Tumgik
#es que he tenido la cabeza en otros lados esta semana
alejandrafrausto · 5 months
Text
Constrúyelo mejor - PREFACIO
Tumblr media
Lo primero que escucho cuando me despierto es la gotera del techo de mi sala. Genial, digo sarcásticamente. Desde que me mude a Londres, no ha habido un día que no amanezca lloviendo.
Me levanto y coloco un balde entre el sillón y la mesa de estar; cuando regreso a mi alcoba veo a mi gato recostado en la repisa más alta arriba de la cabecera de la cama.
—¿En serio Colin?
Como respuesta el solo se estira y tira uno de los libros amontonados (los que nunca he leído y no estoy pronto a leer), el libro cae en mi almohada. Suspiro y lo tomo, dispuesta a devolverlo a su lugar.
“El libro egipcio de los muertos”
Leo la portada, es un libro color naranja opaco con ilustraciones egipcias. Ya ni recuerdo como llego eso a mis pertenencias, tal vez me lo dieron en mi cumpleaños hace 3 meses antes de mudarme.
Sin pensarlo subo a la cama para bajar a Colin y dejar el libro donde estaba cuando tocan la puerta. Veo la hora en mi despertador a lado de mi cama: 7:25 AM
Colin se volvió a acomodar en su sitio, indispuesto a bajar. Vuelven a tocar, bajo rápidamente de la cama y me dirijo a la puerta.
Un hombre moreno con cabello negro me mira cansado.
—¿Sí?
—¡Hola! Mi nombre es Steven Grant —se presenta, escucho un acento inglés muy marcado— vivo en el 52, en frente del tuyo —señala la puerta tras el—. Me preguntaba, solo por curiosidad, si no tienes comida de pez.
Lo miro con amabilidad, y solo niego con la cabeza en respuesta.
—Veras —continua Steven—, tengo un pez, su nombre es Gus, se supone que ayer, como todos los martes en la noche iba a comprar su comida pero me quedé dormido y ahora mi pez esta moribundo.
—Pero ayer fue jueves.
Su reacción me desconcertó, parecía aterrado con mis simples palabras y comenzaba a hiperventilar.
—¿E-en serio? —suena temeroso.
Asentí.
—¿Te encuentras bien?
—No puede ser —ve al techo agotado—, otra vez no.
Steven se dio la vuelta, entro a su departamento y cerró la puerta tras él. Frunzo el ceño y cierro la mía. Que extraño, digo.
Miro el libro aun en mis manos, tal vez sea una señal para empezar a leerlo de todos modos. Lo dejo en la encimera del recibidor.
Hace 30 minutos que terminó mi turno en Chilango “A stampede of Mexican Flavours”
—Harper —Holly, la dueña, me llamo—, espero que no estés guardando tus cosas todavía. Me debes 2 horas.
—Señora Wright —rogué—, esas horas se las pagué hace 2 semanas, y la semana pasada paso lo mismo.
—¿Me estás diciendo mentirosa? —se molestó.
—No, señora —respondí frustrada—, solo que ya había hecho planes para esta noche.
No era mentira, desde que me mude a Inglaterra a principios de año solo me he dedicado a trabajar y arreglar mi nuevo hogar; en todo este tiempo no he salido a conocer nada, ni el cine, ni un centro comercial, ni un museo, no he podido ni ir por una simple cerveza a un bar. Por suerte para mí, hoy se estrenaba una de las películas de mi saga favorita y obviamente había comprado mi boleto con anticipación.
—A mí no me interesa tu vida social Amelia.
—Millie.
—¿Qué?
—Mi nombre es Millie, no Amelia.
—Como sea Emily —volvió a errar en mi nombre y señala la cocina con su mano mientras dice:— quiero todo limpio, que quede reluciente antes de que te vayas.
Me lanza las llaves del local, yo por inercia las agarro con ambas manos.
—Asegúrate de cerrar bien niña. Hasta mañana.
No me dio tiempo a responder cuando sonó la campana de la puerta anunciando su ida. Solté un grito de frustración. José, el cocinero, paso a mi lado.
—No luches jovencita, o será peor.
Sin decir más, salió por donde Holly dejándome sola en el restaurante. Quería llorar, era el segundo viernes que me hacia lo mismo y sabía que estas horas iban a ser sin remuneración. Suelto otro grito reprimido y empiezo a limpiar, tal vez si me apuraba alcanzaría a llegar a la función.
—Maldita Holly, eres una desgraciada, espero y te arroye un autobús de camino a donde sea que hayas tenido la urgencia de irte.
Sin darme cuenta estaba maldiciendo a mi jefa en voz alta mientras limpiaba las mesas y subía las sillas a estas, hasta que la campana de la entrada volvió a sonar.
—Lo siento —seguí limpiando las mesas con ira, no me gire a ver quién había entrado— cerramos hace 40 minutos, si gusta volver mañana más temprano —bajo la voz— o  nunca.
No recibo respuesta ni escucho el sonido de la campana de la puerta.
Lancé el trapo a la mesa más próxima con frustración y giro dispuesta a sacar al que sea que haya entrado.
—Hola —dice mi vecino con un “a” alargado.
Estaba frente a mí y sus ojeras lucían peor que esta mañana.
—Hola —respondo sorprendida de verlo aquí—, ¿me estas siguiendo?
Pregunto con desconfianza, desde su reacción anterior me preocupaba el estado mental de este hombre.
—¿Qué? No, —dice apresuradamente— no, no, por supuesto que no. Yo solo salí un poco tarde del trabajo y, ¿sabes lo difícil que es encontrar un restaurante abierto después de las 10? He estado caminando por media hora y este fue el primero que vi con las luces prendidas y la puerta abierta.
Suspiro de forma cansada, y tomo asiento en el primer banco que veo.
—Lo siento —tapo mi cara con mis manos—, es solo que ha sido un día muy largo y no quería sumarle a mi vecino psicópata acosándome.
—¿Psicópata? —lucio ofendido— ¿Crees que estoy loco?
Lo miro arrepentida e hice un puchero con mis labios.
—¿Un poco? —sonreí— bueno amigo, nadie en su sano juicio pierde 2 días completos como tú.
Él se aleja de la puerta para acercarse a mí, yo sigo viéndolo con una sonrisa burlona; Steven no parece alguien peligroso, de hecho todo lo contrario, el parece un pollito perdido buscando a su mamá.
—Para tu información —empieza a defenderse— no estoy loco, padezco de sonambulismo —ahora luce indignado— tal vez mi cuerpo estuvo despierto toda la noche haciendo quien sabe que para terminar así de cansado y dormir por 2 días ¿de acuerdo?
Lo miro divertida, tal vez no logré ir a ver la película pero puedo sacar algo bueno de esto: Conseguir al menos 1 amigo en esta ciudad.
—Ok señor sonámbulo —me levanto y lo miro para arriba, como siempre éramos mi 1.60 cm contra el mundo—, ¿eres alérgico al chili?
—¿Disculpa? —ahora el sorprendido era él.
—Toma asiento mientras cierro, estas a punto de probar los mejores tacos de tu vida.
Steven tarda en procesar lo que le dije, pero cuando regreso a la mesa ya está sentado esperándome. Sonreí.
Tomo el trapo de la mesa, y me dirijo a la cocina.
—¿Gustas algo de tomar? —Grito desde donde estoy para que Steven alcance a escuchar.
—Una botella de agua —responde de la misma forma—, por favor.
Tome la botella y el menú, y regrese con Steven.
—No respondiste mi pregunta —mira al agua en mis manos confundido—, ¿eres alérgico a algo?
—Oh —se toma su tiempo para pensar—, no, no soy alérgico a nada, pero, soy vegano.
—Bueno, por suerte para ti —le ofrezco el menú—, tenemos un menú vegetariano.
Steven abre el menú mientras yo exagero mi rol de mesera con mi pequeña libreta y mi pluma, es fácil desenvolverse con él.
Carraspeo cuando Steven encuentra la sección vegetariana.
—Solo que nuestro cocinero dejo las instalaciones hace 1 hora y tendremos que conformarnos con la especialidad de la mejor mesera en burritos, quesadillas y tacos sin dorar.
Steven sonríe.
—¿Y qué, de esas 3 cosas, me recomienda la amable mesera que me atiende hoy?
—Ella le diría que sus tacos le quedan muy ricos.
—Entonces tacos serán.
El hombre sentado frente a mí me da una gran sonrisa.
—Muy bien señor, en seguida le traemos su orden.
Steven me toma del brazo con suavidad y suelta el más sincero “Gracias” que he escuchado en mi vida. Le sonreí en respuesta.
—No hay de que.
Antes de entrar a la cocina le escucho preguntar.
—¿Cuál es tu nombre?
Me giro con una mano aun sosteniendo la puerta.
—Soy Millie —sonrío—, Millie Harper.
—Ok, ¿estas bromeando verdad?
Steven y yo caminábamos de regreso al edificio de nuestros departamentos. Nos habíamos sentado juntos a comer y él se habría ofrecido a ayudarme a terminar de limpiar la cocina. Eran las 00:15 cuando salimos del restaurante, aun alcanzaba a llegar a la película; pero decidí hacerle compañía a Steven, el también parecía que necesitaba un amigo, no sé, me daba la impresión de que tampoco los tenía.
—¿Cómo por qué bromearía con algo así?
—No lo sé Steven —digo—, ¿para asustarme?
—¿Estas asustada?
No respondí, ¿me asusta el hecho de que me dijera que tiene que dormir amarrado de su cama con arena alrededor para asegurarse de que no se había levantado en sus horas de sueño?
—No, la verdad no —me sincero—. Es solo que —hice una pausa para pensar mejor mis palabras—, me preocupa, es todo. ¿Has intentado ir a un médico?
Inquiero con amabilidad, el solo se encoge de hombros.
—Creo que sí —dice—, hace años supongo. Pero por lo visto no funciono.
Termina diciendo cansado. Suspiro y tomo su mano, aun seguíamos caminando por las frías y oscuras calles de Londres. El no opuso resistencia y sonreí.
—Bueno, es que antes tal vez no tenías a la superheroína Millie para ayudarte.
Bromeo y me detengo para poner una mano con el puño en mi cintura y la otra, de igual forma, levantada sobre mi simulando que iré a volar como un superhéroe. Lo hago para olvidar el tema y reírnos un poco, aunque Steven y yo sabemos que eso no sería todo mentira; que tal vez el conocernos nos traiga algo de luz a ambos.
—¿Tú crees? —sigue la broma Steven—, pensaba llamar al Capitán América si las cosas se llegaban a salir de control.
—No amigo, ese hombre ya es un vejestorio —continuamos caminando—. Mejor llamemos a la Capitana Marvel, ella si está mucho mejor. Es mucho más hermosa y poderosa que Steve Rogers, espera —hice una pausa y exageré una sorpresa—. No puede ser —tape mi boca con ambas manos—, te llamas igual que el Capitán América.
Steven se rio muy fuerte.
—Si, bueno —seguía riendo—, te sorprendería más si te dijera que eres una de las pocas personas en darse cuenta.
Me reí con él, su risa era muy contagiosa.
—Increíble. —Dije terminado de reír.
—¡Guau! —dice Steven—, no recuerdo la última vez que me reí así —se queda pensando un momento—, de hecho no recuerdo la última vez que me reí.
Termina triste y empatizo con él.
—Bien —intento animarlo—, ¿quién dijo que esta será la última vez?
Para cuando nos dimos cuenta ya estamos frente a la puerta de nuestro edificio. Entramos y nos dirigimos hacia el elevador. Ya adentro y en funcionamiento Steven dice:
—¿Hablabas en serio? —hace una pausa— ¿No será la última vez?
Le doy una sonrisa sincera, la milésima de la noche.
—Por supuesto que no, ahora que nos conocemos será muy difícil deshacerte de mí Grant.
Le sacudo su cabello desordenado con mis manos, él se ríe tímidamente y las puertas del ascensor se abren. Caminamos hacia nuestros departamentos.
—Gracias por todo —empieza a decir Steven—, por la comida, por tu amabilidad y por acompañarme.
—No tienes que agradecerme Steven —respondo con otra sonrisa—, eso hacen los amigos —hago una pausa dramática—, ¿lo somos verdad?
La verdad no me gustaría invadir su vida si él no quiere que yo lo haga.
—Si —él sonríe ampliamente mientras asiente repetidas veces—, lo somos. Buenas noches, Millie.
—Buenas noches, Steven, descansa.
Ambos entramos a nuestros respectivos departamentos.
Mi vida estas últimas 4 semanas han sido las mejores desde que me mude a Londres. Steven y yo nos hemos vuelto más cercanos, todos los días, después de ese encuentro, él me recoge de mi trabajo y regresamos juntos a casa. Dice que es porque el restaurante le queda de paso, aunque él y yo sabemos que queremos, ambos, pasar más tiempo juntos.
Hoy es sábado por la noche e invité a Steven a cenar a mi departamento, no es la primera vez que Steven entra a mi departamento, de hecho pasamos la mayor parte del tiempo allí. Steven dice que se sentiría incomodo si yo llegara a entrar al suyo, supongo que es por su extraño ritual para evitar su sonambulismo.
La verdad a mí no me importa mucho, yo solo quiero pasar tiempo con él. Así que el lunes pasado, cuando lo sorprendí llevándole el desayuno (un sándwich vegano y 1 café sin leche), a su trabajo en la tienda de regalos del museo egipcio, lo primero que le dije fue:
—Tú, yo, la noche del sábado, cena en mi departamento. Te haré las mejores papas guisadas que has llegado a probar te lo garantizo.
Steven no dijo nada, creo que le impactaba más el hecho de que fuera a visitarlo en sus horas laborales que el invitarlo a cenar.
—No puedes negarte Grant—advertí.
Sin esperar respuesta me retire, no sin antes ver como su jefa lo molestaba por mi presencia. Esa noche que nos vimos después de que acabara mi turno me dijo:
—¿Debo usar traje?
Su respuesta me dio ternura.
—Pues yo pensaba en algo más informal, sentarnos a cenar para después aplastarnos en el sofá y ver películas toda la noche —dije para luego bromear—; pero si quieres hacer una cena romántica dime con anticipación para alcanzar a comprar las velas.
La reacción de Steven me derritió de amor.
—No, no, no, no —dijo apresuradamente—, las películas están bien. Gracias.
—Steven qué te he dicho —lucí un poco molesta, era la octava vez que le decía lo mismo—, no tienes que agradecerme, ya te dije que somos…
—Amigos —Steven me interrumpió para completar la frase—, lo sé.
—Y los amigos hacen estas cosas porque…
Ahora yo lo insistí en que terminara la frase.
—Se quieren —no tardo en decirlo con una sonrisa—, te quiero Millie.
Me abrazo y yo lo correspondí con una sonrisa.
—Yo también Steven.
Escucho como tocan la puerta, son casi las 07:15, había citado a Steven a las 7. No es normal de Steven llegar tarde (a menos que pierda el autobús, pero eso no tendría sentido viviendo enfrente literalmente), pensé que me había dejado plantada o que le había pasado algo. Sonrío y abro la puerta.
Un Steven con ropa muy diferente a la que estoy acostumbrada a ver esta frente a mí. Tal vez es su ropa de descanso, pienso. Sin perder tiempo, me hago a un lado para que pase, pero él no se mueve.
—¿Steven?— lo miro confundida, está más serio de lo usual—, ¿está todo bien?
El traga fuerte y dice seriamente:
—Ya no quiero que seamos amigos.
—¿Qué? —rio nerviosamente, Steven y yo solemos bromear pero no así— ¿de qué estás hablando?, entra, vamos —lo tomo del brazo para jalarlo amistosamente dentro del departamento pero él se suelta con brusquedad, mi risa termina e inquiero con preocupación—, ¿Steven?
Steven me mira a los ojos.
—Ya no quiero que me hables, no me busques ni me des nada —su acento se oía diferente—, ¿escuchaste? no quiero NADA de ti, ¡NADA!
Sentí como mi corazón se quebrantaba, era la primera vez que veía a Steven tan molesto, ni cuando hablaba de su intolerable jefa, Donna, reaccionaba así.
—P-pero… —digo desconcertada tratando de no llorar— ¿qué paso? Ayer en la noche estábamos bien, ¿Qué sucedió Steven? ¿Te paso algo? ¿Te duele algo?
—Si, TU —dice con desprecio—, tú me pasas —levanto la voz—, eres tan insoportable, tan molesta. No sé ni porque somos amigos.
Mis lagrimas caen, no sé qué decirle. El no suena como Steven, pero luce como el, aunque mi verdadero Steven nunca me diría algo así; definitivamente el hombre frente a mí no es mi amigo, no puede ser.
—Tú no eres Steven —solté cuando estaba dispuesto a irse—, ¿Quién eres?
El hombre se detuvo en seco y me encaro.
—¿Ves? Estás loca, por eso nadie quiere acercarse a ti.
Auch, eso dolió. Pero confirme mis sospechas.
—Steven NUNCA me diría algo así —deje de llorar y repetí desafiante— ¿Quién eres?
—OK —se acercó peligrosamente a mí, yo doy un paso atrás, me estaba asustando—, si no fuese Steven sabría que eres la persona más patética que he conocido —los demás vecinos empezaron a salir para ver qué estaba pasando, nosotros discutíamos en el pasillo fuera de nuestros departamentos—. Si no fuese Steven sabría que después de la muerte de tu papá, tu mamá te abandono en un basurero a los 8 años. Si no fuese Steven sabría que te criaste en un orfanato hasta los 16 y después te escapaste. Si no fuese Steven sabría que eres un inmigrante ilegal y que la policía te ha arrestado más veces de lo que has recibido un abrazo.
Es imposible retener mis lágrimas con cada palabra que dijo, yo no le había contado eso a nadie, nunca había mostrado mi ser más vulnerable a otra persona en toda mi vida más que a Steven. Y me duele, me duele el hecho de que la primera persona que confíe me haya traicionado en tan poco tiempo.
—Para terminar en Londres a kilómetros de donde naciste en un departamento de mierda con un trabajo de mierda.
—¡Basta! —grito— ¿Te crees mejor que yo, Steven Grant? —lo confronto— tu mamá no te ha hablado en meses, solo te envía esas tontas postales que sepa tú de donde las saca, para mí que ella ya está harta de ti y con razón.
No estoy orgullosa de lo que estoy diciendo, hace días caí en cuenta de que Steven y yo éramos personas perdidas (rotas), buscando un lugar en donde nos sintiéramos amados. Creí que lo habíamos encontrado.
—¿Tú me dices patética a mí? —levanto más la voz— ¿A mí? Mas bien el patético aquí serias tú ¿no?, con un trabajo de mierda queriendo ser algo más pero sin lograrlo por tu estúpida incapacidad de socializar con los demás.
Estoy llorando y gritando, y la verdad no me importa, se suponía que hoy tendríamos una noche divertida con cena y películas, tal vez con juegos tontos de mesa también, pero el decidió desconocerme y mandar todo lo que construimos este último mes por la borda.
—Durmiendo como un completo loco, amarrado a tu cama y con arena a tu alrededor, colocando una maldita cinta en tu puerta.
—Tienes razón —dice serio—, estoy loco y por esa misma razón ya no quiero ser tu amigo. Adiós Millie.
Se aleja, dispuesto a tomar el elevador, yo suelto un grito frustrado y miro a los otros vecinos.
—¡¿Qué quieren?! —les digo aun con coraje— ¡Se terminó el show!
Entro a mi departamento y azoto la puerta tras de mí, y lloro, lloro todo lo que he guardado por años, lloro por mí, lloro por Steven, lloro por mi estúpido trabajo y lloro por mi patética vida.
13 notes · View notes
nekoannie-chan · 5 months
Text
Salvando al Capitán
Tumblr media
Título: Salvando al Capitán.
Fandom: Marvel, Capitán América.
Pareja: Steve Rogers (Capitan HYDRA) & Sinthea Schmidt (Coworkers).
Palabras: 521 palabras.
Cuadro: B4 “Tatuajes.”
Clasificación: B.
Sinopsis: Sin salvó a Steve de S.H.I.E.L.D.
Advertencias: Mención de venganza, intento de lavado de cerebro.
N/A:  Esta es mi entrada para Marvel Rare Pair Bingo Round 3 2024. MRP-066.
Links: Wattpad, Ao3, versión en inglés.
Tumblr media
         Si te gusto por favor vota, comenta y rebloguea.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
Anótate en mi taglist aquí.
Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
Tags: @sinceimetyou @black23 @unnuevosoltransformalarealidad @azulatodoryuga
Tumblr media
Steve sacudió la cabeza, todo seguía siendo confuso, a veces en su cabeza aparecía el recuerdo de él atado en una silla. Los recuerdos parecían distorsionados, fragmentados por alguna causa desconocida.
Mientras tanto, Sinthea Schmidt se había entrado de lo que había sucedido, eso solo quería decir una cosa, probablemente SH.I.E.L.D. se había encargado de lavarle la mente a Steve y ponerlo de su lado, pero ella no iba a permitir que eso pasara.
Probablemente los agentes de la otra Organización no se habían dado cuenta de los tatuajes que cada miembro de HYDRA tenía, obviamente no eran en lugares visibles o evidentes.
Todos habían estado ocupados en otras misiones, por lo tanto ahora le correspondía ir a salvar a Steve y evitar que S.H.I.E.L.D. hiciera de las suyas.
Se las ingenió para averiguar dónde estaba. En cuanto supo, fue hasta el lugar, si o si el Capitán regresaría a HYDRA.
Sinthea observó con preocupación la lucha interna que libraba Steve, consciente de que su mente había sido manipulada y sus recuerdos distorsionados por la maquinaria de S.H.I.E.L.D.
Sabía que era una tarea arriesgada, pero estaba dispuesta a correr cualquier riesgo para devolverle la libertad a uno de los mejores recursos de HYDRA.
Sinthea trabajó en silencio, desactivando los dispositivos de control mental que habían sido implantados en la mente de Steve.
—Steve, lo logramos. Eres libre ahora —ella dijo, con una sonrisa de complicidad.
Pero de pronto parecía que él la atacaría, ella se las ingenió para dejarlo inconsciente y sacarlo de aquel "horrible" lugar, necesitaría a los médicos de HYDRA para volver a ajustar a Steve o tal vez el Soldado podría ser de ayuda.
Steve recuerda quién eres, simplemente tienes que ver tu tatuaje, necesitamos que vuelvas a ser tú, tenemos muchas cosas por hacer Sin dijo
Los siguientes días fueron aún más difícil para Steve, todo era muy confuso en su mente, no sabía quién era en realidad ni quién tenía la razón, necesitaba... Necesitaba... Él no sabía exactamente qué era lo que necesitaba
Tal vez saber la verdad.
Debería de haber alguna manera en lo que pudieran recuperar, sino...
Fue entonces cuando Steve vio su tatuaje, ese tatuaje con el característico símbolo de HYDRA, comenzó a recordar lo ocurrido.
Ahora lo que Steve quería era vengarse, necesitaba acabar con S.H.I.E.L.D.
Los demás agentes temían acercarse al capitán debido al comportamiento errático que había tenido en las últimas semanas, pero todo cambió el día que recordó.
De inmediato llamaron a Sin y al Soldado.
En cuanto los vio, Steve comenzó a contar tanto lo sucedido como lo que habían descubierto, Sinthea cada vez parecía más y más interesada.
—Quizás lo mejor sea que finjas que lo que ellos te hicieron funcionó, hay posibilidades de que destruyamos a S.H.I.E.L.D. desde adentro —Sin propuso.
—Puedo ganarme la confianza de quién sea necesario —Steve aseguró.—Y esta vez no van a lograr que me confunda, ya todo está completamente claro en mi mente y nunca más volveré a olvidar quien soy ni misión —continuó, a la vez que mostraba su tatuaje.
Steve se iba a asegurar de tener su venganza.
5 notes · View notes
maryfortune · 1 year
Text
Pijamada
Disculpar la tardanza, pero he tenido muchas interrupciones y creo que demasiadas ideas. Pero aquí dejare mi #RedPhoneCatober.
Tumblr media
Estábamos viendo una película y sale una escena de los protagonistas en una pijamada, pasándolo bien.
-Debe ser divertido-Dice Cato en un tono monótono.
-Guau que nostalgia.-Digo con una sonrisa.-Aun recuerdo lo feliz que era, poder juntarnos en mi casa todos los viernes, traer comida basura y estar divirtiéndonos hasta el amanecer.- Comento con una sonrisa de oreja a oreja. Escucho la risa del peli morado.
-Lo siento dulzura, pero me cuesta imaginarte trasnochando.-Alzo la ceja haciéndole un puchero.
-Muy gracioso, pero hay trucos para conseguir que aguante despierta.-Veía a Cato algo callado. Dejando de prestar atención a la película para mirar a Cato.
A veces era difícil leer su estado de animo. Ahora sentía esa sensación. Este se sorprende al percibir mí mirada.
Sabia que en esas ocasiones, a no ser que Cato quisiera comentarlo, preguntar era inútil.
Así que simplemente me puse a su lado abrace su brazo y apoye mi cabeza en su hombro. Este da una suave sonrisa, mientras deja caer un beso en mi cabeza.
-Estoy bien dulzura, ...-El dice eso pero no me retiro. Cato suspira antes de responder.
-Simplemente sentí algo de envidia.-Ahora me veía confusa, revisando mentalmente la conversación. Cato desvía la mirada bajando el tono, como si de un secreto se tratara.
-Nunca he estado en una pijamada.-Fue oír eso no pude evitar mirarle con ternura y una sonrisa.
-Entonces tenemos que darle solución. Dime cuando libras, porque me niego a escucharte eso otra vez.-Digo emocionada, surgiendo ideas en mi mente.
-Fortune, no hace falta.-Dice algo inquieto.
-Claro que si lo hace, eres mi novio. Y me hace ilusión poder hacer esto por ti. Cato...Catito...porfi.
Es decir eso y siento como me arrastra a un abrazo, notando como me llena de besos la cara sacándome los colores.
-Eres demasiado dulce...El viernes.-Dice con una mirada llena de ternura, que instala dentro de mi una emoción cálida.
-No hay mas que hablar.
Tras eso fue pasando la semana, mientras iba preparando todo lo que necesitábamos para el viernes noche. Incluso mirando entre mis cosas encontré cosas que creía perdidas.
Pero al parecer mis padres las tenían guardadas en el piso. Intente invitar a Matías y Lydia a que se unieran, pero fue la cara de Cato y de alguna forma supe que para esa quedada, era una mala idea.
Es llegar la noche y me ves, cual niña la mañana de navidad.
Me había puesto ya mi pijama, un camisón y una bata lilas de lino. Cato no tardo en aparecer en camisa de tirantes y un pantalón cómodo. Nos vemos en silencio sin ninguno de los dos moverse hasta que rompo el silencio con un tono solemne.
-Cato, estas listo para empezar la iniciación.
Este estaba distraído recorriendo me, que no se espero la almohada que voló a su cara. Aunque por reflejo la atrapo con la mano.
-Piensa rápido- Le digo cantarina y le guiño el ojo con una sonrisa divertida. Tenia un montón de almohazadas cerca de mi. Cato empezó a reírse mientras miraba su ahora nueva arma arrojadiza.
-Vaya, atacarme sin avisar. No es tu estilo.-Lo veo ponerse de pie tranquilamente con mucha seguridad.
-En la guerra y el amor todo vale.-Digo mientras le lanzo un beso al aire y no dudo en ir atacar a Cato con una almohada en cada mano. Cato esquiva sin problemas picándome un poco.
- Eso es verdad, eres rápida, pero dejas muchos huecos. Aquí- Da un golpe suave con la almohada en un brazo. -Aquí -Da otro toque rápido en la cadera. Este intento esquivarlo, pero noto que roza. Mientras Cato avanza y yo voy hacia atrás intentando esquivar. Entre risas.-oh sobre todo aquí.
Consigue rodearme rápido y da un golpe con el cojín en mi culo. Para nada esperado. Terminando de rodillas en el suelo sonrojada con cara de que paso. Cato se lo veía divertido y en su salsa.
La guerra se resumió en un Cato despreocupado, esquivando y atacando con facilidad y yo dándolo todo negándome a rendirme sin mas.
En una ocasión casi pareció que termine medio bailando y yo casi picada si no fuera por esa sonrisa despreocupada que rara vez le veía.
...
Saque los juegos de mesa, los videojuegos, mientras picábamos todo lo que había traído.
Siempre con un café en mano para evitar mi sueño. Cuando íbamos a elegir otra actividad, vi a Cato agarrar algo.
-¿Que es esto?- Me sorprendí, que lo encontrara en la montaña de juegos de mesa y videojuegos.
-Vaya, mi baraja del tarot.- La miro con una sonrisa. Esta era una caja antigua de madera oscura con grabados y en runas pintadas en dorado.
Las cartas algunas arrugas, se notaba el paso del tiempo, pero tenia unas ilustraciones hermosas, que eran difíciles de no mirar.
Aunque se notaba, que habían sido conservadas con cariño. La estética de las cartas se veía llena de colores, que evocaban a una oscura y bella noche estrellada y plantas de diversas clases.
-¿Sabes usarla?-Pregunta Cato, yo asiento. El examinar cada carta curioso.
-¿Quieres usarlas?- No puedo evitar la expresión de sorpresa. Hacia tiempo que esa baraja permanecía en su caja. Y tenia sentimiento encontrados.
Por un lado una nostalgia de una Fortune soñadora y fantasiosa, que se dejaba llevar por esa magia mística.
Pero con el paso de los años, aprendí, que hay cosas es mejor no saber o que la gente no quiere que se sepa.
Cato al ver mi silencio e indecisión me rodeo con el brazo y alzo mi barbilla haciendo contacto visual.
-Dulzura, si no quieres no pasa nada.-Suspiro relajada ante aquel gesto y me ve negar.
-En verdad me gustaría, simplemente siento que estaré oxidada.
Nos sentamos en la mesa, me acomodo la bata, situándome en un lado de la mesa. Coloco una pequeña tela circular lleno de extraños símbolos, que recordaba a un circulo mágico de esas historias que tanto me gustaban.
Yo estaba con una expresión tranquila, mientras barajo las cartas. Cato estaba en frente de mi con los brazos cruzados en silencio con media sonrisa.
-¿Tu crees en estas cosas?-Le miro de reojo tardando un poco en responder a la pregunta.
-Creo que si, en general no creo que los humanos como tal sepamos todo del mundo en el que vivimos. Igual que aunque no lo veamos el oxigeno esta ahí. Creo que hay cosas que puede haber cosas que no las vea pero estén. Las respeto y no las ofenderé...Es complicado.
Le explico con una tranquilidad inquietante. Siempre mi mirada sobre mis cartas. Dando un aire extraño al que su ahora compañero no estaba acostumbrado.
Cato estaba silencioso como si buscara alguna respuesta alguna pregunta.
-Bueno, ¿por donde empezamos?-El peli morado me da una suave sonrisa relajada.
-Bien, para empezar podría hacer lo tópico de pasado, presente y futuro. Aunque me parece aburrido. Cuando las tiras es como intentar montar una historia. Preguntas algo y ellas te responden de forma criptica, lo que puede pasar. Lo que es divertido es intentar montar esa historia a ciegas. Cada carta, una respuesta a una pregunta. Puedes decirla en voz alta o simplemente pensarla y elegir tu mismo. Yo simplemente te diré que representa e incluso decirte que podría decir.-No puedo evitar decir con cierta emoción, mientras me pregunto que preguntaría la persona que tengo en frente.
-Suena interesante.
-Para mi lo es, pero entiendo que para otra gente no lo sea.
-Creo que tengo ya mis preguntas.
-Bien pues empecemos.-Barajo cual crupier. Miro a Cato a los ojos ninguno de los dos pudiendo romper el contacto visual. A diferencia de otras veces, me veo serena como si pudiera ver a través de Cato. Veo a Cato frotarse las manos.-¿Me la dirás?
-Últimamente siento que mi trabajo me es...mas pesado. Se que lo hago bien pero...
-...hay algo que no te molesta.-Cato me mira como si vigilara algo. Noto como elige sus palabras puede que intentando explicarse o porque algo no le guste.
Con Cato sentía a veces como si intentara tenerme lo mas cercana posible pero otras veces apartarme como si temiera algo. Se que nos conocíamos de poco tiempo y que era normal.
Escucho a Cato pedir parar. Extiendo las cartas boca abajo. Cato sin dudar elige una que yo volteo. La carta se ve a tres mujeres con una rueca antigua de coser, una joven sonriente colocando el hilo, la segunda una mujer serena girando la rueca de forma delicada y por ultimo una anciana con expresión cansada y abatida acomodando una hermosa tela que no parece tener fin. Doy una leve sonrisa.
-Vaya primera tirada y una arcana hablándote. La rueda de la fortuna.
-¿Eso es...bueno?
-No hay cartas buenas o malas, simplemente algo que decir. El como nos lo tomemos es otro tema. Bueno en cuanto a su mensaje, es una carta que habla del destino. Suena muy poético pero no por ello menos cierto. Como me hablaste de tu trabajo me figuro que vas a llegar a tener que tomar una decisión importante. No se un ascenso o algún cambio de sitio. El destino es tuyo Cato. Solo dependerá de ti que camino quieres seguir. Habrá cosas que no podrás evitar pero otras que solo estará en tus manos.-Veo la mirada de Cato y siento un escalofrió que me recorre el cuerpo. -Lo siento, me deje llevar.
-No pasa nada, tienes razón.-Suena algo frio para lo que estoy acostumbrada.- ¿Podemos hacer otra mas Fortune?
-¿Seguro?- Cato asiente cada vez viéndose mas distante creándome un nudo en el estomago.-Tu dirás.
-Dijiste que a veces no hace falta que te lo pregunte, ¿no?
-Claro con que tu sepas la pregunta es suficiente.-Cato asiente mientras las recojo las cartas y las vuelvo a barajar costándome sostener la mirada a Cato. Conteniendo el aliento hasta que me pide parar y antes de que pose las cartas el agarra una de mis manos de forma firme sin ninguna intención de lastimar.
-Esta.- Miro la carta y vemos los dos una carta que tiene es una joven con expresión pacifica, tiene hermosas alas brillantes como sus ojos, vierte un liquido brillante en unas aguas oscuras de apariencia tétrica. Lo mas llamativos es como cerca de ella es todo verde, luminoso, lleno de vida. Mientras cuanto mas te alejas se ve todo marchito, roto y sin vida.
-...La estrella...-Miraba en silencio a Cato y la carta. Esa carta era para mi especial. Era tonto pero muchas veces siempre que tiraba algo sobre mi aparecía esta. Aunque podía ser una casualidad. O al menos eso intentaba decirme.
-¿Y que me dice la estrella?
-suerte...o desesperación. La estrella siempre muestra lo peor y lo mejor de nosotros mismos. Guía a los perdidos a su paz también a veces puede soltar tu mano y ...dejarte hundirte. En estos casos sabrás cuando le veas que quieres hacer o que te conviene. Por eso siempre se la representa así, alguien brillante rodeada de oscuridad.
Se creo un silencio inquietante, los dos mirando la imagen. Cada uno con nuestros propios debates mentales.
-Siento que mas que divertirte te he echo sentir peor.-Sin poder evitarlo paso mis dedos sobre la mano de Cato una parte deseando con fuerza poder aliviar ese dolor que sentía sin palabras. Cato de repente atrapa mi mano y empieza a pasar el dedo por mi dorso sin soltarte.
-Estoy bien dulzura, no tienes que preocuparte. Puede que necesitara oír eso.-Noto que tira de mi hasta casi tenerme sentada en su pierna y aferrarse como si fuera a irme. Me sentía confundida pero algo dentro de mi sintió que el de alguna forma necesitaba esa cercanía. Al moverme una carta cae de la mesa. Cato la recoge sin soltarme. Antes de dejarla con las demás le pregunto:
-¿Cual cayo?-La miro curiosa
- Esta.-Empiezo a reírme. Cato frunce el ceño. En la carta solo se ve a una mujer de forma cariñosa abrazando a un puma que duerme.
-Se dice que cuando alguna carta caer de la mano o de alguna forma se va de la baraja es que te intenta decir algo. Aunque debe ser seguramente un error.-Cato me mira curioso.
-La fuerza, domesticar a la bestia interior. Todos tenemos un instinto de supervivencia que lucha con rabia y violencia cuando algo nos daña. Pero la verdadera fuerza implica en saber cuando sacar las garras o cuando perdonarnos.
-Creo que se están burlando de mi.
-No me extrañaría, no tienen piedad por nadie.
Tras recoger las cartas y notar que no queda mucho para que amanezca decidimos echarnos en mi cama los dos. Me quito la bata y no tardo en acurrucarme contra Cato que no tarda en abrazarme.
-¿Te divertiste?
-Por supuesto
-Me alegra, es agradable por una vez poder hacer algo por ti. Es difícil poder ayudarte.
-Dulzura, tu siempre me ayudas. Mas de lo que tu crees. Sinceramente no se como has conseguido algo como simplemente hacer cosas juntos. Se sienta distinto. De niño no he podido tener...oportunidades de hacer este tipo de cosas...y a veces pienso que hay cosas que no puedo hacer. Puede que no lo supiera en ese segundo pero quisiera una tonta pijamada. Además que hayas echo todo eso solo por mi…
Sentía la mano peinar mi cabello hasta que siento que afloja el agarre y como si algo dentro de Cato hubiera explotado atrapa mi rostro con su mano libre y junta nuestros labios ansioso. Despertando un calor que ni yo y por la mirada que veía de Cato. Fue tan rápido el como nuestras manos cobraron vida. Que claramente me vi confundida cuando veo a Cato romper el beso y apoyarme en su torso.
-Creo que necesitas dormir.
-Cato, crees que puedo dormir después de...
-...perdón pero si te pruebo mas...no me contendré...-Me susurra al oído completamente encajada contra el. mientras lo que queda de noche nos la pasamos con los ojos cerrados. No necesitando preguntar lo evidente. Claramente estábamos despiertos.
Cato había encontrado una nueva forma de mantenerme despierta. Que pena que fuera un arma de doble filo.
Tumblr media
Bueno dejo mi lista cumplida
Tumblr media
Nada intente hacer varias actividades para que se hiciera mas completo. Es una pena que no haya podido poner todas pero bueno será para otra ocasión.
Espero que lo disfruten.
5 notes · View notes
dr-fetish37 · 1 year
Text
primera cirugía
hace un par de semanas, fui al hospital por un malestar, al salir de consulta me dijeron que tendrían que operarme algunas partes del cuerpo para poder vivir al menos 3 años más.
ayer llegué a internarme al hospital, al llegar, las enfermeras de turno me dieron una bata de hospital, me recostaron en la camilla, abrieron mis piernas y colocaron un pañal pues ya no podria ponerme de pie, me pusieron una cánula nasal para que mis débiles pulmones recibiera oxígeno y después me pusieron una epidural para comenzar a preparar mis piernas para ser amputadas.
hoy es mi primer cirugía, tienen que amputarme ambas piernas, las enfermeras me quitan la bata de hospital, dejando mis senos al aire, me colocan un gorro quirúrgico, unas paletas de desfibrilacion desechables y retiran mi pañal para insertar un tubo urinario en mi vagina, me acomodan en una nueva camilla, esta es una camilla ginecólogica, con las piernas levantadas y abiertas, para después llevar mi camilla directo al quirófano.
en los pasillos, hay miles de personas viendome, observandome de pies a cabeza, algunos se centran en mis grandes senos y otros en mi vagina al aire, comienzo a sentirme nerviosa y de repente mi frágil corazón se detiene enmedio de todas ellas las enfermeras se apresuran a activar las paletas, mi cuerpo brinca en la camilla, mi pelvis se alza demasiado en el aire contrayendo mi vagina, al caer mis senos brincan, mi cabeza se mueve de un lado a otro, mis ojos se abren de golpe y mi corazón vuelve a latir para después seguir con el camino hacia el quirófano.
una vez ahí, los médicos me anestesian, tapan mis ojos con cinta y me intuban, casi toda mi cara está llena de esa cinta, mi boca se deforma llendo hacia un lado por lo jalada que está gracias a la cinta.
mientras preparan mis piernas para ser amputadas la anestesia falla y mi cuerpo comienza a contraerse una y otra vez debido a las convulsiones, los médicos deben parar, una vez que termino de convulsionar, mi corazón falla de nuevo y se detiene, un doctor quita la sabana dejándo mi desnudes a la vista de los que están en el quirófano y comienza a presionar mi pecho una y otra vez al centro de mis senos, haciendolos brincar y que la camilla se mueva un poco, mientras otro doctor quita la máquina de oxigeno del tubo para poder colocar una bomba de aire, después de una ronda de RCP el médico bombea aire tres veces y después otro médico carga las paletas para después descargarlas contra mi pecho, mis senos brincan, mi pelvis se levanta y mi vagina se contrae por la electricidad, mi tronco se eleva por unos segundos y al caer mi cabeza brinca un poco sobre la almohada, el mismo bucle se repite durante 15 minutos hasta que mi corazón vuelve a latir, finalmente logran concluir con la cirugía y me regresan a mi habitación, intubada, inconciente y sin mis piernas.
las enfermeras entran para volver a prepararme, me quitan la sabana, retiran el tubo de mi vagina y colocan el pañal bajo mi cuerpo, lo ajustan a mi cintura y mis piernas, mis muñones apenas sobresalen del resorte del pañal con una vendas cortas, me vuelven a tapar, me desintuban y colocan sobre mi cara una mascarilla de oxígeno.
al siguiente día despierto en la tarde, las enfermeras vienen a sentar el colchón para que pueda desayunar, mientras mi esposa me alimenta, sufro de un repentino paro cardíaco, los médicos regresan, quitan la mesa de mi camilla y empiezan a comprimir mi pecho, al instante se dan cuenta que mi corazón está completamente detenido por lo que pasan directamente a los choques "3,2,1 ¡despejen! ¡vamos carguen! ¡la estamos perdiendo!" es todo lo que mi pareja escucha del otro lado, mientras mi cuerpo sentado brinca de atrás hacia adelante con los choques, finalmente mi corazón vuelve a bombear y mi esposa puede regresar a la habitación.
2 notes · View notes
shikitstubasibrary · 27 days
Text
Track 03: Candy and chains
―¡Nos vamos, Derrick! ―se apresuró a colocarse bien los zapatos, pues Haru ya la estaba esperando del otro lado de la puerta.
―¿Cuándo piensas volver a llamarme «padre»? ―comenta con una pequeña sonrisa, apoyando un costado de su cuerpo en la pared.
―¡Yo que sé! ―responde con nerviosismo― Volverá algún día, ¿no?
―¡Ta―ma! ―llama el chico, pensando que se estaba olvidado de lo que debía hacer.
―¡Me voy! ―tras de sí, dejó cerrando la puerta con algo de fuerza demás, arrepintiéndose segundos después. Sostuvo la mano de Haru y se lo llevó disparada hacia la estación más cercana.
―No entiendo su prisa ―suspira Oz, sosteniendo de la mano a su hermana.
―Creo que quería levantarse temprano… ―murmura Christine.
―¡Escucha! ―levanta la voz mientras corre― Si tenemos suerte y tu escuela está en la misma parada que la mía, no tendré que correr tanto una vez te deje allí ―explica su pequeño plan― ¡Ahh! ¿¡Por qué no te lo pregunté anoche!?
Después de recorrer un tramo, las piernas de Haru se cansaron.
―¡Co―rrer no! ―suelta su mano del agarre, casi tropezando por el movimiento. Puso las manos sobre las rodillas, intentando recuperar el aire perdido.
Tama se preocupó por verlo así, buscó una moneda y se acerca a la máquina expendedora que tenía en frente para sacarle alguna bebida; la cual, se la entregó en las manos.
―Recuérdame poner la alarma una hora antes para que no pase de nuevo.
Tomando el agua con desespero, Haru asiente. Dejando la botella a la mitad en un par de tragos.
―No me molesta llegar un poco más tarde hoy. ―vuelve a ofrecerle la mano, esta vez caminando a una velocidad normal.
Tomando carrera ya en la estación nuevamente, pasa su tarjeta por la máquina a la vez que la de Haru, bajan a paso rápido las escaleras y tomándose un momento para ver qué tren era el correcto, entran al que ya estaba por irse.
―Lo normal es que deje a Chris en la estación y ya ―comenta, escuchado las puertas cerrarse― Esto es inusual. ―le lleva hacia un asiento que estaba vacío.
Haru saca la botella del bolso y se toma el resto de su contenido.
―Por cierto, ¿Hacia dónde fuiste con Oz ayer?
―Ce―mente―rio. ―Cerró la botella y la volvió a guardar.
Siente algo similar a un golpe en el pecho―Era ese día de la semana, eh… ―murmura― Haru, ¿Crees en el fin del mundo? ―pregunta, inclinando un poco la cabeza para verle la cara.
―¿Uh?
―Solía tener una amiga que se pensaba que se acabaría pronto, como esa gente extraña que hasta le pone fecha.
Frunce el ceño, sonriendo de forma incómoda, niega con la cabeza.
Ella sonríe aliviada―Sí, es una tontería… ―de repente su estado anímico decayó― Esta… persona que conocía lo esperaba con ansias… y ya ni siquiera está aquí para ver cuán equivocada estaba. ―dijo, decepcionada.
Al hablar en voz baja, poco le pudo entender.
«Arashimaya, Arashimaya».
―Esta es la parada ―dijo, al escuchar la voz que la anunciaba― Vamos.
Fueron a pie un poco más. Tama se veía ligeramente sorprendida de que el chico conociera el camino, notando que esta era una de las primeras veces en que no sería ella quien le guíe. Por el camino se veían restos de nieve y un camino despejado de ella, en los sitios donde era necesario.
En eso, ve a Haru señalar un camino en específico.
―¿Por aquí vas? ―pregunta para asegurarse, teniendo una afirmativa del muchacho― Entiendo… ―viéndolo bien, los alrededores se le hacían algo familiares, perdiéndose de la realidad por un momento.
Haru frunce el ceño. ¿Acaso tenía otra cosa que contarle?
Ella golpea sus mejillas como para despertar.
―¡Bien! Te vendré a ver luego de clases, ¿Vale?
Haru asiente, aún confuso por su actitud.
―¡Nos vemos!―y echó a correr hacia su propia escuela.
Exhausta, Tama consiguió llegar a su salón, apoyándose en el borde de la puerta para descansar un segundo.
―Llegas tarde, Raymond. ―anuncia el profesor. Al levantar la mirada, pudo ver que el reloj marcaba casi las 8:15 de la mañana.
Inclina su cabeza, apenada.
―Lo siento, he tenido algo que hacer antes. ―pidiendo permiso, fue a sentarse a su sitio, sin antes dejar su bolso en los casilleros de la parte trasera del salón.
―¿No habrás querido saltarte la clase?
«No me sorprende, es típico de una delincuente». Escucha claramente comentarios de algunos de sus compañeros.
Una de estos chicos fue sorprendida por un golpe en su mesa. El humor de Tama había cambiado en cuestión de segundos.
―¿¡Quieres que te mate niñata!? ¿¡Ah!? ―amenaza con una mirada fulminante hacia ambas mujeres.
―Raymond, toma asiento. ―ordena el profesor.
Nuevamente, inclina su cabeza como disculpa―Sí señor. ―el ambiente permaneció tenso por unos largos minutos más.
―Haru ―una chica golpea suavemente su hombro― ¿Sabes cómo se hace esto? ―su cabello pelirrojo estaba recogido a pesar de ser bastante corto y sus ojos eran marrones. Se comunicaba con él mediante señas.
El chico asiente y toma su cuaderno para leerlo, luego le explica cómo conseguir una respuesta.
―¡Gracias, señorito oso! ―dijo con una sonrisa.
Él se la devolvió, aún no entendía de dónde había sacado ese nombre o porqué se lo había dado.
En su bolso, vio un colgante que tenía la figurilla de la misma chica de cabello rosa que tenía en su laptop.
―¿Esa es Luka?
Asiente.
―La conseguí en la NatsuComi de agosto ―explica― ¡También compré algunas otras cosas! Como ropa y eso.
―¡Oh…! ―sonó triste― Qué envidia… yo no conseguí dinero suficiente después de gastarlo en la Mikupa de Marzo y DAIBA de DIVA.
―¡Yo estuve en la Mikupa de marzo también! ―la interrumpió, con emoción― ¡Nunca vi a Chiaki por ninguna parte!
―¡Yo tampoco! ―Tomó sus manos― ¡Vamos a un evento juntos la próxima vez! ―le propuso. Haru ni siquiera se paró a pensar para aceptarla.
Luka era una compañera de clase que apenas se había unido a su grupo este año, siempre le pareció extraño que no mencionara nada respecto a la fascinación que tenía por la cantante virtual con la que coincidentemente compartía nombre. Si fuera capaz de darle motivo, sería porque su voz le recordaba a alguien que juraba haber conocido durante su infancia, una amiga cercana.
Que se relaciona a aquello perdido, pero no era eso que ha estado buscando desde muy joven.
Después de acabadas las clases, como había prometido Tama, fue a buscar a Haru; aunque ya se hallaba perdida en los pasillos. «QUEEN es la única preparatoria que más cerca le queda de la estación...», pensó «debe ser aquí». Al ver a un grupo de profesores andar por los pasillos se acerca a ellos y dice:
―Disculpe, ¿Sabe dónde puedo encontrar a Katsuki Haru? Es alto y paliducho, creo que llevaba una gorra de lana rosa esta mañana. ―lo describe.
―¿Katsuki? Está en la clase de allá. ―uno de los profesores se da la vuelta para señalar el lugar.
―Muchas gracias. ―inclina su cabeza en agradecimiento y se dirige hacia allí.
Camina hacia el salón señalado, alzando la mirada para poder ver un cartel que decía: «Salón de costura» en la primera fila «Clase especial» en la segunda.
«¿Especial?», mostró notoria curiosidad, más aún luego de que en un desvío de su mirada, alcanzó a ver el cartel de la enfermería no tan lejos del salón en el que estaba.
Ciertamente, considerando el estado de Haru era de suponerse que le sería problemático asistir a un salón de clases normal, rodeado de mínimo treinta estudiantes de su misma edad. A pesar de estar tan solo días con él, ha podido ver, aunque sea la punta del iceberg sobre su condición física. Casi tan invisible como su sordera…
―Disculpad… ―deslizó la puerta para poder pasar.
Allí encontró a Haru, concentrado con poner algo del té que el termo contenía en una taza; recordando que su padre le había preparado el almuerzo y algo de té a una persona demás. Y por lo visto, él aún no vaciaba el contenido del termo.
―¿Se le ofrece algo señorita? ―la profesora de la clase fue quien se percató de su presencia.
Al dar otro vistazo, observó que el salón era medianamente grande, y que tan solo tenía diez estudiantes.
―Uhmm… yo… bueno… ―tartamudea nerviosa.
―¿Acaso viene por los cursos de lenguaje de señas? ―asume.
Se sintió confundida por el comentario repentino―¿Cursos? ―volvió a revisar, tan solo Haru era el único que sabía tenía sordera― ¡No, no! Yo…
Quizás por algún ruido distinto, al dirigir su mirada hacia la puerta, Haru consigue ver a la chica, alegrándose por ello.
Tama notó que el muchacho finalmente se había dado cuenta.
―Vengo por Katsuki. ―pudo responder, esbozando una sonrisa.
―Oh, debes ser esa amiga de la que nos estuvo contando. ―la profesora se ve dispuesta a recibirle con una sonrisa.
Con eso, Tama se permitió entrar al salón.
―Oye Kacchan, vámonos. ―se puso frente a su mesa.
Haciendo caso omiso, acercó otro vaso que le habían dejado y sirvió el resto del té que quedaba. Luego, lo condujo delante suyo con una sonrisa.
Entendiendo su acción, Tama suspira y sostiene el vaso con ambas manos para tomar su contenido con calma.
―¡Té verde! ―sonó emocionada.
Haru acerca un cuaderno y con el bolígrafo que tenía encima, en una hoja vacía escribe: «Los gustos de Tama son más comunes de lo que esperaba (*´∇`*)». Haciéndole sonrojar.
―¡Calla! ―y le dio un golpe suave en la cabeza.
Cada uno cargando sus respectivos bolsos, iban caminando por los pasillos del establecimiento en silencio. Hasta que Tama se desvió y se quedó frente a una de las ventanas que estaba aún abierta, apoyando sus brazos en los bordes.
Suspira. Haru nota el cambio de ánimo al instante y se le acerca, esperando que dé sus explicaciones.
―¿Estás bien? ―pregunta en señas por mero impulso.
―Mi ex novio asistía a esta preparatoria ―confiesa― Lo solía esperar justo en la entrada e íbamos juntos a casa, casi todos los días. Cursi, ¿verdad? ―ríe con nostalgia.
- ͙۪۪̥˚┊❛ ❜┊˚ ͙۪۪̥◌
El atardecer se dejaba ver en el horizonte; apoyada en una columna junto a la puerta principal, esperaba una ligeramente más joven Tama, que tenía el cabello sujeto en un par de coletas. Notoriamente nerviosa. Entonces, entre la multitud reconoce a alguien en especial.
―¡Hisomu! ―llama. Un chico se detiene al oír el nombre y camina hacia su dirección.
―Nunca faltas, ¿eh? ―ríe y revuelve su cabello― Pasemos por la tienda de convivencia antes de ir a casa, Shinobu ―sugiere. Su aspecto era bastante normal, llevaba lentes y estaba bien peinado, asemejándose a un estudiante modelo. ¿Quién diría que alguien así sería su pareja?
- ͙۪۪̥˚┊❛ ❜┊˚ ͙۪۪̥◌
―Era… el único que sabía mi apellido, aparte de Oswald ―agrega― Un día… dijo que había recibido una beca para estudiar en el extranjero y no quería dejar pasar la oportunidad. Por tanto, nos tuvimos que separar.
Haru le da palmadas en la espalda.
―Estaba… realmente nervioso ese día, sentía pena por lo que tenía que decirme… ya sabes, es difícil mantener una relación a distancia, más si tomas en cuenta la diferencia horaria entre Alemania y Japón. Si eres una persona que sobre piensa mucho, es dañino solo considerar que esa persona puede estar con otras mejores que tú; temes que un día te llame y diga… «Ahora me gusta esta chica, lo siento».
El chico prestó atención a lo que hablaba, esforzándose por entender.
― ¡Pero no pasa nada! Hemos quedado como amigos. ―agrega un dato algo más feliz― se irá durante enero, luego de que pase todo eso del Año Nuevo… Tengo tantas ganas de no dejarle ir... de decirle que podemos hacer funcionar esto de alguna forma... ―admite apenada― ¡Sin embargo ya decidí no entrometerme!
Se da la vuelta.
― ¡Suficientes historias del pasado por ahora! Tenemos que ir a casa antes de que anochezca ―dijo al ver el atardecer asomarse.
Haru asiente.
Tumblr media
Cuando llegaron a la estación, se encontraron con la pequeña pelirroja que acababa de sacar una soda de melón de la máquina expendedora.
―¡…aki! ―llama Haru a la chica por su apellido, aunque falla en pronunciarlo correctamente.
―Pero si es el señorito oso ―dijo, mientras Tama soportó las ganas de reír— ¿También tomabas el tren? —el chico se muestra nervioso de repente.
—Se está quedado conmigo desde ayer. —explica— Me dieron un permiso.
Chiaki lleva su mano a la barbilla, inclinando un poco la cabeza a un lado.
—Hmm… —se toma un momento para hablar— Pero Haru… ¿Eso no molestará a tus padres?
Él sacude su mano en negativa.
—Está bien, tengo el permiso del doctor Kiriyama. —sonríe despreocupado.
Ella suspira y encoge los hombros.
—Si estás bien con eso… —dirige su mirada a Tama— Cuida mucho de Haru, sería una pena si se pierde un evento importante otra vez —le recomienda, yendo hacia el tren que acababa de llegar.
Luego de unos segundos, Tama dice luego de cerrarse la puerta del tren:
—¿Eventos? —sin comentarios que agregar, solo le observa con cierta curiosidad— ¿Quieres que te enseñe una ruta especial? —le sugiere, cambiando el tema.
Haru no dejaba de mirar por los alrededores mientras caminaba unos pasos detrás de Tama, era uno de esos senderos que, al bajar por la zona del césped llevaba al río; pensado que seguiría por allí, se confunde al ver que la chica ya se encontraba bajando por ese césped. Le siguió.
—Hisomu y yo veníamos por aquí a menudo, también tomaba este camino con Rinne —relata, deslizándose hacia abajo— Aún vengo por aquí cuando quiero llegar tarde a casa. —ríe por el comentario.
Continuaron su camino desde allí; de nuevo, a Haru le tomó un tiempo descifrar las palabras de su amiga, se estaba volviendo tedioso no poder hablar con ella usando las señas. Esperaba que pronto aprendiese.
Fue entonces cuando cayó en cuenta— La falda que Tama llevaba era exageradamente más larga de lo normal. Recordando que aquello era una de las características más distintivas de una delincuente.
—¿Más―ca―ra?
—¿Mascarilla? Tengo una, pero no la traigo encima todos los días… ha pasado tiempo desde la última vez que me reuní con un grupo. Te la puedo mostrar cuando lleguemos a casa.
Si ignoraba sus cicatrices y mala cara, poca pinta tenía de ser ese tipo de estudiante.
—¿Je―fa? —otra duda llegó a su cabeza.
—Nope, sub―jefa —corrige, por algún motivo estaba entendiendo lo que el chico decía, aunque solo sea una palabra por pregunta—. ¿Quién era la chica de la estación?
—Chi―aki.
—Nombre.
—¡Chi―aki!
Aspira hondo.
—¡Que me des el nombre bastardo! —su lado delincuente se hizo presente, asustando al muchacho.
—Lu―ka.
Tardó un poco en entender la situación, recordando que la chica que tenía en todas partes de su computador llevaba el mismo nombre.
—Anda, qué casualidad —se calmó. Al encontrarse frente a una especie de puente de piedras, se detuvo— Agárrate de algo, vamos a cruzar por aquí.
Haru sujeta un costado de la camisa de su uniforme. Aunque tambalea y tropieza, evitando la caída sobre la espalda de Tama; consigue cruzar sin muchos problemas al otro lado. Después, por unas escaleras ambos regresan al camino normal.
—Estoy en casa —anuncia, ya había anochecido para cuando llegaron.
Ambos fueron dejando los zapatos en la cajonera dividida en secciones y con puerta desplazable. Apoyado en la pared del pasillo, una vez más Oswald los esperaba con cara de pocos amigos.
—¿Se puede saber dónde estabas Shinobu?
—Tomamos un desvío. —Oz no se vio feliz con solo eso como respuesta.
—Escucha —suspira— no puedes llevarte a Haru por donde se te dé la gana como a una mascota. —la regaña— Si eres un poco lista, deberías darte cuenta de la situación.
—¡Estará bien mientras esté conmigo! —repone— Solo lo llevé por mi ruta habitual, nada más. —relaja la voz, tomando la mano de Haru— Yo no te pedí detalles cuando lo llevaste a la tumba de esa mujer estúpida. Es más, ¡Nunca mencionaste que fuiste hacia allí!
—¿Para qué te alteres sin motivo?
Se abstuvo de comentar algo más.
—Vamos. —llevó a Haru con ella.
Algo era diferente ahora, por la manera en que Tama sostenía su mano y caminaba tenía muy claro que algo estaba mal, parecía estar murmurando cosas que desearía poder entender. Pero más importante, ¿Cómo se supone que tenía que reaccionar? ¿Debía ignorarlo? ¿Debía hacer algo? ¿Qué podía decir? La tensión entre ambos era difícil de dejar pasar ahora.
Cuando se había dado cuenta, ambos ya habían dejado sus bolsos en la habitación y habían regresado al comedor para la cena.
—¿Y Derrick? —aunque había dejado de referirse a él como padre, no dejaba de usar un honorífico «señor» después de su nombre.
—Dijo que hoy trabajaría hasta tarde. —responde Christine para continuar con su comida.
—Lo sabrías si prestaras atención a lo que papá dice en lugar de perder tiempo con tu tonta banda y todo lo que te encuentres de camino a casa.
Suspira, dejando sus palillos a un lado de su plato.
—Primero, esa banda lleva meses sin reunirse desde que la jefa se cambió de escuela. —explica mientras se apoya en la mesa para acortar la distancia entre ambos— Segundo, ¿¡insinúas que dejaría a Kacchan morirse de frío!? —grita.
—Insinúo que debiste preguntar.
—¡Es sordo, maldita sea! —golpeó la mesa con fuerza— De haber preguntado ¿¡Cómo diablos me iba hacer entender!? ¡Aún no sé absolutamente nada sobre lenguaje de señas! —no hubo respuesta, Tama se alejó de la mesa para ponerse de pie— ¡Si está aquí es gracias a mí! —lleva la mano a su pecho— Tú no sabes nada sobre mí… ¡Ni siquiera sobre la estúpida de Rinne!
Haru saltó del susto, paralizado. Algo le molestaba, tenía poca tolerancia a presenciar discusiones, si continuaban, quizá—
—¡No asumas cosas que no son! —finalmente Oswald levantó la voz y de igual forma se puso de pie— ¡Eres tú la que no la conocía!
En el mismo estado que Haru, la conmoción de Christine fue tal, que sin motivo empezó a llorar. Haru se desconectó de la pelea familiar.
—¡Ah! —torpemente apresurado se levanta de su sitio y camina al otro lado de la mesa, de cuclillas ante Chris acercando ambas manos a su rostro— ¡N―n―no ll―res!
Ignorando lo que pasaba a su alrededor, ambos hermanos continuaron discutiendo.
—¡Rinne estaba loca, acéptalo!
—¿¡Vas a traer ese tema otra vez!? — dijo molesto.
—¡Lo diré las veces que haga falta!
—Ella estaba deprimida. ¡No loca! ¿¡Cuántas veces lo debo repetir!? —exclama— Si es que te importa estudiar deberías investigar, pero como siempre, eres una irresponsable buscapleitos.
—No porque seas mayor que yo, tienes derecho a decir que soy irresponsable, que quiera reunir a la banda no es de tu incumbencia. Y, por último, si tan bien conocías a Rinne para decir que yo siendo su amiga no… ¿¡POR QUÉ ESTÁ MUERTA!?
Silencio.
Haru buscaba desesperado algo con qué secar las lágrimas de Chris.
—C―Chris… no… ll…res, ll… res. —daba su mejor esfuerzo por decir «no llores» sin mucho éxito, optando por secar sus lágrimas con sus propias manos. Ella aspiró la mucosa que salía de su nariz. Y sin pensarlo mucho le abraza.
—Haru… ¿Ya no van a pelear? —le pregunta aún llorosa, quitándose las nuevas lágrimas ella misma.
Se vuelve a paralizar momentáneamente ¿Cómo sabría si un problema del que se acaba de enterar estaba resuelto? Solo pudo sonreír por los nervios.
—E―est―a bi…n —le ponía aún más nervioso no poder decirle con señas.
Chris ya calmada, se separa de él.
Tama dirige su mirada hacia los dos, sintiendo repentina culpa— Gracias por la comida. —a paso rápido se retiró a su habitación.
Oswald suspira llevando la mano a la cabeza, toma a su hermana por la cintura, la levanta y cuando ya estaba a la altura de sus hombros, cambia la posición de una de sus manos para poder cargarle.
Entonces, inclina la cabeza a modo de disculpa hacia Haru.
—Lamento el alboroto. Te llevaré al baño antes de ir a la cama, Chris. —avisa antes de retirarse— Deja los platos ahí, ya me encargo yo después.
Con ligeras marcas en su cara y los ojos un poco rojizos, golpea su cabeza despacio.
—Hermano tonto. —infla sus mejillas disgustada.
Oswald sonríe con algo de pena y gracia a la vez—Perdón… —le dedicó el mismo gesto que a Haru.
Sucesos como aquel, eran uno de esos que él no podía solucionar, pensaba estando ya solo. Preocupándose por Tama, fue hacia la habitación. Encontrando un bulto entre las sábanas de la cama y un poco de su cabellera castaña regarse fuera de la sábana, sin emitir ningún sonido.
Sin tener mucho que decir, Haru se dirigió al armario para poder colocar el futón. Deteniéndose un momento para volver a mirarla.
—¿Tama? —pronuncia su nombre preocupado.
Ella se movió ligeramente.
—No soy Tama, soy un caracol. —levanta la voz para que pudiera entender— Duérmete. —ordena.
Ese comentario le sacó una pequeña sonrisa, aunque entendía que era una mala broma; obediente, se contuvo sobre empezar una conversación para dejarle dormir.
—¿Por qué tiene que actuar como si fuera mamá, ella ni siquiera era una gruñona es tonto o qué? —murmura para sí.
Varias horas más tarde. Oswald aún estaba despierto, acompañando a su padre en la comida con una taza de té ya vacía.
—Sabes cómo es Tama... Por la forma en que llegó a nosotros supongo que quiso hacer lo mismo que tu madre y yo con Haru.
—Eso no es lo que me molesta… se nota que en el fondo es compasiva. —responde bastante decaído una vez pasada la tormenta.
—¿Entonces?
—No es la misma persona. La Tama que encontré bajo la lluvia frente a nuestra puerta en agosto, no es la misma que la de ahora. Ella ni siquiera recuerda cómo fue que llegó aquí. —suspira— Ella misma lo dijo. ¿No? Su nombre era Shinobu, no entiendo por qué mamá le renombró como «Tama».
—Por lo menos ese corte en el ojo no era profundo. —toma lo que quedaba de su bebida— Aún recuerda cosas, hasta el año pasado aún sabía su nombre completo.
—Hasta que Rinne murió. —lleva ambas manos a la cabeza— Hasta entonces intentaba que no olvidar nada, es mi hermana… ¡Ignoré a Rinne por eso! —dice frustrado— Entiendo, hay que continuar papá, pero… ¿Olvidar literalmente años de su vida antes de conocernos? No… no entiendo cómo todo eso funciona… —toma un momento para calmarse— Ahora Rinne está muerta…
Suspira.
—Vosotros deberíais hablar sin conflictos de por medio.
—Pero le prometí a mamá que….
Sacude la cabeza bruscamente. Ya sin palabras, hace a un lado la taza.
—No es tan fácil… —estaba teniendo un terrible dolor de cabeza— Ni siquiera sé que quiero ahora…
Los ojos de Derrick buscan la figura del altar a su esposa.
«Entiendo que hayas querido confirmar en él, pero Wendy… al final del día sigue siendo solo un niño». Uno que hace poco más de un año acaba de perder a alguien casi tan importante como su madre.
𓆝 𓆟 𓆞 𓆝
Canciones incluidas:
▶ Candy and chains (飴と鎖) otetsu ft. Megurine Luka
▶ Queen, Kanaria ft. Gumi
▶ Just be friends, dixie flatline ft. Megurine Luka
▶ The melancholy of a literaly boy (文学少年の憂鬱) Nanou ft. Hatsune Miku
0 notes
mauriciomeschoulam · 6 months
Text
Ataques en el Mar Rojo: ¿todo ligado a Gaza? ¿qué buscan los houthies?
Publicado originalmente en El Universal: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/mauricio-meschoulam/ataques-en-el-mar-rojo-todo-ligado-a-gaza-que-buscan-los-houthies/
Washington ha estado teniendo negociaciones secretas con Irán mediadas por Omán, según se reportó en el FinantialTimes esta semana, con el objetivo de persuadir a Teherán para frenar los ataques de los houthies contra embarcaciones comerciales en el Mar Rojo. Las disrupciones al comercio global en esa vía neurálgica que conecta Asia, África y Europa se han convertido en un dolor de cabeza desde hace meses. Hay, sin embargo, dos suposiciones básicas que debemos reexaminar. La primera tiene que ver con que Irán es una especie de comandante sobre las milicias aliadas de su llamado “eje de resistencia” y que, por tanto, negociar con Irán puede conseguir los resultados que EU desea. La segunda es que toda esta violencia se encuentra íntima y diría yo casi únicamente relacionada con el conflicto entre Hamás e Israel; que el objetivo central de milicias como los houthies al provocar estas disrupciones al comercio internacional es solo respaldar a la lucha palestina y que, por tanto, bastaría cesar el fuego en Gaza para así retornar a los houthies al camino del diálogo y la negociación en su zona de influencia. 
Recupero, para contexto, algunos datos que ya he compartido, añadiendo un examen de esas dos suposiciones de las que hablo.
1. Los houthies son un grupo insurgente de Yemen, quienes predominantemente pertenecen a una subsectadel islam chiíta, llamada zaidi. Los houthies participaron en las revueltas de la Primavera Árabe en 2011. Se trata de una agrupación apoyada por Irán desde los años noventa, aunque el respaldo iraní en ese entonces era mucho menor que en la actualidad. 
2. Los rebeldes houthies tomaron en 2014 control de la capital del país, Sanaa, y lanzaron una gran ofensiva de expansión amenazando ahora a Adén, ciudad a donde tuvo que huir el gobierno formalmente reconocido, liderado por el presidente Hadi. Desde entonces los houthies libran una guerra contra ese gobierno, así como contra una coalición de países liderada por Arabia Saudita. El conflicto en Yemen ha pasado por distintas fases. En 2023 hubo varios ceses al fuego que colapsaron. No obstante, parte del tema actual es que el reino saudí se encuentra altamente interesado en mantener vigentes esos ceses al fuego y por tanto prefiere por ahora distanciarse de cualquier escalamiento con los houthies. 
3. Al igual que el resto del eje de milicias proiraníes, desde el inicio del actual conflicto entre Israel y Hamás, los houthies expresaron que apoyarían con fuego a sus aliadas en Gaza: Hamás y la Jihad Islámica. 
4. Esto ha sido implementado por los houthies de dos maneras. De un lado, esa agrupación ha lanzado múltiplesataques contra Israel, lo que incluye una gran cantidad de misiles crucero, misiles balísticos y muchos más drones, enviados desde Yemen hacia el sur israelí. Es notable la cantidad de ocasiones en las que buques estadounidenses han intervenido para interceptar esa serie de proyectiles, pero también es interesante considerar que otros países, incluidos Francia, Reino Unido o hasta la propia Arabia Saudita y Egipto, han tenido que interceptar drones y misiles houthies en esa zona. 
5. La segunda forma ha sido la disrupción a la navegación comercial en el Mar Rojo que los houthies han puesto en marcha como medida de presión, ya no solo contra Israel. Los houthies han secuestrado o atacado con drones y misiles a embarcaciones que esa organización inicialmente indicaba que tenían lazos con Israel o que efectuabanoperaciones comerciales con ese país. Sin embargo, estos ataques se fueron expandiendo hacia embarcaciones con lazos con otros países, lo que ha afectado a compañías europeas y asiáticas, al grado de ocasionar que muchas de éstas suspendan operaciones en ese importante mar que conecta Asia y África con Europa. 
6. Como expliqué antes, los riesgos de escalamiento en este frente se mantienen creciendo desde hace meses.Ante los ataques houthies, Estados Unidos conformó una coalición de defensa que amenazó a esa agrupación en caso de continuar con sus ataques. De hecho, EU ya había hundido embarcaciones houthies semanas antes de esto. Ello había ocasionado que ahora fuese Irán quien trasladase un buque militar a la región mandando también sus propias señales de apoyo a esa organización aliada. 
7. No obstante, debido a que los houthies sostuvieron sus ataques en el Mar Rojo, e incluso atacaron embarcaciones con intereses estadounidenses, Biden estaba ya presionado para cumplir las amenazas que había emitido, y enviar un mensaje de fuerza que pudiera ser leído no solo por los houthies, sino también por Irán. Así, desde enero, tanto EU como otros de sus aliados, han estado lanzando múltiples ataques contra posiciones y arsenal de los houthies en Yemen. 
8. Esto, como habíamos previsto, lejos de disuadir a los houthies ha detonado una espiral ascendente de violencia. Hoy, la milicia yemení se mantiene atacando embarcaciones de muy diversas nacionalidades. Muchos otros estados como Grecia o Países Bajos se han sumado conbarcos para interceptar misiles y drones que los houthies dirigen tanto hacia buques comerciales como militares. Los ataques houthies ya pueden sumar al menos una embarcación hundida y algunas muertes de tripulantes de esos barcos, además de muchos otros tripulantes secuestrados, con personal mexicano incluido. 
Examinando la suposición 1: la relación de los houthies con Irán
La primera noción que hay que cuestionar es que Irán es una especie de “comandante” de una serie de milicias que operan en Medio Oriente bajo su autoridad. Cada una de las milicias o aliados del denominado eje proiraní (o “eje de resistencia”) tiene vínculos y relaciones de muy diverso grado con Irán. Efectivamente Teherán otorga importante financiamiento, armamento, entrenamiento y asistencia a varias de estas milicias, pero cada una de ellas tiene historias propias, metas y objetivos propios, dentro de los cuales puede haber importantes confluencias con Irán, pero no siempre y no del todo. Esto, por supuesto, va a variar de una agrupación a otra. 
Por ejemplo, varias de las milicias proiraníes que operan en Siria y en Irak fueron explícitamente fundadas, formadas, fondeadas y entrenadas por las Guardias Revolucionarias iraníes para cumplir con objetivos específicos, y, por tanto, normalmente son altamente responsivas a su mando. Pero ese no es el caso de Hamás, una agrupación palestina sunita, no chiíta, que emerge de la Hermandad Musulmana y que,sin duda, en distintos momentos se va a beneficiar del financiamiento y el armamento iraní, y de su alianza con Teherán, pero que en otros momentos también ha roto con Irán por intereses divergentes para posteriormente volverse a acercar a ese país. Ahora mismo, no obstante, varias agencias de inteligencia coinciden en que Irán no fueinformado de la planeación de los ataques de Hamás y la Jihad Islámica de octubre contra Israel y solo se enteró de ellos cuando ocurrieron. Hezbollah, de su lado, es una organización libanesa que con los años ha ido creciendo y adoptando cada vez una mayor fuerza e independencia en atención a su propia lucha política en Líbano. Aún así, la coordinación entre Teherán y Hezbollah sigue siendo considerada elevada. 
El caso de los houthies tiene que analizarse por separado.Si bien sus vínculos con Irán existen desde hace mucho tiempo, la realidad es que estos vínculos fueron creciendo notablemente durante la década pasada a raíz de la guerra en Yemen. Los houthies habían tomado la capital y estaban siendo combatidos por Arabia Saudita y sus aliados, precisamente el grupo rival geopolítico de Irán. Esto acercó de manera notable los intereses iraníes con los intereses de los houthies, lo que fue haciendo crecer la colaboración a altísimos niveles. Incluso miembros del Hezbollah libanés viajaron a Yemen para asistir a los houthies en el entrenamiento y el empleo de armas sofisticadas que Teherán transfería mes con mes. 
Esto, sin embargo, no implica que negociar con Teherán consiga de manera automática influir sobre la conducta houthi. Se trata de un grupo enormemente aguerrido, tenaz, con convicciones, intereses y metas propias, el cual, como Arabia Saudita lo tuvo que entender a lo largo de al menos los últimos 10 años, lejos de “ceder” ante la presión militar o de negociación, tiende a endurecer sus posturas hasta conseguir lo que busca. Eso nos conecta con la siguiente suposición que debemos reexaminar. 
Examinando la suposición 2: la conexión entre los houthies y la causa palestina
La reciente ola de ataques sobre la navegación comercial en el Mar Rojo comenzó, en efecto, tras el estallido del conflicto entre Israel y Hamás, y como parte de la lucha del “eje de resistencia” proiraní contra Israel. Sin embargo, con los meses, los ataques houthies se han diversificado a un punto tal que, en muchas partes del globo, esa milicia está siendo percibida como un verdadero frente de resistencia contra Occidente. Esto está teniendo ya implicaciones severas al comercio global. Por ejemplo, comerciantes agrícolas indios han decidido detener sus exportaciones debido al aumento de las tarifas de flete y la escasez de equipos. El barco de propiedad británica pero operado por una compañía libanesa, que fue hundido por los houthies,cargaba precisamente fertilizantes. El número de países occidentales que les está combatiendo en el Mar Rojosigue creciendo, lo que en lugar de disuadirles parece empoderarles hacia metas mayores.
Por tanto, asumir que la lucha houthi tiene una conexión directa con el conflicto Israel-Palestina es apenas una mirada parcial. La dinámica de la guerra en Yemen ha sido enormemente compleja, pero su entretejimiento con el conflicto en Gaza está arrojando otra serie de componentes explosivos que la complejizan aún más. Los houthies están pensando en cómo su guerra actual en el Mar Rojo en contra de Estados Unidos, sus aliados, y todo lo que por ahí se mueva que es percibido como parte del comercio prooccidental, les va arrojar mayores beneficios en términos de sus propias metas en relación con Yemen, en relación con sus propias negociaciones, y también en términos de su relativa independización o autonomía frente a Irán. Barel, un analista de la región, lo pone en estos términos: “La campaña del grupo (houthi) en el Mar Rojo está avanzando lentamente más allá de su pretexto original, la guerra de Israel en Gaza, y se está convirtiendo en una 'guerra de liberación' cuyo objetivo es preservar el régimen houthi y expandir su control sobre Yemen y más allá”.
Por tanto, algunas conclusiones inmediatas. Primero, suponer que negociar con Irán temas relacionados con los houthies puede arrojar resultados automáticos es, cuando menos, cuestionable. Segundo, asumir que los houthies u otros actores solo luchan contra Israel, EU y sus aliados, para defender la causa palestina, es también una mirada parcial. Por último, pensar que los houthies pueden ser fácilmente disuadidos por los ataques de la coalición internacional debe ser repensado. 
Instagram: @mauriciomesch
TW: @maurimm
16 marzo 2024
1 note · View note
poemassemanales · 9 months
Text
CAPITULO XXIV:
GONZALO DE AGUILERA Y MUNRO
Tumblr media Tumblr media
CON EL PERIODISTA HANS VON KALTENBORN
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Tenía ciertas dudas en incluir a este individuo en esta galería de frikis del franquismo. Realmente, tras una fase inicial de gran responsabilidad, no tuvo gran repercusión su actividad durante la dictadura, pero los testimonios que nos han llegado de este repulsivo personaje me han hecho añadirlo para conocimiento de cómo el terror estuvo institucionalizado en el bando rebelde durante la guerra civil.
Es evidente y no seré yo quien lo niegue, que los desmanes y asesinatos ocurrieron tanto en el bando republicano como en el rebelde, pero siempre he tenido muy claro que la violencia tuvo unas características diferentes en ambos bandos. En el bando franquista la violencia fue un fin en sí misma, fue una violencia desde “arriba”, perfectamente organizada y programada por los dirigentes del golpe de estado. El propio General Mola, el Director del golpe, lo dejó muy claro en las directrices que envió semanas antes de la rebelión a sus correligionarios: “El movimiento debe ser extremadamente violento”. Las declaraciones del General Yagüe a un cronista extranjero en Agosto de 1936 tras la toma de Badajoz lo expresaron también de forma diáfana: “Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar a 4.000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba a toda velocidad? ¿Suponía que iba a dejarles sueltos a mi espalda?”. En esos días el General Queipo de Llano sembraba el terror a través de las ondas de Radio Sevilla y el propio General Franco en una entrevista el 29/7/1936 al periódico inglés News Chronicle no tuvo reparos en responder al periodista que le planteó la posibilidad de un acuerdo de paz inmediato a lo que se negó el futuro Caudillo: “¿Eso significa que tendrá que matar a la mitad de los españoles?” El general Franco dijo: “Repito, cueste lo que cueste”.
Escasos fueron los implicados en el levantamiento militar que osaron tratar de poner freno a los asesinatos indiscriminados. Tuvieron que ser dos extranjeros los que hicieran llegar a los responsables de los golpistas su discreta oposición a lo que estaba ocurriendo. Uno de ellos fue el fascista Ministro de Exteriores italiano, el Conde Ciano, quien se quedó sorprendido ante la magnitud de la represión y por otro lado el escritor católico francés George Bernanos que en las Baleares quedó aterrorizado ante lo que estaba sucediendo en los meses inmediatos al golpe. Bernanos, católico y muy conservador, autor entre otras novelas de Diario de un cura rural y Mouchette, se convirtió en alguien incómodo y escandalosos para la extrema derecha española y francesa. El escritor galo criticó con claridad la violencia de los dos bandos en guerra:
“El terror rojo es una decena de cabezas portadas en lo alto de unas picas a través de toda la ciudad goteando sangre, todo es rojo. Es atroz, abominable, todo el mundo habla, todo el mundo está horrorizado”.
“El terror blanco son miles de prisioneros que han ido a buscar a sus casas, que se les transporta de noche a lo largo de las carreteras, en camión, que para al lado de la cuneta, que se les mata de un tiro de revólver al borde de la carretera mientras el motor del camión marcha; se arrojan los cuerpos en las fosas, se recubren rápidamente los cadáveres con tierra. Nunca más se oye hablar de ello. Nadie se horripila, nadie se indigna”.
En Mallorca, mientras su hijo luchaba en las filas falangistas, Bernanos se sobrecoge ante el horror que observa y con la valentía de alguien que pone la verdad y la moral por encima de su religión dice:
 “En Bellver se mata en nombre de Cristo-Rey, y es contra esta profanación que yo, cristiano, me insurjo. (…) Yo repito simplemente, yo no me cansaré de repetir que estas gentes no habían matado ni herido a nadie. Eran campesinos parecidos a los que ustedes conocen…”.
 Fruto de esa experiencia será su libro Los grandes cementerios bajo la Luna, un libro esencial y recomendable para conocer la tragedia de la guerra civil española. Bernanos murió en 1948. No hubo ningún homenaje oficial. Tan solo acudieron a su entierro algunos exiliados españoles y el escritor André Malraux
Por su parte en el sector republicano se produjo un verdadero colapso del Estado quedando el poder prácticamente en manos de las masas que comenzaron a aplicar lo que llamaron la justicia revolucionaria (son muy interesantes los reportajes de Mateo Santos sobre los días inmediatos al 18 de Julio en Barcelona). Fue una violencia, al contrario que la anterior, desde “abajo” y que pronto contó con voces señaladas de políticos republicanos como Indalecio Prieto que abogaron por el cese de la violencia indiscriminada (“No seáis como ellos”). Por otra parte, aparecieron hombres como el anarquista Melchor Rodríguez que, incluso jugándose la vida, trató y al fin consiguió que cesaran los asesinatos que se produjeron en Madrid tras la vergonzosa huida del gobierno republicano a Valencia en Noviembre de 1936.
Una vez realizadas estas disquisiciones que me parecen clarificadoras presentamos al impresentable y psicópata personaje de hoy: GONZALO DE AGUILERA Y MUNRO. Gonzalo de Aguilera nació en Madrid en 1886 y murió en Salamanca en 1965. Monárquico furibundo, era hijo de un militar español y una británica quien le hizo aprender varios idiomas, aunque no llegó a formalizar estudios universitarios. Era un terrateniente del campo charro y contaba con el aristocrático título de Conde de Alba de Yeltes. Su acérrima adhesión a Alfonso XIII le hizo combatir en la guerra en el bando rebelde. Su dominio de idiomas logró que, siendo capitán, se le asignasen las tareas de Portavoz y Enlace con la prensa extranjera, así como con los visitantes de otros países. Primero estuvo al mando de Mola y luego de Franco.
Aguilera era un psicópata filonazi que alardeaba de sus ideas ante la prensa extranjera lo que dio lugar a algunos problemas en el seno de los mandos rebeldes. Sus extravagantes comportamientos (conducía durante la guerra un Mercedes deportivo amarillo en el que llevaba dos rifles de precisión) y sobre todo sus declaraciones fueron fuentes de algunos conflictos como veremos a continuación. El periodista y militar inglés Peter Kemp que combatió con los fascistas en la guerra nos dejó una semblanza del personaje:
 “Don Gonzalo de Aguilera, conde de Alba de Yeltes, grande de España, era un viejo soldado de caballería de lo que creo que se conoce como ‘vieja escuela’. Es decir, era amigo personal del rey Alfonso XIII, gran jugador de polo y magnífico deportista; hablaba inglés, francés y alemán a la perfección (me dijo que su madre era escocesa). A pesar de que viajaba mucho, no descuidaba sus propiedades y pasaba gran parte de su tiempo cuidando de sus fincas cerca de Guadalajara. Poseía gran cultura, profundos conocimientos de literatura, historia y ciencia. Sus no menores conocimientos de vituperación durante la guerra civil le ganaron el apodo de Capitán Veneno”.
 Tras la guerra se retiró a sus fincas de Salamanca y se apartó del régimen que él había contribuido a establecer ya que estaba en desacuerdo con la no restauración de la monarquía borbónica. Los años pasaron y Aguilera terminó sus días de una forma abrupta y lamentable. Según las crónicas se acentuó la chulería y el mal carácter que siempre tenía y se convirtió en un maltratador físico de su esposa. En la tarde del 28 de Agosto de 1964 Aguilera asesinó a su dos hijos en su finca de Salamanca. Su esposa logró salvarse al salir huyendo por una ventana. Lo internaron en un hospital psiquiátrico y un año después falleció.
Pero vayamos ya a conocer su “obra”.
 Al ya citado Peter Kemp le dijo:
"El gran error que han cometido los franquistas al empezar la Guerra Civil Española ha sido no fusilar de entrada a todos los limpiabotas. Un individuo que se arrodilla en el café o en plena calle a limpiarte los zapatos está predestinado a ser comunista. Entonces ¿por qué no matarlo de una vez y librarse de esa amenaza?".
También tuvo problemas con el reportero norteamericano Hubert R. Knickerbocker con varias declaraciones increíbles a las que parece que no se les prestó mayor atención por parte de sus jefes:
 "Todos nuestros males vienen de las alcantarillas. Las masas de este país no son como sus americanos, ni como los ingleses. Son esclavos. No sirven para nada, salvo para hacer de esclavos. Pero nosotros, las personas decentes, cometimos el error de darles casas nuevas en las ciudades en donde teníamos nuestras fábricas. En esas ciudades construimos alcantarillas, y las hicimos llegar hasta los barrios obreros. No contentos con la obra de Dios, hemos interferido en su voluntad. El resultado es que el rebaño de esclavos crece sin cesar. Si no tuviéramos cloacas en Madrid, Barcelona y Bilbao, todos esos líderes rojos habrían muerto de niños, en vez de excitar al populacho y hacer que se vierta la sangre de los buenos españoles. Cuando acabe la Guerra destruiremos las alcantarillas. El control de natalidad perfecto para España es el que Dios nos quiso dar. Las cloacas son un lujo que debe reservarse a quienes las merecen, los dirigentes de España, no el rebaño de esclavos"
"Vamos a ejecutar a cincuenta mil personas en Madrid. Y no importa adónde intenten escapar Azaña y Largo Caballero y el resto, pues, aunque tengamos que estar años buscándolos por el mundo entero, les atraparemos y mataremos a todos y cada uno de ellos... De lo que no te das cuenta es de que cualquier demócrata estúpido, o como quieran llamarse, se presta a ciegas a los fines de la revolución roja. Los demócratas sois todos siervos del bolchevismo. Hitler es el único que sabe reconocer a un rojo cuando lo ve... Debemos destruir la prole de escuelas rojas que la llamada república instaló para enseñar a los esclavos a rebelarse. A las masas les basta con leer lo suficiente como para entender órdenes. Debemos restaurar la autoridad de la Iglesia. Los esclavos la necesitan para que les enseñe a comportarse... Es deplorable que las mujeres voten. Nadie debería votar, y mucho menos las mujeres... En nuestro estado, la gente tendrá libertad para callarse la boca."
Esta entrevista en Mayo de 1937 en el Washington Times se convirtió en protagonista de una sesión de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos en la que se debatieron estas declaraciones del “antisemita, misógino y antidemocrático” Jefe de Prensa de Franco según lo etiquetó el periodista norteamericano.
Con quien tuvo más problemas fue con el corresponsal de la CBS Whitaker cuando este publicó las declaraciones de Yagüe tras la toma de Badajoz. Aguilera se indignó con el periodista y lo amenazó de muerte por lo que tuvo que huir de España lo que no pudo evitar que diese a la luz estas declaraciones del peculiar militar:
“Hay que matar a todos los rojos para extirpar el virus bolchevique y librar a España de ratas y piojos. Al fin y al cabo, ratas y piojos son los portadores de la peste. Ahora espero que comprenda usted qué es lo que entendemos por regeneración de España… Nuestro programa consiste… en exterminar un tercio de la población masculina de España. Con eso se limpiaría el país y nos desharíamos del proletariado. Además, también es conveniente desde el punto de vista económico. No volverá a haber desempleo en España, … ¿se da cuenta?”. 
(Creo que las manifestaciones de este friki terrorista no requieren más comentarios. Solo recuerdo a los lectores que en esos mismos momentos Arturo Barea era el periodista encargado de las relaciones con la prensa extranjera en el bando republicano. Arturo Barea fue el autor de la imprescindible La forja de un Rebelde).
17/12/2023
1 note · View note
j-g-t-f · 10 months
Text
¿Por dónde íbamos?
Hola a todos.
Ha pasado un montón desde la última vez que actualicé de forma directa. Durante los últimos meses el trabajo me ha tenido bastante atareado y al final de cada día, lo último que quiero es volverme a sentar frente a la computadora a escribir, por lo que, les prometo que no es nada personal. Durante este tiempo igualmente he estado actualizando un poco contestando las preguntas que amablemente me dejan. Antes que nada, quisiera agradecerles a todas y a todos por tomarse el tiempo de escribir un poco, de rebloggear mis textos, de darles like y de seguir a este blog.
De igual manera les pido una sincera disculpa por la distancia que he tomado durante estos últimos meses. Como muchos sabrán ya (al menos los que han seguido las respuestas a las preguntas), muchas cosas han sucedido desde la última publicación que hice en el blog, pero una de las más grandes y que directamente les concierne a ustedes, mis amables lectores, es que desde hace aproximadamente 6 meses la señorita mapache y yo ya no somos pareja.
De muchas maneras las cartas que le escribí en su momento ayudaron a pintar una relación que parecía perfecta, sin embargo, el diablo está en los detalles y como en toda relación humana, teníamos nuestras grandes diferencias, las cuales en lo personal me llegaron a afectar mental y emocionalmente.
Tomar este paso fue de cierta forma mutua, sin embargo, como hombre tengo limites y criterios personales que dependiendo de cual sea, algunos pueden ser flexibles, pero hay otros que mantengo firmemente por respeto a mí mismo y fue gracias a ellos que tomamos la decisión de terminar.
No les voy a mentir, terminar la relación fue algo que durante varios meses ya había estado dando vueltas en mi cabeza. No me sentía cómodo, era difícil poder expresarme, no me sentía respetado ni valorado, no me sentía ni siquiera yo mismo, pero incluso así, de alguna manera estaba esperando constantemente que algo en esa relación cambiara.
Durante este tiempo mi vicio al cigarro volvió, dejé de alimentarme bien, dormía muy poco, mi rendimiento en el trabajo comenzó a bajar y viví como un cascarón andante hasta que los sentimientos de "no soy lo suficiente" se fueron. Fue un proceso sumamente intenso y que consumió mucha de mi energía y atención.
Sin embargo, no todo ha sido malo.
Tengo a mis amigos con quienes durante todo este tiempo pude contar para ayudar a salir de este agujero y a quienes les agradezco cada día.
Tengo a mi psicóloga a quien, a pesar de ser su trabajo, se tomó muchas molestias en mi proceso, regalándome tiempo extra en mis sesiones y brindándome su ayuda fuera del consultorio.
Tengo mi trabajo que me ayudó a enfocarme y a tener objetivos reales para no dejarme caer yo mismo y no dejar de lado lo más importante.
Y principalmente tengo el amor de una persona a quien, durante muchos años estuve buscando y que por fin, después de tanto dolor y tantas enseñanzas, pude volver a encontrar y quien además, gracias a su apoyo, he estado mejorando enormemente - orgullosamente les platico que levo ya 112 días sin fumar -.
Si bien las cosas no son perfectas aún, amigos míos, les puedo asegurar que están tomando buen rumbo. Sé que para este punto puede que tengan muchas preguntas y les aseguro que todas van a ser contestadas, por lo que les agradezco muchísimo su paciencia para mi próximo post que deberá salir durante esta misma semana.
Si llegaron hasta acá, no tienen idea de lo mucho que les agradezco por todo el apoyo que he recibido. Con respecto a las cartas de la señorita mapache, tengo un anuncio especial que hacerles, por lo que les pido se mantengan pendientes del blog.
Gracias por tanto.
Tumblr media
0 notes
nekoannie-chan · 2 years
Text
¿Por qué te extraño?
Tumblr media
Pareja: Steve Rogers X Lectora mutante.
Palabras: 1115 palabras.
Sinopsis: Te diste cuenta de que Steve te abandonó a ti y a tu familia.
Advertencias: Mucho angst.
N/A:  Esta es mi entrada para Missy’s 3500 Challenge con la frase #12:
"Nunca fui lo suficientemente buena, tú siempre me lastimaste, así que ¿por qué? ¿Por qué te extraño?”
        Si te gusto por favor vota, comenta y rebloguea.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
Anótate en mi taglist aquí.
Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
Tags: @sinceimetyou​ @black23​ @unnuevosoltransformalarealidad​
 @azulatodoryuga​
Tumblr media
Viste el vaso en la mesa, sabías que debías llenarlo de nuevo, después de estar tanto tiempo llorando, tenías mucha sed. No querías que nadie te viera en ese estado, tampoco dejabas de preguntarte si habías hecho algo malo o en que te equivocaste.
Lo intentaste convencer, pero él estuvo reacio a cambiar de opinión. Ya había pasado una semana desde que él regresó de aquel viaje en el tiempo, pero no habías tenido las fuerzas para hablar con él.
Y por lo que parecía a él tampoco le importaba. No obstante, algunas otras cosas no se podían negar ni evitar, había muchas decisiones que tomar, decisiones que evidentemente él no contempló.
¿Qué estaba pensando Steve cuando decidió volver al pasado?
¿Acaso estaba intentando eludir sus responsabilidades?
¿Por qué seguías teniendo sentimientos hacia él? ¿Por qué? Después de lo que hizo.
¿Alguna vez fue honesto?
¿Qué pasaría ahora?
No pensó en ti, ni en la hija de ambos, ¿cómo se suponía que le explicarías a ella cuando quisiera saber algo de su padre?
Sin embargo, debías de ponerle fin a lo ocurrido, la situación no se podría quedar así para siempre, alguien tenía que dar el primer paso.
Aunque claro, las decisiones que tomarías, dependerían mucho de la respuesta que él diera. Pero por lo menos parecía que Steve ya no planeaba incluirlas en su vida.
¿Deberías de borrarle la memoria? ¿O crearle alucinaciones? ¿Usar contra él de alguna manera tus poderes? ¿O desaparecer sin dejar rastro alguno?
Sentías que no podías confiar en nadie más que no fuera mutante, por lo poco que habías escuchado del resto, parecía que todos apoyaban a Steve.
De nuevo te sentías una extraña, en algún momento Steve fue quien te hizo sentir que pertenecías a los Vengadores, pero tal vez fue una ilusión. Se suponía que también eran tus amigos y te estaban dando la espalda.
Por fortuna Wanda y Pietro seguían de tu lado, desde niños les habían enseñado que los mutantes deben de permanecer unidos.
Tumblr media
A través de los monitores, observaste, necesitabas que él estuviera solo y que fuese un lugar donde no los interrumpieran, unos minutos después, viste la oportunidad.
Fuiste a donde él estaba, repetías una y otra vez las palabras que dirías en tu cabeza, intentando mantenerte enfocada. El momento crucial finalmente había llegado.
—Steve —lo llamaste cuando entraste, él se sobresaltó, creyó que estaba solo.
—Deberías de tocar la puerta antes de entrar —él te regañó.
—Tenemos que hablar, no puedes seguir ocultándote —continuaste, ignorando lo que te había dicho.
—Puedes hacer lo que quieras T/N, creí que había quedado claro —Steve puntualizó.
—¿Y qué hay de Sarah? No pensaste en ella, todavía recuerdo lo emocionado que estuviste cuando te di la noticia.
—Mis hijos, mis hijos con Peggy me necesitaban —él intentó justificarse.
Eso te había dolido, ¿acaso no consideraba a Sarah su hija? Frunciste los labios.
—¿Y Sarah? ¿No crees que también necesitaba a su padre?
—Te tiene a ti, es diferente, ella es diferente —ni siquiera se atrevía a verte, al contrario, parecía como si quisiera darte la espalda.
—¿Alguna vez me amaste? ¿Acaso nos llegaste a considerar tu familia? —entornaste los ojos, comenzaste a ver dentro de su mente, no ibas a dejar que otra vez te enredara con mentiras.
Él volteó quedando frente a ti rápidamente, no esperaba esas preguntas, pero tampoco sabía que contestar, simplemente creyó que aceptarías lo que estaba pasando y ya.
—Yo… T/N… Yo…
“Nunca fui lo suficientemente buena, tú siempre me lastimaste, así que ¿por qué? ¿Por qué te extraño?” tu voz se quebró por completo, comenzaste a llorar.
Steve únicamente te veía, sin decirte nada, los dos sabían que una disculpa no arreglaría nada.
Él no cumpliría su promesa, tú tampoco tenías por qué cumplir con la tuya, él fue quien decidió destruir la familia que habían formado, pero no estabas sola, sabías a donde debías de regresar.
Le dirigiste una última mirada, el tipo de mirada que significaba una despedida para siempre. Saliste del lugar, te llevarías tus cosas, no le dejarías nada a Steve para recordarte, harías todo lo posible para que pareciera que nunca pasó nada entre ustedes.
Tumblr media
Tomaste un poco de aire antes de meter la llave a la perilla, les habías contado todo a los mellizos, pero a ninguno lo que harías esta vez. Debías de permanecer tranquila y seguir siendo fuerte, solo unas horas más.
También se tendrían que apurar, si bien Steve no había ido a la casa en la última semana, justo hoy planeaba hacerlo por la noche, quizás para sacar sus cosas y “desaparecer” de tu vida, pero le ganarías, ustedes se irían primero, aunque no por él, sino porque querías un nuevo comienzo.
—T/N, ¿qué pasa? —preguntó Wanda al verte, sin soltar a tu bebé.
—Nada, solo vine por unas cosas y por ella —respondiste, Wanda te dio a tu pequeña hija.
—Regresaremos a casa, ¿verdad?
—Si, ya no hay nada para nosotras aquí —contestaste mientras te dirigías a la habitación—. El Profesor X siempre nos dijo que podíamos regresar cuando quisiéramos, aunque tal vez nunca debimos de irnos.
—Steve…
—Wanda, creo que ni siquiera tengo que decirte lo que pasó, debemos llamar a Pietro e irnos antes de que sea tarde —dijiste, dejaste a tu hija en la cama, aún no despertaba, pero debías empacar.
—¿Crees que nos buscarán?
—Que se atrevan, se arrepentirán, destruiré su mente si es necesario. Steve destruyó la familia que formamos, nos dejó a un lado mi hija y a mí, no lo necesitamos, le daremos lo que quiere, simplemente desapareceremos de su existencia.
Wanda de llamó a Pietro, en pocos minutos él llegó, debían apurarse, no podían dejar que los otros se dieran cuenta de lo que harían, pero era momento de avanzar.
El viaje fue tranquilo, habías apagado tu celular y lo tiraste en la primera gasolinera que encontraron en el camino, por si intentaban rastrearlas, de todas formas luego conseguirías otro.
Sonreíste cuando reconociste el paisaje, mientras vivías ahí habías sido muy feliz y tenías buenos recuerdos, era momento de hacer nuevos y mejores.
—Mutante y orgullosa —murmuraste cuando pasaron la puerta de la Mansión X.
Era el momento de empezar una nueva vida y ser feliz.
Tumblr media
Esa noche Steve llegó, llevaba algunos regalos para Sarah, sabía que era la última vez que la vería, aunque después de lo que le dijiste, se sentía mal.
Fue enorme la sorpresa que se llevó al no encontrar ni un solo rastro de ustedes ni de lo que alguna vez vivieron juntos, era como si todo hubiese sido borrado, suspiró, había cometido un gran error y era demasiado tarde para repararlo.
—Perdón.
2 notes · View notes
dr-fetish37 · 1 year
Text
cirugía de emergencia (segunda cirugía)
Han pasado dos días desde mi primer cirugía, se supone que la siguiente sería la siguiente semana, pero he tenido algunas complicaciones.
he perdido el control de mi vejiga por lo que me van a someter a una cirugía y una terapia de shoks de emergencia.
nuevamente las enfermeras han entrado a mi cuarto para prepararme, vuelen a retirar la bata, me colocan el gorro quirúrgico y las paletas desfibrilatorias, me quitan el pañal y la cánula haciendo más difícil la entrada de aire a mis pulmones, me cambian de camilla y salimos de la habitación.
esta vez la llegada al quirófano es más fácil y rápida que la primera vez, sin ataques ni complicaciones, sin embargo, los familiares de las demás pacientes continúan observando mi cuerpo desnudo sobre la camilla una vez ahí, una enfermera coloca crema para afeitar en mi vagina y comienza a quitar mis bellos púbicos, al terminar quita los desfibriladores de mi pecho, toma unos más pequeños y los coloca en mi vagina, cuando llega el médico coloca anestesia únicamente en la parte posterior de mi cuerpo adormeciendo mis muñones, mi ano y mi vagina.
después de que dejo de sentirlos por completo, descarga los desfibriladores, mi ano y mi vagina se contraen y mi pelvis brinca, miro cómo se mantiene en el aire por un par de segundos y luego cae en la camilla haciendo que todo mi cuerpo se mueva, mi cabeza se mueve de un lado a otro y mis senos brincan exageradamente, el doctor repite lo mismo por una hora hasta que mis músculos se tensan.
después coloca un tubo en el orificio por dónde orino y lo mantiene ahí, mete otro en el ano y después comienza a cerrar toda la línea desde mis labios hasta mis nalgas, dejando únicamente los orificios para orinar y para defecar, antes de salir del quirófano, las enfermeras cubren toda mi cicatriz con una gasa y ahora sí me llevan de regreso a mi habitación.
una vez ahí, me colocan nuevamente el pañal, la bata, el oxígeno y me conectan a los monitores cardíacos.
0 notes
oseznoms · 1 year
Text
Pensamientos del 2019
Me gustaría saber dibujar o hacer música, así cuando me siento triste podría convertirlo en un cuadro o en una canción. Pero sólo se escribir, menuda habilidad desarrollé, escribir en una época en la que nadie lee. Sólo se hacer eso, utilizar palabras para expresar lo que siento, describirlo, si seré narcisista. También bailo, lo hago poco con mi cuerpo por falta de espacio ¿has intentado bailar en tu sala? Chocas con todo, te golpeas con todo, al menos yo sí, en la pequeña sala de mi departamento, mis largas extremidades se ven muy limitadas. Pero igual bailo, mucho, todo el tiempo, en mi cabeza, oh las coreografías que he montado en mi imaginación, que nadie ha visto y que nadie verá. En mi cabeza bailo muy bien, salto, me arrastro, giro de un lado para otro. Me gustaría poder bailar más afuera de mi cabeza, así cuando me siento triste podría moverme de un lado para otro hasta que las lágrimas de mis mejillas se fundan con la coreografía. Pero sólo se escribir, sólo puedo describir. Y en un época en la que ya ni se escribe a mano, las lágrimas de mis mejillas no dejan marca sobre el papel, corriendo la tinta permitiendo que llore conmigo, sólo moja la pantalla de mi celular por un par de segundos hasta que la seco con mi pantalón. ... Voy a empezar a subir una serie de fotos que he tomado con cámaras análogas y desechables. Un día me empecé a azotar porque sentía que no estaba tomando fotos, porque no estaba pasando horas a la semana en Lightroom y me di cuenta que sí he tomado muchas, pero en rollo y que de alguna manera resultaron mucho más íntimas, sin que realmente haya buscado eso. Accidentes felices supongo.
Es interesante recuerdo a ver tenido 18 y a verme sentido tan identificada con esto, al punto de que me sentí entendida y acompañada, fue consolador ver como alguien pudo expresar tan bien como me sentía a veces, recuerdo habérselo compartido a alguien muy cercano a mi en esa época, pensando que se podría sentir igual o comprender un poco, me dijo que esto, este texto era muy triste enserio y me que impactada de alguna forma juzgada y ni se porque, pero no fue la respuesta que pensé que me daría Ese texto aún me identifica y esa persona ya no esta en mi vida, y no se como interpretar eso..
¿destino?
Y por cierto GRACIAS Andrea Roja MIAULAROJA gracias enserio
0 notes
luisfelizalde · 2 years
Text
Nota de la redacción.
Jamás he tenido el descaro de llamarme “escritor” porque creo que es un calificativo descomunal al cual le debo toneldas de respeto y desde una postura humilde, honestamente siento que me queda enorme. De hecho son muy pocas personas a la que esta definición no les queda grande: Steinbeck, Paasilinna, Alexievich, Kawabata, Mishima, Conrad, Benedetti, Vonnegut, Bukowski, Hemingway, Vargas Llosa, García Márquez, Berlin, Arriaga, Neruda.
La lista es larga (irónicamente ) pero muy selecta.
Y aunque llevo casi 30 años ganándome la vida escribiendo, prefiero asumirme como un humilde redactor. Me siento perfectamente bien con ese calificativo. Ahora, tengo que admitir que escribir es algo que disfruto mucho mucho. Me parece un ejercicio increíble de introspección y también un escudriño mental que ayuda a refrescar rincones del cerebro que tal vez llevaban tiempo sin “airearse”. Me divierte muchísimo contar historias y a veces simplemente plasmar las mamarrachadas que traigo en la cabeza, opiniones, sueños, reseñas y alguna que otra imbecilidad. Por eso inicié este blog hace unos años con la idea de hacer estas entradas una vez a la semana. Durante un buen rato, religiosamente, cada jueves escribía pero de pronto, la pandemia, chamba o eventos personales hicieron que el foco se fuera hacia otro lado y que lo dejara de hacer.
Digo esto porque en estas pocas semanas que he publicado, han habido varias personas que me han buscado por whats o por alguna red social para agradecerme que haya retomado la escritura porque era algo que ya hacían como costumbre cada jueves. Incluso hay algunos que me han dicho que se los leían a sus hijos o a sus esposas para pasar el rato. No saben cómo agradezco esto. Este blog, siempre lo he hecho para mí, pero obviamente también me gusta que la gente que lo lea, lo disfrute.
Así que desde el corazón les agradezco sus ojos y el mucho o poco tiempo que le dedican a leer lo que sale de la pluma (y de la cabeza) de este redactor. 
Seguiremos firmes semana a semana.
Gracias y que tengan buen jueves.
1 note · View note
lyon-amore · 6 months
Text
Contrarreloj Epílogo
Capítulo 18
꧁Jake꧂
    Miro la colección de DVDs antes de pasar por la zona de ordenadores.     Había junto con Katherine a comprar unas nuevas placas, ella me ha dejado un momento para ir a mirar un par de vestidos que ha visto en una tienda. La verdad, no sé cómo se atreve a ir sola después por todo lo que ha pasado, aunque creo que intenta hacerse la fuerte para que no me preocupe por ella. Le había preguntado si quería que la acompañase, pero se ha negado.
    Así que, aquí estoy. Observando unos DVDs que ni si quiera me interesan a mí. Crónicas Vampíricas… ¿Qué tienen las chicas con los vampiros?    ―No debo ser el primero en hablar… ―me digo a mí mismo, sabiendo que también tengo mis cosas frikis.     Cosas que he tenido que guardar de momento porque si no, las cosas de Katherine no entraban en algunas estanterías.     Cojo el primer volumen y lo miro. Los triángulos amorosos no son lo mío, pero algunas chicas lo ven interesante ¿esto es por lo que lo ve?     Le prometí a Sally ―como no sé su nombre, no puedo llamarla de otra manera― que como pago le compraría uno. Desde hace semanas que no hablo con ella, cumplí mi promesa de alejarla de mí. Pero también cumplí que le regalaría esto por todo lo que ha hecho por nosotros. Miro el pack de la segunda temporada. Quizás también se lo compre por todo el estrés que le he hecho pasar.     Suspiro cogiendo el otro, quizás esto también pueda animarla tras todo por lo que ha pasado.    ―Ya estoy aquí ―me giro al escuchar a Katherine, que me sonríe― ¿lo ves? No me iba a pasar nada.    ―Bueno, se supone que en estos casos, es normal que no quieras estar en un sitio con tanta gente ―le recuerdo, sabiendo que un día la acompañé a una sesión con su psicólogo. Me advirtió que quizás podía tener momentos en que sus recuerdos de lo sucedido podrían volver y tener un ataque de ansiedad. Pero cada vez que la veo, parece que está perfecta. Lo que es raro.    ―Jake, me sentí segura teniendo a mi padre, solamente fueron los primeros días que lo pasé mal ―me responde cogiendo uno de los DVDs, mirándolo―, además, tenía el pensamiento de que el trato se iba a hacer y me iba a salvar ―veo cómo dice esas palabras con una voz fría. Me sorprendo bastante, no parece la misma chica que conocí el primer día de universidad―. Pero por supuesto, eso está mal ―se corrige deprisa cuando ve cómo la miro―, además de que como sé que estás conmigo, sé que no me va a pasar nada ¿verdad que no? Ya que lograste encontrarme, estoy segura de que lo harías de nuevo.    ―Claro que sí ―respondo un poco incómodo. Realmente no está bien, pero si le llevo la contraria, será peor.    ― ¿Y esto? ¿Para qué es? ―me pregunta dejando el objeto de nuevo― No sabía que te gustaba esta serie.    ―Oh, no es para mí-    ― ¿Y para quién es? ―su pregunta parece un poco de enfado.    ―Le prometí a Sally que le compraría uno como pago por lo que hizo.     Mi voz suena apagada. Siento que he vuelto a perder otra vez el contacto con Hannah. Pero está bien así.    ―Jake… Si le das esto se va a confundir más contigo.     Katherine me rodea con sus brazos, dándome un beso en la mejilla. Su abrazo es fuerte, casi como si no quisiera que me alejase de ella.    ―No se lo daré en persona, no te preocupes ―contesto mirando de nuevo el DVD―, tampoco que he sido yo, pero quiero cumplir mi promesa ¿sabes? Me sentiría mal si no lo hiciera.    ―Tú y tus promesas ―suelta un suspiro, separándose― ¿Cuándo me vas a prometer algo a mí?    ―Ya te lo hice ―sonrío mientras comienzo a caminar a su lado―. Yo… Estaré siempre contigo, pase lo que pase.    ―Eso es muy dulce, Jakie.     Me agarra del brazo, apoyando su cabeza en mí.
    No sé por qué, pero esas palabras son demasiado tempranas para decirlas, pero tengo que cumplirlas por la promesa que le hice a su padre. Me va a necesitar a su lado cuando él no esté.
    Al día siguiente, me planto en frente de la comisaría. Se supone que el caso está cerrado y listo para ponerle fecha al juicio y que no debería estar aquí porque no es necesario.     Aprieto con fuerza la bolsa en donde tengo los dos DVDs y entro en la comisaría preguntando por el agente Connors.     Me llevan a su mesa y cuando me anuncian, me mira por encima de su ordenador. Ya puedo notar el frío de su mirada.    ― ¿Qué haces aquí? ―me pregunta regresando al ordenador.    ―Hice lo que me dijo ―empezaré a ir con calma, informándolo―, ya corté contacto con Sally e incluso le hice daño para que me dejase tranquilo.    ―Lo sé ―su contestación es seca y rápida―. Le estuvo llorando a su madre toda la noche…     Vale, creo que ya sé de quién habla, pero seguro que se cabreará si pronuncio su nombre real y prefiero que su nombre siga en protección. Si alguien de comisaría se entera, puede que incluso le ponga en peligro al agente Connors.    ― ¿Algo más o quiere que le enseñe la salida con una patada en el trasero, joven?     Ya, yo también diría eso si fuera padre y le hubiera pasado exactamente todo esto a mi hija.     Coloco la bolsa en la mesa con los dos DVDs y los mira curioso.    ―Siempre cumplo mis promesas ―le digo serio―, le prometí a Sally que como pago le daría esto.     Con duda y bastante serio, coge la bolsa y empieza a examinar el contenido ¿qué esperaba que fuera a traer?     Comienza a leer la sinopsis y se masajea la frente, soltando un suspiro.    ―Fantástico ―le escucho decir por lo bajo―, ahora tendré que soportar esto todos los días…    ―Señor Connors ―empiezo a decir―, sé lo que hice estuvo mal y que actué por desesperación y porque Jeremy me dijo que ella era buena resolviendo dudas con teorías.    ―Sí, pero aún es joven y tiene mucho que aprender ¿y qué?    ―Solamente quiero que esto pueda animarla por todo lo que le he hecho pasar ―señalo los objetos con la mano―, quizás con esto se olvide de mí haga cosas de su edad, como… Fantasear con vampiros, no sé.     Suelta una pequeña risa. Supongo que mejor que yo sabrá su obsesión por ellos.    ―Quiero que le diga que es de parte de usted ―arrastro despacio las palabras, intentando que quede claro lo que quiero decir―, que cuando esté triste o tenga un mal día, vea la serie para que encuentre un poco de confort ―veo que se coloca mejor en la silla, prestándome atención―. Mire, yo nunca he tenido un padre y mi madre murió cuando solamente tenía trece años, así que lo único que le pido es que esté con ella, porque muchas veces ha recalcado en nuestras conversaciones que ni usted ni su madre le importa. No sé por qué ni quiero saberlo, pero lo que no debe de hacer es que si las cosas se ponen mal, es alejar a su hija como si fuera parte del problema. Eso para alguien de su edad no es algo agradable.     Se queda mirándome sin mover un músculo mientras que yo mantengo la mirada fija, mostrándole que no le temo por haberle dicho la verdad.    ―Lo… Tendré en cuenta ―me dice al final, juntando las manos― ¿Ha terminado?
    Abro la boca para querer de nuevo disculparme por lo que he hecho, pero un policía me interrumpe viniendo rápidamente a la mesa.    ― ¡Han apuñalado a Arnol Fetcher en la cárcel! ―tanto yo como Connors le miramos sorprendido― ¡Acaban de llevarlo al hospital!    ―Tengo que irme Jake ―Connors coge su chaqueta mientras se levanta, caminando deprisa― ¿Cómo está? ―le escucho preguntar mientras se marcha.     Me quedo mirándolos marcharse, sin entender cómo era eso posible ¿Lo habrá provocado Fetcher para evitar un juicio? Pero dijo que quería hablarle a la policía de todo lo que había detrás de esa página, desenmascararlos a todos por lo que le habían hecho a su hija.    ―Vaya es una verdadera lástima, perdimos a un gran testigo ―escucho al jefe Schneider y le miro. Está con una expresión de póker, no puedo saber qué es lo que ha querido decir con eso.    ―Los documentos de Bianca y las listas del señor Fetcher ―digo más para mí mismo que para él― ¡Quizás aún puedan trabajar con eso!     Schneider niega con la cabeza.    ―Por desgracia, anoche entraron en mi despacho y robaron el pendrive.    ― ¿Qué-    ―Es cierto ―Schneider se acerca a mí y se sienta en la mesa de Connors, colocando las manos en su regazo―. Lo siento mucho señor Miller, pero, no tenemos nada porque incluso los archivos de Fetcher han sido borrados.    ―Usted prometió que lo iba a investigar ―evito alzar la voz, pero me cuesta― ¿Por qué no actuó cuando debería? ¡Es su trabajo! ¡Y era importante!     Suelta un suspiro, cogiendo un marco de la mesa, mirándola. Es como si estuviera evitando contestar mi pregunta.     Todo lo que teníamos estaba ahí. Lo había incluso borrado para evitar tener problemas con ellos. Ahora no queda nada para…    ―El Twitter de Bianca… ¡Con eso se puede trabajar! ―exclamo emocionado. Esa cuenta debe seguir existiendo.    ―Como he dicho ―vuelve a colocar el marco boca abajo, tapando la foto―, no… hay… nada.     Frunzo el ceño, apretando las manos hasta hacerme daño. Siento una alarma sonando demasiado fuerte en mi cabeza.    ― ¿Cómo alguien pudo colarse en su despacho y robar el pendrive? ―pregunto serio― ¿Cómo alguien puede haber eliminado los archivos de Fetcher o la cuenta de Bianca?    Schneider se levanta de la mesa, acercándose más a mí. Me coloca una mano en el hombro y me susurra.    ―Ocúpese de su vida universitaria, señor Miller, nosotros nos ocupamos de nuestro trabajo ¿quiere?    ―Había mucha gente importante en esos archivos ―murmuro de nuevo para mí mismo otra vez―, personas moviendo demasiado dinero viendo como torturan a gente inocente.    ―O quizás nunca existió y todo fue planificado por un chico celoso y un padre con sed de venganza ¿no cree?     Me da palmaditas en el hombro, como si fuera amistoso.     Doy media vuelta de manera brusca, intentando no caer en la rabia y pegarle un puñetazo.    ― ¡Que tenga un buen día, señor Miller! ―grita mientras me voy alejando.
    Me subo a la moto y apoyo la cabeza en los manillares, intentando calmarme. Todo lo que habíamos encontrado había desaparecido, en una sola noche ¿pero de verdad había sido hoy? ¿Después de tanto tiempo tras haberle entregado el pendrive y hablado en los interrogatorios?     Me incorporo y coloco las manos en los manillares apretando con fuerza. Hay gente que está jugando con las vidas de otras personas como si fueran unos muñecos que desmembrar, les hacen daño a cambio de grandes cantidades de dinero. Gente así son capaces de tapar las mierdas que hacen con más dinero.     De momento no puedo hacer nada porque están en alerta conmigo, creen que por miedo no hablaré.     En cuanto las cosas se calmen, en cuanto todo esto sea olvidado, en cuanto ya hayan olvidado este caso y todo lo que ocurrió, pienso ponerme yo a cazar a cada uno de esa gente y poner sus nombres sobre la mesa. Cueste lo que cueste.
    Al día siguiente, al llegar a la universidad después de un asunto urgente en el trabajo ―Malcolm se había enterado que he usado un programa oficial, pero me ha tapado solamente por esta vez―, hay algunos alumnos que me saludan, los que más son de la clase de programación, a los que he decidido dar una oportunidad y decidir integrarme con ellos también con ayuda de Albert.     Las cosas por aquí se han calmado un poco y la gente nos tiene incluso lástima.     Luego está Christian, que no para de querer sacarnos información para su trabajo de clase. Por desgracia, a Katherine le ha parecido bien hablar, contando la historia que todo el mundo conoce: El celoso Jeremy, matando a Bianca por su amor secreto por Albert. Arnol Fetcher, un padre que adoraba a su hija, yendo a por aquellos que podían odiarla. Hasta su mujer. Algo que no entiendo cómo la gente lo cree, si ella está defendiéndolo. Pero así son las cosas del periodismo, algunos tapan la verdad con mentiras para que la verdad no se sepa.
   <<Cumple tu promesa de cambiarlo, espero que lo hagas en el futuro.>>
    Entro al centro, Albert se acerca a mí, saludándome con una sonrisa. Lo de Jeremy no le ha sentado bien, incluso fue a hablar con él en un día de visitas. No sabe cómo sentirse porque le consideraba un buen amigo, pero también a él le hubiese contado la verdad, le hubiera aceptado e incluso ayudado a encontrar novio. Jamás le hubiéramos apartado de nosotros. Pero lo que hizo, no se puede justificar y perdonar dándole una palmadita en la espalda. Tiene que pagar lo que hizo.    ― ¿Dónde estabas? ―me pregunta mientras veo que lleva algo en la mano― Llevo esperándote desde la anterior clase a que aparecieras.    ―Lo siento, al final la bronca fue mucho más larga de lo que pensaba ―contesto ajustándome la mochila.    ―Bueno, espero que al menos te suban el sueldo por haber hecho una obra heroica ―levanta el objeto que tiene en la mano, parece ¿ropa?― Toma, esto es tuyo ―lo cojo y veo que es la sudadera que le di a aquella chica una vez―, me han dicho que te lo devuelva.    ―Le dije que se la quedase ―contesto mientras la observo. El aroma del suavizante… No está mal―. Espera ¿Cómo sabía que estudio aquí?    ―No sé, quizás alguna vez me ha visto contigo y me ha reconocido y le daba vergüenza devolvértelo a ti ―contesta encogiéndose de hombros.    ― ¡Chicos! ―Katherine se acerca a nosotros, a Albert le da un golpecito en el hombro y a mí un beso― Te he echado de menos…    ―Yo también ―sonrío y ella vuelve a besarme.     A veces me da vergüenza el cómo me besa delante de todos, ella es más experta que yo en tener una relación, pienso que la gente puede reírse de mi forma en que la beso. Quizás es eso, que pienso que todos nos miran. Me incomoda. Sobre todo porque ella parece que lo hace con intenciones de demostrar a todos que salimos juntos, cuando no necesita hacerlo, es como si le preocupase que me fueran a alejar de ella. Tiene que ser por lo sucedido, que tiene miedo de que le ocurra algo de nuevo, solo que no me lo quiere decir    ―Vale, calma los dos ―Albert pone los ojos en blanco―, ya es suficiente que os tenga que soportar todas las mañanas y todas las noches.    ―Pues búscate otro apartamento, Al ―Katherine se cuelga de mi brazo, mientras su tono de voz cambia a uno de orgullo.    ― ¿Pero la has oído? ¡Me quiere echar de mi casa!     Suelto un suspiro un poco cansado de estas discusiones tontas. Sé que lo hacen de broma, pero para mí es un poco ya aburrido.     Me voy a quitar la cazadora para ponerme la sudadera, pero Katherine me la quita primero.    ― ¿Puedo ponérmela? ―me pregunta con una voz suave― Quiero probármela.    ―Claro ―respondo y me da un beso en la mejilla.     Cuando se la va a poner, arruga la nariz.    ―Ugh… No me gusta como huele… ¿Qué perfume es? ―me la devuelve molesta.    ―A mí me gusta ―contesto colocándome la sudadera―, y más bien, qué suavizante es.    ―Habrá que lavarlo de nuevo entonces.    —Pero si antes dijiste que- —Katherine le da un codazo a Albert, como si quisiera hacerle callar.     Arqueo una ceja preguntándole con la mirada qué sucede, solamente se encoge de hombros, mientras niega con la cabeza. La verdad que convivir con ella le está siendo duro, pensábamos que era diferente.     Pero me gusta. Y ambos sabemos que no está bien. Así que haré todo lo posible porque todo lo que pasó lo olvide y tengamos un buen futuro juntos.
꧁Macie꧂
    La noche en la que entraron en casa, logré huir por la ventana mientras  hice un nudo con las cintas de los albornoces para evitar que abrieran la puerta y atar uno en el picaporte y otro en la ducha, evitando así que consiguiera abrir. Después, acostumbrada a colarme en sitios, salí por la ventana, teniendo cuidado en no hacerme daño. Creo que jamás había sentido tanta adrenalina en mi vida al saber que tu vida corre peligro. Por suerte los vecinos aún seguían despiertos cuando les avisé y ya habían llamado a la policía cuando llegué. Detuvieron al tipo, pero yo no podía parar de ver la sangre por todas partes. Entonces la adrenalina desapareció y las náuseas regresaron. Solamente podía pensar en Jareth y si estaba bien, porque si yo había logrado escapar, él había tenido que salir con vida ¿verdad? Solamente tenía en mente que debía enviarle un mensaje y… Lo peor fue una hora más tarde, la llamada de mi padre.
    Nunca me había hablado tan furioso. Sentí que ni siquiera estaba hablando con él. Había disociado del mundo cuando intentaba hablar con él, pero no me dejaba. Así que, solamente me centré en callarme y pensar en Jareth. Era lo que más me preocupaba en ese momento, en que no me había contestado.
    Había tenido que regresar de nuevo a mi casa, pero por lo que había sucedido, no me dejaban de momento regresar a las clases. Ni si quiera sabía a qué instituto iba a volver. Mi padre no me hablaba y mi madre está entre enfadada y con miedo por lo que he hecho. Ella siempre había odiado que me gustase las investigaciones. Y ahora, más que nunca tras haber estado en peligro.     Estar en mi cuarto era lo único que podía hacer mientras ellos hablaban qué hacer conmigo para alejarme de los periodistas y los policías para saber si lo que había ocurrido, estaba también conectado conmigo. 
    Intenté contactar durante tres días con Jareth. Necesitaba hablar con él. Quería poder contarle cómo me sentía, cómo era ver la sangre por mi cuarto cayendo del techo. A veces incluso en la palma de mi mano. No era la sangre de Margaret. Si no la sangre de Alice. Tenía las manos manchadas con su sangre. Era mi culpa.     Levanto la vista al escuchar el sonido de notificación. Esperaba que fuera Jareth, pero en realidad lo había confundido. Katherine me había pedido petición de amistad.     No sé por qué, pero la acepto. Quiero saber qué es lo que quiere de mí. ----------------------------------------------------------------------------------------
Katherine Hola Miss Skellington 😊
Sally Hola Me alegro de que estés bien
KatherineAsí que me conoces
Sally Bueno Sí La verdadera pregunta es por qué me conoces tú
Katherine He oído que habías ayudado en mi búsqueda y en sacar información Quería agradecértelo aunque ha pasado seis días Ha sido muy duro para mí y me obligan ir al psicólogo a pesar de que me encuentro bien
Sally Lo dudo Nadie sale bien de algo como un secuestro
Katherine Mi padre estaba conmigo Al final me sentía segura
Sally Le estaban usando, verdad?
Katherine Sí Pero era un alivio estar juntos Siempre me ha cuidado bien 😊
Sally Ah Qué bien ----------------------------------------------------------------------------------------
    Me muerdo la lengua, evitando parecer tener un poco de envidia. Tengo que recordar que lo ha pasado mal, que fue secuestrada. Da igual que tuviera a su padre, al final, le había sucedido algo terrible. Y lo estaba ocultando bien.
----------------------------------------------------------------------------------------
Katherine Oye y cómo lo has hecho? El investigar y todo eso Tengo curiosidad y me gustaría saber cómo lo has hecho 😮​
Sally Tuve ayuda…
Katherine De quién? Quizás…. Algún chico especial? ​😁 ----------------------------------------------------------------------------------------
    Noto cómo mis mejillas empiezan a arder al pensar en Jareth. Sé que están juntos y está engañando a Jake. Está mal y quizás deba hacérselo saber.
----------------------------------------------------------------------------------------
Sally Sí Es alguien que me gusta mucho pero es un idiota Quizás sabes quién es Dado que es tu novio, no?
Katherine Uh? En serio? Investigaste con él?
Sally Sí Aunque me decepcionó saber que tú y Jareth estáis jugando con los sentimientos con Jake Le estás poniendo los cuernos! Y él traicionando a un amigo!
Katherine Quién es Jareth?
Sally Él es tu amante … No?
Katherine Ay, ay… Supongo que te has confundido con el nombre ----------------------------------------------------------------------------------------
    Miro el nombre de Jareth en la lista de chat, desconectado. Intento mantenerme firme y poner una sonrisa falsa, como si ella estuviera delante, escribiendo. Tragándome mi orgullo. Porque todo este tiempo había sido una tonta.     Qué fácil es engañar a alguien más joven que tú ¿verdad? ----------------------------------------------------------------------------------------
Sally Sí, es eso Es que tiene la imagen del rey de los duendes, y claro… J y una a y una e… Jaja
Katherine El rey de los duendes?
Sally Sí De la película ‘Laberinto’ Es popular
Katherine OH! YA! Acabo de ver su poster Es que estoy en su cuarto ahora mismo Estoy pasando un tiempo aquí hasta que todo se calme ----------------------------------------------------------------------------------------
    Me muerdo el labio con fuerza hasta notar el sabor del hierro. Su actitud es claramente el de una de esas chicas malas de películas. Y lo peor es que estaba actuando así con alguien más joven que ella, como si me viera como una amenaza cuando no es así.    <<Aún así, nadie quiere oír que el chico que te gusta está compartiendo cuarto con otra.>> ----------------------------------------------------------------------------------------
Katherine La verdad es que tiene cosas muy raras Como cosas de Trek Wars
Sally Star Trek y Star Wars?
Katherine Sí, eso Le hace falta un toque diferente al cuarto Si lo vieras!
Sally Puedo imaginarlo…
Katherine Ay! Perdón! No quería hacerte daño sabiendo que te gusta
Sally No, está bien Me alegro de que por fin estéis juntos Él estaba muy preocupado por ti
Katherine Aw, qué tierno! ❤️​ Supongo que es lo que más me gusta de él, que se preocupe por los demás Eso le hace encantador
Sally Sí, sí que le hace encantador Es un gran chico
Katherine Sí, es fácil enamorarse de él, verdad? Perdona de nuevo Bueno, solamente espero que estemos para siempre juntos Después de todo lo que ha hecho por mí y cómo se ha preocupado, es lo único que quiero Y quiero estar ahí para él después de haber perdido a su amiga
Sally Cómo está?
Katherine No dice nada No me quiere contar si está bien o no
Sally Dale tiempo Estas cosas no son fáciles
Katherine Lo sé… Para mí a veces tampoco lo es, pero quiero que deje de preguntarme si estoy bien
Sally Te entiendo…
Katherine Oye, sobre tu flechazo No te preocupes Hay muchos chicos de tu edad que son también adorables Seguro que alguno habrá O puede que de mayor encuentres al chico adecuado para ti Y podríamos algún día salir los cuatro juntos, jeje
Sally Tengo que desconectarme
Katherine Oh, claro Seguro que tienes deberes de instituto que hacer
Sally Cuida de él por … Mierda
Katherine Lo enviaste por error?
Sally Cuidaros mucho ----------------------------------------------------------------------------------------
    Me desconecto del chat antes de que pueda decirme algo. Estaba demasiado avergonzada como para ver su despedida.    ― ¿’Cuida de él por mí’? ―me digo, llevándome las manos a la cabeza― ¿Por qué quería decir eso?     Porque estoy preocupada. Preocupada de que no me haya respondido a ninguno de mis mensajes. Preocupada porque no ha querido hablar conmigo. Preocupada por saber cómo está.     Estaba siendo una estúpida con alguien que me había estado engañando todo este tiempo, no se merecía que me preocupase por él.     Tomo aire y decido leer nuestras conversaciones. Fui demasiado estúpida. Pero no entiendo por qué en lo único que no me di cuenta era en los nombres. Quizás es porque estoy enamorada. Estaba pensando en que podían ser dos personas diferentes y en un futuro pararme frente a él y decirle ‘Hola ¿me recuerdas?’. Por desgracia ya no creo que eso vaya a pasar.
    Había visto muchas veces como era tener el corazón roto. Sobre todo cuando eres la causante por haber dado demasiada información que no debías.     Lo había hecho sin quererlo tanto a adultos como con gente de mi edad. Me enseñaron al final a mantenerme callada y no meterme en donde no me llaman, al menos no si me lo dicen directamente.     Ahora estaba probando lo que era que te rompieran el corazón.     Nunca quise contarle que estaba enamorada de él para incomodarlo. Jamás. Siempre he actuado como si fuéramos solamente compañeros. Amigos. Sus palabras me dolieron, era como si me hubiese acuchillado con ellas.     Elimino mi perfil de Facebook y mi cuenta del foro, queriendo olvidar lo que ha pasado. Quiero odiarlo. Quiero odiarlo de verdad, pero…    ― ¿Macie? ―mi madre entra en el cuarto y me mira con pena― ¿Por qué lloras?    ― ¿Por qué los chicos son tan idiotas? ―le pregunto entre lágrimas.     Suelta un leve ‘Oh’ y se acerca a mí a abrazarme.     Nunca en mi vida me había sentido tan estúpida. Pero ya he aprendido la lección al menos. Ahora sé por qué todos me trataban como una cría, aún tengo mucho que aprender.
    Ha pasado un mes. Y lo peor no estaba aún por llegar.     Hacía días atrás había escuchado a mis padres hablar de mandarme a Estados Unidos con los abuelos. Sentí dolor al oírles. Todo se trataba de tenerme lejos de lo que estaba pasando. Como si las noticias no llegasen fuera de Europa. Por suerte mi madre me ha estado dando clases mientras qué deciden qué hacer conmigo. Recibí mensajes de algunos compañeros de clase, pero no me atreví a responder.     Estamos en el coche, listos para ir a casa de los tíos el fin de semana. La verdad es que tengo ganas de ver a Stephan y poder desahogarme un poco.     Me subo la sudadera hasta la nariz. No he sido capaz de deshacerme de ella. Frunzo el ceño, molesta. No… No debería ser mía. Tendría que ponérsela ella, llevarla delante de él y preguntarle ‘¿Qué tal me queda?’. Estos pensamientos solo hacen que me sienta peor al imaginarlos. Quiero llorar.    ―Papá, ¿puedes hacer un desvío a la universidad? ―pregunto, esperando que no se enfadase.    ― ¿Y para qué quieres ir allí? ―sus palabras suenan cortantes.    ―Debo regresar algo especial…    ―No creo que-    ―Herman ―mi madre le da un golpe en el hombro―. Claro cielo, vamos ahora.     Oigo cómo mi padre echa un suspiro pesado y yo digo un ‘gracias’ pequeño. Me tiemblan las piernas. Nerviosa de verle otra vez.
    Paramos delante del edificio, hay varios alumnos entrando.     Le busco con la mirada, pero solo encuentro a Albert y a Katherine. Él no está.    ―Esperarme ―digo mientras me quito la sudadera y la doblo, para después abrir la puerta-    ― ¡Macie Connors! ¡No va-     Cierro la puerta, dejando que sus palabras se corten. Debo de hacer lo correcto.     Cuando me acerco a ellos, agarro a Albert de su chaqueta, tirando de ella. Se para y me mira confuso.    ― ¿Sí? ―me mira y luego a Katherine, que esta niega con la cabeza.    ―Yo… ―intento hablar, pero no me sale la voz. Inspiro profundamente y le extiendo la sudadera― Quería devolverle esto a tu amigo ―coge la prenda y me cruzo de brazos, protegiéndome―, me lo prestó una vez hace tiempo, quería devolvérselo y… Ayer os vi por aquí cerca y he decido traérselo.    ― ¡Ah! Eres la chica a la que ayudó ―Albert me sonríe. Una sonrisa cálida.     Al contrario que Katherine, me mira extrañada. Seguramente debe de estar pensando por qué tengo yo una prenda de su novio.    ―Sí, soy esa… ―sonrío un poco, recordando aquella noche. La noche en que me enamoré por primera vez. La noche en que por fin había encontrado al chico que pensé que volvería a ver cuando creciera y estar con él. Ahora ya es un simple sueño.    ― ¿Nos conocemos? ―Katherine me examina, ladeando la cabeza.     Me miro la ropa, me había olvidado de que llevaba la única camiseta que no había sido capaz de deshacerme. Una de la colección de Tim Burton ¿Sabrá que soy Sally por esto?     Niego con la cabeza.    ―No, la verdad es que no ―intento no sentirme incómoda. Es como si me estuviera eliminando con un par de rayos láser, con la mirada.    ―Bueno, pues seguro que se alegrará de tenerla de vuelta ―Albert mueve la sudadera de manera animada―. Era su favorita ―¿Su favorita? ¿Se deshizo de su prenda favorita?    ―Huele bien ―Katherine deja de ser ese estado intimidante, cogiendo la prenda de las manos de Albert―. Gracias por lavársela, lo apreciará.    ―Oh, no es… ―desafortunadamente tengo que decirles― En realidad, tenéis que… Lavarla… La tenía puesta hace un momento… Es… Colonia…    ―Oh… Claro ―la sonrisa de Katherine ahora es forzada―. Muy buena colonia ―asiento. Incómoda.     Veo cómo Albert nos mira. La tensión puede cortarse como un cuchillo. Le quita la prenda de las manos y me sonríe para calmarme.    ―Yo se la devolveré ―creo que ha notado que estaba incómoda―. Gracias, pequeña.    ―Oh, no- ―veo que no lo ha dicho con maldad, sino como una especie de apodo. Tampoco como si fuera flirteo―. Gracias.    ―Será mejor que entremos ―Katherine se adelanta, a grandes zancadas. Creo que se ha enfadado y…. Parte de mí quiere sentirse bien el haberla enfadado.    ―Adiós ―Albert se aleja, moviendo la sudadera al despedirse y luego veo que mientras camina la guarda en su mochila.     Intento calmarme, pero voy casi a paso firme al coche. Queriendo esconderme de todos los universitarios.
    Al entrar, me echo un poco a llorar. Ya está. Ya es suya. Ya lo tiene todo ¿entonces por qué sigue doliendo? Quiero que pare.    ―Tengo… ―levanto la vista cuando mi padre habla. Me seco los ojos, viendo cómo abre la guantera― Tengo algo que he comprado para ti.     Me pasa una bolsa y al ver el contenido, mi corazón se acelera. Podía ser unos simples DVDs, pero ERAN los DVDs de mi serie favorita. No estaba entendiendo nada.    ― ¿Y esto? ―pregunto entre sollozos y una sonrisa.    ―Bueno, he estado pensando que quizás he sido demasiado duro contigo-    ―Aunque fue por tu bien ―mi madre le corta, lanzándole una mirada furtiva. Por supuesto, meterse en un lío como el que me he metido estaba mal, no lo iba a olvidar jamás.    ―Así que he pensado en hacerte este regalo y… Siempre que veas que necesites animarte un poco, pues te ves un capítulo de la serie ―señala los DVDs, con la mano, tras haberse girado un poco en el asiento.    ―Odias que me pase hablando de esta serie ―contesto mientras pongo los ojos en blanco.    ―Pero si te hace feliz ¿Qué más da? ―se encoge de hombros, soltando una risa floja.     Me levanto un podo de mi asiento y le abrazo.    ―No sé si me parece buena idea ―mi madre niega con la cabeza―, en esa serie hay… Bueno…    ―Sangre, mamá ―contesto, soltando un suspiro―. Pero al menos, aquí nada es real, es todo pura ficción. Lo que no hace daño…     Creo que es el único medio que soporto la sangre. La ficción. Porque sé que nadie se ha hecho daño. Porque sé que están bien.    ―También he pensado que podíamos ir a comer antes de ir a casa de tus primos ―comienza a arrancar de nuevo el coche―. Tú elijes ¿Qué te apetece?     Me quedo pensando. Es como volver a aquellos tiempos y eso que hacía un par de meses. Sentía que las cosas podían volver a su lugar.     Intento pensar ¿Qué es lo que más me apetece? ¿Algo que hacía mucho que no comía? Se me hace la boca agua tan solo pensar en la comida. Y más en esta.     Sí. Las cosas iban a cambiar a partir de hoy.    ― ¿Qué tal un chino? 
0 notes
elmundodeflor · 3 years
Text
levihan - oneshot
De las veces que en la Legión se pasaban de copas…
 .
 .
El aire apestaba a alcohol y Levi tuvo que reprimir las inminentes ganas de vomitar. De seguro todo era culpa de Moblit y, si bien tener que lidiar con Hanji a diario era razón suficiente como para querer emborracharse hasta perder la consciencia, tampoco era justificativo para causar semejante alboroto. ¿Cómo rayos había permitido Erwin que todo se saliera de control tan pronto?
Hizo la escoba a un lado y salió a buscarlo echando humo, molesto. Para su fortuna, no tuvo que recorrer el cuartel entero ni durante demasiado rato; el comandante acababa de doblar por el pasillo y estaba ingresando al comedor.
-¿Te parece divertido que tus soldados beban como descerebrados estando a semanas de una expedición importante?- lo interceptó. Erwin, que llevaba una botella de vino bajo el brazo, lo miró sonriente y apoyó una mano en su hombro.
-Creo que han estado entrenando muy duro y que se merecen un descanso.- lo palmeó.- Tú también puedes unírtenos. Una tarde libre no te va a matar, Levi.
Él lo sopesó durante algunos minutos y observó la escena que dejaba entrever la puerta abierta de par en par. Afuera, sentados sobre las ruinas del castillo, algunos veteranos se reunían en ronda junto con los mocosos novatos. Todos, o al menos la mayoría, reían y conversaban animadamente con vasos llenos a rebosar en sus manos. Incluso notó que Mike tocaba una suave melodía de fondo con la guitarra. Las grandes reuniones sociales nunca habían sido lo suyo.
-Mejor paso, gracias.- se negó, dándose media vuelta para comenzar a caminar en dirección a su cuarto. Si las tropas de exploración en su totalidad habían decidido perder la cabeza por una noche, él no iba a formar parte ni hacerse cargo. Tampoco quería escucharlos cantar a los gritos cuando ya estuvieran demasiado ebrios como para reparar en ello.
-¿Pasar de qué?- habló a sus espaldas una voz que él muy bien conocía. ¿Hacía cuánto tiempo que estaba allí? Ni siquiera la había oído llegar.
-He autorizado a Moblit a que compre algo de vino para la Legión.- se metió Erwin.- Parece ser que todos están pasándosela de maravillas allí en el patio, ¿no vienes, Hanji?
Sus ojos castaños se iluminaron con alegría. Había estado trabajando durante horas encerrada en su laboratorio sin llegar a ningún resultado concreto, y la verdad era que no le desagradaba la idea de tomarse un pequeño recreo junto a sus compañeros.
-¡Sí!- exclamó, entusiasmada. Luego, se dirigió hacia Levi.- ¿Qué hay de ti? ¿No te sumas a la diversión, capitán?
Él la fulminó con la mirada.
-Limpiar es mi tipo de diversión.- se jactó, extendiendo una mano para recoger nuevamente la escoba y llevársela de allí. Sin embargo, Hanji se le adelantó y logró arrebatársela antes de que él pudiera reaccionar.
-Nada de eso. Ahora es mi rehén.- le sacó la lengua, colocándosela bajo el brazo.
-¡Devuélvemela, idiota!- bufó Levi.
Hanji no pensaba ceder.
-Sólo si nos acompañas a Erwin y a mí.- repuso con suficiencia.
Levi paseó la vista entre su compañera, que continuaba sujetando su preciada escoba nueva contra su cuerpo, y el comandante, que contemplaba toda la escena de lo más entretenido recargado contra el marco de la puerta trasera, meneando la cabeza.
-¿No vas a decirle nada?- le pidió a éste último.
Erwin se encogió de hombros.
-No creo que sea necesario.- sonrió, precipitándose velozmente al exterior. Hanji, que no tardó en captar el mensaje, lo siguió de inmediato aún con la escoba a cuestas y Levi, de mala gana, salió también tras ella. Había sido emboscado.
Afuera los últimos rayos del sol de la tarde se colaban a través de las copas de los árboles, pintando las hojas verdes de un dorado cálido. La porción de cielo que las murallas les permitían ver les regalaba un espectáculo de colores; un anaranjado casi fluorescente fundiéndose con el celeste de la noche. El aire aún se sentía cálido contra la piel, aunque todos sabían que no duraría demasiado. Abel y Nifa habían ordenado a Eren y a Jean que fueran a buscar leña para encender una fogata, y ahora ambos regresaban peleándose como de costumbre.
-¡Te dije que si rodeábamos el cuartel llegaríamos más rápido, imbécil!- gritaba Jean.
-¡Y yo te dije que si tomábamos el camino contrario alcanzaríamos a juntar más troncos!- refutó Eren.
Levi reprimió el impulso de poner los ojos en blanco.
-Ya, mocosos.- intervino.- O sino mañana los haré comer lodo durante el entrenamiento.
Eren y Jean enderezaron mucho la espalda, un poco asustados ante las amenazas de su superior.
-Sí, capitán.- asintieron al unísono, poniéndose serios de pronto. Hanji, que había quedado unos pasos por delante de Levi, lanzó una mirada sugestiva en su dirección, impresionada ante el inmenso respeto que parecían tenerle sus subordinados. Los chicos depositaron la leña en el suelo y corrieron a sentarse junto al resto del grupo.
-Resultas bastante intimidante para ser de tamaño tan pequeño.- se burló ella. Levi la miró con odio.
-Será mejor que tú también empieces a correr, sucia cuatro ojos.- le advirtió. Hanji obedeció sin chistar y trotó un corto trecho hasta donde se encontraban sus compañeros, muerta de risa. Levi iba tras ella; después de todo, no quería perder de vista su escoba.
En la ronda Armin y Eren intentaban avivar el fuego, Historia y Mikasa charlaban amistosamente con Petra, Moblit bebía como si no hubiera un mañana y Connie, Jean y Sasha intentaban robar la botella de vino a los pies de Erwin.
-¡Pero miren quiénes han llegado!- exclamó Mike, haciendo la guitarra a un costado. Con un movimiento de cabeza, señaló a Levi y a Hanji.- ¡Los tortolitos!
Todos se rieron, a excepción de Moblit, que dio otro trago a su bebida. Levi hizo caso omiso del comentario de su compañero.
-Calla, idiota, que a ti te gusta Nanaba y nadie te lo echa en cara.- se defendió. Nanaba, que estaba prácticamente sentada en el regazo de Mike, se puso roja como un tomate. ¿Es que tan obvios habían sido?
-Me callaré cuando por fin te dignes a invitar a salir a Hanji.- le reprochó él, volviendo a su instrumento. Una bonita melodía comenzaba a hacer vibrar las cuerdas.
Levi resopló, rendido, y decidió sentarse a un lado de Erwin. Al lado suyo se ubicó Hanji.
-¿Me sirves un poco de vino?- pidió ella. El comandante recogió la botella a sus pies y le tendió un vaso.
-¿Tú no quieres, Levi?- ofreció.
Él negó con la cabeza. La verdad era que prefería una buena taza de té.
-No.
-Qué aburrido.- se quejó Hanji, acercándose el vaso a los labios.
-Si el capitán no quiere vino, entonces nosotros podemos tomar por él.- se metió Connie, apareciendo desde detrás de Erwin. Hanji no pudo evitar reírse un poco. Los subordinados de Levi eran un encanto.
-Bueno, he leído en alguno de mis libros que la vid mejora el rendimiento cardíaco así que…- estaba a punto de pasarle la botella a Jean. Sin embargo, Levi se la arrebató de entre las manos antes de que pudiera incluso reparar en ello.
-Tch, no vas a darle alcohol a los mocosos, cuatro ojos.- la retó.
Ella lo miraba perpleja.
-¿Por qué no?
Levi no podía creer lo que oía.
-Porque no quiero que mañana estén vomitando o cagándose encima durante el entrenamiento.- explicó de mala gana. ¿Acaso esta mujer no tenía idea de lo que era una resaca?
Erwin, que hasta el momento había permanecido callado, decidió que era hora de mediar entre ambas partes. Estaban discutiendo como si fuesen un matrimonio de ancianos.
-Chicos.- se volvió hacia los tres a sus espaldas, ignorando por completo a Hanji y a Levi.- En la cocina hay algunas galletas de avena. Pueden traerlas y comerlas aquí si quieren.
-¿Galletas?- los ojos de Sasha chispeaban con ilusión. En la legión no solían darse ese tipo de gustos. Tomó a sus amigos por el brazo y, contra su voluntad, los arrastró hasta el cuartel a toda velocidad.
-¡Pero yo quería vino!- se lo escuchaba protestar a Connie por el camino.
Levi torció el labio en una diminuta sonrisa, casi imperceptible. Después de todo, no la estaba pasando tan mal.
 .
 .
Llevaban ya un largo rato alrededor del fuego, no estaba seguro de cuánto. Nanaba se había puesto a contar historias de terror y leyendas del bosque a los chicos, que parecían no haberse asustado ni un poco; probablemente porque Hanji hacía acotaciones y preguntaba algo nuevo a cada minuto, interrumpiendo el relato. Mike no había soltado su guitarra y Moblit no había soltado su botella. Petra se había ido a dormir y Erwin había tenido que partir hacia otra de sus reuniones con el comandante Zackly.
Levi, por su parte, se conformaba viendo toda la escena desde su sitio. Allí se sentía cómodo, siendo espectador. Los veteranos no solían reunirse ni pasar mucho tiempo con los novatos, pero esta ocasión mostraba ser una excepción. Una que resultaba bastante bonita y reconfortante, debía confesar. A veces, cuando podían darse el lujo de compartir un momento así, deseaba con todas sus fuerzas que los titanes se extinguieran de la noche a la mañana, que levantarse al día siguiente no significase tener que salir en misión y seguir perdiendo compañeros. Estaba harto de las despedidas, harto de que cada segundo en paz se viera teñido por la melancolía de saber que era efímero.
-¿Quieren otra historia más?- la voz de Nanaba lo sacó de sus pensamientos.
-¿No ha sido suficiente ya?- protestó Mikasa, notoriamente irritada. La mocosa tétrica, la había apodado Levi en secreto.- Yo mejor me largo.- dijo, finalmente poniéndose en pie. Jean fue el primero en seguirla, cómo no.
-Sí, yo también me voy.- bufó Eren, trotando detrás de sus compañeros.
Hanji, que acababa de terminar otro vaso más de vino, trató sin mucho éxito de levantarse de la roca en la que había estado sentada. El alcohol la había hecho tambalearse y no había tenido más opción que sujetarse del hombro de Levi para no caer de cara al suelo. Él la observó detenidamente, tratando de leer su expresión. ¿Acaso estaba ebria?
-¡Esperen, chicos! ¡No se vayan!- lloriqueó, elevando la botella en el aire. Las palabras salían arrastradas de entre sus labios.- ¡Todavía queda más vino!
Levi volvió a mirarla, furioso. No estaba ebria, estaba jodidamente ebria.
-¿Qué discutimos acerca de darle alcohol a los mocosos?- gruñó. Estaba seguro de haber contado exactamente cuántos vasos se había servido Hanji y no habían sido más de tres. ¿Cómo era posible que hubiese terminado así? Moblit había bebido el doble que ella y parecía estar en mucho mejor estado.
Hanji se encogió de hombros.
-No lo sé…- balbuceó con inocencia. Tenia los ojos todavía húmedos y las mejillas sonrosadas.- ¿Que según la ciencia la vid era buena para…?
-¡Para nada! – escupió Levi, sin dejarla terminar.- Esta mierda sólo te está haciendo más insoportable de lo que ya eres.- señaló hacia la botella todavía en las manos de su compañera y aprovechó la oportunidad para confiscársela de un tirón.
-¡Oye! ¡Devuélvemela!- sollozó ella. Las lágrimas comenzaban a formarse de nuevo en torno a sus iris. Levi estaba arruinándole toda la diversión.
-En tus sueños.- se negó él. Hanji estaba comportándose como una bebé delante de todo el escuadrón y no tenía paciencia para ello. ¿Cómo iba a hacer para entrenar a sus subordinados al día siguiente? No pensaba ayudarla, mucho menos cubrirla. Suspiró, cansado, y la tomó de la mano para arrastrarla hasta su habitación y evitar que siguiera poniéndose en ridículo. Ante el contacto repentino, Hanji se paralizó, sorprendida.
-¿Qué ocurre, Levi? ¿Nos pusimos cariñosos?- se burló. Una sonrisa juguetona adornaba su rostro. Él automáticamente bajó la vista hacia sus manos unidas.
-Tch, idiota.- maldijo entre dientes.- Lo que ocurre es que estás más borracha que el baboso de Moblit y necesito sacarte de aquí.
El aludido levantó las manos en señal de protesta, aunque no pronunció palabra; posiblemente algo intimidado ante la reciente ira del capitán. Hanji mostró resistencia.
-¡Estoy de maravilla!- exclamó.- Puedo caminar sola, ¿ves?
Levi puso los ojos en blanco y le dio el gusto de soltarla un momento; si podía ponerse en pie, entonces dejaría de molestarla. Sin embargo, ella trastabilló torpemente tras dar dos pasos.
-Veo que no.- repuso, agachándose para recogerla del suelo.- Ahora, nos vamos.
Esta vez, Hanji no tuvo más opción que ceder. A decir verdad, se sentía bastante mareada y confusa, como si la tierra bajo sus botas de pronto se hubiese vuelto inestable y todo girara a su alrededor. Levi la levantó en sus brazos y ella se aferró con fuerza a su cuello para no caer.
-Que tengan buenas noches, tortolitos.- los saludó Mike, muerto de risa. Levi lo fulminó con la mirada y comenzó a alejarse hacia el cuartel con Hanji a cuestas. Ella había ocultado su rostro aun levemente teñido de rosado en el hueco de su hombro, respirando con calma. En esa posición, podía oír perfectamente los latidos desbocados de su corazón retumbando contra sus tímpanos como suaves golpes de tambor. ¿Se encontraría bien? Porque comenzaba a preocuparse.
-Tu ritmo cardíaco se ha elevado considerablemente, Levi.- recalcó.- ¿Qué sucede?
Él bajó la vista hacia ella. El frío gris de sus ojos resplandecía bajo la luz tenue de la luna.
-No lo sé. Tú eres la científica aquí, ¿no?- murmuró. Una sonrisa casi amenazaba con tirar de las comisuras de sus labios.- Tú deberías hallar la respuesta.
Hanji se rascó la barbilla, pensativa.
-Pues he leído algo sobre esto en mis libros y… hay estudios que dicen que tu pulso se acelera cuando haces ejercicio, o cuando estás muy enojado, o asustado, o ansioso, o nervioso…- hizo una breve pausa.- Levi, ¿yo te pongo nervioso?- preguntó.
Él se paralizó de repente, irguiendo la espalda y tensando sus músculos. Quería creer que no; Hanji era la única persona que lo entendía, la única persona con la que no necesitaba fingir o guardar apariencias. Entonces, ¿por qué rayos tenía la impresión de que su maldito pecho iba a reventar ahora que la tenía más cerca que nunca? No lo comprendía. A veces las emociones le eran difíciles de descifrar.
-No me pones nervioso, cuatro ojos.- mintió.- Aunque sí me sacas de quicio.
Hanji esbozó una pequeña sonrisa y guardó silencio. Levi agradeció que no hubiese seguido indagando y se dijo que, si el alcohol la volvía menos parlanchina, algún día iba a pedirle a Moblit que al llevarle la cena le sirviera un poco sin que ella se diera cuenta. Quizás así pudiera tomarse un descanso de sus investigaciones y se dignara a salir de aquel sucio laboratorio, tal como había decidido hacer aquella tarde.
Ahora, en la soledad de la madrugada, sus pasos resonaban con eco a lo largo del pasillo desierto y pobremente iluminado, dándole la sensación de que ambos eran los únicos en todo el cuartel. En ocasiones, durante sus noches de insomnio, se preguntaba si así se vería todo cuando terminaran con los titanes, cuando ya no hubiera más motivos por los que pelear. Si el resto de los soldados regresaba a sus hogares, ¿a dónde regresaría él?
Se detuvo frente a la puerta de la habitación de Hanji y la abrió empujándola con la espalda. Ella comenzó a reírse a carcajadas sin motivo aparente y Levi la sujetó con más fuerza para evitar que cayera.
-Contrólate, idiota.- la retó, aunque sin elevar el tono de voz. Con mucha delicadeza, la depositó en la cama deshecha y la arropó entre las sábanas sucias. No le sorprendía en absoluto que Hanji ni siquiera recordara que tenía que cambiarlas.- Este lugar apesta.
-Tú apestas.- contraatacó ella. Esta vez, Levi no pudo evitar sonreír apenas.
-Descansa.- le ordenó, incorporándose de su espacio en el colchón para salir del cuarto. Los latidos de su corazón comenzaban a ralentizarse conforme se acercaba a la puerta y de pronto notó cómo sus pulmones se llenaban aliviados de aire nuevamente. No obstante, la voz de Hanji a sus espaldas lo retuvieron a mitad de camino.
-Levi.- lo llamó.
-¿Sí?- se volteó él.
Ella tragó saliva. Era evidente que los efectos del vino probablemente estaban haciéndola decir cosas que no se animaba a expresar estando sobria.
-Quédate conmigo...- susurró. Con las mejillas encendidas al rojo vivo y los ojos otra vez llorosos parecía una criatura vulnerable e indefensa. Levi la observó fijamente durante un par de segundos, sin poder discernir si aquello que acababa de escuchar había sido real o no. Nunca nadie le había pedido algo así. Por el contrario, la gente sólo solía alejarse de él. Jamás imaginó que alguien alguna vez pronunciaría aquellas palabras, tampoco que sería Hanji quien las dijese.
Intentando disimular el temblor en sus piernas dio un paso, seguido de otro y otro más. Su ritmo cardíaco, que recientemente había podido por fin normalizarse, poco a poco volvía a dispararse alocado en su pecho conforme se acercaba a la cama. ¿Qué rayos estaba haciendo?
Hanji descorrió las mantas y le hizo lugar a su lado. Él se acostó luego de sopesarlo unos instantes.
-Quiero que sepas que sólo hago esto porque quiero asegurarme de que no vayas a vomitar durante la noche, cuatro ojos.- le aclaró. Ella asintió con la cabeza, despreocupada, y se acurrucó nuevamente contra su cuerpo. Cuando Levi la oyó roncar menos de dos minutos más tarde, comprendió que, en el fondo, incluso antes de que Hanji lo propusiera, él también había querido quedarse.
19 notes · View notes
sopafa · 3 years
Link
Douxie! Depression Napping Fic 
 English: A fic based on the @theeio post:  HERE  where Douxie have depression and sleeps through the centuries, as a product of disease. The story happens just after ROTT ending, with no new timeline.
Spanish: Un fic basado en el post de @theeio​ , link AQUÍ . Donde Douxie tiene depresión y duerme a través de los siglos como producto de la enfermedad. La historia se ubica justo despues del final de Rott.
AO3 FANFIC HERE: https://archiveofourown.org/works/33261769
HE NEEDS MORE TIME:
Douxie había desaparecido.
Al inicio no lo notaron, pero con el paso de los meses, se volvió inevitable no darse cuenta de su ausencia.
No fue al funeral de Tobias, ni asistió a la ceremonia que hicieron por el resto de los heroes caídos.
Ni siquiera se presentó a la ofrenda que obraron en nombre de Nari, cuando llegó la primavera ese año.
Tal vez estaba pasando por su propio duelo, y no quería a nadie presente. Tal vez solo necesitaba tiempo para procesar las muertes. Después de todo, cada uno tenía una forma distinta de afrontarlo.
Pero cuando llegó el invierno, y los copos blancos comenzaron a caer por las ventanas hasta cubrir Arcadia con una fina manta de nieve, y aún no había rastro del mago, Clarie comenzó a preocuparse. La bruja de sombras intentó convencerse a sí misma de que las cosas estaban bien, de que tal vez solo no había tenido oportunidad de verlo, y que todo estaba en su cabeza, pero en cuanto fue a buscarlo, las cosas no fueron tan agradables como se había planteado.
En Benoit's no tuvo suerte, de hecho algunos cuantos camareros le preguntaron a ella si no sabía algo de su paradero, y cuando habló con su jefe, le dijo que no tenía idea, y que desde hacía meses no había puesto pie alguno en el local. Intectó contactarlo, pero no tuvo mucha suerte, así que solo le deseó suerte a Clara, y le pidió que si sabía algo, le dijera de inmediato.
La librería estaba quemada, pero aún así la inspeccionó. Jim la ayudó una noche, se metieron sin que nadie los viera, y buscaron por todas partes, movieron escombros, levantaron muros, pero nada. La bruja era insistente, exigiendo registrar hasta los escondites secretos de su maestro, dentro de aquel edificio, pero incluso ellos se encontraban vacíos.
En su departamento, nadie respondía a la puerta, y el casero les dijo que tampoco contestaba sus llamadas.
Ni siquiera Aja o Krel fueron capaces de rastrearlo, y fue entonces cuando recurrieron a una ultima opción.
Pedirle ayuda a Zoe.
Buscaron a la bruja en Hex Tech, y no tardaron en encontrarla, como de costumbre, ocupada con algún cliente, explicando "pacientemente" como utilizar su computadora, y repitiendo por quinta ocacion que cuando aparecía "cerrar la ventana" no se refería a una de cristal, si no a la pagina que se veía en la pantalla.
Cuando la bruja los vio entrar en grupo, supo de inmediato que algo andaba mal. La peli-rosa rodó los ojos con fastidio y ladeó la cabeza antes de preguntar que era lo que sucedía. Pero en cuanto Clara mencionó el nombre de Douxie, su rostro cambió por completo.
Ni siquiera esperó a que su turno acabara, se alejó del escritorio y le dijo a su compañero que la cubriera, debía de hacer algo importante. Posteriormente salió de la tienda.
-¿Cuanto tiempo lleva que perdieron contacto?-. Cuestionó a Clara sin mirarla a la cara, caminando directamente a su motocicleta, y sacando las llaves de su bolsillo.
-¿Meses?-. Miró a Jim preocupada, cuestionandose lo mísmo en la mente.
-¡Qué!-. Zoe frenó su paso y se dio media vuelta para observarlos molesta.
-8 meses, y 3 semanas-. Krel se apresuró a decir, levantando un aparato en su muñeca que marcaba con un olograma la fecha. -Para ser más exacto.
Zoe hizo los calculos en la mente por un momento.
-La guerra con los titanes... el reinicio de la tierra-. Jim susurró inconciente en voz alta.
El caza trolles y la bruja cruzaron mirada.
-¿Y no ha dicho Archie algo al respecto?
Jim miró a Clara, la semi-albina bajó la cabeza. Era cierto, ella no sabía. Después de todo, la ceremonia de honor que hicieron fue solo para los caídos, y Archie tecnicamente no estaba muerto, así que-
-Archie esta atrapado en el mercado troll de los Trolles-Dragón en Hong Kong.-. Blinky inició
La bruja miró al troll de 6 ojos sin entender a lo que se refería.
-Zoe, el puente cayó.-. Su mente hizo click en un instante.
El portal estaba cerrado. Y sin un puente, no había manera de salir. En ese caso, Archie...
-Ay no-. Aferró su agarre a las llaves. -¿Dejaron a Douxie solo?-. Apretó los dientes al no obtener respuesta. -¡Dejaron a Douxie solo!-. Repitió su pregunta gritando.
-Por eso venimos a buscarte-. Clara dejó de tomarle la mano a Lake, antes de dar un paso al frente. -No encontramos rastros de él, y no sabemos dónde más bus- . La bruja de sombras no pudo terminar, Zoe ya se había subido a su moto y puesto el casco.
-¡Espera!
Pero era tarde, la peli-rosa ya se había marchado.
Jim tomó las llaves de su propio auto. Iban a seguirla, eso estaba más que seguro.
===
Zoe estacionó su motocicleta frente al departamento de Hisirdoux, sintió el frio del inveirno al momento de quitarse el casco, y se frotó las manos al acercarse a la puerta. Había comenzado a nevar.
Perfecto, pensó sarcasticamente.
Ashildr entró al edificio y subió las escaleras de dos en dos hasta llegar al piso. Se acercó practicamente corriendo a la puerta, y con las manos aún congeladas, buscó entre su juego de llaves la que pertenecía a la cerradura del departamento. Douxie y ella intercambiaban las llaves de todas sus residencias, era una pequeña tradición que no habían roto despues de siglos y siglos existiendo, lo hacían como un metodo de seguridad, y para poder ayudar al otro si lo necesitaban. Después de todo, era dificil vivir cientos de años solo, necesitaban un sistema de apoyo.
Tardó un par de intentos, pero lo logró. Abrió la puerta sin preguntar, y se adentró al hogar ageno, dejando caer su casco en la entrada. Un par de pequeños montos de nieve cayeron de sus botas, dejando un breve rastro por el pasillo.
El departamento estaba solo y frío, con todas las luces apagadas. Cualquier persona diría que no había rastro de algun ser viviendo en ese lugar desde hacía meses, pero Zoe conocía bien a su amigo. Los muebles podían estar ordenados, pero definitivamente había rastro de su presencia. Además, podía sentir su aura cerca, por no mencionar que aquella pequeña "casa" apestaba a Douxie, como si su escencia hubiera hinundado todo el lugar.
Una manta estaba arrugada en una esquina del sillón, un par de almohadas desordenadas, y su chamarra yacía sobre la mesa de centro. Douxie amaba esa maldita chamarra, así que debía estar cerca, la levantó, tenía polvo, no debía de haber sido movida en meses. Así que le dió una idea del estado en el que lo encontraría.
Ay no, Douxie.
El lugar no era muy grande que digamos, tenía una sola recamara y un baño, no más. La sala y el comedor se separaban por tan solo pasos de distancia, y la cocina podía verse perfectamente al girar la cabeza, con la barra sirviendo como frontera entre ella y la sala.
Se acercó en silencio al refrigerador sin encender la luz, se arrepintió al instante que abrió la puerta de este, y se llevó una mano a la nariz por el hedor. Ahogó una arcada. Había comida, efectivamente, pero por el simple aroma y aspecto dudaba que cualquier cosa dentro de esa caja metalica fuese comestible.
Tras unos breves segundos inspeccionados, cerró el aparato, y continuó. Intentó encender un interruptor, pero nada. La luz estaba cortada, perfecto, pensó para sus adentros. Intentó abrir la llave, pero tampoco corrió el agua. Bueno, eso pasa cuando no pagas las cuentas. Debe haber pasado un tiempo.
La puerta de la habitación estaba cerrada, el unico sonido en toda la casa era el que producían sus botas contra la madera. Zoe aguantó la respiración al llevar su mano a la cerradura, y con un movimiento suave abrió la puerta, ocacionando un breve chirrido en las visagras.
La oscuridad de la noche no ayudaba mucho a la bruja a ver dentro de la habitación que digamos, pero eso no importaba. Zoe soltó un suspiro de alivio al verlo ahí dormido.
Douxie estaba recostado entre las mantas y almodahas de su cama, con la espalda descubierta y el cabello alborotado. No era capaz de verse su cara pues la tenía enterrada bajo una montaña de cogines y mantas. Largas y profundas respiraciones eran producidas por sus labios, y mierda, su escencia era realmente fuerte en ese lugar. Zoe se calmó un poco al olerlo, algo de su aroma le traía nostalgia, y algo de seguridad. No sabría que hacer si lo perdía.
Continuó inspeccionado el resto de la habitacion con la mirada antes de adentrarse de lleno a la habitación.
La bruja apretó las manos al ver la camita de Archie completamente vacía, con su mantita aún sobre ella, pero sin ningún familiar para llenar. Un pedacito de su corazón se quebró, sabía que Douxie no se desharía de ella, ni de ninguna de sus pertenencias. Incluso el plato de comida y agua seguían al lado.
Y por los rastos de papeles en el suelo, y los pedazos de guitarra cerca de la cama, supo que estaba tomando una ciesta por depresión.
A veces eso pasaba.
Vivir durante tantos años era agotador, ver en lo que se convierten los humanos y perder la fé en la vida era algo cotidiano para los seres semi-inmortales como ambos. Douxie tenía depresión, eso no era algo nuevo, pero Zoe no podía evitar sentirse mal cada vez que un episodio fuerte se presentaba.
En ocaciones, Douxie dormía.
Dormía porque ya no soportaba la vida. Dormía, porque no tenía fuerza para levantarse, ni motivo para salir de la cama. Dormía porque su cuerpo pesaba, y sentía como si cientos de cuerdas lo ataran a la seguridad de las mantas.
Dormía por semanas, meses o en algunas ocaciones, incluso años. Hasta que el mundo se hiciera un lugar menos jodido, y luego, cuando tenía fuerza suficiente, se levantaba.
Lo hizo en Camelot, durante la cazería de brujas e incluso después del Holocausto.
Pero en todas y cada una de esas ocaciones, Douxie tuvo a Archie para cuidarlo. El familiar no se apartaba de su lado, le traía agua y algunas veces alimento, solo en caso de que tuviera suerte y se levantara -aunque fuera fugaz y momentaneamente-. El familiar se asegurara de que comiera, aunque fuesen pequeñas o minimas porciones de comida cuando el mago estaba semi-conciente, antes de caer nuevamente en los brazos de morfeo, y continuar con su sueño. Así, al menos, podía ayudarlo un poco, y hacer que mejorara más rapido.
Archie era un familiar fiel, y leal, cuidaba de Douxie cuando el mago no podía hacerlo. Le tapaba los pies cuando inconcientemente tiraba las sabanas. Se acostaba a su lado durante las noches, en vela de que su humano despertara. E incluso negaba apartarse de su lado, aunque el mismisimo Merlín se lo pidiera.
Con los años, Zoe se unió a ambos, y comenzó a visitar a Hisirdoux cuando dormitaba.
Fueron muchas ocaciones, las que pasaron juntos, solos, la bruja y aquel dragón-gato, compartiendo miradas y conversaciones silenciosas mientras Hisirdoux hibernaba.
Lo malo de que fueran seres semi-inmortales es que las cosas se extendían demasiado, mientras los humanos pasaban por procesos similares ocacionados por la misma depresión, solo dormían por días, o cuando mucho semanas, en el peor de los casos, sus cuerpos no lo soportaban; pero Douxie no tenía otra opción, no importaba lo poco que comiera, o que tan mal se cuidara, su cuerpo se rehusaba a morir y lo obligaba a permanecer en la tierra; él dormía tanto tiempo, que podían pasar meses sin que lo supiera. El peor de los casos, fue cuando durmió una decada entera.
Zoe aún podía recordarlo.
Era terrible para ambos verlo así, pero sabían que no podía hacer nada, más que esperar a su lado a que las cosas pasaran. Era un proceso que no podían forzar, ni siquiera la magia era capaz de curarlo, no podían hacerlo sentir magicamente feliz, o borrar el dolor de su vida.
Esa era la otra moneda de la historia. Lo malo de vivir para siempre.
Cuando Merlín murió, Douxie no tuvo tiempo de procesar su muerte. Si, Zoe sabía que estaba dolido, podía verlo en su rostro, cuando lo visitó en NY un par de veces, pero el maestro mago no tenía tiempo para llanto, debía cuidar de Nari y evitar a la Orden Arcana.
Pasó tanto tiempo acumulando sus sentimientos, que cuando Nari falleció...
Zoe supuso que pasaría tarde o temprano, pero no contaba con que Archie no estuviera con él para ayudarlo.
Siempre que Douxie dormía por semanas, el familiar la contactaba de inmediato, aunque fuera para informarle, por eso, al no tener noticias por parte del gato, supuso que Douxie no había dormido, supuso que tal vez...
No. No estaba mejorando.
Estaba peor que nunca.
Perder a Merlín, a Nari y Archie en un lapso tan corto de tiempo...
Se acercó a su lado, y se sentó al borde de la cama. No se atrevió a girarlo.
Oh, Douxie.
Invocó un hechizo, pequeñas chispas rosas surgieron al rededor de su muñeca, pero el aura del chico era tan fuerte en ese momento, que ni siquiera tuvo que tocarlo para sentir sus emociones. Los ojos de Zoe brillaron en vivos tonos rosados, ella pudo ver una ola de luz en oscuros índigos al rededor del cuerpo contrario que reflejaban sus sentimientos.
Si tan solo Archie estuviera aquí...
Si tan solo ella hubiera sabido antes...
Lagrimas empaticas se escaparon de sus ojos, enormes y gruesas gotas violetas recorrieron su rostro hasta el suelo. El rosa poco a poco se volvió celeste hasta tornarse índigo. Douxie sufría demasiado, al punto de transmitir su dolor a la bruja a su lado.
Tras unos eternos minutos, cuando sus ojos no fueron capaces de producir más llanto, Zoe se levantó. Caminó en silencio hasta el armario, y sacó una escoba. Tal vez no sería demasiado, pero Hisirdoux no podía cuidarse en ese momento, y lo minimo que podía hacer era ayudarlo, era limpiar su departamento.
Así que comenzó con su cuarto, recogiendo los pañuelos secos del suelo, y poniendolos en el cesto, que había traído flotando con su magia a su mano.
Luego estaba la guitarra. Un recuerdo muy preciado. La primera guitarra electrica que Hisirdoux había comprado, o al menos, lo que quedaba de ella: una Stratocaster de 1954. Zoe recuerda cuando la compró, estuvo formado por horas en la fila antes de entrar a la tienda, y no dejó de tocar por al menos seis semanas. Merlín se enojó demasiado, y cuando un tal Elvis Presley escribió la canción de "Jailhouse" tan solo tres años más tarde, el moppet se volvió loco tocando la melodía una y otra vez, hasta que el Rock & Roll se volvió una cosa a mediados de los 60's.
No podía creer que hubiera destruído su guitarra. Amaba a esa cosa más que a su vida, siempre que se mudaba solo llevaba ese objeto consigo, pasaron juntos momentos duros y dificiles, fue esa guitarra la que lo sacó de la calle a los 80s, y le consiguió un departamento. Pero ahora, no era más que escombros y algunas cuantas cuerdas sueltas.
Encontró el mango detrás de una estantería, una sola cuerda permanecía intacta, y con un pequeño desliz de su magia, la desenvolvió y ató a su propia muñeca. Sostuvo el mango entre sus manos, le parecía inmoral y un pecado tirarla a la basura como si no valiera nada.
No podía imaginarse el dolor que Hisirdoux sintió para haber hecho eso, así que solo lo miró de reojo, y comenzó a juntar los pedazos en el aire, formando una pequeña burbuja rosada con cada pequeño trozo que encontraba. No podía tirarla, simplemente no podía.
Así que se llevó cada trozo flotando hasta la cocina, donde buscó una bolsa plastica, que extendió sobre la mesa, y dejó caer los pedazos sobre esta. Comenzó a ordenar las piezas como si se tratara de un rompe cabezas, si en algo era bueno ella, era en reparar objetos electricos, y este no sería la excepción. Había sobrevivido a tanto, no podía-
Alguien tocó la puerta.
===
Jim esperaba encontrar a Zoe molesta del otro lado de la puerta, no verla con lagrimas y el maquillaje corrido.
Clara se llevó las manos a la boca pensando lo peor, pero la peli-rosa la detuvo al instante.
-Esta vivo-. Le dijo, antes de que la bruja de sombras se soltara llorando. -Pero ustedes son unos malditos.
Zoe cerró la puerta tras ella, y los enfrentó en el pasillo.
-En serio lo dejaron solo, ¿en un momento como este?
Sus caras confundidas aclararon que no sabían de lo que estaba hablando.
Suspiró con fastidio antes de continuar.
-Esta dormido, tomando una ciesta-. Miró a Nuñez asegurandose de hacer enfasis la ultima parte de la oración
Las palabras finalmente hicieron click en la mente de Clara.
-Oh, no-. La bruja de sombras sabía a lo que se refería, Archie le comentó en una ocación, cuando Douxie faltó una semana a su entrenamiento con magia. Pero no lo había considerado, hasta ahora.
-"Oh, si"-. Zoe se cruzó de brazos. -Es una gran idea, ¿no? Dejar a Hisirdoux cuidarse por su cuenta, justo después de haber perdido a Merlín, Nari & Archie. ¡Claro! ¿Qué es lo peor que podría pasar? Arrebatenle a su familia, a todos sus seres queridos, y dejenlo deambular por su cuenta. ¡Sus emociones no importan!
Krel retrocedió un paso.
-Douxie no es el unico que perdió familia por los titanes. Nosotros-
-Oh, si. Tobias.-. Zoe se llevó una mano sarcastica a la boca. -No es lo mismo, Caza-Trolles-. La bruja negó molesta con la cabeza.
-¿Disculpa?-. Jim la juzgó ofendido.
-Tienes apenas 18 años. Tu tiempo de vida no se compara con el de un mago. Hisirdoux ha vivido 9 siglos, no sabes lo que es ver a toda la gente a tu alrededor crecer, vivir, y morir, mientras tu- tu- no mueres. No sabes que es ver a las personas que amas dejarte atrás, siglo, tras siglo, tras siglo. La unica familia que Douxie tenía, era Merlín, era Archie, y encontró lo mismo en Nari. Sabía que si pasaban años, ella seguiría viva- pero luego- no, caza trolles, no sabes lo que significó perder a Archie, despues de 900 años compartiendo su vida con él. En paz descance Tobias, pero ese maldito gato era la familia de Douxie, ¡Archie era todo lo que él tenía! ¿Por que adivina que?-. Sus ojos comenzaron a tornarse rosas. Al inicio fue solo el iris, pero mientras más se acercaba a Jim, el resto de su parpado se volvió del mismo tono. -Mientras tú tenias a tus amiguitos, y todos ustedes se ayudaban entre todos y salían adelante, para vivir felices, Douxie se quedó solo. Douxie no tuvo a nadie, porque la unica creatura en la faz de la tierra que tiene la descencia de ver por Hisirdoux y preguntarle si se encuentra bien ¡Esta atrapado en el mercado de Hong Kong por su culpa!-. Chispas y rayos rosas se escaparon de la piel de la chica haciendo su cabello flotar de la rabia. -Por su culpa-. Lagrimas rosas comenzaron a extenderse por su rostro mientras los rayos se fueron calmando y su voz de a poco se quebró. -Douxie está muy mal...-. Soltó un sollozo.
Y pese a todos los gritos que recibió, Clara se acercó a envolverla en un abrazo.
Al inicio, Zoe intentó apartarla, pero tras unos segundos de lucha en vano, aceptó el abrazo.
De pronto sus pies no podían sostenerla, y todo su peso quedó en los brazos de la bruja de sombras.
-Necesita ayuda... Necesita a Archie...
Clara miró a Jim con los ojos cristalinos, y se mordió fuertemente los labios sin saber que decir a continuación.
Por mucho que les costara admitirlo, Zoe estaba en lo correcto.
====
Habían cometido un error, eso estaba claro. Haber dejado a uno de sus miembros por su cuenta en un momento tan perjudicial como ese no había sido muy inteligente por parte de ellos. Después de todo, Hisirdoux siempre había estado ahí para ayudarlos, aunque fuese de lejos, pero lo había hecho. Había reparado la linea de tiempo, creó el nuevo amuleto, le dió a Krel la oportunidad de tener grandes avances con su tecnología, y los invitaba siempre que podía al café.
Lo minimo que podían hacer era permaneer a su lado en ese momento, y cuidar de él como él cuido de ellos. Al menos, hasta que encontraran una forma de regresar a Archie al mismo plano existencial.
Así que los miembros de la mesa redonda se pusieron de acuerdo, y transcurridos unos días, comenzaron a presentarse indiviualmente al departamento del azavache.
Los Lunes y Martes asistía Jim, Miercoles y Jueves lo hacía Krel, Viernes y fines de semana, Clara. Incluso Steve se presentó en una ocación, o dos.
A veces iban por unos minutos, solo a pasar a la habitación de Douxie y asegurarse de que siguiera dormido, otras pasaban horas en el departamento, a veces limpiando o acomodando los libros. Zoe se encargó de pagar las cuentas de la luz y el agua, simplemente para que no se sintiera tan desolado el lugar. Jim, en algunas ocaciones, se ponía a preparar comida, esperando que solo tal vez, el aroma desperata al mago en la habitación de al lado, nunca lo hacía, pero era bueno no perder la esperanza.
Tampoco importaba en que momento del día fueras, era muy probable que te encontraras con Zoe. La bruja se negaba a dejar el departamento, se había adueñado practicamente del sofá que declaró como su nueva cama, y apenas salía del trabajo, llegaba corriendo a pasar la tarde junto a Hisirdoux.
La mesa redonda habló en silencio, ¿por qué Douxie nunca les había contado ese secreto?
Clara sabía que era complicado. No era como la magia o los viajes en el tiempo, no era una cuestion que necesitara de batallas con espadas o una armada; Douxie sufría en silencio en una guerra que nunca podría ser ganada, y a veces uno no podía simplemente expresarlo, así que no servía de nada decirlo en voz alta.
=====
Clara comenzó a frecuentar más la casa, incluso cuando no eran los días que a ella le tocaba. La bruja de sombras quería ayudar a Zoe, sabía que la chica era obstinada y que no estaba descansando lo suficiente, por velar por su amigo.
Al inicio fue realmente incomodo. Solo las dos chicas, sentadas en las esquinas opuestas del sillón sin dirigirse palabra, pero con forme pasaron los soles, las charlas se volvieron inevitables. Ambas brujas comenzaron a compartir las mismas miradas que Archie y Zoe se daban, inconcientemente reviviendo los papeles que el familiar y la peli-rosa tenían.
Zoe realmente apreciaba la compañía. Las horas se volvieron palabras, y las palabras recuerdos, sobre las miles de cosas estupidas que Hisirdoux hacía cuando estaba despierto.
Con el tiempo lograron terminar de unir la guitarra, fue un largo trabajo que requirió de sus manos, de una poca tecnología Alkiridiana -gracias a Krel- y magia -por parte de ella y Clara- pero una vez estuvo reparada, Zoe no se atrevió a probarla.
No parecía correcto. Así que solo la guardó en un estuche, y la colgó al lado de la entrada.
====
El 31 de Diciembre sonaron las campanadas. Zoe pasó las fiestas en el departamento, estaba sentada en el suelo, con la espalda recargada al lecho cuando dieron las 12. Hisirdoux seguía durmiendo.
-Feliz año nuevo-. susurró bajito, apretando la mano del mago a su lado.
====
Entonces llegó la primavera, y con ella el canto de los pajaros. La nieve de a poco se derritió, dandole paso a los vivos capullos de flores que se abrieron con cada día de Marzo.
Había pasado un año.
Un año desde que perdió a Archie.
Un año desde que se había recostado.
Un maldito año, durmiendo para olvidar su pasado.
Un par de ocaciones durante el invierno, abrió los ojos momentaneamente, pero fueron segundos tan fugaces que ni siquiera había logrado salido de su sueño.
Por eso, cuando Zoe entró a la habitación, cargando una taza de café caliente, ese día, se sorprendió de ver al mago con los ojos abiertos.
Douxie seguía recostado, de hecho, no se había levantado, su mirada era cansada y sus ojos tan tristes que parecía haber envegecido 100 años. Una de sus manos se escurría bajo la almohada y la otra colgaba a la deriba de la cama.
¿A caso Zoe estaba soñando?
Entonces, Hisirdoux comenzó a murmurar.
No, no estaba soñando.
-'o...e?-. La peli-rosa se acercó de inmediato, no le importó derramar la taza.
-Douxie-. se hincó a su lado, y pasó una mano por su rostro para quitarle el cabello de la frente. -Si soy yo.
-¿'uanto tiempo ha pasado?-. Bostezó entre sus palabras.
Una pequeña sonrisa se formó en los labios de la bruja.
-Más de un año-. Zoe sabía que Douxie odiaba cuando le mentían, y que en esta situación solo quedaba ser honesto.
Obtuvo un pequeño asentimiento por parte del chico con destellos azules en la cabeza, antes de que la vista de Hisirdoux se plantara sobre la camita de Archie.
Los ojos del muchacho se llenaron de terror y miedo en un instante, Hisirdoux intentó levantarse de la cama.
-¿Arch-? -. Zoe logró detenerlo, pero su corazón comenzó a estrujarse. La voz de Douxie pendía de un hilo, y con los ojos completamente nublados levantó la vista al rostro de Zoe.
Saphiros y Ambar se mezclaron, fue tan solo la expresión de la bruja la que le devolvió a Douxie los recuerdos, que le cayeron sobre los hombros en un segundo. Hisirdoux sentía que una montaña entera había caído sobre su pecho, y la tarea de respirar dejó de ser natural para su cuerpo. El peso de las memorias con los titanes, con la cronosfera y Nari comenzaron a acumularse hasta quebrarlo en llanto.
-No-. Apretó los puños sobre las prendas de Zoe. -No, por favor...
La bruja acercó el cuerpo ageno a su pecho, y dejó que Douxie la estrujara en un vano intento de calmar su llanto. Zoe apretó los labios y contuvo las lagrimas a la hora de envolverlo en un abrazo, y lo dejó llorar hasta desahogarse.
Los cristales en la habitación se quebraron, focos, lamparas y retraros estallaron en mil pedazos, con chispas celestes a su alrededor, los libros se cayeron de las estanterías, y los muebles perdieron sus cogines. Las cañerías del departamento se rompieron, y los cerrojos de las puertas se abrieron, pero eso no inmutó a la bruja peli-rosa.
Los sollozos de Douxie eran desgarradores, peores que los que soltó cuando presenció el holocausto. Con cada suspiro y sollozo que se escapaba de sus labios, Zoe podía sentir un pedacito de su corazón quebrarse y romperse. No le importó que su blusa favorita se arrugara ni que se cubriera de mocos y lagrimas, solo le importaba mantener a Douxie salvo, entre sus brazos.
Pasaron horas, tal vez fueron miutos o quiza hayan sido milenios, pero Hisirdoux se quedó sin lagrimas. Poco a poco, el brillante azul celeste se fue extingiendo de los objetos a su alrededor. Douxie lucía agotado, tanto, que era un milagro que permaneciera despierto.
Zoe hizo un breve moviniento de manos, y con ese simple gesto trajo un baso de plastico con agua de la cocina. La chica lo ayudó a sentarse, el artefacto se acercó flotando hasta su mano, y la bruja colocó la bebida entre los labios del muchacho.
Douxie no quería comer ni tomar agua, pero tampoco tenía fuerza para pelear por eso. Así que en silencio sorbió de a poco el liquido, llevando sus propias manos al objeto, mientras se daba su tiempo para beber los tragos.
No terminó el vaso entero, pero era al menos un avance.
-¿Quieres comer algo?-. Le preguntó Zoe, dejando el plastico en la mesita de noche.
Casperian solo negó lentamente con la cabeza, mirando el suelo, con todos los vidrios quebrados. Ashirld le dedicó una sonrisa ladeada, y le acomodó un mechon de cabello tras la oreja.
Hisirdoux recargó su frente en el hombro de la opuesta.
-Tengo tanto sueño...
-Lo sé-. Comenzó a acariciarle la espalda.
-Quiero seguir durmiendo-. Susurró bajito.
Zoe no tuvo tiempo de responder, alguien estaba tocando la puerta. Douxie se incorporó y permaneció sentado en la cama.
-En un momento vuelvo, ¿sí? Debe ser Clara-. Le informó al levantarse, y dirigirse a la entrada.
El caza troles y la bruja de sombras se sorprendieron al entrar ese día a la casa. Pero, ¿qué mierda había pasado ahí?
Zoe hizo un rapido hechizo para cortar el agua, antes de que se siguiera desperdiciando. Posteriormente los miró y les contó la verdad:
-Douxie ha despertado. No ha sido muy grato, que digamos.
Con esas palabras, Nuñez se apresuró a correr a la habitación, pero para el momento que entró, Hisirdoux ya estaba nuevamente recostado, profundamente sumido en un sueño.
-No- no lo entiendo. Pero tú dijiste que-
-Las cosas toman su tiempo-. Zoe entró lentamente a la habitación seguido del caza trolles, y miró nostálgica al maestro mago. -Estaba despierto hace un momento-. explicó. -pero... Utilizó tanta magia, y sus emociones son tan fuertes... Necesita más tiempo.
-¿Cuando crees que él despierte?-. Jim le susurró bajito, mientras Clara comenzaba a arroparlo.
Y por primera vez en meses, Lake Jr. vió a la bruja sonreir.
-Pronto-. dijo confiada con un poco de fé en sus palabras.
Pronto.
-Por ahora, solo necesita más tiempo.
7 notes · View notes
multyeverything · 3 years
Text
Ciega Devoción
Capitulo #2: Perspicacia
Tumblr media
Autor: multyeverything
TW: Amor/atracción no correspondido, groserías e insultos leves, contacto físico no consentido, temas paranormales, angustia.
Rating: Para este cap 13+
Sinopsis: Una serie de sucesos que parecieran inofensivo alertan los sentidos de t/n, una duda crece en su interior y eso la lleva a tener que actuar de manera impulsiva para no perder la pista que cree ha encontrado.
Au: Paranormal
Emparejando: Seo Changbin X t/n X Yang Jeongin
━━━━━━━━━━━━✧❂✧━━━━━━━━━━━━
Cerré mis ojos para soñar, para verlo. Esta es la manera en que puedo sentirlo tan presente como si estuviera frente a mí. Intento fallido tras intento fallido desde ya hace una semana.
No he podido comunicarme con él en varios días a través de pensamientos, tampoco respondía mis llamadas. Me preocupa su bienestar y su salud mental. Solo espero se encuentre bien y que la desesperación no gane.
Tiempo al tiempo, tal vez necesite estar solo. Angustiarme en la madrugada no hará nada por mí.
Lo que me hace pensar... ¿Cómo podré comunicarme con alguien más si no tengo ninguna red social para hacerlo? Pronto las haré, ahora mismo no tengo ánimos. No me resulta fácil volver a la soledad. Tendré que hacer amigos también.
Ashur era usualmente quien notaba mis deslices y me ayudaba a resolverlos. Sin su presencia liderante hay tantos aspectos de los que debo ocuparme por mi cuenta.
━━━━━━━━━━━━✧❂✧━━━━━━━━━━━━
Entrando al campus, están los stands con diferentes equipos y oportunidades académicas que se ofrecerán a lo largo del ciclo escolar y con los que generaremos créditos extras. Aunque sabemos perfectamente que son más una obligación para los nuevos.
Me abro paso entre estudiantes de grados mayores, boletines voladores y desorientados jóvenes hasta las escaleras que dirigen a los salones, no subo, me quedo ahí para poder pensar en mis opciones. Respecto al conjuro de olfato, el aroma se ha mantenido considerablemente igual desde anoche, lo atribuyo a la inmensa cantidad de seres en el lugar. Confirmando mi teoría de que me he encontrado con al menos dos de los objetivos en el mismo salón o habían tomado clases recientemente ahí. Siguen cerca, lo sé. De igual forma, reduce a los sospechosos a un reducido número. Habría que revisar listas de asistencia de profesores o llevar un registro de quienes acceden al edificio.
Regresando a mi realidad actual...
¿Fútbol femenil? Definitivamente no.
¿Música? Emmm, mejor no.
¿Teatro? Probablemente.
¿Ajedrez? No
¿Baile? No
¿Atletismo? Oh no
¿Taller de cocina? No
¿Idiomas? Queda anulado para mí si ya tomo la materia
¿Tutoría? El mismo caso
¿Volleyball? N... Espera, no suena nada mal. 1 crédito por hora de entrenamiento suena excelente. No tendría que cursar materias extras, lo que me da más tiempo para mí.
- ¿Has decidido al fin? -
Una chica alta y delgada se acerca a mí, me extiende un hoja para llenar con mis datos junto una pluma.
- Soy Jessica, encargada de apoyar a los recién ingresados. Estoy para ayudarte en lo que sea respecto a la escuela. - Se acerca a mí oído situado 8 cm debajo del suyo - También me encargaré de llevarte a las mejores fiestas de bienvenida. - Devuelvo la sonrisa.
- Creo que escogeré volleyball. Me parece es lo más fácil y accesible entre las opciones. -
- Pues me parece una ofensa como jugadora del equipo. -
Mierda, mierda, mierda.
- No quería ofenderte, lo lamento. -
- No lo has hecho. Llevaré tu forma para aprobación y veré que seas aceptada. Ya veremos qué tan fácil es. Rellena tus datos por favor. -
No lo dice enojada ni con crueldad, hay humor en su tono de voz.
Con palmas temblorosas escribo lo solicitado y entrego de vuelta a quien ahora me mira juguetona. No me dio otra opción, cavé mi tumba al subestimar el deporte, ahora no podré tomar otra desición con ella en mis espaldas.
- Relájate. Espero tengas condición física.-
Dispuesta a entrar al fin, escucho "mi nombre" en los labios de alguien aproximándose. Es Jeongin "cara de zorro" junto a otro chico que toma la clase de idiomas con nosotros, solo no recuerdo su nombre ahora mismo, es lindo también.
- ¿Que curso has elegido? - Su usual sonrisa de oreja a oreja adorna su cara
- Alguien más lo hizo por mí, pero fue Volleyball. -
- oh, ¿Juegas? -
- No, pero ¿No debe ser muy difícil o si? -
- No dejes caer el balón supongo.- Aclara su garganta el otro joven - Oh, te presento formalmente a mi amigo, también cursa idiomas con nosotros. Seugmin. -
- Un gusto - decimos el mismo tiempo.
- Entonces, ¿Nos acompañas a desayunar?-
Seugmin le lanza un mirada de desconcierto que podría haber pasado desapercibida si no fuera por que tomó demasiado tiempo en notar que lo había hecho. Al instante relaja sus facciones.
- Me encantaría, pero debo ir a mi primera clase de hoy. Tal vez otro día. -
I.N: Pero las clases han sido suspendidas hasta las 10:30. Puedes acompañarnos.
- ¿Estás seguro de eso? -
S: Claro, ¿T/n verdad? Los alumnos no pueden inscribirse y estar en los salones al mismo tiempo. - "Tal vez no me agrade tanto este chico" pienso.
- Entonces claro, los acompañaré con gusto.-
I.N: Genial! Te agradarán. -
- Si son como tú, estoy segura. -
I.N: Una cosa más, estarán otros amigos, ¿No tienes problemas con ello?
- Ninguno. -
El lugar al que me llevan es una pequeña cafetería fuera del campus. Lejos de toda la actividad. Otros tres nos reciben con gestos para acercarnos a la mesa (con cupo para al menos otros cinco) y un café listo, también para mí. Lo que me hace pensar que ya me esperaban o tal vez Jeongin les envío un mensaje acerca de mí viniendo.
I.N: T/n, ellos son Felix, Hyunjin y Jisung.
F: ¿Tomas café verdad t/n?
Respondo con un moviendo de cabeza al tomar asiento en el sillón que forma una U. La mano caliente (casi quemando) de Seugmin rosa mi hombro al tratar de retirar mi bolsa, alertando mi sistema de autopreservación al instante. Doy un salto involuntario en mi lugar situado entre él y Jeongin. Inmediatamente intento volver a tener contacto con él pero sus manos ya están muy lejos.
F: ¿Estás bien t/n?
- Si, sí. Oh Seugmin me has espantado. -
S: Perdón, intentaba ayudarte. Creo me tomé muchas libertades al querer tomar tus cosas sin avisarte antes.
Recibe un golpe en la de parte del peliazul que ha tenido que pasar el brazo tras de mí para alcanzarlo. También teniendo un ligero contacto con el saco que traigo puesto, sin hacerme sentir nada.
El rato transcurre rápida u tranquilamente. No tengo que ocuparme en hablar mucho, ellos son igual de parlanchines que Jeongin. No obstante, aquel que hace no mucho perturbó mi sistema, está sumido en su computadora sin levantar la mirada. Como ausente.
H: t/n disculpa a nuestro amigo, usualmente es más sociable que lo que has visto las últimas dos horas. Irrigado
S: Estoy ocupado ahora mismo, no puedo distraerme.
F: Socializar es bueno, las clases apenas comienzan y ya te estás aislando Minnie.
S: Frente a ella no Felix!
Ahí es donde Seugmin había mentido. Es cierto que debía entregar algunas asignaturas, pero lo único que había hecho era copiar y pegar textos, nada que requiriera su concentración total. De hecho, no había parado de pensar en tu reacción, una de dolor evidente a su tacto. Tal vez ellos no lo habían notado, pero vaya que Seugmin sí, todo un observador como siempre. No solo eso, al hacer contacto también sintió algo, frío. No tan intenso como para retirar su mano abruptamente, pero aún así distingible. Quería atribuirlo al cambio de temperatura, pero ambos venían del exterior así que compartían el mismo calor corporal, suponía que tal vez y solo tal vez eres una chica friolenta y delicada con el espacio personal. Exagerada también.
- Creo que debo irme chicos, pasé un rato muy ameno con ustedes. Pero es lo hora si quiero llegar a tiempo. -
J: Te acompañamos, es hora de retirarnos igualmente.
Alcanzo mi cartera dentro de la mochila para sacar dinero.
I.N: Yo pagaré tu cuenta t/n.
- ¡No puedo aceptar eso! Por favor permíteme pagar. -
I.N: No es necesario, si te molesta tanto puedes comprarme algo después. Por ahora permíteme.
Hyunjin y Jisung entonan un 'uhhh' y palmean sus hombros. Felix sonríe con un gesto de orgullo en la mirada.
H: ¿Pagarás por mí también Romeo?
J: ¿Y por mí?
F: Obvio por mí.
S: Yo lo haré, así compensaré ausentarme de la charla.
H: No me opongo.
J,F: Ni nosotros.
I.N: Dividamos la cuenta amigo.
Tomamos nuestras cosas y nos disponemos a salir para volver a nuestras ocupaciones. Pero la curiosidad es más grande, tengo que comprobar algo antes de irme.
- ¿Que les parece si se adelantan? Debo ir al tocador antes.
I.N: Puedo esperarte.
H: No tenemos problemas en esperar unos minutos más.
- Si, está bien. Lo veo afuera entonces.
Todos salen del establecimiento y me adentro en el baño. Solo para revisar mi pelo y maquillaje, y salir casi inmediatamente antes que el mesero haya retirado la bandeja con el dinero. Toco cada billete y moneda; como lo esperaba, puedo percibir el calor intenso en la textura del papel.
Rápidamente coloco un billete de la misma denominación y cambio el que contiene el rastro térmico. Afuera están reunidos mirando directo en mi dirección.
- Listo, espero no haber tardado. -
I.N: No hay cuidado. Vamos.
━━━━━━━━━━━━✧❂✧━━━━━━━━━━━━
Todo habría salido a la perfección si no fuera porque el distraído Kim Seugmin perdido en sus pensamientos había olvidado sus gafas en el asiento que ocupó gran parte de su mañana.
No tuvo que buscar mucho, permanecían en el acolchonado. Poco después vio como la jovencita exagerada salía del baño y se apresuraba a la mesa; meticulosa palpaba el efectivo en la bandeja.
'¿Que diablos hace?
¿Por qué se empeña en pagar?'
Sin anteojos era difícil distinguir que diablos hacía aquella.
Antes de ser visto, regresa con sus amigos y espera paciente a su lado a que vuelva. Con el gesto más despreocupado y un aroma dulce, indica que está lista.
Adentrado en sus pensamientos (un hábito en él) es aún capaz de sentir que algo se desliza por su bolsillo trasero de la chaqueta estilo borbardero muy lentamente. El aroma delicioso inunda sus sentidos, es t/n.
Ralentiza sus pasos un poco, dejándo que sus acompañantes lo aventajen. Lleva su mano al bolsillo en específico para sacar un billete. Uno del mismo color, ya que no podía ver la denominación claramente, que al que t/n había cambiado.
'Ha pagado su cuenta. Volvió para tomar el billete y pagarme'
Levanta la mirada de su palma para encontrarse con un rostro sonriente. Percibe entendimiento de su parte y regresa la sonrisa.
¿La formas fácil de hacer que alguien olvide algo?
Haz algo lindo por ellos.
━━━━━━━━━━━━✧❂✧━━━━━━━━━━━━
Índice
9 notes · View notes