Tumgik
#Mujeres con pinchos
dannymultipersonaje · 5 months
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Ideas desperdigadas sobre Optimus siendo el mimado que me gusta escribir
Primero: Ideas para Transformers Animated
Optimus es abandonado en Aranic 7 (olvide como es escribe) pero en vez de ser un tecno-organico es un Mech Amnesico sin armadura (porque al parecer sin metal las arañas realmente no te atacan) que es encontrado con los Decepticons y sin saberlo activaria sus protocolos de protección (protecticons ha!), siendo llevado a la nemesis y teniendo que ser atendido con especial cuidado porque se niega a usar armadura (después de todo aun tiene traumas por que las arañas de A7 comen metal duro), los decepticons se apegan automaticamente a el (incluso starscream, porque esto es auto complasencia de la ideista/escritora), los decepticons estaran rabiando cuando descubran como llego el ahí
Bajo la idea anterior y solo como suplemento, Blackarachiana existiendo y encontrandose a Orion (nombre dado al Optimus amnesico) por la nave. Blackarachiana planea vengarse, volviendose su amigo y matandolo, pero luego de hablar con el, Orion Admite recordar un poco de porque estaba ahí, buscaba a alguien, pero no sabe si lo encontro, solo sabe que todo daba miedo (BA no lo perdona realmente... solo reflexiona, pero no va a matarlo ahora, y menos porque su jefe, Megatron, se enamoro)
Ideas de Earthspark
1) Optimus después del desastre del fin de temporada entra en depresión, sintiendose inutil y una basura por arriesgar a todos, pero finge que todo esta bien, que no hay problema, y más porque Megs tiene problemas de ansiedad por perder el control sobre simismo (Esto es superado, esta idea se sentra en Optimus).
Pero Optimus se rompe, después de un regaño severo (y bien intensionado) de Dot sobre la confianza y cuidar a la familia, Optimus no puede evitar estar apretando su brazo y finalmente lo aplasta (mucha sangre/energon, es desagradable)
Optimus huye escondiendose en uno de los hangares de la nemesis (que ya no estaba en uso mas que de almacen, Ark tambien, pero penso que nadie lo encontraria ahi).
Es encontrado por Elita o Megatron (o ambos) y es confrontado, aunque intenta negarse finalmente admite no estar bien, que solo queria ser mejor
2) (Esto me lo robe un poco de otro fanfic) (supongamos que todo esta bien de nuevo y que se ha echo una realidad estable)
Optimus tiene depresión pero nada grave pasa hasta que todos sus amigos (autobots) se encuentran ignorando sus llamadas o cancelando sus reuniones de ultimo momento cada vez.
Hasta que optimus simplemente se harta y decide alejarse, obviamente sus amigos intentan acercase de nuevo, pero Optimus los aleja, (esto me lo robe directamente pero me encantaria ver a alguien escribiendo sobre esto, Jazz pide disculpas por estar dejando plantado a Optimus y Optimus no las acepta, Prowl que estaba cercas y es Conjuntx de Jazz discute que Optimus que deje de creerse tan importante y que el mundo no gira al rededor de el), obviamente sus problemas solo se aceberan.
Pero una noche es secuestrado de su habitacion por Cyclonus y Tailgate (Solo queria meterlos, proque son mis chicos sabes?) y llevado a la habitacion de Megatron o Elita (ambos si te gusta)
Elita/Megatron lo empiezan a cuidar obligandolo a dejarse mimar y atender sin importarle nadie más que el (Algo dificil porque 1.- esta desconfiado y receloso, y 2.- se siente mal aceptar todo esto sabiendo como se comporto)
3) SIMPLEMENTE NECESITO A OPTIMUS MIMADA O SIENDO JODIDO HASTA LA INCONCIENCIA (o hasta esa conciencia brumosa que escriben algunos autores).
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pequeno-mono · 9 months
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tengo mucha pena en mi corazon, pero si algo me da paz es que nunca nadie leera esto.
primero esta el hecho de que a mis papas les importe tan poco simon. el es mi bebito y cada dia me duele tanto el corazon no estar con el. la verdad es que me arrepiento de haberlo adoptqdo, probablemente le hubiera tocado una familia mucho mejor que la mia. me da una impotencia tan de mierda saber que no hay nada que yo pueda hacer, saber que le debo absolutmante todo a mis papas, saber que nunca voy a ser libre, que nunca voy a ser lo suficiente para traer a mi hijito aca. tambien me llega al pincho mi falta de diciplina, mi facilidad para perdonar las mierdas que la gente me hace. perdono esas mierdas pero por dentro el resentimiento me consume y alfinal solo me enferma a mi poerque realmente el perdonar no es algo que siento. me llega al culo ser tan debil con mis papas y que despues de que ellos me fallen yo sea tan rapida en demostrar 2que estoy bien con ellos. me gustaria ser mas fria, mas decidida, no ceder tanto ante sus mierdaas. me gustaria que a veces mis hermanos no sean tan hijos de puta conmigo. en la ultima pelea que tuve con mi hermano el me dijo cosas tan horribles que honestamente no seria capaz de decirselas a nadie, pero obviamente para variar le perdone todo sabiendo que si yo le hubiera dicho que el es un fracasado, que es la verguenza de la familiay que mis papas estarian mejor sin el, el JAMAS ME LO HUBIERA PERODNADO,y mis papas me lo hbieran sacxado en cara hasta el punto en el que llegue A SUICIDARME. nada me duele etanto como dejar a simon solo pero para vaeriar a ellos no les imprta. pr supuesto lo admito de corazon, en la familia tenemos momentoks muy lindos pero simplemente non puedo permitir que vuelvan a oagar algo mi porque eso solo demuestra el poder que tiene y ahn tenido sobre mi. la verdad es que si me muriera me gustaria llevarme a simon para que no se abandonado por mis papas. vivir bajo la sombra de una persona perfecta que al final no entiende nada de loq ue sinto es una mierd pero esta bien porque al final tiene a malu. yo siempre he sabido que mi hermana n me quiere mcuho. y mirda como me jode que tenga que pagar por mis webadas. tambien se que nunca he sido la favorita de m hermano y ni que decir de mi cunada que es una mujer realmente maraviloosa a qhien nunca llegare ni a la mitad de su sobre. que hago aqui?? realmente esto vale la pena? tengo que tomar distancia, alejarme y poder ser independiente por mi misma y si lo logro traerme a simon, tengo que ser mas fuerte con mis ecisione. dejar de ser una ni;a con mis papas y empezar a hacer cosas por mi misma. dejar de necesitar a mi mama a mis papas o a mis hermanoas. dejar de permitir que me controlen con su poder economico. vivir por mi misma. y si eso ignifica alerjarme di mi hermana pues que asi sea. estoy harta estoy dolida y solo quiero mandar a la mierda a absolutmantete todos. solo quiero llegar a ser suficientment economica para traer a mi hijito. no quiero abandonarlo como a organ que por el amor de dios me perdone. perdon mi koorguitan y te pido por favor que me audes a lograr la estabilidad economica para que no sea asi. por ultimoa mi yo sobria te pido que no sientas verguenza o pena o arrepentimiento de sentir estas codas. te pido que entiedas que lo que sientes ahora es digno y que el hecho de que no quieras que abandonen a tu perro no te hace una mierda. el hecho de que quieras de que tu hermana te trate bien y con dignidad y que tu hermano se acuerde de que las cosas qie te dijo son imperdonables. entiende que tu tambien tienes derecho a estar molesta a estar dolida y a no querer pasar mas tiempo cpn las personas que te hacen mal. estar sola me va a doler como mierda pero voy a crecer y voy a estar bien y tal vez en ese moento me darw cueenta de lo mirda que fue la gente conmigo. [pr favor andrea no vuelbvas a permitir que tus hermanos vekvan a gastar en ti. entiende que te arrepentiras. eso te quita tu dignidad.no lo vuelvas a permitir JAMAS. quiero por primera vez ser cnstante en algo ue me propongo. si decido alejarme alejarme bien
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nyxlvslicha · 1 year
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Su Alteza - [ CutiLicha ]
One Shot
Palabras: 6.8k
Género: Fluff
ღ Lisandro es un príncipe benévolo respetado por todo el pueblo, todo el mundo espera con ansias su ascenso al trono por su mentalidad juvenil, muy diferente a la de su padre, el actual rey.
Sin embargo, Lisandro no quiere ser rey porque eso significaría casarse con una mujer cuando él solo quería estar con su guardaespaldas. ღ
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El sonido de tres golpes en la puerta de madera que separaba su habitación del largo pasillo del segundo piso de su casa, interrumpió su tarea de vestirse.
—Pase —mencionó, sabiendo perfectamente quién era porque solo él tenía permitido entrar a su habitación, el resto de sus criadas y guardaespaldas tenían prohibido entrar a excepción de que sus criadas quisieran limpiar su recámara, aunque Lisandro de por sí era muy limpio y eso no solía pasar con frecuencia.
Lo primero que vio el chico apenas unos años más grande que el príncipe,  cuando entró, fue el cuerpo desnudo de este, quien se encontraba solo con ropa interior de espalda a la puerta mientras revisaba su armario en busca de un pantalón y una camisa que pudiera ponerse debajo del traje morado que solía utilizar a pedido de sus padres—aunque a él le pareciera algo excesivo, no creía que hiciera falta denotar todo los lujos que tenían para ser de la realeza—.
El guardaespaldas tragó saliva mientras veía el cuerpo del príncipe, detallando su piel morena—pero no más que la suya— y cómo su cintura y sus omóplatos estaban llenos de marcas. El mayor no pudo evitar que sus orejas se calentaran al recordar lo que había pasado la noche anterior y cómo él mismo había sido quien se las había hecho.
A pedido del príncipe, claro.
—¿Qué necesitabas? —consultó el rubio, girando su rostro y mirando por encima de su hombro al chico que lo había acompañado toda su vida prácticamente y con quien compartía una relación un tanto especial. Vio la mirada inquieta del morocho, sin saber dónde dirigirla para no seguir observando su cuerpo, y él solo pudo sonreír por haber logrado lo que quería: ponerlo nervioso.
Agarró un pantalón negro con rayas finas de color gris y se lo puso, inclinándose ligeramente hacia adelante apropósito para que el más alto detallara los músculos de sus muslos y piernas flexionándose para poder colocarse la prenda. Subió la tela oscura por su cuerpo hasta que pudo situarla en su cintura, enganchando el botón de un lado de la prenda, en el otro.
—E-eh… El Señor Martinez me pidió que lo buscara para informarle que quería hablar con usted sobre esta tarde —respondió Cristian, manteniendo sus manos a un costado de su cuerpo, teniendo que limpiar en su uniforme el ligero sudor que corría por su piel por lo nervioso que se había puesto.
Sus ojos siguieron los movimientos del príncipe, observándolo ponerse una camisa negra sin abotonarla, para después ir hacia el escritorio donde guardaba las cadenas y joyería que solía usar—aunque sus padres no estuvieran del todo de acuerdo con su vestimenta, pero a él le daba igual porque le gustaba cómo le quedaban—.
Cristian miró fijamente hacia la ropa dentro del armario del rubio, simplemente porque no quería ver su pecho desnudo ahora que se había girado en su dirección al buscar sus alhajas.
Lisandro, en cambio, soltó un suspiro pesado, molesto con que usaran a su guardaespaldas para que les cumpliera sus pedidos de mierda solo porque a Cristian si le hacía caso y le prestaba atención. Además, de que ya sabía sobre qué quería hablar su padre, porque era un tema que había estado tocando constantemente durante las últimas semanas, a pesar de que le había dicho que no quería pensar en eso todavía. 
Después de agarrar un collar de cadenas plateadas y uno de cuero negro con pequeños pinchos de metal, el príncipe se acercó al contrario, invadiendo su espacio personal.
—¿Me ayudas con la camisa? —le pidió con una pequeña sonrisa inocente, aunque en el fondo sabía que solo era una excusa para tener las manos del guardia encima suyo como tanto le gustaba. 
Cristian no se pudo negar y solo llevó sus manos hasta el botón de la parte inferior de la camisa, empezando con su tarea de vestir al más bajito.
—Anoche te fuiste muy temprano. —Los ojitos del rubio lo miraron fijamente, con la cabeza levantada al punto de que sus labios casi se rozaban entre sí. 
Las palabras del príncipe salieron como un susurro, como si estuviera contándole un secreto. Tal vez porque así se sentían, teniendo ambos que ocultar sus sentimientos solamente porque no era considerado como algo "correcto" para otras personas. 
Cristian se distrajo mirando los labios pomposos del ajeno, teniendo que contenerse a sí mismo para no besarlo en esos momentos. Sentía su pulso palpitar en sus oídos y calmado no estaba, los nervios lo carcomían por dentro por culpa de la cercanía del príncipe. 
Lisandro llevó el collar de cadenas plateadas hasta su cuello y lo enganchó, acomodándolo después sobre su pecho para seguido repetir el mismo procedimiento con el collar de cuero, el cual quedaba pegado a su garganta, apenas suelto como para no ahogarse.
—La Señora Martinez me pidió que acompañara a su hermana a una fiesta con sus amigas —habló el moreno, intentando alejar esos pensamientos que lo invitaban a agarrar al chico de la cintura, subirlo sobre el escritorio y comerle la boca ahí mismo por lo bien que se veía vestido de esa forma.
Licha frunció el ceño al escuchar su respuesta, analizando de arriba a abajo el uniforme del guardia que él mismo había mandado a confeccionar porque no quería que Cristian fuera cualquier guardia real. Parecía no haberse cambiado desde que se fue de su pieza la noche anterior.
El pantalón negro de gabardina adornaba sus piernas, ciñiéndose a su figura aunque lo suficientemente elásticos por si debía moverse rápidamente—ya sea en una pelea para defender al príncipe o quitarse la ropa para ayudar al chico de otra forma—. En la parte de arriba llevaba una camiseta negra similar a la suya pero de una tela más gruesa, probablemente para protegerlo si alguien lo atacaba. 
Además de eso, dos cintos de cuero decoraban su cuerpo, uno en su cintura, sosteniendo de un lado la funda con su espada, en el otro una funda más pequeña que guardaba un cuchillo; y el otro cinturón cruzaba de forma diagonal su pecho de izquierda a derecha, conectando y sosteniendo la media capa que tenía colgada en su hombro izquierdo.
La mano del príncipe se dirigió hasta el cuero en su pecho, pasando sus dedos por debajo hasta poder tirar del arnés hacia él, pegando sus cuerpos más de lo que estaban.
—Pero sos mí guardaespaldas, no el de ella —soltó con molestia en su tono de voz y, ciertamente, con una actitud celosa y posesiva.
Cristian no supo qué decir ante eso y solo se quedó observando las facciones del menor, pudiendo apreciar lo atractivo que era aún cuando ni siquiera se había maquillado como solía hacer siempre antes de salir de su habitación para empezar con sus tareas diarias.
—La próxima vez que te pidan algo, deciles que yo te prohibí seguir sus órdenes —le pidió pero Cristian no pudo responder.
No pudo responder ya que no sabía cómo decirle que no podía desobedecer al rey y a la reina porque no haría falta que hicieran mucho para que lo desaparecieran y no le permitieran ver a Lisandro nunca más. 
Ese simple pensamiento lo hizo volver a plantearse lo que estaba haciendo y si realmente valía la pena el sacrificio y en la situación de el peligro en el que se estaba poniendo estando de esa forma con el príncipe, porque sabía de sobra que a la Reina y al Rey no le haría gracia que su hijo heredero del trono estuviera saliendo con un hombre.
Por eso tal vez Lisandro estaba tan confundido sobre el hecho de aceptar ser el próximo rey. Estar en el trono solo podía significar que, o tendría que seguir con esas tradiciones para mantener al pueblo contento, o podría arriesgarse a cambiarlas, que el pueblo se pusiera en su contra y que peligrara tanto su puesto en la realeza como su vida entera.
Muchas veces Cristian pensó en alejarse, en decirle a los reyes que renunciaba a seguir cuidando al príncipe, simplemente porque no quería dañarlo o arruinar su vida. Pero cada vez que el rubio lo buscaba con una sonrisa pidiéndole que lo acompañase a caminar o a hacer cualquier otra actividad, él se olvidaba completamente de lo mal que podía terminar todo.
Solo su sonrisa y los hoyuelos marcándose a los lados de sus comisuras, hacían que quisiera hacer todo lo posible para mantener la felicidad en su rostro porque se veía muy bonito de esa forma. Solo su voz pidiéndole en un susurro en su oído que se quedara a dormir con él en la noche, hacía que aceptara sin pensarlo dos veces solo para poder rodear su cuerpo con ambos brazos y acunarlo contra él. Solo sus jadeos ahogados y sus manos guiando las suyas hasta su cuerpo, ansiando por un contacto con su piel, hacían que aceptara acariciar cada parte suya con sus dedos y con sus labios, buscando aquellas zonas erógenas que lo hacían temblar de placer.
Lisandro terminó por acortar la poca distancia que los separaba y unió sus labios mientras se paraba ligeramente de puntitas de pies para que no fuera tan incómodo por la diferencia de altura. Cristian dejó de pensar en lo que estaba bien o mal y llevó su manos hasta la cintura del príncipe, acariciándola con necesidad de mantenerlo cerca suyo a la vez que se dejaba llevar por la caricia en su nuca por parte del rubio.
Su cuerpo se inclinó inconscientemente hacia adelante, sin querer que el menor se esforzará demasiado. No pudo dejar de pensar en lo mucho que quería seguir besando los dulces labios ajenos, los cuales a veces solían tener sabor a frutilla por el humectante labial que usaba el príncipe. Era adictivo tocarlo, acariciarlo, besarlo, y Lisandro parecía pensar lo mismo de él porque no quería separarse del contacto que él mismo había iniciado.
Sus labios se separaron solo lo suficiente como para poder hablar, aunque sus respiraciones seguían chocando en la piel ajena.
—Esta tarde quiero que me acompañes a un lugar —le pidió y Cristian terminó abriendo los ojos, volviendo a la realidad de quién era el chico frente suyo y no esa idealización que había hecho en su cabeza.
—Pero tiene una reunión con la princesa Muriel —le recordó, terminando por separarse del más bajito, sin querer volver a tentarse de esa manera porque pronto cualquiera los iba a ir a buscar al estar tardando demasiado en ir a desayunar.
El príncipe chistó con la lengua, molesto de haber recordado eso.
—No importa, quiero ir a ese lugar de todas formas —respondió, soltando al guardaespaldas para así poder ir hasta su armario y buscar el traje de color morado oscuro que utilizaba sobre su camisa, tanteando con su mirada dónde había dejado su corona para ponérsela antes de salir.
—No creo que a sus padres les guste que se escape —habló, en parte sin querer meterse en problemas.
Tal vez Lisandro no entendía lo peligroso que era para él cumplirle los caprichos que iban en contra de lo que querían los reyes. Tal vez no entendía que, aunque fuera el príncipe, no tenía el suficiente poder como para salvarlo y protegerlo.
—No pedí tu juicio moral, Cristian. —El tono cortante que usó lo hizo ser consciente de que el rubio se había enojado por su respuesta, accionando en consecuencia con ese comentario frío y ciertamente cruel.
Al final, nunca dejarían de ser guardia y príncipe. 
A veces era muy confuso para Cristian, porque Lisandro solía pedirle que fuera honesto con él, que le hablara sin formalidades y le dijera lo que pensaba. Pero otras veces, soltaba comentarios como ese que solo le recordaban que solo era alguien que recibía órdenes, que no tenía derecho a opinar y solo estaba vivo porque otros dejaban que estuviera vivo, como si su vida no fuera valiosa simplemente por ser una persona.
Y le dolía. Le dolía que lo tratara como si fuera un muñeco que podía manejar a su gusto. Le dolía porque pensaba que Lisandro era el único que lo comprendía y lo consideraba más un amigo que solo alguien que lo protegía. 
El príncipe se puso el traje y volvió a acercarse a él, deteniendo sus pasos en seco al ver la expresión que el morocho tenía en su rostro. Claramente la había cagado y se sintió culpable por haberlo lastimado.
—Perdón… —murmuró el más bajito al ver que los ojos ajenos se cristalizaban más de lo normal. Se acercó con lentitud y terminó rodeando su cuerpo con sus brazos mientras escondía su rostro en el hueco entre su cuello y su hombro—. Estoy estresado por todo el tema de mis padres queriendo que me case con esa chica, no es justo que me desquite con vos cuando sos el único que me hace sentir bien —habló contra su piel, sintiendo una presión en su garganta que no se debía al collar que tenía puesto.
Quería llorar por haber hecho sentir mal a Cristian y quería también llorar porque no era lo suficientemente valiente como para decirle a sus padres que ya tenía a alguien en su vida al que amaba y con quien quería estar por el resto de sus días.
El guardaespaldas, a pesar del sabor amargo en su boca, acarició el cabello del menor con una de sus manos, enredando sus dedos en estos y sintiendo la suavidad de sus hebras, debiéndose probablemente a todos los productos que usaba para cuidar su cabello.
—Siempre podés decirme lo que querás, incluso si es para putearme porque te trato mal —agregó y Cristian pudo calmarse, dejando de lado esos pensamientos malos sobre el príncipe.
Entendía que estuviera pasando por un mal momento y tenía más sentido que todas las noches le insinuara cosas porque era de las pocas formas en las que lograba sacarse todo ese estrés de encima, aunque la mayoría de veces solo terminaban durmiendo abrazados porque Cristian sentía que se estaba aprovechando del menor y tampoco quería que eso se volviera algo regular.
Quería que cuando estuviera con él, fuera especial, que fuera porque querían mostrarse el uno al otro lo mucho que se querían y no por mero deseo de olvidarse de todas sus responsabilidades. Era un príncipe, no podía simplemente abandonar toda su vida solo porque no le gustaba.
A veces era una mierda pertenecer a la realeza.
Pero otras veces, se olvidaba de todo eso porque gracias a ser un príncipe podía hacerle regalos a su novio que consistían en mandarle a hacer prendas que sabían que le iban a quedar bien porque Cristian era Cristian, él se veía bien con cualquier tela cara que le pusiera encima. Principalmente si era de color negro.
Muchas veces el pelinegro le había dicho que debería estudiar diseño de modas porque los miles de cuadernos—bueno, solo tres— con diversos dibujos de conjuntos de ropa y la ropa que diseñaba para él definitivamente demostraban que sabía de moda y tenía talento. Tal vez debería considerar crear su propia marca de ropa.
—Lo voy a acompañar a donde quiera… Si primero se reúne con la princesa Muriel —dijo y provocó que el príncipe hiciera un puchero, pero al final terminara aceptando porque quería salir de la mansión por unas horas y qué mejor que con el guardia real y lejos de su casa.
Esa reunión no podía ser tan mala después de todo.
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Bueno, tal vez había subestimado un poco la situación. 
Había intentado entablar una conversación con la chica pero las palabras no parecían salir de su garganta, terminando en frases cortas y un poco cortantes.
Empezando porque lo primero que le dijo a la chica cuando los reyes los dejaron solos fue que "solo hacía eso por sus padres y que no le gustaba ella".
Capaz no tendría que haber sido tan directo porque ahora seguro la princesa le decía a sus padres cómo la había tratado y le caería un regaño por no haber sido educado y bla bla bla.
En realidad lo hacía por Cristian, porque él se lo había pedido. Y porque de verdad quería ir con él a ese lugar que había descubierto de camino a un viaje al pueblo. 
Por ello, cuando el guardia real apareció en su campo de visión mientras ambos estaban en el patio sentados en unas de las mesitas de mármol, no pudo evitar observar lo que hacía, distrayéndose de la supuesta merienda que estaba compartiendo con Muriel.
—Supongo que no puedo cambiar tus sentimientos… —murmuró la princesa, trayéndolo de vuelta a la realidad donde tal vez no debería estar mirando tanto a su guardaespaldas. 
Además de que su comentario hizo que volviera a prestarle atención porque capaz la chica lo había descubierto y se preocupó porque llegara a decirle a alguien más. Su mirada se topó con la de Muriel, quien le dio una pequeña sonrisa sincera, aunque se veía en sus ojos que sentía pena por él.
La chica de su edad solo lo miró, como invitándolo a conversar sobre eso, pero Lisandro lo dudó mucho porque aún no sabía qué tanta confianza podía tener en la princesa.
—Perdón, pero ya me gusta alguien más, no quiero estar con nadie más que no sea é-... Esa persona —se corrigió rápidamente porque casi soltaba un "él" y ahí sí que estaría acabado.
Muriel solo asintió y extendió su mano hacia la bandeja con frutas, portando un tenedor para poder pinchar un pedazo de manzana verde que había en un plato.
Lisandro sintió pena por la chica ya que era realmente bonita y, de no ser porque le gustaba Cristian, tal vez hubiera intentado entablar una relación con ella, se veía como una buena persona y alguien con quién podría reinar con comodidad por lo similar que eran sus pensamientos al ser ambos jóvenes. 
—¿Hace cuánto te gusta? —consultó la princesa repentinamente interesada en el asunto o simplemente queriendo sacar un tema de conversación. Lisandro la miró con confusión— Ella o él, ¿hace cuánto te gusta? —aclaró al ver al príncipe con la mirada perdida.
—Nos conocemos desde que somos chiquitos… Me cuidaba mucho y bueno, nos volvimos cercanos, no podría decir exactamente desde hace cuánto tiempo me gusta —resumió y Muriel solo se le quedó mirando con una sonrisa. Lisandro enarcó una ceja sin entender por qué sonreía—. ¿Qué?
—Nada, solo que tus ojos se dilataron cuando hablaste sobre esa persona —habló y el príncipe no supo dónde meterse por la vergüenza. 
Sintió su rostro calentarse y terminó desviando la mirada hacia el pasto con la esperanza de que se le fuera la pena que sentía en esos momentos. Pensó en las veces que había estado con Cristian y en cómo se ponía con él si con solo hablar sobre el guardaespaldas lo hacía feliz y lo avergonzaba.
—¿Y por qué no te casas con esa persona? —siguió con su cuestionario como si fuera tan sencillo casarse con alguien que no es príncipe ni rey.
Era verdad que Cristian era respetado por la gente, tenía cierto renombre en el ámbito y estaba seguro de que nadie se atrevería a meterse con él porque todos sabían lo entrenado que estaba y de lo que era capaz. Pero muy diferente era que lo aceptasen como un futuro rey.
—Porque no es un príncipe puro.
Mierda.
Al instante se dio cuenta de que la había cagado por no pensar antes de hablar.
Por la vergüenza, terminó mordiendo su labio inferior y clavando su vista en el plato de comida como si fuera lo más interesante que había a su alrededor.
—Así que es un él… —la escuchó murmurar y no se atrevió a mirarla, pensando que, tal vez, Muriel no era tan abierta de mente como pensaba y lo iba a mirar con asco porque le gustase un hombre.
Los casos de reinos dirigidos por personas del mismo sexo eran escasos y la mayoría eran de hermanos que se vieron obligados a reinar juntos porque mataron a los reyes y no podían esperar a un casamiento. Sin embargo, nunca escuchó de un caso así en la actualidad, parecían ser más una leyenda. 
—Tengo una idea —agregó mientras volvía a pinchar otro pedazo de manzana para después llevarlo a su boca y comerlo—. Si estás de acuerdo, nos podemos casar y fingir que estamos juntos, pero vos podés quedarte con esa persona.
Cualquier tipo de vergüenza que hubiera sentido terminó por esfumarse con esas palabras, ocasionando que volviera a mirar a la chica, esta vez con desconfianza por su propuesta. ¿Por qué alguien le haría una oferta así?
—¿Y qué ganas vos con todo esto? —cuestionó, imitándola y comiendo algunas frutas porque le había dado hambre.
—Bueno… Prefiero casarme con vos antes que con cualquier otro pretendiente que no me deje expresar mis opiniones y no me permita tener el mismo poder que él solo porque soy mujer. —Su comentario lo hizo pensar en si ya había pasado por eso como para que fuera tan específica al hablar.
Lo pensó por unos minutos porque no sonaba como una mala idea.
Los padres de Muriel eran de los reyes de otra provincia, Córdoba, pero ella había nacido en Gualeguay, en Entre Ríos, cuando sus padres fueron a vacacionar y terminó creciendo allí, por lo que, por ley tenía derecho a ejercer soberanía sobre la provincia.
Muriel era una princesa pura como él, no era simplemente la hija de alguien de la realeza que tenía relación de amistad o contactos con algún rey. No parecía ser una mala idea que dos personas así reinaran ese pueblo. No cuando eran similares y parecían tener muchos ideales en común. 
—Mhm… Lo voy a pensar —respondió, sin querer dar una respuesta en esos momento porque tenía que analizarlo bien antes de tomar cualquier decisión. Estaba hablando de su vida futura y la de Cristian, no podía simplemente decidir de un momento a otro.
Volvió a desviar la mirada hacia el guardaespaldas, observando que se acercaba a ellos caminando con ese conjunto de prendas negras que le quedaba tan bien a su parecer.
Inconscientemente, Lisandro llevó una mano hasta su corona, acomodándola para asegurarse de que estaba "presentable" mientras tomaba cierta distancia de la chica y sentía que su pulso se aceleraba. En el fondo tenía miedo que su novio malinterpretara aquello y pensara que de verdad quería a la castaña.
—Princesa Muriel —la llamó el guardia, parándose a un metro de donde estaban ellos, entre ambas sillas. La chica dejó el tenedor a un lado del plato de frutas y se giró hacia el hombre que la había llamado—. Su padre está esperándola en la puerta —le informó, con su típica posición recta con los brazos a ambos lados de su cuerpo.
Lisandro a veces pensaba que parecía más un soldado que un guardia de la realeza.
La castaña se enderezó en su asiento, mirando por detrás del pelinegro hasta poder visualizar el auto negro estacionado en la puerta de la mansión de los Martinez. Muriel solo asintió y se levantó del lugar donde estaba sentada, sacudiendo y acomodándose el vestido negro que apenas le llegaba a las rodillas, terminando de arreglar las hombreras de tela satén blanca.
Cristian se hizo a un lado, indicándole con una mano que avanzara para acompañarla hasta el auto.
—No hace falta que me acompañes —mencionó la chica con una sonrisa, agarrando la cartera blanca que había dejado colgada en la silla donde estaban sentados. Esta vez se giró hacia Lisandro, quien se había levantado y acercado hasta ella para despedirla,  quedando al lado del guardaespaldas—. Nos vemos, Lisi, espero tu respuesta —se despidió la chica con una sonrisa.
Cristian se le quedó mirando, intentando que la molestia que apareció en su pecho no se exteriorizara en las expresiones de su rostro porque le había irritado el apodo con el que llamó al príncipe, como si fueran cercanos. En cambio, terminó con su mandíbula apretada.
Estuvo a punto—y de hecho dio un paso hacia adelante— de seguir a la chica aunque le hubiera dicho que podía ir ella sola porque de todas formas ese era su trabajo, pero una de las manos del príncipe se enganchó en su brazo, tirando de este para que no se fuera.
Por inercia, su cuerpo regresó al lado de Lisandro y giró su rostro hacia él con la incógnita en su cara de por qué lo estaba reteniendo, pero pronto cualquier molestia se terminó esfumando cuando vio la sonrisa del chico y su rostro tan cerca del suyo.
—¿Te pusiste celoso? —mencionó el príncipe con ligera gracia reflejada en sus gestos al sonreír, mirando a lo lejos a la princesa subiéndose a su auto.
Sus ojos brillaban, como si fuera un niño que acababa de recibir el regalo de Navidad que pidió. 
Cristian no respondió y solo tomó la mano del chico para separarlo de su cuerpo antes de que alguien viera la cercanía que estaban teniendo. Lisandro hizo un pequeño puchero al ver su acción, pero no insistió, entendiendo que no era buena idea que los vieran como solían estar en su pieza.
—¿Ahora sí me vas a acompañar a ese lugar? —insistió con la idea que había tenido en la mañana del mismo día, esperando que no se hiciera tan tarde como para andar ellos dos solos por ahí.
Sabía que Cristian iba a protegerlo sin importar qué, pero tampoco quería poner en peligro su integridad física. 
Simplemente quería salir con su novio y olvidarse de todo eso que involucraba que él fuera un príncipe. Solo quería tener una cita como cualquier joven adulto de su edad tendría. 
—¿Qué es ese lugar? —consultó porque de eso dependía qué cosas llevaría para asegurarse de que el príncipe estuviera cómodo. 
—Es una sorpresa —respondió, ganándose la mirada fija del guardaespaldas.
—Lisandro, sabés que no puedo simplemente ir a cualquier lado sin qu- —El príncipe lo interrumpió. 
—Si, si, sin estar preparado y llevar tu bolso que involucra absolutamente cualquier cosa que pueda llegar a necesitar —siguió el discurso con un tono desganado, un discurso que muchas veces le había dicho solo que, probablemente sin hablarle de manera informal como acababa de hacer en ese momento. 
Siempre que hablaba en serio, le hablaba de esa forma.
Lisandro llevó una mano hasta su cabeza, agarrando el borde de la corona que tenía puesta para poder quitársela.
—Solo quiero que por una vez en tu vida me trates como yo, Lisandro, tu novio, y no como un príncipe —agregó, rogándole con la mirada que no se pusiera en esa posición donde lo único que le importaba era que estuviera bien porque sus padres se lo habían ordenado.
Cristian lo miró por unos segundos bastante largos, pensando en cómo decirle al chico que siempre lo vio de esa manera aunque fuese su guardia.
La mano del pelinegro subió hasta su mejilla, acariciando la suave piel con el pulgar de su mano, olvidándose completamente de la propia regla que se había puesto a sí mismo sobre no tocar al rubio cuando estaban en público. 
—Aunque no fueras un príncipe, seguiría cuidándote igual.
Lisandro quedó atontado por sus palabras, siendo él ahora el que se sentía nervioso por la cercanía del morocho. Los ojos del más alto lo miraban con un brillo que lo hacía pensar que tal vez así se veía él cada vez que miraba a Cristian, con admiración y anhelo. A veces se preguntaba cómo nadie se daba cuenta de lo que sentía si era obvio cuando alguien gustaba de otra persona por su lenguaje corporal.
Pensó que probablemente a nadie le interesaba lo suficiente como para que le prestaran atención a lo que hacía. 
Dolía pensarlo, pero era una realidad. Todos los integrantes de su familia tenían sus cosas para hacer y vivían su vida—como sus dos hermanos menores—, y del personal, solo lo trataban cordialmente porque era su trabajo.
Cristian era el único que cruzaba esa línea de "profesionalismo" y era alguien a quien podía llamar su amigo. Y tal vez, ahora se le uniría Muriel.
El guardia solo volvió a separar su mano de él, tomando un poco de distancia porque sus cuerpos prácticamente se rozaban. Cerró los ojos y suspiró, volviéndolos a abrir después de unos segundos—esta vez no tan largos—.
—De acuerdo, ¿a dónde quiere ir? —cuestionó, volviendo a tomar su posición formal de guardaespaldas porque no podía permitirse ser su novio cuando alguien podía verlos.
Lisandro sonrió ampliamente y empezó a caminar hacia la salida de la mansión, con la esperanza de recordar cómo llegar al lugar al que tanto quería ir porque le había parecido el sitio ideal para una cita.
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—¿A dónde me estás llevando? —preguntó el más alto, sintiendo las manos del menor en sus ojos, cubriendo su visión. 
Después de que salieron de la mansión así como estaban, simplemente con sus celulares y la ropa que se habían puesto ese día, caminaron por unos minutos caminando por el bosque que rodeaba la mansión de los Martinez. El príncipe le obligó—o bueno, solo se lo ordenó— a hablarle informalmente, porque ya no había nadie que pudiera escucharle hablar de esa forma al futuro rey, así que únicamente le quedó hacerle caso.
—Ya casi llegamos —respondió con el tono de voz denotando felicidad por poder compartir ese momento con su novio.
Para cuando el menor quitó sus manos y le permitió ver, sus ojos tardaron unos segundos en acostumbrarse a la repentina luz. Observó el lago enfrente suyo y se quedó maravillado por lo lindo que era ese lugar. El lago parecía lo suficientemente hondo como para cubrir todo el cuerpo pero habiendo partes en los alrededores donde probablemente harías pie aún cubriéndote el cuerpo.
El agua semicristalina dejaba ver parte del fondo del lago y las tonalidades verdes de los árboles a sus alrededores reflejaban en el estanque. Ambos estaban parados en una desnivelación del terreno, creando una circunferencia en la periferia, y no muy lejos de ellos, había un pequeño río que terminaba en una pequeña cascada que desembocaba en el lago.
—¿Te gusta? —pronunció el más bajito, quedándose a un lado suyo para seguido enfrentarlo cuando el guardaespaldas se giró hacia él. 
—Me encanta —respondió con una sonrisa, que pronto terminó en una mueca de sorpresa al sentir las manos del menor agarrando el cinturón en su cintura—. ¿Qué hacés? —preguntó, viéndolo tomar la hebilla de la franja de cuero para así poder desajustarlo.
—No te traje acá para que miraremos el paisaje —mencionó, concentrado en su tarea de quitarle el cinto y Cristian no se lo impidió en ningún momento, con una sonrisa burlesca en su rostro.
Capaz Lisandro no debería haberle permitido dejar su rol de guardaespaldas porque el más alto agarraba demasiada confianza cuando quería.
O tal vez eso era lo que el príncipe ansiaba que pasara, no estaba seguro.
—¿Ah no? ¿Entonces qué vamos a hacer? —Lisandro notó la intención detrás de sus palabras, terminando de quitarle el cinto para dejarlo caer al piso, aprovechando sus manos ahora libres para quitarse la corona y dejarla a un lado del cinturón del guardia.
—Que conste que vos lo pensaste, no yo —se defendió y Cristian rió suavemente, animándose a llevar sus manos hasta el traje morado del chico para ayudarlo también a desvestirse.
—Específicamente inocente, no sos, por algo me entendiste —se burló, obteniendo un chasquido de lengua de parte del príncipe seguido de un golpe en su pecho.
—Yo solo quería que nos metiéramos al agua.
Lisandro tomó esta vez el cinto en su pecho y lo desajustó para quitarle la capa, dejándola caer junto al montoncito del resto de las cosas.
El pelinegro aprovechó que el menor terminó con su acción para finalizar de sacarle el traje, dejándolo en el piso para después agarrar la cintura del chico con sus dos manos, atrayéndolo hacia él.
—Sos demasiado bonito —soltó de repente, poniendo nervioso a Lisandro, quien no pudo evitar ponerse tímido por su comentario.
Acostumbraba a recibir esos comentarios de mucha gente con regularidad, pero definitivamente que se lo dijera Cristian tenía un efecto totalmente diferente en él.
El más alto detalló cómo las mejillas del rubio se volvían ligeramente de una tonalidad rojiza y sonrió por eso, obsesionado con el brillo en sus ojos producto del halago. 
Sin poder y sin querer realmente contenerse, terminó pegando sus labios a los del menor, saboreando el sabor a frutilla de su labial humectante, preguntándose por qué lo usaba tanto si sus labios parecían estar sanos. Ciertamente, Lisandro lo usaba porque le gustaba sentir el sabor en los labios de su novio y porque había guardado en su mente ese recuerdo de cuando se besaron por primera vez siendo los dos eran menores de edad y el pelinegro le dijo que le gustaba mucho el sabor de sus labios.
Al no tener que preocuparse por nadie ni nada, el príncipe se animó a abrir su boca, buscando la lengua ajena con la suya hasta poder conectarlas en un beso que terminó siendo un poco húmedo y obsceno por los ruiditos que producían sus lenguas y su saliva al chocar y mezclarse.
—Dios, te besaría todo el día —murmuró el pelinegro a centímetros de su boca después de que se separaran un poco en busca de oxígeno. 
—Bueno —respondió con una sonrisa, para nada disgustado ante la idea—. Me encanta cuando me decís lo que te gustaría hacerme —agregó, tanteando con sus manos la camisa del más alto para poder empezar a desabotonarla.
—Mhm, me parece que no te gustaría saber el resto de cosas que quiero hacerte. —A pesar de que su comentario lo apenó porque no todos los días veía a un Cristian sin filtros hablándole como si los dos fueran personas normales, no pudo alejar su mirada de él, sintiéndolo como un desafío. 
—Dudo que sea tan malo —le siguió el juego, terminando de desabotonar su camisa y aprovechando la cercanía para meter sus manos entre la tela y su cuerpo, tocando directamente su piel y deseando poder tocar toda su tez.
Cristian se quedó en silencio por unos minutos, mirando su expresión y buscando en sus orbes un atisbo de que de verdad podía hablarle así y no habría ningún problema. Muchas veces Lisandro se lo había dicho y le había dejado en claro que no quería que se guardara las palabras con él, que tenía el mismo derecho para hablar que él, pero a veces simplemente se sentía incorrecto hacerlo, demasiado contaminado con la idea de que solo era un títere que servía para proteger a la familia real.
Aunque esa vez, Cristian mandó todo a la mierda y solo se permitió estar con su novio, liberando todos esos pensamientos y deseos que reprimía todos los días. 
—Me encantaría poder besar todo tu cuerpo y tocarte hasta que solo puedas pensar en mí —mencionó, llevando sus manos hasta los collares del rubio para poder quitárselos—. Hacerte olvidar de todo y que solo seamos Lisandro y Cristian, dos personas que se aman a pesar de todo, dos personas que merecen el mismo afecto que cualquier otra y que no deberían estar escondiéndose por culpa de una opinión ajena —siguió hablando, a la vez que sus manos bajaban por el cuerpo del menor, apreciando su linda figura a través de su ropa, deseando poder quitársela y apreciar su cuerpo directamente porque nunca se cansaría de él, de lo hermoso que era, físicamente y en personalidad.
Los orbes del príncipe brillaron, tal vez demasiado, al punto que tuvo que morderse el labio inferior para no terminar llorando. Sus palabras habían tocado una fibra sensible dentro suyo y no podía pensar en otra cosa que no fuera en lo mucho que amaba al guardaespaldas.
Ansiaba con su vida que llegara el día en el que pudiera expresar su amor libremente sin sentir que sus padres dejarían de quererlo y que todo el pueblo le daría la espalda por ser como era.
—Te amo mucho, Lisandro. —A pesar de que sonrió de felicidad, dejó que las amargas lágrimas cayeran por sus mejillas, odiando ese sentimiento tan contradictorio en su pecho de felicidad y tristeza a la vez.
Estaba muy feliz de tener a Cristian a su lado, era lo mejor que le había pasado en la vida. Pero también estaba triste por todo lo que tenían que pasar los dos para poder estar juntos.
Las manos del guardia acusaron su rostro, limpiando las lágrimas con sus pulgares hasta que no quedó ningún rastro de ellas. El mayor no necesitaba una respuesta verbal para saber que le correspondía y mucho menos lo necesitaba cuando Lisandro lo abrazó con fuerza, escondiendo su rostro en su cuello y dejando que la calidez del cuerpo ajeno curara ese dolor en su corazón. 
En algún momento ambos terminaron de quitarse la ropa para poder llevar a cabo la tarea que desde un principio tenían pensado hacer, quedando ambos solo en ropa interior para así estar cómodos al bañarse.
No se despegaron en ningún momento el uno del otro, manteniendo sus manos en el cuerpo ajeno y acariciando sus pieles lo más que podían. Era raro que pudieran disfrutar de esa cercanía en su día a día, por lo que disfrutaron de poder tocarse y besarse. Las piernas del rubio rodearon la cadera del guardia y Cristian solo pudo sostenerlo con sus manos en su cadera, a la vez que apoyaba sus pies en la tierra húmeda debajo de ellos.
El agua terminaba por ocultar lo que hacían los dos jóvenes, aunque cualquiera podría darse cuenta de ello fácilmente tan solo caminando cerca de allí y escuchando los suaves gemidos y palabras de ruego del menor, dirigidas a su novio quien mantenía un movimiento constante para darle placer al príncipe. 
Ambos disfrutaron del momento a solas, incluso cuando el sol cayó y decidieron volver a tierra firme—y seca—, quedándose sentados a un lado del río mientras observaban el atardecer y cubrían sus cuerpos con la media capa del guardaespaldas. 
—Creo que voy a casarme con Muriel —comentó mientras se acurrucaba contra el cuerpo ajeno, apoyando su cabeza en su hombro.
Las palabras del chico rompieron esa burbuja hipnótica en la que se encontraba Cristian mientras miraba el ocaso entre los árboles, de vez en cuando observando cómo los rayos dorados del sol chocaban contra la morena piel del príncipe. 
No pudo evitar que esas palabras le dolieran.
Lisandro notó lo tenso que se puso su cuerpo y terminó enderezándose para mirar al guardia.
—No es lo que pensas —aclaró antes de que el chico se hiciera ideas equivocadas sobre el tema.
Simplemente pensaba que esa era la mejor opción que tenía en esos momentos, solo le alarmaba pensar en el futuro cuando necesitase procrear para mantener el reino a salvo.
—Le dije a Muriel que me gustaba un chico —se sinceró y pronto vio la mueca de temor en su rostro. Lisandro llevó una mano hasta la mejilla ajena para consolarlo—. Me ofreció que nos casemos para asegurar el reino y que podamos seguir juntos. Ella tampoco quiere una relación conmigo —contó para calmar los malos pensamientos del mayor. 
Cristian solo asintió con la cabeza, pensando el tema por unos segundos para después imitar el movimiento anterior de su novio, abrazándolo por la cintura con sus dos brazos y escondiendo su rostro en su cuello.
—Hablemos de eso después, por favor —le pidió y Lisandro no se lo negó. 
Ninguno de los dos quería hablar en esos momentos, al menos no sobre sus vidas, solo querían disfrutar de ese rato donde solo podían pensar en lo lindo que se sentían cada vez que estaban juntos, en esa calidez que invadía sus cuerpos sin importar la temperatura que los rodeara.
Otro día hablarían bien sobre ese tema, sin querer ninguno ponerle una fecha exacta.
Aunque no hizo falta que pasara mucho tiempo porque a la mañana siguiente se vieron obligados a hacerlo cuando Muriel entró inesperadamente a su pieza después de tocar la puerta un par de veces y encontrarse a la pareja durmiendo abrazados en la cama, ambos con sus torsos descubiertos por el calor que se generaba entre ellos por el contacto corporal.
Lisandro se despertó alarmado por encontrarse en esa situación, habiéndose olvidado de decirle a Muriel que no entrara a su pieza como si nada aunque fuera su futura prometida. La chica terminó disculpándose varias veces aunque le contó que los reyes habían querido que le diera una sorpresa al príncipe para invitarlo a comer, aunque la que terminó sorprendida fue ella, sin poder creer que el chico que le gustaba a Lisandro fuera su propio guardia.
Cuando Cristian se despertó, se encontró a los dos menores en el balcón de la habitación, conversando tranquilamente mientras disfrutaban del clima cálido de la mañana.
Lisandro le pidió que los acompañara y el pelinegro no pudo negarse, sentándose a un lado de ellos después de vestirse con alguna prenda de su novio para no incomodar a la chica porque tampoco pensaba ponerse la ropa del día anterior de nuevo.
Hablaron, comieron y rieron, como lo haría cualquier grupo de amigos. Tal vez alguien los vio desde el piso de abajo, tal vez no.
Realmente eso no importaba.
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holybatusibatman · 1 year
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Ep. 19-20: The Purr-fect Crime / Better Luck Next Time
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Villana: Catwoman
Ciertamente, ya tardaba en aparecer un personaje tan familiar como Catwoman, pero se podría decir que la espera mereció la pena: ¡Julie Newmar! ¡Y el episodio está muy bien!
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El papel de Selina Kyle le encaja como un guante, con o sin uñas, a Newmar. Tal y como ocurriría con Gorshin, Romero, Meredith e incluso el propio West, se trata de uno de esos personajes que acompañaría al actor toda la vida (aunque ya explicaremos algunas salvedades que ocurrirán más tarde) y con todo mérito. El brillo que le da Newmar al personaje con sus maullidos, ronroneos y un carisma y escultural belleza es imposible de pasar por alto.
Con todo esto dicho, tenemos un muy buen episodio de presentación (que siempre suelen funcionar). Como no sería muy propio que el muy caballeroso Batman se pusiera a repartir su típica de ristras animadas con una mujer, Catwoman es más creativa en cuanto a trampas (aunque sus secuaces reciban lo suyo, cómo no): muros de pinchos, Robin secuestrado con una suerte de cápsula de absorción... y una batalla a muerte con un tigre. Y un tigre real, ojo.
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La verdad es que, pensándolo un poco, yo no habría colocado el cliffhanger con Batman ante las dos puertas (tras una de ellas Catwoman, tras otra el tigre). Que la pelea con el tigre ocurriría igualmente, por supuesto, pero le daría un poco más de dignidad al supuesto mejor detective del mundo antes de abrir la puerta incorrecta sin pensarlo mucho.
Por otro lado, vemos un nuevo despliegue de bat-gimmicks: bat-tapones para oídos, bat-garras de tigre (para escalar, no para pelear) amén de elaboración de mejunjes en el laboratorio de la bat-cueva y hasta algún tuneo del batmóvil. ¡No está mal!
Puntuación: 4/5
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uniquetyphoonmiracle · 3 months
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Por cierto..cuando compre hoy los Pinchos MEXICANOS [novedad en MERCADONA] que además me he comido con un CHORIZO [=LADRON] ASTURIANO [=PRINCIPE ANTICRISTO=ALFA Y OMEGA] había una mujer con un bolso o bolsa de MALLORCA como de TURISTA con la Catedral de PALMA..a lo mejor es otra SEÑAL más allá de lo acontecido en su AEROPUERTO con el DILUVIO y con un AVION por GRANIZO..además hoy he recordado que la gira CLOSE UP and PERSONAL de GUNS N ROSES acabó 22_7_12 en MALLORCA con THE DARKESS sustituyendo a THE CULT de teloneros
Además desde MALLORCA le sacaron el titular a VIRGINIA MAESTRO que SU SUEÑO ES ESTAR EN PAZ y de MALLORCA es VICTORIA LERMA a la que vi en el BUHO REAL por mi 51 cumple y luego en julio 2023 en sala WURTLIZER en calle TRES CRUCES [junto a la perfumería de BUTRAGUEÑO o EL BUITRE del REAL MADRID que le firmo a mi padre en NAPOLES [30_9_87] una postal de sus perfumerías tras habersele fotografiado sus VERGUENZAS en dic'86 jugando en el BERNABEU contra el ESPANYOL de BARCELONA] tras haberme bebido una CERVEZA ALHAMBRA en el ATICO del HOTEL DE CRISTIANO RONALDO [CR7] al que se entra por la calle PARALELA o de LA SALUD como PARALELA anterior es MONTERA o la de las PUTAS CALLEJERAS..Y se visualiza al lado tanto a DIANA LA DIOSA ROMANA de la LUNA Y LA CAZA ..como al AVE FENIX y GANIMEDES [14 julio 2023]
Esto me parece también muy revelador sobre que entre los IDOLOS DE ORO y LA PUTA MUJER O de la FALSA MORAL DEL DINERO , LOS VICIOS Y LA IDOLATRIA os lo quitan todo incluido lo PRINCIPAL O BASICO como es SALUD Y SEXO LIMPIO O PURO
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skazan · 9 months
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Compromiso con el reciclaje.
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Sabe Dios que no como en exceso. Eso sí: me encanta una buena mesa aunque no soy en absoluto exigente, no ejerzo la gula, y mucho menos la pompa.
Establecidas las bases, situémonos: año 2023, hemisferio norte. Barcelona, cuadrante Colau. Círculo -parece la Divina Comedia- noroeste. Hay quien lo llama Nou Barris. Es un Viernes de primavera y estoy algo contento. Teletrabajo en el apartamento, ese tan soleado y con vistas despejadas. Son ya las 14:00 y teleficho. El fin de semana ha empezado.
Mi forma de abordarlo desde que vivo ahí -y eso que mientras escribo estas líneas ya no vivo ahí- ha sido siempre la misma: un breve vermut en mi bar favorito, el de abajo. La bodega de abajo, vamos. Y afrontar la tarde del viernes bajo la incierta nebulosa de algunas cervezas, tal vez un tinto de verano, macerando dormida creatividad y danzarines lamentos.
Son las 15:12 aproximadamente, qué más da. Arremeto contra un saludable bistec, casi oculto bajo una nube de congeladas patatas bien fritas, eso sí, sabrosas, saladas, tal vez algo tostadas. Un entorno promediando 71 años me rodea. Frascas de vino y consejos médicos desoídos. Torreznos y huevos fritos. Todo un purgatorio en pleno barrio de Porta, Nou Barris, Barcelona.
Entran dos señoras. La primera, de repelente aspecto monjil. Gafotas metálicas, pelos cortos, cosa que no me importa una mierda. Pero si le añades una actitud de cierta violencia verbal -llámese buenismo de corchopán- y una mirada entre tardía virginidad en la cincuentena y el Rancho Wako, la cosa se complica. Y si sumamos la variable de una acompañante sexagenaria, negra de piel y blanca de cabello, exhibida por la monja como si fuera un souvenir recién llegado de Zambia, la situación se torna surrealista.
               -Mi amiga tiene que ir al baño.
Ningún problema por parte de los dueños, mis queridos bodegueros.
               -Y un agua para mi.
Qué rancio recurso.
Esa es la tesitura: una bodega, una monja, un bistec y una señora de áfrica en el WC.
Apenas mastico -buena carne- y observo con simetría la TV y la puerta del WC situada inmediatamente debajo. Apuesto que mis veintipico partners de bodega hacen lo mismo. Pero una liebre salta: alguien debe vaciar su vejiga. Un cuarentón como yo, sin demasiada panza como yo (me apetecía decirlo), acomete la puerta del baño.
Es un hombre prudente, de esos que sólo te hablan tras varias cervezas y con la cautela de una cobaya ante un cocodrilo. Ase con destreza la maneta, la voltea, y entorna brevemente la puerta. Pasa un segundo que parece un año. Cierra.
Retorna a base. Parece masticar con dificultad. Largos tragos de vino sin paladeo. Breve tos. Mira el aplacado de yeso, cuadriculado, en el techo.
               -Creo que…la señora…tal vez…digestivo…no sé….
Nadie observa, pero todos atendemos. Siguen los caninos triturando pinchos y bistecs, pero ya a nadie le importa lo que acaricia la lengua. ¿Qué está pasando?
Súbitamente y solemne, la señora de Lusaka, capital de Zambia, aparece con la cabeza arriba, mirada firme hacia los toneles, sólido el paso hacia Sor Bromuro, que está saldando cuentas con mi bodeguero favorito. Y se diluyen, sin despedirse, en la tarde de Nou Barris.
Y la vida sigue, y con ella las necesidades de ese cuarentón mingitorio que -sabe Dios el motivo- ha abortado la misión. Y esta vez, sí, acomete plenamente el minúsculo vestíbulo con lavamanos que separa los wc’s de hombres y mujeres a derecha e izquierda. E inmediatamente sale de nuevo, mucho más pálido. Y avisa a la bodeguera, que entre aspavientos e improperios con limitador -hay que cumplir las ordenanzas- acude con firme paso bodeguero, para regalar a los parroquianos un memorable:
               -¡La muy hija de puta!¡No te jode, cagando en la papelera!
Todos sonreímos, pero nadie rio, mientras con solemne pesadez transportaba aquella bolsa con restos de mierda humana hacia el exterior en pleno menú del día.
Y es que estamos en Nou Barris, tierra de generaciones venidas de lejos y tolerancias venidas a menos, aunque muy palpables: nadie va a reírse de una persona que ha hecho las cosas lo mejor que ha sabido. Muy diferente es ubicarse entre oreja y oreja afiladas gafas teatrales, esas sin malicia, que impelen estas líneas. Y divertirse.
S. Kazan 2023. All rights reserved.
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prensaescrita · 1 year
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Irene Gómez Perdigón, chef medieval seguntina 2023
Irene Gómez Perdigón, maestra panadera de los Gustos de Antes, se proclamó, en el Salón Doña Blanca del Parador de Sigüenza, chef medieval seguntina de 2023 en el XIV Concurso de Pinchos y Tapas Medievales de la ciudad del Doncel.
La chef representará a Sigüenza el próximo otoño en Hondarribia, localidad que acogerá el Concurso Internacional que, sobre esta misma especialidad culinaria, celebrará la Red de Ciudades y Villas Medievales a la que pertenece Sigüenza.
El concurso lo condujo, con maestría, el popular periodista Goyo González, que acumula una dilatada trayectoria profesional, y que, en la actualidad, es colaborador del programa Herrera en COPE, entre otras muchas actividades profesionales. Y lo abrieron la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino y el concejal de Turismo, José Antonio Arranz.
La regidora recordó, en primer lugar, la figura de Santos García Verdes, malogrado chef seguntino de cuyo fallecimiento, en accidente de tráfico, se cumplen hoy diez años, y a cuya memoria está dedicado un concurso que él ganó en sus primeras seis ediciones. Merino calificó al concurso como un clásico ya de la gastronomía seguntina en primavera, una gastronomía que, en general, "nos hace reconocidos" a nivel nacional. "En todo lo que hacemos tiene un peso importantísimo", recalcó Merino, como por ejemplo en los actos del IX Centenario o para sumar activos a la candidatura de Sigüenza a Patrimonio Mundial. Por lo tanto, la alcaldesa concluyó dando las gracias a los hosteleros, por su aportación, especialmente a los que participan este año en el concurso y consiguiente ruta del pincho medieval.
Por su parte, José Antonio Arranz, calificó a los hosteleros seguntinos como los mejores embajadores de la ciudad, además de unos estupendos guías turísticos.
La tapa ganadora se llama 'Chusquero seguntino'. El principal ingrediente, naturalmente, es el mollete de pan. Está hecho con una harina de trigo negrillo fabricada por Despelta en Palazuelos. El aceite de oliva, es de La Alcarria. La sal, de Saelices, los garbanzos, de la tienda Burcol, en Guadalajara, la miel de La Orza, el tomillo de Sierra Ministra, y el vino, de Mondéjar. "Todo es producto de cercanía", recalcaba ayer Gómez.
La preparación es muy sencilla. Las carrilleras se cocinan con cebolla, tomillo y vino. Una vez hecho el sofrito, rehogado y hervido, se ponen los garbanzos en agua y se cuecen para hacer el humus, con el aceite de oliva. La estrella del pincho es un pan crujiente y bien tostado, para que la corteza cruja en boca. Abierto el pan, Irene acuesta sobre él una base de humus, y las carrilleras "bien desmenuzadas". El pincho se decora con el humus con garbanzos enteros, miel y tomillo. "Se llama chusquero porque cuando los guerreros medievales iban a la guerra, al pan lo llamaban así", contaba ayer la ganadora. Emocionada, "no me podía imaginar llevarme el premio con tanto nivel como había en el concurso", añadía. Y también se mostraba muy ilusionada por "representar a Sigüenza, con todas mis ganas, en el concurso internacional". Aprovechando que el pincho mezcla sabores dulces y salados, "recordaré la Candidatura a Patrimonio Mundial y destacaré la gran calidad de nuestros productos". Irene tuvo también palabras de reconocimiento para su equipo, que integran otras tres mujeres, además de ella misma.
El jurado lo compusieron, Jesús Velasco, chef del Restaurante Amparito Roca, José Ramón Ruiz, secretario y director de contenidos del Club de Catas del Casino Amistad Numancia de Soria, y Ana Hernando, profesora y jefa de departamento en la especialidad de Hostelería y turismo en el CIFP La Merced de Soria, y tres miembros del público, elegidos por sorteo, aportando la valoración popular.
Fue Ruiz quien ejerció como portavoz de sus compañeros. "Ha sido un concurso interesantísimo, de gran nivel, reñido, pero con unanimidad en el primer premio y con tres tapas más muy próximas en puntuación", señalaba. Ruiz destacó la integración en el mollete de la carne y resto de productos locales, e hizo referencia a la tapa de El Parador, 'Media luna roja', muy compleja y elaborada y en general a todos los concursantes que han puesto todo el interés del mundo en agradar".
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Un viaje
1. Para entendernos rápido diré que Grab es el Uber asiático.
De hecho, Uber estuvo compitiendo fieramente con Grab para sacarlo del mercado y como en esa hábil maniobra en la que el luchador de sumo se aparta para que su contrincante salga de la zona de combate, Uber salió en 2018 impulsado por su propia fuerza y perdió la partida. 
El caso es que, a un viaje de Grab de apenas 20 MYR  (4,3 €) desde el centro de Kuala Lumpur se encuentran las Batu Cave. 
Esas cuevas y templos son lugar de peregrinación para los Tamil que vienen desde el Sur de India, Singapur y otras regiones cercanas a mostrar sus respetos a Murugan, el dios hindú de la guerra cuya figura de unos 40 metros preside el espacio.
Las cuevas en sí, son un conjunto de cavidades ubicadas en el interior de una colina de piedra caliza que se formaron hace aproximadamente unos 400 millones de años, debido a la acción del agua sobre la frágil roca caliza.
En los alrededores hay una serie de templos y negocios que se ordenan en torno a las oportunidades que ofrece el destino: souvenirs, tours para peregrinos, restaurantes, museos…hasta 4.500 metros cuadrados de centro turístico.
Además de la figura de Murugan, destacan visualmente desde fuera unas escaleras de color del arcoiris con 280 peldaños a cuyos lados, una tropa de monos entretienen a algunos peregrinos y  aterrorizan a otros para quitarles todo lo que se ponga a su alcance, especialmente dulces o snacks. 
Esa escalera lleva al corazón de su principal templo.
Lo excesivo de la decoración de los templos y cuevas, las gallinas y las palomas campando a sus anchas,  la explosión de  colores y olores provocan una maraña de sensaciones que parece complacer hasta el éxtasis  al abultado número de peregrinos, pero que a mí, honestamente, me supera. 
En medio de este panorama encaja perfectamente el hecho de que gran parte de los peregrinos realicen ofrendas  para alegrar a los dioses venerados: 
Puede ser subir las escaleras con pesados recipientes llenos de leche (llamados kavadi)  o culminar su peregrinación muchos de ellos con sus cuerpos perforados con ganchos, agujas o pinchos como muestra de devoción. 
Otra muy común es que los devotos de cualquier edad y condición se rapen la cabeza  y ofrezcan su cabello como muestra de entrega a Dios. Llaman la atención entre la multitud ya no solo por ir rapados, sino por qué cubren sus recién estrenada calvas con una pasta blanca que al secarse  queda como una capa fina de yeso con la que destacan doblemente entre la multitud.
Tal es la dimensión del fenómeno que sorprende ver la sólida oferta de barberías a los pies del templo. Tiene sentido porque en Batu Caves,  como otros templos, diferentes deidades reciben como sacrificio el cabello de millones de devotos que esperan sus favores.
Cabello que, por ejemplo,  la Tirumala Tirupati Devasthanams (TTD), la fundación que gestiona el templo de Tirumala Venkateswara  en India, subasta  cada 3 meses unas 60 toneladas del preciado,pelo negro a empresas exportadoras de Bangalore y Chennai .
Y eso es dinero: El precio varía según la calidad y la longitud pero por tener una idea, un kilo de más de 50 centímetros supera los 100 euros. 
Más tarde y una vez procesada, una extensión de cabello natural indio puede costar entre 1.000 y 2.000 euros en los centros de belleza más exclusivos de Madrid, Londres o Nueva York.
El pelo indio en particular, es muy valorado por su calidad. El motivo es que  las mujeres en este país no se tiñen, ni se hacen la permanente. 
El mercado reconoce y recompensa este hecho diferencial que tiene un impacto decisivo en las cuentas de los templos.
De esta forma, mientras que los campesinos, amas de casa, maestros y otros creyentes, vuelven a sus casas  agotados tras la peregrinación pero satisfechos, con la certeza de haber honrado a sus dioses, los gestores de los templos siguen cerrando tratos millonarios con sus cabellos.
2. Una taza de café vietnamita contiene la carga de cafeína de tres tazas de otro café.
La cantidad de nicotina del tabaco salvaje que vemos fumar a los vietnamitas de sus pipas hechas de caña de bambú quintuplica a la hoja de tabaco normal.
Así de intensa es Hanoi, tan excesiva como el tráfico que brota ruidoso e incesante por sus venas.
La vida religiosa es también rica y compleja. Si bien se dice que  las religiones más seguidas son budismo y catolicismo, lo son en muy baja proporción (apenas un 8% la que más). La mayoría de la población ignora ambas por igual. Sin embargo, su espiritualidad parece transcurrir por otras vías : se siguen masivamente las tradiciones locales que provienen de muchas generaciones atrás con origen principalmente en la zona rural del norte del pais.
A pesar de la prohibición que sufrieron esos ritos durante los años ochenta, no hay trabajo más rentable hoy en Vietnam  que ser un shaman. 
 Su "tercer ojo" les permite bendecir emparejamientos, llevan a cabo ceremonias para atraer a la buena suerte, honrar a los difuntos, bendecir nacimientos .. en definitiva el shaman es médico, sacerdote y oráculo.
Contactar con el mas allá resulta ser muy rentable, es el empleo mejor pagado. 
La buena dicha que les asegura a aquellos que les contraten para exhumar y trasladar los restos de un ser querido pasados los tres años del entierro, es uno de los servicios más costosos que ofrecen.
Las familias con orgullo, invierten todos sus ahorros en una ceremonia para asegurar la prosperidad y conveniencia de un matrimonio que se va a celebrar, el shaman invoca a los antepasados para garantizar el buen fin del enlace.
Al final, un país que viaja en el vagón de cola del mundo por el Índice de Desarrollo Humano de la UNESCO, con un salario mínimo alarmante, mantiene al mismo tiempo una estructura de santones y shamanes que ocupan la más alta escala social y de renta del país a cambio de liderar y protagonizar esas tradiciones ancestrales.
3.Leía hace poco que los creyentes y los ateos son casi iguales.
Los ateos piensan que los creyentes son unos alucinados que han malinterpretado textos antiguos y los creyentes son gente que piensa así de todas las demás religiones , excepto una sola : la suya.
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                                            Día 24. Santa Catalina                                                25 de noviembre
Patrona de las solteras, los filósofos, hilanderas, carreteros, mecánicos y de las mujeres estudiantes.
Nació en el s.III, en una familia noble de Alejandría, Egipto. Posiblemente una de las santas más sabias. De enorme inteligencia e incansable buscadora de la verdad, destacó en los estudios y en la ciencia, sin nada que envidiar a los grandes pensadores de la época. Con 18 años se convirtió al cristianismo tras experimentar una noche la visita de Cristo, al que le prometió consagrarse a Dios. Al poco el emperador Maximiano, que estaba en Alejandría, organizó un gran sacrificio ante los ídolos. Todos los ciudadanos debían acudir. A Catalina no le sentó nada bien que la obligasen a participar en ceremonias ajenas. Acudió pero para hacer el signo de la cruz y encararse con el emperador, exponiendo un extenso debate filosófico que mostraba la existencia de Dios. Las respuestas del emperador no estuvieron a la altura. Llamó en ayuda a varios filósofos. Lejos de convencerla acabaron convertidos a la fe cristiana. Furioso, el emperador mandó ejecutar a los sabios y azotar a Catalina, a la que después encarceló. La misma emperatriz, curiosa al oír hablar de tan extraordinaria mujer, va a verla a las mazmorras acompañada del jefe de las tropas de su marido. Ambos son también convencidos por Catalina para abrazar el cristianismo. Al final, todo el que podía se acercaba a escucharla y convertirse, incluidos 200 soldados del ejército de Maximiliano. Éste se enteró y la condenó a morir, junto al jefe y los soldados, atada a una rueda de pinchos. Cuando la rueda tocó a la santa se rompió como por ensalmo. Fuera de sí, el emperador la mandó decapitar, pese a las súplicas de la emperatriz. 
Unos ángeles se llevaron su cabeza al Monte Sinaí. Al poco, en la zona, se construyó un monasterio. Uno de los monjes encontró la cabeza en una gruta. Esto atrajo a peregrinos de todo el mundo. La vida de la santa alcanzó fama, y teólogos y filósofos se encomendaban a ella para que iluminara sus mentes. Es invocada también contra la muerte súbita, ha sido muy representada en el arte y su voz fue de las que escuchó Juana de Arco. Muchos expertos creen que su historia es la versión cristiana de Hipatia.
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aspaceform3 · 2 years
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¿Que se supone que tengo que hacer con todos los pensamientos que me llegan? ¿Con todas mis reflexiones? ¿Todos mis momentos de -ojala poder contarle esto a alguien- cuando se que no tengo a nadie a quien se los pueda contar?
Hoy fui a pasear con mi tia abuela, tiene 83 años. Me la he encontrado con su marido de 85, hacía lo menos un mes que no les veía pasear como solían. Volvían al edificio y yo salía, por lo queme los crucé.
—Ehh, hola guapos!
—Alba!
—Hola! Como estais cuanto tiempo sin veros!
—Cansados la verdad, es que no salimos mucho
—Si? Es que la vida cansa eh
—Bueno Mari me subo yo arriba
—Eso eso, escápate de mi que soy una pesada!
—Por eso me voy
—Te quedas conmigo? Me voya comprar al super de al lado
—Tengo que pasear, el medico me lo ha dicho. Es que si no se me hinchan los tobillos. Puedo ir contigo? Solo recorrer la plaza
—Y más si quieres, no tengo prisa. Entonces que tal los tobillos?
—Es que estoy mayor Alba, que tengo 83 años, mis huesos hacen lo que pueden. Estoy muy triste ultimamente, no quiero salir ni hacer nada.
—Tristemente te entiendo.
—Claro claro, la juventud no quita el dolor.
—Para nada. Pero puedo preguntarte una cosa?
—Claro
—Eso de que los años te dan sabiduría es cierto o la gente a los 83 sigue pudiendo ser gilipollas?
—No, la vida no te da sabiduría ninguna. Son experiencias. Eso te da, de lo que no vives y experimentas no sabes. Sabiduría nunca tienes porque para eso habría que vivirlo todo en mi opinión.
—Entonces no dirías que eres sabia?
—No, diría que la vida se me acaba.
—Vaya. Oye quieres algo del super?
—No, mi hija me hace una lista y me compra, estoy servida.
—Seguro? voy a comprar chocolate hoy estoy muy contenta
—Ay eso si me gusta mucho, el chocolate. Hay uno de ahi donde vas, negro con almendras que está de vicio.
—Si? me lo buscaré a ver que tal.
—Oye y tu con la vida?
—Pues contentísima de decirte que quizás me voy a Perú a trabajar un tiempo.
—No me digas!
—Si, y en poco tengo una mesa redonda! Me invitan a mi a hablar! a mi!
—Ostras! Estarás preparada no? Como es que te vas tan lejos?
—Mucho esfuerzo
—Seguro, ganas de irte tienes?
—Tu no te aburres de este sitio con tantos años?
—Jajaja, mi hija Ana si. Ha viajado por todas partes, ahora esta de monje en nosedonde. De eso va la vida, pero yo estoy contenta aqui, aunque si me dijeran de irme a nosedonde ahora me iría. Ya no tengo miedo a nada, la vida eso te lo va quitando.
—ah sí? Que bueno saberlo
—No siempre será asi. Bueno a no ser que seas mi marido. Desde los 16 años juntos y ahora empieza a ajustarse a vivir conmigo.
—Como?
—Con la jubilación y eso pues le cuesta
—Pero eso no fue a los 65?
—Si pero aun
—Caradura tiene
—Me pregunta y a donde vas y qeu haces y con quien estas
—Y tu que le dices?
—Que en casa o tomando cafe
—Le podrías decir que te has ido de fiesta un dia conmigo
—Jajaja si
—Me tengo que subir ya.
—Ay que pena, me ha gustado y me gusta mucho hablar contigo tia.
—Ay que bonita eres, y que estilo tienes y que sensible.
—Ay gracias.
—Y graciosa.
—Me das un abrazo?
—Claro claro.
—Me subo, dale besos a sirius!
La sensación de confort y de altísima ternura y cariño y amabilidad y TODO lo que me gusta sentir cuando siento algo lo he sentido ahí. Me gusta mucho esa sensación. No se que es. No se si por saber que conecto con almas que han visto tanto y mi mente está sedienta de esto. No se si porque la vida a veces si me parece muy bonita en pequeños momentos y ocasiones y se me han quitado esa opcion durante años por "creerme una intensa"
Yo no soy intensa. Tengo mucho puto corazón. Me importa todo lo que mi tia abuela me diga y no por sabia. Porque esa mujer quiere. Y no puedo decirle estas cosas ni recoordinar una relación estando ella tan pobre de salud. Eso me rompe la verdad.
Al volver del super y mirar arriba, el árbol de al lado de mi casa ya no estaba esquelético. Le han salido como unas hojas verdes y unas bolas con pinchos que no recuerdo haber visto antes.
Se me hace aún extraño recolectar esos detalles que me perdí por la depresión tantos años. Esos momentos me hacen ser yo. Me sientan como magia.
Como ver a niños jugar o jugar con ellos, como ver perros por la calle, como ver flores crecer y a gente besándose y gritando por la calle, como ver a grupos de amigos reirse muy alto, como la sonrisa de mi farmacéutico, los atardeceres locos de esos de mil colores y verme a mi misma bailando en mi espejo.
Detalles que siento me unen a mi. A mi verdadero yo. Ahí es cuando digo SOY ESTA.
El resto del tiempo estoy vacía.
Hasta que no llegan esas pequeñas ✨✨✨✨ a dentro, no estoy verdaderamente contenta.
Ay jolin.
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ninidreamworlds · 4 years
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whisky y talia
una historia independiente basada en la ficcion de un hermano gemelo del agente whisky que vive en un rancho en nuevo mexico.
Yo era una chica muy normal de un rancho cercano a una gran hacienda controlada por el patron , era un hombre que no nos molestaba y con eso me sobraba, no le conociamos, y tampoco haciamos por conocerle, en el rancho teniamos mucho trabajo, yo era ganadera como mis padres y hermanos, y pasaba todo el dia en el campo, con los animales y las plantaciones, ayudando en lo que podia, habia ido al colegio y me habia sacado la titulacion basica, sabia leer y escribir, pero poco mas, mi vida era el campo, era un poco ruda o eso decian y muy salvaje, poco enamoradiza, los chicos apenas me llamaban la atencion, escepto uno de mi edad que parecia majete, era de la hacienda de al lado y cuando coincidiamos pues nos reiamos , y lo pasabamos bien, pero nada mas, eramos colegas, pero me parecia un chaval majete, si alguna vez me tenia que casar me casaria con el, pero de momento eso piyaba lejos, no por mi edad, que mi familia decia que ya estaba en edad casadera, pero bueno de momento no estaba en mis planes a corto plazo, un dia de estos llego una carta, el patron queria hacer una fiesta conmemorando que llegaba el verano y queria poder conocer a todos los de las fincas y ranchos aledaños para que nos conociera , comentar si teniamos problemas y mas que nada para juntarnos a todos y conocernos mejor.
no me hacia mucha ilusion pero mis padres me obligaron a ir, yo odiaba los vestidos, asi que al final despues de una gorda discusion me puse unos pantalones anchos que parecian una falda, una blusa blanca y una flores que al final mi madre me convencion, me hecho un poco de colorete que odiaba y asi fui, con ganas de volver, solo tenia ilusion por si veia a mi amigo y charlabamos un rato.
llegamos al evento el rancho era precioso, todo muy bonito , lleno de farolillos de colores, muy alegre la verdad, nos sentamos todos juntos a comer y el patron estaba al fondo del todo, apenas se le veia , estabamos lejos, pero al terminar la cena , fue pasando por las mesas a saludar y preguntar etc.........
tenia la fama de ser un hombre raro, decian las habladurias que no se habia casado porque le gustaban los hombres, otros decian que porque no queria hijos, o porque tenia una enfermedad rara que habia contraido en tierras lejanas, que habia viajado mucho, y estaba loco..........pero bueno todo eso a mi me daba igual, eran cosas que seguramente la mayoria eran inventadas, paso por nuestra mesa, saludando a mi familia, y despues vino a mi, me cogio la mano y me comento que como no habia tenido la oportunidad de conocerme antes, que era lo mas bonito que habia en la fiesta, y sutilmente se arrodillo y me beso la mano, yo hice un gesto de desaprobacion, ummmmm era un hombre mayor para mi, no es que fuera feo, es que simplemente no me gustaba, tenia bigote, que lo odiaba, y una mirada de haber vivido mucho, y por supuesto no me interesaba nada ese tipo de persona, el que no era tonto se dio cuenta, y me pregunto si le desagradaba mi presencia, yo le dije que no, pero que era mas del campo y las fiestas y los hombres de momento no me interesaban, sonrió sutil mente y me dijo, me gustan las mujeres tan directas, eres un alma salvaje sin duda, imagino que no gustaras bailar conmigo, y por supuesto le dije un no rotundo, me levante indignada y le dije que fuera a buscar alguna flor mas suave y con menos pinchos , que yo era un cardo dificil y que jamas bailaria con el , ni con nadie, me levante de la silla y le dije adios, y asi como fui , me volvi a mi casa, cogiendo mi viejo caballo en el cual habia venido, el se me quedo espectante mirando, pero tenia la expresion de que eso que habia hecho le habia gustado. yo estaba llena de ira y de dolor no era un juguete o una muñeca con quien exibirse y bailar..............no , no lo era.
estaba ya subida en mi viejo caballo cuando note que alguien sujetaba las riendas, le mire, uffffffffff era otra vez el
w: perdoname no queria incomodarte, solo queria ser cortes
T: te perdono
w: se que te han molestado mis palabras, de verdad que no era mi intencion, podrias bajar y hablamos tranquilamente
T: no me interesas, gracias , me permites irme?
W: guau, que directa, me gustan las chicas asi sin pelos en la lengua, y dime que te interesa? te gustan los caballos?
T: me gustan, si pero ya ves tengo uno ya muy viejito, asi que apenas puedo pasear con el.
W: mira para eso tengo remedio, se que yo no te intereso , pero si te animas te invito a dar un paseo por los acantilados de fuego, si te parece una ruta guay, yo la conozco bien y podriamos ir por alli, solo por pasear a caballo, por el caballo no te preocupes tengo uno que te ira como anillo al dedo.
joder, queria irme a mi casa y al final habia encontrado algo que me gustaba y aunque el no me gustaba , no podia rechazar ir a dar un paseo por ese lugar que hace muchos años no visitaba, asi que al final cedi, y le dije que si, que le avisaria el dia que tuviera disponible.
entonces solto las rienda, y quitandose el sombrero , sonrio y me dijo que me esperaria impaciente.
pasaron 4 dias, ya que tenia mucho trabajo y no tenia un hueco, el paseo seria largo, 3 o 4 horas asi que necesitaba un hueco grande, no se lo conte a nadie, me daba verguenza quedar con el, era un tipo educado, era galan, pero no se no me convencia, me sacaba mas de 10 años por lo menos, no se no me hacia ilusion quedar con el, pero la oportunidad de pasar unas horas sin currar a caballo por un paraje espectacular si me molaba, seamos sinceros me hubiera ido con el mismisimo diablo, pero que lo supieran los demas no me agradaba asi que de momento no lo diria a nadie.
ya le habia avisado para que me dijera si podia el dia y la hora para estar alli, y no habia problema, tenia disponibilidad absoluta, asi que bien.........
llegue alli equipada con mi ropa de montar , algo gastada pero no tenia nada mas, el me vio enseguida y vino a saludarme siempre muy correcto quitandose el sombrero, pero esta vez no me cogio la mano ni nada, se habia dado cuenta rapidamente que no me molaba mucho el contacto fisico, eso me gusto de el, que pillaba las cosas rapidamente y que me dejara mi espacio me gustaba.
tenia que reconocer que para la edad que tenia, se conservaba muy bien y que  los vaqueros le sentaban genial, seamos sinceros, pero ya nada mas, seguia sin gustarme.
me enseño la yegua que iba a llevar una joven mustang preciosa, me dijo que era una yegua muy buena pero tenia caracter y le recordaba a mi, 
como de costumbre volvimos a discutir, porque me dijo si necesitaba ayuda a ensillar y yo volvi a cabrearme diciendole que no era una de sus tontas amigas que no saben nada mas que maquillarse y bailar, el me dijo que no le juzgara asi , que no sabia que tipo de amigas tenia, pero de repente se rio,me dijo : eres de lo que no hay niña, siempre vas a la ofensiva. yo le mire, hice una mueca, y le dije que era verdad. 
la ruta fue espectacular, el era un experto jinete , fuimos por sitio que yo jamas me hubiera atrevido, pero con alguien tan experto no me dio miedo, fue maravilloso, y el la verdad estuvo correcto, no me pregunto nada de mi, solo de la yegua, de los caballos, del paisaje, de nuevas rutas que queria investigar etc..... algo muy agradable.
volvimos a la finca cansadísimos , cuando estabamos desequipando a los caballos vino al box a hablar conmigo.
w:  te ha gustado?
t: pues tengo que serte sincera , me ha gustado mucho
w: me alegro, te ha gustado la mustang?
t: si me entiendo muy bien con ella , es maravillosa
w: pues es tuya te la regalo
t: lo siento pero no tengo ahora mismo dinero para poderla mantener en condiciones, gracias de todas formas
w: eso puede tener una solucion, si a ti no te importa, te la puedo cuidar yo aqui , sin tener que pagarme absolutamente nada, y venir a montarla cuando tu quieras o simplemente venir a verla, puedes entrenar en la pista que tenemos detras, lo que tu quieras, es tuya y yo te la mantengo aqui.
t: no se, no me gusta la idea de no cuidar lo que es mio, aunque ella es de aqui, preferiria que me invitaras a montar cuando ambos podamos, y la yegua aunque la monte solo yo, prefiero que sea tuya , es lo justo.
w: pues asi lo haremos, me parece bien y respeto tu opinion. vuelve cuando quieras, ha sido un placer mi nombre es jhon pero mis conocidos me llaman whisky2 pero esa es otra historia, no te molesto mas, que descanses.
T: encantada, mi nombre es Talia.
w: un placer, hasta pronto Talia.
y se marcho, asi sin molestarme, la verdad es que era un buen tipo, o por lo menos eso aparentaba, tendria que quedar mas con el y conocerle mejor, a ver si era verdad que era tan majo y buena gente como me estaba creyendo ver.
continuara ::::::::::::::::
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Hábitos saludables para adelgazar
¡Hola a todas! Hace mucho que no paso por aquí, pero sigo viva je je. Os prometo que pronto me veréis más seguido compartiendo dietas y truquitos que sirvan para la pérdida de peso.
En este nuevo post, os quiero compartir unos buenos hábitos alimenticios para bajar de peso. Tomad nota:
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1. Beber
Cuando tengas sed y cuando no la tengas, pues también. Siempre hay que tener una botella de agua, y si es mineral mucho mejor. Recuerda hidratar tu cuerpo de forma constante. ¿Cuánta cantidad es suficiente? Mirar el color de tu orina. Si es amarilla sigue tomando, puesto que ha de ser transparente. ¿A que os funciona el truco?
2. Desayunar
¿Eres de aquellas mujeres que se toman un café y se van corriendo? Pues mejor desayuna cereales con leche, una naranja, o incluso agrega dos biscotes integrales a tu café de siempre. Así tu organismo comenzará el día quemando calorías, por lo que no pasarás hambre ni tampoco llegarás ansiosa al almuerzo o cena. Eso sí, recuerda no desayunar muy dulce, hazme caso.
3. Picar entre horas
Siempre creíamos que engordaba, y ahora resulta que no es así!! ES decir justo lo contrario, ayuda a perder peso. La razón es que tomar un aperitivo sano cada 3 o 4 horas combate la ansiedad y evita los atracones a la hora de comer. ¿Mi sugerencia? Unas poquitas nueces o almendras, alguna fruta, pipas (sin sal), pasas, una pincho de jamón ibérico y crudités.
4. Comer despacio
Comer rápido y de cualquier manera, por ejemplo, delante del ordenador o en la barra del bar, es un mal hábito para tu salud. El motivo es que dificulta bastante el proceso de la digestión; corres el peligro de que los alimentos no digieran bien en tu estómago y, por ende, te sienten muy mal. Además comer deprisa crea la sensación de estar ingiriendo menos cantidad, entonces la saciedad tarda más tiempo en llegar. En consecuencia, terminamos comiendo mucho.
5. Modificar tus horarios
Como europeos que somos, hay que cenar a una hora decente. Nada de pegarte un atracón a las once de la noche e ir a dormir con la panza hinchada; si quieres adelgazar, debes cambiar este mal hábito. Mientras más actividad tras la cena más calorías quemarás, porque nuestro cuerpo apenas realiza esfuerzo físico mientras dormimos. Empieza a cenar a las nueve de la noche, o lo más temprano posible. Por ejemplo, los expertos en nutrición aconsejan cenar al menos tres horas antes de acostarse. Si luego sientes hambre toma algún líquido, ya sea un vaso de zumo o agua.
Espero que estos 5 hábitos saludables os ayude mucho, yo ya los puse en práctica!! Hasta la próxima.
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uniquetyphoonmiracle · 5 months
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Hablando de ARMIN VAN BUUREN o cuando le vi la nochevieja 2010 en el MARVEL STADIUM convertido en una discoteka de 50.000 tipos a 100$ [recuerdo que empeze a beber por la tarde una LITRONA de CERVEZA en un monumento por los CAIDOS AUSTRALIANOS en CONFLICTOS MUNDIALES O POR LA LIBERTAD..y en la CHAPA de la CERVEZA preguntaban que Lp de GEORGE HARRISON tiene mismo título que una canción de OASIS y la respuesta es WONDERWALL aunque lo de HARRISON es WONDERWALL MUSIC..tengo fotos de esto]..teniendo por telonero a las GEMELAS "NERVO" que acababan de colaborar en cd APHRODITE de KYLIE MINOGUE..recuerdo que pincho su mezcla de JURAME del cd CARDIO de Miguel BOSE que incluye LA VERDAD , EL PERRO y ESTUVE APUNTO DE [por un BESO]..y se lo vi presentar en el Estadio del ATLANTE [=ciudadano de la sumergida Atlantida] cuando jugaba en CANCUN con SOLARI al que se le murio un hermano y su hermana LIZ productora de documental CHRISTPIRACY mató follando al hermano de la mujer de WALTER SAMUEL
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blindkaminari · 5 years
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⚡[Parte 5]⚡
La hora del almuerzo finalmente había llegado y Kaminari se mantenía al lado del profesor Aizawa, quien se ofreció a ayudarle con sus objetos personales. El susodicho intentó guiarle hasta la cafetería, y toda protesta por parte del azabache fue totalmente en vano, Denki continuó insistiendo en ser autosuficiente, probando su memoria y el resto de sus sentidos que le llevarían hasta su destino; aún si en el fondo sabía que sus posibilidades de tener éxito eran realmente bajas.
Con serenidad y contando sus pasos, salió del aula deslizando su mano en la pared evitando algún tropiezo o un desvío innecesario.
El pasillo parecía casi desierto. Intento guiarse lo mejor posible a través de las voces que ahora parecían lejanas, y aún así, le confundían de sobremanera causándole un par de punzadas en la cabeza. Los escuchaba perfectamente. Alumnos iban y venían, sus pisadas le aturdían creándole una sensación de mareo que intentó disipar, o le causaría náuseas, y el orgullo le impedía vomitar a mitad del lugar. Los murmullos, pasos e incluso el olor no hicieron más que hacer crecer su incertidumbre, preguntándose dónde estaba y que tanto se había alejado del aula. ¿Había contado sus pasos correctamente? ¿giró en algún momento y no lo notó gracias al mareo? Podía incluso estar al inicio de una escalera sin saberlo, y esa opción, le asustaba por lo real que podía ser. Alejando esos pensamientos y retomando su seguridad, avanzó con la espalda recta hasta que, su cuerpo impactó con otro. Se desestabilizó momentáneamente, pero pronto volvió a su postura anterior.
— Deberías tener más cuidado, tienes que ver por dónde vas.- mencionó la chica de melena verde.
No se encontraba molesta, pero vaya que le sorprendió el hecho de que el rubio chocara con ella aún teniéndola de frente. Posó sus manos con delicadeza sobre su pecho recordando las palabras de su mentor les había dicho en clase; un chico de la clase A fue víctima de un villano y ahora su visión era nula. No tardó en unir los hilos confirmando que, efectivamente se trataba de él, la cicatriz que tenía en el rostro lo confirmaba.
— Yo... Lamento haberte golpeado sin querer, pero, no puedo reconocer tu voz. ¿Me permitirías tocar tu rostro para saber quién eres?- y levantó sus manos con lentitud buscando el rostro de su compañera.
La chica tomó las manos del joven guiándolas hacia su rostro dando una silenciosa respuesta positiva.
El rubio con calma tocaba aquella piel suave, no lograba distinguir nada hasta que algo lo hizo reaccionar y fue aquel cabello que pincho levemente su dedo pero sin llegar a lastimarlo, al instante recordó la chica contra la que había peleado en el festival, la chica que lo había derrotado en un abrir y cerrar de ojos y hasta hoy recordaba su nombre.
-Ah Ibara, lo lamento, aun no me acostumbro del todo a la sensación- respondió con nerviosismo a la vez que reía y se rascaba la nuca, estaba avergonzado por no poder manejarse bien ante la pérdida de su visión y sabía que por ahora no le quedaría de otra que pedirle ayuda a aquella mujer que siempre era tan amable o al menos así se mostraba.
-Lo entiendo ¿Necesitas ayuda para ir a la cafeteria?- pregunto Ibara con amabilidad mientras se acercaba al rubio con tranquilidad y lo tomaba del brazo para guiarlo a aquel lugar mencionado anteriormente, si uno de sus compañeros estaba en una situación delicada iba a ayudarlo, después de todo ella también era aspirante a heroína.
Kaminari iba a discutir pero al sentir aquel tacto en su brazo simplemente aceptó la ayuda y se aferró con suavidad al brazo de la chica de la clase B para dejarse guiar por la misma, era vergonzoso en cierta forma, se sentía completamente inútil al no poder si quiera caminar por su cuenta ya que hasta para ir al salón de clases había recibido ayuda de Recovery Girl, comenzo a preguntarse muchas cosas sin sentido pero a su vez le resultaban graciosas. Claro que cuando lo noto las voces una vez más aumentaban y re sonaban más fuerte en su cabeza haciendo que se mareara un poco, en el hospital había mucho silencio y en una escuela era completamente diferente, era demasiado ruido pero debía poder soportarlo, tenía que acostumbrarse a que su capacidad auditiva ahora sería mucho más aguda que antes y tendría que aprender a vivir con ello.
Ibara lo llevó hasta donde estaban sus compañeros los cuales se habían tomado la molestia de pedirle el almuerzo
-Amigo tardas te demasiado, gracias por traerlo Ibara- habló Kirishima, debía hablar más relajado para procurar no molestar a Denki, sabía que la situación entre ambos aún estaba tensa, se sentía culpable por todo y realmente necesitaba hablar con el, no sabía si lo haría hoy o mañana.
Pero definitivamente quería recuperar a su mejor amigo.
Queria compensarlo de cualquier modo, si pudiera donar le sus ojos a Kaminari, si el lo necesitaba, estaba dispuesto a dejar de ver el mundo con tal de que Denki pudiera ver todo otra vez.
(AHHHHH AL FINNNNNN, GRACIAS CHERNOBYL BEBÉ HERMOSO POR AYUDARME EN LA NARRATIVA, TE AMO MUCHO 🖤🖤🖤🖤, pueden encontrarlo a el en wattpad como: _-Mythos-_)
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illidanick · 5 years
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Nunca nadie esta contento.
Me contaron de un noviazgo donde la mujer era perfecta, te lo resumire, no era celosa, era agradable, bonita inteligente etc, etc, ya te imaginaras tú, que dependa de tu cabeza y pues ella andaba con un tipo, un tipo "x" sin importancia; es curiosa la forma en que las cosas se dieron, nunca tuvieron problemas, las salidas eran agradables, habia comunicación, confianza y etc, cuando de la pinchos nada, el wey la dejo v: o sea alv marcianito ¿Wtf contigo? Y ¿Saben cual fue la excusa del men? "Quiero dejarte, quiero terminar por que eres demaciado perfecta para mi eres muy buena conmigo" WEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEY QUE PUTA MIERDA V'':
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belle la hija del doctor Wells  capitulo 1
Era el primer mes del año cuando una bebe llegó las vidas del matrimonio de Harrison wells y Tess Morgan
Aquel día “ughh! Ya viene!”exclama Tess transpirando en la camilla del hospital “vamos empiece a empujar”le dice la enfermera a su lado estaba el marido de Tess muy preocupado “vamos cariño!”exclama el hombre dándole fuerzas a su mujer,luego del trabajo de parto que duro bastante, nacio la pequeña, Tess la cargo en sus brazos “es una niña”le dice la enfermera examinándola “es realmente una niña ¡gracias enfermera es una niña!” exclamo euforico Harrison ,era extraño verlo así Todo el equipo medico incluida su esposa les resultaba extraña la reacción del cientifico,era como si la enfermera hubiera hecho que el bebe fuera niña “de hecho lo sabíamos….pero confirmarlo es diferente”susurra Harrison al ver que todos lo miraban extrañados “es hermosa….se..parece a mi padre”sonrie la madre mirando a la bebe “se llamarà Jesse?” le pregunta Harrison curioso “no…será el nombre que te gustaba a ti belle chambers” sonrie su esposa,los ojos de wells brillaron de emocion , luego dejaron hospitalizada a su esposa y Wells fue a ver a su pequeña al área neonatal, el la observaba era una combinación entre el y Tess,pero era mas parecida a su madre que a el…además tenía el cabello color chocolate al igual que sus ojos ya que según su esposa asì era a su padre, por eso era de que Tess decía que la pequeña le hacia recordar a su padre fallecido, para el era la bebe mas hermosa que había conocido con esa piel blanquecina como porcelana la hacia parecer mas frágil aùn ,sentía una felicidad demasiado grande, era algo tan grande que había llegado a su vida…tan hermoso… “e..esto es lo que es ser padre..”se preguntaba Harrison emocionado “eres tan pequeña y frágil…juro por mi vida que te protegeré y hare todo lo posible para que siempre seas feliz…mi pequeña” pensaba Harrison observando a su hija Cuando llegaron a su hogar, Harrison era muy cooperador con su pequeña y algo sobreprotector, la adoraba e incluso a veces la cuidaba mas que su propia madre. Asì pasaron dos meses La pareja estaba en la playa compartiendo sus planes para el futuro, mientras un hombre misterioso los observaba desde lejos Ahí estaba sentado Harrison sentado en una silla bajo una sombrilla junto a su esposa a la orilla del mar “laboratorios de investigación sin conexión al gobierno, sin conexión a cualquier interés empresarial a ninguna de esas cosas, luego lo construiremos en el centro, en el corazón de la ciudad en el epicentro y nos volveremos el corazón de la ciudad, nos volveremos el corazón de la nación , cambiaremos como ven la ciencia y luego...” “que?”se fija harrison que su esposa lo miraba fijo con una sonrisa “solo se que mi padre te hubiera amado tanto como yo”-le da una mirada cálida a su marido Wells suspira y se saca el palillo de la boca “bueno desearía haberlo conocido.”le dice algo triste Harrison el mira su servilleta contento y suspira lleno de satisfacción , el le pasa la servilleta a su esposa y esta lo mira impresionada ,era un laboratorio con una construcción compleja “como llamarías a estos laboratorios?”le pregunta curiosa su esposa “bueno,nosotros Tess morgan lo llamarìamos laboratorio de estudios cienfiticos en ingenieria tecnologica o Tess para abreviar”.el la mira con una sonrisa picara y esta lo mira sonrojada y se rie pensativa “bueno , eso es muy muy tierno,pero que opinas de:laboratorios para la investigacion avanzada de ciencia y tecnologia abreviado laboratorios S.T.A.R para abreviar .”le sonrie juguetonamente su esposa este bebe un sorbo de su champaña y mira a su esposa con ternura “porque en el vasto cielo nocturno tu harrison wells tu eres la unica estrella que veo.”le declara su esposa con los ojos llenos de emoción el queda absorto ante tan declaracion y la mira impersionado,el le sonrie “te has ganado un beso .”le sonrie su esposo y este se gira para besarla y esta se rie a lo lejos los observaba el hombre misterioso tramando algo luego de algunas horas ellos iban de regreso en su vehiculo Tess bosteza “ay lo siento ,estoy tan cansada” “creo que me pondrè mi pijama e irè diercto a dormir cuando lleguemos “ dice cansada Tess “¿en serio?”.pregunta wells “no”.responde Tess “en definitiva no usarè pijama”.ella sonrie picaramente “hola!”se gira wells para mirar a su esposa “no…primero solo voy a ver a Belle primero y luego…quizás..” “si, nuestra pequeña”.le responde Harrison pensativo con una sonrisa de pronto estaba observandolos detras de los arbustos el sujeto misterioso y a ellos se les explotan los neumeticos del auto por unos pinchos que habia puesto este hombre y pierden el control volcándose el hombre se acerca Harrison estaba aun consiente “ugh!”.-exclama con dolor y se da vuelta para ver a Tess quien estaba sumamente herida “¡no..no no Tess! …Tess. Tess”.gritaba Harrison desesperado y en esto aparece el sujeto “gracias a dios!,tiene que ayudarme, por favor ayudeme”.exclama harrison el hombre se voltea “ella...ella.”habla desesperado el pobre hombre pero el sujeto solo se agachò y los observaba fijamente “¿que esta haciendo? ¿que esta haciendo? auxiilio llame a alguien!.”se desespera harrison “llame a alguien! se esta muriendo!.”exclama harrison llorando el sujeto lo mira fijamente y con una mirada fria le responde “ha estado muerta por varios siglos”.le responde sin tono el hombre y desaparece cada vez mas wells estaba desesperado “auxilio!!.”grita el pobre hombre el sale del vehiculo como puede y se le acerca el extraño hombre y lo mira fijamente, harrison lo ve horrizado y este lo toma lanzandolo lejos al malherido wells “q..quien es usted?.”pregunta el cienfitico asustado tratabdo de alejarse , el hombre se incluna “mi nombre es Eobard Thawne ,pero ese nombre no importa.No màs ,no importara por muchos años ,lo unico que realmente importa es quien es usted Harrison wells.-le dice el hombre sin tono mirandolo “¿de que esta hablando? no lo entiendo.”responde wells asustado “en el 2020 usted y su esposa Tess morgan activaron con exito un acelerador de particulas.eso cambio el curso de la historia ,necesito que pase n poco antes si voy a volver ,mucho antes”le dice el sujeto sacando un dispositvo “q..que es eso?”.pregunta aterrorizado el erudito “mi pase de vuelta”.le dice el hombre sonriendo harrison trata de ponerse de pie para escapar y se escuchan las ambulancias a lo lejos “vera...no vienen a salvarlo ,vienen a salvarme a mi “.le habla en tono baritono el sujeto y saca un cable cololcandole una lanza en su pecho y este grita de dolor y el sujeto mira como con un poco de indecision al hacer tal acto pero tambien se clava la lanza del otro extreño quedando conectados por un mismo cable y empieza a cambiar Eboard siendo ahora su rostro y todo lo demàs de wells y este queda desfigurado como una pasa muriendo en el proceso y Eboard ahora Wells herido sonrie mirando que todo quedo a la perfeccion ,el se sube al auto y finje estar herido . En eso llega la policía “W11-80 posiblemente un 10-54 solicito asistencia inmediata”habla el primer policia la radio responde "copiado..unidades en ruta a tu ubicacion" una mujer policia fue a ver el lado del conductor,el sujeto se levanto la policia mujer dice " señor,lo sacaremos de aqui" "puede decirme su nombre" “mi nombre...es Harrison wells”.contesta el hombre mal herido                            ---------------------------------------------- Wells es transportado en ambulancia hacia el hospital mas cercano donde fue atendido por sus heridas,los médicos le informaron que su esposa Tess Morgan había fallecido ,wells al saber la noticia miro hacia otro lado con expresión triste “ya veo con que falleció….”deja salir el sujeto En eso se abre la puerta “señor Harrison tiene visitas”le dice la enfermera marchándose “no puede ser”reclama para si mismo el cientifico Ahì aparece una muchacha,la hermana de Tess junto a una bebe no mas de 2 meses de vida,esta era muy pequeña ,estaba en sus brazos “n..no puede ser…tomala”le dice la mujer llorando en shock por la muerte de su única hermana y esta la deja acostada al lado de wells,la hermana de Tess se va corriendo Este la mira ,la pequeña le sonrie y le toma el dedo a su “padre” ,claramente lo reconocia como su progenitor Gracias a que el dispositivo que usò robaba los recuerdos, las emociones y los pensamientos de la persona pudo entender que era su pequeña hija,era extraño sentía nostalgia de la pequeña…que ni si quiera conocía “oh no ,esto no puede estar pasando!”maldice Wells mirando a la pequeña, era tan pequeña y frágil Un momento! Esa pequeña le recordó a aquella joven metahumana, la que le enseño todo a el en su futuro ¿sera coincidencia? Esto lo puso algo nostálgico ,centrándose en lo del presente Ahora tendría que jugar al rol de ser padre ,algo que nunca pensó y creyó que nunca lo haría ¿Qué haría el con una bebe tan pequeña? Casi era una recién nacida ,el un sujeto sin experiencia alguna sobre esto, para la pequeña el era su padre,no podía negarlo ,¿Qué haría con ella? Tendría que pensar en algo que no sea matarla ,pero solo estorbaría en sus planes o quizás no? Seria una exelente coartada para el futuro nadie sospecharìa de un padre de familia ¿no? ,si esta pequeña seguramente le sería útil en algun futuro,pero concentrándose en el ahora tendría que actuar como padre y criar completamente a este ser que depende completamente de el, uff que tarea mas difícil pensaba el. ¿Estaría relacionada aquella joven del futuro tan amable con Belle? El no lo sabìa ,pero tenia un presentimiento sobre eso.
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