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#piedra de toque
jorgefloresgallegos · 5 months
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"Piedra de toque"
🔵 Siempre es grato leer los artículos de opinión de Mario Vargas Llosa, escritor cuestionado y admirado a la vez por muchos. En su artículo "Piedra de toque", Mario Vargas Llosa reflexiona sobre la importancia de la verdad en el periodismo. El escritor destaca que la verdad es esencial para la democracia y el progreso, y que los periodistas deben tener la libertad de decir su verdad, incluso cuando esta sea impopular o controvertida. El artículo comienza con una breve historia de la fundación de El País, que Vargas Llosa considera un hito en la historia de la prensa española. El diario, fundado en 1976, durante la Transición española, se caracterizó por su compromiso con la objetividad y la veracidad de la información. Vargas Llosa también reflexiona sobre su propia experiencia como columnista en El País. Destaca que siempre ha procurado decir su verdad, incluso cuando esta ha ido en contra de la línea editorial del diario. El artículo concluye con un consejo a los jóvenes periodistas: decir siempre la verdad, aunque sea difícil. La verdad, afirma, es el único fundamento sólido de la prensa. En síntesis, el artículo de Vargas Llosa es un texto elocuente y apasionado, en el que el escritor expresa su profunda convicción en la importancia de la verdad en el periodismo. El texto es también una valiosa reflexión sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad. No dejes de leerla.
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t0rschlusspan1k · 1 year
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Aparece. Ayúdame a existir.
Octavio Paz, Piedra de toque, from “Obra poética (1935-1988)”
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El párrafo más acojonante de la historia de la literatura política Al final de su libro Lo que está mal en el mundo, G. K. Chesterton alude a una ley promulgada en aquel periodo en el Reino Unido según la cual, para evitar las epidemias de piojos en los barrios pobres, los niños de la clase obrera deberían llevar las cabezas rapadas. Los pobres, escribe Chesterton, se encuentran tan presionados desde arriba, en submundos de miseria tan apestosos y sofocantes, que no se les debe permitir tener pelo, pues en su caso eso significa tener piojos. En consecuencia, los médicos sugieren suprimir el pelo. No parece habérseles ocurrido suprimir los piojos. Y es que sería largo y laborioso cortar las cabezas de los tiranos; es más fácil cortar el pelo de los esclavos. En el razonamiento que hila la conclusión de este libro formidable ,Chesterton sostiene que la lección de los piojos de los suburbios es que lo que está mal son los suburbios, no el pelo. Y dice una cosa verdaderamente sorprendente: sólo por medio de instituciones eternas como el pelo podemos someter a prueba instituciones pasajeras como los imperios. Chesterton lleva todo el libro pensando un punto de partida sobre el que construir todo un orden social, un mínimo más allá del cual no tiene sentido defender nada. Y comienza así el último párrafo del libro, el más bello que yo haya leído en mi vida sobre el tema de la revolución: hay que empezar por algún sitio y yo empiezo por el pelo de una niña. Cualquier otra cosa es mala, pero el orgullo que siente una buena madre por la belleza de su hija es bueno. Es una de esas ternuras que son inexorables y que son la piedra de toque de toda época y raza. Si hay otras cosas en su contra, hay que acabar con esas otras cosas. Si los terratenientes, las leyes y las ciencias están en su contra, habrá que acabar con los terratenientes, las leyes y las ciencias. Con el pelo rojo de una golfilla del arroyo prenderé fuego a toda la civilización moderna. Porque una niña debe tener el pelo largo, debe tener el pelo limpio. Porque debe tener el pelo limpio, no debe tener un hogar sucio; porque no debe tener un hogar sucio, debe tener una madre libre y disponible; porque debe tener una madre libre, no debe tener un terrateniente usurero; porque no debe haber un terrateniente usurero, debe haber una redistribución de la propiedad; porque debe haber una distribución de la propiedad, debe haber una revolución. La pequeña golfilla del pelo rojo, a la que acabo de ver pasar junto a mi casa, no debe ser afeitada, ni lisiada, ni alterada; su pelo no debe ser cortado como el de un convicto; todos los reinos de la tierra deben ser mutilados y destrozados para servirle a ella. Ella es la imagen humana y sagrada; a su alrededor la trama social debe oscilar, romperse y caer; los pilares de la sociedad vacilarán y los tejados más antiguos caerán, pero no habrá de dañarse un pelo de su cabeza.
[G. K. Chesterton, Lo que está mal en el mundo.
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kamas-corner · 5 days
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"Thorn entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra quiere eternamente ser piedra, y el tigre un tigre. Me quedaré en Borges, no en mí mismo (si soy alguien), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o en el laborioso toque de una viola. Hace años intenté deshacerme de ella y pasé de las mitologías del arbor a juegos con tiempo e infinito, pero estos juegos ahora son Borges y tendré que imaginar otras cosas. Así mi vida es una escapada y lo pierdo todo, todo es del olvido o del otro. "
-Jorge Luis Borges
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x-z-x · 2 years
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RUBÍ
→ Seth x Diosa!OC [Habibah]
✦ Sinopsis: Hathor genera su primer descendiente y Seth es el último en enterarse.
✦ Palabras: 5391
✦ Advertencias: Incesto / Smut + Asfixia erótica.
✦ ENNEAD es un manwha basado e inspirado en la mitología egipcia. Explicaré a los dos dioses más importantes para la historia, el resto no son relevantes y tómenlos como simples personajes si no los conocen.
Seth: Dios de la Guerra y Desiertos.
Hathor: Diosa del Amor y Belleza.
✦ Nota: Este oneshot lo publiqué en un blog viejo, así que pueden haberlo visto antes en Tumblr. ¡Ojalá les guste! Comentarios, likes y reblog son muy apreciados ♡
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—¿Qué le sucede a Hathor?
Los presentes voltearon y mala cara se posó en algunos al ver al nuevo integrante de la habitación, Seth enarcando una ceja y Sekhmet sonriendo en grande dispuesta a darle respuestas.
—Al parecer su hija está causando problemas —rió con malicia.
—¿Desde cuándo ella tiene descendientes? ¿Quién de ustedes fue? —preguntó ligeramente agresivo por la confusión.
—Ninguno —suspiró Maat con los brazos cruzados—. Hace tiempo tuvo una aventura y...
Seth hizo un sonido que señalaba su opinión de lo idiota que era por caer en preñez y pronto les observó con sospecha respecto a si aquello fue un secreto que por años guardaron solo de él.
—¿Qué hizo para que Hathor pasara corriendo por los pasillos entre sollozos?
—Nació con la belleza correspondiente a la posición y aspecto de su madre. Gusta de bailar y viaja con un grupo a distintas ciudades para dar espectáculos, pero su rostro está llamando bastante la atención —explicó Bastet.
—En serio, ¿el problema es que tiene muchos pretendientes? —burló con un bufido.
—Va más allá de eso, algunos son divinidades que están comenzando a pelear y generar caos —dijo Maat marcando la importancia del asunto—. Pedimos que Hathor pusiera orden y le exigiera que actuara correspondiente al título de diosa, pero…
—¿Diosa? ¿Su hija ascendió? —preguntó con menos simpatía.
—Es la Diosa de las Piedras Preciosas y Metales, todo lo que usamos fue confeccionado por ella —dijo Thoth mientras señalaba el increíble collar que lo decoraba.
Isis sonrió con burla y Seth desechó la situación como una pérdida de tiempo, enseguida abandonando el lugar y dirigiéndose a su templo. Al llegar, contrario a lo dicho, impuso que los sirvientes más fieles buscaran aquella chica que todos atraía, pero la información llegó varios meses después y para ese entonces cualquier interés había desaparecido.
Aún así, Hathor no dudó en enfrentarlo cuando se enteró que él sabía que su preciada hija vendría a la ciudad. Estaba nerviosa y alterada, y que el hombre la minimizara no ayudaba en lo absoluto.
—¡No te metas con mi bebé! ¡Yo me encargaré de los enamorados, eliminaré cada rastro de afecto y nada sucederá! —gruñó con el ceño fruncido.
—¿Recién ahora decides actuar? Batallas y varios conflictos se han dado por su culpa, y ese es mi territorio.
—¡Es la victima, no la responsabilices! Si le haces algo…
—¿Qué? —enarcó una ceja sonriendo desafiante—. ¿Acaso crees poder enfrentarme?
Hathor se puso bordó y la pupila de sus violáceos ojos se volvieron verticales, el aura que la rodeaba siendo sumamente amenazante.
—Haré hasta lo último para terminar contigo si te metes con ella, no importa si debo cambiar los sentimientos de cada ser viviente para que la protejan y vayan contra ti —aseguró con chispas surgiendo de la punta de sus dedos, acto seguido dando la vuelta y saliendo del salón.
—¿Desde cuándo se atreve a hablarme así? —sopesó molesto, las uñas de sus dedos golpeteando el trono que ocupaba.
Eligiendo ir sin importar qué, indicó que preparan ropa menos llamativa y que lo cubriera bien al su cabello rojo no pasar desapercibido. Se envolvió en lino y partió al anochecer a la zona indicada, donde frunció el ceño al ver la gran cantidad de gente que ya ocupaba la delantera.
—Señor, venga por aquí —avisó una joven con fina joyería y gran sonrisa.
—No me toques —gruñó cuando lo sostuvo del brazo.
—Por favor, tengo indicaciones de la interprete principal de llevarlo a primera fila —explicó sin perder la gracia.
Seth entrecerró los ojos y avanzó notando que varios mortales vestidos como ella organizaban a los espectadores. Mujeres y hombres le observaron pasar preguntando quién era para salvarse de quedar atrás, al frenar siendo dejado en un área con almohadones a pocos metros del escenario desmontable.
Con la bajada del sol antorchas fueron encendidas y los músicos se acomodaron en sus bancas mientras comentaban por lo bajo entre sí. Tomó un tiempo a que el espectáculo comenzara, un hombre dándoles la bienvenida antes de entregar la dirección de que empezara el sonido de tambores y demás instrumentos. Los primeros en salir fueron un grupo mixto que danzaba en parejas o pequeños conjuntos antes de romper formación para interactuar con el publico. Seth admiró la presentación pensando dónde encontraron tanta gente hermosa y talentosa, el publico riendo y aplaudiendo ante el buen ánimo que los artistas imponían.
Los minutos fluyeron en una actividad diferente para él, el acto final arribando y levantándose una tela en donde varias siluetas femeninas captaron la atención. Un ritmo diferente empezó y el paño fue soltado por los hombres que se sostenían en escaleras, nueve mujeres enseñando sus espaldas con una estando en la punta de la formación V. De a poco voltearon y finalmente apareció el rostro de la chica que fue a conocer, la boca de Seth quedando entreabierta en una expresión anonadada.
Con una sonrisa confiada y seductora de labios rojos como rubíes, la diosa levantó los parpados y enseñó irises de un purpura oscuro con largas pestañas heredadas de su madre. Dio lentos pasos mientras las demás femeninas se repartían en el escenario, en sincronía comenzando su coreografía con increíble actitud. Cristales y cuentas doradas se entrelazaban en el cabello y volaban cuando giraba, las decoraciones que vestía brillando tanto como ella mientras quitaba el aliento de cada presente.
Los rojos ojos de Seth siguieron cada movimiento y admiraron las curvas que se ondeaban pícaras, ella no fijándose en él hasta que se aproximó a la zona privilegiada. El baile ahora era libre y las personas de las anteriores actuaciones salieron a unirse a la diversión, la mujer agachándose con aire depredador y avanzando al borde del tablón con las manos y rodillas. La gente gritaba emocionada y ella no paró de mantener el contacto visual hasta que se elevó meneando despacio las caderas. Recorrió sus piernas, muslos, cintura y cuello en un espectáculo sumamente sensual, pronto dando media vuelta y llamando a uno de los hombres que danzaba cerca.
Euforia inundó ante lo que podía suceder, Seth apretando los dientes y observando casi sin pestañear como ella colocaba ambas manos en los hombros del masculino y comenzaba a rozarle. Él la sostuvo y la hizo girar conociendo sus intenciones, sin dudar yendo a tocar y acariciar el expuesto vientre mientras observaba al dios con sumo desafío. La llama del orgullo y la competencia se encendió en el pelirrojo, enseguida comprendiendo como era tan fácil que la gente peleara por ella cuando a ese punto, gracias al calor de las grandes antorchas y el baile, brillaba en leve sudor y poseía las mejillas sonrosadas como bellos granates.
—Te esperaré —indicó, el sonido no apreciándose entre la música y el bullicio.
Seth comprendió lo dicho por el movimiento de labios y observó como tiraba una pulsera a sus pies. Algunos se estiraron esperando tomarla, pero el chico la cubrió con una mano y los miró con tal severidad que retrocedieron.
Una vez que el evento terminó decidió esperar alguna señal, de golpe el accesorio comenzando a calentarse y enseñar cierta fuerza que lo impulsaba a seguir una dirección. Se dejó guiar entre un par de concurridas calles hasta doblar en un callejón, ahí la mujer aguardándolo contra una pared mientras se miraba las uñas.
—De todos los dioses, eras al que menos esperaba que viniera a verme.
—Supe de tu existencia hace poco, a diferencia del resto —explicó con cierta recriminación.
—Es entendible, según me dijeron tu ánimo es bastante volátil y agresivo —encogió los hombros como si no le importara demasiado—. ¿A que se debe la asistencia? —inclinó la cabeza acortando la distancia, pero pronto se vio incapacitada al arena envolver sus piernas.
—Como Dios de la Guerra y el Desierto, vengo a encargarme de los problemas que generas con tus conquistas.
Ella miró a un costado y rodó los ojos guardando silencio, a lo que Seth hizo un sonido con la garganta que la presionaba a hablar.
—¿Tienes algún lugar más privado?
Él lo consideró entrecerrando los ojos y pronto la tomó del brazo para hacerla desaparecer en un torbellino.
—Esto es… —dudó de seguir al ver lo que la rodeaba.
—Mi templo —terminó la frase mientras se despojaba del lino innecesario, el colorado cabello quedando libre y adornándole los hombros.
—Wow —exclamó mientras suavemente agarraba un mechón—. Podría crear tantas cosas bonitas para realzar el color, tan bello…
Seth la agarró de la muñeca en señal de advertencia, permitiendo que ella sonriera divertida y le lamiera la mano sin desviar la mirada.
—Cuidado o te cortaré la lengua.
Bufando, se liberó del agarre y le dio la espalda para dar elegantes trotes hacia las enormes escaleras que llevaban a la edificación principal. Las joyas e hilos de gemas que colgaban golpearon armoniosos en cada paso, de manera increíble brillando más que el oro cuando se acercaba a las antorchas.
—Es enorme, no me molestaría pasar algunas semanas aquí —rió traviesa mientras Seth la seguía a una buena distancia.
Los rojos ojos distinguían cada movimiento y admiraban todo lo que era, una necesidad de origen desconocido aumentando sin frenos desde que la divisó por primera vez.
—¿Acaso ofrecí que te quedaras?
—¿No quieres? Soy buena compañía —volteó para retroceder de espaldas—. ¿Sino por qué crees que quienes me conocen pelean por tenerme? —guiñó un ojo.
—Sexo.
—¿Si fuera solo eso por qué no se olvidan de mí una vez que me voy? ¿Qué los hace apegarse tanto? —aminoró la velocidad para quedar cerca—. Hoy mismo lo has visto, el publico se exalta con verme… Incluso tú.
Seth apretó los dientes en descontento y ella sacó la lengua en burla.
—¿Tienes el permiso de tu madre para relacionarte con dioses?
—Hace centenas de años que no necesito su aprobación —rió—. Hoy he hablado con ella y le dije que trataría de evitar generar caos. Quién sabe, tal vez pegarme al Dios de la Guerra sea la solución.
—Serás un dolor más que un placer.
La frase hizo que la femenina riera fuerte y luego fingiera una expresión de profunda reflexión.
—¿Tienes músicos? Tal vez un baile privado te cambie de opinión.
—Primero debemos resolver ciertas cuestiones —dijo indiferente, pero ella sabía bien que con un empujón caería—. ¿Cuál es tu nombre?
—Te lo diré dependiendo de lo que decidas luego de mi danza.
Él encajó la mandíbula detestando la ligereza con la que hablaba y el brillo malicioso de ambos ojos, la sonrisa permanente enervando sus nervios al lucir como si estuviera en control de la situación.
—¿Por qué vives como nómada haciendo espectáculos?
—Mortales o inmortales, cada ser nace con una familia a la cual puede apreciar como tal o no. Mi madre es una de las mejores cosas que me sucedieron y siempre estará en mi corazón, pero el resto realmente no importa mucho. Conocí gente de intereses compartidos y con quienes disfruto pasar los días, confían en mí y yo confío en ellos, así que los escogí —explicó con un nuevo aire rodeándola—. No abandonaré esa caravana, no cuando todos los que aprecio tienen fecha de caducidad.
—Tienes sentimientos poco propios de una divinidad.
—¿Qué es un dios sin humanidad? Si no entiendes a la gente que debes proteger, representar y servir, ¿cómo puedes ser un soberano empático y respetable? —preguntó con pura seriedad en los ojos—. Sé que nunca reinaré Egipto, pero eso no me hace indiferente a quienes me rezan.
—Por como hablas, no me surgen dudas de que eres cercana a Osiris e Isis.
—Bien pensado, ambos participaron mucho en mi crianza —cruzó los brazos poniendo peso en una cadera.
—Como sea —imitó su postura viéndola de arriba a abajo—. ¿Eres incapaz de ordenar a tus amantes que dejen de pelear por ti?
—La mayoría ni siquiera han podido tocarme un pelo, solo luchan por el mero deseo de querer hacerlo. He intervenido, pero quien realmente deberían ponerse a trabajar aquí es Nephthys y hacer que crezca la paz.
—No cuestiono aquello, deberían haber recurrido a ella desde un principio.
—Es tu hermana, si no actúa podrías pedírselo.
—¿Quién crees que soy? ¿Tú mensajero? —enarcó una ceja.
—Vaya —suspiró inclinando la cabeza—. ¿Entonces qué? ¿Nos acostamos y dejamos que el rumor corra para que los dioses se asusten?
—Realmente eres insistente ¿Tantos me deseas? —chasqueó la lengua para sonreír socarrón.
La pregunta arrancó una seca risa de la chica, quien se acercó.
—No voy a negar que eres sumamente atractivo, pero desde antes que asistieras al espectáculo sabía que ésta noche tenías ganas de pasarla bien. Si no me acompañas, iré a buscar quien me complazca.
Seth inspiró y le sostuvo la mirada, su corazón acelerándose y debiendo contenerse de desviar la vista por como parecía acercarlo al abismo.
—Creo que ofreciste bailar para cambiar mi opinión, ¿o no?
—Al fin pasamos a lo importante —dijo complacida retrocediendo un poco—. Guíame hacia tus músicos.
El masculino tomó la delantera y le hizo esperar mientras ingresaba a una habitación. Desde el exterior oyó como hombres y mujeres lo saludaban apurados, enseguida acatando sus ordenes y generando algunas notas accidentales en el proceso de trasladarse. Una considerable fila de personas salió y la observaron, ella sonriendo y apreciando acostumbrada como varios dejaban caer la mandíbula en sorpresa.
—¿Con qué se distraen? —preguntó Seth desde el fondo, su voz provocando que todos abandonaran la estupefacción y agitaran el paso.
—Si decides no tener sexo conmigo, me alegra saber que no tendré que buscar lejos.
Él le miró de reojo e inspiró profundo antes de lanzar el cabello hacia atrás.
—Vamos.
Caminaron con tranquilidad y el dios entró primero a una enorme habitación donde un inmenso colchón reposaba casi a nivel del suelo. Postes con enormes cortinas descansaban listas para tapar la cama del exterior, cuatro sirvientas prendiendo incienso y preparando alcohol antes de seguir cualquier otra instrucción.
—Suelten las telas laterales.
El pequeño grupo se apuró a cumplir y liberaron los nudos, solo dejando un sector descubierto.
—Interesante —comentó la diosa dando algunos pasos por el ambiente.
Los músicos llevaron sus instrumentos y se acomodaron donde los gruesos paños no podrían enseñarlos, la intención de solo observar a la invitada siendo clara.
—Preparate como desees —dijo Seth moviendo una mano de manera desinteresada antes de dirigirse a la cama y recostarse contra una gran montaña de almohadas.
Dos de las femeninas acercaron copas doradas llenas de vino, las cuales ambos aceptaron antes de que él ordenara que se fueran.
Bebió con tranquilidad y se acercó a los presentes para conversar el tipo de música que quería, ellos acatando cada palabra e intercambiando opiniones antes de llegar a un arreglo. Asintiendo en complicidad por solucionar aquel tema, se colocó a varios metros del lecho frente a donde estaba abierto.
—¿Listo?
—¿Tú lo estás? —enarcó una ceja mientras el incienso comenzaba a hacerse sentir.
Guiñando un ojo, tragó de una vez todo lo de su copa y luego la levantó en el aire. Ante la señal, los artistas comenzaron a tocar y ella le dio la espalda mientras mantenía el brazo extendido por sobre su cabeza.
Meciendo despacio las caderas de lado a lado, el oro que sostenía comenzó a derretirse y cambiar de forma. Chorreó por su brazo hasta formar una pequeña cabeza y luego un alargado cuerpo, la recién nacida serpiente enrollándose y bajando hasta posarse en el cuello. Poniendo ambas manos en tan sensible zona, de a poco giró y sonrió cerrando los ojos para permitir que el sonido la llevara a donde debía. Se acarició las clavículas y los hombros antes de extender los brazos, el ficticio animal moviéndose por su pecho y rodeándola, de pronto un sector del lino cayendo y revelando un seno.
Como si nada hubiera sucedido, ella continuó con lo que bien sabía hacer mientras el metal acariciaba y abrazaba cada parte en el proceso de descender. Sus decoradas muñecas y dedos rozaban la piel y creaban perfectos movimientos en al aire, varios de los presentes perdiéndose en los vaivenes hasta que contuvieron el aliento cuando la serpiente llegó a la prenda que escudaba la mayor intimidad.
Sin importarle nada, ella volteó y colocó ambas manos en la zona posterior de sus piernas para arrastrarlas hacia arriba y cuidadosamente levantar un poco del paño. La serpiente enrolló una de las palmas al muslo para que no pudiera quitarla, de esa forma aprovechando a meterse bajo la falda.
Un murmullo del lado izquierdo se escuchó y la femenina miró sobre el hombro para apreciar como Seth no despegaba la mirada, pero que una de sus cejas realizaba una contracción involuntaria al comentario que ella llegó a escuchar. Lanzó la cabeza hacia atrás y doblo el cuerpo hasta el punto de casi poder verlo, con los dedos libres acariciando desde el vientre hasta al seno libre y apretarlo.
La cola del animal fue soltándola de a poco y ella giró para enseñar como ésta salía por el frente y empezaba a subir, así arrastrando la tela hasta el borde de mostrar su entrepierna. De todos modos, no daría tal panorama e hizo que ligeramente cambiara de dirección y fuera de una forma donde no tirara de más. Giró sobre uno de sus pies reconociendo que pronto llegaría un fuerte golpe de tambor, en ese instante cayendo de rodillas con las manos extendidas y todo el cabello hacia delante.
De a poco fue irguiéndose y los músicos apreciaron los movimientos para acomodar el ritmo, al sentarse separando las piernas y sentándose entre ellas. Conectó miradas y sintió como el rojo de sus irises quemaba, provocando que sonriera antes de voltear el rostro y ver a una de las mujeres que antes llamó su atención. Era bonita y toda una tentación si Seth decidía dejarla ir, en menos de un segundo pensando qué decirle para seducirla hasta que la voz del dios resonó.
Todos salieron del trance y frenaron lo que hacían, los músicos juntando rápidamente los instrumentos para abandonar la habitación. En un par de minutos quedaron a solos y la femenina se acercó al pie de la cama, donde inclinó la cabeza viéndolo intrigada.
—¿No te gustó la presentación?
Seth inspiró profundo y bebió hasta la última gota de vino, de esa forma descartando la copa fuera de la cama con un fuerte sonido. Acomodó mejor su cuerpo y movió el dedo índice en una moción que decía que se acercara, ella sonriendo y dando unos pasos en la cama antes de ponerse en cuatro. Gateó hacia él hasta quedar encima, la serpiente irguiéndose curiosa y traspasándose al cuerpo del pelirrojo mientras se observaban en silencio.
—Fue irrespetuoso observar a otra persona cuando debías convencerme a mí.
—¿Por eso cortaste el baile? Solo analizaba la mejor opción si decidías pasar de tal increíble oportunidad —justificó antes de acercarse más y dejar ambos rostros a pocos centímetros—. ¿Cuál es tu respuesta?
Manteniendo silencio unos momentos, colocó la mano derecha en su cabeza para extinguir toda distancia. Ambos pares de labios se encontraron y no tardaron en enredarse, los del masculino sintiéndose increíblemente suaves entre el aroma del vino que bebieron.
—Cuando decidiste conocerme, ¿habías planeado ésto? —preguntó al separarse, él acariciándole la parte baja de la espalda.
—No, ni siquiera sabía quien eras.
—¿Entonces?
—Eres la primer descendiente de Hathor y ella celosamente te ocultaba de mí, solo fue curiosidad —respondió—. ¿Tú? ¿Por qué me diste la pulsera?
—¿No es obvio? Me atrajiste desde el momento en que te vi, definitivamente quería que compartiéramos cama.
Seth hizo una pequeña sonrisa de costado y tiró hacia atrás el cabello con las líneas de gemas entrelazadas, su mano cerrándose como una coleta en aquel brillante manojo.
—¿Cuál es tu nombre? —preguntó viéndola de una manera muy diferente, desde cerca su increíble aspecto deslumbrándolo muchísimo más.
Ella sonrió e inclinó la cabeza fijándose en una de las cortinas como si estuviera pensando si debía revelar tal información, pero terminó por voltear y besar la palma que reposaba en su mejilla.
—Habibah, significa “aquella que es amada” —confesó, con una sola mirada riendo en complicidad.
—Tu madre realmente sabía lo que hacía, porque es lo que todos parecen hacer cuando te conocen.
—¿Incluso el Dios de la Guerra y el Desierto?
—No soy como el resto, ¿crees poder lograr algo como eso? —dijo con un dejo de competencia, pero sonaba más como una invitación a continuar lo que empezaron.
Aceptando el reto y todo lo que implicada, lo besó introduciendo la lengua y Seth tensó el agarre para enseguida tomarla de la cintura. Acarició la caliente piel y luego empujó hacia abajo, de esa forma ambas entrepiernas encontrándose y ella logrando sentir la erección. Con ninguna duda empezó a mover las caderas y el masculino soltó un pequeño suspiro complacido, sus dedos aventurándose a sostenerla del trasero.
Habibah pasó una mano entre los mechones rojos y luego descendió, despacio recorriendo el pecho hasta centrarse en uno de los pezones. Seth apretó los dientes y deshizo el prendedor de la tela superior, pronto acariciando lo que hubiera a alcance y ordenando que se acostara.
Sin cuestionar ella movió algunas almohadas y descansó contra el mullido colchón, ahí viendo como la serpiente se enrollaba en el brazo del hombre en un perfecto y hermoso accesorio. Él apenas tomó conciencia del oro y se enfocó en regresar las atenciones, Habibah cerrando e inspirando profundo cuando arribó a sus senos con los labios. Le acarició hombros y espalda, apenas arañando mientras lo sentía arder como el desierto bajo el sol y se concentraba en consumir cada cosa que tocaba.
El incienso empezaba a hacer efecto y aligeraba sus mentes, el deseo abriéndose camino de forma intensa y provocando que se sostuvieran con fuerza y urgencia. Ambas caderas empezaron a buscarse de manera frenética hasta el punto de que jadeaban contra el otro en rotos besos, las piernas y brazos entrelazándose en una conexión sin inicio o fin.
Habibah filtró una mano entre ambos y buscó con gran necesidad la erección, a la cual atendió con hábiles movimientos hasta que levantó la tela que tapaba su intimidad. Seth puso distancia y se apoyó en las rodillas deshaciendo la escasa vestidura y dejándola a un lado antes de encargarse de ella. Completamente desnudos y con solo joyas decorándolos, la femenina se acomodó mejor mientras él la tomaba de las piernas y la arrastraba a arriba de sus muslos. El movimiento arrancó una pequeña risa de Habibah y él le miró con ansiosa oscuridad en el proceso de acariciarle la cara exterior de las piernas.
—Hazlo —animó ella rozándole el estómago con una mano.
Seth apretó el agarre dejando momentáneas marcas y la soltó para tomar su erección, con un solo movimiento ingresando la cabeza y luego empujando a buen ritmo hasta el fondo. Ambos gimieron y la femenina lanzó la cabeza hacia atrás con una gran sonrisa, su espalda separándose del colchón mientras tiraba de las sabanas.
—Si que estás húmeda —gruñó con los pómulos sonrosados en satisfacción.
—L-Lo dices como si fuera algo extraño, ¿acaso las mujeres no se excitan contigo?
Ella tembló en emoción y placer cuando una filosa mirada roja se filtró entre los cabellos fuego, con un intenso cosquilleo viéndolo divertida hasta que casi gritó cuando él comenzó a arremeter. Quedó sin aire y trató de recomponerse con un sonido de pura sorpresa, calor y placer expandiéndose como olas desde el centro a cada rincón de su cuerpo.
—No deberías competir con el Dios de la Guerra —dijo luciendo una expresión orgullosa.
—No me importa perder —respondió sincera, pero al mismo tiempo sabiendo que aquello solo encendería más la llama.
Seth entrecerró los ojos y enseguida recobró la compostura, con falsa calma poniendo ambas manos en el colchón y ella cerrando las piernas alrededor de él. Ondeó las caderas sintiendo el falo pesar y el masculino regresó a moverse con gran potencia luego de un filoso siseo, Habibah acercándolo desde la nuca para besarlo. Sintió la lengua ingresar y tembló por como tomaba el control, las embestidas siendo constantes con una resistencia propia de una persona que batalló incontables veces para defender Egipto.
Con ojos llorosos, admiró al hombre que se movía sobre ella y le corrió el pelo con ganas de verlo mejor, en ese instante notando los aros que se movían violentos al compás de su dueño.
—Te haré unos más lindos —dijo rozando la fina y rectangular placa de oro.
—¿Cómo puedes pensar en eso en medio del sexo?
—Tal vez deberías esforzarte —presionó, a los segundos sintiendo como el ambiente cambiaba.
La habitación cayó en silencio y la piel de Habibah se erizó al considerar que había cometido un error.
—Date la vuelta —ordenó mientras salía de ella, aunque no esperó a que se moviera y la agarró del brazo empezando a acomodarla.
—Ya lo hago —dijo apurada por la insistencia, al apoyarse en manos y rodillas notando que arena se filtraba por debajo de las cortinas—. ¿Qué…?
Cualquier duda desapareció al nuevamente perder la capacidad de respirar, Seth introduciéndose de golpe y sosteniéndola del cuello con una considerada fuerza. Quedó como pez fuera del agua e intentó agarrarle la muñeca, pero la arena hizo que dejara las manos pegadas a la cama.
—Tal actitud con alguien que ha nacido muchísimo antes que tú es muy inadecuado —gruñó con sus abdominales tensos, de a poco cambiando el ángulo para rozar el punto que la volvería loca—. Hablar menos y aprender te haría muy bien.
Involuntariamente los ojos de Habibah quedaron en blanco cuando él encontró el área más débil de su intimidad, las piernas queriendo ceder y no pudiendo caer gracias a la fuerza con que la agarraba.
—Se… th… —llamó mientras los músculos se sacudían de una forma nunca antes vivida.
—¿Hm? —preguntó dejando de cortar la circulación de sangre.
Algo de conciencia regresó a la femenina e intentó pedir un tiempo por como estaba reaccionando a las perfectas administraciones, pero, a propósito, Seth puso más empeñó y evitó que pudiera hablar.
Maldijo por dentro y dejó caer la cabeza, su humedad escurriéndose por los muslos y apenas manchando las sabanas. Él la agarró de las caderas para más estabilidad y la arena se enrolló en el cuello, el que picara solo acentuando el efecto del placer y la estrangulación. Cualquier grito y gemido quedó ahogado o salió cortado, algunos jadeos logrando abandonarla mientras él respiraba pesado y ocasionalmente gruñía en profunda satisfacción.
Tratando de tragar y adorando cuando le costó hacerlo, Habibah se concentró por un breve segundo y puso la serpiente en movimiento. Las caderas de Seth perdieron ritmo, y sobre el hombro ella miró como rápidamente la dorada criatura se sostenía firme alrededor de la garganta del pelirrojo.
—D-Dos… —trató de hablar, y a propósito él aflojó la arena—. Dos pueden jugar… este juego —sonrió orgullosa, aunque enseguida rodó los ojos y cayó apoyándose en ambos codos.
El masculino inspiró como pudo, el metal no cediendo ni un poco y aumentando sus propias sensaciones.
—Sabía que serías un dolor si t-te traía al templo —gruñó con el ceño fruncido.
Habibah trató de reír, pero un sonido extraño salió mientras apreciaba como el orgasmo empezaba a formarse.
—Pero tam… también te doy... placer —defendió, sus pulmones ardiendo un poco y forzando el oro para que sufriera lo mismo que ella.
Una queja desesperada y frustrada surgió del hombre, quien apreció como la constricción generaba que ondas eléctricas viajaran a la erección. Encajó la mandíbula y lanzó la cabeza hacia atrás, con nueva urgencia arremetiendo contra la chica para provocar el éxtasis que empezaba a asomarse como una explosión.
Ambos parecían haber perdido poder en sus conciencias y cuerpos mientras se movían, sumamente abrumados necesitando la liberación de todo el placer que los consumía. Estaban a punto de desmayarse, cada tanto permitiendo algo de tranquilidad a los cuellos antes de en segundos devolverlos a la privación.
Los espasmos de Habibah se intensificaron y logró expresar el clímax que abrió un nuevo mundo de goce, sus piernas temblando incontrolables entre sonidos lascivos al la humedad haber aumentado considerablemente con la liberación. Era excesivo y Seth no pudo soportar el ser apresado por aquellas paredes, tal reacción y estímulo llevándolo al límite y terminando dentro de la femenina. Tembló y gimió alto, con cierta dificultad dando las últimas estocadas hasta que la estimulación fue demasiada y frenó.
Tanto el metal como la arena se aflojaron y los dos respiraron acelerado y pesado, con los parpados bajos dejándose caer en el colchón apreciando la comodidad. Habibah estaba boca abajo y de a poco volteó a ver al hombre, que tenía un brazo cruzado en la frente mientras se estabilizaba. Lucía igual o más hermoso que antes, su perfecto perfil siendo de envidia con tan bello color de ojos y cabello a los cuales amaría resaltar con varias creaciones.
—Eso estuvo bien —suspiró la joven mientras levantaba los brazos y se estiraba.
Seth le observó y sin saberlo hizo lo mismo que ella, en silencio admirando la belleza que con un solo vistazo logró capturarlo. Conversaron un poco y decidieron que esa sería la única ronda que tendrían, aunque sus bocas no se salvaron de enredarse con algunos roces extras de las escurridizas manos. En algún punto cayeron dormidos y el sol estaba en lo alto cuando el chico entreabrió los ojos, muy somnoliento tomando conciencia de su alrededor bien pasados unos cuantos minutos. Esencias florales inundaron su nariz y no reconoció ninguna como algo que poseyera, en ese momento mirando a ambos costados y notando que no había presencia de Habibah. Arrugó el ceño y se sentó listo para levantarse y averiguar si tuvo el atrevimiento de dejarlo, pero entonces oyó un ruido en la habitación y cauteloso corrió las cortinas.
De espaldas a la ventana, la diosa se miraba en el espejo mientras aplicaba un tipo de aceite a su rostro. El cabello lo tenía mojado y tirado hacia atrás, el sol que entraba y la iluminaba dándole de lleno para exitosamente eliminar la humedad con rapidez. Se hallaba visiblemente concentrada y no tomó conciencia de que Seth despertó hasta que sus descalzos pies hicieron leve ruido en el suelo.
—Buenos días —sonrió mientras se pasaba perfume.
—Veo que encontraste los baños.
—Si, después del espectáculo y nuestro enredo necesitaba asearme.
—Aún tengo la pulsera que me lanzaste.
—Es tuya —dijo viendo el objeto—. Con ella, si algún día estás aburrido y me extrañas, podrás encontrarme donde sea que esté y repetir lo de anoche —guiñó un ojo con aire pícaro.
Seth chasqueó la lengua y miró el accesorio sintiendo como se le retorcía el estómago, las piedras brillando tanto como ella al sol.
—Lo tendré en cuenta.
—Aún así, deberás estar preparado para cuando mi madre te vea usando algo mío —advirtió mientras estiraba el cuello y veía las marcas que él provocó.
—No podrá hacer mucho —restó importancia poniendo una mano en su cadera—. ¿Te irás a la caravana?
—Si, debo avisar que estoy bien y lista para la presentación de ésta noche.
—¿Cuánto tiempo permanecerán en la ciudad?
—Hasta la próxima luna llena.
Guardaron silencio y él cruzó los brazos, por un momento mirando hacia la ventana y el claro cielo.
—Quédate.
—¿Cómo? —elevó ambas cejas admirando su cincelado rostro.
—Durante la noche no duermas en la caravana, ven aquí.
—¿Todos los días? —preguntó sorprendida.
Seth asintió y ella pestañeó consternada antes de asentir rápido.
—Me encantaría, gracias.
—Iré a bañarme, haz lo que desees en el templo.
—¿Los problemas están incluidos? —inquirió maliciosa, y él inclinó la cabeza.
—No.
—Pero…
—En caso contrario, te castigaré.
—De alguna forma aquello suena muy prometedor, tal vez deberías darme una lección —rió divertida y seductora.
—Recién me levanto —dijo en medio de un bostezo, el rezago de anoche aún notándose—. Nos vemos después.
—Por supuesto, te despediré antes de irme.
Viendo su espalda, Habibah abandonó cualquier fachada y sonrió astuta al saber a la perfección que el hombre estaba cayendo por ella. No era diferente a cualquier otro humano o divinidad, pero sin dudas Seth era quien realmente quería y al que le daría todo si terminaba rindiéndose a sus pies.
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mazeus2018 · 1 year
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El toque de una mano
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Hay una piedra preciosa que algunas veces llaman el ópalo de la simpatía.
Si viéramos uno de estos ópalos en el aparador de un joyero, preguntaríamos por qué estaba allí. Es opaco, sin lustre, y sin hermosura. Pero si lo colocamos por un instante en la mano, brillará exhibiendo todos los colores del arco iris. Necesita el calor de la mano humana para poder lucir su hermosura.
En el mundo hay muchas vidas que son sombrías, sin hermosura y sin cariño que están esperando el toque de una mano amiga y la simpatía de un corazón humano; esperan que las comuniquemos con aquel que puede transformarlas hasta que brillen cual joyas en su corona eterna.
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blacksvans · 1 month
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Nombre: Noe YoungDae
Edad: 21 años
Cumpleaños/signo: 5 de agosto del 2002 / leo
Raza: Humana
Estatus: Alfa
Ocupación: Príncipe del Reino de la Aventurina Negra
Palabras clave: Orgulloso, imprudente, vengativo, arrogante.
Faceclaim: Huening Kai (txt)
Su apellido es "Noe" significando trueno y su nombre proviene de "Young" que significa sombra y "Dae" es que significa grande, basto.
Youngdae tiene el poder de la electricidad, básicamente del fenómeno meteorológico de los rayos y el trueno. Puede conducir su poder prácticamente por cualquier tipo de superficie y su cuerpo en sí, funciona como un canalizador sin freírse en el proceso, lanzándolo por medio de la punta de sus dedos y con entrenamiento, ha desarrollado habilidades de combate cuerpo a cuerpo o a distancia superiores al resto.
Es príncipe del Reino de la Aventurina Negra, una piedra preciosa que parece una noche estrellada. Su poder es más fuerte durante las noches, gracias a ello se creó la Armada de las Sombras Negra, llena de miembros con grandes habilidades de espías y sicarios silenciosos, gracias a ello su padre se creyó fuerte cuando la guerra empezó.
A pesar de ser aliados, el Reino de la Aventurina Negra no dudó en declararse enemigo del Reino del Cinabrio cuando el golpe de Estado llegó, marcándose como neutral con el Reino del Zafiro y deslindándose de cualquier tipo de ayuda que pudiesen estos pedir o en su caso, ellos necesitar. Su padre tenía la ambición de conquistar el Reino del Cinabrio desde que el cruel y tirano rey estaba a la cabeza, creyendo que Junseong era más débil que el anciano anterior, no obstante, prontamente y luego de meses de pelea, el Reino de la Aventurina Negra fue casi completamente consumido por la furia del fuego, todos los miembros de las Sombras Negras fueron aniquilados y fosilizados debajo del toque macabro de la lava y su padre murió de forma lenta y dolorosa para derrocar su reino completamente.
Youngdae creyó que moriría en manos de quien fuese su amigo, puesto que el joven General de la Aventurina manejó el ejercito entero, tanto el visible como el invisible, pero su inexperiencia o bien su falta de poder, le llevó a caer debajo de las garras el Emperador Junseong. No obstante, fue el mismo dragón quien le ofreció dejar lo que restaba de su reino en paz, inclusive ayudarlo a reconstruirlo, si es que prestaba sus habilidades y las de su ejercito de las Sombras Negras para conseguir extender su reina del terror a otros reinos, Youngdae aceptó de inmediato.
El Reino de la Aventurina Negra fue casi destruido hasta sus cimientos, de hecho, existe un agujero parecido al cráter de un volcán que consumió el 50 % del reino reduciéndolo a habitar lo restante, lo que fue una vez un reino prospero y donde Youngdae ahora podría convertirse en rey, prácticamente pasó a ser una base militar del Reino del Cinabrio, aunque tienen autonomía y el gobernante actual sigue siendo él. Hay cierta espina clavada en su persona con este tema, que, aunque jura no odiar a Junseong, a veces no tiene muy claros sus sentimientos y motivaciones de seguirlo como su perro guardián y la daga que oculta debajo de su almohada.
Youngdae conoce a Junseong y Minjun desde que eran pequeños, al ser de reinos que compartían ideologías similares como superioridad de raza, poderes fuertes, ideología de conquista. A pesar de sus tres personalidades problemáticas, parecieron encajar bien entre ellos. Su relación se tambaleó con la guerra, pero en la actualidad los tres reinos siguen teniendo relación “amistosa” ahora que el nuevo Rey del Cinabrio sigue conquistando otros pobres diablos.
Ha ayudado a Junseong a conquistar infinidad de reinos, destruir tierras enteras arrasadas por el fuego y la electricidad, no porque esté completamente de acuerdo con sus ideas o porque sea parte de su trato, sino porque en el fondo es una persona sádica y llena de odio contra los débiles, contra aquellos que no pueden defenderse. Es una analogía a su yo más joven, a aquel General que no pudo defender su tierra y cayó en desgracia, proyectándose en ello y consiguiendo dolor y destrucción por donde sea que pase él y su Armada de las Sombras Negras.
Le gusta torturar a soldados enemigos, siendo bastante bestial en el campo de batalla y prefiriendo acabar lentamente con ellos, como un gato que juega con el ratón antes de matarlo y pasar a ignorarlo porque ha dejado de ser divertido. Es diferente al juego de la Guardia de Diamante, que son más clínicos y son soldados de más valores y ética.
Tiene una quemadura gracias a Junseong en el costillar izquierdo, es un recordatorio, una marca como de un ganado.
Él encuentra las razas diferentes a la humana, “exóticas”. Es fetichista y no es que las respete, simplemente las desea objetivar y consumir como un producto, aunque sean personas de carne y hueso, con sentimientos. Por ende, muchos de sus compañeros sexuales han sido tomados en el campo de batalla como esclavos o en burdeles aledaños, personas que solo quieren sobrevivir. Por ello, encuentra al General Seoja y su hermana Sayuri, dos piezas hermosas que respeta solo porque están bajo el cuidado de Minjun.
Youngdae logró reconquistar los Reino del Onix y el Reino del Azabache, quienes fueron colonias suyas antes de la guerra.
Su esencia es cacao tostado y grano de café.
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raquel-lopez · 2 years
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Sé lo más GRANDE que puedas SER, porque acordamos un día que marcaríamos la diferencia, en SER NUESTRA MEJOR VERSIÓN. Y aquí estamos con tantas batallas a nuestras espaldas... por eso, TU FORTALEZA ESTÁ EN LAS PIEDRAS DEL CAMINO, QUE DEJASTE ATRÁS Y QUE NUNCA OLVIDARÁS, PORQUE TE DOLIÓ...NOS DOLIÓ Y MUCHO. Por eso, todo lo que hagas AQUÍ, que sea para SOBRESALIR y Ser cada día MEJOR. Todo lo que toques conviértelo en lo MÁXIMO que jamás nadie, podrá hacer. SACA TU POTENCIAL! PORQUE ERES ÚNICO! CÓMO TÚ NADIE! PORQUE RECUERDA: QUE SOMOS CONCIENCIA ENCARNADA EN POLVO DE ESTRELLAS ... Y ESTÁS AQUÍ Y AHORA, EN ESTE MOMENTO TAN TRASCENDENTAL! TE HONRO, TE FELICITO, TE AMO, PORQUE TÚ Y YO SOMOS IGUALES, SOMOS LO MISMO, SENTIMOS IGUAL, SOMOS UNO, HERMANO DE MI ALMA, BENDITO SEAS POR SIEMPRE EN LA ETERNIDAD.
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Be the GREATEST you can BE, because we agreed one day that we would make a difference, in BEING OUR BEST VERSION. And here we are with so many battles behind us... that's why YOUR STRENGTH IS IN THE STONES ON THE ROAD, WHICH YOU LEFT BEHIND AND WHICH YOU WILL NEVER FORGET, BECAUSE IT HURTS YOU... IT HURTS A LOT. Therefore, everything you do HERE, that is to STAND OUT and be BETTER every day. Turn everything you touch into the MAXIMUM thing that anyone will ever be able to do. UNLEASH YOUR POTENTIAL! BECAUSE YOU ARE UNIQUE! NO ONE LIKE YOU! BECAUSE REMEMBER: THAT WE ARE CONSCIOUSNESS INCARNATE IN STAR DUST... AND YOU ARE HERE AND NOW, AT THIS INCREDIBLE MOMENT! I HONOR YOU, I CONGRATULATE YOU, I LOVE YOU, BECAUSE YOU AND I ARE THE SAME, WE ARE THE SAME, WE FEEL THE SAME, WE ARE ONE, BROTHER OF MY SOUL, BLESSED BE YOU FOREVER IN ETERNITY.
Text:Raquel Lopez @dulces-mimos
Video:Reema
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clakistan · 2 months
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Aguas vivas (PARTE 1)
El islote se alzaba como una gigantesca y deforme columna de piedra cuyos bordes eran acariciados por la espuma de las olas. En algunos puntos aparecían verdes salpicaduras de hierba, o blancos puntos florales, pero nada mayor que eso. Las gaviotas se reunían en su cresta y desde allí lanzaba desesperados trinos antes de lanzarse a volar sobre la superficie de las aguas en búsqueda de peces.
Entre las blancas explosiones, sorteando las filosas rocas en las que yacían varios naufragios, podía advertirse el extremo de un boquete. La mayor parte de este se encontraba sumergida. Algo nadó con la corriente y se filtró por la abertura para adentrase en una enorme caverna. Tenía forma de cono, con una pequeña isla en el centro rodeada por aguas repletas de peces y tiburones cuyas negras siluetas se veían a través de la superficie.
De las altas paredes brotaban balcones de piedra ocupados por objetos diversos: el cráneo de una ballena, un barco casi intacto, cofres repletos de ostentosos tesoros que resplandecían bajo la luz que se filtraba por los agujeros que hacían de ventanas. Velas de barcos con diferentes dibujos y colores colgaban como tapices, cañones y balas, redes de pesca, el caparazón de una tortuga tan grande como un barco. La pieza más tétrica de todas, las fauces de un tiburón capaz de devorar a dicha tortuga.
Una columna de agua se elevó como lanzada por la ira de un volcán y quedó suspendida por varios segundos cerca de la islita. Fue ganando forma, se dividió en un torso, dos brazos y una cabeza. El agua perdió su apariencia liquida hasta convertirse en una especie de gelatina temblorosa. Su aspecto turbio le dio lugar a uno más sereno hasta tal punto que se volvió casi transparente. Manchas de colores empezaron a brotar en su superficie y se extendieron sobre ella a la vez que ganaba más y más  densidad. El agua dejó de serlo y en su lugar se convirtió en piel, cabello y escamas.
La parte humana era la de una joven de cabello rubio con corte bob enmarcando un rostro de mentón delicado. Grandes ojos tan grises y relucientes que parecían plata pulida y cejas delgadas que le daban a su rostro un toque de elegancia. Desde su cuello gruesas escamas de un violeta oscuro formaban un vestido sin mangas que corría hasta el agua para perderse en esta. Podía vérselo enroscado bajo el agua de la cueva en una larga cola. Su extremo asomaba del otro lado de la islita, como dos largas y ovaladas aletas caudales transparentes como el cristal.
A lo largo de su cola brotaban otras aletas similares a las de un pez betta, del mismo color que el vestido pero rojas en las puntas. Se mecían en el agua como los pliegues de un vestido. Más surgían de su espalda, y otras más pequeñas iban de los hombros hasta los codos. Sin embargo estas últimas eran casi transparente y daban la impresión de ser un chal tan delgado que flotaba a su alrededor en la brisa que entraba por las ventanas. 
De ente todos sus rasgos, sin embargo, el más asombroso era su tamaño. La mitad humana parecía ser de unos quince metros. Su cola superaba los treinta y alrededor de ella nadaban tiburones de cuerpos plateados y cabezas monstruosas. Los escualos no se atrevían a atacarla, pero tampoco mostraban temor por su presencia. De la misma manera, para ella no eran más que otros habitantes de las profundidades. Lo que tenía entre sus manos, en cambio, si era objeto de toda su atención y fascinación.
Una extraña criatura como nunca había visto en toda su vida en el mar dormía entre sus dedos. Era similar a ella con la notable diferencia de que no tenía cola, sino dos largas cosas que no supo nombrar. Su piel estaba tostada por el sol, y su cabello era de un castaño tan claro que rosaba lo anaranjado. Usaba las mismas ropas que en ocasiones había visto entre los naufragios. Recordó los esqueletos que en más de una ocasión había descubierto en lo profundo, entre los restos de los barcos.  “¿Qué pez más extraño?”, había pensado al principio, pero pronto unió los puntos y entendió que así deberían verse los esqueletos si conservaran la carne. Por lo tanto, aquello que tenía en sus manos era un humano, un morador de la Frontera Seca. Una de leyendas, culpable en el pasado de realizar los actos más terribles junto con las maravillas más surrealistas.
Lo había encontrado antes del amanecer, cuando nadaba sobre las olas bajo aquella oscuridad pálida que precede la salida del astro. Un repentino fulgor llamó su atención y al dirigirse hacia éste, se topó con un navío que era consumido por las llamas a gran velocidad a la vez que se hundía. Era una pena, el fuego destruía todo y no dejaba nada que pudiera agregar a su colección. Ya iba a retirarse cuando vio el pequeño bote que se alejaba con lentitud de aquella destrucción.
Lo alcanzó con un par de aleteos y se alzó sobre este para ver su contenido. Fue ahí que se topó con la criatura. Inconsciente, pero a simple vista intacta. Nunca había llevado algo vivo a su caverna, pero aquella era toda una novedad. La envolvió con cuidado entre sus manos antes de lanzarse al agua de espaldas, levantando grandes olas. Fue ahí que se convirtió en agua para viajar más rápido y mantener segura su nueva adquisición. Esta se encontraba a salvo dentro de una burbuja hecha con el aire que había dentro del cuerpo de la giganta.
Lo depositó en el lugar de honor de su caverna. La islita que se elevaba a unos cinco metros del agua. A orillas de esta se alzaban árboles de coral de numerosas y delgadas ramas; sus raíces se derramaban hasta caer al agua formando una jungla espesa y colorida que funcionaba como santuario para los pequeños peces. El centro se hallaba ocupado por una almeja gigantesca, abierta y exhibiendo su carne rojiza. Sobre esta depositó a la criatura, aquella sería una cama suave y más importante segura, pues el animal estaba muerto. Solo evitaba la descomposición gracias a un ungüento que ella le había aplicado el día que la agregó a su colección. La perla aguardaba en uno de los balcones, le gustaba jugar con ella entre sus dedos cuando se sentía tensa o necesitaba meditar sobre algún asunto.
Lo mejor hubiera sido dejar descansar a la criatura, pero su curiosidad pudo más que ella. No conocía tierra firme, pero sabía que ese ser provenía de ahí. Por eso su primera indagación fue acerca de los apéndices que debían servirle a la criatura para desplazarse en tierra. Tomó con delicadeza cada extremo de estos y los manipuló con delicadeza. A los lados la movilidad era limitada, pero al llevarlos hacia adelante se encontró con que eran mucho más flexibles.
—Así ¿O así? No, así.
Empezó a realizar movimientos cada vez más rápidos, fascinada por la forma de desplazarse que esa criatura tenía. Desde luego, era un avance demasiado hipotético y necesitaría una prueba real de lo que podía hacer. De momento solo podía decir que no avanzaba de lado como los cangrejos a pesar de que sus apéndices eran los más parecidos que conocía. Tanta era su curiosidad que olvidó la fragilidad de ese cuerpecito, sacudiéndolo en una especie de juego descabellado e impredecible.  Si hubiera ejercido un poco más de presión, los pies se habrían convertido en manchas rojas sobre las yemas de sus dedos. Tampoco se percató de que el repentino ajetreo estaba reanimando a la criatura.
Él despertó, se estremeció y alzó la vista al cielo por reflejo. Sus ojos entrecerrados no tardaron en abrirse. Una expresión de terror se dibujó en su rostro mientras lanzaba unos gritos que le indicaron a ella que lo había despertado.
—¡Oh, no! ¿Lo habré lastimado?
Dijo al tiempo que soltaba las piernas y contemplaba al humano con preocupación. Este se incorporó a medias y empezó a arrastrase sobre su espalda en un intento de alejarse de ella. Cuando empezó a flexionar las rodillas para poder usar las piernas es ese maltrecho avance, ella alzó sus cejas sorprendida y lanzó su enorme rostro sobre él. 
—No esperaba que fuera así como te desplazabas.
Tener ese rostro tan cerca de repente era malo de por sí, pero ver los movimientos de su boca cuando hablaba fue peor. Vio los dientes los poderosos dientes que eran capaces de destrozar su pequeño cuerpo y recordó de inmediato las historias de los viejos marinos sobre las aguas vivas. Si querían comerte y lograban atraparte ya no había nada que hacer salvo pedir la muerte menos dolorosa.
Las lágrimas se derramaron por sus ojos para recorrer sus mejillas pálidas mientras maldecía el momento en que decidió convertirse en grumete. Aquella era una salida rápida a la vida de vagabundo. Entregarse a un orfanato con su edad y en aquellos tiempos significaba ser comprado por alguna compañía que necesitara mano de obra barata para las minas. El mar le ofrecía una alternativa y un futuro en el que no terminaría con los pulmones llenos de polvo tóxico. Las posibilidades de encontrarse con un agua viva no eran muchas dentro de las rutas comunes. Pero una tormenta los había llevado más allá de la seguridad del territorio.
Un dedo de la criatura se colocó junto a su mejilla recogiendo varias lágrimas. Ella las acercó a uno de sus ojos y las examinó con cuidado. Él aprovechó el descuido para mirar rápidamente a su alrededor buscando una ruta de escape. Pronto comprendió su realidad.
—No creí que estuvieras hecho de agua.
— ¡¿Por qué nací con esta suerte?!
Su grito desesperado la hizo formar un círculo casi perfecto con la boca.
— ¿Puedes hablar? ¿Entiendes lo que te digo?
— Si va a comerme hazlo de una vez y deja de jugar así conmigo. Solo te pido que no me devores vivo.
Se dejó caer en la islita y cerró los ojos con fuerza para no ver lo que sucedería. Había decidido entregarse a su destino sin oponer más resistencia.
— No te pido mucho. A cambio de ese poco de misericordia puedes darte un festín con mi carne, criatura.
Sintió unos dedos que lo tomaban por el hombro de su camisa y lo alzaban por los aires. Allí, suspendido solo por los caprichos de un ser tan terrible como aquel, se dio cuenta de lo pequeños que eran todos los humanos de Avarquia. Las aguas vivas no podían ser seres comunes, tal vez aquellos cultos del este tenían razón y ser devorado por ellas solo era una forma de trascender a otro estado de la materia. Ser asimilado y convertido en una parte más de una multitud de consciencias que recorrían los océanos de su mundo sin temor a nada. Ningún peregrino había regresado de sus barcos rituales para corroborarlo.
— ¿Quieres ser devorado?
Abrió los ojos y contempló el rostro que lo observaba con calma, ligeramente de lado y con la sombra de una sonrisa.
— ¿Por qué querrías eso?
— Es lo que vas a hacer. Lo sé. Es lo que ustedes hacen.
— Yo no…
Hubo una ebullición en la cueva tan repentina que forzó a la giganta a voltear en su dirección. Supo lo que estaba pasando y por reflejo cerró su mano alrededor del humano. Lo sintió estremecerse entre sus dedos pese a que no uso demasiada fuerza. La pobre cosita debía estar muerta de miedo y podía imaginarse la razón. Por desgracia no tenía tiempo de esconderlo en los balcones, estaría más seguro cerca de ella. Acercó al hombro izquierdo el puño del que sobresalía su cabecita y le habló con la mayor clama que pudo.
— No digas nada. Te mantendré a salvo. Y tienes mi palabra de que no voy a comerte. Nunca lo haría.
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magneticovitalblog · 8 months
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"Las Sombras del pasado"
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En las sombras del pasado, en silente calma, yacen recuerdos que el tiempo no desarma, huellas profundas, marcadas en el alma, historias vividas que aún encuentran su trama.
En el telar del ayer, tejimos sueños dorados, pero también enfrentamos días nublados, cicatrices y heridas en lo más profundo, pero aún así, emergimos con el mundo.
Las sombras del pasado, como un eco persistente, nos hablan de momentos, de luchas y coraje, nos muestran que somos más fuertes de lo que parece, que la resiliencia es nuestro mayor equipaje.
Las cicatrices son símbolos de batallas ganadas, de lecciones aprendidas en noches estrelladas, caminamos con orgullo, con pasos decididos, porque el pasado nos forja, nos hace resilientes.
Las sombras del pasado no nos hacen prisioneros, sino que nos dan alas, somos verdaderos guerreros, cada desafío, cada obstáculo superado, nos ha convertido en lo que somos, en el presente anhelado.
Así, en la penumbra de la historia vivida, encontramos la fuerza para seguir la vida, las sombras del pasado, con su toque de nostalgia, nos recuerdan que somos la luz en nuestra propia biografía.
En las sombras del pasado, hallamos la razón, para buscar la luz en cada nueva estación, cada amanecer es una oportunidad dorada, para dejar atrás las penas, seguir la jornada.
Los errores cometidos, los fracasos vividos, son piedras en el camino que nos han dirigido, hacia la fortaleza que llevamos adentro, un tesoro oculto, un poder siempre sincero.
Los recuerdos dolorosos, como hojas en el viento, nos enseñan que el sufrimiento es solo un aliento, un impulso para crecer, evolucionar, y descubrir en nosotros la capacidad de amar.
Así, en las sombras del pasado, hallamos el arte, de transformar las penas en una nueva parte, de nuestra historia, una lección valiosa, que nos guía con firmeza hacia la senda hermosa.
La resiliencia florece como una flor en la tormenta, nos muestra que el alma humana es resistente, y en cada página escrita en el libro de la vida, las sombras del pasado son la luz compartida.
Así avanzamos, con la esperanza como guía, en este viaje que es la vida, día a día, las sombras del pasado, un recordatorio fiel, de que somos capaces de sanar y renacer en nuevo papel.en otro guion protagonista de una novela quizas nunca acabada,pero si soñada.
En el lienzo del tiempo, somos autores y artistas, tejiendo historias con momentos que resisten, las sombras del pasado, aunque a veces duelen, nos muestran que en el corazón humano, la fuerza siempre prevalece.
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Lan: 12. 13. 6.
ya contesté la 13 así que voy con las otras dos<3
12. How do they show affection to someone they love?
Voy a hablarlo a través de lenguajes del amor porque creo que es la forma más directa de hacerlo y a la vez la que más me permite conectar con la pregunta.
Para Lan, no había demostración de amor más grande que pasar tiempo con sus seres queridos. Salir de su cueva y permitir que le mostraran, en el caso de Bowie, esa colmena de hormigas que encontró debajo de una piedra o, en el caso de Ottorvio, sentarse frente a él a escuchar sus chistes por más de cinco minutos. Junto a esto, y como se puede ver en En la sangre, mi tema no terminado (sobs) con Auspicia, otro elemento era compartir sus gustos personales con una persona.
Por ejemplo, en mi ficha y otros lugares se hace mención al olor favorito de Bowie: naranja y canela, pero también está esparramado por ahí que el pequeño no tenía muchos gustos. Ni amigos. Ni nada. Fue Lanraen quien hizo que le gustara, después de una larga tarde probando olores y demases. Tenía los sentidos muy sensibles, por lo que fue un proceso demoroso y un tanto tortuoso, pero eventualmente lo lograron y se hicieron más cercanos gracias a eso.
Esto se hizo complicado una vez su relación con Thomas se convirtió en su mundo, y aún más cuando se convirtió en Estrellanegra, pero todavía queda algo de él: dar regalos, con dos ejemplos importantes. El primero, que fue el que introdujo este concepto, fueron los guantes celestes que le compró a Valeska, y luego su intento de legarle el hechizo que pasó cinco años creando a Ghaller y Erynn. Desafortunadamente, esto es todo o que existe hasta ahora.
6. What do they smell like?
Voy a tratarlo como si fuera un perfume y hablar de su pirámide olfativa.
Notas de salida: musgo, un ligero toque de humedad de río, como el de las piedras mojadas cuando las sacas del agua. Tiene un par de escondites esparcidos por Kaelkoth que son bastante secos, pero pasa la mayoría del tiempo afuera, por lo que huele mucho a tierra, viento y al camino. Un poco a sudor, no demasiado, porque usa hechizos que regulan su temperatura corporal desde que aprendió a usar magia.
Notas corazón: Cuando pasas más tiempo y compartes mayor intimidad con él, sigue habiendo ese aroma terroso de arriba, pero más seductor. Pasa a ser uno más como de avellana que de tierra, y se mantiene el musgo. Es en este nivel que entran la vainilla y la rosa. La primera de estas tres desaparece rápido, y la reemplazan notas de tabaco. No de tabaco ya encendido, hecho combustión para fumar. Nunca apesta a cigarro; tiene ese olor dulzón, embriagante de las hojas secas de tabaco antes de que incluso sea enrolado.
Notas base: Aquí llegamos a su olor "real", el que notas después de varias noches junto a él. Huele a cera aromatizada con flores, a tabaco, a papel viejo de libros leídos una y otra vez. Hay olores a leña y, en eso, tiene tintes ahumados. Son olores fuertes, embriagantes. El último que notas es el de la amapola.
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profesor-javaloyes · 2 months
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En mi “molesta” opinión.- Perdonen que insista.
“Soy marica, puedo hacer lo que quiera” (escuchado en una conversación el mes pasado en un restaurante de Santa Cruz de Tenerife)
La lección de hoy queridos niños se construye en modo de homenaje ponderado a estos/as/es héroes de la lucha “por la igualdad, la libertad, el anticapitalismo, el ecologismo y contra la islamofobia, el sionismo y  la entidad sionista genocida (Israel)” que “ha utilizado al colectivo LGTBIQA+ y de las mujeres frente al mundo árabe e islámico, todo ello desde “una perspectiva” Transfeminista “construyendo movimientos de solidaridad con Palestina para frenar a la extrema derecha enfrentándonos a esos discursos y prácticas racistas y misóginas que niegan nuestros deseos, nuestras identidades y nuestros cuerpos”.
Ya lo ven pequeñas criaturas, héroes, sí héroes que se enfrenta valerosamente no desde Gaza,  o Beirut en donde mandan los piadosos ayatolás de la República Islámica de Irán (Hamas y Hezbolá mediante) y porque si tomamos por ejemplo el Artículo 104 del Código Penal de Irán: “Lapidación  por homosexualidad - <Las piedras deben ser como las palma de la mano, no demasiado grandes para causar la muerte muy rápido y así prolongar el sufrimiento, ni tan pequeñas que no sean consideradas piedras>” sería muy sencillo y nada heroico y efectivo. No, ellos eligen para esa lucha hacerlo - con grave riesgo para sus vidas y libertad - desde las profundas entrañas de la monstruosa bestia de nombre democracia liberal, el demoníaco capitalismo desarrollado y esa aterradora hidra con centenares de cabezas llamado Estado de las libertades. Horrible dictadura ésta en donde pueden manifestarse libremente (incluso en contra de la misma democracia), tomar la calle con cientos de miles de personas para celebrar el Día del Orgullo LGTBIQA+ y que por cierto, el que se celebra en Tel-Aviv - Israel es el más numeroso, libre, diverso y popular del mundo. Regímenes represores que han implantado leyes en contra de discursos de odio y discriminación que les afecten a estos mártires, en donde  pueden gestionar su identidad de género apoyados por una ley que les permite percibirse (y obligar a los demás a percibirlos) como hombres, mujeres, no binarios, media y media, cuarto y mitad o buitre leonado por la mañana y lirón careto por la noche. Represoras democracias liberales que colocan la bandera del arco iris junto a la nacional, autónoma, regional o de la ciudad  que toque, contraviniendo en muchos casos la Ley en la que el Tribunal Supremo ha establecido en una sentencia firme que sólo las banderas oficiales deben ondear en los edificios de las administraciones públicas españolas.
Mientras tanto “Feliz Ramadán” con luces y mensajes oficiales en todo occidente. ¿Han visto algo similar sobre la Navidad, al año nuevo hindú o chino en alguna nación en donde impere el islam?. Las fiestas judías ni pensarlas porque son anatema. Se han podido ver en estos pasados días grandes grupos de musulmanes que han tomado el centro de Londres o Time Square en Nueva York para sus rezos. Intenten queridos, queridas y querides a rezar un rosario en las calles de Riad (en donde está prohibida la construcción de iglesias cristianas), Kabul o Islamabad. ¡Claro que no!, eso no es luchar por la libertad, la diversidad y la igualdad de las personas ante la ley. Eso para ustedes es… provocación.
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franleotta · 2 days
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Azuquita
Hoy es día patrio y en la patria de hoy día el presidente cantó gritando en el Luna Park y dice que si la gente no llegara a fin de mes, se morirían.
Me sale la insulina alta en sangre como desde hace 2 años pero no puedo dejar de comer mal. Como sano un día y al siguiente me descontrolo. También tengo el colesterol para la mierda y los triglicéridos para el carajo. No he mejorado nada. La endocrinóloga me va a mandar a matar o algo para ahorrarme el futuro. No quiero tener diabetes pero tampoco sé cómo dejar de comer tan emocional cuando busco dopamina. Igual sí hay cambios, solo que muy graduales, trabajé la digestión en constelaciones y eso.
Sábado es el día que toca hoy y además me desperté al mediodía, o cerca ni idea. Mumi me ronroneaba en la cara y me lamía con su aliento a basura rica. India dormía enroscada sobre la almohada de al lado, pegada al colchón sobre la base de madera de la cama, con su abrigo polar de invierno. La noto envejecida en el último tiempo. Los gatos envejecen así, de prepo, bruscamente. Pero yo sé que India va a estar conmigo unos cuantos años más, lo sé, lo siento dentro.
Chiara me tocó la puerta para preguntarme si quería almorzar con ella. No tenemos mucho en la heladera, todo lo que compramos se acaba rápido aunque apenas hagamos una comida al día. Las verduras están carísimas (mil pesos una lechuga). Cocinar para 3 es caro. No sé cómo hacen las familias de 5 o más.
Resaca de porro fuerte encima igual me arrastré para lavarme la cara. La casa estaba dada vuelta: durante la semana no hago tiempo de limpiar y ordenar, apenas termino de trabajar caigo muerto de cansancio con el cerebro frito y solo quiero no pensar ni accionar por horas. Esa es la gran conquista del capitalismo, que no te queden fuerzas para nada más que no sea el sistema productivo de la repetición. Yo sé que hay salida pero no tengo el mismo nivel de energía que otras personas para luchar por los sueños. Sueño mucho y me canso rápido.
Cuando me senté a comer, sentí agradecimiento y pedazos de mi alma volvieron a mi cuerpo en forma de sabores. No te preocupes, me dijo Chiara, cuando terminamos de comer limpiamos. Vos te encargás de la cocina, me indicó, yo de acá y del baño, señaló los pisos mugrientos y sonrió. 
Mi hermana me conoce hace 24 años y sabe cómo calmarme, qué decirme y cómo ayudarme, en todo momento. Es perceptiva, inteligente y empática. Y además, aprendimos a entendernos sin criticarnos. Yo la respeto en su totalidad universal, y ella a mí. No somos iguales y nos amamos por eso.
Aún faltan como 5 días para cobrar y los guantes con los que lavo los platos ya no dan para más (esto es terrible terrible terrible se mete agua se me mojan los dedos me muero del asco), las piedras de las gatas me dicen ayudame loco (Mumi me dejó caca en la puerta de mi pieza aunque les limpio las piedras a cada rato) y no tengo pan desde la semana pasada. Pero me quedaban muchas paltas de cuando fui a recorrer con Teo y Gaby, uno vendía 5 paltas por 2mil, al toque dije, estaban verdes y ahora maduras y cremosas. Así que el otro día cené palta con huevos revueltos.
El tema es que limpiamos todo, olor a rico, nos cambiamos para, gracioso, ir a vernos con nuestros novios. Teo estaba con una migraña fulera de esas que no lo dejan ni pensar. Es una maldición en su familia, soy testigo. Le di besos, lo sané con mi amor, ¡se le fue todo!, y además también por  los 2 migrales encima que se tuvo que clavar. 
Me sumé un rato a la clase de regresiones y cruzamos al CaféMartínezNuestroLugarSeguro a merendar. Compras en el Carrefour y se fue al cumple de su amigo. Me mata este pendejo, huele delicioso, me besa increíble, y nos amamos con un amor parecido al de una florcita preciosa brillando bajo un haz de sol que la ilumina y le da calor. Él es ese sol. 
Me quedé en su casa, seguí comiendo para la mierda y pensando. Cómo puedo hacer esto. Cómo puedo ganar más. Cómo puedo construir esto. Siempre así de insoportable: ambiciono la ambición del ambicioso ambiciado. 
Estoy medio en un trance escuchando un set de una que sabe de frecuencias y viajes. La canción dice: el cielo encendido, la noche es perfecta, ven conmigo, ven a bailar, yo le bailo a la luna, y tú baila con las estrellas, ven conmigo a la fiesta.
En la fiesta de ayer me sentí libre. No sé si es de venir laburando la socialización en terapia (obvio que sí es por eso), peeeero no hubo ruido mental anoche. Solo conexión, risas y observación. Además, la luna llena en sagitario nos tenía risueñes. Elles no saben, pero yo sí sé que aportó, lo sentía. Además (segundo), me sentía hermoso ayer. Tenía un gran outfit, un buen peinado, y noté que la gente me miraba. Aún me es indescifrable si a los chicos cis les atraigo, no termino de entender si sí o si no. Me gustaría gustarle a todes. Primero, porque yo mismo gusto mucho de mí.
Me pregunto si existirá la música en los cielos. ¿Únicamente el cerebro es capaz de convertir esas ondas electromagnéticas en algo tan conceptual y consistente como lo es la música? ¿Podrán los espíritus transformarlo de otras maneras? Me parece muy extra necesitar un cuerpo para gozar la música. O mejor dicho: me parece muy extra necesitar un cuerpo. Punto. 
En todo caso, si los espíritus no pudieran escuchar la música (me refiero a las almas, las entidades, todo lo supradimensional con un nivel de conciencia lo suficientemente avanzado para no depender de la materialidad), yo les haría el favor de contarles cómo se sienten las cosquillas musicales en las vértebras de la espalda. Pero ahora que lo pienso, no tienen espalda. Aunque la habrán tenido, en algún momento.
El otro día uno decía que el mejor consejo de postura que le habían dado era el de imaginar que salen láseres desde tus pezones y que apuntás a la cabeza de las personas con esos láseres. Desde entonces, cada que estoy muy inclinado medio friki envuelto hacia el celu, veo los láseres atravesando los cráneos de las personas y pum, espalda recta. 
Menos mal que me quedaron los pezones, bueno, menos mal que me quedó un pezón y medio. Así puedo enderezar la espalda y registrar qué contarle a los espíritus sobre la música esa que se siente con un cerebro humano de esos que se hinchan y dan migraña y luego te tiene que besuquear tu novio resacoso mal alimentado con problemas de socialización.
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egnews · 7 days
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Transistor: el videojuego puede ser arte
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Desde el lanzamiento de Bastion en 2011, el estudio independiente Supergiant Games ha sabido dejar su marca en cada entrega tanto por la bella estética que le dan a cada mundo, como por las increíbles bandas sonoras que crean. Un claro ejemplo de la calidad que le dan a sus entregas es Hades, obra que logró llevarse el premio a Mejor Juego de Acción y el Mejor Juego Indie en los Game Awards del 2020 y que ahora con su secuela prácticamente estrenada, no descartamos que repitan la hazaña.
Sin embargo, en esta oportunidad no hablaremos de esta obra -que en algún momento tendrá su espacio en este medio- sino que nos remontaremos a su segundo juego, Transistor obra que luego de tres años de desarrollo fue publicado un día como hoy una década. Contrario a lo que fue Hades, Transistor no logró coronarse con ningún premio, pero logró dejarnos un arte, jugabilidad y soundtrack que fueron increíbles.
Este RPG de acción con toques de estrategia, estuvo a cargo de un pequeño equipo de aproximadamente de 12 personas, donde se destaca el trabajo del director del estudio Amir Rao, el director creativo Greg Kasavin, la directora de arte Jen Zee, y el compositor y director de audio Darren Korb, quien ha estado prácticamente en todos los videojuegos del estudio.
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Resumen sin spoiler
Al comenzar esta aventura sabemos solamente dos cosas: que nuestra protagonista se llama Red, y que tenemos una conexión con la extraña espada que nos habla. A medida que avanza la historia descubrimos que nuestra protagonista es una famosa cantante de Cloudbank, ciudad que está siendo consumida por un extraño fenómeno llamado El Proceso. Este último es el responsable de las diversas criaturas que nos persiguen a lo largo de la historia.
Lamentablemente la pelirroja heroína ha perdido su voz a causa del ataque que sufrió por parte de La Camareta, organización que está detrás de la aparición del Proceso. Esta además se encarga de buscar a personalidades que tengan alguna relevancia pública para eliminarlos y así no alterar el sistema que han creado. Por suerte, Red es salvada por un misterioso personaje que sacrifica su vida al recibir el ataque de la Transistor, una poderosa espada creada por dicha organización y que sería la calve para cambiar al mundo.
Es en este suceso donde La Camareta pierde este importante objeto, provocando también que el alma del desconocido -o Mr. Nobody-, se decodifique y transfiera a dicha espada. Por lo que será tan solo su voz la que nos acompañará el resto de la aventura.
En lugar de huir de la ciudad y dejarla a su suerte, Red decide emprender un viaje en busca de respuestas y venganza hacia quienes provocaron esto. El rastro la lleva a diversos lugares de Cloudbank, donde rastrea a cada uno de sus miembros y se va enfrentando a diversas oleadas de El Proceso, el cual irá evolucionando a medida que avancemos en la historia. Sin embargo, para poder llegar a la verdad de este fenómeno deberemos perder algo importante a cambio.
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Su jugabilidad como piedra angular
Según el director de Supergiant Games Amir Rao, la jugabilidad que quisieron plasmar en Transistor estuvo fuertemente inspirada en populares juegos de carta como Magic: The Gathering. Estos sirvieron para crear un sistema de Funciones, que, a medida avanzamos, podemos ir eligiendo cuales incorporaremos a la Transistor. Esto está limitado por la cantidad de MEM -algo así como la memoria- que tengamos, por lo que cada combinación debe ser calculada y pensada para el tipo de combate que nos enfrentemos.
Este sistema ofrece la oportunidad de realizar diversas combinaciones en las 3 casillas habilitadas para Funciones Bases, Combinaciones y Funciones Pasivas, lo que permite ver los distintos efectos que, por ejemplo, tienen el combinar 3 habilidades distintas para un combate en específico. Suena complejo, pero es bastante amable una vez que lo entiendes. Además, estas combinaciones abren un enorme abanico de posibilidades, haciendo que, de así quererlo, cada combate lo vivas distinto al anterior.
Para incentivar a que los jugadores experimenten con estas funciones, los desarrolladores -al igual que se ha hecho en otras populares franquicias-, incorporan partes de la historia de sus personajes en estas funciones, las que se van desbloqueando a medida que las usamos en alguna de las casillas disponibles para los 3 tipos de funciones que explicamos arriba.
Otra de las cosas que hacen especial a su sistema de juego es la habilidad de Turno, que nos permite detener el tiempo para planear las habilidades que usaremos al atacar y ejecutarlas de manera automática en tiempo real. Dicho sistema también suena complicado, pero una vez que lo dominas es sumamente adictivo pues nos permite planificar cada ataque y así seleccionar a qué enemigo atacaremos primero, y también probar las combinaciones de Funciones que vayamos creando.
También, se nos permite enfrentar cada combate de dos maneras: haciendo uso de la planificación que recién explicamos, o enfrentar algunos combates ignorando esta habilidad, es decir, intentando usar cada función en tiempo real. Cabe destacar que en la primera opción es la que nos da una jugabilidad más táctica y en donde se pueden sacar mejor provecho de las habilidades combinadas. Mientras que en la segunda, requerirá una mayor habilidad y precisión pues algunos enemigos son bastante desafiantes. Además de tener en cuenta la rapidez que exigen algunos combates y no gastarnos toda la energía que tengamos.  
A medida que subimos de nivel, desbloqueamos habilidades, pero también Limitadores, los que suman dificultad a los combates, influyendo en el comportamiento de los personajes e incluso en qué habilidades podemos usar. Al no poseer un modelo clásico de dificultad, es decir fácil, normal o difícil, esta opción nos deja a nosotros la decisión de elegir el desafío que busquemos y también nos incentiva a descubrir más al descubrir más sobre las criaturas.
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Pequeños grandes detalles
Hablar de Transistor, es hablar de atención al detalle. Apenas comienza el juego inmediatamente nos topamos con uno pequeño, el contador de muertes de la Transistor ya marca una víctima, lo que nos da una pista de que algo ocurrió antes. Incluso el mismo atuendo de Red posee ciertos detalles como la chaqueta que está usando y que pertenecía al personaje de Mr. Nobody. Inmediatamente nos muestran la conexión de estos dos personajes.
Al haber perdido algo tan importante como su voz, Red solamente puede tararear las canciones que antes solía cantar. Aquí entra un nuevo detalle que me parece genial, y es que mientras Red y la Transistor están en el modo Planificación, escuchamos de fondo un tarareo que va acorde a la pista del soundtrack que esté en ese preciso momento sonando. Incluso, dentro del juego tenemos un botón exclusivo para que Red tararee, sin duda que es un gran detalle.
Más que hablar de lo buena que es su banda sonora o de como esta pasa por diversos géneros musicales, se debe destacar la genialidad de conectarla dentro de la historia. No solo las letras de algunas canciones están conectadas con cada evento, sino que la misma participación de Ashley Barrett está justificada dentro de la historia, ya que ella es la voz de Red, por lo que nos podemos hacer una clara idea de como suena Red en verdad.
Estos son solo algunos de los detalles que se encuentran al interior de esta aventura. Realmente sugiero ir descubriéndolos por si mismos para así no arruinar la sorpresa.
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En conclusión
La primera vez que jugué a Transistor, existieron dos elementos claves que me atraparon en su mundo. El primero fue su arte, cada ilustración está trabajada en detalle con una paleta de colores que define a cada personaje y que le da vida a todas las locaciones de la ciudad. El segundo elemento fue su música, aquella primera canción, con esos acordes de guitarra fue algo que me cautivó instantaneamente, y a medida que iba avanzando en la historia disfrutaba, más me sorprendía con cada una de las canciones que van apareciendo.
Es increíble como Cloudbank se transforma en un personaje más en esta historia e incluso también va cambiando a causa del Proceso. Pasa de ser una hermosa ciudad llena de colores neon a simplemente un paisaje en blanco.
A pesar de que en un primer momento cuesta acostumbrase a su jugabilidad, ya que contar con un sistema de turnos puede ser algo aburrido para algunos jugadores, al momento de dominarlo luego de algunas horas se puede convertir en una experiencia sumamente adictiva, sobre todo si buscamos nuevas formas de acabar con los enemigos. La experimentación que ofrece el combinar las diversas Funciones es un muy buen incentivo a la curiosidad.
Transistor es un juego medianamente corto, que se puede terminar fácilmente en unas 6 horas. También nos ofrece una rejugabilidad para sacar las cosas que se nos pudieron haber pasado en nuestra primera partida. Pese a que no reinventa la rueda o busca grandes pretensiones narrativas, su historia logra ser atrapante para el jugador ya que queremos explicaciones de los fenómenos que ocurren en Cloudbank y saber que es lo que realmente está ocurriendo. Para mí, Transistor se destaca en la simpleza que tiene para contar la historia, pero también en lo ingenioso que es al momento de hacerlo.
Conclusiones con Spoilers
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Es curioso como este juego se aparta un poco de lo tradicional de las historias de venganza, pues no todo se trata de ir cazando uno a uno a los miembros de La Camareta, sino que también de comprender sus motivaciones y dilemas morales. Incluso, da un giro al cambiar el combate final, pues en todo momento pensamos que nos enfrentaremos al líder que nos muestran en un principio.
Sin embargo, en una especie de giro de guion, este se quita la vida junto a uno de sus miembros más fieles al no poder soportar lo que le hicieron a la ciudad. Finalmente, será Royce el que siga adelante con este macabro plan y con quien tenemos una interesante charla antes del combate final que. por cierto, se lleva a cabo en un hermoso escenario al interior de la Transistor. Esta es la primera vez que nos enfrentamos a alguien con nuestro mismo poder, por lo que es un momento bastante interesante en términos jugables.
Luego de derrotar a Royce, el desenlace fue algo que no me esperaba encontrar, pues en vez de reconstruir la ciudad y solucionar todo, Red opta por quitarse la vida junto al cadáver de su amado. Un movimiento bastante arriesgado pues podríamos decir que es un final que no es del todo feliz. 
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Es aquí donde se nos explica la conexión que tenían estos dos a través de hermosos dibujos acompañado de "Paper Boats", uno de los temas más bellos del OST que es cantado a dueto por la pareja. Finalmente, se nos muestra que estos dos por fin se reencuentran en su forma humana para vivir para siempre dentro de la Transistor.  
Curiosamente, el juego te invita a una recursión de la historia y te hace ver que habrá más cambios o que los sucesos ya ocurridos están conectados de alguna manera con los que ocurrirán. Pero por muy interesante que suene, esta es una oportunidad que se desaprovecha ya que no logra establecerlo o usarlo como un nuevo elemento narrativo. Aunque, resulta un tanto injusto pedirle a un equipo tan pequeño y que estuvo trabajando bajo diversas presiones, el incorporar aún más elementos narrativos, siendo que esta aventura ya es sobresaliente gracias al inmenso cariño que le plasmaron en cada uno de sus detalles.
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gpaylin · 8 months
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En el momento que llegaste senti que mi alma quería salir de mi cuerpo para abrazarte.
con tan solo una mirada tuve para que se detuviera el tiempo con un toque cálido y acogedor que sentí al rededor del cuerpo.
mis labios parecían aprendices del habla. y mi vocabulario se redujo a la capacidad simple de palabra.
mi corazón latía tan rápido que sentía que todo iba demasiado lento y que por un momento quería permanecer allí.
sintiéndote, mirándote y aunque nuestros cuerpos aún no se conocían, sentía que mi propia carne quería arrancarse de mi cuerpo y abrigarte por todas las noches de diciembre.
me estoy transformando en guerrera, pues me encuentro en una lucha conmigo misma por estar en terreno desconocido.
estoy luchando con una arma de doble filo donde yo misma soy protagonista de mi muerte solo por pelear la razón de estar a tu lado aunque tú no lo quieras.
me convertí en filósofa por escribir millones de razones por las cuales estaría contigo, parecía que cada palabra escrita era el sello de mi amor y mi destrucción al mismo tiempo.
mi corazón sigue fuerte, pues aunque tú no quieras habitar en él; cada día colocas una piedra que hace que mi corazón sea un lugar más fuerte en donde se puede habitar, y aunque sé que quedara tu presencia marcada por cada piedra acomodada, me consolare allí, porque fui guerrera ciega, al saber que no querías estar aquí.
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tengomilpalabrasparati · 11 months
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... Imagínate que un día te encuentras en tu camino una piedra muy bonita 💎
🌟Es tan bonita y brillante que te gustaría hacerte un collar con ella.
...Pero al poco tiempo te das cuenta de una cosa ..¡Es kriptonita! 💥
💀 (si no sabes lo que es la kriptonita... has leído pocos cómics de Superman en tu vida, imagina entonces que es radioactiva)
- ¿Qué haces?
¿Te quedas con la bonita y brillante piedra radioactiva aunque sepas que te está envenenando poco a poco?
¿Te la cuelgas al cuello mientras absorbe tu energía vital poco a poco?
¿Esperas que la Kriptonita cambie y deje de ser tóxica?
💀 Si tienes que manipular si o sí algo tóxico: mejor ponte guantes, un traje anti-radiación, lo que sea necesario.
Pero si puedes elegir, pues mejor alejarse de las cosas radioactivas.
- Apartarlas de tu camino.
Llevarla al cuello, sin protegerte, sabiendo que te hace daño y que te está matando no tendría sentido. ¿no?
Pues con la "gente tóxica" ( narcisista, psicópata, sociópata, sádica.. lo que sea..) pues es lo mismo.. si te das cuenta de que es tóxica.. ostras! ¡no la toques! ¡apártala de tu camino!
Por mucho que "brille", que sea de tu familia, que le des amor para ver si cambia...
Esperar a que algo deje de ser radioactivo mientras lo sostienes con las manos desnudas te acaba matando.
Si algo es tóxico mejor te alejas.
¿No?
¿Te has encontrado alguna vez con "gente kriptonita"?
ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
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