Tumgik
#Libro de Gabriel Miro
trastumuerte · 21 days
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No. 18
Hoy es martes, una semana más desde día de tu trascendencia. Hace 19 semanas que no estas más conmigo, parece que estoy traumado con los números, contando los días desde tu muerte, las semanas, pero no es así, solo es una referencia de la ausencia de tu cuerpo físico que estoy viviendo a diario, aparte quienes me conocen saben que me la paso contando las cosas.
El fin de semana es caos, no me dan ganas de hacer cosas, postergo actividades porque me sigue doliendo encontrar todos esos artículos y momentos de tu vida, me llena de ira saber que cada artículo, libro, revista, documento, es parte de un pasado en el cual no estuve a tu lado y es que a decir verdad, ese siempre fue el acuerdo de nosotros, importa poco el pasado, importa nuestro presente y futuro, y ahora estar hurgando dentro de todos los “tiliches” y limpiarlos como terapia y por limpieza me da la sensación de estar rompiendo esa promesa. Trato de no investigar de más, de no abrir cuadernos y de no leer tus notas, no percibir tu letra, eso es respetar el trato, sin embargo, hacer eso también duele.
Conservo algunos libros y cosas de interés como mis tiliches y cosas que me conectan contigo, he descubierto que muchas cosas de las que me hablaste y me contaste sobre tu percepción de cómo funciona la vida, lo has aprendido de esos hermosos libros que hoy veo como regalo. Sinceramente debo confesar que el domingo fue un día muy difícil, tomar la iniciativa de comenzar con la limpieza fue difícil, me lleno de lágrimas y de cansancio, termine llorando, recordándote, recordando tu vida y tratando de desempolvar todos esos artículos que al final son una extensión de ti. Me pongo a pensar nuevamente ¿por qué paso esto? y a decir verdad también termine en un grito de dolor diciéndole a la vida que no fue justo lo que hizo conmigo, que no fue justa tu muerte, que no es justo que yo siga vivo con el adjetivo de “doliente”, que yo tenía todo, no era perfecto, pero era suficiente para mí, porque en esta vida, a mis 34 años, me sentía tan completo a tu lado. Tú, tu vida, tus palabras, tus atenciones y tus risas eran suficiente para mí. Tú eras suficiente mi gordito hermoso.
Te escribí un poema, me falta completarlo, pero un verso muy lindo que tiene ese poema dice lo siguiente:
Miro el horizonte, y todo parece tan vacío, sin destello, como si el mundo sin ti, hubiera olvidado cómo ser bello.
Me gusta que iniciamos el mes de septiembre en México, el mes patrio en mi querido país, el mes del pretexto perfecto para andar de fiesta, tomar tequila, escuchar mariachi y nuestras canciones de Juan Gabriel. El mes de los pretextos para echar unos tragos encima a cada rato. Si lo hago me tomo un tequila blanco, con limón y sal a tu salud mi Fer.
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uniquetyphoonmiracle · 6 months
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Creo que VIRGINIA MAESTRO..que esto es MAS PRESION que incluso la COMPETICION O QUE UN TUMOR que diría el padre de HERMINIA PARRA cuando era del Club Atlétismo de VILLARREAL [donde te vi como telonera de Ana CURRA=TRABAJA..del grupo PARALISIS PERMANENTE=único Lp EL ACTO=COITO..y también lanzaron single QUIERO SER SANTA antes de morir su cantante con 21 años y salvarse su novia Ana CURRA que vive en el ESCORIA_L]..por lo que te digo que SE LA PUEDES CHUPAR AHORA a Miguel LARIOS [a cambio de que sabe que] como hace unos meses al argentino MARTIN ACOSTA [que te hacía trabajitos y te acompañaba a tus conciertos en baretos por España y te fotografio en EGYPTO en una BAÑERA pero tapada por ESPUMA no como RUTH GABRIEL en DIAS CONTADOS fumando y estando CASADA en la pelicula..ademas yo me refiero a LIMPIEZA POR DENTRO jaja]..o como con el que te fuiste a vivir en la PANDEMIA teniendo que llamar al camión de la MUDANZA para volver a vivir con tu hermana ANGELA en calle AUGUSTO FIGUEROA [donde supe que vivías por video cantando junto a la terraza con unos OSOS ENCIMA DE OTROS como Grafitti en el edificio de enfrente CAN'T TAKE MY EYES OFF YOU ]..tal como le contaste inexplicablemente a ANGEL MARTIN en su podcast POR SI VUELVEN LAS VOCEN [como su libro donde dice que fue INTERNADO en psikiatriko por DROGAS]..CHUPARMELA me lo pueden hacer muchas..sin que sean una PUTA FUMATA..pero no TODAS PUEDEN HACER UN MILAGRO..por ejemplo para FOLLAR QUE ES LO UNICO QUE BUSCO EN UNA MUJER HOY POR HOY..QUE ME GUSTA MUCHO IR POR LIBRE Y NO NECESITO COMPARTIR GASTOS NI HIJOS NI QUE ME CUIDEN..PREFIERO A KIRA MIRO QUE DICE QUE SE PASA TODO EL DIA FOLLANDO JAJA
Por cierto..había un MONTON DE PAJEROS en la PLAZA DE LA PAJA cuando actuaste por fiestas de VIRGEN DE LA PALOMA en MADRID deseándote MUCHA SUERTE tu abuela QUETI BERGUICES que se quedó VIUDA cuando versionaste o grabaste la canción de una suicida ALFONSINA Y EL MAR que cantaba tu madre en LA CRUZ [LINARES]..aunque tu abuelo ya tenía UN PUTO SIGLO pues la debía sacar casi 20 años a tu ABUELA jaja
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hala2021 · 9 months
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La cría (esto es solo una historia inventada y una continuación del cuento Las flores)
Ya era famosa en todo el mundo, con mi cuento «Las flores». Sin embargo, nadie sabía que escondía una historia verdadera. Yo necesitaba hablar con alguien, pero en nadie podía confiar. Y comencé a chatear con una chica ciega, de nombre Margarita. Ella tenía una aplicación en el celular que pasaba texto a audio. No obstante, casi siempre le mandaba audios. Le había contado a Margarita que partes del cuento eran verdad; y partes, mentira. Y ella me dijo: «yo te creo». Sus ojos se veían hundidos, pero empecé a quererla. Le conté que pensaba ampliar el cuento «Las flores», con otro libro, como si fuese otro capítulo. 
—Yo sé que yo voy a estar en el cuento. Decime qué te cuenta Dios —me habló desde el audio, en la mensajería de mi celular.
—Y... La verdad que no habla mucho. Hoy fui a la mezquita. Y el Sheij dijo que solo con Musa habló Dios de forma directa, porque siempre lo hizo con el ángel Yibril.
—¿Y quién es Musa y Yibril? —insistió, con su voz dulce y aterciopelada. 
—Musa es Moisés, de la Biblia; y Yibril es el ángel Gabriel.
—¿Estás grabando esta conversación? —me preguntó.
—Pues claro. Estoy de vacaciones y necesito escribir. Por culpa de estudiar coreano, estoy descuidando la escritura. Así que vas a ser vos una protagonista de este capítulo.
—¿Y cómo se va a llamar? —repetía insistentemente.
—«La cría».
—¿Y por qué se va a llamar así? —me cuestionó con voz temblorosa.
—Porque Dios me habló. Me dijo: «eso que dijo de mí, que yo le prometí que va a nacer su hijo; yo no diría así, sino que diría "va a nacer la cría"». Y yo le contesté que le había preguntado si le molestaba que hablara de Él, y como no me dijo nada, pensé que no le molestaba. Cuando Dios habla de «la cria», se refiere a mis hijos. Dios dice que serán un montón. Y yo le dije que quise escribir el cuento de una forma más romántica. ¡Cómo le voy a contar a la gente que me dijo «la cria»! 
—Pero es imposible, porque vos ya sos vieja —protestó ella.
—Claro, eso yo pensé. Yo le digo que tiene que aceptar a mi familia. Y Él me dice que mis hijos serán como la arena del mar.
—Ja, ja, ja —rió a carcajadas Margarita—. Eso es imposible.
—Vos te vas a reír, pero yo me veo cada año más joven, como si fuera rejuveneciendo, pero de una forma natural. Miro fotos mías de hace años, y me veo más vieja en esas imágenes.
—¿Usás cremas? —me preguntó.
—Sí, pero muy pocas veces.
—¿Qué crema usás?
—Una de marca Tortulán y otra de marca Nivea. La de marca Nivea no la voy a comprar más, porque es sionista.
—Son las cremas que te hacen ver más joven —me lo afirmó, convencida. 
Seguimos hablando y le dije que no tomaba en cuenta la importancia de mis conversaciones con Dios. Además, si llegaba a vender los capítulos de «La cria», le haría un regalo. Después, seguí intentando de comunicarme con mis fanes. Muchos de ellos me pedían que continuara con el cuento «Las flores». Y yo no sabía qué escribir, porque en realidad todos mis cuentos se basaban en ficción, pero con partes reales. En una palabra, no lograba continuar el cuento si Dios no me hablaba. A mi esposo lo llamaba «El dálmata», porque a mí siempre me fastidió esa gente que cuida a los perros como si fueran personas, entonces, Dios me dijo que así como a mí me fastidiaba eso, Él lo veía a mi esposo como a un perro bien cuidado, tal cual un dálmata. Yo intuía que Dios no aceptaba a mi familia. Le pregunté si siempre en otras vidas había sido una cerda, como me había dicho, pero Dios me dijo que no. En realidad todos pasamos por distintas formas. Y Dios me dijo que mi primera forma fue un árbol. «¡Claro!», me dije, «por eso yo amo tanto a los árboles». Y le pregunté qué especie había sido y Él me dijo que un eucalipto. Y Dios sabía que yo le haría mucho daño y se acercaba a mí. Y como yo le daba miedo, me había puesto en medio de un bosque, entre otros árboles. Pero Dios siempre me observaba, entonces, me sacó de allí. Y será por eso que amo los bosques, pero también me dan mucho miedo. Y la primera vez que me fue a ver, cuando yo era solo un árbol, trató de ver el futuro, pero al contar a mis hijos, Él decía que no podían ser tantos, porque ninguna mujer puede tener tantos hijos. Y yo le dije que la familia no se negocia. Y también, que debería aceptar a mi familia. De alguna manera, yo hice que mi esposo esté bien cuidado. Parece ser que una cosa soy yo, pero hay otra, que también soy yo, pero que ve lo que yo no puedo ver. Y Dios me dice que lo cuido a mi esposo como si fuera un dálmata. En realidad, todavía no nos unimos, porque estamos separados. Me impresiona todo lo que Dios me cuenta. Claro, cuando quería ver el futuro, allí, sentado junto a mí, cuando yo solo era un árbol, Dios no tomó en cuenta la operación que se haría en un futuro. Me dice que yo juego con mis genes, porque yo tengo genes, porque tengo un principio, pero Dios no tiene un principio, porque siempre existió. Y me dijo que yo hice nacer a mi hija, la que había perdido en otra vida, cuando estaba casada con mi esposo. Y por supuesto, mi hija tenía mis genes y los genes del padre. Y hoy, comparándolos, ¡se parecen tanto! Mi hija por eso parecía coreana, porque tenía los genes del padre, y el padre es coreano. Y por eso necesito aprender ese idioma. Y no sé cómo terminará el cuento «La cria». También le pregunté qué flores me había comprado ese día. Y Dios me dijo que fueron margaritas, porque se parecían a mí, por su simpleza.
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renacerdelascenizas93 · 10 months
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lo que estoy por escribir es inspirado por el libro "crónica de una muerte anunciada", pero igual me pareció lindo cuando esta idea nació de mi cabeza y me recordó un pasado mas toxico y supuestamente romántico, así que Tumblr, prepárate por recibir una tanda de basura de mi cabeza otra vez. ya no me interesa tanto hacer ejercicio, se que es bueno para mi, me da energía y refuerza mi autoestima, y supongo que a mi salud también ayuda, a laaaargo plazo (como todo en esta vida de paciencia), me pongo a pensar y recuerdo mi primera época dura de gimnasio, en que iba todos los días, no descansaba, me sometía a rutinas que me hacían vomitar ( casi), levantaba mucho peso y soñaba con levantar cada ves mas, no me interesaba el cardio porque lo que quería era aumentar masa muscular ( y mi corazón pago el precio de ello). recuerdo que solía insultarme, tratarme mal, recordarme a mi mismo mis errores y la poca cosa que creía que era, supuestamente me servía como incentivo para no parar cuando mis músculos me rogaban que dejara se hacer series ( o eso era lo que me decía a mi mismo para convencerme), miro hacia atrás y el daño que me hice fue mucho y me pregunto ¿porque? . porque me lo merezco, me repetía en esa época, una parte de mi sabia que era un error, pero otra maldita parte se sentía orgulloso de esa mentalidad de no pain no gain. escuchando del audio libro de Gabriel García Márquez, me surgió otra idea romántica y toxica, la razón por la que quería seguir delgado y musculoso y porque la que seguía comprando cremas caras importadas para la piel era porque si en algún momento regresabas a mi vida, al verme , siguiera siendo atractivo para ti. pasan los años y tu sigues igual de hermosa y eso me motivaba a no descuidarme. mirando hacia atrás es un pensamiento patético, toxico y me hace entender porque tome tan malas decisiones . afortunadamente es el pasado, hoy en día sigo en el gimnasio, ya no tengo la urgencia de estar mamadisimo, me gusta mas el cardio y el entrenamiento funcional, pero no me castigo ni me trato mal. y ya, eso es todo, gracias de nuevo tumblr por guardar todos estos pensamientos ocultos n w n
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ocasoinefable · 3 years
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La senectud en prodigio
En la ribera de un suspiro un cuerpo anciano llora entre sonrisas, mientras deja su oración:
Y si llega un tal vez de tus labios a mi pecho, esta pasajera esperanza es como el color de las horas que me quedan <<Quizás seremos la encarnación de esas líneas finales del libro “El amor en los tiempos del cólera” el escritor de Gabriel García Márquez>>
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Desenvolvemos los segundos con caricias, los minutos con besos, las horas entre las piernas y los años bajo la marea de nuestros ojos respirando el pasado y presente del otro
Si llegan tus manos colmadas de arrugas a vestir mi sonrisa con besos, yo giraré todos mis años al encuentro dulce de tu boca, siendo el puerto que se pudre con la lluvia a la espera de tu anclaje
-"Quizás mi quizás vive en la línea joven para acabar en la vejez de mi cuerpo"-
Sobre columpios mezo los recuerdos y miro hacia mis manos; estaré volando entre el cielo y la tierra, mientras llega el final de nuestro cuento, porque creo en un tal vez que se guarda de la ultima página y quizás sobre ese pasaje se estrechen de nuevo nuestras manos y se queden sobre el sueño como un susurro que se duerme en unos ojos ancianos. Pero la hoja esta en blanco y puede cerrar sin encuentro solo dejando un suspiro sobre las manecillas del tiempo
Imagen editada de Pinterest
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-Ramé
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angeldlune · 3 years
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Donde se crea una revolución (y un nuevo periodico escolar) PARTE I
Eran mediados de septiembre y el campo de Quiddicth estaba abarrotado. Carolyn detestaba la idea de ir a un partido de Quiddicth pero sus amigos habian insistido. El juego mas interesante de todos estaba en marcha. Gryffindor vs Slytherin.
«¡Wow! Archie ha tenido una increíble temporada jugando para Slytherin, pero aun no estamos muy seguros de si eso sea suficiente para el increíble guardián de Gryffindor» La voz del comentador se podía escuchar claramente en todo el estadio. Los jugadores iban tan rápido que apenas parecían un borrón en el aire. Desde hace algun tiempo su pequeño grupo de dos personas había crecido y ahora Carolyn, Gillian, Clover y Gabrielle compartían la mayoría de sus actividades juntos. Por supuesto, compartir tiempo juntos implica pasar el tiempo en actividades que le gustaban a alguien en especifico. Y eso incluía el quidditch. Gillian era un fanático empedernido del quidditch. El mismo había sido buscador de Ravenclaw durante algún tiempo. Antes de caerse de la escoba. Aun asi, amaba volar y nunca perdía una oportunidad. Había insistido en que las chicas lo acompañaran a ver el juego y para sorpresa de Carolyn, Clover habia terminado siendo una fanática del quidditch también, e incluso Gabrielle había aceptado diciendo que "seria interesante pasar el tiempo de manera distinta". «¡Archie Thomas se acerca al aro! Ninguna budgler puede tocarlo, ¡Es increíble! ¡Esquiva todas sin ningun problema! .... ¡Esta tan cerca! ... ¡Thomas se posiciona, apunta y ..... RAVENSMITH DETIENE EL ATAQUE! ¡KLAUS RAVENSMITH LO HACE DE NUEVO!» Las gradas estallan en jubilo y los colores rojo y dorado sobresalen, con gritos de "Klaus" rebotando de lado a lado. A su lado, Gillian grita tan alto como sus pulmones se lo permiten. "¡VAMOS GRYFFINDOR!" "¡¿Estas apoyando a gryffindor?!" Le pregunto Carolyn indignada y con los oídos zumbando. "¡Si! Ravenclaw ni siquiera esta jugando. ¿A quien se supone que apoye?" Gabrielle le azotó la cabeza con su bufanda. "¡Podrías apoyar a Slytherin tonto!" "Auch" dijo sobándose la cabeza. "Ademas es mas que todo por Klaus. ¿No es increíble?" "¿Y desde cuando ustedes son tan amigos?" le pregunta Clover. "No lo se, últimamente estudia mucho conmigo, no es tan idiota como parece. A veces me dice idiota a mi, pero en general es bastante decente." Carolyn no pudo evitar recordar la conversación entre Klaus y Zelda luego de la obra de teatro, aun la hacia sentirse un poco enferma. Y Gillian ni siquiera parecía notar que había doble intención en todo el asunto. «Gryffindor lleva la delantera, ahora queda de parte de los buscadores terminar esto de una vez por todas.» "¿Alguien puede verlos?" Pregunto Clover poniéndose de puntillas tratando de encontrarlos. Gab le ofreció sus binoculares y le señalo donde estaban. «Como todos sabemos, la capitana de Gryffindor nunca escatima en esfuerzos cuando se trata de la victoria de su equipo, y hoy tampoco parece ser la excepción. Ahora mismo esta tan cerca de su rival buscador que no le deja espacio a nada. ¡Esta acorralado!» El publico aguanto la respiración en conjunto al oir esas palabras. Si la buscadora y capitana de Gryffindor te tenia acorralado, no debía ser bueno. Todos los gryffindor podían llegar a ser un poco agresivos por naturaleza, pero Zelda Ravensmith era otra cosa. Zelda había estado avanzado justo al lado del buscador de slytherin pero iban a tal velocidad que con una sola inclinación de su escoba hacia la de el, le hizo perder el equilibrio. La escoba del chico empezó a dar vueltas en el aire, casi golpeándose contra las gradas y haciendo que todos empezaran a gritar. Recupero el equilibrio justo a tiempo en que una budgler lo alcanzaba. La chica ni siquiera había tenido que tocarlo. «Vaya, eso debió doler.» No era que Zelda fuera mala. Es decir, casi podía jurar que esa vez que una budgler la golpeo en las gradas había sido ella e incluso si no, se había burlado de eso durante todo un mes. También había sido quien tumbo a Gillian accidentalmente de su escoba en un partido. Entonces, no era mala, solo un poco
macabra. «Gryffindor acaba de ganarse cinco minutos para conseguir la snitch antes de que su jugador se recupere... ¡Oh, pero quien necesita cinco minutos cuando eres Zelda Ravensmith! ¡Parece que ella ya la consiguió y va directamente hacia ella!» En pocos segundos, el juego había terminado y Gryffindor había ganado, de nuevo. La nueva profesora de Defensa contra las Artes Oscuras, Katicha Selvens, era algo increíble de ver. Una alta rubia con cuerpo robusto y una postura impecable, que en sus tiempos como estudiante había sido una muy orgullosa miembro de la casa Gryffindor. Aun lo estaba. Lo decía todo el tiempo. A sus ojos, Gryffindor tenia las mejores cualidades para cualquier héroe que este mundo actual necesitaba. Si tan solo la mayoría no fueran tan idiotas. "¿Que acaso no son lo mismo?" Dijo un chico al aire. Katicha evito rodar los ojos. Antes, los estudiantes sabían estar callados. Seguro era culpa de Dumbledore. "Las criaturas mitológicas son seres que nacen de esa manera, los animagos usan un hechizo para convertirse en animales." Aunque Katicha tenia que admitir, los Ravenclaw la estaban sacando de quicio con sus respuestas tan acertadas. "Bastante obvio, señor Barnabe. Aunque agradezco que al menos alguno de ustedes lea sus libros." La profesora Selvens avanzo por el pasillo, el sonido de sus pesadas botas retumbando. "Hay diferencias mas importantes que los magos deberían saber." "El peso de la ley no recae en uno al igual que el otro." "Explíquese, Ravensmith." Klaus parecía incómodo de que le pidieran eso, pero igualmente lo hizo. "Los magos que pueden transformarse en animales no tienen nada malo, es solo que en la historia, la mayoría parece querer usar ese poder para hacer actividad criminal. Así que el Ministerio obliga a todos los animagos a registrarse y de esa manera poder monitorearlos." "Y el registro es muy importante, por supuesto. Cualquier persona que no cumpla la ley, tendrá consecuencias fatales." "Yo se lo que pasaría: Azkaban." Le susurro Cole a sus amigos, luego se puso a imitar a lo que parecía ser un dementor, ganándose un libretazo de parte de Zelda. La profesora Selvens por supuesto los ignoro. Klaus parecía querer golpearse a si mismo por hablar en voz alta. "Buena respuesta, joven. Le ha ganado cincuenta puntos a Gryffindor." los chicos de Gryffindor festejaron silenciosamente. Un bufido se escucho en el silencio de la clase. "¿Algo que añadir, señorita Levski?" Gillian miro a su amiga con un poco de pena, mientras esta se acomodaba torpemente las gafas. "Solo se me cayeron las gafas, discúlpeme profesora Selvens." Unas pequeñas risitas se le escaparon a la clase. La profesora solo la ignoro. Las grandes campanas sonaron, indicando el final de la clase y el tormento de los pobres estudiantes. "Bien. Hoy ha sido una clase... Aceptable. Espero obtener mejores intervenciones la próxima vez. Ahora, largo." Los chicos recogieron sus cosas rápidamente. Gillian ni siquiera noto que había dejado atrás su trabajo de criaturas mágicas, no antes de que alguien mas lo hiciera. Gillian llego a la taberna de Hogdsmade con un aspecto de no haber dormido en mucho tiempo. "Dios mio. ¿Que te paso?" Le pregunto Klaus apenas se acerco. Su amigo se dejo caer pesadamente en un asiento. "Tuve que rehacer todo el trabajo de defensa. Es la primera vez que lo hago a tiempo y lo pierdo." Termino con un gran suspiro. Klaus se rió y le ofreció una cerveza de mantequilla, la cual casi se tomo de un solo trago. Se limpio los labios con la manga de la túnica y dijo: "Bien, creo que podemos empezar a repasar." Klaus abrió mucho los ojos. Este chico. Cerro el libro de Aritmancia de un golpe. "Sabes que, en realidad no quiero estudiar. Quiero ir a practicar." "¿Para que? Ya eres bueno en Quidditch, en Aritmancia en cambio, eres un asco." "Vamos, escuche que eras muy bueno, te reto a un juego uno a uno." Klaus vio que seguía dudando y añadió: "Me pediste que te llevara algún día, hoy es el día." Gillian le volvió a recordar sobre su terrible rendimiento en Aritmancia,
Klaus casi le lanza el libro. "Bien. Solo algo mas." Dijo Gillian. "¿Seguro que a tu... capitana de equipo no le molesta?" Gillian evidentemente no era la persona favorita de Zelda. "Zelda no estará hoy." Gillian suspiro de alivio. "En ese caso, estamos perdiendo tiempo. ¡Vamos!" En la siguiente clase después de haber entregado sus trabajos de defensa, la profesora Selvens le pidió a Gillian que se quedara al finalizar la clase. El chico parecía horrorizado así que Carolyn le deseo suerte y lo tuvo que dejar, aunque no sin un poco de preocupación. Era de lo mas extraño. No supo nada de el hasta bien entrada la tarde, cuando por fin apareció en la sala común de Ravenclaw donde lo estaba esperando junto a Clover y Gabrielle. Al ver su aspecto cansado, las chicas le pidieron que se sentara inmediatamente junto a una explicación. "La profesora Selvens me acuso de copiarme el trabajo." "¿Que?" "¿Como?" "¡Gillian! Obviamente no lo hiciste." Las palabras de Gillian no terminaban de hacer click en su cerebro. ¿Copiarse un trabajo de defensa? ¿El chico que, de hecho, de verdad, disfrutaba las practicas con Boggarts? Solo la profesora Selvens creería eso. "¡No! Bueno... Es muy extraño." el chico tomo aire y les contó los sucesos que venían ocurriendo: Hace una semana había terminado de hacer el trabajo sobre Especies Mágicas, había estado investigando en la biblioteca, así que siempre lo llevaba en su mochila. De alguna manera, el día antes de la entrega, lo perdió. Quizás lo había dejado en alguna parte, pero luego de buscar exhaustivamente y muchos encantamientos Accio, se dio cuenta que la única manera era volverlo a empezar. Por suerte, era información que se sabia de memoria, gracias a muchos años de lectura sobre el tema, así que no fue tan difícil. Sin embargo esta mañana la profesora Selvens lo llamo para decirle exactamente eso. Gillian tenia muchas maneras de probarlo pero ella solo hizo oídos sordos. "Entonces... ¿Quien se supone hizo el original?" Pregunto Gabrielle. "Eso es lo peor. Se niega a decirlo." "Seguro fue un gryffindor." meditó Carolyn, a lo que Gab le recordó que podría haber sido cualquier persona. Carolyn rodo los ojos. "Por favor, quien mas puede ser tan flojo y descarado." "Ademas, Katicha adora a Gryffindor." Añadió Clover. "No es que se moleste mucho en ocultarlo." "No importa quien sea, Selvens parece no tener dudas de sus habilidades." Bufó Gillian y como si tuviera la necesidad de moverse, se levantó y fue hasta la ventana más cercana. "¿El profesor Flitwick no podría intervenir? Es su guía de casa" Volvió a intentar Gab. "Ya lo hizo. Y también el Prefecto. Selvens solo les dijo que tenían que aceptar que no todos los Ravenclaw iban a ser brillantes, y que de vez en cuando alguno los decepcionaría... Nada le hizo cambiar de opinión." Suspiró. "Me dio dos opciones: debido a mis calificaciones podía darme esta, pero quedaría en mi historial que había cometido plagio. O, podía ser benevolente y no colocar nada en mi historial, si aceptaba que me colocaran cero." "¿Y que escogiste?" Pregunto Clover después de una pausa. "Ser recordado como alguien que saca una mala nota o como alguien que ha hecho trampa. Que podría escoger." Finalizó Gabrielle. Un largo silencio siguió a sus palabras. "Todos saben que soy el mejor de defensa." Dijo Gillian derrotado. Gabrielle estuvo a punto de levantar la mano en protesta pero se lo pensó mejor. Era la primera vez que lo veían tan decepcionado. Estuvo un rato mirando por la ventana pero unos segundos después, la misma sonrisa despreocupada de siempre volvió a su rostro y se encogió de hombros. "Supongo que tendré que trabajar mas duro, ¿Cierto? " Se alejo de la ventana y les asintió como despedida. "Nos vemos chicas." "Ya lo he aceptado, saben?" Dijo la minúscula voz de Clover en cuanto se había ido. "A los Hufflepuff nunca nos van a tratar como a un Gryffindor o Slytherin, ni siquiera como un Ravenclaw. Los estereotipos de Hogwarts son mas viejos que nosotros. Nadie pensaría que yo soy mejor en defensa que uno de ustedes." "¿Crees
que se trata de eso? ¿Estereotipos?" pregunto Carolyn. "¿Que otra cosa podría ser?" siguió Clover. "¿Un chico de Ravenclaw siendo mas valiente que todos los Gryffindor reunidos? Si su bufanda fuera roja, Katicha estaría encantada de pelear por su honor. No son solo los estereotipos es esta... jerarquía invisible que parece estar implícita en el colegio. Todos parecen tener un lugar asignado y jamás puedes salirte de el." "Somos una nueva generación. Esto no debería pasar." Carolyn estaba harta del asunto. "Tampoco hay nada que podamos hacer" le dijo Clover. ¿Realmente no lo había? Sus amigas le aconsejaron que dejara el asunto tranquilo. Pero ella de por si era intranquila. Solo le tomo una noche de meditación para que se le ocurriera una idea tonta. "Sabes que solo le diría mis ideas realmente locas a alguien. Confió en ti." Empezó al día siguiente mientras caminaba por los pasillos junto a su mejor amiga. "Por favor, habla. Has andado de un animo muy extraño toda la mañana." Le dijo Gabrielle. Carolyn espero hasta que el pasillo quedara solo y continuó. "Esta es la cuestión. Si las autoridades no pueden hacer nada por Gillian, nosotros debemos hacerlo." "No se si me gusta a donde va esto." "Si no podemos hacer nada por el cero de Gillian, al menos podemos hacer publica la verdad." "¿Y como piensas hacerlo? ¿Mandando lechuzas a todos con la historia?" pregunto Gabrielle con la idea mas tonta que se le ocurrió. "Exacto. Me encanta que siempre estemos en sintonía." "Okay. Bien." Dijo su amiga exasperada. "Solo hay un pequeño fallo en tu plan. No puedes planear algo como eso y no esperar consecuencias." "Y de seguro tu tienes la solución, ¿No es asi?" Dijo con una sonrisa conocedora. "Yo..." Gabrielle de hecho se paro a pensarlo. "... Si, supongo que si. Necesitarías un poco de... Anonimato."
"Si. Igual habría que cuidarnos los pasos. Pero de seguro hallaremos la manera. Así que... ¿Que dices?" Carolyn trato de sonar lo más dulce posible.
Gabrielle siguió andando un poco, pensando.
"Bueno, nunca he sido el tipo de persona que pone en marcha planes para cambiar el mundo... Pero me gusta hacer sentir bien a los demás. Y se que esto lo hará. Es una hermosa idea, Carolyn." Le respondió con una pequeña sonrisa. "Solo tu dirias que algo que nos va a meter en problemas es hermoso. Como sea. Lo importante es esto: ¿Te lo imaginas? Ravenclaw y Slytherin unidos para cambiar el mundo? Es algo que nadie pidió pero tampoco sabíamos que necesitábamos." "¡NO LO PUEDO CREER!" el grito las hizo saltar del susto. La pequeña figura, camino furiosa por todo el pasillo hasta ellas. "¡Pensabas organizar una revolución y no me dijiste!" Clover señalaba furiosa a su amiga. La chica había estado tratando de alcanzarlas desde hace rato, pero sus cortas piernas apenas la dejaban, sin embargo pudo escuchar perfectamente lo que decían. "¡SHH!" las chicas le taparon la boca a su amiga rápidamente, vigilando que nadie la hubiera escuchado. "No es una revolución. Solo es un poco de justicia divina." dijo Carolyn. "No es justicia divina si tu la provocas." La corrigió Gabrielle. Luego se giro hacia la recién llegada. "Lo siento Clove, pero apenas estamos hablando del asunto. Ni siquiera Gillian lo sabe. Carolyn planea vengar la virtud de Gillian y así poder satisfacer su necesidad de acabar con algún Gryffindor." "Oh." Respondio ella, luego solo sonrio dando unas palmadas. "Me parece perfecto. Katicha acaba de quitarnos puntos por ser «muy sosos», asi que estoy dentro. Pero deberíamos al menos decirle a Gillian, después de todo es la razón por la que estamos empezando esto, ¿No?" Sin embargo, el chico no estaba muy de acuerdo. "La verdad no creo que sea buena idea." A las chicas casi se les cae la mandíbula al suelo. Si alguien tenia las agallas para hacer algo así era Gillian. Era evidente que su humor sombrío seguía predominando esos dias. "Vamos Barnabe, tu amas los retos." Le dijo Carolyn. "No puedes ser gallina ahora, tienes mas razones que nunca." "Lo que digo es que no creo que valga la pena." le respondió en el mismo tono serio. Clover se acerco a él y le puso una mano en el hombro. "Gillian, tu vales la pena. No tengas miedo a demostrar lo que eres." El chico la miro sorprendido, sin saber que decir. Al final solo pestañeo un poco y acepto, aun no parecía del todo convencido. "Supongo que al final sera para beneficio de mas personas." dijo. Con su aprobación, Carolyn empezó a repartir puestos y explicar todo su plan: "Primero que nada, investigación: Necesitamos averiguar quien copio el trabajo." Señalo a Gillian. "Para eso te necesitamos Barnabe, no solo para ser nuestro mártir, eres el mejor detective que tenemos." "Siguiente, redactor." "Obviamente yo." "Claro. Clover será la redactora." Continuo. "Gab se encargara de ver que no metamos la pata. Esto es lo que haremos." La idea, en linea generales, era conseguir toda la evidencia que se podía sobre el asunto y hacerlas llegar a la mayor cantidad de estudiantes posibles. Para eso tendrían que valerse de algunos cuantos encantamientos. Durante la charla se les ocurrió una mejor idea que "lechuzas mensajeras" (Hogwarts tiene muchas lechuzas pero no estoy segura que tengamos tantos peniques.) Los chicos sabían que los rumores eran poderosos y ellos, con suerte, conseguirían evidencia, así que no seria tan descabellado. Las noticias crearían tanta sorpresa que con suerte lograrían... Algo. Aunque fuera quitarle un poco de pesadez al pecho de su amigo. "!Y es una... ANOTACION!!" Gillian dio un giro en el aire, saltando sobre su escoba. Las practicas de Gryffindor habían terminado antes y Klaus y Gillian decidieron quedarse a jugar un uno-a-uno. El juego era un soplo de aire fresco para Gillian que llevaba mas de dos semanas pensando en una manera de probar su inocencia. Además obtener un cero en su materia preferida lo había dejado terriblemente desanimado. Por mas que la idea de Carolyn era muy generosa, no tenia los mismos ánimos que ella. "Eres el mejor detective que tenemos." Si. Donde había quedado el mini Sherlock Holmes del que su madre
tanto se burlaba. Tampoco le había dicho nada a Klaus, porque le avergonzaba. ¿Que pensaría sobre él si se enteraba? ¿Querría seguir siendo su amigo? Una media hora después, bajaron para recoger sus cosas. Algunos miembros del equipo seguían abajo charlando y mientras se quitaba el equipo de quidditch no pudo evitar escuchar. "Claro, claro. Solo un idiota se comería eso." "Ya no me puedes llamar idiota, me he sacado un sobresaliente en el ultimo trabajo de defensa." Incluso Cole salia mejor que el. Perfecto. Los otros chicos vitorearon tras el. "No puedo creer que hace un día estuvieras llorando por una araña y ahora eres un buen estudiante." "Oye viejo, era una araña gigante." "Esos boggart son terribles." Se escucho un golpe sordo y un «auch». Gillian supuso que le había dado una palmada demasiado fuerte. "Pero ya no tienes que preocuparte por eso, ¡Eres el mejor en Defensa!" ¿Que? Por primera vez en días sentía que su instinto estaba volviendo. Gillian se acerco sigilosamente al circulo para escuchar mejor. "Lo que no comprendo es porque alguien haría un trabajo sobre Hipogrifos cuando podrías hablar de algo mas cool como hombres lobos." "¿D-De de que hablas?" Cole sonaba nervioso. "Los hipogrifos son cool."
Por supuesto que lo eran. Eran tan cool que Gillian había decidido hacer un trabajo de diez páginas sobre ellos. "Y escribir diez paginas." Dijo otro chico e inmediatamente empezó a reír como loco. "Porque alguien perdería tanta tinta en eso, Cole."
Un fuerte estrépito se escucho cuando varios equipamentos de quidditch cayeron al suelo. Los chicos del equipo observaban atónitos como Gillian salia del montón riendo nerviosamente. "Eh, jeje, vaya lo siento mucho." Levanto una codera y la inspecciono maravillado. "¡Vaya que estas cosas relucen! Seguro se la pasan aquí todo el tiempo limpiando." Un chico rubio y alto fue el primero en salir de su desconcierto. "Si, Zelda se molesto mucho por el aspecto y nos hizo limpiar hasta los equipos que no se usan. Cole y yo pasamos toda la semana en eso." Interesante. De repente el chico se dio cuenta de con quien estaba hablando y puso una cara de asco. "¿Y a ti que te importa cara de asno? ¡Este lugar es solo para el equipo! ¡Sal de aquí!" los otros chicos lo secundaron y se fueron como toda una manada a la salida. La fachada de Gillian cayó y solo pudo mirar atónito al grupo que se dirigía al comedor.
No podía creerlo. El idiota mas grande le había copiado su trabajo. Una palmada en el hombro lo sacudió de su estado de shock. "Vamos, quiero llegar al gran comedor antes que se coman todo el pollo." Le dijo Klaus, que no notaba el shock de su amigo. "Hoy me sentare en tu mesa, los chicos de primer año me estuvieron persiguiendo después del ultimo juego, les daremos una sorpresa." "Aja, si." Le respondió distraído. En ese momento lo único que podía pensar era: Carolyn iba a amar esta información. "El idiota mas idiota de los idiotas me copio el trabajo. Ni siquiera pensé que tendría suficiente cerebro para eso." dijo Gillian en medio de una crisis. "Es obvio que lo hemos subestimado. Pero conseguimos lo que queríamos." Carolyn se bajo las gafas como un gesto de seriedad. "Buen trabajo, Gillian. Ahora necesitamos la evidencia. La manera de conseguirla es obvia." Estampó sus manos contra el escritorio. "Debemos entrar al despacho de Selvens." "¡No! ¡Carolyn, es demasiado!" Le pidió Gab. "¡No tenemos otra opción! La única forma de probarlo es con ese trabajo." "Estoy de acuerdo." la apoyo Gillian, que ya estaba volviendo a ganar su confianza habitual. "Selvens o Cole pudieron haber cometido un error, no importa lo pequeño que sea, nos funciona." "¡Gillian! Ya estas en problemas, ¿Que a caso quieres mas?" "¡Estoy en problemas por su culpa!" Exclamo Gillian. "Gab, entiendo tu preocupación pero necesito hacer esto. En realidad, no deben hacerlo si no quieren. No están obligadas." "¿Una nueva oportunidad para avergonzar un gryffindor? Estoy dentro." dijo Carolyn, coloco su mano al frente y tamborileo sus dedos, esperando que los demás se unieran. Gillian le sonrió y coloco su palma sobre la de ella. "Bueno." Clover se levanto. "Incluso si sale mal, tendré buen material para mi autobiografía en algún momento." dijo y unió su mano a las de ellos. Los tres se volvieron expectantes hacia su amiga. Gabrielle se quedo mirándolos muy seriamente. "aaaghh." exclamo con fastidio. "Bien. Supongo que alguien los tiene que sacar del embrollo en que se metan." Su mano se termino uniendo al grupo. Carolyn no entraba en su emoción. "Perfecto. Ahora si podremos derrocar a los farsantes Corazón de León" "Oye. Oye. Pensé que esto era para eliminar los estereotipos no para derrocar a Gryffindor." "Que en tu caso termina siendo lo mismo, Barnabe." El chico iba a decir algo pero solo termino encogiendo los hombros, dándole la razón. "Comencemos por lo importante. "Dijo Clover muy seria. "... ¿Como rayos vamos a entrar?"
CONTINUARÁ.
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Nuestro Padre San Daniel; El Obispo Leproso – Gabriel Miro
Título del Libro: Nuestro Padre San Daniel; El Obispo LeprosoAutor: Gabriel MiroDescripción del Libro: Nuestro padre San Daniel (1921) y El obispo leproso (1926) constituyen las dos partes de una novela en la que se nos muestra la vida y la muerte de una ciudad levítica, Oleza, a finales del siglo xix, y las pasiones, […] http://dlvr.it/QBdMbL (Amor)
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“La somiglianza è con i Marsi, che fanno l’incanto per cavare l’aspide delle caverne tenebrose alla luce, e il serpe che ama le tenebre per non sentire l’incanto, che vede, che lo forza, pone l’una orecchia a terra per non sentire, e l’altra si copre con la coda” (Sant'Agostino)
1° Maggio, a Cocullo c'è la festa dei serpari, tradizione passata al Cristianesimo ma che ha origini ben più antiche.
"Angitia, figlia di Eeta, per prima scoprì le male erbe, così dicono, e maneggiava da padrona i veleni e traeva giù la luna dal cielo; con le grida i fiumi tratteneva e, chiamandole, spogliava i monti delle selve." (Silius, Punicae, Libro VIII)
I Marsi erano un popolo italico di lingua osco-umbra, storicamente stanziato nel I millennio a.C. nel territorio circostante il lago Fucino, zona che corrisponde all’ampia area dell’Abruzzo chiamata appunto Marsica. Si dedicavano all’agricoltura, alla pastorizia e alla pesca lacustre, e vengono menzionati dagli storici come “uomini fieri e indipendenti, dotati di virtù guerriere”.
“Scuotesti, vergin divina, l’auspice – ala su gli elmi chini de i pèltasti, – poggiasti il ginocchio a lo scudo, – aspettanti con l’aste protese? o pur volasti davanti l’aquile, – davanti i flutti de’ marsi militi, – co ‘l miro fulgor respingendo – gli annitrenti cavalli de i Parti?” (G. Carducci, Alla Vittoria)
Le loro gesta iniziarono a diventare leggenda a partire dal 408 a.C. quando Roma si trovò a dover affrontare una coalizione di popoli italici guidati dai Marsi che prima volevano difendere i propri territori e in seguito chiedevano il riconoscimento dei loro diritti sociali.
“Ma, come si spensero entro le mura ciclopiche di Alba de’ Marsi il re numida Siface e l’ultimo dei re macedoni Perseo crudele, il tragico erede di Demetrio Aurispa si spegne qui ne’ suoi brandelli di porpora straniero ed esule e prigione” (G. d'Annunzio)
Le testimonianze storiche su questo popolo sono numerosissime. Oltre a quelle più famose, scritte sull'immagine, vi sono Marco Tullio Cicerone, il quale scrisse che “Per immortalare la gloria di quegli uomini così valorosi, di quei fortissimi, il Senato e il Popolo romano, costruirono un monumento imperituro con incise lettere divine, come eterni testimoni del loro valore”; Tito Livio che scrisse “Solo la lealtà dei Marsi a Roma consentì ad essa di sopravvivere” mentre Silio Italico riportò persino che “Furono i guerrieri Marsi, indomiti ed impavidi, a portare Roma a dominare il mondo”.
"[Galli, Parti, Traci e Daci] ancora nascondono nel cuore il terrore dei Marsi” (Flacco) “Il guerriero della Dacia è preso dal terrore al cospetto del milite Marso” (Polibio)
Le divinità venerate erano Feronia, i Dioscuri e i Novasede, ma tra tutti c'era Angitia (adorata anche dai Peligni e altri popoli osco umbri); le sacerdotesse, e anche sacerdoti (come la figura di Umbrone presente nell'Eneide), erano incantatori di serpenti, immuni ai loro morsi, in grado di preparare antidoti contro il veleno e ricavare medicine dallo stesso e anche da alcune erbe; le donne erano solite intrecciarsi i serpenti nei capelli (e s'afferma, senza prova certa, che praticavano anche la ierodulia).
“[la IV legione, la Martia] Fedelissima, valorosissima, invitta. Forza d’animo, la robustezza fisica, scaltrezza e la disciplina sono le doti del milite Marso” (Cicerone, Filippiche) “La IV legione comprende i militi più forti d’Italia: i Marsi” (Plinio il Vecchio) “L’Italia ha partorito una vigorosa stirpe di eroi: i Marsi” (Publio Virgilio Marone)
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(l'abito di Gabriele è appena appena più vicino alla realtà, anche se si dice che i guerrieri Marsi (fin'a un certo punto) abbiano combattuto nudi; la donna dovrebbe essere la versione nyo di Abruzzo; teoricamente non dovevano essere neanche nati a quell'epoca, però morivo dalla voglia di vederli in questa versione 😅)
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another---human · 7 years
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Odias Gabriel García Marquez. Lo odias porque para ti su escritura es tediosa de leer y aburre. Una vez García escribió un libro llamado cien años de soledad y se trataba de cómo nacía desde la selva rica en plantas una ciudad mágica, importante e inverosímil. Creció una ciudad siendo increíble llena de situaciones que tenían que ocurrir. Murió siendo un desierto con un espiral de arena y viento.
Un día te fuiste para el hospital y yo preocupado te llamé y te esperé. Un día fuiste al hospital y te ausentaste más de lo que debías. Ese día fue fatal para mi. Mi mente solo estaba pensando en lo que te pudo haber pasado. Siete de Agosto. Un mes antes de tu cumpleaños, te estaba haciendo un cover de Money. Siete de agosto te escribí cada media hora para saber si tu celular se había conectada.
19 o 20 de Agosto estaba tan preocupado por ti que te esperé hasta las dos o tres de la mañana. Luego pensé que quizá te habías dormido cuando llegaste de tomar aire. Lo cierto es que para esa fecha también me habrías bloqueado de Facebook. Don’t get sentimentalist it always ends up drivel. Me sentí olvidado, empezaste a borrar fotos de nosotros, empezaste a borrar comentarios de nosotros y no te imaginas el desgarre emocional que me habría dado cuando imaginaba esos clicks borrando nuestros escritos. Sentimental me puse y subí corriendo las escaleritas para poder llorar en la terraza sin que nadie me escuchase, aunque la verdad es que todo el barrio me escuchó.
Grité: ¡TRESH! ¡TRESH! ¡TRESH! ¡NO, PORFAVOR!
Todos escucharon una voz quebrada que empezó a llorar; a un hombre acurrucarse entre las rodillas y decir “no, porfavor” mientras salían lagrimas por montón de sus ojos. Dolió. Me imaginaba arrastrandome llamandote. Esperaba que me dieras una pista que me dijeras que me seguías amando pero solo recibí la ausencia.
Traté de calmarme pero el mar de agua negra que tú habías apartado se venía en desborde. Un golpe de las olas en mi corazón y el ansia de tener miedo a ahogarme. Dormir tarde esperando a que volvieras. Dormir con el celular en el corazón y llorar en silencio para que mis hermanas no se despertaran.
Comenzó así la desolación de Carla. Habían dos en mí de nuevo y uno empezaba a dominar. La melancolía de Carlos frente a lo que había ocurrido empezaba a martillar el carácter de Carla. - ¿Cómo se encuentra Tresh? - preguntaba Carla. - No lo sé, pero tú no serviste de nada - Respondía Carlos.
Doce de la noche y vos nada que volvías. Doce de la tarde y vos seguías sin volver. Carlos martillaba diciendo que Carla y él eran unos inútiles. Inútiles. Inútiles y que no valían la pena. Carla, mantuvo su carácter hasta donde pudo. Se preocupó por ti y escribió para ti. Escribió sobre cómo Tresh iba a tomar aire pero volvía a su casa a comer lasagna con vino. Sin embargo, Tresh le negó la entrega de este mismo. Sintiendose rechazado, ya no querido.
Las últimas palabras que se mencionaron por whatsapp fueron Te amo, y la tensión era horrible cuando vos no me respondías. Un Te amo era nuestro lazo. No era necesario pensarlo para decirlo. Sin embargo lo hacías y la cabeza de Carla se agachaba más y más. Cerró sus ojos y ahora solo miraba suelo en donde caminaba. Carla te buscó pero no pudo. Le habló al amigo de ella pero ése amigo le habló cosas malas de ti. Carla tuvo su oportunidad de decirle a Tresh que no le creía, que por favor le aclarar pero una vez más Tresh lo rechazó. Desespero y lágrimas. una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, diez y seis lágrimas. Desespero y desvanecimiento. Sin Tresh no hay Carla. Y carla hizo lo posible para seguir existir.
Seguía la disputa entre Carlos y Carla; Los ataques de depresión eran más constantes y ahora el cuerpo que los contenía se volvía ojeroso y con la mirada abajo. Apagado. Su mente empezaba a ver las calles desiertas de Macondo y empezaba a olvidarse. A olvidar su nombre. Ni Carla ni Carlos. Eso era nadie. Y nadie merece nada. Nada nada nada nada nada. se repetían ambos y ya ni se concentraban que estaban leyendo la traducción de una visa. Nada nada nada. Empezaron a odiarse y a tratarse mal. Se educaron ambos dentro de un cuarto blanco y se volvieron salvajes y groseros. Una bipolaridad marcada y secuelas de tristezas.
Ocurrieron tantas cosas y ninguna mientras vos no estabas que cuando te dije que sí te amaba pero que había cambiado. Vos dijiste que no querrías estar con un Carla si quiera un pelo cambiado. Por última vez me sentí que yo no era lo que buscabas. Pensé que ibas a lograr comprender que mis temporadas de tristeza no me dejaban ser lo que era normal. Te enojaste y me restregaste en la cara que yo era un maldito que no reconocía lo que eras, aunque te tenía a ti covers, escritos y mi corazón. Mi vida te la debía a ti. Te perdí y me dije al mismo tiempo que yo soy una persona llena de errores. Una persona que genera lástima. Una persona que no tiene las virtudes para poder controlar su vida. Me convertí en un sumiso al cuál el corazón es un tarrito de playdoh’ que todos han tomado y moldeado a su gusto. Estaba cansado. Alejaba a las personas con mi soledad. Ver mi nombre escrito en los trabajos de parejas, solos me hacía dar escalosfríos. La mirada extraña de las personas hacia mi. El dolor que genera la mirada a los ojos. La ausencia de un abrazo y el te extraño tuyo.
Desestabilidad emocional. Inseguridad. Autoestima baja. Ok Computer gritandome. Audifonos a todo volumen. Yo no sabía quién era. Un perro rabioso que no quería tener eutanasia. Pedía ayuda sin pedirla. Fui malentendido. Claro que te conozco. Sé que si te desilusiono te dolerá; al mismo tiempo, sé que si no te gustaba lo que soy ahora, también te desilusionaría. Me perdí y lo siento. Me perdí y esta vez era mas difícil encontrarme. I’m sorry that I lost control again.
Este escrito no es para generar lastima. Ni para generar autocompasión. Ni para generar odio.
Este escrito será un registro de lo que pasó durante el mes de agosto y septiembre.
Este escrito no tiene animo de sel malentendido.
No te odio. Te sigo queriendo. ¿Quieres ser mi amiga?
Este escrito tiene ánimo de complementar dos visiones malentendida de una realidad
Nunca pensé que podría doler tanto un pequeño recuerdo, y a la vez tan grande; una risa, a la vez tan ruidosa; un momento, que me marcaría para la eternidad. Nunca pensé que podía pensarte desde la profundidad a la cual estaba inmersa, que podría quererte, aunque no estés, y sólo seas una estrella en un cielo lleno de ellas, en un universo, que dice más de sí por su espacio que por lo que hay en él. Nunca creí en que después de los años, siguieras siendo mi canción favorita, aunque suenes de fondo, estás ahí, presente, en mi gélido corazón, cada día, cada mañana, cuando río, cuando lloro y en la noche, al insomnio, vuelves a aparecer. No puedo olvidar lo que un día creamos juntos, como creías en mí, y como yo te admiraba a ti, nunca olvidaré como me amabas, como te perdí y ya nunca volveré a tenerte y aun así eres el amor de mi vida, sigo creyendo en ti, sé qué estás ahí, a cada caída, a cada arcada, sé que vienes a verme, cuando la vida no funciona, sé que tú corazón mira, cuando el mío ya no late, sé que te querré para siempre, y cuando más quiero huir tú me haces volver, tú me hiciste saber de dónde venía, y ahora, yo, gracias a ti, sé quién soy. Lo intenté. Con todas mis vidas, con mis muertes inseguras lo intenté, con el alma vacía sabiendo que iba a perder, con los ojos tristes sabiendo que no vería nada. Lo intenté. De verdad que lo intenté desde el amanecer, hasta mi despertar; desde mi insomnio, hasta tu regreso con esta claustrofobia en la habitación llamada soledad. Lo intenté, como si nunca me hubiera quebrado, como si nunca me hubieran encerrado en la trinchera, como si aún me quedaran soldados para combatir, como si mi única arma fueran las palabras, las letras y la música. Lo intenté, pensando que si hacía como si nada pasara se marcharía, desaparecería y sólo se apoderó más de ti, esa maldita oscuridad que me está evaporando, que me hace ver cada vez a las personas desde más lejos, cada vez camino más despacio, cada vez llueve más dentro de mí, cada vez me pierdo más y cada vez miro más, cada vez veo menos. Intenté buscar la salida y lo logré, pensando que nadie me conocía. Pensando que tú lo hacías. Intenté ser yo misma, volver y regresar, pero la gente siempre vio en mí lo que ellos querían ver y lo intenté, con todos mis años, con todas mis ganas y daños, pero, sólo conseguí una bienvenida áspera, amarga y agreste. Me callé el silencio que cada vez grita más dentro de mí, intenté salir, pero cada vez estoy más dentro, gritando a media voz que alguien me saque de aquí. Tú, te busqué a ti con desespero y exhalación pero veo que ya no soy lo primordial para ti.
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desmembrado-corazon · 7 years
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las paginas, el diario.  (primer cuanto de horror bizarro).
Tengo en mis manos su vida y sus muertes, tengo en mis manos el puñal que apaga y la aguja que cura el golpe fatal que le atribuyo he inmediatamente corrijo. Muere así es, muere una y otra vez frente a mis ojos, agoniza a mi gusto puesto tengo en mis manos su vida y sus muertes y el amor en su más cruda señal, el amor en su muestra formal se burló de mí y heme aquí con mi diario ensangrentado. Mi diario que tiene su nombre. Repetidamente. Su nombre. El nombre, aquel nombre.
Las mujeres somos la delicia servida mayoritariamente, aunque no falta las “sin gracia” como mi persona, mi delgadez asiente del grosor de una aguja, por ende la voluptuosidad nunca fue mi fuerte, tengo la silueta de una guitarra brutalmente destrozada. Creo que ello es mi belleza, ser lo sobrante de una golpiza inédita.
Como tantas me enamore,  me enamore de un hombre que cualquiera llamaría corriente ¡Diablos! Sí que era estúpida, el que creía corriente no lo resulto, este por el contrario tenia mirada inquieta, sonrisa perfecta, altura elegante, cabellos oscuros y manos firmes, firmes como la carencia de corazón.
Tal vez me califiquen de desquiciada, y no molesta, tal vez si este desquiciada por lo siguiente, y sí, quizás si este desquiciada pero aceptemos que todos lo estamos un poco, un poco desquiciados generalmente.
No entiendo cómo me dirigió la palabra. Me saludo, eso si recuerdo
-Hola, ¿tienes cerillos?
-Disculpa no fumo   –Seria mi respuesta-
- ¿Consideras mucho pedir, que un cigarrillo mío se posara sus labios?
- Me parece un vicio estúpido señor. Ya que insiste le tomaría.
Nunca olvido el primer sorbo de humo gris, el desgraciado infecto mis pulmones, me hizo toser peor que cuando un pez lo obligan a salir del agua ¡Vaya torpeza! El desgraciado, se oye curioso, como si desgracia no le causara este hombre. Fumamos tanto que perdí por momentos la buena pronunciación, me oía de cincuenta años. Pues fue como sin darme por enterada me enamore de un hombre que su nombre lo deletree tarde por tarde en mi susodicho diario antes por mi dulce vendetta y ahora no hay motivo.
Tal vez la inexperiencia de mis 16 años hizo sus efectos, seguía caprichos de este caprichoso, le daba el mundo cuando se revolcaba una a una la mujercitas y mujerzuelas de mi edad, o mayores, o menores, o no importa. De igual pertenecí a ese grupo torpe el penetro mis pieles abofeteo mi rostro, estrangulo mi garganta y escupió en mi cara, creí que gustaba el dolor, hasta que llego la maldita madrugada, de ese maldito día, en aquel maldito llamado que el maldito me hizo. Fulano fulano, hombre sin nombre, apellido o corazón, sin una mísera pizca de respeto, tomo su miembro y sin piedad me esforzó por resistir su grosor más allá de mi boca, pasado un rato empezó destrozando toda mi ropa usando un cuchillo para cortar huesos. Me hizo mierda, cual niñita devorada por un perro hambriento, esos gritos ahogados parecían con aquel significado. Me hizo mierda este fulano en mi décimo sexto año de inocente vida, su audacia enriquecida por los años tomo ventaja de mi supuesto amor, lo agravó en mis apretadas entrañas, enterró en cada orificio el instrumento de su placer, tan constantes fueron sus movimientos que mis cavidades contraídas expulsaron cantidades medias de sangre clara. En un momento así en que todo se reduce a dolor, y dolor, y dolor y más abrumante dolor, el alma se pudre y vomitas la cordura junto con el último alimento del estómago y esos fluidos corporales.
Gabriel es el nombre de este fulano ¡vaya incoherencia! el nombre de un ángel para atroz verdugo. No solo carcomió mi piel ajada, la lanzo a los buitres hambrientos de algún callejón apestado, por ello vuelvo a reiterar: tal vez me califiquen de desquiciada, y repito ¡no molesta! Quizá si este desquiciada, o loca, o sin tornillos en mi diminuta cabeza, como deseen calificar, pero la venganza, la dulce venganza fue la respuesta al principio que me estimuló la vida, en la dura calle donde los restantes de mi inocencia serian arrojados. Algunos otros fulanos los reciclaron a su antojo, así es, a su asqueroso antojo. Gracioso, de niñita a prostituta en un lapso más corto  que se toma a esa profesión.
Ana Ana, chiquilla chiquilla, desnuda y en la acera arrojaron tus pedazos, lanzaron monedas proclamándote vagabunda  si bien recuerdo, algún “salvador” adhirió a mi desgracia este extraño diario, libro innato con unas cuantas hojas dentro de tal portada, no tenía sentido en ese momento agreste.
Ana en la mañana ya estaba en un hospital, alguna persona de quien no tengo idea me unió un poco y recubrió los trocillos que restaron del suntuoso viaje, médicos, familiares y quizá gente de ley trataron de rebuscarme el habla ¡pobres de todos! No existiría presencia alguna con capacidad de devolver las palabras a mi boca, el nombre del fulano le selle con el mismo hilo que coció mi cuerpo. Con mismo hilo coci la boca. Con mismo hilo adjunté silencio.
Difícil pasaron los siguientes días, el significado a las cosas había desaparecido en un simple “corto tiempo”, el sentir, el degustar e incluso el respirar me eran tareas obligatorias ¡desee tanto estar fallecida! La tortura se convirtió en mi dialecto, en mi talento, talento hasta el punto de necesitarlo, a él, al fulano. Tenía que incrustarlo en mi pecho para que por consiguiente lograra asesinarme definitivamente, ¡lo necesitaba!, ser asesinada de la mano y boca del dueño del nombre en custodia: Gabriel rosales.
Ana, Ana, Ana, mujer barata. Desesperada seguí tal esencia. Le hallé. Se sorprendió. Mirada punzante de inmediato encendió un ambiente burlesco, a unos metros el uno del otro entendió mi llegado, evoco mal puestos quince acelerados paso, estos sin cuidado le llevaron a ser mordido por pavimento uniforme y unas pesadas ruedas las cuales le pasaron atrevidamente por la mitad. El jugo de su cuerpo se hallaba por todas partes. Tener visión de su cabeza estallada me será imposible de olvidar, de disfrutar. ¡Vaya recuerdo!, dulce torso alargado visible a la vista, esos órganos pintaron la obra abstracta de un improvisado Picasso, un Picasso al volante a su extraña suerte, incluso, tal vez por ello no se detuvo.
Gabriel estaba ahí con sus intestinos desenrollados, estallados desinhibidamente. Mi posición siguiente fue acercarme tomando los placeres de la vida que había perdido: en mis manos sentí sus tibios líquidos, en mi lengua degusté cálida sangre y en mi nariz… olor a un aire turbio.
Recuerdo bien mi retirada, alejarme tranquilamente, Me produjo apetito, cansancio y sueño acumulado. No fue suficiente, su cuerpo desmembrado, sus intestinos a la vista, la muerte fue demasiado corta y la vida aun inútilmente larga, el tiempo con su mendiga relatividad jugó muy bien la jugarreta, aquellos segundos me dejaron extasiada, ¡inconforme¡  mi deseo aún le faltaba tiempo, tortura, no el fugaz esparcimiento de sus kilos. Le faltó sustancia.
Anote el nombre de este fulano para nunca perderlo, la ironía de sellarlo justamente en el diario, un cuadernillo gastado con portada rota, se ven arrancadas millones de páginas, a primera impresión un objeto inútil digno de un basurero. ¡Sigue siendo irónica la vida¡  bajo la supuesta tragedia inmortalice las letras claras para su llamado. Dormí como nunca terminado el escrito.
Volví a salir de casa pasado un corto tiempo, Salí con la crueldad guardada en el bolcillo, todo se torna distinto en el transcurrir del pensamiento, esa fracción tan corta la cual acondicione exclusivamente para deleitarme la destrucción dada por casualidad del señor Gabriel rosales, nombramiento oficial de este fulano. Incomprendido el magnetismo de cada paso involuntariamente, quizás por inercia  llegue a esa calle con aire turbio aun presente.
Apocado infeliz hombre mío, puesto sin explicación racional denso la parca, inextricable situación toparme su presencia, nadie con consciencia le recordó fallecido ¡locura  o sin sentido! Ya me considere rumbo al manicomio o la hoguera, vaya anormalidad se hallaba presente no olvidaría o imaginaria tal atroz accidente, no estoy tan carente de cordura si de imaginar se trata ¡yo vi su deceso! Sin embargo aparece frente a mis ojos, enorme alegría infecta este cuerpo, enorme alegría he insufribles anhelos de trasbocar, sentimientos encontrados dicen por ahí. ¿Es posible la inmortalidad en un hombre corriente? Soy muy afortunada o simplemente ando maldita, llamarle bendición o maldición es según la perspectiva, si se difundir mi opinión se trata.
De toda acción fuera de lo normal resalta mi pequeña escritura en el susodicho diario, así que mi suposición la halle ilógica pero correcta, muy poco creíble sinceramente, pero ¿qué más increíble que verle caminando sin inconveniente días después de la supuesta vicisitud?
Oh, si dios en la grandeza que tanto predica, me tomo de diversión mandándome la clave de la inmortalidad de mi amado/ odiado fulano, he de asegurar ¡he de afirmar! Mis actos serán de gran algarabía, serán la jovialidad más entretenida a sus atípicos gustos divinos, puesto, mi trastornada alma desencuadernara cada fibra bestial, cada parte mínima, cada porción vomitiva del antedicho sujeto. Será jocoso mi espectáculo, una obra lanzada a la vindicta en custodia.
Divisarle por sorpresa mía fue saborear una probabilidad turbia de averiarle el organismo, risueñamente di aquellas pisadas que dieron aviso a mi inesperada presencia, perplejo dirigió su palabra pasando por alto el rustico acto de transgresión a mis ajadas carnes
-Ana, dulce niña. Tuve un sueño demente hace poco –me dice al paso que revisaba sus bolsillos-
-¿Consideraste sueño en el que te despichara un camión?
Gagueante por mi respuesta miro estos ojos enfermos anhelantes de un desquite injurioso
-¿Cómo sabes de mis sueños si nadie más tiene idea? –sonreí-
-Gabriel, estoy por enterada del percance mortal dado que el consiguiente sucedió frente mis ojos   ¡así es! Una tarde la cual me hallaba exasperada por tortura, consternada en sollozos necesitaba desertar, vi gráficamente tu muerte, mi ingratitud me dio vida.
Deletrear las palabras fue melar mi lengua letra por  letra, en cambio tal voz masculina se rompió con el contacto crudo del dialecto voraz que emplee para tener como resultado su terror.
-Eres una bruja hija de perra -¡vaya grito más excitante!
-Y tú eres un cerdo amor mío
-¡No estoy loco! –Temblaba desorientado-
-Claro que no, no lo estás – Di la espalda tomando sutilmente una loseta suelta y continúe – No estás loco… todavía-
La loseta indecorosa decidí estrellarla sobre esta cara, su inmunda cara.
Tendido con la similitud de un trapo viejo tome mi acción repetidamente con gran frenesí, el placer de vivir vuelve fugazmente, prorrumpir desenfrenadamente tal extremidad superior me recordó cuando mi nana chasqueaba las nueces, esas famosas de su postre de las tardes. Le maté por primera vez, le maté y cual mocosuela vacilada corrí a escribir su nombre con la esperanza en los ojos y sangría en los dedos.
Considere gran porcentaje de probabilidad que Gabriel Rosales no volviera a respirar. Mi noche no fue placentera, aun así hojear el malsano pensamiento del chasquear irregular en particular del cráneo, me dio la prueba suficiente para hallarle el sentido a vivir… Agradezco el talión, la bella luz destellante de sus ojos aplastados, aplastados por mi mano.
Amanece clandestinamente, muy pocos rayos lamieron este rostro, la emoción fue correr directamente a los labios del lobo, trata de hacerme perder los estribos, eso creo se  desenfundaran por la impresión de esta respuesta sobre natural cual espero devotamente sea cierta. Mi arreglo no fue para nada importante, sin ducharme por vestirme adecuadamente, dirigí mis pasos empedernidos al encuentro de mi amado/odiado fulano. Estúpido era pensar en no verlo, aunque más estúpido seria creer verlo nuevamente un día después de matarlo, carente de lógica ¡es evidente! Pero mi lógica fue afectada tal madrugada, cuando profanaron mi inocencia.
Al fin mi llegado esta calle conduce a los aposentos correctos, toque la puerta temblando y ¡demonios! Gabriel Rosales indago la entrada, el rostro destrozado horas pasadas no adquirió un solo rasguño oír su voz temblorosa me estremeció justo en la entrepierna
-No fue un sueño, ¿verdad?
-Claro que no lo fue, amor mío –Su mirada de cólera lo arrastro, el mismo arrastro su cuerpo al interior de su apartamento, corría despavorido claramente por mi presencia-
-No podrás matarme -decía él- No podrás matarme si lo hago primero-
Me dio gracia tal ingenuidad. Desconsolado alcanzo temblando la botella más cercana la vista, -limpia pisos color blanco- Al beberlo sin esperanza, mis carcajadas llegaron por inercia, verlo convulsionar, verlo marchitar, verlo sufrir, mi vida carente de vida destello una sensación similar a la alegría. Gabriel murió nuevamente, tome descaro debido a mi necesidad, anote su nombre en esta libreta bendita, o maldita, me es irrelevante.
El martirio de llegar a casa desvanecía, la monotonía a simple vista pintaba cierto ambiente de tranquilidad, padre y madre me consideraron “curada” de quien sabe que mal, supongo el de mi grotesca cavidad vaginal. ¡Qué equivocados estuvieron! Su nenita cuerda yace más loca que una cabra, mi cabecita adornada con moños rosados no deja de pensar en resarcimiento.
Cada día sucumbía este fulano tumultuariamente a su autoría, el desespero de verme a las pupilas creo un pánico totalmente delicioso he ingerirle a los significados. La afición, el agónico ruego por clemencia, el poder sobrehumano atendible a mi antojo, este atenuador sueño de toda una sociópata, me complació o eso creí, igual que el tiempo los placeres no son fijos y cambian bruscamente, tanto suicidio, tanto homicidio, chiflaron a este fulano, el desquite concluyo justo en el comienzo de tal irregularidad mental. Quizás al final le perdone mis heridas pero su compostura no resistió el ajuste de cuentas. Me rompió a mí y yo a él, el sentido de la vida nos fue arrancado bilateralmente, los muros ruinosos de nuestras carnes se quedaron sin cimientos, el concepto vivas de respirar se ennegreció cancerígenamente introducido sin permiso en mis entrañas y sepultando sin piedad mi voluntad.
Actualmente Gabriel esta dopado en un hospital mental, no hubo quien creyera sus múltiples muertes, ¡Quise tanto besarlo! En absoluto nuestra extraña relación sentí sus labios abrazar los míos. Al final si fue amor, al final la muerte fue demasiado corta y la vida aun inútilmente larga. Le quite la cordura y sí califícame de desquiciada, puesto si la vida carece de vida no deseare más que no pertenecer a ella.
Tal bufanda que cubre del frio la usare la asfixiar mi cuello asfixiar mi aliento, asfixiar el fuego interno que llevo acuestas. Ana, Ana, dulce Ana. Abnegare la despedida de este mundo atroz.
Adiós fulano mío, nos odiaremos en el infierno.
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paralectores · 4 years
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125 frases positivas cortas para vivir el día a día con optimismo
Si los pensamientos positivos y alegres no te acompañan, nada mejor que leer este artículo.
Existen frases positivas con tanto poder que son capaces de motivarnos y cambiar nuestra manera de ver la vida en mayor medida que libros enteros o charlas de una hora de duración. Incluso en ámbitos de estudio como la Psicología Positiva se parte de la idea de que los pensamientos positivos pueden ser un motor de cambio, algo que nos acerca a la transformación personal que buscamos a la vez que os vuelve más optimistas.
Es por eso que, tanto en el ámbito de la psicoterapia como en nuestro día a día, es frecuente echar mano de estos pedacitos de sabiduría para propiciar un giro hacia el optimismo en la manera de ver las cosas.
Frases y citas célebres para todos los gustos
Las 125 frases positivas cortas para tu día a día
Si crees que las reflexiones y los pensamientos optimistas son capaces de mover montañas,  te gustará leer esta selección con 125 frases positivas cortas y aplicables a muchos contextos de la vida cotidiana.
1. La vida empieza cada cinco minutos
Esta es una idea del cómico y presentador catalán Andreu Buenafuente. Hace referencia a la posibilidad de romper ciertas ideas que nos atan al pasado para crear algo nuevo constantemente.
2. Encontrarás significado en la vida si lo creas
Esta afirmación, cuya autoría es de Osho, traduce al lenguaje de las frases positivas y motivadoras la filosofía de los filósofos existencialistas. Podemos hacer que todo lo que hacemos esté conectado con algo significativo para nosotros.
3. Donde una puerta se cierra, otra se abre
Este es un refrán que aparece escrito en la famosa novela  Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. Aunque en esta obra aparece en un pasaje de tintes cómicos (habituales en la novela picaresca), se utiliza frecuentemente para hacer referencia la capacidad de elección y de desarrollo personal que siempre tenemos, incluso en las situaciones más adversas.
4. Fueron semillas mis errores
Esta es una de las mejores frases positivas del artista e impulsor de la Psicomagia Alejandro Jodorowsky. Pensar en positivo implica hacer una nueva lectura sobre lo que entendemos por equivocaciones, que nunca son un camino hacia ninguna parte sino, en todo caso, hacia la oportunidad de aprender de la experiencia.
5. Si la vida te da un limón, haz limonada
Uno de los clásicos entre las frases positivas es esta recomendación del  pionero de la autoayuda Dale Carnegie. En ella se encuentra la idea esencial de la posibilidad de utilizar las crisis para salir reforzados de ellas.
6. Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan sólo ahora la hemos de gozar
Esta frase es parte del legado del poeta español Federico García Lorca. Pone énfasis en la idea de no recrearnos en los pensamientos que nos alejen del bienestar.
7. La felicidad no es algo hecho. Proviene de tus propias acciones
Esta frase del Dalai Lama apareció en la selección de frases motivadoras, pero es prácticamente obligado mencionarla como una de las mejores frases positivas. A pesar de que en ocasiones la felicidad pueda parecer una especie de fuerza sobrenatural que tiene que acompañarnos a lo largo de nuestra vida, esta no es más que el fruto de acciones y decisiones. Algo que se genera con nuestra interacción con el ambiente.
8. La gente positiva cambia el mundo, mientras que la negativa lo mantiene como está
Frase de autoría anónima que ofrece una original interpretación de lo que es el optimismo.  Desde luego, nada como ser una persona que afronta el día a día con buenas vibraciones para poder mejorar la realidad.
9. Una actitud fuertemente positiva creará más milagros que cualquier droga
Patricia Neal  enfatiza el poder de la voluntad a la hora de transformarnos como personas.
10. Todo puede tener belleza, aún lo más horrible
Frida Kahlo, la artista mexicana probablemente más célebre de la historia, nos habla acerca de la belleza como algo que puede ser visto en cualquier lugar si se tiene las gafas adecuadas.
11. Nadie que haya dado lo mejor de sí mismo lo ha lamentado
George Halas resume así el motivo por el que tiene sentido perseguir las propias metas y esforzarse al máximo, como una de las claves para sentirse orgulloso de uno mismo y contento con la vida.
12. Enamórate de tu existencia
Jack Kerouac es una mina de frases positivas y vitalistas, pero  esta capta especialmente bien su espíritu apasionado. Una vitalidad a prueba de bombas.
13. Toda persona tiene capacidad para cambiarse a sí misma
El psicólogo Albert Ellis,creador de la terapia racional emotiva, habla de este modoacerca de las potencialidades humanas y nuestra capacidad para adaptarnos a las situaciones.
14. Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad
Albert Einstein es pródigo en frases positivas e inspiradoras, y esta de aquí es un buen ejemplo de ello. La fuerza de voluntad puede tener gran alcance y es posible invertirla en una variedad infinita de proyectos.
15. Nunca eres demasiado viejo para tener otra meta u otro sueño
C.S. Lewis, famoso por ser el autor de Las Crónicas de Narnia, también demostró buena inventiva para encontrar maneras de expresar pensamientos positivos. Es esta frase, hace referencia a nuestra capacidad para crearnos proyectos y objetivos durante toda nuestra vida. Pongámonos a ello.
16. Seamos realistas y hagamos lo imposible
Ernesto Che Guevara establece una paradoja entre lo que se supone que no puede materializarse y lo que, a causa de la fuerza de voluntad, es llevado a cabo. Una de las frases positivas más populares y una de las más inspiradoras entre los círculos políticos.
17. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error
El célebre poeta chileno Pablo Neruda  reflexiona sobre la necesidad de cometer errores para conseguir victorias vitales sólidas. El error también genera aprendizajes muy valuosos.
18. No llores porque se acabó, sonríe porque sucedió
Gabriel García Márquez nos ha dejado con muchas frases positivas llenas de optimismo, y esta es posiblemente la más conocida de todas ellas. Nos enseña a afrontar los pequeños momentos de la vida con una actitud que irradia buenas vibraciones.
19. El optimismo es la fe que conduce al logro; nada puede realizarse sin esperanza
Helen Keller  apela al optimismo como fuerza que conduce a las metas.
20. La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce
El filósofo francés Jean Jacques Rousseau anima así a no desanimarse por la falta de incentivos a corto plazo en proyectos que, vistos globalmente, tienen el poder de ilusionar.
21. Cada problema tiene en sus manos un regalo para ti
Richard Bach habla sobre la paradoja que habita en los retos: una experiencia que en un inicio nos repele puede contener algo que buscamos y que nos hace bien.
22. Incluso la noche más oscura terminará con la salida del Sol
Victor Hugo  cree que los malos momentos desaparecen por su propia naturaleza, y que dan paso a episodios de cambio mucho más positivos.
23. Si miras al Sol, no verás las sombras
Con otra mención al astro rey, Hellen Keller nos anima a dirigir nuestra atención hacia los aspectos positivos de la vida.
24. La felicidad suele colarse por una puerta que no sabías que habías dejado abierta
Un pensamiento de John Barrymore. En la línea de otras frases positivas,  aquí se habla sobre la felicidad como algo que aparece de manera espontáneo, sin buscarlo.
25. El aprendizaje es un regalo. Incluso cuando el dolor es tu maestro
Maya Watson cree que hasta las experiencias desagradables tienen un trasfondo positivo si se aprende de ellas.
26. Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay
José Saramago nos hace ver que, tal vez, un exceso de optimismo puede resultar sedante. En la mesura está el gusto.
27. Soy optimista. No parece muy útil ser cualquier otra cosa
Winston Churchill abogaba por el optimismo, aunque fuera por una mera cuestión de pragmatismo.
28. Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo
Alexei Tolstoi nos enseña la importancia de mirar primero a uno mismo, para luego exteriorizar nuestros aspectos positivos.
29. Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar la realidad
El novelista brasileño Paulo Coelho es uno de los grandes autores de frases célebres. En esta nos da a entender que solo conociendo nuestro potencial podremos motivarnos para crear cosas nuevas.
30. Cada día me miro en el espejo y me pregunto: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?”. Si la respuesta es “No” durante demasiados días consecutivos, sé que debo cambiar algo
El creador de  Apple Steve Jobs, que falleció en el año 2011, fue un gran innovador y nos dio lecciones magistrales para vivir el día a día con entusiasmo.
31. Ríete todos los días y no habrás desperdiciado ni un solo momento de tu vida
Una frase anónima que nos recuerda que debemos sonreír más a menudo.
32. Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia
Esta cita, pronunciada por el escritor francés Anatole France, nos da fe de que solemos dar más importancia a lo malo que a lo bueno. ¿Por qué no cambiamos nuestra mentalidad?
33. Bueno es tener la alegría en casa y no haber de buscarla fuera
El poeta alemán Goethe, uno de los pensadores más brillantes de la historia, recuerda que la felicidad no se encuentra a mil kilómetros de casa.
34. Cuando brotan esperanzas, el corazón se aprovecha y empieza a actuar por su cuenta
Esta cita de Haruki Murakami revela la influencia de nuestros deseos sobre nuestro cuerpo y mente.
35. Los verdaderos grandes son los de ánimo grande
Los que logran alcanzar éxitos y ser felices  son aquellos que tienen el suficiente tesón como para tirar siempre para adelante. Genial pensamiento de Francisco de Quevedo.
36. Lo que no te mata te hace más fuerte
Nietzsche quiere expresar que todas las experiencias nos fortalecen.
37. La sabiduría más verdadera es una resuelta determinación
El militar Napoleón Bonaparte  describe la sabiduría como la capacidad para afrontar retos con soltura y ganas.
38. El fracaso es una buena oportunidad para empezar de nuevo con más inteligencia
Henry Ford transforma su  filosofía pragmática en una frase positiva muy versátil.
39. Todos nuestros sueños se pueden volver realidad si tenemos la valentía de perseguirlos
Walt Disney señala que incluso una mentalidad positiva suele suponer un reto por sí mismo.
40. La mejor manera de predecir el futuro es creándolo
Abraham Lincoln, sobre el horizonte de posibilidades que ofrece el futuro.
41. Poseer menos llaves permite abrir más puertas
Una frase positiva de Alex Morritt para encontrar optimismo incluso en esas situaciones en las que parece que tenemos pocas opciones.
42. Una actitud sana es contagiosa. Deja que otros se impregnen de ella
El carácter irracional de la actitud positiva puede ser una gran ventaja a la hora de relacionarnos con otros. Cita de de Charles F. Glassman.
43. El optimismo perpetuo es un multiplicador de fuerzas
La mentaidad positiva supone, además de algo agradable en sí, un recurso que proporciona eficiencia. La cita es de de Colin Powell.
44. La mejor manera de olvidar las malas cosas de la vida es aprender a recordar las cosas buenas
Una cita de Mark Amend .para recordarnos lo importante de saber focalizar nuestra atención.
45. Cuando una puerta se cierra, muchas más se abren
Las posibilidades y ventanas de oportunidad varían constantemente, y hay que saber verlas, tal y como dice esta célebre frase de Bob Marley.
46. Siempre parece imposible hasta que se hace
Esta es una de esas frases positivas en las que se nos recuerda que antes de afrontar un reto no siempre valoramos nuestras posibilidades de manera realista, aunque nos lo parezca. La cita es de Nelson Mandela.
47. La corrección hace mucho, pero la valentía hace más
Según Goethe,  el valor de emprender proyectos y afrontar retos es, en sí, algo que nos hace avanzar.
48. Cree que la vida merece ser vivida y la creencia ayudará a crear el hecho
El famoso psicólogo William James, sobre la importancia de examinar nuestras ideas y actitudes antes de pretender examinar el mundo y recorrer nuestras posibilidades.
49. Si puedes soñarlo, puedes hacerlo
Una perfecta muestra de una de esas frases positivas en las que se ensalza nuestra capacidad de imaginar oportunidades a lo grande, y lo beneficioso que esto resulta. Cita de Walt Disney.
50. Estoy agradecido a todos los que me dijeron no. Gracias a ellos lo estoy haciendo por mí mismo
Albert Einstein, sobre cómo mirar con buenos ojos incluso los episodios de nuestra vida en los que parecen cerrarse puertas.
51. El entusiasmo mueve el mundo
El poder de una actitud no solo afecta nuestra vida, sino que tiene repercusiones en toda la sociedad. Esta cita es de Arthur Balfour.
52. El poder de la imaginación nos vuelve infinitos
Un a interpretación para esta frase de John Muir podría ser la siguiente: imaginar es encontrar opciones donde antes no las había
53. Sin lluvia no habría arcoiris
Algunas partes positivas de nuestra vida solo ocurren porque antes se han producido escenas tristes. El autor es de Gilbert Chesterton.
54. Dentro de la dificultad yace la oportunidad
Albert Einstein, acerca de las oportunidades que vienen de la mano de retos.
55. Una vez has elegido la opción de la esperanza, cualquier cosa es posible
El hecho de creer en un futuro mejor nos permite hacer que este sea más posible. Frase de Christopher Reeve.
56. De una pequeña semilla puede nacer un poderoso árbol
Esquilo, sobre la necesidad de valorar lo pequeño hasta convertirlo en una fuente de potencial.
57. En la vida hay tantas ocasiones especiales como veces elegimos celebrarlas
El producto de nuestro optimismo está, en parte, en el modo en el que lo miramos. Frase de Robert Braul.
58. La vida no tiene más limitaciones que las que uno se ponga a sí mismo
Aunque las limitaciones parezcan ser el producto de una mentalidad racional y realista, también son imaginarias en parte, según Les Brown.
59. Quien es feliz hará a otros felices
La felicidad y el optimismo como algo social y compartido. Cita de Ana Frank.
60. De nuestras dificultades nacen milagros
En la línea de otras frases positivas, esta de Jean de la Bruyere nos señala que los retos son ventanas de posibilidad.
61. Ganar no lo es todo, pero querer ganar sí
Vince Lombardi, sobre lo necesario de mantener una mentalidad ganadora.
62. Cree que puedes y ya habrás hecho medio camino
Parte de nuestro progreso personal es tan discreto que parece casi invisible, y se encuentra en el tipo de mentalidad y pensamientos que cultivamos. Cita de Theodore Roosevelt.
63. Nunca es tarde para ser quien podrías haber sido
Esta cita de George Eliot nos señala que no hay motivos para creer que nuestro momento de ir por algo ha pasado.
64. No importa cuán lento camines mientras camines
Para Confucio,  el hecho de progresar es en sí mismo algo que debemos valorar al alza.
65. Soñar es una manera de hacer planes
Incluso en los deseos y las fantasías más irracionales hay posibles planes y estrategias que nos pueden beneficiar. La frase es de Gloria Steinem.
66. Aprender es un regalo. Incluso el dolor es un maestro
Una frase positiva sobre la infinita variedad de situaciones de las que podemos extraer enseñanzas. La cita es de Maya Watson.
67. Si puedes cambiar tu mente, puedes cambiar el mundo
William James, una vez más. La frase enfatiza el papel de nuestro mundo mental y privado a la hora de vlorar cómo vivimos nuestras vidas.
68. La diferencia entre ganar y perder suele ser no dándose por vencido
Walt Disney, sobre lo bueno de mantener vivos proyectos a largo plazo.
69. No importa la situacón, recuérdate esta idea: “tengo opciones”
En esta frase de Deepak Chopra también en esta frase se enfatiza el modo en el que nuestras ideas tallan nuestro mundo.
70. La vida no te está sucediendo. La vida te está respondiendo
Una bonita frase positiva de autoría desconocida en la que se expresa  hasta qué punto somos sujetos activos de nuestras vidas.
71. Cuando el camino parezca imposible, enciende el motor
Hay que tener en cuenta la importancia de tener un as en la manga. Frase de Benny Bellamacina.
72. La única discapacidad en la vida es la mala actitud
En esta frase de Scott Hamilton se recalca hasta qué punto los pensamientos negativos pueden ser un freno.
73. Haz que tu optimismo se vuelva realidad
Tener éxito es, en parte, pasar a la práctica las ideas positivas que se tienen. Autoría desconocida.
74. Aprende a sonreir en cualquier situación. Tómatelo como una oportunidad para expresar tu fortaleza
El poder práctico de las sonrisas como algo que cambia nuestra realidad. El autor es de Joe Brown.
75. No podemos controlar el viento, pero sí ajustar las velas
En esta frase anónima se expresa hasta qué punto todo acontecimiento inevitable tiene una vertiente que podemos controlar.
76. Mi optimismo lleva botas pesadas y es ruidoso
El optimismo y la actitud positiva se hacen notar y en ocasiones hablan por nosotros. Al menos en el caso del músico Henry Rollins, autor de la frase.
77. El pesimismo lleva a la debilidad y el optimismo al poder
William James, sobre lo limitante del pesimismo y lo productivo de la mentalidad positiva.
78. La vida cambia muy rápidamente, y de un modo positivo, si la dejas
Las metas que un día parecen inalcanzables pueden ser parte del presente si creamos las oportunidades para ello. Frase de Lindsey Vonn.
79. Lo más importante es mantenerse positivo
La mentalidad positiva es una base necesaria para construir desde ella. La cita es de Saku Koivu.
80. La única diferencia entre un día malo y uno bueno es tu actitud
Una frase positiva de Dennis S. Brown en la línea de las que enfatizan la importancia de la mentalidad para generar optimismo a partir de situaciones.
81. El pensamiento positivo te dejará usar las habilidades que tienes, y eso es fantástico
El optimismo facilita que desarrollemos nuestro potencial, según Zig Ziglar.
82. Tener una actitud positiva es preguntarse cómo puede hacerse algo, más que decir que no puede hacerse
Aquí se expresa la importancia de transformar la actitud positiva en una fuente de potencial. Frase de Bo Bennett.
83. Cuando piensas en positivo, las cosas ocurren
Para Matt Kemp, el hecho de mantener cierta mentalidad ayuda a ver momentos en los que se pueden crear situaciones beneficiosas.
85. No importa a quién conozcas a lo largo de tu vida, tomarás algo de ellos, ya sea positivo o negativo
Según de Gary Allan, incluso aquello que parece una pérdida de tiempo o algo sumamente perjudicial nos hace evolucionar como personas.
86. Mantén una mente positiva y ríete de todo
Una de las frases positivas más claras y transparentes. De hecho, ¡es una orden! Frase de Alexandra Roach.
87. Tu corazón está lleno de semillas esperando germinar
Para de Morihei Ueshiba, el potencial de nuestra parte más pasional e irracional suele estar oculto.
88. Rodéate de gente positiva
Un consejo que pueden seguir tanto las personas que son optimistas como aquellas que no lo son. Frase de Melanie Fiona.
89. No llores porque se ha terminado, sonríe porque ha ocurrido
Aquí se recalca que la mentalidad positiva también puede estar enfocada hacia el pasado. Cita de Dr. Seuss.
90. Lo negativo es tan importante como lo positivo
En esta frase de Ellsworth Kelly se habla sobre la necesidad de tener en cuenta tanto lo malo como lo bueno para poder ver con perspectiva ambos reinos.
91. Vuelve a intentarlo. Fracasa de nuevo. Fracasa mejor.
Samuel Beckett, sobre lo positivo de ver el fracaso como una fuente de crecimiento personal.
92. Escribe en tu corazón que cada día es el mejor día de tu vida
La filosofía basada en el “vive el momento” queda expresada en esta frase de Ralph Waldo Emerson.
93. La felicidad no es la ausencia de problemas sino la capacidad de lidiar con ellos
Una frase que nos recuerda que lo positivo se extrae del control que ganamos sobre las dificultades. Frase de Steve Maraboli.
94. Todas las cosas son difíciles hasta que son fáciles
Thomas Fuller enfatiza la facilidad que tiene el ser humano a la hora de aprender y hacer que los retos de ayer sean aquello a lo que nos acostumbramos.
95. La vida no tiene mando a distancia. Levántate y cámbiala por tus propios medios
Una de esas frases positivas (en este caso, de Mark A. Cooper) que podrían servir también para motivar en el trabajo o en cualquier proyecto emprendido.
96. Un mundo mejor no es solo posible, sino que está llegando
Una explicación alternativa sería que lo mejor está por llegar. Frase de Arundhati Roy.
97. El mejor tipo de felicidad es el hábito que te apasiona
Shannon L. Alder  dejó un recordatorio sobre el modo en el que lo positivo ha de pasar a nuestro día a día.
98. Aspira a ser la persona a la que más admires
Cita de Deborah A. Carr para recordarnos que la audiencia más importante es uno mismo.
99. Somos dioses en una crisálida
Una frase positiva y poética de Dale Carnegie en la que  se plasma el poder insospechado que cada uno guarda en sí mismo.
100. Mira hacia atrás y sonríe ante los peligros pasados
Los retos no solo sirven para ser superados, sino también para examinarlos en retrospectiva. Frase de Walter Scott.
101. El amor es ese micro-momento de calidez y conexión que compartimos con otro ser vivo
Barbara L. Fredrickson, habla sobre los ratos agradables que pasamos conectando con alguien.
102. La buena vida es un proceso, no un estado
Carl Rogers, uno de los referentes de la psicología humanista, habla de la felicidad como algo que tiene que ver con el modo en el que nos movemos, cómo vivimos el día a día.
103. No hay fracaso, tan solo éxito inacabado
Una frase del artista hindú Ravi Varma, nos da una visión optimista de aquellas situaciones que no siguen nuestras expectativas.
104. Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de por vida
El escritor Oscar Wilde nos dejó esta reflexión sobre la autoestima y sus implicaciones positivas.
105. La felicidad no está ahí fuera para que la encontremos, y la razón de eso es que está dentro de nosotros
Una de las frases positivas de la investigadora Sonja Lyubomirsky, acerca de la felicidad.
106. Ando lentamente, pero nunca camino hacia atrás
Esta frase positiva de Abraham Lincoln señala la importancia que la paciencia tiene en nuestras vidas.
107. Una buena risa cura muchas heridas
La escritora estadounidense Madeleine L’Engle habla acerca del poder de la alegría y el buen humor.
108. No importa la edad, siempre hay algo bueno que superar
Lynn Johnston aporta una visión alegre sobre las capacidades que nos caracterizan en cada etapa de nuestra vida.
109. La victoria siempre es posible para quien se niega a rendirse
El escritor Napoleon Hill, en una de sus frases positivas y a la vez motivadoras.
110. Las cosas más nobles y bellas de la vida no están hechas para que escuchemos historias sobre ellas, para leamos acerca de su existencia o para que las veamos, sino que son para ser vividas
Søren Kierkegaard, uno de los pioneros del existencialismo, habla sobre la naturaleza de las experiencias que más significan para nosotros.
111. La música es la poesía del aire
Una frase positiva del escritor alemán Jean Paul Richter que, además, nos da una visión muy agradable sobre la naturaleza de la música.
112. Las verdaderas historias de amor nunca terminan
Para Richard Bach las historias de amor quedan siempre en los recuerdos, aunque desaparezcan sus protagonistas.
113. Un amigo es alguien con quien te atreves a ser tú mismo
Una reflexión de Frank Crane acerca de la amistad y aquello que nos une.
114. Si nunca has fallado, nunca has vivido
Para el periodista y escritor Hunter S. Thompson los errores estaban perfectamente integrados en la vida y en nuestra existencia, de modo que no nos tenemos que lamentar por ellos.
115. De las dificultades nacen milagros
Una de esas frases positivas que se centran en lo bueno que hay en lo malo. En este caso, el autor es el escritor francés Jean de la Bruyère.
116. La vida es como el jazz… mejor si es improvisada
Una frase inspiradora del compositor y pianista George Gershwin.
117. Para combatir la frustración hay que encontrar un equilibrio entre lo individual y lo colectivo: aprender a gestionar nuestra atención y a compartir el mundo con los demás
Esta cita célebre es del psicólogo social español Adrián Triglia.
118. Si das luz, la oscuridad se irá por sí misma
Un reflexión de Erasmo de Rotterdam acerca de nuestra capacidad para hacer el bien y la repercusión que eso tiene en nuestras vidas.
119. El mundo está lleno de magia que espera pacientemente a que nuestro ingenio se afine
Una frase del filósofo Bertrand Russell acerca de la capacidad del mundo para sorprendernos.
120. El hombre nunca ha hecho un material tan resistente como el alma resiliente
El filósofo Bernard Williams habla aquí sobre la resiliencia y su poder en nuestras vidas.
121. ¡Alumbra el mañana con el hoy!
La poetisa Elizabeth Barrett Browning ofrece una de las frases positivas que, más que un consejo, parecen órdenes (cuyo cumplimiento no es una tarea desagradable, eso sí).
122. Vivimos unos 30.000 días, y en cada uno de ellos decidimos cambiar nuestra realidad… o bien dejarnos llevar
Una reflexión de Bertrand Regader, psicólogo y escritor español.
123. El pensamiento está sobrevalorado. Hay que pensar menos y sentir más
El psicólogo valenciano Nacho Cóller reflexiona acerca de la ansiedad por exceso de darle vueltas a las cosas.
124. Vivimos unos 30.000 días, y en cada uno de ellos decidimos cambiar nuestra realidad… o bien dejarnos llevar
Una reflexión de Bertrand Regader, psicólogo y escritor español.
125. El duelo es necesario en ciertos momentos de la vida. Igual de necesario que saber devolverle a nuestra existencia ciertos objetivos que nos impulsen a continuar
Cerramos esta colección de frases positivas y optimistas con este extracto de un libro de Jonathan García-Allen.
Tu día a día, mucho más positivo a partir de ahora
Hasta aquí la selección de frases positivas cortas. Si echas en falta alguna, puedes sugerir y aportar recomendaciones extra para completar la lista de pensamientos positivos, añadiendo el nombre del autor o la autora, y probablemente la añadiremos en este artículo.
Esperemos que te ayuden a afrontar con alegría cada nuevo día. Ánimos y a seguir adelante con más fuerza que nunca.
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«Glauber Rocha sobre Luis Buñuel, fragmento extraído de “Revolução do Cinema Novo”». hinokikinoki: 1. Un hechizo bloquea las puertas de la Iglesia.            Los curas paralizados, los fieles misteriosamente detenidos.            El pueblo estalla en las plazas, aparece la carga de caballería.            Mientras las masas luchan contra la fuerza policial del fascismo, suenan las campanas.            Un rebaño de corderos, manos y serviles, marcha en dirección a los templos. 2. Último maldito de un cine que se perdió en la histeria artesanal, Luis Buñuel nació en Calanda, en 1900; hijo de la misma generación española de Lorca, Picasso, Ortega y Gasset, Miró, Alberti y Dalí, fue con este último que inició su carrera cinematográfica al realizar, en 1929, Un perro andaluz.            Educado por los jesuitas en la adolescencia, asistió a la Universidad de Madrid y posteriormente se marchó rumbo a París: Un perro andaluz fue su carta de presentación para ingresar al grupo surrealista.            Al exhibirse La edad de oro, en 1930, los conservadores lanzaron una bomba de gas en el pequeño cine del barrio latino y rasgaron las obras que estaban expuestas de Max Ernst, Man Ray, Miró, Tanguy y Dalí.            En 1961, Viridiana recibió media Palma de Oro en el Festival de Cannes: la censura franquista perdió el control, inició procesos, expulsó funcionarios y consiguió que el mundo católico rechace la película.            En Francia, André Malraux decía que no podía prohibir una película extranjera premiada en Cannes: era un truco; aun siendo español, Buñuel era considerado por la crítica y el público como parte del “espíritu francés”.            Entre Las Hurdes/Tierra sin pan, un documental sobre esa miserable región española, de 1933, y Viridiana, de 1961, cuando regresó a trabajar en España, la carrera de Buñuel siempre fue arriesgada y accidentada: osciló entre Francia y Méjico; realizó documentales de montaje, hizo doblajes para estudios estadunidenses, transmitió discursos radiofónicos contra el nazismo.            Quince años después de Las Hurdes encontró al mejicano Oscar Dancigers, que le propuso realizar películas comerciales. Buñuel aceptó y comenzó, en Méjico, una producción que estará marcada por tres obras maestras: Robinson Crusoe, 1952; Los olvidados, 1959- premio a la mejor realización de Cannes-; y Él, 1953.            En medio de las películas comerciales, Buñuel consigue insertar algo de su personalidad: realiza un viejo proyecto, Cumbre Borrascosas/Abismos de pasión, 1953, según el texto de Emily Brontë; y Ensayo de un crimen/La vida criminal de Archibaldo de la Cruz, 1955, basado en la novela de Rodolfo Usigli. En ese mismo año, 1955, regresa a Francia y filma Así es la aurora; vuelve a Méjico para realizar La muerte en el jardín, en 1956, pero para esa época ya tenía el suficiente poder dentro del proceso industrial como para conseguir la libertad ansiada durante veintiocho años, desde La edad de oro.            Nazarín, de 1958, irrumpió en el festival de Cannes de 1959, y conquistó el premio especial del jurado; en Los ambiciosos (último trabajo de Gérard Philipe) realizó una crítica feroz de las republiquetas fascistas de América del sur; La Joven, de 1960, ganó en Cannes el premio especial hors-concours; 1961 es el año de Viridiana; 1962 el de El ángel exterminador. 3. Al responder a los periodistas, Buñuel es franco: La moral burguesa es para mí lo inmoral, aquello contra lo que se debe luchar: una moral fundada en base a nuestras injustas instituciones sociales, como la religión, la patria, la familia, la cultura; en fin, esto que se denomina los “pilares de la sociedad”. Sí, he realizado películas comerciales, pero siempre seguí mis principios surrealistas: la necesidad de comer no disculpa jamás a la prostitución del arte. En veinte películas realizadas tengo algunas pésimas, pero nunca traicioné mi código moral. Me opongo a la moral convencional, a los fantasmas tradicionales, a toda esa basura moral de la sociedad introducida en el sentimentalismo. Para mí, Los olvidados es efectivamente una película de lucha social. Simplemente porque me considero honesto conmigo mismo, debo hacer una obra social. Yo sé que voy en este camino. Pero a partir de lo social no deseo hacer películas de tesis. Observo las cosas que me emocionan y quiero transponerlas a la pantalla, pero siempre con esa especie de amor que tengo por lo instintivio y por lo irracional que puede aparecer en todo. Siempre me encuentro lanzado hacia lo desconocido y extraño, que me fascinan sin que pueda saber por qué. Sí, yo soy ateo gracias a Dios; es necesario buscar a Dios en el hombre, lo que resulta mucho más simple… A los sesenta y un años, financiado por el joven productor Gustavo Alatriste, Luis Buñuel trabaja de forma solitaria en Méjico, luchando contra la vejez y la muerte, viril como un hombre de cuarenta, dispuesto a completar la obra cinematográfica más importante de todos los tiempos.            El surrealista irreverente de 1928 se declara viejo como para ir detrás del escándalo: pero cada película que hace estremece las estructuras de la Iglesia y del Fascismo. Dice que no volverá a España mientras sea un territorio católico y fascista: el odio a Franco es el símbolo de su furia contra el Estado totalitario. El odio a la Iglesia es el símbolo de una lucha eterna contra la mutilación del hombre por los dogmas.            En Nazarín es el Cristo traicionado por la Iglesia y perseguido por el Estado el que se escandaliza frente a la piedad humana; Viridiana es el demonio, que se instala para corromper los principios del crisitianismo y liberar al hombre, a pesar de su cinismo, de las deformaciones morales que continuamente adopta como condiciones para sobrevivir; El ángel exterminador representa la falta de piedad por ese mismo hombre que, siendo libre, está sujeto al Estado y la Iglesia.            El surrealista de ayer es el anarquista de hoy: sirve a la revolución en la medida en que ataca las bases de las instituciones del capitalismo.            En la izquierda eterna, contrario al orden establecido, Buñuel será siempre un hombre condenado. 4. De Eisenstein a Visconti y Antonioni, el cine es racionalista, obedeció a una revolución histórica; del expresionismo de Murnau a Orson Welles, dejando herencias en nórdicos y americanos, el cine vivió de explosiones que nunca consiguieron librarlo de sus orígenes teatrales y literarios; de Buñuel y Jean Vigo a Rossellini, el cine desarrolla un camino marginal, caracterizado por la libertad, el misticismo y la anarquía.            Es el cine más ligado a los primitivos, que nace inculto en Griffith, se derrama romántico y pueril en Chaplin y se flagela y congratula estúpido en Fellini; es el mismo cine que se resiste a la industria y les da pelea a los productores, al público, a la censura y a la crítica interesada en servir al buen gusto, la moral, el respeto y la tradición.            Es el origen del nuevo cine, de cine-libre, del cine de autor, de las películas que mataron al “director-monstruo”, a la “vedette-sagrada”, al “fotógrafo-luz”; es la mise-en-scène que se salió del encuadre: la película que dejó de ser una narrativa gráfica de dramas pueriles y literarios para transformarse en una poderosa expresión en manos de hombres libres de los esquemas industriales: el cine político, el cine de ideas; el cine-verdad, de investigación, de Jean Rouch; el cine de reportaje-ficción de François Reichenbach; el documental social de Chris Marker, el cinema novo Brasileño. 5. Gabriel Figueroa, el famoso iluminador mejicano, es uno de los fotógrafos preferidos por Buñuel. Misteriosamente, en estas películas Figueroa aparece diferente, sin nubes cargadas y sin el contraluz romántico.            Respuesta a la prensa francesa: “cuando todo está iluminado y se ha terminado de componer el encuadre, Luis se aproxima, le da un empujón a la cámara hacia la dirección contraria y ordena comenzar el rodaje…”.            El cine no es un monstruo, el mundo no está contenido en los límites de un encuadre determinado por esta o aquella lente.            Rossellini: “El cine es una cosa muy pequeña […] es muy fácil fotografiar un rostro; lo difícil es fotografiar el mundo…”.            Al despreciar años y años de teorías, los libros de Eisenstein, Rudolf Arnheim, Bela Balázs, Umberto Barbaro; respetando al hombre pero nunca a las ideas de André Bazin, así como a aquella dulce pirámide himanista de Cesare Zavattini, Buñuel define su estilo: Nunca tengo problemas con la técnica. Le tengo horror a las películas de ‘angulaciones’, detesto los cuadros insólitos. Con mi operador, cuando él me propone una bella composición, comienzo a sonreír a lo deshago todo, para filmar sin efectos […] Detesto también la mise-en-scène tradicional, el campo, el contracampo […] Amo los planos largos, las tomas en continuidad […] Miro un guión durante cinco semanas y me aburro […] después del ensayo ruedo apenas dos o tres veces cada escena […] si filmo doscientos cincuenta planos, el montaje final tendrá la misma cualidad […] Nada de lujo. 6. El montaje no pretende informar a través de la lógica: despierta, critica, aniquila por la violencia, por la introducción del plano anárquico, profano, erótico- siempre por las imágenes prohibidas en el contexto de la burguesía.            Su estilo es una idea un movimiento- la libertad de esta acción es seguida por un ojo atento a los detalles: la ducha de agua caliente y fría, irregularmente, sin permitir jamás que el espectador pare de pensar.            El diálogo oscila entre lo coloquial y lo poético: el hombre habla siempre según esta o aquella posición frente al problema; la violencia es absoluta contra los débiles: el ciego pateado en La edad de oro, el paralítico torturado en Los olvidados, la abeja aplastada en Ensayo de un crimen, violencia contra los tabúes del amor y del sexo: la imagen de la mujer amada en el sanitario en La edad de oro o la indecisión de las manos de la monja Viridiana frente a las tetas cargadas de una vaca.            Contra las inhibiciones del hombre, las fugas de la masturbación -el solitario y desesperado Robinson vagando por la isla desierta y la homosexualidad que se establece entre él y Viernes; los puños en forma de pene en la cuerda que salta la muchacha en Viridiana, la misma con la que el tío perverso se suicida; las histeria mística de las prostituas que desean al santo, puro, bello y viril cura Nazario; el erotismo en la secuencia del lava pies en Él, cuando estalla en la Iglesia un clima prostibulario; la cámara que pasea sobre las espaldas semidesnudas de la muchacha en La joven; el burgués libertino que abandona una orgía, la fantasía con los trajes de Cristo en el final patético de La edad de oro; la fusión de los símbolos tabúes del sexo y de la Iglesia en la corona  de espinas que la joven quema en el momento en que Viridiana aparece con los cabellos sueltos y el rostro sensual; la mujer apestada de Nazarín quien, recibiendo la extremaunción, expulsa al cura para quedarse en la cama con el marido apasionado -o la Iglesia como prisión eterna del hombre, como sucede al final de Él, cuando el personaje que buscaba la paz en el convento se dirige completamente desorientado hacia la misa; o en la interrupción política y panfletaria del cura Nazario, que se desvía de su camino para decirle duras verdades a un gordo y prepotente oficial del Ejército.            Este montaje -de sugestión, por momentos de crítica rigurosa, en otros casos panfletario, casi nunca hermético- desestructura siempre alguna situación de orden, aquello que el espectador acepta como normal: el poder del Estado, el miedo a Dios expresado en los dogmas católicos, la conciencia en crisis o la necesidad de ser piadoso para estar en paz con uno mismo y con sus semejantes: las fugas, sublimaciones, el culto silencioso de la frustración, la pasividad.            Resulta claro en Buñuel que el fuerte devora impiadosamente al más débil: la zorra caza y devora la gallina en La joven; un gato siempre se arroja sobre un ratón.            En Viridiana, este montaje adquiere, por primera vez, en la historia del cine, un sentido transcendente, superando inclusive el efecto óptico de los clásicos del cine soviético: los mendigos, dirigidos por la monja virgen, abandonan el trabajo en el campo y, al mediodía, se arrodillan para rezar el ave maría.            Imágenes inquietas del trabajo obrero aparecen insertadas irregularmente a medida que los hombres rezan, agradeciendo la felicidad de cada día: la sucesión de estas imágenes de albañiles, carpinteros y aserradores crea, en simultáneo con la gracia religiosa, una monstruosa corriente de esclavización.            Si el montaje es la idea en movimiento, interrumpida por una visión aguda (siempre desprovista de rogor, marcada por la irreverencia poética), la mis-en-scène de Buñuel no resulta menos extraña: Ensayo de un crimen es la gran pieza de mal gusto creada por el cine: la escenografía de estudio vulgar, los actores vestidos de actores; Élse dirige hacia el melodrama y explora las raíces de la esclavitud del hombre común en sus emociones más legítimas y torpes -los actores abren los ojos, hacen discursos, transitan golpeándose por las paredes- como en Robinson Crusoe, en la que el héroe, vestido de cuero y protegido por un paraguas rústico, vaga por la isla con movimientos semicirculares, solitario y libre, buscando al hombre para amarlo y devorarlo.            De Un perro andaluz a El ángel exterminador, Buñuel usa al cine para enfrentar a sus personajes con su propio inconsciente; el hombre desnudo y del revés; por esto precisamente, Buñuel continúa siendo surrealista como Dalí (con quien rompió, acusándolo de servir al gusto fácil de la burguesía), pero lógico hasta donde lo puede ser: la mis-en-scène de lo imprevisto, dirigida siempre hacia el misterio, continúa ligada, sin embargo, al ritmo, a la plástica y a la literatura española: en el Méjico de Nazarín aparece reconstruida España, tanto en las marcas de la arquitectura colonial como en el texto, directamente influenciado por Lorca; las imágenes del agua, de la luna y de los ángeles sensuales permanecen desde Un perro andaluz hasta El ángel exterminador; a pesar de rechazar los encuadres insólitos, Buñuel trabaja con Goya y Miró -en la cena de Viridiana, en las visiones de Robinson en la isla.            Aquello que los franceses buscan de su propia cultura en la obra de Buñuel sería la famosa influencia del surrealismo: sin embargo, Buñuel sólo conoció a André Breton después de Un perro andaluz y nunca se transformó en un portavoz de las ideas generales del grupo.            Francia, con la nouvelle vague capturada por las lecciones de Buñuel (aun con sus problemas y su coraje: el anarquismo epidérmico de Godard, la maldición pequeño-burguesa de Traffaut, el trabajo artesanal de Resnais inspirado en La edad de oro, tanto en las imágenes como en el sonido), no puede aceptar que el genio de su cine sea español.            Por eso, en un país moralista, la censura libera a Buñuel: París es el único lugar del mundo en el que sus películas son estrenadas sin cortes. 7. El cura Nazario es el hombre puro, piadoso, penitente. Acoge a una prostitua criminal y, en legítima defensa, entra en conflicto con la Iglesia. Para evitar escándolos, deja los hábitos y recorre el mundo como peregrino, dando pan y ropa, cuidando de los apestados y escenificando -contra su voluntad- milagros para llevarles algo de felicidad a los humildes.            Tras la partida de Nazario, la prostituta Andara incendia la casa miserable del cura y corre detrás del protector, seguida por otra amiga. Acusados de complicidad, son perseguidos.            Detenido, a Nazario lo arrojan a una fosa criminales; es golpeado, violado.            Liberado, zaparrastroso y hambriento, encuentra en el camino a una viejita que le ofrece un ananá como limosna.            Con la fruta suspendida en las manos, atontado y escandalizado, Nazario sigue su camino. 8. Nazarín, Viridiana y El ángel exterminador constituyen la trilogía que ofrece el camino más definido para descubrir a Buñuel.            La libertad, el cinismo, el humor y la irreverencia no son marcas en las que habría que reconocer una posición anarquista. Si tanto en Los olvidados como en Las Hurdes y Los ambiciosos el autor realiza una obra de nítido carácter social y político; si Buñuel enfrenta la moral de la Iglesia y del Estado, sin tomar posición en términos moralistas; si no acepta para sí mismo ninguna forma de orden vigente, esto no significa que niegue la posibilidad de un orden nuevo.            No se opone a realizar obras didácticas porque se niegue  a defender la moral.            No es un individualista a partir de su preocupación por las raíces de la esclavitud del hombre.   ��        Al descubrir en las entrelíneas la felicidad extrema del amor y del sexo, lo que Buñuel propone es un orden nuevo, que parte de la absoluta libertad. 9. En Nazarín observamos a un héroe esclavizado por la Iglesia que en ningún momento recurre al engaño, ni siquiera cuando se ve obligado a contrariar la fe que deposita en sus poderes la madre desesperada que pretende salvar a su hijo enfermo.            Es el mismo héroe que, herido en la carne por la estupidez humana, condena la frase final de Cristo en la cruz, el patético “perdonadlos, porque ellos no saben lo que hacen” y que, al salir de prisión, queda semiloco cuando recibe la limosna.            Buñuel no detesta a la masa, pero critica al pueblo que, capturado por la historia, puede seguir el destino de los fascistas.            Lo que busca en la tragedia del cura Nazario es la propia tragedia de quien se aniquila a sí mismo por el servilismo: devela las fuentes que carecen de lógica, pero exige racionalidad. Busca un orden de hombres libres, lúcidos frente a su libertad -no existen principios de ley que justifiquen la opresión de la humanidad: por eso, Nazario llega hasta un oficial del Ejército, que antes había humillado al pobre caminante, y puede decirle duras verdades.            Al querer hacer la revolución a través de la conciencia libre de cada hombre, entre la izquierda y la derecha, representa la particular tercera posición de quien no acepta el mundo capitalista, católico y burgués, de quien duda del nuevo mundo que se construye en nombre de la Historia.            Buñuel, por su parte, apostará siempre por la sociedad en la cual el hombre pueda ser más libre; a pesar de que algunos apresurados lo clasifiquen como anarquista de derecha, Buñuel, después de Viridiana (gran suceso en la Cortina de Hierro) y Los ambiciosos (la más violenta bofetada que la dinastía de los Francos y los Batistas podía recibir), se mantuvo siempre de buenas relaciones con los comunistas.            El ángel exterminador recibió el gran premio del festival jesuita de Sestri Levante, coronación de Italia, que confundió a la izquierda y la derecha. 10. “Soy ateo gracias a Dios…la Iglesia traicionó a Cristo…” -declaró seriamente.            Su mayor héroe es un cura al que el clero no le hizo justicia.            Muchos artistas recurren a Cristo para fabular en el mundo de hoy.            En el caso de Buñuel, es diferente: desde Un perro andaluz los elementos de la mitología católica marcan su obra.            Hay quien dice: “vocación frustrada de jesuita…un místico inadaptado…”. Cuando rodaba Él, vistió una sotana para dirigir a Arturo de Córdova; estudió, sobre todo, la vida de los santos -fue educado por los jesuitas y es hijo de España, tierra católica.            Desprovisto de las visiones surrealistas, Nazarín constituye su tentativa de encontrarse con el mundo -sería algo así como el autor sin su máscara, si fuese posible identificar en esta fábula una lección para la Iglesia.            El dolor autobiográfico: “miren, los mejores hombres están afuera, por su culpa…”.            La sospecha no parece infundada, porque nunca un héroe fue tan amado en el cine.            Ningún gesto de piedad hacia el héroe masacrado: dominados por el escándalo del inesperado humanismo imposible, Buñuel y el cura Nazario se quedan tontos con un ananá en las manos.            Después de Nazarín, realizó La joven: “las vírgenes más terribles son las de trece años…”. Esta es una película decadente, un tanto perezosa, aunque tal vez discreta frente a Viridiana: “las vírgenes más terribles son las monjas…”. Pero luego vino Los ambiciosos.            Para Buñuel, Viridiana es el virus que se instaura en la Diosa. La duda de Robinson caminando en semicírculo: de Nazarín a Viridana es otro círculo que se desarrolla. Con un ananá en las manos, atontado, en este caminar por los mismos caminos, retorno al convento escuchando el “Aleluya” de Händel y encuentro a la casa Viridiana en la paz de un claustro.            Allí, la joven va a visitar a su tío; él intenta abusar de ella, pero consigue dominar sus instintos; luego, intenta que se quede en su casa, mintiendo; la joven parte; atormentado, el tío se ahorca; la joven sufre una crisis de conciencia; abandona el convento y hereda la estancia del tío; recoge mendigos y realiza obras de asistencia social; los mendigos inician el desorden; uno de ellos intenta abusar de ella por segunda vez; Viridiana roma conciencia de la carne; se suelta los cabellos; jugará a las cartas siempre con el viejo Jorge, que no es otro sino Francisco Rabal, el creador del cura Nazario.            El cura es virgen: lo que la prostituta Andara siente por él es amor, deseo sexual.            Cuando su tía le pregunta si aquella adoración religiosa no contiene otras emociones, Andara abre los brazos y grita histéricamente: “¡Calumnia! ¡Calumnia!”.            Toda la carga erótica de Viridiana es desplazada hacia la adoración del pequeño Cristo crucificado que trae consigo: al llegar a la casa del tío, en su cuarto, se quita el hábito.            La cámara muestra discretamente sus bellas piernas y surge la mujer, en el preciso momento en que la santa se desviste.            En la sala, el tío toca el Réquiem de Mozart.            En el cuarto, Viridiana, de camisa blanca, la reza a su Cristo.            A la mañana siguiente, va hacia el corral y observa a un hombre ordeñando una vaca; intenta hacerlo ella; su mano, crispada, se detiene sobre las ubres cargadas, fálicas.            Buñuel explica: “Cuando estudiaba con los jesuitas, los curas reprimían nuestros instintos sexuales y toda nuestra energía era empleada en el fervor religioso […], a la noche, silenciosamente, nos masturbábamos delante las imágenes de la Virgen María…”.            El cura Nazario no se entrega al pecado de la carne: se queda con el ananá en las manos, casto y puro.            Viridiana no se desespera.            Toma conciencia del sexo, de la santidad inútil, de un mundo que no puede ser enfrentado con la pureza del cura Nazario y sí con la naturalidad de quien inicia su proceso de identificación realizando primero el sexo, para después realizar las ideas.            “Para mí -dice Buñuel-, Viridiana es más virgen después de dormir con Jorge…”.            Esta película muestra otro camino para reconocer al autor en los dominios de la Iglesia. En la última cena, Cristo ya sabía que Judas era el traidor. Como un Judas anárquico, trabajando de actor, Buñuel preside el segundo banquete de la traición, instaura la bacanal y despierta en los humildes los más bajos instintos: la bacanal que no se ve en La edad de oro. “Para celebrar la más bestial de las orgías, permanecieron encerrados en aquel castillo inexpugnable ciento veinte días; eran cuatro criminales que no tenía otro Dios más que la lujuria, otra ley sino su depravación […] sin principios, sin religión […] la mayor infamia que nadie podría nombrar […] ellos habían hecho entrar al castillo, únicamente con el objetivo de servir a sus inmundos deseos, a ocho maravillosas jóvenes, ocho espléndidas adolescentes, y para que su imaginación ya corrompida por el exceso fuese excitada continuadamente, ellos habían traído también a cuatro mujeres depravadas que alimentaban incesantemente la voluptuosidad criminal de los cuatro monstruos…”. Esos fragmentos del cartel que precede a la secuencia del final de La edad de oro, son una especie de guión para una orgía, que los mendigos realizan en la casa piadosa de Viridiana.            La Iglesia tiembla otra vez, pero no existe un sólo detalle de mal gusto, ningún impacto fácil.            La burguesía no aplaudió -a través de la liberación de la carne y de los instintos criminales, Buñuel reveló la fase trágica de todas las clases.            ¿Y de ahí? No tengo más el ananá en las manos, juego a las cartas con el sexo, prefiero escuchar un rock&roll. 11. El ángel descendió con su hechizo, cerró las puertas; no se puede entrar ni salir de la lujosa mansión, donde hay un grupo de aristócratas.            Pasan algunos corderos, un oso.            El pueblo no puede trasponer las rejas del jardín, toda la ciudad se moviliza.            ¿Donde está ahora, algunos días después, aquella seriedad?            Los hombres andan semidesnudos y con barba, los elegantes vestidos están rasgados, todos se disputan un caño de agua que extraen de la pared.            La pareja se encierra en el armario -suicidió. Otro hombre muere de hambre.            La visión del cielo simple, una estampita de Cristo rodeada de flores, nieve de algodón de pesebre -la ingenuidad frente a la cámara que circula trágicamente por aquella sala hasta que alguien, señalado por un milagro, descubre la clave.            Deben buscar los mismos lugares que ocuparon anteriormente, en la primera noche, cuando estaban sentados en la mesa. Debe sonar la misma música.            Recuperar la tranquilidad.            En la Iglesia, se celebra una misa a modo de tributo por el milagro.            El hechizo cierra las puertas, encierra a los curas: el pueblo estalla en la plaza, los corderos entran a la Iglesia.            ¿Qué significa la última secuencia de El ángel exterminador? ¿Una declaración de que la Iglesia y el fascismo van de la mano?            Salida que se le abre a quien está jugando a las cartas con el sexo y escuchando rock&roll -¿mostrando que el mejor camino es aquel que lleva a las plazas y no a los templos?            ¿El anarquismo se encontraría en crisis? ¿El hombre libre precisa disciplinar la libertad y la violencia para fines políticos? Los planes finales de El ángel exterminador son rápidos e incisivos: en la plaza, con la toma del periódico de actualidad, la visión es dramática; rumbo a las iglesias los corderos, en un tiempo breve, están en la frontera del humor. 12. Luis Buñuel, a los sesenta y cinco años, declarando que ya no está en edad para hacer escándalos, realiza otra película en Méjico, Simón del desierto [1964-1965].            Gustavo Alatriste, joven millonario, financia a un hombre que detesta Hollywood, buscado por el Vaticano y por la policía de Franco, que no tiene compromisos con nadie: maldito en la industria, Buñuel esperó más de treinta años para conseguir libertad de expresión.            Se convirtió en el cineasta más importante de todos los tiempos y en uno de los artistas más extraños de nuestra época.            Si esta última película -todavía inédita- no termina siendo una opción entre la plaza y la Iglesia, se orientará hacia los mismos caminos de antes y se podrá encontrar con el Michelangelo Antonioni de El Eclipse (1962- la destrucción del cine figurativo, la reducción del hombre a objeto) o con el Rossellini místico de la entrevista que niega al cine, al arte y al pensamiento, exigiendo el dominio axiológico de la ciencia.            Último maldito, Buñuel no tendrá seguidores.            El otro plano, según su amigo y productor Oscar Dancigers “lleva una vida tranquila, de burgués padre de familia, económico y modesto […] ama beber, comer, buscar a los raros y buenos amigos…”. Traducción del portugués: Hinoki Kinoki
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rocktails · 5 years
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Gabi Carambula: “Yo pude haber sido el guitarrista de Lou Reed”
Si hablamos de Gabriel Carámbula, tenemos que mencionar inmediatamente a su primera banda, Los Ratones Paranoicos, la cual abandonó para armar Los Perros Calientes, con quienes grabó la afamada versión en español de Bajo La Rambla. Pero es un guitarrista que tiene mucha tela para cortar: fue miembro estable de la banda de Fabiana Cantilo, durante una década secundó a Fito Páez y fue telonero de artistas como Guns’n’Roses, Lou Reed y The Rolling Stones ¿Nada mal, no?
Y eso no es todo, Gabi es uno de los últimos Guitar Heros que le quedan al Rock Argentino, y fue secuaz de otros rockstars como Pappo, Charly García y Juanse. Pero ahora, después de un in pass en su carrera como solista volvió al ruedo con Gloria, un disco con raíces rockeras y átomos de pop, que va a presentar de manera oficial con un show en el Teatro Sony, el próximo sábado 06 de Julio, que promete desde los nombres. Por eso, sobraban motivos para hablar de lo que se viene y sacarle todas las historias que sean posible. Creo que lo logramos.
¿Cómo va todo?
Acá trabajando.
Imagino que la últimas semanas son a pura adrenalina, ensayando tres veces por semana o más.
No. Soy yo el problema acá. Ensayamos dos veces por semana. Pero yo no puedo parar. Estoy todo el día tocando arriba de los temas.
¿Eso lo aprendiste de Pappo no?
Sí. Un día lo llamé a Pappo y me dijo “ahora no puedo. Estoy tocando arriba de los temas. Mata”, y cortó. Yo toda la vida hice eso: toco arriba de los temas míos, de los Beatles, de los Stones, de todos. Es parte del aprendizaje. Ese es el secreto para mí.
¿Cómo laburaste este disco?
Yo grabo todo con una portastudio, a la vieja usanza. Armo los temas, después se lo paso a los pibes y al productor y de ahí empezamos a trabajar. Este disco lo trabajamos Parte A y Parte B. La primera parte era tocar en vivo con la banda en Romaphonic y la Parte B fue yo solo en un estudio con Gabo (Lozano) y Aaron (Oliver). Hice todo solo. Porque me gustan ambas, o sea, las dos partes y el desafío era que ambas sonaran igual. Muchas veces es un cliché decir que el último disco es el mejor, porque muchas veces es mentira. Pero en este caso yo me tomé mi tiempo, bastante tiempo y estoy muy contento con el disco.
 Siempre se te asocia con Fito y con Cantilo pero vos además tocaste con Pappo, con Charly, con Juanse con algunos de los compositores más respetados del país. Digamos que tuviste una linda escuela de composición.
Por supuesto. Es más, grabé con todos los que nombraste y más, todavía. Me gusta grabar mi música y a la vez me gusta tocar con otra gente. Me nutre y me saca del rock and roll el hecho de tocar con otros. Me viene a la cabeza un disco en el que toqué de Fabi (Cantilo) el tema ´’Yo Vivo En Una Ciudad’. Nunca imaginé que iba a tocar ese tema, pero le dije a Fabi: ¨voy a tocar la guitarra slide”, y quedó fantástico. Y con todos estos artistas que nombraste, que nos conocemos hasta bastante, me enorgullece haberle puesto mi sello a su música.
Con Charly eras muy amigo, fue a tu casamiento, han festejado cumpleaños juntos y más ¿Lo ves actualmente? 
No. La última vez que lo vi que cuando tocamos con The Rolling Stones con Juanse en el Estadio Único y ahí estuve con él un ratito. Él siempre se ríe con esa risa demoníaca, es genial. Pero lo puedo llegar a ver en cualquier momento. Me encantaría de hecho.
¿Cómo fue la anécdota con los Guns, estaba Pappo también ahí en los camarines?
Sí, estaba con Pappo en el gimnasio ahí cambiándome y cuando subí al escenario estadio estaba lleno, estaba todo el campo lleno y después de mí tocaban Los Ratones y después tocaban los Guns. Pappo me dijo “Anda y rompeles el culo a todos”. Él se quedó ahí conmigo, eso me gustaría destacar. Yo ese día temprano me quedé en la prueba de sonido, cuando terminaron, se estaban yendo del estadio en una combi y yo fui corriendo con mi disco, corriendo a pararlos. Y Axl me mandó a eliminar, así suena más diplomático. Entonces Slash dijo “No, loco. Él toca con nosotros”. Frenaron y Axl me clavó una mirada fulminante, así que le di el disco a Slash. Contada así puede sonar graciosa y todo, pero había que estar ahí, con Axl Rose te mire con ganas de que venga su seguridad y te rompa todo. Fue muy lindo.
También teloneaste a Lou Reed, pero creo que la historia fue un poco mejor. 
Sí, pero empezó peor. Un día le digo a Moya, el productor de Fito, que quería tocar con Lou Reed, pero me dijo que él no lo organizaba, pero me pasó el teléfono de la persona que lo traía. Lo llamé y le dije ‘¿Qué tengo que hacer para tocar con Lou Reed?’. “Nada. Ya está hecho”, me respondió, “pero con la condición que toques como solista” y yo justo había decidido tocar como solista. Eran tres fechas, el primer día estábamos en los camarines esperando que llegue Lou y cuando llegó, bajé corriendo y le grité “Hey, Lou” y me miró como diciendo chau. Al otro día, me hacen tocar las 8 de la tarde cuando recién estaba entrando la gente, me rayé  y le tiré mi guitarra Les Paul al manager de él. Imaginate. Al tercer día ocurrió el “Miracolo”. Viene Lou Reed y me dijo ‘Vos tenes un equipo mejor que tu guitarrista’, que era Gardi Pais, así que le presté mis equipos. Ahí ya eramos amigos y toqué a las 9 de la noche, con el Rex lleno.
Tremendo…
Después me dicen, Lou Reed quiere tener una reunión con vos en el camarín. Me tomé media botella de Jack Daniels en 10 minutos y bajé. Estuve hablando una hora con él y cuando me fui, lo abracé, lo levanté y lo saludé con un beso. Se puso colorado, fue divino. Estábamos en el camarín, él estaba sentado solo fumando y cuando nos pusimos a hablar yo tenía una pila de discos suyos que había comprado en Nueva York, en todos lados, para él eran. Entonces, miró así y me dijó éste: era el del Bottom Line, en vivo. “Sos un boludo bárbaro” le dije en español. Era el mejor.
¿Después te fuiste a tocar con su bajista a Nueva York, con Fernando Saunders, no?
Claro. Yo ese día le dije a Lou Reed: ‘I need a producer’ y el me recomendó a Fernando. Entonces fui a grabar el segundo disco, tres meses con el bajista de Lou Reed y el baterista de Prince, Michael B. Cuando me estaba por volver, Saunder me dijo que Lou quería que grabará en su próximo disco, pero Slide nada más. Mirá si yo hubiera aceptado. Todos los días me planteo lo que pasó esa vez. Pero le dije que me tenía que volver porque sino me mataban. Ya me había excedido de tiempo, todo. Pero yo podría haber sido el guitarrista de Lou Reed, ahí tenés el título de la nota. Después cuando volvieron me invitaron al show, pero Lou ya estaba muy tranqui. Cuando el me vio, miro mi credencial que me habían puesto Crazy Man. Nos saludamos, nos reímos un rato, pero como él estaba hablando muy bajito de poesía y de libros con su pareja, así que le di un beso, lo saludé;me quedé un ratito ahí con los demás músicos y me fui. Pero tengo el mejor recuerdo con Lou Reed y nadie me quita lo bailado.
¿Y qué más? ¿Queda alguna anécdota por contar?
Sí, me queda una. Te cuento la última. Uno de los momentos más grosos de mi vida, no fue sólo haber conocido a Pappo a los 15. Sino haberle dado la mano a Chuck Berry, cuando vino la primera vez y quedarme charlando con él en el camarín. Sentí una electricidad que venía de la mano de él, que tiene una mano que al lado la mía parecía la de Chirolita. Nos quedamos charlando, me empezó a hacer dibujitos en discos, que los tengo todos…y ya está, Loco ¿Qué más querés? Se acabó la nota…jaja.
Sí. Ya está, lo viste de cerca al cometa, qué más te puedo preguntar.
Los espero a todo el sábado a las 20:30 en el Teatro Sony.
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sabrielove · 5 years
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The grumpy Dean.
—Sólo hace falta mirarlos... –Refunfuña por quinta vez en la tarde. —Es que... ¡Ah! ¿No pueden mantenerse alejados un minuto?
Yo hago una mueca, sin comprender verdaderamente su comportamiento. —Ellos literalmente están a cinco metros el uno del otro y no se han acercado en dos horas.
Vuelve a gruñir tras darle un mordisco a su donut. Con la boca llena me dice: —Esas miradas.
Analizo primeramente a Sam, quien ha estado absorto en su aparato adormece-cerebros que tanto es útil en el siglo XXI. Estoy seguro de que está leyendo algo relevante, lo conozco lo suficiente como para reconocer ese interés en sus ojos.
Por otra parte cuando miro a Gabriel, éste ha hecho en realidad muchas acciones en los últimos minutos; desde venir a robarle un donut a Dean y discutir, hasta ponerse a garabatear cosas imposibles de saber en un libro. Sin embargo puedo imaginarme la clase de cosas que él dibujaba, pues la única mirada que Sam le dio fue una donde rodaba los ojos y volvía su atención al ordenador.
Entonces le digo: —No entiendo.
Dean ríe sarcásticamente dejando su donut en la caja nuevamente, se limpia el glaseado con el dorso de su mano y no le importa haberse dejado un poco en las comisuras de sus labios.
—Las malditas sonrisitas. ¡Ay sí, soy Sam, mírame Gabey! ¡Te veo, Sammy, eres tan lindo! –Dice con dos distintos tipos de voz chillona.
Estoy por decirle que es muy malo imitando ya que ninguno de ellos habla así, pero me detengo volviendo a estudiarlos una vez más.
Carraspeo mirando a Dean. —Uhm, ¿Sonrisas? Ellos no se miran ni una vez.
Sin parecer escucharme, aprieta los puños y la mandíbula. —Seguro mi hermano le envía frases románticas mientras el otro estúpido dibuja corazones y escribe "Sam" en todas las páginas del libro.
Rasco mi ceja. —Sam no está escribiendo nada, sólo lee. Además Gabriel no usa aparatos electrónicos, ¿A dónde le enviaría Sam frases románticas? –Miro al rubio. —Y Gabriel... Incluso yo sé que él no es de esas cosas, seguro dibuja miembros viriles por todas partes.
Al final Dean me mira con el entrecejo fruncido, reclamándome como si yo tuviera la culpa de no entender. —Incluso aunque no sea real, tienen esa química que me causa nauseas.
Alzo una ceja y dejo caer los hombros. —Con tu permiso. –Me inclino adelante para tomar un donut y darle un mordisco.
—No entiendo nada de química.
—Por supuesto que no. –Mira mi boca con el ceño todavía fruncido, apuesto a que el glaseado también se me ha puesto por todas partes.
—De todas maneras, estás exagerando. Sólo hay que mirarlos para saber que son tan diferentes...
—Eso nunca es un impedimento, Cas. –Me acalla con voz dramática y yo sigo comiendo mi donut.
(...)
Lo que ni Dean ni Castiel sabían, es que en realidad Gabriel sí que tenía relación a la tecnología y decidía camuflarla con la apariencia de un libro; en él escribía desde chistes, anécdotas y memorias hasta confesiones que le ponían los vellos de punta a Sam manteniéndolo totalmente clavado a su portátil leyendo, aunque para el Winchester resultaba cómicamente tonto a veces lo ridículo que su ángel favorito lucía aparentando hacer rayones al azar en un simple libro viejo.
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angeldlune · 4 years
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Donde Carolyn es reprobada por primera vez.
Índice de Capítulos
Esto no podía estar pasando. Tenia que ser una broma. Una broma extremadamente cruel. Carolyn Levski había reprobado. Había reprobado nada más y nada menos que Astronomía. ¿No se supone que era una de las materias más fáciles? Bueno, aparentemente no lo era para ella. Según la profesora Sinistra "La jovencita Levski no tiene ningún don para la materia” Tenia que ser una broma.
Carolyn era considerada la mejor de su año, algunos profesores incluso decían que era el ideal de cualquier Ravenclaw. Había decidido que la única manera de solucionar su problema era estudiar aun mas duro. Pasaría toda la noche aprendiéndose todas las constelaciones existentes en su galaxia. Pero cuando se sentó lo único que obtuvo fue: nada. Estaba completamente en blanco. Muy pronto se dio cuenta de que no iba a poder solucionar nada y su depresión fue en aumento. El siguiente paso era animarse un poco. Y lo único que la animaba en momentos así era la comida. Salió como tantas otras veces a mitad de la noche del dormitorio. Carolyn no rompía las reglas solo porque era divertido, era una necesidad. Más allá de eso, le parecía increíblemente sencillo, tanto que no sentía que las estuviera rompiendo. Al menos solo después de un par de veces de haberlo hecho. Aun podía recordar la primera vez que lo hizo. Había sido su primer año en Hogwarts y estaba pasando por un mal momento. Para ese entonces todo le parecía demasiado nuevo. Sabia de la magia gracias a su padre, pero vivían en el mundo muggle y la habían criado de la manera tradicional, nunca pensaron que su hija iba a recibir una carta para estudiar en una academia para magos. Al llegar, Carolyn no sabia muy bien que hacer, o como comportarse. Sus padres le aconsejaron sobre todo lo que debía hacer pero se olvidaron de aconsejarle sobre el hecho de que iba a estar completamente sola. Tenia que hacer amigos. Tenia que socializar. Tenia que hablar. En la cena se había puesto tan nerviosa que ni siquiera pudo entrar al gran salón, así que se había perdido la cena. Intento pasar la noche sin cenar, pero había sido demasiado. Se deslizó fuera de la cama justo como lo estaba haciendo ahora. Cuando la puerta de la sala común se cerró detrás de ella y se encontró sola en los pasillos del castillo se dio cuenta. No sabia donde estaba la cocina. Deambulo un rato tratando de recordar, pero no logro nada. Ahora no solo estaba hambrienta, estaba perdida. Se tiro al suelo y empezó a llorar como si se le fuera la vida en ello. Realmente era una tonta. Fue entonces cuando escucho una voz: "Cariño... oye, no llores." Carolyn miro hacia arriba asustada y no encontró a nadie. Eso solo la puso peor. "¿Qui-en.. Quien esta.. allí?" pregunto entre sollozos. "Detrás de ti, cariño." Carolyn se levanto y volteo. La luz de la luna iluminaba el cuadro de una señora redonda de mejillas sonrosadas. Tenía su cabello crespo atado con varios rizos en el rostro. De pronto ella se movió. "Hola." dijo ella haciendo un gesto con su mano. Carolyn pude haber gritado en ese momento pero la verdad es que, incluso habiendo sido criada en el mundo muggle, estaba acostumbrada a ciertos fenómenos sobrenaturales. Y ya les habían mostrado durante su recorrido que los cuadros tenían vida. "¿Disculpe? Señora, ¿Podría decirme donde se encuentra el dormitorio de Ravenclaw?" preguntó acomodándose torpemente las gafas. "Me he perdido." "Oh, ya me había fijado. Pero me temo que tendrás que esperar a que las escaleras vuelvan a tomar su curso." "Oh." Sus prefectos les habían advertido sobre eso. Realmente era tonta. Su estomago rugió, recordándole que aun seguía hambrienta. "El camino a la cocina si esta abierta, de hecho." Su rostro se iluminó. "¿Podría guiarme hasta allí?" "Por supuesto cariño." la Señora Gorda la guió, con ayuda de varios cuadros hasta la cocina. A partir de ese momento, Carolyn se dio cuenta de que Hogwarts no era un lugar tan solitario. "¿Otra vez, Carolyn?" A pesar de su fastidio, la Señora Gorda adoraba a Carolyn, incluso le había hecho prometer que se encargaría de arreglar su cuadro cuando ya estuviera viejo, para así dar por siempre la apariencia de juventud y belleza. Por supuesto ella había accedido. "Señora, ¿Sabia que de hecho la astronomía no es tan fácil?..."
En su camino hacia la cocina le contó a cada cuadro que se encontró todo lo que había ocurrido aquel fatídico día. Los cuadros se habían vuelto su familia en Hogwarts. Incluso los más malhumorados le prestaban atención. En el día los saludaba cada vez que pasaba por su lado. En la cocina tampoco estaba sola. Clover una chica de Hufflepuff la estaba esperando. "Recibí la nota de Sahi" le dijo refiriéndose a la lechuza de Carolyn. "Oh, que bueno." "Pareces muy desanimada Carolyn" Carolyn consiguió una bandeja de magdalenas y se sentó en el suelo con ellas. Clover le siguió, arrodillandose a su lado. La noche en que se perdió, Carolyn pudo regresar con el estomago lleno y segura, gracias a los cuadros. A veces en el día se perdía algunas comidas por quedarse estudiando en la biblioteca así que iba a la cocina, allí fue donde conoció a Clover. Los dormitorios de Hufflepuf quedaban justo al lado, así que se encontraban bastante seguido. "¿Me pregunto si dejan estas bandejas aquí sabiendo que nosotras las comemos? Porque si creen que son las ratas las que se las comen las van a empezar a colocar veneno." Clover se rió, pero le volvió a insistir en su pregunta anterior. "Reprobé astronomía" Clover soltó un gritito ahogado. Carolyn nunca reprobaba. "Y según la profesora Sinistra parece que reprobare el siguiente." "Pero habíamos estudiado. Pensé que habías entendido." "Yo también lo pensaba." "Quizás hay que volver a intentarlo." Carolyn comió otra magdalena. Algo le decía que eso no funcionaria. Necesitaba algo más. "Bueno hasta donde tengo entendido, muchos salen mal. Es decir, ¿Quien esta en su sano juicio para ver clases a las once de la noche?" "Cierto." respondió Clover masticando otra magdalena. "Todos. Excepto Gabrielle. A ella le va muy bien... Oye, podrías pedirle ayuda." Carolyn pensó en Gabrielle. Por lo que sabia, era una chica muy seria e inteligente, que apenas hablaba con nadie. Era bastante intimidante. Carolyn sacudió los hombros. "Quizás solo tengo que estudiar mas." No funciono. Carolyn estudio mucho más. Y volvió a reprobar. Quizás la profesora Sinistra debería dar Adivinación en vez de Astronomía. "Sera mejor que estudies mas si no quieres dañar ese promedio tan bueno, Levski." Carolyn quería que la tragara la tierra. Sus ojos fueron al otro lado del salón donde Gabrielle Foxglove estaba recogiendo sus cosas. Quizás no fuera tan mala. Quizás. Además no tenía ninguna otra opción. Carolyn se levanto con las manos temblando. Sabía que no era natural. No era normal tener tanto miedo de hablarle a una persona. Ella ni siquiera le había hecho nada. No había razón de temer. Pero Carolyn tenía miedo, mucho. ¿Y si se negaba? ¿Que haría? Seguro que podría encontrar otra solución. ¿Y si ni siquiera le respondía? ¿Y si la ignoraba? 'Vamos, Carolyn. Vamos. Tu puedes, tu puedes' Ignoro todos sus miedos y se termino de acercar al asiento de su compañera. "Ho-hola" Gabrielle se volteo inmediatamente, parecía sorprendida. "Disculpa. ¿Eres Gabrielle, no?" Por supuesto que lo era. Ella solo asintió, con sus ojos de bambi mirándola atentamente.
Carolyn ya no sabia que decir. "Tu eres Carolyn, ¿Cierto? Clover me dijo que estabas buscando ayuda." "Oh, ¿Ella te dijo? Que linda..." "¿Exactamente en que necesitas ayuda?" ¿Era posible decirle que en todo? "Algunos conceptos, supongo." "Bien, podríamos vernos… ¿en la biblioteca?" Sus pequeñas manos jugaban con el libro de constelaciones, moviéndola de un lado a otro. "Si, ¡genial!" Acordaron verse después del almuerzo y luego Carolyn salió corriendo de allí. Había sido suficiente por hoy, pero todo había salido bien.
    Después de pasar un tiempo estudiando en la biblioteca, Carolyn aprendió algunas cosas.
Uno, la paciencia era una virtud, que no poseía. A pesar de que ahora su cabeza no estaba tan nublada no parecía entender como era posible que no se aprendiera nada. Gabrielle le decía que se concentraba más en el problema que en la solución. Lo que sea que eso significara.
Dos, más importante que la inteligencia era la organización. Gabrielle tenía todas sus notas impecables. Cada color significaba algo, pero los escogía si se sentía cómoda con ellas. A su parecer, el amarillo no combinaba con Pociones, así que nunca verías amarillo allí. Con el paso del tiempo, empezó a entender algunas de las rarezas de su amiga. Algunas.
Tres, habían unas 88 constelaciones en el universo “conocido”, como tanto le recordaba su tutora. Había tantas que era casi imposible aprenderse todas. Pensó que algo así eran las personas. No habías terminado de conocer una del todo cuando ya habían otras miles esperándote y que ni siquiera podías imaginarte. Tanto Gabrielle como ella eran muy distintas a lo que los demás esperaban, pero era algo que solo se sabría con el tiempo,
Se dio cuenta de esto una tarde cuando llena de frustración le pregunto a su compañera:
“¿Hay algo en lo que no seas buena?”
“De hecho soy bastante mala en Transformaciones.”
Su respuesta tan directa la tomo por sorpresa. Gabrielle la miraba a los ojos parpadeando un poco, recordándole a un ciervo perdido. Ella también parecía sorprendida de haberlo dicho.
“Admito que no me esfuerzo mucho en otras materias, pero en esa debo hacerlo. Mis compañeros solo suponen que voy bien. Igual que en todas las demás. Pero la verdad es que ya he reprobado.”
“¿Cómo podrías hacerlo? Apenas si es necesaria la teoría.”
“Tu vas bien, ¿no? He escuchado que eres la mejor de esa asignatura.” Carolyn asintió, un poco apenada por el hecho de que los demás la conocían.
“Es cuestión de salirse un poco de los pensamientos y sentir las cosas por como son.”
“Si, creo que eso es algo que McGonagall diría.” Cerró la frase con un suspiro lamentable.
Era un increíble descubrimiento, pero algo era seguro, ahora tenían otro problema que resolver.
   “APROBE”
Decir que Gabrielle se sobresalto era algo. No estaba acostumbrada a ese tipo de expresiones. La mayoría de sus compañeros solo le hablaban por cosas de trabajo, ni siquiera estudiaba en grupos. Carolyn era otra cosa. Llego gritando y saltando de felicidad hasta donde estaba ella. Desde que había empezado a estudiar con ella, incluso se había dado cuenta de que… apenas si tenia amigos.
“Eso es genial, ¡Felicidades!” En realidad se alegraba por Carolyn, se había esforzado muchísimo, así que se esforzó por ocultar su desanimo por un momento.
“Bueno, apenas fue un diez” Dijo sentándose a su lado. “Necesito sacar una nota perfecta en el siguiente si quiero aprobar la asignatura, así que debería ir pensando en como decirle a mamá que no iremos a la playa este verano… ¿Qué?” le pregunto al ver su expresión.
“También saque un diez.”
A pesar de todo su esfuerzo, las probabilidades de que ambas sacaran la nota máxima eran mínimas. El chiste de Carolyn la había asustado más de lo que debería. Gabrielle no sabía si estaba dispuesta a correr ese riesgo.
“Tengo una idea.”
   Siguiendo con las suposiciones, nunca había pensado que Gabrielle seria el tipo de chica de romper las reglas en beneficio propio, pero obviamente no era de las de rendirse fácilmente.
“Esto es como Misión Imposible”
“Mi abuela se cansa de decir que nada es imposible.”
“No entendiste, ¿cierto?”
Gabrielle solo se encogió de hombros.
Le había contado que desde pequeña ya hacia pociones y una de las tantas que había aprendido era la Multijugos. Debía de ser una niña excelente como para que sus padres accedieran a comprarle sanguijuelas para machacarlas en una poción.
“Sabes, entiendo que no quieres correr el riesgo de reprobar una asignatura pero hay algo mucho peor y se llama expulsión.” Fue su primera reacción al escuchar la idea. ¿Apenas podía hablar con las personas y ahora hacia trampa en un examen?
Sin embargo, a pesar de que no sabía absolutamente nada sobre cultura popular (para muggles) Gabrielle era excepcional en pociones y no seria la primera vez que Carolyn rompía las reglas.
Al principio habían ido a las recamaras de Slytherin pero después de ser interrumpidas por una de sus compañeras de habitación, decidieron que necesitaban un lugar más privado, a lo que Carolyn tuvo la solución: la cocina.
“Bien, ya lleva tres días de reposo, exactamente como dice el libro” Con algunos mechones de pelo saliéndosele del moño, Gabrielle parecía una científica loca. “Ahora solo faltan los últimos toques. ¿Me pasas eso?”
Se dispuso a sacar el contenido del frasco que ella le había señalado y casi suelta un grito.
“Por favor dime que lo que acabo de tocar no es una serpiente.”
“No, solo es la piel.”
Carolyn dejo salir un suspiro de alivio y volvió a meter la mano en el frasco, esta vez sacando la piel con apenas la punta de los dedos.
Gabrielle coloco la piel en el mortero y la aplasto hasta volverla pequeños trozos que luego vertió en el caldero y revolvió. La poción fue separada en dos frascos.
“Ahora necesitamos cabello.”
Ambas tomaron un pelo de sus respectivas cabezas y contaron hasta tres:
“uno… dos… tres… ¡auch!”
Al colocar el cabello en el frasco, la poción cambio su textura lodosa a un liquido verdoso, para el alivio de Carolyn que estaba preguntándose como iba a tragarse eso.
“Bien, este es el plan: los efectos solo duran una hora, así que necesitamos ser rápidas” Comenzó Gabrielle “Tomaras la poción diez minutos antes en los baños e iras directamente a la prueba, mientras tanto yo me encerrare en mi habitación, así evitamos que nos vean en dos lugares al mismo tiempo. Si notas que los efectos se pierden antes de lo debido es preferible que pongas cualquier excusa para salir a que te descubran, eso seria terrible.”
“Y no hables mas de lo necesario… en realidad eso es normal.” Siguió. “Oh, ¿Cómo encubriremos que no estarás en clases?”
“¿Decimos que estaba indispuesta?”
“Bien. Supongo que eso es todo.” Tapo las botellas y le entrego la que tenia su cabello. Una sonrisa apareció en su rostro. “Realmente espero que todo salga bien, no me gustaría perder a una amiga por esto.”
“Incluso si sale mal, es lo suficientemente genial para mantener una amistad” y le devolvió la sonrisa.
   Diez minutos antes de la última prueba de Transformaciones de Gabrielle, Carolyn estaba en uno de los cubículos del baño.
Abrió la tapa con la poción, murmuro una plegaria y se lo trago casi sin respirar. En realidad no sabia tan mal, era dulce pero no podía evitar pensar que quizás se estaba envenenando.
Sintió un cosquilleo por todo su cuerpo y se quedo fascinada al ver como cambiaban sus manos. El cosquilleo fue en intensidad hasta que desapareció por completo.
Salió lentamente del cubiculo y se congelo al ver a Gabrielle en el espejo. Se toco el cabello y paso las manos por su rostro mientras se acercaba mas.
“Es imposible.” se tapo la boca sorprendida al escuchar la voz de Gabrielle. Realmente se había convertido en Gabrielle. ¡Había funcionado!
Reviso su reloj de muñeca y se apresuro hacia el salón. Se sentó en las primera filas, esperando que la pasaran lo mas pronto posible.
Un chico de Slytherin se sentó a su lado e intercambiaron saludos. Ella tamborileaba sus dedos en la mesa y miraba el reloj, contando los minutos.
“Oh vaya, no sabia que utilizabas lentes.” Escucho decir al chico.
“No lo hago.” Se quito los lentes rápidamente y los guardo justo cuando entraba la profesora.
La evaluación estuvo bastante fácil. McGonagall les pedía transformarse en objetos.
Cuando llego su turno, se quedo mirándola, pensando. Sabía que la profesora era muy buena pero estaba segura de que tampoco tenía visión laser como para descubrirla.
“Señorita Foxglove, se que puede ser un poco difícil para usted pero ¿cree que podría transformarse en una rana?”
Pensó que no le podrían haber pedido algo más fácil. Tenia ganas de sonreír de oreja a oreja pero opto por una sonrisa disimulada e hizo el hechizo.
La profesora McGonagall se veía bastante satisfecha y la felicito. Todos en el salón le aplaudieron. Parecía que todo iba de acuerdo al plan.
    Una semana después, Carolyn estaba esperando a su amiga en las puertas del comedor.
Cuando la prueba había terminado, había salido corriendo al baño con tiempo para que pasara el efecto.
Dos días después fue el turno de Gabrielle y aunque había admitido que estaba muy nerviosa, le respondió su carta asegurándole que todo había salido bien.
Hoy les habían entregado sus notas, por fin. Ya se habían salvado de una expulsión, ahora quedaba saber si se habían salvado de reprobar.
Vio acercarse a Gabrielle y sintió que palidecía. Su amiga venia cabizbaja y apenas la miraba.
“Si es una mala noticia, dila sin rodeos.”
Gabrielle la miro a los ojos por primera vez y una sonrisa inmensa apareció “¡Saque la nota máxima!  Bueno, sacamos.”
“IDIOTA CASI ME DA ALGO”
Gabrielle solo se reía como loca. “¡Eres increíble, Carolyn! Realmente eres la mejor de Transformaciones, McGonagall dijo que estaba muy orgullosa, oh por dios, creo que casi lloro. ¡Tienes que decirme como te fue, ahora!”
Carolyn hizo un gesto pensativo, burlándose de ella. “Digamos que… estoy a salvo de ver a Sinistra por todo el verano.”
“¡Si””
Ambas empezaron a dar saltitos de emoción, estorbando el camino de los demás que intentaban llegar al comedor pero sin importarles ni un poco.
Después de regodearse en su victoria se tomaron de los brazos y fueron hacia el comedor.
“Por cierto, nunca entendí por que McGonagall quería que te transformaras en una rana y no un objeto.”
“Ah, es que en una clase me pidió lo mismo, quede atrapada por horas y necesite ayuda para volver a mi forma original” Carolyn se rió al ver como fingía escalofríos “Dure toda una noche croando. Vas a tener que ayudarme con ese, porque aun no puedo.”
“Cuando quieras.”
 FIN
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20:43 pm Abril, 2020
Después de tanto esperar, al fin sabemos que valió la pena.
De vez en cuando, levanto la vista del libro para observar, a través de la ventana, el cielo en sus distintas tonadas de rosado, naranja y violeta, el atardecer está hermoso, poco a poco cae la noche. 
En la biblioteca, libros de Edgar Allan Poe, Stephen King, Horacio Quiroga, Humerto Eco, Gabriel García Márquez, y claro, la colección completa de “Harry Potter”.
En el equipo suena una música tranquila con el volúmen muy bajo, adornando la tarde tranquila.
La heladera, llena de papeles decorados con frases.
Arriba de la mesa hay una cartuchera, tres lapiceras sueltas, un lápiz negro, dos cuadernos, y unos cuantos libros de la universidad; frente a mí, uno de epistemología, que resumo con un resaltador violeta.
Entonces el ruido de tu llave en la cerradura, después la puerta abriéndose, después tus pasos, y después, despego los ojos de los renglones para verte aparecer por la puerta del comedor, y luego colgar tu campera en el perchero.
Me mirás.
Sonrío.
-Hola, mi amor.
-Buenas tardes.
Mis ojos vuelven a las letras mientras mirás a tu alrededor, abrí todas las ventanas, pues sabés que me gusta el aire que entra desde afuera. 
-Está fresco, nena.
-No tengo frío.
Ponés los ojos en blanco y te reís, hace más de cinco años que venís escuchándome decir eso.
Cerrás las ventanas.
-Te vas a resfriar.
Ahora yo pongo los ojos en blanco y me río, hace más de cinco años que vengo escuchándote decir eso.
Sigo estudiando. Después de cerrar la última ventana, mirás la mesa.
-Que desastre.
Te sentás a mi lado, en la misma silla que yo, me corro un poco para que puedas acomodarte, rodeás mi cintura con tus brazos y me besás en la mejilla.
-¿Cómo te fue? -sigo sin despegar la vista del libro.
-Bien, te cuento… -te escucho hablar, amo escucharte hablar; me contás como estuvo tu día, me contás qué hiciste afuera, me contás los episodios con tus amigos. Aunque sigo resumiendo, cada tanto te pregunto algo o hago algún comentario para que sepas que sigo prestándote atención.
-Me alegra que te haya ido bien -concluyo.
-¿Vos estudiaste todo el día?
-Sí, curso en mayo.
-Pero venís estudiando hace mucho, aparte hoy es sábado.
Te miro.
Sonreís.
Me río.
Cierro el libro.
Te beso.
-¿Merendaste?
-No.
No te gusta que no meriende. Ponés a hervir el agua mientras te preparás el café, yo, por otro lado, ordeno el desastre que dejé.
Una vez que despejé la mesa, dejás la taza de té frente a mí, y te sentás al lado mío con tu taza de café.
Conversamos, merendamos, nos besamos, nos abrazamos.
Una de las mejores tardes de mi vida.
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