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#ES QUE ESTÁ BIEN GUAPO
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guys. i surrender. oscar isaac hernández estrada has the most beautiful eyes i have seen in my life. i don't know what to say.
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juantinarchive · 3 months
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🤍
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pedriscroquettes · 7 months
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𝐌𝐄𝐑𝐂𝐀𝐃𝐎𝐍𝐀 ✵ SIMÓN HEMPE
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❛ 𝔱𝔲 𝔫𝔬𝔳𝔦𝔞 𝔪𝔢 𝔬𝔡𝔦𝔞, 𝔞 𝔱𝔲 𝔪𝔞𝔪𝔞 𝔩𝔢 𝔢𝔫𝔠𝔞𝔫𝔱𝔞 ❜ `✦ ˑ ִֶ 𓂃⊹
18+
smut, infidelidad, p in v sex, cornudos, mi primer fic en español.
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el humo del cigarrillo llena el aire del cuarto de simón mientras te acuestas a lado de el. ya se había hecho costumbre pasar cada minuto del día con el hablando pavadas y fumando. lo veías atentamente mientras te contaba sobre otra pelea con su novia y como ya no la aguantaba a la pobre mina. también ya se había hecho costumbre fingir que te importaba su relación cuando a ti nunca te callo bien la mina.
“pero boludo ya corta con ella si no te llevas bien con ella!” lo regañas.
“amiga o hater?” el bromea.
“bue! tu me pediste mi opinión y te la di.” te quejas.
esta vez no dice nada y nada más te mira atentamente mientras piensa. te pone un poco nerviosa y no aguantas mirarle a los ojos. en un cerrar de ojos se acerca a ti hasta estar encima tuyo. el acto te toma por sorpresa y te acuestas en su cama esperando que te trague el colchón. no ayuda que hace un calor inmenso y no trae la remera puesta. aunque nada más eran amigos no podías negar que simón era un hombre muy guapo.
“a ti nunca te ha caído bien mi novia. porque?” te reta.
“por favor simón.” no lo puedes tomar en serio. “si ella no te caí bien a ti como me va caer bien a mi? deja de fumar te está haciendo mierda la cabeza nene.”
te mira fijamente analizando tu rostro determinado si te cree o no. es un poco intimidante lo bien que te conoce. no tarda en reírse de tu reacción.
“mentira. estas celosa.” se reí como que si hubiera hecho un gran hallazgo.
“pero dale! estas loco nene.” le das un codazo para que se quite de encima.
pero el no se mueve es más se acerca más a ti para tentarte. su cara está a centímetros del tuyo y juras que puedes sentir su respiración mientras el tuyo se corta. es un acto tan intimo y doméstico que te tiene mareada. la proximidad te vuelve loca y te acuerdas de las noches donde dejaban de hacer amigos y ves en sus ojos como el los recuerda también. te trae loca el pelotudo, no lo aguantas más. el comienza a cerrar la pequeña distancia entre los dos y justo cuando se acerca a darte un beso mueves tu cabeza al otro lado.
“simón tienes novia.” le dices para recordarle a él y a ti sobre su novia.
“una novio que no quiero.” murmura.
hay un momento de silencio donde los dos se miran. en solo un instante pierdes tus morales y lo besas. el mueve sus labios contra los tuyos y recuerdas las noches donde te metía a su cuarto a escondidas. entrelazas tus manos en su pelo tratando de acercarte a él. sus manos sostienen tus caderas mientras te come la boca. por un segundo casi pierdes la respiración por cómo los dos se besan como si fuera la última vez.
“estas tan linda.” te dice cuando se separa de ti. elogio te hace sonrojar.
“y tu tan feo.” lo molestas. el simplemente te besa otra vez.
no sabes si es la temperatura o el hecho de que simón te está comiendo la boca pero se siente muy caliente. no aguantas más las ganas y te quitas la blusa exponiendo tu brassiere a tu amigo. ya ni sabias que era simón en tu vida porque los amigos no se comían a besos ni se desquitaban las ganas así. el procede a besar tu cuello, explorando la piel expuesta. no puedes sostener tus gemidos mientras deja marcas en tu cuello.
“simón…” te muerdes los labios tratando de evitar más gemidos.
el se aparta para quitarse la remera exponiendo su pecho a ti. no era una vista que no habías visto antes pero se sentía así. te besa otra vez mientras tus manos exploran su espalda tratando de acercarlo más a ti. la acción causa que su erección rozará contra tu centro. ambos gimieron al placer que causaba y sentías como te mojabas por el.
“dale nena ya no aguanto déjame cogerte.” murmura contra tus labios mientras repite los mismos movimientos para darse placer.
“pero te sales.” lo adviertes y él sonríe. gil.
el no aguanta las ganas y en segundos se baja los pantalones y a ti tus shorts y los panties que traes puestos. dirige su pija hacia tu centro y te mira a los ojos otra vez para asegurase que todavía estás de acuerdo con el. le ofreces una simple sonrisa y el no gasta más tiempo enterrándose adentro de ti. los dos gimen al contacto, tú nunca te habías sentido más llena antes. simón se queda quieto unos segundos asegurándose de que te ajustes a él. lo necesitas y envuelves tus piernas alrededor de su cintura para darle el permiso a moverse.
se mueve para atrás casi sacándose completamente afuera de ti y se meti adentro de ti otra vez para comenzar sus movimientos. no puedes evitar el grito que sueltas a su acción ni como dejas la boca abierta mientras te comienza a coger. sus manos encuentran tu cintura ora asegurase que pueda estar lo más cerca de ti. su cabeza termina en tu cuello mientras se mueve adentro de ti y aprovecha para marcarte más. sus labios contra tu cuello, sus manos enterrándose en tu cintura, y los movimientos de él adentro de ti son intensos y ya puedes sentir como te acercas.
“más rápido simón porfa…” le murmullas a lado del oído.
él obedece y acelera sus estocadas. en el proceso encuentra tu punto g. lo toca una y otra vez mientras te penetra. es todo un montón y en segundos te encuentras corriendo contra su miembro. el siente como lo aprietas duro y se da cuenta que él ya no aguanta más. rápido se salí y termina de pintar tu vientre de su semen. admiras su cuerpo sudoroso y sus jadeos mientras se recupera del sexo.
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sientes como alguien se presiona atrás tuyo mientras pones el helado de vainilla en el vaso. sus manos te agarran por tu cintura y te besa las mejillas.
“simón basta. estamos en la cocina.” lo regañas sabiendo que en cualquier momento podría entrar alguien.
“y que? ya lo hemos hecho antes aquí.” te guiñe el ojo.
“que han hecho antes aquí?” su mamá entra por la puerta trasera agarrándole a los dos por desapercibidos.
“una torta de chocolate.” eres rápido en responder.
“y no me dejaron ningún pedazo?” finge estar dolida.
el timbre suena y simón aprovecha a irse a responder al visitante. su mamá nada más se ríe y te dirige una sonrisa pura. te cae muy bien. aunque su sonrisa se va a notar que había llegado la novia de su hijo. igual que a ti. la tensión crecí y notas como la novia te da un look feo. si ella supiera.
“vos deberías ser la novia de mi hijo no esa maleducada.”
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olee · 8 months
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Uma & Ada | Enzo Vogrincic
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Para: los amantes de gatitos!
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Pasaste toda la noche estudiando para tu examen de medicina y olvidaste por completo que dejaste la puerta del balcón abierta. Te quedaste dormido en el escritorio de tu apartamento y, honestamente, nada te importaba, ya que estabas sumamente cansado.
Al día siguiente, te despiertas y encuentras tu apartamento hecho un desastre. Los sillones están rayados y rasgados, tus cojines están rotos, las plantas están destruidas y el piso está lleno de tierra. Además, parece que hay excrementos.
Estás al borde de un ataque de nervios, gritando por la ansiedad y el horror de tu apartamento. Despeinada, con pijama y tus pantuflas de tortuga, te das cuenta de algo increíble: ¡descubres huellas de gatos que parecen haber organizado una fiesta de destrucción en tu hogar! Parece que tus cojines han sido sus juguetes y tus plantas, sus campos de batalla.
Decides seguir las huellas caóticas que te llevan directo al baño. A medida que te acercas, escuchas un estruendoso "miau", o más bien, varios "miaus" en un coro afinado de caos felino. Al abrir la puerta del baño, te encuentras con la escena surrealista de dos gatos relajándose en la bañera como si fuera su propio spa exclusivo. Parece que la fiesta de destrucción ha alcanzado su clímax acuático. ¡Estos felinos saben cómo disfrutar de la vida en tu ausencia!
Después de recoger a los dos gatos de la bañera, escuchas un insistente golpeteo en la puerta de tu apartamento. Ahí estás, en pijama, con pantuflas de tortugas, sosteniendo a los gatos como si fueran tu nueva adquisición. Te acercas a la puerta y, sin abrirla, gritas: "¡¿Qué quieres?! ¡Estoy sumamente ocupada, lo siento, nada de sermones hoy!"
Pero la situación se complica cuando escuchas la voz de un hombre diciendo: "No encuentro a mis bebés, Uma y Ada." Sin entender del todo, le respondes de manera un tanto brusca: "Pues, amor, ve a la policía, no a mí." Sin embargo, él insiste: "Ellas son peluditas y chiquitas." Con un suspiro, abres la puerta para escuchar mejor y, en un instante, el hombre exclama emocionado: "¡Uma! ¡Ada!"
Pero cuando lo ves, te quedas en blanco. Ese hombre es sorprendentemente atractivo, con su tez de canela, ojos que podrían derretir chocolate, cabello despeinado con encanto, y una nariz extravagante.
Después del impactante encuentro, te quedas paralizada por un momento, sin saber cómo reaccionar frente a la repentina aparición de este hombre increíblemente atractivo. Él te mira con sorpresa y una sonrisa amigable, sin dejar de buscar a sus gatos peluditos.
Tú, aún en pijama y con tus pantuflas de tortugas, intentas recuperar la compostura y le dices con un tono desconcertado: "Ehm, ¿estás buscando a estos dos traviesos?" Levantas a Uma y Ada para mostrárselos, tratando de no perder de vista al hombre tan guapo que de alguna manera ha entrado en tu vida.
Él, con una mezcla de alivio y agradecimiento, te mira directamente a los ojos y dice: "¡Oh, gracias a Dios los encontré! No sabes cuánto significan para mí." Mientras tanto, su expresión cambia de preocupación a una especie de aprecio, como si estuviera notando algo más allá de la situación de los gatos.
Entre risas nerviosas, le devuelves la sonrisa y comentas: "Bueno, me alegra que los hayas encontrado. Aunque debo decir que tu búsqueda ha sido más emocionante de lo que esperaba para un martes por la mañana". Ambos se ríen, y él te mira con una chispa de interés, como si la situación hubiera llevado a un encuentro que ninguno de los dos esperaba.
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latinotiktok · 1 year
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Propaganda:
Chell
-‼️ y muerte a los que la dibujan blanca !!
Chell de portal - vi que alguien mas dijo chell y son completamente correcto. Y MUERTE a los que la dibujan blanca !
Comments on the VS KARKAT showdown:
"WHO FUCKING GIVES A SHIT ABOUT KARKAT THE PERSON THEY USED AS A REFERENCE MODEL FOR CHELL IS LITERALLY BRAZILIAN !!!! HER NAME IS ALESIA GLIDEWELL HERES A PICTURE OF HER DRESSED AS CHELL !!!!!"
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lpm si chell la modelaron a base de uma brasilera PQ LA BLANCASIFICARON. PERDON LA VEZ Q LA DIBUJE COLORPICKIE DEL MODEL SHEET COMO UNA PELOTUDA. DIOS NUNCA ME VA A PERDONAR. AWANTE CHELL BRASILERA LOKO
Nicholas D. Wolfwood
-Nicholas D Wolfwood because he looks like my dad (mexican), he's catholic, his life's purpose is to protect children (against the church), and he's got eldest daughter syndrome. He doesn't want to be doing any of this he's someone's older brother who's working 3 jobs to pay his family's mortgage. Eldest of thirty. In canon forced to take care of his younger foster siblings.
-Wolfood y leorio porque son dos morenazos tetones
-Nicholas D. Wolfwood aka el Nicolás Villalobos. Lo tiene todo. Catholic guilt. Homosexualidad reprimida. Problemas emocionales. Energía de hermano y primo mayor. Tits out guns out. Escucha Chayanne mientras va en moto me lo dijo él mismo
-WOLFWOOD FROM TRIGUN. WHY - THE MEXICAN CATHOLIC SWAG OF IT ALL.
-Nicholas D Wolfwood (Trigun)El chabón tiene todo para ser latino. Morenito, con traumas católicos, canchero, esa nariz que denota que no es un blanco cualquiera ❤️
-el don nicolas de trigun 199algo. solo miralo.
-nicholas d. wolfwood ya todos sabemos por que, este blog completo tiene posts de por que. el tipo es ecuatoriano/colombiano vamos ptm. (imagen del perrito wolfwood que dice te quiero mucho latinoamerica)
-nime (2023) Anime (1998) Manga KANJI ニコラス・D・ウルフウッド ROMAJI Nikorasu Dī Wurufuwuddo ALTERNATE NAMES Reveal DEBUT Episode 4: Hungry! APPEARS IN Trigun Stampede RACE Human, genetically modified VOICE ACTOR JP: Yoshimasa Hosoya EN: David Matranga STATUS Reveal FAMILY Reveal MORE We're nothing like God. Not only are our powers limited, but we are sometimes driven to become the devil himself. NICHOLAS D. WOLFWOOD Nicolás D. Wolfwood de Trigun. ¿Es un pedazo de carne Y es Católico? TIENE que ser Latino no hay de otra!
-nicholas d wolfwood de trigun maximum por que lleva con el una cruz gigante y tiene tetas grandes 🥰
-Nicholas Wolfwood nomás porque es un moreno que está bien pinche guapo!!! Aparte las tetas que se carga son un patrimonio de Latinoamérica
-Nicholas D. Wolfwood, because he's the perfect man & I love him. I'm sure there's more lmao I can't think of anything good rn it's so late. I just see other people adding him & I want to up our chances of getting him in the poll
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nevenkebla · 2 months
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La anti-tierra
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Fantastic Four: Full Circle (2022) #1 Alex Ross (Escritor, dibujante)
— Ben Grimm: ¿En serio has tenido que decirle a Pinocho que no era un niño de verdad? Y ahora… ¡Ahora nos vemos lanzados por el espacio como muñecos de trapo! ¡Otra vez! — Reed Richards: ¡Agarraos, todos! ¡Puedo desacelerar nuestro descenso! — Susan Storm: Gracias. Casi me desmayo. — Reed Richards: Lo siento, cielo. Siempre nos ocurre lo mismo cuando venimos aquí. — Johnny Storm: Pillado por un pie… por los pelos. — Ben Grimm: Reed, ¿tienes algún colega imbécil más de la uni con el que tengamos que andarnos con ojo? — Johnny Storm: Solo tú, guapo. ¡Eh, vamos a tener otra reunión! ¡Mirad, el planeta con rocas explotando a su alrededor! ¡Hemos vuelto! — Reed Richards: Sí, en fin, es más que eso. Es… ¡La anti-Tierra!
— Reed Richards: Veréis, es la contrapartida de nuestra tierra en el universo antimaterial. — Ben Grimm: Incluso tiene los mismos continentes, ¿eh? — Johnny Storm: Reed, creía que esto era algo que identificaste como nuestra tierra vista a través de una… ¿Cómo lo llamaste? ¿Una interfaz dimensional? — Reed Richards: Correcto, Johnny. Y creo que me equivocaba. Ahora creo que cuanto encontramos en la zona tiene una relación distorsionada con nuestro universo. Puede que me equivoque… ¡Pero creo que aquí está ocurriendo algo único! Como veis, la superficie de este mundo no está dañada por los asteroides que se ven atraídos hacia él… ¿Por qué? ¿Cómo? — Ben Grimm: Son muchas rocas. — Reed Richards: Cuando las rocas colisionan con la atmósfera… ¡Los restos no llueven sobre el planeta de ahí abajo! — Ben Grimm: Ya, así que… ¿Qué?
— Reed Richards: ¡Creo que ahí abajo tiene lugar algo fantástico, Ben! ¡Y creo que una Tierra con su propio campo de fuerza anuladora es un fenómeno antinatural! Creé estos trajes para neutralizar el conflicto entre materia y antimateria. Cuando cruzamos por el subespacio, nuestros cuerpos se convirtieron en antimateria, para sobrevivir aquí. Nuestro escudo de fuerza nula debería protegernos del mismo modo que le ocurre al planeta. ¡Ahí abajo, alguien ha averiguado cómo proteger todo un planeta de la amenaza de un universo hostil! ¡Quiero bajar ahí para averiguar cómo! — Ben Grimm: ¡¿Estás de puñetera coña?! — Johnny Storm: ¡Calma, Ben! — Reed Richards: ¡Creo que podemos hacerlo sin peligro! — Ben Grimm: Ya lo pensaste antes y te equivocaste. ¡MÍRAME! — Reed Richards: Ben, los poderes combinados de Sue y Johnny pueden conseguir que lleguemos sanos y salvos. Sue puede protegernos, mientras Johnny absorbe y redirige el calor de la entrada en la atmósfera. ¡Los trajes de fuerza nula harán el resto! — Ben Grimm: ¡Otra vez con los riesgos innecesarios! ¡¿En qué quieres convertirme ahora?! De todas las absurdas… — Susan Storm: ¡Ben, conoces a Reed! Sus creencias nunca se basan en la esperanza ciega. Puedes confiar en él. — Johnny Storm: Vamos, Ben, tú también quieres ver qué hay ahí abajo, ¿verdad? Yo quiero ver si tienen un Shoney’s. — Ben Grimm: Ah, a la porra. Con tal de ver a unos tipos que no hayan evolucionado a partir de los chimpancés… — Susan Storm: ¡Pues agarraos, que allá vamos! — Johnny Storm: Crucemos el arco iris.
— Johnny Storm: ¿Demasiado calor para vosotros? — Ben Grimm: Fuerza nula, ¿recuerdas? — Johnny Storm: En serio, decídmelo. — Reed Richards: Estamos bien, Johnny. El traje también niega la temperatura. — Johnny Storm: Jo, ya no me siento especial… — Reed Richards: ¡Mirad, una civilización tal como había conjeturado! — Ben Grimm: ¡Eh, más lento, estirado! ¡Que voy a devolver el desayuno! — Johnny Storm: ¡Menudas chabolas! ¿Por qué no vivimos aquí en vez de en casa?
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possession-swapbody · 11 months
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Esta historia está echa en colaboración de @themik3-0o22
Venganza
Bueno a los ojos de la mayoría yo sería una mala persona por lo que hice pero la verdad no creo que sea el caso, si supieran todo lo que le sorporte a ese tipo me comprenderian.
Si bueno todo empezó cuando eramos jóvenes, por extraños motivos de la vida Jake y yo habíamos estado juntos desde la secundaria, siempre en el mismo salón y por desgracia lo mismo en la universidad.
Siempre se burlaba de mi por ser feo, pobre, y un "rarito" digo se que yo no era alguien guapo o sociable pero no era para tanto, le gustaba hacerme bromas, literalmente un día entre el y sus amigos me dejaron colgando a medio gimnasio en ropa interior, claro eso les costo la expulsión, pero como si de una broma se tratase, a los pocos días el consiguió trabajo de modelo, y le comenzó a ir muy bien.
Por otro lado yo acabe mi carrera como administrador de empresas, pero a pesar de mis altas notas, nadie me contrataba, hasta que conseguí un trabajo, pero no era muy bien pagado, con el tiempo me descuide, subí mucho de peso, y por culpa de un incendio en la oficina parte de mi rostro sufrío algunas quemaduras, pero nada grave, utilizando mis ahorros y lo que obtuve de una demanda, me estuve manteniendo durante unos meses, en los que me tope con Jake, el no me reconoció, claro como lo haría, pero yo si, nunca olvidaría su rostro, aquel de quien me estuvo atormentado por años.
Ver como a alguien como a el le estaba llendo tan bien me hacía arder la sangre, porque se suponía que al que obra bien le va bien y al que obra mal le va mal, pero a él la vida le dio todo y a mi solo desgracias.
Hace dos semanas me tope con un anuncio extraño en la calle donde decía que había una tienda con una solución a todo, fui buscando algo para la buena suerte, pero, el vendedor ne dijo que había algo mejor, me explico que el tenía puesto un collar que le permitía conocer todo de quien quisiera y vio en mi como la vida me trato como a la basura, me ofreció ayuda y me dijo que tenia algo especial para mí, me dio un pergamino y 2 frascos, dijo que devia consumir el contenido de los frascos junto con alguien más, luego recitara el echizo del pergamino y asi cambiaria mi vida con la de esa persona, luego me dijo que los usará sabiamente porque al cambiar no hay marcha atras.
Tras salir de la tienda, decidí que los usaría para cambiar con mi vesino, así que lo invite a comer para poner el liquido en su bebida pero justo antes de hacerlo vi a Jake pasar por la calle, se veía tan bien, entonces mi odio a el me llevo a querer robar su vida y en vez de cambiar con mi vesino, decidí que lo haría con el, pero no sabia como lo haría.
Estuve durante días haciendo el plan perfecto, gaste todos mi dinero en rentar un local y comprar mucha ropa de deportes genérica y le mande a poner un logotipo que me invente, luego busque contactarme con el representante de Jake para hacer un contrato de el posando para promocionar mi local, y mi marca.
El día llegó Jake llegó solo y cuando entró le ofreci un café, claro que no era un café normal sino uno con el contenido de uno de los frascos que me vendió aquel sujeto, yo tomé el otro y luego lo llevé al lugar, cerré todo con la excusa que la primera toma era de el probándose una ropa para natación y seria incomodo si mucha gente interrumpe por verlo, claro era tan banidoso y egocéntrico que lo creyó, luego le pedí ayuda para mover un estante, lo que el no sabia es que aproveche eso para atarlo cuando bajara la guardia, usando una cuerda de saltar atada al mismo estante, ate sus manos de manera que no las pudiera desatar, el entro en pánico y me pregunto que estaba haciendo, se veía asustado y luchaba por desatarse, entonces le pregunte: ¿recuerdas al pobre tipo que dejaste colgado en el gimnasio?, sus ojos se abrieron de par en par y entonces me reconoció, el muy invecil creía que lo iba a dejar en bañador frente a todos y dijo que para el no era una humillación sino que podría mostrar cuerpo entrenado y perfecto, poco sabia de lo que en realidad iba a pasar.
Tome el pergamino y lo leei en voz alta, entonces sentí como mi corazón se haceleraba y me faltaba el aire, el estaba igual, entonces me acerqué y vi como una luz comenzaba a salir de él, en eso mi visión se oscureció y cuando regreso, haora yo estaba amarrado al estante, y el estaba en el piso en completo shok, claro después de todo estaba mirando a su cuerpo frente a él, yo sabiendo que en el estante había un cuchillo de cierra un poco más arriba de nueva altura y aprovechando el largo que deje de la soga, lo tome y lo use para liberarme, me acerqué a viejo cuerpo que aún estaba en shok y lo ate de pies y manos.
Tome mi viejo celular y mande un mensaje donde decía que al final no me convencía como Jake estaba haciendo su trabajo, que se podría quedar con el dinero que no lo ocupaba, y que rompía completamente nuestro contrato, ya no ocupaba sus servicios.
Después, tome mi celular y y lo coloque en la mochila que tenia Jake cuando llego, le dije que esto era temporal, que era mi venganza por todo lo que me hizo, el me suplicaba que le regresara su cuerpo pero sus súplicas me eran insignificantes, quería que el sufriera el perder su cuerpo, y aprovechando que estaba en bañador, comencé a lucir su cuerpo, veía como se enojaba y podía sentir su impotencia, enronces comence a flexionar mus nuevos brazos, a admirar mis nuevas piernas y comparar mi nuevo cuerpo con mi viejo cuerpo, sus ojos se llenaron de lágrimas, entonces y por accidente mi atención se desvío a mi nueva entrepierna, la curiosidad y emoción del momento me llevó a desnudarte por completo frente a él, tome mi nueva herramienta que era mucho más grande que la que tenia en mi viejo cuerpo y comencé a acariciar, era tan sencible y deje salir un fuerte quejido de placer, comencé a admirar su tamaño y a decirle que odiaría perder esto, vi como se enojaba, pero también como mi viejo pene se ponia duro, el estaba sufriendo por ver como le exitaba su antiguo cuerpo en mi control, entonces comence a bombear muy duro y a pellizcar mis pesones, eso me estaba haciendo jadear y soltar fuertes gemidos de placer, estaba acercándome y sentía que su cuerpo tenía leves espasmos que me hacían saber que estaba a nada de soltar mi carga, así que me acerqué a mi viejo cuerpo y comencé a frotar mi nuevo pene en mi viejo rostro, y finalmente dejando salir mi carga de esperma, cubriéndolo tanto a él como a mi, fue la mejor sensación del mundo, y el solo tenia una cara de que estaba muy exitado pero a la vez estaba odiandome con toda su alma, y vi como su carga brotaba de entre sus pantalones.
En eso recibo una llamada a mi nuevo teléfono, era mi representante, me aviso que el contrato se anulo y que tenía la tarde libre, le agaradeci por avisarme pero que ya sabía, el sr. Rodriguez me dijo que no le convenció mi físico y pidió disculpas por hacernos perder el tiempo. Mientras esto pasaba el quería decir algo pero le advertí que se callara, luego de colgar me amenazó con decirle a su representante y a la policía, pero le recordé lo increíble del asunto, que solo lo tacaharian a loco y que haría esto permanente, claro yo se que ya no haí vuelta atrás, pero haora el piensa que si hace lo que digo y se queda callado podrá recuperar su vida.
Me volví a vestir con la ropa con la que Jake llego, le recordé nuestro trato, lo desate y me fui dejándolo devastado, revisando mi nuevas cosas me puse al día con toda la información de mi nueva identidad y mis nuevos compromisos, me recosté en mi nueva cama, bloque todas mis cuentas anteriores para que Jake no me pudiera contactar en un buen tiempo y me dispuse a volver a explorar mi nuevo cuerpo
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lawmartinez · 3 months
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Hoy me despido de un hombre que en realidad, nunca me quiso.
Me despido de aquel hombre que adore y al cual le entregué mi corazón entero para reparar el suyo, el cual tomo para curarse por completo y dejar rota cada parte de mi.
Me despido de un hombre olvidadizo de cosas que sabía que eran importantes para mí y nunca quiso notarlas y darle la importancia que merecían.
Me despido de ese hombre guapo que se robó mi corazón y mi atención completa.
Me despido de ese artista que con su melodía envolvía cualquier oído a causa de su valiosa perfección.
Me despido de ese hombre con el cual había hecho tantos planes pero nunca se cumplió ni el primero, ya que claramente fui una más de su larga lista, sin importancia.
Me despido de un hombre al que siempre le importe una mierda y hoy es feliz con otra.
Pero está bien, jamás se debe forzar el amor y aquí estoy... Despidiendome de ti por qué me he rendido, todo este tiempo esperé que regresaras, que me extrañarás, que recordarás todo lo que hice por ti, que en algún momento me valoraras.
Pero... Y para qué? Acaso sirvió de algo? La respuesta es NO.
El tiempo paso y solo me consumió el dolor de tu ausencia, solo me consumió una depresión terrible, solo me consumió el poco apetito, solo me consumió mi mente haciendo mil preguntas y recordándote todos los días, solo me consumió el llorar por ti cada momento, cada noche hasta quedar dormida. Solo me consumió ese sentimiento de ser miserable y poca cosa para ti. Solo me consumió las ganas de morir.
Pero hoy me despido de ti. El futuro es demasiado incierto, tal vez regreses, tal vez no.
Tu obra de arte fue destruirme para que yo misma mirara la manera de recoger cada pedazo, reconstruirme y ser diferente.
Excelente trabajo.
Me despido de toda esta basura.
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letsgetbigger · 4 months
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La pierna rota
Primera parte
Era la tercera semana del curso universitario y el campus bullía de vida y actividad. Alex y David, compañeros de dormitorio, habían congeniado desde el principio. Ambos asistían a las mismas clases, compartían comidas en la cantina y pasaban horas juntos en el gimnasio. Alex era rubio y tenía un cuerpo atlético. Lo que más llamaba la atención de su complexión era su culo respingón. A pesar de su timidez, disfrutaba de la compañía de David. Este, moreno y más cachas, emanaba una confianza y una presencia dominante que Alex encontraba embriagadora. Los dos eran muy guapos pero vírgenes.
Una tarde, David volvió de la biblioteca cargado de libros y apuntes, solo para encontrar a Alex en la cama con una pierna enyesada.
—¿Qué te ha pasado? —preguntó dejando sus cosas a un lado y acercándose a él.
Alex suspiró, claramente molesto.
—Tuve una caída tonta en las escaleras. Me he roto la pierna y el médico ha dicho que evite apoyarla durante un mes entero.
David frunció el ceño.
—Vaya. ¿Te duele mucho?
—Sí, pero me han dado algo para el dolor. Lo peor es que no puedo moverme bien y no sé cómo voy a asistir a clase.
David se sentó en el borde de la cama de Alex, poniendo una mano reconfortante en su hombro.
—No te preocupes por eso. Me encargaré de pasarte mis apuntes para que no te quedes atrás.
—Gracias.
—Y olvídate de ir hasta la cantina. Yo te traeré comida para llevar.
Alex lo miró con gratitud
—Qué haría sin ti.
David se levantó, su expresión firme.
—Estoy aquí para ayudar. Vamos a superar esto juntos.
Con esa promesa, David se dispuso a cuidar de Alex durante las siguientes semanas.
En su primer día como enfermero, David se levantó temprano para asistir a clase, dejando a Alex durmiendo en la habitación. Regresó al cabo de unas horas con comida rápida en una bolsa de un restaurante del campus.
—Te traigo algo de comer —dijo poniendo la bolsa en una bandeja sobre la cama de Alex—. Yo me voy a la cantina ahora y luego al gimnasio. Por la noche iré a buscarte la cena.
—Gracias.
Alex, hambriento, echó un vistazo a su comida. La devoró rápidamente. Hamburguesa, patatas fritas y un batido. Se sintió un poco culpable por consumir tantas calorías, pero el hambre y el aburrimiento hicieron que ignorara esos pensamientos.
Cada día seguían un patrón similar. Y las noches se convirtieron en su tiempo para estar juntos. David salía a por la cena y los dos se acomodaban en la cama de Alex para ver películas y series en el portátil. Compartían risas y conversaciones. David solía observar a Alex comer, notando pequeños cambios en su cuerpo. Sus músculos tonificados empezaban a suavizarse y una pequeña capa de grasa se acumulaba alrededor de su cintura y muslos. Alex también notaba los cambios. Al principio se sentía incómodo y avergonzado, aunque había algo intrigante en todo aquello.
Una noche, disfrutando de una película juntos, Alex miró a David.
—Creo que he ganado algunos kilos —murmuró.
David asintió.
—Sí, lo he notado. Pero estás bien, Alex.
Las palabras de David hicieron que Alex se sonrojara y también despertaron algo en él.
A medida que los días pasaban, ambos se encontraban pensando más y más en el aumento de peso de Alex. La noche antes de quitarse el yeso, estaban en la cama, mirando una película. David dejó que su mano descansara en el abdomen de Alex, sintiendo la suave curva que se había formado. Alex se tensó al principio, pero luego se relajó, permitiendo que la mano de David se quedara ahí.
—No sabía que me gustaría tanto... esto —admitió Alex en voz baja y mirando a David con ojos brillantes.
David sonrió, su pulgar acariciando suavemente la piel de Alex.
—Yo tampoco.
Compartieron una mirada cargada de significado. La tensión sexual era palpable. David, con su mano aún sobre el abdomen blando, decidió dar el primer paso. Se inclinó y rozó sus labios con los de Alex. Este respondió al beso, primero tímidamente y luego con creciente fervor. Cuando se separaron, respiraban con dificultad.
—Tu cambio físico me excita, Alex —confesó David.
Alex tragó saliva.
—A mí también me excita —admitió en voz baja—. Y el hecho de que hayas sido tú el que me haya traído toda esa comida, que seas en cierto modo el culpable de que haya cambiado... me pone mucho.
Las palabras de Alex animaron David. Con una sonrisa traviesa, le quitó la camiseta, exponiendo su pecho y su vientre. Alex hizo lo mismo con él, desnudándolo con manos temblorosas pero decididas. Las tetas de Alex, antes firmes, mostraban una ligera capa de grasa y sus pezones eran más prominentes. La barriga había perdido definición y se veía suavemente redondeada. David bajó las manos hasta los pantalones de Alex, desabrochándolos y tirándolos hacia abajo. Alex copió a David. Se quedaron en calzoncillos slip ajustados. La tela marcaba claramente sus dolorosas erecciones. David, con una mezcla de deseo y curiosidad, deslizó los calzoncillos de Alex hacia abajo, liberando su polla. Después dejó al descubierto su propio miembro erecto. Se estudiaron durante un momento, absorbiendo la visión del otro, antes de que David tomara la iniciativa.
—Te has puesto increíble —murmuró, su mano deslizándose por el abdomen de Alex.
Su voz estaba cargada de deseo. Empezó a trabajar la polla de Alex con movimientos lentos y firmes. Alex cerró los ojos y dejó escapar un gemido. Cada sacudida incrementaba el placer.
—David —jadeó Alex—, voy a... oh... Dios...
David aumentó el ritmo de la mano mientras su propia erección era atendida por sí mismo con igual intensidad.
—Déjate llevar, Alex —susurró David, sus ojos clavados en los de su compañero de dormitorio.
Con un último gemido, Alex llegó al clímax. Se corrió en la mano de David, quien alcanzó el orgasmo poco después y se tumbó. Sabían que acababan de cruzar una línea, una que no estaban dispuestos a retroceder. Sus vidas habían cambiado para siempre y estaban ansiosos por explorar todo lo que el futuro les tenía preparado.
A la mañana siguiente, sábado, Alex salió del consultorio del médico con una sensación de alivio y entusiasmo. Después de semanas con la pierna enyesada, finalmente podía moverse con mayor libertad. Se había puesto un chándal, ya que todos los vaqueros le iban demasiado apretados. Al abrir la puerta del dormitorio, encontró a David esperándolo con una gran sonrisa y comida dispuesta tentadoramente sobre uno de los escritorios.
—¡Bienvenido de vuelta a la libertad, Alex! —exclamó acercándose para abrazarlo—. Pensé que deberíamos celebrarlo a lo grande.
Alex sonrió, sintiendo un calor especial en su interior.
—Gracias, David. Joder, cuánta comida.
Se sentaron en la cama y David empezó a servirle porciones generosas en una bandeja. Alex, emocionado, devoró cada bocado mientras David lo observaba con satisfacción. A medida que comía, David no pudo evitar comentar los cambios en el cuerpo de Alex.
—Has engordado mucho, especialmente en el culo —dijo con gesto travieso—. Se ha vuelto más grande y redondo. Me encanta.
Alex sintió un rubor subir por sus mejillas, pero no podía negar que le gustaba la atención de David.
—Sí. Este chándal es de lo poco que me vale —Admitió entre bocados.
—Y no solo en el culo —continuó David pasando su mano por el abdomen de Alex—, tu barriga también ha crecido.
Tras un buen rato masticando, tragando y bebiendo, Alex estaba lleno y satisfecho. David, sin embargo, tenía más planes para él.
—Quiero darte algo más, como premio por habértelo comido todo —dijo con voz seductora.
David se arrodilló frente a Alex y empezó a bajarle los pantalones, dejando al descubierto sus calzoncillos ajustados.
—Uf, qué apretados te quedan, Alex — murmuró antes de liberar su semierección y empezar a darle placer con la boca.
Los gemidos de Alex llenaron la habitación mientras David trabajaba con maestría. Cuando Alex llegó al orgasmo, la grasa reciente de su cuerpo tembló. David se incorporó, lamiéndose los labios, y se inclinó para besar a Alex.
—Quiero verte crecer más. ¿Te gustaría eso?
Alex, todavía sintiendo las olas de placer, asintió. David sonrió con satisfacción.
Segunda parte
Otro mes pasó, uno en el que David se dedicó a alimentar a Alex con dedicación. Cada noche, después de la cena en la cantina, se aseguraba de que la barriga de su compañero de dormitorio acabase bien llena. Alex, por su parte, tragaba con entusiasmo, disfrutando tanto de la comida basura que compraban en los restaurante de la zona como de los múltiples dulces.
Una tarde de domingo, después de un almuerzo particularmente copioso, Alex se encontraba en soledad frente al espejo del baño. Llevaba solo unos slips que ahora le quedaban extremadamente ajustados. Se giró para ver su reflejo desde diferentes ángulos. Su barriga había crecido notablemente, redondeándose y proyectándose sobre la goma elástica de la ropa interior. Sus muslos se habían ensanchado y sus flancos sobresalían por los lados. Pero lo que más llamaba la atención era su culo: se había vuelto aún más grande y redondo, llenando por completo la parte trasera de los calzoncillos y estirando la tela casi hasta el límite. David entró en el cuarto en ese momento con una caja de donuts en la mano. Al ver a Alex admirándose en el espejo, una sonrisa de orgullo y deseo se dibujó en su rostro.
—Mírate —dijo David acercándose y pasando sus manos por las caderas de Alex para apretar la grasa con adoración—. Estás tan gordo...
Alex se estremeció con el tacto de David y al escuchar sus palabras.
—Es por tu culpa —murmuró Alex con excitación.
David se acercó más, presionando su cuerpo contra el de Alex.
—Lo sé —le susurró al oído antes de ofrecerle un donut—. Come.
Alex tomó el donut y lo mordió, disfrutando del sabor dulce y de la sensación de estar siendo cebado. Mientras Alex comía, David dejó la caja sobre el lavabo, se desabrochó los pantalones y se bajó los calzoncillos, liberando su erección inmediata. Sin dejar de mirar el reflejo de Alex en el espejo, deslizó sus apretados slips hacia abajo con dificultad, exponiendo sus cachetes gordos.
—Este culazo hay que follarlo —dijo David rozando la punta pegajosa de su polla entre las nalgas voluptuosas.
Mientras Alex continuaba comiendo los donuts que David le daba, David lo penetró muy lentamente, sus gemidos mezclándose con los sonidos de Alex masticando. Cada embestida era un recordatorio de cuánto había cambiado, de cómo su cuerpo se había transformado. David no dejaba de susurrar en su oído lo gordo que estaba. Alex, completamente entregado, sentía oleadas de placer recorrer su cuerpo. Su barriga rebotaba ligeramente con cada movimiento y sus pezones duros rozaban contra el espejo. Terminó el último donut justo cuando llegó al clímax, sus gritos resonando en el baño. David continuó moviéndose, prolongando el placer para ambos, antes de correrse. Se quedó unos momentos dentro de Alex, respirando pesadamente.
—Quiero verte más gordo —dijo.
Alex, todavía sintiendo la polla de David en el culo y los donuts en su estómago, asintió.
—Sí. Engórdame más.
Al día siguiente, Alex y David decidieron que no irían a clase. El deseo de pasar el día juntos disfrutando de la intimidad y del proceso de transformación del cuerpo de Alex era demasiado fuerte. David se despertó temprano y salió a comprar una gran cantidad de comida. Regresó al dormitorio con varias bolsas llenas de comida rápida, dulces y refrescos. Alex, todavía en la cama, observó con ojos curiosos y llenos de anticipación cómo David colocaba la comida sobre el escritorio. El aroma de las hamburguesas, las patatas fritas, las pizzas y los postres hacían que su estómago rugiera de hambre. David se acercó a la cama con una porción de pizza en la mano y la sostuvo frente a los labios de Alex.
—Hoy vamos a asegurarnos de que esa grasa siga aumentando —dijo con una sonrisa seductora.
Alex abrió la boca y mordió la pizza, sintiendo el queso aceitoso en su boca. Mientras Alex comía, David se sentó a su lado acariciando la barriga redondeada. Se balanceaba si la sacudía. Por otra parte, los flancos resultaban tan irresistibles también que David no podía dejar de tocarlos tampoco.
—Estás tan gordo, Alex. Me encanta cómo se mueve toda esta grasa gelatinosa —dijo David con voz baja y cargada de deseo.
Sus manos recorriendo cada lorza, cada pliegue, admirando cómo el cuerpo de Alex se había transformado. Alex, con la boca llena, sólo pudo gemir de placer. Las caricias de David y sus palabras de admiración le hacían sentirse increíblemente sexy. Siguió devorando una porción tras otra, todas ofrecidas por su compañero de dormitorio. David se inclinó y comenzó a besar la barriga de Alex.
—¿Engordarás más para mí? —preguntó levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Alex.
—Sí —respondió Alex con voz entrecortada debido a la excitación.
David sonrió y bajó los calzoncillos humedecidos de líquido preseminal de Alex, revelando su miembro. Mientras se terminaba la pizza, David se dispuso a masturbarlo lentamente, sus manos moviéndose con habilidad. Alex se estremeció de placer, sintiendo cómo su cuerpo se volvía cada vez más sensible al tacto de David. Su barriga rebotaba ligeramente con cada sacudida y sus pezones también. David observó a Alex con fascinación. No pudo resistir más. Lo giró y se colocó detrás de él, bajando sus propios pantalones y calzoncillos.
—Te voy a follar, Alex. Y mientras lo hago, quiero que te comas esta hamburguesa —dijo acercándosela.
Alex emitió un gruñido afirmativo. David deslizó con una mano su polla en el interior de Alex y con la otra empujó la hamburguesa hacia su boca para que se la comiera a la vez que lo embestía. Llegaron rápidamente al clímax.
Los primeros exámenes finalmente llegaron a su fin y el estrés acumulado de semanas de estudio se disipó. Un día, a David se le ocurrió comprar una báscula. Regresó al dormitorio con una sonrisa. Alex, quien había pasado los últimos meses disfrutando de la comida con la que David lo cebaba, estaba tumbado en la cama, absorto en una serie.
—Alex, ven aquí —llamó David con una mueca traviesa en los labios.
Alex se levantó con algo de esfuerzo, su cuerpo claramente más voluminoso y pesado. Se acercó a David, quien colocó la báscula en el centro del cuarto.
—Es hora de ver cuánto has crecido —dijo David, su tono de voz lleno de anticipación.
Alex se subió a la báscula y ambos observaron cómo los números se estabilizaban.
—95 kilos —leyó David en voz alta—. Joder, has subido 25 kilos.
Alex miró a David y se fijó en su entrepierna. Sin decir una palabra, se arrodilló frente a él, bajó sus pantalones y empezó a chuparle la polla. David gimió, sus manos enterrándose en el cabello de Alex mientras este lo tomaba profundamente en su boca. La vista de Alex, más gordo y dedicado a darle placer, era una visión que lo volvía loco.
—Sí, Alex, sigue así —dijo temblando de placer.
Alex lo chupaba con fervor, disfrutando del poder que tenía para excitar a David. La polla de David estaba durísima y cada gemido que emitía lo animaba a seguir. David no pudo contenerse más. Levantó a Alex y lo empujó hacia la cama.
—Vaya culazo —susurró David bajándole los calzoncillos extremadamente ajustados y dándole una palmadita.
Entró en él despacio, saboreando cada segundo.
—Te has puesto tan gordo para mí... —dijo al comenzar a moverse.
Alex gimió, sintiendo la presión y el placer mezclándose en su cuerpo.
—Sí, David, y me encanta estar así para ti —respondió moviéndose al ritmo de las embestidas de David.
David aumentó el ritmo, sus manos agarrando los flancos de Alex con firmeza.
—Eres tan sexy, tan... obeso —murmuró.
Ambos llegaron al orgasmo a la vez, sus cuerpos sacudiéndose en sincronía. Al acabar de correrse, David se desplomó sobre Alex, jadeando y sudoroso. Después de unos momentos, se apartó y se tumbó junto a él.
—David —comenzó Alex, girándose para mirarlo a los ojos—, tengo algo que confesarte. Verás... quiero que los dos engordemos. Me gustaría verte a ti con unos kilos extra.
—¿Ah, sí?
—Te pone la grasa, es obvio. ¿No te preguntas cómo sería sentirla en tu propio cuerpo?
—Bueno, la verdad es que tengo algo de curiosidad, sí.
—Creo que deberíamos empezar estas vacaciones de Navidad. Las pasaremos aquí, en el campus, y podemos dedicarnos a comer y a disfrutar juntos.
David sonrió, su rostro iluminado con la misma excitación que sentía Alex.
—Podemos probar.
Se miraron con una mezcla de amor y lujuria, sabiendo que el camino que habían decidido tomar juntos estaría lleno de placer y descubrimientos. Y así, con una nueva determinación, se prepararon para el próximo capítulo de su historia compartida, listos para ver hasta dónde podían llegar.
Tercera parte
Las vacaciones de Navidad estaban llegando a su fin y, para Alex y David, esos días habían sido una transformación completa, no solo en sus cuerpos, sino en su relación. Desde el día en que Alex había confesado su deseo de que ambos engordaran juntos, los dos habían dedicado cada momento a cumplirlo. Cada mañana pedían desayunos copiosos a domicilio: montones de tortitas cubiertas de mantequilla y jarabe de arce, salchichas, huevos y vasos de batidos ricos en calorías. A mediodía, se turnaban para salir a buscar comida rápida; que consistía en hamburguesas, pizzas y enormes raciones de patatas fritas. Y la cena siempre era un festín, con postres que parecían no tener fin. Comían, reían, y compartían caricias mientras sus cuerpos se expandían día a día.
El resultado de esas semanas de indulgencia era innegable. Alex, quien había empezado con un cuerpo rechoncho, había ganado aún más peso. Su barriga ahora se derramaba sobre el borde de sus pantalones, suave y redondeada. Sus muslos rozaban entre sí. Y su culo, por naturaleza respingón, se proyectaba con un volumen adicional que lo hacía muy prominente. David, por otro lado, había comenzado su transformación con un cuerpo más musculoso. Pero la constante ingesta de comida y el abandono temporal del gimnasio le habían añadido kilos de una manera distribuida. Su ombligo, profundo de por sí, se perdía en una barriga que empezaba a redondearse. Sus pezones grandes parecían más prominentes bajo el tejido suave de sus camisetas ajustadas, y sus caderas y muslos habían adquirido una capa de grasa que le daban un contorno más voluptuoso. Su trasero, siempre firme, ahora tenía una blandura que lo hacía rebotar ligeramente cuando se movía.
Era una tarde de domingo cuando ambos decidieron enfrentarse a los resultados de su dedicación. Se miraron el uno al otro, sus ojos llenos de complicidad y deseo, y se dirigieron a la báscula. Primero fue Alex.
—105 kilos —anunció David con rostro triunfante—. Has ganado otros 10 estas vacaciones.
Alex sonrió, sintiendo orgullo y excitación. Se bajó de la báscula y le hizo un gesto a David para que tomara su lugar. David subió y esperó que los números se estabilizaran.
—91 kilos —leyó Alex—. Tú has ganado casi 20 kilos. ¿Cómo es posible?
Sin decir una palabra, se bajaron los calzoncillos, que les apretaban incómodamente alrededor de sus cinturas y traseros.
—Me encanta cómo estás —murmuró David, acercándose a Alex y deslizando una mano por su barriga.
—Y a mí me encanta cómo te has puesto tú —respondió Alex, sus manos recorriendo los flancos de David.
Celebraron con un beso lo que habían creado juntos y David llevó a Alex hacia la cama.
—Voy a darte todo el placer que te mereces —susurró David—. Cada kilo que has ganado es por mí, y eso me vuelve loco.
Sus labios besaron el cuello de Alex mientras sus dedos jugaban con sus pezones. Alex gimió, sus manos buscando los pezones de David, pellizcándolos suavemente y disfrutando de la reacción que eso provocaba.
—Y cada kilo que has ganado tú es por mí —respondió Alex.
David sonrió abrazando a Alex, cuya polla estaba dura y goteando.
—Comamos un poco más —sugirió David, alcanzando una tarta de chocolate cortada en porciones generosas que había dejado en su escritorio el día anterior—. Quiero verte devorar esto mientras te follo.
Alex se giró, su respiración acelerada por la expectativa. Mientras David lo penetraba despacio, comenzó a comer las porciones, una tras otra, cada bocado llenándolo tanto de comida como de placer. Sus gemidos llenaban la habitación a la par que David se movía dentro de él y le susurraba "estás tan obeso" y "me encanta tu culo gordo". Álex le pidió que comiera tarta también y David obedeció. Se la acabaron rápidamente. Cuando llegaron al orgasmo, David se desplomó sobre Alex, ambos cubiertos de migas.
—Sigamos así —murmuró Alex, su voz apenas audible—. Engordemos más.
David asintió, besando la frente de Alex.
El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas, despertando a Alex y David. Se estiraron en sus camas, sintiendo el peso adicional de sus cuerpos después de unas vacaciones de indulgencia. Se miraron y rieron, sabiendo que hoy tendrían que enfrentarse a la realidad de sus nuevos tamaños.
—Deberíamos probar la ropa de ir a clase antes de que se reanude el curso —dijo David levantándose de la cama—. Dudo que algo más que un par de camisetas grandes y pantalones de chándal nos queden bien.
Alex sintió una mezcla de nervios y excitación al pensar en cómo su ropa se ajustaría a sus nuevas curvas. Empezaron a buscar en sus armarios. David fue el primero en probarse una camiseta. Era una de sus favoritas, de color negro, que antes le quedaba perfectamente ajustada. Ahora, al deslizarla por su torso, la tela se estiraba notablemente sobre su barriga y sus pezones abultados se notaban más que nunca.
—Me va ridícula —dijo David mirando su reflejo en el espejo del baño y luego a Alex.
Alex no pudo evitar morderse el labio inferior ante semejante prueba del engorde de David.
—¡Estás hecho una vaca! A ver yo —dijo sacando unos vaqueros elásticos.
Se los subió por sus anchos muslos con dificultad.
—¡Uf! No puedo abrocharlos —comentó girándose para ver que la tela se estiraba peligrosamente en sus caderas.
David observó cómo los pantalones desabrochados de Alex no cubrían su trasero, acentuando su nueva redondez.
—Tú sí que eres una vaca. Las costuras de ese pantalón van a reventar en cualquier momento —se burló David.
Siguieron probándose diferentes prendas, con risas y comentarios eróticos. Estaba claro que necesitaban ropa nueva.
Salieron de la residencia malvestidos y caminaron hacia la tienda más cercana. Cada paso hacía que sus cuerpos se movieran de manera llamativa: las barrigas rebotaban ligeramente y los traseros se bamboleaban sensualmente.
Regresaron a su dormitorio habiendo adquirido varias piezas grandes, incluyendo ropa interior, y excitados por las visiones en los cambiadores.
—Hoy me he dado cuenta de lo gordos que estamos realmente —dijo David acariciando la barriga de Alex y sintiendo la suavidad bajo sus dedos.
—Lo sé —dijo Alex agarrando las tetas de David.
La habitación se llenó de susurros, caricias y gemidos, cada movimiento una promesa de placer.
El primer día de clases después de las vacaciones transcurrió con cierta normalidad para Alex y David. Se levantaron temprano, se vistieron con sus nuevas prendas y asistieron a clases. Todo el mundo comentó lo mucho que habían engordado durante la Navidad, pero ellos se limitaron a encogerse de hombros. Al acabar la mañana, se dirigieron a la cantina para almorzar. Y aunque la comida era saludable, comieron más de la cuenta.
Se tumbaron en las camas de vuelta en su dormitorio.
—¿Deberíamos volver al gimnasio? —preguntó Alex, aunque sin mucha convicción.
David lo miró y sonrió.
—Prefiero pedir una pizza y seguir disfrutando de esto —dijo dando una palmada en su propia barriga.
Alex rió y asintió.
—Suena mejor. Pero ¿pizza? Si acabamos de comer.
Decidieron hacer una pequeña travesura. Se pusieron los calzoncillos más pequeños que tenían, unos que no había tirado apropósito. La goma se les clavaba en las carnes y mostraban descaradamente la raja de sus culos.
—A ver qué cara pone el pizzero —dijo David ajustándose los calzoncillos y admirando su reflejo en el espejo.
Pronto sonó el timbre. David abrió la puerta, dejando al descubierto su cuerpo apenas tapado por los slips. Alex se acercó también, ambos exhibiéndose con descaro. El pizzero se quedó mirando con la boca abierta, sin poder evitar observar las redondeces expuestas.
—Aquí... aquí tienen su pizza —dijo con voz temblorosa entregándoles las cajas.
—Gracias —dijo Alex, tomando la pizza y dándose la vuela.
Estallaron en risas al cerrar la puerta.
—¡Nos miraba como si fuéramos monstruos! —dijo David.
—¡Ha sido increíble! —añadió Alex.
Se despegaron los calzoncillos, se sentaron en la cama de Alex, abrieron la caja y comenzaron a devorar la pizza. Cada mordisco era una mezcla de placer y lujuria.
—Mira lo gordo que estás —balbuceó David.
—¿Y tú qué? Cerdo obeso —respondió Alex.
El deseo creció entre ellos y mientras seguían masticando, se sobaban y se masturbaban mutuamente. Los insultos sobre su obesidad los llevaba a nuevos niveles de excitación. Estaban atrapados en un ciclo de placer y gordura, y ambos sabían que no había vuelta atrás.
Parte final
Después de meses de clases, las vacaciones de primavera, los exámenes finales, mucha indulgencia y sesiones interminables de placer, el curso casi había terminado. Alex y David se despertaron una mañana sintiendo el peso de sus cuerpos, resultado de su voraz apetito y su constante deseo de engordar.
David abrió los ojos primero, su mano rozando la extensión de su barriga antes de levantarse de la cama. Su cuerpo se movió con un esfuerzo notable. La grasa de su abdomen se desbordaba en varios pliegues. Sus pezones, grandes y oscuros, se proyectaban en su pecho blando, rodeados de una masa de carne que temblaba con cada movimiento. Sus brazos, una vez firmes y tonificados, ahora eran gruesos y llenos. Bajó la mirada hacia sus piernas. Sus muslos se habían ensanchado considerablemente y sus pantorrillas estaban rellenas de grasa. Lo más inesperado de su transformación era su trasero. Sus glúteos se habían expandido enormemente, cada nalga gorda y redondeada rebotaba ligeramente al andar. Sus caderas también se habían ensanchado, dándole una forma más voluptuosa.
—Alex, ¿estás despierto? Vamos a pesarnos, gordo. Ya toca —balbuceó David con voz adormilada.
Alex se levantó de la cama. Su cuerpo no se quedaba atrás en cambios. Sus abdominales, antaño firmes y definidos, habían desaparecido bajo una gruesísima capa de grasa. La barriga le colgaba sobre el borde de sus calzoncillos XL, creando una redondez que oscilaba con cada movimiento. Sus pezones también eran más grandes. En cuanto sus brazos, estaban rodeados de una capa de grasa que les daba una apariencia suave. Los muslos le habían crecido considerablemente, al igual que sus pantorrillas, y sus glúteos, una vez firmes y respingones, ahora eran más grandes y redondeados incluso que los de David, una visión tentadora con cada paso que daba.
Se dirigieron juntos hacia la báscula. David subió primero, observando cómo los números subían rápidamente hasta detenerse en 148 kilos.
—¡Hostia! 148 kilos —dijo con una mezcla de asombro y excitación.
Luego fue el turno de Alex. Subió a la báscula. Los números subieron hasta detenerse en 142 kilos.
—142 kilos —dijo Alex orgulloso y preocupado.
David se acercó a Alex para acariciar su enorme trasero, sus manos hundiéndose en la carne suave y rebosante. Apretó ligeramente aquellas nalgas, haciendo que se movieran como gelatina. Las manos de Alex recorrieron la barriga blanda de David para sentir cada centímetro de grasa. Luego sus dedos jugaron con los pezones tamaño salami de David, que se endurecieron al instante. Se miraron el uno al otro con intensidad. Se les había ido totalmente de las manos. ¿Qué dirían sus familias al volver a verlos en verano?
—David, te amo.
—Yo también te amo, Alex.
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gangrenados · 8 months
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Hola soy nueva. Bueno.
Cómo crees que reaccionarian Dick y Jason (yanderes) si T/N está enamorada de sus alteregos como vigilantes y claramente no sabe que son ellos?
A ambos les afectaría bastante, es frustrante saber que tienen una oportunidad contigo y a la vez no.
Dick Grayson:
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Siento que está no sería la primera vez para Dick, Nightwing es bastante cotizado en Gótica y muchas personas lo consideran guapo.
Para él es un fastidio, si bien está lo suficientemente a gusto con su personalidad de vigilante, le da molestia tener que poner aún más empeño para que notes su lado civil.
Dick se destaca entre la multitud, esa a Sido parte de su acto desde que tiene memoria. Sin embargo, llega un punto que tan solo le gustaría bajar la guardia y brillar por su simpleza, no trucos, no Nightwing, solo Dick.
Jason Todd:
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Por el otro lado, Jason estaría sorprendido. Sin bien siempre está el loquito que dice que Red Hood es lindo, la mayoría del público no se van por ese camino en lo que respecta a hablar de Red Hood.
Jason estaría frustrado, ¿Por qué de todo lo que tiene nada más te fijas en la parte del vigilante? Él sabe que no habla mucho o que tenga la apariencia más "amigable", pero igualmente es molesto.
Él sabe que no todo está perdido, tal vez si le pusiera más empeño en socializar más podría conseguir que estés con él.
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konekochanxhisoka · 1 year
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El Novio de tu Amigo
Este shot sacó toda la maldad que llevo dentro JA JA JA JA JA
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*Ring* *Ring*
Sonó el timbre llenando la apacible sala de estar con su ruidoso sonido y sacándolos a ambos de la flojera en la que estaban sumidos.
Como siempre pasaba, cada vez que ustedes se echaban juntos en el sillón a ver una película y alguien tocaba el timbre, empezaron a discutir sobre quien debía abrir la maldita puerta. Pero siempre terminabas abriendo tú, porque al fin y al cabo, tu querido amigo con quien compartías departamento, era un condenado niño rico mimado, quien te trataba como si fueras el mayor domo del lugar. 
Ni siquiera sabías porqué compartían departamento, cuando era obvio que no te necesitaba para pagarlo. Pero también no querías preguntar, sería horrible si a causa de tu pregunta él descubriera que en verdad no te necesita para esto y te echara a la calle.
Odiarías mudarte, sobre todo porque es un departamento lujoso con una vista increíble. A una cuadra de tu trabajo y cerca de todas las tiendas que necesitas para ser feliz.
Así es que soportas sus idioteces y a regañadientes levantas tu trasero para abrir la puerta.
Allí un rostro familiar te saluda coquetamente. 
Es Hisoka, el nuevo novio de tu amigo.
No puedes evitar volverte un manojo de nervios a su alrededor, porque él es literalmente un Dios!! Alto, guapo y con un cuerpazo que te deja sin aliento, pero... está más que PROHIBIDO!!!!, así es que sonríes torpemente a sus encantos y te alejas antes de que tu corazón estalle por una sobredosis de su atención.
Invitándole a pasar, le indicas que tu compañero de departamento Illumi, está en el living y como ya sabes que con este hermoso Adonis en la casa, las cosas se pondrán calientes, recoges tus llaves y tu bolso y te despides, antes de que intenten retenerte y tengas que presenciar sus intimas muestras de afecto que siempre te dejan con la vergüenza a tope.
Escuchas a Illumi chillar de sorpresa por la llegada de su novio mientras cierras la puerta de calle con un sentimiento que aún no puedes entender.
Bueno, no es que no lo entiendas, en verdad lo haces, lo que no entiendes es como tienes cara para reconocerlo. 
Te gusta el novio de tu amigo.
No! es aún peor... alucinas sexualmente con el novio de tu amigo.
Es tan desleal que se te revuelve el estomago. Nunca antes habías siquiera mirado en dirección de los hombres de tus amigas. 
Por qué lo hacías ahora?
También era cierto que nunca habías conocido un hombre como él; ese cabello rojo vibrante peinado como si fuera una flama ardiente, esa peculiar mirada ambarina que te mira siempre con interés, sus hombros anchos y su espalda trabajada te hace delirar. Pero no acaba allí, su voz es tentadora como el infierno y siempre huele tan bien que no crees que sea posible para alguien poder alejarse de él. 
Pero no puedes.
Incluso si estuviese disponible, no se podría, porque él no es la clase de hombre que pierde el tiempo con mujeres. Así es que lo mejor para todos es que lo olvides y busques a alguien, para que al menos pretendas tener una vida.
Caminas por las calles de York Shin rumbo a tu rincón favorito para pensar. Una pequeña tienda pintoresca con buen café y libros antiguos.
Apenas llegas allí pides un cappuccino y te zambulles en una buena lectura.
Regresas a casa tarde en la noche, esperando que Hisoka se haya ido, pero albergando la secreta esperanza de que no sea así y poder verlo una última vez antes de dormir.
Un suspiro deja tus labios al recordar sus hermosas facciones y entiendes que tienes problemas.
Cuando vuelves a la realidad te das cuenta que te haz metido por el atajo que sólo usas de día, ya que es aterrador a esta hora de la noche, quieres devolverte, pero casi puedes ver el complejo de departamentos donde vives así es que aceleras el paso para dejar pronto esta ruta.
Tu corazón late con fuerza mientras mas te adentras en el poco iluminado callejón, mas te das cuenta de que ha sido una mala idea cruzarlo, deberías dejar de ser tan tacaña y haber pedido un taxi, pero ya es tarde para arrepentimientos.
De pronto ves que hay tres muchachos conversando cerca de la esquina, te sientes segura por que al menos ya haz pasado todo el terrorífico callejón y nadie saltó sobre ti. Aparte cruzando la calle ya estarás casi en casa.
Sin embargo para tu desconcierto, los chicos parecen notarte y en vez de ignorarte como lo haría cualquier ciudadano común, ellos te miran demasiado interesados.
Caminan hacía ti y casi puedes leer en su semblante que no parecen tener buenas intenciones.
Puedes sentir como la adrenalina, tensa tus músculos y disparan tu corazón haciéndote ver la amenaza.
- Buenas noches señorita! - dice uno de los sujetos con marcado acento extranjero.
- Buenas noches... - les devuelves el saludo, no muy segura de haber hecho lo correcto al cruzar palabras con ellos.
Sin darte cuenta te rodean.
- No te gustaría venir con nosotros a divertirte? - dice un chico con gorro.
- Mira lo que tenemos! - otro de ellos te enseña una bolsa con un polvillo blanco en su interior
- No gracias! - te disculpas - No consumo - tus pies se detuvieron al ver que los machos te cerraron completamente el paso - Y voy atrasada! - dijiste con urgencia.
- Estas segura?!, tal vez pondríamos enseñarte algo que te podría gustar... - El hombre con acento extranjero se acercó tanto a ti que tomó uno de tus mechones y lo hizo girar en sus dedos. 
Sentiste la hiel subir y bajar por tu garganta, era obvio que esto se estaba saliendo de control, tu mente gritaba en pánico, pero permaneciste en silencio sin mover un musculo. Debías ver la forma de salir de esto sin rogar porque te dejaran en paz.
Pero de pronto, dejaste de pensar cuando de la nada viste a los sujetos que estaban a tus costados volar al unísono hacia los puños de una silueta que se encontraba al otro extremo de la calle y luego caer estrepitosamente al piso.
- Qué mierda!? - exclamó el hombre que te estaba intimidando mientras se volteaba con rapidez sólo para ver la silueta anterior, ahora plantada justo frente a él, mirando a su forma mas baja como si de un insecto se tratara.
Era Hisoka! 
Hisoka había venido a tu rescate!
Un sentimiento de alivió y felicidad invadió tu cuerpo, al contrario de tu agresor que temblaba entero por la presencia del novio de Illumi. Después de todo tenía razón en temer, porque Hisoka se veía molesto y sin decir palabra le dio un tremendo puñetazo al sujeto, que lo dejó estampado contra la pared.
Quedaste atónita mirando al hombre pelirrojo moverse implacable impartiendo justicia y ayudando a los débiles. Sumando mas atributos a su ya larga lista de virtudes en tu cabeza.
Él ahora, se había transformado en tu héroe, jurarías que incluso podías ver fuegos artificiales chocar y explotar detrás de su persona.
Hisoka te había salvado la vida.
- Estas bien Y/N? ~ de pronto te preguntó con preocupación, sacándote de tu ensoñación.
Tus músculos al fin respondían y no pudiste evitar saltar a sus brazos, confirmándole tu bienestar y cerrando tus ojos en el proceso. Te aferraste con fuerza a su cintura, como una niña asustada se agarraría a su padre. Su aroma almizclado y dulce inundó tus fosas nasales otorgándote paz y seguridad. Sin embargo apenas sentiste sus cálidos brazos rodear tu espalda, la realidad de a quién abrazabas tan fervientemente te golpeó como un camión.
Comenzaste a temblar y no estabas segura de si era un post trauma por el shock anterior o porque el hombre con el que habías alucinado todo el mes te estrechaba tiernamente entre sus brazos.
- Muchas gracias Hisoka, no sé que hubiese hecho sin ti... - susurraste contra su camisa y disolviste tu abrazo haciéndole ver que ya te podía soltar.
- No deberías pasearte por estos lugares tan tarde, querida ... sabes que puede ser peligroso ~ sentiste una de sus manos deslizarse con suavidad de arriba a abajo, por tu espalda haciendo erizar tu piel en respuesta.
- Sí... -
Te separaste de él de un salto, roja como un tomate.
- Siento mucho haberte causado molestias.... - te apresuraste a decir, presa de tu vergüenza, los labios de Hisoka se curvaron en una divertida sonrisa y sentiste la imperiosa necesidad de huir - Pero... será mejor que me vaya... muchas gracias por todo... nos vemos - Te diste media vuelta y arrancaste... literalmente. 
Pero no alcanzaste a dar muchos pasos, cuando Hisoka te alcanzó y agarró tu mano.
Abriste tus ojos de par en par, jadeando por la repentina sensación de su enorme mano envolviendo la tuya.
- No es molestia, no te preocupes... ahora te llevaré a casa como lo haría un caballero ~ te dio una linda sonrisa de ojos cerrados y antes de que pudieses protestar te arrastró por la gran avenida rumbo a tu casa.
- Hisoka... - murmuraste, mirando alarmada por todo el lugar, una vez que entraron en el lobby.
- Qué pasa cariño? ~ su andar nunca disminuyó.
- Creo que ya deberías soltarme... - comenzaste a decir en un murmullo - Alguien podría vernos y... malinterpretarlo... ya sabes como es la gente... - intentaste zafarte de su mano, pero él no cedió y te agarró con mas fuerza.
Hisoka no hizo caso a lo que decías y en vez de eso te llevó casi corriendo al ascensor.
Una vez que se cerraron las puertas con ustedes dentro habló;
- Crees que alguien va a malinterpretar esto?! ~ enarcó una ceja con diversión mientras levantaba sus manos enlazadas para que las observaras.
- Sí!... sólo imagínate si Illumi... - dijiste intentando defender tu punto. Pero no terminaste, porque la voz se te perdió cuando Hisoka te arrinconó contra la pared del ascensor, con sus brazos enjaulando tu forma mas pequeña y con su rostro demasiado cerca para desviar la mirada.
- Si yo hiciera algo así... ~ él susurró en tu oído y tu corazón casi se sale de tu pecho - Creo que entonces se podría malinterpretar o... talvez... ~ sus labios estaban en tu cuello ahora, respirando cálidamente sobre tu tierna piel. Ibas a morir de un infarto si él continuaba  con esto - Si hiciera algo como esto ~ cerraste los ojos con el calor estallando en tu cara.
Esperabas tanto que él pusiera sus labios sobre tu piel, que estiraste tu cuello, para darle el espacio necesario, pero sus labios nunca llegaron.
El ascensor se detuvo en tu piso y las puertas se abrieron.
Hisoka tomó tu brazo con un movimiento fluido de baile que te hizo girar fuera del ascensor. Pero él permaneció dentro.
- Asegúrate de volver en taxi la próxima vez que decidas regresar tan tarde. Recuerda que no siempre estaré allí para salvarte. Dulces sueños cariño ~ él se despidió y antes de que las puertas se cerraran te guiñó un ojo.
Te quedaste allí un momento, el pasmo cubriendo cada expresión de tu aturdido rostro.
No sabías como sentirte... simplemente no lo sabías...
Ya ni siquiera era importante el hecho de que unos momentos atrás unos tipos intentaran propasarse contigo.
Lo único que existía en tu cabeza era el encuentro demasiado intimo que tuviste con Hisoka, el novio de TU amigo.
No te besó.
Pero aún podías sentir su cálida respiración en tu cuello. Su olor, su voz seductora en tu oído.
Demonios! no lo ibas a olvidar jamás.
Volviste a tu departamento compartido en lo que parecieron horas. Illumi aún despierto, te recibió en la sala.
- Te tardaste demasiado... - dijo mientras jugueteaba ociosamente con su cabello.
- Sí... encontré un libro interesante... - respondiste con los nervios alojándose en tu estomago.
- Un libro interesante a las once de la noche? - él arqueó una ceja en tu dirección, escéptico. Sonreíste con la tranquilidad esfumándose por los poros de tu cuerpo.
- Quería caminar... es todo... el clima... está agradable para hacerlo - no sabías que rayos inventar - Ahora... me iré a la cama... buenas noches Illu -
- No cenaras? - sus ojos negros te miraron de reojo. Era como si supiera que escondías algo.
- No tengo hambre... - contestaste honestamente. Te enternecía lo preocupado que era Illumi contigo. 
Miraste a tu amigo con cariño dándole una sonrisa cansada. Él te devolvió la sonrisa y supiste entonces que tus retorcidas ilusiones con Hisoka debían parar, por el bien de Illumi y por el bien de todos.
~ Continuará ~
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swfteverlqrk · 4 months
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So American (Mexican)
Enzo x Reader! Female
Based on “So American” by Olivia Rodrigo.
Summary: Cómo en todo el tiempo que han salido tú y Enzo, el ama y se extraña de las diferencias culturales que tiene con su novia “so Mexican”.
Note: Es que esa canción y Enzo no salen de mi mente así que, porque no juntarlos 😩. Recuerden que soy mexicana, así que se más de esa cultura que de la uruguaya. Sorry 🫶🏻
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-Solo entro rápido en lo que me hago un café y bajamos a arreglarnos, ¿si?- preguntó tu novio mientras caminaban por los pasillos del hotel tomados de la mano, yendo a la habitación de un compañero del elenco.
-Esta bien, solo espero no tardemos mucho, aún quiero recorrer la playa, disfrutar el sol y el mar contigo amor.- le dices abrazándolo mientras toca la puerta de la habitación.
-Habrá tiempo para todo, no te preocupes- tu solo asientes y al tiempo Juani abre la puerta de la habitación sorprendido de verlos.- ¿Estás ocupado?
-No, no, pasá, no estoy ocupado- dice el chico ruloso dejándolos entrar a la habitación, tu novio se dirige hacia la cafetera y tú te entretienes hablando un poco con Juani hasta que ves las pantallas.
-Ay, ¿estás haciendo stream?- dices emocionada y acercándote a las pantallas.
-¿Stream, que es eso?, ¿cómo un “live”?- pregunta tu novio, sin desviar la mirada de la cafetera.
-Algo así amor, ¿puedo saludar?- le preguntas.
-Pero claro, saludá, sino te queman en Twitter.
Te ríes y te sientas a lado de Juani, saludando al chat e intentando leer todos los comentarios.
-Amor ven, te quieren ver.- le dices a Enzo jalando su camisa para que vea las pantallas.
-Voy amor, ¿segura que no querés un café?- pregunta tu novio dándole un sorbo a su taza.
-Nop, quiero un lechero del restaurante.- le contestas sonriendo y Juani comienza a reírse.
-¿Un lechero, que es eso?
-Un café con leche, pues, un lechero- dice riéndote también, pues pensándolo bien, si sonaba algo raro.
En lo que seguía la conversación, Enzo se acercó y en el chat todos se emocionaron.
-Ay, solo querían golosearse a mi novio, ¿eh?- dices trayendo miradas de los dos chicos en la habitación- bueno, o sea, echarse un taco de ojo.
-¿Qué estás diciendo?- preguntó Juani muriendo de risa.
-Una frase de abuelita, que solo querían ver al guapo de mi novio, ay no.- dices cansada de que no te entendieran.
Enzo procede a buscar donde sentarse, te recorres y se sientan en la misma silla, donde después tú te sientas en sus piernas, mientras leen lo que dicen en el chat.
-Ah mira, aquí dicen que si entendieron lo del “taco de ojo”- dices emocionada- las amo fans mexicanas.
-Acá nos preguntan, ¿qué opinan del sol de México?- dice Juani, viendo a tu novio.
-¿LuisMi?- preguntas inocentemente.
-No, el Astro, amor, no creo que hablen de él.- dice tu novio mientras te abraza.
-Yo creo que si se refieren a Luis Miguel, ¿quién más sino?
-Al Astro- vuelve a decir tu novio, a lo que tú volteas los ojos.- yo digo, que es el mismo en todo el mundo, ¿no?
Al cabo de unos minutos más y de que Enzo casi es quemado en redes sociales, se fueron del cuarto de Juani para arreglarse para el evento de esa noche.
-Hola chicos- dijiste saludando a tus seguidores mientras grababas un storie- estamos en CDMX, obviamente, y mi novio está tomando fotos a todo lo que encuentra- volteaste la cámara enfocando a Enzo con su cámara disfrutando y capturando detalles e historias que quizás muchos pasarían de largo pero él no, amaba tomar fotografías a todo.
-Dale amor, que me desconcentrás- dijo riendo viendo como lo grababas.
-Mira, tómale foto a esos “Godinez” amor, son parte de la cultura mexicana.- dijiste riendo porque sabías la expresión de la cara de tu novio.
-¿cómo, eso no es un apellido?- dijo confundido ladeando la cabeza, lo cual te hizo reír aún más y cortar el video.
-También amor- le respondiste riendo pero seguía con la cabeza ladeada- Godinez es como les decimos a los que trabajan en una oficina, ¿sabes?, que siempre están en traje y con tuppers.
-Creo que ya entiendo amor, creo- dijo por fin, después de procesar la respuesta que le habías dado.
Le tomaste la mano- Mejor vamos a Chapultepec, te voy a comprar un changuito para tu cabeza.
-¿Un que?
-Y para mí, serían dos campechanos, por favor.- dijiste sonriéndole al mesero.
-¿Para el joven?- dijo el muchacho viendo a tu novio, quien todavía leía el menu muy concentrado, tuviste que aguantar la risa porque sino Enzo tendría pena y ya no podrían ordenar.
-Yo quiero, dos al pastor, por favor y gracias- dijo como si lo hubiera practicado frente al espejo, y conociéndolo, no cabía duda de que pudo haberlo practicado.
-¿Con piña o sin piña?- en ese momento tu novio abrió los ojos sorprendido y volteó a mirarte.
-¿Comó?, ¿los tacos acá llevan “ananá”,?- parecía un niño pequeño, no se lo creía y parecía querer contarle a todos.
Tu solo asentiste y el mesero se rio un poco.
-¿Extranjero?- tú asentiste también riendo, la reacción de tu novio había sido digna de un video.- Joven, yo le recomiendo que le ponga piña.
-Pero,¿Que sabor le da?- le pregunto.
-Tu contestaste- ácido o agridulce también, mira, no nos compliquemos, uno con y uno sin, por favor.- terminaste con el dilema tan difícil de tu novio, entregaste el menú y el mesero llevó la orden.
-Es que no puedo creer que le pongan eso a los tacos, si en la pizza es raro, imagínate en los tacos, ¡increíble!- dijo aún maravillado- ¿Pero de quién fue la idea?
-No se amor- alzaste los hombros, toda tu vida conociste los tacos con piña.
-¿Pero, como que no vas a sabér?, llevas toda tu vida acá.- dijo más sorprendido que antes.
-Ay amor, si, pero cuando yo nací ya existían los tacos con piña- lo hiciste reír un poco- pero que te parece si después de comer, le hablo al creador de los tacos al pastor con piña, ¿está bien?
El asintió y minutos después probó los tacos con piña.
-¿Viste, cruzaron cuando el semáforo estaba en amarillo?- te pregunto tu novio mientras cruzaban las calles del centro histórico de México, el llevaba su cámara colgada del cuello y tu manos entrelazada con la tuya.- Esto si es de latinos.
Tu reíste y tomaste más fuerte su mano- Si amor, la verdad que si, no tenemos buena educación vial, pero, ¿qué hacemos?- le dijiste sonriendo.
-Mira, vamos a ir primero al palacio de Bellas Artes, te va a encantar- le comentaste, mientras seguían caminando por las calles y tú ya imaginabas la cara que pondría Enzo al ver ese palacio, tantos años viviendo ahí, y aún amabas ver ese lugar siempre que podías.- Vas a poder sacar muchísimas fotos.
El sonrío emocionado por el plan que habías hecho, pero, como buena mexicana, al platicar, no habías notado que no estaba el siga para cruzar, y sino era por tu novio, te podrían haber llevado con el coche.
-Cuidado amor- te dijo ya que estabas a salvo en la acera. Tú sonreíste nerviosamente, vaya que te habías llevado un susto, y solo alcanzaste a escuchar un claxon y algo referente a tu mamá.
-¡igualmente!- le gritaste al chofer del auto, y Enzo solo te miró extrañado, buscando una explicación.
-¿Porque le gritaste?, el no hizo nada.
-¡Claro que si, me la acaba de mentar Enzo!- dijiste molesta, no sabías si era por el insulto o que tu novio no defendiera pero estabas de mal humor ahora.
-¿Te la, que?- repitió Enzo intentando reprimir una sonrisa o risa, o como en este caso, ambas.
-O sea que me la refresco- volvió a verte extrañado- Me insultó, y a mi mamá, de paso.- le dijiste ya algo harta.
-Ah, claro- dijo Enzo riendo- Acá insultan mucho a la mamá, ¿no?- entre risas de él y su abrazo, se te pasó el mal humor, olvidaste la mentada y pudiste disfrutar a su lado.
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mithrilpen · 9 months
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Mi erección ya estaba gritando - Relato erótico gay
Un día llegas al gimnasio como otro día cualquiera y en las duchas acabas más mojado que nunca. Y no sólo de agua.
Nota: un día fui al gimnasio a entrenar y vi el mejor culo que he visto en mi vida. Este relato se lo dedico a ese chico que me dejó babeando todo el día. Cualquier parecido con la realidad (por favor que alguien me avise. Es para un amigo...), es mera coincidencia.
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Después de aparcar, saqué las llaves de la ranura del coche y me quité el cinturón de seguridad. Cuando salí por la puerta noté el ambiente fresco de la mañana aun cuando el sol se sentía cálido. Como siempre que voy al gimnasio, me puse los AirPods y después de sacar la mochila del asiento trasero, fui caminando hasta la entrada del gimnasio. 
Durante el camino, como cada vez que vengo, lo primero que pensé fue que ojalá no hubiera tanta gente entrenando. Me da una pereza terrible tener que esperar para poder usar las máquinas. Recuerdo que cuando estaba apuntado en otro gimnasio se formaban colas largas para usar máquinas. Parece que esto es algo usual en los gimnasios de Madrid y no debería sorprenderme, pero joder, es horrible. Menos mal que el último al que me apunté abrió hace poco y por ahora no se está mal: parece que hoy no habrá tantas personas. 
Después de guardar la mochila y terminar de prepararme, comencé a calentar en la cinta de correr. Fue entonces cuando miré hacia delante y ví el mejor culo que he visto en mi vida. Su dueño era un chico alto, pelo moreno, tenía un cuerpo muy bien esculpido y trabajado, más o menos de mi altura, y aparentaba unos 30 o 35 años. Llevaba puestas unas mallas con las que se le marcaba todo. Parecía que también acababa de llegar y se disponía a usar la bicicleta estática. Mientras se me caía la baba, le ví mover sus piernas bien esbeltas caminando de un lado a otro: iba, hablaba con la chica de administración y volvía. Al cabo de un rato, se subió a la bicicleta y comenzó a pedalear. 
Joder. 
No podía apartar mi mirada de su trasero redondo y respingón cada vez que caminaba. Miré hacia los lados disimulando para que nadie se diera cuenta de que me estaba muriendo por dentro, pero de vez en cuando era inevitable mirarle de nuevo.
Acabé mi calentamiento en la cinta, maldije para mis adentros al tener que alejarme de mi crush instantáneo y comencé mi tabla de ejercicios de hoy: pectorales, hombros y tríceps.
La mañana fue transcurriendo sin ninguna novedad hasta que me tocó la parte que más pereza me daba, los hombros. Miré la tabla de ejercicios y decidí comenzar por el ejercicio press militar con barra, que consiste en levantar una barra pesada por encima de la cabeza. 
Cuando fui a buscar la que me interesaba, me di cuenta de que alguien se la había llevado, así que decidí buscar quién la tenía y preguntarle si le quedaba mucho. Y es entonces cuando le vi a él usándola. Por supuesto, no pude evitar mirarle ese melocotón celestial otra vez. 
Por favor, que alguien me quite los ojos y me salve de esta tortura.
No dudé en acercarme:
– Perdona, ¿cuánto te queda con la barra? – Si no supiera disimular, mis babas estarían encharcando el suelo hace rato.
Cuando se giró y me miró, de repente me vino la sensación extraña, súper ligera, de que conectamos. Noté que su mirada recorría mis labios y, por un momento muy rápido, le vi morderse el labio inferior. Algo se había estremecido en mis adentros. 
– Me queda un rato, porque la necesito para otro ejercicio – me respondió, agitado por el ejercicio.
Por cierto, tenía los ojos de color marrón claro y facciones marcadas. Era posible que mi juicio estuviera nublado por la primera impresión que tuve de él y su impresionante trasero, pero joder, qué guapo me parecía.
– ¿Podríamos turnarnos? – Le pregunté.
De repente, lo que noté antes se esfumó porque junto al sudor que le caía por la cara, le vi expresión de fastidio.
– Venga, vale – me dijo, agitado.
Y así de fácil el culo perfecto que tenía en un altar, se cayó a lo más profundo del infierno. 
Menudo idiota, pensé.
Le di las gracias algo molesto, cogí la barra y comencé mi ejercicio. Me di cuenta de que me estaba mirando cuando le miré de reojo e inmediatamente me dijo:
– No lo estás haciendo bien, porque la barra tiene que quedar por encima de tu cabeza – dijo suspirando impaciente.
– Pues venga, hazlo tú y veo cuál es la técnica – no pude evitar decirlo con cierto mal humor.
Quizás fui muy directo, porque de repente se puso en pie, dispuesto a ayudarme.
– Mira – fue entonces cuando cogió la barra e hizo el ejercicio tal y como me había corregido, para demostrarme cómo se hacía –. Ahora tú. A ver, que te vea.
Dejó la barra en el suelo, la cogí y me dispuse a hacer el ejercicio otra vez, cansado de la repetición anterior. Debió notar mi cansancio, porque se puso detrás de mí (demasiado cerca, diría) y empezó a ayudarme a levantar los brazos en la dirección indicada. 
– Así, ¿ves? – Me susurró.
A pesar del esfuerzo y cansancio, no pude evitar sentir un chispazo por todo mi cuerpo. Era una locura: por un lado, me había fastidiado su reacción y por otro, todo me ponía a cien. No estaba entendiendo nada, pero menos mal que llevaba puesta una camiseta larga y ancha, porque mi erección ya estaba gritando.
Después de eso, seguí haciendo el ejercicio con sus correcciones y, muy a mi pesar, noté la diferencia. Pero mi orgullo iba por delante, no lo podía admitir. 
Durante su turno, no parábamos de intercambiarnos miradas. Si no hubiera tenido esa reacción de fastidio al principio, juraría que me estaba haciendo una radiografía a todo el cuerpo. Así como yo no podía apartar mis ojos de ese trasero de los dioses.
Acabé de usar la barra, se la dejé, me despedí fríamente y me fui para continuar con mi entrenamiento. 
Al contrario de lo que se pueda pensar, el malhumor que me había provocado me motivó con los siguientes ejercicios y, cuando ya había acabado toda la tabla y el estiramiento, me dirigí a las duchas. 
Cuando llegué a la puerta del baño tenía todo el cuerpo cubierto de sudor y me encontraba agitado. Al entrar, vi que sólo estaba él, sentado y sin camiseta, justo antes de las duchas. Le vi mirarme y sacó una media sonrisa. Esto me enervó porque ya no sabía qué estaba pasando, me estaba sintiendo muy confundido. Me puse en el banco opuesto al suyo y de espaldas porque si le seguía mirando, el grito de mi erección se haría visible y lo último que quería en ese momento era pasar vergüenza. Y menos por él. 
Preparé mi ropa limpia en el banco, saqué mi toalla, el champú y el jabón y comencé a desvestirme. No pude evitar sentir su mirada clavada en mi dirección. Me bajé los calzoncillos, me puse la toalla alrededor y cogí lo que necesitaba para irme a la ducha lo antes posible. 
Debido a que soy de erección fácil, uno de mis requisitos para apuntarme a un gimnasio es que las duchas sean individuales y cerradas y este las tenía. Es por eso que me sentí aliviado de haber tomado esa decisión. 
Cuando abrí el agua escuché que alguien estaba hablando del otro lado de la puerta:
– Oye, perdona, me he dejado mi jabón ahí dentro.
No cabía duda, era él. Al escucharle se me aceleró todavía más el corazón. Con los nervios, no me había fijado que se habían dejado un bote de jabón en una de las repisas de la ducha. Lo cogí y cuando estaba abriendo la puerta, de repente la empujó rápido para meterse conmigo dentro.
– ¿Qué coño haces? –le grité en susurros, aunque en el vestuario no había nadie más. 
En el fondo me está encantando.
Había entrado tal y como le vi fuera de la ducha, todavía no se había quitado las mallas cortas de hacer ejercicio.
– ¿Te crees que no me he dado cuenta de que te la he puesto dura?
Bajé la mirada para ver su paquete y yo también debí provocarle el mismo efecto: la tenía tan dura y apretada en sus mallas que era imposible no verla. Me resultó muy difícil no reírme, de lo nervioso que me encontraba.
– ¡Pero qué dices!
– Deja de disimular, guapo. No me has quitado el ojo desde que estabas calentando.
Estaba ocurriendo todo tan rápido y había tanta tensión, que el único impulso que me salió fue el de besarle. Ya habría tiempo para arrepentirnos.
Mi beso fue bien recibido, porque no opuso resistencia. Es más, me empujó hacia la pared mientras nos besábamos. Nuestras lenguas estaban enfrascadas en una lucha de la que ninguno de los dos iba a ganar. Estaba alucinando. De repente, noto su mano acariciando mi erección y no pude evitar gemir.
– Espera, que aquí nos van a pillar – le dije entre susurros y jadeos.
– Puf, estamos muy cachondos…
Se pegó todavía más a mí y noté cómo nuestras pollas se rozaban cada vez más. Sin dudarlo, llevé mis manos a su culo. Si ya era un manjar a la vista, tocárselo fue indescriptible. 
Joder, estoy tan caliente que me da igual lo que ocurra fuera. 
De repente, escuchamos que alguien entraba al vestuario y nos quedamos inmóviles. Se llevó el dedo índice a sus labios, haciendo el gesto de silencio y nos quedamos atentos a los sonidos de fuera. Le vi abrir un poco la puerta para mirar y escuché la puerta de fuera volviéndose a abrir.
– Se han ido. Vente conmigo – me dijo, susurrando.
Salimos de la ducha, cogió unas llaves que tenía en su mochila y me agarró de la mano. Cruzamos todo el vestuario y me dirigió a una puerta que ponía “Privado” en rojo. Abrió la puerta con las llaves y, cuando entramos, vi que dentro había más duchas. Supuse que son las que utilizan las personas que trabajan aquí.
– ¿Qué es esto? ¿Cómo puedes entrar aquí? – Le pregunté mientras volvía a cerrar la puerta.
– No importa – y me plantó otro beso. 
Otra vez me llevó hacia una de las duchas y cuando llegamos, decidí encender el agua para quitarnos el sudor.
Mientras nos besábamos, sus manos recorrieron mi cuerpo, así como yo hice con el suyo. Estaba tan cachondo que incluso acariciar sus músculos era placentero de por sí. Llegué con mis manos a su culo y aproveché que tenía los dedos húmedos para jugar con su agujero y empezar a dilatarle. Pero me apartó la mano con suavidad y cerró el agua de la ducha.
Decidí ir un paso más allá: empecé a recorrer su cuello con mis labios con suavidad y fui bajando poco a poco por su pecho. A pesar de que estábamos dejándonos llevar por la lujuria, me tomé mi tiempo en besar cada rincón de su cuerpo. Cuando comencé a lamer sus pezones, le escuché gemir. De vez en cuando le daba pequeños mordisquitos porque me encantaba oírle disfrutar. Después fui bajando tranquilamente por sus abdominales y su pelvis, como si quisiera imprimir en 3D todo su cuerpo, hasta que llegué a mi objetivo.
Le bajé las mallas hasta quitárselas y tenía su mástil enfrente de mi cara. Se la cogí de la base, apretando, separé mis labios y con su mano fue guiando mi cabeza hasta metérmela entera en la boca.
– Joder – suspiró, mientras me empujaba lentamente hasta llegar al fondo de mi garganta.
Empecé a subir y bajar con mis labios una y otra vez por su erección. Noté que le temblaban un poco las piernas, así que se apoyó en la pared. Fue entonces cuando sus caderas comenzaron a moverse al ritmo de mis movimientos. A lo largo de mis 30 años he comido muchas pollas, pero no recordaba ninguna que me hubiera gustado tanto como la suya.
– Eres bueno chupando pollas… Si sigues así, no aguantaré mucho…
Solté su miembro haciendo un chasquido con mis labios y subí a besarle de nuevo. 
– Necesito follarte – le dije con labios hambrientos.
– Vas a tener que ganártelo…
– ¿No te parece suficiente ya?
Se quedó mirándome por un momento, sin poder disimular, mordiendo su labio inferior como había hecho antes, cuando cruzamos nuestras primeras palabras.
– Venga, dilátame – era todo lo que necesitaba oír.
Se giró y aproveché para frotar mi polla entre sus nalgas mientras fui besando cada músculo de su cuello y espalda, como si quisiera conocerle a través de mis labios. Después, fui bajando poco a poco y cuando llegué, mis ojos no podían creer la semejante maravilla que tenían delante. Debí quedarme mirando su culo con cara de tonto bastante rato porque me dijo:
– ¿Te gusta lo que ves?
– Tío, me pones muchísimo… 
Recorrí sus nalgas con mis labios, dándole besos cortos por donde pillaba, deseando que ese momento no acabara nunca. No soporté más esa tortura, así que se las abrí y empecé a lamerle con suavidad. Escuchar sus gemidos era placer para mis oídos, así que decidí aumentar el ritmo.
Después de un rato, me levanté y volví a subir hasta su cuello. 
– Voy a empezar con un dedo, ¿vale? – Le susurré.
– Haz lo que sea, pero date prisa porque no sé si podré soportarlo mucho más…
Mientras introducía el primer dedo, fui recorriendo su cuello a besos. Empecé a jugar con mi dedo para que su esfínter se fuera dilatando poco a poco y cuando fui notando que estaba menos apretado, le metí dos. Parecía que le estaba encantando la forma en la que jugaba con su próstata, porque me dijo: 
– Ya estoy listo, pero espera.
Salió de la ducha y se dirigió hacia una repisa donde había muchas cosas. Cogió una caja, sacó un condón y luego un lubricante. Yo estaba sorprendido.
– Veo que lo tienes todo preparado… 
Me sonrió mientras abría el envoltorio y volvía de nuevo a la ducha. Me dio un beso y me puso el condón con suavidad. Cogí el lubricante, me eché un chorro en la mano y, tras lubricarle a él, me eché más para lubricar el látex de mi polla hasta que quedara bien resbaladiza.
– Venga, deprisa… – En ese momento ya no me importaba nada más, sólo necesitaba meter mi polla palpitante en ese culo que tanto deseaba.
Se giró de cara a la pared, arqueando su espalda, le cogí de la cintura y empecé a empujar muy lentamente la punta para que su culo se acomodara poco a poco a mi polla. Cuando noté que se relajaba, comencé a meterla un poco más, hasta que pude llegar al final.
– Oh, Dios… – jadeó, cuando comencé a embestirle más y más. 
Al principio fueron movimientos suaves, pero cuando le vi moverse hacia atrás buscando más, empecé a penetrarle con más fuerza y profundidad. El sonido de nuestras respiraciones era tan fuerte que se podían oír por toda la habitación. Menos mal que en el vestuario de fuera también se escuchaba la música del gimnasio porque si no, nos hubieran pillado.
Miré hacia abajo donde se unían nuestros cuerpos y vi cómo mi polla se metía en tremenda maravilla.
– Puf, no te imaginas lo que me excita ver mi polla hundiéndose en tu culo… – Le dije, y aceleré mis embestidas.
Al decirle eso su cuerpo se tensó y mientras lo follaba, comenzó a masturbarse. Parecía que estaba tan caliente que no pudo durar mucho más, y vi que su polla empezó a eyacular semen por toda la pared.
– ¡Joder! No puedo aguantar más… – dije entre jadeos.
En cuestión de segundos no tardé en eyacular y llenar el condón dentro de él mientras jadeaba con fuerza. 
Apoyé mi cabeza en su marcada espalda mientras le tenía agarrado de su cintura. Necesitábamos recuperar nuestro aliento. Mi cabeza no paraba de dar vueltas después de tanto placer.
Una vez mi polla estaba fuera de él, me saqué el condón y volvimos a abrir el agua de la ducha para limpiarnos.
– ¿Trabajas aquí? – le pregunté. De repente recordé que estábamos en una habitación de uso privado del gimnasio.
– Soy el gerente que lo dirige – responde, guiñándome un ojo.
No me esperaba esa respuesta así que no supe qué responderle. Debió darse cuenta porque siguió hablando:
– Por cierto, ¿cómo te llamas?
– Martin, ¿y tú?
– David – sonríe.
– Pues David, he tenido el mejor sexo desde hace mucho tiempo… – y le planté un beso mientras envolvía su culo entre mis manos. 
Si hubiese sido por mí, no lo hubiera soltado nunca jamás.
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latinotiktok · 1 year
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Wolfwood
-Nicholas D Wolfwood because he looks like my dad (mexican), he's catholic, his life's purpose is to protect children (against the church), and he's got eldest daughter syndrome. He doesn't want to be doing any of this he's someone's older brother who's working 3 jobs to pay his family's mortgage. Eldest of thirty. In canon forced to take care of his younger foster siblings.
-Wolfood y leorio porque son dos morenazos tetones
-Nicholas D. Wolfwood aka el Nicolás Villalobos. Lo tiene todo. Catholic guilt. Homosexualidad reprimida. Problemas emocionales. Energía de hermano y primo mayor. Tits out guns out. Escucha Chayanne mientras va en moto me lo dijo él mismo
-WOLFWOOD FROM TRIGUN. WHY - THE MEXICAN CATHOLIC SWAG OF IT ALL.
-Nicholas D Wolfwood (Trigun)El chabón tiene todo para ser latino. Morenito, con traumas católicos, canchero, esa nariz que denota que no es un blanco cualquiera ❤️
-el don nicolas de trigun 199algo. solo miralo.
-nicholas d. wolfwood ya todos sabemos por que, este blog completo tiene posts de por que. el tipo es ecuatoriano/colombiano vamos ptm. (imagen del perrito wolfwood que dice te quiero mucho latinoamerica)
-nime (2023) Anime (1998) Manga KANJI ニコラス・D・ウルフウッド ROMAJI Nikorasu Dī Wurufuwuddo ALTERNATE NAMES Reveal DEBUT Episode 4: Hungry! APPEARS IN Trigun Stampede RACE Human, genetically modified VOICE ACTOR JP: Yoshimasa Hosoya EN: David Matranga STATUS Reveal FAMILY Reveal MORE We're nothing like God. Not only are our powers limited, but we are sometimes driven to become the devil himself. NICHOLAS D. WOLFWOOD Nicolás D. Wolfwood de Trigun. ¿Es un pedazo de carne Y es Católico? TIENE que ser Latino no hay de otra!
-nicholas d wolfwood de trigun maximum por que lleva con el una cruz gigante y tiene tetas grandes 🥰
-Nicholas Wolfwood nomás porque es un moreno que está bien pinche guapo!!! Aparte las tetas que se carga son un patrimonio de Latinoamérica
-Nicholas D. Wolfwood, because he's the perfect man & I love him. I'm sure there's more lmao I can't think of anything good rn it's so late. I just see other people adding him & I want to up our chances of getting him in the poll
L Lawliet
-L death note. ele já foi reclamado pela comunidade otaku latam faz eras e qualquer evento tinha pelo menos quatro cosplays dele de chinelo. e L porque ele fez o L, é óbvio
-L Lawlight de deathnote porque es canónicamente mesclado y le encanta azúcar
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nevenkebla · 6 months
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Algo que hacer
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Fantastic Four #601 Jonathan Hickman (Guionista), Steve Epting (Dibujante)
— Spider-Man: ¿Johnny? — Johnny Storm: Sí… en serio, ¿qué llevas puesto? — Spider-Man: Reed y los chicos han hecho uniformes nuevos. — Johnny Storm: Pues son un horror. — Spider-Man: Estás muerto. Te moriste. — Johnny Storm: Más de una vez, y sigo siendo más guapo que tú. — Spider-Man: Dios mío… — Johnny Storm: Soy yo de verdad, Pete. — Spider-Man: ¡ESTÁS VIVO! — Johnny Storm: Vale, vale, bájame. Bonitos fuegos artificiales. — Spider-Man: Sí, el fin del mundo, invasión Kree. Sabes de qué va. — Johnny Storm: Sí, sí que lo sé. Sujétame a Annihilus. Hay algo que tengo que hacer.
— Iron Man: ¿Es ese…? — Susan Storm: Dios mío… — Ben Grimm: ¿Qué…? Oh. Menuda cosa…
— Centinela Kree: Iniciad eliminación, completadla y pasad al blanco suplementario. ¡Alerta! Revisión de amenaza matriz. Blanco primario aumenta resistencia. Calculando tiempo de tarea. Calculando. Comunicad plan temporal corregido. — Ben Grimm: “Comunicad plan temporal, corregido”. ¿Es así como un robot pregunta qué hora es? Dejadme que os ayude con eso. ¡ES LA HORA DE LAS TORTAS! ¿Estás bien? — Alicia Masters: Sí. — Ben Grimm: Vale. Tengo que trabajar, Alicia. — Alicia Masters: He oído a todos. Lo del cielo… ¿De verdad era…? — Ben Grimm: Me dispongo a averiguarlo.
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lovelyvogrincic · 3 months
Note
Holaaaa!!! Por favor, te lo pido FERNANDO CONTIGIANI 😩😩😩 that’s it, that’s the request
“¿Por qué lloras?, ¿qué hice mal?”
Fernando Contigiani x fem! Reader
Warnings: mentions of death, and crying, I think? But just pure fluff 🤧
Note: Holaaa! Espero te guste esto que hice con tu request, la verdad no sabía mucho que hacer, pero creo la idea quedó bien. Besitos 🫶🏻✨
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-Ay, que guapo te ves- you told your boyfriend as he entered the makeup trailer and sat on the chair and you on the couch- Hay algo de la ropa de esa década en ti, que, me encanta.
You smiled as soon as you noticed your boyfriend blush on the mirror, he loved the compliments you gave him, but sometimes, he just didn’t knew how to respond to them, but it was something you loved about that, him blushing at your words and vice-verse.
-Gracias, cielo, pero en cuanto te maquillen las ojeras y los golpes, no creo seguir viéndome guapo- he answered to you smiling.
-Eh, que yo te he visto ojeroso muchas veces, y siempre me has parecido igual de guapo.- you told him as you got up from the couch and gave him a kiss on his cheek while he caressed one of your hands.
He just smiled feeling the time stoping while you were with him, near him, feeling your kisses and hugs, the whole long distance was a bit harsh on both of you, so when you could, like this time, you went to visit him.
It didn’t matter, you couldn’t have dates or be with him 24/7, what mattered to you and Fernando, was just this type of moments, being together, and alone, even if it was for just some seconds.
-¡Buenos días chicos!- the makeup artist said while entering the trailer- está bueno el frío, ¿eh?- her hands rubbed together trying to make them warm.
-Me imagino, no quiero estar enterrado en la nieve por horas, ojalá sea una escena sencilla.- Fernando answered while remembering the scenes from other days where he was freezing and the director took his sweet time placing the snow.
-Ese Bayona, es un genio pero vaya que es muy perfeccionista- the makeup artist agreed with your boyfriend- ¿Listo para empezar, Fer?
He nodded and the first steps of the routine began.
-Voy por café, mi vida.- you told your boyfriend while heading to the door, when a bunch of boys stopped you.
-¡Ah pero si es (yn)!- Fran said while hugging you- ¡Que bueno tenerte de visita!
Then another guy entered the room- ¡Hola a vos! ¿Cuando llegaste?- Mati asked and hugged you as well.
-Hace tres días más o menos, pero no nos habíamos visto- you said smiling, you liked the boys, they were so much to hang around with.
-¿por qué nadie entrá?- Felipe asked as seeing everyone on the door until he saw it was you- ¡(yn)! Estás acá- he pushed the other guys and gave you a hug.
And that’s how it went for another, 5 more guys, who were there to get makeup or just to mess with Fernando.
fercontigiani
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Ojalá poder quedarnos así para siempre ❤️‍🩹
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blaspolidori: Ay que lindos, adóptenme 😭
yn_yln:te amo demasiado, mi cielo ❤️
You were sitting on a chair next to Bayona, the film director, seeing what the cameras and microphones were catching on a small screen, it was a scene between Fernando’s character and Enzo’s, you were already with tears in your eyes with the whole speech you boyfriend delivered, and also so moved by seeing him doing the thing he loved the most.
-Lo está haciendo excelente- Bayona told you in a whisper and you just nodded with more tears in your eyes as the dialogues moved forward. -¡Y corte!
He shouted and everyone came back to reality, you waved to your boyfriend and he to you before hearing some comments from the director and nodding such as Enzo did, both were good actors, but of course, something about Fernando’s was heart touching and just remembering everything was real and someone, years ago, was were you boyfriend, just was more moving and brought tears to your eyes.
Your boyfriend noticed that you were gonna start to cry, he knew you so well, and even though he wanted to run to you and give you a big comforting hug, he couldn’t, the light was on point and they couldn’t lose it, so he chose to concentrate to do the scene quickly and could ran to give you the hug you needed.
You noticed his look on you and quickly dried your tears and just gave him a thumbs up which make him feel a little more relieved that you weren’t feeling bad, so he just gave you a smile in return.
-Dale, Contigiani concéntrate, ya podrás estar con ella después- the director scold him making him laugh and also Enzo.
You just smiled shyly, feeling again in school and you just focused on other stuff while he was chatting with his boss and co workers.
The scene took like five tries, in which you teared up a little more and more, but until it was the scene to film the scene of Arturo dying, that was when you couldn’t held the tears and just cried and sobbed so much, it was a sad moment and, just thinking about them living it in real life, broke your heart a little more, making you cry much more.
Bayona yelled cut and everything was right, so they wrapped that scene, and as soon as they did, Fernando ran to you, and immediately hugged you.
-¿Que pasó?, ¿por qué lloras?- he said scared and worried, it wasn’t normal that you cried so much, and you never did it at Fernando’s work, it was a new thing for him.
-Ay, es que vos…- was the only thing you could’ve said between boogers and sobbing.
-¿Pero, que hice yo? Si yo he estado trabajando, ¿es eso?, ¿te dejé de lado?, perdón- your boyfriend said quickly wiping your tears away.
-No, no, es que me haces llorar con tu actuación, sentí que estaba viendo al verdadero Arturo, y todo me hizo llorar, de lo genial que lo hiciste, amor- you finally could said wiping your nose laughing a little.
-¿En verdad, hice un buen trabajo?- he asked excited.
-No estaría llorando sino lo hubieras hecho bien.- you answered, still hugging him.- Ay, que hermoso trabajo estás haciendo.
And he just kissed you, nothing could break that moment nor you apart.
yn_yln
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Viendo a mi guapo hacer lo que más le gusta ❤️‍🩹 gracias por la invitación!
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fercontigiani: gracias a vos por venir, me haces muy feliz.
filmbayona: no spoilers por favor!
vogrincicenzo: sos una genial persona, nos gusta tenerte aquí :)
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