#retornados

[arcana-books]

“—Las mascotas nos enseñan la compasión y el amor incondicional. Los libros nos adentran en universos ficticios, en otras mentes… Pero es necesario tenerlos, recorrer las páginas, tocar el papel, olerlos… Nos hacen humanos.”

Libro: Retornados

De: Julio Rojas

[cinemaslife]

#61 Retornados (2013)

Alex (Kris Holden-Ried) y Kate (Emily Hampshire) son una pareja muy maja que se quieren mucho, solo hay una pega: Alex es un retornado, pero, ¿Qué es ser un retornado? Eres un retornado cuando te muerde un zombi, pero te inyectan suero sacado de zombis muertos. Por lo que el gobierno te da mensualmente unos viales para que te los inyectes todos los días y así te quedes normal y no te vuelvas zombi, y eso hace el bueno de Alex.

Todo va bien hasta que va mal, y es que hay una revolución por gente en contra de los retornados que quieren que los ingresen en campos de exterminio o los asesinen, así como pequeñas bandas que van puteando a los retornados. Al estar más controlado el tema de los zombis, hay menos zombis muertos y esto hace que las dosis se vayan terminando, mientras el gobierno consigue dosis que sean sintéticas.

Kate, como médica especialista en un hospital, puede conseguir algunas dosis del mercado negro, pero se lo toma con calma mientras intenta que Alex no pierda la esperanza. Pero la cosa se complica (más) cuando unos encapuchados armados entran en la parte del hospital donde se encuentran, los retornados recién convertidos recuperándose y los matan a todos.

La sociedad empieza a desquiciarse y Alex decide que es el momento de decirle a su amigo Jacob (Shawn Doyle) cuál es su circunstancia, ya que son amigos desde hace 25 años y siempre se han apoyado. En la cena de 4 Kate y Alex le cuentan a Jacob y a su mujer Eve (Melina Matthews) su circunstancia y se sienten sorprendidos pero les respaldan.

La cosa en la ciudad se va de las manos, con escaladas de violencia, ya que esos enmascarados robaron los archivos con los datos de los retornados con sus direcciones y se plantan en casa de Kate y Alex e intentan asesinarlo, no consiguiéndolo por poco.

La chica que le consigue el suero a Kate le avisa que la cosa se está complicando del todo y que van a dejar de dispensarlas, por lo que ambos temiéndose lo peor deciden escapar, sobre todo, al ser conscientes de que los militares se están llevando a los retornados a campos de concentración para experimentar con ellos y dejar que mueran.

Justo cuando van a huir, Eve y Jacob van a buscarles y les proponen irse con ellos a una casa que tienen en el campo, alejada de la ciudad y que allí podrán hacer vida normal. Mientras Jacob no para de alabar la entereza de Kate, ella se nota perdida sin saber muy bien como actuar.

El contacto de Kate le va a proporcionar 60 dosis, pero tiene que ir cuanto antes porque el gobierno va tras de ella, eso si le costará el cuádruple de lo normal, Kate acepta sin temblarle el pulso. Pero cuando va a buscar las dosis se encuentra a la chica muerta por asfixia y las dosis desaparecidas, eso si debajo de sus manos hay una uña de gel que reconoce en seguida, llama a Alex y le pide por favor que revise las dosis que tiene guardadas en la cabañal, Alex se queda blanco porque todas las dosis han desaparecido. Kate no tiene duda alguna: Jacob y Eve les han robado y han salido huyendo de la cabaña.

Alex no puede creer la situación, le han dejado solo con una dosis para un día, con una nota que pone "lo siento". Jacob le llama y de una forma muy desagradable le dice que le traiciona porque Eve también está infectada y que la vida de ella vale mucho más que la de él.

Kate desesperada va a su hospital y habla con su jefe rogándole que le dé una solución, es consciente de que no hay viales en todo el país, pero necesita su ayuda. Ha visto en la puerta las manifestaciones de los retornados y sus familias quejándose por no tener suero suficiente y él, haciendo un esfuerzo, le ofrece un maletín con 50 dosis que les salvaran a ambos mientras el gobierno termina de desarrollar los viales sintéticos.

Un padre de uno de los antiguos pacientes de Kate la ve llegar en el coche y se imagina a que va, por lo que decide seguirla hasta el parking y robarle el maletín con las dosis para su hijo, llegando a golpear a Kate para conseguirlo, ella lo persigue con el coche por el parking y le atropella sin querer, destruyendo, de paso, todos los viales que había dentro del maletín. Desesperada se lo cuenta a Alex, y los dos se rompen.

Alex va a una ferretería y compra todo lo necesario para atarse con cadenas a la pared y no ser un peligro para ella, cosa que hace antes de que ella llegue. Junto repasan su relación, los sueños que tenían de comprar una casa en el campo, formar una familia, envejecer juntos... todo ha sido roto por una tontería. Kate ve a Alex empeorar hasta estar a punto de convertirse y le pide por favor que le dispare, no quiere ese final para su relación, y ella, con todo el dolor de su corazón, lo hace.

El jefe de Kate va a buscarla y la encuentra llegando a su coche totalmente destrozada, le pregunta si no sabe las buenas noticias y ella no tiene ni idea, el jefe le da la buena noticia: el gobierno ha conseguido unos viales de suero sintético que funciona y salvará a todos los retornados. Kate se rompe, hace menos de 24 horas que Alex ha muerto.

Con un salto temporal vemos a Kate haciendo mudanza para la casa que siempre soñó tener con Alex, alejada de la ciudad, recogida, romántica... le entregan el recibo y vemos que está embarazada, entra en casa y tiene una pared con mapas y fotografías de Jacob y Eve, por lo que planea vengarse y acabar con sus vidas.

"Te hierve la sangre por las injusticias que pasan cuando les roban las dos veces los viales, pero entiendes que en situaciones extremas la gente no conoce a nadie, da igual la circunstancia. El ser humano es deplorable cuando se enfrenta a estas situaciones, ya lo vivimos en Pandemia, con gente llevándose paquetes de papel higiénico por encima de sus posibilidades, sin que les temblara el pulso... si nos encontráramos en la circunstancia del film no saldríamos mejores."

[grupo-enmascarada-carnaval]

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[letrasdeleite]

Na varanda, ao fim da manhã, repetia o gesto diário de regar os vasos. Cuidava o melhor que sabia ou podia das plantas que teimavam morrer, mas que substituía com a mesma rapidez. Eternizava assim aquele momento. Um gesto repetido, um gesto planeado, um gesto que re-vivia agora enquanto personagem principal, quando antes era apenas um figurante que tudo via através da janela. Os vasos feitos de uma argila trabalhada abrigavam as sucessivas flores que lhes eram depositadas à sua guarda. O regador de metal que em tempos brilhava aos raios matinais, encontrava-se agora gasto, sujo, baço. Perdido na lembrança ensopava a terra cuidadosamente adubada, abrigo último da esperança, molhando os dedos dos pés que descalços o alertavam do erro obrigando-o a encher mais uma vez o regador que tilintava em protesto. Atrás dele, seguia a memória, que exasperada ralhava nas suas costas - "Estou farta! Outra vez a regar?! Assim morrem-me as flores todas. Casmurro do homem." - impossibilitado de a ouvir, abria a torneira. Na dependência do gesto, na dependência da lembrança, criava a sua própria própria bolsa de ar que tragava com o desespero de um afogado. A aflição de se encontrar em frente ao espelho e ver o Capanga que foi, que era, que apenas ela soube domar e cuidar com amor terno, vivia no seu peito, na boca do estômago como uma leve pressão sempre presente. Precisava de a manter a ela e às malditas flores que teimavam morrer. Fechou a torneira. - "Porra homem! Não soubesse eu o amor que me tens e atormentava-te as noites como atormentas as pobres flores.". #jorge #capanga #republica #retornado (em Baloiço da Serradela - Vieira do Minho) https://www.instagram.com/p/CjX0tIzDt88/?igshid=NGJjMDIxMWI=

[cherryblogss]

BE A FREAK LIKE ME TOO

+18!!! avisinhos: daddy kink, reader!virgem, diferença de idade, size kink, innocence kink, sexo bruto, sexo desprotegido(🖕), sexo oral, reader meio silly girlie, masturbação, reader menor que ele, corruption kink rolando solta, um pouco de breeding kink, degradação, relacionamento proibido, longo pra cacete, muitas palavras repetidas, minha falta de coerência e coesão.

notinhas: atendendo a esse pedido aki🫶 peço perdão se tiver algum erro, eu sou meio cega até de óculos, geralmente só vou perceber depois de um bom tempo 😔 espero que gostem!!! (reader de cabelo cacheado bc i can🫶)

Enzo era como um sonho molhado e proibido para você. Lembra quando aos 15 anos, seu pai te apresentou ao novo sócio da empresa e ex-colega de faculdade. Enzo era uns 2 anos mais novo que ele e já se destacava no mundo dos negócios, sempre dedicado e trabalhador. Logo virou um grande amigo da família, presente em várias comemorações e sempre te dava parabéns e trazia presentes nos seus aniversários, além de ser extremamente compreensível com seu jeito tímido. Com o tempo você desenvolveu uma quedinha pelo uruguaio e morria de inveja de todas as mulheres mais velhas e lindas que sempre estavam com ele.

Quando você fez 18, ele casou com uma modelo e mudou de país atrás dela, indo trabalhar em outra filial da empresa, e segundo as conversas dos seus pais, era um relacionamento conturbado que terminou com uma traição por parte dela. Recentemente com o início do processo de divórcio, ele retornou à cidade pra voltar a trabalhar com seu pai na sede da empresa, calmamente voltando a fazer parte do seu mundo.

Para comemorar o retorno oficial do uruguaio aos negócios, seus pais marcaram um jantar no restaurante mais chique da cidade com todas as pessoas mais importantes da firma.

Por isso, ao saber que Enzo iria, pegou sua roupa mais sexy. Era um vestido preto que marcava seus seios e cintura, sendo um pouco mais solto na região dos quadris e com as costas quase totalmente nuas. Poderia estar sendo tola, mas se ele olhasse por apenas um segundo para você, seu dia já estava feito.

Você ainda não tinha se encontrado com ele, por mais que Enzo tivesse retornado há duas semanas, ocupada com a universidade e ele ocupado se ajustando. Quando viu ele pela primeira vez em muito tempo, sentiu que seu coração ia sair pela boca. Ele estava com os cabelos mais longos, algumas ruguinhas charmosas na testa e definitivamente mais musculosos, com certeza descontando toda a frustração do término na academia.

Tão boquiaberta, nem precebeu que ele parou na sua frente com um sorriso largo.

"¿Eres tu?" Perguntou junto ao seu nome te puxando para os braços dele.

"Te ves hermosa, muñequita." Diz sussurrando no seu ouvido ao abraçar você do jeito que lembrava, bem apertado e afagando suas costas. Você dá um pulinho quando sente ele apertando a carne da sua cintura.

Ao se separarem, você encara ele que te dá um piscadela com um sorriso de lado.

Enzo não podia acreditar nos próprios olhos quando te viu. Tão linda, com aqueles cabelos mais soltos agora, lembra como achava adorável que você sempre estava com ele amarrado, mas nunca solto. E agora que os fios estão livres ao vento e cascateando pelas suas costas, te dava um ar de confiança intoxicante.

O seu sorriso mais leve, seu corpo deslumbrante, seu lábios com um batom rosinha e o jeito que sua pele parecia brilhar na luz do restaurante, o coração dele acelera ao admirar você, mas também, surgiram outras sensações que eram meio difíceis de esconder.

Sentiu seu rosto esquentar quando viu que sentaria no lado dele, o coração palpitando de estar tão perto e escutar a voz dele a todo momento. Você ouvia tudo que ele dizia, sentindo que seus olhos brilhavam com tudo que Enzo havia feito pela empresa em outra país e sobre as viagens incríveis que fez, pausando de vez em quando para te mostrar fotografias que o mesmo tirou.

Por outro lado, ele escutava atentamente você falando de projetos e estágios, surpreendido que aquela garotinha tímida e acanhada não existia mais. Certo ponto da noite, a conversa começou a ser só vocês dois compartilhando tudo que aconteceu no tempo que ele se foi.

"E o seu namorado? Não pôde vir?" Enzo jogou a pergunta como quem não quer nada, fingindo admirar os arredores.

"Não, não tenho namorado." Seu rosto ficando corado com a insinuação dele. "Nunca namorei."

"Incrível do jeito que você é, cariño, é uma surpresa ser solteira." diz bebericando o vinho e logo em seguida te dando uma piscada. "E linda também"

Conforme tomava mais taças de vinho, sua mente criava fantasias proibidas. Imaginava ele te levando para um banheiro e te fodendo enquanto te enforca, como seria chupar ele ou ele te chupando. Ousada, durante uma fala sua levou uma mão a coxa grossa dele, apertando um pouquinho. Enzo te olhou desconfiado, mas deixou você ficar com a mão ali. Vocês começaram a ficar mais próximos fisicamente, virou seu corpo inteiro para encarar ele ao conversarem, seu pé acariciava o tornozelo coberto pela calça e ele descansava a mão nas costas da sua cadeira.

Impaciente, você pega uma das mãos grandes e coloca na parte alta da sua coxa, fazendo os dedos grossos descansarem perto de onde você mais desejava tê-los.

"Filha, você pode ir com Enzo depois, tá? Sua mãe já quer ir pra casa." Você pula em um susto ao escutar a voz do seu pai, seu rosto esquentando pelo jeito sem vergonha que tocava o amigo dele. Enzo leva a taça aos lábios para acobertar o riso baixinho, vendo sua expressão assustada ao escutar a voz do seu pai em um momento tão comprometedor.

"Mas o hotel do Enzo fica muito longe." Disse tentando acalmar seus nervos.

"Ah esqueci de te avisar, querida. A partir de hoje ele vai ficar lá em casa, semana que vem ele se muda para uma casa no nosso condomínio."

"Eu já tô meio cansado na verdade, podíamos ir todos juntos logo." Enzo diz ao se levantar e sua expressão cai com o momento mágico sumindo.

No trajeto para casa, sentia seus olhos ardendo de frustração, emburrada por chegar tão perto de conseguir algo que queria e ele provavelmente nunca mais chegaria perto de você. Ao chegarem em casa, subiu direto para o seu quarto, decidida a dormir logo para que pelo menos sonhasse com ele.

Tomou um banho e colocou uma camisola rosa para dormir, fazendo sua rotina noturna totalmente desatenta, perdida em devaneios, pensando nos olhos castanhos e nas mãos grandes que com certeza fariam estragos na sua vida se um dia tocassem sua intimidade. Sabia que Enzo era capaz de te arruinar para qualquer homem.

Quando estava passando um hidratante labial de cereja¹, se assustou com barulhos suaves na sua porta. Parou o que fazia, atenta se o som ia se repetir e escutou novamente batidas um pouco mais altas na sua porta. Nervosa, sentiu seu coração palpitar. Sabia que quando seus pais voltavam de festas simplesmente desmaiavam de sono, então só poderia ser uma pessoa.

Ao abrir a porta, sente borboletas teimosas circularem pelo seu estômago. A imagem dele com os cabelos bagunçados como se não conseguisse dormir, a camisa social branca com alguns botões desfeitos e os olhos sérios quase te devorando.

"Posso entrar, chiquita? Só quero terminar nossa conversa." Diz baixinho se inclinando na sua direção.

Você abre espaço para ele passar, em seguida, fecha a porta sem acreditar no que estava acontecendo. Enzo vai diretamente sentar em sua cama observando cada coisinha do seu quarto. Era extremamente fofo com algumas pelúcias, uma estante cheia de livros, uma penteadeira com maquiagens e as paredes preenchidas com papel de parede de lavandas. Não teve muito tempo para apreciar mais quando você aparece na frente dele com aquela roupinha de dormir que deixava pouco para a imaginação.

Envergonhada com o fato dele estar vendo um lado não tão maduro seu, chega mais perto dele, parando no espaço entre as pernas abertas, tentando ir direto ao assunto.

"Sobre o que você quer conversar?" Perguntou em uma voz tímida desviando os olhos dele.

"Acho que você tem que chegar mais perto, princesa. Quero falar no seu ouvido." Disse puxando as pontas da sua camisola te aproximando dele.

"Eu vou te beijar agora, ok?" Ao te ver arregalar os olhos desacreditada e assentir, ele cerra os olhos se inclinando na sua direção.

Você fecha os olhos ao sentir o hálito quente dele bater no seu rosto, esperando ansiosa para ele te beijar. Quando seus lábios se encontram em um selinho singelo, só encostando as bocas, provando o sabor um do outro. Sentindo o gostinho doce do gloss em seus lábios, Enzo passa a língua suavemente sobre sua boca com a intenção de aprofundar o beijo. Quando se afastaram seus olhares se encontravam nublados de luxúria, então agindo por impulso, sobe no colo dele e inclina sua cabeça em direção ao maxilar dele. Você distribui beijos pelo pescoço grosso, dando chupadinhas leves quando chega na clavícula marcada, além dos seus lábios acariciando-o, suas mãos afagam os cabelos sedosos e passeiam pelos braços torneados.

Enzo fecha os olhos e suspira contente. Pela primeira vez em muito tempo sentia o carinho genuíno de uma mulher, além disso, você parecia adorar tanto ele. Tão lindinha e com tanta vontade de agradá-lo, fazia o mais velho querer te dar o mundo e o que mais você pedisse.

Os lábios se reencontram em um selar desesperado. Sua garganta emite sonzinhos satisfeitos e ele inclina a cabeça tentando sentir o máximo do seu gosto, te beijando como se você fosse a coisa mais preciosa do mundo. Segurando seu pescoço, ele mantém sua cabeça no lugar, enquanto ele enfia devagar a língua na sua boca, testando como seria sua resposta.

Soltando um arfar afetado, você imita o modo como ele acaricia sua língua, vocês dois gemiam na boca um do outro tocando cada parte que as mãos alcançam. Com apenas um beijo, você já sentia sua calcinha grudando na sua intimidade molhada, começando a se esfregar levemente na coxa musculosa. Invertendo as posições, Enzo deita em cima de você, te cobrindo com o corpo musculoso e encurtou a distância entre seus lábios de novo. O beijo agora mais desesperado e com mais saliva, conforme as línguas de vocês se acariciavam soltando pequenos estalos. Era eletrizante sentir o calor do corpo másculo por cima do seu, sentia lubrificação escorrendo da sua bucetinha e a algo rígido pressionado contra sua coxa. E ainda por baixo da roupa parecia grande.

"Quero mais, papi." Diz remexendo os quadris se esfregando um pouco no pau duro.

"Vem aqui, princesa." Comanda te chamando com as mãos ao se recostar na cabeceira branca da sua cama. Quando você, timidamente, se aproxima parando de joelhos ao lado dele sem saber o que fazer, Enzo pega suas mãos te indicando que devia desabotoar a camisa dele, enquanto você se distraia com os botões, ele leva uma mão a sua intimidade, te acariciando por cima da calcinha. O mais velho geme ao sentir a umidade nos dedos, pressionando mais ainda o lugarzinho que ele sabe estar implorando por atenção. Ao ver seu rosto se contorcer em prazer, ele afasta sua roupa íntima e esfrega dois dedos nos seus lábios molhados. Gemidinhos saiam da sua boca quando ele fez círculos e te masturbava melhor do que você mesma conseguia fazer.

Notando que você estava fazendo barulho demais, Enzo retirou os dedos da sua intimidade que solta um choramigo sofrido. Pegou suas mãos minúsculas em comparação as gigantes dele, observando suas unhas curtinhas pintadas de vermelho com adesivinhos, serem engolidas pelos dedos longos. Deixando leves selinhos nos seus dedos, depois encaminhou uma de suas mãos pra ereção marcada na calça, fazendo você massagear desajeitada o comprimento por cima do tecido.

"Nunca fiz isso." Falou meio tristonha desviando o olhar dele, pensando que provavelmente ele não iria querer mais nada.

"¿Eres una perrita, no?" Perguntou, soltando um tapa leve na sua cara e depois agarrando seu pescoço. "Só sabe latir." Era divertido ver sua expressão insegura depois de tudo que aprontou no jantar.

Seu rosto arde pelo tapa e por ter gostado do modo bruto que ele falou com você. Seu clitóris não para de pulsar implorando por atenção, então apertou as pernas tentando alivar um pouco seu desespero.

"Oh, princesa, mas você quer fazer, né?" Pergunta, inclinando a cabeça com os olhos piedosos, levando uma mão para o seu rosto e segurando sua nuca, te fazendo olhar para ele. Quando você assente ansiosa, Enzo se aproxima para dar um selinho nos seus lábios.

"Eu te ensino, ok?" Você assente rapidamente e ele te imita, rindo do seu entusiasmo. "Que tal a gente começar por você, hm? Deixa eu provar essa bucetinha virgem, bebita"

Solta um miadinho com as palavras baixas, se deitando ao lado dele e abrindo as pernas em um convite. Enfeitiçado por você, Enzo te segue, subindo por cima de ti e dando beijinhos ao redor do seu rosto. Levanta sua camisola fininha até ficar acima dos seus seios, admirando as duas beldades. Abaixa a cabeça, primeiramente lambendo os dois pontinhos eretos, pressiona os dois juntos, chupando a carne vigorosamente, deixando múltiplas marcas vermelhas e roxas na região. Vai descendo mais pelo seu corpo, mordendo a sua barriga, se divertindo com o jeito que você reage a tudo com sonzinhos e respirações pesadas.

Remove sua calcinha e deixa beijinhos molhados ao redor da sua intimidade, enquanto sorria discretamente pela forma que ele nem tinha começado ainda e você já se desfazia em gemidos angustiados e suas pernas tremiam. Enzo lambe a sua fendinha, enfiando a língua nas suas dobrinhas massageando cada parte. Sabendo que não conseguiria ficar em silêncio, pegou um travesseiro e enfiou no seu rosto, logo o mais velho abriu sua buceta com dois dedos, enfiando o rosto inteiro e te devorando inteira, sugando seu pontinho para dentro da boca carnuda e passando a língua por ele. Não acostumada com tanto estímulo, você fecha as pernas ao redor da cabeça dele enquanto jorra mais líquidos no queixo do mais velho. Enzo se afasta, voltando a se recostar contra a cabeceira da sua cama, totalmente hipnotizado pela forma que você gozou na boca dele.

Manhosa e com o corpo molinho por causa do orgasmo, subiu em cima dele e enfiou o rosto no pescoço do moreno. Ele te abraça forte, acariciando sua cintura e afagando os cachos macios. Ao normalizar sua respiração, você retira a sua camisola amarrotada e começa a deixar beijos molhados no pescoço grosso, desce os carinhos pelo peitoral até chegar nos pelos escuros perto da virilha do mais velho. Acometida por uma onda de timidez, volta a olhar pro seu moreno favorito. A visão daquele homem na sua cama com lençóis rosa e parede lilás parecia algo proibido, adicionando um ar mais erótico ao ambiente.

"Tem certeza, bebita?" Diz acariciando a pele macia do seu rosto. "Podemos fazer só o que você quiser."

"Quero te chupar, papi." Fala com biquinho ao passo que seus dedos acariciam levemente a glande inchada.

O uruguaio retira a cueca e a ereção arroxeada e com a pontinha vermelha encosta no estômago dele, sua boca seca com a vontade de engolir ele inteiro, ele leva sua mão para apertar o membro levemente, te ensinando a pressão que deveria aplicar e como punhetar ele.

Segurando o membro pela base, Enzo guia seus lábios até a cabecinha inchada, pincelando-a na sua pele macia, sujando com o pouco de pré-gozo acumulado. Quando você fecha os olhos e começa a chupar a glande soltando suspiros manhosos, o mais velho começa a ficar ofegante com a visão do seu rostinho gentil fazendo algo tão vulgar. Você engolia centímetro por centímetro, compensando a falta de experiência com entusiasmo, sugando cada pedacinho ao mesmo tempo que passava a língua pelo comprimento quando se sentia entalada.

Enzo arfou quando percebeu o espelho bem na frente da cama, a imagem sórdida da sua cabeça enterrada na virilha dele, os cabelos cobrindo os seus movimentos ao chupar a pica dele e a sua bunda impinadinha, mostrando a bucetinha encharcada e o outro buraquinho que com certeza ele vai foder um dia. Jogando a cabeça para trás, o mais velho começa a impulsionar os próprios quadris contra a sua boquinha, soltando gemidos com o seu nome quando você engasga e consequentemente aperta mais a cabecinha sensível. Sentindo que gozaria cedo demais, Enzo puxa seus cabelos afastando sua boca do membro dele. Sorri ao ver sua carinha confusa e lábios inchados.

"Quero encher de porra essa bucetinha apertada." Diz te trazendo para o colo dele, sabendo que seria mais fácil meter em você nessa posição.

Enzo pede para você cuspir na mão dele e quando você faz com uma carinha confusa, ele sorri perverso espalhando sua saliva pelo pau dele, logo em seguida posiciona a cabecinha na sua entradinha, te ajudando a sentar devagar e quando você emite algum som de dor ele para, levando um dedo para estimular seu clitóris inchado. Enzo morde os lábios, assim que sua bucetinha engole todo o membro dele e suas mãoszinhas apertam os ombros largos. Seu canalzinho parecia querer expulsar ele de tão estreito que era, se contraindo involuntariamente.

Assistia seus peitinhos balançando conforme você começava a sentar mais rápido, a sua buceta apertava tanto ele que ficava difícil controlar os grunhidos roucos, segurando seus quadris te ajudando a quicar nele com mais precisão e ritmo. De vez em quando você alternava para só se esfregar no colo dele que te deixava fazer o que quisesse e no seu tempo, aproveitando a oportunidade de ter uma mulher tão nova e desesperada por ele.

Enzo percebendo que seus movimentos ficaram desleixados, pega seu rostinho quente e cola no peitoral dele, depois segura sua cintura e apoia os pés na sua cama, começa a meter por baixo com seu corpo grudado no torso dele. Sentia arrepios surgirem em sua pele, pela sensação gostosa de ter seus peitos esmagados contra ele. Seus choramingos e gemidos aumentaram de volume, pelo ângulo que o uruguaio alcançava dessa forma, claramente mais experiente, sabia exatamente como te foder bem.

Novamente olhou para o espelho e soltou um grunhido com o reflexo obsceno que projetava. Ele ainda vestido com a camisa branca desabotoada e você nua em cima dele. Desceu mais os olhos e focou aonde vocês estavam conectados, era eletrizante assistir como seu buraquinho parecia esticado ao máximo ao redor do pau grosso. Na frente dele, observava a sua franja grudando na sua testa suada, os olhos semicerrados e a boquinha soltando choramigos, a imagem fazendo ele soltar palavrões e o pau pulsar cada vez mais, pensando em como ele estava arruinando a filhinha mimada do melhor amigo. Quando ele levou um dedo ao seu clitóris inchado, soltou um gemido um pouco mais alto demais, fazendo o mais velho levar a outra mão para cobrir sua boca.

"Não sabe ficar calada." Diz entre dentes ao dar um tapa estalado nas suas coxas. Soltou um gemido triste quando ele retirou o membro de dentro da sua buceta. Rapidamente, Enzo te virou de barriga pra baixo, fazendo você ficar de joelhos com o torso colado na cama, enroscou as mãos nos seus cabelos empurrando seu rosto contra o lençol rosa.

"Agora fica quietinha pra ninguém escutar, só eu tá?" Sussurrou enquanto deixava um beijo nos seus cabelos, voltando a enfiar o pau, que estava com as veias saltando, dentro da sua bucetinha gulosa.

Retomando as estocadas, Enzo te fodia agora com mais força, fazendo seu corpo ser pressionado contra o colchão, se ele não apertasse tanto sua cintura, com certeza você sairia se arrastando pela cama a cada impulso. Perto do orgasmo, começa a empurrar seus quadris contra os dele e juntando com a sensação das bolas dele batendo no seu clitóris, estimulando mais ainda a área sensível. Abafava seus gritos contra o lençol, só deixando escapar que ia gozar no pau dele. Sua buceta se contraiu ao redor do membro grosso, melando todo o comprimento e você agarrava os lençóis com força, depois de gozar de forma tão intensa que sua visão ficou branca por alguns minutos.

"Quero dentro, papi." Ao se recuperar, geme desesperada para sentir os jatos quentes dentro da sua buceta pela primeira vez.

"Quer que eu te encha com os meus filhinhos, né?" Grunhe entre o dentes, puxando as pontas dos seus cabelos, te fazendo arquear as costas e arfar com a ardência no couro cabeludo.

A carne da sua bunda batendo na virilha dele, fazia o moreno salivar, distribuia tapas em ambas nádegas, aumentando a velocidade e se descontrolando totalmente com a suas paredes apertando ele mais ainda. Você já sabia que não iria conseguir andar e nem sentar direito no dia seguinte.

"Vou gozar, princesa." Enzo diz ofegante e acelerando as estocadas com um ritmo desleixado. Quando ele geme alto com a chegada do orgasmo, enfia o rosto no seu pescoço, abafando os sons e solta os jatos de porra dentro da sua bucetinha, continua a mexer os quadris empurrando o líquido quente mais adentro do seu canalzinho.

Caiu sobre você e depois virou seus corpos para posicioná-los em uma conchinha. As mãos de Enzo passeavam pela sua cintura e quadril, inalando o cheiro gostoso do seu cabelo. Resmugou quando você se remexeu até ficar de frente para ele, admirando-o com olhos brilhantes.

Você leva a ponta dos dedos pra tocar o maxilar dele, observando o caminho que seus dígitos percorriam. Tocou levemente os pelos ralo da barba que teimava em crescer, a ponta do nariz avantajado, as sobrancelhas grossas e, por fim, os lábios carnudos. Assim que terminou de desenhar a boca dele, Enzo prendeu seus dedos nos dentes perfeitos, mordendo um pouquinho fazendo você arfar e ele rir baixinho.

Você era a coisinha mais linda aos olhos dele, mesmo que tivessem que se esconder, Enzo não deixaria que essa fosse a única vez.

¹ eu quebrando a quarta parede no hidratante labial de cereja

a reader assim no jantar

[cherrywritter]

Falsas Desculpas - Background

4ª semana de outubro

Dick se viu em uma posição nada agradável após retornarem da missão que colocou em risco Conner e Vic. Alfred, sendo a voz sábia da família, insistiu para que o jovem patrão conversasse com a senhorita Wayne e encontrasse uma forma de conviver bem com ela antes que houvesse mais problemas. Sinceramente, ele não tinha vontade alguma de se encontrar com ela e se desculpar, mas se não o fizesse, as coisas se complicariam ainda mais em relação a convivência entre eles na Caverna e nas missões posteriores.

Caminhou pela Caverna até ficar frente a frente com a porta do quarto de Vic. Respirou fundo, olhou para os lados e resmungou antes de bater no metal e aguardar uma reposta. Na verdade, ele torcia para que não houvesse uma. Para que ela já tivesse retornado a Gotham. Ao abrir a porta, Vic o encarou sem entender o que ele estava fazendo ali e não o deixou entrar. Não queria que ele entrasse em seu canto sagrado e muito menos que continuasse a fuçar suas atividades como vinha fazendo desde que ela havia colocado os pés ali.

- O que você quer? – Ela questionou.

- Vim pedir desculpas. – Dick respondeu de maneira seca.

- Não preciso de falsas desculpas, Dick. Você não gosta de mim, não confia em mim, mas entenda uma coisa: não preciso da sua aprovação para estar aqui. A aprovação que me importa, eu já a tenho. Sinto sua energia e ela não emana arrependimento.

- Você não sabe de nada sobre mim.

- É, eu não sei. Mas poderia saber ao ler sua mente. – Victoria disse sorrindo. – A sua sorte é que eu respeito sua privacidade. Quando quiser se desculpar de verdade, estarei aqui para te receber. Já estou acostumada a ser tratada como objeto e com desrespeito, mas manterei meu profissionalismo e farei o meu melhor para que você não morra em uma missão assim como terei a mesma dedicação para com todos.

- Está tentando contar pontos com o papai? – Disse com ironia. – Deixa-me te dizer uma coisa, ele decepciona a todos e vai te decepcionar também. – Vic revirou os olhos.

- Sabe do que você precisa? De terapia. Decepções acontecem e você foi uma para mim, mas isso não me impediu de conviver contigo e nem de te dar uma segunda chance. Apenas um aviso: se encostar mais uma vez um dedo sequer no meu pai, eu quebro a sua mão. Lide com as suas frustrações de maneira racional e se tiver algum problema comigo, resolva comigo como dois adultos fariam.

- Bruce sabe que você ameaça pessoas? - Por quê? Vai correr e contar para o papai? – Riu com sarcasmo. – Não seja hipócrita, Dick, até porque agora pareceu que quem quer contar pontos com ele é você.

[stcnecoldd]

‎‎‎‎   U N D E R W O R L D・ D A Y 2

No tenebroso labirinto do Submundo, onde o tempo se arrastava em uma eternidade desprovida de luz, um frio premonitório subitamente percorreu a espinha de Aurora, enviando arrepios por todo seu corpo. A sensação súbita foi o primeiro indício de que algo se aproximava. Sem hesitar, sua mão instintivamente alcançou a adaga presa à cintura, a arma que, desde seu doloroso pouso, permanecia firme em sua forma e não havia retornado ao estado de pingente. Estando em um território tão desconhecido quanto ameaçador, sabia que baixar a guarda, mesmo por um instante, seria arriscar-se demais. Seus olhos, atentos e vigilantes, varreram o ambiente em busca de qualquer sinal de movimento. Avistou apenas o grupo de campistas a alguns metros de distância, mantendo-os sempre dentro de seu campo de visão.

Não muito tempo depois, suas narinas foram invadidas por um cheiro pungente, semelhante ao enxofre, que trouxe uma expressão de confusão ao seu rosto por sua estranha familiaridade. Havia se acostumado ao odor incômodo depois de perceber que encontrara uma companhia silenciosa e compreensiva enquanto vagava pelo território da floresta em busca de contemplação e fuga. Já fazia tanto tempo desde a última vez que o encontrara. Na verdade, desde o momento em que todo o acampamento se uniu para caçar o cão infernal que fora responsabilizado pela morte de um semideus. Embora fosse inevitável sentir certa apreensão, Aurora sempre teve uma convicção profunda de que aquela culpa não pertencia à criatura que a visitava sempre que ela precisava, quase como se houvesse uma ligação inexplicável que os conectasse no silêncio. Os olhos da criatura podiam arder como brasas, mas nunca pareciam ameaçadores para ela. Apesar de sua aparência aterradora, sempre foi mais um aliado do que uma ameaça, um guardião silencioso que ela muitas vezes acariciava e alimentava em segredo. Talvez ele já tivesse percebido, antes mesmo que ela própria se desse conta, que havia encontrado uma nova companhia para preencher seus momentos de solidão, por fim decidindo manter-se afastado.

De repente, no meio daquele vazio interminável, um som rasgou a taciturnidade: um rosnado gutural que fez Aurora colocar-se de pé com um salto, tomada por uma mistura de exaltação e alerta. Seus olhos se arregalaram enquanto tentava identificar a origem do som, até que uma sombra se destacou entre as rochas, movendo-se com a agilidade de uma criatura habituada à escuridão. As batidas do seu coração se aceleraram, não por medo, mas por uma esperança crescente. Da penumbra, então, emergiu um imponente cão infernal, com olhos vermelhos que brilhavam intensamente na escuridão. Aquele não era um monstro qualquer, e ela o reconheceu de imediato. Era o mesmo cão infernal que, nas horas de tranquilidade no acampamento, costumava patrulhar as bordas do campo ao seu lado. Aquele a quem havia carinhosamente apelidado de Blizzard.

Parando diante dela, o animal cravou o olhar intenso no seu, possibilitando um instante de conexão em meio ao caos que enfrentava. Não sabia se era o motivo da visita, mas sentia a esperança de retornar ao acampamento crescer dentro de si, iluminando seu semblante com um sorriso contido. Como era bom reencontrar o velho amigo! Sua presença, apesar de imponente, era estranhamente reconfortante. Foi então que Aurora percebeu algo preso nas mandíbulas do animal. Apertando os olhos para enxergar melhor, identificou uma mochila velha e surrada, mas ainda intacta. Com movimentos majestosos, o cão depositou a mochila aos seus pés, mantendo os olhos brilhantes fixos em sua figura, como se soubesse exatamente o que estava fazendo e firmando uma promessa de lealdade. Aquilo era tão inacreditável que um riso baixo, de pura admiração, escapou de seus lábios. Tremendo de alívio e surpresa, ela se ajoelhou para recolher a oferenda com imenso cuidado, como se estivesse recebendo um presente precioso. E era.

Sem perder tempo após cumprir sua missão, o cão infernal trotou de volta para o lugar de onde havia surgido, lançando apenas um último olhar rápido em sua direção antes de ser engolido novamente pelas sombras, desaparecendo de sua visão como uma névoa que se dissipa no ar. O coração de Aurora ainda batia acelerado com a emoção de revê-lo, mas ela sabia que não havia tempo a perder. Com a ansiedade crescendo, apressou-se em abrir o zíper da mochila, usando o queixo e a mão saudável para realizar o movimento preciso. Ao abrir, encontrou alguns mantimentos industrializados. Um sorriso impressionado curvou seus lábios enquanto balançava a cabeça em descrença. Era óbvio que o cão a havia encontrado com ajuda! Dirigindo o olhar para o ponto onde o avistara pela última vez, sussurrou com a esperança de que pudesse ouvi-la. ── Obrigada. ── A palavra simples carregava uma genuína e profunda gratidão. Embora ainda fosse um mistério a identidade de quem enviara a criatura até ela, sabendo que o cão não agiria daquela forma por instinto próprio, depositava sua confiança nele. Com isso em mente, voltou-se para os demais campistas, erguendo os mantimentos no ar com um discreto sorriso ainda nos lábios. ── Parece que agora temos o que comer. ── Anunciou, esperando que aquele pequeno gesto fosse suficiente para levantar um pouco os ânimos exauridos de todos, que ansiavam pela liberdade daquele lugar sombrio.

[mcdameb]

                     𝐰𝐡𝐚𝐭 𝐢𝐟 𝐈'𝐦 𝐬𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐈 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐚𝐫𝐨𝐮𝐧𝐝 ? ¦ pov#04

— task 03.

๋ a dor do luto atinge as pessoas de forma diferente, aprendia isso da pior forma possível. sua mãe era uma semideusa e deveria ter retornado consigo para o acampamento. se tivesse insistido mais, ela estaria viva ali. indiretamente, a culpa parecia ser sua. como uma sombra persistente, aquela culpa se instalava em seus ombros. a morte da mãe foi um golpe inesperado e devastador, deixou um vazio que brooklyn não sabia como preencher. nos primeiros dias tentou encontrar consolo nas memórias felizes, nas histórias e nos momentos compartilhados, mas a dor era intensa demais, sufocante. a tristeza se transformou em um peso constante, uma presença que ele não conseguia afastar.

então se afastou das pessoas que amava para tentar lidar com a dor.

escusado seria dizer que não funcionou. encontrou refúgio no álcool, como um bom filho de dionísio. o primeiro copo de vinho trouxe um alívio temporário, uma breve fuga da realidade esmagadora. com o tempo, um copo se transformou em uma garrafa, e as noites se alongaram em um borrão de embriaguez. o álcool oferecia uma anestesia para a dor, uma maneira de entorpecer os sentimentos que ameaçavam transbordar.

cada gole parecia acalmar o tumulto interno, silenciando as vozes de culpa e arrependimento. mas, ao mesmo tempo, o álcool trazia consigo um novo tipo de tormento: a névoa de tristeza. estava triste por se afastar dos amigos e dos irmãos, por perder a mãe, por desapontar dionísio. dormir embriagado era sua nova rotina e parecia que aquilo finalmente daria errado como o pai tanto avisou. sabia que não estava enfrentando seu luto de forma saudável, mas a dor de encarar a perda sem o amortecimento do álcool era insuportável. a bebida se tornou sua companheira constante, uma barreira entre ele e a realidade cruel assim como fazia na adolescência quando queria afugentar a dor de ter sido expulso de casa por sua mãe por causa do descontrole de seus poderes.

no fundo, sabia que precisava encontrar uma maneira de lidar com a dor sem recorrer ao álcool mas cada vez que tentava se afastar da garrafa, o vazio parecia ainda mais ameaçador. era uma silenciosa e solitária, uma guerra travada dentro de si mesmo, onde a única vitória parecia ser a fuga temporária, mesmo que ela viesse ao custo de sua própria sanidade; e enquanto isso afetasse apenas a si mesmo, estaria tudo bem. mas claro que não continuaria assim para sempre.

as parcas gostavam de emaranhar seus fios, deixar nós no meio do caminho para que ele tropece em situações tumultuosas. foi por isso que não se surpreendeu quando, naquela madrugada, o alarme recém instalado no acampamento tocou de repente.

e junto com ele veio o grito terrível.

os gritos, na verdade.

a mente ébria demorou a compreender que havia dois gritos diferentes, ou era apenas um que se transformava em algo assustador no meio? de qualquer forma, vestiu uma roupa apressado, a espada em mãos rapidamente quando o anel foi girado no dedo. mesmo meio bêbado, brooklyn sabia que tinha que agir. correu com dificuldade e se apresentou junto a sua equipe; infelizmente fazendo sorte da equipe de patrulha, não teria como escapar mesmo que sentisse que o corpo estava pesando mais do que o normal. entrar no bosque sob as ordens de daphne enquanto lutava para que a semideusa não percebesse que ele estava bêbado foi um desafio imenso, não queria se envergonhar diante da filha de ares então manteve distância. cada passo para dentro do bosque parecia um esforço imenso, o mundo girando um pouco ao seu redor mas ele sabia que não podia ignorar seu dever.

enquanto corria, sentiu uma sensação de pavor começar a se formar no seu interior. ele não estava em condições de lutar e nem de pensar claramente. a bebida tinha nublado seus sentidos, e brook temia que isso pudesse colocar todos em perigo. mas recuar não era uma opção. precisava estar lá, precisava tentar, mesmo que soubesse que isso poderia acabar dando errado.

os sons dos gritos começaram a ficar mais altos enquanto se aproximavam; brooklyn tentou clarear a mente, focar na tarefa à frente… mas de repente não dava mais para andar. estava preso. os pés grudavam no chão e a névoa que tinha até então passado despercebida, foi finalmente notada. não parecia uma névoa comum, era branca mas tinha um leve tom dourado e ah… já tinha visto aquilo antes. no baile. era magia, não era névoa. esse foi seu último pensamento coerente antes de ser abruptamente transportado para a beira do lago. dentro de si não havia mais confusão, havia um turbilhão de emoções que lutavam para serem despejados. a água do algo estava tranquila, um contraste imenso em como brook se sentia. o filho de dionísio estava bravo, tão bravo que fazia tempo que não sentia aquela raiva imensa inundar seu peito e se espalhar por todos os seus sentidos; tão raivoso que o sentimento emanava dele como uma onda invisível, afetando tudo ao seu redor.

não, espere. tudo não. havia um alvo específico. beatrice.

a filha de fobos despertava em si uma avalanche de sentimentos tão conflitantes que aumentava sua ira. saudade, arrependimento, mas acima de tudo, uma raiva que não conseguia controlar. seus poderes de manipulação emocional estavam fora de controle e ele sabia que ela seria a primeira a sentir os efeitos. “você não deveria estar aqui, beatrice. ” disse brook, sua voz carregada de uma frieza que não era comum nele. beatrice parava, parecia surpresa com o tom, mas não recuava. ela nunca recuava, não era de sua personalidade isso. a semideus tinha em si uma determinação invejável, aos seus olhos, a mulher sempre lhe pareceu uma fortaleza; emanava força mas ao mesmo tempo diversão, parceria, companheirismo. mas isso foi antes.

brooklyn sentiu a raiva aumentar pois lembrar de antes era lembrar também do motivo de ter se afastado. de ter perdido a amiga. uma corrente elétrica percorria seu corpo, sempre quis explicar, queria dizer a ela o quanto se importava, mas as palavras que saíam de sua boca eram venenosas. “você não deveria estar aqui porque eu já afastei de você por estar cansado de te ver se destruindo! eu não queria ficar para trás e ver você se perdendo.”

beatrice, apesar de tudo o que o semideus conhecia sobre ela, parecia recuar como se tivesse levado um tapa. as palavras dele a atingiram com força, e brooklyn viu a dor nos olhos dela. isso deveria ter sido um sinal para parar, mas ele não conseguia. “você não faz ideia de como foi difícil ver alguém que você ama se autodestruir! eu deveria ser seu amigo, não sua babá! não poderia sempre estar lá para consertar seus erros!” cuspia as palavras com ódio, se aproximando mais e mais cada vez que falava. sabia que estava sendo cruel, sabia que cada palavra que dizia estava machucando-a profundamente, mas era como se estivesse preso em uma espiral de raiva e mágoa da qual não conseguia sair.

os poderes dele fluíam descontroladamente, aumentando a intensidade das emoções ao redor. viu a amiga começar a tremer, não só de raiva, mas de tristeza e desespero, podia sentir isso e apenas servia para inflamar mais aquilo que sentia. o semideus mal a enxergava, apenas despejava nela suas palavras raivosas e seus sentimentos. seu poder era uma via de mão dupla, quanto mais inflamava a chama dentro de si, mais também passava isso para quem estava perto, para quem fosse seu alvo. para beatrice, não devolvia raiva, devolvia algo pior: dor, mágoa, angústia, medo.

no meio daquela onde de agradável de raiva, ouviu um soluço. o barulho pareceu lhe trazer de volta a realidade e ele… piscou. assim como aconteceu na adolescência com sua mãe, os poderes pareciam se esgotar de repente, deixando-o apenas uma casca vazia. a visão das lágrimas no rosto da jovem que costumava amar e proteger, o rosto de bee agora parecendo destruído pelas suas palavras, trouxe uma nova onda de culpa e arrependimento. queria se desculpar, mas as palavras não vinham. a garganta travava. o controle que sempre teve sobre suas emoções e poderes estava quebrado e ele não sabia como consertar. “beatrice...” a voz dele tremeu, finalmente mostrando a dor que sentia. “eu…” mas antes que pudesse continuar, ela deu um passo para trás, balançando a cabeça. “não, brooklyn. eu... eu não posso mais. não assim.” a semideusa se virou e começou a se afastar, deixando brooklyn sozinho à beira do lago. assim como temia, tinha mais uma vez machucado com seus poderes alguém que amava.

o grito que escapou de sua garganta carregava um nível de angústia pesado, algo que nunca sentiu antes. o rosto estava molhado com lágrimas e de repente seus pés pareciam mais leves, podia correr. sentia-se assustado porque não estava na beira do lago como tinha imaginado, não havia beatrice por perto; via apenas daphne correndo depressa na direção da casa grande, seguida pelo resto de sua equipe. aurora e christie não pareciam em um estado melhor que o seu, brook já não estava bêbado mas tremia e sentia o corpo frio demais. acabou esbarrando no filho de afrodite e não entendeu de princípio o que acontecia, o soluço preso na garganta quando ergueu a vista e viu o que tinha parado todos.

a cena que via era horrível, assombrosa. diante de si, todos os campistas pareciam presos em um transe doloroso. faces pálidas com veias vermelhas marcando a tortura que deveria acometer as mentes; os olhos brancos, todos ajoelhados impotentes. seguiu o olhar de aurora e viu a criatura encapuzada na frente da casa grande. um suspiro baixo escapou de suas narinas, estava congelado ali. o medo talvez fosse o que lhe prendia no lugar, mas também poderia ser a magia forte e pesada do ambiente. o recado que receberam era tão claro quanto o dia: o grimório de hécate não deveria ter entrado ali no acampamento. aquela coisa precisava ir embora.

citados: @mindkiler ; @wrxthbornx ; @stcnecoldd ; @christiebae

para: @silencehq

[lawofmick]

🏡 . ׅ ࣪ Como entender o não-dualismo usando Backyardigans como base.

A thread.

Acredito que você conhece o desenho Backyardigans, um desenho infantil composto por cinco personagens que vivem suas aventuras em mundos imaginários (ilusórios) criados por eles.

Nessas suas aventuras, eles assumem novas "identidades" ( os egos/doll) mudando sua percepção do mundo ao seu redor. Todavia, nunca deixando de ser o verdadeiro eles (a consciência).

Tendo como exemplo o episódio "O Acampamento Pirata" da terceira temporada do desenho, onde os protagonistas assumem uma nova perspectiva tornando-se piratas nesse mundo moldado por eles. Porém, ao final desse eles retornam ao seu estado original, como em todos os outros.

Fazendo uma analogia com o não-dualismo, você quanto consciência é representado pelos personagens do desenho e o seu ego/doll são as identidades que eles atribuem ao longo dos "mundos" que vivenciam. Desta forma, assim como eles, você deve aproveitar e experienciar a "realidade" que você está, permitindo que a identidade ao qual você assumiu sinta as sensações e emoções do momento, mas nunca esquecendo que ele é apenas mais uma criação sua, retornado ao final de "todo episódio" ao seu estado único e original, a consciência.

[silencehq]

Como tivemos uma grande leva de novatos e retornados, vamos ao protocolo padrão! Antes de tudo, estamos seguindo o CRONOGRAMA do mês de junho.

Temos um RESUMO de tudo o que aconteceu até agora.

Um EVENTO em andamento que terá um drop de encerramento amanhã às 20h.

Nesse evento temos algumas atividades com BRINDES. (sim, o da arma pode ser feito em POV!)

Além da task 1 temos a TASK 2, essa concede RECOMPENSAS se você a fizer em até três semanas pós-aceito.

Temos atualmente um QUESTIONÁRIO para os próximos drops e eventos. Muito importante que você responda, campista! Mas antes de responder, veja aqui a LISTA DE OCUPADOS.

E por fim, vamos deixar aqui um link sobre COMO CORTAR POSTS no PC e nossa versão para MOBILE. temos também um compilado sobre TIPOS DE PLOTS para levar para dash!

Amanhã temos MUITAS novidades. Vamos ver se vocês são atentos o suficiente para pescar tudo.

[repmoonboy]

pessoa que veio do falecido Twitter direto pra cá aqui kkkk 🙋‍♀️ A melhor coisa que fiz foi vir direto pra cá e lembrar o quanto o Tumblr era bom, tô amando ter retornado.

Eu descobrindo o tumblr agora, um pouco gringo demais mas tá da pra arrumar com tempo, não trava, timeline da pra entender e tem de tudo aqui, já pesquisei um monte de coisa kkkk

[arcana-books]

“Sólo necesito que sepas que uno de tus tres retornados… es un monstruo.”

Libro: Retornados

De: Julio Rojas

[alekseii]

não chegue perto da fenda. era quase um convite.... mais... um impulso que se alojava em seu cérebro como uma coceira em um local inexistente. era tentador não ir ali. e olha que era ainda pior, porque havia retornado ao acampamento há apenas alguns dias, e ouvia todo mundo discutir sobre. entretidos, um evento que todos já haviam se acostumado. talvez por isso que estivesse ali? caminhando em círculos, em um ponto escuro da floresta, se aninhando nos trechos de sombra e penumbra ocultos da lua. o clássico cigarro nos lábios, cheiro de bebida (normal para o horário), e sorriso furtivo, de quem titubeava sobre seus pensamentos intrusivos. ele empurrou alguns fios para trás, numa tentativa falha de organizar o cabelo, e ouviu o quebrar de galhos não muito distante. não virou. "a quem devo a honra de um encontro essa hora? (Кому я обязан честью встретиться в это время?)" era comum que falasse russo como se todos no acampamento fossem capazes de entender. derivava de sua pouca necessidade de ser entendido, até gostava dos olhares confusos. "banho noturno ou cedeu ao impulso de se jogar na fenda?" o inglês era tão carregado de sotaque que um poderia se questionar se havia mesmo falado o idioma. ainda sorria, agora se virando para visualizar sua companhia. "ou não vai me dizer que estava me seguindo." (0/4)

[grupo-enmascarada-carnaval]

¡Ya podemos hacerlo oficial! 🚨 Héctor de la Rosa, asumirá el diseño y la confección de nuestra alegoría para el carnaval 2024 🎭 ¿De que se tratará?…⁉️ Aún queda algún tiempo por delante para que lo descubras, pero … Te encantará ✨ @hectorcreaciones #retornados #tenerife #españa #canarias #carnaval #nortedetenerife #losrealejos #fantasia

[misshcrror]

              𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐇𝐎𝐑𝐑𝐎𝐑: ──── YASEMIN's point of view ;

A lança criada para matar a Quimera foi só o primeiro passo da evolução de seu poder. A habilidade de poder dar formas as sombras que antes as apenas seguiam e ficavam em inconstâncias lhe dava a sensação de poder. Sempre buscou por mais e agora que tinha isso... Porra, a sensação era boa. Não só isso, com a aparência assustadora que costumava ficar enquanto usava o poder, sabia que era apenas o começo do que poderia vir ser uma das melhores coisas que aconteciam com ela naquele momento delicado. Com o acampamento fingindo estar tudo bem, algo que Yasemin não estava aceitando muito bem, seu momento de se isolar veio com tudo mais uma vez. Sempre teve fases como essas, especialmente por ter uma bateria social muito baixa, mas mesclado a revolta, só preferia ficar sozinha boa parte do tempo. O que também a fazia evitar a arena por mais que fosse necessário treinar sua umbracinese e se manter focada. Ela simplesmente não conseguia ficar entre os demais. Com parte de sua equipe de patrulha caída, também não estava tendo tanta paz nas patrulhas ou buscando por treinos com eles já que os únicos que pareciam bem eram Raynar e Damon. Evelyn estava sumida, Arthur e Remzi voltavam do submundo e ainda passavam por checagens na enfermaria. Ela estava começando a acreditar que era realmente melhor ficar sozinha mesmo.

Deveria estar treinando para as olimpíadas, mas apesar do espírito competitivo, achava tudo meio desnecessário dado o momento em que estavam. Não estava tudo bem. Não é porque haviam fechado a fenda e que o caídos tinha retornado que tudo estava bem. Mais uma vez, a raiva latente contra Quíron e os deuses vinham com tudo. Não estava nada bem. Então seus treinos eram focados apenas em evoluir seu poder e se tornar ainda melhor no campo de batalha porque era exatamente isso que aguardava o acampamento. Yasemin sempre usava a floresta para treinos, em clareiras onde sabia que o perigo era menor, mas naquele dia estava tão imersa que avançou dentro da vegetação. Concentrada em moldar algumas sombras, os construtos eram simples apenas para treinar melhor a densidade da qual conseguiam deixar as formas que moldava. Pra ser sincera, estava adorando usar sua criatividade e criar tudo o que conseguia imaginar. Joseph estava lhe viciando em revistas em quadrinhos e se pudesse comparar, ela estava se sentindo como um lanterna verde. A diferença é que não precisava de anel e ela era muito mais sombria.

O pensamento arrancou um riso da ruiva que ela quase não percebeu o leve tremor no solo sob seus pés. Os sentidos aguçados a fizeram ficar alerta no mesmo instante, olhando ao redor. Sentiu a vibração novamente e parou, deixando as sombras pairando ao redor sem formas. O chão parecia pulsar levemente. Algo estava vindo. Olhou ao redor novamente, e seus olhos, acostumados à penumbra, logo captaram a origem do barulho com movimento entre as árvores. Formas grandes emergiram da escuridão. Myrmekos. Duas delas surgiram e Yasemin sacou seu machado no mesmo instante, recuando alguns passos, tentando calcular a melhor maneira de lidar com a situação. Distração, ela pensou que precisava distraí-las primeiro. Utilizando de seu poder, as sombras se transformaram em pequenos pássaros e pequenas criaturas escuras que se lançaram na direção das formigas, girando e desviando para atrair sua atenção. As formigas hesitaram por um momento, confusas pelas formas em movimento.

Aproveitando o breve momento de distração, Yasemin conjurou rapidamente sombras ao redor, moldando-as rapidamente em duas lâminas curvas e afiadas como foices, que surgiram em suas mãos. Sem hesitar, em um movimento veloz, a filha de Deimos deslizou por baixo da formiga gigante, esquivando-se das mandíbulas enquanto girava as foices. Com um corte preciso, ela atravessou a junção entre o corpo segmentado da criatura. Um jorro de fluido amarelado saiu enquanto o corpo da formiga caía no chão, tremendo em espasmos que soltou um grunhido de dor. Já a turca corria entre as árvores. As outras duas myrmekos momentaneamente desorientadas pelas formas sombrias ainda voando ao redor delas, se afastaram, inquietas. A filha de Deimos não queria lutar contra elas, então precisava encontrar uma solução rápida para se livrar das outras sem entrar em um confronto direto.

Ela concentrou suas sombras em algo maior desta vez, criando a ilusão de um túnel curto, mas que fosse a distração necessária para que os monstros entrassem ali conforme ela ia se afastando cada vez mais daquela área. Elas decidiram que seguiriam aquele caminho, virando-se e desaparecendo na floresta. Yasemin observou enquanto se afastavam, o corpo ainda tenso e quando o poder dissipou pelo uso gasto com a energia concentrada e a distância maior, a ruiva correu para longe dali para não atrair um bando ainda maior de myrmekos. Quando se deu por si, já estava próxima do riacho onde se deixou cair de joelhos entre as pedras buscando por fôlego. Claro que em outras ocasiões, ela enfrentaria sem problemas três das formigas, mas já fazia um tempo que estava usando seus poderes em treinos naquele dia e estava enfraquecida, então usou o necessário apenas para sair daquela situação. O instinto de sobrevivência prevaleceu. Aquilo não só a poupou de uma luta desnecessária, como também mostrou o quanto ela havia aprendido a usar seu poder com estratégia. Yas sorriu mesmo que ofegante, totalmente satisfeita. Sabia que, aos poucos, estava se tornando cada vez mais forte.

@silencehq.

[lottokinn]

               𝐓𝐑𝐘 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐋𝐔𝐂𝐊𝐘: ──── LOVE-KINN's point of view ;

A ausência do filho de Dionísio, cuja mortalha já havia sido queimada, ainda pesava no peito de Love. Seu maior temor era que os caídos e os escolhidos tivessem o mesmo destino. Oh deuses, que as parcas tivessem piedade deles. Essa perda era difícil de ignorar. Love conhecia bem o sentimento de perder alguém e não ter a chance de dizer adeus, e até pior. Naquele dia, a filha de Tique se pegava olhando em direção à caverna dos deuses, esperando algum sinal de retorno, mas nada acontecia.

Quando o portal finalmente se materializou no centro do acampamento, a tailandesa sentiu o coração pular no peito. Ela correu até lá junto aos outros campistas, o corpo tremendo de nervoso para saber se estava tudo bem, e quando os sete semideuses emergiram ela sentiu um alívio tão grande que quase a fez chorar. Mas não havia tempo para lágrimas; seu instinto como nova aprendiz de curandeira falou mais alto.

Love se posicionou imediatamente, correndo até os semideuses que precisavam de ajuda. Ela já tinha se preparado mentalmente para esse momento, imaginando que os ferimentos deles estavam ruins. Se lembrava bem de alguns graves que havia visto pela transmissão que a TV Hefesto fez. A semideusa ajudou a carregar os companheiros para a enfermaria, onde outros curandeiros e aprendizes estavam à espera. O tempo todo manteve-se ao lado deles, distribuindo unguentos, limpando feridas e até mesmo os incentivando com algumas palavras. Sabia que perguntar sobre a situação no inferno não faria bem algum. Ela mesma esteve naquele submundo e preferia não falar sobre o que viveu lá.

A mulher trabalhou e ficou na enfermaria até ter certeza de que todos estavam fora de perigo e que estivessem bem. Somente quando os semideuses estavam estabilizados e depois de receber todo o cuidado que precisavam, ela permitiu que o alívio tomasse conta, feliz que todos tinham retornado. Love se permitiu um breve momento de descanso, saindo da enfermaria e indo direto para seu quarto. Ali, cochilou por um tempo para descansar. Ela sabia que o luau de comemoração iria acontecer, e mesmo que seu corpo estivesse cansado, ela decidiu que merecia participar. Portanto, o descanso foi breve e logo partiu para a praia.

Naquela noite, ela dançou, riu e celebrou com o resto do acampamento, sabendo que havia cumprido sua missão como curandeira e amiga. Tinha plena noção que o caminho ainda era longo, difícil, que havia muito a superar e possivelmente enfrentar, mas, por um momento, tudo parecia estar no lugar certo. Sentindo uma leveza que não sentia há muito tempo, ela buscou aproveitar um pouco daquela sensação como se estivesse em outra era antiga e pacifica do acampamento. Não tinha percebido até estar ali. Love sentia falta daqueles momentos na colina meio-sangue.

@silencehq.