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#rodillas fuertes
shaolinmexico · 2 years
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TAI CHI ayuda a tus rodillas
TAI CHI ayuda a tus rodillas
Por: Yuan Yang, Jia-hui Li, Nan-Jun Xu, Wei-Yi Yang, and Jun Liu Objetivo Determinar si la fuerza de la parte inferior del cuerpo, como la extensión aguda y la fuerza de flexión, puede mejorar con el ejercicio de Tai Chi en adultos mayores desde la perspectiva de la medicina basada en la evidencia. Métodos Se realizaron búsquedas en las bases de datos de PubMed, Embase y Cochrane Library hasta el…
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deepinsideyourbeing · 1 month
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Standing in the light of your halo - Esteban Kukuriczka
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+18! Dom!Esteban, spanking, breve nipple play, sexo oral, alusión a bondage y/o shibari, fingering, sexo sin protección, face slapping, spitting, begging, creampie, aftercare, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
Esteban te sostiene firmemente sobre su regazo, el bulto entre sus piernas roza tus costillas y la palma de su mano impacta con fuerza sobre tu piel ardiente una y otra vez, sin darte respiro. Tu voz es apenas un murmullo al contar y agradecerle por cada nalgada.
-¿Color?- pregunta, dirigiendo sus dedos a tus pliegues mojados y moviéndolos de arriba abajo. Te resulta difícil concentrarte y la siguiente vez que habla, acentúa sus palabras tirando más fuerte de los mechones entre sus dedos-. Contestá cuando te pregunto algo.
Tomás aire.
-Verde.
Siembra un par de besos en tu espalda luego de un último roce a tu centro y masajea tu cuero cabelludo por unos instantes antes de obligarte a reincorporarte para sentarte entre sus piernas, sus manos se deslizan desde tus caderas hasta tus pechos desnudos salpicados con las marcas de sus dientes. Besa tu mejilla, tu cuello, desciende hasta tus hombros y deshace el camino que trazaron sus labios hasta llegar a tu boca, pero no te besa.
-¿Querés que te coja?- asentís-. ¿Sí…?
-Sí, por favor.
Sus dientes capturan tu labio inferior mientras una de sus manos te aprisiona contra su pecho y la otra juega con tus pezones. Sus dedos no muestran piedad alguna y emite un sonido de falsa simpatía cuando te quejás a causa del dolor, sonido que sería convincente de no ser porque sentís la forma en que su miembro caliente palpita contra tu espalda baja y humedece tu piel.
En un rápido movimiento te deja de rodillas entre sus piernas y tus manos se ubican de manera instintiva sobre tus muslos para que pueda verlas con claridad. Acaricia tu rostro con suavidad y perseguís el calor y confort de su mano mientras mantenés contacto visual con él, los destellos verdes en sus ojos fundiéndose con el color ámbar ahora que sus pupilas están dilatadas.
Te perdés contando las pecas que salpican la piel de sus mejillas y el puente de su nariz, observando cómo los mechones rubios caen sobre su frente y sus cejas, la particular forma en que sus labios se fruncen y delatan así el deseo y la necesidad que siente por vos. Recostás tu cabeza contra su pierna y la sombra de una sonrisa amenaza con romper su semblante serio.
-¿Puedo…?- tu mirada alterna entre sus ojos y su miembro, erecto y goteando.
Cuando asiente dejás escapar una respiración temblorosa, deseosa de tenerlo en tu boca, y sin perder tiempo cerrás tu mano alrededor de él. Lo masturbás con lentitud y un agarre firme, hipnotizada por la aparición de gota tras gota de líquido preseminal, por los suspiros y por sus palabras de aliento que te incitan a continuar. Tu pulgar juega con su punta brillante y roja, provocando que su excitación impregne su miembro y también tus dedos.
Comenzás besando sus muslos, dando alguna que otra mordida inofensiva para luego plantar besos sobre su miembro y delinear con tu lengua la vena que lo recorre. No pasa mucho tiempo antes de sentir su mano sobre la parte posterior de tu cabeza, una silenciosa indicación o una orden que obedecés inmediatamente: cuando tu lengua se desliza sobre su punta y su sabor invade tus sentidos tus labios se cierran sobre esta para comenzar a succionar con fuerza.
Esteban no te la hace fácil, por supuesto que no. Su mano ejerce presión para que tomes más de su miembro en tu boca y no se detiene al sentir la forma en que tu garganta se contrae –una sensación que lo vuelve loco-, sabe que de necesitar parar vas a tocar su muslo dos veces. Acaricia tu mejilla y limpia las lágrimas que desbordan tus ojos antes de liberarte, observa fascinado la forma en que su miembro y tus labios permanecen conectados por un hilo de saliva.
Toma tus manos entre las suyas y masajea tus muñecas antes de llevárselas a los labios para besar con delicadeza las marcas en ellas, el recuerdo que las cuerdas de yute dejaron en tu piel. Cubre de besos el dorso de ambas manos y las yemas de tus dedos, cerrando sus ojos y suspirando cuando su lengua prueba el rastro que dejó en vos.
Te ayuda a ponerte de pie y te recuesta en la cama deshecha, el movimiento realzando el aroma de sus respectivos perfumes en las sábanas. Sus ojos recorren tu cuerpo de manera intensa antes de recostarse a tu lado y separar tus piernas con un simple toque de su mano, sus largos dedos instalándose entre tus muslos para acariciar superficialmente la piel alrededor de tu entrada.
-Mirá cómo te mojaste- acerca su mano a tu rostro para que puedas apreciar la forma en que sus dedos brillan bajo la tenue luz de la lámpara-. Abrí.
Tus labios se separan e introduce dos dedos en tu boca, el sabor de tu esencia esparciéndose sobre tu lengua rápidamente. Esteban clava sus ojos en los tuyos y observa la forma en que batallás para sostenerle la mirada cuando comienza a golpear tu garganta con sus dígitos: una de tus manos cerrándose sobre su muñeca a modo de advertencia, o tal vez súplica, basta para que los retire. Te recompensa besando tu mejilla y presionando sus dedos contra tu entrada.
-Por favor- humedecés tus labios-. Necesito…
-¿Qué necesitás?
-A vos.
Una sonrisa de satisfacción tira de sus labios y sus dedos se hunden en la calidez de tu interior con movimientos lentos, medidos y expertos. Centra su atención en tus puntos más sensibles, una acción reflejo del conocimiento que posee sobre tu cuerpo, y minutos más tarde su pulgar masajea tu clítoris siguiendo el mismo ritmo.
Tus gemidos cada vez más altos acompañan los sonidos obscenos que reverberan en las paredes desnudas de la habitación y las muecas que atraviesan tu rostro, junto con la contracción de tus paredes alrededor de sus dedos, le permiten saber que tu orgasmo se acerca. Normalmente te haría esperar, pero decide darte el capricho sólo por esta vez y cuando intentás advertirle asiente de manera comprensiva para hacerte saber que tenés su permiso.
Silencia tus gemidos besándote en el momento justo y disfruta el hecho de que te cueste corresponder el beso, tus piernas se cierran con fuerza ante el placer abrumador y no sos consciente de que tus uñas se entierran sobre la piel sensible de uno de sus hombros… Pero no le importa, Esteban adora que todo el mundo sepa que te pertenece tanto como vos a él.
Retira sus dedos y utiliza tus fluidos para lubricar su miembro, pero se detiene al posicionarse entre tus piernas para apartar los mechones de cabello que caen sobre tu rostro y asegurarse de que te encontrás en las condiciones adecuadas para continuar. Desliza su punta entre tus pliegues y el calor de esta te roba un suspiro que se transforma en un gemido cuando por fin te penetra.
Para distraerte del ardor inicial provocado por la intrusión, Esteban acaricia tu cadera y dibuja círculos sobre tu clítoris sensible. Observa la forma en que su miembro se desliza entre tus pliegues, tu entrada apretada cediendo lo suficiente para que él logre hundirse profundamente en vos, y aparta la mirada de vez en cuando para observar en tu rostro las expresiones que ya conoce. Están grabadas a fuego en su memoria pero no puede evitarlo, adora verte.
Te perdés en el placer y la sensación de sus caricias, de tu boca sólo surgen palabras sin sentido pero Esteban comprende que es la forma en que rogás por más. Descansa su peso sobre una de sus manos y la otra toma tu mejilla antes de comenzar a mover sus caderas con fuerza, abusando de tu punto dulce como sólo él es capaz de hacerlo.
El pulgar rozando tu mejilla se desliza entre tus labios y su mirada vuelve a perderse entre tus piernas, la imagen desplegándose frente a sus ojos es casi suficiente para hipnotizarlo y tus gemidos son su melodía favorita, siempre acompañada por el ostinato que producen sus pieles en contacto.
-¿De quién es esta conchita?- remarca sus palabras con una fuerte embestida-. Decime, dale.
El dedo en tu boca te impide hablar casi tanto o más que el placer que nubla tu mente y Esteban es consciente de ambas cosas, pero no significa que deje de esperar una respuesta de tu parte. Retira el dígito de manera brusca y la palma de su mano impacta con fuerza sobre tu mejilla, el escozor devolviéndote a la realidad demasiado tarde.
En un segundo te posiciona dejándote sobre tu estómago y se sienta sobre tus muslos, desliza sus uñas sobre las aun notorias marcas que sus manos dejaron en tu piel hasta hacerte llorar y luego masajea la zona afectada. La punta de su miembro roza tu entrada por una fracción de segundo antes de que te penetre con fuerza y deje caer su pecho sobre tu espalda, su peso corporal haciéndote sentir protegida al igual que sus labios besando tu cabello.
Con las fuerzas restantes en tu cuerpo te reincorporás lo suficiente para voltear a verlo, intentás pedir que te bese pero lo único que escapa de tus labios entreabiertos son gemidos y sonidos de desesperación. Acerca su rostro al tuyo y escupe sobre tu lengua, observando con atención la forma en que las emociones tiñen levemente tus mejillas antes de tragar su saliva.
La sensación de su miembro golpeando el punto más profundo en tu interior te lleva al borde de otro orgasmo, ocultás tu rostro contra la almohada y tu mano se cierra sobre su muñeca.
-Por favor, por favor- rogás, tus palabras apenas audibles-. ¿Puedo?
-Sí, bebé- besa tu sien con delicadeza, una acción que contrasta con la agresividad de sus estocadas y los sonidos húmedos que estas provocan.
Intentás ahogar un grito mordiéndote el labio, pero es completamente inútil una vez que alcanzás el orgasmo y el placer se extiende por todo tu cuerpo. Una de tus manos se cierra con fuerza, haciendo un puño con las sábanas, mientras las uñas de la otra marcan nuevamente la piel de Esteban y aprisionás la almohada entre tus dientes.
Unos segundos más tarde, cuando la sensibilidad  post orgasmo amenaza con convertirse en tortura, sentís la forma en que Esteban llena tu interior y sus movimientos se detienen. Susurra palabras dulces en tu oído, entre ellas apodos como princesa y bebé, y riega besos en cada sitio que sus labios encuentran en su camino hasta tu boca.
-¿Estás bien?
Te aclarás la garganta.
-Perfecta- le dedicás una sonrisa.
Su miembro abandona lentamente tu interior y observa la forma en que su semen escapa de tu entrada -que se contrae ante la pérdida de él-, cayendo sobre tus pliegues y manchando las sábanas. Utiliza un dedo para recoger los restos de ambos y los empuja nuevamente hacia tu interior haciendo caso omiso de tus protestas.
-¿Qué te parece si nos damos una ducha y comemos algo?- propone mientras te ayuda a sentarte. Es una pregunta retórica, no tenés otra opción; Esteban es sumamente cuidadoso y jamás permitiría que experimentes los efectos de un descuido o la falta de atención luego de una sesión. Además, ¿por qué te negarías a ser consentida por él?
Te acompaña al baño y ambos esperan a que la temperatura del agua sea la ideal para entrar en la ducha, ignorando el vapor que empaña por completo los azulejos y el espejo. Lava tu cabello con cuidado y hacés lo mismo con el suyo, masajea gentilmente tus hombros y los músculos de tu espalda, y cuando salen observa con atención cómo realizás tu rutina de skincare.
Se acerca y rodea tu cintura con sus brazos, la punta de su nariz rozando tu cuello mientras mira tus ojos en el reflejo del espejo. Te sonríe, agotado y somnoliento, y sabés que tu lugar en el mundo siempre será entre sus brazos.
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@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
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depoesiaypoetas · 10 months
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La maleta se hizo más rápido de lo que se había desempacado. Olvidé el bote de champú, el cepillo de pelo, una falda y un scrunchie, las sandalias también. El hogar que creía mío ya no se siente más hogar. La familia ya no se siente familia. Tomé la mochila y salí con lágrimas en los ojos y dolorcito de pecho. Nadie me siguió. De alguna forma hubiera deseado que alguien lo hiciera o al menos dijera algo tras la discusión familiar. La puerta no se abrió para decirme que me quedara. Si no hay cumpables, hay heridas familiares de las que nadie se responsabiliza, y he tomado una decisión quizás apresurada, pero necesaria, y no di la vuelta atrás. No soy católica pero creo en Dios y caminando por una hora me detuve en el parque de la iglesia lleno de aves y palomas donde el viento pega fuerte y los árboles murmuran con vaivén, he llorado por dos horas, el dolorcito en el pecho seguía ahí, hubiese querido que el aire me secara los ojos, pero como se sabe, cuando empiezas a llorar por una cosa lloras por todas las veces anteriores, y es difícil cerrar las fuentes. Una señora creo que intentó acercarse pero me hice bolita sobre mis rodillas y dejé que siguiera el raudal, ni siquiera la respiración me ayudaba. Y esperé un rato. Me despedí de los planes cuando me hube calmado un poquito, que había hecho con los amigos y familiares. Y recibí en el chat familiar un único mensaje de "ojalá algún día me entiendas", y el corazón se arrugó más, y seguí llorando un rato lentamente como quien quiere quedarse dormido y olvidarse un ratito. Tomé un autobús a la central para cambiar mi boleto y tomar el siguiente en regresar, debía esperar 4 horas y me quedé sentadita en la terminal, viendo a los familiares despedirse y a los amantes con besos en la frente y lágrimas en los ojos: la terminal sigue siendo de mis lugares favoritos, sigue habiendo amor honesto del que no hay en otro tipo. Y mi autobús salió de noche, con nada en mi estómago, los ojos hinchados y la opresión en el pecho. Llegué a la terminal norte y esperé 20 minutos para trasbordar. Viajo ligero pese a que mi mochila parece caparazón de tortuga, sólo tengo ropa, libros y dulces en sus bolsas. Son más historias las que me pesan al hombro que la carga física la que llevo. Dormí más tiempo y, al despertar me sentí extraña creyendo que todo había sido un sueño, pero ya estoy acá de nuevo; he llegado a un hogar que no se siente hogar por ahora llamaré mi casa. El dolorcito en el pecho tomará su tiempo en desaparecer, dicen mis amigos cardiólogos que es un Síndrome de Takotsubo, yo digo que el amor romántico no es el único que puede romperte el corazón.
Clara Ajc
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miskhalie · 2 months
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Besos Robados (Parte 3) - Matías Recalt x Reader x Enzo Vogrincic
Pairing: Matías y Enzo
Advertencias: Smut del sucio
Notas: La esperada última parte.
En un abrir y cerrar de ojos, ya estabais los tres en la cama. Nadie pareció quejarse a hacer un trío. De hecho, parecían más hambrientos por ello. Jadeabais, os besabais y os acariciabais los tres, sin importar la sexualidad o el que pudieran pensar. Era lo más erótico que habías vivido. Enzo te besaba por el cuello mientras bajaba por tu vientre una de sus grandes manos para terminar lo que había empezado. A la vez, Matías a tu derecha te besaba en la boca, con lengua, y te masajeaba los pechos. Tu acariciabas sus bultos en busca de una distracción para ambos y así poder respirar entre tanta estimulación. Sin embargo para ti, cambiaron los roles y no supiste a quién preferías en cada situación.
Enzo era más romántico, más sensual, más pasional. Te tocaba de una manera que te hacía vibrar del gusto y te besaba con suavidad y lentamente, queriendo arrancarte las suplicas. Te tentaba. Al contrario, Matías era más duro. Te besaba con desesperación, como si tuviera miedo a que lo dejaras de besar. No te tocaba, te agarraba y te manejaba a su antojo, y tú te dejabas. Enzo te acariciaba hasta que temblabas, Matías te agarraba del cuello.
No tardaste en suplicar por sus miembros, ellos se miraron riendo y se bajaron la ropa interior. Jugaron contigo, tentándote para saber cual de ellos preferías, pero no podías decidir. Simplemente repartías lametones a uno y al otro. O te metías a uno en la boca y masajeabas al otro.
Pero querían más. Enzo dejó que Matías recibiera tu saliva y se sentó a mirar con los ojos llenos de deseo. Se tocaba viendo como Matías te agarraba del pelo. Los gemidos de ambos lo volvían loco, nunca pensó que eso le excitaría tanto. Tras darle ritmo a Matías con la boca, te giraste a Enzo y empezaste lo mismo. Enzo era menos vocal que Matías, se limitaba a suspirar, gruñir y gemir levemente. Por lo que cada vez que soltaba un gemido, lo notabas en tu parte más intima.
Una vez terminaste de ponerlos duros, ellos te quisieron devolver el favor. Ambos se pusieron detrás de ti y cuchichearon para repartirse los trabajos. Decidieron que Enzo te lamería y Matías se acurrucaría a tu lado, besándote y consolándote. Aunque al empezar, Matías no estaba convencido con su trabajo, porque tú solo tirabas del pelo a Enzo y le gemías a él. Por lo que decidió callarte con sus besos.
Enzo fue el primero, te estrechó las paredes y fue profundizando poco a poco con cada embestida. Debido a que Matías se sentía muy apartado, decidiste consolarle con la boca. Dabas el mismo ritmo que recibías, y ambos iban sincronizados. Tu te sentías llena y te ahogabas con tus gemidos. Matías te levantó, dejándote de rodillas y te besó profundamente.
-Me voy a venir si seguís así. - te dijo.
Tú sonreíste, encantada con sus palabras, habías hecho un buen trabajo. Pero no duró mucho porque Enzo te agarró de la cintura y siguió su ritmo incesante. Matías casi te sostenía.
Sin darte cuenta, Enzo sacó su miembro y lo metió Matías. Lo notaste cuando las embestidas se deslizaban más. Es tabas mojada para ambos, pero Enzo tenía un ángulo diferente a Matías. Pudiera ser el ángulo o que ya empezabas a estar sobre estimulada, pero ibas a correrte. Te viniste con un fuerte gemido. Matías lo notó entorno a si mismo, por lo que también se vino. Solo qu00edó Enzo en pie.
Matías te había terminado dentro, lo que seria un problema si no fuera por tus pastillas anticonceptivas.
-Me vení dentro- se alarmó Matías.
-Tomo anticonceptivos - dijiste riendo.
-Ah ¿si? - preguntó Enzo riendo, maquinando su próximo movimiento.
Tú estabas tumbada sobre Matías, que habías colapsado sobre la cama. Enzo, sin embargo, no estaba satisfecho, viendo como la esencia de Matías se deslizaba por tus labios mezclándose con tus jugos. Miró a su compañero y él le sonrió adivinando sus ideas. Te penetró de nuevo y decidió terminar él también. Sentías las embestidas sobre Matías que te besaba y te sujetaba para Enzo. No tardó mucho en terminar dentro de ti.
-Que hermosa estas después de hacer el amor. - dijo Matías.
-Demasiado hermosa. - Enzo te cogió y los tres os quedasteis tirados sobre la cama del hotel. Con una sonrisa en los labios y con una sensación placentera de libertad y amor.
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dosukja · 7 days
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📌 DORMITORIOS — ENTRADA DEL EDIFICIO LAMMAS. 11:03PM.
“Que sí, que estoy bien, mamá... sólo hay mucho polen estos días— sí. Yo a ti. Adiós.” Miente, es obvio para cualquiera que pueda verla sentada en las escaleras de entrada, con la cara hinchada y el ceño fruncido. A sus pies, se encuentran lo que parecen ser cajas de mudanza, mientras que con el pañuelo que sostiene entre sus manos, limpia unas cuantas lágrimas sobre su rostro. No es hasta que siente una presencia cerca suyo que levanta el rostro, esbozando una sonrisita que falla en ocultar que, bueno, algo ha de pasarle. “Me golpee fuerte en la rodilla y no puedo seguir llevándolas,” las cajas, se refiere, con palabras que salen más como una torpe advertencia que como cualquier otra cosa.
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karylvsjuanii · 1 month
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holaa, podrías hacer fluff con Juani? me encanta tus fics que tengas un buen día bebé 💖
Good Days | Juani Caruso
tw: súper fluff, algo de Juani y reader angst, inseguro y triste, cursilería.
Narración latina. Diálogos Juani argentinos.
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Salí de la ducha nocturna de siempre. Me encantaba el olor que elegí hoy, rosas.
Coloque mi pijama favorito de ositos rosas con cafés, me gustaba ponérmela y pensar que esos dos éramos Juani y yo.
Justamente salí del baño para ir por unos pañuelos ya que había manchado de jabón en la pared.
Yo podría jurar con todo lo que amo y aprecio en este mundo que ver a Juani acostado recién bañadito era lo mejor que le podía pasar a mi sentido de observación.
Estaba con los ojos cerrados y solo se podía apreciar la mitad de su rostro alumbrado por la lámpara a un lado de él. Podía ver desde aquí su posición cómoda, con las piernas dobladas y pegadas a su abdomen, haciéndose “conchita” debajo de las mantas y sus manos aferradas a esta.
Mi corazón empezó a latir fuerte al verlo así, estoy más que enamorada de él.
Quite la vista en cuanto abrió sus ojos y captó mi atención hacia él.
Caminé al baño para evitar la vergüenza que paso en estos momentos.
Dejé la puerta abierta y me senté en el tocador de mi baño, frente al espejo, tomé mi cepillo y mi cabello para fundirlos en un intento de desenredarlo. Debo ser sincera, siempre tardo demasiado haciendo esto, mi cabello es largo y me gusta ser cuidadosa con el en este paso.
“Puedo pasar?” Juani recuesta su peso en la puerta de mi baño, cruzándose de brazos y mirándome con una sonrisa brillante, haciéndome soltar una sonrisa cuando lo veo entrecerrando sus ojitos por la luz del baño.
“Todavía me falta, Juani.” Supuse que querría usar el baño ocupado por mi.
“No, puedo hacerlo yo?” Se acerca lentamente a mi sin dejar de verme para posicionarse detrás de mi. Seguido con mi mirada a través del espejo.
“Hacer qué?” Juani toma mi mano con el cepillo aún y lo despega de mis manos, acomoda mi cabello hacia atrás con una delicadeza hermosa y empieza a cepillarlo.
El baño quedó en completo silencio, eran solo nuestras respiraciones adueñandose de este.
Apostaría que de mis ojos están apunto de desprender corazones rojos enormes, causados por la imagen que veía en mi espejo iluminado.
Juani cepillaba mechón por mechón con paciencia y una sonrisa plasmada en su cara, aunque sus manos fueran realmente grandes, sus toques siempre fueron suaves y tiernos.
A medida de que avanzaba el cepillo bajaba con más fluidez y mi corazón con más rapidez.
Juani se giró y acercó sus manos a lo que parecía ser una crema, pero al regresar a mi fue rodeado con mis brazos y mi cabeza apoyándose en su pecho, evitando sus movimientos.
“Te ves tan hermosa, me encantas” Vuelve a acariciar mi cabello largo, pasando sus dedos para alejarlo de mi rostro.
“Te amo.” Dije, sintiendo a Juani detener sus movimientos.
Juani y yo llevábamos exactamente 1 año y dos meses conociéndonos, nos conocimos en argentina cuando yo pase vacaciones allí.
Me pidió que aceptara ser su novia hace dos meses, precisamente el día que cumplimos un año de conocernos, viajó a México para pedírmelo. Fue tan atento y tierno como siempre. Eso es lo que más me enamoró de él, seguro.
Y hoy día, era el primer “te amo” que le decía, ambos sabemos que nos amamos ya que nos lo habíamos dicho a través de canciones que nos dedicábamos, cartas, notitas, uno que otro mensaje, ya sabes, el típico “tamoo” o “lov u.”
Pero nunca había salido de la boca de alguno.
“Decimelo de nuevo.” No podría describir la expresión de Juani en este momento, parecía una mezcla de todas. Asustado, feliz, triste, enamorado, nervioso.
“Que te amo, Juan” Sus brazos me rodearon completa y con una facilidad logró cargarme y llevarme hasta la cama, apoyando mi espalda en el respaldo de nuestro colchón.
“Decime ya que esto es un sueño” Tomó mis manos cuando estaba ya encima de mis piernas, claramente sin dejar todo su peso caer en mi.
Sus rodillas estaban apoyadas de lado a lado, dejando a mis piernas en medio de las suyas.
“Que no lo es, Juani, te amo mucho”
Mi rostro fue aferrado por sus manos y bañado de besos suyos, cubriéndome por completo con la sensación de sus labios.
“Basta, amor, bésame” Rodeé mis brazos en su cuello con el intento de pegarlo más a mi.
Sus labios azotaron los míos, y se sentía todo diferente, no era como ese beso alterado y desesperado por sentir algo. Nuestro beso era buscando expresarnos todo ese amor que sentíamos por los dos, ese cariño y pasión que acumulaba en todo nuestro ser. Y estaba funcionando, no había otra manera de que alguien me pudiera hacer sentir así, tendrías que ser Juani para provocarme todos estos sentimientos que vienen desde el fondo de mi corazón.
Explosiones y terremotos de amor me venían cuando él me daba sus besos, pero la manera en la que me estaba besando ahora, me hacía sentir protegida y sin miedo a nada. Sus manos nunca propasaron mi cuerpo, tocaba suavemente mis mejillas y cabello, jugaba con este y sus dedos bajaban a mi cuello poniéndome nerviosa, agregándome los pelos de punta cuando lo sentía acercarse lo más que podía.
Mis labios se acostumbraron a Juani en tan poco tiempo, haciéndome dar cuenta que eso era lo que me faltaba, su amor, su toque, sus besos.
¿Alguna vez te has sentido reconfortado por el delicioso aroma del pan recién horneado?, pues, así se sentía estar en los brazos de Juani. Se sentía como ese sábado frío por la mañana en la casa de tu abuela, impregnada de un olor a pan y chocolate caliente. Se sentía como la brisa de la noche cuando te dirigías a la cena después de un día de playa. Como la sensación acogedora cuando te pones esa sudadera que solo tu entiendes cómo te hace sentir.
Juani me hace sentir como la niña más afortunada del planeta.
Mis emociones crecían más, hasta que sentí a sus labios abandonando los míos.
“Tengo miedo, amor.” Dice después de juntar su frente con la mía.
“Qué? qué pasa?” Intento despegar mi frente de la suya para verlo a los ojos, pero el me lo impide.
“De no ser suficiente para vos”
Sabía que Juani tenía problemas de autoestima y no le era fácil aceptarse a si mismo, todo por cosas del pasado y aún más por la fama que estaba recibiendo y los comentarios negativos de la gente, las cosas se juntaban causándole días abrumadores y desesperantes.
Siempre me tenía a mí y el lo sabe, pero nunca me dijo que se sentía de esa forma.
Sentí que había hecho algo mal, pues, creía siempre demostrar mi amor hacia él de todas maneras y que me dijera eso me hacía dudar si estaba haciendo algo mal con él.
“De qué hablas, Juan?” Hice una pausa alejando mi frente de él para tomarlo del mentón y atrapar su cara sosteniéndola con mis manos.
“Mira, amor, quiero que sepas que para mí, eres más que suficiente en todos los sentidos. Entiendo que a veces puedas sentirte inseguro, pero quiero que sepas que en mis ojos, eres perfecto tal como eres. Tu amor, tu atención, tu personalidad, son lo que me enamoraron de ti desde el principio, y nada ni nadie puede cambiar eso.”
Hago una pausa para tomarlo de las muñecas y hacer que su mirada se dirija a mi, quería decírselo mirándolo a los ojos.
“Juani, no necesitas ser nada más que tú mismo, porque en tus abrazos y besos encuentro todo lo que necesito.
Te amo más de lo que las palabras pueden expresar, y siempre estaré aquí para apoyarte, amarte y recordarte lo increíble que eres.”
Noté los ojos llorosos de Juani rogando por derramar una lágrima. Jale sus brazos hacia mí y lo abracé con todo mi amor. Mi corazón se partió al escuchar sollozos de su parte.
Juani se apartó de mi y me vio a los ojos con lo que parecía ser un intento de sonrisa.
“amor, gracias, de verdad, gracias por tus palabras y por ser vos, sos la niña más bonita y preciosa que mis ojos han visto. No puedo evitar querer llenarte de besos cada vez que me hacés sentir así.”
Sus dedos frotan mi cabello dejándolo caer sobre mis hombros y pecho, mostrando nerviosismo. Y no me sorprende, Juani nunca ha sido de expresarse mediante palabras, cosa que me gusta, para él son más importantes las acciones. Así que, scucharlo decirme esas palabras provocan un revoltijo en mi vientre, el mismo que sentí cuando nos dimos el primer beso, cuando me pidió ser su novia, cuando dormimos juntos por primera vez.
“Tu eres el niño más bonito que he visto” Recibo un beso tierno, sintiendo aún cómo no deja quieto mi cabello.
“Me haces sentir completo” Juani deja escapar esa frase entre besos.
Provocándome de nuevo, miles de mariposas en mi estomago.
Cansándose de la posición, se aleja de mi para acostarse a mi lado y jalarme hacia él. Con sus manos, cubre mi cuerpo con las cobijas blancas, enrollando sus piernas con las mías y pasando su mano por mi cintura sin dejar de verme.
Ojalá así se sintiera el cielo, estar en los brazos del niño más precioso, mirándome como si fuese su escena favorita, permitiendo que aprecie aún más sus azules ojos escaneando mi rostro.
Vuelve a acercar sus labios a los míos, uniéndolos en un beso largo lleno de amor, su mano recorriendo mi cintura y pasando de vez en cuando a una caricia en mi espalda, suave y sin prisa, devolviéndole la sensación en sus brazos, tocados por mi.
Juani manejaba mis labios con tranquilidad, a su gusto, convirtiéndolos en uno solo.
Recibiendo una sonrisa de mi parte por sentir a sus rulos caer por mi frente, levemente desplazándose junto al movimiento de su rostro para besarme más.
Juega con mi labio inferior, besándolo y rozándolo con sus labios.
Poco a poco despega los suyos de mi para regresar y dar tiernos besos pequeños.
Suelto una risa y abro los ojos para encontrarme con los suyos y a su bonita sonrisa transmitiéndome calidez y cariño.
Su mano aleja el fleco de mi cabello que intenta cubrir mis ojos, lo intenta sin parar de sonreír, sus dedos acarician mis hombros regalándome escalofríos nerviosos, bajando a mis manos por sentir a las suyas entrelazando sus dedos con los míos, añadiéndole más ternura y emoción al momento. El cual nunca olvidaré.
“Sos el sueño del que nunca quiero despertar.” Dice Juani con sus manos al rededor de mis mejillas, sus acciones hacen que pueda escuchar los latidos de mi corazón a mil por hora.
Sus brazos me rodean nuevamente como todas las noches, pegándome a él y escondiendo mi rostro en su pecho abrazándolo por la cintura, inhalando su cálido olor con el dulce toque de aroma masculino.
Pero ahora es distinto, siento su agarre como si fuera esa cobija con la que minutos antes estaba aferrado, impidiendo separarse, como si no quisiera alejarse de ella nunca más.
“Ah, y..” Hace una breve pausa buscando conectar su mirada con la mía.
“Yo te amo mucho más, mi amor.” Finalmente sus ojos se cierran, soltando un suspiro con una sonrisa apoderándose de él por la noche inolvidable que acabamos de pasar, convirtiéndose en la primera de muchas más.
….
HOLAA, oigan coméntenme porque m gustaría interactuar con ustedes.
este fluff lo tenía guardado hace ya varios días solo q me faltaba modificar palabras y así, tmb tengo pendiente un smut d pipe buenísimo jeje ojalá les haya gustado este fluff m encanta escribir d estos😭
PD: HÁGANME MAS ASK PORFA DENME IDEAS D TODO HAJJAAJJSJS
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black-beauty-poetry · 5 months
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La oscuridad es efímera. Te lo prometo, pronto vivirás con luz.
Pronto verás el sol brillar.
Y te lo prometo porque sé que resplandecerás. Tienes dudas pero he visto cómo tu valentía se ha desarrollado, eres más fuerte de lo que imaginas.
No caes de rodillas ante las flechas de la vida, no te derribas por el ardor de las heridas, no te escondes cuando el miedo se planta frente a ti, no pierdes las esperanzas en cada obstáculo, no te debilitas por ningún golpe.
Si te lo prometo es porque sé que saldrás de esta y de las que te esperen en algún futuro.
Mientras tanto, yo te abrazaré cada que lo necesites, te daré un hombro para llorar, mi mano si llegas a caer, mi comprensión si quieres desahogarte, mi luna si dejas de soñar.
Recuerda que no estás sola. Aquí siempre tendrás a alguien que creerá en ti. No me iré a ningún lado, no te dejaré en medio de la guerra.
Siempre te apoyaré. Siempre te protegeré. Siempre tendrás mi amor.
Ganes o pierdas, en cada batalla que tengas contigo misma, siempre me tendrás.
-Dark prince
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unicornio12am · 5 months
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Ponte faldita y siéntate sobre mi, quiero acariciar tus piernas mientras te beso, besos muy dulces, luego cada vez más intensos, más apasionados, meter mi mano bajo tu falda, acariciarte sobre tu tanga, que al estar sobre mi puedas sentir como se me va poniendo muy dura por ti, bajar por tu cuello, chuparte las tetas muy rico y a la vez dedearte lentito y luego cada vez más fuerte, hacerte que te retuerzas de placer hasta que mojes mis dedos, hacer que los chupes, y luego ponerte de rodillas para mi. 地狱
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cyranoenelchat · 2 months
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UNA NOCHE ESPECIAL ii
Allí estaba ella, con su cola ofrecida, tan bella como sudorosa después del primer asalto. Allí estaba Cyrano, de rodillas admirando la carne y el alma de su amante. Bajó y mordió su nalga, lo hizo fuerte, hasta marcar sus dientes. Ella lo aguantó sin inmutarse, eso complació al hombre que siguió jugando con los dos agujeros de la hembra. Unas veces era la lengua, otras la boca entera o le metía los dedos. Ella se iba excitando más si cabe. Siguió con paciencia aguantando sus propias ganas.
Decidió que era el momento, se puso de rodillas tras ella y llevó su miembro erecto a su sexo, rozó su clítoris con el, ella lo buscaba con su grupa, él lo fue humedeciendo hasta que,otras dar una fuerte palmada a la mujer, acomodó los cuerpos y penetro su culo. Lo hizo firme, hasta el fondo, sin dudas. Su pelvis encajaba en el cuerpo de la bella latina como hecha a medida.
Ella gemía, el gruñía como un lobo, ella empujaba queriendo recibir lo más al fondo de su cuerpo el miembro de Cyrano. Él agarraba a la chica fuerte, unas veces del pelo, otras de sus pechos, era suya, al menos en ese instante, y quería que el universo lo supiera. Estaban en éxtasis y hasta pareció que un relámpago seguido de un potente trueno llenaron la noche cuando rompió a llover y los dos animales se vinieron a la vez. Él cayó desplomado sobre el cuerpo de ella, mientras se mojaban satisfechos.
Continuará
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elescritornoctambulo · 2 months
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Ella es de la que te clava esa mirada lasciva mientras colocas tu falo en su interior, es de las que hablan a través de sus ojos y te exige que la sometas con fiereza, que la tomes y la folles como si nada más importara, le gustan esas embestidas salvajes, con ritmo frenético, le gusta que la hagan gemir, fuerte, sin control, le gusta la aprietes esas nalgas, y mientras la tomas del cabello la haces presa de ese instinto animal que a ella le fascina despertar.
Muévete como le gusta, hazlo sin piedad, dile cosas obscenas, sabes que eso la excita más, la pone mojada, insaciable, te exige más, porque sabe que le puedes dar más, no bajes el ritmo, está a punto, se le ve en sus expresiones, en la forma como te habla y te exige que la embistas, le gusta como se lo haces, le encanta lo que le haces sentir, ahora tiembla, su cuerpo convulsiona y sus gemidos se descontrolan, un intenso orgasmo la invade, cae rendida, pero quiere más de ti, lo sabes, lo sientes, lo tienes a punto, solo hace falta un simple estímulo, ella te espera ansiosa, se coloca de rodillas y abre su boca, tú te pones pie, y con simples movimientos le das lo que ella anhela, mírala como lo disfruta, como lo bebe, es su tan exquisito elixir, ese que la tiene adicta, ese elixir que siempre espera obtener cada vez que la tienes ahí, tan sumisa, y esperando que sea ella la víctima de tu infierno, y sin pensar tanto la posees.
. — Cesar P. “Noctámbulo” ©2024 #soyelnoctámbulo . . _____________________________________________ Respeta al autor. No le quites la firma.
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apricotprincess2 · 7 months
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Pasó un año desde que saqué esta foto, un año de ese momento hermoso dentro del caos.
Esa mañana fue una de las más tristes. La angustia, el miedo, la desesperación y la soledad me golpearon toda la noche; intenté comunicarlo y buscar ayuda pero no encontré a nadie. Así que estaba solo yo conmigo misma, como lo estuve el 95% de las veces que me sentí así.
Hay algo empoderador en aprender a manejar tanta mierda sin ayuda. Sé que puedo darme el confort que necesito aunque me sienta morir de soledad.
Me levanté, armé una mochila con agua, comida, abrigo, una lonita, un libro, los auriculares y me fui a la playa. Eran las 10 de la mañana y el sol brillaba más fuerte desde septiembre, el frío se había empezado a ir. Así que estaba lo suficientemente cálido como para poder usar shorts y chapotear en el mar. Me descalcé, fui a la orilla y dejé que me mojara. Me metí hasta que el agua me llegó a las rodillas y me quedé parada mirando el horizonte.
Hay algo en la inmensidad del océano que se me hace tan tranquilizador. Tal vez porque me recuerda lo inmenso que es el mundo y lo pequeñas que son nuestras vidas (y nuestros problemas). Tal vez porque si estás lo suficientemente adentro podés mirar al horizonte y no ver nada más que mar y cielo, nada creado por el ser humano, ninguno cerca, es naturaleza pura.
Mientras las olas se acercaban a mis piernas me imaginaba que era una metáfora de cómo diferentes situaciones llegan a nuestras vidas acarreando emociones, cuando nos golpean se siente fuerte y puede dejar marca pero eventualmente pasan y al llegar a la costa (su fin) son más pequeñas, más suaves. Nada es permanente.
El agua estaba tan fría que ya me veía los pies rojos así que volví a la mantita que había preparado sobre la arena, me puse los auriculares y escuché "Devil in disguise" de Elvis Presley (porque no hay canción más perfecta para un día de playa soleado), comí una pera muy dulce, leí Rayuela, escribí lo que sentía y cuando me quise dar cuenta ya me sentía mejor.
Otra vez me había salvado sola; bueno, no tan sola, con la ayuda de la naturaleza, de Elvis y de Julio Cortázar.
"Aquel que se ama a sí mismo lleva el paraíso consigo a todas partes."
#me
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soft-pxachy · 10 hours
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⤷  ❝sex hotline❞ — myg (s.m)
➤ Pareja: yoongi x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 8.6k 
➤ Género: sexo telefónico! smut y obscenidad!
➤ Resumen:  La idea de tener tu primer orgasmo hablando con un extraño atractivo a través del teléfono te asusta muchísimo, pero tal vez no sea tan malo como crees, después de todo, Min Yoongi era el mejor en su trabajo.
➤ Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | sexo telefónico | diferencia de edad (edad legal) | charla sucia | palabras sucias y picantes obviamente | masturbación (ambos) | dom!yoongi sub!lectora | la lectora es virgen | elogios y  ligera degradación | Yoongi es coqueto y sabe lo que hace y dice | sobreestimulación | semi-exhibicionismo | mucha mucha tensión sexual | la voz de Yoongi (sí es una advertencia) ➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.
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♥︎ softpxachy's
⤷ masterlist ♡ taglist ♡ instagram
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Min Yoongi se había convertido en el operador más solicitado desde que se unió a la empresa Delight, y tenía cientos de clientes esperándolo impacientes.
Yoongi se había demostrado a sí mismo que podía mantener a su boca en un muy buen uso; haciendo que hombres y mujeres se enamoraran de su voz profunda y sensual en una sola llamada telefónica. 
Sus palabras fácilmente podían hacer que cualquiera cayera en sus trampas; pintando escenarios oscuros y sexuales que sus clientes hubieran preferido mil veces experimentar en la vida real.
Y Yoongi no era tonto, él sabía que muchas personas querían escuchar su voz, sabía que tenia un gran ego y lo usaba completamente a su favor. Él sabía que su voz podía derretir a sus clientes, sabía cómo  hacer que la gente se corriera con solo decirles palabras pecaminosas y seductoras a través del teléfono. Y le pagaban ochenta dólares por hora.
Obsceno, frío y con una lengua afilada. Ese era Suga en tres palabras.
Y su personaje no tenía ninguna gran diferencia con su yo real.
Yoongi se sentó cómodamente en el colchón de su cama, levantando las rodillas mientras frotaba su creciente erección a través de sus pantalones de chándal delgados.
—Dime cuánto lo quieres, cariño. —Yoongi murmuró con su voz ronca y áspera a través de su teléfono hacia la persona al otro lado de la línea mientras fijaba su posición sobre el colchón. —Dime cuánto quieres sentir mi polla follando ese pequeño y mojado coño tuyo.
La mujer al otro lado de la línea gimió, fuerte, obviamente tocándose a sí misma. —Sí, sí. Quiero tanto tu polla, Suga…
Y Yoongi tuvo que hacer todo lo posible para evitar que un resoplido cayera de sus labios al escuchar el tono tan ansioso y necesitado de su voz.
—Mmh por supuesto que lo quieres, es una pena que no pueda estar allí contigo. Joder, te follaría tan fuerte y duro hasta que estés llorando. ¿Quieres eso?
—Oh Dios…  sí, sí, quiero que me folles así, por favor, por favor, ya casi llego…
Y ahí estaban, las palabras mágicas que encendían la excitación en su cuerpo, haciendo que Yoongi no pudiera pensar en nada más que en hacer que su cliente se corriera y que se sintiera satisfecha. Porque eso era lo que Yoongi quería. Satisfacción.
—¿Lo haces? Huh, qué pena, no creo que puedas manejar mi gran polla. —Yoongi gruñó sombríamente al escuchar a su clienta gemir de frustración ante sus palabras, y eso sólo alimentó más su ego .—Fóllate más fuerte por mí, ¿sí, cariño? Empuja esos dedos más profundo dentro de ese apretado coño tuyo. Mierda, mi polla está palpitando por ti, bebé. Muéstrame lo hermoso que suenas cuando te corres.
—Joder, Suga, justo así…
Yoongi agarró el teléfono con más fuerza, pudiendo escuchar los sonidos húmedos y lascivos al otro lado de la línea, lo que lo hizo morderse el labio inferior, la imagen que se formó en su mente lo estaba poniendo más duro a cada segundo que pasaba y sólo lo hizo comenzar a frotar su pene de arriba hacia debajo de una forma tan lenta y casi burlona; esparciendo el líquido preseminal que brotó de su punta por toda su longitud, gruñendo un par de ánimos sucios más a su clienta.
—Esa es mi chica, folla más fuerte ese coño, nena. Vamos, córrete para mí, ensucia tus sábanas, quiero escucharte…
—Dios, Suga, voy a correrme….
Y Yoongi sonrió diabólicamente al escucharla, sintiéndose tan complacido y realizado. Era uno de los mejores sentimientos, hacer que alguien se sintiera bien, incluso si él era solo un extraño con quien estaba hablando por teléfono. Su polla se retorció en el apretón de su mano al escuchar los gemidos de placer volviéndose más fuertes cuando por fin su clienta llegó a su orgasmo.
—Eso es todo, déjalo salir, bebé. Joder, te escuchas tan jodidamente deliciosa… —murmuró palmeando con más fuerza su erección sobre su puño; disfrutando con los gemidos ahogados y la respiración agitada de su clienta al otro lado. —Te corriste muy fuerte, ¿verdad, cariño? —preguntó en medio de una risita burlona. 
—G-Gracias, Suga. Eres el mejor.
Yoongi sonrió.— Me alegro de haber podido ayudarte, cariño.
—¿Te puedo llamar de nuevo la próxima semana?
—Por supuesto, pero tienes que esperar en la fila, bebé.
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Ahí estaba T/n; contemplando si debería terminar su ensayo que literalmente debía entregar en una hora o llamar al número que estaba escrito en ese el papel que por accidente se le cayó a una de sus profesoras después de decirle lo espantoso que había sido el primer ensayo de su materia.
No la podían culpar, T/n había intentado devolverle el pequeño trozo de papel, pero su profesora ni siquiera le dio tiempo de hablar cuando salió del salón de clases maldiciendo a todo lo que se atravesara en su camino.
Y cuando T/n la inspeccionó de cerca, quedó más que confundida que al principio.
Suga
28 años
698-8876-203
Trato de averiguar de qué o quién podía ser ese número pero seguía sin saberlo, podría ser literalmente cualquiera y cualquier cosa. No era una tarjeta de visita habitual, o una tarjeta de presentación de alguna empresa, era solo la información personal de alguien escrita desordenadamente en una tarjeta blanca. Y eso le hacía sentir una inmensa curiosidad que la atraía como si se tratara de un imán.
—Suga… —T/n se susurró a sí misma y sus cejas se arrugaron con desconcierto.— ¿Quién diablos se llama Suga?
Volvió a repetirse esa pregunta mientras caminaba de un lado a otro en su habitación, pensando seriamente si debía marcar ese número misterioso que estaba escrito en la tarjeta. Eran las tres y media de la tarde, y ciertamente no pensó que su atención estaría cien por ciento es ese número misterioso en lugar de su ensayo.
Sí, podría ser la información privada de alguien y estaba siendo una completa entrometida, pero tal vez este hombre Suga quisiera recuperar su tarjeta, quién sabe.
Con un resoplido, se acercó a su mesita de noche y retiró el cargador de su teléfono, sintiendo instantáneamente como su corazón latía más rápido mientras marcaba lenta y vacilantemente el número extraño en su dispositivo.
—¡Joder, lo que sea!  —suspiró presionando el intimidante botón verde de llamada, escuchando su teléfono resonar el timbre una y otra vez haciendo que las palmas de sus manos sudaran cada vez más.— No debería… —murmuró por lo bajo recostándose en su cama, dándose cuenta de que esto estaba mal, pero cuando quiso colgar, la pantalla de su celular se iluminó anunciando que la llamada había sido contestada.
—¿Hola?
Mierda.
Espera,  ¿Qué mierda?
¡Esa voz! ¡¿Qué diablos era esa maldita voz baja?!
—¿Hola? — Se volvió a escuchar, pero T/n parecía estar en estado de shock.
El hombre al otro lado de la línea tenía una voz tan baja, oscura y áspera que hacía que su corazón diera vueltas y vueltas, y T/n mentiría si dijera que no la hacía sentir escalofríos.  
Yoongi dejó escapar una pequeña risita ante el silencio, rodando los ojos mientras fijaba su posición en la silla y levantando los pies sobre la mesa de madera frente a él.— No me hagas hablar solo, cariño.
Un jadeo repentino salió de los labios secos de T/n cuando el tono de su voz se volvió firme. Había un matiz estricto y dominante en la voz de aquel hombre que la hacía quedarse quieta; estaba demasiado conmocionada para responder mientras su mente intentaba comprender la situación en la que se había metido.
—Yo-yo… —tartamudeó de a poco, queriendo golpearse la cara al no ser capaz de formular una oración entendible.
Yoongi frunció el ceño ante eso, levantando una mano para jugar con su labio inferior antes de formar una sonrisa.— ¿Sí? —bromeó con un tinte de diversión. A pesar de que no podía escuchar su voz claramente como él quería, podía comprender que definitivamente era una mujer, una muy joven.
—T-tú eres uhm… ¿S-Suga? —T/n murmuró con nerviosismo apenas encontrando su voz para preguntar eso.
— El único.— Yoongi respondió ensanchando su sonrisa mientras despeinaba su cabello con la otra mano, comenzando a maquinar su siguiente movimiento para poder comenzar con su trabajo y darle una noche especial de puro placer a una nueva clienta.
—Yo, uh- alguien dejó caer tu... tarjeta con tu n-número en ella, ¿y supongo que la quieres de vuelta? — T/n se las arregló para preguntar aquello a pesar del temblor evidente en su voz.
Y no supo qué hacer cuando no recibió ninguna respuesta.
Hubo un silencio total y absoluto, y T/n quería cavar su tumba allí mismo, pensando que realmente había sido tonta al llamar a aquel número y decir eso. Y por otro lado, Yoongi no podía creer lo que estaba escuchando, intentó procesar cada palabra que dijiste, y una vez que lo hizo, entendió todo.
Kim Yejoon, la caliente profesora a la que le había dado su número la semana pasada, ¿Se le cayó la tarjeta?
Se pasó la mano por la cara con frustración, gruñendo profundamente al caer en cuenta de la situación, pero a pesar de eso, Yoongi sabía que no debería hacer de esto un gran problema, no había nada malo después de todo. Y además, tenía una nueva llamada para que la disfrutara.
Se encogió de hombros rápidamente, sin darle muchas vueltas al asunto antes de hablar.— Bueno, bebé, ¿sabes por qué le di mi tarjeta a ese 'alguien'?
Bebé. Él la había llamado bebé.
T/n casi estuvo a punto de suspirar de nuevo al escucharlo llamarla así, debía de admitir que su voz realmente le estaba haciendo algo a su cuerpo, esa voz monótona y profunda la estaba haciendo agitarse en su lugar y le costaba pensar correctamente.
—Uhm, ¿P-por qué? — T/n susurró, poniéndose cada vez más ansiosa y nerviosa al mismo tiempo.
—Esta es una línea directa de sexo telefónico, querida.
Y ahí T/n juró que su mandíbula casi se cayó al suelo al escuchar eso, joder, no había forma que su profesora supiera que este tipo Suga trabajaba como operador de sexo telefónico, ¿O sí? Dios, estaba segura que nunca volvería a verla igual después de esto.
—L-lo siento mucho... Dios mío, puedo volver, espera... No sé, tal vez pueda devolverle esto a...
—No tienes que estar nerviosa por eso, bebé.— Yoongi habló por lo bajo, casi en medio de un ronroneo que hizo que la respiración de T/n se cortara por el rápido giro de su voz, sonando tan sexy y sensual.
—¿Cómo?
—¿Cuántos años tienes? —Yoongi ignoró su pregunta mientras él mismo hacía una; dándose cuenta de que podría sacar algo divertido de toda esta situación.
—No sé si debería decírtelo… —T/n murmuró por lo bajo, e inconscientemente cerrando sus piernas en un intento de evitar que se excitara si seguía hablando con él.
—Oh, es una pena…— Yoongi habló con falsa inocencia en su voz y T/n juró que pudo sentirlo formar una sonrisa al otro lado de la línea.—Quería... ya sabes... hacerte sentir bien, al menos.
Y sus palabras fueron muy tentadoras. Demasiado.
En algún punto de su desordenada mente T/n se dio cuenta de que quería esto, algo de espontaneidad y adrenalina con algún extraño, no tenía nada que perder y tenía que vivir un poco al final de todo, esta sería probablemente la primera y última vez que experimentaría algo como esto, así que aceptó de inmediato.
—T-tengo diecinueve… —murmuró casi en un susurro esperando que aquel hombre no cortara la llamada tan pronto como escuchara su respuesta, pero no fue así, porque lo que recibió fue un audible gruñido al otro lado de la línea que le puso la piel de gallina.
Yoongi no pudo sorprenderse más de una buena manera, era muy raro para él recibir llamadas de clientes que no tuvieran veinticuatro años o más, y aquella jovencita podría ser su primera vez. Y la idea le gustaba más a cada segundo.
—Oh, nena… —resopló mordiéndose el labio inferior antes de agregar con una sonrisa pintando en todo su rostro.— Creo que eres la primera clienta que tengo que es tan joven.
Y tan pronto como T/n escuchó eso pudo jurar que una ola de calor recorrió todo su cuerpo; haciéndola removerse sobre la cama y respirar de forma densa y pesada.
—¿Eso es algo bueno? —preguntó agarrando con más fuerza su teléfono para evitar frotar sus piernas entre ellas; buscando algún tipo de fricción donde más lo necesitaba.
—Oh, depende, cariño. ¿Todavía quieres continuar? Puedo hacerte sentir realmente...— Yoongi habló con su voz ronca justo antes de hacer una pausa y gemir en voz baja para sí mismo ante lo que estaba imaginando.— Realmente bien…
Él ni siquiera estaba diciendo nada sexual todavía y T/n ya podía sentir sus bragas empapadas pegarse a su piel sensible.  ¡Esto no sucedería si su voz no fuera tan sexy!
—S-sí. —respondió después de pensarlo y en medio de un suspiro tembloroso.
La polla de Yoongi se retorció dentro de sus pantalones, excitándose con la simple idea de guiar a alguien probablemente nuevo en la vida sexual.
—¿Quieres decirme un nombre, cariño? Nombre real, nombre falso, algún apodo favorito, como quieras que te llame. —preguntó con calma ajustando su posición sobre el sofá.
¿Era malo que T/n quisiera escuchar a este extraño decir su nombre con su voz profunda y tan jodidamente sensual?
—¿Me prometes que no me hackearás o algo así? —preguntó por lo bajo aún sintiendo irreal toda esta situación en la que estaba.
Y Yoongi se rio ante eso, encontrando realmente adorable esa pregunta. Su tono oscuro era todo lo contrario de tu tono dulce e inocente, se le hizo realmente lindo hablar con alguien con una voz tan animada y adorable, al menos para él.
—¿Hackearte? Oh, bebé… —comenzó a hablar antes de chasquear su lengua aún divertido. —Estás hablando con el mejor operador que existe, gatita. Otros clientes estarían celosos de que estés recibiendo toda mi atención en este momento, y no ellos. Estás a salvo conmigo, te lo prometo.
El rostro de T/n se enrojeció por completo al escucharlo, dándose cuenta de que si aparentemente era el “mejor” entonces eso significaba que hacía bien su trabajo, ¿verdad?
Bueno, fuera lo que fuera, ya era demasiado tarde para echarse atrás.
—Bueno, uhm... soy T/n.
Yoongi se mordió el labio, cada vez más emocionado. No podía esperar a que experimentaras lo que estaba a punto de darte.
—T/n… —Tu nombre sonaba tan sensual cuando él lo decía, y T/n pudo jurar que la atmósfera en su habitación de repente se volvió cien veces más caliente con sólo escucharlo decir su nombre de esa forma.— T/n, estás de acuerdo con lo que estamos a punto de hacer, ¿verdad? ¿Tengo tu pleno consentimiento?
—Mmh-ju… —T/n musitó sintiendo su corazón bombear rápidamente en su pecho, nerviosa porque realmente se había dado cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Sexo telefónico. Un jodido sexo telefónico.
Todo su cuerpo se estremeció de repente y un dio un pequeño brinquito sobre la cama al escucharlo  gruñir inesperadamente y a su voz volverse más dura y firme antes de hablar. —Quiero escuchar palabras, niña.
—S-Sí señor. —T/n respondió de inmediato, no queriendo molestarlo más y que pudiera dejarla con el calor a tope en su cuerpo, sin darse cuenta realmente de lo que había dicho.
Mierda.
Los ojos de Yoongi se agrandaron en estado de shock y su mandíbula se abrió mientras procesaba todo; como operador de sexo telefónico había experimentando múltiples fetiches y roles que le pedían sus clientes y sabia como manejar cada llamada que venía con esas instrucciones para hacer todo lo que su cliente deseara, pero ciertamente no esperaba que esa palabra repentina saliera de tus labios.
Echó su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos por un breve momento mientras sentía como su pene se endurecía cada vez más.. Era muy difícil para él contenerse porque todo lo que quería hacer era decirte las cosas más sucias y desagradables contra tu oído. Él quería cumplir todas tus sucias fantasías que no sabías que tenías, pero sabía que necesitaba reducir la velocidad.
—¿Señor? Oh, ¿Qué te hace llamarme así, bebé? —preguntó con un tono arrogante cubriendo su voz mientras palmeaba de a poco su dura erección; haciéndolo sisear ante la sensación.
—N-No lo sé… —T/n murmuró completamente sonrojada, sentía su garganta seca y no sabía qué responder sin sentirse tan avergonzada.
—Oh, sé que jodidamente lo sabes, T/n. Te excita, ¿verdad? ¿Quieres que alguien te domine, cariño? —preguntó con dureza y sin poder evitar sonreír con orgullo al escuchar el pequeño gemido silencioso que ella dejó escapar. —¿Qué haces cuando alguien te hace una pregunta? ¿Mmh?
Yoongi volvió a preguntar y el tono de su voz hizo que T/n se removiera impaciente sobre la cama, sintiendo como la humedad en su entrepierna hacia que sus bragas mojadas se frotaran incómodamente contra sus pliegues, él tenía toda la razón en todos los sentidos posibles. Quería que alguien la dominara, alguien que la controlara en un plano puramente sexual, era una de tus mayores fantasías.
—Sí, s-señor. Yo quiero eso. —T/n respondió tímidamente por lo bajo.
—Oh cariño, no tienes por qué ser tímida conmigo. ¿Estás sola? 
—Sí, señor. —T/n volvió a responder de la misma forma dócil de antes, dirigiendo su atención a la perilla de la puerta como si alguien estuviera a punto de irrumpir en su habitación, sintiendo todo su cuerpo temblar al escucharlo reír.
—Entonces no hay nada de qué preocuparse. Sólo somos tú y yo, nena. Ahora, antes de que podamos pasar al lado más... divertido, quiero ser un poco neutral por ahora, ya que es tu primera vez. Así que dime, ¿cuándo fue la última vez que te follaron?
Neutral. ¿Eso fue neutral?
T/n podía sentir a la perfección su rostro arder en vergüenza ante sus palabras y tuvo que cerrar sus ojos con fuerza mientras trataba de controlarse. Su voz la volvía loca, y hacía tanto calor que si no fuera una tímida virgen ; podría haberse masturbado todo este tiempo hablando con él.
—Uhh… — T/n musitó antes de reírse nerviosamente. —Y-yo... no he... todavía no…
—Oh, Dios mío, cariño… —Yoongi gimió por lo bajo al escucharla; apretando el grosor de su polla con más fuerza aún por encima de sus pantalones.— Lo siento mucho… —agregó soltando una risita mientras movía su cabeza de un lado a otro.— ¿Aún quieres seguir con todo esto?
—Sí, sí señor. Por favor, lo quiero. No me importa, por favor solo… —T/n habló en medio de un suspiro tembloroso, cerrando los ojos con fuerza dándose cuenta de su estado. —Estoy muy excitada en este momento y...
—Oh, cariño, está bien, ¿sí? Sé lo que quieres. —murmuró con calma al otro lado de la línea.— Es mi trabajo hacerte sentir bien nena, no tienes que preocuparte.
—Está bien… —T/n exhaló al mismo tiempo que asentía con su cabeza, como si él la pudiera ver.
—Dime lo mojada que estás para mí, T/n. —Yoongi preguntó con su voz varias octavas abajo, moviendo su mano de arriba abajo por toda la longitud de su erección que se cernía dura entre sus piernas abiertas, pero aún sin liberarla de su confinamiento.
T/n no dudó ni siquiera un segundo en obedecer su orden, llevando su mano libre por debajo de su short para presionar sus dedos ligeramente contra su coño vestido, haciéndola gemir cuando frotó de a poco sobre la mancha de humedad en sus bragas, estimulando de a poco su pequeño y necesitado clítoris, sólo haciéndola sacudir sus caderas hacia arriba en busca de más fricción.
—Estoy muy mojada, s-señor. —habló en un gemido bajo y estrangulado.— Mis bragas están húmedas p-por tu culpa.
Ni siquiera podía creer que en realidad ella estuviera hablando de esa forma tan sucia, hizo todo lo posible por no sonar tímida, pero simplemente no podía evitarlo, toda la situación la estaba sobrepasando, y la voz de aquel hombre al otro lado del teléfono la hacía sentir más caliente a cada segundo que pasaba.
—¿Si? ¿Te estás tocando, bebé? —Yoongi arrulló con voz burlona disfrutando con su respiración agitada; casi pudiendo escuchar los movimientos que hacía.— Joder, las cosas que le haría a tu precioso coño si estuviera allí contigo, T/n… —habló y sus palabras solo la hicieron querer seguir escuchándolo.— ¿Quieres saber?
—Sí, sí señor, por favor… —T/n respondió y su tono desesperado la hizo temblar sobre la cama.
—Mmh, eso es lo que quiero escuchar. —Yoongi murmuró finalmente decidiéndose por deslizar su mano debajo de sus pantalones; agarrando firmemente la gruesa circunferencia de su polla y dejando escapar un gemido gutural ante el contacto.— Comenzaría por comerte el coño, bebé. —admitió y casi tuvo que reprimir una risita al escucharla gemir ante sus palabras. —Imagina mi lengua lamiendo una y otra vez tu bonito y mojado coño, bebé. ¿Puedes sentirlo?
T/n dejó escapar jadeo desesperado cuando sus dedos recorrieron delicadamente de arriba hacia abajo justo por la mitad de su coño, imaginando que él estaba con ella, diciéndole exactamente qué hacer y casi pudiendo sentir su lengua húmeda y caliente arrastrándose entre sus pliegues con fervor, podía sentir la humedad filtrarse a través de la tela de sus bragas mojando sus dedos y eso la hizo quejarse.— Sí, señor.
—Tócate, T/n. Juega con tu coño mientras escuchas mi voz.
—Lo estoy haciendo, pero por favor... ¿Puedes… —T/n sollozó por lo bajo ante su orden, no queriendo hacer nada más que darse un poco de placer con ayuda de su sensual y erótica voz. —¿Puede ayudarme, señor?
—Oh, qué niña tan obediente tengo aquí. —Yoongi sonrió ante eso al mismo tiempo que con sus dedos esparcía el líquido preseminal que escurría de la punta por toda su dureza; usándolo como lubricante, excitado con la simple idea de que aún necesitabas ayuda para tocarte, y por supuesto que él estaba encantado de ayudarte.— Lleva tus dedos a tu clítoris, gatita, comienza a frotar suavemente ese pequeño botón para mí.
T/n siguió sus instrucciones y obediente llevó sus dedos hacia arriba, frotando de a poco sobre su clítoris y gimiendo al sentir un repentino rayo de placer recorrer todo su cuerpo una vez que aplicó presión.— A-ah, s-señor…
—Mmh, se siente bien, ¿no es así, cariño? Solo sigue tocándote bebé, hazte un favor y desvístete por completo. —ordenó segundos antes de escucharla asentir levemente y comenzar a quitarse la ropa lo más rápido que pudo.— ¿Escuchas bien las instrucciones verdad? Eres una buena niña.
—Oh… —T/n musitó al escucharlo, sin poder evitar sonrojarse ante la forma en que sonaba ese apodo cariñoso saliendo de sus labios, haciéndola subir de nuevo a la cama y hundir las manos entre sus piernas, a espera de una nueva orden.
—¿Quieres jugar con tu pequeño coño hasta que te corras, bebé?
¿Cómo podían sus palabras crear un efecto tan grande en ella? T/n podía sentir su rostro calentándose a cien grados mientras se permitía volver a disfrutar del maravilloso placer que le estaban dando sus palabras tan sucias. Cerró los ojos cuando sus caderas se empujaron hacia su mano, y sus dedos fueron rápidos en volver a frotar lentamente círculos delicados en su pequeño punto de placer.
—Señor, ayúdeme, por favor. —T/n pidió inocentemente tratando de mantener a raya los gemidos que amenazaban salir de sus labios.
—Es un placer, gatita. Para eso estoy aquí, ¿verdad? —Yoongi gruñó mientras liberaba su polla de su confinamiento, saliendo disparada hacia arriba entre sus piernas; completamente duro como una roca.— Maldita sea bebé, escucharte me ha puesto tan duro…
Y T/n soltó una respiración áspera ante eso, jugando con su clítoris cada vez más rápido, mojándose más y más cada segundo que pasaba, antes de que su voz la hiciera temblar.— Tu pequeño coño debe estar tan desesperado por una polla, ¿eh? ¿Es eso lo que quieres?
—S-señor… —T/n gimió con los ojos cerrados mientras se concentraba en su voz caliente.
Yoongi gruñó entre dientes cuando comenzó a bombearse a sí mismo, usando el líquido preseminal para humedecer su polla en cada firme movimiento, imaginándose que era tu mano apretando su polla  y con tus ojos mirándolo dulcemente, probablemente nerviosa por tomar una polla por primera vez.— Bebé, quiero escuchar cómo te corres por primera vez, debes sonar tan jodidamente hermosa…
Y eso hizo que T/n jadeara con fuerza, moviendo sus dedos más rápido sobre su clítoris intentando alcanzar su nivel máximo de placer, los gruñidos de Yoongi en su oído la hacían sentir increíblemente mas húmeda, se lo imaginaba sentado en algún lugar, follándose con su mano mientras escuchaba sus pequeños gemidos, todo se sentía tan bien, y deseaba tanto haberlo hecho antes.
—Cariño, joder, me estás volviendo loco. Si yo estuviera ahí contigo te daría tanto placer, T/n. Te haría correrte más rápido y más fuerte de lo que tus pequeños dedos pueden hacerlo. Te encantaría mi lengua en tu lindo coño, y a mí me encantaría tanto probarte…
—Oh, señor… —T/n gimió con fuerza, dejando caer su cabeza hacia atrás sobre la cama retorciéndose de puro placer, sus sucias palabras hicieron que su estómago se revolviera y que su interior se apretara alrededor de la nada, formando un nudo incómodo en su vientre que parecía que se rompería en unos segundos.— Creo que voy a…
—Oh, ¿vas a correrte para mí, cariño? —Yoongi habló soltando una pequeña risita arrogante mientras escucha sus gemidos resonar cada vez más fuerte y desesperados, haciéndolo acariciar su pene más rápido, sintiendo las fuertes oleadas de placer correr por sus venas con cada firme movimiento de su mano en su pene endurecido.— Suenas tan jodidamente adorable. No puedo dejar de pensar en lo bonita que sonarías en la vida real.
—Señor, e-estoy tan cerca… —T/n lloriqueó frotando su clítoris más fuerte y más rápido, con el sudor acumulándose en su frente y con sus mejillas al rojo vivo, deseando que él estuviera con ella para que le hiciera todo lo que le estaba diciendo.— ¿Puedo, ah, puedo correrme por favor?
—Qué buena niña, pidiendo permiso primero… —Yoongi suspiró profundamente ante el tono desesperado en su voz, y dejó escapar un fuerte gruñido cuando frotó el glande enrojecido e hinchado de su pene con su pulgar, imaginando que era tu caliente y húmeda lengua contra su punta queriendo probar todo de él. —¿Quién te está haciendo sentir bien, hm?
—Tú, tú s-señor, por favor… —T/n suplicó tratando de contener su orgasmo tanto como pudiera hasta que él le diera el permiso de hacerlo.
—Así es, cariño. Joder, nunca había tenido un cliente tan obediente como tú, eres una chica tan buena…
—Señor… no puedo contenerme más, por favor, por favor… —T/n volvió a lloriquear por su orgasmo, podía sentir el nudo en su vientre volverse más apretado, podía sentir sus piernas temblando y podía sentir sus dedos mucho más resbaladizos y cubiertos con su humedad mientras seguía tocándose.— P-por favor, solo…
Yoongi se rio por lo bajo de su desesperación, moviendo con más fuerza su mano sobre su pene y sintiendo como el cosquilleo se acentuaba en su pelvis de la misma forma, el simple hecho de que él fuera el primero en ayudarla a darse placer y hacerla sentir bien aumentaba por demás de su excitación y ya podía sentir que él también estaba cerca.
—Córrete para mi bebé, quiero escucharte. —Ordenó en medio de un gruñido y con su voz agitada.
Ni siquiera necesitó decir algo más que cuando escuchó sus gemidos agudos y rotos le fue imposible no formar una sonrisita orgullosa en todo su rostro, podía escuchar los sonidos húmedos de su orgasmo rompiéndose en su cuerpo y podía escuchar su respiración acelerada y errática.
—Joder, s-señor… —T/n lloriqueó apenas siendo consciente de lo bien que se sentía todo este placer acumulado dentro de ella, su cuerpo estaba flotando con la intensidad de su orgasmo, apretó con más fuerza su teléfono mientras intentaba bajar de su nube de placer aunque parecía casi imposible, con su vista borrosa apenas enfocándose en nada más que el dulce éxtasis de su liberación.
El sonido de los gruñidos guturales de Yoongi en su oído la hicieron temblar en su lugar, ahí supo que él también había llegado y todo su rostro se enrojeció al imaginar su semen brotando de su pene; manchando sus dedos y abdomen, y la simple imagen la hizo jadear por lo bajo.
—Esa es mi chica, ¿Te gustó, cariño? —Yoongi preguntó después de unos largos segundos donde solo se escuchaban sus respiraciones agitadas a través de la llamada.— ¿Cómo te sentiste?
—Muy bien, señor… —T/n admitió con su pecho subiendo y bajando buscando relajarse.
—¿Hiciste un desastre en tus sábanas, bebé? —preguntó cerrando los ojos ante la simple imagen antes de recibir un pequeño asentimiento por parte de T/n haciéndolo reír.— ¿Esperabas que tu primer orgasmo sucediera así.
Y al escuchar esa pregunta T/n casi juro que quería que la tierra se tragara viva, no lo había hecho, en absoluto, y tener la revelación de que acababa de tener su primer orgasmo con un extraño a través del teléfono, mientras él le hablaba sucio, mientras él se corría con ella, le hizo sentir una terrible vergüenza.
—L-lo siento, eh... yo no... yo no... —T/n balbuceó moviendo su cabeza de un lado a otro, sin saber qué decir exactamente para dejar de sentirse así.
—¿Por qué te disculpas, gatita? —Yoongi preguntó al notar su cambio y bajando el tono de su voz, sabiendo lo mucho que a la gente le encantaba cuando lo hacía.— ¿Estás avergonzada?
—Yo-yo...
*llamada terminada*
Inmediatamente T/n lanzó su teléfono al borde de la cama, sintiendo sus  manos temblar mientras caía en cuenta de todo lo que había pasado.
¿Por qué diablos había hecho eso? ¿Por qué simplemente no cortó la llamada antes de que las cosas llegaran hasta este punto? ¿Por qué no podía negar que le había encantado tanto escucharlo decirle todas esas cosas y la forma en la que hizo correrse con solo su voz?
Miró su cama hecha un desastre y sus dedos cubiertos con su orgasmo y sus mejillas ardieron ante la vergonzosa vista.
¿Qué se suponía que debía hacer? Ya se sentía lo suficientemente avergonzada y humillada con todo lo que pasó, y solo podía pensar en lo que aquel hombre estuviera pensando de ella, cortando la llamada después de haberla hecho correrse sin siquiera un gracias.  
—¡Por qué! ¡Qué carajo! —gritó con frustración poniéndose de pie mientras caminaba como un pingüino torpemente hacia el baño para limpiarse.
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Era imposible mirar a su profesora de la misma manera que antes. T/n ni siquiera pudo concentrarse en todo lo que duro su clase porque sólo estaba pensando que se suponía que su profesora pasaría una noche caliente de sexo telefónico si le hubiera regresado la dichosa tarjeta.
Si se la hubiera devuelto como la buena estudiante responsable que era, ¡Entonces ella podría haber tenido el mejor momento de su vida y no estaría siendo un dolor en el trasero para todos los alumnos justo ahora!
Esto era tan trágico.
Y cuando regresó a su casa la realidad la golpeó como una bofetada en la cara, mirando detenidamente la espantosa tarjeta que estaba colocada en su mesita de noche, encogiéndose al recordar lo que había sucedido el día anterior.
Pero no podía dejar de pensar en él. En Suga.
Durante toda la mañana, él fue lo único que ocupó su mente. Su voz. Su elección de palabras tan lascivas. La forma en que la hizo sentir. La forma en que la hizo correrse.
Demonios, quería volver a sentir eso.
¿Qué pasaría si lo volvía a llamar?
Todo su cuerpo rogaba por volver a sentir esa sensación de euforia, volver a sentir la forma en que sus piernas temblaban cada que escuchaba su profunda voz, guiando sus movimientos para darse placer, o la forma en la que sintió mariposas en el estómago cuando tuvo su primer orgasmo, deseaba sentirlo una vez más.
—No, no… —se dijo a sí misma sacudiendo la cabeza.
Además, él probablemente terminaría la llamada inmediatamente que supiera que era ella de nuevo, ¿verdad?
Estaba tratando de ser inteligente, de pensar con la cabeza fría, pero el calor en todo su cuerpo le hacía las cosas difíciles. Quería volver a escucharlo, escuchar su voz profunda y áspera en lo más profundo de su ser. Quería que le dijera qué hacer, que la controlara, incluso si en realidad no estaba aquí con ella. Su voz era realmente embriagadora, tenía que admitirlo, pero ¿Era la decisión correcta llamarlo de nuevo?
Al carajo, ¿Dónde estaba la diversión entonces? ¿Dónde estaba la adrenalina de hacer algo que no estaba correcto sólo para poder disfrutar un poco?
Así que cuando menos se dió cuenta ya estaba tomando su teléfono y la tarjeta blanca, sus pulgares marcaron rápidamente el número y el timbre de la llamada sonó inmediatamente, y allí estaba de nuevo, las palmas de sus manos sudando, el agarre apretándose alrededor del teléfono mientras esperaba que él respondiera, como la última vez.
Pero esta vez no fue tan rápido en responder. Su teléfono emitió un pitido, lo que indicaba que la pusieron en espera, así que espero lo que le pareció una eternidad, pero la pantalla de su teléfono marcó que solo había sido un minuto y veinticinco segundos.
Tal vez no debería haber hecho esto…
—Hola.
Oh no.
Su voz era absolutamente igual a como la recordaba, y T/n sintió inmediatamente el cosquilleo familiar circulando por todo cuerpo, con la sensación disparándose hasta su centro.
—Hola… —respondió por lo bajo, mordiéndose el labio justo después mientras trataba de evitar que sus rodillas le fallaran. —Soy yo, T/n.
Y el cuerpo de Yoongi se congeló al escucharla, deteniendo sus pasos a mitad de su camino hacia la nevera para tomar un poco de agua, esto era mucho más importante.
No dijo nada mientras se sentaba en su sofá, juntando las cejas. No podía creer que lo hubiera llamado de nuevo después de su abrupto corte la noche anterior.  
—¿T/n? ¿Estás bien? —preguntó a los pocos segundos. —¿Por qué... por qué llamaste?
T/n frunció su entrecejo ante sus palabras, no tenía ese mismo tono seductor y oscuro en su voz, se escuchaba demasiado dulce, hasta preocupado.
—Mmh quiero… —T/n comenzó a hablar aclarándose la garganta de a poco y buscando las palabras adecuadas para decir. —Bueno, quiero hablar contigo de nuevo…
Y Yoongi simplemente no pudo luchar contra la sonrisa que se deslizó en sus labios, mordió su labio al instante de escucharla y desviando su mirada hacia sus pantalones; sintiendo como su pene se endurecía con solo el recuerdo de la noche anterior, no lo entendía, ella no estaba haciendo nada y tenía un gran efecto en él.
—¿Ah, si? —murmuró de forma arrogante y el cuerpo de T/n tembló por la forma en que pronunció esa simple palabra.— No puedes tener suficiente de mi voz, ¿verdad, bebé?
—No… —T/n respondió tímidamente, recostándose sobre la cama y tratando de ponerse cómoda.
—Eso pensé. Disfrutaste la última vez que hablamos juntos, ¿eh? Pero, ¿Por qué terminaste la llamada tan rápido, bebé? Yoongi preguntó fingiendo un tono de decepción en su voz sin borrar su sonrisa antes de agregar. —Quería hablar contigo un poco más.
Y T/n pudo jurar que su corazón casi saltó fuera de su cuerpo con esas palabras, la atmósfera en su habitación rápidamente se volvió más espesa a medida que trataba de pensar en las palabras correctas para decirle, pero a Yoongi le encantaba bromear con ella, sentándose mejor en su sofá con una gran sonrisa en su rostro, imaginando que probablemente ella estaría sonrojada en este preciso momento.
—No es necesario que respondas si te sientes incómoda…
—¡No! No, es eso… —T/n se apresuró a responder saliendo de su trance.— Está bien. Lo hice porque estaba demasiado avergonzada, porque… bueno…
La risita que Yoongi dejó escapar la hizo temblar en su lugar. —Shh, shh. No digas nada más, sé lo que quieres decir y lo entiendo completamente. Además, llamaste para pasar otro buen rato, ¿O me equivoco?
—Sí… —T/n susurró por lo bajo, deslizando una mano entre sus pantalones cortos mientras para comenzar a jugar con el borde de sus bragas. —¿P-Puedo tocarme, señor?
Yoongi soltó un profundo suspiro al escucharla, excitándose de inmediato, el hecho de que le pidieras permiso hizo que se palmeara su polla a través de sus jeans.
—Mmh, que buena niñita tengo aquí, pidiéndome permiso, como la última vez. —habló antes de reír por lo bajo al escucharla jadear ante sus palabras. —Adelante bebé. Toca tu pequeño coño como te enseñé.
Y en el momento en que comenzó a escuchar los pequeños gemidos y maullidos silenciosos lo hicieron morderse el labio y dejar el celular a un lado para poder desabrochar su pantalón, bajándolo junto a su bóxer hasta la mitad de sus muslos; liberando su pene medio duro.
—¿Quieres que te ayude a correrte de nuevo, bebé? ¿Quieres oírme hablarte sucio mientras te tocas? ¿Hum?
—Sí, sí, p-por favor… —T/n respondió rápidamente, asintiendo con su cabeza como si él pudiera verla mientras jadeaba más fuerte; podía sentir lo húmedas que se estaban poniendo sus bragas mientras seguía frotando lentamente su clítoris por encima de la tela.
—Buena niña. —La elogió comenzando a mover su mano de arriba a abajo sobre su ya dura y palpitante erección antes de hablar en medio de un gruñido.— Mierda, todo lo que quiero es sentir tu lengua contra mi polla, T/n… —murmuró echando su cabeza hacia atrás sobre el respaldo, con los ojos cerrados mientras dejaba fluir su imaginación y aumentaba sus movimientos. —¿Quieres eso? ¿Quieres chuparme la polla, bebé?
Y tan pronto como preguntó aquello T/n pudo escuchar a la perfección como Yoongi escupía sobre su palma; usando su saliva como lubricante para poder bombearse más fuerte antes de que un gutural gruñido que dejó escapar ante la fricción la hiciera temblar y a su coño apretarse alrededor de la nada, encontrando increíblemente eróticos los sonidos húmedos que Yoongi le estaba regalando.
—Sí, sí quiero… —T/n respondió al mismo tiempo que deslizaba sus dedos por debajo de sus bragas, haciéndola soltar un gemido lascivo por lo sensible y mojada que ya estaba, sintiendo sus dedos bailar entre sus pliegues resbaladizos de a poco.  
—Oh, ¿lo quieres? Mmh, pero tengo la sensación de que no lo has hecho, ¿estoy en lo cierto? —Yoongi preguntó con arrogancia sin dejar de mover su mano y suspirando de solo pensar en enseñarle cómo darle una buena mamada.
T/n tenía muchas ganas de decir que sí lo había intentado y mentir, pero no tuvo el corazón para no hacerlo.
Frunciendo el ceño, suspiró con tristeza antes de responder.— No, todavía no.
—Está bien, bonita. ¿Quieres que te diga cómo hacerlo?
—Sí, por favor, por favor, señor… —rogó con entusiasmo volviendo a frotar sus dedos contra sus pliegues, imaginando que eran las manos de él las que estaban jugando con su coño en ese momento.
El cuerpo de Yoongi se estremeció por su tono desesperado, murmurando un "mierda" en voz baja antes de continuar.
—Eres una niña tan ansiosa, ¿verdad? Pero probablemente no puedas tomar mi gran polla dentro de tu pequeña boquita. —comenzó a hablar con su voz ronca, los movimientos sobre su pene se volvieron más firmes antes de formar una sonrisa arrogante y agregar. —Tal vez te ahogues con mi polla como una buena zorra.
Su habitación inmediatamente se sintió mucho más caliente que al principio cuando sus sucias palabras nublaron la mente de T/n, su elección de palabras lo único que estaban haciendo eran que alzara sus caderas contra su mano con pura necesidad, podía sentir el sudor cubriendo su cuerpo y se sentía sucia, pero le encantaba sentirse así con solo escuchar su voz.
La voz de Yoongi se volvió más profunda mientras seguía balbuceando palabras lascivas sin contenerse al mismo tiempo que agarraba su polla con más fuerza, atrapando el líquido preseminal que goteaba de la punta para deslizarlo por todo lo largo de su dura erección, estaba tan desordenado, y podía sentir sus testículos más y más tensos a cada segundo.
—Dime qué tan mojada estás… —gruñó con su voz ronca apretando el agarre en su miembro. —¿Qué tan mojada está mi bebé, hm?
—Estoy tan mojada señor… —T/n gimoteó de puro placer mientras pellizcaba cuidadosamente su clítoris.
—¿En realidad? No te creo. —Yoongi murmuró divertido, ralentizando sus movimientos antes de escucharla lloriquear por lo bajo.
—Lo prometo… —T/n respondió por lo bajo haciendo todo lo posible por sonar lo más convincente posible y solo escuchándolo soltar una risita oscura.
—¿Te importaría meter un dedo dentro de ese coño entonces? —pidió con ilusión en su voz y sonriendo al escuchar el silencio que se instaló ante sus palabras.
—No sé si puedo hacerlo… —T/n susurró tímidamente deteniendo sus movimientos, pero sintiéndose emocionada con la simple idea.
—Sabes que puedes, T/n. Puedo guiarte a través de esto, ¿sí? Puedo ayudarte, enseñarte cómo hacerlo. —Yoongi habló con calma, antes de que un gruñido saliera de su garganta. —Mierda, mi polla palpita solo con la idea de que te folle con mis dedos bebé, ¿Quieres eso?
—Sí…— T/n admitió en medio de un jadeo al escucharlo decirle aquello.— Quiero hacerlo…
—Buena niña. —la elogió formando una sonrisa maliciosa, podía sentir ponerse más duro de solo pensarlo. —¿Puedes meter tu dedo medio dentro de tu boca por mí bebé? Chúpalo y ponlo bien húmedo para mí.
T/n podía jurar que todo su rostro ardía de vergüenza mientras hacía lo que Yoongi le había ordenado obedientemente, estaba completamente sola, pero ¿Por qué sentía que había cientos de ojos observando cada uno de sus movimientos?
Decidió provocarlo un poco y ver que podía obtener de él, creando pequeños ruidos de succión con su lengua antes de liberar su dedo con un chasquido húmedo de saliva, estremeciéndose al escuchar la risita oscura que Yoongi dejó escapar.
—Ah, cariño. Quieres jugar así, ¿eh? —Yoongi murmuró mordiéndose el labio ante el sonido, casi imaginando que era polla lo que estabas chupando y no tu dedo. —Ahora dirígete lentamente a tu entrada, y empuja la punta de tu dedo ligeramente, ¿sí?
T/n mantuvo sus ojos fijos en el techo mientras presionaba su dedos contra su entrada, metiendo de a poco solo la punta antes de sentir un repentina rayo de dolor dispararse a través de su centro y por todo su cuerpo, haciéndola gemir y echar la cabeza hacia atrás sobre su almohada, con sus ojos cerrados con fuerza mientras sentía que sus paredes húmedas se apretaban alrededor de su dedo con fuerza.
—Eso es bebé, relaja tu cuerpo y no dolerá tanto, recuerda respirar, ¿de acuerdo? —Yoongi murmuró suavemente, privándose a sí mismo de tocarse sólo para hacer que se sintiera bien. —Quiero que empujes tu dedo suave y lentamente, se sentirá bien, lo prometo.
T/n pudo sentir como su voz inmediatamente ayudó a relajar su cuerpo mientras seguía sus instrucciones, inhalando y exhalando mientras movía su dedo de a poco dentro de ella, aún acostumbrándose a la extraña pero placentera sensación, podía sentir su humedad deslizarse entre sus muslos y a su clítoris palpitar de pura necesidad.
—Eso es, esa es mi niña… —Yoongi gruñó con su pecho subiendo y bajando en densas respiraciones mientras su propio placer abrumaba su cuerpo. —Empieza a meterlo y sacarlo a tu propio ritmo, bebé. Vamos, sé que puedes hacerlo.
Y el adorable gemido que se escuchó a través de la llamada lo hizo sonreír, T/n podía asegurar que nunca había sentido algo así antes, todo se sentía tan delicioso, podía sentir el placer burbujeando en su interior con cada débil movimiento de su dedo dentro y fuera de su coño, su interior estaba ardiendo y los sonidos húmedos no tardaron en escucharse en cada embestida que se daba a sí misma.
—Señor, se siente tan bien… —T/n gimió removiéndose sobre la cama tratando de asimilar la cantidad de placer que estaba sintiendo. —Te deseo tanto…
—¿Oh sí? —Yoongi se burló con una sonrisa pintando en su rostro, casi juró que pudo sentir su polla palpitar con su afirmación. —¿Me deseas? Oh, apuesto a que quieres mis dedos en lugar de los tuyos, ¿eh? Apuesto a que puedo hacer que te corras tan jodidamente duro, te haría hacerte gemir mi nombre hasta que tus vecinos puedan oírlo.
—S-señor, por ​​favor, por favor… —Lloriqueó con fuerza mientras movía su dedo a un ritmo más fuerte dentro de ella, sintiendo que su orgasmo aumentaba a cada segundo, casi a punto de golpearla. —Haz que me corra por favor... quiero tus dedos, quiero tanto tu polla…
—Oh mierda, mierda T/n. ¿Sí? ¿Quieres mi polla en tu pequeño coño? —Yoongi gruñó ante la simple idea, volviendo a bombearse con la misma fuerza de antes, apretando el agarre en su polla y haciendo que sus movimientos fueran más duros y bruscos en su grosor. —Pon tu teléfono en el altavoz y usa la otra mano para jugar con tu clítoris, cariño.
Ordenó y T/n obediente lo hizo, colocando su teléfono sobre su estómago y usando su otra mano para volver a frotar su sensible clítoris, gimoteando ante la sensación de placer duplicado golpeando su cuerpo de repente, todo lo que decían en las redes sociales sobre lo bien que se sentía masturbarte no era absolutamente nada comparado con lo que estaba sintiendo ahora. Era mucho, mucho mejor.
El nudo apretado comenzó a formarse en la parte inferior de su vientre más rápido de lo que esperaba, luchando por mantener las piernas abiertas mientras su mente estaba llena de lujuria. —Dios, sí lo quiero tanto, me voy a correr…
—Gime mi nombre, bebé. —Yoongi pido en un nuevo gemido gutural, su voz inestable y aireada delataron que estaba cerca de romperse también. —Quiero escuchar esa bonita boca decir mi nombre.
—¿S-Suga? —T/n jadeó sin aire y confundida, antes de escucharlo soltar una pequeña risita.
—Yoongi. Llámame Yoongi. —aclaró divertido y negando con su cabeza a pesar del calor en todo su cuerpo.
Y T/n sonrió ante eso, estuvo a punto de decir algo más pero un nuevo destello de placer recorrió su cuerpo, borrando todos sus pensamientos, su espalda se arqueó y sus piernas temblaron cuando su orgasmo se rompió dentro de ella, viajando por cada uno de sus nervios, sintiéndose tan abrumada y con el placer al rojo vivo instalándose en cada parte de su cuerpo y haciéndola jadear su nombre uno y otra vez en respiraciones agitadas y temblorosas.
—Joder, Yoongi… —gimoteó su nombre una y otra vez, volviéndose adicta a la deliciosa sensación y con su mente centrándose únicamente en el placer y nada más, y lo que la dejó fuera de combate fue escuchar aquel ronco gruñido brotar de los labios de Yoongi.
Yoongi rápidamente se apresuró a poner su teléfono en el altavoz para colocarlo en la mesita frente a él, sus dedos se pasaron por su cabello, apartando los mechones sueltos y húmedos por el sudor de su rostro mientras cerraba los ojos, llevando su mano disponible hacia abajo para apretar la piel sensible de sus testículos, gruñendo entre dientes mientras se masturbaba con más fuerza.
Te imaginó arrodillada frente a él como una buena chica, con tus manos descansando en tu espalda mientras lo mirabas dulcemente, esperando ansiosa a que te pintara la cara con su semen, marcándote como su pequeña zorra, pensando en lo jodidamente caliente que sería eso. Y fue esa misma fantasía la que lo hizo derramarse en un gruñido gutural.
—Mierda… —Yoongi gimió viendo como los chorros calientes de semen brotaban de su punta uno tras otro, cayendo sobre el piso con cada movimiento errático de su mano; haciendo un desastre mientras pensaba en ti. —Mereces un premio bebé, nadie había logrado hacer que me corriera así…
Y T/n no pudo sentirse más avergonzada después de escuchar eso, saliendo de su cama para dirigirse al baño y limpiar todo el desastre entre sus piernas. —No voy a terminar la llamada de repente como la última vez. —advirtió por lo bajo y sonrió al escucharlo reír.
—Esto no es tan malo, ¿verdad? —Yoongi habló en medio de un denso suspiro mientras se desplomaba sobre el sofá.
—Sí, es malo.
—¿Por qué? ¿Te hice sentir incómoda? —las cejas de Yoongi se fruncieron con duda, no queriendo que por algo que haya dicho volviera a pasar lo mismo de la noche anterior.
—No, no para nada, déjame terminar… —T/n respondió de inmediato al escucharlo antes de reír nerviosamente por lo que estaba a punto de decir.— Es ... es sólo que creo que necesito más de ti…
No hubo respuesta, así que continúo.
—Yo-yo realmente quiero verte, ¿sabes? Tal vez... eh, ¿continuar esto en la vida real? —preguntó mordiéndose el labio nerviosa, no sabía qué esperar, no sabía si Yoongi quería verla también o tan siquiera saber de ella, pero ya lo había dicho.
El pecho de Yoongi se oprimió con tanta fuerza que el corazón casi se le cayó al suelo, suspiró en silencio mientras bajaba la cabeza. La forma en que tu voz sonaba tan ansiosa y ferviente solo hacía todo más difícil para él.
Desde que entró a trabajar a Delight, había una única regla que todos tenían por igual: ningún operador debía tener una relación privada con un cliente. Estaba estrictamente prohibido. A los trabajadores se les enseñaba a manejar los sentimientos, recordándoles a sí mismos que solo estaban ahí para satisfacer; para alimentar las fantasías y los deseos de cada cliente. Ese era el único objetivo.
¿Pero cómo podía decírtelo? ¿Cómo podía decirte que era absolutamente imposible algo entre ustedes dos? Yoongi no era tonto, a pesar de todo, él sentía algo por ti, desde la vez que tan inocentemente llamaste a su número sin saber que era una línea directa de sexo, y había odiado la forma en que su pecho se retorció con inquietud cuando terminaste la llamada.
Estaba atónito, tan desconcertado con todo lo que tenía que ver contigo, y no podía evitar pensar demasiado.
Él también te deseaba, demasiado.
Pero no se arriesgaría a perder su trabajo.
—Yo… —murmuró apenas encontrando su voz y aclarándose la garganta. —Lo pensaré, T/n.
—Yoongi, espera…
*llamada terminada*
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N/A: Por finn uno de los oneshots que tanto me pedían está de regreso! Lo sé les debo una disculpa porque este oneshot es también mi favorito y ya quería volver a publicarlo, so espero que les haya gustado igual que la primera vez y que hayan disfrutado de este pequeño maratón, prometo estar mas seguido por aquí pupis  Gracias infinitas por todos sus comentarios y paciencia, las amo mucho  ♡ prev
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heinous-bitch · 21 days
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hermana tu post de ''se siente tan al pedo tener que preparar finales en el clima actual'' es una voz de mi cabeza de hace AÑOS,pero me pega mas fuerte que nunca ahora mira en esta hora de mierda viendo cosas de la facultad para QUE si en dos dias privatizan todo y el lugar en donde estudio se va llamar profesorado de duendologia conan
es una poronga. es desolador. increíblemente, así y todo tengo una mínima esperanza de que las cosas le van a explotar en la cara al idiota de milei y todo el mundo se le va a poner en contra. lo suficiente como para restaurar un mínimo orden en las universidades al menos.
yo soñaba con investigar y ser parte del CONICET, imaginate. hoy me parece algo lejano. el estado de la ciencia argentina es crítico, lo que es triste considerando que tenemos 3 nobels de medicina/química y somos reconocidos internacionalmente a nivel científico. estos idiotas nos quieren tan idiotas como ellos, pero no lo somos, y no lo vamos a ser nunca. esa va a tener que ser nuestra principal arma en los próximos años.
yo creo sinceramente que nos vamos a poder recibir y ejercer, en nuestros propios términos. primero vamos a tener que patear un par de rodillas, pero bue, vale la pena
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jartitameteneis · 2 months
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Para Nietzsche la mujer fue el segundo error de Dios porque el hombre fue el primer error.
Cuando Dios creó a la mujer, estaba trabajando hasta tarde el sexto día.
Un ángel se acercó y preguntó: "¿Por qué dedicas tanto tiempo a ella?"
El Señor respondió: "¿Has visto todas las especificaciones que tengo que cumplir para darle forma?"
Debe funcionar en todo tipo de situaciones.
Debe poder abrazar a varios niños al mismo tiempo.
Tenga un abrazo que pueda curar cualquier cosa, desde una rodilla magullada hasta un corazón roto.
Debe hacer todo esto con sólo dos manos.
Se cura sola cuando está enferma y puede trabajar 18 horas al día".
El ángel quedó impresionado: "Sólo dos manos... ¡imposible!
¿Y este es el modelo estándar?"
El ángel se acercó y tocó a la mujer.
"Pero la has hecho tan suave, Señor".
"Ella es suave", dijo el Señor,
"Pero la he hecho fuerte. No puedes imaginar lo que ella puede soportar y superar".
"¿Puede ella pensar?" Preguntó el ángel.
El Señor respondió: "No sólo puede pensar, sino que también puede razonar y negociar".
El ángel le tocó las mejillas.
"¡Señor, parece que esta creación está goteando! Le has puesto demasiadas cargas".
"No gotea... es una lágrima" corrigió el Señor al ángel.
"¿Para qué es esto?" Preguntó el ángel.
El Señor dijo: "Las lágrimas son su forma de expresar su dolor, sus dudas, su amor, su soledad, su sufrimiento y su orgullo".
Esto causó una gran impresión en el ángel,
"Señor, eres un genio. Pensaste en todo. ¡Una mujer es realmente maravillosa!"
El Señor dijo: "De hecho, lo es.
Tiene una fuerza que asombra a un hombre.
Puede manejar problemas y llevar cargas pesadas.
Tiene felicidad, amor y opiniones.
Sonríe cuando tiene ganas de gritar.
Canta cuando tiene ganas de llorar.
Llora cuando está feliz y ríe cuando tiene miedo.
Ella lucha por lo que cree.
Su amor es incondicional.
Su corazón se rompe cuando un familiar o un amigo muere, pero ella encuentra la fuerza para seguir con la vida".
El ángel preguntó: "¿Entonces ella es un ser perfecto?"
El Señor respondió: "No. Ella sólo tiene un inconveniente... a menudo olvida lo que vale".
foto -Donna Ashworth
Artist: Simone Wojciechowski
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andysdrafts · 20 days
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El impulso femenino de chupar la polla de Sanemi es muy fuerte hoy😩☹️
no antojen 😔
imaginate estar de rodillas y verlo a los ojos, sus abdominales, él sudado, su respiración, sus pectorales
la imagen mental me puede
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lesbianneopolitan · 1 month
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˜”*°•.˜”*°• Solo: Pure Imagination (ES) •°*”˜.•°*”˜
TW: Violencia; Tortura.
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Las luces de la habitación mal iluminada parpadeaban- el olor a sangre seca era notable para aquellos con un buen sentido del olfato, y el Pecador abría el ojo para despertarse -por desgracia- en esta sala de mala muerte.
Estaba atado a una silla, con fuertes cuerdas y unas sencillas pero eficaces esposas de plástico en las muñecas, por si acaso.
"No...¡no me jodas!" Sabía por qué estaba aquí. Hace un momento, (o tal vez horas) la asesina encontró el sitio en el que vivía, entró por la fuerza, y no tardó mucho en ponerlo a dormir para traerlo aquí.
No era la primera vez que hacía esto contra alguien, pero es que tampoco era la primera vez que este Pecador en concreto se intentaba escaquear de pagar lo que la muda y él acordaron.
Dejando su móvil encima de la única mesa que había, la ángel caída dejaría que una sola canción sonase de fondo para ellos dos, en bucle, no muy fuerte pero tampoco muy bajita.
◸Vaya, por fin despiertas.◿
Su mente invadía la del otro para poder comunicarse con esa voz que resonaba casi con eco, y por una razón u otra, eso solo consiguió que el pobre desgraciado dejase escapar un gritito.
Este no tardó en intensificarse cuando Neo caminó más cerca, pillando el cigarro que descansaba en sus labios, y sujetándolo entre índice y pulgar para presionar la punta encendida contra el hombro expuesto del Pecador.
"¡AAAAUGH! ¡Joder!-" La voz del demonio se rompió un poco con algo tan simple como eso, pero el sadismo en la cara de la ex-Exorcista solo se alimentaba, aparente en forma de sonrisa de medio lado.
"Joder...joder joder joder...¡lo siento! S-Se que voy tarde con el pago-" El Pecador respiraba fuerte a la que intentaba buscar una excusa, pero ya era la tercera vez, y eso significaba que la paciencia de la asesina había llegado a su límite.
Andando en círculos alrededor de la silla con el sonido de sus tacones resonando en la habitación, -casi como si de un depredador se tratase- Neo se paró una vez que estaba tras la silla, arrimándose un poco por detrás con una respiración calmada, y la sonrisa aun haciendo acto de presencia antes de que sujetase la redonda barbilla del demonio por detrás, con una de sus manos enguantadas.
◸Te di opciones para pagar la espera hace unos meses, pero necesito el dinero. Ya. No es nada personal, solo negocios. Y sabes bien cuáles eran las condiciones cuando decidiste contratarme. A la tercera va la vencida, cariño. Y una servidora también necesita sobrevivir.◿
Honestamente, a Neo no le gustaría estar en el lugar de todos estos desgraciados, sin poder, sin talento, y en este punto, sin familia o amigos.
◸Me ofreciste la vida de tus únicos amigos y la única familia que te quedaba. Vaya cabrón estás hecho. Todo por salvarte el culo a tí mismo, ¿y de qué ha servido eso al final?◿
Dejando la barbilla ir, la muda dio un paso hacia atrás para tener espacio, y luego le dio una patada a la silla para que esta cayese de cara, consiguiendo que el Pecador se diese de bruces con el duro y frío suelo, y que soltase otro sollozo de dolor.
Antes siquiera de que pudiese intentar moverse para caer de lado, la ex-Exorcista manifestó su arma Angelical en mano, y desenvainó la espada oculta de su parasol para hacer un rápido y limpio corte tras las rodillas del demonio.
"¡¡A-AAAAAAAAAAAAAH!!" Del dolor mismo, el Pecador se intentó mover como pudo, bien atado al asiento y finalmente moviéndose para ponerse de lado; lágrimas aparentes en su único ojo.
El olor a nueva sangre tenía a Neo sonriendo algo más, hasta el punto de enseñar algo de diente, e inevitablemente, la ángel caída dejó que su lengua pasase sobre sus labios.
◸Shhh...tsch, tsch, tsch...◿ Acercándose, la asesina se apoyó en una rodilla, apretando el puño alrededor del mango de su espada, y acercando el filo ensangrentado de esta a su propia boca para limpiarlo con su lengua.
Tras dejar que una pequeña risa escapase de su defectuosa garganta, la mujer dejó la punta de la espada descansar a pocos centímetros de la cara del Pecador.
◸Puedes sobrevivir siendo inválido si eres ingenioso, pero será tu elección. O me dices dónde guardas el dinero en ese cuchitril tuyo, o te mato aquí mismo.◿ Tras hacer una pequeña pausa, Neo no podía evitar el regocijarse en el miedo absoluto que podía leer en la cara del demonio, quien estaba teniendo dificultad para responder, por lo mucho que estaba llorando.
◸¿Y bien?◿ Ladeando la cabeza hacia un lado, la ex-Exorcista sonrió con falsa amabilidad. Siempre ayudaba que se presentase a los Pecadores con su apariencia más humanoide. Les ayudaba a recordar que era más cercana a ser una Exorcista que un demonio, o eso pensaba ella, pero era eficaz.
"El...el...el armario de mi habitación tiene doble fondo- por favor, te lo juro...¡te lo juro!...está todo el dinero que tengo, quédatelo todo- pero por favor...déjame vivir...¡te lo ruego!" Entre sollozo y sollozo, el Pecador cerró su ojo y evitó mirar directamente a la ajena, la cual dejó que su expresión se suavizase algo.
◸¿Ves? ¡Al final no era tan difícil!◿ Mientras comunicaba aquello, dejó que la mano libre diese unas palmaditas en la mejilla del desgraciado, y luego, Neo se levantó y se acercó a la mesa en la que se encontraba su móvil, cogiéndolo, y guardándolo en un bolsillo.
"¿N-No me vas a liberar? Por favor- te he dicho que no mentía-...p-por favor...no me dejes aquí-"
Mordiéndose el labio, y riéndose de nuevo, la asesina miró sobre su hombro y luego se dio la vuelta, escondiendo su espada de nuevo en la otra parte del parasol, y dejando que este descansase sobre su hombro.
◸Te puedes averiguar la manera de salir de aquí, pero no quiero que llegues muy lejos por si acaso me estás mintiendo. No te fíes ni de tu propia sombra en este sitio, ¿eh?◿
Sonreía de medio lado, de manera confiada. Daba asco, pero tampoco es que el demonio pudiese hacer mucho en esta situación.
Dándose la vuelta de nuevo, la muda dejó que los sonidos profundos que podía hacer con la garganta tarareasen un poco la canción que había tenido puesta, y luego, se puso en marcha para salir por la puerta principal.
En vez de comunicar nada por telepatía, miró hacia atrás por última vez, y se despidió con la mano libre antes de salir de allí, cerrando la puerta y dejando al Pecador en completo silencio. Solo en la oscuridad.
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