#Señal de paso de peatones | Explore Tumblr Posts and Blogs

nosight · 5 years

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Cada día de por medio- Cap. 4

Hello! Espero que se encuentren muy bien. Muchas gracias a todos!! ;D por sus me encanta(se quienes son aunque no los pueda poner a todos aqui TwT), sus comentarios y sus reblogueos @daftcoffe @caterine177 @lubay-nue @asitrita @blacknekomi @aracelythasworld @aflowertale @creepyday13 @wolf-darken @miku-ckack han sido un gran apoyo!! ^^

Capítulo 3: Renunciaría a una gloria que él jamás logró entender.

- ¡Puta! ¿Qué le paso a sus ojos? España ¿qué está pasando? ¡Conchetumadre! Lo estoy soñando seguramente…-Dijo el chileno a través del teléfono.

- ¡Chile pon el altavoz voy a…! –

- ¡¿Tragas ligas o que wey?!-Exclamó molesto el conductor sin interesarse en reducir su exceso de velocidad luego de que por poco atropellaba a España, quien había alcanzado a retroceder al escuchar el claxon del vehículo.

Todavía exaltado y con la respiración agitada, el español redescubrió su entorno lo más rápido posible y regresó al seguro pavimento para peatones del que acaba de correr sin prestar realmente atención en mirar la proximidad de los carros, la cual parecía no ya parar. No importaba que había conseguido llegar hasta el segundo carril, su ahora, ya desfragmentado y aplastado celular en medio de la calle, le hicieron conciencia de que podría ser el siguiente.

Sintiéndose impotente mientras miraba el hospital, al otro lado de la calle, gruñó frustrado y maldijo como sólo un español lo haría y corrió hasta el semáforo más cercano para volver a intentarlo.

Mientras que presuroso por el escalofrió que recorría su piel ante el pánico de imaginar la situación que le destinaba al chileno, el pecho del español también se oprimía de repentina culpa de lo que ahora comenzaba a interpretar como una señal: una vez había dejado las tierras de Tenochtitlan luego de su estadía de meses, para atender una situación que le llamaba en otro lado, pero lo que encontró al regresar…algo ocasionado por las manos de los hombres en sus tropas por la irresponsabilidad de quien había dejado a cargo, aquella matanza contra los mexicas que destruyeron lo que a él le había costado construir.

De pronto, parecía que había dejado de escuchar la conversación de las personas que empujaba para poder pasar rápido, sentía que las luces brillantes de los edificios habían dejado de existir para darle lugar a templos y otras estructuras, como si el concreto en el que sus pies marchaban se hubiesen suavizado como tierra apisonada. No podía llegar tarde esta vez, no si México había notado su ausencia. Mientras que, el apenas reconocido tricolor parecía repetir su historia, España inevitablemente la revivía también.

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-Tienes que estar bromeando weón ¿esta es una forma de asustarme? -Chile se reacomodó como pudo para intentar sentarse a pesar del dolor sobre su pie para tener su otra mano libre y conseguir volver a llamar al maldito español que acababa de colgarle de forma repentina. Sin embargo, los pasos que daba México hacia él con total tranquilidad le alarmaban de sobremanera y sus temblorosos dedos no le permitían identificar sus memorizadas teclas de su celular. - ¡No te acerques weón! Te voy a dar un combo en l‘hocico y te voy a sacar la cresta ¡Detente! No quieres hacer esto México… -

Chile arrojó su celular a un lado (que el otro veía con disgusto) y levantó las manos. Si la instrucción se basaba en parecer indefenso no se le ocurría otra cosa que verse desarmado. El problema fue, que él no era alguien que sería capturado, ya estaba capturado e incluso sentenciado como un tributo. Así que, sin problemas, México se inclinó lo suficiente sobre el chileno, lo tomó de su camisa y comenzó a arrastrarlo hasta la roca sin importar el grito del otro al ser contorsionado a la posición anterior sobre sus piernas. El instinto de Chile le decía que era momento de pelear y no se equivocó: utilizó su único pie resistente y se impulsó de forma veloz para propiciarle un buen puñetazo en la mejilla de México y por suerte éste le soltó. Chile no tardó en caer sentado al suelo y sin esperar saltó como pudo y repetidamente hacia atrás hasta que su corazón acelerado y respiración sin aliento le rogaron descanso o colapsaría. El siguiente objetivo era ingeniárselas para huir de ahí…con el ardiente dolor de un pie lastimado…para escapar de su amigo tan cercano…

- ¡Reacciona weón! Ya recuérdame… -Intentó Chile nuevamente con su voz un tanto delgada y quebrada, pero México sólo tomó aquella piedra puntiaguda trabajada y nuevamente camino hacia él con una mirada profunda y enfocada como si quisiera asegurar de que no iría más lejos. Por otro lado, el chileno tomó una rama gruesa y rocas medianas y apoyándose de un lado mordiendo su dolor al ponerse de pie, deseando que esa adrenalina destinada para correr se enfocará en defenderse y contraatacar, y pensó. – Si éste fuera México…me diría que le diera mi mejor golpe, que le diera una tremenda putiza y le hiciera pagar todo lo que le he aguantado al weón y que tenga lo que tenga que pasar…-

Unos acelerados pasos se escucharon a un lado de ellos, pero antes de que pudieran voltear, un cuerpo de rasgos rojos se arrojó sobre el mexicano, embistiéndolo y haciéndole rodar junto con él lejos de Chile. Y antes de que el mexicano tuviera oportunidad de comprender de quien se trataba, un par de puños arremetieron contra su cara mientras aprovechaba la conveniente posición que le había dejado encima de éste para cargarle todo su peso.

- ¡Perú! - Llamó aliviado el chileno sintiendo que sus piernas temblaban por diferentes razones.

El mencionado ni siquiera volteó, sería un error fatal, lo guiaba el repentino golpe de furia al ver como el mexicano no había dudado en alzar su arma para matar a su mejor amigo y tan sólo siguió como si la sangre hirviera dentro de él. México consiguió agarrar uno de sus agitados puños y comenzó a torcerlo, lo suficiente para que el peruano se moviera un poco con él para evitar el dolor, siendo esta su oportunidad, le propinó una patada al peruano en la cara y una segunda en su estómago para tumbarlo. Perú cayó de rodillas y el mexicano lo sujetó del cuello para levantarlo y mirarlo con sus colmillos descubiertos, pero estaba lejos de saber que su enemigo había sido fortalecido en condiciones similares a la suya y no de las tropas de España, sino de sus guerreros incas que daban su valor en batalla.

- Opauya (Idiota)-Pronunció Perú en el lenguaje quechua mientras ligeros hilos de sangre salían de su boca. Y esperando la proximidad adecuada, retrocedió un poco su cabeza y la devolvió hacia enfrente para chocar con la del mexicano para obligarlo a soltarlo. No ignoraba que también el ataque le había afectado, pero sentir las garras clavándose con lentitud en su cuello eran la tortura.

En ese instante, Chile miraba sin poder creer aquella pelea que se libraba ante sus ojos, con sus mejores amigos, algo irreconocibles por características físicas y modos de combatir jamás vistos en su vida. Miró el chullo (gorro) de Perú que había caído al momento de rodar por la hierba junto al mexicano. Tuvo que tomar una decisión rápida y como pudo, intentó defender al peruano de su oponente.

- ¡Quédate lejos! -Exclamó Perú mientras le alcanzaba un fuerte zarpazo en su costado derecho que lo hizo retroceder. Antes de que México pudiera atacar al chileno, quien ya le había arrojado rocas y ahora se acercaba con un trozo de madera para derribarlo, el peruano se lanzó sobre él hacia el lado contrario, sin darse cuenta de que, en el proceso, México había perforado el hombro izquierdo de Perú con el filo de su piedra y cayó. Por suerte, la herida no había sido profunda, pero eso no impedía que la sangre fluyera de ella una vez que el peruano arrancó el arma de su cuerpo e hizo justificable el pánico en Chile.

Ahí se encontraba la gran desventaja de Perú en el combate, aunque ahora, el mexicano se encontraba desarmado y Perú tenía mayor destreza con las armas que en combate cuerpo a cuerpo, todo se diferencia que él vivía en el aquí y ahora, y buscaba inmovilizar y derrotar a México, pero jamás matarlo, no podría, a diferencia del mexicano que no lo dudaba ni por un segundo.

México estaba lejos de ser un individuo primitivo, incluso en el tiempo en que sus memorias se “situaban”, se trataba de una civilización desarrollada, avanzada y prospera. Si bien, no lograba entender el idioma de sus enemigos, escuchaba perfectamente y buscaba identificar las tonalidades que le daban a esta para usarla como su estrategia para salir victorioso: sus habilidades y destrezas de lucha en distintos escenarios de sus pobladores, lo habían convertido en un ser acostumbrado a participar en la guerra y en su memoria yacían frescas tácticas de combate y una furia para atacar y defenderse. El mayor detonante de este día se hallaba en la historia y en los factores externos que se lo permitieron. Era ambicioso para envolverse en su entorno, pero ahora, estaba lleno de sed de venganza e incertidumbre por esos seres desconocidos que lo habían traicionado.

- ¡Pedazo de…!-Arremetió Chile con furia y desesperación buscando llegar al mexicano mientras arrastraba su piel, mordería y golpearía como fuera necesario para detenerlo.

- ¡Chileeee! -Se escuchó entre los árboles y los presentes reconocieron la voz.

La batalla se vio interrumpida cuando México alcanzó a mirar a unos cuantos metros a España quien iba corriendo en otra dirección y lo entendió todo ¡Escapaba de Tenochtitlan! ¡No lo permitiría! Con una última mirada a los otros dos para transmitirles su mensaje de que regresaría, después de todo, si mataba a su cacique, ellos quedarían sin mando para combatir. Sin más, corrió hacia allá.

- ¡Perú! ¡Perú! - Sollozó sin poder contenerlo por más tempo el chileno mientras se arrodillaba junto a su amigo, quien tendido en el pasto boca arriba, mantenía una respiración acelerada y apenas su ojo derecho entreabierto mirando al otro. Ahora que el peligro había pasado…Dios, estaba exhausto. Perú no recordaba haber peleado así jamás…sentía que sus energías eran absorbidas y dejó de presionar la herida de su hombro para dejar caer sus manos a sus lados, cubiertas de sangre casi en su totalidad, esperaba no asustar al chileno, pero eso fue lo que hizo. – ¡Nada de eso! Vamos weón, estarás bien ¿a que sí?… luego de esto vamos a tirar la talla (bromear) jaja ¡por aquí está mi celular po! Espero no salir con mis weadas. -Trató de limpiar sus lágrimas para ver mejor. - Estoy seguro de que el hospital está aquí cerca. Te- te voy a llevar yo mismo…yo te cuido ahora…por favor, no puedo perder otro amigo…no a ti weón. -

-Chile…Chile. -Interrumpió Perú a las aceleradas palabras del chileno, puso nuevamente su mano sobre el hombro. Cada que Chile empezaba a hablaba así de rápido era imposible escucharle, pero él era experto con su interacción y había entendido cada palabra y le oprimió el corazón, estaban tan asustado. -No llores pe….yo sigo aquí. –

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- ¿Por qué están apagadas las luces? No es hora de dormir boludos, apenas hemos traído para morfar-Dijo Argentina encendiendo la luz de la habitación. En su mano llevaba una bolsa de plástico blanca con los alimentos. Detrás de él llegaba Rusia con una bolsa similar con las bebidas. Ambas fueron puestas en la pequeña mesa de la entrada y continuó – Che ¿Acaso los cambiaron de cuarto?... mierda ¿qué es esto? –

El ruso dejo de prestarle atención a la organización de la comida y volteó.

El cuarto parecía ser la escena de un crimen: la chaqueta de Chile estaba tirada en medio de la habitación, una silla tirada, una charola con alimentos en la mesa y el piso manchado con marcas de manos y pies que iniciaban desde la cama del paciente hasta el sofá, además, una parte del marco de la ventana también estaba manchada. Hubiera sido alarmante si no fuese que todo era de un color azul proveniente de un bote del antiséptico llamado “azul de metileno” que había rodado hasta una esquina, también había algunas unas gasas y otros medicamentos.

Con cuidado de no resbalar, pero aún muy apresurado, el ruso se acercó a la ventana y miro mejor las marcas de huellas en el marco y en el metal que se jalaba para deslizarla. Se distrajo un poco cuando Argentina resbaló y se patinó, casi terminó chocando con él. Lo ayudó a levantarse y sin decir una palabra ambos notaron la imagen que tenían a través de la ventana: los bellos y extensos jardines eran visibles a la luz de la luna, los frondosos árboles y un alzado césped, que les mostraba un camino aplanado de sus hierbas por un cuerpo que debió haber sido arrastrado ya que las manchas azules señalaban un evidente camino. Ni siquiera hablaron, se apresuraron a salir por esa misma ventana.

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España intentó sacar la sangre de su nariz, esperando que la hemorragia terminara pronto, sentía que no podía respirar y ya hacía mucho su boca tratando de escupir su propia sangre y abarcar la mayor cantidad de oxígeno para sus pulmones. Afortunadamente, el golpe simultaneo que se habían dado ambos en el rostro había dado oportunidad de mantener un poco de distancia, aunque México ya estaba de pie y buscaba algún punto débil para atacarlo, pero no se lo iba a permitir y él mismo fue quien volvió a taclearlo para retomar los golpes.

La sangre del español todavía hervía en coraje, lo cual le impulsó a dominar por el momento la pelea. Momentos antes, cuando el mexicano había saltado sobre él no creía para nada lo que sus ojos le mostraban, además de estar viendo la representación de un depredador, el español sentía como si el tiempo hubiera retrocedido 500 años cuando acababa de llegar a lo desconocido. Sin embargo, tan pronto como vio los golpes y la sangre con los que México ya venía, pensó lo peor y su pecho se oprimió de culpa y dolor en imaginar cual había sido el destino de Chile intentando defenderse.

- ¡Coño! - Exclamó España cuando México golpeó su cabeza contra el suelo, había sentido algunas rocas enterradas en la tierra sobre su frente. Lo que más ardía eran esas malditas garras aferrándose a su cráneo. Se volteó como pudo y le propinó una buena patada en el estómago al otro, lo que le separó. El español rodó lejos como pudo, volvió a levantarse y escupió más sangre. - Apenas recuerdes…me importara una mierda pinchada en un palo hacerte entender esto. ¡cuicatl! (¡eres una mierda!)-

La boca de México se torció molesto y gruño. Esto no se trataba de una guerra florida, no se trataba más de una batalla ritual para obtener prisioneros, aun cuando esta fuera la forma de hacer la guerra, esta vez no, se trataba de un cobro por la sangre demarrada de su gente. Ya no había objetos que produjeran truenos en el cielo ni criaturas enormes y rápidas que lo alejaran de su ataque.

La pelea continuó, habían pasado algunos minutos desde que todo inicio, pero se sentía como si la noche fuera eterna. A veces, algunas nubes cubrían el cielo y robaban la iluminación del combate: desde la parte superior de su cabeza, España sangraba y mezclaba este color carmín con su rojo natural hasta manchar en proporciones convenientes su vivo color amarillo. Mientras tanto, el cuerpo de México ya acumulaba golpes y cortes, era difícil distinguir que se trababa de su sangre y cual era ajena, pero todavía alzaba su pecho con energía mientras respiraba. La oscuridad jamás sería un problema para su visión, estaba acostumbrado y siguió la lucha.

Había una razón por la que estos pueblos prehispánicos creían en los nahuales, México era la digna representación de uno. Ellos decían que se trataba de la representación de la naturaleza, el espíritu animal que es el protector y guía de cada uno, que incidían en la forma de ser de uno mismo y esto daba la oportunidad de manifestarse con las características de ellos por un determinado tiempo. Sin duda, la mayoría de los pobladores describían a Mexictli como un jaguar, otros decían que era un águila pues juraban haberle visto ocultar sus alas, aunque siempre las hermosas plumas sobre su cabeza y vivos colores le asociaban con una serpiente. Fuera como fuera, sus recorridos por sus pueblos le identificaban como un protector que asumía su forma según mejor le convenía, era pacifico en gran medida, por eso, pretendían que jamás llegara a las tierras de Tenochtitlan, quien buscaría su poder.

España también sentía miedo, tan parecido como aquel de cuando había arribado a tierras desconocidas a miles de kilómetros de Europa, ignorante de lo que encontraría, pero consciente del peligro y bajo un estandarte, la suerte pareció siempre sonreírle en aquellos caminos. En este instante, aprovechando algo de diferencia de altura, consiguió pasar su mano por su espalda y cuello del mexicano y trató de retenerlo con esa maniobra, pero aun en esa posición, un puñetazo, seguido de un zarpazo alcanzaron la mejilla derecha de España rompiendo las cuerdas de su parche y haciéndolo retroceder aturdido hasta topar contra un árbol donde se deslizó para respirar. El español siguió manteniendo su ojo cerrado mientras las frescas heridas lo humedecían con sangre y sintió la ausencia de la ligera presión en su ojo que jamás le había incomodado. Debido a esto último, parpadeó varias veces hasta que este se abrió y su pupila clara, cubierto de un color blanco con muy ligeros tonos azules demostraba que se trataba de una ceguera en ese ojo.

España se sentía algo mareado, no lograba distinguir si era por la pérdida de sangre, por el estrés que le daba la situación, por Chile…por miedo a lo que pasaría ¿Qué sería de su país? ¿Habría otra guerra cuando todo esto saliera al mundo? ¿Qué sería de México? De algo estaba seguro, su vida no pasaba frente a sus ojos, sólo pensaba en las cosas que pudo haber cambiado para no encontrarse en esta situación y recordó una amena conversación:

-No Don España, decir que soy un hombre sabio significaría que no lo soy-Recordó España como Tomas le platicaba mientras jugaba con la uva entre sus dedos. – ¿Qué voy a saber yo? -

-Vale, pero si yo te dijera mi edad…ufff ya debería tener esa paciencia y visión de la vida-Dijo el español relajado, bastante relajado en realidad. Se dedicó a mirar a México por un rato más.

-Yo aprendí a valorar lo que tenía…perdiéndolo todo. -Respondió bajando su mirada. –Ojalá lo hubiera aprendido con la edad. Luego te das cuenta que es viviendo en paz con los demás o intentándolo, como puedas, con todo lo que implica. Empieza por aceptar la verdad y ya mañana Dios dirá -

- No me voy a disculpar por la conquista hijo de puta, eso…seria lamentar que existas…- Dijo entre jadeos España mirando fijamente al mexicano. Su boca aún mantenía un grueso hilo de sangre cayendo, que consiguieron llegar hasta su cuello, su nariz con marcas secas del sangrado y su cara con algunos rasguños y sangre en sus lados y frente, pero se aseguró que el otro sólo se enfocara en sus ojos.

Ojalá no se hubiesen complicado tanto las cosas y hubieran sido directos, así…estaría Chile. Ese gruñón que sólo había intentado proteger a su amigo, estar a su lado y tomar una responsabilidad que no debía… y ahora ya no importaban sus buenas intenciones, ya no estaba ¿No había llegado a tiempo o él se había precipitado? ¿Por qué no mando al carajo a todo mundo y se quedó en el hospital como los otros días? España ya había pasado por tantas batallas, estaba cansado de todo…solo quería cerrar los ojos un momento.

-¡¡Ah!!-Gritó México sosteniendo su cabeza y cayendo de rodillas justo frente al español. Su visión se nubló un poco, pero al recuperarla…España continuaba sentado debajo del árbol, pero ahora se encontraba rodeado de muchas personas, algunos heridos, hablando entre ellos, molestos, tristes, cansados…aquellos hombres de piel blanca y otros del color de su tierra, con sus prendas y armas: ahí estaban: tlaxcaltecas, totonacas e incluso algunos habitantes de Cholula.

- Letio’ob naats’, ko’ox áalkab paach, p’aax púuts’ul (Ellos se acercan, vamos a seguir, debemos escapar)-Habló alguien en maya, otros contestaron y otros interpretaron en náhuatl y ese otro que no conocía.

México lo vio todo: Las alianzas de sus pueblos con España, las largas caminatas donde parecían compartir información sobre los pueblos mientras se dirigían a acabar con el imperio que los sometía, buscando su propia libertad. Ahora lo recordaba…esa noche los mexicas habían tratado de detener esa huida y habían atacado, cientos de hombres se ahogaron, otros murieron atravesados por lanzas o bajo en peso de sus bestias. Sin embargo, la saturación de imágenes en su cabeza no terminó ahí.

Con un nuevo grito, México sintió como debajo de su cuello su piel se quemaba como si una piedra de obsidiana se deslizara marcando algún patrón, pero no sangraba, como si había nacido ahí como una cicatriz para su piel mientras visualizaba lo siguiente: Tenochtitlan había caído. Cuando el dolor se detuvo cayó sobre sus manos y jadeó, sintiendo ganas de vomitar.

- ¡Nueva España! -Llamó preocupado el español, pero no podía levantarse… apenas alzó una mano hacia él ¿Qué le estaba pasando? no perdió vista de todo lo sucedido.

En un principio, México pensó que Nueva España significaba “amigo de España” y quiso demostrar que lo efectivamente lo era, ya que atendía el llamado del español cuando se dirigía a él de tal manera. Ahora lo sabía, se había equivocado. Los recuerdos le mostraban los sucesos que lo llevaron a todo ello. Con una expresión confundida, resignada y triste levantó su cabeza para mirarlo con esos ojos negros de siempre: dos líneas rojas frescas se marcaron en su piel. La parte baja de la cruz de borgoña adornaban poco menos de la mitad de su cara.

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Muchas gracias por leer!

P.d. La pelea con Perú no estaba contemplada pero realmente me pregunte quien hubiera ganado entre un inca y un mexica si ese encuentro hubiera sucedido. Se me hizo algo difícil describir una pelea a puro vergazo limpio (siempre quise decir esa palabra y censurarla haha) 😆

P.d. 2 Neceistare sugerencias 😉 de algún momento de México con los otros países que le ayudaran a recordarlos, ya sea histórico o alguna otra idea. (me veo tan tentada al Rusmex…xD)

P.d. 3 Alguien habrá notado que los títulos de los capítulos son letras de canciones?

P.d.4 Que tengan un inkreible día!~

#country humans #Countryhumans #countryhumans españa #countryhumans mexico

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wtnvspanish · 5 years

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41-CAMINA

¿Sin palabras? Aquí hay algunas que puedes usar:

Bienvenidos a Night Vale

Hola, radioescuchas. Tenemos algunas noticias que afectaran su viaje matutino, así que vayamos directo a eso

Los señalamientos de CAMINA a través de todo Night Vale se han averiado. Por supuesto, usualmente muestran una gráfica foto de un peatón atropellado, indicando que deberías esperar, o una serie de fotos en un lapso de tiempo de flores marchitándose, indicando que es seguro cruzar. Pero esta mañana, los transeúntes por todo Night Vale están reportando que, incomprensiblemente, ahora tan solo tienen la palabra “CAMINA” en fuertes letras blancas

Los ciudadanos están parado a la orilla de la calle, inseguros de si se les permite –

¡Cecil! ¡Cecil, soy Dana!

¡Oh, es tan bueno ser capaz de comunicarnos otra vez!

¿Cecil?

¿A dónde se fue?

[Suspiro] No creo que pueda oírme, pero…seguiré hablando por si acaso

¿Cecil? He estado en este desierto por meses ya. Años, tal vez. Consigue suficientes minutos y tendrás días, tendrás meses, tendrás años, tendrás toda tu vida. Nunca hay un gran cambio, tan solo un gradual descenso.

Puedo ver la Luz Parpadeante en la Cima de la Montaña. La vi, y mi cabeza fue hacia un lado mientras que mi mente fue a otro. Un sobresalto afuera de todo lo que parece ser

Moví mi cabeza un poco hacia la izquierda, una ojeada al mundo de las perspectivas, ¡y estaba aquí, en tu estudio! Bueno no aquí aquí

No sé cómo paso, o por cuanto tiempo durara esta visión la cual todos fingimos es real. Estoy fingiendo tanto como pueda

Al principio cuando llegue aquí, siendo una buena escéptica de las montañas, me di la vuelta y marche directamente hacia la planicie del desierto. Y muy pronto, de alguna manera había regresado a la montaña. Me di la vuelta y me marche otra vez, pero termine justo donde empecé.

Hay una Luz Parpadeante en la Cima de la Montaña, y parpadeo adentro y afuera de su proximidad en contra de mi voluntad

Ocasionalmente, veo inmensas figuras enmascaradas, aguerridos, imponentes, pero también distantes e indiferentes. No me han visto. O, si me han visto, no les ha importado. O, si les importara, no han hecho nada al respecto. No les temo.

Hay tantas cosas en este mundo a las que temerle. Porque agrandar ese número cuando la única razón es que no sabes nada de ellos y son enormes. No tendría sentido

Encontré una puerta en el desierto, pero estaba cerrada del otro lado. Detrás de ella, creí haber olido ese aroma particular de Night Vale –el aroma del hogar, como duraznos agrios y mantelería. Como la madera recién cortada y las almendras quemadas. Toque y toque, esperando a que alguien del otro lado lo oyera y me dejara pasar, pero nunca se abrió

Ni siquiera estaba segura de cual lado se supone que se abriría. Toque en ambos lados, pero…nada

Seguí caminando y me encontré de vuelta en la montaña

Hay una Luz Parpadeante en la Cima de la Montaña. Así que no hay nada más que hacer. Es hora de que suba la montaña

La cara de la montaña es empinada, y cubierta con afilados riscos y salientes que se derrumban. Esto no será fácil

Me pregunto si cualquier cosa lo será

Con algo de suerte sabré algo allí arriba que no sabía cuándo estaba aquí abajo. La elevación debe equivaler al conocimiento. ¡Debe de hacerlo! Porque nada más lo ha hecho

Cecil, continuare intentándolo. No tengo que seguir intentando, no hay ninguna obligación para que no me rinda, tan solo desplomarme hasta que me desvanezca en inanimada materia en este extraño mundo alterno. No tengo porque seguir intentándolo. Recuerda eso, me digo a mi misma, mientras continuo intentandolo

No sé si oíste algo de esto. Me gustaría pensar que sí. Me gustaría pensar que estoy en casa. Me gustaría pensar que las montañas no son reales, aunque ahora sepa, sin ninguna duda, de que si lo son.

Te volveré a ver, tal vez. Desde aquí, dondequiera que esto sea. Tan solo yo, siempre yo, pero desde más alto

Adiós, Cecil

–incapaces de dejar de caminar. CAMINA, dicen las señales. Y los peatones caminan. En unísono. Sus brazos moviéndose en un rígido ritmo

Esta es la peor avería de los señalamientos de CAMINA que Night Vale haya visto desde esa vez que los bombillos fueron accidentalmente remplazados con dispensadores de gas venenoso

Más sobre esta historia mientras se avecina más cerca de nosotros

Y ahora, unas palabras de nuestros patrocinadores

Un erosionado pastizal debajo del lado más corto de la ladera

Hay un monje

Imagina como se ve un monje

Una campana suena. De su mano, tal vez. Luego toma un pequeño paso. Luego esta esa campana otra vez

Le tomara un largo tiempo llegar desde ese pedazo de pasto a cualquier otra parte que haya más allá de él. Le tomara toda una vida. E incluso entonces, morirá sin lograrlo. Deshecho en medio de su hacer, yendo lentamente a ninguna parte en particular

Después una campana sonara. De su mano, tal vez. O de alguna otra parte

Y luego, nada

Mountain Dew

Haz el roció

Y ahora, de vuelta a nues –

Hola ¿Cecil? ¿Cecil puedes oírme?

Maldición

Cecil, es muy hermoso aquí. Es vacío aquí. Encontré un faro en la cima de la montaña. Alto, ¿tal vez 12 m? Construido de piedra café y alrededor de 4.5 m de diámetro. Más allá del faro, encontré una clase de asentamiento. Fue construido dentro de las paredes de piedra de una estrecha cañada. Espero encontrar respuestas en este asentamiento. Espero encontrar cualquier cosa

Aquí esta lo que he encontrado:

Polvo, por la mayor parte

Vacío

Un sentimiento de pérdida mientras pensaba acerca de la distancia entre yo y aquellos a los que amo

Una roca interesante, pero ya no la pude encontrar

Extraño a mí hermano

Un sentimiento de pérdida mientras pensaba en todas las personas que nunca regresaron al asentamiento. Si ellos ya no existen para sentir la perdida, entonces yo la sentiré por ellos

Además, había extraños dibujos sobre las paredes de la cañada. Triángulos naranja que se hacían más y más grandes mientras me adentraba en la espiral. Había una suave luz justo en los bordes de los triángulos. Cuando los miraba, sentí una luz dentro de mi cabeza y golpeaba como una migraña en contra del reverso de mis ojos. No podía mirarlos

No podía dejar de mirar

Estaba perdida en la espiral. Fue construida por buenas personas, pero se habían ido, fueron tomados por algo más grande y más fuerte que ellos. Mucho más grande y mucho más fuerte que incluso los guerreros enmascarados que vi antes.

Me preocupaba que –o quien sería tomado a continuación

Me duelen mis ojos. Así que a través de mi subjetividad, todo el mundo es dolor

Y luego, una brillante oscuridad, de algún lugar más allá de la espiral. Ahí fue cuando me di cuenta que había olvidado que existía algo más allá de la espiral. Se había vuelto por completo la totalidad de todas las cosas.

Pero yo seguí a la brillante oscuridad, un haz casi cegador de pura oscuridad, y me condujo de regreso

Los triángulos naranjas se vuelven más y más pequeños, hasta que son pequeños puntos sobre la moteada cara rocosa

Hay algo que se avecina, Cecil. Lo siento en el aire. Es –es como si un viento cálido soplara. Pero no es caliente, es mortalmente frio. Y no es un viento, sino una enorme creatura. Y no está soplando, se apresura hacia nosotros desde las brechas del tiempo y las memorias con las que sostenemos nuestras vidas

Cuando veo el horizonte, veo luz. Como la luz en la espiral. La siento empujando en contra del reverso de mis ojos. Es la aclaración de todas las cosas, las grandiosas y brillantes espirales del universo desenroscándose

Deseo que pudiera decirte más. Las comunicaciones son difíciles. Es imposible, dirían algunos, comunicar la idea de su imposibilidad a los demás

Siento como me desvanezco. Me vuelvo más lejana ahora.

O…no. No. ¡Eres tú!

–lo cual por cierto, no he hecho en años. O al menos días. O por lo menos, ¡no lo estoy haciendo ahorita mismo!

El Jueves es una causa perdida, pero seguiremos luchando. Nos levantaremos diciendo “¡Sí! ¡Hoy será diferente que ayer!” creyendo en esto contra toda la evidencia, comiendo como si eso importara. Yendo a trabajos que significan la misma cosa que antes, pero vistos con la luz de nuestro propio optimismo, el cual lentamente se consumirá hasta que todo lo que nos queda son los movimientos y pensamientos que ya teníamos. Ecos de nosotros, subrayados para enfatizar la falta de énfasis

Llegando a casa, deambulando a casa. Llegando a casa como un errante sin dirección, hacia la cocina que es demasiado pequeña para nuestras necesidades, y comiendo comida que no es lo que nos imaginábamos que seria. Y viendo televisión que significa más para nosotros que nuestros empleos. Y, finalmente, quedándonos dormidos –en donde soñaremos con el Jueves que podría llegar a ser…si tan solo viviéramos cada Jueves con todo el potencial de su Juevesidad, sin esperar que sea otra cosa más que un Jueves, aceptando cada minuto de la realidad del Jueves, y viviendo cada momento del Jueves otra vez, tan solo para despertar el siguiente Jueves, y otra vez imponer sin éxito nuestra idea del Jueves sobre la implacable carcaza del Jueves. Nuestro Jueves. Una causa perdida

Esto ha sido el Calendario Comunitario

La muchedumbre reunida por las señales de CAMINA está marchando por la Ruta 800, aparentemente avanzando hacia el Palacio Municipal. Cuando se les pidió un comentario, el Ayuntamiento dijo que definitivamente estaban en el Palacio Municipal, listos para recibir las preocupaciones de los constituyentes, y no, digamos, escondiéndose en un agujero apresuradamente escavado en el Parque Mission Grove, manteniéndose tan quietos como sea posible, y respirando a través de sus branquias terrestres hasta que todo esto se acabe

“Incidentalmente” continuo su comentario “si ven una muy evidente pila de tierra en cualquier parque, tan solo…arrojen algunas hojas sobre ella, o pongan una banca encima, para hacerla menos obvia. No importa, tan solo si tienen la oportunidad, eso sería cool” concluyo el Ayuntamiento, sus voces notablemente apagadas

Afortunadamente, el efecto de los señalamientos de CAMINA tan solo afecta a aquellos quienes ven una, y yo mismo…hey, que –

¿Cómo llego eso aquí?

Umm, oyentes, hay una señal de CAMINA en mi estudio dice “CAMINA”

Debo caminar. La señal lo dice

Tendré que dejar mi escritorio para hacer eso

Y así, antes de que me vaya, los llevo al CAMINA- el…el CAMlina. El CAMINA CAMINA CAMINA CA-

[What Have They Done To You Now –Daniel Knox]

No puedo comunicarme con Cecil. Estoy tratando de decirle algo importante, pero en cuanto aparecí otra vez, anuncio el clima

El clima es hermoso aquí

Cecil no pudo oírme, y no recuerdo lo que quería decir

Recuerdo la mesa de la casa de mi Abuelo. Tenía patas de madera talladas con forma de un millar de animales, serpenteando alrededor de los otros, ecosistemas enteros en cada pata

Pero también estaba bien usada. Comíamos ahí, hablábamos ahí, vivíamos en torno a ella, con filas y columnas delineadas por sillas y espacio

Recuerdo las diagonales de rayos de luz en la tarde, dibujados a través de la plana expansión, atravesados por la mano de mi Abuelo mientras arrasa con cualquier historia que contaba, para enfatizar palabras con gestos, para acercarnos más a las palabras

Recuerdo a mi madre, tan absorta como yo. Recuerdo a mi hermano, tan absorto como yo. Recuerdo que no he visto a mi madre o a mi hermano en meses.

Y de alguna manera, extraño a esa mesa más de que los extraño a ellos

Somos, todos nosotros, tan solo una vida cada uno. Pero esa mesa es de todas nuestra vidas combinadas, una delicada maraña de problemas que nunca desearemos resolver

Pero, la vida resuelve todos nuestros problemas en contra de nuestra voluntad

Recuerdo, soy Dana. O, soy el doble de Dana. Una de nosotras mato a la otra con una engrapadora. Incluso yo no sé quién fue

Tengo estos recuerdos, pero los recuerdos no prueban nada. Las experiencias tampoco prueban nada. Hay muchas pruebas de la nada. Es el concepto del que estoy más segura

Lo siento. Estoy tratando de recordar algo importante, y estoy fracasando

Mi Abuelo murió hace mucho tiempo

Hace unos meses, mate a mi doble

Estos hechos no tienen simetría. Están desconectados

Debo encontrar un camino de vuelta a ustedes, radioescuchas. Debo proteger a Night Vale, y a Cecil, y a mi madre, y a mi hermano, y a quienquiera que sea yo. Debo protegerlos de lo que se avecina: ¡la aclaración de todas las cosas!

Esta sinuosa cañada gira entorno a sí misma. Un ecosistema vacío dentro de la montaña

Más allá de eso, el desierto es una plana expansión, con diagonales de rayos de luz atravesados por mi camino

Estoy arrasando a través de mi propia historia, enfatizando palabras con gestos. Marchando más cerca hacia el final

Esto no es lo que quería decirles

Oyentes, miren detrás de las cosas que piensan que ven. Muevan su cabeza un poco a la izquierda, una ojeada al mundo de las perspectivas, y luego…puede que lo vean: un universo entero en la esquina de sus ojos

He visto el faro con su haz de luz roja rotando en la distancia del desierto

He visto el Parque Canino, y sus infinitos y desabridos secretos

He visto el asentamiento en la cañada, y no deseo verlo otra vez

He visto a Cecil

Pero no he visto a mi madre

No he visto a mi hermano

La vida resuelve los problemas que no deseamos que resuelva

Puede que oigan de mi de nuevo. Tengo miedo…

No, preocupación

No, miedo, de que no lo hagan

Desearía poder quedarme, pero el ruido de lo que se aproxima…ugh, lo que sea que es, se ha vuelto más fuerte. Más cercano

Debo ir

Esta es la pasante Dana, Hermana, hija, o tal vez no

¿Dana? Con marcas de interrogación

Esta soy yo, o mi doble, despidiéndome

Te extraño, Night Vale

Adiós

¡Y así, fuimos salvados otra vez!

Seré honesto, Night Vale, eso fue lo más preocupado que he estado en mucho tiempo

Y como fuimos salvados fue tan milagroso e insólito, que siento que el día de hoy se convertirá en uno de los cuentos regulares contados cada año en el Día de Asustar

Ciertamente, es una historia que nunca olvidare

Aquí es donde los dejo. No para irme caminando…creo que evitare caminar por un tiempo. Pero ciertamente para ir a algún lugar, a ver a alguien

Y no sé… si el sugiere una caminata, puede que cambie de opinión. A veces puede ser tan persuasivo como el averiado equipo hipnótico de la ciudad, como dice el viejo refrán.

Manténgansen sintonizados a continuación para los sonidos de mi apresurada retirada, primero haciendo eco como sonido, y luego como una memoria. Y tal vez, otra vez, como parte de los fracturados sueños de esta noche.

Buenas noches, Night Vale. Buenas noches.

El proverbio de hoy: Por favor mueve tu cerebro para que podamos acceder a las drogas. Y para de dejarlo ahí. Ya habíamos hablado sobre esto

#wtnv #langblr #ep41 #transcript translation

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valdemirt · 6 years

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Bungou Stray Dogs: El origen de la Agencia de Detectives.

SECCIÓN II: EL ORIGEN DE LA AGENCIA DE DETECTIVES. LA HISTORIA NO CONTADA.

Primera parte

[1-1]

[Anterior]

Por aquellos días corría el rumor de que, en Yokohama, había un guardaespaldas con habilidades impresionantes. Se decía que, si tenía por arma una espada, podía derribar cien bandidos; si tuviera una pistola, podría enfrentar él solo a un ejército. Él estaba perfectamente instruido en iaido[1], judo[2] y todo tipo de artes marciales, además de ser un hombre refinado, de esos que pasaban sus días libres leyendo libros y bebiendo té. En el trabajo se mantenía calmado y firme, protegiendo a sus contratantes con la frialdad de un lobo.

Si ese hombre pudiese tener algún fallo, sería el que siempre había trabajado como guardaespaldas, y no estaba dispuesto a unirse a otras personas ni a dejar que alguien entrara en su corazón.

En otras palabras, era un lobo solitario.

Un hombre solitario y distante que no confiaba en nadie.

La gente a su alrededor solía decir cosas como: «Es imposible para él trabajar con alguien más. Incluso si mueves cielo y tierra, es impensable imaginarlo trabajar con una organización o siendo el jefe de alguien más».

Era descrito como un lobo de pelo plateado que no escuchaba a nadie.

El nombre de esa persona era Fukuzawa Yukichi.

Esta pequeña historia es el registro escrito sobre la lucha de un hombre, su crecimiento... y la crianza de un chico.

Un día, el rostro de Fukuzawa demostraba una expresión terrible y desdichada.

Mientras caminaba por la calle principal a grandes zancadas, la multitud de ese fin de semana lo evitaba, como si se tratara de un mar que se abría.

Cruzó una calle, estando el semáforo en verde, y los autos se detuvieron. Todo debido al aura de disgusto que emana Fukuzawa. Sin embargo, en realidad, no estaba molesto, sino que se había hundido en una especie de odio por sí mismo.

Su cliente había sido asesinado.

Ocurrió sin aviso, y no lo pudo prever de ninguna manera.

Fukuzawa tenía dos formas de trabajar: la primera, era como guardaespaldas bajo contrato cuya prioridad principal es atender casos de emergencia y, la segunda, como único guardaespaldas de una persona u objeto, que puede y debe proteger a corto o largo plazo.

La persona asesinada esa mañana era un cliente con un contrato regular: una señorita presidenta de cierta compañía, con quien Fukuzawa había acordado trabajar de guardaespaldas unos días antes.

Nunca hablaron fuera del trabajo. Fukuzawa había vivido, hasta ese momento, evitando cualquier contacto con otras personas fuera de su trabajo, por lo que no sabía nada sobre sus clientes a nivel personal, ni tenía ningún interés en saberlo. Sólo en una ocasión se le presentó un trabajo que implicaba pertenecer a una organización, tener colegas y subordinados, no obstante, declinó la oferta de inmediato.

En fin, esa historia será para otro día.

Por lo que había oído camino al lugar que se dirigía, la señorita presidenta fue empujada del edificio de su compañía esa misma mañana. No tardaron en darse cuenta de que se había tratado de un asesinato. La evidencia ya había sido encontrada y el asesino fue atado e inmovilizado.

Fukuzawa llegó a la compañía, un edificio antiguo de ladrillos rojos, bien cimentado. Se ubicaba bastante cerca del puerto, en la cima de una pendiente.

En su camino hacia ese lugar, cerca del cruce peatonal, pudo ver la cinta amarilla característica, evitando la entrada a transeúntes.

El viento era fuerte ese día. La cinta amarilla revoloteaba en el viento. Fukuzawa escrutó el lugar con la mirada. El cuerpo de la presidenta ya había sido llevado al forense, pero las manchas de sangre en el asfalto seguían casi frescas.

Suprimiendo toda emoción, Fukuzawa caminó por delante de la escena donde impactó el cuerpo y pasó debajo de un cartel que decía: «S.K. Company Incorporated»; entonces, se dirigió a la oficina de la presidenta usando el ascensor.

—Hola, gracias por tomarse la molestia de venir hasta aquí. Por favor, espere un momento, terminaré pronto.

En la oficina a la que acababa de llegar, por alguna razón, el secretario, quien le acababa de hablar, estaba lidiando con una montaña de documentos.

La escena que presenciaba ante sus ojos era como la de una oficina un lunes por la mañana, como si no hubiese ocurrido un asesinato horas atrás.

El cuarto era tan amplio que bien podría entrar una treintena de personas bien distribuidas. Había papeles por doquier, incluyendo sobre las mesas y el piso. Casi no había espacio que no estuviera lleno de documentos. Por lo que podía apreciar, todos los papeles parecían importantes, y el secretario los estaba organizando.

Dicho hombre se veía pálido, enfermo. Portaba un abrigo negro y una vistosa corbata roja al rededor del cuello. Sus acciones consistían en mirar algunos papeles, tomarlos, devolverlos al estante y organizar otros tantos.

—¿Qué es lo que hace? —Sin pensarlo, esa fue la primera pregunta que Fukuzawa le hizo.

—¿No lo ve? Estoy organizando estos documentos —respondió el secretario—, porque sólo yo entiendo todo lo que hay que hacer aquí.

Si se suponía que eso era una explicación, el tono que había usado el hombre fue bastante hostil. Fukuzawa no entendió del todo el porqué de esa actitud; no obstante, pensó que así debía ser la gente de negocios.

Por otro lado, le resultaba difícil juzgar si el hecho de estar tan centrado en trabajar el mismo día en que el jefe había sido asesinado era una falta de respeto o mucha diligencia. En cualquier caso, Fukuzawa recordó que había ido por el asunto del asesinato, no a juzgar el movimiento de la empresa.

—Mis condolencias —Fukuzawa inclinó su cabeza en señal de respeto—. Esta es una pérdida lamentable... Escuché que empujaron a la presidenta desde la ventana, justo en éste lugar.

A través de los vidrios de la oficina se podían ver las calles de Yokohama. La gran ventana desde la que cayó la presidenta estaba cerrada.

—Un asesino profesional perpetró el crimen —la expresión oscura del secretario se ensombreció todavía más—. Esta es una gran pérdida para la compañía. En mi caso, la presidenta fue quien descubrió mi talento oculto durante mi profesión anterior, y me preparó para estar en este puesto. Exponer al criminal y mantener todo esto bajo el ojo imparcial de la justicia sería, creo, el regalo de despedida más apropiado para ella.

El secretario hizo un gesto hacia la habitación contigua con la mirada.

—El asesino ya ha sido capturado. Después de matar la presidenta, mientras escapaba, fue atrapado por los guardias de seguridad en el primer piso. Está confinado en esa habitación.

—¿Qué? —preguntó Fukuzawa cayendo en un ligero y extraño shock—. ¿Todavía está aquí?

—Sí. Parece que se rindió y no opuso resistencia. Ha estado bastante tranquilo desde entonces. Las personas que han entrado a hablar con él, inclusive, se confundieron al inicio y pensaron erróneamente que se hallaba dormido.

Fukuzawa tenía una razón para estar algo conmocionado. La amenaza que presentaba un asesino en Yokohama era muy diferente a la de otras ciudades. Cuando terminó la Gran Guerra, personal militar de diferentes países pertenecientes a las fuerzas aliadas se entraron a territorio japonés, en especial a esa peligrosa y endemoniada ciudad de Yokohama. Todo ocurrió bajo el pretexto de apoyar al gobierno, y proclamando el derecho de extraterritorialidad, establecieron regiones autónomas de manera agresiva e invasiva. Como resultado, Yokohama cada vez tenía más y más áreas sin ley, en números incomparables con aquellos durante la guerra. Incluso mientras los policías trataban de hacer cumplir la ley; todos, las fuerzas armadas, los guardacostas, y demás figuras de orden público, en realidad, se encontraban impotentes.

Yokohama ahora era un paraíso para los criminales, un contenedor de poderosas organizaciones clandestinas, negocios y operaciones ilegales, rivalidad de pandillas, delincuencia, crimen organizado y asesinatos. Eso, sin mencionar la presencia de usuarios de Habilidades Especiales.

Como fue un asesino profesional quien mató a la jefa de una gran compañía, y aunque Fukuzawa no los enfrentaba todos los días, consideraba la posibilidad de que todo aquello hubiera sido perpetrado por un usuario de Habilidades Especiales. Si bien, éstos no eran grandes en número, existían personas con poderes anormales.

Era poco probable que alguien se topase con un usuario de Habilidades Especiales en su día a día, además de que la mayoría de los ciudadanos lo tomaban como un rumor o una leyenda urbana. Sin embargo, para Fukuzawa, quien protegía a las personas importantes como guardaespaldas, los usuarios de Habilidades Especiales y sus delitos ya le eran familiares. Y, aunque él fuera un experto en artes marciales, no era un usuario de Habilidades Especiales.

Incluso para Fukuzawa, enfrentar a un asesino profesional sin sufrir daño alguno era cuestión de habilidad, concentración y también dependía del flujo de la batalla; por tanto, lo que le sorprendía y le preocupaba fue la idea de que el asesino pudiese ser un usuario de Habilidades Especiales. Si ese fuera el caso, y el sujeto en cuestión estuviese atado en la habitación de al lado, sería como tener un poderoso explosivo demasiado cerca.

—Me gustaría ver al asesino.

—Por supuesto, pase, pase.

Fukuzawa estaba a punto de caminar hacia la puerta, sin embargo, se detuvo.

—Dijo que podría pasar, pero...

No había espacio para dar paso alguno. El piso frente a la puerta estaba repleto de columnas ordenadas de documentos que de milagro no llegaban al techo… por escasos centímetros. Pasar por allí sin mover algo no era algo que un humano normal pudiera realizar, era algo que sólo una máquina de rescate, de ocho patas, especializada en pasar entre escombros podía hacer.

—¿Está de acuerdo si muevo esto? —preguntó Fukuzawa, señalando los documentos. Sin embargo...

—Ah, por favor, no los toques —dijo el secretario en voz alta por primera vez, deteniéndolo—. ¡No puedes! ¡Esos documentos son en extremo importantes! ¡Contienen la fortuna de la compañía! Perder alguno de ellos, o dejar que se mancharan con una sola gota de tinta… ¡No imagina las pérdidas millonarias que eso le causaría a la compañía! Muévase a través de ellos mientras los evita hábilmente. No los toque, no los mueva. ¡Alguien como Fukuzawa-san debería ser capaz de hacer algo así!

Fukuzawa apenas pudo contener un: «¿Eh?»

No se trataba de si podía hacerlo o no. Fukuzawa era un experto en artes marciales, no un acróbata. Sin importar cómo lo mirara, el pequeño camino libre era más estrecho que su propio pie.

—En cualquier caso, me gustaría saber por qué los documentos están colocados sobre todas las superficies (incluso las más pequeñas).

—Una pregunta comprensible. Permítame contestar. Quiero suponer que el motivo del asesino era el robo o la destrucción de un documento importante. Es decir, se infiltró para arruinar a la compañía, la presidenta lo vio y él la mató para sellar sus labios. Esa es mi deducción. Así que estoy llevando a cabo un minucioso chequeo.

—Entonces, los documentos que están de camino a la puerta podrían devolverse al estante de manera temporal.

—No, no se puede —el secretario negó con la cabeza—. Todos los documentos en esta sala están ordenados sistemáticamente. Este arreglo en sí mismo es un método importante para ver a través del plan del criminal. Todo está acomodado de acuerdo a la fecha, el departamento, la importancia... ¡La habitación entera es un catálogo único en su tipo! Antes de que la presidenta descubriera mi increíble talento para organizar, dependía de ésta en mi empleo anterior. Aparte de mí, nadie más en la empresa puede trabajar con este sistema. También hay una serie de pasos a seguir para devolver los documentos a los estantes. Si algo en esta sala se mueve siquiera un poco, nos alejará de la verdad tras el asesinato de la presidenta.

Fukuzawa podía entender y no entender esa explicación al mismo tiempo.

La expresión del secretario era el epítome de la seriedad.

Fukuzawa respetaba el funcionamiento de las empresas, y en cierto sentido, lo admiraba, pero no podía imaginar ser el líder de una organización en absoluto. Destrozar su cerebro con la organización de documentos, el personal y los contratos, no formaba parte de sus planes de vida; y si un profesional decía que así se hacían las cosas, entonces así debían hacerse las cosas.

En fin, Fukuzawa no tenía la intención de discutir u objetar nada. Después de todo, esa situación había sido su culpa. Había sido su error como guardaespaldas. Si hubiera sentido el peligro de antemano y hubiera protegido a la presidenta, no habría ocurrido ese desastre, puesto que el secretario no se habría visto obligado a revisar cada documento de manera desesperada. El secretario cumplía con su deber. Por lo tanto, Fukuzawa también debía llevar a cabo el suyo.

Fukuzawa midió la distancia entre diversos objetos sólo con la mirada. Eran unos cinco pasos hacia la puerta, pero con los músculos de sus bien entrenadas piernas, podía llegar en sólo dos pasos; eso, claro, pisoteando algunos documentos en el proceso, por lo que tenía que plantear una mejor estrategia para cruzar.

Entonces se retiró del lugar, quedando justo en la entrada de la oficina, acumuló fuerza en las piernas y saltó luego de una corta carrera.

Uno de sus pies se posó sobre el adorno de la estantería cercana a la pared. Usando la pequeña superficie como apoyo, saltó de nuevo.

Con ambas manos se sostuvo sobre una silla para invitados cercana a la puerta. Una pila de documentos hacía de contrapeso. Mantuvo el equilibrio en esa posición y, sin mover el cuerpo un solo centímetro, se sostuvo, esta vez, con una mano.

Ese tipo de movimientos eran raros incluso entre quienes dominaban las antiguas artes marciales japonesas.

Con cuidado, estiró su, ahora, hacia el picaporte. Usando las habilidades del judo, con la suavidad de agarrar el collar del oponente, tocó el pomo de la puerta y lo giró con solo la fuerza concentrada en la punta de los dedos.

Después de verificar que la puerta se abrió ligeramente, se propulsó con la mano que tenía sobre la silla y logró alcanzar el picaporte de la puerta, usándolo como soporte para deslizarse hacia adentro de la habitación.

Se impidió caer de espaldas agarrando el marco de la puerta con los dedos; y así fue como llegó a la habitación contigua sin tocar un solo documento.

—Woooh —dijo el secretario desde atrás.

«Sin comentarios» pensó Fukuzawa. No quería escuchar al secretario dedicarle halagos por su malabarismo (que no era parte de su trabajo); pero si llegase a fallar en ese tipo de cosas y recibiera una mala reputación a causa de ello, incluso él, a quien no le importaban las críticas de otras personas, se sentiría un poco molesto.

En fin, lo que importaba era que había logrado cruzar la sala de documentos.

Cuando soltó el marco de madera y aterrizó en el suelo, cerró la puerta y un escalofrío le recorrió la espalda.

Fukuzawa miró al asesino.

El asesino se hallaba sentado.

[Siguiente]

Nota de traductor:

1. Iaido: El iaidō (居合道) es un arte marcial japonés relacionado con el desenvainado y el envainado de la katana. Era practicado por los samuráis, especialmente en el periodo Edo.

2. Judo: Es un arte marcial y deporte de combate de origen japonés. El término japonés puede traducirse como «Camino de la flexibilidad», influyendo el desarrollo mental y emocional a través de la práctica.

#traducción al español #traduccion #español #valdemirt #bsd #bungou stray dogs #ln #El origen de la Agencia de Detectives. La historia no contada.#light novel #novela ligera

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miwisconsin · 25 days

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Consejos para el regreso a estudiar

Tanto niños como adultos suelen sufrir el cambio de despedirse de las vacaciones y acomodarse nuevamente a la rutina escolar. MIWISCONSIN recopila algunos tips que le pueden servir para que sea más fácil dicho tránsito ¡Entérese! Entender que las vacaciones están en la recta final puede ser traumatizante y a muchos les puede costar más trabajo organizar toda la rutina nuevamente y volver a encender motores. Sin embargo, la recomendación es empezar a prepararse física y psicológicamente para que el proceso sea más fácil. Establecer horarios para empezar a coger el ritmo, mostrarse entusiasta y seguro ante su hijo, le transmitirá esa misma emoción y estar listo con los útiles escolares adecuados son una buena manera de iniciar. Así mismo, escuchar a los niños y adolescentes es una muestra de afecto y además dejarles saber que es plenamente normal sentirse nervioso en esta nueva etapa, será muy positivo y apropiado. Igualmente, es importante que los estudiantes tengan en cuenta de medidas que pueden ser elementales, pero que en ocasiones se ignoran y pueden ser muy perjudiciales. Por ejemplo, respetar las señales de tránsito, cruzar por los pasos de peatones, caminar en grupo, usar todos los implementos necesarios, si el tránsito hacia el colegio es en bicicleta. Seguir recomendaciones usuales como no hablar con extraños, entender los procedimientos de la escuela en caso de emergencia, estar en las áreas permitidas por las autoridades y el colegio. Esperar de manera segura el autobús y permanecer sentado mientras se moviliza el vehículo. Así mismo, utilizar los dispositivos móviles de manera responsable, poner límites y entender la importancia de no compartir información personal. De igual manera, el Departamento de Salud de Wisconsin indicó que desde la edad temprana es crucial hablarles a los niños sobre la salud mental y el acoso escolar, “si él o alguien que conoce está sufriendo, teniendo problemas o en peligro. Fomentar las conexiones y relaciones sociales positivas. Sentirse apoyado por los amigos y tener un sentido de pertenencia son especialmente importantes para la salud psicológica de un niño”. Respecto a los cuidados en la salud, no olvide la vacuna anual contra la gripa. Además, si se percata de algún síntoma relacionado, no lleve al estudiante al colegio, manténgase alejado de otras personas, utilice mascarilla, pañuelos y desinfectante. “Elabore un plan de acción para abordar cualquier condición relacionada con la salud y compártalo con la escuela de su hijo. Si su hijo tiene una condición relacionada con la salud, como asma o diabetes, planifique cómo comunicará esta información al maestro y la escuela de su hijo”, explicó el Departamento de la Salud de Wisconsin. Tome de la mejor manera esta nueva etapa de su vida y la de su hijo. Disfrute cada momento y mantenga segura la salud mental y física de su familia, “si eres consciente de cuál es el comportamiento típico para la etapa de la vida de tu hijo, podrás decir más fácilmente cuándo las cosas pueden no estar bien”, indicó la organización, Salud mental estadounidense de Wisconsin en uno de sus más recientes artículos https://www.mhawisconsin.org/backtoschool.aspx FUENTE: Varios / Redacción Read the full article

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brian-chuly · 5 years

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“Centinel” - Cap 1: Brote de corrupción.

"…Existe un tipo de energía que precede a todas las demás, una que está allí, pero que no interactúa con la materia, que no puede ser retenida por ningún tipo de material, ni alterada. No puede ser afectada por ningún tipo de herramienta… mundana… Es la energía hueca de la que hablo: una forma de energía pura, sin aplicar, sin transformar. Ésta no puede ser alterada por cosas como el agua, o los metales, pero si por la mente, por la consciencia. Todo lo que ves fue alguna vez energía hueca, y, asimismo, todo puede ser convertido de nuevo a ella. Es el único tipo de energía que puede crearse y destruirse, y debido a eso es que el espacio se sigue expandiendo, porque todas las almas que hay en el cosmos producen energía hueca. Así es, esta energía se produce en el alma, una concentración pura y autorreactiva de energía hueca, que sigue replicándose hasta que su chispa se apague. Puedes escapar de la muerte de tu cuerpo, pero si tu alma muere, todo termina, tu chispa se apaga y tu consciencia se vuelve combustible para nuestra Astralis, la estrella madre que vigila desde el agujero negro en el centro de la galaxia, quien, a su vez, se encarga de generar más chispa, para que el proceso nunca termine. Nosotros vinimos a eso, a asegurarnos que la chispa no se apague más rápido de lo que Astralis puede producir, vinimos a potenciar sus almas, vinimos… a hacerlos felices…"

Verano de 2027, en una pequeña ciudad al sur de España.

Desde hace mucho tiempo, se creyó que en este milenio, la tecnología avanzara de tal forma, que para principios de la tercer década, ya estaríamos transportándonos en autos voladores, que dormiríamos solo un par de horas para sentirnos como nuevos, y que aprenderíamos el contenido de muchas enciclopedias con tan solo conectarnos un cable a la cabeza. Pero no fue así. La humanidad se inclinó por restaurar los ecosistemas del planeta, los cuales habían sido devastados por los procesos industriales. El planeta volvió a ser un lugar verde en gran parte, aunque aún faltaba trabajo por hacer. La capa de ozono ya se terminó de cerrar, se abandonaron los combustibles fósiles, y se cambió la infraestructura para facilitar los vehículos a pedal y eléctricos. Un escenario que sería de esperar en la última década del milenio pasado. A pesar de todo, aún hay guerras, contra las enfermedades, contra las catástrofes, contra el humano mismo, un problema que jamás podremos solucionar. Sin embargo, la vida es más tranquila, las ciudades ya no suenan tanto, y bastantes problemas sociales ya se han resuelto. Gozando de esta tranquilidad, se encuentra un grupo de estudiantes universitarios en un bar, charlando sobre las materias que tendrían que cursar el año siguiente. (Sebastián: 24 años, alto, cabello castaño y corto, delgado, usa lentes de contacto, uno de los que mejor le va en la carrera). Sebastián: Agh, este año estuvo bien, me alegra haber aprobado ese par de materias directamente, es menos preocupación. Ahora solo debo centrarme en estudiar para el examen final de física II y ya estaré bien agustín en mis vacaciones. (Tobías: 25 años, algo bajo, atlético, cabello negro con rulos, estudiante promedio). Tobías: Chss, lo haces sonar tan fácil. Análisis matemático me tiene hasta el cuello. No sé si la tendré que recursar… ¡Con solo pensarlo se me ponen los pelos de punta! (Helena: 24 años, medio alta, cabello castaño claro y lacio, que le llega hasta el final de los omóplatos, usa lentes muy elegantes, otra de las que mejor le va en la carrera). Helena: Ánimos, seguro que puedes pasarla. Además… ¡Te dije que me pidas ayuda cuando lo necesites, cabezón! Pero claro, siempre tu tan orgulloso. Tobías: Jeje, bueno, qué puedo decir ¡Me gusta intentar las cosas por mi mismo! Sebastián: Pero de verdad, Tobi, si necesitas ayuda, sabes que estaremos para darte una mano, para eso están los amigos, ¿No? Tobías: Gracias, me alegro de tenerlos de compañeros. El teléfono de Helena suena, le llega un mensaje. Helena: Veamos… Oh, es Javi, ya está afuera. ¡Nos vemos chicos! Tobías: Nos vemos. Sebastián: Bye. Helena sale del bar, y sube a la motocicleta de Javier, su novio. El fin de semana estarían cumpliendo 3 meses. Sebastián observa de reojo mientras ella se va, sosteniendo su cabeza sobre su mano, con el codo apoyado sobre la mesa, con una expresión de desconfianza. Tobías: ¿Qué te pasa? Haces eso cada vez que ves al novio de Helena. Sebastián: ¿Qué? Te equivocas, solo estaba viendo. Tobías: Seb, ya supéralo, ustedes dos tienen muy buena relación, pero no le gustas. Sé que has intentado, pero si ella no quiere, no insistas, vas a terminar dañando el vínculo que ustedes dos tienen. Sebastián: ¿De qué hablas? Ya lo superé, lo de que seamos pareja ya quedó en el olvido. Aparte, ¿Desde cuándo eres experto en relaciones? Tobías: Qué quieres que te diga, de tanto mirar novelas es fácil comprender los sentimientos de las demás personas. Sebastián: Pff, tú y tus novelas. Tobías: Entonces… ¿Por qué lo ves así? Sebastián: ¡Que te dije que ya lo superé! Tobías: No, cada vez que ves a ese tipo te pones muy serio. Sebastián: Es que… no me agrada… Es engreído, soberbio… Es un fanfarrón. Creí que esa clase de personas habían dejado de existir hace 5 años. Tobías: Existen, y seguirán existiendo. No puedes controlar el comportamiento de todas las personas en el mundo. Sebastián: Ya… Tobías: Confía un poco en ella, estoy seguro que si él fuera una persona mala, no tardaría en acabar con esa relación. Sebastián: Supongo que tienes razón, pero igualmente no me quedo tranquilo. Tobías: vaya lío eres… Bueno, creo que yo también me voy, tengo que ir al gimnasio en una hora y media. Sebastián: Está bien, yo también me iré en ese caso. Tengo que guardar mi portátil. Tobías: Bien, nos veremos mañana, o podemos hablar por la noche y le damos a unas partidas de axewound, ¿Qué dices? Sebastián: ¿Axewound? no juego hace meses, pero está bien, lo instalo y le damos. Tobías: ¡Genial! Hablamos esta noche. Nos vemos. Sebastián: Bye, cuídate. Sebastián guarda su portátil en la funda y lo guarda en su mochila, devuelve el conector wi-fi al mesero, paga la cuenta por estar conectado, da las gracias y se retira. Es por la tarde, el cielo de a poco se torna anaranjado, unas hermosas nubes, muy esponjosas, pasan por sobre la ciudad, una vista que suele repetirse en esta época del año. Se dirige a la parada del subterráneo, la cual está a casi 12 cuadras, pero no le molesta caminar, pues con saber que se reuniría con Helena, es capaz de moverse incluso con un huracán o un terremoto, así de loco está por ella. Va caminando y de a poco empieza a nublarse, y quien dice de a poco, dice que de un momento para el otro el cielo estaba cubierto de nubes grises, dando la señal de que una lluvia se acerca. Sebastián: Qué demonios… Hoy no estaba pronosticado lluvia… Qué cosas, supongo que es lo que toca al vivir cerca del mar. Sigue caminando y el aire se siente más pesado. Primero se sintió raro, pero luego consideró que se debía al aumento súbito de humedad. Ya solo faltaban 5 cuadras, cuando, al cruzar por un paso de peatones, siente la primera gota caer sobre su hombro. Sebastián: Dios, se va a largar y yo aún lejos. Parece que va a llover muy seriamente. Se toca el hombro para ver si fue una gota grande o no, pero lo que sintió lo dejó desconcertado. Miró su mano, y en sus dedos había un líquido magenta, viscoso como aceite, lo huele y se siente como moho. Sebastián: ¿Pero qué demonios? Rápidamente corrió a protegerse bajo el escaparate de una tienda. Momento seguido, empieza a llover este líquido, y así como empezó a llover, terminó. Pero lo hizo con suficiente cantidad como para dejar grandes charcos en el suelo. Sebastián observa a su entorno, viendo casi todo cubierto con ese extraño fluido caído del cielo. Y mientras aún intenta procesar lo que acaba de ocurrir, todo rastro del líquido se evapora casi instantáneamente, pareciendo más como si todas las superficies lo hubieran absorbido. Tras un momento de silencio y tragar un poco de saliva, reanuda su vuelta al subterráneo. Caminaba por la vereda, ya faltando solo 3 cuadras, cuando de repente, un automóvil se estrella contra la vidriera de una tienda, casi atropellándolo, pero pudo reaccionar a tiempo. Muchas personas se acercaron a ver, intrigados por lo ocurrido. Tal vez haya perdido el control del volante, o haya querido esquivar a algún peatón imprudente, y por causa de aquél fluido, las ruedas el vehículo se resbalasen. Toda la iluminación de la tienda se había apagado, muchos mantuvieron la distancia, y unos pocos, incluido Sebastián, se acercaron a socorrer al conductor. Una persona se adelantó, sin embargo, cuando se acercó lo suficiente al hueco en la ventana, una especie de tentáculo surge y le atraviesa el abdomen, acto siguiente arrastrándolo al interior de la tienda. Todos comenzaron a correr, mientras que algunos quedaron, expectantes de lo que acababa de pasar. Tras un momento de silencio, una criatura salió de la tienda con un salto, llevándose en su trayectoria a otra persona. Una criatura parecida a un humano deforme, envuelto por el mismo tentáculo que había atravesado al primer sujeto. Aterrado Sebastián observa, mientras ese ser giró hacia la persona a la que se había llevado por delante, persona quien, luego de unos instantes, fue mutilada por ese monstruo, y luego éste ingirió los pedazos. La criatura empezó a mutar un poco, adoptando la forma de un cuadrúpedo, aún pareciendo una masa deforme compuesta de varios trozos aleatorios. Ya no era momento de pensar, el cuerpo de Sebastián sufrió una inyección de adrenalina, y como un animal en pánico, huyó doblando la esquina. Corrió y corrió, y cuando pensaba que ya había escapado, decenas de estas criaturas empiezan a aparecer por todos lados, engullendo a quien se encontraran. Hizo todo lo posible para escapar, rompiendo vidrios para crear atajos en las tiendas que se encontraban en las esquinas, saltando autos y moviéndose en zig-zag. Llegó a una avenida, una zona mucho más amplia, e intentó dirigirse hacia una estación de policía, pero de repente, un camión cae justo a su lado, aventándolo por el aire por el impacto. Se tomó unos segundos para recuperar el aliento. Ese camión había caído desde arriba, lo cual era imposible. Su visión se encontraba distorsionada, lo que le llevó un momento recomponerse. Cuando sus oídos volvieron a escuchar, se podían oír alarmas de autos, gritos y choques por todos lados, una escena misma de un apocalipsis que acababa de estallar. Fue en ese momento cuando volteó y miró a un edificio, y presenció una imagen que milagrosamente no lo traumó: Junto a ese edificio de 5 pisos, se encontraba un ser gigante, parecido a una persona envuelta en sábanas, y que, en vez de cara, tenía varias probóscides en forma de flagelos, que se movían como si pudieran sentir el aire. Observaba con la boca abierta mientras esa cosa se agachaba a agarrar un auto con su brazo, el cual lanzó hacia la estación de policía, destruyendo la entrada. Sebastián lo presenció y cuando volvió a ver al monstruo gigante, este se encontraba a tan solo 20 metros, y lo observaba. No pasó un segundo cuando la criatura arremetió con su brazo para intentar aplastarlo, pero consiguió esquivarlo. Con todas sus fuerzas, corrió bordeando la avenida, intentando ocultarse bajo los árboles, pero la criatura comenzó a seguirlo. Dobla en una esquina y logra divisar a un par de cuadras la entrada al subterráneo, donde las fuerzas policiales habían hecho un perímetro y llamaban a la gente para que se refugiara dentro. Al no haber vehículos transitando, comenzó a correr por la calle, acto mismo hecho por demás personas. Ya estando más cerca, y pareciendo que las cosas empeoraban aún más, criaturas voladoras empezaban a raptar a la gente que corría, como aves rapaces que capturan a su presa. No quería morir, sacaba aire de donde podía para mantener el aliento, cuando de repente… Ella estaba allí, en la entrada del subterráneo, observando. Helena estaba allí, mirando a su alrededor, buscando a alguien. En ese preciso momento, Sebastián estaba decidido, llegaría donde ella estaba como fuera posible. Pasos más largos, casi saltando, un rostro lleno de furia, una respiración muy rápida, se encontraba en un estado de euforia, sobrepasando sus propios límites para conseguir llegar a su destino, y fue así como desde lo profundo de su pecho, y con un gran sentido de altruismo, gritó: Sebastián: ¡HELENA!. Con solo oír ese grito, ella volteó a ver en la dirección de él, lo cual provocó que de sus ojos empezaran a caer lágrimas de alegría. Helena: ¡SEB! Grita ella para hacerle saber que lo vio. Ya faltaba poco, solo unos metros, uno de los policías extiende sus brazos para recibirlo, haciendo Sebastián lo mismo. Solo unos metros más y ya estaría a salvo, cuando la peor tragedia podía ocurrir: Sebastián es atrapado por una de las criaturas voladoras, llevándolo a un ascenso precipitado. Lo habrá subido casi doscientos metros, y lo suelta, subiendo unos metros más por la velocidad que llevaba. Helena: ¡NO! Grita Helena desde el suelo, al mismo tiempo que sus piernas pierden toda resistencia y se cae de rodillas, gritando y llorando. En el momento que Seb dejó de subir, intentó ver hacia todos los lados posibles, para intentar comprender lo que iba a ocurrir. Comienza a caer, y puede ver a otras personas cayendo más abajo que él, y fue allí cuando, quienes estaban más abajo, fueron atacados y desmembrados por andanadas de otras criaturas voladoras más pequeñas, como pirañas atacando a su objetivo. Ya había caído la mitad del recorrido, y es cuando puede observar que los montones de seres alados se dirigen a él a toda velocidad. Su vida pasó ante sus ojos, y una extraña calma recorrió su cuerpo. Sebastián: Creo que… llegó mi hora… No hay nada que pueda yo hacer… Adiós Helena, y disculpa Tobi, no podremos jugar esta noche… Ya había aceptado su muerte completamente, decidió cerrar sus ojos y dejar que el destino se lo lleve. Cuando ya escuchaba el revoloteo de las alas, dio un último trago de saliva. El sonido de la carne desgarrándose era atroz, pero no era la suya. Volvió a abrir los ojos y ante él se encontraba una persona, una chica, de cabello corto y dorado, cayendo junto a él, vestida con lo que parecía ser una armadura marrón con detalles amarillos, y una extraña visera, así como un enorme bastón que sujetaba con su mano izquierda. ???: Te tengo. Le dice ella con toda seguridad. Es como si ella hubiera aniquilado a todos en el aire. Quedó impresionado un momento, pero luego se dio cuenta que aún seguía cayendo, lo cual lo llevó a gritar despavorido. ???: Yo te cuido. Dice la chica, rodeándolo en el aire sin problemas, como si ella también pudiese volar. Lo sujeta de la espalda, lo pone con los pies apuntando hacia abajo y justo antes de impactar contra el suelo, ella despliega una alas, las cuales dan un gran impulso hacia arriba, deteniéndose súbitamente justo antes de tocar el suelo, a solo 2 metros de este. Deja bajar lentamente a Seb, quien, al tocar el suelo, la observa por un instante impactado, y luego voltea para correr hacia Helena, abrazándose ambos y llorando desconsolados. Ambos vuelven a ver a esta chica, ya antes de que dijeran una palabra, un vehículo cae desde arriba y la aplasta. Era el gigante. Sin palabras, observan como llegaba lo que parecía su fin, sin embargo, el auto se empieza a levantar. Ella no estaba muerta, ni mucho menos. ???: Serás sucio… Dice mientras sostiene el auto con sus brazos, con una sonrisa en su rostro. Deja caer el auto a un lado, despliega sus alas y de un salto alcanza unos 12 metros de altura, y queda flotando allí. ???: Tranquilos, ya están a salvo. Ahora, si me disculpa, tengo un desastre que limpiar. Ella libera un grito parecido al de un animal, agudo, como dando una señal. De un solo aleteo, se impulsa a gran velocidad hacia el cielo, yendo a atacar a más criaturas voladoras y salvar más gente. El gigante arroja otro vehículo que estaba a punto de caer sobre un policía, cuando otra chica apareció y lo detuvo con sus brazos. Esta chica presentaba un traje blanco ligeramente celeste, que tenía la apariencia de un traje esquimal, con cabello corto y lacio y lo que pareciesen unas largas orejas. Ella voltea a ver, y deja ver una mirada completamente tranquila, aunque seria, y entona, con una voz suave y plana: ???: Nosotros nos encargaremos de ahora en adelante, procuren quedarse a salvo allí. Sebastián: ¿Nosotros? Dice Sebastián, y acto seguido más autos empiezan a caer, los cuales esta chica detuvo generando trozos gigantes de lo que parecía hielo, formando un escudo. El gigante produce un rugido escalofriante, y carga hacia ellos, cuando de repente, una persona salta de la terraza de otro edificio, se escucha que grita "muere" y, tras darle un manotazo en la cabeza al gigante, todo lo que era del mismo desde la mitad del torso para arriba se convirtió en un líquido negro, manchándose todas las ventanas del edificio al otro lado de la calle, momentos después el trozo de gigante que quedó cayó al suelo, estaba muerto. El líquido fluye un poco pero rápidamente se evapora. Una enorme sonrisa maligna se dibuja sobre la cara del sujeto que saltó del edificio, un chico con cabello negro, lacio y algo largo, atado en forma de coleta con una cinta.. Se inclina un poco y grita al cielo, sonando como una bestia con deseo de muerte. Comienzan a llegar muchas criaturas cuadrúpedas, de las que Seb había escapado antes, y una por una, se precipitan sobre el sujeto, a las cuales golpeaba con sus manos desnudas y las desintegraba en este líquido negro. Llegaron muchas más, parecía que lo iban a sobrepasar, pero llegan dos personas, un chico y una chica, y con sus bastones, empiezan a matar a gran cantidad de criaturas, blandiendo la hoja de sus bastones de una forma muy elegante, casi como si estuvieran bailando. Llegan otros dos chicos, uno de los cuales empieza a lanzar bolas de fuego de sus manos, y el otro atacaba a los voladores que se acercan utilizando, lo que pareciera, un bastón que dispara láser y relámpagos. La chica de traje esquimal se une a la batalla, acabando con cada enemigo de un solo golpe, el cual destrozaba a las criaturas, como si les golpeara una bola de cañón. Se acerca otra chica, de cabello plateado, la cual arranca unos cuantos postes de luz con lo que parecía telequinesis, y los tuerce para formar una reja para cubrir a quienes estaban en la entrada del subterráneo, dejando un espacio para que más personas pudieran acceder. Se puede ver a la joven de cabello rubio volando y matando voladores, mientras esquiva con gracia las bolas de fuego y los rayos. Aparece otro gigante, el cual pareciera estar escapando, y detrás de él, un hombre muy fornido y alto, quien parecía traer una armadura de piedra. Da un golpe al suelo, hace flotar un trozo de asfalto y lo lanza al gigante, destrozándole una pierna, a lo que aparece una chica más, de cabello largo y azul, con colas de caballo, y lo que parecía un tridente. En la punta del mismo formó un torbellino de agua, el cual luego se transformó en un látigo y envolvió al gigante, para luego hacer el agua moverse a gran velocidad, para desintegrar el cuerpo de la criatura con la erosión del agua. Todo era una fiesta de luces y trozos volando, y siguieron peleando entre todos hasta que ya no llegaron más monstruos. Eran 10 en total, todos vestidos con trajes extraños, que parecen armaduras, lo cual sería lógico en una situación como esa. Cuando terminó la oleada de criaturas, este peculiar grupo de personas adoptó una formación, todos uno al lado del otro, los que tenían bastones más adelantados que los que no. Los cinco que estaban más adelante, dieron un leve golpe al suelo con la punta de sus bastones, como si fueran caballeros. Uno de ellos avanza unos metros, un joven de cabello verde oscuro, con lo que pareciera una hoja saliendo de su cabeza. Se inclina para saludar, haciendo sentir que no es un peligro para quienes están allí. ???: Ya están todos a salvo, no hay nada de qué temer. Lamentamos haber llegado tarde, pero haremos lo posible para que una situación como esta jamás se vuelva a repetir. Haremos que todas las muertes no hayan sido en vano. ???: Voy a presentarnos. Nosotros diez somos guerreros venidos desde muy lejos, desde más allá del firmamento. Más precisamente, del centro de la galaxia. Policía: ¿Del… centro? Pregunta uno de los oficiales de policía que presenció todo lo ocurrido. ???: Así es, pero ahora no vamos a entrar en detalle. Vinimos a protegerlos de estos seres, los cuales se llaman "corruptos". Están hechos de magia mala, buscan expandirse todo lo que pueden, devorando a quien esté en su camino si hace falta. ???: Los niveles de corrupción ya han bajado a medidas normales, ya no queda ninguno. Comenta la chica de cabello azul. ???: Una cosa, oficial. Retoma el chico de cabello verde. Policía: Eh… ¿Si? ???: Necesitamos contactarnos con el jefe de esta comuna, con el alcalde o la alcaldesa, quien sea. Policía: ¿Y eso por qué? ???: Cierra la boca y haz lo que te decimos. Dice el guerrero de cabello negro. ???: Oye, no seas agresivo, no hace falta. Contesta la chica más alta de todas. ???: Necesitamos a alguien que posea muchos contactos para poder movilizar a toda la comunidad en caso de que un acontecimiento como este vuelva a ocurrir. Eso sería oportuno, ¿No cree? Policía: Eh… si. Ella está al tanto de lo ocurrido, pero no de ustedes, le diré a mi superior que se comunique con ella para que organicen una reunión. ???: Perfecto, gracias, muy amable. El grupo comienza a hablar entre ellos, y la chica de cabello rubio se acerca a Sebastián. Se agacha y le dice: ???: ¿Estás bien? Sebastián: ¿Eh? S-si… ???: Me alegro, estuviste muy cerca de perder la vida. Sebastián: No me lo recuerdes… ???: ¿No te sientes mal?¿Ningún tipo de molestia?¿Nada? Sebastián: No, estoy bien, gracias. ???: En ese caso, perfecto. Bien, me retiro. Puede que nos veamos otro día. ¡Chaucito! Sebastián: Eh… adiós. El grupo se retira escoltado por los policías que hay allí. Los van a llevar a todos en camionetas, y antes de que la chica rubia llegue a subir, Sebastián le grita: Sebastián: ¡Espera un momento! ???: ¿Qué pasa? Contesta ella con una leve sonrisa en su rostro Sebastián: Me… Me llamo Sebastián, gracias por haberme salvado, de verdad. No sé cómo devolverte el favor… ???: Descuida ¡Vinimos a ayudar! no te preocupes. Sebastián: (Ella es increíble) Piensa Sebastián. Sebastián: Una cosa más, antes de irte. ???: Si, dime. Sebastián: ¿Puedo saber tu nombre? Ella sonríe. Aeryn: Me llamo Aeryn. Él también sonríe. Sebastián: Aeryn… ¡Mucho gusto! Aeryn: Lo mismo digo, Seb. Ella sube a la camioneta y se van a la alcaldía. Sebastián: Wow… Helena: ¿Estás bien? Pregunta Helena. Sebastián: Si, gracias. Helena: Me abrazaste muy fuerte. Sebastián: Si… estaba asustado… Helena: Igual yo. Pero ya todo pasó. Sebastián: ¡Así es! Helena: Bien, vamos, te acompañaré hasta tu casa. Sebastián: No hace falta, de verdad… Helena: No, yo quiero acompañarte. Sebastián: Oh, está bien. Así ambos fueron a casa de Sebastián, llegaron, él la invitó a cenar, pero ella respondió que no podía quedarse, que lo lamentaba. Ella se fue, él entró a casa, se quitó la ropa, tomó un baño, recalentó algo de comida, cenó y se fue a la cama. Se quedó mirando al techo, pensando en lo que había pasado hoy, en la chica que lo había salvado. Ya cerrando los ojos, escucha un pequeño golpe en la ventana, como si alguien le hubiera tirado una piedrita. Se levanta, abre la ventana para mirar y no ve a nadie. Pone una expresión confusa, se da la vuelta, se queda mirando la puerta de su habitación, y vuelve a voltear a ver la ventana. Estaba allí. Aeryn estaba sentada en la ventana, observando con una sonrisa en el rostro. Sebastián: ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste? Aeryn: Puedo sentirte. Sebastián: ¿Sentirme? Aeryn: Si, tu alma, tu consciencia. Sebastián: Me estás confundiendo… Aeryn: Mañana ya hablaremos y te contaré más cosas, por ahora solo descansa. Ah, por cierto, esto es tuyo. Ella tenía puesta la mochila de Sebastián. Aeryn: La habías dejado cuando te encontraste con el primer corrupto. Sebastián: Oh… gracias… Aeryn: De verdad, me alegro que estés bien. Sebastián: ¿Por qué dices eso? Aeryn: Siento en ti una energía mayor a la de las demás personas. Eres alguien que ama, ¿Verdad? Sebastián: ¿Amar? eh… Aeryn: Jeje, no importa. Tú nos serás de ayuda de ahora en adelante. Sebastián: ¿De ayuda? ¿Cómo? Aeryn: Te contaré más mañana, ahora me voy. Ah, y recuerda que debes jugar unas partidas de axewound con Tobías. Sebastián: Como… ¿Cómo es que sabes eso? Aeryn: De nuevo, te explicaré mañana, nos vemos. Aeryn se posa en la ventana, para saltar, despliega una bufanda, y salta, tomando vuelo. Sebastián: ¡Espera! Grita Seb desde la ventana. Aeryn: ¿Hmm? Sebastián: Este… de nuevo ¡Gracias por salvarme! Aeryn: ¡No hay de qué!¡Para eso vine!¡Hasta mañana! Sebastián: ¡Hasta mañana! Aeryn se va volando con la luz de la luna reflejando en su cabello. Sebastián: Ella… ¿Es un ángel? No, no debo ponerme a pensar estas cosas ahora, ya haré preguntas mañana, ahora tengo que jugar. Él se conecta, hace una llamada con Tobías, se descarga el juego y hacen unas cuantas partidas. Se divirtieron bastante, se despidieron y cada uno fue a dormir. Tobías no se había enterado de nada, por ahora. Ya en la cama, Seb piensa. Sebastián: Mañana. Mañana va a cambiar mi vida, estoy seguro. Pero no es momento de pensar, que si lo hago no voy a poder dormir. Seb cierra los ojos y se duerme. Lo ocurrido hoy fue un acontecimiento nunca antes visto, un hecho que marcará en la historia un nuevo tipo de incidente:

Un brote de corrupción

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