Crisis Existencial
En psicología, una crisis existencial es un conflicto interno caracterizado por la impresión de que la vida carece de sentido y en el que los esquemas mentales construidos ya no sirven para afrontar la situación actual.
La crisis existencial se da porque la vida, o la forma de percibirla o entenderla, cambia. De repente, las ideas pasadas y las expectativas del futuro caen. Aparecen nuevas preocupaciones y preguntas que nunca habían sido planteadas y para las que no se tiene respuesta aún.
La persona se siente perdida, desorientada, no tiene claras sus metas y se replantea sus creencias y sus valores, con un malestar psicológico importante.
Es un punto de inflexión en nuestra historia vital, que conduce a sentir la necesidad de encontrar una identidad y un sentido o propósito a nuestra vida, lo que conlleva diferentes síntomas psicológicos y emocionales y que puede llegar a ser muy estresante.
Las crisis existenciales suceden cuando pensamos que no somos capaces de afrontar los acontecimientos de la vida, con los recursos que hasta ahora nos funcionaban. En ese momento nuestro dialogo interno se llena de expresiones como
«¿Cuál es mi propósito en la vida? No le encuentro sentido.»
«¿Qué sentido tiene todo esto?»
«¿Quién soy yo?»
¿Cómo es que nada me llena como antes?
¿Qué será de mi mañana?
Si fuera el caso, probablemente estemos atravesando una crisis existencial, que puede cambiar radicalmente la dirección de nuestra vida haciendo que nos planteemos objetivos nuevos o, en cambio, puede llevarnos a una espiral negativa hacia la depresión.
Una crisis existencial conlleva sentimientos de malestar sobre el significado, la elección y la libertad en la vida.
El problema radica en no encontrar respuestas satisfactorias, lo que puede desencadenar frustración y pérdida de alegría interior.
Nos sentimos inseguros sobre cómo responder o qué camino tomar, e incluso puede afectar nuestras vidas de manera negativa si estos sentimientos persisten o empeoran.
Tipos de crisis existencial
Crisis de falta de sentido cuando creemos que no hemos cumplido nuestras metas o no hemos conseguido algo significativo. Esto puede llevar a cuestionar la propia existencia y el propósito personal.
Crisis de identidad, que afectan la imagen que tenemos de nosotros mismos. Nos preguntamos si somos lo que realmente queremos ser.
Crisis de libertad y la responsabilidad, que surge ante la responsabilidad que causa la libre decisión. Algunas personas sienten que no son capaces de aceptar las consecuencias de sus decisiones y se abruman cuando dejan de depender de otras personas.
Crisis que responden a preguntas como
¿Me conformo con la vida que tengo?
¿Me quedo trabajando en un trabajo que no me gusta?
¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Crisis sobre la mortalidad. Conforme cumplimos años, muchas personas comienzan a hacerse preguntas sobre el final de la vida y lo desconocido. Ello puede generar ansiedad y sentimientos vacío y confusión.
Crisis sobre la soledad. Las separaciones y el aislamiento que podemos ir sufriendo a lo largo de la vida pueden llegar a generar una sensación de soledad que puede generar una crisis porque no le vemos sentido a la realidad.
La crisis existencial implica un cambio en nosotros, de manera que nos llegamos a sentir como si fuéramos otra persona o cambian aspectos importantes en nuestra visión de la vida.
Durante esta crisis nos cuestionamos aspectos que hasta ese momento habíamos dado por sentados o que simplemente no nos preocupaban, habitualmente sobre la propia existencia.
Por otra parte, las preguntas que nos planteamos durante una crisis existencial implican un elevado compromiso personal. La respuesta que estamos buscando va dirigida a reencauzar el sentido de nuestra vida.
Los síntomas de la crisis existencial
Estamos atravesando una crisis existencial cuando:
Cambiamos nuestras costumbres para probar cosas diferentes, pero no nos satisfacen
Creemos que debemos cambiar nuestra vida, pero no sabemos cómo
Las actividades que antes nos motivaban han perdido su valor pues ya no les encontramos sentido
No encontramos sentido en nada.
No tenemos ganas de nada: ni de ir a comprar, ni de ir al gimnasio, ni de hacer nada de lo que antes te motivaba.
Nos cuesta levantarnos para ir al trabajo. No hay nada que nos motive.
Nos cuestionamos a menudo si tuviéramos que seguir teniendo la pareja que tenemos.
Nos cuestionas las decisiones más importantes que hemos tomado a lo largo de tu vida, como la elección de la profesión o de la pareja
Nos sentimos constantemente con tedio
Nos sentimos mu agotados emocionalmente
Pensamos que nos faltan muchas experiencias por vivir
Tenemos miedo al futuro pues no logramos verlo claramente
Tenemos una sensación de extrañeza con nosotros mismos, como si fuésemos otra persona
Tenemos una sensación de insatisfacción generalizada, aunque las cosas marchen bien
Todo nos da pereza: salir con amistades, una boda próxima que teóricamente nos tendría que hacer ilusión.
Las causas de la crisis existencial
La crisis existencial está profundamente vinculada al proceso de crecimiento y maduración por lo que puede ocurrir en cualquier momento de la vida.
Algunas causas pueden incluir:
Cambios de trabajo o carrera
Conciencia de los propios límites
Diagnóstico de una enfermedad grave o potencialmente mortal
Emociones reprimidas
Fallecimiento de un ser querido, y afrontar la propia muerte
Insatisfacción con uno mismo
Sentimiento de soledad y aislamiento en el mundo
Sentir culpa por algo
Sentirse perdido y fuera de control. No hallar un propósito para la vida
Sentirse socialmente insatisfecho
Tener hijos, el matrimonio o el divorcio
En algunos casos es posible encontrar un factor desencadenante, sin embargo, otras veces no es posible.
Las consecuencias de una crisis existencial
Cada persona es un mundo y no todas experimentamos la crisis existencial de la misma manera. Hay quienes viven la crisis de una manera puntual y en un periodo de tiempo muy limitado mientras que otras atraviesan un periodo mucho más largo, intenso y desestabilizador.
De hecho, hay quienes nunca atraviesan por una.
En algunos casos la crisis existencial no se resuelve satisfactoriamente y la persona cae en la “triada cognitiva”, desarrollando una perspectiva negativa de nosotros mismos, del mundo y del futuro, lo que puede generarnos problemas psicológicos, como:
Depresión
Desesperanza
Ideas suicidas
Sentimientos de indefensión
El tratamiento de la crisis existencial
Es conveniente estar activos para “Que la inspiración nos sorprenda trabajando. A veces es difícil, pero no nos interesa quedarnos parados: salimos a pasear, vamos a nadar, escuchamos música…”.
Esta actividad ayuda a abrir la mente y a propiciar la inspiración para encontrar una salida en la crisis.
Estas técnicas pueden ser de ayuda para ello:
¿En qué destacamos? ¿Qué es aquello que se nos da bien?
¿Qué cosas hacemos que no sean por obligación?
¿Qué cosas nos satisfacen?
¿Qué podemos aportar a los demás?
Busquemos apoyo emocional, compartiendo nuestros sentimientos y pensamientos con personas de confianza, como amistades, familiares, etc.
Busquemos nuestro propósito examinando nuestros valores y creencias: ¿qué es lo más importante para nosotros en la vida y qué creencias nos guían?, para encontrar un sentido más profundo y tomar decisiones alineadas con ellos.
Establezcamos metas y busquemos nuevas experiencias, con realismo, que nos ayuden a encontrar un propósito.
Si existiera la magia ¿cómo sería nuestra vida?
No podemos dar respuesta a todas nuestras dudas y cuestiones y esto es algo que conviene aceptar. Sin embargo, es necesario reflexionar y apercibirnos de cuáles son los puntos más importantes de nuestra crisis: qué es aquello que más nos incomoda de nuestras vidas y cuál es el camino para cambiarlo.
Las respuestas a las cuestiones que frecuentemente plantea una crisis existencial implican un camino de descubrimiento personal, o sea que un psicólogo profesional podrá guiarnos en el camino para que las descubramos por nosotros mismos, atravesando valores y creencias, y nos ayudará a tener una visión con evidencias de la situación que estás viviendo y para que lograr encontrar un nuevo sentido a nuestra vida.
Según el doctor Irvin D. Yalom, se trata de orientar a la persona tomar decisiones significativas y hacia esos cambios que, estén en sintonía con sus valores y propósitos personales, en cuatro áreas básicas
abordar el miedo a la muerte
recuperar la libertad
un nuevo sentido vital
vencer el aislamiento
Trabajando lo siguiente:
Afrontar la incertidumbre y los sentimientos de angustia.
Beneficiar la conexión social para evitar la soledad.
Confrontar los pensamientos pesimistas y limitantes.
Permitirnos trazar nuevos significados vitales.
Promover la construcción de una vida más creativa, libre y con propósitos.
Las siguientes son algunas formas en las que la terapia psicológica online puede ayudarnos en una crisis existencial:
Exploración y reflexión de nuestras preguntas y preocupaciones existenciales, para indagar sobre nuestro sentido de identidad, valores y metas en la vida.
Autoconocimiento y comprensión de nuestros propios pensamientos, emociones y patrones de conducta, para comprender mejor nuestras inquietudes existenciales y descubrir nuevos significados y direcciones en la vida. Es conveniente mirarnos al espejo y apercibirnos de quién somos y qué queremos, ya que pasamos parte de nuestra vida siendo como otros esperan y dejándonos llevar por inercia.
¿Cómo nos gustaría ser dentro de cinco años?
¿Cuáles son nuestras fortalezas?
¿Cuáles son nuestras pasiones, sueños y deseos a corto y largo plazo?
¿La persona que somos ahora es quien deseamos ser de verdad?
¿Qué cambios deberíamos hacer para acercarnos a nuestro «auténtico yo»?
Reevaluación de creencias y valores desafiando las creencias limitantes o poco saludables, y a trabajar en la construcción de una base de valores más sólida y coherente.
Búsqueda de significado y propósito guiándonos en la búsqueda de actividades, relaciones y metas que nos proporciones un mayor sentido de satisfacción y significado personal. ¿Qué es lo que nos hace sentir bien y realizados como personas en este momento?
Estrategias de afrontamiento, porque la crisis existencial puede generar ansiedad, depresión u otros problemas emocionales, para los que el psicólogo puede enseñar estrategias de afrontamiento efectivas para manejar el malestar emocional y fomentar la resiliencia.
post de Cristian Cherbit psicólogo online https://christiancherbit.com/
20 notes
·
View notes
Outer Wilds - How I Became Entangled to One of the Best Games Ever
GIF from: Tenor
“There is no way to tell you what Outer Wilds is without spoiling it entirely. You have to experience it yourself. Besides, it only takes 22 minutes.” – A Redditor
Outer Wilds is a 2019 video game developed by Mobius Digital and published by Annapurna Interactive. It is a puzzle space exploration game that makes use of knowledge and experience as your key to progressing through the game.
I personally enjoy and love Outer Wilds for its amazing concept and world building. For a space exploration game, there is truly no other game as similar as Outer Wilds. Although the game may seem or look repetitive, all I can say is throughout that repetitiveness, comes a new opening of adventure, wisdom, and a story slowly unfolding ahead of you as you take one step with each run you make. It’s a progress that doesn’t make use of advancements, leveling up, or anything cliche from other progressive puzzle games, but instead seeks and asks you what you have learned and how you can use that knowledge in unlocking the next world.
Actually, I can’t even state that there’s a “next step” in Outer Wilds, given how it’s truly an open world game, where there are no restrictions or guidelines that you’re forced to follow throughout your playthrough - Outer Wilds uses curiosity and the freedom of the player to interact with its playground.
Accompanied with outstanding existentialism soundtracks, and interactable NPCs that you’d get to greet throughout the solar system, you the player becomes attached with its simple but wholesome storyline with the game.
GIF from: Tenor
I simply cannot say anything else about Outer Wild’s contents and nature of the game. As someone who has played Outer Wilds without any idea what the game has in store for me, it’s that sense that makes the game a wonderful, memorable, and “oh-I-wish-to-play-this-game-again-for-the-first-time” experience. For you to play Outer Wilds you must be attentive and thoughtful of your decisions, constantly asking what is the next thing you should do as the only hint you’ll ever have is yourself and the time you get to play the game.
Whatever happens next when you play Outer Wilds, I guarantee that it is something to not be feared. Embrace the unknown and let curiosity be your guide. Safe travels astronaut!
Interested in trying out the game? Why not check out the store!
🎮—————🥗
Post by Lou Anthony V. Laburada
6 notes
·
View notes
Eclipsing Eternity: Humanity's Dance Through the Sands of Time
In the vast theatre of existence, the earliest embers of human consciousness flickered long before we learned to harness the elemental dance of fire. Millennia would pass before we dared to tame the primal flames that illuminated our nights, igniting the torch of innovation. It beckons a profound introspection; a mere breath within the symphony of time, yet we have etched our epics upon its cosmic canvas.
Behold, the cascade of centuries, a palimpsest of progression upon which our narrative unfolds. We stand poised at the crossroads of possibility, a brief chapter penned amidst the cosmic sonnets, a mere whisper in the resounding expanse. Within this evanescent tenure, we have crafted civilizations, spanning terrains and trading wisdom across generations.
Yet, like Prometheus, whose coveted flame illuminated both creation and destruction, we bear the weight of our potential. A duality courses through the currents of our journey, promising both cataclysm and crescendo. The tempestuous sea of advancement reveals distant shores, where the echoes of existence may one day dissipate into oblivion.
Venture forth into the labyrinthine corridors of thought, where the enigma of 'simulations' dances on the precipice of cognition. Could we be merely threads in a tapestry woven by celestial fingers, entwined with the very fabric of our aspirations? The epochs whisper tales of civilizations that danced before us, leaving naught but spectral footprints on the sands of time.
Picture, if you dare, a carousel of possibilities where epochs rise and crumble, each scripted anew upon the eternal parchment. This intricately woven tapestry we call existence, a symposium of choices etching pathways through infinity. What if, in the tessellations of fate, we stumbled upon the elusive equilibrium—a harmony between endeavor and preservation?
Ah, the evocative cadence of ambition that fuels our noblest pursuits! Let us dare to envision the continuum as an ethereal relay race, where batons of knowledge are passed through the corridors of epochs, each stride extending our race against the implacable adversary—time. Could we, the torchbearers of an indomitable spirit, weave threads of longevity, transcending mere moments to author an opus spanning eons?
Upon the precipice of our existence, let us pledge to be architects of epochs, each endeavor a cornerstone, solidifying the foundation of humanity's grand narrative. The mortal coil may find its denouement, yet the legacy we sculpt upon the annals of time may cast ripples into the tapestry of 'simulations,' igniting a legacy that reverberates in harmonious perpetuity.
As we stand at the confluence of eras, imagine the exhilarating prospect of gazing upon a crimson sunset, knowing that the torchbearer's journey shall continue. With ardor aflame, we inscribe our verses upon the sands of time, orchestrating an eternal concerto, a testament to our valor against the encroaching darkness.
The cycle perpetuates, from nebulous beginnings to celestial crescendos, and as the veil of infinity unfurls, we find ourselves united in a singular endeavor—to etch our resplendent mark upon the boundless tapestry of existence.
0 notes