Tumgik
#ropa de adolescentes
efim-eros-posts · 2 months
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Me pregunto si cuando estás a mi lado,
también estás conmigo además de físicamente.
Me pregunto si cuando te distraes
y pones cara de adolescente enamorado
es porque estás pensando en mí.
Me pregunto si me encuentro en tu mirada
o es la imagen de ella que te tiene hipnotizado.
Tengo aún mis sospechas,
pero siento que entre más pruebas recolecte,
el misterio se resolverá rápidamente.
Puedo sentir sus labios en tus besos.
Puedo sentir el recuerdo de otras manos
ardiendo en tu piel cuando te toco.
Puedo sentir que no soy la razón
en esos momentos donde sonríes de la nada.
Puedo oler el aroma de su colonia en tu ropa.
Dime, ¿ya te ha llevado a la cama?
Aunque no conozca con exactitud
puedo ver tu cuerpo acostado sobre su pecho.
Dime, ¿te hace enloquecer?
Aunque no conozca sus trucos
puedo oír sus gruñidos y tus orgasmos
combinándose al hacer el amor.
Dime, ¿te ama como yo?
Puedo verlo en tus reacciones:
Ella te ama mejor que yo.
Quizás ella sea mejor mujer que yo.
Quizás ella sea más hermosa que yo.
Quizás ella te escriba poesías
más románticas que las mías.
Pero te amo tanto que no quiero perderte,
a pesar de que esté matándome saber
que ella te hace reír verdaderamente,
que ella es el secreto de tus sueños más impuros,
que ella te tiene dibujando corazones flotantes,
que ella es la verdad en tus “saldré con mis amigos”,
que a ella no le mientes como a mí,
que ella logrará convencerte de que me dejes.
Aunque debería ir preparándome,
no esperaré a que llegue el día
en que decidas romper conmigo,
recoger tus cosas, marcharte de mi casa,
y formalizar con tu amante.
Así que, por favor,
Enséñame a ser como ella.
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xeun-lias · 4 months
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Sylvia Rivera
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Sylvia Rivera luchó intensamente contra la discriminación por identidad de género, no solo por ella sino que también por su comunidad comunidad a la que tanto quería y respetaba. En 1970, co-fundó el grupo militante y de refugio juvenil STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries), que luego se llamó Street Transgender Action Revolutionaries. Esta organización proporcionaba casa, comida y ropa a adolescentes trans vulnerables y sin hogar.
Sylvia Rivera fought intensely against discrimination based on gender identity, not only for herself but also for her community, whom she loved and respected so much. In 1970, she co-founded the militant and youth shelter group STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries), which was later called Street Transgender Action Revolutionaries. This organization provided housing, food and clothing to vulnerable and homeless trans adolescents.
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De chalan a maestro
Gerardo hacía la misma rutina todos los días, iba a la escuela, paseaba con sus amigos, trabajaba en el taller y dormia. No le molestaba para nada seguir con lo mismo día tras día, era un adolescente tranquilo.
La única cosa que detestaba a morir era su trabajo de medio tiempo, estar en el taller arreglando carros le apasionaba, su jefe, David, era el problema. Era un tipo de lo más desagradable, se molestaba por todo, se contradecía en las instrucciones, lo regañaba por cualquier mínimo error, y le pagaba lo mínimo.
El chico ya no podía aguantar más, deseaba renunciar y dejar ese lugar, pero había una cosa que se lo impedía, sus padres. La única condición que le impusieron para conseguir trabajo era que debía de estar cerca de su casa, para su suerte el taller era el único lugar en donde aceptarían adolescentes. La única esperanza que tiene es terminar la escuela y marchase; quiere experimentar la vida sin la supervisión de su jefe o sus padres.
El alguno de esos calurosos días el chico dudaba si ir a trabajar, se sentía cansado y estresado después de tres horas seguidas de cálculo. Casi sin pensarlo decidió ir, pensó que tal vez mancharse las manos despejaría su mente. Apenas llegar vio a David limpiándose las manos que estaban llenas de aceite.
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─Llegas tarde ─la voz del hombre aturdió los oídos del chico─ ve por el “Stratus” negro y mételo al taller ─le exigió a Gerardo.
Rechinando los dientes y acumulando más odio dentro de sí, el chico se dirigió a la oficina a buscar las llaves. Mientras rebuscaba entre todo el desastre sobre el escritorio no dejaba de pensar en la terrible decisión que tomo al venir aquí, lo insoportable que era su jefe y cuanto deseaba regresarle un poco de lo mal que lo ha tratado.
Encontró la llave junto con un anillo brillante, la parte que más resaltaba era la piedra turquesa en la parte superior. Se lo coloco y admiro por unos segundos lo genial que se veía. Rápidamente su mente regreso a la realidad y se apresuro en seguir las órdenes. David lo detuvo cuando observo que tenia puesto el anillo, dio una leve sonrisa burlándose.
─Encontré ese anillo dentro del filtro de aire, puedo asegurar que lo estaban escondiendo.
─¿Por qué te lo quedaste tú? ─cuestiona el chico.
─El carro era chatarra no tenia dueño ─cruzo sus brazos sintiéndose orgulloso─ puedo sacarle algo de dinero, se ve valioso. ¡Regrésalo a donde estaba! ─levanto su voz.
Gerardo tocó la piedra turquesa y durante un breve momento un brillo apareció. Segundos después, un enorme peso cayó sobre sus hombros provocando que sus ojos se cerraran; lo último que vio fue a su jefe cayendo al suelo.
...
Gerardo no sabe cuánto tiempo paso inconsciente, cuando su vista se recupero se quedo helado al verse así mismo tirado en el suelo. Por un momento pensó que había muerto, pero sus dudas se esparcieron cuando miro hacia abajo. Sus manos suaves ahora estaban rasposas como una lija, su ropa había sido cambiada y le picaba la cara. Pasó sus manos por el mentón para quedar sorprendido, ahora tenía barba.
Sabía que algo no andaba bien, su cuerpo no reaccionaba igual que antes. Con incertidumbre se dirigió al baño para mojar su rostro. El pequeño espejo le regresó una cara conocida, al verla sobresaltó pensando que su jefe estaba detrás de él.
Fue allí cuando se dio cuenta que él tenía su cara ahora, hizo varios gestos para estar seguro, el reflejo mostraba cada acción que hacía. Impactado corrió hacia su cuerpo aún en el suelo y lo zarandeó con fuerza.
Apenas abrió los ojos se alejó aterrado de él, lo miraba con rareza. Gerardo le regreso la mirada y entendió lo que pasaba. El anillo había intercambiado sus cuerpos, el adolescente ahora estaba atrapado en el cuerpo de su jefe, mientras que David volvía a hacer un alumno de preparatoria. Dentro de Gerardo solo se escuchaba una palabra, venganza, ahora él tiene poder, por lo menos en el taller.
─No te había dicho que fueras por el carro ─levantar la voz fue algo emocionante para él.
─¿De qué hablas? ¿Eres Gerardo? ─David estaba incrédulo.
─Sí ─responde en seco─ ve a hacer lo que te dije o te descuento tu paga.
Los siguientes días fueron un caos para ellos dos, David se negaba aceptar que ahora el chico daba las ordenes, lo que más le irritaba era encontrarlo masturbándose en la oficina. Odiaba que usaran su cuerpo de esa forma.
Por otro lado, Gerardo pasaba el mejor momento de su vida, ya no tenia que trabajar bajo las ordenes de nadie, ahora tenia un taller en cual podía hacer lo que quisiera. Se sentía tan satisfecho trabajar en lo que le gusta, mientras le da ordenes a su nuevo trabajador.
Incluso llega molestarlo cuando no está en el taller, suele enviarle fotos de todas las cosas que hace con su cuerpo. Esta es la más reciente:
“¿Crees que algún chico quiera salir con esta cara de idiota?”
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mcroutfits · 1 month
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[vent] el nivel de poco respeto a le tienen los varones adolescentes a la chicas que no les parecen cogibles
ya no se si es mi pelo mi cara o la ropa que me pongo, paso y se rien o tienen la audacia de decirme cosas
ya me da pánico salir después de las 5 de la tarde
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relatosparacompartir · 6 months
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EL JUEGO
Primer relato que me comparten, espero que disfruten de la lectura y recuerden que pueden enviar sus relatos al dm, en esta ocasión decidieron compartirla en anónimo, un saludo a todos.
Terminé de estudiar mi carrera, mi relación y mi vida lejos de mi ciudad natal así que tuve que volverme a donde ya no conocía a nadie que valiera la pena; me puse a usar Tinder para ver que salía ya que estaba bastante aburrido y me la pasaba en mi casa además aprovechando que la pandemia ya había terminado.
Pude salir con algunas personas nuevas, tener encuentros casuales y conectar con antiguas amistades a través de Insta, fue ahí donde pude dar con una chica con la que anduve cuando estaba en la media, la segunda con la que pude tener algo cercano a una relación, pero que no duro mucho ya que fue ella quién me terminó.
Comenzamos a seguirnos nuevamente, conversamos, nos pusimos al día y rememoramos, hablamos de como solíamos besarnos tan apacionadamente pero como nunca llego a pasar nada sexual porque aún no dábamos el paso, pero la llama estaba ahí; Ella siempre tuvo una apariencia y actitud super tierna, era difícil imaginarla en algo sexual porque era muy delicada y suave en todo, su apariencia, su voz, sus gestos, todo, entonces entre broma y broma le preguntaba sobre eso, poniendo la conversación más hot.
Increíblemente ella me siguió el juego y me contaba de sus experiencias, relatos que amé porque me encanta descubrir este aspecto oculto de las personas, las aventuras que se guardan, que solo ellos saben y ella me tenía fascinado, pensando en todo lo que me había perdido ya me me contaba de aventuras con sus profesores de Universidad, Sexo Anal, entre otras cosas.
Quedamos en a salir a caminar al centro pasando a comprar algo como un helado, pero resultó que me canceló por culpa de un trámite y que luego tendría que ir a la casa de una tía para cuidarle a su gatita.
Pasó el día mientras hablaba con ella y me iba contando todo lo que hacía durante ese día hasta que llegó donde debía pasar la noche, sola.
Le ofrecí mi compañía pero ella mo quería aceptar por miedo a que me aburriese ya que no tenía nada que hacer en esa casa, pero insistí en que solo podríamos conversar, entonces aceptó.
Tome el auto y me fui manejando hasta allá, ella me recibió, nos saludamos y acomodamos en el living, me sorprendió con que había llevado un juego de cartas, así que con eso surgió un panorama.
El juego se llamaba "Virus" y no lo había escuchado en la vida, pero resultó ser super entrete, aunque yo era bastante malo por estar aprendiendo. Me estaba dando una paliza pero poco a poco fui aprendiendo.
Después de un rato de reirnos harto, leer las reglas y conversar le propuse hacer las cosas más interesante, le dije que por cada ronda del juego, el que perdiera debía quitarse una prenda de ropa, idea con la que se mostró visiblemente curiosa e intrigada, preguntando que contaba como 1 prenda y despues aceptando sin más dudas.
Comenzamos a jugar y comencé a perder, en la primera ronda perdí mis zapatillas, luego mi poleron, luego calcetines, pero de vez en cuando ganaba una que otra para quitarle a ella los aros, sus calcetines ya que estaba descalza y luego su blusa, viendola rapidamente en sostenes ya que no estaba tan abrigada como yo.
Verla descubierta me excito muchísimo, me recordó cuando eramos adolescentes y nos besabamos tan apasionadamente, ella sentada sobre mi mientras fantaseaba con la idea de un momento como el que estaba viviendo ahora, tenía una tez muy blanca igual que la mía, el pelo le caía en los hombros y tenía un gesto entre decisión y diversión, se veía más tierna que sexy con su forma de ser tan delicada. Le pregunté si quería seguir ĵugando ya que igual estaba haciendo frío, entonces ella me respondió "obvio que sipo, si voy ganando" y a pesar de que estaba más descubierta era verdad porque yo traía más ropa, cosa que no duraría mucho.
Vino otra racha de derrotas, donde ya finalmente quede solo en Boxers, a lo que estaba listo para declararme como perdedor, pero de pronto...empecé a ganar, sentí que al final había entendido bien el juego, pero luego me di cuenta que ella me estaba dejando ganar...
Era muy obvio, no era coincidencia que justo remontara cuando ya no me quedaba nada de ropa, no era casual, ella asumía la derrota con mucha dignidad y con un ligero gesto de satisfacción, sobre todo cuando tuvo que quitarse sus Jeans, yo celebre mi victoria y ella inmediatamente se puso de pie, me dio la espalda y muy lentamente se desabrocho el pantalón, haciendo sonar lentamente el cierre e inclinandose para que pudiera ver todo su culo mientras se bajaba el pantalón; la ropa interior que traía hacía juego, era un poco translúcida de color rojizo, me quede boquiabierto y cada vez más nervioso, porque ya no quedaba nada más antes que quedar desnudos...
Gané la última ronda y tuvo que quitarse el sostén, mostrandome sus pechos blancos que quedaron a merced de la gravedad y de mi vista.
Detuvimos el juego en ese momento y me preguntó si quería hacer algo más, yo solo podía pensar en si íbamos a revivir esa pasión que solíamos mostrarnos cuando nos besamos cada vez que nos veíamos a los 16.
Le propuse ir a una de las piezas a ponernos más cómodos, quizas taparmos y ver algo, mientras conversábamos, le pareció una buena idea así que me llevó a la pieza donde estaba la cama más grande, comenzamos a hablar de sexo, de sus experiencias, tipos de relaciones, hablamos sobre por qué me terminó cuando eramos chicos, sobre sus fantasías, sobre pornografía, de todo; Estaba algo nervioso porque tenía una ereccion muy visible e incontrolable, expuesta por el hecho de estar solo en boxer, hasta que de pronto ella preguntó "No estas incómodo con el Boxer puesto" y le respondí preguntando "No te molestaría que me lo saque aunque tu sigas vestida técnicamente?", luego me sorprendió diciendo "Entonces yo también me desvestiré.
En ese punto ya ambos estábamos a 1000%, terminamos viendo pornografía de la que le gustaba y la que me gustaba a mi, ahí cuando pedí autorización de ella para masturbarme, me respondió en todo coqueto "Me sorprende que aún no lo hayas estado haciendo", no dije nada y solo comencé a masturbarme en frente de ella, mientras la veía ver porno.
Toda esta situación era irreal, estando con esta chica a quién nunca imaginé que tuviera este nivel de calentura, parecía un sueño.
De un momento a otro se dió vuelta y se abalanzó sobre mi, besandome y poniendo sus manos sobre mi, mano que rápidamente bajo de mi pecho a mi pene mientras metía su lengua en mi boca, besandonos como si tuvieramos 16, solo que ahora pasamos de los besos al sexo oral, se deslizó desde mi cuello hasta mi pene besando y latiendo todo hasta que lo tuvo en su boca, sentía su lengua jugando y humedeciendome, me era imposible retener los gemidos, mientras acariciaba su pelo y su cuerpo.
Me dispuse a cumplir todo lo que había estado fantaseando con ella desde que volvimos a hablar, le ordené que se acostara y me puse entre sus piernas para saborearla y hacerla acabar; estaba muy mojada, cosa que solo hace que me excite más, junto con sus gemidos, ya solo quería estar dentro de ella.
Después de que acabara en mi boca, sube hasta la suya para besarla, con mis labios empapados mientras empezaba a penetrarla lentamente para sentirlo y disfrutarlo todo.
Estaba mojadisima, ella gemía y yo también, cambiamos constantemente de posición, incluso probamos unas que jamás había hecho, a petición de ella, hayaba tan excitante y emocionante que fuera tan decidida sobre lo que quería hacer en la cama, estaba dispuesta a todo y yo completamente sorprendido porque nunca esperé hayar tanta sintonía sexual con ella, ahora me sentía envidioso de los profesores con los que había estado, cosa que se incrementó cuando le pregunté si lo estaba disfrutando, a lo que ella respondió que no la estaba decepcionando para nada aunque "No suele estar con hombres de su edad", eso solo me dio ganas de acabarle dentro, el que estaba descubriendo tanto de ella durante nuestro reencuentro, me hacía lamentar aún más el no haber sido participe de sus experiencias, yo la habría dejado hacer de todo de ser su pareja, aunque sea solo para verla durante sus aventuras.
La mente me estaba explotando, estaba en un verdadero sueño sexual, incluso ahora recordando me cuestiono si realmente pasó; fue cuando volvimos a las posiciones más tradicionales, cuando la tuve en cuatro, que ya no pude aguantar más, la penetraba mientras escuchaba sus ricos gemidos, pidiendome más, mientras pensaba en todo lo que me había contado, fue ahí cuando le dije que ya estaba a punto, a lo que solo respondió con un "dale dale" como confirmación, entonces seguí penetrandola, acariciando, agarrando su deliciosa piel mientras eyaculaba dentro de ella, concluyendo la primera ronda de la noche.
Me tome un momento para disfrutar la sensación de su vagina mojada llena de mi semen, absorber el disfrute de ambos, procesar uno de mis encuentros sexuales más fogozos, con la persona más inesperada.
Al cambiar de posición tuvimos que limpiar un poco nuestro desastre, ya que ella no pudo contener el contenido en su interior...o no quiso, ya que le quitó importancia a tener que lavar las sábanas mientras nos besabamos.
Lo seguimos haciendo unas veces más, dondeme ayudó a tener más primeras experiencias, aconsejandome y guiándome igual que cuando estuvimos jugando, hasta que caímos dormidos sin nada de ropa.
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sissy-frydda · 2 years
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Mis tios se reunieron a hablar por mi comportamiento, al tío Juan le preocupaba que en algún juego con mis primas, mi semen adolescente no acabará solo en una bombacha, sino embarazando a sus hijas. Mi tía Sophie por su parte estaba más preocupada por mi bienestar y anhelaba que yo pudiera ser feliz, sin ningún prejuicio.
Sophie: "Oh vamos Juan, si el chico es sumiso y más femenino que las niñas, eso no va a pasar... Me preocupa que alguien pueda abusar de él. Supe que lo hiciste sentar en tu bragueta mientras lo tocabas sobre la ropa interior... Eres un cerdo!"
Juan:"Oh vamos cariño era para darle un ligero escarmiento por usar bragas y vestidos, además tu sobrino gimió como una putita mientras lo frotaba sobre mi verga"
Sophie:"Cerdo te viniste encima y lo mojaste con semen, eso lo puede afectar."
Juan: Al menos estoy de acuerdo contigo conque el chico es un sumiso, tenía su pequeño bulto de marica en la palma de mi mano y cuando me sobrevino el orgasmo, empecé a sentir que gemia y su leche me corría por los dedos. Es un marica muy sensible a los estímulos masculinos, deberías hablar con el, tal vez prestarle alguno de tus juguetes, para que se vaya acostumbrando. Maldito marica, de solo acordarme tengo esta poderosa ereccion, ven aquí Sophie, voy a cojer tu hermosa cara"
Sophie: eres un cerdo pervertido que se excita con chicos y.... Agghhhh... Ogghhh.... Slurp...
Juan: eso es, así cariño... Tragate todos mis bebes...
Andrea, Laura y yo veíamos todo escondidas en el ropero, las tres mojamos las bragas simultáneamente, pero en la mía había además una poderosa ereccion🥰.
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My uncles met to talk about my behavior, Uncle Juan was worried that in some game with my cousins, my adolescent semen would end up not only in panties, but also in getting his daughters pregnant. My aunt Sophie for her part was more concerned about my well-being and wished that I could be happy, without any prejudice.
Sophie: "Oh come on Juan, if the guy is submissive and more feminine than the girls, that's not going to happen... I'm worried someone might abuse him. I heard you made him sit on your fly while you touched him on his clothes inside... You're a pig!"
Juan:"Oh come on, honey, it was to give him a slight lesson for wearing panties and dresses, plus your nephew moaned like a whore while he rubbed it on my cock"
Sophie:"You pig, you came on top of him and you drenched him with semen, that can affect him. "
Juan: At least I agree with you that the boy is a submissive, he had his little sissy bundle in the palm of my hand and when I orgasmed, I started to feel him moan and his sissy cum run through my fingers. He is a fagot very sensitive to male stimuli, you should talk to him, maybe lend him some of your toys, so he gets used to it. Damn fagot, just thinking about it I have this powerful boner, come here Sophie, I'm going to fuck your beautiful face"
Sophie: you are a perverted pig who gets turned on by boys and.... Agghhhh... Ogghhh.... Slurp.. .
Juan: that's it, like that honey... Swallow all my babies
Andrea, Laura and I saw everything hidden in the closet, the three of us wet our panties simultaneously, but in mine there was also a powerful erection .
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xochiquetza3autora · 3 months
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Boda Sorpresa (e Incestuosa)
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Susy había recibido una llamada de su hijo para invitarla a su boda ese mismo fin de semana, eso la había desconcertado pues en todos los años que su hijo tenía viviendo en otra ciudad nunca le había presentado a alguna novia ni por lo menos hablado de alguna chica. La boda seria el sábado antes del mediodía, Susy llego el viernes por la tarde, poco antes de anochecer, a la hermosa casa de su hijo, al llegar lo beso en la boca como acostumbraban hacerlo desde que él era niño, y con la intensidad y pasión que hacían después de que Susy enviudo, cuando su hijo era adolescente.
Se instaló en la habitación de visitas y se iba aponer algo más cómodo, después de varias horas de viaje la hermosa madre estaba cansada y quería refrescarse, apenas se estaba cambiando para conocer a su futura nuera, pues su hijo le dijo que llegaría más tarde para presentarlas. Cuando Susy apenas estaba desempacando su hijo entro a la habitación, la tomo en sus brazos por atrás y la beso en el cuello, sin dejar de besarla calmadamente la acostó en la cama con delicadeza. Susana se dejó llevar por la pasión con su hijo, extrañaba sus besos y sus caricias, pero muy en el fondo estaba triste de pensar que una desconocida iba a quitárselo, Susy decidió aprovechar la que probablemente sería la última vez que haría el amor con el su mejor amante. La vagina de la madre estaba ardiendo, deseaba sentir el duro falo de su hijo entrar como ariete, la humedad que de su vagina ayudo a la penetración. Después de una cadena de orgasmos que electrificaron su cuerpo Susy callo rendida y se quedó dormida en el viril pecho de su hijo, por última vez.
A la mañana siguiente, sonó el timbre mientras se duchaba, escuchó la voz de su hijo que la llamaba, Susy pensó que su futura nuera había llegado,  salió de la regadera envuelta en una toalla; se sorprendió al ver entrar a su hijo a la habitación seguido de una tropa de personas “corre mamá tienes que arreglarte para la boda, ellos te van a ayudar a estar hermosa para el día más importante de nuestras vidas”. Las personas que entraron se instalaron eran maquillistas y peluqueras y una de ellas llevaba un par de portatrajes; al abrirlos vio el esmoquin de su hijo y del otro la hermosa dama que los llevaba saco el más hermoso vestido de novia que Susy había visto. Apenas estaban terminado de maquillarla, y de peinarla cuando la mujer de los portatrajes le dijo que era hora de probarse su vestido mientras le extendía el vestido de novia a ella. Susana no sabía que decir, la sorpresa la había consumido. El hermoso vestido le quedaba perfecto, la talentosa costurera lo había hecho usando como referencia las fotos que ella le había mandado a su hijo en ropa interior. El escote resaltaba su pecho, la cintura se pegaba perfectamente a su figura, el trasero de Susy se veía redondo y la espalda desnuda terminaba de cerrar la imagen de una sensual mujer madura todo se completo con el velo casi transparente que complementaba la efigie de la perfecta novia dotada de la hermosura que solo una felicidad inesperada puede provocar.
Poco antes del mediodía Susy estaba lista en el patio trasero de la casa de su hijo, lista para caminar por un pasillo improvisado entre un puñado de invitados, que a ella le eran desconocidos. La emocionada madre noto que en su mayoría los invitados eran parejas de mujeres mayores y hombres jóvenes  y unos cuantos eran mujeres jóvenes acompañadas por hombres mayores y otras pocas parejas eran personas de la misma edad pero extremadamente parecidos entre ellos… Susy no tardo en entenderlo, todas las parejas estaban formadas por familiares, madres e hijos, padres e hijas y algunos tenían que ser hermano y hermana, fue lo que pensó ella dentro de su sorpresa. Tras de ella iba un sequito de mujeres maduras que le explicaron la situación: su hijo era miembro de la Fe de Edipo un grupo pequeño pero en crecimiento que aprobaban el incesto consensuado entre adultos, efectivamente todas las parejas eran familiares pero no solo heterosexuales o monógamas, de hecho la Yocasta, así se hacían llamar las sacerdotisas, que iba a oficiar la ceremonia era pareja de su hija.
El ambiente estaba lleno de dicha, una nueva pareja incestuosa se iba a unir, un hijo declararía su amor eterno a su madre en frente de una comunidad que aprobaba y disfrutaba del tabú más antiguo “fornicar entre familiares”. Susy estaba más emocionada, ella había fantaseado con casarse con su hijo desde que empezó a hacer el amor con él cuando era adolescente, pero no podía admitirlo, no era algo “normal” para la sociedad en donde ella había crecido, sin embargo aquí se veía libre de aceptar sus deseos que tanto tiempo se había visto obligada a ocultar. En el Altar la esperaba su hijo, todo un hombre vestido con un elegante traje, era todo un adonis para su madre y futura esposa.
La ceremonia fue bella y breve, la Yocasta hablo de la pureza del amor entre una madre y el fruto de su vientre, hablo del poder de amor de un hijo a su propia madre, de la responsabilidad que ahora ambos adquirían como pareja y de defender el estilo de vida que estaban adoptando ante los ataques de odio de intolerantes como una obligación y de ser posible difundir la Fe de Edipo entre más personas, familiares y conocidos.
Hubo una pequeña recepción para los invitados después de la ceremonia, todos felicitaban efusivamente a Susy abrazándola, en especial otras madres. A su hijo le felicitaban con fuertes apretones de mano. Algunas mujeres le preguntaban si aún era fértil y si no le emocionaba poder tener hijos/nietos con su ahora hijo/esposo, Aun lo era, sin embargo por lo rápido que habían pasado las cosas ella no había considerado esa posibilidad y de solo imaginarse embarazada sus pezones se hincharon bajo el vestido y su coño se empezó a humedecer; sentía la urgencia de hacer de nuevo el amor con su hijo, pero ahora como marido y mujer.
Después del banquete la nueva pareja de esposos incestuosos hizo el tradicional primer baile como pareja, Susy sintió como su hijo/esposo le apretaba una nalga con pasión para pegarla más a él, podía sentir la tremenda erección que tenía su hijo, ella presionaba el pecho contra el de su hijo, con la intención de que sintiera sus pezones duros como rocas, por la urgencia de hacer el amor con su hijo.
Al final del baile su hijo saco sus pechos y se puso a mamarlos enfrente de todos los invitados, luego él saco su pene y la “obligo” a ponerse de rodillas para chupárselo, su hijo no tardo en correrse y Susy trago toda la corrida de su hijo. Entonces después de guardarse el pene su hijo la tomó en sus brazos y en medio de una multitud aplaudiendo y vitoreando subió las escaleras con ella en brazos, ella se aferró a su cuello y lo beso con pasión, lo que había estado anhelando estaba a punto de suceder al dar un último vistazo a los invitadas pudo ver que la mayoría de las madres/esposas estaban chupando las vergas de sus hijos, Susy entendió que era parte de la tradición que los invitados esperaran haciendo el amor mientras la pareja disfrutaba de la noche de bodas, de tener sexo por primera vez como marido y mujer.
Ya en la habitación de su hijo, se arrancaron la ropa mientras se comían a besos, Susy sentó a su hijo en la cama y ella se arrodillo frente a él, chupo su pene y se lo puso entre las tetas para hacerle una buena rusa, Susy sentía el sabor de la verga de su hijo, cuando se la chupaba al salir de entre sus tetas, y su hijo sentía el calor de las tetas de su madre y el de su boca, eso hizo que su hijo explotara en la boca de Susy, y ella disfruto el sabor amargo del semen de su hijo, tragándolo completamente si derramar una sola gota de la semilla de su hijo. Susy no tardo en lograr que la verga de su hijo se pusiera dura de nuevo y en cuanto estuvo tiesa Susy la introdujo dentro de su vagina, sin dejar de ver a los ojos a su hijo, se clavó el pedazo de carne dentro de su húmeda y ardiente caverna y solo emitió un quejido apagado al sentir como llegaba al fondo la verga de su hijo. Su hijo se recostó en la cama y Susy cabalgo con fuerza a su hijo, sus quejidos se sincronizaron con las embestidas de su hijo, quien apretaba sus tetas con fuerza. Sentir las manos de su hijo sobre sus pechos y su verga entrando hasta el fondo de sus entrañas, saber que follaban como marido y mujer hizo que Susy sucumbiera a una fuerte cadena de orgasmos.
Sentirla temblando sobre él provocó que su hijo se pusiera más cachondo quien siguió perforándola hasta que él mismo sintió la necesidad de venirse. Susy sintió como su hijo disparaba chorro tras chorro de semen, Sentir su vagina llena de la crema de su hijo, la hizo imaginarla embarazada con su propio nieto, eso intensificó el orgasmo de Susy. Su cuerpo temblaba con intensidad y ella se agarraba el cabello y se mordía los labios, su hijo se tiró a su lado en la cama y la abrazó. Madre e hijo se abrazaron en un tierno abrazo de amor filial, de amor incestuoso amparado por la fe de los testigos de Edipo. Susy y su hijo se besaron apasionadamente. Sabido que el resto de sus vidas estaban por delante y que el siguiente límite a alcanzar seria tener un hijo, Susy con una hermosa barriga de embarazada. Ellos no lo sabían pero, no habiendo mejor forma de decirlo, eso se estaba gestando justo en ese momento.
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analisword · 6 months
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high infidelity (Enzo Vogrincic x fem reader)
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Capítulo 24.
Alana había pasado por momentos bastante vergonzosos a lo largo de su vida, como cuando se graduó de primaria y su pareja de baile de graduación la dejó plantada, por lo que tuvo que bailar sola la coreografía que la generación entera había ensayado durante meses, o aquella vez en la que su blusa tenía una gigantesca mancha de mostaza mientras firmaba su contrato con la editorial y claro, cuando salieron las imágenes de ella apretando el trasero de Enzo mientras daban un paseo en el parque, pero nada, absolutamente nada, se comparaba con lo que acababa de sucederle. 
—Amor, no es para tanto—dijo Enzo a sus espaldas mientras ella buscaba ropa limpia en su maleta. 
—¿No es para tanto?—gritó—. ¡Es la primera vez que las conozco y me vieron prácticamente desnuda!
—No estás desnuda—replicó—. Bueno, ahora sí—dijo él con tono burlón mientras ella se quitaba la toalla para ponerse ropa interior.
—Qué horror, ¿qué van a pensar de mí?—gritó con tono de mortificación. 
—Que sos una chica muy guapa y limpia… y con un cuerpo de infarto—dijo él riendo. 
—¿Cómo puedes estar tan tranquilo?—gritó lanzándole la toalla, él soltó una carcajada mientras la atrapaba. 
—Es mi familia, me han visto en peores condiciones que esta—dijo él abriendo el closet y sacando ropa limpia.
—De seguro tu madre ahora me odia—dijo Alana con tono horrorizado, siempre le había importado dar una buena primera impresión—. ¿No pudiste avisarme al menos que vendrían?
—¡No tenía idea!—dijo él pasándose la camisa por encima de su cuerpo. 
—¿Por qué no te creo nada?—dijo ella cruzando los brazos sobre su pecho.
—Bueno, quizá mi madre sí mencionó algo sobre venir a visitarnos—admitió—. Pero en mi defensa, no creí que fuera precisamente hoy. 
—Esto es un desastre. 
—Ya, no es para tanto, anda, vení a saludar, se mueren de ganas por conocerte. 
Enzo prácticamente tuvo que llevarla a rastras de vuelta a la sola, ambas mujeres se encontraban bastante cómodas, pues su madre se encontraba peleándose con el control remoto de la televisión y la hermana menor de Enzo se encontraba bastante divertida jugando con Zola. 
—¡Al fin regresaron!—exclamó la madre de Enzo—. Por un momento creí que continuarían haciendo lo que interrumpimos, si saben a lo que me refiero—exclamó guiñandole un ojo Alana, ella respondió apretando los labios, sintiéndose bastante apenada. 
—¡Mamá!—exclamaron Martina, la hermana de Enzo y él en unisio. 
—No estábamos haciendo nada de eso—dijo Alana nerviosamente—. Sólo…estábamos…limpiándonos—apenas salieron esas palabras de su boca, se arrepintió al instante, Martina ahogó una risa mientras que Enzo negó con la cabeza. 
—No nací ayer, no tiene nada de malo, sólo espero que se estén cuidando, soy demasiado joven para ser abuela. 
—¡Mamá!—gritó Enzo. 
—Deja de gritarle a tu madre, que llevo meses sin verte frente a frente—lo regañó—. Mejor decíme quién es esta chica tan linda. 
—Actúas como si no supieras—dijo entredientes—. Alana, esta es mi madre, Bianca, mamá, esta es mi novia, Alana. 
—Hola, mucho gusto—dijo Alana nerviosamente. 
—Ay, no actúes tan nerviosa, prácticamente te vi todo, vení a darme otro abrazo—Bianca abrió los brazos ampliamente, los pies de Alana actuaron por instinto propio y se acercaron a abrazarla, sintió como la mortificación y el nerviosismo pasaban a segundo plano. 
—Y bueno, ella es mi hermana menor, Martina—la adolescente se limitó a saludar con un asentimiento de cabeza. Alana prefirió no invadir su espacio personal y se limitó a saludarla con la mano. 
—¿Gustan algo de tomar?—carraspeó.
—¿Tenés cerveza?—preguntó Martina. 
—Eh…—dijo Alana buscando ayuda con la mirada, sí que tenían cerveza, pero no estaba segura en dársela a una menor de edad.
—¡Martina!—gritó su madre. 
—Sólo está jugando con vos—dijo Enzo rodando los ojos. 
—Estamos bien, linda, gracias—dijo Bianca, Alana asintió con una leve sonrisa. 
—No tenía idea de que vendrían tan pronto—dijo Enzo sentándose en el sillón, Alana corrió a sentarse a su lado y sintió como él apoyó una de sus manos en su espalda baja, transmitiendo seguridad. 
—¿Querés que nos vayamos?
—¡Por supuesto que no!—exclamó Alana—. Son más que bienvenidas aquí.
—Me agrada, no como vos—le dijo Bianca a su hijo. 
—Vale, gracias—respondió él sarcásticamente. 
—Mamá insistió en venir ahora que Enzo terminó las grabaciones—informó Martina. 
—Desde que comenzó a grabar películas apenas puedo verlo—añadió la mujer—. La vida era mejor cuando hacía sus pequeñas obras de teatro.
—No seas exagerada, mamá. 
—En fin, deberíamos hacer algo para celebrar—sugirió la mujer. 
—No es necesario—dijo modestamente. 
—Pues yo creo que es una gran idea—agregó Alana—. No cualquier día se termina una filmación, además está tu familia aquí, deberíamos hacer algo para festejarte—dijo emocionada.
—Podemos ir a cenar y ya—dijo él. 
—No, deberíamos hacer algo más grande—dijo Martina bastante entusiasmada. 
—¿Por qué no hacemos una pequeña reunión aquí? Invitamos a algunas personas del staff y amigos, preparamos la cena, abrimos una botella de vino. 
—Yo estoy dentro—dijo Martina rápidamente. 
—Nada de vino para ti, señorita—replicó Bianca—. Pero creo que es una idea genial. 
—Anda, di que sí—dijo Alana empujando a Enzo del hombro, al igual que ella, el chico podía llegar a ser algo antipático, pero su madre tenía razón, no todos los días se terminaba un proyecto tan importante como ese. 
—Bueno, ya que insisten tanto. 
Las tres mujeres gritaron y aplaudieron emocionadas, Enzo quiso disimular, pero Alana notó como sus labios se curvaban en una ligera sonrisa. 
El resto del día se encargaron de limpiar el departamento por completo, entre sacudir, ordenar y preparar la comida, Alana se olvidó por completo del incidente de la mañana, ella, Enzo y Martina se la pasaron al menos dos horas en el supermercado escogiendo un montón de ingredientes para la cena, así como las botellas de vino que aunque Martina no iba a poder beber, tuvo la dicha de escogerlas. 
Durante la tarde todos cocinaron, claro, bajo las instrucciones de Bianca, pues Martina era igual o peor chef que Enzo y Alana. 
Enzo fue el encargado de llamarle a algunos amigos de la filmación, incluyendo a parte del staff y director, también aseguró que Lucía y Mayra asistirían, lo cual hizo sentir a Alana bastante bien. 
—Te mirás preciosa—dijo Enzo rodeando su cintura con los brazos y observándola  a través del espejo, Alana sonrió—. No tengo cómo agradecerte por tu paciencia, mi familia puede llegar a ser un poco ruidosa. 
Alana se giró para observarlo mejor, él también se veía guapísimo con su traje perfectamente planchado y la camisa de vestir desabotonada de los primeros 3 botones, Enzo no mentía al decir que su familia era algo ruidosa, pero también tenían un maravilloso sentido del humor, hicieron sentir bienvenida a Alana desde el primer instante. 
—Pues yo creo que son maravillosas—dijo dejando un pequeño beso en su nariz—. Y no tienes nada que agradecer, hiciste un gran trabajo durante la filmación, es digno de celebrar. 
—Harás que se me suba a la cabeza—dijo él riendo, Alana rodó los ojos y lo abrazó fuertemente, dejando que su olor la embriagara por completo, no podía creer lo mucho que había cambiado su vida, y se encontraba eternamente agradecida por ello. 
—Alana—carraspeó su novio—. Entre el asunto del viaje y mi madre llegando de sorpresa, ya no tuvimos mucho tiempo de conversar, ¿ya tomaste una decisión con respecto a lo de las editoriales?—preguntó sutilmente. 
Alana tragó saliva, claro que se lo había pensando, todo el viaje de regreso a España estuvo imaginando todos los escenarios posibles, las editoriales de México le habían encantado, se sentía en casa en ellas, pero estar lejos de Enzo la había hecho sentir fatal, además, viéndolo con mirada fría, prácticamente ya se había hecho una vida entera en Sevilla. 
—Eh…sí—dijo. 
—¿Y bien?—preguntó Enzo mirándola con sus profundos ojos cafés, ¿cómo podía estar lejos de ellos? ¿cómo tan siquiera se había planteado la idea de estar lejos de él?
—Firmaré con Moore—respondió—. Me gusta el horror, puedo intentarlo, será divertido—dijo elevando los hombros. 
—¿Pero qué pasará con la historia que llevabas escribiendo durante meses?
—Pues…—vaciló, pensó la posibilidad de simplemente dejarla en una de las editoriales de México, pero sabía que eso no era posible, sólo era válido estar firmada en una sola editorial, y Moore había sido la ganadora—. Si está destinada a ver la luz del día, algún día lo hará—dijo simplemente, pero Enzo no movió ni un sólo músculo de la cara. 
—Lana…
—Después hablamos más de esto—dijo ella—. Hoy es tu día, anda, vamos afuera—dijo empujándolo por los hombros, Enzo lucía como si quisiera seguir la conversación, pero ella no se lo permitió. 
Las personas que se encontraban en la sala rápidamente se acercaron a saludarlos, Alana conocía a algunos bastante bien, mientras que a otros nunca los había visto en su vida, después de un par de copas más, ambos pudieron estar más cómodos, Enzo conversaba con todos con bastante felicidad, mientras que Alana lo veía desde lejos, Martina le hizo compañía en todo momento. 
—Es hora de que Enzo de unas palabras—gritó Lucía mientras chocaba un tenedor con su copa para captar la atención de los presentes, Enzo negaba con la cabeza. 
—¡Sí, que hable!—gritaron Martina y Alana en unísono, provocando risas. 
Después de un par de chantajes más, Enzo se paró en medio de la sala y comenzó a hablar. 
—Hola, eh, bueno, soy Enzo—comenzó a decir, provocando que un montón de personas rieran, incluyendo a Alana, debido al dato tan obvio que acababa de dar. 
—¡Eso ya lo sabemos, por eso estamos acá!—gritó alguien desde lejos. 
—Es verdad—dijo riendo, era notable que ya se encontraba algo borracho—. Bueno, primero que nada, les quiero agradecer por su presencia, significaba mucho para mí, este proyecto en verdad fue una bestia de reto pero disfruté cada momento, quiero agradecer a Javier, el director—dijo apuntándole, todos comenzaron a aplaudir—. Por su gran trabajo, por regañarme cuando debía y también cuando no—todos volvieron a reír—. A Lucía, obvio, por ser mi amiga desde que éramos niños y hacerme ver más presentable en pantalla, obvio a mi familia, por volar hasta acá para verme así de borracho.
—Se está extendiendo bastante como por haber dicho que no quería hablar, ¿no?—dijo Martina en el oído de Alana, haciéndola soltar una carcajada que se escuchó más fuerte de lo normal, todos voltearon a verla y ella se tapó la boca avergonzada. 
—Y claro, para aquella risa que podría reconocer en donde sea—dijo levantando su copa—. Mi Lanita, no tengo palabras para decir lo que vos significás para mí, nada  de lo que hago tiene sentido si  vos no estás acá, te quiero. 
Alana le lanzó un beso desde su lugar, y aunque sabía que todas las miradas estaban sobre ella, por un instante se sintió como si sólo ella y Enzo estuvieran en la habitación. 
—Bueno, espero que sigan disfrutando de la deliciosa comida—terminó su discurso, el director de la película se lo robó para hablar más con él, por lo cual Alana se giró a Martina para seguir con la conversación que tenían antes de que Enzo acaparara la atención de todos. 
—Wow—dijo ella. 
—¿Qué?—preguntó Alana con intriga. 
—En verdad está enamorado de vos—dijo—. Digo, claro que ya lo sabía, pero hoy que estuve con ustedes me quedó mś que claro, vos sacás lo mejor de él. 
—Él también saca lo mejor de mí—dijo—. Es una persona maravillosa. 
—Estoy muy feliz por ambos, sobre todo por él, nunca pensé que podría verlo así de feliz con alguien—dijo ella, Alana arrugó el entrecejo al escucharla. 
—¿Por qué dices eso?
—Eh, pues ya sabes—dijo nerviosamente, como si hubiera metido la pata. 
—No realmente. 
—Bueno, es que por su trabajo, siempre le resultó difícil estar con alguien.
—Su trabajo jamás fue un obstáculo para mí—dijo simplemente. 
—¡Sí, a eso me refiero! Porque vos sos escritora, entonces podés seguirlo a dónde sea. 
—¿Cómo?—preguntó confundida. 
—Ya sabes, por las promos, son mínimo 6 meses de viaje constante por cada película que estrena, pasa la mitad de su vida arriba de un avión y la otra en diferentes países, recién terminó de filmar esta película, pero la última que grabó ya terminó de editarse, entonces comenzará la gira de nuevo y apenas termine esa iniciará la otra. 
Por un momento Alana la dejó de escuchar, sólo podía verla en silencio moviendo la boca, ¿por qué no lo había pensado antes? Martina tenía razón, Enzo se la pasaba de país en país, no tenía un lugar fijo.
No tenía un hogar fijo. 
Había estado tan envuelta entre ellos que se había olvidado de eso por completo, ¿Pero por qué Enzo no se lo había recordado? ¿Cuándo se iría de España? ¿Cuándo volvería?
—¿Estás bien?—preguntó Martina preocupada—. La cagué, ¿no es así?—preguntó  nerviosa. 
—Tengo que ir al baño—dijo Alana abandonando el lugar, captando como Enzo le daba una mirada llena de confusión.
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black-beauty-poetry · 2 years
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Me pregunto si cuando estás a mi lado, también estás conmigo además de físicamente. Me pregunto si cuando te distraes y pones cara de adolescente enamorada es porque estás pensando en mí. Me pregunto si me encuentro en tu mirada o es la imagen de él que te tiene hipnotizada.
Tengo aún mis sospechas, pero siento que entre más pruebas recolecte, el misterio se resolverá rápidamente.
Puedo sentir sus labios en tus besos. Puedo sentir el recuerdo de otras manos ardiendo en tu piel cuando te toco. Puedo sentir que no soy la razón en esos momentos donde sonríes de la nada. Puedo oler el aroma de su colonia en tu ropa.
Dime, ¿ya te ha llevado a la cama? Aunque no conozca con exactitud puedo ver tu cuerpo acostado sobre su pecho. Dime, ¿te hace enloquecer? Aunque no conozca sus trucos puedo oír sus gruñidos y tus orgasmos combinándose al hacer el amor. Dime, ¿te ama como yo? Puedo verlo en tus reacciones: Él te ama mejor que yo.
Quizás él sea mejor novio que yo. Quizás él sea más guapo que yo. Quizás él te escriba poesías más románticas que las mías.
Pero te amo tanto que no quiero perderte, a pesar de que esté matándome saber que él te hace reír verdaderamente, que él es el secreto de tus sueños más impuros, que él te tiene dibujando corazones flotantes, que él es la verdad en tus “saldré con mis amigas”, que a él no le mientes como a mí, que él logrará convencerte de que me dejes.
Aunque debería ir preparándome, no esperaré a que llegue el día en que decidas romper conmigo, recoger tus cosas, marcharte de mi casa, y formalizarte con tu amante.
Así que, por favor, enséñame a ser como él.
Estoy dispuesto a pelear por ti.
-Dark prince
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30/05
Aún sigo siendo joven, ¿cierto?
Probablemente ya no soy esa tipo de joven primaveral pero si veranil.
Es interesante recordar todas las cosas que he experimentado... Cargando con las partes que me han marcado y que siguen siendo parte de mi presente; hablando propiamente de mis gustos, pensamientos y acciones que he realizado.
Quiero compartir una pequeña lista de cosas sobre mi:
Me gusta comer mis papitassaboe jalapeño con salsa Valentina.
Me gusta comer mi helado de limón con un toque de Chamoy.
Hace unos años solía escuchar mucho a este artista "in love with a ghost", sus canciones me relajaban y me ayudaban a estudiar.
Durante una temporada en la prepa, solía tomar seguido Boing de mango, pero hasta que empecé a sentir que mi sistema sabía a Boing de mango, dejé de consumirlo.
Cuando cocino, no puedo evitar lavarme las manos seguido. Por cada textura diferente que toco, necesito lavarme las manos.
Las chanclas crocs, no me gustaba de niña... Se me hacían odiosos (la razón por la que pensé eso fue porque los niños que utilizaban ese tipo de sandalias eran niños muy molestos, hahaha y de alguna manera alo asocié de esa manera hahaha)... Actualmente, los crocs decorados me gustan mucho.
De igual manera, cuando era niña, la moda de los inicios de los 2000's no me gustaba, pero ahora estoy obsesionada con la vestimenta de aquellos tiempos.
Me gusta mucho la vida marina. Pensar en ello me relaja.
No soporto la idea de comer ciertos alimentos con tortilla, como por ejemplo... Pollo kfc con tortilla (respeto los gustos de los demás, pero, por qué comen kfc con pollo?!)
Cuando era niña, creí que si tomaba leche "calcetose" me haría lista; por lo que le pedía a mis padres que lo compraran porque me sentía muy tonta a lado de otras niñas.
No me gusta la sensación tener puesta la ropa mojada... Me resulta incómodo.
Cuando era adolescente, en temporadas de calor, tenía la costumbre de que al despertar, me servía un vaso de leche fría, me iba a la sala (de la cual no había nadie) y mientras desayunaba, escuchaba música relajante. Se sentía muy bien.
Mi cereal favorito es el de la caja "Cheerios".
No me gusta la longaniza (hahaha), sabe fea. Wakala!
Cuando era niña, recuerdo que había una marca de leche que vendía leche con sabor a miel. Diría yo que ha sido de mis sabores favoritos, el sabor de la miel, me gusta mucho la miel.
Mi archienemigo es un gato, lol.
Adoro la combinación de salchipapas.
El aguacate me agrada, pero me produce alergia, al igual que el plátano :(
Estoy enamorada del ost de omori que recrearon en orquesta en el concierto del 3° aniversario del juego. En serio... Si yo fuera una canción, me gustaría sonar como "A home For flowers (Daisy)" ó "By your side (Always)" de dicho concierto. Suena tan bonito y triste a la vez...
Me gusta tomar fotos de los momentos lindos...
Con este día finalizo el pequeño y nada consistente "diario".
Fue divertido compartir algunas cosas con ustedes:D
Por ahora estaré ausente por lo mucho seis meses. Quiero darme el tiempo de hacer lo que más me gusta hacer y en general enfocae en vida sin visitar estos medios divertidos de comunicación... Es decir, que no tenga distracciones (⁠•⁠ ⁠▽⁠ ⁠•⁠;⁠)
Probablemente regrese cuando otoño llegue o cerca del spooky season, pero sólo será un ratico muy pequeño.
El verano está más cerca de lo que pensamos, claramente no se siente el ambiente debido a que el intenso calor no nos permite dejar brotar la vida...
En si he estado esperando a que el pasto salga de la tierra pero el mismo calor lo seca.
Me atrevo a decir que este verano será el primero donde ya no viva las inquietudes de la juventud, no más amores o amistades ocasionales, no habrá tiempo para la efervescente felicidad o la nostalgia del verano... Quién diría que ahora extrañarme esas temporada donde me la pasaba llorando por amores que surgieron en otoños o primaveras... Ahora pasaré los veranos extrañando mi juventud e infancia...
No puedo creer que ya estemos en junio... Siento como si marzo hubiera sido ayer.
Do you know my name? It's not my truly name but irl they call me Juno.
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zealouscollectionvoid · 2 months
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**Título: "El Misterio del Apartamento 7B"**
En el tranquilo edificio de apartamentos en la calle Alameda, el señor Martínez y su hijo, Daniel, vivían en el modesto apartamento 7B. El señor Martínez era un hombre de mediana edad, con una rutina diaria que consistía en trabajar en una oficina y disfrutar de las tardes viendo partidos de fútbol en la televisión. Daniel, por otro lado, era un adolescente curioso y aficionado a los videojuegos.
Un día, mientras limpiaba el desván del edificio, el señor Martínez encontró una antigua caja de madera. Dentro de ella, había un extraño polvo dorado con un aroma dulce. Sin pensarlo mucho, esparció un poco del polvo sobre las galletas que había horneado para la merienda.
Esa misma tarde, después de comer las galletas, el señor Martínez notó que su cinturón estaba más apretado. Pensó que era solo su imaginación, pero al día siguiente, su camisa también le quedaba más ajustada. Daniel, por su parte, se quejó de que sus pantalones no cerraban correctamente.
El misterio del aumento de peso continuó. El señor Martínez y Daniel seguían comiendo las galletas con el polvo dorado, sin darse cuenta de que eran la causa de su creciente corpulencia. El apartamento 7B se convirtió en un lugar peculiar: las sillas chirriaban bajo su peso, y las puertas se atascaban al intentar cerrarlas.
El vecino del 7C, el señor García, comenzó a sospechar. "¿Qué están haciendo en ese apartamento?", murmuraba. "¿Están criando elefantes o algo así?"
El señor Martínez intentó ocultar su situación. Compró ropa más grande y evitó las escaleras para no hacer temblar el edificio. Pero el aumento de peso era imparable. Daniel, que antes era delgado como un palo, ahora tenía mejillas regordetas y un vientre prominente.
Un día, mientras el señor Martínez buscaba más galletas en la caja de madera, encontró una nota arrugada. Decía: "Polvo de la Abuela: para momentos dulces y recuerdos inolvidables". El señor Martínez recordó que su abuela solía hornear galletas mágicas con ese polvo cuando él era niño.
Finalmente, el señor Martínez y Daniel aceptaron su nueva apariencia. Se reían mientras intentaban encontrar ropa que les quedara. El apartamento 7B se convirtió en un lugar de risas y complicidad. Aunque no sabían cómo revertir el efecto del polvo, decidieron disfrutar juntos de cada momento.
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lobato-estepario · 5 months
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Día 9 (martes, una continuación): Demasiado peso para una humanidad tan frágil
Pasó la semana y no pude concluir esta entrada, se me presentaron varias trabas, aunque en el fondo pienso que una suerte de agotamiento moral influyó negativamente en mí, me impedía tomar el móvil y dejar fluir mis pensamientos. Mas aquí estoy, tratando de poner un punto final y retomando este particular ejercicio.
Casi culmina el día, y siento un agotamiento indecible, no sé que pesa más si el cansancio corporal, el mental o el moral. La ciudad lleva en su aire una niebla espesa que se impregna en la ropa, la piel, el pelo y hasta en las consciencias. Uno simplemente no puede pisar su suelo sin sentir como si cada paso te fueras hundiendo, eso sí, con los días te acostumbras y se te olvida.
Hoy (aunque ya es ayer) visité el centro, llegué lo bastante temprano como para ver los negocios despegando los ojos, dando el bostezo estridente de sus persianas. No tardé mucho en darme cuenta de cuán agotador iba a ser mi día.
Quería iniciar cobrando la mesada que manda mi hermana para pagar su deuda, pero el almacén aún no lo abrían (debía esperar una hora). Bajé a la agencia de empleo con la esperanza de encontrar el edificio en funcionamiento, y nada, la vigilante me despachó informándome de una reunión que se llevaba a cabo entre los funcionarios. Ni modo, tuve que esperar en el centro comercial de al frente.
Escribí un poco aquí, un poco allá, escuché algo de música para quemar tiempo, y cuando al fin fue la hora me dirigí con paso seguro a las instalaciones de la agencia. Amablemente la misma vigilante me hizo seguir, luego de unas palabras con aquel grupo, me pidió que esperara. A los pocos minutos pasé con la primera funcionaria, una señora súper amable y conversadora que me hizo algunas preguntas. Luego de terminar de llenar mi hoja de vida, pasé donde otra señora, donde esperé un poco más para después continuar con la psicóloga.
Y así estuve toda la mañana sintiéndome como una termita kafkiana, paseando en el interior de esos nidos burocráticos sin saber en qué va a terminar todo. He de decir que al menos todos fueron muy amables, incluso la primera señora me propuso revisar su PC porque no andaba muy bien. De pronto y me gano unos pesitos.
Salí de allí con hambre y sin dinero para almorzar. Ya era medio día y no había reclamado lo de la mesada. Efectivamente, tuve que esperar de nuevo en otro centro comercial.
Pasadas las dos fuí a reclamar el dinero, pero el hambre me hizo buscar donde calmar el Kraken que rugía en mis entrañas. Fuera de una panadería (busqué una que me permitiera sentarme a comer), me topé con una imagen que, aunada al cansancio físico, me golpeó moralmente: una mujer indígena (quizás adolescente) pedía dinero afuera del lugar. Tres niños, uno de ellos jugaba con una bolsa plástica. Me revolvió el alma por entero, pensé en el hambre que cargaba yo, mi agobio por estar fuera de mi tierra, la zozobra del desempleo... Nada de eso se podía comparar con lo que estaba viviendo aquella muchacha. Su existencia era exponencialmente más pesada que la mía, se podía percibir en sus ojos.
Recordé en esa breve reflexión sobre la justicia que hace unos días sostuve con una agradable compañera de letras, con la que intercambiamos ideas por esta red. ¿Dónde estaba la justicia? ¿Qué carajos era si permite que ellos que han cuidado de la tierra tengan que mendigar migajas? Es muy probable que se viera obligada a ello por la violencia que azota nuestros campos, que le arrebata su tierra.
Yo había elegido venir a esta ciudad eligiendo mi destino, pensando que era lo mejor. Ella quizás no tuvo otra alternativa, ahora los tentáculos de la miseria la envuelven amenazantes, la arrastran hacia sus fauces. Me pone mal pensar en las penurias que pasan unos mientras otros derrochan y se pavonean de algo que seguramente se consiguió a costa de sangre ajena.
A veces, me levanto con la idea de querer cambiar el orden de todo lo que mueve el mundo, hasta que llego a una calle y veo la miseria asfixiando a un niño, una niña, un anciano, gentes que no saben cómo escapar de ello. Somos demasiado frágiles para mover algo tan pesado, no podemos solos.
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Relato gay. Alan: La primera vez que vi a mi padre usar tanga parte 3.
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Habían pasado ya varios años desde que comencé a idear un plan para lograr que mi padre siguiera andando solamente en tanga mientras estuviera en casa. Y para lograr eso tuve que abstenerme de seguir pidiéndole tocarle su verga y jugar con sus bolas.
Me fue muy difícil. De pequeño me seguían comiendo las ganas y la curiosidad. Por un tiempo dejé de verle y de espiarle, para en unos meses después papá me preguntó si ya no tenia curiosidad y le respondí que no. Poco a poco se fue sintiendo más en confianza conmigo. 
Papá ya dormía solamente en tanga, lo cual me fascinaba, por que los fines de semana, que eran los únicos donde podía quedarme a escondidas sin dormir para poder espiarle. En esos momentos me conformaba solamente con verle ese hermoso cuerpo semi desnudo. De ver como sus bolas estaban compactadas en esas pequeñas tangas y me fascinaba cuando en mitad de la madrugada su verga comenzaba a despertar. Me aguantaba las ganas de tocarlo. De frotar su verga y de comprimir sus bolas con mis manos. 
Cuando andaba en casa solo lo hacía con un short. Pero con el paso del tiempo, al ver que ya ni siquiera le miraba el paquete su confianza aumentó y por fin podía verle por toda la casa solamente usando sus maravillosas tangas. 
No puedo decir que sucedió lo mismo cuando entré a la secundaria. Mi libido así como mis sentimientos hacia mi padre crecían mucho más. Verlo en tanga cuando estaba en casa me calentaba mucho. Me pajeaba cada que podía. 
En tercero de secundaria le dije a mi padre que ya no quería usar boxers, que quería usar tangas, como él. Papá puso cara de sorpresa y me miró extrañado. Le dije que se veían muy cómodas y muy frescas y si por algo las usaba él de seguro eran por cómodas, por que incluso las usaba cuando iba a trabajar. Papa al ser abogado, todo el tiempo tenia que usar traje, así que debajo de esos finos trajes siempre había una diminuta tanga, negra. Los cajones de las tangas de mi padre estaban divididas en 4, las que usaba a diario en casa, las que usaba cuando hacía ejercicio, cuando nadaba o tomaba el sol y las completamente negras que usaba solamente debajo de los trajes. 
Papá me dijo que no eran apropiadas para un adolescente, que se trataban de ropa interior para adultos y que además no habría de mi talla. 
Tercié. 
No acepté un no por respuesta. Le dije que era lo que yo quería. Papá solo se quedó en silencio por unos minutos y me dijo que me daría el permiso si solamente las usaba dentro de casa y para dormir, que no debía ir al instituto con ellas ni salir a la calle. Me fue suficiente. 
—De acuerdo. Buscaré de tu talla, pero la verdad no creo conseguir. Las tangas no son para adolescentes, no son apropiadas y me metería en un lío si se enteran que las usas y más si te he dado el consentimiento. Aparte, no es una prenda que suelen usar todos los hombres, muchos las rechazan. 
—No te preocupes papá, solo las usaré en casa. Y hablando de eso… ¿Cuándo podré usarlas en todas partes?
Papá rió.
— Cuando cumplas dieciocho años y seas un hombre ante la sociedad. 
Sabía a lo que se refería. Había buscado en internet y encontré que los gay eran los que más las usaban por tema de fetiche entre otras cosas y que a algunos heteros les gustaba el morbo de usarlas. No sabía con exactitud cuál era el caso de papá. 
No sabía si mi padre era gay. Pero en ese entonces pensaba que no lo era. Por qué veía porno hetero todas las noches y se daba sus buenas pajas. Lo sabía por que varias veces lo espié y veía cómo se mataba a pajasos al ver como se la metían a esas mujeres. 
Papá jamás me hablaba de mujeres que le interesaban. Una vez le pregunté si alguna vez tendría una mamá a lo que él respondió que no sabía, que no le gustaban los compromisos, pero si yo quería una haría lo posible, pero respondí que no, que quería que solo fuéramos él y yo si se pudiera, solo respondió que el tiempo lo diría. 
— Espérame aquí. Buscaré una tanga que se pueda acoplar un poco a tu cuerpo.
— No creo que tengas una, mírate, eres enorme.
Papá rió.
— Veré.
Me dijo y subió las escaleras. No le hice caso, lo seguí después de un rato. 
Papá estaba buscando en sus cajones, sacaba una, luego la examinaba y luego volvía a meterla en el cajón, fue así por un buen tiempo, hasta que se quedó pensativo y caminó hacia su armario, lo abrió y sacó una caja del fondo, pude notar que había más cajas. Tenía una pequeña cerradura. La abrió y comenzó a buscar dentro. Sacó varias tangas de diferentes texturas y colores y eran más diminutas aún que las que él usaba, imaginé cómo sería verlo usándolas, de seguro sus enormes bolas estarían muy comprimidas y eso me gustaba. Tomó una color celeste y luego metió las demás a la caja, la cerró y luego la metió dentro del armario. 
Bajé las escaleras rápidamente pero con cuidado de no hacer ruido. 
Cuando papá bajó yo fingía ver la televisión.
— Ten. 
Me dijo y luego me la arrojó. 
— Pruébate está, a ver qué tal te queda y cómo la sientes, por mientras que buscó la forma de conseguirte una de tu talla. Anda ve a tu habitación. 
Puse una enorme sonrisa y me fui directo a mi habitación. Me desvestí muy rápido. Examiné la tanga, estaba toda arrugada y compacta. Me la puse.
Me quedó algo holgada, no como se le veían a papá, pero me sirvió.
Bajé a la sala. Papá veía el programa que yo había fingido estar viendo. 
— y qué tal?
Papá dirigió la mirada hacia mi y puso ojos de sorpresa. No esperaba que bajara con ella puesta. Me examinaba con la mirada, del pecho hacia abajo y de regreso, luego se centró en mi paquete, que ni siquiera lucía, no se marcaba como a papá, con sus tangas ajustadas. 
— Se… se … se te ve … bien.
Me dijo tragando saliva de los nervios. 
— Te queda un poco grande y es la más pequeña que tengo. 
— Si. ¿Por qué no la había visto antes? ¿Por qué no la habías usado? 
Papá se puso nervioso.
— Eres muy joven para saberlo. Además a mi se me ve muy muy pequeña. 
— Son muy cómodas, ya veo por que te gustan. 
Pero papá me seguía examinando con detalle de arriba a abajo y tenía una expresión en su mirada que me gustó. 
Tosió y luego se levantó del sofá. 
— Bien, ve y cámbiate y alístate para ir a cenar. 
Pero antes de que me fuera me detuvo y me dijo que me quitara la tanga y la guardara y que usara boxers para la cena. 
— Nos vamos en una hora, yo… tengo que tomar una ducha fría.
— ¿fría? ¿Por qué ? 
Pregunté confundido.
— Por qué …. Tengo calor. 
Ambos subimos la escalera y nos fuimos a nuestras habitaciones.
Me duché, me cambié y me acosté un rato en mi cama a jugar con mi juego portátil.
En eso papá entró, aún traía el cabello mojado y solo una una de sus tangas color negro. 
— creí que ya estabas listo. 
Le dije 
— me entretuve. Me ha llamado Octavio (un amigo de mi padre) rob, su hijo se ha inscrito a prácticas de béisbol y me ha dicho que te preguntara si te interesa. 
— ¿practicar béisbol?
Puse cara de desagrado.
— si, pero veo que no te interesa. 
—no, es solo que jamás he jugado, solo me has llevado a partidos.
— Desde niño mi padre decidió que era mejor estar bien educado y adiestrarme en sus negocios que practicar algún deporte. 
Se sentó a un lado de mí.
— bebé, me siento culpable de no ser el mejor padre, un padre que te haya inculcado a practicar algún deporte, o ponerme a jugar contigo. 
— no digas eso papá. 
Dejé el juego portátil a un lado, me puse de rodillas en la cama y lo abrace por detrás.
— eres el mejor padre que se puede tener. A mí no me afecta, porque realmente no me interesan los deportes. 
— si, pero quiero que al menos lo pruebes, eso y otras cosas. Todo lo que puedas probar.
— ok, lo intentaré.
Papá me besó una mano. 
— bueno, me iré a cambiar. 
Se levantó de la cama.
— papi... 
— si?
Giró hacia mí.
— Te quiero mucho. 
Papá sonrió.
— Yo te quiero más.
Abrió los brazos y yo me arrojé a él como un niño pequeño.
Mis nalgas casi rozaban su bulto.
— ya no debería hacer esto. Ya no soy un bebé, ya tengo 13.
— para mí siempre serás mi bebé. 
Me besó la frente.  Luego me dejó suavemente en el suelo. 
— me iré a cambiar. 
La cena estuvo agradable y acepté ir a las prácticas de béisbol. 
Papá estaba contento y me gustaba verlo así. 
———Dos semanas después———
Habían pasado ya dos semanas desde que decidí meterme a entrenar béisbol. Al principio no me gustaba, pero lo hacía por papá, pero una semana después cuando me llevaron a comprar el equipo que tenía que utilizar me quedé maravillado con una prenda que era muy sexy y caliente y que además, a mi edad de 13 años me quedaba. 
Los jockstrap o suspensorios cómo también son conocidos.
Papá tenía unos cuantos pero jamás lo había visto con uno puesto, lo sabía por qué en su cajón tenía varios.
Cuando papá me llevó a comprarlos estaba muy nervioso. Le preguntaba a cada rato el por qué, pero no me decía nada.
Cuando el vendedor de la tienda deportiva le dio el jockstrap a mí padre para que me lo trajera al probador y poder medírmelo papá actuaba raro.
Papá estaba muy serio. No decía ni una palabra y no dejó que nadie se acercara. 
Abrió un poco la cortina del probador.
— ten 
Me dijo.
Me dio un paquete y dentro estaba el jockstrap blanco.
— te diré cómo se usa. 
Carraspeó. 
— Es como un traje de baño, ropa interior, etc. Es parecido a ... 
Tosió.
— como...
Se aclaró la garganta y susurró.
— como una tanga. Tus nalgas estarán descubiertas. La funda es cómoda y se acopla a tu bulto... Bueno a tus genitales. 
— ¿Lo debo usar?
Pregunté ocultando lo maravillado que estaba al poder usar una prenda así de sexy. 
— si. Verás... Tiene espacio para colocar esto. 
Me puso algo en las manos. 
— esto se llama concha y lo pondrás en tus bolas, va debajo del jockstrap, es para protegerlas.
Me parecía fascinante. Por un momento imaginé a mi padre usando uno, y me gustó. 
— póntelo y también la concha y dime si te queda.
Luego cerró la cortina. 
Me quité la ropa y examiné con detalle esa pequeña prenda. Me la puse y la sensación era riquísima. No podía usar tangas como las que usaba mi padre por qué me aseguraba que no había de mi talla, pero ahora podía usar una prenda tan caliente como los jockstrap. 
Papá se puso aún más nervioso cuando me lo vio puesto.
Cuando llegamos a casa lo primero que hice fue preguntarle.
"No quería que nadie viera a mi bebé" me dijo mientras preparábamos la cena. 
Después de una semana decidí usar el jockstrap todo el tiempo.
Me dormía solo con el jockstrap y me producía mucho morbo, dejaba la puerta entreabierta, con el fin de que papá pasara por mi habitación y me viera. Eso me calentaba mucho.
Una noche mientras jugaba con mi juego escuché ruidos en el pasillo, inmediatamente apagué el juego y me acosté bocabajo y fingí que dormirá, minutos después escuché que papá estaba afuera de mi habitación, debió quedarse viendo un rato por qué ya no escuché ruido. Pasaron aproximadamente cinco minutos y la puerta se abrió, después papá se acercó, yo estaba muy nervioso y al mismo tiempo caliente de saber que mi padre me estaba viendo las nalgas. 
Papá se acercó más pero se quedó quieto un rato. Me estaba observando. Sentí como su mano me tocó una nalga y la quitó rápidamente, después lo volvió a hacer, acariciaba despacio hasta que me dio un apretón, luego sentí como me cubría con la sábana, luego salió de la habitación y cerró la puerta. 
Papá me había tocado una nalga, fue lo mejor, no pude resistirlo más y comencé a pajearme.
———Un mes después———
Papá ya se había acostumbrado a verme en casa solamente con el jockstrap. Me miraba disimuladamente y a veces de reojo veía como se agarraba el bulto y lo frotaba, me calentaba mucho. Papá entró varias veces a mi habitación pero solo en dos ocasiones me tocó mis nalgas. Fuera de eso todo seguía normal, hasta una noche que salía de la ducha y papá me habló al acercarme a él  mi toalla se cayó al suelo y me dejó con las pelotas al aire. 
Papá puso una mirada extraña, en ese entonces no sabía que era una mirada lasciva. 
Me puse la toalla y papá se puso rojo, le pregunté que era lo que ocurría pero solo dijo que necesitaba una ducha fría.
Me fui a mi habitación a dormir.
Me desperté a las 2 am por unos ruidos. Eran unos gemidos que provenían de la habitación de mi papá.
Salí teniendo cuidado de no hacer ruido, papá tenía la puerta entreabierta.
Papá estaba desnudo, todo sudado, boca arriba e introducía algo en su verga, era como un tubo (en ese entonces no sabía que era un fleshlight) lo agarraba con una mano y básicamente se estaba masturbando. 
Papá tenía una cara de placer, gemía y gruñía. Sus enormes bolas rebotaban con cada metida de su enorme verga en el fleshlight. 
Se levantó de la cama con el fleshlight en la verga, de lo grande que la tenía y dura el fleshlight se mantuvo sin que lo estuviera sosteniendo con las manos.
Caminó hacia su armario y sacó una de las cajas que tenían seguro y de ellas sacó un trasero enorme.
Luego se fue de nuevo a la cama. Se quitó el fleshlight y pude ver ese enorme trozo de carne jugoso.
Estaba bien erecto, bien gorda y venuda y bien pelada. Mi verga comenzó a despertar. 
Vi que debajo de su almohada sacó un jockstrap mío y se lo ponía a las nalgas de plástico. Luego lo puso en la cama, empezó a nalguear las nalgotas de goma y luego le metió la verga. 
Era la escena más caliente y lujuriosa que había visto. 
Papá separó las nalgas, escupió y le metió la verga. 
Mi verga comenzó a escurrir un poco.  Papá embestía duro, gemía de placer, un placer delicioso. 
— ayyy ... ayy que rico.
Gemía.
Yo quería que me hiciera eso, papá se veía muy feliz haciéndolo y yo quería hacerlo feliz.
— bebé… bebé que rico….
No lo podía creer. Papá se estaba cojiendo ese trasero de plástico y le decía bebé.
— oooh bebé… extraño que me toques las bolas. 
Se giró dándome la espalda y luego volvió a darle duro. 
Sus bolas chocaban con las nalgas de plástico. Se veían riquísimas, rebotaban mucho, y de lo fuerte que la metía se escuchaba como chocaban y parecía que iban a explotar. 
Yo quería ser ese trasero de plástico. Quería que papá me hiciera lo mismo. 
— aaaay bebé, mi bebé....
Volvió a girarse y ahora lo veía de frente. 
La cara de placer de papá era lo máximo. 
— bebé ya no puedo más, mis bolas me van a estallar, me vengoooooooooo!
Le sacó la verga y comenzó a jalarsela y le llenó el ano con varios chorros de leche.
Le quitó mi jockstrap y luego se echó para atrás para acostarse y comenzó a olerla. 
Papá aún seguía bien erecto, con la verga bien pelada y brillosa y aún escurriendo  leche que bajaba por ese tronco grueso hasta sus bolas grandes, rojas e hinchadas por las embestidas. 
— ¿Qué estoy haciendo? 
Se dijo a sí mismo. 
—Es mi hijo, estoy fantaseando con mi bebé. ¿Cómo puedo hacerlo? Es mi bebé, si este juguete fuera mi bebé real ... .o no, no, le hubiera destrozado el ano, lo hubiera lastimado, soy una escoria. 
Dejó el jockstrap aún lado.
— pero…
Se acarició sus enormes bolas un momento hasta que se las apretó fuertemente.
— extraño que me aprietes las bolas… que digo … no.
Se lamentó.
—soy un mal padre. 
Se empezó a levantar de la cama. Yo corrí a mi habitación con el corazón palpitando. 
De rato entró. Se acercó a mí y me besó la frente y me acarició un cachete. Luego me cubrió mis nalgas expuestas con una sábana y salió de la habitación.
Sentía que mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho. 
A la mañana siguiente cuando bajé papá preparaba el desayuno solamente con una de sus tangas color verde.
—Buenos días.
Le dije.
Él se giró y cuando me vió me dijo — Buenos… días… 
Me miró de abajo hacia arriba y comenzó a ponerse nervioso. 
Me había puesto la tanga que me dio.
— ¿dormiste bien? — le pregunté.
Sonrió.
—si y tu bebé?
—si. Soñé que andábamos juntos en un parque—le mentí. —y que me abrazabas y me dabas un beso en la frente.
Papá entrecerró los ojos.
Bostecé.
Luego papá sonrió.
—Mi bebé quiere un abrazo y un beso?
Extendió los brazos. 
—papi... Solo te cuento lo que soñé.
— entonces no quieres?
Sonreí y me fui hacia él para abrazarlo. 
Lo abracé tan fuerte que su verga y sus bolas se aplastaron en mi pecho. Eso me gustó. Comencé a moverme lentamente y a restregar mi cara en su abdomen. papá comenzó a moverse un poco y sentí como su verga palpitaba. Me acarició el pelo y me tocó con un dedo la cabeza para que lo viera. 
Me dio un beso en la frente. 
—tienes hambre? Hice ... —sonrió — huevos... Con tocino y hay pan.
Pero hice una mueca.
— ¿Qué pasa bebé? ¿No quieres? 
Lo miré fijamente.
—Quiero leche.
Papá me miraba a los ojos. Con una mirada tierna pero mezclada con deseo. 
— ¿que? — me dijo sin dejar de verme.
— quiero leche — repetí. 
Papá aún me tenía rodeado en sus brazos. 
— leche? ... Cómo... ¿Cómo quieres la leche? ¿Con chocolate?
negué con la cabeza.
— sola.
— muy bien, la sacaré del refri.
— no, la quiero caliente.
Papá abrió más los ojos y miraba mis labios. Fue así un momento, luego sacudió la cabeza y carraspeó. Cerró los ojos y luego arrugó la frente.
— ok te calentaré leche.
Me besó la frente y me soltó. Me dio una nalgadita.
— Siéntate, yo te la llevo. 
Papá estaba poniéndose rojo y nervioso y comenzó a sudar. 
Cuando me entregó el vaso con la leche tibia me preguntó si quería pan, pero respondí que no. 
Tenía tantas ganas de probar la leche que le salía a papá, pero no podía decirle, de verdad deseaba probarla. Me imaginaba que estaba caliente y que salía de su enorme verga hacia mi boca. 
Cada que le daba un sorbo a la leche tibia y atravesaba mi garganta imaginaba que era la leche de mi padre. 
Papá me miraba con fascinación, pero al mismo tiempo se ponía nervioso y acalorado. 
Al terminar el vaso pedí otro. Papá estaba muy nervioso, la mirada que tenía era indescriptible al verme tomar la leche.
— se que no quieres lo que preparé de desayunar pero puedo hacer otra cosa bebé, también hay galletas...
— no — dije rápidamente — no tengo ganas, solo quiero leche. 
Papá se sorprendió por qué me acabé el cartón de leche. El último vaso me lo empiné todo que varias gotas me escurrían por la boca y me manché el pecho. 
Aún recordaba la escena de la noche y no sabía cómo decirle que yo también quería apretarle sus bolas con mis manos, quería que me hiciera lo que le hizo a ese trasero.
Papá me dijo que me fuera a duchar pero le dije que tenía ganas de nadar. 
— ¿Quieres que cancele todo para que la pasemos en la piscina? 
— no papá, no quiero que no vayas a tu trabajo solo por qué ...
— pero lo quiero hacer, quiero pasar tiempo con mi bebé, para eso tengo a muchos asistentes, ellos pueden solos y si no es asi los despido. 
— ¿de verdad ? ¿Te quedarás ? 
Le sonreí.
— solo hago unas llamadas. Anda vete al patio, ahorita saco las cosas para pasarnosla bien.
Me fui corriendo y entré a la piscina en un clavado. 
Anduve nadando un ratito, papá ya salía de la casa, traía una tanga de piel de serpiente muy ajustada. Traía una canasta con varias cosas y la dejó en el césped. Luego regresó para traer una hielera. 
Volvió a casa y cuando volvió a salir traía su celular y su tableta. 
— Estaré contestando unas llamadas y unos correos, solo será un rato, luego voy a ser tuyo todo el día. 
Mientras yo nadaba papá estaba con la tableta y cómo lo veía de frente su enorme bulto estaba comprimido en esa diminuta tanga queriendo salir. 
En eso se me ocurrió una idea.
Salí de la piscina y entré a una  habitación  que estaba en el patio que se usaba para dejar la ropa, también era donde papá solía hacer ejercicio, tenía muchas máquinas y pesas, fui por un aceite y por un bloqueador. Regresé a la piscina y me acerqué a papá.
— papi, tú trabajas mucho.
— Lo sé bebé pero solo será un momento.
— Lo sé, así que te voy a consentir, hoy es tu día de descanso, puedes seguir trabajando en la tableta pero te voy a consentir.
— ¿de verdad bebé? Y como harás eso ?
— Primero dejaré esto aquí, es un aceite y un bloqueador, para ir a la cocina.
Salí corriendo hacia la cocina y abrí el refrigerador y saqué varias cervezas. Las puse en una hielera y regresé con papá.
Le abrí una y se la di.
— Vaya bebé, gracias. — me sonrió.
— de nada papi, te dije que te iba a consentir. 
Papá comenzó a beberla. 
— tu relájate papi. 
Abrí el aceite, me puse detrás de él y comencé a frotarle el pecho. 
— pero que hice para que me consientas así bebé? 
— haces muchas cosas por mi todos los días papi, eres el mejor papi del mundo. 
frotaba suavemente su pecho y papá lo disfrutaba mientras seguía revisando su tableta. Pasé ambas manos sobre sus pezones y comencé a frotarlos. Papá hacía unos pequeños gemidos y cerraba sus ojos en señal de que lo estaba disfrutando. Después de un rato dejó la tableta a un lado para disfrutar del todo el masaje. 
Me coloqué a un costado y le masajeé los brazos. Luego me puse frente a él y empecé con sus piernas. Papá tenía los ojos cerrados. Yo frotaba sus piernas y veía ese maravilloso bulto comprimido en esa hermosa tanga. 
Empecé a subir más por sus piernas, le masajeaba sus muslos, papá seguía dando pequeños gemidos de satisfacción.  Empecé a subir más, a masajear sus piernas rodeando su bulto. En ese momento papá gemía más fuerte y abría poco a poco sus piernas. Se estiraba y su bulto crecía. Su verga comenzaba a palpitar, podía verlo. En eso papá dijo.
— Creo que ya es suficiente bebé. 
—ok. —dije fingiendo que no había problema. 
— ahora toca la espalda. —me dijo sonriendo. 
Se dio vuelta. Ahora tenía enfrente su hermosa espalda y sus enormes nalgas. 
Comencé a masajearle las piernas, pero esta vez no me acerqué a sus nalgas para evitar que papá dejara de masajearlo. Disfruté mucho masajeando su espalda, bajaba hasta casi sus nalgas y luego regresaba, después de un rato le dije que ya había acabado.
— no —dijo modorro, se había dormido un rato. — y las nalgas de tu padre no van a tener aceite? después no se van a broncear y se verá raro. 
— ok. —le dije ocultando mi felicidad. 
Volvió a mirar hacia el frente así que no vio la enorme sonrisa que yo tenía. Le tiré un buen chorro de aceite en cada nalga y comencé a frotar, lo hacía despacio, la verdad me tomé mi tiempo, además papá lo disfrutaba. Después de un rato masajeaba más fuerte y apretaba y papá gemía de relajación.
— bueno, ya estoy bien así. —me dijo de repente. — lávate las manos y entra a la piscina, ahí voy contigo. 
— te espero. 
— no — me dijo rápidamente — no puedo en este momento... este ahorita voy anda. 
Me lavé las manos y entré de un clavado. Papá se levantó pero hizo lo posible por que no lo viera de frente. Fue hacia las regaderas que estaban a un costado para quitarse el aceite, estaba prohibido entrar a la piscina con aceite. Yo hacía como que nadaba, papá se lavaba la cara, en eso giró hacia donde estaba yo y pude ver que traía la verga despierta, luego se dio la vuelta. Estuvo en la regadera un buen rato hasta que cerró la llave y caminó hacia la piscina. 
— ¿Quieres que meta la pelota? — me preguntó.
Le respondí que sí.  La trajo, me la arrojó y luego entró conmigo a la piscina. Jugamos un buen rato. Acabamos cansados. Papá me habló para que me acercara a él. Lo hice. 
— Ven, quiero abrazar a mi bebé. 
Me abrazó de frente. De nuevo sentía su bulto aplastado por mi pecho. 
— Yo se que ya estás creciendo y que te sigo diciendo bebé y se que en algún momento no te gustará que te abrace, por eso quiero hacerlo todo el tiempo mientras pueda.
— papi, no me importa que me digas bebé y me gusta mucho que me abraces, quiero que lo hagas todo el tiempo, aunque crezca. 
— por supuesto que si, tu siempre serás mi bebé y nada me gustaría más que seguir abrazándote. 
Duramos abrazados mucho tiempo hasta que papá me preguntó.
— ¿A dónde quieres ir a comer? ¿Quieres pizza? o …
— no —le interrumpí — quiero leche. 
Esperaba que papá entendiera la referencia. 
— bebé —susurró — tomarás leche, la que quieras, pero te pregunto que quieres comer? 
— no quiero comida, solo quiero leche, leche calientita. 
Papá me miró serio. 
— ¿Tienes algún problema? tienes miedo de no crecer? o es por el béisbol ? ¿el entrenador te ha dicho algo? 
— no papi, es solo que me gusta la leche calientita. 
— ok, lo entiendo, aunque es muy repentino. De acuerdo, tomarás toda la leche que quieras, pero debes comer... de acuerdo? 
— ok — suspiré — Papi creceré así de grande como tu.
Papá sonrió.
— si mi bebé, pero debes alimentarte bien. 
Salimos de la piscina. Yo derrotado porque mi padre no lo había entendido. 
Nos vestimos y salimos a comer. Comimos pizza y la mesera se extrañó de que le pidiera leche sola y caliente para beber. Le dijo a mi padre que tenía un buen hijo, porque la leche era sana y me ayudaría a crecer y que sus hijos siempre la rechazaban. 
Después de comer fuimos a un parque y anduvimos caminando y dándole de comer a unos patos, mientras íbamos caminando papá recibió un mensaje y después de leerlo me dijo que me tenía un regalo. Insistí en que me dijera de qué se trataba pero no lograba que me dijera, lo único que me decía era que tenía que verlo. 
Dejamos el parque y fuimos al cine y después a cenar, pero donde cenamos no tenían leche así que tuve que tomar refresco. 
Al llegar a casa estaba un paquete en la entrada. Era una caja cubierta de plástico negro. 
Papá lo agarró y entramos y me dijo que era mi regalo. Nos fuimos a la sala y papá sacó una navaja de su cinturón y comenzó a abrir la caja, cuando estaba abierta me dijo que viera de qué se trataba. 
Eran varios paquetes y dentro había algo de tela. En los empaques decía "Little boys sluts".
En ese entonces no sabía qué significaba y le pregunté a papá. Se puso muy nervioso y rojo y solo me dijo que quería decir ropa para adolescentes. 
Abrí un paquete y mi sorpresa fue ver que era una tanga, una tanga muy chica.
— Son tus tangas bebé, te las pude conseguir. 
Me alegré mucho y lo abracé y le bese un cachete y le agradecí mucho.  Me recordó que solo podía usarlas dentro de casa. Yo estaba fascinado, porque eran muchas y de varios colores. Debajo de todos los paquetes había una imagen de un chico como de mi edad, estaba de rodillas en una cama y traía una tanga negra con una mirada provocativa. 
— mira papi, un chico como yo trae puesta una tanga.
Papá al verlo comenzó a toser.
— em ... si bebé... em porque no vas y.... am ...y te pruebas una para ver si te queda.
Salí corriendo hacia mi habitación. Me desvestí y me la puse. Me quedaba muy bien, ajustada así como las usaba mi papá. 
Papá entró a la habitación con la caja y me miró sorprendido.
— mira papi, me queda muy bien. 
— amm sii... —me miraba del pecho hacia abajo y de regreso, se mojó los labios y sonrió — si bebé.... te... te queda bien. Guardas las demás yo... yo necesito una ducha fría bebé. 
— te gustan mucho las duchas frías verdad papi?
— si... no... digo em... si a veces las necesito. Guárdalas y prepárate para dormir. 
Salió de la habitación, yo guardé las tangas en un cajón cuando terminé papá entró de nuevo, traía una tanga amarilla y el cabello lo traía peinado hacia atrás pero aun estaba mojado.  
— Listo bebé a dormir.
Me vio por un momento que seguía con la tanga puesta. 
— ¿dormirás con la tanga puesta? 
— si papi, es muy cómoda. 
— De acuerdo ya métete a la cama. 
Una vez que estaba acostado le dije.
— Papi, quiero lechita calientita para dormir bien. 
Papá seguía mirándome de una forma que aun no podía descifrar. 
— yo —dijo y luego se miró el bulto — yo... —dejó de ver su bulto y me miró fijamente— yo te la traigo. 
Salió de la habitación. Papá de nuevo no había entendido. Cuando regresó me dio un vaso muy grande, comencé a beberla, de nuevo imaginando que era la leche de mi papá entrando por mi garganta. De vez en cuando lo veía y tenía esa mirada, una mirada de lujuria, de morbo. Cuando terminé de tomar, le di el vaso, me besó la frente y me deseó buenas noches y salió de la habitación. 
fingí que dormía. jugué con mi juego portátil y después de una hora salí de la cama con cuidado para ver si papá estaba en su habitación, pero no estaba desnudo ni haciéndole cosas a las nalgas de plástico. La tele estaba encendida, papá dormía boca arriba, tenía una erección que estaba comprimida en esa diminuta tanga. Como no podía tocarlo solo quedé mirándolo por un buen rato hasta que me dio sueño y me fui a dormir. 
---------- 3 semanas después ----------
Habían pasado tres semanas desde que mi papá me había dado mis tangas. Las usaba a diario estando en casa, los dos andábamos con mucha naturalidad. Pero cosas interesantes pasaron durante la noche. Papá seguía dándole placer a unas nalgas de plástico en lugar que a mi. Pero todo cambió un día que en clase de biología tocaron el tema de la sexualidad. Ahí descubrí que lo que le llamaba leche a lo que le salía a papá de su verga era semen y que con el semen se hacían bebés. Y que se producía desde tal edad, pero a mi no me salía nada aún. 
Cuando llegué a casa armé un plan, un plan para que papá me pudiera dar de su semen, de su leche, tenía muchas ganas, demasiadas, ya no podía más, la leche que tomaba para imaginarme la de mi papá no era suficiente.
Ese día era sábado. Papá me dijo que si quería ir a comer a un pueblo cerca de donde vivíamos. El viaje duró dos horas. Comimos muy a gusto y anduvimos haciendo muchas actividades. Papá se había preparado con varios termos con mi leche, tenía una mochila llena, como si fuera una pañalera, por que la leche que consumía no me era suficiente. 
De regreso a casa estaba anocheciendo. En el trayecto me acabé la última botella de leche. 
— Necesito comprarte más leche bebé, ya no tienes. 
— ok — le dije sin tener ningún problema.
— Me gusta darte leche bebé... bueno, comprartela. Me hace sentir como si tuviera un bebé muy pequeño y que estás tomando tus biberones. 
— te gusta que tomé leche papi? 
— si bebé es lo mínimo que puedo hacer por que no puedo darte ... digo... es buena la leche, te va a ayudar en tus huesos, pero necesito llevarte al médico, para ver si no te hará daño tanta leche. 
Le dije que no pasaría nada, que todo estaba bien. 
Ya no podía más, necesitaba seguir insinuándome, hacer algo para que papá entendiera que deseaba de su semen. 
— un amigo dice que los hombres hacemos leche.    
Papá frenó de golpe y me asusté.
— que? — me miró con sorpresa.
— dije algo malo? — me asusté.
— que fue lo que dijiste?
— que un amigo dijo que los hombres... hacemos leche.
— quien te dijo eso? cual amigo? y por que te lo dijo? 
Papá estaba muy serio.
— David y me dijo por que en clase de biología nos hablaron sobre eso y me dijo que a nosotros los hombres tambien nos sale leche. 
Papá seguía sorprendido. Se llevó una mano a la cara y se froto haciendo un gesto. 
— quiero — me miró muy serio — que a partir de ahora, cualquier duda que tengas respecto a eso y a otras cosas me las preguntes a mi bebé, a nadie más solo a mi. Ya llegó el momento de empezar ha hablarte sobre todo eso. 
— entonces si nos sale...
— es semen bebé, supongo que en tu clase sabes para que sirve y como es que sale.
— si —le dije — por el pene. Pero por que sale? 
— cuando tienes sexo llegas .... am en un momento de éxtasis ... am y sale. Bebé dame tiempo de explicarte esto, pero no aquí en el coche, cuando lleguemos a casa. 
En el transcurso de lo que restó del viaje hablamos de otras cosas. Al llegar a casa papá me explicó con mas calma y a mas detalle. 
Me pidió que me fuera a dormir, de rato me llevó el vaso del leche calientita y me besó la frente.  Ya no podía más. Me armé de valor.
— Papi... quiero que me des leche...
Papá abrió los ojos sorpresivamente.
— pero ya te la tomaste to...
— no, papi, quiero que me des de tu leche.
— que? bebé no... que? — me miraba consternado.
— papi por favor, la leche que tomo no es lo mismo, no es lo que quiero, quiero que me des de tu leche, por favor papi...
— no! bebé no...
— Papi por que no? que tiene de malo? papi dame de tu leche papi, por favor...
—No bebé que cosas dices, para ya...
— Papi — me levanté de la cama — papi por favor, poquita, quiero de tu leche, por favor.
Le agarré el bulto que escondía su tanga roja.  
— bebé no... 
Comencé a acariciar y a apretar.
— bebé no, bebé no basta... —comenzó a gemir.
Apreté fuertemente.
— Alan basta! —dijo enojado.
Le dejé de agarrar y las lágrimas me salieron rápidamente. Comencé a llorar fuertemente. 
— bebé no, no llores bebé — intentó consolarme.
— ya no me quieres! 
— te quiero mucho! te amo mi bebé! por que dices eso? eres todo para mi!
— no es cierto papi, por que no quieres darme de tu leche, es lo que mas quiero, siempre me porto bien. — lloraba mucho.
— bebé espera, escúchame, mira... no puedo hacer eso, eres mi hijo, eso no se hace, esta mal, es algo que no se debe hacer.
— No le diré a nadie papito — sollocé — nadie se va a enterar, por favor dame de tu leche, ya me quitaste jugar con tus bolas, no sabes como sufrí todo este tiempo, ya no me quieres! quieres mas a esas nalgas de plástico a esas si les das leche y metes tu pene en ellas y les dices bebé, las quieres más! yo te quiero mucho papi y me porto siempre bien pero no me quieres igual como a esas....
— bebé no, no bebé no! — me abrazó. — no sabía que me estabas viendo, perdóname soy un mal padre. Jamás digas eso, yo te amo mi bebé hermoso, te amo mucho. 
— solo quiero eso papi, solo quiero tu leche —  decía a llanto — no es nada malo, no le diré a nadie, pero por favor papi te lo pido.
papá seguía abrazándome por un buen rato hasta que me dijo al oído. 
— esta bien bebé, te voy a dar de mi leche. —me dijo con una mezcla de dolor y tristeza. 
— de verdad papi — le miré de frente. 
— si, pero solo una vez  ... dios ... estem... ok
— que tengo que hacer papi.
— me la tengo que jalar, para que salga.
— yo te ayudo papi. 
Se levantó, me miró fijamente y comenzó a quitarse la tanga. Me dijo que me hiciera aún lado. Se acostó aún lado mío. 
— que hago papi?
— juega con mis bolas, como lo hacías antes
Yo estaba feliz. Comencé a jugar con sus bolas, las frotaba, las apretaba, papá gemía de placer y poco a poco su verga crecía. 
— espera bebé, tengo que traer algo 
Papá se levantó y salió de la habitación, de rato entró, con la verga semi erecta y traía una botella.
Era lubricante, me dijo que le pusiera mucho en las bolas y que siguiera jugando. Pasó un rato y su verga creció más.
— por que me estoy poniendo duro? — susurró — no debería ponerme duro.
Yo estaba fascinado, estaba haciendo algo que me gustaba mucho. Apretaba mucho sus bolas, las comprimía con mis manos y papá no dejaba de gemir. 
— papi tú pene está muy grande y gordo — le dije con una sonrisa. 
— si bebé es por que estoy excitado. 
Puso su mano sobre la mía, apretó su mano para que apretara más sus bolas y apretó muy fuerte. 
— en mis bolas se hace el semen o bueno la leche y las tengo bien llenas.
— si papi están muy grandes.
— pero la leche saldrá por mi verga y ya está lista, ya esta bien dura y bien caliente. 
Me dijo que le pusiera mucho lubricante en la verga. Luego me llevó mi mano hacia su verga, me la acomodó y me enseñó cómo jalársela. 
Yo estaba súper feliz, la pelaba y luego la encapuchaba de nuevo. Papá gemía.
— ay que rico bebé, se siente muy rico.
— estas feliz papi? 
— ayy si bebé me estás haciendo muy feliz.
Jalaba con fuerza y veía como sus bolas brincaban, era lo mejor. Tuve ganas de pasarle la lengua para saber a qué sabía. Lo hice.
— bebé no, no bebé con la lengua no. — decía gimiendo. 
— No te gusta papi? 
— si me gusta bebé pero … no … 
Le pasé la lengua de nuevo.
— ay bebé… — gemía.
Se la jalaba y al mismo tiempo le pasaba la lengua.
— jálame más fuerte bebé.
Lo hice y sus bolas chocaban con mi mano. 
— aaayyy bebé que ricooo bebé — gemía de mucho placer. 
Me detuvo para verme con morbo y mucha lujuria.
— abre la boquita bebé — me agarró la cabeza y me empezó a empujar hacia su verga.
Abrí la boca y poco a poco me fue entrando su enorme, gorda y caliente verga. Chupaba como si fuera una paleta. Papá gruñía y gemía de placer. 
— ya traigo las bolas bien duras bebé, ya están bien llenas, se me van a reventar. 
Me detuvo. Me pidió que me pusiera de rodillas en el suelo y que abriera la boca. Lo hice. Papá se la jalaba frente a mi con fuerza, gruñía y gemía, sus bolas rebotaban y chocaban en su mano.
— abre bien tu boquita bebé, ya tengo tu lechita bien caliente…. Hai va bebé! Hai te va mi leche ! 
Gritó al mismo tiempo que siete chorros de leche salieron disparados hacia mi boca. Me estaba atragantando con los primeros 3 chorros. Papá se acercó y me metió la verga en la boca y los demás chorros de leche caliente viajaron por mi garganta hacia mi estómago. 
Fue lo mejor que había probado. Esa leche deliciosa y caliente era la mejor que había probado. 
La tragué toda. Papá sacó su verga de mi boca y me salió una lágrima. Estaba de rodillas con semen aún en mis labios y en la cara.
Papá me vio y jadeó diciéndome.
— soy un mal padre.
Me levanté del suelo, me acosté en la cama y le hice un espacio.
— ve…. — me atragante un poco, tenia aún semen en mi garganta — ven papi…
Papá se acostó aún lado. 
Me quité el semen de mi cara y me lo metí a la boca y lo tragué. 
 — eres el mejor padre del mundo, me gustó mucho, quiero que me des leche todo el tiempo.
Me agaché y empecé a lamer su verga aún dura. Me la metí a la boca como si fuera un biberón. 
Esa noche papá me llenó el estómago de su leche cuatro veces más, hasta que quedé completamente dormido.
Continua parte 4
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2254- Hola me llamo Juan, tengo año y medio de edad, aunque aun no entiendo qué significa. Lo que, si me preocupa, es cuando se me cae mi mamadera o mi sonaja; cuando entre las sábanas se me pierde mi osito de peluche. Es tal mi desesperación, que lloro y grito muy fuerte para que mis papás se fijen y resuelvan mi problema. Que angustia. Esos, si son problemas...
Hola soy Juan, tengo 7 años, me gusta jugar fútbol. El mes pasado me saqué un 10 en matemáticas y adivinen qué me compraron - un balón profesional; era yo el niño más feliz del mundo. Todo era felicidad hasta hoy, porque mi balón se pinchó y mi mami me dijo que no volvería a comprarme otro porque no sé cuidarlos.
Qué angustia. Esos, si son problemas...
¡Qué tal! tengo 14 años y me llamo Juan Salvador. ¿Alguna vez se han puesto a pensar, quién eres tú?, ¿Por qué nací aquí? ¿Qué será mi futuro? ¿Por qué soy yo y no tú? En realidad, me doy cuenta de que son tantas cosas en qué pensar, la vida se va haciendo más difícil y de que francamente es imposible descifrar el enigma de la vida. Qué angustia. Esos, si son problemas...
¡Qué onda!, ¿Cómo estás?, me llamo Salvador voy a cumplir la grandiosa cantidad de 18 años. Me lleve 4 materias y creo que estoy perdido, soy un fracaso, no sirvo para nada. No quiero pensar en esa mirada de mi jefe al ver mis calificaciones, sus ojos parecerán los de un león furioso... Y eso no es todo; creo que lo que me tiene peor es esa nena que conocí hace tiempo, creo que estoy enamorado de ella…
No sé qué hacer, no sé qué decir, no sé cómo actuar. Esta vida no vale nada; como me gustaría ser niño otra vez, en esa edad uno no tiene problemas.
Qué angustia. Esos, si son problemas...
¡Qué tal!, Soy el Licenciado Salvador. En la empresa donde trabajo no gano lo suficiente. He estudiado toda una vida y ¿esto es lo que recibo? ¡Mi mejor esfuerzo, no vale nada!, se anteponen los intereses personales, además hay que ser deshonesto. Lo que aprendí en la Universidad no se parece en nada a la vida real;
Ya no soy tan feliz como cuando era adolescente; entonces no había preocupaciones; no tenía tantas responsabilidades. ¿Qué problemas tenía yo? Tenía casa, comida, ropa, todo por hacer; mi única obligación era la escuela. Les diré una cosa: prepárense para el futuro porque está lleno de problemas complicados.
Qué angustia. Esos, si son problemas...
¡Gusto en conocerlos! soy el Dr. en Derecho, Juan Salvador; soy padre de familia, no es fácil serlo. Mis hijos, mal que bien, ahí la llevan; pero a la que ya no soporto es a mi esposa; no es la misma que conocí hace 18 años. ¡Bendita edad! construyendo castillos en el aire, sueñas con ser millonario famoso, veía el mundo a mis pies.
Ahora todo es diferente; la vida es más dura de lo que parece en realidad; estoy sintiendo una gran angustia ante la impotencia de no poder hacer mucho.
Definitivamente, Estos, si son problemas...
¡Ya soy abuelo!, Mi nieto se llama Juan Salvador, como yo. ¡Gracias a Dios nació con salud! Qué suerte la de poder gozar de salud. Si yo la tuviera, sería el hombre más feliz del mundo, haría tantas cosas que no puedo hacer..., caminaría por el parque de la mano con esa bendita mujer que tengo hace más de 50 años, jugaría con mi nieto a la pelota, viajaría de vez en cuando con el dinero que logré juntar y que ahora se me va en puras medicinas. Qué lástima que la vida sea tan angustiosa y esté lleno de problemas.
¿Qué pasa? no sé dónde estoy. Aquí sólo veo una luz hacia donde dirijo la mirada.
Hace un tiempo deje de vivir, pero sigo existiendo... Tarde me di cuenta de que la vida es más sencilla de lo que parece, de que en realidad estuve muerto en vida, quejándome de todo, sintiendo que la vida era para sufrir, no entiendo ¿por qué me preocupaba por una sonaja, o por un balón pinchado?, ¿qué me importaba que debiera 4 materias o todas las materias?, ¿por qué le tenía miedo a esa mujer que llegó a ser mi esposa? y que sólo de viejo supe valorar; ¿a quién diablos le importa si la empresa por la que desatiendes a tu familia y le dejas tu vida no te valora?, ¿por qué me preocupaba de mi salud? cuando sólo tenía un pequeño catarro...
¡Lo más importante era que estaba vivo! Tenía sueños y esperanzas... Yo mismo me impuse el peor castigo: No fui feliz. En aprender a vivir se me fue toda la vida.
Tarde me di cuenta de que en realidad no existen los problemas complicados; tarde me di cuenta de que el secreto de la vida es vivir intensamente cada momento, tarde me di cuenta de que el secreto de la vida es aprovechar este regalo y compartirlo contigo…
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storiesauraline · 2 months
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⠀⠀⠀ ⠀ 𝐒𝐎𝐌𝐁𝐑𝐀𝐒 𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐍𝐘𝐃𝐀𝐋𝐄
'                    𝐴𝑛𝑑 𝐼 𝑤𝑜𝑢𝑙𝑑 ℎ𝑎𝑣𝑒 𝑠𝑡𝑎𝑦𝑒𝑑 𝑢𝑝 𝑤𝑖𝑡ℎ 𝑦𝑜𝑢 𝑎𝑙𝑙 𝑛𝑖𝑔ℎ𝑡, ' ℎ𝑎𝑑 𝐼 𝑘𝑛𝑜𝑤𝑛 ℎ𝑜𝑤 𝑡𝑜 𝑠𝑎𝑣𝑒 𝑎 𝑙𝑖𝑓𝑒.
                                 ꧔ - ̗̀  • 𝐧𝐞𝐰 𝐬𝐭𝐨𝐫𝐲 𝐟𝐨𝐫 𝐀𝐔𝐑𝐀𝐋𝐈𝐍𝐄                             ꧔ - ̗̀  •  𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐰𝐨𝐫𝐝𝐬 𝐨𝐟 #𝐜𝐡𝐨𝐬𝐞𝐧𝐨𝐧𝐞 ⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀        • 𝒇𝒆𝒄𝒉𝒂: 20 de Diciembre, 1998.                              • 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓: Sunnydale, California.  
    Buffy Summers, a simple vista, parece una adolescente común, pero su rutina nocturna está lejos de ser convencional o parecida a la de cualquier chica con las mismas características en su ciudad; donde el oscuro suburbio de Sunnydale, las sombras se arrastran con intenciones siniestras y el peligro acecha en cada esquina.
     Su día comienza como el de cualquier otra joven. El timbre del despertador suena en la habitación a las 7:00 a.m. Se despierta bostezando varias veces y sintiendo los músculos agarrotados tras otra noche de lucha contra los vampiros. Se levanta y, con un suspiro, se dirige al baño quejándose de lo mucho que odiaba estudiar para las parciales. Las primeras horas de la mañana son un recordatorio constante de que vive en dos mundos: el de una estudiante que asiste a clases y socializa con amigos, y el de una cazadora que protege el mundo de las fuerzas del mal.
     Después de una ducha rápida, Buffy se viste, elige con esmero ropa que disimula las magulladuras de la noche anterior, pero siempre algo con estilo, y baja a desayunar. Su madre, Joyce, la saluda con una sonrisa cansada. Buffy se sienta a la mesa, donde la charla es ligera, girando en torno a temas normales como la escuela y los amigos que siempre pregunta su madre con preocupación. Pero en la mente de Buffy, siempre hay un subtexto: una alerta constante que nunca la abandona.
     La escuela es, en su mayor parte, una distracción necesaria para su mente. Las clases pasan lentamente, como si el tiempo se estirara, y a menudo su mente divaga hacia la caza, los informes del Consejo de Vigilantes, y las estrategias para mantener a sus amigos fuera de peligro. Las horas de luz solar son una pausa antes de la verdadera labor nocturna. Las reuniones con Giles, su vigilante, en la biblioteca son su única conexión tangible con su vida secreta mientras el sol aún brilla.
     Cuando el sol se pone, una transformación se otorga a Buffy. Mientras el resto del mundo se retira a la seguridad de sus hogares para descansar de un día pesado, ella se prepara para enfrentar la oscuridad y los seres de la noche. Las tardes están llenas de entrenamientos y planificación. Después de la escuela, se encuentra con Giles, Willow, Xander y, ocasionalmente, Ángel. En la biblioteca, revisan informes sobre actividad demoníaca y planean las patrullas nocturnas.
     El entrenamiento físico es esencial, Giles siempre le recuerda a cada momento lo importante que es. Porque, aunque Buffy posee fuerza y reflejos sobrenaturales, se esfuerza por mantenerse en la mejor forma posible. Cada sesión de entrenamiento es una prueba de su habilidad, enfrentándose a oponentes creados en el momento y practicando movimientos que podrían salvarle la vida. Las palabras de Giles resuenan en sus oídos mientras él le recuerda que, aunque es poderosa, debe ser astuta y cuidadosa.
    Después de una cena rápida, que a menudo se come apresuradamente en la biblioteca o en la cripta donde Ángel suele esconderse, se prepara mentalmente para la noche que le espera. La rutina nocturna es familiar, pero nunca deja de ser peligrosa porque puede cambiar de un segundo a otro. Cargar su mochila con estacas, cruces, agua bendita, y algún que otro amuleto protector es un acto casi mecánico, pero lleno de significado para una cazadora.
     La noche en Sunnydale es un campo de batalla disfrazado de tranquilidad suburbana que mucha gente no se da cuenta. Las calles vacías, las luces parpadeantes de los postes, y el viento que sopla suavemente son solo una fachada de seguridad. Buffy, con sus sentidos agudizados, percibe cada pequeño cambio en el ambiente. Es una cazadora en su elemento, un depredador al acecho.
     La patrulla nocturna comienza por los cementerios, donde los vampiros salen de sus tumbas. Buffy se mueve con la familiaridad de alguien que conoce cada piedra, cada rincón oscuro, cada escondite posible. La caza no es solo violencia y combate; es estrategia, es una danza cuidadosa entre el peligro y la destreza.
     Cada encuentro con un vampiro es único, pero Buffy ha aprendido a no subestimarlos. Aunque es más fuerte y rápida, los vampiros tienen una ventaja: su instinto de supervivencia y la nula humanidad. Con cada estaca que clava en un corazón no latente, siente un escalofrío que recorre su espalda, un recordatorio de que su trabajo, aunque necesario, nunca es agradable. Es una lucha constante contra la oscuridad, pero también contra la soledad que acompaña su destino.
     En el curso de la noche, visita varios lugares clave: el parque, los callejones detrás de los bares, los alrededores de las tiendas que permanecen abiertas hasta tarde. La ciudad parece respirar con vida propia, una vida que Buffy está destinada a proteger. Pero la protección tiene un precio, y ese precio es su propia normalidad. La soledad de la noche la llena, sintiendo la poca normalidad de su vida y que su deber como cazadora es mucho más grande que cualquier deseo de una chica recién viviendo su vida.
    Entre los momentos de tensión y combate, hay breves interludios de humanidad que mantienen a Buffy conectada con el mundo que protege. Una visita donde se encuentra con Willow y Xander para hablar de cosas triviales mientras da su paseo nocturno, es un recordatorio de que no está sola en su lucha. Aunque sus amigos no comparten su destino, comparten la carga de saber la verdad.
     Estas reuniones son un alivio para su alma, una oportunidad para reírse de chistes tontos, hablar de chicos y olvidarse por un momento de que la oscuridad está siempre presente. Sin embargo, incluso en estos momentos de aparente tranquilidad, Buffy siempre está alerta, con un ojo en la puerta, esperando cualquier señal de peligro.
     Ángel también forma parte de estos espacios. Sus encuentros son a menudo breves, intensos, y llenos de una comprensión de las realidades que ambos enfrentan. Hay una conexión profunda entre ellos, una que va más allá de las palabras y se fundamenta en la mutua comprensión de lo que significa luchar en la oscuridad. Sus charlas, aunque a menudo son sobre tácticas y estrategias, están cargadas de emociones que Buffy encuentra difíciles de expresar abiertamente.
     La noche avanza, y eventualmente Buffy debe regresar a casa antes que su madre vaya a despertarla y poder descansar un rato. Los primeros rayos del sol empiezan a matizar el cielo de un suave color azul cuando finalmente se permite calmarse. Regresar a su habitación por la ventana y dejar caer la mochila pesada al suelo es una rutina que marca el fin de la caza y el comienzo de unas pocas horas de descanso.
     Antes de meterse a la cama, se toma unos minutos para revisar las cicatrices y los moretones de su cuerpo antes que desaparezcan con rapidez. A veces se sienta en su cama, pensando en las vidas que ha salvado esa noche y en aquellas que no ha podido proteger en el pasado. El peso de la responsabilidad es enorme, pero es un peso que ha aprendido a llevar con el tiempo.
     Sabe que no puede permitirse soñar con hermosos escenarios en su cabeza. Sus sueños a menudo se ven invadidos por pesadillas, visiones de monstruos que se mezclan con recuerdos de amigos perdidos y enemigos derrotados. Sin embargo, incluso en la soledad de la noche, encuentra consuelo en saber que ha hecho todo lo posible por mantener el equilibrio entre la luz y la oscuridad.
     Cuando finalmente se acuesta, el sueño la envuelve lentamente, no como un refugio, sino como una tregua temporal a sus luchas porque sabe que el ciclo comenzará de nuevo al día siguiente, y que debe estar lista para enfrentar lo que venga.
     La vida de una cazadora es una vida de constante lucha, pero también es una vida de profunda reflexión. Buffy Summers, en medio de su rutina nocturna, a menudo se pregunta sobre el significado de su destino. No es solo el deber de proteger al mundo lo que la motiva, sino también una búsqueda personal de identidad y propósito.
  ꧔ 𝐚𝐛𝐨𝐮𝐭 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐨𝐬𝐭 𝐰𝐨𝐫𝐝 𝐜𝐨𝐮𝐧𝐭𝐞𝐫: 1.347.                                                                                   
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intruzox69 · 10 months
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Marlén
Capítulo 8
El comienzo de una puta
Algunas personas me preguntan como es que me encanta el sexo, lo que les cuento en el relato titulado "Mi secreto infiel", me sucedió hace varios años, después de esa única noche, mi vida matrimonial se volvió rutinaria, aunque cómoda, pues no me faltaba nada. Pero extrañaba esa noche lejana en la que experimenté dos orgasmos deliciosos.
Cuando Oscar el esposo de mi cuñada regresó a la ciudad, empezó a buscar oportunidades para charlar conmigo, nos hicimos confidentes sin mencionar nunca aquella vez en que entró al cuarto mientras mi esposo dormía de borracho.
Nuestras conversaciones eran al principio normales y rutinarias, pero poco a poco nos tomamos más confianza y salieron a flote los problemas con nuestras respectivas parejas. Ya se hacía costumbre que me visitara por las mañanas y tomara un café, yo no le veía nada de malo, pero si me daba miedo que alguien se enterara de nuestras charlas.
La amistad fue de más porque en varias ocasiones me regalaba joyas, vestidos, y como sabía que mi marido tenía problemas económicos en su negocio, a veces me daba dinero, según él para que me ayudara, aunque yo la verdad, no estaba tan necesitada como para eso, pero me decía que lo tomara como un regalo.
En las fiestas navideñas del año 2002, él me regaló ropa interior roja, esa vez me sentí incómoda, ya que ni siquiera mi marido me había regalado algo igual, esa fue la primera vez, porque después me regaló un baby doll azul, muy sexy, que al parecer había comprado para una amiga, pero como no la vio, no pudo dárselo y no quería que su esposa, o sea mi cuñada supiera que lo tenía en su coche.
Cuando lo recibí temblaban mis manos, se fue de inmediato y por la tarde me llamó y le dije que me tranquilizaba el hecho de que no lo había comprado pensando en mí, claro que lo negó, pero era su plan, conquistarme. Se tomó la libertad de seguirme regalando ropa interior, me sorprendía que supiera mis medidas, y me sentía extraña cuando las usaba, sentía que él me observaba con esas prendas.
Llegó el fin de año, estabamos entre familia, todos nos deseábamos feliz año, y cuando nos topamos, nos dimos el abrazo, pero fue más allá porque me abrazó y el beso fue en la boca, yo sorprendida, no supe que hacer, nadie vio nada y ahí quedó todo. Y en nuestras conversaciones posteriores, no hablamos de ello.
Pero la mañana de un 14 de febrero, dia del amor y la amistad, yo deseaba tener sexo, andaba algo excitada, pensé que mi marido al menos me daría un "rapidín", como dicen, pero el desgraciado ni siquiera me felicitó, solo se arregló y se fue a su oficina. Yo me quedé llorando y enojada pensando que ese día seguro iba a tener intimidad con su secretaria.
Yo me quedé sin otra cosa que hacer más que el aseo de la casa y a seguir con la vida. De pronto Oscar me llamó para felicitarme, me dio gusto que me llamara, él notó que estaba triste, y la verdad me hice la víctima, esperando su reacción, me dijo que iría para darme mi regalo y que sería muy especial i yo quería.
Esa mañana quería que me viera guapa, y como adolescente me arreglé, me puse un vestido corto, amarillo, una bikini blanco que se metía entre mis nalgas, por supuesto que era regalo de él y mis tetas estaban libres, sin sostén. Esperé ilusionada y ansiosa de su llegada. Media hora después de la llegada llegó, le había indicado que la puerta estaría abierta, que solo empujara para yo preparar el café.
Cuando llegó, yo estaba en la cocina, se dirigió a mí para abrazarme y felicitarme, hice los mismo, pero no me soltó de las manos, me miró a los ojos y como toda una actriz, fingí estar triste por lo que me sucedía con mi esposo, tiernamente volvió a abrazarme y me recargué en su pecho, puso su mano en mi mentón levantó mi cara para verme a los ojos, no dijimos nada, solo nos mirábamos, ansiaba que diera el primer paso, y creí que adivinaba mi pensamiento porque me besó, yo cerré mis ojos y me dejé llevar, lo tomé de la nuca prendiéndome a sus besos, me sentía rara besar a otro que no fuera mi marido, y besos de ese tipo, ya los había olvidado.
Sus manos bajaron por mi espalda, levantó el vestido sin dejar de besarme la boca y el cuello. Me estremecí cuando sus manos palparon la desnudez de mis glúteos, sus dedos recorrían la separación de mis nalgas, no tardé en sentir mi parte húmeda y urgida de sentir algo duro dentro de ella.
La parte de debajo de mi vestido estaba en mi cintura, acarició mi entrepierna;
--¿ESE BIKINO TE LO REGALÉ YO VERDAD?.—y asentí con la cabeza y gimiendo, me separó para voltearme y admirar mi trasero;
--¡QUE RICA ESTAS MARLEN, DIME QUE SERAN MIAS!.—
--¡SI, SERAN TUYAS PERO HAZLO ANTES DE QUE ME ARREPIENTA!.—Me volteó hacia él y desabotonó la parte superior del vestido liberando mis tetas;
--¡AHHH, ESTO DE VE DELICIOSO!.—Su boca se posó en mis senos que delataban mi temperatura, porque mis pezones estaban erectos, los cubrió con su boca haciéndome estremecer, yo lo tomaba de su cabeza para que siguiera mamándome las tetas, nunca nadie lo había hecho así, con esa lujuria y deseo.
Sus manos no dejaban de acariciar mis nalgas, y estiraba el bikini para meterlo entre ellas, no supe como lo hizo pero cuando quise frotar mi mano en su entrepierna, su verga ya estaba de fuera, al sentirla en mi mano bajé la mirada y me sorprendió su tamaño, pensaba que era un sueño, y trataba de recordar lo sucedido con él hacía años, no sabía del tamaño de su pene, y ahí estaba en mis manos que se veían pequeñas sosteniéndola.
Notó que mordí mis labios para saborearme su palo, entonces con sus manos en mis hombros me bajó, yo sabía lo que quería y estaba dispuesta a complacerlo.
Al tener su verga en mi cara, sin perder tiempo lamí de arriba abajo, el recorrido me pareció eterno, cuando llegué a la punta, miré unas gotas que salían del glande, apreté su verga para sacarle más gotas y con mi lengua las recogí y me las tragué, por primera vez iba a mamar una buena verga sin miedo a que me critiquen, ya que mi esposo tenía la idea de que si la mujer demostraba cachondez en el sexo, es que era una puta, y cuando se la mamaba a él, siempre fue con la luz apagada, pero no le demostraba mi gusto por mamar verga.
Así que me prendí de tremendo palo y me di gusto, esa verga era mía y no estaba dispuesta a perder esa oportunidad de dar un buen sexo oral. Oscar gemía mientras mi lengua, labios y boca se entretenían con su masculinidad. Me excitaba ver su expresión de placer mientras mi lengua pasaba por sus huevos que colgaban majestuosos.
Oscar se agachaba para acariciar mi trasero, luego me levantó y me sentó en la mesa, puso mis piernas en su cintura, hizo a un lado el bikini y colocó su verga en la entrada de mi raja y sin perder tiempo metió profundamente su verga, parecía que legaba a mi garganta de lo larga que la tiene, su boca mordía con suavidad mis tetas que rebotaban y sus manos apretaban mis nalgas.
--¡MAMI, AL FIN ERES MÍA, AL FIN TE TENGO!.—
--¡SI PAPII, POR SEGUNDA VEZ SOY TUYA!.—Se quedó pensando en lo que mencioné.
--SII, BIEN QUE RECUERDO ESA NOCHE, ¿TE GUSTÓ?.—
--ME ENCANTÓ, Y DESDE ESA VEZ TE DESEO.—
--¡MMMM, CREÍ QUE LO HABÍAS OLVIDADO!.—
--¡NO OSCAR, ¿CÓMO OLVIDAR LOS ORGASMOS QUE ME PROVOCASTE?.—
--PUES YO DESDE QUE REGRESÉ, TENÍA LA IDEA DE COGERTE.---SI, IMAGINABA TUS INTENCIONES CON TUS REGALOS, SABÍA QUE LO DE TU AMIGA ERA UN TRUCO.—
--¿Y PORQUÉ LO PERMITISTE?.—
--DIGAMOS QUE TAMBIÉN DESEABA ESTO.—
Como nunca, moví mi cadera demostrando el placer que sentía de ser cogida por alguien, la verga es tan larga y venosa que con facilidad frotaba mi clítoris y provocó un orgasmo largo y rico.
--¡AHHH, AHHH. AHHHH ME VENGOOOO OSCAR. SIGUEE SIGUEEE COGIÉNDOME PAPI, HAZME TUYAAAAA!.—
--¡YA ERES MIA MARLEN, PERO QUE RICO COGES MAMITA. ME SORPRENDE LO GANOSA QUE ESTAS!.— Yo no contestaba, estaba gimiendo y gritando mi venida, Oscar no dejaba de bombear mi panocha.
--¡TU TIENES LA CULPA POR CALENTARME LA CABEZA DE IDEAS Y LOCURAS, AHORA SOY UNA INFIEL!.—
--¡NO MARLEN, ESTO LO HACES PORQUE TÚ LO QUIERES Y LO DESEAS, YO SOLO SACO LO PUTA Y CALIENTE QUE LLEVAS DENTRO!.—
--¡SIII AMOR ES CIERTO, SEMPRE MA HA GUSTADO COGER!.—
La intensidad de mi orgasmo había desaparecido, entonces sacó su verga y me bajó de la mesa, mi calzón estaba empapado, me agachó y otra vez con gusto mamé su verga que estaba muy mojada de mis jugos vaginales, no me importaba nada, y me entregué a la mamada maestra, como si fuera una experta para eso, lamí sus huevos y lo masturbaba al mismo tiempo, él tomó su verga y se la jaló en mi cara, mi lengua seguía lamiendo sus bolas mojadas, se retiró un poco, apuntó a mi cara, y quité su mano de su verga para hacer el trabajo yo, abrí mi boca para succionar su palo y lengüetear su glande, hasta que ya no pudo y dejó escapar su semen en mi garganta, no supe cuanto duró la venida pero sus chorros eran eternos y abundantes, toqué sus huevos que se contraían con la eyaculación, la saqué de mi boca y expulsó los últimos chorros menos intensos que cayeron en mi cara, nos miramos y perversamente tomé con mis dedos el semen que estaba en mi cara y lo dirigí a mi boca para tragarlo, él apretó mi boca con su mano para que lo tragara todo.
Me levantó y me besó rico. Pensé que ya era todo, pues ya nos habíamos venido, pero él siguió acariciándome, de nuevo me sentó en la mesa y abrió mis piernas, se agachó para mamar mi panocha, yo estaba en el cielo sintiendo su boca en mi raja y sus dedos tratando de entrar a mi ano, mis nalgas gustosas aceptaban al intruso, sentí como lubricaba mi ano con mis jugos, y logró meter su dedo por completo.
La sensación era tan placentera que me perdí en el placer sin poder contener otro orgasmo, pero este fue tragado por mi amante, yo deseaba ser penetrada de nuevo, y mi amante con toda su experiencia me bajó y e volteó, mis nalgas estaban a su vista, mi calzón en mis rodillas, quise quitármelo pero no me dejó, se agachó y lamió mi culo, su lengua trataba de entrar a mi hoyo trasero, yo respondí moviendo mis nalgas en su rostro.
En esos momentos me sentía otra, pues tenía a un hombre muy sexual entre mis nalgas mordiéndolas, besándolas y acariciándolas.
Luego se levantó y me inclinó un poco más, pensé que me la metería por el ano, pero se agachó un poco para cogerme por la vagina, su verga entraba y salía por completo, mientras sus manos atendían mis tetas que rebotaban sudorosas y cachondas de ser tomadas en cuenta, luego pasaba sus manos a mis nalgas tratando de abrirlas, un dedo entraba a mi ano, después se detuvo, sacó su verga y puso la cabeza de su palo en medio de mis nalgas, las abrió y sentí su glande en mi culo.
--¿QUIERES QUE LO HAGA ASÍ?.—Me dijo susurrando.
--¡SI AMOR, HAZME LO QUE QUIERAS, COMO QUIERAS!.—
Lentamente su verga entró a mi recto, sentía que me partía en pedazos, ya que lo único que había entrado ahí, era su dedo, ni siquiera con mi esposo había experimentado el sexo anal, se esforzaba por penetrarme;
--¡SIGUE ASÍ PAPI, POCO A POCO Y DESPACIO, NUNCA LO HE HECHO ASÍ MI AMOR, ERES EL PRIMERO!.—
--MAMI, ¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO LO HAYAS HECHO, SI TIENES UN CULAZO DELICIOSO?.¡QUE PENDEJO TU MARIDO!.—
--¡SI, AUNQUE SABÍA DE ESTO, NUNCA ME LLAMÓ LA ATENCIÓN, PERO CONTIGO ES DIFERENTE, CONTIGO ESTOY PERDIDA PAPI, COMO DIJISTE, ESTAS SACANDO LA PUTA QUE LLEVO DENTRO, MUY ESCONDIDA!.—
--¡NI TAN ESCONDIDA, SALIO DE INMEDIATO!.—
--¡NO TE BURLES DE MÍ OSCAR!.--
--¡NO MAMITA, ES LA VERDAD, SOLO NECESITABAS UNA BUENA VERGA, ESO ERA TODO!.—La platica cachonda hizo que mi culo se relajara, pasé mi mano por debajo, y me asusté al sentir la mitad de su verga afuera, mi culo ya no aguantaba, parecía que reventaba. Oscar pasó su mano por mi raja y frotó mi clítoris, eso permitió que me olvidara del miedo, y empezó a sacarla y a meterla, yo no dejaba de tocar su palo, sentía que en cada metida era más su penetración, cada vez menos carne se quedaba afuera.
Pero de repente se detuvo, sus dedos seguían trabajando mi clítoris, yo detuve el movimiento de mis nalgas para disfrutar la sensación de ser cogida analmente, y de pronto dejó ir el resto de su verga, mi vista se nubló de dolor y placer, sentía que lloraba de dolor, pero mi trasero demostraba otra cosa con sus movimientos circulares. Momentos después mi ano estaba totalmente y como nunca relajado, lo sentía muy amplio y deseaba ver la abertura que dejaba su verga cuando la sacaba por completo.
Tocaba mi culo perversamente, no imaginaba lo abierto que estaba de la cogida. Mis tetas dejaban caer a la mesa gotas de mi sudor, mis gritos y gemidos aumentaron sin importarme los vecinos, quería que supieran la gran cogida que me daba el cuñado de mi esposo, quería que su mujer, la hermana de mi marido viera como me cogía, y como gozaba con mi culo, Oscar intentaba callarme poniéndome su mano en mi boca, pero lo mordía para que la quitara, deseaba que supieran lo puta que era.
Un sin fin de imágenes pasaron por mi mente, como si fuera un colash, vi en mi mente a mi esposo, a mi cuñada, comparaba la verga de mi marido con la de Oscar, etc., y al final, de nuevo estrellas en mi pensamiento, mi vagina explotó y aumenté mis movimientos girando mis nalgas, tratando de apretar su verga, pero era imposible, me había dejado el culo muy abierto, entonces sentí sus gemidos, sus metidas aumentaron de ritmo, y en eso eyaculó en mi recto, su leche caliente acompañó los últimos espasmos de mi venida.
--¡AHHH, AAHHH, QUE RICOOO PAPIII, QUE RICO ME COGES!.—
--¡AHH, AHH, AHHH, QUE CULO TIENES MARLEN, EL MEJOR, PARA SER L PRIMERA VEZ, VAYA QUE LO SABES USAR, ME ENCANTAS MAMITA, Y ME ENCANTÓ MÁS SER EL PRIMERO QUE TE COGE POR EL CULO!.— En esos momentos no pensaba en otro hombre más que en él, de hecho creí estar enamorada e ilusionada.
--¡SI OSCAR, Y SOLO ES Y SERPA TUYO PAPI!.—
--¿CUÁNDO YO QUIERA SERÁ MÍO?.—
-¡AJÁ, SOLO PÍDELO Y LO TENDRÁS, PERO NO QUIERO QUE SEAS DE NADIE MÁS, SOLO YO, SOLO A MÍ CÓGEME!, ¿OK?.—
Tiempo después entendí la expresión de ese momento, él solo buscaba sexo. Pero aún así dijo;
--¡SI AMOR, ESTA VERGA ES PARA TI, SERÁ TU TRONO CUANDO ESTES SENTADA EN MI PALO, ENTONCES TE CONVERTIRÁS EN LA REINA DE LAS PUTAS!.—Lo que dijo me causó gracia y me halago. Seguía su verga en mi culo, me enderezó y me besó en la boca, sacó su verga un poco caída, y nos metimos a bañar.
En la ducha no quise sacar su semen de mi culo, deseaba tener por más tiempo algo de él, y que mejor que su semen en mi recto.
Mientras se ponía la ropa admiraba su cuerpo atlético, su verga relajada colgaba orgullosa, no me vestí, me quedé con la toalla puesta. Cuando lo despedí, notó que no dejaba de mirarlo, y es que sentía que me estaba enamorando, preguntó que pasaba y le dije que él había provocado dos orgasmos, y él se vino dos veces;
--¿Y QUÉ SUGIERES?.—No respondí, solo me agaché y desabroché el zipper de su pantalón, saqué su verga y la endurecí con unas ricas mamadas, no tardó en pararse por completo, dejé caer la toalla y quedé desnuda ante él, puse sus manos en mi cabeza, empezaba a gustarme ser sometida, lamí sus huevos como loca, estaba dispuesta a darle el placer supremo de una mamada, respiré profundo y traté de meterla toda en mi boca, cosa imposible, apenas pasaba la mitad, la mamada fue tan intensa que hasta lágrimas me sacaba, mis nalgas empezaron a dejar escapar el semen de mi macho amado, sus piernas se tensaron y de nuevo el chorro de leche caliente inundó mi cavidad bucal, el semen chocó con mi campanilla haciéndome toser, tomé respiración de nuevo y succioné hasta la última gota de semen, que me parecía el más delicioso, dejé que viera como me tragaba el líquido, cuando terminó de venirse, metió su verga y se marchó, yo me quedé hincada saboreando el semen de un buen macho y amante, dueño de la mejor verga, Oscar, mi concuño.
Hasta ese momento no sabía que tanto iba a cambiar mi vida sexual, creía que Oscar sería mi único amante, pero solo era el primero.
Como les comenté, sentía que me enamoraba de él, pero luego me advirtió que solo era sexo, me sentí un poco mal, pero luego de no estar con él por casi un mes, lo busqué y le pedí que me cogiera, que no me importaba ser otra más, pero que no dejara de cogerme.
Cierta ocasión me dijo que no le molestaría que me viera con otro, al fin y al cabo, no era su esposa, solo una amante.
No creí que sucediera, yo era feliz teniendo sexo con Oscar, hasta que la ocasión se presentó y de pronto me vi enredada con mi vecino Iván, después de él le siguieron varios más, como Sandro, el mejor amigo de Iván, mi compadre y otros.
Cada uno de ellos me han llenado de placer y lujuria, y fui descubriendo nuevas experiencias, al grado de separarme de mi marido y casi olvidarme de mis hijos.
Así es como me convertí en lo que soy, este fue el comienzo de una puta.
©Marlén
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