Tumgik
#insistencia
keshlem · 2 months
Text
Te sigo pensando con la insistencia de siempre
9 notes · View notes
Text
Que mis actitudes, mi insistencia, mi baja autoestima, mi caos interno, mi pesimismo, mi poco esfuerzo, mi constantes indiferencias, mi desequilibrio mental, mis ruinas emocionales, mis guerras, mi infierno, mi impaciencia, mi vacío, mis incertidumbres sobre el amor, mis míseras ganas de dar cariño, mis inseguridades y mis miedos no sean motivos por los cuales te vayas.
Te lo digo en serio: estoy dando todo de mí para no arruinar esto tan hermoso que tenemos juntos y que te has encargado de hacerlo funcionar, mientras yo sólo he retrocedido.
-Dark prince
95 notes · View notes
intentoenmovimiento · 2 years
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
11 notes · View notes
besandosinlabios · 5 months
Text
La soledad es un regalo.
Lo demás será una prueba de tu insistencia, o
de cuánto quieres realmente hacerlo.
Y lo harás,
a pesar del rechazo y de las desventajas,
y será mejor que cualquier cosa que hayas imaginado.
Charles Bukowski
0 notes
vgminds · 2 years
Text
Tesón
¡Ey! ¿Qué tal? Para mi yo del futuro mayormente que luego lee esto con mucho entretenimiento, ya me dirás como fue todo.
¿Qué diferencia hay entre... a ver como lo explico... entre esforzarse y seguir dando, aportando, sumando porque estás seguro de que vas a obtener un rédito y lo que llaman Magical Thinking?
Tumblr media
Pues del resultado sin duda, da igual si era real o no, si ha acabado siendo, ¿qué más da? Si ahí está claro pero y mientras no sabes el resultado, ¿cómo distingues que no eres un adicto a la zanahoria?
Ya sabes, lo que ponen delante del burro para que siga avanzando con la certeza de que no te vas a cuenta de que no llegas, ¡ni siquiera se acerca! A ver, parece estúpido pero el equivalente para burlar a la inteligencia humana no es imposible. Y el magical thinking es una forma de autoimponerse esa zanahoria (o justificar una que te ponen)
Si niegas que ese resultado pueda ocurrir, pesimista. Si confías en que será, optimista. Si eres muy crudo y solo avanzas sin esperar nada, realista. Y hay más pero cada una tiene sus efectos.
El pesimista, en el fondo se auto sabotea para justificar que tenía razón. El optimista, hay cosas que no quiere ver, todas aquellas que indican que la cosa no acabará bien, por tanto, malo asunto también. Y el realista, ¿qué emoción hay que en andar sin esperar, sin emoción, sin pasión? Antes de llegar siquiera, ya te cambias a otra cosa, porque, pse, total, ¿qué más da?
Entonces, ¿qué hago? Pues disfruta, el camino que cojas no lo conoce nadie, nadie ha andado ese mismo camino, es único, es especial y tendrá de todo, partes jodidas, partes fáciles y quizás llegues a un lugar que no te gusta. No pasa nada, el camino es mucho más largo que el destino que es solo un instante.
Si si, pero, ¿Y si mi camino es todo el rato muy jodido? Bueno, hasta el más alto y dificil de los 8000 del mundo, que es un "pain in the ass", se lo hace la gente voluntariamente. Así que, hasta eso se puede disfrutar, un camino difícil y desde luego que te va a aportar más crecimiento, aprendizaje y superación (llegues donde llegues) que uno facil. #EmbraceTheChallenge
0 notes
andreakedavra · 1 year
Text
si me pagaran por cada vez que he visto a una chica que conozco usar la frase "ya no quiero ser espectadora" o en su defecto "dejé de ser espectadora" cuando les regalan una rosa, publicar mil veces en facebook sobre lo mucho que le gustaría tener citas en librerías, tomar café e ir al parque a tener un picnic, y un montón de cursilerías más (como consentir a sus novios con hot wheels y figurillas de spider-man...), créanme que sería millonaria.
2 notes · View notes
anditwentlikethis · 2 years
Text
eu sei que já ninguém me pode ouvir com isto e eu tenho de ultrapassar e calar a boca (nunca vai acontecer) mas o Amorim dizer que o Esgaio não é o preferido dos adeptos mas é um dos seus preferidos é a coisa mais estúpida que ele disse desde que cá chegou.
1) o treinador dizer publicamente que a, b ou c são os seus preferidos é mau e não devia acontecer nunca.
2) sim desculpa lá bestie, não morro de amores por um gajo que parece que tem um défice mental qualquer e sempre que joga arranja forma de enterrar o resto da equipa lol
3) a culpa do Esgaio só fazer merda e prejudicar-nos todos os jogos não é dos adeptos e já nem é do Esgaio, é de quem insiste em pô-lo a jogar sabendo bem que é sempre um risco para a própria equipa 👍
2 notes · View notes
juliaridulaina · 1 month
Text
Com parlar-Li a Déu?//How to talk to God?//¿Cómo hablarle a Dios?
Com parlar-Li a Déu? Ens han acostumat a pregar, que és una altra forma de «demanar», amb insistència i dramàticament.Quan fem això és perquè ens ho estem passant molt malament, o que no veiem una altra solució, i invoquem l’ajuda de Déu.Us imagineu que ens dirigíssim d’aquesta forma als nostres pares, o, que els nostres fills ens ho fessin a nosaltres? No és la forma més adequada d’aconseguir…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
myillicitaffair · 2 months
Text
You are in love | Esteban Kukuriczka.
Tumblr media
sumario: noches de pizza con tu amigo… claro, amigo.
advertencias: sexo explícito (+18) , penetración, sexo sin protección, consumo de alcohol.
créditos: las fotos del collage fueron extraídas de pinterest, más las edite yo. la canción cuya letra utilice es You Are In love (Taylor’s Version) de Taylor Swift.
notas: honestamente, no estoy muy contenta con el resultado final pero espero que puedan disfrutarlo de todas maneras xx.
No hay pruebas, no fue demasiado, pero yo vi suficiente.
Paciente, fuera de su recibidor, me encuentro parada, esperándolo con una botella de vino bajo la axila. Aliso los pliegues de mi falda varias veces con las manos, un hábito al que recurro para evitar sucumbir a la ansiedad que me atormenta. Con la cámara de mi celular, observo mi reflejo, comprobando que mi maquillaje permanezca en su lugar, que mi cabello siga viéndose inmaculado.
No recuerdo un tiempo en el que Kuku haya sido simplemente un amigo, siempre fue más; mi confidente, el protagonista de mis fantasías, quien roba mis suspiros y miradas, de quien terminé enamorándome.
Las pisadas sobre las baldosas delatan su presencia apropincuándose, luego el traqueteo de las llaves en la cerradura, las bisagras girando en su eje para revelarlo frente a mí.
La alegría tiñe su rostro al verme, redondeando sus angulosos pómulos y centrando mi atención en la mueca en sus labios. Condenadamente cerca de mí y a la vez tan inalcanzables.
Su voz dándome la bienvenida me sacude de mi subrepticia quimera, trayéndome de un zarpazo de vuelta a la realidad. Me estrecha contra su torso, con las muñecas serpenteándose por mi cintura para atraerme más cerca.
“Traje vino, Kuku”- pronuncio, a modo de saludo, mientras lo abrazo estrechamente.
“¡Gracias, ángel! Entrá que está por llegar la comida”- informa, de manera tan casual y ligera que siento mi corazón escurrirse hasta tocar el suelo.
“Ángel” me dijo, jodiéndome para siempre. ¿Cómo seré alguna vez capaz de recuperarme de tal agravio a mi integridad? Decido asentir y adentrarme a su hogar.
Me recibe una sala de estar cálidamente iluminada, las paredes blancas cubiertas de cuadros y fotos, un aterciopelado sofá rojo situado en medio de la habitación.
Me acerco a una repisa de madera, donde reposa un retrato recientemente seleccionado… todo el elenco de La Sociedad De La Nieve posando bajo el lente de su cámara, sonrisas reflejadas en nuestros rostros enmarcados.
“Esa la tomé el último día de rodaje”- me recuerda, apareciendo por detrás mío, con una mano en mi espalda baja.
No hay pruebas, un toque singular, pero yo sentí suficiente.
Mis vellos corporales se erizan ante el contacto, un escalofrío recorriéndome cargado de anticipación por lo que jamás sucederá. Asiento torpemente, deseosa de fundirme en el calor de su silueta.
Pienso en esos mismos dedos, acorralando mi piel a su paso, incendiando su sendero. Acariciando mis mejillas con ternura, colándose por mis labios, desvistiéndome con precisión.
El timbre retumbando en la sala me despierta, desarraigándome de mis maquinaciones pecaminosas. El hombre a mi lado da largas zancadas, con un caminar tímido y garbado, hasta alcanzar la puerta de madera y ojear la mirilla. Luego de cerciorarse de la identidad del intruso, le permite ingresar para que deposite el delivery entre sus brazos, marchándose luego de recibir su pago.
Sobre la mesa del comedor se halla mi bolso, el cual rebusco hasta toparme con la billetera y separar varios billetes para pagar una porción del importe de la cena.
“Dividamos los costos de la comida entre los dos, ¿te parece?”- debato, tendiéndole el dinero para así compensar la mitad de su perdida.
“Pero no, nena, ¡guarda eso! Te invito yo”- rechaza tajante al ignorar mi ofrenda, con juguetona indignación en sus facciones.
Más allá de mi recurrente insistencia, rechaza contundentemente todos mis intentos de devolverle la plata, escudándose en excusas absurdas. Una cálida sensación se apodera de mí ante su caballeroso gesto, traduciéndose en atontados vistazos en su dirección, mientras sigo cada uno de sus movimientos al sacar el par de copas de una alacena.
“Pedí pizza de ese bar que te gusta”- comienza a explicar, aun movilizándose para descorchar el vino- “la de pepperoni sigue siendo tu favorita, ¿verdad?”
Un solo paso, no fue demasiado, pero dijo suficiente.
Silencio. Silencio desgarrador y sepulcral a mi alrededor, petrificando el aire a su paso.
“¿Te acordaste?”- asevero con un hilo de voz, aunque suena más a una pregunta, reflejando mi propia inseguridad.
Mis extremidades tramitan un cosquilleo colectivo, despertándome de la anestesia que se había apoderado de mí.
“Si, obvio”- le resta importancia, sirviendo la bebida y entregándome mi copa.
Y yo entiendo lo tonto que debe sonar, pero, por un momento, me permito sentirme importante e incluso un tanto sustancial en su existencia. “Me escuchó” medito, atónita por la revelación, revolucionando todas mis ternuras dirigidas hacia él.
Mis ojos se obsesionan con su él, simplemente él y su aura dorada coronándolo como si de un halo se tratara. ¿Cómo logré tener tanta suerte?
“No me mires así, nena”- pide al devolver mi mirada, su entrecejo fruncido en concentración- “Vas a hacerme creer que los chicos tenían razón…”
Mi mueca se tiñe de confusión, no sabiendo con exactitud si se refiere a lo que yo supongo. Intento decodificar sus palabras, pero, tal vez por el prospecto de ver mi entusiasmo destrozado, me limito a repreguntar.
“¿De qué hablas, Kuku?”- atrapo mi labio inferior entre mis dientes para así detener los temblores que lo acosan.
“Ya sabes…”- se encoge de hombros, pero, al ver mi perplejidad se resigna a continuar- “Fran y Juani siempre nos cargaban con que… em, con que debíamos salir.”
Siento un hondazo envestirme de lleno y un deseo irremediable de que el mismo continúe hasta hacerme perder la conciencia.
“Ah, eso”- murmuro en voz baja, de repente completamente drenada de seguridad. Trato de difuminar mis conflictuadas preocupaciones con una risotada punzante, delatando la rigidez de mis hombros estáticos y la incomodidad en mi gesto.
¡Qué estúpida! ¿Cómo me permití alguna vez pensar que el podría sentir lo mismo que yo? Deseo tirarme al suelo y revolcarme en el bochorno que me arrima, lo suficiente para olvidarlo a él con sus grandes ojos fijos y perder la cordura a manos de la vergüenza.
“Era un chiste nada más, no deseaba hacerte sentir mal”- aclara cálidamente, rodeando la mesa hasta rozar nuestros hombros.
Es absurda la cantidad irremediables de terminaciones nerviosas que logra incendiar con solo oprimir su marco con el mío. ¡Debo frenar esta locura antes de que se me vaya de las manos!
“Claro…”- suspiro, forzando una sonrisa al tomar asiento en la silla que abuso bajo mis pálidos nudillos.
Tomando la copa entre mis palmas, la balanceo hasta verter el liquido más allá de mis labios, rezando para que el espirituoso proveniente de uva disipe su comentario furtivo.
El mayor, aún parado a mi lado, hinca sus rodillas para arrodillarse y así quedar a la altura de mis ojos.
“Ángel, lo siento si te ofendí. No era mi intención”- se disculpa, escurriendo sus dígitos entre mi cabello para plegarme un mechón tras mi oreja.
“Ya sé, Kuku… y lo prometo, ¡estoy bien!”- miento descaradamente en su cara, con las comisuras adheridas a mis tensas mejillas.
Por unos prolongados segundos- que se sienten como una eternidad- nos miramos firmemente, tratando de descifrar los pensamientos cabalgando en la cabeza opuesta. Con un afectado suspiro, se levanta del suelo para luego posicionarse en la silla contigua a la mía.
Una vez asentado en su sitio, levanta el rostro para enfrentarme y toma mis temblorosas manos entre las suyas. Inmediatamente noto su calor corporal, las asperezas desperdigadas por sus palmas, sus anillos colisionando con los míos.
“Ahora entiendo cómo mi comentario pudo haber sonado y te pido perdón por ello”- alega mientras me observa, pausando en cada pequeño lunar e imperfección.
Inhibida y un tanto cohibida ante su escrutinio, desvío mis ojos hacia un costado y muerdo mi labio inferior, aprisionándolo entre mis paletas.
“No quería hacerte mal…”- confiesa, con sus orbes ahora clavados en mis labios mordisqueándose- “Sos mi mejor amiga.”
una mueca extraña en su rostro. Pausa, luego dice “sos mi mejor amiga.” Y yo supe a que se refería, está enamorado.
Una fuerza gravitacional me empuja aún más cerca suyo; envalentonada gracias a su fijación por mi boca, empiezo a disparar la ajena sin dudarlo. Deslizo una mano por su cachete, acariciando la incipiente barba creciendo allí mientras le robo un breve pico.
Al separarme, escaneo al hombre que acabo de besar, desesperada por hallar una reacción. La confusión tiñe su cara, tiene la mandíbula presionada con fuerza y un furioso sonrojo trepando hasta su nariz. Sin perder un solo minuto más. Vuelve a unir nuestras figuras en un beso, uno real esta vez.
Sus labios en contacto con los míos consienten un hambre que venía cultivando hace meses, acelerando mi deseo de conseguir más. Mi corazón late con una velocidad alarmante, saltando implacablemente contra mi caja torácica, y agravando los temblores en todo mi cuerpo.
Una danza desenfrenada se desenlaza, dando rápido paso a una intrépida batalla por apropiarse de la ventaja que implica dominarnos mutuamente. Una de sus manos se enreda en mi melena, tirándola hacia atrás mientras su lengua se apresura en inmiscuirse en mi cavidad bucal, cepillando la propia y paseándose por toda su extensión.
El aire comienza a escasear y el ardor en nuestros pulmones nos fuerzan a dividirnos, aprovecho el breve impase para deslizar mis extremidades por sus piernas y así, sentarme a horcajadas sobre su regazo.
“¿Sabes hace cuánto deseo hacer esto?”- cuestiona, entrelazando sus dígitos por mis curvas y asentándome sobre la junción de su torso y piernas.
Bajo mío, noto un bulto que comienza a alzarse, punzando mi centro deliciosamente. Sin siquiera razonarlo, muelo mis caderas contra él, percibiendo un curso de placer recorrerme entera ante la fricción contra sus pantalones.
En un arrojo de valentía, me deshago de la blusa que flamea en mis costados, arrojándola lejos nuestro. Como si de un arreglo tácito se tratara, el argentino adjunta sus labios con mi pecho y comienza a succionar mi piel con fiereza, yo me limito a atraerlo contra mí mediante su cabellera.
“Tantas veces fantasee con esto…”- admito, sin poder evitarlo, mientras él libera mi busto del corpiño.
Levito hacia su remera, forcejeando con ella hasta deshacerla hacia las baldosas y revelar su tórax al descubierto. Recubierto de pecas difuminándose en su blancura, dudo alguna vez haber visto una imagen más hermosa.
Sosteniéndose de mis muslos, se irgue y tropieza hasta toparse con el sillón, descargándome sobre el terciopelo con una impredecible agilidad. Allí, acostada en medio de su sala de estar, centro mi atención a sus dedos desenlazando mi falda con ternura, para luego despojarme por completo de mis confinamientos.
Imitando sus movimientos, aviento mis brazos hacia su entrepierna para desabrocharlo y librarlo de sus prendas. Aceleradamente, lo desvisto hasta que nuestras desnudeces son lo único que prevalece.
“Sos hermosa”- me halaga, recorriendo cada centímetro de mi piel con delicadeza, intentando memorizarlo para siempre.
Respondo con mi agarre volando hasta su palpitante erección y acariciándola juguetonamente, con constancia hasta donde me lo permite.
“Necesito sentirte adentro mío, Kuku…”- pido, sin sentir un ápice de vergüenza ante mi explicitación.
Un gruñido escapa su garganta ante mi directiva, deshaciéndose de mi toque para posicionar su polla entre los pliegues de mi coño y comenzar a adentrarse. Sollozos son lanzados en su dirección, animándolo a ir más allá, a continuar.
“Dios, estás tan apretada”- pronuncia cuando la cabeza de su pene logra tocar mi fondo, disfrutando los espasmos que mi canal le proporcionan.
En un frenesí ocasionado por la sensibilidad que su miembro me genera, embisto mis caderas para acercar nuestros centros aún más y luego retirarme, provocando un extasiante vaivén. Los gemidos retumban en el silencio del salón, con la danza que nuestros sexos lideran al fusionarse.
“Estoy enamorado de vos, ángel, desde la primera vez que te vi”- dice al observarme con atención, aun penetrándome hacia la culminación.
Sorprendida por lo inaudito de la situación, una lagrima se cuela por mis ojos y rueda en su sendero por mi mejilla ante su confesión, una que aguardo hace meses.
Esteban la recoge, interrumpiendo su trayecto hacia mi cuello para besarme nuevamente, con renovada emoción.
Y ahora comprendes por qué perdieron la cabeza y pelearon sus batallas, y por qué yo he pasado toda mi vida tratando de ponerlo en palabras.
295 notes · View notes
a--z--u--l · 2 months
Text
Te pienso con la insistencia de siempre.
122 notes · View notes
black-beauty-poetry · 3 months
Text
¿Sabes? Te esperaría todo el tiempo que necesites para sanar. Te seguiría amando, incluso si mañana se acaba el mundo.
He visto las espinas en tu corazón y sé que no sólo hieren a quienes las tocan, también están haciéndote sangrar.
Por eso, te esperaré hasta que una por una sean sacadas. Te esperaré hasta que se cicatricen los agujeros y heridas que te dejarán, y, si me lo permites, seré yo quien cure y cuide cada uno de tus cortes.
Sé que le tienes miedo al compromiso por culpa de quienes, en el pasado, decían amarte, pero sólo mentían para calmar tus desasosiegos, para que creyeras en un amor falso, para que no los molestaras más con tus insistencias.
Sé que aún quieres volver a hallarte, recuperar todo lo que esos ladrones disfrazados de príncipes te despojaron.
Sé que si me aceptas ahora, no entregarías todo de ti para amarme. Y también sé que si me llevo una decepción amorosa, yo seré el que se la buscó a causa de ser perseverante aun cuando me decías que no estabas preparada para abrirte emocionalmente otra vez.
Te rompieron, te arrebataron las fuertes ganas de amar, los cuentos de hadas que leías de niña, que te hacían soñar con llegar al altar al lado del hombre correcto, quedaron devastados porque te la pasaste buscando amor en los lugares equivocados.
Pero veo que te estás esforzando, deseas fervientemente reconstruirte y si necesitas tomarte un descanso del amor para conseguirlo, yo aguardaré por ti.
Que sepas que mis ojos no verán a otra persona de la misma manera que te miran a ti, ni mi corazón volverá a latir desbocado por nadie más, ni volveré a sentir la misma emoción y timidez cuando alguien se acerque a mí.
Eres tú, siempre serás tú.
Incluso si terminas rechazándome por las razones acertadas, incluso si no estás dispuesta a enamorarte.
Conservarás la dulce devoción de mi amor.
-Dark prince
128 notes · View notes
caostalgia · 8 months
Text
Un día me iré -dije, cuando soltaste mi mano al momento que decías que te irritaba mi insistencia y mis caricias. Y me fui…ahora es a mi a quién me irrita haber soportado tu indiferencia, cuando yo más te amaba.
-Onthesilkroute
177 notes · View notes
dariann-garcia · 3 days
Text
La noche dejó de ser mi aliada desde que con tanta insistencia empezó a mencionarte, a pesar de haberle suplicado paz.
45 notes · View notes
pricesugarwife · 3 months
Text
Derritiendo los glaciares de su corazón | Simon Riley x Reader
¡Mi segundo escrito aquí! Estoy intentando descubrir como funciona la plataforma, sigo estando nerviosa y pronto tendré que hacer una publicación fijada con mis pequeños retazos.
Simon "Ghost" Riley x Reader
Please, listen "Say yes to Heaven" of Lana del Rey mientras lee esto para una mejor experiencia.
Tumblr media
Los créditos se mostraban en la pantalla mientras quitabas la manta acolchada que te cubría, hacía unos minutos que la película había finalizado y como un gato perezoso, te estiraste en la cómoda cama en la que reposaba tu cuerpo, aun tratando de espabilar después del dulce sueño y las caricias compartidas por el hombre rubio del que no había rastro en la habitación.. Hacía frío, no era para menos el invierno los había arropado con una espesa capa de nieve y escarcha visible desde la ventana, donde se vislumbra el paisaje blanquecino pero ciertamente inspirador para una artista como tú. 
Aunque, nunca fuiste buena pintando o esculpiendo en arcilla, tus dedos se hallaban demasiado ocupados trazando formas en el cristal de este, tarareando de manera vaga la melodía de fondo, disfrutando de la brisa congelada que refresca tus mejillas sonrojadas; porque los recuerdos de la noche anterior transitaban por tu conciencia, los besos apasionados, las mordidas traviesas, palabras sugerentes y el delicioso vaivén de caderas que impuso Simon cuando descubrió los espacios más íntimos de tu cuerpo, trazando cual cartógrafo la geografía en antiguos pergaminos, proclamándose noble conquistador de las tierras vírgenes entre tus piernas.
Cada suspiro robado en la boca de Simon se repetía en bucle en tu imaginación, dejándote embriagar por el terroso aroma a almizcle, avellanas y madera, había algo en la entereza de su ser que te hacía sentir en casa. Quizás tanto tiempo en soledad, viviendo en la monotonía de los días con las mismas palabras vacías y la rutina hueca te había hecho sentir extranjera en tu propio cuerpo, en tu propia vida, hasta que conociste al hombre de ojos cafés tormentosos. 
Era una ocasión especial, llevabas un vestido fluido por insistencia de tu madre que te había convencido de salir al último festival organizado en la ciudad y lucir bonita para “pescar un buen hombre, porque el tiempo pasaba y no te hacías más joven”, sin embargo, la amargura en tu paladar al pensar en el amor y tus anteriores experiencias (aunque escasas, muy decepcionantes y terribles) se vieron empañadas en cuanto observaste a semejante semental que se encontraba sentado en un rincón oscuro del bar en el que estabas con tu hermana. 
Ella, como era de costumbre, no se callaba y continuaba parloteando sobre el militar con el que estaba saliendo desde hacía semanas. Pero espabilaste en cuanto saliste de la ensoñación, dándote cuenta que su parloteo se había detenido hacía segundos y se levantaba repentinamente de la silla, corriendo como el huracán que era hacia la figura voluminosa de un hombre que llamó “John” con un tono tan enfermizamente dulce que en otro momento te hubiese provocado arcadas. 
Al final conociste al misterioso hombre del que estaba enamorada tu hermana y también conociste a Simon Riley, a pesar de que al inicio se presentó con su indicativo “Ghost” con un tono seco y plano, anticipándote que no participaría mucho en la conversación. Sin embargo, al final de la noche lograste estar más cerca de ese cautivador espécimen que solía hacer bromas de papá, bebía cortos tragos de bourbon y te robaba el corazón con cada palabra que salía decorada por ese acento de Manchester. 
Regresando al presente, te sentías flotando en una danza encantadora y delicada como las de antaño, donde el caballero sujetaba a una distancia prudencial tu anatomía al compás de la orquesta que entonaba el ritmo de la pieza. Como un violinista que conoce las cuerdas de su instrumento, el rubio había aprendido a tocar en los sitios indicados para conseguir ese dulce sonido de tus labios pintados de bermellón. 
Aquel suceso permanece escrito en las páginas de tu memoria, garabateando corazones junto a sus nombres y anhelando esas varoniles manos sobre ti una vez más, generando una adicción a sus incandescentes sentimientos desmedidos, desprovistos de cualquier enajenación. Giraste sobre tus pies, dando vueltas como una ninfa de rostro soñador, la delgada camisa blanca de Simon cubría tu desnudez sin inmutarse por la baja temperatura hasta que percibiste esa fragancia casi afrodisíaca.
—Pensé que no querrías salir de la cama —murmuró el de orbes azules, sonaba divertido y maravillado por tu delicado semblante, aún cuando había pervertido tu mente con su excitación desenfrenada y te había devastado en su cama hacía unas cuantas horas. 
—Está nevando y es precioso, quería ver la nieve caer —señalaste, sentándote sobre tus tobillos en el esponjoso colchón invitándole a que se acercara hacia donde estabas.
—Quizás, sigue sin ser más precioso que tú.
Antes de que pudieras contestar, te sujetó por la cintura y te subió a su regazo, reposando tu cuerpo en sus gruesos muslos, acariciando tramos de piel que iba revelando al subir la poca tela que lo separaba de tu cálido centro. 
—Anhelo llenarte de los halagos que mereces... quiero devolverte esa alegría que provocas en mí —confesó, peinando los mechones sueltos que enmarcan tu rostro. Los mismos dedos que te habían llevado a las estrellas delineaban con delicadeza tus mejillas, hasta que el dedo pulgar reposó encima de tus labios, fascinado admirando la forma de tu arco de cupido. 
—Creo que alguien ha estado leyendo a Jane Austen —dijiste más para ti misma, sin percatarse que Simon empezaba a desabrochar los pocos botones que cubrían tu modestia. 
Nunca desvió sus profundos ojos marrones de tus reacciones, motivado por como mordiste tu labio inferior al observar los músculos cincelados y esos pectorales esculpidos por Miguel Ángel. Lo hacía con el objetivo de empujar tu deleite en ese armonioso espectáculo íntimo, develando la parte más sensual que poseía como individuo masculino. 
En cuanto te apoyó en la cama, posicionándose sobre ti, apreciaste en silencio como iba enseñándote el sendero feliz cubierto por una delgada capa de vello y jadeaste en silencio, sintiendo el agradable calor de tu humedad cuando Simon se quitó el jogger gris que llevaba y sus torneadas piernas tocaron el colchón para subir hacia donde tus brazos lo llamaban. En cuanto estuvo más cerca, sentiste la dureza de su miembro contra la parte interna de tus muslos, mordiéndote el labio y moviendo las caderas para que pudiera sentir lo lista que estabas para recibirle. 
Simon hizo descender sus dedos hacia tu centro resbaladizo, cubriendo sus dedos con la humedad acumulada en medio de tus muslos y llevándolos a su boca para probarlo mientras te miraba atentamente, provocando un gemido desesperado de tu parte. Para ese instante, el frío no era un inconveniente, puesto que apretaste los muslos al sentir como esa humedad crecía y descendía cálida, acción que no pasó desapercibida—. ¿Exaltada, mi dulce princesa?
—¿Qué crees? —dijiste, recostando tu fisionomía en la suavidad de las sábanas de tu amante. Querías repetir esa pecaminosa danza que se prolongó en la madrugada.
—¿No fue suficiente con lo de anoche? —cuestionó, una de sus cejas gruesas arqueadas y sus labios tirando de una sonrisa que prometía los placeres carnales.
Pero no te cohibiste como antes, la sumisión que habías mantenido se dispersó cuando lo besaste con todo el fuego que residía en tu pecho, presionando tus senos desnudos contra su pecho torneado y duro. Porque más allá de un derroche pasional y efímero, sus almas se conectaban en un plano espiritual que escribía con pluma dorada la leyenda de un amor inconmensurable, que por fin sería netamente feliz y perpetuo.
—Quiero que me hagas tuya, Simon.
53 notes · View notes
cherrynwinesk · 9 months
Text
Boyfriend headcanon's ~ Quackity
Género de historia/escrito: sfw, fluff
Idioma: Español/Spanish
⚠️: ninguno
CC's: Quackity
Género de lector: Neutral
📝: Todo el contenido es ficticio y se intenta adaptar la personalidad PÚBLICA de los cc's, es decir, la personalidad que se muestra ante camaras, no conozco la verdadera personalidad y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
🍒: Hola, las peticiones para todo tipo de escritos como escenarios o fics siempre están abiertas, puedes pedir de cualquier creador de contenido y el tipo de escrito, pregunta sin miedo c:
Master list
Tumblr media
•Tal vez llegaste a trabajar para él o te conoció mientras estudiaba
•Te hablaría con la excusa de preguntar acerca del trabajo o tarea según sea el caso
•No hablarían muy seguido y es debido a su excesivo trabajo
•Pero siempre le vendrías a la mente mientras está trabajando
•Este chico es en definitiva puro trabajo, trabajo, trabajo y dormir, dormir, dormir y ahora te sumamos a ti
•Tal vez no te mensajería mucho pero si estaría dando "like" a tus publicaciones en redes sociales
•Te invitaría a comer con la excusa de que debes conocer la comida de ese restaurante con piso pegajoso
•Aun que solo sea una salida de amigos aún, se ofrecería a pasar por ti hasta tu casa
•Sobre todo porque le gusta mucho manejar y no le importa hasta donde tenga que ir según él
•Y si, le gusta manejar pero también le gustas tú, así que sacrificaría su tiempo un día para llevarte a comer
•Se pondría muy nervioso de hablarte pero trataría siempre de mantenerse neutro para que no notarás nada raro
•Mientras hablas nunca faltará su "¿En serio?" Y su bonita dentadura siempre presente en forma de nervios porque no sabe que decirte en realidad
•Te abriría la puerta del restaurante
•Tal vez en su primera salida juntos no hablo sobre lo que sentía
•Pero después de eso tomarían más confianza entre ustedes
•Seria ahí cuando te mensajea más, no todos los días, pero más seguido y con cosas que vio y que tienen de gusto en común o te contaría que estará de viaje
•Lo veo llevandote a un parque temático, como Disney o algo parecido
•Como siempre él pagaría todo sin importar cuánto insistas a ayudarle a pagar los gastos
•"Aceptaría" que pagarás después de tu insistencia, y cuando quieras dar tu tarjeta o dinero en efectivo, quien cobra estaría como "Aqui tengo la tarjeta del chico, ya le cobre"
•No le importa para nada gastar en ti
•Por lo que él no te va a invitar solo unas "tortas", y si si, te compraría la tuya, no tendrían que compartir una
•Tuvo que pelear consigo mismo para que te diga lo que siente por ti y que le gustaría salir contigo
•"Si no te parece o no quieres no pasa nada eh!"
•Y es que de verdad pensó esto mucho, no solo por nervios, sino porque te tomo mucho cariño por lo que pensó en todo, en si podría tener suficiente tiempo para tí, si sería capaz de poner la suficiente atención a su relación
•Probablemente se sentiría tan enamorado de ti que decidió hacer un sacrificio
•Arreglaria su horario de sueño, para poder dormir de noche y tener tiempo para tí en el día y no quedarse dormido sin querer como siempre le pasa
•Como novio te trataría súper lindo
•Lo veo hablándote de "amor" o "princesa"
•Y no solo te llamaría así, te trataría como princesa
•Este chico no es de palabras, sino acciones
•Te gustan las flores, él no va a decirte que te las comprara, él te las compra y ni siquiera te va avisar
•Lo veo con "contacto físico", "tiempo de calidad" y "regalos" como su love language
•¿Te gusta algo en una tienda? Te dira "Agárralo" mientras saca su tarjeta
•Y no para impresionarte, sino porque te compraría el mundo si así lo quisieras
•Te dejaría peinar su cabello con colitas o trenzarlo
•Lo más seguro es que tú seas la primera persona en tener su merch nueva
•Le gustaría que ambos se cuenten anécdotas de cuando eran niños
•"Cuando estaba en la secundaria..."
95 notes · View notes
sinfonia-relativa · 1 year
Text
Al final perseguimos cosas que no son para nosotros, nos gusta lastimarnos a nosotros mismos por nuestra insistencia y forzando cosas que no existen, todo por una idea idiota; porque nos cuesta soltar, porque insistir en algo tan doloroso ¿Por qué?
Joseplas♾️
164 notes · View notes