#preguntas sin responder
Explore tagged Tumblr posts
Text
'what is the deal with your characters? what's the plot?' fuck if i know bro i just know which memes would fit them 👍🏻
#david es el que pregunta 'contexto? 🤔'#grant es el que responde 'te la comés sin pretexto 👍🏻'#y kelly es el hijo que se desinfla cagándose de risa send tweet#i do have a plot...kinda...but the memes dybamics ohhh baby those are good#according to jules
32 notes
·
View notes
Photo

🔥18 de Agosto🔥 😎Termina el hiatus de Zona de Tótem, nenas😎 Oremos para que no vuelvan a retrasarlo, AMEN🙏 ⚠️POR FAVOR LEAN LA PUBLICACIÓN COMPLETA⚠️ Estoy encantadísima de ayudar y responer a sus preguntas, leer sus opiniones y lo ideal es que compartan para que llegue a más personas. ⚠️PERO NO VOY A RESPONDER PREGUNTAS QUE YA ACLARÉ EN LA PUBLICACIÓN⚠️ ✔️EL NAME ES ZONA DE TÓTEM, TOTEM'S REALM, REINO DEL TÓTEM ✔️NO SÉ QUIÉN LO TRADUCE SIN CENSURA, REVISEN EL KOJI ✔️LA ÚNICA PÁGINA OFICIAL QUE LO LLEVA EN ESPAÑOL Y EN INGÉS ES MANTA, LA VERSIÓN CENSURADA #pinkymeme #shaka #manwha #pinkyhime #zonadetotem #zonadetótem #zonadetotemmanhwa #totemsrealm #totemsrealmanhwa #totemsrealmmanhwa #totemrealm #totemrealmmanhwa #totemrealmscenes #토템의영역 #serashaka #shakasera #sera #kofi #patreon #leesuuhyun #leesuuhyunpost #leesuuhyunpagameelpsicólogo
#🔥18 de Agosto🔥 😎Termina el hiatus de Zona de Tótem#nenas😎 Oremos para que no vuelvan a retrasarlo#AMEN🙏 ⚠️POR FAVOR LEAN LA PUBLICACIÓN COMPLETA⚠️ Estoy encantadísima de ayudar y responer a sus preguntas#leer sus opiniones y lo ideal es que compartan para que llegue a más personas. ⚠️PERO NO VOY A RESPONDER PREGUNTAS QUE YA ACLARÉ EN LA PUBL#TOTEM'S REALM#REINO DEL TÓTEM ✔️NO SÉ QUIÉN LO TRADUCE SIN CENSURA#REVISEN EL KOJI ✔️LA ÚNICA PÁGINA OFICIAL QUE LO LLEVA EN ESPAÑOL Y EN INGÉS ES MANTA#LA VERSIÓN CENSURADA pinkymeme shaka manwha pinkyhime zonadetotem zonadetótem zonadetotemmanhwa totemsrealm totemsrealmanhwa tot
3 notes
·
View notes
Text
Hands to myself | Esteban Kukuriczka.

Sumario: mañanas tranquilas con tu novio.
Warnings: sexo explícito (+18), fingering, sexo desprotegido, dirty talking.
Notas: cómo argentina, me parece preocupante la falta de fanfics que hay de este hombre xx.
Créditos: esta inspirado en la canción de Selena Gómez, las imágenes del principio no me pertenecen y las encontré en pinterest, sin embargo, el collage fue hecho por mi.
1.3k words.
La suave brisa bonaerense inunda el amplio cuarto, jugueteando con mis mechones, desperdigados en las almohadas. El sol empieza a colarse sin consideraciones por las ventanas entreabiertas, obligando a mis cansados parpados a perforar mi sueño.
Los fuertes brazos anclados en mi cintura me atraen aún más cerca del hombre dormitando a mi lado, su rostro anidado en mi cuello, su dulce y varonil aroma inundando mis fosas nasales, envolviéndome en su calor corporal.
“Buenos días, Tebi”- Murmuro suavemente, cubriendo sus hombros con delicados besos para despertarlo.
“Buenos días, preciosa”- Responde, despegándose de la somnolencia y serpenteando sus extremidades con las mías.
Hinco mis dientes seductoramente en su piel descubierta, salpicándolo con pequeñas marcas rojas en contraste con su tez pecosa. Ansiosa, deslizo mis piernas sobre las suyas, posicionándome a horcajadas sobre su regazo.
“¿Andamos cariñosas esta mañana?”- Socarrón, amasa la desnudez de mis caderas entre sus palmas, causando que nuestros sexos se rocen firmemente. La burlona fricción no está ni cerca de ser suficiente para calmar las llamaradas que empiezan a asentarse en mi estomago bajo.
“Dale, amor, ¡por favor te pido!”- Ruego impaciente, tratando de replicar sus movimientos. Su agarre me mantiene estática en mi lugar, sin permitirme mover.
“¿Por favor qué?”- Finge inocencia mientras las puntas de sus dedos empiezan a dibujar entramados sobre mis costillas, trepando hacia mis pechos.
Atrapa mis pezones entre sus yemas, jugueteando con ambos a la vez, hasta sentir como se endurecen ante sus atenciones.
“Tocame, te necesito…”- Aclaro sin aliento.
Con una sonrisa ladina, acerca su boca hacia el derecho, provocando el montículo con la lengua hasta empezar a succionarlo con urgencia. Me enredo en su cabello, tirando de el con ferocidad, ganándome un gimoteo de satisfacción de su parte.
Separándose de mi abusado busto, observa mis ojos con cierta malicia impresa en los suyos al tiempo que me restriega contra su palpitante centro. Una creciente erección se hace notar bajo la ropa interior que nos separa.
“Mira lo que me haces”- Acentúa su punto al embestir mi coño cubierto con su pulsante miembro. Mi boca se entreabre ante el placer repentino- “Me pones tan duro.”
“Tebi, no puedo más”- Susurro cuando su mano baja por mi estomago hasta hallar mi intimidad, desliza mi tanga por mis pantorrillas para así estimular el clítoris en premeditados movimientos circulares. Creo enloquecer ante sus ralentizadas caricias
Asienta su toque errante en mi humedad, sus yemas buceando entre mis jugos. Retira sus dedos índice y corazón, para luego sorberlos ruidosamente, lamiendo mi reluciente excitación.
“¿Quién te tiene así de mojadita? Mh?”- Pregunta orgulloso, sabiendo perfectamente que el es el causante.
Reanuda sus ministraciones en mi núcleo, colándose por entre mis labios para penetrarte con dos dígitos. Mis orbes fijos en sus movimientos, aun desconcertada por lo obsceno de su accionar.
Rápidamente acelera sus movimientos, curvándose para golpear la esponjosa cavidad. Su longitud roza todos mis puntos sensibles, acercándome a un inexorable crescendo. Sumergida en el disfrute, lo único que escapa mis cuerdas vocales son quejidos de satisfacción, entrelazados con gemidos nombrándolo.
“Contestame, nena. ”- Reclama, forzando el contacto visual al aprisionar mi mandíbula en su agarre.
“Vos, Kuku, ¡solo vos!”- Contesto, hundiendo mis uñas en la tersura de sus bíceps, marcando lunas crecientes para la posteridad. Una sonrisa engreída tiñe sus delicadas facciones al notar mi estrechez aspirándolo, signo de mi orgasmo aproximándose a pasos agigantados.
Meciéndome sobre sus largos dedos, comienzo a percibir las avasallantes olas de mi culminación; la presión en mi vientre amenazando con explotar, la euforia difuminando todo a mi alrededor, centrándome solo en el rostro de mi novio cercano al mío.
El clímax se ve remplazado por un insoportable vacío cuando retira sus dígitos de mi calor, negándome la liberación. Un sollozo se cuela por mi expresión desahuciada, mis ojos alarmadamente abiertos cubiertos por una fina capa de lágrimas.
“No no no, por favor”- Lloriqueo en su oído, tratando de reganar el pasado contacto. Sus fuertes extremidades me aquietan por encima de su muslo, logrando que mis movimientos mueran lentamente.
“Tranquila, linda. Ahora te voy a coger, ¿sí?”- Pronuncia, apaciguando mis patéticos hipidos. Asiento frenéticamente, deseosa de sentirlo en mi interior.
Con un preciso movimiento, me enjaula bajo suyo, su largo cuerpo enmarcando al mío. Lo observo despojarse de sus calzoncillos, ardiendo al presenciar su desnudez absoluta.
Mis ojos merodean desde su esbelto pecho hasta los colorados vellos que trazan el inicio de su pelvis, gruesa y rebosante de líquido preseminal.
Casi ausente, permito que mi mano recorra su cuerpo, centrándome en su furioso pene. Con lánguidos movimientos, trazo su longitud, torciendo mi muñeca para proporcionarle el mayor placer posible.
“Me vas a matar, bebé”- Confiesa, acalorado y excitado. Sus rizos cobre empiezan a pegarse a su frente ante el esfuerzo físico, unas singulares gotas de sudor recorren su tórax.
Toma mis extremidades superiores entre sus garras para anclarlas sobre mi cabeza, dejándome completamente a su merced. Con un gesto busca mi consentimiento, el cual soy rápida en proporcionarle.
Su glande comienza a ingresar por mi núcleo, empujándose pacientemente dentro mío. Mas allá de la cantidad de veces que repitamos el procedimiento, jamás lograría acostumbrarme a la deliciosa manera en que me estira. El aire se condensa de sus suspiros de alivio al sentir su polla completamente en mi interior.
Así, inmóvil entre mis piernas, logro sentir cada una de sus vena latiendo dentro mío, las crestas y surcos que lo componen.
“Hace conmigo lo que quieras, Kuku, pero por favor movete”- Demando sin aire, todavía pasmada por la intrusión.
Ni bien las palabras me abandonan, Esteban retira su falo casi por completo antes de embestirme ferozmente. Su boca yace abierta, su cara contorsionada por el deleite, sus cejas arrugadas entre sí… La vista más bella del mundo.
Noto que mis caderas intentan acompasarse a su compás, encontrándolo a medio camino. Un frenesí casi inhumano apoderándose de ambos, obligándonos a acelerar el ritmo para satisfacer aquel deseo tan primal.
Su palma izquierda apresando mis muñecas fuera de su camino, la derecha se posa en mi abultada panza, advirtiendo la protuberancia que su pene delinea en mi vientre bajo. Un gemido nace de mi garganta al notar lo que ocurre.
“Así de profundo te estoy cogiendo, nena”- Gruñe en mi oído, su mano aún en mi estómago, sus penetraciones cada vez más hondas.
“Ay, Esteban, estoy tan llena”- Plaño frente a su boca, robándole un chape al notarme increíblemente mojada ante la imagen.
Vuelven a apropincuarse las primeras olas de mi culminación quemándome por dentro, consiguiendo desesperarme por concluir. Sin siquiera notarlo, mi voz se fuerza por vociferar el regocijo que me inunda, aumentando su volumen a medida que mi clímax me alcanza.
“Dios, me voy a venir”- Advierto, enloquecida por las sensaciones apoderándose de mí. El mayor se apresura, complaciendo mi pedido tácito.
Su boca busca de nuevo la mía cuando mi coño pulsa delirantemente su entrepierna, buscando conducirlo hacia su propia liberación.
“¿Ah sí? ¿Me vas a empapar la chota, amor?”- Cuestiona, sabiendo cuanto me gusta que me hable así de sucio.
Su nombre huyendo de mis labios como mantras, mis uñas anclándose en su espalda, marcándolo como propio.
Me entrego al orgasmo que me engulle, mi cuerpo retorciéndose espasmódicamente bajo su imponente figura, mi centro manchándolo con mi corrida al contraerse.
En la brevedad, aúlla desaforado pues su masculinidad pulsa hasta derramarse dentro mío. Su semen pintando mis paredes internas, colmándome por completo.
Se retira de mis cavidades con lentitud luego de venirse, procurando que sus espermatozoides permanezcan en mi interior. Selecciona mi ropa interior de las desechas sabanas, calzándomelas como si nada.
“Así no se escapa nada”- Murmura, regalándome un pico. Me fascino ante la idea de mantener su eyaculación así de cerca de mí.
Lo arropo contra mí, exhausta y saciada, con la intención de quedarme atrapada en sus brazos por un rato más. Recíproca mi voluntad, reposando su cabeza entre mis pechos y acariciándome delicadamente.
“Te amo”- Digo luego de unos instantes, observándolo maravillada.
“Yo te amo más”- Responde, presionando nuestras bocas en un beso descuidado.
#esteban kukuriczka#kuku#esteban kuku#la sociedad de la nieve#lsdln#smut#argentina#español#smut en español#esteban kukuriczka smut#enzo vogrincic#matías recalt#enzo vogrinic smut#lsdln cast#fanfic#lsdln fanfic#esteban kukuriczka fanfic#esteban kukuriczka x reader#fluff#esteban kukuriczka fluff
578 notes
·
View notes
Text
Yo sé que estás cansada,
y más que cansada, agotada.
De ver cómo se agotan los intentos,
de cargar el peso de un quizá,
de ver cómo otras sí,
y tú, todavía, no.
Yo sé que te ves calmada,
pero por dentro
tu cuerpo reclama: ¡Basta!
y no cesa de preguntar: ¿Hasta cuando?
y que nadie note
que por dentro estés rota
porque por fuera
tu cuerpo se ve intacto.
Yo sé que tienes temor
de que ésta no sea la última vez,
de que a pesar de ser la tercera,
no sea la vencida,
de que vuelva todo a ser como siempre
y al final tengas el mismo desenlace:
un negativo que te arrebata toda positividad.
Yo sé cómo te consume ver a otras mujeres
luciendo felices su tripita de embarazo
mientras los ojos de tu alma lloran
por no verte igual al mirarte al espejo.
Yo sé lo que es tener que inventarte la respuesta de antemano a la típica pregunta idiota; ¿Y tú para cuando?
Sé lo que es asentir sin muchas ganas cuando te dicen: “Cuando menos lo esperes, llega.”
Y sé lo que jode que te digan que para la edad que tienes ya deberías tenerlos y responder con una amabilidad aplastantemente dolorosa: ¿Acaso me los vas a mantener tú?
Yo sé lo que es que te duela la culpa más que el pinchazo.
El silencio que guardas en la boca más que el mentir diciendo que estás bien.
La sangre anunciándote que otro mes más no se pudo.
Los síntomas de la medicación que te hacen sentir que lo estás sin estarlo.
Y entre todas esas cosas que sé,
sé que no es nada fácil ser tú,
sé que eres más valiente de lo que piensas,
y sé que aunque te hayas querido rendir más de una vez no lo has hecho.
Porque tú eres tú,
porque tú eres yo.
Porque si no tenemos fuerzas las inventamos,
porque sabemos que es mayor el gozo venidero
que el sufrimiento momentáneo.
Porque tenemos la certeza de que todas esas lágrimas no fueron derramadas en vano,
de que se nos va a dar,
de que la vida no nos puede arrebatar la vida.
Y tal vez no sea hoy, ni mañana.
Pero será.
Y cuando sea será el día más feliz de tu vida.
Y el mío también.
#giladas#escritos#citas#quotes#rupi kaur#sentimientos#frases#literature#books & libraries#inspirational quotes#reproducción asistida#fiv#inseminacion artificial#infertilidad#maternidad
47 notes
·
View notes
Text
[Después de un merecido descanso en el río, Jeanette y tú van al gran comedor para una merecida cena. A ella le surge una inquietante duda]
OPERACIÓN NO AUTORIZADA.
—¿Qué crees que son lo que tienen en la cabeza?—pregunta de la nada, haciendo que levantes la mirada de tu plato.
—¿Qué cosa?
Ella apunta de forma sutil a un Yautja—¿Es pelo o tentáculos o qué?
Analizas un segundo las rastas de un Yautja cercano, la miras de distintos ángulos pero no das con ninguna respuesta—No lo sé, quizás es pelo y ya.
—¿Cómo se han de sentir al tacto?
—Quizás raras, se ven raras la verdad.
—Vamos a tocar una.—la felicidad de su rostro la hace parecer como que dijo algo completamente normal.
En ese mismo momento miras a Jeanette como si no pudieras creer lo que salió de su boca, porque efectivamente no podías creerlo.
—Estás loca.—murmuras, mirando a tu alrededor esperando que ningún yautja la haya escuchado.
—Es una duda, nada más—responde ella con una risita suave— ¿Qué daño puede hacer?
Dejas aire salir por tu nariz y volteas para mirar a todos los presentes en el comedor, Imp'ro no está pero Khai'ro sí, hablando de forma animada con un grupo de jóvenes que hacen pregunta tras pregunta.
Ella llama a tu nombre—¿Qué dices?
—Que no—gruñes pasando tus manos por tu cabello mojado—, si Imp'ro no nos deja menos lo intentaré con alguien más.
La rubia hace un puchero, jugando con su propio cabello—¡Yo lo haré!
Ruedas con ojos con cansancio y la detienes antes de que se levante de la silla, le das una mirada seria para levantarte sin mucho ánimo.
—Me darás tu chocolate la próxima vez que alguien te dé.—ella asiente de forma animada, esperando expectante tu muestra de valentía.
Te alejas de tu mesa donde había una cena más o menos comestible, nadie te presta mucha atención ya que las conversaciones están animadas por todos lados.
Tus ojos fijos en Khai'ro.
Sus rastas, para ser más específicos.
Con lentitud te posicionas en su espalda aún con unos pasos de distancia, tanto él como los jóvenes saben que estás ahí pero si Khai'ro no se altera es porque no eres una amenaza.
Piensas, una y otra vez, podrías perder la mano por hacer esta estupidez.
Quizás no deberías confiar tan ciegamente en la confianza que estás ganando con él.
Sigue siendo un guerrero mortal.
Las rastas negras adornadas con oro te llaman, brillantes y llamativas como ellas solas.
Todo o nada.
Estiras tu mano en una fracción de segundo y alcanzas a tocar una, se sintió extraño al tacto, fría, no es parecido a nada de lo que habías tocado pero sin ninguna textura adicional.
Es todo lo que pudiste analizar antes de que el yautja diera, de forma literal, un salto hacia adelante con sus ojos bien abiertos.
Ahora si todo el mundo te está mirando.
Los yautja viejos están sorprendidos de que sigas respirando, los jóvenes no pueden creer lo que hiciste y los humanos sienten la necesidad de huir o esconderse.
Jeanette te mira con una mano sobre su boca, te pide perdón con los ojos.
Te quedas estática, la mano todavía en el aire cuando Khai'ro deja salir un rugido y se voltea para enfrentar al irrespetuoso qué se atrevió a tocarlo.
Su rabia se apaga en cuanto confirma que eras tú, ojos abiertos y aterrados, tu mano ahora apegada a tu pecho.
—L-Lo siento...
El jadea y cierra sus ojos.
Cuenta hasta 5, 10, 100 y 1000 más rápido de lo que alguna vez creyó que podía haber contado.
Abre sus ojos y algo sale de su pecho, no un gruñido, es lo más cercano a una risa que Khai'ro ha hecho en mucho tiempo.
Una mano grande se acerca a tu rostro y lo levanta—No debes tocarlas, son privadas—su voz es pacífica, pero retumba en tu pecho—. Por lo menos no debes hacerlo en público.
Tu rostro se enciende como un farol, sus ojos son amables cuando se fijan en ti y tras darte un asentimiento se voltea para seguir hablando con los jóvenes.
Sientes las piernas de jalea, a penas llegas a tu silla cuando caes sobre esta como un peso muerto. El comedor se ha vuelto a llenar de ruido.
—¡Jamás pensé que eso pasaría!
—Sí...se nota...—dejas caer tu cabeza en la mesa, el rubor te sube hasta el cuello.
Haces una nota mental remarcada en rojo de jamás volver a hacer una estupidez de este calibre.
37 notes
·
View notes
Text
Eres arte.
Así de simple, sin rodeos. No lo digo para halagarte ni para sonar poético: lo digo porque es verdad. Eres arte desde que despiertas, cuando te estiras en la cama con el pelo revuelto y los ojos medio cerrados, hasta que apagas la luz y te abrazas a la almohada. Eres como ese cuadro que nadie sabe describir con palabras, pero que se queda grabado en la memoria de quien lo ve.
Tus gestos cotidianos son pinceladas sueltas. Cuando te ríes sin motivo, por ejemplo, y esa risa se te escapa como un susurro entre dientes. O cuando te quedas callada, evitando responder preguntas incómodas, y en tu silencio se leen más verdades que en cualquier discurso. Tus manos, esas que juegan con el borde de la taza de café o acarician un libro viejo, tienen su propio lenguaje. No necesitan explicaciones.
Hasta en lo que crees insignificante hay arte. Cuando te miras al espejo y frunces el ceño, criticando cada detalle. Cuando te pruebas tres outfits distintos y al final eliges el primero. O cuando te quitas el maquillaje con una toallita, cansada, y tu piel queda al descubierto, marcada por esas pequeñas líneas que cuentan historias sin fechas. Ahí, justo ahí, eres más auténtica que cualquier escultura pulida.
Y qué decir de tus días grises. Esos en los que te encierras, te pones música triste y dejas que las lágrimas mojen la almohada. O cuando te enfureces por algo que otros considerarían trivial, pero para ti es una tormenta interna. No lo niegues: hasta en tu ira hay algo hipnótico. Como un oleaje embravecido que, aunque asusta, nadie puede dejar de contemplar.
Eres arte en tus contradicciones. En cómo amas la vida con ferocidad, pero a veces la maldices en voz baja. En cómo te vuelcas en ayudar a otros, pero luego necesitas semanas para recomponerte a solas. En cómo bailas en la cocina con canciones de los 80, pero te ruborizas si alguien te ve. Eres caos y calma, fuerza y fragilidad, todo al mismo tiempo.
Tus pasiones también delatan tu esencia. Cuando te pierdes en un libro, subrayando frases como si fueran mensajes secretos. O cuando cocinas sin recetas, inventando sabores mientras tarareas una melodía. Incluso cuando caminas por la calle sin rumbo, observando a la gente, imaginando sus vidas. Eres una colección de momentos pequeños que, juntos, forman una obra maestra.
Y sí, hablo de tu cuerpo. No me refiero a curvas o medidas, sino a cómo lo habitas. A esas cicatrices que escondes como si fueran defectos, pero que en realidad son marcas de batallas ganadas. A cómo te acurrucas en el sofá los domingos, con una manta y una serie, o cómo te estiras al sol en verano, dejando que el calor te dibuje pecas en los hombros. Hasta en tu forma de caminar aprisa, como si el mundo fuera quedarse atrás hay ritmo.
Pero sobre todo, eres arte cuando te muestras sin filtros. Cuando dejas caer la máscara de «todo está bien» y permites que alguien vea tus grietas. Cuando compartes un recuerdo incómodo, una risa demasiado fuerte o un sueño que suena absurdo. Ahí, en esa vulnerabilidad, eres como un cuadro abstracto: no todos lo entienden, pero quienes se detienen a mirarlo, no pueden olvidarlo.
No lo dudes: no necesitas ser una diosa ni una heroína. Tu arte está en lo imperfecto, en lo humano, en lo que cambia con el tiempo. En cómo te reinventas cada mañana, incluso cuando solo quieres seguir durmiendo. Por eso, cuando dudes de tu valor, recuerda esto: hay museos enteros que jamás igualarán la belleza de existir como tú lo haces.
#letras#escritos#escrituras#pensamientos#frases#amor verdadero#sentimientos#la vida#amor#el amor#textos#citas#eres arte#arte#eres#mujer perfecta#perfecta#tu cuerpo
31 notes
·
View notes
Text
Una condena agradable - Matías Recalt

Cap I. Cap II. Cap III. +18! Dom!Matías celoso y posesivo. Begging, creampie, degradation, exhibicionismo, fingering, grinding, nipple play, posible spit kink, sexo oral (male recibe), sexo sin protección, slapping, voyeurismo, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
Matías adora a sus compañeros de rodaje, de eso no hay duda... Adora el vínculo que se formó entre los integrantes del grupo durante los largos meses que pasaron en hoteles y en el set, la pasión que comparten por el trabajo que realizaron y el apoyo mutuo. Por esos motivos y más fue que decidió organizar una cena.
No fue un trabajo sencillo: cuando una mitad del grupo podía la otra se veía imposibilitada, el clima arruinaba las posibilidades de reunirse, surgía un evento al que debían asistir o alguien cancelaba y los demás también lo hacían, hasta que llegó el día en que –para sorpresa de todos- el plan se concretó gracias a Enzo.
Con un simple mensaje en el grupo de WhatsApp en el que dejaba saber que iba a estar en la ciudad y proponía hacer algo, el asunto se solucionó en menos de veinticuatro horas. Matías agradeció internamente al uruguayo por la acción, luego por la sugerencia de trasladar la cena al jardín para tener más espacio, y más tarde por ser él quien se encargara principalmente de hacer los arreglos allí.
¿Pero ahora…? Ahora se arrepiente de todo.
No recuerda en qué momento dejó su lugar a tu lado ni por qué, sólo sabe que cuando regresó alguien más había ocupado su silla y vos estabas inmersa en una conversación con Enzo. Puede que estén hablando de música, películas, libros o lo que sea que el mayor te haya enseñado en la pantalla de su celular que te hizo reír a carcajadas, pero a Matías no le importa eso. Sólo puede pensar en cuánto desea acercarse y rodearte con sus brazos o sentarte sobre su regazo y poner sus manos en tus muslos descubiertos.
Las voces de Esteban y Francisco lo regresan a la realidad con una pregunta que no logra procesar, por lo que responde con balbuceos mientras se pone de pie trastabillando. Se acerca lentamente, cada paso permitiéndole apreciar más y más cómo las luces con las que decoraron el jardín resaltan el color de tus ojos y hacen que tu cabello brille, y también ve la forma en que Enzo se inclina para hablarte al oído.
Pero siendo tan receptiva, siempre percibís la cercanía de tu novio y rápidamente volteás a verlo con una sonrisa, ignorando la acción de Enzo y lo que tuviera para decir. Matías te devuelve la sonrisa, una sensación de satisfacción instalándose en su abdomen bajo, y toma tu mano cuando extendés tu brazo hacia él a modo de bienvenida.
-¿De qué estaban hablando?- pregunta, tan simpático como siempre, antes de darte un beso en la mejilla. Su mano se desliza por tu hombro y tu cuello como si se tratara de un masaje.
-Enzo me estaba mostrando unas fotos de sus gatos, ¿querés ver?
Matías no quiere ver, en este momento poco le importa cualquier cosa que no seas vos, pero asiente enérgicamente para mantener la fachada y finge interés cuando ve las fotografías. Enzo explica el contexto y el anillo en su dedo brilla bajo las luces cuando el movimiento de sus manos acompaña sus palabras, las cuales Matías no registra en lo absoluto.
Alzás la mirada cuando sus manos se entrelazan inocentemente sobre tu pecho.
-¿Me acompañás…?- señala el interior de la casa-. Quiero buscar el número de una heladería.
No te da tiempo a responder y mucho menos comentarle que pueden pedir helado desde cualquier aplicación de delivery disponible, su mano en tu espalda te obliga a ponerte de pie y seguirlo. No te preguntás por qué no busca el número que tanto necesita en la cocina o por qué no se detiene junto al teléfono de línea, tampoco el motivo por el cual te arrastra escaleras arriba.
Sabés la razón desde que sentiste la forma en que te miraba.
Te dirige hacia la habitación más cercana y cierra la puerta a sus espaldas con tranquilidad: la expresión en su rostro no delata sus pensamientos (plagados en su totalidad con la imagen de su amigo acercándose descaradamente a tu figura) y sus hombros relajados te hacen dudar por un breve instante, pero su silencio es inquietante y tus labios tiemblan con una sonrisa nerviosa.
-¿La estás pasando bien?- se acerca lenta y sigilosamente, como si se tratara de un depredador, obligándote a retroceder hasta que tu espalda toca la pared junto a la ventana. Comienza a jugar con una de las tiras de tu vestido-. Te vi muy entretenida con Enzo
-Estábamos hablando de los Oscar.
-¿Viste qué lindo que estaba con ese traje?
Te mordés el labio para contener la risa… pero el daño ya está hecho y es sólo cuestión de unos segundos para ver los efectos: su palma impacta con fuerza sobre uno de tus pechos e inmediatamente comienza a pellizcar tus pezones, aún más sensibles de lo usual debido a la tela que roza tu piel. Desliza las tiras de tu vestido por tus hombros y la prenda cae hasta tu cintura, revelando las marcas que sus dientes y sus labios dejaron por la mañana.
-¿Ahora te quedás callada?- te pellizca nuevamente y esta vez no intentás reprimir el gemido que te provoca-. Contestá.
-¿Y si nos escuchan?
La sombra de una sonrisa maliciosa cruza su rostro, pero sólo comprendés lo que significa cuando sus manos ejercen presión sobre tus hombros para dejarte de rodillas. Te obliga a mirarlo a los ojos tirando de tu cabello con fuerza y la posición se torna dolorosa luego de transcurridos unos minutos, pero adora verte a sus pies y recordarte cuál es tu lugar.
El sonido de su ropa es distante y sus movimientos rápidos apenas te permiten asimilar lo que ocurre antes de sentir que su miembro golpea tu mejilla. Debería avergonzarte la forma en que tus labios se separan instintivamente, tu lengua asomándose con la esperanza de probarlo cuanto antes, pero en lo único que pensás es lo mucho que te excita ver a Matías así de celoso.
Mantiene el contacto visual mientras acerca su miembro a tu boca y delinea tus labios para humedecerlos con su excitación antes de deslizarse sobre tu lengua, el sabor más que familiar haciéndote suspirar. Tus labios se cierran sobre la punta y emite un siseo cuando comenzás a succionar, sus párpados luchando para no cerrarse cuando el calor de tu boca lo envuelve y el placer lo invade.
Los dedos en tu cabello te obligan a separarte de él, pero no te da tiempo a protestar porque el deseo lo lleva a adentrarse nuevamente en tu boca en menos de un segundo. Repite el mismo movimiento una y otra vez, hundiéndose más y más hasta golpear tu garganta con cada embestida y hacer que tus ojos se llenen de lágrimas. Parpadeás para disipar las lágrimas y tu máscara de pestañas comienza a correrse, pero él no piensa detenerse hasta arruinar todo tu maquillaje.
Sus movimientos se tornan desesperados y abusa de tu boca sin consideración, casi olvidando o eligiendo ignorar que necesitás oxígeno, pero su oído siempre está atento a los matices en los sonidos indecentes que provoca su accionar... Y también al efecto que este tiene en tu ser, nublando tus ojos con una bruma familiar y dilatando tus pupilas casi al máximo.
Una de sus manos cubre tu nuca para evitar que te golpees mientras la otra tira de tu cabello para mantenerte estática en tu lugar, una contradicción que señalarías si tu mente permitiera que fueras consciente de ello.
Matías se deleita con la imagen de tu labial difuminado y los restos que este dejó en su piel, la saliva que corre por las comisuras de tus labios y tu mentón ahora también goteando hasta manchar tus muslos y deslizarse entre ellos. Tus manos se acercan a tu centro y decide darte un respiro al notar la forma en que tus dedos se contraen debido a la necesidad de tocarte, pero no te deja ir sin antes golpear tus labios y tu mejilla con su miembro goteante.
Te ayuda a ponerte de pie y te conduce sutilmente hacia la ventana, empujándote con delicadeza hasta que las cortinas se deslizan sólo lo necesario para que tu espalda entre en contacto con el cristal frío. El contraste al sentir la calidez de sus manos sobre tu cuerpo te hace suspirar, sobre todo cuando sus dedos se deslizan bajo tu vestido y te rozan a través del algodón humedecido.
-¿Y si nos vienen a buscar?- preguntás en un susurro, como si los invitados ocupando el jardín pudieran oírte-. ¿Y si nos ven?
Sus labios se curvan en una sonrisa y podrías jurar que sus ojos se oscurecen por completo... Eso es precisamente lo que él quiere, lo comprendés una vez que sus dedos hacen a un lado tu ropa interior y se introducen en tu interior sin previo aviso, pero sin dificultad alguna gracias al estado en el cual te dejó luego de utilizar tu boca.
-Qué putita que sos- besa tu mejilla con suavidad-. Cómo te gusta chupármela.
No lo negás, por supuesto que no, porque es la verdad. Matías sabe cuánto disfrutás tenerlo en tu boca y adora torturarte recordándotelo cada vez que tiene la oportunidad, que es casi a diario; pero también adora sentir la forma en que tus líquidos brotan de tu interior y mojan sus dedos. Curva los dígitos rozando tus paredes y gemís con fuerza, tu rostro contrayéndose en una mueca de placer que hace palpitar su miembro. Comienza a aumentar el ritmo progresivamente y es recompensado con tus jadeos, tus súplicas y promesas.
Se detiene en seco al verte tomar aire y retira sus dedos de manera abrupta, el brillo en ellos evidente cuando serpentean con lentitud sobre la extensión de su casi dolorosa erección. Levanta la falda de tu vestido hasta descubrir por completo tu centro, así como la parte posterior de tus muslos y tus glúteos, y desliza su punta sobre tu ropa interior, la mezcla de tus fluidos y el líquido preseminal humedeciendo la tela hasta volverla prácticamente traslúcida.
Tirás de la prenda arruinada para descubrir tu intimidad y lloriqueás cuando su glande acaricia tu clítoris, deslizándose luego entre tus pliegues y cayendo en un vaivén que amenaza con hacerte perder la cordura. Observás casi en trance cómo su miembro ardiente desaparece entre tus piernas una y otra vez, resplandeciendo cuando la luz lo golpea.
-Mati…
-¿Qué?- sus ojos encuentran los tuyos-. ¿Qué querés?
-A vos, por favor- arquea una ceja-. Por favor, por favor, te necesito.
Te acaricia una última vez antes de sujetarte por los hombros y obligarte a voltear, una de sus manos presionando tu rostro contra la ventana mientras la otra tira de tu cadera hasta posicionarte a su antojo, en un ángulo que le permite apreciar la forma en que tu ropa interior se adhiere a tu piel. La idea de romperla es tentadora, pero se limita a hacerla a un lado.
Observa la forma en que tus ojos analizan el exterior, confiando en que vas a detenerlo si sentís que la situación te supera, y se oye suspirar contento cuando siente la forma en que tu cuerpo se relaja por completo.
Dirige su miembro hacia tu entrada brillante y acaricia tus pliegues, pero el evidente rastro de tu humedad en tus muslos lo distrae y sólo se recupera cuando movés tu cadera para incitarlo a continuar. Comienza a introducirse en tu interior, tan cálido y apretado como siempre, y tus gemidos se tiñen con desesperación ante la sensación de plenitud que te otorga.
-Más, Mati, por favor.
No hay forma de que se niegue.
Sus movimientos son lentos pero expertos y el sonido que produce la colisión entre su cuerpo y el tuyo es suficiente para hacer que tus rodillas tiemblen, las fuerzas abandonándote debido al placer que te consume cada vez que sentís su miembro alcanzar el punto más profundo de tu ser. Sus gruñidos y suspiros hacen que te contraigas a su alrededor, arrancando más sonidos similares de sus labios.
Sentís su respiración sobre tu cuello, sus labios entreabiertos dejando besos en tus hombros y en tu espalda, las palabras que susurra contra tu piel pero que no lográs comprender debido a otros sonidos. Sus dedos abandonan su lugar en tu cabello para masajear uno de tus pechos con fuerza y luego atacan tus pezones, ya erectos y sensibles debido al roce constante con la ventana.
Tus piernas amenazan con cerrarse cuando sus dientes capturan la piel sensible entre tu hombro y tu cuello, la sensación del dolor dejándote al borde del orgasmo. Te libera y su lengua se desliza sobre la zona afectada con intención de aliviar la irritación, pero el resultado es tu respiración agitándose y tus jadeos inquietos.
Una de sus manos danza cerca de tu centro y por un segundo creés que está a punto de tocarte, pero te sorprende el sentir que vuelve a arrugar tu vestido entre sus dedos para luego obligarte a sostenerlo. Rezás porque ninguno de sus amigos decida apartarse de la mesa, rogás que nadie se acerque al árbol y observe las ramas que ocultan la ventana, porque de lo contrario verían el completo desastre en el que te transformó Matías.
Dejás salir un gemido más que sonoro cuando sentís su mano acariciando tu abdomen bajo, el sonido repitiéndose y escalando en volumen cuando sus dedos se contraen y sus uñas rozan tu piel. Dirigís una mirada a tus pechos y a las marcas rojizas que los adornan en señal de pertenencia.
Un destello de luz llama tu atención y te alejás del cristal para estudiar el jardín, pero tu visión nublándose y el vidrio empañado por tus suspiros te impiden ver con claridad. Los movimientos de Matías no cesan y una embestida particularmente profunda hace que cierres los ojos al gemir, las lágrimas deslizándose por tus mejillas y humedeciendo tus labios entreabiertos. Cuando repite el movimiento soltás un grito, desbordada por el fuego que parece recorrer tus venas.
Sus dedos se deslizan sobre tu piel expuesta hasta llegar a tu clítoris, la humedad recubriendo la zona y dificultando un poco sus movimientos por un breve instante. Dibuja círculos con precisión, pero cuando ejerce todavía más presión pronunciás un hilo de palabras incomprensibles y sabe que tu orgasmo está a unos pocos segundos de distancia, sólo tiene que…
-¡Matías!- decís entre dientes, tu cuerpo rígido-. Enzo… nos está viendo.
La acción pasa desapercibida debido a que tus ojos están fijos en la silueta que se oculta a la sombra del árbol, pero Matías arroja la cabeza hacia atrás presa del éxtasis. Aumenta el ritmo de su mano, los movimientos de su cadera son brutales y su miembro está causando estragos en tu interior, que se evidencian cuando tus piernas flaquean al tiempo en que apretás tu vestido entre tus dedos.
Está mal. Está muy mal, pero…
Con la concentración suficiente, podés distinguir la forma en que Enzo mueve su mano de arriba abajo sobre su entrepierna. El anillo en su dedo brilla de vez en cuando, un débil hilo de luz delatando su presencia de la forma más descarada, pero lo que verdaderamente te provoca es la forma en que sus ojos se iluminan cuando da una calada al cigarrillo que sostiene.
-Sos mía, ¿entendiste? De nadie más- tu novio acentúa sus palabras con estocadas profundas que te roban el aire-. ¿Entendiste…?
Asentís, repitiendo tuya un sinfín de veces, sorprendida por el peso de las lágrimas formándose una vez que tu orgasmo te golpea. Intentás mantener los ojos abiertos, pero el placer te vence y cuando decidís dejarte ir Matías te sostiene entre sus brazos para evitar que te desmorones.
La cortina regresa a su lugar, pero tu atención está puesta en tu novio y el calor de su cuerpo envolviendo el tuyo, el cual está enteramente a su disposición. Tus gemidos no disminuyen y tu orgasmo se prolonga hasta que comenzás a quejarte debido a la sensibilidad, tu respiración agitada dificultando la articulación de palabras.
Con una última estocada, Matías llena tu interior con su semen. Se recupera mientras reparte uno que otro beso en tu cabello y toma tu mentón entre sus dedos para obligarte a voltear y besarte.
-Mía- susurra contra tus labios, su voz aún entrecortada y cargada de sexo.
-Tuya- jurás, sintiendo cómo abandona tu interior y acomoda tu ropa rápidamente.
Le dirigís una mirada suplicante al sentir la forma en que su liberación comienza a escaparse y humedecer tu ropa interior, pero su única respuesta son una sonrisa y un beso en tu frente.
Pequeñas aclaraciones:
1) El título y parte de la trama están fuertemente inspirados en Persiana Americana de Soda Stereo, pero la versión de los 11 Episodios Sinfónicos que fue el álbum que escuché mientras escribía. Lo recomiendo para acompañar la lectura en caso de que vuelvan a leer esto ♡
2) Si creen estar viendo esta publicación por segunda vez... no se equivocan, es porque nuevamente tuve un desencuentro con Tumblr 😭
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia ♡
#matias recalt#matias recalt smut#matias recalt x reader#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast#esteban kukuriczka#esteban kukuriczka smut#esteban kukuriczka x reader
203 notes
·
View notes
Text
two man ✰ c.bc & lmh



ー♡̵ pairing. mommy!minho x female!reader x daddy!chan ー♡̵ género y warnings. smut, acción mxm, oral, jealous!minchan, azotes, apodos, fumador!minchan, mención de drogas, sexo sin protección, elogios, degradación. ー♡̵ autora original. @leeknow-thoughts ー♡̵ wc. 1.1 k
MASTERLIST
Tu cabeza estaba dando vueltas, tal vez era la marihuana, o tal vez eran tus dos increíblemente impresionantes novios a tu lado, ambos igual de drogados que tú, y ambos igual de cachondos que tú.
Suena una canción en la televisión, pero no te importa mucho cuando la mano de Chan se desliza debajo de tus pantalones cortos y frota tu coño por encima de tus bragas. "Chan", te quejas mientras miras al hombre.
"Tch", Minho te da una bofetada en la cara, no lo suficientemente fuerte como para lastimarte, pero lo suficientemente fuerte como para hacer que tu coño brote, "Sabes cómo llamarlo", dice furioso.
"P-papi!" te quejas mirando al hombre que actualmente está besando tu columna., "¡papi, lo siento!" te disculpas por tu error.
"Esa es una buena chica", elogia Chris, besándote debajo del cuello.
Minho te devuelve el porro, mirándote expectante. Lo tomas con cautela y das unas cuantas caladas antes de pasárselo a Chris. La mano libre de Chris sostiene el porro y la otra continúa frotando tu coño por encima de tus bragas por el momento.
"Ven aquí", dice Minho arrastrando las palabras, "Quiero que le chupes la polla a mami".
Sabes que Minho está drogado cuando empieza a referirse a sí mismo en tercera persona. Te inclinas y te acomodas en el sofá antes de bajarle los pantalones deportivos grises a Minho y dejar al descubierto su polla semidura.
Besas la punta de su polla y lentamente llevas su longitud a tu boca. Lo llevas tan adentro que puedes sentirlo tocando la parte posterior de tu garganta, pero no te importa mucho. "Quiero que aceptes este castigo como una buena chica, solo sigue chupando mi polla mientras tu papi te azota", ordena Minho, "Golpea tres veces mi muslo si se vuelve demasiado, gatita"
La mano de Minho recorre tu cabello suavemente, y es entonces cuando sientes que Chan baja tus leggings y tus bragas, escuchas las telas caer al suelo en algún lugar de la sala de estar, pero parece que no te importa dónde aterricen.
Ves a Chris pasarle el porro a Minho, quien obedientemente le da más caladas.
Sientes los dedos de Chan entrando en tu coño, su pulgar prestando especial atención a tu clítoris hinchado antes de que una fuerte bofetada resuene en la habitación. Sientes el dolor segundos después. Gimes alrededor de la polla de Minho, lo que lo hace echar la cabeza hacia atrás y bizcar los ojos.
"Uno", cuenta Minho por ti, dado que tu boca está un poco ocupada.
"¿Sabes por qué recibes este castigo?", pregunta Chan, sus dedos frotando tu clítoris mientras su mano libre golpea tu trasero nuevamente.
"Dos", susurra Minho, mirando las lágrimas correr por tu rostro mientras tu cabeza se mueve hacia arriba y hacia abajo sobre su polla ahora completamente erecta.
Cuando no respondes, Chan te da otra palmada en el trasero, más fuerte esta vez. "Quiero una maldita respuesta", puntualiza con otra fuerte palmada en tu trasero.
Escupes la polla de Minho para responderle al hombre "Porque estaba coqueteando con otro chico!", sollozas antes de que Minho agarre tu cabello y atraiga tu boca hacia su polla.
"Buena chica", susurra Chan, frotando suavemente tu trasero hinchado y rojo cereza.
Las palabras de Chan no coinciden con la forma en que golpea tu trasero de nuevo, tan fuerte que duele, "Cinco", cuenta Minho entre respiraciones pesadas mientras te observa chupar su polla cada vez más.
"¿Has aprendido la lección?" te pregunta Chris.
Haces lo posible por asentir con la cabeza ante la forma en que Minho te obliga a tragar su polla una y otra vez. "Buena chica", reflexiona Chan, "Ya que llevaste tan bien el castigo, creo que deberías montar la polla de tu mami como recompensa, ¿no crees que es una buena idea, mami?" Chan mira a Minho.
"Esa es una idea encantadora, papi", tararea Minho.
Te estremeces cuando los dedos de Chan te dejan antes de que te dé golpecitos en el trasero, indicándote que te levantes. Levantas lentamente tu boca de la polla de Minho, tus piernas temblorosas luchan por moverse para montarte a horcajadas sobre tu mami.
Minho está empujando su gorda polla dentro de ti antes de que tengas tiempo de ordenar tus pensamientos. "Ahí lo tienes, gran estiramiento, gatita", gime Minho cuando su polla se desliza dentro de tu apretada entrada.
"Sé una buena gatita, y monta mi polla" pide Minho.
A tus piernas apenas le quedaban fuerzas, pero haces lo que puedes, rebotando arriba y abajo sobre la polla de tu mami. "Eso es, gatita", te elogia Minho con esa voz condescendiente que siempre te hace perder el control.
Observas cómo Chris agarra la cara de Minho y lo atrae hacia sí para darle un beso apasionado, casi sucio. "Oh, Minho", escuchas a Chan chasquear la lengua, "¿Perderte tan pronto? Eso no es propio de ti".
"Oh, cállate, sólo espera a que entres en ella" susurra Minho contra los bonitos labios de Chan, puntuando sus palabras con un mordisco en el labio inferior del otro hombre.
Todo mientras la polla de Minho golpea ese punto esponjoso dentro de tu coño, ese que te hace bizcar los ojos. Ya sabes que estás chorreando sobre su polla sin tener que mirar hacia abajo.
Con una embestida particular en tu coño, te corres alrededor de la polla de Minho. Golpeando suavemente su pecho, tratando de estabilizarte mientras te frotas contra su polla, disfrutando de tu euforia.
"Eso es, gatita", murmura Minho al ver tu estado desaliñado.
Las manos de Minho caen hasta tu cintura y te mantienen quieta mientras sigue penetrando tu coño, buscando su propio orgasmo. Abres los ojos de golpe cuando sientes la punta de su polla besando tu cuello uterino.
"Mami!", gimes, mirando a los dos hombres, "Papi!", prácticamente gritas.
"Eso es, gatita", gruñe Minho mientras sus caderas altas aceleran su ritmo brutal.
Entonces es cuando finalmente miras hacia abajo y notas la polla de Chan, su punta de un color rosado enrojecido, goteando desde la punta, una vista tan celestial que sientes que te emocionas al verla.
Después de una embestida particularmente fuerte en tu coño, puedes sentir el semen de Minho llenándote, ahora él está embistiendo lentamente dentro de ti, disfrutando de su euforia.
Observas como Chan agarra la cabeza de Minho y acerca la boca de Minho para envolver su polla.
Observas cómo se desarrolla la sucia escena frente a ti, con Chan corriendose por la garganta de Minho con un gemido agudo, antes de que Minho se gire hacia ti, atrayéndote para un beso lujurioso, empujando también el semen de Chan en tu boca.
Y te sientas así, llena de la polla de Minho, pasando el semen de Chan de un lado a otro hasta que Chan decide que le gustaría otra ronda.
TAGLIST - @monbxby-blog - Comenta si quieres ser agregado al taglist.
#lee know x reader#stray kids x reader#bang chan x reader#lee know smut#bang chan smut#stray kids#stray kids smut#bang chan scenarios#lee know scenarios#lee know x y/n#bang chan x y/n#bang chan x you#lee know x you#stray kids x you#skz imagines#skz smut#skz scenarios#minchan x yn#minchan
57 notes
·
View notes
Text
CÓMIC ESPAÑOL
" Somos libres. "
Tengo un poquito más que mostrar de esto.
Bueno, originalmente el comic seria más largo, pero para eso necesito meter a otros personajes pero, lo voy a pensar y terminar, si lo termino tal vez subo más sobre esto, y si no, no. No quiero dejar preguntas sin responder sobre esto.
Así que por ahora, este es el fin de esta bonito historia 💜🧡✨️
#my fan art#my art <3#fanart#poppy playtime#poppy playtime chapter 3#poppy playtime catnap#poppy playtime dogday#catnap#catnap poppy playtime#dogday#dogday poppy playtime#smiling critters#dogday x catnap#catnap x dogday#my fan comic#fan comic
229 notes
·
View notes
Note
Hey anjo, tiene algun oc? Podrias mostrarme? Quiero hacerte algo✨
Holaaa! Revivió la tiesa (Yo)
Muy sábado, pero no iba a dejar esta pregunta sin responder 😸 JSJS
No tenía Oc, asique me invente uno, agregándole algunos datos sobre Mi, por si querían saber (o se los pasan por las pelotas JAJAJ)
Aquí se los muestro Y de paso un dibujo de Mychael que hice para un video en mi cuenta de Tik Tok ♡:] (Siganme para poder pagarme la merienda, bueno no)

Los amooo, Byee♡<3 (Prometo traducirlo en inglés, nomas que soy vaga)
#mushrooms#mychael#foryou#mushroom oasis#drawing#mushroom oasis fanart#mychael fanart#mushroom oasis mychael#visual novel#mychael x reader#oc art#painting
146 notes
·
View notes
Text
¿Me dejas descubrir la historia detrás de tus heridas?
Una pregunta que quedó sin responder.
#soledad#tristeza#notas#desahogo#pensamientos#desamor#dolor#realidad#recuerdos#letras#frases de amor#textos#citas#amor propio#llorar#a tu medida#vida#amor#noches#escritos de amor#fragmentos#despedida#amor y dolor#escrituras#citas en tumblr#frases de la vida#cosas que escribo#una chica escribiendo#escritos#sentimientos
113 notes
·
View notes
Text
Entre las sombras (Anakin x Reader / Lectora)
Resumen: Eres quién se encarga de arreglar las naves de la República y llevas una relación secreta con Anakin, en la cual piensas constantemente si es lo correcto. Género: Fluff, leve angst, romance prohibido.
Posible continuación.
El taller olía a aceite de nave y metal caliente. Tus manos estaban manchadas de grasa hasta los nudillos cuando sentiste su presencia detrás de ti. Ya eran altas horas de la noche, nadie más que tú solía quedarse despierto en el taller, por lo que descartaste la idea de que fuera alguno de tus compañeros.
No necesitabas darte vuelta para saber que era él. Nadie más caminaba con esa mezcla de sigilo y seguridad, como si el mundo entero se adaptara a su paso.
-Llegás tarde -dices, sin mirar atrás. Una mezcla de emoción y enojo luchaban en tu pecho por ser el dominante.
-El Consejo me retuvo -responde Anakin, su voz grave rozándote la nuca-. Como siempre.
Te das vuelta y lo ves ahí, con la túnica aún puesta, los ojos brillando bajo la capucha, como si la oscuridad del taller no pudiera apagar esa intensidad que tanto te atraía. Se veía imponente, tan alto y controlador, exudando esa aura invencible.
-Sabés que si alguien nos ve...
-No lo harán.
Anakin avanza a paso decidido hasta quedar frente a ti. Una de sus manos -esa que no es metálica- acaricia suavemente tu cintura, como si no pudiera evitar tocarte aunque el universo se viniera abajo. Sus dedos tocan tu piel, dejando suaves caricias y compartiendo su calor corporal. Anakin adoraba tenerte cerca de ese modo.
-No deberías estar aquí, general-murmurás, aunque tu cuerpo ya está reaccionando a su cercanía.
-¿Quieres que me vaya? -pregunta él, con ese tono desafiante, sabiendo que no lo vas a echar.
Y no lo hacés.
Lo besás primero. Con hambre. Con rabia contenida. Con deseo acumulado en días de miradas cruzadas y palabras disfrazadas en pasillos llenos de vigilancia. Esos momentos robados, fugaces, pero intensos. Como éste.
Anakin te alza para sentarte sobre la mesa del taller, las herramientas vibran al caer, pero ninguno de los dos presta atención. Por un instante, el templo, el Consejo, el Código, todo desaparece. Solo están tus labios, su respiración agitada, el pulso acelerado que parece sincronizado entre los dos.
-Te pienso todo el tiempo -susurra contra tu cuello-. Incluso cuando no debo.
Te ríes bajito. Luchando contra las emociones que azotan tu interior. Sabes que esta mal, te duele reconocer que lo suyo es difícil, pero a la vez no puedes dejarlo.
-Y aún así vienes. Arriesgás todo por esto.
-No es esto. Eres tú.
Silencio. Cargado. Intenso.
Y entonces lo ves dudar, solo un segundo. Porque es un Jedi. Porque está entrenado para ignorar el amor, el apego, el miedo. Pero tú no eres parte de ese mundo. Y eso te hace libre. Y, quizás, peligrosa.
Tus dedos estaban por acariciar de forma familiar su uniforme, hasta que recuerdas que tus manos están sucias. Una sensación de incomodidad y tristeza se hunde en tu pecho, por que no solo es grasa o aceites de máquinas lo que te preocupa, sino la clara distinción que hay entre ambos.
-Anakin... -empiezas a decir algo, tal vez una advertencia, tal vez una despedida. Siempre realizas amagues.
-No digas nada -te interrumpe, acariciándote la mejilla con una sorpresiva suavidad. Es notable la tensión en su cuerpo, pero a pesar de todo a lo que este sometido, intentaba tratarte con suavidad -. Solo... déjame este momento.
Y tú se lo das. Como siempre. Porque sabés que al salir por esa puerta, vuelve a ser el Caballero Jedi, el Elegido, el Padawan de Obi-Wan.
La noche cae sobre Coruscant, pero el taller sigue iluminado por la luz cálida de un único panel en la pared. Afuera, el tráfico aéreo zumbaba como un río infinito de luces. Adentro, todo era quietud.
Anakin se recostó junto a ti en el catre improvisado entre mantas viejas y piezas de nave que habías apartado a un lado. No era un lugar cómodo ni lujoso. Pero era suyo. De ustedes. Y eso lo hacía sagrado.
Volver a tu casa resultaba un desperdicio, si de todas formas ya era demasiado tarde. Faltaban horas para que tu turno comenzará nuevamente, así que te permitiste recostarse en su pecho, pensando muy en lo profundo que te merecías ese trato.
Su brazo estaba rodeando tu cintura, su otra mano jugaba distraídamente con un mechón de tu pelo. No hablaban. No hacía falta. Cada respiración, cada roce lento de labios, cada caricia en silencio, era una confesión que las palabras no sabrían sostener.
-¿Te vas a quedar hasta que salga el sol? -preguntaste, apenas audible.
-No puedo -responde sin moverse-. Pero voy a quedarme todo lo que pueda.
Apoyás tu rostro en su pecho. Podés escuchar los latidos. Rápidos. Humanos. No como los de un Jedi que domina sus emociones. No esta noche.
-Esto no es justo -susurrás, otra vez envuelta en miedo.
Anakin aprieta su abrazo. Te besa la frente.
-No lo es -admite-. Pero no importa. Porque acá... entre estas paredes... eres lo único real y que importa para mí.
Tus dedos recorren las costuras de su túnica con mucha delicadeza, habías limpiado tus manos anteriormente, sintiéndote ahora libre de poder tocarlo, memorizando su forma, como si tuvieras que reconstruirlo en tu mente cada vez que se vaya. Porque sabés que mañana va a pasar junto a vos en un pasillo y no va a mirarte. Va a ser distante. Frío. Invisible.
Pero esta noche es tuyo. Solo tuyo.
Y aunque el miedo a ser descubiertos late detrás de cada caricia, el amor inocente -ese que se siente como un refugio en medio de la tormenta- les gana la batalla. Una y otra vez.
Anakin se inclina hacia ti. Te besa despacio. Largo. Como si ese beso pudiera sostenerlo hasta que vuelvan a encontrarse. Y, de algún modo, sabés que sí.
-Siempre voy a volver -dice finalmente, rozando tu nariz con la suya-. Siempre.
Y esa promesa, hecha entre sombras y susurros, se convierte en el único escudo que los protege del mundo allá afuera.
#anakin fanfiction#anakin skywalker#anakin skywalker x you#anakin x reader#anakin x you#star wars anakin#star wars x reader#hayden christensen x reader#hayden christensen#hayden
22 notes
·
View notes
Text
afterglow
pairing. enzo vogrincic x reader
cw/tw. angst, fluff, diferencia de edad no especificada, enzo tarda pero se comunica, pronombres femeninos
word count. 2.3k+
observabas a enzo reír en medio de una conversación con esteban, el característico brillo de sus ojos avivado por la chispa de la charla. estabas sentada en un sillón con un vaso de limonada, habiendo bailado solo unos minutos antes con tu novio. cansada, decidiste tomarte un breve descanso.
juani aparece en tu campo visual, eclipsando al otro par de hombres. "¿todo bien?" pregunta, pronunciando tu nombre con una ligera sonrisa amigable.
"con hambre nomás. espero que la cena llegue prontito", respondiste, devolviendo la sonrisa. el oji celeste te ofreció un bocado de su snack, el cual aceptaste gustosa. "gracias. por cierto, aún estoy un poco enojada contigo por la recomendación de 'robot dreams'. yo no olvido ni perdono", bromearon juntos, mientras él te miraba con diversión. la película había provocado un remolino de pensamientos en tu cabeza durante al menos veinte minutos.
"¿me vas a negar que es alta peli?"
"alta peli para ver en plena crisis existencial y encontrar otra razón para contemplar el suicidio como opción", respondiste, provocando una risa en juani.
"quizás, solo quizás, tengas un poquito de razón", admitió, juguetón.
alzaste la palma en señal de que se detuviera y negaste con la cabeza. después de beber un sorbo de tu limonada, añadiste: "nunca más tomaré una recomendación tuya en el futuro, rata", apuntándole con el dedo en un gesto fingido de enojo, mientras juani llevaba ambas manos al pecho, simulando estar herido.
“sos una llorona, vos me hiciste lo mismo con esa peli del chico del internado.”
“¡sí pero yo te advertí!” dices y tomas la última gota de tu limonada mientras te encoges de hombros.
enzo, quien estaba al tanto de tu diálogo con caruso en la lejanía, dirigió su mirada hacia tu figura en el sillón una vez más. un atisbo de inquietud cruzó sus ojos al notar la conexión entre tú y el oji celeste. alzó una ceja luchando contra la incertidumbre de qué es lo que te tenía tan cautivada en la conversación con juani. tras un breve pero intenso instante de contemplación, decidió acabar con su duda y se disculpó con esteban para empezar a caminar hacia tu dirección.
se acercó al lado de juani y colocó una de sus manos en su hombro con más firmeza de lo habitual, sin que este realmente lo note, tu sonrisa creció ante la imagen de tu pareja. pronunciaste "amor" con ternura, acompañado de un saludo de mano, antes de continuar con la conversación con el argentino.
"dejemos tu llanto de lado. decime qué es lo que te gustó más de la peli.”
enzo los escuchó por un par de minutos más, tratando de comprender de qué se trataba. rápidamente entendió que se referían a una película que habías visto recientemente, pero él no, a veces hablabas sobre temas que realmente él no podía seguir por su escaso conocimiento al respecto. a pesar de su esfuerzo por disimularlo un sentimiento de incomodidad lo estaba empezando a molestar, se quedó en silencio observando desde la periferia.
todo tipo de pensamientos llenaban la mente de enzo, sobre la brecha generacional existente entre tú y él. "es normal que entables una conversación tan fluida sobre un gusto en común con alguien cercano a tu edad," pensó con un deje de pesar. le dolía imaginar que la diferencia de edad podría alejarte de él, aunque solo fuera en aspectos insignificantes. anhelaba comprender tu mente, el amor y la devoción por ti lo colocaban en esta situación incómoda. ¿su edad poco a poco te alejaría de él?
cuando los chicos avisaron que la cena había llegado, todos se dirigieron al grupo para disfrutar de la comida y de una conversación interminable durante la siguiente hora. sin embargo, enzo se quedó sumido en esa preocupante idea, que daba vueltas y más vueltas en su cabeza. podía responder con simpatía a las conversaciones en el grupo pero era claro que su actitud cambió, y no se podía encontrar aquella chispa en sus ojos.
al notar esto, la preocupación se apoderó de tu cuerpo, como una sombra que se cernía sobre ti. enzo esquivaba tu mirada, sus ojos evitando encontrarse con los tuyos, manchando tu corazón de azul con cada segundo de silencio.
bajaste la mirada a tu plato, sintiendo una sensación de malestar formándose en tu estómago. te sentías perdida, sin saber cómo abordar la situación. llevaste tu mano a su pierna con un leve apretón seguido de lentas caricias, buscando desesperadamente algún indicio de respuesta en él.
probaste un bocado de tu plato, intentando mantener la compostura, consciente de que no querías que el ambiente en la reunión decaiga. los chicos notarían si algo andaba mal, y eso era lo último que querías. sin embargo, tu mano seguía moviéndose en enzo, sin lograr generar reacción alguna en el uruguayo.
¿habías hecho algo mal? ¿qué dijiste o hiciste para causar su indiferencia? te hallabas remando entre todas las posibles opciones, sintiendo cómo la incertidumbre te envolvía en un mar de dudas.
pronto la reunión llegó a su fin; despedirse del grupo se convirtió en una tarea que les llevó más de un par de minutos, prolongándose en un tenso adiós. finalmente, se encaminaron hacia el auto de emanuel, que se ofreció a llevarlos al hogar del actor. te acomodaste, con la mirada fija en la ventana, mientras movías los dedos de tu mano en un tic nervioso, anticipando la charla que te esperaba en casa con tu novio.
enzo empezó una conversación con emanuel y su pareja, y tú te excusaste con una vaga explicación sobre el cansancio que sentías. sin embargo, bajo esa fachada de tranquilidad, la incertidumbre se apoderaba de ti.
unos quince minutos después, llegaron al apartamento. fuiste directamente a dejar tu bolso en el mueble, y finalmente, decidiste romper el silencio que se había vuelto más opresivo con cada paso que daban.
"¿qué está pasando?", preguntaste, buscando desesperadamente el contacto visual con enzo, anhelando que sus ojos te buscaran con la misma intensidad que tú a él. cruzaste los brazos, una barrera improvisada para protegerte y reunir fuerzas para lo que podría ser tu primera discusión real con enzo. "todo iba bien. te dejé hablando con kuku y de repente comenzaste a actuar extraño. ¿estás enojado conmigo?", dijiste, enfrentando el problema directamente, aunque te costara un gran esfuerzo.
"no lo sé, lo siento. no quería arruinarte la noche", se disculpó enzo, con la mirada gacha y la voz cargada de pesar.
negaste con la cabeza, sintiendo cómo se desvanecían tus ánimos al mirar al suelo. "debes saberlo. me has ignorado toda la noche. algo debe haber pasado, algo debo haber hecho", insististe, el nudo en tu garganta haciéndose más apretado con cada palabra.
"vos no has hecho nada, te lo juro", respondió enzo, pero su voz sonaba distante, como si estuviera luchando contra algo más que una simple discusión.
"¿por qué te está costando tanto?” la pregunta salió de tus labios mientras esperabas desesperadamente una respuesta que nunca llegaba. “¿estás celoso de juani, es eso?”
enzo negó rápidamente con la cabeza. podría estar consumido por sus inseguridades, pero no jugaría contigo ni con la confianza que habían establecido en su relación. entonces, ¿por qué no podía enfrentarse al elefante en la habitación y discutirlo contigo? "yo confío en vos. no tiene nada que ver con juani", respondió, aunque sabías que había más detrás de sus palabras de lo que estaba dispuesto a admitir.
"si confías en mí, ¿por qué no me dices qué está pasando? somos adultos, en. podemos arreglarlo", insististe, tratando de mantener la calma.
"somos adultos", enzo repitió tus palabras, finalmente respondiendo a tu mirada. “lo siento. aquí el único problema soy yo."
sacudiste la cabeza y te acercaste a él. "no, en. pero tenemos que hablar. siempre lo hacemos. no somos nada sin hablar", afirmaste con determinación.
enzo asintió y tomó tu rostro con ambas manos, suspirando con amor y tristeza al mismo tiempo. una mezcla de emociones se reflejaba en sus ojos al ver tu esfuerzo por sonreír, aunque aún cargabas con la ansiedad.
"tenés razón. no somos nada sin hablar. he sido un boludo ¿no?", admitió enzo, mientras tú asentías con una sonrisa, las lágrimas amenazando con escapar de tus ojos. "no llores, amor. realmente no has hecho nada", dijo, buscando sonar lo más sincero posible, porque realmente lo estaba intentando.
"pero dime", insististe, anhelando entender qué estaba pasando en su mente.
"siento que mi edad me está alejando de vos", confesó finalmente enzo, revelando el tormento que había estado inundando su mente durante gran parte de la noche.
la sorpresa te embargó por unos segundos, y moviste la cabeza en negación una vez más. "eso no va a pasar, enzo. yo te amo", afirmaste con firmeza.
"yo también te amo, mi amor. pero me está poniendo de los nervios no poder compartir algunas cosas contigo, no poder involucrarme. estar ahí no es suficiente. necesito hacerte saber que sos escuchada y que cada palabra que decís me interesa e importa", confesó enzo, abriéndose de una manera que te hizo sentir aún más cerca de él. “¿y sí encuentras a alguien que sí comprenda hasta las cosas pequeñas que yo no?”
muchas personas afirman que enzo es alguien serio, que mantiene constantemente sus sentimientos bajo control. puede que no estén completamente equivocadas al decir que tiende a mantener un perfil bajo, pero es una mentira para aquellos que realmente lo conocen, que en realidad, él comparte cómo se siente y demuestra constantemente cuánto ama, cuida a las personas que le importan. es desgarrador darse cuenta de que había estado sintiéndose así, y que no habías podido hacer nada para calmar su preocupación. es válido que una inseguridad lo embargue.
respiras profundamente, y una lágrima resbala por tu mejilla. "me siento escuchada y amada por ti cada vez que te digo literalmente cualquier cosa, y tú estás siguiendo la conversación. o incluso si no lo haces, porque es algo que desconoces. nunca podría pensar en dejarte, ¿te das cuenta cuan feliz me haces? he dicho cada palabra con cada gramo de honestidad en mi cuerpo. no te culpo por haberte sentido así, puede que ambos lidiamos con pensamientos parecidos pero estamos para resolverlas juntos, ¿no?"
enzo asiente con una sonrisa ligera, dejando escapar algunas lágrimas que rápidamente limpiaste. el uruguayo observa tus movimientos con ternura, sus ojos reflejando un torbellino de emociones. luego, tomó tus manos con las suyas y las acercó a sus labios, besando delicadamente tus nudillos.
“sos demasiado increíble.” dice con una sonrisa que refleja todo el cariño que siente por ti, deposita un beso en tu mejilla y termina con la tarea de limpiar tus lágrimas. “te debo una disculpa amor, de cualquier manera no debí de ignorarte como lo hice, no te mereces ese trato nunca, por más triste que esté o lo que sea. saqué todo de proporción y lo siento, jamás quiero ser la razón de tu tristeza.” expresa honestamente.
“está bien, gracias por decirme, siempre estoy.” replicas y rodeas su cintura con tus brazos, enzo inmediatamente responde al abrazo y apoya su cabeza en tu hombro. “te amo.” a veces parecía que un abrazo podía decir más cosas que un beso o cualquier otro tipo de caricia, ¿no?
“yo también te amo, mucho.” las sonrisas en los rostros de ambos crecen significativamente,
“¿qué te parece si vemos una peli? la que vos quieras.” enzo propone y asientes. caminan hacia el mueble donde se ponen cómodos, apoyas tu cabeza a su hombro mientras piensas
“qué tal… ¿’flipped’?” enzo pronuncia rápido y entusiastamente un sí, tomas el control de la tele para reproducirla.
“¿es nueva?” pregunta, curioso por descubrir más sobre la película que habías elegido.
“para nada, es del 2010 y transcurre en los 50.” le respondes y antes de dar play comentas; “ahora que pienso, mis películas favoritas transcurren en el siglo pasado ¿tendrá un mensaje oculto?” él sonrió, acostumbrado a tus análisis profundos sobre prácticamente todo lo que te rodeaba, especialmente cuando se trataba de encontrar coincidencias y significados.
“¿qué sos una amante del siglo xx? con razón estás conmigo.” bromeó el mayor, provocando una suave risa en ambos mientras él recibía un golpe suave en la pierna por tu parte.
“sí, pero además de eso.” respondiste, con un destello de complicidad en tus ojos.
“los escenarios son muy lindos, te doy un punto por tu buen gusto.” enzo elogia, evocando en su memoria todas las películas situadas en aquella época.
“¿cuántos llevo?” cuestionas juguetonamente.
“331 y contando.” responde enzo con una sonrisa cómplice.
“vamos por más.” presionas finalmente play y te recuestas una vez más junto a él, listos para sumergirse en la historia que les esperaba en la pantalla.
enzo te observa con palpable cariño cuando realizas una acotación sobre alguna escena que llama tu atención, adora tu habilidad para transformar un momento tenso en el largometraje en uno lleno de risas, la manera de compartir todo lo que piensas, sin reservas, tu autenticidad inundando la habitación y su corazón.
para el final de la película, ya pasada la medianoche, culpando al cansancio acumulado y al calor reconfortante del cuerpo de enzo, te quedas dormida a pocos minutos del desenlace. el castaño nota tu suave respiración y la tranquilidad que ha invadido tu rostro mientras duermes, y decide seguir el mismo rumbo. con cuidado, apaga la televisión y se recuesta a tu lado, atrayéndote hacia él en un abrazo protector y cálido.
una sonrisa tierna se dibuja en sus labios mientras acaricia suavemente tu cabello. es un momento de paz y conexión, una imagen de serenidad y amor, donde el simple acto de estar juntos es suficiente para llenar sus corazones.
con un suspiro de satisfacción, enzo cierra los ojos y se deja llevar por el dulce abrazo del sueño, sabiendo que no hay lugar en el mundo donde prefiera estar más que junto a ti.
w/n: gracias a quien me mandó la request 🤍 aunque siento que en el camino me desvié, el resultado me ha gustado mucho :D pueden mandarme más ideas, aprovechen mis semanas de vacaciones 🫡
236 notes
·
View notes
Note
Hola!!! Podrías hacer una historia de enzo comiendo con los padres de la reader? Muchísimas gracias ♡
౨ৎ EATING DINNER
warnings: ninguno, solo fluff ♡
n/a: muchas gracias por dejar tu request! me ha parecido un escenario muy tierno. espero que te guste.

Enzo y tú estabais frente a la puerta de la casa de tu infancia, esperando a que tus padres os abran y podáis pasar. El peli negro te agarraba la mano con fuerza, estaba nervioso de volverse a ver con tus padres. Tú giraste la cabeza y dejaste un pequeño beso en su mandíbula para tranquilizarlo.
No pasaron más de cinco segundos en cuanto tu madre abrió la puerta, con un delantal que indicaba que estaba haciendo la comida.
“¡Cariño!” exclamó al verte y no dudó en abrazarte, tú correspondiste al abrazo con una gran sonrisa.
“Hola, mamá” saludaste de vuelta mientras te separabas del abrazo y entrabas a la casa, esperando a que Enzo también lo hiciera.
“Hola, señora” dijo tu novio mientras pasaba por la puerta y le daba dos besos a tu madre.
Tú madre le saludó con una sonrisa y acto seguido se fue a la cocina para terminar la lasaña que estaba haciendo, fuisteis al salón y os encontrasteis a tu padre viendo la televisión.
“Hola, papá” saludaste dándole un abrazo también y él dejó un beso en tu cabeza.
Tu padre se levantó del sofá y fue a saludar a Enzo con un apretón de manos. “Hola muchacho” le dijo a lo que tu novio solo asintió con una pequeña sonrisa.
Os sentasteis los tres en el sofá, tú en el medio, para esperar a que la comida esté preparada.
“¿Qué estás viendo?” le preguntaste a tu padre como intento de sacar conversación.
“Ah, una antigua serie que veía yo de pequeño” contestó sin mirarte, por lo que solo asentiste y recostaste tu cabeza en el hombro de Enzo.
Pasasteis allí un rato entre charlas cortas y triviales hasta que tu madre os avisó de que la comida ya estaba lista. Fuisteis a sentaros en la mesa, Enzo y tú sentados frente a tus padres.
La comida empezó con las preguntas típicas que te hacen tus padres, y tú las respondías alegremente. O al menos así era hasta que tú madre le hizo una pregunta a Enzo.
“Y bueno, Enzo, ¿cuando le vas a pedir matrimonio a nuestra hija?” casi te atragantas con el agua al escuchar la pregunta tan directa que hizo tu madre y pudiste ver cómo Enzo se ponía un poco colorado.
“¡Pero mamá! ¿Cómo le vas a preguntar eso?” reclamaste antes de que tu novio pudiera responder.
“¿Qué pasa? Ya lleváis cinco años de relación” se excusó la señora con total normalidad.
“Sí, ¿y para cuando los hijos? Yo no me quiero quedar sin nietos” agregó tu padre, tirando más leña al fuego.
Suspiraste y cerraste los ojos, tus padres siempre se las manejaban para avergonzarte. Miraste de reojo a Enzo y viste como él seguía comiendo mientras intentaba ocultar una risa, antes de que pudieras echarle la bronca a tus padres por poneros en un aprieto, tu novio contestó por ti.
“Bueno, no puedo deciros si le pediré matrimonio ya que eso es un secreto” dijo el guiñando un ojo, tú lo miraste sorprendida. “Y sobre los hijos, eso es algo que debemos de hablar más adelante, ¿no crees?” preguntó esta vez dirigiéndose a ti.
Estabas sorprendida por sus respuestas y lo bien que supo manejar la situación, no podías parar de pensar en lo que él había dicho, ¿de verdad te iba a proponer matrimonio?
No saliste de tu trance hasta que Enzo no colocó su mano en tu muslo disimuladamente para que contestaras.
“…Sí, exacto, eso es algo que se hablará en el futuro” respondiste sonriendo nerviosamente.
Después de ese momento de incomodidad que pasaste, la comida se pasó entre risas y conversaciones triviales.
Al terminar de comer, os tomasteis un café y decidisteis jugar a algún juego de mesa para pasar el rato. Sin duda comer con tus padres no era tan difícil como Enzo se imaginaba.

#🎧. inbox#enzo vogrincic#enzo vogrincic fanfic#la sociedad de la nieve#lsdln#:3#enzo vogrincic fluff#enzo vogrincic x reader#enzo vogrincic smut#anon ask
335 notes
·
View notes
Text
¡¿BATMAN X BRUCE?!
Se sabe que en Gotham está el rumor de que Batman sale con Bruce Wayne. Muchos dicen que para molestarlo sus hijos comentan que los han visto besarse, pero... ¿Y se fuera el propio Bruce el que confirmara eso?
Unos reporteros atraparon a Bruce y Tim entrando a Empresas Wayne. Entre tanto murmullo surge una pregunta:
Reportera: ¿Qué opina de que su hijo se considere abiertamente bisexual?
Bruce: ¿Cómo de que debo pensar? Es mi hijo, a él le puede gustar quien quiera, no tengo problema de que le gusten los hombres, no lo culpo, a mí también me gustan.
Todo se quedó en silencio, los reporteros que no paraban de gritar se callaron.
Reportero: Sr. Wayen, -habló con duda- ¿Es gay?
Bruce: Bisexual precisamente.
Reportero: ¿Tiene esta sexualidad por su hijo?
Bruce: No, yo identifique mi sexualidad, en realidad más tarde, a los 20.
Los reporteros seguían en silencio, ¡DURANTE TANTOS AÑOS NADIE SE ENTERO DE QUE BRUCE WAYNE ERA BISEXUAL!
La Liga de la Justicia que estaba viendo la tele en la Atalaya que por idea de Flash vieran las noticias justo en ese momento se quedó pasmada, TODOS, en serio nadie se había dado cuenta, bueno, pero con esa actitud fría y calculada ¿cómo? Y en realidad ¿Qué les importaba ese detalle? No es como si todos los podía conquistar con su sonrisa de millonario ¿verdad?
Y ni se diga sus hijos, estaban cada quien por su lado, pero todos vieron la televisión en ese momento y quedaron en shock. Más Tim. que estaba con él en ese momento.
El silencio duraría más, si no fuese porque un hombre grito a la distancia "SIII, ¡ESO ES A LO QUE YO LLAMÓ: ¡IGUALDAD DE GÉNERO!"
Bruce: Si y, me he enterado de que esta el rumor de que yo salgo con Batman y, lamento decepcionarlos, pero yo no salgo con él… Lo que sí, es que yo salía con él.
Los reporteros se quedaron más en shock, solo estaban ahí callados con sus micrófonos extendidos escuchando como toda Gótica, y si me permiten decir, el mundo.
Bruce: Si, claro, no podía formalizar la relación por, ya saben, es un vigilante, nunca supe su identidad secreta, pero su personalidad fue lo que me llamó la atención ¿saben?
Tim primero se quedó sorprendió con la revelación de su padre, luego confundió, por su “relación” con Batman, y ahora se aguanta la risa por, ¿lo debo explicar?, su padre, que es BATMAN, dice que estaba saliendo con BATMAN, y medio mundo, por no decir todo, se lo está creyendo.
Bruce: Y debo admitir que es un GRAN besador. Y me siento afortunado de poder verlo bien, no sin la máscara, pero con buena iluminación, resalta sus facciones y se ve muy bien…-todo esto lo decía con su tono de millonario juguetón-
Sus hijos que estaban como Tim, también estallaban de risa, nunca pensaron que su padre hiciera tal tontería, siempre pensaron que los que harían algo así en público serian ellos, jamás Bruce.
Bruce: Aunque eso fue hace muchos años, y terminamos bien. No por nada me sigue recatando cuando me secuestran. Pero desde ese entonces no hemos vuelto como pareja, no soy tonto como para regresar con mi ex. Si no funciono entonces no funcionara ahora. ¿Algo más?
Los reporteros se quedaron callados, aún lo estaban procesando
Bruce: Bueno, entonces eso sería todo, vámonos Tim.
Bruce y Tim entraron hasta el lobby y los reporteros no se movían ni un centímetro. Pero dentro, todos murmuraban, en especial los hombres.
Trabajador: ¿Ves? Eso es igualdad de género.
Trabajadora: ¿Cómo?
Trabajador: Igualdad de oportunidades, ustedes no pueden tener todo lo bueno.
Trabajadora: No sabía que eras gay.
Trabajador: Yo tampoco -responde mientras ve a Bruce entrar a irse en el ascensor- ese hombre hace milagros.
Recepcionista: Si entre mujeres era difícil, no me imagino ahora.
En el ascensor
Tim: ¿Qué fue eso?
Bruce: ¿Qué te pareció? solo, me deje llevar…
En la Atalaya
La Liga: …
Cyborg: ESE HOMBRE ES UN PUTO GENIO, MATÓ DOS PAJAROS DE UN TIRO. ¡DEFENDIO A SU HIJO Y AHORA NADIE SE LE CRUSARA POR LA MENTE PENSAR QUE SON LA MISMA PERSONA! ¡¡PUTO AMO!!
Green Arrow: Si, ya-ya entendimos Cyborg
Green Lanter: ¿Nos debería preocupar?
Superman: Eh, no veo porque
Green Lanter: Bueno, este, es Batman, y sus-sus planes de contingencia, es rico, es guapo, es muy atractivo… -su voz se volvía un murmullo incomprensible y se le notaba un sonrojo.
Aquaman: A ver, calma -dijo seguro- no hay porque ponernos nerviosos, no cambia nada.
Wonder Woman: Exacto, no hay porque actuar diferente –se le escuchaba segura, pero Clark noto su voz tambaleante y su corazón acelerado- ¿O si Clark? -tenia razón, y ella buscó apoyo en Superman-
Superman: SI, bueno, no, no hay razón por la actuar diferente, no es nada.
Flash: nada, NADA dice.
Superman: ¿A qué te refieres?
Flash: Como nadie se atreve, yo lo hare, ÉL, ES HERMOSO, y no se me hagan los tontos, todos piensan o pensaron lo mismo -todos, TODOS, voltearon la mirada, hasta Dinah y Oliver que están casados entre ellos- y no lo admitieron hasta este momento, Y NO INTENTEN DWFENDERSE, PORQUE SU SILENCIO ES LA RESPUESTA…
Flash: Ahí se me acabo el valor… -termino para desmayarse y Detective Marciano lo atrapó-
Detective Marciano: Creo que lo mejor es juntarnos mañana con él como siempre y hacer que nada pasó… -sonaba como si no le hubiera afectado- aunque solo alargaremos lo inevitable… -si le afecto, aunque sea un poquito-
Más tarde en la Baticueva
Jason: Pero ¿QUÉ-MAMADA-FUE ESA BRUCE? JAJAJAJAJAJAJAJAJA
Bruce: No lo sé, solo vi una oportunidad de divertirme y… la aproveché.
Dick: P-pero Bruce ¿Cómo-? JAJAJAJAJAJAJAJA PERDÓN, PERO JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Stephanie: ¿En serio? Por diversión, se suponía que esas oportunidades las aprovechábamos nosotros jajajajajaja
Bruce: Si, los vi ahí congelados y no pude evitar jugar con ellos, ja ya me imagino a Lex…
Tim: ¿Lex Luthor?
Bruce: Si… él sabe mi identidad, pero no puede probarlo, ahora menos y voy a gozar verlo en las galas con su cara aguantándome, jaja, será hermoso
Sus hijos pudieron notar la malicia en su voz, y no lo iban a admitir, pero creen que de ahí sacaron su GRAN sentido del humor.
#Pensaba en las bromas que le hacen sus hijos a Bruce y se me ocurrio esto#batman#bruce wayne#Bruce y su mente de playboy filantropo#liga de la justicia#JL#Justice Lige#identidad secreta#reporteros metiches#dick grayson#jason todd#tim drake#stephanie brown#lex luthor#superman#wonder woman#mujer maravilla#green lanter#linterna verde#aquaman#flash#detective marciano#dc comics#dc universe#dc#batfam#se mamó#español
22 notes
·
View notes
Text
SOBRE TRES FRASES DE GABRIELLE COLETTE
Colette escribió tres frases extraordinarias. Tres proposiciones muy densas, que apenas pueden seguirse, y que sin embargo emitió en un mismo movimiento. Quisiera comentarlas. Son éstas: "A menudo me digo que me gustaría vivir en el seno de una especie distinta de la especie humana. Hay una belleza natural más bella que la estética. Hay una belleza en los cataclismos, la tempestad, las tormentas, los saltos de los animales en la jungla, los galopes de los caballos sobre las mesetas y los prados, los meandros de los ríos en las llanuras, la gracia de los jóvenes que juegan".
Hay una superioridad silenciosa de Colette sobre todos los demás escritores franceses que "explican" lo que hacen, que exigen demasiado sentido en el curso de la vida, que anticipan demasiada racionalidad en el Ser, que proyectan demasiada orientación en la Historia, que quieren fundar su decir antes de enfrentar sus riesgos (Montaigne, Rousseau, Sade, Lados, Stendhal, Mallarmé, Ponge, Klossowski, Bataille ... ). Por desgracia, soy como eran ellos.
Ella, Gabrielle Colette, como la castellana de Vergy, como Madame de Genlis, no argumenta. Colette era perfectamente consciente de esa soberanía que ella asociaba además, indisolublemente, con el silencio sexual. Se aferraba como a la niña de sus ojos a ese silencio absoluto, testigo de la fuente viviente en ella. Lo ejercía sobre todos los hombres que la deseaban, sobre todas las mujeres que ella pretendía.
En sus Aprendizajes, confiesa que su "truco de enamorada" se restringió obstinadamente toda su vida a esa reticencia refleja. La sonrisa a escondidas, los ojos bajos, la mano que se retira, la evitación incomprensible, el retiro arisco, el silencio ante la pregunta que le plantean, el rostro inexpresivo ante cualquier súplica. Siempre responder mediante el rechazo a responder. Esa mujer nunca ocultó la admiración que sentía por los libros que Friedrich Nietzsche compuso en los años 1880.
Es Cibeles ante los ojos de su madre y también es Cibeles ante los ojos de su hija. Un acuerdo total con la naturaleza funda esa obra. Una crueldad vibrante la impulsa.
Despreciaba a los blandos, porque les faltaba desarrollar fuerza, a los gordos, porque no tenían el coraje de pasar hambre y adelgazar. Detestaba a los que se consideraban desdichados, porque le parecía que no había que añadir la necesidad al dolor que hace sufrir el azar. Fue voluntariamente Medea para su hija tal como lo habrá sido para su nieto.
De manera sorprendente, Colette es la única escritora cuya concepción de la humanidad no fue ensombrecida por la experiencia de la primera guerra. Es lo contrario de Céline.
Los dos hombres que más amó eran judíos (Schwob, Goudeker). No sintió ningún horror ante los horrores de las trincheras, que para ella no eran peores que el sitio de París, no eran peores que la Semana sangrienta. Lo peor era normal.
Su padre, cuyo nombre masculino tomó como si se tratara de un nombre de mujer, había sido herido en la batalla de Melegnano, en 1859. Luego de que una bala de cañón austríaca le aplastara la pierna, fue amputado por un cirujano de Milán, justo debajo de los testículos, que quedaron ambos intactos. En el trimestre que siguió a su amputación, el emperador Napoleón III lo nombró por decreto imperial recaudador de impuestos en Saint-Sauveur-en- Puisaye.
Ella escribió que nunca había sido tan feliz como cuando se reunía con Jouvenel en el frente, multiplicando los abrazos en una cama de hostería con el ardor incomparable de un hombre maloliente que sale del barro de la trinchera donde estuvo enterrado todo el día y que aún está completamente impregnado de miedo.
"El único ser al que veo completo es el feto en vísperas de nacer, que todavía nada."
En esta frase de Colette, que fue bailarina nudista en el período de entreguerras, hay algo que anuncia las danzas extrañas, también desnudas, cubiertas de cenizas, del butoh, que siguieron a las bombas lanzadas sobre Hiroshima, sobre Nagasaki, y los siete años de ocupación norteamericana en el territorio de las islas del Japón que prohibían mencionarlas y llorar a sus muertos.
Fue en 1962 cuando Hijikata degolló en público, en la penumbra de un pequeño escenario, a un gallo que sostenía entre sus piernas desnudas.
La dependencia del origen, la inherencia al cuerpo continente de la madre de pronto, con un golpe de cadera, se rompe. Así es el instante natal.
Increíble danza expulsiva (pérdida del agua) intrusiva (la intrusión del aire en el cuerpo), caída al suelo ( en la no motricidad, en la posibilidad de la muerte, en la defecación, en el hambre), tal es el fondo de la experiencia de los hombres.
Cada uno de nosotros viene de esa manera del mundo oscuro.
Así es el ankoku butoh, la danza oscura que agita a los nacientes que tratan de desplazarse y de sobrevivir en la superficie de la tierra, empujando los huesos de los muertos que los engendraron con sus sexos aún tumefactos y vivos.
Estiran los cinco dedos de sus manos hacia adelante en la luz lanzando gritos.
"Ankoku-butoh" quiere decir exactamente "danza-salida-de-las-tinieblas-que-sube-a-ras-del-suelo . Que re-nace. Danza que intenta el renacimiento. Vida que procura renacer en el curso de una motricidad originaria.
Al día siguiente de una explosión estelar originaria.
Colette decía que tenía que hacer que su cuerpo gozara todos los días, sin excepción. Que había sido así toda su vida, sola o no, o con sus dedos, o con los labios de una amiga, o mejor aún, según lo que ella misma aclaró, penetrada por el sexo de un hombre más joven que ella. Colette explica esa necesidad por medio de una imagen potente: dice que le hacía falta "gozar cada día como un prisionero prepara la evasión"
- Pascal Quignard, EL ORIGEN DE LA DANZA. Traducción de Silvio Mattoni. Interzona Editora 2017
Imagen: “Colette” c.1896 Jacques-Fernand Humbert

26 notes
·
View notes