mantonesdemanila

[mantonesdemanila]

30/01/2021

Y sin embargo vives unida a mi existencia, y tuyas son las horas mejores que viví.

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Me declaro culpable De todo ahora en más De donde no estaba De donde me fui De lo que nunca seré

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Fernández Díaz

[... es que la revolución química nos ha empastillado de un modo inédito, y esa práctica resulta directamente proporcional al miedo y a la desdicha... ...hoy dios ha muerto, la ilación se ha roto... aquel dios, al menos, nos exigía apenas diez mandamientos. Ahora la sociedad nos exige cien: hay que estar delgado, no fumar, fornicar mucho y bien, ser exitoso, formarse permanentemente, cuidarse del colesterol, hacer gimnasia y ser siempre joven y vital, estar informado, leer muchos libros, ver películas clásicas, y todavía te tiene que alcanzar el tiempo para otras setenta y siete leyes indiscutibles. Es así que corremos todo el día tratando de cumplir, como siempre estamos en falta y como se nos va la vida... Y es así que al llegar la noche tomamos una pastilla para dormir, y otra para la presión, y un complejo vitamínico y un antidepresivo para que la vida nos perdone y siga siendo tan, pero tan, tan maravillosa...]

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Si se miraran cara a cara

las razones del pájaro excluído

la nada iría a sábana cantora/

y cuando el mundo duele el viejo cielo cae más allá de su centro/como trato interior

de lluvia no enviada/ participa

la llaga que se obstina/ tarda el aire

en recibirse de pasión/

no basta el ser hundido en su sí mismo

dando lo que no tiene

como alma otra/ la desconocida/

la que yace en silencio mismo cuando 

los huesos son puro crepitar/

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Mi hermosa Idea

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She

(Curaste mis heridas y me encendiste de amor)

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Confesiones

Hace unas semanas le conté a mi viejo que me gustan las mujeres. Él (hombre duro y conservador) es la mejor persona del mundo y se merecía terminar de conocerme. Vive solo, luego de mi mamá no volvió a formar pareja hace ya varios años.

Un lunes por la tarde, luego de una entrevista laboral lo invité a merendar. Aceptó y me pasó a buscar. Fuimos a Havanna. Nos sentamos uno frente al otro y comenzamos a hablar. Nunca sentí que el corazón se me salía por la garganta como en ese momento.

Pero si nos ponemos a pensar, ¿por qué todo esto es así? ¿por qué me vi obligada a contarlo? si ya sabía la respuesta. Si cuando salía con hombres nunca le contaba con quién estaba ni a donde iba, ¿por qué ahora si? ¿por ser distinta? ¿para dejar de mentirle sobre mis “amigas”? para sacarme una mochila, para terminar de aceptarme.

Todo eso pensé en el nanosegundo previo a decirle hola. Mi cabeza explotaba, para él siempre fui su princesita, su hija artista, su hija trabajadora, su nena. Y el mayor miedo de un hijo en un momento así -creo yo- es sentir la posibilidad de decepcionarlo por completo, de que dejen de quererte, de perderlo, de que su postura encontra de la homosexualidad sea más fuerte que el amor a un hijo.

- ¿Cómo estás hijita?

- Bien, y ¿vos?

- Bien, con mucho trabajo, ¿Cómo van las cosas en casa? ¿La facu?

- Pa... escuchame, tengo que decirte algo...

- ¿Algo bueno o algo malo?

- No sé, eso depende de cómo lo veas vos

(y de repente sentí su mirada de -yasétodo- clavada en mis ojos, corrió su café de lado y me prestó más atención que antes)

- Me gustan las mujeres, hace años, no lo busqu..

- ¿Para esto me trajiste acá? (las dos chicas de la mesa de al lado nos miraban, levantó su voz)

- No, pa, escuchame... necesitaba decírtelo por favor no te enojes (mis lágrimas comenzaban a caer)

- Vos me estás lastimando, estás completamente equivocada, creés saber qué querés para tu vida y todavía sos joven, no lo sabes, salgo de un problema y me metes en otro, ¿quién te crees que sos?

- No me hables así, esto no es nuevo, esto es de hace años, mi mamá lo sabe, nunca te lo conté porque tenía mied.. (siguió hablando sin escucharme)

- Vos tuviste de novia con un hombre, ¿cómo puede pasar esto ahora? te fue mal con uno y pensas que te gustan las mujeres, estás equivocada, yo nunca te voy a aceptar esto, vos no eras así, es tu entorno, son tus amigos, es la moda ahora todos eligen cualquier cosa sin saber las consecuencias.

- No tiene nada que ver, sí, estuve con un hombre y fui feliz al lado de él, después conocí a otros pero no era lo que buscaba, no es lo que necesito al lado mío, yo no te pido que te cuelgues la bandera del orgullo, ni siquiera te pido que lo aceptes, solamente que no me dejes de lado, que no dejes de quererme, sigo siendo tu hija, sigo siendo yo, la misma de siempre

- A vos nada te va a faltar, pero yo no quiero saber más sobre estas cosas ni lo que haces con tu vida, jamás te voy a aceptar esto

(le hace gesto a la camarera, pide la cuenta, la chica se acerca y me ve llorando)

- Yo nunca te lo quise contar porque tenía miedo que te pase algo (él es hipertenso, tuvo dos infartos hace algunos años) escuchame te puedo explicar como son las cosas no te enojes por favor, esto no es de ahora, es de hace años, desde que soy chica pero nunca pude contarte

- Mirá Florencia, las cosas son muy sencillas vos estás equivocada y a mi no me va a pasar nada porque peor que esto no hay, levantate que nos vamos.

Agarré mi bolso y fuimos caminando hasta el auto, viajamos 30 minutos que fueron eternos, callados, en los cuales lloré hasta que se me secaron las lagrimas. Me dejó en la puerta de mi casa y no quiso saludarme.

Esa noche me dí cuenta que a pesar de todo, había crecido, y él estaba conociéndome realmente. Dolió, duele, y va a doler.

Al otro día le mandé un mensaje: Sabía que te lo ibas a tomar mal, pero lo único que esperé de vos era un abrazo y un “todo va a estar bien hijita” como haces siempre. Lo voy a seguir esperando. Te amo, Flor.

El tiempo lo cura todo. Esperemos que así sea.

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Hoy

Querer(te) bien

Duermo abrazándote y eso me tranquiliza, no te imaginas cuánto bien me hacen tus caricias.

[mantonesdemanila]

quiénes somos qué pasa qué extraña historia es esta por qué la soportamos si es a nuestra costa por qué nos soportamos por qué hacemos el juego

[mantonesdemanila]

Hace dos días fui a Morón, y todo me recordaba a vos.

Nuestra plaza, tu risa, la parada del colectivo donde me esperabas, y el eterno 441, el Mc Donalds de nuestro primer encuentro, tu colegio y todas aquellas anécdotas que me contaste del secundario, tirarnos en el pasto a ver el tren pasar, y dormir una siesta juntas como si no hubiera un mañana. 

Sentí un dolor en la panza, una especie de mareo por tantos recuerdos y tantas sensaciones. Pasé por la plaza donde nos vimos por primera vez, y por la plazoleta donde me hiciste saber que tenías otros planes para tu vida, y yo no estaba en ellos. 

Te abracé muy fuerte en mi memoria. 

Te lloré a la distancia.

Intenté aferrarme a los recuerdos más lindos, y entendí que aprendí a vivir sin vos, y eso, se siente bien. Crecí muchísimo en este tiempo, y estoy orgullosa. Te quise como se quieren a aquellos que nos marcan la piel, que nos calan los huesos. Como se quiere a los primeros amores, así de inocentes, así de puros, así de sinceros.

Y como quien no quiere la cosa, te dejé un suspiro en un asiento (el nuestro) y me fui, comenzando una nueva historia.

[mantonesdemanila]

Tanto que estuve amando

tanto tiempo

tanto que amé

que tuve

y que ya dejo

porque este mundo mío

ya no es mío

porque ahora abandono

y resigno

y me voy

y doy la espalda.

(1990)

[mantonesdemanila]

No me hieras Que al llegar la luz El viento en tu piel Parará Y solo este amor sostendrá

[mantonesdemanila]

Re - cordis

Todos los poemas de Juan siempre me van a recordar tu risa, que se desvaneció entre mis manos y ahora ilumina los días de alguien más.

Si me dieran a elegir, yo elegiría esta salud de saber que estamos muy enfermos, esta dicha de andar tan infelices. Si me dieran a elegir, yo elegiría esta inocencia de no ser un inocente, esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría este amor con que odio, esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores, que me juego la muerte

[mantonesdemanila]

No me abrazarás nunca como esa noche, nunca

No volveré a tocarte

No te veré morir.

[mantonesdemanila]

Un Huesped

No sos mío no estás en mi vida a mi lado no comés en mi mesa ni reís ni cantás ni vivís para mí. Somos ajenos tú y yo misma y mi casa. Sos un extraño un huésped que no busca no quiere más que una cama a veces. Qué puedo hacer cedértela. Pero yo vivo sola.