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#el castaño
magistercomunica · 2 years
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🔴SUCEDIO HOY! URGENTE HACE UNAS HORAS! MIRALO ANTES QUE LO BORREN - NOTI...
| NOTICIAS VENEZUELA HOY 02 DE FEBRERO 2023 |
NO TE LO PIERDAS!! https://youtu.be/1azMtQbtA1o
Favor Mirar, Comentar y compartir el link del video Brote de salmonelosis en población de El Castaño en Aragua ha dejado cinco víctimas fatales Polémica en México por funcionario chavista encargado del diseño de programas escolares Devuelven vehículos en la frontera por no cumplir con requisitos para ingresar a Colombia Diosdado Cabello arremete contra AlbertoNews y lo califica de palangrista Capturado peligroso delincuente solicitado por diversos delitos en Pariaguan Un septuagenario detenido en Sotillo por extorsión y hurto Capturado delincuente que robaba a sus víctimas al descender de unidades de transportes públicos en Puerto La Cruz Desarticulada organización criminal de El Negrito dedicado al hurto en comercios en El Zulia
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seryhumano · 2 years
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Venezuela amerita el concurso de todos
Venezuela amerita el concurso de todos Por @jdiegovillave "El país entero continúa en emergencia debido a las fuertes lluvias, pero también al descuido de la parte preventiva," #Venezuela
Por Juan D. Villa Romero Venezuela amerita el concurso de todos La Asamblea Mundial de la ONU designa el 13 de octubre como “Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres” (Resolución 44/236), con el propósito de concienciar a los gobiernos y a la opinión pública internacional a tomar en serio medidas encaminadas a minimizar riesgos. Asimismo, los desastres, muchos de los cuales…
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cparti-mkiki · 1 year
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this has come up AGAIN so i have to say i literally don't understand why curly hair is part of the spanish stereotype like. have people ever been to spain. where does this idea come from. curly hair is nice but i almost never see it lol
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turbocao · 8 months
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me he empezado a ver nodame cantabile y vaya tremendos temardos que tiene de opening y de ending
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mundillotaurino · 1 year
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Les résultats du Samedi 6 mai 2023 : San Agustin de Guadalix, Baeza, Colmenar de Oreja, Guillena...
San Agustin de Guadalix, Samedi 6 mai 11h – 4 novillos de Barcial (1/2)/ Paloma Sanchez Rico pourLeandro Gutierrez : silence après avis, silence après avis et silence après avisJoão D’Alba : vuelta avec blessure João D’Alba souffre d’une cornada de 20cm au niveau du molet et d’une seconde cornada au niveau de la jambe droite, touchant la veine fémorale et saphène. Pronostic grave. 18h – 6…
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sweetillnessofm · 8 months
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¡hola! antes que nada escribes muy bien, y fui fan de tu trabajo pasado, sigue así🫶
queria pedir algo de rough angry sex con enzo🫣después de una discusión!!
holii, aparezco gente, gracias por tus comentarios bonitos anon🫶 espero esto les guste 😪
kiss and make up☆
(one shot)
ADVERTENCIAS/TAGS🗯: enzo vogrincic x reader, smut, rough sex, fingering, kinda mean enzo(?), hair pulling, cum swallowing
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todo empezó por una mandarina.
o bueno, eso creyó enzo al principio.
desde que despertaron ambos en la mañana, el mayor pudo notar que tus ánimos no eran los mejores. apenas dándole los buenos días te dirigiste a la cocina para hacer el desayuno; sin ni siquiera un beso, o un abrazo, ni el típico rato que pasaban enrollados uno con el otro entre las sábanas disfrutando del calor corporal... pasaste de él.
trató de no hacerse mucha mente y unos minutos después bajó a la cocina donde te encontró de espaldas, frente a un sartén del cual se desprendía el olor de unos panqueques. se acercó hacia ti con pasos un tanto ruidosos para que no te asustaras cuando sintieras sus brazos rodear tu cuerpo, y apoyó su mentón en tu hombro cariñosamente, observando desde arriba los alimentos que preparabas.
"te comiste mi mandarina, enzo" espetaste con fastidio, saliendo de su abrazo y moviéndote hacia el tacho de basura para desechar unas cáscaras.
"¿cómo?" respondió con el ceño ligeramente fruncido, sintiendo genuina confusión.
"anoche, anoche cuando llegaste te comiste la mandarina que dejé en la heladera" te giraste hacia él enfrentándolo. "ya yo estaba dormida" murmuraste y devolviste tu atención al sartén caliente.
el castaño pareció recordar su travesura. "aah, sí, sí. sí me la comí, pero no creí que te molestaría, chiquita" dijo con un tono suave y se volvió a acercar a tu cuerpo "perdoname, no es tan grave, sabés que puedo salir a comprar más-".
giraste los ojos, más enfadada que antes. "déjalo, ya, no hace falta" serviste en los platos de cada uno los panqueques y le tendiste el suyo a enzo "toma, provecho".
consumieron sus desayunos en silencio, evitabas la mirada del castaño a toda costa con tus ojos fijos en el plato. confundido y pensativo, enzo quiso preguntarte si realmente era una simple mandarina lo que había causado tanta molestia en ti, cuando fue interrumpido por el sonido de una de sus alarmas recordándole que se le estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, que era una nueva película en la que llevaba dos meses participando.
se disculpó contigo y te dio un beso en la frente antes de lavar su plato y subir a la habitación a prepararse, dejándote con la mirada perdida en la mesa y terminando tu desayuno sola.
en algún tiempo libre del día te llamaría y trataría de arreglar las cosas, pensó, no podían quedar mal por un pequeño error de él y una simple fruta. sí, definitivamente eso haría.
si tan solo hubieras contestado sus llamadas.
llegó el mediodía cuando sentiste la primera vibración de tu celular, y en vez sentir felicidad al ver el nombre de "mi vida ♡" en la pantalla, solo sentiste tu pecho llenarse con un incómodo sentimiento de enojo. lo mismo fue con la segunda, con la cuarta, y la séptima llamada, tanto así que llegó a un punto donde tuviste que silenciar por completo el aparato.
no estabas segura de por qué actuabas así, te sentías como una nena malcriada hasta cierto punto, pero supusiste que era por los días que llevabas acumulando tus sentimientos reales.
obviamente tu malestar no era por una mandarina, eso solo fue un gatillo para que se disparara tu estado de ánimo reprimido. la realidad era que te sentías descuidada por enzo.
desde que empezó con su nuevo papel pudiste notar como cada vez pasaban menos tiempo juntos; habían menos oportunidades para salir, para las actividades que solían hacer antes, para tener sexo. apenas teniendo un corto momento en las mañanas para poder sentir el calor y el cuerpo del otro antes de que el mayor se despidiera, no era suficiente. te hacía mucha falta y sentías también que no tenías siquiera el tiempo para poder expresarle cómo te sentías.
al principio era tristeza pura lo que te llenaba pero con los días se transformó en rabia. porque enzo parecía no darse cuenta y parecía que no se sentía afectado.
cayó la noche y estabas saliendo de la ducha cuando escuchaste la puerta de la habitación abrirse.
"¿amor?" escuchaste la voz preocupada del castaño "nena, qué pasó? te llamé mil veces y no me contestaste ninguna, me tenías mal" se acercó rapidamente a ti cuando te vio salir del baño envuelta en una toalla. "de verdad necesitaba hablar con vos, pero sabés como es todo, no podía regresarme a la casa" tomó tus manos entre las suyas, mirándote preocupado.
"disculpame, me quedé dormida" respondiste tosca. te soltaste de su agarre y fuiste al ropero a buscar tu pijama.
"pero por qué no me devolviste las llamadas?" siguió tu andar con su mirada y chasqueó la lengua. "mirá, no sé si realmente estés así por la estupidez de la mandarina, te dije que podía comprarte más, pero si no es eso necesito que me digas ya qué carajos tenés".
notaste como progresivamente su tono de voz dejaba de ser suave y comprensivo para volverse más alto. "desde que despertaste me tratas diferente, ni siquiera un beso nos dimos. todavía en la cocina me girás los ojos y me sacás de encima así sin más, y en todo el desayuno me ignoraste, te buscaba la mirada y nada" negó con la cabeza.
"entonces aparte de eso te llamo porque realmente me preocupa estar bien con vos, porque sos mi mujer y te amo, y qué recibo? el jodido buzón" se pasó una mano por el cabello, con estrés. "no soy adivino, necesitamos comunicarnos, entendelo".
"te preocupa estar bien conmigo?" esta vez fue tu turno de responder, alterada. "te preocupa tantísimo que en estos dos meses te has distanciado un montón y hasta ahora sigues sin darte cuenta?" estabas casi gritando, finalmente le estabas contando la verdad, aunque en una circunstancia que se pudo haber evitado. "andate al carajo" te giraste hacia el ropero de nuevo buscando la ropa, esperando de espaldas a él con la piel erizada una respuesta filosa de su parte.
"entonces era eso," rió con amargura "te costaba demasiado decirlo desde antes? sabés lo importante que es decirnos este tipo de mierdas, dios" con cada oración se iba acercando más a ti. ajena a ello seguiste buscando entre las gavetas.
continuó "parece que sí, porque tuviste que esperar y llegar a este punto, para que yo llegara cansado del rodaje y en vez de ser recibido con un abrazo al menos, soy recibido con este berriche". te diste la vuelta rápidamente hacia él para protestar cuando lo encontraste muy cerca de tu cuerpo, con sus ojos clavados en ti.
teniéndolo tan cerca pudiste observar con detalle su expresión. iracundo, con el cabello desordenado, el ceño fruncido, los ojos llenos de agotamiento y una mandíbula apretada, tensa.
realmente esta era una parte de enzo que no conocías, porque sus discusiones solían ser tan tontas y reducidas que ninguno de los dos acababa enojado propiamente. claro, hasta ahora.
algo que no esperabas en lo absoluto era que tal cosa empezara a causar una humedad entre tus piernas...
tal vez ya te estabas volviendo loca por la falta de sexo.
negaste con la cabeza tratando de deshacer tus pensamientos. "es esto solo un berrinche para ti, enzo?" soltaste con rabia. "dime, crees que no me afecta estar jodidamente sola acá en la casa? nada más que esperando como imbécil a que llegues tarde por la noche y ni siquiera podamos hablar un rato, porque llegas durmiendo. y ni hablar de los días libres donde nada más lees y lees guiones".
caminaste pasando de él y dijiste a lo ultimo "hace cuánto tiempo que no cogemos?" el tono de tu voz ya había bajado, casi en derrota.
al ver que enzo se quedó de espaldas a ti sin responder, suspiraste y te quitaste la toalla que envolvía tu figura, para empezar a vestirte.
con la mirada fija en el suelo, a punto de deslizar por tus piernas las bragas que escogiste, sentiste como enzo se abalanzó sobre ti haciendo chocar tu espalda contra la pared que había detrás de ambos, con su boca empezando un camino de mordidas y chupetones nada suaves en tu cuello, hacia tus hombros y clavículas.
gemiste agarrando sus brazos, sintiendo sus manos recorrer desesperadamente tu desnudo cuerpo y bajar hacia tu culo, el cual amasó con fuerza acercándote lo más posible hacia él. en un movimiento involuntario abriste las piernas, lo cual aprovechó el mayor para introducir una suya en el espacio entre ellas y poder rozar su muslo contra tu coño.
jadeaste al sentir la fricción de la tela contra tu clítoris y empezaste a mover tus caderas con la intención de estimularte más, cosa que no lograste por el fuerte agarre que tenía enzo en estas. en cambio, sentiste como este empujó su pierna ásperamente contra ti, restregándola de atrás hacia delante y mojando la tela con tus jugos en el proceso.
"entonces lo que querés es que te coja, no?" musitó contra tu oreja, soltando una pequeña risa sin gracia al escuchar tus agudos gemidos.
desviaste tus ojos hacia algún punto de la habitacion, evitando su pregunta.
detuvo los movimientos de su pierna mirando con sorpresa el desastre que estabas haciendo en su pantalón "mirá como estás de mojadita... acaso te calienta que discutamos? mhm? decime".
tomó con fuerza tu mandíbula obligándote a mirarlo. "te calienta que me enoje con vos".
no querías admitirlo aunque en el fondo sabías que era cierto. era algo que nunca habías sentido hasta ahora. "puede ser" dijiste sin aliento "igual, n-no puedes culparme, si estoy así es porque me has descuidado".
"ah, en serio?" dijo bajando su mano hasta tu coño e introduciendo dos dedos de golpe, haciéndote soltar un grito ahogado. "no sabía que por unos cuantos días sin sexo te volverías tan sucia, sos terrible".
esto no era nada parecido a las otras veces que tenían relaciones. esta vez eran acciones bruscas y descuidadas, movimientos en los que podías sentir el enojo de enzo y tal vez la misma desesperación que tu llevabas sintiendo hace semanas. todo muy distinto a las caricias delicadas y palabras de amor a las que estabas acostumbrada
y te estaba encantando.
enzo comenzó a mover sus dedos rápidamente dentro de ti, abriéndolos y cerrándolos en forma de tijeras ocasionalmente para poder estirarte, con su otra mano todavía sosteniendo tu cara con firmeza. sus bocas se rozaban sin llegar a besarse como tanto anhelabas, cada vez que intentabas acercarte al mayor este se separaba burlándose de ti y causando que formaras un puchero.
"aw, qué pasa amor, ahora querés que te bese?" dijo el contrario con falsa inocencia. "no fuiste vos la que me estuvo rechazando toda la mañana?"
sintió como te apretabas alrededor de sus dedos, intentando callar tus gemidos, y empezó a dar movimientos circulares en tu clítoris con su pulgar sabiendo que así no podrías contenerte. "estás cerca chiquita?"
"s-sí en, no pares, por favor-" los jadeos y gemidos comenzaban a salir de tu boca cada vez más fuertes.
curvó sus dedos golpeando con fuerza tu punto más dulce, y cuándo sintió tu cuerpo entero tensándose a punto de derrumbarse ante el orgasmo, los sacó por completo dejándote vacía, lloriqueando con tu coño pulsando alrededor de la nada.
"no, no, enzo, p-por qué?" tus piernas flaquearon por el orgasmo perdido pero el fuerte agarre del castaño en tu cuerpo te mantuvo firme.
"perdoname chiquita, pero quiero que nada más te corras conmigo adentro". llevó sus dígitos mojados de ti hacia tus labios y sentiste tus propios fluidos en ellos. "si tanto querías que te cogiera..."
"chupalos" dijo en referencia a sus dedos y abriste tu boca obedientemente succionandolos con vigor, saboreándote a ti misma, hasta que los dejaste limpios.
enzo te encaminó hacia el tocador que estaba al otro lado de la habitación, tus caderas chocando con la madera de este al llegar. te giró bruscamente dejándote ver en el gran espejo el reflejo de la imagen tan caliente de ese momento.
un enzo totalmente vestido, ocupado desabrochándose el cinturón, detrás de tu figura desnuda y llena de las marcas que dejó previamente en ella con su boca y sus manos. tus mejillas rojas al igual que tu boca de tanto morderla.
sentiste como enzo separaba tus piernas con su pie desde atrás y finalmente deslizaba su miembro entre tus labios, esparciendo tu humedad en él.
"metemela ya, en" arqueaste tu espalda alzando tu culo hacia él, persiguiendo su polla "te lo ruego-"
"que impaciente saliste," susurró en tu oreja, y sin más demora metió de una estocada su miembro en tu agujero arrancándote un gemido lastimero. "tan desesperada por tener una pija dentro".
al instante comenzó sus embestidas duras y rápidas, jalando con su mano un puñado de tu cabello y con la otra agarrando fuertemente tu cadera, tan fuerte que estabas segura de que aparecerían marcas.
solo te quedaba gemir y lloriquear al sentir como golpeaba fuertemente tu punto dulce con la punta de su miembro. en parte sentías alivio de por fin tener su polla dentro de ti, y por otra parte un hormigueo nuevo de excitación te crecía en todo el cuerpo por la manera ruda en la que te cogía. apoyaste tus manos en la mesa del tocador como soporte y observaste en el espejo la escena que ambos hacían.
enzo se deleitaba mirando como su miembro desaparecía en tu coño con cada estocada, sus ojos fijos en la forma en la que rebotaba tu culo. jaló con más fuerza tu cabello haciendo que echaras tu cabeza hacia atrás y tu cuello quedase expuesto a su boca, con la cual empezó a succionar y moder tu piel nuevamente causando que tus ojos se pusieran en blanco.
"e-enzo, besame" drogada de placer suplicaste al mayor quien, sin reducir la rudeza de sus embestidas, soltó tu cabello y envolvió sus brazos en tu torso, pegando tu espalda a su pecho.
recostaste tu cabeza en su hombro cuando sentiste su mano tomar tu mentón y girar tu cara hacia la suya, juntando al fin sus bocas en un hambriento y desordenado beso donde sus lenguas se enredaban.
gemiste en la boca de enzo quien gruñía con desespero al sentirte apretar su miembro, por lo que rompió el beso y habló "ya te vas a venir, chiquita? sí?" sus caderas no dejaban de chocar contra las tuyas, lo miraste con lágrimas de placer formándose en tus ojos y asentiste. "venite, preciosa, venite sobre mí".
a pesar de tus intentos de mantener contacto visual, inevitablemente tus ojos se cerraron al sentir un orgasmo azotarte con fuerza. te estabas viniendo sin siquiera haberte tocado a ti misma. espasmos recorrían tu cuerpo y tus piernas se volvían débiles con temblores, mientras que tus paredes se contraían una y otra vez en la polla del mayor haciéndolo gemir por lo bajo.
la velocidad de sus movimientos se redujo, pero no la profundidad, penetrándote así a través de tu clímax y sintiendo el suyo cerca.
cuando el conocido hormigueo se hizo presente en su vientre, salió del calor de tu coño y te giró dejándote frente a él. te arrodillaste aún temblorosa entendiendo el mensaje.
"abrí la boquita, amor" jadeaba mientras masturbaba su miembro frente a ti, moviendo su mano con rapidez.
obedeciste y abriste la boca, acercándola a la punta donde con tu lengua trazaste pequeños círculos llevando al castaño al límite. sentiste las calientes tiras de semen caer en tu boca, la cual cerraste tragando entero ante la mirada oscurecida de enzo.
la abriste de nuevo y sacaste tu lengua ante él, mostrándole que no dejaste nada. te ayudó a levantarte del suelo y empezó a besarte con desespero envolviendo tu cintura con sus fuertes brazos.
"perdoname por descuidarte, mi vida" rompió aquel beso juntando sus frentes, y habló con el tono de voz calmado que usaba siempre, ya relajado. "tenías razón, no me estaba dando cuenta de lo mucho que me hacías falta".
"no, perdoname tu a mí. sí debí decírtelo antes" susurraste acariciando su mejilla suavemente con tu mano.
"crees que me pasé?" el castaño recordó de repente la rudeza de su actuar hace unos momentos, escaneando tu cuerpo y observando todas las marcas que dejó en él.
"definitivamente no," no pudiste evitar soltar una pequeña risa ante su preocupación. "de hecho, creo que deberíamos discutir más seguido, no lo sé" bromeaste y reíste más al verlo lanzarte una mirada reprochadora.
"definitivamente, te volviste una sucia" dijo enzo sin poder ocultar la sonrisa divertida que se formó en su rostro.
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d-u-d-a-s-ss · 7 months
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Ya no tengo el cabellito castaño oscuro
Yupiii
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deepinsideyourbeing · 2 months
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Far Too Gone (Gimme Love) - Enzo Vogrincic
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+18! Sub!Enzo (hint of Switch!Enzo). Begging, dirty talk, fingering (anal), hiperespermia, masturbación, (fugaz) mommy kink, sexo oral, sexo sin protección, sex toy (dildo), subspace (implícito), edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
-¿Querés más café?- ofrece tu novio mientras tus dedos se deslizan entre las hebras todavía húmedas de su cabello castaño. Permanece recostado en tu regazo y su palma cálida y pesada recorre tus muslos afectuosamente, sus labios sembrando besos ocasionalmente. 
-No, gracias bebé.
Es una fría mañana de sábado y te encontrás nuevamente bajo las mantas para protegerte de las bajas temperaturas invernales; tu novio, por el contrario, caminaba hasta hace unos minutos por todo el departamento, llevando nada más que su ropa interior y un suéter oversize con el que no logró ocultar por completo su erección.
-¿Te falta mucho?- pregunta Enzo, estirándose para poder mirarte desde su posición.
Cerrás tu libro y te entretenés con otro sorbo de café antes de contestarle. Te observa con esa arrolladora profundidad que tanto caracteriza su ser y su mirada y contrasta con la impaciencia que tira de sus labios hasta transformarlos en un tierno gesto que pretende ser demandante. Dejás la taza sobre la mesita de noche y con tu mano libre abrigás su mejilla.
-¿Por?- tu pulgar juega con su labio-. ¿Necesitás algo?
-No.
Suspirás.
-¿Qué querés?- insistís-. Decime.
-Nada, es que…- muerde su labio, indeciso-. No, no importa, seguí leyendo.
Un pequeño movimiento llama tu atención y comprendés que está intentando con todas sus fuerzas no imponer sus deseos, como siempre, convenciéndose –falsamente esperanzado- de que los roces de su mano podrán sustituir el placer que le brindan tus atenciones y tu cuerpo. Capturás su fuerte mandíbula entre tus dedos y cierra los ojos con anhelo.
-¿Qué estás haciendo?
-Nada.
-No me parece que sea nada- renegás, apartando las mantas para descubrir su cuerpo.
Todavía está muy duro y su excitación oscurece desvergonzadamente su ropa interior. Sus movimientos no se detienen y, motivado por el fulgor que percibe en tu mirada, permite que su mano se cierre en torno a su bulto para que puedas apreciar el contorno de su extensión. Enzo es insaciable y ojalá pudieras molestarte con él por eso, pero… ¿Cómo podrías cuando tiene tanto para ofrecer? 
-Desde que te despertaste estás así, ¿por qué?
-Por tu culpa- dice con un hilo de voz-. Porque vos estabas…
-¿Qué?
 -Desde ayer- tiembla bajo tus dedos-. No me dejaste…
-Eso fue tu culpa- corregís-. No querés otro castigo, ¿no?
-No.
-Entonces hablame bien- cerrás tus dedos sobre su cuello -. ¿Querés que te la chupe?
Un patético sonido de necesidad surge en su garganta y asiente rápidamente.
-¿Y te vas a portar bien?
-Sí- pellizcás su pezón por sobre el suéter-. Sí, me voy a portar bien.
Se mueve rápidamente cuando te alejás para dejar tu libro en la estantería y se recuesta sobre las almohadas, impaciente, bordando la desesperación. No puede evitar observar todas las líneas y curvas que la ropa holgada cubriendo tu figura le permite ver, así como tampoco puede evitar pensar en arrancar las prendas de tu cuerpo para regarlo con besos y mordidas.
No se atreve a deshacerse de su ropa interior -que está cada vez más empapada- porque sabe que preferís ser vos quien descubra su cuerpo y mientras espera tira nerviosamente de las mangas del suéter, que ya son lo suficiente largas como para que sólo las puntas de sus dedos sean visibles. Sus dedos inquietos se contraen repetidamente en un intento de no tocarse.
Regresás a la cama luego de unos minutos y gateás hasta él, posicionándote entre sus piernas y mirándolo seductoramente mientras deshacés la distancia entre su cuerpo y el tuyo. Tus dedos escalando rítmicamente por su muslo desnudo hacen que se estremezca y le sonreís antes de depositar un pequeño, casi imperceptible beso sobre su piel caliente.
Rodeás su erección con una mano y con movimientos lentos pero firmes comenzás a masajearlo por sobre la tela. Suspira de alivio, agradecido por un poco de estimulación, pero pocos minutos más tarde su compostura comienza a desvanecerse y tiene que esforzarse por no mover sus caderas en busca de más contacto con tu palma. Sabe cuáles son las consecuencias.
Gime débilmente, sensible en extremo cuando son tus caricias las que bañan su cuerpo, y te recostás sobre su pierna temblorosa mientras continuás torturándolo: observás cómo muerde su labio inferior con fuerza, su cabello cayendo en todas las direcciones cuando arroja la cabeza hacia un lado y luego hacia el otro, sus uñas clavándose en sus palmas.
Ojalá nunca sepa lo hermoso que se ve y lo débil que te sentís ante su imagen, pensás, porque es peligroso que sepa todo el poder que su ser tiene sobre tu cuerpo y también sobre tu mente. Es capaz de deshacerte con una sonrisa y calmarte con un abrazo, cosas sobre las cuales es consciente y aprovecha sin maldad, ¿pero esto? Es mejor que no lo descubra.
-Así te gusta, ¿no?- preguntás sólo para hacer arder su rostro.
-Sí- contesta, casi siseando-. Se siente muy bien.
-Mirá cómo te estás mojando…
Una exclamación ahogada, mezcla entre vergüenza y excitación, escapa de su boca. Sentís el súbito y violento palpitar de su erección, que seguramente está liberando todavía más del abundante líquido preseminal que pronto tendrás el lujo de sentir recorriendo tu lengua.
-¿Más?- suplica-. Por favor, mi amor.
Tocás su cadera con dos dedos para que te permita retirar su ropa interior y cuando lo hacés, lenta y serenamente para atormentarlo, su erección furiosa reclama tu atención. Está goteando y hace brillar deliciosamente la piel de Enzo, sobre la cual deslizás tus yemas para luego llevarte los dedos a la lengua y probar su esencia.
-Elegí- decís una vez que comenzás a masturbarlo justo como le gusta-. ¿Dónde querés acabar?
Torcés tu muñeca y él arroja la cabeza sobre las almohadas.
-En tu boca- contesta entre gemidos-. ¿Puedo?
-Sí, podés- besás la base de su miembro y suspira, contento.
Los movimientos de tu mano no cesan y, luego de lo que él considera una eternidad, tus labios siempre tan provocadores comienzan a sembrar en él besos húmedos que resuenan por toda la habitación. Tu saliva y sus fluidos se entremezclan hasta cubrirlo por completo, provocando sonidos obscenos y otorgándote tanta lubricación como necesitás para aumentar el ritmo.
La vena que recorre su extensión te desconcentra de la mejor manera y bajás la velocidad con que lo masturbás sólo para poder trazarla con tu lengua. Un gruñido que él intenta silenciar es la única confirmación que necesitás para comenzar a lamerlo con entusiasmo, como si se tratara de tu dulce favorito, pero sabés que para Enzo no es suficiente. 
Sus muslos se contraen sobre tu cuerpo, producto del placer de los interminables giros de tu muñeca y la antelación con que espera sentir más de tu boca, y te detenés por completo para llamar su atención. Descubre su rostro, oculto los pasados minutos por su brazo en un intento desesperado de no dejarse llevar por tu imagen, encontrándose con tu mirada en el momento justo en que tus labios se cierran sobre su glande y succionás.
Sus dedos fundiéndose con las pobres sábanas bajo su cuerpo, tirando y retorciéndolas, son un claro indicio de su sensibilidad. Intentás no sonreír para no entorpecer tu trabajo pero te resulta imposible, sobre todo considerando cuánto disfrutás arruinar a tu novio y la forma en que su adictivo sabor recorriendo tu lengua provoca más calor y humedad entre tus piernas.
El más que generoso tamaño con que siempre llena tu interior, independientemente de en qué entrada sea, provoca cierto dolor en tu mandíbula y te dificulta respirar con normalidad; no te importa, por supuesto, ya estás acostumbrada a manejarlo y estás segura de que disfrutás ahogarte con él más de lo que otras personas lo harían.
Las vibraciones que tus gemidos provocan sobre su miembro y el constante ritmo con que lo tomás en tu boca, cada vez más profundo y permitiéndole golpear tu garganta, lo hacen tiritar; pronuncia un hilo palabras entre las cuales se repite tu nombre –que con su voz suena celestial-, muerde sus nudillos para que el dolor lo distraiga, pero es completamente inútil.
Es obvio que él también disfruta en demasía tu pasión y devoción a la hora de chupársela.
-¿Qué pasa?- preguntás cuando te separás para tomar aire-. ¿No aguantás más?
-Necesito…- sacude la cabeza y en sus ojos hay lágrimas de vergüenza-. ¿Puedo?
-Cuando quieras, bebé.
Cuando quieras resulta ser el preciso momento en que volvés a llevártelo a la boca, succionando con fuerza y ocupándote con tu mano de los centímetros que no lográs tomar más allá de tus labios. Los incontables hilos de su semen caliente salpican tu garganta y cubren por completo de blanco tu lengua, y prolongás tus acciones hasta oírlo sollozando por la sobre estimulación. Gimotea tu nombre cuando tu garganta se contrae mientras tragás.
Lo liberás e intenta regular su respiración errática, esforzándose por calmar el ritmo descontrolado de su corazón mientras te observa ponerte de pie en busca de quién sabe qué. Con la mente letárgica y desorientada por la intensidad del orgasmo es incapaz de comprender por qué no estás consolándolo o mimándolo y un quejido deja sus labios.
Regresás a la cama y encontrás su rostro oculto en la almohada en un dramático gesto de protesta. No le das importancia y tirás de sus piernas con fuerza para obligarlo a retomar su posición anterior, haciéndole a su vez entender cuál era el motivo por el cual lo dejaste solo: buscar el lubricante y el dildo que llevás en tus manos.
-Pensé que…
-¿Que iba a dejar que me cojas?- arqueás una ceja-. No.
No es correcto que te parezca divertida la decepción con que deja caer sus hombros, lo sabés, pero la bruma que nubla sus pupilas y las lentas reacciones de sus extremidades comienzan a hacer efecto en ese rincón de tu mente: su vulnerabilidad y total entrega desencadenan en tu sistema algún proceso, ya sea químico u hormonal, no estás segura y no te importa.
Sólo sabés que te encanta.
El lubricante en contacto con su piel lo sorprende y cuando intenta apartarse lo inmovilizás con una mano en la parte baja de su abdomen, una franja de su piel ahora visible gracias a que su ropa está desacomodada. No estás haciendo fuerza, es más como una leve caricia, pero es suficiente para mantenerlo quieto en su lugar.
-Lento, amor- implora.
Separás sus muslos todavía más, en tu rostro una sonrisa dulce y atrevida que le roba el aliento, sosteniéndole la mirada para distraerlo: tus dedos rozan su entrada y sus músculos se relajan por la costumbre, haciéndote notar que su cuerpo todavía está muy arruinado por las reiteradas e incontables veces en que lo castigaste el día de ayer… y el plug anal con el que durmió.
Su entrada no presenta resistencia cuando presionás sobre ella y unos segundos más tarde te recibe en su interior, sus paredes bañadas de lubricante provocando sonidos indecentes cuando comenzás a estimularlo con pequeños y repetitivos movimientos. Su erección pulsa con el ritmo de tus estocadas.
Enzo se retuerce, extremadamente sensible en cuerpo y mente, cuando curvás tus dedos para acariciar su próstata. Un roce en el lugar exacto y se lleva las manos a la boca, mordiéndose los nudillos y las mangas del suéter para guardar silencio, consciente –aunque cada vez menos- de que aún es muy temprano y que no pueden permitirse más quejas por parte de los vecinos.
Tomás su miembro y por la desesperación en sus facciones creerías que no está goteando cantidades absurdas de líquido preseminal, los hilos traslucidos que brotan en su punta cayendo por tus dedos y también por el dorso de tu mano. Respirás profundo, ignorando sus ojos atentos a tus movimientos, con la esperanza de controlarte ante la tentadora imagen frente a vos.
Rezás para no desmoronarte antes que él.
Entre sus gemidos graves y suspiros temblorosos repite tu nombre para llamar tu atención mientras lo preparás; hacés caso omiso porque sabés que en caso de mirarlo va a conseguir justo lo que quiere y no es algo que estés dispuesta a concederle sólo porque sí. Una simple advertencia, ese gesto tuyo más que familiar para él debería resultar, pero....
-¿Me dejás? Por favor.
-Enzo- apretás su miembro, más molesta por tu debilidad que por su insistencia y la irónica facilidad con que logra manipularte siempre, y se queja.
-Dale, mami, te necesito…
Temblás.
-Callate. No te aguanto más.
Tus dedos dejándolo vacío y desprovisto de atención son para él más angustiantes que tus furiosas palabras. Te observa inmóvil desde su posición, preguntándose qué tan mal estaba comportándose como para que reacciones de tal manera: no cree haber cruzado el límite, pero no encuentra otro motivo para tu falta de paciencia.
Tardar no es una opción porque sabés que podrías arrepentirte –sobre todo viendo que Enzo no deja de gotear y sintiendo entre tus piernas el correr de tus fluidos- y es por eso que llenás el juguete con lubricante para luego conducirlo hacia su entrada. Con tan sólo un poco de presión lográs introducirlo en su interior y él clava las uñas en el colchón ante la estimulación.
Volvés a tomar su miembro.
-No, pará- dice casi gritando-. Es mucho.
En lugar de contestar comenzás a masturbarlo siguiendo el ritmo con el que movés el dildo. Intenta cerrar las piernas para detenerte pero luego de ver la mirada que le dirigís las deja caer nuevamente y permitirte hacer con su cuerpo lo que quieras porque, más allá de cuánto él disfrute estar dentro tuyo o la insoportable sensibilidad ante tus acciones, esto también le gusta.
Mucho.
No estás segura de si intentás vengarte por su no tan ejemplar comportamiento (dijo que se iba a portar bien, ¿no? Entonces, ¿por qué no se quedó callado?) o si sólo querés reducirlo hasta convertirlo en un incoherente desastre, justo lo que era hasta hace unas horas, pero de todas formas posicionás el dildo en el ángulo ideal para golpear su próstata una y otra vez.
Grita y sonreís cuando un destello de pánico ilumina su mirada. Vuelve a cubrirse la boca y cierra los ojos con fuerza, probablemente pensando en los vecinos y en qué dirán, pero sus gemidos ahogados todavía son audibles y las lágrimas que se deslizan por sus mejillas son tu recompensa.
Continuás abusando de ese punto y su excitación cada vez más abundante entorpece los movimientos de tu otra mano. Reafirmás tu agarre sobre su miembro y para cuando Enzo reúne fuerzas e intenta protestar, reincorporándose para tomar tu muñeca y detenerte, es tarde: acariciás su punta con tu pulgar y en lugar de hablar sólo balbucea, tropezando con las palabras y con su orgasmo.
Su liberación mancha tu mano, su piel, su suéter y también las sábanas. Observás absorta ese lugar entre su estómago y su pelvis donde el semen se acumula, casi accidentalmente ignorando que el interminable vaivén del dildo en su interior y los movimientos de tu mano lo están volviendo loco.
Sólo cuando solloza salís del trance y dejás de tocarlo.
-Ya está, ya está- acariciás el interior de sus muslos-. Muy bien, bebé.
Regresás a su lado para besar sus labios, salados por sus lágrimas y muy suaves, mientras peinás su cabello y rozás su mejilla con tus nudillos. Susurrás palabras de consuelo en su oído y también un dulce sin sentido, felicitándolo sin hacer mención a un pequeño detalle que planeás usar a tu favor.
-¿Me das otro beso?- pregunta.
-Obvio.
Tus labios rozan los suyos por unos segundos y los separa cuando tu lengua se desliza sobre ellos. Es un beso húmedo, enriquecido por el fuego y la intensidad que se genera cada vez que ambos se tocan, y se prolonga hasta que sus pulmones comienzan a arder por la falta de oxígeno. Recostás tu frente en la suya y él sonríe.
Es una pena, pensás.
Está tan agotado y tan desconectado, tan pero tan lejos, que no parece comprender el motivo por el cual tus dedos recogen el pequeño mar de semen sobre su piel para luego dirigirse a tu entrepierna, haciendo a un lado tu ropa interior y mojando tus pliegues ya humedecidos.
Un sonido extraño escapa de sus labios luego de ver la expresión que hacés cuando tus dedos se deslizan en tu interior. Su mano masajea tu cadera en una silenciosa súplica y, Dios, es tan tierno que él crea que sólo utilizarás sus dedos.
-Por...- se aclara la garganta-. Por favor, ¿puedo?
-¿Qué?
-Tocarte.
-Ya me estás tocando- hacés un gesto hacia su mano recorriendo tu piel.
-Tocarte bien- explica-. Ahí.
-¿Dónde?
Se arroja sobre la almohada y cubre su rostro con una mano. Intentando amarse de valor para decir justo lo que querés oír, relame sus labios, pero antes de poder hablar lo sorprende sentir tu peso sobre su cuerpo y tu mano envolviéndolo otra vez.
-No me pediste permiso- explicás cuando encontrás sus ojos sorprendidos. Un gemido brota de entre sus labios cuando deslizás su glande entre tus pliegues, cubiertos con tu excitación y su semen, y se muerde los labios cuando lo guiás a tu entrada-. Y estabas re insoportable porque querías cogerme.
Te dejás caer sobre su miembro, su erección todavía firme luego de dos orgasmos, y el ardor que provoca en tu estrecha entrada te hace suspirar de placer. Te encanta el tamaño de Enzo, pero más te encanta saber que es sólo tuyo y que podés hacer con él lo que quieras.
Sus manos se cierran sobre tu cadera.
-No puedo, no puedo.
-Sí, podés- comenzás a mover tu cadera y una chispa de placer te recorre de pies a cabeza cuando su pelvis estimula tu clítoris. Sentis sus uñas enterrándose en tu piel y siseás-. ¿Querías cogerme? Cogeme ahora, dale.
Su mandíbula tensa y la forma en que sujeta tu cuerpo llama tu atención, seguro, pero no lo suficiente para cuestionarlo. Continuás moviéndote sobre él, embriagándote con la angustia que la sobre estimulación agrega a su voz y perdiéndote en el placer que sólo podés conseguir con su cuerpo.
-Decís que no podés pero bien que la tenés dura todavía- te burlás, deslizando una mano bajo su suéter para acariciar su pecho... Bueno, masajear su pecho era el plan inicial, pero tus dedos terminan cerrándose sobre su pezón y pellizcándolo cruelmente.
La tensión en el aire se vuelve intolerable y la única advertencia que captás es su mueca repentinamente arrogante. Sus fuertes manos sobre tu cadera te obligan a detenerte y gemís de dolor, segura de que sus huellas quedarán impresas con marcas moradas y rojas, confundida por la inesperada demostración de fuerza.
Tu voz te traiciona cuando tiembla:
-Enzo, no.
-¿No era que no ibas a dejar que te coja?- pregunta.
-Yo te estoy cogiendo.
Intentás golpear su mejilla, molesta por la insolencia, pero captura tu muñeca en el aire y tira hasta que caés sobre su pecho. Tu rostro está a milímetros del suyo cuando con una brusca estocada te hace gemir de manera patética, robándote el aliento.
-¿Segura?
Nota mental: no hacer enojar a Sub!Enzo. Eso. taglist: @chiquititamia @creative-heart @recaltiente @lastflowrr @madame-fear @delusionalgirlplace @llorented ♡
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unajovenma · 3 months
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Tus manos suaves como las nubes, tus labios rojos como el bombardeo de los latidos de mi corazón, tu cabello castaño oscuro como las grietas de los árboles que me gusta observar, tu sonrisa hermosa como la que siempre quise mirar o bien dicho admirar. Tus lunares tan perfectos que me creo un camino en tu cuerpo para poder besarte, tu silueta tan perfecta como las estrellas de Van Gogh. No puedo no mencionar tus ojos tan hermosos que no quiero dejar de mirar y tus abrazos tan cálidos que me hacen dejar el caos atrás. Esa eres tu, la mujer que no quiero dejar de amar.
-constanza.
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yurnu · 2 months
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Buenas tengo una pregunta es sobre adam.
Necesito un experto en adam, me gustaría tener una opinión externa de alguien que sabe sobre adam así que me podría decir que opina de mi versión de adam de hazbin hotel?
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Hice tres versiones, la del Edén ya que mi versión de adam cuando el fue creado era igual a lilith claro con ciertas diferencias, la segunda es cuando fue expulsado del Edén y fue a la tierra el se corto el cabello haciendo qué este al ser cortado se volviera de color marrón por eso su cabello es así, y el último es ya en su actualidad como ángel ya sabes el adam qué todos conocemos y amamos.(lo siento por la pera censurona es que no puedo mostrar mucho.)
Y bueno como yo creo que usted es un experto en adam me gustaría tener una opinión externa de alguien como usted y gracias por su opinión.
No me veo como una experta en Adam, es un título muy grande. Más bien soy "tarada resentida que hace Au's por puro despecho ya que desperdiciaron a un gran personaje" (Pero es muy largo XD)
Y la verdad es que los diseños son bastantes lindos, me encantan, y Adam rubio es MUA.
Y eso que su pelo se vuelva castaño debido a que se lo corto me recuerda a Rapunzel de "Enredados"
Los tres Adam son muy calientes: El inocente, el salvaje (y lleno de cicatrices, UUUUF) y el Bad Ass que rompe sandía con los muslos ¡ME ENCANTAN!
Dibujas tremendo (⁠。⁠•̀⁠ᴗ⁠-⁠)⁠✧
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choccocake · 4 months
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Sesión de Fotos (Felipe Otaño)
—˚ ˖ ୧ CREO que es obvio de dónde saque la idea para hacer este fic, ya que juro que amé haciéndolo. Además de que me sentí como niña chiquita chillando mientras lo hacía y veía la fuente de inspiración JAJAJA
Espero que les guste, especialmente a las piperas, mwak <3
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Te sentías más que afortunada de tener al novio que toda niña chiquita (o adolescente) querría en su infancia.
Uno de ojos azules, con pecas, pelo sedoso, labios carnosos y con una sonrisa que podría conquistar a más de una con tan solo una mirada.
Ah, y no olvidemos su pecho, con el que te podrías quedar todo un día completo embobada mirándolo y especialmente con esos abdominales que se traía..
Estabas informada completamente de la fama que se había ganado tu novio a los meses de que se estrenara la película en la que participaba (LSDLN) y estabas también agradecida de que le fuera así de bien.
Además de que, una vez más, estabas informada de su participación de la próxima película en la que participaría que era Meteorito.
Inclusive, en una de las entrevistas que hizo para promoción de la película, la entrevistadora le había preguntado a los dos protagonistas de la película que si habían tenido a su "meteorito" en la vida. En lo que Pipe no respondió abiertamente, simplemente un sonrojo apareció en sus mejillas junto una sonrisa bastante cariñosa.
Después de esa entrevista las piperas (fans de Pipe) habían estado como locas haciendo suposiciones de que Pipe tenía o tuvo pareja en algún momento y por eso la reacción que tuvo ante la pregunta.
Por supuesto que tú estabas al tanto de aquellas suposiciones de las fans, especialmente porque abundaban más en Twitter que en alguna otra red social.
Al momento en que Pipe llegó a casa luego de esa entrevista, ahí te encontrabas tú, con una sonrisa engatusada en tus labios viéndolo desde la cocina.
El peli castaño te miraba de manera confusa pero con una sonrisa en su rostro, acercándose a ti mientras rodeaba sus brazos en tu cintura y escondía su rostro en la curvatura de tu cuello.
—¿Qué te pasa a vos ahora? Andás con esa mirada toda extraña. — Te preguntó, su respiración chocando contra tu piel, cosa que te provocaba cosquillas.
Te reíste un poco antes de soltar un corto y divertido "nada".
—Estuviste increíble en la entrevista de hoy, ¿tienes alguna otra para mañana? — Le preguntaste, girándote un poco para dejar un casto beso en su sien.
—Tengo una sesión de fotos con el otro protagonista de la película, pero me dijeron que podés venir vos también a la sesión como acompañante. — Te respondió, levantando la cabeza para dejarte un beso en la mejilla de manera algo adormilada.
Tus ojos brillaron por un momento ante la idea de acompañarlo a su sesión de fotos que haría promoción a su película. Además de que querías ver en persona como serían las fotos que le tomarían a tu novio.
Le tomaste de las manos, las cuales al fijarte que encajaban perfectamente como dos piezas de rompecabezas provocó un ligero sonrojo en tus mejillas. Lo guíaste hacía la habitación de ambos, ayudándolo a desvestirse y vestirse para colocarse el pijama.
Normalmente dormiría con unos bóxers y una camisa cualquiera, pero habían quedado en hacer un match en pijamas esa vez.
Cuando ya ambos se acostaron, Felipe rodeó sus brazos alrededor de tu figura, cayendo en los brazos de Morfeo de inmediato. Mientras tú lo veías caer rendido, le seguiste acariciando sus mejillas en dónde se encontraban las pecas que tanto amabas.
Ya te preocuparías por lo que pasaría mañana y de las increíbles fotos que serían tomadas para la película.
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De acuerdo, cuando pensaste que sería una sesión de fotos completamente normal y que no pasaría nada raro, estabas completamente equivocada.
Sentías que podrías morir de un derrame nasal en ese mismo momento. DIOS, ¿por qué tenías que tener un novio tan perfecto como pareja? Te estaba haciendo sentir demasiadas emociones encontradas en una sola con solo verlo.
Tomaste entre sorbos rápidos y cortos de tu café, intentando aligerar un poco ese torrente de emociones que te provocaba tu novio.
Las miradas fugaces que te sabe Felipe cuando tenía que mirar directamente hacía la cámara te provocaba un sentimiento de ardor en el estómago.
Además de que en la sesión le habían pedido tomarse las fotos sin camisa y con una parte de los bóxers a la vista.
No hiciste ninguna queja ante eso ya que sabías que era parte de su trabajo y demás. Pero te estaba matando el simple hecho de que pareciera que te estaba comiendo con esos ojos marinos suyos con tan solo verte un milisegundo.
¿Cómo que hacía algo de calor acá, no?
—¡Listo! Pueden darse un descanso hasta que verifiquemos que ninguna haya salido mal y no tengamos que repetir ninguna. — Les había dicho la fotógrafa, agradeciéndole a Felipe y al otro chico por la colaboración.
Fingiste demencia cuando Felipe se acercó a ti, tratando de disimular las mejillas sonrojadas y la punta de tus oídos rojas como una manzana.
—¿Qué te pareció, amor? — Te preguntó Felipe.
—Estuviste fantástico Pipe, de seguro las fotos salieron excelentes. — Le contestaste.
Estabas intentando con todas tus fuerzas que tus ojos no se desviaran hacía la parte de sus abdominales y la parte que de sus bóxers que se encontraba a la vista. No querías morir más de vergüenza frente a Pipe, ya sentías que parecías un tomate con tan solo estar frente a él.
Felipe en cambio, miró un momento hacía el estudio que ya se encontraba vacío -a excepción de ustedes dos- y sonrió al ver que no había nadie más.
—Ah, andás segura de eso? — Se acercó más a ti, inclinándose hasta que sus rostros solo estuvieran a pocos centímetros de distancia, los dos sintiendo las respiraciones del otro.
No respondiste al segundo, te tomaste tu tiempo para procesar todo y que con tan solo acercar tus manos un poco hacía su pecho podrías tocar esos abdominales que tanto te traían embobada.
Además de que esos ojos azules que te parecían también tener enganchada por cada segundo los veías. Podrías ahogarte en ellos si pudieras.
—Felipe.. — Con tan solo decir su nombre fue suficiente para que se cerrara la brecha entre ustedes dos.
Agradecidas profundamente la sesión de fotos.
—˚ ˖ ୧ Creo que es obvio de dónde viene la idea de este mini fic, pero para las que no sepan pues..
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¡Espero que les haya gustado! Ya saben que las solicitudes se encuentran abiertas y pueden pedir a cualquiera del cast de lsdln y como les gustaría que fuera
¡Bye!
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quitealotofsodapop · 4 months
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loves the idea of her younger self being a "golden" tiger and losing the last of her red-blonde fur to age
¿Entonces Wukong heredó el pelaje dorado de su abuela? Entonces el pelaje de la reencarnación de Guanyin seria mas de un castaño rubio que rojizo uwu.
Me encanta que de todos los nietos de la Reina Madre, Wukong sea el que más se parece a ella.
ref.
translated via google:
"So Wukong inherited his grandmother's golden fur? So the fur of Guanyin's reincarnation would be more of a blonde-brown than a reddish brown uwu. I love that of all the Queen Mother's grandchildren, Wukong is the one who looks most like her."
Shíhuā (Wukong's mother + Guayin's previous life) would still have the genetics of her birth parents as well. The hair color is likely just an odd coincidence, but then again Songzi's (the first life/Queen Mother's birth daughter) life magic could have been so powerful that Shíhuā's appearance was affected by it.
But again, this adorably does make Wukong and Luzhen *look* like they have inherited traits from the Queen Mother - something the Empress would be so delighted/proud of. It would be difficult to deny the connection once the Queen Mother starts comparing their traits. XD
Queen Mother: "He has my fur!" Jade Emperor, listening while working: "Yes love." Queen Mother: "And the smaller twin has my eyes!" Jade Emperor: "I've seen them, love." Queen Mother: "And it seems both Wukong and his mother have similar taste in partners." Jade Emperor, nervous look: "Yes- what?" Queen Mother: "Sun Wukong's mate is an actor, while Shíhuā's an artist. Remember when you were just my little frog? Playing your qinqin to the sky the first night you saw me?" (*flirty look*) Jade Emperor, blushing: "Oh yes. I had nearly forgotten." Queen Mother, teasing: "You seemed scared there for a moment love." Jade Emperor: "I feared that you meant they were attracted to powerful, aspiring Emperors." (*laughs*) Queen Mother, hums: "Hm. No. Shíhuā's husband is half her height, and the Macaque can be carried by a strong breeze." Jade Emperor: (*not sure whether to be relieved or a little offended*)
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wilsondudu · 7 months
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ELTINGVILLE CLUB
Eltingville x Fem!Reader.
Warnings: Mención de relaciones sexuales, problemas alimenticios, inseguridad, violencia, maltrato infantil, Fem!Reader muy femenina, padres abusivos, degradación, consumo de sustancia, problemas con la fama.
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Bill se sentó con fuerza sobre su silla, golpeando con sus puños la mesa delante de él, donde yacía el juego de mesa que estaban jugando: Dragones y serpientes místicas.
" Ugh! ¿¡Y ahora que!? " Gritó Pete frunciendo el ceño al ver cómo todo en la mesa se caía gracias al movimiento que causó el golpe de Bill.
Josh apretó sus puños mirando furioso a Bill, Jerry prefirió quedarse callado mirando a Bill nervioso y confundido.
" No es lo mismo... ¡NO ES LO MISMO SIN "EL REY GRANDE"! " Exclamó el castaño, tomando sus cabellos con desesperación y enojo.
Pete rodó los ojos con molestia.
" Viejo, aún si no tenemos esa pieza, ¡No afecta en nada al juego! "
" No lo entiendes, Pete... ¡¿Sabes cuánto tiempo he estado esperando este momento!? ¡¿Jugar a "Dragones y serpientes místicas"!? ¡No voy a jugarlo a no ser que este completo! No sería digno... " Termino en un susurro dramático, haciendo a Josh suspirar profundamente con fastidio.
" ¡Todos nosotros hemos estado esperando esto! ¡Pero vamos! ¡Es un juego igual de antiguo que tu madre! ¡¿Realmente pensaste que iban a estar todas las piezas luego de tantos años!? " Josh Exclamó sujetando la fuente de su nariz con enojo. "Solo... Agradece que ganamos la subasta y deja de joder, ¡Juguemos! "
" NO! " Gritó Bill, sujetando a Jerry del hombro para tomar impulso y subirse en la mesa. Estando allí, estiró sus brazos y dijo. " Cómo líder del club, declaró el comienzo de una intensa búsqueda por la pieza faltante! "
Los demás se tiraron en sus sillas frotando sus rostros bruscamente mientras gruñían molestos. Bill se bajó de la mesa y sacudió su camisa, siendo entonces tomado sorpresivamente de los hombros por Pete, quien lo miró hostil y cansado.
" ¡No gastaré la última semana de vacaciones para buscar una estúpida pieza! ¡Ya gaste mí salario semanal en la subasta! " Exclamó el de gorra, separándose de Bill y caminando hacia las escaleras del sótano que lo llevaban arriba, donde estaba la puerta para salir de la casa.
Sin embargo, Bill fue rápido y lo tomo de su abrigo, tirándolo hacia atrás. Pete cayó sentado delante de Bill, bajo la mirada del aburrido Josh y el nervioso Jerry.
" ¡¿Que mierda!? ¡¿Que te pasa, imbécil?! " Pete gritó mientras se frotaba su parte trasera, adolorido.
" No dejaré que te vayas! Todos debemos buscar la pieza! " Bill flaqueó ligeramente cuando vió a Pete levantarse y preparar sus puños, por detrás se escuchó el jadeó nervioso de Jerry. Rápidamente retrocedió y dijo: " S-Sé donde encontrar la pieza, tarado! " Exclamó, un tanto enojado por la impulsividad de Pete.
" A si? Donde? " Josh preguntó, acercándose con el ceño fruncido, pero emocionado en el interior.
" u-uhmm... En la tienda de cómics local! "
" Que? Pensé que ya habíamos preguntado anteriormente si tenían el juego. Dijeron que no tenian nad- " Jerry fue interrumpido por la mano de Bill en su boca. Bill apoyo su dedo en sus labios, indicando que se callara.
" Vamos! E-Estoy seguro que lo tienen! "
" Son las nueve de la noche y está apunto de cerrar, idiota." Josh responde, frotando la base de su nariz.
" Tks! YA SÉ QUE SON LAS NUEVE, PERO LA TIENDA CIERRA A LAS NUEVE Y MEDIA! " Bill grita, totalmente furioso por la poca atención de sus compañeros.
" SI SABES QUE SON LAS NUEVE ENTONCES CIERREN LA BOCA. BILL, SACA A TUS AMIGOS YA! " La estridente voz de la madre de Bill resuena en toda la casa, haciendo que los cuatro chicos se encojan en su lugar nerviosos y temblando.
" ¡Si mami, perdón, buenas noches! " Bill exclamó temblando nervioso, los demás de se estremecieron ante la estridente voz de su madre y retrocedieron. Bill se dió la vuelta para mirarlos con enojo, y los sacó del sótano casi a patadas.
Los cuatro llegaron a la puerta de la casa entre maldiciones en susurros y empujones. Todos salieron por fin de la casa y Bill cerró la puerta cuidadosamente.
" ¡Dejen de empujarme, idiotas! " Exclamó Pete al casi caer sobre una maceta en el jardín. El se recompuso con facilidad y miró a los demás por un momento, algo abrumado. " Bien, Ugh... ¿Y ahora qué? ¿Iremos a la tienda de cómics en mitad de la noche a buscar la pieza? Amigo, nos sacarán a patadas."
" No lo harán, es temprano todavía, no exageren." Respondió Bill, acomodando su abrigo amarillo mientras daba unos pasos al frente antes de voltear a verlos. " Ir de noche a la tienda de cómics es genial. No hay nadie, no huele tan mal, y podemos usar las maquinitas!"
" OKAY, ¡yo voy! " Exclamó Josh emocionadamente. En la tienda habían un par de maquinitas de videojuegos viejos, y eran lo suficientemente buenos y nostalgicos como para que estuvieran rodeados de adolescentes todo el día, haciendo que sean contadas las veces que el club pudo jugar allí.
" Bueno, eso suena bien, pero... Mis padres tal vez se preocupen si voy muy tarde, hagámoslo rápido, si?" Musitó Jerry algo nervioso, jugando con las mangas de su abrigo a rayas.
Editando...
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lamisshat · 4 months
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Por si se lo han preguntado, sí.. Lou y Bris llegan a tener descendencia, lo cual no pienso explicar ahora.
La mayor ( de cabello largo y rubio ) se llama "Luz".
El hijo mediano ( Dé cabello café castaño ) de nombre "Zack".
Y el muñeco rubio que es casi cercano a ser el hijo menor "Lewis".
Existe una cuarta hija, sin embargo no he tenido tiempo de poder dibujarla a digital, pero tengo algunos bocetos de ella que pronto trataré de usarlos, estén pendientes. :D
Translation:
In case you've been wondering, yes... Lou and Bris eventually have children, which I'm not going to explain now.
The oldest (with long blonde hair) is called "Luz".
The middle son (Dé brown hair) named "Zack".
And the blonde doll that is almost close to being the youngest son "Lewis".
There is a fourth daughter, however I have not had time to draw her digitally, but I have some sketches of her that I will try to use soon, stay tuned. :D
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sweetillnessofm · 8 months
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... i fucked up.
(one shot)
🗯ADVERTENCIAS/TAGS: enzo vogrincic x reader, smut, porn with plot(?), infidelidad, reader es infiel, fingering, squirting, enzo es el cuerno, moral muyyy cuestionable, sobreestimulación, un poco de size kink (no importa si reader es gorda o flaca, tetona o plana ENZO ES MAS GRANDE), age gap de 10 años (reader 20 enzo 30), sexo sin protección, sexo rudo(?), choking (muy ligero), llanto durante el sexo (de placer), un poco emocional y confuso al final.
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eran las siete de la mañana cuando ibas saliendo de tu apartamento compartido con tu novio blas. te dirigías al set de la nueva película en la que estaban trabajando él y otros dos chicos de LSDLN, enzo y francisco, ya que formabas parte del equipo de maquilladores en esta nueva película, al igual que en la anterior. de hecho, fue gracias a aquella que te hiciste pareja del rizado y formaste amistad con la mayoría de los otros actores, volviéndote más cercana con enzo.
fue el mismo blas quien solicitó a los directores y productores de este nuevo proyecto que te contrataran para trabajar como maquilladora, así que tú no podías estar más feliz pues significaba que ibas a estar cerca de él más tiempo... y cerca de enzo también.
a los tres meses de hacerte novia de blas, asististe a una pequeña reunión en casa de juani que organizaron entre todos los chicos, como matías había llevado a su novia al igual que esteban, el de rizos decidió llevarte a ti también. lo que no sabía él es que esa misma noche empezarías a guardar un secreto con enzo.
sentados en los escalones de la entrada de la casa más alejados del ruido, cada uno con una cerveza en la mano, estabas con enzo charlando y riéndote de sus incontables chistes, blas no había querido unirse ya que estaba concentrado jugando con la play4 de juani.
"no no pero ahora decime algo, con sinceridad". dijo el castaño repentinamente, haciendo que la risa que tenías cesara un poco.
"¿qué?" dijiste un poco nerviosa sin dejar de sonreír igualmente.
"¿vos estás satisfecha con blas? ¿él te hace sentir bien?"
tragaste duro sintiendo como tu boca se secaba de los nervios, ¿qué pregunta era esa?
"e-eh, a qué te refieres?"
"digo, no niego que blas sea un buen novio, he visto cómo es contigo, pero a veces lo veo muy infantil, no sé, falto de experiencia," chasqueó la lengua, sentiste como ponía su mano en tu rodilla descubierta y la apretaba.
con cada palabra que salía de la boca de enzo y con cada acción te ponías más nerviosa, aunque realmente no le faltaba mucha razón. a pesar de tener la misma edad que blas, sentías a veces que no andaban en lo mismo...
"te pregunto, ¿él te coge bien?"
te ahogaste con tu saliva.
"perdoname el atrevimiento," se retractó casi instantáneamente mientras sobaba tu espalda, ayudándote en tu ataque de tos. "creo que tomé mucho, no mido lo que digo".
cuando dejaste de toser te quedaste mirando al suelo por un momento, enzo era un hombre atractivo y muy intimidante, no lo ibas a negar, pero no captabas por completo sus intenciones y tampoco querías malinterpretarlo, tal vez te pregunta esas cosas porque te considera su amiga cercana y te tiene confianza, así que decidiste ignorar su mano en tu pierna otra vez y tanteaste el terreno.
"tranquilo, s-solo me agarró por sorpresa" le sonreíste. "nada más lo hemos hecho dos... tres veces, creo" notaste como abrió más los ojos, mirándote asombrado. "y realmente no ha sido la gran cosa" murmuraste con pena.
qué carajos estabas haciendo.
"mhm," enzo asintió y frunció el ceño, mirándote atento mientras pensaba. "¿por qué no es la gran cosa?
suspiraste recordando como han sido las experiencias con blas hasta ahora, sintiendo un poco de frustración. "perdoname el atrevimiento a mi ahora," te sinceraste "dios, que vergüenza, pero..." te acercaste un poco a su oreja, hablando más bajo como si alguien más aparte de él te fuera a escuchar. "no me he venido con él nunca, siempre termina y se duerme".
enzo tomó el último trago de cerveza que le quedaba. "no sé por qué no me sorprende sabés," soltó una pequeña risa y desechó la lata en el tacho de basura que había en una esquina. "como te dije, le falta," dijo mirándote a los ojos y acariciando tu muslo con su pulgar "no sabe todavía cómo satisfacer a una mujer".
"¿y tu qué, si sabes?" preguntaste de repente y te sorprendiste de tus propias palabras.
ya había llegado demasiado lejos la conversación, y no sabías por qué no te detenías. tal vez eran las cervezas en tu organismo, o simplemente era la atracción sexual tan fuerte que sentías por enzo que ya no lo podías ocultar.
"no te voy a afirmar nada, chiquita" acercó su cara a la tuya mientras te acomodaba un mechón de pelo detrás de tu oreja. "deberías comprobarlo tu misma".
cortaste el poco espacio que había entre ustedes y lo besaste con deseo.
rápidamente su lengua se apoderó de tu boca haciéndote soltar un pequeño gemido y poner tu mano en la parte de atrás de su cabeza, tomando su cabello.
te separaste cuando un sentimiento de culpa te llenó el cuerpo.
"e-enzo, espera" pusiste una mano en su pecho, jadeando, mientras mirabas el suelo con pena. "esto es malísimo, sabes?" negaste con la cabeza cerrando los ojos y abriéndolos despues de una pausa. "yo quiero mucho a blas, no entiendo por qué hago esto" dijiste más que nada para ti misma.
el mayor te tomó por la barbilla suavemente, obligándote a mirarlo. "nena, esto no tiene por qué significar nada, si?" acarició el borde de tu mandíbula con sus dedos, mientras observaba tus labios "pero entiendo si no quieres seguir".
tomaste aire y suspiraste temblorosa, tenías un conflicto interno. por un lado no querías hacerle esto a blas, te sentías como una mierda y sabes que si se enteraba se iba a ir todo al carajo, pero por otro... tenías tantas ganas reprimidas y acumuladas, que tus bragas ya estaban empapadas y tu coño pulsaba nada más con un roce en tu pierna y medio minuto de besos. realmente patético, pero nadie podía culparte.
"solo será esta vez, y luego seguimos como siempre, como amigos, y hacemos como que no pasó". volviste a cerrar los ojos intentando prometerte a ti misma algo que sabías sería difícil de cumplir. enzo asintió juntando sus frentes y retomando aquel beso hambriento.
enzo se separó, se levantó y se dirigió a la puerta. "espera aquí un momento".
al entrar vio a todos en un desastre, la música estaba demasiado alta y casi todos estaban borrachos ya, algunos jugando cartas y otros bailando. blas seguía jugando con la consola ahora acompañado de matías.
le dijo que te empezaste a sentir mal y que te llevaría a casa, el rizado dudó un poco pero finalmente terminó agradeciéndole. enzo tomó tus cosas y salió de nuevo.
esa noche tuviste tu primer orgasmo provocado por un hombre.
sobra decir que no fue cosa de una vez.
cuando estabas cerca de tu destino recibiste un mensaje de uno de tus compañeros de trabajo, habían rodado la grabación para otro día por un problema con los productores.
bufaste con fastidio y marcaste el número de blas.
"hola lindo, buenos días" lo saludaste cuando contestó. "oye, no tienes que venir hoy al set, no sé si te avisaron ya pero cambiaron la fecha del rodaje".
"mierda, justo salí de bañarme, eh, bueno" escuchaste su voz frustrada. "me voy a dormir otra vez, ya qué. venís?"
"voy a aprovechar de comprar unas cosas, ya que estoy acá, para no perder el día" dijiste recordando al ver un super en la esquina.
"bueno, está bien, traeme algo" dijo divertido y supiste que estaba sonriendo.
"claro, te quiero" hiciste un sonido de beso. "nos vemos".
colgaste y te encaminaste hacia dicho supermercado, cuando sentiste otra vez la vibración de tu celular en tu bolsillo.
era enzo.
"nena, estás sola?"
en menos de veinte minutos estabas en el auto de enzo dirigiéndote hacia su casa.
hablaron de cosas cotidianas y de la nueva película, tú riendo ocasionalmente de los comentarios del mayor.
era increíble el contraste entre esos momentos tranquilos e inocentes y lo que sucedía cuando estaban en privacidad. apenas cerrada la puerta de la casa enzo ya tenía sus labios sobre ti y sus manos encima de tu cuerpo.
te cargó por los muslos y enrolló tus piernas en sus caderas, los llevó a ambos a su habitación y se sentó en el borde de la cama contigo en su regazo. llevó sus besos hasta tu cuello, donde empezó a lamer y morder suavemente un punto que ya conocía a la perfección, un punto que te hacía poner los ojos en blanco y empezar a frotar tu coño contra su bulto.
enzo ya se había memorizado tu cuerpo.
te sacó el suéter que tenías y desabrochó tu brasier en el proceso, tomó una de tus tetas en su mano y acercó su boca a tu pezón, empezando a lamerlo en círculos y succionarlo con la fuerza necesaria para hacerte gemir y jalar su pelo entre tus dedos.
"me encanta lo sensible que eres, tan preciosa" jadeaste ante el apodo.
en un instante, enzo te había acostado en la cama y ahora él estaba encima de ti, repartiendo besos desde tu pecho hasta tu abdomen, donde sentías su aliento caliente bajar hasta tu vientre.
alzaste la cabeza y sus miradas se encontraron cuando empezó a bajar tu short y tus bragas al mismo tiempo, sin dejar de verte, hasta que los terminó de sacar por completo dejándote descubierta ante él.
abrió tus piernas y al encontrar tu coño brillante y húmedo, no pudo evitar relamerse los labios.
"bebé, intentemos algo" dijo mientras te jalaba por tus piernas hacía él, te apoyaste en tus codos sobre la cama para verlo mejor. "si se te hace mucho solo decime, pero tenés que dejarte llevar igual" asentiste con un poco de nervios. desde hace varios encuentros enzo te había ayudado a experimentar algunas cosas nuevas y todas te habían gustado hasta ahora, así que te preguntabas qué sería esta vez.
subió ligeramente una de tus piernas y envolvió su brazo en tu muslo, mientras que con su otra mano frotaba tus jugos en sus gruesos dedos y en todo tu coño, desde tu entrada hasta tu clítoris, el cual empezó a frotar en circulos con su pulgar haciéndote cerrar los ojos y jadear, echando tu cabeza hacia atrás.
metió despacio dos de sus dedos y los empezó mover dentro ti con un ritmo lento, curvándolos ligeramente hacia arriba sin presionar del todo tu punto más sensible, provocándote, desmoronándote ante él. por ahora no había nada nuevo, solo era enzo sabiendo usar sus dedos como un experto. hasta que aceleró el ritmo y la fuerza de sus movimientos, presionando por completo y únicamente tu punto g, con la palma de su mano rozando tu clítoris repetidamente.
todo se volvió demasiado intenso de repente, tus cejas estaban arqueadas en una expresión de placer, tus labios rojos de tanto morderlos formaban una 'o' de la cual salían gemidos y lloriqueos que iban directamente a la erección de enzo, que estaba roja y adolorida encerrada en su pantalón.
abriste los ojos y se encontraron rápidamente con los del mayor, que te miraban con adoración.
"m-me voy a venir, en-" enzo asintió, alzaste tu cabeza y bastó solo con mirar como su mano cubría completamente tu coño, para que un orgasmo te recorriera desde la cabeza hasta la punta de los pies, haciendote soltar un jadeo seguido de un fuerte gemido, mientras tu espalda se arqueaba y tus piernas intentaban cerrarse involuntariamente.
enzo no cesó el movimiento de su mano, más bien mantuvo el mismo ritmo lo cual hizo que tomaras su muñeca intentando sacar sus dedos por la sobreestimulación.
"solo un poquito más, chiquita" dijo quitando tu mano con delicadeza y acercando su cara a la tuya para tratar de distraerte con un beso.
pronto sentirías como se formaba un nuevo orgasmo en tu vientre, pero esta vez se sentía raro.
tomaste otra vez la muñeca del castaño "e-enzo, creo que me voy a-". te interrumpió una sensación de presión en tu vientre.
un segundo orgasmo más intenso que el anterior, te llevó a sentarte de golpe mientras se formaban lágrimas de placer en tus ojos, tus uñas se clavaron en la piel de la muñeca del mayor con fuerza y lo único que sentías eran los espasmos de tu cuerpo y tu coño alrededor de sus dedos.
cuando te calmaste un poco abriste los ojos, los cuales ni siquiera sabías que tenías cerrados, solo para encontrarte con la cama totalmente empapada al igual que el brazo y la mano del castaño, cuyos dedos seguían dentro de ti, ahora quietos.
te asustaste y te giraste hacia él, haciendo que salga de tu cuello donde estaba repartiendo besitos.
sacó sus dedos con cuidado de tu coño haciendote soltar un quejido, sintiendote vacía de repente, y viste como se metió ambos dedos en la boca, limpiándolos con ella. jadeaste por lo obsceno que se veía.
"qué vergüenza... perdoname". dijiste viendo otra vez el desastre que era la cama.
"nada de eso," respondió recostándote otra vez. "fue demasiado caliente ver como te venías tan duro, te gustó?"
"la verdad sí..." dijiste bajo, "mucho". lo miraste a los ojos y viste como algo se oscureció en ellos.
"decime, tu novio te ha hecho venir así, princesa?" dijo observándote, con la voz más grave y baja de lo normal.
"n-no, nunca". de repente estabas apretando tu coño alrededor de la nada otra vez.
enzo pensaba que esta era una de tus mejores facetas, cuando estabas desnuda en su cama, temblorosa y jadeante, completamente jodida por él, porque sabía que era él y solo él quien te llevaba a ese estado. tú ni siquiera debías hacer nada complicado para ponerlo caliente, le era suficiente ver como reaccionabas a las cosas que le hacía a tu cuerpo, porque tu placer era el suyo.
parecía que con cada encuentro que tenían, más atraído se sentía hacia ti, más hermosa eras en cada ocasión.
tenía tiempo sin sentirse de esa manera.
a todo esto, el mayor seguía completamente vestido, así que tomaste el borde de su camisa y la subiste intentando sacársela.
"¿todavía tenés ganas?" te miró con diversión, incrédulo, quitándose la ropa igualmente.
observaste sus anchos hombros y sus brazos, tan grandes en comparación con los tuyos. enzo como tal, era tan grande al lado tuyo, y tan fuerte. amabas como te podía cargar y mover fácilmente, como sus grandes manos apretaban tu cuerpo mientras empujaba su miembro dentro de ti.
el hecho de que no solo era más grande en físico, sino en edad también, te excitaba más de lo que le podías admitir.
cuando el castaño liberó su polla de la ropa interior que se había vuelto incómoda, sentiste que se te hizo agua la boca. la punta estaba sonrosada, brillante con líquido preseminal, y viste como una gruesa vena sobresalía a lo largo de la base.
"dejame chupartela, por favor", casi suplicaste, levantándote para quedar más a su altura y tomando su polla en tu mano, recogiendo la humedad de la punta para empezar a moverla de arriba a bajo más fácil.
"no, no, preciosa" detuvo tu mano. "necesito ya estar dentro de ti".
te empujó suavemente y tu hiciste un puchero en frustración, pero te volviste a acostar, con enzo encima tuyo.
con una mano apoyada al lado de tu cabeza como soporte, alineó su miembro en tu entrada con la otra. no te preocupaste por el condón porque ya habían hablado el tema, ambos estaban sanos y tu estabas con la pastilla.
"nena, mirame". te dijo obligándote a mantener contacto visual, le gustaba ver tus expresiones en todo momento.
un gemido de alivio salió de ambos al sentir como finalmente introducía la punta, pero cerraste los ojos con fuerza cuando siguió empujándose dentro de ti. no importaba que tan mojada estuvieras, el grosor de su miembro casi siempre los obligaba a tomar una pausa.
sentiste como su pelvis chocaba con la tuya y exhalaste fuertemente, el castaño corrió el cabello desordenado que se habia pegado a tu frente, y comenzó a repartir pequeños besos.
"estás bien? querés que me mueva?" murmuró contra tu piel, bajó su mano desocupada hacia donde ambos se unían y empezó a frotar círculos en tu clítoris con sus dedos.
el estímulo hizo que tu coño se apretara alrededor de él, sacándole un jadeo.
asentiste con fervor, moviendo tus caderas en un intento de estar imposiblemente más cerca de su cuerpo. "s-sí enzo, cogeme duro esta vez". tus mejillas se enrojecieron, ya no tenías nada de pena.
"¿ah, sí? ¿querés que te coja fuerte y que te deje sin caminar bien?" el castaño rió al verte asentir con ojos grandes mientras te relamías los labios.
"¿querés llegar a casa y que blas se de cuenta de que no está haciendo su trabajo como debe, ah, chiquita?" masculló y se irguió en su lugar, comenzando sus embestidas controladas pero duras, sus manos apretando con fuerza tus caderas y sosteniendote.
gemidos agudos salían de tu garganta mientras jalabas las sábanas en puñados, sentías como el placer hormigueaba en la punta de todos tus dedos, estabas sensible todavía por los orgasmos anteriores.
tus tetas rebotaban con cada estocada, enzo las tomó en sus manos y las amasó, pellizcando y frotando sin cuidado tus pezones, mientras aceleraba el movimiento de sus caderas. la punta de su polla llegaba a golpear tu cervix haciéndote lloriquear, pero el ligero dolor solo te excitaba más, y enzo sintió como te contraías en su miembro.
"mirá como me apretás, dios" el mayor dijo casi sin aliento. "así querías que te cogiera? hmm? querías que fuera malo contigo, princesa?"
lo miraste directamente a los ojos con una expresión de placer puro. "sí, sí, m-mierda, tan rico- ah,"
agarraste una de sus manos y la dirigiste hacia tu cuello "a-ahorcame enzo, dios" suplicaste prácticamente fuera de ti misma y tus ojos se llenaron de lágrimas otra vez, extasiada. estabas muy cerca y sabías que querías correrte con sus manos en tu cuello.
sin detener sus duras embestidas, el mayor envolvió su mano y apretó con cuidado los lados de tu cuello, haciéndote girar los ojos y echar la cabeza hacia atrás, mordiéndote el labio inferior. "qué preciosa sos-" se acercó a tu oreja dándote un beso en la mejilla antes de murmurar muy, muy bajo "no sabés cuánto te amo".
no descifraste qué palabras dijo enzo en tu oído, porque el tercer orgasmo de esa mañana te azotó con más fuerza que los dos previos.
tu vista se nubló y tu boca se abrió sin soltar ningún ruido, agarrabas con fuerza la muñeca de enzo cuya mano seguía en tu cuello, pero que yacía quieta ahora, nada más que acariciando tu piel suavemente.
con un gritito ahogado tu cuerpo pareció ganar consciencia de nuevo, y sentiste como el castaño todavía se empujaba con dificultad dentro de tu agujero, de forma más desordenada y errática por cómo tu coño se contraía repetidamente alrededor de su miembro.
tu mano se posó en su abdomen débilmente, intentando alejarlo de ti por lo incómodo que se estaba volviendo tanto estímulo, hasta que su orgasmo llegó de manera repentina, llevándolo a sacar su polla y venirse sobre tu vientre, gimiendo con el ceño fruncido mientras terminaba de exprimir hasta la última gota de semen sobre ti.
lo único que se escuchaba en la habitación eran sus respiraciones agitadas y ocasionalmente pequeños gemidos tuyos, estabas completamente sensible y podías sentir las corrientes de placer en todo tu cuerpo aún. al recomponerse, enzo bajó delicadamente tus piernas temblorosas de la posiciónen la que estaban, y se levantó a buscar un paño para limpiarte.
al llegar de nuevo a la habitación, el castaño recién pareció notar tus mejillas sonrojadas y húmedas, al igual que tus pestañas, por tus lágrimas.
"bebé, te hice daño?" preguntó preocupado analizando tu cuerpo, temía haberse pasado. "fue demasiado para vos?"
acarició tu rostro suavemente, apartando las lágrimas de tus ojos.
"estuvo más que perfecto, enzo" lo miraste con ojos adormilados y una pequeña sonrisa en tu boca, estabas tan saciada.
tan satisfecha.
la expresión en su cara se suavizó y te devolvió la sonrisa. "deberíamos ducharnos" dijo antes de darte un piquito en los labios.
"estoy taan, tan cansada sabes" te quejaste e hiciste un puchero que enzo también besó.
"no importa chiquita, nos metemos en la bañera y yo te limpio, sí?"
no entendías nunca esto. pasaban de tratarse como amigos normales... a tener sexo así de sucio, para luego tratarse con una intimidad que parecía de pareja.
cuando tu verdadera pareja te estaba esperando en el apartamento que compartían.
¿te sentías culpable? demasiado, todo esto era el resultado de un error, un error que cometiste en una noche de desliz. todo por no haberte comunicado desde el principio con tu novio sobre su situación sexual. tu estabas segura de que lo amabas, simplemente sentías que... el sexo con él era lo terrible.
la peor parte era que tal vez ya no había vuelta atrás. los meses pasaron y perdiste la cuenta de las veces que estuviste con enzo, blas no sospechaba nada pero sabías que era cuestión de tiempo para que se enterase.
sí debías poner un alto a la situación con el mayor, aunque no sabías cómo, ni cuándo exactamente.
por los momentos, solo te dedicarías a disfrutar de los dedos que masajeaban tu cuero cabelludo suavemente en aquel baño.
pensabas que no sería tan difícil dejar el tema con enzo, después de todo, antes de besarse y coger, eran amigos muy cercanos. el único sentimiento que había entre ustedes era ese, amistad.
o al menos eso creías tú.
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angeflrs · 1 month
Text
He estado pensando en este AU por un tiempo, asi que pense que seria divertido compartirlo.
(por ahora) lo llamo:
“Timmy Fenton AU”
Todo comienza con la madre de Danny Fenton escuchando el timbre de su hogar una mañana. Cuando abre, lo que se encuentra es un niño de entre 4-5 años, cabello castaño, ojos azules y grandes, ropa gastada, mochila al hombro y gorra rosa, sin mencionar sus dientes frontales más grandes que el promedio, parado en su porche.
Este pequeño niño le pregunta si ella es su tia y ante la confusion de Maddie, el niño dice que sus padres lo han dejado aqui y que debía preguntar por su tia Maddie, al mismo tiempo el niño levanta su manita donde sostiene una carta.
“mami dijo que te diera esto...” el niño murmura.
Maddie recoge el papel sin palabras y no pierde tiempo para leerlo con la esperanza de obtener respuestas.
La carta, que resulta ser de su hermana mayor, relata que este niño (su nombre, Timmy) de hecho es su sobrino y le pide cuidarlo por un tiempo (indefinido) ya que ella y su esposo se iran de crucero y no pueden llevarlo con ellos.
Es correcto decir que Maddie esta furiosa, su hermana que siempre habia sido egoista, quien no habia visto desde que se mudo a Dimmsdale y que posteriormente dejo de responder sus llamados y mails desde el nacimiento de su segundo hijo, habia alcanzado un nuevo nivel de cinismo al abandonar a su hijo ¡un niño de cinco años! en su puerta sin siquiera molestarse en saludar o asegurarse de que el niño fuera recibido por ella y no algún extraño ¿¡como podía existir alguien tan descorazonada de su propio hijo?!
Aun asi, Maddie hace lo posible por no mostrar estas emociones frente al niño y lo hace pasar adentro de inmediato.
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Tengo mas, planeaba hacerlo un fanfic pero no se si lo escribiré algun día, aun asi, si les interesa saber que sigue no duden en decirme.
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