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attestation-process · 7 months ago
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attestationdocs · 7 months ago
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literaryvein-reblogs · 7 months ago
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words for your dystopian novel
Bad situation
abend, accident, adversity, anarchy, apocalypse, backwash, bad scene, bane, bedlam, bind, blooper, bottleneck, bug, bummer, can of worms, cataclysm, catch, chaos, clog, cobweb, collision, commotion, conflict, contempt, crisis, crunch, damage, deadlock, debacle, decline, deficiency, detriment, difficulty, disadvantage(s), disaster, discomfiture, disorganization, disservice, disturbance, downfall, drag, drawback, duress, emergency, error, exigency/exigence, failing, famine, fiasco, fix, flash point, flip-flop, flotsam, friction, gadfly, hang-up, harm, havoc, hell, histrionics, holdup, hurdle, impasse, impropriety, inconvenience, infirmity, jalopy, jump, lapse, limitation, lose, madhouse, malfunction, maze, mire, misery, misfortune/mishap, mix-up, neglect, nightmare, obstacle, onus, ordeal, pall, pass, pell-mell, pickle, pitfall, plague, poison, press, problem, quagmire, question, restraint, reverse, ruin, scandal, scrape, shambles, showdown, smash, snare, spot, storm, strife, syndrome, tiff, to-do, trap, trouble, turmoil, undoing, uprising, upset, weight, wreck
Danger
act of God, bad trip, calamity, cataclysm, crapshoot, curse, dilemma, emergency, hardship, ill, mayhem, peril, risk, seriousness, threat, trouble, violence
Fate
accident, break, bummer, chaff, contingency, damnation, destiny, doom, downfall, duty, flip-flop, fortune, future, good, judgment, limbo, lot, misfortune/mishap, outlook, penalty, plague, predestination, setback, suspense, undoing, windfall
Morality
abandon, affirmative action, blasphemy, conscience, craft, decadence, delinquency, dirt, enormity, equality, ethics/ethic, excess, faithfulness, falsity, favoritism, good, good will/goodwill, guile, guise, honesty, ideals, imposture, infamy, infraction, iniquity, innocence, liability, loyalty, misbehavior, misconduct, misdeed/ misdemeanor, morals, obscenity, outrage, principle/principles, profanity, responsibility, sacrilege, scandal, score, sin, treachery, trespass, trickery, turpitude, validity, veracity, virtue, wrong
Assert
accredit, adduce, advocate, affirmation, allege, announcement, attest, bemoan, bluster, brag, bring out, come clean, crow, declaim, declare, deny, drum into, emphasize, exclaim, exult, gloat, gloss, gush, impute, insist, justify, level, maintain, mockery, overrate, play down, plead, point out, proclaim, promote, pronounce, punctuate, push, rave, retract, rumor, speak out/speak up, state, stress, support, swear, testify, testimony, underscore, vindicate, vouch, whitewash, witness
Authorize
accede, accredit, acknowledgment, affirm, appoint, approve, assign, back, bar, bless, certify, chicken out, concession, constitute, countenance, crown, dedicate, delegation, disown, enable, endorse, enjoin, entrust, exempt, forgive, induct, invest, lay, let off, make, negate, nominate, notarize, okay, order, overrule, permission, place, prohibit, recall, release, repeal, revoke, spare, subscribe, validate, veto, warrant, witness
Criticize
abuse, admonition, aspersion, assault, bad-mouth, baste, beef, berate, browbeat, castigate, chasten, chew out, come down on, complaint, condemnation, correct, criticism, critique, cut, damn, debase, denigrate, denunciation, deprecate, deride, detract, diatribe, disparage, dress down, flak, fulminate, gainsay, gird, gripe, grouch, hiss, humiliate, impugn, invective, jaw, knock, lament, lay into, malign, mortify, mug, nag, offense, pick at/pick on, protest, rail, rap, reflection, reprimand, reprove, revile, row, sarcasm, scorn, sit-in, sneer, storm, swear, tell off, upbraid, vituperate
Demand
adjure, beckon, behest, bidding, call, charge, command, crave, cross-examine, debrief, demand, direct, enjoin, exact, extortion, grease, importune, inflict, instruct, necessitate, order, petition, query, request, requisition, solicit, squeeze, supplicate, take on
Government action
abdicate, abolition, administer, amnesty, cease-fire, command, depose, dethrone, dominate, enforce, exile, filibuster, override/overrule, reign, run in, second, tax, veto
Government organization
administration, cabinet, capitol, confederacy, cop, court, democracy, dictatorship, empire, government, jury, police/police officer, regime, sovereignty, tyranny
Political action
amnesty, arbitration, campaign, crusade, demonstration, drive, elect, endorse, mutiny, nomination, picket, poll, reaction, revolt, riot, sedition, vote
Restrict
bar, bind, bound, brake, circumscribe, cocoon, constrain, constrict, control, curb, dam, defer, deferment/deferral, desensitize, embargo, enjoin, expatriate, expulsion, fetters, forbear, gag, grind, hamper, handicap, hem/hem in, hobble, hold back/hold off, impair, imposition, inhibit, keep one’s cool, localize, moderate, obligate, ostracism, prohibit, rein, restrain, retard, shackle, slowdown, squelch, strangle, subdue, suspend, tie/tie up
Symbol
arms, autograph, beep, capital, charm, code, cue, device, emblem, ensign, flag, flourish, graffiti, handwriting, herald, imprint, indication, John Hancock, landmark, letter, logo, notation, numeral, script, sign, spot, stripe, tag, tick, trademark, type, writing
NOTE
Excerpted from Roget's 21st Century Thesaurus, Updated and Expanded 3rd Edition, in Dictionary Form, edited by The Princeton Language Institute.
The above are concepts classified according to subject and usage. It not only helps writers and thinkers to organize their ideas but leads them from those very ideas to the words that can best express them.
It was, in part, created to turn an idea into a specific word. By linking together the main entries that share similar concepts, the index makes possible creative semantic connections between words in our language, stimulating thought and broadening vocabulary. Writing Resources PDFs
Source ⚜ Writing Basics & Refreshers ⚜ On Vocabulary Dystopia ⚜ Dystopian World ⚜ Pain & Violence ⚜ Hate
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sweetillnessofm · 1 year ago
Note
¡hola! antes que nada escribes muy bien, y fui fan de tu trabajo pasado, sigue así🫶
queria pedir algo de rough angry sex con enzo🫣después de una discusión!!
holii, aparezco gente, gracias por tus comentarios bonitos anon🫶 espero esto les guste 😪
kiss and make up☆
(one shot)
ADVERTENCIAS/TAGS🗯: enzo vogrincic x reader, smut, rough sex, fingering, kinda mean enzo(?), hair pulling, cum swallowing
Tumblr media
todo empezó por una mandarina.
o bueno, eso creyó enzo al principio.
desde que despertaron ambos en la mañana, el mayor pudo notar que tus ánimos no eran los mejores. apenas dándole los buenos días te dirigiste a la cocina para hacer el desayuno; sin ni siquiera un beso, o un abrazo, ni el típico rato que pasaban enrollados uno con el otro entre las sábanas disfrutando del calor corporal... pasaste de él.
trató de no hacerse mucha mente y unos minutos después bajó a la cocina donde te encontró de espaldas, frente a un sartén del cual se desprendía el olor de unos panqueques. se acercó hacia ti con pasos un tanto ruidosos para que no te asustaras cuando sintieras sus brazos rodear tu cuerpo, y apoyó su mentón en tu hombro cariñosamente, observando desde arriba los alimentos que preparabas.
"te comiste mi mandarina, enzo" espetaste con fastidio, saliendo de su abrazo y moviéndote hacia el tacho de basura para desechar unas cáscaras.
"¿cómo?" respondió con el ceño ligeramente fruncido, sintiendo genuina confusión.
"anoche, anoche cuando llegaste te comiste la mandarina que dejé en la heladera" te giraste hacia él enfrentándolo. "ya yo estaba dormida" murmuraste y devolviste tu atención al sartén caliente.
el castaño pareció recordar su travesura. "aah, sí, sí. sí me la comí, pero no creí que te molestaría, chiquita" dijo con un tono suave y se volvió a acercar a tu cuerpo "perdoname, no es tan grave, sabés que puedo salir a comprar más-".
giraste los ojos, más enfadada que antes. "déjalo, ya, no hace falta" serviste en los platos de cada uno los panqueques y le tendiste el suyo a enzo "toma, provecho".
consumieron sus desayunos en silencio, evitabas la mirada del castaño a toda costa con tus ojos fijos en el plato. confundido y pensativo, enzo quiso preguntarte si realmente era una simple mandarina lo que había causado tanta molestia en ti, cuando fue interrumpido por el sonido de una de sus alarmas recordándole que se le estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, que era una nueva película en la que llevaba dos meses participando.
se disculpó contigo y te dio un beso en la frente antes de lavar su plato y subir a la habitación a prepararse, dejándote con la mirada perdida en la mesa y terminando tu desayuno sola.
en algún tiempo libre del día te llamaría y trataría de arreglar las cosas, pensó, no podían quedar mal por un pequeño error de él y una simple fruta. sí, definitivamente eso haría.
si tan solo hubieras contestado sus llamadas.
llegó el mediodía cuando sentiste la primera vibración de tu celular, y en vez sentir felicidad al ver el nombre de "mi vida ♡" en la pantalla, solo sentiste tu pecho llenarse con un incómodo sentimiento de enojo. lo mismo fue con la segunda, con la cuarta, y la séptima llamada, tanto así que llegó a un punto donde tuviste que silenciar por completo el aparato.
no estabas segura de por qué actuabas así, te sentías como una nena malcriada hasta cierto punto, pero supusiste que era por los días que llevabas acumulando tus sentimientos reales.
obviamente tu malestar no era por una mandarina, eso solo fue un gatillo para que se disparara tu estado de ánimo reprimido. la realidad era que te sentías descuidada por enzo.
desde que empezó con su nuevo papel pudiste notar como cada vez pasaban menos tiempo juntos; habían menos oportunidades para salir, para las actividades que solían hacer antes, para tener sexo. apenas teniendo un corto momento en las mañanas para poder sentir el calor y el cuerpo del otro antes de que el mayor se despidiera, no era suficiente. te hacía mucha falta y sentías también que no tenías siquiera el tiempo para poder expresarle cómo te sentías.
al principio era tristeza pura lo que te llenaba pero con los días se transformó en rabia. porque enzo parecía no darse cuenta y parecía que no se sentía afectado.
cayó la noche y estabas saliendo de la ducha cuando escuchaste la puerta de la habitación abrirse.
"¿amor?" escuchaste la voz preocupada del castaño "nena, qué pasó? te llamé mil veces y no me contestaste ninguna, me tenías mal" se acercó rapidamente a ti cuando te vio salir del baño envuelta en una toalla. "de verdad necesitaba hablar con vos, pero sabés como es todo, no podía regresarme a la casa" tomó tus manos entre las suyas, mirándote preocupado.
"disculpame, me quedé dormida" respondiste tosca. te soltaste de su agarre y fuiste al ropero a buscar tu pijama.
"pero por qué no me devolviste las llamadas?" siguió tu andar con su mirada y chasqueó la lengua. "mirá, no sé si realmente estés así por la estupidez de la mandarina, te dije que podía comprarte más, pero si no es eso necesito que me digas ya qué carajos tenés".
notaste como progresivamente su tono de voz dejaba de ser suave y comprensivo para volverse más alto. "desde que despertaste me tratas diferente, ni siquiera un beso nos dimos. todavía en la cocina me girás los ojos y me sacás de encima así sin más, y en todo el desayuno me ignoraste, te buscaba la mirada y nada" negó con la cabeza.
"entonces aparte de eso te llamo porque realmente me preocupa estar bien con vos, porque sos mi mujer y te amo, y qué recibo? el jodido buzón" se pasó una mano por el cabello, con estrés. "no soy adivino, necesitamos comunicarnos, entendelo".
"te preocupa estar bien conmigo?" esta vez fue tu turno de responder, alterada. "te preocupa tantísimo que en estos dos meses te has distanciado un montón y hasta ahora sigues sin darte cuenta?" estabas casi gritando, finalmente le estabas contando la verdad, aunque en una circunstancia que se pudo haber evitado. "andate al carajo" te giraste hacia el ropero de nuevo buscando la ropa, esperando de espaldas a él con la piel erizada una respuesta filosa de su parte.
"entonces era eso," rió con amargura "te costaba demasiado decirlo desde antes? sabés lo importante que es decirnos este tipo de mierdas, dios" con cada oración se iba acercando más a ti. ajena a ello seguiste buscando entre las gavetas.
continuó "parece que sí, porque tuviste que esperar y llegar a este punto, para que yo llegara cansado del rodaje y en vez de ser recibido con un abrazo al menos, soy recibido con este berriche". te diste la vuelta rápidamente hacia él para protestar cuando lo encontraste muy cerca de tu cuerpo, con sus ojos clavados en ti.
teniéndolo tan cerca pudiste observar con detalle su expresión. iracundo, con el cabello desordenado, el ceño fruncido, los ojos llenos de agotamiento y una mandíbula apretada, tensa.
realmente esta era una parte de enzo que no conocías, porque sus discusiones solían ser tan tontas y reducidas que ninguno de los dos acababa enojado propiamente. claro, hasta ahora.
algo que no esperabas en lo absoluto era que tal cosa empezara a causar una humedad entre tus piernas...
tal vez ya te estabas volviendo loca por la falta de sexo.
negaste con la cabeza tratando de deshacer tus pensamientos. "es esto solo un berrinche para ti, enzo?" soltaste con rabia. "dime, crees que no me afecta estar jodidamente sola acá en la casa? nada más que esperando como imbécil a que llegues tarde por la noche y ni siquiera podamos hablar un rato, porque llegas durmiendo. y ni hablar de los días libres donde nada más lees y lees guiones".
caminaste pasando de él y dijiste a lo ultimo "hace cuánto tiempo que no cogemos?" el tono de tu voz ya había bajado, casi en derrota.
al ver que enzo se quedó de espaldas a ti sin responder, suspiraste y te quitaste la toalla que envolvía tu figura, para empezar a vestirte.
con la mirada fija en el suelo, a punto de deslizar por tus piernas las bragas que escogiste, sentiste como enzo se abalanzó sobre ti haciendo chocar tu espalda contra la pared que había detrás de ambos, con su boca empezando un camino de mordidas y chupetones nada suaves en tu cuello, hacia tus hombros y clavículas.
gemiste agarrando sus brazos, sintiendo sus manos recorrer desesperadamente tu desnudo cuerpo y bajar hacia tu culo, el cual amasó con fuerza acercándote lo más posible hacia él. en un movimiento involuntario abriste las piernas, lo cual aprovechó el mayor para introducir una suya en el espacio entre ellas y poder rozar su muslo contra tu coño.
jadeaste al sentir la fricción de la tela contra tu clítoris y empezaste a mover tus caderas con la intención de estimularte más, cosa que no lograste por el fuerte agarre que tenía enzo en estas. en cambio, sentiste como este empujó su pierna ásperamente contra ti, restregándola de atrás hacia delante y mojando la tela con tus jugos en el proceso.
"entonces lo que querés es que te coja, no?" musitó contra tu oreja, soltando una pequeña risa sin gracia al escuchar tus agudos gemidos.
desviaste tus ojos hacia algún punto de la habitacion, evitando su pregunta.
detuvo los movimientos de su pierna mirando con sorpresa el desastre que estabas haciendo en su pantalón "mirá como estás de mojadita... acaso te calienta que discutamos? mhm? decime".
tomó con fuerza tu mandíbula obligándote a mirarlo. "te calienta que me enoje con vos".
no querías admitirlo aunque en el fondo sabías que era cierto. era algo que nunca habías sentido hasta ahora. "puede ser" dijiste sin aliento "igual, n-no puedes culparme, si estoy así es porque me has descuidado".
"ah, en serio?" dijo bajando su mano hasta tu coño e introduciendo dos dedos de golpe, haciéndote soltar un grito ahogado. "no sabía que por unos cuantos días sin sexo te volverías tan sucia, sos terrible".
esto no era nada parecido a las otras veces que tenían relaciones. esta vez eran acciones bruscas y descuidadas, movimientos en los que podías sentir el enojo de enzo y tal vez la misma desesperación que tu llevabas sintiendo hace semanas. todo muy distinto a las caricias delicadas y palabras de amor a las que estabas acostumbrada
y te estaba encantando.
enzo comenzó a mover sus dedos rápidamente dentro de ti, abriéndolos y cerrándolos en forma de tijeras ocasionalmente para poder estirarte, con su otra mano todavía sosteniendo tu cara con firmeza. sus bocas se rozaban sin llegar a besarse como tanto anhelabas, cada vez que intentabas acercarte al mayor este se separaba burlándose de ti y causando que formaras un puchero.
"aw, qué pasa amor, ahora querés que te bese?" dijo el contrario con falsa inocencia. "no fuiste vos la que me estuvo rechazando toda la mañana?"
sintió como te apretabas alrededor de sus dedos, intentando callar tus gemidos, y empezó a dar movimientos circulares en tu clítoris con su pulgar sabiendo que así no podrías contenerte. "estás cerca chiquita?"
"s-sí en, no pares, por favor-" los jadeos y gemidos comenzaban a salir de tu boca cada vez más fuertes.
curvó sus dedos golpeando con fuerza tu punto más dulce, y cuándo sintió tu cuerpo entero tensándose a punto de derrumbarse ante el orgasmo, los sacó por completo dejándote vacía, lloriqueando con tu coño pulsando alrededor de la nada.
"no, no, enzo, p-por qué?" tus piernas flaquearon por el orgasmo perdido pero el fuerte agarre del castaño en tu cuerpo te mantuvo firme.
"perdoname chiquita, pero quiero que nada más te corras conmigo adentro". llevó sus dígitos mojados de ti hacia tus labios y sentiste tus propios fluidos en ellos. "si tanto querías que te cogiera..."
"chupalos" dijo en referencia a sus dedos y abriste tu boca obedientemente succionandolos con vigor, saboreándote a ti misma, hasta que los dejaste limpios.
enzo te encaminó hacia el tocador que estaba al otro lado de la habitación, tus caderas chocando con la madera de este al llegar. te giró bruscamente dejándote ver en el gran espejo el reflejo de la imagen tan caliente de ese momento.
un enzo totalmente vestido, ocupado desabrochándose el cinturón, detrás de tu figura desnuda y llena de las marcas que dejó previamente en ella con su boca y sus manos. tus mejillas rojas al igual que tu boca de tanto morderla.
sentiste como enzo separaba tus piernas con su pie desde atrás y finalmente deslizaba su miembro entre tus labios, esparciendo tu humedad en él.
"metemela ya, en" arqueaste tu espalda alzando tu culo hacia él, persiguiendo su polla "te lo ruego-"
"que impaciente saliste," susurró en tu oreja, y sin más demora metió de una estocada su miembro en tu agujero arrancándote un gemido lastimero. "tan desesperada por tener una pija dentro".
al instante comenzó sus embestidas duras y rápidas, jalando con su mano un puñado de tu cabello y con la otra agarrando fuertemente tu cadera, tan fuerte que estabas segura de que aparecerían marcas.
solo te quedaba gemir y lloriquear al sentir como golpeaba fuertemente tu punto dulce con la punta de su miembro. en parte sentías alivio de por fin tener su polla dentro de ti, y por otra parte un hormigueo nuevo de excitación te crecía en todo el cuerpo por la manera ruda en la que te cogía. apoyaste tus manos en la mesa del tocador como soporte y observaste en el espejo la escena que ambos hacían.
enzo se deleitaba mirando como su miembro desaparecía en tu coño con cada estocada, sus ojos fijos en la forma en la que rebotaba tu culo. jaló con más fuerza tu cabello haciendo que echaras tu cabeza hacia atrás y tu cuello quedase expuesto a su boca, con la cual empezó a succionar y moder tu piel nuevamente causando que tus ojos se pusieran en blanco.
"e-enzo, besame" drogada de placer suplicaste al mayor quien, sin reducir la rudeza de sus embestidas, soltó tu cabello y envolvió sus brazos en tu torso, pegando tu espalda a su pecho.
recostaste tu cabeza en su hombro cuando sentiste su mano tomar tu mentón y girar tu cara hacia la suya, juntando al fin sus bocas en un hambriento y desordenado beso donde sus lenguas se enredaban.
gemiste en la boca de enzo quien gruñía con desespero al sentirte apretar su miembro, por lo que rompió el beso y habló "ya te vas a venir, chiquita? sí?" sus caderas no dejaban de chocar contra las tuyas, lo miraste con lágrimas de placer formándose en tus ojos y asentiste. "venite, preciosa, venite sobre mí".
a pesar de tus intentos de mantener contacto visual, inevitablemente tus ojos se cerraron al sentir un orgasmo azotarte con fuerza. te estabas viniendo sin siquiera haberte tocado a ti misma. espasmos recorrían tu cuerpo y tus piernas se volvían débiles con temblores, mientras que tus paredes se contraían una y otra vez en la polla del mayor haciéndolo gemir por lo bajo.
la velocidad de sus movimientos se redujo, pero no la profundidad, penetrándote así a través de tu clímax y sintiendo el suyo cerca.
cuando el conocido hormigueo se hizo presente en su vientre, salió del calor de tu coño y te giró dejándote frente a él. te arrodillaste aún temblorosa entendiendo el mensaje.
"abrí la boquita, amor" jadeaba mientras masturbaba su miembro frente a ti, moviendo su mano con rapidez.
obedeciste y abriste la boca, acercándola a la punta donde con tu lengua trazaste pequeños círculos llevando al castaño al límite. sentiste las calientes tiras de semen caer en tu boca, la cual cerraste tragando entero ante la mirada oscurecida de enzo.
la abriste de nuevo y sacaste tu lengua ante él, mostrándole que no dejaste nada. te ayudó a levantarte del suelo y empezó a besarte con desespero envolviendo tu cintura con sus fuertes brazos.
"perdoname por descuidarte, mi vida" rompió aquel beso juntando sus frentes, y habló con el tono de voz calmado que usaba siempre, ya relajado. "tenías razón, no me estaba dando cuenta de lo mucho que me hacías falta".
"no, perdoname tu a mí. sí debí decírtelo antes" susurraste acariciando su mejilla suavemente con tu mano.
"crees que me pasé?" el castaño recordó de repente la rudeza de su actuar hace unos momentos, escaneando tu cuerpo y observando todas las marcas que dejó en él.
"definitivamente no," no pudiste evitar soltar una pequeña risa ante su preocupación. "de hecho, creo que deberíamos discutir más seguido, no lo sé" bromeaste y reíste más al verlo lanzarte una mirada reprochadora.
"definitivamente, te volviste una sucia" dijo enzo sin poder ocultar la sonrisa divertida que se formó en su rostro.
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deepinsideyourbeing · 1 year ago
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Tiempo - Enzo Vogrincic
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+18! SoftDom!Enzo. Age gap, creampie, (posible) dacrifilia, dirty talk, fingering, (breves descripciones de) girly!reader, innocence kink (implícito), sexo oral, sexo sin protección. Uso de español rioplatense (y mucho texto, sorry).
Enzo recuerda la primera vez que te vio.
Llevaba ya un tiempo preguntándose quién había ocupado el departamento que dejó cuando terminó su última relación e intentando a su vez sepultar el pensamiento para no recordar nada que tuviera que ver con aquellos momentos, pero luego comprendió que su curiosidad poco tenía que ver con los fantasmas que creía ver en el edificio al que regresó.
Era la tarde de un aburrido sábado y él deambulaba por el corredor con su cámara en las manos, intentando encontrar el ángulo perfecto para capturar la luz del sol iluminando su puerta. Entre tantos viajes decidió recostarse sobre las cerámicas de su hogar, perdiéndose en la oscuridad y conteniendo la respiración hasta que la imagen que vio a través del lente logró convencerlo.
Tus zapatos arruinaron la fotografía.
Se apartó de la cámara con una expresión de disgusto dibujándose en su rostro y un sonido mitad frustración-mitad enojo dejando sus labios, aunque dichas emociones se esfumaron cuando alzó la vista y encontró tus ojos observándolo desde la puerta. Se reincorporó y permaneció sobre sus rodillas, con una extraña sensación recorriéndolo al mirarte.
-Hola.
-Hola- le sonreíste-. Enzo, ¿no?
-Sí. ¿Vos sos…?
Te presentaste con cierta timidez, confesando que sólo te detuviste porque te asustó ver la puerta abierta y aclarando también que en el tiempo que llevabas allí jamás habías tenido oportunidad de presenciar tal fenómeno. Se declaró culpable con una sonrisa y abandonó su posición.
-Vos vivías ahí, ¿no?- señalaste tu puerta y él asintió-. ¿Y por qué volviste?
Cruzó sus brazos sobre su pecho e hizo un gesto de indiferencia.
-Me gusta este lugar. Y tengo muchos recuerdos con mis gatos.
-Menos la lámpara- arqueó una ceja-. Una lámpara con rasguños, ¿la querés…?
-Era mía- apretó los labios-. Pero no, no la quiero, gracias.
-Bueno…- dijiste, alejándote lentamente de su puerta-. Fue un gusto.
Pero él no podía permitir que te fueras.
-¿Te molesta si subo la foto…? Te puedo etiquetar.
Y de pronto no había lugar en el que no se encontraran… Ya fuera en el parque a medio kilómetro de distancia o la vieja tienda de libros en el centro de la ciudad, sus caminos se entrelazaban y siempre emprendían juntos el regreso a casa. En alguna que otra ocasión se detenían a comprar alguna bebida –un simple espresso para Enzo y para vos una bebida con nombre e ingredientes que él no podría pronunciar-, flores o sólo para acariciar gatos del barrio.
Los no-tan-breves intercambios durante las caminatas se convirtieron en charlas interminables que tenían lugar en su cocina o en tu sala de estar. Allí Enzo descubrió por fin el misterio de la playlist que reproducías todos los sábados por las noches, el nombre de las canciones que no lograba encontrar y por qué decidiste no colocar tu apellido en el timbre de la entrada, entre otros detalles con los que completó el puzzle que era para él tu persona.
Recuerda también el día en que pediste su ayuda para decidir cómo decorar la sala para tu cumpleaños, comentándole que organizarías una pequeña reunión con tus amigas e invitándolo a acompañarte luego de preguntar por su agenda. Observó por un largo rato los productos que le señalabas en la pantalla de tu laptop y luego recordó preguntar:
-¿Y cuántos años cumplís?
-Veintidós… ¿De qué te reís?
-Dale- insistió entre risas-. Decime.
-Veintidós, Enzo.             
Su sonrisa se esfumó y se desplomó contra los cojines del sofá, notando en ese entonces que sus jeans rozaban tus muslos. No pareciste notar su reacción o decidiste ignorarla, pero poco podía importarle aquello cuando la voz en su cabeza gritaba que había cometido un error. Cuando se despidió besó tu mejilla con cierta reticencia e hizo un esfuerzo para no voltear antes de cerrar su puerta.
Aquella noche lo encontró en vela. Contó ovejas hasta aburrirse, el té caliente que debía ayudar quemó su lengua y ningún programa en la televisión llamaba su atención el tiempo suficiente; releyó conversaciones, fingió tener la intención de borrar todas tus fotos y tu contacto, juró romper las notitas que dejaste cuando regaste sus plantas durante su último viaje. Gritó y maldijo contra la almohada a sabiendas de que no sería capaz de hacer esas cosas.
Pensó en todas las señales que pasó por alto: algunas de tus prendas y los moños en el cabello, los cuales creyó parte de la reciente y creciente aceptación de la feminidad, las bromas y referencias que no comprendiste, parte del contenido que consumías en redes y que habías compartido con él. Sin ir más lejos, había visto la forma en que interactuabas con otros habitantes del edificio o cómo huías descaradamente (cosa que él envidiaba) para evitarlos.
Todas las mañanas al despertar juraba frente al espejo que era el último día, que pondría fin a lo-que-fuera que estaban haciendo con vos y que era la decisión más sensata para protegerte… Pero entonces recibía un mensaje tuyo deseándole un buen día o te veía regando tus plantas, todavía en pijama y un tanto despeinada, y decidía que podía permitirse unas últimas veinticuatro horas disfrutando de tu compañía.
Fue en una de esas tardes que acabaste sobre su regazo mientras él guiaba tus movimientos. Sólo unas capas de tela separaban tu piel de la suya y eso fue probablemente lo único que pudo lograr que se detuviera a tiempo… Bueno, eso y el hecho de que horas atrás le habías enseñado una página donde se apreciaban fotografías tomadas de tu cuenta de Instagram y el artículo que regalaba detalles sobre tu vida.
Con sus manos aún sobre tu cadera, tal vez un poco más por debajo de lo aceptable, Enzo te obligó a detenerte y fingió no notar el hilo de saliva que conectaba sus labios con los tuyos. Tu respiración era agitada, tus párpados parecían pesar con los vestigios del placer que te arrebató y podía ver tus pezones erectos a través del adorable top floreado que llevabas puesto, pero por muy tentadora que fuera la imagen no podía permitir que cometieran una equivocación.
Acomodaste tu cabello, nerviosa.
-¿Hice algo…?
-No- se apresuró a contestar y besó tu mejilla-. Pero no podemos.
Un sonido dejó tu garganta y tus labios fueron incapaces de contenerlo. Cuando te arrojaste sobre el sofá abrazaste tus piernas, ignorando que la posición había desacomodado tu ropa y dejaba al descubierto tu lencería humedecida. Enzo apartó la mirada y tomó un par de respiraciones profundas, su mano acariciando tu tobillo para ofrecerte consuelo.
-¿Por qué?
-Porque sos muy chica para mí.
-¿De verdad importa?- asintió-. Es que pensé… No pensé que podía gustarte.
-Y yo no pensé que eras diez años menor.
-Nueve- corregiste-. ¿Y entonces...? ¿Por qué estábamos…?
-Porque soy un imbécil.
-Y… sí.
-Creo que tendríamos que… no sé, evitar vernos por un tiempo- lo miraste confundida y él señaló tu celular-. Si te ven conmigo van a hacer y decir esas cosas, es así. Perdón.
-Pero acá no nos ven- intentaste razonar con él.
-Los vecinos sí.
Ambos comprendieron en ese momento lo que significaba evitar verse por un tiempo. Tu labio inferior temblaba mientras hacías un esfuerzo para contener el llanto y cuando Enzo se estiró para acariciar tu mejilla apartaste su mano, te pusiste de pie y te dirigiste hacia la entrada.
-Andate- te aclaraste la garganta-. Andate, Enzo.
Abandonó tu hogar sin atreverse a mirarte a los ojos y la mañana siguiente no se acercó para dejarte la copia de sus llaves ni para reclamar la manta que había caído en tu sofá durante su visita el día anterior. Dejó el edificio con prisas, temiendo que ante el mínimo retraso ambos pudieran encontrarse y él se viera obligado a pensar todavía más en todo lo que hizo mal.
Jamás se había sentido tan ansioso en un avión… Por lo menos no en uno real.
Se arrepintió en ese momento y durante una semana sus conocidos parecieron tratarlo como si fuera un frágil adorno de cristal, aunque no lograba comprender si se debía al evidente estado anímico que arrastraba junto con su maleta o al mal genio que dejaba entrever cuando todas las entrevistas y eventos diarios comenzaban a abrumarlo.
En algún momento comenzó a sentir que había cometido un crimen.
Empeoró cuando lo bloqueaste en todas tus redes. Y cuando los periodistas no dejaban de preguntar si estaba soltero, si tenía novia, si podían saber tu nombre; cuando alguien difundió fotografías que habías subido a tus historias luego de que configuraras tu cuenta como privada, cuando notaron que la lámpara en tu sala era la misma que se apreciaba en viejas publicaciones en su feed, cuando señalaron que tu sala era también la misma sala que él posteó en ocasiones.
Se arrepintió entonces, por supuesto que se arrepintió. Y también se arrepiente ahora, aunque no puede precisar si su arrepentimiento es producto de haberte arrastrado al circo mediático que lo rodea o si se debe a la distancia que los separa. Tampoco sabe qué duele más.
El taxi se detiene en la puerta del edificio y al bajarse lo sorprende el característico sonido del cristal haciéndose pedazos bajo sus pies. Se aparta rápidamente y observa la lámpara destrozada en la acera durante unos segundos, sus ojos ardiendo cuando finge que chequea las suelas de sus zapatillas en caso de que el dolor que siente provenga de una herida.
Arrastra su cuerpo hasta entrar en el elevador y presiona el botón. Odiaría quedarse atrapado o sentirse encerrado como sucedió en el avión, pero está demasiado cansado y prefiere evitar el tramo de escaleras. Toma una respiración profunda antes de abandonar las paredes metálicas y se apresura hacia su puerta, sus manos temblando mientras introduce la llave en la cerradura.
Suelta su maleta de inmediato cuando nota las hojas marchitas de las plantas en su sala, el único sobreviviente de su ausencia siendo el cactus que dejaste allí la última vez que lo visitaste. Pasa una mano por su rostro antes de abrir las puertas del balcón, las ventanas de su habitación y por último las de la cocina, las cuales permiten que a sus oídos llegue la música que suena en tu departamento.
Revisa el calendario. Recuerda la foto de tus zapatos. Respira.
El reloj da las nueve cuando alguien toca tu puerta. Estás sola con tus pensamientos hace horas y te parece un tanto extraño ya que tus amigas te habrían enviado un mensaje en caso de haberse olvidado alguna de sus pertenencias, pero de todas formas echás un rápido vistazo a la cocina y la sala en busca de cualquier objeto que reconozcas como ajeno.
Cuando abrís la puerta te encontrás con Enzo esperando del otro lado, un ramo de flores en una mano y un regalo mal envuelto bajo el brazo: permanecés inmóvil a la espera de una explicación lógica a su presencia y él, que no deja de mirarte a los ojos, contiene la respiración preparado para que lo eches. Te hacés a un lado para dejarlo pasar.
-Esos son regalos para mí, ¿no? Porque si no me trajiste un regalo te tenés que ir.
El tono pasivo-agresivo de tu broma lo obliga a tragarse su risa y se planta en medio de tu sala.
-Te tengo que pedir perdón.
-En eso estamos de acuerdo- cruzás tus brazos sobre tu pecho-. ¿Y por qué, exactamente?
-Por todo.
Tomás asiento en el sofá y Enzo ocupa el otro extremo, manteniendo cierta distancia que para ambos resulta abismal. Coloca el ramo de flores sobre la mesita de café y también la caja, luego pasa sus manos por su pantalón una y otra vez, nervioso e inquieto como jamás lo habías visto. Te gustaría poder consolarlo pero aún te sentís herida y tu corazón latiendo en tus oídos no te permite pensar con claridad.
-Sé más específico.
 -Primero me gustaría pedirte perdón por lo de tus fotos.
-No es tu culpa- negás-. De verdad, no sos responsable.
-Entonces te quiero pedir perdón por haber sido un pelotudo…- acorta la distancia entre ambos-. Sé que lo que hice estuvo muy mal, tendría que haberme quedado para que pudiéramos hablar bien y no tendría que haberme ido sin despedirme o prometer que íbamos a aclararlo cuando volviera. Seguro estás enojada y tenés todo el derecho del mundo, pero te pido que me dejes explicarte.
Suspirás y hacés un gesto para que te dé un momento. Buscás refugio en la cocina para ocultar tus lágrimas y deshacerte de la horrible sensación de opresión en tu pecho, colocando un par de cupcakes en unos pequeños platos de porcelana pintada que recibiste por la tarde. Estás a punto de voltear para regresar a la sala, pero la presencia de Enzo a tus espaldas es evidente.
-Perdón- susurra, tomando ambos platos para dejarlos sobre el mármol y poder sostener tus manos-. Sé que dije que sos muy chica para mí, pero sólo lo dije porque no me gustaría que en algún momento…
-¿Qué?
-No me gustaría que dejes de ser como sos sólo para encajar conmigo, que te pierdas de esas experiencias que yo ya viví, no me gustaría que la gente nos mire y piense “Ah, sí, ahí van Enzo y la nena”, no…
-No sos como DiCaprio, Enzo- te liberás de su agarre-. ¿De verdad te importa tanto lo que piensen los demás? Porque yo juraría que normalmente no sos así.
-¿Vos leíste todo lo que dijeron sobre nosotros? Tenés que entender.
-¿Entender qué…? ¿Por qué creés que hacíamos algo incorrecto?
-Porque yo ya sé muchas cosas que a vos te faltan aprender.
-Podés enseñarme- apoyás las manos en su pecho y sentís que tiembla bajo tus dedos-. Me dijiste todo lo que no te gustaría, ¿por qué ahora no me decís lo que sí te gusta?
Toma tu mano y besa tus nudillos.
-Me gustás vos, pero no sé si te merezco- cubre de besos tu palma antes de llevarla a su mejilla-. Perdón, chiquita, te juro que voy a encontrar la manera de…
-Podemos seguir donde nos quedamos- sugerís. Tus mejillas arden.
Enzo rodea tu cintura con sus manos y sus pulgares trazan figuras sobre tu ropa.
-¿Estás segura?- asentís.
Ataca tus labios con una delicadeza brutal, su desesperación evidente en los gemidos que dejan su garganta y en la urgencia con la que comienza a frotarse contra tu abdomen; entre besos y roces toma tu muñeca y te arrastra en dirección a tu habitación, deteniéndose sólo al ver su manta en tu cama deshecha. Cuando evitás su mirada toma tu mentón entre sus dedos.
-No te voy a dejar sola nunca más- besa tu frente-. Nunca.
Te ayuda a recostarte en la cama y se posiciona sobre tu cuerpo con cuidado. Comienza a besarte, su mano acariciando tu cintura con movimientos suaves que le permiten estudiar tus reacciones y sus labios delineando tu mandíbula, tu cuello y tus clavículas hasta hacerte estremecer.
Se aleja por un segundo para observar tu expresión y se siente casi orgulloso del efecto que tienen en vos sus besos. Vuelve a acercarse a tu boca y tus brazos rodean su cuello para acortar toda distancia entre sus cuerpos, tus piernas abrazando su cintura para poder sentir la evidencia de su excitación contra tu centro. Comienza a rozarte por sobre la ropa y se deleita al oír tus gemidos, tímidos al principio y desesperados con el pasar de los minutos.
-¿Puedo?- pregunta al deslizar sus dedos entre la cintura de tu pantalón y tu piel. Asentís-.  Necesito palabras.
-Sí, sí podés.
-Muy bien- te sonríe y tira de la prenda hasta lograr deshacerse de ella. Observa los tiernos detalles de tu ropa interior pero lo que más llama su atención es la mancha de humedad en el centro. Comienza a deslizar sus dedos sobre la tela y jadeás-. ¿Querés que te toque?
-Sí.
Es adictiva la manera en que reaccionás a sus caricias y se siente casi cruel al preguntar:
-¿Dónde?
Cerrás los ojos, avergonzada, y presiona sobre tu entrada aún cubierta.
-Ahí.
-¿Acá?- repite el movimiento y gemís. Se acerca a tu rostro y besa tus labios-. Perdón, bebé, es que sos muy linda…
El temblor que te recorre hace que se apiade y te despoja de la última prenda que lo separa de tu intimidad. Se arroja sobre el colchón y besa tus muslos con algo similar a la devoción mientras te observa desde su lugar tal como lo hizo la tarde en que se conocieron. Arrastra sus labios sobre tu piel hasta acercarse peligrosamente a tus pliegues y tu entrada brillante.
El primer beso te hace gritar y mientras sus labios te recorren de arriba abajo Enzo aparta la mano que cubre tu boca. Su lengua caliente y experta juega con tu entrada, se introduce en ella y realiza pequeños movimientos hasta sentir que tus dedos se enredan en su cabello para acercarlo aún más, alejarlo y también guiarlo en busca de más placer.
Las yemas de sus dedos recogen tu excitación y frota tus pliegues para lubricarlos. Cuando se detiene brevemente sobre tu clítoris para dibujar círculos estos arrancan un sinfín de sonidos incomprensibles de tus labios y Enzo sonríe complacido contra tu piel ardiente.
Introduce un dedo muy, muy lentamente en tu interior y suspira cuando siente tus paredes contrayéndose hasta prácticamente succionar el dígito en tu interior: gira su muñeca y curva su dedo hasta hallar tu punto dulce, obteniendo un gemido casi pornográfico como recompensa.
Comienza a abusar de tu sensibilidad y no decide si prefiere ver la forma en que te retorcés sobre las sábanas o tus fluidos haciendo brillar tu piel y deslizándose hasta manchar su manta. Intenta obtener algo de fricción, frotándose desesperado contra el colchón y capturando tu clítoris entre sus labios para acallar sus propios gemidos.
Desliza en tu interior otro dedo y te oye quejarte segundo cuando tus paredes oponen resistencia, pero pronto tus gemidos cobran más y más intensidad y movés tu cadera para encontrar sus movimientos. Otro dedo le sigue y cuando sollozás Enzo se pregunta cuántas noches pasaste tocándote en soledad, tus manos incapaces de darte el placer que él logra brindarte en este momento.
Una serie de balbuceos -entre los cuales cree distinguir su nombre- son la única advertencia que ofrecés antes de alcanzar un orgasmo que arquea tu espalda y provoca que arañes las sábanas al intentar aferrarte de algo que te ayude a tolerar el placer. Enzo prolonga tu orgasmo hasta sentir que los espasmos dejan de sacudir tu cuerpo y ver que tu respiración agitada se regula.
Se recuesta a tu lado para poder apreciar tu rostro de cerca y besa tu mejilla.
-Feliz cumpleaños- dice contra tu piel-. ¿Querés más?
 -Todo- asentís-. Quiero…
Se deja caer contra la almohada.
-Si lo hacés no voy a aguantar- lamenta-. Pero…
-Sí- te apresurás a decir-. ¿Y puedo intentar más tarde?
Besa la comisura de tus labios y emite un sonido de afirmación.
Se desnuda bajo tu atenta mirada y regresa a su lugar entre tus piernas. Descansa su peso sobre un brazo y acaricia su miembro, jugando con su punta brillante y suspirando sobre tu cuerpo sólo para tentarte más. Juega con tu clítoris, se desliza entre tus pliegues y te hace delirar posándose sobre tu entrada una y otra vez.
-¿Segura?
-Segura- acariciás su mejilla.
Aunque el ardor de la penetración te resulta placentero esto no evita que un par de lágrimas se deslicen por tus mejillas cuando agachás la mirada para ver la escena entre tus piernas. Enzo es grande y las venas que lo recorren parecen gritar pidiendo que tus dedos las acaricien, pero tus manos acaban sobre su pecho desnudo y tus uñas dejan marcas en su piel al sentir que alcanza los lugares más profundos en tu interior.
-Enzo…- temblás y su pulgar comienza a dibujar círculos en tu clítoris para calmarte.
-Ya sé, bebé, ya sé…
-Más, por favor.
Mueve sus caderas con suavidad para no herirte y arroja la cabeza hacia atrás, incapaz de contenerse ante el placer que siente y esforzándose por no perder el control. Abandona tu interior hasta que sólo la punta permanece dentro de tu cuerpo, que suplica contrayéndose deliciosamente, y cuando vuelve a introducirse lo hace de una sola estocada.
-Más, Enzo, más.
Acelera el ritmo y jura que podría morir en esa posición, con tu calidez abrazándolo y tus gritos opacando cualquier sonido que pudiera llegar a sus oídos. Se deja caer sobre sus codos y busca tus labios, embargado por la necesidad de besarte hasta olvidar cualquier pensamiento que no seas vos.
Su mano se desliza bajo tu camiseta hasta llegar a uno de tus pechos, masajeándolo y girando tu pezón entre sus dedos hasta que tus dientes muerden su labio inferior. Rompe el beso para poder observar las expresiones que transforman tu rostro cuando comienza a profundizar sus movimientos, el vaivén de sus caderas permitiendo que su pelvis estimule también tu clítoris.
-Ahí...
-¿Sí, acá te gusta?- la pregunta es casi retórica. Sin esperar confirmación comienza a atacarte con embestidas que te hacen delirar, su punta golpeando tu cérvix y sus movimientos provocando que tu cuerpo se mueva sobre las sábanas de manera casi violenta.
Tus pestañas brillan con las lágrimas que nublan tu visión y Enzo besa el rastro que estas dejan mientras se pregunta si alguna vez alguien logró hacerte llorar de placer, si te aferraste con tanta fuerza al cuerpo de otra persona para no perder la cabeza por la intensidad de las sensaciones… Sabe que no y los músculos de su abdomen se tensan peligrosamente al pensarlo.
Hace una breve pausa para recuperarse y acaricia tu rostro antes de manipular tu cuerpo con facilidad, recostándose contra las almohadas y posicionándote sobre su cuerpo. Puede apreciar en tu rostro tus dudas, por lo que te toma por el cuello para poder acercarte a él y besar tus labios de manera casi voraz.
Colocás tus manos sobre su pecho y comenzás a rozar tus pliegues sobre su miembro húmedo y brillante por los fluidos de ambos, un hilo de saliva cayendo de tus labios cuando bajás la vista para apreciar la imagen entre tus piernas.
Te cuesta creer que lo que sucede es real y que Enzo está con vos en todos los sentidos, más aún cuando humedece su pulgar -como si hacerlo fuera necesario- con la saliva que moja tus labios y lo lleva hacia tu clítoris.
-Enzo, no, me voy a…- intentás advertirle pero tus palabras sólo parecen motivarlo más. Gritás-. Es mucho…
-Hacelo.
Temblás y Enzo te empuja con su cadera hasta que el ángulo le permite volver a penetrarte. La intensidad de los estímulos sacude tu cuerpo y de tu garganta surge un sonido agudo cuando te golpea otro orgasmo que blanquea tu visión y te obliga a arañar su abdomen.
Tus movimientos se apagan gradualmente y las manos de Enzo acarician tu cintura, tu cadera, tus muslos y cualquier centímetro de piel que sus ojos ven. Su miembro palpita en tu interior mientras te recuperás de tu orgasmo, algún que otro espasmo atravesándote y una capa de tus fluidos haciendo brillar tus pliegues, tus muslos y también su abdomen.
La escena es terriblemente obscena y te sentís avergonzada al ver el desastre, pero Enzo no permite que te disculpes y te rodea con sus brazos para aprisionarte contra su pecho. Besa tu cuello y tus paredes se contraen sobre su miembro, tu cuerpo aún sensible rogando por más.
Llenás su hombro de besos y susurrás contra su piel.
-Adentro.
Un gemido resuena en su garganta al oírte y toma impulso con sus pies para volver a asaltar tu interior. Su miembro parece rozar cada fibra de tu ser y la habitación se llena con los sonidos de su piel colisionando con la tuya y tus sollozos cuando decide lamer y morder tu cuello. Mantiene en tu cadera un agarre lo suficientemente fuerte para dejar huellas.
Dejás caer tu frente sobre su hombro, rendida al sentir el cosquilleo entre tus piernas. Enzo tira de tu cabello para obligarte a mirarlo.
-¿Querés que te llene la conchita…?- asentís-. ¿Sí…?
-Sí, por favor.
Tu expresión es patética, pero Enzo cree que es tierna la forma en que tus cejas se curvan y tu boca entreabierta le permite ver tus dientes y tu lengua. Captura tus labios entre los suyos y jura que puede saborear su orgasmo en la forma en que permitís que invada el interior de tu boca.
Sus estocadas son frenéticas y erráticas y sus uñas marcan tu piel. Ahoga un gemido contra tus labios y en medio de la desesperación rompe el beso, mordiendo tu mejilla cuando su liberación mancha tus paredes hasta hacerte lloriquear.
Te abraza con más fuerza mientras las últimas gotas de su semen llenan tu interior y besa las marcas de sus dientes en tu rostro.
-Ahora sos mía.
Gemís en respuesta.
-Y vos sos mío- decís con voz temblorosa-. Para siempre.
-Para siempre, sí- jura, tomando tu mano para besar tus nudillos, tu palma y tus dedos, deteniéndose sobre estos cuando ve tu expresión de dolor-. ¿Qué te pasó acá?
-Estaba limpiando y se rompió tu lámpara. Perdón.
-No me pidas perdón. Nunca- vuelve a besar tu mejilla y te sonríe-. Creo que te va a gustar tu regalo.
-¿Cuál…?
-El que dejamos en la sala.
-Ah, sí- soltás una risa.
-¿Qué te parece si nos damos una ducha y terminamos de celebrar tu cumpleaños juntos?- propone-. Podemos pedir algo para comer y ver una película.
-Quiero quedarme así un ratito- descansás tu mejilla contra su piel caliente-. ¿Enzo…?
-¿Qué pasa, bebé?
-Te quiero.
La fuerza de su abrazo amenaza con dejarte sin respiración.
-Yo también te quiero. Mucho- toma tu mentón entre sus dedos para llamar tu atención-. ¿Puedo ser tu novio…?
Espero hayan disfrutado la lectura ♡
}taglist: @madame-fear @creative-heart @llorented @recaltiente @chiquititamia @delusionalgirlplace ♡
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karylvsjuanii · 1 year ago
Note
hermanda god bless u por tan tremendo smut con Pipe, ¿para cuándo otro? 😝😝
yo te espero todo lo que quieras
OSCARS | Felipe Otaño
tw: Lector Femenino x Felipe Otaño. MUCHA sobre estimulación, cría de semen, hablando con groserías y apodos “papi” “bebé”, bebiendo coño, dedos, masturbarse, oral f/m. Sexo sin protección. (por favor léelo bajo tu responsabilidad)
Quiero aclarar que los diálogos son en argentina pero mi narración es latina.
También que perdón mi inactividad, me tomó mucho el tiempo para hacerlo mejor posible, ojalá les guste, comenten. Si hay algún error por favor dímelo.
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Finalmente, la película está por todos lados, dándose a conocer por todos como ganadora de un oscar.
Felipe estaba celebrando con sus amigos, cuando le llega una notificación de ella.
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Felipe salió de ahí en fa, necesitaba ir con su novia. Realmente su mensaje lo dejó con la pija paradisima, si de por sí ya había pensado en el buen premio que sería la boca de su princesa en su polla. La necesita y se lo merece.
Llegó a su habitación en menos de los 15 minutos y no estaba en la sala, por lo que caminó a su cuarto y ahí te encontrabas, acostada en la cama viendo la televisión, él se acercó a ti no sin antes cerrar la puerta. Tomó el control remoto de tus manos, presionó el botón rojo y aventó el control sin dejar de verte. Comenzó a besarte mientras que tú te acomodabas en la cama.
Mi amor, ya me necesitas, verdad? - Preguntas con una voz tan excitante, que solo hace que se le pare más.
Chúpamela, solo chúpamela - Felipe dice sin más.
El se aparta de ella y se sienta en la esquina de la cama, tu te paras frente a el, y lo tomas del cuello para besarlo, bajas tus manos lentamente hacia su pecho hasta llegar a su abdomen bajo para meter tus frías y delicadas manos dentro de su camisa y quitársela de una vez.
Te da su ayuda para quitársela y seguir besándote entre jadeos de su parte por lo horrible que sentía a su pija arder.
Fuiste dándole besos húmedos por todo su cuerpo, sacándole un gemido ahogado, bajaste dolorosamente hacia sus short, tomaste la tela que sujeta y la bajaste con su ayuda.
Comenzaste a dar lamidas por encima del bóxer y juras que Felipe estaba en el puto cielo gracias a sus gemidos.
Si así se sentía sobre una tela, no se podía imaginar como sería sin una de por medio.
Cuando te cansaste de dar lamidas bajaste su ropa interior, paraste un momento para verlo.
Su risa expresaba claramente lo orgulloso que se sentía al notar tu expresión sorprendida por ver lo disparada que salió su polla apuntando a él.
Te gusta? - Pregunta acariciando tu cabello largo.
Me encanta mi amor, es mejor a cómo la había imaginado - Contestaste sin vergüenza.
La idea de que esto ya lo habías imaginado antes, le hizo a Felipe más tentadora la idea de comerte entera.
Entonces también habías imaginado esto? - Preguntó mirándote a los ojos.
Muchas veces - Dices para tomar su gran polla entre tus manos y dar la primera lamida.
Felipe soltó un gemido leve sin dejar de mirarte.
Empezaste a dar círculos por el glande haciendo que su polla se enrojezca más y amenace con pre semen. Justo cuando empezó a salir, la metiste en tu boca, hiciste lo más que pudiste, y lo otro lo seguiste trabajando con las manos.
Felipe no pudo evitar soltar el gemido más grave de su vida, echó la cabeza para atrás y sintió que sus brazos y espalda se debilitaron, quería follarte la puta boca de una vez pero no quería lastimarte.
Era un regalo de Dios verte mientras lo comías y se prometió que será una imagen que nunca olvidará.
Verte de esa manera es mejor a todas las imágenes mentales que pudo haberse creado antes, lo que más deseaba era tenerte así.
Mi amor, si, si bebé, sigue así. - suelta tu novio entre gemidos graves.
Lo único que recibió de tu parte es sentirlo más rápido y gemidos que hacen a su polla vibrar.
Felipe siente que se va a correr y es lo mejor que ha sentido pero no quiere terminar en tu boca, así que te detiene.
Bebé, para, ven - Dice alejando su cuerpo de ti para levantarte y tumbarte en la cama.
Qué pasó? Hice algo mal? - Dices con una cara de tristeza.
No preciosa, todo lo contrario, me sentí muy bien pero quiero correrme junto a vos. - Felipe mima tu rostro colorado.
Pero antes, quiero hacer algo que me gustaría haber hecho desde que te vi en las gradas del estadio - Quita tu sostén con torpeza, lográndolo.
Que cosa? - Preguntas, viendo a tu sostén ser arrojado.
Mientras pipe baja a quitarte los pantalones apretados que llevabas puestos.
Lo ayudas a quitarlos, y cuando finalmente los termina de quitar, rápidamente toca tu coño sensible para sentir por fin lo mojada y caliente que estabas.
Agh, felipe, no - Dices tomando su mano haciendo que pare los movimientos.
Qué pasa, linda? - Pregunta el castaño preocupado.
Me voy a correr amor, no toques. - Continuas cerrando los ojos.
Eso es lo que quiero, hermosa. - Felipe sonríe para rápidamente bajar tu encaje y tocar con su dedo índice tu entrada.
Su novia suelta un gemido quejumbroso tomando su brazo y apretándolo.
Con su dedo índice en tu entrada comienza a dar círculos y agrega rápido su dedo anular para tocar tu clitoris con este e iniciar a masajear las dos zonas lentamente.
Escucha cuando comienzas a gemir y lo hace querer oírte más, Él necesita que gimas su nombre.
Empieza un ritmo más rápido con sus dedos, gemidos salen sin parar cuando quita su dedo anular de tu clitoris para reemplazarlo por su lengua.
Hace circulitos rápidos con su lengua y mete su dedo índice en tu entrada para sentir como lo aprietas con todas tus fuerzas.
Felipe siente cómo poco a poco como te vas relajando más e intentas succionar su dedo al ritmo de su lengua presionando tu área sensible.
Tu novio suelta un gemido por la sensación de las cobijas rozando su polla y gritas por la vibración, jalándole del cabello.
Felipe, ya, por favor es mucho - Gritas tomando entre tus dedos el cabello de Felipe, este suelta un último gemido antes de retirarse de ti y se limpia la boca con sus dedos.
Los chupa mirándote.
Su novia se veía tan atractiva, estaba toda roja y despeinada, con los ojos llorosos y los labios rojos hinchados, las ganas de follarsela crecían, así que sin más, te tomó de las piernas y se acomodó en medio de ellas.
Intentaste cerrarlas.
Abrí las piernas - Dice mirándote fijamente con esos ojos azules. Te matan.
Amor, me duele - Respondes mordiendo tu labio y acercando la mano a tu área.
No te vas a correr si no abrís las piernas, bonita. - Felipe habla con una voz más grave de lo normal.
Abrí esa’ piernotas para mi, princesa. -
Felipe sujeta tus piernas impidiendo que las vuelvas a cerrar.
Su mano derecha toma su polla y la calma, empieza a rozarla con tu coño mojado, tú empiezas a gemir quedito por la sensación y metes la punta de tu dedo índice en la boca en forma de desesperación.
Empiezas a moverte al compás de su polla en tu coño, buscando más fricción, y cuando intentas hacer otro movimiento, rápidamente Felipe mete su polla a tu coñito caliente y los dos sueltan un gemido que piensas, todos escucharon.
Gimes y respiras pesado, quieres ir rápido.
Más rápido Felipe, ya follame toda, lléname de semen el puto coño - No te la complicas.
Y con eso le bastó para empezar y no parar por el resto de la noche.
Empezó a follarte de una manera descontrolada, veía sus tetas moverse por todos lados mientras tu sigues chupándote el dedo y gimiendo sobre el.
Para él, ver tu cinturita y piernotas abiertas sobre él, lo hace querer llenarte de semen, verte pellizcarte una de tus tetas lo llevó a golpearte el coño.
Notó que entre más te golpeaba con su polla, más rojita te ponías y justo así te quería desde un inicio, toda abiertota para él, dejándolo destruirte el coño, y toda roja por él, solo por él.
-Felipe, ahí más, ahí, si -
Era lo único que podía escuchar de la boca de su hermosa novia.
Verla toda destrozada por él era un sueño de todo hombre, una mujersota con una cinturita y unas piernotas, más un culote de puta madre, era lo que todos querían y solo él lo podía tener.
Tu empezabas a retorcerte más sobre Felipe, y le empezabas a tocar los brazos, en especial los bíceps.
Este recordó como una vez habías mencionado en tu sueño que querías correrte en su bícep, esa noche descansó muy bien con una buena masturbeada viendo tu culo y bonitas piernas.
Iba acercándose a su orgasmo, viéndote.
Papi, voy a correrme ya, voy a correrme en tu polla por favor, córrete dentro, embárrame tú semen y lléname mucho. -
Fue lo que finalmente hizo que soltara todo.
Córrete chiquita, Córrete como una puta. Mi puta. - Después de soltar un gemido, Felipe cae lentamente apoyando sus brazos a un lado de tus hombros.
Y sin más, solo logra escuchar como te corres desesperadamente por toda su polla, estremeciéndote y aferrándote de los brazos de Felipe para apoyarse, sin parar de gemir y gritar su nombre.
Tiras y tiras de semen salen disparadas de su polla rojiza llenándole el coño a su bebé.
Felipe saca su polla ya cuando se recupera y puede admirar la belleza de su novia estando muy perdida, lo único que sale de su boca es “mhhm”
Lo cual le excita más y te toma de la cintura con fuerza.
Este te recarga en el respaldo de la cama, no logras procesar lo que esta pasando, poco a poco aclaras tu vista cuando Felipe abre tus piernas y las separa lo más que puede, haciéndote quejar.
Sus ojos azules escaneándote te hacen temblar, se agacha y empieza a comerte el coño de forma descontrolada, gimes sintiendo sus dedos empujando el semen que ruega por salir de tu entrada.
La muñeca de Felipe realmente duele cuando mete sus dedos y aumenta la velocidad, luego de su lengua hasta hacer, de igual forma, doler su mandíbula.
Esa noche descubrió que su nueva adicción chupar tu coñito escuchando los hermosos gemidos y súplicas de tu parte diciéndole que se detenga.
Amor, es demasiado, es mucho, ya- Empujas con tus brazos débiles a su cabeza tratando de cerrar las piernas.
Con el mismo ritmo de antes, la novia del castaño pegó un grito enorme de satisfacción, dándole la razón del por qué su boca se llenó de fluidos, lo cual le hace mover los dedos más rápido, Felipe abre la boca para tomarlo todo.
Ese si que era un premio para él.
Tu no paras de gemir por la sobre estimulación. Felipe mueve rápido tu clitoris antes de que sueltes un último grito.
Felipe da un beso en tu zona y empieza a masajearla con delicadeza. Su cuerpo sube para quedar pegado con el tuyo.
Los dos ardiendo.
Yo creo que el oscar debiste haberlo ganado vos, amor. - Felipe se acomoda en la cama con una sonrisa en el rostro.
Por que lo decís? - Preguntas entre jadeos, estabas cansada.
Por tener a un novio guapo que puede comerte como a vos te gusta. - Felipe te abraza por la cintura escondiendo su rostro en tu cuello.
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falcemartello · 4 months ago
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L’Italia ha una popolazione di circa 58 milioni di persone. Un campione di 800 soggetti
Notare in quanti non hanno risposto. Numeri della serva, 4500 intervistati, 3700 non rispondono, 800 rispondono.
Su appena 800 persone pescate con un sondaggio CAWI viene dichiarato un margine di errore del 3,5%, che sembra innocuo ma significa che il vero consenso potrebbe ballare dentro una forbice di 7 punti percentuali. In un paese di quasi 60 milioni di abitanti, questa è praticamente astrologia con la calcolatrice, ma viene spacciata come verità scientifica sui desideri degli italiani.
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possesseddesiress · 3 months ago
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Rivals Inside [ Parte Dos ]
ADVERTENCIA DE CONTENIDO: Esta historia incluye temáticas de transformación y control de cuerpos con un enfoque sugerente. Si este tipo de narrativa no es de tu agrado o no cumples con la edad recomendada, te sugerimos no continuar.
Todas las imágenes utilizadas (si las hay) pertenecen a sus respectivos dueños. No reclamo ninguna autoría sobre ellas y solo se usan con fines ilustrativos.
Si decides seguir adelante, bienvenido a Possessed Desires, donde la mente y el cuerpo nunca están completamente bajo tu control.
Rivals Inside: Parte Dos (Versión Español)
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Me llamo Samuel, y no me siento satisfecho con la vida que llevo. No te confundas, sé que mi apariencia está por encima de lo que la mayoría de chicos quisiera llegar a ser, mi familia tiene una buena cantidad de dinero, tengo muchos seguidores en redes sociales y sin duda soy guapo.
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Pero no soy feliz.
Cuando tenía trece años, me di cuenta de dos cosas; que tenía talento para la moda, y que me gustaba mi mejor amigo.
Siempre me sentí cómodo con Max a mi lado, e incluso protegido, a esa edad, él aun no era la masa de músculos qué es hoy en día. Pero sin duda si era hábil para golpear si alguien se atrevía a burlarse de mí. Y amaba nuestra amistad, pero no podía aguantar más llamar amigo a alguien que deseaba día y noche.
Así que cuando llegó ese verano... me propuse darle fin a todo ese lío. Sé perfectamente que pude haberle dicho lo que sentía, que podía haber tomado más alternativas.
Pero era adolescente, e hice lo que mejor creí en ese entonces (irónicamente, fue el peor error).
Me ocupe de dos cosas: mejorar mi guardarropa y mi físico. Tuve un glow up, si quieres decirlo así, de ser un chico con acné y ropa promedio, pasé a tener la piel tersa, bajar de peso y vestirme con estilo.
Y terminé diciéndole a Max que ya no quería ser su amigo. Y así... nuestra amistad llegó a su final. Preferí cortar todo lazo para ya no sentir que un sólo abrazo de él, me volviera loco.
Pero aunque ya no fuéramos amigos... él seguía gustándome con cada fibra de mi ser. Eso fue lo peor, me encantaba; y ahora no tenía nada. No me había dejado de gustar pero tampoco era mi amigo ya.
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Me llene de amigos falsos, cada uno más superficial qué el anterior. Y se creo una especie de rivalidad con Max; en cada disciplina que ambos compitieramos, siempre sería una disputa sin fin, un duelo entre él y yo por ver quién vencía a quién.
En un inicio fue divertido... Pero se hacía cansado cada vez tener que mantener esa fachada. Aunque lo que me dolía, es que seguramente su odio hacía mí, si era real. Y cómo no se me ocurrió nada mejor. Pensé que la solución era empezar a tratarlo mal, si empezaba a ser hostil con él... Desaparecerían mis sentimientos por él. ¿No?
Error de nuevo, ahora no sólo le había rotó el corazón, sino que era un patán con él. Y me enfrasque en un círculo vicioso entre arrepentirme, volver a hacerlo para tratar de quitarme la sensación y darme cuenta de que seguía enamorado de él.
No me gustaba la música electrónica, el ritmo... sólo no me gustaba. Pero sabía que a Max sí, y pronto estaría el EDC. Uno de los mejores festivales de música electrónica.
Pensé en regalarle el boleto cómo una disculpa, pero cómo podrás notar, a veces no soy el mejor planeando cosas. Así que decidí ir al EDC con algunas amistades, y... Tratar de disculparme, incluso pensé en confesarle lo que sentía. ¿Qué más perdería? Ya no estaba en mi vida, ya no éramos amigos, desperdicie casi toda mi adolescencia en una rivalidad tonta con él. Ya no había más que perder.
Incluso escogí un outift que fuera algo que le pareciera lindo, quería verme bien para él. Pero mi actitud volvía a arruinar las cosas.
Era cómo un método de defensa qué se activaba cada vez que lo veía, y ahí estaba, acabando de llamarlo "gorila tonto"
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— ¿No dices que te gusta? – Mi amiga Astrid murmuró detrás de mí.
De todos mis amigos superficiales, Astrid era la única que si era real, era una muy buena amiga, y claramente, la única persona a la que le había confiado mi secreto.
Aunque cómo cualquier persona, se sentía bastante confundida en mi técnica de coqueteo.
— Sí...
— ¿Por qué no le dices lo que sientes mejor?
— ¡Por qué no puedo! ¡Cada vez que lo veo, es cómo si se activará algo automático que me hace responderle así! – Me sentía frustrado conmigo mismo, suspiré. Antes de que ella pudiera responder algo, volví a hablar – Tsk... iré a caminar.
Avancé entre las carpas y los stands del concierto. Juro que vi a dos tipos meterse detrás de un conjunto de estas mientras trataban de mantener sus manos alejadas de ellos mismos.
Y seguí caminando, tratando de lidiar con mis emociones, hasta llegar a un punto alejado, apenas había gente.
— Hey... ¿tienes alguna moneda que te sobre? Me falta un poco de dinero para el transporte.
Un hombre me sacó el susto de mi vida al aparecer detrás mío, gire a verlo. Se veía como cualquier otra persona, con una camisa cualquiera... en sí, no se veía un mal tipo.
— Eh... Claro – rebusque un par de monedas en mi pantalón para darle al menos unas quince – no las necesito, quedátelas.
— Hombre, gracias – las guardó, yo apenas asentí y volví a quedarme en mis pensamientos, el silencio duró un rato, hasta que volvió a hablar – ¿Tienes un dilema, eh?
— ¿Se me nota tanto? – no sabia porque estaba hablando con él, pero tenía una vibra reconfortante.
— Un poco. Más bien la pregunta sería, ¿Quieres la respuesta?
— Sí – no dude en responder.
— ¿Por qué no intentas ponerte en sus zapatos? Tal vez así sea más fácil entenderlo, o abrirte con él.
Ni siquiera pensé mucho en porque él sabía mis problemas, sólo reflexione lo que decía.
— Tienes razón – sonreí reconfortado – gracias
— Nada que agradecer, amigo. Oh, mira – se palpó sus bolsillos para sacar una moneda, se veía muy brillante – al parecer si tenía una moneda extra, ten, gracias.
Y sin más, se marchó.Tome la moneda entre mis manos para acariciarla, había una sensación cálida en ella... Pero decidí volver con Astrid.
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El resto de la noche había ido medianamente bien, el estruendo de la música no era de mi agrado, y la sensación de que mi oportunidad de hablar con Max se estaba desvaneciendo, hacía todo peor.
— Sam, tienes que ir a hablar ya con él – murmuró Astrid mientras trataba de reconfortarme.
— Lo sé. ¿Pero cómo? Sólo quisiera saber cómo...
Susurré. Fue entonces que sentí una especie de energía liberandose desde mi bolsillo, un calor. En un inicio era tenue, pero después comenzó a arder cómo el hierro.
Trate de decirle algo a Astrid pero todo a mi alrededor comenzaba a desvanecerse y tornarse en oscuro, sólo podía escuchar su voz angustiada que me llamaba. La oscuridad fue total hasta que de un momento a otro, cómo una subida vertiginosa, todo se llenó de colores, aromas y sonidos.
Parpadee un par de veces, tratando de adaptarme a un dolor de cabeza intenso, casi cómo si me hubieran dado con un ladrillo.
— Ugh... ¿Astrid? – miré hacía los lados, sin encontrar rastro de mi amiga. Aunque lo realmente confuso, fue notar mi voz; yo tenía una voz un tanto aguda, dulce. Pero ahora me encontré con un barítono completamente ajeno: profundo, masculino, grave. Bajé la mirada, encontrándome con dos grandes montículos de músculo qué se ocultaban a duras penas en un croptop. Me sentí distinto... Fuerte, grande. Poderoso.
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Flexione mis nuevos brazos, sintiendo cómo se hinchaban, ¡cielos, casi era el tamaño de una pelota esa cosa!
Sonreí tontamente, empecé a picar con mi dedo mis nuevos pectorales, sintiendo como subía y bajaba la carne ante el empuje. Jamás había tenido músculos así, mi cuerpo estaba enfocado más en la estética, jamás en la fuerza.
Volví a levantar mi brazo, esta vez inhalando mi nuevo aroma. ¡Cielos, apestaba! Espera... Ese aroma. Lo podría reconocer en cualquier lado, ¡era el aroma de Max!
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De inmediato saque su celular de uno de sus bolsillos para abrir la cámara, fue entonces que me encontré con su mirada a través del lente.
Su barba naciente... sus cejas pobladas, su tez oscura, cielos, sus músculos... Estaba dentro del cuerpo del chico que me había gustado toda la vida. Ahora tenía sus grandes músculos, su olor...
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— Carajo...
Murmuré, ahuecando mis pantalones para sentir el enorme trozo de carne. Me imagine que Max estuviera bien dotado pero no imagine que así.
Algo con lo que también me estaba obsesionado, aun sin tocarlo, sólo con sentirlo... eran sus glúteos.
Podía sentir como se pegaba la tela a ellos, lo redondos que eran, o lo pesados que se sentían. Max sin duda había moldeado su cuerpo para ser casi perfecto.
— ¡Hola! ¿Quieres una cerveza? – un chico de repente se me acercó. Se veía lindo, aunque su apariencia se parecía a mi anterior yo.
— Eh... No, no, gracias. No tengo dinero
— Oh no, te estoy invitando. ¿Quieres?
Parpadee confundido. ¿Me estaba... coqueteando? Por una parte me sentía halagado, sin duda el cuerpo de Max era para morirse, cualquiera le pondría el ojo encima. Aunque eso me daba celos, quería que él fuera mío.
— Claro. ¿Puedo pedir más de una?
— Seguro, guapo.
Y en menos de diez minutos, estaba empinandome cerveza una tras otra. Pensé que el cuerpo de Max tendría una buena resistencia al alcohol. Otra vez estaba equivocado...
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—————
— ¿¡Pero de qué hablas!? – Max dijo molesto en mi cuerpo – ¡Estás ebrio, Samuel!
Y no mentía, me sentía bastante mareado, pesado... Sé que no consideraba a Max como un deportista tonto, pero sin duda me sentía así.
— Te estoy siendo sincero... Mira, Max, yo...
— ¡Sam, ya basta! ¡Primero dejas de ser mi amigo, después me tratas mal, luego tu único objetivo es ganarme, y ahora nos intercambiaste de cuerpos! ¿¡Qué te pasa!?
— ¡Me gustas, Max! – finalmente salió de mi pecho, por fin lo había dicho – Me has gustado toda mi vida. Lamento no haberlo dicho antes, lo siento por tratarte mal, no sabía cómo decirte lo que sentía...
Él se quedó en silencio, sólo me miró fijamente por un rato con una mezcla de severidad y enojo. Aunque estuviera en mi cuerpo, su esencia seguía ahí, imponente.
Incluso se veía en sus ojos ese rastro de poder.
Bajé la mirada, sintiendo cómo las lágrimas estaban a punto de salir, cuando él se acercó para ponerse de puntas y besarme.
Abrí los ojos grandes, pero no dude ni un segundo en corresponder el beso.
— Idiota... – él murmuró – tú también me gustas.
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— ¿Qué?
— Sí. Me gustabas cuando éramos adolescentes, aun antes de que cambiarás. Aunque debo admitir que no me quejo de cómo mejoraste tu cuerpo.
Sonrió, acariciando mi viejo abdomen.
— Oye, no toques – traté de detenerlo pero él me esquivo.
— Ah no, te estuviste toqueteando y oliendote a ti mismo, enfrente de todos. Creo que me lo debes.
Sonreí.
— Oye, tu cuerpo es ardiente... No me juzgues. Sólo mira estos músculos – flexione mis brazos con una risa tonta, lo que lo hizo rodar los ojos mientras sonreía.
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— Deja de hacer eso, van a pensar que soy raro
— Vas a tenerme que dar algo más para convencerme de dejar de hacerlo.
Entonces volvió a besarme. Aunque ahora de una forma más intensa, podía sentir su lengua chocar contra la mía, sus manos rondando por todos mis músculos, aferre su cuerpo contra el mío. De inmediato lo levante para que se aferrara a mi cintura con sus piernas.
— Oye... – el murmuró contra mis labios.
— ¿Sí? – dije, queriendo volver a besarlo.
— ¿Cómo me habías dicho?... ¿Gorila deportista apestoso? – pareció burlarse, aunque de un momento a otro, se las arregló para empezar a oler mi axila, hundió su nariz, frotándose entre el sudor y el hedor, lo que hizo que sólo soltará un jadeo – ¿Sabes?... Siempre me ha gustado mi olor.
Sonrió, antes de volver a meter su cara para lamer y oler.
Continuará.
———
Espero que hayas disfrutado esta historia tanto como yo disfruté escribiéndola. Si te gustó, no olvides darle follow y compartirla para que más gente la descubra.
Siempre estoy abierto a sugerencias e ideas, así que si tienes alguna fantasía o escenario en mente, déjamelo saber en los comentarios o en mensajes.
Está será mi nueva cuenta, espero les gusten las historias que vienen próximamente. Nos vemos en la próxima historia… ¿Quién sabe qué cuerpo ocuparás esta vez?
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wraheathcliff · 4 months ago
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"Well stranger, you're hard to get alone in a room." The hooded man said as he closed the door behind him, and locked it. "Don't bother getting up. I'm here for some questions. Matters of business." The hooded man said as he walking in slowly. "Lord Felscythe. Nethermancer of Silvermoon. Breaker of Dreadscar. I'm here to inquire about one Mr Tannatar Valgolor. Who went missing about two weeks ago." The said as they came to stand in front of the other. "You've their corpse stashed away. Boasted an upside down Kirin Tor symbol on their thigh." The hooded man accused flatly.
Heathcliff was still reading his newspaper, polished boots propped on his lawyer's desk when the Nethermancer entered. It was just by a slim chance too, since he was almost ready to leave. His undead lawyer took far too long on his errands to return promptly to his appointments. Still, there was something about his intense level of detail Heathcliff forgave for the unpolite crime of tardiness. Staying in the city was not Heathcliff's favorite type of excursion, but it was a practicality necessary to keep some appearances. Until the wrong people started asking the right questions.
The doctor only looked up when he heard the bit about the Kirin Tor symbol. His eyes locked on the hooded man, not a force casually looked away from. He removed his feet from the desk and threw down the paper like it disappointed him; crossed a leg on his knee and leaned back a bit in the ornate leather office chair, clasping his hands.
"Well you sound more organized than the morgues I get donations from." he joked, knowing it wouldn't land on the stoic inquisition in front of him.
"If there's been some mistake, I will certainly check my medical facility storage for this missing… Mr. Val-go-lar? With a Kirin Tor symbol." he studied the man a moment, making some calculated guesses.
"I assume you brought the paperwork proving I received this specific corpse in error from the morgue itself. With a notarized transfer of custody by a living family member, of course. I take the privacy and wishes of the family donating as my highest priority. I'd be horrified to know their remains were not going to be treated with the respect only… science can give them." Heathcliff smiled warmly.
@nixalegos
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regina-king-0w0-blog · 1 month ago
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The Red Means I Love You-Madds buckley
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DOUXIE MI VIEJO 🗣️
Les dije que estaba practicando pero no me quisieron creer 😏, aunque sí se ve raro es porque fue rápido, la verdad me sentía bloqueada (me gaste por hacer el estilo 😔) pero ya me estaba saliendo el estilo que dije "debo probarlo en algo o si o si, porque se me olvida después", y salió esto, no es lo mejor que he dibujado pero me siento bien con el.
Alguien sabe quién en primer en dibujarlo de douxie villano (creo que lo es)?, los más relevantes que encontré y no se si es su creadora es Tenyia, que nose si se nota pero me inspire en su estilo, es que dibuja tan rico a Douxie!!! 🫦, si me ven dibujando Zouxie ella es la culpable xd (me encanta el ship pero Krexie por siempre🔥).
Nose si están bien los subtítulos, lo hice casi con un ojo cerrado y ya me dio hueva volverlo hacer y si notan algunos errores hagan como si no estuvieran xd.
Bueno, creo que eso todo hasta que se vaya esta parálisis, ni se va a notar porque no es como si alguien estuviera esperando, verdad?. 😉
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equipo · 2 years ago
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Cambia, todo cambia
 🌟 Novedades
Del mismo modo que hicimos con ChatGPTBot de OpenAI, hemos bloqueado el rastreador de Common Crawl para que no extraiga información y contenido de Tumblr.
En el Escritorio de la versión web, hemos añadido el elemento rel="author" al enlace del nombre del blog en las cabeceras de las publicaciones para mejorar la experiencia de las personas que usan lectores de pantalla y otras herramientas de accesibilidad.
En las páginas de búsqueda de esta misma versión, hemos movido la barra que te permite buscar contenido: ahora ya no se encuentra en el menú lateral, sino en la parte central de la página.
Como sabrás, estamos haciendo pruebas con la cabecera de las publicaciones para evitar que los avatares se muestren varias veces en los reblogueos. Por ahora, los hemos vuelto a añadir para las publicaciones de los blogs en grupo que tienen la opción «Mostrar los avatares de los autores» activada.
Cuando un blog que permite colaboraciones reciba una publicación en su bandeja de entrada, ahora podrá bloquear a la persona que envía el contenido tanto desde su blog secundario (si este era el destinatario de la colaboración) como desde el principal.
Hemos mejorado el formato de los números en la versión web para que estén correctamente localizados en cada idioma.
También en esta versión, animaremos a quienes lleven un rato navegando por la vista emergente de un blog y no hayan iniciado sesión a hacerlo.
Seguimos experimentando con algunas funciones y hemos decidido mostrar el carrusel «¡Ya estás al día!» a quienes tengan activada la opción «Mostrar lo más interesante primero».
🛠️ Mejoras y solución de problemas
Hemos solventado una incidencia que causaba que el número de suscripciones a un blog que se mostraba no fuera el correcto.
Había un problema con el editor de publicaciones de la versión web y los sets de fotos no aparecían correctamente si se colocaban después de un enlace para seguir leyendo. ¡Asunto resuelto!
En esta misma versión, hemos hecho algunas mejoras en la cabecera de las publicaciones compactas (cuando se muestran en una cuadrícula en la página Explorar, por ejemplo). Si un blog tiene un nombre largo, ya no saltará a una nueva línea partiendo una palabra por la mitad y todos los elementos que lo acompañan, como los distintivos y el botón para seguir el blog, quedarán bien alineados en la cabecera.
Hemos corregido un error que hacía que apareciera una viñeta junto al menú de blogs en Safari.
Hemos seguido resolviendo varios problemas relacionados con las funciones de deshacer y rehacer en el editor de publicaciones de la versión web. Ahora deberías notar mucha más estabilidad al usar estas opciones.
También en esta versión, hemos arreglado un fallo que causaba que los avatares de los blogs que enviaban preguntas anónimas aparecieran vacíos.
Hemos solucionado una incidencia que afectaba a los modos HTML y Markdown en el editor de publicaciones de la versión web y que hacía que al usar la opción para seleccionar todo el texto, a veces se seleccionara también contenido situado fuera del editor.
Al empezar una búsqueda con un hashtag (#), algunas personas estaban obteniendo resultados genéricos en lugar de los correspondientes a esa etiqueta. ¡Problema resuelto!
🚧 En curso
Poco a poco, vamos incorporando más elementos al nuevo diseño de la página de actividad en Android.
Una semana más, nuestro equipo sigue trabajando con esmero para actualizar los documentos de ayuda. Si encuentras cualquier información confusa o que no esté al día, no dudes en escribirnos.
🏴‍☠️👒
🌱 Próximamente
Hemos tomado buena nota de vuestros comentarios acerca de los últimos cambios en el diseño de los reblogueos. ¡Nos van a ayudar mucho a decidir qué camino tomar a partir de ahora!
¿Tienes algún problema? Envía una solicitud al equipo de asistencia y se pondrán en contacto contigo lo antes posible.
¿Quieres hacernos llegar tus comentarios o impresiones sobre alguna función? Echa un vistazo a nuestro flamante blog Work in Progress y empieza a compartir tus ideas y sugerencias con la comunidad.
¡Y no olvides que puedes consultar todos estos cambios en cualquiera de los idiomas disponibles en Tumblr en los blogs oficiales de los equipos internacionales!
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belencha77 · 3 months ago
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CAPITULO 31 - ECOS EN LYTHIKOS
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Finalmente, llegamos a Lythikos. Estaba a solo minutos de salir para el gran baile, mientras Liam se había marchado para atender unos asuntos. Me quedé en mi habitación, preparándome para los toques finales de mi atuendo.
Liam me había regalado un vestido impresionante de un tono rojo sangre profundo, que capturaba la luz con un brillo seductor en cada movimiento. El tejido, suave como la seda, tenía un sutil resplandor que lo hacía parecer casi líquido al deslizarse sobre mi piel. El corpiño ajustado realzaba mi figura, adornado con delicados detalles de encaje que resaltaban en un escote en forma de corazón. La falda se abría en suaves pliegues, moviéndose con gracia a cada paso que daba. En la cintura, el sello de la casa Nevraskis, bordado en hilo dorado, aportaba un toque de poder y distinción, haciendo que me sintiera no solo hermosa, sino también segura de mí misma.
Liam me había dicho que el rojo me quedaba espectacular y que le encantaría verme llevarlo esta noche. Con ese comentario, era imposible no hacerlo. Me miré en el espejo, y realmente el vestido era una obra de arte. La intensidad del color contrastaba perfectamente con mi piel, y el diseño resaltaba tanto mi elegancia como una fuerza sutil. Liam no solo tenía un gusto exquisito, sino que entendía cómo hacer que me sintiera empoderada, aunque… también supuse que sus intenciones eran algo más juguetonas.
Mientras sonreía ante mi reflejo, disfrutando de la sensación de confianza que el vestido me daba, Madeleine apareció en la puerta. Estaba algo desconcertada, pero cuando me vio, se quedó sin palabras por un momento.
|| Riley... deberías apurarte. No hay mucho tiempo… || comenzó a decir, pero al verme, su rostro se suavizó || Vaya, ya estás casi lista. Venía a decirte que debías usar algo que proyectara confianza, pasión, elegancia y gracia ante el peligro... pero creo que ya lo tienes cubierto. ||
|| Gracias, Madeleine. Me alegra que te parezca bien. Fue un regalo de Liam. ||
Ella asintió, pero no podía evitar notar algo diferente en su expresión. Sus ojos, aunque brillaban de admiración por el vestido, guardaban una sombra de algo más profundo.
|| Mira… aunque me cueste decir esto… || hizo una pausa, como si estuviera eligiendo bien sus palabras || Yo solía pensar que eras solo un... bufón que se metió por error en la política Cordoniana. Pero, después de todo lo que ha sucedido… tu apoyo a la familia Nielsen, lo que hiciste tras la muerte de Constantino… ya no pienso lo mismo. ||
|| ¿Estás tratando de decir algo lindo sobre mí? || le pregunté con una sonrisa juguetona, tratando de aliviar un poco la tensión.
Madeleine esbozó una sonrisa breve, pero no duró mucho. El brillo en sus ojos comenzó a apagarse, y en su lugar, apareció algo que reconocí como dolor. Un dolor que parecía haber mantenido oculto durante demasiado tiempo.
|| No quiero que se te suba a la cabeza... pero inspiras a la gente, Riley. Le das a la gente algo en lo que creer, esperanza, y eso es lo que necesitamos ahora... lo que necesita Cordonia. ||
|| Madeleine, tus palabras significan mucho, de verdad. || Contesté con sinceridad, notando que su expresión era más sombría de lo normal || Pero sé que hay algo más en ti. ¿Qué te preocupa? ||
Al principio, guardó silencio. Su mirada vagaba por la habitación, pero finalmente sus ojos se volvieron hacia mí, con una vulnerabilidad que rara vez mostraba. Tomó aire, como si las palabras fueran demasiado difíciles de pronunciar. Su voz se quebró ligeramente cuando finalmente lo dijo.
|| Riley... || Madeleine dudó, y vi cómo luchaba por contener la emoción que se apoderaba de ella || El bebé que estaba en palacio… ¿es de Leo? ||
La pregunta cayó como un peso, y por un momento, el aire entre nosotras se volvió más denso. Pude ver cómo sus ojos se humedecían, aunque ella intentaba mantener la compostura. La mención de Leo había tocado una herida que, claramente, no había sanado. Madeleine, siempre tan fuerte y contenida, ahora estaba al borde de las lágrimas.
|| Sí... || Respondí suavemente, tratando de ser lo más comprensiva posible || Su nombre es James… es un encanto. ||
Madeleine asintió lentamente, pero no pudo disimular la tristeza que arrastraba su mirada. La mención de Leo, el hombre que alguna vez fue su gran amor, traía consigo recuerdos que evidentemente aún la marcaban profundamente. Su rostro endurecido, siempre tan controlado, ahora mostraba un atisbo de la vulnerabilidad que llevaba dentro.
|| Siempre pensé que, si alguna vez tenía hijos, serían nuestros. || Susurró con un tono lleno de nostalgia, su voz quebrándose a medida que hablaba. Madeleine desvió la mirada, como si esas palabras le costaran más de lo que había anticipado. || Maldición, no debería ponerme tan emocional. || Exclamó con furia mientras se secaba las lágrimas con las manos. || Será mejor que te deje terminar. No quiero quitarte más tiempo... Por favor, no comentes con nadie lo que acaba de pasar. ||
Con firmeza y sin darme tiempo a responder, salió rápidamente de mi habitación.
**
Minutos después, cuando prácticamente me encontraba lista, la puerta de mi habitación se abrió y entró Liam. Al verme, sus ojos se iluminaron y su expresión de asombro me hizo sentir un cosquilleo en el estómago.
|| Mi amor, estamos listos para — || comenzó a decir, pero se quedó sin palabras al contemplar mi figura.
|| Riley… Te ves deslumbrante. Ese vestido resalta tu belleza de una manera impresionante. Sabía que el rojo era el color perfecto para ti || dijo, su voz llena de admiración. Se inclinó hacia mí y me dio un tierno beso que me hizo sonrojar, provocando que mi corazón latiera más rápido.
Al separarme de él, no pude evitar admirar su atuendo oficial de rey. El uniforme estaba confeccionado en un elegante tono azul marino, con bordados dorados que recorrían los bordes y el pecho, reflejando su estatus y poder. La chaqueta tenía un corte impecable que resaltaba sus hombros, y cada insignia que portaba contaba una historia de valentía y liderazgo. Los pantalones ajustados complementaban su figura, mientras que una capa de terciopelo, bordada con el escudo de la casa Nielsen, caía con gracia detrás de él.
|| Gracias por el halago, pero déjame decirte que tú no te ves nada mal. Ese uniforme real te hace aún más atractivo || le respondí, guiñándole un ojo.
Él esbozó una sonrisa traviesa, sus ojos chispeantes.
|| Siempre tan coqueta || me dijo, extendiendo su brazo con un aire de galantería || ¿Lista para que las festividades comiencen? ||
|| Más que lista || respondí con una sonrisa pícara.
|| Por cierto, Mara mencionó que debemos estar atentos a todo, aunque ella también hará su parte || comentó, su mirada volviéndose más seria.
|| Lo sé, pero ¿no te parece extraño pensar que alguien que conocemos pudo estar detrás del ataque? || Me acerqué un poco más a él para susurrar, disfrutando de la cercanía || ¿Crees que Olivia tenga algo que ver? ||
|| Sinceramente, no lo creo... pero no se puede descartar que ella o alguien aquí sepa algo que pueda ayudar || dijo, manteniendo la compostura.
|| Ok, entonces nuestro plan es… ¿conseguir que confiese algo? || pregunté, haciendo una pausa para darle un toque de complicidad a la conversación.
|| Exactamente || asintió, y juntos nos dirigimos rápidamente hacia el gran salón, descendiendo los escalones con una mezcla de emoción y nervios.
Al llegar a la entrada principal, nos encontramos con Olivia, quien nos sonrió ampliamente al vernos.
|| Permítanme oficialmente darles la bienvenida al gran ducado de Lythikos. Es un honor acoger al Rey y a la futura reina de Cordonia. Con absoluta sinceridad, debo admitir, Riley, que has elegido un vestido impresionante. El rojo te queda de maravilla… || dijo Olivia, quien alguna vez afirmó que el rojo era solo su color.
|| Gracias, me alegra saber que esta decisión fue inspirada || le respondí, sonriendo.
|| El rojo es el mejor color para usar cuando cazas a tus enemigos... Te deseo suerte || me dijo, guiñándome un ojo, mientras yo me quedaba analizando sus palabras.
|| Es un placer visitar tu ducado, Liv || dijo educadamente Liam, manteniendo la elegancia en su voz.
|| Liam, por cierto… Lamento tu pérdida, || dice Olivia, tocando sutilmente su brazo. || Siento no haber podido acompañarte, pero tenía que solucionar algunas cosas aquí. Tuve una visita inesperada que robó casi la mayor parte de mi tiempo y se me hizo imposible poder estar con ustedes. ||
|| No te preocupes, Liv. Muchas gracias por tus deseos, || le responde Liam.
|| Afortunadamente, fue bueno salir ilesa del ataque, || dice con consternación. || Cuando Liam nos advirtió de la primera bomba, escapé rápidamente. Pero al estar casi en la salida, miré atrás y vi caer los escombros. Estoy agradecida de que hayas sobrevivido, Liam. || Exclama, sin dejar de mirarlo, mientras toca ligeramente su brazo.
|| Creo que todos estamos agradecidos, || respondo, notando que los sentimientos de Olivia hacia Liam aún no se han desvanecido.
|| Oh, sí, claro… || Olivia aclara su garganta. || Ahora, si me siguen, los guiaré hacia sus asientos. ||
Olivia nos acompaña hacia el frente del salón de baile. Al llegar, noto cómo un par de acomodadores también sientan a Drake, Sara, Maxwell y Hana en la mesa. Al llegar, escucho a Drake, quien está de espaldas, decir:
|| Vaya, parece que llegamos al frente esta vez... ||
|| Difícilmente podría poner a nuestros amigos en la parte de atrás. Aquí disfrutarán de los mejores asientos con su magnífica anfitriona, || dice Olivia, sorprendiendo a Drake y a todos nosotros con sus amables palabras. Realmente es una excelente anfitriona, y para ser honesta, creo que está cambiando.
|| Muchas gracias, Duquesa Olivia, por la invitación. La casa es realmente hermosa; sus paisajes son como sacados de un cuento, || dice Sara, muy agradecida.
|| Gracias, Sara. Aprecio tus elogios. Si es posible, agradecería que me llamaras por mi nombre. Desde hace tiempo formas parte de nosotros, así que no le veo problema, || exclamó, y nuevamente todos nos sorprendimos. || Muy pronto supongo que te convertirás en la esposa de Drake, así que… || termina diciendo mientras levanta sus hombros mientras que Drake se detuvo un momento, un destello de sorpresa cruzando su rostro ante la mención de la palabra "matrimonio", pero se recuperó rápidamente. Afortunadamente para él, Maxwell intervino.
|| ¿Eres algún tipo de alienígena que ocupó el cuerpo de Olivia? || exclamó Maxwell tocando a Olivia en su brazo, mientras ella simplemente gira los ojos, tratando de ignorar su comentario. Hana le da un golpe sutil en el costado, mientras que Liam rápidamente intercede.
|| Gracias, Liv, por todo. Eres muy amable, || le dice con una sonrisa.
|| De nada, || responde con una sonrisa sincera. Luego todos nos sentamos y comenzamos a revisar el menú, mientras un camarero sirve bebidas a todos.
|| No está nada mal. La mayor parte de la comida se ve realmente buena, || dice Drake.
|| Sabes, tuve que solicitar algunos cambios para tu paladar más… cómo decirlo, rústico, || Respondió Olivia sonriendo.
|| ¿Estás esperando otro “gracias”? Porque no vas a conseguir otro, || exclama Drake, mientras que Sara lo mira enojada.
|| ¡Drake! || le reclama y lo codea un poco.
|| No te preocupes, Sara. Es normal ese comportamiento. Además, con el reconocimiento silencioso de mi superioridad es suficiente, || Olivia le sonríe a Drake con victoria, mientras él solo la mira sin decir nada.
|| Ahí está la Olivia que conozco… || exclama Maxwell, sonriendo.
|| No me tientes a sacarte de mí fiesta, || dice Olivia, y Max solo levanta sus brazos en señal de paz.
**
Momentos después de disfrutar nuestra deliciosa comida, una dama a nuestra mesa. Es Lucrecia, la tía de Olivia, a quien conocí tiempo atrás.
|| ¡Vaya, vaya! Qué reunión tan encantadora... Bueno, al menos ahora que estoy aquí, || exclama con total orgullo.
|| ¡Cielo santo! ¿Acaso no tienes algún cadáver que buscar en otro lugar? || le reclama Olivia con desprecio.
|| Por favor… ¿Y perderme de disfrutar de los invitados en mi casa? Eso sería de mala educación. Bienvenidos todos a Lythikos, || responde, posando su mirada en Liam. || Liam, es un placer verte después de tanto tiempo. Veo que has crecido... bastante. Por cierto, deseo extender mi más sentido pésame. Lo que le sucedió a Constantino fue una tragedia. ||
|| Gracias, || responde Liam con seriedad, pero puedo notar que no se siente cómodo con su presencia. Lucrecia dirige su mirada hacia mí.
|| Es bueno verte de nuevo, Riley... || Al decir esto, Liam me mira sorprendido. Nunca le conté que había conocido a esta mujer.
|| Gracias, Lucrecia… Es bueno estar aquí, || le respondo.
|| Pasé un tiempo maravilloso contigo en la Gala, || exclama, mirándome antes de volver su atención a Olivia. || Livvy, ¿por qué no me presentas al resto de tus amigos? ||
|| Cuanta menos gente molestes, mejor, || responde Olivia.
|| Vamos, querida, eso no es una introducción, || le reclama Lucrecia, mientras Olivia cruza los brazos y lanza un gran suspiro, sabiendo que no logrará nada con su tía.
|| Ok… || dice, comenzando a señalar a los demás. || Drake, Sara, Hana, Maxwell... Les presento a Lucrecia Nevraskis, mi tía. ||
|| Es un gusto conocerlos, || dice Lucrecia, mientras todos asienten ligeramente.
|| Lucrecia, qué bueno verte aun después del ataque, || le digo, intentando averiguar cuáles son sus intenciones. Desde la fiesta de la Gala, siento que esta mujer oculta algo.
|| Sentí que tenía que estar presente, querida. Aunque pensé que los atacantes no podrían entrar al palacio, ya ven lo que pasó. Afortunadamente, la preciosa Livvy escapó ilesa. Una cicatriz grave podría haber debilitado su apariencia ante sus prospectos. ||
|| ¿Prospectos? || pregunta Maxwell, casi atorándose con su bebida.
|| Claro que sí, y estoy hablando de su matrimonio, || responde Lucrecia con mucha calma, asombrándonos a todos.
|| ¿Sigues con eso? Por favor, tía. Creo que es suficiente. Soy perfectamente capaz de encargarme de eso por mi cuenta, || responde Olivia, llena de indignación.
|| Por supuesto que no, Olivia. Tus padres me encargaron que debía asegurarme de que encontraras a alguien digno del linaje Nevraskis. ||
|| Tía… ¿Podríamos no hablar de esto aquí? || dice Olivia, visiblemente avergonzada y frustrada.
|| Ok, creo que tienes razón... Bueno, creo que debo retirarme. Muchachos, es un placer tenerlos en Lythikos. Aunque, para ser sincera, me hubiera encantado conocerlos a todos ustedes antes, pero como ya lo sabrán, nuestra noche en la Gala fue interrumpida y... || De repente, la música llena el salón de baile con un ritmo alegre. || Oh, escuchen, comenzó el vals. Olivia, querida... Creo que le debes a nuestro invitado real el primer baile, || exclama Lucrecia con una gran sonrisa, mientras Olivia regresa a verla con furia.
|| Tía… Yo soy la duquesa de Lythikos. No estoy aquí para bailar y divertirte… Antes de empezar el baile, ¿puedo hablar contigo a solas? || le dice Olivia, levantándose de la mesa y llevando a su tía lejos de nosotros para discutir en privado. Mientras tanto, Liam se acerca a mi oído y susurra:
|| No sabía que conocías a Lucrecia. ||
|| Lamento no habértelo comentado, pero con todo lo que pasó, lo olvidé. Fue en la noche de la Gala que noté que estaba hablando con Olivia. Sinceramente, ella no me agrada; presiento que oculta algo. ||
|| Mis pensamientos son iguales. Ella nunca me agradó y me siento incómodo en su presencia, || dice Liam.
De repente, Lucrecia y Olivia vuelven, y su última conversación se logra escuchar.
|| Olivia, tu linaje te sitúa en el ranking Nevraskis, pero veo que te falta mucha experiencia. Ahora… anda y cumple con tu deber habitual, || le dice Lucrecia, quien rápidamente se aleja de nuestra mesa. Olivia se ve derrotada y fastidiada. Suspira profundo antes de mirar a Liam.
|| Liam, ¿me acompañas en el baile de apertura? || pregunta, notoriamente inconforme.
|| Por supuesto, Liv, || responde Liam, acercándose para darme un beso en la mejilla antes de ofrecer su brazo a Olivia. Una vez que ella lo toma, juntos se dirigen a la pista de baile y se mueven al ritmo de la música.
De repente, pocos segundos después de que ellos comienzan a bailar, siento una mano tocando mi hombro.
|| Riley, || exclama Kiara, quien está sentada en nuestra mesa y me mira con gran preocupación. || Lamento interrumpirte en estos momentos, pero debo decirte algo en persona... Después del festival en Lythikos, me retiraré de la corte. ||
|| ¡¿Pero por qué?! Acabas de regresar, || pregunto, abriendo los ojos en sorpresa.
|| Lo sé... Y he pensado en ello varias veces, pero es mejor tomar acciones rápidas. Como ya te di mi apoyo público, creo que no es necesario seguir viajando contigo. Gracias, Riley, y… gracias por haberme tomado en cuenta. || Sin darme oportunidad de replicar, toca ligeramente mi hombro y se levanta, alejándose con prisa. No me esperaba esto.
|| Vaya, eso fue inesperado, || dice Drake.
|| No puedo creer lo que acaba de pasar. Tal vez sea por el miedo. Imagínense, en su primer día de regreso a la corte, ¡tienen otro ataque! ¿Cómo pueden estar tranquilos? || les digo, tratando de entender las razones de Kiara.
|| Kiara dijo que no se irá hasta después del festival… Riley ¿Por qué no hablas con ella de nuevo? || sugiere Sara.
|| Podría hacerlo, siempre y cuando no esté ocultando algo, || responde Drake. De repente, la música se apaga. Olivia y Liam terminan su rutina de baile y toman caminos diferentes. Liam se acerca a mí, pero lo noto un poco serio.
|| ¿Descubriste algo? || pregunto, curiosa.
|| Nada importante… Pero Olivia está preocupada de que su tía intente obligarla a casarse con alguien con quien no está de acuerdo, || responde Liam.
|| Pero eso no nos dice mucho... || añade Drake.
|| La pregunta que debemos hacernos es con quién quiere Lucrecia casar a Olivia, || exclama Hana.
|| Supongo que tendremos que estar atentos… || dice Liam. Justo en ese momento, la música se reanuda y más nobles entran a la pista, comenzando a emparejarse.
|| ¡BAILE! || exclama emocionado Maxwell, quien rápidamente lleva a Hana a la pista.
|| Muy bien, || dice Liam, tomando mi mano con delicadeza. || Parece que es nuestro turno para bailar... || Extiende su brazo, yo lo tomo y él me brinda una gran sonrisa. || Mi reina, ¿me permite esta pieza? ||
|| Sin dudarlo, mi rey... || le contesto, y ambos entramos a la pista, comenzando a deslizarnos suavemente por la habitación. Aunque bailamos "casi" de manera coordinada, puedo sentir la falta de energía de Liam y su desconcentración. Su mirada se pierde en la distancia, como si estuviera lidiando con pensamientos que no puede compartir || Liam, ¿estás bien? || pregunto, preocupada al verlo con la mirada ausente.
|| ¿Uh? || me responde, reaccionando ante mi pregunta. Le miro fijamente, intentando que regrese al momento presente.
|| Sé que has pasado por mucho últimamente y lo entiendo cómo te dije en el palacio. Pero lo que realmente quiero saber es qué te sucede. Noté que estás perdido en tus pensamientos, y me estoy preocupando || le digo con ansiedad mientras él me mira con preocupación y acaricia suavemente mi mejilla.
|| Lamento volverte a preocupar, amor... Pero tengo tantas cosas en mente en este momento ||
|| Entiendo. Pero, ¿por qué no disfrutamos de esta noche? Deja a un lado las formalidades, las amenazas y las ceremonias por ahora. Lo único que debería importar es que estamos juntos. ||
|| Tienes razón; lo que importa es que estamos juntos... siempre, || me responde Liam mientras nos inclinamos el uno hacia el otro y comenzamos a balancearnos suavemente con la música. Cuando la música finalmente se apaga, ambos salimos de la pista.
|| Eso fue maravilloso, || le digo emocionada a Liam.
|| Lo fue, aunque creo que necesito un pequeño trago después de eso. ¿Deseas que te traiga uno, amor? ||
|| ¡Genial! Una copa de champagne estaría perfecta. ||
|| Seguro, || responde, dándome un beso en la frente antes de dirigirse rápidamente a una mesa con una gran fuente de bebidas. Justo en ese momento, al darme la vuelta, me choco con Maxwell, que está de pie ante mí.
|| ¡Santo cielo, Max! ¡Me asustaste! || exclamo.
|| ¡Mira lo que encontré! || grita un Maxwell visiblemente feliz, sosteniendo dos botellas verdes de champagne sin abrir.
|| Sé que te gusta pasar un buen rato, Max, pero ¿no son demasiadas botellas para ti? Creo que ya estás bastante feliz por el licor. ||
|| ¡¡¡Pequeña flor!!! Estas bellezas se ofrecieron como voluntarias para ser las últimas asistentes del espectacular truco de fiesta de Maxwell Beaumont… marca registrada pendiente. ||
|| Entonces, ¿qué esperas que hagamos? ||
|| ¡Esta noche será la mejor de todas! Estamos en Lythikos, mi bella flor. Lythikos. ¿Puedes imaginar qué tipo de armas locas tienen aquí? Así que, como estoy bastante feliz, ¿por qué no vamos abajo a la armería y revisamos todas las armas Nevraskis? ||
|| ¿Y por qué quieres que yo forme parte de tu locura? ¿Y Hana? ||
|| Hana está envuelta en una gran conversación con sus amigas nobles y, para ser sincero, no quiso ser parte de mis locuras. ||
|| ¿Y yo sí? ||
|| Vamos, mi flor... || Maxwell se inclina y mueve los ojos de un lado a otro antes de susurrarme. || ¿Le vas a decir que no a tu hermano? Además, he aprendido algunos trucos nuevos: aprendí a abrir botellas con armas realmente peligrosas. ¿Qué dices? ||
Busco rápidamente a Liam, pero lo encuentro conversando animadamente con Hakim, así que no creo que note mi ausencia.
|| Ok, ok, suena demasiado divertido como para dejarlo pasar. ||
|| ¡Esa es mi pequeña flor! Sabía que dirías que sí. ¡Ven conmigo! ||
Tras un largo tramo de escaleras y una puerta alta de madera con la cresta de la familia Nevraskis, llegamos al famoso cuarto de armas.
|| ¡Wow! Mira este lugar. ¿Quién diría que había tantas formas de apuñalar a alguien? || exclamo, asombrada.
|| ¿Cuánto apuestas a que este lugar es igual al cuarto de Olivia? || pregunta Maxwell, y ambos nos reímos.
|| Eso explicaría muchas cosas. || Comento mientras él comienza a explorar las armas. Su mirada se detiene en un elegante arco de madera.
|| Si planeas abrir el champán con eso, quizás debería buscar un paraguas primero, || bromeo.
|| Los arcos son demasiado impredecibles para mis planes. Pero, ¿sabes qué? ¡Mis planes pueden esperar! Disparemos esta cosa, || dice Maxwell, sacando una manzana roja Cordoniana y colocándola sobre un maniquí de paja.
|| ¿Trajiste una manzana? Veo que estás preparado, || le digo, sorprendida.
|| Claro, mi flor. Nunca se sabe cuándo necesitarás un refrigerio saludable o encontrar un arco impresionante en una armería Nevraskis. || Al finalizar, levanta el arco de su soporte.
|| ¿En serio vas a hacerlo? ¿No es un poco peligroso? || pregunto, nerviosa.
|| Claro que es peligroso, || afirma, colocándome el arco y una flecha en la mano. || Eso es lo que lo hace divertido. ¡Por eso empezaras tú! ||
|| ¿Yo? Esa no era la idea, || le reclamo, pero él sonríe, convencido.
|| Lo es ahora, mi flor. || ¿Qué he hecho? Coloco la flecha y estiro la cuerda del arco, cerrando un ojo mientras apunto. Suelto la cuerda con un movimiento suave, y la flecha se clava en la manzana.
|| ¡Mira! Directo a la manzana, || digo, emocionada.
|| Vaya... No pensé que lograrías eso. Es bastante intimidante justo antes de que me toque a mí, || dice Maxwell, visiblemente nervioso.
|| Deja de bromear y dale, || le ánimo, entregándole el arco. Maxwell coloca una flecha en la cuerda y tira hacia atrás. De repente, su mano comienza a temblar || Maxwell, ¿estás seguro de que puedes…? || empiezo a preguntar, pero antes de terminar, el arco se dispara con un fuerte zumbido, y la flecha de Maxwell se clava en la cara del maniquí.
|| ¡Perfecto! ¡Justo entre los ojos! || exclama, feliz.
|| Estoy segura de que solo se puede presumir si alcanzas tu objetivo, || le digo, bromeando.
|| Pero eso cuenta, ¿no? || me rebate.
|| ¿Cómo puede contar, Max? || le respondo, pero de repente se oyen voces desde una esquina del cuarto de armas || ¿Escuchas eso? ¡Se oye claramente que están hablando! || le digo.
|| ¡Genial! Debe ser el lugar secreto desde donde se puede espiar a la gente... ¡Ven, acerquémonos para escuchar! Tal vez oigamos algo interesante || Maxwell me dice emocionado. Lo miro con curiosidad, tratando de entender de qué habla || De niño descubrí que desde aquí podía espiar y escuchar lo que decían... Aunque no recordaba exactamente dónde era. ¡Ven! || Me guía hasta un rincón alejado de la armería, donde las voces se oyen más claras. De pronto, unas voces conocidas llegan a nuestros oídos, y tanto Max como yo nos quedamos en completo silencio.
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kon-igi · 1 year ago
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SE TRENTA MI DÀ TANTO
Ieri sera in privato ho avuto un bel scambio di punti di vista con @nusta (che taggo non per questo ma perché geograficamente interessata dall'argomento di questo post... quando ci arrivo!) fondamentalmente vertenti sulla mia frase 'una ragazza che ha terminato la transizione FtM' (N.d.A - Female To Male, da femmina a maschio).
Giustamente, lei mi ha fatto notare (in modo non polemico ma riflessivo) che la mia frase - sintetica per necessità di 'colpo di scena' - era scorretta perché la persona 'era ragazza già prima a prescindere dalla transizione che ha solo "esplicitato" la sostanza' e che purtroppo in alcuni ambiti digitali non cis questo errore mi avrebbe potuto valere un'aspra reprimenda se non addirittura un attacco diretto.
Non conosco tutte le sfumature espressive del movimento trans e per le mie limitate esperienze devo dire che ho trovato persone molto accondiscendenti verso gli inevitabili errori da parte del sottoscritto ma non dubito che come in ogni ambito si sviluppi una frangia molto agguerrita che per inclinazione o principio si possa triggerare a prescindere (gradito spiegone dalle persone trans che mi leggono).
Il punto del post è che adesso tratterò in modo leggero e simpatico un argomento molto importante che per il suo impatto sulla vita di tutti noi credo sarà inevitabile scateni una polarizzazione tra i vari diversi attori della questione...
LE CAZZO DI ZONE URBANE CON IL LIMITE DEI 30 KM ALL'ORA PER I VEICOLI A MOTORE
Bologna li ha già resi operativi (da cui il tag per Nusta)
Tumblr media
e qua comincia la polarizzazione con schieramento in trincea tra:
AUTOMOBILISTI
MOTICICLISTI
CICLISTI
PEDONI
Io per natura animale e istintiva appartengo al primo gruppo perché per il secondo conosco la traumatologia clinica ortopedica, per il terzo non ho sufficiente energia e per il quarto mi pesa il culo e/o odio aspettare i mezzi.
In un mondo ideale fatto di amore per il prossimo e di oculata scelta dei propri ritmi di vita, questo post non avrebbe ragione di esistere perché un ambiente urbano dove i mezzi non superano i 30 km/h è salutare per le ossa di chi non sta dentro la macchina e per la salvaguardia mentale e polmonare di tutti
MA
qualche mese fa sono andato alla discarica di paesello a portare alcune cose e mi sono accorto che la polizia municipale stava allestendo il telelaser sulla curva di una strada dove c'era il limite di 30 km/h... ovviamente sapevo che al ritorno li avrei trovati lì, tutti frementi e puntanti, quindi prima del cartello di divieto ho frenato e ho cominciato a tenere quella velocità.
Li vedevo piccoli laggiù in fondo al rettiline prima della curva...
Li vedevo piccoli...
Li vedevo piccoli e non si ingrandivano...
Piccoli ma mi puntavano addosso il cannone laser della Morte Nera...
Piccoli ma quasi vedevo i loro occhi cattivi e desiderosi che mi scappasse il piede sull'acceleratore... accelleratore che stavo premendo con la punta dell'alluce, delicato come se stessi disattivando 50 chili di plastico su un biplano senza carburante in picchiata dentro a un vulcano in eruzione.
A un certo punto ho pensato 'Vabbe'... adesso metto in folle, scendo e la spingo!'
Dopo un intervallo di tempo pari a quello di una vecchia che cerca gli spiccioli alla cassa del supermercato, finalmente li supero e penso 'Credo che oggi i conti del mio comune non solo andranno in pari ma si compreranno pure il Manchester City dagli arabi...' perché qua ve lo dico con il succitato amore di prima
A LIVELLO NEUROANATOMICO È FISICAMENTE IMPOSSIBILE RIUSCIRE A TENERE UNA VELOCITÀ SIMILE SENZA FARSI VENIRE UNA NECROSI AL TIBIALE ANTERIORE, SENZA STACCARE GLI OCCHI DAL TACHIMETRO O - E QUA PARLO PER ME - BESTEMMIARE TUTTO IL CALENDARIO FACENDO IL GIRO DELL'ANNO IN 10 SECONDI.
Ora lascio la parola a tutti i pedoni e i biruote, che amo in modo indistinto e che vorrei sempre protetti dalle paure delle ipocondrie, dai turbamenti che da oggi incontreranno per la loro via, dalle ingiustizie e dagli inganni del loro tempo e dai fallimenti che per loro natura normalmente attireranno...
Però nessuno mi toglierà l'impressione che i 30 km/h vengano usati per far abbassare la velocità media dai 90 perlomeno ai 50, visto che qua in Italia i numeri dentro ai cartelli tondi col bordo rosso sono solo un suggerimento. E sempre per gli altri.
P.S.
Prevengo chi mi dirà che nell'impatto a 30 km/h con un autoveicolo il pedone avrà il 90% di probabilità di non avere lesioni mortali, contro il 60% dei 50 km/h e il 20% dei 70 km/h. Lo so bene perché ne ho curati parecchi.
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scogito · 2 years ago
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MANIPOLATORI NASCOSTI
Una persona che chiede il tuo aiuto, ma quando esprimi cosa pensi ribatte, obietta, devia e cavilla con il principale scopo di dimostrare che il suo punto di vista è corretto, può essere molto spesso una manipolatrice.
Attenzione, non sto parlando di un legittimo o acceso scambio di pareri. Mi riferisco a chi fa la parte di colui che è aperto all’ascolto, ma non ascolta niente. Lo riconosci perché l’unica cosa che fa non è rispondere su quanto gli dici e che peraltro ha chiesto, né replica all'argomento che porti, ma apre un’oratoria di stile su come dovrebbe essere la vita e le persone, mettendo sul tavolo nuove variabili e sempre altre opzioni, pur di creare casino al tuo discorso originario.
Non parla quasi mai in modo sintetico o diretto, proprio perché è cronicamente falso. Se non sa come obiettare si difende con “non lo so”, sgravandosi di responsabilità e sostenendo a convenienza che se sta chiedendo a te è perché ammette la sua ignoranza.
Quando lo cogli in flagrante e rendi palese il comportamento coi paraocchi che ha, ti parla sopra perché se la prende che lo interrompi e non ti permette di evidenziare ciò che ha appena fatto. Torna in un secondo momento sullo stesso argomento sfalsando la cronologia delle risposte per costringerti nella posizione di errore.
Presta attenzione a questo atteggiamento, perché torna all'origine della domanda che ti ha fatto o del tuo discorso originario tutte le volte che lo incastri. Con questa modalità cancella e riavvia sistematicamente la sua posizione.
Questa categoria è tra le più infime e subdole da riconoscere, perché abilissima nel girare le frittate, confondere i discorsi che fai e rimpastarli dandogli un altro significato.
In tal senso è capace di mandarti allo sfinimento e se ti incazzi perché non si dimostra interessato a capire ciò che gli dici, ribatte che lui è calmo e quello con cui non si può parlare sei tu.
Spesso ha un’idea di sé meravigliosa e parla della vita degli altri evitando di mettere in gioco la sua. Se gli si fa notare tutto questo afferma che invece di argomentare accusi, giudichi o aggredisci.
Il suo è un tossico gioco di specchi dove ogni cosa viene distorta.
Fa paragoni su tutto, persino sui problemi che ha e che rispetto agli altri sono sempre superiori.
Finge umiltà, soprattutto intellettiva.
Di solito è convinto di “amare” più degli altri e di ricevere picche, gestendo il ruolo della vittima e mostrandosi come un bimbo indifeso e buono.
Per mia esperienza, se hai provato oltre le tre volte a porre un ragionamento sul suo operato e ti ha demolito la psiche, è probabile che sia anche un inetto di Spirito.
Uno che è davvero difficile che in questa vita si accorga di sé stesso e porti qualche forma di coscienza.
Queste "persone" non evolvono. Non vogliono e non ne sono capaci perché ignorano completamente chi sono. Ritenendosi perfette non vogliono nemmeno capirlo.
Sono parole forti, ma se le dico è perché l’ho vvissuto e analizzato.
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jvrpvz · 7 months ago
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Kathryn Nuernberger
Traducciones
Quiero creer que el ojo no ve el verde hasta que tiene un nombre,
porque no quiero que nada se vea como antes.
Van Gogh pintó flores rosas, pero el rosa se desvaneció
y los curadores etiquetaron la obra “rosas blancas” por error.
El mundo en mi ventana es un color que los griegos llamaron chlorol.
Cuando aprendí la palabra, estaba recién embarazada
y los primeros líquenes pálidos acababan de motear las ramas plateadas.
Los pinos y los líquenes en la fría llovizna brillaban en verde
y un libro en mi regazo decía que chlorol era una de esas intraducibles
palabras. Su resplandor vibrante me fue placentero entonces, como un dedo
inmerso en azúcar me deleitaba entonces. Dije la palabra en voz alta
para que el bebé escuchase. Chlorol. Imaginé que el bebé
solo podía ver rosa fuerte y carmesí dentro de su universo pequeñito,
pero si pudieses ver lo que estoy viendo, la palabra
es chlorol. Es una de las cosas que te gustará aquí.
Los críticos del siglo XIX se burlaron de los pintores que arrojaron sombras
en inopinados colores. Después de notar que los cipreses verdes dejan caer rojas
sombras, Goethe los reprendió. “El ojo exige
completitud y busca el círculo colorífico en sí mismo”.
Él habla de un truco de luz que le hizo pasear por una hilera de amapolas
para ver nuevamente los pétalos en llamas y figurarse el por qué.
Una y otra vez, Wittgenstein se preocupa por el problema de la translucencia.
¿Por qué no hay blanco claro?
Quiere ver el mundo a través de gafas de blanco color,
pero todo lo que encuentra es niebla.
Pronto sentí como si el bebé se hubiera caído
como una sombra azul en la nieve.
Luego sentí que había matado al bebé
de la manera en que puedes estar pensando en otra cosa
y dejar caer un pesado plato por error.
A veces siento que era estúpido
haber pensado que estaba embarazada.
El color es una ilusión, una respuesta al universo vibrante
de electrones. La luz tañe una hoja y hay una explosión
donde aterriza. Cuando cambian los colores, los campos electromagnéticos
están colisionados. El viento no es lo único que mueve los árboles.
Una vez, cuando entré en esos bosques, vi una única orquídea de color rosa intenso
en la ladera y tuve que seguir recordándome
no contarle al bebé sobre las hermosas cosas pequeñas que estaba viendo.
Entonces el rosa intenso ha estado aquí desde siempre y no me importa siquiera
ese color o cómo Andy Warhol me mostró una orquídea.
Odio el rosa. Hace que mis ojos ardan.
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thecatcherinthemind · 5 months ago
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Talmente mi sono rotta le palle di sto lavoro e della gente nel mio ufficio che sono arrivata al punto che se faccio un errore non me ne frega niente, mentre di solito sono la prima ad evidenziarlo e cercare di capire come risolverlo. A questo punto onestamente non mi scompongo nemmeno se mi viene fatto notare, visto che c'è gente che fa questo lavoro da anni e commette errori ben più gravi, ma reagisce con un'alzata di spalle. D'ora in poi qua dentro farò così anche io.
Ho sbagliato? Oh mannaggia e ora come facciamo? Ah lo devo risolvere io? Oh no, peccato che io non sia capace. Peccatissimo proprio.
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