Pelotudo | Francisco Romero
*enemies to lovers (almost)
*pelotudo: dicho de una persona, que actúa sin entendimiento, razón ni gracia.
“Que lindo ojos tenés - Quiere que te dé un beso?”
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Conocías a Francisco desde kindergarten, y la verdad es que nunca congeniaron. Desde aquel entonces, sentías que le caías pésimo, y no era para menos. Él siempre se codeaba con los populares y se paseaba con aires de superioridad. Además, compartían el mismo interés por el teatro, lo cual resultaba ser uno de los puntos más irritantes para ti.
Durante los ensayos en la escuela de teatro, Francisco no perdía la oportunidad de soltarte comentarios hirientes: “Eso no es así", "Pelotuda, ¿no te lo estudiaste?", "Boluda, estás re-te mal", "Sos una mierda", "Andate a la mierda", y una lista interminable de despectivos. Era difícil soportar sus constantes críticas y la mirada de desprecio que te lanzaba en cada oportunidad.
Finalmente, llegó el día de tu graduación y decidiste mudarte a vivir a la Ciudad de México, dejando atrás esos incómodos encuentros con Francisco.
Después de varios años, tus amigos te insisten en que veas la película "La Sociedad de la Nieve". Como amante del cine y el teatro, y teniendo conocimiento de la historia del avión uruguayo, decides verla un día con tus amigos. Sin embargo, durante la proyección, algo llama poderosamente tu atención.
Al reconocer a algunos colegas del teatro en la pantalla, te sorprende descubrir que Francisco también forma parte de la película. Al verlo, no puedes contener tu reacción y susurras entre dientes un "concha de tu madre". La expresión de asombro en la cara de tus amigos es inevitable, y te preguntan: "¿Qué pasó?".
No puedes evitar soltar la verdad: "Ese es el pelotudo que arruinó mi carrera en Buenos Aires". La revelación deja a tus amigos boquiabiertos, y a partir de ese momento, la película adquiere un matiz completamente diferente para ti.
Después de un mes, decides regresar a Argentina para visitar a tu familia. Al llegar, te encuentras con un escenario inesperado: Francisco está en la cocina, cocinando con tu mamá. Ella, con una sonrisa en el rostro, te señala y exclama: "Mira, tu amigo de teatro está aquí".
Te quedas atónita, ya que la relación que tenías con Francisco distaba mucho de la amistad. Eran prácticamente enemigos durante tus días de teatro en Buenos Aires. Sin embargo, allí está él, ayudando en la cocina como si fueran los mejores amigos.
Tu madre, notando tu sorpresa, te presenta a Francisco con una alegría contagiosa. Él, con una voz inesperadamente dulce y fresa, te saluda: "(Tu nombre!), tu madre me invitó y, obviamente, no podía decir que no". Su tono amigable y su actitud llena de encanto te desconciertan, ya que no esperabas encontrarte con esta versión de Francisco.
Tu madre te informa que hace falta zanahoria y papas para la comida, y te pide que vayas al supermercado. Lo que más te sorprende en ese momento es escuchar a Francisco decir con una sonrisa: "Bueno, yo también voy contigo".
La idea de ir al supermercado con alguien con quien solías tener una relación conflictiva te resulta extraña, pero decides aceptar su compañía. Te das cuenta de que Francisco ha cambiado mucho desde la última vez que lo viste. Su actitud es relajada y amigable, y se muestra dispuesto a ayudar a elegir las mejores zanahorias y papas.
Mientras caminas para el supermerkado, decides soltar las palabras que hasta hace poco te parecían impensables: "Eh... felicidades, te vi en la película, hermoso de verdad". Francisco te mira con una expresión de sorpresa, pero el sol refleja intensamente en sus ojos verdes, haciéndolos brillar de una manera cautivadora.
Agradecido, Francisco responde con amabilidad: "Gracias. ¿Y vos? Tu madre me contó que haces teatro en México". Hipnotizada por la luminosidad de sus ojos, respondes sin poder evitar mirar hacia abajo: "Bueno, sí, estoy en el teatro y me va tranqui".
Él asiente con interés y suavidad en su tono de voz: "Qué bueno. Siempre fuiste la mejor en el teatro, la verdad es que te envidiaba mucho". De repente, te detienes en medio de la calle, mirándolo en blanco, tratando de procesar esas palabras. La sorpresa y la confusión se reflejan en tu rostro mientras intentas entender la nueva dinámica entre tú y Francisco.
Después lo encarás con una mirada bien intensa y le largás un "¿Posta estás diciendo eso?". Después de un silencio medio incómodo, le soltás un "En serio, che, ¿te olvidaste de todos los insultos que me tirabas cuando éramos pibes?". Francisco tira un "Che, (tu nombre), era un pibe, ni me daba cuenta de lo que decía". Ahí le mandás un "Sos un gil, me terminé mudando a Ciudad de México por tu culpa". Francisco te clava la mirada y suelta un "La verdad, nunca entendí por qué te fuiste". Y vos, con cara de sorpresa, le tirás un "¿Qué no entendés? ¡Me arruinaste la vida con esos comentarios arrogantes que tirabas todos los días, loco!". Te quedás re en shock después de soltar todo eso, dándote cuenta de que sacaste todo lo que tenías adentro y sin tener ni idea de qué va a decir el boludo.
Francisco te sigue mirando con esos ojos como platos y tira un "No sabía que te afectaban tanto, posta". Ahí te quedás mirándolo, medio paralizada, y le soltás un "¡¿Cómo que no sabías?! ¡Me hiciste mierda con tus comentarios, Francisco!". Francisco intenta explicarse, "Es que no lo hacía con mala intención, era joda de pibes". Y vos, caliente, le retrucás, "¿Joda? ¿Te parece joda tener que dejar todo e irme a otro país por tu culpa?".
Él baja la mirada, como sintiéndose culpable, y murmura un "No pensé que lo tomarías tan en serio, boluda". Ahí te explota la paciencia y le decís, "¿En serio? ¿No pensaste que abandonar mi vida acá sería en serio?". Francisco, medio nervioso, trata de justificarse, "Pero mirá, ahora estoy acá, podemos arreglar las cosas". Y vos, sin aflojar, le disparás, "No sé si tiene arreglo, Francisco. Me hiciste pasar por un infierno".
Francisco, sintiendo la incomodidad del momento, decide romper el hielo de alguna manera. Mira las bolsas de supermercado que sostienes con esfuerzo y sin decir una palabra, se acerca y te las quita suavemente de las manos. Lo hace como si de repente se diera cuenta de la carga que llevas.
Te mira con una sonrisa apologeta y te dice, "Che, dejame ayudarte con esto. Parece que están pesadas". Le das una mirada sorprendida, agradecida por el gesto repentino, y asientes. "Gracias, de verdad", le dices genuinamente. En ese momento, entre las bolsas, se crea un pequeño espacio de complicidad, como si ambos recordaran que, a pesar de todo, alguna vez fueron amigos.
*Thanks to my sis por ayudarme a escribirlo! We had fun!!!
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
Capítulo 12:
—¡Corte!—gritó el director, Enzo bajó los hombros al escucharlo, rezando por dentro que no les pidiera repetir la escena, esta era la séptima vez consecutiva que la grababan—. Se queda, Enzo, por favor ve a que te retoquen el maquillaje, podría freír un huevo en el brillo de tu frente.
Enzo asintió y caminó directo a su camper, agradeciendo que no se encontrara muy lejos del sitio que estaban filmando.
—Retoque—dijo entrando al camper, Lucía echó la cabeza hacia atrás cuando escuchó la indicación, nadie estaba contento de tener que trabajar en domingo.
—En verdad, no entiendo cómo tu cara puede producir tanto brillo—dijo ella pasándole un algodón con desmaquillante, pues si aplicaba más polvo encima del que ya tenía, su piel se vería craquelada.
—No es mi culpa, te juro que las lámparas de hoy están más potentes que nunca—se quejó, aún le dolía un poco la cabeza por la potencia de las luces.
—Bueno, entonces es culpa de Julio, hoy están grabando más temprano de lo normal, muy apenas hay luz natural—dijo ella comenzó a aplicar producto sobre la piel de Enzo, él sintió que en cualquier instante caería dormido, se había desvelado con Alana la noche anterior leyendo y comiendo.
Se puso nervioso de sólo pensar en ella, no hacía mucho que la chica se había ido para hablar con Sebastián, no podía dejar de preguntarse cómo estarían saliendo las cosas, checó su celular pensando que tal vez encontraría algún mensaje de ella, pero no había nada, ¿cuánto era el tiempo estimado para terminar con una persona?
—¿La reina no te ha respondido?—preguntó Lucía juguetonamente, Enzo rodó los ojos, Lucía más que su maquillista, era su amiga, la conocía desde la preparatoria, cuando ella hacía su maquillaje para obras de teatro, habían trabajado juntos desde entonces.
Era cierto que Lucía podía ser una chica algo explosiva e invasiva, pero conocía su piel como nadie más, también era la única que sabía toda su historia con Alana.
Enzo se limitó a volver a cerrar los ojos, las imágenes de la noche anterior invadieron su mente, Alana abriendo sus regalos, él cocinando para ella y ellos en la cama leyendo hasta quedarse dormidos, despertar junto a ella se había sentido maravilloso y no podía esperar más para poder hacerlo más frecuentemente sin ningúna barrera de por medio.
—Escucha, antier hablé con ella—dijo Lucía.
Enzo se irguió de golpe, Lucía podía llegar a ser algo imprudente.
—¿Por qué?—preguntó Enzo ofendido, por más que apreciaba a Lucy, odiaba que se metiera en sus cosas, sobre todo si se trataba de su situación con Alana, era algo que sólo ellos dos podían entender.
—Porque sos mi amigo—dijo—. Porque no me gusta verte mal por ella, sé que te gusta, pero ella tiene novio.
—Ahora entiendo por qué te contestó de la forma que lo hizo, ella no es así—dijo Enzo atando cabos, aunque había sido bastante chistoso ver a Alana enojada y celosa, había sido extraño verla siendo grosera—. Dios, Lucy, ¿qué tanto le dijiste?
—Pues nada que no sepas—dijo ella pasando una brocha por debajo de sus ojos—. Enzo, lo que están haciendo no está bien.
—Sólo han sido unos besos—dijo él sin querer tocar el tema a profundidad, sabía que era algo más que besos, no era algo meramente físico, Alana le gustaba de verdad y lo sentimientos que tenía por ella rebasaban el nível físico.
—De todas maneras, ¿qué te hace pensar que no hará lo mismo contigo si es que llegan a estar juntos?
—Suficiente, no me apetece para nada seguir hablando de esto—replicó, suficiente tenía con estar desvelado, la ansiedad de qué estaría sucediendo con Alana y Sebastián como para seguir escuchando los comentarios de su amiga.
—Ya, sólo quiero que vos seas feliz—dijo Lucía, ella y Mayra (la novia de Lucía) siempre lo habían apoyado, sobre todo en su última relación.
—Alana me hace feliz—respondió, no pudo evitar sonreír al mencionarla, Lucía detuvo la brocha, inclinó la cabeza y lo observó durante varios segundos.
—Mierda, en verdad te gusta—dijo ella—. Se te ilumina la cara al mencionarla.
—Seguramente es el sebo de mi cara—respondió él riendo.
—Pelotudo—negó con la cabeza y continuó su trabajo—. Bien, sólo espero que las cosas salgan bien y los medios no empiecen interferir.
Enzo bufó al escucharla, ni siquiera se había molestado en pensar en eso, su mundo podía ser bastante dramático, aún recordó toda la polémica que se formó la última vez que tuvo una relación, odiaba tener que arrastrar a Alana a ello, sólo esperaba que fuera un riesgo que ella estuviera dispuesta a tomar.
—Justo ahora está terminando con Sebastián—informó él, Lucía levantó las cejas al escuchar la declaración.
—Oh, bueno, al menos ella también va en serio.
—Tengo planeado llevarla a una cita esta misma noche—dijo él, Lucía hizo una mueca.
—Ehh, adoro tu entusiasmo, pero Enzo, que Alana vaya a romper con su novio no significa que no vaya a estar triste al respecto, llevaban una eternidad juntos por lo que me has contado, quizá no le apetezca mucho.
Enzo la escuchó con atención, no podía negar que encontraba sentido a lo que su amiga acababa de decirle, se sintió un poco idiota por no haber pensando en ello.
—Sólo digo que revisés cómo estará la pobre chica—dijo.
—Ah, ves que sí te agrada—dijo él empujándola.
—No puedo negar que tiene carácter—respondió Lucía rodando los ojos.
El resto del retoque de maquillaje Enzo se la pasó mandando mensajes a Alana, principalmente preguntándole que cómo estaba y si todo iba bien, comenzó a preocuparse cuando notó que los mensajes no le estaban llegando.
—Julio no tarda en llamarte, ya terminé de maquillarte—dijo Lucía guardando algunos productos—. ¿Qué pasa?—preguntó al notar la expresión de Enzo.
—No le llegan mis mensajes.
—Quizá anda distraída terminando con el novio, ¿no?
Pero algo le decía a Enzo que eso era improbable, Alana siempre le respondía cuando él le preguntaba sobre su estado de ánimo.
—No lo sé, esto no me está gustando—dijo nervioso.
—Tranquilo.
—¡No puedo!—replicó agitado—. Tengo un mal presentimiento.
—Se llama ansiedad—dijo Lucía—. Llámale.
Enzo presionó su contacto inmediatamente.
—Me manda a buzón directamente—dijo observando a Lucía.
—Oh, no, no me gusta esa mirada.
—¿Qué mirada?—preguntó él alterado.
—¡Esa!
Enzo sabía que estaba abriendo los ojos más amplio de lo normal, también sentía su respiración agitada y que la nuca le picaba, era justo como se sentía cuando estaba apunto de cometer algo impulsivo.
—No puedo más, iré a su depa—dijo parándose abruptamente de la silla.
—Te diría que le des su espacio a Alana, pero sé que no hay manera de hacerte cambiar de opinión.
Cuando algo se le metía a la cabeza, nada lo sacaba de ahí, y ahora mismo lo único que podía pensar era que necesitaba saber que Alaa estuviera bien.
No le importó que aún tuviera maquillaje en el rostro o que aún no terminaran de grabar, simplemente le avisó al director que tenía que irse de emergencia, Julio lo miró con cara de pocos amigos por un segundo pero lo dejó ir inmediatamente al notar su clara preocupación, el viaje se le hizo eterno, sabía exactamente en donde vivía Alana gracias a todos los taxis que le había pedido con anterioridad, también sabía el número exacto porque a Alana le parecía la cosa más divertida del mundo que su departamento fuera el 333, lo mencionaba cada que podía, era fanática a los números espejo, Enzo creía que se sentiría más relajado una vez que estuviera frente a la puerta del departamento pero no lo hizo, al contrario, comenzó a angustiarse más.
Tenía que tranquilizarse, no quería armar un alboroto, tampoco quería parecer un psicópata parándose en medio de la ruptura de Sebastián y Alana, pero tenía una horrible sensación en el estómago, no le importaba llamarlo ansiedad, sexto sentido o una visión divina, lo único que sabía es tenía que ver a Alana cuanto antes.
No escuchó ruido, lo cual no supo si lo hizo sentir mejor o peor, tocó un par de veces la puerta, volvió a llamar a Alana al menos unas treinta veces más (todas las llamadas regresaron a buzón) se rascó el cuello con frustración, caminó de un lado al otro frente a la puerta, estuvo apunto de ir con el portero para preguntarle si había visto o sabía algo de Alana cuando por mera curiosidad de le dio por girar la perilla, la puerta estaba abierta, no lo pensó dos veces e ingresó.
El lugar lucía como si no hubiera ni una sola alma ahí, arrugó la nariz ante el olor de rosas, el lugar estaba repleto de ellas, seguramente gracias a Sebastián, a Enzo se le hizo un poco bajo intentar solucionar su error con las flores menos favoritas de Alana, pero después se pondría a pensar en eso.
—¿Alana?—preguntó, carraspeó y volvió a elevar la voz—. ¿Alana?—gritó.
Sin importarle estar en casa ajena comenzó a abrir puertas al azar, se encontró con el estudio de Sebastián, la cocina y el baño principal.
—A la mierda—susurró para sí mismo y se adentró al pasillo y tocó fuertemente la puerta de la habitación de Alana y Sebastián.
Al tocarla por tercera vez, escuchó lo que pareció ser un quejido apenas audible.
—¿Alana?—preguntó alarmado—. Soy Enzo, necesito saber si estás bien—pegó la ojera a la puerta.
—Enzo—escuchó lo poco que daba de la voz de Alana, se le fue la sangre a los pies, claramente no estaba bien, no sonaba como ella misma, quiso abrir la puerta pero esta se encontraba con llave.
—Amor, necesito que abras la puerta, tiene llave—gritó usando sus manos como micrófono, como respuesta obtuvo unos sollozos, Enzo quería arrancarse el cabello de la frustración, ¿qué mierda había ocurrido?
—No—tosió—. No puedo, duele mucho.
—Alana, si estás cerca de la puerta apartáte, la voy a derribar, ¿okay?—retrocedió unos pasos, se impulsó y dejó caer todo su peso sobre su hombro y tronco
El seguro de la puerta cedió y esta se abrió, su mirada se dirigió inmediatamente hacia Alana, estaba tirada a un lado de la cama, Enzo corrió hacia ella y se arrodilló ante ella, sentía que el mundo se le iba a los pies, la tomó del rostro, Alana apenas podía mantener los ojos abiertos, sobre todo el derecho, el cual se encontraba bastante inflamado, había un corte en su frente, Enzo sintió una ira que nunca había sentido en toda su vida.
—Te voy a mover, ¿vale?—dijo intentando cargarla, pero Alana soltó un grito de dolor, él levantó la sudadera, había un moretón gigante en el costado de su cintura—. Mierda, mierda, mierda.
Enzo sacó su celular dispuesto a llamarle a una ambulancia, llevaría a Alana al hospital él mismo, pero tenía muchísimo miedo de herirla aún más, entonces escuchó que la puerta principal se abría, Alana abrió los ojos ampliamente y se aferró a Enzo con horror, comenzó a hiperventilarse.
—Quedáte aquí, ¿okay?
—No vayas—murmuró con terror en su voz.
—Voy a estar bien, Lana, no abras la puerta ni salgas—le ordenó, sabía que eso era casi imposible, la chica apenas podía moverse, pero sabía lo fuerte que era y lo que sería capaz de hacer por él, odiando el sonido que hizo Alana e intentando ignorarlo, Enzo la cargó y la dejó en la cama, sin embargo, no necesitó salir, Sebastián entró a la habitación.
Enzo se paró frente a Alana inmediatamente y estiró su brazo, protegiéndola.
—Apartáte de ella—apuntó a Sebastián con el índice.
El chico lo miró incrédulo, Enzo tragó saliva, nunca se había considerado una persona violenta, pero sentía unas enormes ganas de golpearlo.
—¿Enzo? ¿Es en serio Alana? ¿Te has estado jodiendo a tu pinche actor favorito?—dijo acercándose peligrosamente, Enzo lo empujó con los brazos.
—No se ha estado jodiendo a nadie y más te vale que no le vuelvas a hablar en tu puta vida—le dijo—. Sos un imbécil.
Enzo escuchó unas sirenas por fuera del edificio, Sebastián tragó saliva.
—La ambulancia ya llegó—informó, Enzo no podía creer el comportamiento del chico.
—Si pensás que con llamar a la ambulancia todo se solucionará estás equivocado, me voy a encargar de que te vayas preso—lo amenazó, no se apartó de Alana hasta que los paramédicos entraron a la habitación.
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🇬🇧🇪🇦
🇬🇧I'mma just gonna get into it cuz why not? I already expressed my opinion with lfl so idgaf anymore. If you don't like my opinion then just block me cuz I'll block all negative comments sorrynotsorry ¯\_(ツ)_/¯
The issue is the same: people can't READ & will complain about everything just to get attention or others to say "you're my hero 😍" like the crystals they are
Obviously I'm not talking about the prices, but the stories of the angel cards
People should've expected this just by reading the characters' philias like, hello? One of them is turn3d 0n by corpses & another for murdering. If that wasn't enough, read the warnings of the game. & If that wasn't enough enough, you're literally fück¡ng with Beelzebub & Leviathan while they're dying (bloodshed cards) & in addition to that, angels are not good & Rara (I love that someone calls him that way) is a cannibal 💀
"b-but obey me--" I'M TIRED OF THAT, if you wanna be a softie & play obey me then do so, but don't come at all of us saying "this is unethical cuz you're r4p¡ng the angels 😭". First, it's just a game my dude chill, second, if you feel uncomfortable just ignore it as y'all do with REAL victims, third, you can always uninstall the game & last but not least... R4p3play is a real kink about a consent roleplay.
Now, angels do end up consenting at the end (you can correct me if I'm wrong), but their whole personality is like "I hate demons so I'll never admit I liked it hooray"
I've also seen people complain about Gabi's story the most & like, as if you didn't know the character enough or you can't see the card you're gonna pay for. Welp, most of us would pay for that card if we could but ✨70 bucks paywall✨ so you can consider yourself lucky if you can afford to pay that for a single character on a game cuz most of us are studying adults without an income
Again, you may not like a story & THAT'S OKAY, but you've been warned since the beginning UvUr
🇪🇦Me voy a meter en el meollo, ¿Por qué no? Ya di mi opinión con lfl así que ya todo me vale verdura lol. Si no os gusta mi opinión bloqueadme porque igualmente voy a borrar los comentarios negativos losientoperono ¯\_(ツ)_/¯
El problema es el mismo: la gente NO sabe leer y se van a quejar por todo para tener atención y que la gente les diga "eres mi héroe 😍" como los cristalitos que son
Obviamente, no hablo de los precios sino de la historia de las cartas de los ángeles
La gente se lo tenía que haber esperado, osea, ¿hola? Uno se pone to burro con los cadáveres y otro por asesinar. Por si no fuera suficiente, hay que leer las advertencias del juego. Y si eso no fuera suficientemente suficiente, te estás tirando a Belcebú y Leviatán mientras se mueren (no sé cómo es el nombre de estas cartas en español pero ya todos sabemos cuales son) y para más inri, los ángeles no son buenecitos y Rara (me encanta que alguien le haya llamado así) es caníbal 💀
"p-pero obey me--" ESTOY CANSADA DE ESA MIERDA, si quieres ser blandito y jugar obey me adelante, pero no nos vengas con "esto no es ético porque estás v¡0l4nd0 a los ángeles 😭". Lo primero, es un juego así que cálmate tío, lo segundo, si no te gusta ignóralo como haces con las víctimas REALES, tercero, siempre puedes desinstalar el juego y por último pero no menos importante... El r4p3play (juego de v¡0l4c¡0n) es un fetiche real y consentido
Ahora, los ángeles acaban consintiendo al final (corregidme si me equivoco), pero su personalidad se basa en "odio a los demonios así que nunca voy a admitir que me gustó yupii"
También he visto que la gente se queja sobre todo de la historia de Gabi como si no conocieran al personaje o no pudieran ver la carta por la que están dispuestos a pagar. Bueno, muchos de nosotros pagaríamos por esa carta si pudiéramos pero ✨70 pavos✨ así que considérate afortunado si te puedes permitir pagar eso por un solo personaje en un juego porque la mayoría de nosotros somos jóvenes adultos sin ingresos
Repito, te puede no gustar una historia y ESO ESTÁ BIEN, pero te advirtieron desde el principio UvUr
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