#zoya nazyalenski | Explore Tumblr Posts and Blogs

nalie-1998 · 3 months

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Pinturas de Cera.

Emparejamiento: Nikolai Lantsov x platónico!lector

Advertencias: Absolutamente nada (creo). Todo dulzura y amor.

Nikolai Lantsov se volvió a pasar la mano por su pelo revuelto, suspirando ya por decimacuarta vez desde que empezó a leer ese odioso informe antes de pasar a la segunda hoja. La luz que entraba por las altas ventanas transparentes ya estaba empezando a volverse de un dorado puro y lánguido, más débil cada vez que el sol se iba escondiendo más entre el horizonte, y, aún así, él seguía sentado en su silla, viendo el cielo cambiar de color desde hacía unas tres horas.

El rubio sabía que ser rey no sólo era una cara bonita y una perfecta sonrisa (cosa que se le daba muy bien), pero un informe sobre el estado de las cuadrillas de guerra en la frontera con Fjerda, después de estar todo el día rodeado de concejales hablando sobre asuntos del estado y con Zoya persiguiendole para que se reuniese con el triunvirato, no era la mejor forma de terminar el día.

Nikolai frunció el ceño y dejó el informe a un lado cuando se dio cuenta de que llevaba leyendo el mismo párrafo en bucle, sin enterarse de nada. Suspiró otra vez con cansancio, cruzándose de brazos y recostándose en la silla, intentando no pensar en el dolor de cabeza que le estaba empezando a surgir.

Miró la lámpara de araña que colgaba en el centro de la sala. Observó la luz dorada reflejarse en sus cristales y y expandirse por toda la habitación, pintando todo de un dorado cálido, dibujando pequeños arcoíris borrosos a su alrededor.

Nikolai no dudaría en afirmar a cualquiera que le preguntase que el gusto decorativo que tuvo su padre cuando amuebló el despacho real era más que horrible, de hecho, se había deshecho de la mayoría de cosas. Pero esa lámpara, aunque fuese un insulto para la vista de quien se dignase a mirarla, decidió dejarla. Los colores que reflejaba en el atardecer alrededor de toda la habitación eran simplemente lo mejor de toda la habitación.

A T/N también le encantaba estar aquí a estas horas, según ella los cristales eran ladrillos de arcoíris de las casas de los unicornios. A la pequeña le apasionaba, y ,gracias a esa opinión, Genya no terminó tirando la lámpara al estercolero más sucio que hubiese en toda Ravka.

Nikolai se hundió en su asiento, respirando hondo, sintiendo sus pulmones llenarse de la misma calma y pureza que le rodeaba: Inspiración, espiración, inspiración, espiración... Sus ojos revolotearon, intentando mantenerse abiertos, pesando más de lo normal. Inspiró la tranquilidad de la habitación, sintiendo su dolor de cabeza más ligero y sus hombros menos tensos y pesados.

-¡NIKOLAI!

La calma quedó hecha añicos. Nikolai dio un salto que casi se cayó de su silla al escuchar su nombre, se enderezó y apoyó en su escritorio, intentando hacer que su sueño interrumpido pareciese menos obvio entes de que la puerta de se abriera bruscamente, dando un portazo contra la pared que hizo que el joven rey se preguntase si la puerta se había quedado empotrada en la pared.

-¡Nikolai! No te vas a creer lo que era el proyecto súper secreto de tío David.

T/N entró como una avalancha de energía en el despacho de Nikolai, acercándose trotando, con sus zapatos chasqueando contra la madera del suelo y una cajita de madera y un papel apretujados en la mano, siendo perseguida de cerca por una calmada y levemente resignada Zoya Nazyalensky.

Nikolai sonrió al ver a las dos juntas: Los ojos de la pequeña brillando de entusiasmo, en contraste con el eterno ceño fruncido lleno de exasperación de la mayor. Una combinación que cambió el cansancio de Nikolai por curiosidad más que cualquier invento nuevo.

La pequeña Lantsov se paró en seco delante del escritorio desordenado de Nikolai, Fernando con las suelas de sus zapatos justo a tiempo para no chocarse con la mesa. Sonrió a su hermano, apretando más la hoja y la cajita en sus manos y miró fijamente a los ojos de Nikolai, mezclando el mismo color miel de su hermano con el de sus ojos, llenos de energía.

-¿A que no sabes lo que he hecho hoy?- La niña se calló para ver si Nikolai lo sabía, Nikolai se inclinó hacia delante e negó con la cabeza- ¡Pues tío David me dio un regalo! Ese era el proyecto supersecreto que llevaba haciendo hace medio mes- La joven abrió la caja y se la enseñó a su hermano- ¡Se llaman pinturas de cera! Dice que las ha hecho mezclando colores con aglucinante de parafina.

Zoya alzó una ceja y sonrió levemente:

-Aglutinante de parafina, no aglucinante.

La joven asintió, emocionada, sonriendo más, haciendo que unos hoyuelos apareciesen en sus mejillas:

-¡Sí! así se llamaba. Me ha dicho que sirven para pintar con ellas ¡Y hay muchos colores! Ya no tendré que pintar sólo en carboncillo. Y cuando se las iba a devolver me ha dicho que me las puedo quedar, así que me ha dado tiempo a hacerte un dibujo.

T/N puso la hoja de papel que llevaba en la mano sobre el informe que Nikolai estaba revisando. El joven rey lo cogió, ampliando su sonrisa al reconocer lo dibujado, sintió su corazón llenarse del mismo entusiasmo y orgullo que sintió cuando cogió a T/N por primera vez, o cuando ella le leyó un poema que había escrito sobre delfines, incluso igual que cuando la pequeña le dijo que era el mejor hermano del mundo justo delante de Vasily.

Vió los trazos de colores que T/N había hecho con todo el detenimiento que pudo, intentando identificar cada uno de los componentes, bajo la atenta y brillante mirada de su hermana. Consiguió distinguir a T/N, representada con un manchurrón naranja que identificó como su vestido favorito, y al lado estaba él, con una corona amarillo brillante volando sobre su cabeza. Estaban sobre lo que parecía uno de los nuevos barcos voladores que Nikolai estaba construyendo para "Sturmhond".

El barco estaba en el lago del jardín del palacio, junto al que estaban Genya, David y Zoya con los colores de sus keftas y los gemelos shu con su uniforme verde oliva, todos en fila al lado del barco y sonriendo, dibujados con líneas apretujadas. El sol, pintado con el mismo amarillo brillante que la corona de Nikolai, estaba a un borde del dibujo, iluminando y sonriendo.

El dibujo no era la obra de arte más exquisita jamás pintada, pero era la confirmación de que Nikolai lo estaba haciendo bien, estaba dando a T/N una infancia más lejos de los rumores de la corte y más cerca de los juegos y la diversión. Le estaba dando a T/N la infancia que él había ansiado conseguir cuando era pequeño: Con una familia que le quisiera.

Nikolai miró a la niña pequeña, sonriendo, y luego el dibujo:

-Es fantástico, T/N. el barco tiene muchos colores, creo que deberíamos pintarlo así para Sturmhond, seguro que le gusta- señaló el círculo de cera amarillo- Y el sol es tan brillante como el de verdad, ¿Y con gafas de sol? es una idea magnífica. No sé cómo es que no se me había ocurrido a mí antes.

La menor contuvo la respiración un momento antes de hablar:

-¿En serio crees eso?

-Por supuesto, todo el mundo sabe que el sol tiene que llevar gafas de sol. Si no se deslumbraría cada vez que salgo al exterior.

La joven se rió de su hermano y lo miró con admiración.

Nikolai siguió observando el dibujo un poco más antes de abrir su cajón del escritorio y meterlo con todo el cuidado que pudo mientras la pequeña seguía hablándole.

-¿Sabes qué más, Nikolai? Genya me peinó esta mañana. Al principio pensaba que me estaba haciendo una trenza, ¡pero luego la convirtió en un moño! Tiró un poco de mi pelo, pero me gusta el peinado. Y hasta tiene una cinta para sujetarlo. Es azul, igual que la que usa tía Zoya. ¿A que sí tía Zoya?

Los dos hermanos se giraron a la vez hacia Zoya, con la misma sonrisa y los mismos ojos brillando de ilusión, haciendo que la similitud entre ellos fuese entre graciosa e inquietante.

La vendaval suspiró. ¿Dónde se supone que se había metido? cuando no tenía que encargarse de que T/N no terminase mojada por cazar ranas, estaba intentando que Nikolai no hundiese sus barcos en el lago del palacio o en el mar.

Zoya alzó una ceja y miró a T/N, intentando aguantar su mirada. No duró ni diez segundos antes de que sus ojos iluminados por la emoción terminasen quitándole el ceño fruncido y el gesto serio ¿Cómo lo hacía?

La vendaval suspiró y hundió los hombros:

-Si, minilantsov. Una cinta igual que la mía. Un cinta en el peinado de una niña que ya debería estar en su cama durmiendo desde hace rato.

La pequeña arrugó la nariz y se cruzó de brazos de la manera más encantadora que Zoya había visto en todos sus años de general:

-Pero ya te lo he dicho, tía Zoya. Nikolai me ha prometido esta mañana que me acostaría y me contaría un cuento de buenas noches sobre piratas.

Nikolai carraspeó

-En realidad es sobre corsarios.

T/N señaló a su hermano, ya exasperada mientras reafirmaba su historia.

-¿Ves, tía Zoya? Estoy diciendo la verdad.

Los dos hermanos volvieron a mirar a Zoya fijamente, con los ojos suplicantes de antes. Volvió a suspirar ¿Por qué seguían teniendo los dos la misma mirada de cachorrito?

-Está bien. Pero quiero que se acueste pronto, Nikolai. No quiero cuentos largos.

La pequeña asintió efusivamente a la Grisha, mirando atentamente su respuesta.

-Tía Zoya, te prometo que será el cuento más corto del mundo.

El rey miró a la general: Sus ojos ya se estaban ablandando ante las súplicas de T/N. Sabía que el rostro de su hermana en estos momentos era más efectivo que cualquier tipo de persuasión que alguien podría usar ante la gran General Zoya Nazyalensky. Por eso Nikolai sonrió, sabiendo que había ganado esta ronda.

-Hecho.

Zoya negó con la cabeza y se cruzó de brazos, frunciendo el ceño, resignada mientras veía a Nikolai levantarse de su silla, estirándose después de estar horas ahí sentado y bostezando ligeramente, desperezándose. Miró a su hermana a los ojos, sonriendo, con el brillo de su complicidad tejido en el marrón de ambos hermanos.