Tumgik
#Más allá del tiempo
santpablo · 1 year
Text
La mujer perfecta para mí
La mujer perfecta para mí tiene nombre y apellido. Sin embargo, además de eso, también es inalcanzable. Esta mujer nació hace ya casi 103 años, por allá en Ucrania, y murió hace casi 46 años, un día antes de cumplir 57, 19 años antes de que yo naciera.
Mi atracción, sin embargo, no se debe a su belleza o a la imposibilidad de un romance con ella (cosa que igual podría convertirla en una especie de quimera). En cambio, lo que me evoca proviene de cada palabra que compuso misteriosa hace tanto, y que llegó a mí con tan horrible desface temporal.
Ella dejándome entrar en su mente. Ella convirtiéndose en rompecabezas. Ella confundida confundiéndome. Ella transparente con una barrera opaca. Ella talentosa escribiéndome. Ella atemorizándome como a cualquier hombre con una pizca de arte en su entorno (y es que hasta el gran Vinícius llegó a suspirarla y a temerla, al mismo tiempo).
La mujer perfecta se fue hace tiempo, sí, pero algo dejó para mí:
Estoy tan asustada que solo podré aceptar que me he perdido si imagino que alguien me tiende la mano. Dar la mano a alguien ha sido siempre lo que esperé de la alegría. Muchas veces, antes de dormirme —en esa pequeña lucha por no perder la conciencia y entrar en un mundo más vasto—, muchas veces, antes de tener el valor de embarcarme en el gran viaje del sueño, finjo que alguien me tiende la mano y entonces avanzo, avanzo hacia la enorme ausencia de forma que es el sueño. E incluso cuando, así acompañada, me falta la valentía, entonces sueño. Sumergirse en el sueño se parece tanto al modo en que ahora debo avanzar hacia mi libertad… Entregarme a lo que no entiendo será como colocarme en los límites de la nada. Será como avanzar sin avanzar apenas, y como una ciega perdida en el campo. Esa cosa sobrenatural que es vivir. El vivir que yo había domesticado para volverlo familiar. Esa cosa valerosa que será entregarme, y que es como abandonar la mano en la mano sombría de Dios, y cruzar el umbral de esa cosa sin forma que es un paraíso. ¡Un paraíso que no quiero! Mientras escriba y hable, voy a tener que fingir que alguien está estrechando mi mano. Oh, al menos al comienzo, solo al inicio. Cuando pueda liberarla, iré sola. Por el momento, necesito aferrarme a esta mano tuya, aunque no consiga inventar tu rostro, ni tus ojos, ni tu boca. Pero, aunque mutilada, esta mano no me asusta. Su invención procede de tal idea de amor, como si la mano estuviese realmente sujeta a un cuerpo que, si no veo, es por incapacidad de amar más. No estoy en situación de imaginar a una persona entera porque no soy una persona entera. Y, ¿cómo imaginar un rostro si no sé qué expresión de rostro necesito? Cuando pueda soltar tu mano cálida, iré sola y con horror. El horror será responsabilidad mía hasta que se complete la metamorfosis y el horror se transforme en luz. No la luz que nace de un deseo de belleza y moralismo, como antaño, cuando no sabía lo que me proponía; sino la luz natural de lo que existe, y es esta luz natural lo que me aterra. Aunque yo sepa que el horror, el horror soy yo ante las cosas. Por el momento estoy inventando tu presencia, como un día tampoco sabré aventurarme a morir sola, morir es el mayor riesgo, no sabré franquear el umbral de la muerte y dar el primer paso en la primera ausencia de mí; también en esa hora última y tan primera inventaré tu presencia desconocida y contigo comenzaré a morir hasta que pueda aprender sola a no existir, y entonces te liberaré. Por el momento me aferro a ti, y tu vida desconocida y cálida se convierte en mi única organización íntima, yo que sin tu mano me sentiría abandonada en la inmensidad que he descubierto. ¿En la desmesura de la verdad? Pero la verdad jamás ha tenido sentido para mí. ¡La verdad carece de sentido para mí! Por eso, la temía y la temo. Desamparada, te entrego todo, para que hagas de ello algo alegre. Por hablarte, ¿te asustaré y te perderé? Pero, si no hablase, me perdería, y por perderme te perdería. Clarice Lispector - La Pasión Según G.H.
Es un fragmento que quiebra el tiempo y me permite sostener su mano por un instante, o quizás por una vida; aunque ella no sea G.H., o la mano que ella imaginó carezca de mis lunares y tenga un color diferente. Para mí esto es todo lo que se necesita para decidir que nuestra historia tuvo un inicio e incluso un final (o varios).
Yo seguiré caminando por la vida con la mano invisible de la mujer perfecta estrechando la mía. Diré, feliz, para siempre, que esa mano fantasmal me acompaña en el silencio y las sombras, mientras vago por los rincones de todos los mundos que me quedan por descubrir.
Tumblr media
1 note · View note
Text
Tumblr media
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
1 note · View note
caostalgia · 1 year
Text
28/082023.
Hoy te dejo ir.
En el horizonte del tiempo, ha llegado el instante en que nuestras sendas se han separado irrevocablemente. Como un ave en vuelo, ha debido concederte la libertad de volar alto.
Juntos hemos abrazado la plenitud de la alegría y la melancolía. Hemos compartido tanto las glorias como las derrotas, y por todo ello, mi corazón se colma de gratitud hacia tu ser.
Me acostumbraré a estar sin vos, a ya no pensarte, a ya no buscarte, a ya no sentirte. Pero no me iré sin antes expresar mi agradecimiento, por lo bueno y lo malo. Y al fin entender que fuiste una etapa, fuiste el amor de una parte de mi vida, tal vez así tenía que terminar. Pero como él pasado fue presente, sí fuiste el amor de mi vida.
Éramos dos almas fragmentadas, entrelazando los pedazos de nuestros corazones, quebrantados en un ballet de vulnerabilidad.
Que despedida más triste despedirse, de vos que volviste a abrir mis alas, que tomaste mis miedos por la cintura, y me hiciste volver a entregarme a vos, como quien no le teme a la muerte, como quien besa al infierno.
Dónde quiere que te encontrés, anhelo fervientemente que la vida te sonría en cada paso. Permitime expresar con la mayor intensidad que te quise más allá de las palabras. Incluso a veces, no sabía cómo usarlas para expresar todo mi sentir, pues se quedaban cortas a la magnitud del sentimiento. Amor que brotaba por todo mi ser.
Deseo que en el rincón donde el destino te lleve, encontrés prosperidad y dicha en cada amanecer. Mis más profundos deseos te acompañan siempre, allá donde el universo te guíe, porque siempre, eternamente, permanecerás en un rincón de mi corazón.
Una parte de vos estará siempre en mí, y estoy agradecida por eso.
Y si pudiera desear algo, sería que supieras que eso sigo pensando.
Beschadyeska
7K notes · View notes
sansfeargaldin · 2 years
Text
3x06 Grandes Misterios; Oopart
3×06 Grandes Misterios; Oopart
Buenas, os traemos otros grandes misterios de nuestra historia, los Ooparts, esos objetos que están fuera de contexto historico. Además crearemos algunas historietas curiosas. Esperamos que os guste y os esperamos en Twitch; saga_galdin, donde grabamos el podcast en directo. Síguenos en instagram @sagagaldin para enterarte de cuándo y qué estamos preparando. Saludos. Podéis acceder a este…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
myillicitaffair · 7 months
Text
You are in love | Esteban Kukuriczka.
Tumblr media
sumario: noches de pizza con tu amigo… claro, amigo.
advertencias: sexo explícito (+18) , penetración, sexo sin protección, consumo de alcohol.
créditos: las fotos del collage fueron extraídas de pinterest, más las edite yo. la canción cuya letra utilice es You Are In love (Taylor’s Version) de Taylor Swift.
notas: honestamente, no estoy muy contenta con el resultado final pero espero que puedan disfrutarlo de todas maneras xx.
No hay pruebas, no fue demasiado, pero yo vi suficiente.
Paciente, fuera de su recibidor, me encuentro parada, esperándolo con una botella de vino bajo la axila. Aliso los pliegues de mi falda varias veces con las manos, un hábito al que recurro para evitar sucumbir a la ansiedad que me atormenta. Con la cámara de mi celular, observo mi reflejo, comprobando que mi maquillaje permanezca en su lugar, que mi cabello siga viéndose inmaculado.
No recuerdo un tiempo en el que Kuku haya sido simplemente un amigo, siempre fue más; mi confidente, el protagonista de mis fantasías, quien roba mis suspiros y miradas, de quien terminé enamorándome.
Las pisadas sobre las baldosas delatan su presencia apropincuándose, luego el traqueteo de las llaves en la cerradura, las bisagras girando en su eje para revelarlo frente a mí.
La alegría tiñe su rostro al verme, redondeando sus angulosos pómulos y centrando mi atención en la mueca en sus labios. Condenadamente cerca de mí y a la vez tan inalcanzables.
Su voz dándome la bienvenida me sacude de mi subrepticia quimera, trayéndome de un zarpazo de vuelta a la realidad. Me estrecha contra su torso, con las muñecas serpenteándose por mi cintura para atraerme más cerca.
“Traje vino, Kuku”- pronuncio, a modo de saludo, mientras lo abrazo estrechamente.
“¡Gracias, ángel! Entrá que está por llegar la comida”- informa, de manera tan casual y ligera que siento mi corazón escurrirse hasta tocar el suelo.
“Ángel” me dijo, jodiéndome para siempre. ¿Cómo seré alguna vez capaz de recuperarme de tal agravio a mi integridad? Decido asentir y adentrarme a su hogar.
Me recibe una sala de estar cálidamente iluminada, las paredes blancas cubiertas de cuadros y fotos, un aterciopelado sofá rojo situado en medio de la habitación.
Me acerco a una repisa de madera, donde reposa un retrato recientemente seleccionado… todo el elenco de La Sociedad De La Nieve posando bajo el lente de su cámara, sonrisas reflejadas en nuestros rostros enmarcados.
“Esa la tomé el último día de rodaje”- me recuerda, apareciendo por detrás mío, con una mano en mi espalda baja.
No hay pruebas, un toque singular, pero yo sentí suficiente.
Mis vellos corporales se erizan ante el contacto, un escalofrío recorriéndome cargado de anticipación por lo que jamás sucederá. Asiento torpemente, deseosa de fundirme en el calor de su silueta.
Pienso en esos mismos dedos, acorralando mi piel a su paso, incendiando su sendero. Acariciando mis mejillas con ternura, colándose por mis labios, desvistiéndome con precisión.
El timbre retumbando en la sala me despierta, desarraigándome de mis maquinaciones pecaminosas. El hombre a mi lado da largas zancadas, con un caminar tímido y garbado, hasta alcanzar la puerta de madera y ojear la mirilla. Luego de cerciorarse de la identidad del intruso, le permite ingresar para que deposite el delivery entre sus brazos, marchándose luego de recibir su pago.
Sobre la mesa del comedor se halla mi bolso, el cual rebusco hasta toparme con la billetera y separar varios billetes para pagar una porción del importe de la cena.
“Dividamos los costos de la comida entre los dos, ¿te parece?”- debato, tendiéndole el dinero para así compensar la mitad de su perdida.
“Pero no, nena, ¡guarda eso! Te invito yo”- rechaza tajante al ignorar mi ofrenda, con juguetona indignación en sus facciones.
Más allá de mi recurrente insistencia, rechaza contundentemente todos mis intentos de devolverle la plata, escudándose en excusas absurdas. Una cálida sensación se apodera de mí ante su caballeroso gesto, traduciéndose en atontados vistazos en su dirección, mientras sigo cada uno de sus movimientos al sacar el par de copas de una alacena.
“Pedí pizza de ese bar que te gusta”- comienza a explicar, aun movilizándose para descorchar el vino- “la de pepperoni sigue siendo tu favorita, ¿verdad?”
Un solo paso, no fue demasiado, pero dijo suficiente.
Silencio. Silencio desgarrador y sepulcral a mi alrededor, petrificando el aire a su paso.
“¿Te acordaste?”- asevero con un hilo de voz, aunque suena más a una pregunta, reflejando mi propia inseguridad.
Mis extremidades tramitan un cosquilleo colectivo, despertándome de la anestesia que se había apoderado de mí.
“Si, obvio”- le resta importancia, sirviendo la bebida y entregándome mi copa.
Y yo entiendo lo tonto que debe sonar, pero, por un momento, me permito sentirme importante e incluso un tanto sustancial en su existencia. “Me escuchó” medito, atónita por la revelación, revolucionando todas mis ternuras dirigidas hacia él.
Mis ojos se obsesionan con su él, simplemente él y su aura dorada coronándolo como si de un halo se tratara. ¿Cómo logré tener tanta suerte?
“No me mires así, nena”- pide al devolver mi mirada, su entrecejo fruncido en concentración- “Vas a hacerme creer que los chicos tenían razón…”
Mi mueca se tiñe de confusión, no sabiendo con exactitud si se refiere a lo que yo supongo. Intento decodificar sus palabras, pero, tal vez por el prospecto de ver mi entusiasmo destrozado, me limito a repreguntar.
“¿De qué hablas, Kuku?”- atrapo mi labio inferior entre mis dientes para así detener los temblores que lo acosan.
“Ya sabes…”- se encoge de hombros, pero, al ver mi perplejidad se resigna a continuar- “Fran y Juani siempre nos cargaban con que… em, con que debíamos salir.”
Siento un hondazo envestirme de lleno y un deseo irremediable de que el mismo continúe hasta hacerme perder la conciencia.
“Ah, eso”- murmuro en voz baja, de repente completamente drenada de seguridad. Trato de difuminar mis conflictuadas preocupaciones con una risotada punzante, delatando la rigidez de mis hombros estáticos y la incomodidad en mi gesto.
¡Qué estúpida! ¿Cómo me permití alguna vez pensar que el podría sentir lo mismo que yo? Deseo tirarme al suelo y revolcarme en el bochorno que me arrima, lo suficiente para olvidarlo a él con sus grandes ojos fijos y perder la cordura a manos de la vergüenza.
“Era un chiste nada más, no deseaba hacerte sentir mal”- aclara cálidamente, rodeando la mesa hasta rozar nuestros hombros.
Es absurda la cantidad irremediables de terminaciones nerviosas que logra incendiar con solo oprimir su marco con el mío. ¡Debo frenar esta locura antes de que se me vaya de las manos!
“Claro…”- suspiro, forzando una sonrisa al tomar asiento en la silla que abuso bajo mis pálidos nudillos.
Tomando la copa entre mis palmas, la balanceo hasta verter el liquido más allá de mis labios, rezando para que el espirituoso proveniente de uva disipe su comentario furtivo.
El mayor, aún parado a mi lado, hinca sus rodillas para arrodillarse y así quedar a la altura de mis ojos.
“Ángel, lo siento si te ofendí. No era mi intención”- se disculpa, escurriendo sus dígitos entre mi cabello para plegarme un mechón tras mi oreja.
“Ya sé, Kuku… y lo prometo, ¡estoy bien!”- miento descaradamente en su cara, con las comisuras adheridas a mis tensas mejillas.
Por unos prolongados segundos- que se sienten como una eternidad- nos miramos firmemente, tratando de descifrar los pensamientos cabalgando en la cabeza opuesta. Con un afectado suspiro, se levanta del suelo para luego posicionarse en la silla contigua a la mía.
Una vez asentado en su sitio, levanta el rostro para enfrentarme y toma mis temblorosas manos entre las suyas. Inmediatamente noto su calor corporal, las asperezas desperdigadas por sus palmas, sus anillos colisionando con los míos.
“Ahora entiendo cómo mi comentario pudo haber sonado y te pido perdón por ello”- alega mientras me observa, pausando en cada pequeño lunar e imperfección.
Inhibida y un tanto cohibida ante su escrutinio, desvío mis ojos hacia un costado y muerdo mi labio inferior, aprisionándolo entre mis paletas.
“No quería hacerte mal…”- confiesa, con sus orbes ahora clavados en mis labios mordisqueándose- “Sos mi mejor amiga.”
una mueca extraña en su rostro. Pausa, luego dice “sos mi mejor amiga.” Y yo supe a que se refería, está enamorado.
Una fuerza gravitacional me empuja aún más cerca suyo; envalentonada gracias a su fijación por mi boca, empiezo a disparar la ajena sin dudarlo. Deslizo una mano por su cachete, acariciando la incipiente barba creciendo allí mientras le robo un breve pico.
Al separarme, escaneo al hombre que acabo de besar, desesperada por hallar una reacción. La confusión tiñe su cara, tiene la mandíbula presionada con fuerza y un furioso sonrojo trepando hasta su nariz. Sin perder un solo minuto más. Vuelve a unir nuestras figuras en un beso, uno real esta vez.
Sus labios en contacto con los míos consienten un hambre que venía cultivando hace meses, acelerando mi deseo de conseguir más. Mi corazón late con una velocidad alarmante, saltando implacablemente contra mi caja torácica, y agravando los temblores en todo mi cuerpo.
Una danza desenfrenada se desenlaza, dando rápido paso a una intrépida batalla por apropiarse de la ventaja que implica dominarnos mutuamente. Una de sus manos se enreda en mi melena, tirándola hacia atrás mientras su lengua se apresura en inmiscuirse en mi cavidad bucal, cepillando la propia y paseándose por toda su extensión.
El aire comienza a escasear y el ardor en nuestros pulmones nos fuerzan a dividirnos, aprovecho el breve impase para deslizar mis extremidades por sus piernas y así, sentarme a horcajadas sobre su regazo.
“¿Sabes hace cuánto deseo hacer esto?”- cuestiona, entrelazando sus dígitos por mis curvas y asentándome sobre la junción de su torso y piernas.
Bajo mío, noto un bulto que comienza a alzarse, punzando mi centro deliciosamente. Sin siquiera razonarlo, muelo mis caderas contra él, percibiendo un curso de placer recorrerme entera ante la fricción contra sus pantalones.
En un arrojo de valentía, me deshago de la blusa que flamea en mis costados, arrojándola lejos nuestro. Como si de un arreglo tácito se tratara, el argentino adjunta sus labios con mi pecho y comienza a succionar mi piel con fiereza, yo me limito a atraerlo contra mí mediante su cabellera.
“Tantas veces fantasee con esto…”- admito, sin poder evitarlo, mientras él libera mi busto del corpiño.
Levito hacia su remera, forcejeando con ella hasta deshacerla hacia las baldosas y revelar su tórax al descubierto. Recubierto de pecas difuminándose en su blancura, dudo alguna vez haber visto una imagen más hermosa.
Sosteniéndose de mis muslos, se irgue y tropieza hasta toparse con el sillón, descargándome sobre el terciopelo con una impredecible agilidad. Allí, acostada en medio de su sala de estar, centro mi atención a sus dedos desenlazando mi falda con ternura, para luego despojarme por completo de mis confinamientos.
Imitando sus movimientos, aviento mis brazos hacia su entrepierna para desabrocharlo y librarlo de sus prendas. Aceleradamente, lo desvisto hasta que nuestras desnudeces son lo único que prevalece.
“Sos hermosa”- me halaga, recorriendo cada centímetro de mi piel con delicadeza, intentando memorizarlo para siempre.
Respondo con mi agarre volando hasta su palpitante erección y acariciándola juguetonamente, con constancia hasta donde me lo permite.
“Necesito sentirte adentro mío, Kuku…”- pido, sin sentir un ápice de vergüenza ante mi explicitación.
Un gruñido escapa su garganta ante mi directiva, deshaciéndose de mi toque para posicionar su polla entre los pliegues de mi coño y comenzar a adentrarse. Sollozos son lanzados en su dirección, animándolo a ir más allá, a continuar.
“Dios, estás tan apretada”- pronuncia cuando la cabeza de su pene logra tocar mi fondo, disfrutando los espasmos que mi canal le proporcionan.
En un frenesí ocasionado por la sensibilidad que su miembro me genera, embisto mis caderas para acercar nuestros centros aún más y luego retirarme, provocando un extasiante vaivén. Los gemidos retumban en el silencio del salón, con la danza que nuestros sexos lideran al fusionarse.
“Estoy enamorado de vos, ángel, desde la primera vez que te vi”- dice al observarme con atención, aun penetrándome hacia la culminación.
Sorprendida por lo inaudito de la situación, una lagrima se cuela por mis ojos y rueda en su sendero por mi mejilla ante su confesión, una que aguardo hace meses.
Esteban la recoge, interrumpiendo su trayecto hacia mi cuello para besarme nuevamente, con renovada emoción.
Y ahora comprendes por qué perdieron la cabeza y pelearon sus batallas, y por qué yo he pasado toda mi vida tratando de ponerlo en palabras.
315 notes · View notes
einaudis · 8 months
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
(...) Cuando Susy murió en sus brazos, Nando no pudo derramar una sola lágrima, aunque nunca en su vida experimentó una sensación tan desoladora (...) A partir de entonces, con su mundo desbaratado, Nando comprendió que debía comenzar a construirlo de nuevo. Como no había vivido los primeros días de aclimatación a la montaña, lo suyo fue súbito y fulminante: "Nadie vendrá por nosotros, estamos solos". Tambaleándose, encorvado, y arrastrando los pies, salió afuera del fuselaje. Moncho Sabella lo miró sorprendido. Nando observó las montañas insondables, con rocas grises y negras incrustadas aquí y allá: "Hay que irse", balbuceó. Moncho creyó que estaba delirando. (...) (...) Nando Parrado se focalizó en una sola idea, que ya venía elaborando desde tiempo atrás: salir caminando cuanto antes (…) sentía cada vez más intensamente una imperiosa necesidad de huir del fuselaje, para acompañar a su padre. Él lo vivía como una fuga. Sabía claramente que si pensaba en todo lo que había perdido (su madre, su hermana, sus amigos) no lo lograría. Entonces decidió abroquelarse y convertirse en un animal acorralado que quiere escapar. *** (...) When Susy died in his arms, Nando could not shed a single tear, although he had never in his life experienced such a desolate feeling (...) From then on, with his world in shambles, Nando understood that he had to start building it again. As he had not lived through the first days of acclimatization to the mountain, his decision was sudden and fulminating: "Nobody will come for us, we are alone". Staggering, hunched over, and shuffling his feet, he stepped out of the fuselage. Moncho Sabella looked at him in surprise. Nando looked at the unfathomable mountains, with gray and black rocks embedded here and there. "We have to leave", he stammered. Moncho thought he was delirious. (...) (...) Nando Parrado focused on a single idea, which he had been working on for some time: to walk away as soon as possible (…) he felt more and more intensely an imperious need to flee from the fuselage, to accompany his father. He experienced it as an escape. He knew clearly that if he thought of all that he had lost (his mother, his sister, his friends), he would not make it. So he decided to buckle up and become a cornered animal that wants to escape. LA SOCIEDAD DE LA NIEVE (2008) - PABLO VIERCI
Hay varias razones que me motivaron o me influyeron para preparar mi huida con tanta angustia y premura. Yo podía ver el guión de la película completa, y sabía que más tarde o más temprano se terminarían los cuerpos y tendríamos que usar el de mi madre y mi hermana. Imposible. Había que huir antes que eso sucediera. Después estaba mi padre, que pensó que había perdido a toda su familia en la montaña, pero como yo estaba vivo, tenía que regresar para decírselo. En una situación tan desmesurada, en lo único que podía pensar era en mi familia. No existía otro objetivo. Mi padre y mi hermana mayor eran la familia que me quedaba. *** There are several reasons that motivated or influenced me to prepare my escape with such anguish and haste. I could see the script of the completed film, and I knew that sooner or later we would run out of bodies and we would have to use my mother's and my sister's. Impossible. We had to run away before that happened. Then there was my father, who thought he had lost his whole family on the mountain, but since I was alive, I had to go back to tell him. In such an unconscionable situation, all I could think about was my family. There was no other goal. My father and my older sister were the family I had left. FERNANDO PARRADO (LA SOCIEDAD DE LA NIEVE - PABLO VIERCI (2008))
LA SOCIEDAD DE LA NIEVE | SOCIETY OF THE SNOW (2023) dir. J. A. BAYONA
240 notes · View notes
olee · 8 months
Text
Boludo | Enzo Vogrincic
Tumblr media
Para mis hispanas/hispanos: en español completito.
-
Mientras caminas por las calles de Tlaquepaque en Guadalajara, decides acudir a una pizzería llamada La Valentina. Es de noche y llevas puesto un vestido negro hecho a mano, te sientes supercómoda y segura de ti misma. El mesero te pregunta si quieres ir a una mesa o al bar, y le dices que prefieres el bar. Al llegar, te sientas y le pides al bartender un Moscow Mule. Lo tomas tranquila y feliz, entablas una conversación con él, y le cuentas que eres de (tu país) con una gran sonrisa.
A medida que pasa el tiempo, te das cuenta de que el bartender está muy ocupado. Miras a tu alrededor y ves a tres chicos guapos, pero hay uno en particular que llama más tu atención. Te das cuenta de que no son mexicanos; tienen un acento argentino. Sin embargo, el chico que estás mirando tiene un acento muy peculiar.
Sigues disfrutando de tu trago, y el chico se acerca a ti, diciendo: "Disculpa, eh... es que mis amigos me retaron a que te hablara, porque te ves hermosa y, en realidad, no sé cómo hablarte. Ah... ¿te apetece un trago en la terraza y una pizza? Veo que no has ingerido ningún alimento", dice con timidez.
Sonríes y le respondes, repitiendo sus palabras: " 'No has ingerido ningún alimento', suena muy formal, ¿no? Es que cuando estás tomando un trago, la comida va al final, like the end," dices, terminando en inglés.
"Bueno... arrancamos con un traguito, supongo que eso es un Moscow Mule, y al final nos mandamos una pizza," dice con un toque coqueto.
"¡Vale! Nos vamos pa' la terraza y charlamos," le dices, esbozando una sonrisa pícara.
Cuando suben las escaleras hacia la terraza de La Valentina, te quedas asombrada al contemplar el paisaje nocturno, con una iglesia colonial antigua como telón de fondo y las coloridas calles de Tlaquepaque. Las luces de la terraza crean un ambiente relajante y romántico, y a tu lado está el chico, y comienzas a admirarlo. Sus ojos tienen un toque de caramelo, pero debido a la oscuridad de la noche, se ven intensamente cafés puya. Su nariz es prominente, al estilo de Adam Driver, y su piel tiene un tono moreno, como café con un toque de leche. Alto y hermoso. Era simplemente perfecto.
Entonces, él te mira y se presenta diciendo: "Che, creo que debería presentarme. Soy Enzo, de Montevideo. Resulta que acabo de laburar en una película, o mejor dicho, soy actor, y..."
Sin embargo, lo interrumpes diciendo sorprendentemente: "¡Oh! Con razón ese acento. Me preguntaba de dónde eras. Anyway, me llamo (tu nombre) y soy de (tu país), pero llevo casi toda una vida viviendo en los Estados Unidos".
"Y... ¿por qué estás aquí?" él dice intrigado.
"Amo viajar, y la verdad es que no soy tan amante de Estados Unidos, así que decidí recorrer América Latina. Pronto me iré a España, ya que tengo amistades en Madrid. Quizás me quede allí y trabaje como maestra de inglés," respondes.
Enzo te mira con interés y te dice: "Me encanta que hagas eso— viajar y conocer el mundo. De verdad que sos muy afortunada. Ojalá te vea en Madrid, ya que laburo bastante por allá."
"Gracias, y tú, eres muy afortunado. Yo pienso que la actuación es un trabajo de talento y valentía," le decís orgullosamente, dejando un toque de coqueteo en tus palabras.
Mientras Enzo y tú están inmersos en una conversación sobre logros y conociéndose, entran los amigos de Enzo, visiblemente tomados. Un chico guapo y argentino le dice a Enzo: "Che, yo pensé que te habías desaparecido con la boluda," mientras otro chico le pregunta a Enzo: "Pero, ¿quién es esta chica, Enzo? Preséntela." Tú te ríes ante sus comentarios disparatados.
Enzo te mira medio avergonzado y suelta: "(Tu nombre), estos son mis amigos del alma y compatriotas, Matías, Agustín y Simón. Son más locos que una cabra en patines, pero los banco a muerte".
"Un placer," decís tímidamente, mientras Matías suelta con su típico humor: "Che, vos sos muy guapa, Enzo, me la cogiste, pero como amigo te la doy." Agustín te dice: "(Tu nombre), te dejamos a vos y a Enzo tranquilo, nosotros nos vamos para una discoteca. Enzo, me mandás un mensaje para saber que vos estás vivo. Y sí, vente chico’, que nos vamos, ciao." Todos se despiden de manera cómica y se encaminan hacia la discoteca.
Tú miras a Enzo riéndote, y él, medio avergonzado, te dice: "Los quiero, pero a veces se pasan." Tú te ríes aún más y le dices que no te preocupes. Después, Enzo te dice: "Vos tenés una sonrisa hermosa," y luego, como disculpándose, agrega: "Es que es verdad."
Después de la risueña conversación, Enzo te mira y sugiere: "¿Qué te parece si caminamos un poco por la calle? Seguro encontramos algo interesante." Asientes con entusiasmo, y juntos se aventuran por las coloridas calles de Tlaquepaque.
Enzo y tú se encuentran con unos mariachis que entonan “Y…” de Javier Solís. Sin dudarlo, Enzo te toma de la mano y te invita a bailar cómicamente en plena calle, siguiendo el ritmo apasionado de la música mexicana. Ríen y se divierten, creando un momento inolvidable mientras los mariachis continúan su serenata. La noche se llena de risas, música y la magia de ese encuentro espontáneo en las coloridas calles de Tlaquepaque.
Mientras caminan, se cruzan con una parada animada de tacos. Enzo sonríe y te propone: "(Tu nombre), ¿qué te parece si paramos acá y nos mandamos unos tacos? Y, obvio, los acompañamos con una Coronita." La idea te parece re buena, y los dos se acomodan en la parada, compartiendo risas y sabores locales.
Son las dos de la mañana y de repente llegan los tres amigos de Enzo, caminando en zigzag debido a la borrachera, y le gritan a los dos: "¡Enzoooo, boludo! ¿Nos vamos?" Enzo te mira y tú le dices: "No te preocupes, ya tienes mi número." Él te dice: "Me escribís cuando llegues a casa, y nos vemos mañana por un café, ¿vale?" Tú le respondes: "Claro, ¿cómo no?" y le das un beso, a lo cual Enzo responde profundamente. Mientras tanto, los chicos están gritando: "¡Enzoooo, ya cásate, cabrón!" La noche termina con risas, besos y la promesa de un encuentro al día siguiente.
Tumblr media
253 notes · View notes
vg-k · 5 months
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Español: No tengo mas que agradecer a cada uno de ustedes por todo el carinho que mi blog a recibido a lo largo del tiempo, apesar de mis "desapariciones" un poco recurrentes y algunos hiatus no previstos, mi blog continúa creciendo lo cual pienso que es algo um poco impresionante. Cada vez estoy más serca de cumplir mi meta de llegar a los 10k, pero mentiría si dijera que esta todo bien. Tengo miedo de que la poca motivación que me queda para seguir publicando, se vaya una vez allá alcanzado mi objetivo. Dejando de lado todas esas palabras tristes, mas una vez agradezco a todas las personitas que me apoyan. Les mando un fuerte abrazo, cuídense mucho ♡
Tumblr media
Português: Só tenho a agradecer a cada um de vocês por todo o carinho que meu blog tem recebido ao longo do tempo, apesar dos meus “desaparecimentos” um tanto recorrentes e de alguns hiatus imprevistos, meu blog continua crescendo o que me deixa um pouco surpresa. Estou cada vez mais perto de atingir minha meta de chegar aos 10k, mas estaria mentindo se dissesse que está tudo bem. Receio que a pouca motivação que me resta para continuar postandi desapareça quando eu atingir meu objetivo. Deixando de lado todas essas palavras tristes, mais uma vez agradeço a todas essas pessoas que me apoiam. Sintam-se abraçados por mim, e por favor cuidem-se ♡
English: I only have to thank each of you for all the love that my blog has received over time, despite my somewhat recurrent "disappearances" and some unforeseen hiatus, my blog continues to grow which I think is something um unimpressive. I'm getting closer to meeting my goal of reaching 10k, but I'd be lying if I said everything was fine. I'm afraid that the little motivation I have left to continue publishing will go away once I reach my goal. Leaving aside all those sad words, but once again I thank all the little people who support me. I send you a big hug, take care of yourselves ♡
(Sorry for any spelling errors)
I've been here for a long time, but I still believe that you all know very little about me, so I decided to make a small post with some things about me, so if anyone wants to know something specific, they can feel free to ask questions.
Tumblr media
FAVS ! : @gigittamic @cupcek @jenfaery @fairytopea @fairymiese @iluvrei @fuckici @jnthri @astroke @yrminji @7hyein @kurcmia @yoonitos @soulari @i06gyu @ojiito @hyelita @nekitos @archivodefresa @kisrui @seulzitos @aegsll @cott3ge @chaeneuu @poeticore @stelares @poemale @bambicito @jkghost @alfaire @dollries @yeossemble @v6que @littlobuni @flwzai @jaexiyu @obrigados @conejlito @v6mpcat @muruffin @tzulipss @nayeist @lilaquette @besosdefresiita @mimiszz @yeritos @p-oisn @tookio @gaecoo @y-vna and moreeee <3
135 notes · View notes
florinaranja · 7 months
Note
hola! podrías escribir algo con pipe inspirado en esta foto?? 🤭🤭
Tumblr media
sombras azules ; felipe otaño
pairing: felipe otaño x fem!r
summary: haces una quedada con todos tus amigos y conforme pasa el tiempo, hay algo que te ronda la cabeza: maquillar a pipe. 1.5k.
warnings: mención de alcohol?? it's just mucho fluff junto
n/a: muchas gracias por el request!! me encantó escribirlo, pipe es tan novio no puedo... also no soy muy buena narrando en segunda persona por eso he decidido darle nombre a la prota, espero q no te importe! espero que te gusteeee muchoo
Tumblr media
nerea miró a su alrededor: chicos desperdigados por el suelo jugando a las cartas, botellas de cerveza aquí y allá, las risas llenando el ambiente… el panorama normal de los sábados por la noche. lo único malo es que hoy tocaba juntarse en su casa, así que le tocaría limpiar por la mañana.
de todas formas, no le podría importar menos. se encontraba frente al sofá, sentada con las piernas estiradas en el suelo y la cabeza levemente tirada hacia atrás en el regazo de su amigo juani, quien intentaba hacerle trenzas. lo observó, todo lo que su posición le permitía, y sonrió. desde que se peleó con un tal "juanicar" en twitter por qué disco de one direction era el mejor de todos, habían sido inseparables. al contrario que juani, ella era más retraída, de esas que tuvieron solo dos amigos a lo largo de todo el instituto, por lo que las presentaciones no tardaron en llegar y pronto, nerea se había visto envuelta en un grupo de amigos enorme, donde todo era cariño y apoyo. así que sí, podría limpiar cientos de destrozos si eso suponía pasar un par de horas con ellos. 
apartó su vista de juani para fijarse en los jóvenes que tenía frente a ella jugando al blackjack entre los vitoreos de los ganadores y los gritos de los perdedores. se quedó mirando la ronda, le gustaría decir que su interés estaba en las cartas, pero estaría mintiendo. sus ojos delimitaban su perfil, sus brazos y sus dedos en movimiento mientras barajaba las cartas. no podía apartar la vista de él. 
felipe fue uno de los primeros que juani le presentó y el sentimiento que sintió al verlo la primera vez solo había hecho más que crecer. eran buenos amigos, eso estaba claro. pero había ocasiones en las que nerea no podía evitar pensar que había algo más, que ella no era la única que sentía esa tensión abrumadora. y en otras ocasiones solo decía que estaba imaginando demasiado. 
blas se levantó refunfuñando del suelo después de haber perdido todas las partidas que habían jugado. se dirigía a la cocina, una oportunidad perfecta para coger ella misma otra cerveza. se despidió de la comodidad de la alfombra y se encontró con blas, ya rebuscando en el frigo. 
—¿me pasas una? —blas le alcanzó una al tiempo que abría la suya. ambos se quedaron en la cocina, apoyados en la encimera, con la cerveza enfriándoles las manos. 
—seguro que esos idiotas me están haciendo trampas. ¡es imposible que no haya ganado ni una! ni una nerea. 
la chica rio contentilla a pesar de que lo que había dicho su amigo no tenía nada de gracioso. era consciente de que las cervezas comenzaban a subírsele un poco, pero los mejores momentos siempre llegaban entrada la noche y con unas birras de más.
—vamos, no te puedes estar enfadando por eso. sí que cumples con ser el más pequeño del grupo —se acercó a él y le agarró de la mejilla cariñosamente. 
—oye, tienes unas pestañas super largas… tengo una idea. ¿me dejarías maquillarte? 
blas la miró por unos segundos. estaba sonriente, con las mejillas rojas por el calor y el alcohol. era incapaz de decirle que no.
—como tú quieras.
—¡gracias, blas! eres el mejor.
nerea se tiró a abrazarlo, siendo correspondida al instante. otra idea le comenzaba a rondar la mente.
—vamos. 
cogió de la mano al chico y se dirigieron de nuevo al salón. al girarse tan rápido, todo le dio vueltas por un momento, pero nada demasiado grave. se plantó delante de los chicos y sonrió.
—he estado hablando con blas y se me ha ocurrido que para animar este juego de hombres un poco, voy a maquillar al que pierda de cada ronda. así practico, que no puedo estar viendo tutoriales para siempre.
—ay, amo. ¡yo estoy dentro! —fran fue el primero en aceptar y los otros no iban a ser menos. 
por un momento, los ojos de nerea se encontraron con los de felipe y un sentimiento se le instaló en el pecho. 
—vas a cansarte de pintar a blas, entonces. 
y con esas palabras empezaron un nuevo juego. de los cinco que estaban jugando ya había maquillado a todos, incluso más de una vez a cierto chico de pelo rizado, excepto a uno. pipe parecía ser inalcanzable incluso en el juego estúpido que se le había ocurrido a nerea. 
—¿puedo jugar una partida? —todos los chicos la miraron desprevenidos por la petición.
—claro gordis, te cedo mi puesto.
—¿sabes jugar? 
—si no supiera jugar no habría dicho nada, ¿no? —por detrás suyo oyó a juani soltar un "uh" a lo que rio.
miró determinada a pipe mientras repartía. confiaba en que lo que su abuelo le había enseñado siguiera en algún rincón de su mente.
en cuanto comenzó la ronda supo que iba a ser imposible que ganara, era un hecho. y en el momento final, los resultados sorprendieron a todos los de la mesa: nerea había ganado.
—¿¡cómo lo hiciste?!
blas no cabía en su asombro, pero nerea solo tenía su atención puesta en pipe, que la miraba con una sonrisa ladeada. ella le respondió con otra, mientras se levantaba (con un leve tambaleo) y le señalaba divertida.
—para ti tengo algo reservado, ve preparándote.
nerea fue casi corriendo al baño para buscar la paleta que tenía en mente, la que siempre que veía le recordaba a él. cuando volvió no quedaba nadie jugando a las cartas y pipe estaba acostado en su sofá, ocupándolo entero él solo. tenía los ojos cerrados y su pecho subía pausadamente. solo podía pensar en lo mucho que le gustaría poder ver una estampa así todos los días.
sin embargo, no podía fantasear. le dio en la mejilla suavemente y felipe abrió un ojo para mirarla. —no te creas que haciéndote el dormido te vas a librar.
—nunca pensaría en hacer eso. 
la chica sintió que se acolaraba. deberían prohibirle sonreír de la manera en que lo hace. —tienes que levantarte si quieres que empiece. 
pipe se llevó las manos a los ojos mientras suspiraba. —estoy cansado… 
nerea lo miró seria. aunque dijera que no, parecía que estaba luchando para no tener que ser maquillado. pero, para su desgracia, nerea no lo iba a dejar ir tan fácilmente. 
la joven dio la vuelta al sofá y sin pensarlo demasiado, se subió sobre el regazo del chico. felipe abrió los ojos asombrado, mientras nerea se acercaba a él con la sombra preparada. 
—cada vez que veo esta sombra me recuerda a ti. se parece al azul de tus ojos, aunque no llega a ser tan bonita. siempre me he preguntado cómo te quedaría… —mientras hablaba, cogió el color y lo llevó al párpado del chico.
estaba muy cerca de él, lo más que había estado desde que lo conocía. le temblaban las manos y tenía el estómago en la garganta, parece que el alcohol había decidido apagar su efecto. 
una vez terminó con el primer ojo, volvió a encontrarse con los ojos de pipe. no había dicho nada desde que había empezado, lo que no ayudaba a los nervios que crecían en nerea. su mano, grande y tersa, se posó sobre una de las piernas de la joven. perdió el aliento por un momento. intentó hacer como si nada y siguió con el otro ojo. cuando su trabajo estaba listo, se quedó anonadada. 
—estás guapísimo… —pipe rio complacido. rápidamente, nerea sacó su móvil y le echó una foto—. vas a ser mi nuevo fondo de pantalla, que lo sepas. 
—¿ya estoy listo? 
la última idea de la noche le pasó por la cabeza, era ahora o nunca. —me falta una cosa más —alcanzó un pintalabios y se lo aplicó bajo la atenta mirada de pipe—, el toque final. 
nerea llevó sus manos a ambos lados del rostro pecoso de pipe y rápidamente juntó sus labios con los de él: un choque anhelado. se olvidó dónde estaba, de lo que podría pasar después y solo se dejó llevar. el beso fue correspondido al instante, casi con tanta necesidad como la de la chica. cuando se separó vio que su plan había funcionado, aunque el resultado había sido un poco más desastroso de lo esperado. 
pipe tenía la mayor parte de sus labios de un color rojo apagado al igual que el contorno de estos, pero también tenía pintada en la cara una sonrisa boba. 
—me dejaría ganar mil veces más para repetir esto. 
nerea abrió la boca afectada. —lo sabía.
—¡hey, chicos! —ambos jóvenes se giraron ante la llamada, encontrándose con el flash de la cámara de juani. —¡un aplauso por esta pareja que está enamorada!
236 notes · View notes
jazzer707 · 3 months
Text
Los Efectos Negativos del Consumo de Cannabis o Marihuana
La marihuana, a menudo percibida como una sustancia benigna o incluso beneficiosa, tiene un lado oscuro que con frecuencia se pasa por alto. Si bien su uso con fines medicinales y recreativos ha ganado una amplia aceptación, no se pueden ignorar los efectos negativos del consumo de marihuana.
Tumblr media
Introducción
La legalización de la marihuana en varias regiones ha llevado a un aumento en su uso. Si bien los defensores argumentan a favor de sus beneficios medicinales y placer recreativo, es crucial examinar los efectos negativos menos publicitados del consumo de marihuana. Estos efectos van desde deficiencias físicas inmediatas hasta trastornos psicológicos a largo plazo, que afectan a las personas y a la sociedad en general.
Entendiendo los Efectos Negativos de la Marihuana
El consumo de marihuana, particularmente cuando es habitual, se ha relacionado con varios resultados negativos. Estos van desde deficiencias cognitivas hasta problemas respiratorios, con diversos grados de gravedad según la frecuencia y la cantidad de consumo.
Impacto en la salud mental
Una de las preocupaciones más importantes con respecto al consumo de marihuana es su impacto en la salud mental. Los estudios han demostrado que el consumo regular puede provocar una serie de problemas psicológicos, como ansiedad, depresión y psicosis. El riesgo es particularmente alto entre las personas que comienzan a consumir marihuana a una edad temprana.
Deterioro cognitivo y pérdida de memoria
La marihuana afecta la capacidad del cerebro para funcionar correctamente. Uno de los efectos más notables es el deterioro cognitivo. Los usuarios a menudo experimentan dificultades con la memoria, la atención y las habilidades para resolver problemas. Estos déficits cognitivos pueden persistir mucho después de que los efectos agudos de la droga hayan desaparecido.
Aumento de la ansiedad y la depresión
Si bien la marihuana a veces se usa para automedicarse para la ansiedad y la depresión, en realidad puede exacerbar estas afecciones a largo plazo. Los consumidores habituales pueden encontrar que sus síntomas empeoran con el tiempo, lo que lleva a un círculo vicioso de aumento del consumo y deterioro de la salud mental.
Riesgo de psicosis
El consumo excesivo de marihuana se ha relacionado con un mayor riesgo de psicosis, particularmente en personas con predisposición a trastornos de salud mental. La psicosis puede manifestarse como alucinaciones, delirios y desconexión de la realidad, lo que supone un grave riesgo para el bienestar y la seguridad del individuo.
Consecuencias para la salud física
Además de sus efectos en la salud mental, la marihuana también presenta varios riesgos para la salud física. Estos incluyen problemas respiratorios, problemas cardiovasculares y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Problemas respiratorios
Fumar marihuana puede dañar el sistema respiratorio, lo que provoca bronquitis crónica y otras afecciones pulmonares. El humo de la marihuana contiene muchas de las mismas sustancias químicas nocivas que el humo del tabaco, que pueden irritar los pulmones y provocar problemas de salud a largo plazo.
Riesgos cardiovasculares
El consumo de marihuana también puede afectar al sistema cardiovascular. Puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que pone a los usuarios en riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, especialmente si tienen afecciones cardíacas preexistentes.
Riesgos de cáncer
Aunque la investigación aún está en curso, algunos estudios sugieren que el consumo de marihuana a largo plazo puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Esto es particularmente cierto para los cánceres del tracto respiratorio, ya que la inhalación de humo introduce sustancias cancerígenas en el cuerpo.
Efectos en el rendimiento social y académico
Los efectos negativos de la marihuana se extienden más allá de la salud individual, impactando en las relaciones sociales y el rendimiento académico u ocupacional.
Disminución del rendimiento académico y ocupacional
Los estudiantes y profesionales que consumen marihuana con regularidad pueden experimentar una disminución en el rendimiento. Los deterioros cognitivos y los problemas motivacionales pueden conducir a malos resultados académicos y a una reducción de la productividad en el trabajo.
Aislamiento social
El consumo regular de marihuana puede conducir al aislamiento social. Los usuarios pueden retirarse de las actividades y relaciones sociales, prefiriendo pasar tiempo a solas o con otras personas que consumen la droga. Este aislamiento puede contribuir al empeoramiento de las condiciones de salud mental y afianzar aún más la dependencia de las drogas.
Consecuencias legales y financieras
A pesar de la legalización en algunas áreas, el consumo de marihuana aún puede conducir a problemas legales y financieros. Los usuarios pueden enfrentar sanciones por poseer, distribuir o usar marihuana en regiones donde sigue siendo ilegal.
Conclusión
Si bien la marihuana ha ganado popularidad por sus supuestos beneficios, es crucial reconocer y comprender los efectos negativos del consumo de marihuana. Desde problemas de salud mental hasta dolencias físicas y consecuencias sociales, los riesgos asociados con el consumo de marihuana son significativos y multifacéticos. La concientización y la educación son clave para mitigar estos riesgos y tomar decisiones informadas sobre el consumo de marihuana.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los efectos a corto plazo del consumo de marihuana?
Los efectos a corto plazo incluyen deterioro de la memoria, alteración del juicio y problemas de coordinación, que pueden provocar accidentes y lesiones.
¿Puede el consumo de marihuana conducir a la adicción?
Sí, la marihuana puede ser adictiva, especialmente con el uso regular. Se puede desarrollar dependencia, lo que lleva a síntomas de abstinencia y dificultad para dejar de fumar.
¿Es seguro el consumo de marihuana para los adolescentes?
No, los adolescentes son particularmente vulnerables a los efectos negativos de la marihuana, incluido el deterioro cognitivo y un mayor riesgo de trastornos de salud mental.
¿Cómo afecta la marihuana a la capacidad de conducir?
La marihuana afecta la coordinación motora, el tiempo de reacción y el juicio, lo que aumenta significativamente el riesgo de accidentes mientras se conduce.
¿Existe algún riesgo para la salud física a largo plazo asociado con el consumo de marihuana?
Sí, el uso a largo plazo puede provocar problemas respiratorios, problemas cardiovasculares y un posible aumento del riesgo de cáncer.
¿Cuáles son las implicaciones legales del consumo de marihuana?
Las implicaciones legales varían según la región. En áreas donde la marihuana sigue siendo ilegal, los usuarios pueden enfrentar multas, encarcelamiento y antecedentes penales.
AlterNativa Centro de Tratamiento para las Adicciones 2150 SW 13th Ave. Miami, FL 33145 (786) 536-7525
75 notes · View notes
neuroconflictos · 5 months
Text
El universo es inevitable,
Es el tiempo y su eternidad
Es un juego de átomos
Que colisionan y mutan en la vastedad.
El carbono es la magia de la vida
Y de nuestra aparición el polvo estelar.
Somos pinceladas en millones de astros
que en años luz de distancia surgieron,
y en nosotros han vuelto a brillar.
Es el cosmos viéndose a sí mismo
En semejanza y similitud
Nuestra existencia se remonta, solo a un milagro en un sistema solar.
Yacemos en la estructura del tiempo, buscándole el todo a su complejidad
son sus ramificaciones que unen, lo efímero con la eternidad.
¿Regresaremos a dónde la realidad fue creada?
En aquel instante
cuando surgió el Big Bang.
la vida forjó su destino, ya sea aquí, en una microscópica vida unicelular o en animales pensantes y sintientes como toda la humanidad.
¿Qué tan probable es que en una galaxia olvidada por el calor de su estrella la magia del nacimiento no llegó a suceder?
El universo es la razón a lo inexplorado, es saciar nuestra curiosidad, la cabida a todo lo posible, lo ambiguo y que radica más allá.
¿Podremos ser, y hallar nuestro proceder? ¿Encontrarnos a nosotros mismos, unos a otros y a quienes amamos alguna vez?
Peregrino:
84 notes · View notes
oinorinoyaiba · 3 months
Text
¡E-Espere, señor! El Doctor aún no le ha dado el alta, no se puede levantar así como así.... La pobre enfermera intenta detener a Miyabi, sin atreverse a tocarle. Su próxima visita es mañana, solo ha pasado una semana desde su operación, no le hemos ni quitado los puntos...
... Él consigue sentarse en la cama con un brazo, tiene el otro escayolado y colgando de su cuello, tiene vendas y refuerzos en su costado derecho y un enorme parche en la frente. No puedo perder el tiempo aquí.
Se pone finalmente de pie, en las piernas no ha tenido más que contusiones así que realmente no hay nada que se lo impida... Más allá del dolor en su torso. Si puedo andar, puedo irme.
La chica entra en pánico, ningún ser humano normal podría tenderse en pie ahora mismo y mucho menos tener ganas de ello, así que sale de la habitación a buscar ayuda.
Se acerca a la cama de @demon-fist-sixth-gen Oi... Vámonos.
#rp
75 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 18 days
Text
(Des)Horas - Matías Recalt
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
+18! MeanDom!Mati. Un poco de Brat!Reader, biting, CM/NF, (posible) dacrifilia, marking, sexo sin protección (kind of/mención de anticonceptivos orales), spanking, spitting, spit kink, breve aftercare, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
Y cuento las horas Que no pasé a tu lado Son como hojas de un papel En blanco
El tren avanzaba con un suave balanceo sobre los rieles mientras observabas la forma en que el mundo exterior comenzaba a despertar.
El cielo todavía era de unos pálidos tonos grises y azules cuando en el horizonte vislumbraste los primeros rayos de sol, los cuales comenzaron a cegarte una vez que el vidrio empañado por el frío de la madrugada se despejó.
Los árboles bordeando las vías y las siluetas lejanas de algún pueblo eran una constante promesa de serenidad que hacía que tus músculos se relajaran, por no mencionar el ruido mental ahora nulo.
Contabas en voz baja cada camino de tierra serpenteante, los destellos de agua aquí y allá, las suaves colinas cada vez más pronunciadas.
-Veo, veo.
Parpadeaste rápidamente.
-¿Qué ves? - preguntaste sin dejar de admirar el paisaje.
-Alguien con cara de culo.
Volteaste para centrar tu atención en Matías, sentado frente a vos, sosteniendo su teléfono en una mano y el termo en la otra. Estaba concentrado en la pantalla, en lo que fuera que estuviera viendo allí, pero de todas formas se tomó el tan arduo trabajo de apreciar tu semblante para molestarte.
-Tengo sueño- explicaste, pasándole el mate que sostenías hacía siglos-. Y me colgué.
-Me di cuenta- dijo y arrojó el teléfono sobre su regazo-. Falta poco.
-Mentiroso.
Una advertencia cruzó su mirada, pero su postura permaneció igual de desenfadada y mientras jugaba con la bombilla del mate (curioso, pensaste, porque siempre te decía que no hicieras eso) examinó el resto del vagón vacío.
Llevaban horas sentados en la misma posición y el cielo, estrellado e iluminándose cada vez más con el correr del tiempo, era la única compañía.
-¿Querés dormir? Te despierto antes de llegar- ofreció mientras hacía lugar en el asiento disponible con lo que él creyó era el mayor disimulo.
Te divirtió recordar su audible protesta cuando ocupaste el asiento frente a él y la sutil sugerencia que te hizo sobre tomar su lugar: esto le habría permitido estar a tu lado sin delatar sus deseos, pero sabés que también le gusta estar junto a la ventana y por eso la rechazaste. Te pareció tentador dormir sobre su regazo o en su hombro, pero también molestarlo.
-Bueno.
Mientras recogía sus cosas para hacerlas a un lado, con una sonrisa de satisfacción que intentaba ocultar, buscaste una posición más cómoda en tu lugar y cerraste los ojos. Luego de unos instantes de tenso silencio volviste a abrirlos para encontrarte con su cara de molestia y sus ojos fijos en la pantalla del dispositivo nuevamente.
Una risa escapó de tu boca.
-Sos una boluda.
-No te enojes, tonto- estiraste una pierna y tocaste con tu pie descalzo su rodilla-. Vos siempre me hacés lo mismo y yo no me enojo.
-Es diferente.
Capturó tu pie y comenzó a masajearlo distraídamente.
-¿Qué vamos a hacer cuando lleguemos?
-Vos, dormir.
-¿Y vos?
-No sé.
Ignoraste su intento de despertar tu curiosidad y obligarte a preguntar. Él continuó con el masaje en silencio, procurando ayudarte a relajarte porque sabía que necesitabas dormir –consciente de los días que llevabas sin pegar ojo–, fingiendo abstraerse en el paisaje del otro lado de la ventana y en los asientos sin dueño.
El silencio del ambiente y sus manos sobre tu piel eran como un somnífero y tus ojos se cerraban en contra de tu voluntad una y otra vez, tu cabeza caía repentinamente en más de una ocasión y él reía en silencio cuando te veía despertar sobresaltada. No recordaba cuándo fue la última vez que te vio batallar tanto para mantenerte despierta.
-Vení acá, dale.
El tono de su voz era firme y notaste un deje de preocupación que rara vez te permitía oír. Dejaste en tu asiento tu mochila y tu teléfono, como si existiera la mínima posibilidad de que alguien fuera a ocuparlo por accidente en caso de estar vacío, y cuando te sentaste a su lado tu cuerpo se mantuvo tan cerca del suyo como era posible.
-Despertame antes de llegar- le recordaste-, no quiero olvidarme nada.
Besaste su mejilla y cuando te recostaste sobre su hombro él besó tu cabello. Los minutos pasaron y Matías podía sentir la manera en que te relajabas, oír tu respiración ralentizándose y sentir la tensión abandonando tus dedos, cerrados débilmente sobre su brazo, pero sabía que aún estabas muy despierta y que probablemente no fueras a dormir en lo absoluto.
-¿Escuchamos música?- propusiste cuando ya llevabas varios kilómetros recostada en su hombro. El cielo vestía ahora con tonos rosados y los girasoles cobraban vida nuevamente-. ¿Mati...?
Estaba dormido.
Cuando te reincorporaste, lentamente y cuidando no despertarlo, permaneciste en tu lugar para contemplar su perfil. Mientras dormía juraste que podía ser un ángel, alguien diferente, sereno y desprovisto de sarcasmo, pero no estabas segura de querer que fuera así... Porque también era un ángel cuando te ordenó ponerte de pie cada dos horas -molestándose porque intentaste negarte y amenazando con castigarte- para recorrer el vagón.
La primera vez que preguntaste, cuando te hizo dejar tu asiento durante un vuelo, la única explicación que recibiste fue algo entre las líneas de “las pastillas”. No comprendiste qué intentaba decir y cuando te inclinaste hacia él para preguntar, argumentando que te sentías perfectamente bien, su respuesta fue:
-Porque yo lo digo. Punto.
Más tarde ese mismo día, en uno de esos escasos momentos en los que expresa verbalmente los motivos que lo preocupan, explicó que intentaba asegurarse de que no sufrieras una trombosis. Intentaste no reír por su expresión de horror y besaste su mejilla, conmovida por un detalle tan pequeño pero valioso, mientras él –avergonzado– intentaba apartarte.
Volviste a recostarte sobre su hombro, todavía recordando ese momento. No dormiste.
Horas más tarde llegaron a destino y se registraron en el hotel que Matías escogió sin comentarte los detalles. Mientras él se encargaba del papeleo vos te perdiste observando los cuadros expuestos en el salón principal, leyendo las inscripciones que los acompañaban, memorizando a través de las ventanas los detalles en el interminable y vacío jardín.
Durante el desayuno, con sus teléfonos apagados y olvidados intencionalmente en la habitación, te prohibió tomar café. Intentaste confiar en él y no protestar porque, después de todo y sin importar sus métodos, Matías sabe qué es lo mejor para vos... pero tu rostro te traicionó.
-¿Qué te pasa?- preguntó mientras sorbía de su taza.
-¿Por qué no puedo?
-Quiero que duermas bien esta noche.
-Son las diez de la mañana, Matías.
-¿Y…? Te conozco.
Escogiste morderte la lengua en lugar de argumentar en su contra y en tu mente se sucedieron las imágenes de los últimos días: café o una bebida energizante por la mañana, cerca de media tarde y también cuando el reloj marcaba las siete. Matías se aseguró de vigilarte, pero cualquier mínima oportunidad que tenías, la tomabas. Literalmente.
Tu novio dejó pasar tus contestaciones malhumoradas y tus expresiones de molestia, consciente del efecto de la falta de descanso, esforzándose por distraerte con las actividades del lugar y arrastrándote con él para una larga caminata. Si conseguía agotarte lo suficiente para que tomaras una siesta, su plan podría considerarse un éxito.
Estaba convencido de que lo había logrado hasta que salió de la ducha cerca de las cinco. Encontró la habitación vacía, la cama fría como evidencia de que te habías marchado hacía tiempo –y en absoluto silencio, tenía que reconocer tu habilidad-; depositó sobre la pequeña mesa de noche el vaso donde colocaron las flores que recogiste mientras caminaban, ahora colmado con agua, y abandonó la habitación.
Te sorprendió en el jardín, ocupando una de las mesas más lejanas y tecleando rápidamente sobre la pantalla de tu celular, en trance. Sobre el cristal descansaba una taza y Matías supo de inmediato que contenía restos de café. Tomó aire antes de recorrer la distancia que los separaba y carraspear para llamar tu atención.
-¿Qué?- preguntaste con fingida inocencia.
-¿Qué hacés?
-Nada.
Fue su turno de morderse la lengua.
-¿Estaba rico el café?
-Re.
Volteó para corroborar que nadie estuviera cerca.
-Escuchame una cosa- dijo mientras tiraba de tu cabello para obligarte a mirarlo-. ¿Yo no te dije que…?
-Tenía sueño.
Tiró más fuerte y evitaste quejarte. No querías darle la satisfacción.
-¿Y por qué no te quedaste durmiendo?
-No podía.
Te soltó bruscamente y tomó tu teléfono. Permaneciste en silencio sólo por la amenaza que dejaron entrever sus ojos, en el brillo de sus pupilas la promesa de una noche interminable, pero aún así resultaba tentadora la idea de seguir provocándolo, exigirle que te entregara tu teléfono, enloquecerlo en frente de otras personas, hacer que centrara toda su atención en vos.
Qué bueno que no lo hiciste, pensás ahora, porque no creés soportar más que esto.
En algún momento dejaste de contar las nalgadas, perdida en un mar de lágrimas y súplicas, pero Matías encontró una solución rápida y eficiente para no tener que escuchar tus lamentos: te despojó de tu ropa interior, que ya relucía con las gotas de tu excitación, para luego introducirla en tu boca.
De vez en cuando finge sentir compasión y sus manos se deslizan, con cariño y cuidado, sobre tu piel ya sensible; luego de unos segundos recuerda el café, la manera en que le faltaste el respeto desafiando su autoridad, ignorando y arruinando sus intentos de cuidarte, y reemplaza las suaves yemas de sus dedos con sus uñas no tan cortas para hacerte llorar.
Ignora tu cuerpo tiritando sobre su regazo y continúa sosteniendo tus muñecas contra tu espalda, empleando más fuerza de la necesaria. No le preocupa que te resulte doloroso, obvio, porque no le importa provocarte dolor y la prueba de ello son también los golpes en la parte posterior de tus muslos. Es una zona que procura evitar, consciente de cuánto cuidado necesitará posteriormente, pero…
-Cómo te gusta romperme las pelotas- reclama-. Siempre lo mismo con vos.
Por fin suelta tus muñecas, regocijándose con un último golpe que impacta entre tus muslos, para luego manipular tu cuerpo de manera brusca y arrojarte sobre el colchón. El impacto te hace quejarte y retirás la prenda de tu boca, sin ser consciente de lo excitante que es para tu novio ver que esta está empapada con tu saliva.
Las lágrimas se deslizan por tus mejillas como un río y caen directamente sobre las sábanas cuando las mordés, esforzándote inútilmente por soportar el ardor que recorre todas las zonas que Matías marcó sin consideración. Escuchás el lejano sonido de su ropa y suspirás, pero el alivio es fugaz porque pronto lo sentís sentándose sobre tus muslos.
Aún lleva puesto el pantalón y el material reaviva el fuego en tu piel.
-Calladita- ordena.
Tomás aire y reprimís un gemido cuando desliza su punta entre tus pliegues húmedos, presionando sobre tu entrada por unos pocos segundos, como una advertencia, para luego enterrarse en tu cuerpo con una estocada que te corta la respiración. Golpeás el colchón con tu puño y sentís su respiración golpear tu oreja cuando ríe, encantando con tu reacción.
La piel sensible de tus muslos arde tanto o más que tu entrada y tu interior estrecho –no importa, tu cuerpo siempre hace lugar para él- o tus ojos.
Matías te concede un momento, probablemente para cerciorarse de que podés con esto, pero pronto se deja caer sobre tu espalda y te sorprende con movimientos profundos y un ritmo que pretende torturarte más que otorgarle placer.
Es un castigo, lo sabés en cuerpo y alma, pero junto con tus lágrimas se escapan también un sinfín de gemidos. Su miembro llenándote por completo hace desaparecer el recuerdo de todas las noches que pasaste intentando satisfacer tu necesidad con tus dedos o con los diferentes e inútiles juguetes que sólo lograron frustrarte más.
Gemís su nombre una y otra vez y él muerde tu cuello. Tus paredes se contraen en torno a su miembro y su ritmo se vuelve irregular, jadea contra tu piel antes de liberarte y besar tu cabello entre suspiros; es algo que normalmente evitaría, siempre reacio a demostrarte cuánto poder tenés sobre él, pero todo el tiempo que pasaron lejos del otro también pesa sobre sus hombros.
Jurás que podés sentir las venas que recorren su extensión y la casi inexistente curva que provoca que roce tu punto dulce de manera constante. Intentás contenerte, fingir que todavía no delataste cuánto lo estás disfrutando, porque sabés que en cualquier momento podría retomar la sesión de spanking sin importarle cuánto necesita utilizar tu cuerpo. O peor.
Sus movimientos son lentos pero profundos, su punta besando tu cérvix y estimulándote sin más esfuerzo. Y aún así no es suficiente. Matías percibe la histeria, el hartazgo y tu impaciencia, todo con sólo observar la forma en que mantenés los ojos fijos sobre la pared frente a ambos.
Sabe que intentás sacar ventaja de la situación en lugar de empeorarla. También sabe que no podés. Sos más débil que él.
-Mati…
-No, callate.
-Pero…
-¿Qué?- pregunta casi en un grito-. ¿Qué querés?
Escondés tu rostro entre las sábanas y gemís.
-Más- suplicás moviendo tus caderas. Cuando rodea tu cuello con su brazo agregás:- Ya sé que estás enojado, pero…
Su mano impacta contra tu mejilla y te obliga a mirarlo. Ejerce presión hasta que tus labios se separan en contra de tu voluntad y sin pensarlo dos veces escupe en tu boca, sin permitirte tragar y disfrutando ver cómo parte de su saliva cae por la comisura de tus labios hasta tu mentón. Cerrás los ojos y sacude tu rostro con fuerza. Su miembro palpita en tu calidez.
-Sólo por esta vez.
Abrís los ojos, desconcertada, pero comprendés el porqué de su generosidad en cuanto abandona tu interior y se arroja de espaldas contra las almohadas.
Señala su regazo, invitándote, tentándote con su erección que brilla y gotea con la excitación de los dos –manchando su ropa de una forma que te hace morderte el labio-, pero no podés evitar mirarlo con recelo porque sabés cuánto va a doler.
-Elegí- dice sin dejar de mirarte a los ojos-. Esto o…
Dirige la mirada hacia las cuerdas que dejó junto a tus flores. No, negás rápidamente.
Toma tu cintura cuando te posicionás sobre él y sonríe (arrogante, hermoso, insoportable) mientras sigue tus manos temblorosas guiándolo hacia tu entrada. Te dejás caer hasta que su miembro desaparece casi por completo en tu interior y buscás apoyo en su pecho desnudo, el ritmo de tus caderas creciendo gradualmente.
Arroja la cabeza hacia atrás y sus uñas se clavan en tu piel.
El orgullo que llena tu pecho no es suficiente para olvidar el maltrato sufrido bajo sus manos y tus sollozos resuenan en la habitación junto con los obscenos sonidos de humedad provocados por sus cuerpos allí donde se unen. En otro momento un castigo sensorial sería la peor de las condenadas pero, después de semanas sin verse, te parece la mejor recompensa.
El placer nublando tu juicio no te permite saber que estás llorando y tampoco te deja ser consciente de la fuerza con la que te movés sobre Matías. Sólo sabés que se siente muy bien y lo repetís un centenar de veces, rogando porque él comprenda lo que intentás comunicar cuando tus palabras se cortan por tu respiración desesperada y errática.
El vaivén de tus pechos llama su atención y se felicita mentalmente por haberte despojado de toda tu ropa, -tu cuerpo desnudo resaltando todavía más tu vulnerabilidad y entrega- complacido por la facilidad con la que le permitís tomar el control. Ojalá eso bastara para perdonarte por desobedecerlo, ¿no?
-¡No!- te quejás cuando su palma golpea uno de tus pechos, dirigiéndose hacia el otro rápidamente-. Me duele, Mati, no…
-¿Y?- tira de tus pezones con fuerza y tus lágrimas caen sobre su abdomen. Puede sentir tus uñas rozando su piel-. Jodete por no hacer caso.
Interrumpís tus movimientos en un intento de detenerlo, esforzándote inútilmente en concentrar todas tus fuerzas para impedir que continúe con sus acciones, pero es más rápido, más ágil, más fuerte, así que capturar tus muñecas para él no es más que un juego. Tira hasta que terminás recostada sobre su pecho y planta firmemente sus pies sobre el colchón.
Gritás contra su clavícula cuando comienza a abusar de tu interior, aún sujetando tus muñecas entre su pecho y el tuyo mientras recorre con su otra mano la zona de tus costillas, tu cintura, tu cadera, finalmente encontrando su lugar en la parte posterior de tu pierna para dejar allí su huella.
Mordés su hombro para contenerte cuando el roce constante de su pelvis contra tu clítoris amenaza con llevarte hacia el orgasmo. Tus paredes se contraen aún más, succionando su miembro con desesperación, prácticamente imposibilitando sus movimientos, pero Matías continúa con su ataque sin importarle nada más.
Intentás preguntar, un hilo de palabras indescifrables dejando tus labios junto con su nombre y unos suspiros delirantes, pero no estás segura de su respuesta hasta que sentís sus labios besando delicadamente tu mejilla. Un acto de misericordia que termina por desdibujar la línea que separa el dolor del placer. Te desborda.
Los nervios de tu cuerpo son fuego puro y su miembro todavía deslizándose entre tus paredes –imposiblemente apretadas, calientes, más húmedas que nunca- es combustible. El ruido de piel contra piel es nulo cuando tus gritos eufóricos llenan la habitación, seguidos de unos patéticos sollozos acompañando su nombre y ese par de palabras que tanto disfruta oír.
Te amo jura contra tu cuello. No está seguro de que en tu estado lo comprendas.
El violento palpitar de su miembro es la única advertencia que recibís antes de sentir los hilos de semen que brotan, caen y te marcan como suya una y otra vez. Gemís y buscás sus labios, desesperada por un poco más de contacto, besándolo con voracidad.
Te obliga a romper la distancia para ayudarte a regular tu respiración. Tus ojos aún están repletos de esa bruma, tu razonamiento luchando por retomar el lugar que le corresponde.
-Perdón- decís contra sus labios-. Perdón, perdón, perdón.
-Ya está, ya pasó.
Sus nudillos acarician tu pómulo con suavidad, un roce casi inexistente, antes de que su palma acune tu rostro y sus dedos desaparezcan en tu cabello.
-Te extrañaba mucho.
-Yo también- seca una lágrima de tu mejilla y suelta una risa-. Sabés que podías decirme, ¿no? En vez de portarte como el…
-Sí- lo interrumpís-, pero llegaste del viaje re cansado y no quería hacer que te canses más.
Finge indignación.
-Dejame que te cuide, ¿sí?- besa tus labios ante tu protesta cuando se desliza fuera de tu interior-. Vos no tenés que preocuparte por nada.
Ignora su liberación goteando por tus muslos mientras te conduce lentamente hacia la ducha, también tu saliva secándose en su hombro y tus lágrimas aún frescas corriendo por su torso, porque no cree ser capaz de controlarse en caso de prestar atención a esos detalles.
Odia recordar que pasaron tanto tiempo separados, sí, pero el consuelo es poder recuperarlo de esta manera.   
Masajea tus hombros, tu espalda y tus piernas mientras el agua caliente corre por tu cuerpo, llevándose los vestigios de la noche y actuando como somnífero; besa tu piel con una dulzura exagerada, deteniéndose en las marcas que dejó, capturando juguetonamente entre sus dientes la carne de tu cadera, tus brazos, tu mejilla y tus labios.
Matías percibe el agotamiento en tu rostro y en tus respuestas letárgicas mientras sus dedos recorren tu piel para deshacer el bálsamo. La impronta de rojos y violetas que su mano dejó en tu cuerpo tardará en desaparecer, un no-tan-sutil y firme recordatorio de porqué siempre tenés que confiar en sus órdenes y ser paciente. Finge que no considera otro castigo para los días venideros.
-Tengo sueño- susurrás cuando se desliza bajo las mantas.
-Me di cuenta.
-¿Mañana podemos dormir hasta tarde?
-No.
-¿Por qué?
-Tenemos un taller de cerámica a las nueve.
-¿Tenemos?- soltás una risa de escepticismo-. ¿Vos haciendo cerámica?
-¿De qué te reís? Vos nunca hiciste.
-No, pero…
-Callate porque te hago cosquillas- amenaza.
Besás su mejilla.
El alivio lo recorre cuando minutos más tarde nota que estás, por primera vez en muchos días, profundamente dormida.
Dejo por acá esta historia que quedaba pendiente porque es de mi agrado informarles que... ✨por fin se me cayó una idea✨, así que ya voy a dejar de robar con publicaciones atrasadas. Espero que les guste y sí, ya sé, tengo que dejar de relacionar a Matías con Babasónicos 😔
taglist: @recaltiente @chiquititamia @delusionalgirlplace @llorented @madame-fear @creative-heart ♡
37 notes · View notes
corazona-das · 5 months
Text
Una noche compartida
(Enzo Vogrincic & Pipe Otaño x reader)
2/2
tw: +18, diferencia de edad (no especificada), malas palabra, sobreestimulación.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
———
(Enzo's pov. cortito para el contexto)
Con ella habías compartido bastantes secretos, gustos íntimos, y todo lo que conlleva para mejorar su relación. En alguna u otra ocasión llegaron a hablar de ser swingers, o minimo probarle, a ti la idea no te molestaba en lo absoluto siempre y cuando ambos estuvieran de acuerdo.
———
Siempre supiste que la mirada que le daba Felipe a tu novia era algo más allá que amistosa, la miraba con deseo, y hasta cierto punto podías comprenderlo, estabas con una mujer maravillosa, una mujer que aparte de ser estupenda, había robado tu corazón. Así que para ti era normal que otros la miraran, pero nunca que ella les devolviera el coqueteo, tal vez no intencionalmente, pero a base de experiencia uno ya reconoce las miradas.
Luego de ver lo sucedido en la cocina, era evidente la tensión entre estos. Lo cual te hacía un poco de gracia, ver como tu novia se ponía nerviosa ante la mirada de pipe no hizo más que causarte ternura y desde ese instante no pudiste de dejar de imagartela con alguien más, descubriendo una nueva parte de si misma, tímida, colorada y llena de satisfacción. Te daban ganas de irte de ahí en ese mismo instante para llevarla a casa y hacerla ver estrellas de placer.
Antes de salir de casa de fran, le dijiste que te esperara un segundo inventando una excusa para devolverte a solas junto al argentino.
Felipe, vení un segundito —Lo llamaste en un tono agradable, tratando de no llamar mucho la atención.
No te ibas vos? —Preguntó el argentino con algo de desdén.
Dale flaco, te conviene. —Procediste a contarle tu idea y a preguntarle si él estaría dispuesto a hacerla. Sorprendido por tu propuesta aceptó, y tú le aseguraste que no se arrepentiría.
(fin del enzo's pov)
Sin decir nada el uru se encaminó hasta ti nuevamente tomando tu mano para levantarte de la cama, posicionando una mano al borde de tu cintura para juntar sus labios de forma desesperada, buscando aceptación en su acto; tú no tardaste en corresponder llevando tus manos hasta la altura de su cabello despeinandolo aún más.
Felipe mantenía una sonrisa pícara mientras observaba la escena entre ustedes y al paso se iba acercando lentamente, con fascinación admiraba tu cuerpo de pies a cabeza, queriendo tocarte, saborearte y tener el deleite de que estuvieras a sus pies. No ibas a negarte a esto, ya estaban ahí y tu sueño más erótico se estaba convirtiendo en realidad; dos hombres con los que te habías imaginado en varias ocasiones estaban dispuestos a cumplir tus fantasias.
Pipe no quiso perder más tiempo, se posicionó por detrás tuyo manteniendo sus manos a la altura de tus caderas, mientras posicionaba su cabeza cerca de tu cuello para devorarlo, impregnandose de tu maravilloso sabor. La escena que estaban viviendo era sacada de un vídeo x. Un hombre que te besaba apasionadamente mientras recorría todo tu cuerpo con sus manos, mientras que el otro por detrás atacaba tu cuello con besos mojados dejando alguna marca por la zona, apegandote a el cuando tenía la oportunidad.
Tu novio mantenía su mano sobre la delgada tela que lo separaba de tu intimidad, haciendo ligeros movimientos sobre ésta mientras tú tratabas de mantener la poca cordura que te quedaba. Estabas extasiada, deseando aún más.
El uruguayo está noche cumpliria su cometido, verte cogiendo a alguien más, lentamente se separó de ti dándote el tiempo para respirar correctamente. Él sólo te miró con seguridad y asintió sentandose en el sofa que había frente a la cama para no perderse de nada de lo que ocurriera. Felipe en ningún momento te había quitado los ojos de encima puesto que eso ya estaba pactado, y estando frente a frente observaste la imagen más lasciva del mundo, un leve color carmesí yacía sobre las mejillas del argentino y su cabello despeinado cayendo sobre su rostro fue lo que te hizo enloquecer por dentro. El más alto finalmente te besó, y no era nada romántico, al contrario, era un beso desesperado, lleno de deseo y lujuria por parte de los dos, sus manos acariciaban de una manera bastante brusca todo tu cuerpo, apretando tus pechos y tu culo al mismo tiempo.
Seguían de pie frotándose entre sí, una de sus piernas estaba en medio de las tuyas haciendo que tus caderas se movieran de adelante hacia atrás sin ritmo alguno, mientras que tus manos se aferraban a su espalda descubierta ahora marcada por la presión de tus uñas en ella. Podías sentir que él estaba igual de desesperado que tú, pero ninguno avanzaba.
Pipe... —murmuraste cerca de su oído tratando de formar una oración.
Así que sabés hablar, preciosa. —Dijo él en un tono burlesco.
Dale, no sabés lo duro que me tenés, pendeja, hacete cargo. —Expresó demandante mientras te observaba con una sonrisa en su rostro y tú sin poder pronunciar una palabra.
Ya que no te gusta hablar mucho vas a ocupar esa linda boquita que tenés para otra cosa. Arrodillate.
—Dijo él mientras te soltaba de su agarre, viendote desde aquel ángulo adimitió para si mismi que era algo con lo que había fantaseado desde que te conoció. Estando ya arrodillada tenías tu cabeza pegada a su muslo mientras lo mirabas hacia arriba jugando con la hebilla de su cinturón desenganchandola lentamente, disfrutabas ver sus reacciones, escucharlo suspirar y quejarse debido a tus toques por encima de la tela te fascinaba; él jugaba con tu cabello suelto, retirandolo de tu rostro y jalandolo suavemente hacia atrás. Cuando por fin hiciste que se quitase el pantalón por completo, veías como se marcaba su notoria erección por encima de la tela, tomaste la iniciativa y lentamente aproximaste tu mano por dentro de su bóxer, sintiendo por fin su tibia piel erizandote por completo quitandole esa última prenda que ya estorbaba entre ustedes. Mojaste un poco tu mano con tu propia saliva y comenzaste a masturbarlo con movimientos controlados, apreciando cada centimetro de su intimidad mirabas directamente a su rostro, verlo desde abajo con la respiracion agitada, mordiendose ligeramente el labio inferior y algo colorado, era todo un espectáculo que superaba todas tus expectativas.
Enzo apreciaba cualquier movimiento que tu hacías, y cada vez que sus miradas conectaban por unos segundos él te dedicaba la sonrisa más perversa del mundo o te giñaba el ojo, definitivamente estaba en la suya.
Pipe no pronunció palabra alguna hasta que deciste pasar tu lengua repetidas veces por toda su longitud, y aunque estabas deseosa por sentirlo en tu boca, verlo perder el control era fascinante.
Lentamente introdujiste la punta de su miembro en tu boca, tu lengua acariciaba cada parte de su glande con deleite, ibas acelerando el ritmo cada vez más, lo introducias lo más profundo posible evitando arcadas, y esto provocaba que el soltara casi inaudibles quejidos.
Que bien que me la chupás, sos una hija de puta. —Habló esbozando una sonrisa mientras que sostenía tu cabello por detrás de tu cabeza manteniendolo lejos de tu rostro para poder mirarte bien; el simple hecho de escucharlo hablar de esa forma hizo que te mojaras aún más, por lo que llevaste una de tus manos hasta tu intimidad más que húmeda por debajo de la prenda dándote placer a ti misma.
Comenzó a embestir tu boca rápido y sin cuidado alguno, estaba casi llegando a su primer clímax, podias sentir como su cuerpo se tensaba cada vez más y tú eras en parte la responsable de eso. Con los ojos cristalizados recibiste su líquido en la boca y cerca de tus pechos, obteniendo un ahogado gemido por su parte.
¿Te lo tragás? —Preguntó él en un tono morbosidad mientras te miraba sonriente, tú sin poder responder, tragaste, no es algo que acostumbrabas a hacer, pero esta vez se sintió excitante.
Me imaginaba que podías ser caliente, pero quién diría que la linda Andrea es toda una putita estando a solas. La suerte que tenés Enzo no es normal. —Replicó el más alto para ambos, agachandose a tu altura para poder atraparte en un beso, a lo cual tu correspondiste.
Enzo soltó una leve carcajada después de oír el comentario de Felipe. En claramente no perdió el tiempo durante ese rato, la escena lo mantenía igual o más excitado que ustedes; se hizo una paja mirándote y para él fue el mejor momento de su vida.
El beso entre tú y pipe continuaba, ambos exploraban sin precisión la boca del otro estando perdidos en ello, Felipe comenzó a caminar hasta la cama encaminandote junto a él para que tu cayeras de espalda sobre ésta. Un camino de besos que recorría de tu cuello hasta tu vientre, sus manos apretaban ligeramente tus pechos mientras el seguía bajando hasta estar frente a tu entrada, pasó su lengua alrededor de tus piernas lamiendote lentamente, torturandote de la misma forma que tú hiciste con él. Besó ligeramente tu intimidad haciéndote estremecer apretando las sábanas de la cama mientras mordias ligeramente tu labio inferior, era realmente bueno en lo que hacía, y estando ahí abajo ya había explorado cada espacio con su magnífica lengua mientras dos de sus dedos yacían dentro de ti moviéndose en un vaiven que te hacía perder el control; estuviste apunto de correrte pero éste se detuvo de golpe.
Felipe... por favor... —Hablaste mediante un suspiro ahogado cambiando drásticamente de posición dejándole a él debajo esta vez.
¿Qué querés, preciosa? Decíme. —Preguntó fingiendo ingenuidad llevándose los brazos detrás de la cabeza.
Cógeme de una vez... —Susurraste apoyando tus manos encima de su pecho generando fricción entre tu entrepierna descubierta y su miembro sintiendo como tus mejillas ardían aun más por el calor del momento
¿Ah si? ¿Eso querés? —Dijo el ojiazul dejando sus manos sobre tu culo para apretarlo y apegar más hacia él.
Decímelo más fuerte, ¿querés que te coja? —Estampó su mano con fuerza sobre uno de tus glúteos dándote una fuerte nalgada que casi te hace sollozar.
Cógeme... por favor. —Suplicaste mirándolo a los ojos. No dudó mucho, no te hizo esperar más y sin pudor alguno se introdujo dentro de ti, a pesar de ser embestidas algo bruscas se sentía exageradamente bien, tus caderas se movían descontroladas llevandote a niveles inimaginados de placer, reposabas tus manos sobres sus muslos y el te sostenía fuertemente por la cintura tratando de guiar tus movimientos desenfrenados.
La habitación se había llenado de gemidos por parte de ambos, estaban extasiados. Felipe comenzó a moverse muy rápido dentro de ti haciendo que tuvieras que sujetarte desde su cuello mientras dabas pequeños brincos sobre él. Todo tu cuerpo se tensó estando cada vez más cerca del clímax, sentías como tus paredes lo apretaban hasta llevarlo a acabar dentro tuyo, llenándote por segunda vez lo que hizo que tu llegaras al instante.
Para este momento ya estabas prácticamente agotada y sobreestimulada, pero Enzo no iba a desaprovechar esta oportunidad, y nuevamente esa mirada cómplice entre esos dos se hizo presente.
Estamos recién empezando, nena. —Habló Enzo sonriéndote de oreja a oreja.
Ahora solo recuerdas el último momento que fue cuando los tres se dejaron caer sobre la cama desordenada, todos con la respiracion agitada, despeinados y más que satisfechos. Dejaste un suave beso en la mejilla de pipe y te volteaste a mirar a tu novio, tratando de darle las gracias por este espectacular momento que te había regalado.
me tardé un mundo en subir esto, pero es que sentía que estaba escribiendo pura pavada sin sentido y ahora que lo veo me di cuenta de que se hizo más corto de lo que imaginé pipipi. de igual igual forma creo que para ser la primera vez haciendo algo así no está del todo maaal, y tengo varias ideas para seguir escribiendo así que se vienen cositas. 🤲🏻
64 notes · View notes
myillicitaffair · 7 months
Text
Strawberries & cigarettes | Esteban Kukuriczka
Tumblr media
Sumario: llamar a tu ex en la mitad de la noche jamás podrá ser buena idea, a menos de que se trate de él, claro.
Advertencias: sexo explícito (+18), masturbación, dirty talking, degradación, cigarrillos y engaños.
Créditos: el fic está basado en la canción de troye sivan y las fotos utilizadas para el collage las saqué de pinterest.
Nota del autor: este mi primer request, gracias por pedirlo, amoor xx
2k words
La ciudad se alza orgullosa frente a mis ojos, los edificios brillando en todo su esplendor. Un limitado arsenal de vehículos se pasea por las calles; desplegada en una silla de mimbre, me pregunto su destino.
¿A dónde se dirigen a las 2 de la mañana?
La bulliciosa metrópoli parece tomarse un respiro a estas horas de la madrugada, logrando, por consiguiente, relajar a los escasos espectadores de su tranquilidad.
Jugueteo con el cigarrillo entre mis dedos, notándolo desperdigarse gracias a la brisa otoñal. Es un mal hábito, lo sé, pero es de los pocos resabios de su presencia que aún conservo, una de las pocas garantías que aseveran su paso por mi vida.
Lo introduzco en mi boca, inhalando el humo profundamente para luego exhalarlo. Degusto sus notas amargas en mis papilas gustativas, como casi saboreando sus labios…
Esteban y yo habíamos terminado en buenos términos; él vivía en capital y yo demasiado lejos, ahí fue cuando descubrimos que la relación a distancia simplemente no funcionaba para nosotros.
Después su carrera como actor despegó, yo senté cabeza con un viejo novio de la infancia- inofensivo, predecible- y en nuestras vidas ya no cabía lugar para el otro. Incluso ahora, cohabitando en la misma ciudad, nuestros rumbos se habían desviado del otro.
Tecleo los números de su teléfono de memoria, grabados a fuego en mi retina.
Soy perfectamente consciente de las horribles consecuencias que mis acciones podrían conllevar, pero nada de eso cobra importancia cuando la línea se interrumpe con su contestación, su voz dormida aguardando al otro lado de la llamada.
“¿Hola?”- Vocifera, ronco y un tanto desorientado.
Mi pulso se desestabiliza al escucharlo hablar luego de tanto tiempo, recordando de golpe los matices en su tono. Me lo imagino tumbado en su recámara, durmiendo en posición fetal, como siempre, la almohada abrazada entre su fuerte contextura.
“¿Tebi, te desperté?”- Mi respuesta se oye torpe ante el nerviosismo. ¡Es la madrugada, claro que lo desperté!
“Nena, ¿sos vos?”- Pregunta, esta vez un tanto más despierto y despabilado.
Aquel viejo apodo se desliza por sus labios sin siquiera notarlo, sin causarle ningún esfuerzo. Sin embargo, a mi me destruye, me obliga a rebobinar el tiempo y fundirme en los agridulces recuerdos.
“¡Si! Perdón que te llame tan tarde”- Me disculpo atropelladamente, de pasada nada más- “Yo se que no hablamos hace meses.”
Me arrepiento de mis palabras en el segundo en el que las formulo, mis miedos se solidifican ante mis ojos; el temor a parecer necesitada, débil, obsesiva incluso.
Más allá de ello, se que fue la decisión correcta. Es en noches como estas, solitarias y sin una estrella parpadeando en el cielo, en que más extraño su luz, la que jamás fallaba en brindar sin pretensiones.
Un par de lagrimas fugaces atentan mis mejillas, derrumbando por completo el sereno revestimiento que tanto me esforcé en construir.
“¿Estás bien? ¿Qué pasó?”- Cuestiona, todo en su actitud delatando una reciente preocupación. Puedo oír el rechinar de las bases de su cama, evidenciando su brusca reacción, la fricción contra las sábanas al enderezar su espalda.
“Si si, pero ¿Podes pasarte por casa?”- Propongo, más temblorosa de lo que me gustaría.
Agradezco el soporte que el asiento me proporciona, tal vez sin este, mis piernas hubiesen cedido ante la ansiedad.
Espero paciente al otro lado de la convocatoria, siendo testigo de su respiración acompasada, como sopesando mis palabras.
“Estoy allá en 15 minutos, máximo.”- Confirma, irguiéndose para emprender camino.
“Esteban”- Llamo su atención, provocando que sus extremidades se aquieten- “Muchas gracias…”
Una sonrisa brota de su expresión, dándole lugar a una leve risa, que escucho desde la quietud de mi balcón. Sin notarlo, mis comisuras imitan su gesto.
“No hay de qué, chiquita, ¡esperame que ya llego!”- Asegura, dando por concluida la comunicación.
Un poco más distendida, permanezco quieta en mi lugar, moviendo mis anestesiados dedos solo para fumar pausadamente.
Una pequeña expectativa comienza a burbujear en mi interior; con la simple idea de volver a estar en su presencia, mi corazón descontrolado golpetea mi caja torácica, como tratando de huir de sus confinamientos.
¿Cuánto tiempo habré permanecido así? Genuinamente, no lo sé, pero lo suficiente para que él arribe.
Mis ensoñaciones se ven interrumpidas por el timbre resonando en mi departamento, generando temblores en toda la superficie.
Salto de mi butaca impacientemente, avanzando con agilidad hasta el recibidor. Del otro lado de la puerta, lo descubro enfrentándome, jugueteando con las llaves entre sus dedos. Sus orbes se pasean por mi persona presurosamente, por lo que autorizo a los propios a hacer lo mismo.
A pesar de nuestro breve tiempo separados, él permaneció prácticamente intocado; su postura relajada, sus cabellos alocados y desparramados en todas direcciones… “tal vez dejó crecerse la barba”, filosofo al chequearlo.
Sin más premeditaciones, me arrojo a sus brazos entreabiertos, los cuales me reciben gustosamente. Escondo mi nariz en su cuello, inhalando aquella familiar fragancia, perdiéndome en su calor corporal engulléndome por completo. Se toma la libertad de posar su pera contra la corona de mi cabeza.
Contra mis propios deseos, me despego de su torso, alejándome levemente para guiarlo adentro. Estiro mi mano, aguardando que la tome para adentrarnos en el living.
Una vez allí, esquivo la pequeña mesa ratona para dirigirlo hacia el sillón, donde se sienta sin mediar palabra.
Allí, parada en la sala de estar, mis pensamientos giran en su torno, envalentonándose con cada segundo que transcurre. Por un impulso indescifrable, me apropincuo a su espacio personal, rompiendo dicha barrera.
Acomodo mis piernas de modo que las suyas queden entre medio, para luego sentarme sobre sus templados muslos, regodeándome en la sensación de su contacto físico. Mi boca busca la suya en un movimiento desesperado, moviendo mis labios contra los suyos con una inesperada urgencia.
Me inunda la decepción al sentirlo separar nuestros rostros. La confusión tiñe su semblante, mientras investiga la escena que se le presenta.
“¿Y tu novio?”- Consulta, penetrándome con el fulgor de su mirada.
Abrazo su nuca entre mis brazos, atrayéndolo nuevamente hacia mí. Una mano se desliza hasta juguetear con el cuello de su remera, señalizando mi deseo de arrancársela.
“No está en casa”- Ronroneo en su oído, serpenteando mis manos por sus hombros con delicadeza- “No pienses en él, amor, concéntrate en mí.”
Comienzo a despilfarrar besos por su cuello, succionando su sensible piel hasta dejar marcas, clavándole los dientes juguetonamente para luego chupar el escozor. Saboreo su colonia en mi lengua y me encuentro adicta a su sabor amaderado, incapaz de separarme. Una necesidad primal se cuece en mi interior al presenciar su tez brillante con mi saliva.
“Esto está mal, nena”- Gime profundamente, echando su cabeza hacia atrás y concediéndome más acceso.
Me cuelo entre nuestras siluetas, acariciando su agitado abdomen, el cual se estremece ante mi toque. Batallo con el botón de su pantalón hasta desabrocharlo, sin parafernalias desciendo el cierre y descanso mi palma en su entrepierna.
“Decime que queres parar y yo lo hago”- Respiro, sobre la ardiente piel de sus hombros. Aún estática sobre su ropa interior.
“Sabes que no te voy a pedir que pares”- Murmura pesadamente, levantando sus caderas hasta rozarse con mis dedos. Evacua un sollozo de alivio.
Como cobrando vida, deslizo mis yemas por su longitud, generando una creciente erección. Masturbo su miembro sobre el calzoncillo a un ritmo agonizantemente lento.
“Entonces no te niegues, Tebi”- Respondo, inmiscuyéndome en la tela para palparlo piel a piel y acelerar mis atenciones.
Sus gemidos llenan el aire, complaciéndome de sobre manera y excitándome más de lo que creía posible. Buscando desesperadamente calmar el ardor, me froto contra la tela del pantalón, escasas barreras separándolo de mi centro.
Sus músculos se tensan bajo mi coño, devolviéndome placer al golpear mi clítoris al unísono de mis caricias en su polla. Mis labios se entreabren ante la fricción, escurriendo murmullos de regocijo por mis cuerdas vocales.
“Al final, que puta que resultaste”- Se burla cínicamente, enjaulando mi cintura en su agarre para presionarme más contra él.
Subo el volumen de mis quejidos ante la nueva intensidad de sus acciones, la degradación dejándome sin raciocinio. Mi torso completamente presionado contra el suyo, mis manos aún tocándolo deprisa.
Utilizando su fuerza, me recuesta en el sillón y se despega de mí, sentándose en el otro costado de este.
“Quiero que me muestres como te estuviste tocando, pensando en mí, mientras tu noviecito dormía a tu lado”- Demanda, su vista fija en mi mientras comienza a palparse.
“Mi amor, por favor”- Ruego, un tanto agobiada ante las llamaradas quemando mi vientre bajo.
Observo sus movimientos con atención, como sus yemas rozan su glande perezosamente, excitándose aún más. Una gota de sudor descendiendo por su cuello ante el esfuerzo físico, escondiéndose bajo su camiseta de algodón.
Bajo mis shorts aun observando la imagen frente a mí, aventándolos al suelo junto con mi blusa. Recubierta únicamente por mi ropa interior, asciendo hasta mi busto, pellizcando mis pezones hasta formar duros picos entre mis dedos. Sus penetrantes orbes persiguen cada uno de mis movimientos, sintonizando los suyos para que ambos nos movamos al mismo ritmo.
“Tu noviecito no te sabe satisfacer, por eso tuviste que llamarme, ¿o no?”- Se mofa al presenciar la impaciencia que me consume, como me apresuro a infiltrarme por mis bragas para sobar mi punto mas sensible con urgencia.
“Nadie me coge como vos, Tebi…”- Susurro, extraviada ante el renovado éxtasis.
Fantaseo con su toque entre mis labios, desparramando mi humedad, saboreándola desenfadadamente, con los ojos cerrados y la lengua paseándose por sus propios dígitos.
Sin embargo, debo conformarme con la mediocridad de la autovalidez, hasta que decida tomar piedad de mis intentos en vano de remplazar sus atenciones.
“No doy más, necesito que te corras conmigo, mi amor”- Pide al sentir su orgasmo aproximarse, ahora follando su propio puño con premura.
Al ver su estado de frenesí descontrolado, decido avivar mis caricias a mis zonas intimas, introduciendo mis dedos en mi apretado agujero hasta notar que mi estomago empieza a tensarse.
El ambiente transluce nuestros inminentes apogeos con los suspiros que desangran nuestras gargantas, el sucio sonido de humedad encontrada por extremidades y suplicas al aire, con un destinatario en concreto.
Acerca su temblorosa complexión a la mía, atisbando mi muñeca moverse al compás de los bombeos en su longitud y arrimándose a mis piernas abiertas. Ante un sollozo particularmente estridente de su parte, despierto de mi ensimismamiento y lo acerco a partir de sus caderas en erráticos movimientos.
“Encima de mí, por favor, ¡correte encima de mí!”- Imploro, aturdida por las oleadas de placer poseyéndome por completo.
Suelta un grave gruñido seguido de improperios al momento de llegar a la culminación de la satisfacción, depositando cuerdas infinitas de semen blanco sobre mi meciente pecho. Su excitación comienza a chorrear por mi vientre, agrupándose en mi ombligo para continuar su descenso pausado.
Con tal candencia rodeando los actos desplegados, logro abandonarme al pasmo de la conclusión con un arrollador orgasmo; mi coño apretando mis propios dedos, deseando que se aniden allí, mi cuerpo gozando violentos espasmos, mi visión jamás partiendo de las farolas apuntadas en mi dirección.
“Muy bien, chiquita, siempre tan obediente para mi”- Me alaga, estirando sus yemas para recoger unas resbalantes gotas de semen y empotrarlas en mi boca entreabierta, indicándome tácitamente mis propias acciones.
Mi lengua recorre cada uno de sus surcos y recovecos, aspirando casi instantáneamente su salada carga, como si de un codiciado elixir se tratase.
“Ahora vas a dejar que te coja hasta que no puedas ni caminar, hasta que te olvides incluso de su nombre ¿si bebita?”- Propone sin remover sus dígitos de mi cavidad, sus crudas palabras contrastando con la suavidad de sus manos en mí.
Asiento frenéticamente, ahuecando mis mejillas para lograr tomarlo aún más profundo, notando un estremecimiento recorrer mi medula espinal ante la anticipación de una larga noche de pasión.
Aclarar que cumplió con sus promesas al pie de la letra sería, francamente, caer en un vago eufemismo…
252 notes · View notes
entourage-themes · 17 days
Text
¡Nuevos códigos para el perfil!
¡Hola a todos! Antes de pasar a contarles los códigos e ideas en las que hemos trabajado con Ross, me gustaría agradecerles a todos por su continuo apoyo, y a todos los que nos eligen para trabajar en sus proyectos Les deseamos mucha suerte y les agradecemos mucho. ♥ Ahora bien, estoy acá con la misión de mostrarles los códigos en los que hemos estado trabajando últimamente, pasarán a formar parte de lo que ofrecemos en nuestra gama de posibilidades.
Tumblr media
Lo que estamos viendo ahora, es la skin en la que he andado trabajando desde hace un tiempo (no va a estar a la venta porque es para uso propio pero, en todo caso, me quiero enfocar en las funcionalidades). No sé si a ustedes les ha pasado, de implementar un sistema de puntos o moneda en el foro, y llegar al punto de quedarse sin saber en qué gastarlo 😔. Pensando en esto, porque deseaba que en mi foro se recompensara la ganancia de puntos sin sentir que luego no ibas a saber en qué gastar, se nos ocurrieron un par de ideas, que más que nada hacen referencia a zonas y objetos decorativos desbloqueables. (Bastante inspirado en el League of Legends lmao) Y también otras comodidades como las cuentas alternativas (para que no tengan que estar pegando un código extenso y baste con solo meter el link de la cuenta y darle a registrar).
Tumblr media
El perfil que están viendo, tiene un aproximado de 50 campos de perfil. Y sé que se preguntarán, ¿por qué tantos? Y ahora les voy a mostrar y haré un repaso rápido de cómo funciona todo. Sé que suena a muchos, pero en la mayoría de los casos, es para comodidad a largo plazo. Si les dijera cuántos tiene la skin de Phiada...
— Lo desgloso todo para mejor comprensión 👌: ♦ 1. Para el primer campo, tenemos un ícono, ninguna novedad ahí. ‧₊˚ ⋅* ‧₊
♦ 2. En el siguiente campo, es donde implemente el primer objeto decorativo desbloqueable. Y por qué digo desbloqueable. Porque el campo, solo puede ser modificable por un administrador. El contenido, es un icono, en este caso, de font awesome. Los usuarios van a poder elegir iconos de la página a su antojo. En este otro perfil, por ejemplo, que pertenece a un personaje no jugable, cambié el ícono por otro acorde. La idea es que cada vez que quieran un ícono nuevo, vayan a adquirirlo en la tienda. Y así cada uno puede decorar con el ícono que mejor identifique a su personaje. Se puede adaptar a otros font icons, claro ✌️
Tumblr media Tumblr media
‧₊˚ ⋅* ‧₊ ♦ 3. Seguimos pasando por el resto del perfil y no hay nada fuera de lo común más allá de los campos de datos generales y el de raza, que siempre me parece buena onda tener a mano las habilidades del personaje, por más que solo sean narrativas.
Tumblr media
‧₊˚ ⋅* ‧₊ ♦ 4. En la siguiente sección, tal vez se pueda entender mejor, por qué a veces, los campos terminan sumándose. Por ejemplo, para la sección de pareja, esta zona se dividió en 3 campos. Es un campo para la (a)imagen de la pareja, (b)otra para el status de la relación y otra para (c)el nombre con la frase. Si hubiera querido, también las separaba y eran cuatro. En este caso, lo vi más cómodo para el usuario de esta manera. Y aquí en el status dejan más claro qué tipo de “relación” tienen los pj’s. Porque a veces, capaz la idea es que terminen en ship pero empiezan requete odiándose y cagándose a piñas. Entonces, pensé que estaba bueno dejar la idea más redonda.
Tumblr media
‧₊˚ ⋅* ‧₊ ♦ 5. En la siguiente sección, coloqué otras cosas desbloqueables, como el título, el ícono del título, y el marco. El título no es algo que se obtiene en la tienda, sino que debes rolear y sumar reputación buena o mala a tu personaje. Entonces, te ganas el título y eliges un ícono que mejor lo represente. Para la zona del título, utilicé 3 campos. Uno para el título, otro para el ícono y el tercero, para el marco. El marco, es por defecto, pero la idea es que en la tienda, puedan adquirir otros, y por eso he usado un campo, para que sea una lista predeterminada, entonces, tienen cierto nivel de acceso a estilizar su perfil, pero a la vez, evitará que los usuarios se alejen de la estética principal de la skin/foro. 📌 Muestra (porquen no nos dejan meter más de un video en un post).
Tumblr media
‧₊˚ ⋅* ‧₊ ♦ 6. En la siguiente parte, usé dos campos para el regalo de usuario, que incluye una imagen y una dedicatoria. Podría incluso seguirlo dividiendo en campos, pero nuevamente, es más cómodo limitado a dos. De todos modos, esto es un campo que edita el administrador. El regalo se da pagando con puntos/monedas en la tienda. A la derecha, dos campos para los regalos especiales y regalos comunes respectivamente. Es otra idea de darle buen uso al sistema de dinero del foro. Regalos que son más caros, y que a cambio, no se pierden de vista nunca en un scroll y que además tienen una apariencia más elegante.
Tumblr media
‧₊˚ ⋅* ‧₊ ♦ 7. En la siguiente sección, tenemos otro código que puede ser cómodo de implementar para sus foros, y se trata de un campo donde podrán pegar el link de sus cuentas alternativas y listo, las visualizarán de esta manera. O de mil otras formas, las posibilidades son infinitas, incluso llegué a considerar que también se vea el link a la ficha, pero todavía me ando pensando si eso me gustaría.
Tumblr media
‧₊˚ ⋅* ‧₊ ♦ 8. Y entonces llegamos a la cómoda parte donde sucede gran parte de la magia. Esta zona de campos editables, es solo visible para los administradores y el dueño de la cuenta. Si estuviera en otra cuenta y me desplazo a otro perfil, esto no aparecería para mí. Y aquí es donde puedes editar y desbloquear zonas. Además, me puedo dar el lujo de agregar una pequeña explicación debajo, para que el usuario sepa qué está editando y en dónde va a figurar dicha edición.
Tumblr media Tumblr media
De esta manera, no tengo mucha necesidad de ir la página de edición de perfil más que para editar preferencias, y no datos de la cuenta. Si miran más detenidamente las capturas, van a localizar el icon de font-awesome que se eligió para el usuario y que un admin puede editar fácilmente desde ahí.
Empezando por el status, que será una pequeña frase que no figura en el perfil, pero sí en el índice. Entonces la coloqué acá. Después vas al índice y allí la encuentras. 
El segundo campo es el del icono solo editable por la administración, pero lo dejé ahí para que el usuario siempre tenga presente cuál es el icono que está portando. De ahí, un admin puede editarlo cómodamente. Ahora bien, se preguntarán por qué aparecen campos editables que no vimos aún... Repasando el perfil, es así como se ve ahora mismo:
Tumblr media
Pero tomando nota de esta parte del menú, seleccionaré las zonas que voy a desbloquear desde el dropdown:
Tumblr media Tumblr media
Le doy a registrar, actualizo, y ahora el perfil desbloqueará la zona de "aesthetics" para el perfil de este usuario:
Tumblr media
Un close-up de la zona:
Tumblr media
‧₊˚ ⋅* ‧₊ ♦ 9. La paleta de colores, es otro campo que decidí que resultaba más cómodo editar desde allí. Sé que en el pequeño tour por el perfil dicha paleta no aparece, pero es porque entra dentro de lo que es la zona desbloqueable. (Tal vez para más legibilidad podría separarlo en otro panel). Y bueno, los demás campos se explican solos, o mejor dicho, puedes leer la pequeña indicación que aparece debajo y ya con eso deberías poder guiarte bien. Para la zona de aesthetics, usé en total 14 campos.
‧₊˚ ⋅* ‧₊ ♦ 10. A futuro, sumaré la zona de combate que también será una zona desbloqueable. Hoy por hoy, todos los foros ofrecen la posibilidad de usar dados o ser exclusivamente narrativos. De esta manera, me pareció que no estar visualizando una zona que tal vez no usarás, es más prolijo para el perfil! Pero eso, ya nos cuentan si les gustaría que una vez diseñemos esa parte en la skin, les gustaría que les vengamos a mostrar : D Y eso es todo! Ross y yo estamos agradecidas de que nos hayan leído y siento si lo hicimos demasiado largo(?). Esperamos que todo haya quedado bien explicado! Tal vez más adelante sumemos un video de muestra general, pero de momento creemos que se entendió bien todo 😎😘 Nuestra bandeja de mensajes estará abierta siempre para ustedes, estaremos encantadas de cotizar estas nuevas ideas/funcionalidades para tu comisión de skin. 💖 NOTA IMPORTANTE: Lo que mostramos aquí, son las posibilidades e ideas que puedes implementar a los perfiles de tu foro a la hora de hacernos un pedido, no estamos vendiendo esta página de perfil en sí. Les deseamos todo lo bueno y que tengan una linda semana 💕👋
—𝓡𝓸𝓼𝓼 — 𝓩𝓮𝓵𝓵𝓪 ݁₊⊹
33 notes · View notes