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#la caja de imaginación
acaixadeimaginacao · 1 year
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El niño que cargaba agua en un colador - Manoel de Barros.
El niño que cargaba agua en un colador – Manoel de Barros.
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suenosyfantasmas · 7 months
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Llegó la hora de olvidar los sueños o tal vez comienza el más profundo...😴
Arte: Xue Wang. Reino Unido. Pintura, ilustración, surrealismo. Temas: caja de juguetes de niños, peluches, marionetas, muñecas de porcelana.. "Sus pinturas son como mirar el lado oscuro de la imaginación de un niño".
Fuente: My Modern Met / Pinterest.com
Sueños y fantasmas. El arte de soñar.
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elmundodeflor · 8 months
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No me queda nada, sólo el recuerdo.
Quizás, es por eso que dejo que la imaginación revolotee. Que mis manos te pinten, como si de un cuadro se tratara. 
Nunca pudimos sacarnos una foto. Plasmar, casi inmortal, todo lo tangible de aquello que no nos decíamos. Pero rebusco entre los cajones. Allí, en lo profundo del alma. Hago lugar, saco las cajas polvorientas. Y aunque las palabras no resbalan, ni salen a borbotones de entre las sombras, te encuentro.
Puedo sentirte, acá conmigo. Dicen que a veces la mente bloquea las memorias que aún desgarran para mitigar el dolor. Que nos engañamos, al menos por un ratito, para que los agujeros negros no nos consuman.
Yo nunca supe engañarme, Hanji. Creo que vos podés verlo más claro que nadie. Te reías de mi hablar crudo, y me susurrabas al oído, y limabas mis asperezas— tal vez, con el afán de hacerme parecer más suave. Hacerme pensar que este corazón viejo y cansado tenía un espacio pequeño dentro del tuyo.
No me arrepiento, igualmente. De las palabras que callamos, o de no tener fotos tuyas, o de nunca haber sido digno de tu amor. Las fotos envejecen, se destiñen bajo el arrullo del tiempo. Pero yo puedo moldearte bajo mis palmas, casi como si te conociera de memoria. Si cierro los ojos, puedo bordear tus recovecos, llenarte de color.
Es que eso eras, Hanji. Una explosión del color más vivo y vibrante. El brillo de los fuegos artificiales, el neón del atardecer. Eras tu melena alocada en el viento, encrespada como el vaivén de las olas. Los lunares que salpicaban tu barbilla; casi constelaciones lejanas, inconexas. 
A la noche, cuando las luces se apagan, tu imagen se me aparece de entre los rincones. Al principio dolía, un dolor tan demoledor que calaba hasta los huesos. Ahora, creo que duele menos. O que aprendí a vivir con el dolor. Como cuando aceptamos que la luna tiene cráteres, huecos, oscuridad incluso bajo la luz.
Quizás, es porque cuando te veo, te veo sonriendo. No hay rastros de guerra, ni de pérdida, ni de lo poco que nos quedó de humanidad. Vestís de blanco, con coronas de "no-me-olvides" en el pelo. El sol te acaricia, igual de suave que como yo hubiese querido hacerlo. Y me decís: "suficiente, Levi". "Ya pasó, Levi".
Y entonces te creo.
Me siento con vos, y permito que la eternidad flote entre nosotros. Te preparo un té con mis mejores hierbas, observo atento cómo el rubor te arde en la piel. Me digo que ya no importan; el dolor que demuele, los secretos bajo llave, las fotos arrugadas, o las que no pudimos conservar.
Si cierro los ojos, puedo delimitar tus facciones. Las líneas rectas de tu nariz, el arco de tus pestañas. Puedo inhalar el calor de tu cuerpo, hablarle a las estrellas.
Y hay semanas, o meses, en los que quisiera volver atrás, gritarte que no te vayas, que sin vos el mundo es una imagen en blanco y negro. Pero, ¿sabés, Hanji? Hoy, que puedo grabarte en acuarelas, entiendo que con eso me basta.
Por eso, te hago un lugar en mi mesa, y en todas las grietas del alma. Limpio la casa para recibirte, desempolvo las cajas. Ya no hago preguntas, aún convencido de que no tengo las respuestas. Dejo que tu voz cante, y entreteja en mil paisajes las maravillas que siempre supiste tararear. Te escucho, como un niño desbordado de ilusión. Y en mi alocado desvelo, te guardo conmigo; en cada parpadeo, en cada amanecer, en cada latido.
Porque estás ahí, todavía. Lo sé, Hanji. Un día, los velos del olvido van a llevarme a mí también. Las galaxias van a tragarme, como polvo de estrellas, y voy a tener todo el aire en el espacio para pensar en cada madrugada en la que fallé.
Pero no me arrepiento. De nada. Qué extraño, ¿no? Si pudiera, te juro, lo haría casi todo de nuevo, así tal cual fue. Las heridas que nos vendamos, el reír a carcajadas, haber sido cómplices en cada pedacito de vida. No lo cambiaría. Y menos aún, si es que pudieran asegurarme que voy a cruzarme con tu sonrisa otra vez. Como cuando me susurrabas al oído. Como cuando mis sueños te pintan.
Entonces me duermo, incluso estando despierto. Cierro los ojos, y mi mente me arrastra hasta ese lugar en donde todo está en pausa— un claro en el bosque, la casa que construimos. Me contás, como siempre, que Erwin está más tranquilo. Que mi mamá te adora. Que Eren y Sasha no paran de pelearse.
Y sonrío. De esas sonrisas que sólo vos podías arrancarme. El té se nos enfría, el sol se derrite tras la ventana. Pero estás ahí, Hanji. Estás ahí, aunque no pueda tocarte nunca más.
Me acuerdo, todavía, de esa vez en la que vimos la luna. Era primavera, y los chicos entrenaban cerca del arroyo. Te pregunté, por qué no brillaba igual que al caer la noche; “¿no debería brillar más ahora, con la luz del día?”, dije. Te relamiste los labios, como siempre que ibas a salpicarme con historias, y respondiste, claro y sencillo: “algunas cosas necesitan de oscuridad para ser descubiertas.”
¿Será por eso que te siento adentro mío, enlazada a cada exhalación? ¿Que nuestro escondite en el bosque es una rendija de cielo, donde nada quema ni lastima? ¿Será que me estoy escurriendo, y en mi afán obsesivo me aferro a tu amor? ¿Que en el vacío que dejaste, sólo hay espacio para sembrar estrellas?
Quizás haya perdido la cordura, Hanji. No lo sé. Pero empiezo a pensar que te transformaste en luna. En cuarto creciente. Con cráteres y todo. Que tu destello rasga hasta las penumbras más negras. Es un faro de esperanza que guía las mareas. “Suficiente, Levi”, repetís, casi como un arrullo de cuna, con tus manos en mi pelo y tu boca en la mía. Y entonces te aprieto, bien fuerte contra mi pecho. Y dejo que llenes las grietas, y las cajas, y que tiñas de color cada foto que no tenemos.
“Estoy bien, Levi”, me asegurás. “Vamos a volver a vernos.”
Y entonces, porque nunca supe hacer otra cosa, o porque ya no me queda nada, te creo.
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mishimamiravenecia · 25 days
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LA PALA D'ORO DE SAN MARCOS: LA JOYA MÁS GRANDE DEL MUNDO
THE PALA D'ORO OF SAN MARCOS: THE WORLD'S LARGEST JEWEL
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This jewel (I don't mean Mishima) has remained hidden for centuries, because it was not shown to the parishioners on a daily basis, but was hidden behind other works of art and was only revealed at certain celebrations by means of a hidden mechanism.
Esta joya (no me refiero a Mishima) ha permanecido oculta durante siglos, porque no se mostraba de modo diario a los feligreses sino que quedaba oculta detrás de otras obras de arte y sólo se descubría en determinadas celebraciones mediante un mecanismo oculto.
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La pala d'Oro cuando se muestra en festividades especiales frente a los fieles mediante un mecanismo de giro. Foto: Gérard, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
The pala d'Oro when it is displayed on special festivities in front of the faithful by means of a turning mechanism. Photo: Gérard, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons.
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La pala d'Oro oculta tras el retablo de Maffeo da Verona del s. XVII
The pala d'Oro hidden behind Maffeo da Verona's 17th century altarpiece
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El retablo es inmenso: 3 metros de ancho por 2 metros de alto de oro y plata dorada; 187 placas de esmalte; 1.927 gemas: 526 perlas, 330 granates, 320 esmeraldas, 255 zafiros, 183 amatistas, 175 ágatas, 75 rubíes, 34 topacios, 16 cornalinas, y 13 jaspes ¡Todo un gigantesco joyero!
The tableau is immense: 3 metres wide by 2 metres high in gold and silver gilt; 187 enamel plates; 1,927 gems: 526 pearls, 330 garnets, 320 emeralds, 255 sapphires, 183 amethysts, 175 agates, 75 rubies, 34 topazes, 16 carnelians, and 13 jaspers . A gigantic jewellery box!
(Español / English)
La Pala d'Oro permaneció ocultada celosamente durante 900 años a casi todas las miradas, lo que alimentó la imaginación colectiva con extrañas historias sobre lo que contenía, inclusive se creyó que era una puerta de conexión con el más allá o que tenía tal fuerza espiritual, que quien lo miraba, se convertía al catolicismo.
Y es que la Pala d'Oro se ocultaba entre dos retablos pintados que cubrían ambos lados y la encerraban con catorce cerrojos como una caja fuerte protectora.
Han llegado hasta tres retablos pintados que lo protegieron, de diferentes épocas. Dos de ellos se pueden admirar en el Museo de la Iglesia de San Marcos: el más destacado, pintado por Paolo Veneziano del siglo XIV, y el más reciente, obra de Maffeo da Verona del XVII. El tercero, atribuido a Francesco de’ Franceschi, del siglo XV que está en el prebisterio.
En la actualidad, puede admirarse en cualquier momento, pagando un suplemento adicional se accede desde la derecha del altar mayor. Y os aseguro, que merece la pena ver esta gran joya medieval.
***
The Pala d'Oro remained jealously hidden for 900 years from almost all eyes, which fed the collective imagination with strange stories about what it contained, including the belief that it was a gateway to the afterlife or that it had such spiritual power that those who looked at it were converted to Catholicism.
The Pala d'Oro was hidden between two painted altarpieces that covered both sides and enclosed it with fourteen locks like a protective safe.
Three painted altarpieces from different periods have survived to protect it. Two of them can be admired in the Museum of the Church of San Marco: the most important, painted by Paolo Veneziano in the 14th century, and the most recent, by Maffeo da Verona in the 17th century. The third, attributed to Francesco de' Franceschi, dates from the 15th century and is in the prebistery.
Nowadays, it can be admired at any time, and for an additional fee it can be accessed from the right of the main altar. And I assure you, it is well worth seeing this great medieval jewel.
Source: venecisima.com
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lilietherly · 6 months
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[Fanfic! Newcob]
Omegacember.
Omega Jacob Kowalski/Alfa Newt Scamander.
Fluff.
Romance.
Rule 63. AU!Fem. Femslash.
Lindo y tierno, pero con resultados sexuales.
Los resultados sexuales ocurren luego de la narración.
Inspirado en fanart.
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¡Y ese fanart es este! Que no pudo haber sido dibujado por nadie más que por mi amada y siempre dulce @drunkenelevator 🥰, a quien yo espero no le moleste mi atrevimiento de escribirle una historia a su arte uwu, ¡pero juro que no lo pude evitar! Así como tampoco pude evitar que esta historia fuera ridícula y asquerosamente dulce. Estaba pasando por un mal momento y NECESITABA con mucha urgencia algo todo bonito-todo lindo, y así nació esta cosa; que es, además, el día 23 del reto Omegacember. No sé si seguir enfatizando en que esto es realmente cursi, porque no puedo hablar lo suficiente de eso jajaa, entonces, solo te desearé suerte, cariño, si decides leerlo uwu
* * *
Artemis salió de la tienda sin arrepentimientos luego de lo sucedido. Su buena señora, que seguramente la esperaba en casa con una comida caliente y una hermosa sonrisa en sus labios perfectos, nunca dio una señal que alentara la reciente acción de Artemis. Cierto es que, tal vez, le pedía hacer lo contrario.
A sabiendas, Artemis no se detuvo, permitió que el anhelo y su imaginación enamorada tomaran las riendas. Entró en esa tienda lujosa, hizo alarde de su apellido y, manejándose como las buenas Alfas solían hacer, sin dedicarle una mirada extra al hombre que le preguntó si debía esperar a su Omega, fue directo al hermoso vestido que se exhibía detrás de las cortinas espesas. Ella entregó los galeones, tomó la caja y salió de la tienda conservando los altivos gestos de quienes por mero deporte gastan su tiempo oliendo flatulencias.
Su rostro cambió unas calles después, conforme las dudas hacia su estado mental iban en acenso. No por completo arrepentida, —en realidad no se arrepentía en absoluto—, las dudas eran dirigidas a la reacción de su querida Omega. Mucho le había costado a Artemis el que le permitiera mantener las luces medio encendidas cada vez que hacían el amor, lo que ahora llevaba en esa ostentosa caja exigiría de la amada esposa un salto de fe muy lejos de sus límites.
Paciente como lo sería nunca con nadie más, Artemis jamás haría nada para evocar sentimientos negativos a su venerada mujer, no obstante, la simple idea de verla usando la prenda que resguardaba la caja, casi hizo desmayar a la Alfa. Jackie Scamander, de soltera Kowalski, a pesar de Artemis y el amor descarado que nunca tuvo la intención de esconder una vez resultó demasiado obvio, guardaba complejos irracionales, cuya fuerza, presencia temprana y escasa voluntad para luchar contra ellos una vez perdió a su familia, la volvieron susceptible, desconfiada, no merecedora.
Siendo en realidad preciosa, dulce y valiente; Artemis mucho tardó en comprender los motivos por la que su adorable Omega pretendía ocultarse bajo ropas indignas de su hermosura o porqué se removía incómoda entre los amorosos abrazos de Artemis. Jackie, sin saber explicarlo, y Artemis sin tener la menor idea, llevó antes a que la ignorante Alfa buscara prendas y otros obsequios para adornar, como lo merecía, de pies a cabeza a la hermosa diosa que aceptó su marca de unión. Apunto del llanto, la diosa le preguntó cuál era el objetivo de su burla.
Artemis lo entendió entonces, y desde entonces, dio inicio la cruzada de la Alfa para colocar en las alturas esa cabeza de suaves risos castaños, justo en el lugar a donde pertenecía. Hacía tan solo un año de eso, recordarlo disminuía de las peores formas la fuerza en la decisión de su última compra. La imagen de la forma en que se podría ver su Omega, no obstante, aún retenía cualquier señal de arrepentimiento.
La Alfa tenía un plan, por supuesto.
Difícilmente la Omega aceptaría su obsequio si llegara a entregárselo directamente, Artemis lo sabía. Evitándolo y habiendo aprendido de los errores, previo a la inevitable compra, hizo un par de adquisiciones extra y luego una reservación para el día siguiente en el restaurante favorito de su buena señora. Lugar en donde servían exquisitos postres y que carecía de la tendencia a darle los peores lugares a Omegas Sangre Impura, siempre que sus Alfas pagaran adecuadamente o tuvieran tras sus nombres el apellido correcto, detalle que Artemis seguiría feliz de ocultarle a Jackie.
Dicho el anuncio sobre el lugar de la cena de mañana, y tras el incansable trabajo de Artemis para convencer a su Omega de que bajo ninguna circunstancia la haría repetir un vestido en cada visita, dejaría a la linda esposa sin opciones. Ella lo comprendería de inmediato, reconocería que su Alfa ya guardaba en algún lugar un nuevo vestido, la besaría y, con suerte, harían el amor antes de revelar el contenido de la caja. Los nervios provocarían que Artemis le entregara primero los complementos que, esperaba, reforzaran el ánimo de su Omega, suavizando el impacto del protagonista y dándole mayores oportunidades de un visto bueno.
Suspirando, Artemis se detuvo en un callejón, mirando hacia los lados procuró que nadie la observara y, caminando al fondo, abrió la maleta marrón, con un suave movimiento de la varita guardó en él la caja, justo a un lado de las otras. Se acomodó los cortos risos, se alisó el abrigo azul y tomó un respiro profundo, con todos los pensamientos positivos en la mente, se Apareció justo frente a la puerta de su piso.
No abría la puerta y ya los encantadores aromas de la comida y su amada esposa colmaron sus sentidos, erizándole la piel. Pequeños tacones, que resonaban paseándose en la cocina, la recibieron nada más entrar; se detuvieron al escuchar la cerradura y poco tardaron en caminar hacia ella. La señora Scamander recibió a su Alfa con una sonrisa de delicados labios rojos. Artemis se abrazó a su cintura, inclinándose a su altura la besó tiernamente, aunque sin el cuidado necesario para no mancharse con el labial.
—Lamento haber tardado tanto, bonita, los clabberts sí estaban en época de apareamiento y capturarlos fue doblemente complicado —se excusó al ver a la Omega usando su bata por encima de los hombros, lo que hacía de extrañar el aroma de su Alfa si llegaban a separarse un lapso mayor a lo planeado.
—Esta bien, cariño, lo supuse después de que lo mencionaste —dijo Jackie, sosteniendo la mano de su Alfa y llevándola a la cocina—. Casi nunca te equivocas con los cálculos de las épocas reproductivas, así que comencé con la cena un poco más tarde.
Artemis la siguió tras colocar en su lugar la maleta, les dio suficiente comida a los recién llegados, así que los dejaría descansar esa noche, pues si se mostrara de nuevo ante ellos, luego del estrés de la captura, provocaría reacciones que mucho le costaría tranquilizar. De camino a su propia cena, Artemis se maravilló con el vestido midi de Jackie al haberse deshecho de la bata. Los sueltos pliegues, que si bien lograban esconder las generosas nalgas de su señora y a su vez casi el total de sus piernas hasta los tobillos, aún podía apreciar debidamente el vaivén de sus caderas, lo perfeto que andaba en sus tacones y, arriba, el cómo la tela suave arropaba esa cintura. Inevitablemente le provocó un suspiro.
Sin poder resistirlo, Artemis se abrazó a su Omega, lo que dificultó el avance de las dos a la cocina. Jackie sonrió cantarina, acariciándole la nuca al sentir la punta de una ávida nariz olisqueándole el cuello. Artemis repartió pequeños besos en cada centímetro de piel descubierta por el amplio escote, maravillándose a su vez de la vista en el interior que le entregaba su favorable altura.
—Te extrañé.
—¿Demasiado público? —preguntó Jackie con sabiduría.
—Demasiado ruidosos también, y todos tenían un consejo experto sobre lo que debía hacerse con los clabberts.
—Ya veo, ¿debería quitarme los zapatos? —Artemis aumentó la fuerza de su abrazo.
—No, eres adorable en ellos, además, hacen un sonido reconfortante.
Ellas tenían un comedor, por supuesto, aun así, siendo únicamente dos, solían comer siempre en la mesita de la cocina, en donde al ser uno de los lugares predilectos de la Omega, su aroma resaltaba incluso en su ausencia. Ocupando su respectiva silla, Artemis se preguntó cuánta influencia tuvo el estresante día en su decisión de comprar aquella prenda para su esposa, lo que regresaba una parte de las dudas. Es decir, pese a que el vestido llamó su atención desde un par de semanas atrás, consideró que resultaba en exceso atrevido para el nivel en que su diosa era consciente de su divinidad. Quizá, si bien no se arrepintiera de la osadía, aún nada la disculparía por tomar esa decisión impulsada por el estrés.
La comida y la charla afable, espléndida como siempre, llenó el estómago y el corazón de Artemis, colmando los pensamientos inquietos de paz; de nuevo agradecía en silencio la oportunidad de compartir un momento tranquilo con su Omega. Al terminar, usó un hechizo simple para lavar los utensilios y platos sucios.
—¿Vamos al sofá? —Jackie le sonrió, asintiendo al reconocer la petición indirecta para abrazarse y hablar un poco más.
La ayudó a descalzarse los zapatitos y a que el vestido no se arruinara al acostarla contra el respaldo del sofá, donde fue tras ella al deshacerse de sus zapatos y calcetas. La acorraló con su cuerpo y el brazo derecho alrededor de su cintura, ofreció el brazo izquierdo como almohada y acercó su rostro para besarla lenta y tiernamente. La hermosa Omega suspiró, correspondiendo, sintiéndose segura en el apretado abrazo de su Alfa; que como cada noche le recordaba el lugar a donde pertenecía, que la cuidaría y besaría y que cumpliría sin dudar su responsabilidad para con su Omega.
—Hay algo que no me has dicho —aseguró Jackie, leyendo una travesura en los ojos de su Alfa.
—Es… Yo… Creí que… —tartamudeó Artemis, evitando la mirada inteligente de su esposa. Ella la besó un par de veces, apaciguando su nerviosismo de la manera más efectiva—. Lo adivinaste en cuanto llegué, ¿verdad? —Su Omega le sonrió tímidamente, aceptando la acusación.
—Lo siento, quería esperar hasta que estuviéramos en la cama. —Artemis frunció los labios, suspirando derrotada.
—Esta bien, dulce, es mejor hacerlo ahora. Pensé en invitarte a cenar, como celebración por una captura sin víctimas. Mañana, en… —no completó la frase a propósito, dedicándole a su Omega los gestos suficientes para que ella lo adivinara, y naturalmente, su preciosa esposa lo comprendió al instante, agitándose alegremente entre sus brazos.
—¡Claro que sí, amor! —Jackie hizo llover una ráfaga de pequeños besos en el rostro de su esposa, deteniéndose no mucho después, su rostro cambiando a un gesto de duda—. Oh, pero no tengo nada que… —Nuevamente, Artemis respondió sin decir nada, obteniendo el mismo resultado de ojitos brillantes y una sonrisa que podría detenerle el corazón—. Tú… Alfa maravillosa…
Los besos se renovaron con especial ternura y agradecimiento. Jackie le acariciaba las mejillas, los hombros y la espalda, suspirando y susurrando su nombre como si Artemis fuera digna de sus mimos o de siquiera encontrarse bajo la atención de sus ojos enamorados. Una vez los exquisitos labios de su esposa lograron hincharse y casi todo su color rojo terciopelo se debía a las atenciones recibidas, Artemis le preguntó:
—¿Quieres verlo? —Jackie asintió, riendo.
—¿Qué clase de pregunta es esa, cariño?
Con piernas temblorosas, Artemis bajó del sofá y caminó hacia la maleta, conforme se alejaba de su esposa las dudas regresaban. Extrajo los obsequios cuidadosamente, colocando la caja principal en la base de la pila, así, aún si se trataba de lo que llamaba toda la atención, la buena señora Scamander examinaría primero las demás. Inhaló cuanto pudo y regresó a la sala, casi conteniendo la respiración, gritos internos advirtiéndole que su Omega leería de inmediato si algo iba mal a menos que controlara su rostro y el probable aroma a estrés que comenzaría a dispersar. Al final, ya que su esposa no lo mencionó, supuso que lo había conseguido.
—¿Bebé, por qué hay tantas cajas? —Le cuestionó la Omega, sin fingir que la cantidad de obsequios no le agradaba.
—Puede que me haya emocionado un poco... —Tras una amorosa mirada de reproche, Jackie esperó impacientemente a que las cajas fueran instaladas en la mesita para café—. Aunque no es mi culpa en absoluto, solo pensé en ti y..., cuando me di cuenta, ya estaba hecho. —Eso último le ganó un beso y una dulce promesa contenida dentro del abanico de espesas pestañas.
Sentándose a su lado, Artemis le entregó a su esposa la primera caja, antes de ceder a sus impulsos. Pequeño y rectangular, de color dorado, no precisaba de un pensamiento complejo para saber lo que contenía, ello no redujo la sorpresa en el adorable rostro de Jackie. El collar, de apariencia simple, fue acariciado de manera reverente. La Omega sostuvo la banda recubierta de oro que abrazaba en el centro una brillante piedra roja como el fuego. No era un collar creado para ensalzar la marca de unión, sin embargo, desde que lo vio, Artemis supo que nadie sino a su Omega sería capaz de lucirlo.
—A-Artemis, esto es…
—Hermoso, como tú, y serás feliz de usarlo mañana —completó Artemis, acariciando la cintura y la cadera de Jackie. Ella, sonrojada, devolvió el collar a su caja, asintiendo sin decir palabra.
Los siguientes obsequios, para fortuna de Artemis, tuvieron reacciones similares. Lo que advertía a su vez el positivo avance en la confianza de su esposa y la aceptación del innegable lugar que merecía como la Omega y la esposa de Artemis Scamander. No es que importara, al fin y al cabo, si decidía no vestir con la ropa lujosa que la Alfa adquiría para ella, siempre que la hermosa mujer fuera consciente de su belleza, cualquier prenda con la que deseara cubrir su cuerpo sensual, Artemis estaría feliz de complacerla hasta el final de sus días.
En tanto alguna decisión ocurriera, la señora esposa continuaría, como ahora, abriendo pequeñas cajas de pendientes, brazaletes y anillos; o cajas medianas, con medias de ceda, atrevidas bragas y sostenes, zapatos, guantes y sombreros. Cada pieza seleccionada para hacer resaltar lo que resguardaba el último obsequio.  Llegado el momento, pese a que el rostro de Artemis ya había sido limpiado cuidadosamente por el sedoso pañuelo de Jackie luego de cubrirlo con marcas de besos, tal parecía, las muestras de afecto apenas resultaron suficientes para ayudarle a controlar cualquier señal de estrés que pudiera reflejarse en su aroma, su rostro o en el lazo que unía su alma a la de su esposa.
La caja grande, admirada por ojitos de dulce chocolate derretido, hizo latir el corazón de Artemis, dándole la fuerza necesaria para no arrepentirse. Lentamente, esas manos que nunca se cansaría de adorar, retiraron la pesada tapa. Artemis tragó con fuerza ante el inusitado silencio que ahogó la habitación. Intentó leer alguna emoción que la alcanzara a través del aroma o el lazo de unión, y al igual que mirar el dulce rostro o el movimiento de su cuerpo: nada obtuvo. Cierta sensación desagradable comenzó a nacer en el fondo de su cráneo al verla levantarse, despacio y sin apartar su atención del vestido.
Vestido rojo como sangre fresca, de seda tersa y falda que permitiría un arrastre distinguido, de tirantes y pronunciado escote, que fue sostenido por las cuidadosas manos de Jackie. Paralizada en su lugar, Artemis comenzó un silencioso golpecito de su pulgar contra el asiento vacío a su lado, sin notarlo, mordió su labio y agitó un pie. Pronto, el corazón se le saldría por la garganta.
—Yo…yo. Oh, Artemis.
—Puedo devolverlo, si lo odias, no tienes que… —Silenció al instante lo que pretendía ser una disculpa, advirtiendo cómo sus primeras palabras hicieron que la Omega abrazara su vestido. Ella, sonrojada y estudiando la repentinamente interesante alfombra, tardó un largo minuto en hablar.
—Me encanta, cariño, es hermoso, y no quiero que te lo lleves, pero… —Artemis supo enseguida lo que debía hacer. Siempre que a su esposa le gustara, tenía las herramientas para detener los malos pensamientos y que lo aceptara al cien por ciento. Una de ellas serviría muy bien para la ocasión.
Renovado su ánimo por su buena compra, Artemis atrajo a su hermosa Omega abrazándose a sus amplias caderas. Le dejó en el estómago un tierno beso y, restregando ahí su mejilla, miró hacía arriba con los ojos más grandes y brillantes que una Alfa podía lograr. La respuesta, casi inmediata, resonó en la habitación en la forma de una risa maravillosa y cálida. El feliz aroma de espeso caramelo se expandió como una nube, aturdiendo los sentidos Alfa de Artemis, que reaccionó a lo feliz que hacía a su Omega, cumpliendo su papel de Alfa; se esforzó en mantener los gestos y no devorarla como lo merecía.
—Esos ojos de cachorro deberían ser ilegales —susurró Jackie antes de sellar sus labios contra los de su Alfa. Artemis, una clara ganadora en todos los sentidos habidos y por haber, no pudo contenerlo otro segundo, dirigió el beso a una dirección que su linda esposa comprendió y que no dudó en aumentar.
—Pruébatelo —gruñó Artemis, ahora de pie, masajeando la espalda de Jackie, obligándose a no ir hacia abajo—. Por favor, Omega, pruébatelo… —Jackie, que no estaba mejor, deteniendo todo intento de guiar sus manos a esa zona que declaraba con firmeza cuánto la deseaba, negó la orden de su Alfa.
—Así es como has arruinado la mitad de mis vestidos… —Artemis comenzó a lamer la piel de su cuello—… ¡Mmh! No…, no te dejaré hacerlo… No con este… Oh, Alfa…
Aquellas últimas palabras suspiradas derrumbaron el poco autocontrol de Artemis.
El vestido salió ileso…
Al menos esa noche.
* * *
Amor, sabes que soy una puerca, una puerca romántica, pero una puerca al fin y al cabo, por lo que no pude y nunca podría haber evitado darle a esta pequeña historia un final ligeramente sexi 😏... Además, ese smut con una Alfa femenina esta cada día más cercano y, creo, debo tener más experiencia escribiendo Alfas femeninas antes de lanzarme a una tentación como esa 🥴 Entonces, por mucho que me haya costado, terminé aquí esta historia y solo dejaré lo que sucede luego a tu imaginación 🌈 Me voy, gracias por leer, ¡te amo muchooooo! ❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥
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la-semillera · 3 months
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ELENA DEL RIVERO & CRISTINA RIVERA GARZA
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IV
el Mar del Norte y la (hetero)sexualidad
March 05, 2003
BLOGSIVELA 2003
XXVII.
(bramar, bufar, cantar, aullar)
Todo esto ocurre dentro de la imaginación del narrador, dentro de sus deseos por ir detrás del velo que cubre todas las cosas del mundo.
Todo esto:
LA PREGUNTA QUE SE QUEDÓ SIN RESPUESTA:
¿Cómo se le llama al sonido escandaloso y hueco que emiten loslobos marinos al acercarse a la costa?
ESCENA I:
Hay tres mujeres aproximándose al muelle. Mujer Uno lleva abrigo color negro y bufanda a rayas. Mujer Dos trae el cabello suelto y una tristeza muy descobijada en los ojos. Mujer Tres camina despacio y canta en voz baja.
DIÁLOGO EN CONDICIONAL:
—Deberíamos ir a la isla...
—Tal vez sí, pero tengo frío.
—Yo también, pero sí deberíamos ir a la isla.
—Deberíamos espantar al frío.
—Tal vez.
ESCENA II:
Tres mujeres se aproximan al barco y, con cautela, todavía dentro de la indecisión, dejan tierra firme y se introducen, de un brinco, en el bamboleo del navío. Mujer Uno teme que vomitará de un momento a otro. Mujer Dos observa al hombre que manejará la embarcación y, sin saber a ciencia cierta por qué, mira hacia tierra firme con urgencia. El vuelo de una gaviota le eriza la piel. El sonido de los lobos marinos la deja impávida. Mujer Tres nota la ansiedad en sus ojos alarmados y, tratando de prevenir un ataque similar, busca la caja de herramientas donde, para su alivio, descubre un martillo. Luego recorre la cabina como si esperara encontrar a alguien más a bordo. Una amenaza. Un recién develado peligro. Mujer Uno observa el momento en que la embarcación suelta las amarras. Un segundo. Dos. La náusea desaparece. Los pulmones se llenan de aire.
LOQUE MUJER UNO VE CUANDO TODO MUNDO CREE QUE VE EL OCÉANO:
La iridiscencia que, sobre el oleaje marino, parece un agujero que conectara a este mundo con otro todavía imposible. Todavía divino.
LO QUE MUJER DOS VE CUANDO TODO MUNDO CREE QUE VE EL OCÉANO:
Siente, sobre todo, el embate de las olas cuando la embarcación cruza la boca de la bahía y se interna en el mar adentro. El embate. Piensa en esa palabra y cierra los ojos. La boca de la bahía. Los labios de la costa. La lengua del litoral. El beso. El cruce. El más allá. La corriente marina la empuja una y otra vez con los mismos movimientos del hombre que ahora vuelve a colocarse entre sus piernas. Una y otra vez. El oleaje la zarandea. Abre los ojos y el agua no es sino el cuerpo del hombre que la penetra. Una y otra vez. En silencio. A gritos.
LO QUE MUJER TRES VE CUANDO TODO MUNDO CREE QUE VE EL OCÉANO:
Hay una niña, el cuerpo de una niña, al ras del agua. La corriente se la lleva poco a poco y, luego, en un parpadeo, desaparece. El sonido vacío y necesitado de los lobos marinos las rodea. Un lamento. Un gemido. Un suspiro. Esto dentro de un barco a medio hundir. Dentro de una isla de óxido y piedra.
LO QUE ESCUCHA MUJER UNO:
Alguien me necesita. En algún lugar, lejos, alguien me está necesitando ahorita.
LO QUE ESCUCHA MUJER DOS:
Cógeme. Súbete. Cómeme. Sí. Híncate. Tiéndete. Ábrete. Date la vuelta. Así. Ciérrate. Primavérate. Muérdeme. Éntrame. Salte. Pruébate. Ensalívame. Híncate otra vez. Ládrame. Descánsame. Sí. Bájate. Tiéndeye. Empiézame. Termínate. Llénate. Chúpame. Llórate. Celébrame. Así.
LO QUE ESCUCHA MUJER TRES:
La voz de Angelika Kirchschlager, intraducible.
DIÁLOGO EN INFINITIVO:
—Pero se supone que coger es rico.
—Coger es rico.
—Lo pobre, a veces, es lo que ocurre después.
—Pero coger es rico.
—Mhhhhh.
—O antes.
—Lo pobre. Sí.
LO QUE MUJER UNO NO DICE :
Soy la sombra que me persigue y el perseguimiento y el cuerpo y la sombra.
LO QUE MUJER DOS CALLA :
Lifting belly. Are you. Lifting./Oh dear I said I was tender, fierce andtender./Do it. What a splendid example of carelessness./It gives me a great dealof pleasure to say yes./Why do I always smile./ I don’t know./ It pleases me./You are easily pleased./ I am very pleased./ Thank you I am scarcely sunny./ Iwish the sun would come out./ Yes./ Do you lift it./ High./ Yes sir I helped to doit./ Did you./ Yes./ Do you lift it./ We cut strangely./ What./ That’s it./ Addressit say to it hat we will never repent./ A great many people come together./ Cometogether./ I don’t think this has anything to do with it./ What I believe in is whatI mean./ Lifting belly and roses./ We get a great many roses./ I always smile./Yes./ And I am happy./ With what./ With what I said./ This evening./ Notpretty./ Beautiful./ Yes beautiful./ Why don’t you prettily bow./ Because itshows thought./ It does./ Lifting belly is strong. *
LO QUE MUJER TRES SE GUARDA:
Si yo fuera hombre me andaría con cuidado. Si fuera mujer.
ESCENA III:
Circundan la isla y, a petición de Mujer Tres, la embarcación se detiene. El sonido del oleaje. Su olor. Están dentro del Mar del Norte. Abren una botella de champaña y, al chocar las copas alargadas, piensan en una escena familiar.
—Por el daño —murmura Mujer Dos—, por el final del daño.
El chasquido de la cola de una ballena las hace virar los torsos.
Inconscientemente. Iridiscentemente. Inmaculadamente.
—Por el final del daño, pues —dicen las otras dos a coro. Una sonrisa mercurial en el centro mismo de cada rostro.
LO QUE SUSURRA LA VOZ EN OFF:
Los lobos marinos braman, bufan, aúllan y cantan, misteriosamente. Un tono de voz propio de un bajo-barítono ideal para interpretar Winterreise deSchubert.
*Gertrude Stein,Lifting Belly, The Naiad Press, Nueva York, 1995, pp. 2-3
_ ¿Ha estado usted alguna vez en el Mar del Norte?, fragmento del libro Feliz como con mujer, Cristina Rivera-Garza.
Memory I, #110, 2020. Collage with 9/11 and Sandy salvaged fragments of oil on linen, stitching, found cardboard frame, staples, graphite and 9/11 damaged postcard (Billie Holiday) with pencil on hand-made abaca paper on museum board 23-1/2” x 17“
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BAKA SURVIVOR: ¿CÓMO LA LETRA PUEDE RELACIONARSE CON GOJO?
La teoría japonesa de la relación de letra y personaje fue promocionada por @ChanneltvOtaku, leyendo bien la letra y analizando el porqué tendría una relación les traigo los resultados de la comparación. En esta publicación se incluyen fotos del manga y anime.
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El capítulo 239 se titula : Idiota superviviente, este título es un homenaje a la canción Baka Survivor, un opening del anime Bobobo-bobo- bobo, de cuyo manga últimamente estuvieron relacionando con más homenajes en la batalla de Gojo vs Sukuna, especialmente el personaje de la gelatina (Tennosuke) con Gojo.
Bien, se puede interpretar que es una referencia exclusiva a Takaba, sin embargo, atendiendo la letra de la canción existe semejanzas con Gojo, pues con lo sucedido al personaje es más sencillo la interpretación que con Takaba que conocemos poca información sobre su vida antes de ser un hechicero (solo que tuvo un compañero de escenario).
Atendamos cuidadosamente estos fragmentos: "Ah, no lo olvides da lo mejor de ti, no, esta bien si lo olvidas, esta bien si lo intentas contra tu voluntad"
"quería estar con mi persona ideal, pero inesperadamente estoy a tu lado, nos encontramos con el destino, no lo evites, no huyas de ello"
"Sobreviviente idiota, gana y sigue adelante"
"Hey, estoy deseando hacer algo, estoy emocionado, es irresistible, este no es momento para ser descuidado"
Ahora asociemos con Gojo en especial estos tres puntos: la exploración de su personalidad en el 236, el tan común llamarle "baka" (idiota), y su sentido de responsabilidad.
Iniciemos:
GOJO ES LLAMADO "BAKA"
En varias ocasiones leímos en el manga y vimos en el anime que Gojo es titulado como idiota. Especialmente recordemos el segmento ¿Quién es Satoru Gojo para ti? Aquí Panda, además de Maki lo llaman Idiota. Y es sabido que para Maki es el "idiota vendado"
LA INTROSPECCIÓN DE GOJO EN EL 236
En el 236 apreciamos el interior de Gojo, observamos que su momento de plenitud es su adolescencia, por esto no querría salir de ese supuesto limbo. Ahí se encuentra con sus seres más queridos, entonces la cita de la música "quería estar con mi persona ideal" tiene sentido, pues Gojo como dijo al terminar el limbo "espero que esto NO haya sido solo mi imaginación", indica que existe un apego.
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Entonces volver sería contrario a su voluntad humana, se entiende con esto el siguiente fragmento "esta bien si lo intentas en contra de tu voluntad".
El hecho de haber sonreído indicaba que él no estaba muerto y que todo lo que vio fue su imaginación porque este hecho ocurrió después del limbo, eso es importante para capturar la esencia de este fragmento de la música donde dice "no lo olvides, da lo mejor de ti" "no lo evites, no huyas" esa insistencia nos recuerda que Gojo tiene que dar más, su trabajo aún no ha terminado, ya que, es la segunda ocasión que Gojo demuestra una actitud derrotista- cómoda, pero gracias al anime tenemos indicios de que las derrotas si afectan a Gojo pues se expresa como un dolor creado por su sentido de responsabilidad (señales de división interna) que difiere de sus comentarios relajados, esto ocurre en el capítulo 10 del anime y 91 del manga donde es sellado ¿cual es su actitud? Decir "Que mal, parece que estoy en problemas, todo saldrá bien de algún modo" representa una actitud despreocupada (derrotista) en contraposición al momento anterior donde la Prisión Confinadora se adapta a él, allí vimos como está caja derramaba lágrimas (esta es la sensación de dolor que nos oculta el personaje, ya que no reconoce o expresa libremente sus sentimientos de culpa), el personaje entra en contradicción con lo que expresa (aparente estado relajado o conforme con la derrota) y lo que siente (sentido de responsabilidad). Es decir, existe una parte en Gojo que se niega a rendirse por más que diga palabras cómodas.
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LA RESPONSABILIDAD DE GOJO
Teniendo en cuenta lo mencionado acerca de su sentido de responsabilidad podemos deducir que en este fragmento "estoy deseando hacer algo, es irresistible", "este no es momento de ser descuidado" podemos relacionarlo con el característico de Gojo de volver con nuevas habilidades como vimos en el capítulo 74-75 cuando Gojo vuelve a enfrentarse a Toji, pues aquí Gojo no se rindió, uso toda su capacidad para sobrevivir, descifrando la técnica que le estaba dificultando entender: Rojo, lo experimenta al usarlo contra Toji, incluso, aplica algo aún más novedoso: El Púrpura.
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CONCLUSIÓN
Con lo expuesto tiene más sentido la relación de la letra de Baka Survivor con Gojo, y este fragmento del coro casi al terminar la música queda muy aplicable al caso: "Sobreviviente idiota, gana y sigue adelante"
Entonces, queridos esta es la relación de la letra y Satoru Gojo.
Gracias por dedicar tu tiempo a esta lectura.
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follame-apolo · 1 year
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A mí joven amante parece ser que le gusta desnudarse, pues la sensualidad que recorre y torna su cuerpo dándole forma esta hecha para el puro exhibicionismo. Haciéndose imposible no sentirse atraído por la idea de poder tener su cintura entre las manos, tomando sus suaves nalgas y haciéndola tuyas, acariciar con los dedos su miembro mientras gime de placer, ir dejando ardientes besos entre el recorrido del cuello hacia su pecho, apretar su garganta con fuerza a la misma vez que lo follas, porque a él le gusta así. Tirar de su plateado cabello cuando te da la espalda mientras practicáis el sexo, tomar las riendas y el control de su cuerpo, mover sus articulaciones como si fuera un muñeco en la cama, hasta dominarlo por completo.
Similar a todas las veces que los humanos tomaron el cuerpo de las divinidades y sucumbieron ante la locura por la embriaguez de tomar las carnes celestiales entre sus bocas y manos.
Un rapto en toda regla.
¿Pero cómo no hacerlo? Si su rostro parecía el capricho de los viejos pintores, con las estrellas brillando siempre por detrás de su cabeza y asomándose entre sus cabellos las puntas verdaceas de su corona de laurel. La suave marca de sus hoyuelos que crean en sus mejillas al sonreír, con esa sonrisa de pícaro tan típica suya. La misma con la que muestras sus colmillos y el sonido de su carcajada se vuelve tan jocosa y pegadiza.
Y si hablamos de su mirada, ahí encontramos la guinda de su pastel, la manzana del edén, la caja de Pandora. Sus ojos se encuentran bañados por el color del sol, el dorado, por el tiempo y la dureza de los robles, ocre, amarillos por la soledad del desierto y con matices rojizos por la pasión que recorre sus venas, haciendo que el fuego del deseo y el placer se esté mostrando en ellos a cada rato. Excitando aún mas a sus pretendientes.
Pero tal vez sea solo un espejismo, una invención de sus artistas y escritores, como lo son las fábulas y los cuentos.
Porque a mi joven amante parece ser que se le pone la mirada triste cada vez que se desnuda, aunque esté clamufada bajo las capas de eros. Aún así el sigue permaneciendo desnudo, acostado entre las flores que crecen en los prados, protegido bajo los rayos del sol, dorando su excitante piel. Porque tristemente, mi joven amante sabe que cuando su ropa comienza a desaparecer, es cuando los halagos y los besos comienzan a aparecer. Porque cuando se va deshaciendo de sus prendas de vestir, es cuando los ojos de los hombres se posan sobre él, y no antes. Al igual que también hago yo.
Porque mi joven amante parece ser que está atrapado entre la fantasía de mi deseo y el de los demás jóvenes, entre la efemiridad de la excitación masculina y el placer que solamente sabe recrear la mera imaginación.
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rinconliterario · 7 months
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“Un supermercado en California” Allen Ginsberg
Qué ideas tengo de ti esta noche, Walt Whitman, que camino por las callejuelas bajo los árboles con una jaqueca cohibido mirando la luna llena.
¡En mi hambrienta fatiga, y compra de imágenes, entré al supermercado frutal neón, soñando con tus enumeraciones!
¡Qué duraznos y qué penumbras! ¡Familias enteras comprando de noche! ¡Pasillos llenos de esposos! ¡Esposas en los aguacates, bebés en los jitomates! Y tú, García Lorca, ¿qué estabas haciendo bajo las sandías?
Te vi, Walt Whitman, sin niños, viejo solitario granuja, metido entre las carnes del refrigerador y echando el ojo a los chicos de abarrotes.
Te escuché haciéndoles preguntas a todos: ¿Quién mato las costillas de cerdo? ¿A cómo están los plátanos? ¿Eres tú mi Ángel?
Anduve de aquí para allá siguiéndote por los brillantes anaqueles, seguido en mi imaginación por el detective de la tienda.
Anduvimos a nuestras anchas juntos en los corredores abiertos en nuestra solitaria fantasía probando alcachofas, poseyendo cada delicia congelada, y sin pasar nunca por las cajas.
¿A dónde vas a ir, Walt Whitman? Las puertas cerrarán en una hora. ¿A dónde apunta tu barba esta noche?
(Toco tu libro y sueño con nuestra odisea de supermercado y me siento absurdo).
¿Nos iremos andando por las calles solitarias? Los árboles añaden sombra a las sombras, ninguna luz desde las casas, ambos nos sentiremos solitarios.
¿Daremos un paseo soñando con aquel Estados Unidos de amor más allá de los automóviles azules en las avenidas, hogar de nuestra silenciosa morada?
Ah, querido padre, barbagris, viejo solitario maestro del valor, ¿cómo era Estados Unidos cuando Caronte desató las amarras de su transbordador y te deslizaste entre el banco de bruma y te quedaste mirando al bote desaparecer por las aguas negras del Leteo?
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yinnydegoxs · 9 months
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¿Amor o amistad? Parte 25
Suspiró con la cabeza baja, arrodillado en el piso con las manos sobre sus piernas mientras era sermoneado por su ya no tan pequeño esqueleto, en lugar de estar en una etapa rebelde, como Sans, estaba en una autoritaria; siempre que llegaba demasiado tarde era reprendido por ello, si olía a alcohol también, no es que realmente hubiese un daño real para un esqueleto en beber alcohol, pero claro, eso no quitaba que lo hacía completamente dependiente de otro para llegar cuando estaba ebrio o quebrado, lo cual era motivo suficiente para el reproche, por hacer que otro monstruo tenga que tomarse la molestia de traerlo a casa. Realmente sentía que como adulto no debería dejarse regañar, pero viéndolo de un punto de vista maduro, su niño llevaba la razón.
—Ah, lo entiendo Papyrus —se froto suave el cuello, un poco avergonzado.
Debía agradecer que Sans no estaba para estallar de risa y hacer todo aún más vergonzoso de lo que ya era estando solo los dos. Finalmente, Papyrus lo dejo ir, mientras él iba a unas patrullas que Undyne le estableció como práctica para futuro guardia real, no es que lo estuviera considerando, pero distraerlo solo con las clases de cocina no serían suficiente para entretenerlo o que no notara que no estaba avanzando.
Debía agradecer que Undyne tenía una fuerte imaginación y aún más autoridad que Papyrus para poder mantenerlo en un perfil bajo, pero sin arrebatarle la esperanza de ser un guardia real algún día. Su niño era fuerte, pero tenía un corazón incluso con más bondad que el de Asgore.
—Buenas. —Alzó la mano mientras llegaba al trabajo.
Miró el camino, como algunos devolvían el saludo de la misma forma y otros un simple hola, había bastante trabajo como todos los días, algunos quizá estaban de peor humor debido a la inestabilidad de su área, no perdió demasiado tiempo, después de un café, se encerró en su oficina.
Cuando estaba solo tomó su bolso y hábilmente devolvió el frasco a su escondite, debía decir que quizá no lo necesitaría más allí, pero le dio demasiada pena dejarlo en el hogar del rey, también tenía el problema de que no podría darle uso, no sin rellenarlo primero, medito un momento mientras miraba la caja de juguetes, ya no los necesitaba, pero sentía que era un desperdicio desecharlos, tal vez les daría algún pequeño uso en algún descanso.
Agitó la cabeza, golpeando a los lados de su cara con las manos, no tenía que pensar en ello, por el momento, sacó del bolso aquel dibujo que su niño había hecho, un poco aparatoso y desprolijo, sin embargo, era una idea mucho más sólida de lo que tenía en todos esos años.
Dejo aquello en su escritorio mientras iba a las gavetas donde tenía los planos del extractor de determinación para llevarlos de regreso, además de tomar unos planos limpios, acomodando todo para empezar a trabajar.
Pasó aproximadamente un mes desde que empezó con los diseños, algunos le parecían demasiado complejos de materializar, otros, demasiado simples para aguantar la recarga de energía, pero iba lustrando el diseño, incluso empezó con algunas maquetas pequeñas improvisadas.
—¿Doctor Gaster?
—¿Ah? ¿Majestad? —levantó la vista de la mesa —¿Qué lo trae por aquí?
—Oh, el joven Papyrus le dijo a Undyne que no ha regresado en días a casa y ella me lo informó cuando vino al castillo.
—Ah, cielos —se frotó a los lados de la cabeza —he estado muy concentrado, no me he dado cuenta del paso del tiempo.
—Puedo corroborar eso, ¿ha comido?
—Ah, eso… no, creo que me salte algunas comidas.
—Lo suponía —negó suave —Dings, ¿qué te parece si vamos a comer a New Home?
—¿Ah? ¿A comer solos?
—Bueno… —miró un poco por el pasillo —podemos considerarlo nuestra primera cita.
La pequeña maqueta en la que estaba trabajando terminó por caer al suelo de la sorpresa, balbuceó por un momento, moviendo nervioso las manos mientras sentía su cabeza empezar a hervir. Era cierto que no habían tenido ninguna desde que formalizaron secretamente.
—¿C-C-C-Cita? —terminó por tartamudear.
—¿No te gusta la idea? —lo mira desanimado.
—N-No, ¡q-quiero decir! ¡Si! A-Ah, —lo miró nervioso —pero ¿no será demasiado obvio?
—Bueno, podrías llevar el portapapeles, alguna reunión de emergencia —meditó un momento.
—S-Supongo que podría funcionar.
Tomó algunos papeles al azar para hacer un montón creíble, Asgore lo espero en la puerta mientras se encargaba de todo, quizá incluso podrían hacer un pequeño teatro de camino afuera, el esqueleto se acercó a él, parecía emocionado y quizá un poco asustado. Pensó por un momento llevarlo de la mano, más descartó la idea ya que eso si podía levantar sospechas.
Gaster solo siguió a Asgore, guardando una distancia habitual de cuando era regañado, solo para apariencias, miraba de vez en cuando a su alrededor, no podía negar que estaba nervioso de ello, fue algo completamente espontaneo del rey así que no tuvo tiempo de prepararse mentalmente para una cita, no podía negar que, a pesar de la emoción de sus maquetas, no había pensado en ir con él en algún momento, pero su mente era traicionera a veces y su atención también solía desviarse a la caja de juguetes.
Se sonrojo de golpe y agito la cabeza, si bien podía seguir sus “entrenamientos” no quería que Asgore descubriera el frasco más vacío que antes, así que se había resistido a usarlos para tener la mente enfocada en su siguiente proyecto. Chocó de repente con la espalda del rey cuando este se detuvo, había perdido la noción de la distancia cuando su mente divagó por unos minutos.
—Ah, lo siento su majestad.
—Está bien doctor —se acercó a la puerta donde un monstruo con particularidades anfibias los recibía.
Gaster reconoció el lugar, era el restaurante del hotel de aquel robot actor tenía, si bien pensaba que irían a New Home, quizá estar aquí que era más discreto irónicamente hablando, debido a sus altos precios no era tan popular como uno esperaría, incluso la comida rápida del otro sector era costosa, demasiado para el bolsillo promedio.
Pudo escuchar como Asgore pedía la mesa más lejana a la entrada.
—M-Majestad ¿está bien esto?
—Oh, está perfecto, no se preocupe doctor, ahora, vayamos a sentarnos.
El científico solo asintió y fueron guiados a una mesa en la esquina, lejos del escenario y la entrada, terminó por sentarse, soltando un suspiro de alivio de tener un espacio un poco más privado.
—Majestad… pensé que iríamos por New Home.
—Era la idea sí, pero te veías tan nervioso que decidí ir por algo más cercano y menos concurrido.
—S-Siento eso… n-no estaba preparado para esto hoy.
—No te disculpes Dings, a veces vengo aquí, es un lugar tranquilo, quizá un poco… fuera del presupuesto de la mayoría.
—¿No es demasiado costoso?
—Oh, lo es, pero no está mal tener un gusto fino de vez en cuando ¿no crees?
El esqueleto solo asintió suave, después de todo, había tenido ese tipo de gustos sobre todo en los cumpleaños, ya fuera el de Sans o Papyrus, aunque solo uno realmente disfrutaba realmente de la comida cara; tomaron la cartilla del menú y pidieron su orden a los pocos minutos.
Movió los dedos nerviosamente sobre la mesa cuando notó las miradas de detrás de Asgore, si bien no había mucha gente, no significaba que estuviera vacío, pudo escuchar una especie de murmullos y como algunos monstruos miraban de vez en cuando a la mesa donde estaba con el rey, apretó contra su pecho el portapapeles, nervioso de lo que pudieran estar diciendo.
—Doctor, debería calmarse un poco, le recuerdo que estamos aquí porque se ha saltado las comidas de hoy. —habló un poco alto, solo para ser escuchado levemente lejos.
—¿Ah? —levantó la vista un momento y reaccionó —l-le dije que no era necesario su majestad.
—Bueno, su pequeño esqueleto se preocupa cuando hace eso, así que solo me aseguro de que este comiendo adecuadamente.
Gaster miró muy de reojo como aquello hacía que las miradas se desviaran de ellos, además de callar lentamente los murmullos, así que simplemente siguió la conversación, al menos hasta que los monstruos que estaban en la otra mesa se retiraron.
Respiró aliviado, justo antes de que les trajeran la comida, en la cual él parecía tener un extra, farfullo apenado por lo bajo de forma inentendible, bueno, podía soportar un poco de humillación por ser “regañado” en público, no es que fuera la primera vez, Asgore ya había hecho cosas así antes así que era mucho más llevadero para una actuación.
Cuando vieron que no había nadie en el restaurante, se permitieron hablar con más libertad, con un tono ligeramente más bajo; un poco de cómo iban las cosas por casa con los niños por parte del esqueleto, otras de como estaban yendo los cultivos de flores y diferentes árboles ocultos del rey, podía decir que era un poco más emocionante hablarlo fuera, aunque no sería un riesgo que le guste correr seguido.
Cuando terminaron con sus respectivos platos el rey pidió la cuenta, Gaster solo suspiro por lo bajo, tenía que admitir que, a pesar del posible riesgo, era divertido eso de tener una cita, no es algo que hubiese experimentado antes así que, podía decir que estaba feliz de tenerla con Asgore.
Se retiraron poco después de pagar, Gaster rechazó gentilmente algo de comida extra para llevar, quizá su majestad había dicho demasiado fuerte aquello, este solo rio por lo bajo mientras salían, yendo por las zonas del núcleo y saliendo por New Home, para cuando habían salido, ya era lo bastante tarde como para que los puestos ya hubiesen cerrado, había pocas almas por aquella calle.
El científico simplemente camino, esta vez, al lado de Asgore, mirando de tanto en tanto alrededor, antes de mirar al rey de nuevo y bajar la mirada a una de sus manos, con cierta pena acercó su propia mano, apenas rozando uno de los dedos, sintiendo algo de calor, para las cosas que ya habían hecho, esto no debería ser nada, pero demostraciones de cariño en público quizá eran demasiado para un asocial como él.
Asgore miró curioso al esqueleto al sentir el toque en su mano, haciendo que este, por reflejo, se apartara un paso de él y pusiera las manos detrás, intentando no mostrar demasiado su cara, no pudo evitar sonreír, se sentía como una broma que algo tan dulce y simple no pasara tan fácil, contando lo “picante” que empezó su relación.
Cuando llegaron a su hogar, miró un poco a su alrededor y al no encontrar ninguna mirada curiosa de nadie, tomó al esqueleto por el brazo y lo jaló dentro, cerrando detrás de ellos.
—¿M-Majestad?
—Ah, siento eso… solo, quería hablar más de temas un poco más…
Asgore lo acorraló despacio contra la puerta, haciendo que el otro enrojeciera y tartamudeara levemente, esforzándose en decir algo coherente.
—M-Majestad ¿h-hice algo malo?
—No, solo quiero cerciorarme de que recuerdas lo que dije.
—¿L-Lo que dijo?
—Ha pasado un mes desde mi celo y sé que… no puedes estar con otro monstruo, pero quisiera asegurarme que no te estás reprimiendo por ello.
—A-Ah y-yo… —desvió la mirada, avergonzado —e-es cierto que a veces… puedo pensar sobre ello, pero… estoy ocupando mi mente a-así que…
—Si piensas en ello puedes venir cualquier día, que puedes pedirme cuando quieras, ¿lo has olvidado?
—N-No, solo… n-no quiero ser una molestia… n-no quisiera forzarlo a m-mis…
—Somos una pareja ahora Dings, aun si es secreta, —pasó la mano por su cintura, pegándole a él—no es una molestia ni una obligación para mí satisfacerte, admito incluso que es… gratificante sentirse deseado por una vez…
Gaster sentía la magia subir, muerto de pena acercó tembloroso su rostro al del rey, pero si había algo que él no tenía, eran agallas cuando estaba así; Asgore lo notó casi pegado a su cara así que solo hizo un suave movimiento para atraparlo con un beso, se percató de su sobresalto, pero no hubo ni un instante de resistencia así que avanzó más, yendo despacio, separándose unos segundos después.
—A-Ah… —lo miró un momento antes de ocultar el rostro en su cuello —e-entonces, ¿podría quedarme… esta noche?
—Claro que puedes —beso suave su cuello, notando que se estremecía —ganaras confianza con el tiempo.
—P-Permítame d-dudarlo.
Asgore solo rio suave antes de levantarlo en brazos y llevarlo dentro.
Volvió al trabajo por la mañana, usando un atajo bastante largo para ir directamente dentro del laboratorio, por suerte tuvo un desayuno bastante contundente, Asgore se encargó de que recuperara su energía lo mejor posible. Claro, después de la nochecita que hubo, normal que le diera de comer bastante.
Agitó la cabeza, si pensaba mucho en ello no se lo sacaría de la cabeza en todo el día.
—B-Buenos días doctor.
—Oh, Alphys, buenos días.
Se acercó a la cafetería para tomar una taza de la máquina, pero por alguna razón se sentía muy, muy observado, incluso pudo sentir como algunos parecían incluso señalarlo, eso no era una buena señal, ¿quizá lo vieron con las cámaras? No, cuando su majestad vino a buscarlo ya estaba fuera del horario de trabajo, por lo que, con mucha mala suerte, solo estaría Alphys revisando. Pretendía ignorar aquello, mientras estuviera solo podía mantener la compostura, al menos eso esperaba.
Giró sus pasos hacía la oficina, no sin antes carraspear un poco para que el resto de los trabajadores volviera a prestar atención en sus áreas designadas en lugar de clavarle la mirada, podría revisarse más tarde para ver si sus ojeras no eran tan notorias o algo así, aunque si fuera eso, el único que le clavaría los ojos sería Papyrus o, si se descuidaba, Asgore también.
Se sentó frente al escritorio, recogiendo la maqueta un poco estropeada del día anterior, no dudo ni un segundo en dejar el trabajo para salir con el rey, así de importante era lo que sentía.
Estuvo un par de horas maquetando con alambre la base para la capa de papel, para ver cómo sería una estructura craneal, incluso incluir una mandíbula suelta y otra unida para ver cuál podría ser más optima. Dio una honda respiración, cuando los modelos estuvieran listos, intentaría crearlos con magia como hacía con los huesos y manos.
—D-Doctor… ¿p-puedo pasar?
—Está abierto —ni siquiera levanto la vista del escritorio.
—C-Con permiso.
—¿Pasó algo importante? ¿Problemas en el núcleo? ¿O algo que tenga que ver con el sótano o la comida adicional?
—N-No, t-todo en orden, b-bueno… c-casi todo.
Eso no sonaba bien, levantó la vista de los planos para mirarla, su asistente realmente parecía un poco demasiado exaltada.
—¿Qué sucede entonces?
—S-Se trata de usted d-doctor.
—Oh, noté que estaban distraídos conmigo en la cafetería esta mañana.
—E-Es que… b-bueno e-es… s-su cuello…
El científico hizo una mueca de confusión por un momento, antes de llevar la mano al cuello. Entonces, se puso azul del terror al notar sus vértebras descubiertas, había olvidado por completo volver a ponerse las vendas antes de salir de la casa de Asgore, sintió que en cualquier momento le daría un ataque de pánico, todos los monstruos del trabajo debían saber que la marca en su cuello no era una simple mordida pasajera, ellos lo sabían sin duda.
—O-Oh… d-dios mío…—le tembló la voz.
¿Cómo se había permitido a sí mismo cometer un error así de grave?
—¡D-Doctor! ¡¿S-Se encuentra bien?!
—A-Ah… n-no… sal de aquí… n-necesito estar solo… ahora.
La pequeña asistente intento acercarse más un fuerte golpe en la mesa la hizo retroceder, haciendo que finalmente abandonara la oficina. Una vez estuvo solo, empezó a respirar agitado, llevando sus manos a la cabeza, estaba en serios problemas, había estado ocultando la marca desde que Asgore se la hizo, no es que él se lo pidiera, pero ambos sabían que habría menos preguntas relacionadas a ellos si no había algo tan delatador como la marca de parejas.
Probó una y otra vez contar internamente, recapitulando fórmulas para que su mente saliera del bucle de ansiedad y pánico. Debía y tenía que calmarse como fuera, si demostraba a los demás trabajadores que estaba así de mal, harían suposiciones erradas o peor que eso, acertarían.
Después de casi una hora, terminó por calmarse, al menos lo suficiente para recuperar la compostura, tomó de su cajón una tira de venda para volver a cubrir su cuello, maldiciendo por lo bajo. Asgore le había quitado la venda anoche en algún momento para molestar directamente sobre la marca, fue una forma un poco precipitada de saber que era una nueva zona sensible o erógena, no es que la cubriera por si alguien rozaba su cuello, pero ahora lo haría también por eso.
Miró la hora un momento, sabiendo que aún era muy temprano para que cualquiera se hubiese ido y probablemente todos estarían reunidos en la zona de descanso, especulando, así que se enderezo lo mejor posible, con una expresión tan sería como se pudiera permitir, sin llegar a verse enojado del todo y salió de la oficina para ir a la cafetería. Mantuvo la distancia para poder escuchar si había alguien hablando de más.
Y por supuesto que lo había.
Se quedó detrás de la pared, solo para escuchar que podían estar diciendo, pero por supuesto que él era el tema central de toda la conversación, había tantas preguntas esperables como: ¿Eso era la “marca”? ¿Él tenía pareja? ¿Desde cuándo estarían saliendo? ¿Qué monstruo podía ser? ¿Iban así de serios ya? Entre muchas otras similares, pero notó que empezaron a hablar más burlonamente, casi de forma insultante. Apretó fuerte las manos cuando escucho ciertas risas, después de todo, todos parecían de acuerdo en que solo un lunático podría aguantarlo, con su fanatismo por el trabajo y ese inaguantable carácter frío y poco amigable; terminó por golpear la pared lo bastante fuerte como para hacer que toda la sala notara su presencia.
—Así que, ¿solo un loco podría aguantarme? —afilo la mirada con una sonrisa que denotaba furia —¿Qué soy inaguantable eh? ¿Esa es la imagen que tienen de su jefe?
El lugar se quedó en absoluto y total silencio, algunos parecían haberse convertido en piedra del terror que sentían, el aire tenso y la mirada hostil y más fría que habían visto del doctor hasta ahora los hizo pensar seriamente que estarían muertos. Gaster suspiró por lo bajo, tomando algo de aire.
—Ya que parece que tienen tantísimo tiempo libre como para reírse de mí a mis espaldas, creo que podemos pasar durante los siguientes seis meses sus horarios de trabajo de ocho horas a doce con solo dos descansos de media hora para desayunar y almorzar en lugar del tiempo libre ilimitado que acostumbran a tener… se nota que se han tomado demasiada confianza, y el que quiera su horario habitual de trabajo solo recibirá un cuarto de su sueldo.
—¡E-Está loco! ¡No puede hacer algo así! —finalmente uno pudo salir del shock.
—Oh, claro que puedo, también puedo despedirlos a todos sin goce de compensación ni de ningún tipo de recomendación para futuros trabajos, así tenga que entrenar personalmente a los recién salidos de los estudios y deba trabajar hasta morir para tener sus reemplazos. Hablare con su majestad sobre estos cambios.
—Oh dios, ¡no puede estar hablando en serio! Tenemos familias que dependen de nosotros.
—¿Y solo porque tengan familia yo debo aguantar las faltas de respeto? —ladeo la cabeza, mirando sombríamente a todos.
—Ugh, bueno eso…
—¿O tal vez piensan que es apropiado inmiscuirse en mi vida privada? ¿Me han visto a mí en algún momento entrometerme en su vida fuera del trabajo?
—N-No doctor… ¡Aun así es excesivo!
—Por supuesto que es excesivo, espero que solo se queden los que realmente quieren este trabajo, y no los que solo vienen a perder el tiempo —se cruzó de brazos. —Hay muchos, muchísimos monstruos que están buscando entrar, así que, ¿por qué negarme a magia nueva y entusiasta?
Miró con cierta molestia antes de darse la vuelta para volver a su lugar de trabajo, ya tenía fichados a los que habían abierto la boca para soltar mierda de su persona, como esperaba, Monster Girl y Alphys no estaban en las conversaciones, así que sabía a quién dejarles sus privilegios.
Obtuvo un par de golpes en su puerta a lo largo de una hora, los ruegos y disculpas de los otros monstruos que no habían llegado a quejarse debido a que estaban congelados por la locura que estaba a punto de pedir al rey se hicieron notar, nadie quería arriesgarse a que Asgore aceptara el cambio tan drástico y completamente esclavizador como el que planteaba el esqueleto, más poco le importaba que no les gustara, era la idea, aunque sabía que iba a ser imposible llevarlo a cabo con Asgore, se lo plantearía en la próxima reunión de todos modos.
Levantó la vista de sus papeles cuando oyó las pequeñas pero ruidosas garras de su asistente, suspiró, antes de ir a la puerta para abrirle, ya que parecía que no tenía el valor de acercarse lo suficiente a la oficina para siquiera tocar, después del susto que le dio, era entendible.
—D-Doctor…
—Puedes pasar Alphys, no voy a morder.
La pequeña chica lagarto entró nerviosamente, mientras su superior miraba al pasillo y cerraba la puerta, no tenía ganas de dejar que nadie más viniera a molestar.
—D-Doctor… e-escuche de los cambios desde fuera de… d-del área de descanso y-y…
—Está bien Alphys, si bien lo decía en serio, su majestad nunca me dejaría hacer una locura así, para suerte de ellos.
—¿E-Entonces t-todo seguirá como de costumbre?
—Quisiera que no, pero seguramente así sea… podría decir que su majestad diría que es demasiado castigo. —Suspira frustrado.
—E-Eso… ¿n-no p-paso algo así hace años?
—¿Ah? —Aquello llamó su atención.
—E-Es decir, ser… c-calumniado… o a-algo más… bueno… q-quiero decir, ¿e-el rey no confía en su palabra?
—Claro que lo hace, pero esto no es tan…—se detuvo un momento, recordándose a sí mismo diciendo eso y como escalo por no darle importancia.
—Y-Yo creo que es importante… digo… e-es solo una o-opinión.
—Alphys… solo por curiosidad, ¿ellos han hablado mal de ti también? —La chica solo bajo la mirada —Lo imagine —se aprieta entre las cuencas.
—¡N-No! Q-Quiero decir y-yo…
—Alphys. —Suspiró molesto.
—¿S-Sí doctor?
—¿Crees que puedas sacar el audio de las grabaciones de la sala de descanso?
—¿A-Ah? ¿El audio?
—Bueno, tengo que tener todo lo posible a mi favor con su majestad, así que, tener alguna prueba contundente será muy útil, ¿puedes traérmelo?
—E-Entendido.
Si ellos querían ser unos malditos idiotas, entonces él también tenía derecho a serlo.
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Parte 24
Parte 26
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verteder0 · 1 year
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Notas del diario. Casi fin de año, otra vez. El movimiento no es circular: hay que estar atento para percibir el espiral ascendente.
Durante años guardé un papelillo que no sé bien en qué ocasión, ya no recuerdo con exactitud, me regaló un tipo de esos que por alguna razón conversan con pendejas. En aquel entonces cargábamos con 12 años y yo jamás había fumado nada.
Lo guardé porque era la primera vez que tenía algo así en mis manos y me parecía un objeto prohibido; también con la idea de esconderlo de mis padres que en mi imaginación infantil preguntarían que qué hacía yo con un papelito para armar cigarros. Así es como ese rectangulito de papel, con marcas de agua en forma de guardas rezando la palabra Smoking y un dibujo de una galera acompañando el diseño, terminó dentro de una pequeña caja de fósforos de cartón con publicidad de Metalmanía, un local que quedaba por el centro, en la calle Lavalle; ese lugar fue uno de los primeros sitios lo suficientemente lejos de casa al que íbamos solas, sin adultos, a pasar las tardes y, si teníamos suerte, conseguíamos comprar alguna remera de nuestras bandas favoritas. En segundo lugar, seguí conservando el papel a lo largo de los años porque lo que sí recuerdo es que en ese momento estuve con Laura.
Y no fue hasta hace unos días que las ganas de fumarme un cigarrillo me hicieron buscar por cielo y tierra en qué lugar de la casa había alguna caja de lillos olvidada, de esas que no corrieron tanta suerte y se mojaron en una tarde de lluvia o que un amigo olvidó en alguna visita. Salir a comprar lillos no era una opción.
Mis memorias me llevaron al tesoro; lo busqué. Es un tiempo de cerrar ciclos, me digo, de motus est vita, como lo fue el momento en el que, en el antiguo hogar, se pintaron las paredes donde con témpera una vez habíamos estampado nuestras manos en festivo impulso artístico. Brindé dando mecha a un cigarrillo en su honor. Vi arder los recuerdos, casi podría decir que uno por uno, aunque algunos, supongo es inevitable, se arremolinaron inalcanzables entre las volutas de humo.
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paolo218 · 9 months
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Los niños no juegan con muñecas...
Fui a ver Barbie: la película y me encantó. Su mensaje es super poderoso y el trasfondo nos deja una gran lección como sociedad, pero eso no es de lo que quiero hablar, quiero hablar de lo que significa Barbie en mi vida.
Como niño nunca tuve una y jugar con ella era algo prohibido y si alguna vez jugué con muñecas fue escondido y con mucho miedo.
Soy el menor de tres hermanos y de niño por lo general jugaba solo, así que desarrollaba mucho la imaginación. Inventaba historias con mis juguetes y me encantaba hacer escenarios y crear todo un ambiente para mis historias. Recuerdo que tenía unos “Troll” pequeños y en una lonchera les hice una casa con cajas de cereales remedios y telas que conseguía con mi mamá, armé su cama, sofá y muebles. Así creaba un montón de historias, pero la verdad es que siempre me llamaron la atención las muñecas.
Una vez mi mamá, en algún concurso random, se ganó una Barbie, era Barbie Tahiti; recuerdo perfecto su vestido de colores y los típicos tacones rosados. Creo que con algo de culpa me dejó jugar una vez con ella y fue lo máximo, pero desde ese momento también se volvió en algo prohibido.
Con mucha vergüenza me atreví a preguntar si podía jugar de nuevo con Barbie y la respuesta fue negativa y eso generó una sensación rara que en realidad no sé bien como describirla, pero creo que hoy podría identificar como miedo.
Seguí jugando en mis mundos de fantasía con mis otros juguetes, pero siempre deseando poder incorporar una muñeca al elenco de mis películas.
Una vez, en casa de mi tía, estaba jugando con mi primo, pero no recuerdo si fue que tenía que hacer una tarea para el colegio o algo que mi tía le dijo que dejara de jugar hasta terminar eso, así que me fui a la pieza de mi prima y nos pusimos a pintar unos libros de colorear hasta que ella de la nada me invita a jugar con sus muñecas. Estaba feliz. Recuerdo que estábamos recreando escenas de una teleserie y de repente mi tía abrió la puerta del cuarto y lleno de miedo lancé la barbie con todas mis fuerzas y salí corriendo a esconderme de mi tía pensando que me iba a retar. Fue tanto mi miedo que me puse a llorar, pero mi tía conversó conmigo y me dijo que no había problema con que jugara a lo que quisiera y que podía usar los juguetes que quisiera, que en su casa era un ambiente seguro; mi respuesta fue suplicarle que no le contara a mis papás.
Desde ese momento siempre me sentí libre en la casa de mi tía. Con mis primos inventábamos un montón de historias, jugábamos con muñecas, grabábamos videos musicales de canciones inventadas, jugábamos a las teleseries y creábamos verdaderas producciones dramáticas. Siempre fui muy feliz en ese lugar porque podía ser yo, sin miedo y sin limitaciones.
Barbie para mí es eso: libertad. Barbie puede ser lo que quiera y ese mensaje creo que es muy importante para un niño o niña, porque más allá de que sea una muñeca, de que sea una mujer, Barbie nos demuestra que las personas tenemos infinitas posibilidades en la vida y permitir a los niños crear sus propios mundos con protagonistas de todas las razas, cuerpos, profesiones y oficios es valiosísimo.
En mis juegos era muy importante poder contar con elementos que complementaran mi imaginación, por eso siempre creaba mis propios muebles, casas y escenarios y Barbie es también eso, es la responsable de potenciar lo que pasa en esas mentes en desarrollo y creadoras de las historias más diversas que podamos imaginar.
Definitivamente las muñecas no son para niñas, las muñecas son un motor de la imaginación y el desarrollo de ésta no se debe limitar según el sexo de las personas. Hoy me encanta que cada vez más padres permiten que sus hijos jueguen con lo que se sientan cómodos y no hay un tema con eso. Me hubiese encantado crecer en un ambiente libre y sin miedo, aunque agradezco siempre la confianza y el espacio hermoso que mi tía siempre dispuso para mí.
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mycambook · 1 year
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El PRINCIPITO
“Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón...”
Hace unos días me inscribí en un evento del GAM en el cual disfrutamos de una enternecedora velada, teniendo la oportunidad de vivir todo el proceso del gran ilustrador chileno Carlos Denis, que nos expuso como nació la creación de esta hermosa nueva edición del “El principito” con bosquejos realmente enfáticos.
"Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos"
Desde luego esta frase, como muchas, y esta obra se han convertido en un gran clásico que todos han leído alguna vez en su vida, esto independiente si ha encantado o no. Ha sido traducida en casi todos los idiomas, incluyendo el sistema de lectura braille, es por eso que ha podido estar en manos de muchas almas, haciéndonos pensar cómo un relato infantil e inofensivo, lleno de sabias ilustraciones, nos hace reflexionar en tan profundos temas.
“Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante”
No podía quedar atrás y me traje esta nueva publicación a casa, que por cierto está dotada de hermosura, sumándose a la colección que sin querer ha ido ascendiendo. Cuando recién navegué por estas páginas ya era adulta, por lo que no sé qué pudo haber simbolizado en mi infancia, aun así, cuando logré sumergirme en este mundo de fantasía me hizo descubrir valores, a complacerme de felicidad con cosas pequeñas y a ver la importancia del tiempo.
Cuando era niña tenía demasiada imaginación, pero nunca la compartí, quizás por el semejante miedo que se cuenta, el no ser comprendido y ser desanimado por los adultos. “Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es cansador para los niños tener que darles siempre explicaciones”. Escuché señalar esa tarde “no estuve rodeado de libros, pero sí de cancioneros y que aquellos estaban llenos de palabras”, pues me sentí tan identificada que me hizo recordar todas las tardes de música “leyendo” todas las canciones que traían esos “libritos” que por cierto me llenaron aún mas de utopías.
“El sentido de las cosas no está en las cosas mismas, sino en nuestra actitud hacia ellas".
Evidentemente es un cuento lleno de magia, repleto de poesía y filosofía, cargado de ilusión, tal cual como me gusta vivir cada libro independiente del género que sea. Sin alterar jamás su lenguaje diáfano, natural y fluido, donde nunca falta el humor y la sutil ironía, el narrador utiliza, de manera sugerente y oportuna, figuras literarias como la comparación; “cuando enciende el farol es como si hiciera nacer una estrella más, o una flor”; la metáfora: “¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!”; la sinestesia: “Y por la noche me gusta oír las estrellas”.
"Al primer amor se le quiere más, a los otros se les quiere mejor".
Creo que “EL PRINCIPITO” es uno de esos trabajos que todos saben sobre su argumento, lo hayan leído o no, numerosas personas lo han estudiado a lo largo de sus vidas, reeditado y reimpreso por décadas, enriqueciendo la literatura universal. No revelaría detalles incómodos sobre el desenlace de esta historia que no hayan oído antes, todos conocen a ese hombrecito extraordinario, de cabellos dorados, de frente pálida, que luce una eterna bufanda de oro y que aparece en la vida del narrador comenzando la lectura. Todos están al tanto de ese frágil niño curioso, inteligente y algo misterioso, que formulaba numerosas preguntas, a las que jamás renunciaba, insistiendo hasta obtener sus contestaciones y que, en cambio, por lo general no respondía a las interrogaciones de los demás. Todos deben acordarse de la caja del cordero, del elefante, del increíble zorro, del cual todos están seducidos, de las espinas de una flor, de lo mucho que amaba las puestas de sol. Todos deben haber reflexionado sobre los principales motivos que sustenta el relato como, por una parte, la amistad, el amor, la ingenuidad, la beldad, la justicia, la ternura, la comprensión, el respeto, la honestidad, la disciplina, el conocimiento, la solidaridad, esperanza, y por otra, la incomunicación, el poder ocioso, la vanidad, la falta de imaginación, la intemperancia, la solidad egoísta, el creciente y absurdo afán posesivo, la inconstancia.
“EL PRINCIPITO” constituye, por lo tanto, un implícito llamado a examinar y ajustar nuestra conducta a la luz de éstos y otros valores de permanente y universal vigencia.
En un mundo en que cohabitan un apresurado y admirable progreso científico y tecnológico, en una sociedad desvelada por las apariencias más que por las esencias, este libro invita a ir al fondo de las cosas, a penetrar su verdadero sentido y proyección, y no a quedarse solamente en la superficie. Porque como dice su protagonista;
“Los ojos están ciegos. Es necesario buscar con el corazón”.
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como salvar mi relación a distancia ? puedes darme consejos?
Una relación a distancia se puede sobrellevar si es posible verse al menos los fines de semana, pero si esto es IMPOSIBLE, lo siento mucho pero no se puede hacer nada.
Debes de tener en cuenta que el contacto hace el cariño, un ser humano necesita ser acariciado, tocado, besado ... se que on-line todo parece muy intenso, crees que es la persona de tu vida, pero según pasa el tiempo este tipo de relación es capaz de sacar los peores sentimientos que llevas dentro como la desconfianza, celos, ira etc ahora tienes idealizada a esa persona, pero con el paso del tiempo, te caerá la venda de los ojos y verás que no era de color de rosa.
Al principio hay muchos temas de conversación, pero claro ... tu tienes una vida y tu pareja otra diferente, no conocéis a las personas que rodean al otro, no creáis anécdotas de vida juntos con lo cual, los temas de conversación se volverán monótonos y aburridos e incluso a veces forzosos.
Yo estuve 4 años así y aunque al principio resultaba hasta morboso, con el tiempo descubrí una parte oscura de mi que ni yo sabía que existía.
Para una mujer es más fácil de sobrellevar, somos más crédulas, emocionales, pero un hombre es de contacto físico, ellos son los primeros que dejan la relación.
Consejos mmm si, te los puedo dar, pero no está bien dejar que un pc o un celular sean quienes manejen tu vida. De esto te das cuenta cuando todo ha terminado.
Siento si no soy positiva en esto, pero han pasado por mis manos muchas personas con este tipo de relaciones y no ha funcionado ninguna incluida la mía.
Pero si es posible el veros, si puede salir adelante.
Encuentra el mejor momento para comunicarte (frecuentemente)
Aunque siempre funciona enviar mensajes y correos electrónicos, a veces necesitas hablar y tener una conversación en tiempo real. Dependiendo de la distancia, es posible que os lleve un tiempo encontrar las mejores horas para hablar, pero con la práctica se llega a la perfección y los mensajes de voz divertidos pueden compensar las llamadas que no se hayan podido hacer y la falta de sincronización. Y no, no importa si solo puedes llamar los domingos por la mañana, la clave es hacer tiempo para la otra persona.
Encuentra los mejores medios para mantener tu relación a distancia
Una vez que tengáis organizadas las horas, también es importante encontrar los medios adecuados. Afortunadamente, nunca fue más fácil o más barato estar en contacto con el mundo: normalmente solo se necesita una conexión wifi para hablar y mandar mensajes por Skype. Tiene que ser una herramienta de comunicación a la que los dos podáis acceder con facilidad, y no os olvidéis que usar varios medios hará que la comunicación sea mucho más emocionante.
Usa tu creatividad
Graba un mensaje de audio por la noche, escribe una carta, manda una postal o envía una caja con comida o una grabación con canciones. Usa tu imaginación y encuentra formas nuevas y sorprendentes para hacer saber a tu pareja que piensas en él o en ella. Esto no significa que tengas que limpiar tu cuenta bancaria: no hace falta que contrates una avioneta para escribir poemas en el cielo, ¿qué tal si le mandas algún detalle por correo?
No evites las discusiones en una relación a distancia
Es fácil ignorar los problemas o las preocupaciones. Nadie quiere pasar el tiempo discutiendo, pero evitar los enfrentamientos y las discusiones puede ser dañino a largo plazo. Es mejor que habléis de las cosas que os molestan antes de que se conviertan en enormes obstáculos en vuestra relación. Pero no discutáis a través de mensajes de texto o del correo electrónico (hay que leer demasiado entre líneas), discutid las cosas por teléfono tan pronto como surja.
Habla las cosas
Intenta siempre ser sincero y abierto acerca de tus sentimientos. No saber dónde está tu pareja en algún momento o con quién pasó la noche del sábado puede llevarte a pensar demasiado y a tener miedos innecesarios. El hecho de que las redes sociales hacen que sea más fácil ver (o imaginar) lo bien que se lo ha pasado alguien no ayuda demasiado. Es importante que confiéis el uno en el otro lo suficiente como para compartir vuestros pensamientos y sentimientos y encontrar la manera de lidiar juntos con los celos, la ansiedad o las dudas.
Ve el vaso medio lleno
Vas a vivir tu vida habitual al mismo tiempo que tienes una relación a larga distancia, y eso puede ser tanto una bendición como una maldición: es posible que sientas que te estás perdiendo cosas porque es más difícil hacer lo que hacen las parejas normales, como ir a recoger al trabajo a tu pareja o comer juntos. Sin embargo, también puede ser una gran ventaja tener tiempo para ti: si tienes que estudiar o trabajar durante muchas horas, no defraudarás a tu pareja por tener que cancelar planes para cenar o para ir al cine, por ejemplo.
Sabed cuándo os vais a ver
Dependiendo del tiempo libre y del dinero que cueste, os puede resultar complicado estar juntos. No saber cuándo será la vez que os veáis puede interferir en tus sentimientos y en tus planes de vida. Así que lo mejor es que fijes una fecha tan pronto como sea posible. De esa manera, los dos podréis planearlo con tiempo y aprovechar ofertas de vuelos y promociones, ¡y además tendrás algo que esperar con ilusión! (Las visitas sorpresa también son geniales, por supuesto, así que haz alguna si puedes).
Haced cosas juntos
Las situaciones desesperadas necesitan medidas creativas para pasar tiempo con la pareja: podéis hacer cosas juntos aunque no estéis en el mismo lugar. Gracias, funciones de llamada de vídeo. Hoy en día no hay excusa para no compartir tiempo de pantalla y cocinar, comer, ir de compras o ir de paseo con tu pareja usando el chat de vídeo. No olvides que también podéis ver la misma película mientras que habláis o chateáis.
Usa algo que te recuerde a tu pareja
Habrá algunos momentos en que ninguna llamada ni mensaje compense que no estáis juntos. Te ayudará llevar puesta su camiseta favorita o beber en su taza favorita. Puede que esos recuerdos sean cursis, pero funcionan. Una muestra de su perfume favorito o del detergente que usa para su ropa puede hacer que las zonas horarias desaparezcan por un momento, que no te de vergüenza usar esos métodos si necesitas desesperadamente sentir cerca a tu pareja.
Conoce a la gente y visita los sitios
Cuanto más habléis y os lleguéis a conocer, más mencionaréis a gente o lugares que la otra persona no conoce. Siempre que sea posible, preséntale —con una foto o en persona— a la gente con la que te relacionas o los sitios a los que vas más frecuentemente. De esa manera, las conversaciones cotidianas tendrán mucho más sentido y sentiréis más que formáis parte de la vida de vuestra pareja, a pesar de la distancia.
Reflexiona sobre el futuro de esta historia
Te deseo mucha suerte, fuerza y paciencia 🙌
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cuberol · 2 years
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Cubedebate: Qué hace más falta ¿Más foros de rol o más rolers?
De manera general, y en base a las respuestas que he recibido, puedo decir que de manera casi unánime, la comunidad dice necesitar más gente que quiera rolear que el hecho de contar con más espacios para ello. Evidentemente, encontrar un lugar que se adapte a nuestros gustos también puede ser una pequeña odisea para algunos. Y es justo en esta parte donde voy a centrarme en dejar clara mi respuesta ante este último Cubedebate.
Qué hace más falta ¿Más foros de rol o más rolers?
Respuesta corta: Más rolers.
Respuesta larga: Es más que evidente que todos necesitamos sangre nueva en los foros donde roleamos. Y no hablo de más usuarios conectados, hablo de gente con ganas de contarnos la historia de sus personajes, de compartir su crecimiento y evolución con los demás. Todo foro de rol necesita que, de vez en cuando, aparezca ese jugador lleno de entusiasmo e imaginación para renovarnos la fe en este rinconcito de internet dedicado al rol por foro. La pena, es que estos mirlos blancos tienen muchas formas de presentarse y, del mismo modo, pueden pasar desapercibidos tanto por jugadores o por la administración. A veces se nos olvida que lo que realmente importa no es cómo escriba, cuál sea su pb, o qué se dice de él dentro de los círculos de rol. 
Me voy a parar en este último punto para explicar que no somos pocos los que aún roleamos en foros de rol, si no que, lo que realmente sucede, es que cada vez somos más cerrados. Me incluyo aquí, como sé que hace el resto de los que prefieren seguir roleando en su foro con su círculo de amigos y conocidos más íntimos. Claro que hay buenos rolers, pero están cada uno en el foro que consideran su hogar. Sin embargo, esto ha podido exagerarse debido a los chismes y habladurías de roces innecesarios de personas que llevan el rol a algo más personal dando lugar a persecuciones y obsesiones de las que no se saca nada bueno. ¿De verdad es tan difícil rolear con esa persona que supuestamente te cae mal o de la que dicen pestes en internet? Aprendamos a diferenciar rol de realidad y dejaremos de vernos en círculos cada vez más y más reducidos hasta el punto de quedarnos solos. Cierto es que nadie necesita cincuenta usuarios en su foro, pero ser más de tres y de cuatro puede significar la diferencia entre seguir roleando y dejarlo cuando no haya nadie más. Sí, hacen falta más rolers de estos. De los que dejan los prejuicios en casa, dejan atrás el hacha de guerra y se centran en lo único que importa: rolear y dar vida a cada personaje.
Lo que cuenta de verdad en un buen jugador de rol es que sea capaz de disfrutar de este hobby. Que verle disfrutar del rol sea la verdadera enfermedad contagiosa que renueve el ánimo de aquellos con los que ha decidido rolear. 
Por eso no hacen falta más foros. Una persona con imaginación puede reconvertir cualquier personaje y adaptarlo a la trama que ofrezca cada uno de los foros que existen hoy en día. A mí me encanta crearme personajes basados en el trasfondo pero también me gusta ser capaz de reinventar conceptos de personajes antiguos para darles una segunda oportunidad. Gracias a esto, para mí no existen impedimentos de trasfondo que me coarten la libertad a la hora de crear personajes de cualquier tipo. 
Los jugadores necesitan aprender que el físico no determina al personaje, que las limitaciones no están en lo que ofrezca cada foro. La única y verdadera limitación está en nuestra cabeza. Hay que aprender a pensar fuera de la caja, y manda huevos que tenga que decirlo un poliedro como yo, pero así es. Con esto en mente, nada es imposible. Podrás crearte un paladín en un foro realista o de ciencia ficción o darle vida a la clásica protagonista de slice of life en un foro post-apocalíptico. Hay mil formas de justificarlo para hacer un personaje único y que te apasione rolear. Hablo con conocimiento de causa.
Un jugador de rol sabe que sus dos mejores armas son la improvisación y la adaptación. Si dejamos que estos valores se pierdan sí, habrá cada vez menos rolers, empezando por nosotros mismos. Menos rolers que no querrán perder su tiempo en crear nuevos espacios cuando cierren los que ya hay. Aprended a apreciar a toda persona que os ofrezca la posibilidad de vivir una aventura ya sea creando una skin, tablilla o un nuevo set de gráficos, como dando rienda suelta a su imaginación para ofreceros una trama, abriendo tema o mandando un sencillo mp. Que no somos pocos los que aún quedamos aquí, por muy desperdigados que estemos. 
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chichincol · 2 years
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03. 
                                                                01 de agosto, 17:42 hrs.
Chicago, Illinois. West Englewood.
De camino a ALDI, con la música en sus audífonos, piensa en que el mes pasado su ruta para llenar la alacena de su hogar era muy distinta. En su antiguo departamento, el que tuvo desde el principio de su llegada a Chicago, tenía un 7-eleven en la esquina, un McDonalds a solo cinco minutos y un gimnasio a diez. Y las estaciones del metro definitivamente no se encontraban a veintisiete minutos como ahora, pero lo prefiere. Porque, piensa, no hay punto de comparación en mirar por su ventana y encontrarse con el Parque Ogden (William), escuchar algunas aves cantando por las mañanas y las tardes y que las luces por las noches sean tan tenues que no es difícil visualizar una que otra estrella en el oscuro cielo. Tampoco hay punto de comparación en lo callado que es el bullicio, en lo fácil que es andar por las calles y en lo tranquilo que es escuchar risas de niños jugando. 
(Tampoco hay punto de comparación en lo fácil que parece encontrar inspiración; en lo sencillo que es dejar volar su imaginación en nuevos diseños.) 
(Piensa en cómo Bong puede llegar a disfrutar de todo este entorno, también. En cómo puede jugar con Ardea y ellos observado a lo lejos. Es posible que Eunho no se quede tan tranquilo, pero sabe que junto a Mekhala pueden distraerlo lo suficiente… Piensa en que aún no les invita, que aún no le muestra los rincones; que apenas y ha mostrado parte de su trabajo en su nuevo taller. Pero, también piensa, en que se verán pronto, en que han seguido en contacto. Y que puede que no se mantenga por mucho tiempo debido a la vida misma, pero lo va a disfrutar tanto como le sea posible.) 
Se da cuenta, como casi siempre, que su mente jamás se detiene, que desde hace unos meses no hace ni el más mínimo esfuerzo por detener el torrente de sus pensamientos. Pero no se culpa. Se ha sentido tan cansado, tanto física como anímicamente, que este rasgo suyo no es más que una manifestación de todo ello de lo que no se hace cargo --- de los malos entendidos, de sus actitudes, de sus sentimientos... de cómo ha hecho malabares mentales para mantenerse estable. 
(Lo detesta, sin embargo. Que no se culpe no quiere decir que esté haciendo las paces.)
De ahí también que apenas note que ha llegado a ALDI.
El supermercado no es familiar a sus ojos; aún se pierde en los pasillos, aún le cuesta encontrar los víveres. Las luces se le hacen extrañas y la gente que compra no es la misma que vivía en su edificio en las cuadras siguientes. Por ello, pone en pausa la música para prestar mayor atención a los detalles, para que la tercera y cuarta vez sea mucho más rápido; para reconocer los rostros y aquello que es posible no pueda llevar consigo esta vez.  
Camina por los pasillos tarareando, aún así. Toma latas de frutas en conserva, verduras frescas. Algunos paquetes de fideos, salsa de tomate, arroz, sal y azúcar. Piensa en llevar carne, pero se arrepiente porque recuerda que no trae tantas bolsas consigo. Pero necesita cereal para el desayuno, así que se detiene en el pasillo frente a la variedad. Está a punto de tomar una caja de Chocapic cuando una figura que no reconoce carraspea a su lado; demasiado cerca, demasiado dirigido. Sin embargo, es una acción que pasa por alto. Pero... 
“Haz crecido mucho, Dongyul”. 
Es una frase simple, sin sentido para cualquier persona que pueda escucharla, porque no dice mucho. La gente crece todo el tiempo... pero él sabe qué significa. Tanto que su cuerpo se tensiona. 
Dongyul. 
No ha escuchado ese nombre desde el día que su padre lo dejó en el orfanato y le dijo que ese ya no era su nombre; que ese era su pasado y que tenía que olvidarlo. Que ellos ya no eran su familia, que su vida era otra. 
(Lo hizo. Kangmin se encargó de que esa tarea fuese fácil.) 
“No te veas tan sorprendido, por favor, ¿en serio creíste que te íbamos a sacar los ojos de encima? Eres igual de estúpido que tu padre, al parecer” 
Y es todo lo que necesita para que su rostro se cierre, para que la seriedad tiña sus facciones y se voltee lo suficiente para que su mirada se pose en las facciones contrarias. 
No lo reconoce. Pero no le extraña. No ha sabido de esta gente desde que era pequeño, desde que huía de ellos y esperaba encontrar sus mensajes en los lugares más estúpidos. 
(Hubiese deseado que eso se mantuviera así por siempre. Pero, como Alew, la vida no deja de darle sorpresas. ¿Gratas? No siempre.) 
“¿Qué quieren?” 
Su pregunta es recibida con una risa burlona, sarcástica y tan molesta que la siente hasta en los huesos. 
“Responde la maldita pregunta, qué quieren” masculla de una forma que, hace unos meses atrás, solo hubiese estado en su cabeza. 
“Dinero, ¿qué más? Verás… hemos notado que te ha ido muy bien. ¿Comprarte una casa? ¿En Chicago? Increíble, jamás esperamos que ibas a lograr salir adelante de esa manera- Pensamos que ibas a pasar tu vida huyendo, como tu padre. Ese es una rata escurridiza, ¿lo sabías? Nos da mucho trabajo. Y si no fuera porque nos sirve, ya lo hubiésemos dejado en paz, pero eso no importa ahora, detalles que no te incumben”. El hombre hace una pausa, su mirada hacia arriba antes de continuar. Son apenas segundos. “También supimos que tienes un buen trabajo, con una de tus tutoras del instituto. Haces bonita ropa, ni siquiera vamos a intentar decir lo contrario”. El sujeto hace otra pausa, pasando su mano derecha por su cabello. Pero… queremos lo que tu padre aún no nos devuelve. ¿Has sabido de él? Tsk— qué pregunta estúpida la mía, no lo has vuelto a ver desde que te dejó botado en esa pocilga” 
Hay tanta burla en su voz, tanta condescendencia en sus palabras que lo odia. Es una emoción que llega desde su estómago y se aloja en sus pulmones, en la forma en que respira pesadamente y en cómo frunce su ceño sin quitarle la mirada de encima. 
“Oh, mira eso, tienes una expresión importante allí” 
Y como si las palabras no fuesen suficientes, el sujeto extiende su diestra para dejar un toque con su índice en su mejilla. Y no sabe. No sabe qué nueva mirada hace que el sujeto se aleja con ambas manos alzadas, las palmas visibles. 
“Tranquilo, todo esto es en son de paz” recalca, la misma sonrisa petulante que puede recordar de los sujetos que le perseguían desde niño grabada en su rostro. “Toma esto como una advertencia, a las que ya debes estar muy acostumbrado, ¿no te trae recuerdos?” y de nuevo, no sabe qué mirada le da que hace esta vez que sujeto se ría, su cabeza hacia atrás en un gesto exagerado antes de incorporarse y negar con su cabeza. “Lo siento, mala broma, no me sigas dando esa mirada, ¿de acuerdo?” 
“¿Advertencia?” 
“Así es, advertencia. Esta vez no te pediré nada, porque me caíste bien. Me mostraron una fotografía tuya cuando eras pequeño y tenías cara de ser un bebé llorón, ¿qué te ha cambiado? No, espera, eso no me importa. Pero sí, ese es el punto. Esto es una advertencia. Y te daré una segunda: no cierres los ojos. Sabemos qué haces y con quién te reúnes. Te has hecho unos buenos amigos, ¿no es así? Sería una lástima involucrarlos. Son todos muy guapos para hacerles algo en sus lindas caritas. ¿Sabes que tienen carreras importantes también?” 
Y es recién allí que su estómago se encoge, porque piensa en Eunho, Mekhala, ____ y todas aquellas personas con las que se ha topado fuera de las misiones. Y eso debe verse en su rostro, si la nueva risa que este sujeto suelta es algo que debe considerar. 
“Bueno, creo que te he pegado en una herida. Tienes que ocultar mejor tus emociones, Dongyul, aunque, bueno, ese ya no es tu nombre. Tampoco es que me importe cómo te haces llamar ahora. Cuídate, ¿de acuerdo? Eres divertido” 
Y es antes, mucho antes de poder salir de su transe al sus amigues ser nombrades, que este hombre deja un apretón en su hombro derecho y se va. No lo sigue porque puede sentir sus piernas temblar de rabia, de coraje. No lo sigue porque no tiene las herramientas para detener esto — y es quizá lo que más le frustra, que no sabe si alguna vez las tendrá. 
Piensa, de camino a su casa, que toda la tranquilidad que había sentido en estos años fue prestada. Fue solitaria y dolorosa, sí, pero tranquilidad al fin y al cabo. Y si hubiesen venido hace un par de meses esta situación no le hubiese preocupado. Posiblemente hubiese ofrecido su cabeza con tal de saldar la deuda, pero… hoy no es el caso. Y, la verdad sea dicha, duda que sea pronto. 
Así que se preocupa, mientras guarda sus compras y ordena un poco su desorden cuando ya está en casa. 
Sigue preocupado cuando no encuentra calor en Ardea ni en la forma en que se acurrucan en la cama. 
Y es posible que esta sensación no lo deje de ahora en adelante, que es lo que más le molesta. 
Odia tanto a su padre.
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