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#la barbarie con rostro humano
bocadosdefilosofia · 6 months
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«No ignoro, por supuesto, que Dios ha muerto desde que Nietzsche lo dijera: pero creo en las virtudes de un espiritualismo ateo frente a la apatía y a la resignación contemporáneas —algo así como un libertinaje austero para épocas de catástrofe. Tampoco creo en el Hombre y quisiera repetir junto con mis sanos maestros que él está en trance de desaparecer del escenario del pensamiento: pero creo simplemente que sin determinada idea del Hombre, el Estado se apresurará a ceder a los vértigos del fascismo vulgar. No otorgo el menor crédito teórico a lo que los marxistas llaman libertades formales: pero prácticamente, aquí y ahora, no veo cómo negarles el fabuloso poder de instituir y preservar una división de la sociedad, de oponer un dique, por consiguiente, a la tentación bárbara. Vale decir que nos encontramos en la turbadora posición de ya no poder contar, para zanjar una cuestión política, con otra cosa que las herramientas más frágiles e inseguras. Ya es hora, acaso, de escribir tratados de moral. »
Bernard Henry-Lévy: La barbarie con rostro humano. Monte Ávila Editores, C. A., págs. 192. Caracas, 1978.
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fuckyeahmexico · 4 months
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Intervienen con bandera de Palestina símbolo turístico de Morelia en el Centro Histórico
El objetivo de esta actividad, señaló Lenin Contreras, integrante del Comité en Solidaridad con Palestina, es continuar con las labores de sensibilización sobre la violaciones a los derechos humanos de la población sobreviviente de los ataques de Israel desde el 12 de diciembre de 2023, algo en lo que dijo confiar que se está avanzando.
“Ser madre en Gaza es bajar la mirada de penoso dolor ante los ojos perdidos, del rostro desesperanzado de alguna hija, sorda por las explosiones. Es sufrir por el llanto de algún hijo o hija que perdió a su madre, que implora a los cielos, a lágrima viva, que termine la barbarie. Es mirar y escuchar sin poder dar protección o consuelo a algún huérfano que jura ante su dios que tiene miedo y que no puede más ante el sufrimiento”.
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freycastle · 7 months
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A veces olvido que antes de la simbiosis estaba completo. Antes de ti Frey ya había nacido. Tú no le diste vida, Borraste su nombre y anidaste en sus extrañas. Le quitaste su rostro, lo hiciste tu máscara. ¿Que eras amable, divertido y cariñoso? Eso siempre fue mío, lo robaste para hacerme tu presa. Lobo con piel de cordero que se consume a sí mismo. Víctima y victimario que cae en un hoyo negro del que nadie le puede salvar.
¿Cuál es la piel que habitas?, aquella que te has tratado de arrancar. Me lo pregunté mucho tiempo y el resultado fue: lágrimas, tanto tuyas como mías. A veces pienso que eres un monstruo y otras temo por tu amor. El mundo te dañó, y fuimos todos. Me disculpo, pero eso no te da el derecho de hacer con mis latidos tu nuevo tono de barbarie.
Soltar.
Eres demasiado humano, y no sé cómo interpretar eso. La bondad es un regalo del que no sé si merecemos su gracia.
Descansa.
Déjame ir.
El viento se llevará tu voz, y espero, con el tiempo, tu recuerdo.
febrero 2024,
Frey.
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introspectivotehace · 8 months
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¿Es el ser humano víctima de su propia civilización? ¿O es la civilización una restricción para el ser humano?
En 1954, William Golding, aclamado escritor británico, exploro en la que seria su obra mas impresindible la idea de que, cuando se elimina la influencia de la civilización y las estructuras sociales, los instintos primitivos y la violencia inherente en la naturaleza humana pueden emerger, incluso en lo que pareciera ser la inocencia personificada, “la niñez”
En “El señor de las moscas” seguimos a un grupo de niños británicos que quedan varados en una isla desierta después de un accidente de avión. 
La atmósfera salvaje de la isla contribuye a desencadenar cambios en el comportamiento de los niños.
Este “microcosmos aislado” representa un lienzo en blanco donde los personajes deben enfrentarse a los desafíos de la supervivencia, a su vez es un espacio simbólico para explorar la naturaleza humana, la decadencia de la moral y la lucha entre el orden y el caos.
Entre el grupo de infantes nos encontramos con 4 personajes clave que representan diferentes aspectos de la sociedad y la psicología humana.
El rostro de la civilización, Ralph quien representa liderazgo democrático y la búsqueda del orden en la isla. A lo largo de la novela, Ralph lucha por mantener la cordura y la cooperación entre los niños, pero enfrenta desafíos a medida que la isla se sumerge en el caos.
Piggy, que representa la racionalidad, la inteligencia y la ciencia. Su apodo deriva de su aspecto físico y su fragilidad. Piggy es un personaje marginalizado pero crucial para la historia, ya que aporta ideas sensatas y trata de mantener un sentido de orden. (SPOILER ALERT) Su muerte simboliza la perdida de la razón y es punto de inflexión para el descenso a la barbarie.
Jack, que encarna la brutalidad, la violencia y la naturaleza más primitiva de la humanidad. A medida que la historia avanza, Jack se aparta de lo civilizado y adopta un liderazgo autoritario basado en el miedo y la ultraviolencia. Su personaje simboliza la amenaza de la anarquía y la perdida de la moralidad cuando se desvincula de las estructuras sociales y cede al instinto animal.
Y por último Simon, un personaje INTROSPECTIVO y espiritual. Simon representa la comprensión profunda de la naturaleza humana. Su carácter reflexivo y pacífico lo lleva a ser la conexión entre el ser y la naturaleza de la isla.
Simon simboliza la parte más compasiva y sabia de la humanidad, pero también es víctima de la violencia y la intolerancia. Su trágico destino refleja la fragilidad de la bondad y la espiritualidad en un entorno donde la civilización se desintegra.
Esta obra explora temas como la naturaleza humana, la civilización frente a la barbarie y los instintos primitivos. 
Con el tiempo, los niños experimentan la perdida de la moralidad y se sumergen en la violencia, revelando aspectos oscuros de la condición humana.
Tras un lapso de tiempo no definido en el que la lucha por el poder y la perdida total de la moralidad desencadenan actos atroces los niños logran ser rescatados. 
Ante la presencia de adultos se ve revelada la brutalidad y el caos que han prevalecido en la isla.
La llegada del adulto representa la restauración del orden y la civilización, pero al mismo tiempo, plantea la pregunta sobre la naturaleza inherente de la humanidad.
¿CUÁL ES LA VERDADERA NATURALEZA DE LA HUMANIDAD Y EN QUE MEDIDA LA CIVILIZACIÓN PUEDE CONTENER LOS INSTINTOS MÁS PRIMITIVOS?
La figura del “señor de las moscas” simboliza la corrupción y la decadencia que surge en ausencia de una autoridad responsable.
En la novela filosófica “ASÍ HABLO ZARATUSTRA” El filósofo alemán Nietzsche exponía la idea del “eterno retorno” que va más allá de las normas establecidas. Veía a la civilización como una navaja con doble filo: por un lado, proporcionaba orden y estructura, pero por otro, limitaba la expresión auténtica de la individualidad, llevando a la posibilidad de que ciertos aspectos considerados bárbaros fueran necesarios para el florecimiento humano.
Entonces… ¿ES LA BARBARIE EL PUNTO DE PARTIDA PARA NUESTRA MÁXIMA EXPRESIÓN COMO INDIVIDUOS?
Dejemos esta pregunta abierta a la subjetividad del lector…
En resumen, esta novela nos ofrece una reflexión sobre la naturaleza de nuestra sociedad y una mirada sombría a la psicología humana.
Se puede interpretar como un comentario acerca de cómo la civilización puede desmoronarse, mostrando la fragilidad de las normas sociales. Podría compararse con aspectos de la sociedad actual, sugiriendo que, en circunstancias extremas, las personas pueden volver a comportamientos primitivos.
Yo creo que no es preciso señalar un sector de la sociedad como más propenso a la fragilidad primitiva, ya que la susceptibilidad a tales comportamientos puede depender de diversas circunstancias. Sin embargo, en situaciones de crisis, desigualdad extrema o falta de recursos, es posible que ciertos grupos experimenten tensiones que desencadenen comportamientos más primitivos.
Así queda entendido que la fragilidad puede manifestarse en cualquier sector, en cualquier momento y en cualquier lugar, siempre y cuando nos enfrentemos a condiciones adversas o falta de estructuras sociales sólidas.
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vocesdelaula · 3 years
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Un Elogio Del Lenguaje
A propósito del día del idioma
Español: lengua mía
Por: Pablo Montoya
Español, amantísima lengua que hablo desde niño y que hablaré cuando esté muriendo. Morada que he utilizado para formarme y deformarme. Para protegerme y arriesgarme. Para comprender la orfandad y la insignificancia. Consolación y loa de mi cuerpo. Garita de mi rebeldía. Recinto de mi honra y rampa de todas mis indignaciones. Español, lengua en la que creo que soy y sueño lo que soy y anhelo lo que tal vez nunca sea. Estoy aquí para celebrar tu elongación de tantos siglos.
Ese camino, a la vez magnífico y tortuoso, prestigioso y sórdido, que va desde una noticia de kesos de un monje anónimo de León hasta las elucubraciones complejas sobre libros de un poeta de Buenos Aires. Estoy aquí para festejar tu existencia que me da cobijo, me arrulla y también me sobrecoge. Estoy en esta sala académica, que ha decidido recibirme en su seno, para decirte el amor que te tengo y agradecerte el valor que me das para enfrentar a la degradación y a la muerte. Esa dosis de esperanza que significa saberme parte de un todo. Grano de arena de una inmensa playa que recorro y que, apoyado en ti, intento descifrar.
Español, lengua mía, cuántas cosas esenciales has nombrado. El barro, el aire, la sangre. El agua, el fuego, la luz. Lengua génesis. Lengua matriz. Lengua padre y madre. Lengua en la que, como decía un poeta de México, falo es el pensar y vulva la palabra. La procreación que de ti surge, como manantial y desembocadura, la he hallado en tus palabras. Selva, mar, montaña, canto, humanidad que hormiguea en la Tierra y desentraña los enigmas y conoce las verdades a través de ti. Humanidad opresa y liberada, en este tránsito de la vida que es la fusión del dolor del mundo y la epifanía de sus gozos.
Español, lengua del amor y el deseo. Cómo no mencionar el cuerpo en esta gratitud mía. Tú que eres signo en la piedra, en el papel y en la pantalla. Que eres hálito inspirado y expirado en mi boca. Tan intangible e inasible sirves, sin embargo, para materializarme. Para hacerme conciencia plena y fugaz del cuerpo. Porque todo en ti es brevedad, pese a tu aspiración por la permanencia. Vastedad que se cree sin término cuando conoces el cuerpo enamorado. Ese cuerpo divino que se torna noche oscura y dichosa en los versos de un poeta de Ávila. Y que también alcanzas, para tocarlo y definirlo, el cuerpo contingente, extasiado en medio de su prisión de líquidos y humores. Delicia del sentir convertida en palabra dicha, escrita y leída. Para que luego, poderosa y evanescente, nos invada la tristeza de la saciedad.
Español, lengua niebla y lengua luz. Lengua fraternal y justa, pero también cruel y discriminadora. Tú rostro es múltiple como lo es el tiempo. Eres Bella como un primer amanecer y terrible como un exterminio. Entonces cómo no saberte bosque, florecimiento de los ramajes que te contienen. Albricias de los vientos fecundos y proliferación constante de las savias. Y cómo no saberte también la imagen del abismo cuando yo mismo soy el abismo, y la bruma sin fondo de su reflejo. Cuando yo, extraviado en el cosmos, ajeno a la confianza de los dioses, aplastado por la intemperancia de los hombres, me he preguntado, siempre hundido en ti, aferrado a esa superficie tuya circundada de barrancos, quién soy y cuáles son mis rumbos.
Porque en ti, estremecido por tus itinerarios, y disparado hacia las otras lenguas, he saboreado la extraña claridad de una verdad que es menester reconocer aquí, en esta venerable sala. Esa que consiste en creer que un hombre es, de principio a fin, todos los hombres. Oh, lengua entrañable, torrente despedazado y a la vez masa indestructible. Magma quemadora y agua fresca, el universo en su doble esencia de concentración y dilatación, se devela a cada instante a través de tus sonidos. Estallido atroz y prodigioso en el que el mal y el bien danzan en nuestra sangre, en nuestro pensamiento, en nuestro sueño más oculto.
Yo vengo de ti. Soy hijo tuyo sabiendo que en mí te vuelves mi heredera. Soy parte de esa historia cuyas orillas siempre han sido el orgullo y la deshonra, la belleza y la fealdad, el heroísmo y la picardía, el amor y el odio de tantas generaciones que han atravesado esta ilusión del tiempo que todavía nos sostiene. Historia iniciada, acaso, en alguna aldea castellana. En una confluencia de pastores rústicos y clérigos letrados. En misiones comerciales, legales y militares que organizaron un reino que apenas daba sus primeros pasos. Pero antes de aquella periferia medieval, anclada en el cristianismo y rodeada de islamismo, judaísmo y paganismo por todas partes, hubo un núcleo agitado de idas y regresos, de éxodos y aventuras, de batallas y conciliaciones. Cuántos romanos, cuántos godos, cuántos visigodos, cuántos celtas, cuántos ibéricos, cuántos árabes, cuántos bereberes y occitanos se encontraron para crear esta lengua que, a través de meandros prolíficos, ha llegado hasta a mí. Español, cómo me conmueves en tu incesante reservorio de muertes y nacimientos.
Surgiste, déjame suponerlo, de una de esas de torres habladoras donde el desconcierto y la revelación se confabularon. Brotaste de algún nivel de muros inextricables y, como las otras lenguas, tu raíz fue la fragmentación y el barullo. Uno de esos hombres del principio, creado por la historia y la imaginación, define tu origen marginal e incomprensible. Ese hombre fue producto de un incesto de hermanos, idiotizado por la herencia y el pecado. Deambuló por diferentes monasterios. Creció en ellos y aprendió en sus recintos las lenguas que la decadencia del latín regurgitaba por Europa. Ese monje terminó hablando una lengua que era todas y ninguna. Y esa manera suya de expresarse es paradigmática. Porque niega la pureza de la lengua. Ninguna lengua, en realidad, lo es. Y tú, español, tampoco eres lengua pura. Ni lo has sido ni podrás serlo jamás. Porque el impulso de tus movimientos, siempre palpitante, es la mezcla, la interminable variabilidad.
Pero en tu mismo ser habita la paradoja. Te levantaste, a través de un entramado de familias ilustres, de una religión monoteísta que te protegió, de estudiosos solitarios, de gramáticos minuciosos y exorbitantes, de iluminados y sombríos escritores y de un fervoroso grupo de pedagogos que han viajado por la Tierra. Todos ellos trataron de demostrar que debes ser preclara y homogénea. Que lo tuyo ha de buscar la simplificación de la norma y la elocuencia del buen hablar y la perfección del buen escribir. Porque tú eres también la lengua de la legislación, de la administración y de la educación. Y tu propósito, a través de los diccionarios, las ortografías y las gramáticas, ha sido velar por una cierta pureza y una cierta corrección. Pero cómo olvidar que la humanidad juega contigo. Que te tuerce el cuello de la solemnidad a cada instante. Que va y viene una y otra vez en una fresca insolencia, y se acoge día a día al bullicio y hace que tu fuente se rebose en un delta de muchísimos brazos. Mientras por un lado, te sientes honorable en la necesidad de mantener tu morada en orden y equilibrio. Por el otro, está esa faceta tuya que se mueve y brinca y busca el aire y se sacude en medio de una espiral maravillosa, casi infinita de palabras y expresiones. Porque esa es tu condición ineludible: desde los días en que todo pasaba no más allá de los linderos de Castilla y unos cuantos miles te hablaban, hasta hoy en que millones de humanos desparramados por el orbe lo siguen haciendo a su manera, tú estás forjado, español, en la diversidad, y en ello reside tu vitalísimo patrimonio.
Y entonces llegaste a América. Tú, que fuiste nimia ante el esplendor de lenguas más remotas, enfrentaste una nueva etapa. Te tocó el turno, como antes al persa, al griego, al latín, al árabe de ataviarte de lengua imperial. Te creíste la enviada de Dios y la civilización. La emisaria de la verdad y la razón. Llegaste a estas tierras nuevas sustentada en un grupo de prosapias dignas. Había quedado atrás tu raíz campesina y te volviste insigne. Y tu voz fue retórica, impositiva, castigadora. Tus representantes se macularon de sangre y se agigantaron de honor en sus conquistas y tú les ayudaste a limpiar y a enaltecer sus hazañas bélicas. ¿Qué pudimos entender por esos días de gloria embriagadora, de invasiones y enriquecimientos viles? Supimos, y no cupo duda, que todo imperio y todo trono debe sentarse en la silla poderosa de una lengua. Y tú, español, lengua mía, lo fuiste con terrible holgura.
Pasaste, arrasadora, por estos lares americanos. Al lado de la cruz y la espada tu presencia se hizo tan imponente como abrumadora. Hubo en ti una pretensión de ubicuidad. Como si el sueño de ese sabio monarca de España, de convertirte en la lengua de la cultura y de la ciencia, se hubiera explayado hasta lo inverosímil. Las otras lenguas, habladas por los indios nativos y los negros provenientes de África, fueron prohibidas, ignoradas, muchas de ellas aniquiladas. Y el desprecio y el olvido cayeron sobre casi todas como una afrenta. Y tú nos enseñaste, durante siglos, que esas lenguas no eran tales, sino hablas sin importancia, frágiles expresiones de la barbarie, dialectos que conducían al salvajismo y la sandez. Toda una hermosa y original e inteligentísima expresión de la multiplicidad del mundo desapareció por tu prepotencia.
Una parte de ti, empero, se acercó, respetuosa y conmovida, a las lenguas americanas y africanas. A través de un manojo de monjes curiosos y de otros tantos aventureros de la conquista, la colonia y la república, permitiste que esos otros te estrecharan en sus brazos, te besaran en sus labios y se fundieran en tu espíritu. Como si nos dijeras que hay algo primordial, de tu condición, que está impregnado por esos seres diferentes que también eres tú. Que te preocupan, sin duda, los destinos opuestos y los propósitos insólitos. Que es menester salir de la circunstancia angosta que significa hablar una sola lengua y dejar que las brisas de las otras manifiesten su frescura extraña. Que hay algo supremo en todo aprendizaje que reside en el encuentro con el otro, en su real conocimiento, y en el respeto admirado de su diferencia milagrosa.
Y fue por esos días que surgió otro monje. Se le pidió que recopilara las creencias de esas tribus indígenas que iban desapareciendo vertiginosamente de las Antillas por el brutal contacto con los emisarios de tu lengua. Ese monje se hundió, emocionado y humilde, en esos universos oscuros y al mismo tiempo prístinos. Y escribió un recuento que es el trasunto alucinante de las mezclas lingüísticas americanas que han marcado tu destino. Ahora bien, ¿con ese oficiante de la religión y con otros similares a él, podría afirmarse que abriste tu albergue al pensamiento y la palabra de los otros? Algunos dicen que sí con satisfacción consoladora. Otros argumentan, sin embargo, que no ha sido suficiente con esas presencias insulares. Y que el daño, provocado por tu desdén hacia tantas lenguas, no podrá resarcirse.
Con todo, tú eres un río colosal. Imparable y turbulento. Atribulado de rumores y gritos. Recogido en las oraciones más privadas y fraternal en las exclamaciones más regocijantes. Y vas recibiendo, aquí y allá, lo que tus afluentes te entregan. Cómo no celebrar ahora esa fuerza tuya, esa intimidad tuya y esos abrazos tuyos. Y de cuántas maneras yo quisiera hacerlo. Ahora, en este día en que me honras, a pesar de mis reclamos, como un cultor de tu palabra. Tú eres, español mío, mi soporte y mi arma. La única patria que intento mantener indemne en medio del engaño y la manipulación. En ti, o a través de ti, o sostenido en ti, he aprendido a abstenerme. Tú eres mi más visible fortaleza, mi aposento más secreto, mi más querida manera de resistir. No creo que lo haya logrado enteramente porque más que un hombre a secas soy un hombre seco y siempre me acosa la fragilidad y la impotencia. Pero he tratado de ser limpio en medio de la crueldad y la grosería. He procurado, hasta donde me ha sido posible, que eso tan esencial que habita en tu espacio y en el cual yo me guarezco, no sea instrumento de los guerreros. Contigo he sabido la exuberancia de la vida y su esplendor abigarrado. Aquí, el humor, la ironía, el sarcasmo. Allá, la voz exquisita y desbordante del goce sensorial. Aquí, la inteligencia calculada de ciertas abstracciones. Allá, la oscura y asfixiante relación del miedo y la locura. Pero ahora, que termino este modesto homenaje, quiero confesarte cuál es mi gran deseo. Acaso también sea el tuyo. Quisiera callar. Para así oír, por un instante, y ser capaz de nombrarlo, el silencio.
Compartimos el discurso que dio el escritor Pablo Montoya al posesionarse como miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua. Bogotá, lunes 21 de noviembre de 2016
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nautyv · 4 years
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¿Viene un segundo renacimiento?
La época medieval fue horrible. Al menos en Europa. Todos olían mal, la gente se moría de gripe y tu lugar en la sociedad estaba fijo para siempre. Si nacías como un peón y tenías una idea revolucionaria, mala suerte porque te ibas a quedar como un peón toda la vida. Le llamaban " La farsa cósmica". Shakespeare escribió "El mundo es un escenario y todos nosotros actores". Porque así se vivía. Si nacías para criar puercos, por ejemplo: Solo podías interpretar bien tu papel ( cuidar bien esos puercos ) y solo esperar el dulce alivio de la muerte. La gente de la época creyó que así funcionaba el mundo y nada cambiaría, hasta que todo cambió.
Primero la peste negra mató a la mitad de la población de Europa. De la noche a la mañana la mano de obra se hizo mucho más valiosa. Y con los bolsillos llenos de oro, los peones europeos comenzaron a preguntarse "¿Qué clase de Dios permitiría esto?"   Por esas fechas los Turcos vieron Constantinopla y fue arrebatada. Todos los sabios y eruditos que habitaban la ultima ciudad de los Romanos huyeron a Italia con sus antiquísimas bibliotecas. Ahí descubrieron que el café estaba tomando el lugar de la cerveza en la vida de los europeos, que para entonces bebían más cerveza que agua. Poco a poco las calles se vaciaron de gente borracha y se llenaron de pensadores en busca de un baño. Todo esto ocasionó que muchos europeos abandonaran el pensamiento medieval y descubrieran las ideas que le dieron forma al primer RENACIMIENTO.
Primero perdimos nuestro lugar en el universo. La tierra ya no era el centro de una cúpula de cristal en el que flotaban los astros. Descubrimos que es un cuerpo diminuto que gira alrededor del sol a través de la bastedad del universo. También perdimos nuestro lugar en la sociedad. Los nobles más tontos y los plebeyos más listos aprendieron que cada quien decide la vida que quiere vivir. Algún curioso llevó la idea más allá y decidió que solo los animales siguen las leyes naturales. El hombre a través de la razón y la técnica, el ojo y la mano puede transformarse así mismo y al mundo a su alrededor. El alma pasó de ser sustancia a ser sujeto. Antes se la veía como una señal de radio que andaba por el universo hasta que un cuerpo humano la sintonizaba. Ahora creemos que es más como una canción que suena en un iPod, y si el reproductor es destruido esa canción en especifico deja de sonar. La magia se transformó en ciencia. Siglos de observaciones empíricas y deducciones sobre las animas y sensaciones que movían al mundo se hicieron pasar por el método científico y al final solo nos quedamos con aquello que pudiera ser descrito a través de las matemáticas o replicado en experimentos.
Los Ideales del renacimiento eran simples: Progreso, Emancipación humana, Libertad, Dominio de la naturaleza y Racionalidad.  Hoy parecen evidentes, pero en aquel entonces fueron tan revolucionarios que transformaron la humanidad de un casco de guerrero a un casco de astronauta en tiempo récord.  Y sí, parece un proceso larguísimo, de siglos, pero mira los miles de años que la humanidad pasó en su estado más primitivo, y mira los millones de años que pasamos en la tierra sin hacer nada más que cazar animales y caminar por ahí. Después de milenios de estancamiento desarrollamos nuevos lenguajes para hablar con la realidad y nuevos aparatos para observarla. Los descubrimientos de una generación se transformaban en los inventos de la siguiente y para cuando el siglo XlX estaba acabando teníamos el transporte más rápido que la humanidad hubiera visto, la producción más eficiente de la historia y comunicación casi instantánea a través del planeta. El futuro se veía brillante y Julio Verne describía las maravillas tecnológicas del mañana. ¿Qué sociedad perfecta iba a surgir de toda esta abundancia y sabiduría? ¿Con qué milagro nos recibiría el siglo XX? Pues en 1914 comenzó la guerra más terrible que hubiera visto la humanidad. Toda la ciencia y la ingeniería de Europa se ocuparon para desarrollar nuevos métodos para destruir la civilizaciones que le dieron forma, y en 1918 cuando la paz fue firmada 37 millones de personas habían muerto. Pero está bien, terminó la guerra... ¿Y? Llegó este nuevo experimento llamado "Capitalismo" que fracasó  de forma catastrófica ( No sería la última) Los problemas económicos provocaron problemas sociales y por si a alguien aún le quedaba esperanza en el futuro en 1939 vino otra guerra mundial. El brillante progreso de la historia murió entre Auswith y el Gulag. Pero vinieron las revoluciones socialistas que supuestamente liberarían a todos los trabajadores del mundo de las injusticias del capital. Iban a construir una sociedad justa y moderna para todos. Al final solo se convirtieron en estados totalitarios y represores.
Las maravillas tecnológicas de Julio Verne Desaparecieron. La ciencia ficción se volvió pesimista, la amenaza de la aniquilación nuclear nos hizo abandonar la esperanza en el progreso y los ideales renacentistas de la verdad y la belleza fueron abandonados por lo único que quedaba... El individuo y el capital.  Hoy nos toca lidiar con las consecuencias de este horrible siglo. Sí, sí. El progreso de la ciencia descubrió este material mágico que puede transformarse en la forma que quieras y es muy barato, pero ahora tenemos una isla de plástico del tamaño de Texas en medio del océano Pacifico... Pero miren! Inventamos un nuevo combustible que hizo todos los procesos más eficientes, pero provoca gases invernaderos que calientan la atmósfera, derriten los polos, alteran el clima del mundo entero y en 20 años ya no va a existir Acapulco. Pero mira! Los modelos económicos dieron paso a una era dorada del comercio... Sí, pero le dieron ahora un trabajo a otro niño Taiwanes. Con razón el dueño de mi compañía es uno de los 8 individuos que poseen tanta riqueza como el 50% de la población más pobre del mundo. Disculpen la palabra, pero la modernidad es una MIERDA! Los ideales de la modernidad se fueron. Mira, comenzamos como seres vivos. Para el pensamiento moderno un árbol ya no es un árbol con valor en sí mismo. Ahora es materia prima, recursos que podemos utilizar para nuestros fines, madera para nuestros importantes proyectos o papel para imprimir nuestra gloriosa cultura. Si el árbol tiene suerte, podemos utilizar el árbol como decoración en un parque. Pero la vida del árbol nunca es el fin en sí mismo. El fin último de la modernidad es la función que puede cumplir para el ser humano.
Luego, vimos para otro lado. Para nosotros mismo. Atreves del individualismo añejado por 4 siglos y 2 guerras mundiales vivos otros seres humanos como materia prima, sin valor en sí mismos, carne de cañón, fuerza laboral, capital político. Mierda! en cada oficina del mundo hay un departamento de RH (Recursos Humanos) ¿A nadie le parece denigrante? Nunca el ser humano valió tan poco y el individuo tanto. Pero aún con todas sus libertades el individuo se quedó solo ante la masa humana, frente a la diferencia del sistema abstracto que lo controla todo y para el cual solo es un punto estadístico sin rostro, un voto más, una cifra en un censo, 0 y 1 en la base de datos de FaceBook. Nos enteramos de todo sin poder hacer nada, opinamos de todas las decisiones publicas, pero no participamos en ninguna. Cada vez tenemos menos control de los sistemas a nuestro alrededor. Nos limitamos a votar en unas elecciones en las que no confiamos y a jugar nuestro papel como despreocupado consumidor. ¿No es este escenario muy parecido a la gran farsa cósmica?
¿Como podemos reparar la modernidad?
-NOSTALGIA Podríamos revivir los valores del pasado, volver a la tradición, a las creencias religiosas, adherirnos a la creencia cultural contra las corrosiones de la razón, a las convenciones colectivas contra la actitud critica. Bueno eso ya se está intentando en algunos países y no está funcionando ( ISIS en medio oriente) y los resultados no son muy alentadores. En el tercer mundo la nostalgia detiene el cambio que tanto necesita, y en Estados Unidos promueve un regreso a la barbarie, a una nueva época de oscuridad y confusión.
-Realismo Escéptico Tenemos el realismo escéptico. Podemos hacer como Fukuyama y decir que se acabó la historia. Pensábamos que el arte, la historia y la ciencia tenían un propósito, pero todo esto eran solo metanarrativas, historias que el ser humano se contaba sobre si mismo para explicarse al mundo pero que no tuvieron ninguna utilidad en el fin último de las cosas. El poder, la economía y la sociedad no requieren de justificación porque son lo único que nos han funcionado hasta ahora y cualquier cambio sería un retroceso. Bueno, esto dice este señor (Fukuyama). Yo entiendo a Fukuyama, pero no lo justifico. Es muy fácil ponerse de pie desde la clase medie de un país de primer mundo y decir "Okay, todos quietos. Que nada cambie nunca". Pero muchos necesitamos que las cosas cambien, necesitamos un nuevo horizonte, progreso, esperanza.
-POSMODERNISMO No propone nada, solo se queja y hace arte horrible. ( más horrible que el que yo trato de hacer).
Dicen que en Chino "Crisis" significa los mismo que "Oportunidad". Yo no hablo chino, pero le tengo grandes noticias a mis amigos Americanos. Los países del tercer mundo estamos en una situación PRIVILEGIADA. Porque entramos a la modernidad hasta que empezó la crisis del primer mundo. Nos tocó ver su principio y su fin. Por eso no hay mejor lugar para las nuevas ideas.
Comencemos por evaluar los valores de la modernidad para ver que funciona. ¿Qué se queda y qué se va?
-"PROGRESO" Se queda, la historia todavía me debe carros voladores
-"EMANCIPACIÓN HUMANA." Se queda.  Hicimos una declaración de los derechos humanos, pero el problema fue que entendimos estos como los derechos del individuo y poco a poco este individuo se convirtió en un ente egoísta, ocupado por sus posesiones, su familia y temeroso de la sociedad
-"LIBERTAD" Se queda, y sirve que fortalecemos nuestro argumento por la solidaridad. Porque la libertad del individuo consiste en ser capaz de realizarse así mismo, pero nadie puede realizarse así mismo en aislamiento, fuera de la sociedad. Ningún hombre es una isla por lo que no puede existir libertad sin solidaridad. Esta se queda. Y quien no esté de acuerdo daré mi vida por su derecho a opinar que no.
-"DOMINIO DE LA NATURALEZA" Esta se va. ¿Qué tal si cambiamos " Dominio" por "Colaboración"? Hay que cuidar de la naturaleza para que la naturaleza cuide de nosotros. Si utilizamos sus propiedades para alimentarnos y combatir enfermedades, yo no creo que haya algún problema.
-"RACIONALIDAD" Se queda. Sin la razón no tenemos nada, no hay futuro ni esperanza, pero deberíamos agregar también la "Espiritualidad" como contrapeso a la lógica pura. Mira, se escucha raro, pero no estoy pidiendo que creas en un Dios o que te metas una vela en el culo. Te pido que miremos juntos al cielo, a nuestro lugar en este espacio infinito lleno de milagros y misterios. Contemplemos la fragilidad de esta canica azul que nos contiene, frente al vacío existencial podemos recordar que somos los únicos guardianes del breve, pero infinitamente precioso regalo de la vida, la vanguardia de la complejidad en un cosmos gobernado por la entropía, hijos de puta! Estamos hechos de la misma sustancia de eterna del universo que nos dio sentidos y razón para contemplarse así mismos. Ya lo digo Carl Sagan: " Estamos hechos de polvo de estrellas".  Pero también Hitler y las pajillas que tiras al océano, entonces tengan respeto al cosmo, hijos de puta!
Mira, no me estoy quejando del renacimiento. Leonardo, Miguel Angel, Donatelo y Esplinter todos los artistas y pensadores de esa época eran muy sabios, pero no podían ver el futuro. Leonardo DaVinci dijo "El experimento es el traductor entre el hombre y la realidad." Ya experimentamos con sus ideas, ya tuvimos algunos aciertos y muchos, muchos errores. ¿Pero verdad que estamos en una situación muy similar a la suya? Ya comenzamos por revisar los valores que nos atan a la época que nos dio forma, ahora construyamos los que van a reemplazar esos valores, avancemos a un segundo renacimiento. El reto es dejar de correr con los ojos tapados hacia la extinción, construir una nueva sociedad global, unificada en la cima e infinitamente diversa en la base, donde cada individuo tenga derecho a su identidad personal, pero también a realizarse a través de la colectividad, donde cada sociedad y grupo pueda integrarse al todo de la humanidad sin sacrificar sus diferencias. En las tendencias actuales estás los signos que apuntan hacia una nueva manera de pensar La nueva forma del mundo puede leerse entre lineas de la situación presente, pero también hace falta un elemento fundamental "LA IMAGINACIÓN". Imaginemos, porque nunca hubo mejor época para hacerlo.
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mauriciocrown-blog · 4 years
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Pasando bajo el yugo de las horcas caudinas
Pasar por el Yugo, aceptar la derrota ,ilustrarse de la misma y renacer. 
Por Mauricio Andres corona perez
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 De ante mano, apreciado lector va a observar en mí, que no existe la tenue creencia de poseer la admirable facultad del escritor. Pude comprender que el hombre no debe amilanarse y más si el propósito que lo anima es el de explorar los límites para los cuales ha  sido concebido , y reinventarse cada día es el propósito que debe imperar hoy en día.
  Nota explicativa
La batalla de las Horcas Caudinas (en latín, Furculae Caudinae) supuso en el  año 321 a.C , una de las más dolorosas y largamente recordadas derrotas romanas. En el marco de la Segunda Guerra Samnita y ante la superioridad romana, el general samnita Cayo Poncio recurrió a la estratagema del engaño para doblegar a un poderoso ejército romano. Hizo correr el rumor de que los samnitas estaban sitiando una estratégica colonia romana situada en territorio apulio, la ciudad de Luceria, expandiendo el rumor mediante soldados disfrazados de pastores. Tal y como Cayo Poncio había previsto, los romanos reaccionaron con rapidez, demasiada rapidez…
 Los cónsules Espurio Postumio Albino y Tito Veturio Calvino marcharon al frente de un gran ejército romano tomando la ruta más corta, que incluía el cruce del desfiladero de las Horcas Caudinas y que recibía ese nombre por la proximidad de la ciudad samnita de Caudio, en pleno macizo Apenino. Increíblemente, no tomaron tampoco la precaución de mandar por delante exploradores. Cuando el grueso del ejército romano estaba en el interior del desfiladero, se topó con una enorme barricada de troncos y piedras. Los cónsules dieron la  orden de dar la vuelta, pero en el otro extremo del desfiladero estaba esperándoles el ejército samnita, mucho más reducido en número que el de los romanos, que sin embargo, no podían aprovechar al estar encajados en el desfiladero. Todos los intentos romanos por forzar la salida fueron desbaratados por los samnitas, y finalmente, acuciados por el hambre, los cónsules romanos aceptaron la rendición que les ofrecían los samnitas.
Los legionarios romanos fueron obligados a dejar sus armas e uniformes, y los samnitas obligaron a pasar a todos y cada uno de ellos bajo el yugo, formado por dos lanzas verticales y una horizontal, que obligaba al legionario a bajar la cabeza en gesto de sumisión. De esta acción nació la expresión pasar bajo el yugo o pasar por las horcas caudinas, que significa el tener que aceptar sin remedio una situación deshonrosa. Además de esto, la rendición se condicionó a la  entrega de varias poblaciones fronterizas, como Fregelas, Terentino y Satrico, la evacuación de los colonos romanos de Lucera y del valle del río Liris, la retirada de todas las posiciones que mantenían en el Samnio y una tregua de cinco años. La vergüenza en Roma fue tal, que los senadores se despojaron de sus togas púrpuras, se produjeron escenas de duelo y se prohibieron las fiestas y casamientos durante todo un año.
A pesar de ello, los romanos consiguieron sobreponerse y reiniciaron las hostilidades en 316 a.C. y tras algún descalabro adicional, lograron tomarse la revancha con la captura de Lucera y el rescate de las armas, estandartes y rehenes perdidos en la batalla de las Horcas Caudinas.
Me topé con esta  expresión  un día  en la que deambulaba  en  el anaquel de libros , y me topé con un libro muy antiguo  de cuentos y  poemas  ya golpeado por el tiempo, carecía de portada y sus hojas amarillas le daban un aire de experiencia . Al leerlo me encontré con un cuento   titulado  “Pasar por el yugo de las horcas caudinas”  fue tan llamativo este título que tomo toda mi atención, ese escrito era de la autoría  de José Joaquín Ortiz (1814-1892)   fue un escritor y poeta colombiano. Fue reconocido por su obra La bandera colombiana. Este proclamado escritor nacional, hace una reflexión sobre algunos librepensadores que se proclaman ser huérfanos de religión y la atacan a tal punto que la consideran tiránica, y cuando se ven frente a la necesidad se declaran convencidos de su propio error y de la necesidad de la fe, se contritan  y acogen humildemente a la iglesia de cristo, y pasan bajo el yugo de las horcas caudinas.
Me pareció un relato  interesante, que  se puede enfocar no solo al ámbito religioso sino a cualquier ámbito de la vida, en donde necesitamos reconocer  sin remedio una situación deshonrosa, que no queremos reconocer por capricho o por desconocimiento propio, hasta el punto en que  es necesario pasar por esa situación para tener un enfoque objetivo de las cosas.  
Hoy en día la población mundial se encuentra confinada, con un universo de inquietudes, y bombardeada por tanta información. me pareció adecuado para todos, que tengamos una visión distinta de las cosas que nos rodean.
para comenzar, yo diría que debemos reconocer de una vez por todas como sociedad, que  hemos perdido la batalla, que nuestras orientaciones ideológicas no nos hacen mejores que los demás, es claro que como civilización hemos avanzado de manera exponencial, a comienzos del  siglo XX  teníamos el trasporte más rápido que la humanidad hubiera visto, la producción más eficiente de la historia y la comunicación casi instantánea sobre el planeta , el futuro se veía brillante y Julio Verne   describía las maravillas tecnológicas del mañana , ¿qué sociedad perfecta iba a surgir de toda esta abundancia de sabiduría? ,  pues como ya sabemos  el siglo 20 nos recibió con dos guerras mundiales y una guerra fría, es inconcebible que se haya utilizado el ingenio humano de esa manera, y lo más ruin y despiadado fue como se utilizó a las naciones emergentes, a utilizar un discurso de odio en contra de si misma , y nos vendieron la idea de que la guerra era la última razón, separando el pensamiento en dos bandos, persiguiendo y aislado cualquier proyecto quijotesco, que no estuviera a la izquierda o a la derecha . si pudiéramos  cuantificar  los recursos económicos y humanos que se perdieron en todas  estas barbaries seriamos verdaderamente consientes del daño que causa no reconocer, que nos encontramos ante un juego inviable en donde nosotros los ciudadanos somos esos puñados de soldados romanos esperando el suplicio de la derrota .
por si esto no fuera poco en la actualidad, los ideales renacentistas de la verdad y de la belleza fueron abandonados por lo único que quedaba, el individuo y el capital, los modelos económicos dieron paso a una era dorada del comercio, que al día de hoy podemos asombrarnos con el hecho, de que los 8 individuos más poderosos del mundo, tengan tanta riqueza como el cincuenta por ciento de la población más pobre del mundo.
podríamos afirmar que somos un punto estadístico sin rostro, un voto más, una cifra en un censo, ceros y unos en la base de  datos de facebook , nos enteramos de todo sin poder hacer nada , opinamos  de todas las decisiones publicas y no participamos en ninguna, cada vez tenemos menos control de los sistemas de nuestro alrededor, nos limitamos a votar en unas elecciones en las que no confiamos, y jugamos nuestro papel como despreocupado  consumidor, y no nos olvidemos de sonreír  acuérdate que tú eres responsable de tu felicidad  en esta paradisíaca meritocracia . 
Debemos revisar los valores que nos dieron forma,de los  cuales son, Progreso  emancipación humana, libertad, dominio de la naturaleza, racionalidad y espiritualidad, estamos en el momento oportuno para construir los valores que van a reemplazarla. 
Aceptemos esta derrota, aprendamos de ella, y renazcamos, antes de que sea demasiado tarde, y pacemos todos juntos delicadamente,Bajo el yugo de las horcas caudinas.
     .
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yulipie · 5 years
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Hoy pensando un poco sobre lo romántico y el romentisusmo me di cuenta de varias cosas una de ellas es que el romance se perdió entre tanta barbarie pero eso no quiere decir que no allá buenas historias de amor en el mundo,apuesto que todos conocemos la historia de alguien que te hace pensar wow como me gustaría amar;pero creo que primero tenemos que ver qué es amar para mi la palabra amor abarca mucho más de lo ya antes mencionado y a cualquiera que le preguntes tendrá una opinión diferente al respecto sobre para ellos que es el amor o el romance para mi no es solo el mismo sentimiento o imaginarte una vida con esa persona para mi abarca la pasión, la contradicción, el dolor, las sensaciones en tu cuerpo que es lo que causa y la pregunta del millón ¿ sin exagerar cuánto estás dispuesto a sacrificar por ver una sonrisa en su rostro o mejor aún ver esa sonrisa cada mañana? Dependiendo de cómo respondas ahí es. Mucha gente clasifica el romance solo entre dos personas y la vida me ha hecho ver que enrealidad hay romance en lo qué haces en lo que sea incluso hay romance en el carpe diem, uno de mis autores favoritos era un mujeriego y disfrutaba con demasía el sexo (la verdad quien no) tenía todo tipo de excesos y bueno no por nada es el mayor expresor del realismo sucio y aún así apesar de todo eso el hombre le tenia un sumo respeto a dos cosas primero al amor y a las mujeres y no le extraña el amor es muy potente en este mundo la gente no mentía sobre la fuerza de ese sentimiento y una mujer es un ser tan maravilloso y créeme un hombre igual saben que mejor cambiemos la frase a humanos con observarnos un poco nos damos cuenta de los fascinantes que podemos ser y esque en todas esas cosas hay amor hay romance y este punto yo quiero romance quiero el mundo quiero sólo ser feliz
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textosdefilosofia · 5 years
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El problema de la identidad: un poema de Susy Shock y un análisis de unx estudiante.
Este año comenzamos problematizando el concepto de identidad a partir de la lectura en clase de el poema “Yo monstruo mio”, de la artista argentina Susy Shock. Susy es una mujer trans, y sus poesías acciones y canciones son irrupciones en la metafísica hegemónica, fisuras en el es de identidad que nos permiten asomarnos a otras formas de pensar y construir nuestras identidades.
YO MONSTRUO MIO
…Yo, pobre mortal, equidistante de todo yo D.N.I: 20.598.061 yo primer hijo de la madre que después fui yo vieja alumna de esta escuela de los suplicios Amazona de mi deseo Yo, perra en celo de mi sueño rojo Yo, reivindico mi derecho a ser un monstruo ni varón ni mujer ni XXI ni H2o yo monstruo de mi deseo carne de cada una de mis pinceladas lienzo azul de mi cuerpo pintora de mi andar no quiero más títulos que cargar no quiero más cargos ni casilleros a donde encajar ni el nombre justo que me reserve ninguna Ciencia Yo mariposa ajena a la modernidad a la posmodernidad a la normalidad Oblicua Vizca Silvestre Artesanal Poeta de la barbarie con el humus de mi cantar con el arco iris de mi cantar con mi aleteo: Reivindico: mi derecho a ser un monstruo que otros sean lo Normal El Vaticano normal El Credo en dios y la virgísima Normal y los pastores y los rebaños de lo Normal el Honorable Congreso de las leyes de lo Normal el viejo Larrouse de lo Normal Yo solo llevo la prendas de mis cerillas el rostro de mi mirar el tacto de lo escuchado y el gesto avispa del besar y tendré una teta obscena de la luna mas perra en mi cintura y el pene erecto de las guarritas alondras y 7 lunares 77 lunares qué digo: 777 lunares de mi endiablada señal de Crear mi bella monstruosidad mi ejercicio de inventora de ramera de las torcazas mi ser yo entre tanto parecido entre tanto domesticado entre tanto metido “de los pelos” en algo otro nuevo título que cargar baño: de ¿Damas? o ¿Caballeros? o nuevos rincones para inventar Yo: trans…pirada mojada nauseabunda germen de la aurora encantada la que no pide más permiso y está rabiosa de luces mayas luces épicas luces parias Menstruales Marlenes bizarras sin Biblias sin tablas sin geografías sin nada solo mi derecho vital a ser un monstruo o como me llame o como me salga como me pueda el deseo y la fuckin ganas mi derecho a explorarme a reinventarme hacer de mi mutar mi noble ejercicio veranearme otoñarme invernarme: las hormonas las ideas las cachas y todo el alma!!!!!!… amén. Susy Shock de "Poemario Trans Pirado"
El poema de Susy Sock trata la temática de lo mosntruoso como representación de la subversión a lo establecido, cómo lo políticamente no correcto.
Se proponen a las identidades sexuales que no se corresponden con la heteronormatividad de la ideología dominante como monstruos. Así pensamos a la homofobia como una forma de opresión que ejerce el sistema que encasilla, y las políticas sociales que siguen lo establecido.
Se parte de la concepción de monstruo como “todo lo que no encaja” en las perspectivas de normalidad de la época, lo ajeno a la civilización, por lo tanto, a lo humano. Las formas de lo monstruoso cambian con las épocas y este monstruo es rechazado por el poder, por la ideología dominante de la clase que se impone. Estos monstruos se vuelven otros hasta para sí mismos, no pueden constituirse en su identidad.
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unpensadoranonimo · 6 years
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Carta de un cura al prior del Valle de los Caídos
Viendo que realizas alegaciones ante la exhumación de los restos de Francisco Franco cuando desde instancias superiores te pidieron neutralidad y al no reconocer la autoridad del Gobierno y cuestionar la decisión del Tribunal Supremo -me imagino que pensando que hay jueces del Opus Dei que lo van a frenar- parece que no hay muchas dudas de que no quieres que se produzca la exhumación del dictador y prefieres que permanezca dentro del templo. Tienes una actitud clara y combativa y deberías responder por qué. ¿Te sientes identificado o sientes admiración por Francisco Franco?
Personalmente, no voy a hacer ninguna batalla de esto ni se encuentra entre mis preocupaciones, pero entiendo que el Valle de los Caídos es un monumento a la barbarie y a la crueldad humana, a la guerra, a las miles de personas represaliadas, encarceladas, torturadas y asesinadas, además de las mujeres que fueron violadas y los niños robados después del conflicto.
Es la expresión de los vencedores, de una guerra que nunca debió empezar, de un golpe de Estado que nunca se debió producir y de una violencia que nadie debió ejercer. El Valle de los Caídos es la exaltación de un tirano, de un asesino que está a los pies del altar. ¿Esto no te parece una profanación? Pienso que Dios no debe estar ahí, que Dios debería estar ausente de un lugar donde se venera la muerte y se da culto al sufrimiento humano. Para mí, Hitler, Stalin o Franco son asesinos, cada uno con una ideología, pero son los rostros de la crueldad humana que pisotea la vida y la dignidad humana.
Espero y deseo que algún día las personas estén por encima de las ideas, que el respeto, la fraternidad, la paz y el entendimiento desplacen a la violencia, la imposición, el poder y la avaricia. Espero que algún día la gente de derechas y de izquierdas, los creyentes de una religión o de otra, quienes creen y quienes no seamos capaces de dialogar, estimarnos y establecer una relación de concordia y encuentro.
Veo que dices que se tiene presente a todos los caídos, olvidando que fue un monumento de exaltación a "los caídos de nuestra gloriosa cruzada", y, tal vez, digas que ahora se ha reconducido e incluye a los caídos de ambos bandos. Pero no entiendes, estoy convencido de ello, que eso es una forma de blanquear y justificar la guerra.
Hay caídos porque hubo una guerra, hubo matanzas, venganzas y no se trata de medir qué bando fue más cruel porque la guerra es cruel. Las guerras son malditas y no se pueden legitimar, ni siquiera apelando a los caídos de los dos bandos. Por cierto, supongo que quienes van a este lugar, además de turistas, son personas de ideología franquista o simpatizantes del franquismo; no creo que vayan familias de parientes muertos a manos del franquismo y no es difícil saber el por qué de esta realidad, cuáles son los sentimientos de unos y de otros.
Dices que no hay que abrir heridas, que hay que dejar las cosas como están para no removernos, que hay que seguir avanzando, pero creo que en el fondo lo que afirmas es que hubo un bando ganador y que eso es intocable y que todo está bien.
¿Te parece bien que seamos unos de los países con más fosas comunes? Me parece una vergüenza que se intente impedir sacar los restos de personas de las cunetas y enterrarlas con dignidad y, para muchas familias, como Dios manda. No se trata de abrir heridas, se trata de dignidad y justicia. Hay muchas personas que merecen la recuperación de la memoria histórica y su reparación; y eso es cerrar heridas, no abrirlas. Hubo un ganador militar, pero siempre perdemos todos, incluso los que ganan.
Me gustaría recordarte que el Valle de los Caídos está hecho con prisioneros fundamentalmente. Utilizaron mano de obra esclava y fueron tratados como animales. El Valle de los Caídos representa lo lúgubre, lo terrorífico, la maldad humana, aunque vaya bajo palio. Para los franquistas será un lugar de gozo, pero para el Dios de la vida es un lugar infernal.
No sé si vuestra comunidad benedictina debe permanecer en este lugar por lo que representa. Faltan muchas manos en lugares con sufrimiento donde aliviar el dolor humano.
Lo que sí te pido es que anunciéis que hay que amar a los refugiados, a los inmigrantes, que hay que respetar a los homosexuales, que el hombre y la mujer son iguales en deberes y derechos, que hay que defender un trabajo digno, que la guerra fue un error y un acto de nuestra inhumanidad, que la represión y la opresión -vengan de donde vengan- atentan contra el ser humano. También nos lo aplicaremos todos. Recuérdalo también el 20 de noviembre y no como provocación, sino como conversión.
Fuente: Juaquín Sánchez
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riusugoi · 6 years
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Jordi Maiso- Industria cultural: génesis y actualidad de un concepto crítico
Si la crítica de la industriacultural no quiere caer en el mal esnobismo, tiene que saber captar esas necesidadesinsatisfechas de los sujetos y convertirlas en un campo de disputa. Porque “en lasnecesidades mismas de los seres humanos atrapados y administrados reacciona unelemento en el que no están totalmente atrapados: el excedente de la participaciónsubjetiva, del que el sistema no pudo adueñarse completamente”56. Por supuesto,esto tampoco garantiza nada. Ante la amenaza de una lógica de socialización quecada vez puede integrar a menos individuos en su marco funcional de trabajo yconsumo, y que no trata con ningún miramientos a los elementos que considera“sobrantes”, este recurso puede parecer más bien insuciente. Pero ante la amenazareal de regresión, se trata de un resquicio que sería imprudente desaprovechar. El concepto de industria cultural se acuña para desmarcarse de la idea deuna “cultura de masas”: porque designa formas culturales que en modo algunosurgen espontáneamente de las masas y no remite a las guras contemporáneas delarte popular. La crítica de la industria cultural no es una crítica de determinados desarrollos técnicos (los medios de comunicación de masas), ni de determinadas formas de cultura “popular” (como el jazz o elSchlager ) o de “cultura de masas”(como el cine de Hollywood), y tampoco es una mera crítica del “entretenimiento”.Al reducirla a estos fenómenos, buena parte de la recepción ha restringido laindustria cultural a algunas de sus manifestaciones prototípicas en los años 20,30 y 40 del pasado siglo. La industria cultural no se reere a una serie deformas  particulares de cultura, sino a la cultura misma y al modo en que se articulasocialmente en una determinada fase de la modernidad capitalista. Por ello Adorno y Horkheimer subrayan que la industria cultural constituye un sistema, y que esto se debe a los imperativos de una formación social capitalista que, en su transición ala fase fordista, se imponen sobre la esfera cultural y amenazan con aniquilar loque convertía la cultura en cultura; es decir: su capacidad de rebasar el ámbito de la mera utilidad, el reino de la necesidad, y anticipar una idea de libertad que no fuera una mera abstracción. 
El concepto burgués de cultura hipostasiaba el reino de “lo bello” y “lo espiritual” –en contraposición a lo útil y lo material– más allá de la lucha porla subsistencia. En él se conservaban, como en una reserva natural, necesidades sociales que la sociedad burguesa profesaba como ideales y cuya praxis socialno  podía tolerar: una libertad más allá de lo meramente formal, una humanidad yuna solidaridad más allá del sujeto atomizado de intereses en un régimen de competencia, una verdad no meramente instrumental. De este modo la esfera de lacultura se veía separada del proceso social, de la facticidad realmente existente, y se la revestía de una “mayor dignidad” – como un ámbito más puro, más elevado. Lafalsedad de esta noción de cultura consiste en que presentaba el ámbito culturalcomo un ámbito autónomo, independiente, y la relación con él aparece como unmomento solemne, por cuanto separado de la “vida real”; el problema era que lacultura “eleva al individuo sin liberarlo de su denigración real”10. Sin embargo, quehasta ahora la cultura haya fracasado no es justicación para promover su fracaso.Esto es, sin embargo, lo que ocurre con la industria cultural. En palabras deRobert Hullot-Kentor: “Si la cultura, cuando escultura, es lo que potencialmenteva más allá de la autoconservación; y si laindustria, que signica muchomás que un dispositivo de fabricación, es lo que reduce ese potencial a la tareade la supervivencia, entonces la industria cultural –en tanto que producción decultura por la industria– es la reducción de todo cuanto podría ir más allá dela autoconservación a la cruda lucha por la supervivencia. Laindustria culturalesla fabricación deculturacomo producción de barbarie”11. Es decir, con la industria cultural la cultura pierde tendencialmente la posibilidad de trascender el reino dela necesidad, y al hacerlo sacrica su diferencia especíca y su relativa autonomía.La industria cultural remite ante todo a la subsunción total de la cultura a la formade la mercancía. No se trata solo de una crítica al comercio de arte o cultura.Las obras de arte ya erantambiénmercancías: solo en cuanto mercancía pudo elarte emanciparse del mecenazgo y conquistar una relativa autonomía a través delcarácter anónimo del mercado, que  permitiría el desarrollo del arte por el arte,si bien como un reducto meramente tolerado por la sociedad burguesa. Lo que ocurre es que con la industria cultural pasan a no ser ya tendencialmente nada má sque mercancías: no pueden ir más allá del contexto social y económico en el que surgen para articular un contenido estético específico o ser sujeto soberano –aunquesea meramente tolerado– de su  propio desarrollo artístico.
Para Adorno y Horkheimer, la industria cultural es un instrumento clave  paraque la red funcional de socialización capitalista pueda aprehender y canalizar  laconciencia y el inconsciente de los individuos socializados: una escuela queenseña los mores de integración en el capitalismo avanzado. Remite a estrategiascon las que los individuos intentan dotar de sentido a unas vidas de las que no sonsujetos soberanos. Se trata de un rito de inclusión social mediante el consumo. Ir alcine, como salir  de tiendas o ir al museo, se convierte en una actividad intransitiva,un n en sí mismo, cada vez más independiente del objeto del que se “disfrute” – eneso consiste también la “empatía con el valor de cambio” de la que hablaran Adornoy Benjamin27. En este sentido señala Adorno en Minima Moralia que lo que hace laindustria cultural no es sino administrar la brecha entre los hombres y su cultura28. 
Lo característico de la industria cultural sería que moviliza elanhelo de una vida mejor, el persistente aferrarse de los individuos a promesasde felicidad o al menos la necesidad de escapar de una realidad gris y cada vezmás insufrible, y lo funcionaliza de acuerdo con las exigencias de la reproducción de lo existente. En este sentido, la industria cultural “especula sobre el estado deconciencia e inconsciente” del público31: ofrece formas de mitigar el antagonismoentre los individuos cada vez más debilitados y el aparato social del que depende susupervivencia. Por  ello no se trata de simple “manipulación” y, si podemos hablar deengaño, desde luego los propios sujetos quieren ser engañados. La industria culturalcobra fuerza allí donde las demandas de la economía libidinal –que siempre siguenla línea de la menor resistencia– se funden con el conformismo y capitulan ante laavasalladora realidad social externa.     El propio Adorno señalaba a finales de los 60 que la industria culturalse había convertido en segunda naturaleza de la vida social34, y hace tiempo quese ha convertido ena priori, no solo de la producción y consumo del arte, sino detoda forma de experiencia.
La industria cultural articula su promesa de felicidad mediante la inclusión através del consumo, la participación al menos ritual en una vida social con cuyaconstitución se establece una relación de tácita complicidad. A su base estabauna relativa nivelación de las desigualdades sociales, que ofrecía acceso a bienesmateriales y espirituales que hasta entonces habían parecido un lujo.
El nuevo rostro de la industria cultural actual vienemarcado por el hecho de que, en los residuos de la sociedad de consumo actual,cualquiera puede disfrutar –aparentemente gratis– de la “riqueza cultural de lasociedad”: en forma de audios, videos, extractos de películas, que en principio  pueden ser consumidos, enlazados y compartidos de forma prácticamente ilimitada.En cambio, el acceso a la riqueza material de una sociedad que no conoce otro mediode integración que el trabajo asalariado se revela cada vez más difícil. La tendenciaa una integración mediática total de productos y consumidores coincide con unacreciente exclusión de amplios extractos de la población de los  bienes másesenciales. Parece que estamos ante el comienzo de un proceso de exibilización, precarización y miedo de quedar excluidos del sistema social de trabajo yconsumo. La industria cultural contemporánea y sus compensaciones deben seranalizadas en relación con estas transformaciones.
Pero, cuando discografías y lmografías enteras caben en un bolsillo, cuando se puede acceder a ellas en cualquier momento y lugar y difundirlas con apenas un click del ratón, y cuando fragmentos audiovisualesson extraídos de su contexto y se consumen como canapés, el fatigoso trabajo de producción cultural parece haberse vuelto inadecuado a sus formas de consumo. Los contenidos, que constituyen la sustancia de la cultura, parecen hoy algo  obsoleto, redundante en comparación con los medios. Su valor socio-económicoes más bien residual: son ante todo un pretexto para poner netbooks, iPodsy smartphones en funcionamiento –y son los aparatos los que concentran lasmayores inversiones–. Esto tiene que ver con la propia lógica de la industriacultural. En rigor, ella no puede  producir por sí misma contenidos nuevos, sinoque para poner en marcha su maquinaria necesita procesar un material cultural preexistente40: por eso parasita todo material cultural que cae en su poder, yasean materias primas o productos semifacturados. Primero fueron los contenidos dela cultura burguesa tradicional y los residuos de la cultura popular; más tarde lascontraculturas y subculturas alternativas supuestamente “no comerciales”. Unavez agotadas, tienen que ser  recicladas o producidas sintéticamente; al igual queel propio capitalismo, la industria cultural consume todas sus “reservas naturales” ysocava así sus propios fundamentos41.   
Pero la virtualización responde también a una promesa deempowerment .Paradigmáticos son en este sentido smartphones, iPods o tabletas, que ofrecenla ilusión de disponer sobre toda clase de productos con un leve gesto de los dedos.La soberanía que prometen es la del consumidor –precisamente en un momentoen el que la impotencia real de los sujetos, su indefensión ante los imperativossociales, ha alcanzado un grado sin precedentes. Por otra parte, esta aparienciadeempowermentqueda desmentida por la relación adictiva que se establece conestos aparatos digitales, y la sensación de soberanía se desvanece apenas el teléfonose queda sin batería o su  softwarees sustituido por una versión sucesiva. Estorevela lo quebradizo de este aparente fortalecimiento de los sujetos, y pone demaniesto que su supuesta soberanía sobre los productos culturales descansasobre presupuestos sociales como que la energía siga saliendo de los enchufes oque la cobertura de Internet permita que sigan emanando películas y canciones. Laaparente autonomía y soberanía de los usuarios sigue completamente sometida a la prepotencia del entramado social, y presupone que los individuos puedan integrarseen su marco funcional.
Tras estas ilusiones de empoderamiento late el miedo a una amenaza cadavez más presente: la de quedar excluido del sistema de trabajo y consumo47. Es coneste miedo generalizado, que a su vez implica la expansión de la lógica de lacompetencia a todas las esferas de la vida, con lo que especula la industria culturalactual.
Sin embargo la industria cultural no sólo es “huida de la realidad”, sino también“training para la vida”48. Esto ha de entenderse en el marco de las nuevas relacioneslaborales, que ya no permiten una inserción estable en el ámbito del empleo, sinoque favorecen la proliferación del trabajo “por cuenta propia” y una vinculacióncontractual cada vez más marcada por proyectos o servicios puntuales49. En estecontexto la planicación estratégica de la propia existencia y el marketing deuno mismo se han convertido en elementos esenciales del mercado de trabajo. Lasnuevas formas de autoescenicación que permiten las redes sociales se revelan perfectamente ajustadas a estos imperativos, y en ellas cada vez más individuosevidencian una enorme distancia hacia sí mismos y una sumisión total e inmediataa los imperativos sociales50. Si Adorno y Horkheimer habían señalado quelas técnicas publicitarias impregnaban el lenguaje y el estilo de la industriacultural, hoy la publicidad y el diseño son el prototipo que rige los modos en que elempresario de sí mismo se pone en escena y se muestra “empleable”. Aquí ya no setrata del culto al éxito encarnado en las celebridades y superestrellas, sino enconformarse activamente según los patrones sociales del éxito social. El sadismo con el que esto ocurre a menudo puede apreciarse en los programas de casting,desdeOperación Triunfoa Masterchef . Pero ya no se trata de encarnar un rolsocialmente reconocido, sino únicamente de presentarse como un recurso valioso yexplotable  para un sistema que cada vez necesita menos fuerza de trabajo humana51
En este sentido, la industria cultural 2.0 ha contribuido también a la difuminaciónde las fronteras entre trabajo y tiempo libre. El espíritu del capitalismo en la erade Adorno, que éste criticara con razón, era elwork while you work, play while you play52. El nuevo espíritu del capitalismo puede leerse por  ejemplo en los letrerosque Amazon coloca para sus trabajadores:work hard, play hard, make history. Elenorme incremento de la productividad en un régimen de competitividad desbocadaya no requiere solo trabajo mecánico, sino que busca poner a su servicio todas lasdimensiones lúdicas y recreativas, todo atisbo de ingenio y fantasía. La armaciónde Adorno de que en el capitalismo tardío la diversión no es sino prolongacióndel trabajo se revela literalmente cierta. Para el individuo forzado a presentarsecomo “empleable” toda forma de comunicación e interacción se convierte en un potencial escenario denetworking , una ocasión para mostrarse, perlarse, enumerarsus habilidades y destrezas, su experiencia e inagotable motivación, y hacer valersu ingenio y su ocurrencia.
[Kurz:] El capital, el “sujeto automático” de la valoración, es ahora la forma inmediata, sin ltrosy endemoniadamente trastornada de autorreferencia de los sujetos: Cada uno es su propio capitalista, cada uno es su propio trabajador. El individuo humano ya no tienehistoria, sino que como mero “uno” abstracto se reduce a un punto de intersección entrelas tendencias de los mercados, una máquina de auto-valorización, o, como se dice en elcapítulo de la industria cultural: “Cada uno es ya solo aquello en lo que puede sustituir alos otros: fungible, un ejemplar. Él mismo, el individuo, es lo absolutamente sustituible,la pura nada”53.   
Esta situación de impotencia refuerza la dependencia de las compensaciones dela industria cultural, y esto tiene como consecuencia que los individuos se vuelvenmás susceptibles a las fantasías de éxito, omnipotencia y megalomanía: “Al igualque cada uno es su propio capitalista y su propio trabajador, cada uno es tambiénsu propia estrella, su propio héroe y al mismo tiempo su propio y único fan […].También podría decirse: cada uno es su propia industria cultural casera” 54.
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wixoallan · 6 years
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CULTURA GÓTICA - OSCURO
La cultura Gótica comenzó en el Reino Unido entre finales de los '70 y mediados de los '80, en la escena del Rock gótico, una derivación del Post-Punk. En 1860, en Francia, un grupo de obreros y estudiantes se vistió de negro y se pintó el rostro de blanco para simbolizar la opresión social y económica de que era el objeto de ser unos verdaderos "muertos en la vida".
El negro es el color base de su atuendo, que denota luto. Se blanquea el rostro para mostrar la lividez de los muertos.
- El punk ya no se reflejaba lo que originalmente era. Su visión crítica y negativa ("no hay futuro") se ha convertido en una plataforma más sólida para experimentar otro tipo de ideas. Lo gótico abrió muchos campos donde se confluyeron los aspectos oscuros de la personalidad humana y sus aspectos metafísicos.
- La transición de la agresividad (característica punk) a la melancolía (característica gótica) fue la que originó el surgimiento del movimiento gótico, musicalmente hablando.
Cultura gótica: FILOSOFÍA DE LA OSCURIDAD.
- La cultura gótica combina un discurso y una imagen macabros, melancólicos y deprimentes. Su filosofía se basa en la oscuridad, la muerte, la sangre, la decadencia y la falta de futuro, dando cuenta de una de las identidades más singulares de las tribus urbanas actuales.
- Filosóficamente, el movimiento gótico contemporáneo tiene tres referentes fundamentales: La baja edad media, el romanticismo y el decadentismo. El movimiento gótico para dar forma a sus manifestaciones culturales actuales toma los elementos más oscuros de estos tres momentos históricos.
- De la Edad Media toma algunos aspectos crudos y sombríos de los góticos o goths, término peyorativo que eran sinónimos de “bárbaros”. Lo gótico aludía a la “edad de las tinieblas” que había reemplazado al “esplendor” del imperio romano por un mundo de barbarie. Este mundo denominado “decadente” fue rico en manifestaciones artísticas, principalmente en los ámbitos de la música y la arquitectura. Un mundo artístico dominado por las representaciones del infierno, repletas de demonios semi-humanos, gárgolas y cadáveres de muecas lascivas, característicos de la mampostería medieval, resultaban fascinantes y repulsivas a la vez.
- Buena parte de la literatura y la música del movimiento gótico actual retoma los temas hechos en esa época. Hoy en día existen poemas que aluden a castillos medievales, monstruos, demonios, gárgolas, brujas, magos, ángeles, entre otros personajes que luchan (y coexisten) en un mundo de fantasía. El discurso y la imagen gótica actual evocan en buena medida este periodo.
- El segundo referente histórico que aparece en lo oscuro es el romanticismo. A los góticos se les conoce también como “los nuevos románticos”. A principios del siglo XIX, con el romanticismo se vuelve una importancia fundamental para los temas de la llamada "edad de las tinieblas", plasmando en sus obras la constante lucha entre el bien y el mal, la sensualidad, y frecuentemente, la muerte. Lo gótico y lo romántico representan dos corrientes de la misma visión oscura de la vida.
- El tercer componente que influye en el gótico es el decadentismo. En las últimas décadas del siglo XIX, los elementos más oscuros de la tradición romántica dieron origen al llamado “movimiento decadentista”, que se distingue por su pesimismo y su humor ácido (o negro).
- El decadentismo cultivó en buena medida una fascinación por lo antinatural, degenerado, la perversidad sexual, el enfermizo, la trasgresión, el desencanto por lo religioso, el fracaso, entre otros temas, que aludían a la decadencia de ese mundo que vivía ya revolución industrial. Era una respuesta a los procesos de modernización y su influencia en la debacle de la condición humana.
- En el decadentismo se volvió atractiva, la idea de perversidad, pero no con la tinta propia de una visión religiosa, sino también en la visión de una personalidad siniestra para la crítica de una manera más radical que el romanticismo.
- Los góticos tienen un sentido del humor que puede entenderse como siniestro; Sentimos simpatía por cierta belleza, cierta fe, una inclinación inequívoca hacia lo arcano, profano, distinto, pálido, la tristeza y la melancolía.
Fuente: FADU
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locuradelibrosblog · 2 years
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Gracias @gemmaentrelecturas ♥️🌹 ・・・ #LosGuardianesDelPrado @j_alandes 💯📚 @espasaeditorial 🗣 Y tras leer esta novela me pregunto, ¿cuántas obras auténticas albergarán los museos? 🤔 🖌 Conocía del exilio que sufrieron muchas de las obras de arte del Museo del Prado, pero no el pago por ciertos bombardeos. Así que descubro con su lectura un hecho histórico desconocido para mí, el mayor robo cometido contra el Patrimonio de España, una colección de monedas de oro, la mejor del mundo, creada por Felipe V en 1711, ciento sesenta mil monedas y quince mil medallas, ¿lo sabías?  🖌               Toda novela cuenta con sus héroes, no solo villanos que los hay y muchos, Javier Alandes no duda en ponerles nombre y rostro, Mateo, con su historia de amor con Bela propia de los momentos citados, y Llopis, ambos conseguirán lo que parece impensable. Os garantizó que esos minutos con la pistola en alto son de una tensión inigualables, no se amilanó, demostró tener una sangre fría increíble.  🖌               ¿Por qué cuando invade la barbarie la razón se producen los saqueos y la destrucción de las obras de arte? 🤷‍♀️ Es una tradición aplicada desde los periodos más antiguos de la Historia, lo que demuestra que el ser humano poco evoluciona, pero hay más tras estos actos. El arte es una víctima más de la guerra. ¿No es acaso una tortura eliminar aquello que forma parte de la memoria de un país? No hace mucho fuimos testigos de el dolor que causo el incendio de Notre Dame de Paris, no solo para los parisinos, sino para muchas personas de todo el mundo, todos teníamos un instante de nuestra memoria unido a ella. Y sigo en el blog. Gracias a @espasaeditorial y a @pepa_locuradelibros , así como a mis compañeros del @clubdelecturall y a la librería @cervantesycia_libreria 💯💞 #gemmaentrelecturas📖 #pepalocuradelibros #clubdelecturall #encuentroconescritoresll #hoyenrecomendacionesll #encuentrosconescritoresll #leeresvivirmilvidas #leeraprendiendo #leerdescubrimiento (en Club de Lectura LL) https://www.instagram.com/p/Cd7pfD9Oi5n/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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amifikunohime · 6 years
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Mamihlapinatapei Capítulo 4: Lucifer.
 —Oh, Envy. Con que aquí estás —dijo una joven de cabello castaño y ojos naranja a un muchacho de edad aparentemente un tanto menor, vestido de mayordomo elegante.
—¿Se le ofrece algo, señorita? —respondió este, mirándole sin una pizca de emoción en los ojos. Su estatura no era muy alta, pero sí superaba a la de su presunta ama.
—Oh, no realmente… tan solo me preguntaba cuándo llegaremos a algún cuarto de juegos. El campo es precioso, mas no lo suficiente para entretenerme. Necesito juguetes y usar estos juguetes, ¿sabes?
—No se preocupe, señorita. Estoy seguro que llegaremos a algún reino, el descanso de los caballos terminará pronto.
—Ah… espero que en el castillo todo se encuentre en orden. Seguro se preguntan por qué me he ido tan repentinamente —al decir esto último, ella cubrió sus propios labios con la palma de su mano derecha para disimular su risa tímida.
A la orilla de un lago, algunos metros lejos de ellos, se hallaba un carruaje elegante de rosa salmón y oro. Este era tirado por un par de caballos: uno comía de las zanahorias que le daba otro sirviente, mientras que el segundo caballo bebía del agua del lago. La joven dama los miraba tranquila y risueña. Cuando se distraía, Envy posaba su mirada sobre ella y, aunque no sonreía, se notaba un brillo en sus ojos, el cual era apagado inmediatamente cuando ella se giraba para corresponderle la mirada.
—Siempre eres así…
—¿Disculpe, señorita?
Ella tan solo negó con su cabeza, aún sonriente, y alzó la falda de su vestido lo suficiente para caminar hacia el carruaje, pero a medio camino se quitó los tacones aguamarina, mismo color de las piedras en su joyería, y corrió en círculos por el campo, captando así la atención del jinete y el sirviente también. Reía como una niña pequeña que se sentía libre de todo estrés mundano, como si tuviese todo un universo para comerse por delante, y fue entonces que lo vio: un ensangrentado desconocido caminando por el sendero. 
—Vaya, la suerte me sonríe esta tarde —susurró para sí misma, mordiéndose el labio en otra de sus sonrisas divertidas, justo antes de extender su pie.
Envy, al notar esta acción, corrió hacia los tacones de la joven y luego hasta ella para colocárselos delicadamente. Esta mujer, aprovechando que el rostro del mayordomo no se hallaba tan alejado, se inclinó levemente para besar su mejilla como un gesto de agradecimiento. Él agachó el rostro para ocultar el rubor con los largos mechones de su cabello rubio, el cual le llegaba hasta la cintura, mas lo recogía con un listón negro; ella sonrió, porque sabía la verdad desde hace mucho tiempo. Tan solo le gustaba jugar con las emociones de los demás y su querido Envy era tan, tan adorable… que disfrutaba tirar de él hasta romperlo.
Muy pronto el herido se hallaba frente a ellos en el sendero, pero no fue hasta que notó el carruaje que decidió acercarse a la dama, pues era la única que no vestía como servidumbre. Para no manchar su brillante vestido rosa coral, se detuvo a metro de distancia y, como le permitieron las heridas, le saludó con una reverencia.
—Disculpe mi intromisión, señorita…
—Aricia. La princesa Aricia —se presentó ella.
—Su majestad, mi nombre es Morrison, y busco refugio de la terrible situación en mi reino.
—Oh, ¿acaso es usted un noble?
—No, su majestad. Tan solo soy un lector que sufre la tortura de su pueblo, el cual está condenado por la tiranía de sus reyes —explicó el desertor.
—Oh… ¿es así? Qué terrible infortunio el tuyo, joven Morrison —le respondió Aricia, cubriendo sus labios con un abanico de mano— ¿tan crueles son los reyes de ese lugar?
—Lo son, su alteza, vaya que lo son. En especial el rey tirano, el ejecutor: Trapsuki. Ese hombre es un desalmado, no tiene emociones, algunos dudan que sea humano. Nadie es feliz si él se encuentra presente, su majestad, todos temen el filo de su cuchilla y el fuego de sus armas; la prueba soy yo, que tan solo tuve la mala suerte de caminar cerca de él y ¡bang! Me disparó de gravedad; si no fuese porque esquivé el golpe, ahora me hallaría muerto.
—Me han interesado las tierras que dices. Algo así no debería pasar desapercibido, ¿me contarías más en el carruaje?, ¿en dónde se ubica este reino?
—No es algo que usted debería saber, su majestad. Es peligroso ese lugar, jamás enviaría a una dama pequeña y delicada como usted a semejante barbarie. Le contaré todo lo que necesite saber, aunque temo manchar sus asientos de sangre.
—Oh, por ello no se preocupe, caballero, que Envy es hábil en la limpieza, ¿no es así, Envy? —la princesa le dirigió una mirada al aludido y este asintió en respuesta.
—Así es, señorita. Me encargaré de toda mancha en vuestras pertenencias —añadió el mayordomo.
—¿Lo ves? No hay de qué preocuparse, ahora vayamos para que puedas contarme más de todo este…horror— continuó la gobernante extranjera, ahora que tenía el apoyo de su sirviente, y le hizo un gesto al jinete—. Adelante, Shamus.
El carruaje se puso en marcha con la princesa, el mayordomo y el fugitivo dentro de él, mientras que el otro sirviente acompañaba al jinete de nombre Shamus en el asiento delantero y externo al carruaje. Morrison se encontraba confiado, sin esperarse el lugar a donde le llevaban; aunque al inicio escuchaba sus quejas, eventualmente la dama dejó de prestarle atención y se enfocaba más en el atractivo de este. Su forma de hablar era tan viva, tan pura, tan idealista que le provocaba unas terribles ganas de estrangular su cuello y escucharlo suplicar ronco. Ante estos pensamientos, la joven le dedicó una leve sonrisa y él se ruborizó, ignorante la naturaleza de esa mueca.
Aquella mujer, con sus mejillas pecosas y ojos brillantes, era como un ángel, o eso pensaba Alexei. Era tan calmada y elegante, incluso emanaba una especie de inocencia corrupta; ningún rey o reina podía hacerse llamar inocente, y él sabía eso; que seguramente ese bello ángel también había encubierto terribles actos. Mas no le importaba, eso no esfumaba la inocencia de su sonrisa. Le había acogido y escuchaba sus quejas, contestando prudentemente a todo lo que decía; sus palabras eran exactamente lo que él quería escuchar, incluso logró que por unos momentos se olvidase de la prometida que esperaba su regreso al reino. Había salido a buscar ayuda y creía haberla encontrado. Qué terrible equivocación.
Fue entonces cuando el carruaje no se detuvo frente a un castillo ni entrada a ningún reino, sino frente a una granja abandonada con animales muertos cuyo hedor penetraba sus fosas nasales y le ocasionaban náuseas. El rebelde observó confundido a la dama que mantenía inmutable la sonrisa pacífica frente a él; se veía ligeramente vacía ahora, sus ojos habían perdido el brillo y, aún así, le hallaba terriblemente atrayente; por otra parte, el rostro inexpresivo de Envy podía pasar desapercibido sin problema alguno. Tenía sus ojos fijos en ambos, intercalando, cada cierto tiempo, su atención entre ellos; pero era como si un fantasma observara en su lugar. Para Morrison, en ese coche tan solo existían Aricia y él.
—¿Y qué pretendes que yo haga? —rompió el silencio la princesa.
—No lo sé, tan solo deseaba su…—analizó esa pregunta por unos momentos, ¿qué es lo que deseaba realmente? —opinión.
—Si es así: creo que es terrible lo que cuentas, que los reyes no cumplan con sus labores, sin embargo… tampoco entiendo del todo la situación en tu reino. ¿Realmente debes ser tú quien cambie algo? Podrías simplemente quedarte conmigo.
—¿Disculpe, su alteza?
—De donde yo vengo: todos son felices. Nunca hay problemas. Nadie muere. Sin embargo, no cualquiera puede acceder a esa puerta… ¿cómo sé que eres merecedor de unirte a mí?
—Sé que ahora mismo no lo soy; tan solo soy un joven con sueños revolucionarios. Deseo poder cambiar la situación en mi reino, pero a veces me siento tan deprimido por mi impotencia que prefiero olvidarlo todo.
—Tienes carácter, podrías lograrlo si te lo propones, pero no tienes por qué pensar en eso cuando estás conmigo —susurró esto último, acercándose al joven para acariciar con sus dedos la herida que había hecho Trapsuki en él, manchando así de sangre sus guantes.
—… ¿está bromeando? —preguntó incrédulo el joven, al notar la naturaleza del comportamiento de la princesa. No le cabía en la cabeza la posibilidad de que una joven portadora de una corona se le insinuase en su carruaje estacionado junto a una granja pútrida.
—No, no lo estoy; y sí, deseo esto —le contestó ella, sonriendo con la vista de esa herida, en la que hundía poco a poco sus dedos —. Envy, la soga y mi látigo.
—Como ordene, señorita —el mayordomo rápidamente tomó una caja que se hallaba oculta bajo el asiento y de esta sacó la dichosa soga, manchada de sangre seca y demás cosas. Entonces, se abalanzó hacia Morrison para obstruir todos sus movimientos con el objeto mencionado; era obvio que estaba acostumbrado a atar humanos por la hábil forma en que realizaba los nudos.
—Te mostraré los beneficios de ser mío —sentenció Aricia.
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El regreso de Fu Manchú: chinos y racismo en la España del Covid-19
Por Jesús Izquierdo Martín
Hay secuelas de esta desoladora pandemia que parecen pasar desapercibidas, como si no existieran en nuestro imaginario colectivo, como si no formaran parte de nuestra cultura política. Sin embargo, están ahí, dando sentido a una gran parte de las vidas que llenan este país tan familiar como extraño. Algunas merecen nuestro respeto porque retroalimentan vínculos de solidaridad, reciprocidades que parecen imposibles en las modernas sociedades liberales. Otras, sin embargo, resultan, cuando menos, condenables. Y uno de estos corolarios ha sido la reactivación del racismo; un racismo que se despliega sobre grupos humanos con los que creamos distancias porque la crisis nos ha unido, pero, paradójicamente, con el pegamento que emplea como materia prima la exclusión del otro, el distinto, el diferente: “moros”, “gitanos”, “sudacas”, “negros” y, en este inmediato presente, “chinos”.
De los primeros nunca hemos sabido modificar una actitud que está profundamente arraigada desde que acuñamos la idea de “reconquista”, una idea que solo pretendía legitimar la vinculación entre la vieja dinastía visigoda y la nueva monarquía conquistadora. El franquismo fue incluso más allá al aplicar el estigma del “otro moro” incluso a los muertos rifeños que le dieron los primeros éxitos tras el fracaso del golpe de Estado de 1936. Véase el documental del director marroquí Driss Deiback, Los perdedores (2006). Sus imágenes remiten, entre otras cosas, a la incapacidad de la dictadura para enterrar a aquellos muertos rifeños conservando sus pautas culturales. Quedaron así, como pruebas mortuorias de vidas despreciadas, esos cementerios desparramados por la península, restos mal inhumados de otros vencidos en la guerra que, se supone, habían triunfado junto a sus colonizadores nacional-católicos.
De los gitanos, mejor ni hablar. Pueden seguir levantando asociaciones que combatan las contraposiciones estereotípicas que de ellos hemos edificado. Ahora bien, la sombra del árbol de la intolerancia no las deja crecer. Un gitano ha sido, es y será un segundón, pese al flamenco y Camarón. Apelar al nicaragüense Eleazar Blandón, el temporero devastado este verano por un golpe de calor en los campos murcianos y abandonado por sus patronos hasta la muerte en un centro de salud, no es más que volver a dar cuenta de nuestra tenacidad por construir un otro pseudo-humano más cercano al mundo de las cosas inmundas que al universo de los ciudadanos respetados. Pero, descuiden, no nos veremos afectados. Moneda de bajo valor en el mercado de la España grande y libre. Y de los hombres y mujeres de “color”, lo más suave es señalar que continúan siendo una de esas pieles en las que reflejamos nuestra distinción, como alteridad negativa que deslinda la frontera entre el nosotros y la geografía imaginada más allá del Estrecho de Gibraltar -o del Sahara, si se me apura-; un espacio conjeturado como hábitat natural de arcanas tribus que solo sangran pobreza y muerte, donde son inimaginables estructuras políticas complejas como los antiguos imperios de Mali, Kanem, Gran Zimbabue o el Imperio de Ghana. O los reinos de Aksum y del Congo. A nosotros solo nos corresponde pensar que los incontestables restos arqueológicos de aquellos entramados políticos tienen que ser europeos, porque Europa siempre fue, es y será referente del progreso. Morimos como ellos, pero sus muertes no tienen comparación con nuestra vida, la vida del verdadero español, la de los Abascales, los Casados y la de esta clase media que hace de carne de cañón de los distraídos ricos, quienes seguramente ni se asomaron a los balcones ni aporrearon cacerolas. Estaban más bien dedicados a curiosear el mundo desde ningún lugar, sin temer que algún “despreciable” ocupara su espacio de privilegio. Los “otros” sencillamente no han contado, cuentan o contarán. Nunca lo han hecho, no lo hacen ni lo harán.
Pero en esta crisis sanitaria el rostro de la negatividad ha sido ocupado por esa construcción subjetiva a la que nos remitimos con desdén como “el chino”. La investigadora en la Universidad Autónoma de Madrid, Núria Canalda Moreno, ha estudiado bien este fenómeno, esta evidencia que ha demostrado la necesidad española –y occidental, que se lo digan a Donald Trump- de hallar un culpable para una pandemia en la que desde el principio perdimos el control. Nos da igual que detrás de ese “rostro de ojos rasgados” se esconda un singapurense, un tailandés o un coreano; tampoco nos importa que su origen sea transnacional, que proceda de territorios de Asia pero que por nacimiento y crianza sean españoles, de segunda, tercera o cuarta generación. Ellos mismos han acuñado un concepto, “chiñol”, para identificar su identidad en España. Pero aquí, entre nosotros, son simplemente chinos, el rostro de la enfermedad. No escuchamos su acento andaluz, extremeño o gallego, una entonación procedente de vidas compartidas como conciudadanos; no apreciamos que puedan ser señeros en la cultura y la economía de este país. Son solo eso: chinos. No asumimos que hayan gestado un movimiento de contestación al racismo inculpatorio, enarbolando la campaña #NoSoyUnVirus, o que fueran los primeros en cerrar sus tiendas en una lógica de responsabilidad que fue de inmediato calificada como una asunción de culpabilidad. O que en nuestras universidades reclamaran a las autoridades una y otra vez el uso de mascarillas, mientras profesores y estudiantes los mirábamos con una mezcla de sorna e incredibilidad. Repito: simplemente son chinos y, ya lo sabemos, el virus no solo tiene rasgos raciales, también tiene nacionalidad.
Esta doble identificación del virus –racial y nacional- se ha incrustado bien en la identidad de los españoles. No estamos, en esto, al margen de otros lugares donde este proceso ha calado con intensidad. No se trata de citar países. Pero nosotros hemos sublimado esa identidad negativa en un momento de pandemia en el que necesitábamos rehacer nuestra condición colectiva. Aquí el estereotipo ha funcionado con mayor intensidad quizá porque carecemos de tradición en la convivencia con lo asiático. Y además ya no teníamos suficiente con los arquetipos catalán y vasco para levantar nuestra españolidad. Para poner rostro al virus no alcanzaba ni un Valentí Almirall ni un Sabino Arana, aunque seguro que alguno de los abanderados y “cacerolones” esté sintiendo la tentación de hacerlo durante el rebrotar del virus. Era más fácil no bajarse del carro de la ignorancia e identificar el rostro del virus en ese ya sospechoso “asiático” que no se deja ver, a escondidas en su “tienda de chinos”, entre baratijas y pantallas de vídeo cuarteadas en programas de televisión y cámaras de vigilancia. Ponerle rostro nacional a un virus no es difícil cuando se conoce el lugar de procedencia. Tampoco es complicarlo racializarlo: solo requiere reducir a una única etnia las 56 existentes en China y luego extender ese único grupo humano a todo aquel sujeto que proceda del Extremo Oriente. El acto de estereotipación es sencillo y logramos poner cara a un ser no vivo. Ni más ni menos.
Más complejo resulta buscar en una comunidad nacional –la china- intenciones para contaminar a los demás, al menos para quien esto firma. Pero una vez dibujado el rostro, adjudicamos propósitos y, por lo tanto, responsabilidad. Y así nos exculpamos al tiempo que nos incluimos en un colectivo sufriente y victimizado. No somos responsables de la ineficiencia de la gestión de la crisis del Covid-19. Solo hay uno y tiene un rostro bien perfilado. Simplemente es la faz de un chino. Lo chino abarca así toda la barbarie o, planteado en otros términos, todo lo azaroso que los modernos europeos creímos haber controlado dentro de nuestras fronteras. Porque el concepto de barbarie siempre ha ido de la mano de las ideas de albur y de horda. Chinos, chinos y más chinos.
Pese a lo que diga la teoría liberal, las identidades no se constituyen voluntariamente; más bien son resultado de procesos supra-intencionales o sub-intencionales de reconocimiento grupal. Es más; necesitamos identidad para operar intencionalmente y siempre vienen asentidas por los demás. La identidad grupal requiere además de una alteridad, la constitución del otro en el que reflejar lo que creemos no ser; y lo peor es que generalmente también necesita de la construcción de una subalternidad: un otro distinto pero situado debajo de nuestra humanidad. El sociólogo Alessandro Pizzorno o la filósofa Gayatri Spivak, entre otros, han venido reflexionando sobre este asunto desde hace décadas. Son resultados socio-históricos. Pero, como otras edificaciones del tiempo, las naturalizamos, instituyéndolas como verdades trascendentes. Este es el origen de la asignación de un rostro chino para un virus sin vida, sin nación, sin raza que, sin embargo, da sentido a las vidas de estos españoles temerosos que buscan en los confines del mundo la cara de la enfermedad. Parece, como me recordaba mi amigo y escritor Alfons Cervera, el retorno de aquel personaje maligno que aparecía en los tebeos de Roberto Alcázar y Pedrín (1941-1976); ese Fu Manchú asiático y conspirador que tanto exotismo y orientalismo desplegaron en la España franquista. Aquel número 1083, editado en 1973, El regreso de Fu Manchú, parece así renacido, como un espectro que pone viejo rostro a una nueva maldad: el asiático Covid-19. Y nos exculpa.
Jesús Izquierdo Martín es profesor del Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Madrid.
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aunqueudselocrea · 4 years
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EL DIARIO SECRETO DE RICHARD BYRD….
De cualquier modo, los relatos más extraordinarios provienen del almirante piloto Byrd, que con su vuelo aéreo, entró en el interior de los dos Polos, sobrevolando lagos y ríos cristalinos, tierras frondosísimas en donde pastaban toda clase de animales, comprendidos los mamuts, bajo un sol tibio y dulce.
Lo definió “Aquel continente encantado en el cielo, tierra de perenne misterio”. Ha sido definida la más grande expedición de la historia humana, pero también la más  censurada. Almirante Richard E. Byrd
De las notas de su diario de a bordo, de la cuarta expedición polar, extraigo algunas frases que nos han revelado como él había adquirido una conciencia extraordinaria sobre tantas realidades, tanto humanas como planetarias, a través de su “contacto” con aquellas Civilizaciones Superiores.
Introducción:
“Debo escribir este diario a escondidas y en absoluto secreto. Se refiere a mi vuelo Ártico del 19 de febrero del año 1947. Vendrá un tiempo en el que la racionalidad de los hombres deberá disolverse en la nada y entonces se deberá aceptar la inevitabilidad de la Verdad.
Yo no tengo la libertad de divulgar la documentación que sigue, quizás nunca verá la luz, pero debo, de cualquier forma, hacer mi deber y relatarla aquí con la esperanza de que un día todos puedan leerla, en un mundo en el que el egoísmo y la avidez de ciertos hombres ya no podrán suprimir la Verdad”.
…”Extensiones de hielo y nieve bajo nosotros,vistas coloraciones amarillentas con dibujos lineales. Alterada la ruta para un mejor examen de estas configuraciones coloreadas,también vistas coloraciones violáceas yrosadas”. “Tanto la brújula magnética como la aguja giroscópica comienzan a girar y a oscilar, no nos es posible mantener nuestra ruta con los instrumentos. Señalamos la dirección con la brújula solar, todo parece aún en orden. Los controles parecen lentos en la respuesta y en el funcionamiento, pero no hay indicación de congelamiento”.
…”29 minutos de vuelo transcurridos desde el primer avistamiento de los montes, no se trata de una alucinación. Es una pequeña cadena de montañas que nunca habíamos visto antes”.
…”Además de las m ontañas hay algo que parece ser un valle con un pequeño río o riachuelo que discurre hacía la parte central. ¡No debería haber ningún valle verde aquí abajo!. ¡Hay algo decididamente extraño y anormal aquí! ¡Deberíamos sobrevolar sólo hielo y nieve!. A la izquierda hay grandes bosques en las laderas de los montes.Nuestros instrumentos de navegación todavía giran como enloquecidos”.
…”Altero la altitud a 1400 pies y efectúo un giro completo a izquierda para examinar mejor el valle que está debajo. Es verde con musgo e hierba muy tupida. La luz aquí parece diferente. No soy capaz de ver el Sol. Damos otro giro a la izquierda y avistamos algo que parece ser algún tipo de gran animal. ¡Se parece a un elefante! ¡¡¡NO!!!.
¡Parece ser un mamut!. ¡Es increíble! ¡Sin embargo es así!. Descendemos a cota 1000  pies y uso un prismático para examinar mejor al animal. Está confirmado, se trata de un animal semejante al mamut”. …”Encontramos otras colinas verdes. El indicador de la temperatura exterior marca 24º centígrados. Ahora seguimos sobre nuestra ruta. Los instrumentos de abordo,ahora, parecen normales. Quedo perplejo ante sus reacciones. Intento contactar el campo base. La radio no funciona”. …”El paisaje circundante parece nivelado y normal. Delante de nosotros avistamos aquello que parece ser ¡¡¡una ciudad!!!. ¡Es imposible!. El avión parece ligero y extrañamente flotante. ¡Los controles se niegan a responder!. ¡Dios mío!. A nuestra derecha y a nuestra izquierda hay aparatos de extraño tipo. Se aproximan y algo irradia de ellos. Ahora están bastante cerca para ver sus insignias. Es un símbolo extraño. ¿Dónde estamos?. ¿Qué ha sucedido?. Otra vez tiro decididamente de los mandos. ¡¡¡No responden!!!Estamos atrapados firmemente por una especie de invisible cepo de acero”.
…”¡Nuestra radio grazna y llega una voz que habla en ingles con acento que parece decididamente nórdico o alemán!. El mensaje es: - Bienvenido a nuestro territorio,Almirante. Os haremos aterrizar exactamente dentro de siete minutos. Relajaros, Almirante,estáis en buenas manos -. Me doy cuenta de que los motores de nuestro avión están apagados. El aparato está bajo un extraño control y ahora vira sólo”.
…”Recibimos otro mensaje radio. Estamos iniciando la maniobra de aterrizaje y en breve el avión vibra ligeramente comenzando a descender como sostenido por un enorme,invisible, ascensor”. …”Algunos hombres se están aproximando, a pie, al avión. Son altos y tienen el pelo rubio. A lo lejos hay una gran ciudad destellante,vibrante con los colores del arco iris. No sé lo que sucederá ahora, pero no veo trazas de armas sobre los que se aproximan. Ahora oigo una voz que me ordena, llamándome por mi nombre, de abrir la puerta. Ejecuto”.
Después de estos apuntes, sacados del “diario de abordo”, el Almirante anota lo que sucede: …”De este punto en adelante escribo los acontecimientos que siguen, volviéndolos a llamar a la memoria. Esto asienta la imaginación y parecería una locura sino hubiese acaecido verdaderamente. El técnico y yo fuimos sacados del avión y acogidos cordialmente. Luego fuimos embarcados sobre un pequeño medio de transporte semejante a una plataforma pero sin ruedas. Nos condujo hacia la ciudad destellante con extrema celeridad. Mientras nos aproximábamos, la ciudad parecía hecha de cristal. Alcanzamos en poco tiempo un gran edificio, de un estilo que nunca, antes,había visto.
¡Parecía haber salido de los diseños de Frank Lloyd Wright, o quizás más precisamente de una escena de Buck Rogers!. Nos ofrecieron un tipo de bebida caliente de algo que nunca había saboreado. Era deliciosa. Después de unos 10 minutos, dos de nuestros sorprendentes anfitriones vinieron a nuestro alojamiento, invitándome a seguirlos. No tenía otra elección que obedecer. Deje a mi técnico-radio y caminamos un poco hasta entrar en aquello que parecía ser un ascensor. Descendimos durante unos instantes, el ascensor se paró y la puerta se deslizó hacia arriba silenciosamente. Proseguimos luego por un largo corredor iluminado por una luz rosa que parecía emanar de las mismas paredes.
Uno de los seres hizo señal de pararnos ante una gran puerta. Encima de esta había una inscripción que yo no estaba en grado de leer. La gran puerta se deslizó sin ruido y fui invitado a entrar. Uno de los anfitriones dijo: - No tenga miedo, Almirante, vais a tener un coloquio con el Maestro. - Entré y mis ojos se adecuaron lentamente a la maravillosa coloración que parecía llenar completamente la estancia.
Entonces comencé a ver aquello que me rodeaba. Aquello que se mostró a mis ojos era la vista más sorprendente de toda mi vida. En efecto, era demasiado magnifica para poder ser descrita. Era deliciosa. No creo que existan términos humanos capaces de describirla, en cada detalle, con justicia. Mis pensamientos fueron interrumpidos dulcemente por una voz cálida y melodiosa: “Le doy la bienvenida a nuestro territorio,Almirante”.
Vi un hombre de facciones delicadas y con las señales de la edad sobre su rostro. Estaba   sentado en una mesa grande. Me invitó a sentarme en una de las sillas. Después de sentarme, unió la punta de sus dedos y sonrió. Habló de nuevo dulcemente y dijo cuanto sigue: - Lo hemos dejado entrar aquí porque usted es de carácter noble y bien conocido en el mundo de superficie,Almirante-. ¡Mundo de superficie! ¡Casi quede sin aliento!
“Si - recalcó el Maestro con una sonrisa - Usted se encuentra en el territorio de los Arianos, el Mundo sumergido de la Tierra. No retardaremos mucho su misión y seréis acompañados de vuelta sobre la superficie y además sin peligro. Pero ahora, Almirante, le diré el motivo de su convocación aquí.Nuestro interés comenzó exactamente inmediatamente después de la explosión de la primera bomba atómica por parte de vuestra raza sobre Hiroshima y Nagashaki, en Japón. Fue en aquel momento inquietante cuando expedimos sobre vuestro mundo de superficie nuestros medios voladores.
Los Flugelrads, para investigar sobre aquello que vuestra raza había hecho. Esta es,obviamente, historia pasada, Almirante, pero permítame seguir. Vea, nosotros nunca, antes de ahora, habíamos interferido en las guerras y en la barbarie de vuestra raza, pero ahora debemos hacerlo en cuanto vosotros habéis aprendido a manipular un tipo de energía, la atómica, que no es, de hecho, para el hombre. Nuestros emisarios ya han entregado mensajes a las potencias de vuestro mundo y sin embargo estas no los atienden.
Ahora usted ha sido elegido para ser testigo de que nuestro mundo existe. Vea, nuestra cultura y nuestra ciencia están miles de años por delante de las vuestras, Almirante”. Lo interrumpí: “¡Pero todo esto que tiene que ver conmigo, Señor!”. Los ojos del Maestro parecían penetrar de forma profunda en mi mente y después de haberme estudiado un momento, contestó: “Vuestra raza ha alcanzado el punto de no retorno, porque hay algunos, entre vosotros, que destruirían todo vuestro mundo antes que renunciar al poder,así como lo conocen…”.
Asentí y el Maestro continuó: “Desde 1945 en adelante, hemos intentado entrar en contacto con vuestra raza pero nuestros esfuerzos han sido acogidos con hostilidad: se hizo fuego contra nuestro Flugelrads. Si, hasta fueron seguidos con maldad y animosidad por vuestros aviones de combate. Así ahora, hijo mío, le digo que hay una gran tempestad en el horizonte, para vuestro mundo, una furia negra que no se extinguirá durante varios años. No habrá defensa con vuestras armas,
no habrá seguridad en vuestra ciencia.Asolará hasta que cada flor de vuestra cultura haya sido pisoteada y todas las cosas humanas sean dispersadas en el caos. La reciente guerra ha sido solamente un preludio  a cuanto todavía debe advenir a vuestra raza. Nosotros, aquí, podemos verlo más claramente a cada hora… ¿Cree que me equivoco?.” “No - contesté - ya ha sucedido una vez en el pasado; llegaron los años oscuros y duraron 500 años”. “¡Si, hijo mío - replicó el Maestro - los años oscuros que llegarán ahora para vuestra raza, cubrirán laTierra con un paño mortuorio, pero creo que alguno, entre vosotros, sobrevivirá a la tempestad, más que esto no sé!. Nosotros vemos en un futuro lejano emerger de nuevo, de las ruinas de vuestra raza, un mundo nuevo en busca de sus legendarios tesoros perdidos y estos estarán aquí, hijo mío, al seguro en nuestro poder. Cuando llegará el momento apareceremos para ayudar a vivir vuestra cultura y vuestra raza.
Quizás, para entonces, habréis aprendido la futilidad de la guerra y de su lucha… y después de aquel momento una parte de vuestra cultura y ciencia os serán restituidas para que vuestra raza pueda recomenzar. Usted, hijo mío, debe volver al Mundo de Superficie con este mensaje…”.
Con estas palabras decisivas, nuestro encuentro parecía llegar a término. Por un momento me pareció vivir un sueño… y, sin embargo sabía que aquella era la realidad y por alguna extraña razón me incline levemente, no sé si por respeto o humildad. De improviso me di cuenta de que los dos fantásticos anfitriones, que me habían conducido aquí, estaban de nuevo a mi lado. “Por aquí, Almirante”, me indicó uno de Ellos.Me giré una vez más antes de salir y miré al Maestro. Una dulce sonrisa estaba impresa en su anciano y delicado rostro. “Adiós, hijo mío”, me dijo e hizo un gesto suave con su grácil mano, un gesto de paz y nuestro encuentro llegó definitivamente a su fin.
Salimos rápidamente de la estancia del Maestro por la gran puerta y entramos otra vez en el ascensor. La puerta descendió silenciosamente y nos movimos inmediatamente hacía lo alto.
Uno de mis anfitriones habló de nuevo: “Ahora debemos apresurarnos, Almirante, en cuanto el Maestro no desea retardar más vuestro programa previsto y debéis volver a vuestra raza con su mensaje”. No dije nada, todo esto era casi inconcebible y, una vez más mis pensamientos se interrumpieron apenas nos paramos. Entré en la estancia y estuve de nuevo con mi tecnico-radio. Tenía una expresión ansiosa sobre su rostro. Acercándome dije: “Todo esta bien, Howie,todo esta bien”.
Los dos seres nos señalaron el medio en espera, salimos y pronto alcanzamos nuestro avión. Los motores estaban al mínimo y nos embarcamos inmediatamente. La atmósfera,ahora, estaba cargada de un cierto aire de urgencia. Cuando la puerta estuvo cerrada, el avión fue inmediatamente transportado a lo alto por aquella fuerza invisible hasta que alcanzamos los 2.700 pies. Dos de los medios aéreos estaban a nuestros flancos, a una cierta distancia, haciéndonos planear a lo largo de la vía del retorno. Debo remarcar que el indicador de velocidad no indicaba nada,sin embargo nos estábamos moviendo muy rápidamente.
…Recibimos un mensaje radio: “Ahora os dejamos, Almirante, vuestros controles están libres. ¡¡¡Wiedersehen!!! Miramos por un instante los Flugelrads, hasta que desaparecieron en el cielo azul pálido. El avión pareció, de improviso, capturado, por una corriente ascensional. Tomamos inmediatamente el control. No hablamos durante un rato, cada uno de nosotros estaba inmerso en sus propios pensamientos. …Sobrevolamos nuevamente extensiones de cielo y nieve, a unos 27 minutos del campo base. Enviamos un mensaje radio, nos contestan. Tenemos condiciones normales…Del campo base expresan alivio por haber establecido nuevamente el contacto.…Aterrizamos suavemente en el campo base.Tengo una misión que cumplir.
…11 de marzo de 1947. He tenido, apenas, un encuentro de Estado Mayor en el Pentágono. He relatado enteramente mi descubrimiento y el mensaje del Maestro. Todo ha sidodebidamente registrado. El Presidente ha sido puesto al corriente. Me retienen algunas horas (exactamente 6 horas y 39 minutos). Soy cuidadosamente interrogado por las Top Security Forces y por un equipo médico. ¡¡¡Es un tormento!!!. Me ponen bajo estrecho control de los medios de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América. Me recuerdan que soy un militar y que, por consiguiente, debo obedecer las ordenes.
…Última anotación: 30 de diciembre de 1956.Estos últimos años, transcurridos desde el 1947 hasta hoy, no han sido buenos… He aquí, pues, mi última anotación en este singular diario. Concluyendo, debo afirmar que, debidamente, he mantenido secreto este argumento, como se me ordenó, durante todos estos años. He hecho esto contra todo principio mío de integridad moral. Ahora siento aproximarse la gran noche y este secreto no morirá conmigo, sino, como toda verdad, triunfará.
Esta es la única esperanza para el género humano. ¡He visto la verdad y esta ha revigorizado mi espíritu donándome la libertad!. He hecho mi deber con relación al monstruoso complejo industrial militar. Ahora la larga noche comienza a aproximarse, pero habrá un epílogo. Como la larga noche del Antártico termina, así el sol brillante de la verdad surgirá de nuevo y aquellos que pertenecen a las tinieblas perecerán a su luz…
Porque yo he visto “Aquella Tierra más allá del Polo, aquel Centro del Gran Desconocido”
Abr 22nd, 2014
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