Tumgik
#Orejas de Animal
senig-fandom · 12 days
Note
Señorita senig podría dibujar a SEDENA como jaguar
La amo
¿Esto sirve? No se si lo querías como jaguar animal, como guerrero jaguar o con las orejas y cola de jaguar XD así que hice este para recordar la actitud de centro hacia SEDENA el cual es picara y burlona.
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-Señor, le pediré que se abstenga a decir cualquier comentario sobre mi apariencia en este momento.
-Pero si eres adorable...
_____________
Espero y te guste 💚🤍❤️
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diamantar · 10 months
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ENCANTADORA
→ Aemond Targaryen x fem!OC
✦ Sinopsis: La Reina compromete a su tercer hijo con una dama de excepcional timidez y éste descubre un nuevo lado en él.
✦ Advertencias: Matrimonio arreglado / Fluff / Sugerente.
✦ Palabras: 1979
✦ Pedido: Si, de Wattpad.
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Primavera fue la estación donde Alicent los presentó, por semanas oyendo que la dama seleccionada para nupcias era excepcionalmente bella, educada y provenía de una respetada familia. Halagos llovían para aquella ignota que solo conocía a través de su madre, quien había sido la única en conocerla cuando él viajó a fortalecer lazos políticos.
La idea del matrimonio no le agradaba como tampoco le disgustaba, ya que desde joven sabía que en algún momento sucedería. De todas maneras, aquella mentalidad lista para asumir las responsabilidades se debilitó una vez que fue deformado por Lucerys Velaryon. En la Fortaleza Roja las damas y caballeros susurraban sobre su apariencia y más de una vez oyó como prometían que nadie podría amarlo, así que la expectativa del rechazo de una mujer que juraban que era hermosa lo incomodaba de sobremanera.
Desde el inicio tuvo la guardia alta, pero los muros cayeron en la primer cena de celebración del compromiso. La femenina era fiel a las descripciones y aquellos ojos que lo miraron expectantes, casi suplicantes de que fuera buena con ella, lo destruyeron por completo. Rápidamente quiso conocerla en profundidad, sin embargo, mantuvo carácter y cordialidad ante las miradas inquisitivas.
En el transcurso de la noche intentó conversar y relacionarse, pero fue en vano al solo recibir respuestas cortas y nerviosas. La idea de ser despreciado generó mal gusto y le torció el estómago, aunque pronto concluyó que su prometida era extremadamente tímida al juntar las obvias señales: mejillas y orejas ruborizadas, mirada gacha y voz temblorosa.
—Oí que tú y tu familia llegaron esta tarde, debes estar cansada, ¿verdad? —insistió ahora que los padres de ambos estaban sumidos en una conversación que no le interesaba.
Con un rostro igual al de un animal acorralado, ella le miró y asintió.
—Si, pero no es problema… Quería verte lo antes posible —sonrió torpe tomando aún más color, sin dudas notándose el esfuerzo de esa confesión.
Aemond contuvo el aliento e intentó descubrir si mentía a pesar de que esas palabras lo entibiaron.
—He oído muy buenas cosas de ti, también deseaba encontrarte en persona.
—N-No hay demasiado en realidad… —negó apenada juntando las manos en el regazo.
—Solo es cuestión de conocernos.
Fiel a esas palabras, el Targaryen tomó acción y procuró que pasaran tiempo en actividades simples para no abrumarla con la intriga que trataba de mantener a raya. Existían días donde no podían encontrarse y sabía que la joven era comprensiva, pero apreciaba que, tanto como él, lamentaba no poder al menos conversar unos minutos.
Las semanas pasaron y ella empezó a acostumbrarse, los titubeos siendo menos frecuentes y logrando mantener contacto visual de forma prolongada. Desayunaban o tomaban el té con Alicent antes de partir a sus propias caminatas, un día enlazando brazos y dando comienzo al contacto físico. Podía sentir la tensión a través de las telas y como los pómulos tomaban color cuando flexionaba los músculos o la acercaba más, así que empezó a hacerlo conscientemente. Verla avergonzada provocaba emociones nuevas en él, hasta el punto donde debía esforzarse en ocultar el deseo que surgía.
Acciones simples como tomarla de la cintura y acomodarle el cabello se convirtieron en caricias en las caderas y roces por el cuello, incluso comenzó a besar su mano en saludos y despedidas. El aroma y suavidad de aquella delicada piel lo alcanzaba en lugares poco usuales, la impaciencia por finalmente estar casados dejándolo asombrado.
—La semana que viene es nuestra boda.
Aemond salió del mundo imaginario y observó la femenina mirar hacia abajo, el tono mortecino denotando que algo le inquietaba.
—¿Posees segundos pensamientos?
—¡En lo absoluto! —saltó veloz con expresión inquieta—. Has sido tan bueno y respetuoso conmigo, jamás consideraría o…
—Lo sé, entiendo —interrumpió al notar que se estaba agitando, la mano libre yendo a acariciarle la mejilla—. Entonces, ¿qué te perturba?
Inspirando profundo y calmándose, ella juntó coraje y tensó el agarre mientras acortaba ligeramente la distancia.
—Temo hacer el ridículo.
La confesión lo divirtió e hizo que sonriera ligero, enseguida ganando el impulso de estrujarla por lo adorable que era.
—Hace dos semanas que comenzamos a practicar la ceremonia, no hay nada que pueda fallar.
—Siempre existe la posibilidad —frunció los labios—. Además lo habrás notado, pero tampoco soy la mejor anfitriona…
—Estaré a tu lado a cada momento así no tendrás que agobiarte con los invitados, haré la charla cuando vengan a darnos sus bendiciones —consoló al tiempo que acariciaba la mano que reposaba en su brazo.
—Gracias —suspiró aliviada, aunque luego lució culpable—. Ojalá pudiera ayudar, mi timidez es un impedimento social desde pequeña.
—Doy fe de que es posible cambiar si quieres —asintió firme pensando que él era la prueba viviente de aquello—. Personalmente pienso que… eres encantadora, pero puedo ayudarte a de a poco ganar nuevas habilidades que te hagan sentir cómoda.
—¿No sería tedioso? —elevó ambas cejas en ligera incredulidad.
—Acompañarte es uno de los pocos placeres que tengo, por lo que extender nuestro tiempo juntos suena maravilloso.
—¿Siempre hablas así? —ocultó el rostro con un breve movimiento de cabeza.
Aemond paró el lento caminar que tenían y deshizo el enganche para inclinarse.
—Solo contigo —prometió antes de besarle el dorso de la mano, casi jurando que podía oír la sangre bullir por la galantería.
Lentamente se alejó y la miró a los ojos, el rubor que tanto adoraba tomando terreno sin ánimos de retroceder. Silencio los reinó mientras la brisa bailaba alrededor, con un cosquilleo apreciando como las pupilas femeninas por un segundo lo miraron a los labios. El Targaryen tensó la mandíbula a causa de la tentación e irguió la espalda indicando que la acompañaría al dormitorio, al despedirse intercambiando vistazos repletos de deseos ocultos.
El día de la boda arribó entre festividades y él no tardó en notar como, su ahora esposa, ocultaba el hecho de que estaba absolutamente abrumada. Sonreía y asentía liberando algunas palabras, pero se hallaba a tope de capacidad y solo podía respirar cuando los cercanos tomaban el control.
—Bailemos y luego quedémonos en la mesa, pronto todo terminará —prometió esperando que aquello la alentara.
—De acuerdo —aceptó mirando alrededor con punzante estrés.
Se movieron al centro de la pista mientras los invitados abrían paso, manos encontrándose y comenzando a moverse al ritmo de la música. La observó y analizó hasta que intentó distraerla, en un punto advirtiendo que ni siquiera sus roces la afectaban por el aturdimiento.
—¿Princesa? —llamó acunando una mejilla, por primera vez usando un apodo cariñoso.
—¿Aemond? —preguntó confundida saliendo del ensimismamiento, por primera vez desde la ceremonia tomando verdadera conciencia del masculino.
Rara vez las bodas era momentos de celebración para los protagonistas, pero el ahogo en ella lo preocupó.
—Nuestro momento aquí ha terminado, retirémonos.
—¿Podemos? —indagó esperanzada amagando a buscar a Alicent por confirmación, pero él la retuvo.
—Somos los festejados pero todos están ebrios y divirtiéndose con los suyos, no nos extrañarán.
Agarrándola de la mano y entrelazando los dedos, abrió camino y la sacó del salón.
—¿Dónde vamos?
—Mi habitación —respondió sabiendo que la propuesta despertaba una nueva inquietud.
Los pasillos se vaciaron por completo a medida que avanzaban por distintas alas, en un punto él agarrando parte del vestido y ayudándola a subir escaleras.
—Nunca estuve en este sector del castillo, será la primera vez que conozca… donde descansas.
—Espero no decepcionarte, mantengo la decoración al mínimo —dijo con fingida calma.
—Lo dudo, eres excepcional.
—Pronto lo descubriremos —tragó con dificultad apretándole la mano.
Frenaron ante una gruesa y oscura puerta, la cual Aemond abrió antes de animarla a ingresar primero. La observó atento y apreció como sus maquillados ojos iban a distintas partes del espacio, intrigados absorbiendo aquel territorio foráneo.
—Es acogedor, disfruto los colores —admitió conforme, inconscientemente jugando con los dedos.
El Targaryen realizó un sonido y acortó la distancia, entonces logrando contacto visual y apreciando los pensamientos del otro.
—Puedes tomar asiento, si quieres —ofreció señalando los dos sillones individuales frente la chimenea.
—Mmm… —inspiró dubitativa y torció fuerte las manos—. ¿Podría pedirte un favor? —preguntó, en un parpadeo ambas orejas quedando en llamas.
—Lo que sea —respondió, un nudo en el estómago comenzando a formarse.
—¿Me ayudarías con la ropa? Han pasado muchas horas y estaría más cómoda con menos encima.
Aemond aguantó la sorpresa y encajó la mandíbula, antes de darse cuenta yendo a posición y trabajando en los botones de encaje. Deshizo uno por uno mientras analizaba el fino trabajo, pero pronto toda la atención fue a ella y la forma en que intentaba no temblar. Admiró el cuello y como los pequeños cabellos se mantenían erizados, al terminar tentativamente tomándola de las caderas y admirando como la piel reaccionaba. Trazó círculos con los pulgares e, incapaz de contener el impulso, se inclinó a besar la nuca cayendo en inmediata embriaguez por el dulce aroma.
—Eres hermosa —ronroneó en el proceso de deslizar las manos al frente.
—¿D-De verdad?
—Absolutamente —confirmó dejando otro beso en la zona y volteándola.
Cuidadoso elevó una mano y la acarició en el rostro, fascinado observando como la piel se pintaba en cada roce.
—Aemond...
—No haremos nada que no quieras —murmuró aferrándose a la poca claridad mental que le quedaba.
Aguardó una respuesta y, para su sorpresa, la femenina se inclinó a besarlo.
—¿Desear que me toques es incorrecto?
El planteo envío un nuevo tipo de emoción y perdió el aliento durante unos segundos, pero con calma liberó cualquier inseguridad.
—Avisa cuando algo esté fuera de límite.
Tomando parte del vestido y bajándolo, la noche de bodas dio comienzo entre movimientos indecisos y nerviosos. Aemond imitó a su esposa e hizo lo mejor posible en mantener la compostura, pero la forma en que respiraban demostraba la aceleración.
Exploró cada sector de piel que revelaba y quemó en la memoria toda reacción, nebulosa llenando la mente ante los sonidos y agarres de la femenina. Recorrió la extensión de la columna y acunó el vientre bajo, donde inspiró profundo ante el gemido que llegó a sus oídos.
—Vamos a la cama —pidió tomándolo por los hombros.
Aemond salió de la embriaguez y asintió llevándola a la comodidad del colchón. Quitó sus propias prendas y se colocó encima, brevemente buscando algún signo de arrepentimiento antes de seguir. El momento parecía irreal, luego de tantos meses de adorar como cada acción los aceraba finalmente su turno de caer había llegado.
Perdido en el momento, fue completamente consciente de lo dicho y hecho cuando bajó del éxtasis. Lanzó el pelo hacia atrás y aligeró el agarre en la cintura femenina, quien, a su vez, se recuperaba del placer. Al verse la realidad de lo acontecido inevitablemente los puso en un ambiente extraño al ninguno ser especialmente experto en cuestiones de sabanas.
—¿Estás bien? —preguntó Aemond rompiendo el silencio.
—Si… ¿Tú? —contestó evitando ahondar en los detalles de lo que experimentaba física y emocionalmente.
—También —asintió en el proceso de analizar como brillaba a la luz del fuego y las velas.
La femenina sonrió y bajó la mirada de manera pensativa, él recorriendo su rostro mientras quitaba cualquier cabello rebelde que pudiera molestarle.
—Desde la cena de presentación has sido gentil y considerado conmigo, incluso esta noche has tomado todas las precauciones por mí, así que… gracias. Estoy feliz de ser tu esposa.
El corazón de Aemond se estrechó y con profundo cariño la besó, el intercambio siendo lento y lejano a la agresividad pasional de hace unos momentos. Definitivamente no era el mejor con las palabras y todo este tiempo vivió de empujarla a reaccionar con supuestas acciones inocentes, pero lo conmovía que hubiera podido ver más allá y notar que realmente deseaba cuidarla.
Sinceramente no importaba ante quien debería arrodillarse para agradecer que el mundo los encontrara, pero la dama que en primavera conoció lo tendría del corazón hasta el último aliento.
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turtlevariabilis · 6 months
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Mi historia con las Tortugas Ninja
[English]
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Cuando salí de preescolar, me regalaron a mí la mascota de la clase: una tortuga de orejas rojas (hoy en día tiene casi 20 años conmigo y hasta tiene una compañera parecida). A partir de ese instante, las tortugas se han convertido en parte de mi identidad. Si me preguntaban por mi animal favorito, obvio que respondía que las tortugas. Son animales muy interesantes que sí interactúan entre sí y con los humanos; tienen una perseverancia de envidia, una curiosidad enorme y habilidades tipo ninja (son rápidas, silenciosas y les gusta escalar, aventarse y hacer acrobacias bien extrañas).
Pues bueno, el día de hoy más bien quiero contarles mi historia con las tortugas ninja y cómo es que llegué a este fandom. En realidad, es una historia algo larga, pero tiene detalles muy graciosos, y así me pueden conocer un poco mejor.
Entonces, como las tortugas siempre han sido parte de mi vida, para mí debió ser natural conocer a las tortugas ninja desde muy pequeña, así que me tocaba conocerlas en la versión de tmnt 2003. Y sí, por supuesto que me aparecieron en televisión y me picó la curiosidad que los protagonistas fueran tortugas… pero la serie no conectó conmigo.
Cuando eres pequeño, lo que necesitas son historias con las que puedas identificarte de una u otra manera, por eso es por lo que las mejores historias siempre van a ser las que son más diversas en todos los sentidos posibles. Y claro que cualquier versión de las tortugas ninja ya es de por sí una carta hacia la aceptación de lo diferente, es decir, que promueve la diversidad. Pero esto no fue suficiente para mí en ese entonces.
Yo era una niña que quería ver cosas de niña, programas en los que hubiera personajes femeninos interesantes. Y, sinceramente, lo poco que había visto de tmnt 2003 (si acaso unas pocas escenas de un capítulo), solo divisé personajes masculinos a excepción de Abril, que era adulta (así que mejor me la pasaba viendo Los jóvenes titanes). Eso sí, ya tenía identificada a mi tortuga favorita: la que tenía antifaz morado, por el simple hecho de ser mi color favorito; curioso que eso no haya cambiado.
Cuando tenía casi la edad de las tortugas ninja, se estrenó la serie en Nickelodeon de tmnt 2012. Tampoco captó mi atención. Sin embargo, mi hermana L, casi tres años menor que yo, me insistió en que lo viera. Así que lo vi… y supongo que me encantó. Porque así fue como comenzó mi historia con las tortugas ninja. Así las conocí.
Mi hermana L y yo siempre estábamos al pendiente de cuándo pasaban la serie en la televisión; literalmente corríamos para verla, para asegurarnos de no perdernos de nada. Y confirmé que mi tortuga favorita era Donnie, pero en realidad me encantaban todos.
Pocos años después, se estrenó la película de Tortugas Ninja (2014)… no la pude ver en el cine, pero me tenía muy emocionada, a pesar de que sabía que no tenía nada que ver con la versión tmnt 2012 (con la que estaba muy enganchada), y por eso me decepcionó un poco. Además, odié cómo sexualizaban a Abril.
Así que sí… se podía decir que estaba obsesionada con las tortugas ninja, y aunque yo no me había dado cuenta de hasta qué punto, mis padres y mis dos hermanas sí, por lo que mi fiesta de 16 años (solo con estas personas) fue de esta temática sorpresa. Inflaron globos verdes, los colgaron y les pusieron antifaces de los colores correspondientes, y comimos pizza. En mi pastel pusieron a un juguete de un mini Donatello 2012 que aún conservo. Ahora que lo pienso, fue una íntima y muy linda fiesta… sin embargo, a mí no me gusta mostrar mis gustos, por lo que en ese momento sí me sentí incómoda y me atreví a expresar que hubiera preferido una fiesta normal, en vez de expresar lo increíble que fue, porque realmente fue increíble. (¿Qué les puedo decir? Aunque yo siempre he sido bien portada y nunca causé problemas de ningún tipo, también fui adolescente).
En ese entonces, yo seguía siguiendo la serie tmnt 2012, y usaba el internet para estar al pendiente de cada nuevo capítulo. Llegué a un punto en el cual me volví impaciente y tenía que ver los capítulos en cuanto se estrenaban, es decir, tenía que apresurarme a verlos en YouTube antes de que tumbaran los videos, aunque eso significaba verlos en inglés y de mala calidad.
Yo tenía un pésimo nivel de inglés y no entendía prácticamente nada. Pero hacer esto elevó mucho mi nivel y también empecé a tomarme seriamente mis clases de inglés en la escuela para entender los episodios. Sin exagerar, todo lo que sé de inglés es gracias a las tortugas ninja. Hoy en día poseo un nivel intermedio muy sólido, y todavía sigo mejorando gracias a ellas.
Al estar todavía en ese nivel de obsesión por las tortugas ninja, obviamente que busqué más en el internet, en YouTube, específicamente. En uno de esos videos de tantos que vi, me aparecieron escenas de la versión tmnt 2007 que me llamaron mucho la atención. Esa rivalidad, esa batalla tan épica entre Leo y Rafa, me atrapó. Así que vi esa película y, aunque en general no me pareció buena por varios motivos, sí me llegó mucho la historia entre los hermanos.
Pero regresemos a la versión tmnt 2012. El final de la tercera temporada fue de los finales más impactantes que he visto jamás. Y cuando se estrenó la cuarta temporada y las tortugas estaban en el espacio… fue justo ahí cuando perdí el interés. Y realmente no sé por qué, si a mí me gusta mucho la ciencia ficción y todo lo que tenga que ver con el universo. Tal vez fue porque dejé de entender lo que estaba pasando (recuerden que veía los capítulos en inglés). No lo sé.
Después de eso, de vez en cuando me entraba nostalgia y curiosidad respecto a esta serie, así que veía uno que otro capítulo suelto (en general, no soy buena viendo series, soy capaz de ver únicamente los capítulos que me llaman la atención sacrificando el entendimiento de la trama general). Y cuando me enteré de que finalizó, busqué los últimos tres capítulos de la quinta temporada… y me dejaron muy mal con ese final distópico desesperanzador, pero realista. Es horrible, pero supongo que eso fue lo que más me gustó. Admitámoslo, a todos nos gusta ser masoquistas.
Después, medio vi que se había estrenado una nueva versión con colores demasiado vibrantes para mi gusto y una animación 2D con demasiada hiperactividad que no me llamó la atención. Sí, estoy hablando de la versión de rottmnt, estrenada en 2018. Hoy en día no saben cuánto me arrepiento de no haberle prestado atención.
Pasaron los años y llegó el 2023. A inicios de ese año me di cuenta de que teníamos Paramount+, y que eso significaba que estaba la serie tmnt 2012, en español, completo. Y mi hermana menor R no la había podido ver porque había sido demasiado pequeña en su momento. Así que me dieron ganas de presentársela, y así yo podía ver toda la serie de la manera correcta.
Fue como ver un maratón: la terminamos toda en menos de dos meses, a pesar de nuestras diversas ocupaciones (ella escuela y yo trabajo, que además era muy difícil coincidir en horarios). De repente, mi obsesión volvió, muy intensa. Ha sido la única vez que una misma obsesión la tenga en dos etapas muy diferentes de mi vida. Pero todavía no estaba abierta a conocer nuevas versiones.
(Se van a reír de lo que pasó a continuación).
Mi hermana L, la que me introdujo en un principio a las tortugas ninja, como vio que disfruté reencontrarme con ellas, me insistió en que viera la película de la versión de rottmnt, que estaba en Netflix; que según estaba muy intensa y bien, que valía mucho la pena, pero que tenía que verla con la mente muy abierta porque tenía muchos cambios radicales.
Muy a mi pesar, súper negada y con la mente lo más cerrada posible, vi esta película. Y sí, muy intensa y todo, pero concluí que no me gustó nada. No sentí que esas eran mis tortugas. A pesar de eso, la volví a ver… y luego otra vez y otra vez más. Como que el personaje de Donnie me llamó un poco la atención. Como que la animación no estaba tan mal como había creído en un principio. Como que la intensidad que transmitían me comenzaba a gustar. Como que sí estaba algo divertida. Como que los personajes me comenzaban a agradar un poco y los empezaba a identificar e incluso a comprender.
Y, de repente, a pesar de que yo seguía insistiéndome a mí misma que no me gustaba esta nueva versión, comencé a ver algunos capítulos sueltos de la serie… hasta que comencé a verlos en orden… y luego volvía a ver algún que otro capítulo que me había gustado… ¡es que ya no había quién me pare y debía de dejar de engañarme a mí misma! La versión de rottmnt tenía muchas cosas diferentes, pero estaba muy cuidada y era muy buena. ¡Claro que me encantó! Y actualmente, para mí, sin lugar a duda supera con creces la versión de tmnt 2012 por muchas razones que no comentaré en este texto.
Cuando el contenido oficial de rottmnt se me acabó, tuve la necesidad de más. Así que busqué en internet… y de repente me atraparon algunos cómics hechos por fans… y luego me vi entrando a Tumblr… y luego me empezaron a llamar la atención más versiones y empecé a verlas (como la primera temporada de tmnt 1987, algunos episodios de tmnt 2003, volví a ver la película de tmnt 2007 al igual que la de Batman vs. Las Tortugas Ninja, que no lo mencioné, pero que esta sí la había visto antes debido a que tuve cierto momento en mi vida en el que me encantaba Batman).
Y todo eso a principios del año 2023, porque luego apareció el tráiler de la película Tortugas Ninja: Caos Mutante, que se iba a estrenar en pocos meses. Yo no tenía ni idea de que iba a salir una nueva versión ese año, y cayó justo en el momento para seguir aumentando mis habilidades como fan. Claro que la fui a ver al cine y me encantó, aunque rottmnt sigue siendo mi versión favorita.
Y hoy en día, que estamos en 2024, sigo sintiendo que uno de mis pensamientos centrales son las tortugas ninja, y tengo ganas de seguir conociendo más sobre ellas, tanto las viejas versiones como las nuevas que vienen. Y tengo muchas ganas de seguir compartiendo mi granito de arena al fandom con esta cuenta. Ojalá también que este sea el año en el que al fin pueda ver bien tmnt 2003.
Y es chistoso, porque de repente conozco muchas referencias de muchas versiones y me encanta eso, aunque sé que me falta mucho. Más que, por ahora, no he pisado nunca el terreno de los cómics, y aún no sé si algún día pasará.
Porque solo soy una fan, y los que somos fans de algo debemos serlo bajo nuestros propios términos, sin la presión de nada ni de nadie.
Se me acabaron las palabras y no sé cómo concluir este texto, pero si llegaron hasta aquí, ¡guau, me impresionan! Les mando muchos saludos y buenas vibras, justo como diría Mondo Gecko.
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follame-apolo · 6 days
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Te encuentro siempre en la noche como si te tratases de un animal salvaje, aullando a la luz de la luna. Con los colmillos sacados a relucir y tus cadenas de plata brillando sobre tu pecho.
Tus ojos se vuelven oscuros como lo es la propia noche, pero estos lo hacen para dejar paso al cielo estrellado que escondes en la mirada.
Tu nariz se perfila y tus orejas se vuelven puntiagudas, las astas de venado comienzan a asomarse por tu cabellera y tus garras se vuelven afiladas como la de los lobos.
Ya no se si eres humano o tan sólo una mera bestia fugada del averno.
Las dagas clavadas en tu corazón recuerdan que eres de carne y hueso, pero tu cabellera envuelta en llamas dicta que perteneces a la divinidad.
Tan sólo la autopsia de tu alma nos revelará que eres realmente.
Y sobre todo, quien eres realmente.
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polarhoid · 9 months
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Dundi
Hoy por la mañana estaba haciendo fila para comprar una docena de tamales. Por lo menos había siete personas delante de mí. El local es pequeño y siempre está repleto porque los tamales están sabrosos y te los sirven calientitos. Así que la cola la hacíamos afuera del local. Ahora bien, están remodelando la plaza donde está el localito y por eso los puestos contiguos lucen a medio construir y rodeados de escombros, bultos de cemento, varillas, dos o tres instalaciones de arte contemporáneo [pilas de barro bloques] y mucha arena. Aunque nada de eso nos detuvo a nosotros los cazadores mañaneros de tamales. Ahí estaban también los albañiles haciendo mezcla, alambrando castillos y entonces uno de ellos volteó una carretilla que estaba bocabajo y de ese abajo salió una rata gorda y negra que, cuando vio que el albañil alzó una pala para darle un palazo, se fue andando a brinquitos y muy quitada de la pena justo directo a la fila de los tamales. Una señora gritó ay, y otra vio la rata y se metió corriendo a la tienda, y el señor norteño de pantalones wrangler que esperaba frente a mí, se quedó quieto, sobrio y valiente, presumiéndonos a todos los ahí presentes su sangre gélida y sus nervios de acero galvanizado. Yo tampoco me moví y no porque no quisiera salir huyendo, sino porque mi cuerpa de más de cuarenta no tuvo los reflejos para reaccionar, y por eso pude ver en primera fila de la fila cómo la ratota negra caminó ella muy tranquila por encima de las botas amarillas de avestruz del Cocodrilo Dundi de la Lindavista. El don vio la mancha negra gordísma que reptaba por sus botas y sólo se chupó los dientes y alcanzó a sacudir levemente su pie izquierdo para espantar al animal. La rata siguió su camino de brinquitos y se alejó de la fila y se refugió debajo de una escalera en obra gris. El viejón Dundi, al parecer estaba consciente de su hazaña, y, cuando la fila volvió a formarse se volteó hacia mí y con una voz increíblemente grave y rasposa, me dijo: las ratas no hacen nada; nos tienen más miedo a nosotros, que nosotros a ellas. Ah, sí, pues sí; le dije al vaquero sólo porque realmente no supe bien qué decir ante su afirmación. Primero, porque a mí sí me dio un chingo de miedo que el animal me mordiera y, segundo, porque cuando todos volvimos a nuestro lugar, volteé a inspeccionar debajo de la escalera y allí estaba: su cabeza picuda, sus ojitos perfectamente negros, profundos y redondos, sus orejas alzadas, su hocico peludo y sus dos dientones herrumbrosos. Allí estaba la rata asomando su cabezota y observándonos desde una grieta entre unos bloques. Y sí, es verdad que yo no soy un zoólogo especialista en leer las emociones de las ratas, pero ella nos observaba a cada uno de los que estaba en esa fila y lo que había en esos ojos vacíos, inhumanos, podría ser cualquier cosa, pero miedo, -no lo sé Mr. Dundi- lo que se dice miedo, definitivamente no lo era.
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perrasnegras · 1 year
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puede la poesía ser
la cerradura por la que mi ojo espía,
el movimiento desencadenado
de tu mano hambrienta.
Buscando debajo de la transparencia
la pieza erecta
detras del humedo nylon
y la baba escurridiza,
dilatando la boca
de tu punta más sintiente.
Tiñe la mordaza
ahogando el grito
al compás del tacón de aguja rebelde.
Animal los ojos
que me aprietan la cintura
la mandíbula que calza
por debajo de la oreja
humectado roce
la carne que titubea
entre el pliege y desplegarse
el calor que me empuja
hasta el fondo del adentro
inhalando mil suspiros.
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izuku-sevilla · 5 months
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Sorry :] I forgot for 3 Month!
Soooo I have to show excited my 1st ever comic!
Later today :P hahaha
(and I will post it here too ;) because I love the blog style vibe hahaha)
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This is so close to me and my heart! Because I put a lot of effort it's base on some personal experiences!
And I think it will be super fun :P
Btw if you want to check some of my other work! I post often on Twitter and IG
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inspiredwriter · 6 months
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*En la guarida de las tortugas oscuras*
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Dark Leo, Dark Mikey, Dark Donnie and Dark Raph :*se pelean por una pierna de pollo*
Dark Stefany :*mirá la pelea*Miau, no puede ser que ellos peleen por una pierna de pollo🤨😑🤼‍♂️🍗*se agacha la orejas*sé que encanta la pelea pero no gusta que golpeen a mi amado azul 😤🥺💘💖💕💓
Dark Anastasia :*toca el onbro de Dark Stefany* opino lo mismo amiga, tampoco quiero que mi amado Rebelde se ha lastimado😟😞💓💞💝❣️
Dark April :*se cruza los brazos* Si, Es que solo salimos de la guardia por conseguí comida 🤨😕🍗🍖🥪(pensamientos💭) es terrible que Darío hizo que mi amado genio malvado atue como animal salvaje por carne 😡🥺👹🥩💕💓❣️
Dark Joi : chicas, que haremos Ahora hay que separarlos si no se matarán entre ellos😨😱💦⚔️
Dark Stefany : tienes la razón Joi, Por eso tenemos algo que siempre se tranquiliza por algo amoroso y cariñoso 😏🤗💖💞💘❣️💓
@inspiredwriter
Dark Leo: Go away!🤬 This is my food!😤😡
Dark Raph: But we're hungry too, Leo!😠😡
Dark Donnie: The Darius didn't feed us today!!😖😤🚫🍗
Dark Mikey: Please, Leo, let me take at least one bite😞🥺🍗
Dark Raph: You can eat your tongue if you're really hungry!🙄😡 This chicken leg is mine!!😤🍗
Dark Mikey: It's so unfair, the younger ones have to give in!😡😤 AND STOP SAYING SUCH THINGS ABOUT MY TONGUE!!🤬👅
Dark Stefany
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Dark Anastasia
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Dark Joi
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Dark April
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Yoohoo~🥰😘🤗😍💝💘💖💞 Boys, we have something delicious for you~😊😃😄😉💗💓❣️💕 Just please stop fighting, you're brothers😅😁😌😚
@swagreecrow
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jgmail · 11 days
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La Revolución Industrial como preludio del fin del mundo
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Por Nicolas Degroote
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Nuestro mundo moderno nació en el siglo XIX con la Revolución Industrial, es evidente. De lo obvio al pensamiento sólo hay un paso. Así que es hora de reexaminar esta evidencia, de pensar de nuevo la Revolución Industrial. No para hacer creer que carece de importancia, sino para darle toda la importancia que tiene este acontecimiento único.
Un reciente libro de Gilles de Juganville, torpemente titulado Introduction radicale à la philosophie (Introducción radical a la filosofía), nos invita a emprender esta tarea fundamental. Los lectores con prisa y los amantes de los atajos pueden saltárselo. Es un libro interesante para cualquiera que quiera hacer el esfuerzo de pensar. Al fin y al cabo, la filosofía no es una chica fácil que se entrega a los amantes de un solo día.
El punto de partida es el siguiente. Asistimos impotentes al empobrecimiento del mundo, cuya riqueza, diversidad y colorido desaparecen a un ritmo cada vez más acelerado. ¿Dónde están los jinetes mongoles, los apaches, los bretones? ¿Dónde están los tejados de paja, los ruiseñores, el aire puro? ¿Dónde están los bosques primigenios, las flores silvestres, los ríos salvajes? El desierto crece: la diversidad disminuye.
También asistimos a la multiplicación de cosas absolutamente nuevas, radicalmente inéditas. Un nuevo continente de plástico, un nuevo clima, plantas y animales modificados genéticamente, clones, conejos fluorescentes, ratas con una oreja humana en la espalda.
El mundo ordinario, como siempre ha sido durante milenios, está desapareciendo, incluida la humanidad, y está siendo sustituido por un mundo nuevo, artificial, industrial, incluido el ser humano. Antes se cultivaban más de mil tipos diferentes de arroz. Hoy cultivamos menos de diez, todos modificados genéticamente. Esto es algo que nunca había ocurrido en la historia de la humanidad, es la única revolución radical que caracteriza a los tiempos modernos y es precisamente eso lo que se propone examinar a profundidad Gilles de Juganville.
Los grandes sentidos del ser
¿Cómo tratar seriamente esta cuestión? La idea de Juganville es ir al núcleo duro de la filosofía conocido como ontología, la ciencia del ser. No se trata de algo abstracto o frívolo, sino todo lo contrario. Se trata de buscar los grandes sentidos del ser, los grandes conjuntos o categorías que ordenan nuestra existencia cotidiana. En términos sencillos: en nuestra vida cotidiana, todo aquello con lo que tenemos que tratar se clasifica en unas pocas categorías simples y fundamentales: personas, animales, plantas, cosas, etcétera.
¿Cómo podemos establecer estas categorías, estos grandes sentidos del ser, sin hundirnos en divisiones artificiales, subjetivas, determinadas histórica y culturalmente? Después de todo, ¿por qué distinguir entre humanos y animales? ¿Cómo proceder con seriedad? La primera parte del libro se propone encontrar un terreno firme y sólido sobre el que llevar a cabo este análisis ontológico. Esta búsqueda metodológica se lleva a cabo en una síntesis magistral de la filosofía contemporánea, a partir de la fenomenología de Heidegger enriquecida por todos los desarrollos y correcciones realizados desde entonces. Desde este punto de vista, se trata de una notable introducción a la filosofía. El terreno que emerge para el análisis ontológico es el mundo concreto, cotidiano, ordinario, alejado de toda abstracción.
Sobre el terreno así despejado, la segunda parte distingue y examina 6 grandes sentidos del ser: el ser humano que existe, los animales que viven, las plantas que crecen, las cosas disponibles, los alimentos comestibles y los elementos que persisten. Estos sentidos del ser son absolutamente irreductibles, son absolutamente diferentes entre sí. El estudio del ser humano y de los animales es instructivo; nos permite comprender mejor qué es el ser humano y por qué no es en modo alguno un animal, del mismo modo que un animal no tiene nada que ver con una planta o un mineral. Las ciencias afirman lo contrario, pero las ciencias son abstractas y, por lo tanto, están descalificadas para pensar en el mundo real y concreto.
Entre todos estos sentidos del ser, dos tienen la característica de ser producidos, fabricados. Los alimentos y las cosas son producidos. El pan y la mesa han sido fabricados, no crecen por sí solos. Y aquí es donde reside el meollo del análisis, en el concepto de producción. Producir es dar existencia a algo que no existía. En el corazón de la producción está, pues, la causa, o más exactamente el sistema de 4 causas analizado por Aristóteles.
Extensión infinita del dominio de la producción
La tercera y última parte, armada con estos conceptos, puede entonces examinar rigurosamente la modernidad. La modernidad se caracteriza por una extensión de la producción a todos los sentidos del ser. Ya no sólo se producen alimentos y cosas, sino todos los sentidos del ser. Se producen elementos (geoingeniería), se producen animales y plantas (manipulación genética) y se producen personas (ingeniería social, transhumanismo).
¿Qué significa todo esto? Por primera vez se destruyen los sentidos irreductibles y estructurantes del ser. A partir de ahora, las personas y los animales, las plantas y las cosas, los alimentos y los elementos desaparecerán, sustituidos poco a poco por productos. Un niño y su gato, una flor y un coche, el vino y el viento son ahora ontológicamente lo mismo: productos. La diversidad ontológica que constituía el mundo está desapareciendo, y el mundo como mundo está llegando a su fin.
¿Cuál es el problema? Para producir, hay que destruir. Producción y destrucción son inseparables. Para hacer una mesa se tala un árbol. Para hacer una tortilla rompemos huevos. Para producir un hombre nuevo destruimos al viejo. Para producir el mundo debemos destruir el mundo. El mundo moderno siempre y en todas partes produce y, por lo tanto, siempre y en todas partes destruye.
Desde este punto de vista ontológico radical la revolución industrial o modernidad se define como la extensión de la producción a todo lo que es, lo que implica destruir las invariantes ontológicas que estructuraban el mundo. Es la única revolución radical que ha sufrido la humanidad llevándola a convertirse en un producto como cualquier otro. La revolución industrial productivista es en esencia un ontocidio sin precedentes, una destrucción total, un mal total. En contraste con la destrucción provocada por el productivismo moderno, incluso la destrucción provocada por los regímenes totalitarios parece el juego de un niño malvado.
Esta notable introducción radical a la filosofía es tan original como esclarecedora.
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vienitas · 3 months
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ENTREGA: VENUS SUTIVANISAK. HABILIDAD: SIGILO (3/3).
la entrada de su diario / carta a alguien.
10 de febrero de 2018 —veintidós años. 
es estúpido estar escribiendo en estas hojas después de tanto tiempo, pero me causó gracia que lo último que puse fue una fotografía mía y tuya, archer. esa que nos sacaron en disney con trece años y unos sombreros ridículos. es aún más ridículo que sólo hace un par de meses volvimos a recrearla, mismo lugar, diferentes orejas, pero tenía la misma sonrisa que en ese entonces. 
podría hacer un resumen de los últimos años, para que conozcas mi perspectiva. también podríamos saltarnos el acto vergonzoso y sólo darte el regalo para que veas que llevo una vida enamorada de ti. 
mamá dice que es patológico. el amor, me refiero. pierdes la razón con facilidad cuando estás con quien amas y, al mismo tiempo, todo tiene sentido de una u otra forma. así me he sentido desde que te conocí: todo importa y al mismo tiempo se vuelve irrelevante, porque lo eclipsas. ¡dios, qué cursi! quiero meterme el lápiz en el ojo para dejar de leerlo. 
de una u otra forma, la vida nos separó hasta que nos volvimos las personas con derecho que somos ahora, pienso que si las cosas hubieran pasado antes, ahora no estaríamos juntos y hasta nos odiariamos, no olvidemos a mi yo de dieciséis alta en toxicidad y celopatía. ni a tu yo de diecisiete que sólo sabía ver anime y jugar videojuegos, dios, insoportable. 
era doloroso, no te mentiré, conocer a tus novias y transformarme en ese agregado prescindible. pero ahora que veo hacia atrás, quiero darle la gracia a cada una de tus ex novias por convertirte en el hombre que eres hoy en día, ¡no salió solo! ahora te bañas todos los días, ¿eso lo logró diane o fue tu madre? quizás fue que dejaste de ver tanto anime, ¿no es así?
también… de no haber estado lily en el camino, ahora tampoco estaría gala y creo que la paternidad es lo que mejor te vino, te hace ver más guapo y brillante. al menos mamá dice que pareciera que maduraste un poco, y que lo diga ella es todo un cumplido. 
es gracioso ver hacia atrás en las páginas de este diario — estás escrito en más de una fecha, como si fuese más tuyo que mío. y por eso se transformará en el primer regalo que te daré en nuestra nueva casa, ¿te parece? si no lo hace, ya no es problema mío porque lo estás leyendo, pedazo de chusma. 
se supone que debo contar un secreto aquí, ¿no es así?
decir que estaba enamorada de ti desde los seis años creo que nunca fue tan secreto que digamos, menos cuando veas esto. mis gustos los conoces, ¿no? como me gusta el café en un punto exacto de temperatura, que odio los dulces y prefiero mil veces empalagarme con comida salada. ¡soy mala en la cocina también! no sé si logre aprender algo de valor para ti y gala, pero te prometo que daré todo de mí para que no seas el único esclavizado en la cocina. 
uh. ¿qué más? tengo miedo. quizás eso sí es un secreto que vale la pena. tengo miedo de que las cosas no funcionen, pero también me da miedo que lo hagan. tengo miedo de lo que se nos viene, pero también sé que nunca me soltarás la mano. porque así eres tú, ¿no es así, archer? te aferras a quienes amas. te aferras a mí y gala como si de eso dependiera tu vida, sin saber que la mía depende de ti. 
en fin. suficiente por ahora, no quiero manchar con más lágrimas la página, ¡que ya te escucho riéndote abajo con mi papá! 
tengo otro secreto. 
nunca amaré a nadie como a ti, ¿lo sabes? espero que tú tampoco. 
21 de septiembre de 2019 —veintitrés años. 
encontré esto mientras ordenaba tus cosas. y sigo pensando lo mismo. 
nunca amaré a nadie como a ti. 
te extraño hoy y siempre. espero que tú no a mí. 
mayo de 2024 — veintisiete años. 
gala ya está creciendo sana. está en primaria y vive conmigo y camille aquí en londres. logré que me dejaran quedar por aquí si accedía a volver a estudiar, es algo aburrido, ¿sabes? ver a la misma gente todos los días e ir a clases, pero ¿qué más podía hacer? 
se parece a ti. se le arrugan los bordes de los ojos cuando se ríe hasta llorar y su punto de débil es su pancita. 
le dice mamá a camille, yo soy tía innie. es a la única que le permito decirme así. 
camille no le deja olvidar que su papá se llama archer y que la está cuidando desde el cielo. cada día del padre te compra un tulipán blanco, ese que te gustaba, y dice que nunca está sola. espero que realmente sea así, ¿sabes? 
más te vale que sea así. 
encontré esto mientras empacaba mis maletas, viajaré a suiza para conseguir quedarme aquí en inglaterra al menos cinco años más; espero que se extienda lo suficiente para seguir viendo a gala crecer, era lo que querías, ¿no? que fuéramos una familia. 
tendré que alejarme de ella algunos meses, espero que sepas entender. 
te sigo extrañando y sigue doliendo, pero ya no uso la argolla de compromiso, me duele más verla que antes. 
pero no significa que te seguiré amando como a nadie hasta el día que me muera. 
¿cuidarás de mí en suiza, archer? 
espero que sí. 
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la-semillera · 1 month
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Mar Arza & Ana Blandiana
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ANIMAL PLANET
Menos culpable, aunque no inocente,
En este universo donde
Las leyes de la naturaleza deciden
Quién debe matar a quién
Y el que más mata es el rey
¡Con qué admiración se filma
Al león plácido y feroz que despedaza al cervatillo!
Y yo, al cerrar los ojos o al apagar el televisor,
Siento que participo menos en el crimen,
Aunque en la llama de la vida
Hay que verter siempre sangre,
La sangre de otro.
Con menos culpa, aunque no inocente,
Compartí mesa y mantel con los cazadores,
Sin embargo, me gustaba acariciar las orejas largas
Y sedosas de las liebres,
Arrojadas en un túmulo
Sobre el mantel bordado.
Culpable, aunque yo no fuera quien
Apretara el gatillo, Y me tapara los oídos,
Horrorizada por el ruido de la muerte
Y por el olor a sudor desvergonzado de los que dispararon.
Menos culpable, aunque no inocente,
Aun así, más inocente que tú,
Autor de esta perfección sin piedad,
Que has decidido todo
Y luego me has enseñado a poner la otra mejilla.
_  Ana Blandiana.  Mi patria A4. Pre-Textos. Traducción de Viorica Patea y Antonio Colinas.
_ Mar Arza, MUROS NUBLADOS... Portarretratos de latón y vidrio, porcelana cruda, texto. 20 x 15 cm. 2014.
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flash56-chase05 · 11 months
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Leyendas en carne y hueso
Había permanecido lloviendo por tanto tiempo que podía sentir la pesadez de sus ropas sobre sus hombros.
Los cascos de Lucero luchaban también contra el barro del camino, con una fuerza tal que él podía percibir el tirón de sus músculos bajo sus piernas.
España suspiró y palpó el cuello empapado del animal antes de alzar su rostro hacia el frente. Un resplandor violeta tuvo a bien aparecer en el firmamento, revelando ante sus ojos la silueta de una torre coronada por un cono de ladrillos, algo desgastados.
—Ya falta menos —musitó.
Las orejas moteadas de Lucero continuaron aplastadas sobre su cráneo. Y él no le culpaba; llevaban un tiempo que ni siquiera podía llegar a cuantificar detrás de la entrada a aquella torre, pero esta parecía estar huyendo de ellos.
Por suerte, no había forma de que aquello fuese cierto.
Y la silueta de la puerta no tardó en aparecer entre el manto de oscuridad.
Giró el cuello hacia sus espaldas, aguardando ver las figuras de su hermano e Irlanda a caballo, aunque no encontró ni rastro de ellos.
Arqueó una ceja y barrió sus alrededores.
Se le pasó por la cabeza que, quizá, se habían separado de él con tal de encontrar refugio. Quizá la torre no les había convencido.
O quizá había partido solo.
España sacudió su cabeza y devolvió sus ojos hacia el frente. Tras lograr quitarse los guantes, entrelazó sus dedos en las crines de Lucero y se bajó de su lomo con un simple salto. Sus botas se enterraron en el barro, y necesitó levantar excesivamente las rodillas con tal de recorrer la escasa distancia que lo separaba de la pieza de madera.
Más de cerca, fue capaz de percibir a la escasa luz las hendiduras de las tablas, las protuberancias que destacaban en ellas y el anillo de metal oxidado que colgaba en el centro.
Antes de siquiera darse cuenta, sus dedos rodearon la fría pieza y la hicieron contactar contra la superficie con un golpe seco.
El golpeteo de las gotas fue su única respuesta.
España resopló y apoyó su hombro en la superficie con tal de empujarla. La puerta cedió al cabo de unos tres intentos, aunque la fuerza que se había visto obligado a ejercer le hizo tropezarse y caer de costado sobre el colchón de hojas del interior, que crujió bajo su peso.
Él inspiró hondo y procuró incorporarse.
Sin embargo, en cuanto flexionó sus rodillas e intentó ponerse en pie, las suelas de sus botas se deslizaron y le hicieron caer de espaldas hacia la oscuridad en el centro de la estancia, pese a que sus brazos se habían agitado por alcanzar el tronco del árbol más próximo a él.
Sus dedos no habían hecho más que atravesar la corteza.
España cerró sus ojos con fuerza mientras apretaba sus labios, a la espera del impacto.
Y no los volvió a abrir hasta escuchar unos murmullos a sus alrededores.
Lo recibió entonces un cielo completamente negro, salvo por los pequeños puntos luminosos que volvían de un azul oscuro su contorno más inmediato. Permanecían desperdigadas, sin insinuar siquiera las siluetas que él se había acostumbrado a ver durante sus múltiples años de vida.
Tampoco había luna.
España apretó sus labios.
—Pobre de ti, pequeño, perdido en este pozo sin fondo. —Una voz femenina sus espaldas, extrañamente familiar, le hizo dar un respingo y erguirse hacia el muro de troncos que lo rodeaban. Una de sus manos se dirigió hacia su cinto, pese a que sus dedos no lograron siquiera trazar el mango de su espalda.
De algún modo, logró encontrar la fuerza para ponerse en pie.
Un coro de risas se filtró entre los crujidos de las hojas a su alrededor.
—Pobre de él, creyendo que podrá salvarse —mascullaron varias voces chillonas, en un tono jocoso—. No puede tocarnos; no puede alcanzarnos.
España barrió sus alrededores con sus ojos, pero ni así pudo encontrar la fuente del sonido.
Carraspeó con tal de tratar de despejar su garganta.
—¡¿Quiénes sois?! —A pesar de la fuerza que intentó proyectar en su voz, esta salió medio ahogada de su garganta—. ¡Mostraos!
Su respuesta vino dada por otra retahíla de carcajadas.
—¡Pobre de él, atrapado con seres cuya existencia ni siquiera cree! —entonaron las voces—. ¿Piensa que así puede librarse de nuestra presencia? —Otro coro de risas—. Es tan inocente.
España notó un hormigueo en su mejilla que le hizo dar un pequeño respingo y tragar saliva. Se giró sobre sus talones para volver a comprobar la fuente, y no pudo evitar detenerse en mitad del recorrido al percatarse de una silueta que emitía un tenue brillo en la distancia.
Avanzaba con lentitud, según percibió tras varios minutos de observación.
Y no era capaz de apartar sus ojos de ella.
Aquella sensación no hizo más que crecer en cuanto detectó los orbes avellana que lo miraban con gran intensidad, tan parecidos a la última vez que los había visto. La piel que los rodeaba tenía una palidez enfermiza, y en las cejas castañas en su cima destacaban pequeños mechones blancos, pero no podía importarle menos.
Los ojos de España escocieron cuando él se detuvo a unos cuantos pasos de su posición y pudo percatarse de la forma en la que sus labios se habían curvado.
—¿Pa...?
Una presión en su pecho hizo que el aire abandonase sus pulmones de una forma repentina.
La silueta soltó un suspiro, y España se dio cuenta de que su brazo derecho se había alzado. A su vez, sus dedos sostenían una empuñadura de madera con una fina hoja de metal que... Con una hoja que podía seguir hasta su pecho.
Él trató de inspirar hondo.
La inmensa presión se lo impidió.
Sus ojos se encontraron con los del hombre ante él, cuyo gesto se había endurecido.
—Y así es como tiene que ser —masculló, en un idioma que sonaba demasiado extraño en sus labios.
Él intentó que las palabras pasasen más allá de su garganta, pero le fue imposible.
Sus rodillas cedieron.
Y la figura del hombre se disolvió junto al mundo a su alrededor.
.
Inspiró hondo de una forma brusca.
Sus ojos se abrieron poco después, necesitando de varios parpadeos para acostumbrarse a la espesa oscuridad que lo rodeaba y percatarse del pequeño haz de luz anaranjado que provenía de uno de sus costados.
De inmediato, giró su cuello para encontrarse con una figura en un fino camisón sentada en el alféizar de la ventana, en cuyos manos sostenía un pequeño platillo plateado con una delgada vela. No miraba en su dirección, aunque un simple vistazo a los mechones anaranjados que se precipitaban por sus hombros le hizo estirar sus comisuras.
España, de una manera algo inconsciente, alzó una de sus temblorosas manos y la posó sobre su pecho. El camisón permanecía empapado, aunque la tela parecía intacta.
Soltó un pequeño suspiro de alivio, que hizo que la figura al lado de la ventana diese un pequeño respingo y dirigiese sus ojos esmeralda en su dirección.
—¿Cómo te encuentras? —musitó, con sus labios fruncidos.
España se permitió tomarse el tiempo para incorporarse y arrastrarse por el colchón hasta que sus piernas cayeron por el borde de la cama. A continuación, se encorvó y estiró sus comisuras.
—Dormir me sienta bien. —La carcajada que había intentado que acompañase a sus palabras murió en su garganta.
Las arrugas en el ceño de Irlanda aumentaron, aunque apenas duraron ante el lánguido suspiro que escapó de sus labios. Su rostro no tardó en regresar hacia la ventana.
España dio un pequeño bote para levantarse de la cama y recorrer la escasa distancia hasta llegar a su lado. Una vez que puso sus manos sobre el chal en sus hombros, se percató del ligero temblor que los sacudía, además de su corazón desbocado.
Él no tardó en depositar un beso en su coronilla, mojada, mientras sus ojos se desviaban hacia la ventana. A pesar de la bruma que acompañaba a la lluvia, podía detectar los haces de luz de las velas bajo los soportales.
Logró evitar tragar saliva.
—¿Qué ocurre? —murmulló él.
Notó cómo Irlanda inspiraba hondo bajo sus manos.
—Los muertos caminan esta noche por la tierra. Puedo… —Arrugó su nariz—. Puedo sentirlos.
España se permitió desviar sus ojos hacia el punto en que sus dedos peinaban unos cuantos mechones anaranjados.
—Eso dicen las leyendas —murmulló. Depositó otro pequeño beso en su coronilla antes de despegar sus manos de sus hombros. Tragó saliva para intentar luchar contra el prominente nudo en su garganta—. Voy… a encender la hoguera.
Irlanda giró ligeramente su cuello en su dirección y de inmediato extendió el brazo que sostenía la vela en su dirección.
—Llévatela contigo —musitó.
España negó con la cabeza.
—Los difuntos necesitan esa guía más que yo. —Se esforzó por mantener sus comisuras en su posición—. Me conozco mi casa.
Irlanda soltó un pequeño bufido antes de devolver sus ojos hacia la ventana. España se permitió beber de las vistas y cruzó el umbral de la puerta en dirección al pasillo, envuelto en un denso manto de oscuridad.
«No ha sido real», no paraba de repetirse en su mente.
Pero el escalofrío en su columna y la sensación punzante en su espalda eran difíciles de ignorar.
.
En mi defensa, diré que tenía que hacerlo. Por las fechas.
(Y tampoco iba a dejarlo programado para esta noche a las 24 horas).
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metabot00111111 · 1 month
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En mi casa vive un perro de diecisiete años, ciego, sordo y esquelético. No tiene apenas fuerza para andar, por lo que hace sus necesidades en casa. A veces pisa sus excrementos y los esparce por el suelo, así que le compraron unos pañales.
Este perro siempre tuvo una personalidad curiosa. Parece ser mudo, pero en ocasiones contadas demostró que puede ladrar. Tampoco gime ni llora; solo recuerdo una vez que quedó atrapado bajo un coche. Por lo demás, nunca fue un perro muy expresivo, antes movía el rabo y la orejas, saca la lengua cuando tiene calor y poco mas. Aunque, a pesar de todo, nunca tuvo problema en comunicar sus necesidades. Cuando llega su hora de salir te espera en la puerta de la habitación y se dirige a la entrada dando vueltas sobre si mismo. Y cuando tiene hambre se acerca la cocina y se queda mirándote fijamente. Bueno, eran cosas que hacia antes, ahora camina dando cabezazos contra la pared y rastrea el suelo a ver si encuentra algo.
Sorprende también fuera un perro tan independiente, cuando los perros suelen tener dependencia de sus dueños. Se metían con este diciendo que era un gato, aunque también podría ser un piropo. No es que pasara de nosotros, se alegraba mucho cuando llegábamos a casa y cuando estaba solo se le notaba ansioso, pero enseguida volvía a su cama y podía esperar días sin inmutarse. Tampoco nos seguía, no tenia necesidad de saber que hacíamos, y nunca quiso subirse en el sofá como otros perros, de hecho le incomoda que lo agarren.
No le interesaba los otros perros, como mucho les olía cuando se acercaban. De joven le gustaba hacer carreras, pero el interés no le duraba mucho, en cuanto terminaba volvía con nosotros aunque siguieran incitándole a jugar. Tampoco tenia interés por los humanos, le gustaba jugar conmigo, pero pasaba de largo cuando alguien se acercaba a tocarle. Si le gusta que le acaricien, pero solo por sus dueños, aunque sin ninguna muestra de cariño, si lo hacías parcia agradecido y volvía a lo suyo.
Por lo general, no era un perro muy apasionado, destacaría solo dos cosas: la comida y la exploración. Siempre recordaré las incursiones que hacíamos por la sierra, casi todo eran fincas privadas o cotos de caza, por lo que debía estar atento a los animales y estudiar los recorridos que podíamos hacer. Era practicante un perro de caza, también pastor, porque solía ir delante controlando lo que podíamos encontrar. A veces avanzaba solo para volver al poco, decidiendo el comino que debíamos tomar; se quedaba sentado en algún sitio esperando y luego en el otro camino siempre había algún animal o alguna cosa que nos impedía pasar. Sabia leer mis emociones, si estaba nervioso también se ponía nervioso y activaba el modo cauteloso. Y su memoria era mejor que la mía, cuando había alguna valla siempre recordaba el lugar donde era mas sencillo saltar. Supongo que le viene de familia, porque nunca le adiestraron para esas cosas.
No obstante, después de todo, lo que más me asombra era su obediencia; de los perros siempre se destaca su lealtad, pero es impactante experimentar tal respeto por parte de un animal. Resulta difícil explicarlo, simplemente estaba ahí para todo, nunca se negaba a nada. Si tenias que pelarlo, bañarlo o meterlo en cualquier sitio, nunca se quejaba. Cuando tenia miedo se quedaba paralizado, pero mientras fuera por sus dueños se dejaba hacer de todo. Sin embargo, aunque nunca se molestaba, tenia un carácter firme. Alguna vez le vi gruñir cuando algún perro era demasiado pesado y, a pesar de no hacerlo nunca, mantenía una tranquilidad estoica, sin afectarle nada. Siempre pensé que pasaría se si encontraba con un perro agresivo, porque no parecía preocuparle lo mas minimo.
Su historia comenzó siendo un poco angustiosa. Mi familia lo compró en una pequeña tienda de animales, por lo visto faltaba pocos días para que lo sacrificaran, les dio pena y lo compraron. Era el único que quedaba por vender de una camada de cachorros, tenia un ojo caído, por lo que era el menos estético y quedó el ultimo. Tenia ya cierta edad, no recuerdo los meses, pero no creció mucho más después de comprarlo, su tamaño era prácticamente el de un perro adulto. No podía poner la piernas firmes, su posición era como el de una alfombra, supongo que la jaula debía ser pequeña y el vendedor nunca lo sacó. Cuando llego a casa parecía un perro sin vida, te miraba como sin entender nada y su curiosidad se limitaba a oler el pienso. No se como pasó, pero floreció como si regaran una flor marchita, con el tiempo pareció estar vivo. En su momento nos preguntamos si no ladraba por algún tipo de trauma, quizá al vendedor le molestaba.
Le pusimos de nombre Shira, que en árabe significa mujer cautiva, o eso me dijeron. Es un cocker spaniel hembra de color negro:
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Podría destacar lo listo que era o podría hablar de los buenos recuerdos que dejó, sin embargo, de entre todo me quedo con un ejemplo de vida. Por parte de un animal, que empezó a perder la vista joven y se quedó sordo pronto, junto a varias enfermedades que atravesó, y nunca perdió las ganas de comer. Siempre con su carácter sereno, aceptando la vida.
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"El Animal Soñado por Poe" En su Relato de Arthur Gordon Pym de Nantucket, publicado en 1938, Edgar Allan Poe atribuyó a las islas antárticas una fauna asombrosa pero creíble. Así, en el capítulo xviii se lee: recogimos una rama con frutos rojos, como los del espino, y el cuerpo de un animal terrestre, de conformación singular. Tres pies de largo y seis pulgadas de alto tendría; las cuatro patas eran cortas y estaban guarnecidas de agudas garras de color escarlata, de una materia semejante al coral. El pelo era parejo y sedoso, perfectamente blanco. La cola era puntiaguda, como de rata y tendría un pie y medio de longitud. La cabeza parecía de gato, con excepción de las orejas, que eran caídas, como las de un sabueso. Los dientes eran del mismo escarlata de las garras. No menos singular era el agua de esas tierras australes: Primero nos negamos a probarla, suponiéndola corrompida. No sé cómo dar una idea justa de su naturaleza, y no lo conseguiré sin muchas palabras. A pesar de correr con rapidez por cualquier desnivel, nunca parecía límpida, excepto al despeñarse en un salto. En casos de poco declive, era tan consistente como una infusión espesa de goma arábiga, hecha en agua común. Éste, sin embargo, era el menos singular de sus caracteres. No era incolora ni era de un color invariable, ya que su fluencia proponía a los ojos todos los matices del púrpura, como los tonos de una seda tornasolada. Dejamos que se asentara en una vasija y comprobamos que la masa del líquido estaba separada en vetas distintas, cada una de tono individual, y que esas vetas no se mezclaban. Si se pasaba la hoja de un cuchillo a lo ancho de las vetas, el agua se cerraba inmediatamente, y al retirar la hoja, desaparecía el rastro. En cambio, cuando la hoja era insertada con precisión entre dos de las vetas, ocurría una separación perfecta, que no se rectificaba en seguida.
JORGE LUIS BORGES El libro de los seres imaginarios (1957).
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next-life-online-rpg · 3 months
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Sobre la raza: Hombres Bestia
Bestia es una palabra vulgar, que incluso se podría considerar un insulto... si, para esta raza, una bestia es un cachorro al que pueden doblegar con sus propias manos, las bestias no son mas que animalitos para esta noble raza de guerreros, los amos de la fuerza física, de los reflejos, la movilidad y flexibilidad que mataría de envidia a cualquier atleta olímpico de la actualidad, recorrer grandes distancias en segundos, subir al techo de los edificios con un salto, las hazañas que son capaces de realizar estos seres son tan variadas como su imaginación te lo permita, claro, no es como si estos no fueran capaces de utilizar la magia u otros artes alejados de su físico, pero es un camino empinado cuando tu cuerpo e instinto están más que familiarizados con el combate que lo que esta tu cerebro, pero quien sabe... la esfinge es un buen ejemplo de lo atemorizante que puede ser una bestia con gran cerebro, entre sus filas tienes a todo el reino animal, la parte de “hombres” en ellos varía según la espesura de su sangre, hay algunos que se rindieron al animal en su interior y adquirieron rasgos animales mucho más marcados, mientras otros, apenas conservan las colas u orejas de lo que esconde su corazón, tienen cierta tendencia a ser animales mamíferos, tal vez debido al terreno en donde viven la gran mayoría.
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whoismissriley · 1 year
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Rudy x Reader.
❥ Dance .・。.・゜✭
No entendías. Simplemente no entendías que había salido mal. Estabas ahí, apuntando tu arma al imbécil y de pronto estabas en el suelo y tu cabeza daba vueltas alrededor. Si no hubiera sido porque Rudy entró rompiendo la puerta te hubieran metido una bala directo en el cráneo.
Entonces los gritos de Alejandro llenaron tu mente y mientras tratabas de procesar todo escuchabas como él y Rudy discutían por culpa del maldito estrés y porque habían perdido a tres Vaqueros en la persecución de Valeria. Alejandro estaba emputado. Pero tú también. Porque te había dejado sola para ir a perseguir a la mujer solo y dárselas de héroe.
—¡A dónde chingados crees que vas! — lo escuchaste gritarte mientras empujabas la puerta del gimnasio del cuartel para irte a tu habitación.
—Alejandro ya, déjala en paz.
Rudy, tu Rudy. Siempre abogaba por ti cuando tu rebeldía pasaba los limites. Pero esta vez no había sido por tu culpa, había sido culpa de la impertinencia de Alejandro. Ya le habías gritado lo suficiente y no querías seguir viéndolo no gritándole. Sabiendo que solo era producto de la ira que sentías por la impotencia. Y tú dulce Rudy, te había enseñado muy bien a aprender a controlar tus impulsos de ira con el tiempo. Y tenías que admitir que te dio gusto la semi sonrisa que te dio justo antes de que desaparecieras por la puerta hacia el pasillo. Porque sabías que estaba orgulloso del control de tu temperamento.
Nadie pensaría que él siendo alguien tan dócil y lleno de temple, escondía un animal salvaje detrás de esa sonrisa y te daba mucho gusto, ser la única al que él podía llamar, mi amor.
La única otra cosa que te podía calmar era bailar. Cosa que nunca se pudo convertir en tu trabajo, porque conociste el ejercito y te enamoraste de todo lo que eso conllevaba, considerando de manera feliz tener tu propio tiempo para bailar de vez en cuándo.
Y el ballet. Era la segunda cosa que siempre lograba calmarte. Así que a penas llegaste a tu habitación te quitaste los zapatos, cogiste tus zapatillas de ballet, te amarraste el pelo en una ligera coleta y abrirse el cajón de tu roja para sacar la pequeña falda de ballet rosa de seda que Rudy te había regalado el año pasado para navidad.
Tomaste tu teléfono y pusiste una canción, Mitski - first love/late spring.
Comenzaste a moverse despacio en el espacio que hacías al empujar tu cama contra la pared y tus movimientos se volvieron cada vez mas rudos y emocionales a medida que la canción bamboleaba con el ritmo. No era precisamente una canción de ballet como tal pero podías interpretarla a través de tus emociones mientras tratabas de apartar esos pensamientos llenos de rabia.
No pasó mucho hasta que viste que tu puerta se abrió pero no te detuviste. Sonreíste y seguiste bailando con tus brazos y pies, una obra de arte que el consideraba tener el privilegio de tener solo para él. Te rodeó despacio, con las manos en la espalda no perdiéndose ni uno de tus movimientos y de pronto, mientras estirabas una de tus piernas hacia arriba sentiste sus manos en tus caderas y su cuerpo en tu espalda.
Su respiración suave en tu nuca mientras bajabas la pierna y dejabas caer tu cabeza en si pecho, ondulando tu cuerpo en un movimiento giratorio. Tus manos sobre su pecho mientras bajabas y girabas y lo rodeabas. Sus ojos te seguían con adoración, te alejaste y volviste envolviéndote con sus brazos. Sus labios tocaron la piel sensible debajo de tu oreja y su mano se plasmo a lo ancho de tu vientre haciéndote perder el hilo de los movimientos.
—Ya pasó mi amor — susurró son sus labios moviéndose a lo largo de tu cuello — ¿Quieres hablar de ello?
—No — dijiste en un hilo de voz dejando caer tu cabeza en su pecho, dándole libre acceso a tu piel — todavía no me relajo del todo.
—Oh mi vida yo puedo arreglar eso — sus labios se movieron hacia arriba y sosteniendo tus caderas te giró con suavidad para que lo miraras a los ojos — te ves tan linda cuando bailas.
Suspiraste dejando caer tu frente contra sus labios mientras él te envolvía con sus brazos.
—Fue mi culpa — dijiste en un susurro — culpé a Ale pero yo fui la tonta que titubeó porque vio al niño. Por eso él tuvo que ir solo a perseguir a Valeria.
—No fue culpa de nadie de aquí ¿De acuerdo? — besó reiteradas veces tu rostro — estas cosas pasan, vamos a arreglarlo ¿Si? Los dos estaban muy cabreados y la cagaron gritándose cosas sin sentido.
—Pensé que Valeria iba a matar al niño Rudy — susurraste finalmente dejando salir la razón de todo tu comportamiento — me aterré. Perdí la cordura. Y me bloqueé.
—Mi amor — él tomó tu rostro entre sus manos y te hizo mirarlo, secando tus lágrimas con sus pulgares — el niño está bien, Alejandro lo sacó de ahí y está con su mamá ahora.
—Lo sé, Ale me dijo mientras me gritaba — hiciste un puchero — soy una idiota.
—No lo eres.
—Lo dices porque me amas.
—Te amo, y no lo digo por eso. Eres hermosa mi amor, fuerte e inteligente y humana. Es de humanos errar y tener sentimientos, no somos putas maquinas — te hizo sonreír revoloteando los ojos y luego te miró a los labios mientras las tuyas bajaron el cierre de su chaqueta militar — y eres mía. Y siempre te voy a proteger.
—Eres tan dulce Rodolfo.
Tus labios rosaron los suyos y él gruñó vibrando en lo más profundo de su garganta.
—¿Y quieres que sea dulce ahora mi amor? — su mano derecha trazó toda tu espina dorsal haciéndote gemir.
—No — deslizaste tu lengua por sus labios y llevaste tus manos a su cinturón — quítame la rabia como solo tú lo sabes hacer.
—Con mucho gusto mi princesa — te besó el cuello con un suave mordisco, tan tierno que no esperaste que te gira bruscamente contra la cómoda, empujando tu espalda hacía abajo presionando sus caderas contra tu trasero — agárrate fuerte.
No alcanzaste a hablar cuándo te bajó los pantalones y la ropa interior de un tirón. Te reíste por lo bajo y te llenó de golpe.
—Rodolfo...
Tus gemidos se escucharon hasta el comedor y los de Rudy, que decir. 
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