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#todos traidores y malditos
pupuseriazag · 5 months
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Discurso dado por Claudia Ortiz, diputada del partido Vamos, momentos antes que pasara una ley que permite que se re-escriba la Constitucion Salvadoreña y las leyes se pasen sin consentimiento ni consulta a la poblacion.
Transcripcion:
"Y este dia es un dia, muy simbolico realmente. La ultima legislatura y en este ultimo dia de legislatura tambien se les cae el ultimo pedazo de la mascara a ustedes.
Estan generando una artimaña, una leguleyada para quitarle cualquier limite al poder y para estar ustedes por encima de los derechos de la gente.
Yo quiero decirle a los Salvadoreños que nos escuchan que es lo que esta pasando aca este dia:
Esta Asamblea Legislativa este dia quiere reformar un articulo de la Constitucion que establece COMO se debe reformar esa misma constitucion. Actualmente, nuestra constitucion establece que una reforma se hace en una Asamblea Legislativa y en el siguiente periodo legislativo se ratifica y entra en total vigor.
Sin embargo, este dia y por dispensa de tramite se quiere hacer que esa reforma a la Constitucion, a la ley MAS IMPORTANTE de nuestro pais se haga dentro de la misma Asamblea Legislativa.
¿No se atreven tampoco, verdad? ¿A someter los cambios constitucionales, a lo que la gente diga? No se atreven. Lo quieren hacer ustedes mismos.
En otras palabras, pueblo Salvadoreño, aqui se puede cambiar la ley mas importante del pais en cualquier dia; por dispensa de tramite incluso como ya le gusta a estos diputados, se puede cambiar la misma constitucion, se pueden cambiar los derechos fundamentales de los ciudadanos, se puede cambiar la forma de gobierno, se puede cambiar el orden economico, ¡Se puede cambiar cualquier cosa! ¡De un dia para otro! ¡Cuando a ellos les de la gana!
Nos rige el antojo y el capricho de un grupo que esta en el poder, eso es lo que esta pasando este dia.
Y con el agravante que el pueblo ya no podra pasarles factura en elecciones porque esto se va a hacer sin una eleccion de por medio, si no en la MISMA legislatura.
¿Que pasa si en unos dias, despues del primero de Mayo o el mismo primero de Mayo, estos diputados deciden aumentarse el periodo legislativo de 3 a 5 años? Lo van a poder hacer.
¿Que pasa si estos diputados quieren LIMITAR sus derechos laborales porque quieren complacer a ciertos sectores economicos? Lo pueden hacer.
¿Que pasa si estos diputados quitan algunss restrincciones que impiden que sectores economicos abusen del medio ambiente? ¿O de la dignidad de los trabajadores? ¡Lo pueden hacer y ya sabemos que estan acostumbrados a solamente obedecer ordenes!
*clip de ella misma llamandolos "Puyabotones", por no hacer nada mas que eso*
Los diputados estamos llamados a ser representantes del pueblo, pero ustedes NO son el pueblo. El pueblo esta alla afuera.
El pueblo esta alla afuera deseando que LA VIDA SE PUEDA VIVIR con dignidad.
El pueblo esta alla afuera deseando QUE NO SEA TAN CARO COMPRAR LA COMIDA para alimentar a sus hijos.
El pueblo esta alla afuera deseando que HAYA EDUCACION DE CALIDAD, que exista educacion universitaria de calidad.
El pueblo esta alla afuera deseando que el tener agua potable en su casa no sea un "lujo" que solo puedan tener algunos.
El pueblo esta alla afuera deseando que LOS GOBERNANTES NO SE GASTEN EL DINERO QUE TANTO CUESTA TRIBUTAR en aumentar sus privilegios.
Pero nada de esto se ha cumplido. ¡Nada de esto se ha cumplido! En cambio, los acaban de re-elegir y ya estan cambiando la Constitucion para que la Constitucion sea cualquier cosa que ustedes quieran.
¿Saben que es lo que estan haciendo? Se estab AUTO RECENTANDO poder.
Aca, como pueblo vamos a seguir luchando por nuestra dignidad y para que este poder, que se ha entregado, a estos gobernantes que no honran la confianza del pueblo sino que abusan de esa confianza, se va a pasar factura por parte de este pueblo y este pueblo lo va a reclamar sus derechos y va a reclamar SU dignidad. Gracias, señor presidente."
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nevenkebla · 6 months
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Afrontad la ira de Doom
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Fantastic Four (2018) #33 Dan Slott (Guionista), R.B. Silva (Dibujante)
— Cardenal: Victor Werner Von Doom, legítimo gobernante y señor de Latveria… ¿Aceptas a esta mujer como tu reina eterna, en esta vida y la próxima? — Doctor Doom: Por la sangre de mis antepasados, así lo juro. Y maldito sea cualquier hombre que ose causarle daño o alejarla de mi lado. — Cardenal: Y tú, Zora Vukovic, dama victoriosa, orgullosa heroína de nuestra madre patria, aceptas… — Zora Vukovic: ALTO. Victor, no debe haber secretos entre nosotros. Es mi deber decirte… que me he liado con uno de tus mayores enemigos. He intimidado… con Johnny Storm.
— Reed Richards: ¡Johnny! — Ben Grimm: Oh… — Johnny Storm: *Hermano.
— Doctor Doom: ¡VILES TRAIDORES! ¡ESTA TRAICIÓN NO DEBE TOLERARSE! ¡AFRONTAD LA IRA DESATADA DE DOOM! — Namor: ¡Ahí quedan sus promesas de paz! Supongo que de todos modos tampoco habrían durado mucho. — Black Panther: Ni durarán nuestros amigos… ¡Si no le atacamos con todo lo que tengamos, Namor! — Ben Grimm: Lo pillo, Vic. ¡Seguro que escuece! Y quizá nos lo merezcamos. ¡Pero lo único que vas a sacar es solo un golpe de traición! ¡Eh! ¡¿Qué pasa?! ¡Algo contiene mi golpazo!
— Namor: ¡N-no solo el tuyo, Thing! ¡No puedo moverme! — Black Panther: ¡Ninguno podemos! ¿Qué brujería es esta? — Reed Richards: ¡Eran esas luces en el altar! ¿Alguna clase de hipnosis masiva? ¡Sabías que todas las miradas estarían posadas en los dos! Pero prometiste… — Doctor Doom: Lo que prometí fue un pacto de no agresión. ¡Y lo he cumplido! ¡Descubriréis que sois incapaces de levantaros en armas contra mí, mis compatriotas o cualquiera de mis fuerzas! De no haber traído esta… deshonra a mi casa, habría cumplido mi parte del acuerdo, pero ahora no me dejáis alternativa. — Zora Vukovic: No sabía que había planeado esto. No… tenía ni idea.
— Doctor Doom: Servoguardias, ejecutad a los invitados. ¡A todos y cada uno de ellos! — Ben Grimm: Reed, antes de que se me olvide, tengo que decirte una cosa. — Reed Richards: ¿Qué? ¿Ahora? — Ben Grimm: Es importante. — Reed Richards: De acuerdo. — Ben Grimm: ¡TE LO DIJE!
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gloriousbouquetlove · 8 months
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El General Fantasma y el Caballero del Alba
Me llego esta idea loca a la mente.
En los primeros años en que los humanos llegaron al Reino de las Espinas, un joven Lilia Vanrouge (alrededor de unos 200 años) conoce a una joven sanadora.
Al principio Lilia se mantiene en alerta por esta humana, pero con el paso del tiempo se queda cautivado por la belleza y amabilidad de la mujer.
Y la joven tampoco se queda atrás, aunque Lilia al principio tenia un comportamiento frio hacia ella, ella pudo ver que en el fondo era un ser determinado y con el objetivo de volverse mas fuerte para proteger a sus camaradas.
Lilia muestra un comportamiento extraño, espera con impaciencia a que el entrenamiento termine, su mente anda en las nubes y sonreía de vez en cuanto. Esto obviamente lo notaron sus mejores amigos Meleanor y Levan, y Lilia no tuvo más opción que confesar.
Levan por un lado se alegra de que Lilia se allá enamorado de alguien (aunque sea un humano), y después de saber esto Levan se esfuerza para poder encontrar una manera de hacer un tratado de paz con los humanos (pero el senado se niega rotundamente a esta idea).
Mientras que con Meleanor ella no sabe que pensar, por un lado, le alegra que Lilia encontrara el amor (ya que esta estaba preocupada que Lilia muriera solo como un perro abandonado), pero por el otro la persona que Lilia se enamoro es de un HUMANO, una relación de un hada con un humano por varias y muy obvias razones jamás podría funcionar, pero he aquí Lilia el hada con el sentido más racional que allá conocido no le importa esto. Pero quien es ella para juzgar, después de todo cuando un hada se enamora ya nada lo detiene (ella lo sabe muy bien después de cortejar a Levan por 50 años).
Pero desgraciadamente ocurrió un evento que cambiaria todo.
La joven sanadora descubrió que los búhos plateados estaban secuestrando a las hadas del bosque para venderlas y a su vez que estaban fabricando armas con las piedras mágicas que encontraban en las cuevas para atacar a las hadas oscuras.
La joven no se quedo de brazos cruzados, ella les pidió a sus amigas las aves que advirtieran a Lilia, y mientras tanto ella junto a otros humanos que estaban en contra de las acciones de los búhos plateados salvarían a las hadas.
Pero cuando Lilia y sus tropas llegaron todo era un caos, había hadas volando por su vida mientras que los búhos plateados ya habían eliminado a todos los traidores uno por uno.
A pesar de contar con sus armas mágicas, los búhos plateados fueron vencidos por las hadas oscuras, estos sin más opciones se retiraron, pero juraron que esto no terminaría aquí e iban a buscar venganza.
Después de la pelea Lilia busco a su amada solo para encontrar una horrible escena, aquella dulce mujer con ojos brillantes como aurora y labios de un tierno color rosado es reemplazada por un cadáver que ha perdido la luz de sus ojos y sus labios manchados de su misma sangre roja. Y simplemente Lilia no puede soportar el dolor y se rompe, él llora y grita a quien sea que este en el cielo por qué sucedió esto, por qué una mujer inocente tuvo que sufrir tal destino.
Cuando Meleanor se entera de lo sucedido no puede creerlo, estos malditos humanos amenazando su reino por avaricia y dispuestos a matar a su propia especie para lograrlo, simplemente esto la enferma.
Y Levan no se queda atrás, él sabe que no todos los humanos son malvados, pero este acto que acaban de cometer es horrible.
Ambos están junto Lilia para consolarlo por su perdida.
100 años después, las hadas oscuras y los búhos plateados se encontraban en medio de una batalla, ambos bandos estaban iguales y parecía que esto no tendría final, hasta que sus campeones se encontraban de cara a cara. Por un lado, estaba el general Lilia Vanrouge y por el otro el caballero del amanecer. Su batalla fue brutal, ambos poseían una fuerza y habilidades extraordinarias, tan poderosa fue su lucha que las mascaras de ambos salieron volando, revelando sus rostros.
Lilia quedo paralizado, allí enfrente suyo estaba ella, la mujer que amo alguna vez, cabellos dorados cual sol, labios de un color rosado como una tierna rosa, y esos bellos ojos que brillan como una aurora. Lilia solo pudo susurrar:
“Leia”
El caballero del alba se mostró sorprendido:
“¿Cómo… cómo es que sabes mi nombre?”
Y antes que ambos pudieran decir algo más, sus tropas los llamaban, ambos hicieron que sus tropas se retiraran ya que en los dos lados se encontraban todos muy mal heridos.
Con Lilia, él no lo podría creer, ella estaba allí, su querida amada había regresado, pero al parecer el destino le gusta jugar con él, ya que ella regreso, pero como su mayor enemigo.
Mientras tanto con el caballero del amanecer, o mas bien dicho con Leia, ella estaba hundida en sus pensamientos.
“¿Quién era esa hada?”
“¿Cómo supo mi nombre?”
“¿Por qué no me atacó?”
Tantos pensamientos pasaron por su mente, pero el que más estuvo en su cabeza fue:
“Él se parecía al hombre que vi… no… que conocí en mis sueños”.
......................................................................................................
Realmente no se como tuve esta idea, simplemente estaba sentada y pensé: “y si el caballero del alba es mujer y se casa con Lilia y tienen a Silver”.
Me gustaría pensar que de esta forma muchas cosas cambiarían, Meleanor y Levan seguirían vivos y estarían con Malleus, Silver no tendría que sentirse como una basura al saber que su padre fue quien asesino a la madre de Malleus, el caballero del alba (Lea) no tendría que hacer un acto tan horrible y podría estar con su hijo, y Lilia no tendría que perder a ninguna persona que ama y podría vivir una vida feliz al lado de su esposa y su hijo.
Esta idea es una locura, pero me gusta (o tal vez es una forma de afrontar el gran golpe de depresión que me genero el capitulo 7 y de lo que falta de este).
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http-utopica-fall · 2 years
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Querido dulce y eterno amor:
De todos los amores que tuve y me inspiraron a escribir. Fuiste el único al que le llamó "musa". Fuiste el único que logró entrar a mi vida, de una forma tan natural para llenarme de alegría, esperanza y pintar mis días con colores que no tenía. ¡fuiste el mejor alumno de toda la escuela, el graduado con honores al llevarte mi alma! Te aplaudo. ¡eres maravilloso!
Mi ángel, una niña se enamoró,de alma, cuerpo y vida. Contigo, experimenté territorios que no sabían que existían. ¡Gracias, por ser el astronauta que piso un planeta no descubierto! Te juró que mi amor por ti, fue real, mi cariño fue sincero y mis intenciones contigo iban en serio.
Me vendiste la idea de un futuro juntos y ¡caramba, eres un excelente negociador! fue la mejor inversión que hice.
Mi arver.J.ita;Soñé, levité y esperé, por nosotros.
Y es que, cómo no querer esperar despertar cada mañana con esos ojos penetrantes, ésos hoyuelos En tus mejillas que me despertaban el deseo prohibido, ésas cejas tan perfectas y tu carita de una papa? ¡Joder! Eras mi maldito dios. Te juró que contigo era UN SI A TODO un a muerte si era necesario.
Sin hablar de mi cuerpo, él incluso no te pedía , te exigía, porque ése, ése si era un traidor conmigo , pero fiel a tus sentidos . No sé cómo lo hiciste, pero lo conociste mejor que yo, tus besos tenían sabor a gloria y sonidos que me hacían pedir +. Tus manos, tu majestuoso tacto tan sutil, delicado y atravieso ¡ohj! Ni hablar de tu olor y calor era lo que añoraba cada día, oraba por tenerte cerca ¡eras mi criptonita, antidoto y cura! Lo eras todo, en mi vida.
Te amé, te amé tanto que olvidé de priorizarme por ti. Pero, amor entendí que no todo era deseo, amor, y lujuria. Entendí que tenía otras necesidades y no, no te culpes.
Rescato lo bueno, me quedó con lo feliz que fui a tu lado. Te perdono, te abrazo y quiero que sepas que: lo malo, lo olvidó y atesoró las enseñanzas.
Eres mi lección de vida, mas significativa que he tenid.O.
A ti, te tengo mucho que agradecer y por siempre estaré en deuda contigo.
Aunque, hoy nuestros caminos y rumbos son distintos, te deseo lo mejor, felicidad, salud, abundancia y amor. Te deseo la paz, que tanto me diste, te deseo el calor y olor de hogar que me transmitias, te deseo un amor bonito. Te deseo todo lo que alguna vez soñé, contigo.
Po.R.que aunque no somos para estar, entendí, que todos merecemos ser felices. Decidí dejarte ir, para que encuentres lo que no pude darte. Decidí decirte adiós, tal vez me arrepienta toda la vida. Pero tenía que hacerlo...
porque retenerte no te hará seguir, porque ahora, soy un pasado del que debes recordar, pero no quedarte ahí.
.G.¡Eres libre!. Pero, recuerda que alguien te amo con todo lo que compone un corazón: Sentimientos, emociones y pensamientos y ése alguien
Fui... Yo.
.É.sta es una carta que jamás leerás. Pero, dejaré aquí porque mi alma necesitaba liberarse.
Adiós para siempre, mi cielo, mi averjita, mi amor, mi juguito de guayaba, mi señor cara de papa, mi tormento, mi sol, mi chico malo, mi ternura y mi primer único, y real amor.
Te amé, te amo y te amaré todo lo que me resta de vida.
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arkannos567 · 2 years
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Navidad sin ti
¡Amo esta pequeña historia! Será porque el prota es uno de mis favoritos :)
La canción es Navidad sin ti de Marco Antonio Solís.
Solo me queda decirles ¡Felices fiestas a todos!
Navidad sin ti
Cinco años después de la muerte de Aioros...
La misma canción puesta por décima vez en el estéreo sonó en la quinta casa, mientras su guardián; Aioria, estaba sentado en el sillón de la sala.
El porte que presumía el fiero guerrero al pasear por el Santuario y sus alrededores se había perdido, tal parecía que ese hombre ahí sentado no era un Santo Dorado, sino más bien un vago sin oficio; Estaba descalzo, solo unos calcetines impares le cubrían los pies. Las prendas que vestía lucían sucias y arrugadas, su cabello castaño claro despeinado y enredado cual nido de pájaros... Y qué decir de su incipiente barba de días. Era la viva imagen de un hombre derrotado, herido y sumamente triste.
Un vaso de cristal y una botella eran sus más fieles compañías en esa noche del veinticuatro de diciembre.
La canción ya grabada a fuego en su memoria y corazón sonó con fuerza en esas paredes haciéndole suspirar.
"Este año ya se ha ido ¿Cuántas cosas han pasado?"
—Pues, casi nada. Vuelvo a recordar que te mataron, te acusaron de traidor y a mí, por ser tú hermano, también. —pensó, mientras volvía a llenar su copa de ese bendito y embriagador elixir.
"Algo hemos aprendido y algo hemos olvidado"
—No, solo he aprendido que nunca se olvida tu pasado, porque se la viven reprochándotelo. —le llegó la imagen de Milo, el Escorpión Dorado, tachándolo de traidor y menos preciándole, al igual que Mascara de Muerte. Malditos bastardos.
"Pero siento aquí en mi alma"
—Que cada día está más rota, más triste, más muerta. Como tú. —dijo en voz alta, tratando de imitar el tono de Marco Antonio Solís El Buki. Maldito fuera Dio de Mosca, que le prestó su disco de música y maldito fuera él por estudiar español, si no lo hubiera hecho no sabría ni media palabra de lo que decía el cantante.
"Nada, nada, ha cambiado"
—Muchas cosas lo han hecho. —dio un pequeño sorbo, paseando su mirada por el lugar. Ya no residía en la vieja choza que el Patriarca Arles le había ordenado que habitara cuando murió Aioros. Ahora estaba en la casa de Leo, rodeado de lujos y todo lo que quisiera… Pero se sentía tan solo, tan vacío.
"Siempre te llevo conmigo, vivo tan enamorado"
—Siempre estás a cada paso que doy, por más que me quiera alejar de ti y de tu recuerdo. Siempre estás más y más junto a mí. Y, por ende, te quiero más de lo que te quise en el pasado... Bien, eso sonó muy raro, ya estoy muy borracho. —gruñó, porque sí, efectivamente ya estaba borracho.
Su vista nublada se lo confirmaba.
"Las lucecitas de mi árbol, parece que hablan de ti"
—Pues no tengo árbol, pero son las estrellas de Sagitario las que me hablan de ti. —trago saliva, joder era tan difícil admitirlo en voz alta —Dicen que estás muerto, porque ya no brillan, lucen opacas y tristes. —conforme hablaba, sus ojos se volvían acuosos y un nudo en la garganta le impedía hablar con claridad —Toda la vida que ellas poseían se fue contigo, Aio.
"Y entre piñatas y sonrisas, siento que no estás aquí"
—Eso fue hace mucho, yo era la piñata que los soldados y aprendices disfrutaban golpear. Sus burlas delataban claramente que estaba y estoy solo. Porque tú no ibas a defenderme, ni a ayudarme a levantarme, a sonreírme y decirme que todo estaría bien. Todo tuve que hacerlo solo. Yo en persona me encargué de esos idiotas.
"En el espejo veo en mi rostro acabándose mi piel"
—Mi reflejo delata mi tristeza y la sequedad de mi cutis... —se acarició el rostro de manera distraída —Porque ya no tengo crema. Demonios, soné idéntico al idiota de Afrodita. —volvió a gruñir, antes de volver a vaciar el vaso de un solo trago y volverlo a llenar hasta el borde.
"Y en la agonía de este año, siento que muero con él"
—Desde hace mucho que ya no vivo. Estoy muerto en vida.
"¡Llega navidad, y yo si ti, en esta soledad!"
—Maldita soledad, mil veces maldita... —gimió cual animal herido.
"Recuerdo el día en que te perdí"
—No quiero recordarlo ¡Maldita canción! ¡Me hieres, me quemas, me lastimas mi Buki! —sollozó.
"No sé dónde estés... "
—En una de las fosas comunes del Santuario. Así que, literalmente, no sé dónde estás, hermano... —un par de lágrimas bajaron por su mejilla.
"Pero en verdad, por tu felicidad"
—Porque descanses en paz...
"Hoy brindo en esta navidad, ¡Feliz navidad!"
—Feliz navidad, Aioros. —observó la fotografía tomada hace años, en la cual estaban él y su hermano mayor.
Aioros le abrazaba protectoramente y él sonreía como hace mucho no lo hacía. Pues había olvidado como hacerlo. Una sonrisa inocente, feliz, adornaba su infantil rostro. Sus bracitos estaban cerrados en el cuello de su hermano. Cerró los ojos e inhaló, recordando el aroma del cabello de su amado hermano.
Las lágrimas fueron borradas con brusquedad y el vaso de leche mezclado con vodka, bebido con rapidez.
—Fin—
Amo a los hermanos de fuego, amo al gatito. De nuevo les deseo felices fiestas a todos :3
Recuerden seguirme en facebook, me pueden encontrar como Arkannos Saint Seiya Fanfics.
SafiroBipolar
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maeda-ai · 2 years
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Bijin sensei _C3_
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Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo & Rukia
Sinopsis: Las clases eran una tortura; Ichigo se esforzaba por tener la vista fija en su libro porque si sus ojos llegaban a enfocar a su sensei, aunque fuese por un segundo, a su mente venían recuerdos del sueño que había tenido... y del que Kuchiki Rukia había sido protagonista absoluta.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 03 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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------- ADVERTENCIA -------
Este fic contiene "relaciones NO APROPIADAS". Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que no debe pasar más allá de la lectura.
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Era clase libre, uno de sus profesores no se había presentado y el grupo había sido forzado a permanecer en el aula hasta que comenzara la siguiente clase, así que lo único que podían hacer era hablar de trivialidades y matar el tiempo.
Entonces, ella entró. . .
* Sugee !!. . . *
Se escuchó susurrar a varios alumnos.
Ichigo apretó la lata de refresco, ya vacía, deformándola.
Uno de sus compañeros veía fijamente a Rukia; se le caía la baba y. . . sus ojos eran corazones.
""Maldita sea; la lujuria de Keigo es contagiosa, se esparce más rápido que el virus de los zombis.""
Pensaba Kurosaki, hastiado con esas reacciones que Kuchiki causaba en un gran número de la población masculina de la escuela. Incluso algunas de las chicas miraban con admiración a la pelinegra.
Ichigo giró donde sus compañeras; Chizuru no contaba, ella más bien compartía los, nada santos, deseos de Keigo.
""¿Qué hace ella aquí?.""
Como sea, el pelinaranja no podía creer en su mala suerte. . . tenía que verla incluso fuera de su clase.
Y la respuesta a la pregunta que se hacía Kurosaki por fin llegó.
* Buenos días, chicos. ¿Podría alguien ayudarme a traer unos libros?. *
Casi todos los hombres alzaron la mano y gritaron desesperados para que los eligiera, pero Ishida estaba más cerca y como era el representante de la clase. . .
* ¿Por qué no se lleva a Kurosaki, sensei?. *
La pelinegra fijó su vista en Ichigo.
""Maldito hijo de. . .""
Pensaba el ojimiel, dedicándole una mirada de odio a su amigo mientras imaginaba distintas formas de tortura.
* ¿Te importaría, Kurosaki?. *
La profesora usó aquel tonito de "niña buena" que él tanto odiaba y que sabía cuan falso era, pero la ligera sonrisa de Kuchiki le impidió negarse.
* Si no hay más remedio. *
Dijo él, tratando de sonar fastidiado mientras desviaba la mirada y seguía a la pelinegra fuera del salón.
* Me las pagarás, Ishida. *
Susurró el pelinaranja, al pasar cerca de su amigo de gafas, quien sonreía con burla.
""A mí no me engañas, fresa tonta.""
Pensaba Uryuu. Él bien sabía porque Ichigo se quejaba tanto de su profesora de literatura. Sus reacciones con respecto a Kuchiki sensei no pasaban desapercibidas para Ishida, quien no podía esperar para echarle en cara su descubrimiento a su amigo de cabello extravagante.
Aunque por la mirada asesina que este le dedicaba, probablemente la fresa ya estaba consciente de que él había descubierto su "sucio secreto".
* Es muy lindo de tu parte ofrecerte a ayudarme aun cuando es fuera de clase. *
Le decía la pelinegra, ya en la sala de profesores y apilando libros. El pelinaranja chasqueó la lengua.
* Ja, Ishida me ofreció como sacrificio. *
Rukia rio divertida. Se le hacía muy graciosa la forma en que esos dos se trataban. Sin duda era una amistad muy especial. Era un poco como la que ella tenía con cierto hombre de cabellos rojizos.
* Renji le diría "eres un maldito traidor". *
* ¿Renji?. *
* Mi mejor amigo. *
Kurosaki torció la boca. No le gustó la sonrisa en el rostro de la pelinegra al mencionar a ese supuesto amigo. Tampoco le gustó la repentina expresión nostálgica de la mujer.
En la mente de Ichigo, el tal Renji iba adquiriendo rostro y forma, así como un sentimiento de aversión por su parte. Justo en ese momento, Rukia le entregó un paquete de libros, sus dedos se rozaron, enviándole una corriente eléctrica que lo hizo retroceder, tratando de alejarse lo más posible de la mujer frente a él.
* ¿Pasa algo?. *
Preguntó ella, pues había notado la reacción de su alumno.
* Nada !. ¿Podemos irnos?. *
* Cla, claro. *
Ichigo necesitaba alejarse de esa mujer. Apenas la miraba e imágenes en alta definición venían a su mente, recuerdos del sueño que había tenido hace una semana y del que Kuchiki Rukia había sido protagonista absoluta.
Las clases eran una tortura. Kurosaki se esforzaba por tener la vista fija en su libro porque si sus ojos llegaban a enfocar a su sensei, aunque fuese por un segundo, la veía desnuda frente al grupo, anotando algo en la pizarra, explicando algún proyecto, lanzándole el borrador a Keigo. . .
""Me estoy volviendo loco.""
Pensaba Ichigo, ya de camino a su salón. Apretaba con fuerza los dientes porque con solo recordar sus penurias, sintió un tirón bajo los pantalones. El pelinaranja tuvo que desviarse en su camino, entrar en el baño de hombres y encerrarse en uno de los cubículos, ahogando un rugido de ira y frustración mientras apretaba ojos y dientes tratando de que su pene volviese a su forma habitual.
Kurosaki se sentía furioso consigo mismo. Él nunca había sentido debilidad por una chica.
* Que no me lance sobre ellas como Keigo, no quiere decir que no me gusten. *
Susurró para sí. Le gustaban, por supuesto, aunque no lo expresara. Cuando una chica le parecía bonita, volteaba a verla al menos por cuatro segundos. Pero nunca había tenido fantasías con ninguna. En cambio, con su sensei. . . no solo eso, estas fantasías tenían rostro, voz. . . y sensaciones.
""Nunca se me había parado por nadie !.""
Pensaba, mientras se mordía el labio inferior hasta hacerlo sangrar. El dolor le ayudó a controlar la molesta erección que hasta ahora se había revelado a sus órdenes de "contrólate" o "no te pongas duro". Cuando ya estuvo más calmado, Ichigo volvió a su salón.
~*~
~*~
~*~
* En serio, no la soporto !. *
Un corto silencio se formó entre el grupo de amigos, quienes estaban en un descanso de diez minutos en un partido de práctica de soccer. Los chicos se miraron entre sí al escuchar al pelinaranja, como preguntándose qué le pasaba ese imbécil.
* ¿Por qué me miran así?. *
* No te enfades, Ichigo, pero no entendemos que tienes en contra de Kuchiki sensei. *
Kurosaki torció la boca y desvió la mirada un instante. . .
""Porque no puedo sacármela de la cabeza.""
Pensó, aunque no dijo nada a sus amigos. Lo peor fue soportar los comentarios de Ishida.
* ¿No será que te gusta?. *
* D-de qué hablas?. *
Ichigo casi gritó ante la sorpresa. Su cara muy roja. Chad, Keigo y Mizuiro lo miraban con sorpresa y no pudieron decir nada. Si las palabras de Uryuu eran verdad, entonces muchas cosas tenían sentido en el comportamiento del pelinaranja.
* Jamás podrían gustarme las enanas planas. *
* Pues si no te gusta, no entiendo porque te quejas de ella todo el tiempo. *
* Sí, es un comportamiento similar al de un niño que le jala el cabello a la niña que le gusta. *
* Mmm. *
Mizuiro, Keigo y hasta Chad comenzaron a comentar sobre el porqué del comportamiento de Ichigo, burlándose y presionándolo.
* Te gusta, te gusta. *
Keigo fue un verdadero fastidio, incluso cuando el partido se reanudó. A Ichigo no le importó cometer faul con tal de callarlo y le robó el balón con una fuerza mayor a la necesaria, con lo que Keigo quedó tirado en el césped viendo estrellitas.
Ichigo retuvo el balón y se dirigió a la portería del equipo contrario; Ishida lo seguía como refuerzo. Era una jugada que sin duda terminaría en gol, pero la suerte estaba ensañada con el pelinaranja, pues al voltear por un instante para ver a los otros jugadores, una pequeña mujer de cabello negro captó toda su atención... y su enojo. ¿Es que tenía que soportar su presencia a cada momento?.
En un par de instantes, la mente de Ichigo se llenó de imágenes de ella, las clases, la convivencia forzada, su sueño húmedo y por último, las burlas de sus amigos. No lo soportó, la presión fue demasiada y pateó el balón con tremenda fuerza que salió disparado más allá de la cancha, directo a la profesora quien, distraída, no vio venir el balón y solo sintió el impacto en la cabeza que la mandó al suelo mientras sus cosas y diversos papeles volaron alrededor, quedando esparcidos en el suelo.
Todos se quedaron congelados, incluso en la práctica de fútbol, los chicos estaban inmóviles.
Ishida tenía las pupilas desteñidas, No podía creer que el imbécil de Kurosaki se atreviera, pero él estaba en primera fila cuando el maldito pateó balón en dirección a la profesora.
* Kuchiki sensei !. *
* ¿Está bien?. *
* Le duele, profesora?. *
Pronto, varios alumnos se apresuraron a ayudar a la pelinegra quien, algo desorientada por el golpe, tardó en ponerse de pie.
* Esta vez te pasaste, Kurosaki. *
Decía Uryuu con voz baja; el pelinaranja no contestó, tan solo se quedó de pie, con los puños apretados fuertemente mientras, con enojo, veía como varios chicos ayudaban a la ojivioleta y la acompañaban a la enfermería.
* Maldición !. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
La suerte no está de parte de Ichigo, quien no soporta a su profesora y quiere odiarla. . . a ver si sus esfuerzos dan resultado ¬¬' .
Ishida es muy perspicaz y me encanta que moleste a Kurosaki. Lo seguirá molestando en todo el fic, pero también será de mucha ayuda 0v0 .
_I LOVE ICHIRUKI_
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".
Totalizado el 06 de Mayo de 2020.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
|| Capítulo 4 ||
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m-freack · 2 months
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23/7/2024
honestamente......yo creí que eras mi amigo. creí que por fin tenia algo genuino con alguien, pero no nunca fue eso, nunca fue lo que yo creía realmente..., tu, enserio me lastimaste, después de todo, después de echarme toda la mierda que tenias guardada en mi, después de solo usarme, lastimarme y remplazarme, después de todo eso..., tu solo... me traicionaste y me abandonaste, eres un pendejo, un pendejo por ir detrás de alguien que te hirió una y otra vez, tal vez por eso te veías tan feliz hoy, tal vez por eso...ya no me necesitabas, y la verdad, yo tampoco necesito de nadie, no permitire que esta mierda me detenga, ahora es diferente, ahora tengo algo mejor, algo mucho mejor que tu, y pensar que te dije todo eso hoy............. , eres un imbécil un imbécil igual que ella. tu eres mucho peor, puedes irte a la mierda, ya no me importa, ya no me importa adultamente nada de ti, nada. me conoces, no esperes a que NADA sea igual, ere un puto traidor y un hijo de puta, mereces todo la mierda que te pasa, y lo peor de todo, es que yo si te quise, pero al parcer tu pedazo de mierda, nunca me quisiste. te detesto a ti, y a tu actitud de mierda, eres una porqueria, eres la peor persona que eh conocido, y lamentablemente tuve que toparme contigo. eres un hijo de puta, ojala te undas en tu propia mierda.
nunca debi cambiar, estaba tan bien como era antes. conocerte fue un maldito error.
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goldenfurevamp · 3 months
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27-06-2024
Su alteza real, desgraciado y traidor mentiroso.
Hoy es Junio de 2024, pero parece de 1789. Esa noche. Esa maldita noche de recordar cómo tus abrigos y las camisas de seda, su textura suave, aquella belleza que mi memoria no reconocía, desde hace mucho tiempo. Esa vez en Paris, la primera vez.. la vez en que mi vida se destruyó.
Fue por tu culpa.
Ascendí del mundo de los muertos hacia el mismo Olimpo, para enfrentar y asesinar a un joven Hercules dorado de sonrisa altanera y voz de magnetismo, para desangrarlo mientras el mundo se deslizaba entre mi propia soledad y mi dolor.Pero el dragon no conocía de refugios en los cuellos, y halló morada en la curva silenciosa y latente , entregada, que parecía gritarme que le bebiera la vida misma. Te iba a asesinar esa noche, y me asesinaste tú.
Maldita sea lo que no se perdona, maldita sea la vida con un punto de eco que me recuerda una y otra vez el sabor de tu desangro, de mi desangro.. maldito el escorpión que se hiere a si mismo por pretender gemir en el cuello de su presa.
Nunca te dejaste ser presa. Nunca lo serás.
Parece 1789 y tengo las mismas ganas…. Las mismas.
Reconsidera siempre tus venidas, reconsidera siempre tus silencios.Todos te aman. Los he visto, esos que te suplican una gota distraída del elixir de tu vida. Esos que morirían por un roce simple, una risa burlona. Bufones que se vuelven tuyos con una sola palabra del rey de reyes, del ídolo del rock que observan desde sus palcos tristes y solitarios, mientras te nombran su mesias y el sentido de sus putrefactas vidas. Y yo, detrás, observándolos.
Soy tu escudero silente, la muralla en la que halla protección tu espalda, el árbol donde te recuestas un segundo para fingir que nada te duele. El consejero, el latido y el susurro. Soy tu consejo, el fiel y leal Lider que envuelve con su poder tu cabeza , tus ojos y tu corazón. Más sé que soy inútil para ser tu bufón, y soy el poderoso maestro antiguo en vez del amante de turno.
Cóncavo y convexo. Diferentes a enemistad que juega a ser eterna. Porque al final de todo .. cuando el retorno es refugio solo somos TÚ y YO.
Armand.
p.d. Es raro que no reciba tus respuestas burlonas. Enviaré una copia de todas las cartas en dos noches más.. este silencio no es propio de ti.
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navedelmisterio · 1 year
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El cuaderno nazi – Alta extrañeza: Los seis del Anticristo – Los malditos – El Cronovisor
CUARTO MILENIO – Programa 18×41 – 25/06/2023
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EL CUADERNO NAZI
Recientemente, un librero de Badalona, Marçal Font, adquirió un diario de un miembro de la Wehrmacht donde narraba sus campañas durante la Segunda Guerra Mundial en los países nórdicos. Lo más curioso es que el diario procedía de una casa en Sant Feliu de Guixols, en la Costa Brava, donde su autor, Günter Zeschke, había residido durante muchos años. Marçal y el reportero Ferrán Barber, empezaron a tirar del hilo y descubrieron que Zeschke se había convertido en un importante geólogo que prospectaba uranio y otros minerales radioactivos en todo el mundo. En Cataluña trabajó en las minas de Osor donde buscaba fluorita. Estas minas eran propriedad de miembros de la familia hispanoalemana Lipperheide, quienes tenían estrechas relaciones con el régimen nazi y el general Franco. El autor de un diario hallado formaba parte de una red nazi clandestina que ayudó a escapar de la justicia aliada a varios nazis que estuvieron de paso, o viviendo tranquilamente, en San Feliu de Guixols, como lo demuestran las investigaciones del historiador Francesc Bosch.
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ALTA EXTRAÑEZA: LOS SEIS DEL ANTICRISTO
En julio del año 1990, una bizarra noticia era recogida por la prensa local de Gulf Breeze (EE.UU): “Seis soldados que habían desertado afirman que tenían como objetivo matar al Anticristo”. En efecto, seis soldados fueron acusados de deserción de su unidad de inteligencia en Alemania Occidental, según afirmó un portavoz del Pentágono. ¿Qué ocurrió? Se trata de una estrambótica historia que nos detallará el editor y sociólogo Pablo Vergel.
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LOS MALDITOS: EL VIEJO TOPO
¿Izquierdistas cancelados por la propia izquierda? Pues así es. En la feria del libro Libertarias, de izquierdas, ha sacado de sus invitados a El viejo topo, una revista decana de la izquierda española, por publicar a Diego Fusaro, un marxista al que se considera traidor y hereje. Sin embargo, no es un caso único. El periodista y escritor Juan Soto Ivars nos contará varios ejemplos de cómo alguien aparentemente afín a cierta ideología de pronto se vuelve proscrito.
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EL CRONOVISOR: ECTOPLASMA
El ectoplasma es un concepto dentro de la parapsicología que designa una serie de manifestaciones de los llamados médiums. Se supone que estos, durante sus trances, pueden emitir por la boca u otros orificios del cuerpo una sustancia blanca y vaporosa, a veces parecida a una especie de velo, que puede conformar figuras y que siempre ha traído de cabeza a los investigadores de lo insólito. Esta noche, de la mano de Iker Jiménez, veremos algunas imágenes analizadas por el tamiz del Cronovisor en las que podremos observar estos supuestos ectoplasmas tan intrigantes para la comunidad científica.
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a-schwarzung · 1 year
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Never Let Go
Aquí, teniendo como única compañía mi propio vacío y mi soledad como ornato exclusivo, trato de llegar a una conclusión. Hace ya mucho que no recuerdo lo que es sentir, ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que a este existir tan patético le llame por aquél nombre que ahora me parece demasiado melódico para esta farsa: vida, así le llamé alguna vez; sin embargo, ahora sólo puedo verle como un espejismo, como un engaño de lo que alguna vez tanto atesoré y que incluso llegué a añorar.
Si una persona pierde el alma, o el corazón incluso, es de suponer que ha de haber perdido también toda capacidad de sentir, o al menos eso me imagino, es por ello que me he dado cuenta de que en este mar de desesperanza y melancolía, realmente soy incapaz de experimentar algo. Ya no hay dolor, cierto, pero tampoco hay gozo, ni siquiera angustia o preocupación, no queda nada, así de simple; sólo la oscuridad de una resignación a existir.
Nada, la fría e inclemente nada que todo lo devora, que me enfría desde lo más profundo de mi ser, aunque algo se escapa de mi comprensión y ello es, que si me es imposible ya experimentar emoción alguna por ser un maldito como sé que se me considera, ¿cómo es entonces que en mis largas noches de penosa vigilia, pueda sentir aún una cálida humedad recorrer mis mejillas?
¿Qué acaso las emociones no reposan ya en el alma? Sé que mi alma se perdió en algún momento de mis tantas experiencias entre la muerte y lo que se llama vida, pero… ¿qué ya no son los sentimientos parte del corazón tampoco? Porque ese, hace mucho se resquebrajó para convertirse en nada…
Y por ratos me dan ganas de desgarrar mi garganta en un grito, quisiera maldecir mi persona y a todos los dioses por haberme concedido otra “oportunidad”. Pero recuerdo en esos momentos que mi vida simplemente ya no es mía, nunca lo ha sido, o al menos no desde que yo lo recuerdo. Así que con todo lo que me resta de voluntad, cada día a la luz del Sol, hago como que mi existencia tiene sentido y, a falta de un alma para vivir, ando por la vida como un muerto que respira, para proteger a la Diosa por la que he muerto y resucitado en cuerpo en dos ocasiones.
Sé que al recordar todo lo que ha pasado, al sentirme sucio y un traidor, contradigo mi completa seguridad de ser incapaz de experimentar emoción alguna y es que, tal vez, y sólo tal vez, puedo sentir algo. Sí, pero una sombra tan vaga de lo que alguna vez experimenté, que no puedo sino reír ante las paradojas de que ni siquiera la pena se siente como debería de sentirse.
Mi pena o el qué pensarán de mí los demás caballeros no es nada. Antes hubiese dado todo por demostrar mi fidelidad a Atenea, e incluso ahora daría gustoso un existir que desprecio completamente, lo cual, no me hace un caballero digno de ser llamado como tal… pero ¿qué más da? El caso es que se me ha entrenado para darlo todo por mi Diosa, los motivos poco importan, ya sea una fidelidad ciega o un despego entero a todo lo que me rodea. Me causa gracia, creo que ni Shaka es tan ajeno al mundo como yo…
Ahora lo recuerdo todo, cada uno de los momentos en los que mi maestro me remarcaba el código que todo caballero debe sentir; el cómo poco a poco perdí la voluntad, la voz de lo que era de mi propio ser. Viví bajo un engaño por tanto tiempo que ahora que se me dice “haz como gustes”, simplemente no sé qué hacer, rechazando a cada instante este sentimiento de invalidez que parece engullirme.
Me pregunto mientras tanto, ¿de qué vale todo? Si siempre han hecho de mí lo que sea, menos algo humano, para un día pedirme que viva y no únicamente que exista. Los recuerdos, las batallas, incluso cada una de las muertes es una herida sangrante, que por más remedios que le aplique nunca me dejará de doler. La muerte como yo la veo, no sería un mal, sino la liberación de la confusión que perturba mi ser por entero.
Justo cuando pensaba que lo mejor hubiese sido simplemente dejarme ir y regresar a esa nada, al vacío del que creo todos provenimos y que poco a poco lo abarcaba todo en mi existir de manera cruel e inclemente, me pregunto qué sucedería si tan siquiera hubiese alguien que se preocupara por este despojo de ser humano, aunque reconsidero y me parece que tal vez es lo mejor, que no haya nadie. Si lo hubiese, estoy enteramente seguro de que no me arrepentiría de afianzarme a ese ser con tal de no quedar de nuevo a la deriva, y ello podría costarnos la vida a ambos. Pero nadie podría amar a quien ya no puede sentir verdaderamente ¿o sí?
Miro detenidamente las hojas en las que he escrito todo aquello que acongoja mi alma, sabiendo que nadie nunca leerá las desgastadas hojas, ni las letras, cuya tinta corrida debido a las lágrimas me recuerdan aquel viejo diario en el que escribía todas mis expectativas, mis ambiciones. Le he vuelto a ver y le destruí, pues me parece inconcebible tener semejante recuerdo taladrante de lo que alguna vez fue Shura de Capricornio, o más bien, el aspirante a Capricornio. Las páginas de la vida ahora sólo se muestran como un pálido gris ante mí, nada más y nada menos. Aunque noto algo extraño últimamente y no sé con certeza qué es…
En el santuario ocurrían, al parecer del décimo custodio, cosas muy extrañas, primero, el guardián de Acuario parecía mucho más sociable que lo habitual. Era quizás, de todos los que habían sido considerados traidores durante la guerra contra Hades, el que mejor lo había sobrellevado. El siguiente era Saga, quien al parecer trataba de darse una nueva oportunidad al lado de su única familia, Kanon; quien al parecer sufría casi tanto como él los traumas de aquella guerra, e incluso de las anteriores.
Lo que más notaba, era sobretodo, las continuas visitas del custodio de Cáncer al de Piscis, no lograba comprender qué ocurría, y la verdad era que poco le importaba, como casi todo alrededor. En ocasiones sólo observaba lo que ocurría en el Santuario para no recaer en aquella patética depresión de la que se sentía víctima tan a menudo. Pero lo que le molestaba, si es que algo realmente podía hacerlo a esas alturas, eran las miradas indulgentes que sentía le dirigían sus compañeros, ser autocompasivo ya era lo suficientemente denigrante como para recibir la compasión de otros, él era un orgulloso español, no merecía ese trato.
Aunque nadie lo perturbaba más que Deathmask, el italiano lograba que Shura se la pensase mejor antes de proferir algún insulto o de ignorarle olímpicamente. Había algo en esos ojos azules que le provocaba un escalofrío, aunque no sabía que era. Solamente alguien tan extraño podía tener una amistad con el último guardián, eso era seguro. Es más, quizás eran pareja… sí era lo más probable, ambos habían pasado demasiado tiempo juntos y al final se habían enamorado, eso era lo más probable.
El sol comenzaba a ponerse, los tintes anaranjados comenzaban a inundar todo el santuario, y mientras Shura observaba detenidamente los demás templos, pudo sentir como un cosmos bastante familiar se aproximaba. Era desde luego Deathmask, quien regresaba de Piscis a Cáncer. Caminaba lentamente, dejando sentir su cosmos al guardián del décimo templo, como lo hacía todas las tardes, pero, para extrañeza del mismo, Deathmask no siguió su rumbo hacia el cuarto templo, sino que se puso de pie justo enfrente de él, que recargado sobre un pilar, le miraba con extrañeza, no pudiendo ocultar su curiosidad ante la actitud del italiano. Éste por su parte mantenía su semblante serio, observando hacia los demás templos, pero sin moverse un ápice.
—¿Qué ocurre Deathmask? ¿Acaso se te perdió algo?
Ante la alusión, el otro le miró fijamente, mientras se aproximaba aún más a Shura.
—Maldito español, déjate de hacer el insensible, si te sientes tan mal, hasta el punto de causar lástima, lo mejor sería que te fijaras en cómo todos los demás tratamos de superarlo. Así que más vale que te dejes de tanto drama y hagas el intento por vivir de nuevo, no seas mediocre por favor…
Pasmado ante la directa tan poco delicada de DM, no pudo reaccionar a tiempo y cuando se comenzó a mover, la figura del otro se perdía ya entre las sombras del noveno templo, dejándolo con un pensamiento entremetido… vivir de nuevo pero… ¿por qué? Ni siquiera contaba con la salida fácil, ni tampoco con la más difícil y mortal… un quien.
Días después sus pasos resonaban por el templo, las grandes losetas marmóreas produciendo un ligero murmullo ante sus pasos que, cansados, le conducían hasta el reducido espacio que dedicara a la función de cava. Sus manos lánguidas tomaban con indiferencia una de las numerosas botellas de costoso vino que guardaba debido a su afinidad por la susodicha bebida.
La colocó enfrente de sí, admirando por un momento los reflejos esmerilados de la luz incidente en el recipiente, después tomó con firmeza del cuello de la misma para forzar, con sus fuertes y pálidas manos, aquel corcho que una vez retirado, era degustado por su olfato como preámbulo al deguste del líquido carmín que vertía en la copa que sostenía en su diestra.
En el momento justo en el que estaba por posar sus labios en el borde de la copa, una visita inesperada y aparentemente poco placentera dada la expresión de claro disgusto del español, le interrumpía con un carraspeo a la vez que entraba en el recinto con poca delicadeza. Era uno de sus compañeros, y no uno que apreciara mucho, Deathmask no era santo de su devoción.
El italiano ante la actitud del otro, curveó sus labios en una expresión cínica y llena de sorna. Sin considerar los más que claros deseos de Shura por permanecer sin compañía, tomó asiento a la vez que recargada uno de sus codos en la mesa con confianza, para después fijar sus irises azules en la gallarda pero decaída figura que tenía de frente.
Esa mirada le perturbaba, demasiado profunda y poco expresiva. El semblante del italiano, de su inicial apariencia socarrona, pasaba a la completa imperturbabilidad con una facilidad que le asombraba. Los orbes de un traslúcido brillo, y de indescifrable apariencia le inspeccionaban, e incluso le cohibían profundamente, por lo que haciéndose el desentendido con el propósito de ahuyentarle, precipitó el contenido de la copa en su garganta. Una cálida sensación se hizo presente en la misma, descendiendo lentamente hasta llegar a su estómago, dejando un ligero sabor amargo en sus labios al pasear su lengua por los mismos.
Deathmask se inclinó ligeramente hacia atrás, divertido por la evasiva de Shura, quien en esos momentos miraba abstraído la copa que giraba entre sus dedos.
—¿Piensas ignorarme toda la tarde cabra?
El aludido le miró con desazón, vertiendo nuevamente aquél líquido de embriagante aroma en la copa, pero antes de beber de nuevo, miró desdeñosamente a su interlocutor.
—Que yo recuerde no te invité a pasar, si estás aquí es porque no te he corrido.
— ¿Y qué te hace pensar que si me corres me voy a ir?
El español le observó contrariado, pero se repuso rápidamente para encogerse de hombros y hacer como si solamente se tratase de una molesta mosca y no de un compañero suyo. Pero para su sorpresa, el italiano no sólo no se marchó, sino que se ponía de pie a la vez que caminaba hacia uno de los muebles del que extraía una pieza de cristalería idéntica a la suya. A continuación, regresó al asiento que había hecho suyo, para tomar el cuello de la botella y verter de la bebida en ella, vaciando la copa en su garganta mucho antes de que el dueño del templo pudiese reaccionar.
—¿Qué pretendes Deathmask, acabarte la botella de un solo trago?
—Pienso acompañarte a beber patético español, beber solo es demasiado autocompasivo, al menos así tendrás compañía, así que saca otra botella, ¿quieres?
El aludido estaba estupefacto, pero pese a nunca haber considerado pasar una tarde bebiendo con el cuarto custodio, no le parecía mala idea ahuyentar los fantasmas de la soledad en compañía de unas botellas de vino y un “camarada”, como lo consideraba en ese instante en que veía la sonrisa medianamente cálida que le dirigía el mismo. Ese hombre era extraño, primero lo regañaba como chiquillo y luego se auto invitaba a beber con él, así que optó por aceptar aquella compañía sin cuestionar motivos.
—Ya regreso, mientras tanto, no te bebas lo que queda, que el vino no lo pagas tú.
Ante la respuesta de Shura, el chico de atezada piel rió abiertamente a la vez que se acomodaba en el asiento, dispuesto a recibir gustoso las siguientes botellas que trajera el hombre al que se proponía hacer entrar en razón.
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En la mesa, acomodadas de manera descuidada, reposaban una serie de botellas de diversos matices y tamaños. Todas lucían orgullosas, aunque vacías, las numerosas y variadas regiones y antiguos nombres de quienes extrajeran de la vid la bebida que repentinamente les escaseaba. La situación no derivaba de la falta de botellas semejantes a las que les rodeaban, sino a su incapacidad de ponerse de pie e ir por ellas hasta la cocina.
En un inicio, sus músculos se habían relajado notablemente, ambos se habían acomodado a su placer en sus respectivos asientos, a pesar de que el dueño del templo no apartaba la incómoda mueca de su expresión, mientras que la mirada azul permanecía fija en él impúdicamente. Poco a poco la inhibición de ambos quedaba atrás, el alcohol no soltaba sus miembros únicamente, sino también sus lenguas…
—Español de mierda ¿me dirás por qué andas encerrado en tu templo todo el día?
— No es tu asunto, puede que digas que me entiendes… pero no lo es, así que jódete y déjame en paz.
Respondía el aludido tras haber salido de su estupefacción ante la confianza del italiano para hablarle así.
Por su parte el hombre de piel atezada le miraba con sorna, aunque al parecer gratamente sorprendido por la respuesta del español. Al menos era el primer intento de conversación de la noche, y no parecía pintar mal. Nuevamente vació el contenido de la pieza de cristal, aunque su ceño se arrugó ligeramente al notar la escasez del licor en la última botella que aún conservaba algo de vino en su interior.
—Me parece que te haces la víctima gachupín, mejor deberías buscar algo en que entretenerte, pensar en lo mismo no te lleva a ningún lado.
Ignorando el comentario del hombre que le mostraba un par de perlados dientes en un gesto que podía traducirse como una sonrisa, Shura fijaba sus ojos castaños en la botella en medio del sepulcral silencio. Suspiró, para después enfrentar la mirada azul del cuarto guardián a la par que sus labios se separaban para dejarle hablar.
—Puede ser, pero nada es tan sencillo como parece; desde afuera todo es más fácil.
—¿Y tú crees que para los demás es más fácil?, no seas tan egocentrista, todos tienen sus demonios, la diferencia es que hay quien tiene el valor de enfrenarlos y quien no lo tiene. Yo pensaba que el valiente Shura de Capricornio no dejaría que una nimiedad como recibir el perdón de su diosa le fuese a causar problemas existenciales.
La sorna mezclada con la genuina preocupación y la seriedad de lo que implicaban, le robaron una fugaz sonrisa melancólica al español, quien nuevamente posaba sus ojos castaños en algún punto lejano de la habitación.
—Puede que tengas razón, pero el caso es que no quiero, no se me da la gana, no tengo algo que me haga desear lo contrario.
—¡Con que eso es! No sales del hoyo por ser un maldito necio sufrido… en realidad no tienes una razón para deprimirte así.
—Pero tampoco tengo una que me motive a salir de ella ¿o sí? Tú debes de tener alguna.
—Ah claro que la tengo, ¿te interesa saber cuál es, maldito gachupín engreído?
Nuevamente Shura se mostraba entre divertido y contrariado por la pregunta, en su mente se formaba la figura mental de Afrodita, probablemente el doceavo custodio era la razón del italiano.
—Claro, debe de ser una persona ¿cierto?
Tal aseveración tomó por sorpresa al italiano, quien asentía contrariado.
—¿Afrodita?
—¿Cómo puedes pensar semejante tontería?
La expresión de indignación por parte del italiano le dejaba en claro a Shura que aquella había sido una equivocación bastante grave ante los ojos de Cáncer.
—¿Me equivoco entonces?
—Desde luego, a mí me interesa otra persona. Por lo visto eres más bruto de lo que pareces. Sus ojos se agrandaban enormemente ante semejante afrenta en su propio templo, así que una vez superado el impacto, retomó su postura al defender su orgullo.
—Deja ya de ofenderme, si eso es lo que vienes a hacer puedes irte retirando.
Señaló con su zurda la amplia entrada por la cual penetrara Cáncer hacía más de una hora para darle a entender que deseaba recobrar la soledad a la que tanto había temido hasta entonces.
—Lo que he intentado desde hace tanto tiempo, cabeza de chorlito, es de que entiendas que tienes una vida por delante cabra loca, porque quien me interesa no es Piscis; ¡¡eres tú gachupín del demonio!!
Los gritos de Deathmask habían llenado la habitación y retumbaban en los oídos de Capricornio, quien incapaz de salir del asombro de semejante confesión, tartamudeaba incomprensibles frases de incredulidad. Por su parte, el moreno suspiró, tratando de calmar su agitada respiración y de estabilizar su ritmo cardíaco a la vez que discretamente observaba el resultado de hacer del conocimiento de Shura sus sentimientos por él. Le deseaba y le amaba silenciosamente desde hacía mucho, pero ya no más, no estaba dispuesto a seguir callando, estaba consciente de que eso apenas empezaba.
Shura trataba de reaccionar, su temblorosa mano buscaba la última botella restante, así que una vez que la tuvo a su alcance, precipitó el escaso contenido de la misma. Cerró sus orbes para permitirse amplificar la sensación del alcohol bajando por su garganta, dejando a su paso una calidez necesaria para él en ese momento tan precario. Ninguno de sus sueños, ni siquiera el más extraño, había incluido una declaración amorosa por parte del cuarto guardián. No lograba que su cerebro pensara con claridad, sus sentidos oscilaban entre el abotargamiento y la señal de alarma que había ocasionado Cáncer.  
Por su parte, el moreno se deleitaba silenciosamente, dejando que su mirada azul se perdiera entre los gestos del español. Ciertamente el maldito y orgulloso Shura no era consciente de lo atractivo que era. Era imposible para el italiano no percatarse del porte tan elegante del otro, de su andar siempre altivo y de aquellos ojos tan expresivos de color castaño. Shura de Capricornio rara vez veía a las personas directamente a los ojos, el caballero era más dado a examinar que a permitirse ser analizado por los demás al enfrentar miradas. Pero en fugaces miradas durante breves encuentros, Deathmask había conseguido desenmarañar un poco de la esencia del décimo custodio.  
La curiosidad había sido el primer aliciente, pues no podía entender como siendo tan engreído, el español podía a veces mostrar en su mirada tanta melancolía y vulnerabilidad, que ante los ojos de otros, cubría con un mirar de falso tedio. Era un ser solitario, tanto como él mismo, pero en el otro había siempre un aire de misterio. Después se había enterado de todo lo ocurrido con Aiolos de Sagitario y Saga de Géminis. Lo había escuchado por labios de otros, y le había parecido totalmente impresionante, por lo que incrédulo se había cuestionado por días enteros acerca de Shura, sus motivaciones para buscar soledad y para atormentarse de tal forma. Era incapaz de comprender la razón de que alguien se auto infligiera semejante daño día tras día, por lo que pudo concluir que su capacidad para callar era sin duda alguna sorprendente.  
La cercanía con Afrodita, esa que veía el español como una relación amorosa, no era más que producto de su indiscreción. En cuanto había decidido espiarle, se había encargado de ascender hasta  el noveno templo, y mientras el italiano observaba al pelinegro sin que éste se diera por enterado, fue justo en ese momento que una mano se posó en sus hombros, sorprendiéndole. El italiano se giró de inmediato, encontrándose frente a frente con quien menos lo esperaba, era el caballero de Piscis quien lo había descubierto. En ese instante había experimentado una profunda vergüenza que se había acentuado cuando al alzar su rostro, el susodicho observó aquello que tanto había absorbido su atención para dirigirle después una sonrisa cargada de malicia y cierta diversión. Una amistad cómplice se había ido forjando, pues Afrodita era el único conocedor de las emociones confusas en él. Había sido Piscis el que lo había obligado a aceptar ante sí mismo que el interés en Shura se había convertido poco a poco en un asunto de  naturaleza amorosa.  
DM no podía creer lo que sus ojos observaban en esos momentos, no podía estar convencido de que aquella figura desparramada en el asiento, y en estado casi catatónico, era la misma persona de la cual inconscientemente huía todos los días hasta antes de la batalla contra los chicos de bronce. El español hablaba en voz baja, repitiendo para sí mismo palabras cuya coherencia era dudosa y que estaban por preocupar a Cáncer.  Pero de repente, aquel estado le comenzaba a exasperar, por lo que haciendo lo único que podía para forzarle a reaccionar, le sacudió firmemente, provocando que el otro le mirara fijamente. 
Le estudiaba, como tanto temía que lo hiciera antes, con la diferencia de que ya le había confesado lo único que podría haber temido que descubriese el hombre que en ese instante parecía haberse abandonado a aquél envolvente contacto entre sus cuerpos. En contra de lo que su sentido común le decía, el cuarto custodio le acercó aún más a su torso, estrechándolo contra sí, aprovechando la poca resistencia por parte de Shura. Tomó con delicadeza el mentón del hispano para después, presa de un impulso, acercarse al pálido rostro, cuya mirada se fijaba en el suelo, regalándole la visión de sus mejillas ligeramente coloreadas por el alcohol, y sus tupidas pestañas cubriendo sus ojos. Ya sin experimentar duda alguna, sus labios apresaron los del otro en un beso de dulce sabor, mientras el vino entremezclado con la calidez de sus bocas le daba un efecto embriagante tal, que pronto sus manos abandonaban el contorno del rostro del español para comenzar a moverse por los costados de su torso por encima de la ropa que vestía el otro.  
Una avalancha de imágenes pasaron por la mente de Shura, el pasado, la sangre derramada por sus manos tiñéndola sin poderse borrar, rostros sufrientes y demás fantasmas que se disiparon tan pronto como un par de labios le asaltaban por sorpresa. Podía sentir la calidez del abrazo, el sabor dulzón del vino en los labios del italiano, y pronto la piel ardiente del otro sobre la suya, sometida a un largo letargo por sus cavilaciones, y que ante la caricia fugaz de pasional ardor se erizaba a cada palmo hasta hacer que su cuerpo entero se estremeciera entre los brazos de Cáncer.  
Ambos compartían escalofríos, mientras sus extremidades poco a poco se enredaban como lo hace la hiedra en los muros durante la época de lluvia. La lengua del joven de piel atezada se abría el camino hasta el interior de la del español, quien imitaba al otro al dejar que sus manos recorrieran la amplia espalda de Cáncer con movimientos dudosos que poco a poco adquirían mayor seguridad, provocando que sus cuerpos se afirmaran aún más en contra del otro, llevando a ambos a sufrir ante la sensación de ignición que se apoderaba de ellos. Cada vez la danza entre sus lenguas entrelazadas resultaba más violenta, y sus dedos cansados ya del contacto con la tela, buscaban deslizarse a través de la misma para acariciar la piel, misma que bajo el tacto se erizaba, llenándoles de un morboso y desconocido placer que les urgía a ser complacido.  
De pronto, al español todo se le antojaba como si fuera una película en cámara lenta, el abrasador cuerpo del moreno sobre el suyo, y la fría superficie en su espalda, pues no se había percatado de cuándo o cómo, pero habían ido a dar al piso, algo que poco importaba en esos momentos. Sus piernas se enredaron en la cintura del trigueño, quien se apartaba  momentáneamente buscando poder respirar. En ese instante pudo fijar su mirada en los ojos azules del italiano, y lo que vio lo apabulló por un instante, esa mirada era profunda, brillante, pero sobre todo vivaz y apasionada. Él carecía de ello así que, ¿cómo podría corresponder a esos sentimientos que proclamaba por él su compañero?  
Como adivinando sus pensamientos, el moreno colocó su índice sobre los labios algo amoratados de Capricornio, acariciándolos lentamente, para después, pasear lentamente su lengua por encima de ellos. Ambas manos de Cáncer reposaban en el pecho de Shura, moviéndose al compás de sus respiraciones, mientras se paseaban por su torso, causándole un cosquilleo delicioso. En ese instante Deathmask se aproximó hasta poder susurrar sobre sus labios en un movimiento sensual.
—Me gustas Shura, y mucho; y por lo que puedo ver, no te desagrada la idea—, mientras comentaba eso, su rodilla se colaba en la entrepierna de su interlocutor, arrancándole un gemido de genuino dolor entremezclado con placer al español, —tu rostro es hermoso… además la vida es corta Shura, por más que te hayan, no… por más que nos hayan dado otra oportunidad, la vida es una, si te han dado otra, entonces disfrútala.  
Terminada la frase, el italiano asaltó nuevamente los labios del otro, dejando que su cuerpo reposara sobre el de éste, rozando sus cuerpos, frotándose contra él al mismo tiempo que seguía el cadencioso ritmo de las caricias y los suaves gemidos que se ahogaban en la garganta de su amante. Ciertamente ambos temían, pero por un instante, decidieron entregarse a las mieles del placer. No había promesas de amor eterno ni de ternura, no había palabras de más que volviesen esos instantes incómodos. Simplemente se encontraban el consuelo de una caricia y el calor de otro corazón palpitando emocionado, siguiendo el mismo ritmo acelerado que el propio.  
Comenzaron a rodar, y en alguna de las vueltas terminaron sin las prendas que cubrían sus torsos, quedando finalmente piel contra piel, sus poros comenzaban a exudar los humores que aumentaba aún más su temperatura corporal, regalándole un brillo sensual a cada milímetro que recién descubrían en su recorrido por sus mutuas anatomías. Fuertes músculos envueltos en un suave envoltorio, uñas dejando rojos caminos por donde pasaban, mientras la espalda de uno se arqueaba, las caderas del otro comenzaban un vaivén que incendiaba por completo a aquél ante la deliciosa fricción de sus entrepiernas.  
El calor era casi insoportable para Shura, quien sentía que se ahogaría ante tantas sensaciones, pero si moría, lo haría gozando de la pasión de alguien más, del dulce cuerpo de alguien que por primera vez en años le hacía sentirse vivo. Su cerebro nunca había recibido tantos estímulos al mismo tiempo, era tanto qué procesar que pronto sintió como si su cabeza fuese a colapsar, por lo que dejó caer la misma hacia atrás, exponiendo la pálida columna de su cuello y dándole acceso a Deathmask, quien depositó suaves mordiscos en aquella coyuntura, bajando hasta sus pectorales, tras lo cual envolvió con la calidez de su boca los pezones del español, quien no tardó en exhalar delirante de placer al sentir la húmeda calidad alrededor de su piel.  
No opuso resistencia ya, ni siquiera cuando sintió como el italiano abría ligeramente sus piernas. Sabía lo que vendría pero no le importaba, sería doloroso, pero nada en comparación con lo que había pasado, y al menos confiaba en que esa sería una pena pasajera y en que culminaría en un placer como ninguno otro que hubiese conocido hasta entonces. Un cosquilleo se apoderó de sus caderas al sentir las manos del peliazul jugueteando con su pantalón, desabotonándolo finalmente para después bajar el cierre con el único fin de retirar la prenda mientras acariciaba toda la extensión de las piernas del décimo custodio.    
Anticipándose a lo que venía y con un poco más de ansiedad de la que deseaba admitir, el pelinegro entrelazó sus manos por detrás del cuello del peliazul, elevando sus caderas lo suficiente como para darle mayor acceso a su amante. Mordía sus labios fuertemente, hasta que los homólogos del cuarto guardián le invitaron a una nueva danza de acalorados pasos. Su ropa interior no tardó en abandonarle también, pero decidiendo tomar revancha, el joven hispano se deslizó hasta el pantalón de su amante, masturbándole por encima de la tela mientras le despojaba de sus prendas.  
Un dolor que le partía en dos rompió el beso, finalmente estaba dentro de él, ambos quedaron estáticos, el de guardián de Cáncer desperdigando suaves caricias con sus labios y por toda la extensión de piel a su alcance, hasta que finalmente un movimiento por parte de Shura le daba pauta a continuar.  
Empujó nuevamente, sintiendo el interior de Shura casi asfixiándole, la presión del interior del español era enloquecedora, la suavidad de su piel encantadora, y el brillo ligeramente obnubilado de sus orbes, hipnotizante. Por su parte, Shura sentía un vórtice de emociones dentro de sí que le impedían respirar, el empuje de Deathmask le excitaba profundamente, mientras que las caricias fugitivas le robaban el poco aliento que le quedaba. Podía sentir como todo su interior se colapsaba, abriéndose paso dentro de sí, aquel hombre de apariencia tan dura que le trataba con delicadeza dentro de lo posible, le tenía completamente saturado de sensaciones nuevas.  
Sin darse cuenta del cómo, sus propias caderas comenzaron a bambolearse, profundizando así las embestidas, sintiéndole llegar a lo más íntimo de su ser; entonces una de las manos de Cáncer se escapó hasta su miembro, comenzando a masturbarle, con movimientos circulares primero, sujetando la punta y presionándola para proporcionarle un tortuoso placer que por poco  le hacía culminar. En un impulso, contrajo los músculos de su interior, llevando así al otro a exclamar de placer mientras se movía aún más rápidamente, con una intensidad casi frenética.  
Una calidez le invadió por completo, sus músculos se relajaron después de hacer que su espalda se arqueara por completo, dejándole caer exhausto entre los brazos de Deathmask quien en similar estado, descansaba en su pecho. Una pesadez se apoderó del cuerpo del pelinegro, era un cansancio que le proveía del sueño que durante tantas noches antes no hubiese podido conciliar. Sus brazos buscaron enredarse en la cintura del moreno mientras las caricias sobre su cabello le amodorraban aún más… deseaba decirle algo, agradecerle el momento, pero el sueño le venció antes de poder abrir sus labios.    
El sol se colaba por en medio de las cortinas, dándole de lleno a su rostro y fue precisamente la sensación de los rayos matutinos lo que le despertó. Notó que estaba en su cama, solo, tal y como siempre.  Su semblante se tornó serio, no valía la pena sentirse mal por ello, un acostón y nada más, eso era todo. Deathmask nunca le había dicho te amo, simplemente le había expresado lo mucho que le gustaba, que le atraía. Eso no era una declaración de amor. Y él había aceptado las condiciones ¿o no? No debía lamentarse nada, había disfrutado y eso era lo importante.  
Enterró su rostro en la almohada, y le parecía una alucinación todo lo de anoche, el dolor en su entrepierna era mayúsculo e incluso el dolor de cabeza comenzaba a hacerse presente. “Maldita resaca” pensó, pero cuando un aroma a café impregnó su habitación, su rostro abandonó la almohada para encontrarse con el custodio de Cáncer entrando por la puerta con una charola sobre la que se encontraban una taza de café, un vaso de agua y unas pastillas. 
—Cabra loca, mira nada más que aspecto tan lastimero el tuyo, pero por eso te traje esto, anda tómate estas pastillas, te harán bien.  
Mientras Shura observaba con curiosidad la bandeja, el italiano abría las cortinas de par en par, dejando que la luz del día penetrara con toda su intensidad.  
—Teniendo tan maravillosa vista y mira como la desperdicias dejando las cortinas cerradas todo el día, si serás idiota. Ya quisiera poder deshacerme de ver todos los días por mi ventana el apestoso templo de Géminis con ese par de locos peleando todo el santo día.  
Dicho lo cual, Cáncer se volvió hacia el dueño del templo para acercarse, Shura expectante le veía aproximarse peligrosamente, pero el esperado  beso no llegó, en su lugar una almohada se estampó en su rostro.
—Vamos Shura, apúrate, debemos entrenar. Podría jurar que no estás en buena condición, así que vístete y vámonos. Desayunaremos algo en mi templo, que lo que eres tú, no tienes ni un triste pan es tu cocina.  
El español no entendía para nada la actitud tan animada del otro, pero decidió no intentarlo y simplemente disfrutarlo. Después de todo no cambiaría lo que acababa de vivir por nada. Ahora podía decir que tenía a alguien.  
—Dime Deathmask, ¿te gustaría dejar de ver a los gemelos todas las mañanas? Porque si es así y te gusta la vista de mi templo…  
—Ah ya cállate Shura, me quedaré contigo esta noche y la que sigue, y la que siga a esa, pero por todos los dioses, deja de verme así.  
Y sin más, Cáncer le robó un beso a Shura, acariciando su rostro sutilmente mientras se colaba por debajo de las sábanas.  
—Creí que teníamos prisa…
—Pues ya no…
Y nuevamente el cuarto custodio le calló con un apasionado aunque agresivo beso, pero Shura no se quejaría de ello.
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nyx07 · 2 years
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Jamás había sentido tantas ganas de llorar y tener que dormir con ese sentimiento por no poder hacerlo. No sabía que hacer, porque yo te conocía pero lamentablemente no lo hacía. Y me duele el no saber realmente con quién estuve todo este tiempo y dentro de mí corre una impotencia que consume cada parte de mí al creer que todo fue totalmente falso. Me mentiste una y otra vez y sé que nunca te arrepentirás de haberme lastimado de esa manera, yo siempre lo supe, incluso cuando estábamos juntos hablabas con ella, yo te apoyé en tus peores momentos y nunca te deje solo, pero eso a ti no te importó, no te importo que solo bastaron días para que por fin salieras con ella y sí, sé que ya no había nada entre nosotros es por eso que no rompiste ninguna regla, qué no fuiste un infiel, pero para mí siempre serás un maldito traidor. Hay que aceptar que la gente no cambia por amor, las personas no cambian por ti ni por mí, cambian por ellos mismos. Y si no quieren cambiar, No cambiarán. Por primera vez me vi envuelta en el momento más vulnerable de mi existencia, la mente me consumía y me hacía pensar demasiado, me hacía sentir tanta ansiedad que incluso tuve que atravesar momentos de agonía, sobrevivir a días en los que ni siquiera podía respirar y soporte el dolor de cada herida que dejó tu traición, lo soporte día con día por mucho tiempo. Fue difícil ese instante, ese pequeño instante en el que mis ojos pudieron ver la realidad, ver que ya te habías ido y que nunca volverías. Todo el tiempo me cuestionaba, ¿por qué no era suficiente para ti? Hice mucho por ti, por amor, aunque el precio implicar lastimarme a mi misma por no tener que dañarte a ti, pero tú, tú solo te fuiste. Aunque en mis manos tuve el poder de dañarte y causarte diez veces más dolor del que tú me causaste, no lo hice, por amor, porque el amor no solo es hacer si no también no hacer. Y es mi amor no solo era todo lo que yo hacía, él amarte también incluía todo lo que no hice, lo que no dije y lo que tuve que deja de hacer. Hace mucho tiempo que paso esa tempestad, esos que fueron en su momento peores días de mi vida se convirtieron el algo mejor, y lo siguen haciendo. Ahora todo es diferente, tuve que luchar contra la realidad para permitirme verme aquí, libre, segura, confiada, suficiente, valiosa, llena de amor para dar y recibir, me quiero así, sin cadenas que me mantengan atada siempre al mismo lugar sin una pizca de amor, yo no te necesito. No volveré a mirar atrás jamás, mucho menos a quedarme estancada desviviéndome por alguien como tú.
ᑎƳ᙭-07
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tarlos-spain · 2 years
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Antes de lo que los dos perdamos esta batalla
Bueno me he decidido a comenzar a publicar esto en español, sobretodo porque mi querida coautora @morganaspendragonss lo publicará en Inglés en un rato.
Solo puedo darle las gracias por colaborar conmigo y ayudarme a sacar historias estupendas, además de ser una de mis betas y hacer las traducciones.
Titulo: Antes de lo que los dos perdamos esta batalla
Pairing: Carlos Reyes/TK Strand
Summary: “Eres un maldito traidor al cuerpo,” dijo el otro policía, dio una zancada más larga hasta TK. “Pero tu novio, joder, tu novio se va llevar una buena hostia por hablar así de nosotros.”
Carlos actuó por instinto, sin pensar, con el único pensamiento de proteger a TK del golpe que le iba a dar ese policía. Lo que no vio tampoco fue el otro golpe, el que iba a para él cuando quiso darse cuenta se llevó dos contundentes golpes en la cabeza que lo tumbaron.
Escuchó que TK gritaba y escuchó las voces del resto de la gente a su alrededor, pero todo sonaba con eco, todo sonaba lejano y le costaba ver bien porque pequeños puntos blancos danzaban delante de sus ojos.
Capítulo 01
Carlos se preguntó como habían llegado a ese momento, al estúpido partido de baseball. Eran personas adultas y seguían comportándose como críos. Owen el primero, su propio suegro, que no aceptaba reconocer que tenía problemas con la autoridad, por no hablar de sus propios problemas con la ira.
Y luego O’Brien. No lo conocía mucho pero había oído hablar de él y de lo testarudo que era ese hombre para hacer las cosas a su modo. Cuando Carlos había visto que esas dos fuerzas se encontraban, sabía que las cosas solo podían acabar mal.
Dentro de lo malo, un partido de baseball no era lo peor que podía ocurrir, siempre y cuando nadie hiciera trampas y por parte de sus amigos de la 126 no veía a nadie haciendo algo así.
Por parte de los policías de tráfico no podía hablar porque no los conocía. Así que esperaba que todo saliera bien y el partido quedara como algo totalmente amistoso.
Que poco confiaba en sus propias palabras.
Desconocía que TK supiera jugar al baseball y que lo hiciera bien. Había imaginado todos los posibles accidentes que podía sufrir su novio con un bate en la mano. Se imaginaba pasando la noche con él en el hospital porque se hacía daño, porque se caía o porque un bate salía volando e impactaba con su cabeza.
Era lo malo de que el hombre de su vida fuera un imán para los problemas y los accidentes.
Pero todo fue bien, el partido estaba siendo entretenido y mucho más equitativo de lo que se había imaginado. Tal vez era él quien estaba recibiendo peores miradas por parte de los policías, por no estar de su lado, pero si tenía que elegir una familia, esa era la 126 y TK.
Nancy no era una gran jugadora, así que Carlos la animó con más fuerza que al resto. Por lo visto TK no necesitaba ánimos con sus golpes perfectos a la pelota, las carreras que obligó a hacer a los jugadores contrarios y su tranquila carrera de una base a otra.
A veces se lo creía mucho; en broma, Carlos le decía a veces que era un engreído. TK le contestaba con “El engreído y el controlador, nos falta uno para que hagan un chiste con nosotros.”
Pero las cosas iban bastante bien y cuando llegaron al último bateador, a Nancy, se podía decir que las cosas estaban lo bastante reñidas como para que un homerun, un poco de suerte para ella podía suponer que el equipo de la 126 ganara el partido.
Carlos no se pudo creer la fuerza con la que ella mandó la pelota volando hasta la otra punta del campo. Lo había hecho, todos comenzaron a correr, TK cruzó la última base, Tommy lo hizo también y Nancy lo iba a hacer. El equipo de la 126 estaba a punto de ganar el partido… hasta que el miedo que había tenido desde el principio se hizo real y antes de que ella pudiera llegar a la última base el catcher del otro equipo le puso la zancadilla, ella cayó al suelo y quedó eliminada.
Eso desató el infierno en cuestión de dos segundos y Carlos tuvo que salir corriendo para intentar poner un poco de paz en cuanto vio que la pelea entre los dos equipos, ya no era solo verbal, sino que Owen soltó el primer puñetazo.
Corrió hasta TK al ver que había dos policías que le estaban rodeando y lo peor de todo era que sabía que su novio no se amedrentaría fácilmente, aunque se llevara algún golpe.
A Carlos le costaba creerse cuando TK le contaba de sus peleas en el instituto. “No era exactamente uno de los chicos guays, la verdad. Sé que gustaba a las chicas y sé que eso no gustaba a los tíos, por mucho que todos supieran que yo era gay.”
Hasta ese instante no se fue capaz de creerlo. TK estaba dispuesto a partirse la cara con dos policías que le sacaban casi una cabeza y que no tenían aspecto de querer ser sus amigos.
Tenía que pararlos, ponerse en medio, hablar con ellos y evitar que las cosas llegaran a mayores. Al menos con su novio, ya había visto a Owen soltar un puñetazo, también Tommy lo había hecho y Paul no se había quedado atrás.
Su única preocupación era poner a salvo a TK.
“Ey, venga tíos, vamos a dejar esto no,” dijo mientras se ponía en medio de la pelea personal de su novio.
“¿Has visto lo que estos tramposos han hecho?” protestó TK.
“Lo he visto y no ha sido bonito, pero somos adultos y no por eso vamos a…”
“¡Eh! Tu eres uno de los nuestros y nos llamas tramposos,” le dijo uno de los policías acercándose todavía más.
“¿Cómo te permites hablarle así a un policía como Carlos?” gritó TK. “Es mucho mejor que cualquiera de vosotros que solo sabéis ganar haciendo trampas.”
“Eres un maldito traidor al cuerpo,” dijo el otro policía, dio una zancada más larga hasta TK. “Pero tu novio, joder, tu novio se va llevar una buena hostia por hablar así de nosotros.”
Carlos actuó por instinto, sin pensar, con el único pensamiento de proteger a TK del golpe que le iba a dar ese policía. Lo que no vio tampoco fue el otro golpe, el que iba a para él cuando quiso darse cuenta se llevó dos contundentes golpes en la cabeza que lo tumbaron.
Escuchó que TK gritaba y escuchó las voces del resto de la gente a su alrededor, pero todo sonaba con eco, todo sonaba lejano y le costaba ver bien porque pequeños puntos blancos danzaban delante de sus ojos.
“Carlos, babe. ¡Carlos! ¿Puedes oírme?”
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oceano-de-letras · 4 years
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Pensé que ya era libre de ti, pero has regresado. Vuelvo a verte en sueños, sigues alterando mi inconsciente.
¿Por qué sigues aquí?, ¿por qué no me dejas tranquila?, necesito que te vayas de forma definitiva, que no vuelvas más, ni siquiera en sueños.
No puedo más. No puedo más con esta "culpa" que intentas hacerme cargar, deja de manipular mi mente, ¿por qué pido perdón en mis sueños?, ¿por qué no lo haces tú?
Maldito inconsciente traidor, me hace recordar todas esas cosas que duelen, me hace verte en sueños. Te apareces en ellos haciéndome sentir tanta desesperación.
Sueño contigo. Sueño que pido perdón, aún sin saber porque. Sueño que intento hacer que me mires a los ojos, que me hables, pero tú sigues sin responder, sin verme a la cara, simplemente intentas alejarte de mí pero por más veces que me rechazas, más me aferro a que te atrevas a mirarme.
Estoy cansada de solo soñarte. Estoy cansada de sentir esta incertidumbre, de no tener valor para decirte esto que siento y que me quema por dentro, pero siento tanto miedo, no puedo buscarte, no después de tanto tiempo.
No puedo contener esto. Y no importa cuántas cartas escriba para ti, no son suficientes, hay tanto que tengo y quiero decirte. Me dolería mucho saber que me has leído y que aún así, mis escritos no te conmuevan ni te hagan darme la oportunidad de que pueda hablar y desahogarme.
Al no poder hablar, mi inconsciente me hace soñarte, me proyecta lo que quisiera que sucediera: que me mires, que me des una oportunidad de hablar, que nos perdonemos, y que al final, me sonrías.
Hay noches en las que no puedo dormir por la frustración que me provocan esos sueños. Hay noches en las que despierto con una sensación de vacío, y una presión en el pecho. Al despertar y darme cuenta de que fue un sueño, se me rompe el corazón, ¿por qué no puedo verte una vez más?, ¿por qué siento toda esa angustia?, ¿por qué no puedo estar tranquila? Quisiera olvidar todo, pero no puedo sacar ese recuerdo por completo de mis pensamientos.
Incluso soñarte me hace sentir desesperada, con la ansiedad y el impulso de ir a buscarte, pero ¿de que me serviría? al parecer no hay solución, nuestros caminos seguirán separados, y probablemente ni siquiera quieras volver a verme. Si tan solo me dieras una señal, aunque fuera una muy pequeña, solo para saber que todo ya ha pasado, y que me has perdonado, porque yo lo he hecho desde hace tiempo.
Ojalá me buscaras con la misma desesperación con la que yo te escribo.
Soyborderline
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46snowfox · 3 years
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Black Wolves Saga Last Hope Memory 144: Consiguiendo tiempo [Ruta humana]
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Nesso solicita un duelo contra Mejojo mientras los soldados del ejército real se paralizan.
Lugar: Bosque
Elza: …Nesso.
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Nesso: Elza. ¿Cuál es el estado de la ciudad?
Elza: Estamos avanzando sin problemas. La gente lucía inquieta, pero están obedeciendo.
Nesso: Solo necesitamos que le informen a la capital. Es suficiente con que finjamos haber tomado la ciudad.
Elza: Todo estará bien.  Los soldados ya se han retirado, no dejaron a ni un solo vigilante.
Nesso: Bien. Solo espero que piquen el anzuelo.
Elza: ¿Y si no funciona?
Nesso: Solo nos quedará expandir a la fuerza el poder del ejército rebelde.
Nesso: Actualmente… no podemos darnos el lujo de perder el tiempo. Incluso en estos momentos la vida de ella está…
Elza: Sé que estás preocupado, pero no te emociones tanto como para perder de vista tu objetivo.
Nesso: …Sí, lo sé.
Por más que Elza me aconseje, lo único en lo que pienso es en salvar a mi hermana menor.
Lugar: Oficina de Mejojo
En el castillo real, los hermosos príncipes gemelos conversan entre ellos.
Mejojo: ¿…Una rebelión? Son unos verdaderos idiotas al reunirse para ser asesinados.
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Auger: ¿No te parece bueno que la basura haya decidido reunirse por voluntad propia? Nos facilitará la limpieza ~
Mejojo: Jaja… Tienes razón. Este será el fin del molesto Nesso.
Mejojo: Haré que se arrepienta hasta la muerte por olvidarse de su posición e interponerse en mi camino.
Auger: Solo matarlo no sería divertido. Necesitamos que Fiona observe como muere.
Auger_ Aah, me estremezco de solo imaginarlo~.
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Mejojo: Sí, le daré a Fiona la cabeza de Nesso como regalo.
Auger: ¡Ajajaja! ¡Es una gran idea, hermano~. ¿Crees que se alegre si se la damos disecada?
Auger: Ya que me daría pena que se pudriera.
Mejojo: Tienes razón. Nesso también se alegrará de poder estar al lado de su amada hermana menor.
Auger: Eres muy amable, hermano.
Mejojo: ¡Ajaja, jaja, jajajajajajajajaja!
Auger: ¡Ajajajajajajajajajajajajajajajajaja! ¡¡¡¡¡¡Esto es muy divertido, hermano!!!!!!!
Mejojo: ¡Sí, demasiado!
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Auger: Aah, ¡¡quiero darme prisa y matarlo…!!
En el bello castillo, los hermosos príncipes reían como desquiciados.
La escena era simplemente extraña.
Lugar: Bosque
Elza: Nesso, las tropas han regresado. El ejército real llegará por la mañana.
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Nesso: Destacamos mucho. Habría sido un problema que no vinieran.
Nesso: ¿Quién es el comandante?
Elza: Sus majestades Mejojo y Auger los están liderando.
Nesso: Tan simpáticos como de costumbre. Aunque gracias a ello el castillo estará abierto.
Elza: Parece que en verdad quieren a los hermanos Galland.
Nesso: Aunque es unilateral.
Solté un suspiro a causa de mi molestia.
Nesso: Vayamos a nuestros puestos para mañana.
Elza: A la orden.
Nesso: No necesitamos ganar. Solo debemos conseguir tiempo.
Nesso: Diles que solo se concentren en defender, de modo que puedan retirarse tan pronto como Pearl y Richie nos den la señal.
Elza: Entendido capitán.
*al día siguiente*
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Mejojo: Es hora de cazar.
Mejojo: Es el inicio de una hora divertida, Auger.
Auger: Sí, ya me harté de esperar.
Mejojo: Auger, concentra a nuestras fuerzas en el lado derecho y atácalos con todo. Tan pronto rompamos su formación los rodearemos.
Auger: ¡¡Entendido!! Déjamelo a mí, hermano.
*luego*
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Nesso: …Como esperaba, son muchos.
Elza: ¡¡Detrás de ti Nesso!!
Nesso: --…
Elza: ¡¡Nesso!! ¿Estás bien?
Nesso: Sí, estoy bien. Me salvaste.
Elza: No podemos seguir, será mejor que nos retiremos.
Nesso: ¿Cuál es la situación actual?
Elza: Nos están empujando desde la derecha.
Nesso: Sería malo si rompen la formación de allí. Entendido, yo iré.
Nesso: Te encargo que sigas liderando el frente.
Elza: ¡Entendido!
*luego*
Nesso: Tch, esto es malo… Así como vamos no resistiremos hasta que Pearl y Richie den la señal.
Nesso: En un caso como este hay que buscar el centro…
*luego*
Me subí a mi caballo y atravesé la formación del ejército real.
El comandante debía de encontrarse tras la pared de soldados.
Los soldados se retiraban tras cada destello de las armas, permitiendo que me abriera paso a través de ellos.
Nesso: ¡¿En dónde estás Mejojo?! ¡Aparece!
Nesso: ¡Yo, el primogénito de los Galland, Nesso Galland, te reto a un duelo!
Una voz que sonaba enojada sacudió el campo de batalla. Por un momento los movimientos de los antagónicos soldados circundantes se detuvieron a causa de la expansiva ola de confusión y se reunieron en un punto.
Tras eso, Mejojo apareció avanzando lentamente.
Por alguna razón esbozó una sonrisa.
Mejojo: ¿…Un duelo? Es atrevido que un vil traidor pida eso.
Nesso: Mejojo… ¡¿Acaso tienes miedo?!
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Mejojo: Claro que no. Está bien. Te daré una lección.
Mejojo: Es increíble que te rebeles luego de haberte arrodillado ante mí, tienes muy mala memoria. Eres incluso peor que un perro.
Nesso: En este reino no existe nadie que realmente los obedezca.
Mejojo: ¡¿Qué dijiste…?!
Mejojo, quien hasta ahora se encontraba calmado, torció su expresión a causa de las palabras de Nesso.
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Mejojo: ¡¡¡Nesso!!!
Nesso: ¡Je…! ¡Parece que eras consciente de ello!
Mejojo: ¡…!
Nesso: ¡No te daré a Fiona!
Mejojo: ¡¡Deja de ladrar maldito traidor!!
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Auger: ¡Hermano!
Nesso: ¿Otra vez vino tu hermanito? Da risa que a pesar de tu edad seas incapaz de hacer nada por tu cuenta.
Mejojo: Nesso… ¡¡¡¡CÁLLATE!!!! ¡¡¡Mátalo Auger!!! ¡¡¡¡MÁTALO!!!!
Auger: ¡¡Entendido hermano!!
Nesso: ¡Kgh…!
Mejojo: ¡Jaja! ¿A dónde se fue la confianza que tenías hasta hace un segundo?
Incluso para Nesso es difícil soportar los ataques de dos diestros espadachines.
En ese momento, una sombra blanca cruzó por el borde de su campo de visión.
Una paloma blanca que volaba dando círculos en el cielo--.
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Elza: ¡¡¡Nesso!!! ¡Es la señal de Pearl y Richie!
Nesso: ¡¡¡Bien!!! ¡--Retirada!
Repelió los dos estoques e intentó alejarse del lugar.
Mejojo: ¡…Espera!
Auger: ¡¡¡No te dejaremos escapar!!!
Justo en el momento en el que montó su caballo y empezó a correr.
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Auger: ¡No creas que escaparás~! ¡Hmph…!
*disparos*
Nesso: Maldición…
*la flecha le da al caballo*
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Nesso: ¡¡¡Uwaah!!!!
Elza: ¡¡¡¡Nesso!!!!
Nesso: Uh…
Elza: Oye, ¡¿estás bien Nesso?!
Auger: Que fastidio. ¡¡No te metas, estorbo!!
Elza: ¡…Tch!
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Elza: ¡Voy a rescatar a Nesso! ¡¡¡Arqueros, cúbranme!!!
*disparos*
Auger: Tch.
Elza: ¡Resiste Nesso!
Nesso: Uh…
Elza subió a Nesso a su caballo y empezó a correr.
Mejojo: ¡Persíganlos! ¡¡¡Que no escapen!!!
Auger: ¡¡Si los dejan escapar los asesinaremos a todos!!
Escaparon por el bosque siendo perseguidos por el ejército real, mientras resonaba el sonido de los arcos.
De algún modo Nesso y Elza consiguieron llegar al fuerte.
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Lugar: Fuerte Cowan
Elza: ¡¡¡¡Alguien!!!! ¡Por favor alguien revise a Nesso!
Kyle: ¡¿Elza-kun?! ¡¿Qué sucedió?!
Elza: Nesso se cayó del caballo. Se golpeó la cabeza y no ha recuperado la conciencia.
Kyle: ¡Entendido! Por favor date prisa y recuéstalo en una de las camas de la consulta médica.
Elza: ¡Sí…! Entendido.
Lugar: Consulta médica del fuerte Cowan.
Elza: …Aquí va.
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Elza: ¿Regresaron Pearl y Richie?
Kyle: Volvieron hace poco. En estos momentos Zara-kun está usando los materiales para avanzar con la investigación.
Elza: Ya veo, me alegro…
Kyle: Permita que yo me encargue de tratar a Nesso-kun.
Elza: Sí, se lo encargo.
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Mi venganza - Parte I
“Aquel hombre tenia que pagar por lo que había hecho", el único pensamiento que llena mi mente es ese, necesito saber que ha pagado por todo el daño que me hizo, si la justicia no la hizo el estado, la haría yo a toda costa.
Ese desgraciado hombre de mediana edad, aprovechándose de la inocencia de mi ser se aprovechó de mi, destrozó a esta flor que apenas empezaba a abrir sus pétalos ante el mundo, y no le importó; grité millones de veces para que me escucharan y en ninguna de esas dignaron a voltear sus ojos sobre mi, nadie prestaba atención a la chiquilla herida.
Nunca supe qué fue peor, que aquel tipo fuera mi padre o que mi madre cegada por la ilusión del amor me odiara en lugar de a él, el mayor culpable de todo este maldito caos. Sus abusos se cultivaron en forma de odio y asco, no supe quién de los tres estaba más enfermo.
Me escapé cuando cumplí 18 y logré salir adelante después de vivir un par de meses en la calle (ah pero ya no era débil al finalizar). Hubo más que se quisieron aprovechar de mí, yo no lo permití.
Tal vez crean que estoy loca, la verdad es que sí ¿Pero qué más da? si la sociedad y la coherencia son todo lo que ví, me da igual. Podría haber terminado en la cárcel o en un jodido psiquiátrico, pero estaba segura de que ese tipo acabaría bajo tierra.
Mi venganza no se haría esperar y él las pagaría todas, la rabia era mi guía solo necesitaba saber cuando atacar, así que volví a aquel doloroso y amargo lugar, e inicié a pisarle los talones a aquel traidor que me había jodido la vida hace tiempo, y en un simple descuido en su rutina lo tenia ante mi, durmiendo como un asqueroso cerdo en el sillón de la sala principal de la casa.
O & S
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thesecretgarden22 · 3 years
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Cita de tres. Personajes: Eddie Brock/Venom.
Venom no tenía punto medio.
O le agradabas o eras su cena.
Básicamente así funcionada su mente. Hasta que Eddie le dijo que no podía comerse a alguien solo porque alguna cosa estúpida como escuchar a una persona en el pasillo del mercado decir que "El chocolate era asqueroso" no le agradará. O como cuando el gato de su vecino se sentaba en la ventana a mirarlo y gruñirle. Eddie tuvo que esforzarse mucho para  que entendiera que el gato no sería una terrible amenaza de muerte inminente.
Y por otro lado, era muy fácil de comprar. Por eso cuando la nueva vecina del barato complejo de departamentos golpeó la puerta de ellos con una bella sonrisa adorable, medio pastel de chocolate y seis brownies decorados para luego contarles que era pastelera y que, como vivía sola, siempre le sobraban muestras. Inmediatamente le cayó bien. También a Eddie, claramente.
Ella no había mentido, se podría decir que todo el piso olía a chocolate y a dulce cuando ella estaba en casa. Era casi como su propio perfume. Según Venom.
Además del hecho de que él había oído sus latidos y sabía que no mentía.
Ella lo confundía, era extraña para el. Aún no entendía como los humanos lucían tan diferentes el uno del otro. Si, eran de diferentes colores en Klyntar pero no había el nivel de detalle que aquí. Ella tenía unos resplandecientes ojos celestes y un cabello naranja cobrizo que solo la hacía lucir más dulce. Nunca había visto algo así. Su rostro estaba repleto de pequeñas manchas a las que Eddie llamaba "Pecas" y no entendía porque estaban ahí. ¿De qué servían? Parecían pequeños trozos de chocolate.
Venom no estaba seguro si era culpa de Eddie y sus pensamientos acerca de la pequeña pelirroja dulce, de la cantidad de azúcar y endorfinas que corrían por sus cerebros o de simplemente él mismo, pero no podía dejar de pensar en ella. Ni un segundo. Casi literalmente.
–Amigo. –Murmuro Eddie agotado alejándose de la laptop y pasando sus manos por su rostro.– Maldición, necesito, realmente necesito terminar este maldito reporte para mañana y no puedo hacerlo si no paras de molestarme con ella.– Dijo exaltado mirando la cabeza del Simbionte que miraba fijamente por el ojo de la puerta.
–Es tarde y aún no ha regresado. Siempre regresa antes de las siete y enciende esa cosa con ruidos espantosos.– Dijo Venom sin dejar su posición.
–Primero que nada me indigna que hayas memorizado la hora a la que ella llega al departamento pero no la hora a la que tengo que levantarme cuando olvide poner la alarma, maldito traidor.–Murmuro Eddie levantándose y tomando un vaso de agua.–
–No es mi culpa que seas idiota.– Dijo con simpleza a lo que Eddie entorno los ojos.– ¿Y si una mala persona le hizo daño? Hay que ir a buscarla puedo rastrearla Eddie tengo su aroma.–
– Eh, eh, eh. –Lo detuvo dejando el vaso al costado.– Un momento amigo ella está bien, debe estar con alguna amiga o algo por el estilo. No puedes seguir a alguien solo porque no llegue al mismo horario que siempre. Ella tiene una vida.– Explicó el humano.
–Pero ella es como una pequeña cosita naranja e indefensa. Vamos Eddie algo le paso, estoy seguro.–Dijo comenzando a tirar de Eddie hacia la puerta.
Eddie, al ver esto se abrazó a la encimera intentando no ser movido por el Simbionte.
–¡No! Necesito terminar el maldito reporte y estás obsesionado Vee.– Dijo con dificultad.
–A nadie le importan las estúpidas cárceles muévete.– Ordenó perdiendo la paciencia abriendo la puerta con un zarcillo y asomando la cabeza. Eddie al ver como Venom intentaba salir  por la puerta se apresuró a correr para cerrarla pero el simbionte ya se había asomado hasta la puerta de enfrente comprobando que ella no estaba ahí.
–¡¿COMO SE TE OCURRE SALIR ASI?! ¡¿Que no ves que alguien puede salir y verte?!– Chillo Eddie acortando la distancia entre ambos.
–Ella no está ahí adentro, algo le pudo haber pasado, hay que buscarla solo será un momen..–
–¡Acordamos que no podías simplemente hacer lo que quieras aquí!– Eddie estaba furioso. Quizá no era solo el hecho de que Venom estaba siendo especialmente molesto hoy, o que realmente necesitará terminar el reporte. O quizá sí estaba algo preocupado por el hecho de que no habían visto a su linda vecina en todo el día ni sabido de ella. Pero también sabía que no sabían nada de su vida, valga la redundancia.– Ella tiene una vida y no puedes simplemente entrometer..–
–Eddie....–
–¡No me interrumpas! ¡Yo también estoy preocupado pero no podemos hace..–
–Eddie.– Gruño el simbionte usando un zarcillo para girar su cabeza hacia la entrada del piso. Dónde yacía su bonita pelirroja, luciendo confundía como la mierda Intercambiando miradas entre el simbionte y el y cargando un montón de bolsas.
–Seguramente eran Brownies locos. – Susurro ella abrazándose a sus bolsas y dando un paso hacia atrás, largando un tembloroso suspiro.
–Ah...Yo..no. T-tu no habías vuelto y estábamos preocupados. – Balbuceo Eddie no sabiendo cómo arreglar esto. Ella había visto a Venom hablando y fuera de él. De hecho seguía haciéndolo.
¡¿Por qué diablos no se había escondido aún?!
La respuesta era simple, no quería.
–¿Son una especie de disfraz extraño? ¿Ya es Halloween? O ¿Solo estoy imaginando a la cosa que sale de ti?– Preguntó ella acercándose con cautela.
–Y-yo el no debería, nosotros. –Titubeo nervioso aún no entendiendo como no había logrado esconderse a tiempo.– ¡¿Y tú por qué diablos sigues aquí?!– Le gritó a Venom haciendo que este se metiera en silencio dentro de él.– El, es una larga historia te juro que no te haremos daño. Estábamos preocupados porque no llegaste y pensábamos que algo te había sucedido.– Explicó Eddie intentando no asustarla más de lo que seguramente ya estaba.
La chica por su lado, no entendía nada, pero había sentido pena por la cosa negra.
Estúpida, siempre tan sentimentalista.
–¿Ustedes?– Preguntó acercándose a el.– ¿Tu y el? ¿Qu-que son ustedes?– Ella parpadeó revisando a Eddie, como si algo pudiese explicarlo.
–Es, una larga historia.– Suspiro el hombre, agotado a esta altura.– El no es de aquí. ¿Recuerdas el cohete de Carlton Drake?– Intento explicar suavemente.
Ella asintió aún abrazada a sus bolsas y con su corazón aún latiendo con fuerza. Sentía la necesidad de restregarse los ojos y volver a verlo, pero lo que sea que fuera esa cosa ya no estaba.
–El vino en ese cohete y,  es una especie de si-simbionte o algo así, ¿Sabes? Soy realmente malo dando explicaciones y siendo honesto esperaba que esto nunca sucediera por lo cual nunca preparé una explicación coherente.– Dijo sacudiendo sus brazos y pasando la mano por su ya, sudado rostro.– Aunque creo que no la hay, lo siento. No te molestaremos nunca más lo juro.– Dijo girando y apresurándose a entrar a su departamento y cerrando la puerta rápidamente apoyándose en ella. – ¿Y tu que? ¡¿Ahora te quedas callado?!– Preguntó exaltado. Instantáneamente sintió la oleada de tristeza que emanaba el simbionte. Lo había ignorado, estando ocupado tratando de explicar la situación a la pobre chica. No sabía que había causado más tristeza en el simbionte, si la decisión de Eddie de no hablarle más o su rostro de pánico al verlo.
No quería asustarla.
–Lo siento, tenías razón .– Dijo simplemente en su cabeza, ni siquiera intentando enfrentarlo.
–Vee yo..– Unos suaves golpes detrás de su puerta lo asustaron levemente, haciendo que este se incorporara y abriera la misma encontrándose con la pelirroja, que ahora lejos de lucir espantada le dedicó una suave sonrisa  y le tendió una bolsa con una caja a dentro.
–Son cupcakes, aunque si hubiese sabido que eran dos probablemente hubiese traído algunos más.– Dijo con gracia.– ¿Me dejas pasar y me explicas  como es que un extraterrestre vive dentro de ti?– Dijo risueña moviendo sus pestañas y logrando que sus ojos se vuelvan más pequeños.
– T-tu no, ¿No tienes miedo?– Preguntó tomando la bolsa que le era ofrecida y señalándola con los ojos tan abiertos como podían estarlos.
–Algo, pero parecían bastante inofensivos ahí afuera peleando por quien tenía el control de la situación.– Rio suavemente haciendo que el también lo hiciera. Ella los llenaba de paz.– Gracias por la preocupación, por cierto, tardé porque fui de compras.– Explicó subiendo sus hombros.
–No tienes que explicarte yo, el, ambos. –Corrigió siendo honesto.– Pensamos que algo te había ocurrido. El aún no entiende algunas cosas de este mundo y a veces es difícil controlarlo.–
–Bueno, si se preocupa por una chica que no llega antes del anochecer a su departamento en este barrio, entonces no está tan confundido acerca de este mundo.– Dijo ella.
Bueno, tenía un punto.
Eddie sintió a Venom revolotear dentro suyo.
–Tienes un punto ahí.– Sonrió el corriéndose a un lado para dejarla entrar. Ella pasó tranquila.– Ah y lo siento, es un caos yo no esperaba visitas.– Se excusó el ante el desorden.
–Si vieras como queda mi cocina luego de mis pruebas, no pensarías que es esto es un caos.– Rio ella colocando un mechón de cabello detrás de su oreja repleta de piercings –Entonces, ahora que ya los vi no hace falta que se esconda tu amigo, no me asusta.– Murmuró sentándose en un taburete de la mesa y apoyando sus manos en su rostro.
–Ah, eso lo dices porque solo viste una parte de el.– Dijo riendo.
–Mmh. – Pensó ella.– No puede ser tan malo. ¿Me está oyendo?– Pregunto
Eddie solo se limitó a asentir.
–Bueno señor extraterrestre. Le agradezco la preocupación, más allá de su físico creo que es muy adorable que haya querido ayudar. –
–Venom.– Dijo saliendo de Eddie y serpenteando a su lado. Ella se sobresalto ligeramente. Quería verlo pero no esperaba que funcione tan rápido.
–¿Venom? ¿Tu nombre es ese?– Pregunto ella.
Él asintió, aún lejos de ella.
Eddie lo miro extrañado. Era casi como si estuviera avergonzado.
– Bueno Venom, es un placer conocerte. A ti también Eddie pero a ti ya te conocía. Venom, ¿Prefieres chocolate o vainilla?– Preguntó encaminándose a la puerta con una pequeña sonrisa en el rostro.
–Chocolate, Eddie se queda con los de vainilla.–
–Por alguna razón lo supuse. Es bueno saberlo así les traeré algo de cada uno, ¿Les parece mañana por la noche? Realmente debo ordenar todo lo que compre– Invito ella riendo con la mano en el mango de la puerta, a punto de irse.
Eddie abrió los ojos sorprendido ¿De dónde había salido esta chica?
–¿Ha-hablas de cenar? ¿Con nosotros?– Pregunto incrédulo.
Venom ansioso y harto de esperar respondió.
–Eddie puede comprar comida china, porque no sabe cocinar.– Dijo emocionado.
Ella rió ante su honestidad.
–A mí me parece perfecto, ¿Eddie? –Pregunto con dulzura agitando sus largas pestañas.
–S-si claro, claro que sí y si se cocinar, se cocinar muchas muchas cosas, el es un mentiroso.– Balbuceo mintiendo.
–Amo la comida china.– Dijo ella.
–Genial, porque en realidad no miente, no se cocinar.– Ahora fue su turno de sincerarse y reír.
–Es una cita entonces, cita de tres. Nos vemos chicos.– Dijo antes de salir. Y dejar a ambos completamente plasmados mirando la puerta.
–¿Qué es una cita?– Pregunto Venom antes de acercarse a la puerta y espiar por el ojo de la misma nuevamente.
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