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#como hacer velas para vender
soluniversal · 10 months
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Cómo hacer velas artesanales
En cada página de nuestro curso digital descubrirás cómo la chispa de la pasión puede encender un negocio de velas artesanales con éxito. Te llevaremos de la mano por un camino lleno de aprendizaje y crecimiento, mostrándote que la creatividad puede ser el faro que guíe tu camino hacia el éxito de un emprendedor. ⭐Lograrás: ✅Aprender las técnicas básicas para la elaboración de velas artesanales…
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flan-tasma · 11 months
Note
HOLA, amo como escribes las escenas nsfw, así que podría pedir un escenario con Wriothesley en donde somos una prosti pero el nos enseña un sexo lleno de amor y cosas fluffly pq se enamoro en vez del sexo sucio y feo¿
JSBDKD NO SE SI SE ENTIENDA, PERO GRACIAS DE ANTEMANO 🫶🫶
💖~ aydios amix, ME ENCANTÓ ESTA IDEA DKGDKHD literal podrían ser el típico "Yo te saco de trabajar, mi reina, ntp" KDHKDH gracias por tus palabras~ me hace feliz que te gusten mis escritos! ✨
Me pasé de verg* y esto terminó siendo muy largo, no sé si le debería hacer parte dos pero realmente quiero hacer algo más bonito con esta idea~ Escuché "All you wanna do" del musical Six mientras escribía esto, me gustó en lo personal
Warning: smut, angst, prostitution, Fem!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
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Spanish:
La vida es difícil, está llena de baches y no fluye como el agua de una fuente. Esas eran las palabras que tus padres te repetían todos los días como si fuera un mantra divino. La vida se trataba de trabajar para no morir, hacer lo que fuera necesario para comer un trozo de pan, para asegurar que la niña que criaban no moriría de hambre ni de frío. Trabajaban día y noche, remendaban la ropa y las mantas, los zapatos y los muebles viejos, todo debía cumplir una labor incluso si ya no servía, el reloj era un muerto viviente que tu padre siempre trataba de reparar con algunas herramientas oxidadas y la luz de una vela que casi no tenía cera, pero siempre sonaba a sus horas.
La vida era difícil, se trataba de trabajar para conseguir gas y poder hervir agua para hacer sopa, se trataba de bañarse en agua helada en la mañana y trabajar todo el día para caer rendido en un triste colchón en el piso. Eso aprendiste de tus padres desde joven y entendiste, aquella noche fría en que un mazo oxidado abrió el cráneo de tu padre por la frustración, que sus palabras eran muy sabias. Entendiste, el día en que tu madre falleció por enfermedad y sin disponibilidad de medicamentos, que la vida era tan fría como el agua con el que te lavaste la cara en la mañana, tan dura como el piso en el que dormiste por varias noches, entendiste que tenías que salir de ahí de alguna manera.
Aprendiste muchas cosas en tu vida, que si lavas tu cara antes de salir a vender periódicos tendrías unas monedas de más, que si preferías usar una blusa sin mangas tendrías más atención y eso te podría ayudar a comer más que una hogaza de pan duro. Entendiste que siendo atractiva te podrías salvar cuando un hombre te llevó para trabajar en algo más "adecuado".
Pura mierda. Un edificio con luces extravagantes y cortinas traslúcidas, una prisión lujosa donde has sido reclusa desde la adolescencia. No podías quejarte, se supone, tenías una cama suave y comida, un techo que no permitiría que la lluvia ni el sol te enferme, tenías una habitación y un baño decente por primera vez en tu vida y la ropa que vestías, si bien era incómoda, entallada y lujosa, era ropa y se agradecía. Para alguien que no tenía nada de eso, era una bendición que pagaste con un trabajo sucio.
Bailaste, cantaste, aprendiste a conversar y a sonreír aún si estabas incómoda, aprendiste a no quitar las manos que te hacían temblar de miedo, aprendiste a no chillar de dolor ni de miedo cuando te usaban como si fueras un vulgar agujero o una muñeca bonita para mancillar.
Lloraste al final de cada encuentro, no disfrutaste ninguno, siendo todo jalones y mordidas de demonios que arrancaban tu piel, los ojos de los monstruos que dormían bajo tu cama queriendo llevarte al infierno te veían como un trozo de carne lujosa, preparados para rostizarte con especias asquerosas y comerte, y tirar tus huesos contra el plato para que alguien más limpiara el comedor donde pecaron.
Un nuevo día, una ducha con agua helada y tu cabello enmarañado en el espejo, tu cuerpo dañado ya no era lo que solía ser cuando te preparabas para vender periódicos en las oscuras calles, sino una figura más madura y cuidada, el ejercicio y la alimentación que regulaban para mantenerte como un sujeto atractivo combinaba con los moretones espantosos en tus piernas y en tu cuello. Los odiabas, y te apresurabas a cubrir tu cuerpo con una toalla para seguir llorando una mañana más.
La vida era triste, fría y solitaria. Te trataría como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Hasta que te salvaron.
Wriothesley, que sonríe cada vez que lo llamas. Wriothesley, cuyos ojos se suavizan cuando te ve. Wriothesley, que no temió en usar su fortuna para mantenerte. Wriothesley, que te salvó de esa prisión pintada de lujoso pecado, depresión y miseria.
El hombre que llegó al lugar donde trabajabas y se quedó hechizado con tu figura, que casi detuvo una misión para verte un poco más, sentir tu mirada en él mientras bailabas con un traje tan soez. Viendo a través de tus ojos seductores y tu sonrisa caprichosa lo poco que quedaba de una mujer feliz, que buscaba aferrarse a la sugestión como último aspecto verdadero de una personalidad destrozada por las luces rojas y música persuasiva.
Esa noche lo supo, debía sacarte de ese lugar cuánto antes.
El perfume femenino se sentía como humo en tus pulmones, pero era el adecuado para ti, el labial rojo en tus labios y las sombras cuidadosamente difuminadas en tus párpados para que luzcan más bellos eran como se esperaban de alguien como tu, que vestía con poca ropa y joyas asquerosas contra tu piel. Una mujer, un bello trozo de carne que alguien más engulliría hoy.
La puerta se abrió para el caballero de oscuros cabellos, el guardia lo había guiado hacia la recámara de oscuridad tenebrosa. Entró, recibió sus felicitaciones del asqueroso hombre que te miró con una sonrisa repugnante y que después cerró la puerta nuevamente, dejándote indefensa frente a un lobo hambriento. Sonreíste, volviendo a tomar un poco de la seguridad que se supone que tenías como la diva de este maldito lugar.
"Buenas noches, monsieur..." Un tono bajo, como un susurro, bonito y encantador, mezclado con la caricia que diste a tus piernas cruzadas. Sabías quién era el hombre, y precisamente por eso –y porque de lo contrario te castigarían si lo trataban mal– no te permitirse ser nada más que una encantadora bolsa para su semen. Agradecías en silencio que no fuera un viejo otra vez, estabas harta de los vejestorios orgullosos que se hacían llamar hombres entrando por las puertas.
Fue preocupante en un inicio, el caballero no te quitó la mirada de encima pero no se dedicó aa comerte con la mirada, sus ojos no reflejaban sus ganas de arrancarte la lencería de un vibrante color rojo, sino que se mostraba molesto mientras paseaba la vista por el conjunto que tenías puesto. Temblaste, no acostumbrada a cuando te volvió a mirar a los ojos y sonrió compasivo.
"El color no te queda." Habló de lo más calmado, dando algunos pasos hasta atraer la silla que estaba a un lado y dejándote lejos, respetando tu espacio personal cuando se sentó y volvió a mirarte. "Este lugar es muy... pequeño, no parece una buena habitación para ti." Sus ojos analíticos pasearon por toda la habitación, el papel de la pared y la madera del piso, sin cuadros ni carteles de nada, solo una cama, un escritorio y un baño. "¿Vives aquí o me equivoco?"
"Si estamos hoy aquí es porque ha considerado que era el mejor servicio que puede tener, monsieur Wriothesley." Si un hombre deseaba sacar a relucir todos sus fetiches, incluidos los más raros y repugnantes, tendría que usar juguetes especiales que tenían en habitaciones especiales, y claro que un servicio más completo e ilimitado requería una mayor cantidad de mora en los bolsillos del gran señor que te mantenía. Ese no era el plan de Wriothesley, no estaba buscando diversión, no completamente. Wriothesley sonrió y entendió a lo que te referías, suspiró y siguió viendo a todos lados menos a ti en silencio, uno que te estaba atormentando. "¿Se ha estado sintiendo a gusto últimamente, monsieur?"
Preguntaste de manera en la que pretendías estar tranquila, no querías obligarlo a hacer nada y era mejor si era así, pero no entendías la necesidad de pagar por estar una noche con una prostituta y perder tiempo viendo una decoración mundana. Parecía que Wriothesley estaba de acuerdo con tus pensamientos, e incluso parecía que estaba a punto de decir algo pero se quedó aliado mirándote una vez más, otra vez con molestia. "¿Te gusta mucho ese conjunto?"
Es asqueroso, repulsivo, asfixiante y desabrido, querías decirlo pero sabías que no le importaría, reír un poco te ayudaría a sacar el aire que se mantenía incómodo dentro de tus pulmones. "¿No es de su gusto?" Wriothesley sonrió mirándote a los ojos, su mirada iluminada por el sucio rojo de la habitación se notaba cálida a pesar del ardor de todos los colores chillones de la sala.
"Preferiría algo negro en ti, ¿Es de tu gusto?" Wriothesley se levantó por fin de su silla, acercándose a ti con pasos tranquilos y tomando tu mentón para inspeccionar bien tu rostro, soltando ruidos de satisfacción mientras analizaba tus labios y tus mejillas. "Si me lo permitieras podría llenar tu vida de otros colores que no sean este. Violeta, rosa, blanco o negro, si me lo pidieras todo sería tuyo." Su toque era delicado, tanto que te hipnotizó y por un momento olvidaste todo, hechizada por sus palabras. Tal vez eran mentira pero entre cada palabra que caía de su lengua s tus oídos te calentaba el corazón. "No estarías obligada a vestir de esta manera, no te pediría que hagas esto tampoco. Serías una reina a mi lado, mi reina."
"Lo que usted quiere es una esposa trofeo, monsieur." Wriothesley soltó una risa mientras te dejaba caer en la cama, una mano debajo de tu cabeza para que no te lastimarse, otra mano en el colchón para no dejar caer todo su peso sobre ti.
"No, lo que yo quiero eres tú." Te besó, pero a diferencia de besos anteriores que has experimentado no hubo lengua que incomode tu boca, no hubo dientes que choquen con tus labios, solo besos tranquilos y deliciosos, lentos y sensuales que te hacían perseguir sus labios por más. Tus manos lo sostuvieron por sus hombros para que no se aleje, queriendo sentir más del cariñoso acto que te quitaba el aliento con cada caricia en tus labios. "¿Puedo...?"
¿Qué clase de tonterías estaba diciendo este hombre? Que compra a una prostituta y le pide permiso para hacer lo que quería hacer cuando pagó. Aturdida por la frustración, solo asentiste y dejaste que te quitara la ropa, él aún tenía el ceño fruncido y era delicado en sus acciones, quitando tu blusa transparente y revelando tus senos, dándoles una caricia y un beso lento antes de quitar tus medias por el elástico, deslizándolas por tus piernas con cuidado y sosteniendo tus piernas a los lados de su cadera. Cuando quisiste moverte para tomar la botella de lubricante de la mesa al lado de la cama, la mano de Wriothesley te detuvo y besó tu mano.
"Tranquila, yo me encargo de esto." El hombre seguía vestido, lo que te mantenía indefensa ante él, sin contar que sus manos empezaron a delinear tu figura, tus brazos, tu cintura, se estaba esforzando para memorizar tu forma bajo sus manos ásperas y con cicatrices. Sus dedos tomaron tus pezones y jugaron con tus botones con sus pulgares, dando vueltas a sus circunferencias y apretando ligeramente la carne delicada, arrancándote suspiros.
"Si algo no te gusta podemos detenernos." Te miró con cariño, ahora sin molestia en tus ojos, mientras estiraba la tela de tu braga. Asentiste nuevamente, ahora con un murmullo suspirado, y pareció que el ego de Wriothesley creció en ese momento. Te quitó la molesta tela revelando tu intimidad desvergonzada, por extraño que parezca te sentiste demaciado expuesta ante él, pero todo se fue al diablo cuando una de las manos de Wriothesley pasó de tu seno a tus pliegues y pasó delicadamente por tu raja hasta tu clítoris, masajeando los botones de carne con ambas manos en dos zonas distintas que te hicieron soltar un jadeo más alto. Su boca bajó desde tu mejilla hasta tu vientre, dejando tus piernas cómodamente en sus hombros, repartiendo besos como una cascada hasta tu intimidad dónde empezó a lamer y a arremolinar su lengua en ti.
Arañaste la sábana y arrugaste los dedos de los pies, jadeaste por la humedad nueva que estabas descubriendo con su lengua y sus labios besando tu intimidad con hambre, bebiendo todo el líquido que caía por su barbilla y que te enredaba el estómago en una sensación tan exquisita que no pudiste ignorar. Gruñiste el nombre de Wriothesley, lo abrazaste con tus muslos y él fue dichoso de sentir tu miel fluir como un río por su paladar, no se molestó en mojar la sábana de bajo de ti, nada importaba ahora.
"No te puedo pedir que seas mía ahora, pero por favor dame la oportunidad." Amó cada parte de ti, como respirabas con dificultad, tus piernas temblando y deseando más, adoró cuando lo miraste a través de tus pestañas húmedas por tus lágrimas y sonreíste. Ibas a caer, si tenía que ser una ilusión rezabas que fuera eterna, que nunca te rompa el corazón con una verdad amarga si todos los días tendrías algo como esto. Tal vez es amor, pensaste, así se debe sentir estar enamorado, una inmensa felicidad y tranquilidad.
Había pedido permiso y se lo concediste, lo dejaste introducir su polla dura entre tus pliegues, ambos jadearon al sentirse completos, Wriothesley premió tu tranquilidad con más besos dulces y se tomó su tiempo para hacerte el amor entre suspiros y anhelos.
Mientras sus bolas casi entraban profundamente en ti a un ritmo lento pero rudo, los gruñidos del hombre besaban la piel expuesta de tu hombro y mordía delicadamente. Trataba de no hacerte daño mientras te sostenía la cintura con delicadeza, haciendo rodar tu clítoris en sus dedos y meciéndote contra su falo. Wriothesley besó tu clavícula a través de las manchas que dejaban sus labios, chupaba tu piel salada y mojada mientras susurraba frases inentendibles por la dicha de unirse a ti.
La vida no debía ser difícil, no debe estar llena de baches, fluye como el agua de una fuente. Tus noches no deberían pasar entre lágrimas y maldiciones, no deberían tratarte como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Estabas destinada a ser amada y mimada, a los ojos de Wriothesley, estabas destinada a vivir una vida honrada y feliz, sonreír todos los días de tu vida y cada noche dejarlo hacerte el amor de manera lenta, empalarte en su polla mientras soltaba más susurros de amor y adoración a ti.
Lo raro no acabó, el cariño no acabó. Cuando ambos estaban saciados por el nuevo tipo de placer que habían encontrado en el otro, no se separaron, él no se vistió y se fue luego de recordarte que fuiste la más hermosa de todas. Wriothesley se preocupó por ti, te ayudó a limpiarte y se quedó a tu lado en la cama, el silencio fue agonizante al inicio pues no sabías qué hacer hasta que empezaste a dormir en su pecho, arrullada por el respirar del hombre y sus brazos que te mantenía caliente. Lloraste una vez más, en silencio, por la felicidad que creías que sería pasajera.
Desde esa noche, todas las mañanas te alegras de despertar perezosamente en los brazos del duque que no te quiere soltar, pasas tus días a su lado vistiendo de los colores del arcoiris pero no el color del infierno, con un anillo con una piedra oscura en tu dedo. Un establecimiento clausurado, una oportunidad junto a Wriothesley y al final tu libertad estaba frente a ti. La libertad que había buscado tu padre, la que había buscado tu madre y la que no pudo encontrar tu yo más joven, ahora resplandecía frente a ti en la figura mortal de un hombre.
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English:
Life is difficult, it is full of potholes and it does not flow like water from a fountain. Those were the words your parents repeated to you every day as if it were a divine mantra. Life was about working to not die, doing whatever it took to eat a piece of bread, to ensure that the girl they were raising would not die of hunger or cold. They worked day and night, mending clothes and blankets, shoes and old furniture, everything had to do its job even if it was no longer useful, the clock was a living dead that your father always tried to repair with some rusty tools and the light of a candle that had almost no wax, but always rang on time.
Life was difficult, it was about working to get gas and be able to boil water to make soup, it was about bathing in ice water in the morning and working all day to fall exhausted on a sad mattress on the floor. You learned that from your parents from a young age and you understood, that cold night when a rusty mallet opened your father's skull out of frustration, that his words were very wise. You understood, the day your mother died due to illness and without the availability of medicine, that life was as cold as the water with which you washed your face in the morning, as hard as the floor on which you slept for several nights, you understood that you had to get out of there somehow.
You learned many things in your life, that if you washed your face before going out to sell newspapers you would have a few extra coins, that if you preferred to wear a sleeveless blouse you would have more attention and that could help you eat more than a loaf of stale bread. You understood that by being attractive you could save yourself when a man took you to work in something more "suitable."
Pure shit. A building with extravagant lights and translucent curtains, a luxurious prison where you have been an inmate since you were a teenager. You couldn't complain, you were supposed to, you had a soft bed and food, a roof that wouldn't let the rain or sun make you sick, you had a decent room and bathroom for the first time in your life, and the clothes you wore, even though they were uncomfortable, fitted and luxurious, it was clothing and it was appreciated. For someone who didn't have any of that, it was a blessing that you paid for with a dirty job.
You danced, you sang, you learned to talk and smile even if you were uncomfortable, you learned not to remove the hands that made you tremble with fear, you learned not to scream in pain or fear when they used you as if you were a vulgar hole or a pretty doll to taint.
You cried at the end of each encounter, you did not enjoy any of them, it was all pulls and bites of demons that ripped off your skin, the eyes of the monsters that slept under your bed wanting to take you to hell saw you as a piece of luxurious meat, ready to roast you with disgusting spices and eat you, and throw your bones against the plate so that someone else could clean the dining room where they sinned.
A new day, a shower with ice water and your hair tangled in the mirror, your damaged body was no longer what it used to be when you were preparing to sell newspapers on the dark streets, but a more mature and well-kept figure, exercise and the diet they regulated to keep you attractive combined with the hideous bruises on your legs and neck. You hated them, and you rushed to cover your body with a towel to continue crying one more morning.
Life was sad, cold and lonely. Life would treat you like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. Until he saved you.
Wriothesley, who smiles every time you call him. Wriothesley, whose eyes soften when he sees you. Wriothesley, who was not afraid to use his fortune to support you. Wriothesley, who saved you from that painted prison of luxurious sin, depression and misery.
The man who came to the place where you worked and was enchanted by your figure, who almost stopped a mission to see you a little more, to feel your gaze on him while you danced in such a vulgar outfit. Seeing through your seductive eyes and your capricious smile what little was left of a happy woman, who sought to cling to suggestion as the last true aspect of a personality destroyed by red lights and persuasive music.
That night he knew, he had to get you out of that place as soon as possible.
The feminine perfume felt like smoke in your lungs, but it was the right one for you, the red lipstick on your lips and the shadows carefully blended on your eyelids to make them look more beautiful were as expected from someone like you, who dressed scantily. Disgusting clothes and jewelry against your skin. A woman, a beautiful piece of meat that someone else would gobble up today.
The door opened for the dark-haired gentleman, the guard had guided him into the chamber of gloomy darkness. He walked in, received his congratulations from the disgusting man who looked at you with a disgusting smile and then closed the disgusting door again, leaving you defenseless against a hungry wolf. You smiled, regaining some of the confidence you were supposed to have as the diva of this damn place.
"Good night, monsieur..." A low tone, like a whisper, pretty and charming, mixed with the caress you gave to your crossed legs. You knew who the man is, and precisely for that reason –and because otherwise you would be punished if you treated him badly– you were not allowed to be anything more than a charming bag for his semen. You were silently grateful that he wasn't an old man again, you were sick of proud geezers who called themselves men walking through the doors.
It was worrying at first, the gentleman did not take his eyes off you but he did not dedicate himself to staring at you, his eyes did not reflect his desire to tear off your vibrant red lingerie, but rather he seemed annoyed as he looked around. for the outfit you were wearing. You shivered, not used to when he looked back into your eyes and smiled sympathetically.
"The color doesn't suit you." He spoke as calmly as possible, taking a few steps until he attracted the chair that was on one side and leaving you far away, respecting your personal space when he sat down and looked at you again. "This place is very... small, it doesn't seem like a good room for you." His analytical eyes roamed the entire room, the wallpaper and the wood of the floor, no pictures or posters of anything, just a bed, a desk and a bathroom. "Do you live here or am I wrong?"
"If we are here today it is because you considered it to be the best service you could have, Monsieur Wriothesley." If a man wanted to bring out all his fetishes, including the strangest and most disgusting ones, he would have to use special toys that were kept in special rooms, and of course a more complete and unlimited service required a greater amount of mora in the pockets of the great lord that kept you. That wasn't Wriothesley's plan, he wasn't looking for fun, not entirely. Wriothesley smiled and understood what you meant, he sighed and continued looking everywhere except at you in silence, one that was tormenting you. "Has he been feeling at ease lately, monsieur?"
You asked in a way that meant you were calm, you didn't want to force him to do anything and it was better if that was the case, but you didn't understand the need to pay to spend a night with a prostitute and waste time looking at mundane decorations. It seemed like Wriothesley agreed with your thoughts, and it even seemed like he was about to say something but he just stood there looking at you once again, again with annoyance. "Do you really like that outfit?"
It's disgusting, repulsive, suffocating and tasteless, you wanted to say it but you knew he wouldn't care, laughing a little would help you get out the air that remained uncomfortable inside your lungs. "Isn't that to your taste?" Wriothesley smiled looking into your eyes, his gaze illuminated by the dirty red of the room felt warm despite the heat of all the bright colors in the room.
"I would prefer something black on you, is that to your taste?" Wriothesley finally got up from his chair, approaching you with calm steps and taking your chin to inspect your face well, letting out satisfied noises as he analyzed your lips and cheeks. "If you allowed me, I could fill your life with colors other than this one. Violet, pink, white or black, if you asked me, everything would be yours." His touch was delicate, so much so that he hypnotized you and for a moment you forgot everything, enchanted by his words. Maybe they were a lie but between every word that fell from his tongue your ears warmed your heart. "You wouldn't be forced to dress this way, I wouldn't ask you to do this either. You would be a queen by my side, my queen."
"What you want is a trophy wife, monsieur." Wriothesley let out a laugh as he dropped you onto the bed, one hand under your head so you wouldn't hurt yourself, another hand on the mattress so he wouldn't let his full weight fall on top of you.
"No, what I want is you." He kissed you, but unlike previous kisses you've experienced there was no tongue to bother your mouth, no teeth to collide with your lips, just calm and delicious kisses, slow and sensual that made you chase his lips for more. Your hands held him by his shoulders to keep him from moving away, wanting to feel more of the affectionate act that took your breath away with each caress on your lips. "Can I...?"
What kind of nonsense was this man talking? That he buys a prostitute and asks her permission to do what he wanted to do when he paid. Dazed with frustration, you just nodded and let him remove your clothes, he was still frowning and delicate in his actions, removing your sheer blouse and revealing your breasts, giving them a caress and a slow kiss before removing your stockings by the elastic, sliding them down your legs carefully and holding your legs to the sides of his hips. When you wanted to move to grab the bottle of lube from the table next to the bed, Wriothesley's hand stopped you and kissed your hand.
"Don't worry, I'll take care of this." The man was still dressed, which kept you defenseless before him, not to mention that his hands began to outline your figure, your arms, your waist, he was trying hard to memorize your shape under his rough and scarred hands. His fingers cupped your nipples and played with your buttons with his thumbs, circling their girths and lightly squeezing the delicate flesh, drawing sighs from you.
"If you don't like something we can stop." He looked at you lovingly, now with no discomfort in your eyes, as he stretched the fabric of your panties. You nodded again, now with a sighed murmur, and it seemed like Wriothesley's ego grew in that moment. He removed the annoying fabric revealing your shameless intimacy, strangely enough you felt too exposed to him, but everything went to hell when one of Wriothesley's hands moved from your breast to your folds and delicately passed along your slit to your clit, massaging the flesh buttons with both hands in two different areas that made you gasp louder. His mouth went down from your cheek to your belly, leaving your legs comfortably on his shoulders, spreading kisses like a waterfall to your intimacy where he began to lick and swirl his tongue in you.
You scratched the sheet and wrinkled your toes, you gasped at the new moisture that you were discovering with his tongue and his lips kissing your intimacy hungrily, drinking all the liquid that fell down his chin and that entangled your stomach in a sensation so exquisite that you couldn't ignore. You growled Wriothesley's name, you hugged him with your thighs and he was happy to feel your honey flow like a river through his palate, he didn't bother to wet the sheet under you, nothing mattered now.
"I can't ask you to be mine now, but please give me the chance." He loved every part of you, how you were breathing hard, your legs shaking and wanting more, he loved when you looked at him through your eyelashes wet with your tears and smiled. You were going to fall, if it had to be an illusion you prayed that it would be eternal, that it would never break your heart with a bitter truth if every day you would have something like this. Maybe it's love, you thought, this is what being in love must feel like, immense happiness and tranquility.
He had asked for permission and you granted it, you let him insert his hard cock between your folds, you both gasped as you felt complete, Wriothesley rewarded your tranquility with more sweet kisses and took his time making love to you between sighs and longings.
As his balls nearly entered you deep at a slow but rough pace, the man's grunts kissed the exposed skin of your shoulder and bit gently. He tried not to hurt you as he gently held your waist, rolling your clit on his fingers and rocking you against his phallus. Wriothesley kissed your collarbone through the stains left by his lips, he sucked on your salty and wet skin while he whispered incomprehensible phrases for the joy of joining you.
Life should not be difficult, it should not be full of potholes, it flows like water from a fountain. Your nights should not be spent in tears and curses, you should not be treated like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. You were destined to be loved and pampered, in Wriothesley's eyes, you were destined to live an honest and happy life, smile every day of your life and every night let him make love to you slowly, impale you on his cock while he let out more whispers of love and adoration of you.
The strangeness didn't end, the affection didn't end. When you were both satiated by the new kind of pleasure you had found in each other, you didn't separate, he didn't get dressed and left after reminding you that you were the most beautiful of all girls in that night. Wriothesley worried about you, he helped you clean yourself and stayed next to you in bed, the silence was agonizing at first because you didn't know what to do until you began to sleep on his chest, lulled by the man's breathing and his arms that held you. kept you warm. You cried once again, silently, for the happiness that you thought would be temporary.
Since that night, every morning you are happy to wake up lazily in the arms of the duke who does not want to let you go, you spend your days at his side wearing the colors of the rainbow but not the color of hell, with a ring with a dark stone in your finger. A closed establishment, an opportunity with Wriothesley and in the end your freedom was in front of you. The freedom that your father had sought, that your mother had sought, and that your younger self could not find, now shone before you in the mortal form of a man.
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mondosalamone · 10 months
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📖Digo, no se había visto antes ningún edificio con un frente semicircular, que habrá visto usted que abarca toda la esquina, y mucho menos con una torre así, tan alta y tan delgada, que encima se veía desde lejos como una gran vela plantada en medio de una torta muy blanca como con vainillas en los bordes. ¡Y las ventanas cuadradas con persianas de enrollar! Acá, cuanto mucho, en las casas de los vecinos más acomodados, había de esas ventanas larguiruchas que se cerraban con postigos. ¿Y el reloj cuadrado de la torre? En ese entonces los relojes eran redondos y punto. Esto de Salamone era tan distinto que, en general, yo creo que incomodaba, y de ahí lo de adefesio… A mí, en cambio, me gustaba. Para mí tenía una belleza rara, como de esas cosas que parecen un poco fuera de lugar, quizá porque así también me sentía yo. Y, con los años, he apreciado mucho que en vez de tanto mármol y tanta cosa cara traída de afuera, como hacían los ricos, Salamone usara los materiales de la zona: cemento, piedras de Sierras Bayas, granito reconstituido[…] La cuestión es que cuando mi padre iba a Chaves al Mercado Municipal —que también lo había hecho Salamone y como habrá visto usted queda ahí nomás, a cuadra y media de la Municipalidad—, bueno, mientras él llevaba algunas cosas de la chacra para vender o se iba después a comprar algo que nos hacía falta, yo le decía que me iba a la iglesia, pero no iba nada a la iglesia, que tenía un cura, el padre Pedro Grave, para quien todo era grave —esa broma le hacía siempre a mis hermanos—, porque el cura me decía que jugar al fútbol era pecado grave, que una mujer tenía que hacer cosas de mujeres… y dejarse crecer el pelo. Y a mí me enojaba tanto todo eso que, cada vez que podía, me las ingeniaba para hacerle notar que la torre de la municipalidad era más alta que la de la iglesia, y que además tenía un reloj que funcionaba bien. Así que, bueno, cuando mi padre iba al pueblo, yo esquivaba la iglesia, me iba a la entrada de la muni, subía los escalones negros de la entrada, me metía en el hall, que tenía los pisos de un verde que, a mí, comparado con el piso de ladrillos que teníamos en la casa de la chacra, me parecía como de piedras preciosas…
🖋Patricia Ratto 📕Ruta Salamone Ediciones Bonaerenses https://edicionesbonaerenses.sg.gba.gob.ar/…/ruta…/ 📷2023
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karen-rodriguez · 3 months
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Hipocrita
No vales ni una sola letra de éste escrito, eso queda mas que claro, a las personas como vos es mejor dejarlas ahí en la nada, porque eso es lo que son.
Pero prefiero decirte cosas que seguramente nadie se animó a decirte por ese ego tremendo que tenes de creer que las cosas que haces estan bien, nisiquiera vos misma podes decirte la verdad, porque no sabes quien sos, estas vacia y muerta por dentro.
A vos que das consejos de espiritualidad a tus dos hijas, resaltando lo que esta bien y lo que esta mal, que gracia! haz lo que yo digo pero no lo que yo hago.
A vos que necesitas gastar la plata de tu marido para comprar un par de velitas , cuando las cosas no salen como queres, o mejor dicho cuando el odio que tenes no te deja vivir en paz. (quisiera decir que compra velas para santos al menos, pero no, su cabeza no le da para tanto, asi que muere en la macumberia, porque las personas oscuras como ella no pueden ver mas alla que su oscuridad)
A vos, que dijiste "eso no se dice" queriendome enseñar a mi que recordarle a tu hijo cuando estuve cuando me necesitó, claro, eso no se dice, se te olvidó por cierto, hace 25años atras enseñarle a tu hijo que pegar a las personas tampoco se hace, pero que mas, que se puede esperar de un burro mas que una patada! si lo criaste asi, a los golpes , invalidandolo, ignorandolo, decidiendo sobre el utilizando la violencia, porque agarrar su camiseta de futbol a un nene y prenderla fuego en su cara es violencia, agarrar un video juego y romperlo en su cara es violencia, cascotear una iglesia rompiendo los vidrios es violencia, el aprendió lastimosamente aquello con lo que crecio.
A vos que mientras yo hablaba te pusiste en frente mio dandome la espalda para callarme e invalidarme, gracias, me ahorre palabras que una tonta como vos jamas va a entender.
A vos que tenes 50 años y crees que es mejor golpear que hablar, o mejor dicho, escuchar; cosa que nunca te vi hacer, jamas escuchaste, solo hablaste soltando basura para todos lados, perdon, casi se me olvida que sos una mujer enjemplar.
A vos que me mandaste a hacer cursitos, a mi, que tengo estudio, valores, dando por echo que malgastaba mi tiempo, de verdad? porque te recuerdo que yo no soy la que deja a sus hijas para ir a pedir que le hagan brujeria a una chica 20 años para que tenga desiquilibrios mentales y se mate, que manera mas productiva de invertir tu tiempo descuidando tus hijas mujer, tu marido y tu casa.
Quizas podrias empezar a gastar la plata de tu marido, digo, como no trabajas y solo estas pendiente a la vida de los demas y pegada a los umbandas, invertir esa plata que te deja tu marido para la comida, en algun psicologo , ese tiempito que te haces para hacer maldad, te quedaria bien para poder hacerte tratar.
A vos que me dijiste a tu edad tenia 3 hijos y no se que mas, a veces pierdo la atencion a tanta pelotudes, te felicito reina, que a los 20 y algo no hayas aprendido a usar un persevativo y haber tenido 3 hijos sin estar preparada para ser una buena mama, porque te cuento que los 3 hijos confiaron en mi contandome cosas tuyas como mama que ningunas fueron buenas, asi que si quisiste ponerte de ejemplo quedaste muy mal, no sos ejemplo de nada, tengo 28 , no tengo hijos, tengo mucho estudio, un vehiculo que no me compro ningun marido, sino que me lo compre yo sola, algo que tampoco sabes, tener algo propio porque todo te lo da tu marido, nisiquiera debes saber lo que es vender avon, que por cierto desde los 12 años trabajo algo que vos desconoces.
De todas las veces que dijiste tantas pelotudeses sin parar, jamas te vi escuchar, pero bueno, sos bruta. Fuiste abandonada por tu mama, quien eligio criar a todos sus hijos menos a vos, intento entender y tener empatia , otras cosas que tampoco conoces, creciste asi, a lo bruto. Pobre de vos.
Estas tan vacia, tan oscura , que no te llena el hombre que tenes al lado, que lo tenes por interes, pobre hombre, no te llena que esos 3 hijos te digan "mama" pese a que no hayas cumplido el rol de mama nunca, no te llena todo eso que te cae de arriba mientras te rascas , no te llena nada, hablas de espiritualidad cuando le servis al diablo, estas atada a tu propio veneno, a tu fracasa vida, a tu frustracion, porque de echo, todo esas palabras que largaste hacia mi, psicologicamente comprobado, es como te sentis, vieja, arruinada, loca, inservible, que pena! que pena que no encuentres paz, teniendolo casi todo, que pena que quizas hablar de paz sin conocerla. Que pena que estes tan muerta y deteriorada estando viva.
No voy a ser yo quien te devuelva todas las porquerias que haces en tus mil tiempos libres, de seguro va a ser Dios, ese que tanto nombras pero que tampoco conoces, nunca te olvides que tenes dos hijas mujeres, y que se te pase el tiempo haciendo maldad y no enseñandoles a defenderse si por esas casualidades de la vida se cruzan como una persona como vos y las daña, ojo, porque el karma pega donde mas duele.
Sos narcisista, psicopata, manipuladora, violenta, venenosa, falsa, debe ser feo despertar y verse al espejo que por mas que quieras disfrazarte de lo que sea, solo sos eso, algo nadie necesita, algo que el mundo no necesita, ya estas muerta en vida y debe ser feo vivir con eso.
Espero que encuentres la paz, el camino, que aprendas valores que nadie te enseñó ni te preocupaste por aprender, espero puedas despertar una mañana con el deseo de revertir tu vida.
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alcaldebigotes · 4 months
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Picnic en familia
"Estamos en 1815. Después de varios meses de lluvia, la familia Gueso decidió hacer un picnic."
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TW ⚠️ mención al esclavismo. Tardaron mucho tiempo en encontrar un sitio, pues no habían sido los únicos en tener esa idea. Varias familias y parejas llenaron lugares, así que caminaron horas hasta finalmente encontrar un sitio vacío para poner el mantel.
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La tranquilidad del sitio estaba bien, aunque Juana quería un bosque más lleno para que sus hijos pudieran jugar con otros niños.
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Aunque no fue un problema, pues Asha y Domingo la están pasando bien jugando juntos.
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Juana: ¿Viste lo grandes que están? Parece que hubiera sido ayer cuando eran bebes. Jaili: Sí, ya en poco Domingo va a tener la edad suficiente para ayudarme con el trabajo. Juana: ¿Crees que va a hacerlo bien? Jaili: Carga a su hermana sin quejarse, es un hombre fuerte.
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Juana: Lo sé, amor. Pero no puedo evitar el seguir viéndolo como mi bebé. Jaili: Debes dejar de hacerlo, no puede ser un niño mimado toda su vida. Él cuidará de ti y de Asha cuando ya no esté con ustedes. Juana: No me gusta pensar en ese momento y lo sabes. Jaili: Lo sé, pero va a pasar tarde o temprano. Hazme espacio por cierto.
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Juana: ¿Qué sucede? Jaili: Estoy cansado por el trabajo y por caminar hasta acá. Juana: Intenta hablar con tú jefe y que te dé unos días. Te rompiste un dedo, hubieron tormentas y aún así seguiste trabajando. Jaili: No, linda. Sabes que no puedo descansar con tal de que ustedes estén bien en casa. Juana: Puedo volver a vender velas como antes mientras estás en cama. Jaili: No podría llamarme hombre si permitiera eso.
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Juana: Pero hace mucho que no podemos estar juntos como antes. Vienes a casa cansado a comer y dormir. Jaili: Lo sé, linda. Ya no me siento igual de resistente que cuando era joven. Juana: ¿Y cuándo seguirás con ese trabajo? Jaili: Hasta el fin de mis días. Además esté trabajo es mejor que lo que me hacían hacer antes. No me dejaban comer ni dormir con tal de que siga trabajando. Juana: Tienes razón, pero igual quiero estar más contigo.
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Jaili: Me tomaré un descanso cuando pueda conseguir una casa más grande para nosotros. Ya no solo somos tú y yo, Juana. Juana: Espero no tome mucho tiempo. Jaili: Con ayuda de Domingo será rápido. Ahora quiero dormir un poco, que no quiero estar con la guardia baja cuando volvamos a casa. Juana: Yo veré a los niños así que duerme tranquilo, amor.
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danthinker · 7 months
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Día internacional de la mujer / 8M / 8 de Marzo
Hola. Buenos días, tardes o noches, a quienes lean esto hoy 8 de Marzo, hoy vengo a traer una dedicatoria (si se le puede llamar así) para las mujeres, así como recalcar su importancia, las dificultades y el como la sociedad actual (feminismo, LGBT+ y progresismo) trata a las mujeres, incluyendo al concepto de 'mujer' en sí. Algo positivo luego de tantos posts con tono imponente y agresivo. Ya sin más que decir, aquí el escrito:
Este 8 de Marzo, dedico estas palabras, que por el simple hecho de querer honrar a las mujeres, vale la pena plasmarlas aquí:
" Una buena madre, vale por 100 maestros "
Por esto y más, a las madres, hijas, amigas, novias, abuelas, tías, primas, hernanas e incluso bisabuelas, hay que tenerles respeto por su labor de vida, hay que cuidarlas en este mundo que hoy en día, con lo caótico de él como tratan a la definición de 'mujer' busquen desprestigiarlas y decir "son solo esto, no es la gran cosa", y que "ser mujer es un constructo social" es no solo absurdo, sino deshumanizante. Todo este asunto va más allá del tema de la disminución en la tasa de natalidad, y la percepción económica, al momento de decir que las mujeres ( o más bien, las parejas de hoy en día ) en su mayoría deciden no tener hijos, o por falta de dinero, razón por factores externos... y entre esos factores externos está el mundo en sí mismo. Perdón si traigo temas algo incómodos de ver, o siquiera de tener en consideración, pero si hoy es el día que se dedica a las mujeres de todo el mundo, vale la pena hacer consciencia acerca de lo que las puede llegar a afectar, porque me importan, y me preocupan. No hay que dejar que esas agendas ideológico-políticas se entrometan en las familias, en las nuevas generaciones, en las instituciones educativas, y, prácticamente, en todas partes. La mujer es el pilar fundamental de una familia, es quien cría en primera instancia, mientras que el hombre brinda protección, pero no es prohibido que a veces cambien de papeles por x o y motivo. 9 meses, parir, pasar noches en vela, aguantar berrinches, y muchas otras cosas más, el rol de madre no lo quita nadie, no puede desaparecer, porque sin madres, sin mujeres, no podríamos existir.
Llendo hacia las mujeres que no son madres específicamente, o que todavía no lo son. Una compañía sana hoy en día es más valioso que una mansión llena de oro, ya que la mansión la puedes vender, usar el dinero, y disfrutarlo... pero cuando se acabe el dinero... no tienes nada, y estarás solo. Una mujer, una compañera de vida, estará contigo, tengas o no dinero, como se dijo en el altar el día de la boda "en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad" ese fué el pacto mutuo, y si se cumple, entonces ambos obtuvieron una fortuna indescriptible e invaluable.
Las hermanas mayores llegan a actuar como segundas madres, cuando la madre en sí no puede hacerse cargo de sus hijos, por motivos varios, económicos principalmente, tal vez 2 o 3 trabajos, turnos extra, el rebusque, etc... estar ahí para ayudar en lo posible, a veces por voluntad o por necesidad, pero de que tienen la posibilidad, la tienen.
A las abuelas. Si, a nuestros padres les dió con el rejo, o la chancla, les forjó carácter, fué la jefa del hogar en aquellos tiempos, y que hoy en día, sean consentidoras con nosotros, los nietos, y que madres que esperan tener nietos digas "ustedes los crian y nosotras los malcriamos" en un tono jocoso y entre risas, y es algo que sigo sin entender.
Similar con las bisabuelas, pero el tiempo pesa, y llega a serlo tanto, que pocas llegan a los 80 años con la misma vitalidad que tenían a los 50 años, pero que las anécdotas no serán una escasez, eso lo aseguro, y que también, al igual que las hermanas mayores (o hijas mayores) ayuden a sus nietas o hijas con los más pequeños del hogar, y puede que no sea en su propia casa, pero mientras sea de su familia, cada casa es parte de su hogar.
Primas, esas amigas que de vez en cuando vemos, junto con las tías, echar relajo, y ver como nuestras madres hablan con ellas por horas... y horas, pero al menos con nuestras primas nos entretenemos y pasamos chevere, "primas hermanas" les dicen, y en casos excepcionales, contar con "primas segundas" o "hijas de primos".
Se que he hablado de como de fuertes o capaces, son las mujeres en una familia, pero, tambien son humanas, por lo tanto, no son invencibles o inquebrantables.
Los hermanos mayores tengan que hacer el mismo que el de las hermanas, en especial si son muy menores, ese apoyo del (como muchas le dicen) "su principe azul", sea un pilar más en el hogar, un soporte, cuidar se las más pequeñas del hogar.
O cuando a los hijos mayores les toca cuidar de su madre, o de sus padres, a la vez que es hermano mayor, multitarea? si, pero no es equiparable con lo que han hecho sus padres por él o ellos en primer lugar, bastantes sacrificios y planeación, que cuando ellos te dicen lo que han hecho y que han atravesado, te das cuenta que en serio son increíbles.
Feliz día de la mujer
Y hasta aquí el post, la verdad incluí algunos temas como los hijos y las parejas, pero son complementarios, pues cuando un matrimonio es genuino y real, nada lo puede quebrar (me salió en rima)
Que tengan buen día, tarde o noche, hasta la próxima
( un último mensaje, sé que no soy constante, ni consistente, pero si honesto, pues cuando se me ocurre tema para el blog, y tengo los argumentos para el mismo, ejecuto la idea y lo publico, no voy a hacer posts de relleno solo para cumplir con una cuota de publicaciones, no soy una máquina )
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lanietadelatierra · 1 year
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El hongo mágico  
La joven Ana vivía en la aldea a metros de la costa. Se dedicaba a vender las frutas y verduras que cultivaba en su humilde hogar donde vivía junto a sus padres y a su hermano. Las vendía en un puesto en la feria de la aldea que se realizaba todos los días por la tarde. A sus catorce años ya se la consideraba mayor de edad como era costumbre para todas las jóvenes de esa edad. Ya se podían casar y tener hijos al contrario que a los varones quienes alcanzaban la mayoría de edad a los dieciocho años y antes de esos años no se los podía ejecutar.  
El día era cálido y el viento soplaba levemente desde la costa. Ana les agradecía humildemente a las personas que se le acercaban a comprarle. Tenía un corazón noble y eso las personas lo percibían. Su vestimenta era humilde al igual que las de los demás. No era una aldea adinerada. Eran precarias casas de ladrillos de barro y techos de paja. 
Algunas jóvenes tenían la suerte de casarse con algún gran mercader para salir de la miseria como fue el caso de la prima de Ana quien su padre la comprometió con un gran mercader del norte. Y Ana había presenciado la primera vez que se conocieron. 
El mercader llegó a la aldea montando en su caballo gris. Era un hombre de cuarenta y pico de años, gordo y barbudo. Y su prima era una joven flaca de quince años.  El mercader se detuvo frente a ellas quienes estaban con sus padres. A la joven la habían arreglado para la presentación. La habían bañado y puesto un lindo vestido celeste. Su madre le había hecho una trenza en su cabello. El hombre se bajó de su caballo. La joven tragó saliva ante su presencia. Era horrible pero adinerado. Una capa de piel de lobo cubría su espalda. Se notaba que provenía de las heladas tierras del norte. 
De dicho momento Ana se acordó mientras estaba en su puesto de la feria y se distrajo tanto que no vio llegar a su hermano para hacer el intercambio de turno. Ellos se rotaban para vender allí. Él se llamaba Nicolás y tenía unos diecisiete años de edad. 
- ¿Te encuentras bien, hermana? - 
- Sí, solo me distraje – 
Nicolás se colocó donde estaba ella y Ana lo saludó para luego dirigirse a su casa. En el camino percibió un hongo sobre la hierba seca que le llamó la atención. Este era de un color violáceo y anaranjado y era de un tamaño como el de una manzana. La joven se agachó para tomarlo y en ese preciso instante todo se volvió oscuro. 
“La corona será dorada…y la sangre fluirá por los ríos donde antes eran aguas cristalinas…” 
Una voz siniestra decía mientras Ana, confundida, visualizaba lo siguiente. 
Caballeros en armaduras con el símbolo del león en su pecho llegaron a la aldea montando en sus caballos y destruyendo todo a sus pasos. Prendían fuego las humildes casas con sus antorchas, decapitaban a hombres y niños, agarraban a las mujeres y niñas y las violaban. 
Ana estaba detenida en medio de aquella horripilante escena como un sueño lúcido. Gritos, lamentos y llantos por doquier.  
Veía cómo los caballeros hacían arrodillar a hombres y niños y luego les cortaban sus cabezas con espadas afiladas. Las cabezas rodaban sobre la hierba y esta se teñía de rojo. La sangre salpicaba para todos lados.  
Y además observaba a una niña de trece años que suplicaba entre llantos y gritos de dolor que el hombre se detuviera mientras le estaba penetrando salvajemente encima de ella sobre la hierba seca. 
La escena se desvaneció y se vio a sí misma bajándose el vestido quedando al descubierto su piel desnuda frente a un hombre quien se encontraba sentado en la cama ante su presencia. Su silueta desnuda se reflejaba en la pared de piedra de la habitación iluminada tenuemente por la luz de las velas. Ana pudo divisar que aquel hombre era su hermano. 
Ana se llevó la mano sobre la boca al sorprenderse y la otra Ana giró su cabeza para dirigirle la mirada y le sonrió. Sobre su frente una tiara de diamantes brillaba. 
Dicha escena se desvaneció y Ana apareció de nuevo en la aldea sosteniendo aquel hongo que le había provocado esas visiones. La joven lo soltó rápido y lo dejó caer sobre la hierba seca procurando que solo fuera parte de su imaginación.  
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lacitypropiedades · 1 year
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9 Consejos para vender un departamento más rápido
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En este artículo, te daremos 9 Consejos para vender un departamento más rápido. La venta de un departamento puede ser un proceso estresante y prolongado, pero hay ciertas cosas que se pueden hacer para acelerar el proceso y venderlo lo más rápido posible. Limpie y organice el departamento Antes de empezar a mostrar su departamento para vender, es importante asegurarse de que esté limpio y organizado. Esto significa limpiar todas las habitaciones, baños y cocina, y despejar cualquier desorden. Tómese el tiempo para hacer una limpieza profunda y asegúrese de que el departamento huela bien. No hay una segunda oportunidad para una buena primer impresión, es clave para vender su departamento rápidamente. Repare cualquier problema Antes de poner su departamento en el mercado, es importante reparar cualquier problema que pueda tener. Esto incluye problemas de plomería, electricidad, pintura con humedad o cualquier otra cosa que pueda ser un obstáculo para vender su departamento. Si los compradores potenciales ven que hay problemas en el departamento, es menos probable que se sientan atraídos por él. Asegúrese de solucionar estos problemas antes de mostrar su departamento. Realice mejoras simples Si bien es importante reparar cualquier problema, también puede ser beneficioso realizar mejoras simples para hacer que su departamento sea más atractivo para los posibles compradores. Esto puede incluir cosas como pintar las paredes con un color neutro, cambiar las cortinas o instalar una nueva grifería en el baño o cocina. Estas mejoras simples pueden marcar la diferencia en la percepción que los compradores potenciales tienen de su departamento. Despersonalice el espacio Cuando los compradores potenciales visitan su departamento, quieren poder imaginarse viviendo allí. Si su departamento está lleno de fotos y recuerdos personales, puede ser difícil para los compradores hacer esto. Por lo tanto, es importante depersonalizar el espacio antes de mostrar su departamento. Esto significa sacar fotos personales, recuerdos y objetos personales. Cuanto más neutral y limpio sea el espacio, más fácil será para los compradores imaginarse viviendo allí. Ilumine el espacio La iluminación es un aspecto importante para considerar cuando se vende un departamento. Asegúrese de que todas las luces estén funcionando correctamente y que el departamento esté bien iluminado, con luz blanca. Si el departamento no tiene mucha luz natural, considere agregar lámparas o luces adicionales para hacer que el espacio se sienta más brillante y acogedor. Cree un ambiente acogedor Al mostrar su departamento, es importante crear un ambiente acogedor para los compradores potenciales. Esto puede incluir cosas como agregar cojines y mantas en el sofá, colocar flores frescas en la mesa del comedor y encender velas perfumadas. Estos pequeños detalles pueden hacer que los compradores se sientan más cómodos en su departamento y pueden marcar la diferencia en su decisión de compra. Destaque las características únicas del departamento Cada departamento tiene características únicas que lo hacen especial. Puede ser una terraza con vistas impresionantes, una chimenea o una cocina gourmet. Asegúrese de destacar estas características únicas al mostrar su departamento. Esto ayudará a que su departamento se destaque entre la multitud y atraiga a los compradores potenciales. Use fotografías de alta calidad En el mundo digital de hoy, las fotografías de alta calidad son esenciales para atraer a los compradores potenciales. Asegúrese de tomar fotografías de alta calidad de su departamento y utilícelas en la publicidad en línea. Las fotografías deben mostrar el espacio de manera clara y precisa, sin distorsiones o sombras. Si no se siente cómodo tomando las fotos usted mismo, considere contratar a un fotógrafo profesional. Ponga un precio competitivo Finalmente, es importante poner un precio competitivo en su departamento. Si el precio es demasiado alto, “vende su vecino” o sea es menos probable que atraiga a los compradores potenciales. Hay que hacer una Tasación profesional asegúrese de que su precio esté en línea con los precios de otros departamentos similares. Es importante trabajar con un agente de bienes raíces con experiencia. Con estos consejos, estará un paso más cerca de vender su departamento rápidamente y encontrar al comprador perfecto. Read the full article
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nyct0ph1le · 2 years
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Un nuevo comienzo, una vez más.
— Un poco más a la derecha, sí, por ahí... ¡Justo así!
— Bueno, a ver cómo queda...
Dos, tres, cuatro pasos hacia atrás. Levanté los brazos con las manos formando un rectángulo que centraba la fotografía recién puesta en la pared. Dos brazos más, estos pequeños, imitaban mis movimientos a un lado, a menor altura.
— ¡Sip! —pió una voz aguda, pero dulce.
Sonreí y me giré a mi compañía. Me encontré sus ojos brillantes y entusiasmados mirando directo a los míos, una sonrisa acompañando aquél encantador semblante. Una vez más sentí mi corazón derretirse de amor.
— Muy bien, puedes ir a jugar a tu cuarto ahora... Estaré contigo en diez minutos.
— ¡Gracias mamá! —un pequeño de siete años salió corriendo por el pasillo. Sus pasos se escuchaban por todo el departamento, tal vez por su tamaño, por la emoción, o por encontrarse todavía algo vacío debido a la mudanza.
Un efímero suspiro escapó de mis labios, aquellos que dejan salir esa mezcla de alivio y preocupación desvaneciéndose. Caminé a través de la enorme sala de estar hasta la cocina, según suponía el agua que había puesto a hervir debería estar ya lista. Una cucharada de mi té favorito en grano, una taza y tres cucharaditas de azúcar.
La vista desde la ventana de la cocina invitaba a contemplar la nieve que caía fuera, personas apresuradas por llegar a sus respectivos trabajos u hogares. Desde la altura de un cuarto piso me dediqué a observarlas...
Un nuevo comienzo, una vez más. Uno que había parecido imposible de obtener durante los intensos meses de trámites, juicios, encuentros y desencuentros pasados. Ganar la tutoría oficial y permanente de Marcel no había sido para nada sencillo; después de todo el dinero es un peso pesado incluso en sistemas judiciales que se jactan de su honestidad e imparcialidad. Y siete años atrás me había visto enredada con una de las familias más importantes de aquél país que había abandonado tan solo dos semanas atrás.
Un sorbo y otro suspiro. Veo como pasean a un samoyedo que se confunde fácilmente con la nieve, las risas de Marcel se escuchan como el canto de un pájaro pequeño desde su nueva habitación.
Un nuevo trabajo como modelo y la oportunidad de establecer una pequeña tienda en donde pudiese vender todo lo que me dedicaba a hacer o inventar; ropa, pinturas, artesanías... ¿Qué más podría hacer? ¿Té, velas, inciensos...? Un nuevo colegio para Marcel en donde por fin podría encontrarse tranquilo y vivir de su niñez; con la oportunidad de hacer nuevos amigos. Olvidarse al fin del ir y venir entre sus padres.
"Han transcurrido siete años..."
El pensamiento me toma por sorpresa. Jamás se me habría ocurrido que tendría que abandonar mi tierra natal, mi creciente carrera, mi familia... Hace siete años creía que mi vida recién estaba comenzando, pero era un comienzo de tantos más.
Espero, honestamente, que este sea el definitivo.
— ¡Mamá, ya pasaron diez minutos! —Marcel se hace presente repentinamente en la puerta de la cocina. Trae consigo su peluche de kitsune y lo agita en el aire con divertida indignación.— ¡Ven a jugar conmigo!
— Está bien, vamos... —doy el quinto o sexto sorbo.
Marcel sonríe tan grande como siempre, mi corazón se derrite una vez más. Me dedico entonces a seguirlo por el apartamento, pasando a un lado de la fotografía recién colgada; la última de nosotros dos en aquél país que por ahora pretendo olvidar. Lo sigo hasta su cuarto pensando en lo importante: con cuál peluche prefiero jugar hoy.
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cheap2cheap · 2 years
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Cómo decorar un departamento para arriendo o venta
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¿Estás pensando en vender o arrendar tu propiedad? Seguramente ya sabes que, entre las muchas cosas que debes considerar, decorar tu departamento para mostrarlo a potenciales clientes es un ítem que no debes pasar por alto. Este paso es súper importante, ya que al decorarlo correctamente podrás agregarle valor, logrando que se venda o arriende más rápido y por más dinero. Aprovecha la luz natural Cuando vayas a mostrar tu departamento, preocúpate siempre de mantener las ventanas despejadas para que ingrese la mayor cantidad de luz natural. Un espacio iluminado es siempre mucho más agradable y cálido, además, se verá mucho más grande y espacioso. Instala cortinas suaves y ligeras, así como espejos cercanos para que amplifiquen la luz. Muebles de dormitorio | SODIMAC Suma luces que aporten calidez Así como es importante la luz natural, la luz artificial también es un recurso que puedes usar. Agrega lámparas de mesa en muebles auxiliares, arrimos, o veladores y mantenlas encendidas cuando las personas visiten tu departamento. Este simple detalle les dará un tono más cálido y acogedor a las habitaciones, y logrará un look más “real”, ideal para que los visitantes se imaginen viviendo ahí. Lámparas de mesa y escritorio | SODIMAC Agrega textiles Los textiles son otra simple manera de agregar un toque cálido a tu departamento. Hazlo con cojines y alfombras, pero también con mantas que puedes poner a los pies de la cama o en el respaldo de un sillón. Los textiles te servirán, además, para darle color y dimensión al espacio, así que ¡no temas usarlos! Muebles de living y estar | SODIMAC Mantén todo en orden Probablemente, mientras muestras tu departamento, tendrás varios elementos o artículos personales más pequeños que no sabrás donde guardar. Para mantenerlos escondidos, usa cajas de madera o  canastos que podrás ubicar en repisas o bajo las camas. No solo serán funcionales, sino que súper decorativos. Organización de escritorio | SODIMAC Una mesa lista para cenar Una de las claves a la hora de mostrar y decorar un departamento para arrendar o vender, es presentarle a los interesados cómo sería vivir ahí. Por lo mismo, crea pequeños escenarios donde “pasen cosas”. El comedor es ideal para aquello, sólo deberás poner la mesa como para una cena y listo. Asegúrate de elegir una vajilla bonita, poner un centro de mesa con algunas flores y velas aromáticas. Juegos de comedor | SODIMAC Preocúpate de la cama Las habitaciones son uno de los espacios más importantes. En este sentido, la cama cumple un rol fundamental. Por eso, preocúpate que tenga ropa de cama limpia, ojalá de materiales que inviten al descanso, suaves y acogedores. Fíjate que esté bien hecha y las telas bien estiradas. Ropa de cama | SODIMAC Equipa bien la cocina Una cocina bien equipada, con artefactos modernos y tecnológicos, agregarán muchísimo valor al decorar tu departamento. Si puedes, entonces invierte en ellos, ya que mientras menos cosas vea el arrendatario que debe comprar, ¡mucho mejor! Pinterest.com Prefiere un estilo neutro Respecto al estilo decorativo, será difícil que comiences desde cero. Probablemente cuando muestres el espacio estarán tus propios muebles. Sin embargo, lo mejor será lograr un look lo más neutro posible. Si es necesario, agrega algunas piezas más pequeñas que te ayuden con este cometido. La madera es siempre un buen aliado, así como las fibras naturales y una paleta de color más bien clara. Un estilo neutro es uno con el que cualquiera puede verse reflejado, es clásico, atemporal y muy versátil. Muebles de living y estar | SODIMAC Limpieza ante todo Finalmente, procura que tu departamento esté impecable. Nada peor que ir a ver una propiedad y que haya polvo sobre los muebles, o elementos tirados por ahí. Planifica bien las visitas y asegúrate de hacer una limpieza a fondo el día antes. También puedes prender algunas velas o aplicar un spray aromático para que se sienta un espacio súper fresco. Muebles de oficina y escritorio | SODIMAC   Nota original. Read the full article
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                                                Día 8.San Roque                                                  16 de agosto
Patrón de los peregrinos, de los contagiados por epidemias, de los enfermeros, los inválidos, cirujanos y de los falsamente acusados.
Este occitano nace en el siglo XIV en Montpellier, Francia. Con veinte años pierde a sus padres, gobernadores de la ciudad, y decide regalar todas sus posesiones y peregrinar a Roma. Mala idea y en mala época, pues la peste negra arrasaba Europa. Pero en vez de esquivarla este joven fue ayudando a enfermos y pobres con los que se cruzó de camino. Incluso a daba sepultura a los cuerpos, a los que nadie se acercaba. Gracias a esto descubrió también que tenía un poder taumatúrgico: era capaz de sanar milagrosamente. Curó al primer enfermo tras hacer ante él el signo de la cruz. Llegó a Roma sano y salvo, pero a la vuelta la peste lo alcanzó, y se recluyó en un bosque para no contagiar a nadie. Pero no estuvo solo. Comenzó a recibir las visitas de un perro llamado Rouna que le traía pan y le lamía las llagas. El dueño del animal, un señor de la baja nobleza llamado Gottardo Pallastrelli, empezó a preguntarse por qué desaparecía comida de su cocina. Un día vio al animal salir con un pedazo de pan en la boca y decidió seguirle. Así como dio con Roque, a quien cuidó hasta que se recuperó. Continuó su peregrinaje, y el susto no le impidió seguir atendiendo enfermos. Incluso animales, a los que ayudaba por sentirse en deuda con el perro que le alimentó. Cuando regresó a Montpellier habían pasado tantos años que nadie le reconocía ni creían su historia, debido a su apariencia de mendigo. Los vecinos se molestaron de verle vagabundear y hacerse pasar por quien creían muerto y fue denunciado y acusado de espía de algún país vecino. Le condenaron a prisión, donde acabó muriendo con 32 años. Dicen que cuando se recogió su cadáver se percataron de una cruz rojiza grabada en su pecho, una marca de nacimiento por la que muchos le reconocieron, ya tarde. Otra leyenda dice que en su celda apareció una tabla en la que ponía: “ los que tocados de la peste invocaran a mi siervo Roque, se librarán por su intercesión de esta cruel enfermedad”. En España es patrono de varias localidades, y existe un trabalenguas que dice: El perro de San Ronque, no tiene rabo, porque Ramón Ramírez se lo ha cortado. Y tiene su historia: en San Roque (Cádiz), 1885, hubo una fuerte epidemia. Un santero llamado Ramón Ramírez se aprovechó y comenzó a vender rabos de perro, acordándose del can de San Roque, como talismán o cura de la enfermedad. Vendía tantos que todos los perros de la comarca quedaron sin rabo.
Y hablando del perro, antiguamente, en Barcelona, se tenía casi más devoción al perro del santo que a él. En su día le llevaban velas y permitían la entrada en las iglesias a los perros. Hasta hay una leyenda catalana que afirma que el día de San Roque su espíritu se paseaba para ahuyentar a los perros con rabia.
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Por ahora
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Miraba hacia arriba, preguntándome si a la luna le importaría lo suficiente como para mirarme como yo la miraba. Ahí estaban las estrellas también, coreando aquél interludio mudo con su incandescencia, invitándome a la idea de estirar la mano y leerlas mientras cerraba los ojos.
Y acá estaba yo, pensando en qué dirían, imaginando como siempre un calor ausente que me hiciera olvidar el frío invernal que dominaba mi cuerpo acostado.
-No creo que responda, otra vez -dijo ella, también ahí, acercándose de a poco.
-Con imaginar que sí me es suficiente -respondí con mis ojos aún cerrados y mi mano tanteando contornos a años luz-. Pensé que no te iba a dar la cara para venir.
-Naturalmente, pero al parecer es lo que necesitas -disparó mientras se sentaba a mi lado-. Igual, no sé qué cara poner ante semejante espectáculo de autolamento -una risa suspiradamente irónica se escapó de mi boca-. Entiendo el tema de la cuchilla, ¿pero para qué es todo el resto de artefactos? ¿estás esperando la cabra para empezar el ritual?
-Yo soy la cabra en todo caso -gruñí abriendo los ojos y dejando caer mi brazo que tocó el mango de la cuchilla-. El vino es para no sentirlo, el espejo y la vela son para no equivocarme.
-Una vela y un par de vinos, qué romántico. ¿Ves que sí me esperabas?
-Quizá, pero también espero que te vayas cuando termine -contesté mientras me ponía de costado, dándole la espalda y acariciando el filo.
-Cuando termines no podría quedarme, es cierto. Pero no quiero irme y sé que vos tampoco. La prueba irrefutable es que estoy acá, ¿no?
-Por ahora, pero para eso está el vino, para que te atontes y no me molestes.
-Ah, verdad, el vino. ¿No trajiste nada para abrirlo? -saqué de mi bolsillo un destapador y se lo extendí, sin mirarla-. Qué caballero, gracias.
Le tomó un momento abrir una botella y tirarme el corcho en la cabeza, a lo que respondí con otro gruñido.
-¿Va a ser del pico entonces?
-Lo traje para mí, así que no subí una copa.
-Entonces del pico -respondió dando un gran sorbo y dándome un golpecito en la espalda con la botella.
-Es mío -dije sentándome y agarrando la botella bruscamente-. Lo necesito. Hace frío.
-Es nuestro. Y me necesitas a mí -respondió acercándose y poniendo su cabeza en mi hombro.
No quería mirarla. Di un trago largo y cerré los ojos. Al abrirlos, de reojo, noté su cabello negro y largo. Era ella, la de siempre.
-Sí, la de siempre -dijo y dio un suspiro.
-También estás fría.
-Es por tu culpa -se defendió mientras separaba la cabeza-. Y lo sabes.
-Sí, lo sé. Como tantas otras culpas que se irían si me voy.
-No se irían del todo, quedarían atadas a lo que sos aunque no estés.
-No mientras nadie me recuerde para atármelas. Tarde o temprano, cuando ellos se vayan, también se irían.
-Quizá no te aten muchas, pero vas a seguir cargándolas a donde te vayas.
-¿Y a dónde es eso? ¿Me vas a vender una idea de cielo? -le respondí con otra risa que pretendía, si no herirla, siquiera molestarla.
-No te puedo vender nada que no me quieras comprar-dijo en un tono quizá demasiado pensativo, tan tranquilo como para hacerme notar que no había dado en el blanco-. Pero puedo regalarte la idea de una posibilidad porque esa es mi naturaleza.
-Claro… -di otro trago largo, que denunciaba el fin de la botella-. Pero siempre todo es culpa de tus regalos. Se me amontonan ahí y se pudren, decaen y se secan como una fruta edénica, condenándome por el simple hecho de tenerlas cerca.
-Eso ya no es mi culpa realmente -replicó en un tono molesto a la vez que me sacaba la botella para acabar con su contenido-. Sos un egoísta egocéntrico y un tonto. Para empezar, las frutas tienen semillas y su objeto es nutrirlas al pudrirse. Que vos las ignores y se las coman los gusanos es cosa tuya y de nadie más -dijo antes de rematar-. Podrías tener muchos árboles muy bonitos si no fuera por tu pereza.
-Wow, ¿no te faltaron un par de adjetivos más para regalarme también? -contesté, más molesto que herido.
-Sí, triste -añadió cual camaleón verbal, camuflando su voz en la palabra-. Es muy triste que quieras irte y no pienses en los que se quedan. Que no pienses en lo que podrías dejar… en lo que te di para dejar.
-Eso es muy bajo de tu parte, no le debo nada a nadie ni nadie me debe nada -respondí casi gritando y agarrando la segunda y última botella-. El mundo es lo que es y me cansé de querer mirarlo diferente…de querer hacer que sea diferente…
-Sigue siendo injusto cuanto menos -puso el destapador junto a mí y esperó a que abriera la botella antes de continuar-. Estrictamente hablando, nadie le debe nada a nadie. Pero de eso se trata justamente: todos queremos y esperamos algo de alguien -comenzó a arrimarse poco a poco enfrente mío, buscando mi mirada que la evadía-. Y por eso vale más cuando recibimos y nada los ató a ello.
-Duele esperar y no recibir -cerré los ojos y la sensación de vértigo me obligó a apoyar mi espalda en una pared de la terraza-. Y eso es tu culpa, no mía.
-Es nuestra. Eso hace que todos sean humanos. Y eso nos hace más dulce recibir sin esperar -otro suspiro irónico se me escapó antes de que siguiera-. A veces pasa y vale la pena esperar por esos momentos que llegan sin que los esperemos.
-No estoy tan borracho como para darte la razón ante tal juego de palabras. La gente no suele siquiera pensar en dar, solamente toman y toman y cuando tienen piensan en qué más pueden tomar. Nadie da sin esperar algo a cambio.
-Quizá así sea, pero eso hace cualquier cosa que esté viva y no por ello necesariamente están mal. Está mal sólo el que da y espera algo a cambio deseando recibir sin la necesidad de dar. Está mal el que quisiera recibir sin tener que desprenderse de algo. En eso está el corazón de la avaricia, de un veneno ignorante, puesto que todo lo que crece sin deseos de dar acaba cayendo por un peso que siquiera es el propio, de lo que posee, sino por el peso de lo que carece.
-Ahora voy a simular que sí estoy muy borracho como para entenderte -respondí abriendo bien los ojos y mirando las estrellas, inmóviles y aparentemente indiferentes ante mi espectáculo de autolamento-. Y también como para que no me importe -añadí inclinando otra vez más la botella que esta vez, con una ligera nausea me obligó a interrumpir nuestro beso antes de lo que hubiera querido para efectos melodramáticos.
-Yo no te entiendo… ¿Por qué tantas ganas de irte?
-Yo tampoco me entiendo. Pero es que no tengo más ganas de buscar ganas de quedarme -respondí con una sonrisa, estúpidamente creyéndome ingenioso.
-Es que buscas afuera, cuando deberías buscar adentro.
-No puedo vivir adentro mío, no soy lo suficientemente grande como para estirar los brazos sin chocarme una costilla -dije manteniendo la sonrisa mientras que al beber apuntaba la media botella que quedaba hacia el cielo-. El mundo debería ser lo suficientemente bonito como para que quiera vivir en él, es su culpa si me pierde.
-Ajá. Un vino y medio bastan para hacer que saltes entre querer irte por el peso de tus culpas a querer irte porque el peso de la culpa del mundo no es lo suficientemente pesado como para intentar mantenerte acá. Dale, por favor, ¿tan narcisista cabeza de globo de helio tenías que ser? ¿el mundo que te parió tiene la culpa de no ser bonito y vos no tenés la culpa de no querer mejorarlo?
-Jajajaja sí -di otro trago-. No quiero ponerme a pensar en quién tiene la culpa, pero estoy muy cansado como para intentar hacer algo al respecto -dije aumentando gradualmente el volumen de la voz-. Si la culpa resultase ser mía no sé qué mierda hacer para cambiar todo; si la culpa es del mundo resulta que soy parte del problema y no soy lo suficientemente fuerte como para hacer algo al respecto porque ya estoy condenado por ser parte del problema-ya casi gritaba-. Me cansé de tener que buscarle un motivo a algo que no lo tiene, de que cada vez que construyo algo termine cayéndose y de tener que levantar algo que se cayó por culpa de alguien más. ¡Por culpa de alguien más!
Grité ya con lágrimas en los ojos, tanteando la cuchilla y apuntándola hacia mi cuello como si quisiera que se fundieran para que no pudieran sacármela nunca. Por fin la miré ahí, tan hermosa con sus ojos oscuros y preocupados mirándome mientras yo lloraba de rabia, de vergüenza, de tristeza… de soledad.
-Es de ambos -dijo sin apartar sus ojos de los míos-. Del mundo y de vos. Es a la mitad siempre, dependiendo de sobre quién te pares. Y si alguien se mata en otro continente, vos vas a ser parte de ese mundo, de esa mitad. Y la otra mitad va a ser de ese otro alguien. Vas a compartir esa mitad con todos y va a parecer entonces que te toca una parte muy chiquita mientras ese alguien tiene que cargar su mitad solo. Pero no estás solo. Porque en realidad aunque así lo creamos, si dejamos de centrarnos en nosotros mismos no hay alguien lo suficientemente importante como para que nos paremos sobre él para dividir una mitad. Nunca estás solo en esa responsabilidad. Y no tenés la culpa solamente de lo malo, también de lo bueno. De cada soneto, de cada pintura, de cada abrazo o caricia -me secó una lágrima con una de esas-, una gota de responsabilidad de este mar. Nadie está solo, aunque no todos lo saben.
-Eso…es una mentira…-dije sin saber qué más decir, sin entenderle del todo lo que me decía.
-Quizá… Pero sirve por ahora, ¿no?
-Sirve por ahora -respondí bajando y soltando la cuchilla.
-Eso es suficiente. ¿Crees que la mentira te aguante hasta mañana cuando no estés borracho y podamos hablar más tranquilos? Ya sabes, sin cuchillos de por medio y todo eso.
-Entonces no te voy a ver a la hora de la comida…pero sí, aguanta hasta mañana.
-Bueno, entonces puedo irme como esperabas, ¿no?
-Sí, supongo que sí.
-Pero mañana me buscas, ¿eh? Que si no me buscas no me aparezco y no te podés quejar.
-Sí, mañana te busco.
-Bueno, hasta mañana Lautaro -dijo antes de desvanecerse como humo por esa noche.
-Hasta mañana, Esperanza -me dije, recostándome y mirando otra vez a la luna, preguntándome si ella también podría verla.
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sweetandcrime · 4 years
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“Sunshine”, XXX.
Llegó septiembre y es increíble cómo, repentinamente, todo parece estar en su lugar. El aire se respira fresco, el cielo parece más azul, excepto cuando se oscurece para dar aviso de una pronta lluvia; Yeoryang-myeon está sumamente activo, se prepara para la temporada de cosecha nuevamente. El otoño está llegando y parece que trajo consigo a Matsumoto Kazuki, otra vez.
Hace un par de semanas que volvió, pero a Lee le sigue causando cierta sorpresa volver a verlo. A veces, cuando no está metiendo sus narices en los libros de la universidad, o dando órdenes a los trabajadores de su finca -como todo un niño mandón-, pasa a saludar y a llevar bocadillos para Lilian y su familia. Kyuho tiene mucho trabajo como para detenerse por demasiado tiempo, pero el chiquillo se las arregla para ir a buscarlo por toda la granja y lo saluda con el entusiasmo de quien ha echado de menos a un viejo amigo. Esa familiaridad con la que se desenvuelve lo hace sentir… tranquilo.
Kazuki sigue siendo un tonto delicado, que de vez en cuando se sobresalta cuando ve un bicho entre las plantas, que respinga cuando se le acercan las gallinas, y que hace pucheros cuando se le raspa el calzado. Todavía se sigue poniendo ropa y perfumes caros, y usa maquillaje de vez en cuando. Pero también lo ha visto cargando bidones de agua, costales de granos, arrastrarse por la tierra para alcanzar y arrancar la hierba; a veces llega montado en su caballo, montado en la bicicleta que le obsequió Seokjin, y otras lo ve paseando con su Mustang, como una celebridad. Y también ha notado otros detalles que pueden pasar desapercibidos para quienes no lo conocen, como que su acento ha ido cambiando y ahora suena más como un granjero común y no como un heredero de la ciudad. Su risa es más fuerte y recurrente también, qué curioso; es como si, finalmente, se sintiera libre para expresar su alegría. Bien por él, piensa, se ha ido ganando poco a poco esa armonía de la que ahora goza.
El chico ha trabajado duro, a Lee le consta. El tiempo ha ido pasando y Kazuki se ha ido moldeando a la forma de la gente de Yeoryang-myeon, y aunque en ocasiones lo ve frustrado, agotado, el chiquillo tiene la suficiente energía como para alegrarle los días a Lilian con sus ocurrencias. Y aunque a veces no le haga mucha gracia verlo saludar a Taehyung cuando se lo encuentra por la calle, o cuando visita su tienda, tiene que reconocer que el chico ha sido listo al tomar su distancia sin ser descortés y sin dar explicaciones. A veces se llega a preguntar si es por aquella conversación que tuvieron en navidad, ¿será por consideración a él y el desagrado que siente por aquel sujeto?
El tiempo ha ido pasando rápido, sí, y muchas cosas han cambiado. Lee no tiene nada de qué quejarse, salvo de lo extenuante que es ser la cabeza de la granja, pues Seokjin decidió dedicarse de lleno a la construcción de su cabaña, donde eventualmente, residirá con su futura esposa. Le gusta esa calma de la que goza su entorno, todo parece estar en perfecto equilibrio.
Hacía un largo tiempo que no experimentaba tal calma, una que no trae consigo recuerdos dolorosos, ni pensamientos grises, sino… plenitud, nada más.
—Nayoung-ah —Lilian entra a la cocina, con un cesto lleno de sábanas recién descolgadas del tendedero. La cocinera corre hacia ella, para evitar que siga cargando.
— ¡Señora Jie! Le he dicho que usted no tiene que hacer esto, para eso estoy aquí, déjeme llevar eso arriba.
—Hija —gentilmente la llama—, quiero que me ayudes a preparar la habitación de visitas, por favor.
— ¿Habrá huéspedes?
 —Kazuki se quedará a dormir con nosotros esta noche. Ese pobre muchachito… no debería andar por aquí tan tarde, ¡pero quién puede hacerlo entrar en razón! No aprenderá la lección hasta que vea una serpiente en su camino.
—Con lo delicado que es, probablemente moje sus pantalones —murmura ella, sonriendo discretamente, pues Lilian no la ha escuchado. Sale de la cocina, para cumplir con su tarea.
Kazuki no es que le caiga mal, no tiene nada en su contra, pero tampoco es santo de su devoción. Desde el día que lo vio llegar, Nayoung piensa que es tan sólo un niño rico al que le compraron un terreno en el pueblo, para quitarse un simple capricho de millonario excéntrico. No le agrada ese tipo de gente, le recuerda a aquellos por quienes su familia tuvo que vender su granja y moverse de pueblo, un par de años atrás. Además, tampoco le agrada mucho la forma en que revolotea alrededor de Kyuho, como un niño pequeño y ruidoso que exige atención.
Cuando Lee entra a la casa, casi todas las luces están ya apagadas. Lilian se ha ido a dormir y al único que encuentra en su camino, es a Kazuki, dormido sobre la mesa del comedor. Hay libros por doquier, hojas arrugadas, cuadernos, lápices de colores. Se asoma en silencio y alcanzar a ver un par de bocetos en los que seguramente estuvo trabajando hasta tarde. Se ha estado esforzando hasta el cansancio en un proyecto personal del que en ocasiones ha hablado entre charlas, algo sobre maquinaria agrícola. Se ha tomado muy en serio eso de ser un campesino dedicado. A Kyuho se le escapa la sonrisa. Es apenas un jovencito, le queda demasiado camino por recorrer y conocimiento que adquirir, pero ha tenido un buen comienzo y se le notan las ganas de crecer. Tiene potencial.
 En Yeoryang-myeon, muy poca gente alcanza un grado académico superior al básico, después de todo, no les hace mucha falta para el estilo de vida que llevan en el campo. Quienes aspiran a algo más que eso, terminan yéndose a la ciudad. Él jamás tuvo aspiraciones de tal calibre, es un hombre nacido y criado entre ganado, siembra, y trabajo que requiere más fuerza física y maña, que capacidad intelectual. Pero ahora que ve a Kazuki andar de aquí para allá, leyendo, escribiendo, dibujando y haciendo anotaciones de todo lo que aprende, se pregunta si él habría sido tan buen estudiante como ese niño.
—Hey —le susurra, tocando suavemente uno de sus brazos—, mocoso. Despierta.
Lo oye emitir un quejido y se acomoda en la superficie de madera, con la cara pegada al libro abierto. No tiene intenciones de levantarse, al parecer.
—Kazuki —lo llama entonces—, es demasiado tarde. Sube a dormir.
—No quiero —balbucea, negándose a abrir los ojos siquiera. Probablemente ni siquiera sabe con quién está hablando—. Tengo mucho sueño.
—Como quieras. Te dejaré durmiendo sobre la mesa —masculla entre dientes. De pronto, lo ve alzar los brazos con toda la pereza del mundo.
—Llévame.
— ¿Huh?
—Arriba —murmura—, llévame, no quiero pararme.
Kyuho chasquea la lengua.
—Eres un idiota —le propia un suave golpe en la nuca—, levántate ahora mismo. Estás demente si piensas que voy a subir las escaleras contigo a cuestas, niño.
Cuando Nayoung se asoma por uno de los pasillos, envuelta en una gruesa bata de dormir, lo primero que ve es a Lee cargando a Kazuki en brazos, al estilo nupcial. Sorprendida, se acerca inmediatamente.
— ¿Le sucedió algo?
—Sólo se quedó dormido —responde él, ya de camino a las escaleras—. Vuelve a descansar, Nayoung. Y apaga las luces, por favor.
Ella asiente y después de desearle buenas noches, espera a que él suba para apagar las luces de la planta baja.
La noche es fresca, tranquila y silenciosa. Lee ingresa a la habitación de huéspedes y de camino a la cama, oye a Kazuki bostezar. Tiene toda la intención de depositarlo en la cama, pero antes de poder hacerlo, el chico aprieta sus brazos alrededor del cuello del rubio.
— ¿Qué haces? —susurra, como si procurara no ser escuchado por alguien más.
—Dijiste que no me cargarías, pero lo hiciste —contesta, soltando una risita traviesa. Oye a Kyuho resoplar.
—Debí dejarte ahí, para que te estropearas el cuello.
—Gracias —murmura, adormecido—. Hueles a tierra y a hierba —añade, sin todavía soltarlo, y Lee comienza a sentirse tenso. Quizá nervioso, mas no incómodo—. Y a sudor, deberías darte un baño.
—Púdrete, Kazuki. Estuve trabajando todo el maldito día —y con estas palabras, dichas entre dientes, con todo el reproche, simplemente abrió los brazos y dejó caer al menor en la cama; de no haber estado tan cansado, seguramente lo habría aventado como a un saco de papas. Por supuesto que Kazuki despertó inmediatamente, asustado. Su reacción fue cerrar el agarre con fuerza y de esa manera, se llevó a Kyuho consigo. Cayeron los dos en la cama.
Kazuki comenzó a reír mientras Kyuho maldecía y se levantaba inmediatamente. Se sacudió la ropa, en lo que el chico seguía riendo, como haría un niño satisfecho por su travesura. A la luz de las velas de aquella habitación, reconoció que Matsumoto tenía una sonrisa encantadora.
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polilandblog · 4 years
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Por qué Les 400 coups de Truffaut nos deja mucho a reflexionar en psicología social.
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Si a usted le interesa y sigue el cine de culto y conoce los clásicos del cine entonces, usted sabrá de una de las grandes obras del cine francés dirigida por el reconocido Truffaut en 1959 (Los 400 golpes); sí no tiene idea del séptimo arte y menos de esta película no se preocupe le daré la sinopsis muy bien detallada para que entienda el llamativo título de esta entrada.
Sinopsis
En París, el adolescente de 14 años Antoine Doinel siempre parece estar en problemas. Tiene un período de atención corto y se distrae con facilidad, lo que lo lleva a que le vaya mal en la escuela. Antoine es castigado injustamente en la escuela por su profesor de literatura francesa. Al día siguiente, su amigo René le sugiere no ir a la escuela y a cambio van al cine, juegan maquinitas y visitan varios lugares para divertirse. Durante ese día Antoine descubre que su madre tiene un amorío.
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Al día siguiente, su profesor pregunta por su ausencia, a los que Antoine le explica que se debe a la muerte de su madre. Desafortunadamente para Antoine sus padres se presentan ese día, por lo que termina en un gran regaño y castigo para él.
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Los padres de Antuan son Gilberte Doinel su madre, quien se casó (cuando él era apenas un bebé), con su padrastro, Julien Doinel, y quien es el único padre que ha conocido como Gilberte. Tienen poco dinero y por lo que el chico duerme en el sofa.
Cuando Julien y Gilberte no están trabajando, dejan a Antoine solo para que se las arregle solo. E incluso cuando están en casa, a menudo discuten y su crianza es inconsistente, lo que hace que Antoine no tenga límites claros y se sienta como un extraño en casa.
Antoine realmente ama a su madre pero cree que su madre no lo ama, porque tiene actitudes bastante toscas con el, y es que al parecer a ella no le cae muy bien su propio hijo, porque él es el resultado de una relación sexual episódica en su juventud antes de conocer al padrastro de Antuan.
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Antoine promete sacar una buena nota en su clase para ganar el cariño y la aprobación de su madre. A su vez empieza a leer a Balzac, decide hacerle un altar con velas, produciendo un pequeño incendio en su casa, por lo que su padre lo amenaza con enviarlo a la escuela militar si no se comporta y continúa teniendo problemas en el colegio. Sin embargo Antoine lleva entonces a su clase de literatura francesa un poema de Balzac, en forma de plagio por lo que una vez más se mete en problemas y es gravemente insultado sobre todo por leer a Balzac. es entonces cuando las cosas empeoran, tanto en la escuela como en casa, y Antoine escapa, tratando de evitar que su padrastro cumpla su amenaza.
Esos problemas por los que se le culpa no siempre son culpas suya, y muchos de sus compañeros simplemente no son atrapados con tanta frecuencia como parece que atrapan a Antoine. Incluso cuando Antoine intenta hacer lo correcto, a menudo no se le da crédito por sus esfuerzos, o sus esfuerzos conducen a un mal resultado. El primer problema es especialmente frecuente en la escuela, donde sus maestros simplemente creen que su trabajo escolar no valdrá la pena para aprobar.
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Al escapar recurre a René su amigo, quién vive en un apartamento enorme con padres ricos, quienes no se darán cuenta si Antoine duerme en la habitación de René. Para conseguir dinero, Antoine roba una máquina de escribir de la oficina de su padre. La máquina no se puede vender, por lo que la lleva a la oficina de vuelta, donde un conserje de la oficina lo atrapa. El padrastro de Antoine lo lleva a la policía, que lo encarcela por vagancia y robo. Un juez de menores lo envía a un centro de observación de campo.
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AHORA SI, ARRANQUEMOS!
Algunas personas afirman, y difunden la idea de que cada quién decide cómo va a ser su vida y que quiere de ella, que él que quiere salir adelante, sale adelante, que el que es pobre es pobre porque quiere, que el que es delincuente, es delincuente porque así lo decide.
Existen varios fenómenos sociales, por ejemplo el de la delincuencia juvenil. Cómo nos ayuda en este caso el construccionismo social es a denotar que cada fenómeno tiene una memoria y dentro de esa memoria se encuentran configuradas las relaciones sociales.
Lo primero que vamos a hacer para digerir todo este asunto es entender esto que habla Ibáñez sobre el construccionismo y que le da uno de los objetivos más fuertes a este, una característica imprescindible para la construcción de nuevas psicologías sociales: y que por supuesto dentro del fenómeno social que presento, la psicología social tiene bastante interés e intenciones de transformación al respecto.
“El construccionismo disuelve la dicotomía sujeto-objeto afirmando que ninguna de estas dos entidades existe propiamente con independencia de la otra, y que no da lugar a pensarlas como entidades separadas, cuestionando así el propio concepto de objetividad. ... En definitiva, el carácter literalmente construido del sujeto, del objeto y del conocimiento arranca estas entidades fuera de un supuesto mundo de objetos naturales que vendrían dados de una vez por todas” (Ibáñez, 1994: 250)."
Entender de una vez por todas que el sujeto no se separa de su contexto, y que en el momento que se dan afirmaciones como las que presente al inicio en las que se demarcan perfectamente al sujeto como individuo independiente de su entorno: el individuo que siente motivación, con la posible desgracia de su tiempo y lugar; el individuo pobre, de la pobreza; el individuo en potencia de delincuente, de la violencia en su casa y su comunidad.
Claro, no se puede decir que los chinos, son chinos delincuentes porque es que ellos así lo decidieron, recalco. Hay muchos elementos que se están perdiendo de vista al hacer una afirmación en la que se asocia una decisión con un fenómeno social tal, de una manera tan ramplona. Y voy a empezar por el primero ¿quién de los que lanzando esas afirmaciones, está teniendo en cuenta el contexto, las personas y sobre todo, las realidades que se están tejiendo en la delincuencia juvenil? por eso es que la historicidad del construccionismo nos ayuda a recordar que las prácticas sociales NO SON FUENTES NATURALES, que como está mencionando anteriormente Ibáñez, las prácticas sociales no están en un mundo de objetos natural que aparecen porque sí. Y que entonces hay que conocer la historicidad de dichos muchachitos y muchachitas. Porque la verdad en todo esto es que lo que está sucediendo afuera está repercutiendo en el sujeto, pero ¿qué es el afuera? el afuera son las relaciones, los espacios y tiempos que existen y conviven con ese sujeto (su familia, su colegio, su trabajo, su comunidad, etc).
Ahora vaya a ver qué es lo que está pasando en esas realidades para valerse entonces del carácter interpretativo al que es susceptible cualquier ser humano. Pero es bastante interesante ahondar en el tejido de esas realidades sociales en las que muchas veces terceros quieren investigar y/o intervenir, y cuestionar qué es lo que buscan, en esa investigación/intervención, a quién beneficia, quién lo escribe y para quién lo escribe. Gracias a esa reflexividad que nos da el construccionismo es que podemos hacer una autocrítica sí queremos investigar/intervenir en fenómenos sociales como la delincuencia juvenil, ¿cómo va a ser ese involucrarse con la comunidad, con los muchachitos y las muchachitas?
Vamos a ver el caso de Antuan. Si cada persona involucrada en su vida lo viera desde un punto de vista distinto y proyecta su visión de él, en sus expresiones verbales y afectivas, por ejemplo: su mamá lo ve como un error y así se lo hace saber, su padrastro como una carga, el profesor y en general la escuela como un fracasado, las dinámicas que se ejercieron fueron tal cual el pensamiento y el lenguaje que se ejecutaron sobre él, y es por eso que el lenguaje construye realidades, en este caso se puede ver que el lenguaje verbal (la descalificación, la humillación pública), como el no verbal (gestos desaprobatorios y de rechazo, burla, etc) dieron como resultado una tendencia en el comportamiento de Antuan. Que si tan solo su mamá le hubiera dado más amor entonces quizá hubiese podido reforzar positivamente su conducta para no meterse en líos, para no sentirse como una carga para su padrastro, etc. Incluso una buena conversación en la que se estableciera la confianza, no solo entre las relaciones de los diferentes sujetos, sino de Antuan hacia el mismo.
Nadie en ningún momento se detuvo a pensar el ¿por qué? del comportamiento de Antuan, porque era más fácil y también es la manera es como nuestras dinámicas sociales existen, señalar directamente al sujeto de tomar las decisiones que toma sustentando en la racionalidad que tiene. Pero sabemos que en la conducta humana existen muchos factores y variables que mueven al sujeto a desarrollar o no una acción.
Entonces las prácticas sociales crean instituciones sociales, por ejemplo aquel centro para menores, en vez de revisar y hacer un exhaustivo trabajo en el implemento de buenas pautas de crianza y mejoramiento de las condiciones de la comunidad en la que se encuentra el sujeto, es mejor castigar y castigar y ver que toda acción tiene un consecuencia, permitiendo que las razones y variables por las que se dió la acción pasen a un segundo plano. Y si vamos a tomar el contexto de dichos jóvenes y jovencitas también hay que tener claro que ese objeto entonces "no es neutro, está teñido, conformado y atravesado por significados e implícitos, y la mirada con que se aborda, la epistemología y metodologías que lo “desentrañan”..." (Garay, Iñiguez, Martínez. 2001. pág 19).
Como el caso de Antuan tenemos en la vida real de América Látina, demasiados casos, incluso con contextos aún más hostiles y desesperanzadores. Entrar a investigar este fenómeno social en nuestra región termina siendo un desafío, y por eso necesitamos tanto de la psicología crítica, para que denuncie y agencie sobre las relaciones opresivas del poder que se dan desde los microsistemas hasta los macrosistemas, desde las relaciones intrafamiliares, hasta la intervención del Estado, de ir a conocer los factores que están provocando este tipo de conductas en los jóvenes y en esto también de seguro se citará a la psicología de la liberación para recuperar el carácter histórico de cómo empezó a surgir la violencia y cómo logró instaurarse en esas comunidades donde aparece la delincuencia juvenil y el saber popular sobre eso. Por lo menos en esos lugares donde las pandillas se encuentran activas, con más razón se necesita la participación y el carácter democrático para que se puedan transformar esas realidades y contextos, para que la población civil cobre ese sentido de responsabilidad con los niños, niñas y jóvenes en crecimiento, no es solo es deber de la familia, la educación, sino es la sociedad en sí misma quién cría a los sujetos y los convierte en sujetos en construcción y para eso se necesita de la solidaridad social, de la empatía.
Así mismo, es necesario el objetivo que persigue la psicología social, su deber, su responsabilidad y para que quede más claro, veámoslo directamente de las palabras de Ignacio Martín Baró:
" A la psicología social le corresponde estudiar ese momento en que lo social se hace individual y el individuo se hace social. Se trata, por tanto, de analizar los influjos sociales, intergrupales o interpersonales, referidos a una historia concreta, a una circunstancia y situación muy específicas; y, en ese contexto, todo influjo social constituye, en mayor o menor grado, la materialización de aquellas fuerzas e intereses de las clases que componen una determinada formación social." (Baró. 1985. Pág 105)
Lo que concluyo de la película es que a menos que algo cambie drásticamente en la vida de Antoine, de él está destinado a un camino que no conducirá a nada bueno, lo que es más problemático a medida que envejece. Y así como la vida de él pasará en la vida de muchos jóvenes con condiciones similares. Lo más bello de todo esto, es que gracias a la vida investigativa y activista de Baró, tenemos más herramientas para entrar a efectuar esos cambios drásticos en pro de los jóvenes perjudicados por sus contextos:
"La llamada "acción prosocial" adquiere un sentido muy distinto cuando se la considera en abstracto o al interior de una sociedad homogénea, que cuando se la considera en concreto o al interior de una sociedad dividida en clases sociales, en la quc lo mismo que bcncficia a unos perjudica a otros. Si a la psicología social le compete el estudio de lo ideológico en el comportamiento humano, su mejor aporte al desarrollo de la democracia en los países latinoamericanos consistirá en desenmascarar la ideología antipopular, es decir, aquellas formas de sentido común que operativizan y justifican un sistema social explotador y opresivo." (Baró. 1985. pág 106)
Es así como estamo llamados a la investigación, acción y transformación en pro de las comunidades desfavorecidas por inequidad en nuestras sociedades.
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Referencias
Montero (2004) Relaciones Entre Psicología Social Comunitaria, Psicología Crítica y Psicología de la Liberación: Una Respuesta Latinoamericana ​
Garay, Iniguez, Martínez ( Perspectivas críticas en psicología social: herramientas para la construcción de nuevas psicologías sociales ​
Baro (1985) La desideologización como aporte de la psicología social al desarrollo de la democracia en América Latina
Por Ma. Paula Ramírez
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magdalenapez · 4 years
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Journey
Publico esto, en caso de pérdida.
En mi falta de esfuerzo por materializarme, sumergiré mi cabeza a mi propio estudio. A diferencia de los años arrastrados donde el absurdo me ganaba el vacío, sentaré mi consciencia en la felicidad y la desdicha del cotidiano desarme, configuraré sus piezas a la espera de una construcción literaria personal. Todas esas noches en vela de ideas palpitantes, expectativas banales, desamores, encuentros fulgurosos, la efímera borrachera intelectual y la tonta borrachera, el anhelo del encuentro con mi madre con el fin de no olvidarla, la desesperanza del constructo armado de la vida familiar, el paso de las drogas, el terror de la adultez, la disonante ambigüedad de toda relación humana y mi corazón. Es eso, más que nada. Debo procurar no caer en la limitante de la vergüenza ni el bloqueo verbal, por ello es que no forzaré mi puño e intentaré no vacilar entre palabras.
Escribir. Ordenarme. Guardarme. Abrazarme. Sanar.
El día de mañana comienza un nuevo año, de acuerdo al calendario, el año 2021 pareciera ser una extensión del año 2020, con una crisis mundial y una sociedad apaleada por el determinante poder de mesurar a los individuos como manadas del capital. La cíclica historia no da tregua en la lucha de las almas inquietas, el pavor de la desgracia monetaria y el carente espíritu enfrían el avance, nos engañan con ritos del desquite y estímulos sintéticos, cuando el núcleo de todo sentido se encuentra dentro y no sigue números ni métricas. En fin. Aprovecharé la ingenua esperanza de un año nuevo para disponer mi energía en un encuentro con el cambio propio, uno que apunte directamente en la manera en que siento mi cabeza en mi corpóreo y enlazo, de alguna u otra forma, los puntos de conexión, alma-cabeza, espíritu-alma, cuerpo-cabeza, alma-corazón, mente-consciencia, todo eso. No hay fecha límite solo inicial, y no es que comience ahora. Esto comenzó cuando murió mi madre dos años atrás.
No puedo hacer un recuento del pasado porque está presente. Nada realmente pasó como para enterrarlo en forma de cenizas en la montaña. Mañana también seguirá así, sólo que mi melancolía me habrá por entonces tomado la noche y probablemente la resaca estará desgarradora. La efervescente sed que me toma con el amable trago. La soltura y la forma en que escucho la música con las entrañas… el desapego a la inhibición, el descuido del mañana. El hedonismo ante la evasión de la tristeza. Y el -más bien intento- de evadir pensar en el amor. No mezclar alcohol con expectativas debería decir en forma de sello en cada botella. Del resto, bueno, me reservo.
So i start.
01/01/2021
Comenzaba arrepintiéndome de lo que escribiría a continuación. Porque comenzaría narrando mi curiosa incerteza sobre qué es lo que él habrá hecho la noche de año nuevo. ¿Habrá estado con una de sus mujeres? Haciendo el amor bajo la promesa fulgurosa de máxima intensidad pasional en búsqueda de una conexión más profunda. Probablemente.  No que yo me considere una de ellas. Para él quizás lo soy. Pero incluso eso debiese ser lo suficientemente efímero como para darle una vuelta frente a esta vida delirante. ¿Habrá estado completamente solo? Sentado frente al eco pirotécnico ahogando el solitario corazón en vino tinto. Probablemente. Tampoco deseo extender mi mañana descifrándolo. No puedo de hecho. Sigo media borracha y mi concentración está en el aire por su falta de sueño. ¿Ves que no puedes convencerte de que fue? Aunque no lo pienses ni te martirices, sigues abrazando la voluntad del recuerdo. Ayer…creo que fue ayer… pensaba en mi calidez. Ah, anteayer. Escribí un mensaje en el bloc de notas pensado para ser enviado, un mensaje honesto con honesto cariño. Pero caí en la ambigüedad de la incertidumbre, y es que era puro y poco comprometedor, pero me vi en mi vereda del desinterés. Y eso está bien. Aunque me genera una disonancia que se encuentra, por así decirlo, bajo la superficie. Está bien porque empatizo en mi propia soledad que no existe amor determinante, que toda celda es antinatural, que finalmente todos nos encontramos en la misma deriva del intento por mantenerse a flote. No estoy de acuerdo con arrastrar al resto a la salvación propia. No existe humildad en actos egoístas y no podemos tergiversar el cariño ajeno en beneficio propio. Me llega a dar pena. Por otro lado, me cuestiono si es que es esa misma confusión la que me arrastra a mí frente a lo que sentí al momento de volver a besarlo después de un año y haberme sentido rebosada de una álgida emoción que en ese momento me habló de amor.
Supongo que al final de cada día el hombre no soporta haber sido visto cuando verse duele tanto. Construyen por medio de fracciones ajenas un vínculo benefactor, y no es serio hasta que se encuentra al precipicio de la pérdida infinita que deciden mirar de verdad. Creo que si algo le conviene al poder es la capacidad de engañarse, creo a su vez que la deshonestidad se paga doble.
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Se me hace inminente encontrarle el propósito a lo que veo, oigo, pienso mientras los veo. La lucha eterna con los fantasmas internos parece ancestral, casi trascendental como forma de plantear la entrega diaria hacia un encuentro pacífico. Sobre esta lucha las trampas son baches imaginarios, posibles escenarios donde reina el -qué pudo haber pasado- o -el qué podría suceder- frente al encuentro de la limitada posibilidad de lo que efectivamente es.
Busco canciones que acompañen el desencuentro, una forma de romantizar el presente, mientras mi cabeza juega con la atracción del deseo o la misma efervescente contradicción, inducida por el alcohol, del presunto real, no sabiendo separar más bien la ilusión del tangible contacto.
Cuando me encuentro en la nada, recorro pasajes conocidos, en la espera de encontrar un reminiscente vivo que me hable de una emoción viva, como un átomo que ronda ad portas de ser consumido como reservas en catástrofe, sin saber muy bien cuando se presentarán aquellos transformadores encuentros que dejan el punto seguido como el porvenir histórico.
Del pasado lo tengo todo. Absolutamente todo. Todo lo que conozco.  Y es por eso que quizás, no me asusta tanto la idea de la consumación efímera, sabiendo más bien que logré hacerme mi espacio, no importaría demasiado -mientras nada quede más establecido por mi parte- el dejo eterno. Aunque claro, sigo emocionándome al leer algo, ver algo y descubrir algo de esta maravillosa vida, pero es su forma la que conflictúa lo más profundo de mis entrañas, el culto al material y el éxito profesional me da náusea, me exaspera la carrera superficial ante tanta ignorancia interna. Incluso mi misma imagen llega a entorpecer mi propia proyección, verme al espejo y contar con un celular me idiotizan.
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Entre proyectos y esperanzas que nos inducimos como método principal de crecimiento y desarrollo bajo el mismo sentido nómade que nos impulsa al cambio constante, aterriza sobre mi una nostalgia azul de un futuro inexistente, aún posible. Llevo casi veinte y cinco años viviendo en el mismo hogar, trasladándome de pieza en pieza a medida que caducaban los habitantes, reconociendo cada mancha como manteniendo una imagen fija de todo lo que sé y reconozco como mi espacio, entre quienes la han visitado y la han construido se me revuelve el estómago. La postal de cada ventana donde el norte derriba con el sketch cimentado de grandes edificios y pedazos metálicos ante el sacro verde de alfalfa y caballos libres.
El acecho del recuerdo permanente de lo que fue ver a mi madre morir en la pieza conjunta a la mía y todo lo que conformó su dura despedida me sumergen en un apego sustancial, uno que agradezco y le rindo tributo a mi fortuna sopesando lo que conlleva y suspiro ante su gloria. Y es que mi vida acá ha sido realmente sagrada.
Recuerdo un sueño donde existía un mercado de recuerdos, al mejor postor se le otorgaba una especie de implante con lo vivido y así el negocio de la emoción era un bien más. A veces creo que vender esta casa sería algo así.  
Ahora, frente a la agonía citadina el escape es inminente, y conformar el resto de mi vida en lugares verdes y lluviosos, o cerca del mar, me deleita el imaginario, pero mientras mi nicho se encuentre acá no podría pedir más.
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Es relativamente temprano para disponer de algún estado, sin embargo mi cabeza persiste acechando los quehaceres y el más grande proyecto del cual parezco negar con inertes fuerzas abrazadas por el miedo. Quizás es leer tanto sobre el comienzo de un año… aunque mi soledad siempre depara por ahí. La soledad de un alma ermitaña. El miedo. Una vez que mi madre se fue, una parte mía dejó de crecer e hibernó. Y es tan dolorosa que probablemente no pueda escribirla, porque implica recordarla como mi mamá, más allá de su enfermedad y su muerte. Es demasiado.
Hoy fue ese día, donde el dolor se pronunció en señal de advertencia en todos mis sentidos, el estomago se apaga, la necesidad de tabaco se hace continua, el desgano alojado en las batallas perdidas destalla en cada capa, el silencio abruma mientras una secuencia de imágenes me recorren entre lo vivido e imaginado desde vergüenzas hasta logros y me encuentro ahí, entremedio del absurdo por aferrarme tanto a la vida y a su vez, torcer el sentido en lo mundano sabiendo mi error. Atrás de mi cabeza late el miedo constante donde -no poder- pareciera ser el único sendero, las desventajas emocionales por todas las disfuncionalidades interpersonales me bloquean el paso hacia… la liberación del ego.
Sin más, me consuelo al saber que el sistema de vida está podrido y mientras duela encontrar el equilibrio, luchando por lo que está fuera, tanto como lo que se encuentra dentro y aún así encontrar la fuerza suficiente para dejar ir, es que lo estoy haciendo bien. Aunque mis ojos estén cansados ahora mismo no quiero dejar de escribir antes de creerme que está bien sentir dolor pero que es aún más importante invitarlo a tomar té y abrazarlo.
No quiero morir aún, pero si anhelo de manera verdadera y honesta, hacerme parte del todo y fusionarme con Els. Mientras te espero, intentaré buscarte por aquí, aunque primero debo encontrarme yo.
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Partiría diciendo, sobre un mar de palabras me ahogo sin antes respirar tras soltar toda expectativa, presión e incluso animosidad de torcer, específicamente, el flujo natural. Suena a cliché de revista, peor aún, de estigmatizados logos, pero la verdad es que al final del día las luchas más fuertes son contra la corriente cuando la única forma de llegar a la orilla es dejándose ir. A no ser que me encuentre en medio de una tormenta o simplemente la oscuridad me succione. Y eso pasa. Como todo pasa. Me pasé con los clichés hoy. Y es que, el ser humano lucha tanto por llenarse de excusas para vivir cuando no vemos que está ahí mismo, la vida misma, dadivosa y fortuita donde podemos compartir el tacto y el amor. Un acto honesto implica cariño y cuidado, no dar por sentada la vida hoy sin antes agradecer lo que es. Aún no estoy lista para hablar de luz y oscuridad, y es que aún quedan muchas tonalidades por doler y amar.
Pero estoy dispuesta.
Sobre todo a amar.
Y del dolor, dejarlo entrar.
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Mi corazón pesa el día de hoy. Lo siento en su forma y condición. Conversé con mi terapeuta respecto a mis miedos, él es un tipo transparente que, independiente de las circunstancias, logró verme a los ojos y conectar con el pesar. Parte mía se siente bien al saber que una persona como él aprecia la honestidad en mi discurso, también que ahora me vio “entera” a diferencia de la vez pasada, donde estaba en pedazos. En mi esfuerzo de honestidad me desbarranco en contradicciones y miles de ideas, él las ordena, y sobre esto puedo rescatar lo siguiente:
Hablamos sobre los ritos. Como los ritos de año nuevo, y le hablé sobre mi postura de la métrica absurda, de lo cual él coincidía pero llegó a entender con el tiempo y la experiencia, que los ritos son necesarios para cerrar ciclos. Al respecto, le comenté que celebramos los ritos equivocados, y en mi extrema terquedad debo torcer mi sentido en, dejar morir el pasado, comenzar cosas nuevas. De la misma línea, le presenté mis temores a la adultez, a lo cual dirigía su consejo sobre la evolución de los miedos y que finalmente, uno siempre acata frente a estos sabiendo que el riesgo está ahí, acechando a la vuelta. En mi caso la tarea podía ser un poco más empinada al no contar con la figura maternal que finalmente “me entregue” a la “gran adultez” porque por más independiente que sea aún no soy adulta. Porque aún debo aprender a ser mi propia madre, y padre.
Sobre el tiempo que me permití vivir, aparte de hacerme entender que fue lo mejor que pude haber hecho, le revelé mi inseguridad al sentirme disminuida por el resto productivo, a lo que él respondió “acaso, ¿una planta pide permiso al momento de crecer?” si al resto le genera ruido entonces, ellos también necesitan verse. Y lo comparto pero empatizo más con mi entorno. Me sigue desganando verme sin aportar económicamente al hogar porque de igual manera se me enrostra constantemente… pero es pasajero. Y mi aporte más grande, del cual estoy segura que vale más, es estar bien.
Como nota aparte, previo a terminar me preguntó sobre el aspecto amoroso. Yo pensé que no lo hablaríamos porque incluso hasta el momento no lo sentí necesario. Y esa si que fue una tarea compleja de resumir o dar a entender un discurso que se sienta honesto, porque no siento más que contradicciones y baches de confusión al respecto. Sí rescato, cuando me mencionó que “quizás no te gustan los músicos, quizás te gusta la bulla”. Y sobre las relaciones, que a fin de cuentas, ninguna funciona en base a incertidumbres. Prefiero reservarme por ahora mi opinión al respecto porque se muy bien como la siento pero quizás no tan clara para verbalizarla. De todos modos, algo se siente mejor.
En los días planos las resoluciones son más bien ajenas. El mundo está convulsionado y pareciera no dar tregua a la calma. Mientras, el calor citadino hace del cemento un infierno fogoso el frescor de la noche es el único momento donde pareciera menguar el delirio moderno.
Ahora bien, luego de unas copas de vino, comparto la efímera existencia en forma de eso y nada más, la existencia. Adiós
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Espero ir ordenándome sin sentir culpa por no cumplir entre días, principalmente porque existen días donde efectivamente no podré escribir acá, y a su vez, donde no quiero presionar algo que no está.
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Ante el dolor ajeno
Me preservo en ser una mera espectadora
Quien apabulle y sacude sus manos por la desgracia
Y empatiza procurando sentir
El relato de forma interna y verdadera
Sin poner en duda ni juicios sobre las miradas perdidas
“intentando estar segura desde el principio que el amor es lo único que puede romper el corazón”
Y aunque el mundo se desmorona en pedazos
Seguimos acá sosteniendo la insignia del sentido
Por sobre el pavor y la sistemática injusticia de la desgraciada suerte
La muerte inherente o el solitario destino
Como una antorcha de la cual sus llamas ahuyenta el oscuro porvenir
Un sacro elemento que ilumina y arde
Demarcando la lucha eterna del recuerdo y el presente.
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Sobre la apabullante verdad del ser nos regocijamos entre recuerdos y cosas. Millones de objetos cargados de tactos y escenarios de los cuales fueron traídos, distintas épocas que remontan una proyección de nosotros en cierto contexto, para luego ser tomados con la misma distancia que la atesora y ver, finalmente, qué son. Un posible reencuentro con la nostalgia atrae ese remanso genuino y especial de la niñez, consigo cierto pudor por lo que llegamos a creer qué sería el ahora.
Y lo reciclamos.
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Posiblemente el acto más difícil es el de soltar. Pasamos permanentemente sosteniendo insignias a la deriva de un solitario destino con la fe en la frente y las manos apretadas. Aferrarse como salvación, quizás, la inminente fórmula que trae consigo el desgaste del expectante sentido cuando el resto cae y agoniza sin tacto ni mesura. Ya no espero un dios ni un atisbo de señal el cual me indique el perdón de mis culpas el camino pasado incluso una posible resolución, tal sendero iluminado. Y es que asiento de tal forma mi soledad que distiendo imaginarlo de otra manera. El eretismo habla de encontrar la cueva e incendiarla hasta las cenizas a la espera de una desintegración conjunta con todo pesar e intenciones malogradas. Encontrar la noria y beber de ella sin buscar el reflejo prístino del fondo y beber por primera vez. Eso deseo.
Y es que mi corazón se confunde en su simpleza. Prefiere quedarse con los restos que pasaron encima atesorando el caos en su vivo desorden, el eterno recuerdo del paso vivido con la llaga al aire. A medida que se expande recaba profundo y se posiciona en la boca del estómago sosteniendo la voz que emerge desde las entrañas y condiciona, finalmente, lo que es.
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A veces me adelanto al tormento leyendo señales tales como encontrar una canción nueva, certera en su sentido con sonido profundo, ensañándose frente a mí como una advertencia. Otras veces es la voz del entorno, el tono más alto o la pintura más brillante. Casi ritual de un porvenir túrbido… la circunstancia se repite frecuentemente, a modo de ciclo configuro arquetipos del sentido; un proceso de vasta oscuridad v/s astas de destellos extasiados.
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Preciso aclarar un par de asuntos
resolverme es lo mismo que desarmar cadenas en desorden
preciso declarar en adelanto, la versión corta, de la historia detrás
la conmoción llegó a envolverme mientras el escenario se tornaba rojo
recuerdo haber visto el horizonte incendiado
el cuerpo duro mientras mis encías sangraban
los estímulos adormecían mi corazón
incapaz de abrir senderos
corrompiendo cada espacio
me encontré oxidada
sedada
inquieta
desalmada.
Sobre lo último conservé sus reservas
como un tesoro bendito
contaba sus partes
.Seis.
Me escondí dentro de mi propio regazo
compuse fórmulas que hablaban de amor
recaudé el resto
.Nueve.
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Antes de comenzar me inunda cierta presión. Entre efímeras ideas y sentidos repartidos en el aire me atormenta cierto terror por la suficiencia. La propia -hacía mi-, la del resto, para ellos. Postergo entonces, cualquier consumación de todo tipo. Rehusarme con el fin de anticipar el rechazo.
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Una vez rota permitirme ser armada sonaba absurdo, la idea de cualquier posible reencuentro adormecía mi desesperación en ser amada… y la verdad es que hoy solo deseo dormir. Me sorprende, de algún modo, acentuar mi soledad de manera “voluntaria”. A diferencia de algunos, que dicen caminar solos cuando finalmente, se alimentan de todos.
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Comprendo por momentos el desglose del alma, como cientos escriben en este momento sobre el desenlace de la idea primitiva; la duda, comienzan a reflexionar sobre las emociones y la proyección verbal de la idea. Aferrándose a la intuición, el alcance de algunas advertencias rumean la parte trasera de nuestras cabezas y trastocan la boca del estómago. Entre gemidos y alertas descansamos bajo el anhelo de una posible proximidad con alguna verdad. La búsqueda de cierta estabilidad confunde el ceño con movimientos involuntarios mostrándonos con expresiones de alto carisma, encantos de la desdicha para cumplir nuestro rol en la pantomima. Un gesto, un cuento, una imagen… todos pretenden, finalmente, creer o más bien querer creer que esto constituye -la- verdad.
Hoy pensaba, que el desamor nace por mí. Soy capaz de contar con cientos de excusas sobre aquello que hablan de responsabilidad afectiva, pero mis garantías son más efectivas, consigo cierta gratitud con aceptar mi vacío en lugar de culpar al resto; y es que aquello me sería desgraciado. Mi corazón yace en un desorden calculado, consecuencia de un alma vieja, me regocijo en el desamparo contemporáneo e inserto a su vez, cierto deseo por torcer el karma a mi favor… aún así, el desencuentro cohesiona la esperanza del cambio
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ghouliedm · 4 years
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AQUÍ TIENES 46 FORMAS DE CONSEGUIR DINERO CUANDO ESTÁS SIN BLANCA
(DINERO QUE NO TIENES QUE DEVOLVER)
1. Una forma de conseguir dinero es hacer una venta de garaje y vender artículos que se está preparando para tirar porque ya no los quiere. ya no los quieres.
2. Siempre puedes recoger conchas en la playa y pulirlas y convertirlas en joyas.
3. Conseguir el rescate en efectivo de la póliza de seguro de vida.
4. Pintar caras en las rocas y venderlas como pisapapeles.
5. Ir a una casa de empeño y empeñar algunas joyas.
6. Pide prestado a un familiar.
7. Ir a cobrar la paga de asistencia social o los cupones de comida.
8. Sacar pequeños árboles del bosque y venderlos a los propietarios.
9. Aprender los nombres de las plantas silvestres y plantarlas en macetas para venderlas.
10. Enrollar periódicos en troncos, atarlos, teñirlos y dejarlos secar... luego venderlos (chimenea).
11. 11. Recorta camisas y vestidos viejos y haz soportes para macetas con ellos y véndelos. y venderlos.
12. Corta toallas cuadradas de ropa vieja y véndelas como trapos de limpieza. trapos de limpieza.
13. 13. Recoge madera a la deriva de las zonas de playa y véndela a las tiendas de artesanía.
14. Pintar viejas botellas de vino usadas y venderlas como jarrones pintados a mano.
15. Ir casa por casa y pintar los números de las casas en los bordes de las aceras por una tarifa.
16. Llevar el cortacésped de casa en casa y cortar el césped por una tarifa.
17. Ofrécete a cavar o palear los jardines de los vecinos a cambio de dinero.
18. 18. Ofrézcase a vender lombrices de pesca (tierra) como cebo - cave en el jardín para conseguir las lombrices.
19. Pintar el exterior de las casas en las horas libres. Cobre la tarifa vigente.
20. Recoger piñas y venderlas a tiendas de artesanía.
21. Convertir las piñas en joyas útiles, etc. y venderlas a tiendas o casas.
22. Rocía de oro los viejos ladrillos de construcción y véndelos como "Rechazos de Fort Knox"
23. Pinte los ladrillos con un esmalte vibrante y véndalos como desplazados.
24. Llene latas de café con yeso, píntelo todo y véndalo como topes para puertas.
25. 25. Recoge verduras de tu jardín y véndelas en un puesto de de la carretera.
27. 27. Cuidar a los niños para obtener beneficios.
28. Cuidar la casa de los veraneantes, obtener un extra cuidando el terreno.
29. Hacer dulce de leche y venderlo de casa en casa.
30. Escribir a máquina para compañeros de estudios o de trabajo por una tarifa.
31. Mecanografiar menús para restaurantes por una cantidad determinada por menú.
32. Leer libros y hacer informes a cambio de una cantidad para los estudiantes.
33. Investigar cualquier tema (en la biblioteca) por 25 dólares la página.
34. Pintar volutas y diseños en platos o hacer platos de cumpleaños, cobrar $19 cada uno.
35. Enseñe a la gente a hacer calistenia, cobre 2 dólares la hora y tenga 10 a la vez.
36. Enseñar a bailar y cobrar 2 dólares la hora, y tener 10 a la vez.
37. Aprenda a hacer malabares y payasos, haga espectáculos pagados.
38. Alquilar como payaso para fiestas de cumpleaños, asuntos, etc.
39. Ser bueno contando chistes y alquilarse en clubes nocturnos.
40. Cantar por dinero en clubes nocturnos.
41. Hacer artesanías y venderlas en puestos de venta en la carretera.
42. Enseñar a otros a hacer manualidades (2 dólares cada una) y tener 10 en cada clase.
43. 43. Hacer tartas de frutas y venderlas de casa en casa (o en tiendas en vacaciones).
44. 44. Haz coronas de Navidad durante las fiestas para venderlas, utilizando ramos desechados de los árboles de Navidad propios y de los vecinos.
45. Hacer velas de Navidad con parafina y venderlas en Navidad.
46. Lustrar los zapatos de los oficinistas yendo a la oficina una vez al día todos los días y cobrar 50 centavos por el brillo - la mejor apuesta de los abogados aquí, También vea a todos los contables, oficinistas, agentes de seguros, etc.
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