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#esteban paredes
somoschile · 2 years
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laopiniononline · 2 years
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Esteban Paredes lanza con gran éxito challenge en TikTok
Esteban Paredes lanza con gran éxito challenge en TikTok
El goleador histórico presentó un desafío en su cuenta de TikTok, que en sólo horas ya cuenta con miles de reproducciones, likes y buenos comentarios. El exjugador de fútbol y seleccionado de gran éxito en Colo Colo y la Roja, subió a su cuenta de TikTok, e.paredes7, un challenge que está generando gran expectación. Se trata de una jugada, que ya cuenta con miles de reproducciones, además de…
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365filmsbyauroranocte · 3 months
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Los delincuentes (Rodrigo Moreno, 2023)
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myillicitaffair · 2 months
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You are in love | Esteban Kukuriczka.
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sumario: noches de pizza con tu amigo… claro, amigo.
advertencias: sexo explícito (+18) , penetración, sexo sin protección, consumo de alcohol.
créditos: las fotos del collage fueron extraídas de pinterest, más las edite yo. la canción cuya letra utilice es You Are In love (Taylor’s Version) de Taylor Swift.
notas: honestamente, no estoy muy contenta con el resultado final pero espero que puedan disfrutarlo de todas maneras xx.
No hay pruebas, no fue demasiado, pero yo vi suficiente.
Paciente, fuera de su recibidor, me encuentro parada, esperándolo con una botella de vino bajo la axila. Aliso los pliegues de mi falda varias veces con las manos, un hábito al que recurro para evitar sucumbir a la ansiedad que me atormenta. Con la cámara de mi celular, observo mi reflejo, comprobando que mi maquillaje permanezca en su lugar, que mi cabello siga viéndose inmaculado.
No recuerdo un tiempo en el que Kuku haya sido simplemente un amigo, siempre fue más; mi confidente, el protagonista de mis fantasías, quien roba mis suspiros y miradas, de quien terminé enamorándome.
Las pisadas sobre las baldosas delatan su presencia apropincuándose, luego el traqueteo de las llaves en la cerradura, las bisagras girando en su eje para revelarlo frente a mí.
La alegría tiñe su rostro al verme, redondeando sus angulosos pómulos y centrando mi atención en la mueca en sus labios. Condenadamente cerca de mí y a la vez tan inalcanzables.
Su voz dándome la bienvenida me sacude de mi subrepticia quimera, trayéndome de un zarpazo de vuelta a la realidad. Me estrecha contra su torso, con las muñecas serpenteándose por mi cintura para atraerme más cerca.
“Traje vino, Kuku”- pronuncio, a modo de saludo, mientras lo abrazo estrechamente.
“¡Gracias, ángel! Entrá que está por llegar la comida”- informa, de manera tan casual y ligera que siento mi corazón escurrirse hasta tocar el suelo.
“Ángel” me dijo, jodiéndome para siempre. ¿Cómo seré alguna vez capaz de recuperarme de tal agravio a mi integridad? Decido asentir y adentrarme a su hogar.
Me recibe una sala de estar cálidamente iluminada, las paredes blancas cubiertas de cuadros y fotos, un aterciopelado sofá rojo situado en medio de la habitación.
Me acerco a una repisa de madera, donde reposa un retrato recientemente seleccionado… todo el elenco de La Sociedad De La Nieve posando bajo el lente de su cámara, sonrisas reflejadas en nuestros rostros enmarcados.
“Esa la tomé el último día de rodaje”- me recuerda, apareciendo por detrás mío, con una mano en mi espalda baja.
No hay pruebas, un toque singular, pero yo sentí suficiente.
Mis vellos corporales se erizan ante el contacto, un escalofrío recorriéndome cargado de anticipación por lo que jamás sucederá. Asiento torpemente, deseosa de fundirme en el calor de su silueta.
Pienso en esos mismos dedos, acorralando mi piel a su paso, incendiando su sendero. Acariciando mis mejillas con ternura, colándose por mis labios, desvistiéndome con precisión.
El timbre retumbando en la sala me despierta, desarraigándome de mis maquinaciones pecaminosas. El hombre a mi lado da largas zancadas, con un caminar tímido y garbado, hasta alcanzar la puerta de madera y ojear la mirilla. Luego de cerciorarse de la identidad del intruso, le permite ingresar para que deposite el delivery entre sus brazos, marchándose luego de recibir su pago.
Sobre la mesa del comedor se halla mi bolso, el cual rebusco hasta toparme con la billetera y separar varios billetes para pagar una porción del importe de la cena.
“Dividamos los costos de la comida entre los dos, ¿te parece?”- debato, tendiéndole el dinero para así compensar la mitad de su perdida.
“Pero no, nena, ¡guarda eso! Te invito yo”- rechaza tajante al ignorar mi ofrenda, con juguetona indignación en sus facciones.
Más allá de mi recurrente insistencia, rechaza contundentemente todos mis intentos de devolverle la plata, escudándose en excusas absurdas. Una cálida sensación se apodera de mí ante su caballeroso gesto, traduciéndose en atontados vistazos en su dirección, mientras sigo cada uno de sus movimientos al sacar el par de copas de una alacena.
“Pedí pizza de ese bar que te gusta”- comienza a explicar, aun movilizándose para descorchar el vino- “la de pepperoni sigue siendo tu favorita, ¿verdad?”
Un solo paso, no fue demasiado, pero dijo suficiente.
Silencio. Silencio desgarrador y sepulcral a mi alrededor, petrificando el aire a su paso.
“¿Te acordaste?”- asevero con un hilo de voz, aunque suena más a una pregunta, reflejando mi propia inseguridad.
Mis extremidades tramitan un cosquilleo colectivo, despertándome de la anestesia que se había apoderado de mí.
“Si, obvio”- le resta importancia, sirviendo la bebida y entregándome mi copa.
Y yo entiendo lo tonto que debe sonar, pero, por un momento, me permito sentirme importante e incluso un tanto sustancial en su existencia. “Me escuchó” medito, atónita por la revelación, revolucionando todas mis ternuras dirigidas hacia él.
Mis ojos se obsesionan con su él, simplemente él y su aura dorada coronándolo como si de un halo se tratara. ¿Cómo logré tener tanta suerte?
“No me mires así, nena”- pide al devolver mi mirada, su entrecejo fruncido en concentración- “Vas a hacerme creer que los chicos tenían razón…”
Mi mueca se tiñe de confusión, no sabiendo con exactitud si se refiere a lo que yo supongo. Intento decodificar sus palabras, pero, tal vez por el prospecto de ver mi entusiasmo destrozado, me limito a repreguntar.
“¿De qué hablas, Kuku?”- atrapo mi labio inferior entre mis dientes para así detener los temblores que lo acosan.
“Ya sabes…”- se encoge de hombros, pero, al ver mi perplejidad se resigna a continuar- “Fran y Juani siempre nos cargaban con que… em, con que debíamos salir.”
Siento un hondazo envestirme de lleno y un deseo irremediable de que el mismo continúe hasta hacerme perder la conciencia.
“Ah, eso”- murmuro en voz baja, de repente completamente drenada de seguridad. Trato de difuminar mis conflictuadas preocupaciones con una risotada punzante, delatando la rigidez de mis hombros estáticos y la incomodidad en mi gesto.
¡Qué estúpida! ¿Cómo me permití alguna vez pensar que el podría sentir lo mismo que yo? Deseo tirarme al suelo y revolcarme en el bochorno que me arrima, lo suficiente para olvidarlo a él con sus grandes ojos fijos y perder la cordura a manos de la vergüenza.
“Era un chiste nada más, no deseaba hacerte sentir mal”- aclara cálidamente, rodeando la mesa hasta rozar nuestros hombros.
Es absurda la cantidad irremediables de terminaciones nerviosas que logra incendiar con solo oprimir su marco con el mío. ¡Debo frenar esta locura antes de que se me vaya de las manos!
“Claro…”- suspiro, forzando una sonrisa al tomar asiento en la silla que abuso bajo mis pálidos nudillos.
Tomando la copa entre mis palmas, la balanceo hasta verter el liquido más allá de mis labios, rezando para que el espirituoso proveniente de uva disipe su comentario furtivo.
El mayor, aún parado a mi lado, hinca sus rodillas para arrodillarse y así quedar a la altura de mis ojos.
“Ángel, lo siento si te ofendí. No era mi intención”- se disculpa, escurriendo sus dígitos entre mi cabello para plegarme un mechón tras mi oreja.
“Ya sé, Kuku… y lo prometo, ¡estoy bien!”- miento descaradamente en su cara, con las comisuras adheridas a mis tensas mejillas.
Por unos prolongados segundos- que se sienten como una eternidad- nos miramos firmemente, tratando de descifrar los pensamientos cabalgando en la cabeza opuesta. Con un afectado suspiro, se levanta del suelo para luego posicionarse en la silla contigua a la mía.
Una vez asentado en su sitio, levanta el rostro para enfrentarme y toma mis temblorosas manos entre las suyas. Inmediatamente noto su calor corporal, las asperezas desperdigadas por sus palmas, sus anillos colisionando con los míos.
“Ahora entiendo cómo mi comentario pudo haber sonado y te pido perdón por ello”- alega mientras me observa, pausando en cada pequeño lunar e imperfección.
Inhibida y un tanto cohibida ante su escrutinio, desvío mis ojos hacia un costado y muerdo mi labio inferior, aprisionándolo entre mis paletas.
“No quería hacerte mal…”- confiesa, con sus orbes ahora clavados en mis labios mordisqueándose- “Sos mi mejor amiga.”
una mueca extraña en su rostro. Pausa, luego dice “sos mi mejor amiga.” Y yo supe a que se refería, está enamorado.
Una fuerza gravitacional me empuja aún más cerca suyo; envalentonada gracias a su fijación por mi boca, empiezo a disparar la ajena sin dudarlo. Deslizo una mano por su cachete, acariciando la incipiente barba creciendo allí mientras le robo un breve pico.
Al separarme, escaneo al hombre que acabo de besar, desesperada por hallar una reacción. La confusión tiñe su cara, tiene la mandíbula presionada con fuerza y un furioso sonrojo trepando hasta su nariz. Sin perder un solo minuto más. Vuelve a unir nuestras figuras en un beso, uno real esta vez.
Sus labios en contacto con los míos consienten un hambre que venía cultivando hace meses, acelerando mi deseo de conseguir más. Mi corazón late con una velocidad alarmante, saltando implacablemente contra mi caja torácica, y agravando los temblores en todo mi cuerpo.
Una danza desenfrenada se desenlaza, dando rápido paso a una intrépida batalla por apropiarse de la ventaja que implica dominarnos mutuamente. Una de sus manos se enreda en mi melena, tirándola hacia atrás mientras su lengua se apresura en inmiscuirse en mi cavidad bucal, cepillando la propia y paseándose por toda su extensión.
El aire comienza a escasear y el ardor en nuestros pulmones nos fuerzan a dividirnos, aprovecho el breve impase para deslizar mis extremidades por sus piernas y así, sentarme a horcajadas sobre su regazo.
“¿Sabes hace cuánto deseo hacer esto?”- cuestiona, entrelazando sus dígitos por mis curvas y asentándome sobre la junción de su torso y piernas.
Bajo mío, noto un bulto que comienza a alzarse, punzando mi centro deliciosamente. Sin siquiera razonarlo, muelo mis caderas contra él, percibiendo un curso de placer recorrerme entera ante la fricción contra sus pantalones.
En un arrojo de valentía, me deshago de la blusa que flamea en mis costados, arrojándola lejos nuestro. Como si de un arreglo tácito se tratara, el argentino adjunta sus labios con mi pecho y comienza a succionar mi piel con fiereza, yo me limito a atraerlo contra mí mediante su cabellera.
“Tantas veces fantasee con esto…”- admito, sin poder evitarlo, mientras él libera mi busto del corpiño.
Levito hacia su remera, forcejeando con ella hasta deshacerla hacia las baldosas y revelar su tórax al descubierto. Recubierto de pecas difuminándose en su blancura, dudo alguna vez haber visto una imagen más hermosa.
Sosteniéndose de mis muslos, se irgue y tropieza hasta toparse con el sillón, descargándome sobre el terciopelo con una impredecible agilidad. Allí, acostada en medio de su sala de estar, centro mi atención a sus dedos desenlazando mi falda con ternura, para luego despojarme por completo de mis confinamientos.
Imitando sus movimientos, aviento mis brazos hacia su entrepierna para desabrocharlo y librarlo de sus prendas. Aceleradamente, lo desvisto hasta que nuestras desnudeces son lo único que prevalece.
“Sos hermosa”- me halaga, recorriendo cada centímetro de mi piel con delicadeza, intentando memorizarlo para siempre.
Respondo con mi agarre volando hasta su palpitante erección y acariciándola juguetonamente, con constancia hasta donde me lo permite.
“Necesito sentirte adentro mío, Kuku…”- pido, sin sentir un ápice de vergüenza ante mi explicitación.
Un gruñido escapa su garganta ante mi directiva, deshaciéndose de mi toque para posicionar su polla entre los pliegues de mi coño y comenzar a adentrarse. Sollozos son lanzados en su dirección, animándolo a ir más allá, a continuar.
“Dios, estás tan apretada”- pronuncia cuando la cabeza de su pene logra tocar mi fondo, disfrutando los espasmos que mi canal le proporcionan.
En un frenesí ocasionado por la sensibilidad que su miembro me genera, embisto mis caderas para acercar nuestros centros aún más y luego retirarme, provocando un extasiante vaivén. Los gemidos retumban en el silencio del salón, con la danza que nuestros sexos lideran al fusionarse.
“Estoy enamorado de vos, ángel, desde la primera vez que te vi”- dice al observarme con atención, aun penetrándome hacia la culminación.
Sorprendida por lo inaudito de la situación, una lagrima se cuela por mis ojos y rueda en su sendero por mi mejilla ante su confesión, una que aguardo hace meses.
Esteban la recoge, interrumpiendo su trayecto hacia mi cuello para besarme nuevamente, con renovada emoción.
Y ahora comprendes por qué perdieron la cabeza y pelearon sus batallas, y por qué yo he pasado toda mi vida tratando de ponerlo en palabras.
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creads · 19 days
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⭐️ you can be the boss. fem!reader x esteban kukuriczka
🪐 minha masterlist
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» cw: smut! por favor só interaja se for +18. age gap; kuku!dilf e amigo do pai; thigh riding; nipple play; choking; orgasm denial; muita dirty talk; degradação + dumbification + praise; oral m recieving; face fucking; face slapping; masturbação masc e fem; cum eating; hair pulling; corruption kink; uma cuspida na boca só 🤭.
» wn: [alexa toque you can be the boss de lana del rey] espero que vocês gostem, lobinhas divas 💋🐺. inclusive, eu escrevi isso imaginando a leitora bemmm patricinha & cocotinha, acho que deixa o cenário mais saboroso hihihi
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Enquanto esperava o elevador chegar, se olhava no espelho da portaria, passa a mão no vestido para desamassar algumas partes e confere se a maquiagem estava bonita. Não se preparava apenas fisicamente, também psicologicamente, sabia que ia ouvir as mesmas perguntas a noite toda: Como vai a faculdade? Pretende seguir os passos do seu pai? Era mais um jantar que seus pais tinham organizado no apartamento deles para comemorar algo da empresa, e você tinha certeza que seria entediante que nem todos os outros.
As portas do elevador se abrem, você entra e aperta o botão do 19º andar. E antes das portas se fecharem novamente, você escuta uma voz masculina: “Segura a porta por favor.” Instantaneamente aperta o botão de manter as portas abertas para que o dono da voz, até então desconhecida, consiga entrar no elevador.
Observa o loiro entrar, com uma garrafa de vinho nas mãos. Que sorte a sua de ser uma menina que segura a porta do elevador para estranhos.
Esteban é um amigo do seu pai, você o viu pela primeira vez quando ainda tinha 17 anos, também em um dos jantares da empresa dos seus pais, a qual ele tinha sido recentemente contratado. Não tinha como não reparar nele, seu pai o usava exemplo: era um estrangeiro e com 30 e poucos anos já tinha três graduações, era trilíngue, genial no trabalho e tinha uma família linda, uma bebezinha de alguns aninhos de idade e uma esposa - um pouco antipática - mas bem sucedida também.
Mas fato do homem viver na sua mente desde que o conheceu não tem nada a ver com o fato dele ser um dos melhores funcionários do seu pai, e sim por ele ser o homem mais gostoso que você já viu. Por esse motivo, nunca mais visitou o escritório do pai desarrumada, só caso veja ele, e pra piorar: parece que toda vez que você o vê está mais bonito, envelhece como vinho.
— Boa noite, Sr Kukuriczka. — Você o cumprimenta, educada.
— Boa noite, querida. Tudo bem com você?
— Tudo sim.
Agora, já com 20 e poucos anos e estudando em outra cidade, fazia bastante tempo que não o via. A última vez que você ouviu notícia de Esteban foi há meses atrás, em uma ligação com a sua mãe, ela comentou que ele ia ser promovido. “Que bom pra ele, mãe” você ficou feliz, mas ficou ainda mais quando ouviu: “Pois é, ainda mais agora que ele divorciou da esposa, tadinho, ficar solteiro com quase 40 anos não é fácil”.
— Você- — O loiro tentou preencher o silêncio do elevador, mas foi interrompido pelo lugar balançando, as luzes se piscaram algumas vezes e voltaram a funcionar logo após, mas o elevador não.
Você bufa, tinha ouvido recentemente seus pais reclamando que o síndico não faz nada para mudar o elevador velho do prédio. — Você é claustrofóbico, Sr. Kukuriczka? — Pergunta para o homem, tranquila, não tinha medo de elevadores. Além disso, a companhia é muito agradável, poderia ser pior.
— Não. — Ele responde, calmo também, enquanto olha para os botões do elevador.
— Que bom. — Você diz, enquanto se senta no chão.
— Ué, cade o botão de ligar pra portaria? — Ele parece confuso. Que tipo de elevador não tem botão de ligar pra portaria?
— Esse elevador é velho, não tem nem câmera, muito menos botão pra portaria. O negócio é esperar mesmo — Você responde o homem e aponta para os cantos superiores do lugar apertado. Apoia a cabeça na parede atrás de você e fecha os olhos.
Ele respira fundo, passa as mãos pelos cabelos levemente grisalhos, fala “tá bem, então” baixinho e se senta ao seu lado.
— Sabe que você pode me chamar de Esteban, né? — Ele te informa, já que vão ficar presos juntos no elevador, não tem porque manter a formalidade. Ele te vê sorrir e concordar com a cabeça, e logo retoma: — Bem, como está a faculdade? — Ele vira o rosto para fazer contato visual, sorri educado como quem diz “se estamos aqui sozinhos, vamos conversar, né?”
— Um pouco estressante, você sabe como é.
— Sim claro, mas é importante que você se distraia também, são anos que passam muito rápido. Eu, por exemplo, me casei muito jovem, quase não tive a experiência universitária. Me aventurei muito pouco quando tinha sua idade. — Ele responde, e você não consegue conter um sorriso, acha bonitinho o jeito que ele te dá o conselho.
— Aventurar em que sentido? — Você pergunta, rindo, ficou curiosa pra saber se ele estava se referindo à “aventura” que você pensava.
— Ah, no sentido romântico. — Ele ri de volta.
— Você quer dizer pegar gente da faculdade? — Você diz entre risadinhas. Achou engraçado a escolha de palavras. Ele ri junto com você enquanto afirma com a cabeça. — Esteban, e você acha que eu faço esse tipo de coisa? — O tom é exagerado, finge que se sentiu ofendida.
— Boba, não foi isso que eu quis dizer. — Ele responde com bom humor, os olhinhos ficam menores enquanto ele sorri. Que homem lindo, meu Deus…
Suspira e diz: “Eu sei, tô só brincando… Mas, se te conforta, não é lá grandes coisas, você não perdeu nada.”
— Ah não? Por que isso?
— Ah, sei lá, não gosto de ficar com caras da faculdade, são muito novinhos, inexperientes… — Você diz isso com o intuito de testar as águas, não queria partir pra cima dele que nem uma desesperada, queria ser sútil para que, na pior das hipóteses, ele poderia mudar de assunto e fingir que não entendeu o que você quis dizer. Mas, porra, precisava muito dele, numa intensidade que nunca precisou de mais ninguém; e sabe que essa é a única oportunidade que vai ter.
— É mesmo? — O tom dele revela que está genuinamente supreso, imaginava que você só pegava os playboyzinhos da faculdade. Mas os olhos dele, que te medem de cima para baixo, revelam que ele ficou feliz em saber que isso não é o caso.
— Aham, mas isso eu digo por mim, gosto dos mais velhos… — Com o rosto virado para o dele, faz questão de tombar a cabecinha para o lado enquanto diz isso, olha para o homem meiga, fazendo charme.
— Nossa. Não esperava isso de você.
— E por que não? — Ao dizer isso, você vira gira seu tronco que estava encostado na parede para a direção do mais velho ao seu lado, coloca uma coxa sobre a outra de forma estratégica para seu vestido subir um pouquinho ao mesmo tempo que fica mais perto do homem, sugestiva.
— Você é tão delicadinha, um cara mais velho te arruinaria. — O homem luta contra a vontade, mas não consegue evitar, olha intensamente para suas coxas expostas, você chega a sentir a pele queimando.
— E se eu quiser ser arruinada? — Você diz em um tom sedutor, e coloca sua perna sobre a coxa do homem, a ação faz com que seu vestido suba mais ainda. Pelo jeito que ele te come com os olhos, tem certeza que ele quer isso tanto quanto você, só precisa de um empurrãozinho.
Ele observa sua perna exposta sobre a dele, pertinho da virilha, mas se força a olhar pro teto, respira pesado. Ele é inteligente, sabe muito bem o que você está insinuando, mas sabe que não deveria engajar com essa sua fantasia, por mais que, nesse exato momento - te vendo tão exibidinha só pra ele - não tem nada que queira mais que isso, se sente que nem um adolescente ao lutar contra o tesão que só cresce. Passa as mãos grandes pelo cabelo em frustração, depois no rosto, elas param no queixo. Ele tenta se agarrar ao resto de sensatez que ainda tem na cabeça — Você… É terrível… —
— Eu? Por que? — Pergunta em falsa inocência, e morde o lábio fraquinho ao ver que ele tá quase mordendo a isca.
— Você é filha do meu chefe, e amigo. — O olhar volta para sua coxa exposta. Pensava como isso era errado, e como você era gostosa.
— E? Ele não tá aqui, tá? — Ao dizer isso, você ousa mais um pouquinho: coloca a mão dele na sua perna, e com a sua sobre a dele, aperta a carne. Vê ele soltar o ar pela boca, morde o lábio enquanto balança um não com a cabeça. Você só piora a bagunça na mente dele quando coloca a mão na bochecha do homem, sentindo a barba ralinha na palma da mão, e vira o rosto dele em sua direção. Dá um selinho demorado nos lábios rosadinhos, mas se afasta para olhar a carinha dele, diz: “Dale, Esteban, você mesmo disse que se aventurou pouco, aproveita agora”.
Se aproxima de novo dos lábios do homem, mas não completa o contato. Quem faz isso é Esteban, que coloca uma mão na sua nuca e te puxa para perto, te beija. Você solta um suspiro de alívio, principalmente por sentir que a língua dele dentro da sua boca é melhor ainda do que você sonhou e fantasiou por tanto tempo. Ele se quebra o beijo, mas continua pertinho da sua boca e mantém a outra mão que estava na sua coxa por lá mesmo, aperta a carne macia de levinho com os dedos.
— Você quer que eu te arruine, é? — Ele pergunta, decidido.
— Aham…
A mão grande que tocava na sua coxa se encaixa atrás do seu joelho, como um gancho, e te coloca montada na perna dele de forma bruta. As mãos viajam para a sua coxa, e lentamente sobem para a sua bunda, a apertando quando finalmente chega lá. — Me mostra o quanto você quer, então. — Olha nos seus olhos enquanto te aproxima para mais perto, te forçando a roçar contra a coxa coberta pela calça social. Você solta um gemido com a fricção e, quando sente ele mover seus quadris para trás, outro. Com uma mão, o loiro agarra sua nuca e te puxa para um beijo, a outra continua te guiando, para que você não pare de roçar contra ele.
As mãos dele trocam de lugar: uma vai para os seus cabelos, puxando eles de leve, a outra termina de puxar para baixo a alcinha do vestido que estava caindo, e depois, aperta um de seus mamilos expostos. Nesse momento, você já mexia os quadris por conta própria, já tonta de tanto prazer.
— Que lindinha, agora eu entendi por que vai no escritório toda arrumadinha quando eu tô lá. Era isso que você queria, nena? Se esfregar na minha coxa até gozar? — Ele diz enquanto abaixa a cabeça para que possa colocar seu mamilo dentro da boca, chupa seu biquinho enquanto a mão aperta seu seio.
— Esteban…
— Se tivesse me falado antes que os caras da sua faculdade não te tratam que nem uma vagabunda do jeito que você quer, eu teria resolvido isso pra você muito antes… Tadinha… — Ele só interrompe a frase para mudar de peito que recebia a atenção, mas no outro, até então negligenciado, dá mordidinhas no mamilo além de chupá-lo.
Você nem sabe o que era pra ser a frase incoerente que sai da sua boca, perde toda noção que tinha na cabeça quando ouve ele falar essas coisas enquanto brinca com seus biquinhos sensíveis, se desmonta em cima dele. Para piorar, recebe três tapinhas - fortinhos, até - no rosto, ele faz isso para chamar sua atenção.
— Não fica burrinha não, fala que nem menina inteligente. Tá gostoso, perrita? — As mãos que subiram até seu rosto para te dar tapas permanecem lá, ele segura seu queixo para que você seja forçada a manter o contato visual, você poderia gozar ali mesmo, só de ver o jeito que ele te olha e o sorrisinho cinico no rosto: ele gosta de falar essas coisas tanto quanto você gosta de ouvi-las.
— Muito…
— Quem te vê nem pensa que você é tão putinha assim, olha o que você tá fazendo… Tá molhando minha coxa toda. — A mão dele desce para seu pescoço, te enforca de levinho.
— Esteban…
— Ainda bem que a calça é preta né, nena? Que vergonha seria se todo mundo pudesse ver a bagunça que você fez na minha perna… — Quando as mãos apertam seu pescoço com mais força, sente que não consegue adiar mais seu orgasmo.
— Esteban… Eu vou… — Quando anuncia que está prestes a gozar, sente a sua perna ser levantada: é retirada de cima da coxa do homem. Fica sentada no chão, com o corpo molinho sem entender o que aconteceu.
— Ajoelha e abre a boca. — Ele diz enquanto desfaz o cinto que segurava as calças, depois desfaz os botões e retira o membro duro de dentro da cueca, tudo isso enquanto te observa atentamente, acha bonitinho sua cara de quem está desesperada por ele. Apesar de você obedecê-lo, decide te enrolar um pouquinho mais: se masturba lentamente antes de entrar na sua boca, só pra te provocar mais um pouquinho. — Língua pra fora. — Ele manda, e você naturalmente obedece. As mãos grandes param no seu cabelo, ele segura as suas mechas com força e esfrega a cabecinha rosada contra a sua língua, os dois gemem em satisfação.
Antes dele se colocar todo na sua boca, se afasta, e antes que você pudesse protestar contra a interrupção, o homem se curva e cospe dentro dela enquanto segura seu queixo, bruto. "Não engole, é pra facilitar o trabalho" diz, cínico, enquanto volta para a posição anterior e guia o pau para dentro da sua boca: primeiro coloca só a cabecinha e não segura um gemido quando te sente chupar a região. Com as mãos agarrando seu cabelo, o homem consegue mover sua cabeça para frente e para trás, e cada vez te traz para mais perto da virilha, começa devagarinho, mas sente seu discernimento ir embora quando seu nariz finalmente encosta na base, você o engoliu todo. Começa, então, a mexer os próprios quadris, enquanto imobiliza sua cabeça ao segurar seu cabelo pela base.
Ele é grande, então você sente os olhos lacrimejarem um pouco, mas se empenha pra agradá-lo, faz questão de olhar pra ele enquanto ele fode sua boca.
— Que buena niña… Tão boazinha… — Quando o homem fala a frase misturando o espanhol e português, dita em uma voz rouca e grave que sai entre gemidos, a umidade nas suas pernas se torna impossível de ignorar, por isso, desce com os dedos para dentro da calcinha, no início, só aplica um pouco de pressão para se aliviar, mas não adianta. Discretamente, começa a se tocar e enfia um dedo, mas Esteban percebe, claro, os olhos dele não deixaram você por nenhum segundo.
— Olha só pra você, bebita… Imagina se seu pai pudesse ver isso, hm? O amigo dele fudendo a boquinha da princesinha dele... Acho que da próxima vez que ele me chamar pra fumar um charuto e reclamar que você ainda não arrumou um namorado, vou falar que é porque você tá ocupada demais mamando o amigo dele.
Você solta um gemido, abafado pelo pau do homem entrando e saindo da sua boca de forma rápida, ríspida. Excitada com as palavras degradantes, involuntariamente mexe os dedos mais rapidamente, desesperada. Fecha os olhos de prazer, é muita coisa acontecendo. Sente o homem se retirar de dentro da sua boca, e logo após recebe um tapa na bochecha, a ardência só intensifica o tesão, e o jeito que o homem te adverte mais ainda: "Mirame cuando te hablo." Luta contra o prazer e se força a abrir os olhos de novo, olha para o homem acima de você.
Ele se enfia novamente dentro da sua boca, e não perde tempo em voltar a fuder sua boca de novo. — Que bonitinha, nem chia quando leva tapa na cara, é porque você gosta, né? É uma vagabunda muito boazinha mesmo... E ainda enfia os dedinhos na buceta só porque gosta de ser tratada que nem uma cachorrinha por cara mais velho… — Ele diz e estala a língua em um sinal de reprovação. — Que coisa feia, nena...
Você geme em volta do pau que maltrata sua boquinha, as vibrações misturadas com ele atingindo o fundo da sua garganta arrancam um gemido do homem: “Porra…” ele solta baixinho.
— E se eu contar pra todo mundo naquele jantar que você é uma vagabunda, hm? Que não consegue levar porra na boca sem gozar nos seus próprios dedos, que nem uma perrita desesperada.
Como se estivessem conectados, os quadris de Esteban começam a se mover de uma forma mais desengonçada ao mesmo tempo que você experiência seu orgasmo, os seus gemidos altos são abafados pelo pau que entra e sai da sua boca, e a vibração que eles causam ao redor dele faz Esteban gozar no fundo da sua garganta. Ele se retira lentamente da sua boca enquanto ainda goza, pelo simples motivo de querer ver a porra dele na sua língua antes que você engula tudo.
— Abre, deixa eu ver. — Ele demanda, ofegante. Ele nem precisou especificar que queria ver o líquido branquinho antes de ser engolido, é como se você tivesse lido a mente dele. Coloca a língua suja para fora, até põe a mão embaixo do queixo para não correr o risco de sujar seu vestido. Antes que ele pudesse mandar você engolir, você já faz isso, e abre a boca de novo para mostrá-lo. O peito do rapaz sobe e desce rápido, ele dá um sorrisinho enquanto se abaixa para te dar um selinho nos lábios. — Que menina boazinha você é, muito bem. — Diz com um tom de satisfação antes de selar os lábios no seu.
Você se levanta do chão com a ajuda dele. Ele passa as mãos no seu cabelo numa tentativa de arrumar o que ele bagunçou, com um sorrisinho bobo no rosto que te dá a entender que ele gostou tanto quanto você, e que isso vai acontecer de novo, muitas vezes ainda. Você sorri de volta.
Sentem o elevador balançar, e se arrumam na medida do possível para que ninguém suspeite de nada quando chegarem na festa. Fazem um bom trabalho, as roupas e cabelos finalmente arrumados dão a impressão que nada aconteceu dentro daquele elevador. O elevador finalmente chega no 19º andar, e vocês dois saem como se nada tivesse acontecido dentro dele. Caminham em direção a porta do apartamento em que o jantar ocorre, e antes que você pudesse apertar a campainha, Esteban põe a mão na sua bochecha e vira seu rosto em direção do dele, só para roubar um beijo.
— Pronto, agora pode apertar.
Segundos depois de pressionar o botão, seu pai abre a porta e fica feliz em ver vocês dois.
— Finalmente! Por que demoraram tanto?
— Você acredita que ficamos presos no elevador? — Você responde, com um sorriso no rosto, a fim de fingir naturalidade.
— Que absurdo, não consertaram ainda? Já estava morrendo de preocupação de vocês não terem chegado ainda, e com razão! Esse elevador é velho demais, um perigo.
Esteban ri educado da preocupação do seu pai com vocês, e responde mais educado ainda:
— Imagina, não foi nada, tinha uma ótima companhia. Sua filha é uma menina muito boa.
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80s-noelle · 2 months
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lsdln cast x porn links e visuals PARTE 2 🍒
notinha: aqui está a parte dois meus amores!! peguem suas pipocas pois escrevi bastante. avisando que os que não estiverem aqui estarão na próxima parte 🫶
se vocês não lerem a parte do diego eu mato vocês, meu querido precisa de mais atenção 💔
beijinhos, noelle (qualquer erro de digitação me perdoem) 💋
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╰┈➤ ESTEBAN KUKURICZKA:
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esteban adorava o seu corpo, e isso já não era uma surpresa pra você. o espertinho aproveita cada oportunidade que tiver para apertar sua bunda, coxas ou segurar seus seios… quando você está fazendo algo na cozinha, fazendo comida ou apenas arrumando os pratos, esteban vem por detrás, passando os braços por sua cintura e enterrando o nariz em seu pescoço, você consegue sentir a dureza familiar em sua bunda e ao perguntar pela décima vez no dia ele apenas diz “¿qué pasa?” ao ver o seu olhar ele estala a lingua, “no me culpes nena, ellos me aman.” com as mãos indo aos seus seios, especialmente aos botões durinhos.
mas ele gosta mesmo é de ter você em seu colo, onde ele pode ver com todos os detalhes a sua boceta molhada, os pequenos lábios inchados e melados de tantos estímulos. ele ouve quando sua respiração acelera e sente quando suas paredes quentes apertam seus dedos como se não quisesse solta-los. ele vê como seu corpo responde e estuda cada movimento. com o português quebrado ele afirma:
“viu só? ela gosta de mim.”
link ୨♡୧: https://x.com/iucywl/status/1722006655431278990?s=46
╰┈➤ DIEGO VEGEZZI:
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sendo uma das maquiadoras do cast de “la sociedad de la nieve” era comum você criar um vínculo com os atores que maquiava, um deles sendo o diego… tão curioso sobre você e sempre querendo saber mais sobre o brasil, ele dizia com o brilho nos olhos de que um dia iria visitar, e que te levaria junto para o acompanhá-lo.
com as filmagens terminando o vínculo entre vocês dois ficou mais forte, não querendo que os momentos juntos de risadas e olhares intensos acabassem o mesmo teve a ideia de lhe chamar para um jantar. coisa de amigo, certo? na verdade você estava em dúvida se era apenas coisa da sua cabeça, ou se ele realmente te via com olhos diferentes.
boba você.
se arrumando com o melhor vestido, perfume e penteado, você ja estava pronta quando o som da buzina soou fora de sua casa, diego tinha feito questão de te levar até a casa dele em segurança. dentro do carro você o cumprimentou como de costume, um beijinho em cada bochecha. mesmo que não seja essa a forma de se cumprimentar no país de origem dele, diego já parecia acostumado e parecia confortável toda vez que você fazia isso.
ao caminho do destino você não pode deixar de notar os olhares de diego ao decote de seu vestido, ou como toda vez que ele trocasse a marcha do carro, a mão dele roçava na sua coxa exposta, suas bochechas ficavam vermelhas, e com um pequeno “desculpe” diego voltava a atenção ao volante.
a tenda nas calças dele não podia mais ser ignorada, então você decidiu acabar com isso com as próprias mãos. pedindo-o de repente para parar no beco arborizado e escuro perto de sua casa, ele achou que tinha feito algo errado, que você iria sair do carro furiosa e que o culparia de “estragar” a amizade de vocês dois. mas foi totalmente o contrário, você subiu no colo dele, começou a atacar o pescoço de diego com beijos molhados e o mesmo imediatamente respondeu aos seus atos, colocando as duas mãos grandes e calejadas em sua cintura ele guiou seus quadris, roçando sua calcinha em seu pau endurecido, lutando parar sair da calça dele.
com urgência, você parou os beijos e foi tirando a calcinha que já grudava em sua boceta molhada. você podia ouvir o barulho da fivela de diego, abaixando um pouco as calças e espalmando o pau endurecido pela sua boxer suspirando. você volta mas dessa vez beijando-o nos lábios com fome, numa bagunça de línguas e saliva diego abaixa a parte de cima de seu vestido apenas para liberar seus seios, massageando um na mão com vontade, enquanto a outra brincava com seu mamilo. ele finalmente guia seus quadris ao pau já vermelho, a ponta rosada furiosa vazando pré-gozo. sentando vocês dois suspiram de alívio, e você não perde tempo em cavalgar com vontade, gemendo alto quando o pau de diego acerta aquele ponto precioso dentro de você.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1759148238764937539?s=46
link 2: https://x.com/daddyyrough/status/1759759054262378789?s=46
╰┈➤ FELIPE OTAÑO:
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com o aniversário do seu namorado chegando você sabia exatamente qual surpresa fazer, e você também sabia que ele iria adorar. saindo do banho fumaçando, você se apressou ao pegar a caixa delicada que estava debaixo da cama compartilhada de vocês dois.
puxando o pequeno laço rosa de cetim que adornava a caixa, você tirou sua linda lingerie branca e rosa pastel, a coisinha além de ser pequena não deixava nada para a imaginação. tudo estava como planejado, cabelo arrumado, perfume, loção de corpo, você nem se preocupou em por maquiagem, sabia que em 5 minutos ela já está dia escorrendo pelo seu rosto por causa das lágrimas e suor… nada poderia dar de errado.
ouvindo o barulho das chaves e a voz de pipe lhe chamando você se aprontou na cama, soltando risadinhas ao ouvir seu namorado procurando por você pela casa escura. abrindo a porta do quarto com uma cara de confuso, o rosto dele rapidamente se ilumina ao seus olhos caírem em você, um sorriso manhoso como se tivesse acabado de ganhar vários doces.
você prontamente abre as pernas e como um cachorrinho ansioso ele fica entre elas, soltando um gemido ao sentir o nariz dele na sua pérola. apreciando a vista ele puxa a sua calcinha de lado, vendo a luz refletir na sua buceta molhada ele da pequenas lambidinhas em seu clítoris já rosado e inchado.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1759152832970678528?s=46
link 2: https://x.com/pusiamokra69/status/1714910150018871753?s=46
╰┈➤ AGUSTIN PARDELLA:
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ele é viciado na diferença de tamanho entre vocês dois, você sempre o pega comparando o tamanho da mão de vocês, sua mãozinha pequena segurando a mão áspera dele…
e agustin não esconde o tesão dele em relação a isso, sempre te dizendo que adorava ver a sua mãozinha tentando segurar o pau dele quando você ia fazer um boquete, que seus dedos nem chegavam a se encontrar.
ele se torna selvagem quando vocês dois transam e acima de seu monte, ele vê a protuberância da cabeça de seu pau toda vez que ele mete dentro de você. ele se sente o melhor homem do mundo, sentindo sua bucetinha pulsando ao redor dele… de acordo com agustin, essa é a melhor sensação do mundo.
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╰┈➤ FRANCISCO ROMERO:
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esse homem adora quando você quica nele, vendo você cavalgar o pau dele enquanto as mãos do mesmo apertam sua cintura ao ponto de ficar marcado seus dedos.
a sua carinha manhosa mordendo os lábios rosados e inchados só faz o pau dele se contrair dentro de você, duro como pedra as veias ficam proeminentes… ele quase se perde quando olha pra sua boceta e vê um anel branco cremoso na base do pau dele toda vez que você se abaixa.
francisco não é um homem quieto, e geme como uma putinha mais do que você, olhar de cachorrinho toda vez que sua buceta aperta seu pênis.
link ୨♡୧: https://x.com/pusiamokra69/status/1725219903823560932?s=46
link 2: https://x.com/pusiamokra69/status/1730647566465880462?s=46
link3: https://x.com/daddyyrough/status/1758244858056110085?s=46
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parabéns você chegou ao final!! 🫶🤭
se acalmem, eu sei que está faltando gente e já tenho algumas cartas na manga para a terceira parte 🙏
e sobre os links bônus (o do fran, diego e pipe por exemplo) eu acabo achando mais videos que se encaixam, então eu deixo um gostinho a mais pra vocês 💋
mil perdões pelo espanhol horrível se tiver algum vídeo repetido por favor me avisem!!
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xexyromero · 2 months
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bota a mãozinha na parede que eu te deixo forte. esteban kukuriczka x fem! reader
fem!reader, esteban kukuriczka x reader, smut +18
cw: vouyerismo (?), penetração, smut, sexo desprotegido.
sinopse: você e esteban são quase pegos no flagra por seus colegas de cast.
wn: request meio meu meio de @creads! heheeh espero que você goste. meti um mati & um fran no meio só porque amo muito os dois e imagino o quanto deve ser divertido a dinâmica deles! kkk
“shhhhh.” você sussurra, colocando o dedo indicador no próprio lábio a fim de pedir silêncio. você conseguiu ouvir o pigarro de incômodo de esteban, mas preferiu ignorar. não podia fazer nada agora. 
os passos lá fora continuavam se aproximando e pelo que parecia, a pessoa falava também. mas falava sozinha? talvez estivesse em ligação ou algo assim. a voz não era grossa, mas definitivamente não era voz de mulher. 
você estava totalmente pelada, assim como kuku, e tinham sido interrompidos pelo barulho do lado de fora do primeiro banheiro que encontraram no caminho.
talvez fosse fran? ele tinha a voz um tanto quanto feminina e-
esteban te penetrou com força, de uma vez, o membro duro na sua buceta. na verdade, correção: ele te estocou. você por pouco não soltou um gemido extremamente alto e pornográfico. 
girou o corpo todo para questioná-lo e mandá-lo parar, mas antes que conseguisse falar qualquer coisa, esteban virou seu corpo com extrema agressividade, guiando suas mãos para a parede e fazendo com que seu corpo arqueasse. ele separou um pouco mais suas pernas, e, mais uma vez, meteu com tudo. 
você quase tirou as mãos da parede para cobrir a própria boca, mas ele as segurou no lugar com força. aproximou o rosto do seu ouvido, colando o peitoral nas suas costas, deixando uma bela de uma mordida no seu ombro. “shhhhh.” ele imitou, soltando uma risadinha em seguida. maldito. você queria xingá-lo, mas ele começou a te penetrar sem dó, entrando e saindo em um frenesi quase louco. 
a voz do lado de fora, de repente, ficou mais próxima. 
próxima demais. a centímetros de vocês dois, na porta.
era fran.
“gordis, não consigo abrir.” francisco reclamava com alguém do lado de fora, empurrando a madeira com o corpo enquanto tentava rodar a maçaneta, em vão.
“será que emperrou? ué, eu usei mais cedo.” outra voz se juntou. você prendeu a respiração.
era matí. 
francisco e matías, dois de seus grandes amigos, tentando entrar no banheiro que escondia você e esteban. se já não estivesse hiperventilando antes, agora estava mais ainda. 
sabia que era errado - esteban sendo muito mais velho que você e seu colega de trabalho - e tentara esconder o romance de vocês a todo custo. se encontravam assim, furtivamente, pelos cantos. não é que tivessem vergonha, ou algo assim, mas é que esteban era realmente muito mais velho que você. 
trouxe o próprio corpo para frente, a fim que esteban saísse de dentro. ele já estava quase todo para fora quando ouviram mais um solavanco na porta. e um resmungo de matías. provavelmente tentou forçar a entrada e não conseguiu também. 
o homem riu no seu ouvido. com uma voz muito aveludada e muito calma, ele sussurrou e enterrou o membro com tudo em você de novo. “não, não, nena. você pediu. e eu não vou deixar minha princesa sem o que ela pediu.” com uma das mãos, colocou a mão por baixo do seu cabelo, pegando vários fios na base da nuca e puxando com força, obrigando você a olhá-lo. “e você pediu para ser comida com força e que eu esporrasse em você, não foi?” seu corpo estremeceu. 
esteban, com pouca dificuldade, guiou seu corpo para a parede oposta de onde estavam, te empurrando com delicadeza seu coração palpitava. o que ele pretendia fazer? 
“se tivesse alguém aí dentro, já teria dito algo, não acha, francisco?” 
“acho. a não ser que esteja fazendo alguma coisa errada.”
quase que como uma deixa, o argentino pegou mais uma vez seus braços e os colou na madeira da porta. você arregalou o olho, desesperada. ele forçou seu corpo a arquear e segurou na sua cintura com força. estava na mesma posição que estivera outrora. se sentiu ficando mais e mais molhada. 
“tipo o quê?”
“tipo comendo uma assistente. ou cheirando.”
você prestava atenção na conversa, a respiração completamente descompassada. seu corpo todo se contraía no membro duro e imóvel dentro de você. pedindo mais. pedindo que entrasse. sua buceta piscava mas esteban permanecia quieto. ele acariciou suas costas, como se pedisse paciência. 
“você acha que tem alguém comendo alguém aí dentro, matí? não tem barulho nenhum. um gemido. uma batida de parede.”
“ué, tem gente que come quieto.”
“só se for. será que é aquela assistente novinha?”
“porra, espero que não. quem tem que comer aquela ali sou eu.”
“você é nojento.”
“e você me ama!”
ouviu a risada de matías alto e em bom som. sua bochecha estava encostada na madeira fria, assim como parte da sua pele.
levando a maior surra de pau da sua vida, enquanto um de seus grandes amigos da rodagem ria como se você não fosse explodir de prazer a qualquer momento. 
“a gostosa é você.” sussurrou esteban. “mas quem está comendo sou eu.” e, quase que para confirmar o que dizia, te segurou pelos ombros e meteu, mais uma vez, de uma vez. até o talo. “mas se você quiser dar pra ele, a gente vê um acordo.” o argentino sabia o quanto que aquilo te excitava e tampou sua boca com a mão suada. a dificuldade de respirar te deixou ainda mais em êxtase. você gemeu, não se conteve.
“matí. vamos para a sala de jogos.”
“eh? não quero ir par-”
“agora, matí.”
com os passos se afastando e a voz reclamona de matías indo cada vez mais longe, quase arrastado por fran, você finalmente pode gemer com mais tranquilidade. o ritmo ficou mais louco e esteban levou a mão para sua buceta, te masturbando. em poucas estocadas, esteban gozou. você fez o mesmo. 
“não tem acordo nenhum. você é minha.” esteban pegou uma toalha de dentro da mochila e foi, aos poucos, secando o suor do seu corpo. “era isso que você queria? falei direitinho?” agora, se concentrava no seu rosto, esfregando o tecido com cuidado e carinho pelas suas bochechas. 
“foi sim. obrigada.” você aproveitou e deu um beijinho furtivo na boca do homem. ele te ajudou a se vestir, dividiram alguns goles de água da garrafa dele e você saiu na frente, dando tchauzinho e mandando beijinhos para a porta do banheiro. 
quando fran te viu, desviou o olhar e ficou com as orelhas vermelhas. merda.
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karylvsjuanii · 29 days
Note
Holaaaa. Me encanta tu smut, por favor no dejes de escribir. Este ultimo con matias esta muy bueno.¿Puedes hacer uno con kuku por favor?
DILUVIO | Esteban Kukuriczka
tw: penetracion con dedos, groserías, orgasmo interrumpido, muchos chorros, masturbacion, sobre estimulación.
Los diálogos son en argentina pero mi narración es latina.
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Dale mi amor, no pares. - Gimes fuerte aferrándote a los hombros de Esteban.
Tres de sus dedos salían y entraban de ti con fuerza y rabia.
Eso es mi princesa, dámelo todo. - Se acerca a tu oído dejando rastros de besos por tu clavícula.
Sus dedos seguían sus patrones y continuaba enroscandolos dentro de tus paredes, abriéndote aún más.
Ándate bebé, ponete en cuatro pa mi.- Y cómo debe ser, sus órdenes fueron concedidas por ti en menos de un minuto.
Te tenía de perrito como a él le gustaba, sus dedos entrando en tu entrada apretada te sacaron fuertes gemidos de placer.
Ah, la puta madre, metelo más “kuku”.- Empujas tus caderas hacia atrás, tratando de alcanzar más a sus largos dedos.
Te gusta?, te gusta cómo te follan mis dedos?- Esteban masajea tu clitoris en busca de tus gemidos.
Ay dale papi, me encanta.- sus dedos seguían en trabajo, sin hacer esfuerzo en tu clitoris ya estimulado por la palma de su mano.
Como me gustas así se apretadita, bebita.- Su mano izquierda se aleja de su polla antes masturbada por el, para atender a tu clitoris hinchado.
Su dedo índice empieza a palmearlo con suavidad, dio cinco leves palmadas antes de dar otras tres con más rudeza. Después de que empezaras a gemir, aplastó tu nervio rojizo con su dedo y tu cuerpo reboteó con brusquedad al ser restregado con la yema de su índice, llenándote de lagrimas por el placer.
Bajó la velocidad y con solo la punta de su dedo, cepillo con tortura a tu clitoris sonrojado.
Ah, mi amor, que rico. - Tus tetas saltaban dándole a Esteban la mejor película porno.
Mirate, bonita, babeando por mis dedos en tu coñito apretado. - La velocidad de sus dedos nunca cambió.
Te estoy jodiendo tan bien que no podes ni respirar. - De su boca dejó caer saliva a tus pechos.
Dale mi beba hermosa, mostrame que podes hacer con ese cuerpecito tuyo. - Su mano izquierda dejó de atender a tu clitoris para dar una nalgada en tu culo.
Follate en mis dedos. - Los azotes de sus dedos pararon.
No papi, no me hagas esto, ya casi termino.- Intentaste tomar sus muñecas para que vuelva a golpear tu coño.
Hacete chorrear, princesa, se buena para papi. - Esteban sonrió como nunca al verte así.
Comenzaste a deslizar tu entrada por sus dedos de nuevo, bajando tus caderas para hacer a sus dedos entrar duro a ti.
Solo bastaron 30 segundos para volver al ritmo anterior, estabas follandote en los dedos de tu novio sin poder razonar nada de lo que hacías. Babeabas y llorabas en las almohadas, tus dedos se enroscaban en tu cabello por la desesperación de tu cuerpo. Tu cuerpo sentía temblar y a recibir espasmos cuando tus dedos restregaron de nuevo a tu clitoris caliente.
Tu cabeza volvió a subir y tu boca se abrió en “o”, sacando un gemido agudo y cambiando tu expresión a un ceño fruncido, tus tetas se movían por tu dedo frotando tu clitoris.
Esteban metió y sacó sus dedos sin frenar el ritmo duro que habías tomado, volviendo a sacar un gemido agudo de tu parte y la expresión en tu rostro sin dejar de babear. Chorros salieron disparados de tu entrada mojando a Esteban del cuello al abdomen, sus dedos salían y entraban sin freno.
De tu boca no salía ningún sonido, solo eran tus ojos entrecerrados y tu boca intentando emitir un sonido inaudible. Golpeaste la mano de Esteban para que la sacara de ti, seguido de mas chorros fuertes empapando las sábanas.
Tu mano derecha cepillando tu clitoris fue retirada por Esteban para tomar su lugar y ayudarte a bajar de tu subidón.
Eso es mi amor, lo hiciste muy bien. - Tu novio besaba con dulzura tus mejillas sin dejar de atender a tu botón.- Te amo, pero todavía no acabamos. - Tomó a tus piernas con delicadeza y las jalo hacia él. Sus manos tomaron camino a tu falda aún puesta, bajándola por completo.
Al parecer Esteban estaba dispuesto a darte la mejor noche de tu vida.
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mywritingonlyfans · 2 months
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Kuku, pai de menina! 🩷🎀 // Esteban Kukuriczka X Fem!Reader
words: 1,4k.
eu percebi que não curtiram mt minha primeira fic, mas infelizmente tenho mais algumas e vou aparecer nas tags, mas vai ser temporário!
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Suas mãos estavam geladas, e você lembrou da sua mãe, sua mente rapidamente recordando a necessidade de curativos em casos de ferimentos quando era criança. No entanto, algo parecia mais sério do que o usual. Quando Esteban ligou, você estava prestes a encerrar uma reunião. Sua voz denotava tremor, e você podia imaginar seus dedos nervosos bagunçando o cabelo. Isso naturalmente te deixou apreensiva, e à medida que você fazia perguntas, ele parecia ficar ainda mais perturbado. Por fim, ficou claro que você precisaria buscá-los no hospital.
 Um nó incontrolável se formou em sua garganta, e a tensão era palpável. A busca por uma vaga no estacionamento parecia levar uma eternidade, e fazer a baliza foi uma das piores experiências de sua vida. Sentindo o quão rígido seu corpo estava, você se reclinou no banco, fechou os olhos e respirou fundo. Sua mente foi desacelerando conforme pensava em como Esteban acalmava ela, seja quando ela sentia dor, nervosismo ou sonolência. Ela segurava o dedo indicador dele em sua mão pequena e repousava o rosto, repleto de sardas, em seu peito, buscando conforto. Ele era habilidoso em fazê-la sentir-se ouvida e especial, e você o amava ainda mais a cada vez que testemunhava essas interações. Esse pensamento momentâneo trouxe algum alívio; afinal, você confiava em seu marido.
A cena que você observava naquele momento era familiar: Mia, com o rosto corado como o de Esteban, segurava firmemente a camiseta do pai, enquanto seus olhos pequenos demonstravam preocupação. A sala, decorada em tons de azul claro, exibia alguns desenhos de bichinhos nas paredes, e na mesa havia agulhas e linhas grossas esterilizadas. Esteban parecia ainda mais apreensivo do que Mia.
"Olhe para mim, está tudo bem, baixinha," ele sussurrou suavemente, segurando-a e tentando acalmá-la da melhor maneira possível. Seus olhos estavam inchados, e lágrimas inundaram-nos assim que ele encontrou o olhar doloroso dela. 
Ela entrelaçou os dedos na camiseta dele e fechou os olhos; a voz dele ainda era suave, assim como a mão que estava carinhosamente em seu ombro. "Você é muito corajosa", ele disse. Aquilo fez você sorrir levemente. Conforme o médico se afastava, Mia notou você ali. "Mamãe?!" Esteban olhou para você mais relaxado, e você assentiu para ele antes de ir beijar sua pequena. Ela estava com os olhos miúdos, claramente cansada, e você a deixou se aninhar em seus braços. "Como está se sentindo?", você perguntou. A bochecha dela encostou em seu ombro, evitando que o curativo tocasse algo, e ela balançou a cabeça. "Bem, eu chorei bastante, mas papai estava certo, não doeu tanto, e me sinto melhor agora que já passou", ela disse em pequenas pausas e com as mesmas escolhas de palavras do pai; você achava aquilo tão fofo. Kuku costumava rir disso, mas ainda falhava em esconder a preocupação.
"Eu quero ir para casa, por favor?" Mia choramingou. Assim que a pergunta veio, você olhou para Esteban, e ele concordou, pedindo para você ir indo para o carro enquanto ele pegaria os medicamentos que ela precisaria. A fala breve e os olhos baixos mostravam que ele se sentia culpado, e por isso você concordou em esperar por ele.
Você ficou ao lado dela, segurando-a pela cadeira e colocando seu casaco para apoiar sua cabeça e evitar que ela balançasse demais. "Quer que eu dirija, vida?" Você acariciou os ombros dele, e mesmo distraído, ele virou o rosto para receber um beijo seu. "Ela está bem", você disse assim que ele afirmou não ver problema. Ele suspirou pesadamente, como se estivesse prestes a dizer "Mas, e se..." em protesto, mas desistiu.
O caminho foi rápido, e às vezes ele olhava para vocês pelo retrovisor. Ele não podia negar que ser contemplado com seu doce sorriso o fazia se sentir mais seguro. Ao entrarem em casa, com Mia nos braços, ele finalmente desabafou: "Eu a deixei cair do brinquedo", ele olhou para ela com pesar, uma pausa amarga em seu peito. "Eu estava de olho, sabe? Pensei que seria bom dar autonomia a ela, mas continuei por perto. Tentei ajudá-la antes que caísse, mas não deu muito certo." Você o ouviu atentamente; ele estava ofegante e você entendia sua aflição.
Ele a colocou na cama, soltando aos poucos a mão dela que se enroscava em sua camiseta. "Não poderemos protegê-la para sempre, Kuku. É importante que ela também entenda isso", você disse, criando uma barreira com lençóis ao redor da cama para evitar que ela se machucasse enquanto descansava. Ela estava tranquila, o cabelo bagunçado como o do pai, assim como os olhos um pouco inchados de chorar. Você sorriu para si mesma.
“Tenho medo de que ela pense que não poderei ajudá-la quando precisar, que não confie em mim. Não gosto da sensação de não ter evitado que algo ruim acontecesse com ela", ele disse em um choro baixo, e você sentiu o nó em sua garganta.
"Não fale assim", você negou, indo até ele, ficando nas pontas dos pés enquanto usava seus dedos para afastar as lágrimas. "Você tem noção de que sua preocupação sobre isso te faz ser o melhor pai do mundo?”
“Você está chateada?" A ponta do nariz dele tocou o seu, os fios de cabelo dele te fazendo cócegas. Ele era um bobo que se preocupava demais.
"Óbvio que não, não teria tido uma filha com você caso não te achasse capaz." Ele riu, permitindo que você o abraçasse.
"Eu não gosto de vê-la machucada ou saber que está com medo, mas não é como se eu achasse que foi sua culpa, sei que não foi. Crianças são imprevisíveis, e ela confia tanto em você, isso não vai mudar agora. Dentro da salinha, ela estava tão concentrada em você, na sua voz e calma - que eu sei que você estava atuando - fazendo ela saber que tudo ia ficar bem." Ele não havia refletido sobre isso, mas percebeu que era verdade.
Ele tinha medo de Mia estar chateada com ele de alguma forma, mas tudo, como você disse, indicava que não. "Mas você pode conversar com ela amanhã, o que acha? Pode falar o que sente, e deixar ela saber que pode contar com você quando precisar porque você vai estar lá por ela." Ele assentiu, parecia uma boa ideia.
O nariz dele roçou em seu pescoço e ele beijou o local, seguido por seu rosto. Você o abraçou mais forte, "eu te amo, muito." Ele suspirou, e você pôde sentir que ele estava menos preocupado. "Eu também, te amo tanto." Os lábios dele tocaram os seus e ele riu levemente do gosto salgado.
“Quer comer alguma coisa? O que almoçou?" Você tentou quebrar o ar melancólico. "Não cheguei a almoçar, embora tenha feito Mia comer na espera do hospital e ela tenha me obrigado a comer pedaços dos sanduíches que fiz pra ela." Ele te viu morder os lábios e houve uma comunicação entre olhares que fez ele não precisar acrescentar o quão parecida com a mãe ela era.
"Tá bom, a gente vai comer agora, antes que você fique louco sem nutrientes no corpo." A risada dele foi descontraída e te fez bem vê-lo bem.
Na manhã seguinte, ainda sonolenta, evitando ao máximo ter que se levantar, você ouviu a voz de Mia, falando baixo com ele. Ao abrir os olhos, você viu os dois ao seu lado, as mãos pequenas nas bochechas de Esteban, apalpando a barba dele que segurava um sorriso.
"Tudo bem, eu insisti para ir no escorrega sozinha, mas mesmo assim você estava lá comigo." Ela descansou o rosto no peito dele e ele beijou a cabeça dela em múltiplos estalos. Ela esticou a mão ao te ver acordada, segurando a sua. "Bom dia, mamãe." Ver ela feliz também te deixava contente.
Era tão bom ter os dois. O corretivo da vez era rosa, e você se amaldiçoou um pouco por ter perdido a interação de Kuku com ela enquanto trocava. Ela pulou em você, te abraçando forte, e ele te olhou com os olhos brilhando e um semblante que te dizia silenciosamente "você estava certa e eu estava hiper preocupado à toa".
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idollete · 2 months
Note
diva, como vc acha que os meninos chegariam na leitora? tipo, como flertariam pela primeira vez, como e onde seria o primeiro beijo? ouu primeira vez que transam se quiser ir pro lado mais nsfw loba brasileira pq amamos
vou tentar responder um cadinho de cada pergunta dksjsksn
matías: já chega cheio de gracinha mesmo, vai dizer que o não ele já tem, agora só falta ir atrás da humilhação se alguém disser que a leitora (loba brasileira) é areia demais pro caminhãozinho dele. é do tipo que flerta como se fosse uma brincadeira, faz algum comentário engraçadinho porque quer começar fazendo ela rir e é assim que ele permanece pelo resto da noite. eventualmente, ele vai dizer "isso aí, linda, vai rindo, vai rindo, quando você menos esperar...", ele não completa de propósito, quer ver se ela morde a isca, então quando ela pergunta "é? o que é que acontece?" ele vai chegar bem pertinho e sussurrar no ouvido dela que quando ela menos esperar vai estar de quatro na cama dele. o beijo é CHEIO de mão, aperta ela toooodinha, tem pegada e acaba com uma mordidinha no lábio inferior dele. na hora da transa não tem caô tbm, vai fazer de tudo um pouco, quer testar todas as posições, pode até ficar animadinho demais, mas não vai poupar tapas, xingamentos, puxões de cabelo, chama de puta, diz as sacanagens mais sujas etc
enzo: a abordagem aqui é beeeeeeem mais sutil, vai chegar de mansinho, porque quer conquistar primeiro, oferece um vinho, faz um comentário sobre a noite e começa a perguntar sobre ela, vai falar sobre o brasil e de quando ele veio pra cá. vai construir um climinha mto gostoso de tensão, sabe? espera o momento ideal pra chegar nela, quando estão sozinhos, provavelmente ele foi atrás dela em algum canto. não finge casualidade, dá aquele olhar diferente, mais intenso, medo dela da cabeça aos pés e dizer que tava procurando ela. vai na direção dela até encurralar na parede, mas ainda não toca, fica só ali, pairando. diz que tava procurando porque não consegue parar de pensar em algo desde que a viu. "o que?" "em como o gosto do vinho fica no seu beijo" aí acabou, ele sabe que a tem na palma da mão. vai ser calmo, mas sedutor e quando as coisas vão esquentando vai parar e dizer "não, nena, aqui não. quero te ouvir gritando o meu nome quando eu estiver te fazendo gozar" e leva a leitora pra casa dele. surpreende na cama, porque o jeito retraído esconde uma lábia que só e muita provocação
simón: antes de chegar ele já passa um tempão só na troca de olhares, mas encara mesmo, descarado quando se demora no decote dela, nas coxas, da bunda. em uma dessas olhadas vai umedecer e morder o próprio lábio, faz a mulher se sentir desejada. ele é ardiloso, tá de olho em tudo que ela faz e às vezes vai atrás, se estão numa festa e ela vai no bar, ele vai também, chega por trás e, com a desculpa de que não tem mto espaço, bota uma mão na lombar dela, chega bem pertinho até respirar na nuca dela e sai de perto com um sorrisinho sacana. em um certo ponto, vai chegar nela com atitude, joga uma conversinha casual só pra provocar mesmo, mas fala na lata, pergunta se ela já ficou com um argentino, se a resposta for não, ele diz "que bom que eu tô aqui pra ser o seu primeiro, então" e se for sim ele diz "mas não ficou com um argentino como eu". vai foder ali mesmo, "ir pra casa pra quê? perda de tempo, pô, eu tô aqui doido pra te comer, vamo lá em cima no banheiro, vamo". o beijo é cheio de língua, mas ele deixa claro ali que comanda, vai puxar o cabelo, manter a leitora paradinha e ditar o compasso. no sexo ele não cala a boca, geme pra quem quiser ouvir ou então tá sussurrando sacanagem no teu ouvido, chama de gostosa, de cachorra e diz que aquela é a buceta mais gostosa que ele já meteu
esteban: first things first, não é ele que chega na loba, é a loba que chega nele. ele passou um tempão encarando ela, meio incerto se chegava ou não, e quando fazia isso era de um jeito, na vdd, mais amigável que qualquer coisa, é claro que ele dava aquela olhada no decote tbm, mas desviava na mesma da hora. quando ele fica só, ela quem vai atrás, vai se fazer de perdida ou algo do tipo, bem safada mesmo, pede ajuda pra abrir o vestido porque é muuuito difícil e as mãozinhas dela não alcançam e chama ele de novo pra fechar, mas dessa vez ele entra no banheiro, não consegue evitar de tocar na cintura dela, aperta por impulso, vai olhar pra ela pelo espelho e quando percebe que ela quer tbm não tem mais volta. também vai foder ali mesmo, de frente pro espelho, porque quer ver tanto a bunda dela balançando toda vez que ele mete e quer ver o rostinho de quando ela estiver gozando. é desesperado, bagunçado, barulhento e com saliva pra todo canto, agarra pela nuca, levanta uma das pernas dela pra ir mais fundo e só consegue pensar no quanto tá doido pra esvaziar a porra toda dentro dela
agustín pardella: FLERTA DESCARADAMENTE!!!!!!!!! mores, esse homem adora flertar, i know it. não arreda o pé de perto dela depois que consegue enlaçar, fica de casalzinho mesmo, os amigos vão zoar dizendo que ele casou, mas ele não tá nem aí, com uma mulher dessas...como é que não casa? vai dançar com ela, mas na hora de beijar ele pergunta se ela não quer fumar um do lado de fora e é aí que ele agarra, com uma pegada que só, vai apertar as coxas, levantar uma pra ele se encaixar melhor. leva ela pra casa dele na hora da transa, porque uma vez só não é suficiente e ela vai precisar de uma cama quando ele tiver acabado. deixa a loba destroçada depois de uma surra de pica, vai testar umas posições que ela nunca fez na vida, não é nada convencional, usa e abusa da flexibilidade dela e dos dedos também, dá vários estímulos
pipe: fica babando de longe, pergunta pra todos os amigos quem é aquela, de onde vem, se tá solteira, o nome, idade, quer saber de tudo e não consegue tirar os olhos dela. ele chega junto com um amigo, porque ainda não descobriu as possibilidades de levar ou não um fora, mas rapidinho tá soltinho, soltinho e cheio de graça. ele é MUUUUUUITO o tipo de flerta pirraçando, vai encher o saco, é claro que fala da rivalidade br x arg, "você é tão linda, uma pena que torce pra seleçãozinha, mas tem problema não, eu ainda quero te beijar no mesmo jeito" perde a vergonha com facilidade e é difícil não cair na lábia, porque ele sabe direitinho o que fazer e falar. o primeiro beijo é lentinho, ele vai arrastar a leitora pra um cantinho, provocar antes de beijar, faz ela querer na mesma intensidade, segura com firmeza no quadril, deixa ela bem grudadinha nele. vão ficar nessa um boooom tempinho, viu? ele adora beijar, ficam os dois se pegando até que fica impossível continuar ali, é aí que ele pede, isso mesmo, ele pede pra foder ela, "deixa eu te foder, vai" e ela se vinga, faz ele pedir educadinho, com direito a "por favor" e tudo mais
fernando contigiani: ele é tão simpático e educado que no começo não dá pra saber se tá só jogando conversa fora ou tá flertando mesmo. a real é que ele tá sondando o terreiro primeiro, quer saber quais as chances, se ela tá solteira, quer entender direitinho. mas quando parte pro flerte, ele parte pro flerte. começa a se debruçar sobre ela pra conversar, tem de colocar uma mão na cintura pra chegar pertinho e falar no pé do ouvido, porque o barulho tá alto demais. vai ficando mais atrevido com o tempo, cativa com um sorriso que deixa qualquer uma louca, mas que tá sendo dado só pra leitora. também é outro que esquece do mundo e fica só com ela pelo resto da noite, uma hora vai perguntar se ela não quer ir pra um lugar mais silencioso e aqui perde o arrodeio todo. não dá um segundo quando ficam a sós e ele já tá prensando ela contra a parede e dando um beijão (que é tipo de cinema), faz ela sentir o quanto ele tá querendo naquele momento, puxa o cabelo de um jeito que faz ela se arrepiar da cabeça aos pés, diz que ela deveria ir pra casa dele, porque ele vai cuidar dela direitinho, aí ele não precisa falar mais nada. transa por horas, ele é incansável e vai dar muito mais orgasmos pra ela do que pra ele, embora também goze como nunca na vida
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gardensofbabilon · 2 months
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୨୧ Rooftop ୨୧ - Enzo Vogrincic.
enzo vogrincic x fem reader.
! tem de tudo aqui.
a/n: primeira vez que eu escrevo pro tumblr! obrigada xexy por me inspirar a escrever em português o que eu planejava em ingles ahahahah.
É dia 31/12 e você está na festa de ano novo do seu melhor amigo, Matías, porém sem nenhum beijo de ano novo, quem poderá mudar isso?
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''Andale, gorda'' Fran exclamou, batendo palma na porta do quarto. Faltavam poucas horas para a festa anual do Matias começar, vocês sempre se arrumavam juntos e você sempre era a atrasada.
A roupa desse ano era um vestido novo que havia comprado em promoção na sua loja preferida do shopping, ele era branco com algumas borboletas desenhadas, porém ainda era transparente e sexy, desenhava todo o corpo quando batia qualquer fonte de luz e você amava aquilo.
"Estou pronta, Fraaan'' Gritou descendo as escadas saltitando, o amigo retribuiu a intensidade pegando em suas mãos e rodando pela sala ''Dessa vez eu não serei seu beijo de ano novo, tenho certeza!" Tinham essa tradição por serem os dois únicos solteiros do grupo de amigos e o beijo de ano novo era importante para os dois.
-
Ao chegar no rooftop que recebia a festa mais esperada do ano, você e Fran buscam entre a multidão alguém interessante para conversar, o objetivo dessa noite era encontrar um homem para te dar um beijo, e que esse homem não seja o mesmo de sempre.
"Você sabe que eu posso te beijar, né?" Pipe se aproxima por trás e te da um beijo na nuca, apesar de todas as investidas você nunca deu muita atenção, mas todos esses anos sozinha estão me fazendo considerar uma chance.
Até que ele chegou.
''Enzo! Que saudade!'' Escutou Matias exclamar do outro lado da festa, ele passa correndo para conversar com o homem com cabelos longos e escuros que adentra o ambiente vestindo uma camiseta de botão e uma calça bege. E é nessa hora que seus olhares se encontram.
As pessoas se amontoam ao redor dele, como se tivesse algum tipo de imã que atraia atenção para si, porém seus olhos não desgrudavam dos seus. Sentiu todos os seus órgãos revirarem enquanto o seu corpo arrepia.
Passaram as próximas horas trocando olhares a distância, enquanto você sentia o queimar no pescoço durante as danças mais provocantes, que pra falar a verdade eram propositais. Qualquer um que olhasse perceberia a vontade presa dentro dos dois de se tocarem.
''Atenção galera, tá chegando a hora, se juntem ao beijo de vocês!" Esteban grita para que todas as pessoas escutem, seus olhos correm a procura de Fran, que havia sumido logo assim que chegamos. Enzo está encostado na parede encarando você com seu vestido branco quase transparente, aquela era a hora perfeita para atacar.
Se não for agora, não vai ser nunca.
5
"Oi! Meu nome é (S/N) e o seu?" Se aproxima aos poucos em meio aos gritos.
'' Enzo! Você também ta sozinha" Ele pergunta se abaixando e encarando seus lábios.
4
"Estou, nunca te vi por aqui antes" Retruca colando seu corpo ao dele.
3
"Se eu soubesse onde te encontrar teria vindo mais cedo! Nunca botei fé nas festas do Mat"
2
Ri tímida enquanto sinto a mão dele envolver a sua cintura.
''Me concede a honra de ser meu beijo de meia noite?" Ele sussurra em seu ouvido.
1
"Eu adoraria" Joga seus braços ao redor do pescoço dele.
FELIZ ANO NOVO!
Os lábios do Enzo se encostam aos seus e o calor envolve todo o seus corpo, coloca seus dedos nos fios de cabelo longos e escuros do homem, sentindo a respiração do maior pesar, envolvendo ainda mais seus corpos e acariciando sua cintura com força. "A gente pode continuar na sua casa?" Você interrompe o momento sorrindo de canto para o rapaz que agora segura sua bunda.
Ele abre o caminho para passagem de vocês através da porta e na sua cabeça só se passava o quanto estava molhada embaixo de toda essa roupa, parecia que esse homem veio diretamente dos seus sonhos. Mas eu não era do tipo de pessoa que dava para alguém no primeiro olhar trocado.
Entramos no elevador e a tensão ali era palpável, o moreno me encarava com os olhos abertos e parecia que via o seu tesão respingar através do vestido branco quase transparente, a luz do elevador revelava mais do que gostaria no momento, inclusive seus seios com os bicos duros. O tempo parecia não passar ali dentro, seu coração batia cada vez mais rápido.
''Que se foda'' Ele aperta o botão vermelho que causa uma parada brusca no transporte. Logo em seguida suas bocas se devoram intensamente, o suor escorria nas costas dele, era impossível resistir. Suas pernas se estremeceram conforme foi colocada contra a parede, a pressa em tirar todas as coisas que estavam no caminho do prazer devorava Enzo.
''Eu não sou do tipo que da no primeiro encontro'' Você separa os seus corpos agora totalmente exposta, ao ouvir a frase que sai da sua boca, Enzo ri ironicamente e passa a sua mão no meio das suas pernas, sentindo como já estava totalmente molhada.
''Sua buceta diz o contrário'' Ele sussurra em seus ouvidos, fazendo-a soltar um gemido baixo. ''Você quer que eu te foda?'' Ele pergunta com os olhos grandes.
Só faltava implorar por aquele momento. ''Sim, Enzo. Me fode como se eu fosse sua puta'' Você responde afastando as pernas e agarrando nele. ''Como você quiser, minha puta''.
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365filmsbyauroranocte · 3 months
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Los delincuentes (Rodrigo Moreno, 2023)
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groupieaesthetic · 2 days
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"Desabafo do dia meninas..."
Sinopse: Onde a reader precisava de alguns pontos para a faculdade e acaba ganhando algo melhor que isso.
Warnings: +18, sexo oral, sexo desprotegido, palavrões.
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Sua faculdade tinha prazer em fuder com a cabeça dos alunos.
Integração de Cursos.
Que porra era integração entre cursos?
Não bastava você estudar o seu precisava de experiência em outro?!
Na tentativa de achar alguém para te ajudar e você pudesse ajudar resolveu colar um cartas na parede do refeitório.
"Integração de Cursos
Me chamo (seu nome) sou estudante de Moda e Design. Procuro alguém para sermos parceiros de integração.
Mandar mensagem para o número xxxx-xxxx"
Já era final do dia enquanto você andava próxima as janelas do refeitório quando viu alguém olhando seu cartaz.
Avisou suas amigas que logo voltaria e foi até a pessoa.
"Oi, tudo bem?"
Assim que a pessoa se virou você viu.
Esteban Kukuriczka.
"Eu sou a moça do cartaz. Você é o Esteban correto?"
O rapaz parecia nervoso só de olhar para você.
A touca do moletom com a estampa de algum anime aleatório escondia o cabelo dele, mas as mangas cobriam só até o pulso dele. Deixando seus dedos bem a mostra...
"Sou... sou sim" Tirou a touca e tentou ajeitar o cabelo "Eu estudo T.I aqui. Tô procurando uma área diferente pra integração"
"Ai perfeito eu também. Soube que área diferente dá mais pontos" Sorriu e tirou o cartaz da parede "Pelo o que eu vi você já anotou meu número. Só combinar e você pode ir no meu AP pra gente começar que tal?"
Esteban apenas sorriu e fez quem 'sim' com a cabeça.
"Bem..." Você. Uma pessoa Golden Retriver tendo que lidar com um rapaz que parecia um ratinho assustado. "Eu te espero então. Mande mensagem viu" Saiu do refeitório e olhou para trás uma última vez. Esteban estava enconstado na parede olhando para o celular.
Antes mesmo que você chegasse no portão do prédio onde ficava seu apartamento, recebeu uma mensagem.
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Tudo bem, você não tinha a noite de amanhã livre. Era sábado. Sua turma havia comprado ingressos pra um show de uma bandinha qualquer, mas entre ficar bêbada e ver sua amiga chorar DE NOVO pelo ex, versus, conseguir logo os pontos necessários para a faculdade, a escolha era óbvia.
Time skip
Assim que ouviu as batidas na porta foi correndo abrir.
Lá estava Kuku. Roupas leves, o óculos na pontinha do nariz e o cabelo bagunçado.
"Entra vai"
Ele analisava o apartamento. Era cômico a mistura de uma estudante de moda, uma estudante de medicina e um estudante de letras morando juntos.
"Todos os meus amigos saíram então estamos com o AP livre para nós" Trancou a porta e pensou em maneiras de fazer ele se soltar "Han, pode deixar suas coisas aqui na mesinha. Se você nao ligar de começarmos pela minha parte... tenho certeza que é mais fácil"
"Pode ser, como você quiser"
Ele sorriu e deixou a mochila e os livros na mesinha próxima ao sofá.
Você foi até seu quarto e voltou com seus mil utensílios.
"Sobre o que é seu projeto?"
Ele perguntou se sentando no sofá
"Preciso fazer uma roupa de gala utilizando um modelo vivo"
Esteban levantou as sobrancelhas. Parecia confuso com o conceito.
"Pode começar a tirar"
Ele se levantou do sofá e te olhou assustado
"Tirar?"
"É Esteban, a roupa. Você veio com roupa larga dificulta pra tirar as medidas"
"Mas você que pediu..."
Parecia um cachorrinho confuso, quando o dono joga a bola e ele não acha. Tadinho.
"Eu sei, mas era pra ser mais fácil pra ti tirar sabe. Foi mals não ter falado o que era"
Tá ok, era sua culpa. Ninguém aceitaria tão fácil tirar a roupa na frente de uma qualquer.
"Não, ta de boas. Mas pode ser uma parte de cada vez?"
"Pode" Sorriu quando viu que Kukuriczka tentava realmente te ajudar durante aquela situação. Não era algo fácil para ele. Não se lembra de uma pessoa que não fosse a mãe e tivesse o visto pelado. E olha que ela só viu até os 4 anos, quando o garoto aprendeu a tomar banho e se trocar sozinho.
Esteban tirou a camiseta e respirou fundo.
Realmente, aqueles moletons e camisetas soltas escondiam um belo peitoral. Não era trincando nem nada, mas era muito bom de se ver.
Enquanto você tirava as medidas dele, tentava puxar papo. Algumas perguntas ele respondia rápido, outras dava detalhes.
"Ai tipo, eu falei que a peça não era aquela, que pra arrumar o PC precisava de uma menor mas ninguém me ouviu"
Podia não entender nada sobre o PC, mas o jeito que Kuku contava a história era engraçada.
"Agora a calça"
Parecia um tomate. Esteban segurou a respiração e então começou a lentamente tirar a calça (os sapatos e a meia ele havia tirado quando entrou).
Em uma tentiva de tranquilizar ele, virou seu rosto enquanto ele tirava.
'Muito que adianta (seu nome)...'
Quando se virou sua prancheta quase saiu.
As coxas. Aquelas coxas.
Mas não só isso.
O pau dele. Marcado na cueca, molhado com o pré semen.
"A cueca não precisa né?"
Esteban riu fraco e esperou a resposta.
"Não precisa não"
Pegou sua fita e começou a medir.
Cada vez que vocês se enconstavam arrepiavam.
Você até jurou escutar ele gemer.
"Você não namora né?"
Perguntou e ouviu um sussuro "não" vindo da boca do rapaz.
Se ajoelhou porque era essa a melhor maneira (na sua visão) de medir as pernas.
Bendita idéia.
Olhou para cima e viu Esteban te olhando.
Era tudo que você via.
O rosto do rapaz que parecia capaz de chorar pelo tesão acumulado. E o pau dele desesperado para sair daquela cueca.
E então você se levantou e olhou nos olhos do rapaz.
"Não vai achar ruim se eu te beijar?" Parecia até que voce tinha colocado uma arma na cabeça dele. Parecia assustado, ansioso, perdido, mas fez que não com a cabeça, e então fechou os olhos.
Os lábios de vocês se ligaram. O beijo era delicioso. Segurando a nunca de Esteban aproximou-se do corpo dele, sentiu algo em sua barriga.
De maneira delicada o sentou no sofá e ficou por cima.
As mãos dele passeavam pelo seu corpo. Uma hora eram as coxas, depois sua bunda, ia pro cabelo, voltava pra bunda...
"Eu não sei o que fazer depois disso" Ele disse entre o beijo
E então você parou.
Fazia total sentido. Esteban era virgem.
Mas isso ia mudar...
"Você quer isso Esteban?"
"Quero, por favor"
Isso ia mudar hoje!
Segurou a mão dele e o levou para seu quarto.
O deitou na cama e começou seu showzinho.
Tirou sua camiseta deixando seus peitos a mostra. Logo depois seu shorts do pijama.
Kukuriczka parecia estava vendo uma deusa na frente dele. A boca aberta, as mãos apertando os lençóis.
"Primeiro, cuido de você"
Sentou na cama e tirou a cueca dele.
O pau dele definitivamente era o maior que você ja havia visto.
Mas se Deus fez é por que cabe!
Começou chupando ele levemente. Lambia a cabecinha, masturbava ele lentamente.
Aquele era definitivamente um dos melhores momentos da vida dele. O prazer de ter você chupando ele. A visão de você quase nua chupando ele como se fosse o sorvete mais saboroso do planeta.
Os gemidos que saíam da boca dele eram como música. Ele segurava seu cabelo com delicadeza.
As vezes você engasgava mas logo continuava.
Não se deu conta que os gemidos haviam ficado mais alto, até que sentiu algo em sua garganta.
"Me...me desculpa" Foi tudo que Esteban disse fechando os olhos e respirando forte
"Tudo bem, tudo bem" Dando beijinhos pelo corpo dele sentiu algo em sua coxa. Ele aindava estava duro. As veias efeitavam o pênis dele, te deixavam com vontade de mais.
"Eu preciso de mais (seu nome)" Ele gemeu apertando sua cintura "Continua vai"
Uma idéia surgiu na sua cabeça. Por que não ensinar Esteban Kukuriczka a usar seu pau para alegrar a vida de mais mulheres por aí.
"Melhor" Colocou o dedão da mão na boca e ele chupou tal feito uma puta "Eu vou te ensinar a continuar daqui"
Se levantou e tirou sua calcinha.
Esteban se levantou e tirou a camiseta rápido.
Viu você se deitando na cama e esperou que você ordenasse o próximo passo.
"Eu não tenho camisinha"
"Eu tenho DIU Esteban, tá tudo bem"
Pegou a mão dele e o fez sentar na cama de frente pra você.
"Primeiro, você retribuiu o que eu fiz" Abriu suas pernas e jurou que viu ele babando vendo sua buceta molhada esperando por ele "Depois, o grande finale"
Timidamente ele se deitou na cama e começou a te lamber.
Lambia com curiosidade. Seu clitóris, sua entrada.
"Bem ali, bem ali" Você gemeu quando ele lambeu o lugar ideal. E então continuou.
Seus gemidos eram altos e necessitados. As semanas se dedicando por aquela faculdade teve efeito. Nada de sexo fazia isso com você.
De repente sentiu um dedo se aproximando. Começou rápido atrapalhando seu ápice.
"Lento Esteban, lento" Ele sussurrou um 'desculpa' que te fez rir fraco e continuo seguindo agora sua ordem.
Seus gemidos se misturavam com o barulho que Esteban fazia te chupando. Era tudo tão bom.
"Me fode Esteban! Agora!" Ele se levantou e te olhou apreensivo "Certeza que quer?"
"Eu quero e preciso" Respondeu
"Vai devagar tá, aproveita?" Disse olhando nos olhos do rapaz que dessa vez sorriu de lado.
Porra Esteban.
Com dificuldade ele meteu na sua buceta. O pau dele preenchendo sua bucetinha apertada. O aperto era delicioso.
Começou a meter devagar. Gemia e dizia o quão bom era aquilo.
Já você, gemia e arranhava as costas dele, pedindo para ele não parar.
"Isso Esteban, assim mesmo" Segurou a nuca dele e olhou nos olhos do rapaz "Mete assim mesmo"
Kuku se sentia orgulhoso de si mesmo. Era um segredo dele, a quantidade de vezes que imaginou aquilo, ainda mais com você.
A aluna gostosa de moda que ele sonhava em comer.
"Me deixa gozar por favor" A voz dele era suave, e o pedido parecia mais uma necessidade
"Ainda não, continua vai" E então ele aumentou a força e a velocidade. Você sentia no fundo, no colo do seu útero o pau de Esteban. Sendo socado em você, atingindo seu ponto G. "Isso Esteban, isso, isso"
Os dois gemiam juntos. Você o arranhava, e ele segurava a cintura a sua cintura como se temesse que você saísse daquele quarto.
"Goza vai, me enche com a sua porra vai"
Esteban fechou os olhos e deitou o rosto no seu pescoço. Gemeu e gozou como nunca havia na vida. Você o acompanhou e com um gemido gozou apertando o pau dele.
Sentia ele pulsando dentro de você.
"Obrigada"
Você nao acreditava. Havia tirado a virgindade de Esteban, e de quebra se apaixonado por ele na primeira transa...
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lacharapita · 7 days
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ᴇsᴛᴇʙᴀɴ ᴋᴜᴋᴜʀɪᴄᴋᴢᴀ
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"Everbody got somebody,
You know I want somebody too
You better be careful, baby,
'Cause I've got my eyes on you."
★★★★★★★★★★★★★★★★
— Alexandra não era uma mulher que fodia ao som de The Weeknd, não não. Alexandra era uma mulher adulta que fodia com blues tocando ao fundo. Erótico, sensual, terno e profundo.
O vestido deslizava pelas pernas da chilena enquanto Esteban só podia olhar. Everbody Needs Somebody de Little Walter tocava em volume baixo, era a porra da trilha sonora dela. O volume evidente dentro da calça social cinza se contorcia com a visão que os olhos do argentino tinham.
Com os quadris levemente empinados para trás, Alexandra se concentrava em retirar as pequenas argolas douradas em suas orelhas, o colar e o conjuntos de pulseiras em seu pulso esquerdo. Sorrindo quando vê a aliança dourada em seu dedo anelar e olhando suavemente para Esteban através do espelho.
– "Tudo bem, nene?"– A chilena perguntou, se virando para poder ter uma visão completa de Esteban que ainda se mantinha sentado na beirada da cama com a gravata frouxa em seu pescoço, os dois primeiros botões da camisa abertos e uma ereção evidente entre as pernas.
O cabelo escuro caindo pelos ombros marcados dela o fizeram perder a atenção em suas palavras. O pescoço dela brilhava, as veias facilmente vistas na pele morena. Parecia tão convidativo para ele. Esteban se levanta da cama, nenhuma palavra sendo proliferada de seus lábios, caminhando até a moça que o encarava com um sorriso na boca. As mãos dele agiram antes do cérebro, seguiram logo para agarrar a cintura de Alexandra e logo aproximou seus lábios do ouvido dela.
– "Mi reina, eu quero te comer debaixo do chuveiro. Ver cada gotinha de água escorrendo do seu corpo enquanto você geme meu nome com essa sua voz gostosa."– Esteban pode ver os pelinhos finos em sua nuca se arrepiarem e deixou um riso baixo.
Nunca tirando os olhares um do outro, ele retirou a gravata, terminou de abrir os botões da camisa e logo ela estava perdida em algum canto do quarto. O barulho da fivela do cinto foi ouvido por Alexandra mas ela não se moveu, os olhos continuavam penetrantes no cabelo bagunçado, nas sardinhas por todo o rosto, na boquinha rosada e nos olhos pequenos de Esteban. Quando a calça finalmente se tornou uma poça bagunçada no chão, ele segurou a mão macia da chilena e caminhou silenciosamente com ela até o banheiro.
Alexandra sorriu enquanto as mãos de Esteban iam direto para o feixe do sutiã rendado, soltando-o sem complicações. Os próximos movimentos dele a fizeram agarrar as bordas da pia do banheiro. Ajoelhado no chão, mantendo o olhar sempre no rosto dela, o argentino segurou nas laterais da calcinha preta e a puxou pelas pernas de Alexandra, lentamente expondo todo o corpo dela.
Beijos suaves foram deixados por toda a extensão das coxas da mulher. – "Liga o chuveiro pra mim, nena."– A mente dela ainda estava lesa, totalmente sem resposta para nenhuma pergunta. – "Nena, o chuveiro, por favor."– Ela respirou fundo e caminhou, desnorteada, até o chuveiro, ligando-o em uma água morna e entrando logo em seguida, com Esteban logo atrás.
O aperto nos quadris já mostrava a ela que talvez a conta de água desse mês fosse mais alta que o comum. Ele aproximou o rosto do ouvido dela novamente, suas mãos passeando por todo o corpo dela, despretensiosamente...– "Eu quero que você encoste suas mãozinhas na parede e deixa essa bunda bem empinada pra mim, tudo bem mi amor?"– Alexandra acenou com a cabeça, não conseguindo formular uma frase conexa naquele momento.
Suas mãos encostaram na parede úmida, o corpo se arrepiando com a diferença de temperatura, e os quadris se empinaram, deixando ao argentino uma visão do que, pra ele, era conhecida como paraíso.
Ouviu Esteban deixar um suspiro quente de seus lábios, as mãos continuavam a passar pelos quadris, cintura e ocasionalmente deixar apertões nas bochechas macias de suas nádegas. Os dedos da mão esquerda passeiam até chegar ao meio das pernas dela, sentindo a área úmida e quente. – "Porra, mi amor..."–
Ele tentou. Não era a intenção dele, mas sentindo os lábios inchados, molhados e quentes da buceta dela, foi natural. As pernas pareciam ter ficado fracas, o argentino caiu de joelhos no chão molhado. – "Vira pra mim, nena."– Alexandra, com cuidado, virou seu corpo para que ficasse de frente para Esteban.
A mão direita dele subiu desde o calcanhar até a coxa molhada dela, segurando embaixo do joelho, Kuku ergueu a perna esquerda dela e a colocou sobre seu ombro. Gemeu com a visão que teve, parecia tão... talvez fosse o tesão que ele estava escondendo durante toda a noite, não sabia. Sua única certeza era de que Alexandra era a mulher de sua vida.
Beijos molhados foram deixados na parte interna das coxas dela, subindo lentamente até que chegasse onde desejava. As mãos dela seguraram os cabelos claros de Esteban, puxando suavemente toda vez que os lábios dele se enrolavam no pontinho de nervos. O nome dele saia como um canto divino dos lábios dela, deixando seu corpo tenso.
        – "Esteban, por favor..."– Ele olhou nos olhos dela, vendo como a pele dela estava mais avermelhada que o normal, os lábio entre abertos e a luta dele para se manter com os olhos abertos.
A língua quente dele, ocasionalmente, mergulhava no buraco apertado que ele se colocaria em pouco tempo, fazendo com que os gemidos dela soassem mais altos. Ele sussurrava as palavrinhas mais sujas que conseguia pensar enquanto o pé esquerdo dela tocava suas costas molhadas. – "Nene, serio... Só, por favor."– A voz dela era baixa mas ele conseguia sentir a vontade nela. Soltando a perna esquerda dela no chão ele se levantou, suas mãos buscando o pescoço dela e seus lábios se aproximavam do ouvido dela.
– " Deixe de ser una perra desesperada e me deixe ter meu tempo com você, nena."– Alexandra engoliu uma respiração profunda, sentindo as mãos dele virando o corpo dela e pressionando, suavemente, o rosto dela contra a parede molhada.
As mãos dela Esteban desceram e agarraram os quadris dela, puxando-os para si. Um gemido alto saiu de entre os lábios da chilena quando Kuku se enterrou por inteiro dentro dela. Não importa quanto tempo se passasse, ela sempre foi muito apertada pra ele.
As mãos dele seguraram os quadris de Alexandra com força, deixando marcas avermelhadas no local. A forma como o pau dele escorregava para dentro de para fora dela com dificuldade, fazendo Esteban ter um esforço maior para não gozar tão rápido. – "Nena... porra."– Ela só sabia gemer, o cérebro não processava nenhuma informação além da forma como ele a esticava tão bem. Cabeça tola que não pensava em nada da tamanha onda de prazer que recebia.
Esteban sorria com o poder que tinha sobre o corpo de Alexandra. As mãos dele foram até o pescoço dela, agarrando-o e puxando até que as costas dela estivessem encostando no peito dele. A água caindo exatamente entre os dois enquanto Esteban continuava se empurrando para dentro dela com tamanha força. – " Não consegue falar, amor?"– ele riu enquanto ela choramingava, a risada provocando um aperto firme do interior da buceta dela em seu pau. – "Ficou burrinha de tesão, nena? Eu gosto de você assim, não parece nada com a Alexandra em público."– O argentino sorria, sabendo que fora dali a situação era totalmente diferente. Mas ali, naqueles momentos, ele tinha domínio sobre ela, pelo menos na maioria das vezes.
A pontinha do pau dele encostava na parte mais funda dentro dela, tocando repetidamente aquele pontinho de prazer dentro dela que fazia com que aqueles sons bonitos saíssem da boca dela.
Segurando na garganta dela, todos os sons que Esteban fazia iam direto para o ouvido de Alexandra, cada barulhinho dele deixava ela mais molhada, ela amava ouvir ele, e apesar de Esteban não ser tão vocal durante uma foda, com ela era impossível ficar quieto.
As mãos dela seguraram o braço esquerdo dele, que se mantinha enrolado na cintura dela para manter o equilíbrio, apertaram com força como quem queria avisar algo.
         – "Esteban... eu vou..."– Ele sorriu, é claro que ele já sabia. A forma como ela se apertou em torno dele com mais firmeza e como seu ventre tremeu já mostrou a ele o que viria a seguir.
– "Diz pra mim, amor. A putinha quer gozar?"– Alexandra acenou com a cabeça, os choramingos saindo de seus lábios alguns tons mais altos. – "Palavras, mi amor... palavras."– Ela fechou os olhos com força, sabendo o quanto Esteban a provocaria até ela falar o que queria.
– "Nene, eu quero gozar... por favor."– As palavras saíram baixas e Esteban fez uma cara de desentendido, mesmo tendo ouvido cada palavrinha dela.
– "Oi? Desculpe nena, não te ouvi. Pode repetir?"– Alexandra suspirou, todo seu corpo se controlando para não ceder ao orgasmo que passaria por ela a qualquer momento.
– "Eu... eu quero gozar, mi amor."– A voz saiu mais alta e mais desesperada. Esteban agarrou a cintura dela com mais força, segurando seu rosto e deixando beijos abaixo de sua orelha.
– "Posso te encher, nena? Hm, posso encher sua buceta de porra?"– Ela choramingou, acenando positivamente com a cabeça. Esperando ansiosamente para sentir a porra quente de Esteban enchendo ela.– "Então goza comigo, nena."– Não demorou nada para que os dois estivessem mais agarrados do que antes, os gemidos altos escapando dos dois e a água gelada não sendo o suficiente para aquecer aqueles corpos. Alexandra suspirava, sentindo seu interior cheia de Esteban. E quando ele escorregou para fora dela, pode sentir escorrendo entre suas coxas.
O argentino agarrou o corpo dela e virou para que pudesse olhar nos olhos dela. Aqueles olhos castanho claro, com algumas lágrimas de prazer, as bochechas coradas, lábios rosados e cabelo molhado.
Alexandra era o começo e o fim do mundo para Esteban.
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@imninahchan @creads @geniousbh @80s-noelle @xexyromero
Oiii, desculpa marcas vocês aqui mas foi a única coisa que meu cérebro conseguiu pensar em fazer. De vez em quando eu escrevo algumas coisas e no momento tô obcecada em LSDLN kkkkk e querendo entrar aqui no fandom do Tumblr. Sou apaixonada na escrita de vocês e queria que vocês dessem uma opinião no que eu escrevo😭💋
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imninahchan · 2 months
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𓂃 ഒ ָ࣪ girlies chicas meninas, estou constantemente ovulando então minha cabecinha de parafusos a menos pensou em dois cenários saborosos que me fizeram uivar pra lua. Não sei se eu vou escrever, e se alguém quiser escrevê-los pode pegar à vontade, alterar o que quiser.
───── 1.
⌜só consegui imaginar o Esteban chegando todo xôxo, anêmico do trabalho, com os olhinhos caídos e um biquinho nos lábios. Você quer saber o que houve, se ele quer carinho. Senta no colo dele, trocam beijinhos, enquanto você tenta reanimá-lo, e não é que ele não queira transar contigo, é que ele quer fazer de um jeito diferente do que vocês estão acostumados. Só que na cabeça dele, porque está tão associado a ser calmo, romântico com você, parece ser impossível que aceite outra dinâmica. Você demora a conseguir fazê-lo dizer aquelas palavras, a colocar pra fora, e quando ele diz, é com tanto desejo, assim desesperadinho pra meter em ti, que você só consegue pensar no quanto aquilo é exatamente o que você vinha querendo mas não tava sabendo como pedir.
Esteban quer só te foder, tipo somente foder mesmo. Sem beijo, sem abraço, sem carinho. Sem palavras bonitas, ou olhares apaixonados. Apenas se enfiar dentro de você de qualquer forma e meter ali até explodir o buraquinho com a porra dele. Depois, fazer de novo, e de novo. Se puder te ter de quatro, é melhor ainda, a posição te deixa tão exposta e submissa que é exatamente essa a intenção. Se pegar no seu pescoço, ou forçar a lateral do seu rostinho contra o travesseiro, não se assuste, só quer se preocupar em fazer um tipo de movimento — entrando e saindo; ouvir os seus gemidos sendo cortados pelo impacto, e se deliciar com o som dos seu corpo sendo arrebentado pelo dele.⌝
───── 2.
⌜eu amo smuts com dinâmicas com mais de duas pessoas, então quanto mais melhor pra esse cenário, algo no conceito roleta-russa, sabe? Tipo, é uma noite de bebedeira (fumar umas loucuras), conversa vem e conversa vai, e eu só consigo pensar que quem teria uma ideia pervertida dessa seria o Matías🤧. O joguinho é bem simples, do estilo resistência, algo que não está lá nem tão longe assim da realidade quando você está em menor número. E é um desafio que te agrada muito pois a sua parte é a mais importante; vai foder com cada um deles, mas nenhum pode gozar, só você.
Imagino esse cenário naqueles bancos extensos tipo de lanchonete, que ocupam parte da parede e às vezes fazem até um círculo, então você vai do colinho de um pro outro pra completar a sua missão de quebrá-los. Tem um cronômetro de, sei lá, quatro ou cinco minutos, de tempo pra poder fazer o que bem entender pra ganhar, e os outros podem ajudar também, principalmente na dirty talk, provocações em cima de provocações. O prêmio ninguém liga mesmo, é mais pelo erotismo, pela imoralidade da brincadeira.
Imagino o Matías cantando vitória, sendo o cão quando é a vez dos outros, mas odiando quando é a vez dele. Os olhinhos do Pipe se enchendo de lágrimas, porque está sendo tão gostoso, só que ele não pode se entregar ao sentimento, desesperadinho pra resistir. O Fran rindo daquele jeitinho dele e respondendo às suas provocações com algo ainda pior, e por mais que todo mundo apostasse que ele fosse o primeiro a perder, ele é o que mais dura. O Esteban com aquela carinha de lerdo dele, o sorriso bobo, enquanto você quica e fala atrocidades com ele, mas não dá pra saber se ele tá levando o jogo a sério ou não. E, meu deus, o Homem que Agustín Pardella é... quem goza é você. Super imagino o Enzo dizendo que não, não vai participar disso, nossa, que sem-vergonhice, e depois cedendo só pelo fogo da competição masculina... E quem vai ganhar ou quem vai perder vocês me falam aí valendo🙌⌝
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creads · 12 days
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ô cami fiquei aqui pensando aqui qual seria a reação dos queridos se a leitora dissesse um "tá com dó?" no meio transa.... just for funsies sabe... não que ela estivesse tentando tirar eles do sério de propósito só p ser macetada ate ficar mansinha credo jamais......
que sabor! era só isso pra ficar mansinha 🎀🐶 eu acho que todos iam dar SIM o tapa of a lifetime depois de serem provocados (homens e ego) mas pensei em dois cenários específicos
e perdão pela demora, diva 😖 tava guardando esse pra escrever com mais calma 💗
pipe + simon: eu imagino um cenário em que vocês estão viajando com uma galera, com a casa cheia de gente. aproveitam quando estão à noite sozinhos no quarto. começam transando de ladinho, com ele tampando a sua boca de levinho, e, apesar de ser comida de uma forma romântica ser tudo para as girls (✨💐🎀), nesse dia em específico, você passou o dia todo babando nele e quase subindo as paredes de tanta vontade de dar, então precisa de mais. fala toda dengosinha com essa🥺 cara “amor, dá tapa na minha cara” e ele sorri, acha bonitinho você desesperada, e até dá um tapinha leve. “ah não mô… mais forte… tá com dó, é?” e aí ele solta uma risadinha ofegante, dá um TAPA na sua bochecha e aperta seu rostinho, bruto, “eu nem ia dar pra você não gemer que nem uma putinha que gosta de ser tratada igual vagabunda, mas o que que minha princesa pede e eu não faço, né?” e depois começa a meter alucinado com a mão na sua boca (até te sufoca um pouco OI ??? quem disse isso???😯😯) sem nem ligar pro fato de que você vai ficar dolorida depois
esteban + fernando + enzo: penso em um cenário que ele chega muito estressado do trabalho, você repara logo quando ele chega e nem fala contigo direito, vai direto pro banho. você deixa ele ter o tempo dele, sabe que seu namorado introvertido tem que recarregar as energias, enquanto isso faz um jantarzinho. depois que termina, vai para o quarto e vê ele sentado na beirada da cama, cabelo ainda molhado e só uma bermuda (sem cueca). se posiciona entre as pernas dele e começa a fazer carinho, diz que fez uma comidinha pra ele, ele solta um suspiro, frustrado, e te puxa pra um beijo. ele interrompe o beijo e diz “desculpa por não ter falado com você quando eu cheguei, tô muito estressado e não queria descontar em você”. você se senta no colo dele e diz que ele pode sim descontar em você, enquanto beija o pescoço dele, sugestiva. alguns minutos depois, você tá de quatro na cama e ele tá metendo forte, apertando sua bunda e da uns tapinhas fracos de vez em quando, você vê que ele tá hesitando e diz “que foi amor? tá com dó?”. ele solta uma risadinha até meio desacreditado, o homem tá puto e você ainda provoca? (no off isso melhora um pouco o humor dele, pq a partir daí ele realmente se liberta pra descontar em você, e pq ele se lembra que a namorada dele é muito boazinha pra ele ✨✨). vai te puxar pelo pescoço pra falar no seu ouvidinho, te enforcando, não só da um tapa forte na sua bunda como também na sua coxa e diz “e eu com receio de te machucar… tinha esquecido que você gosta de ser fudida que nem puta…”
confesso que não consegui pensar num cenário para matias e pardella 😖😖😖 (se alguém pensar, compartilhe conosco na ask por favor! hihi) mas old que eles te falariam “que vagabunda, mami” com o maior sorriso na cara, e depois te dariam um tapa daqueles que ouvido até apita. eu enfiando esses dois chamando a leitora de mami em todo lugar torcendo pra que vocês não percebam
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