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#hidratado
cedesgroup · 1 year
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Mantente Bien Hidratado
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agroemdia · 2 years
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Demanda por etanol hidratado aquece, aponta Cepea
Dados do Cepea mostram que o total comercializado de etanol hidratado no mercado à vista (spot) do estado de São Paulo na semana passada esteve quase quatro vezes maior que o do período anterior
Arte Embrapa A proximidade do recesso de carnaval aqueceu o mercado paulista de etanol hidratado na semana passada.  Segundo pesquisadores do Cepea, alguns compradores atuaram de forma mais ativa, sobretudo no meio da semana, com aumento também no volume negociado. Na sexta-feira (10), contudo, o ritmo de comercialização já estava bem menor.  Dados do Cepea mostram que o total comercializado de…
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isaac1oficiall · 2 years
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Loiraçooo denovo 🫶🏻 . . #bride #beleza #model #blonde #de #decor #dedication #bride #beleza #model #blonde #de #decor #dedication #lisos #lisas #lisosaudavel #botoxcapilar #tratamentocapilar #reconstrucaocapilar #cabelosaudaveis #hidratado (em Residencial Dom Felipe) https://www.instagram.com/p/CjIimoirwDA/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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lirietmoria · 1 year
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Hi daddy
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latinotiktok · 2 years
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Señore latinotiktok, como va el mcdonald's?
Y porfa recuerden hidratarse que no me imagino el calor que debe hacer allá
Le pusieron vallas y mucha seguridad 😭😭 esta preparado para una epidemia zombie básicamente y se volvió intocable
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180483-blog · 1 year
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bodyboxspain · 2 months
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¡NUEVO! 🌊 Deep Sea Hydration de John Frieda ¡El acondicionador que necesitas para lucir pelazo este verano!
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tataamaraloficial · 8 months
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Como Proteger o Cabelo no Verão 2024: Dicas para Manter seus Fios Saudáveis!
O verão está chegando e, com ele, a promessa de dias ensolarados e divertidos na praia, piscina e ao ar livre. No entanto, como proteger o cabelo no verão 2024, do sol escaldante e outros elementos podem causar danos severos ao seu precioso cabelo??? Neste artigo, vamos explorar estratégias eficazes para proteger seus fios durante o verão de 2024, mantendo-os saudáveis e radiantes. Vamos…
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delgadomkt · 1 year
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Preços do etanol hidratado atingem o menor valor desde 2022
O mercado do etanol hidratado enfrenta uma significativa queda de preços, alcançando um patamar que não era observado desde setembro de 2022 Durante a primeira semana de julho, os indicadores apontaram uma baixa expressiva de 11,65%, refletindo a demanda desaquecida e a persistência de estoques anteriores. Mesmo com a vantagem de preços em relação aos combustíveis fósseis, o biocombustível não…
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agroemdia · 2 years
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Início de fevereiro tem alta no preço do etanol, aponta indicador Cepea/Esalq
Entre 30 de janeiro e 3 de fevereiro, o Indicador Cepea/Esalq semanal do etanol hidratado, no segmento produtor do estado de São Paulo, fechou a R$ 2,7071/litro (líquido de ICMS e PIS/Cofins – alíquota zerada), avanço de 0,64% frente ao do período anterior
Divulgação/Embrapa O primeiro mês da entressafra 2022/23 fechou com os preços do etanol anidro e hidratado em queda no mercado paulista.  Assim, o recuo dos Indicadores Cepea/Esalq mensais do etanol no estado de São Paulo se intensificou na parcial da safra 2022/23 (de abril/22 a jan/23), ficando na casa dos 15% frente ao mesmo período da temporada passada para ambos os combustíveis.  Já em…
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CÓMO PERDER PESO RÁPIDAMENTE: 6 CONSEJOS FÁCILES PARA MUJERES
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CÓMO PERDER PESO RÁPIDAMENTE: 6 CONSEJOS FÁCILES PARA MUJERES
Con algunos cambios simples en tu dieta y rutina de ejercicios, puedes perder algunos kilos con éxito en tan solo unas semanas. En este blog te muestro 6 consejos que debes tomar en cuenta si deseas perder peso rápidamente, sin entrenamientos largos.
Come alimentos que aceleren tu metabolismo
Mantente hidratado durante tu entrenamiento
Añade entrenamientos de fuerza
Añade cardio a tu rutina de ejercicios
Deshazte de los carbohidratos refinados y come más verduras
Duerme más.
8 maneras para perder peso fácilmente.
Todos hemos estado allí, has decidido que quieres perder peso rápidamente. Tal vez sea debido a un gran evento que se avecina, unas vacaciones planificadas o simplemente para perder peso después de un embarazo, cualquiera que sea la razón, puede ser abrumador tratar de averiguar por dónde comenzar.
Con algunos cambios simples en tu dieta y rutina de ejercicios, puedes perder algunos kilos con éxito en unas semanas. Así que aquí hay 6 maneras fáciles de perder peso rápidamente para las mujeres que aumentarán su potencial de quema de grasa y le ayudarán a perder el exceso de kilos. 
Come alimentos que aceleren tu metabolismo
La pérdida de peso se trata tanto de lo que comes como de la cantidad de ejercicio que haces. Por lo tanto, asegúrate de comer los tipos de alimentos adecuados para aumentar tu metabolismo y ayudar a tu cuerpo a quemar más grasa a lo largo del día. 
Esos alimentos crearán un efecto termogénico en tu cuerpo y te ayudarán a perder el peso extra. Los alimentos como el té verde, las claras de huevo, la carne magra, los chiles, los granos integrales, el pomelo, el limón, la cúrcuma, el aceite de coco y el salmón deben formar parte de tu dieta regular. Recuerda, para perder peso necesitas estar en un déficit calórico, es decir, tienes que gastar más calorías de las que consumes durante el día
Mantente hidratada durante su entrenamiento
Es importante que te mantengas hidratada durante todo el entrenamiento, no solo al final. Beber agua durante todo el entrenamiento puede ayudarte a mantener la intensidad de tu entrenamiento y maximizar tu quema de calorías Esto se debe a que el agua contiene oxígeno, y tu cuerpo necesita todo el oxígeno que pueda obtener mientras trabajas duro. 
Añade entrenamientos de fuerza
Levantar pesas no solo te ayuda a desarrollar músculo, sino que también ayuda a que tu cuerpo queme más calorías en el gimnasio. ¿Y a quién no le encanta el aspecto tonificado que se obtiene al levantar pesas?
Añade cardio a tu rutina de ejercicios
El simple hecho de hacer ejercicio con pesas o hacer cuclillas son excelentes maneras de tonificar tu cuerpo, pero también debes asegurarte de que estás calentando tu cuerpo para quemar aún más calorías. Prueba una rutina de cardio que aumente tu ritmo cardíaco y desarrolle músculos al mismo tiempo, como los entrenamientos de Zumba, caminar en la cinta a paso rápido o hacer 30 minutos de bici después del entrenamiento de fuerza.
Para aumentar aún más tu quema de calorías, intenta incorporar el entrenamiento a intervalos. El entrenamiento a intervalos implica alternar ráfagas cortas de cardio con actividades más lentas, como levantar pesas.
Deshazte de los carbohidratos refinados y come más verduras
Carbohidratos simples, como la bollería, la pasta, las bebidas azucaradas, pueden sabotear rápidamente tus objetivos de pérdida de peso simplemente porque se digieren rápidamente. Esto hace que tengas más hambre y más probabilidades de comer en exceso. 
Así que intenta reemplazar estos carbohidratos simples por verduras, harinas integrales, frutas y Patatas. ¡Los reemplazos simples pueden marcar la diferencia! Las verduras te ayudarán a sentirte más llena a medida que se digieren más lentamente.
Duerme más
¿Quién no quiere dormir más? Incluso una media hora adicional puede ser suficiente para ayudarte a elegir mejores alimentos y darte más energía para ir al gimnasio. Dormir bien de 7 a 8 horas por la noche también puede ayudar a aumentar tu metabolismo porque tu cuerpo desarrolla músculos mientras duermes.
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praticantedeanaa · 8 months
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Dica para fazer NF's longos:
1. Beber muita água: É altamente recomendado ingerir de 2 a 3 litros por dia. Quando sentir fome, beba água.
2. Mastigar e cuspir: Se sentir que a compulsão está chegando, vá ao banheiro, mastigue o que deseja e cuspa. Isso não interrompe o NF.
3. Regra 2+4+2+4:
Ao alcançar 24 horas, acrescente mais 2 horas (= 26 horas) e termine o NF;
Ao alcançar 26 horas, acrescente mais 4 horas (=30 horas) e termine o NF;
Ao alcançar 30 horas, acrescente mais 2 horas (=32 horas) e termine o NF;
Aumentando gradualmente.
4. Sem exercícios: Se pretende fazer um NF por mais de 3 dias até 1 semana, é aconselhável ficar de repouso, pois NF não é ideal para exercícios intensos, podendo impactar negativamente no desempenho.
Seguir essas etapas é fundamental para alcançar seus objetivos. Repetindo a regra 2+4+2+4, foi esse método que me ajudou a aumentar as horas, e de horas foram dias. Além disso, é crucial ter autocontrole, manter-se hidratado e evitar exercícios intensos.
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froghazz · 1 year
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Má petite chienne
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Avisos: Praise Kink, dinâmica papai/filhote, pouquíssima degradação, muita dominação/submissão, manipulação e MUITA possessividade.
Onde Harry é uma garota desesperada por um papai rico e Louis se torna o papai obcecado por sua garotinha.
A três meses atrás Harry decidiu finalmente realizar seu maior desejo sombrio. A garotinha acabara de fazer seus dezoito anos e, desde que sua puberdade finalmente a atingiu, desenvolveu um fascínio pela dinâmica papai-filhote. Ela havia procurado namoradinhos que pudessem suprir essa sua necessidade, entretanto, mesmo quando conseguia era sem graça. Não porque ela não gostasse do que estavam fazendo e sim porque sabia que não era a mesma coisa que sonhava. Ela queria um papai mais velho, que comprasse jóias e roupas de marca, que a levasse em restaurantes, hotéis de luxo e principalmente: a mimasse como se ela fosse uma princesinha. Queria flores e bombons, apanhar e ser recompensada.  
Garotos da sua idade jamais poderiam lhe dar isso.
Perdida em páginas aleatórias da internet que falavam sobre BDSM e suas práticas, achou um site que fez seus olhinhos verdes brilharem. Le Rêve, exclusivo para sugar babies. Não era exatamente o que queria, normalmente sugar daddies apenas ajudavam monetariamente, pouquíssimos tinham realmente interesse em uma relação mais profunda. - Pelo menos se eu me inscrever, terei metade do que sempre quis. – Harry pensou, deitada bruços na cama balançando os pés cobertos pela meia de ursinhos.
Ela suspirou, abrindo um sorrisinho esperançoso enquanto digitava seus dados e marcava a grande data.
Esse site específico selecionava as garotas e garotos, marcando uma data para que fossem expostos. Eles se arrumariam e ficariam um ao lado do outro, rezando para que os velhos ricos os escolhessem.
Pouco tempo após a inscrição, ela recebeu um e-mail com a data e a hora do encontro, saindo imediatamente para comprar uma roupinha nova para usar no seu grande dia. Escolheu uma blusinha estilo cigana, as manguinhas bufantes em tecido transparente, um decote em formato de coração na frente que deixava seus peitos pequenos mais apetitosos, o tecido branquinho igual sua pele. Escolhendo uma peça que combinasse, pegou uma saia plissada com camadas de tule por baixo, meias branquinhas que iam até as coxas e usou o próprio sapatinho de boneca que já tinha, como este era preto, prendeu seu cabelo com a metade do topo da cabeça amarrada pra trás com um grande laço preto combinando.
Ela logo chegou no local e nervosa girava os anéis que adornavam seu dedos, a tornando ainda mais bonita e adorável. Uma mulher muito fofa lhe levou até a sala e perguntou se ela gostaria de alguma lingerie para esperar os convidados, mas ela negou imediatamente. O seu futuro papai a escolheria com suas roupinhas fofas e ver a poupinha de seu bumbum já seria o suficiente. Ela estava completamente certa. Os homens começaram a entrar e se sentar nas poltronas dispostas à frente dela e das outras garotas e garotos, os quais a cumprimentavam sorrindo simpáticos. Ficou feliz por não parecer uma grande competição, se sentiu menos nervosa.
Ela voltou sua atenção para a porta, observando cada um dos homens que entravam, alguns que ela fugiria se a quisessem, outros que eram bonitos, outros que pareciam foder mal. Até que viu um que lhe tirou o fôlego, a fazendo umedecer os lábios que já estavam hidratados o suficiente pelo gloss. Ele tinha cabelos castanhos e grisalhos, os olhos mais azuis que ela já havia visto, a boca fina e vermelha adornada pela barba rala. Ele estava com um terno que era tão perfeito para seu corpo – que parecia ser delicioso, inclusive. – que parecia que o próprio George Armani havia o ajustado.
 
O homem se sentou na poltrona enfrente a si, abrindo as pernas e cruzando as mãos acima da pélvis. Ela o acompanhou com o olhar, observando as tatuagens nos dedos e as veias nas mãos, se perguntando se poderia as sentir dentro de sua boceta. As pernas do homem estavam abertas e ela o olhou dos pés a cabeça, parando em seus olhos ardentes. Assim como ela, percebeu que este não desviou os olhos dela também. Sua pele queimava, as mãos que brincavam com os anéis suavam frio e seu coração batia tão forte que era capaz de desconfiar que alguém o ouviria.
 
Ela percebeu que todos os homens já haviam se acomodado quando a voz suave da mulher que a recepcionou soou no ambiente, a tirando do modo hipnotizado que olhava o homem à sua frente, porém, a voz não pôde entrar em seu cérebro de modo que fizesse sentido, sentia-se aprisionada num limbo sem pensamentos, apenas observando o homem pecaminoso e deixando sua mente calada.
 
Ele abriu mais as pernas, olhando em seus olhos e descruzando as mãos, dando tapinhas em sua coxa grossa marcada no terno preto. Submissa de um modo que nunca havia sido, seus pés funcionaram e ela se apressou em parar em sua frente, inclinando a cabeça para o lado e o vendo assentir. Assim que seu queixo definido terminou de apontar a ordem, ela se pôs sentada apenas na coxa que ele havia batido.
 
- Senhor Tomlinson, eu nem a apresentei. – A mulher disse, um tom confuso.
 
- Je le paie. Elle est à moi. Ma douce petite fille. – sua voz enviou vibrações até o estômago de Harry, que sorriu encantada sem ao menos saber o que ele havia dito.
(Eu pago por ela. Ela é minha. Minha pequena e doce garotinha.)
 
- Espero que me ensine francês. – Harry arriscou sussurrar, tirando um sorriso do homem, os dentes brancos e tortinhos, as ruguinhas envolta de seus olhos. Ele lhe tirou de órbita.
 
- Ensinarei. – Ele segurou em sua mão, levando até sua boca e beijando seus dedos, provavelmente sentindo o metal quente dos anéis ali dispostos. – Je prendrai soin de toi comme une belle fille, je garderai l’éclat de tes yeux verts et ta dépendance envers moi. – Ele sorriu ladino. – Posso te levar para jantar agora... – o silêncio se fez a fazendo rapidamente dizer seu nome. – Harry.
(Vou cuidar de você como uma linda menina, vou manter o brilho dos seus olhos verdes e a sua dependência de mim.)
 
Harry quase gemeu ao ouvi-lo falar em francês consigo, poder exalando de seus lábios a cada palavra proferida, estas que ela não entendeu sequer uma vírgula. – Por favor. – Assentiu devagar, seu tom de voz entregando o quão afetada estava pelo outro. – Senhor Tomlinson.
 
- Papa Louis, ma petite. – Ele deu dois toques leves em seu joelho e ela prontamente se levantou, indo para a direção que a mão firme em sua cintura indicava.
(Papai Louis, minha pequena.)
📖
 
- Onde você está, Harry? – Louis segurava firme o celular encostado em sua orelha, observando Harry falando consigo ao telefone do outro lado da praça de alimentação, um garoto abraçando ela por trás.
 
- Vim fazer compras, papai. – Sua voz soou calma. – Está tudo bem?
 
- Está sozinha? – Louis perguntou estralando o pescoço, sua respiração desregulada.
 
- Hm, estou. – Ela mentiu e o rosto de Louis esquentou.
 
- Tudo bem, estou no shopping. Quero que me encontre na Gucci o mais rápido possível. – Mandou. – Até já, ma poupée. – Ele desligou, vendo ela olhar pra tela do telefone confusa e se virar para o garoto, selando seus lábios e provavelmente dizendo a ele que precisaria encontrar seu pai, obviamente não Louis e sim seu pai de verdade, que inclusive o amava e acreditava que ele e Harry tinham um relacionamento.
(Minha boneca)
Louis nunca havia se sentido assim, provavelmente porque nunca havia visto Harry com outra pessoa. Eles nunca tiveram uma relação amorosa, se cumprimentavam com um selinho carinhoso mas nunca avançaram mais que isso, o motivo era: Louis nunca quis que Harry sentisse que era obrigada a transar consigo pra pagar os presentes que recebia. Ele a tratava como uma verdadeira princesinha, nunca lhe negando nada que ela pedia, sua felicidade era gratificante o suficiente para ele. Não podia negar o quão louco por Harry ele era, muito menos que passava noites inteiras observando a garota ressonar baixinho em seu peito.
 
Mas agora, a vendo com outro homem... Ela era sua. Somente sua. Sua para tocar, sentir, mimar, quebrar e remontar. Louis iria mostrar para Harry o quão dele ela era.
 
📖
 
- Oi, ma poupée. – Louis cumprimentou Harry assim que ela parou em frente à si. Ele levou seus dedos até o queixo da menina, beijando seus lábios suavemente, como de costume. – Já pensou no que vai querer ganhar hoje?
(Oi, minha boneca.)
- Oi, papai. – ela sorriu grande, abraçando seu tronco. – Hm, eu estava de olho em um mocassim aqui da Gucci, mas também queria uma saia que vi na Versace, uma blusinha da Louis Vuitton... – ela enumerava ainda agarrada à ele, que a ouvia com completa paciência.
 
- Tudo bem, princesa, iremos comprar tudo que você quiser hoje. – Louis sorriu, fazendo carinho em sua cintura pequena.
 
- É sério? Tudinho? – Harry sorriu empolgada, completamente esperançosa. – Porque, papai? Algo especial?
 
- Você é especial, ma petite poupée. – ele acariciou seu rosto, observando os olhos verdes brilhando. – Tem sido tão boa pra mim, meu amor. Sempre tem tempo pro papai, não importa quando eu queira ver você, sempre correndo até mim o mais rápido possível, sempre vestida de maneira impecável, encantando todos que te vêem do meu lado. Você precisa ser recompensada, você não acha? – Ele sorriu carinhoso, sabendo que suas palavras eram verdadeiras apesar de isso não significar que estava feliz com as atitudes de Harry no momento. – Vamos, irei te esperar no mesmo lugar de sempre. – ele beijou a bochecha rosada da menina, segurando em sua mão e entrando na loja.
 
Eles sempre faziam isso, então logo Harry foi disparada atrás da vendedora que se tornara sua preferida e Louis foi até os sofás de frente com os trocadores, esperando Harry vir até ele.
 
Meia hora se passou até que Harry voltou saltitando até si, abraçando uma bolsa rosa da nova coleção.
 
- Papai! – ela sorriu, se sentando em sua coxa. – Posso levar essa? É tão linda! Vai combinar com os sapatos que você me deu na semana passada. – Ela estendeu a bolsa para Louis, que a pegou, analisando a peça.
 
- Ela é linda, meu bem. Combina com você, acho que ela ficaria linda preta também, daria pra você usar com o vestido vermelho que compramos esses dias. – ele sorriu.
 
- Mas eu queria a rosa, papai. – ela sussurrou, olhando a bolsa com um bico nos lábios.
 
- Leve as duas, minha princesa. – ele fez carinho na coxa desnuda da menina, sentindo-a ficar nervosa de repente.
 
- Posso mesmo? – perguntou mexendo a perna, aproveitando o carinho que recebia, apesar de não entender muito bem porque Louis o fazia.
 
- Pode mesmo. – Louis assentiu. – Mas só se der um beijo no papai antes. – ele barganhou, ganhando um sorriso grande dela antes de suas mãos segurarem em suas bochechas, selando seus lábios várias vezes.
 
- Obrigada, papai. – ela jogou seus braços em seus ombros, o abraçando.
 
- De nada, ma poupée. Mas hoje iremos fazer algo especial, sim? Quero que experimente as roupas pra mim em casa, tudo bem?
 
- Como em um desfile? – ela perguntou, enrolando os cabelos da nuca dele em seus dedos.
 
- Exatamente. – ele assentiu e ela concordou, se levantando do colo dele com mais um beijo e o puxando pra ir ao caixa pagar as coisas que escolheu.
 
📖
 
- Está tão linda que todas as almas do inferno parariam de sentir dor apenas pra te olhar. – Louis elogiou. Ele estava sentado na cama, olhando Harry pelo reflexo do espelho grande que ia do teto ao chão. – Venha aqui. – a chamou, esperando que ela se acomodasse em seu colo. – Qual foi sua roupa favorita, má poupée? – ele ajeitou a barra da blusinha que ela usava.
 
- O conjunto da Burberry. A saia com a camisa polo. – Respondeu com um sorriso grande.
 
- Vista ele de novo. – Louis mandou, colocando um cachinho dela atrás da orelha.
 
- Tudo bem. – Ela confirmou franzindo o nariz, sem entender o quão atípico tudo estava sendo. Sentiu dois toques no seu joelho, sabendo que deveria se levantar e obedecer. Ela foi até a poltrona e pegou o conjunto que mencionou, agarrando em frente ao peito e indo em direção ao banheiro.
 
- Não. – Louis interviu, a vendo travar e se virar para si. – Aqui. Quero que se troque aqui, pra mim. – Ele avisou.
 
Harry abriu a boca mas nada saiu, seu cérebro congelou e de repente ela se sentiu quente. No começo, Harry achou que Louis iria querer transar com ela, as semanas foram se passando e por mais que ela soubesse que ele ficava duro quando ela se movia demais em seu colo ou quando dava beijos mascarados de inocência em seu pescoço, ela nunca teve coragem de pedir. De alguma forma, tinha medo de ser rejeitada por ele, já que até o sotaque de Louis enuviava seus pensamentos e sua mão descia até a boceta molhada toda noite que dormia sozinha pensando nele.
Louis tinha o poder de a fazer molhar somente com os apelidos fofos saindo num francês arrastado, exatamente como estava acontecendo agora. O interior de suas coxas estava fervendo em excitação e ela apenas rezava para que Louis avançasse mais e mais até que ela estivesse gritando seu nome.
 
Louis analisou a expressão confusa de sua menina, esperando pacientemente que ela se movesse. Ela retornou até em frente ao espelho, se virando de costas para Louis e abrindo o zíper lateral da calça que usava. Olhava fixamente o semblante de Louis pelo reflexo do espelho, seus olhares se encontrando ali. Ela abaixou a calça com cuidado, arrepiando dos pés à cabeça ao notar que Louis olhava sua bunda descaradamente, os punhos cerrados contra o lençol. Deixou a peça no chão e a empurrou com os pés, puxando a blusa por cima de sua cabeça. Ela sabia que Louis estava insano porque não estava usando calcinha, assim como não usava sutiã. Dessa forma, sabia que ele poderia ver cada pedacinho de sua intimidade. Assim que a blusa caiu ao chão, os olhos de Louis subiram até o reflexo e grudaram em seus peitinhos, descendo vagarosamente até sua boceta que já molhava suas coxas.
 
- Papai gosta do meu corpinho? – Ela sussurrou com a respiração desregulada, sem ao menos mover um músculo.
 
- Cada detalhe de você parece desenhado. Cada curva, cala músculo, cada poro. Você é deliciosa, ma petite poupée. – Ele respondeu, a respiração desregulada de Harry a incriminando. – Se vista.
(Minha bonequinha.)
Harry assentiu devagar, as palavras doces e carregadas pelo sotaque obsceno girando em sua mente. Ela pegou a saia minúscula e passou pelo seus pés, sentindo o olhar de Louis queimar sua bunda pequena e redondinha, empinada pra ele pela posição. Subiu a mesma até sua cintura, fechando o zíper em sua coluna com dificuldade. Sem sanidade o suficiente para olhar Louis, apenas agarrou a blusinha e passou pelos braços e cabeça, a ajeitando no corpo e tirando os cabelos longos que ficaram dentro da gola.
 
- Estou pronta, papai. Como você mandou. – Ela avisou, olhando Louis se levantando da cama e indo a passos lentos até ela, parando a milímetros de encostar seu corpo em suas costas. Seus olhares permaneciam grudados pelo reflexo, o silêncio preenchido pelas batidas de seu coração nervoso.
 
- Consegue ver quão linda você é, Harry? – Louis sussurrou em seu ouvido, levando ambas as mãos até sua cintura, puxando-a delicadamente até que desse um pequeno passo para trás e seu pau estivesse dolorosamente em contato com a bunda que lhe tirou o fôlego. Harry não conteve um gemido em aprovação, corando do pescoço as bochechas no mesmo momento em que o soltou pelos lábios maltratados. – Vê como você foi feita pra vestir essas roupas caras? Como seus mamilos durinhos ficam lindos marcando nelas? – Louis subiu ambas as mãos em um toque superficial, dedilhando cada uma das costelas aparentes ao toque até deslizar pelos lados e abaixo dos peitinhos, como se acompanhasse o desenhos deles com suas digitais. – Você é tão bonita, Harry. – Ele a observou gemer pelo reflexo, as sobrancelhas juntas e a respiração pesada, como se lhe faltasse oxigênio. – Totalmente perfeita, como se Deus tivesse esculpido cada um de seus ossos. – ele subiu as mãos até os botões fechados da gola polo, abrindo os três, um por um. – Olhe minhas mãos, má poupée. – mandou, puxando a barra da blusinha pra cima e deixando acima dos peitos, circulando as auréolas com os indicadores,  sentindo o corpo tremendo contra o seu. – Cabem inteiros na palma de minhas mãos. – sussurrou em seu ouvido, apertando ambos com delicadeza, os cobrindo completamente.
(Minha boneca)
- Papai. – ela ofegou, procurando seu olhar.
 
- Sim, ma petite? – ele apertou os mamilos pequenos com o indicador e o dedão, os beliscando e torcendo.
(Minha pequena)
- Me torne sua. – pediu, a vergonha a consumindo quando ele riu abertamente, esfregando o nariz em seu pescoço.
 
- Tu as toujours été, ma princesse, aujourd’hui tu deviendras ma chienne. – ele sorriu, sabendo que a ensinou francês o suficiente para que entendesse sua fala.
(Você sempre foi minha, princesa, hoje você se tornará apenas minha cadela.)
 
- oui, papa, fais de moi ta petite chienne. – Harry disse entre gemidos dóceis, a boceta pingando entre as coxas.
(sim, papai, me faça sua cadelinha.)
 
- Vejo que seu francês está cada vez melhor. Papai morre de orgulho, ma petite chienne. – Louis disse quase conseguindo visualizar o quão afetada Harry ficou por sua declaração, decidindo tornar a vida de sua garotinha cada vez mais deliciosa e fácil, somente para arrancar tudo dela até que não sobre nada além de um corpo delicioso com uma mente devota à si, em cada mísera célula. – Quer deixar seu papai ainda mais orgulhoso? – Ele perguntou a vendo assentir rápido. – Suba sua sainha e mostre sua bocetinha pra mim. – Ele a viu embolar a saia na altura de seu umbigo, afastando as pernas o suficiente para levar a mão direita até a boceta lisinha, afastando os grandes lábios com dificuldade por estarem tão molhados que deslizavam entre seus dedos, deixando que Louis consumisse cada milímetro dela com os olhos através do reflexo. – Papai vai brincar tanto com você, poupée. Sente no meu colo. – mandou, se afastando e sentando na beirada da cama, vendo-a andar com as pernas trêmulas até si. – Uma perna pra cada lado, te quero bem aberta. – Avisou, a vendo gemer e se apressar em passar uma perna pra cada lado de seu quadril, abraçando seu pescoço. – Esfrega sua boceta bonita na minha calça, me mostre que é minha boa menina. – Ele mandou, segurando com carinho nos cabelos de sua nuca e grudando seus lábios, abrindo espaço na boca quente com sua língua, provando seu beijo doce pela primeira vez. Ele apertou sua cintura e a sentiu gemer em seus lábios antes de posicionar a boceta bem em cima do seu pau marcado na calça e começar a rebolar, encharcando o tecido caro com sua lubrificação abundante em necessidade. – Merde, você rebola tão gostoso. – Louis grunhiu, desgrudando seus lábios. – Ma petite chienne tão suja, se esfregando no papai. – ele gemeu, beijando seu pescoço, mordendo a clavícula apenas onde a blusinha não cobria e abocanhando um dos peitos pequenos, sugando o mamilo duro e esfregando sua língua nele, sentindo Harry agarrando seus cabelos e empurrando sua cabeça contra o peito macio, gemendo alto e rebolando rápido.
(Minha boneca | minha cadelinha)
(Merda)
- Papai. – Harry gemeu manhosa, sentindo Louis gemer contra seu peito.
 
- Você é tão fodidamente gostosa. – Louis sussurrou esfregando os lábios contra o mamilo duro.
 
- Obrigada, papai. – a menina agradeceu aérea, olhando Louis puxando seu outro mamilo entre os dentes, as mãos possessivas apertando a carne de sua bunda.
 
- Quero que me peça pra te tocar, princesa. – Louis subiu uma das mãos até o queixo da menina, esfregando o dedão no lábio inferior vermelhinho. – Olhe nos meus olhos e peça, assim como pede uma bolsa cara. – mandou, o olhar desviando da boca até os olhos marejados.
 
- Papai, você pode me tocar? Minha bocetinha está tão molhada por você. – Harry sussurrou envergonhada, sem parar de ondular os quadris nem por um segundo. – Quero tanto sentir sua boca nela.
 
- Bonne fille. – Louis aprovou, segurando firme em suas coxas e se levantando, colocando ela deitada na cama e se encaixando entre suas pernas. – Quer que seu papai cuide de você, amor? Quer gozar na minha boca? – Louis falava devagar, torcendo o mamilo direito entre os dedos e a assistindo ofegar.
(Boa menina.)
 
- Oui papa, quero tanto. – Harry segurou a barra da saia e levantou, a deixando embolada na barriga. – Sempre quis. – ela engoliu em seco, tentando não ficar desesperada em confessar.
(Sim papai)
- É? Deveria ter me pedido. – Louis lambeu o pescoço dela, beijando seus lábios com desejo, mordendo seu queixo e deitando entre as coxas, as abrindo com as mãos firmes, observando a boceta escorrendo lubrificação até o cuzinho apertado. – Papai iria amar ter te usado esse tempo todo pra guardar minha porra. – ele levou os dedos até a boceta, abrindo-a e expondo o clitóris inchado, a ouvindo gemer e rosnando com a visão. – Que boceta linda, má poupée. Tenho certeza que vai encharcar meu pau, esmagando ele até ter cada gota do meu esperma no seu útero. – Ele a ouviu gemer alto e viu agarrar os lençóis, adorando ver a boceta expulsar lubrificação a cada palavra proferida. – Seu cheiro é tão bom, má chienne. – Ele respirou profundamente, lambendo o cuzinho melado e sugando toda lubrificação acumulada ali, sentindo Harry agarrar seu cabelo enquanto gritava seu nome. – Merde, seu gosto consegue ser ainda melhor. – Louis sussurrou hipnotizado, finalmente lambendo do cuzinho até o clitóris, o sugando pra dentro da boca.
(Minha boneca | minha cadela | merda)
 
- Papai, sim! Tão bom. – a menina choramingou, os músculos de sua coxa contraindo e fazendo suas pernas tremerem. Louis apertou os dedos em suas coxas, mantendo as pernas bem abertas enquanto lambia cada gota de sua lubrificação, engolindo e esfregando a língua fervente no clitóris, fazendo a baixo ventre dela queimar e retorcer em pleno prazer.
 
- Você é tão linda entre as pernas quanto em seus olhos. – Louis disse abafado, chupando a boceta de sua garotinha como se estivesse se alimentando após dias de fome.
 
- Papa! – Harry arqueou as costas, segurando nas mãos possessivas dele e as machucando com as unhas compridas e afiadas.
 
- Gosta tanto de ser elogiada, não é? J’aimerais savoir comment ta chatte est la plus jolie que j’aie jamais vue ? Comment ton cul est-il petit et rond d’une manière si délicieuse que je veux em détruire chaque centimètre? Comment ton trou de chatte me donne-t-il envie de t’agrandir jusqu’à ce qu’il ait la forme de ma bite ? – Louis sorriu contra a boceta quando Harry gritou em prazer, balançando a cabeça completamente desesperada.
(Gosta de saber como sua buceta é a mais bonita que eu já vi? Como sua bunda é pequena e redonda de um jeito tão gostoso que dá vontade de destruir cada centímetro dela? Como o buraco da sua boceta me faz querer aumentá-lo até que tenha o formato do meu pau?)
 
- Papa, eu vou gozar. – Harry disse engasgado, revirando os olhos por baixo das pálpebras.
 
- Oh, má petite chienne. – Louis beijou sua virilha, sorrindo satisfeito ao ver o desespero de sua menina. Ele se levantou da cama, a deixando com uma expressão confusa e lágrimas nos olhos verdes arregalados.
(Minha cadelinha)
- Papai, eu preciso que continue. Continue me tocando, por favor. – Harry disse ofegante, os lábios se curvando em um bico devagar ao mesmo tempo que suas lágrimas escorreram até seus ouvidos.
 
- Não chore, má poupée. – Louis sorriu terno, abrindo cada botão de sua camisa com paciência. – Você vai ter meu pau te fazendo chorar logo logo, guarde suas lágrimas pra ele. – Ele jogou a camisa no chão, satisfação preenchendo seu peito ao observar Harry colocar a mão entre as pernas e fecha-las, como se fosse capaz de sentir dor por vê-lo nu. – Gosta do meu corpo, chienne? – Ele segurou um sorriso, abrindo o cinto e o puxando, colocando ao lado de Harry na cama. Abriu sua calça e a empurrou pra fora das coxas juntamente com a cueca preta, deixando o pau dolorosamente duro bater acima de seu umbigo. Viu exatamente o momento em que os olhos de Harry grudaram em seu pau e arregalaram ao perceber o tamanho, a menina gemendo baixo apenas por vê-lo.
(Minha boneca | cadela)
- Papa, você é muito grande. – Ela falou baixinho, como se estivesse assustada. E não era pra menos, o cacete era grande demais, escondendo o umbigo e tão grosso que ela se perguntava se sua mão poderia fechar ao redor. As veias inchadas pulsavam por todo comprimento, a cabeça molhada de pré gozo que escorria até as bolas pesadas.
 
- Está com medo? Papai achou que você era uma boa garotinha. – Provocou, abrindo suas pernas. – Tire a mão. – mandou, a vendo escorregar a mão que segurava a boceta que doía de tesão e pousar em seu estômago.
 
- Vai doer tanto, papai. – Ela confessou, os olhos ainda fixos em seu cacete. – Posso tocar? – pediu, olhando em seus olhos e recebendo um assentir. Esperou ele se acomodar de joelhos entre suas pernas e estendeu a mão até ele, segurando firme e gemendo, tentando fechar as pernas de tamanho tesão que sentiu ao pensar que irá ter que aguentar tudo aquilo dentro de si, deslizando a mão pra cima e pra baixo, sentindo ele pulsando.
 
- Sim, vai doer, minha bonequinha. Mas você vai aguentar tudo, não vai? Papai promete que vai usar tanto seus buracos que você vai acostumar. Até sua garganta vai ficar larga o suficiente pra aguentar meu pau indo até o fundo. – Ele sorriu ao vê-la gemer e assentir, os olhos revirando – Você vai ter tempo pra brincar com ele, sim? Mas agora papai vai ter que ter uma conversa muito séria com você. – ele a segurou firme pelas coxas, empurrando uma delas pra cima ao ponto de ficar encostada no peitinho gostoso, segurando seu pau com a outra mão e esfregando a cabeça por toda a bocetinha, masturbando o clitóris sensível com a ponta melada de pré gozo. – Nunca ensinaram pra você que é feio mentir? – ele olhou em seus olhos, vendo o exato momento em que eles pareceram quase sair rolando pelo carpete.
 
- Me desculpa, me desculpa mesmo papai, por favor! – ela nem sequer esperou que ele dissesse algo, sabendo exatamente o que fez e começando a se desculpar em completo desespero. – Me perdoe. – ela segurou nos braços dele, sentindo os músculos rígidos. – Não pare, não me deixe, por favor. – ela choramingou.
 
- Shh, arrête, tais-toi. – (shh, pare, fique quietinha.) ele a silenciou, continuando a esfregar o pau no clitóris e vendo sua briga interna entre chorar por medo de ser deixada ou gemer pelo tesão que sentia. – Papai está tão, tão decepcionado. Sabe o porquê? – ele a viu revirar os olhos, batendo com a cabecinha no clitóris várias vezes. – Eu não espera isso de você, má chienne. Achei que não seria capaz de me trair dessa forma. Você realmente achou que eu não descobriria que você age como a porra de uma puta barata com todo mundo, menos comigo? – Ele acusou, deslizando a cabeça até o buraquinho completamente encharcado e apertado, começando a empurrar e sentindo o quão pequena ela era. – Por isso que o papai vai ter que te ensinar a ser boa, mas apenas boa pra mim. Acho que eu não deixei claro pra você que cada centímetro do seu corpo é minha propriedade. – a garota gemeu, tentando afastar a boceta do pau grosso, Louis imaginando que estava sendo doloroso se abrir tanto. – Mantenha as pernas bem abertas como uma puta e preste atenção. – Mandou, segurando a saia atrás de sua coluna e a deixando com as costas arqueadas, levando nem sequer metade da cabeça dentro de si, apesar de chorar como se estivesse empalada. Ele segurou firme dos lados do zíper. – Tudo que você tem é porque eu te dou. Tudo que você ama sou eu quem proporciono. Dessa forma, tudo que você tem é meu. – ele puxou o tecido pra lado opostos, rasgando a peça novinha e puxando pra fora da cintura de Harry com força, arranhando a pele imaculada. – Tudo que eu te dou, eu tenho o poder de tirar de você. – ele segurou o tecido que uma vez foi saia em frente ao rosto assustado dela. – Você é minha, Harry. Totalmente minha, você errou ao pensar que eu não usaria cada milímetro de você se você me pedisse. – Harry segurou a saia, olhando a mesma arruinada, passando a chorar arrasada. – Você me decepcionou, Harry, principalmente por ser burra ao ponto de achar que eu estaria bem te ver agradar outro homem. Esse buraco. – Ele ditou, empurrando o cacete e finalmente entrando, atingindo o colo do útero antes mesmo de chegar ao final do pau. – É meu. Seu rabo é meu. Sua boca é minha. Seus peitos são meus. Tudo em você me pertence. Cada mísera célula do que você é. A porra da vagabunda mais cara e deliciosa que eu já vi. Toda. Minha. – Louis rosnou, segurando na gola da camiseta e rasgando ao meio, exatamente como fez com a saia, machucando a pele de Harry no processo. – Quero que me diga o porquê fez, porque mentiu e me diga a quem você pertence.
(Minha cadela)
- Eu. – Harry engoliu em seco com medo de olhar em seus olhos. – Eu não queria ser rejeitada por você. Achei que você não me quisesse assim. Menti porque fiquei com medo, eu sabia que você não ia gostar de saber que eu procurei outro homem, eu sabia que era errado. Fui burra em fazer o que fiz e por mentir pra você. – Harry jogou a saia pro lado, segurando o rosto de Louis com as duas mãos trêmulas. – Eu sou só sua, papai. Me perdoe por tudo,  prometo que nunca mais vou olhar pra ele nem pra nenhum outro homem, serei boazinha, sua cadelinha que te segue e te obedece. – Harry gemeu ao sentir sua boceta ardendo. – Sou sua e te dou consentimento pra fazer absolutamente qualquer coisa comigo. Me machuque, me abra, ensine como posso engolir seu cacete do jeito que você gosta. Meu corpinho é totalmente seu. – Harry soluçou, contraindo a boceta e pingando no pau de Louis.
 
- Boa menina, má poupée. – Louis sussurrou. – Te quero assim sempre, obediente e honesta. – Louis beijou os lábios inchados, tirando o cacete até a cabecinha e voltando até o fundo, empurrando e abrindo espaço dentro de Harry, a fazendo gritar em seus lábios. – Você vai tomar meu pau até que pare de doer. – Avisou. – Até que sua bocetinha linda e apertada fique larga e usada. – Louis sussurrou em seu ouvido, sugando a carne de seu pescoço antes de começar a estocar contra a boceta que esmagava seu pau, fazendo Harry arranhar suas costas e gritar num misto de dor e prazer.
(Minha boneca)
- Papai, sim, usa meu corpinho. – Harry choramingou. – Mama no meu peitinho papai. – Pediu, sentindo Louis rosnar e abocanhar seu mamilo, puxando entre os dentes, lambendo e sugando enquanto estocava cada vez com mais força e tentando ir mais fundo. – Papai é tão bom pra mim, sou uma garota tão sortuda. – Harry dizia aérea, sentido a cabeça do cacete esmagando cada terminação nervosa dentro de si.
 
- Diz que é minha. – Louis mandou, agarrando seus cabelos e puxando pra trás. – Diz que é minha puta. – Louis olhava em seus olhos chorosos.
 
- Je suis à toi, pour servir, m’incliner devant, obéir et plaire. Je t’appartiens, mon corps, mês trous, mês pensées et mon cœur. Je suis ta pute. – Harry falava lento e entre gemidos longos, as estocadas de Louis cada vez mais brutas.
( Eu sou sua, pra servir, me curvar, obedecer e agradar. Eu pertenço à você, meu corpo, meus buracos, meus pensamentos e meu coração. Sou sua puta.)
 
- Je vais jouir em toi, te marquer comme ma petite chienne, mon petit stockage de sperme. – Louis sorriu ao vê-la gemer com tamanha excitação. – Fique de bruços, vou foder sua boceta enquanto abro seu cuzinho pra me receber.
(Vou gozar dentro de você, te marcar como minha putinha, meu pequeno depósito de porra.)
 
Harry assentiu, virando de costas para Louis, empinando a bunda. - Papai, fode meu rabinho devagar? Você é tão grande, não sei se vou aguentar. – Pediu manhosa, deixando as pupilas de Louis completamente dilatadas.
 
- É por isso que vai ser tão bom, má poupée. Você é tão deliciosa. – Louis sussurrou em seu ouvido, apertando a carne da bunda de Harry com força. – Sua bunda é tão redondinha e pequena, amor. Parece a porra de uma escultura de tão bonita, você me deixa maluco. – Ele estendeu a mão até a cabeceira da cama, puxando um tubo de lubrificante que estava entre o colchão e a mesma. Ele o abriu, despejando uma quantidade abundante no cuzinho amarronzado, o deixando de lado logo após. – Adoro a ideia de machucar você, má petite poupée, mas me avise se doer, sim? Apenas quero marcar você, não te punir. – Pediu, vendo a sua garota empinar mais a bunda em sua direção.
(minha bonequinha)
- Sim papai. – Harry sussurrou, sentindo Louis esfregar o pau na sua boceta, entrando de uma vez, a fazendo gemer alto e agarrar os lençóis.
 
- Shh, má petite chienne. – Louis sussurrou em seu ouvido, segurando os cabelos dela com firmeza e usando a outra mão pra segurar em seu quadril, tirando o pau até a ponta e voltando até onde conseguia, passando a fode-la com força. – Todinha do papai, amor – ele deslizou a mão entre seus corpos, usando o indicador para circular o cuzinho melado, enlouquecendo com os gemidos longos e obscenos de sua garotinha. – Você é a mulher mais linda que eu já vi. – Ele empurrou o dedo, a fazendo gritar e apertar seu pau que não parava de fode-la. – Ficará ainda mais com seus buracos bem abertos pelo meu pau.
(Minha cadelinha)
- Sim, papai. Tudo por você. – Harry gemeu, forçando os joelhos na cama e tentando se deixar mais aberta para Louis. – Papai pode usar meu rabinho agora se quiser, desde que faça bem devagarinho. – sugeriu, no fundo de sua mente a voz avassaladora de sua imaginação a fazendo delirar com a ideia de sentir seu músculo tão pequeno se esforçando para se abrir tanto.
 
- Uh, má petite chienne, está tão desesperada que mau pode esperar que eu enfie meus dedos em você? – Louis gemia rouco em seu ouvido, os quadris batendo implacavelmente contra a bunda deliciosa de sua menina, o dedo sendo tirado somente para voltar com um a mais, abrindo-os dentro do rabo que os esmagava. – Você é tão linda e delicada, não esperava que fosse tão necessitada assim. – Louis ofegava, a respiração acelerada batendo na bochecha úmida dela, a fazendo pingar contra os lençóis.
(Minha cadelinha)
- Eu não sou desesperada. – Harry ofegou, engasgando em um gemido alto que a fez revirar os olhos quando os dedos tão bons se curvaram. – Papai me deixou desesperada. – concluiu, segurando a mão de Louis possessiva em seu cabelo e a apertando com as unhas, timidamente dizendo para que ele a levasse até a borda, sentindo falta de ar ao ponto de seu cérebro girar por tamanha excitação em ouvir Louis usando sua boceta de um jeito tão bruto, tirando de si cada gota de sanidade.
 
- Junte suas pernas. – Louis mandou, se afastando completamente e a fazendo choramingar pela falta de contato. As mãos dele foram ágeis em segurar suas coxas e junta-las, a força depositada fazendo sua pele arder. Louis deixou as pernas juntas dela entre as suas, montando a bunda de sua garota. – Quero que sinta cada centímetro de mim. – Louis agarrou seus cabelos novamente, esfregando a cabecinha no cuzinho relaxado enquanto falava baixinho em seu ouvido. – Você é a minha boa garota, não é? – Perguntou, posicionando contra e começando a empurrar devagar.
 
- Meu Deus! – Harry gritou arqueando as costas, os dedos dos pés se curvando e os dedos agarrando os lençóis. – Sou! – ela disse, as lágrimas gordas deslizando pelas bochechas coradas.
 
- Merde de rabo apertado. – Louis xingou, o cacete doendo e se esforçando para entrar. – Eu vou destruir cada pedacinho de você. – disse ameaçador, o rabo engolindo o pau até a borda. - Ce n’est qu’alors que vous comprendrez que vous avez été fait pour être mien, à chaque respiration maigre. Tu n’ouvriras plus jamais les yeux sans avoir ma bite em toi, mon goût dans ta bouche et mon visage dans ton esprit. – Louis sussurrava entre gemidos, ofegante e insano. – Comme une chienne dressée.
( Só então você vai entender que foi feita para ser minha, a cada respiração. Você nunca mais abrirá os olhos sem ter meu pau em você, meu gosto em sua boca e meu rosto em sua mente.)
(Como uma cadela adestrada.)
 
- Oui, papa. – Harry concordou baixinho, sentindo sua boceta tão molhada e quente que suas coxas deslizavam uma na outra. – Somente sua. – ela engoliu em seco, sentindo o cacete deslizando devagar pra fora e voltando até as bolas estarem encostadas na boceta molhada, gemendo alto. – Papai. – choramingou.
(Sim papai)
- Mais deliciosa a cada mísero segundo. – Louis gemeu, levando a mão por baixo do corpo dela, alcançando a boceta e esfregando o clitóris com o dedo do meio, fazendo sua menina gemer e se contrair em prazer. – Oui, má petite chienne, grite pro papai. – Louis mordeu sua mandíbula, começando a estocar lento e forte, o dedo esfregando o clitóris sensível de forma certeira, sendo incapaz de não gemer entrecortado pelas estocadas tão deliciosas. – Que gemidos deliciosos, má bonne fille. – elogiou, aumentando a velocidade das estocadas, montando o rabo de Harry com força, cada vez mais rápido, o corpo da menina solavancando e tremendo.
(Sim |minha cadelinha | minha boa menina.)
- Papai! Me deixe gozar, por favor. – Harry pediu revirando os olhos, sentindo o pau de Louis em seus poros.
 
- Você pode, má petite chienne. – Louis sussurrou, puxando os cabelos pra trás e esfregando a boceta com força, grunhindo de dor e prazer quando Harry gozou gritado, apertando seu cacete dolorosamente.
(Minha cadelinha)
- Obrigada, papai. – Harry ofegou, seu corpo inteiro tremendo.
 
- Se vire. – Mandou, deslizando pra fora de Harry a contragosto. A menina se deitou de costas na cama, abrindo as pernas e deixando Louis ver sua boceta vermelha e o cuzinho largo e inchado. – Te deixei ainda mais bonita. – Louis lambeu os lábios, segurando em seus tornozelos e os apoiando em seus ombros. Ele se abaixou, beijando os lábios maltratados de Harry e direcionando seu pau direto pra boceta sensível, entrando devagar por estar tão apertada pós orgasmo.
 
- Papai! – Harry gemeu olhando em seus olhos, o semblante franzido em prazer, usando as duas mãos para segurar em sua nuca.
 
- Você é tão bonita, poupée. Completamente venerável. – Louis sussurrou em seus lábios, puxando o inferior entre os dentes antes de mergulhar sua língua quente na boca de Harry, a beijando ofegante. Louis estourou a primeira vez, os dois compartilhando gemidos obscenos um com a boca do outro.
(Boneca)
- Oui papa, fode sua bonequinha. – Harry pediu, tendo um gemido rouco em resposta, os quadris de Louis rapidamente fodendo sua boceta com força e desespero, sua boca tão deliciosa lambendo e sugando seus peitos, usando seu corpinho para sua própria satisfação. – Gosto tanto de servir você, papai. – ofegou, engasgando em seus próprios gemidos.
(Sim papai)
- É a única coisa que você vai fazer daqui pra frente, chienne. – Louis grunhiu, desgrudando dos seus peitos somente para falar e voltar a mamar e abusar deles com mais afinco.
(Cadela)
- Sim, papai. – Harry afirmou, sentindo Louis passar a estocar mais rápido e forte, a fazendo gritar ininterruptamente. – Papa! – Soluçou, os gemidos de Louis indo diretamente para seu clitóris inchado.
 
- Oui. – Louis sussurrou, beijando seus lábios e ondulando seus quadris, fazendo o clitóris de esfregar contra a pelve e pinicar nos pelos dele, sendo inevitável gozar de novo com os olhos obsessivos de Louis em si. – Vou encher você, má petite chienne tão suja. – Louis sorriu, estocando forte e fazendo Harry chorar de sensibilidade. – Apenas minha. – rosnou, estocando forte e rápido, sem se importar com quão sensível sua menina estava.
(Sim | minha cadelinha)
- Sua. – Harry assentiu gemendo. – Só sua, papa, pra sempre. – Ela segurou os cabelos de Louis com mais firmeza, sentindo seus olhos arderem com o rímel borrado neles pelo seu choro estrangulado.
 
- Sempre. – Louis afirmou, afastando seu rosto o suficiente para enxergar o estrago que fez em seu corpo e agarrar o pescoço avermelhado e suado, a impedindo de respirar corretamente. – Ouça bem. Nunca mais você vai encontrar alguém tão bom quanto eu e que te ame tanto. Mas acima de tudo, alguém que seja obcecado por você do jeito que eu sou. Que faça tudo por você, independente do quanto custe. Seu carro é a porra do conversível que você sempre sonhou, suas roupas são tecidas à mão, seus produtos os mais caros, suas calcinhas custam três meses de trabalho de um dos meus funcionários. Você tem tudo que sempre quis por minha causa. Ninguém, Harry, vai te fazer chorar de prazer, vai te chupar gostoso como eu, te foder até você desmaiar de exaustão. Você nunca vai achar alguém melhor do que eu. – Ele aliviou o aperto no pescoço da menina, a vendo respirar desesperada. – Você é a porra da minha garotinha burra, minha namorada, minha esposa, minha cadelinha boazinha e idiota. Qualquer coisa que você pense que pode ser, você é minha. – Louis estocou com força, a fazendo gritar. – Na próxima vez que você me desobedecer ou mentir, eu não vou rasgar sua roupa favorita. Eu vou te bater, chienne. – Louis pegou o cinto esquecido na cama, passando pelo pescoço dela e pela fivela, apertando até seus olhos parecerem assustados o suficiente e suas mãos ficarem trêmulas. – Eu vou te encoleirar assim e foder sua bunda até você desmaiar. – ele apertou mais a fivela, tirando e voltando seu pau até o fundo. – Até você chorar implorando pra eu parar e seu corpo esteja completamente roxo. Você me entendeu?
 
- Sim, papai. Te dou permissão pra fazer muito pior se acontecer, porque eu prometo que não vai. – Harry falava baixinho, não entendendo o porquê sua boceta queimava tanto pelas ameaças terríveis quanto por todos os elogios dóceis.
 
- Seu consentimento não serve de nada pra mim, amor. Eu controlo cada célula de você e isso inclui suas vontades. – Louis sorriu satisfeito com o assentir submisso, beijando seus lábios com carinho e voltando a estocar de forma bruta, a fazendo gritar abafado entre seus lábios possessivos. – Repete pro papai. – Ele rosnou.
 
- Você pode fazer qualquer coisa comigo porque eu sou completamente sua, papai. Minha bocetinha e meu rabinho que você fode tão bem, meus peitos, minha boca, é tudo seu e pra você, papai. Eu nasci só pra ser sua bebezinha pra mimar e sua puta pra usar. Só sua, meu coração, minha mente, minha alma e meu corpo. – Harry disse tudo entre gemidos longos, ofegante. A cada afirmação que fazia se sentia mais inútil e mais suja, o que fazia sua boceta pulsar e implorar por mais e mais prazer. – Meu Deus, papai, você me fode tão bem! – ela choramingou, abraçando o pescoço de Louis, que estava tão perto de gozar que passou a meter rápido e em estocadas curtas, fazendo Harry senti-lo até no DNA. – Goza em mim, papai. Enche sua garotinha. – Harry pediu, revirando os olhos quando Louis empurrou seus ombros pra baixo fazendo seu corpo ir de encontro com o cacete delicioso, a fazendo ver estrelas enquanto ele gemia rouco e alto, gozando cada gota dentro de si.
 
- Toda minha. – Louis disse ofegante, beijando cada pedacinho de pele de seu rostinho. Ele tirou o cinto do pescoço, vendo pequenos arranhões nele. Sorriu ladino, beijando e lambendo cada uma das marquinhas, ouvindo ela gemer baixinho. – Quer gozar na minha boca, princesa? – ele perguntou esfregando seus narizes juntos, os olhos de Harry úmidos e o bico nos lábios enquanto assentia devagar. – Você foi tão boa pra mim, má petite poupée. – Ele afirmou, vendo seus olhos ganharem um brilho novo.
(Minha bonequinha)
- Papai achou? – ela ofegou e Louis sentiu sua boceta apertar seu pau ainda dentro dela.
 
- Oui, poupée. Perfeita, amor, a única que pode me agradar, sim? – Ele sorriu, sentindo-a pulsar novamente. – Você é a garotinha mais linda desse mundo. Sua boceta é tão bonita, molhada, seu gosto e seu cheiro são os mais deliciosos que eu já senti em toda minha vida. Nada nesse mundo se compara com a sensação que é estar dentro de você. – Ele umedeceu os lábios, percebendo que quanto mais a elogiava, mãos sua boceta pulsava forte no seu cacete, não deixando nem mesmo que ele amolecesse por completo. Ele estava fascinado. – Você me deixou insano, sabia? O cheiro do seu corpo suado faz meu pau latejar, o jeito que sua mãozinha tão delicada rasga a pele do meu pescoço. E suas coxas em volta de mim, Harry, é completamente delicioso. Você tem poder completo sobre mim, princesa, você é capaz de me fazer morrer se quiser. – Harry gemeu baixinho, a boceta latejando de tesão. – Se continuar pulsando essa sua bocetinha deliciosa o papai vai ficar duro de novo, bebê.
(Sim, boneca)
- Papai. – Harry gemeu.
 
- Peça, minha princesa. – Louis incentivou, tirando pernas de cima do ombro e a sentindo aperta-las em volta de seu quadril na hora.
 
- Dodói. – Harry rebolou devagar, tentando friccionar seu clitóris contra a pelve de Louis.
 
- Quer a boca do papai, bebê? Oui? – Louis acariciou seu rosto, esperando que ela decidisse como queria gozar.
 
- Oui. – ela assentiu após alguns segundos. – Por favor.
(Sim)
- Papai faz tudo que a garotinha dele quer. – Ele sorriu ao vê-la desesperada por contato, não querendo enrolar e a deixar irritada pela necessidade. Selou seus lábios com carinho, saindo de dentro dela e grunhindo com a sensação. Ele deitou entre as coxas avermelhadas, vendo sua porra escorrendo até o cuzinho ainda aberto. Circulou o indicador nele, empurrando a mesma pra dentro, fazendo o mesmo no buraco da boceta, pegando um pouco e estendendo em frente da boca de Harry. – Sinta. – pediu, vendo-a sugar seu dedo. – Agora você tem a porra do papai em todos os seus buracos, do jeitinho que tem que ser. – ele abaixou o dedo úmido até o mamilo sensível, passando a brincar com ele antes de lamber uma faixa gorda na boceta judiada, ouvido Harry gritar seu nome e arquear as costas. – A melhor boceta dessa porra de mundo. – ele grunhiu, sugando o clitóris pra dentro da boca e esfregando a língua nele. Harry agarrou seus cabelos e rebolou em sua boca, o fazendo acelerar as lambidas e chupadas, esfregando a boceta necessitada em sua língua quente, sendo cada vez mais influenciado pelos gritos prazerosos de Harry. – Goza na língua do seu papai, quero engolir seu gozo, amor. – Louis pediu, apertando os peitos gostosos e sensíveis, sentindo as pernas de Harry tremendo e a mão em seus cabelos tão forte que ardia, deixando Harry se esfregar em todo seu rosto e gozar diretamente em sua língua, o qual Louis engoliu revirando os olhos, sentindo sua porra misturada e deixando tudo mais obsceno.
 
- Meu papai lindo. – Harry disse aérea e ofegante, tentando puxar Louis pra cima.
 
- Minha bonequinha linda. – Louis sorriu vendo-a destruída, deitando ao seu lado e a puxando pra perto, beijando seus lábios e dividindo o gosto de porra e de sua boceta.
 
- Amo você também, papai. – ela deitou em seu peito, abraçando seu tronco. – Me desculpa por tudo.
 
- Está desculpada, poupée. – Louis beijou sua testa. – Mas você realmente é só minha. Nunca mais, ok?
(Boneca)
- Nunca mais, papai. – concordou. – agora que você finalmente me fodeu, pode me comer enquanto eu durmo? Sonho em acordar com você dentro de mim desde que nos conhecemos. – ela riu baixinho, fazendo carinho nos pelos do peito de Louis.
 
- Então dorme logo, porque só de pensar em te foder dormindo meu pau já tá ficando duro. – Louis sussurrou de volta, a fazendo gargalhar.
 
- Eu vou, meu papai. – Ela se apoiou no cotovelo só para beija-lo, fazendo carinho em sua barba e olhando em seus olhos. – Sem mais nenhuma outra, certo?
 
- Não tenho ninguém além de você, princesa. Sou completamente seu, só o seu papaizinho. – ele sorriu ao ver Harry abrir aquele sorriso enorme e cheio de covinhas.
 
- Responde. – Ela fez bico, fazendo Louis rir.
 
– Também amo você. – Ele selou seus lábios. – Agora dorme, tô doido pra te acordar. – ele deu um tapa leve na bunda dela.
 
Harry riu, tirando o pano que era sua blusa dos braços, ficando finalmente completamente nua. Ela se deitou no peito de Louis novamente, sabendo que assim que fechasse os olhos e caísse no sono, acordaria sendo implacavelmente fodida por seu papai.
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charlottedeal · 2 months
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ᴀғɪʀᴍᴀᴄᴏᴇs sᴏᴍᴇɴᴛᴇ ᴘᴀʀᴀ ᴍᴜʟʜᴇʀᴇs ᴇɴᴄᴀɴᴛᴀᴅᴏʀᴀs
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Como eu consigo chamar atenção de todos aonde quer que eu vá? Toda vez que alguém me olha ou fala mal de mim eu fico mais bonita e atraente a cada dia, tenho o corpo dos sonhos, cada detalhe do meu corpo é lindo, meu rosto é simétrico, meu nariz é tão perfeito que dizem que fiz rinoplastia ! Recebo elogios aonde quer que eu vá pela minha beleza e por eu ser extremamente cheirosa. Na escola/faculdade/trabalho as meninas querem ser todas minhas amigas e os meninos são apaixonados por mim. Minha beleza é encantadora, surreal e autentica. Eu recebo elogios todos os dia e por diversas pessoas, como idosos, crianças, pessoas mais velhas, mulheres, homens e pessoas da minha idade. As pessoas se viram para me olhar quando eu passo por elas e não me sinto desconfortável pelo contrario eu me sinto cada vez mais bonita e adorável. Dizem que tenho uma beleza de supermodelos. Sou livre de espinhas e manchas, ate sem maquiagem parece que estou com maquiagem de tão lisa e suave minha pele é. Estou livre de pelos e cravos, minha pele é como de neném. Varias empresas de supermodelos confiáveis e famosas entraram em contato comigo pelo meu rosto inovador e surreal de lindo. Meu cabelo é lindo, hidratado, do tamanho que eu sempre quis, sedoso, qualquer penteado fica lindo nele e é fácil de manusear, todos elogiam e perguntam os produtos que uso no meu cabelo. Eu sou uma verdadeira DEUSA.
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bodyboxspain · 3 months
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crarinhaw · 3 months
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clarinha meu amô to aproveitando q to passando nas asks de todas as divas do site p te fazer um pedido do simon percebendo q ta apaixonado pela reader e deixando de ser canalha cafajeste e virando cadelinha de muié
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Princesa
Olha só quem deu as caras por aqui!! Surgi das trevas pra responder essa ask maravilhosa da diva babilônica Professora Luna!
Não sei se ficou do jeito que você imaginou, mas dei meu máximo pra deixar essa one impecável, espero que goste diva @lunitt
Avisos: OC (original character), oral sex (fem. and masc. receiving), MUITOS PALAVRÕES o Simón e a OC são dois boca suja, Simón canalha aquariano nato quebra cama dessas puta virando cachorrinho da loba.
O vestido preto Yves Saint Laurent unidos com o par de saltos Louboutin atraiam a atenção dos demais presentes na festa, o solado vermelho do sapato no exato mesmo tom do seu batom, Helena já não podia contar as vezes que recebera investidas e cantadas de homens durante a noite, tendo que rejeitar todos, não estava nem um pouco interessada em se relacionar com alguém depois de um término recente.
Simón Hempe era um verdadeiro canalha, marcava presença em todas as boates de Buenos Aires, uma mulher por noite, um coração partido por manhã. Helena já conhecia a fama do argentino, tendo em vista que o mesmo já havia se relacionado com boa parte de suas amigas.
A pele bronzeada, regata vermelha, bíceps expostos, o sorriso cafajeste sempre presente no canto dos lábios e a mão esquerda ocupada com o copo de cerveja junto com o baseado entre os dedos, todas as características de um homem que vai te foder muito bem na cama, e logo após foder com seus sentimentos.
Helena jurou para si mesma que nunca cairia nas graças dele.
Mas porra, o Hempe sabe exatamente o que faz.
Ela percebeu o homem encara-la diversas vezes desde quando chegara na festa, mas descartou qualquer interesse que ele pudesse ter quando o viu chegar em outras mulheres. Que engano, o argentino gamou em Helena e em como tudo nela era sempre tão lindo... ela era linda de uma forma que o Hempe não conseguia explicar.
"Boa noite princesa, está sozinha?" Simón surge ao lado de Helena, que revira os olhos em desaprovação, voltando a beber seu drink. "Sabe que é perigoso uma gatinha tão hermosa como você estar sem ninguém".
"Perigoso é estar com você, Hempe, isso sim" O argentino se assusta ao ouvir o seu sobrenome sair da boca da mulher sem nem ao menos ter se apresentado a ela "te conheço bonitinho, já ficou com uma amiga minha, para variar".
Simón sorri de lado, coçando a nuca "Deixa eu adivinhar... Foi a Suzana, ou a Dulce, acho que ja te vi com uma delas"
"Foram as duas" Rebate a mulher "canalha".
Sinalizando que não queria mais conversa, Helena caminha até o bar, se perdendo da vista de Simón entre as outras pessoas presentes no lugar. Mas isso não significava que o homem havia desistido de conquista-la.
Horas se passaram e depois de tanto procurar, Simón chegou a pensar que a mulher havia ido embora, não queria admitir que estava encantado por ela, mesmo com poucos minutos de interação.
Até que ele a viu, na pista de dança dançando como se sua vida dependesse disso, com um sorriso largo em seu rosto e seus saltos caros em suas mãos, os cabelos bem hidratados balançavam em camera lenta, refletindo o brilho das luzes coloridas que piscavam no ambiente escuro. Assim que as íris dela se encontram com as dele, o mundo para por um estante, o sorriso canalha volta aos lábios de Hempe, levando Helena a se questionar se seria uma má ideia dar uma chance ao torcedor do River. Sem sentimentos
Sem sentimentos.
O apartamento de Simón foi a melhor opção, visto que Helena ainda morava com os pais, que em dado horário estavam dormindo tranquilamente acreditando que sua filha querida estava a fazer o mesmo em seu quarto.
Conversaram apenas no trajeto, contando cada um o pouco sobre sua vida enquanto tentavam ser discretos com as carícias indecentes no banco de trás do uber. Assim que cruzaram a porta do apartamento as vozes cessaram, dando ouvidos apenas aos barulhos molhados de beijos que logo se transformaram no choque das coxas de Helena contra as de Simón, tendo a mesma sentando violentamente sobre seu colo no sofá.
Pela primeira vez em sua vida de mulherengo, na manhã seguinte Simón não encontrou sua companheira da noite passada dormindo ao seu lado, nem no banheiro, nem em qualquer outro lugar do apartamento, apenas um bilhetinho sobre a mesa.
"Se quiser repetir a dose é só ligar, gatinho"
O número da mulher vinha logo embaixo, ele poderia jogar fora como fizera com os outros bilhetes de "me liga" que ja recebeu, mas se sentiu tentado, queria mais do que tudo repetir o que fez com a morena. Salvou o contato, prometendo a si mesmo que mandaria uma mensagem qualquer dia.
O que ele fez, depois de diversos finais de semana onde não encontrou em nenhuma de suas novas ficantes o que teve com Helena. Não sabia como explicar, se era a beleza gritante da mulher, sua delicadeza e postura quando andava e falava, sua sentada que o deixou embriagado de prazer, seus gemidos, os mais doces e lindos do que qualquer musica que ele ja ouviu. Custou pra Simón Hempe acreditar que havia se apaixonado.
Sem sentimentos.
Mandou mensagem pra ela na sexta, saíram juntos no sábado, acordaram na mesma cama no domingo, repetiram tudo isso na outra semana, e na outra. Helena levava tudo aquilo como apenas uma "ficada premium" sabia que a qualquer momento Hempe a trocaria por outra gatinha que achasse interessante. Já Simón procurava maneiras de expressar seus sentimentos para a mulher, nunca imaginou estar nessa situação e nunca se preparou para esse momento, tentava demonstrar o quanto havia se apaixonado por ela por meio de toques, atos de carinho, beijos na mão, na bochecha, no ombro.
Mas ele viu que nada adiantou e que precisava fazer algo quando a viu naquela festa.
Primeiramente se perguntou o que faria lá sem ela, sua cabeça e seu coração foram totalmente roubados e não conseguiria beijar nos lábios de outra. Foi até la apenas por ter sido convidado por um amigo, e estava certo de que ficaria por pouco tempo.
Até ver Helena aos beijos com outro homem.
Esperou ela se afastar do homem para que fosse em sua direção.
"Que porra foi essa?" Simón fala um pouco alto.
"Hempe! Você por aqui?" Helena sorri.
"Que porra foi essa, Princesa?"
"Estou me divertindo, gatinho, ou você acha que pode continuar sendo canalha mas eu não?"
"Mas que merda, você não percebeu? Eu venho deixando de ser um canalha mulherengo ja tem tempos, não fiquei com uma mulher sequer nessa festa inteira"
"Quer o que, um parabéns? Não vejo o porque disso tudo"
"PORQUE EU TE AMO, PRINCESA, SACOU? EU TE AMO PORRA!" Simón grita, esbanjando um sorriso "Eu to na sua desde a primeira vez que te vi, esquece que um dia eu ja fui um galinha, me deixa ser só seu" seu coração palpitava de nervoso pela resposta da garota.
Para Helena tudo fazia sentido, mesmo que a custasse acreditar que havia conseguido domar a fera.
"Ah Simón, vai se fuder" Foi a resposta dada pela mulher antes de atacar os lábios do argentino em um beijo fervoroso e cheio de paixão. Ela não podia negar que amava o efeito que havia causado nele, e não iria desperdiçar nem um pouco disso.
Dessa vez não conseguiram se segurar nem no Uber, que com certeza daria uma nota baixa a Simón pela "pouca vergonha", pelo menos estavam vestidos, até chegarem no apartamento.
Sem esperar nem mais um segundo, Helena se ajoelha em frente a Simón, segurando a base do pau dele que havia acabado de ser descoberto pela cueca, ela lambe da glade até a base, fazendo o Hempe inclinar a cabeça para trás grunhindo de prazer. Logo a boca quente da mulher abriga toda a extensão do mastro, indo e voltando devagarinho da maneira mais provocante possível, dando seu máximo para manter seus olhos para cima em contato visual com Simon.
O apartamento mais uma vez fica invadido por barulhos sexuais, o som molhado da boca de Helena chupando o pau de Simón acompanhado dos gemidos do mesmo poderiam ser ouvidos de qualquer canto do imóvel.
Querendo se aliviar logo para poder seguir adiante, Hempe segura os cabelos da mulher, deixando a cabeça dela parada para que ele então guiasse os movimentos, fodendo sua boca como se estivesse fodendo sua buceta, revirando os olhos em deleite vendo a saliva escorrer da boca dela, todo o cenário perfeito que levou Simón a gozar no fundo da garganta da mulher.
Com os olhos lacrimejando e o maxilar dolorido, Helena se levanta apoiando seus braços nos ombros do argentino, que a pega nos braços enroscando as pernas dela em seu tronco. “Espero não ter te machucado, princesa”
“Você nunca me machuca, gatinho”.
“Ah é? Então terei que dar a essa putinha o tratamento que ela merece” E assim Simón a leva para o quarto dele, se desfazendo de todas as roupas restantes de ambos pelo caminho. O homem deita Helena sobre a cama e como se tivesse com toda a pressa do mundo, ataca a região entre as pernas da mulher, deixando beijos pela pele da parte interna de sua coxa, chegando ao pé da barriga até o monte de Vênus, descendo mais um pouco até chegar na buceta dela, que transbordava de excitação.
A lingua do argentino deixava a mulher louca, inebriada pelo prazer dado a ela, gemendo alto e arqueando as costas, Helena se xingava mentalmente por estar mais uma vez acreditando na lábia de Hempe, desejando mais do que tudo que o que o homem falou seja verdadeiro, pois necessitava daquela boca em sua intimidade todos os dias depois dessa noite.
Simón não a permitiu que gozasse, arrancando xingamentos da mulher. “Boquinha suja hein, princesa? Não acha que ta merecendo uma lição por me xingar assim?”
Transar com Simón Hempe deveria ser considerado um presente divino, o argentino conseguia proporcionar o máximo de prazer a sua companheira sem ignorar o próprio. Ja estavam em um terceiro round quando enquanto gozavam juntos, ele se declara mais uma vez.
“Porra princesa, eu te amo mesmo” Ele retira seu mastro de dentro da vagina da mulher, deitando ao seu lado “você me fez parar de pensar em qualquer outra mulher, eu so penso em você, na sua beleza, seu corpo, sua voz, seu riso, nossa Helena, vai se fuder, eu quero ser seu namorado, você quer ser minha namorada?”
Helena riu, desacreditada, levou uma de suas mãos até o rosto de Simón, acariciando sua pele “eu quero ser sua namorada, Simón, não me faça me arrepender de ter aceitado.”
O argentino segurou a sua mão, dando um beijinho delicado e lento, “eu prometo nena, não irá se arrepender.”
O novo casal sela a promessa com um beijo cheio de paixão.
“Se descumprir sua promessa pode dar adeus ao Hempe junior”
Foi a ultima coisa que Helena disse antes de apagar a luz do abajur e abraçar seu namorado, que ria com a ameaça dela, logo depois dormindo juntinhos e apaixonados.
Fim da one, agora fiquem com o mini Simón cabeçudo 🥺
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