Tumgik
#comodín
orugadraws · 10 months
Text
Tumblr media
He's all grown!!
3 notes · View notes
Text
1 note · View note
Text
The other day I read the ONLY Roland/Kevin fic in AO3 and dude...this ships be cracking and I need more drugs.
26 notes · View notes
kh-yumio · 6 months
Text
Hey, you. Yes, you, Kingdom Hearts fan...
You should totally tell me what your rare-ship of the franchise is, the one that you feel like only you ship. Your rare-ship and you against the world (?
idk, I want to know what your minds cook...
(just don't be weird abt this or rude towards others pls :D)
38 notes · View notes
elbiotipo · 2 years
Text
154 notes · View notes
mozziefied · 2 years
Note
si pudieras cambiar los comodines con dione, lo hubieras hecho?
✨ 𝐌𝐎𝐙𝐙𝐈𝐄 𝐀𝐂𝐀𝐁𝐀 𝐃𝐄 𝐑𝐄𝐒𝐏𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐓𝐄:
No he usado mi comodín así que no puedo responderte esa pregunta.
2 notes · View notes
Text
beep bop spoilers for ep 5 in tags (i'm going to delete this once i finish playing, it's just for my thoughts)
0 notes
Text
I find it soooo funny just how similar Jevil and L.L. are. It's their joker swag and I need to stop trying to deny it.
0 notes
caeless · 2 years
Text
*        escenario de ALEGRÍA en ZONA TURÍSTICA  /  31.12.22  /  #COMODÍN.
Tumblr media
‘  ¿hm?  ’ reconocimiento no fue repentino ni silencioso, dejándose ver como un suspiro ahogado y una expresión de sorpresa que pronto pasó a ser una sonrisa perlada. paso ágiles la llevaron a romper la distancia, tan familiar como natural, llegando a contrarie con ambas manos unidas bajo su mentón. ‘  chicago no resulta tan inmenso ahora, ¿cierto?  ’ pronta en palabras permitió que las mismas desbordaran por comisuras con soltura, tonalidad gentil inyectándose en cada una de ellas. ‘  ¡qué alegría verte! aunque sea por simple casualidad. nada parece serlo últimamente.  ’ tampoco azares del destino. se sentía, de una u otra forma, como caminos que siempre volverían a cruzarse. 
1 note · View note
blueswan21 · 2 months
Text
Últimamente, me he sentido alguien reemplazable, el comodín, el último recurso de todos, la última opción. 
28 notes · View notes
Text
ERdF514: ¡Ronald Acuña Jr. Haciendo Historia! 🌟 | Miami Demuestra Poderío en la NFL 🏈
https://ia903404.us.archive.org/5/items/erd-f-514/ERdF514.mp3
En esta edición de Entre Rondas y Finales, aunque sin la presencia de Iván, profundizamos en los emocionantes momentos que están definiendo la última semana de la temporada regular de la MLB. ⚾
02:04 - MLB: Lucha intensa por un lugar en el comodín, sorpresas en las posiciones y el protagonismo inigualable de Ronald Acuña Jr. que ha marcado récords este año. Roberto y Luis discuten la emoción del fantasy y su impacto en los playoffs.
46:00 - F1: El GP de Japón tuvo a Verstappen como el gran ganador, mientras que Checo Pérez sufrió un duro golpe con su abandono. 🏎️ Detalles y análisis de lo que nos dejó esta carrera.
50:20 - NFL: Miami deslumbra con una victoria aplastante sobre Denver de 70 a 20 🏈. Repasamos otros encuentros notables de la semana 3 y las expectativas para la semana 4.
No te pierdas ninguna actualización de tu deporte favorito, acompáñanos en esta edición llena de acción de Entre Rondas y Finales.
🎧 Escúchanos en tu plataforma preferida:
Recuerda seguirnos y compartir el podcast con todos los aficionados al deporte en tu vida. ¡Hasta la próxima!
0 notes
solxs · 1 year
Text
Quería ser la primera opción, la opción obvia, demasiado importante para ser un reemplazo, pero siempre terminaba siendo el comodín.
Así que solo dejé de esperar | Babi PM
146 notes · View notes
jgmail · 7 months
Text
La Francmasonería, el esoterismo y el secretismo
Tumblr media
Por Stéphane François
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Si bien la cuestión de los vínculos existentes, o supuestamente existentes, entre esoterismo y masonería es fascinante desde el punto de vista intelectual, también es un camino sembrado de muchos escollos. El investigador que desee estudiar seriamente este campo debe navegar entre un amasijo de textos de los cuales sólo una muy pequeña minoría son científicos. Por el contrario, la gran mayoría de obras las obras que tratan este tema son pseudocientíficas y están repletas de especulaciones esotéricas y ocultistas masónicas o no. Sólo unos pocos autores, a menudo ellos también masones, han escrito algunas obras de carácter científico y, sobre todo, crítico: entre ellos podemos contar a Roger Dachez, Pierre Mollier, John Hamill Éric Ward, etc., que pertenecen a lo que podríamos denominar “Escuela Auténtica”. Por otra parte, la masonería ha estado asociada al esoterismo casi desde sus orígenes. Esta proximidad, que no tiene nada de natural como veremos, ha calado muy profundamente en la mentalidad de las personas. Por ejemplo, cuando se busca en las librerías literatura relacionada con la Francmasonería (ya sean independientes o formen parte de una todo) se vincula sistemáticamente sus libros con el esoterismo y la espiritualidad más que con la filosofía o a las ciencias humanas... Nos encontramos, por lo tanto, ante el problema de como definir la Francmasonería. Existe otro aspecto a tener en cuenta: el funcionamiento rizomático de la masonería. Un mito lleva a otro mito que, a su vez, está en contacto con otro y así sucesivamente. Esto complica el estudio de la masonería, en particular su relación con el esoterismo. Así, por un lado, Roger Dachez ha desmontado la mitología en torno al nacimiento de la masonería y, por el otro, un historiador riguroso como Antoine Faivre, especialista en el esoterismo, ha demostrado la presencia de este mito en los altos grados masónicos desde la primera mitad del siglo XVIII...
Además, esta investigación se ha visto obstaculizada por el hecho de que ciertos masones esotéricos, propensos a la reflexión historiográfica, han hecho todo lo posible por establecer la idea de una relación lógica y natural entre la masonería y el esoterismo. Por último, algunos masones se han dedicado al sincretismo mítico-religioso desde el siglo XVIII... Nuestra principal preocupación es que el contenido léxico de la palabra “esoterismo” es bastante débil. Así que merece la pena echar un vistazo rápido a tal concepto. Brevemente, podemos decir que el esoterismo puede definirse como una forma de pensamiento que:
funciona como un término comodín;
un discurso deliberadamente “críptico”;
un discurso metafísico;
un discurso gnóstico....
A pesar de todo lo anterior, se ha podido establecer una criteriología definida, siendo la de Antoine Faivre la más famosa de todas. Faivre definió seis características fundamentales del esoterismo de las cuales las cuatro primeras son intrínsecas, lo que significa que su presencia simultánea es suficiente para decir que estamos frente a una forma de esoterismo. Estas características son:
La teoría de las correspondencias;
La idea de que la naturaleza es un ser vivo;
La importancia atribuida a la mediación de seres sobrenaturales;
La teoría y la experiencia de la transmutación;
“La práctica de la concordancia”;
Y, por último, la idea de la transmisión ininterrumpida del conocimiento esotérico a lo largo de los siglos.
El esoterismo es una forma sincrética de pensamiento religioso que se originó al interior del cristianismo y cuyos más importantes representantes fueron todos cristianos hasta finales del siglo XVIII. Podemos considerarla como una respuesta en contra del creciente desencantamiento del mundo de esa época, pues a partir del siglo XIX se afirmó como la única forma de conocimiento que permitía un acceso a la dimensión espiritual y al hombre absoluto, además de la perfección divina, mediante la investigación de las conexiones entre el hombre, la naturaleza y lo divino. El esoterismo pretendía reunificar la sociedad destruida por la Revolución. Sus promotores destacaban la importancia de la luz interior o la gnosis como una experiencia de revelación que, en la mayoría de los casos, conducía al encuentro con el verdadero yo y con la fuente del ser, es decir, Dios. El ocultista y esoterista francés René Guénon, él también un masón, se encuentra en el origen de cierto contenido esotérico al interior de la masonería. Según él, “la verdadera iniciación reside esencialmente en la ortodoxia masónica; y esta ortodoxia consiste sobre todo en seguir fielmente la Tradición...”. Guénon siempre defendió la relación existente entre la masonería especulativa moderna y la masonería operativa medieval mucho más antigua, haciendo de esta continuidad institucional la condición de la legitimidad tradicional y de la regularidad iniciática de la masonería. La visión de Guénon de la masonería era fundamentalmente antihistórica y anticientífica, asociándola a la existencia y persistencia de ciertas “sociedades secretas”. Sin embargo, no existe ninguna “sociedad secreta” o “sociedad iniciática” capaz de mantenerse indefinidamente en el tiempo. Lo mismo ocurre con la persistencia de una supuesta “Tradición primordial”. Este deseo de filiación inmemorial es más bien una cuestión de autolegitimación propia de los círculos proto-ocultistas o proto-esotéricos.
Podemos decir que se trata de un aspecto paradójico en el seno del esoterismo francmasónico: algunos académicos no masones insisten en este aspecto, mientras que los historiadores masones como Dachez y Hamill lo deconstruyen. Incluso el ocultista Eliphas Lévi, la principal figura del ocultismo del siglo XIX, cuestionó el contenido esotérico/ocultista de la masonería. Lévi se refería a la masonería como una “sociedad casi pública que pretendía tener sus misterios”. La cuestión del secreto también es importante, pues se encuentra en el corazón del esoterismo y algunos observadores insisten en que el aspecto oculto y el misterio que encierra tales términos. No obstante, tenemos que evitar asociar “esoterismo”, “secreto” e “iniciación”: los textos esotéricos no son realmente secretos... El esoterismo no es una doctrina para iniciados, sino una forma de pensamiento accesible a todos en su singularidad y que se explica mediante la historia del pensamiento occidental. El pensamiento esotérico debe verse como una fuente de conocimiento diferente o alternativo. Una de sus ambigüedades reside en la importancia del secreto de los rituales y la práctica del juramento, que se imponen en la vida masónica, frente a las prácticas de las reuniones públicas o semipúblicas, lo cual tiende a situarla en el mundo de las sociedades de pensamiento y que en un principio favoreció su crecimiento, en particular bajo la Ilustración. Además, existe una confusión entre los conceptos de “ritual” e “iniciación”, por una parte, y del “esoterismo”, por otra. Para algunos, el rito es necesariamente sagrado. El problema es que los ritos son excesivamente plásticos. Hay ritos que no tienen ningún contenido “esotérico”, como los ritos de paso, que son ciertamente iniciáticos, pero que validan un cambio de estatus social. La finalidad de los ritos es vincular el presente con el pasado, el individuo con la comunidad. Es el caso de los ritos masónicos desde sus orígenes, que buscan inscribirse en una filiación simbólica.
También hay que volver sobre un concepto a menudo cercano, pero distinto, del esoterismo: el ocultismo. La confusión es frecuente, ya que ambos son neologismos que aparecieron al mismo tiempo. Existe una clara distinción entre lo que puede definirse como el aspecto teórico por un lado (esoterismo) y el aspecto práctico por el otro (ocultismo). Al igual que el esoterismo, el ocultismo remite a la idea de secreto, conocimiento reservado, “iniciación”, etc. Además, el ocultismo hace referencia a una serie de prácticas sociológicas (la creación de “sociedades secretas” y su inclusión en una filiación continua) y mágicas que llevan al contacto con entidades sobrenaturales, sin hablar de los ritos de iniciación. Estas ideas derivan de la philosophia occulta desarrollada por Cornelius Agrippa durante el Renacimiento. En este contexto, el término se utiliza para designar un conjunto de investigaciones y prácticas relacionadas con “ciencias” como la astrología, la magia, la alquimia y la Cábala. La edad de oro del ocultismo, o su apogeo, fue la segunda mitad del siglo XIX, donde alcanzó un alto grado de cientificismo, con figuras como Éliphas Lévi (Alphonse-Louis Constant) y luego Papus (Gérard Encausse), Joséphin Péladan, Helena Petrovna Blavatsky y otros. Los ocultistas estaban convencidos de que ciertas verdades espirituales debían permanecer ocultas dentro de los santuarios. Estos santuarios eran la masonería y las “sociedades secretas”, muy de moda a finales del siglo XIX y principios del XX.
Por lo tanto, ¿es la masonería esotérica y, en caso afirmativo, lo es por naturaleza o por accidente? El argumento esgrimido por algunos de la persistencia del esoterismo u ocultismo en el seno de las estructuras masónicas no resiste la crítica científica: los partidarios de la masonería ocultista o esotérica no han hecho más que retomar elementos dispersos del ocultismo/esoterismo/cultos religiosos antiguos (palabras, fórmulas, objetos, ritos, etc.) a los que han dado un nuevo significado según sus preconceptos y deseos con la intención de darse o dotarse de cierta legitimidad. En los últimos veinte años investigadores británicos como Eric Ward han abandonado la idea de que existe un vínculo directo entre la masonería operativa medieval y la masonería especulativa. La teoría más convincente sobre los orígenes de la masonería parece ser la del préstamo. Las primeras logias eran teístas: los ateos eran “declarados personae non gratae”. Los “padres” de la masonería moderna, como James Anderson y Jean-Théophile Désaguliers, eran protestantes. Aunque los autores de las Constituciones abogaban por la tolerancia religiosa, también afirmaban que el masón “nunca sería un estúpido ateo o un libertino irreligioso”. De hecho, las logias antirreligiosas no aparecieron hasta el tercer tercio del siglo XIX. Desde su nacimiento oficial hasta finales del siglo XIX la masonería fue teísta y abierta a toda clase de desarrollos místicos que hoy pueden considerarse como esoterismo. La aparición de contenidos esotéricos en el seno de la masonería, ligada a una visión a-histórica de sus orígenes, puede fecharse en los primeros años del siglo XVIII, beneficiándose del interés sincrético de sus miembros por los mitos templarios y egipcios, pero también por la mística cristiana. Esta evolución se manifiesta en la invención de altos grados de contenido místico los cuales aparecieron por primera vez hacia 1742. Los primeros intentos de una masonería más católica aparecieron en los primeros años del siglo XVIII. Este siglo fue testigo de una oleada de experimentación mística. El esoterismo y la masonería se entrelazaron rápidamente. Sin embargo, aunque las primeras logias tenían a veces un aspecto ocultista, no dejaban de ser ante todo una actividad mundana y social... La puesta en escena tenía como principal objetivo satisfacer la curiosidad o halagar el ego de los hermanos adinerados.
Dicho esto, es así como aparecieron los primeros ritos esotéricos. Uno de los ejemplos más representativos fue la aparición en el siglo XVIII de los grados “rosacruces” basados en la mística cristiana, como el Caballero de la Orden Rosacruz, el Caballero de Oriente y Occidente, etc. Algunos de estos grados cayeron rápidamente en desuso, como fue el caso del Gran Maestro de la Rosacruz del Águila Negra. El principal inventor de la masonería ocultista del siglo XVIII fue Martinès de Pasqually, quien fue bastante activo en varias logias. Sin embargo, Pasqually decidió crear su propia organización mística, l’Ordre des Élus Coëns, que se injertó dentro de la masonería. Su contenido teórico estaba influido por la cábala hebrea y el misticismo cristiano: su objetivo era volver al estado adánico anterior al pecado original. Para alcanzar este objetivo se requerían prácticas a la vez higiénicas (ayunos, ejercicios respiratorios), morales (estricta fidelidad conyugal) y mágicas (teúrgia). Tras la muerte de Pasqually, sus tesis fueron difundidas por dos de sus discípulos: Louis-Claude de Saint-Martin y Jean-Baptiste Willermoz, que modificaron las prácticas del martinismo, como la conversación con la “voz interior”, la introspección y la espiritualidad (Saint-Martin). Willermoz, por su parte, fusionó el martinismo con los ritos masónicos templarios alemanes, en particular la Estricta Observancia Templaria. Willermoz también es el responsable del mito del origen egipcio de la masonería. Otro personaje que podríamos mencionar que está detrás del mito de la masonería egipcia seria Joseph Balsamo, el famoso Conde de Cagliostro, cuya historia es extremadamente compleja: Cagliostro era un masón que frecuentaba los círculos antes mencionados y que creó el Rito Egipcio de la Alta Masonería hacia 1784. Y podríamos multiplicar los ejemplos.
El siglo XIX vio proliferar las estructuras mágicas y ocultistas al igual que las logias paramasónicas de carácter ocultista, así como los intentos de fusión o reunión de los ritos de Menfis y Mizraim. Algunas logias, cada vez más marginales debido a la secularización progresiva de la sociedad, se volvieron paradójicamente cada vez más ocultistas. El movimiento más conocido es el de Menfis-Mizraim, que también hace referencia a una herencia templaria reinventada. Es imposible detallar la historia de estos movimientos masónicos marginales, ya que está salpicada de exclusiones, escisiones, disidencias, cismas, etc., así como de conflictos personales. Paralelamente al auge de la masonería esotérica, algunas logias persistieron en la lógica inicial de las logias anglosajonas, negándose a aceptar tales evoluciones esotéricas. Los masones racionalistas de Burdeos, por ejemplo, se opusieron a la difusión de estas tesis a partir de 1764. Este tipo de masonería se secularizó y politizó cada vez más, sobre todo, en el caso de Francia, hasta volverse de izquierda durante el siglo XIX. No fue sino hasta la promulgación de una serie de bulas de Pío IX (1849, 1854, 1863, 1865) que la convivencia entre las diferentes tendencias de la masonería, es decir, laica y espiritista, se rompió, especialmente cuando los aristócratas y los católicos se fueron y únicamente quedaron los pequeños burgueses comprometidos con políticas anticlericales. El número de miembros del Gran Oriente de Francia se duplica entre 1862 y 1871. El cambio sociológico hizo que sus ritos esotéricos, como el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y la referencia al “Gran Arquitecto del Universo” sólo permanecieran vivos, in extremis, hasta 1865. Los ritos caballerescos solo duraron hasta la Convención de 1875. Es a partir de aquí que las referencias cristianas fueron sustituidas por una vaga alusión al deísmo. En 1877 se suprimió el artículo I de sus estatutos, el cual afirmaba la existencia de Dios y la inmortalidad del alma.
Es aquí cuando nos encontramos frente a neo-ritos que han reciclado antiguas tradiciones cuyo sentido se había perdido hacía mucho tiempo y cuando se crearon otras nuevas. Estas dos dinámicas representan una relectura del pasado. Sin embargo, los esoteristas han utilizado estos ritos y simbolismos institucionales para crear una masonería ocultista o esotérica que combinaba diferentes mitos, como el de los Templarios y las referencias a Hiram. Fue a partir de esta época que comenzaron a aparecer los altos grados caballerescos que apelaban al ego de la nobleza europea, muy presente en la profesión de las armas, y a las fantasías de una parte de la burguesía que aspiraba a unirse a ellos. Fue esto lo que contribuyó al éxito de las logias masónicas en toda Europa. Este interés se refleja también en las Constituciones de Anderson que, no hay que olvidar, fueron encargadas por los dignatarios de la Gran Logia. Desde entonces se ha producido un giro gradual hacia los templarios y después hacia el ocultismo. Algunos masones hicieron una lectura mística del mundo imaginario de la caballería. Estos mundos imaginarios se fusionaron durante el siglo XVIII y dieron lugar a un mito aglutinador, es decir, que otros mitos se añadieron al mito inicial, enriqueciéndolo: de la caballería pasamos a los templarios, luego a los conocimientos templarios supuestamente esotéricos, después a los conocimientos esotéricos y así sucesivamente. Fue también en esta época cuando vemos la aparición de “Cartas” supuestamente inmemoriales que no eran más que burdas falsificaciones.
El significado del término “esotérico” es muy específico en la masonería británica: el término inglés “esoteric” no se refiere a un conocimiento oculto, sino simplemente al secreto. No hay nada esotérico en la masonería anglosajona. Los rituales ingleses definen la masonería como un sistema particular de moral enseñado bajo el velo de alegorías y símbolos, nada más. El gran especialista inglés en la materia, John Hamill, no se anda con rodeos y divide la masonería en dos escuelas: una “científica” o “auténtica” y otra “inauténtica” que se divide en varios subgéneros (“esotérica”, “mística” o “romántica”). Desde el momento en que consideramos que la masonería nació a finales del siglo XVII en círculos cultural y sociológicamente ajenos a las logias operativas, podemos decir que la masonería no tiene nada de secreto, salvo en uno mismo y en el ennoblecimiento de la humanidad, ni transmite nada esotérico u ocultista, salvo los valores humanistas y fraternales de la Ilustración de la que surgió.... Reconocer esto no es en absoluto despectivo. Para darnos cuenta de ello basta con observar el importante papel caritativo desempeñado por la masonería anglosajona y recordar el rol que jugo la masonería republicana y protestante en la elaboración de las leyes laicistas.
12 notes · View notes
jartita-me-teneis · 5 months
Text
@josevico4
Los relatores de la ONU se echan las manos a la cabeza con las leyes de concordia que quieren llevar a cabo PP y Vox, blanqueando la dictadura franquista. Atentos que Feijóo, por sorpresa, usa el comodín de ETA, por lo que sea. A la ONU no le molesta ETA porque no hay nadie que quiera hacer una ley para blanquearla, el PP y Vox con Franco, sí.
8 notes · View notes
sinfonia-relativa · 1 year
Text
No funjo de comodín. Soy un As, pero si no sabes jugar no podrás ver cuánto valgo en realidad.
Melancaotica.
41 notes · View notes
timptoe · 1 year
Text
Ticking Like A
For @hatboyexchange 2023, I got to write for the amazing @vesperfloyd about Vega, Joker, and PTSD. Trigger warnings for PTSD, flashbacks, and sucky childhoods, but it’s okay in the end, thanks to our favorite hatboy. Read the whole thing on Ao3.
——
The silence chafes.
The Presidium itself isn’t silent. Their table overlooks the Relay Monument, a popular spot for tourists, diplomats, traders, refugees. He can hear the edges of hushed conversations and shouts of laughter and thundering footsteps. Even with his back to the mezzanine, he can feel the volume of the crowds that pass by on their way to some distraction or other. The constant thrum of noise behind them makes the silence at the table even more stark.
James shifts uncomfortably in his chair, arms folded.
The artificial sunlight glitters off of the reflecting pool in a way that almost reminds him of home. It’s been years since he’s been on a real beach, at least not without a hardsuit and an ammo block. He thought about going home once while he was stationed in Vancouver, but he never made the time. Too late now.
Instead, he tries to calm himself using the refracted light of the pool, imagining sand under his toes, surf filling his ears, water as far as he can see. He could almost believe he’s there, if not for the cacophony around him. Or the sideways-queasy feeling that builds in his stomach the longer he looks at the water. He wants to lose himself in the shapes made by the gentle lapping of the waves around the base of the monument. But he can’t.
He just can’t.
Joker, meanwhile, takes a sip of his drink, looking out over the view, cool as a goddamn cucumber.
James shifts again, his own drink untouched. “Do you, uh, want me to talk about it?” he says, voice low.
Joker shrugs, taking another sip of his drink, not looking his way. “Up to you, Vega. Don’t need to if you don’t want to.”
James scowls into the middle distance. By all rights, Joker should be furious. Yelling. Confining him to the Normandy. Bare minimum, he should be lecturing James the way his abuela used to when he’d disappointed her. But he’s not. He’s just…sitting there.
So James just sits there, too.
Uncomfortably.
The breeze from the recirculated air feels cool on his skin. Not like home, but there’s no tinge of the smoke he smelled in the days after the Cerberus attack, either. Just pure, clean air, stinging the exposed cuts on his knuckles like antiseptic.
He looks down to see his hands curled into tight fists on the tabletop. He makes a conscious, concerted effort to relax them.
He looks up at Joker again, who hasn’t moved since the last time he looked at him. Thirty seconds ago.
James sighs roughly, rubbing his closely-shaved scalp with one hand, wincing a bit in pain. “Look, man, I don’t know what to say.”
Joker sips his drink calmly. “I didn’t ask you to say anything.”
“Come on, comodín, you can’t—“
“Vega.” Joker cuts him off, finally looking over at him for the first time since they sat down. “You don’t have to talk to me.” He takes a sip of his drink, cocking his head slightly, thinking. “But—“
“No, man, don’t—“
“—but you should talk to someone. Probably.”
James blows his breath out in frustration. “I know.”
“Want me to call Cortez?”
“No,” James says quickly, firmly. “Esteban would just, you know…” He gestures inarticulately. “He’d blow it out of proportion.”
Joker raises an eyebrow over his half-empty glass. “You trashed a club.”
“Well, I mean…you know what I mean,” James says lamely.
Joker just cocks his head slightly to the side and goes back to looking out over the Presidium.
They sit like that for another moment, James shifting uncomfortably every few seconds, Joker lounging with preternatural serenity.
“You don’t have to sit with me,” James says when he finally can’t take it anymore. “I’m fine. I’ll…be fine.”
“I do, actually,” Joker responds calmly. “Terms of your release per Bailey. Someone in an ‘official role’ has to watch you for the rest of our leave. And with Shepard off doing who the hell knows what with Aria T’Loak, you’re stuck with me.”
James looks back down at his hands, tips of his ears burning with shame. “Sorry,” he mumbles.
“Don’t be,” Joker says lightly. “You got me out of doing paperwork.”
James ducks his head further down, hunching in on himself.
“Vega.” James looks back up to see Joker frowning at him. “It was a joke.”
James tries to smile. Really, he does. But whatever happens on his face only makes Joker frown harder. Which makes James feel even worse.
“We should, uh…we should probably just go back the the ship, huh,” James says, defeat thick in his voice.
“Is that what you want to do?”
James wipes his hands on his pants, trying to dry off the sweat. He avoids Joker’s calm gaze. Truth is, he doesn’t want to go back. He’ll have to talk to Steve if he goes back, and that’s…he’s not ready to talk. About what happened. Not yet. But it doesn’t seem right to take up Joker’s time just to avoid—
“How ‘bout a walk?”
James blinks, jerking his head back over to Joker at the interruption. The pilot just looks at him, head slightly cocked again.
“C’mon, let’s go for a walk,” Joker says easily, finishing his drink and standing up.
James looks up at the pilot. “Uh, sure, if you want.”
Joker grabs his crutches from where they rest on the railing and nods over the side. “Down along the reflecting pool?”
James looks over the mezzanine railing, the queasy feeling returning as he looks over the water.
Joker continues, “Or down through the wards?”
“The wards,” James says quickly.
Joker just nods and starts crutching off, James following closely behind.
Read the rest on Ao3.
28 notes · View notes