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#toalla de cocina
yuanhuapaper · 1 year
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Proveedor de rollo madre de papel tisú | Fabricante de papel higiénico
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fuckyeahmexico · 11 months
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Acapulco necesita muchísima ayuda. Tras el paso del huracán Otis, el famoso paraíso guerrerense quedó terriblemente afectado. No hace falta que salgas de la CDMX para apoyarlos. En diferentes puntos de la capital se han montado centros de acopio que estarán recibiendo productos y víveres.
Eso no es todo, aquellos animales que viven en refugios, también merecen recibir ‘una patita’ de ayuda. Aquí te decimos cómo puedes aportar y dónde.
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Centros de acopio en CDMX para ayudar a Acapulco
1. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), anunció que abrió un par de centros de acopio a partir del mediodía de hoy, jueves 26 de octubre. Están ubicados al lado de las astas bandera del Estadio Olímpico Universitario y en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
2. En horas recientes fue creado el perfil de Instagram @hazelbienxaca por la activista Saskia Niño de Rivera. La iniciativa destinada a reunir víveres tanto para personas como para mascotas damnificadas del puerto. El centro de acopio está en la calle Sierra Gorda 495, Lomas de Chapultepec, alcaldía Miguel Hidalgo. De 8:00 a.m. a 6:00 p.m.
3. El restaurante ‘Degú, cocina de casa’, también ha instalado un centro de acopio. Estarán reuniendo víveres en la calle Huichapan 25, en la Condesa, muy cerca del Parque España. Enviarán un camión a Acapulco con todo lo reunido el día 3 de noviembre. Más información en su Instagram: @degu.cocinadecasa.
4. Atma Yoga, estudio con 2 sucursales en CDMX, también se unió a Degú e instaló centros de acopio, ubicados en la calle Yucatán 69, colonia Roma Norte y calle Goldsmith 38, en Polanco.
Por su parte, la Cruz Roja Mexicana anunció que en las instalaciones de la Sede Nacional recibirán productos para los afectados. Se localiza en la calle Juan Luis Vives 200, Colonia Los Morales Polanco, alcaldía Miguel Hidalgo. Todos los días de 8:00 a.m. a 8:00 p.m.
Lee también: Huracán “Otis” afectó 80% de hoteles en Acapulco, reporta la gobernadora de Guerrero
¿Qué cosas debo llevar a los centros de acopio?
Aunque toda ayuda sirve, es recomendable primero revisar comunicados o redes sociales de los centros de acopio para tener conocimiento de los artículos que recibirán o que son de primera necesidad. En general, se está recolectando lo siguiente:
Para el hogar: escobas, cubetas, cloro, jabón en polvo, guantes de plástico, fibra, cepillo tipo plancha, limpiador para pisos, jalador, recogedor, franelas y jergas.
Alimentos: aceite, arroz, frijol, lenteja, azúcar, sal, agua embotellada, leche en polvo; enlatados como atún/sardinas, café soluble, chiles, mayonesa y mermelada; en sobres como sopas de pasta, cubos de consomé, harina para atole y chocolate en polvo.
Higiene personal: rollos de papel higiénico, jabón de barra, pasta dental, toallas femeninas, zacate, toallas húmedas, desodorante, pañales, rastrillos, peines, cepillos dentales y toallas faciales.
Artículos de primeros auxilios: gasas, vendas, suero, agua oxigenada, alcohol, desinfectantes de heridas, gel antibacterial.
Herramientas: carretillas, barretas, palas y picos.
Ropa en buen estado.
Cobijas.
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Ayuda a un refugio de Animales en Acapulco
Porque los seres humanos no fueron los únicos que vivieron el devastador paso de Otis. Cientos de perros, gatos y demás animales también severamente afectados, por lo que ellos también necesitan ayuda.
La organización comunitaria ‘Patitas Felices Acapulco’ se encarga de proteger y salvaguardar a animalitos en situaciones vulnerables en su refugio temporal. Ahora, están pidiendo ayuda para poder comprar alimento para las mascotas y para poder reparar los daños de su refugio.
Si deseas ayudar, puedes hacer un donativo a las siguientes cuentas, a nombre de Elsa Cristina Salgado Gama:
Spin de Oxxo: 4217 4700 4909 3640.
Banamex: 5256 7833 6571 9690.
Clabe interbancaria: 0022 6190 3723 2878 82.
Fuente: El Universal
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imembroiderline · 2 years
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Guía para encontrar la mejor manera de matarse
Rasha Awale
+
Uno
 
Abre la llave del gas.
Cierra todo:
Puertas, ventanas, mirillas y pensamientos de vacilación.
Primero sentirás dolor de cabeza,
luego dolor de garganta,
un impulso de dejarlo ahí,
pesar.
No te muevas, sólo espera
hasta que ya sea tarde.
Estás muy débil para quedarte.
Sólo salta.
No dejes ninguna nota.
Tu letra no se entiende
y no hay nada peor que una nota suicida confusa.
Imprímela si es necesario.
Que sea divertida,
algo así como “No molestar”.
No quieres hacer sufrir a nadie.
Ya es suficiente con que te vayas pronto.
++
Dos
 
Ve al mercado, escoge el mejor cuchillo.
Si has tenido una vida de mierda, has de querer una muerte de lujo.
Y si tuviste una vida de lujos, no querrás una muerte de mierda.
Sonríele a la señora del puesto, cuéntale un chiste,
algo así como “¿Puedo probarlo primero?”
No importa lo que hagas,
no compres cualquier cosa.
Quieres que la señora recuerde tu cara
Cuando la policía vaya a preguntarle.
A menos que te parezca divertido incriminar a alguien.
¡Incriminar a alguien!
Estoy bromeando.
Pero en serio, no lo hagas con un cuchillo chafa.
Te robarían la gloria.
No lo hagas en el baño,
Respétate un poco.
Puedes hacerlo en la recámara.
No, es mucho batidillo.
En la cocina.
No,
te recordarán cada vez que metan carne al horno.
En el balcón.
No, hace frío
y tú quieres una muerte calientita.
Hazlo en el baño, sí,
pero remplaza el cepillo dental con lapiceros y el jabón con post-its,
la esponja con clips y la toalla con tu toga de graduación.
Hazte un corte vertical. Puede que duela,
pero recuerda que quedarse duele más.
Seguro vas a llorar.
Ahí empieza el batidillo.
Tú sigue.
Sigue.
Nada tan ridículo como que te lleve la ambulancia por intento de suicidio.
Todo el mundo pensará que lo hiciste para llamar la atención,
pero no querías morirte realmente.
No ven que no es posible llamar la atención con un cuchillo,
a menos que seas el carnicero el día de plaza.
Termina lo que empezaste.
No dejes ninguna nota.
No hay nada peor que un papel ensangrentado
y no quieres hacer sufrir a nadie.
Ya es suficiente con que te vayas pronto.
 
+++
Tres
 
Llena de agua la tina.
Pero tienes que encontrar una a tu medida.
Agua caliente.
Tu vida ya fue bastante fría, quieres una muerte cálida.
No te metas desnuda, ponte algo chistoso.
Haz que se rían.
Un disfraz de conejito, una corbata con una camisa llamativa
o un pantalón debajo de la falda.
No te pintes.
Ya bastantes máscaras usaste.
Lo que buscas es una muerte honesta.
Rompe todos los records aguantando bajo el agua
hasta que todo se desvanezca:
las burbujas, el techo, los ruidos de tu mente.
La vida no estuvo tan mal,
pero la muerte puede saber mejor.
Cuando te la bebas,
Bébetela toda.
Recuerda que, si te echas para atrás,
tendrás que explicar el batidillo en el piso,
la toga de graduación en el baño y el elevado consumo de agua.
No dejes ninguna nota.
No hay nada peor que un papel que se deshace en las manos
y no quieres hacer sufrir a nadie.
Ya es suficiente con que te vayas pronto.
 
++++
Cuatro
 
No uses pastillas.
Las pastillas son tramposas.
Te pueden dar diarrea o que te salgan ronchas.
Tendrían que hacerte un lavado
y no hay nada peor que tener una manguera en la boca
mientras un montón de extraños te dan palmaditas.
“Con esas pastillas te van a salir pelos en los ojos”,
me dijeron.
Pedí unas pastillas que pudieran encerrar mis demonios.
No funcionaron. No hicieron dormir a los demonios.
No aplacaron las batallas en mi cabeza.
Al contrario, hicieron crecer un bosque en mis ojos
y me supieron amargas.
La vida ya es bastante amarga.
Mereces una muerte dulce,
así que no uses pastillas.
No uses pistola.
Las pistolas son frías y ciegas.
Además
no tienes fuerzas para apretar el gatillo.
No te columpies como un péndulo:
No eres tan santa como para convertirte en fruta.
 
No te avientes de un edificio alto.
Qué tal si vuelas
o rebotas.
Todo rebota.
No importa qué escojas, no dejes ninguna nota.
La subirán al Face y la compartirán extraños.
Recuerda:
No quieres hacer sufrir a nadie.
 
+++++
Cinco
 
Quédate.
Tu vida es una nota.
Deja una nota.
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mara242526-blog · 2 months
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un parto en casa 2
En casa me quite el vestido y comencé a gustar la compra entre contracciónes . Más de una vez tuve que apoyarme en el mueble pues eran fuertes.comrnecea prepará el almuerzo dentro de poco iba a salir mis hijos de clase llamé a una mami amiga para preguntar si ella podía traerlos pues no tenía ganas de vestirme para salir por suerte accedió.Una vez termine el almuerzo decidí comprobar mi progreso tenía 6 cm bastante bien para haber comenzado hace unas horas este bb nacería antes del anochecer. Me apoye contra el sillón y abri mis piernas mientras balanceaba mis caderas eso alivianaba un poco de presión durante las contracciones. No podía evitar gemir durante el dolor. Al cabo de 30 min llegaron mis hijos mi bb rápidamente pidió que lo alzara asi que eso hice mientras me dirigi a la cocina para darles de comer.Por suerte ellos no se asustaron mientras yo me apoyaba y gemia sonora mete llego de comer los lleve arriba a dormir su siesta. Cuando bajaba la escalera una fuerte contracciónes me hizo agarrar fuerte vientre y finalmente mi bolsa se rompió.Me dirigí al living pues había preparado unas toallas así que baje lentamente me puse en cuchillas Contra el sillón con las piernas bien abiertas mientras esperaba la siguiente contracción cuando llego di mi primer empujón y sentí como se iba moviendo seguí así durante un rato balsncensodme y pujando cuando por fin sentí la cabeza de mi bb comenzar a salir tuve que cubrir mi cara con la almohada pues no quería gritar y despertar a mis hijos. Justo cuando el bb salió de mi cuerpo senti la puerta abirrse mi esposo había regresado.Se acercó a mi y me dió un beso mientras yo cortaba el cordon y limpiaba a mi bb era otro niño. Con su ayuda me puse de pie. Sentía mi estómago aún duró así que le di al bb y decidí meter mi mano para ver qué pasaba y efectivamente había otro bb . Mi esposo de guiro a verme cuando solte un gemido - no eh terminado aun queda otro - le dije mientras caminaba. El dejo al bb en su cuna y volví a mi - aún no se te rompe la fuente de este bb- dijo mientras ponía su mano en mi sudoroso vientre negué con la cabeza - pues déjame ayudarte a comenzar- lentamente si mano se dirigió a mi sensible entrada y comenzó a jugar con mi clítoris yo no puede negarme se sentía bien.Nos dirigimos al sillón pues me costaba estar de pie el se sentó y me indicó que me sentsrs en sus piernas eso hice con mis piernas a cado lado de su cuerpo mi apertura estaba abierta sobre el mientras seguía jugando hasta hacerme llegar a un poderoso orgasmo callé mis gritos sobre su hombro.En un momento sentí como se introducía en mi - siempre quise follarte durante el parto - me dijo y sin esperar comenzo a moverme dentro y fuera de mi a un ritmo enloquecedor no paso mucho para que otro orgasmo me golpeara pues estaba muy sensible con este orgasmo finalmente mi bolsa se rompió. El siguio con sus movimientos hasta que también termino justo a tiempo para que una contracciones me hiciera dar mi primer empujón salí de el y me paré contra el sillón el quedo debajo de. Mi solo bastaron unos 3 empujónes más y finalmente salió de mi era un niña finalmente tenía una bb . Mi esposo solo le dijo que esperaba repetir esto nuevamente y yo también lo quería
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intruzox69 · 9 months
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Marlén
Capítulo 11
Sexo con mi comadre
Todos los relatos que he escrito son verdaderos, me atrevo a decir que cada detalle es como sucedió, y es que al escribirlos es como estarlos viviendo de nuevo.
Analizándolos me di cuenta que son pocos comparados con las aventuras que he tenido, haría al menos dos relatos por semana. Y no he escrito ninguno con amantes mujeres, en esta ocasión lo haré.
Aún no me separaba de mi marido, ni éste sabía nada. En una fiesta en la que mi compadre cumplía años, nos invitaron, y como siempre mi marido se olvidaba de mí para embrutecerse. Mi compadre no me hacía ni ojitos por miedo a su esposa.
Iván, que era amigo común, se encargaba de atender a los invitados. Se daba sus habilidades para tocar mis nalgas, y es que tenía varios días que no había estado conmigo, y con su juventud, andaba ganoso.
Quizá pensó que no iba a lograr nada, ya que la fiesta iba para amanecer, se retiró de la casa. Yo traté de estar bien en la reunión, no intenté nada, ya que de los presentes nadie sabía de mis deslices, solo mi compadre.
Para la media noche mi esposo ya andaba hasta atrás, entre mi comadre y yo no había mucho que hablar, me fastidiaba que presumiera lo que tienen. Yo bebo muy poco, pero como no había quien me diera una bebida, fui a la cocina.
Estaba preparando una cuando sentí unas manos en mi cintura, por un momento pensé que era mi compadre y con temor me quité. Al voltear me di cuenta de que era Iván, me sorprendió porqué pensaba que ya se había ido.
Ansioso empezaba a acariciarme toda, yo trataba de quitarlo, podía llegar mi esposo o alguien más. No hacía caso, y cerró la puerta que daba hacia donde estaban los invitados con seguro. Si alguien necesitaba entrar, nos daríamos cuenta y tendría que rodear toda la casa, y esto nos daría tiempo de despistarla.
Fácil me convenció, pero ya era muy tarde y estaba muy urgido solo quería deslecharse para irse. Sin perder tiempo me levanté el vestido a la cintura, le di la espalda y dejé que me penetrara. Sus ganas de poseerme eran obvias, con fuerza me daba unas deliciosas cogidas, pero dentro del gozo ponía atención en la puerta trasera de la cocina, pero no a la del interior de la casa.
A Iván siempre le permití que se viniera dentro de mí, pero esa ocasión yo deseaba probar su semen, lo deseaba con todas mis fuerzas, así que apenas sentí que se venía, de inmediato me hinqué, abrí mi boca, metí el glande en mi boca y sentí su chorro abundante golpear el interior de mis mejillas.
Todavía no terminaba y saqué su palo para sentir su leche caliente en mi cara, su juventud le permitía darme buenos chorros de semen, y uno más cayó en mi rostro, cerré mis ojos para gozar el momento, mi lengua y mis dedos recogían lo que podían para tragarlo, tratando de no dejar una sola gota. En esos momentos nada importa mas que sentir una rica tranca disparando deliciosos mecos.
Estabamos tan perdidos en el placer que no nos dimos cuenta de que mi comadre Brenda, estaba observando asombrada, no dijo nada, se dirigió a la puerta y antes de abrir nos pidió que nos arregláramos, ya que iba abrirla. Iván de inmediato se subió los pantalones y se fue, yo me levanté, me acomodé la tanga y salí con mi bebida.
Cuando ya estaba entre los invitados otra vez, mi comadre se acercó y me dio una toalla húmeda, advirtiéndome que tenía semen en mi pelo. No dije nada, y me fui al baño para limpiarme bien. Nada más pasó, ella parecía molesta y yo no sabía que decir, le insistí a mi esposo de retirarnos y lo hicimos.
Al día siguiente, domingo por la mañana, yo estaba nerviosa, ya que en ese tiempo ante ella y los demás yo era una señora recatada, digo era porque tarde o temprano mi comportamiento saldría a flote, como ya sucedió.
Pensaba en lo sucedido cuando de pronto sonó el teléfono. Era Brenda que deseaba ir a la casa para platicar, me extrañaba ya que como les dije anteriormente, no hacíamos mucha amistad, sólo de compromiso.
Cuando llegó, mi nerviosismo aumentó, pretendía parecer ocupada mientras la escuchaba, no mencionaba de los hechos hasta que me tomó de la mano y me miró de frente.
Me dijo que en ella tenía una amiga, y que comprendía mi actitud, pues sabía ella de la infidelidad de mi esposo. Me dijo que ella también sospechaba que mi compadre le ponía el cuerno, en esos momentos no sabía que tenía enfrente a una amante de su marido.
Después de esa conversación nos hicimos más "amigas", yo le conté de cómo empecé con Iván, más no de Sandro ni de mi concuño Oscar, menos de su esposo.
En las conversaciones notaba que Brenda se acercaba más de lo normal, cuando íbamos a comprar ropa las dos entrábamos a los probadores, y nos admirábamos mutuamente, muy en el fondo yo pensaba que le gustaba, pero a veces lo dudaba.
A veces me asfixiaba porque no me daba tiempo para verme con un hombre, ella sabía que yo los fines de semana estaba sola, así que un sábado me invitó a su casa, estaría sola también.
Pensé que nada extraordinario iba a pasar porque sus niños nos acompañaban, los míos como siempre con su abuela paterna. Pero sus hijos se duermen temprano, así que ya solas sacó unas bebidas, sus preguntas se hacían más específicas, ya que quería saber a detalle de cómo me gustaba más el sexo. Y entre charla y risas, me abrazaba y acariciaba mi pelo.
Me pidió que la acompañara a la cocina, cuando ya estabamos ahí, hizo el comentario de que era el lugar donde me había pescado mamándole la verga al vecino.
--AQUÍ ES DONDE ESTBAS ENTRETENIDA CON AQUEL, ¿TE ACUERDAS MARLEN?.—
Me dijo con voz trémula de ebriedad.
--SI, DONDE ME SORPRENDISTE BEBIENDO LECHE.—
--JAJAJAJA, SI DE UNA BUENA TRANCA, ¿TE GUSTAN LAS TRANCAS?, DIME, ¿NO TE GUSTAN LAS CONCHAS?.—
--¿LAS CONCHAS?, ¿A QUÉ TE REFIERES?.—
--NO TE HAGAS LA TONTA, UNA CONCHA, UNA RICA Y JUGOSA CONCHA.—
Se acercó, me miró y me tomó de las manos.
--¿NO HAS PROBADO UNA CONCHA?.—
--NO LA VERDAD, NUNCA.—
Contesté un poco nerviosa, ella a pesar de ser menor que yo, tomaba el control. Con su mano en mi barbilla puso mi mirada en la de ella.
--¿TE GUSTARÍA PROBAR?.—
Dijo mientras sus manos desabotonaba mi blusa, apretó mis tetas y las sacó del sostén, empezó a lamerlos, enseguida mi raja empezó a mojarse. Me besaba el cuello, su lengua exploraba hasta mi garganta, ella es hermosa y joven así que no había ningún problema, me estaba gustando.
Me pidió que me agachara para saber si como mamaba vergas mamaba panochas, para mí era la primera vez, pero estaba ansiosa de probar. Cuando ya estaba hincada, mis tetas estaban libres, ella puso una pierna en una silla que estaba cerca, vi como frotaba sus dedos en su clítoris, muy diferente al mío, mas expuesto, sus labios vaginales gruesos y de vello muy escaso.
Aspiré su aroma femenina, sus manos me acercaron a su cueva para empezar mi labor oral, yo simplemente hice lo que me gusta que me hagan. Besé sus muslos, mi boca empezó con sus labios exteriores, luego mi lengua recorrió su vulva de afuera hacia adentro, ella empezó a girar su pelvis, al principio lentamente, cuando mis dedos acariciaron su culo sus movimientos se aceleraron, pensé que se vendría pero intempestivamente se detuvo. Me levantó y me llevó de la mano a su recámara. Antes de entrar en ella, checó que sus niños durmieran.
Ya sentadas en la orilla de la cama, nos desvestimos totalmente, reímos sin saber porqué.
M e acostó boca abajo y empezó a lamer mis piernas hasta llegar a mi ano que se estremecía al contacto, sus dedos penetraban mi raja, yo levantaba mis nalgas para que ella usara su lengua y mamara mi panocha. Sabía lo que yo deseaba.
No me di cuenta cuando sacó un vibrador, lo introdujo en mi vagina menos de la mitad, mis nalgas empezaron a contonearse de placer, su lengua seguía lamiendo mi culo.
Luego se detuvo para voltearme, se colocó sobre mí poniendo su intimidad en mi cara, yo estoy acostumbrada a sentir una verga en mi boca, pero me agradó saborear sus jugos, me concentré en dar y recibir placer.
La manera de actuar de mi comadre, me decía que no yo no era la primera mujer con la que estaba, ella pensó lo mismo de mí, pero de mi parte si lo era.
Giramos y quedé sobre ella, desesperada mamaba mi raja, como si deseaba que me viniera, tomé el vibrador y se lo metí casi hasta el fondo haciéndola suspirar y gemir.
Empecé a mover mi pelvis en su cara, sin dejar de introducir el juguete sexual, mi pensamiento se nubló y mis movimientos aumentaron, mi panocha explotó mientras su boca succionaba mi clítoris, aún no terminaba de gozar mi venida cuando ella gritó escandalosamente que se venía, su culito se contraía en cada espasmo.
Pasado el clímax, seguimos en esa posición pero de lado, nos acariciábamos mutuamente. Luego se acostó a mi lado y nos besábamos en la boca.
Seguimos teniendo sexo, una ocasión le propuse estar las dos con Iván. Esa vez, éste llevó a su inseparable amigo Sandro. En la reunión mi comadre se sentía incómoda por la presencia del otro, tuve que decirle que también era mi amante.
Esa noche yo tomé la iniciativa, me desnudé totalmente, y los muchachos no perdieron tiempo, como no sabían que onda con la comadre, se concentraron en mí. Los hice a un lado y me acerqué con Brenda, nos abrazamos y nos besamos mientras le ayudaba a desnudarse, les hice señas a mis amigos y se acercaron, y me ayudaron a terminar de quitarle la ropa.
La puse en medio de los dos, ella no dejaba de admirar la enorme verga de Iván, descuidaba a Sandro y para no hacerlo sentir mal, yo me encargué de entretenerlo.
Ellos se sentaron en el sillón, nosotras hincadas mamábamos sus vergas, a veces las dos a uno solo, también nos besábamos lujuriosamente. Yo misma paré a Brenda para sentarla sobre Iván, frente a frente, coloqué la verga de él en la entrada de su raja, y poco a poco se fue sentando, veía como los pliegues de su vagina se abrían acompañados de sus gemidos.
Parecía que no iba a aguantar todo el palo, pero logró penetrarla por completo. Empezó el vaivén de las cogidas, sus nalgas temblaban en los choques de sus cuerpos. Iván mamaba sus tetas y ella gozaba enloquecida.
Sandro como siempre, deseaba cogerme por el culo, así que mejor le pedí que se pusiera detrás de la comadre, ella no quería muy bien, me dijo que le dolía cuando mi compadre se lo hacía así, yo no hice caso, saqué un gel lubricante y le puse en su culo, mientras Sandro lo hacía en su pene.
Cuando Sandro trataba de metérsela, ella se quería quitar, pero la sostuve besándola, Sandro logró penetrarla y yo detuve sus movimientos, quería que Brenda se relajara para que lo gozara.
De repente ella sola empezó a moverse, estaba disfrutando la doble penetración, yo me paré y me senté en el respaldo del sillón, abrí mis piernas y acerqué la cara de ella para que lamiera mi raja, sin perder tiempo mamaba mi panocha, sus gritos aumentaban, le pedía que no gritara tanto pero no entendía, estaba descontrolada, le gustaba ser cogida por ellos. Sandro casi no aguanta, y se vino antes de lo esperado en el culo de mi comadre, ella estaba tan a gusto que ni cuenta se dio hasta que éste se quitó y su leche salía de su ano.
Iván deseaba darle también por detrás, para esos momentos yo ya deseaba ser cogida, pero dejé que se lo hiciera, tenía un plan.
Empinó a Brenda, y se puso detrás de ella, ésta miraba aterrorizada la tranca del vecino, pero le dije que no se preocupara, ya que Sandro lo había lubricado muy bien. Para animarla me puse debajo de ella en forma de sesenta y nueve, empecé a lamer su vagina encharcada de jugos, vi como Iván empezaba a penetrarla por el trasero, aún no llegaba a la mitad y ésta ya estaba lloraba, pero mis mamadas atenuaban su dolor.
Cuando ya estaba casi toda adentro, empezó su meneo, no dejaba de gritar de placer diciendo lo rico que se la cogía el cabrón. Me quité para hincarme frente a ella, le dije a Iván que l masturbara mientras se la cogía. Brenda tenía los ojos en blanco, y aproveché el momento.
--¿TE GUSTA COMADRE?.—
--¡AJA, SIII E GUSTA, ME ENCANTA!.—
--PUES MUY SEGUIDO ELLOS DOS ME COGEN.—
--ME IMAGINA MARLEN, IMAGINO LO QUE HAS DE GOZAR.—
--¿GOZAS MÁS QUE CON MI COMPADRE?—
--NO EMPIECES, DÉJAME GOZAR, NO LO MENCIONES.—
--¿NO QUIERES PENSAR QUE LE ESTÁS PONIÉNDO EL CUERNO?, ¿DIME, QUÉ VERGA TE GUSTA MÁS?.—
--PUES AUNQUE NO LO CREAS MI VIEJO ME COGE DELICIOSO, Y LA TIENE BIEN RICA, NO TAN ENORME COMO ESTA PERO SABE HACER SU TRABAJO.—
--¿DE VERDAD SABE COGER RICO?, ¿ME DEJARÍAS COGER CON MI COMPADRE?.— Se quedó callada sin dejar de moverse...--RESPONDE COMADRE.— Me acercó a ella y me dijo en el oído.
--SI MARLEN, PERO QUIERO SEGUIR CONTIGO, ME GUSTAS MUCHO Y TE DESEO, Y COJO CON TUS AMIGOS POR QUE ME LO PEDISTE, PERO PREFIERO ESTAR CONTIGO.—
--YO TAMBIÉN CARIÑO, ME SIENTO BIEN CONTIGO.—
--ENTONCES, ¿NO TE MOLESTARÍA?.—
--PARA NADA, SOLO QUE ÉL NO SEPA ESTO.—
--NO TE PREOCUPES, SERÁ SECRETO.—
Seguimos amándonos, y luego de un rato, cuando presentí que se iba a venir, le dije en su oído mientras gemía de gozo;
--TU MARIDO TAMBIÉN ME COGE.—
Esperaba que retuviera su orgasmo de la sorpresa, pero no, siguió gozando y empezó a gritar que se venía, la verga de Iván entraba sin dificultad, ella se hacía hacia atrás chocando sus nalgas con el palo de mi vecino, sus nalgas se estremecían y los chasquidos no cesaban, hasta que sus piernas se estiraban temblando, mordía sus labios y sus ojos en blanco disfrutando el momento de su orgasmo.
Cansada se quedó empinada en la alfombra, no decía nada, solo m miraba, pensé que estaba molesta por lo que le había dicho;
--ERES UNA TRAMPOSA MARLEN—
Me dijo--ESPERASTE EL MOMENTO PRESIZO PARA DECIRME QUE FIDEL TE COGE, SABÍAS LO QUE HACÍAS, ¿AHORA CÓMO TE RECLAMO SI DELANTE DE TI ME COGIERON ESTOS?.—
--PUES NO TIENES PORQUÉ MOLESTARTE, ES SOLO SEXO.—
--SI, PERO ES MI ESPOSO NI LA CHINGES.—Hubo un silencio.—
BUENO YA LO HECHO, HECHO ESTÁ, Y NO TE PREOCUPES, ALGO MUY DENTRO DE MÍ ME DECÍA QUE LE GUSTABAS A TU COMPADRE, Y BUENO PUES, YA TODOS NOS COGEMOS, ASÍ QUE MARLEN, TU SIGUE IGUAL, NO HAY PROBLEMA, SÉ QUE EL CABRÓN ES UN CALIENTE Y PUES LO ÚNICO QUE TE PIDO ES QUE NO SEPA DE ESTO.—
--DE ESO NO TENGAS PENDIENTE, ELLOS SABEN GUARDAR ÉSTE SECRETO, SI NO DEJAN DE TENER EN QUE DESAHOGARSE, ¿VERDAD MUCHACHOS?.—Me dirigí a ellos.
--SI BRENDA, NOSOTROS SOLO QUEREMOS COGER, Y MARLEN DESDE UN PRINCIPIO NOS ADVIRTIÓ QUE GUARDARAMOS EL SECRETO PARA PODER SEGUIR COGIÉNDO CON ELLE, Y HEMOS CUMPLIDO.—
Ya más tranquila, me besó agradecida, pero les advertí que yo no había sido cogida, y que necesitaba verga, rieron y entre los tres se encargaron de llevarme al clímax.
Ella se sorprendió de cómo fui penetrada por los dos al mismo tiempo en mi raja y en mi culo, quiso intentarlo peor no pudo, solo por la panocha, los muchachos se vaciaron en mi raja al mismo tiempo, mientras yo explotaba en una venida tan intensa que me hizo caer rendida.
Los cuatro quedamos dormidos, al día siguiente solo estábamos ella y yo, nos volvimos a amar con tanta intensidad, esa ocasión me sentía tan feliz con ella, había algo de perversidad habiendo provocado que la esposa de uno de mis hombres, fuera también mi amante, y ésta coger con otros.
Con el tiempo Brenda me parecía posesiva, ya que deseaba estar más conmigo a que yo estuviera con otros, y si había una mujer que se me acercara amistosamente, ella se ponía en guardia, me daba la impresión que los demás sospechaban, pero puse fin a esto, y hasta la amistad terminó. Sabía que Iván se acostó por un buen tiempo con ella, incluso a escondidas de mí, pero yo lo sabía por él, ella dejó de hablarme.
Solo ella sabe que mi bebé es de Iván, se lo confesé en la intimidad, y ella me dijo que le gustaría también quedar embarazada de él, quizá por eso ella siguió viéndolo.
Nunca más volvimos a vernos, y si nos vemos muy apenas nos saludamos. Así fue mi primera experiencia con una mujer, muy bonita, y ardiente, pero celosa y posesiva. He estado con otras mujeres que se me acercan, quizá notan que soy sexualmente muy activa, además que tengo lo mío.
©Marlén
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meresunda · 8 months
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azúcar, flores y muchos colores
I
Si quieren, se pueden ir —La señora nos recibe. Llovizna a las catorce horas y hace calor, pero no hará nunca en todos los días que pasemos en la cabaña el calor apocalíptico de los dos o tres últimos días de enero, cuando ya estemos de vuelta en casa.
La noche anterior hubo una tormenta muy fuerte y un rayo liquidó la cocina eléctrica, de eso nos enteramos recién cuando estamos estacionando el auto, luego de haber viajado cinco horas desde Rosario. Es raro que nos quedemos en hotel; alquilamos casa o departamento para, justamente, cocinar, comer mejor y gastar menos. Donde sea que estemos nos gusta hacer las compras, ver qué hay, probar cosas. Pero esta vez, como sabíamos que en el pueblo solo se conseguía lo mínimo y, además, por ser el primer viaje que hacíamos con el auto, fuimos súperprovistos con quesos, frutas, tomates, huevos, pastas secas, arroz, aceitunas, latas, galletitas, en fin, hasta masa de pizza llevé y también llevé mi aceite, mis especias, mi cuchillo, mi tabla. No tener cocina es la ruina de nuestras vacaciones en las sierras.
Al rato de habernos instalado, la hermana del dueño ausente, hija también de la señora Josefina que nos recibió, nos trae una hornalla a gas, pero aun así no hay horno y es solo una hornalla, y tampoco hay estacionamiento cubierto, y en el anuncio decía que sí. La cabaña queda a media hora de caminata insegura, bordeando una ruta de curva y contracurva, de la zona comercial de la villa—dos proveedurías, una fonda, dos bares pelados y una heladería Grido— y a mí me aterroriza volver a manejar, después de haber derrapado y no haber sabido maniobrar en una calle con mucha pendiente un par de horas atrás y de haber reñido, después, enajenada ya, contra piedras y barranquitas por el sádico camino de entrada al lugar. Ánimos sombríos que intentamos disimular por la nena, aunque sabemos que a ella nada se le escapa, que no hay chance de disfraz.
Sorpresa: a no más de veinte pasos queda la casa de la señora Josefina y su compañero: estaremos sin cocina y sin privacidad. La cabaña me parece sucia. Las camas son incómodas; en el baño hay un inodoro adefesio con bidet incorporado. El repasador tiene olor. Inspecciono las sábanas, sacudo el acolchado, cubro las almohadas con nuestras toallas. Lavo toda la vajilla que vamos a usar. Realmente, nos convendría dormir esa noche y afrontar la vuelta a la mañana temprano.
Pero el entorno es encantador, precioso, un edén de cinco hectáreas. Pasa un arroyito de agua yodada a metros de la cabaña; del otro lado, una montañita; por todas partes, juncos, pequeñas flores y plantas silvestres, yuyos, árboles, verdor, una hamaca. Los vecinos incómodos tienen un perro hermoso, Vim, que se instala en nuestra galería. Deja de lloviznar y sale el sol, la nena chapucea en un charco cristalino que se forma entre las rocas. Se va con el perro a explorar. Se hamaca largo rato fuera de mi alcance. Esto me inquieta: no soporté el libro, pero quedé traumada con la «distancia de rescate». Cuando no verla se me hace imposible, la voy a mirar: irradia alegría. Está en una aventura, está en su mundo ensoñado. Tal vez esté jugando a ser Anne de Amphibia, el último dibujito del que se hizo fan. Respiro hondo, me siento bien por primera vez en un par de días.
A la noche, las luciérnagas calan la oscuridad con destellos fosforescentes. Nunca vimos tantas ni tan grandes. A la madrugada, hay una tormenta feroz; no puedo dormir temiendo que nos quedemos sin electricidad o que el granizo, que nunca cae, destruya el auto. Sufro hasta que amaina el temporal. Esto se repetirá todas las noches menos una.
No nos vamos. Por la nena, decidimos quedarnos al menos un día más. De hecho, la hija es el único motivo por el que yo estoy allí. Si hubiera sido por mí, no hubiésemos viajado, pero ella estaba tan entusiasmada que no ir hubiera sido una crueldad. Yo había alimentado su entusiasmo, hablándole de lo que haríamos en las vacaciones, el idilio de la naturaleza, estar en otra geografía y demás. Una ilusión genuinamente compartida que se desmoronó el domingo del ballotage. (El cross del knockout para una pugilista que ya se tambaleaba antes de subir al ring). Desde entonces, un espanto del que no me sé recuperar.
Las vacaciones en la cabaña, a pesar de que la hostilidad ambiente aminoró a partir de la segunda jornada, fueron una guerra de desgaste entre el deseo candoroso de disfrutar con lxs que más quiero y el hecho de estar pasándola como el culo, pendiente del pronóstico del tiempo y presintiendo catástrofes de todo género y color. Y el bitter del cóctel, la culpa, señalándome siempre el desperdicio de no poder contentarme, anticipando el sufrimiento futuro por no haber estado en el presente: ¿Dios le da pan?
Cuando por fin estuvimos a salvo en casa, con nuestros michis y nuestras almohadas, escribí mi primer poema. No sé si titularlo Vacaciones o Gratitud:
Agradezco que no nos hayamos enfermado. Que no se haya desbarrancado el auto. Que nos nos haya picado ni una víbora ni un alacrán ni una araña. Que no haya granizado. Que, en nuestra ausencia, no se hayan escapado ni Peppa ni George. Que no se hayan muerto ni Peppa ni George. Que no le haya pasado nada malo a nadie querido. Que no hayamos chocado en la autopista. Que no hayamos muerto por una fuga de gas. Que no se haya desplomado un árbol sobre el auto. Que no se haya incendiado mi casa, en Rosario, ni hayan entrado a robar. Que no se haya perdido el perro Vim. Que no se haya muerto el perro Vim. Que no nos hayamos ahogado con una crecida del río. Que no hayamos pinchado. Que no nos hayamos resbalado y desnucado con una piedra en el río. Que no me haya dado una embolia por tomar pastillas para evitar la menstruación. Que no nos hayan echado de la cabaña a mitad de la noche. Que no se haya incendiado la cabaña. Que no nos haya fulminado un rayo de Zeus.
En septiembre, para nuestro aniversario, Matías me regaló Enero. Pobre, él todo contento porque sabe que me gusta mucho Sara Gallardo, y yo sabiendo que no la iba a leer. «No tengo resto para sufrir gratuitamente», decreté, convencida de estar cuidando mi salud mental.
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caluartsblog · 1 year
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El Empleo Más Corto de Minha Vida
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Mi primer trabajo en Portugal no fue de los más duraderos de mi vida, creo que en total tuve diez horas de contrato laboral, esas diez horas fueron las que determinaron el quiebre del acuerdo.
Llegué a Porto con la esperanza de vivir allí por lo menos unos meses y pensar que hacer. Había pactado con una amiga que hice en el viaje, llegar donde ella, su novio y dos hermanos, Hansel y Gretel, compartían un T1 (dícese del departamento de una habitación y una cocina comedor). Enseguida me di cuenta que comencé mejor que antes. Fui bienvenida, salimos de fiesta, recorrimos diferentes lugares de la ciudad mientras repartía cvs pues estás eran mis vacaciones antes de comenzar a trabajar de nuevo. Yo estaba tranquila, sabía administrarme y me traía un colchóncito para sobrevivir unos meses aunque gastarlo en sobrevivir no era el plan.
Está es la parte en que las cosas empiezan a salir relativamente mal.
Uno de los inconvenientes fue que mi amiga a la que, a partir de ahora, llamaré la Mari Elena, se encontraba en un filme diferente al mío. En el cual, vaya uno a saber por qué, era una especie de salvadora.
La Mari Elena hacía dos días trabajaba en una empresa de limpieza de alquileres temporales. Yo por mi parte iba mi quinto día en mi nuevo destino, ya con los respectivos trámites listos para comenzar a trabajar.
Salí al mediodía por mi cuenta a cumplir con mi obligación y disfrutar mis vacaciones, todo en una tarde, escuchaba a las personas hablar y no entender ni un caralho, llegué a la playa y volví al depto tipo 22hs, en el camino ví una llamada perdida de mi amiga , pensé que tal vez era para cenar juntas o algún plan así, le contesté preguntándole cómo estaba me dijo "bien, ya está". Me bañe y me fui a dormir.
9:00hs. de la mañana siguiente me despierta Gretel [cualquier persona hubiese jurado que estaba gritando, pero en realidad ella habla así] hablando por teléfono y pisando mi cama, la cuál estaba a la altura del parqué, abro los ojos y escucho "si! Está acá! Ahí te la paso!" Me pasa el celular. Me siento en un reflejo por despertar y entender la situación
- Hola! Creo que dije.
Del otro lado la Mari Elena en su trabajo diciéndome de trabajar porque una amiga "le falló", sus palabras no las mías.
Enseguida pensé buena onda, ya me voy metiendo en el laburo, veo como es y de paso me hago unos pesos.
-¡Me cambio y voy! Coordinamos que me pase la ubicación.
Me levanté de un salto.
La Mari me pasaba la ubicación y yo coloqué el agua en el microondas para hacerme un café mientras me cambiaba feliz, día soleado y mi nuevo destino prometía.
Me llama. No habían pasado ni cinco minutos.
- Ya saliste? Me pregunta en un tono de buena onda.
-No, me estoy preparando. Le contesté.
Reclamo un poco y el tono de voz fue cambiando, me quede confundida sin saber desde cuándo elegí ese trato.
Salí sin beber el café, y a calzon quitado les cuento que ni los dientes me lavé. El sol me pegó en la cara y mi outfit total black (me dijeron de ir vestida de negro) absorbió todo el calor de las cuatro cuadras colina abajo mientras la Mari Elena me daba indicaciones que yo estaba siguiendo minusiosamente.
Me pasé. El punto de encuentro era a tres calles arriba. La Mari por supuesto, muy enojada, me llama y me da un sermón de madre que yo afortunadamente por la relación que tengo con la inigualable única mami nunca tuve.
Corte el teléfono, queria pensar más tranquila. A esta altura del recorrido yo ya tenía esas lágrimas de cara al sol de la mañana sin protector solar ni skin care,
Me llama.
-No voy! Le contesté con el carácter que me suele caracterizar.
Entre tire y afloje termine accediendo a ir. La situación fue que volver a la casa no era una buena opción y La Mari Elena todavía estaba insistiendo.
El GPS me marcaba que ya llegué, de un almacén cerrado a las 9:20 AM una señora muy desalineada, aquel desalineado que solo te puede dar un sótano utilizado para lavar secar y planchar sábanas y toallas. Nos presentamos y me indico que doble sábanas hasta que lleguen mis compañeros para llevarme a los deptos.
Estaba en medio de mi tarea y pronto, me dijeron que suba unos bolsos con sábanas, toallas, productos de limpieza y una aspiradora. Llego al auto como puedo y estaba repleto de bolsos, aspiradoras y productos de limpieza, me siento y la aspiradora y yo no entrabamos, el chófer optó por colocar la aspiradora encima mío. Emprendimos viaje.
Conocí a mi compañera, argentina de cabello azul y un tatuaje del último mundial ganado. Una copa con tres estrellas o algo similar, todavía se estaba curando.
Limpiamos 18 departamentos.
Sin descansos y arrastrando por toda la ciudad un bolso lleno de productos de limpieza y una aspiradora, ya no me sentía tan cómoda. Llegamos a dónde nos pasaban a buscar para culminar con nuestro día, recupere el ánimo, dije me puedo acostumbrar.
Llego una Kangoo blanca solo que los asientos de atrás los habían quitado para que entren más bolsos con toallas y sábanas sucias, tocaba ir encima de todo esto. Llegamos y ahora faltaba bajar las aspiradoras y bolsos. Y así siempre estaba a faltar alguna tarea y las horas seguían pasando y yo seguía ahí, tuve un descanso, fue en el momento que el jefe me comentó que yo ahora iba a tener que trabajar más así ellos podían tener más trabajo y no despedir en el invierno. Yo recién los conocía y me había convertido en una pieza clave de su empresa, bueno no me dijo trabajar el doble, dijo trabalhar mais. Volví a mis tareas, no me gustó la cara de nadie ahí así que busque a la desalineada y Renuncio! Le dije orgullosa, págame mi día. Me pagaron después de intentar que me vaya y vuelva otro día, yo firme ahí, Sin mi dinero no me voy! El hombre me miró y de muy mala gana me dió un puñado de monedas y un billete de 20 euros.
Caminando por la vereda y todavia cayendo en cuenta de esa experiencia, volví a la casa y por supuesto llame a mi amiga de verdad para reírnos juntas de todo lo sucedido.
El dibujo es un personaje que yo amo, en el trabajo dándolo todo siempre y sobretodo siendo ella misma con sus singularidades.
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https://calu99.blogspot.com/2023/10/el-empleo-mas-corto-de-minha-vida.html
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ocasoinefable · 2 years
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Me afeito la barba, bajo delineado con la navaja las extensiones más altas de pelo. La mañana es fresca, iré a recolectar madera, se acaba la que había en la despensa. Abro el tubo de crema. Bajo la cabeza por la toalla. Empalmó las botas. Quizás este no sea el orden de como suceden las cosas, (suceder) la mayor parte de tiempo hago esto sin darme cuenta, y cuando me percató de esto siento un frío entre las cuerdas que sujetan los tensores de mi cascarón. No tengo espejos, cuando era un niño juegue el juego del mono y termine perdiendo mi piel lisa, ahora veo unos fieros de animal tras mirarme. Me digo que es así, que ha sido de este modo siempre... Quiebro un cuarto de panela, la dejó caer y ahora estoy siendo consciente al extremo y comienzo a desesperarme, voy contando cada gota del grifo, cada rendija entre las tablas que chilla cuando doy un paso, el subir y bajar de mis respiros al tomar y exhalar oxígeno, el casi hervor del agua, y el verme contar -un movimiento- repito antes de poner en duda si lo dije o no. Así que salto afuera de la cocina en busca de las aves y las canciones, del grillo entre la maleza o golpe de la otra verja cerrándose. [Un silbido] volteo y un carpintero pica fuera de la rama, al viento, vuelvo a pensarlo y sonrió olvidando. Entre en aquel mundo. Entre aquella melodía que comienzo a sentir entre el silencio...
Abro un piqué, llamo a sus ojos aún dormidos, le extiendo y acomodo un verso; en lo alto de una colina, un carpintero como clavel rojo sigue al río. Quiere saber a qué sabe la tierra y el agua juntas. Lleva terrones y los suelta. Lo hace divertido. Entre la misma colina quizás en la noche, va a las ventanas con aquellas risas y se coloca recitar, ya que siente un color ser en sus cuerdas cuando ve reír a las personas de la casa"
Ocaso-Inefable
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sandrwdp · 2 years
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Despierta
El tiempo pasa tan rápido que a veces se me olvida que estoy despierta. Acciones concatenadas día tras día disipan cualquier halo de consciencia que haya podido surgir en mi interior. Lo hago sin querer, como cuando me quedo dormida apoyada en tu hombro tras un parpadeo cansado que vence las ganas de estar contigo un ratito más.
Pero la otra noche no me quedé dormida. Nos tumbamos en la cama abrazados a las algo y algo, tú cerraste los ojos y empezaste a respirar profundamente, y yo me quede mirándote mientras te acariciaba el pelo.
Empecé a pensar en los pequeños detalles que forman parte de mi día a día desde que vivimos juntos. Que me encanta desvelarme a media noche, abrazarte y que me cojas la mano, ver tu cara de recién levantado después de darte mil besitos, las coreografías en la cocina mientras se hace la comida, o simplemente compartir una manta en el sofá.
Millones de imágenes de confeti empezaron a inundar la habitación. Al fijarme desinteresadamente en uno de esos trocitos de papel, vi a una chica con una toalla enredada el pelo y un albornoz rojo. Mostraba confusión al examinar su reflejo en el espejo del baño. Fruncí el ceño, definitivamente era yo. Cuando me detuve en el resto de trozos de confeti, vi a la misma chica haciéndose un tatuaje en la costilla sin quejarse porque su significado dolía más, sentada frente al mar escuchando una canción en bucle, alegre tomándose una cerveza pero con ganas de irse a casa, perdida buscándose en medio de la montaña sin saber qué camino tomar, bailando borracha en una fiesta intentando olvidarlo todo por un momento, concentrada ensayando una canción para que se acabase antes el día, y en un parque con el corazón roto escribiendo algunas líneas. Todos esos recuedros iban amontonándose por la habitación a medida que iban cayendo.
Me quité tu brazo de la cintura lentamente para no despertarte y me senté en el suelo. Abracé un puñado de confeti y respiré hondo. Apreté ese conjunto de ″yoes” del pasado contra mi pecho y empecé a llorar todo el rencor que tenía dentro. Dejé de culparme, de avergonzarme de mis errores, y dejé de sentir que había perdido el tiempo, o que no era o había hecho lo suficiente. 
Cuando pienso en lo feliz que soy a tu lado, me doy cuenta de lo mejor que me parece todo desde que has aparecido. Y digo “me parece”, porque realmente todos esos recuerdos o pensamientos ya formaban parte de mi vida antes de conocerte, pero ahora soy capaz de entrañarme con esa chica del albornoz rojo y llegar a quererla. Has cambiado el significado de las cosas.
Me has hecho bien hasta tal punto en el que la palabra “despierta”, que es el nombre que le puse a este blog cuando tenía catorce años, ha dejado de referirse a aquellas noches de insomnio en las que me pasaba escribiendo entre lágrimas porque esa era la única vía de escape que me permitía descansar. 
Desde ti, “despierta” alude a la toma de conciencia que a veces viene a detener el paso de las horas y me hace pensar en todo lo que significas para mí, en lo orgullosa que me siento de los dos, de nuestra vida y nuestras decisiones, en lo afortunada que me siento de tenerte a mi lado; pero sobre todo, en la serenidad de la que ya te hablé en su día. La serenidad que se ha comido a la ansiedad del pasado y con la que nos vamos a comer el mundo.
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miruru12 · 1 year
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Day 2: Heat / Cottage and Farms
@aphfrainweek​
Las manos enguantadas de Francia arrancaron los últimos dos tomates de la fila y los dejó en la cesta de mimbre. En cuanto se levantó, sus miembros crujieron y gimió por lo bajo mientras se secaba la frente con el dorso de la mano. A lo lejos, el sol se escondía detrás del caserón de piedra y madera. La piel le escocía del sol, no importaba que se hubiera puesto crema, y el sombrero, aunque le había protegido la cara, le había sofocado. Se notaba el sudor bajo la ropa, que se pegaba a la piel. A su izquierda, España recogía a mano los últimos tomates de su fila. En esa posición, su trasero respingón se ofrecía como una tentación. La camiseta de tirantes se pegaba a cada músculo, cada pectoral. Francia se debatía entre el deseo de ser esa camiseta o el deseo de ser sus pantalones. Podría estar en cualquier sitio del mundo, sentado frente a un ventilador, pero Francia estaba allí, echando una mano con el campo a su vecino porque, sí, le gustaba aquella tarea tan antigua y manual, pero todavía le gustaba más regodearse en lo perfecto que era el cuerpo de España. El moreno del verano lo tostaba y a él le entraban ganas de hincarle el diente.
A lo mejor luego lo intentaba.
Francia sujetó la cesta contra el pecho y se puso a su altura.
—¿Necesitas que te eche una mano? —Donde él quisiera. Él se la ofrecía. Fuese en el campo o sobre su cuerpo.
—No, gracias, con esto ya lo tengo todo —respondió España, ajeno a las vueltas de la mente del otro. Se incorporó y le examinó. Lucía su eterna sonrisa que tan bien le sentaba. De alguna manera, lo intimidó y Francia desvió la mirada, nervioso.
—¿Qué? ¿Tan mal me veo? —le preguntó, intentando recuperar el control.
—¿Mal? No sé si esa es la palabra. Te ves trabajado, como en los viejos tiempos.
España se encaminó hacia el caserón y Francia, después de un instante perdido, arrancó detrás de él. No estaba acostumbrado a que su vecino diera tantos rodeos para contestar a una pregunta, así que había algo más.
—¿Trabajado en el buen sentido? ¿Te gusta? ¿Me encuentras atractivo en este lamentable estado, Espagne querido?
El español se echó a reír.
—Anda, no hagas más el payaso. Mientras preparo la cena, te puedes dar una ducha. Es lo mínimo que puedo ofrecerte después de lo mucho que has trabajado.
Francia entrecerró los ojos. Evasivas. No le costaba nada echarle un piropo por una vez. Se resignó y se fue hacia la ducha. España siempre sería así: distraído y denso en los temas que a Francia más le interesaban. El agua fría fue una bendición después de la tarde trabajando en el campo. Se peinó, se secó el pelo como pudo con una toalla y regresó a la cocina. España cocinaba, de espaldas, canturreando una vieja canción que reconocía aunque no le podía poner nombre. Se acercó a él, entrelazó sus manos sobre el pecho de España y enterró la nariz en la nuca, en los mechones cortos. Sobre el tenue olor del sudor, España olía a tierra, a tomates, a olivas, a naturaleza, a campo. Como una ninfa de aquellas tierras. Francia no pudo resistir la tentación y le mordió la nuca. España se encogió, se rio y trató de escapar.
—La cena está en la terraza —le dijo, sin poder esconder la diversión en su mirada.
—Sólo tomaba un tentempié —respondió Francia, fingiendo inocencia. 
Esa noche, nada quedaba descartado. De alguna manera se tenía que cobrar el trabajo en el huerto.
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mroigrevista · 2 years
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BILLETE SOLO DE IDA
1ºC: Martina Durán
Invierno de 2010: el peor y mejor invierno de mi vida.
Hola, soy Emma, vivo en una casa en Wormwood, una pequeña ciudad en el norte de los Estados Unidos, con mis padres: Caroline y Michael, los quiero mucho y lo que más me gusta de mi madre es su tatuaje de mariposa en su ombligo. Soy una chica arisca, extrovertida, muy inteligente pero nada responsable. Siempre me dejo los deberes, la mochila e incluso alguna vez he olvidado ir al instituto, hasta que mi tutora se hartó y me expulsó durante dos semanas. Mis padres estaban furiosos y para desconectar y tomarse un descanso se fueron una semana a Canadá mientras yo me quedaba en casa sola, y durante esos días no me dejaron salir.
Durante el primer día de la expulsión se me congelaron los pies bajando las amplias escaleras de caracol que conducían al comedor. Una vez abajo, rápidamente me puse un jersey y unos calcetines navideños, ya que se acercaba la navidad. Acto seguido, preparé el desayuno: unas tostadas con mantequilla y miel y una taza de café con nata y caramelo. Mientras desayunaba, revisaba mi teléfono, tenía mucho sueño y me fijé en la hora que era, ¡las ocho de la mañana! Me llegó un mensaje de mi mejor amiga Gala, preguntándome por qué no estaba en el instituto, yo simplemente respondí que estaba enferma y después encendí la televisión y me senté en el sofá a descansar durante todo el día, sin hacer absolutamente nada. Pasó el día, ya eran las once de la noche y me dirigí a mi cuarto para leer e ir a dormir.
Después de la monotonía del día anterior, cada vez estaba más y más desmotivada, solamente era el segundo día y no podía más, necesitaba cambiar de aires. Ese mismo día, mientras desayunaba, otra vez café con tostadas con mantequilla y miel, encontré un papelito sobre la encimera de la cocina en el que había escrito un pequeño texto:<>. Juro que lo leí y releí pero seguía sin encontrarle el sentido, hasta que me fijé en las letras en negrita y las junté:
¿nciónetsa? Pero… ¡Esto no tiene ningún sentido!
Luego lo entendí:
Quizá si las mezclo… Esta… ¡estación N! Pero, en esta ciudad únicamente hay una estación y es la estación de Northwood… ¡Claro! Se refiere a la estación del Norte, cómo la de Northwood.
En ese momento, me dio la sensación de que se me abrieron todas las puertas de mis dudas, menos una: ¿por qué me estaba encontrando esos papeles? Y, ¿para qué eran?. Por lo tanto, tendría que encontrar la llave para esa puerta.
Al día siguiente, por la mañana, me puse manos a la obra e inicié la búsqueda de los horarios de los trenes y el más barato era a las siete de la tarde, aunque aún desconocía mi destino. Ya eran las seis y me hice la mochila en la que metí: una toalla y neceser (por si acaso), dinero, mi teléfono, un mapa de la zona, unas galletas y agua y bajé a la cocina para hacerme un bocadillo de tortilla para cenar.
A las seis y media salí de casa y revisé el buzón del jardín para asegurarme de que no había nada y de la nada encontré otro papelito y lo leí:
¿1·Pa.15,2·Mt.9NAM075? Esto es aún peor, solo me es conocida la última indicación, sé que es una matrícula pero no tenía ni la más remota idea del significado de la otra.
Cogí la mochila y fui yendo hacia la estación de tren para que no se me hiciera tarde y llegué justo a tiempo, el tren me esperaba allí. Estuve la mayor parte del trayecto intentando descifrar el mensaje del papelito pero no le encontraba el significado. Pasó mucho rato y se me ocurrió mirar al panel de paradas cuando vi una indicación que decía: ‘’ Próxima parada: StoneTown núm. 15’’ y allí lo entendí todo, se refería a la parada de tren. Dentro, no había mucha gente, la mayoría de asientos estaban vacíos y lo único que conseguía percibir era el rico aroma de mi bocadillo de tortilla, ¡se me hacía la boca agua solo con olerlo!
Una vez llegué, mi destino era un pequeño pueblo lleno de casas hechas de piedra (de allí el nombre), eran las ocho y media de la noche y en ese momento me encontraba en la plaza principal del pueblo. Me senté en uno de esos bancos de piedra duros y rugosos a comer mi bocadillo y a beber agua para descansar un rato. Luego me fui a dar una vuelta por el pueblo para explorarlo cuando pasé por una casa un tanto peculiar: era muy colorida y era de madera y al lado había una furgoneta decorada de mariposas y flores pero la matrícula me era familiar y tuve la idea de revisar la matrícula de mi papelito y… ¡Madre mía! Coincidían, me acerqué un poco más y me froté los ojos para asegurarme de lo que estaba viendo. Casi se me escapa un grito pero me salió una pequeña parte y eso alarmó a los dueños de la casa. Abrieron la ventana para ver lo que estaba sucediendo e intenté esconderme pero ya era demasiado tarde, me vieron. En ese momento mi cerebro solamente podía pensar en una frase: ‘’ Tierra trágame, tierra trágame’’. Ese vecino era muy generoso y me ofreció pasar la noche en su casa ya que las temperaturas por la noche eran bastante bajas. La verdad es que su hospitalidad era excelente y no me faltó de nada. Durante la noche dormí en el sofá de cuero, bien calentita.
Al día siguiente me desperté por el sol tan potente que traspasaba las cortinas del comedor y en la cocina estaba el vecino. Era un hombre mayor de unos setenta años, con barba y muchos tatuajes, uno de ellos una mariposa, el cual me recordó al de mi madre. En ese momento me dio nostalgia de cuando era pequeña y me salieron un par de lágrimas pero que acabaron siendo muchas más, el vecino vino y me ofreció un paquete de pañuelos y al abrirlo me encontré con otro papelito. Eso me levantó sospechas sobre el vecino pero lo dejé estar. Tardé unos quince minutos para cambiarme e ir a conocer el pueblo pero me acordé del papelito, me paré en un banco y lo leí: << StoneRock Mount>>
Creo que es la montaña que envuelve a este pueblecito, creo que tengo que subirla o algo parecido.
A esas alturas ya tenía claro como, más o menos, descifrar los mensajes de los papelitos así que me dirigí a la casa del vecino para coger mi mochila y subir la montaña. Una vez preparada, inicié la ruta, sinceramente no sabía a dónde iba, pero sí sabía que todos esos papelitos y toda esa historia tenía algo de sentido. La subida era bastante pendiente y me estaba cansando, iba haciendo pequeñas pausas para respirar y beber agua. Lo bueno es que el camino era totalmente recto y no había manera de perderse. Ya llevaba unos cuarenta minutos andando y, no sé el motivo, me notaba exhausta y mareada. De pronto comencé a ver puntitos negros hasta que noté que mi cuerpo empezaba a levitar. En aquel instante me hallaba suspendida en el aire y lo que yo veía era un fondo totalmente negro, un negro tan sólido que no podía ni percibir mi propia sombra. Estuve un breve momento mientras no pasaba absolutamente nada hasta que empecé a oír voces, voces que me eran familiares. Me recordaban a la de mi madre y mi padre, había otras voces pero para mí eran desconocidas, todo cambió cuando empezaron a salir imágenes en ese espacio negro, imágenes de quien parecía ser el vecino en las que salía una escena donde yo era un bebé y el vecino me estaba regalando a… ¡¿ Mis padres?!
Así que, el vecino era realmente mi padre, ¿¡ o cómo va esto!?
Pero ahí no acababa todo, el vecino empezó a hablar:
<Hola John, - dijo mi madre - mire, estoy embarazada de dos meses y estamos visitando este pueblecito, me gustaría tatuarme algo en el ombligo para celebrar mi primer embarazo, por ejemplo… una mariposa, ya que su furgoneta está personalizada con mariposas.
De acuerdo. - dijo John
Luego John dijo algo más:
Señores, os propongo un trato.
Diga John - dijo mi madre
Os regalo a la niña a cambio del tatuaje gratis, por cierto, yo la he llamado Gema pero si le queréis cambiar de nombre podéis.
De momento no nos interesa, gracias. - aceptó mi madre
Por lo tanto, mi madre se hizo el tatuaje y se fueron a… ¡¿StoneRock Mount!?
Súbitamente, las imágenes se desvanecieron. Pasó un rato y volvieron a aparecer, y esas las voy a describir un poco diferentes porque son bastante impactantes: Caroline y Michael, mis padres ‘’adoptivos’’, se dirigieron a StoneRock Mount
y justo en el punto donde estoy ahora mismo levitando, Caroline empezó a llorar de dolor y resulta que el bebé no se mantuvo con vida debido al tatuaje de mariposa. Después de ese momento Michael llevó a mi madre en brazos hasta la clínica más cercana. Allí estuvo unos días recuperándose y cuando estaba completamente recuperada salió y fueron a la furgoneta del tatuador otra vez.
Hola John, vengo a buscar a la niña, le llamaremos Emma si le parece bien.
Perfecto señores.
¿Así que esta es la historia de mi infancia? Aún no me lo creo. Estoy impactada.
Ya eran las ocho de la tarde y decidí bajar de nuevo al pueblo. Llegué a la casa del vecino, John, y le expliqué todo. Él, desde el principio, ya me había reconocido por mis ojos tan azules y lo que él quería era que yo lo descubriera por mí misma, y lo ha conseguido. De hecho he decidido que me quiero quedar aquí, en este pueblecito con John ya que es mi verdadero padre, pensando que mis padres me escogieron por una pérdida y no porque, en un principio, quisieran. Mañana tendré que volver a Wormwood a hacer maletas para mudarme aquí.
He intentado preguntarle a John sobre mi madre biológica, él no me ha querido responder así que supongo que me quedaré con esa duda. Ahora, solo me queda encontrar la llave de esa última duda y tendré todas mis puertas abiertas.
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lolzandtrollz · 2 months
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Los 10 Mejores Remedios De La Abuela Para Aliviar El Dolor De Rodilla
Los mejores remedios caseros de la abuela para el dolor de rodilla y las alergias estacionales en perros se centran en aliviar sus síntomas de forma natural. Bañar a su perro con regularidad con un champú suave e hipoalergénico puede eliminar los alérgenos de su pelaje y piel. Agregar ácidos grasos omega-3, como el aceite de pescado, a su dieta puede reducir la inflamación y mejorar la salud de la piel. La quercetina, un antihistamínico natural que se encuentra en frutas y verduras, se puede administrar como suplemento para aliviar las reacciones alérgicas. Aplicar un enjuague con vinagre de sidra de manzana diluido puede ayudar a aliviar la picazón y desinfectar la piel. Además, el uso de un filtro de aire HEPA en su hogar puede minimizar los alérgenos en el aire. Estos remedios ofrecen un enfoque holístico para controlar las alergias estacionales de su perro, brindándole alivio y promoviendo el bienestar general.
Compresas Calientes: Remedios De La Abuela Para El Dolor De Rodilla
Las compresas tibias son uno de remedios de la abuela para el dolor de rodilla más sencillos y eficaces recomendados por las abuelas para el dolor de rodilla. Aplicar una toalla tibia o una bolsa de agua caliente en la rodilla afectada ayuda a aumentar el flujo sanguíneo, relajar los músculos y reducir la rigidez. El calor también puede aliviar el dolor causado por la artritis o el esfuerzo excesivo. Para hacer una compresa tibia, empape un paño limpio en agua caliente, escurra el exceso y aplíquelo en la rodilla durante 15 a 20 minutos. Repita este proceso varias veces al día para un alivio óptimo. El suave calor penetra profundamente en los tejidos, favoreciendo la curación y proporcionando confort.
Magia De La Cúrcuma: Remedios De La Antigua Para EI Dolor De Rodilla
La cúrcuma, un alimento básico en la cocina de la abuela, es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, lo que la convierte en un poderoso remedio para el dolor de rodilla. La curcumina, el ingrediente activo de la cúrcuma, ayuda a reducir la inflamación y el dolor. Puedes consumir cúrcuma de varias formas: agrégala a tus comidas, bébela como té de cúrcuma o tómala con leche tibia, a menudo denominada leche dorada. Para aplicación tópica, mezcle cúrcuma en polvo con aceite de coco para formar una pasta y aplíquela directamente en la rodilla. Déjelo actuar durante unos 30 minutos antes de enjuagar. Este enfoque natural ayuda a reducir la hinchazón y proporciona un alivio duradero del dolor de rodilla.
Baños De Sal De Epsom: Remedios De La Abuela Para Aliviar El Dolor De Rodilla
La sal de Epsom, rica en magnesio, es otro de los remedios confiables de la abuela para el dolor de rodilla. Agregar sal de Epsom a un baño tibio puede ayudar a relajar los músculos, reducir la inflamación y aliviar el dolor. Para preparar un baño de sal de Epsom, disuelva dos tazas de sal de Epsom en un baño tibio y remoje la rodilla durante 15 a 20 minutos. El sulfato de magnesio de la sal de Epsom se absorbe a través de la piel, favoreciendo la relajación y reduciendo el dolor muscular y articular. Los baños regulares pueden proporcionar un alivio significativo del dolor crónico de rodilla, lo que lo convierte en un remedio de referencia para muchos.
Té De Jengibre: Un Antiinflamatorio Natural Para El Dolor De Rodilla
El jengibre, otro alimento básico de la cocina, es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Beber té de jengibre puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación de las rodillas. Para hacer té de jengibre, corte un pequeño trozo de raíz de jengibre fresca y déjelo reposar en agua caliente durante unos 10 minutos. Agregue miel o limón al gusto si lo desea. Beber este té dos o tres veces al día puede aliviar significativamente el dolor. Alternativamente, se puede agregar jengibre a las comidas o tomarlo como suplemento. Sus compuestos naturales funcionan de manera similar a los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), lo que lo convierte en un remedio casero eficaz para el dolor de rodilla.
Masaje Con Aceites Esenciales: Los Remedios De La Abuela Para El Dolor De Rodilla Aliviar El Dolor De Rodilla
Masajear la rodilla con aceites esenciales es un remedio calmante y eficaz para el dolor de rodilla. Los aceites esenciales como el de lavanda, eucalipto y menta tienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Mezcle unas gotas del aceite esencial elegido con un aceite portador, como aceite de oliva o de coco, y masajee suavemente la mezcla en el área afectada. El masaje estimula el flujo sanguíneo y relaja los músculos, mientras que los aceites esenciales penetran en la piel para reducir la inflamación y el dolor. Los masajes regulares pueden proporcionar alivio a largo plazo y mejorar la movilidad de la articulación de la rodilla.
Vinagre De Sidra De Manzana: El Remedio Multiusos De La Abuela Para El Dolor De Rodilla
El vinagre de sidra de manzana (ACV) es un remedio casero versátil con propiedades antiinflamatorias y alcalinizantes que pueden ayudar a aliviar el dolor de rodilla. El ACV se puede utilizar tanto interna como externamente. Para consumir, mezcle una o dos cucharadas de ACV en un vaso de agua tibia y bébalo a diario. Para aplicación tópica, mezcle ACV con aceite de oliva en partes iguales y masajee la rodilla. Alternativamente, puede agregar ACV a un baño tibio y remojar la rodilla. El ácido acético del ACV ayuda a disolver las acumulaciones de minerales y las toxinas en la articulación de la rodilla, aliviando el dolor y la rigidez.
Descanso Y Elevación: Consejos De La Abuela Para Controlar El Dolor De Rodilla
El descanso y la elevación son componentes fundamentales para controlar el dolor de rodilla, como recomiendan las abuelas de todo el mundo. Darle a la rodilla un descanso adecuado previene más lesiones y permite que se produzca el proceso de curación. Elevar la rodilla por encima del nivel del corazón reduce la hinchazón al promover el drenaje del exceso de líquidos. Utilice una almohada o cojín para sostener la rodilla mientras está acostado o sentado. Combinar el reposo y la elevación con otros remedios caseros potencia su eficacia, proporcionando un alivio integral del dolor de rodilla y asegurando una recuperación más rápida.
Conclusión
Los remedios de la abuela para el dolor de rodilla son sencillos, naturales y eficaces. Desde compresas tibias y cúrcuma hasta baños de sal de Epsom, té de jengibre, masajes con aceites esenciales, vinagre de sidra de manzana y descanso y elevación adecuados, estas prácticas tradicionales brindan un alivio significativo. No sólo alivian el dolor y reducen la inflamación, sino que también promueven la salud general de las articulaciones. Incorporar estos remedios a tu rutina puede ayudar a controlar el dolor de rodilla de forma natural, mejorando la comodidad y la movilidad. Si bien estos remedios caseros son beneficiosos, es esencial consultar a un profesional de la salud si el dolor de rodilla es persistente o intenso para descartar afecciones subyacentes.
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you-moveme-kurt · 2 years
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Glee «The Pavlova»
Mayo de 2011
-Mamá, has abierto ese honor como 15 veces los últimas 5 minutos… cualquier cosa que tengas ahí dentro ya debe estar arruinada… —dijo Blaine mirando a su mamá desde la mesa de la cocina  donde  doblaba las servilletas elegantes como Pam le había indicado -Ay cariño… ¿tú crees?... —preguntó llevándose una mano a la cara. -No, pero es algo super probable… ¿por qué estás tan nerviosa? -¡Ay Blaine!, ¿tienes que ´preguntarlo?... quiero causar una buena impresión en tu novio… y lo que menos me gustaría es que se vaya de aquí pensando que soy una inútil o algo… -Kurt nunca pensaría eso… -No en el momento, porque por lo que he podido ver de él es muy correcto… ¿me alcanzas eso cariño?... —pidió la Señora Anderson indicando una pequeña cacerola que hervía a fuego mínimo sobre uno de los quemadores de la estufa. -¿Esto?.. —preguntó de vuelta Blaine levantándose y apuntando la olla en cuestión. -Esa… toma con algo que debe estar hirviendo… -¿Que es?..—dijo tomándola con la mano cubierta por el puño de su sweater. -Es almíbar, la base de la  «Pavlova» es el merengue y, según lo que pude leer  en el libro ese que me regaló mi suegra, esta es la mejor manera de hacerlo para que quede perfecto … —explicó mientras bajaba la velocidad de la batidora. -Ten cuidado… —dijo Blaine entregando la cacerola por el mango. -Lo tendré… ¿tú estás listo? —pregunto de vuelta mientras vertía el líquido caliente en el tazón grande y hondo. -No… me mandaste a hacer esto, así es que aun no me cambio de ropa ni nada… -¡Pero cariño!... ¡Kurt debe estar por llegar!…   —exclamó Pam mirando la hora en el reloj de pared. -Mamá, me dijiste que citara a Kurt a las 7, son recién las 6… -¿Si?... —dijo mirando el reloj con desconfianza, acto seguido, saco su teléfono móvil desde el bolsillo trasero del jeans que vestía y corroboro que en realidad era la hora que decía su hijo.
-¿Y bien? -Tienes razón… pero igual creo que me quedaría más tranquila si te vas a alistar, porque si te demoras un siglo en estar listo para ir a la escuela… asumo que para una cita con tu novio, ese tiempo se triplicará o algo... —dijo Pam dejando la batidora funcionando a toda velocidad mientras volvía, por decimosexta vez, a abrir el horno. -¡Mamá! -Si, si cariño… no lo abriré más, te lo prometo… -Oye… —dijo Blaine acercándose a  ella para  hablarle mirándola de frente y tomándole los hombros— todo estará bien, has ensayado ese plato los últimos 6 días… es estadísticamente imposible que justo esta vez te salga mal… además… ya conoces a Kurt, él no necesita nada de esto… solo… -¿Solo?... ¡ay cariño!, no me digas que tiene alguna alergia y mis vegetales  lo mandaran al hospital… -No… —respondió Blaine riendo— es… ¿te puedo pedir algo? -Por supuesto cariño… un segundo… —dijo dándose media vuelta para ir a pagar la batidora de pedestal, tomó una cuchara y sacó un poco de merengue— maravilloso… —agregó degustando por un par de segundos. -Mamá… -Si… si  cariño… dime… —preguntó tomando la toalla de cocina para limpiarse las manos y la boca. -Si el papá se pone… ya sabes… «Señor Anderson»… ¿puedes cambiar de tema o algo así? -¿«Señor Anderson»?, no se ni que significa eso cariño… —dijo Pam sonriendo mientras le hacía un cariño en la cara a su hijo, este se aparto un poco y la miró como diciendo en silencio «sabes perfectamente que es»— esta bien, lo se… pero debes reconocer que el Papá ha estado más abierto de mente últimamente… dale el beneficio de la duda, ¿bueno cariño? -... -¿Blaine? -Si, si… como digas, pero así como tu quieres que todo salga perfecto en lo gastronómico… yo quiero que Kurt se sienta cómodo y no salga corriendo como espantado por algo… -No será así… te lo prometo… —aseguró la señora Anderson volviendo a lo de la sonrisa y el  gesto de cariño— ¿ahora si te iras a  alistar?... -Ahora si… me faltan dos servilletas y estoy listo—dijo Blaine terminando la tarea que le habían encomendado.
-¿Y?... ¿qué opinas?... —preguntó la Señora Anderson mirando al novio de su hijo una vez que todos habían terminado sus respectivos platos. -Todo estuvo super delicioso… gracias señora Anderson… —contestó Kurt mientras se limpiaba la boca con la servilleta y dejaba sus cubiertos cruzados sobre el plato casi vacío. -¿De verdad?... —dijo llevándose las manos al pecho como con alivio— te juro que ensaye este plato como 10 días seguidos… -Lo sé, Blaine me lo dijo…—agregó sonriendo. -Espero que hayan sido buenos comentarios…  —dijo Pam insistiendo en el tema mientras comenzaba desde su lugar a  agrupar los platos para llevarlos a la cocina. -Lo fueron… déjeme ayudar… —se ofreció Kurt haciendo ademán de levantarse. -¡Tonterías cariño!… —exclamó la mamá de Blaine haciendo un gesto con sus manos— con mi hijo nos encargaremos… cielo… —dijo mirando a Blaine. -Claro… —contestó este levantándose para tomar todos los platos a la vez, abrió la puerta batiente con el trasero y aprovechó de guiñar un ojo a su novio, Kurt sintió que se le subían los colores en el peor momento y lugar posible, . -Traeré el postre… mientras tanto.. —Pam abrió una de las puertas del buffet que había al lado izquierdo de la mesa, tomó una caja un poco más pequeña que una de zapatos y se la entregó a  Kurt— te juro que lo que hay aquí es aun mejor que las fotos del álbum que te enseñe en la sala… —añadió también guiñando un ojo, pero como si ella y el novio de su hijo fueran compinche desde hacía tiempo, Kurt recibió la caja y miró al señor Anderson antes de abrirla. -Si no la abres ahora,  mi esposa se encargará de hacerlo de todas formas cuando vuelva con los postres… —sentencio el papá de Blaine mientras se servía más vino en su copa. -Adelanto trabajo entonces…  —dijo Kurt quitando la tapa, la puso a un lado y descubrió que en el interior había más que solo fotos, también estaban guardadas algunas manualidades con el nombre  de Blaine escrito  en letra infantil y desordenada, además de entradas al cine, algunas flores disecadas y otros recuerdos que fue sacando de a poco. -Perdonarás  a mi esposa, creo que para ella todo lo que tiene que ver con sus hijos es valioso, en especial de Blaine que es el más pequeño… -Si claro… —dijo Kurt soltando una risa  sin pensar. -¿Disculpa? -Ay por dios… no.. no… disculpe Señor Anderson, no debí… -¿No debiste que? -Decir lo que dije… fue completamente fuera de lugar… lo siento, de verdad… —insistió Kurt mirando hacia la cocina y deseando mentalmente que existiese un botón bajo su silla con el que llamar a  su novio en caso de emergencia. -No hay problema… pero, ¿puedo preguntar el porqué de eso que dijiste? -No… es decir… por supuesto que si puede preguntar, por favor disculpe de nuevo… es solo que… -Solo que… ¿que?... -Blaine me mataría si entrara  al comedor en este instante, pero… he tenido la impresión, todo esto por lo que él me cuenta por supuesto… y por favor no piense que me estoy sobrepasando o algo… pero he tenido la impresión  que todo  el cariño de ustedes  se lo llevaba su hijo mayor… —dijo Kurt mirando al Señor Anderson y luego desviando sus ojos a la caja y a la estrella de palos de colores que tenía el nombre de su novio, sonrió con ternura y la puso a un costado con mimo. -Ok… veras… y primero que todo, si te sobrepasaste, por supuesto que si…—Kurt pensó que las siguientes palabras serían para echarlo de la casa y terminaría quedándose sin probar el postre de merengue que Pam hacía tan bien y que tanto le había hablado Blaine— sin embargo, te lo perdono por ser tu primera visita aquí… ¿es tu primera visita?...—preguntó el Señor Anderson señalándolo, Kurt mintió articulando un si bien nervioso y en repetido— muy bien, segundo...   no me molestan tus palabras, me molestaría si fuera verdad, pero no lo es… —Kurt hizo una mueca como de conformidad— con Pam hemos tratado de que no existan diferencias entre nuestro hijos, Cooper se llevó al mayor atención porque estuvo solo por casi 15 años… y que llegara otro bebe después de pensar que tu tarea ya estaba lista… no fue fácil… pero créeme que he tratado de hacer el mejor trabajo posible -Ya lo creo…—dijo Kurt mirándolo un segundo — ¿este es usted?... —pregunto  enseñando una foto de un hombre igual que Blaine pero con más años sosteniendo un bebé, todo enmarcado en un portarretratos de cartón, papeles de colores y excesos de brillantina. -Soy yo… —respondió estirando su brazo un poco para alcanzar la foto— el primer regalo del día del padre que me hizo Blaine, creo y debí saber desde ese día lo que era por todo este brillo que le puso… disculpa no quise ofenderte perpetuando el estereotipo de… -No me ofende...de hecho es algo muy real… todo en mi dormitorio tiene algo de brillos… también mi ropa… -¡Uf!... bueno saberlo…—dijo el Señor Anderson pasándose la mano por la frente como si se aliviara quitando un exceso de sudor inexistente— no quería idea que esa foto estaba ahí...   -Bueno, siempre hay alguien en las familias que se encarga de guardar hasta lo más increíble, mi mamá por ejemplo lo hacía hasta que ya no pudo, luego mi papá tomó ese rol y ahora ya debo preocuparme porque no se vuelva un acumulador… —dijo Kurt riendo a la par con el Señor Anderson— ya que debo  procurar que exista espacio para que yo guarde mi propia historia… asumo y queda implícito que seré  yo el que guarde todo en mi futura familia con Blaine… —añadió descuidado. -¿Como? -¿Que?… ¡no!… —exclamó reaccionando— es decir no Blaine… quise decir «blaine's»… «blaine'star»… —agregó inventando— es un gran sistema de orden, lo vi en internet o algo… —dijo  tratando de disimular, el Señor Anderson  terminó sonriendo para sí sin creer nada— en fin, creo que mi Papá disfrutará de esta parte cuando se la cuente… -¿Al parecer  te llevas muy bien  con tu Papá?… -De maravillas… —contestó Kurt de inmediato— tenemos nuestras  disputas por cierto, pero la mayor parte del tiempo…todo es perfecto… —dijo encogiendo sus hombros y sonriendo -Me alegra escuchar eso… —dijo el Señor Anderson mirando de reojo la puerta de la cocina— si tan solo Blaine rompiera ese cerco que dibujó desde que… -¿«Salió del closet»? —dijo Kurt  haciendo el gesto de comillas con sus dedos cuando mencionaba lo del closet, el Señor Anderson reafirmó aquella premisa con un movimiento de cejas— ¿y no  cree que le corresponde a Usted  mover ese cerco?…—dijo  Kurt como si dijese lo obvio y esperable, el Papá de Blaine alzó una ceja y lo miró como diciendo “lo estás haciendo de nuevo”— ¡ay por dios!, lo estoy haciendo de nuevo… bien Kurt… —añadió por lo bajo reprendiendo se así mismo— discúlpeme por favor…—agregó terminando de vaciar  la caja sacando casi una decena de fotos tipo polaroid amarradas con una cinta verde brillante. -No hay problema… —repitió enseñando sus manos abiertas— pero vaya  si eres bueno para sobrepasar las líneas… -Disculpe señor pero… se que Blaine llegó a mi vida  hace muy poco, pero en  este corto tiempo me ha ayudado de tantas maneras, incluso algunas que  él ni siquiera sospecha —dijo Kurt guardando silencio un instante al pensar en todas esas ocasiones— en fin, lo que digo es que si no aprovecho la oportunidad de ayudarlo interviniendo a su favor aunque  sea en algo tan mínimo, creo que lo lamentaré luego… -Bueno… -¡La «Pavlova» está aquí!…—interrumpió la señora Anderson apareciendo en la sala, traía una bandeja con una tarta de merengue apetitosa y dorada a la perfección, Blaine la secundó llegando con los platos y cubiertos adecuados para el postre, el Señor Anderson y Kurt guardaron silencio un instante intercambiando miradas— ¿está todo bien?… —quiso saber Pam dejando el plato en medio de la mesa— ¿no te gusta este postre Kurt?… -Me encanta… tanto como a la misma Anna Pavlova luego de un «plié» y tres «grand battement» seguidos… -¿Entonces? -Entonces nada cielo… todo esta perfecto aquí, es solo que Kurt no para de dejarme un poco atónito  al demostrarme  lo inteligente que es… —respondió su esposo terminando de beber de un solo trago el vino que le quedaba. -Por supuesto que es inteligente… eligió a nuestro hijo como novio… —añadió la Señora Anderson dándole un pellizco a su hijo en la mejilla . -¡Mamá!…—exclamó Blaine sintiéndose avergonzado. -¡Ay Cariño!… es la verdad, eres el mejor, ¿verdad Kurt? -No puedo estar mas de acuerdo… —corroboró mirando a su novio hasta que se sentó a su lado. -Adulador… —susurró Blaine sonriendo— bien sabes que… ¿¡que fotos son estas!?... —pregunto queriendo tomar el grupo de polaroids. -Unas que tu mamá me enseñó… —se adelantó en responder Kurt tomando el atado antes que su novio -¡Mama! -¡Ay cariño!, no hay nada aquí por lo que avergonzarse… —dijo Pam sentándose  a la mesa— te contare la historia de cada una de ellas… —agregó sonriendo mientras comenzaba a repartir el postre de origen australiano de mediados del siglo XX.
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chenbabefk · 4 months
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ#ᴏɴʀᴏʟ | 모누롤𝗺𝗼𝗻𝗼𝗿𝗼𝗹
ㅤㅤㅤㅤ"Deal. 그 애의 아들The babe's boy"
ㅤㅤ ㅤ𝗧𝗵𝗲𝗺𝗮𝘁𝗶𝗰🚦🔴🏁 | PitBabe The Series
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ-The first time-.
ㅤㅤ
El joven de lentes se presentó en la casa del famoso corredor. Cuando dieron las diez en punto él ya estuvo allí, vestido elegantemente y listo para lo que sea que le deparará el destino esa noche.
Lucia nervioso, con el cuerpo tenso al estar dentro de la habitación del alfa mayor. El lujoso condominio desprendía elegancia, como el llamativo auto de carreras que se hallaba en la sala de estar, y las formas curiosas de las habitaciones.
El lugar era un poco lúgubre, Babe parecía mantener siempre las persianas bajas cubiertas de cortinas. En la cocina vio una barra, como de esos típicos bares decorado con luces led que llamaban la atención.
El mayor lo guio al interior de su cuarto donde se encontraba ahora, se encerró en su baño y dejo al chico solo en su habitación. El joven miró a su alrededor, sintiéndose ahogado al reconocer el aroma a feromona del alfa mayor. Cada aire que entra en sus fosas nasales lo envuelve y atrae.
El aroma a feromonas se hallaba en cada rincón, y sobre las suaves y acogedoras colchas. Si no fuera porque Babe salió del baño, se hubiera recostado sobre ellas relajado ante ese delicioso aroma, tan suave para ser el de un alfa.
-¿Quieres darte una ducha?
Preguntó con la toalla alrededor de su cintura, el cuerpo completamente desnudo, aún podía ver ciertas gotas de agua bajar desde su nuca a su pecho. Mantuvo la mirada casi hipnotizado, mientras el hombre recorría su cuarto y tomaba una bata para colocársela, como si buscara jugar con su paciencia.
Se la colocó sobre la toalla que cubría su intimidad, y luego la quita quedando solo en bata.
-Me duche antes de venir.
-Ah, esta bien.
Respondió tranquilamente, el mayor caminaba como si su presencia le fuera de lo mas común, incluso en el estado en que se encontraba. Verlo tan vulnerable lo hizo tragar en seco, interpretando la situación y todo lo que Babe planeo para su encuentro.
El aroma a loción burbujeaba alrededor, estaba lejos del cuerpo del mayor y aun asi podia sentirlo. El hombre de forma tranquila le ofreció beber, algo que parecía como vino, no sabía aún sobre ese tipo de bebidas.
-¿Quieres vino?
-Lo siento, no bebo alcohol
-¿Qué edad tienes?
Babe pareció curioso ante el comportamiento del joven. El chico no se veía típico en estas situaciones y tampoco bebía alcohol. Esperaba no haberse equivocado y traer a un niño a su condominio, esas cosas no le interesaban. Disfrutaba de la experiencia, y que todo sea mas fácil apun mas en estas cosas. Pero incluso si asi fue lo que pensaba desde que conoció al chico, había algo en el joven alfa que llamaba su atención. Desde el principio se vio joven e inexperto, y aun asi lo trajo a su casa.
-22
-Ah, aún eres.
No penso mucho más, normalmente no traería a chicos mas jovenes de que el pero haria una excepción con este alfa. El niño le sacaba nueve años, con 30 años de vida no haría que ninguno pase un mal momento, si bien buscaba algo mas esperaría que el chico se sintiera cómodo.
Dejó la copa de vino sobre una pequeña mesa de luz y se acercó al cuerpo contrario. Lo vio sentado sobre su cama, poniendose rigido a memida que se acercaba a el. No sabia con exactitud que encontraba lindo en aquel joven, quizas lo poderoso que lo hacia sentir tener todo el control de la situación lo motivo a quedar parada frente al cuerpo ajeno.
-¿Sabes por qué te llame aquí?
-Yo sé...
-Si..¿qué sabes?
-Vamos a tener s*xo verdad.
-Si. Si lo haces bien te daré el auto y te ayudaré a formar parte del equipo, pero si no puedes complacerme deberas conseguirlo tu solo. ¿Estas de acuerdo con eso? no voy a obligarte, si no estas de acuerdo vete y llamaré a otra persona.
Charlie estaba perplejo con todo lo que estaba sucediendo. Luego del primer encuntro se preparo para ver a la persona que habia admirado siempre desde lejos, y aún no podía creer que estaban en esta situación justo ahora.
Babe agradecia no tener que explicar todo a ese tonto chico hubiera perdido la paciencia que eso sucedia. Dejar las cosas en claro era importante para el, que fuera cómodo para ambos. Después de todo en lo mas profundo de su ser, no queria perder al chico. Alfas como el no se encontraban facilmente, que pudieran controlar su feromona. Ahora mismo ni siquiera podia persivir el aroma de Charlie, solo lo sintió por un momento y luego desaparecio. Este poder jugaba a favor del chico incluso si el no lo sabía aún.
-Y bien...
-Puede que no sea muy bueno
-Si es bueno o malo lo decidiré yo mismo. Entonces...¿lo haras?
-Si, hyung.
Charlie queria desacerse de todos sus pensamientos intrusivos y actuar por instntito una sola vez.
Tomó duvitativo el cinturon de la bata amarrada a la cintura del alfa mayor y la tiro abriendo esta hasta que el mismo Babe la quito por si mismo.
El desnudo cuerpo lo recibio como invitación mas que implicita, su delgadez era atractiva, podia verlo todo, ese color miel en su piel lo atraía mas y mas.
Jamás pensó en tener una oportunidad asi con la persona que admiraba desde hace mucho tiempo. Estaba temeroso pues no tenia mucha experiencia en esas cosas, y Babe lejos de hacérselo fácil se mantuvo quieto expectante ante cualquier acción que el joven alfa hiciera.
Finalmente Charlie elevó su mano para tocar su plano estómago. La cálida palma se adecuo a la temperatura corporal de Babe, acariciando la zona. El hombre lo miraba y cuando sus ojos se encontraron Charlie comprendió que debía ir más y que ese solo toque no era suficiente para el alfa mayor.
Acercó su rostro y comenzó a lamer la piel subiendo y bajando por todo el pecho del mayor. Se detuvo en una de sus zonas sensibles, donde profundizó hasta que sintió la mano de Babe aprisionarse sobre sus cabellos, incitándolo a que continuara.
Se turnaba con cada lado, atendiéndolo por igual. Estaba disfrutando tanto de ello que cuando sintió ese apretón en su cabello solo pudo volver en si.
-Estas tan hambriento que solo atenderás mis pechos...
-Perdón
Su respiración parecía mas entrecortada luego del jugueteo previo en su abdomen, estaba bien con ello y ambos lo disfrutaban pero si debía quedarse parado toda la noche mientras el niño solo atendía esa zona de su cuerpo seria demasiado.
-Si no sabes que hacer sigue tus instintos. Haz lo que te gusta hacerte a ti mismo, si no me gusta te lo diré
El niño se daba animos mentalmente para atreverse a hacer lo que queria. Miró por ultima vez a los ojos del mayor, animándose a tomar su masculinidad luego.
Un gemido ahogado se escapó de los labios de Babe cuando el joven lo tomo con su mano y llevó a su boca. La calidez lo recibía con devoción mientras comenzaba a mover su cabeza.
-"No uses tus dientes" "ve más rápido" "si te cansas sácalo y lame la punta"
Eran las instrucciones del alfa experimentado que lo guiaba entre suspiros. Charlie aprendía rápido y luego de ser guiado entre cada instrucción lo aprendía haciéndolo mejor para el mayor.
Cada vez el joven alfa parecía seguir sus instintos, como ese momento en que apretó sus glúteos sorprendiéndolo. Estaban llendo tan rápido que no pudo soportarlo y empujo al menor.
-Quítate la ropa.
Ordeno siendo obedecido por el menor. La ropa de Charlie caia por el suelo descuidándose de sus gafas que aun estaban en su rostro. Al quitar su blusa la misma cae al suelo y cuando iba a a recogerlas Babe lo detuvo.
-No podre ver hyung.
-¿Necesitas ver para hacerlo?
El joven alfa dudaba que mas hacer, al parecer del mayor le sus acciones eran lentas, y en un abrir y cerrar de ojos Babe le quito sus ultimas prendas. Quitándole el vaquero y los calzoncillos.
Su cuerpo desnudo sobre la cama, para el disfrute de Babe que no dejo de observarlo como un depredador, lo sentía deteniéndose en una zona específica de su cuerpo. Misma zona que ya estaba dura y palpitante de deseo.
-Tienes un buen cuerpo niño. Dejame probarlo...
Indico que el chico se recostara sobre una almohada mientras el se posaba sobre su cuerpo. Coloco su rostro en contra del de Charlie, mirando hacia la salida del cuarto permitiéndole al niño toda una nueva vista de su cuerpo.
Su anatomía no era como la de un omega, por mas emocionado que se encontraba no podia producir fluidos para que allí abajo fuera mas sencillo entrar, debía hacerlo por si mismo o en este caso como esperaba, que Charlie lo hiciera por el.
Sin medir palabra comenzó a hacerle lo mismo Charlie habia hecho con el. El niño jadeo su nombre, con ese tono grave y ronco que lo emocionó. Pero habia algo que lo sorprendió, ese apodo cariñoso que hizo que todo su cuerpo vibrara
-Llamame Babe, solo Babe. Si dices Babe hyung de ese modo...es como si fueras mi esposo
-Lo siento. Si, esta bien
Charlie aun confundido por el disgusto ante el honorifico no tuvo tiempo de pensar de más pues Babe continuó con su labor luego de la aclaración.
No podia compararse con un veterano como Babe, que movia su lengua con tanta experiencia y llegaba a todos esos lugares que hacían estremecer su cuerpo. Solo podia quedarse allí disfrutando de cada toque. Babe movia su cabeza y cuando se cansaba lo sacaba y con su mano lo atendía, mordisqueando y lamiendo la punta con tanta experiencia que deseaba verlo a los ojos.
Algo húmedo recorrió la parte trasera de Babe haciéndole gemir aún cuando su boca estaba ocupada.
Fue su intención desde el principio, seducirlo para que no tuviera que decir nada y Charlie entendiera e hiciera lo que quisiera con el.
A buena fortuna el niño no era tan tonto y ahora ambos estaban ocupados. Babe aumentando el ritmo usando sus manos, y Charlie lamiendo su cavidad abriendo espacio con su lengua como si se tratara de embestidas.
-Mh eso es tan bueno..
Murmuró el mayor con los ojos cerrados sin poder continuar su tarea anterior, con el miembro de charlie cerca de sus labios suspirando ese cálido aliento para el.
Charlie parecia comenzar a disfrutar, incluso lo tomó por las caderas impidiendo que se alejara. Continuaron asi un buen rato, y si no fuera por el llamado Babe no se hubiera detenido.
-Es suficiente
Jadeo tembloroso luego de la forma tan necesitada con el niño habia atacado su agujero.
Babe se movió hasta quedar cara a cara con el menor, sacando de la mesita de luz el gel lubricante y una caja de preservativos.
Quito la tapa del gel y la aplicó sobre su agujero, que aún se sentía pegajoso luego del jugueteo del hambriento alfa.
El niño lo observaba con deseo, con tanta pasión que lo volvia loco. El niño se detuvo en sus labios, seguramente se veian rojos e hinchados luego de lo que le habia hecho
-Miras mis labios, ¿acaso quieres un beso?
-Si...¿puedo besarlo?
La forma en que Charlie lo deseaba era emocionante, no podia compararlo con nada ni nadie que hubiera conocido antes. Queria seguir disfrutando de ello y burlándose un poco mas del chico.
Negó con una pícara sonrisa en su rostro murmurándole al chico.
-No puedes. Usa tu boca para todo lo que desees en mi cuerpo pero no puedes besarme.
-Que, en verdad? eres malo
-Lo soy, deberías saberlo desde el principio
Ambos eran cómplices de lo que sucedía, y Charlie aceptaba todo lo que Babe decía. Mas que complacerlo, era mucho mas porque el disfrutaba de hacer las cosas bien para su mayor.
Quitó la envoltura del preservativo y lo colocó sobre la dureza del chico.
-Tan grande
-Te lastimaras hyung
-¿Crees que no podré soportarlo?
-No es lo que quise decir, lo siento
-¿Es la primera vez que lo haces con un alfa?
-Sí.
-¿Y qué prefieres mh?
Disfrutaba de ver como Charlie se disculpaba e intentaba hacer las pases con el, ese niño era tan interesante que no dejaba de sorprenderlo.
Sus palabras eran parte del juego y al preguntarle cual prefería, dejó caer sus caderas sobre el trozo duro y caliente de Charlie. El niño se contrajo, su boca se abrió ante la presión que sentía.
Luego de ese encuentro todo fue instinto para Charlie. Comenzó a mover sus caderas una vez que Babe estuvo acostumbrado a su longitud, tocando ese punto en el que lo enloquecía.
La habitación repleta de feromonas de Babe que lo envolvían y emocionaban aun mas, mientras este buscaba igualar los movimientos de Charlie moviendo su cadera por su mismo profundizando cada estocada.
El sonido de la cama chocando lo motivaba a continuar, todo se sentía tan pecaminoso que era excitante.
En un momento Charlie lo levanto cambiando su posición. Ahora la espalda de Babe estaba sobre el colchón y el niño volvió a alinear su intimidad profundizando cada estocada. Tomó las piernas de Babe y las abrió de par en par moviendo sus caderas con mas profundidad para que lo sintiera por completo.
-Si fueras un omega ya te dejaría embarazado.
-Niño loco...
Fue lo último que alcanzó a decir Babe entre jadeos, sintiéndose aturdido entre tanta lujuria.
Quién diria que el niño sabia hablar de esa manera, lleno de palabras obscenas y vulgares que lo emocionaban más.
Ya no podía soportarlo, se aferró al cuello del mas alto y jadeo sin pudor toda la excitación que sentia en ese momento.
-Lo hago bien
-No preguntes eso ahora
-¿Me darás un auto hyung? realmente quiero un auto
El joven alfa movía sus caderas tan profundo que el golpeteo de sus cuerpos provocaba un sonido obsceno que le gustaba. Incluso el que le pidiera un auto sonaba tan excitante.
Estaba completamente fuera de si, buscando con desespero ese olor alfa que tanto le molestaba pero no podia distinguir en el joven niño. Incluso apego su rostro a su pecho buscando esa fragancia, y solo encontró un aroma corporal que distinguió como el de charlie. Aunque este estuviera excitado no dejaba liberar su feromona ¿cómo era posible?
Babe lamio el cuello de Charlie sin que este notara o sospechara sus intenciones, buscaba ese molesto olor alfa pero no lo encontraba. Succionó su piel y con una sonrisa en su cuello notó que ni siquiera su sudor tenia esas molestas feromonas.
Babe miró al rostro de Charlie, ambos sabiendo lo que esa cercanía significaba. Estaban tan cerca, se sentía tan bien que llegarían juntos al climax.
El joven alfa gimió en voz alta aumentando la velocidad hasta que el liquido fresco y aliente se derramo sobre el preservativo y Babe tambien acabó, manteniendo los ojos cerrados y esa larga excitación que no imagino sucederia.
-Entonces he pasado hyung ¿le gusto?
-tanto quieres un auto...si hago esto me gusta
Dijo Babe aferrando sus caderas mas al cuerpo ajeno, impidiendo que se moviera mientras su interior apretaba la hombria.
-si lo acepto debes saber que seguiremos haciendolo
-Lo sé, ¿cuanto tiempo deberemos hacerlo? ¿hasta que logre pagar por el auto?
-Hasta que yo lo quiera y me aburra. ¿Podrás soportarlo?
-Oh hyung...si, deseo tanto ser un competidor de carreras.
Por mas que Charlie hablara de carreras se preguntaba realmente si a eso es que queria referirse, cuando el alfa menor lo miraba con lujuria y aun no queria sacar eso de su interior.
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China
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En este post os enseñaré como hacer uno de los platos más emblemáticos de China, el pato pekinés.
China es un país enorme y lleno de historia, con lugares increíbles como la Gran Muralla, la Ciudad Prohibida en Beijing y los Guerreros de Terracota en Xi'an.
RECETA
Ingredientes
Para el pato:
1 pato entero (aproximadamente 2-3 kg)
1 litro de agua
3 cucharadas de miel
2 cucharadas de vinagre de arroz
2 cucharadas de salsa de soja
1 cucharada de sal
2 cucharadas de maicena disuelta en 3 cucharadas de agua (para glasear)
Para las tortitas:
250 g de harina de trigo
150 ml de agua hirviendo
1 cucharadita de sal
1 cucharada de aceite de sésamo
Para acompañar:
1 pepino cortado en tiras finas
1 manojo de cebollín (cebolla de verdeo) cortado en tiras finas
Salsa hoisin al gusto
Instrucciones
Preparación del pato:
Limpieza y secado:
Limpia bien el pato, retirando cualquier resto de plumas. Enjuaga el pato con agua fría y sécalo con toallas de papel.
Escaldado:
Hierve 1 litro de agua en una olla grande.
Añade la miel, el vinagre de arroz, la salsa de soja y la sal.
Sumerge el pato en la mezcla hirviendo durante unos 2-3 minutos, asegurándote de que toda la piel esté cubierta. Esto ayudará a que la piel quede crujiente.
Retira el pato y sécalo completamente con toallas de papel.
Secado al aire:
Cuelga el pato en un lugar fresco y ventilado durante al menos 4-6 horas, o preferiblemente toda la noche. Este paso es crucial para conseguir una piel crujiente.
Glaseado:
Precalienta el horno a 170°C.
Mezcla la maicena disuelta en agua con un poco de la mezcla de miel y soja reservada.
Con una brocha de cocina, pinta el pato con esta mezcla para darle un glaseado uniforme.
Cocción:
Coloca el pato en una rejilla sobre una bandeja para horno.
Hornea durante 60-90 minutos, o hasta que la piel esté dorada y crujiente.
Durante la cocción, puedes pintar el pato con más glaseado para conseguir una piel más caramelizada.
Preparación de las tortitas:
Masa:
En un bol grande, mezcla la harina y la sal.
Añade el agua hirviendo poco a poco, removiendo con una cuchara de madera hasta que se forme una masa.
Amasa durante unos 5 minutos hasta que la masa esté suave y elástica.
Cubre la masa con un paño húmedo y deja reposar durante 30 minutos.
Formación y cocción:
Divide la masa en pequeñas bolas del tamaño de una nuez.
Extiende cada bola en un círculo fino con un rodillo.
Calienta una sartén antiadherente a fuego medio y cocina cada tortita durante 1-2 minutos por cada lado, hasta que estén ligeramente doradas.
Mantén las tortitas calientes en un paño de cocina limpio.
Montaje:
Preparación del pato:
Una vez cocido, corta el pato en tiras finas, asegurándote de obtener tanto carne como piel en cada porción.
Servir:
Coloca las tiras de pato en un plato grande.
Sirve las tortitas en un plato separado junto con las tiras de pepino, el cebollín y la salsa hoisin.
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Espero que os haya gustado este post y nos vemos en el siguiente!
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rerollthedice · 4 months
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"EL INFIERNO QUE QUEDA DE HABER VIVIDO CON UNA MUJER" Hay placer en la comida, hay placer en el sexo, hay placer en las metas cumplidas, incluso, hay placer en el fracaso, en los golpes. Hay placer en una mirada, en un beso, en un te amo, en un te odio, en una bienvenida... Y.... ¡EN UN ADIÓS! Pero uno de los placeres más adictivos que han experimentado hombres como yo, es el enorme placer de vivir y dormir con una mujer, porque es todo lo antes mencionado, pero a la vez. Muchos hombres se quejan, de sus cantaletas, de su marcación estricta, de sus celos, incluso, los he visto quejarse de ser amados por su mujer... Y eso sí que es sumamente comprensible. Porque ser amado por una mujer, duele, duele a rabiar... Y si aún no te ha dolido, pues tarde que temprano te va a doler... Un día a día con una mujer que viva contigo, es un día que se debe disfrutar a pico de botella. Vas todo el día recogiendo cada souvenir que ella deje tirado, por descuido, o por maña. Al fin y al cabo, todo es una bendición. Comienza el día, la vez dormir, apoderada de toda la cama, de todo su territorio, de todo lo que ella cree que es dueña, incluido tú. Envuelta en las sabanas donde deja impregnado su olor a rosas, a jazmín, a perfume a sudor de batallas del amor. Observas cada detalle de esa mujer, su silueta, sus pliegues, el encaje perfecto de su ropa interior con su silueta. El azabache de su cabello sobre su cara. Todo su cuerpo en perfecta armonía con el universo y con tus ganas de que te vuelva una reverenda mierda. Es difícil concebir el sueño cuando duermes al lado de una mujer. Porque ya estás en un sueño, pero despierto. Es un espectáculo de luz en primera fila. Ves como se levanta, con una sonrisa, o mal humorada, tal como en sus días de periodo. Y tienes que aguantártelo, es parte de su cambio hormonal, hace parte del paisaje del paraíso. Es parte del placer y honor de vivir con una de ellas. Todo tu cuarto está minado de su olor a lavanda, sus sandalias y zapatillas al lado de tus zapatos, todo el tocador verbenado con sus cosas, sus collares, bolsos y cinturones en el perchero, el baño lleno de su ropa interior que huele a rosas, su cepillo de diente, sus enjuagues, sus perfumes, “Uno para cada momento del día”. Sus toallas, para cada parte del cuerpo. El cajón de sus medias, los cajones del tocador llenos del secador, de la plancha de cabello, de los cepillos, el maquillaje para cada momento de rabia o alegría que la hagas pasar, de todo tu mundo. Y la ves ahí tirada en tu cama, y ves tu corazón latiendo en otro cuerpo. Porque sabes que ella es una noche de san juan en tiempos de cuaresma, ¡Sí!, ella, tu fin de semana eterno, tu siesta bajo la sombra, flor de tu sala, rosa de tu cocina, clavel de tu baño, primavera de tu habitación, último pétalo de la margarita que deshojaste, pequeña supernova. Cada huella que ella deja por la casa es un tributo a la belleza de la existencia, es una pincelada precisa de la fortuna, de tu fortuna. Su foto en la mesita de centro, la casa decorada a su gusto, es un auténtico palacio de una princesa. En la cocina todos sus platos, sus cucharas, su licuadora, todo, toda tu casa es completamente de ella, uno, como hombre de la casa, no tiene nada dentro de ella, porque lo tiene todo. Si ella se va, se lleva todo, y solo quedan trastos inservibles para ti, Porque ella lo es todo para un hombre como yo... Lo es todo... ¿De qué te sirve tu cocina si ella se va?, ni para ensuciarla. Porque con ella se va, incluso, el hambre. Toda la casa de un hombre se arruina cuando la mujer se le va. Aunque la casa cueste miles de dólares, no vale nada si ella se va. No sirve para nada la casa, ni para cubrirte de la lluvia, porque en ausencia de una mujer, aunque no llueva, siempre habrá una tormenta dentro de la casa. Y terminas habitando un infierno, al que antes, cuando estaba ella, le llamabas HOGAR... Khaín Escaf
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