Basilica di San Gaudenzio, 09.10.22
"Unknown Unknows" Triennale di Milano, 15.10.22
"Il corridoio rosso" AA.VV., Catalogo mostra Triennale di Milano, 17.10.22
"Unknown Unknows" catalogo mostra Triennale di Milano, 20.10.22
"L'occasione fa il ladro" di Gioacchino Rossini, Teatro Coccia, 29.10.22
"La stranezza" di Roberto Andò, 30.10.22
"Il crogiolo" di Arthur Miller, regia di Filippo Dini, Teatro Strehler, 4.11.22
"Swinging Stravinsky" di Biagio Bagini, 7.11.22
"Ardenza" di Daniela de felice, 9.11.22
Anna Bassy, Nova, Nj Weekender Fall Editions, 12.11.22
Andrea Passenger, dj set, Nj Weekender Fall Editions, 12.11.22
Rosa Brunelo (e Tamara Osborne Collocato" Nòva Nj Weekender Fall Editions, 12.11.22
Dayakoda in solo, Nçva, Nj Weekender Fall Editions, 12.11.22
Jeff Parker solo, Nçva Nj Weekender Fall Editions, 13.11.22
Nicola Conte, Dj Set, Nçva, Nj Weekender Fall Editions, 13.11.22
Kahlil 'El Zara Quartet, Nova, Nj Weekender Fall Editions, 13.11.22
"Eros e Thanatos" Ilia Kim, piano. Conservatorio Cantelli-Amici della Musica, 14.11.22
"Tutta un'esistenza" Ivana Francisci, piano e Susanna Rigacci soprano, Conservatorio Cantelli-Amici della Musica, 22.11.22
"Lo stato delle cose" di Chiara Alessi", 23.11.22
“Recycling Beauty”, Fondazione Prada Milano, 03.12.22
Il fotografo Léon Herschritt, 09.12.22
“La Russia di Putin” di Anna Politkovskaja, 11.12.22
“Le otto montagne” di Felix Van Groeningen e Charlotte Vandermeersch, 26.12.22
“Bosch, un altro Rinascimento”, Palazzo Reale Milano, 30.12.22
“The Fabelmans” di Steven Spielberg, 31.12.22
4 notes · View notes
turangalila · 3 months
Text
youtube
Tomás Luis de Victoria (1548–1611)
Passio secundum Joannem. Feria sexta in Passione Domini. [Officium Hebdomadæ Sanctæ (No.25) (1585 - Roma: Alessandro Gardano (Dominico Basa))]
Officium Hebdomadae Sanctae: Passio Domini nostri Jesu Christi secundum Joannem. La Stagione Armonica · Schola Gregoriana de La Stagione Armonica · Sergio Balestracci. (2012, tactus - TC552901)
8 notes · View notes
Text
youtube
Francesco Feo (1691-1761) - The crucifixion / Aria 'Mi Jesu, in ligno crucis' from 'Passio Secundum Joannem'
La Divina Armonia Coro da camera di Varese Lorenzo Ghielmi
2 notes · View notes
anticattocomunismo · 3 months
Text
Video. Passio Christi Passio Ecclesiae
“Dobbiamo pensare anche a quanto Cristo debba soffrire nella sua stessa Chiesa. Quanta sporcizia c’è nella Chiesa, e proprio tra coloro che, nel sacerdozio, dovrebbero appartenere completamente a lui!”. Ecco come il cardinale Ratzinger, nella Via Crucis al Colosseo nel 2005, tracciava il parallelo tra la Passione di Cristo e la Passione della Chiesa. La Chiesa attraversa oggi un Venerdì Santo.
youtube
View On WordPress
0 notes