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#APOYARSE EN EL OTRO
cristinabcn · 2 years
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PAREJAS FELICES y UNIDAS
HAPPY AND UNITED COUPLES Para ser una pareja feliz y unida, hay que CULTIVARSE y mantenerse todos los días como pareja para fortaleces los lazos y “desarrollarse juntos”. Para conseguirlo en principio hay cosas que no debemos hacer como el dejar las cosas al azar o relajarte por que crees que ya lo tienes o la tienes comiendo de tu mano. La pareja se debe cuidar mucho ya sea hablando en calma,…
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heartbpm · 2 years
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pero bueno la fic de como 50 capítulos q leí la otra vez decía en varias partes q tipo winter y spring eran parecidos pq tenían ese balance delicado sostenido en ocultarse cosas básicamente. y dsp en la mainsto parte 2 hay una clarisima division en 2 grupos q son spring-winter con el tema de chikage-hisoka y citron-guy y el grupo summer-autumn con lo de azami-kumon (y banri y kazunari y etc no importa ahora eso). me olvide q más iba a decir
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cuidemonos-juntos · 1 year
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CONSEJOS PARA ALIVIAR LA ANSIEDAD
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Mantener una buena rutina de sueño. Un horario estable, un dormitorio aislado de ruidos y luz y evitar cenas pesadas son algunas maneras de mejorar la calidad del sueño. Un sueño de calidad ayuda a controlar la ansiedad.
Comer alimentos saludables. La ansiedad puede provocar que queramos acudir a alimentos ultraprocesados para obtener una recompensa instantánea, pero seguir una alimentación equilibrada y rica en nutrientes ayuda al organismo a gestionar mejor el estrés.
Hacer ejercicio. El ejercicio regular, aunque sean 15 minutos diarios, puede aliviar el estrés liberando endorfinas, además de otros efectos como mejorar la calidad del sueño o mejorar la autoestima.
Evitar o reducir la cafeína, si notamos que nos afecta. El consumo de alcohol y drogas también puede provocar ansiedad o empeorarla: si no podemos dejarlo solos, podemos buscar tratamiento, programas o grupos de ayuda.
Llevar un diario. Llevar un registro de nuestra vida puede ser útil de varias maneras: puede ayudarnos a identificar las fuentes de estrés y puede ayudarnos a enfocar nuestros pensamientos en las cosas positivas de nuestra vida.
Apoyarse en los seres queridos. El apoyo de familia y amigos puede ayudarnos a sobrellevar los momentos más estresantes y a fomentar la sensación de pertenencia y autoestima.
Establecer prioridades. Organizar mejor el tiempo y la energía, así como evitar la procrastinación, puede mejorar la sensación de control y reducir la ansiedad.
Pedir ayuda. La ansiedad es un trastorno de salud mental y, como tal, se puede tratar. Si no se busca ayuda profesional o en personas de confianza, el trastorno puede empeorar y ser más difícil de combatir.
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jartita-me-teneis · 10 days
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Dormir sobre una cuerda fue una práctica que existió en algunas zonas, especialmente en hospederías o tabernas de bajo coste, durante el siglo XIX y principios del XX en Europa, particularmente en ciudades como Londres. Era una alternativa barata para las personas sin hogar o con pocos recursos económicos que no podían pagar una cama o una habitación completa.
El concepto era simple: en lugar de una cama, se ataba una cuerda de un lado a otro de la habitación, a una altura de poco más de un metro. Los huéspedes pagaban una pequeña cantidad para poder apoyarse en la cuerda y dormir inclinados, prácticamente colgados. Aunque no ofrecía un descanso reparador, la cuerda proporcionaba algo de apoyo para el cuerpo cansado, y muchos la preferían a dormir en el suelo frío o en la intemperie.
Esta opción de descanso era utilizada principalmente por trabajadores o viajeros pobres que buscaban un lugar donde pasar la noche. A menudo, estos sitios eran extremadamente humildes, mal ventilados, con muchas personas compartiendo el espacio, lo que también los hacía lugares insalubres.
El término “dormir sobre una cuerda” se ha convertido en una especie de metáfora para describir condiciones extremadamente precarias o soluciones temporales para problemas mayores. Esta práctica es un reflejo de la pobreza urbana en la Europa industrializada de la época.
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austxnland · 4 months
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El Círculo de Bloomsbury Victoriano: Un refugio del intelecto y la creatividad
En el corazón del Londres victoriano de 1890, en el animado distrito de Bloomsbury, un grupo selecto de pensadores, escritores y artistas se reúne en un salón de intelectualidad y creatividad sin igual. Este círculo, una precursora de los movimientos literarios y artísticos del siglo XX, desafía las convenciones de su tiempo con sus ideas vanguardistas y su estilo de vida bohemio.
El círculo se reúne regularmente en la casa de Virginia y Vanessa, un espacio acogedor decorado con los vibrantes cuadros de Vanessa y repleto de libros de todos los rincones del mundo. Estas reuniones, que se celebran los fines de semana, son conocidas por sus animadas discusiones sobre filosofía, arte y política, así como por su ambiente de camaradería y libertad.
Virginia, así mismo, está casada con Leonard, un hombre de letras que comparte su pasión por la literatura y la cultura. Juntos dirigen una pequeña pero influyente editorial, comprometida con la publicación de obras innovadoras y desafiantes. Su editorial se convierte en un refugio para autores que buscan escapar de la censura y explorar temas controversiales.
Miembros notables del Círculo sugeridos (se aceptan otros):
Vanessa: una pintora de gran talento y hermana de Virginia. Forman el núcleo emocional y creativo del círculo. Ambas mujeres son figuras destacadas por su inteligencia, su independencia y su desprecio por las rígidas normas victorianas.
Lytton: un estrafalario caballero letrado, de humor sátiro e inclinaciones sodomitas.
Dora: la devota esposa de Lytton. Talentosa pintora, pero podría decirse que pertenece al Círculo más por afiliación que por mérito.
Ottoline: una excentrica aristócrata con una gran fortuna dispuesta a ser usufructuada.
George, el poeta: un joven poeta que desafía las normas con sus versos provocativos y su espíritu rebelde.
Mary, la filósofa: una brillante pensadora que cuestiona las estructuras sociales y aboga por los derechos de la mujer.
Edward, el crítico: un crítico de arte influyente que impulsa el reconocimiento de nuevos talentos y movimientos artísticos.
Amistad y dinámicas Interpersonales:
La amistad en el círculo de Bloomsbury es profunda y sincera, marcada por una honestidad brutal y un apoyo incondicional. Las relaciones a menudo cruzan las líneas convencionales, desafiando las expectativas sociales de la época. Este grupo se enorgullece de su apertura y su disposición a explorar nuevas ideas, tanto en lo personal como en lo profesional.
Los miembros del círculo deben unirse para apoyarse mutuamente mientras enfrentan escándalos, censura y los desafíos personales que surgen de sus complejas relaciones. La editorial de Virginia y Leonard juega un papel crucial, no solo como plataforma para sus voces, sino también como símbolo de resistencia contra las fuerzas opresivas de la época.
Si alguno de estos personajes te interesa o se te ocurre alguna forma de relacionarlos con otros, estoy  un ask o un mensaje de distancia. ¡Gracias!
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shinnyscats · 4 months
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!¡ Scenario: Swiss
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Se levanta una oleada de gritos emocionados de parte del público. Sudor cayendo por tu nuca evidenciando la energía que habías puesto en el show.
Las luces se prenden y ves como los demás Ghouls comienzan a acercarse a las orillas del escenario para saludar a los fans. Tu no te quedas atrás y decides bajar de tu plataforma para reencontrarte y bromear con fans, en donde dedicas algunas sonrisas y besos que hacen gritar a la audiencia, los cuales sacaban fotos y grababan videos que pronto verías en foros.
Algunos fans comenzaban a señalarte. Tu ríes, no sabiendo a qué se referían, aunque pronto te das cuenta de a qué señalaban, o mejor dicho, a quien señalaban.
Sientes dos antebrazos apoyarse en tus hombros, generando la suficiente presión para que caigas y te sientes sobre tus rodillas. Giras como puedes la cabeza y te encuentras con la sonrisa brillante de Swiss, quien te miraba con unos ojos que comunicaban, silenciosamente, que iba a molestarte. Siempre transmitía ese irritante mensaje.
Sin salir de arriba tuyo, él agarra fuertemente tu mascara y la acerca a su rostro. Sin previo aviso, recibes un largo lenguetazo en el lado izquierdo de tu mascara. Frunciendo tus cejas, tu hombro busca ágilmente su punto débil del abdomen para liberarte, pero era tarde. Tu mascara estaba babeada, y los fans extendían sus celulares mientras grababan todo lo ocurrido y gritaban emocionados. Los Ghouls que se pércataron de lo ocurrido estallan a carcajadas, y al mismo tiempo Copia giraba a ver a la audiencia con una expresión decepcionada, asqueado por las acciones del Ghoul.
Swiss se levanta rápidamente y se aleja queriendo escapar de otro golpe. Su risa manifestándose al salir de su boca en tanto saludaba a fans. Ibas a devolvérselo, y no tendrías piedad..
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yunaruuzu · 6 days
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La historia jamás contada (digimon)
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Todo inicia con algo, bueno, malo, pero esta historia se inicia con los sentimientos de Ophanimon. ¿por que?, ¿Qué tiene de relevante iniciar con ella?, mucho como se podrán imaginar, ella es una pieza fundamental en esta historia aunque en ángel guardián no se le ha visto demasiado. Algo que quiero aclarar es que los misterios que esconde el otro finc tienen mucho que ver en este, el porque hay muchas piezas desordenadas, el porque tantos vacíos, el porque muchas cosas no están muy claras que digamos y las notas raras que Taichi tiene que descifrar a menudo para entender eventos del pasado que no recuerda y que sus amigos no le han contado, ni siquiera los digimon con los que se ha relacionado y la razón por la que esta siendo entrenado de "nueva" cuenta.
Aunque para todo esto hubo una larga reflexión.
SIPNOSIS:
Perdido, desorientado y con fragmentos de memoria para apoyarse, Taichi se embarca en la búsqueda de su pasado con extraños acontecimientos persiguiéndolo en un lugar completamente desconocido para él y Agumón, sin saber que lo había provocado y porque razón estaba embarcado en esta extraña lucha que había sido manipulada desde las sombras. En Odaiba sus amigos y Hikari hacen por encontrarlo mientras tratan de resolver los conflictos actuales por los que esta pasando el digimundo y el mundo humano poco después del descenso de Ken Ichijouji como el emperador de los digimon.
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Nota para futuros capítulos:
# El destino suele ser muy caprichoso, pero el tiempo lo es todavía mas, pero... ¿Quién es el que tiene el verdadero control de el si se retuerce y cambia de dirección por unas incautas manecillas de reloj? (este escrito trae mas de lo que parece a simple vista)
Nota número 2: La historia esta tanto en fanfiction como en wattpat
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¿Qué estarías dispuesto hacer por amor?, ¿te has marcado limites o te han mencionado cuales son los límites a no superar?, ¿por qué alto tan preciado es extravagante y adictivo?, los humanos son los que lo comprenden, pero…aun así…
¿Por qué piensan hay quienes no están destinados a ser amados?
Ophanimon no lo sabía, más eso para ella era lo que los hacia más extravagantes.
Ella se ha enterado por algunos digimon lo que piensan con respeto a su curiosidad por los humanos, le advierten que convertirá en una obsesión y que por eso debería darlo por olvidado.
Mas en su obstinación no hace caso a sus comentarios, dado que no hay espacio para ellos. De todos modos, les hace creer que se abrumo por ellos y permaneció días encerrada en una habitación "reflexionando" al respecto. Cherubimon quien mas se preocupaba por su situación le llamaba y traía alimentos a la puerta, gracias a él su falsa condena convenció a Seraphimon de que se había arrepentido de abrir paso a su corazón su descomunal interés por los humanos.
Aunque en las horas que pasaba sin que Cherubimon acudiera a su puerta, e incluso después de salir completamente renovada de su habitación, no podía evitar rememorar la conversación que tuvo con una humana que sin darse cuenta le había cautivado al grado de querer inmiscuir más sobre el amor.
Aun si conocía sobre el amor desde el punto de vista de los digimon, sus deseos por aprender del lado de los humanos son genuinos y hasta cierto punto puros para la humana que no tuvo problemas por contarle mas al respecto, pese a que en su inocencia no supo explicarle cuales eran los limites y sus consecuencias a futuro sino tenía un control sobre estos.
Entonces antes de que la humana recapacitara en sus acciones, ocasionalmente dejaron de encontrarse. Fue un poco lamentable en el caso de Ophanimon que su nombre permaneciera en secreto, incluso después de su partida, mas eso la motivo a dedicarse a trabajar su investigación a escondidas de Cherubimon y Seraphimon.
Con el paso de los meses y al ir reuniendo más información sobre el amor de otros humanos que iba conociendo en su investigación, fue desarrollando sentimientos burbujeantes que sentía que se desbordaban a cada minuto que era mas consciente de ellos, de como la llenaban de felicidad y al mismo tiempo de un vacío porque no hallaba en que focalizarlo sin que se sintiera obligada a guardar las apariencias.
Además, ¿qué tipo de amor sería el que entregaría?, aquella pregunta se asemejaba a una gruesa pared. Estancada no tuvo de otra que volver a recurrir a lo humanos, sin embargo, los resultados que esta ves le arrojaron dejaron de serle útiles después un determinado número de intentos.
Cuando estuvo por cerrar los ojos a sus deseos por la decepción que se había llevado, al imaginar que su amor solamente se quedaría estancado, apareció.
Ophanimon estaba radiante de que su mundo comenzara nuevamente a moverse. La forma en la que apareció fue tan espontanea y llameante que sentía que su corazón quemaba, incluso al tocarlo sentía la enorme necesidad de protegerlo, de abrazarlo, de sanar sus heridas. Con verlo ya sabía que forma tendría su amor al que moldeo con toques maternales con los que sinceramente se sentía extasiada por lo que se negó a desperdiciar sus tiempos con él, e hizo por mejorarse a ella misma con tal de agradarle.
Conforme más lo trataba mas se convencía que estaba por el camino correcto, él humano era un joven risueño y carismático, tímido en ocasiones, sincero en sus palabras, atento, la apoyaba en lo que estaba a su disposición junto a su compañero digimon. Aunque la razón por la que lo habían traído distanciaba de un humano ordinario, y temía que en cualquier instante fuera incompatible con su lado digimon, no evitaba que sus días giraran entorno a él.
Mala fue su fortuna la vez que Seraphimon le llamo la atención. Todo había empeorado desde ese instante.
—"Se que nuestra responsabilidad es entrenarlo, pero ¿no estas muy pegada a él ultimadamente?, el sigue siendo un humano de todos modos, acabara marchándose como el resto"
—"Solo hago lo que me corresponde, tu mas que nadie conoce la responsabilidad que nos han dejado. No es mi culpa que aprenda más de mí que de ustedes"
—"Ophanimon te lo digo en serio, por tu bien, será mejor que no te involucres demasiado con el humano, he visto como le has tomado cariño, a mí no puedes engañarme"
—"¿Qué tiene de malo tratarlo como uno de los nuestros?, ¿te recuerdo por lo que ha pasado?"
—"Lo tengo bien en mente, pero temo por ti, acabaras lastimada y eso es algo que ni Cherubimon y yo queremos ver"
—"Te garantizo que así no será, él será diferente, lo sé, creo en él"
—"Espero que así sea, de lo contrario al humano solo le aguardara tragedia tras tragedia y tu serás la causante de eso y del tormento con el que vivirás por el resto de tu vida"
Con aquel sentimiento burbujeante cargando y su impaciencia por demostrarle a Seraphimon que no seria lastimada, y que su predicción solo seria otras mas sin cumplirse, se esmero todavía mas en acercarse a su humano favorito. Un humano al que había convertido en un hijo desde el lente en que lo veía a menudo.
Quizás si tenia una obsesión como le decían, más eso era algo que poco le importaba.
Lo protegería.
Le amaría
Y escucharía sin pereza cada una de sus aventuras.
Sería la mamá perfecta que lo guiaría por el camino correcto.
—"¿Aprender a cocinar?, ¿eso es lo que quieres hacer?" —pregunto el humano sorprendido en una mañana soleada.
—"Si, ¿hay problema con eso?"
—"No, no, es solo que me sorprendiste, no esperaba que yo pudiera enseñarte"
—"Entonces… ¿Comenzamos?" —pregunto curiosa, siendo una de los tantos atrevimientos que se tomo durante la estadía del humano en el digimundo.
No obstante, como fue de esperarse pequeños brotes vacíos continuaban saliendo, dudas, necesidades que satisfacer, una de estas solía ser que le llamara mamá. El imaginar que lo pronunciaba la llenaba de anhelos, aunque sabia que él ya tenia una a quien le daba obsequios, la rodeaba de abrazos, y con la que compartía eventos de su vida de los que ella se perdería seguidamente.
El reconocer aquellos factores volvía sus noches sombrías y de sabores amargos. Le dolía no ser a quien le pediría quedarse con ella porque tenía miedo o por mero capricho, que la visitaría al ya ser muy requerida su presencia.
¿Por qué no podía ser su hijo y no de la mujer que aguardo nueve meses a que naciera?
Si él fuera su hijo, entonces su circulo de la felicidad estaría completo.
¿Por qué se volvía loca pensándolo?
Nuevamente no lo sabia, pero una parte de ella sabía que no estaba bien y que debería dejarlo ir, que no debería aferrarse a esos sentimientos porque lo dañaría.
Le enfermaba esa lucha constante, esa parte racional le decía que un digimon no debería codiciar lo que no es suyo, y no estaba capacitada para afrontar esas emociones complejas, sin embargo, ahí estaba dispuesta a no soltarlo porque se arrepentirá, porque con su partida sabe que su destino será corromperse.
Si estaba cayendo, esperaba que el humano la sacara de aquel abismo...
Una mañana ya no pudo mas, apresurada y presa de sus deseos lucha por asegurar su lugar como su madre haciendo lo impensable, aunque al principio haya iniciado con cierta duda interna. En la quinceava reunión de sus clases de cocina fue la primera en llegar, con la siniestra cautela con la que se le caracterizaba preparo paciente el escenario que le ayudaría a impulsar sus sueños, agrego elementos extras y discretos en los alimentos sin adulterar, no dejo que interfirieran en su corto tiempo a solas.
Llegar a esos extremos debería ser repulsivo, mas ella desechaba esos pensamientos cuando lo vio entrar con los utensilios de cocina que "casualmente" olvido traer consigo para que prepararan juntos algo exquisito como agradable a vista. Claro, si le ofrecían probarlos ella no daría el verdadero bocado.
Recurrir a tales extremos para repercutir en la memoria del joven humano valdría la pena si su papel de mamá esta asegurado. Lo desagradable fue las veces que a lo que lo sometió sin que estuviera enterado de que fue lo que lo motivo a tuviera que pasar por aquel insano procedimiento.
Gradualmente los resultados dieron positivos.
Recogía los frutos y estaba presente en cada instante en que el humano, "su hijo" entraba al digimundo, aunque todavía no lograba que le llamara mamá le consolaba lo distante que parecía estar de los otros humanos. Lo perdido que estaba y que ella solía ser quien mas lo apoyaba, por lo que naturalmente se gano su completa confianza al grado de que se sentía mas tranquilo en el digimundo que en su mismo mundo.
—"A veces pienso que me gustaría quedarme aquí por mas tiempo, aquí mis cargas no son tan pesadas, y no tengo porque ocultarme creyendo lo que hago esta mal todo el tiempo"
—"Podrías si quisieras, sin embargo no te sentirías bien contigo mismo" —le contestó de vuelta, pese a que se sentía muy hipócrita al no decir que preferiría que abandonara su mundo y se quedara en el de ella, o que ocultaba el brillo ambicioso que le cubría los ojos por debajo de la placa de metal mientras se extendía una diminuta sonrisa relativamente maliciosa por sus labios perfectamente carnosos y rosados.
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Después de la tormenta [FIC] [ESP] Agatha x reader
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Han pasado AÑOS desde la última vez que escribí un fic, espero que lo disfruten y descuiden, esto no va a ser un caos todo el tiempo. Agatha ama a reader en todos mis universos.
Después de una amarga situación que te hizo replantear la relación que tenías con Agatha, decidiste terminarla el mismo día de Nochebuena. No fue algo de lo que te enorgulleces ni algo que te hacía feliz pero sentías que no tenías otra opción mientras que Agatha, de un modo u otro, hace algo que no te esperabas viniendo de ella: tratar de salvar la relación que tú diste por expirada. Al parecer hay facetas de Agatha que aún no conocías, ¿le darías otra oportunidad?
TAGS: Angst, Fluff, ruptura, intento de reconciliación, problemas de confianza, celos
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¿Un repuesto?
Te desvelaste pensando y llorando en silencio sin ser capaz de hacer un mínimo esfuerzo para pretender que el episodio de llanto de la tarde era algo que quedó en el pasado. No pudiste abrazar a Agatha, ni siquiera acercarte a ella, no quisiste que ella se acerque a ti, ya habías soportado suficiente humillación cuando tuviste que hacerlo a las 5:00 pm mientras la veías y escuchabas llorar amargamente porque recordó a una amante del pasado que murió asesinada a manos de unos cazadores de brujas muchos siglos atrás. Viste los segundos pasar en el reloj antiguo pegado en su pared, viste los adornos que tú misma colocaste en sus paredes con su permiso aunque no le agradaba la navidad, y te tragaste tus lágrimas porque no querías causar más sufrimiento, pero por dentro sentías que ella te daba una enorme bofetada, especialmente cuando decía cosas que no hacían más que seguir lastimándote.
- Te amo...pero...la extraño.- Decía Agatha entre lágrimas, con su cabeza enterrada en tu hombro y tratando de apoyarse en tu cuerpo.
Esa fue la gota que derramó el vaso. Tal vez su intención no era hacerte sentir que te desmoronabas en el sofá de la sala, pero daño ya estaba hecho. No había vuelta atrás, algo dentro de tí te pedía, te exigía a gritos que esa relación estaba basada en mentiras y debía terminar de una vez por todas, por tu propio bien. No deseabas seguir en un lugar donde no te sentías amada y apreciada, donde eras sólo un repuesto barato de Ikea, y Agatha se la había pasado de un humor espantoso, quejándose de cada mínima inconveniencia una y otra vez desde que empezó la época navideña. Aquel comentario fue la cereza en el pastel, algo que te hizo despertar de un momento a otro y sentir la necesidad urgente de tomar una decisión. Hablarías con ella, le dirías que ya no deseabas continuar la relación y te irías de su casa a tu viejo apartamento a (intentar) volver a seguir con tu vida. Buscarías algún hobby, tal vez, el tejido a crochet, o alguna otra actividad que te permita canalizar la inmensa tristeza y la amargura que te empezó a torturar desde aquel episodio.
La extrañaba, eso significaba muchas cosas para ti, y ninguna fue tomada de un modo "razonable". Ella deseaba que aquella mujer estuviese presente en aquel momento, deseaba verla, y tal vez hasta decirle cosas que te hagan sentir apuñalada. Ese hechizo de tortura que Agatha usaba contra sus enemigos vino a tu mente, y te preguntaste si así se sentiría ser torturada con magia. 
No le dijiste más que un débil y apagado "lo sé" mientras tus manos se posaban en su espalda y esperabas que la tortura se acabe. Habalr con ella sobre el fin de la relación no era la mejor idea en aquel momento, así que decidiste esperar a que pase la noche. Fue la noche más incómoda que pasaste junto a Agatha Harkness desde que empezaron a salir, jamás pensaste que sentirías un rechazo tan fuerte hacia su persona, era algo que no podías controlar, te sentías herida y no había gesto o palabra que te haga sentir ese cariño que se fue agotando hasta ese día.
Recordaste que unos días atrás fueron a tomar un café a un lugar muy bonito, sólo para sentir un poco de aire fresco como de costumbre, y al salir viste unos guantes que te atraparon apenas tus ojos los encontraron. Eran tejidos, de un suave lila y con bordados de copos de nieve por todas partes. "¡Agatha, mira!" le dijiste, mientras tomabas su brazo, pero tu entonces novia sólo les lanzó una mirada desdeñosa y te dirigió de vuelta al camino a casa "tienes un montón de esos en otros colores, que podrías armar tu propia tienda" dijo secamente, haciendo que la sonrisa en tu rostro se borre como en esas pizarras infantiles.
No tenías idea de que diantres le sucedía, sólo sabías que a Agatha no le agradaba la navidad y trataste de respetar sus deseos dejando de mostrarle cosas relacionadas a ello. Sin embargo, Agatha te permitió una pequeña celebración con pavo y champagne, y te dejó decorar su sala (sólo su sala) mientras ella se iba a trabajar al sótano. Te sentías algo incómoda, no podías negarlo. Agatha fue la que te propuso vivir juntas en su casa y recuerdas bien haber oído que todo, a excepción de su sótano, lo estaba compartiendo contigo. No entendías qué pasaba por su mente en esos días, y supusiste que el llanto por aquella mujer con quien estuvo en el pasado tendría algo que ver con la época. De todos modos, una fuerza indescriptible te llamaba constantemente a dejar todo y volver a tu lugar. A tu vieja casa, lejos del estrés, el sufrimiento, la amargura y la inseguridad que sentías.
Llegó el día siguiente, y era nochebuena. "¿Qué tendrá de buena en este momento?" te cuestionaste, y armaste un plan de acción. Como lo imaginaste, Agatha bajó al sótano después de decirte un débil "hey, buenos días cariño" y tú empezaste a organizar todo. Sacaste de debajo de la cama matrimonial tu vieja maleta con la cual llevaste las pocas cosas que tenías a casa de Agatha, antes de que Agatha multiplique todo con regalos que te dio incluso fuera de fechas festivas o tu cumpleaños. Guardaste todo lo que pudiste. Lo más importante, algunos objetos como libros, cofres con joyas, abrigos hermosos que te regalaba cada invierno, y algunas piedras preciosas que te regaló a inicios de la relación y conservabas en tu propia cómoda (la cual fue también un regalo de Agatha). 
"Oh, mierda" pensaste. Agatha te había obsequiado más del 50% de lo que poseías en el momento, pero tu mente inmediatamente te hizo volver a la realidad con la sugerencia de que tal vez fue alguna estrategia de manipulación, o fue lo que los mortales de hoy en día suelen llamar "love-bombing".
Tal vez hiciste mucho ruido, o Agatha Harkness era una bruja más astuta de lo que creías, porque a la mitad del paso 1 de la operación "deja a Agatha y para de sufrir" la bruja subió con prisa desde el sótano. Su expresión de confusión y angustia la delataban, Agatha sospechó rápidamente que algo no andaba bien, cosa que tú hiciste al comienzo del mes.
Agatha seguía despeinada, su cabello seguía igual de alborotado que en la mañana pero ya no llevaba puesto el camisón púrpura, lo cambió por un suéter del mismo tono y unos pantalones negros con botas que hacían un ruido fuerte al subir las escaleras.
- ¿T/N?-Preguntó Agatha, con la expresión de quien ha visto una mancha de chocolate caliente en su alfombra nueva. - ¿Qué crees que estás haciendo?
Cuando Agatha usaba ese "qué crees" en una pregunta, significaba que ella ya sabía la respuesta, que la tenía frente a sus ojos, pero deseaba que tú seas quien se lo diga.
Diste un largo suspiro. Comenzaste a tener palpitaciones.
- Agatha. - Dijiste, con un tono apagado. - Tenemos que hablar.- Continuaste tratando de sonar firme, con la espalda muy erguida y la cabeza muy en alto. Te sentías un personaje importante de una serie de época con un vestido de la era victoriana, a punto de causar caos en la historia universal por un simple capricho.
Pudiste ver cómo los labios de Agatha se separaron por un momento, como si tratara de decir algo pero a último minuto decidió no hacerlo. Su mirada denotaba mucha tristeza, jamás habías visto así a la mujer de la que una vez te enamoraste perdidamente. Su ceño fruncido y sus ojos acuosos te fulminaban, pero ya no había marcha atrás.
Cruzó los brazos.
- Voy a ser sincera contigo, Agatha. - Empezaste. Tomaste aire. - deseo terminar la relación y marcharme. No deseo más seguir aquí...
Agatha frunció más el ceño, su rostro se iba tornando ligeramente rosa. - ...Contigo
- Por qué - Preguntó secamente, parecía estar exigiendo una respuesta. 
- No...no me siento cómoda aquí. No me siento cómoda, querida, respetada y apreciada contigo.- Soltaste lo que para Agatha pareció ser un balde de agua helada justo en su cabeza. Tu tono también fue firme, aunque titubeaste un poco al inicio. - Por eso...por eso alisto mis cosas y me marcho hoy mismo.- Intentaste que tu voz no se quiebre pero no pudiste evitarlo, hubo un tono muy agudo en las últimas palabras.
Hubo un silencio incómodo en la habitación, pero Agatha lo cortó de un momento a otro.
- Así que te sientes incómoda, no querida, no respetada, y toda esa palabrería posmoderna, pero no se te cruzó por la mente, siquiera un segundo, discutir esos temas conmigo en lugar de sólo agarrar tus cosas y largarte? - Dijo Agatha mientras empezó a dar unos pasos por la habitación tratando de procesar lo que acababa de escuchar. Agatha sonaba furiosa, pero sus palabras no te doblegaron, tú estabas decidida.
- Sí. Pero eso no es todo - Dijiste solemnemente, mirándola a los ojos. Te rompía el corazón verla así, a pesar de que ya no sentías ese afecto y esa admiración hacia ella. Agatha te cortó soltando algo que para tí sería un poco más difícil de abordar.
- Déjame adivinar...¿tiene este teatro algo que ver con lo que pasó ayer en la sala? - Agatha dio en el blanco. Siempre lo hacía, y eso empezó a ser molesto. Antes aquello era algo que te fascinaba y te hacía sonrojar cada que la escuchabas "adivinar" lo que harías o dirías.
- Sí - Te sentías en un interrogatorio policial, con el deber de decir toda la verdad, y nada más que la verdad. - Y no es un teatro, Agatha. Lo siento, pero ya no deseo continuar con esto, para mí esto se ha roto y lo único que quiero en este momento es irme. - Tu voz se empezó a quebrar de nuevo y tu respiración se hizo agitada. - Quiero dejar de ser un repuesto.
- ¿Un QUÉ?- Gritó Agatha, indignada. - Algo me decía que me reclamarías sobre lo de ayer, cuando noté que ni siquiera pusiste a descongelar el pavo noté que algo no andaba bien, pero ¿esto? ¿esto, T/N? - A Agatha se le asomaban las lágrimas y una muy delgada empezó a correr por su mejilla, cayendo en su suéter púrpura. ¿Estás termimando conmigo y echando a la basura dos años de nuestra relación por algo que tiene arreglo?
- No tiene arreglo, Agatha.- Respondiste, con un tono que Agatha podría calificar como altanero. - Se acabó. 
El rostro derrotado de Agatha te había partido en mil pedazos, pero como a veces oías de otras personas, cuando las cosas ya no dan para más, lo más sano es ponerles un fin.
- ¿Tienes idea de lo que estás haciendo, T/N? ¿De lo que estás causando? No puedo creerlo, ¿Un respuesto? simplemente, wow. Estoy...no sé cómo proceder.- Dijo Agatha, muy alterada. - Pero sí sé algo, sé dos cosas. La primera es que no estás usando la cabeza, creí que tú no saldrías con estas ridiculeces, y ¿sabes cual es la segunda?
No respondiste. Agatha soltó una risa burlona.
- Parece que elegiste el peor momento para hacer tu rabieta, porque justo en este mismo instante hay una tormenta de nieve y si no quieres morir afuera vas a tener que quedarte aquí, con la bruja malvada que supuestamente no te ama, no te aprecia, te dejó decorar su casa, pero no te aprecia, te cuidó cuando enfermaste todas las veces y se quedó contigo en las noches, pero no te ama. Buena suerte soportando la noche. ¡la pobre y triste T/N!
Aquel comentario te llenó de una ira irrefrenable, y estabas lista, con la respuesta en la punta de tu lengua.
- ¡Quién dice que voy a pasar aquí la noche!- Exclamaste. Cerraste tu maleta a medio armar y fuiste lo más rápido que pudiste hasta la puerta de entrada. Agatha apareció justo frente a ti, intentando detenerte y con una mirada de decepción que jamás viste en sus ojos. Te tomó de los hombros
- Agatha, ¡SUÉLTAME!- Gritaste.
- ¿Crees que voy a dejar que mueras allá? ¿Eso es lo que realmente piensas de mí, en estos años?- Te contestó Agatha. Tú forcejeaste, ya habías roto en llanto y sólo querías liberarte de sus fuertes manos. "¡SUÉLTAME, SUÉLTAME!" Hasta que pudiste liberarte y sin pensar en nada más que alejarte de ella, saliste de su casa.
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smileflowcr · 2 months
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Derek, ¿alguna vez sentiste que Sakmin no podría ser tu hijo? ya sabes, Wonnie estaba pequeñita cuando la conociste, pero Sakmin recuerda bien a su otro padre biológico, ¿sentiste que no podrías amarlo ni ser amado por él como si fuesen de la misma sangre?
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No es la primera vez que le preguntan aquello, recuerda cómo su familia puso en duda la decisión de formalizar su relación con Sakwon y ser otra figura paterna para los Jun. Por supuesto, le dio todo el tiempo para que el mayor se acostumbrase a él, sin invadir su espacio personal pero compartiendo tardes de dibujos animados, juegos o algo más hogareño como hacer galletitas con diferentes formas, terminando con harina en todo el rostro. "Nunca quise ser un reemplazo de su otro padre... sino alguien en quien pueda confiar y apoyarse cuando lo necesita." las noches donde Sakmin no podía dormir y requería de un cuento y abrazo, las ocasiones donde Derek se desvelaba a su lado cuando estaba enfermo o las veces que jugaban a ser fantasmas con sábanas blancas encima junto a sus hermanos menores, son recuerdos que atesora y que no olvidará nunca. "La primera vez que Sakmin me llamó papá estuve llorando durante horas, ahí supe que nada ni nadie podría romper nuestro vínculo. Quizás no lo tuve en mi interior, pero tanto mi amor por Wonnie como por Sakmin es algo que creció poco a poco, fortaleciéndose con el tiempo. Me siento realmente afortunado de ser parte de sus vidas y ver cómo crecen, son los mejores hijos que puedan existir."
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¡Para Erynn! 3, 9, 10 y 16.
3. How does their social personality differ from how they act when they’re alone?
Cuando está con otros se muere por parecer más entera de lo que está, ya sea con sarcasmo y chistes y lo que cree que es un wit genial, buscando caer bien, o, en el raro caso en el que las cosas la sobrepasan, poniéndose agresiva. Siempre tiene que estar por sobre la situación y siempre tiene que estar bien. Cuando está sola es quince veces más aburrida, y no hay mucho más. Es una nerd at heart y está muy cansada, así que, si no hay público, se vuelve para sí misma mucho más.
9. Do they have a word or phrase that they tend to overuse?
Chistes malos. Ironía que cree super inteligente pero es más annoying que otra cosa. Preguntas retóricas y cinicas. Ah, ¿sí? Pf.
10. What is a weird quality that they have (ie their hands are always cold, they’re always hungry, they snort when they laugh, etc)?
No se considera una persona artística porque nunca se le ocurrió indagar en ello, pero le encanta hacer garabatos y dibujitos estúpidos. Un poco por aburrimiento (o por el adhd), un poco como práctica durante su época de aprendiz de portales, otro poco porque sí. No es raro verla con los dedos manchados de tinta.
16. How has their childhood affected the way they view an aspect of their life (people, education, society, themselves, etc)?
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Erynn vive con terror al dolor y a la pérdida, porque pasó ambas cosas y no pudo manejar ninguna. Pasó por la muerte de sus padres, pasó por el abandono del hermano mayor que había quedado en ese lugar paternal del primogénito, pasó por la pérdida de lo que había sido el hogar familiar (porque se rompió, y porque ella terminó de enterrarlo), y más adelante por la pérdida de Lanraen, que terminó de matar la esperanza de que las cosas fueran distintas.
Todo lo que hizo hasta ahora es para evitarse volver a sufrir. No busca vínculos cercanos porque definitivamente va a perderlos, no se atreve a alejarse de Ghaller porque si lo hace va a perderlo o no se atreve a enfrentarlo con ciertas cosas por el mismo miedo; no vuelve a casa para no recordar a sus padres, se obsesiona con lo académico para tener algo en lo que apoyarse. Recién ahora está aprendiendo a enfrentarse las cosas en lugar de tratar de vivir en una burbujita de cristal y a la idea de que no hay catástrofes a la vuelta de cada esquina, pero es un miedo terriblemente arraigado que va a tardar bastante en sanar.
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crdblog · 10 months
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Nunva entendi como se ama o se es amado
Lo que vi en mi niñez no se si era amor o simple compromiso
Las relaciones se intentan y se preocuran
Pero yo soy demasiada lucha
Entiendo que te guste lo lindo que ofrezco
Siendo del todo honesta, lastimosamente yo soy una persona dañada
Calle muchas luchas y las escupo al primero que quiere escucharlas
Quieren mi lado divino pero soy un paquete completo que viene con peso de 23 años sin abrigo ni un camino bien escrito
Y no estas preparado para aceptar ese lado
Y yo sigo sanando y buscando como parar la nube negra que aparece en medio tiempo
No es fácil ni rápido el proceso
Pero viene conmigo
Según entiendo solo te gustan las noticias buenas
Te voy a fallar por que vine fallada en la producción de esta muñeca de fabrica
Me falta sanar y aunque sane seguiré siendo un ser humano con bajones y caídas que no van a ir contigo
Yo quiero estar con alguien dispuesto a aceptar lo integro de mi interno y hasta mas, hasta los huesos rotos, las preguntas repetitivas e inseguras, hasta los problemas del futuro sin enojarte por que soy un ser humano que se sigue construyendo y derrumbándose una vez mas
Lo mas lindo de formar una conexiono es conocer la vulnerabilidad y debilidad del otro, apoyarse y ver como cae al hoyo sin hacer mero, cero o gritos por como fallo de nuevo,
No un espina mas como son los demás
Probablemente yo sea mucho que aguantar, difícil, explosiva, el fuego calienta pero también quema si no se sabe controlar
Yo no se quien es tan valiente como para querer estar conmigo, quien va aguantar a una mina depresiva y suicida, boicoteada, sensible y tóxica cuando reclamo que me duelen no poder ser quien quiero ser
Yo sinceramente creo que no estoy lista para vos, yo no estoy lista para una relación, yo no puedo lidiar con una persona que no me acepta sabiendo que yo me estoy sanando y aun así echa limón a mis heridas al darle critica a la vulnerabilidad y sensibilidad que me caracteriza
No estoy orgullosa de ser tan débil, pero que me odies por eso es por que no estas listo para aceptar por el paquete completo
yo busco mi camino y me sano
Tengo muchas historias que contarte sobre mi
Mi vida
Mis errores
Mis traumas
Mis caídas
Cosas simpáticas
Pero no se si estas listo por que hasta ahora solo me sentí rechazada por que no queres aceptar muchos lados míos, por que soy un ser humano, y un ser humano conlleva imperfección, bajones, historias tristes, subidas y bajadas, y si queres alguien que sea solo amor, búscate una mascota, pero yo no puedo ser solo sonrisa, pasión y colores, perdón por no ser la idea que querías, yo también quise pero sigue lloviendo y no se cuando va parar este clima.
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meiglasees25 · 4 months
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Injusticia académica
En nuestra vida de estudiantes, cada alumno tiene altos y bajos, algunos nos especializamos en algunas materias y otros fallamos en otras, pero algo que tenemos en común es que todos necesitamos el apoyo de nuestros profesores, entonces ¿Qué pasa si los maestros nos desprecian? ¿Porque algunos no quieren ver nuestro potencial? ¿Porque solo se limitan a quedarse con las alumnas "estrellas" del salón?.
Muchas veces nosotras como alumnas intermedias hacemos nuestro mejor esfuerzo para sobrevivir nuestro año escolar con las mejores calificaciones. Queremos formar parte del campo de visión de los profesores. Que cuando un docente necesite, comprobar, verificar o aclarar algo no solo le pregunté a la mejor de la sección, ¿Porque no preguntarle a una alumna promedio? ¿Acaso los profesores me están queriendo decir con sus acciones que no tengo la misma capacidad que ellas?. Eso no me parece correcto, si me preguntarán sobre alguna clase respondería sin problemas, la nota de mis exámenes no define mi nivel de conocimiento ni que tan inteligente soy, muchos dicen que los exámenes definen el rango de atención que los alumnos ponen en las clases, pues déjenme decirles esto es erróneo, muchas de las alumnas intermedio ponen atención en clases, preguntan y se esfuerzan por comprender el contenido, pero esto es difícil porque en ellas también influyen otros factores que se presentan a lo largo de su vida diaria como por ejemplo familia, actividades, problemas, entre otras cosas, si nos ponemos a pensar muchas de las niñas que tienen excelentes calificaciones no hacen más que estudiar y dejar de lado toda su vida pero como dije anteriormente esto es en la mayoría de los casos, cada alumna tiene sus propios problemas y sus propios impedimentos a lo largo de su vida escolar, es por esto que no podemos juzgar por medio de una calificación qué tan inteligente o qué tan buena alumna es  una estudiante. Pero con seguridad les puedo decir que los profesores actualmente tratan con una especie de desprecio a los demás alumnos que tienen promedios menores de nueve, y me refiero a las actitudes como, preguntarle cosas a la mejor del grado, basar sus decisiones en lo que dirán las alumnas estrellas, en solo elegir para los actos o actividades del colegio a las de calificaciones más altas, esto de cierta forma hiere y baja el autoestima de las demás alumnas que trabajan duro y no son reconocidas. Qué horrible es pensar que tan solo un decimal en nuestra boleta de notas nos definirá como persona y cómo nos tratarán los maestros a lo largo de nuestra vida escolar.
Antes de concluir hay que decir que no siempre podemos ver lo malo en los maestros, algunos buscan apoyarnos y nos dan una oportunidad. Tenemos que recordar que también los maestros viven en un gran estrés cada día y muchas veces esa es la razón por la cual buscan apoyarse constantemente en las más aplicadas del grado, pero eso no cambia el propósito de este texto y de mi pensamiento principal el cual es que por lo menos confiar y ponerle atención a una alumna promedio no les hará ningún daño o perjudicación en su trabajo ya que ellas también son estudiantes que están ahí para aprender y hacer crecer sus conocimientos.
Esto es un ensayo que escribí antes de terminar la escuela, desde entonces he querido hacer un blog, espero que les guste🤭
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tetha1950 · 7 months
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Canal de poder...
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Esta fuerza operó en Cristo, resucitándolo de los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad, poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero. Efesios 1:20-21 
Nunca descubrirá lo que Dios puede hacer con usted hasta que salga y emprenda alguna actividad. Entonces descubrirá Su poder. ¿Cuáles son algunas de las cosas maravillosas que este poder puede hacer? Primero, este poder nos permite encarar nuestros miedos y heridas interiores. Mucha gente está encerrada en la esterilidad porque habita en su pasado. También le ayuda a conocer su pasado y a reconocerlo. Pero, una vez que usted sabe qué cosas le hicieron tomar un mal camino, también tiene que recordar que las Escrituras dicen que hemos de olvidar las cosas pasadas y seguir adelante, porque somos criaturas nuevas en Cristo Jesús. Ya no somos lo que una vez fuimos y, por tanto, podemos dejar de lado el pasado, una vez que lo hemos encarado y visto su impacto sobre nosotros. Día a día empezamos a caminar con Dios como sus hijos creados de nuevo. Descubriremos que este poder nos capacitará para superar todas las disfunciones de un pasado malo.
Segundo, es poder para abandonar los malos hábitos. Conozco a cristianos que aún están atados a hábitos que los sujetan con puño de hierro: alcoholismo, drogadicción, mal carácter, prácticas lujuriosas y malas actitudes. Aquí hay un poder que le hace capaz de decir ¡No! a estas cosas, y a seguir diciendo No. Puede romper el dominio de estas cosas sobre nosotros. Es poder para restaurar las relaciones rotas. Puede haber miembros de su familia o amigos con los que no se habla desde hace mucho tiempo. Puede estar amargado por alguna experiencia que tuvo hace mucho y no querer perdonar jamás a alguien por lo que le hicieron. Aquí hay poder para perdonar, poder para recordar que usted ha sido perdonado. Por lo tanto, usted puede perdonar y puede sanar esas relaciones rotas y dirigir una palabra de aceptación a alguien que ha estado distanciado de usted.
Finalmente, es poder para acercarse a otros para ayudarles en su necesidad. Es poder para responder al dolor de la gente que le rodea y para dedicar tiempo a atenderles. Esto es lo que hace que una iglesia funcione en la sociedad de la manera en que Dios tenía intención que lo hiciera. La iglesia es el gran canal de Dios a través del cual fluye todo Su grandioso poder.
Señor, gracias por el poder para encarar mis miedos internos, para abandonar malos hábitos y para acercarme a las personas necesitadas.
   Aplicación a la vida ¿Está listo para apoyarse en el poder de Dios, para experimentar cambios dentro de su corazón y en su comportamiento y para acercarse a otros que necesitan ayuda?
(Ray Stedman).
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rubimoon45 · 5 months
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SUMMER´S LOVE
Pareja: Helion x fem!reader
Sinopsis: Calliope es prima del Alto Lord de La Corte de Verano, y una princesa de Verano. Cuando la amenaza cae sobre el continente y deben liarse, a ella solo le preocupa una cosa.
Parte: I, II, III, IV
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Estaba en la playa esa mañana, ayudando a una de las tortugas a desenredarse de una red que los pescadores habían lanzado al agua una vez completaban su trabajo en alta mar. Odiaba encontrarse a los animales de aquella manera, sufriendo por algo que no era su cupa, y no es como si hubieran leyes que prohibieran esos actos. Pero haberlas creado durante el cautiverio de la familia real y el gobierno tiránico de Amarantha las dejaba casi inválidas con su regreso, así como haberlas hecho una hembra cuya autoridad ya estuvo en duda en su momento. Calliope podía ser la primera del Alto Lord, pero continuaba siendo una hembra nacida del segundo matrimonio con uno de los príncipes. Y eso no siempre estaba bien visto entre los de su especie, en su gran mayoría. Un tirón en el brazo la hizo detenerse, el agua golpeando sus rodillas descubiertas, el pantalón remangado hasta sus muslos. Uno de los guardacostas la ayudó manteniendo a la tortuga, que se sacudía queriendo huir.
El sol estaba en su punto más alto y el agua relativamente tranquila. Los expertos decían que las migraciones de especies ya estaban ocurriendo y que la tormenta tropical ayudaría al desplazamiento de otras. Al menos ellas podrían salvarse si otro ataque golpeaba Adriata. Poner a salvo a los inocentes era lo más importantes. Adriata estaba bajo alerta. La mayor parte de la población se había marchado al interior con el primer ataque, y los que se habían quedado eran trabajadores menores o miembros del ejército para defender la ciudad de un segundo. Tiró de la última tela que rodeaba la aleta delantera de la tortuga, que volvía a revolverse en busca de libertad.
-¿Por qué quiere marcharse? La estamos ayudando.
De normal, se dejaban ayudar por las manos adecuadas. Debía ser por el primer ataque. Tenía que serlo. Los animales eran más perceptivos que otros faes. Tal vez en su forma primitiva pudiera resolverse la guerra sabiendo cuándo iban a atacarlos con sus sentidos más desarrollados, perdidos en la evolución hacía milenios.
-Saben lo que pasa. Usted también debería marcharse.
-No estaría bien huir y dejarlos a todos -le dijo al macho. Piel morena y cabello oscuro. Un nativo de Verano-. Quiero arreglar esto antes de reunirme con mi primo.
-¿Ha dado alguna noticia nueva?
Calli no respondió a la primera.
No podía hablar a la ligera de los asuntos de Estado con cualquiera. Por mucha ayuda que le hubiera dado en los últimos años con la cala, seguían siendo un extraño que no tenía por qué conocer los asuntos de gobierno.
-Solo lo conocido.
Él no preguntó más.
Volvió a centrarse en su tarea. La tortuga, con medio cuerpo sumergido y la otra mitad en el aire sacudió las aletas delanteras. Calli se apartó antes de recibir un golpe, pero aprovechó para coger el último de los extremos que la rodeaban. Una de las olas impactó con fuerza contra su espalda, empapando su ya de por sí melena blanca sumergida hasta la mitad. Mechones blancos solapados cayeron frente ella y tuvo que recolocárselos como pudo. Maldijo cuando el animal aprovechó para volver a sacudirse. El fae menor agarró una de las aletas antes de que la golpease en la cara. Calliope tiró nuevamente de la cuerda de plástico, la última que quedaba. Pensó en cómo solían hacer los nudos los pescadores en la playa, cuando se sentaban en los muros que dividían la ciudad de la entrada a la playa. La gente iba a colocar el mercado ahí y a despedirse de quienes se subían a los barcos durante meses.
-Ya casi.
Calliope movió los dedos rápido. Tuvo que apoyarse en el hombro del macho para coger fuerza...y entonces se impulsó girando ambos dedos y muñeca hacia fuera, arrastrando el plástico de la red hacia ella. Y entonces sucedió. La tortuga hizo un sonido conocido, como un gemido, cuando la red que quedaba le fue retirada de la aleta y finalmente liberada. Calli no reprimió su sonrisa, aumentando en tamaño cuando el fae soltó a la tortuga y pudo huir. El agua los golpeó de lleno cuando su pesado cuerpo cayó y tomó el impulso para marchar. Aplaudió y saltó cuando el animal desaparecía. Tal vez fue por la emoción que se lanzó al macho fae y lo abrazó con fuerza. Él se quedó quieto, rígido como una piedra.
El mar los golpeó a ambos. Y aún con esa, en su pecho se instaló un sentimiento que no tenía nada que ver con la emoción de salvar una vida, su adrenalina... Era más como otra emoción que tiraba para colarse en el lugar de la otra. Una que oprimía sus pulmones y apretaba su corazón excitado. Calliope se alejó del macho, un poco confusa, con la mano en el pecho.
-¿Princesa?
-No es nada, solo... Nada.
Igual a cómo se sintió en la reunión de los Altos Lores. Cuando Eris la había insultado delante de todos y hecho reaccionar a Lord Helion. Pero no estaba ahí, había acabado. ¿Y si fuera por culpa de la guerra? ¿Y si...? El macho fae posó su mano sobre su hombro.
-El Alto Lord está aquí, princesa.
Calli levantó la cabeza rápido. Miró en dirección a donde señalaba el macho, hacia la orilla. Ni el mar caliente pudo calentar su sangre cuando vio a su primo esperando en la playa, con las visibles flores de su corona... Y otras dos figuras a su lado. Tragó saliva. Formalidad, de nuevo. Extranjeros, del norte. Ropa clara y tez oscura. Como los guardias de la Corte de Día. Calliope empezó a caminar hacia el exterior del agua. El chapoteo le indicó que el macho iba con ella a sus espaldas.
¿Lo habían visto, el abrazo? No significaba nada, por supuesto. Conocía las normas y las jerarquías. Y no se arriesgaría jamás a recibir una llamada de atención como esa. Los pesados pasos se aligeraban a medida que el agua dejaba de cubrirle las rodillas. Mientras, sopesó las posibilidades de esa repentina visita. ¿Una nueva técnica? Se puso en lo peor. ¿Se iban ya a la guerra? No. Se habría entrado por los guerreros. Por el Caldero... El Alto Lord de la Corte de Día y una mujer a su lado esperaban con Tarquin. ¿Su mujer? No, no estaba casado ni comprometido. Tampoco enlazado con alguna compañera, que se supiera. Entonces debía ser una amante o una mensaje, o ambas de acuerdo por cómo se le conocía. Salió del agua, y la cálida arena seca se le coló entre los dedos húmedos.
El rostro de su primo no mostraba ninguna emoción, como de costumbre. Pero la del otro había perdido su frialdad y ahora, bajo la luz del sol, su piel y expresión se veían deslumbrantes como si fuera el mismísimo sol. Pero quien le llamó más la atención fue la mujer a su lado. Su postura erguida y manos cubiertas y entrelazadas... ¿Una sacerdotisa? No, eso no era el atuendo oficial de. ¿Quién era? Caminó hacia ellos intentando descifrarlo. No había guardias alrededor.
-Calli -empezó su primo. La melena blanca y familiar se mecía a sus espaldas-, la Corte de Día se quedará esta noche con nosotros mientras esperamos al ejército de Tamlin.
-Si consigue reclutar a alguna persona que no se halla marchado de su Corte por su numerito.
Miró un poco de más a la mujer. No sentía nada. Volvió a mirar a su primo y al Alto Lord.
-Oh.
-Helion ha pedido residencia en Adriata. Tus hermanos y yo hemos aceptado y nos quedaremos con vosotros.
"Hasta que tengan que encontrarse con el ejército", pensó, pero no dijo nada ni lo intentó. Ella solamente asintió.
Seguía sin entender los motivos del por qué querían hablar con ella. Podrían haberse encontrado en el palacio. El rostro de Helion observó la playa con gran detenimiento, hasta que sus ojos se posaron en ella. El ámbar líquido de sus ojos deslumbraba como mil soles. Estaba sudando, pero no parecía mostrar signos de incomodidad. A Calli le sorprendió porque no todos encontraban agradable las temperaturas y humedad de la Corte.
-Me gustaría dar un paseo por Adriata -le dijo, sonando como si solo estuviera hablando con ella. Su primo asintió-. Tengo entendido que esta ciudad es de las más hermosas de Prythian, y dado que me gustan las cosas bonitas, me llama la atención. Y siempre he querido saber cómo era el hogar de Tarquin para volverlo tan seco.
-No era necesario.
Su sonrisa resplandeció, como un... Estaba pensando en un niño, pero de eso tenía poco.
-Sí que lo era. Sería un placer conocerla por manos de la joya de Adriata.
Joya de Adriata y joya de Verano. Eris también la habían llamado de esa manera. Calliope frunció el ceño. ¿Iba a insultarla también, en su propio hogar?
-Mientras tanto, me gustaría entablar una alianza con Tarquin. Una que beneficie a ambas Cortes -apartó los ojos de ella y los movió en dirección a la mujer. Esta no se inmutó-. Ella es mi mensajera. Emile. Conoce lo necesario y suficiente para hacerlo en mi nombre.
-¿Una alianza? ¿Para qué?
Tarquin habló.
-Rhysand, Helion y yo queremos un frente unido dada la distancia entre los Altos Lores, como se demostró ayer. Las alianzas bailan con los siglos, y esto es un comienzo. Puede que Kallias se una a nosotros cuando vea lo suficiente de la guerra.
No entendía nada de esos juegos de alianzas y Altos Lores unidos. Solo entendía que iban a unirse entre ellos dada la negativa del rostro. ¿Y ahora el Alto Lord quería conocer la ciudad en vez de empezar las negociaciones por sí mismo? Volvió a mirar a la mujer. Le pareció ver un trozo de pie oscura cuando el velo se alzó de más.
-Me gustaría cambiarme antes de la visita.
-Por supuesto.
Su primo se adelantó.
-Recoge también algunas de tus cosas. No podrás quedarte en la casa de la playa hasta que acabe la guerra. Estarías expuesta a cualquier ataque.
Asintió, pero por dentro se mordió la lengua.
-Nos vemos ahora, primo. Lord.
-Calliope -inclinó la cabeza en su dirección.
Otro golpeteo. Los sentidos de ella se despertaron, como si hubieran estado en una ensoñación. Por un momento, los oídos le pitaron; luego, la burbujita estalló. Como cuando se sumergía en el agua y subía demasiado rápido. Calliope analizó su expresión. Los ojos le bailaron a la ropa, igual que los de ella a la suya. Una pizca de vergüenza se asentó en su sistema al recordar que llevaba la ropa desgastada y casi rota; la que usaba para sus trabajos en la cala. Él, por otro lado, iba impoluto como correspondía a su rango. La corona dorada esta vez se acompañaba con protecciones metálicas y del mismo color en antebrazos y gemelos. Llevaba la toga blanca al estilo de la última vez, con un trozo de ella que salía de su cintura y envolvía un trozo de brazo. Ni la belleza de todos los faes juntos le hacían justicia.
Se tocó el brazo. Piel desnuda y cubierta de sal.
Luego, se dio la vuelta hacia su casita.
Para recoger sus cosas.
Y marcharse al palacio en el que no había dormido desde hacía meses.
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-Recuerdo esta playa, estas vistas... Fue en ese acantilado, me parece -señaló a uno de los acantilados más cercanos al mar, bajos y sin mucha inclinación. Calliope torció la cabeza para observar al lugar, puesto que su musculoso cuerpo le impedía en parte verlo al completo- que me invitaron a asistir a un funeral de vuestra familia. Todavía no era mi Alto Lord cuando mi padre me obligó a asistir. Pensaba que iba a aburrirme, pero...fue realmente emotivo. En mi Corte los funerales reales se hacen de otra forma.
Calliope y Lord Helion habían bajado desde el castillo de Adriata, recorrido la ciudad y llegado a la playa hacía unos pocos minutos. Sus hermanos se habían quedado con Tarquin en el palacio, ordenando algunas cosas de en las filas de los ejércitos con los generales que permanecían en la ciudad antes de mandarlos con el resto de guerreros a las filas. Cuando llegasen las tropas de Tamlin, se marcharían. No quería pensar en lo peor, pero la guerra se sentía peor que la presencia de Amarantha en aquellos cincuenta años. Por el Caldero, Tarquin había recibido el poder del Alto Lord a los treinta años.
Lo había llevado por los callejones de Adriata, que por la evacuación de la ciudad se habían quedado despejados y solo los guardias pasaban para patrullar, y luego ido a la plaza ce la ciudad. Verlo todo tan vacío se sentía extraño, estando acostumbrada al continuo ajetreo de las calles, la playa y el mercado. Oh, sobre todo el mercado. Verlo despejado, sin nadie que atendiera las mensajes que habían quedado arrasadas por la interrupción del ejército... En todo momento él había preguntado, pero no preguntas tontas. Sino que se interesaba por la arquitectura, la utilidad y el estilo en el que estaba diseñada la ciudad, interesándose en todos los pequeños detalles para los que ella, para su sorpresa, a veces no tenía la respuesta. Dada la antigüedad, ella no había nacido cuando se pusieron las primeras piedras ni crearon primeras leyes. Lord Helion tuvo la caballerosidad de ofrecerle información de sus bibliotecas privadas, en su Corte, por si alguna vez se interesaba por la construcción de la civilización de la especie fae en el continente. Ella había aceptado, no muy segura, y sin tampoco saber qué responder a esa propuesta.
Finalmente, habían acabado en la playa. Agradeció haberse cambiado al vestido de seda gris holgado a partir del corte de los pechos. El corsé se ajustaba a en la zona del pecho, y se volvía más ligero, tanto el viento se colaba entre los pliegues y se sacudía al mínimo movimiento. Los filos tirantes se envolvían alrededor de su cuello como un amuleto. Cresseida le había hecho una trenza gruesa al verle el pelo enmarañado, después de decirle que parecía que se había peleado con una serpiente marina, y decorado con algún adorno suelto de su joyero. Así vestida, al menos no parecía lo que su hermana decía. Y por lo menos conseguido no dejar mala a su Corte. Casi parecía una princesa de verdad.
Lo miró buscando algún indicio de mentira, como le habían enseñado. Pero no encontró nada. Solo un rostro atractivo relajado y sudado por el impacto de la Corte de Verano.
-¿Puedo saberlo?
Calli casi se tropezó con un tronco sepultado en la arena. La falda sedosa de su vestido se movió con ella, pero no cayó al suelo. Continuaron caminando hasta que llegaron a una pendiente de piedra blanca que subía hacia la ciudad. Lord Helion se detuvo y se quedó admirando cómo las pequeñas olas golpeaban en la costa.
-La Corte de Día tiene unos días esplendorosos, pero también agotadores por las altas temperaturas. Muchos ejércitos que han intentado invadir el territorio han quedado sepultados en la arena de los desiertos. Algunos dicen que todavía se pueden ver los huesos -se estremeció, y él pareció notarlo cuando abandonó la idea de continuar dando esos detalles-. Aprovechamos esas horas para dejar los cuerpos ahí a primera hora, cuando no hace tanto calor, y que se carbonice durante el resto. Por la noche, cuando las temperaturas son mejores, recogemos las cenizas y las enterramos en los jardines interiores.
A Calli le invadió una repentina curiosidad. Conocía algunas de las tradiciones y festivales de otras Cortes por sus maestros y lecturas personales, pero ninguna era tan acertada como resultaba ser. Y también porque de haberse movido en ese espacio habría acabado como una viajera entre Cortes, o convertida en mensajera para resolver esas dudas. El refrán de que Amanecer tenía los mejores amaneceres, Día los mejores días y Noche las mejores noches era una duda que todavía le quedaba por saldar... A excepción del primero.
-Por las tardes los extranjeros, o incluso algunos nativos, utilizan prendas finas o velos para cubrirse. El sol y la temperatura no perdona en algunos casos -hizo un gesto hacia el sol cegador en el cielo, algunas nubes cubriendo el manto azul claro y perdiéndose en la lejanía-. Tú sin duda tendrías que llevarlo.
Calli intentó imaginarse la escena. Ella con velo, en una Corte que no era la suya, sin poder mojarse las manos y las piernas cuando estuviera estresada. Fue una imagen ridícula, pero en parte atractiva para unas vacaciones... Si no estuvieran en una guerra y no fuese ella. Los rumores que llegaban de la Corte de Día eran a cada cual más explícitos. Vivir en un lugar como ese, y no en tranquila Adriata, sonaba más como una tortura que como una residencia tranquila.
-Dudo que pudiese -se rio con solo imaginarlo. Abandonar su hogar, aunque fuera por un viaje, ya sonaba una tortura. El viaje de hacía unos días apenas duró horas y ya había sentido una pena profunda por abandonar su espacio. Su cala. Su Corte-. Alejarme del mar, del agua... No, no podría. ¿Ha dicho jardines?
-Tampoco es tan malo. Los jardines interiores recogen el agua y hay vida. Celebramos muchos de los actos oficiales en esa zona.
Calliope lo miró, dudosa. Él solo se rio al ver su expresión. Pero no la carcajada que le dio a Eris hacía dos días, sino... Algo más suave, más real.
-Tengo entendido que tu hermano y cierta hembra de la Corte de Noche no saben si besarse o matarse -cambió de tema, sabiamente.
Calliope se miró los pies desnudos. La arena metiéndose entre los dedos. El calor en la playa a veces era sofocante, pero en esos momento, parecía que la presencia del Alto Lord de Día aumentaba la temperatura del espacio.
-Creo que mi hermano tiene un corazón honorable, pero confuso. Desde pequeño lo entrenaron como príncipe, y a Cresseida y a mí como princesas -dijo, aunque el aire que se calentaba a su alrededor la sofocaba y volvía sus pensamientos confusos-. Fue idea de Cresseida enviar los rubíes de sangre... Pero de mi hermano acabar en buenos términos con la otra hembra.
-¿Contigo no?
-Oh, me cayeron bien, hasta que nos robaron. Eran amables y encantadores, pero eso se esfumó cuando mi primo se dio cuenta de que nos habían robado y marchado.
Lord Helion hizo una mueca en su hermoso rostro, la piel morena resplandeciendo con el sol golpeando de lleno. La corona la deslumbró cuando su cabeza se volvió hacia ella, por primera vez mirándola de forma que Calliope no supo descifrar. Tantos misterios a su alrededor, tantos...rumores que lo rodeaban. Y era incapaz de ver a través de su piel.
Destructor de Hechizos. Lo apodaban así porque sus hechizos eran capaces de hasta romper una maldición, y porque conocía tantos por las enormes bibliotecas de su Corte que sabía hasta los secretos de todo Prythian.
-Por la seguridad de todos tuvieron que tomar es parte que guardabais... Y no los estoy excusando. Si alguien entrase a mi Corte y me robara, habría hecho más que enviar unos rubíes de sangre.
Calli se encogió de hombros. El sol parecía tener envidia de la luz propia que enviaba Helion, cuando las nubes que surcaban el cielo como barcos lo taparon. Su piel continuó resplandeciendo.
-Fue idea de Cresseida. Ella... A ella no le gusta que jueguen con sus emociones. Varion, por otro lado, él es compasivo. Sabe lo que es el perdón -jugó con el collar que caía sobre su pecho, con la cuerda y el objeto del final-. Le envió a esa chica una disculpa. A... -se calló. El nombre apareció en su cabeza-. Amren. Ella decía todo tan claro, tan directo... Puede que con ella no tenga ninguna enemistad.
-Hablar de enemistad ya es fuerte. No pensaba que la joya de Adriata pudiera sentir antipatía hacia una persona.
Lo miró de vuelta. Ya iban dos veces que la llamaba así, y continuaba sin dar signos de por qué todos menos su familia la llamaban así.
La brisa marina meció su vestido, y tuvo que reaccionar rápido para evitar que su cuerpo quedase expuesto. Entró en la rampa de piedra, sintiendo el ardor que suponía una superficie puesta bajo el sol durante tanto tiempo, pero no las quemaduras que habrían supuesto para los humanos. El calzado de Helion eran sandalias de cuero cuyas tiras ascendían hasta perderse en las protecciones doradas. No tenía los mismos problemas que ella.
-La guerra está activa, así que... Mi enemistad con ella ha finalizado, señor. Y no siento nada malo hacia ellos, solo incomprensión por las mentiras que nos dijeron -le dijo. Fue cierto, saliéndole de lo más profundo de su corazón. Las razones por las que a diferencia de sus familiares era incapaz de sentir resquemor por unas personas que mintieron, jugaron con ellos y les robaron en su propia casa. Calliope alzó el rostro para mirarlo directamente a la cara, y dijo-: Soy incapaz de odiar a una persona. Mi hermana dice que ese es mi campo de batalla, o mi mayor debilidad.
Helion le devolvió la misma mirada. Una intensa, de esas que podían estremecerte, pero a ella no le dio esa sensación de ansiedad o temor. Le dio valentía a continuar hablando. La perfecta melena lisa y peinada por debajo de sus hombros no se había movido ni un centímetro. ¿Y si la corona lo mantenía todo junto?
-Cada uno tenemos un campo de batalla.
-Mi padre solía decir que el campo de batalla para las hembras era el parto. Que debían afrontarlo y combatirlo. Y mi madre lo hizo. Conmigo casi muere, y con mi hermano...
Cerró la boca. Los labios le temblaron y tuvo que hacer un gesto rápido, como si mirara hacia el mar, para evitar que le cayesen lágrimas.
Consciente de cada respiración, de cada movimiento, Lord Helion mantuvo el silencio iniciado por ella unos instantes más. Las gaviotas pasaron volando sobre sus cabezas, graznando y en manda hacia otro lado. Solo el sonido de las olas se escuchaba entre ellos.
-Un hermano es una bendición. Los hijos son raros, y a veces hay que hacer sacrificios. Sobre todo nosotros, los Altos Lores y sus familias.
-Yo no quería un hermano, señor -respondió-. Solo quería a mi madre.
Sonaba avaricioso, le había corregido una vez su hermana, por cómo hablaba de su madre. Su padre se había alegrado de tener otro hijo, pese a las advertencias que se habían especificado sobre un segundo embarazado tras el desastre del primero. Su madre, al final, había librado una batalla en su campo, y al igual que muchos caballeros faes, había caído en ella dejando a su paso un legado.
-Aún eres joven para comprenderlo, pero habrá un momento...en el que juegues un papel fundamental. Hay personas que han tenido que abandonar sus hogares para cumplir con sus obligaciones, y solo tenían decenas de edad -dijo finalmente. Se apartó de su lado y volvió a concentrarse en la extensión del mar, de la arena que se acumulaba en la orilla, de todo el paisaje. Dos ojos perdidos en la nada que, con todas esas, eran capaces de saber cualquier cosa que ocurría al otro lado-. Al igual que yo algún día tendré que sentar la cabeza. Aunque mi consejo dice que ya debería hacerlo, antes de la guerra, y asegurar la línea.
Ella solamente se dignó a mirarlo, a contemplar toda esa belleza reunida en una persona y su personalidad. Y a pensar en cuáles eran las condiciones que estaban negociado su mensajera y primo en el palacio mientras ellos hablaban. Tuvo que bajar la mirada cuando él se dio cuenta de lo que estaba haciendo, disimulándolo con que se acercaba a la barandilla de piedra blanca a su lado.
Ahí, apoyó la cadera a la vez que viento aumentaba en intensidad del viento. La magia solía controlar la dirección en la que soplaba el viento para controlar cómo se movían los barcos por la costa. Pero ese... Aquello era aire natural, sin magia y con una suavidad que hubiera recordado a una caricia. No se dio cuenta de que Helion la había estado mirando todo ese rato en silencio, al ver que no respondía, y que esos ojos ámbares igual que la miel no eran más que líquido cuando le devolvía la mirada.
Ella... Ella no supo cómo reaccionar. Ni qué decir. Así que permanecieron como se quedaron, en silencio y con las gaviotas sonando en los cielos, el mar moviéndose sin control.
En todo momento... Pero solo cuando hacían contacto con los suyos. ¿Qué pensaba? ¿Qué hacía aquí? ¿Por qué abrir una alianza con condiciones en aquellos momentos, y no dejarlos para otro momento? Pero no respondían a preguntas, no sin hacerlas. Calliope sintió una emoción en su pecho, una que se extendió por todo su cuerpo y no se detuvo.
Ni cuando se separaron en el palacio para atender a sus propios asuntos.
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Dos faes hembras se quedaron con ella mientras se duchaba, pero fuera del baño. No tuvo el coraje de salir de su habitación para la comida, cuando la llamaron para unirse. Sin embargo, la llamada de atención de sus hermanos o primo no llegó. Solo el recordatorio indirecto de que la cena era obligatoria y que tanto Lord Helion como la mensaje estarían con ellos. Cómo no.
En el baño, se tomó su tiempo. Dejó que el agua caliente y limpia lavara su cuerpo, endulzada con rosas y unos aceites que no se había atrevido a preguntar de dónde eran y de quién. De su hermana, supuso. Dejó que una de las hembras eligiera la ropa por ella, mientras que la otra repetía la trenza de por la mañana y la decoraba esta vez con unos adornos más experimentados y adecuados. La primera eligió un vestido color oro, un poco rosado, similar en estilo al que había llevado por la mañana. Casi que lo agradeció. Odiaba los vestidos formales de las recepciones. Dejó que la peinasen hasta acabar con los adornos, pero cuando se fue dejó libres algunos mechones para darle su propio estilo, y que ocultasen aquellos pendientes enormes.
Cuando salió de la habitación, se sintió como una princesa mojigata más. Su hermana estaba saliendo al miedo tiempo que ella, despidiendo a unas sirvientas de palacio.
-¿Algo que compartir?
-Solamente mi incomodidad a este tipo de celebraciones.
Y con esas, marcharon agarradas del brazo de la otra al comedor.
Llegaron juntas al comedor. Calliope no dudó en sujetar la mano de su hermana con fuerza, tal vez una poca de más cuando escuchó el ruidito que hizo su hermana al contacto. El comedor era un espacio amplio, abierto con ventanales normalmente abiertos para crear corriente y que se respirase. Esa noche estaban cerrados y varios farolillos colgaban del techo iluminando la estancia, tal y como recordaba cuando las comidas familiares eran...multitud. Lord Helion y su mensaje estaban en un lado de la mesa, con Varian en un extremo y Tarquin en otro. Cada uno a sus propios asuntos. Quedaban dos asientos, uno al lado de su hermano y otro al lado de su primo. Cresseida y ella no se lo pensaron dos veces cuando fueron a sentarse.
La comida se sirvió con magia, sin nadie que pudiera escuchar lo que se hablaba en la mesa. Ni siquiera para comer la mensaje se quitó el velo, metiendo el tenedor por debajo de la tela y masticando en silencio. Ni un ruido ni nada... Convertía a Varian en un charlatán a su lado.
-¿Alguna noticia de nuestro amigo?
Tarquin levantó la mirada del vaso, posándola sobre el otro Alto Lord. Cresseida a su lado los miró a ambos, con curiosidad. Casi pudo notar la tensión de los músculos de Varian sobre los cubiertos.
-La Corte Primavera es nuestro vecino hacia el sur -respondió su primo, dándole un sorbo a su vino-. Tengo... Tenemos algunos lazos con ellos. Quiero pensar que Tamlin hará algo bien para sanar las heridas que ha abierto en el continente.
-Siempre hemos sido neutrales, y él un cobarde -soltó Varian, con los ojos en su propio plato.
Cresseida, que normalmente guardaba silencio o no mostraba su opinión en público o visitas de estado, habló por primera vez.
-No lo hizo para detener a esa zorra pelirroja ladrona cuando torturaban a esa humana, va a aliarse con las Cortes que quieren derrotar a sus únicos aliados -negó con la cabeza, dejando su tenedor sobre la mesa y agarrando el cuchillo-. Solo porque no sabe controlar su ira.
-Cresseida.
-Es la verdad -respondió esta vez Helion, con un brazo musculoso apoyado en el mantel y una sonrisita-. No es como si nuestro amigo fuera de confianza. Pero yo también creo que va a saber elegir bien.
Movió el tenedor en su comida. Comida ligera para irse a la cama, para no llenar mucho el estómago y que se volviera pesada con todo ese calor. Empezó a comer antes de que comenzasen las conversaciones sobre la guerra, los reclutamientos y los ejércitos de cada uno. Aquello ya se estaba volviendo pesado.
Varian lanzaba miradas de reojo hacia la mensaje, a cada mordisco . Le dieron ganas de reír. Parecía igual de curioso que ella, pero no era tan bueno fingiéndolo. Como su hermana ya se había callado, estaba absorta en su comida y pensamientos. Los machos hablaban de temas de guerra y esas cosas, en sus propios mundos. Calli separó un poco la pierna, lo suficiente como para rozar la de su hermana pese a la distancia de separación entre las sillas. El tema de conversación había cambiado, se dio cuenta, hacia las provisiones de los ejércitos y cuánto podían durar. Los labios de Helion se movían para hablar tan rápido que parecía como si el sonido saliera de forma distinta a cuando abría la boca. Era un baile hipnótico y casi vergonzoso de ver, y se sintió rara al poder contemplarlo y pensar en él de una manera tan... Fuera de sí. Tarquin escuchaba y a veces respondía con sabiduría, pero dejaba claro que el tema de la guerra con Hybern lo tenía consumido.
Cresseida despertó después de un par de pataditas. Giró la cabeza con tanta velocidad que pensaba que iba a convertirse en búho. La sonrisa en sus labios y la señal con la cabeza hicieron que la moviera al lado contrario. Su hermano continuaba lanzando miradas curiosas hacia la mensajera, que no parecía inmutarse a que los ojos estuvieran sobre ella. Los hombros de Cresseida se movieron, por lo que supo que estaba conteniendo la risa.
-Qué concentrado... -es lo único que pudo decir sin atragantarse. Para disimularlo, fingió que tosía y tomaba un trago de su vino. Ella hizo lo mismo, pero con su vaso de agua.
Por un momento, se le vinieron a la cabeza los momentos de tensión que había pasado su hermano con la presencia de la segunda al mando de la Corte Noche. Las miradas de advertencia, pero también de interés y curiosidad, cuando esta agarraba cualquier cuchillo. Continuó comiendo como si no hubiera pasado nada, pese a que su hermana de vez en cuando soltaba algún ruidito que la obligaba a detenerse.
-Calliope -escuchó. Era Tarquin. Cerró los labios, con la comida todavía en la boca, y la masticó lentamente-. ¿Qué te parece?
Ella no contestó. Vio de reojo la cabeza de sus hermanos moverse hacia la misma dirección. Seguramente andaban igual de perdidos que ella. Las pupilas de su primo se dilataron, pero no parecía estar enfadado. No con tanto cansancio acumulado.
-Perdona, yo...
-Hablábamos sobre el templo al otro lado de la playa, en la costa al sur de la ciudad. Tendríamos que renovarlo.
El santuario donde se guardaban los secretos de la Corte. El antiguo templo a viejos dioses donde Feyre y Amren se habían colado por la noche para robarles. Lo recordaba bien. También porque siempre que iba a nadar, acababa yendo a esa zona a descansar y recuperar fuerzas para otra incursión submarina.
-Sí, estaría bien.
-Creo recordar que mi padre viajó una vez a la Corte de Día para estudiar los estilos arquitectónicos de sus edificios -añadió Varian. Helion asintió, solemne.
-Estás en lo cierto -le dio la razón. Calli se dio cuenta en que apenas había tocado algo de la comida-. Mi padre lo recibió y le permitió pasear por la capital con su guardia personal, sin ninguno de los nuestros. Aún lo recuerdo.
¿Y ella qué tenía que ver en eso? El hermano de su padre era un hombre más del que Amarantha se había vengado, pero nada más. Además, de que apenas lo había conocido. Antes de cambiar la jerarquía de la familia, cada macho estaba repartido en cada ciudad de la Corte o sirviendo como marinero.
Calli miró al plato de Lord Helion sin tapujos, y habló.
-Apenas ha tocado la comida. Si hay algo que no le gusta, puede decirlo y se le servirá otro.
Helion la miró, y su sonrisa cambió. Parecía amable. Otra vez el brillo de aquellos ojos preciosos y seductores. Calliope sintió un tirón en su estómago.
-Gracias por interesarte, princesa. Mi apetito está acostumbrado a las características de mi Corte, por lo que cenar... Es un poco engorroso.
No podía imaginarse qué sería de la vida sin desayunar, comer y cenar. Una muy triste, o de locos. Sabía que cada Corte tenía particularidad que no afectaban a las demás y se detenían en las fronteras.
-No entiendo por qué.
-Aunque las temperaturas bajas en la noche, el cuerpo de un nativo de mi Corte está acostumbrado a las comidas del día y a la bebida nocturna para reponerse.
Frunció el ceño, pinchando un trozo de verdura.
-Aquí las temperaturas también pueden ser sofocantes.
-Las temperaturas de la Corte de Día son mortales, Calli. Los desiertos lo hacen inconquistable-sí, había dicho eso en la playa. Pero no tenía motivos para no comer-. Todo el día hace sol y las hadas tienen que acostumbrarse al tiempo cambiando su sistema.
-¿Y no comer ayuda?
La sonrisa del Lord deslumbró cuando se rio. Tarquin lo miró, las cejas levemente alzadas. ¿Sorpresa era lo que estaba viendo?
-Ciertamente me compensaría bastante, si es tu mayor preocupación. Pero desgraciadamente por la noche es mejor recuperar lo perdido por el día, de ahí que pasemos más tiempo bebiendo que comiendo. Eso sí, nuestros banquetes nocturnos son preciosos.
Mordió la verdura y tragó.
-Podría haberlo dicho antes de que sirvieran la comida. Hay gente muriendo por ella.
-Calli -llamó Cresseida. Varian se frotó el hueco entre las cejas y la nariz.
-Nos lo pasaríamos en grande si vinieras a la Corte de Día un día de estos.
Otra vez esa sensación que la invadía. Sus piernas temblaron, pero quiso pensar que era debido a una corriente traviesa de aire.
Solamente se encogió de hombros, sin saber qué responder. Otra vez la propuesta. Esta vez fue el turno de Cresseida y Varian de alzar las cabezas, de moverlas hacia el señor de la luz. Miraron a Tarquin, y este los miró a ellos sin decirse nada. Ya estaban pensando entre ellos, sin confiar en la opinión de los demás. Calliope se quedó mirando a su hermana, seria.
-Ciertamente... Es una buena idea -habló entonces su Alto Lord.
-¿El qué? -preguntó.
-De entre los cuatro, tú eres la única que no tiene adiestramiento en las armas y que no irá al frente. Cuanto más lejos del enemigo, más difícil le resultará intentar mermar nuestras fuerzas... O que un enemigo inesperado intente amenazarnos.
Por decisión de ellos, pero tampoco hubiese ido. ¿Quién iba a quedarse en Adriata o en los territorios de su familia? ¿Quién iba a vigilar que otras Cortes no buscaran sus propias ambiciones?
-Mis puertas siempre estarán abierta para un aliado como la Corte de Verano -un brilló recorrió su mirada, pero estaba diciendo la verdad. Ni un rastro de mentira-. Y para su familia real.
-Es ella quien tiene que decidir -intervino Varian, que había acabado su cena y ya estaba posando los cubiertos sobre la mesa.
Tarquin se levantó, entonces. Las palmas de las manos quedaron abiertas mientras se apoyaba en ella, los músculos de su brazos tensos.
-No hay nada que decidir -sus ojos bailaron a cada uno de ellos, pero no se atrevió a mirarla. A ella. Sobre la que estaba tomando una decisión irrevocable-. Acepta la presencia de Calliope en tu Corte y protégela de cualquiera... Por favor.
El otro Lord se levantó de su asiento. La mensaje lo siguió con la mirada...o así le creyó, pero permaneció sentada y con el velo intacto. Varian ya se había levantado, con los ojos muy abiertos, y Cresseida se aferraba a los sujetabrazos de su asiento.
-Por supuesto.
-Primo, piénsalo bien, ella no...
-Cresseida, por favor, no estoy de humor para discutir hoy.
-¡No lo ha aceptado!
Calliope miró a su hermana, todavía sorprendida por lo rápido que se habían tornado las conversaciones. ¿A qué se...? Se quedo quieta, sin saber qué hacer, mientras su primo y Helion marchaban a otra sala dejándolos a los cuatro solos. La mensajera acabó por levantarse, dejando su servilleta sobre la mesa, y saliendo por la puerta contraria.
Los hermanos se miraron entre ellos... Conscientes de que nada podía hacerse ya. ¿Lo habían hablado en ese silencio? ¿O lo habían planeado de antes sin querer levantar sospechas? Fuera como fuese, eso no impidió que Calli se levantara de su silla, casi lanzándola al suelo, y abandonara el comedor.
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La luz de la luna pasaba a través de los enormes ventanales descubiertos de su dormitorio. El dormitorio de la princesa Calliope, en el palacio de Adriata. Las sirvientas se habían asegurado de deja descubierta la habitación para hacerla sentir como en casa, pero esa no era su casa. No desde que la habían obligado a residir allí para tenerla controlada.
Algún día iba a tener que plantarle cara, pero por ahora... El mayor de sus problemas era la decisión de su primo. ¿Para qué llevarla a la Corte de Día si la guerra se iba a extender por todo el continente? Los desiertos se cruzaban, pero si le decían que las temperaturas a veces eran insoportables y mortales... Sacudió la cabeza, sin querer pensar en ello. Solamente la apoyó contra la columna que rodeaba el ventanal. Se había sentado ahí, incapaz de dormir, para mirar las nubes que cruzaban el cielo teñido de oscuridad y la luz asomando con timidez. Sobre sus piernas descansaba un cuaderno de dibujo, viejo por el tiempo y con algunas páginas desgastadas. Era el que había usado de pequeña para dibujar cuando entraba en el palacio y quedaba sola mientras los mayores discutían.
Por desgracia, ese no era su espacio. Y había acabado saliendo del dormitorio en camisón para dar una vuelta y dormirse. Todas las emociones del día se le habían subido a la cabeza, y ahora apenas podía cerrar los ojos sin pensar en qué iba a pasar. Con la guerra, con ella, con su familia... Con su hogar. Iba a quedarse solo, desprotegido. A saber cuánto tiempo iba a tardar Lord Tamlin en reclutar su propio ejército y convencerlo de subir a la Corte de Verano. ¿No podían retrasar un poco su marcha hasta estar seguros de que Primavera iba a colaborar? Se pasó las manos por el pelo, cuidadosamente desenredado y vuelto a trenzar, sin adornos que parecieran venderla al mejor postor. Estiró las rodillas y dejó el cuaderno a su lado en el suelo. La parte externa del dormitorio era mejor, pero también dejaba mucho que desear.
Los largos pasillos de piedra decorados con adornos marinos y alguna que otra joya y oro estaban iluminado con velas que colgaban mágicamente del techo, con cuidado de no acercarse de más a las paredes y causar un incendio. Como eran velas mágicas, no goteaba cera. Las sirvientas se habían retirado hacía ya horas, así que estaba sola. Y sus hermanos estarían durmiendo. Con un poco de suerte, puede que primo no estuviera con algún amante repentino y pudiera hablar con él... Si la dejaba entrar a su dormitorio.
-Parece que no soy el único incapaz de conciliar el sueño.
Calliope pegó un bote en el sitio. Se dio la vuelta solo para encontrarse a alguien apoyado al lado de una ventana, oculto entre las sombras y el grosor de una cortina azul pero delgada. Esta se mecía con el aire de la ventana abierta, y el destello dorado que reflejaba la luz de la luna la advirtió. Calliope no supo cómo había llegado tan rápido y ella ni previsto su presencia.
-Iba a... Estaba dando un paseo.
-Y no dudo de ello.
Se rio.
Tenía los brazos cruzados y observaba con aire despreocupado a través de los ventanales. Ese área daba hacia la playa, desde donde se podía ver todo sin problema dada la altura sobre la que estaba construido el palacio. Los poderos músculos se flexionaban en esa postura, solo para percatarse del atuendo del Alto Lord. Ropa blanca, sí, pero esta vez más arriesgada. Iba descalzo, esta vez, y con una falda que cubría la mitad inferior de su cuerpo que bien podría haber pensado que era una sábana, y una bata casi transparente atada a la mitad. La otra mitad quedaba al descubierto, un poderoso rastro de piel morena y cincelada que hizo a Calliope estremecerse.
No llevaba la corona, ni ningún otro adorno que pudiera hacerle recordar su estatus social. En la jerarquía. En ese momento, solo era Lord Helion de la Corte de Día... O simplemente Helion.
-Ahora entiendo tus palabras de esta mañana, cuando caminábamos. Vuestras playas son preciosas. Tendría que haberme dado un baño y aprovechar que aún no estoy en el campo de batalla.
-Podría hacerlo ahora -señaló al lugar. Calli se acercó lentamente-. Tendría que ir con cuidado, pero no es un mal momento.
-No, pero tal vez al amanecer cambie de idea.
Calli casi sintió su calor cuando lo tuvo cerca. Bajo la luz de la luna, su piel era menos lustrosa, pero continuaba siendo hermoso. Y no había nada que pudiera hacerlo de menos. Se fijó en que tampoco llevaba nada que adornase su ahora rizado pelo.
¿Lo había llevado así todo el tiempo? Juraba que por la mañana lo tenía liso y precioso, pero ahora se parecía más al suyo. Calli tuvo que reprimir el deseo de pasarle las manos por la melena oscura. Algo asomaba de entre sus dedos, y no era alguno de sus juguetes o alguna prenda que se hubo quitado. Era más como...un papel.
-¿Mi primo te ha obligado a firmar un acuerdo que estás leyendo ahora para leer la letra pequeña?
Él le enseñó el papel, pequeño pero con toda una cara llena de letras oscuras y bien trazadas.
-Más bien, indicaciones de mi consejo de guerra. Me piden por tercera vez que siente la cabeza y reconsidere la alianza con vuestra Corte.
Separó los labios, pero no salió ningún sonido. La profundidad de sus ojos parecía inmersa en otro tipo de pensamientos. ¿Por qué querrían reconsiderar una ventaja como esa en esos momentos? Todas las Cortes se necesitaban entre ellas. Ir por su cuenta...solo supondría un obstáculo.
-A Tarquin nunca le han dicho nada de eso.
-Eso es porque vuestro consejo sois vosotros, su familia. Y el mío son los únicos miembros de la Corte con los que evito encontrarme, y suelen ser...conservadores en ciertos aspectos -la sombra de una sonrisa asomó de sus labios-. Nunca les he caído bien. Y Tarquin ya tiene a un sucesor designado.
Calliope se miró las piernas, tapadas con el camisón semitransparente. Era cierto que Tarquin no se rodeaba de más personas que su familia, y cuando dudaba de alguna decisión preguntaba a sus hermanos y a veces incluso a ella. Aunque ella no sabía nada de política y juegos de Altos Lores, al menos tenía la consideración de contar con ella.
-Después de recibir los poderes del Alto Lord insistieron en que continuase la línea, recordándome mi deber. El anterior solo había tenido un sucesor, yo, así que la dinastía corre peligro según ellos. Temían que si me pasaba algo los poderes de mi Corte pasasen a Amarantha, como hizo cuando los robó.
Supuso que había muchas cosas de otras personas que no era público. Entre ello, lo que había pasado con los miembros de la Corte de cada Alto Lord. O la vida privada de los Altos Lores después de eso. Se habían descubierto cosas, sí, pero los rumores a veces eran mentira y solo cuchicheos para rebajar la autoridad de un gobernador. A veces era la propia Corte los que sacaban a la luz esas mentiras para aprovecharse...y ganar poder en ella.
-Cuando mataron a mi familia, el consejo que quedaba del Antiguo Lord, unos pocos, insistieron en continuar el legado de Adriata independientemente de que ya estuviera fijado con Tarquin y Varian, pero estos estaban al otro lado del continente y...lejos -recordó las conversaciones, el trabajo del consejo esforzándose en convencerla de que era la mejor idea. De haber estado Tarquin ahí, se habrían detenido a la primera queja. Pero ella nunca había sido fuerte, y Cresseida siempre se lo recordaba cariñosamente-. Casi arreglaron un matrimonio con un alto fae de la Corte con poder e influencia, a instancias mía y de todos. Incluso de Amarantha. No duró mucho. Lo mataron.
-Lo lamento, princesa.
Ella se encogió. Se apartó un trozo suelto de trenza de la cara, alzando el rostro.
-Luego se descubrió que era... No era el tipo de hombre que le hubiera interesado a la corona. Ya sabes, rumores sobre juegos perversos y abusos a inmortales menores. Aquí en Adriata respetamos los derechos de todos. Él solo hubiese manchado la imagen de mi primo y su gobierno.
Lord Helion se apartó un mechón de pelo negro, que comenzaba a rizarse. Tenía la mirada perdida en el mar, pero tenía los brazos flexionado con tanta fuerza que le dieron la impresión de romperse.
-¿Tu consejo...no respeta las tradiciones del lazo?
-A estas alturas creen que soy negado para eso. Lo cierto es que después de siglos compartidos con cientos de hombres y mujeres por igual... Lamento no haberles dejado claro que no todos los faes tenemos esa suerte.
La guerra...otra vez. Después de cincuenta años encerrados bajo una montaña con la compañía de una mujer más parecida a una arpía que a una alta fae, la guerra llegaba a la Cortes en venganza por la muerte de su general. Y por los deseos de un rey avaricioso y con miles de años. Y con el Caldero. El Caldero original estando en su posición, cualquier esperanza iba a ser necesaria.
-No deberían subestimar eso. Puede que usted encuentre a su compañera dentro de poco y pueda continuar su linaje, o sin necesidad de ella. Un matrimonio político dentro de su Corte haría callar los rumores. Eso callaría a esos hombre, ¿verdad?
-¿Sabes cuántos años tengo?
Negó con la cabeza. Algo había escuchado sobre su edad, remontándose a una de las primeras guerras en Prythian
-Los suficientes para saber que el lazo a veces no aparece. Pero lo respeto. Si apareciera de repente... -miró a Calli de reojo, con los ojos entrecerrados-. Ese sería otro tema, Calliope.
-¿Tal vez Morrigan de la Corte de Noche?
Pensó en la alegre mujer rubia que había visto en el Medio. No conocía a ninguno de ellos, pero había sabido... Mejor dicho, había notado cosas entre ellos. Sin siquiera haberlos visto juntos. Lo había notado en el espacio. Y casi la había puesto de los nervios.
-La gente cree que soy idiota, pero me entero de las cosas -le sonrió, tímidamente, recordando el momento de la noche en el que se había levantado para ir a buscar a su hermano y los había encontrado a ambos yendo al mismo dormitorio. El corazón le dio un golpecito al rememorarlo-. Y puede que en el palacio de Lord Thesan tampoco pudiese dormir bien. Lo cierto es que duermo mal cuando salgo de casa.
Una luz iluminó sus ojos. No de fuera, sino desde dentro. Los labios tiraban hacia una mayor sonrisa cuando se llevó los dedos al rostro, intentando ocultarla.
-Qué cosita tan traviesa. Pero no -se pasó una mano por el pelo-. Morrigan solo es una parte de mis fantasías, y lo cierto es que tenía unos motivos para desear su compañía. Tal vez estuviera nervioso, quién sabe.
-Antes de marchar, le recomiendo un baño en nuestra playa, si es incapaz de hacerlo. A mí me ayudaba...y lo sigue haciendo. Ahora que no hay nadie... Puede que sea su mejor momento para estar solo.
Pareció pensárselo.
-¿Te unirás a mí?
-No sería adecuado -murmuró, pero una parte de ella tiraba hacia la aceptación. Cruzó los brazos sobre su pecho, con el corazón latiendo nervioso con solo la mención.
Y cuando pensaba en lanzarse al agua, el deseo de hacerlo aumentaba.
-Dijiste que no podrías vivir sin el agua y el mar. En mi Corte no hay nada de eso, y no sabemos cuánto durará la guerra o cómo acabará. No lo volveré a ofrecer.
Calli se lo pensó. De verdad que lo hizo.
Vivir sin agua, sin su playa y sus animales. Ni ellos sabían cuánto podría resistir con sus ejércitos o qué saldría de aquella guerra. Miró a la mano extendida que le ofrecía una alternativa a su destino, y después al largo pasillo que la devolvía a sus habitaciones. A donde debería estar sin rechistar... Entonces, el recuerdo de su madre apareció en su memoria. Cuando le decía que el lazo solo se cerraba cuando las dos perdonas estaban de acuerdo y lo aceptaban. Bien había seres que lo negaban aún con esas, pero ella... Su madre siempre había sido muy optimista. Y nunca le había dado falsas esperanzas.
Contempló el rostro envuelto en sombras y oro de su acompañante. Esperaba, sin perder la paciencia. El brazo no le temblaba. Si ellos ganaban... A Calli puede le diera esperanzas saber que iba a estar en una Corte protegida por sus elementos naturales y envuelta en hechizos. Y que su Lord era una persona honorable y resolutiva.
Así apartó las dudas, estiró su brazo y dejó que sus dedos tocarán los de él, cálidos y que se cerraron a su alrededor con una suavidad inesperada.
En un abrir y cerrar de ojos, estaban en la playa. La arena fría bajo sus pies, el sonido del mar agitado llamándola a lo lejos. Calli miró bien a su alrededor. A veces olvidaba lo fácil que era para algunos transportarse con magia a ellos mismos...
Tardó solo unos segundos en recordar que aún estaban de la mano. Que él la tenía agarrada de la mano, con los fuertes dedos rodeando con suavidad los suyos, y parte de la palma. Tanta suavidad... Y unos dedos llenos de cicatrices, de los que no se había dado cuenta hasta el momento. Calli la levantó para observarlos bien.
-¿No le duele?
-Tienen siglos. Y me dan una buena apariencia. ¿Tan impresionable eres?
Negó, pero tampoco sin estar muy segura.
-Tarquin nació después de nosotros y...en el mar no puedes hacerte nada. Solo nuestros padres habían luchado en la guerra y no daban muchos detalles -pensó en las lecturas sobre la guerra antes de la tiranía, pero no solo se le vino a la cabeza las veces que su padre se negaba a contarle algo sobre los detalles de ese enfrentamiento-. Espero... Espero que en su biblioteca hallan libros sobre ella.
Puede que fuera por la noche. Puede que estuvieran haciendo algo en contra de las normas de etiqueta y que su reputación pudiera ponerse en duda... Pero estaban solos, él y ella. Y en lo único en que podía pensar en esos momento era en cómo podía ser la Corte bajo su gobierno, de la que apenas había leído algo... Y de la que tantas personas hablaban como si fuera un mal lugar.
Bajo la luz de la luna, su piel resplandecía. ¿Había algo en él que no brillase? La respuesta tardó en llegar, pero fue como una caricia en medio de la noche. Sus pulgar se movió sobre su dorso, acariciando la piel desnuda de su mano un par de veces.
-Tenlo por seguro.
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Algo así el paseo por la playa:
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partidosdeportugal · 6 months
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Actividades grupales
Las actividades grupales son una forma poderosa de promover la colaboración, el compañerismo y el desarrollo personal. Ya sea en el ámbito escolar, laboral o comunitario, participar en actividades en grupo puede fortalecer los lazos sociales y fomentar un sentido de pertenencia.
Una de las principales ventajas de las actividades grupales es que permiten a las personas interactuar entre sí en un entorno más relajado y amigable. Esto facilita la comunicación y el trabajo en equipo, ya que los participantes pueden compartir ideas, resolver problemas y aprender unos de otros.
Además, las actividades grupales son excelentes para mejorar habilidades sociales, como la comunicación efectiva, la empatía y la capacidad de trabajar en equipo. Al colaborar con otros, las personas pueden desarrollar una mayor comprensión de las diferentes perspectivas y aprender a respetar las opiniones de los demás.
Otro beneficio importante de las actividades grupales es su capacidad para promover el liderazgo y la responsabilidad. Al asignar roles y tareas dentro del grupo, se brinda a los participantes la oportunidad de asumir responsabilidades y liderar iniciativas, lo que puede ayudar a desarrollar habilidades de liderazgo y gestión.
En resumen, las actividades grupales son una herramienta valiosa para promover la colaboración, el compañerismo y el desarrollo personal. Al participar en estas actividades, las personas pueden fortalecer sus relaciones interpersonales, mejorar sus habilidades sociales y desarrollar cualidades de liderazgo que les serán útiles en diversos aspectos de sus vidas.
Comunicación abierta
La comunicación abierta es fundamental en cualquier relación, ya sea personal o profesional. Se trata de la capacidad de expresar ideas, pensamientos y sentimientos de manera clara y honesta, sin miedo a ser juzgado o malinterpretado. Cuando las personas se comunican abiertamente, se crea un ambiente de confianza y respeto mutuo que facilita la resolución de conflictos y el fortalecimiento de los lazos entre ellas.
En el ámbito laboral, la comunicación abierta es esencial para fomentar un clima de trabajo positivo y productivo. Cuando los empleados se sienten libres de expresar sus ideas y preocupaciones, se genera un ambiente de colaboración y creatividad que beneficia a toda la organización. Además, la comunicación abierta facilita la resolución de problemas, evitando malentendidos y conflictos innecesarios.
En las relaciones personales, la comunicación abierta es la clave para construir vínculos fuertes y duraderos. Al hablar con honestidad y sinceridad, se evitan malentendidos y se fortalece la confianza entre los individuos. Además, la comunicación abierta permite resolver diferencias de manera constructiva, promoviendo un entendimiento mutuo y una mayor empatía.
En resumen, la comunicación abierta es un pilar fundamental en cualquier tipo de relación. Al practicarla de forma consistente, se fomenta la comprensión, el respeto y la colaboración entre las personas, creando vínculos sólidos y significativos.
Confianza mutua
La confianza mutua es un componente esencial en cualquier relación, ya sea personal o profesional. Se basa en la creencia de que la otra persona actuará de manera ética, honesta y justa. La confianza mutua implica la disposición de ambas partes para ser vulnerables, compartir información y apoyarse mutuamente.
En el ámbito personal, la confianza mutua se construye con el tiempo a través de la comunicación abierta, la sinceridad y el respeto. Cuando dos personas confían la una en la otra, se sienten seguras para expresar sus pensamientos, sentimientos y necesidades de manera honesta. Esto fortalece el vínculo entre ellos y crea un sentido de intimidad y conexión.
En el entorno laboral, la confianza mutua es fundamental para el trabajo en equipo y la colaboración eficaz. Cuando los colegas confían en que los demás cumplirán con sus responsabilidades y trabajarán hacia un objetivo común, se crea un ambiente de trabajo positivo y productivo. La confianza mutua también fomenta la creatividad, la innovación y la resolución de problemas en equipo.
En resumen, la confianza mutua es la base de relaciones saludables y exitosas. Requiere tiempo, esfuerzo y compromiso por ambas partes, pero los beneficios de tener una relación basada en la confianza son invaluables. Ya sea en el plano personal o profesional, cultivar la confianza mutua es clave para construir vínculos sólidos y duraderos.
Apoyo incondicional
El apoyo incondicional es una muestra de amor y solidaridad que no conoce límites ni condiciones. Cuando brindamos apoyo incondicional a alguien, estamos demostrando que estamos ahí para esa persona en cualquier circunstancia, sin juzgar, sin cuestionar, simplemente ofreciendo nuestra presencia y soporte incondicionalmente.
Este tipo de apoyo es fundamental en todas las relaciones humanas, ya sea en la familia, la amistad o la pareja. Saber que puedes contar con alguien que te apoyará pase lo que pase, te brinda una sensación de seguridad y tranquilidad que no tiene precio.
El apoyo incondicional implica escuchar activamente, mostrar empatía, ofrecer consuelo y apoyo práctico si es necesario. Es estar presente de manera genuina, sin esperar nada a cambio, simplemente porque valoramos a la persona que tenemos frente a nosotros y queremos verla bien.
Cuando recibimos apoyo incondicional, nos sentimos comprendidos, valorados y amados. Nos da fuerzas para seguir adelante en momentos difíciles y nos ayuda a celebrar nuestros logros en los momentos de alegría.
En resumen, el apoyo incondicional es un regalo precioso que podemos ofrecer y recibir. Cultivar relaciones basadas en el apoyo incondicional nos enriquece como personas y fortalece los lazos que nos unen a los demás. Seamos pues, pilares de apoyo incondicional en la vida de aquellos que nos rodean.
Pasar tiempo juntos
Pasando tiempo juntos: la importancia de la conexión en las relaciones
Pasar tiempo juntos es una de las formas más efectivas de fortalecer los lazos en cualquier tipo de relación. Ya sea en una relación romántica, con amigos o en familia, dedicar tiempo de calidad a las personas que amamos es fundamental para mantener una conexión profunda y significativa.
Cuando compartimos momentos con aquellos que nos importan, creamos recuerdos que perdurarán en el tiempo. Ya sea disfrutando de una cena tranquila, dando un paseo por el parque o simplemente viendo una película juntos en casa, estas experiencias nos ayudan a construir una historia compartida que fortalece nuestro vínculo emocional.
Además, pasar tiempo juntos nos brinda la oportunidad de comunicarnos de manera efectiva. Al estar presentes el uno para el otro, podemos compartir nuestras alegrías, preocupaciones y pensamientos más profundos. Esta comunicación abierta y sincera es esencial para el crecimiento de cualquier relación, ya que nos permite construir confianza y comprensión mutua.
En resumen, dedicar tiempo a las personas que amamos es una inversión en nuestra felicidad y bienestar emocional. No importa cuán ocupadas sean nuestras agendas, es importante priorizar las relaciones significativas en nuestras vidas y cultivar la conexión a través de momentos compartidos. Así que la próxima vez que te encuentres con la oportunidad de pasar tiempo con tus seres queridos, tómate un momento para apreciar la magia de la conexión que se crea al simplemente estar juntos. ¡Tu corazón y el de ellos te lo agradecerán!
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santpablo · 8 months
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Susurros de un pasado distorsionado
Y entonces pasa el tiempo. La verdad, los hechos, quedaron muy atrás. Uno pensaría que permanecen en el recuerdo, pero el recuerdo nunca será el hecho. La memoria no es más que la interpretación de la sombra de la fracción mínima del hecho que su portador presenció.
Pasa el tiempo, sí, y en el presente aparecen las víctimas. Nadie es victimario después de un tiempo. El victimario se quedó en el pasado como un misterio, ahora imposible de resolver. Las víctimas se señalan entre sí. "Es tu culpa", dice alguno con amargura. "No, fuiste tú", replica el otro iracundo. Y entonces enumeran las atrocidades que uno y otro cometieron. Ninguno recuerda su parte. Ninguno será capaz de aceptar las acusaciones.
Dos monstruos sangrarán siempre por sus heridas. El recuerdo será la uña que arranca una y otra vez la costra sanadora. Aquí no hay perdón, y el olvido siempre es selectivo. El odio ha reemplazado cualquier resquício de lo que un día fue. Al final, las acusaciones siempre se hacen en el presente, aunque pretendan apoyarse en los susurros de un pasado distorsionado.
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