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#críticas de cine
emilygraterol · 9 months
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Reseña: Dolor y gloria (Pedro Almodóvar, 2019)
Todo artista conoce que su obra está estrechamente ligada a su pasado, a sus recuerdos, a sus experiencias, a la gente que algún día lo rodeó. Los que escribimos sabemos que en cada palabra que dejamos impresa sobre el papel hay algún rasgo de nuestra personalidad, de lo que nos gusta, de los traumas y carencias que tenemos. No hay que ser psicoanalista para darse cuenta de que esto es un hecho verídico: El ser humano no puede desligarse de lo que fue.
Bajo esta sencilla y profunda concepción Pedro Almodóvar nos presenta la radiografía de un cineasta aparentemente fracasado en Dolor y gloria (2019), un filme intimista y colorido protagonizado por Antonio Banderas, quien encarna al alter ego del director español. Desde el inicio del filme el guion comienza a fracturarse entre pasado y presente, entre las glorias pasadas y el dolor actual de Salvador Mallo, un cineasta quebrado por la dura vida que ha transitado y que ahora se encuentra solo y sin la capacidad de rodar nuevamente una película.
Por medios de saltos en el tiempo conocemos la historia de este hombre, desde su niñez en un pueblo de España hasta los últimos momentos que compartió con su madre ya siendo un adulto. Almodóvar sabe que los cineastas trabajamos en torno a recuerdos, especialmente los que vivimos durante la niñez y la adolescencia por lo cual decide exhibir con naturalidad aquellas pequeñas e insignificantes cosas vividas durante estos dos períodos que, luego con el paso del tiempo incidirán perfectamente en la personalidad y forma de vida del “yo” adulto.
En el caso de Salvador Mallo niño observamos el gusto por la lectura, la cinefilia (guiño indudable a los autores de la Nouvelle Vague), la búsqueda de la luz, el perfeccionismo y el acercamiento no inducido a los hombres por causa de una ausencia paterna. De regreso al presente entendemos entonces porqué el chiquillo se hizo director de cine, su preferencia por las lecturas ante las noches de insomnio, sus quejas respecto a la actuación de Alberto (Asier Etxeandia) y su homosexualidad.
Todo este conocimiento que se le brinda al espectador es por causa de la excelente estructura del guion que a pesar de estar compuesto por numerosos flashbacks no deja al espectador con ninguna laguna permanente. La dirección de arte realizada por Clara Notari también nos sumerge en esta película con tintes autobiográficos. De acuerdo con un artículo realizado por Mark Olsen publicado en The L.A Times el apartamento de Mallo es una réplica exacta del piso que el cineasta español posee en Madrid. Los colores saturados le conceden vida al personaje de Banderas —que por un momento parece que va a sucumbir— y suprimen todo rasgo nostálgico que se le quiera agregar al filme.
Y es que a Almodóvar no le interesa mostrar la decadencia de los realizadores a modo de recuerdo y brindis por las glorias pasadas. Él muestra la verdad de los que hacen cine, los procesos profundos que atraviesa toda persona que se sumerge en el séptimo arte, el desgaste físico y emocional, el existencialismo, los recuerdos tormentosos, los romances fallidos, el vacío espiritual que muchos de los grandes creadores del siglo XX manifestaron tener y que intentaron llenar —como en el caso de Mallo— usando sustancias ilícitas.
La realidad es que todo lo que vive el hombre de cine va a llevarlo a la pantalla, sea intencional o no. La figura de Salvador para Almodóvar recuerda lo que significó Antoine Doinel para Truffaut. La soledad y las preguntas acerca de la existencia misma del hombre acercan este filme a Ingmar Bergman, por más descabellado que suene.
El hecho radica en que todos los escritores llevan sus dolores del alma a sus creaciones de forma inconsciente. Las soledades y vacíos emocionales toman forma en un personaje de ficción que padece de forma similar lo que le sucedió al que está tomando el bolígrafo para crearlo. Esa es la belleza de este filme ganador del Premio Goya: el presentar la radiografía de los creadores cinematográficos. Más que ser innovadores o maestros de la cámara son humanos. Humanos que sufren, que lloran, que enferman, que aman, que desean encontrar una respuesta sobre la existencia. Seres que viven y reinterpretan sus procesos mentales en personajes de ficción, unos más dichosos que otros, pero que al final hablan y tienen rasgos en común con sus creadores. El cine es parte de los huesos del que lo hace. Este es el pensamiento de Almodóvar en Dolor y gloria (2019), una carta de amor para todo artista.
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Antonio Banderas como Salvador Mallo en Dolor y gloria (2019). El uso del rojo como símbolo de la pasión de la vida.
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programapilototv · 2 years
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Crítica 'Rosalina': si Romeo te hace ghosting...Thank you, next
Crítica ‘Rosalina’: si Romeo te hace ghosting…Thank you, next
Rosalina es más que un nombre mencionado de pasada por Romeo de pasada al comienzo de la tragedia amorosa más grande de todos los tiempos. La ex del galán con menos luces de la literatura universal, reclama aquí que ella es más que una nota a pie de página. La producción le da la vuelta a la historia y convierte al personaje en los márgenes en el verdadero protagonista. Y lo hace recuperando el…
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thinkwinwincom · 2 years
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"Dr. G" le muestra al "hombre liberal" un espejo, y no es una imagen reconfortante
“Dr. G” le muestra al “hombre liberal” un espejo, y no es una imagen reconfortante
de Anubhuti Kashyap medico g abre un kabir singh broma. Uday (Ayushmann Khurrana) le dice a su amigo Chaddi (Abhay Mishra) que es un hombre liberal, un hombre sencillo, que no es posesivo como el personaje de Shahid Kapoor. No le importa que su novia pase mucho tiempo con su amigo. A medida que su monólogo se intensifica, el comienzo se desarrolla como una doble broma: que Uday es cualquier cosa…
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mxwin · 3 months
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midiariodecine · 2 years
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El Misterio de Soho (2021)
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Título Original: Last Night in Soho
Dirección: Edgar Wright
Guion: Edgar Wright, Krysty Wilson-Cairns
Fotografía: Chung Chung-hoon
Música: Steven Price
Montaje: Paul Machliss
Productora: Focus Features International, Film4, Perfect World Pictures
Año: 2021
Elenco: Thomasin McKenzie, Diana Rigg, Anya Taylor-Joy, Matt Smith, Michael Ajao.
País: Reino Unido
El aclamado director Edgar Wright, mejor conocido por obras de humor negro como la Trilogía del Cornetto y su excelente manejo de la acción como en Baby: El Aprendíz del Crimen (2017), nos trae ahora El Misterio de Soho (2021) con la que emprende un acercamiento hacia el thriller psicológico con fuertes influencias del terror. 
La película nos presenta a Eloise, una aspirante a diseñadora de modas obsesionada con los años sesenta que es aceptada en una prestigiosa academia en Londres. Allí sus noches se vuelven más emocionantes cuando viaja en sueños a su época favorita bajo la apariencia de una aspirante a cantante llamada Sandie, pero el glamour no es tan deslumbrante cuando sus sueños poco a poco se van transformando en una oscura realidad.
La dirección es uno de los puntos fuertes. Wright demuestra su experiencia en las intrincadas interacciones entre Eloise (Thomasin McKenzie) y Sandie (Anya Taylor-Joy), cada escena de viaje en el tiempo posee un ritmo dinámico con excelentes coreografías (de baile y de persecuciones) que impulsan o crean el drama. 
A lo largo de la película hay un uso dramático de la iluminación, con colores fríos y luces difusas para la tímida Eloise mientras que con Sandie hay más reflectores, colores y brillos, que la tiñen de un cálido amarillo al inicio, para pasar al turbulento morado y culminar con un rojo extremo.
La idea de la historia es buena. En especial, porque reta la tendencia romántica de la nostalgia con un problema muy real y todavía muy vigente, lo que le da un aire original ya que de ahí viene el terror en la película. Pero por momentos me da la impresión de que las dos visiones de los escritores no se compaginan del todo. Al comienzo se establece la vulnerabilidad de manera brillante en la escena del taxi, mientras que al final se enfoca en los monstruos que, en lugar de ser una metáfora de refuerzo resulta un poco superfluo y literal.
Adicionalmente presenta algunos hilos argumentales escuetos, como la alusión a la frágil salud mental de Eloise. Esto junto con una cierta colección de clichés (jumpscares, espíritus acosadores, persecuciones, insomnio, por momentos el uso de la música y el color) pueden causar cierta decepción en los espectadores. Por otra parte, a pesar de contar con un buen manejo de los efectos prácticos, la parte sobrenatural de la historia demanda el uso de efectos especiales, los cuales dejan un poco que desear. 
Este desbalance en los tonos confunden por momentos. Sin embargo, la película sale airosa gracias a la calidad de sus elementos que hacen toda la experiencia bastante entretenida. El maravilloso trabajo del elenco, la fotografía, el montaje, la música, la frescura de su historia y el especial cuidado al giro final de la trama hacen de El Misterio de Soho una buena experiencia para disfrutar y entretenerse.
Póster: Impawards
Ficha técnica: Imdb
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enalfersa · 1 year
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100 clásicos del cine del siglo XX
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canalfreak · 2 days
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[Reseña] El Planeta de los Simios: Nuevo Reino
Nombre: El Planeta de los Simios: Nuevo Reino / Kingdom of the Planet of the Alpes Director: Wes Ball Elenco: Owen Teague, Freya Allan, Lydia Peckham, Kevin Durand, Peter Macon, Travis Jeffery y William H. Macy. Duración: 2 horas 25 minutos. SINOPSIS El director Wes Ball le da nueva vida a la épica franquicia global situada varias generaciones en el futuro tras el reinado de César, en el que los…
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mllanes2018 · 1 month
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bocadosdefilosofia · 2 months
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«Se puede siempre captar de inmediato en una película cómo terminará, quién será recompensado, castigado u olvidado; y, desde luego, en la música ligera el oído ya preparado puede adivinar, desde los primeros compases del motivo, la continuación de éste y sentirse feliz cuando sucede así efectivamente. El número medio de palabras de una historia corta es intocable. Incluso los gags, los efectos y los chistes están calculados como armazón en que se insertan. Son administrados por expertos especiales y su escasa variedad se deja distribuir, en lo esencial, en el despacho. La industria cultural se ha desarrollado con el primado del efecto, del logro tangible, del detalle técnico sobre la obra, que una vez era la portadora de la idea y fue liquidada con ésta.»
Max Horkheimer y Theodor W. Adorno: Dialéctica de la Ilustración. Editorial Trotta, pág. 170. Madrid, 1998.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
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sem-piterno · 4 months
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"Observen, en Kapo, el plano en que Riva se suicida arrojándose sobre los alambres de púa electrificados: el hombre que en ese momento decide hacer un travelling hacia adelante para encuadrar el cadáver en contrapicado, teniendo el cuidado de inscribir exactamente la mano levantada en un ángulo del encuadre final, ese hombre merece el más profundo desprecio"
Crítica de Jacques Rivette en junio de 1961 en Cahiers du cinéma. Era el número 120 y el artículo se llamaba "De la abyección".
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ninfamusa · 6 months
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"Our Flag Means Death" es una serie que, de alguna manera, desafía las expectativas y se adentra en un territorio único. Esta creación de Taika Waititi aborda la historia de piratas desde una perspectiva fresca y humorística, desafiando las narrativas coloniales y expandiendo nuestras mentes a nuevas formas de contar historias.
En un mundo donde la ficción histórica ha tendido a glorificar los actos de conquistadores y navegantes coloniales, "Our Flag Means Death" da un giro radical. La serie sigue a Stede Bonnet, un aristócrata que abandona su vida de comodidades para unirse a un grupo de piratas. La trama y el tono de la serie exploran la desmitificación de la figura del pirata, subvirtiendo los tropos clásicos y desafiando la idealización de la historia colonial.
La serie nos invita a reírnos de las convenciones y los clichés de la época, al tiempo que cuestiona la narrativa colonial que a menudo se ha perpetuado en la ficción histórica. La idea de "descolonizar" la ficción toma forma a través de la lente de Waititi, quien ha demostrado ser un maestro en la creación de obras que desafían las normas y abren nuevos horizontes narrativos.
"Our Flag Means Death" es un recordatorio de que la ficción tiene el poder de descolonizar la historia y desafiar las narrativas tradicionales. Al hacerlo, nos permite cuestionar las perspectivas previas y celebrar la diversidad de voces en la narración de historias. La serie nos muestra que la comedia, la irreverencia y la imaginación pueden ser herramientas poderosas para desafiar las nociones preestablecidas y explorar nuevas formas de representar el pasado.
Espero que disfrutes de "Our Flag Means Death" y aprecies la forma en que Taika Waititi continúa desafiando las normas y descolonizando la ficción en el mundo del entretenimiento. ¡Zarpar hacia lo desconocido nunca ha sido tan divertido! 🏴‍☠️🌊✨ #OurFlagMeansDeath #TaikaWaititi #DescolonizandoLaFicción #NarrativaRadical
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emilygraterol · 6 months
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Reseña: Las noches blancas (1957) Luchino Visconti
ACLARATORIA: Esta reseña está basada únicamente en la película y no tiene ninguna intención de compararla con el libro de Fiódor Dostoyevski.
Es natural que el hombre se aferre a algo, comúnmente a algo imposible ya que supone un reto para sí mismo. Los seres humanos estamos repletos de ilusiones y el aferrarnos a cosas nos mantiene vivos, conectados, con la esperanza de que eso que sujetamos desde adentro nos haga sentir felices en algún momento. Y bajo este simple (y a la vez complejo) argumento Visconti nos sumerge en el universo de Mario interpretado por Marcello Mastroianni, una leyenda del cine italiano.
La escenografía llena de calles vacías y sucias, edificios al borde del colapso y puentes simbolizan la miseria del alma humana. La soledad incipiente, los malos hábitos, las relaciones quebradas y los vínculos que constantemente establecemos con otros. Así está Mario, sumergido en la miseria mientras intenta conectar con alguien y llenar así su vacío. En el interín conocerá a Natalia que, para su desgracia lo conducirá un estado peor que en el que se encuentra; hecho que se simboliza a través de la nevada al final de la película, porque ahora el corazón del hombre se ha vuelto frío después de ilusionarse en vano.
La fotografía es limpia y conecta con el melodrama. La iluminación conduce al espectador a sumergirse exactamente en una Noche Blanca debido a los faroles de la ciudad y el contraste que el negro del cielo hace con los edificios blancos. El director italiano ha construido un universo donde todo conecta con la psique de los personajes y el sentimiento de soledad que transmiten.
Al principio la película puede ser tediosa ya que transcurre lentamente, pero a partir de la mitad del segundo acto entramos en un frenesí que no queremos que acabe. Visconti sabe tratar a través de la imagen los sentimientos de los personajes y jugar con ellos para engañar al espectador. Los primeros planos en la escena del baile simulan una conexión verdadera e íntima entre Mario y Natalia, creemos que finalmente ella le corresponderá y le besará, pero luego segundos más tarde nos enteramos que ella fingía. Sin embargo, es la fotografía final que nos deja sin aliento tal como se encuentra Mario. La inclusión de los tres personajes en el cuadro mientras presenciamos la ruptura de la doble ilusión (la de Mario y la de nosotros como espectadores) es la que nos conecta directamente con el personaje principal, no podemos evitar sentirnos conmovidos por lo que está sintiendo él, siendo nosotros testigos y casi que consentidores del hecho.
Todo lo que hemos mencionado anteriormente se debe a una cosa y es a la maestría del guión. Los diálogos profundos y las acciones se unen para regalarnos una de las películas más tristes de toda la historia del cine, y por ello quiero finalizar con un comentario:
Somos vulnerables cuando amamos, cuando entregamos todo de nosotros y no recibimos nada a cambio. ¿Podríamos decir que Mario tiene un problema de amor propio? Probablemente, pero Natalia también lo tiene. Ambos se ilusionaron, ella con el inquilino y él con ella. Ambos dieron demasiado de sí mismos que se olvidaron de amarse y de respetarse. Las noches blancas (1957) es un juego de dejar y quedarse, amar y odiar, recordar y olvidar, y eso es precisamente lo que la hace una obra maestra porque expresa con claridad lo difícil que es para los seres humanos desprenderse de algo a lo que están aferrados. Es el sufrimiento la única vía para que dejemos ir eso que nos lastima. El caso principal es el amor hacia una persona que no nos corresponde, pero en la vida hay miles de cosas que funcionan de la misma manera.
Al final lo que quedan son las mascotas que, a diferencia de los hombres no tienen la capacidad de enamorarse tan profundamente.
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Un instante que debería ser eterno. En el fotograma: Mario (Marcello Mastroianni) y Natalia (Maria Schell).
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thinkwinwincom · 2 years
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"Tár", reseña: ideas regresivas que coinciden con la estética regresiva
“Tár”, reseña: ideas regresivas que coinciden con la estética regresiva
El director James Levine fue despedido de la Ópera Metropolitana en 2018 luego de acusaciones de que abusó sexualmente de cuatro hombres, sus estudiantes, tres de ellos cuando eran adolescentes. El director Charles Dutoit renunció a su cargo en la Orquesta Filarmónica Real de Londres ese mismo año después de ser acusado de agresión sexual por varias mujeres. (Ambos hombres han negado las…
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cinedominicano · 9 months
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Descubre el Fascinante Mundo del Cine en Marc Te Recomienda
¡Hola a todos los amantes del buen cine! Soy Marc Mejía, y me emociona compartir con ustedes este emocionante viaje a través de la historia y la magia del cine. Como historiador de cine, quiero llevarlos de la mano en un recorrido fascinante por el séptimo arte. En resumen, el cine es una de las formas más apasionantes de arte, donde las imágenes en movimiento nos sumergen en un mundo de…
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nuriaverde · 10 months
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"Oppenheimer": tremenda desilusión desde el punto de vista del guion
Un película-timo como una catedral. Se me ha caído una venda con Carlos Boyero. Leí su crítica sobre la película “Oppenheimer” de Cristopher Nolan, Carlos la ponía muy bien, me generó felices expectativas, y convencí a mi madre de 80 años y a mi hijo de doce para ir a ver el film a los cines Vialia de Málaga, en la estación María Zambrano de Málaga, un 31 de julio, en plena operación salida del…
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flash56-chase05 · 10 months
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Oppenheimer es un peliculón.
Pero no es una maravilla, sino un horror. Y es tan buena precisamente por esto. Es la biografía del padre de la bomba atómica, de uno de los mayores horrores que haya creado el hombre, explorando su lado más humano, científico, militar y político, aunque remarco sobre todo el primer aspecto.
Yo no he estudiado física, no al menos con gran profundidad, pero, para llegar al nivel molecular de mi carrera se me han dado pinceladas de la física mecánica y la cuántica, además de los científicos más importantes.
Pese a no tener un gran conocimiento —sobre todo en la física nuclear, puesto que estaba más dedicada a los diversos contrastes que se utilizan en pruebas diagnósticas como el PET—, me he encontrado reconociendo variables cuánticas y ecuaciones en las pizarras que salían de fondo, los distintos científicos debido a su gran caracterización y esa «locura» que se ve en su juventud, tan propia de los que descubrían la física cuántica y se veían obligados a tirar el mundo conocido por la borda para aceptar ese nuevo nivel.
De esta película no se pueden hacer spoilers como tal, porque todo el mundo, incluso la persona más alejada de la Historia, sabe lo que pasó. Sabe qué crearon los científicos que estuvieron en Los Álamos durante ese proyecto de tres años y qué consecuencias tuvo.
Y, de hecho, eso es lo mejor que tiene. Cuando anunciaron que iban a hacer la prueba de la bomba para tenerla preparada para Postdam se me puso la piel de gallina. El director juega muy bien con todo el tiempo de preparación, creando una tensión hasta que por fin se puede ver la bomba en todo su esplendor.
Todos celebran. Oppenheimer también.
Pero se le nota que lo sabe. Sabe lo que ha creado.
Y más después del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki.
He escuchado a gente decir que se deberían haber incluido las escenas de cómo el avión soltaba la bomba sobre Japón, pero no puedo estar más en desacuerdo. Hemos visto lo que observó Oppie cuando se probó por primera vez; sabemos la manera en la que aquello lo atormenta sin siquiera haber estado allí. Se siente con las manos manchadas de sangre.
A pesar de que él mismo dice que no tiene potestad para elegir cómo va a ser utilizada su creación.
Sin embargo, sí se cree capaz de evitar que se creen más horrores utilizando la ciencia para la guerra; algo que, aunque inevitable a lo largo de la Historia, es una perversión del propio actuar del científico.
He leído también que Oppenheimer está compuesta por tres películas —y es cierto—, pero que, entre ellas, hay una fallida. Y me parece un error expresarlo de una forma.
Porque la película necesita de las tres para que el espectador llegue a conocer a la figura. Porque no puedes ir esperando ver una película de la bomba atómica cuando vas a conocer la vida de J. Robert Oppenheimer.
Y a mí no se me hizo pesada ninguna parte. Es más, no noté las tres horas como si lo hice en Avatar 2, en la que miraba constantemente el reloj buscando el momento de salir del cine.
Pero lo entiendo. Yo cada vez encuentro que me gustan menos las historias predominantes en acción, por lo que esta película es perfecta para mí.
Por eso los veinte minutos finales no me resultan pesados, sino tal vez una de las mejores partes de la película, y de las más frenéticas.
Y, bueno, ¿qué decir de los actores? Cillian Murphy es brillante en su interpretación, con una completa dedicación. Un completo placer mirarle a la cara; a los ojos, mientras refleja cada una de las emociones de esta figura tan enigmática incluso para grandes estudiosos.
Robert Downey Jr. es tan maravilloso como Strauss que en primera instancia ni siquiera pude reconocerlo.
Y podría continuar, pero creo que ya he dado la plasta suficiente.
(Dadle a la actriz que hace de Kitty un premio, por favor. Se lo merece).
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