Tumgik
#es aceptable hacer una pausa
Text
Es bueno tomarse un respiro
La vida será demasiado rápida para ti si sientes la necesidad de apresurarte por lo que quieres hasta el punto en el que frecuentemente comparas tu progreso con el de otros, tu éxito con el suyo y tu crecimiento con cualquier otra persona.
Con frecuencia te agotas para ser la versión que preferías ser, y terminas culpándote a ti misma si sientes que te quedaste corta o no diste lo suficiente.
Es bueno tomarse un respiro, es aceptable hacer una pausa, ir lentamente por un tiempo, y moverse a tu propio ritmo.
Estas tan preocupada con ganarte la vida que descuides en crear una vida que se vivirá de acuerdo a tus propios términos.
Incluso si sientes que todos los demás están corriendo hacia la meta y eres el único que camina, sigues por delante de aquellos que ni siquiera lo están intentando.
Tumblr media
ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
6 notes · View notes
reene7890 · 1 year
Text
El corazón en pausa de Noé
Me encuentro frustrada conmigo misma y este blog, originalmente tenía como meta escribir mis divagaciones acerca del vaninoe, y el cómo comparto y difiero con muchos dentro del fandom sobre ciertos rasgos de su relación e interacciones, pero era como un sólo pensamiento de un sólo título dividido en tres partes distintas, y aparte de la pereza que me tiene agarrada, la dificultad para recordar y completar cosas y el bajón emocional en el he estado sumergida en este último año, no los terminé porque en últimas, regresando, me di cuenta de que no me podía quitar la duda de que quizás, tratando de explicarme lo mejor posible dentro de dicho pensamiento, llegase a tocar temas que me hubiera gustado hacer en un pensamiento complemente aparte con un título distinto. Entonces decidí mejor escribir pensamientos con títulos diferentes y confiar en la posibilidad de que juntándolos todos, sea posible entender mi vision general sobre el asunto (⁠・⁠_⁠・⁠;⁠).
Pese a ser el pensamiento más fácil, específico y corto de escribir, lo siento muy difícil en saber cómo empezar. Lo que sucede es que yo soy de ese pequeño grupo del fandom que defiende la idea de que en el capítulo 12 del manga, titulado "Pause", quien le está creando conflicto a Noé es Jeanne, no Vanitas y paso a explicar el porqué.
(Debo obligarme a evitar lo mejor que yo pueda,comentar algo muy largo acerca de la relación entre Jeanne y Vanitas, no quiero ponerme a divagar sobre ellos en este momento, ese tema tendrá un pensamiento aparte).
Mientras me voy poniendo mi traje de payasa, estoy segura de no aportar mucha novedad en el tema, sobre todo cuando la mayoría de las escenas resaltadas ya han sido tomadas y analizadas por otros fans anteriormente, como la maravilla de @pandaflavouredcookies @eglantiney @neversetyoufree, y de seguro otros más, pero la satisfacción de acomodar mis propias ideas y narrarlo a mi manera bajo mi punto de vista, sigue siendo igual de buena.
Se comienza con la revelación del rostro de mi preciosa niña.
Tumblr media
En la tercera relectura del manga, me di cuenta de un detalle que no había notado antes relacionado al orden y al énfasis. En esta escena, por primera vez Jeanne muestra su rostro completo a los protagonistas y a nosotros, los lectores. Estás dos páginas están con una tinta mucho más suave al de las otras, y unos círculos o manchones blancos sobre los protagonistas; básicamente, ella se mostró y el ambiente de alguna manera brilló. Pero aquí lo curioso es cómo fue puesta primero la reacción de Noé, dibujado en dos distancias distintas, una lejana y otra cercana, los ojos y la boca ligeramente abierta al verla. No sólo lo pone primero, y lo dibuja dos veces, sino que en general el espacio de su reacción es más grande al de Vanitas, y por ende, al menos para mí, hay un mayor énfasis e importancia en la reacción de Noé. No soy mangaka, pero si estuviera dibujando esa clase de escena, la lógica me dice que debería poner con mayor énfasis al personaje con el que va a tener un lío amoroso y el que la va a besar en el próximo capítulo. Y es aceptable pensar que esto no debería de tener ninguna importancia o que mi visión no es necesariamente correcta, pero sería lindo mantener en cuenta que en el anime cuando Jeanne se revela, el director del episodio bajo su interpretación, aparte de quitar peso e impacto a la revelación de Jeanne, quien enfoca primero es a Vanitas y no a Noé, lo contrario a lo que hizo MochiJun en el manga, por lo que este sentido del enfoque sí existe.
Ahora sí, paso con la dichosa escena del rubor.
Tumblr media
Digamos que: Jeanne es el contrincante más hermoso al que se ha enfrentado Noé, y es esta simple razón por la que ella es la única con la que le ha sucedido el sonrojarse por un rostro que instantáneamente brilla para él (el manchón que hay por encima del dibujo de Jeanne indica esto), en medio de una pelea, se puede decir que esto le genera una distracción por un segundo a lo que Jeanne aprovecha para darle tremenda patada que lo saca volando, pese a que Noé en la página anterior la estaba esquivando sin problemas, y súper confiado diciendo que no se compara a su maestro y que se las arregla solo.
Luego de ser derribado por Jeanne, se levanta de los escombros y se mira la mano con un signo de interrogación, se siente extrañado consigo mismo, parece ser que es la primera vez que le sucede algo así.
Y digamos que: El que la haya elogiado antes por sus habilidades o su arma no hay mucha importancia, Noé cuando ve alguna cualidad en sus contrincantes de pelea siempre lo reconoce, ya sea de manera externa o interna, por ejemplo ahí está Roland y hasta con alguien que le cae tan mal como Astolfo estuvo pensando acerca de los puntos positivos de sus movimientos de combate.
Noé es una persona sensible, él sonrojándose es algo muy común ya sea como reacción positiva a algo que le llama la atención, una muestra de cariño o el entusiasmo, o algo negativo como la vergüenza y el miedo. Se puede decir entonces que no hay mucha profundidad en él sonrojándose por Jeanne debido a la impresión, si la chica es dentro de su propio mundo una mujer tan hermosa.
Entonces, aquí lo que quiero resaltar son las onomatopeyas japonesas ƪ⁠(⁠‾⁠.⁠‾⁠“⁠)⁠┐, ese "Doki" que está acompañado junto al rubor de Noé. No sé japonés, pero según lo que me enseña San Google es que hay cuatro onomatopeyas dentro del japonés para referirse al sonido de los latidos marcados de un corazón o "golpe de corazón", y son: do, doki, dokun y tokun. El uso más habitual de estas onomatopeyas son normalmente en situacion de amor, o cuando están con miedo. Lo que me di cuenta aquí, es que no importa lo emocionado o cariñoso que esté Noé con los demás personajes, el único personaje con el que él tiene esta estricta combinación de: sonrojo + brillo + onomatopeya de corazón, es con Jeanne, y tuve cuidado en revisar sus otras interacciones y reacciones para con otras personas (una mierda, la verdad. Incluso mientras escribo esto, sigo revisando viñetas).
Con la escena del beso de Vanitas a Jeanne, él queda anonadado, por ahora sólo voy a decir: al final, pese a que se cumplió el objetivo de terminar el enfrentamiento, él se mostró molesto porque no entiende la razón del porqué Vanitas hizo lo que hizo, en el extra de Jun se ve como esto se le queda en la mente mientras regresaban dónde el conde, cuestiona a Vanitas directamente por lo sucedido, y cuando este de forma coqueta le acerca el dedo a la boca y le pregunta si acaso está interesado sobre los besos, la reacción de Noé a esto es que no se escandaliza, se lee más como de avergonzado e incómodo y su método de evación es cambiar el tema, dirigiendo de golpe la conversación a Vanitas y su carácter. En su expresión no hay el mismo nivel de impacto o reacción a esta acción de Vanitas a una como, por ejemplo, viendo la cara de Jeanne.
Tumblr media
Como sea, avanzo hasta el capítulo 6, dónde sale la escena de Dominique llevándolo al otro París...
Tumblr media
Repasar el contexto de esta imagen. Noé acaba de revisar las memorias de Amelia, queda impactado y alterado y hasta se le nota la rabia de ver a Naenia, porque es su culpa la muerte de Louis, suceso que lo ha estado persiguiendo por años. Aparece Domi y se lo lleva por la fuerza al otro París. Entre el camino, dice un diálogo sobre el carácter de Noé que quiero resaltar más adelante porque me parece muy importante para el otro pensamiento, pero después de dicho diálogo junto con el regaño, él pone su mano sobre el collar en protesta, tratando de detener a Domi porque él tiene que ir donde Vanitas, a lo que Domi lo interrumpe tratando de persuadirlo de ceder e ir con ella, usando la siguiente información:
«Lord Ruthven también estará en el bal masqué esta noche. Se rumorea que Lord Ruthven está investigando por su cuenta a los portadores de la maldición. Podrías conseguir alguna información sobre ese charlatán del que estaban hablando».
En este punto, Noé sigue sin saber quién es Lord Ruthven y su importancia, pero incluso así, el diálogo de Dominique es suficiente para saber que podría conseguir información valiosa a dónde se dirigen, en un asunto que es fundamental para él y del que hasta hace poco estaba discutiendo en la oficina del conde Orlok. Pero Noé no toma en cuenta nada de esto, Domi pronuncia el nombre "Lord Ruthven", pero antes de decirle que este personaje puede tener información, Noé abre los ojos e inmediatamente se le viene a la cabeza Jeanne, la información específica que le brindó Vanitas de que ella trabaja para ese desconocido.
*⁠.⁠✧*⁠.⁠✧*⁠.⁠✧
No piensa en Luca, que es quien llegó reclamando el libro, y quién bajo sus deseos y órdenes estaba Jeanne actuando, y a quien Noé, sin saber aún su título, lo reconoce como alguien importante con sólo ver su capacidad de reescritura al producir las llamas. Junto aquí el diálogo y pensamiento de Noé: «¡Es la reescritura de una fórmula a gran escala! ¡Luca, ¿Tú eres...?!»
Por lo que alguna importancia le pudo haber dado a él...pero no lo hizo.
Tumblr media
*⁠.⁠✧*⁠.⁠✧*⁠.⁠✧
Y uno podría pensar, que al final, Noé piensa únicamente en Jeanne porque es con quién únicamente Vanitas la relaciona al nombre de Ruthven, pero igual...sus pensamientos no parecen estar siguiendo el orden de prioridad de las cosas (⁠-⁠_⁠-⁠メ⁠), porque apenas él recuerda su vínculo con Ruthven, Dominique ya está mencionando la información que puede conseguir, pero no hace caso de ello, en la mente de Noé se nos deja ver que está en la expresión exacta de Jeanne que lo hizo sonrojar en el panel anterior. Es el pensamiento de Jeanne el que lo hace bajar mano, el porqué deja de hablar, y simplemente se deja llevar por la cadena. Básicamente cedió,y habría dejado a Vanitas atrás sino fuera porque este los había estado siguiendo todo este tiempo.
Capítulo siguiente, el 7, Noé se pierde y accidentalmente se topa con Luca. Dos cosas le suceden, se da cuenta que el nombre completo de Luca es Lucius por la forma en que uno de los guardias se refiere a él, y Luca lo hace pasar por un amigo diciéndole a Noé que quiere hablar, se lo lleva. Pero Noé no piensa en lo que podría querer hablar o el porqué Luca está ahí, él pone su atención en un diálogo nervioso de Luca que en sí, no parece tener mucha importancia en esa situacion que es: «¡¿Qué haces aquí?! No me digas...¡¿Nos han seguido?!»
Noé niega la acusación, pero luego capta rápido que al referirse en plural, sugiere la presencia de alguien, y lo hace con la siguiente expresión:
Tumblr media
«Él dijo..."nos". Esa mujer...¿está ella aquí también?», son las palabras que producen su mente con una expresión abstraída y hasta nostálgica diría yo. Está claramente dándole una importancia a este hecho. Esta es la segunda vez que Noé marca que le da una importancia a la posible presencia de Jeanne, dejando implícito que, en realidad, inconscientemente sólo quiere verla.
El primer capítulo cuya trama en casi su totalidad gira alrededor del romance: Pause, capítulo 12. No sé que trataron de hacer los directores de los capítulos o el director del anime en general aquí, no lo entiendo (⁠-⁠_⁠-⁠;⁠). Yo podría pensar que las presuntas pistas que he nombrado aquí en el momento, son bastante insignificantes y fáciles de pasar por alto y borrar (aunque varios de los fans si lograron verlas) y fue esto mismo lo que les pasó a los que hicieron el anime, porque:
1. Quitaron el énfasis por encima al de Vanitas a la reacción de Noé por Jeanne (como escribí antes, hicieron lo contrario, y pusieron a Vanitas antes que a Noé).
2. Quitaron la escena de halago, sonrojo y palpito de Noé por Jeanne.
3. Quitaron la escena en donde Noé piensa en Jeanne mientras es llevado a otro París por Dominique.
4. Quitaron la escena de Noé siendo conducido por Luca pero este está pensando en Jeanne.
Entonces, claro, llega la escena del campanario entre Noé y Vanitas, alta escena y le sigue el capítulo 7, el camino a la vista no se presenta como una carretera con una posible curva, se muestra como una carretera totalmente derecha yendo hacia un solo obvio destino. Por lo que no sé si:
1. Los que hicieron el anime leyeron el manga y se percataron de todas las pistas sobre el extraño interés de Noé hacia Jeanne que he nombrado hasta ahora, y que otros del fandom también se percataron pero dijeron "No, no necesitamos tratar de encajar durante nuestro tiempo estas pistas que la autora ha dejado a lo largo de 12 capítulo. Mejor pongamos nuestras propias pistas EN UN SOLO CAPÍTULO, siendo mucho más explícitas y obvias pero que se sientan raras o como una pista falsa porque carecen de algún antecedente y escala".
2. No se dieron ni cuenta de estas pistas, pero como MochiJun les había tenido que dar un mapa general de sus planes futuros con su obra, algo allí les hizo decir "c*raj0, tenemos que meter la posibilidad de Noé teniendo algo por Jeanne pero ¿Cómo lo hacemos?"
Me inclinó fuertemente a la primera opción, pero la forma de meter estas posibles pistas para los del anime fue:
💁🏽‍♀️✨La explícita reacción de Dominique a la reacción de Noé por la sonrisa de Jeanne✨.- muy confuso, pero aquí va.
Tumblr media
Traducción del texto del manga: «Puedo ver porque ella estaría en la mente de Noé»
La primera escena tiene ligeros cambios a la adaptación, se quita la expresión conmovida de Noé con su pequeño sonrojo oculto por el cabello. En el anime, se lleva directamente la mano al corazón como si hubiera sentido algo raro en sus latidos y se hace un enfoque al rostro de Dominique girando sus ojos hacia él dándonos a entender que ella notó algo en esta reacción. Pero Dominique en esa escena, en el manga, se presentó como personaje de fondo y nunca vimos suyo un pensamiento, reacción o panel bajo su propia perspectiva de aquel momento sino hasta el capítulo 45. El que se haya dado cuenta de aquel gesto de Noé es algo que apenas se llega a insinuar 33 capítulos después, cuando estamos dentro de su mente y es por primera vez que volvemos a tocar el tema de lo sucedido en Pause con ella recordando y teniendo de fondo exactamente dichas expresiones de su amigo . Curiosamente, la segunda mirada de Noé dirigida a Jeanne que vemos en el pensamiento de Domi del 45, es cuando él se le queda viendo mientras baila con Vanitas. Mirada que, las personas del anime, también pusieron de una manera mucho más explícita y obvia, mostrando incluso una expresión de lástima de parte de Domi al darse cuenta a quién su amigo está viendo, todo esto de un golpe dentro del propio episodio 7, cuando en el manga en dicha escena, al igual que la escena del comedor, nunca vemos una expresión o enfoque a Dominique con Noé viendo a Jeanne durante el baile, y es más, en el anime le agregan una mirada de sobra, queriendo resaltar el interés de él por ella, la mira dos veces, mientras que en el manga él no la mira sino hasta haber terminado su conversación con Vanitas y sumirse de lleno a sus pensamientos. MochiJun fue mucho más sutil y evasiva durante años, hasta que finalmente dio una confirmación a los sobre cuáles eran las sospechas de Domi, y qué fue lo que notó en aquel día.
Con esto, teniendo en cuenta que tanto en el manga como en el anime, Dominique cayó en cuenta de estos gestos por parte de él, me gustaría pensar y me parece mucho más lógico el porqué Dominique quedó tan convencida de que el interés amoroso de Noé era Jeanne, más allá de un malentendido de la heteronomartividad, algo que a mi parecer es muy ¿insulso? viniendo de un miembro de la familia De Sade y teniendo una actitud abiertamente coqueta con otras mujeres.
Mi idea de qué la llevó a trazar este pensamiento, estando dentro de su piel, es:
1. Vas con Noé y otros conocidos a comer en un restaurante donde sirven su postre favorito, le fascina tanto, que lo hace olvidar y desatenderse de todo lo demás, y justamente delante de él está sentado esta hermosa chica que, a excepción de una pelea, realmente no la conoce, y le da un simple gracias con una sonrisa. Notas al instante que este gesto muy sencillo lo hace sonrojar y le provoca un gesto de impresión.
Tumblr media
2. Seguido de esto, sale el escándalo de que el humano está envuelto con la chica hermosa y que ella lo marcó insinuando "esa clase de relación", todos están escandalizados pero cuando se declara que todo fue una broma y la marca fue puesta de manera accidental, el ambiente se "calma", hasta que Jeanne decide llevarse al humano por la ventana. Luca que se mostró claramente protector con Jeanne se alarmó pero no tuvo una reacción tan exagerada como la de Noé, a quien no le debería de incumbir este asunto, pero él ni siquiera disfruta adecuadamente dos platos de su postre preferido, apenas Jeanne se va con Vanitas, Noé se atraganta con la comida y sale corriendo detrás de ellos.
3. Jeanne y Vanitas regresan pero Noé está tardando en regresar, sospechas que está perdido pero cuando lo encuentras está muy inmóvil encima de un techo, con una mirada muy melancólica (paréntesis por sentido de necesidad en dejar en claro que Noé no tuvo dificultades en alcanzar a Vanitas y a Jeanne, simplemente se mantuvo en los techo de los edificios todo ese tiempo, la suficiente distancia como para ver a Vanitas y Jeanne hablar, y terminar con este sonriendo y esta última mordiéndolo, pero sin la distancia adecuada para poder escuchar la conversación, la escena sin contexto se ve como si en efecto estos dos hubieran consolidado una relación). Hablas con él y se ve confundido y abatido, y con esta honesta expresión y la tensión de que algo va a revelar, de la nada su rostro cambia a una más exasperada, y abruptamente cambia el tono de la conversación, con la revelación de que le gustaría probar la sangre de Vanitas, entonces su interés se mostraría con que es Vanitas y no Jeanne como te había hecho pensar en el restaurante, y el interés en este estaría centrado en su sangre. Sonríes, y conociendo la inocencia de Noé, por un momento, crees que sí se trata de esto.
4. El alivio dura muy poco, tardan en volver y cuando regresan al restaurante los demás ya están en la entrada preparándose para irse, Jeanne está al pie de la puerta viendo a la gente bailar. Y apenas llegas con él, Noé a quien se queda mirando es a Jeanne con gesto pensativo, y se inclina extendiéndole la mano en un ademán obvio de querer invitarla a bailar. Antes de que puedan tener esa clase de momento íntimo, intervienes y alejas a la chica.
Tumblr media
5. Cuando ya estás bailando con la susodicha, Noé empieza a bailar con Vanitas, parece que están hablando, los dos están un poco alejados de ustedes, con Noé dando la espalda. Tan sólo basta para alzar la mirada y ver a Noé mirando a Jeanne, por encima del hombro de una manera no muy disimulada, así:
Tumblr media
6. No sólo eso, Vanitas, su pareja de baile, es descuidado y se le pisa el pie por quien, en palabras suyas, no olvidaría bailar porque se lo inculcaron sin piedad, tanto en la posición femenina como en la masculina.
Esto lo demuestra MochiJun en dos extras, el primero con Vanitas recordando el baile, y preguntándole a Noé como es que sabe llevar el papel femenino, con Noé indiferente preguntando cómo es que él no lo sabe, tomando esto de lo más común. El segundo extra nos explica el porqué Noé sabe el rol femenino, con Dominique de niña queriendo aprender el papel masculino porque si Noé aprende el femenino, ella sería la única mujer que podría bailar con él.
Con este listado, espero estar defendiendo mi visión sobre Dominique, quien para mí tiene razones para sus deducciones, pero que más de la mitad del fandom la toma como una ingenua que en sus delirios, malinterpretó demasiado a Noé debido a sus celos.
4 notes · View notes
hala2021 · 26 days
Text
No encontré el tahine 
Llegó el frío, que tanto odio. Tiemblo y me visto con dos camisetas, una polera, suéter, medias gruesas. En fin... Hoy tengo mis clases de coreano, las pasé al lunes porque los viernes no llego. Ahora hay pocas unidades de colectivos y tardan en venir. Los salarios se han empobrecido. Ayer practiqué en el piano, pero soy un desastre. Apenas Beyer, 3, 4 y 5. Es indudable de que el piano requiere mucha práctica. 
En los colegios estoy tomando licencias, falto muchísimo. ¡No quiero trabajar más! Y con el abogado firmamos un escrito. De ahora en más, me dijeron que el juez es el que se encarga. No puedo creer este disparate, y por eso debe ser que mis cuentos tratan de lo absurdo. Hice una pausa en dos actividades: el canto y la escritura. Imposible que realice tantas actividades porque me siento estresada. 
El otro día me encontré con un vecino, que me paró en el pasillo, andaba con el perro. Yo siempre salgo con la linterna en la mano, porque este edificio es de terror. Y me preguntó si me había llegado la nota de la administración, porque alguien se quejó de los ténderes de ropa que dejan afuera. Yo le dije que yo no había sido. Y empezó a contarme que estaba separado y de la vecina de arriba, que milita en los pañuelos verdes. Yo le dije que no sabía, pero que le avisaría a su celular si dejaron un papel por debajo de la puerta. Yo había estado todo el día con mi amiga, que fuimos a tomar algo a una confitería. Así veo a muchos matrimonios, que no se aguantan, que se separan. Y mi amiga me pregunta si tengo pareja. La verdad, con todo lo que veo, ni ganas siento de tener una pareja. Pero de algo estoy segura, de que no quiero que me presenten a nadie. Eso de que alguien te presente a una persona nunca lo aceptes. Es mejor buscarse un camino por uno mismo, sin la influencia de nadie. 
Yo estaré paranoica, pero que el Ministerio de Educación no conteste un escrito de un abogado me parece de lo más raro. Además, tiene un departamento de legales, quiere decir, con abogados que podrían contestar. Por otro lado, encontré en hacer actividades algo que me gusta. Siempre digo que la gente puede controlar todo, pero nunca tu felicidad interior. Y eso es lo que estoy trabajando. Encontré en la escritura una puerta abierta a los sueños. 
Y qué es la vida, siempre me pregunto. Ayer pasé por el supermercado, repleto de alimentos y de todo. Y busqué el tahine, pero no había. Y ya empezaba a protestar. Y me cuestioné a mí misma de qué me quejaba. Pienso que soy muy desagradecida de la vida. Dios nos da todo y encima nos quejamos de todo. Dentro del supermercado había innumerables alimentos, almohadas, frazadas, de todo, pero yo andaba por los pasillos enojada porque no encontraba el tahine. Espero que ustedes no tengan el defecto tan marcado que yo tengo y que no sean desagradecidos con lo que Dios les ha dado. 
0 notes
kerrkez5ec · 11 months
Text
EL ANILLO DE ORO.
Érase una vez un joven que acudió a un sabio en busca de ayuda.
-Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo ganas de hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo: «Cuánto lo siento, muchacho. No puedo ayudarte, ya que debo resolver primero mi propio problema. Quizá después…». Y, haciendo una pausa, agregó: «Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar».
-E… encantado, maestro -titubeó el joven, sintiendo que de nuevo era desvalorizado y sus necesidades postergados.
-Bien -continuó el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique de la mano izquierda y, dándoselo al muchacho, añadió-: Toma el caballo que está ahí fuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, y no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
el_anillo
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó al mercado, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes, que lo miraban con algo de interés hasta que el joven decía lo que pedía por él.
Cuando el muchacho mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le giraban la cara y tan sólo un anciano fue lo bastante amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era demasiado valiosa como para entregarla a cambio de un anillo. Con afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un recipiente de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.
Después de ofrecer la joya a todas las personas que se cruzaron con él en el mercado, que fueron más de cien, y abatido por su fracaso, montó en su caballo y regresó.
Cuánto hubiera deseado el joven tener una moneda de oro para entregársela al maestro y liberarlo de su preocupación, para poder recibir al fin su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.
– Maestro -dijo-, lo siento. No es posible conseguir lo que me pides. Quizás hubiera podido conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
– Eso que has dicho es muy importante, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos conocer primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar tu caballo y ve a ver al joyero. ¿Quién mejor que él puede saberlo? Dile que desearías vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca: no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.
El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo al chico:
– Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya mismo, no puedo darle más de cincuenta y ocho monedas de oro por su anillo.
– ¿Cincuenta y ocho monedas? -exclamó el joven.
– Sí -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de setenta monedas, pero si la venta es urgente…
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
– Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y, diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda.
Tumblr media
1 note · View note
raquelpicotres · 11 months
Text
qué dificil aceptar el aburrimiento.... los primeros días en mi pueblo me volvía loca con tanto tiempo libre, cuando estaba mas tiempo del debido sin nada que hacer. ahora, he puesto un par de cosas en vinted, me he tumbado bocarriba en la cama rodeada de la ropa que ya no quiero. he imaginado como me vería una tercera persona como si mi vida fuera una película (ahora me acuerdo de la escena en The virgin suicides cuando todas las hermanas están aburridas en una misma habitación, algunas leyendo una revista otras simplemente mirando al techo). yo tambien miraba al techo, no tenía nada que hacer ni si quiera un plan para la tarde o la noche y pense : me aburro. pero lo acepte como algo inevitable. por primera vez lo aceptaba sin volverme loca. 
ahora estoy escribiendo esto y no estoy aburrida aunque antes lo estaba. sé que no voy a encontrar mi vida más estimulante en este pueblo. he aceptado que nada fuera de lo normal, noticiable o extraño me ocurrira en el tiempo que pase en este pueblo en el que no pasa nada. mi vida estará en modo ahorro o incluso un modo especial de concentración que neutralice todas las cosas que se pasen de estimulante. tendré este estado de apaciguamiento hasta que acabe el verano y empiece septiembre y yo vuelva a la uni y a la ciudad. mientras tanto mi vida y mis emociones seguiran una linea recta con leves subidas y bajadas y muy pocas variaciones (ningún evento canónico)
mis días serán tan tranquilos que me costara volver a acostumbrarme al estado de activación que tenía antes del verano. siempre he pensado que mi verano es como una pausa.
1 note · View note
avmores · 1 year
Text
♡  ⠀ ㅤ۪ㅤ۫ㅤ੭ .     𝐂𝐄𝐑𝐂𝐀𝐍𝐈𝐀 + 𝐂𝐄𝐋𝐎𝐒:   para un starter situado en un momento de celos.  + ⠀ para un starter en el que nuestros personajes están muy cerca el uno del otro⠀   .ᐟ‍
Tumblr media
sabe que problemática es implícita debido a sentimientos que jamás se resolvieron, él cree que lo tiene claro, que la complicación deviene de evasivas, de largas, de decisiones tomadas a medias y sin embargo es un punto en el que retorno no existe, porque cercanía se está dando en el movimiento casi discreto, en el que falanges van recorriendo las ajenas y sentimiento de culpa quiere quedar de lado, porque limitantes son aquellos que añora colocar él mismo, aprender a otorgar resignificación a seriedad en una relación, pero pausa, porque relación todavía se encuentra en pensamientos, en el idílico caso de que fémina en mente acepte, y aún así, cléo es imán, y metales siempre deambulan hacia aquellas polaridades. carraspea, baja la mirada, la sonrisa es un tanto complicada, un movimiento en el que se termina determinando que es una certeza en la que no sabe qué hacer. ❛ estás con koen. ❜ sentencia, es finiquita, determinante, no quiere reír, pero lo hace. ❛ yo quiero estar con june. ❜ desvía la mirada, sin embargo la cercanía, todavía no sabe muy bien por qué, se mantiene, es renuente a distanciarse. ❛ y eso, es un determinante. ❜
#𝑒𝑛𝑣𝑖𝑎𝑑𝑜 𝑝𝑜𝑟:   @unapitcda​
1 note · View note
bellagoth777 · 2 years
Text
Monet Legacy
Los años siguientes pasaron para la familia Monet.
Tumblr media
Nicholas creció!! ahora tiene exactamente 7 años recién cumplidos. Cassandra y Robert están tan orgullosos de él, tiene unas cualidades artísticas increíbles, a esta edad ya sabía como tocar el piano y el violin a la perfección.
Tumblr media
Edward también creció! Tiene cinco años. Aunque es mucho más tímido y callado que su hermano mayor, es un niño muy dulce e inteligente.
En junio de 1806, Cassandra dio a luz a mellizos! Sus nombres son Elizabeth y William Monet.
Tumblr media
¡Son adorables, tienen 3 años! Crecen muy rápido. Mientras que Elizabeth tiene mucha energía y es muy alegre, William es mucho más tranquilo y curioso.
Tumblr media
Esos años fueron de pura alegria para toda la familia. Ninguno tenia idea de lo que el destino tenia preparado para cada uno de ellos.
Robert Monet recibió una carta de un viejo colega de trabajo: John Bingley, quien tenía una propuesta interesante que podría interesarle acerca de su familia. Este lo cito en un viejo bar inglés, en donde ambos frecuentaban verse hace años atrás.
Pronto Robert llego al destino donde habian acordado reunirse.
- ¿Que es de lo que querías hablarme tan urgentemente, Mrs. Bingley?
- ¡Es un hecho de lo más petrificante, Mrs. Monet! -Exclamo el Mrs. Bingley- El tema aquí es, mi fortuna. Desde hace años estuvimos experimentando una serie de problemas financieros, ya que nuestra empresa ha bajado de puesto de una forma totalmente alarmante, parece que ya nadie disfruta de nuestros productos ¡y finalmente ahora estamos en bancarrota, puede usted creerlo! - Hizo una pausa larga, lo que le permitió a Robert darse cuenta sobre el rumbo que la conversación estaba llegando.
-Necesito tomar medidas desesperadas para salvar a mi familia de la ruina, espero que entiendas lo que ahora pienso proponerte.
-Espero que tu propuesta sea concreta y clara, de lo contrario me temo que esta conversación no va a llegar a ningún lado con usted entrando en pánico.
-Mrs. Monet, usted tiene razon. No sirve de nada entrar en pánico en situaciones como esta, lo único que lograría es arruinarme más rápido. - Robert asiente con la cabeza en forma de aceptación- Pero mantengo la siguiente propuesta: Como usted tiene un negocio aceptable y de buen futuro le imploro que me dé una mano. Como somos viejos camaradas y nos conocemos hace mucho, espero que pueda aceptar lo que humildemente le pido.
- Me parece algo razonable, pero ¿cómo quiere que le dé una mano exactamente? Espero que usted ya tenga un plan en mente para hacer tal cosa.
-Claro que lo tengo! Ya he pensado en todo, no tiene de que preocuparse.
-Entonces, lo escucho.
-Déjeme trabajar temporalmente en su negocio, a pesar de no tener experiencia en esa area laboral.
-Eso me parece una tarea simple de lograr. Eso es todo?
-No, lamentablemente no lo es. La siguiente parte seria lograr una union entre ambas familias.
-Eso beneficiaria a su familia, pero yo que consigo a cambio, Mrs. Bingley?
-A pesar de no tener fortuna, tengo parientes lejanos con alto poder adquisitivo en Londres. Con unos considerables terrenos que podrían beneficiarlo, usted sabe que tengo contactos que no lo defraudaran, de eso puede estar seguro.
-Correcto.
-Este matrimonio podría ser entre su hijo mayor, Nicholas, y mi hija Catherine, quien acaba de cumplir 7 años al igual que su primogénito. Claro está que, esta union se celebrara cuando ambos alcancen la mayoría de edad.
-Me parece razonable, Mrs. Bingley. Considérelo hecho.
0 notes
luthetitan · 3 years
Text
Dia 3
Dia 3: Vacaciones/ Festividades
No, no lo haría, se rehusaba a usar el estúpido atuendo que estaba en su cama, lamentablemente su hermano llegó para recordarle que eso era parte de la puesta, mataría a Todd de nuevo.
—Damian apúrate o llegaremos tarde —gritó Grayson.
El menor gruño, era un hombre de palabra. Al bajar se encontró con Grayson vestido de payaso, sería algo gracioso si el payaso no fuera Pennywise, aunque si le daba gracia el globo rojo en sostenía, Drake tenía un mono azul y la máscara de Michael Myers por último estaba el idiota de Todd, con igual un mano azul un poco más oscuro, una máscara de hockey y un hacha, una jodida hacha con sangre.
—Porque todos se ven geniales y yo tengo que llevar este estúpido vestuario, me veo ridículo —reclamo Damian —Hasta el nerd de Drake se ve mejor que yo. —Tú también estás vestido de un personaje de una película de terror —dijo Dick. —Soy CHUCKY —gritó —Soy un jodido muñeco. —Ya supéralo demonio —dijo Jason —Ten, para que te calmes —terminó entregando un cuchillo.—Solo no mates a nadie por favor —hablo Dick
Damian solo sonrió.
(...)
La torre de los titanes estaba decorada, había calabazas, serpentina de colores negro, morado y adornos de acuerdo al día. Los líderes (Kori y Dick) decidieron que sería buena idea hacer una fiesta de disfraces, para que todos convivieran, eran compañeros de equipo incluso se podría decir que amigos. La torre estaba algo llena, ya que no solo estaban los titanes actuales, sino también los outlaws, la justicia joven, incluso los titanes originales.
Los hermanos Wayne llegaron a la torre y se acercaron a su grupo de amigos, Damian camino a donde estaba Jon Kent.
—Te ves ridículo —le dijo al llegar a su lado. —Oye, es un disfraz en conjunto, combinaba con el de mis padres —reclamó Jon.
—Y ellos igual eran monos —preguntó Damian con sarcasmo. —No. Eran Jasmine y Aladdin —respondió Jon con una sonrisa.
Damian chasqueo con la lengua para luego ver alrededor, viendo la decoración no estaba tan mal.
—Dime que el cuchillo es parte de tu disfraz —dijo Jon con cierta timidez y temor en su voz. —Por supuesto que si —hablo Damian mientras sonreía y levantaba su cuchillo.
(...)
Raven suspiro y se armó de valor para por fin salir a donde estaban todos, Kori le había dicho que se veía hermosa, así que juntado todo el valor, salió dejándose ver con ese disfraz del cisne negro que tenía.
—Wow, te ves muy linda Raven. —Gracias —hizo una pausa porque no sabía quién era gracias a la máscara—Tim —finalizó al ver el rostro del chico después de que se quitó su máscara.
Estuvo conversando con los integrantes de la justicia joven hasta que sintió como una penetrante mirada se posaba sobre ella, miro disimuladamente sobre su hombro, Damián vestido de Chucky le observaba, pero al darse cuenta que ella lo miraba de regreso desvió la mirada para seguir hablando con Jon.
Raven se disculpó para ir por algo de beber, fue cuando se encontró con Garfield comiendo una rebanada de pizza en compañía de Jaime.
—Te ves muy linda Raven —dijeron ambos. —Gracias.
Agarró su bebida y salió al balcón para disfrutar la vista.
—Pensé que te vestirías de bruja, pero no te ves nada mal con ese disfraz —dijo una voz llegando a su lado. —Eso es un cumplido —preguntó ella volteando a ver al dueño de la voz. —Te vez hermosa —dijo Damian.
Raven sonrió para acercarse más al chico.
—Tu tampoco te ves nada mal. —Es una broma, me veo ridículo. —Te vez atemorizante y más cuando sonríes y levantas tu cuchillo.
Damian sonrió levemente mientras empezaba a jugar con el cuchillo.
—Crees que Chucky tiene oportunidad con la hermosa bailarina y le acepte salir en una cita el viernes —dijo. —Yo digo que sí —contestó.
Ambos sonrieron, porque desde hace unas semanas empezaron a salir y querían que fuera un secreto por privacidad y por ahora estaban ambos bien con eso.
Tumblr media
Foto de los disfraces, créditos a su respectivo autor.
Que pensaban que no iban a ver día 3, pues no mis ciel@s, tarde pero aquí esta. Esperen que lo disfruten por que si me partí un poco la cabeza para hacerlo.
Anyways, perdón si hay faltan de ortografías …
33 notes · View notes
amiguiz · 3 years
Text
Dejé de tener tele cuando dejé de tener marido. Él se la llevó. Estuvo bien, ni me gustaba. Tardes y largas noches mirando Netflix para no mirarnos entre nosotros. Ahora, soltera, el mundo estaba listo para mis ojos, mundo de ventanas, horizontes donde antes había espejos distorsionados. 
Como tantas otras cosas, ese recuerdo lo embodegué. Simplemente dejé de recrearlo y se esfumó. Nunca más volví a ver la tele así, de esa manera, el futón se fue y semanas después yo me escapé de esa casa, fin, bye.
Es 2021 y volví a comprarme una tele, pero esta vez para jugar mi videojuego: Bob Esponja, La Batalla por Fondo de Bikini. Recuerdo a mi hermano, a mi primo Jecel, a Sarahit, una época en la que no era propiamente feliz, pero creía serlo. Juego durante dos o tres horas los sábados o los domingos, a veces ambos, y me siento bien. 
Ayer no me sentía tan bien, la ansiedad no me dejaba concentrarme y no logré avanzar de nivel durante un tiempo notable, no sé cuánto, lo suficiente para sentirme estúpida. 
Mi hermano me recomendó El agente topo, una película chilena sobre viejos de la misma directora de La once, que amé. 
¿Una película? Años luz de eso. Las pocas películas que he visto últimamente las he visto en la computadora, como una estudiante, como una turista de colchón. Me tomé veinte minutos y conecté todo lo necesario para enlazar Netflix en mi tele. Me sentí poderosa, no tanto como cuando instalé el ps4, pero mucho más poderosa que cualquier otro domingo. Luego, al momento de sentarme a ver mi película, resultó que no está disponible en Estados Unidos y bla. Acabé viendo algo llamado What we wanted, aceptable a secas. Cuando terminó, era de noche, y decidí hacer una pausa antes de ponerme a hacer otra cosa. Me puse de pie en la oscuridad, rumbo a la cocina. En cuanto mi cuerpo alcanzó la verticalidad, me sorprendí a mí misma en un gesto automático, un chasquido de dedos, tantearme el bolsillo del pants, ¿Paseamos al perro de una vez?, palabras al aire, sin eco.
¿De qué hablas, tonta?
Los espejos ahora están adentro.
Es increíble esto de los viajes en el tiempo. Me gustaba más cuando el Delorean estaba embodegado, pero en fin, así son las cosas, qué le vamos a hacer.
4 notes · View notes
hirelingscenario · 4 years
Text
VIII
Me recosté en mi asiento, satisfecha. Era sábado, me había despertado a las ocho de la mañana y me había encaminado hacia la biblioteca, decidida a no salir de ahí hasta no haber avanzado algo con mi tesis.
A las once de la mañana, mi estómago rugía, pero ya tenía un plan de ataque. Había encontrado todas las exposiciones temporales que habría y durarían los próximos seis meses. Algunas estaban en viajes en coche de tres horas, pero había enviado correos a todas y cada una de ellas, explicando que les escribía de la Universidad de Anteros y que quería entrevistar al comisario de su exposición. No había mentido, pero me había ahorrado el detalle de que solo era una alumna de la universidad, y de que mis entrevistas tenían como finalidad encontrar las deficiencias en su organización de exposiciones.  
Con una sonrisilla, me estiré y me puse en pie. Me había ganado alimentarme. Cogí mi portátil, pero dejé el resto de mis papeles en la mesa para que nadie ocupara mi sitio. Mientras caminaba hacia la máquina de comida que había frente a la entrada de la biblioteca, medité sobre la logística de mi proyecto. Mis padres me dejarían el coche siempre que fuera un fin de semana y les explicara para qué lo necesitaba, aunque era consciente de que habría alguna exposición a la que tendría que buscar otra forma de ir, puesto eran demasiadas y me sabía mal dejar a mis padres tantos fines de semana sin transporte. Casi treinta años después de casados, seguían haciendo escapadas románticas de fin de semana, cosa que en realidad a mí me alegraba mucho.
Mientras seleccionaba un sándwich empaquetado y un café, miré el calendario en mi móvil. Tendría que empezar tan pronto como me fuera posible y tuviera una respuesta de los museos, para que me diera tiempo a visitarlos todos. Empezaría la siguiente semana, puesto que ese mismo sábado ya era tarde y además tenía el concierto de Castiel donde debía hacer las fotos.  
Volví a mi mesa y dejé un reguerito de migas sobre mi portátil mientras comía mi sándwich, relleno de una ensaladilla gris y con un ligero regusto a plástico. Estaba organizando mis fines de semana de ahí hasta lo que parecía ser mi edad de jubilación, cuando una tenue voz me llamó.
– ¿Señorita Nielsen?
Alcé la mirada, sabiendo a quién me iba a encontrar. Le sonreí, y con un tono de voz ligeramente irónico respondí:
– Buenos días, profesor Zaidi.
Alzó una ceja, pero me devolvió la sonrisa. Después de la cena de cumpleaños de Leigh, habíamos vuelto a tratarnos con formalidad en un silencioso acuerdo. Sin embargo, había una especie de complicidad en nuestro saludo cuando nos cruzábamos por los pasillos. Era un cambio agradable respecto a mi situación con Nathaniel, que era un chat lleno de memes de gatos por mi parte y alguna respuesta muy ocasional por la suya.
Rayan se inclinó sobre la mesa y echó un ojo a todos mis libros y papeles.
– ¿Es para su tesis? – asentí, y él guardó silencio unos instantes, antes de sacar el móvil de su bolsillo– Eso me recuerda que he visto esto y he pensado que podía interesarle…
Me pasó su móvil, donde tenía un artículo sobre una exposición de pintores impresionistas en una ciudad cercana. Me reí, giré mi ordenador hacia él y le enseñé el calendario donde tenía marcada esa misma exposición como la primera de mis incursiones.
– Grandes mentes…– dije.
Riéndose suavemente él también, Rayan volvió a incorporarse sin guardar el móvil.
– Vaya, qué casualidad. Yo también estaba pensando en ir…
Sabía qué me estaba proponiendo, y noté un cosquilleo en el estómago.
– No es un museo muy grande, puede que nos crucemos por ahí– comenté en tono casual, mientras marcaba con un post-it un libro de forma despreocupada.
– Es cierto – asintió–, aunque puede haber tanta gente que me da miedo ponerme a parlotear con una completa desconocida por error. Imagine qué vergüenza pasaría.
– ¡Qué bochorno! ¿Cómo podemos evitar que haga usted semejante ridículo, profesor?
– Si hubiera una forma de saber que es usted quien está ahí…
Con una sonrisa traviesa, intercambiamos los números de teléfono. Como ya llevaba demasiado rato en mi mesa, Rayan se despidió con tono formal y se perdió entre las estanterías de la biblioteca. Al cabo de un rato, lo vi alejarse por el rabillo del ojo y abandonar el edificio. Me desilusionó un poco que no hiciera ni el más mínimo gesto para despedirse, pero entonces la pantalla de mi móvil se iluminó.
¿Me pareció ver una lista larguísima de museos y exposiciones?
Al parecer tengo en mente visitar un museo diferente cada fin de semana de aquí a que me muera
No me parece un mal plan de vida.
Sonreí como una idiota, escribiendo y borrando la misma frase hasta que por fin me armé de valor y le di a enviar.
Eres más que bienvenido a cualquiera de ellos
En un lapso deliciosamente aceptable, muy diferente a los ocho días hábiles que tardaba Nathaniel en dar señales de vida, llegó su respuesta.
Tendremos que repasar esa lista, entonces.
El día avanzó suave como la seda. Por primera vez en varias semanas sentí que todo iba en orden. Mi tesis por fin estaba encarrilada, Yeleen y yo habíamos alcanzado una especie de reticente tolerancia, estaba rodeada de amigos que me querían, esa noche iba a hacer unas fotos por las que me iban a pagar y encima tenía una cita programada.
¿Una cita con la persona de la que seguía enamorada? No, porque esa persona había decidido que la vida era más interesante apareciendo y desapareciendo sin previo aviso. De vez en cuando Nathaniel aparecía entre clase y clase con un café, un bollo (los baozi totalmente arrinconados en nuestras interacciones) y una sonrisa llena de ternura al verme hasta arriba de libros o con tres fundas de objetivos de cámara diferentes colgando hombro. Pero también había días en los que lo veía andar por la ciudad con paso acelerado, la mandíbula apretada y gesto hosco. En esas ocasiones, pasaba la mirada sobre mí como si no me conociera, y si yo hacía el más mínimo gesto de acercarme a él, Nathaniel fruncía aun más el ceño y se alejaba rápidamente.
No tenía ni idea de dónde venía esta versión suya de doctor Jekyl y señor Hyde, pero cada vez que ocurría recordaba a Rosalya y Castiel pidiéndome que no me acercara a él. Pese a ello no olvidaba aquella comida en el restaurante, así que me armaba de paciencia y esperaba la próxima vez que decidiera acercarse a mí.
Y sobrada iba de paciencia y buen humor al volver a mi habitación cuando la biblioteca cerró. Tenía que arreglarme para el concierto. El manager de Crowstorm, no totalmente encantado con la idea de que una fotógrafa amateur se hiciera cargo de su concierto, pidió ver algunos ejemplos de mi trabajo. Pero al parecer le gustó bastante lo que hacía, porque además de pagarme un pequeño sueldo, me dio entradas gratis para el concierto y se sumó a la oferta de Castiel de invitarme a todas las copas que quisiera.
Además, me habían asignado un pequeño casillero en el backstage para que dejara mis cosas. Así que cuando llegué a la prueba de sonido, vestida con zapatillas de deporte, vaqueros y una sudadera negra, también llevaba una mochila donde había guardado un vestido largo, maquillaje y unos tacones.
Castiel me presentó a los miembros de su grupo, cuya actitud iba desde la alegre simpatía hasta la más abierta indiferencia, pero al menos todos estaban acostumbrados a que les echaran fotos. Pudieron ignorarme y continuar con sus pruebas mientras yo probaba objetivos. Incluso el dueño del local fue tan simpático que, pese a ya haber hecho la prueba de luces, volvieron a apagarlas para que yo pudiera ver cómo quedaría el ambiente.
Como nunca había hecho fotos en un concierto tan abarrotado, decidí sentarme un rato en la barra del bar y elaborar un pequeño esquema. Tenía una copia de la lista de canciones que iban a tocar y las pausas, y como ya conocía la iluminación, podía decidir en quién centrarme y desde qué ángulo en cada canción.
– Eres muy meticulosa, ¿no?
Jim, el manager del grupo, estaba echando un vistazo a mi lista por encima de mi hombro. Sonreí, algo nerviosa.
– Maniática, es quizás el término adecuado– le pasé la lista para que pudiera verla mejor–. De todo el concierto pueden salir unas trescientas fotos, pero que valgan la pena, quizás cien.
– Cuantas más mejor. Como ya sabes, queremos material para promocionarnos.
Asentí, y aunque algo se revolvió dentro de mí, estaba tan nerviosa como emocionada. Podía hacerlo bien, solo tenía que dejar de dudar de mí misma cada cinco minutos. Algo se removió dentro de mí otra vez, y me di cuenta de que esta vez emitió un sonido.
Dios, ¿tanta hambre tenía?
– ¿Quieres… unos nachos, o algo?– preguntó Jim.
Me puse tan roja que noté cómo mis mejillas emitían calor. En realidad había comido muy poco ese día, porque los sándwiches de la biblioteca no eran precisamente un manjar. Pero me daba muchísima vergüenza que Jim creyera que tenía que alimentarme.
– No, no, estoy bien…– balbucí.
– Tranquila, no nos cuesta nada. Espera, ahora te traigo algo.
Me quedé en la barra, mortificada y avergonzada, pero salivando al mismo tiempo que pensaba en la salsa de queso. Seguí dándole vueltas a mi esquema hasta que mi móvil vibró en mi bolsillo.
Va a parecer ridículo que un profesor de una carrera de arte pregunte esto pero, ¿me recomiendas una película para ver esta noche?
Encantada, sonreí y me dispuse a responder. En las reglas no escritas del flirteo por mensajes, que Rayan me escribiera dos veces el mismo día dejaba muy claro su interés. Y quizás él, al ser mayor que yo, no lo vivía de la misma forma, pero yo no dejé de sonreír mientras escribía.
Depende, qué te gusta ver?
De todo. Pero la comedia francesa que me recomendaste me encantó…
A que es genial?? Pensándolo bien, en realidad a mí también me apetecería más un plan de peli y manta Qué pereza
¿Cuál es tu plan esta noche?
Le reenvié el cartel que anunciaba el concierto de Castiel, con un emoji de una cámara
No me pagan mucho, pero me hace mucha ilusión Y luego podré estar de fiesta gratis.
Ah, he visto muchos anuncios de ellos. De ahí a fotógrafa de la Rolling Stone hay un paso.
– Por favor, dime que esa sonrisa de idiota no es porque estés hablando con Nathaniel…
Alcé la vista del móvil para descubrir a Castiel con mis nachos, un refresco y un té. Le lancé una mueca desdeñosa.
– No estoy sonriendo como una idiota.
Castiel dejó los nachos y el refresco frente a mí, mientras él se sentaba a mi lado y daba un sorbo de su té caliente. Recordé con cariño una tarde en mi casa, tocando la guitarra y cantando los dos. Mi madre nos preparó un té con miel, y desde entonces Castiel siempre tomaba uno antes de cantar cuando venía a casa.
– Sí, sí lo estás. Es la misma sonrisa que ponías cuando ese estúpido delegado te decía cualquier cosa.
Sacrificando uno de mis preciados nachos, se lo tiré con desdén contra el pecho, rebotó y cayó en la barra. El gesto de Castiel era de sorprendida indignación.
– ¿Me acabas de agredir con un nacho?
– No es Nathaniel, pero no te voy a mentir: he quedado con él varias veces– Castiel me dirigió una mirada ceñuda. Yo suspiré–. Mira, todos me decís lo malo que es ahora, pero las veces que he estado con él, he visto al mismo chico de siempre. Vas a tener que decirme algo más que “ha cambiado”, si quieres que te crea.
Castiel dudó un momento, algo sorprendente. Siempre me había parecido muy dispuesto a echar pestes de Nathaniel cuando era mi novio.
– No voy a hablarte de los rumores, porque odio esas gilipolleces, pero sí te puedo decir lo que yo he visto.
Intrigada, asentí.
– Nos hemos cruzado poco, pero siempre que lo he visto de noche estaba borracho, o metido en alguna pelea. Dicen que trabaja de camello, y aunque eso no lo sé a ciencia cierta, siempre lo he visto con gente que sé que tiene la entrada prohibida a muchos sitios por vender droga incluso a menores…
Guardamos silencio. Pensé en Nathaniel diciéndome que todo había cambiado, pensé en su nuevo aspecto, en el abandono de sus estudios… Y no quise creerlo. No quise creerlo, pero tenía sentido. Como también tenía sentido la actitud de Castiel y Rosalía.
– No era Nathaniel, – repetí en voz baja– Pero él no es así…
– Castiel, Hall, ¿podéis venir?
Jim nos llamó desde la puerta del backstage. Castiel miró la hora en la pantalla de su móvil, y nos dimos cuenta de que quedaban poco más de diez minutos para que el local abriera. Cogimos nuestras bebidas y mis nachos y nos pusimos en pie.
– Solo… ten cuidad, ¿vale?– me pidió– Y respóndele a quien sea que te haga poner esa sonrisa de idiota que no es Nathaniel.
Me detuve un momento y cogí mi móvil.
Perdona, esto ya empieza The Affair Es una serie, pero está muy bien Dime qué te parece
Me dirigí al backstage y me preparé para lo que esperaba fuera una noche de trabajo, concierto y fiesta memorable.
Mi bendito esquema resultó ser muy útil. El público del concierto era de lo más variopinto, pero había una clara mayoría de chicas jóvenes que gritaban y saltaban con tanta intensidad que era sorprendente que se escuchara la música. Me había imaginado esa situación, y había encontrado la forma de moverme por el local evitando esa masa de gente que me habría impedido no solo obtener un buen ángulo, sino andar en general.
El concierto en sí fue impresionante, y aunque ya había escuchado a Castiel en más de una ocasión, no dejaba de sorprenderme lo bien que cantaba en directo. A medio concierto, el grupo hizo una breve pausa, que aproveché para enseñarles algunas de las que consideraba las mejores fotos. Todos parecían muy satisfechos, incluso el tipo de la guitarra con la actitud de indiferencia. Fue agotador estar correteando de un lado para otro del escenario, de una esquina a otra del local, agachándome, subiéndome a sillas y cambiando de objetivos como si no hubiera mañana, pero también fue muy divertido. Al final acabé con cuatrocientas veintisiete fotos del concierto y una selfie mía mientras ellos aun tocaban. Un recuerdo de mi primer concierto como fotógrafa.
La fiesta comenzó y yo me dirigí al backstage. Había invitado a Chani, a Rosa y a Alexy. Alexy no podía venir y Rosa, aunque tenía planes, me dijo que intentaría pasarse. A Chani sí que la vi durante el concierto, por lo que me apresuré para cambiarme de ropa. Después de casi dos horas correteando, me mataban los pies y no me apetecía ponerme tacones, pero mis zapatillas andrajosas me daban un poco de vergüenza ahora que no estaba trabajando.
Rosalya me había escrito para decirme que se le había hecho tarde, y que me llamaría si podía ir. Cogí mi móvil pero dejé todo lo demás en mi casillero del backstage. A fin de cuentas, esa noche invitaba Castiel.
Resultó que ser parte del círculo VIP del grupo tenía muchas ventajas. Para empezar, Chani y yo teníamos una mesa en la zona reservada, y aunque ella intentó negarse, tanto Jim como Castiel insistieron en pagar sus bebidas. Amber también había venido al concierto y de alguna forma terminamos juntándonos en un grupo enorme de músicos, sus invitados, Amber y sus amigos modelos. Me sentía en la cúspide de un día espectacular. También me sentía algo borracha, pero todos estábamos en diferentes grados de embriaguez, y yo no era ni de lejos la que peor iba.
Horas después, Chani dijo que se iba. Me desinflé un poco, porque estaba pasándomelo en grande, pero Chani me sonrió.
– No, tú quédate– señaló a los amigos de Amber, que llevaban un rato publicando vídeos y fotos en sus redes sociales–. Tienes a todos estos modelos encandilados con tus fotos, y te lo estás pasando genial.
– Al menos déjame que te acompañe fuera, tengo una app para pedirte un taxi– me dirigí a Castiel y le puse una mano en el hombro para llamar su atención–. Ahora vengo, voy a acompañar a Chani a que pida un taxi.
Castiel asintió y señaló una pesada chaqueta de cuero que había en una silla cercana. Mi sudadera negra se había quedado en el backstage, demasiado poco glamourosa para la noche de artistas y reservados que estaba viviendo.
– ¿Quieres mi abrigo?
Negué con la cabeza y le dije que no tardaría tanto. Tras despedirse todos se efusivamente (algunos más que otros) de Chani, cogí mi móvil y la acompañé a la salida.
Una vez estuvimos fuera, nos dedicamos a comentar el concierto hasta que llegó su taxi. Una ráfaga de aire frío me revolvió el pelo, era bastante reconfortante si lo comparaba con el calor humano que había en el interior del local abarrotado.
– Gracias por invitarme, me lo he pasado genial– dijo ella.
Nos dimos un abrazo de buenas noches.
– Te escribo mañana– respondí.
Chani subió al taxi y se despidió con la mano. Yo me giré y entré de nuevo al local. Antes de volver al reservado, me acerqué a la barra para pedir otra copa. Estaba esperando a que me la sirvieran cuando reconocí a Nathaniel en el otro extremo de la barra. Me sorprendió verlo ahí, pues no lo tenía por un gran fan de Castiel, aunque supuse que habría ido por Amber. Estaba hablando con otro chico y yo me debatía si ir a saludarlo. El camarero me tendió mi copa en ese momento, le di un breve trago para armarme de valor y decidí intentarlo.
A medida que me acercaba, el chico con el que hablaba Nathaniel se giró y pude verle la cara. Me detuve en seco. La primera vez que lo vi había bebido bastante, y la sensación de estar embotada por el alcohol hizo mucho más fácil revivir la ansiedad. Era el mismo tipo que me había agarrado por el brazo la primera noche que salí de fiesta al volver.
En medio de aquel local lleno de gente que bailaba, sudaba y gritaba, con la música ensordecedora y las luces de neón, recordé perfectamente el miedo de la primera noche. Recordé el dolor del brazo que me duró días, las arcadas de pánico, los largos dedos marcados en morado sobre mi hombro.
Y Nathaniel le estrechó la mano.
– ¿Estás bien, guapa?
Di un bote cuando alguien puso su mano sobre mi hombro. Mis dedos se crisparon sobre la copa, que se me resbaló y se rompió contra el suelo. La gente a la que salpicó se alejó un poco, pero me dio igual. Con el estrépito, Nathaniel me había visto. En a penas unos instantes pasó del esbozo de una sonrisa al desconcierto. Yo no me había movido, ni siquiera cuando más gente me preguntaba si estaba bien, solo podía mirar a Nathaniel totalmente relajado con aquel hombre.
Me di media vuelta y me alejé a paso apresurado.
Sabía que si iba con Castiel en ese momento, iba a tener que dar muchas explicaciones. Y sabía que Castiel no iba a reaccionar bien a nada de lo que le dijera en ese estado. No quería que montara una escena después de su concierto, en medio de sus fans, ni que se peleara con Nathaniel ni, mucho menos, que se enfadara conmigo.
Así que salí del local y eché a caminar por la calle. Dos bloques más arriba, me di cuenta de que mi respiración era errática. Respirar mal, el cambio de temperatura, el alcohol y los recuerdos… Todo aquello me desbordó y comencé a marearme. Me detuve. Tenía que calmarme, no podía ir a ningún sitio en semejante estado, con cinco trenes de pensamiento diferentes colisionando todos al mismo tiempo en mi cabeza.  Inspiré hondo e intenté soltar el aire lentamente, pero lo que me salió fue un sollozo.
Ahí fue cuando todo se vino abajo.
Las lágrimas empezaron a correrme por las mejillas. Daba igual cuántas veces me pasara la mano por la cara, el llanto no cesaba. Dos chicas que claramente venían del concierto pasaron a mi lado, pero antes de que pudieran acercarse a preguntarme si estaba bien, cuando era evidente que no, seguí andando por la calle hasta que las luces se atenuaron y la gente desapareció.
Me senté en un portal. Estaba sola. Tenía frío. No podía parar de sollozar. Y lo peor de todo, tenía miedo. ¿Pero a quién podía llamar? Todos mis amigos me lo habían advertido, todos me habían pedido que mantuviera la distancias. ¿De quién era culpa toda esa situación, si no mía?
Desconsolada, alcé el móvil que todavía tenía en la mano. Iba a escribirle a Castiel que me iba a casa cuando vi otro mensaje que había llegado veinte minutos antes.
Ya llevo cinco capítulos. Esta serie es adictiva.
Probablemente no se me habría ocurrido llamarle a esas horas de haber estado sobria. Pero pensé que quizás escuchar su voz tranquila me ayudaría a calmarme. Contestó al segundo tono.
– No creí que me fueras a responder esta noche, es tardísimo­– abrí la boca para decir algo, pero lo único que me salió fue otro sollozo roto. Joder, qué espectáculo–. ¿Hall? ¿Qué pasa?
Volví a intentarlo. Esbocé una sonrisa enorme, intentando transmitir alegría a mi voz.
– ¿A que es genial? Las otras temporadas empeoran bastante, pero la primera es genial.
Vale, seguía sonando rara, pero nadie diría que estaba sentada sola en un portal, de noche y con lo que empezaba a parecer un ataque de ansiedad.
Al otro lado de la línea, empecé a escuchar movimiento.
– Hall, ¿dónde estás? ¿Sigues en el concierto? ¿Qué ha pasado?
Estaba a punto de decirle que no había pasado nada, pero sabía que no era una respuesta creíble. ¿Y qué podía decirle? ¿“Tranquilo, solo me he topado con mi ex novio y su amigo, el tipo que me agredió hace unos meses”?
– ¡Hall!– la voz de Nathaniel resonó por la calle mientras él venía hacia mí– ¿Por qué has salido corriendo?
– Joder, esto tiene que ser una puta broma…– mascullé en voz baja. Rayan volvía a preguntarme algo, pero le corté apresuradamente– Perdona, te tengo que dejar.
Colgué antes de que pudiera decir o escuchar nada más. Alcé la mirada hacia Nathaniel, y descubrí que estaba viendo doble. La última vez que solo como sándwiches de máquina y nachos antes de una fiesta, me juré. Nathaniel llegó al portal donde yo estaba sentada y se acuclilló frente a mí.
– ¿Qué ha pasado?– preocupado, posó suavemente su mano sobre mi mejilla empapada de lágrimas– Estás helada, toma…
Nathaniel hizo un gesto para quitarse el enorme abrigo verde. Se me hizo un nudo en el estómago. Al mismo tiempo tuve dos impulsos: apretar su mano más fuerte contra mi mejilla helada y darle un empujón que lo tirara al suelo antes de alejarme.
– ¿Quién era ese hombre?
Nathaniel me miró a los ojos, y noté cómo se ponía a la defensiva.
– ¿Por qué quieres saberlo?
¿En serio me estaba preguntando eso? ¿En serio había significado tan poco para él que aquellos dos tipos me arrinconaran esa noche? ¿O es que a caso era algo tan habitual que no lo había registrado en su memoria? Me incorporé con tanta brusquedad que Nathaniel perdió el equilibrio y a mí se me torció un tobillo con los estúpidos tacones que llevaban matándome toda la maldita noche.
– ¡Da igual, Nathaniel, lárgate!
Eché a andar otra vez, pero él vino detrás de mí.
– ¡Hall! ¿¡Qué coño está pasando!? ¡Estás histérica!
Detrás de mí, Nathaniel intentó retenerme por la mano, pero yo sacudí el brazo y me revolví para encararlo, llorando ya sin saber si era rabia o pánico.
– ¿¡Y cómo demonios quieres que esté!?– grité– ¡Si te veo tan alegre con aquel tipo que…!
¿Que qué, Hall?, me pregunté a mí misma de pronto. En realidad tampoco había llegado a pasar nada. ¿Estaba haciendo todo este ridículo por una estupidez?
No. Algo en Nathaniel hizo clic, y sus mejillas perdieron color, como si tuviera miedo. Su voz pasó a ser a apenas un susurro.
– Hall, no es lo que parece…
– Entonces dime qué es– le pedí.
– No puedo, pero tienes que creerme…
Suavemente, Nathaniel volvió a coger mi mano. Esta vez se lo permití.
– Pues ayúdame a no creer todo lo que dicen de ti.
Los faros de un coche acercándose iluminaron el rostro de Nathaniel, y pude ver la desesperación en su rostro. Entrelacé mis dedos con los suyos y noté la delicadeza con la que Nathaniel se aferraba a mí
– Hall, no insistas.
– ¿Quién..?
Antes de que pudiera repetir mi pregunta, fue Nathaniel esta vez el que soltó mi mano de forma violenta.
– ¿¡No ves que intento protegerte!?– volvió a gritar.
– ¿¡De qué!?
– ¡De mí!
– Hall…
Nathaniel y yo nos giramos bruscamente. Durante un momento, temí encontrarme a Castiel. Pero me quedé muda de asombro cuando vi a Rayan unos metros más delante de un coche en marcha. A mi espalda, Nathaniel soltó una risotada cruel.
– Claro, cómo no– dio otro paso hacia mí, y noté el calor de su cuerpo acercándose al mío­–. Todo bien, profesor, pero gracias por el sumo interés en las actividades extraacadémicas de su alumna.
Rayan mantuvo la calma. Miró con fría indiferencia a Nathaniel antes de posar sus ojos sobre mí, esperando mi respuesta a una pregunta que no había formulado, pero flotaba en el aire.
– ¿Cómo… puedes decir que todo va bien?– pregunté, incapaz de mirarle a los ojos– ¿Entonces todo iba bien aquella noche? ¿Lo que ese tipo hizo, iba bien?
Nathaniel se inclinó un poco para poner sus ojos a mi altura. Intentó apoyar las manos en mis hombros, pero yo me sacudí y di un paso hacia atrás.
– Hall, por favor, confía en mí, sabes que yo nunca dejaría que te hicieran daño…
– ¿¡Y qué llevas haciendo todo este tiempo!?
Con un latigazo de dolor en el tobillo torcido, me encaminé cojeando hacia Rayan. Nathaniel me llamó casi a gritos e hizo ademán de seguirnos, pero cuando yo cerré la puerta del copiloto y me hundí en el asiento, Rayan se interpuso entre Nathaniel y el coche. Si le dijo algo, no lo escuché. Entre lágrimas vi la figura de Nathaniel darse la vuelta y perderse en la oscuridad de la calle.
Helada, me abracé a mí misma. Y como culmen de una noche esperpéntica, me dio hipo. Rayan subió al coche y me contempló en silencio un momento. Se giró hacia el asiento trasero y sacó una chaqueta de deporte de lo que parecía una bolsa de gimnasio. Me la tendió antes de asegurarme con voz tranquila:
– Está limpia…
Hipé, asentí y me cubrí el vestido, que ahora me resultaba obsceno, con la chaqueta como si fuera una manta. El coche se puso en marcha. Miré de reojo a Rayan, y por primera vez me fijé en que llevaba unos pantalones de chándal y una sudadera.
– La próxima vez que hagas algo así, necesitas un antifaz y una capa– la comisura de sus labios se dobló hacia arriba, pero no llegó a sonreír–. Siento haberte llamado. Ha sido una estupidez.
Los dedos de Rayan se crisparon sobre el volante, pero su voz se mantuvo tranquila.
– No ha sido una estupidez, Hall. ¿Qué te ha hecho?
Apoyé la frente contra la ventana, pero otro hipo hizo que me diera un pequeño cabezazo. Ya era todo tan ridículo que no pude sino reírme. El coche siguió avanzando suavemente por las calles mientras yo ponía mis ideas en orden. Rayan había salido de su casa a buscarme por los alrededores de un concierto a las dos de la mañana. Como poco, se merecía una explicación.
– Él, nada…
Nos detuvimos suavemente. No estábamos frente a la universidad, sino frente a un bloque de edificios elegante, con entrada de cristal. Rayan apagó el motor del coche y se giró para mirarme. Me incliné hacia adelante, apoyando la frente en las rodillas y la historia empezó a salir a borbotones. Otra vez le conté una historia que ninguno de mis amigos sabía. Le hablé de la primera noche, de los dos tipos y de Nathaniel apareciendo como un caballero de brillante armadura. De las advertencias de mis amigos y del cambio de Nathaniel. Le expliqué de dónde salían los moretones que él había visto, pero también le hablé del Nathaniel vulnerable que me pedía que lo viera como realmente era, y no como mis amigos lo describían. Del restaurante, de los cafés por los pasillos y del estúpido libro firmado que siempre llevaba encima, como si fuera el único amuleto que me aseguraba que Nathaniel no desaparecería para siempre sin decirme nada.
Cuando terminé de hablar, las lágrimas hacía rato que se habían secado. El gesto de Rayan era sombrío, cosa que me asustó. Sentí el impulso de cambiar totalmente de tema, así que me incorporé y forcé la más luminosa de mis sonrisas.
– ¿Entonces la serie te ha gusta..?
– Para. No hagas eso.
– ¿Qué?
– Siempre haces lo mismo. Cuando algo va mal, pones esa sonrisa enorme y pretendes que no pasa nada– Rayan se inclinó suavemente y subió el cuello de la chaqueta, que se había resbalado sobre uno de mis hombros–. No hace falta que hagas eso. Conmigo, no.
Bajé la mirada, sin saber qué decir. Rayan volvió a incorporarse y lanzó un hondo suspiro. Supuse que debía estar tan cansado como yo.
– Creo que si te llevo a los dormitorios, él podría estar ahí. Preferiría que te quedaras conmigo esta noche– entonces se apresuró a añadir:–. Pero puedo llevarte a donde tú me digas, si quieres ir a casa de Rosalya y Leigh, de tu amigo el cantante, o a casa de tus padres, yo…
Negué con la cabeza. A mis padres los mataría de un infarto si me veían en esa situación, y Rosalya y Castiel prenderían fuego a cada esquina de la ciudad si les contaba toda la historia.
Así que terminé subiendo a casa de Rayan, agotada y embotada. Rápidamente le envié un mensaje a Castiel, diciéndole que me había ido con Chani y que si podía recoger mis cosas, al día siguiente iría a su casa a por ellas. No esperé una respuesta.
Rayan me dejó toallas para ducharme, y al salir del cuarto de baño vi que me había abierto la cama y me había dejado una camiseta de hacer deporte y unos pantalones de chándal para que usara de pijama. Me asomé al salón, donde él ya se había acurrucado en el sofá y leía un libro.
– Rayan, no…
– Si crees que te voy a dejar dormir en el sofá después de la noche que has tenido, estás muy equivocada– replicó, sin siquiera levantar la vista de su libro.
Me apoyé en el marco de la puerta, demasiado cansada para discutir
– El próximo sábado conduzco yo y lloras tú, ¿te parece adecuado?
Durante un momento, Rayan me miró con desconcierto, hasta que comprendió que el próximo sábado íbamos a ir a la exposición sobre impresionistas. Cuando registró a qué me refería, se rio.
– Te lo prometo.
Le di las buenas noches y volví al interior de su habitación. El olor y la suavidad de la cama me envolvieron como un cálido abrazo, y dormí con un sueño sorprendentemente plácido.
8 notes · View notes
natashasempaii · 4 years
Text
La Diabla Venezuela ㅅ3ㅅ
Aun puedo escuchar tu voz llamándome, ¿de verdad eres tu? o solo es mi imaginación asiéndome sufrir, me gustaría pensar que sigues esperando, al mismo tiempo deseo equivocarme,
odiaría que estas esperando por alguien que definitivamente no volverá...
[ ... ]
pasaron tal ves 3 meces desde la ultima vez que Luis la invoco, es solo un humano, es lo mas normal que pase, la Diabla a su vez se la pasaba asiendo su trabajo, cuidando de las almas en pena y esperando el siguiente encargo, parece que su trabajo le vuelve a llamar.
— Quiero hacer un trato contigo!.
Quiero pensar que los humanos pueden encontrar por si mismos el camino de la redención.
la sorpresa de la diabla al encontrarse en este lugar ya conocido. Luis le lanza un pijama para que la diabla use mientras esta aquí, para el es incomodo estar con ella estando tan reveladora. Las palabras anteriormente dichas aun rondan por su mente, se pregunta si al final esta es la razón por la cual le tiene tanto aprecio, o todo lo contrario, odiaría tener a otro mortal entre sus filas de nuevo.
— oye no juegues conmigo niño, tienes 22 años, no sabes lo que significa hacer un trato conmigo. — buscar excusas ¿de verdad estoy asiendo mi trabajo?.
— ¡claro que lo se! y ¡lo quiero! necesito que pruebes que soy signo de tu atención, ya sabes como soy...— la diabla sigue sin darle importancia a sus palabras, Luis impotente continua para decir — quiero que me digas... ¿mi alma no es suficiente para ti?. — sus palabras muestran el dolor que afloja el corazón de la diabla, lo deja continuar — yo... yo quiero que me des el poder para vengarme de mi madre, me abandono cuando tenia 5 años, me utilizo para conseguir todo lo que quiso a costa de mi integridad, ahora que estoy bien viene a mi vida y trata de robarme todo de nuevo, no puedo... me niego a que la historia se repita, ¡dame el poder para vengarme!.
Siempre son las mismas historias. Siempre consiguen aflojar mi corazón, entiendo su dolor... El dolor de una hija abandonada por su padre a su suerte, con una tarea dolorosa en sus manos, ¿por que debo cargar con el dolor del mundo sola? me solía preguntar. Por que yo lo escogí, es la respuesta. Aun así, ¿por que soy solo yo la que lidia con estos corazones heridos, con estas almas perdidas, con estos sentimientos desoladores? están tan dolidos... perdidos...
...
— ¿Venene?.... ¡Venessiola!
...
— ¿Diabla? ... ¿aceptaras probar a ver si soy digno? - Luis espera que acepte, pero, estoy harta de ver la misma historia repetirse una y otra ves, saber que este humano lleno de sueños debe sufrir para poder vengarse de su madre, ya no soy capaz de hacer este trabajo.
— lo siento no puedo.
— supuse... que dirías eso... — con una pausa se pone cómodo en su cama — dime una cosa... ¿tuviste algo que ves en Chernovil? — Luis, un hombre adulto, es posible que el haya descubierto mi secreto mejor guardado, pensar que este chico me pide ayuda, pudo ver a través de mis ojos y encontró este secreto ¿como pudo saberlo? a lo que respondió — hablas dormida, llamas a alguien, a veces cuando lloras y abrazas la almohada entiendo que hablas de alguien importante, normalmente no dices nombre solo susurras cosas como "cuando el conteo llegue a 0" o... "me alegra saber que la Radiación no te mato". ¿a quien castigabas que merecía tal cataclismo?. La curiosidad envuelta en miedo se dibujo en sus ojos, es que el no lo sabe pero el castigo va a corte a quien castiga pero también afecta igual o peor a la que lo pide.
¿cual es la diferencia entre 1 día y 100 años cuando eres eterno? cuando el contador llega a 0 simplemente te das cuenta de que sin importar si es 1 o 0 el final es inevitable, estas destinado a ver los números correr con el tictac mientras tus pasos recorren esos pisos lisos y las paredes blancas... luego todo se detiene con una explosión. Te detienes en seco, la pregunta se hace presente ¿valió la pena? susurre un... esto es el final. ni siquiera me dijo adiós, por que el reloj se paro a las 12, la cuerda se quedo quieta, por que Cenicienta no dejo la zapatilla y por que el rabo del cochino se retorció de nuevo, ¿sera que la historia siempre va a repetirse? vivir tanto para nada, por que nada cambiar, todo vuelve a su cause, intento en vano encontrar la respuesta a por que todos insisten en tomar bandos cuando aquí en el suelo, el dolor se sirve como carta del menú todo los días.
Las deidades mirándote por sobre el hombro, pisoteando los que están aquí abajo, cumpliendo solo su parte, incapaces de ver y entender como es estar bajo la piel de aquellos que ven como inferiores. Y... los otros que creen que su moral es tan alta, como se sentirían al saber que su dolor no se compara al de ser solo un error de aquellos a quienes amamos, que sin mas aplastan a quienes supuestamente quieren salvar, totalmente incapaces de ver la realidad detrás de estas almas mortales, ambos están tan equivocados y a la ves tan en lo cierto, que es imposible decir quien es el verdadero villano de la historia, pero si para el príncipe ay una princesa, para la bestia esta la bella, y detrás de todos ellos quien mueve los hilos, el que nos da los papeles para interpretar. La bruja del cuento, esa soy yo.
yo soy la villana.
...
— te lo dije una y otra ves... no estoy tan loco como crees que estoy... Venene.— dijiste una ves hace mucho... mucho tiempo.
¿por que todos pretendemos ser héroes? ... la linea de lo correcto e incorrecto se borra con tanta facilidad a veces, y en definitiva la vida es un circo, estoy en la cuerda floja, de un lado esta mi cordura del otro lado el abismo. juego con la idea de mantenerme en la cuerda para siempre. Siempre es demasiado tiempo.
Tumblr media
10 notes · View notes
you-moveme-kurt · 4 years
Text
Glee «The autumn showcase»
Septiembre de 2041
-Aquí hay una iglesia… —dijo Kurt señalando el edificio de la Iglesia metodista St. Paul & St. Andrew en la esquina de la 86th y Broadway. -Pues esta es la dirección que Rachel nos dio… —respondió Blaine sacando su teléfono para comprobar si la ubicación que tenían era la que correspondía a la escuela de teatro y arte «Play on!». -Mejor llamémosla...—agrego su esposo sin resignarse a que estaban en el lugar correcto. -¿Que tal si seguimos a todos esos padres?... no creo y todos sean creyentes en busca de oración… —agrego Blaine mirando hacia dicen todos se dirigían -Bien… pero si terminamos en una ceremonia de no sé qué cosa, tú serás el culpable… -Esta bien… —dijo tomándole la mano. -Recuerdame porque acepte venir a esta PTA… ni siquiera es de uno de nuestros hijos… -Aceptaste porque Rachel te lo pidió, porque es el primer año de Barbra en la escuela y porque, aunque aun no se como, logro que la nombraran presidenta de la asociación de padres y seguramente quiere compartir ese logro con su amigo del alma… —contesto Blaine sonriendo al tiempo que se quedaba a un costado de la puerta para dejarlo entrar primero..
-Alardear diría yo mas que compartir… ni siquiera se porque tendría que alardear tanto, es solo un titulo que ni siquiera tiene remuneración y solo trae problemas… fin —contesto de mala gana. -Mírate tú, todo celoso… —hizo notar Blaine volviendo a sonreír. -¡No lo estoy!… ¿no escuchaste todo lo que dije sobre ser presidente de la estúpida asociación de padres?... -Lo escuche… -¿Entonces?, no pongas actitudes ni palabras en mi boca… pon besos en mi boca… —dijo haciendo un gesto sexy con su cara. -Eso me agrado… —dijo Blaine tomándolo de la cintura para darle el beso respectivo, Kurt soltó un suspiro para luego saborear feliz los labios de su esposo. -¿Ves que existen mil cosas que podríamos estar haciendo en este momento?, ¿en vez de estar aquí?… -Vamos… Rachel es importante para ti, ¿por qué negar lo obvio?... —añadió quitándose el abrigo, recibió el de su esposo y acto seguido entregó ambos a la persona encargada del guardarropa, espero recibir los «códigos QR» respectivos y continuó su camino por los pasillos de la escuela de arte. -¿Por qué siempre dices eso? -¿Qué cosa?... creo que es por aquí… —dijo leyendo un cartel que decía «PTA  espectáculo de otoño» -Eso, decir que Rachel es más importante que todo para mi… -¿Y no lo es? -Obvio que no… tu eres lo mas importante para mi… tú,  mis hijos y mi guardarropa. —agregó haciendo un gesto engreído con su hombro. -Me alegro escuchar que los chicos y yo estamos por sobre toda la ropa que posees… ese es el salón… —dijo señalando el aula con las puertas abiertas al final del pasillo. -Siempre lo han estado y siempre lo estarán, además, conozco a Rachel y se que nos invitó porque quiere que yo sea el que organice ese tal espectáculo de otoño… -¿Cómo? -Eso… pero no lo haré, primero porque no tengo tiempo y segundo porque trabajar con niños es lo peor, casi ninguno tiene talento y hay que lidiar con padres que no hacen otra cosa que vivir a través de sus hijos todos los sueños que ellos mismos no pudieron cumplir… -Pues a mi me parecería divertido… -¡Pues ofrécete tú entonces!… -¿Por que estamos hablando de algo que es totalmente hipotético?… ¿Rachel te pidió que hicieras algo así?… -No… —contestó Kurt alargando al «o» -Entonces, te basas en una suposición... -Una suposición basada en hechos reales… ¿tengo que mencionar todos los TONYS que tengo?...—dijo abriendo sus palmas como diciendo una obviedad incuestionable. -Ok, te diré algo… —dijo Blaine deteniéndose casi en la puerta del salón donde sería la reunión— si es como dices y Rachel quiere aprovecharse de tu experiencia, talento y TONYS —Kurt levantó una ceja engreído— sugiere mi nombre y yo me haré cargo del espectáculo de otoño. -¿Tú te harás cargo del espectáculo de otoño?.. .—repitió Kurt queriendo reír, Blaine encogió los hombros como si aquello fuera lo más simple de hacer— ¿y cuándo has dirigido algo? —añadió cruzándose de brazos. -Una obra, nunca… pero si tengo que lidiar y dirigir a diario a 6 músicos, un jefe extremadamente obsesivo y un esposo… -Espero y el adjetivo siguiente sea bueno Blaine Anderson-Hummel… -Tratándose de ti, siempre lo es… —respondió acercándose a él para darle un beso nuevamente. -¡Chicos!...—interrumpió Rachel saliendo a la puerta  para recibirlos— llegaron justo a tiempo, la reunión que yo dirijo esta a punto de comenzar— añadió poniendo énfasis en lo del «yo»— entren… les reserve los asientos de adelante… ya verán por qué… —dijo agudizando su voz, Kurt y Blaine la miraron extrañados para luego intercambiar miradas entre sí. -Estoy a unos cuantos minutos de decir las dos palabras que odias… —susurró Kurt  entre dientes mientras sonreía a todos y se acercaba a los puestos reservados. -¿Y esas son? —quiso saber Blaine hablando de la misma forma. -Buenas tardes… buenas tardes a todos… —dijo Rachel comenzando la reunión desde un podio estilo presidencial— como ya todos saben, soy la presidenta del consejo escolar… —agregó haciendo una pausa, pensando que escucharía unos cuantos aplausos pero recibió un silencio casi incómodo a cambio— en fin… —añadió arreglándose el cabello y carraspeando para salir del paso— como bien saben, esta reunión es para organizar el show de otoño y necesitamos designar a alguien que se encargue de todo…  —varios de los asistentes comenzaron a murmurar— y si bien, y cómo todos saben, yo soy una gran estrella de Broadway... —nuevamente se produjo un silencio en vez de aplausos, provocando en Rachel una ira contenida— mi ocupadísima agenda no me permite distraerme en lo más mínimo… por lo tanto me tomo la libertad de nominar para el trabajo a mi buen e igualmente exitoso amigo,  Kurt Hunmel-Anderson… —dijo la chica señalando a su amigo, Kurt miró a Blaine y este soltó una pequeña risa, los asistentes a la reunión no dudaron en aplaudir esta vez -¿Las dos palabras eran «te lo dije»? —pregunto Blaine en medio de los aplausos. -¿Tu que crees?... —respondió Kurt al tiempo que se levantaba haciendo gestos que indicaban que no era merecedor de tanto reconocimiento, alzó uno de sus manos pidiendo en silencio que todos se quedaran callados— gracias, muchas gracias por todos esos aplausos, y vaya si sería un honor  aceptar el trabajo que me ofrecen… pero… -Kurt… no hay tiempo para peros… —dijo Rachel sonriendo nerviosa. -Lo sé Rachel, pero verás… mi agenda es casi o más ocupada que la tuya, así es que lamentablemente tendré rechazar esto que me proponen-—las personas emitieron onomatopeyas de decepción en diferentes tiempos— sin embargo, puedo sugerir el nombre de alguien que es igual de exitoso y talentoso que yo y que de seguro dejará a todos conformes —Rachel frunció la boca como si se guardara para sí unas cuantas palabrotas— mi esposo,  Blaine Anderson-Hummel— añadió señalandolo. -¿Qué haces Kurt… ? —dijo Blaine nerviosamente al sentir que todos se le quedaban viendo. -Lo que acordamos…, lo que tu sugeriste...  ¡Blaine Anderson-Hummel señoras señoras!... —exclamó tomando a su esposo del brazo para que se levantara y aceptara el trabajo, acto seguido comenzó a aplaudir incitando al resto de los asistentes a la reunión para que hicieran lo mismo, Blaine terminó por levantarse y se limitó a  sonreír y saludar de manera incomoda, 
4 notes · View notes
enlasnubesblog · 4 years
Text
Amor y amistad
La verdad es que tengo pocas amigas, pero las pocas que tengo son de verdad. 
Dos amigas , en concreto, con las que puedo hablar de todo; de todo lo que me ocurre, de todo cuanto pienso, sin miedo a ser juzgada. 
El otro día, con esta amiga, hablábamos del amor. De lo obsesivos y controladores que se pueden volver los hombres, y las mujeres, en las relaciones, y yo le dije que eso no era amor. 
Mi amiga me preguntó que qué era para mi el amor. Después de una pausa le dije: el amor es acompañar a alguien en su camino, sin querer poseerle. 
Pero el enamoramiento es obsesivo, dijo ella. 
El deseo también es obsesivo y sin embargo, no es amor. Le dije yo.  Y quizá el enamoramiento tampoco lo sea. Deseamos a esa persona solo para nosotros, la idealizamos, y por lo tanto no la aceptamos tal y como es. O cuando la vemos con sus defectos queremos cambiarla. 
Para mi, el amor, le dije, es el que se siente por un padre, un hermano o un amigo, le aceptamos como es y le acompañamos en su camino. Así sería una pareja ideal, los que se comportan como amigos, aceptándose y ayudándose a superar los peores momentos y disfrutando de los buenos. 
Sin embargo, tenemos otro concepto del amor, el del control y la obsesión y hacemos de eso prácticas socialmente aceptables.
Hay un texto de John Lennon que explica muy bien lo que quiero decir:
Nos hicieron creer que “el gran amor” solo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Nos hicieron pensar que una formula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, actuando igual, era lo que funcionaba.
No nos contaron que eso tiene un nombre “anulación” y que solo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.
Nos hicieron creer que el matrimonio es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos.
Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que solo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.
No nos contaron que estas formulas son equivocadas, que frustran a las personas, son alienantes y que podemos intentar otras alternativas.
Nadie nos va a decir esto, cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de ti, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia se practica a plena luz del día.”
Tumblr media
4 notes · View notes
blackleger · 5 years
Text
Ventisca
El vehículo finalmente murió, el tanque se había agotado, pero al menos habían llegado lo suficientemente lejos para perder a sus perseguidores, tuvieron suerte de hacerlo, fue solo por un pequeño descuido que lo lograron, de otra forma ya habrían sido asesinados en el mejor de los casos, en el peor, dando cuentas ante el Líder Rojo.
—Fin del camino.
—¿Enserio? Si no lo hubieras dicho nunca me hubiera dado cuenta.
La sarcástica respuesta puso una forzada sonrisa en el rostro de Edd quien suspiro saliendo del auto, no podían quedarse en el vehículo, sería demasiado arriesgado hacer algo como eso considerando que seguramente aun habría escuadrones buscándolos y que era probable que murieran congelados cuando llegara la noche; la puerta del copiloto fue cerrada de un portazo y Edd solo pudo observar a Eduardo comenzar a alejarse siguiendo la carretera, podía notarlo cojear mientras sostenía su brazo herido, ninguno había tenido tiempo para preocuparse de sus heridas, no se atrevió a intentar detenerlo, de todas formas era probable que terminara siendo ignorado.
No había nada que valiera la pena llevar consigo por lo que comenzó a andar para alcanzar a su compañero, no tenía que preocuparse demasiado por el auto, era común encontrar vehículos abandonados al lado de la carretera y la nieve lo cubriría en algunas horas.
—Podemos encontrar refugio en un par de millas.
—No creo que puedas recorrer ese par de millas, parece que vas a desmayarte.
—Ese no es tu jodido problema, de todas formas, todo esto es tu maldita culpa.
—¿Mi culpa? Yo no te pedí que me rescataras.
—¿Preferías que te dejara morir? Me hubiera dicho eso, ¡antes de que mandarlo todo a la mierda, convertirme en un puto traidor y poner un maldito precio sobre mi cabeza! Si no hubieras sido tan estúpido para dejar que te atraparan, nada de esto hubiera ocurrido —fue estúpido, tomo una decisión estúpida e imprudente que lo había condenado a una segura sentencia de muerte—. Ojalá te hubiera dejado morir.
Los reclamos fueron certeros como dagas, si Eduardo no lo hubiera sacado de aquel lugar seguramente hubiera sido ejecutado, le había dado la espalda a la armada y se había convertido en un fugitivo por salvarlo, alguien que siempre juro odiarlo había hecho más por él que sus amigos, Edd suspiro sabiendo que intentar decir algo tan solo empeoraría las cosas entre ellos y no valía la pena pelear con el único compañero que había tenido en años.
El sonido del viento y sus pasos abriéndose paso a través de nieve eran lo único que irrumpía el incómodo silencio entre ambos, Edd solo podía ver como el andar de Eduardo se hacía más lento y dificultoso, pero ese idiota no aceptaría ninguna ayuda, especialmente si venia de él; una ligera capa de escarcha comenzaba a formarse sobre ellos y el frío les hacía tiritar, ninguno se hallaba preparado para enfrentar la temperatura que descendía con rapidez, si no los habían asesinado los soldados, seguramente el frío lo haría si no encontraban refugio pronto.
—¿Cuánto falta para que lleguemos?
Eduardo limpio sus ojos quitando la escarcha sobre sus pestañas y enfoco su vista en la distancia, pese a la ligera ventisca fue capaz de distinguir lo que lucía como la vieja torre de una iglesia.
—Logras ver la torre —dijo señalando al frente mirando como Edd asentía—. Vamos cerca de ese lugar.
—¿Qué estamos buscando?
—Una casa, ¿qué más?
—Eso no suena muy seguro.
—Claro, soy tan imbécil como para llevarnos a una maldita trampa.
Edd suspiro sintiéndose cada vez más frustrado con quien alguna vez fuera su vecino, incluso en aquellas circunstancias lo único que habían hecho era pelear, era tan ridículo que casi resultaba gracioso.
—Parece que te habías preparado para este momento.
—No para este momento en especial, sino para cualquier momento en que tuviera que correr por mi vida, tienes suerte de que no soy tan estúpido como tú y a diferencia de ti, al menos yo si me preocupe en tener un plan para el peor de los casos.
No debía molestarse, eso fue lo que Edd se recordó a si mismo mientras disminuía su paso para quedar a la par de Eduardo, a ese paso morirían congelados antes encontrar refugio. Ignoro las quejas del hispano cuando lo obligo a apoyarse en él con el fin de ir más rápido, Eduardo no lucho mucho, estaba demasiado cansado para eso y hacerlo solo empeoraba sus herías.
Su caminata fue silenciosa solo interrumpida por las instrucciones de Eduardo, que los desvío lejos de la carretera y los condujo a un poco transitado camino de tierra.
Edd solo podía ver con nerviosismo a su alrededor, habían pasado un par de casas y la idea de ser identificados le inquietaba.
—A la gente de por aquí no le importan los fugitivos, odian a la armada. Supongo usar este uniforme no es exactamente la cosa más inteligente que puedo hacer.
—No creo que nadie lo note en estos momentos. ¿Cómo te siente?
—Cansado.
Aquellas fueron las palabras más amables que habían intercambiado entre ellos.
Su camino los llevo hasta una de aquellas aisladas casas, de tan solo una planta como las pocas construcciones que encontraron en su camino.
Entraron tras obtener las llaves que se hallaban ocultas en un trozo hueco de madera y sin dudarlo demasiado se adentraron al lugar, por dentro el lugar se hallaba tan helado como en el exterior, pero al menos finalmente se encontraban a salvo de la tormenta.
Les tomo horas hacer que aquel lugar fuera lo suficientemente habitable para pasar la noche frente a la chimenea en donde el fuego ardía calentando la pequeña sala, por esa noche no tendrían electricidad, pero eso sería algo de lo cual se ocuparían a la mañana siguiente.
Eduardo dio un trago a su bebida quemándose la lengua en el proceso, pero poco le importo, la bebida era extremadamente dulce, algo extraño para alguien que se jactaba de odiar el azúcar, tampoco eso le importaba, solía consumir cualquier cosa que usualmente evitaría cada que se encontraba ante algo con lo que no sabía cómo lidiar, una terrible costumbre que tardo años en controlar.
—Gracias.
—¿Por qué?
—Salvarme.
—¿Enserio? Pensé que podía irme a la mierda con eso, después de todo no me pediste que te salvara.
Edd rodó los ojos, ahí iban de nuevo, era sorprendente lo bueno que era Eduardo para recordar cualquier cosa que luego pudiera usar para echarle en cara, suspiro acurrucándose en la gruesa manta con la que se cubrían, no iba a pelear, por muy difícil que Eduardo le pusiera aquella tarea, no pensaba hacerlo.
—No quise decir eso, lo siento —su disculpa no era buena, nunca fue bueno para hacerlo de todas formas, siempre estuvo acostumbrado a ser él quien solía tener la razón y quien pocas veces tenía que pedir perdón por algo.
Eduardo lo ignoro, para él ya era demasiado tarde para cualquier clase de disculpa, especialmente viniendo de Edd, ya había considerado marcharse en el momento en que se recuperara de sus heridas, no tenía a donde ir, no tenía recursos, no contaba con nadie para ese momento y había perdido su única garantía de seguridad traicionando a la armada, todo parecía estar en su contra, pero se las arreglaría como lo había hecho hasta ahora.
—¿Sabes? He estado queriendo preguntarte, ¿por qué me salvaste? Ni Matt, ni Tom parecían tener la más mínima intención de hacerlo, incluso parecía que no me conocieran.
—Probablemente no lo hacían, les lavaron el cerebro como a todos.
—Entonces, porque tú no…
—La radiación, probablemente si te intentaran hacer lo mismo tampoco te afectaría, en cuanto a porque te salve… —hizo una larga pausa considerando su respuesta, ¿por qué lo había hecho? Porque sabía lo que sucedería con Edd de no sacarlo de ahí y era lo más cercano a un “amigo” que le quedaba—, al parecer porque soy un imbécil impulsivo.
Aquello no parecía sincero y Edd dudaba que lo fuera, pero decidió que no importaba, talvez algún día lo sabría, miro a Eduardo dar otro sorbo de café y hacer un ligero gesto de incomodidad cuando la bebida caliente quemo su boca, era fácil notar aquellos pequeños gestos debido a su cercanía, por mucho que les desagradara a ambos, mantenerse cerca el uno del otro compartiendo las mantas que habían logrado encontrar, era mejor que congelarse o arriesgarse a pescar alguna enfermedad, una pregunta comenzó a rondar por la cabeza de Edd, después de que sucediera el incidente del robot, podía recordar que Eduardo y Mark se habían vuelto inseparables, le parecía extraño pensar ahora que Mark no estuviera con Eduardo, incluso si era cierto que Tord lavaba el cerebro de sus soldados, dudaba que Eduardo lo hubiera permitido.
—¿Dónde está Mark?
El rostro de Eduardo se desencajo ante la pregunta, el temblor en su labio inferior fue algo que no pasó desapercibido por Edd y pronto se dio cuenta de que algo andaba mal.
—Muerto, bala perdida o no lo sé, nos separamos durante una misión y cuando regrese a buscarlo, bueno, ya no había nada que pudiera hacer.
—Yo… —era su culpa, ¿qué debía decirle a Eduardo? ¿Qué lo sentía? Si Tord había llegado tan lejos, era porque él lo había permitido—. ¿Estás bien?
—¿Te parece que lo estoy? Perdí a mis amigos por culpa del mismo hijo de puta y en vez de hacer algo, solo agache la cabeza y acepte volverme uno de sus tantos perros de guerra solo para sobrevivir, ¡¿y me preguntas si estoy bien?! ¡Estoy jodidamente fantástico!
No espero ver a Eduardo quebrarse, debió haberse callado cuando pudo, pero ahora era demasiado tarde para eso, no sabía cómo debía actuar, si hubiera sido otra persona habría sabido que hacer, pero tratándose del hispano no estaba seguro, un abrazo, cualquier palabra de consuelo se sentía como algo que terminaría en una pelea que no deseaba tener, especialmente con alguien cuya vida había sido arruinada por su culpa.
La espera para que Eduardo finalmente lograra calmarse le pareció eterna, no se atrevió a hacer ningún movimiento, solo ver el fuego de la chimenea a la espera de que Eduardo lograra tranquilizarse; fueron sus suaves y agotados sollozos lo que al fin le dieron la seguridad suficiente para hacer algo, deslizo su mano por debajo de la manta aun dudando de lo estaba haciendo.
La mano de Eduardo era cálida y por un momento pudo sentir como se encontró a punto de apartarla de la suya cuando la tomo, no espero que luego de eso el moreno colocara su cabeza sobre su hombro.
—Eduardo.
—Hum.
—Estaremos bien mientras nos mantengamos juntos —dijo solo para ser consciente de sus propias palabras segundos después de haberlas dicho.
—¿Juntos? ¿Realmente piensas que tengo intenciones de quedarme contigo? ¿No te parece que ya has arruinado suficiente mi vida?
—Eso no… —¿qué debía responder ante aquella acusación? Él estaba en lo cierto, todo aquello había sido su culpa, lo sabía y por eso había tratado de arreglarlo todo, sin embargo, actuando en solitario era lógico que no fuera exactamente una amenaza para Tord, pero al menos podía jactarse de haber sido quien más cerca había estado de asesinarlo—. Se que todo esto es mi culpa y no tengo ninguna excusa, pero lo arreglaré.
—¿Arreglarlo? ¿Y cómo diablos piensas hacer eso exactamente? Oh, ya sé, haciendo la misma estupidez que la última vez, solo que en esta ocasión no habrá nadie que se preocupe por ti.
—Me salvaste, ¿porque estabas preocupado por mí? —no quería reír, pero no pudo evitarlo, le hacía feliz que alguien se preocupara por él y que fuera la misma persona que paso años odiándolo, simplemente era una situación demasiado hilarante—, ni siquiera sabía lo mucho que necesitaba escuchar que le importaba a alguien. Yo, creo que entiendo porque estas harto de todo esto, y sé que no importa lo mucho que me disculpe, eso no va a cambiar que todo lo que te ha pasado sea mi culpa. Quizás no signifique mucho, pero arreglare todo este desastre. Si me voy mañana seguramente pueda estar lo suficientemente lejos para dejarme ver en otro lugar y que puedas permanecer en este sitio.
—¿Ese es todo tu maldito plan? ¿Largarte y mantenerte como un fugitivo hasta que puedas pensar en algo?
—Dijiste que tal vez no me afectaría el lavado de cerebro, ¿cierto? Quizás no sea el mejor de los planes, pero supongo que podría unirme a Tord y esperar el momento apropiado para matarlo.
—Ese es el plan más estúpido que he escuchado, ni siquiera sabes si en verdad vas a poder evitar convertirte en un jodido enajenado como tus estúpidos amigos y si lo logras, ¿qué? ¿Acaso crees que todo terminara ahí? Alguien más va a tomar su lugar, distinto idiota, mismo problema, nada va a cambiar —¿por qué se estaba preocupando tanto? Podría dejar que Edd se marchara e intentara ejecutar su ridículo plan, si se iba, podría hacerse de una vida en aquel lugar, la misma vida que había tenido desde que Mark había muerto, una en la que únicamente debía ocuparse por sobrevivir—. No puedes hacer esto solo, únicamente harás que te maten —iba a arrepentirse, pero ¿qué más podía perder para ese punto? Sus amigos estaban muertos, desconocía el destino de su familia, no tenía ningún lugar al cual ir, ni una tierra a la cual volver, ¿y su vida? Lo que tenía en aquellos momentos era menos que eso—. Eres demasiado ingenuo si creer que puedes continuar jugando al héroe como antes, te ayudare.
—Tienes mejores oportunidades…
—¿Oportunidad de qué? No tengo nada que perder y mi vida tiene tanto valor como la de cualquier animal y si quieres derrotar a un villano tienes que convertirte en algo peor que él.
Había un destello de locura y odio en la mirada de Eduardo, algo oscuro que provocó que un escalofrió estremeciera al británico, pero no podía decir que lo asustara, todo lo contrario, era atrayente, una invitación a unirse a la misma locura, ambos buscaban lo mismo y eso era algo que no necesitaba confirmar, pero, aun había algo que necesitaba saber si Eduardo realmente estaba dispuesto a hundirse junto con él.
—¿Qué es lo que deseas?
—Quiero ser yo quien lo mate y colgar su cabeza como un maldito trofeo de caza.
—Entonces, hagámoslo —si eso era lo que Eduardo más anhelaba se lo daría, después de todo por lo que había pasado merecía tener su venganza. 
2 notes · View notes
wingzemonx · 5 years
Text
Batman Family: Legacy - Capítulo 23. El lugar que te corresponde
Tumblr media
Batman Family: Legacy
Wingzemon X
Capítulo 23 El lugar que te corresponde
Lunes, 05 de agosto del 2013
Hay sitios en el mundo que a pesar de que su nombre y existencia resuena fuertemente entre las voces y oídos de la gente, siguen siendo grandes y peligrosos secretos. Sitios de los que muchos han oído hablar, y que suponen saben cómo son y cómo funcionan. Infinity Island, ubicada en el Océano Índico en algún punto sin marcar, es uno de ellos. Es uno de esos lugares de leyendas, cuyas historias iban desde las teorías de conspiración, hasta las leyendas sobrenaturales más estrafalarias. La realidad, sin embargo, se ubicaba en algún punto entre esos dos extremos, pues desde hace cuatro siglos aquel misterioso sitio había sido controlado por una organización tan letal y peligrosa como su propio nombre la describía: la Liga de la Sombras, conocida también por algunos como la letal Liga de Asesinos.
Pero actualmente ya no era sólo una más de sus tantas bases de la Liga alrededor del mundo, pues desde la casi impensable destrucción de la ciudad de Nanda Parbat hace más de año y medio, Infinity Island se había vuelto en el hogar permanente de su actual cabeza, y el centro de todas sus operaciones. Aunque, desde aquel fortuito incidente, dichas operaciones en realidad se habían mermado demasiado, hasta el punto de básicamente tener a todos sus elementos a  la espera, y en expectativa de lo que habría de ocurrir de ahí en adelante. Ya que lo más grave no había sido como tal la destrucción de aquella legendaria ciudad, sino los rumores alrededor de en qué estado su líder había salido de aquel incidente, y cuya realidad aún no era del todo expuesta incluso dentro de la propia organización. Peo tarde o temprano dichos rumores tendrían que ser acallados o confirmados, siendo lo segundo lo más probable.
La isla era fácilmente reconocible por sus volcanes gemelos activos, y su frondosa y oscura selva. A las faldas de aquellos volcanes, y oculta entre los altos árboles y casi custodiada por las fieras que entre ellos habitaban, se encontraba una enorme y vieja fortaleza, de apariencia rustica e incluso descuidada. Sin embargo, aunque por fuera se pudiera ver como un viejo monasterio abandonado y al que la propia naturaleza ha ido poco a poco consumiendo, aquel sitio era en de cierta forma el corazón de la Liga en aquel momento, y el hogar de reposo de su herido líder. Ocultos entre sus paredes y alrededores, había cientos (o quizás miles) de Sombras, guerreros entrenados para ser indetectables e invencibles, o morir en el intento de serlo. Todos se encontraban fijos en su posición, con la misión de proteger la fortaleza de cualquier ataque enemigo, especialmente de cualquier osado que quisiera aprovechar el estado actual de la Cabeza del Demonio.
En el patio central de aquella fortaleza, dos de esos guerreros se enfrentaban entre sí en un arduo y peligroso duelo. Ambos vestían atuendo totalmente negros y máscaras que cubrían sus narices y bocas y dejaban a la vista sus respectivos ojos. Además de ello, cada uno portaba una espada, bastante real y afilada. Uno de ellos era relativamente más bajo que el otro, de complexión delgada, cabello negro corto y ojos verdes; a simple vista parecía ser sólo un niño. La otra persona tenía la complexión de una joven mujer adolescente, relativamente más alta que su oponente, de cabello negro corto hasta su cuello, y ojos color ámbar serenos y fríos.
Ambas figuras oscuras se lanzaban sin el menor miramiento contra el otro, chocando las hojas de sus armas con arrojo, tanto que el sonido del metal retumbaba entre el eco del antiguo monasterio. La agilidad de ambos era excepcional. A pesar de sus diferencias de tamaño, y de seguro de edad, ambos lograban moverse al mismo son de su contrincante, esquivando y contraatacando al mismo tiempo. La cercanía de sus filos contra el cuerpo de su contrincante era tan imponente, que se sentía que al más mínimo resbalón o distracción, alguno terminaría con su cabeza separada de sus hombros. Pero aquello no parecía incomodarlos ni mermar su decisión.
Aquel enfrentamiento era vigilado de cerca por una tercera persona, que aguardaba de pie al margen de aquella explanada. Era una mujer alta y de complexión atlética, de rasgos asiáticos y de un largo y lacio cabello negro que llegaba hasta la mitad de la espalda. Usaba un largo traje rojo de piel, y en su espalda portaba un sable enfundado cuya empuñadura sobresalía por detrás de su hombro derecho. Ella estaba parada con firmeza, con sus dos manos juntas atrás de su espalda y sus ojos puestos en el movimiento de cada uno los peleadores delante de ella. Cada paso, cada salto, cada giro de sus muñecas y brazos, los analizaba y registraba con sumo detalle. Ante un ojo normal, aquel duelo definitivamente resultaría impresionante, quizás incluso difícil de creer. Pero para aquella única observadora, eso llegaba apenas a ser aceptable.
Tras un salto que dio hacia atrás el peleador más pequeño para hacer distancia entre ambos, su pie derecho pareció pisar un poco mal y por un segundo perdió el equilibrio. La joven con la que se enfrentaba no se detuvo ante eso y lanzó un sablazo directo en su contra. El peleador pequeño se agachó hasta casi rozar el suelo para esquivar la hoja. Se apoyó en una mano en el suelo para impulsarse hacia atrás, alejándose de ella arrastrando los pies contra al piedra.
—No bajes tu defensa —espetó la mujer rojo, casi como un regaño. Le peleador pequeño la miró de reojo un instante, aparentemente molesto por aquello.
De inmediato recuperó la compostura y se lanzó de nuevo contra su oponente con el mismo brío de antes. Lo mujer de negro lo recibió sin problema cubriendo sus ataques con suma anticipación con su arma, y esquivando el último doblando su torso al frente con una flexibilidad hacia inhumana. Apoyó una mano en el suelo y con ella se sostuvo para alzar sus piernas al aire y de una patada precisa golpear en la muñeca de su oponente cuando aún no terminaba el movimiento de su última embestida. La espada del peleador pequeño se resbaló de sus dedos, volando por el aire hasta quedar clavada en la piedra a un par de metros de él. Éste miró sorprendido aquello, pero no tuvo tiempo para quedarse pensando mucho en ello.
La chica, aún apoyada con una mano en el suelo, hizo girar por completo su cuerpo para su otra pierna se dirigiera directo a la cabeza del muchacho. Éste se hizo hacia atrás para esquivarla, e intentó entonces acercarse hacia dónde había caído su espada. Con una notable rapidez, que supondría imposible para la posición en la que se encontraba, la mujer dio una maroma para poner sus pies en el suelo y entonces lanzarse contra del muchacho, tacleándolo por un costado con su hombro y alejándolo aún más de su espada. El peleador pequeño rodó por el suelo y ella se colocó de inmediato entre él y su arma, alzando la suya al frente en posición defensiva. El chico se paró rápidamente de un salto, mirándola con frustración. La mujer de rojo, por su parte, dibujó una media sonrisa apenas apreciable en sus labios.
—Muy bien —susurró despacio para sí misma.
El duelo se mantuvo en pausa por varios segundos, estando ambos peleadores separados por una distancia considerable. El peleador pequeño evidentemente pensaba rápido en su estrategia, mientras la chica intentaba predecir cuál sería esta, y aquello él sabía muy bien que era su especialidad. Los movimientos de su cara o sus músculos, todo era una herramienta para que ella supiera qué es lo que haría, incuso antes de que él lo supiera. El peleador pequeño respiró hondo, y entonces se lanzó corriendo con una gran rapidez hacia el frente, directo hacia su oponente. Esa acción pareció tomarla por sorpresa, al igual que a su única espectadora.
La mujer de negro se lanzó también al frente, lista para su encuentro. Jaló su arma hacia atrás, y luego la impulsó al frente con una estocada recta con la punta de la hoja señalando al rostro del chico. Éste rápidamente se agachó y rodó hacia un lado, no sólo esquivando la estocada, sino también pasando por un lado de los pies de la mujer. Una vez que la pasó, dio un salto derecho hacia su arma. Sin embargo, su oponente había detectado antes de lo previsto su movimiento, y se giró rápidamente sobre su pie derecho, estirando el izquierdo lo más posible, llegando a patearlo en el abdomen con fuerza, justo cuando se encontraba a mitad de su salto. El peleador pequeño soltó un pequeño gemido de dolor, pero se contuvo para que no fuera tan notorio, y su pequeño cuerpo ahora fue lanzado hacia un lado de la explanada, cayendo de espaldas contra el duro suelo.
Por su lado, el movimiento tan repentino de su oponente tampoco la dejó bien parada. Su pie derecho no fue capaz de sostenerla, y con la misma inercia de su patada terminó también cayendo de espaldas al piso, aunque se impulsó lo suficiente para rodar y quedar de cuclillas. El peleador pequeño igualmente se levantó rápidamente, sin dejar que el dolor de su abdomen lo doblegara.
Ambos estaban dispuestos a alzarse lo más pronto posible y continuar, cuando escucharon como las palmas de la mujer de rojo chocaban con fuerza entre sí, creando un fuerte ruido en el eco.
—Basta —exclamó la mujer de rojo con fuerza. Ante aquella única palabra, o más bien ante el sonido de las palmas, la chica se puso de rodillas, volteando hacia ella y agachando su cabeza, mientras con una mano sujetaba su espada al frente.
El chico, por su parte, no se veía para nada contento. No se agachó, ni mucho menos se arrodilló. En su lugar se paró y caminó rápidamente hacia su arma, desclavándola del suelo de un jalón.
—Siéntete orgulloso, Damian —murmuró la mujer de rojo, mientras se aproximaba a ambos con paso tranquilo—. No cualquiera resiste de esa forma un duelo de frente contra Cassandra.
—No necesito que me halagues, Shiva —respondió con tono cortante el muchacho, bajándose su máscara y revelando así que, en efecto, detrás de ésta se encontraba el rostro de un niño, de quizás doce años, pero no más de trece.
El chico guardó su sable en el interior de la funda en su espalda, y entonces se giró hacia su contrincante; ésta seguía en cuclillas y agachada. Avanzó hacia ella colocándose justo delante. La chica alzó su mirada sólo lo suficiente para que los ojos de ambos se encontraran; ella tenía varios de sus mechones negros cayéndole en la cara.
—Lo hiciste bien, Cassandra; como siempre —murmuró Damian lentamente sin dejar de mirarla—. Pero algún día te superaré.
La joven no respondió nada, ni siquiera parpadeó al oírlo; pero aquello no le sorprendió. Sólo esperaba que la idea le hubiera de alguna forma quedado clara.
La mujer de rojo hizo un ademán con su mano para indicarle a la joven que se pusiera de pie. Ésta así lo hizo, parándose firme en espera de recibir su próxima instrucción. El joven de cabellos negros no parecía tener la misma actitud, y en su lugar parecía que se disponía a irse por su cuenta al interior del templo. Sin embargo, apenas dio un par de pasos a un lado cuando algo lo detuvo.
El sonido de un motor acercándose se hizo cada vez más presente. Cassandra fue la primera en detectarlo, pues su agudo oído se lo advirtió con anticipación. La joven alzó su rostro hacia el cielo, justo en la dirección en la que unos minutos después se empezó a divisar la forma de un objeto aproximándose.
—¿Un helicóptero? —Inquirió el joven de ojos verdes, intrigado. Si en efecto era eso, la única forma de que hubiera llegado hasta ese punto sin ser derribado, o haber alertado a las Sombras, es porque se le había permitido el paso. Y eso sólo era posible si se trataba de un helicóptero de la Liga.
La posibilidad de quién podría venir en ese vehículo invadió inevitablemente la mente del muchacho.
Antes de dar cualquier explicación, la mujer de rojo comenzó a caminar hacia el interior del templo con apuro en su paso.
—Vayan a meditar, ahora —les indicó de forma tajante, sin detenerse a recibir replica. Su figura se perdió entre las sombras y desapareció en un parpadeo de su vista.
El chico chisteó, aparentemente molesto.
—Meditar; sí, ¿cómo no? —murmuró con fastidio, y sin pensarlo mucho comenzó a caminar hacia la misma dirección en la que aquella mujer se había ido. Sin embargo, repentinamente la mano de Cassandra lo detuvo fuertemente del hombro.
Él la volteó a ver sorprendido, pero a la vez irritado por ese repentino agarre. Ella lo miraba fijamente con esos ojos inexpresivos y tranquilos que se asomaban por encima de su máscara.
—¿Qué? —exclamó el chico, y rápidamente se quitó su mano de encima—. Sólo quiero ver si se trata de mi madre.
La joven negó con su cabeza lentamente e intentó tomarlo de nuevo. Él, sin embargo, la esquivó rápidamente, y luego dio una maroma hacia atrás para hacer distancia entre ambos.
—Tú ve a meditar como perro obediente si quieres —le respondió de mala gana, y de inmediato comenzó a moverse rápido, pero sigiloso, hacia el templo.
Cassandra pareció un poco sorprendida al inicio, pero de inmediato intentó alcanzarlo para detenerlo, alarmada por la posibilidad de que lo sorprendieran.
— — — —
Había pocas partes en ese antiguo monasterio en los cuales un helicóptero podría aterrizar sin problema. Uno de esos sitios se encontraba en la parte más alta de éste, en dónde había una amplia explanada donde en algún tiempo hubo un jardín lleno de estatuas ceremoniales; de éstas sólo quedaban algunos vestigios. La mujer de rojo había ingresado al interior del templo para luego subir por las largas escaleras de piedra, sin mucho apuro en realidad con el fin de llegar a dicha azotea junto con el helicóptero. La precisión de sus cálculos fue bastante acertada, pues llegó con apenas unos segundo de diferencia. El vehículo totalmente oscuro comenzó a descender lentamente delante de ella. El viento de sus astas agitaba sus cabellos y su larga túnica, pero ella permaneció firme en su sitio, aguardando.
El helicóptero posicionó firmemente sus patines de aterrizaje en la vieja pero dura piedra, y poco a poco su motor se fue apagando y sus astas quedándose quietas. Sólo hasta entonces la persona que había ido a recibirlo se aproximó. Para cuando estaba a menos de un metro de él, la puerta se deslizó hacia un lado, y por ella salió una persona, dejándose caer libremente a tierra firme. Era una mujer alta, de cabellos castaños largos y lacios; de piel blanca, ojos verdes y labios rojos. Usaba un traje negro de cuero que envolvía su atlético, y algo exuberante, cuerpo. Alrededor de su cintura usaba un cinturón grueso, en el cual guardaba a cada lado de su cadera una pistola enfundada, y al igual que una espada de tamaño mediano en su parte trasera.
La mujer recién llegada se paró derecha, retirándose el cabello del rostro. Apenas y miró a la mujer de rojo por unos segundos, antes de comenzar a caminar por su cuenta.
—Señora Talia —murmuró la mujer de rojo cuando pasó a su lado.
—Lady Shiva —le respondió ella a su vez sin mirarla, y siguió de largo.
Avanzó entonces con paso firme hacia las escaleras por las cuales Shiva había subido, disponiéndose a bajar por ellas. La mujer de cabellos negros la siguió sin necesidad de que ella lo pidiera.
—¿Está mi padre consciente? —cuestionó Talia con tono seco.
—Me parece, aunque no se lo podría garantizar. ¿Encontró a su hermana?
Talia resopló con marcado tedio.
—El trasero traidor de Nyssa ya no es de momento mi prioridad…
Antes de comenzar a bajar por las escaleras, miró discreta y fugazmente hacia un lado, lo suficientemente disimulada para que las dos personas que las observaban desde las sombras detrás de unos pilares, no se dieran cuenta de que se había percatado de su presencia desde que bajó del helicóptero. Cassandra había fracasado en su intento de detener al joven Damian, y al parecer no le había quedado más remedio que esconderse con él; no era la primera vez que de alguna u otra forma terminaba en una situación así por su culpa.
Una media sonrisa se dibujó en los gruesos labios de Talia, y entonces se dispuso a comenzar a bajar, esperando que los dos jovencitos intentaran seguirlas.
—¿Cómo va su entrenamiento? —cuestionó abruptamente, bastante segura de que Shiva también se había dado cuenta de su presencia, quizás incluso antes que ella.
—Ha sido bastante satisfactorio —le respondió la mujer rojo con bastante tranquilidad en su voz—. A pesar de su corta edad, ya es en estos momentos el guerrero más habilidoso de Infinity Island. Salvo por…
Shiva hizo una pequeña pausa, privándose de terminar dicha frase. Sin embargo, fue bastante claro para Talia lo que estaba a punto de decir.
—Por tu hija, puedes decirlo —comentó con un tono burlón sin el menor pudor—. Debes sentirte orgullosa de tu sangre, aunque ella ignore que lo es. Aunque todos sabemos que aquello es más gracias a su padre.
Aquel comentario iba intencionalmente cargado de la suficiente provocación como para incomodar o molestar a cualquiera. Shiva no reaccionó de forma muy notable al él;  sólo su mirada se endureció ligeramente más de lo que ya estaba. Talia fue consciente de esta micro-expresión, a pesar de que iba caminando delante de ella y la daba la espalda.
—De todas formas, espero que no hayas sido en lo absoluto indulgente con mi hijo. Puede que dentro de poco se tenga que poner todo su entrenamiento a prueba, y por lo tanto también a ti.
—¿Cuestiona mi tutoría? —Replicó Shiva, algo defensiva, a lo que Talia sonrió con cierta satisfacción. Sin embargo, dicha sonrisa se desvaneció rápidamente.
—Pero dejaremos eso para después. Ahora vengo por algo mucho más importante…
— — — —
Ninguna dijo nada más en el resto de su caminata. Ambas bajaron las escaleras hacia la planta baja del templo. Luego caminaron por un largo corredor alumbrado sólo por la luz que ingresaba por los agujeros en fila colocados en lo alto de la pared a su izquierda. Llegaron a unas escaleras de caracol y subieron a la segunda planta de una de las torres. Luego recorrieron un pasillo mucho más iluminado y despajado, que culminaba en una amplia y alta puerta de madera, con la enorme cara tallada de un dragón en ella. Talia se paró firme frente a aquella puerta, mientras Shiva aguardó unos pasos detrás de ella. La recién llegada alzó sus nudillos y llamó con la suficiente fuerza como para que el eco de su golpes resonara por el pasillo.
Aguardaron algunos segundos hasta que escucharon como se retiraban uno a uno los gruesos seguros de la puerta. Ésta se abrió lentamente luego de un rato. Del otro lado se asomaron unos ojos rojizos y cansados, adornando un rostro totalmente blanco, al igual que sus largos cabellos y bigote. Aquel era un hombre algo mayor, con las marcas de la edad en su rostro lechoso. Se paraba ligeramente encorvado y vestía una larga túnica blanca y gris. En cuanto miró a la mujer de negro con más cuidado, ésta le respondió con una cándida sonrisa.
—Hermano Dusan —saludó Talia, inclinando un poco su cabeza al frente con respeto.
—Hermana Talia —respondió él a su vez con voz carrasposa, y entonces se permitió abrir por completo la pesada puerta para abrirles el paso.
Talia se tomó un momento antes de cruzar aquel umbral. Inhaló profundamente por su nariz, y entonces caminó con paso aún más firme hacia aquel aposento. Era un cuarto amplio, adornado lo mejor posible con telas y plantas, colocadas alrededor de la ancha cama de sábanas blancas y pulcras. Del lado derecho se podía ver un amplio balcón, cuyas puertas se encontraban totalmente abiertas para dejar pasar el aire fresco y la luz de la tarde. La tranquilidad y solemnidad de aquel sitio era opacada por el pitido perpetuo del aparato médico colocado a un lado de la cama, que sonaba cada cierto tiempo, y en el cuál se podían ver los débiles, pero aún presentes, latidos de un corazón. Aquel pitido era acompañado por la pesada y dolorosa respiración del hombre en la cama, cuya nariz y boca eran cubiertas con la mascarilla de oxígeno.
Aquella imagen resultó en un inicio impactante para Talia. A pesar de que no había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo vio, le pareció por un segundo imposible de concebir que aquel individuo fuera realmente la persona que había ido a buscar. Su cuerpo delgado, casi esquelético, reposaba a un lado de la cama, con el respirador y los aparatos médicos colocado junto a él. Su rostro se veía demacrado y apagado, y sus cabellos habían tomado un tono ceniza. Un abundante vendaje le cubría aún el centro de su pecho, notándosele algunos pequeños rastros de sangre impregnado el material blanco de éste.
Estaba recargado contra varias almohadas, lo que le permitía tener el rostro hacia la puerta. Talia se paró delante de la cama, y notó como sus ojos verde esmeraldas se posaron fijamente en ella. Estos aún no habían perdido su fuego. Eran la única parte de él que ella reconocía, la única que le permitía estar segura que en alguna parte de su lamentable aspecto, aún se encontraba su orgulloso y poderoso padre.
—¿Cómo sigue? —cuestionó despacio, girándose hacia su hermano mayor.
—Su herida no sana —le explicó Dusan, aproximándose a un costado de la cama—, y los pozos de esta isla parecen ya no surtir efecto alguno en él. Pero el sólo intento de querer moverlo a otra locación en estos momentos, podría resultar fatal. Aun así, cada día está un poco más fuerte.
A Talia aquello le resultaba difícil de creer. Desde su perspectiva, se veía todo menos fuerte. Desde su perspectiva, aquel individuo parecía cualquier cosa… menos su padre, Ra’s Al Ghul, la Cabeza del Demonio y el único líder de la Liga de las Sombras.
Apenas un minuto después de que Talia y Shiva cruzaran por aquella puerta, los dos chicos que los seguían había tomado una ruta diferente para estar lo más cerca posible de aquel cuarto y escuchar. Llegaron hasta el piso superior al que se encontraba el aposento de la Cabeza del Demonio, y luego salieron por una ventana, hasta colocarse sobre la cornisa justo encima del balcón del cuarto. Y ahí se posicionaron, con sus espaldas pegadas a la pared y en silencio. Cassandra, sin embargo, no parecía nada tranquila con la situación, y no necesitaba decir ni media palabra para que Damian se diera cuenta de ello.
—Si mi madre volvió tan repentinamente y vino directo a hablar con mi abuelo, es porque algo importante pasó. ¿Lo entiendes? —Cassandra sólo lo miró sin mutarse—. Obviamente no. Sólo quédate quieta y déjame escuchar.
Quedarse quieto y no hacer ruido era pan comido para un guerrero de la Liga de las Sombras, especialmente tratándose de ellos dos.
En el interior del cuarto, Talia se aproximó más al costado de su padre hasta colocarse de rodillas a su lado; él la siguió con sus ojos en cada movimiento. La mujer tomó su mano delgada entre las suyas, sólo aplicando la fuerza suficiente para estar segura de que la sintiera ahí con él.
—Padre —susurró despacio, y escuchó como unos pesados jadeos surgieron desde el interior de la mascarilla de oxígeno.
—Nyssa… —brotó de sus delgados labios, cómo un pequeño susurro ronco.
Talia negó con la cabeza.
—Aún se sigue escondiendo, cuál rata cobarde. Pero te prometo que te traeré su cabeza más temprano que tarde. —Hizo una pequeña pausa reflexiva. Aquel hombre casi moribundo la miraba fijamente, mientras su respiración se volvía un poco más agitada a cada segundo—. Pero antes de ello, me temo que me he enterado hace semanas de una noticia que merecía la pena ser de tu conocimiento, y por eso he adelantado mi regreso a ti.
Y de nuevo calló. Pero no porqué tuviera que pensar en qué decir, o porqué dudara de ello. Era más debido al dolor punzante en el pecho que le causaba la sola idea de pronunciar aquellas palabras, a pesar de que se mantendría serena y firme al hacerlo, usando toda la fuerza de voluntad que tenía, y que era de más sabido que era bastante. Respiró profundo por la nariz, exhaló lentamente por la boca, y entonces lo soltó sin más:
—Bruce Wayne ha muerto.
Su voz resonó con fuerza en esa habitación, pese a que en realidad no había alzado demasiado la voz. La respiración entrecortada del hombre en la cama se cortó ligeramente, junto con las de Shiva y Dusan, que la miraron perplejos. A Talia no le sorprendió en lo absoluto sus reacciones. Ella misma se había quedado sin palabras en cuanto lo supo, especialmente por lo repentino que había sido el suceso, tanto así que le tomó varios días después de éste el enterarse. Pero todos en esa isla habían estado durante esos meses totalmente incomunicados, aislados del mundo, protegiendo a su señor y sobre todo evitando que el resto del mundo se enterara de su estado. Las noticias del exterior eran escasas, o incluso nulas. Pero, como bien había dicho, era algo que merecía la pena que su padre supiera de inmediato.
Pero Ra’s, Shiva y Dusan no eran los únicos que habían escuchado aquello, y mucho menos reaccionado de tal forma. Damian desde su escondite también lo había oído, y sus ojos se abrieron tanto que casi de desorbitaron del asombro. Cassandra notó aquello, y aunque quizás no comprendía del todo qué lo había causado, entendió por la expresión de su cara que algo malo acababa de ocurrir.
—¿Cómo? —Exclamó Dusan incrédulo, acercándose a su hermana por un lado—. ¿Es eso verdad?
Talia cerró sus ojos lentamente y asintió.
—Al principio pensé que se trataba de algún truco o engaño, y por eso me tardé en poder comprobarlo por completo. Pero ya he investigado el tema a detalle, y al parecer no hay ningún error... falleció semanas atrás.
Un aire pesado y frío los cubrió a todos. Si no fuera porque la noticia venía de Talia Al Ghul en persona, y por la seguridad que emanaba en sus palabras, no habría forma de que la creyeran.
—¿El Caballero Oscuro ha muerto? —Susurró Shiva, como un pequeño pensamiento escapándosele inconscientemente—. ¿Cómo es eso posible?
La respuesta tardó en llegar, pues de nuevo no le era fácil a la emisora del mensaje el poder expresarlo. Talia les informó de manera escueta, pero ilustrativa, todo lo que sabía; sobre cómo, cuándo y dónde había ocurrido, y lo que pudo investigar entorno a esos hechos. A pesar de lo claro de estos, aún se notaba el escepticismo en todos, incluso en Ra’s, que a pesar de su debilidad parecía lo suficientemente consciente para entender todo lo que le decían.
Al final, la seguridad de Talia terminó por convencerlos. Aunque las circunstancias bajo las cuales aquello había ocurrido parecían inverosímiles considerando la persona de la que hablaban, no tenían motivo alguno para ponerlas en duda.
Dusan se aproximó a Talia y colocó una mano sobre su hombro.
—Hermana, cuánto lo siento… —expresó el hombre albino con voz comprensiva, pero casi de inmediato Talia se puso de pie y se retiró su mano del hombro, aparentemente no aceptando su intento de reconfortarla.
La mujer castaña se giró hacia su hermano y lo miró con profunda dureza.
—Los lutos y los llantos no tienen cabida en la Liga de las Sombras —le respondió tajantemente, tomándolo por sorpresa.
—Talia, ¿acaso…? —susurró Dusan despacio, incapaz de terminar su frase.
Talia no respondió nada. Lo siguió mirando unos momentos, y entonces se volvió a agachar a un lado de la cama, y volvió a tomar con la mayor firmeza posible la mano de Ra’s entre las suyas.
—Padre —comenzó a decirle con voz solemne—, todos siempre supimos que Bruce era el único guerrero con vida capaz de tomar tu lugar como la Cabeza del Demonio, y eso sigue siendo la única verdad. Permíteme, con tu bendición, corregir esto. —Su mirada se volvió más tensa y firme, al igual que la presión de sus dedos entorno a la mano de su padre—. Dame tu permiso para usar las Fosas de Lázaro, y traerlo de vuelta.
El asombro en los presentes se hizo todavía más grande, si es que aquello era posible.
Las Fosas de Lázaro, la fuente de juventud, fuerza y salud de la Cabeza del Demonio, capaces de lograr cosas extraordinarias en el cuerpo de algunas personas. Dependiendo de quién se tratara, era capaz de curar heridas, recuperar energías, revertir el paso del tiempo… y, en ciertas circunstancias, dar marcha atrás a la propia muerte. Sin embargo, eso último en especial no era algo a tomar a la ligera.
—¿Piensa usar un recurso tan valioso en regresar a la vida al peor enemigo que la Liga de las Sombras ha tenido? —Cuestionó Shiva, notándosele algo desafiante, algo que a Talia no agradó en lo absoluto.
—Esto no te concierne, Shiva —espetó molesta la Al Ghul—. No te metas.
—Creo que es algo que nos concierne a todos, Talia —añadió Dusan, algo más tranquilo—. Tienes que pensar bien las cosas. Aun dejando de lado el hecho de que la Liga no le debe nada a ese hombre, sino todo lo contrario… no estamos hablando de curar o rejuvenecer a una persona. Estás hablando de un hombre que ya está muerto, y desde hace semanas. Tú más que nadie sabe que si se usa las fosas para traer de vuelta a alguien en esas circunstancias, no siempre termina bien…
Aquellas palabras hicieron enojar a Talia aún más que las de Shiva. Sabía muy bien a qué venía ese comentario, y ya estaba harta de que le recriminaran al respecto. Estaba harta de que con cualquier excusa sacarán a colación cómo había usado anteriormente las Fosas sin permiso alguno, y precisamente para lograr algo muy similar a lo que buscaba en esos momentos. Y, de cierta forma, también en aquel entonces había sido con la intención de complacer a su amado Bruce. Y claro, aquello no había salido bien, o al menos no en un inicio. Era por esa situación pasada que se encontraba ahí en esos momentos, de rodillas a un lado del lecho de su padre, pidiendo su bendición. Y por lo tanto, no toleraría más recriminaciones, y mucho menos de ellos dos.
—No necesito ni quiero sermones de ninguno de ustedes —espetó Talia con intensidad en su voz—. Bruce siempre tuvo del respeto y la bendición de mi padre, tanto así que lo eligió como su sucesor hace mucho tiempo. La enemistades o los miedos banales no tienen cabida ante…
Sus palabas se cortaron abruptamente cuando sintió como los delgados dedos de su padre se apretaban contra su mano; sorpresivamente, con una fuerza tal que casi le provocaba dolor. Talia se viró estupefacta hacia su, en apariencia, casi moribundo padre, y miró con asombro como lentamente se sentaba en la cama, acompañado de algunos pequeños jadeos de dolor. Las tres personas presentes lo miraron con asombro.
—Padre, no… —murmuró Dusan preocupado, acercándosele con la intención de recostarlo, pero la Cabeza del Demonio alzó su mano libre hacia él, indicándole que se detuviera justo en dónde estaba. El hombre albino obedeció, prácticamente sin proponérselo conscientemente.
Ra’s se sentó lo mejor que pudo, y entonces giró por completo su rostro hacia su hija. Sus ojos… esos ojos realmente radiaban una intensidad que casi quemaba. Dirigió su mano hacia su mascarilla, y se la bajó hasta que ésta colgó de su cuello. De sus labios surgieron algunos jadeos dolorosos mientras respiraba, pero esto no parecía mutarlo más de la cuenta.
—Muchas veces… le ofrecí el don de la inmortalidad… —comenzó a susurrar entrecortadamente, teniendo que respirar profundamente cada cierto número de palabras, pero sin desviar su mirada ni un segundo de su hija—. El don de la visión… muchas veces le ofrecí… mi vida… y siempre me rechazó… ¿por qué habría de ofrecer de nuevo un regalo tan valioso… a alguien que siempre lo despreció…? En especial a alguien… que ya no está aquí…
Talia vaciló un poco, imposibilitada de poder responderle con la misma confianza con la que había entrado. Ahora podía ver con más claridad a qué se refería su hermano mayor cuando le decía que se encontraba “más fuerte”. Su cuerpo permanecía débil, pero la fuerza de su interior se encontraba tan inquebrantable como siempre; lo suficiente para doblegarla a ella.
—Pero, padre…
—No me… malinterpretes —soltó Ra’s rápidamente, sin permitirle replicar—. No hay rencor… ni odio en mi corazón por él, sino… todo lo contrario… El detective tomó… sus decisiones… vivió siempre como quiso… e igual así murió… Por el respeto que aún le tengo… no ensuciaré… su voluntad… y tú tampoco deberás hacerlo…
—Yo no…
El apretón en su mano se volvió mucho más fuerte, y antes de que pudiera reaccionar él la jaló hacia él, para que pudieran encararse frente a frente.
—Te… lo… prohíbo…
Esas últimas palabras las pronunció con una nada sutil agresividad, como el rugido de advertencia de un animal peligroso. Talia no respondió nada en lo absoluto, pues en realidad no era que su opinión importara en algo. La decisión estaba más que tomada.
Ra’s la soltó abruptamente. Se recostó nuevamente en la cama, soltando un pequeño alarido de dolor por el movimiento tan brusco. Tomó la mascarilla de oxígeno y una vez más se cubrió la cara con ella. Talia se alejó unos pasos de la cama, un poco por miedo y otro más por enojo. Dusan se aproximó rápidamente para revisarlo, al igual que sus signos. Era claro que aunque esa maldita espada le hubiera atravesado el pecho por completo, y quizás incluso arrebatado una parte de su alma, aún había mucho del viejo Ra’s Al Ghul en ese mundo. Quizás, más de lo que ella deseaba.
La Cabeza del Demonio respiró pesadamente por su mascarilla varias veces, antes de al parecer tranquilizarse. Volvió a retirársela un poco después, y giró su cabeza en dirección al balcón.
—¡Damian…! —Exclamó con el mayor ímpetu que le era posible, dejando que su voz retumbara con fuerza por el cuarto. Desde su escondite en la cornisa, el chico que los espiaba, aparentemente no tan en secreto, se sobresaltó sorprendido—. Ven acá… Ahora…
Damian Al Ghul suspiró resignado; de nada servía fingir que no estaba ahí. En parte no le sorprendía; algunos de los mejores asesinos del mundo se encontraban en esa habitación, lo raro sería que no lo hubieran notado. No muy feliz, se dejó caer hacia el balcón y Cassandra le siguió. Ésta última rápidamente se hincó y agachó la cabeza con respeto, o más bien como si acaso temiera dirigir su mirada en dirección a la gran cama. El muchacho, por su parte, avanzó con paso decidido hasta ésta, fingiendo más tranquilidad de la que realmente sentía.
—Abuelo, madre —saludó con tono solemne, inclinando un poco su cuerpo hacia el frente. Talia lo miró meticulosamente.
—Has crecido en estos meses, hijo mío —murmuró la mujer castaña, aunque Damian fue incapaz de responderle.
—Acércate… —susurró Ra’s desde su lecho, y con su mano huesuda le indicó que avanzara más. Él aceptó, hasta colocarse justo a un lado de su cama. A él tampoco le resultaba agradable contemplar a su abuelo en ese estado, pero era consciente de que a pesar de todo seguía siendo él. Ra’s alzó abruptamente su mano hacia su nieto, colocándola pesadamente sobre su hombro. Miró entonces hacia Talia—. Bruce se ha ido, pero su legado sigue aquí… Una nueva Cabeza del Demonio habrá de… alzarse…
Una sensación de desconcierto llenó el cuarto junto con el eco de sus palabras. El hombre en la cama se viró entonces hacia el muchacho, mirándolo con la misma intensidad con la que había visto a su madre hace unos momentos.
—Es momento de que tomes el lugar que te corresponde… por derecho… Deberás ir… a Gótica… Y reclamarlo… Ésta será tu prueba final… Sabes bien qué hacer…
Damian respiró profundamente, se paró derecho y asintió. Gótica… así que al fin le tocaría visitar aquel sitio; el reino de su padre.
—Lo haré, abuelo.
Talia observó todo aquello un tanto alejada, pero incapaz de ignorarlo. Al parecer esa prueba con la que había casi amenazado a Shiva, se había presentado mucho más pronto de lo esperado.
—Si esa es tu voluntad, así se hará —señaló Talia, inclinando un poco su cuerpo hacia él—. Haré todos los preparativos.
Talia rodeó entonces los hombros de su hijo con su brazo y lo apartó sutilmente de la cama. Sin decir nada más, comenzó a caminar hacia la puerta, guiando al muchacho con ella, quien la siguió sin replicar. Cassandra se tomó la libertad de pararse de su sitio también y fue detrás de su compañero de entrenamiento. Shiva se hizo a un lado para que los tres pasaran por la puerta; Talia ni siquiera la miró al pasar.
La mujer de rojo se disponía a salir de igual forma, cuando fue detenida.
—Shiva… Espera… —Escucharon todos como Ra’s la llamaba desde la cama.
Por unos segundos todos detuvieron sus pasos y se viraron hacia el lecho. De nuevo, aquella misma mano huesuda indicó que se aproximara, aunque ahora era a una persona diferente.
—Déjenos solos —indicó a continuación, aunque aquello iba directamente hacia Dusan. El hombre albino dudó, pero aquello no sonaba a una petición o sugerencia. Dusan hizo una pequeña reverencia hacia él, y entonces salió igual del cuarto.
Talia, ya en el pasillo, miró aquello con bastante desconfianza. Sin embargo, no le dio mayor peso (al menos no de forma visible) y se dispuso a que continuaran su camino. Cassandra los siguió por detrás y después Dusan, quien cerró la puerta detrás de él
Sólo hasta que la puerta estuvo cerrada, y ambos estuvieron realmente solos, Shiva se permitió avanzar hacia la Cabeza del Demonio y pararse firmemente en el mismo sitio en el que segundos antes se habían parado su hija y su nieto.
—No confío… en Talia… —carraspeó Ra’s, retirándose de nuevo su mascarilla—. Su corazón es blando… y ha hecho que su lealtad flaquee más de una vez… Quiero que tu hija los acompañé… Dile… que si ve… que mi hija siquiera considera desobedecerme… —se detuvo unos momentos, se colocó de nuevo la mascarilla para poder respirar, y entonces poder concluir su instrucción—. Sabes muy bien lo que tiene que hacer…
Y en efecto, lo sabía.
—Cómo ordene, maestro —respondió Shiva con bastante desapego—. Puede confiar en Cassandra. Pero… ¿y si Damian se interpone?
—El chico deberá… de aprender a poner… los ideales de la Liga… así como su destino… primero que nada… Sino, entonces no sirve como mi sucesor…
Shiva no se mutó ante aquel comentario, pero entendió muy bien lo que trataba de decirle. No diría nada para contradecir tal instrucción, pero sabía muy bien que encargarse de Talia Al Ghul no sería un problema para su hija. Pero, su joven hijo… eso podría volverse mucho más complicado para la joven Cassandra; no porque no pudiera, sino más bien porque definitivamente no lo querría.
Esperaba que las cosas no tuvieran que llegar tan lejos.
FIN DEL CAPITULO 23
Notas del Autor:
Con este capítulo comenzamos el nuevo arco de esta historia, que como pueden ver tendrá a Damian Al Ghul como uno de sus principales protagonistas, acompañado de algunas caras conocidas como Talia Al Ghul y Cassandra Cain. ¿Qué clase de problemas traerán a Dick y los otros una vez que pongan pie en Gótica?, eso lo descubrirán en los siguientes capítulos.
Muchas gracias a todos los que esperaron pacientes este capítulo. Espero les haya gustado, y haya cautivado lo suficiente su curiosidad para seguir leyendo lo que sigue. ¿Qué les parece?, ¿qué esperan de Damien y Cassandra en los siguientes capítulos?
3 notes · View notes
dambaje · 5 years
Text
Esto no es una carta de suicidio Parte 1
Habia estado muy ausente estos años de Tumblr pero volvi y quiero escribir sobre el como me a tratado la vida desde hace dos años hasta ahora.
Sufro depresion, para aclarar todo desde un principio, y hace poco me diagnosticaron ansiedad asi que ya se imaginaran como esta la cosa en mi cabeza.
Supongo que sera un post largo por que no se por donde empezar,
Siempre habia estado triste en toda mi vida, no me sentia comodo por la forma en la que estaba viviendo y no me refiero a eso por lo de mis preferencias sexuales o esas cosas, en eso yo me siento muy bien, lo unico era que no me sentia nunca feliz, las veces que estaba feliz yo estaba borracho o de viaje, pero de regreso a la realidad era estar triste 24/7
Regresando a la historia, todo comenzo a recaer mas hace un año. Yo me sentia de la patada, me habia alejado de mi grupo de amigos por un porblema que tuvimos en un viaje a la playa, pero me di cuenta que tenia mejores amigos y no me habia dado cuenta.
Donde vivo es la ciudad de Saltillo, esta a 30 min de Monterrey asi que mis amigos y yo somos de ir a festivales de musica (diran esto a que va?, pero tiene parte relevante en la historia) bueno yo ya en ese punto me la vivia emborrachandome desde los miercoles hasta el sabado (como hacia rendir el dinero, no se, por que ahora que trabajo, lo que me pagan ya no me dura nada)
Estamos hablando de Abril 2018, en ese entonces conoci a un chico, sp genial el wey pero tenia problemas con su ex, en fin, salimos por dos meses y el dia del festival nos peleamos por culpa de su ex (su ex hizo todo lo posible para separarnos y lo logro) se llama Alfredo, Alfredo no es relevante en esta historia, por que no trata de el, pero dejenme decirles que ahora el y yo somos buenos amigos, nos llevamos muy bien el prro y yo hhaha.
En aquel entonces cuando me termino yo me la pase muy mal, demasiado mal, y habia conocido a un chico por fb que siempre lo habia conocido por que hicimos match en tinder hace años pero nunca nos habiamos hablado por que yo le caia mal, bueno aqui inicia la historia practicamente.
El se llama Eduardo, yo estaba despechado y le me comenzo a hablar diciendome que como estaba y cosas asi, al conocerlo y platicar fue como que “el vato es chido, contemosle nuestras penas” y le contaba como me sentia, sus consejos no eran los mejores me decia “pues saca tinder, o la otra aplicacion y buscate a otros” o “amix empedate” cosa que ya hacia (lo de empedarme), el tenia novio y me decia “quiero cambiar por el” y yo en todo le decia “hazlo, se ve que es buen chico, y yo seria llorando por Alfredo” llega un momento del dia donde le digo “oye ocupo tomar, me siento muy mal” para eso ya era Junio y dijo “vamos a tal bar que esta a un lado del Tec (donde estudiamos) y yo acepte por que lo que queira era desahogarme y tomar.
Aqui inicia la historia otra vez Un 12 de Junio de 2018 hahaha, llego al bar y me dice “oye ya estamos aqui” y yo me quedo “Estamos? ptm yo me queria desahogar solo” voy y lo veo y esta con su novio (el al rato entra en la historia, y demasiado haha) y yo me enoje por que no me gusta contar mis cosas a desconocidos, y ya, empezamos a platicar de otras cosas y me decia “Hugo es mi novio” y yo asi de “ah okay”, hugo no hablaba, era callado y yo hablo mucho, despues de un rato empiezan a llegar mas amigos de Eduardo y yo asi tipo “no mames, menos platicare mis cosas” eran buenos chicos, o eso creia yo, en fin, Eduardo se la paso con sus amigos platicando y me dejo a mi y a hugo solos (bueno no tan solos, Hugo tambien invito a una amiga) pero yo me la pase con el platicando.
Cabe recalcar que ya ni hable de Alfredo ese dia por que platique de otras cosas, al final me fui a mi casa y todo bien, para eso me dice Eduardo “le caiste bien a Hugo, se llevaron bien, tenemos que volver a salir” y dicho y echo, salimos al fin, ibamos a ir a otro bar donde se pudiera bailar y Eduardo queria ir a la feria de la ciudad (cosa que a Hugo y a mi no nos gusta) y de repente llega un amigo de Eduardo y nos va llevando a la feria y hugo y yo nos estabamos poniendo de acuerdo para decirle que no queriamos, y le dijimos “oye y si vamos a tal bar y cenamos” y aceptamos los 4, en fin.
Cenamos, y Eduardo se la paso platicando con su amigo y nunca nos pelo a nosotros y Hugo y yo estuvimos platicnado demasiado y riendonos, ese dia nos agregamos a fb y quedamos en ir al dia siguiente de antro a bailar (cabe aclarar que a los dos nos gusta demasiado salir de antro) y ya ese dia cenamos y le ocnte mi historia con alfredo y ya me senti mejor,
Cuando fuimos al antro yo le hable a Eduardo y le dije “ya voy llegando, ya estan ahi?” y dijo “no, yo tengo otra fiesta y a mi no me gusta ir a esos lugares, diviertanse” (Eduardo es de esos gays que nomas van a antros y bares de ambiente, cosa que no va con Hugo y conmigo) y dije “rayos, no conozco tanto a Hugo como para estar nomas con el” y pues dicho y echo llego y ya estaba ahi con sus amigos” me la pase tan genial ese dia que planeamos todos ir el siguiente fin a otro antro, ese dia nos tomamos una foto y conoci a sus amigos.
Aun era Junio, o sea no llevaba ni un mes de conocer a Eduardo y ya me llevaba mejor ocn su novio Hugo que con el, yo siempre respete su relacion, siempre, hugo se fue a estudiar a Peru y fuimos de antro antes y Eduardo le organizo una fiesta sorpresa dond yo fui.
Para ese entonces yo estaba “saliendo” con un amigo de lalo que conoci ese dia del bar, pero no funciono, yo no queria nada y el fue demasiado intenso y pues no.
Hugo regreso por un problema que tuvo con sus materias de Peru y al regresar saliamos mucho y el me decia como Eduardo estaba cambiando por que eraun fuck boy antes de conocerlo y aun tenia miedo que lo fuera, y yo los apoyaba, para eso Eduardo a mi me contestaba cada vez que le daba la gana proque yo no era su amigo, Hugo y yo empezamos a hablarnos por telefono cuando estaba en Peru y cuando regreso tambien. Horas y Horas hablando.
Pasaron los meses (octubre-Nov) y Hugo y yo solo eramos amigos, y asi lo veia yo, pero pasa un problema con Eduardo y Hugo (Eduardo lo engaño y hugo se dio cuenta leyendo los mensajes de su celular) y terminaron y yo apoye a los dos en lo que ppodia, mas a Hugo por que el me lo conto cuando paso.
Eduardo de deja de hablar por que ve que sigo saliendo con hugo de antro y otmando por que no me puse de su lado, pero quien se pondria de lado de alguien que hizo algo asi?
Bueno aqui empieza la historia otra vez HAHAHHA
Llega diciembre amigos, y mi roomie hace una posada y yo decido no asistir a la posada que seria en nuestra casa y le cuento a hugo, y dice “yo tengo una fiesta, vamos y te quedas a dormir aqui” (El vive en Ramos y yo en Saltillo, las ciudades estan pegadas, o sea haces 10 min de ir de una a la otra, por ejemplo yo trabajo en Ramos pero vivo en saltillo, no es la gran cosa la distancia 14km) y voy con el y ese dia me emborrache tanto y el tambien que nos terminamos besando (ninguno llega a coincidir quien beso a quien primero) yo no recuerdo nada de esa noche, pero al dia siguiente yo estaba sp crudo y nos besabamos
Creanme que cuando digo que cuando me besaba yo pensaba “no puedo creerlo”, y fue una sensacion hermosa, nunca habia sentido yo algo asi cuando me besaban
decidimos no tocar ese tema pero yo me la vivia pensando en eso siempre, pasa casi una semana y volvimos a salir de antro con todos mis amigos, y para eso nos psuimos sp borrachos otra vez en el antro y tal vez haga una pausa informativa de ese antro pero vale la pena por que es importante,
Ese antro yo iba TODOS LOS JUEVES del año pasado, ahora ya ni me paro ahi por que no me puedo desvelar por mi trabajo, y habia un chico que era muy importante ahi por que era amigo de los dueños, en fin, cada vez que podiamos nos besabamos pero no era nada serio, solo era algo equis, besos de peda, nunca salimos ni nada asi, pero Hugo sabia.
regresando, en esa noche, me dije “tengo que terminar con esto de una vez” y le dije a Edgar que ya no iba a pasar lo de nosotros, y asi termino por que yo seguia pensando en Hugo, toda la semana me la pase pensando en ese beso y creanme aun me acuerdo y siento tan bonito.
Y ese dia mientras bailabamos me beso, adentro del antro, y fue como que “sigue, tu sigue” el antro no es de ambiente y tampoco friendly pero a mi no me decian nada por Edgar y me termine haciendo amigo de los dueños tambien yo.
Ese dia se quedo a dormir en mi casa, y en el trayecto de uber a mi casa nos ibamos besando, fuimos por tacos y caminamos y nos seguiamos besando, creanme yo siento en estos momentos tan hermoso, una experiencia que nunca habia sentido con nadie.
Ese dia casi lloraba por que acostados le dije que yo tenia mucho miedo de esto, por que me solia aburrir de las perosnas con las que salia y las dejaba y dijo “si te llegas a aburrir de mi quiero que me lo cuentes, se honesto” y dije “claro” y decidimos que ibamos a empezar a salir
Era 6 de diciembre, la fecha oficial
Pasaron los meses, nos veiamos, todo muy feliz de Diciembre a Marzo, por primera vez pense “sera que Hugo sea mi primer novio?” mis papas no tendrian problema con ello, es un buen chico, ya lo conocen.
Nunca he sido una persona celosa y aun asi le daba su espacio de salir, pero casi siempre era hacer todo juntos, con sus, o mis amigos, y bueno para eso yo de la unica persona que desconfiaba era de eduardo, pero llego un tiempo donde se empezo a comportar distinto y me empece a preocupar, seguiamos juntos casi todos los dias pero ya se la vivia en el celular, yo nunca dije nada.
Yo sospechaba de un chico que le comentaba mucho, se acerca mayo, el cumple años en mayo y mi plan era que le llegaran paquetes sin saber de quien con detalles, flores, pasteles cosas que el me habia contado que queria y yo le queria dar, y pues adivinen que, alguien secreto le mandaba lo mismo, y me puse muy celoso por que yo creia que era eduardo.
ya habia psado un año de lo de alfredo, se acercaba el siguiente festival y yo iba a ir y el miedo de hugo era que yo me fuera a drogar y besar con desconocidos, creanme ese dia fui la persona mas sana de mi vida, no hice nada mas que disfrutar el concierto, regreso para verlo y ya el decia que no podia a ciertas horas y cosas asi, pero yo lo sigo queriendo mucho y le creo
me comentan que lo vieron en una app de ligue y le dije y dijo que no me preocupara que si era el y me conto el todo la historia y le crei.
se acerca su cumpleaños y nos la pasamos muy bien, demasiado bien para ser sinceros.
Cabe aclarar que para este entonces yo ya me llevaba muy bien con sus amigos y su hermana.
Llegamos a junio, bendito mes. Hugo quiere hablar conmigo que por que lalo le a estado haciendo la vida imposible y ya no sabe que hacer, y que un chico que le hablaba mal enteindo todo y creia que le gustaba y se juntaron para dañarlo y le creo todo y lo apoyo y dice “hay que comezar todo de nuevo te demostrare la mejor version de mi” y yo empiezo a llorar por que lo quiero mucho
aqui empiezo a tomar otra vez las pastillas para la depresion, cosa que no queria por que no queria aceptar que me estaba sintiendo mal,
Lalo le vuelve hacer la vida imposible a Hugo y yo no sabia como ayudarlo y le digo “ve a hablar con el y dile que ya” fue un 4 de Junio lo lleve a su casa, bueno cerca, me dijo que no queria que yo supiera donde vive eduardo y le confie eso, y si hablaron de 10 pm a 3 am (dense cuenta que yo me levanto a las 6 am para ir a tabajar) por que me qeude esperando por que apago su celular y no me queria ir y dejarlo ahi, se imaignan como debi estado
3 notes · View notes