#será de madrugada

[tinynebula]

imaginate tener la desgracia de no nacer en buenos aires. por suerte i can't relate

[vlp-wrtng-prctcs]

Voz silenciosa

Un día tan solo desapareció.

No hubo explicación, ni una señal previa; simplemente se desvaneció en la nada. Su voz nunca más volvió a emerger de su boca, por más que intentase arrancarse las palabras, no había nada. Absolutamente nada. Lo que es un problema cuando, tú vida misma, está construida en la comunicación verbal; Tulio lo sabía desde el segundo uno en que no pudo emitir un solo ruido, lo supo cuando al llegar al trabajo no pudo explicar a nadie lo que pasaba hasta que, finalmente, Juanin le había entregado un bolígrafo y papel.

Ese día el programa continuó con la mayor “normalidad” posible, pero el actor de voz era, sin duda, la variante que siempre se presentaba en el estudio para invitar al desastre; por lo que cuando las noticias cambiaron y las oraciones sin sentido emergieron, todos debieron de actuar como si fuera uno de esos famosos "experimentos sociales".

Lo que resultó en una inesperada aceptación, quizás por la comedia involuntaria que emergió del evento; lo que no era el resultado más favorable. A pesar de ello, nadie correría un riesgo extra. Nadie excepto su persona, quien puede sentir su cabeza atrapada en la guillotina, esperando el dictamen final del verdugo, mismo que se mostró bastante flexible en un principio, permitiéndole una ausencia extraordinaria con el fin de que encontrase una respuesta a su problema. Cuando los días comenzaron agotarse, la tensión se volvió cada vez más insoportable.

Manguera poseía los suficientes motivos para echarlo, no solamente por ese evento trágico, sino un cúmulo de incidentes que podrían llevarlo a su fin ahora que no existía un método viable para defenderse.

¿Cómo iba a conducir un canal de noticias si no podía dar las noticias? Su existencia ahí ya no era necesaria, considerando que cada uno emerge un puesto demasiado memorizado para que alguien pueda reemplazarlo; pero nuevamente, amaba su trabajo, y quiera o no, estaba demasiado cómodo con todos; no era un hombre de familia, más estaba en una. Eso y, siendo sinceros, ¿qué se supone que haría? ¿Vivir de su fortuna y de sus lujos? Podría hacerlo desde mucho antes si quisiera. No vive del programa, pero vive para el espectáculo. Estaba hecho para ser visto.

Así que, si no podía dar una voz, podía dar algo más. Era un hombre talentoso, había trabajado duro. Y aunque su cara fuera extremadamente bonita, era más que eso.

De esa forma es como llega al ahora, siendo la mano derecha silenciosa del jefe, quien básicamente, debe encargarse de lo mismo de siempre: que el programa funcione, sin estar en el foco principal de las cámaras. Lo que, casi siempre, lo llevaba a suspirar antes de encerrarse en su oficina para revisar minuciosamente todos los encargos que tenía.

Por lo menos no era una carga extraordinaria como la de su propio mejor amigo, sin embargo, podía sentir algo de celos. Podría llegar a exponerse con mayor libertad de lo que su persona ha podido hacerlo desde hace ¿semanas?

Hace un tiempo que dejó de contar cuánto llevaba sin expresar una sola palabra, sobre todo, dejó de contar los días en los que se sentía, verdaderamente, miserable. No era un sentimiento al que quería acostumbrarse, irónicamente, no necesitó palabras para comunicar su estado de ánimo, debido a que sus facciones siempre hablaron tanto como su voz lo hizo, en especial, con Bodoque, quien había llevado un seguimiento regular sobre su estado.

Era extraño que ahora quien hablará más de los dos fuera él, y aunque al principio el silencio que normalmente era cómodo, mutó a uno de insatisfacción mutua, pronto encontraron una nueva sincronía imperfecta, en la que podía reírse al verlo intentar adivinar, regularmente, lo que trataba de escribir. Era algo que lo tranquilizaba, por no decir lo único.

Sabe que los médicos se esforzaban en encontrar una respuesta al problema, como también entendía que la gente trataba de consolarle; solo que todos tenían una lástima en la voz que nunca le permitía sentirse esperanzado; lo único bueno, como terrible de no hablar, es que se aprende a escuchar con más atención a todo mundo. A sí mismo.

No estaba muy convencido de disfrutar eso.

Mira el documento frente suyo, en blanco, dando un respiro profundo. Era uno de esos momentos en los que no puede evitar estar nostálgico.

Se retira los lentes de lectura, apretando con el pulgar e índice el tabique, centrándose en la sensación hasta que el ardor inicial de sus ojos se desvanece por completo; es entonces cuando vuelve a colocarse sus lentes, dispuesto a continuar con su trabajo hasta que su atención es arrebatada por completo.

—Hey, idiota. Tengo el resto del día —. Sabe que no es un aviso, ni siquiera una invitación debido a que eso sería darle la oportunidad de decidir; por lo que coloca todos los documentos en la carpeta confidencial antes de resguardarlos en el cajón con llave.

Cuando vuelve alzar la vista, puede ver una expresión neutral que, para muchos, no diría nada, solo que su persona puede observar su satisfacción al verlo seguir su indicación sin una sugerencia adicional.

Una vez se coloca a su lado, no necesita siquiera preguntar mediante un mensaje a dónde planean ir. Su sonrisa es una respuesta suficiente para seguirlo ciegamente.

—Por cierto, galán, olvidé mi cartera así que tendrás que pagar por todo. Si tienes problemas con eso, habla ahora o calla para siempre.

Frunce el rostro apenas unos segundos, hasta que su risa modifica cada una de sus expresiones.

Y si lo hubiera visto, se habría dado cuenta que es el único que está riendo sinceramente de ello.

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El restaurante-bar resultó bastante acogedor pese a la zona en la que se encontraban, lo que denotaba la atención colocada en la decisión; Juan Carlos podía intuir fácilmente cuando su propio privilegio le impediría ser arrastrado a ciertas situaciones; así que un campo neutral siempre permitió que cada uno se desenvolviera sin sentirse juzgado por el exterior. Adicional, no parecía que existiera alguna deuda por la cual debiera negociar o salir huyendo apenas el plato se vacíe.

Eso fue divertido solo las primeras cinco veces casi consecutivas.

Mira desde el balcón los árboles que hay a su alrededor, permitiéndose disfrutar como la gran parte de la vista lo recubre las plantas decorativas y externas que la visión exterior del barrio en el que se encuentran.

Dura así durante algunos minutos, hasta que la intensa mirada de su acompañante lo lleva a regalarle toda su atención.

«¿Qué ocurre?» fue lo que sus ojos expresaron cuando lo vio encajar varias veces el tenedor sobre el resto de la carne que ya no parecía llamar su atención.

—¿Han…dicho algo distinto? —parpadea, antes de que la comprensión lo golpeé.

Sonríe, pero ambos saben lo que significa esa sonrisa.

Lo escucha decir un “ya veo” seco, severo. No puede evitar la mueca que le provoca verle así.

Incluso antes de su condición, podía saber cuando algo le afectaba, y desde mucho antes, tampoco sabía cómo consolarlo con palabras; al menos una constante se mantuvo.

Desliza su mano a la contraria, primero tocando las puntas de sus dedos, luego escala sobre ellos hasta llegar a su dorso, el cual acaricia; lo miran, con una emoción que es complicada de leer. Espera con bastante paciencia a que reaccione, lo cual hace en una minúscula expresión en la que ve el mismo pánico que tuvo en todo eso. Así que ahora toma como debe su mano, sosteniéndola con fuerza, sonriendo por los dos.

Ninguno tiene algo más que decir, y si lo tuvieran, no se atrevían a interrumpir ese momento.

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Los días no cambian, o bueno, casi no lo hacen.

Últimamente ha aprendido varias señas, no las suficientes para armar una conversación con base a ellas, más las suficientes para comunicar ciertas ideas certeras; sabe pedir su café tal como le gusta, incluso aprendió a firmar el nombre de las personas, aunque siguió prefiriendo la comodidad de los apodos por objetos, animales o colores; era más sencillo. Juanin se había enfocado bastante en ayudarle, pese a las múltiples veces que parecía exasperarse por su limitante tiempo de concentración. De todos modos, no es que los demás lo aprendieran, así que no veía alguna prisa por ser un experto en el lenguaje de señas.

Aunque Bodoque le había enseñado algunas que posteriormente descubrió lo que significaban, haciéndolo ruborizar violentamente; la burla duró dos semanas. Cosa que no le molestó, fueron dos semanas en las que ninguno parecía pensar en las cosas malas, o en cualquier otra cosa. Habían estado absortos en el otro, a un nivel que cruzó una línea que parecía desvanecerse con cada momento que compartían.

Hablaron mucho, aún si técnicamente no podía hacerlo.

También comenzaron a tocarse mucho, más de lo que el mismo haría normalmente, a veces como una excusa para corregir una seña, otras veces, ni siquiera necesitaban alguna razón para hacerlo.

De alguna manera, se sintió correcto no poder decir nada, porque en esos momentos, Bodoque lucía como un lío interno, que probablemente cualquier palabra lo haría retroceder, escaparse. Lo que lo orillaba a ser más firme, más solemne en su mensaje. Solo somos nosotros. Lo que parecía funcionar gran parte de las veces.

Lo único de lo que podía lamentarse en ese momento, era no poder llamarlo por su nombre cuando su corazón latía con bastante fuerza.

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Hace seis meses perdió la voz.

No había pensado en el tiempo hasta que las noticias le hicieron un recordatorio, poco agradable, del suceso.

Incluso con los logros hechos hasta el momento y perfeccionar muchos de sus otros talentos, no era lo mismo; no podía evitar anhelar querer volver a la televisión, a la rutina anterior; pensamiento que le leyeron con bastante facilidad, considerando que es una frustración compartida en distintos contextos. Así que lo consolaron sin importar el mismo desconcierto que le envolvía; y Triviño no podía sentirse más agradecido por tener a Juan Carlos consigo. No cree haber sobrevivido como lo hizo hasta ahora sin su consuelo.

O sin su amor de por medio.

No sabe aún cómo es que llegaron hasta ahí, duda entenderlo alguna vez; se siente como si fuera algo que de una u otra forma, debía pasar.

Así que siguió haciendo la misma rutina que ha recreado durante ese tiempo: trabajar, ir a cursos, aprender un poco más del lenguaje de señas, concentrarse en sus inversiones, ir a sus revisiones médicas, seguir concediendo entrevistas, organizar los eventos, entre un largo listado que parece interminable.

Eso sin contar los períodos de tiempo en los que se distrae con lo que parece ser, ahora, un amante metido bajo la piel.

El apostador sabe bien como hacerlo perder y ganarlo todo en un segundo.

Y aunque ambos siguen deseando que recupere su voz, en ese punto, se sienten, ligeramente, superiores a la tragedia.

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Cerca de cumplir un año de la tragedia, Tulio recibe una llamada que le hace empequeñecer ante su incapacidad de poder decir algo.

Su mente apenas asocia la palabra accidente y contacto de emergencia para saber que la situación es urgente, y, lamentablemente, no puede exigir la información completa por su cuenta. Por lo que debe permanecer inquieto, esperando a que su sirviente más leal pueda conseguir todos los datos necesarios; la espera no es agradable en absoluto, puede sentir el miedo recorrerle por todo el cuerpo, incluso por momentos cree que no puede respirar; no lo está haciendo para el punto en que su sirviente escribe rápidamente en un cuaderno la dirección del hospital en el que se encuentra, porque es su cara lo que le dice que, sea lo que sea que haya pasado, no será agradable. Odia el misterio, en todo contexto, y ahora mismo se aferra a esa ausencia de información para no caer inconsciente.

Con la adrenalina brotando hasta en sus poros, apenas tiene un recuerdo lúcido de agarrar las llaves de su convertible, de haber manejado, de saltarse una o dos señalizaciones de alto total; desconoce si las imágenes mentales con las que llega a la institución de salud son del día de hoy, de anteriores o una combinación. De lo único que sí es consciente, hasta el momento, es del dolor en sus manos.

El volante nunca ha sido muy cómodo en momentos de estrés.

Corre buscando a cualquiera que le dé información, moviendo sus manos frenéticamente para explicar lo que pasa; cuando ve que la gente parece que hace movimientos sin sentido, pasa a su celular, escribiendo en la app de notas la situación por la que está ahí.

La enfermera lee detenidamente, y como si el tiempo no importara en absoluto, le indican que necesita llenar algunas cosas antes de realizar cualquier procedimiento; lo que hace que en ese momento quiera gritar, pero sabe que su voz no saldrá.

Así que respira, se muerde los labios y se peina de forma ansiosa el cabello antes de ceder. Haría cualquier cosa que acelere el proceso.

Firmó, autorizó, confirmó e incluso pagó por cada trámite obligatorio. Y en el instante en que le mencionaron que podía verlo, apenas pudo quedarse el tiempo suficiente para escuchar el número de la habitación.

Ha sido bastante cuidadoso al abrir la puerta, ha contenido todas sus emociones cuando se coloca a un lado, sosteniendo su propia mano; hay una férula en una de sus piernas, otra en su brazo y un collarín bastante ancho en su cuello. Por lo demás, su cuerpo luce bastante mallugado, con varias cortadas, algunas con más suerte que otras. Es un desastre desagradable que va a requerir mucho cuidado. Su cuidado.

Los labios le tiemblan, la vista se le nubla por las ganas de llorar, y su garganta se siente adolorida, con un nudo enorme que lleva mucho tiempo sin estar ahí.

Bodoque apenas puede intentar abrir sus ojos, debido a la hinchazón que posee en uno de ellos, por lo que desconoce en totalidad si lo ve bien o no. Decide creer que sí.

La diestra se aferra a uno de los trozos visibles de su camisa de rayas, preocupado de que, si toma alguna de sus extremidades, pueda dañarlo más.

Sus labios se separan, su boca fórmula la palabra que espera, pueda alcanzar a leer de sus labios.

Pero leer de repente ya no es necesario.

—Qué…da…te.

Suena doloso, seco, como si aprendiera hablar por primera vez.

Es algo que ambos parecen notar, porque ve a Bodoque tratando de quitarse la mascarilla, lo que es un mal movimiento y Tulio se ve obligado a romper el momento para llamar a alguna enfermera.

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Otra vez ha contado los días, lleva 48 desde que dijo su primera palabra.

Los médicos siguen sin saber qué es lo que ocurrió, y su psicólogo ni siquiera puede explicar si fue un caso extraordinario de mutismo selectivo por algún traumatismo, lo importante es que ha estado yendo a terapia del lenguaje para volver acostumbrarse a su voz; requerirá de muchos cursos de oratoria también. Pero un paso a la vez.

También lleva 28 días de estar cuidando a Bodoque en el hospital, con quien práctica arduamente oraciones largas, mismas con las que lo ve avergonzarse, quizás porque aprovecha su estado de postración para decirle lo mucho que lo quiere, aprecia, ama y admira. Sabe que Bodoque no está acostumbrado a ello. Ni siquiera con señas lo ha estado, pero es de sus principales motivaciones para volver a recuperar algo que ambos parecían extrañar demasiado.

—Te adoro.

—Cállate.

—Eres mi conejito.

—¿Acaso ahora te has vuelto sordo? Estás diciendo estupideces.

—Estoy enamorado de ti.

—Deja de ser un marica —ríe, y Bodoque parece suavizarse con eso. —Deberías estarlo, no hay nadie más que pueda soportar salir contigo y tú ego. Te estoy haciendo un favor, Papanatas.

Tulio apenas niega con la cabeza, posterior se levanta para verle una última vez en ese día ya que el horario de visitas está a punto de finalizar.

—¿Necesitas algo más?

No dicen nada verbalmente, pero Tulio aprendió a escuchar bastante bien, por lo que se inclina, arreglando su almohada. Lo ve soltar un suspiro de alivio.

—Te amo —dice y firma con sus manos.

No le corresponden, pero ve a Bodoque colocar su mano en su pecho, golpeándolo dos veces con cuidado.

Tulio sonríe, supone que aún hay cosas en donde las palabras sobran entre ellos.

[dykewander]

today i read something that mentioned how the word “trauma”, in its epistemology, comes from greek and it overall means “wound” 

-and that probably there's no way or where to go  aiming to run away from the fact that even the most solar person who enjoy in their soul the gracefulness of genuine happiness cannot help the natural condition of existence: they most likely will indeed collect many wounds through life (you can find more about the great gift of fabiane guimaraes on the magic of writing here -sadly, only available in pt/br) 

and it did resonate in me on levels; like how i got the (in)fortune to go through a life that did gave me way more wounds than needed, but also essential....let’s get real: for sure, crutial... ...to simbolize as some kind of guide always teaming up with my medium traits while also take me by the hand when life....suddenly....decides to haunt us with a new traumatizing wound

[ppulverse]

blonde soobin soobin loiro soobin’s hair is blonde o guri loirou i’m combusting

a nova loira do tchan korean version

[victor1990hugo]

[voarias]

se eu me acostumar com a tua ausência, o que vai ser dos planos que planejei contigo? se teu número virar apenas mais um esquecido na minha agenda, pra quem eu vou contar sobre as minhas gargalhadas no meio do dia? tua falta tomou teu espaço, e agora onde tu preenchias existe um vazio me olhando de lado. tantas cartas trocadas, mensagens na madrugada agora se perdem entre papéis quaisquer e um backup que eu já não sei se salvou ou não, porque eu apaguei. os dias marcados deram espaço para a agenda agora livre, e eu me pergunto: será que um dia, de fato, tivemos chances de existir além disso? se eu me acostumar com a tua ausência, para onde vão os sonhos que sonhamos juntos? hoje lembro do teu abraço, mas não consigo mais reconhecer teu cheiro, parece que aos poucos tua falta vai preenchendo as lembranças de nós dois. e se eu esquecer tua voz, será que um áudio de aplicativo qualquer vai me relembrar? não sei, eu apaguei. e se eu não reconhecer seus olhos, será que entre as fotos eles ainda vão estar sorrindo pra mim? não sei, eu também apaguei. se eu me acostumar com a tua ausência, será que um dia vai parecer que o que a gente teve foi só um enredo de cinema e nada mais? será que a tua ausência vai apagar de vez a chama do meu peito que só incendeia por ti? não sei, porque eu apaguei.

voarias

[cartasparaviolet]

É apenas mais uma madrugada e na rádio toca All of the stars. Como controlar os pensamentos que voam com o vento noturno até você? O sereno revisita os mais doces sentimentos que guardo com tanto carinho nos arquivos do meu coração. Hoje não tem luar, assim como você não está aqui. Sinto-me como esse céu sem a sua luz a iluminar o breu. As estrelas sussurram que em breve estaremos juntos. Eu que pensei em pedir a esses pequenos pontinhos cintilantes que me concedessem um pedido. Neste momento, eu desejo apenas dançar no escuro ouvindo a nossa música tocar. Eu sei que você pode me escutar, saiba que há um futuro traçado nessas constelações. Sei que estão a anunciar boas novas que não consigo assimilar de imediato. Minha percepção limitada agarra-se aos aspectos que impedem de absorver os mistérios do tempo. A espera é dolorosa e só me restam as fotografias das fantasias daquilo que não vivemos. Um dia, quem sabe, nossos olhares se cruzarão como cometas a deixar rastros luminosos no universo. Sem dúvida, ao ancorar nesse momento, me sentirei em casa. Acredito que o amor divino cura a alma. O único problema é sentir todo o seu potencial. Será que se a lua estivesse presente ela traria a clareza devida? Talvez em uma próxima noite eu entenda finalmente o que esse manto celeste tentava me revelar.

@cartasparaviolet

[idollete]

a última ask me deixou pensativa💭🤔

como seria a reação do enzo quando a namorada vai visitar ele durante as gravações/press tour/premiações? eu pensei em todos os meninos se juntando pra ver ela no quarto do enzo pra bater uma papo, matar a saudade e ficar de bobeira, mas quero saber qual seria a reação dele a isso e a reação dele dps que ele colocasse todo mundo pra fora dizendo que quer dormir.

ps: pode ser um headcanon com todos os meninos. só coloquei o enzo aqui pra dar um exemplo

o enzo não dá nem meia-hora para os meninos conversarem contigo porque ele já já tá mandando todo mundo circular, alegando que está morrendo de cansaço e que você também precisa dormir (embora essa seja a última coisa que vocês fazem e todo mundo sabe disso), ele fica ainda mais desesperado por esse tempo a sós, principalmente se você tiver ido de surpresa, sem avisar. então, vai enxotar o cast inteiro e tá com um sorrisão no rosto no momento em que fecha a porta. ele vai ficar um tempinho, tipo, minutos, parado ali só te admirando, por maiores que sejam a saudade e a vontade, ele quer eternizar aquele momento na memória. seu sorriso fácil, os olhinhos brilhando, o jeitinho que chama o nome dele, manhosa, risonha, "enzoooooooo!!!", a expressão dele aumenta ainda mais, "sí, nena?", pirraça um tiquinho, até te irrita, porque parece que vai até a cama em slow motion, vai engatinhando na cama até estar por cima de ti, te encara beeeeeem de pertinho, pertinho mesmo, pra dizer que "será que agora a minha namorada pode me dar atenção?!", faz charme e drama, pois ele é um needy bf SIM! "deixa de ser egoísta, fica me querendo só pra você...não pode!", e você não fica atrás, faz esse teatrinho pelo simples fato de saber que as palavras seguintes dele serão: "pode, pode sim. você é minha. e você sabe que eu não divido, princesa". depois disso ele te beija da cabeça aos pés, mata a saudade de todo canto do teu corpo e vocês tem a foda of a lifetime, é tudo muito intenso, cheio de paixão e afeto. quando tudo acaba vocês permanecem desse jeitinho na cama, nus, entrelaçados e colocando o papo em dia. plus: no meio dessa conversa, ele vai deslizar a mão um pouquinho e te dedar, aqui vocês fazem um amorzinho lento e pegam no sono logo em seguida.

agora o pipe é do tipo que deixa a conversa rolar, mas tá com um bico DESTE 🫸🏻 🫷🏻 tamanho o tempo inteiro. cruza os braços e vai pra um canto qualquer do quarto, só sai de lá depois que você botou todo mundo pra fora. não te deixa abrir a boca e já começa o falatório, porque, até onde ele sabe, "você veio pra me ver, né? seu namorado. que sou eu, caso você tenha esquecido", a expressão é metade sisuda, metade de menino dengoso, a boca rosinha não desfez o biquinho, mas os olhos dele são iguais ao de um cachorrinho que quer carinho. ele provavelmente planejou por horas e horas o que vocês fariam juntos naquele curto período de tempo e não pode deixar de se sentir frustrado, mesmo que vocês só tenham perdido algumas horinhas (muito preciosas para ele) do dia. mas o jeito emburradinho some no segundo em que você põe a cabeça dele no colo e começa um cafuné lentinho, pede pra ele contar sobre como tem sido a gravação e, quando ele percebe, já está tagarelando contigo sobre o dia em que o simón se meteu em encrenca porque deu em cima de duas garotas da maquiagem. inicialmente, vocês só ficam no dengo mesmo, sabe? o pipe, embora cheio de tesão, prefere que vocês passem horas conversando. até porque ele vai passar a madrugada de fodendo. é nessas situações que ele dá a sua melhor performance na cama, te põe em posições inusitadas, diz que quer testar algo que ele ouviu falar, te deixa exausta de tanta pica. plus: no dia seguinte, ele acorda com o tesão nas alturas novamente e se esfregando em ti, "eu tinha toda um programação pra hoje...mas eu não resisto com você desde jeitinho do meu lado".

acredito que o fernando e o esteban sejam os mais compreensivos, porém, eu vou falar do kuku mais à frente, agora quero falar sobre o fer. ele provavelmente adora o fato de você se dar tão bem assim com os amigos dele, vai te observar interagindo com um sorriso todo bobinho no rosto, até interage um pouco também, mas prefere te deixar levar o seu tempinho ali. não se enganem, tho. tudo isso tem um motivo. vejam bem, é muito simples. o fernando te deixa matar a saudade dos amigos quando você chega, porém depois disso a sua atenção é inteiramente dele e de ninguém mais. ele também não tem vergonha de expulsar todo mundo do quarto, "o papo tá bom, mas agora a minha garota vai passar um tempo comigo. então, vazem". tenho pra mim que o fernando fica ainda mais kinky e maldoso quando vocês ficam muito tempo longe, então, é claro que tudo começa com joguinhos da parte dele. "a conversa tava boa, bebita?", fica ali recostado na porta mesmo, distante, não te dando o toque dele de propósito, "que bom, que bom", é até um pouco cínico como ele fala, "mas acho que você entendeu errado, sabe? eu te trouxe aqui pra matar a saudade. ficar comigo". e ele não tá chateado de verdade, beleza? é tudo parte do teatrinho que vocês tanto curtem. "invés disso, ficou dando atenção para todo mundo, menos para o seu namorado", aqui ele já começa a se aproximar, para ali na beiradinha da cama, se curva só um tico para ficar na altura do seu rosto, "você tá merecendo uns tapas por causa disso, princesa", segura as bochechas, aperta de levinho, ri quando percebe que seus olhinhos até brilham com a ideia de ser punida, de certa forma, por não ter dado atenção para ele, "e talvez eu te dê vários deles hoje". depois disso é game over, vocês começam uma pegação desenfreada que dura a madrugada inteira. é provável que fiquei acordados até o dia amanhecer com muito chamego e conversando bobeira com o outros num pós-foda que é muito afetuoso.

o matías é bem parecido com o pipe, a diferença é que, na frente dos meninos, ele disfarça o bico e a birra, chega até a se distrair se começar a conversar bobeira com um deles. acontece que ele fica impaciente em um certo ponto, é aí que a carranca aparece e ele começa a soltar os típicos comentários de boca de sacola. "ô, della corte, sua mulher tá te chamando lá", "vem cá, simón, cê não tem nenhum rabo de saia pra correr atrás não", "enzo, já deu o horário da terceira e idade, né", ele não para, é uma metralhadora de indiretas nada discretas até que todo mundo já tá pra dar um tapão nele. e quando tá todo mundo vazando, ele ainda tem a pachorra de gritar no corredor que "é por isso que eu nunca chamo vocês pra irem na minha casa, pelotudos!!!". não dá um segundo que fechou a porta e o matías já está em cima de ti, te dando um abração de urso e enchendo o seu rosto de beijos e mordidas – que ele diz que são uma punição por você ter praticamente cozinhado ele – enquanto te espreme como se vocês estivessem sem se ver há 10 anos. o matías não vai direto pro sexo, não, tá? ele prefere ficar de bobeira na cama contigo, batendo o maior papo de tiazona, conta todas as fofocas e barracos do cast, quem pegou quem, quem não pegou ninguém. e a vontade surge com muita naturalidade, é com um toque que se torna mais íntimo, uma mão boba, um cheiro no pescoço, uma puxadinha na nuca durante o beijo. daí vocês já se vêem envoltos numa bolha de prazer e afeto, porque ele com certeza vai fazer lentinho (no começo), dizendo um montão de putaria no pé do teu ouvido.

como eu disse antes, imagino que o esteban seja muito compreensivo com o fato de você tem esse vínculo com os outros meninos e acha natural que a saudade surja e você queira matar um tempinho com ele também. não acho que ele coloque ninguém pra fora, porque é educado demais para isso, só que, eventualmente, geral vai perceber o jeitinho meio pussy drunk que ele tá te olhando, o esteban não consegue nem disfarçar o tesão que sente em te ver naquele momento. nem presta mais atenção no que o fernando tá dizendo, só faz balançar a cabeça, o pensamento longe, como no que você está vestindo por baixo do vestido. é isso que "expulsa" o cast do quarto, com direito a um matías dizendo que "vamos deixar os pombinhos a sós, porque o nosso kuku vai entrar em campo hoje. por favor, dá pra esse homem a noite toda, porque ele fica ranzinza sem buceta" e sendo puxado pelo pardella, que deu um tapão na cabeça dele. e quando vocês estão a sós a primeira coisa que você pergunta é "ranzinza, é? quer dizer que o meu kuku fica de bico sem mim?", brincalhona, mas provocando, gosta do jeitinho que ele retrai, envergonhado de ter sido "exposto" desse jeito. é verdade, ele fica de calundu quando vocês estão separados há muito tempo, mas essa é a última coisa que ele deseja pensar naquele momento. vai te dizer pra deixar de ser boba e te agarrar DAQUELE jeito só para calar a sua boca, dá um beijão digno de cinema e confessa o quanto sentiu a sua falta, te diz juras de amor enquanto te leva até a cama, te endeusa, porque ele beija todo o seu corpo, te adora, é devoto o jeito que te encara, é assim que escolhe matar a saudade, te adorando (e te dando vários orgasmos). uma vez saciado, ele vai querer saber de tudo que você tem feito, cada detalhezinho e te enche de perguntas, mas te ouve com atenção também. plus: ele não pega no sono na hora, pois fica te admirando dormir um tempão.

[caostalgia]

Vuelves con un “Lo siento” ¿pero que sientes?

Quiero saber de qué te arrepientes, qué es lo qué te provoca remordimientos. ¿Será el hecho de haberme engañado? O ¿El haberme hecho sentir una basura? Tal vez puede ser el haber minimizado mi dolor y mi amor, aunque también podría ser el haberme dejado llorando en las madrugadas pensando que yo era la culpable y preguntándome a mí misma qué estaba haciendo mal, también podrías estar lamentando el hecho de que no has vuelto a ser amado de la misma manera, seguramente te arrepientes de no haberme amado lo suficiente para poder respetar el amor que sentía por ti.

DDB

[permitir-lhe]

Não saio por aí distribuindo sorrisos e palavras de apoio, mas quando elas saem, tenha a certeza que vêem do coração. Cansei de mandar você se cuidar, é exaustivo aconselhar alguém que, no fundo não quer conselho. É um absurdo eu correr para você todas às vezes que me ligou de madrugada precisando de alguém no meio de suas crises. E (dói) saber que se fosse eu ligando a ligação séria recusada. Cansei desse tipo de relação que nós temos onde eu me desdobro para te ajudar, mas não tenho o mínimo de retorno (será que ficaria melhor consideração?).E eu odeio a sensação de "estar disponível" para você 24 hrs, mas o meu amor fala mais alto, e isso é um tanto egoísta comigo mesmo. Adoeceu? Liga para mim. Precisa de um favor? Liga pra mim. Alguém te decepcionou? Liga, pra mim, pois sou a solução dos seus problemas (Sou o que está sempre disponível para você) Mas quanto a mim? Quanto ao sentimento que fica? Porque cansei de tentativas falhas, sem sucesso algum daquilo que costumávamos chamar de amor, e é interessante pensar, meio cômico na verdade, que o nosso amor é como qualquer outra palavra dita da boca pra fora pra você, porque pra mim, esse sentimento ainda lateja no meu peito, e faz doer, arder, me faz chorar. E eu que sou tão forte, me pego chorando por algo que me faz fraco, (me desestabiliza) que é o seu amor. Eu cansei de estar ali por você toda hora. Eu cansei de tentar cuidar de você quando você mais precisa. Eu cansei de me desdobrar em mil pra suprir suas necessidades não recíprocas e egoístas. E sabe de uma coisa? Eu cansei de insistir e da próxima vez que me ligar, sua ligação não será mais atendida. O telefone é mudo, e o meu amor por você será também. E quando você ligar,a operadora dirá: esse telefone está indisponível no momento e você saberá que eu não estarei mais lá. Não estarei mais disponível. Não mais.

Please, do a favor to yourself, don't call me anymore.

Leandro e Olivia.

[annieysusletras]

He escrito tanto sobre decirte adiós que está vez ni siquiera quiero decirte adiós a ti, quiero despedirme de mi, de la versión mía enamorada de ti, la que podía dar hasta su vida, la que quería quedarse contigo toda la vida y creía que podría curarte, pero, me di cuenta que no podía curar una herida que te gustaba como dolía, una herida que volvías a abrir una y otra vez, me di cuenta que el problema era yo, yo que forzosamente quería que fueras tu, siempre tu...

Voy a extrañar la versión que te quería, que te adoraba, la mujer que cuando la veías se convertía en una niña, la mujer que le gustaba sentirse protegida a tu lado, la que te miraba dormir y pedía que durará para siempre, la que rezaba cada noche para que estuvieras bien o mejor, la que sabía que podrías quemar todo por ella sin saber tus llamas a la única que consumieron fue a ella...

Hoy muere el nosotros, muere el "tal vez alguna otra vez" y también el "quizás en otra vida", hoy mueren nuestros chistes, nuestros lugares sagrados, nuestros días, nuestras noches, nuestras fechas importantes, las pláticas, los secretos que nos contábamos a altas horas de la madrugada, las anécdotas tontas que solo sabe el uno del otro, muere un lenguaje de amor con todos los besos y abrazos que lo componían, mueren los "te amo" y los besitos en la espalda al dormir, muere nuestra forma de vernos, las sonrisas coquetas, las miradas que sabíamos que significaban, nuestra forma de hacer el amor sabiendo que el amor nos hacía a nosotros, mueren las canciones que cantábamos juntos y las que te dedique sin decirte, muere la versión que teníamos del otro al estar juntos, mueren los caminos que caminamos tomados de la mano y las carreteras que manejaba conmigo de copiloto, mueren las fiestas cuidandonos y riéndonos de todo, muere el ser más que una pareja ser amigos, más que ser solo algo lo éramos todo...

Muere la historia de amor más fantástica e inigualable del mundo, muere mi versión enamorada de algo que jamás pudo ser, muere la frase que dijiste y que jamás olvide -"querer tanto en la vida y querer cada vez más fue por ti"- , hoy muere un amor, un amor que jamás tuvo que pasar, muere uno de esos golpe que jamás fue de suerte, aunque así lo queríamos creer, muere un amor que debió quedarse en lo prohibido, mueren años de reencuentros y despedidas, de vernos como si fuera la primera vez más de las veces que pude contar, hoy muere todo esto, pero, quizás dentro, muy dentro de mi, aún te guardo, aún te tengo, hasta la raíz como aquel tatuaje que compartimos, una rosa que será más eterna de lo que nosotros fuimos.

- Una última vez dejándote ir mi querido chico malo, última vez amándote tanto hasta que me consumi en eso, y como lo dijiste "jamás vamos a poder estar juntos" pero que lindo fue creer que si, que lindo fue creer que seríamos nosotros siempre, siempre nosotros, pero simplemente no...

Te amo tanto que te odio, hasta siempre querido amor de mis mil vidas, mi chico malo, mi corazón, de los peores diablos el bueno, adiós a mi ángel con los brazos llenos de tinta, a mi estúpido dios griego, hasta nunca mi vida.

[moonlezn]

destino jaemin

não há nada tão misterioso, místico e maravilhoso quanto o tempo. este tem suas artimanhas, suas invenções e conexões inexplicáveis que levaram você até jaemin.

notas! esse pedido foi feito pela minha bebê, @jaemingold. é inspirado em duas músicas: monalisa, do djavan e invisible string, da taylor swift. se você curte ler com música, recomendo essa (especialmente no momento "o dia"). é uma bobeirinha bem fofa, espero que gostem.

jaemin x leitora soulmate!au; akai-ito (cor diferente no fio); 3.3k !não foi revisado!

Dois anos antes

Numa das mesas vazias da sorveteria perto do parque também vazio está a menina cuja qual se prepara para o último ano de escola. 

O recesso de inverno é sua parte favorita do ano, a paz que a paisagem alva enfeitada de pequenas luzes douradas ou coloridas exala lhe é muito cara. Este é o período no qual escolhe recintos aleatórios para passear, sempre acompanhada de si mesma e um livro na bolsa. 

Decide-se a cada dia por lugares onde é costume ir no verão, assim, acaba sendo a única freguesa muitas vezes. A melhor parte, caso lhe perguntem. Por isso, a sorveteria Frigidarium te atraiu. Ao entrar no ambiente aquecido e ver apenas os funcionários, suspirou de alívio. Bingo.

— Boa tarde, senhorita. Obrigado por nos escolher, fique à vontade para escolher uma mesa. Irei até você. — o homem atrás do balcão cumprimenta com educação, mas parece nervoso e atrapalhado.

Um aceno de cabeça e um obrigada sussurrado foi o suficiente. Após achar conforto em um dos cantos, retomou a leitura que tinha iniciado no metrô. 

— Você é uma das minhas, sorvete é até no frio. Quais sabores vamos querer hoje? — ele já está com a caneta a postos.

— Eu amo sorvete! — sorri como uma criança feliz. — Pistache, chocolate belga e baunilha, por favor.

— Que combinação, hein? — o senhor ri com vontade, mas logo interrompe o riso com um estalo nos lábios. — O menino que me ajuda está super atrasado hoje, mil perdões pela bagunça.

Não tinha reparado, porém não era tanta assim. A agitação do homem vem de dentro, observa. 

As horas passam como as horas num dia de inverno deveriam passar, lentas o suficiente para render bem o dia. Terminou bem uns três capítulos e mais quatro sabores de sorvete antes de decidir que era hora de partir, teria uma jornada muito mais gélida de volta deixasse o Sol se pôr.

Preocupado, o homem aperta o casaco grosso contra o corpo enquanto percorre a área com os olhos pela enésima vez à procura de Jaemin. O moleque nunca se atrasa assim! Pelo contrário, é pontual, responsável, simpático. O que será que aconteceu?

Para o alívio do coração frágil do mais velho, uma figura apressada aproxima-se ao longe. É, finalmente, Jaemin, depois de ter ficado preso limpando a escola às ordens da professora mais malvada que já existiu na face da Terra. 

Ao passo que Na alcança a esquina, você deixa a sorveteria e despede-se, agradecendo a atenção do atendente caridoso. Assim que vira de costas para caminhar, o menino chega na frente do senhor, repousando as mãos nos próprios joelhos e revela a respiração ofegante pela corrida extensa. 

— Perdão, senhor. — Jaemin pede entre os suspiros. Retoma a postura ereta, as mãos apertam os ossos do quadril. — Tenho um motivo, juro.

— Ah, garoto! Não me assusta mais assim. 

Um ano antes

Jaemin nunca imaginou que seria a pessoa a sair de casa para estudar em outra cidade, parecia um sonho distante. Na verdade, não tinha passado por sua cabeça viver longe da família, não seria capaz. Cuidar de sua mãe e seus dois irmãos mais novos tinha tanto gosto de felicidade que não pensava em abrir mão disso, até que recebeu a carta de admissão de uma faculdade que nunca tinha aplicado. 

Obviamente foi uma tentação. Aquilo perturbou tanto a cabeça do jovem que o fazia acordar todas madrugadas para encarar cada palavra digitada naquele simples convite. As letras pareciam brilhar algumas vezes, um tom dourado que ele sempre justificava como imaginação fértil. 

Decidiu ir após um dia longo no trabalho, não poderia estacionar a vida por ali. Decisão tomada, as dores de cabeça e letras douradas sumiram, mas a sensação de estar sendo puxado para o que parecia certo crescia ao passo que o dia da viagem chegava. 

Primeira vez que viajou de avião sozinho, primeira vez pegando um táxi sozinho, primeira vez carregando todas as suas coisas em malas que lhe foram doadas, primeira vez que teria uma oportunidade de conhecer a si próprio, pensar apenas em si. 

O motorista do táxi sentiu compaixão pelo jovem menino e o ajudou a carregar todas as malas, o carro ficou lotado. Jaemin sentou-se no banco da frente para facilitar o transporte, e ainda assim, o espaço em seu colo estava sendo aproveitado também. 

— Você é tão jovem, parece minha enteada… minha filha. — diz o motorista, tentando oferecer uma conversa amigável ao garoto visivelmente assustado. — Veio para a faculdade? 

Jaemin suspira e solta um risinho para ser educado, o medo mal permite que ele interaja. 

— Sim, sim. Vim estudar música, senhor. Composição, na verdade.

O senhor exclama em animação, como se a maior coincidência tivesse acabado de ser revelada.

— Minha filhota também! Em qual faculdade? 

— Instituto SAE, senhor.

— Ah… — declara um pouco decepcionado. — Ela vai estudar na Academia JAM. 

— Meu amigo Renjun também! Talvez um dia a gente se conheça… 

— Espero que sim, rapaz. Ela seria uma boa amiga pra você, sabe? Nós nos mudamos recentemente para não deixá-la sozinha aqui, e agora estou trabalhando mais enquanto não encontro outra coisa melhor. Ela não queria, disse que não queria mais dar trabalho, mas a gente insistiu. Menina de ouro. 

Um breve silêncio paira no ar, Jaemin não sabe o que responder, só consegue pensar que sua vida está começando agora. Ele precisa ser responsável pelas próprias decisões daqui para frente, tudo depende dele somente. Não é como se sua família o tivesse abandonado, pelo contrário, dão todo apoio do mundo aos seus sonhos. Porém a distância… 

— Por falar nela… — o motorista interrompe os pensamentos do garoto e aperta o dispositivo à sua frente para atender a ligação. Por causa do bluetooth, Jaemin também faz parte da conversa. — Oi, filha! Tô com um passageiro, seja rápida. 

— Oi, papai. 

No exato instante que sua voz preenche o carro, a tontura e preocupação do mais novo cessam, sente uma calmaria acalentar o peito. Em volta de seus olhos há certa cintilância, o que ele pensa ser vertigem. 

— Cheguei no dormitório agora pouco, minha colega de quarto foi super simpática. Uma veterana de piano, fiquei tão feliz. 

O brilho aumenta conforme sua fala se estende. Jaemin pensa estar passando mal, procura alguma razão em volta de si que explique o as partículas douradas flutuando sobre sua visão. Sem justificativa, a confusão contorce suas expressões ao perceber que, ao fim da ligação, também se vão as poeiras brilhosas. Estranho. 

Vez ou outra esse pó mágico, como Jaemin apelidou quando criança, se apresentava em situações aleatórias. Na infância tudo é mágico, porém à medida que amadurecia, ficava mais difícil acreditar — e entender — do que aquilo se tratava. Quanto mais raras tornavam-se as aparições, menos pensava nisso. E assim pretende continuar. 

5 meses antes 

Se pudesse voltar no tempo, diria a si própria para não confiar no cara mais desejado do campus. Óbvio que todo esse papinho de estar apaixonado era mentira, de escrever músicas de amor (foram todas recicladas, por sinal), de prometer ser sempre seu… Tudo. Mentira. Como caiu na lábia dele? 

Sabe bem. Era só Doyoung pegar o violão que tudo parecia certo, sua tática de sedução infalível. O que ele falasse ao tocar qualquer acorde, olhando nos seus olhos, viraria voto secreto. 

Bem, os olhos outrora hipnotizados por toda beleza do homem, hoje se abriram. Numa das festas de um famoso quem popular do campus, pegou seu situação fiel no meio de uma pegação bem intensa com outras duas calouras. 

Não permitiu que ele chegasse até você, foi rápida ao se esconder entre as pessoas. Doyoung também não insistiu muito, não valia a pena. 

Mesmo com vontade de chorar, engole as lágrimas junto com uma mistura poderosa num canto qualquer. Pouco distante dali, na sala, estão Renjun e Jaemin, haviam chegado há pouco, quando o primeiro decide procurar pelo banheiro. 

— Eu já volto, não sai daqui. 

Jaemin revira os olhos. Até parece que encararia essa avalanche de gente sozinho, obviamente esperaria o amigo no mesmo lugar. 

Renjun se espreme entre os espacinhos que sobram para a passagem, bufando ao levar esbarrões que o atrapalham de tomar a direção que procura. Na verdade, já não reconhece mais em que parte da casa está. Fica na ponta dos pés para se localizar, batendo os olhos diretamente em você. O sorriso que estica os lábios se desfaz ao notar o olhar perdido, a expressão decepcionada e copos vazios por perto, além do meio cheio que está em uma das mãos. Boa coisa não pode ser. 

— Junnie! Oi! — a voz esganiçada denuncia o estado no qual o álcool te deixou, nunca o cumprimenta assim sóbria. — O que você tá fazendo aqui? 

— Que bom te ver também, coisinha. — implica, refrescando o paladar com o seu drink. — Qual foi dessa cara de bunda, hein? 

Inúmeras possibilidades de resposta passaram pela cabeça de Renjun, menos a sua reação de fato. Parece que a pergunta era a gota que faltava para que você quebrasse, não é capaz de conter as lágrimas. Vergonha, decepção, humilhação, todos os motivos se combinaram. Cobrindo a face com as mãos, se permite botar para fora por uns minutos. 

— Vou pra casa, Jun. Desculpa tomar seu tempo assim. 

Por mais dramática que a bebida te fizesse, desta vez realmente se sente culpada de ter dado um banho de água fria na diversão do amigo. 

— Eu levo você. 

— Não! 

Ele leva um susto com a sua rispidez, até afasta o braço que estava prestes a entrelaçar-se ao seu. 

— Não precisa, Jun. Aproveita a festa, é sério. 

— Para com isso. Te levo e volto, o máximo que vai acontecer é eu nunca mais ver esse dinheiro do uber, e… — você o belisca para retrucar a brincadeira, ele ri. — talvez o Jaemin fique meio puto. 

— Jaemin? Quer ir procurá-lo? 

— Deixa ele aí rapidinho, a gente não vai demorar. O seu dormitório não fica tão longe. — finalmente engata os braços, já direcionando os dois para fora do caos. 

— Renjun, eu posso ir a pé. Dez minutinhos não é muita coisa. 

— Exatamente, por isso mesmo, não é nada, eu já vou voltar. Fora que ir a pé agora é sinistrinho, não posso deixar.

Os dois se dirigem para fora sem que Jaemin veja, apesar de Renjun tê-lo procurado pro alto. Realmente não sente tanta falta do amigo assim, acaba encontrando dois colegas de sala por coincidência e não demorou muito para que ele retornasse. 

Esta foi a última vez que um quase separou você de Jaemin. 

Um dia antes 

Renjun espera Jaemin chegar em casa pulando um pouco de frio pela brisa surpreendentemente gélida esta noite. A jaqueta e a calça jeans não estão dando conta do frio, e o garoto reza para que o amigo chegue logo. Suas preces foram atendidas rapidamente, pois a figura forte do garoto se aproxima da porta de casa com um olhar curioso e um sorriso no rosto. 

— Tá com saudade de mim, Junjun? — ele provoca, causando um revirar de olhos no outro. 

— Abre logo essa porta, tá frio pra caralho. 

Entrando no apartamento quentinho, Renjun suspira de alívio e se joga no sofá na primeira oportunidade que tem enquanto Jaemin larga as sacolas de mercado na mesa da cozinha. 

— Ao que devo a visita? — Jaemin indaga ao retornar para a sala e fazer companhia ao amigo. 

— Amanhã você tem compromisso? 

Na parece pensar, e logo sacode a cabeça negativamente. 

— Ótimo. Minha amiga vai se apresentar e você vai no recital comigo. Não reclama, eu já comprei seu ingresso. 

— Eu nem disse nada. — ele lança uma das almofadas bem no abdômen do amigo. — Tá bom, ué. Se é pra ir, eu vou. Ela toca o quê? 

— Piano. 

— Ihhh, qual foi esse sorrisinho? Você gosta dela? 

O silêncio sepulcral segue a cara de horror de Renjun.

— Não?! 

— Sei… — faz uma expressão desconfiada só de sacanagem. 

— Definitivamente não, para de graça. — ele suspira, não querendo dá-lo o gostinho de cair em suas provocações. — Enfim. Amanhã às sete da noite, a gente se encontra no Centro e pede um uber, pode ser? 

Jaemin concorda, e eles seguem conversando sobre qualquer coisa. Ele concorda sem saber que absolutamente tudo faria sentido a partir daquele encontro. 

O dia

Apesar do trânsito caótico da cidade, chegaram com antecedência ao evento e, uau, está lotado. O burburinho toma conta do teatro enquanto os dois procuram o lugar privilegiado que Renjun havia conseguido, onde a acústica favorece e a visão não deixa a desejar.

De repente, após já sentados, o silêncio é pedido e atendido imediatamente. O primeiro solista entra sob aplausos contidos e inicia sua apresentação belíssima, Jaemin parece vidrado. Vez ou outra sentia choques de realidade do porque amar tanto música, e este momento se classifica assim. O violoncelo é um de seus instrumentos favoritos, por isso se deixa tocar pelas notas tão únicas e refinadas, quase não percebe quando termina o número. 

— Ela já é a segunda. — Renjun sussurra com discrição, acordando o amigo de seu transe. 

Os holds já haviam trazido o instrumento pesado até o palco quando Jaemin abre os olhos novamente. Na coxia, você respira fundo algumas vezes e dá os primeiros passos em direção ao banco com graciosidade, os aplausos estão abafados aos seus ouvidos. 

A quietude preenche o recinto outra vez ao passo que um zumbido perturba seus pensamentos, mas logo se vai ao pressionar as primeiras teclas com os dedos trêmulos. Renjun sorri em apreciação, orgulhoso da sua primeira composição sendo mostrada ao mundo. No entanto, Jaemin não sorri. 

Tudo que consegue ver é você, rodeada daquela mesma poeira dourada que ele conhece. Só que agora, há uma quantidade extravagante dela. Ele tampa a boca em formato de O, mas sua mão também está brilhando. Será que todos podem ver? 

Ele procura algum sinal em volta e não encontra nada. Fitando os próprios dedos, ele vê que há um fio reluzente amarrado no mindinho, que se estende de cadeira em cadeira, sobe ao palco e… Ele só pode estar ficando maluco. 

O outro lado do fio está atrelado ao seu mindinho. 

A sua mente gira. O que é toda essa luz? Mal consegue enxergar as teclas de tanto dourado, suas digitais também parecem estar sendo puxadas para fora do palco, especialmente onde está o nó brilhante. A ansiedade de errar na frente de tantas pessoas desregula a sua respiração por uns segundos, até que você fecha os olhos e confia na própria memória. Por trás das pálpebras vê um sorriso desconhecido que acalenta o desespero, e sem perceber, imita o gesto. Assim, nem parece mais você a tocar o piano. A melodia sai tão naturalmente e leve que nem sente esforço nenhum sendo feito. 

A melodia cessa, e as luzes se vão também, os aplausos e as exclamações de “bravo!” assustam você e Jaemin, os trazendo de volta para a realidade. Para ele, tinha acabado ali, só conseguia pensar em você nas outras três apresentações. Ao final, Renjun tira da mochila um pequeno arranjo de flores que havia guardado com cuidado e convida Jaemin para seguí-lo até o corredor, onde você estaria. 

Ao ver Renjun, seu sorriso nervoso se torna um sincero, e vocês se abraçam em celebração. Ele te entrega o singelo mimo com alegria, rasgando elogios sem fim. 

— No meio da música, parecia que você tinha se desligado completamente e só existia o piano. Foi lindo, lindo, lindo. 

— Obrigada, Jun. Eu realmente me desconectei, não sei… foi estranho, mas tão bom. — você confessa animada, notando uma segunda presença por perto. 

Hipnotizado é pouco. Jaemin está encantando, vidrado, nervoso, completamente focado no seu rosto, nos seus trejeitos. Chega a ser esquisita a forma que ele está se comportando. 

— Ah! Esse é o famoso Jaemin. Jaemin essa é a… irmão, acorda! 

Jaemin chacoalha a cabeça, completamente desconcertado. 

— Eu tava, hm, é… distraído. — limpa a garganta e estende a mão para você. — Prazer, viu? 

No aperto de mãos, você nota certa dormência em volta do dedo mindinho e, obviamente, ele também. Não só isso, ao reparar mais detalhes do rosto do menino, você confirma que o sorriso que vira durante a apresentação pertencia a ele. 

Isso só pode ser loucura, não é? 

Parecia cada vez mais real. 

Mesmo tendo decidido seguir suas vidas, a curiosidade não findava. Especialmente depois de uma série de encontros aleatórios, quase diários. 

Uma vez na esquina do trabalho, trombou com Jaemin, e a dormência nos dedos apareceu de novo. 

Depois no metrô, entraram ao mesmo tempo, um de cada lado, e quase caíram um em cima do outro. 

Outra vez foi em um domingo ensolarado, se encontraram no mercado comprando exatamente os mesmos sabores de sorvete, pistache, chocolate belga e baunilha. 

Era sempre meio estranho, risinhos simpáticos para disfarçar aquela vontade absurda de perguntar se o outro tinha sentido e visto as mesmas coisas. Aquela saudade inexplicável na hora de se despedir, quando algo dentro de si pedia aos berros para que ficassem. 

As coincidências ficaram insuportáveis, e Jaemin decidiu tomar uma atitude e testar sua teoria. Ele calmamente passeia pelo parque mais vazio e distante do Centro da cidade, escolhendo um dos bancos de madeira pintados de verde para sentar-se. Se você aparecesse ali, realmente seria um sinal, e não poderiam mais ficar quietos sobre o que vinha acontecendo. 

Impressionado, aliviado, mas pouco surpreso, o garoto sorri ao te reconhecer de longe. Você está ouvindo música, dançando pelo caminho e se aproximando devagar. É costume seu vir ao parque quando precisa espairecer sem ser incomodada. 

Jaemin se levanta e te espera chegar, ainda não tinha sido visto. As mãos enterradas no bolso da calça entregam o nervosismo, o estômago está revirado de borboletas.

Ao avistá-lo ali, seus pés travam, porém não consegue esconder o sorriso. Era o sinal que havia pedido ontem à noite, antes de dormir. Você se aproxima cheia da coragem que havia se permitido sentir e o abraça forte, tão forte que ele se perde por alguns momentos. Os braços fortes, no entanto, envolvem sua cintura com uma intimidade familiar, apesar de ser a primeira vez que se tocam assim. 

Jaemin é o primeiro a se afastar, bem pouco, deixando que os rostos se admirem bem de perto. Ele ajeita seus cabelos e você acaricia as bochechas macias dele com certa devoção. 

— Eu preciso fazer uma coisa. — sussurra como um pedido, encarando seus lábios e depois seus olhos. 

Você assente, novamente tímida, mas se entrega, cerra as pálpebras e espera a próxima ação do garoto. Com delicadeza, ele repousa os lábios sobre os seus e inicia um beijo doce, lento, repleto de carinho. 

Ao mesmo tempo, como uma miragem, vocês se veem crianças, correndo numa pracinha da cidade natal. Na sua cintura e na dele, o fio dourado se estica e se contrai conforme os movimentos da corrida entre os vários brinquedos. 

A cena não se demora, avançando no tempo. No mesmo ponto de ônibus para ir à escola, você e Jaemin quase se cruzavam todos os dias. Um subia no transporte, o outro chegava. E, mais outra vez, o fio os atrelava, como uma promessa. 

Depois, as cenas ficaram mais recentes. Jaemin era o menino atrasado na sorveteria e também o qual seu padrasto não parava de tagarelar sobre, você descobre. No dia da festa na qual descobriu a traição de Doyoung, no meio de toda aquela gente, o fio reluzente continuava a conectar vocês dois até que, finalmente, se viram pela primeira vez e chegaram até aqui. 

— Você também viu? — você pergunta baixinho, separando o beijo com alguns selinhos. 

— Vi. Demorei a vida toda pra te ter. — ele ri, sem acreditar que esse tipo de coisa é real. Depois de tanto tempo achando que tinha tomado decisões erradas, ele percebe que tudo colaborou para que vocês dois se encontrassem. 

— Eu nunca mais vou te deixar. — sua promessa remenda todas as mágoas e dúvidas no coração de Jaemin, que te toma nos braços de novo. 

Desde sempre, e para sempre, conectados para que se achassem, se cuidassem e amassem. Muitas vezes os dois se questionaram sobre o amor, sobre as circunstâncias de tantas mudanças, porém tudo passou a fazer sentido por causa do outro, e nunca permitiriam que isso escapasse.

[erwintrespelos]

Los lin kuei si fueran michis 🐈

Head canon en el pie de cada imagen

Bi han: perro traidor, ¿has tenido un gato naranja? ¡SON EL DIABLO! Definitivamente es celoso y como todo gato naranja hace ese Side eye tremendo si haces algo que le desagrada. ¿Celos? Definitivamente, ¿Locura? *la locura está en mi creator* OBVIO

¿Qué más puedo decir de este loco?

Si no estuviera tan estresado definitivamente sería del tipo coqueto o tal vez de esos directos. Tanto en humano como en gato celoso y posesivo, ¿¡te metes en su territorio?! Rasguños es lo más leve que te puede hacer y encima ,¡Exigente!

¡Ataques nocturnos, maullidos en la madrugada, cosas destrozadas y si le das mimo a alguien que no sea su familia (Ajem Thomas) Se resiente!

Además de escaparse de la casa por perseguir machos (*Cof cof* Tsang sung *cof cof*) lleva por el mal camino a sus hermanos y deja abandonado al pobre Thomas. Minino travieso, ¡definitivamente el diablo!

----Ahre, que si habeís visto un gato león alguna vez, son super guapos y ariscos encima, aparte de super desconfiados.

Thomas: ¡El engreído! Es que míralo no más, es super Dulce (a veces) Definitivamente aventurero, ¿Has visto al gato blanco traerlo del lomo porque se perdió al no saber leer su propio mapa felino? Tiene un poquito de orgullo (su papá lo llenaba de besos y atún por eso está subidito de peso) Juguetón al nivel del naranja, usualmente no sabes quién de esos dos rompió las cosas.

¿Haz visto su carita? Trae pájaros y ratas vivas a la casa. Sabe pelear y te araña y muerde hasta sangrar, pero es que no sabe controlar su fuerza, solo mira su carita y se te pasará. (Usualmente para siguiendo a Bi-han naranja para "pelear" y el blanquito le da lamiditas en la cabecita)

Scorpion: Desconfiado, siempre está alerta, para cerca de sus hermanos y tiene un carácter ahí un tanto "especial". Es el más tranquilo de esta camada de leones, pero se agarra a pelear en los techos con el naranja por el dominio del barrio. Solo será cariñoso siempre y cuando tengas su confianza y él se te acerque, sino pues se irá tranquilamente no sin antes mirarte con desdén. Para más en manada que con su humano, si lo bañas al día siguiente aparece del mismo color que Thomas. Tiene su arranque de energía, pero eso usualmente lo usa para pelear con los otros gatos. ¿Hembras? No lo sé, bro, esa palabra no existe en sus maullidos, está muy ocupado defendiendo la manda y desconfiando de los humanos (usualmente juzga a Thomas en secreto por lanzarse al humano que les da de comer) ¡Está guapísimo! ¡Se mira, no se toca!

[historiasbodyswaps]

UN NUEVO COMIENZO (Historia male possession)

Yo era un hombre retirado, tenía años que no sentía ninguna motivación pero recientemente limpiándolo el sótano de la casa de mis padres encontré un extraño baúl en el cual habían muchos libros de ocultismo y brujería, me interesó bastante uno donde explicaba un embrujo que permitía poseer un cuerpo permanente, empecé a leer más sobre el tema ya que estaba aburrido de esta vida monótona y solitaria

Me miré al espejo y me odiaba realmente quería un cambio de vida, así que empecé a leer cada vez más los libros que había encontrado en casa de mis padres, cuando eran aproximadamente las 9 de la noche decidí tomar un descanso y encender el televisor para ver las noticias y ver que ocurría en la ciudad, ahí fue cuando lo vi, dios no puedo describir lo que realmente sentí en ese momento.

Eran el presentador de noticias locales Mario, era realmente guapo así que puse mis ojos en el, decidí en ese momento que él era el tipo de persona que quería ser, por lo que esa misma noche puse mi plan en marcha no podía perder más tiempo, era ahora o nunca.

Después de tanto leer enconte un buen conjuro el cual decía que si quería transportar mi alma a otro cuerpo recipiente primero tendría que tomar un líquido que claramente preparé, cuando termine de tomarlo sentí como si algo se desprenderá de mi, no le tome importancia y me decepcionó esto no funcionó, o eso creía, me dirigí a mi habitación solitaria y fría, rendido me acosté listo para despertar al día siguiente y afrontar otro miserable día en mi cuerpo.

Aproximadamente a las 5 de la madrugada desperté y me empecé a estremecer esto era doloroso pero a la vez excitante no podía describir lo que sentía todo mi cuerpo se desprendía de mi, hasta que todo paro por qué de un momento a otro estaba afuera de mi, viendo mi cuerpo solitario en la cama sin nadie dentro, cuando cerré los ojos y creía que era un sueño volví a la realidad y de pronto estaba en un camerino, de una televisora, cuando abrieron la puerta, lo vi era el, Mario estaba solo y no me podía ver, aquí fue la oportunidad

Cuando se sentó en una silla de ahí a ver los mensajes de su teléfono decidí aprovechar y me convertí en una especie de alma y me introduci por su boca, él empezó a gemir del dolor que sentía al yo entrar en su cuerpo, esto era insoportable para el, gemía demasiado en ese ajustado traje gris , cuando por fin todo terminó, abrí los ojos y Dios todo había funcionado era Mario, por fin era el no lo podía creer.

Me quite el traje no soportaba esa presión, encendí su teléfono para verme y aquí está el, ese reflejo era mío, su cuerpo se estremeció y de pronto sentí un bulto en la entrepierna, el estaba realmente dotado y sabía que no lo iba a desaprovechar esto era increíble, pero tuve que controlarme ya que ahora era el y tenía que presentar el noticiero por lo que me puse mi traje y salí a el foro de noticias, esto fue una experiencia muy excitante.

Ahí estaba yo sentado listo para presentar el noticiero y para ser mi primera vez haciendo esto no lo hice nada mal, parece que mi suerte esta cambiando, no me arrepiento en haber hecho esto.

Cuando mi trabajo terminó me dirigí al departamento de Mario, esta noche me esperaba algo maravilloso.

Me cambié de ropa a algo más casual, su departamento era cálido y muy lujoso, nada comparado a la horrible vivienda en la que vivía, yo siempre fui gay pero no lo admití asi que Mario serás una estrella en el bar gay al que iremos en Ciudad de México, no puedo esperar las nuevas experiencias que vivirás. Este cuerpo es precioso no paro de mirar mi entrepierna y ese maravilloso bulto que ahora es mío.

Aquí estoy viviendo mi vida al máximo como Mario, el poseer su cuerpo fue la mejor decisión que tome en mi vida,cada día en el es mejor que el pasado

No paro de masturbarme por las noches cuando salgo de trabajar con ese traje y esos calcetines de seda que me pongo, jamás creía que esto se hubiera hecho realidad así que ahora creo más que nunca en que los milagros si existen, si no quien más que ese libro me hubiera dado la clave de la felicidad.

Eso fue todo se me hace tarde y tengo un encuentro gay por la aplicación de grindr.......

[mistiskie]

oii será que rola um hard hours do haechan manhoso louco por peitos?? se não der pra você fazer tudo bem

⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀HAECHAN HARD HOURS

Seu pedido é uma ordem bebê! Pra mim faz total sentido o Haechan ser amante de peitos mesmo, é bem a carinha dele!!! Espero que goste e tenha uma boa leitura nessa madrugada. Beijinhos da kyky!

⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ❛❛兼

"Você está me trocando pelo Sam Winchester, sério?" Concorda, tirando Donghyuck da frente. 

"Você também me troca pela Leblanc." Troca justa, Haechan já não soube o que falar mais, deitou do seu lado infeliz com o resultado da birra.

Sorri, gostando da situação imposta, era claro que estava fazendo isso de propósito, se lembrava bem de horas atrás quando também não recebia a atenção que queria porque ele estava ocupado demais jogando lol como um homem virgem de 40 anos. E não era de guardar rancor das coisas, apenas não gostava de ter a atenção do namorado roubada por bonequinhos mágicos online. 

"Amorzinho, por favooor!!!! Não faz isso comigo." Ativa a criança mimada interior que tinha quando não conseguia o que queria. 

Hyuck volta a te perturbar, segura seu rostinho com as duas mãos só para beijar diversas vezes os lábios que ele tanto amava, insatisfeito com o pouco, sorri travesso, encara seu busto coberto apenas por uma camisa regata levemente transparente. "Nem pense nisso." Avisa de antemão, sabendo o que viria a seguir. 

Haechan sobe a barra da camisa até que seus peitos estivessem desprotegidos, o ar gelado bate contra os biquinhos, te faz arrepiar, sensível. "Tão lindinhos, parecem obras de arte." Leva a mão até eles, pega com gosto, os aperta radiante como nunca porque brincar ali sempre era o momento preferido dele. 

Você nunca entenderia o motivo de tamanha tara com seus peitos da parte do namorado, Haechan os amava, talvez mais que você, o carinho ali era tão frequente que havia até se tornado costume. Quando dormiam juntos as mãos sempre paravam ali ー isso quando ele não dormia com a cabeça por dentro de sua camisa em cima deles. ー, amava quando não te via de sutiã, nunca te deixava esquecer: "seus peitos são minha bolinha antiestresse, lindinha." 

"Cabem direitinho na minha boca também!" Sente a respiração quente bater contra a pele contrastando com o frio no ar. Donghyuck pôs na boca, a língua rodeando o biquinho, mordiscava também, sentindo prazer em judiá-los. E naquela altura do campeonato você já tinha esquecido de rancor e Sam Winchester, apenas aproveitava o carinho único. 

Tira da boca de uma vez só pra escutar o 'ploc' e um gemidinho estrangulado sair de sua boca. "Gosto quando eles estão assim, todo vermelhinho e babado, ficam lindos." A carinha de cachorro molhado te convence e excita, que homem desgraçado era aquele que você tinha como namorado? 

Faz a mesma coisa com o outro, dessa vez beliscando o bico, friccionando com o polegar e indicador. Fica nesse ciclo vicioso até seu corpo ficar em chamas e sentir que poderia gozar só com aquela sucção. Suspira derrotada, abrindo as pernas para que ele ficasse entre elas. 

"Você tem a obrigação de me foder agora, consegui a atenção que tanto queria." 

"Pode deixar que eu vou sim, mas eu quero antes foder bem aqui. No meio deles." Corrompe com a ideia exótica e interessante. "Eu amo seus peitos, amor. Amo mesmo" 

[voarias]

o tempo passa lá fora enquanto aqui dentro eu me prendo na tua respiração descompassada depois de nós. o que prometi foi um momento de risada frouxa e tocar seus lábios a quantidade de vezes que nosso tempo contado pudesse nos dar, antes da despedida calculada que aconteceria como eu imaginei. simples, direta, objetiva. mas a despedida deixou um gosto de mais, e foi no mais que eu me vi perdida entre teu corpo e tuas tatuagens, agora as minhas preferidas, por vezes demais para que pudesse ser apenas um momento. te vejo me incluindo nos teus planos futuros e me pergunto em que momento eu perdi o controle e me rendi a imprevisibilidade para admitir que o plano falhou. será que foi quando as tuas mãos tocaram minha coxa e tua língua me incendiou? ou quando nossas risadas se misturaram na madrugada que jurei que não nos veríamos mais? eu prometi ficar por uma tarde, mas me sinto desperdiçando o tempo se não encontrar teus olhos de novo e não me perder na curva do teu ombro só mais uma vez. apenas mais uma vez. te vejo desmoronando meus muros quando me conta da sua vontade de conhecer o mundo enquanto passeia tua mão delicadamente (e dolorosamente) por todas as partes sensíveis do meu corpo. em que momento eu me rendi e quis me entregar a tua tentação? foi quando eu adormeci entre teus braços e teus beijos, ou quando tu enroscou meus cabelos nas tuas mãos?

eu prometi ficar apenas por tempo bastante para acender e apagar, e hoje não me importaria de queimar por você.

voarias