Tumgik
#muchas palabras nuevas hoy
inodorodepapas · 10 months
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Yo contra La Cucaracha (26/365)
¡Buenas y bienvenidos de nuevo o por la primera vez!
Hoy me gustaría cuéntales un cuento...
Érase una vez, había una persona se llama Pau. A Pau le encantaba hornear y crear en la cocina. Generalmente, Pau vivía sól@ porque él/la tomaba clases virtuales de casa, y sus padres iban a trabajo durante el día. Un día, un día como cada otras, Pau decidía tomar un descanso y hacer masa para pan, porque a Pau le encantaba comer pan. En casi todo, iba bien– sin problemas. Pau mezclaba todo, creaba la masa, y dejabala a levar. Pero, todo empeoraba cuando Pau regresaba a la cocina para formar la masa. Él/la estaba de pie en la cocina, y estaba amasando la masa, cuando un bichito se apresuró entre las piernas de Pau, como un carro a través de un túnel.
¡Qué horror! – pensaba Pau, porque el bichito no fue cualquier tipo de bicho, no, querid@ lector... fue una cucarachita.
De repente, Pau corría a agarrar la insecticida para matar la cucarachita. Sin embargo, cuando regresaba a la cocina... la cucarachita había desaparecido. Pau rociaba la insecticida debajo del lavavajillas, fregadero, los mostradores de la cocina.. a cualquier parte que la cucarachita podía haber ido. Pau se hacía nervios@.
¿Una cucarachita perdida en la cocina? ¿Qué debo hacer? – pensaba Pau.
Cuando se trata de los bichos en la casa, Pau no era una persona muy valiente. Pau no le importaba los gusanos de tierra, afuera. Pero los bichos, a no le gustaba. Cuando había bichos en casa, Pau preguntaba a sus padres para tirarlos.
Entonces, Pau hacía la primera idea que iba a su mente... ¡corría! Agarraba su computadora portátil, y subía la escalera, donde todo estaba seguro. Pau esperaba que las cucarachitas no supieran como subir la escalera. Pau iba a su cuarto, se sentaba en la cama, y abría su computadora portátil, aún pensando de la cucarachita... muerto o vivo, esperándole en la cocina. Este cuento no va a terminar con un final feliz, porque este cuento no ha terminado.
Obvio, querid@ lector, Pau es una persona un poco dramátic@. Y Pau soy yo.
Aquí estoy, encima de la cama, porque no me gusta las cucarachitas, especialmente en la cocina. Con el tiempo, voy a bajar la escalera, a la cocina, y tratar de almorzar. Esperamente sin interrupciones por una invitada especial que no es bienvenida.
Pues, es todo, y espero que les gustaran mi cuento, me gustó la oportunidad practicar usando el pretérito imperfecto.
¡Gracias por leer y espero que tengan un día sin interrupciones que no son bienvenidas!
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Karma en contra
¡Cielos, que bien me veo! Pienso después de ver una foto de mi antiguo cuerpo. Si hubiera sabido que podría ponerme en esa forma jamás hubiera hecho ese estúpido hechizo de intercambio.
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Todo inicio cuando un matón de mi escuela no dejaba de molestarme, al principio eran solo pequeños golpes o insultos, algo que debí de detener ya que las cosas empeoraron. Me daba palizas, me robaba el dinero, se burlaba y en una ocasión me obligo a meter su pene en mi boca, le di una mamada al idiota.
Cansado busqué alguna forma de detenerlo, de manera accidental me encontré con un viejo manuscrito, tenia varias hojas arrancadas, pero una llamo mi atención, “Intercambio”. Me lo pensé mucho si debía de recitar las extrañas palabras, mi mayor preocupación era que él estaría en mi cuerpo. Rápidamente mi duda se desvaneció al encontrar otra hoja con el título “Alteración de recuerdos”, mi atención se centro en la gran advertencia de usarlo, debía hacerlo con cuidado o se podía volver en mi contra.
Tomé el valor para hacerlo y en una tarde en donde la escuela se quedó vacía lo encaré para pronunciar las palabras. Por un momento creí que mi plan funciono, pero cometí un error que a día de hoy sigo cargando, dije los dos hechizos a la vez. Mi mente fue bombardeada con recuerdos de ese cuerpo, los días pasaban y sentía que ya no era yo. Mientras que mi matón ahora en mi cuerpo se burlaba de mí, no podía creer que no pudiera hacer nada bien. Después de algunos meses tratando de mantenerme cuerdo decidí tomar otro cuerpo, mi mente se aclaró y por algún tiempo pude tener la vida de otra persona sin la necesidad de que sus recuerdos me atormentaran. Me di cuenta que la nueva persona mantenía su personalidad intacta, yo fui el único que recibió la “maldición”.
Desde entonces salto de cuerpo en cuerpo experimentando las ventajas y el caos que es tomar diferentes vidas, mentiría si dijera que no me siento mal al tomar el cuerpo de otra persona, así que trato hacer algo bueno con esto. Como, por ejemplo, el cuerpo en el que me encuentro actualmente.
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Que su carita de niño bueno no te distraiga, era un horrible maestro de secundaria que abusa de sus alumnos, de cierta forma me hizo recordar a mi matón. No dude ni un poco cuando tomé su cuerpo y lo deje atrapado en uno de sus alumnos. Fue divertido darle clases y ver su cara de frustración; esperando que le regresara su vida.
Para mi fortuna, mi tiempo con él se terminó, sus memorias se han comenzado a sobrescribir sobre las mías y odiaría acabar con la mente tan jodida como la del dueño original. Me da lástima tener que dejarlo, realmente me había encariñado, extrañaré esas noches en las que exploraba cada rincón de este cuerpo, tocando delicadamente el vello en mi torso mientras bajaba hasta llegar a mi pene.
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De cualquier forma, fue genial tener un cuerpo tan masculino como el suyo, por eso, la persona que se lo quede debe ser alguien que se lo merezca. Es aquí en donde entra mi vecino. Cuando recién tome está vida noté que él era el único que me saludaba y sonreía. Rápidamente me fije en eso y en general como las personas a mi alrededor me evitaban, no fue sorpresa averiguar que esté hombre era despreciable incluso en su vida común.
Pronto esos saludos se convirtieron en platicas cortas y esas en charlas largar y profundas. Descubrí que es divorciado, su ex le quito todo lo que pudo y solo lo dejo con el patrimonio comparable al de un estudiante universitario. No le molesto, de hecho, se sintió libre, nunca le gusto la idea de casarse y muchos menos formar una familia, divorciarse fue su boleto a la libertad. Cada vez que tocamos el tema siempre termina con que desearía tener una segunda oportunidad, oportunidad que con gusto le daré.
Antes de hacer el intercambio pensé que seria bueno que tuviera mi vida en blanco, para lograrlo renuncie a mi trabajo, vendí muchas cosas y me cambie de ciudad. Quería que tuviera una carta de elecciones cuando tomara este cuerpo.
Lo último que hice fue hacer el cambio, me despedí de este cuerpo con una última masturbada. Al día siguiente de lanzar el hechizo me levanté en un departamento similar al que tenía, entendí que mi plan había funcionado y me dirigí al baño para asegurarme. La imagen de mediana edad de mi vecino me saludo a través del espejo, me sentí raro al principio nunca antes había ocupado un cuerpo tan viejo, pero de alguna forma lo hace emocionante. Busqué ropa que ponerme tratando de copiar el estilo que tiene mi vecino. Es aquí en donde viene mi parte favorita explorar la vida de mi nuevo cuerpo.
Me miro en el espejo una última vez pensando en cuanto tiempo podre quedarme aquí.
─Ya lo sabré después, buscaré a un idiota para que se quede atrapado en este lugar. 
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suspirosalaire · 11 months
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El Fin de una Era
Todo comenzó hace más de 10 años, con un adolescente que no tenía ni idea de lo que era la vida y qué quería de ella. Un joven que no entendía las cosas por las cuáles estaba pasando y no le encontraba un sentido a todo lo que estaba viviendo en su momento.
Tumblr me ayudó mucho a conocerme un poco más en las palabras de los demás. En todas las preguntas que me hicieron comprendí que no estaba solo, que lo que yo sentía no era algo raro e inusual y que la mayoría de nosotros sufrimos por alguna cosa. Aprendí también que hay personas que están dispuestas a ayudar a los demás sin siquiera conocerlos, sin poder sacar nada a cambio más que la satisfacción de saber que han ayudado a una persona en algún lugar.
Aquí fue donde aprendí a escribir, a expresar lo que sentía, a canalizar todo lo malo y convertirlo en algo bueno. Aprendí que la vida no te da exactamente lo que quieres, sino lo que necesitas, por más de que me costó entender eso, pues uno se ciega por sus emociones pero la vida bien sabe qué es lo mejor para uno.
Me encantaría regresar en el tiempo y decirle a ese niño adolescente sentimental, emocional y perdido que todo en esta vida sale, que lo único que tiene que hacer es ser bueno con todas y cada una de las personas que lo rodea y todo lo demás se dará en su momento perfecto. Me gustaría abrazarlo y decirle que todo estará bien, que no sea tan malo consigo mismo, que tiene que tener paciencia y que se vienen tiempos duros, pero que esos momentos lo harán la persona más fuerte que conozca. Le diría que salga más, que disfrute de la naturaleza, que abrace más a su familia y les diga lo mucho que los ama, que no se deje llevar y jamás reprima lo que siente por lo que dirán. Ser una persona que demuestra sus emociones no lo hace menos ni débil, sino lo hace ser más humano.
Se llegó el día que comenzaré una nueva etapa de mi vida, con la persona que nunca pensé que podría encontrar, con un trabajo que amo y con mucha esperanza y fé en todo lo que estoy por vivir. Hoy me caso con el amor de mi vida, sí la encontré y sí valió la pena la espera.
Gracias Tumblr y gracias a todos por tanto que me compartieron y me ayudaron para hoy ser la persona que soy. Los llevo en mi ser por siempre, son un pilar en mi vida.
Hasta siempre...
JMG
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raincherr-y · 5 months
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EL HOMBRE QUE MÁS AMÉ
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Hoy volví a tomar el lápiz y el papel y entre el vaiven de sentimientos escribo a quien más amé.
Los 100 km o las 3 horas ida y vuelta fueron la escusa para que te fueras.
Tus palabras no tengo tiempo se volvieron rutinarias en nuestras diarias conversaciones; "lo entiendo y lo comprendo" eran las mías, acompañadas con "no te preocupes mi amor" mientras cada día contaba los segundos en que se terminé al fin la distancia que nos separaba.
Las lágrimas desde hoy se convierten en mis acompañantes de almohada, y «Déjenme llorar» de Carla Morrison mi canción de cuna.
Te excusaste con decirme que no era para siempre, pero nunca me advertiste que sería tan pronto, me dejaste con sueños inconclusos que teníamos juntos... o tal vez aquellos solo eran míos.
Aún no veía el amanecer tomando tus manos, aún no probaste la comida que estaba ensayando, aún no te canté al oído el amor que sentía, ni bailamos en la madrugada mientras nuestras miradas se cruzaban.
Te faltaron por cumplir muchas cosas y a mí me faltaron por decir muchas otras.
Pero ahora con el cuerpo ardiendo, y el pecho hueco sigo en la negación que todo se terminó, es por eso que no puedo brindarte una linda despedida de nuestra historia de amor.
Es difícil describir al hombre que más amé, solo puedo decir que estaba segura a su lado, que sus brazos rodeaban y cubrían mis miedos, que sus besos se llevaban mis dudas y su risa era la melodía que repetía en mi mente todos los días.
Ahora me matan los recuerdos, siento que me desvanezco y pierdo fuerzas en cada letra que sale ahora de mi boca.
Mis amigas dicen que llore, que te saque en cada grito, que me olvidé de todo lo que siento. que pueda decir tu nombre sin llorar; sin que se me desgarre el cuerpo cuando te recuerdo. Extrañarte, amarte, y recordarte desde el jueves se convirtió en mi nueva rutina.
Ahora no puedo dejar de llorar en todo lado; en mi cuarto, en mi baño, en las aulas, cuando estoy acompañada o cuando estoy sola. La cabeza me duele, la garganta se me cierra, las fuerzas se me van, las arcadas aparecen, y las ganas de comer se esfuman.
Sigo esperando el mensaje que me diga que todo fue mentira, que seguimos juntos y que esperemos el momento en que la distancia no se vuelva un impedimento a nuestro amor.
Hasta que eso suceda seguiré escribiendo en mi libreta o en las notas de mi celular todo lo que quiero decirte y no puedo, todo lo que me faltó contarte y todo lo que planee en nuestro futuro.
Hasta eso recordaré con llanto cada segundo que pasamos juntos y los que no lo hicimos, recordaré las noches cuando recién nos conocimos, recordaré y lloraré por cada te quiero que me dijiste, por cada beso que como un tatuaje plasmaste en mi piel, y resonarán cómo eco en mi cabeza las palabras de "nena y preciosa", hasta que un día vuelvan a ser pronunciadas por el hombre que más amé.
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psicologa-rolera · 6 days
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¡Hola, personitas roleras! 💛
Hoy quiero hablar sobre un tema que me ha rondado la mente y que menciono en este ask: algo que seguramente muchos hemos escuchado, tanto dentro como fuera del rol. Me refiero a frases como "las personas no cambian" o "nadie cambia". Este tipo de afirmaciones pueden hacer mucho daño, tanto a quien las escucha como a quien las dice, porque imponen una limitación injusta sobre nuestra capacidad de evolucionar.
Desde la psicología, se ha comprobado que el ser humano es dinámico y adaptable. Tenemos la capacidad de cambiar, crecer y madurar a lo largo de nuestras vidas. Este proceso ocurre a través de la reflexión sobre nuestras experiencias pasadas, la superación de conflictos internos y externos, y la búsqueda de relaciones más saludables y significativas (Beck, 2011). Esto es algo que se refleja no solo en la vida real, sino también en nuestras interacciones dentro del rol.
Sin embargo, hay un punto importante que a veces se omite: no siempre es fácil cambiar. No todas las personas tienen las mismas oportunidades o recursos para lograrlo. Factores como el entorno, las experiencias previas, las condiciones de vida o incluso el acceso a apoyo psicológico pueden hacer que el cambio sea mucho más complicado. Algunas personas pueden verse atrapadas en patrones disfuncionales porque esas son las únicas herramientas que conocen para lidiar con la vida. Cuando se carece de apoyo, estabilidad o acceso a recursos adecuados, es posible que la persona termine reforzando conductas disfuncionales en lugar de evolucionar hacia comportamientos más saludables (Beck, 2011).
Por ejemplo, alguien que ha crecido en un ambiente hostil o de abuso puede haber desarrollado mecanismos de defensa disfuncionales para protegerse. Estos comportamientos, aunque no sean saludables a largo plazo, le ayudaron a sobrevivir en ese entorno. Sin las condiciones necesarias para aprender nuevas maneras de afrontar la vida, ese cambio positivo se dificulta.
Desde mi enfoque como psicóloga (cognitivo-conductual y terapias de tercera generación), se hace hincapié en reconocer que muchas veces las personas actúan desde un lugar de dolor o miedo, y hasta que no tienen el espacio adecuado para sanar, puede ser difícil para ellas cambiar en formas funcionales (Hayes et al., 2004). Esto no significa que el cambio sea imposible, pero sí que, a veces, el contexto en el que una persona se encuentra limita su capacidad de mejorar.
Piensa, por ejemplo, en dos personajes que hayas desarrollado durante años de roleo: uno cuyo desarrollo y maduración fue fácil porque el contexto lo permitía, y otro al que parecía que los problemas y el drama no lo abandonaban. En el primer caso, quizás el personaje era impulsivo y lleno de contradicciones al principio, pero, con el tiempo, al enfrentarse a diferentes situaciones, maduró. El segundo, sin embargo, probablemente se desarrolló hacia conductas y situaciones que, en lugar de avanzar, lo mantenían estancado.
Lo mismo ocurre con nosotros en la vida real. A medida que vivimos experiencias, aprendemos de ellas y nos convertimos en versiones más completas de nosotros mismos, siempre y cuando tengamos las herramientas necesarias o el ambiente lo promueva. La psicología reconoce que el cambio es posible, no solo en nuestros pensamientos y emociones, sino también en nuestros comportamientos (Hayes, 2004).
Una serie que aborda este tema de manera brillante es The Good Place. Sin dar spoilers, la serie explora cómo las circunstancias de vida, el entorno y las influencias externas pueden llevar a alguien a ser "malo" o a comportarse de manera disfuncional. Sin embargo, también muestra que cuando las personas están rodeadas de un entorno que promueve el crecimiento, tienen una mayor capacidad de cambiar. Y aquí es donde radica la belleza: aunque el cambio no siempre es fácil, es posible cuando se dan las condiciones adecuadas. En palabras de la serie: “Lo que importa no es si las personas son buenas o malas. Lo que importa es si están tratando de ser mejores hoy más que ayer.”
Así que la próxima vez que te encuentres con alguien que parece no haber cambiado, recuerda que tal vez simplemente no ha tenido las condiciones necesarias para hacerlo. En lugar de juzgar, tal vez podamos preguntarnos cómo, como comunidad rolera, podemos crear entornos que faciliten el cambio y el crecimiento.
Y hablando de esto, me encantaría leer sus reflexiones, vivencias o experiencias sobre el tema. ¿Alguna vez han intentado cambiar algo en ustedes pero se encontraron con dificultades? ¿O tal vez notaron un cambio positivo en ustedes o en alguien cercano? ¡Los invito a compartir en los comentarios o enviándome un mensaje! Creo que hablar sobre estos procesos nos enriquece como comunidad y nos ayuda a ver que el cambio no solo es posible, sino que también está lleno de matices y aprendizajes.
P.D.: Gracias a nuestros compañeros de @hablemosderol y su formato para subir información, recordé que podía poner una imagen de cabecera y que ya tenía las plantillas jaja. ¿Les gusta que use imágenes de cabecera o lo prefieren más rústico?
Bibliografía
Beck, A. T. (2011). Cognitive therapy: Basics and beyond. Guilford Press.
Hayes, S. C., Strosahl, K. D., & Wilson, K. G. (2004). Acceptance and commitment therapy: An experiential approach to behavior change. Guilford Press.
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alisainbooks · 7 months
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OCs F1 Fanfic
Sinopsis: Enemies to lovers, forced proximity entre una nueva actriz de Hollywood y el piloto de Ferrari al que no le gusta su película. Su pelea se vuelve viral y les obligan a fingir llevarse bien mientras trabajan juntos en un proyecto.
Palabras: 3.5k
Smooth Operator
Capítulo 1— @
En el vídeo salgo yo. Me habrán etiquetado al menos doscientas veces y lo han subido hace menos de tres horas. Es mi escena. Subida sobre un escenario de un cabaret como en los años 20, vestido verde de coctel, guantes blancos, los ojos pintados de negro y los labios de rojo. Unas dulces notas de saxofón y un ritmo de maracas se van extendiendo poco a poco. Levanto la vista a través de mis pestañas, el zoom se centra en mi mirada, mil veces ensayada y una docena de veces repetida, que tanto me costó conseguir. Sujeto el micrófono con suavidad y acerco los labios, como si le susurrara a un amante. Y ahí empiezo a cantar. Me pierdo en la música. Una triste historia sobre un amor que se marchó. 
Es mi escena favorita y parece que también la del público. Brillo y la gente parece comprenderlo. La película ya lleva una semana en cartelera y está siendo un éxito, esta escena es viral en internet, es la que me ha lanzado de golpe a probar el estrellato, a que a la gente al fin le suene mi nombre, a firmar otro contrato para una super producción. Pero eso no es lo interesante del vídeo. No, hay doscientos como este. Pero no me etiquetan. La gente quería que yo viera este en concreto. 
El misterio no se hace de rogar. La escena se vuelve pequeña hasta quedar relevada a una esquina de la pantalla. En primer plano aparece una entrevistadora muy mona sujetando un micrófono frente a la boca de Álex Da Silva, a la vez que le enseña el vídeo en su teléfono. Lleva la camiseta roja de Ferrari, el pelo revuelto y una toalla colgada de un hombro. Lo mira atentamente, aún sin decir una palabra. 
—En el entrenamiento de hoy estabas cantando esta canción —comenta la chica y a mí se me acelera el corazón—. Últimamente solo se habla de Laura Nazario, no hay muchas españolas por Hollywood. Así que supongo que tú, como compatriota, habrás visto la película. 
—Sí, claro que la he visto —contesta él, aún sin separar los ojos de la pantalla, como si quisiera terminar de ver la escena. 
—¿Y qué te pareció?
El latir en mis oídos no deja de coger fuerza, casi no escucho el vídeo. 
—No me ha gustado, siendo sinceros. La música está bien. Pero la actuación… —Creo que se me ha parado el corazón de golpe, puede que también me haya quedado sorda. Un creciente pitido se instala en mi cabeza. 
Apago el móvil y lo lanzo lejos de mí. 
La pantalla se rompe. Veo cómo los cortes se iluminan con la llamada entrante de mi representante, seguro que ella también ha visto el vídeo. 
Pero no contesto. No. Estoy ocupada, me doy cuenta, porque cuando recupero el oído soy consciente de que he empezado a gritar. 
—¡¿Que no le ha gustado?! ¡¿Pero qué cojones tiene que opinar él en esto?! ¡Ahora resulta que es crítico de cine! Que se dedique a lo suyo que no le está yendo nada bien, hace dos años que no hace un puto podio. No está como para decirle a los demás si hacen bien o mal las cosas. Joder, menos mal que somos compatriotas. Será gilipollas. 
Tengo que calmarme, tengo que calmarme. No puedo. Tengo que respirar. Uno, dos, uno dos. No funciona. 
Mi canción vuelve a sonar. Es mi maldito tono de llamada. Es la quinta vez que aparece el nombre de mi agente. Creo que las paredes se están cerrando, mi habitación nunca había parecido tan pequeña. Boqueo intentando llenar los pulmones de aire. Abro una ventana y corro para descolgar el teléfono a la sexta vez. 
Isa no me deja ni hablar. 
—No pasa nada, en serio. Seguro que a nadie le va a importar. Mañana nadie se acordará de esto. —Su voz tranquila y reafirmante tiene un efecto en mí. Es tan buena hablando que consigue convencerme. 
El problema es que mañana la gente se sigue acordando. 
No puedo abrir Instagram o Tiktok o Youtube sin que me salga ese puñetero clip de la entrevista. Lo paso lo más deprisa que puedo. 
Isa me dice que espere. Y yo lo hago. Pero nadie se olvida. 
Mis amigas no han dejado de llamarme, no he contestado ni una vez, me he limitado a mandar un mensaje a nuestro grupo: no quiero escuchar ni una palabra al respecto. 
Para pasado mañana está declarado, se ha hecho viral. Me he leído todos los putos comentarios habidos y por haber. Ya nadie está hablando de la película o de la escena. ¡No! Están hablando de la entrevista, de lo conciso que ha sido en su opinión, de si nos conoceremos ya de antes, de lo que pasará si nos encontramos. Si lo viera, lo estrangularía, lo tengo claro. 
Nuestro hastag es trending topic y yo estoy que echo humo. No puedo abrir mi teléfono sin ver su estúpida cara. Por. Todas. Partes.
No ha vuelto a hacer ningún comentario al respecto y todos esperan que yo haga una declaración, cosa que me niego a hacer. No sé qué intenciones tenía al decir eso, pero desde luego, no voy a darle la satisfacción de hacerle saber que he visto la entrevista, mucho menos que me ha molestado. 
Para la semana siguiente he borrado todas las aplicaciones de mi móvil, no me hace bien seguir torturándome de esta manera. Tengo que pasar página y esperar a que esta popularidad muera, como lo hace todo en internet. Además, hoy tengo que trabajar. 
Me visto, me maquillo y salgo de casa, todo por primera vez desde el “incidente” que es como llamaré a partir de ahora a la funesta entrevista del idiota, a quien también me dirigiré de esa forma de ahora en adelante. 
Isa pasa a recogerme. Le dedico un escueto hola antes de cerrar la puerta del copiloto. 
No se atreve a dirigirme la mirada, así que yo la estudio de reojo cavilando si aunará el valor para decirme algo o nos sumiremos en un silencio total durante este trayecto. Lleva el pelo rubio anaranjado en una trenza apretada y acicalada con sumo cuidado, el maquillaje impoluto y la blusa recién planchada. Solo tiene unos pocos años más que yo. Ha luchado con dientes y garras por su posición y su lista de contactos. Es un amor pero está hecha de acero, por eso la elegí. Por eso y porque también habla español, así que cuando me enfado es la única que me entiende. 
Al no ver indicios de conversación, saco mi teléfono para distraerme. Entonces recuerdo que he inutilizado tanto el aparato que lo he convertido en una especie de Nokia, así que no hay mucho que pueda hacer. 
—¿Qué le ha pasado? —pregunta Isa haciendo un gesto con la barbilla, sin soltar el volante, hacia mí pantalla reventada. 
Me encojo de hombros y vuelvo a guardarme el aparato en el bolsillo. 
—Ninguno de los dos hemos tenido una buena semana.
—Ya te he dicho que no es para tanto…
—Isa —la corto—, he dicho que no quiero oír nada al respecto. Esperaremos el olvido, ¿sí?
—Eres una cabezota. 
Lo soy. 
La reunión va bien. Director, productores y equipo de dirección. El contrato ya está firmado así que es una reunión sin más. Me limito a contestar las preguntas que van hacia mi persona y me permito desconectar el resto del tiempo, dejo que Isa se encargue de lo demás, que para eso cobra. 
Se habla sobre el proyecto, ya está casi todo organizado. La película cuenta unas historias entrelazadas, entre ellas la vida de Bertha Benz y la mía, una actual piloto que intenta abrirse paso en el complicado mundo de la Formula 1, un guión maravilloso, yo misma lo leí. Se ultiman unos detalles, se rodará este verano, el casting está casi cerrado, hay que buscar localizaciones y la escudería que va a colaborar en el proyecto es Ferrari…
Despierto de golpe, me atraganto con mi café de 11 dólares, por ese precio me esfuerzo en volver a tragarlo. Por desgracia y pese a que no he derramado ni una gota, he llamado la atención, todos los ojos se posan sobre mí. Sonrió quitándole importancia y cuando retoman la conversación lanzó mis ojos como un dardo sobre Isa. La muy malvada finge estar inmersa en sus papeles, lo que me deja bien claro que ella ya lo sabía y que la lista de gente que tengo que matar no deja de crecer. 
Jugueteo con mi boli. Si da la casualidad de que me encuentro a ese idiota, aunque solo sea un minuto…
—¿Qué te parece, Laura?
Joder, tengo que empezar a prestar atención a estas cosas. Es que no tengo ni idea de lo que me tiene que parecer lo que sea que han dicho pero todos me miran expectantes. 
Fuerzo una sonrisa y busco ayuda, una que Isa no me da. Intento leer el ambiente, sonrisas amabilidad…
—Pues estupendo… —me tomo la libertad de soltar una mínima risa. 
—Fabuloso, nos vemos esta tarde. —¿Qué?— Mandaremos un coche a buscarte. 
Vamos, no me jodas. ¿A que acabo de aceptar para que me líen la tarde del domingo?
Todos empiezan a recoger la mesa y a levantarse. Isa y yo hacemos lo mismo. Despedidas, apretones de manos, deseos de suerte. 
En cuanto ponemos un pie en la calle la sujeto del brazo. 
—Dime qué tengo que hacer esta tarde. 
Me mira, mira al suelo, se muerde el labio. Y yo me temo lo peor. Tendré que ir a cenar con la mafia o a beber te al infierno. 
—Bueno…
Hubiera preferido al diablo o a Al Capone. Hubiera preferido ir a nadar con hipopótamos. Hubiera preferido tumbarme en la carretera al atardecer y rezar para que pasara un miope. 
Pero no pudo ser. 
Por el contrario, me pongo un vestido precioso, elegante y azul; me plancho el pelo; me pongo los tacones negros más altos que tengo y me preparo para estar espectacular para cualquier foto “robada”, que será la primera tras el incidente. Debo aparentar que no me ha afectado nada, no, aparentar no, tengo que conseguir que no me afecte nada, eso es. 
Un elegante mercedes me recoge de mi casa y me deposita en el circuito de Long Beach, al sur de Los Ángeles. Me encargo de llegar tarde. Finjo que he olvidado el bolso antes de montarme en el coche, que tengo que ir un segundo al tocador y me paro a hacer un par de fotos para colgar luego. Lo retraso todo hasta que la carrera está a punto de empezar. Todo según mi plan porque me niego a dirigirle la palabra al idiota si me topo con él. 
Enseguida me llevan con el equipo de Ferrari, me saludan efusivamente bromeando sobre que soy su nuevo fichaje, yo finjo que me río y que me encanta estar allí y me buscan un fantástico sitio para disfrutar de la carrera. Poso disimuladamente para un par de fotos y rehúyo de forma muy poco disimulada a dos periodistas que tenían la clara intención de hablar conmigo. 
Isa viene poco después a sentarse a mi lado, ofreciéndome un refresco. 
Lo cojo gustosa. 
—Lo estás llevando mejor de lo que pensaba —me dice, ninguna de las dos apartamos los ojos de la carrera que acaba de comenzar, como si no estuviéramos hablando en realidad. 
—¿Qué esperabas? ¿Qué le rayara el coche delante de todos sus mecánicos?
—La tarde aún es muy larga…
—Por desgracia. Mi único consuelo será verle perder. 
Esta temporada lleva fiasco tras fiasco, apenas ha conseguido rascar un par de puntos. 
La carrera está interesante. Es un circuito urbano, lo llaman el Mónaco de EEUU. Hay un choque en las 10 primeras vueltas, dos pilotos se retiran. Es un circuito complicado, curvas muy cerradas. El idiota va décimo así que estoy contenta. En la vuelta 38 la cosa está muy reñida, casi todos los 8 primeros van pegados, luchando por ganar posiciones hasta que llega una curva en forma de herradura y el otro piloto de Ferrari choca contra una esquina de un edificio, en ese momento se desata el caos. Tres coches se unen en el choque y otros dos se salen del circuito para evitar a los demás. Una humarada de polvo se eleva y los alientos se contienen. De pronto, un morro asoma a través de la nube… un morro rojo…
—No puede ser. 
Pasa esquivando los obstáculos y no se detiene ante nada, acelera y acelera hasta que alcanza al primero en una recta, su rueda de atrás tocada por el otro piloto de Ferrari antes de chocar. Menos de un segundo de ventaja…
—Qué hijo de puta, tiene DRS. —Me pongo de pie sin dar crédito a mis ojos, mirando la pantalla embobada. 
—No sabía que te interesaras por las carreras. –A Isa no le podría dar más igual lo que está pasando, lleva un rato contestando emails. 
—A mi padre le encanta, a algunas de mis amigas también. Me han suplicado que los traiga. 
Pero eso da igual ahora mismo porque el idiota se pega y se pega, una curva y otra y otra. 40 vueltas. 41. Esto está acabando. Busca un hueco, un despiste. Delante de él está otro piloto español, le aprieta las tuercas, intenta defender todo lo posible, pero no puede cerrarse bien en una curva y eso es todo lo que le hace falta al idiota. Se pone en cabeza. El público está eufórico. Yo me desplomo en mi silla. 
—No me jodas, Alonso. Te has dejado adelantar por un niñato.
Cada segundo es doloroso. Cuando cruza la meta. Cuando sube al podio. Cuando le dan el trofeo. Todo. 
Tengo que tragarme todas las palmaditas, todos los vítores y todos los elogios.
Le suplico a Isa que me saque de allí o que me mate, lo que le apetezca, pero que lo haga rápido.
Se niega en rotundo, me suelta un rapapolvo sobre que no puedo ser tan infantil y que me aguante, que todavía tenemos que saludar al director y que tengo que poner una bonita sonrisa para que todo el mundo piense que estoy feliz. Y más me vale que todo el mundo lo piense. 
Me arrastra a cenar. Todo el equipo está celebrando, el champán corre por doquier. 
El jefe de equipo, sentado bastante lejos de nosotras se levanta en un momento. 
—¡Un brindis por la primera victoria de la temporada! 
—Desde luego ese no es su primer brindis de la noche… ¡Ay! —Isa me da un fuerte puntapié por debajo de la mesa. 
Me vuelto como un látigo hacia ella, me señala efusivamente que coja mi copa y la alce como ella. Lo hago a regañadientes y murmurando y solo para que no me dé otra patada, cosa que haría seguro. 
Hay por lo menos otros tres brindis antes del postre y juro por Marylin Monroe que si hay uno más se me van a caer las cejas de tanto fruncir el ceño. 
Mientras remuevo mi copa de helado de chocolate transformada en sopa marrón, suena un ritmo de marimba. Isa coge rápidamente la llamada y cuchichea rápido y furiosa. 
Me mira fijamente, colocándose el pelo por detrás de la oreja y el bolso en el hombro, como si fuera una niña pequeña dando instrucciones a su hija.
—Tengo que irme. —Un coro de ángeles canta a mi alrededor. ¿Es acaso la salvación lo que oigo?— Tú te quedas. —¿Lo cualo?—  Tienes que saludar al director y tomarte una copa. 
—Pero…
—¡Pero nada! —me ladra, poniéndose de pie—. Volveré pronto a buscarte. Puedes coger un taxi si tardo mucho, solo y exclusivamente si la fiesta se te hace tediosa e inhumanamente insoportable. Ni un segundo antes. —Me clava la mirada, con una promesa de muerte si la desobedezco.— ¿Estamos?
—Sí, mamá…
Me da un capirotazo en la cabeza. Le enseño los dientes, frotándome el pelo. 
—Casi, casi. Sonríe. —Remarca la palabra alargando su propia sonrisa con los dedos.  
Me duele la cara de sonreír. Creo que para este punto se me ha olvidado y que en la cara no tengo más que una especie de mueca torcida. Me han arrastrado hasta una especie de bar. Luz morada y oscura, música para bailar pero al volumen justo para poder hablar también, gente, alcohol. El alcohol fue lo primero de lo que me percaté. Voy por mi segundo mojito para soportar esta mierda. Me han presentado a tantísima gente que ya todas las caras me parecen igual. Y, ahora, ¡al fin!, he cogido por banda al director. Me está contando cosas del proyecto, ropa, escenas, giros. No sé, desconecto entre sorbo y sorbo de ron. Y sonrío, ¿sonrío? Sí, creo que sonrío… o algo así. 
Hasta que veo un pelo negro entrar en la sala. Ahí ya no sonrío. Todos se giran hacia él, le dan palmaditas en la espalda y lo felicitan. 
—¡El campeón de la noche!
—¡A disfrutar que te lo has ganado!
Mi director, John, escucha el alboroto y centra su atención en él. 
—Pero si es Álex, vamos a saludarlo. 
Que majo y que educado. Creo que soy buena actriz, pero no sé si tan buena. Titubeo, buscando una excusa muy rápido porque me da la impresión de que el idiota se está acercando a nuestra órbita y si me cruzo con él vamos a colisionar. 
—Ve tú primero, yo voy a por algo de beber. –Le doy un suave toque en el brazo y saco mi expresión más dulce. Asiente convencido. 
Y yo huyo. 
Me refugio en la barra, hay bastante gente concentrada, es más fácil camuflarse. Me refugio en un lateral, algo más vacío y apoyo la espalda contra la encimera de metal. 
—Buenas. —Me sorprende escuchar español bien pronunciado y por un segundo me temo lo peor. Por suerte, es el otro español de por aquí. Rozando la cuarentena por arriba ya peina canas pero la sonrisa sigue siendo la misma que cuando levantaba la copa del mundo que emocionó a toda España. Parece amable.– Solo quería decirte que me gustó mucho tu película. —Es amable. Ya me cae bien. Vale, puede que sea fácil de encandilar. 
Creo que me sonrojo, pero el mojito no me deja pensarlo mucho. 
—Te lo agradezco, significa mucho para mí. 
—Hay que apoyar el producto nacional. —Se ríe de su propia broma y yo lo acompaño. “Hay quien no piensa igual…”
—Enhorabuena a ti también por el podio. —También hacía mucho que no quedaba segundo.— Mi padre es fan tuyo desde siempre y te aseguro que está muy contento. 
—Me alegro de no decepcionarle. Laura, ¿verdad?
—Eso es. 
—¿Tu primera vez por aquí?
—Así es pero creo que a partir de ahora me vas a ver mucho… 
—¡Alonso! —Nos interrumpe una voz un poco más para allá. Y yo solita me he encerrado en una esquina. ¿Y si finjo que me desmayo? Quizá podría hacerlo creíble.— ¡Qué bien que estés aquí! —Ha llegado. Apoya el codo sobre el hombro de Alonso y lo zarandea un poco. Entonces, fija sus ojos castaños en mí y tiene la desvergüenza de mirarme de arriba abajo con una pasada rápida. Rechino los dientes.— Y con buena compañía. 
Alonso pasa su mirada de uno a otro. 
—Laura, Álex —nos presenta—. ¿Os conocíais?
—Por desgracia —dice él. Por suerte, pienso yo–, no.
—No nos habían presentado oficialmente —concuerdo yo.
—Vi tu película.
—Algo he oído…
Parece reflexionar. 
—Oh… has visto el vídeo.
—Así es.
—No te habrá parecido mal, ¿verdad? —Retira su codo y se acerca un paso a mí con una sonrisa apaciguadora. 
—No, claro que no. Me encanta que digan que mi trabajo es una mierda.
Mi respuesta le pilla desprevenido. Duda por un segundo antes de recomponerse. 
—Eh, yo no dije eso.
—De hecho, sí. 
—Solo daba mi opinión.
—No pasa nada, al parecer eres entendido en todo. Bueno, supongo que en todo menos en lo tuyo, ya que has llegado último en las tres últimas carreras. 
Parpadea una, dos veces y frunce el ceño. 
—¿Intentas molestarme?
—Solo daba mi opinión. —Me encojo de hombros con expresión inocente.   
—Los 15 minutos de fama se te han subido a la cabeza. —El calor pesado sí que me está llegando a la cabeza. 
—Ya veremos a quién le duran más los 15 minutos. Al menos, la gente viene al cine a verme a mí. —Un paso. Otro paso.  
—Al menos, el final de mis carreras se entiende. 
Se acabó. 
Le lanzo en contenido de mi copa a la cara. Está empapado y decorado con hojas verdes. 
Las cabezas empiezan a girarse hacia nosotros. 
—Que te follen, a ti y a tus carreras. 
Y me marcho. Rápidamente. Furiosa. 
Cojo un taxi. Me voy a mi casa. Y me meto en la cama. 
Dedico solo un pequeño rato a pensar en mi enfado y me duermo.
Por la mañana, mi canción consigue despertarme. Medio dormida aún, estiro la mano hasta coger el teléfono. 
—¿Sí?
—La has jodido pero bien. 
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from-the-sky-2015 · 1 year
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A través del sotavento yo dejé escapar las hojas del otoño, entre tormentas y el frío del invierno, yo escribí el canto del viento, yo escribí una rapsodia tan extensa como aquel horizonte al que voy. Entre desilusiones y nubarrones, mi destino sellé, escapé a través de la lejanía de este cielo de ruidos y juré entre torres de lluvia, buscar el lugar donde van las aves. Yo fuí dejado caer de muchas manos; mis ojos fueron testigos del repudio de la civilización que ahora se ha quedado atrás, yo vi muchos rostros pasar frente a mí. Más el rostro del viento se grabó como fuego sobre el metal, se talló como una escultura y se grabó en mi mente como las páginas de un libro. Aquí entre nos, sellamos lo que consideramos sería nuestra forma de vida, no todos nacieron para estar entre civilizaciones mundanas. Yo escapé a través de los rayos del sol, entre relámpagos resplandecientes yo me esparcí como el aire. Encontré el destino manifiesto escrito a puño y letra en una prosa que merodea en estos cielos, yo escuché al viento recitar las penas más profundas del corazón. Me prometí escribir en mi libro, una nueva historia, un nuevo comienzo, una nueva vida, yo me prometí, cuidar de mi integridad y dejar en mi jardín, las rosas que yo mismo pude plantar. Entre historias de desamores, descubrí el amor por la libertad, que aunque quizá no sea el más perfecto, puede que sea el que algunos quieran tener. Yo me prometí huir sin mirar atrás, sin siquiera vacilar en este mar de relámpagos. Yo encontré cielos de sol detrás de cada tormenta, encontré el calor del verano detrás de cada invierno, la tristeza del otoño y la alegría de la primera. Escuché el canto de la lluvia sobre mi cabeza, el viento correr sobre la pradera y el silencio de la noche. Todo lo que me haría feliz, lo descubrí a través de estos cielos remotos, de aquellos horizontes lejanos, entre océanos y cielos, yo encontré la felicidad. Bajo el estruendo de las tormentas y de crepúsculos, yo tomé el camino, el rumbo hacia mi verdadero hogar. Yo acepté mi destino y abracé con anelo, lo que consideraba digno de tener, yo acepté el rechazo de las civilizaciones mundanas como forma de no bienvenida. Yo acepté el verdadero lugar que me correspondía, acepté el simple hecho, de que pudiera ser distinto y único a los demás, yo aprendí a estar por encima de las diferencias humanas. La noche me enseñó a no temer de la oscuridad, el viento a ser más experimentado, las tormentas a ayanar el camino a la libertad. El invierno me enseñó la parte más fría de la vida, la primavera a valorar la felicidad, el verano a valorar el cálido abrazo fraterno y el otoño el final de las épocas. Es por eso, que deambulo por estos rumbos, yo transito por estos lugares remotos. Los amores y promesas de personas cuyos rostros ya no recuerdo, se han quedado muy atrás, que al final, solo fueron ilusiones y mentiras. Hoy, se han perdido en la oscuridad y en el olvido, han caído en una profunda fosa y cubiertos por sus falsas palabras... Entre bastidores, encontré a mis hermanos que volaban en la misma dirección, encontré la civilización de los cielos eternos, los renegados que han partido de lugares remotos y ahora sus almas dejaron aquí. Mi compleja mente y mi envejecida alma, llenaron los rincones de mi corazón, ahora formo los elementos que yo necesito. La vida y el tiempo fueron templando mi piel, ahora se siente el frío sobre la misma y el calor muy en el interior, los años han escrito en mí, aquellas hazañas de las que me enorgullece. Las canas de mi cabello brillan como aquel mar de constelaciones. Ahora que trascendí desde la profundidad de la noche, ahora encontré la cúpula estelar, encontré mí verdadero hogar, encontré a los ideales y por sobre todo, encontré el crepúsculo a un nuevo amanecer.
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jgmail · 3 months
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Quien domina la cultura siempre acabará dominando el Estado
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Por Alain de Benoist
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
La siguiente entrevista fue publicada por primera vez el 27 de junio en el blog del escritor turco Eren Yesilyurt.
Alain de Benoist es un escritor y pensador francés considerado como uno de los principales representantes del movimiento europeo conocido como la Nueva Derecha. De Benoist ha escrito muchas obras importantes, especialmente sobre la identidad, la cultura y el nacionalismo. Le he preguntado sobre la Revolución Conservadora, el gramscismo de derechas, las elecciones francesas y muchos otros temas. Esta es la primera entrevista que se ha hecho a de Benoist en Turquía.
¿Qué piensa del concepto de “Revolución Conservadora”? ¿Qué significado tiene hoy el concepto de Revolución Conservadora? Usted es considerado como un intelectual francés que muestra un considerable interés por los intelectuales alemanes del siglo pasado, especialmente por Friedrich Nietzsche, Carl Schmitt y Ernst Jünger. Empecemos por su interés por la Revolución Conservadora y los intelectuales conservadores revolucionarios.
La expresión “Revolución Conservadora” suena como una especie de oxímoron, una contradicción en los términos. Pero no es asó. Cuando uno desea hacer cambios radicales con tal de preservar ciertos elementos obviamente te conviertes automáticamente en un revolucionario. Si pensamos, por ejemplo, que para preservar los diferentes ecosistemas tenemos que acabar con el sistema capitalista, principal responsable de la contaminación y los daños ecológicos, entonces se hace manifiesto la magnitud de los cambios que debemos hacer. Muchos autores (y no sólo en Alemania) han sido clasificados como revolucionarios conservadores, empezando por Hegel, Walter Benjamin y Gustav Landauer.
También hay que recordar que lo que ahora llamamos Revolución Conservadora (RC) en Alemania nunca fue un término que usaran estos autores para autodescribirse. Ese término fue acuñado por el ensayista suizo-alemán Armin Mohler en una conocida tesis publicada en 1951 para designar a varios centenares de autores y teóricos que, bajo la República de Weimar, no pertenecían ni a la derecha tradicional o al nacionalsocialismo. Mohler distinguió varias corrientes diferentes dentro de la RC, siendo las principales los Jóvenes Conservadores, los Nacionalrevolucionarios y los representantes del movimiento Völkisch.
Usted busca crear una revolución cultural de derechas en contra de la hegemonía cultural de las izquierdas. Es conocido su interés por intelectuales de derecha como Schmitt y Jünger, así como por intelectuales marxistas como Antonio Gramsci. Usted incluso se describe como un “gramscianista de derechas”. ¿Qué han aprendido los intelectuales de derechas de Gramsci? ¿Por qué es tan importante la hegemonía cultural? Y tomando en cuenta lo anterior, ¿qué significa el concepto de “metapolítica”, un concepto muy utilizado por usted?
Antonio Gramsci, uno de los líderes del Partido Comunista Italiano, fue el primero en plantear la tesis de que ninguna revolución política es posible a menos que la mente de las personas haya sido imbuida por ciertos valores, temas y “mitos” transmitidos por los partidarios de esa revolución. En otras palabras, sostuvo que la revolución cultural era la condición sine qua non de cualquier revolución política y asignó esta tarea a lo que él llamó los “intelectuales orgánicos”. El ejemplo clásico de este problema sería la Revolución Francesa de 1789, que probablemente no habría sido posible si las élites de esa época no hubieran simpatizado con las ideas difundidas por la filosofía de la Ilustración. Del mismo modo, podría decirse que Lenin fue posible primero gracias a Marx.
El concepto de “metapolítica”, a menudo muy mal entendida, se refiere sobre todo al trabajo de los “intelectuales orgánicos”. La metapolítica es lo que está más allá de la política cotidiana: por lo que en ciertos momentos es más importante dedicarse al trabajo de las ideas, a un esfuerzo cultural y teórico, que embarcarse en empresas políticas prematuras condenadas al fracaso.
El “gramscismo” no hace referencia necesariamente a una familia particular de pensamiento. Ser conscientes de que la cultura no es algo secundario frente a la acción política es una idea importante para cualquier círculo. En este sentido he podido hablar de “gramscismo de derechas”.
Añadiría que, a finales de la década de 1970, me di cuenta de que el mundo estaba en un proceso de cambio y que los conceptos y teorías de los años anteriores se estaban quedando cada vez más obsoletos como consecuencia de ello. El gran ciclo de la Modernidad parecía estar llegando a su fin, mientras que el mundo venidero era aún demasiado incierto. Llegué a la conclusión de que había que empezar de cero y construir una doctrina intelectual sin preocuparse por la procedencia de sus ideas. Para mí no existen ideas de derechas e ideas de izquierdas, sino ideas correctas e ideas erróneas.
Mayo de 1968 fue sin duda un punto de inflexión, pero tampoco debemos sobrevalorarlo. Ante todo, debemos darnos cuenta de que en mayo del 68 surgieron dos corrientes que estuvieron relacionadas la una con la otra, pero que en realidad eran muy ajenas entre sí. Por un lado, había revolucionarios sinceros que querían romper con la sociedad del espectáculo, teorizada por Guy Debord y más tarde por Jean Baudrillard, y poner fin a la lógica del beneficio; y por otro, liberales-libertarios que querían fundar “una playa sobre la cual ver guijarros” y que obedecía a una realidad puramente hedonista. Los representantes de esta tendencia se dieron cuenta rápidamente de que el sistema capitalista y la ideología de los derechos humanos eran los principios más indicados para permitirles alcanzar la libertad ilimitada y la “revolución del deseo” que tanto buscaban.
Desde este punto de vista, yo no diría que seguimos viviendo en una hegemonía cultural creada por mayo del 68, sino que, más bien, estamos viviendo el reinado de una ideología dominante basada en una antropología de tipo liberal, a la que se han adherido muchos de los antiguos actores de mayo del 68. La hegemonía innegable de esta ideología dominante, cuyos dos vectores principales son la ideología del progreso y la ideología de los derechos humanos, no tiene nada de inevitable. En cuanto al argumento que cita (“los derechistas dirigen el Estado, pero nosotros dirigimos la cultura”), me parece extremadamente hipócrita, que es precisamente lo que Gramsci nos ayudó a comprender: quien domina la cultura siempre acaba dominando el Estado. La prueba es que quienes hoy dirigen el Estado están cada vez más influidos y manipulados por la ideología dominante que reina también en los medios de comunicación y en los círculos editoriales del sector cultural. Como vio claramente Marx, esta ideología dominante también está siempre al servicio de la clase dominante.
Con el inicio de la globalización parece que la distinción entre derecha e izquierda ya no es tan fuerte como antes y que resulta insuficiente para definir los conflictos actuales que se libran en la arena política. ¿Cómo podemos caracterizar las tensiones políticas del siglo XXI? ¿En base a qué contradicciones fundamentales divergen los países y el mundo? En su opinión, ¿siguen siendo válidas las distinciones entre izquierda y derecha? ¿Se ha convertido hoy la política esencialmente en una guerra cultural?
Lo que se denomina “populismo”, a menudo de forma puramente polémica, es uno de los fenómenos más característicos de la recomposición política que ya he mencionado. También habría que hablar de la aparición de “democracias iliberales”. Pero no hay que equivocarse: No existe una ideología populista, ya que el populismo es ante todo un estilo y este estilo puede estar al servicio de sistemas y doctrinas muy diferentes. Lo que mejor caracteriza al populismo es la clara distinción que hace entre democracia y liberalismo. En un momento en que las democracias liberales están todas más o menos en crisis, es hora de reconocer que existe una incompatibilidad fundamental entre liberalismo y democracia. La democracia se basa en la soberanía popular y en la distinción entre ciudadanos y no ciudadanos. El liberalismo analiza las sociedades desde la perspectiva del individualismo metodológico, es decir, piensa todo como una agregación de individuos. Desde el punto de vista liberal, los pueblos, las naciones y las culturas no existen como tales (“la sociedad no existe”, como dijo Margaret Thatcher). El liberalismo espera que el Estado garantice los derechos individuales sin percibir la dimensión colectiva de las libertades. También condiciona el ejercicio de la democracia rechazando cualquier decisión democrática que contradiga la ideología de los derechos humanos.
La asimilación del populismo a la “extrema derecha” (concepto que aún necesita de una definición precisa) no resulta para nada serio. Cuando se tildan de “extremistas” las reivindicaciones de una mayoría de ciudadanos, en última instancia se legitima el extremismo. Al hacerlo, terminamos por ser incapaces de cuestionar las causas profundas del auge del populismo.
Todavía es demasiado pronto para hacer un balance de los regímenes populistas que han surgido en los últimos años. A algunos les va muy bien. Otros han empezado a decepcionar a su electorado transigiendo con el sistema, como vemos actualmente en Italia (aunque el Gobierno de Giorgia Meloni es simplemente conservadurismo liberal que verdadero populismo). Pero carecemos de la perspectiva necesaria para emitir un juicio global.
Aún no se ha producido el fin de la hegemonía liberal y “occidentalista”, pero nos estamos acercando rápidamente a ello. Lo que ocurra en Francia, Alemania, España e Italia en los próximos diez o quince años será sin duda decisivo. Ya está claro que hemos entrado en un periodo de interregno, es decir, en un periodo de transición. La característica de los periodos de transición es que todas las instituciones experimentan una crisis generalizada. La brecha que se ha ensanchado entre la “clase alta” y las clases populares, asociada a una clase media en declive; la miseria social debida a la inseguridad política, económica y cultural de la mayoría; las amenazas que plantea la generalización de la precariedad y el agravamiento de la inseguridad, todo ello no hace sino agravar la crisis.
Pronto se celebrarán las elecciones al Parlamento Europeo. Todos los sondeos predicen que, en muchos países, incluida Francia, las elecciones darán la victoria a movimientos que durante mucho tiempo han sido etiquetados y demonizados como de “extrema derecha” por los actores políticos dominantes. ¿Qué puede decirnos del destino del populismo en la arena política? ¿Seguirán estos movimientos una línea de compromiso y se integrarán en el sistema, como en el caso de Italia, o estamos ante el principio del fin del orden de Maastricht y de la hegemonía liberal?
Es probable que la decisión de Emmanuel Macron de disolver la Asamblea Nacional tras las elecciones europeas, marcadas por el espectacular ascenso de la Agrupación Nacional (más del 30% de los votos) y el hundimiento de la antigua “mayoría presidencial” (15% de los votos o el 8% de los votantes registrados) acelere aún más la recomposición política. Mientras escribo, nos acercamos a las elecciones legislativas que tal disolución ha hecho inevitables. Creo que todo ello confirmará las tendencias reveladas por las elecciones europeas, a pesar de las diferencias entre los dos sistemas de votación, pero no podemos saber de antemano en qué medida. Lo que es seguro es que entramos en un periodo de gran inestabilidad. Son posibles los escenarios más diversos. Oswald Spengler usaba la expresión “años decisivos”.
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phieral · 3 months
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﹙ 𝐷𝐼𝐴𝑅𝐼𝑂: 𝑁𝐸𝐹𝐸𝑅𝐴 𝐷𝐸 𝑁𝐼𝐿𝐸 ﹚𝄒ㅤ ㅤⓘㅤ 🪽
Diario de Nefera de Nile [W9115] lanzada en 2012. Hasta abajo podrás encontrar la versión gráfica.
TAGS: Diario, Nefera de Nile, Cleo de Nile, Monster High.
CR: Mattel.
La traducción fue hecha por mí, NO ES OFICIAL. ♱⎯⎯ 𝑀𝐴𝑆𝑇𝐸𝑅𝐼𝐿𝑆𝑇𝑆 𝑀𝐻: 𝐺𝐸𝑁𝐸𝑅𝐴𝐿 | 𝐷𝐼𝐴𝑅𝐼𝑂𝑆 | 𝐶𝑂́𝑀𝐼𝐶𝑆
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30 de Julio Mi padre me citó hoy con otra agencia, pero lamentablemente no pude asistir. Anoche debí haber comido algo que no me sentó bien porque esta mañana me sentí mareada y creí detectar el principio de una sombra de imperfección. Inmediatamente hice que los sirvientes prepararan un tratamiento de spa de emergencia y temí moverme para que mi cutis no se alterara por el cambio de humedad que se produciría si salía del penthouse. Todo el incidente fue muy traumático y lo fue aún más tras enterarme de que una monstruo con mucha menos belleza y talento había sido elegida por la agencia para su nueva campaña. Padre me llamó y se enfadó mucho conmigo, incluso después de que le explicara los terribles detalles de mi situación. Me ha amenazado con venir él mismo y escoltarme personalmente a la próxima cita si no, en sus palabras, "Deja de vaciar las arcas reales sin tener que mostrar nada a cambio". Puede que nunca me recupere de semejante golpe a mi delicada psique. El único remedio para esta situación, por supuesto, es hacer una fiesta.
12 de Agosto Todo está listo para la fiesta de mañana por la noche. Todos los agentes y modelos han recibido su invitación y han confirmado su asistencia. El mejor diseñador de interiores de la ciudad está dando los últimos retoques a la decoración, el servicio de catering y el DJ vendrán por la mañana y compré el piso de abajo para evitar posibles problemas con los vecinos. Solamente yo tengo la capacidad de ser la anfitriona más majestuosa y elegante desde... desde siempre. Soy incomparable a cualquiera que haya habido antes de mí y así lo seguiré siendo. Yo soy la reina.
13 de Agosto Debió haber sido mi noche. Recuperé la inversión de mi padre. Se suponía que todo iba a ser sobre mí. ¡MÍ! Todo empezó como debía. La decoración, la comida y la música lo envolvían todo y yo era el centro de todo. Yo brillaba como el Sol y todos los monstruos querían estar en mi órbita. Excepto, excepto un grupo de modelos monstruos que estaban sentadas en mi sofá alrededor de algún tipo de libro. No sé porqué las había invitado a la fiesta y no recordaba que hubieran entrado, pero allí estaban. Las había conocido cuando me mudé por primera vez a la ciudad. Supongo que me fijé en ellas en ese entonces porque actuaban igual que el grupo de perdedoras con las que se arrastra mi hermana en Monster High. Llegaron a Milán por pura casualidad y, a pesar de que les ofrecí venir a vivir conmigo al penthouse, insistieron en compartir un piso que todas pudieran pagar. Entonces decidí ofrecerles el beneficio de mi sabiduría y liderazgo. Pero lo rechazaron. No, querían que simplemente fuera y "pasara el rato" con ellas. Cómo no. Ahora estaban sentadas en mi sofá hojeando... MI FEARBOOK... y se reían... de mí. Debía ser de mí. ¿De qué mas podría ser? Entonces toda la habitación empezó a dar vueltas y parecía que todo el mundo me señalaba y se reía de mí... Supongo que me desmayé porque cuando me desperté todo estaba en silencio y podía oír el sonido de... de alguien limpiando. Salí a tientas de mi habitación y allí estaban esas mismas modelos ayudando a los criados a limpiar después de la fiesta. Todos los demás monstruos habían desaparecido. Todo se había echado a perder por su culpa. Quería gritar, pero eso habría sido muy... corriente. En lugar de eso, les pedí en voz baja que se marcharan y les dije que los criados terminarían el trabajo. No se opusieron, simplemente se fueron, pero antes de que la puerta se cerrara, la última en salir, una licántropa con el pelo demasiado rubio y las puntas abiertas se detuvo y dijo: "Yo también fui capitana de mi equipo de Desanimadoras, a todas nos pareció gracioso que tuviéramos eso en común." ¿Común? Yo nunca he sido común.
25 de Agosto Sigo en Milán, pero ya están listas las maletas y estoy preparada para irme. Tendría que haberme ido ayer, pero los criados que padre envió a hacer el equipaje de mi penthouse eran más perezosos que los que envió a desempaquetarme a mí cuando me mudé. Son sólo 10 habitaciones, por el amor de Ra, y sólo estuve aquí un año. De hecho, intentaron utilizar la excusa de que el ascensor no funcionaba y que cargar con todo por 15 tramos de escaleras ralentizaba el proceso. Uno de ellos incluso tuvo la osadía de levantar los ojos del suelo mientras me hablaba. ¡Qué insolencia! Le habría castigado, pero padre me ha prohibido disciplinar a los criados. Un día, sin embargo, seré reina y yo no olvido.
26 de Agosto Antes de marcharme esta noche hice que mi chófer me llevara por el pequeño y horrible mausoleo donde ese grupo de modelos se agolpaban como zombis hasta que pudieran ser "descubiertas". Tenía algo especial que quería dejarles como regalo de despedida y, aunque normalmente lo habría considerado trabajo de los criados, quería asegurarme de que, en este caso, estuviera bien hecho. Mientras subía las escaleras les oía murmurar, de la forma más mezquina, sobre alguna modelo fracasada que todas conocían. Pensé que sus comentarios eran bastante reveladores, sobre todo porque la probabilidad de que alguna de ellas pisara alguna vez una pasarela era ridícula. Llamé a la puerta y esperé... Oí a una ghoul reírse adentro y decir: "Sí, pero lo que le faltaba de generosidad lo compensa con crueldad". "Y no olvides la inseguridad", añadió otra en zombi. Seguían riendo cuando una gárgola española cuyo nombre había olvidado pero cuya miserable complexión me resultaba completamente familiar abrió por fin la puerta. El mausoleo enmudeció como una tumba y todas se quedaron boquiabiertas. Nunca pasa de moda ver el efecto que causo en los monstruos inferiores. Finalmente, la gárgola recobró sus sentidos lo suficiente como para reconocerme. "Hola Nefera, pensábamos que te habías ido ayer". "La realeza no se rige por los horarios", respondí. "Me voy esta noche, pero antes de irme quería entregarte estas invitaciones. Son para el restaurante que dijeron sería el primer lugar donde les gustaría cenar después de conseguir su primera gran oportunidad. Es de lo más exclusivo, ya lo saben, y hay una mesa con sus nombres reservada para ustedes esta misma noche. Dejé un automóvil a su servicio abajo y el primer plato estará en la mesa dentro de dos horas. Así tendrán tiempo de arreglarse para que se vean presentables". Intentaron darme las gracias, pero su gratitud está tan por debajo de mi conocimiento así como mi belleza está por encima de su vulgaridad. "Todo está arreglado", dije mientras caminaba hacia el vehículo que me esperaba. Más tarde, mientras el avión de mi padre despegaba y las luces de Milán desaparecían bajo las nubes, pensé en el postre y las risas que debían de estar disfrutando y me pregunté en cómo es que aquella patética pandilla de fracasadas iba a conseguir el dinero para pagar la cuenta que iba a llegar a su mesa en tan solo unas horas.
31 de Agosto Tras varias paradas y algunas compras por el camino, por fin volábamos a casa. No había luna y el cielo estaba despejado. El piloto de papá anunció que esta noche iba a haber lluvia de meteoritos. Azula salió de su escondite para posarse en mi mano y mirar por la ventanilla justo a tiempo para ver cómo empezaban a caer las estrellas. Yo estaba bastante aburrida con todo el espectáculo hasta que me fijé en un pequeño grupo que parecía caer justo a la misma velocidad. Hasta que un meteorito mucho más grande y rápido salió de la nada y se estrelló contra el pequeño grupo, lanzándolo en espiral hacia la oscuridad. Ah, sí, estoy de camino a casa, hermanita, y tú y tu pequeña vida feliz ni siquiera me ven llegar.
SOBRE MÍ Nombre: Nefera de Nile Edad: Soy infinita, obviamente... pero para quienes llevan la cuenta de esas cosas, soy tres años mayor que mi hermana pequeña Cleo. Padres Monstruos: La Momia. Estilo matador: Prefiero la moda y los accesorios que acentúan mi belleza eterna, como el azul del Nilo eterno o el oro que no se deslustra con el tiempo. Igual que yo. Monstruosa Imperfección: ¿Imperfección yo? ¿Quién dijo que tengo una imperfección? Quiero nombres y un espejo, ¡rápido! Mascota: Azura es mi escarabajo mascota, Scarabeus Sacer, para ser exactos, es todo un sol. Actividad Favorita: Asegurarme de que mi hermana conoce su lugar en la línea de sucesión real. Atrás de mí. Espantoso Fastidio: Si alguien o algo me molesta, hago algo al respecto. Inmediatamente. Clase favorita: Era Dragonología. Tengo un don con los reptiles. Clase Menos Favorita: Solía ser Lenguas Muertas. ¿Para qué aprender algo que mis criados pueden hacer por mí? Color Favorito: Azul del Nilo. Comida Favorita: Caviar de almas y trufas blancas. Mejores amigos: Reino sola.
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ㅤ 𔘓 ﹙ 𝔓HI⎯⎯ 𝐸𝑅𝐴𝐿 ﹚ 🪦 ̸̷ׅ ׄ ㅤ “𝑚𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑚𝑜𝑟𝑖” 26 de junio de 2024
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yourneondemon · 4 months
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🥞 Giorno Giovanna 🥞 [01] VIAJE EN METRO (1/2)
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Sinopsis: Robin Bárbara Halloween es la nueva mano derecha del gran Giorno Giovanna, jefe de la mafia italiana, Passione, y debe enfrentarse a muchos desafíos y en especial, los castigos que se le impongan. Derramar café sobre su jefe fue un imperdonable error.
Ship: Giorno Giovanna, Robin Bárbara Halloween
Fandom: Jojo's Bizarre Adventure
Recuento de palabras: 5314
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*Ser un asistente y mano derecha del mafioso más importante de Italia —y de varios puntos del mundo—, cocinero personal, entre otros títulos por todo lo que debía hacer, era muy complicado; y no solo para su jefe sino para el capo, Bruno Bucciarati y Mista Guido, y el resto del grupo principal, Pannacota Fugo, Abbacchio Leone, Guido Mista y alguien más, le comentaron que era una señorita que trabajaba desde otro lado*.
*La lluvia empezó a las seis de la tarde en Japón, Shibuya, y trotaba pasando por el famoso cruce con varias bolsas de tela en sus manos, había comprado muchísimos productos para cocinar y había ido a ferias para comprar almejas, pescado, verduras, frutas, pulpo, entre otros. Mientras cruzaba por la senda peatonal la lluvia empezaba a acentuarse cada vez más, así que con torpeza sacó su paraguas transparente y siguió su camino hacia la estación de tren*.
*Se trataba de un chico tímido, sensible, cerrado. Sobre su rostro se pintaban por todos lados pecas marrones, pero también tenía lunares enormes de color marrón, casi como unas manchas de vaca. Cabello antes desprolijo y ahora atado en uma coleta de caballo, bien cortadito e impecable. Lo único que le preocupaba era su terrible acné en su rostro, era algo a ver pronto y quería ayudarlo en eso. No era el chico —según los cánones de belleza— más guapo, pero eso le daba completamente igual. Eso sí, con el dinero que recibía por su trabajo quería pagar un tratamiento mejor para su acné en el rostro, espalda y en varias partes del cuerpo que era bastante considerable. Muchas veces el acné que tenía era doloroso cuando se bañaba y pasaba la esponja, y quería arreglar ese enorme problema*.
*Finalmente subió al tren, moderno y con toques elegantes de madera, detalles en dorado, cuadros al óleo entre una mezcla de minimalismo y rococó, le agradaba mucho el ambiente de allí. Pero no se fijó tanto en los detalles ya que tenía el tiempo a cuenta gotas, así que con un pase especial entró a la cocina privada que alquilaron y después de una rutina de higiene general, se lavó las manos, se puso un gorrito plástico para que ningún cabello ni nada caiga a los platos, guantes de látex blancos, un cubrebocas negro, trajesito completo blanco, delantal y se descalzó antes de entrar a la cocina para ponerse zapatos especiales de goma previamente higienizados. Los cuidados aquí eran escenciales y a eso ya lo tenía escrito de arriba para abajo en su día a día y por supuesto, en su trabajo*.
*Sacó de las bolsas todo lo que compró y empezó a cocinar. Hoy en día aparecían más artefactos para cocinar de forma instantánea que ayudaban mucho en la precisión, rapidez y como una manera de agilizar las cosas, pero había técnicas que le gustaba realizar a mano*.
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*Pasaron quince minutos, treinta, cuarenta, cincuenta, una hora y seguía realizando las comidas en coordinación con los platillos de la noche, que a su vez incluían los postres, por supuesto. Después de dos horas casi exactas finalmente terminó de hacer todos los platillos para el grupo*.
Robin: Uff... *Suspira con pesadez, le dolía la espalda y un poco la cabeza, así que se toma una pastilla, no quería no terminar sus labores, su jefe notaba cualquier detalle que faltase* Bien. Treinta minutos *Solo tenía treinta minutos para ducharse en su habitación, una pequeñita con una cama pequeña, escritorio con una lámpara esfera, todo muy monoambiente y cómodo. Dejó su bolso con sus pocas pertenencias y se fue a duchar directamente*.
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*Fue tan relajante el agua caliente sobre su piel, pero en algunas zonas le dolía así que fue muy cuidadoso. Donde más persistía su acné era en su espalda, se sentía como un chocolate almendrado, que tenía unos cordones montañosos horribles; su mayor complejo. Después de unos diez o trece minutos bajo la ducha, salió, se puso su uniforme propio de Passione y salió del camarote y del tren, arrancaba en la noche*.
Robin: *Fue entonces que vio al auto negro estacionarse frente a él. Apenas se detuvo abrió la puerta de uno de los asientos de atrás, abrió un paraguas negro y sonrió con amabilidad* Buenas noches, señor *Hace una leve reverencia a la vez que lo cubría de la ténue lluvia*.
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Giorno: Buenas noches *Baja del auto y cerrando su saco de vestir encajando botón por botón, el viento era bastante helado en esa temporada. Su dorado cabello se agitaba por el viento y sus ojos penetrantes miraban a su alrededor hasta centrarse en el tren estacionado. De los demás compartimientos bajaron el resto del equipo acompañados por otros secretarios* Cenaremos pronto, ¿está todo listo? *Gira su cabeza para dirigirse a su secretario personal*.
Robin: *Abre la boca para responder*.
Giorno: Claro que sí *Y girándose nuevamente ignorando su acto, cruza la calle para finalmente subir al tren con todo su equipo, obviamente Robin fue a su lado cubriéndolo de la lluvia y recogiendo los sacos de cada uno del equipo a medida que entraban*.
Robin: (Vaya, me pagan por ser perchero) *Pensaba como curiosidad, nunca se imaginó tener ese oficio en la vida. Con dificultad cerró el paraguas grande y subió al tren con un cúmulo de ropa en sus brazos y hombros. Las tiró en la mesilla de la entrada y rápidamente fue con Giorno. Conocía bien el protocolo de las veces que llegaba a un lugar, tenía que estar atento a sus movimientos, a lo que quería o le pedía en pequeños códigos si la situación lo ameritaba. Tomó el segundo saco de su jefe apenas hizo el gesto para sacárselo* Permítame, señor *Baja la mirada, debía ser rápido al mismo ritmo que el grupo de personas, en especial su jefe, obvio*.
*El tren arrancó de inmediato*.
Giorno: *Deja que Robin tome su chaqueta y entra junto a Bruno, Abbachio, Narancia y Mista a un bonito comedor, no tan amplio pero elegante, incluso tenía macetas pequeñas dando una vibra natural y relajante. Lámparas de pared, había una pequeña barra de tragos, una televisión, alfombras preciosas, cortinas bordadas y cuadros* Bueno, tomen este viaje como un momento para relajarse, pero reitero, solo un momento *Les regala una sonrisa amable* Bien, mientras viene la comida, hablemos *Movió ligeramente su dedo anular, era la señal para que su secretario/mesero/cocinero y barra muchas otras profesiones, traiga la comida*.
Robin: *Hace una reverencia y se retira del comedor para dirigirse a la cocina. Saca de las neveras los platillos de la entrada, gracias a la práctica podía cargarlos sobre sus brazos y bajarlos sin ningún problema, así que regresó al comedor mostrando sus habilidades. Dejó los primeros platos y por último, a su jefe* Buen provecho *Hace una reverencia y va a la cocina una vez más, toma el vino elegido anteriormente por Abbachio y lo lleva en una bonita caja ornamental*.
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*Aún le faltaba práctica y estudio para servir de forma correcta los vinos, pero se esforzaba en sus tiempos libres, era todo un arte. Procedió a mostrarle el vino a Abbachio, quien asintió con la cabeza, así que lo destapó y sirvió medio centímetro en su copa de cristal*.
Abbachio: *Toma la copa y huele el vino, lo prueba, luego sacude circularmente el vaso para que el aroma y sabor cambie. Asiente con la cabeza para indicarle que iba a tomar de esa marca esa noche. Le acercó la copa mientras escuchaba la conversación de sus compañeros y comentaba al respecto*.
Robin: *Sirve con cuidado el vino. La conversación del grupo sonaba divertida y entretenida, reían pero no prestaba atención a detalles, era de mala educación y tampoco le incumbía. Cuando el joven Abbachio levanta su mano, endereza la botella y la deja en una cubeta con hielo. Se aparta de la mesa y se queda parado en la entrada del comedor viendo si necesitaban algo, siempre a la espera de algún llamado. Habían pasado entre quince y veinte minutos desde que sirivió la entrada, y cuando vio el gesto de Giorno fue rápidamente a la cocina para servir el platillo principal*.
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Robin: *Al ser platos hondos y más pesados, sí tuvo que llevar uno por mano. Los puso en la mesa, regresó a la cocina y llevó los que faltaban, hasta que la última vuelta fue para su jefe, Giorno Giovanna, jefe de la mafia italiana ¿Cómo terminó trabajando para él? Simplemente se postuló para el trabajo sin saber que se trataba de un jefe tan particular, peculiar. Todo un caso* Buen provecho *Hace una leve reverencia y otra vez se para en la puerta del comedor a esperar más órdenes. Durante la noche llevó platos nuevos con la cena, algunos repitieron incluso tres veces. A la hora del postre el grupo pidió personalmente lo que querían, así que anotó mentalmente cada pedido de cada uno. Regresó a la cocina y llevó los postres ya hechos e hizo lo más rápido los platos que faltaban, a veces no llegaba con los horarios para hacer toda la cartilla* Buen provecho *Comentó suavemente cuando dejó el último plato para su jefe*.
Giorno: *Asiente suavemente con la cabeza en forma de agradecimiento, y sin más, sigue con su charla grupal. Sacaba papeles y documentos, fotografías y más información en una tableta para compartir el caso con su equipo*.
Robin: *Suspira de alivio al ver que todo estaba muy bien, que la noche pasaba tranquila y realizaba su trabajo correctamente, eso significaba que no habría ningún "regaño". Pero no debió adelantarse al diagnóstico. Pasaron treinta minutos después de las variadas repeticiones del postre y ya el grupo prefirió finalizar con café y té. Así que rápidamente y según los pedidos, fue a preparar y hacer el ritual del café en granos y té en hierbas*.
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Giorno: *Mientras esperaba su café, guarda los papeles en sus carpetas y cambia de tema para hablar de otras cosas más relajadas*.
Robin: *No tardó mucho en regresar al comedor con su uniforme impecable, coleta de caballo baja y zapatos relucientes, pero hace varios meses ni se imaginaba tener este puesto, esta calidad de ropa. Y tampoco imaginó que iba a cometer un tan simple y pequeño error que lo condenaría esa misma noche. Sirvió el té para Abbachio y Narancia, café con leche para Bruno y Mista Guido, y por último, un expresso para Giorno Giovanna. Sin embargo, de los nervios por estar tan cerca de su jefe junto a sus temblores que ya tenía de por sí, volcó la mitad del expresso sobre el platito de la taza y el mantel blanco bordado con flores* M-mierda. Señor, una disculpa. Déjeme encargarme de esto, le traeré otro *Sacó un trapo de su traje de mesero y limpió lo posible el café de la mesa, pero cuando miró a los ojos a su jefe, vio ese brillo verde tan particular que significaban problemas seguros, "regaño" de los intensos*.
Giorno: Quiero verte en mi oficina después de las doce, le daré una valoración de su desarrollo de la misma profesión que ejerce. Sea puntual.
Robin: *Sus ojos se abrieron como platos al procesar esas oraciones y lo que significaban. Hubo un silencio gutural en el comedor, solo se escucharon pequeños tintineos de los cubiertos reposando sobre los platitos, carraspeos de garganta y el sonido del tren moviéndose. Su corazón dio un vuelco increíble, ¡ni siquiera estaba seguro a qué se refería! ¿Iba a despedirlo? ¿Regañarlo como nunca? ¿Una advertencia? ¿De qué carajos se trataba? Recuperó el aire que perdió en tan pocos segundos y como pudo, asintió con la cabeza tomando la tazita y el paño empapado de café* Sí, señor *Hace una reverencia antes de retirarse de allí casi trotando. Una vez en la cocina, no pudo evitar que sus ojos se cristalicen por el miedo que sentía, no podía permitirse que lo despidiesen, su trabajo significaba un avance en su vida y como persona, necesitaba el dinero para pagar los tratamientos para su piel y una estadía mejor en la ciudad. Y mientras sus manos temblaban como nunca, hizo otro expresso más rápido que el anterior. Tomó aire y le sirvió en una tazita nueva el café a su jefe. Ni siquiera se atrevió a mirarlo* Provecho, y una disculpa, señor *Se apartó sin esperar respuesta*.
Giorno: Retírate. Es todo *Agarra la tazita con cuidado y da los primeros sorbos al expresso, estaba delicioso como siempre*.
Robin: Sí, señor *Hace una reverencia* Buenas noches, caballeros *Se despide del grupo y se va a su camarote. Empezó a llorar apenas cerró la puerta detrás de sí, estaba aterrado por la situación, sentía una verguenza descomunal por hacer el ridículo y se atormentaba con la pregunta de ¿cómo pude cometer semejante error y a estas alturas? Trató de calmarse mientras pasaban los minutos y se quitó el uniforme para colocarse otro que era de estadía, mientras no cumplía ningún servicio por el momento. Procedió a sacar de sus pertenencias una moledora de café con sus granos dentro, un block de notas A5, pluma, cucharitas metálicas y una tazita de vidrio envuelta en papel espumante para evitar que se rompa. No podía relajarse, así que atendió a uno de sus hobies, probar diferentes tipos de cafés. Hoy tenía granos más tostados de cierta marca, y anotaba los cambios de sabor, aroma, entre otras cualidades. Y siempre se guardaba un grano de recuerdo en un mini tapersito para conservarlo mejor. Finalmente su cuerpo se relajó un poco cuando probó el sabor del café, tostado, delicioso. Tomó nota*.
Robin: (Después de las doce, después de las doce, después de las doce...) *No podía quitarse eso de la cabeza, las palabras de su jefe, su tono de voz y en especial su mirada tan penetrante, incluso la de los demás. Aquella situación lo heló y ahora lo atormentaba cada vez más que la hora se acercaba, hasta que finalmente se hicieron las doce de la noche. Esperó cinco minutos y luego se levantó de su cama para salir del camarote. Preguntó donde estaba la pequeña habitación de Giorno, no sabía a fin de cuentas. Cuando estaba detrás de su mismísima puerta, tocó dos veces* Señor, ¿puedo pasar? *Espero unos segundos hasta que escuchó que dijo que sí* ¿Señor? *Pasa finalmente. Desde afuera no parecía grande, pero sí lo era y muy elegante, hermoso* Buenas noches, señor *Lo ve sentado en un sofá doble contra la pared de la pared y detrás la ventana cubierta por cortinas*.
Giorno: *Miraba a Giorno en una cierta oscuridad de la habitación, la sostenían dos lámparas con luz cálida, ténues* Quítate los zapatos *Dice sin siquiera saludarlo o corresponderle*.
Robin: *Asiente con la cabeza y se quita los zapatos. Pasaron varios segundos de puro silencio, se limitaba a frotar sus manos de los nervios*.
Giorno: Desata tu coleta *No despegaba su mirada en él, y no solo observaba su ropa, su postura, comportamiento, quería también medir su resistencia en situaciones tensas*.
Robin: *No duda en hacerlo y deja que su cabello lleno de freeze, esponjoso pero nada suave ni bonito*.
Giorno: Derramaste café sobre mi ropa, ¿sabes lo que significa eso?
Robin: *Asiente con la cabeza y desvía su mirada a un costado, no podía verlo directamente* Lo lamento, señor *Tampoco pudo evitar que sus ojos se cristalicen* Entiendo que fue una falta muy grande *Su voz se quiebra* y entenderé si cree que despedirme es la mejor opción *Baja la cabeza y cubre su cara con una mano* No soy el mejor realmente, creo que hoy lo demostré muy bien *Ya se le estaba cayendo los mocos en forma de agua de su nariz* E-es entendible, es lógico y lo acepto, acepto cualquier crítica y decisión que tome, que de todas formas es mi trabajo, señor *Frota sus párpados ya todos mojados*.
Giorno: *Se levanta del asiento y va con él rápidamente* Robin Bárbara Halloween. No dije ni mencioné nada de despedirte, y ya lo asumiste. Estás llorando por algo que no pasó y que ni siquiera se me ocurrió, cálmate *Apoya su mano sobre su cabeza y acariciarla con cuidado* Ven, siéntate *Toma su mano para conducirlo al sofá de antes, se sienta y sienta al joven sobre sus muslos* No te voy a despedir, no sé de dónde sacas todo ese drama. Pero si escribieses un libro te harías famoso y millonario de tremendas historias que te inventas *Saca de su bolsillo varios pañuelos y le limpia los mocos*.
Robin: *Aunque poco a poco se calmaba por sus palabras ya se había alterado, le era complicado calmar su respiración* S-si, lo lamento señor. C-creí que- *Dejaba que limpie su nariz y con otros pañuelos los ojos* En serio lo creí. Lo lamento. Es jefe de una mafia *Baja la cabeza*, si no te sirve alguien lo despides y ya, otros lo matarían o podrían a la servidumbre *Frota sus ojos*.
Giorno: *Aunque le dolía de cierta manera la imagen que tenía de él, pues Diavolo se encargó de esparcir calamidad en toda Italia y a otras partes del mundo, tampoco era una sorpresa que mucha gente vea a Giorno como el próximo dictador, pero él no era así y nunca lo sería. Entendía los motivos de Robin y es por eso que quería hacerle ver que él es otra persona. Bueno, mafía igual a dinero, drogas, extorción, dolor, abusos y todo el lado oscuro de la humanidad, ¿qué podía esperar que la gente creyera? Ya hicieron una enorme limpieza de personal apenas asumió su cargo, ahora debían limpiar la ciudad de drogas y la imagen que dan. Para no preocuparlo, le regaló una pequeña sonrisa* Hey, no voy a ponerte en la servidumbre ni mucho menos matarte. No soy un mafioso hijo de la gran puta como en las películas o como muchos dicen *Da un suspiro* Y con respecto a tu trabajo, iba a decirte que hoy te luciste. Manejaste bien la situación cuando volcaste café, en las primeras semanas de prueba cuando te contraté no dejabas de temblar, llorar, ponerte nervioso, y hoy no lo hiciste. Sí maldijiste, eso no me gustó. Debes pedir disculpas pero no maldecir, porque los modales y el respeto hacia las demás personas te define.
Robin: *Asiente con la cabeza* Sí, señor. Una disculpa por eso *Da un suspiro más profundo, ya su respiración se calmaba*.
Giorno: ¿Cómo voy a despedir a un secretario tan lindo? *Estira sus brazos y lo abraza de la cintura para acercarlo más a su cuerpo, aprovechaba que cogió altura en estos dos últimos años y con los entrenamientos, una buena masa muscular* Cuando lloras siempre te tiembla el labio inferior.
Robin: *Sus mejillas se tornan muy rojas y ahora una media sonrisa temblorosa* J-jefe, no diga eso *Desvía su mirada ya riéndose, cubre otra vez su cara con su mano de la timidez*.
Giorno: *Sonríe al verlo* Mmh.. Que de hecho, ¿cómo podrías siquiera pensar que con esta relación que llevamos te puedo despedir? *Apoya su frente a la suya siguiendolo con la mirada, su pobre secretario trataba de esconder su cabeza lo posible* Mírame, es una orden de tu superior.
Robin: *Poco a poco levanta su cabeza hasta poder verlo a los ojos* Pero no d-digas.. e-esas cosas, q-que me pongo nervioso.
Giorno: Lo sé *Levanta su mentón con mucha delicadeza* Vas a ir a clases de oratoria y a un fonoaudiólogo. No debes pagar nada, pero quiero que mejores tu hablar, me preocupa cada vez que te escucho *Pasa su mano por su mejilla, no le importaba si sentía la textura de su acné* Y te pediré turno para ir a un dermatólogo, ¿te duele cuando te bañas?
Robin: Señor, no tiene que hacer esto. Me refiero, es muy costoso, solo soy un secretario sin importancia y-
Giorno: *Su sonrisa se borra y levanta su dedo índice frente a su cara* Última vez que dices eso, Robin Bárbara Halloween.
Robin: *Se sorprende por su mirada y tono de voz* Sí, jefe. Tiene razón *Da un suspiro*.
Giorno: *Acomoda un par de mechones que cubrían su cara* Ven, acuéstate, quiero pasar más tiempo contigo. Mañana hay las mil y un reuniones y no quiero pensar en ello ahora. Ven *Palmea sus muslos* Apoya tu cabeza y cálmate. Será un viaje largo. Nadie va a entrar aquí sin tocar la puerta, les dije a los demás que estaría durmiendo.
Robin: ¿E-está seguro? M-me re-refiero a- *Es interrumpido de repente*.
Giorno: Robin, es una orden *Mira al joven de una manera especial, con una sonrisa de Monalisa. Acomoda su cabello rubio aunque se había puesto gel en la parte de la frente, lo tenía bastante largo y ya merecía un buen corte*.
Robin: S-si, disculpa jefe *Con timidez, se recuesta en el sofá y reposa su cabeza sobre los muslos de su superior* S-si... Si se siente incómodo, p-puedo retirarme cuando quiera *Lo mira con un poco de verguenza por la situación*.
Giorno: Robin, *Acerca su mano a la mejilla del joven que estaba temblando* cálmate, me pones nervioso cuando estás nervioso, siento que te dará algo todo el tiempo *No pudo evitar una sonrisa suave de su parte, pícara e incluso algo atrevida* ¿Ye te he dicho que eres una vaca muy linda? *Su mano se desliza hasta su cuello y acariciar con su pulgar su mentón y papada*.
Robin: *Cerró sus labios entre sí del nerviosismo, no creía que su jefe en un momento como este tomara este papel que pocas veces en la semana lo tomaba en su oficina, los dos solos. Giorno desde las primeras semanas que estuvo con él enseñándole las rutinas y protocolos en las diferentes instalaciones de Passione, fue agarrando este comportamiento más atrevido pero delicado, hasta el punto que se llegaron a besar varias veces en total secreto. Era extraño este "contrato", este código entre los dos, pero no le desagradaba, y Gio lo sabía. Obviamente muy por dentro no iba a admitir que no quería despegarse de esta relación especial, ¿qué había de malo en esto? ¿qué consecuencias traería besar al jefe de la mafia italiana?* N-no lo sé... *Desvía su mirada por verguenza, su cercanía era bastante próxima*.
Giorno: *No dejaba de acariciar la mejilla de Robin con suavidad, y algo que le gustaba mucho hacer para no solo molestarlo, sino enseñarle a estar en alerta todo el tiempo, era hacerle unas pequeñas cosquillas en sus orejas o en la nuca, y eso quería hacer ahora. Así que procedió a rascar suavemente una de sus orejas pecosas* ¿Que qué no sabes? ¿Que eres una vaca muy bonita?
Robin: ¡Gh! *Se sorprende por el tacto y rápidamente empieza a reírse, tenía una risa particular que incluso podía hacer reír a los demás. Era suavesita y rápida, a veces solo cerraba la boca para reír en una pronunciada "m", al ser tan sensible no podía controlarse mucho* J-jefe, ¡jijiji! Por favor *Eleva sus caderas sin poder evitar patalear* ¡Jijiji! M-maldición, por favor *Dice entre sus risitas, a veces cuando tomaba aire se le escuchaba un ronquido como de cerdito y eso le daba muchísima verguenza*.
Giorno: (Adorable) *Su sonrisa desaparece de inmediato al escucharlo y detiene sus movimientos* ¿Maldición? Esa palabra no te la enseñé nunca y no creo que esté en tu diccionario. No me gustó nada. Es la segunda vez que te escucho decirla en el día *Inclina su torso levemente hacia al frente para acercar su rostro al de su acompañante, no despegaba sus ojos de los suyos, quería intimidarlo, presionarlo* Nada.
Robin: *Se cubre la boca cuando se detiene, estaba sorprendido por su palabra* L-lo siento mucho, jefe, no quería... ¡No está en mi diccionario, lo juro! Lo siento, lo siento mucho *Mueve sus manos negando todo, ahora sí su corazón dio un vuelvo tremendo. Giorno sí le hizo pasar en esos dos meses a prueba varias situaciones donde debía mantener la calma, paciencia, tolerancia, pero nunca lo castigó. Ahora su mirada era diferente de las muchas que vio en él, su expresión indicaba que estaba molesto de verdad y que recibiría un castigo digno de su nivel*.
Giorno: ¿Cuestionas lo que escuché? ¿Me cuestionas? *Un aura dorada aparece alrededor de su cuerpo, brillaba solo para la vista de ambos* No te muevas o me harás enfadar más... *Seguía sus ojos como un láser, no iba a dejarlo estar tranquilo hoy, quería divertirse. Estaban solos en el compartimiento ¿por qué desperdiciar esta oportunidad?*.
Robin: ¡E-eh! ¡No no no! D-digo- *Es interrumpido una vez más*.
Giorno: Dije que no te muevas, otra desobediencia más e irás acumulando puntos, secretario *Golden Experience Requiem se manifiesta en la pequeña habitación. Aunque Robin no tenía un stand, raramente podía verlo y eso lo descubrió en su primera entrevista de trabajo, había pegado tremendo grito al ver -dicho con sus propias palabras- un fantasma de ojos saltones* Y ahora, aguanta las consecuencia de tus actos *Sacó de un compartimiento pequeño del posabrazos un cigarrillo electrónico, no succionaba ni aspiraba nada ya que no tenía esa función, solo largaba vapor de vez en cuando para simular un cigarro, tenía una apariencia realista y dar esa impresión*.
Robin: S-si, je- *Pero no pudo terminar, Golden Experience lo tomó de las muñecas directamente para extender sus brazos dejando su torso totalmente expuesto y por consecuencia, su uniforme se había levantado varios cenímetros dejando ver parte de su barriga marrón por su lunar gigante* ¡E-eh!
Giorno: Robin Bárbara Halloween. Les dije a los demás que te iba a dar un fuerte regaño por el accidente en el comedor, así que *Le manda a su stand que saque de su mochila una cinta plástica de las que usabas para embalar cajas*, no puedes dar gritos tan fuertes *Corta un trozo de la cinta y junta sus muñecas para atarlas dándole varias vueltas* Y me gustaría empezar... No, de hecho GER lo hará *"Fuma" de su cigarrillo falso y apoya su espalda en el sofá mientras miraba a Robin como si de un espectáculo se tratase*.
Robin: E-espere, señor *Niega con la cabeza suplicando con su mirada y sacudiéndose un poco* Q-quizás p-po-... podamos ha-hablarlo.
GER: *El stand hace presencia para no dejar de verlo a los ojos, y él ya tenía unos muy saltones. No esperó mucho más y pasó sus dedos por el cuello del pobre pecoso, rascaba tan apenitas que su esfuerzo era nada*.
Giorno: Mírame.
Robin: *Niega con la cabeza aún riendo por los toques* ¡N-no! ¡Jajajaja! *GER bajó sus brazos y los mantuvo firme sobre su torso, así evitar que los hombros bloqueen el paso*.
Giorno: Mírame, es una orden.
Robin: ¡Jijijijiji! P-por favor *Niega con la cabeza y eleva su torso en forma de protesta a lo que su jefe aprovechí para cruzarse e pierna y mantener su vientre arriba con su rodilla, obligarlo a exponerlo* ¡Jijiji! J-Jefe, por favor *Pide ayuda mirando a Giorno, pero su única respuesta fue devolverle una sonrisa satisfactoria, de poder y superioridad*.
Robin: *Su destino estaba bien marcado, no tuvo ni la oportunidad de seguir quejándose. GER pasó una de sus manos para levantar su cuello y llevar su cabeza hacia atrás, ahora tenía un gran terreno muy sensible a su disposición* ¡No! ¡No! ¡No, por favor! ¡WUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! *Los labios del bello y majestuoso stand besaban y soplaban sobre la piel pecosa del joven, causándole terribles cosquillas* ¡GYA! ¡JAJAJAJAJAJA! *Sacudía su cuerpo como podía, pero lo retenía muy bien el stand casi abrazándolo. Por un momento dejó un lado y cambió al otro, y le sensación fue en aumento como su tono de voz* ¡GYAAAA! ¡JAJAJAJAJA! ¡J-jefe° ¡Por favor! ¡JAJAJAJAJAJA! *Patalea bastante más, pero nada podía hacer*.
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Giorno: *Mientras "fumaba", veía a su pobre secretario pagando las consecuencia de sus errores* Parece que lo disfrutas, entonces no te molestaría que esto se extendiera un poco más, ¿no es así? Me gusta que tu cuello sea tan sensible *Se inclina levemente para verlo mejor* y ahora debes ser más atento cuando camines por ahí, puede que una brisa te toque sin querer *Acomoda su cabello un poco hacia atrás, un buen corte no le sentaría mal*.
Robin: ¡Jijijiji! Uff... uff... *Pudo tomar varias bocanadas de aire cuando GER dejó de besarlo y mientras reposaba su cabeza en el almohadón del sofá, sentía las caricias suaves en su hombro, era un gesto amable que apreciaba mucho* J-juro que no... voy a derramar... café otra vez, p-practicaré *Lo mira un poco cansado*.
Giorno: *Aún sonriéndole* Me encantaría seguir, pero estoy cansado y debo trabajar mucho mañana *Estira su brazo y lee la hora en su reloj digital de la muñeca* Mh. Bueno, tenemos media hora más.
Robin: ¿E-eh? *Abre sus ojos muy sorprendido* P-pero, pero, ¿n-no debe dorm- *No, no pudo ni terminar su pregunta, GER ya lo abrazó otra vez, sostuvo bien fuerte y dio soplidos, frambuesas sobre su cuello, debajo de sus orejas, e incluso se atrevió a morder su piel* ¡NYAAAA! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡NOOO! ¡JAJAJAJA! ¡POR FAVOR!! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡J-JEFE!
Giorno: *Levanta su mano para que GER se detenga, ayuda a Robin a enderezarse y de paso le regala un pequeño beso en el lóbulo de su oreja. Se pone de pie dejando al joven en el sofá, aún agitado y con todo el cabello desordenado. Se prepara un té de mientras* Vaya a descansar, secretario. Mañana será un día cargado *Habla dándole la espalda y dejando su saco en un perchero*.
Robin: S-sí, señor *Endereza su espalda y descansa unos segundos en el mismo lugar donde Gio se sentó* ¡Gh! *Repentinamente GER estaba a su lado respirando sobre su cuello, incluso su aliento le hacía ligeras cosquillas. A veces deseaba no ser tan sensible*.
Giorno: *Da pasos hacia adelante y toma de su mentón para levantarlo* Y no solo porque tienes que estar el doble de atento de ahora en adelante, *Estira su dedo índice, hace poco se hizo la manicura, unas uñas esculpidas verde oscuro terminando en punta* sino que GER reclamará de tu atención y servicios. Es un stand caprichoso y con un gran apetito, no se alimenta de excusas ni errores, porque sino... *Pasa suavemente la punta de su uña desde el mentón de Robin hasta su clavícula* sabrá cada una de tus zonas más sensibles y delicadas, cualquiera que quieras ocultar, él lo sabrá y me lo dirá a mí ¿entiendes eso, Barbie?
Robin: *A veces se sorprendía por el color tan brillante de su jefe, daba una sensación como ninguna otra y ahora se sentía intimidado, nervioso, aplastado por él y su stand* S-si... señor *Traga con dificultad, el toque hizo que haga una mueca por el escalofrío y cosquilleo*.
Giorno: *Le pide a su stand que desaparezca y en menos de un segundo, hizo caso. Camina hasta la pequeña cocinita y se sirve el té* Hasta mañana, secretario.
Robin: *Su corazón latía constantemente una vez llegó a su propio camarote ¿Pero qué demonios había sido todo eso?* A-ay no *Se cubre la cara con las manos, estaba nerviosísimo por mañana, debía tener cuidado mientras hacía su trabajo ¿más que ahora? ¡no puede ser! Para despejar su cabeza fue a darse una ducha caliente. Todos esos besos, la boca de GER sobre su piel, los susurros, la mirada de su jefe, empezaba a hacerle... cierto efecto físico y emocional, pero ¿hasta qué punto era bueno este jugueteo mututo? No quizo resolver esa duda, solo se limitó a acurrucarse en la lluvia caliente y el vapor, que era el momento más relajante del día*.
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Las ilustraciones que aparezcan son hechas por mí, son de mi propiedad. Instagram Agash_Rotddom Las ilustraciones de fondos o paisajes son propiedad de sus propios autores, los links de sus trabajos están enlazados.
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Uno de los más grandes novelistas del siglo XX. Ganador del Premio Nobel en el año 1998.
Novelas recomendadas: "Ensayo sobre la ceguera", "Todos los nombres", "Memorial del convento" y "El año de la muerte de Ricardo Reis".
Esta es la primera parte de su discurso cuando recibió el Nobel de Literatura por parte de la Academia Sueca en el año 1998.
El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir. A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo, llevando hasta el pasto la media docena de cerdas de cuya fertilidad se alimentaban él y la mujer.
Vivían de esta escasez mis abuelos maternos, de la pequeña cría de cerdos que después del desmame eran vendidos a los vecinos de la aldea. Azinhaga era su nombre, en la provincia del Ribatejo. Se llamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos, y eran analfabetos uno y otro. En el invierno, cuando el frío de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a su cama.
Debajo de las mantas ásperas, el calor de los humanos libraba a los animalillos de una muerte cierta. Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así: lo que les preocupaba, sin sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable.
Ayudé muchas veces a éste mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anejo a la casa y corté leña para la lumbre, muchas veces, dando vueltas y vueltas a la gran rueda de hierro que accionaba la bomba, hice subir agua del pozo comunitario y la transporté al hombro, muchas veces, a escondidas de los guardas de las cosechas, fui con mi abuela, también de madrugada, pertrechados de rastrillo, paño y cuerda, a recoger en los rastrojos la paja suelta que después habría de servir para lecho del ganado.
Y algunas veces, en noches calientes de verano, después de la cena, mi abuelo me decía: "José, hoy vamos a dormir los dos debajo de la higuera". Había otras dos higueras, pero aquélla, ciertamente por ser la mayor, por ser la más antigua, por ser la de siempre, era, para todas las personas de la casa, la higuera.
Más o menos por antonomasia, palabra erudita que sólo muchos años después acabaría conociendo y sabiendo lo que significaba. En medio de la paz nocturna, entre las ramas altas del árbol, una estrella se me aparecía, y después, lentamente, se escondía detrás de una hoja, y, mirando en otra dirección, tal como un río corriendo en silencio por el cielo cóncavo, surgía la claridad traslúcida de la Vía Láctea, el camino de Santiago, como todavía le llamábamos en la aldea.
Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba.
Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él, calculadamente, le introducía en el relato: "¿Y después?".
Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En aquella edad mía y en aquel tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo.
Cuando, con la primera luz de la mañana, el canto de los pájaros me despertaba, él ya no estaba allí, se había ido al campo con sus animales, dejándome dormir. Entonces me levantaba, doblaba la manta, y, descalzo (en la aldea anduve siempre descalzo hasta los catorce años), todavía con pajas enredadas en el pelo, pasaba de la parte cultivada del huerto a la otra, donde se encontraban las pocilgas, al lado de la casa.
Mi abuela, ya en pie desde antes que mi abuelo, me ponía delante un tazón de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: "No hagas caso, en sueños no hay firmeza".
Pensaba entonces que mi abuela, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, ése que, tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras. Muchos años después, cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella, creía en los sueños.
Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche, ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: «El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir». No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada.
Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver".
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jartita-me-teneis · 3 months
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BARBRA STREISAND: ALCANZÓ EL ÉXITO SOBREPONIÉNDOSE A LOS COMENTARIOS HIRIENTES DE SU MADRE
Una noche, la pequeña Barbra, mientras soñaba en su cuarto jugando con una botella de agua caliente cubierta con un suéter, (que le servía de muñeca) le confesó a su madre que quería ser cantante.
Su madre Diana, que era una mujer frustrada por no haber llegado a cantar frente a miles de personas como alguna vez soñó, a pesar de tener una extraordinaria voz mezzo-soprano, quedó mirando a su hija directamente a los ojos para decirle:
"Más vale que te cuides las uñas de los dedos para que puedas ser mecanógrafa, porque para cantante no eres bonita".
No hace falta explicar lo que estas palabras pueden significar para una hija que amaba tanto a su madre como Barbra, pero ella no era una niña común y corriente. En algún momento, cuando se encontraba en la cúspide de su carrera, habló de este pasaje doloroso en su vida, solo para perdonar con mucho cariño a la mujer de la cual heredó su fabulosa y potente voz.
Barbra quedó sin padre a los 15 meses de nacida, pues su progenitor murió por una negligencia médica cuando le sobrevino un ataque epiléptico.
Cuando Barbra tenía 7 años de edad, Diana, su madre, eligió por esposo a un ser tenebroso y oscuro, un vendedor de autos usados de nombre Lou Kind.
Este hombre siempre la hizo de lado como padrastro, le gustaba comparar la belleza de la nueva bebé, hija que tuvo con Diana, y la supuesta fealdad de Barbra. Hacía hincapié en lo prominente de su nariz, hasta el punto que, en un caluroso día de verano, compró un helado solo para la hermanita menor, nada para Barbra.
¿La razón que les dio a las niñas?... Ah sí, bueno, que Barbra era muy fea para comer helado.
Me gustaría pensar que esta parte de la historia de Barbra Streisand, no sea más que una de las muchas leyendas urbanas que circulan en las redes sociales, pero no. Es parte de su libro autobiográfico "My Name is Barbra".
Pero todos conocemos la trayectoria de esta extraordinaria actriz, cantante, compositora, productora de cine y escritora estadounidense, la manera como se ganó al mundo con sus bellas melodías entonadas por una extraordinaria voz y haciendo dúos con los más grandes cantantes cuando se encontraban en lo más alto de sus carreras, como Barry Gibb, Donna Summer, Neil Diamond, entre tantos otros.
Actuó teniendo como galanes enamorados de ella nada más y nada menos que de la talla de Robert Redford y sostuvo romances con los hombres más guapos de Hollywood, entre ellos: Ryan O'Neal, Tom Smothers, Warren Beatty, Jon Voight, Omar Sharif, Don Johnson, Steve McQueen, Kris Kristofferson, Peter Jennings y Richard Baskin, entre otros.
En su libro, Barbra perdona a su madre repetidamente, hasta cuenta el pasaje de cómo un día, grabaron juntas un video donde cantaban a dúo. Este video lo hizo público en un concierto, frente a esa muchedumbre ella expresó la siguiente frase:
"Ya ves mamá, se cumplió tu deseo de cantar frente a miles de personas".
Así es esta bella mujer, bella por dentro y por fuera. Hoy tiene 82 años y nos deja como ejemplo, el de nunca tomar en cuenta opiniones desalentadoras que impidan tu crecimiento. Ella logró bloquear estas malas opiniones del ser que más quería, su madre. Sin embargo, ¿cuántas personas abandonan sus sueños por la opinión del amiguito o algún compañero de trabajo?
Barbra nunca se hizo una operación estética, jamás se avergonzó de su nariz y qué bueno que nunca pasó por cirugía para intervenir aquel bello perfil.
Si lo hubiese hecho, no sería Barbra Streisand.
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lapariente · 8 months
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Nos conocimos por casualidad ¿lo recuerdas?
Aquella fiesta de cumpleaños, en donde después de amanecernos juntos jamás imaginaríamos que algo más llegara a suceder…
Me sentí tu cómplice, podíamos hablar las cosas, compartimos secretos, donde nos amamos intensamente como dejamos de hacerlo…
Si me hubiesen dicho que amarte me dolería, lo hubiese creído. Tengo un magister en amores fallidos y ambos sabíamos que nos dolería lo suficiente como para querer buscarnos aunque nos haga mal.
Esperaba haber sido yo la mala de la película, haberte traicionado o haber jugado contigo, para que así este dolor intenso que llevo dentro de mí no estuviera viviendo desde que te fuiste.
El vacío que causaste, el silencio que dejaste dentro de mí me carcome día tras día.
Aún recuerdo cómo acabó todo, cuales fueron tus palabras, tu último beso de adiós, un beso que hasta el día de hoy atesoro. Si tan sólo pudiera haber detenido el tiempo un momento, haber disfrutado más ese último beso, de alguna forma tampoco hubiese quedado conforme con que te hayas ido.
Amor dolido, eres el amor que menos esperé y el que me hizo sentir tan viva, tan llena, tan feliz. Sentimiento que hoy recuerdo con nostalgia, con dolor y desespero.
Me hiciste mierda, no te lo niego.
Sé que este amor pasará y quedará apilado junto a los otros amores fallidos, pero sin duda único. Amarte fue un triunfo, que nos amaramos fue el mejor maratón entre nuestros corazones. Haberte cruzado en mi vida fue un error, pero sin duda la casualidad más linda que atesoraré siempre.
Creí que después de haber decidido dejar de amar, dejar de amarme, dejar que el mundo simplemente explote y yo me mantenga viva y siga con lo mío, nada más que yo sería importante en mi vida. Me equivoqué, llegaste a mi vida.
Cambiaste mi vida, mi visión de ella. Me hiciste cambiar, pensar más allá de mi metro cuadrado, más allá de mis ideales. Me hiciste entender muchas cosas desde otra perspectiva, me enseñaste cosas nuevas. Pero todo esto simplemente queda en el recuerdo, con dolor y desespero.
Amor dolido, que no sé hasta dónde llegará a doler, pero pasará como todo en la vida. Te amo, pero ojalá nunca me hubieras dado ese primer beso ¿lo recuerdas? Yo sí. Simplemente queda decir que; ándate a la conchesumadre. Y sin vuelta.
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armatofu · 10 days
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Este año se cumplirán 67 años de que Laika fuera lanzada al espacio...
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Laika, "Little Barker", aunque su nombre real fue Kudrjavka, que en ruso significa "curly. Ella fue capturada en la calle, en Moscú".
Mitad Husky y mitad Terrier, tenía alrededor de 3 años en ese momento. Fue elegida porque era tranquila, dócil y perfectamente adaptable a la cápsula Sputnik 2. Equipado para soporte vital (alimentos y agua) la misión no implicaba el regreso. Para Laika fue una sentencia de muerte.
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El interior del satélite estaba forrado y el espacio interior era lo suficientemente amplio como para permitir que Laika se tumbara o se parara. La temperatura interna se fijó en 15 ° f. y un sistema de refrigeración tenía que proteger al animal de las sobrecargas térmicas excesivas.
El 3 de noviembre de 1957 a las 2 am Sputnik 2 fue lanzado al espacio. Laika probablemente sobrevivió durante siete horas. Pero algunas fuentes afirman que la agonía fue mucho más larga: cuatro días.
¡¡¡Sola, en el espacio...!!!
El satélite volvió a la atmósfera 5 meses después, el 14 de abril de 1958, después de dar 2.570 vueltas alrededor de la Tierra. Se desintegró al volver a la atmósfera.
Cada año, antes del otoño, me siento obligado a contar esta historia y posiblemente hacerlo con nuevas palabras. Hay una profunda culpa que todos deberíamos sentir al leer lo que le hicimos a Laika. El progreso humano a menudo se ha logrado a expensas de animales que no tuvieron nada que ver con nuestro deseo de supremacía.
Mucha gente cree que este fue un precio aceptable para nuestras conquistas, pero parece obvio, incluso leyendo esta historia que fue realmente una forma trivial de prevaricación.
Teníamos el deber de elegir otro camino. Todavía tenemos ese deber hoy.
Laika, no dejaré de pensar en ti cada otoño, en lo que debieron ser para ti esos momentos entre el 2 y el 7 de noviembre de 1957 cuando nos sentimos con derechos a decidir sobre tu vida...
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letras-en-tinta-azul · 10 months
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Quizá será la última vez que te dedique unas palabras y no es porque necesitemos "un cierre" o "dejar bien las cosas" es porque te debo una disculpa sincera que se quede grabada en papel para que puedas leerla las veces que quieras. No tengo forma más sincera de pedirte perdón por todo el daño que te he hecho que permitirte estar en paz. Si me voy no es por falta de cariño, sino porque eres tan buena persona que sigues buscando que yo esté bien mientras tú estás todo roto y lastimado. No debes darme una nueva oportunidad, te mereces un amor entero, bonito y puro como el que das, no como el que yo te ofrezco. Claro que podría cambiar muchas cosas en mí para quererte como quieres que te quiera pero esa ya no sería yo. Creo que lo que estás buscando yo no puedo dartelo y, no es que no quiera, porque de verdad lo he intentado, es que no puedo. Ya no quiero sentir que no me reconozco, justo eso fue lo que me llevo a lastimarte como lo hice y de paso me hice daño también a mí. Ésta sí es una despedida que no trae un "hasta pronto" incluido. Espero que el tiempo te ayude a sanar y que cuando estés listo llegue a tu vida la persona que te  mereces. Sé que querías que fuera yo y yo quería que fueras tú pero estamos forzandolo demasiado. Tú buscas a alguien que solo te mire a ti, alguien para quien tú seas el mundo y yo busco rodearme de personas que me hagan brillar, me he dado cuenta de que amo estar rodeada de gente y eso me hace sentir que soy yo. Evidentemente nuestra forma de ver las relaciones nunca nos va a permitir ser pareja sin que alguno de los dos tenga que cambiar quien es. De nuevo me disculpo por haberte fallado, quise tanto que fueras tú qué me perdí en el proceso e intenté recuperarme de la manera más tonta posible. Espero puedas encontrar pronto la paz y la felicidad que te mereces. No te imaginas cuánto te amo y justo como sé que tú no vas a irte hoy me alejo yo de ti como último acto de respeto y redención. Eres una persona increíble, justo por eso todos se quedan contigo, brillas bien bonito sin esforzarte y estoy convencida de que existe alguien perfecta para ti allá afuera y te dará todo lo que siempre me pediste y no supe darte. Gracias por todo el amor que me diste, me salvaste la vida de formas que ni te imaginas. Lo mejor que me pudo pasar es que llegaras a mi vida y hoy sé que lo mejor que te puede pasar es que me vaya de la tuya. Te sigo amando inmensamente pero hoy te digo Adiós.
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playerboy6734 · 11 months
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Cielito Hermosa de verdad muchas gracias por el día de hoy créeme que me hace sentir muy muy especial ,y a pesar de que hayan momentos tristes donde te tenga que afrontar la realidad con cada palabra con cada brazo me haces el hombre más feliz🫶😍🌙❤️‍🩹❤️🫶🔆☀️
No sé cuánto durará esto pero sí que te tengo en este momento, y al tenerte en ese momento sé que es eterno, no puedo explicarte con palabras cuánto te amo pero sí puedo mostrarlo con mis actos día a día, dejándote ser libre y lo más importante dejándote ser tú, sin importar que pase en un futuro o en un presente lo que siempre tendré por seguro y en mi cabeza es que te amaré inmensamente sin tener peros, pero siempre un porqué y ese por qué es que tú me enseñaste una nueva forma de amar, amar tu alma, amar todo lo que eres con todo y tus problemas te amo😍🫶❤️‍🩹❤️🌙🫶
Perdóname por todos los problemas que te he causado por si no te he hecho feliz créeme que me esfuerzo cada día por ver esa sonrisa tan hermosa que tienes tú cada promesa cada palabra viene desde mi corazón y espero verte muy feliz y cumpliendo todos tus sueños Te lo dije hoy no sé cuánto dura esto pero te amo en cada momento en todo lo que eres tú te amo inmensamente con un amor puro y suave porque eso es lo que somos comprensión y paz total. ☀️🌙❤️☀️🌙😍🍃
Sé que eres la persona más filosófica Y con esa filosofía eres capaz de ver cada cosa que tiene este planeta ya sea bueno o malo y con Esa visión me escogiste a mí para poder ser parte de tu vida no sabes qué tan especial me hace sentir que me escogerás a mí para poder iluminar tu camino solo me queda comprometerme porque cada día sea feliz para ti no negaré que habrán días tristes pero sí te puedo decir que en esos días estaré a tu lado para apoyarte y verte volver a ser feliz. ❤️😍☀️😍☀️❤️🍃🌙
Filosóficamente te puedo decir que eres el amor de mi vida y sin tenerte cerca te sigo amando porque con cada escrito que me das te siento cada vez más cerca por eso espero poder hacerme sentir y seguir siendo la inspiración para tan bella escritora☀️🌙❤️🔆❤️🔆🍃❤️‍🩹
Se que me enredo un poco pero lo que en realidad quiero decir es que eres UNICA, en todos los sentidos eres la mujer más maravillosa que he conoció y yo te esperare toda la vida por que ese amor sin atarte ni ponerte condiciones siempre estará ❤️☀️❤️‍🩹🌙🍃☀️🔆☀️❤️‍🩹
Enserió pido perdón por todo lo malo y comprometo a que hayan más momentos felices. ☀️🍃❤️‍🩹🌙❤️‍🩹😍
Te tratare como lo mereces y te llevare a  el mar y aun lugar  donde más nadie pueda ir, solo quiero que veas mis ojos y entiendas cuanto te amoooo❤️‍🩹🌙😍🍃❤️
Este es el primer mensajito de hoy
TE AMOOO MI CIELITO HERMOSA🌙❤️❤️‍🩹😍☀️❤️☀️❤️❤️‍🩹
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