Tumgik
#hermosa puerta
wgm-beautiful-world · 11 months
Text
Tumblr media
1K notes · View notes
junmsli · 3 months
Text
so it goes
pairing. enzo vogrincic x virgin!reader
cw/tw. smut, praise, oral sex (reader y enzo reciben), enzo un poco posesivo, virgin!reader, piv sex, established relationship, unprotected sex, edades no especificadas, afab!reader/pronombres femeninos.
word count. 4.4k+
rating. +18
Tumblr media
no es un secreto para nadie que la virginidad es solo un constructo inventado desde el machismo. las mujeres no sufren de ningún tipo de cambio después de tener relaciones sexuales por primera vez. a pesar de saber que el concepto de la virgnidad no tiene ni pies ni cabeza, siempre pensaste que tu primera vez sería con alguien que de verdad significase algo para ti.
con un novio como enzo, sabías que la comodidad y el respeto son cosas con las que puedes contar, ya sea en este tema en específico o en cualquier otro aspecto, el peli negro encaja en tu definición de confianza.
enzo va a ser paciente y amable contigo, te dices a ti misma y sacudes tu cabeza buscando desaparecer de tu mente todo lo que piensas podría salir mal, ¿por qué llenar tu mente de todos los posibles escenarios negativos? todo irá bien y tendrás otro recuerdo precioso con tu novio que llevarás contigo con mucho cariño.
prefieres no darle más vueltas al asunto y buscas en tu armario un outfit para la cita de hoy. el plan era ir al nuevo restaurante frente a la playa, irían un poquito antes de las 7pm para apreciar la puesta del sol en la arena, la ida al restaurante y la cena, por último, volverían hacia el departamento del mayor.
habían hablado del tema la tercera noche que habías pasado en su departamento, discutiendo todo lo que pasaba por tu mente sobre tu falta de experiencia.
“¿te molesta esperar?”
“¿por qué me molestaría esperar?” enzo te había contestado, haciendo latir más rápido tu corazón. ambos acostados en la cama de él, viendo hacia el techo y tomándose de la mano después de una sesión de besos más que intensa.
luego de lo que parecieron horas, decidiste ponerte tu vestido favorito, de color negro, bastante cómodo y ligero. escuchaste la puerta ser tocada y miraste hacia tu reloj, notando que el mayor había llegado un minuto antes de lo acordado.
 “ya voy” dices en voz alta y te pones en marcha para abrirle, encarando al pelinegro, que como tu, tenía una cálida sonrisa en su rostro “hola, linda” dice enzo, elimina la distancia entre ambos y pone sus manos tu cintura, miradas encontrándose y diciendo en aquel lenguaje único cuanto se extrañaron y cuánto aman estar en la presencia del otro. 
“¿soy linda?” tú dices con una sonrisa llena de diversión.
“tan linda que sos lo único en lo que puedo pensar, sos muy preciosa” contesta, lo que hace calentar tus mejillas. se aleja de ti solo para tomar una de tus manos con una de la suyas. caminan de la mano hacia la salida del edificio, en busca de un taxi.
después de algunos minutos se suben al auto que los conducirá hasta la playa, apoyas tu cabeza en el hombro de enzo, sin soltar su mano en ningún momento, cierras los ojos y hueles el perfume de enzo con una pequeña sonrisa. dos cuerpos apoyados en los asientos del taxi, calentándose y latiendo el uno por el otro.
el tiempo parece volar y pronto llegan a su destino. enzo se aparta de tu lado con gentileza para abrirte la puerta, ocuparse del pago y agradecer al conductor. puedes decir que no está dispuesto a tener las manos lejos de ti por mucho tiempo, ya que te ofrece una vez más su mano, rápidamente volviendo a tener contacto contigo.
caminan hacia la playa mientras tarareas tu canción favorita. “son las 6:40, tiempo perfecto para ver la puesta del sol si me lo preguntas.” dices y jalas de su mano para avanzar más rápido con él hacía la arena. ambos sueltan un pequeño suspiro una vez que están ahí, contemplando la hermosa vista, escuchando las voces de las personas a su alrededor, el mar y las olas contra la arena.
comparten minutos llenos de silencio, llenos de tranquilidad hasta que enzo decide romper el vacío de diálogo;
"viviría feliz en montevideo contigo, en pequeños y grandes roles. sería el hombre más afortunado por toda mi vida", dice, dejando escapar sus pensamientos con la misma franqueza de siempre, sin filtro ni reservas.
"¿qué? ¿estás bromeando?" respondes con evidente confusión, arqueando una ceja mientras lo observas en busca de alguna señal que aclare sus palabras.
"no estoy de joda con vos, nunca lo estoy", responde él, encogiéndose de hombros con sinceridad.
"no te lo permitiría", piensas en cruzar los brazos para reforzar tu punto, pero decides mantener el contacto físico con tu novio, prefiriendo esa conexión.
"¿por qué no?" enzo finge sorpresa, consciente de que esa sería tu reacción.
"¿qué clase de novia sería si te dijera 'sí, enzo, quédate aquí conmigo, no te aventures fuera del país para explorar tu potencial. podríamos ser felices, pero siempre viviríamos con la incertidumbre de lo que podría haber sido'?"
"esperaba ese comentario de vos", responde enzo con calma.
"gracias por esperar lo mínimo de mí. me reconforta saberlo", dices con sarcasmo pero con una sonrisa cómplice. estás en un breve silencio, contemplando el atardecer antes de volver la mirada hacia enzo. "no deberías esperar que sea egoísta contigo y todo lo que puedes lograr. ya te ha ido bien más de una vez, y eso me llevó a conocerte en primer lugar", añades con una tranquilidad reflexiva. "y, aunque me hagas sentir... dios, no sé cómo explicarlo, este sentimiento de ser amada por ti, tú debes ser siempre tu primera prioridad. si estás dispuesto a esperarme, yo también lo estaré", admites, evocando el recuerdo de esa noche y la conversación que marcó un punto de inflexión en su relación.
"son dos cosas distintas", comenta enzo, también recordando claramente aquel diálogo
“¿mi primera vez y tu carrera de actuación? la verdad sí, no es el mejor ejemplo pero se entiende.” ahora es tu turno para encogerte de hombros.
se quitan los zapatos y deciden sentarse en la arena, tú con las piernas estiradas, quizás no fue tu mejor elección el vestido para esta ocasión, pero no importa cuando estás con él.
el silencio los envuelve por unos minutos mientras contemplan la puesta del sol, como si el tiempo se detuviera para permitirles disfrutar de ese momento juntos. enzo acaricia tu mano con delicadeza, voltea para encontrarse con tu rostro y procede a dar inicio a la reunión de sus labios, un beso lleno de ternura y pasión. toma tus mejillas con suavidad, intensificando el contacto, y se sumerge en la profundidad del beso, compartiendo un instante de intimidad que les pertenece solo a ustedes. duran unos preciosos minutos disfrutando del ya no tan delicado roce entre sus bocas, perdidos en el éxtasis del amor compartido.
"me haces muy feliz, siempre", él murmura al romper el toque entre sus labios, su voz cargada de sinceridad y emoción. "más de lo que te podes imaginar."
sus palabras llenan el aire con un sentimiento cálido y reconfortante, confirmando lo que ya sabías en lo más profundo de tu corazón: que este amor es real y todo tuyo. las olas continúan su danza rítmica, chocando contra la arena, mientras la oscuridad de la noche se adueña del entorno, acompañada del inconfundible aroma marino. reposas tu cabeza en el hombro de enzo una vez más, dejando escapar un suave suspiro. 
“gracias por amarme tanto.” expresas con gratitud.
“no tenés que agradecer ser amada, gorda, nunca.” responde enzo, manteniendo su mirada en ti. mientras tú sonríes con serenidad, él muestra una sonrisa que refleja comodidad y un toque de diversión, creando un momento impregnado de afecto y complicidad en la brisa nocturna.
"sé que no es necesario, pero aún así, gracias", respondes con una suave risa. tus pies juguetean en la arena, moviendo los dedos mientras te zambulles completamente en el momento. observas cómo los pies de enzo también comienzan a moverse y ríes bajito.
hubo momentos en los que creíste que ser amada era una tarea ardua, que lo mejor de ti se veía eclipsado por tus propias inseguridades. pero entonces, el peli negro irrumpió en tu vida, haciendo que amarte pareciera tan fácil. 
se ponen de pie, sacudiendo la arena en su ropa, continúan poniéndose de vuelta el calzado y caminan hacia el restaurante, en pocos minutos están sentados en la mesa, deliberando sobre qué elegir para la cena. decides optar por el mismo plato vegano que el de enzo.
“¿qué querés ver hoy en casa, amor?” pregunta él en el momento en el que el mesero recoge sus pedidos.
“¿ver?” dices, parecía que ya tenías una idea muy clara sobre cómo ibas a pasar la noche con enzo y eso no incluía ver tele. “lo hablamos mientras vamos para allá.” 
“dale, igual tengo un par de ideas si no tenés nada pendiente por ver.” asientes ante lo que menciona y no le das mucha importancia por ahora. “hay varias cosas que tengo apuntadas, de hecho.”
los platos de ambos llegan, le dan las gracias al mesero y la cena entre pequeños diálogos da inicio.
“tuve un lindo día en el trabajo, los niños son fenomenales… hicimos algo que vi en internet sobre escribir una reseña de una película al estilo de letterboxd. primero aprendieron sobre las partes de una reseña, sus funciones y bastante de cine, había impreso unas plantillas con el logo de la app. vimos elementos, yo tampoco la había visto así que también escribí mi propia reseña.” hay mucha alegría en tu rostro mientras le cuentas a tu novio tus recuerdos de unas horas antes de ese mismo día. “fue una interesante didáctica, bastante desarrollo de pensamiento analítico y crítico, a parte que se la pasaron muy bien mientras veíamos la película y cuando compartieron sus reseñas con toda la clase. dibujaron y todo para explicar sus puntos.” comentas muy amenamente y das otro bocado a tu plato.
“sos la mejor.” dice enzo, bastante fascinado por tu amor por lo que haces. “ahora yo también quiero conocer las partes de una reseña.”
asientes y con una sonrisa divertida le dices. “aprendes muy rápido, yo te enseño sin problema.”
durante la cena, en medio de una atmósfera serena, comparten entre sí los detalles de lo que hicieron durante el tiempo en que estuvieron separados. enzo relata con entusiasmo las sesiones fotográficas que llevó a cabo antes de la próxima rueda de prensa de su nueva película, mientras que tú detallas cada día como profesora, siempre con una nueva anécdota que contar. 
al terminar los platos, pagan la cuenta y emprenden el camino de regreso a casa.mientras caminan en busca del transporte que los lleve a casa tu cabeza está inundada de distintos pensamientos, más que nada sobre lo que pueda suceder en el departamento con tu pareja. 
al llegar a la casa del actor, te diriges a la cocina en busca de un vaso. “gracias por la cita, en, la pasé más que bien.” le dedicas una dulce mirada y luego procedes a servirte un poco de agua.
“no sé qué sería de mí si no es así.” dice él, devolviéndote la mirada con mucho cariño. aunque estás enfocada en tu agua. "sobre la peli… ¿vos pensaste en algo o preferís que decida yo?", pregunta, buscando captar tu atención. 
giras en su dirección y respondes con voz apenas audible, consciente de que es hora de abordar el tema pero indecisa sobre cómo hacerlo. "um, más o menos." tratando de encontrar la manera correcta de decirlo, pero tu respuesta sólo logra confundir al morocho.
"¿estás bien, gorda?", preguntó él, preocupado por tu actitud. 
“¿por qué no lo estaría?” llevas una vez más el vaso a tu boca, tu mente maquina como decírselo, no quieres darle tanta vuelta al asunto que se resumía en algo tan simple como tener sexo.
“conozco esa cara tuya de ‘mi mente está yendo a mil por hora’, amor.” expresa enzo y te observa fijamente.
tomas toda el agua restante en el vaso, lo lavas y lo dejas en su lugar. suspiras, sabes que no hay manera de decirlo con mucho tacto, por lo que terminas soltando “quiero… quiero que tengamos sexo.” dice lo último de manera apresurada, si el uruguayo no estuviera acostumbrado a tu rápido hablar aseguraría que no te hubiera entendido.
enzo no muestra sorpresa en su rostro; en cambio, sólo se percibe preocupación por ti y tu inesperada solicitud. "¿estás segura? amor, ya te dije que no tengo problema con esperar. no tenés que hacerlo si sentís presión", expresa mientras apoya sus manos en uno de los muebles de la cocina.
"lo sé, sé que no te importa, pero realmente es lo que quiero", respondes. enzo simplemente asiente con una sonrisa leve; si estabas segura de tu elección, él está más que encantado. 
te diriges hacia él, tomas su mano y lo conduces hacia el sillón. una vez allí, lo haces sentar y luego te acomodas en su regazo, tus piernas chocando suavemente contra los cojines. "considero que tengo experiencia en el juego previo", comentas, gozando de molestarlo y entrando en calor.
“¿quién te enseñó? debería darle las gracias.” enzo acaricia tus piernas, moviendo su atención a tus muslos ya descubiertos por tu vestido algo subido debido a la posición en la que te encontrabas.
“lo conoces muy bien, es un gran tipo, el mejor de todos.”
“¿ah, sí? su novia debe ser muy afortunada.” él respondió, esbozando otra sonrisa, pero esta vez llena de picardía.
asientes con la cabeza, luciendo una sonrisa ingeniosa. "lo es.” el roce de tus manos se desliza suavemente hacia las mejillas de enzo, sosteniéndolas con una delicadeza que parece sostener el tiempo. sus ojos se encuentran, creando un vínculo intenso que se prolonga durante varios segundos, como si el universo entero se detuviera para dar espacio a ese momento. y entonces, en ese instante cargado de anticipación, comienza el encuentro entre sus labios, sellando un pacto silencioso de amor que trasciende las palabras.
el beso inicialmente inocente, se torna en uno completamente intenso. desesperados por sentirse el uno contra el otro. sus boca se mueven con frenesí, enzo no duda en introducir su lengua dentro de tu boca, empezando a jugar con la tuya, sin ninguna preocupación por lo que pueda estar pasando a su alrededor pues ahora todo lo que les importa se reduce a ustedes dos.
rompes el beso recibiendo una mirada juzgadora de enzo, hasta lo que sabe, ya se la está pasando muy bien. te ríes y dices “quiero hacer algo.” te bajas de su regazo, poniéndote de rodillas en el piso frente al sillón y acercándote a las cinturas de su bermuda beige, para empezar a bajarlo ante su intensa mirada, enzo sacude su cabeza intentando volver en sí.
“amor, esta noche se trata de vos.” con suma delicadeza, enzo toma tu mentón con una de sus manos, sosteniéndolo con ternura. en la cara de enzo, se refleja un cálido torrente de cariño y aprecio. un silencioso intercambio de emociones se despliega entre sus miradas.
“pero de verdad quiero hacerlo.” haces un pequeño puchero con la intención, otra vez, de molestarlo.
enzo resopla y culmina cediendo con una pequeña sonrisa cómplice “dale.” sonríes al lograr tu cometido, no es que te haya costado mucho. terminas de sacarle la bermuda, acaricias juguetona y lentamente sus muslos con la yema de tus dedos por un par de segundos, hasta que tus manos llegan a su bóxer, bajándolo de una vez para contar con toda su parte inferior desnuda y a tu disposición. prácticamente babeas al verlo en todo su esplendor y a su pene ya bastante duro, lo único que pasa por tu mente es tenerlo dentro de tu boca.
“estoy empezando a creer que vos tenías todo esto calculado.” dice enzo inquisitivamente, lleva una mano a tu cabello y lo jala sin mucha fuerza “empezá ya que me estás matando, princesa.” 
le das una mirada divertida antes de introducir la cabeza de su polla en tu boca. das lamidas pausadas y lentas, sintiendo cada rasgo de su deliciosa punta y disfrutando de su líquido preseminal que comienza a formarse.  “vamos amor, no estoy para jodas.” enzo musita y jala una vez más de tu cabello. “vos podés más que eso.” sus ojos ahora te ruegan que dejes los juegos. das una larga lamida en toda su prolongación y esta vez puedes sentir cada vena en su miembro, lo que sólo logra excitarte y mojarte más, tratas de apretar tus muslos en busca de algún tipo de alivio. enzo se da cuenta y ríe con un poco de malicia. 
no lo molestas más e introduces su polla en tu boca, o al menos todo lo que esta alcanza abarcar, tus manos van a los centímetros restantes que acaricias gentilmente. con tus labios y lenguas y empiezas el vaivén de su polla dentro de ti, aguantando el reflejo nauseoso y poniendo todas tus habilidades en acción. “sí mi amor, así me gusta, sos tan buena, la mejor, mierda.”
el solo verlo así logra causar un mar entre tus piernas, alcanzas a crear una rica fricción entre tus muslos y jadeas aún con su polla en tu garganta. te separas unos segundos para poder respirar. “dale princesa, sé que podes.” dice enzo que sonríe mientras te observa. suelta lindos jadeos a los que le siguen gemidos de tu nombre en voz alta. “así, carajo, sigue así.”
chupas su polla de manera impaciente, mientras una de tus manos baja a tu coño, al que tocas melosamente encima de tus bragas, gimes en su miembro causando que las vibraciones lo vuelvan loco, trabajando en él de manera profesional. enzo sabe que no durará mucho contigo chupando su pene de ese modo, trata de ordenar sus pensamientos teniendo claro que hoy sólo debe correrse en lo profundo de tu coño. “princesa…”
“qui-quiero que te corras en mi boca.” alcanzas a pronunciar. enzo puede ver tus labios algo hinchados, tu pelo desordenado y tu mano debajo de tu vestido, al ver tu imagen tan descompuesta casi lo hace soltar un jadeo.
“mañana, mañana temprano… hoy quiero venir dentro de ti, ¿sí?” asientes algo decepcionada, te dedica una dulce sonrisa mientras separa su miembro de ti, contempla el hilo de saliva entre tu boca y su duro miembro. y carajo, como deseo hundirse y follarte la boca en ese segundo, le costó toda su voluntad poder pararse, te ayuda en la misma tarea y van a su habitación procede a acostarte en su cama. 
comienza quitándote los zapatos los que tira al piso sin mucha importancia, conserva su atención en tu rostro y te preguntas a ti misma cómo es que hace que algo tan simple como quitarte los zapatos se vea lujurioso. 
sube la falda de tu vestido hasta la altura de tu pecho, acaricia y deja suaves besos en tus muslos, sus dedos forman círculos y más figuras no identificables en ellos. “¿me permitis tocarte, amor?” pregunta con dulzura. 
“sí, en por fa, tócame.” musitas y mueves tu parte inferior buscando su toque.
él asiente “como ordene mi princesa.” empieza a jugar con tu montículo cubierto, sus ojos se abren con un poco de diversión y sorpresa al sentir tu gran humedad. “estás mojadita, ¿tanto te calentó chuparme la pija en el sillón?” susurra para ti y no pasa mucho tiempo hasta que te baja las bragas lentamente “te haré sentir bien.”
“siempre lo haces.” dices de forma perezosa, en este momento dirías lo que fuese para que el peli negro calme tu excitación.
enzo ingresa dolorosamente lento dos de sus dedos en ti, los mete y saca una y otra vez. vuelves a soltar grandes gemidos con el nombre del uruguayo. retira sus dígitos empapados para pasearlos por el contorno de tu clítoris, cierras los ojos rendida ante el placer, no puedes formular ningún tipo de oración, agarras la sábana a tus costados con tus manos, cerrando tus puños contra la tela. 
las ansias por finalmente saborearte son demasiadas, no puede soportar ni un minuto más, por lo que acaba deslizando su larga y cálida lengua en tu coño. “deliciosa, mierda… toda hecha para mí.” extensas lamidas son depositadas en ti. conserva los movimientos de sus dedos jugando en tu clítoris. 
“tan exquisita y solo mía para probar.” tus ojos se abren para encontrarte con la hermosa vista de enzo comiéndote como si se tratase de su última cena. busca darte el subidón de placer más satisfactorio que jamás hayas tenido y pone en uso todo lo que ha aprendido que sabe te vuelve masilla en sus manos. 
gritas su nombre al percibir su cambio de planes ya que sus largos dedos se introducen nuevamente y perfectamente dentro de ti. ahora son tres de sus dígitos en lo profundo de ti, moviéndose a la par de su boca chupando tu clítoris con la gran destreza que lo caracteriza. “sos mi dulce virgen, ¿mmh?”
asientes tontamente, estás tan cerca y el peli negro lo sabe de inmediato, sonríe con picardía y agiliza todos sus esfuerzos por hacerte llegar. “en, estoy tan cerca…” consigues decir.
“lo sé, princesa, déjame saborearte.” envuelves tus muslos con fuerza alrededor de enzo, como si lo instaras a no ir a ninguna parte, como si le suplicaras, por favor, sigue comiéndome hasta que muramos. 
es cuestión de segundos para que finalmente te corras gentilmente en sus dedos, los cuales enzo procede a probar. “la más deliciosa.” finaliza ingresando el tercero de sus dedos mojados en tu boca.
por tu mente pasa que si esta no era la noche en la que dejabas de ser virgen, juras que podrías morir.
el uruguayo finalmente te desnuda completamente, pasa el vestido por tus brazos, lo arroja al piso y nota que no llevabas sostén, sonríe hacia sus adentros, confirmando su teoría de que tenías todo planeado pero a quién le importa si luces tan bien toda desnuda debajo suyo. “sos preciosa, la más linda de todas.”
sus labios ahora bajan a tus pechos, los cuales llena de húmedos besos, comienza a chupar y lamer tu pezón izquierdo, se mueve al otro para darle el mismo trato, juega otros pocos minutos en tus muy erectos pezones. “en...”
“decime qué querés y es tuyo.” levanta su cabeza de entre tus pechos para mirarte y espera tu respuesta.
“sabes que quiero” pronuncias, enzo está a punto de llevarse tu virginidad y el solo pensamiento de aquello te da una sensación similar a tu reciente orgasmo.
“esa no es una respuesta, linda, tenés que usar tus palabras.” vuelve a tomar uno de tus senos en su boca. no puedes esperar más, lo necesitas dentro tuyo, tu coño palpita en necesidad 
“quiero que me folles.” sueltas de una vez por todas.
él asiente “sos tan hermosa, ¿cómo me podría negar cuándo me lo pedís así?” lleva sus labios a los tuyos, compartiendo un beso lujurioso y muy cargado de amor a la vez, como solo él sabe hacer.
“si duele, decimelo” decide mantener el contacto visual contigo en todo momento, en alerta por si halla cualquier indicio de incomodidad en tu rostro. "pellízcame si es demasiado, ¿entendido?" se hace un recordatorio mental para más tarde sobre acordar una palabra segura. murmuras un rápido sí y enzo deja un beso en tu cuello mientras bombea lentamente dentro de ti, sus piernas sobre el colchón, las tuyas alrededor de sus caderas.
sueltas un suave jadeo ante la nueva sensación, que duele ligeramente. “tan linda y toda para mí, no sabés cuánto deseaba tenerte así.” los recuerdos de las noches en las que enzo usó su mano, pensando que era tu coño lo que lo apretaba, llegaron esporádicamente a su mente.
primero mantiene un ritmo lento, buscando que te adaptes a la nueva sensación, sí bien ya has tenido sus dedos en ti en varias ocasiones, era completamente distinto tener toda su polla hundida en ti. pone sus manos alrededor de tu cintura y sientes pequeños besos en tu cuello mientras tus ojos se cierran con fuerza, el calor del cuerpo de enzo contra el tuyo.
“puedes moverte, en, más rápido.” pides, él asiente ante tus palabras y agarra tu cintura, tu cabeza se echa hacia atrás sobre la almohada, formando un delicioso arco. dejas atrás ese leve ardor y gimes con fuerza, temes que los vecinos de enzo escuchen claramente los ruidos causados por ti y la cama. "por favor, por favor, en" suplicas, él sigue follándote con las rodillas en la cama. cuando mira hacia abajo y ve su polla entrando y saliendo tu coño, brillando con tu humedad, no puede evitar gemir, elevándote al puto espacio mientras muele su polla contra tu entrada.
luces tan hermosa siendo follada contra el colchón y más sudorosa de lo que jamás la haya visto. el sonido del chasquido de tu coño es música literal para los oídos de enzo, vuelve a mirar hacia abajo para ver su polla entrando y saliendo, entrando y saliendo de ti. “carajo, sos tan divina, nadie más te podrá tener así,” dice, más como una afirmación que un simple comentario. “esta vista me pertenece solo a mí.” dice, su lado más posesivo saliendo a la luz.
“m-más, en.” roza su polla entre los labios de tu coño, mojándola con tus jugos. se introduce una vez más en tu profundidad, con un ritmo más duro y rápido.
“sos toda mía.” asientes contra la almohada mientras él repite tu nombre incontables veces. “mierda, te sentis tan bien” tus caderas moviéndose en busca del choque entre ambos cuerpos. “vení conmigo, mi princesa.” bajo una de sus manos que se encontraban en tus caderas hacia tu clítoris, sus dedos se mueven rápidamente en él, busca tu liberación y está a punto por lograrlo. te preguntas sí así es como se siente estar en el cielo.
menos de un minuto después te corres y enzo no necesita de mucho más tiempo para seguir el mismo camino. se viene dentro de ti, pensando que eso ya será una preocupación para mañana. se retira gentilmente y observa tu pecho agitado, todo en tu cara grita que acaban de darte duro.
“¿estás bien, mi amor? enzo arranca con las preguntas para cerciorarse de tu bienestar. solo asientes, tomándote tu tiempo para ordenar tus pensamientos y procesar todo lo que acaba de suceder.
“debimos hacerlo hace mucho.” dices, enzo niega con una sonrisa floreciendo en su rostro. 
“todo a su tiempo.” dice con diversión y acaricia tus piernas. “sos la mejor, tenés que saberlo.” tapas tu rostro con tus manos con las mejillas calientes. “¿ahora te hacés la tímida?” te molesta y planta un corto beso en tus labios. “que tal si vamos a darte un baño, hablamos de cómo te sentís y nos acostamos juntitos.”
“suena como un plan que me gustaría.”
-
w/n. soy un asco para los finales
casi una semana sin subir nada y me moría por alimentarlas, espero que haya valido la pena la espera 😭 gracias a la hermosa anon que mandó la request, perdón por la demora, realmente espero que te guste 🤍
884 notes · View notes
cuarzorosita · 3 months
Note
por faa, hace algo doméstico con enzoo 😭😭🩷🩷
🍑 ˚. ࣪ ⊹ AMOR EN LA PIEL . . . enzo vogrincic
♫ play like the dawn by the oh hellos
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . pairing : enzo vogrincic x fem!reader.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . warning(s) : enzo estando ⠀⠀⠀completamente enamorado de r, mucho fluff, ⠀⠀⠀boyfriend material? no, husband material.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . summary : cuando es hora de hacer tu ⠀⠀⠀rutina de cuidado de piel, enzo siempre esta ahí, ⠀⠀⠀tanto como para observarte como ayudarte.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . emi's note : no sé si esto cuente como ⠀⠀⠀doméstico pero lo amé, espero te guste bellaa; este ⠀⠀⠀es mi primer pedido chiquillas, si les gustó pidan ⠀⠀⠀más, y si no, bueno na que hacerle jandkskjs. la ⠀⠀⠀rutina que use aquí. <3
Tumblr media
tú rutina para el cuidado de la piel era fundamental, sin importar si se trataba de el rostro o el cuerpo.
cuando enzo estaba en casa, él disfrutaba de ver como hacías todas esas cositas, como él decía. le gustaba tomarte fotos cuando lo hacías o participar de lleno, poniéndose de igual manera un poco de tus productos en el rostro.
pero lo que más disfrutaba, era cuando le pedías ayuda y era él quien al final te masajeaba las piernas, brazos y hombros.
después de una ducha para relajar tus músculos tensos por el trabajo, te sentaste en su cama compartida con tu bata alrededor y los productos en las manos.
enzo no tardó mucho en aparecer por la puerta cuando escuchó que salías de la ducha, sabiendo lo que tu rutina decía que seguía.
comenzaste poniéndote una banda que el mismo enzo te había regalado, para sujetar y evitar cualquier pelo sobre tu rostro. enzo amaba particularmente este paso porque podía ver tú rostro completo, al natural y completamente despejado. solo para él.
"que hermosa te ves, eh" habló desde la puerta con una sonrisa en el rostro. lo miraste desde tu lugar y le sonreíste.
"tú también te ves hermoso" le respondiste, observando como su cabeza se iba hacía atrás al reírse.
"nunca tanto como vos, gordita" se acercó hasta la cama, rodeandola hasta sentarse detrás de ti, lo sentiste pasar sus brazos por tu cintura y entrelazar sus dedos, bloqueando el agarre.
dejo un beso húmedo en tu mejilla, observandote a través del espejo de mano frente a ustedes. le devolviste el beso antes de continuar con la rutina.
abriste tu crema de ojos, sacando un poco de producto con la espátula que venía incluida. con tus ojos y los de enzo observando el espejo, pasaste la espátula por alrededor de tus ojos, expandiendo y masajeando lo suficiente.
enzo observaba como pasabas tus dedos cuidadosamente, como esparcías cada gota de la crema por tus ojitos y le fascinaba la forma tan delicada que tus manos se movían.
no pudiendo contener el sentimiento cálido de amor en su pecho, dejo un beso en tu hombro, logrando que lo mirarás por el espejo.
"¿quieres un poquito, amor?" le preguntaste y él asintió emocionado. te giraste entre sus brazos aún agarrados y dejaste un poco de producto debajo de sus ojos.
antes de que tus delicados dedos tocaran su rostro, tomó tu mano para llevarla a sus labios, donde dejo un beso en cada dedo.
sonrió al ver tu mirada llena de amor, quería asegurarse de capturar ese momento tan íntimo entre ustedes dos con lujo de detalle. desde como estabas vestida hasta el brillo innegable de tus ojos.
"algún día de estos me vas a matar" le dijiste, acercándote para dejar un rápido beso en la punta de su nariz.
"espero que no" susurró sobre tus labios, con los ojos aún cerrados. soltó tu mano suavemente para que comenzarás a masajear su rostro con la misma delicadeza que lo hiciste contigo misma.
abrió los ojos lentamente, apreciando tu cara concentrada; desde que te había conocido, enzo había sentido que tú eras su one and only, el amor de su vida y de las próximas si es que tenía.
sus ojos se llenaban de estrellas igual que el cielo por la noche cuando te miraba. llenos de admiración y sobretodo, amor.
un pequeño puchero se plantó en sus labios cuando dejo de sentir la calidez de tus manos en su rostro. te reíste y besaste su puchero.
"fue muy rápido, gordita" dijo triste, con unos ojos de perrito, sonreíste por su ternura.
"lo siento, amor" dejaste otro beso en sus labios "si te hace sentir mejor, ahora tengo que ponerme crema en las piernas"
su puchero desapareció rápidamente, logrando que rieras con fuerza. esa era realmente su parte favorita.
"rápido rápido" te apuró, soltando su agarré en tu cintura para que pudieras sentarte frente a él.
mientras tú te acomodabas en la cama, él tomó entre sus manos tu crema corporal; cada vez que esa crema se te acababa, él siempre te la compraba, específicamente la misma, porque amaba ese aroma, porque la habías usado desde que se conocían y para enzo, ese era tú olor característico.
el que se quedaba en su ropa cuando te abrazaba o en las sábanas cuando se dormían. un recordatorio de tu presencia en sus fosas nasales.
"¿ya?" preguntó desesperado, asentiste sonriendo, levantando tus piernas hasta dejarlas estiradas sobre la cama.
ante él, cada parte de ti era simplemente perfecta. tus piernas eran una de las miles de cosas que amaba de ti. tenían un color y un brillo gracias a los cuidados que tú o él mismo le daban.
dejo caer crema desde tus muslos hasta tus tobillos, apresurandose para pasar sus manos por tus piernas.
siempre pensaste que enzo tenía las manos perfectas para ser masajista, pero cuando se lo dijiste su respuesta fue que "las únicas piernas que pienso tocar, son las tuyas" logrando que tú corazón se derritiera otra vez.
pasaba las palmas de sus grandes manos por tus muslos, haciendo pequeños círculos con sus pulgares o dándole leves apretones.
sus manos subieron hasta el costado de tu muslo, haciéndote reír.
"¿qué estás buscando, eh?" te reíste y gracias a la cercanía en la que estaban, enzo miro tus labios antes de besarte.
"yo voy a hacer mi trabajo bien, y esto" dijo apretando suavemente la carne "es parte de tu pierna" sonreíste, dejándolo seguir adelante.
siguió masajeando, disfrutándolo mucho a tu parecer pero se lo permitiste. se veía concentrado y casi anonadado por tu suave piel contra su mano.
sus dedos por fin abandonaron ese espacio en tus muslos, permitiéndote sentir la perdida de su calor en tu piel. viajaron hasta tu rodilla, donde se inclinó para dejar un par de besos, susurrando palabras de apreciación por cada beso.
pasaste una mano por su cabello café, despeinandolo un poco en el proceso.
"sos mi pieza de arte más preciada, gordita" te susurró contra la piel de tu rodilla. juraste que tus ojos picaban ante la amenaza de unas lágrimas.
se estiro nuevamente, llegando hasta la última gota de crema. seguía haciendo círculos con sus pulgares, pero ahora eran más lentos, queriendo disfrutar el momento con todo su ser.
frotó y presionó cada musculo, tendón y los ligamentos de tu pierna, hasta llegar al final.
lo viste suspirar cuando se dio cuenta que había terminado, adoraba tanto cuando podía tocar tu piel de manera tan íntima, pero tan delicada, que la idea de que solo él podía hacerlo le llenaba el pecho de orgullo.
su rostro se elevó, al igual que los costados de sus labios.
"ahora la otra" susurró, deslizando sus dedos por tu otra pierna.
Tumblr media
© CUARZOROSITA | do not copy, steal, adapt or translate my works.
753 notes · View notes
jaquemuses · 3 months
Note
hola reina te puedo pedir uno de matias recalt en donde haya consumo de marihuana?? si no queres esta todo bien pero me haria ilusion, me encantan tus escritos
‐🪽
HOLA HERMOSA !! Perdón por haber tardado tanto pero aca esta!! Gracias por la request, me super insipiraste jajsj.
𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ slow down
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
synopsis: Matias pasa a buscarte para ir a fumar en pos de celebrar buenas noticias, sin embargo no es lo unico por lo que va a terminar celebrando.
pairings: Matias Recalt x reader
content: SMUT! car sex, uso de drogas, marihuana, alcohol,breeding, fingering, blowjob, sobre estimulacion, dirty talk
word count: 7,2k jeje
Tumblr media
i.
Esto ya se habia convertido una costumbre; donde Matías te pasaba a buscar a horas intempestivas para ir hasta la reserva natural de la costanera en su auto, siempre estacionando donde la vista es mejor para pasar un par de horas ahí y compartir un porro mientras esperan para ver el amanecer. No suena como un gran plan, pero son las noches que más esperas. Y esta es una de esas noches.
Estabas en la cama, el ventilador girando arriba tuyo intentando apaciguar las grandes oleadas de calor del mes de enero. El verano en la ciudad de buenos aires era el infierno en tierra. Te estabas revolviendo en la cama contra las sábanas delgadas que causaban mas calor del que creias posible que podia existir luchando contra el insomnio veraniego en donde los dias siempre terminaban en noches calurosas y pegajosas; las peores en tu opinion.
Podias sentir la ligera capa de sudor cubriendote, haciéndote sentir sucia, el ventilador haciendo poco para aliviar la pesadez del clima. -miraste el reloj despertador junto a tu cama por lo que se sentia como la centésima vez, y viste cómo pasaba de la 1:43 a la 1:44. Gracias a Dios es viernes; no estás de humor para levantarte en las próximas 4 horas y prepararte para ir a trabajar con una o dos horas de sueño. Tu horario de sueño ya estaba completamente desordenado y planeabas aprovechar ese fin de semana para intentar arreglarlo. Es justo ahí cuando escuchaste el "ping" de tu teléfono, iluminando el pequeño rincón de tu habitación con el mensaje de texto de Matías.
Holis consegui el papel, ¿venis a celebrar?
Te tapaste la boca con una sonrisa antes de abrir el chat.
Obviamente él sabia que estabas despierta, despues de todo era el quien se ocupo de arruinar tu horario de sueño llevándote a estas escapaditas a altas horas de la noche.
Sin embargo agradeciste internamente la invitación de Matías, hubieras estado dispuesta a inventar cualquier excusa para salir de tu calurosa casa. Tu respuesta fue rápida, y esperabas que no pareciera demasiado desesperada.
"obvio que si, ¿me pasas a buscar?"
Matias tardo un poco más en responder; probablemente estaba preparando sus cosas, llenando sus bolsillos de papelillos y de marihuana. No te sorprendería si se olvidara de traer un encendedor. Podrías contar con los dedos de las manos todas las veces que Matías te había invitado a fumar y se había olvidado de llevar uno. La última vez que se habian juntado, su encendedor se rompió y no habia traido uno de repuesto. Por lo que creiste conveniente recordárselo, porque seguramente ya habia fumado y su memoria no era la mejor cuando estaba drogado.
"Mati"
"acordate de llevar dos encendedores"
"que no nos vaya a pasar lo de la otra vez !!"
"(que no TE vaya a pasar)"
Y no pudiste evitar sentir una pequeña emoción cuando viste el texto debajo de su foto de perfil que te indicaba que estaba escribiendo.
"Jajsjsa, andate a cagar"
"te aviso cuando esté abajo."
Sonreíste ante su respuesta. Estabas segura de que se habia olvidado por completo.
Sin mas preambulos te levantaste de la cama, caminaste hacia el espejo que estaba colgado atras de tu puerta y te observaste. Las ojeras alrededor de tus ojos, y tu pelo desordenado definitivamente delataban tu lucha por conciliar el sueño. Tras ver eso corriste a darte una ducha rápida para refrescarte y al menos estar presentable antes de que él llegara. Te pusiste una musculosa blanca y un par de shorts que ni siquiera recordabas haber comprado. Todavía hacía calor afuera, así que no llevaste una campera ya que estos encuentros generalmente solian durar un par de horas y era cuando comenzaba a refrescar, pero no lo suficiente como para llevar un abrigo, ¿verdad? El auto de Matías llegó antes de que pudieras decidirte.
El claxon te hizo correr escaleras abajo, casi tropezandote al bajar. No pudiste evitar sentirte emocionada, podias sentir que había una gran y estúpida sonrisa en tu rostro. Aun así, no encontraste razones para borrarla, estaban por verse para salir a festejar que matias habia conseguido el papel, era razon suficiente para estar sonriendl. Justo antes de abrir la puerta, te revisaste una vez más: llaves, billetera, teléfono y encendedor. Por las dudas.
Con tus zapatos apenas puestos, cerraste la puerta atras tuyo y corriste por el patio delantero. El aire nocturno se sintió maravilloso y lo recibiste mientras golpeaba tu pelo todavia mojado. Lo sentiste refrescandote y de repente estuviste contenta de haber decidido no traer un abrigo, despues de tantos días de calor este aire fresco se sentia fenomenal.
Pudiste ver el perfil de Matías a través de la ventana del pasajero y casi jadeaste. Su cabello estaba tirado descuidadamente hacia atrás, algunos mechones sueltos enmarcando ligeramente su cara. La luz de los faroles hacian un buen trabajo iluminando su mandíbula, y te preguntaste si realmente era el aire frío lo que causaba los escalofríos.
Esperabas que el color rojo en tus mejillas desapareciera antes de subirte al auto, querias ahorrarte las burlas de parte de tu amigo.
"Hola" dijiste alargando la "a" al entrar al auto, tu sonrisa de oreja a oreja mientras te acomodabas en el asiento para depositar un suave beso en la mejilla del castaño.
Él se inclinó hacia adelante y agarró el abrigo que estaba sobre el asiento del pasajero, tirandolo hacia atrás antes de que subieras. "Hola nena!!" te dijo con una sonrisa ladeada "mira que día festivo te clave ehh." Su habla salió un poco arrastrada; si no te habías dado cuenta ya por el olor en el auto, te dabas cuenta por su voz que ya estaba drogado, o al menos contentito. Te preguntabas qué pensarían tus padres si te hubieran visto ahi, en el auto del porrero de la facu yendo a fumar y a beber alcohol barato. Pero si no se enteran no les va a molestar.
"No es un día festivo, Matías. Deja de buscar excusas para fumar." dijiste riendote "Quiero que me cuentes TODO, como te llamaron que te dijeron que tenes que hacer." empezaste a hablar mientras te abrochabas el cinturon.
Conocías a Matías desde hacia ya bastante tiempo. Estuvieron en la misma secundaria sin embargo sus interacciones no comenzaron hasta que empezaron la universidad. Él se te acercó cuando mientras estudiabas para un examen. No era algo tan importante, pero siempre te estresabas y te ponias frenética dos semanas antes de cualquier examen. Matías no era tonto y habia notado eso, porque te ofrecio algunos consejos para tranquilizarte, por así decirlo.
Una cosa llevó a la otra, y de repente estabas en su habitación, con un bong en una mano y un encendedor en la otra. Empezaste a visitarlo más y más, quedándote por períodos cada vez más largos, hasta el punto en que habian dias que te quedabas a dormir, no siempre consumias porque tampoco te encantaba fumar, pero si disfrutabas de su presencia.
Cabe aclarar, desaprobaste el examen.
"Bueno che pero me estoy portando bien! Ahora decidí que solo voy a fumar en días festivos". Qué mentiroso. Hubieras apostado todo tu sueldo a que esa regla no le iba a durar mucho.
"Matías, si solo fumaras en días festivos, eso significaria que todos los dias de tu vida son festivos". Se metió entre los dos y subió el volumen de la música, chase atlantic sonaba dentro del auto.
"Y bueno, hay que festejar que estamos vivos" Se rió a tu lado, quitando una mano del volante para pasarte una cajita, empujándola contra tu hombro.
"Deja de reclamarme y abrí tu regalo".
Con una mirada confundida en tu rostro, la tomaste. Era larga pero pequeña, y estaba envuelta en una cinta que él había atado en un pequeño moño en la parte superior.
"¿Qué es esto?" Él estaba sonriendo como un nene chiquito.
"Si te fuera a decir entonces no lo hubiera envuelto, tarada", te dijo con un tono burlesco, y una amplia sonrisa en su rostro, "Dale, abrilo"
Y así desataste el pequeño lazo, la cinta se deslizó fácilmente de la caja. Levantaste la tapa y adentro había un porro enrollado de manera desordenada reposando sobre un pequeño almohadoncito de terciopelo. Rodaste los ojos.
"¿Posta envolviste un porro en papel de regalo?" dijiste burlandote.
Matias te miró, los ojos alternando entre tu rostro y la caja. "Ves que sos una forra, ni un gracias me decis..." dijo fingiendo estar ofendido. "Si sos tan desagradecida me lo quedo yo." Intentó agarrar el porro de tus manos, pero fuiste más rápida.
"Menos mal que no te dedicas a robar porque te cagas de hambre, no me podes ni sacar un porro de la mano." El castaño fingió estar herido antes de volver su atención a la carretera.
"Es culpa de la marihuana, hace que mis reacciones sean mas lentas."
"No me digas eso cuando estás manejando el auto, boludo", exclamaste.
"Ay nena. Vos sabes que manejé mucho mas drogado y nunca choqué."
Eso era mentira. ¿Se olvidó que estabas en el auto con él cuando chocó contra el auto de adelante? Tu mama no habia estado muy contenta cuando se entero, pero eras grande ahora; y no podía prohibirte verlo.
"Matias yo estaba con vos esa vez que chocaste contra el auto de un tipo que después te quería cagar a trompadas ¿O te olvidaste de eso?" Le recordaste.
"Bueno pero eso no cuenta. El flaco estaba frenando de golpe, se la buscó. Tuvo suerte de que yo no estaba con ganas de pelear."
"¿No estabas con ganas de pelear? Más bien estabas cagado." Te burlabas de Matías todo el tiempo por eso, pero para ser honesta siempre te sentías segura cuando él manejaba.
Bueno, sí, manejaba cuando estaba fumado, pero había fumado tanto a lo largo de su vida que parecía 100 veces más capaz que cuando estaba sobrio. Confiabas en él con tu vida, para la desgracia de tus papás.
"Y si boluda, ¿vos te acordas del tipo ese? ¡Era alto y estaba armado como si fuera un patovica! Nunca empiezo una pelea que sé que voy a perder. Soy más inteligente, no más fuerte, así sobreviví hasta ahora." Te reías, una sonrisa se te dibujaba en los labios cada vez que lo escuchabas hablar "Bueno, segui así y mira a la ruta cuando manejas."
ii.
Medio porro, tres birras cada uno y media hora de viaje en auto después, llegaron a la costanera. Eran poco más de las 3 am y el horizonte tenía un ligero tinte azul claro, una señal de que el sol pronto traería un nuevo día.
El aire era refrescante y llenaba tus pulmones mientras comenzabas a sentir como todos tus musculos empezaban a relajarse producto de la marihuana haciendo efecto en tu sistema nervioso. El calor parecía haberse ido y ahora el frío se instalaba en tus huesos haciéndote pensar en subir la ventana y en por qué no te habias traido ese abrigo. Matías debió haber notado cómo temblabas porque subió la ventanilla desde los controles en su lado.
"Gracias. ¿Estás pendiente de mí?" dijiste mirandolo a los ojos con una suave sonrisa.
"Siempre". Era verdad, siempre lo estaba.
Debía ser tarde, porque desde la última vez que escucharon al locutor en la radio habian pasado al menos cinco canciones. Ahora los débiles sonidos de clásicos de los 90 se filtraban por los parlantes uno tras otro. Un ruido de fondo perfecto para fumar a esas horas de la noche. Apoyaste tu cabeza contra el asiento y cerraste los ojos disfrutando la sensación de tus músculos volviéndose ligeros.
"Ya son casi las 4:20, ¿cómo vamos a celebrar?"
Matías preguntó sobre el sonido de la radio.
"No sé, ¿como siempre? Fumamos, tomamos, hablamos boludeces y despues vamos a comprar una happy meal." Giraste la cabeza hacia él. "¿Qué podría ser mejor que eso?"
Cogerte en el asiento trasero de su auto mientras fumaban un porro. Eso definitivamente superaría cualquier happy meal de McDonald's. Pensó, pero no lo dijo.
"Me parece perfecto." Dijo Matías aunque preferiria tenerte a su merced en el asiento de atras.
Te pasó el porro que había fumado hasta la mitad y observó como te lamiste los labios antes de deslizarlo entre ellos y tomar una profunda bocanada.
Matías siempre pensó que lucías mejor cuando estabas drogada. La hierba parecía hacer brillar tu piel, creando un cierto aspecto rosado en tus mejillas. Tus ojos siempre lucían más brillantes también, húmedos y un poco vidriosos. Se imaginaba que así era exactamente como te veías cuando estabas caliente, y no estaba equivocado.
Desde que empezaste a fumar, te habias dado cuenta que te ponía un poco más cachonda de lo habitual. No sabías qué te pasaba; era como si encendiera un interruptor adentro tuyo y tus sentidos se agudizaban. Te volvías un poco necesitada y un poco cariñosa, y definitivamente te mojabas mas que cuando estabas sobria. Y cuando estás con Matías fumando? Dios... Apenas dos porros y todo lo que ese hombre tenía que hacer era mirarte para ponerte como una perra en celo.
Tenías la sensación de que Matías sentia lo mismo, pero en todo este tiempo que habias estado haciendo esto con él, nunca habia dado el primer paso. Empezabas a pensar que tal vez no sentia lo mismo, ¿o estaba esperando a que seas vos la que daba el primer paso?
Bueno, apenas habías fumado medio porro y tomado tres cervezas. Pero capaz que otro porro y medio y dos cervezas más te iban a dar la valentia para encararlo.
iii.
El tiempo parecía volar. Matías te estaba contando una historia sobre una chica a la que le vendía marihuana en la universidad y cómo ella se ofreció a hacerle una mamada para pagarsela. Él le dijo que no era por ser desagradecido, pero que necesitaba el dinero. Una mamada hubiera sido genial y todo, explicó el castaño, pero no era lo que estaba buscando. En algún momento entre mencionar una mamada y algo sobre ser abofeteado por la chica mencionada anteriormente, dejaste de prestar atención. La cerveza y el porro ya te habian afectado, pero se mezclaban con algo más peligroso. No podías evitar que tus ojos se desviaran hacia sus labios, viéndolos formar palabras a las que no estabas prestando atención y preguntándote qué tan suaves se sentirían entre los tuyos. Luego tu mirada comenzó a bajar y ahora recién te diste cuenta de que estaba usando pantalones de jogging grises; por lo que podias ver contorno de su pene desde tu posición en el auto, haciendo que tus pensamientos se aceleraran.
"¿Me estas escuchando?" dijo matias cuando se dio cuenta que habias dejado de prestar atención.
No sabías por qué lo decías, pero no hubo forma de evitar que la pregunta saliera de tus labios.
"¿Te puedo chupar la pija?" Solo te diste cuenta de lo que habías dicho cuando volviste a mirar a Matías. Sus ojos estaban abiertos de par en par y parecía confundido.
Mierda.
Él simplemente se quedó allí, con la boca ligeramente abierta mientras procesaba lo que acababas de decirle. ¿Te había escuchado bien? No, seguro habia sido el efecto de la hierba jugandole una mala pasada. Aun así, tenía esperanzas y continuó, "¿Qué?"
Mierda, realmente acababas de decir eso. Pensaste en formas de recuperarte de esto, pero no había forma de que tu cerebro pudiera inventar algo que tuviera sentido. No habia vuelta atras, asi que continuaste, "La oferta no va a durar mucho más." Un nudo comenzó a formarse en tu garganta y tu boca se secó.
Matías empujó su asiento hacia atrás y dejó que sus ojos ligeramente enrojecidos te miraran fijamente, pasando su lengua por su labio inferior mientras su mirada recorría tu cuerpo antes de posarse en tus ojos. Pensabas que no se habia dado cuenta de cómo tus muslos se tensaron cuando el borde de su camiseta se levanto un poco con el movimiento, pero sí lo habia notado, y estaba disfrutando de la forma en que estabas retorciéndote a su lado. Se preguntaba si ya estabas mojada y si esa humedad estaba comenzando a manchar todo el asiento abajo tuyo.
Se preguntaba cuánto tiempo habías querido hacerle esa pregunta. ¿Fue desde que estacionó en la costanera, o mientras estaban en camino? Tal vez incluso antes de eso. ¿Podría haber comenzado cuando te envió un mensaje de texto? ¿O quizás habias tenido este sentimiento durante mucho tiempo, desde cuando solían pasar tiempo juntos en su habitación compartiendo un porro y jugando juegos de mesa? Tal vez, solo tal vez...
Mientras Matías pensaba, definitivamente disfrutaba de verte entrar en pánico. Se aseguró de que estuvieras mirando cuando llevó el porro a sus labios, humedeciéndolos antes de tomar una calada. Respiró profundamente, dejando que el humo llenara sus pulmones. Pudiste ver el extremo del porro brillar, ardiendo en un ámbar profundo.
Cuando Matías exhaló, estuvo velado por el humo; parecía un poco intimidante, sus ojos nunca se apartaron de los tuyos, y podías darte cuenta que estaba pensando en decir algo.
"Dale."
¿Dale? ¿Eso era todo lo que iba a decir? ¿No iba a cuestionarlo? Bueno. Ambos podían jugar ese juego.
Sin apartar la mirada de él, tus dedos fríos se deslizaron por el borde de su pantalón, él respiro entre dientes por el contacto repentino. Fue entonces cuando te diste cuenta de que no llevaba ropa interior, obvio que no, era Matías. Sacaste su miembro de sus pantalones viendo como ya estaba erecto, retorciendose ante tu fresco contacto. Casi jadeaste al verlo y tus muslos se tensaron. Sentiste como una vena prominente a lo largo de la parte inferior se hinchaba bajo tus dedos.
Delicadamente envolviste tus dedos alrededor de su eje y lo llevaste hacia tu boca, tu lengua rozando su punta y dejando que tu cálido aliento lo acaricie. Matías sabia que lo estabas provocando e hizo todo lo posible para no levantar la pelvis y follarte la boca, manteniendo sus ojos en los tuyos. No te iba a dejar ganar.
Sentiste cómo tu compostura comenzaba a flaquear cuando viste la punta goteante de Matías, y no pudiste evitar lamerla con lentitud. Él inhaló una bocanada entre dientes cuando sintio tu lengua, y cuando levantaste la vista, te encontraste con su mirada fija, incitándote con sus ojos.
Cuando saboreaste a Matías en tu lengua, no pudiste evitar succionarlo ligeramente hacia tu boca. Tenia un sabor un poco dulce, sin duda por la hierba que corria por sus venas. Cediste ante su miembro bastante fácilmente, ansiosa por sentir su pene llenando tu garganta. Tu boca se hundio en él lentamente mientras ahuecabas tus mejillas. Pudiste sentir como la saliva se acumulaba en tu boca y cubria su pene dandole un leve brillo. Matias gimió ante la sensacion e inclinó la cabeza hacia atrás, sus manos se hicieron puños a los costados del asiento. Sus gemidos y jadeos fueron los que te incentivaron a moverte y antes de que pudieras darte cuenta estabas subiendo y bajando tu cabeza con un buen ritmo.
Su pene era fino y largo, su punta golpeaba el fondo de tu garganta, cosa que hizo que tuvieras que separarte para retomar el aliento viendo como un jilo de saliva unia tus labios con su bombeante pene. Sus dedos se entrelazaron rapidamente al rededor de tu pelo, guiando tu boca de regreso a su pene.
"Dios nena, no me dejes asi, seguí por favor."
Sentiste tus rodillas temblar ante sus palabras y sin mas dilacion lo tomaste de nuevo dentro de tu boca.
Gemidos salian de tu boca y matias no podia creer que todo esto estuviera pasando, no entraba en su cabeza como podia tenerte wntre sus piernas chupandole la pija en su auto, por un momento pensó que estaba soñando. Sus caderas comenzaron a moverse hacia arriba, penetrando tu boca y haciendote tener algunas arcadas que no detuvieron tu labor. Sus dedos apretaban cada vez mas fuerte tu cabello hasta que en un momento, decidio tirar de ellos apartandote de su pene.
"Ah, mierda- si no te sacaba me iba a correr." dijo jadeando
Tratasgw de recuperar el aliento, ya sabias que posiblemente estabas hecha un desastre, sentias tu cabello pegado en tu rostro cubierto de saliva, la piel enrojecida y las lágrimas en tus pestañas. Pero él todavía te miraba como si estuvieras hecha de polvo de hadas.
"Vení para aca." musitó
Antes de que tu cerebro tenga tiempo de enviar ordenes a tu cuerpo, Matías se inclinó hacia adelante atrayendote hacia él, sus brazos rodeando tu pequeña espalda mientras te acercaba imposiblemente mas a su cuerpo, pecho contra pecho. Su boca se poso sobre la tuya inmediatamente, su lengua pasando por tus labios y metiéndose en tu boca. Podias sentir la tensión de su mandíbula contra la tuya y sus palpitaciones apresuradas contra tus manos sobre su pecho.
El momento era embriagador; podias saborear el dulce sabor de Matías en tu boca y su miembro presionando contra tu intimidad dejandote deseando mas. Simplemente no era suficiente.
Casi como si él hubiera leido tu mente, sentiste el leve roce de los dedos de Matías mientras jugando con el borde de tu musculosa. Sus dedos siempre habian sido fríos y gemiste ante la repentina sensación, gimiendo en su boca mientras sus dedos se deslizaban debajo de la tela, recorriendo la piel cálida de tu torso. Su toque provocó un escalofrío que provoco que tu piel se erizara.
Mierda, te sentías como una colegiala a punto de tener su primera vez. Ya lo habías hecho antes, pero nunca con Matías. Las mariposas revoloteaban en tu estómago por la forma en que te tocaba, y había algo en la forma en que te hablaba que te llenaba de nervios.
Sus dedos acariciando la suave carne de tus pechos te sacaron de tus pensamientos. Sentiste que la respiración de Matías se detenía, y ahí fue cuando recordaste que no estabas usando sostén. Abajo tuyo, tu amigo se rió para sí mismo por su pequeño descubrimiento. Sus pulgares pasaron sobre tus pezones endurecidos y, mierda, ¿habías estado sin sostén todo este tiempo? ¿Sentada junto a él, con los pechos desnudos rozando la tela de tu remera? Matias no pudo evitar preguntarse si tu coño estaba igual de desnudo y su corazón se aceleró ante la idea. Su sistema lleno de sustancias simplemente no podía con ello, y empezó a moverse hacia vos para averiguarlo.
"¿Sin sostén?" Matías susurró contra tu cuello, pudiste sentir el roce de sus labios contra tu piel, una sonrisa traviesa se extendio por su rostro. "¿Lo hiciste a propósito?"
Matías se rió contra tu cuello cuando tus muslos se contrajeron alrededor de él ante sus palabras. Por supuesto que era para él. Todo lo que hacías lo era.
Observaste cómo sus ojos, enrojecidos y vidriosos, caían sobre tus manos mientras tus dedos recorrian su piel hundiéndose ligeramente en esta y definitivamente notó tus escalofríos cuando tus manos encontraron su abdomen duro y, si ya de por si su ego no era lo suficientemente grande, definitivamente lo era ahora. ¿Lo habías deseado tanto como él te había deseado?
Fue entonces cuando Matías te miró, llevando el porro a sus labios resecos y tomando una larga calada, sosteniéndo el humo en su boca mientras se expandia en su garganta y pulmones. Desearías poder ver sus pensamientos en este momento; matarías por saber qué estaba pasando en esa mente nublada suya.
Después de lo que pareció una eternidad, finalmente soltó el humo y lo sopló sobre tu figura medio desnuda, envolviéndote en un suave halo de humo, con los ojos aún clavados en los tuyos como si estuviera esperando tu próximo movimiento.
El silencio de Matías te puso ansiosa. No podías decir si estaba disfrutando de la vista o pensando en cambiar de opinión. La mezcla de la marihuana corriendo por tus venas y los nervios que creaba la mirada de Matías te hizo sentir un poco mareada y nerviosa, así que le preguntaste.
"¿Me das una pitada?" Tenías una sonrisa coqueta en el rostro, un destello travieso en tus ojos mientras tu mano se aventuraba un poco más abajo. ¿Cómo podría decir que no?
Con una sonrisa ladeada, las palabras de Matías salieron lentas y un poco arrastradas mientras raspaban al pasar por sus labios. Siempre te había encantado lo ronca y áspera que se ponía su voz cuando estaba fumado. Nunca dejaba de hacer que tu conchita se mojara.
"Obvio hermosa." Sus manos apretaron más fuerte tus muslos antes de que llevara el porro a tus labios.
Recordó la primera vez que habian fumado juntos.
Nunca esperó que dijeras que sí, pero estaba muy, muy contento de que lo hicieras.
Fue cuando eras bastante inexperta. Ambos estaban en su habitacion, tu mente nebulosa por el consumo de marihuana. Era adorable lo exaltada que te ponías, riendote por cualquier cosa que él dijera o hiciera y haciendo chistes malos que solamente vos encontrarías absolutamente hilarantes. Pero tambien empezaste a volverte audaz, tus manos agarrando su mandíbula para acercarlo para pedir otro porro. Matias recordaba muy bien como tus labios se acercaban hasta que estuvieron casi rozando los suyos, prácticamente suplicando ser besados; pero nunca lo hizo, mas que nada porque no sabia si estabas en tus cabales. Pero se lo pusiste difícil.
La marihuana te ponia mas cariñosa y necesitada a medida que pasaba la noche. Agarrabas el cuello de Matías para acercarlo y susurrarle cosas al oído. Tan cerca que podía sentir tu aliento caliente contra su piel, tus labios presionando ligeramente contra su oreja. Matías apostaba a que tus labios sabrían deliciosos con tu brillo labial de cereza mezclado con el dulce sabor de la marihuana.
Sabia que iba a ser difícil para él detenerse, así que nunca comenzó. Pero con el pasar del tiempo, ibas cada vez más a su casa, y pronto ya no eras tan inexperta.
Dejaste de estar tan exaltada y necesitada a medida que desarrollabas tu tolerancia, incluso eras capaz de manejar un porro entero vos sola. Matías casi estaba orgulloso de lo lejos que habías llegado, pero eso significaba no más mimitos y no más trenzas en el cabello. Estaría mintiendo si dijera que no lo iba a extrañar.
Así que podías imaginarte lo emocionado que estaba en ese momento mientras te restregabas contra él, tan necesitada como las primeras veces que habias fumado, tu coño cubierto frotándose contra su miembro desnudo y palpitante haciendo un desastre en tus shorts.
Los dedos de Matías rodearon tu mandíbula, el pulgar pasando por tus labios incitandolos a abrirse. Lo unico que tuvo que hacer fue meter la punta de su dedo dentro para ver cómo tu boca lo recibia, tu lengua girando alrededor de su dígito. Te acercó un poco más, lo suficiente para mantenerte queriendo más mientras exhalaba, envolviéndote en una nube de humo.
Lo inhalaste y lo sentiste ir directo a tu cabeza, mareandote y haciéndote sentir tan ligera como el aire.
Joder, lo habías extrañado. No pudiste evitar la forma en que tus caderas se movieron hacia él mientras lo hacía de nuevo con su lengua sumergiéndose en tu boca esta vez.
"Mirate. Tan desesperada por tenerme adentro, ¿eh?" Dios, Matías sabia que te morías por él, y nada podía calmar tu hambre excepto su pene llenándote por completo. Cada vez estabas mas impaciente, pero antes de que tuvieras tiempo de tonar cartas en el asunto, sentiste los dedos errantes del castaño rozando tu entrepierna cubierta. La tela de tus shorts y de tus panties formando una especie de barrera y sentiste la necesidad de sentir esos largos dedos profundamente dentro tuyo, sentias que si pasabas un minuto mas sin ser follada ibas a estallar.
Sus dedos frotaron circulos sobre la tela por encima de tu clitoris y sentiste como tu ropa interior se empapaba bajo sus dedos.
"Matías, necesito tus dedos adentro." El simplemente se burló de lo desesperada que estabas y le encantó el hecho de tenerte suplicando encima suyo.
"¿No vas a decir por favor?" Matías podía ser un tarado a veces, pero hoy no estabas en condiciones de responder con algo inteligente, tu cerebro era un lío confuso y todo en lo que podías pensar era en Matías y sus dedos y su pene y cuánto lo necesitabas. Así que simplemente te rendiste, ni siquiera intentaste ser un poco sutil al respecto.
"Ugh, por favor, por favor. Cogeme con tus dedos, por favor." gemiste retorciéndote bajo el su toque, el cual simplemente no era suficiente.
"No puedo si tenes esos shorts puestos."
Obedeciendo a sus deseos, te sacaste los shorts sin rechistar, deseando que esa fastidiosa capa de tela ya no estuviera ahí. El castaño gimio debajo tuyo al ver lo que tenía adelante.
Tenías puesta ropa interior gris, y el color hacía que tu humedad fuera visible para Matías, quien no pudo evitar pasar su dedo índice a lo largo de tu entrepierna y hasta tu clítoris. La acción te sacó un gemido delicioso, y él tuvo que apartar la mirada de tu entrepierna para mirarte.
Observabas connatencion y anhelo cada movimiento de Matías, viendo como su dedo dibujaba circulos alrededor de tu clítoris, tu ropa interior oscureciéndose a medida que la humedad crecía. Tus caderas empezaron a moverse hacia adelante, desesperada por sentir esa presión que tanto deseabas.
Si Matías hubiera tenido la mente clara y no estuviera tan drogado, te hubiera hecho rogar por ello, te habría hecho esperar hasta que estuvieras al borde de las lágrimas antes de darte lo que querías. Pero él estaba tan desesperado como vos, y su compostura estaba al límite.
Entonces, con una mano, apartó tus panties hacia un lado, y un gemido gutural se te escapó cuando sentiste las yemas de los dedos del chico deslizarse entre tus pliegues. Sus dedos esparcieron tu humedad hasta tu clítoris, y despues, tal como había prometido, metio uno dentro de tu coño. Jadeaste mientras sentias como su dedo se colaba entre tus paredes, y soltaste un gemido de alivio que no sabias que estabas conteniendo.
"Mirate bebé. ¿Estas tan mojadita por mí?" Sí. Todo era para él. Siempre lo había sido y siempre lo sería. Tus interiores succionaban su dedo profundamente, apretandose contra sus nudillos, enviando olas de excitacion directamente a su polla palpitante. No podias esperar para que reemplazara sus dedos con su pene. El simple pensamiento de matias cogiendote duro hizo que tus rodillas temblaran con anticipacion.
Su dedo medio se unió a su dedo anular dentro tuyo, y movió su muñeca para posicionarse mejor para poder mover sus dedos a un ritmo más rápido. No tardo mucho en establecer un ritmo que te huzo temblar hasta el alma, y tuviste que extender las manos contra la -ya empañada- ventana. Con cada embestida tus yemas golpeaban ese punto dentro tuyo y justo cuando creias que era demasiado subio su otra mano a tu intimidad para frotar tu clitoris.
Sentiste la conocida sensacion de placer acumulandose en tu centro y antes de que tu cerebro pudiera procesarlo, te estabas corriendo contra sus dedos, tus piernas temblando y tus labios soltando gemidos con su nombre contra su cuello.
"¡D-dios, Matías!" exclamaste, tus uñas clavandose en su antebrazo.
"Shhh. Tranquila, aca estoy." Matías sintió cómo te apretabas alrededor de sus dedos después de haberte corrido, sin embargo retiro sus dedos de tu interior y se los llevo a la boca, gimiendo al rededor de ellos. "No puedo esperar más, bebé. Necesito estar adentro tuyo."
Antes de que tuvieras tiempo de calmarte de tu clímax volviona apartar tu rompa interior hacia un lado y alineó su polla con tu entrada. Lentamente, te hundiste en él.
Gimieron juntos mientras lo tomaste lentamente en tu coño, centímetro a centímetro. Podías sentir esa vena prominente sobresaliendo contra tus paredes, y tus interiores se apretaron ante la sensación.
Una vez que Matías estuvo completamente dentro tuyo, tu cuerpo comenzó a moverse por sí solo, desesperada por sentirlo. Empezaste a moverte hacia abajo, pero él agarró tus caderas para detener tus movimientos, manteniendote quieta encima suyo. Sus ojos estaban cerrados y su ceño fruncido, por lo que te preocupaste. "Mati? Estas bien?" dijiste pasando tus manos por su rostro, quitando el cabello que cubria sus hermosas facciones.
"Si gorda... pero si te moves tan enseguida me voy a correr... Deja, deja que me concentre."
Te reiste por lo bajo y empezaste a dejar un camino de besos desde la comisura de sus labios hasta su cuello, de vez en cuando algunos gemidos ahogados salian de tu boca, necesitabas moverte pero entendias que tenias que darle su tiempo, despues de todo sabias que la marihuana agudizaba todos los sentidos y esto no era excepcion.
"Matías, por favor, no sé cuánto más puedo aguantar.". rogaste en un jadeo que hicieron tido lo ckntrario a ayudarlo a que se concentre. La marihuana tampoco ayudó; lo volvió aún más sensible a las tus cálidas y húmedas paredes apretandolo.
Estabas arriba de él, con su polla bien dentro tuyo durante lo que pareció una eternidad. Te estabas impacientando un poco y casi comenzás a moverte hasta que lo escuchaste debajo de vos.
"Dale, bebé, movete". Y eso fue todo lo que necesitaste escuchar. Comenzaste a mover tus caderas sobre las suyas, la punta de su polla tocando ese punto tan placentero dentro tuyo. Soltaste un pequeño grito cuando sentiste como sus caderas subian para embestirte un poco.
Una de sus grandes manos estaba en tu cadera, balanceándose de un lado a otro con tus movimientos, mientras la otra sostenía el porro entre sus dedos, ofreciéndotelo después de darle una pitada y soplar el humo sobre tu cuerpo, envolviéndote en una neblina de humo. Mientras tanto, la luz naranja de las farolas afuera te bañaban en un resplandor celestial, suavizando tu piel. Matías se inclino a darte un tierno beso. Carajo, te veías etérea y el sabia que iba a recordar esta imagen para siempre, deseaba poder tatuarselanoara revivirla cuando quisiera.
La forma en que tu cuerpo se movía sobre él lo tenía mirándote con asombro. Juraba que eras un puto ángel enviado a la Tierra solo para él. Parecías estar bañada en una luz que lo rodeaba a el también. Todavía no podía creer que esto estuviera pasando realmente.
Parte de Matías quería darte vuelta y tenerte abajo suyo. Quería levantarte la pierna sobre su hombro y llegar un poco más profundo, la punta rozando ese punto dulce dentro tuyo... pero ¿por qué habría de hacerlo cuando lo estabas haciendo tan bien vos misma? Y él tenía la vista más perfecta desde abajo; podía ver todo, desde tu coño hasta los hilos de tu previo orgasmo acumulandose en la base de su polla, hasta tus tetas perfectas rebotando tan perfectamente frente a él. Ni hablar de tu hermosa cara. Si pudiera personificar la euforia, estaba seguro de que eras vos, con las cejas fruncidas, los ojos cerrados y la boca abierta, todos tus sentidos concentrados en todo lo que era él.
Matías no pudo evitar hablar. Tal vez era la marihuana hablando a traves de él o tal vez eran simplemente sus pensamientos sobrios, pero carajo, no podía mantener la boca cerrada y te volvía loca.
"¿Qué diría tu vieja si te viera ahora, ¿eh? ¿Su perfecta hija fumando porro y montandome en el auto?" Los ojos de Matías estaban oscuros, y te hacían sentir como si estuvieras haciendo algo que no deberías. Te daba mariposas en el estómago y sentías una ola de deseo ir directo a tu coño.
Matías se volvía tan charlatan cuando estaba drogado, y definitivamente había fumado demasiado, así que no había forma de detener las palabras que salían de su boca. Pero Dios, sonaba tan malditamente: su voz se escuchaba ligeramente ronca y quejumbrosa mientras te elogiaba, diciéndote lo bien que lo estabas haciendo, cómo estabas tomando su polla tan bien y montandolo como una puta diosa. Mientras tanto, la punta de su pene latía y se retorcía y golpeaba tan profundo desde este ángulo. El placer era casi insoportable pero se sentia tan bien que deseabas que el momento no se acabara jamas.
El ritmo era crudo, duro y tan jodidamente bueno. Era todo lo que podrías haberte imaginado y sabias que estabas al borde de correrte encima suyo. Ningún pensamiento coherente pasaba por tu mente y sentias que no podías formar palabras, pero Matías entendió. Podía notarlo por la forma en que tus movimientos se volvieron bruscos y por la forma en la que tus caderas titubeaban con cada embestida y tu respiración se volvía rápida, casi erratica. Por lo que comenzo a mover sus caderas, parando las tuyas connun fuerte agarre, empujando adentro tuyo con tanto vigor que sentiste que podrias desmayarte en ese momento.
"Muy bien, nena. Correte para mí dale, correte encima mio." Sus palabras de elogio, cargadas de deseo y teñidas de dulzura, fueron las que te llevaron al borde. Habías tenido muchos orgasmos en tu vida, pero ninguno habia sido como este, no cuando estabas tan drogada y encima de Matías. Se sintió glorioso, sentiste que tocabas las estrellas con las yemas de tus dedos. El orgasmo comenzó desde tu centro, extendiéndose a cada centímetro de ti de adentro hacia afuera. Te sentías sin peso y era como si estuvieras flotando, lo unico que te traia a tierra eran los suaves besos que el castaño estaba presionando sobre tu hombro y el fuerte agarre en tus caderas.
Matías no estaba muy lejos; de hecho, el pulsar de tus paredes lo hizo derramar todo lo que tenía dentro tuyo sin darle tiempo de sacar su polla. Era la marihuana la que lo hacía así, adormecía sus sentidos y hacía que sus músculos se sintieran pesados. Aunque en realidad no era eso en absoluto. Simplemente estaba demasiado atrapado en el momento como para detenerse sacar y correrse en tu panza. ¿Y por qué lo haría cuando estabas tomando pastillas anticonceptivas y te sentías tan bien? Sería un loco si no se corria dentro.
Guturales gemidos lastimeros pasaron por sus labios con cada carga que salía disparada. Tuvo que agarrarse de tus caderas como si ellas fueran a salvarlo mientras su orgasmo parecía arrastrarlo hasta el cielo.
Cuando Matías regresó a la Tierra de golpe, fue como si estuviera envuelto en una manta cálida y acogedora. Sus ojos finalmente parpadearon abiertos, y juró que se encontró con un ángel.
Realmente creyó que había muerto y había ido al cielo.
iv.
Ya eran las 5:17 am y ambos estaban de nuevo vestidos, la ligera campera que matias habia tirado anteriormente al asiento trasero -en el cual se encontraban recostados ahora.- te cubria los hombros, protegiendote de la fria brisa matutina. El sol ya comenzaba a asomarse lentamente sobre el horizonte, y Matías apenas comenzaba a sentir cómo la sobriedad lo alcanzaba. Percibió el peso reconfortante de tu cabeza sobre su pecho, tus pestañas y tu respiración suave le hacian cosquillas en la piel.
No puede evitar mirar a su alrededor y recordar con cariño. Las huellas de manos adornan las ventanas, y decide dejarlas allí, como un dulce recordatorio de lo ocurrido en las primeras horas del día. Una sonrisa tierna se dibuja en sus labios al rememorar, recuerdos tenues llenando su mente. Esa noche no solo había conseguido el papel de su vida, sino que también había compartido momentos íntimos con la chica de sus sueños. La vida parecía ser hermosa.
Tus respiracion pacífica lo reconforto mentrias sentia cómo sus párpados se volvian pesados. Antes de ceder al sueño observó con ternura hacia abajo, donde te encontrabas acurrucada junto a él, un ligero rayo de sol iluminando tu piel, y no pudo evitar desear que esta no fuera la última vez.
395 notes · View notes
olee · 3 months
Text
La Familia De | Enzo Vogrincic
Tumblr media
Cuando descubres la infidelidad de tu novio, aceptas la invitación de tu amiga para pasar unas semanas en su país con su familia. Allí conoces al atractivo hermano de tu amiga, desencadenando una serie de emociones inesperadas.
Desde hace un año, la cafetería que posees en Ciudad de México ha sido tu refugio, un santuario de aromas de café y conversaciones animadas. Tu vida ha tomado un giro maravilloso desde que abriste las puertas de este lugar acogedor. No solo tienes un negocio próspero, sino que también tienes a tu lado a un novio increíble, cuyos talentos como tatuador le dan un toque de arte y rebeldía a tu vida cotidiana.
Entre el vapor de los expressos y los murmullos de los clientes habituales, siempre hay un momento especial cuando tu amiga uruguaya aparece por la puerta. Ella, con su encanto sudamericano y su energía contagiosa, es como un rayo de sol que ilumina tu día cada vez que la ves. Aunque vive en CDMX por trabajo, nunca pierde la oportunidad de visitarte en la cafetería, trayendo consigo los últimos chismes y anécdotas que hacen que la vida en la ciudad parezca aún más vibrante.
En medio de este bullicio reconfortante, te das cuenta de que no estás sola. Tu negocio florece, tu relación amorosa está en su mejor momento y tus amistades te brindan compañía y alegría. La paz y la belleza se entrelazan en tu día a día, recordándote que la vida puede ser realmente hermosa cuando tienes a las personas adecuadas a tu lado.
Sin embargo, un día decides cerrar temprano la cafetería porque no te sientes bien y tienes un fuerte dolor de cabeza. De camino a tu departamento, te sientes aún peor, como si algo estuviera terriblemente fuera de lugar. Al llegar a casa y subir las escaleras, el sonido de ruidos extraños te hace detener en seco. Escuchas un respiro profundo, quizás gemidos. Sin entender completamente lo que está sucediendo, decides apresurarte hacia tu habitación.
Al abrir la puerta, te encuentras con algo que nunca podrás borrar de tu mente: tu novio, en medio de un encuentro íntimo con otro hombre. Es una escena que nunca esperaste presenciar, y sin poder soportarlo, das media vuelta y sales corriendo, sintiendo cómo tu mundo se desmorona a tu alrededor.
Con lágrimas nublando tu vista y el corazón hecho pedazos, marcas frenéticamente el número de tu amiga en tu teléfono. "¿Dónde estás? ¡Necesito verte! Me siento horrible, mi novio… mi nov–", apenas logras articular entre sollozos.
La voz tranquila de tu amiga al otro lado de la línea te ofrece un atisbo de consuelo en medio de la devastación que te embarga. "Estoy en casa. Vení y me contás tranquila", te dice, y sus palabras se convierten en un faro de esperanza en medio de la oscuridad que te rodea. Con el corazón roto y el alma hecha trizas, te diriges hacia la casa de tu amiga, en busca de consuelo y apoyo en medio de la tormenta emocional que te consume.
Le cuentas a tu amiga todo lo que había sucedido y no puedes evitar llorar. Estás en el sofá junto a tu amiga, y te dice mientras te peina el cabello: "(Y/N), tenés que ser fuerte, yo sé que no es fácil. ¿Te acordás de Mateo? Que se fue con otra mina, pues te entiendo completamente".
Pero entre sollozos, respondes: "¡Pero en mi caso es distinto!", y lloras más fuerte, como un bebé. "Y... ahora... tú te vas para Montevideo, y... ¡yo voy a estar SOLA!", sigues elevando el tono de tu llanto. "Y no quiero verloooo, nooo, no sé cómo enfrentarloooo".
Tu amiga intenta calmar tus nervios: "Pero yo me voy solamente por tres semanas, si querés, venite conmigo, yo te pago los pasajes".
"No quiero ser un peso más", respondes entre lágrimas.
"¡Boluda! ¡Te vienes conmigo, que se joda!", te dice ella, tratando de sacarte de ese estado emocional.
"Okkkkaaaayyyy", aceptás entre sollozos, llorando como un bebé.
Llevas ya tres días encerrada en la habitación de tu mejor amiga en Montevideo, con un gatito real al que tratas como un peluche. La familia Vogrincic te han adoptado como una hija más, y su madre se ha convertido en tu proveedora oficial de café y consejos sobre el amor, lo cual agradece tu corazón roto.
En una tarde soleada, tu amiga irrumpe en la habitación como un torbellino, encontrándote en la cama con tu celular, absorta en las fotos de tu ahora ex. "¡Che, bo! Dame ese celular. No quiero verte así", ordena con un tono melodramático. "Tienes que salir de esta cueva. Mami me ha dicho que solo sales para tomar café y luego regresas aquí. ¡Ya basta! Esta noche viene mi hermano desde Nueva York, y vamos a recogerlo al aeropuerto. Tienes que venir conmigo, punto final", declara con autoridad.
Tú respondes: "Ay, déjame aquí con la gatita", y ella te corrige: "¡Esa gatita tiene nombre y es Uma!". Insistes: "Pues déjame con Uma, no quiero ir para allá".
Con un suspiro exasperado, tu amiga agarra tu brazo con determinación. "¡Sos una pelotuda! ¡Vas a venir ahora!", exclama, decidida a sacarte de tu caparazón de autocompasión y llevarte a vivir un poco la vida real, aunque sea a la fuerza.
En el auto, el padre de tu amiga está al volante, con la madre como copiloto, mientras tú y tu amiga ocupan los asientos traseros. La atmósfera está cargada de emoción, ya que toda la familia está ansiosa por recoger al tal Enzo. Por lo que has escuchado, es un actor sumamente famoso. Aunque no estás muy familiarizada con su trabajo, tu amiga siempre ha hablado con orgullo sobre él, y su entusiasmo es contagioso.
Antes de dirigirse al aeropuerto, hacen una parada en un mercado para comprar globos, flores y un cartel que dice "¡Llegó el actor de la casa!". A ti no te hacen mucha gracia las flores ni los globos, ya que te recuerdan a tu exnovio.
Al llegar al aeropuerto, tu amiga asigna tareas: "Bo, aguanta los globos; yo llevaré el cartel y mami, tú llevas las flores", dice con entusiasmo. La madre asiente y el padre, con su típico sentido del humor, pregunta: "Y yo, ¿qué llevo?". La madre, con una sonrisa, responde: "La presencia". Todos ríen un poco, preparándose para la llegada del famoso Enzo.
Justo cuando estás a punto de bostezar por el cansancio acumulado, de repente tu amiga y toda su familia irrumpen en gritos de emoción, corriendo hacia un hombre sorprendentemente guapo. Su piel canela y su cabello medio largo y desordenado lo hacen destacar en la multitud. Él también parece adormilado, llevando una maleta, hasta que se percata de su familia y se apresura hacia ellos.
La escena es conmovedora mientras se abraza profundamente con tu amiga, luego se dirige hacia su madre y ambos comienzan a llorar juntos. Por lo que tu amiga te había contado, no se habían visto durante años debido a la ocupada agenda del hermano.
Mientras esta emotiva reunión tiene lugar en el aeropuerto, tú te encuentras parada como un pingüino, sosteniendo los globos en tus manos, sin saber muy bien qué hacer en medio de tanta emoción familiar.
Ya cuendo van para el auto, tu amiga te introduce al hermano diciendo, “Enzo, esta es (Y/N) mi mejor amiga del alma, y va estar con nosotros por estas semanas” dice mientras ya se van sentando al auto, y Enzo, que al parecer se va a sentar al lado tuyo te dice, “Un placer (Y/N)”
Y así van todos contentos para la casa, para cenar, ya que la madre iba a prepara una pasta.
Al llegar a la casa, estás a punto de dirigirte directamente a la habitación para descansar un poco del viaje agotador, pero tu amiga te agarra del brazo con determinación y te dice: "¡Uh uh no! Te quedas con nosotros en la sala. Nada de cueva". Tú asientes, aceptando su decisión, y decides seguir su sugerencia.
Cuando te dispones a sentarte en el sofá de la sala, observas con curiosidad cómo las gatitas, Uma y Ada, salen de una habitación cercana. Enzo, al verlas, no puede contener su emoción y se tira al piso, hablándoles con ternura como si fueran bebés. La verdad es que Enzo se veía increíblemente adorable en ese momento, y no puedes evitar sonreír ante la escena.
Tu amiga te hace una mueca cómica, como si estuviera acostumbrada a este comportamiento de su hermano, y te dice en voz baja: "Es amante de los gatos, así que no te asustes si actúa así". Tú te ríes suavemente, encontrando la situación bastante divertida y encantadora.
Observas cómo Enzo interactúa con las gatitas, y te das cuenta de que tiene un lado dulce y tierno que no esperabas.
Después de un rato, Enzo se levanta del suelo con una sonrisa, dirigiéndose especialmente a su madre: "Ma, me voy a dar una ducha. Avísame cuando esté la cena", dice con tono amable. La madre asiente con un simple "ok", ocupada con los preparativos en la cocina.
Una vez que Enzo se retira para darse una ducha, te inclinas hacia tu amiga y le susurras en voz baja para que no te escuchen: "Oye, no me habías dicho lo guapo que es tu hermano". Ella te responde con una mueca divertida y te dice: "Te lo regalo si quieres". En un gesto juguetón, la empujas suavemente y respondes con un "ajá", aceptando el comentario con humor.
Ambas se miran y se ríen, compartiendo un momento cómplice antes de que Enzo regrese de su ducha y continúe con la cena en familia.
Después de un rato, mientras estás disfrutando de un vino con tu amiga y ayudando a preparar la mesa, Enzo hace su entrada. Viene con una cámara vintage en la mano, su cabello aún húmedo y desordenado, vistiendo una sudadera cómoda y descalzo. En general, se veía muy relajado y como en su casa; no parecía en absoluto un actor de Hollywood.
Mientras tú te sientas con tu vino en la mesa, Enzo comienza a moverse alrededor de la cocina, capturando momentos con su cámara: la madre preparando la comida, el padre cortando la carne asada, y la hermana charlando contigo. Luego, se dirige hacia las gatitas y llama a tu amiga, "Loca, ven acá, tírame una foto con Uma y Ada". Pero antes de que pueda tomar la foto, la madre interviene: "Enzo, después. Ya vamos a comer". Él asiente en respuesta.
Tú observas todo con asombro, pero al mismo tiempo, te sientes como si estuvieras presenciando algo muy familiar. Enzo se sienta nuevamente junto a ti, y de repente te toma una foto inesperadamente. Tu amiga lo regaña de inmediato, diciendo: "¡Enzo! A (Y/N) no le gusta que le tomen fotos". Con un tono suave, Enzo se disculpa: "Disculpa". Y tú respondes con amabilidad: "No te preocupes".
La atmósfera en la casa es cálida y acogedora, y te sientes cada vez más integrada en esta familia tan especial.
Después de unos 45 minutos en la mesa, todos parecían estar inmersos en sus propias conversaciones, dejándote a ti en un silencio momentáneo. Mientras tomas sorbos de tu vino, escuchas atentamente pero te sorprendes al darte cuenta de que nadie te ha dirigido la palabra en todo ese tiempo. Una sensación de soledad momentánea te envuelve, hasta que de repente, es Enzo quien rompe el silencio.
"Y tú, ¿qué haces?", pregunta Enzo, volviendo su atención hacia ti. Levantas la mirada, encontrando sus ojos, y respondes con sinceridad: "Soy dueña de una cafetería en Ciudad de México". Su expresión se ilumina con genuina admiración: "¡Guau, eso es impresionante!", responde con entusiasmo.
En ese momento, sientes una conexión especial con Enzo, como si sus palabras hubieran creado un puente entre ustedes. A pesar del bullicio de la mesa, te encuentras atrapada en su mirada, sintiendo una chispa de complicidad entre ustedes.
Tumblr media
311 notes · View notes
wannab-urs · 8 months
Text
This Night Has Opened My Eyes
Tumblr media
Summary: You’ll do anything to avoid getting arrested. Javi P x f!reader
Warnings: Dubcon with a twist, reader is so very very into it, derogatory language (putita, little whore), bondage (handcuffs), rough sex (no prep). 
A/N: I wrote something! Wild I know. I’ve had this idea in my head for months bc of the “you’re breaking my heart, baby” scene. Hope y’all enjoy <3
Tumblr media Tumblr media
A quick shout of “DEA! ¡Abrir la puerta!” is all the warning you get before your apartment door is shoved open and a man storms in. You don’t have anywhere to hide, so you run to your kitchen, putting the counter between you and the officer. You barely have time to take in his dark hair and broad shoulders before he grabs your arm, turns you around, and shoves you against the kitchen counter. 
“Please! Don’t arrest me! They’ll kill me. You don’t understand!” You struggle to get out of the hold of the man behind you. He pulls your arms hard behind your back and slaps a pair of cuffs on your wrists just the wrong side of too tight. “Please, por favor…!” Your voice cracks with desperation. “I’ll do anything!” 
The officer places a hand between your shoulder blades and shoves your body down over the counter. He presses himself up against your now exposed ass and you feel his hard cock in his jeans as he leans over and rumbles in your ear “Anything, hermosa?” 
Your stomach twists with fear and… something else. You turn your head, trying to look him in the eye. “Anything,” your voice comes out in a breathy whisper. The man leans back, kicks your legs apart and rucks your dress up over your hips. 
“No panties? ¿Estás una putita?” 
He grabs your ass roughly and slaps your right ass cheek. You try to jerk your body away, but  he grabs your hair and pulls you back, turning your head to look at him. “Answer me when I ask you a question, baby.” 
You whimper and meet his dark gaze before sucking in a breath through trembling lips “Si. I- I’m a li- little whore.” He smirks and pushes your face back into the counter. You hear the clink of his belt and the sound of his zipper coming down. 
He runs his fingers through your embarrassingly wet folds, grazing your clit and making you keen. “Mi putita, ahora. Entiendes?” He grabs the chain between your wrists and pulls you backwards roughly, splitting you open on his hard cock.
He immediately pulls out and slams into you again and you let out a strangled moan. It feels like he’s breaking you apart from the inside. “Do. You. Understand. Putita?” He punctuates every word of the question with harsh thrusts, hitting deep inside you. 
You press your forehead to the cold surface of the counter and practically scream “Yes JAV- FUCK. Yes sir. Entiendo!” He twists one hand into your hair and keeps the other on your cuffs, using the leverage to impale you on his cock and forcing you to arch your back. You feel him slam into your cervix with every thrust, so hard the sounds leaving your mouth are more like choked sobs than moans.
 “Are you going to cum on my cock like a good little whore?” You’re beyond words, but he can feel your walls clenching him tighter and tighter. He drops his hand from your hair only to wrap his long fingers around your throat. The slight loss of blood flow goes straight to your cunt and a wrecked noise falls from your lips. He slams a few more brutal thrusts into you and your vision goes white, cunt squeezing around his cock and a high pitched whine coming from your throat. 
The officer fucks you through it, not missing a beat of his brutal pace. As soon as he feels you go limp, wrung out from your orgasm, he pulls out. He jerks your body up and turns you to face him. He looks into your eyes and strokes your cheek almost tenderly with his thumb.
“On your knees, putita,” he whispers, his face so close to yours he’s almost kissing you. You blink at him, still a bit dazed, before sinking to your knees in front of him. He settles a hand on top of your head and tilts your face to look up at him. “Open, hermosa.” 
He slots the head of his cock between your parted lips and you immediately lean forward, taking him as far into your mouth as you can. He strokes your hair, thrusting shallowly into your mouth as you hollow out your cheeks. In only a few moments, you feel his hand tighten in your hair and his head falls back exposing the long column of his throat as hot spurts of cum hit the back of your throat. “Fuck, cariño. Eres increíble.” 
He steps away from you and tucks his softening cock back into his tight jeans. He gently pulls you to your feet and undoes the cuffs, rubbing soothing circles into your wrists before tucking you against his chest. You wrap your arms around his torso and burrow your face into the crook of his neck and he presses his lips to the top of your head.
“Was it everything you wanted, mi amor?” he whispers into your hair. 
“Yes, Javi. Perfect.”
--------------
Translations:  ¡Abrir la puerta!” - open the door! por favor - please Hermosa - beautiful/darling  ¿Estás una putita? - Are you a little whore? Si - yes “Mi putita, ahora. Entiendes? - My little whore, now. Understand? Cariño. Eres increíble - dear/darling. You’re incredible mi amor - my love
----------------
HAHA it was RP all along. They love each other <3
367 notes · View notes
huellas-poeticas · 6 months
Text
Tumblr media
Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía.
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.
Gabriel García Márquez🌹
351 notes · View notes
chiquititamia · 1 month
Text
Lo más dulce
Tumblr media
Enzo Vogringic x female oc +18
Este es mi primer fanfic, he intentado muchas veces pero esta es la primera que logro terminarlo. Seguramente tenga muchos errores, pero ahí les va. Les pido que me digan qué les pareció y si quieren una segunda parte, sí? Disfruten :)
warnings: sexo oral, todo muy explícito
Era un hermoso día de primavera, de esos en los que de repente te das cuenta de que el viento ya no es frío. Un dulce olor a flores inundaba las calles empedradas del pequeño pueblo de montaña en el que el cast de La sociedad de la nieve se había instalado durante el rodaje.
Tenían el día libre, así que Enzo había decidido dar una vuelta al mediodía. Su bicicleta rodaba por las calles bajo el sol, había olvidado lo agradable que es pasear de esa manera. Tan sólo el sonido de la cadena de la bici y de las cigarras llenaban el aire, al fin y al cabo, era la hora de comer y la gente se encontraba en sus casas protegiéndose del sol.
Hablando de eso, Enzo notó un pequeño gruñido en su estómago, el hambre comenzaba a formarse, sería mejor que encontrase un sitio donde comer.
Dejaba que la bicicleta le llevase pasivamente, sin pedalear, aprovechando una ligera cuesta hacia abajo.
Al doblar una esquina, no podía creer sus ojos: ¡un restaurante vegetariano! En un pueblo tan pequeño no esperaba algo como eso. No se lo pensó dos veces. Apoyó su delgada bicicleta en la puerta del humilde establecimiento, sin sentir la necesidad de atarla, ya que la honestidad y amabilidad de la gente no habían hecho más que acompañarlos durante su estadía allí. De todas formas, no había nadie a la vista.
Nada más entrar al pequeño restaurante, sintió el alivio inmediato de la sombra en su piel, caliente por el sol. Dentro se estaba fresco, y un maravilloso olor a comida le enamoró, no podía creer su suerte.
Tan sólo había cuatro mesitas de madera en ese local tan lindamente decorado. Junto a la barra, una vitrina albergaba deliciosos postres caseros: lo que parecía ser una tarta de zanahoria, una de chocolate y pequeños pasteles de manzana y crema. Los ojos de Enzo brillaban devorando los manjares ante él.
Una dulce voz le sacó de sus pensamientos.
¿Hola, puedo ayudarte?
Una hermosa chica de melena larga y negra le miraba con ojos curiosos, sonriendo. Llevaba una camiseta de tirantes y una falda debajo de un pequeño delantal. Ella debía ser la dueña del local, pensó Enzo.
Buenas, sí, eh…
¿Qué le pasaba? ¿Desde cuando era así de tímido frente a una mujer? Las palabras no le salían, lo que le hizo patearse a sí mismo mentalmente por que tenía que estar quedando como un tonto ante ella.
Ella se rio ante la falta de palabras del moreno.
¿Tienes hambre?
Soltó una risa.
Sí, sí… muchísima, vengo de pasear con la bici…yo… - explicó casi tartamudeando, con media sonrisa.
Bien, ¿por qué no tomas asiento y te traigo una carta y algo de beber?
Enzo tragó duro, y asintió mirándola fijamente. Ella, se dio la vuelta grácilmente provocando un soplo de aire perfumado con su melena. El olor a coco y mango de su champú no hizo si no despertar aún más su hambre, aunque quizás no tanto la que aquejaba su estómago.
Cuando se sentó, el uruguayo dejó su mochilita de tela en el asiento libre que tenía al lado. Sacó su móvil y comprobó sin mucha sorpresa que no tenía nada de cobertura y apenas batería, pero tampoco le importó, no tardaría en comer y volvería con los chicos a su residencia.
Antes de que se diera cuenta, la chica había regresado con un menú y un vaso de agua helada, lo cual él agradeció profusamente.  Si bien no había muchos platos entre los cuales elegir, todos sonaban estupendamente para su estómago vacío, con el plus de que no tenía que limitarse entre una o dos opciones como normalmente, ya que casi todos los platillos eran veganos o vegetarianos. Se decidió por lo que más le apetecía: Wok de noodles con vegetales, salsa teriyaki y aceite de chile tostado. “Suena bárbaro”, pensó.
Enzo observaba discretamente a la que parecía ser la dueña, la camarera y la cocinera, todo en la misma persona.  La chica danzaba en la cocina entre los fogones, manejando con soltura los utensilios; alguna llamarada ocasional salía de debajo del wok, alarmándole, pero ella parecía esgrimirlas como una hechicera, sin miedo.  
No puede evitar reparar en como sus caderas y su trasero se contonean con los movimientos. “Quizá esté escuchando música” se dijo Enzo, no comprendiendo si no, el ritmo hipnótico de su cuerpo.
Y aquí está – dijo ella depositando el plato humeante frente a él.
Muchas gracias, tiene una pinta buenísima…
La camarera volvió detrás de la barra tras desearle buen apetito a su único comensal y él comenzó a devorar el plato con gusto.
Las miradas entre ambos no eran directas, si no veladas e intermitentes. Ella fingía no prestarle atención y dedicarse a sus tareas, mientras que él trataba de limpiarse constantemente la boca con la servilleta para no tener además de todo, pinta de boludo con la cara manchada de salsa.
¿Estaba loco o ese era el mejor plato que había comido en su vida? Quizás tan solo estaba hambriento… ¿O era porque ella lo había preparado?
Cuando hubo terminado el plato se levantó tomándolo y lo llevó a la barra junto con su vaso, también vacío, para ahorrarle a la chica el viaje hasta la mesa, siempre tan galante.
Ella sonrío y sacó el ticket de la caja registradora. Él le devolvió la sonrisa y le sostenía la mirada mientras buscaba su billetera en la pequeña mochila de tela.
Más pronto que tarde, su rostro se tornó preocupado. No puede ser. Su cartera no estaba más ahí. Un pensamiento le cruzó la mente como un rayo. Esa misma mañana la había cambiado de sitio a una riñonera nueva. Lo había olvidado completamente. ¿Qué carajo iba a hacer ahora?
No era muy difícil adivinar qué estaba sucediendo, él dirigía su mirada al fondo de la maldita mochila y después a los ojos de la chica, frenéticamente.
Te juro que no sabía, yo… A-ahora mismo voy a buscar mi bille-
Es que estaba por cerrar -dice la camarera sin perder la sonrisa, como divertida por la situación.
Entonces esta noche, y-yo … mierda, lo siento mucho­­- Enzo notaba sus mejillas y todo su rostro ardiendo por la vergüenza, se sentía como un idiota.
¿No se te ocurre otra forma de pagarme? - ronroneó ella.
Enzo se quedó congelado, aunque a decir verdad estaba totalmente acalorado. No podía ser que estuviera escuchando lo que acababa de escuchar. Pero tampoco cabía la posibilidad de que se estuviera refiriendo a ninguna otra cosa, ¿no?
Todas sus dudas se derritieron cuando ella paseó su mano por el pecho de él, acariciando el borde de su camisa.
¿Eso querés? -trató de sonar confiado.
Ella se mordió el labio, respirando el aliento cálido de él.
Enzo no esperó a que ella respondiera, pues sus ojos ya le estaban dando la respuesta que buscaba, y que en el fondo había anhelado desde que entró en el pequeño restaurante.
La verdad que me he quedado con ganas de algo dulce… ¿sabés, chiquita?, como con hambre de algo vegano ¿entendés?
En ese momento él lanza una rapidisima mirada por la ventana del local para comprobar que no haya nadie cerca que vaya a interrumpirles. No hay nadie. Entonces, como si algo en su cuerpo y mente hubieran mutado repentinamente, Enzo toma su rostro entre las manos con una firmeza que ella había intuido, pero que no había experimentado hasta ahora. Se lanza a besarla sin ambajes, como si no fuera la primera vez que lo hace con ella, como si ya supiera qué es lo que le gusta, qué tiene que hacer para derretirla. Su lengua entra en su boca de forma imparable, la diferencia de tamaños entre sus cuerpos cobra importancia desde ese mismo momento, siente que la va a devorar. Si bien hasta ese momento ella había llevado la voz cantante con su actitud de femme fatale, eso ahora no le servía más. Él era el que estaba al control, sus labios guiaban a los suyos, contenía su mandíbula como una pequeña jaula donde introducir su lengua como una serpiente. Lo único que ella podía hacer era intentar seguir su ritmo y disimular lo muchísimo que le costaba no empezar a gemir.
Sin casi darse cuenta, él la había ido empujando hacia el interior de la cocina, habían caminado al unísono enredados en un nudo de cuerpos en el que ya casi no quedaba ninguna pena.
Pasó sus grandes manos por su cintura mientras seguía besándola, redondeando sus formas. Agarró sus gluteos por debajo de la falda. Ella se felicitó a sí misma por haber escogido sus braguitas negras de encaje para ese día, por ninguna razón en especial. Enzo metió sus dedos por debajo del elástico que abrazaba sus caderas, amenazando con bajarlas en cualquier momento.
Me estabas poniendo malo, nena, ¿sabías?
Ella aprovechó el pequeño respiro que le dio a su boca para contestar un leve “sí”
Ah, sí, eh? Mirá vos… - sonaba divertido, pero también desafiado.
Sin ningún esfuerzo colocó sus brazos debajo de sus muslos y la subió a la encimera, junto a los fogones. Ante eso, ella no pudo contenerse más y gimió sin poder evitarlo, mientras clavaba sus uñas bien cuidadas en la nuca de él, de donde se estaba agarrando.
Me vas a dar algún dulce, gatita? Mirá que tengo mucha hambre…
Ella asintió rápidamente, como una niña obediente.
Sí…? - Decía mientras depositaba besos húmedos por su cuello, ¿qué me vas a dar? – ronrroneaba entre cada lamida.
Ahh…yo…
No podía parar de gemir, ninguna palabra, y mucho menos frase coherente iba a salir de su boca, simplemente no podía pensar, no mientras su lengua caliente recorría su cuello, no mientas sus manos invadieran el interior de sus muslos como si fuera el pan que ella misma había amasado esa mañana, sobre esa misma superficie. Sentía que estaba arruinando su ropa interior, no recordaba haber estado así de húmeda jamás.
 ¿Y? ¿qué me vas a dar? -comenzó a bajarle las bragas por la cintura ¿Una frutilla? ¿Eso tenés? – en lugar de pedirle que se levantara para poder sacarle la ropa interior la recostó en la encimera, tumbándola ligeramente, deslizando la prenda ya empapada por sus piernas.
Sin pedir permiso, abrió sus piernas para contemplar lo que sus bragas, ya tiradas por el suelo escondían. Enzo tragó saliva, provocando que su nuez se moviera por su garganta deliciosamente. De forma involuntaria apretó la mandíbula, había encontrado el postre más rico del restaurante.
¿Esta frutilla es tuya?- la miró a los ojos mientras un pulgar delíneaba sus labios ahora expuestos, como si nada.
Ella atinó a asentir con ojos suplicantes.
No,… no es tuya, es mía, chiquita. Es mía y me la voy a comer, ta? ­­– nunca una corrección le había parecido tan bien.
Sin más preámbulos bajó su cabeza hasta enfrentar su centro, que estaba húmedo estaba claro, pero es que además emanaba calor, parecía palpitar con deseo.
Y entonces empezó a comer.
Empezó a comer, comer y comer.
Abría la boca y manejaba su lengua como si en realidad le estuviera dando un beso francés, solo que en una boca distinta. Se introducía en ella como si no dispusiera de nada más que esa parte de su cuerpo para satisfacerla, con avidez.
Ella se deshacía en gemidos, no se retenía más, le daba igual gritar, sabía que nadie podía oirla, a esas horas no había nadie en la calle, no bajo ese sol abrasador. Pero, si así fuera, ¿sería capaz de parar?
Claro que no, aunque quisiera no podría pararle. Su boca mamaba de ella como un cachorro hambriento, no podría apartarle. Y sinceramente no querría por nada del mundo.
Qué rica que estás nena, sabes a miel … - dijo mientras introducía su dedo corazón en su vagina, con maestría, sin parar de lamer, en perfecta sincronía, como si su lengua y su mano fueran entes separados que sabían actuar de forma perfecta e independiente.
No faltaba mucho tiempo para que llegara a su clímax, lo notaba formándose en su bajo vientre, si seguía así no iba a durar nada.
Me voy a…!
A venir? Venite, princesa, vamos…- paró dolorosamente un par de segundos para pronunciar esas palabras, y al volver a tocarla con su lengua ella no pudó más y explotó en su boca como un fuego artificial. Grandes oleadas de placer arrasaban en ella, que gritaba y gemía. Él notaba como el único dedo que le había introducido quedaba aprisionado y recibía apretones entre sus paredes que pulsaban en su orgasmo. No lo sacó hasta que ella le hizo un gesto, recostándose ,agotada y sudorosa en la superficie donde normalmente trabajaba.  
Aún le costaba recuperar el ritmo normal de su respiración, y por una vez, su mente no se encontraba preocupada por tonterías como si estaba despeinada, o qué le había parecido al otro su ropa interior o si había gemido suficientemente sexy. Esta vez su cuerpo simplemente estaba anegado por el placer tan animal que Enzo le había provocado. Todo lo demás no importaba.
Él se había parado y se estaba echando el pelo hacia atrás, también estaba sudando. Gracias a Dios que un pequeño ventilador metálico les estaba apuntando a los dos, de lo contrario habrían muerto de calor.
Qué linda que sos, muñeca.
115 notes · View notes
Text
Tumblr media
1K notes · View notes
karylvsjuanii · 28 days
Note
holaa, podrías hacer fluff con Juani? me encanta tus fics que tengas un buen día bebé 💖
Good Days | Juani Caruso
tw: súper fluff, algo de Juani y reader angst, inseguro y triste, cursilería.
Narración latina. Diálogos Juani argentinos.
Tumblr media
Salí de la ducha nocturna de siempre. Me encantaba el olor que elegí hoy, rosas.
Coloque mi pijama favorito de ositos rosas con cafés, me gustaba ponérmela y pensar que esos dos éramos Juani y yo.
Justamente salí del baño para ir por unos pañuelos ya que había manchado de jabón en la pared.
Yo podría jurar con todo lo que amo y aprecio en este mundo que ver a Juani acostado recién bañadito era lo mejor que le podía pasar a mi sentido de observación.
Estaba con los ojos cerrados y solo se podía apreciar la mitad de su rostro alumbrado por la lámpara a un lado de él. Podía ver desde aquí su posición cómoda, con las piernas dobladas y pegadas a su abdomen, haciéndose “conchita” debajo de las mantas y sus manos aferradas a esta.
Mi corazón empezó a latir fuerte al verlo así, estoy más que enamorada de él.
Quite la vista en cuanto abrió sus ojos y captó mi atención hacia él.
Caminé al baño para evitar la vergüenza que paso en estos momentos.
Dejé la puerta abierta y me senté en el tocador de mi baño, frente al espejo, tomé mi cepillo y mi cabello para fundirlos en un intento de desenredarlo. Debo ser sincera, siempre tardo demasiado haciendo esto, mi cabello es largo y me gusta ser cuidadosa con el en este paso.
“Puedo pasar?” Juani recuesta su peso en la puerta de mi baño, cruzándose de brazos y mirándome con una sonrisa brillante, haciéndome soltar una sonrisa cuando lo veo entrecerrando sus ojitos por la luz del baño.
“Todavía me falta, Juani.” Supuse que querría usar el baño ocupado por mi.
“No, puedo hacerlo yo?” Se acerca lentamente a mi sin dejar de verme para posicionarse detrás de mi. Seguido con mi mirada a través del espejo.
“Hacer qué?” Juani toma mi mano con el cepillo aún y lo despega de mis manos, acomoda mi cabello hacia atrás con una delicadeza hermosa y empieza a cepillarlo.
El baño quedó en completo silencio, eran solo nuestras respiraciones adueñandose de este.
Apostaría que de mis ojos están apunto de desprender corazones rojos enormes, causados por la imagen que veía en mi espejo iluminado.
Juani cepillaba mechón por mechón con paciencia y una sonrisa plasmada en su cara, aunque sus manos fueran realmente grandes, sus toques siempre fueron suaves y tiernos.
A medida de que avanzaba el cepillo bajaba con más fluidez y mi corazón con más rapidez.
Juani se giró y acercó sus manos a lo que parecía ser una crema, pero al regresar a mi fue rodeado con mis brazos y mi cabeza apoyándose en su pecho, evitando sus movimientos.
“Te ves tan hermosa, me encantas” Vuelve a acariciar mi cabello largo, pasando sus dedos para alejarlo de mi rostro.
“Te amo.” Dije, sintiendo a Juani detener sus movimientos.
Juani y yo llevábamos exactamente 1 año y dos meses conociéndonos, nos conocimos en argentina cuando yo pase vacaciones allí.
Me pidió que aceptara ser su novia hace dos meses, precisamente el día que cumplimos un año de conocernos, viajó a México para pedírmelo. Fue tan atento y tierno como siempre. Eso es lo que más me enamoró de él, seguro.
Y hoy día, era el primer “te amo” que le decía, ambos sabemos que nos amamos ya que nos lo habíamos dicho a través de canciones que nos dedicábamos, cartas, notitas, uno que otro mensaje, ya sabes, el típico “tamoo” o “lov u.”
Pero nunca había salido de la boca de alguno.
“Decimelo de nuevo.” No podría describir la expresión de Juani en este momento, parecía una mezcla de todas. Asustado, feliz, triste, enamorado, nervioso.
“Que te amo, Juan” Sus brazos me rodearon completa y con una facilidad logró cargarme y llevarme hasta la cama, apoyando mi espalda en el respaldo de nuestro colchón.
“Decime ya que esto es un sueño” Tomó mis manos cuando estaba ya encima de mis piernas, claramente sin dejar todo su peso caer en mi.
Sus rodillas estaban apoyadas de lado a lado, dejando a mis piernas en medio de las suyas.
“Que no lo es, Juani, te amo mucho”
Mi rostro fue aferrado por sus manos y bañado de besos suyos, cubriéndome por completo con la sensación de sus labios.
“Basta, amor, bésame” Rodeé mis brazos en su cuello con el intento de pegarlo más a mi.
Sus labios azotaron los míos, y se sentía todo diferente, no era como ese beso alterado y desesperado por sentir algo. Nuestro beso era buscando expresarnos todo ese amor que sentíamos por los dos, ese cariño y pasión que acumulaba en todo nuestro ser. Y estaba funcionando, no había otra manera de que alguien me pudiera hacer sentir así, tendrías que ser Juani para provocarme todos estos sentimientos que vienen desde el fondo de mi corazón.
Explosiones y terremotos de amor me venían cuando él me daba sus besos, pero la manera en la que me estaba besando ahora, me hacía sentir protegida y sin miedo a nada. Sus manos nunca propasaron mi cuerpo, tocaba suavemente mis mejillas y cabello, jugaba con este y sus dedos bajaban a mi cuello poniéndome nerviosa, agregándome los pelos de punta cuando lo sentía acercarse lo más que podía.
Mis labios se acostumbraron a Juani en tan poco tiempo, haciéndome dar cuenta que eso era lo que me faltaba, su amor, su toque, sus besos.
¿Alguna vez te has sentido reconfortado por el delicioso aroma del pan recién horneado?, pues, así se sentía estar en los brazos de Juani. Se sentía como ese sábado frío por la mañana en la casa de tu abuela, impregnada de un olor a pan y chocolate caliente. Se sentía como la brisa de la noche cuando te dirigías a la cena después de un día de playa. Como la sensación acogedora cuando te pones esa sudadera que solo tu entiendes cómo te hace sentir.
Juani me hace sentir como la niña más afortunada del planeta.
Mis emociones crecían más, hasta que sentí a sus labios abandonando los míos.
“Tengo miedo, amor.” Dice después de juntar su frente con la mía.
“Qué? qué pasa?” Intento despegar mi frente de la suya para verlo a los ojos, pero el me lo impide.
“De no ser suficiente para vos”
Sabía que Juani tenía problemas de autoestima y no le era fácil aceptarse a si mismo, todo por cosas del pasado y aún más por la fama que estaba recibiendo y los comentarios negativos de la gente, las cosas se juntaban causándole días abrumadores y desesperantes.
Siempre me tenía a mí y el lo sabe, pero nunca me dijo que se sentía de esa forma.
Sentí que había hecho algo mal, pues, creía siempre demostrar mi amor hacia él de todas maneras y que me dijera eso me hacía dudar si estaba haciendo algo mal con él.
“De qué hablas, Juan?” Hice una pausa alejando mi frente de él para tomarlo del mentón y atrapar su cara sosteniéndola con mis manos.
“Mira, amor, quiero que sepas que para mí, eres más que suficiente en todos los sentidos. Entiendo que a veces puedas sentirte inseguro, pero quiero que sepas que en mis ojos, eres perfecto tal como eres. Tu amor, tu atención, tu personalidad, son lo que me enamoraron de ti desde el principio, y nada ni nadie puede cambiar eso.”
Hago una pausa para tomarlo de las muñecas y hacer que su mirada se dirija a mi, quería decírselo mirándolo a los ojos.
“Juani, no necesitas ser nada más que tú mismo, porque en tus abrazos y besos encuentro todo lo que necesito.
Te amo más de lo que las palabras pueden expresar, y siempre estaré aquí para apoyarte, amarte y recordarte lo increíble que eres.”
Noté los ojos llorosos de Juani rogando por derramar una lágrima. Jale sus brazos hacia mí y lo abracé con todo mi amor. Mi corazón se partió al escuchar sollozos de su parte.
Juani se apartó de mi y me vio a los ojos con lo que parecía ser un intento de sonrisa.
“amor, gracias, de verdad, gracias por tus palabras y por ser vos, sos la niña más bonita y preciosa que mis ojos han visto. No puedo evitar querer llenarte de besos cada vez que me hacés sentir así.”
Sus dedos frotan mi cabello dejándolo caer sobre mis hombros y pecho, mostrando nerviosismo. Y no me sorprende, Juani nunca ha sido de expresarse mediante palabras, cosa que me gusta, para él son más importantes las acciones. Así que, scucharlo decirme esas palabras provocan un revoltijo en mi vientre, el mismo que sentí cuando nos dimos el primer beso, cuando me pidió ser su novia, cuando dormimos juntos por primera vez.
“Tu eres el niño más bonito que he visto” Recibo un beso tierno, sintiendo aún cómo no deja quieto mi cabello.
“Me haces sentir completo” Juani deja escapar esa frase entre besos.
Provocándome de nuevo, miles de mariposas en mi estomago.
Cansándose de la posición, se aleja de mi para acostarse a mi lado y jalarme hacia él. Con sus manos, cubre mi cuerpo con las cobijas blancas, enrollando sus piernas con las mías y pasando su mano por mi cintura sin dejar de verme.
Ojalá así se sintiera el cielo, estar en los brazos del niño más precioso, mirándome como si fuese su escena favorita, permitiendo que aprecie aún más sus azules ojos escaneando mi rostro.
Vuelve a acercar sus labios a los míos, uniéndolos en un beso largo lleno de amor, su mano recorriendo mi cintura y pasando de vez en cuando a una caricia en mi espalda, suave y sin prisa, devolviéndole la sensación en sus brazos, tocados por mi.
Juani manejaba mis labios con tranquilidad, a su gusto, convirtiéndolos en uno solo.
Recibiendo una sonrisa de mi parte por sentir a sus rulos caer por mi frente, levemente desplazándose junto al movimiento de su rostro para besarme más.
Juega con mi labio inferior, besándolo y rozándolo con sus labios.
Poco a poco despega los suyos de mi para regresar y dar tiernos besos pequeños.
Suelto una risa y abro los ojos para encontrarme con los suyos y a su bonita sonrisa transmitiéndome calidez y cariño.
Su mano aleja el fleco de mi cabello que intenta cubrir mis ojos, lo intenta sin parar de sonreír, sus dedos acarician mis hombros regalándome escalofríos nerviosos, bajando a mis manos por sentir a las suyas entrelazando sus dedos con los míos, añadiéndole más ternura y emoción al momento. El cual nunca olvidaré.
“Sos el sueño del que nunca quiero despertar.” Dice Juani con sus manos al rededor de mis mejillas, sus acciones hacen que pueda escuchar los latidos de mi corazón a mil por hora.
Sus brazos me rodean nuevamente como todas las noches, pegándome a él y escondiendo mi rostro en su pecho abrazándolo por la cintura, inhalando su cálido olor con el dulce toque de aroma masculino.
Pero ahora es distinto, siento su agarre como si fuera esa cobija con la que minutos antes estaba aferrado, impidiendo separarse, como si no quisiera alejarse de ella nunca más.
“Ah, y..” Hace una breve pausa buscando conectar su mirada con la mía.
“Yo te amo mucho más, mi amor.” Finalmente sus ojos se cierran, soltando un suspiro con una sonrisa apoderándose de él por la noche inolvidable que acabamos de pasar, convirtiéndose en la primera de muchas más.
….
HOLAA, oigan coméntenme porque m gustaría interactuar con ustedes.
este fluff lo tenía guardado hace ya varios días solo q me faltaba modificar palabras y así, tmb tengo pendiente un smut d pipe buenísimo jeje ojalá les haya gustado este fluff m encanta escribir d estos😭
PD: HÁGANME MAS ASK PORFA DENME IDEAS D TODO HAJJAAJJSJS
60 notes · View notes
maryflorlovyblog · 2 months
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
La vida son fragmentos de buenos y malos momentos. Guardamos todos estos momentos. Como tesoros escondidos en el alma. mientras lideramos Buscamos parte de los fragmentos. Algunos buscan lo negativo y triste Otros, sólo los felices y felices. En cada segundo late el amor. Como la dirección de la vida en el sentido de las agujas del reloj Siempre seguro y genial. Astuto incluso bastante audaz. llega sin avisar Toca la puerta del corazón Transformándonos, suavemente Brota como una hermosa cascada. Siempre corriendo para el mañana En el amor el ayer no importa Para mañana, no lo sabemos. Si lo vivimos aquí en este avión Sólo importa el hoy, vivir Así que ámate mucho y vive plenamente. De amor y no olvides soplar En los oídos de quienes aman esta palabra. Te amo y te extraño...
Betimartins
58 notes · View notes
cuando-fingi-quererte · 5 months
Text
Entre Reyes y Reinas
Tumblr media
“Un hombre que ha pasado por experiencias amargas y ha viajado lejos disfruta incluso de sus sufrimientos después de un tiempo.” — Homero, La Odisea.
¿No ves que eres hermosa y mereces mucho más?
Te daría todo, si hubiera una manera.
Porque das mucho más de lo que te dan crédito.
Este mundo se cierra, pero tu corazón es una puerta abierta.
Seguiste corriendo, pero huyendo del dolor.
Toma un respiro, tómate un segundo, y verás.
Todo lo que tengo, no es mucho, pero te daré todo.
Tomaría tu mano y te sacaría de este dolor que has estado viviendo.
Si tan solo hubiera una manera, porque mereces mucho más.
Incluso si fuera rey por un día, te haría mi reina y te daría cualquier cosa, haría cualquier cosa por ti.
Si el amor está recluido en tu corazón, juró que lucharé para que nunca vuelva a estarlo.
Si hay rencor en tu corazón, no descansaré hasta eliminar a cada uno de tus enemigos.
Si fuera rey por un día, te daría todo.
Pero cada pequeña cosa que tengo es para ti.
Te daría todo, si hubiera una manera.
Y lamento que solo pueda ofrecerte una corona hecha de promesas de una mejor vida.
58 notes · View notes
analisword · 1 month
Text
high infidelity (Enzo Vogrincic x fem reader)
Tumblr media
Capítulo 18.
Alana se movió incómoda en su asiento una vez más, a pesar del aire acondicionado del restaurante y que su espalda estuviera completamente descubierta debido al vestido que había elegido, sentía un calor abrasador recorrerle a lo largo de toda la espina dorsal, ¿cuáles eran las probabilidades de encontrarse a la ex novia de Enzo precisamente en ese lugar? Por lo que tenía entendido, la mujer, al igual que él, era uruguaya, ¿qué hacía en esa playa tan escondida de España?
Por su parte, Enzo se limitó a darle otro sorbo a su copa de vino,  era como si se encontrara fingiendo demencia, Alana sabía a ciencia cierta que Samara y él habían terminado en buenos términos, habían tenido una relación bastante duradera y sana, terminaron simplemente decidieron que sus planes a futuro no eran los mismos, Alana no se sentía insegura o celosa, claro que Samara era una mujer bastante hermosa, sabía que era inteligente y divertida, sabía que si Enzo había estado tanto tiempo con ella y hablaba con tanto cariño era porque Samara era verdaderamente una buena persona, sin embargo, no podía evitar sentirse incómoda por obvias razones.
—¿Querés volver a la habitación? Ya estoy comenzando a marearme—carraspeó su novio, se le notaba algo nervioso y su cara estaba más roja de lo normal, Alana no podía decidir si era por el vino o la presencia de su ex amor. 
—No me molesta si quieres ir a saludar, sé lo mucho que significó para ti—declaró Alana estirando su brazo para tomar la mano de Enzo—. Sé que siguen siendo amigos—le regaló una sonrisa sincera. 
—Ehh—vaciló—. Ella parece estar bastante en su rollo y yo en el mío en estos momentos, ¿para qué molestar?—dijo él levantando los hombros, quitándole importancia al asunto. 
—¿Alguna vez viniste aquí con ella?—preguntó, cuando recién llegaron al hotel, sintió que era un lugar mágico y nuevo para ambos, pero ahora existía la posibilidad de que esa no fuera la primera vez de Enzo en el lugar. 
—¿Qué?—frunció el ceño—. Por supuesto que no—dijo ofendido. 
—No lo digo con mala intención, simplemente me pareció una coincidencia muy grande que esté precisamente aquí, pensé que tal vez ambos ya conocían el lugar, eso es todo. 
—Escogí este lugar porque era el único hotel cerca que nos aceptaba con todo y Zola, Samara no tiene nada que ver aquí, ni siquiera sabía que estaba en España—habló rápidamente, más que enojo, su tono de voz mostraba cierto grado de frustración que Alana no lograba comprender, pues en ningún momento le había reclamado nada. 
—Vale—dijo ella—. Simplemente preguntaba. 
Enzo apartó su mano y se apretó el puente de la nariz, Alana tragó saliva en seco, todo el día había sido más que maravilloso, no esperaba discutir con Enzo, mucho menos por algo tan superficial. 
—Ya no tengo hambre—dijo Alana, no le apetecía seguir estando en el restaurante, de pronto el alcohol se había acentuado más en su sistema, las luces se sentían muy brillantes y las conversaciones del resto de personas sonaban invasivas. 
—Sí, yo tampoco—coincidió su novio.
—Voy al baño rápido—dijo Alana quitándose la servilleta de su regazo para después abandonar la mesa.
Sintió su cuerpo relajarse cuando el agua helada del grifo tocó sus manos, las lavó meticulosamente, las secó y miró su reflejo en el espejo.
Ella y Samara eran como polos opuestos, ella tenía el cabello oscuro, Samara era casi rubia, sus ojos eran cafés, los de Samara eran azules grisáceos, la había visto sentada, pero aún así lucía significativamente más alta que ella. 
Era hasta chistoso hacer la comparativa, Sebastián y Enzo también eran polos opuestos físicamente.
Alana sacudió la cabeza ante sus ideas, no estaba llegando a nada conciso, no había sentido en comparar. 
El sonido de la puerta la sacó de su trance, Samara entró como si gobernara el baño y le puso candado a la puerta, tal como lo había pensado, la chica era significativamente más alta que ella, Alana no pudo evitar sentirse pequeña, tanto física como metafóricamente. 
—Hola—dijo Samara alegremente—. No quiero parecer loca, pero quería conversar con vos, por eso le eché candado y toda la cosa—dijo riendo.
—Hola—dijo extrañada.
—Soy Samara, un gusto—dijo extendiendo su mano, Alana la inspeccionó por varios segundos y la tomó, tenía sus dedos delgados y largos, además de un precioso esmaltado, cuando Alana apartó su mano cruzó los brazos escondiendo sus propias manos, sus uñas estaban mordidas y con callos en las yemas debido al constante contacto con las teclas al escribir durante todos esos años. 
—Alana—dijo ella asintiendo. 
—Sé quién sos—dijo ella—. Soy gran fanática tuya, desde mucho tiempo atrás—exclamó llevándose sus perfectas manos al pecho.
Alana recordó como Enzo le había contado meses atrás que Samara había sido la que le mostró sus libros, sin ella, Enzo nunca hubiera tenido idea de quién era Alana Lomelí. 
—Yo también sé quién eres—respondió Alana, tal vez era el cambio tan repentino de escenario, pero sentía que todo el alcohol que había ingerido se había esfumado por completo.
—Quise acercarme pero no quería verme invasiva, Enzo y tú se veían bastante divertidos y con copitas encima—dijo ella sonriendo, ¿qué nunca se cansaba de sonreír?—. Es un mundo muy pequeño, vine acá con mi novio porque es pianista y lleva un par de semanas trabajando aquí, en el lobby del hotel—informó, Alana recordó haberlo escuchado tocar cuando llegó. 
—Oh, genial, es grandioso.
—Sí, le gusta mucho lo que hace—dijo Samara llevándose uno de sus rizos detrás de su oreja. 
—Qué bien. 
—Umm, Enzo y yo llevamos mucho tiempo de conocernos, somos…bueno, fuimos, no sé, grandes amigos—dijo Samara comportándose nerviosa por primera vez desde que la intercedió. 
—Sé que fueron novios—dijo Alana inclinando la cabeza—. Descuida, no me molesta o algo así, te tiene un gran aprecio. 
—Lo conozco bien—dijo Samara agachándose para quitarse sus sandalias de tacón, aún así seguía siendo bastante alta—. Probablemente no se acercó a saludarme porque no quería incomodarte, no me molesta, sos muy especial para él.
Alana abrió la boca para responder pero no logró emitir ni un sólo sonido, no sabía que responder a ello, Samara pareció notarlo de inmediato, porque siguió hablando con su dulce y melodiosa voz. 
—No he estado muy pendiente de las noticias—carraspeó—. Entre el teatro, el trabajo de Martín, mi novio y otras cosas, pero sí algo sé es que Enzo siempre ha sido una persona bastante reservada y compuesta, escuché ciertas cosas, su relación no ha sido precisamente la más discreta…
—No sé a qué viene todo esto—la interrumpió, Samara levantó la mano, pidiéndole a Alana que la dejara continuar, ella lo hizo. 
—Si Enzo se ha metido en todo ese torbellino es porque en verdad te quiere, ¿sabes? Martín y yo estábamos acá mucho antes de que ustedes llegaran al restaurante—informó, Alana abrió los ojos en sorpresa ante la revelación, Enzo y ella habían estado horas ahí y no se habían percatado de la pareja hasta hace unos minutos. 
—No tenía idea—murmuró. 
—Porque cuando están juntos, están en su propio mundo—dijo Samara sonriéndole con ternura—. Te mira como si vos fueras la única persona en una habitación llena de gente, y vos lo mirás igual. Para no hacer el cuento tan largo, sólo quería decirte que estoy muy feliz por ustedes, sobre todo por Enzo, merece una buena persona a su lado y vos claramente lo sos. Gracias por cuidar de él. 
—Gracias por tus palabras, en verdad las aprecio viniendo de alguien que Enzo considera importante en su vida—dijo sinceramente, no había esperado esa interacción, siempre le habían parecido mágicas las conversaciones que se podían tener con mujeres desconocidas en los baños y esta no había sido la excepción.
—Bueno, ya no te robo más que aquél hombre seguramente debe estar buscándote por todos lados. 
—Sí—asintió riendo.
Alana salió del restaurante sintiéndose completamente diferente, Samara en verdad le había agradado, podía ver por qué Enzo la seguía apreciando hasta el día del hoy, por culpa de su turbulenta relación con Sebastián, había olvidado que existen personas que terminan en buenos términos. 
—Te veo muy pensativo—dijo Alana cuando finalmente llegó hasta Enzo, contrario a lo que Samara había dicho, él no se había estado buscándola y en realidad se encontraba frente al mar, viendo el océano y con los zapatos en la mano, estaba algo oscuro, las tenues luces del restaurante a unos cuantos metros alumbraban el lugar, al igual que el reflejo de la luna sobre las olas. 
—Perdóname por como te hablé hace un rato—dijo Enzo rápidamente—. No fue la mejor manera de hacerlo, estaba nervioso. 
—¿Por Samara?—preguntó Alana sútilmente, Enzo se giró hacia ella y la tomó del rostro. 
—No, no sé, no quería que te incomodaras por su presencia, resulta que yo fui el que lo terminó haciendo más incómodo, te pido una disculpa por ello. 
—Enzo, entiendo que ustedes sigan siendo amigos, no porque Sebastián y yo hayamos terminado mal significa que todo el mundo termina así, además, es una chica bastante agradable, demasiado a decir verdad—dijo bajando la mirada sin querer. 
—Hey, ¿qué pasa?—preguntó Enzo levantando su mentón. 
Alana apretó los labios.
—Podés decirme—la impulsó. 
—Hablé con ella en el baño…es lindísima, por fuera y por dentro.
—¿Estás celosa?—preguntó Enzo con una pizca de diversión en su mirada.
—¡No puedo evitarlo! Es tan amable, además sonríe todo el tiempo, ¿cómo no se le cansa la cara?—preguntó con curiosidad, Enzo soltó una carcajada echando la cabeza hacia atrás, por un instante Alana se olvidó de toda la situación—. Y sé que la relación entre ustedes fue tan sana y tranquila, en cambio conmigo…Pues, siento que te he arrastrado a tantos problemas con los que no tienes que lidiar. 
—Alana, para mí no hay mujer más hermosa que vos, ¿me escuchás?—dijo viéndola fijamente—. Vos sos divertida, amable, inteligente, bella y la lista sigue y sigue. Samara fue alguien muy importante para mí y aún la aprecio, pero hasta ahí, desde que te conozco no ha existido nadie más para mí, no quiero que haya alguien más, sos vos o es nadie. 
Alana sintió que su estómago giraba y brincaba de felicidad, a pesar de todos esos meses, su novio seguía poniéndola nerviosa.
—Estás borracho—dijo ella empujándolo con el hombro, sólo porque se encontraba demasiado sonrojada cómo para decir o hacer otra cosa. 
—Sí—admitió—. Un poquito, pero sigo pensando igual. Y Lana, en verdad te quiero, te quiero tanto que no me importa lidiar con la gente aburrida que escribe cosas sobre nosotros, que nos critica como si nos conociera, te quiero tanto, y ni ellos, ni Samara, ni Sebastián, ni nadie cambiará eso. Te lo prometo. 
—Te quiero—dijo Alana rodeándole el cuello con sus brazos. 
—Te quiero—repitió,  tomó una pausa de unos segundos y volvió a hablar—. Y estoy completamente y profundamente enamorado de vos. 
29 notes · View notes
diolimpia · 1 month
Text
Te recuerdo con coraje porque por más que vea tus fotos no te puedo regresar a nuestros momentos más felices. Te recuerdo tan hermosa como aquel día que te vi llegar por primera vez, un poco de prisa, con los latidos a tope, con aquella sonrisa enorme y los nervios entre las manos. Y no logro entender porque la vida nos juntó si nos iríamos corazón en la mano, echando los sentimientos por la ventana, cerrando la puerta a los recuerdos. Te recuerdo como aquel que viaja extrañando el placer de dormir en casa. Recuerdo las tantas veces que maldije al destino por aquello que nos faltó vivir, por aquellas risas que quedaron pendientes, y por aquellos "bailes" de frenesí en la habitación antes de dormir...
Tumblr media
31 notes · View notes
sissy-frydda · 7 months
Text
El me esperaba en la puerta, de bata. Hacía ya algún tiempo que teníamos chats calientes y coincidíamos en fantasías, a el le encantaba recibir sexo oral y sodomizar chicos, a mi la idea de ser la pasiva sumisa de alguien me quemaba la cabeza. Sentí que debía dar el paso y me puse bella, depilada suave y perfumada y eche mano a la lenceria negra que se que se me ve rico. Un vestido ajustado con mangas y un abrigo ligero, mi peluca castaña y mis sandalias de tacones, tome mi bolsa con las cosillas necesarias de una chique, vibra, lubricante, viagra y una bombachita extra. Un ligero maquillaje y para su depto. 22 pm domingo, debo subir hasta un tercer piso y algunas vecinas siguen atentas al chisme. Se que se nota que no soy una chica y el maldito me hace esperar segundos eternos hasta que me abre la puerta. Me toma de las caderas, recorre el relieve de la braga por mi cola con sus manos calientes mientras me besa el cuello y me dice al oído que me va a llenar la cola de leche. Nunca como hombre pensé que una situación así fuera tan erotizante, mi ano comenzó a contraerse y relajarse y mi bombachita se humedeció. Se sentó en el borde de la cama, se abrió la bata y se recostó, "ponlo duro con la boca nena" y ni siquiera lo dude un instante, tome su pene con mi mano y engulli su glande, era algo discreto pero suficiente. Yo de rodillas frente a el, me sentía la esposa que libera la tensión del marido. Sin embargo, su pene empezó a ponerse rígido mientras lamia sus bolas y cuando quise acordar era una hermosa pija curva hacía arriba y con un duro glande en cono. Entonces la necesidad de sentir aquello dentro mío fue superior, corrí mi bombachita de lado, me alce la falda y me coloque a lo vaquerita sobre el. Su verga golpeaba contra mis nalgas, nos lubrique y con mi mano lo fui llevando al lugar, su glande en punta hizo todo más gentil y agradable, le pedí que no fuera brusco y no lo fue, lo comenzó a mover suavemente y con cadencia y sintió delicioso bien pronto. Me pide que lo bese y cuando lo hago, el me da una profunda estocada anal qué se sintió tan genial que se me escapó el sonido más gay de mi vida. Mi pene y bolitas eran un delicado bulto en la bragas ardiendo de exitacion, mis tetitas estaba rígidas en el corpiño, y mi cola subía y bajaba aquella estaca de carne caliente, sus manos tomaban mis muslos. "Cojete" me dijo, y lo hize, tan rico que supe que me iba a venir sin manos. Entonces el me tomo las caderas y empezó a controlar la velocidad y la profundidad de su pija, aumento el ritmo y la fuerza y lo único que atiné fue a correr mi tanga para liberar a mi pene qué desde el interior de lo más profundo de mi ser, fue sorprendido por un hermoso orgasmo en el vientre de ese macho maldito. Siento entonces como empuja y empuja su verga en mi explotando en un poderoso y viril orgasmo. Su pija late en mi cada vez que eyacula, yo acompaño cada latido con un genuino gemido de placer empalandome de verga lechera y caliente.
Tumblr media
139 notes · View notes
jujuz299 · 7 months
Text
Mi reina (Fanrworld finn x reader) Prologo.
Tumblr media
Sinopsis: eres una chica de que por lo que crees que eres normal sin saber mucho de tu pasado y siendo una de los mejores amigos de Fiona y su gata cake y al salir de lo que parece ser la cabeza de un hombre Simón empiezan a tener aventuras extrañas de tu conocer tu ser, tus orígenes, quien crees que eres y en el camino enamorarte de un hombre con un pasado confuso y helado los dos enamorándose de su lado más oscuro y más bríllate como rey y reina.
nota: hola, espero que les guste mucho este prologo este historia tendrán partes eliminadas de la narrativa como el capitulo dos de la serie o otros en el futuro pero si quieren esas partes presentes pueden comentarlo con gusto, la serie original ninguno de mi los personajes son míos excepto tn/tu persona y también la historia la publicare en wattpad así que como avisare cuando este publicada allá.
el capitulo uno esta en proceso 🦑✨
capitulo: prologo
---------------------------------------------------------------------------------------------
Camino tranquilamente por lo que es un bosque con los arboles de tonos verdosos opacando tenuemente la iluminación del sol estaba tarareando levemente una canción de que, no lose pero era algo que tranquilizaba y de por mucho mientras mis pasos seguían hacia un rumbo donde se veía más luz  se me resonaba más el canto de un ave de alguna manera esta tranquilidad me era  abrumadora hasta incluso aterradora pero en mi cabeza no salía preguntas solo seguía caminando la luz del sol empezaba a tocarme levemente la piel con fervor y no me di cuenta cuando Salí de la manta de árboles mientras mi vista se adaptaba a la luz note que cerca del  bosque y cerca a unas pisadas de mi había una cabaña en lo que alado era una clase de granja y se repente se empezó a escuchar risas de niños? Risas suaves de lo que era dentro de la cabaña sintiendo una tranquilidad y felicidad extraños pero agradables por alguna razón.
Un crujido de una puerta hiso que se me activaran los sentidos o al menos lo suficiente para espera lo que sucedería después solo para ver cómo sale un hombre, el hombre más atractivo que e visto era alto y musculoso lo suficiente para comprender que su cuerpo fue trabajado por más de tala y corta leña, mi mirada se fue al enfocarse en su brazo metálico de lo que parece que el mismo se hiso esa prótesis mas su otro brazo con una firme musculatura solo para enfocarme  en su cara, su barba que en lo que cabe era en cierta forma arreglada de tal manera que siga creciendo de una manera desordenada más su gorro con lo que parece de que era de un oso polar que hace cubrir gran su cuello y pelo dejando afuera un mechón pequeño en medio de su rostro y  sus ojos afilados como una mirada de un gato con ese color grisáceo aumentaba esa mirada que sentía un escalofrió corriendo por mi columna vertebral.
-oye, la cena esta lista- dice con una voz gruesa pero suave que hace que mi sonrojo sea más notable a lo que no me hace contestar por un rato- hermosa, estas bien? - dice acercándose tranquilamente con una mirada suave.
-Eh- eh si estoy bien, ¿porque lo dices?  - dije solo para sentir su brazo metálico tocando suavemente mi cintura haciendo que lo viera a la cara.
-Te veo distraída, más de lo que eres siempre-dice con una pequeña sonrisa a lo sonríe con una expresión tranquila.
-tranquilo, no es nada solo he pensado sobre algunas cosas- dije llevando la mirada hacia el sol mientras veía como se escondía solo para volver mi mirada a el solo para ver lo cerca que estaba como nuestros rostros estaban más cerca y podría sentir su aliento.
Todo se vuelve negro…un vacío
No siento nada…no hay bosque…no hay vida…no hay nada…se siente tan vacío…tan deprimente que agobia.
Oscuridad…hielo…una clase de bestia roja…sus cuatro ojos como una araña…una corona…unos lentes rotos…una foto…..una calavera con cuernos….mirándome  y su mirada tan vacía, esas pupilas verdes que paralizarían a cualquiera al sentir que estuvieran viendo tu alma  y por alguna razón siento como si me esturdiera sonriendo con esa mandíbula esquelética formando una sonrisa completamente retorcida.
-el fin de todo se acerca- dice con una voz que no se cómo describirlo, era una voz de un ser que ya haya estado en mil infiernos
-DESPIERTA-
-QUE MIER- desperté-otra vez este sueño…esta es la octava vez que pasa ahgg..odio que me despierten de golpe…-desearía estar cansado pero tengo vida de adulto que hacer.
Con las fuerzas de no sé dónde me levante y el tiempo se fue volando al punto que ya me encontraba con un café en mano mientras comía mi desayuno en pijama mientras veía la televisión con una molestia extraña ¿será por el sueño? No lose pero hasta cierto punto es fastidioso no mames, deje de quejarme de sueños sin ningún sentido me prepare para trabajar, me puse mi uniforme de trabajo y buscaba las llaves de mi carro tarareando una de mis canciones favoritas con una clase de presentimiento extraño una clase de tranquilidad pero tampoco es que me importe solo para escuchar que recibí una llamada de Gary uno de mis mejores amigos y compañero de trabajo.
-¿Qué pasho Gary?- dije contestar  la llamada tranquilamente.
-sabes que tienes turno de tarde? - dice con una voz tranquila al otro lado de la llamada.
-claro que lo se pero voy a llegar una media horita más temprano-
-¿enserio?- dice con cierto tono de burla a lo que reacciono de una manera ofendida.
-epa, de que te ríes? -
-nada solo me sorprende, hay algo que te animo el dia?- eschuco mientras salía de mi departamento y bajaba las escaleras del edificio.
-no realmente, mas bien me desperté por una pesadilla-
-¿pesadilla? Que yo sepa tu ni sueños tienes-
-eso lo sé, igual me desperté de muy mal humor y por chistosito me debes un café-
-ya tomaste uno? -
-si-
-te provocaras un infarto por cafeína- lo dice como un regaño mientras de fondo de escucha un tintineo de la tienda de que había entrado un cliente más el sonido de la leche evaporándose que de alguna manera me llego en fosas necesitando otro café.
-eso díselo a la viejita canela- dije saliendo del edificio mientras buscaba mi auto.
-ya me estoy empezando a preguntarme si eres vidente o algo asi ya que la señorita canela acaba de entrar-
-ñengele- dije en una clase de victoria mientras ya entraba a mi auto y lo empezaba a prender.
-te veo al rato-dice con una sonrisa a lo que le respondo con un “si” para asi empezar a conducir en la carretera principal. 
 Mientras en “pan la mantequilla” Gary estaba haciendo un late con sumo cuidado con eso decía cada uno de los pasos de preparación del late.
-orden para cv, seis lates de mantequilla y tres docenas de rollos de crema-
-ah gracias, Gary sé que es una orden grande pero mis nietos aman bebidas cafeinada- dice en un tono inocente mientras tambaleaba un poco- es broma! todo eso es para mí-
 Así empezó a caminar hacia la salida solo para que Gary vuelva a escuchar otro tintineo mientras Gary se preparaba para atender a su otro cliente quien resulto ser Fiona con su gata cake.
-un café para llevar….por favor-al principio lo dice en un tono de molestia para terminar a un tono cansado.
-hola buenos días- saludando a fionna para después acariciar tranquilamente el lomo de cake- y hola a ti también cake- al saludo termina recibiendo un maullido forzado notando que no estaba en su buen estado de siempre.
-ah, que tiene?,  ¿Y qué te pasa a ti?  - dice al ver la cara de demacrada que tenía fionna.
-estoy bien, me despidieron, mi gata se comporta raro y ahora tengo que llevarla al veterinario el cual no puedo pagar por que oh si.. me despidieron-dice mientras recibía el café para así darle un sorbo.
-suena terrible pero quizá esto te alegre- dice yendo a buscar algo solo para mostrar algo que resulta ser una galleta de jengibre- mi último prototipo aun esta en desarrollo así que dame tu opinión honesta- dice apartando a cake con cuidado para mostrarle más a detalle la galleta- oh necesita el toque final…una bufanda de mantequilla de frambuesa- apunto de darle es último detalle se dio cuenta que fionna ya se había comido la galleta.
-mmm rico-
-fionna, no estaba listo- dice regañándola- solo para escucharse un tintineo de que alguien llega mostrar de que se trataba de mi.
.si no estaba listo porque se la disté- dije en broma solo para escuchar un bufido de Gary y recibir un maullido y saludo de parte de Fiona y cake.
-gary, hace cuanto nos conocemos los tres?- dice fionna refiriéndose a los tres mientras acaricia a cake suavemente.
-eh no lo se, desde siempre-
-entonces deberías saber que tengo nulo control de mis impulsos cuando hay comida azucarada- dice mientras ella y yo agarrábamos un poco de mantequilla de frambuesa y la probábamos.
-les voy a preparar uno nuevo a las dos- dice con el ceño fruncido mientras saca otras galletas- pero esta vez por favor saboréenlo y analícenlo-
-ni que fuera gordon rancy-dije
-oye ya te dije que me gusto-
-lo se pero quiero una opinión detallada- volví a acariciar un poco a cake para ver que ella se baja por el mostrador y va a la hielera por alguna razón y empieza a tocar el vidrio de  esta y de repente aparece un ratón debajo saliendo a la luz a lo que cake lo persigue y reírme ante la reacción de Gary por el ratón hasta que cake atrapa al ratón a lo que aplaudo por gratitud solo para ver como se abre la perta y mostrar a viví la jefa con falso acento francés, me cae mal pero por el dinero puedes estar hasta cerca de los seres mas aborrecibles.
-que es esto?-
-un gato con un ratón en la boca-dije mirándola con indiferencia a lo que me mira con desprecio
-una más y te despido- a lo que yo bufo como respuesta, pero decido no responder.
-nada de luchas en mi panadero- dice separando a cake del ratón la cual cake sale corriendo a los brazos de fionna.
-tampoco debería aver ratones en la panadería-dice Gary
-es higiénico y desagradable- dije en susurro
-nah, las panaderías tienen ratones eso siempre a sido así desde los viejos tiempos-dice con su acento falso- es tradición- tradición su estatura de goblin señora que me da plata con toda la afán de ofender, después de sacar mentalmente lo que tenía que sacar veo como agarra una de las galletas de Gary-ahg, otra de tus exageradas abominaciones- es una galleta no fastidies.
Viendo de forma de pereza como Gary le pide que no se coma la galleta para después ver como tira la galleta al suelo lo Gary reacciona de manera muy aceptable a mi parecer, como es posible que tire un comestible al suelo eso es peor que maquiavélico. Miro como la goblin agarra uno de sus panes originales que también lo tira al suelo lo cual me hace fruncir mas el ceño y que solo lo hace para comparar al soltar al ratón por lo cual no entiendo por que la tubo en mano todo el tiempo, pues al soltar el ratón este  empieza a oler la galleta de gary la cual ignora y después huele el pan para terminar llevándose ese pan rancio solo para echar de menos la galletita de Gary y ver como fionna intenta defenderlo.
 -los ratones les gusta mas las cosas rancias- dije en un susurro como un intento de ayudar solo para ver como termina de despreciar el trabajo de Gary y irse sin antes de echarme una mirada.
Suspire cansada solo para medio escuchar de fionna de la sugerencia de renuncia hacia gary pero creo que era para los dos.
-ni se te ocurra, no me dejes sola con esa goblin- dije susurrando lo último.
Solo termino escuchando mas o menos los planes del futura panadería que tiene pensado hacer para después ver a fionna alterada encerrando a cake en su jaula y salir de la cafetería por lo que oi de ir al veterinario por el comportamiento diferente que tiene cake por lo poco que note no sin antes de irse sin su café y unas galletas solo para recibir una mirada de gary.
-y mi café?- noto una pequeña sonrisa de Gary para después darme una galleta y empezar a hace mi café.
Unos momentos después hablaba con Gary tranquilamente mientras atendía a los clientes y de en vez en cuando tarareaba una canción para no dejar que mi mente divague mucho y a veces hacíamos bromas hasta que estaba empezando mi turno y los dos recibimos un mensaje de fionna de que cake se había perdido o mas desaparecido lo cual me preocupe por pensar que le haya pasado algo malo pero no deje que eso pensamientos me agobien dado al cariño que le tengo a cake y decidí concentrarme en mi turno mientras Gary me acompañaba un rato hasta que tuvo algo que hacer y a las horas recibí un mensaje de fionna de que iba para la cafetería lo cual acepte mientras la esperaba acomodando unas cosas de la panadería.
Con el paso del tiempo el atardecer estaba terminando para empezar la noche mientras estaba cenando unos panes que nuevos mas unas galletas que me había dejado Gary estaba tranquila hasta que escuché un suspiro de cansancio y vi que era Fiona que estaba engrapando un papel en el poste de luz,¿ será un papel de se busca por cake? Eso es seguro hasta que entro con gary que tal parece volverá a experimentar con sus masas de galletas, al entra ellos me saludaron fionna de una manera más agotada a lo que me mantuve cerca de ella mientras Gary le hacía un café la cual se lo hizo de inmediato lo cual me da curiosidad pero no la suficiente para preguntar y al momento de que ella se empezó aquejar por lo frio de la bebida vi como la hielera empezó a brillar de una manera extraña si no consideraría familiar la cual igualmente Fiona noto y nos acercamos a esta, mientras en sentía una vibración extraña cuando ella abre la puerta de la hielera y nos acercamos mas para notar como un agujero azul sale de la hielera.
-cake?-
-que caraj- ese agujero azulito nos absorbió y en segundos aparecimos en un ¿apartamento?.
.
.
.
.
gracias por leer!🦑✨
57 notes · View notes